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MUSEO ARQUEOLOGICO NACIONAL

Sig. :
Tít.: Museo Arqueológico Nacional
Aut.: Museo Arqueológico Nacional (Esp
Cód.: 1014431
-

-
ESTADES. EVARISTO SANMIGUEL,8. - MADRID
Persot~alfacultativo del Museo que ha colaborado en las i~istalaciotio:
v en la redacción de esta GuÍA.

JOAQU~NM.* DE NAVASCUÉS Y DE JUAN, Director.


LUIS VÁZQUEZDE PARGA E IGLESIAS, Vicedirector.
FELIPANIÑOu hlfiís, Secretaria.

AUGUSTOFERNÁNDEZ DE AVILÉSY ALVAREZ-OSSORIO.


GRATINIANO NIETOGALLO.
M." LUISAHERRERA ESCUDERO.
OCTAVIO C. GIL FARRÉS.
M." LUISA GALVÁNCABRERLZO.
ISABEL CEBALLOS-ESCALERA Y CONTRERAS.
M.* LUISA'OLIVEROS RIVES,
MAR~A BRAGA DE DIEGO.
TRINIDAD TARACEWA DEI. PIÑAX.,
interina.

Otros colaboradores

FRANCISCA RLIIZ PEDROVIEJO,Directora del Mlisco Arqueológico, de


Málaga.
MANUEL JORGE ARAGONESES, Director del Museo de Bellas A r t e s ,
de Oviedo.
TOMÁS MARÍN MARTÍNEZ, Profesor de la Universidarl de Madrid.
G U ~ A SDE L O S M U S E O S DE E S P A Ñ , A . - 1

MUSEO
ARQUEOLOGICO
NACIONAL

DIRECCIÓN GENERAL DE BELLAS ARTES


I9.54
I N D I C E
Págs .

Sala I.&lonizaciones griega y púnica . . . . . . . . . . . . . . .


11.-Arqueología ibérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
). 111.-Escultura ibérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
» 1V.-Escultura y arquitectura clásicas . . . . . . . . . . . . . . .
)) V.-Cerámica !griega e italiota . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI.-Patio romano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
» VI1.-Epigrafía romana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
» V1II.-Antigüedades pa'eocristianas y visigodas, en piedra .
» 1X.-Escultura medieval . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
)> X.- Escultura y epigrafía funerarias de las Edades
Media y Moderna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
>> XI.-Arte jr epigrafía hispano-árabe . . . . . . . . . . . . . . . . . .
)) XI1.-Artes de la madera mdieva!es y modernas . . . . . .
» XIII.-Imaginería y pinturas medievales y modernas ...
XIV.-Vidrios de la Edad Moderna . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1) XV.-Sala de la Infanta Isabel . Lozas espaiíolas .........
)) XV1.-Sala del artesonado de Almendralejo . . . . . . . . . . . .
» XVI1.-Loza y porcelana de Alcora y Retiro . . . . . . . . .
XVII1.-Porcelana extranjera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Esca'era . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Sala XIX.-Arqueología paleocristiaila y visigoda . . . . . . . . .
XX.-Artes industriales hispano-árabes . . . . . . . . . . . . . . .
» XX1.-Artes industriales moriscas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
» XXI1.-Artes industriales medieva'es . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XXII1.-Artes industriales modernas . . . . . . . . . . . . . . . . . .
\rest:'bulo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Sala XXXVII1.-Antigüedades orientales . . . . . . . . . . . . . . . . . .
>) XXV.-Prehistoria espaiíola. Edades de la Piedra . . . . . .
XXVi.-Prehistoria espaiíola . Edad del Bronce . . . . . . . . .
Sala E.-Colección Siret . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Biblioteca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Monetario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jardín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Apéndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Bibliografía del Museo Arqueológico Nacional . . . . . . . . . . . .
N T R O D U C C I O N

Las nuevas instalaciones del Museo Arqueológico


Nacional, a las que esta GUÍA se refiere, son conse-
cuencia de la historia reciente de este Centro, que le
planteó la tremenda cuestión de ser o no ser. La elec-
ción entre los dos términos era indudable; pero es-
coger el primero significaba la renuncia inmediata a
toda aspiración más allá de la exposición primaria de
las colecciones, porque la eficacia de la elección radi-
caba en la ejecución rapidísima de las instalaciones y
en el máximo aprovechamiento de los escasos recur-
sos económicos disponibles; más aún en lo primero
que en lo segundo. En estas condiciones, J- en las del
.estado interior del Museo, no podía hacerse más de
lo hecho. El resultado es que en diecisiete meses el
Museo ha quedado íntegramente abierto al público
para utilidad de los curiosos y para el provecho de la
enseñanza y de los investigadores.
En estas líneas se pretende justificar lo que queda
expuesto con una sumaria noticia de la historia de
las instalaciones desde 1933, ilustrada con una serie
de gráficos que puedan facilitar la brevedad de esta
introducción.
Fig. T.-Planta baja del M ~ s e o Sfis
. instalaciones en I933.

1.-~ntigiiedades prehistóricas. X.-Escultura cristiana.


11.-Antigüedades egipcias. XL-Arquitectura y epigrafía hispano - mahome-
111.-Escultura ibérica. tanas.
1V.-Bronces griegos, ewscos y romanos.
XI1.-Pinturas, tallas e industrias cristianas hasta e1
V.-Vasos griegos, etruscos e italo-griegos.
siglo XVI.
VI.-Mármo:es dásicos, mosaicos y epigrafía ro-
mana.
.. XII1.-Artes d,ecorativas hispano-mahometanas.
VI1.-Plástica romana. X1V.-Artes suntuarias y ceámica de la Edad
VII1.-Cerámica y vidnos romanos. Moderna.
1X.-Arquimra y epigrafía ui&nas. XV.-Bronces, tallas y tapices de la Edad Mdernsi.
INTRODUCCION

Esta historia arranca precisamente, y como por


paradoja, de uno de los más impo~tantesensayos mu-
seográficos heclios en Espaiía y en este Museo Arqueo-
lógico, los cuales todavía quedaron inéditos como si
una inexorable fatalidad se dispusiera, desde enton-
ces y durante años, a regir los destinos del estableci-
miento. El Patronato, recién creado, acordó iniciar
un programa de reforma de las antiguas instalaciones
acomodándolas a los más modernos criterios de la mu-
seología. La ejecución de los proyectos comenzó en
1933. En esa fecha, las colecciones ocupaban todas
. las salas del edificio, ajustada su distribución al or-
den que aparece en los gráficos de las figuras 1 y 2,
al cual responde la guía que, bajo el título de Una
visita al Museo Arqueológico Nacional, compuso don
Francisco Alvarez-Ossorio antes de ser director. (Se-
gunda edición, Madrid, 1925).
Las reformas del Patronato tenían una doble fi-
nalidad. Presentar con la mayor dignidad las piezas
y colecciones más características y mejores, y orde-
nar todas las demás en instalaciones secundarias para
los más curiosos y para los investigadores. Para ello,
la antigua y descomunal sala XIV (fig. 1) fué trans-
a
formada en las salas 1 4 del gráfico de la figura 3,
con contenido único cada tina. Las demás colecciones
que atestaban las salas XIV y XV de la figura 1, la
última desmontada también para sii ulterior Tenova-
ción, fueron almacenadas en los sótanos para exhibir-
las en nuevas instalaciones sucesivas. Las cuatro nue-
vas salas quedaban ultimadas para su apertura pú-
blica en el verano de 1936. Se imprimió además ia
la guía correspondiente bajo el título de Cerámica
española (Madrid, 1936), cuyo autor fué nuestro ma-
logrado compañero don Emilio Camps Cazorla; la
INTRODUCCION
INTRODUCCION

precedía un prólogo del director del Museo, don Fran-


cisco Alvarez-Ossorio, en el que se explicaba el al-
cance y significación de las reformas. Mas en esa mis-
ma oportunidad sobrevino la Guerra de Liberación y
todo quedó inédito.
Rajo el gobierno marxista, el Museo fué afectado
por la crisis más grave que podía cernerse sobre él.
Tras del saqueo del monetario, fueron desmonta&o
todas las instalaciones, las antiguas y las nuevas, y la
Junta del Tesoro Artístico estableció sus oficinas y de-
p6sitos en los locales vacíos. Las colecciones, exone-
radas de sus lugares y vitrinas, fueron inverosímil-
mente acumuladas en la antigua sala egipcia (11 de
la figura 1). En 1939, salvo algunas piezas que no ha-
bían podido ser desplazadas de los lugares que ocu-
paban, el Museo entero era solamente, dentro de su
edificio, la sala rayada del gráfico de las figuras 4
y 5. Esta realidad entrañaba la anulación del estable-
cimiento. Sin embargo, es de justicia reconocer que
esta catástrofe tuvo su contrapartida en la defensa
heroica que de las mismas colecciones hicieron algu-
nas personas infiltradas en la organización roja, las
cuales, con viril entereza, impidieron la ejecución del
programa de saqueos iniciado con el del monetario.
Parece natural que a raíz de la victoria, en 1939,
el Museo debería haber atendido desde el primer mo:
mento a su restauración interior. Pero la herencia de
la guerra imponía otra cosa. Lo primero de todo hubo
de procederse a la devolución a sus propietarios del
inmenso caudal artístico que llenaba todas las salas
del antiguo Museo. El Servicio Militar de Recupera-
ción Artística, dependiente de la Comisaría General
del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Na-
INTRODUCCION

cional, al que correspondía aquella tarea, no logró ul-


timarla hasta 1943.
Entre tanto, la restauración del Museo hubo de
atemperarse al ritmo de las devoluciones que iba ha-
ciendo el Servicio de Recuperación, combinando los
movimientos de uno y otro dentro de los mismos lo-
cales. Así, después de vencer gravísimas dificultades,
entre 1939 y 1940 logró el Museo organizar una ex-
posición resumida de sus colecciones, entresacando
del almacén de la guerra las piezas más representa-
tivas y selectas. Este Museo breve se montó en la se-
gunda planta, distribuído en las seis salas rayadas y
marcadas con los números 1 al VI en el gráfico de la
figura 6. A su pública apertura en 1940 acompañó
una guía intitulada Museo , Arqueológico Nacional.
Gziia de las inscnlaciones de 1940. Resumen de ar-
queología espaiiuh (2." edición, Madrid, 1944).
Ajena a las dctividades del Museo, la Comisaria
General del P a h o n i o Artístico organizó, dentro del
edificio, una grandiosa exposición de orfebrería y ro-
pas de culto, que permaneció abierta al público de
1941 a 1942. Lo importante de esta exposición para
el Museo fué que, con tal motivo, se transformaron
los ámbitos de las antiguas salas XXVI a XXVIII (fi-
gura 2) en la forma que se ve en el gráfico de la figu-
ra 6, mejorando las condiciones de iluminación y au-
mentando la capacidad de los espacios. Clausurada la
exposición, estos locales fueron el último reducto del
Servicio de Recuperación Artística, el cual abandonó
el edificio en 1943. Mas una nueva necesidad impi-
dió al Museo aprovechar la reforma, porque, creado
el de América, se montaron sus instalaciones en esos
locales del Arqueolc;gicr>, y en ellos quedó inaugura-
do en 1944, y continúa, entretanto que se ultiman
INTRODUCCION

las obras de su nuevo edificio en la Ciudad Univer-


sitaria.
En 1942, el Servicio de Recuperación había de-
jado libres las salas de la planta baja que habían sido
reformadas en 1933 (fig. 3). El Museo atendió inme-
diatamente a la restauración de las malogradas ins-
talaciones, a las que ahora se agregó la de porcelanas
extranjeras, que son las cinco salas marcadas con las
letras A a E en el gráfico de la figura 7. Al fin, fueron
inauguradas en el mismo año, y entonces apareció
por primera vez, actualizada, la guía de 1936.
En 1943, dueño ya el Museo de su edificio, salvo
los locales ocupados por el de América, el Patronato
y la Dirección se propusieron llevar a cabo no sólo
la reinstalación de las coleccioiies, sino también la
exposición digna de su importancia y de la del Mu-
seo. Pero las operaciones preparatorias del Museo bre-
ve y de la restauración de las instalaciones de 1933,
la situación en que 'bajo el Gobierno rojo había que-
dado el Museo y los restos de materiales de desecho
que habían producido los sucesivos servicios del Te-
soro y del Patrimonio Artístico, habían producido un
almacenamiento irregular de las colecciones entre
amontonamientos de vitrinas, enseres de todas clases
y restos de embalajes y materiales de toda especie que
congestionaban los locales del edificio desde los só-
tanos hasta las buhardillas. Esta situación se agravó
al comenzarse las nuevas obras de reforma proyecta-
das en las salas de la planta baja dedicadas a coleccio-
nes de la Edad Antigua, cuyas instalaciones se inicia-
ron tamhién (salas F a J de la fig. 7). Estos hechos
produjeron un colapso en la vida del Centro, porque
si bien los proyectos iban en marcha, la congestión
en los locales a los que no afectaban las obras difi-
Figura 6.-Planta princignl del Museo. Salas rayadas, el "Museo breve" de rgqo a 1951.

1.-Parhistoria. IV-Edad Media.


II.-Tíi Edad de: Hierro. V.-Edad Moderna.
111.-La Espaiía romana. VI.-Gabinete de Numismática y Glíptica.

A la derecha de la planta, reforma de las antiguas salas X W I a XXVIII para k Exposición de Orfe-
brm'a (1941.4~).aupadas despt~éspor e1 MLIS~O de América (1944 hasta !a fecha).
cultaha toda operación directa con las colecciones.
En estas circunstancias, a principios de 1951, una
enfermedad segó la vida del director del Museo don
Blas Taracena Aguirre, sorprendiéndole la muerte en
plena tarea restaurado~ainiciada por él con tan gra-
ves dificultades desde 1939. Fiié entonces designado
director interino quien escribe estas líneas. El Pa-
tronato, que en todo momento dispensó su valiosa
asistencia y cooperación al Sr. Taracena, trazó con
el sucesor un nuevo programa de instalaciones, que,
aprovechando cuanto con carácter definitivo se había
hecho, permitiera la instalación completa del Museo
en distintas etapas y a tenor de las modernas corrien-
tes museográficas. Rápidamente se comenzó la ejecu-
ción de estos planes presentando en el Ministerio los
correspondientes proyectos y poniendo en marcha di-
rectamente algunas reformas sustanciales. Fueron és-
tas el traslado del monetario, de la sala VI (fig. 6), que
tradicionalmente ocupaba (sala XXII, fig. 2) merman-
do espacio a las demás colecciones sin llenarlo aquél,
a la sala XXXIX de la fig. 9, instalando las coleccio-
nes en muebles adecuados y asequibles a la consulta
i'nmediata de cualquier pieza. Los antiguos armarios
de las series numismáticas, que lo habían sido de la
Farmacia Real, con la colección de tapices del legado
de la Duquesa de Villahermosa, fueron adaptados al
servicio de la biblioteca en el loca1 B del gráfico de
la figura 9, y en el contiguo D, logrando así dos
salones de honor y de respeto de los que tan necesi-
tado estaba el Museo. Entre tanto que se aprobaban
por la superioridad los susodichos proyectos, se des-
montó el Museo breve inaugurado en 1940 y se fue-
ron haciendo otras operaciones preparatorias. Mas de
aquellos proyectos sólo se logró la aprobación, en
Figura 7.-Planta baja del Museo. Rayadas, las salas reformadas en rg33-36, y restauradas y aumentadm
1942. Punteddas, obras de reforma e instalación en cwrso de 1943 a 1951.

A.-Porelanas extranjeras. F.-Colonizacimes.


B.-Cerámica espafiola del siglo XVIII. G.-Antigüedades ibéricas.
C.-«Sala del artesonado de Almendralejo)). H.-Escultura ibérica.
D.-((Sala de la Infanta Isabel)). Cerámica dte Ta-
1.-Escu'mra clásica.
lavera.
E.-Cerámica hispano-árabe morisca. J.-Mosaicos y epipfía romana. .
INTRODUCCPON

otoño-de 1952, del correspondiente a la sala de vasos


griegos con un crédito inferior al solicitado. A prin-
cipios también de 1952, falleció súbitamente don Emi-
lio Camps Cazorla, a punto de ser nombrado director
del Museo y tomar posesión del cargo.
Quien escribe continuó, pues, en la dirección in-
terina hasta que fué nombrado en propiedad en aquel
verano. Entonces el Excmo. Sr. D. Antonio Gallego
Rurín, Director General de Bellas Artes, el Patronato
3- la Dirección hicieron un nuevo estudio de la situa-
ción del Museo y de la conveniencia de sacarlo con
la mafor rapidez posible del estado de postración en
que se encontraba, estimándose que era preferible
reinstalar la totalidad de las colecciones en plazo bre-
vísimo a diferir indefinidamente la presentación ín-
tegra del Museo por razones museográficas. La pró-
xima reunión en Madrid del Congreso Internacional
de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas fué tam-
bién un factor que pesó en aquel estudio. Conformes
todos con estos puntos de vista, se acordó proceder
inmediatamente a la reinstalación total y completa
del Museo, señalando como aspiración tenerla ultima-
da a fines de marzo del año corriente. Las obras co-
menzaron en l."de noviembre de 1952, y hoy, 31 de
marzo de 1954, con la asistencia constante del Pa-
tronato, con la permanente del Sr. Gallego Burín, con
el esfuerzo y denuedo del personal todo de la casa,
con el auxilio de otros compaiíeros y personas, la obra
está terminada en las condiciones apuntadas al prin-
cipio. En los gráficos de las figuras 8 y 9 se presenta
no sólo la ordenación actual del Museo, sino también,
mediante el rayado -que maciza la mayor parte de las
salas, el alcance de la obra ejecutada. Las partes pun-
teadas en la figura 8 señalan las instalaciones u obras
INTRODUCCION

anteriores aprovechadas íntegramente en estas nue-


vas, pero que han sido, a su vez? objeto de amplia-
ción, de reforma o de arreglos. Las obras ha11 consis-
tido no sólo en las operaciones de instalación, sino eii
'renovación de pavimentos en algunas salas y depen-
dencias, reparaciones de la fábrica en muchas, y pin-
tura de casi todas las paredes ; en la instalación o re-
forma de algunos servicios ; es decir, que se Iia hecho
una transformación íntegra del edificio desde los só-
tanos a las buhardillas y que afecta incluso al jardín.
Sólo ha quedado por e i ~ c u t a rel plan en lo que
toca a las futuras salas XXtV a XXXVII del Museo
(figura 9) que han de contener las colecciones de
Siret, de Cerralbo, las de las excavaciones de Cabré y
las generales de la Edad del Hierro en Espaíía. Es-
tas salas, ocupadas todavía por.el Museo de América,
no han podido instalarse por el Arqueológico por no
haberlas podido evacuar oportunamente aquél; pero
su traslado al nuevo edificio es inminente y espera-
mos coronar esta etapa en plazo brevísimo.
Quien visite hoy el Museo puede tener la certeza
de que verá todas las colecciones del mismo, salvo las
antes dichas, sin que haya quedado cosa alguna re-
servada. En una etapa ulterior se irán corrigiendo
defectos y se irán perfilando o perfeccionando estas
nuevas instalaciones.

JOAQUÍN Al.' DE NAVASCUÉS


Director del fl!lztseo.
Colonizaciones griega y piínica

Las noticias literarias de los autores griegos hablan de


un comercio de los fenicios de Tiro con el emporio mi-
nero de Tartessos y de la fundación de Cádiz en el año
1100 a. de .C. Más tarde, los púnicos de Cartago fundan
Ibiza (654 a. de C.), en tanto que los gr;egos de Marsella
van estableciendo factorías en la costa levantina y merie
dional, como Ampurias. En lucha con los focenses, los
cartagineses se anexionan el territorio tartesio y fundan
Cartagena, en 238 a. de C., como baluarte contra los ro-
manos. Con el apoyo do Marsella los griegos pudieron
aún establecer nuevas factorías, como la de Akra Leuké.
Mientras que los hallazgos arqueológicos griegos, que
van desde el siglo VI1 a. de C. a la conquista romana, es-
tán de acuerdo con las noticias literarias, los más anti~uos
vestiqios púnicos no remontan, hasta ahora, los siglos VIII-
VII.óbj.lt.0~púnicos y griegos aparecen juntos en pobla-
dos y necrópolis, tanto púnicos como indígenas. El volu-
men mayor de los expuestos en esta sala procede de las
colecciones Vives y Pérez Cabrero, formadas, en su pare
SALA 1
SALA 1

te más importante, de la expoliación de la riquísima ne.


crópolis del Puig des Molins, en la isla de Ibiza. Alguna
viene del santuario d'Es Cuyram, en la msima isla. La
falta de exploración científica de la necrópolis mencionada
ha producido un mal irreparable, dada su larga vida, pues
duró desde el siglo VI hasta la época imperial romana.
Muchos de los hallazgos griegos deberán su origen, en
parte, al botín hecho por los mercenarios iberos y, en
otra mayor, al comercio púnico. La influencia artística de
unos y otros se hizo sentir en las artes indígenas, tanto
en la escultura como en la orfebrería.

Vitrinas 1 a 4.-Necrópolis del Puig des Molins. Fi-


guras de barro de estilo egiptimnte, que revelará más bien
thfluencia chipriota, cartaginés (vitrina l), grecopúni*
6 0 (vitrinas 2 y 3) y laelenizante (vitrina 4), conforme
a la agrupación tipológica, algo arbitraria, forzada por la
falta de referzncia aonológica para estos hallazgos; típi-
cos cascarones pintados de huevos de avestruz (vitrinas 2
y 3); lucemds y vasos, de tipo púnico; hachuela votiva
de bronce, con figura egipcia grabada (vitrina 3) e ins-
trumentos varios.

Vitrina 5.-Cdndelabros de Lebrija (Sevilla); objetos


de oro, de uso y época inciertos, que se han supuzsto de
la Edad del Bronce. Joyas de oro prehistóricas, de Anda-
1ucía.

Vitrina 6.-Joyas de oro célticas (torques, diademas de


Ribadeo) ; brazalete Bauer, etc.

Vitrina exenta.-Tesoro de Aliseda (Cáceres) : Diade-


m, pareja de arracadas, brazaletes, elementos de collar,
cinturón y gran aro terminado en bellotas ; todo ello, con
algunas otras piezas, en oro. Brasero de plata y muy no-
SALA 1

tablz jawito de. vidrio. Todo el conjunto puede datarse


en los siglos VI1 al VI a. de C. y es testimonio indudable
del comercio con el Mediterráneo oriental, a través de los
fenicios.

Vitrinas 7 a 9.-Necrópolis del Puig des Molins. Fi-


guras d e barro de tipo heleniante (vitrinas 7 y 9) y cap*
taginés (vitrina 8); entre éstas, la llamada ((Dama de
Ibiza)), notable por su falta de proporción anatómica y
lo recargado de los adornos de su vestido. Mciscaras PO-
tectoras del muerto, moldes y sellos de barro, lucernas,
espejos y anillos de broncz y plata (vitrinas 7 y 9); pesa
d e plom.0 con la imagen del d:os egipcio Bes (vitrina 8).
Del santuario de la Cona d9Es Cuyram son varios bustos
acampanados y cabecita de la diosa púnica Tanit, de es-
tiio clásico, y de allí procederán también otras figuritm
femeninus (vitrina 9). Perfumutorios (vitrina 8), y collares
dz pasta vítrea de Ibiza, Cádiz y otras procedencias. e

Vitrinas 10 a 1 2 . - H ~ l l a ~ ggriegos:
~~ Cerúmica dti-
cd: Lekythos de figuras negras, siglo V a. de C., dz Ibi-
za. Crúteras de figuras rojas del siglo V, atribuídas al
((grupo de Polygnotos)) y al ((Pintor de Munich 2375»,
de la necrópolis indígena de Galera (Granada), en la vi-
t r i a 12. Otras, del siglo IV, atribuídas al ((Retorted
Painter)) y al ((Pintor de Toya)) (vitrinas 10 y 1l), de
la necrópolis de Toya (Jaén). Cráteras del ((Pintor del
tirso negro» y pelikes ; crátera «de Kerchp, vienen de
Baena y Galera (vitrina 12). La llamada cerúmica cam-
paniense está representada por lucernas, lekythos y otros
vasos menudos dr . Ibiza, Costig y Galera (vitrina 12).
Allí también un cuenco con decoración en relieve a mol-
de, del tipo llamado «de Megara)). En la vitrina 11 :
fipuras de barro cocido de estilo arcaico, clásico y hele-
nístico, de Ibiza y Menorca; a y b ~ l l o sde pasta vítrea,
del tipo ((de Naukratis)), procedente de Ibiza; bronces
gringos arcaicos : centauro, de Rollos; vaciado del sá-
tiro encontrado en el Llano de la Consolación, hoy en el
Museo d :l Louvre; otros de Galera; figurita f e m n k ,
de la col. de la Biblioteca Nacional, y cabezayada de cae
ballo, en bronce grabado, que sz dice de Sangüesa (Na-
varra), sin duda encontrada en. el campamento romano
inmediato a dicha ciudad.

Vitrinas.mesa 13 y 14.-Amuletos y objetos de ador*


no v uso, de distintas materias, procedentes de Ibiza;
figuhtus egip*ntes, mascarilkzs y escarabeos (vitri-
na 13); mtalles, moldes de sello, cuentas de colhr y vi-
drios varios; de éstos, dos <tmillefiori>)(vitrina 14).

Vitrina 15.-Anfora, vasos zoomorfos, biberones y


figuras de barro púnicas, entre las que destaca por su ca-
ráctzr excepcional, una, helenizante, que representa a
Dyonisos; amuletos y objetos de adorno y uso, como un
gran escurabeo de pasta s;lícea, placas decorativas de mar-
fil y objetos de bronce, procedentes de Ibiza.
. Vitrina 16.-Ha.llazgos varios de las islas Baleaves.
Cerámica indigena, objetos de cobre y hierro, y COL
llar con amulzto bifronte de vidrio, de distintas cuevas
funerarias de Menorca.
Fragmentos de bronce y cerámica indígena. y romana
de costig (Mallorca).
Cerám;ca indígena y romana, de Menorca e Ibiza.
En pedestal exento, las impresionantes cabezas de
toro, en bronce, de Costig (Mallorca; cuernos y orejas
de otros que se encontraron, junto con otros objetos de
carácter romano, en el santuario talayótico de Son Corró.
y que parrcen trasunto de un culto al toro y a la paloma
S A L A 11 . ,

de origen muy antiguo, que llegó acaso desde el Egeo a


. través de Cerdeña,

Arqueología ibérica

En esta sala, que las grandes vitrinas de fábrica di*


viden en tres szctores, se exponen casi exclusivamente
productos de las artes industriales de la cultura indígena
de la segunda Edad del Hierro hispánica en tierras de
Andalucía, Levante y valle del Ebro, a la que se da ge.
neralmente el calificativo de ibérica. Se engloba e n ella
a los sucesores de los misteriosos pueblos tartesios y a
los ibéricos dn los textos clásicos. Sus productos presen.
tan como carácter común, aunque con facetas diferentes,
la huella de las altas culturas mediterráneas con las
que estas gentes estuvieron en contacto, ya pacífico, a tra-
vés de los establecimi.rntos y factorías griegas y púnicas,
ya bélico, al participar como mercenarios en empresas
fuera de la Península o en las guerras que se desarrolla-
ron en su propio territorio. Una gran parte de los ob-
jetos expuestos proceden de la excavación metódica o 1
de la expoliación. de dos grandes necrópolis, la de Ga-
lera (Granada) y Toya (Jaén), que prolongan su exis-
tencia hasta el período romano. Los yacimientos levanti-
nos, Elche, Archena, Murcia, no explorados sistemáti-
camente, están representados por el contenido de las co.
lecciones £armadas por Ibarra y Vives; lotes importantes
de armas proceden de Almedinilla y Fuente Tójar (Cór.
doba). Por otra parte, una serie de santuarios indígenas,
cuyo culto nos es todavía desconocido, en el Collado de
los Jardlnzs (Despeñaperros), Castellar de Santisteban, La
Luz (Murcia), han suminktrado cantidades ingentes de
S A L A 11

pequeños exvotos de bronce hechos a la cera ~ e r d i d ay


de muy diferente valor artístico, pero que nos dan en
su conjunto una impresión animada y viva del aspecto,
indumentaria y armamento de aquellas gentes. También
en las artes suntuarias fué fecundo el contacto con las
técnicas perfectas d.e la orfebrería oriental y griega, mien-
teas que una penetración cultural muy antigua se hace
patente en la existencia entre estos pueblos de varios
sistemas de escritura con base silábica que, en general,
puede ya ser leída con seguridad, aunque no se haya des-
cifrado la lengua o 12nguas de sus textos.
El último sector de esta sala está reservado en su
mayor parte a"la población fortificada del Cabezo de Al-
calá, en Azaila, donde las excavaciones sistrmáticas de
Cabré, desde 1919 a 1942, han puesto de manifiesto,
según su autor, la existencia de una primera ocupación
céltica, a la que sucede una ciudad ibérica de fines del
siglo 111 a principios del 1 a, de C., edificada sobre las
ruinas incendiadas de la anterior y a su vez destruida
por incendlo y sustituída por una nueva ciudad ibérica,
ya romanizada, que había de perrcer, a su vez, en la

I misma forma, a principios del último tercio del siglo 1


a. de C.
Entre los productos más típicos de la cultura ibérica
figura la cerámica pintada, con formas y decoración ori-
ginales que alcanzan un alto nivel artístico en el Le-
vante (Elche, Archena), donde, adrmás, indudablemen-
te, bajo la sugestión de la pintura griega, hay un tipo
con representación de escenas en que interviene la figura
humana. Otra industria española de gran fama fué la
forja del hierro, destacando entre sus productos las armas
y, entre ellas, las espadas de estoque del tipo d.e la M-
chaira griega, con la empuñadura rematada en cabezas
de caballo o aves estilizadas y decoradas con embutido
de plata. '

D., la expansión que llevó a los iberos al sur de Fran-


cia, a Italia y al Africa del Norte, da curiosa muestra la
necrópolis excavada en una playa de las afueras de Orán
por Antonio Menchaca y que será, según García. Bellido,
del siglo 111 a. de C.

SECTOR
PRIMERO

Vitrinas 1 y Z.-Cerúmica ibérica y romana, de


Toya; armas y útiles de bronce y hierro, de Despeñape-
rros (ekc. Cabré y cols. Román y Motos).

Vitrinas 3 a 7.-Exvotos, fíbubm, instrumentos de ci-


ruqáa, anillos, etc., de Despeñaperros, Castellar de San-
tisteban, Los Castellones, etc. (exc. Cabré y cols. Sandars,
Baüer, Heiss, Vives y Román). Armas de Almedinilla y
Fumte Tójar ; placas de cinturón de Alpanseque y Atan-
ce; frenos de caballo de Espejo (cols. Maraver, Miró, Ce-
rralbo, Ministerio de la Guerra, etc.) (vitrina 5).
,
Vitrinas 8 y 9.-Cerúmica ibérica y romana de Ga-
lera y Toya; armas, faleva (vitrina 9), phca de cinturón,
fi'bulns, instrumentos y objetos de adorno, etc., de esas
procedencias y de ~lrnedinilla(exc. Cabré y colr Ro-
mán, Motos y Maraver (vitrina 9).

Vitrinas 10 a 13.-Cerámica ibérica y r o m a de Ga-


lera y Toya; armas, placas de cinturón, frenos de ca.ba-
Ilo, instrumentos aqrícolas, braserillo (vitrina lo), cascos
guzrreros (vitrina 12), llanta de rueda (vitrina 13), etcé-
tera, en bronce y hierro, de esas procedencias y de Al-
SALA 11

medinilla, Despeñaperros y Castellar de Santisteban (ex.


cavación Cabré y cols. Román, Motos y Maraver).

Vitrina 14.-Exvotos de bronce de los santuarios de


Despeñaperros, La Luz y otras procedencias (exc. Ca-
bré y Mergelina y cols. Baüer y Vives).
En el paso al sector segundo :

Vitrinas 15 y 16.-Exvotos de bronce del santuario


de Despeñaperros (exc. Cabré).

SECTORSEGUNDO

Vitrinas 17 y 18.-Cerámica ibérica, greco-púnica y


romiana, antefixa de yeso (vitrina 17), estucos pintados
(vitrina 18); vidrios helenísticos y romanos (vitrina 17),
y armds, utensilios, etc,, de bronce y hierro, de Galera
y Toya (exc. Cabré y cols. Román y Motos). En pedesta*
' les, urnas de calizd, algunas esculturadas y pintadas, de
tradición púnica.
En pedestal exento, copia moderna del busto ibgrico
llamado Ld Dama de Elche, símbolo de la arqueología
hispana, cuyo original figura en el Museo del Prado.

Vitrinas 19 y 20.-Cerúmica ibérica, con decoración


floral o zoomorfa y, excrpcionalmente, de rostros ala*
dos de frente (vitrina 19); terra sigillata (vitrina 20),
pebeteros greco-púnicos con busto de Tanit y gran fal-
cata de hierro (vitrina 19), de Elche (cols. Ibarra y Vives)
y Murcia.
En pedestales exentos, tinajas y dos Únforas ibero*
púnicas, éstas con decoración pintada geométrica de tra-
dición griega, de Galera (exc. Cabré).
S A L A 11

Vitrinas 21 y 22.-Cerúmicd ibérica con decoración


floral o zoomorfa; un vaso, por excepción, con este..
nus de luchu y de caza (vitrina 21); cerúmicu campa.
niense, romana y objetos varios de barro y metal, de Are
chena (cols. Heiss, Vera y Junta- Ampliación Estudios).

Vitrina 2S.-Cerúmicd ibérica, campaniense y roma*


m;vidrios helen;sticos y rornulzos; fragmentos escultura*
dos de urnu de piedra; pesa grabada de barro, y t e r r a ~
cotas, una de ellas con tocado análogo al de la «Dama
de Elche», de Galera, Toya y otras procedencias (exc. Ca-
bré y cols. Román y Motos).

Vitrina 24.-Cerúunica ibérica y campaniense, pebe-


teros y terracottas greco-púnicos de la necrópolis d e Orán.

Vi trina 25.-Tesoro de Júvea (Alicante), d h d e m , cae


denita con broche y otra rígida, dos collares de hilo re-
torcido, todo ello en oro y de arte ibérico, con influencia
mediterránza; varios objetos de plata, de la misma pm-
cedencia, Tesoros ibéricos, y, más genéricamente, indí-
genas, de la Edad del Hierro, de plata, encontrados en
Abengibre (Albacete), Mogón, Mengibar y Los Villares r
(Jaén), Pero Tito (Santisteban del Puerto, Jaén), Torre de
Juan Abad (Ciudad Real), Salvacañete (Cuenca), Chao de
Lamas (Portugal), con otras piezas sueltas de varia pro-
cedmcia, entre las que destaca una f i ' b u l con escena de
cacería, de Cañete de las Torres (Córdoba). Plomo e p -
grúfico de Castellón, y tésera epigrdfica, de bronce, sin
procedencia.
En pedestal exenta, cabeza mitrada, en caliza, con
diadema y pendientes, del santuario del Cerro de los
Santos.
En el paso del sector .3 :
S A L A 11

Vitrinas 26 y 27.-Phcas de cinturón de las necró-


.
polis celtibéricas de Caravias, La Olmeda, Atance y Ar-
cóbriga, de la necrópolis ibérica de Toya y del santuario
de Despeñaperros; planchu repujada, con escena ritual, y
otros objetos de bronce, de Despeñaperros (exc. Cabré
y cols. Cerralbo y Heiss). Desarrollo de la decoración de
umgs de Azaila, expuestas en el sector tercero (dibujos
Cabré). I

SECTORTERCERO

Vitrinas 28 y 29.-CerÚmica sin m e a r (vitrina 28)


y cerámica pintada, pesas y soportes de vasos, en barro,
de la Ciudad de Azaila (exc. Cabré).

Vitrinas 30 a 34.-Fragmentos escultóricos do dos fi*


gums de h m b r e y mujer y de un caballo, piem lateral
de un lecho (vitrinas 32 y 33), lucerna, cazo, espadas, etd
dtera, de bronce y hierro (vitrinas 3, 4 y 7); agujas y
punzones de hueso, fusdyolas de barro, etc., de Azaila
(exc. Cabré).

Vitrinas 35 y 36.-Cerámica ptntuda (urnas, portalu-


cernas, tapaderas), pesas y soportes para vasijas, de barro,
de Azaila (exc. Cabré).
En pedestales exentos, m q u e t a de h acrópolis del
Cabezo de Alcalá, Azaila (según Cabré); cabeza de
bronce, en los que se ha querido reconocer a Augusto
y Livia (?), descubiertos en el llamado templo romano
de la acrópolis de Azalla (exc. Cabré).

vitrina 37.-Cerámica ibérica pinfadu (urnas, tapa-


deras) y soportes de barro; fragmentos de cerámica ática
SALA III

y vasos campanienses; cerámica r o m m ; dos pequeñas


aras de arenisca ; pesas de barro y mhmol, con marca.
Delante de las vitrinas 36 y 37, proyectiles esféricos
de catapulta.

Vitrina 38.-Pesas prismáticas ,de barro, con marca,


de AzaiIa (exc. Cabré), y exvotos de bronce de los san-
tuarios ibéricos del Castellar de Santisteban, Despeñape-
nos, La Luz y otras proc-dencias (exc. Cabré y Merge- 1

lina y cols. Sandars, Vives y Heiss).


En pedestales exentos,-Toro de bronce, de Azaila,
y portalucernas de bronce, de Calaceite (exc. Cabré).

S A L A 111

Escultura ibérica

Se exponen en esta sala las obras plásticas en piedra


de la cultura ibérica en su más amplia acepción, ya que
se ext;ende aquí con las estelas de Clunia a los más apar- ,
tados confines de la Tarraconense romana.
Esta escultura tiene una cronología aun fluctuante
y sometida a viva discusión.
Los focos escultóricos principales radican en las pro*
vincias de Alicante, Murcia y Albacete, por un lado, y
de Jaén, Córdoba y Sevilla, por otro. La colección aquí
reunida tiene como núcleo más importante la mayor par-
te de las estatuas y fragmentos encontrados en e1 santua-
rio indígena del Cerro de los Santos, tanto las que fue-
ron producto de las excavaciones que realizó P. Savirón .
en 1871, como las reunidas en la colección Miró y en .
la Amat, en que se mezclaron algunas falsas o falsifid
cadas. Otro conjunto importante es el de los relieves e&- a
contrados en la muralla de Osuna por Engel y Paris.
Entrando en la Sala, a ambos lados, dos grandes es-
tatuas seudoegipcias de la s ~ r i ede falsificaciones moder-
nas, pretendidas del Cerro dz los Santos; a la izquierda:

Recuadros 1 a 3.-Estatms y fragmentos de otras,


del Cerro de los Santos. Rrpresentan personajes de am-
bos sexos, algunos togados y dos de ellos con inscripcio-
ne iberotartésica y latina. Cabezas varoniles con casque-
te, cabello estilizado o peluca y barba.

Recuadro $.-Cabeza de Sileno, de Redobán (Alb-


cante) ; cabeza de hombre, de Torredonjimeno (Jaén);
Relieve «del beso» y dos £ragmentos de estatuas de Osu-
na, y figurita de toro, de Toya.
Sigue un nicho, en el cual figuran, en ~edestales,una
reconstrucción de la zupafd arquitectónica de Galera,
el vaciado de la Leona de Bocaiente (Museo de Valen-
cia) y dos bustos de mujer con tocado de mitra, d.el Cerro
de los Santos. En el frente de par?d, entre los dos ni-
chos, están los relimes de O s u m ertenecientes tal vez a
p.
épocas muy distintas, en los que intervienen prrsonajes
. militares indígenas y romanos. Otros fragmentos, como
el negro bajo la garra de un león y un vohtinero, pare-
cen referirse a escenas de circo. Encina : elementos ar-
quitectónicos de Elche, Galera, Baeza, Salobral, Llano
d: la Consolación y Osuna. Delante, sobre el suelo, fal-
sificaciones del Cerro d.. los Santos. En el nicho siguien-
te, en cuatro pedestales, sillar con. protomo de carnero,
de Osuna; columna, de Baeza, y dos bustos femeninos,
del Cerro de los Santos.

Recuadros 5 y 6.-Cabezas de hombre y mujer, nota-


bles algunas de éstas por su rico tocado, del Cerro de
los Santos, salvo la grdn cabeza masculina, que no pare-
S A L A 112

ce d3 esta procedencia, El vaciado de una cabeza mitrada


corresponde a un original de la colección Matéu, e n Pe-
relada.

Recuadro 7.-Esfinge aluda de El Salobral y fragmen-


tos de otras análogas del Llano de la Consohción y Cm-
tijo del A h m o (Jaén).
Delante del arco, en pedestal exento,. figura feme*
n i m sentada, sin cabeza, del Llano de ta Consolación.
Entre el arco y la puerta, cuarto trasero de toro, de Al-
dea de la Cueva (Albacete); fragmento de figura mas-
culina, con brazalete, del Cerro de los Santos (?); cabe-
za de grifo, de Redobán, e inscripcióni tartésica de El Sa-
Iobral -(Albacete).
Pasado el ingreso a la Sala IV, entre éste y el se-
gundo arco, sillar de ángulo con toro, en altorrelieve, de
Osuna; dos cabeas de animukes del Llano de la Consola-
ción y del Cortijo del Alamo, y dos inscripciones ibéricas,
la mayor de la región dz Valencia. E n pedestal exento,
delante del arco la Gran Oferente, del Cerro de los San-
' tos; la más importante dé las esculturas allí encontra-
das y una de las piezas capita12s de la plástica ibérica, R e
presenta una dama en actitud hierática, vestidura de ar-
caico plegado y riquísimamente alhajada, que lleva en
las manos un vaso de ofrenda.

Recuadros 8 a 10. -Fragmentos de estutuus viriles


(torsos acéfalos), uno con inscripción en caracteres ibéri-
cos (recuadro 8) y otro con brazalete (r-cuadro 9); ca-
bezas y manos de figuras de ambos sexos, del Cerro de
los Santos. '
Delante del ventanal, exenta, cabe% de caballo, con
guarnición, de Fwnte la Higuera (Valencia). Entre los
dos ventanales, estutuus y fragmentos de otras, de am-
bos sexos, del Cerro de los Santos. Fragmento de F e -
S A L A 111

ro con falcata, de Elche; elementos arquitectócnicos, de


Cástulo y Osuna, d.ecorados con roleos; otros, con ovas
o espiras, del Llano de la Consolación, y capitel, de Bae-
za. Delante, sobre el suelo, estatuas falsas, del Cerro de
los Santos. A ambos lados, junto a los ventanales, dos
estutzlas de mujer, muy destrozadas, de esta procedencia.

Recuadros 1 1 a 14.-Esi%tuus y fragmentos de otras,


del Cerro de los Santos. Son, la mayor . parte,
- oferentes
de ambos sexos, destacando dos de mujer, una con pun-
tiagudo ca?uchón (entre los recuadros 12 y. 13) y otra
con r:co tocado de orfebrería (recuadro 13). Torso sin
cabeza, de perrero, con falcata (recuadro 12). Delante
del. vcntanal y del recuadro 13, gran estela discoidea,
con relieve di jinete y fragmento d e otra con la misma
representación e inscripción ibérica, de Clunia (Peñalba
de Castro).
En el centro de la Sala, 'en pedestales cilíndricos, dos
sillares de ángulo con mujeres llevando vasos, uno de
ellos, y una flautista, en relieve, de extraordinaria deli-
cadzza y arte, y mujer con pesado manto, el otro; am-
bos de Osuna.
Formando calle, en pedestales exentos, enumerados
de izquierda a derecha, alternando los de ambos lados,
fragmento de esfinge alada, V;llacarrillo (Jaén); caballo,
de ~ o i (Jaén);
a leones (animales carniceros), de Bae-
na (Córdoba); oso poniendo la garra sobre un hermes
con cabeza humana (monumento funerario), de Porcuna
(Jaén): esfinge ahda, de Agost (Alicante); león, de Bae-
na, y bi& (toro androcéfalo), de Balazote (Albacete).

Vitrinas 15 y 1 6 . 4 a b e ~ a sde hombre y pa'bados. .


o relieves con figuras de animales, del Corro de ¡os San-
tos y varias falsificaciones modernas, de las que algu-
.nas parecen obras auténticas retocadas, atribuídas a la
-misma procedencia

Vitrinas 17 y 18.-Figuras femeninas, una de ellas


pequeña, con tocado análogo al de la Dama de Elche,
en el ángulo inmediato al ventanal de la vitrina 8; CU-
bezas, entre ellas, dos pequeñas, con casquete (vitrina 18);
fLgurillas, fíbulas, etc., y objetos varios de barro, del
Cerro de los Santos, a cuya procedencia se atribuyen ca- .
torce figuras y fragmentos de piedra de dudosa autenti-
cidad, o falsos (en los pedestales de la vitrina 18).

S A L A I V

Escultura y arqiiitectiira clásicas

Aunque entre las obras expuestas en esta sala aomi- ,

nan las esculturas romanas encontradas en\ España, hay


entre ellas algunas obras importantes procedentes de otros
puntos del mundo romano, e incluso del arte griego clá-
sico, y también elementos arquitectónicos de monumentos ,
romanos españoles. Se describen sucesivamente las ins-
talaciones murales y las exentas.
1

Instalaciones murales. - Entrando, a la izquierda,


estutud de Livid, muj2r de Augusto, caracterizada de Ce-
res, sentada, de Baena (Córdoba), del siglo 1 de Cris-
to, aunque el peinado corresponda a la segunda mitad del
siglo anterior. Encima, relieve, de arte romano, de un gue- .-
rrero a caballo, precedido de otro a pie, Troya (Asia Me-
nor). Delantz del arco, Diana cu~udoru,que repite un proto-.
tipo del siglo IV a, de C., interpretando libremente el rnan- !

to, Mérida (?). Col, Monsalud. Sobre el arco, fragmento


~irquitectónicocon decoración en relieve de motivos ve-
SALA EV

getales, de Cazlona (Jaén), A continuación, sobre pedestal,


parte superior d d monumento funerario con relieves e
inscripción latina, de la griega Chrisis, muerta a los dieci*
séis años de edad (Cazlona). En el frente del pedestal,
fragmento de relieve funerario con una mujer recostada
en un lecho. (Col. Salamanca.) Sobre el arco, relieve con
busto de Harpócrates (?), siglo 11, Tajo Montero (Sevilla).
En la pared d-1 paso a la Sala V, a la izquierda, relie*
ves, fragmentos decorativos y elementos arquitectónicos
de arte romano provincial español. Varios proceden de
Cazlona, como los siliáres con busto de mujer y tritón en
relieve y un fragrnznto de capitel corintio; otro de MéO
rida. Esteh rota con bárbaro relieve de Diana (?) bajo un
templete, de Tajo Montero.
Sobre el paso a la sala V, dos remates de zapatu, figu-
rando cabezas de león, y fragmentos de un friso, recons-
truído, con palmetas y ovas.
En la pared, a la dzrecha, sobre el rebanco, elementos
y fragmentos decorativos y arguitectónicos, con mascaro-
nes, trigli£os y motivos vegetales y geométricos en relie-
ve, de Cazlona. Encima otros, entrz ellos un relieve ibero*
rolvucno con jinet?, de Vil1acarr;llo (Jaén); silkzr de úngue
lo, con máscara trágica y esvástica, de Cazlona; parte
central de un £rontón, con el águila de Júpiter, de Mét
rida.
En la pared de los ventanales, fragmentos escultórir-
cos: Relieve en mármol pentélico, representando
un busto femenino de perfil y parte de mano izquierda,
de Atenas; otro con cabeza de sútiro bajo una pierna, del
anfiteatro de El Djem (Cartago), y relieve con escena d e
la infancia de Buco, de Roma (col. Salamanca). .
Entre los ventanales, en la pared, surcófa~ocon es-
ccnss d., la leyenda de Orestes; en su £rente, Muerte de
Egisto y Clitemnestra, y en los costados, Atenea votando
en el juicio celebrado en el Areópago y la Prisión de Ores
tes y PíIades en el Quersoneso; obra de taller romano
del siglo 11, es uno de los más antiguos de su szrie y c!e
los paganos de España. Estuvo en la Colegata de Husi-
llos (Palencia). Encima, mano y antebrazo izquierdo de
una estatua (Col. Salamanca); Priapo, sin cabeza; de mal
arte, de Linares (Jaén); Eros durmiendo, en pie, del si-
glo 1, de Elche (Alicante): Silenio ebrio, del siglo 11, de
Málaga; gran capitel corintio de pilastra, de Mérida.
En el nicho, gran estatua de Livia sentada en un tro-
no, en actitud de Juno, Es «una de las más seguras docu-
mentaciones del tipo iconográfico)) d r esta emperatriz, se-
gún Maiuri, y «la más bella y completa conocida)) (Gar-
cía Bellido). Encontrada en Paestum (Italia), formó parte
de la colección Salamanca.
Entre el nicho y el ventanal, Sarcófago, sólo el fren-
te y el costado izquierdo, con relieves representando un
combate, del {tciclo troyano)) (Robert), conocido desde
e1 Renacimiento; es obra de arte ático imperial del si-
glo 11; procede de Tarragona. Encima, mno y antebra-
~o izquierdo de una estatua (Col. Salamanca); Fauno
ebrio, sentado, de tradición helenística, siglo 1 (?), San-
tiponce (Sevilla); otro, en pie, vertiendo vino de un odre
(Col. Salamanca); grupo mutilado de fauno y bacante
de buzn arte, acaso local, Santiponce; capitel corintio,
~robablementede la misma procedencia.
. Pasado el ventanal, Ara sepulcral, con corona de olivo
de principios del siglo 1, Cartagena ; varias estatuítus mu-
tiladas, entre ellas un Marsias y un Hércules, del Atica
(colección Asensi) ; rostro barbado, mal conservado, obra
original griega de estilo severo, del siglo V a. de C., de
Atenas ;. rdieve con ofrenda a Hermes, de la serie de
la infancia de Baco, a la que pertenecen el descrito an-
teriormente y el que después se reseñará.
SALA I V

En el otro nicho, torso de Qna estatuu de Tiberio sen-


tado, en actitud de Júpiter, compañero de la de Livia, an-
tes descrita, con la que se encontró ; del siglo 1, Paestum.
A ambos lados, dos estatuas de mujer, sin cabeza, vesti-
das con túnica y manto, de la colección Salamanca ; cuatro
capiteles corintios y dos relieves arqu~tectónicos, repre-
sentando una pilastra y una yunta, uno de ellos de
Cazlona.
En el frente de la entrada, pasado el ventanal, sobre
un pedestal, el remate de u n gran altar sepulcral, del si-
glo 111, Cazlona; en el frente del pedestal, fragmento de
estela sepulcral griega, con relieve representando a la di-
funta con sus familiares y servidores; a los lados, dos ba-
laustre~con foliajes en relieve. Encima, estela con relizve
de divinidad chtónica (infernal) (?), en hornacina, del últi-
mo tercio del siglo 11, Tajo Montero (Sevilla). Delante d?l
arco, estatua arcaizante de mujzr, tal vez una bacante,
falta de cabeza y brazos, encontrada en Huétor (Grana-
da), sin duda obra romana de época de Hadriano. Sobre
el arco, otro fragmento de relieve arquitectónico con una
guirnalda, de Cazlona. Entre el arco y el paso a la
sala 111, gran torso de mujer sentada, sin cabeza, proce-
dente de Baena; relieve yomano, de la serie ya menciona-
- da, con Mercur:~entregando a Baco niño a las ninfas
(Colzcción Salamanca).
Instalaciones exentas.-Empezando por la izquierda
de la entrada, Cabeza idealizada de A g r i p i w Minor, de
mediados del s i ~ l o1, de Mérida (col. Monsalud), y busto
de Antonino Pio, med;ados del siglo 11, de Puente Genil
(Córdoba).
Retratos de L. Vero, tipo corri~ntede factura local,
y de Druso el Menor, de arte cortesano, acaso prototípico ;
respectivamente de Cales (Calvi) (?) y Roma (?), (co-
!ección Salamanca).
SALA V

Parte inferior de una estatua de Venus ~~~~~~e,


de Bullas (Murcia), y mancebo con bulla y toga praetexta,
probablemente de época flavia, de Baena.
Silvano, tipo de creación imperial, de Mérida o San.
tiponce; torso de togado, de Baena (adq. F. Valverde);
busto retrdto de adolescente, época flavia o trajana, de
Atenas; retrato d r Antond la Menor (?) (Bernouilli), del
primer tercio del siglo 1 (col. Salamanca).
Busto, retrato masculino helenizante, de principios de 1

la época d3-Hadriano, del camino de Alboraya (Valencia):


estatuita de Hércules, según un prototipo de Myrón,
siglo 11, Alcalá la Real (Jaén); cabeza de muchacho; Buco,
siglo 11 avanzado, de Torrente (Glencia); y cabe% mas-
culina, de época flaviotrajana, de Mérida.
Dos Eros funerarios dormidos, de Elche (col. Ibarra)
el primero, «una de las escu!turas más bellas d.r España en
su género» (G. Bellido) y otro de imitación local, de Ex-
tremadura (col. Monsalud).
Ara circular, con escena dionisíaca (col. Salamanca)
y puteal quo repite el tema del nacimiento de Atenea
del frontón oriental del Partenón; descubierto en la
Moncloa (Madrid), pero procedente acaso de Italia, de la
colección de Cristina de Suecia. ,

En vitrina exenta, orfebrería, de oro y plata, romuna,


de varias ~rocedencias.

S A L A V

Cerámici griega e italiota

La cerámica griega pintada, tanto la de la Grecia pro*


pia como la del Sur de Italia, ha sido objeto, desde mucho

4O
SALA V

tiempo, de una atención especial y su estudio viene a cons-


tituir una rama particular dentro de la Arquetiogía. Su
desarrollo abarca desde los comienzos de la Edad del
Hierro, aproximadamente en el siglo X a. de C., hasta
la desaparición de las fabricaciones italiotas, en el si-
glo 111 a. de C.
La colección de vasos griegos que aquí se expone tie-
ne como núcleo fundamental la formada en Italia por el
financiero y po1ít:co español, Marqués de Salamanca
-
(181 1 1883). A su lado deben mencionarse los que for-
maron parte de las colecciones de la Biblioteca Nacional,
Museo de Ciencias Naturales, Palacio R.ral, llegada desde
el Museo del Prado, Miró, Asensi, Stiitzel y los adquiri-
dos en su viaje a Grecia y Oriente por la Misión Arqueo-
lógka que acompañó en su crucero, en 1871, a la fragata
Arapiks. Sin que pu-da aspirar a dar una idea completa
del desarrollo de la pintura de vasos griegos, cuenta con
ejemplares sobresalientes y representa un conjunto muy
importante.

Vitrina 1.-Periodo gem'trico (siglos X-VI11 antes


de C.).-La cerámica pintada que se encuentra en la Gre-
cia continental en los comienzos de la Edad del Hierro,
es una resultante de la tradición micénico-egea y de nuee
vas corr;ent?s que llegaban desde la Europa Central y
los Balcanes. El cementerio ateniense del Dypilon da
nombrn, a una de las fabricaciones más características, re-
presentadas aquí por un únfora y unas pyxides. D.e fá-
brica beocia, un stumnos. Sigue el periodo orien<tali~ante
(siglo VI1 y primera parte del VI a. de C . ) , con e1 que
aparecen la policromía y nuevas técnicas, cambiando las
formas de los vasos y sus motivos decorativos. E n el gru-
.po oriental figura como uno de los centros cerámicas
Ckz~omenes(Asia Menor) con característicos sarcófagos
S A L A T'

pintados (en la pared frente a la vitrina), En el grupo occi-


dental comienzan a destacar los alfarzs de Corinto, donde
se crea un estilo propio (apr. 625.575 a. de C.) con carac-
teríst,cos frisos de animales: gran olpe, tupadera de
pyxis. En el momento más avanzado de este período en.
contramos figuras humanas: gran crútera con guerreros
galopando. La fabricación de cerámica pntada en Corinto
inicia una rápida decadencia hacia mediados del sigo VI
y cesa completamente en los primeros años del V a, de C.
Con el siglo VI, y como consecuencia dz la nueva
técnica inventada en Corinto, empieza en Atenas, des.
envolviéndose durantr todo el siglo, la llamada técnica de
jiguras negras, consisttnte en pintar las figuras en silue-
tas negras sobre el fondo rojizo del barro coc;do y añadir '
los detalles con líneas grabadas a punzón (incisas) y con
pintura blanca y roja oscura. Es una técnica exclusiva de
la phtura cerámica, La cerámica ática de figuras negras
del primer periodo (600.550 a. de C.), está repre.
szntada por varias ánforas, un gran lebes, una h y d r ~y
varias copas, entre éstas una con la firma del alfarero
Soklés.
Vitrina 2.-Al empezar el último tercio del siglo VI i
se discurre en Atenas una nueva técnica para pintar los
vasos, la que llamamos ((de figuras rojas)), por res2rvarse
éstas en el fondo claro del barro ; pero la técnica tradicio-
nal sigue usándose hasta el segundo decenio del siglo V. A
este período pertenecen los vasos de figuras negras ex-
puestas en esta vitrina, De ellos citaremos: hydrias con
I-Ierakles robando el trípode délfico, Mujeres en la f u e n ~
te y Príamo montando en un carro; ánforas, entre ellas

'
dos p'dnatenaicas y .varios vasos menor.cs.
En vitrina exenta, gran únfora ctbilingiie)) (pinta-
da en una cara con figuras negras y en la otra rojas), fir-
~
mada por el alfarero Andókides y pintada por Psiax.
I

4"
SALA V

Vitrina 3,-Vasos áticos de figuras rojas. Periodo are


cuico ( a p . 5300475 a. de C.).-Copa por Oltos (Cor-
tesanas bebiendo). Otros vasos atribuídos al pintor de
Kleophrades (ánfora panutenuica), a los de Berlin, de
Nicoxenos, de A n t ~ p h o ny a Makrón.-Estilo libre. Pri-
mer período (apr. 475.450 a. de C.).-Vasos pintados por
Hermonax, pintores de A l k i ~ k o s de
, Pan, de Leningrac
do, de Villa Giulid, de Oinokles y otros.

Vitrina 4.-Vasos áticos de figuras rojas del perbdo


clásico y del primer tercio del siglo IV. Estilo libre avan-
~ a d o(apr. 4500420 a. de C.).-Entre otros pintores, e s t h
representados el de Aquiles, el Dwarf Painter (p. del ena
no), Phidle Painter, Clio Painter, Pintor de Nápoles y
.
de Bolonia. Al final del período clrísico (apr. 420 390)
pertenecen al Pintor de Munich, el de Atenas 1454,
Aison, que firma la gran copa con 2as h a ~ a de h Teseo,
los Pothos, Kadmos y Triglyph Painter. Ya al final del si-
glo V, y dentro de la tendencia amanerada del Pintor de
Meidias, tres cráteras ~ i n t a d a spor el Nikias, Pronomos y
Suessula Painter.

Vitrina S.-Vasos áticos de figuras rojas de comienzos


del siglo IV.-Cráteras y una hydriu: Pintor de L u 1 Z d
dres F. 64,.Meleager, Oinomunos y T h e Fat Boy Painter.
Otros vasos de los siglos V y IV, sin atribución.

Vitrina 6.-Varios vasos áticos de los siglos V y IV.


Lekithos blancos funerarios, Gran ejemplar policromo,
muy recompuesto.

Vitrina ?.-Vasos itd1iotus.-La fabricación de vasos


pintados es importada .en la Italia meridional por ceramis-
tas áticos y se desarrolla después con caracteres propios
regionales, que nunca tienen la calidad artística de sus
prototipos y que degeneran luego de modo lamentable
Esta fabricación comienza en al tercer cuarto drl siglo V
(apr. 440 a. de C.), y sus productos más antiguos se dis.
tinguen difícilmente de los áticos contemporáneos; en.
tre las formas domina la crátera campaniforme: por ejem-
lo la que representa la Contratación de una fhutistd. Otra
es la atribuída al Pintor de Crema, cuya obra slrve
de ant-.cedente al estilo lucaniano, que parece tuvo su
prin~lpalfábrica en Armentum. Este, generalmente in-
£erior artísticamente al dz otras alfarerías italianas, tiene
un fuerte carácter provincial y se barbariza rápidamente.
Entre sus formas características figuran la nestoris y las
ánforas de volutus.
El estilo upuliano, que tiene su origen y su principal
centro de fabricación en Tarento, se desarrolla durante todo
el siglo IV. Además de las formas comunes de vasos pinta-
dos con temas sencillos, produce grandes vasos (ánforas
y crúteras de volutas) decorados con temas mitológicos y
funerarios. A esta última. clase pertenec-n los vasos ex*
puestos en la vitrina exenta, entre las 5 y 6.

Vitrina &-Vasos de Paestum.-La antigua Posido.


nia griega, situada en el ángulo noroeste de la Lucania,
fue un centro activo de cerámica pintada, en relación ari+
tística con las fábricas campanienses. Al primer momento
de su actividad (apr. 3801-350 a. de C.) pertmece el Dirce
Painter: crátera ccn éscma cómica en que intervkne
Zeus, probablemente la representación más antigua de
estas parodias escénicas en la pintura de vasos. Coincide
en part? con él, aunque dura más tiempo, el taller de
~steas Python (apr. 360-320 a. de C.), Gran crdtera,
con la 1;ocura de ~ é k u l e sfirmada
, por Asteas, y otros va.
sos atribuídos al mismo. A su grupo pertenece el Pintor
SALA V

de Alidvilla. A Python Se atribuye una crátera con Dyo-


nisos y actor cómico, una copa y un oenoche.

Vitrina 9 . V a s o s menores de los talleres de Asteas


y Python (parte derecha de la vitrina-), Sigue el periodo
de transición de la júbrica de Paestum (apr. 330-3 10
antes de C.), con el Caivam Pdinter : ánfora de estribo,
y otro vaso de su taller. Pedodo de decadencia (apr. 320-
290 d. de C.). Pintores de Nápoles 1778 y 2585.

Vitrina lo.-Cerárnica pintada campaniense.-Tiene


grandes analogías con la de Paestum y sus centros de fabri-
cación parecen haber sido Cumas, Avella y probablemente
Capua. Dominan los vasos de tamaño pequeño y es for-
ma característica el ánfora de estribo. Cráteras atribuidas
al Pintor C. A,, de C u ~ s y, al grupo del Nicholson
Painter.
Vitrina 1l.-Cerámicas varias de la Italia meridionul.

-
Vasos pintados de varias fábricas. Estilo de Gnuthid (si-
glos IV 111 a. de C.). Cerúmica decorada con relieves.

Vitrina i2.-Cerám.icu negra lisa de la Italia meri-


dional.
Vitrina 13.-Selección de jormds d e la cerámica grie-
ga y de la Italia meridional,
En vitrinas de ~ a r e dcolección
, de terracotas griegas y
helenisticas :
Entre las vitrinas 2 y 3, Colección Stützel. Coré sen-
tada,.arcaica, de los siglos VII-VI a. de C. Biga con auri-
ga, beocia, del siglo VII. Rapto de Europa, de la primera
mitad del siglo V. Cabezas dz figuritas helenísticas. Cua-
tro <ctanagr~s» del siglo 111: dos mujeres, un pedagogo
con su pupilo, y un cdrnero acostado.
SALA V1

Entre las vitrinas 4 y 5, Colección Asensi. Corés ar-


caicas, sentadas y figuras varias helenísticas, de la necró-
polis de Cirene. Algunas del Atica, Corinto, Tarquinia
(Etruria), B e h t (Siria) y Cartago.
. Frente a la vitrina 6, Colección Sa2amunca. Figuras va-
' &S, de estilo arcaico, severo y helenístico, sin que se co.
nozca su procedencia.
Frente a la vitrina 7, Figuras helenisticas de 2a co*
lección Salamdnca. Otras de las colecciones S t u t ~ e l Rada
,
y Delgado, con grdn figura de mujer, de Atenas, de la se-
gunda mitad del siglo VI, y otras notables de varias pro-
cedencias: Esmirna, Chipre y catacumbas de Siracusa :
colecciones Vives y AUban.
En las paredes* mosaicos romanos: Combates de gla-
diadores, escenas nilóticas, hazañas de Hércules, de pro.
cedencia italiana (¿Roma y Herculano?); fragmentos de
mosaico de pavimento de Quintana del Marco (León).

S A L A V I

Patio romano

Para orientarse en el amplio espacio y variedad de


objztos aquí expuestos, será conveniente referirse al cro-
quis adjunto, donde se ha dado un número correlativo
a los diferentes elementos de exposición conforme a un
posible itinerario que comienza a la izquierda, saliendo
de la Sala V (de vasos griegos), dando primero la vuelta
a la galería y bajando, al llegar al punto de partida, al
patio, que se recorrerá en el mismo sentido. Sin embar-
:
go, como la exposición ha obligado a dispersar objetos
del mismo género, daremos primero una idea de conjun-
SALA VI

to del contenido de este patio, dedicado especial, aunque.


no exclusivamente, a las antigüedades romanas.
Llamarán primeramente la atención del visitante los
grandes pavimentos de habitación hechos m i c o Po-
. licromo, con representaciones de escenas mitológicas,
alegóricas y de género o simplemente decorativas, sobre -
base gcométrica. Destacan entre ellos, el del Triunfo de -
Baco (28) seguramente el más antiguo de los aquí ex-
puestos y tal vez el más bello de los descubiertos en Es-
paña, encontrado en Zaragoza ; el de Liria (84) con Hér. .
cules y Onfalia en el motivo central y los trabajos del hé-
roe en torno, d. fines del siglo 111, y probablemente pos-
terior al de Hellín (96) con las Estdcwnes y los Meses; 1

más tardío, el octogonal, de Arróniz (1 12) con repmen-


taciones de maestros y Musas y curiosos paisaj rs a£ricanos,
que será ya del siglo IV avanzado. Entre aquellos deco-
rados con motivos floralzs o si,mplemente lineales, sobre 1
un esquema geométrico, se encuentran los de Clunia (10)
y Cuevas de Soria (3 y 161, procedentes dz una mansión
ciudadana el primero y de una «villa» aampesina el se-
gundo; un lugar intermedio, por combinar ambos ele-
mentos, cabría asignar al de Palencia (35) con la cabeza
de la Medusa y de las Estdciones. Entre los de mrnor
tamaño, merece la primera mención la cabéza de Ver-
tumno (25), de Aranjuez, que pudiera ser un ((emblema)\
compuesto en Italia. Los otros son en su mayor parte
fragmzntos de pavimentos, de mayor o menor importan-
cia; por ejemplo, el busto de Gahtea (17) y el Apo-
lo (48), de Elche, el Baco (20), de Santiponce, la cabeza
de Oceano (24), de La Milla del Río, y la del Invier-
no (l), de muy baja época, que anuncia lo bizantino, d3
Quintana del Marco.
Entre las obras de escultura en piedra deben desta-
carse las cuatro estatuas de personajes togados, sin cabeza,
SALA VI

que figuran en los nichos d.. la galería (5, 6, 3 1 y 36),


el primero de los cualls ofrece la particularidad de estar
firmado en el muslo izquierdo, expresando el taller don-
de se hizo: <(exoficina C. Auli fi (lii))), y que procede
de Mérida. Otras son, tres cabezas de mujer (71, 116 y
1231, la primera de Mérida; y un león sentado (60), de
la misma procedencia; una cabeza barbada ( S ) , otra de
gran tamaño, mudada (120) y varios toscos monigo<
tes (121), que tuvieron drstino funerario y proceden de
la necrópolis romana de Bolonia (Cádiz). Hay también
dos vitrinas (92 y 103) con esculturas de prqueño tamaño,
como la serie de pequeñas cabezas de Baco, para her-
mes (92), una cabeza de emperador, de baja época (103)
y otros traídos de Grecia, que se reseñan en su lugar
correspondiente.
De la gran escultuw en bronce figuran aquí la M%-
nerva (78), de Sigüenza; cabezas de Tiberio (77) y Clau-
dio (79f, encontrada la primera en Termes (Soria) y la
segunda de probable procedmcia italiana, y restos de es-
tatuas ecuestres de T-rmes (1 10) y Pollensa (124).
De la peque%¿ escultura en bronce, así como de los
instrumentos, armas, utensilios y objetos de adorno y
vestido hay una nutrida representación, tanto dz pro-
cedencia española como de otros punms del mundo ro-
mano, principahente Italia. Espejos etruscos con graba-
dos p u e d a verse en las vitrinas 44 y 49, en las qu? fi-
guran también algunos bronces griegos y etruscos, al lado
de otros romanos. Los de procedencia española, algunos
muy bellos, se han reunido en la vitrina 45. Utensilios
varios, amul:tos, etc. (vitrina 39, 40, 46, 50). Son es-
pecialmentr notables la enseña (72), de un gremio o co,
fradía, de Pollensa, y la bomba de doble acc.ón (83) en-
contrada en la mina Sotiel Coronada (Huelva). Una lu-
SALA VI

cerna múltiple colgada (1 16) es una imitación del Re*


nacimiento.
La cerámica romana está ampliamente representada,
aunque su distribución por yacimientos o procedenc:as no
permita formar una clara idea de sus distintas clases y
épocas; sólo m.rncionaremos aquí la destinada a .vaji-
lla de m.rsa, tanto la de paredes delgadas, como otra
clase fina, decorada con barbotina, o la roja, conocida
como (cterra sigillata)), de fabricación italiana (aretina) o
de varias fábricas del Sur y Centro de la Galia, y de la
propia España (8, 9, 14 y 15). Una pieza excepcional es
el gran ((missorium))o bandeja de barro, con escenas de
caza en relieve, imitación de los de plata y que se cree
hzcho en Efeso, en el siglo IV (15). También de baja
época y de alfar africano son los dos platos hondos de
Bolonia con motivos en relieve, uno de ellos hazañas
de Hércules (9). La cer5m;ca ordinaria representada por
án£oras, jarros, etc., está distribuida por distintos sitios
de la sala.
Figuras de burro cocido procedentes de Italia, Africa
y España (varias localidades de Andalucía, principalmen-
te) pueden verse en la vitrina 6 (21), mientras que en las
10 y 11 (29 y 30) se exponen ad-más lucernas y algunos
otros objetos fabricados en barro.
Los vidrios ocupan dos vitrinas (22 y 23), habién-
dose agrupado en la 23 los de procedenc:a española.
Otros grupos int-rresantes son los vasos de atabas-
tro, procedentes en su mayor parte de Egipto (A1e;an-
dría) (26); un pequeño lote de vasijas de pldtd, de la RU-
sia meridional (50); los estucos pintados o dzcorados en
relieve (5 1, 88, 100, 104 y 107) de varias procedenc:as
españolas.
Por último merece una mención especial el gran re-
bj de sol, de mármol, encontrado en una casa romana
de Bolonia (Cádiz),
La epigrafía forma una categoría particular y enla-
za el contenido de este patio con el de la sala siguizn-
te (VII). Las inscripciones romanas aquí expuestas son
ciento cincuenta y dos, sin contar los grafitos de los es-
tucos de ~olonia;y. por
- su contenido se hallan en gran
przdominio las £unerar:as, aunque las más interesantes,
y que forman aquí un conjunto único, por su cantidad y
calidad, son las jurídicas, grabadas en bronce, entre las
que figuran más o menos incompletos los textos de la ley
de la Colonia Genitiva Julia (Osuna) (27, 32, 33, 37, 38)
de la ley municipal de Salpensa (7) y de la malacita-
na (13), la mancipaión fiduciaria, de Bonanza (6) y el
decreto senatorial sobre los juegos de gladiadores, de San-
tipance (12). De las inscripciones en piedra es difícil se-
ñalar las más interesantes, ya por su decorac:ón, como al-
gunas urnas funerarias (61) y las estelas de Lara de los
Infantes con escenas en relieve (62), ya por su texto
o letra.

Sobre la puerta de entrada, (1) Mosajco de baja épo-


ca con alegoría del Invierno, Quintana del Marco (León).
Siguiendo a la izquierda, (2) Inscripción en bronce dedica-
toria a Nerva, R& Tinto. (3) Mosaico g e ~ m ~ t r i c ome-
,
diados del siglo 11, Cuevas de Soria.

Vitrina 1.-(4). Bronces de procedencia española y ex-


tranjera, entré ellos: estrz'gilds (col. Salamanca) y asa
con rostro de Sileno, Larache. ((Ocrea)) y cascos, A t e
nas (misión a Oriente y cols. Salamanca y Bibl. Nacio-
nal). Hebillas, brazaletes, fi'bulas, etc., Palencia (co1;Ara-
gón y misiones Sa'as y Rada), Higes (Guadajara, Com.
P. Monums.), Espejo (Córdoba, Min." Guerra), Vetonia
(col. Rodríguez) y cols. Miró y Salamanca. Cabemdus, bo-
cados de caballo y látigos, Espejo y cols. Saavedra y Sa-
lamanca.
En el muro, (5) Togado, labrado, probablemen.
te, en Itálica por escultor griego (?), cuya firma figura
en el muslo izquierdo. Epoca flavia. Mérida (Badajoz).
Col. Monsalud, (6 y 7) Bronces jztridicos, con pacto fi-
.duciario, sigo 1, de Bonanza (Cádiz) y con fragmento de
la Ley municipal dada por Domiciano a Salpensa, de
Los Tejares (Málaga).

Vitrina 2.-(8) Cerámica iberorromnu e imperial, de


procedencia española. Arriba : Barro sin barnizar, a ve-
ces con pinturas geométricas dz técnica ibérica. Provincia
de Palencia. Col. Aragón de Nieto. Abajo: Cerámica
de paredes delgadas, lisa o decorada, de Mallorca, Mahón
(col. Vives), Calata~ud(excw Sentenach) y Elche (col.
ibarra), de donde proc:de un curioso carrito de juguete,
sin ruedas. ((Terra s;gillata,t de Tarragona y Peñalba
de Castro. Cg?rámica gris, ungüentarios, etc., de Burgo
de Osma, Tarragona, Ampurias, Mallorca, Tielmes, Mon-
te£rfo, Gelia y Almedinilla. Abajo : Cerámica dz Por-
cuna, Osuna, Santiponce, Fr2genal de la Sierra, Fuente
Tojar, Baena, Cerro Muriano y otros puntos de las pro-
vincIas de Córdoba y Granada.

Vitrina 3.-(9) Cerámica de Bolonia (Cádiz) (si


glo 111 a. de C.), l u c e r w (siglo 1-111) y cd7ÚtuJa drcora-
tiva. Arriba : cerámica ((murmorata)) (siglo 1) y ungüen-
rarios. Cerámica ctde paredes delgadas,), lisa o decorada
(siglo 1). Abajo: dos platos s:n barnizar, de taller africa-
no, con relieves, representando los trabajos de Hércules, - 4
S A L A VI

de baja época. Terra sigillata, decorada o con marca.


(10) En el muro, Mosaico geométrico, siglo 11, Peñalba
de Castro (Burgos) (1 1) Togado. (12 y 13) Bronces juridi-
cos con decreto del Senado sobre precio de los gladiado.
res, de Santiponce (Sevilla), y con fragmento de la Ley
del Mun. Flavio Malacitano, de Los Tejares (Málaga),
col. Casa Loring.

Vitrina 4.-(14) Terra sigillata, de procedencia es-


pañola. Vasos y fragmentos de Baena y Baza, Almedi-
nilla, Osuna y Tarragona, Elche y Palencia, Peñalba de
Castro y Calatayud, y de otros puntos de Andalucía,
Extremadura, Cataluña y Castilla. Son de señalar los
cuencos y fragmentos tardíos de Alrnedinilla, Peñalba de
Castro y Numancia, decorados con grandes círculos se.
cantes y espigados.

Vitrina 5.-(15) Cerámica imperial, de procedencia es-


pañola y extranjera: vasos y fragmentos d- siqiltdta, al..
guno (tazón con -zigzags o plato s:n barnizar) de baja épo-
ca, y juguetes de proced,encia desconocida. Gran ctmisso-
rium)) con emblema de ((venatio)), siglo IV, de Efeso;
fragmentos de cerámica jaspeada, d.. Santiponce, Peñal-
ba de Castro, y Monreal de Ariza; vaso d.e «Germanus»
de ta'lrr sudgálico y procedencia tal vez española, y otro
con barbotina amarilla y fragmentos de cerámica roja y
mdrmoratu, de Larache, y vasos dz Cirenaica, Cartago,
etcétera.
En el muro, (16) Mosaico. geométrico, de med:ados
siglo 11, Cuevas de Soria. Otros (17) con busto de Ga-
Eatca, Elche (Alicante), col. Ibarra; (18) con cabeza de
Medusa, inscrita en círculo y recuadro, col. Salamanca;
(19) con temas qeornétricos; (20) con figura de Buco,
del siglo 11-111, Santiponce (Sevilla).
l
SALA VI

Vitrina 6.-(21) Tevracotas de procedencia española


y extranjera. Izquierda : Figuras y c a b e ~ sde ambos se.
xos, Eros jinete y leones decorativos. Italia (?) (col. Sala*
manca). Derecha : Vasos biberones ~oomorfos.Monastir
(Túnzz). Col. Asensi. Antefixas, £iguras de animales y
humanas, etc. Cerro Muriano (Córdoba), Santiponce,
Osuna (Sevilla), Espejo (Córdoba) y otras procedencias es-
pañolas,

Vitrina 7.-(22) Vidrios de procedencia extranjera


o desconocida. Collares de pasta o piedras duras, uno con
amuleto, de Capua, y fragmentos de ungüentarios, grr*
copúnicos; anillos, dados, etc.; urnas cinerarirls y vas:tos
varios de vidrio soplado, jaspeados o aga1:onados algunos.
Procedenc:a desconocida. Pyxis cilíndrica con tapa, en
vmillefiori» con oro, obra alejandrina (siglo 1), proceden-
cia desconocida, Amrpulh de distintos puntos del Me-
ditit?rráneooriental e Italia. Vasitos, algunos coloreados o
agallonados, de Chipre, Cirenaica, Egipto, etc. Urnas
cinerarias y vas'tos menudos, uno azul en forma de ces-
tita, de procedencia desconocida. Fragmentos, algunos con
relieves, de Larache.

Vitrina 8.-(23) vidriis de procedencia espdñola, en-


treel!as : Vaso con retícula tallada, «diatreta», muy raro,
de Termzs ; y t h o n amarillo y vasito azul granulado,
de baja épcca, de Cádiz; urna con caja d.. plomo, de
Barcelona ; vasos, fragmentos, cuentas de collar y anillos
de Bolonia, Elche, etc. ; vasos de Bolonia (Cádiz), princie
<almente un bello jarro azul. Objetos de palencia, en ese
pcial un vasito fino, casi incoloro, con figuras humanas
en relieve: ajuar de una tumba de Bolon:a, etc.
E n el muro, (24) fragmento de mosaico con cabea
de dios marino, La Milla del Río (León). (25) Emblema
S A L A VJ

de mosaico con la cabeza de Vertumno. Aranjuez (Ma-


drid). Col. Salamanca.

Vitrina 9 . 9 2 6 ) Vasos de alabastro principalmente de


la col. R. Martínez, Alejandría.
..
En el muro, (27) bronce jurz'dico con la Lex Col. Ge-
nitivae Juliae, Osuna .(Sevilla). (28) Mosaico de pavimene
to con el Triunfo de Buco, de fines del siglo 11, Zaragoza.

Vitrina i0.-(29) Corophtia, principalmmte de épo-


ca imperial y procedencia extranjera; Máscaras trági*
cas, mango de pútera y lucernus, de Pompeya, Siracusa,
Atenas, Esmirna y Córdoba. Lucernas de Chipre, Grecia
e Italia, entre ellas un fallo de horno, de Tarquinia, y
otra grande en forma de piña, de Care; otras de Czrro
Mur;ano (Córdoba) y varias procedencias. Abajo : de
Egipto, Larache, Tetuán y Cartago, entre éstos un gran
ejemplar vidriado y otro piriforme, de época cristiana.

Vitrina 11.-(30) Coroplastia española. Molde de sello


con la Loba Capitolina, dzl término de Montealegre; un-
tefixas de UcXs y figuritas y fragmentos de Osuna y Bae-
na; abajo: lucems andaluzas imperiales, algunas con
relieves en el «discum», de Baena, Palma del Río, Al-
rnuñecar, otras de «terra sigillata)) o extraño tipo, de
femeninos y gladiador de Córdoba, antefixas y rostros de
;
Calatayud Elche, etc. : abajo : lucernus de Ctrro Mu-
riano, entre ella dos r~publicamsy una bilychnes, cris-
tiana como la de Mazarrón, además de varias con relie-
ves figurados. Bustos femeninos y lucems de Córdoba,
y antefixas, etc., de Termes; abajo :. lucernus republica-
ms, de Cartagena, e imperiales decoradas de Osuna. Fi-
guras de procedencia española desconocida y antefixas
de Toledo y Peñalba de Castro; abajo: lucernas repu-
SALA VI

blic.gnas de Linares, de extraño tipo de Higes, de ctsigilla-


ta), de Sierra del P?droso, o con relieve figurado, de Vi.
llafranca de los Barros.
En el muro (31) Togado, siglo 11. Baena (C6rdw
ba). (32 a 34) Bronces jurz'd'cos con la ((Lex Col. Ge.
n:tivae Juliae)), de Osuna (Sevilla). (35) Mosaico con cae
betus de Medusa y de las Es~ciones.Palencia. (36) Toga.
do, siglo 1, Bolonia (Cádiz). Excs. Paris. (37) Bronces ju.
ridicos con la ((Lex Col. Genitivae Juliae)), Osuna (Se.
villa).

. , Utensilios de bronce y hueso, en


Vitrina 12.-(39)
general de procedencia española. Arriba: Objetos de
bronce, de adorno y cirugía, espejos y platillos de balan.
za, Lavos, anzuelos, llaves, etc. Bolonia: (Cád:z), Excs. Pa.
ris. Abajo: de hueso, agujas para el pinado y de coser,
estilo y punzones, algunas de aquéllas esculturadas, de
'
Bolonia y de procedenci. desconocida; estuchitos cilin.
dricos y escutiformes, de Palencia, Villavieja y de pro.
ced rncia desconoc:da ; ((ligulae)),una con mango escul.
turado, de Paredes de Nava; am,uletos fálicos, uno de ná.
car, de Bolonia; teseras de espectáculos, de Peñalba de
Castro: piezas colgantes o de aplicación, varias grabadas,
de Palencia; disquitos, perforados o grabados o no, goz.
nes (?), etc. de casi todas esas procedencias y de Tarra.
gona, Mérida, Fregenal, Calatayud, Córdoba, Baena,
Santiponce, Osuna, Vesci, Cartagena, Duratón, Numan.
cia y Termes. l
Vitrina 13.140) Utensilios d e bronce de procnden.
I
cia española o extranjera. Arriba : Pedestales de la col. Sa.
lamañca, instrumentos musicales de Elche, Adra, etc.;
ba1arz,~asy ppsas, rntr,e éstas algunas bizantinas, de Pa.
lmcia, etc. Abajo : instrumentos quirúrq:cos, piezas de
adorno, estilos, cuchrillas, asas, de Elche, Castellar, Pa.
SALA VI

redes de Nava, etc. ; bulas y anillos, algunos con escara-


beo o chatón grabado, de las cols. Salamanca y Miró; y
objztos varios análogos de otros puntos de Andalucía,
Levante y Celtiberia.
En e l muro (41) Mosaico con decoración de guirnal-
das. Siglo IV. Tudela (Navarra) (42-43) Otros geomév
tricos.

Vitrina 14.-344) Bronces de procedencia extranjera


y española. Arriba: Espejos grabados etruscos y figuri-
tus romanas, en general, representando divinidades feme-
ninas, algunos retratos de emperadores y ~ersonajesde
ambos sexos, sacerdotes, niños, atletas, actores y seres
grotescos. Entre las piezas etruscas o griegas deben acaso
señalarse, además de los espejos, el atletu y arpias, per-
tenecientes a mangos de pátera y ((Schnabelkannen)), o
las figuras de Sirenu y Atenea, Niké, sacerdote grande y
relieve de Leda. Cols. Salamanca, Asensi y Gabinet2s de
la Biblioteca Nacional y de Historia Natural. Abajo:
Piezas ornamentales, fragmentos de figuras, amuletos y
útiles varios de dichas co1ecc:ones y de procedencias es-
pañolas, como Elche, Castellones, Palencia, Támara, Pa-
redes de Nava, Osma, etc.

Vitrina 15.-(45) Bronces de procedencia espafiola.


Arriba : Figuras de dioses, entre ellas un supuesto Nar-
ciso, copia imperial de un modelo suditálico del IV, de
Pollensa; Victo&, siglo 1, de Santiponce; Lar, bella obra
de buena época, de Lora del RFo; balsamdrio con busto
de fauno, sido 11, de Coria ; H e m e s sedente, de Elche;
piezas de ablicdción de carro bdquito, con busto de Hér-
cules v de sátiro, de Támara; grupo de sátiro y ménade,
de Polletlsa; pesa con busto de ~ i n e r v a arte
, provincial
del sigIo IV, etc. Además, busto de emperador julio~clau-
SALA VI

diano, de Termes; sacerdote sacrificando, siglo 1, de


Puente Púñide; gladiador, de Palma del Río; tres p i e m
decorativas de carro, con Escena cinegética y busto de fau-
no y faunesa (?), sigío 111, de Andalucía ; y algunas fid
guras de animales, como la cabea de asno báquico, con
incrustaciones dz plata, adorno de lecho, de Fuente Tó-
jar; dos perros echados, de Támara; y cabrita, con ins-
cripción dedicatoria a Adaegna, de Cáceres. Abajo : Va-
sos y útiles varios, principalm-nte un cubo o ((situla» (si-
glo 111) de Bueña; fragmentos escultóricos de Termes;
caldero de Ayamonto, y fi'bulas, ponderales, juguetes, et-
cétera, de Palencia.

Vitrina 16.-(46) Vasos, piezas ornamentales y obje-


tos varios de bronce, de procedencia española y extran-
jora. Arriba: pondera, de E:che; apliques de cofre, de
Peñalba de Castro; cuenco helenhtico con decoración
floral en relieve y, sobre todo, jarro grecoetrusco con m-
beza de Gorgona en el asa. Abajo,: ccoscillum» con tritón
y nere-da, de Torre de Alcázar; lucerna$, dz Campos de
San Juan y Fregenal; muy curioso; un speculum, de MéO
rida, y otros objetos, principalmente de Andalucía y Cel-
tiberia; y vasos y asas, algunas de éstas griegas o etrus-
cas, como dos asas de ((Schnabelkann~n))con sirenas y
otra con palmeta; asa de hydria con dos palrnetas; pro-
tomo de grifo; asa con atleta corriendo, etc.
En el muro (47) fragmento de mosaico representando
un pulpo. (48) Otro con Apolo sentado, con lira y nimbo
solar, de Elche, col. Ibarra.

Vitrina 17.-(49) Bronces de procedencia extranjera,


colecciones c tadas. Arriba : Espejos etrtscos y figuritas
de dioses y héroes, entre ellas una grande de Hércules
y un reliev: del mismo semid;ós luchando con el león ;
SALA VI

un Marte ricamente vestido; Esculapio, Júpiter, etc. Aba-


jo : Figuras d e animales.

Vitrina 18.-(50) Vasos y lucernus de bronce, de pro-


cadencia extranjera, colecciones citadas. Entr? aquellos,
algunos ejemplares grecoetruscos, como una situla (cubo)
con guerreros grabados ; una ((Schnabelkanne» (jarro)
con palmeta en el asa, del mismo tipo del siglo VI que
un oenochoe achatado con cabecita de Sileno. Interesan-
tes son los vasos agallonudos con baño de plata, proce-
dentes del S. de Rusia y de época tardía, el jarro y la
gran patera con pie calado y asas giratorias.

En la escalera y muro, (51) fragmentos de estuco


pintado, procedentrs de Bolonia (Cádiz), Termes (So-
ria) y Santiponce (Sevilla). (52) Estela funeraria dzcorada
con rosáceas, León. (53) Mosaico geométrico. (54-55) Pies
de mesa con protomo de grifo alado.
. Arco F.-(56) Mil ario de Hzcelves (Cuenca) e ins-
cripciones religiosas y £unnrarias de Alcalá de Nenares,
Ubeda y Sádaba. Laterales : Fraqmmtos decorativos de
Osuna y Fregenal de la Sierra, Elche y Córdoba. (57) Ara
fúnebre, de A'calá de Henares. Fragmento de mosaico
con pájaro sobre rama.
Pedestal.-(58) Urnas cinerarias de mármol con re-
lieves, de Italia (Bibl. Nacional y Academ'a de San Fer.
nando). Abajo: Estelas okomorjas, tipo Poza de la Sal;
detrás, urnas cinerarias rectangulares con tapa tectiforme,
tipo Baena.
Pedestal.-(59) Reloj de sol, de mármol, Bolonia.
SALA VI

Excs. Paris. (60) León sentado de mármol, Mérida (Ba*


dajoz).
Pedestal.-(6 1) Urnus cinerarias, una de mármol con
relieves, y otra de calim, con inscripción. De Italia (Aca-
demia de San Fernando) y Córdoba (?). Abajo: urnas
cinerarus cuadradas, con tapa pkzna, tipo Galera; de-
trás, rectangulares con cubiertu tectiforme, tipo Baena.

Arco G.-(62) Inscripciones f u n e r a d s d3 Lara de los


infantes y Palencia. Laterales : Fragmentos decorativos
de Elche, Alicante, Osuna y Celsa. (63) Fragmento de
mosaico con pájaro sobre rama. (64) A r a de mármol.

Arco H.-(65) inscripciones religiosas y funerarias de


~ i b r a ,Alcalá la Real, Martos y Rute el Viejo. Latera-
les: Fmcymentos decorativos dé Termes y Prñalba de
Castro. (66) Estela de ctcupan, reutilizada, con relieves.
(67-68) Fragmentos dz mosaicos geométricos de Fregr-
nal de la sierra (Badajoz) y otras procedincias. (69-70) .
Pies de mesd con protomo de grifo a'ado. Col. Salamanca.
Pedestal.-(7 ¡) Cabeza de mujer.

Vitrina 1 9 . 1 7 2 ) Enseña de bronce, siglo 111. Pollen-


sa (Mallorca). ,
Pedestal.-(73) Aras, alqunas con inscripción funera-
ria, religiosa LI honorífica, dz Campillo dn Arenas y Méc
rida ; wrírterhles de construcción en barro, princ;palmew
te de Osuna, Baena, Cartagena y Lancia. (74-75) Mate-
riales de construcción en barro y piedra, principalmente
de Cartagena, Córdoba y Lancia.

Arco 1.-(76) Inscripciones funerarias dz Jerez de los


Caballeros, Bobadilla, Santiponce, Sevilla y Peñaflor. La-
terale s : Vasos cerárnicos d i procedencias principalmente
extranjeras.
I
SALA VJ

En pedestales exentos (77) Cdbeza de Tiberio, en


bronce; copia indiecta de un original cortesano, ejecutada
quizá en España. Princ. Siglo 1. Termes (Soria). Excs. Sen-
tenach. (78) Minervd de bronce, acéfala, con peplos. Si-
güenza (Guadalajara). (79) Cabeza de Cluudio, en bronce,
tal vez de una estatua vestida, (cuna de las efig:es más
fieles y objetiva del emperador)) (G. Bellido). (Italia?
Col, Salamanca.
Arco J.-(80) Ara y lúpidas votivas, funerarias y ho-
norificas, principalmente de Mérlda. Laterales : vasos ce-
rdmicos de Baena y otras ~rocedenciasespañolas y extran-
jeras. (81) Vasos de Baena y otras procedencias.
Pedestal.-(82) Aras y cipos funera~osdz Mérida, y
?asos cerámicos de Baena.
Vitrina 20.-(83) Bomba de doble acción. Sotiel Co-
ronada (Hiielva).
(84) Mosaico de los Trabajos de Hércules. Fines si-
glo 111. Liria (Valencia).
Pedestal.-(85) Cabeza de hombre barbado, probable-
mente un bárbaro. Epoca de Marco Aurelio
(86.87) Al pie de la escalera : Pies de mesa, con gri-
fos alados o garras. Col. Salamanca. (88) Fragmentos de
est~ccopintado. Cartagena (?). (89) Miliario de Ubeda.
Fragmento dz mosaico.
Arco A.-(90) Inscripciones funerarias de Cartagzna,
Ubeda, Torreblascopzdro y Algodor. Laterales: Frag-
mentos decorativos de estuco.
Pedestal. - (9 1) Inscripción funeraria de Perales de
Milla.
Vitrina 2 1.-(92) Esculturas y fragmentos, gencral-
mente en mármol, de procedencia española y extranjera,
SALA VI

entre ellos : Arriba : serie de bustos+hermes bdquicos, de


larario, y cabecitas de Almuñécar, Priego, Loja, Almedi-
nilla, Alcalá del Río, Elche, etc. ; cols. Fz. Guerra, Miró ,
e Ibarra; «oscillum» biquico con relieve en ambas caras,
de ~rocedenciadesconocida, y cabnza de Eros, de Elche.
Abajo: Fragmentos de Mérida, Osuna, etc., y relieve con
escenas simbólicas, de Valaquia.
Pedestal.-(93) Cipo con vasos rituales en relieve;
urnu cinerarh en mármol, decorada y con inscripción, de
Italia, Acad. de San Fernando; pie de candelabro con
figuras en relieve; col. Miró. Abajo: Sarcófago de p2o-
m con d.corac:ón estampada, Córdoba; detrás: dos ce-
pos de unclu de plomo, de Cartagena.
Pedestal.-(94) Pie de mesa, con centauro y sirena:
COI. Salamanca. (95) Ara funerarid circuIar de Livia Ve-
nusta. Está sobre un fuste liso con basa; col. Miró.
(96) Mosa;co de los Meses y Estaciones. Primera mi-
tad siqlo 111. Hellín (Albacete). Don. Garaulet.
(97) Fuste liso de columm. San Pedro de Alcántara
(Málaga).
Pedestal.-(98) Aras y urnús cinerarias, una de éstas
en mármol, con relieves e inscripción, de Egipto. A los
lados, dos fragmentos de grifo; col. Salamanca. Aba'o:
Urnas cinerarias de plomo, una de ellas de Egipto; cubos
de cobre y plomo, etc.

Vitrina 22.-(99) Pata delantera de caballo, de


bronce.

Arco B.-(100) 1nscr;pciones funerarius de Cartagena,


Gandía, Cazlona y Vilches, de cuyos. dos últimos luga-
res proceden s?ndbs relieves infantiles. Laterales : Fraq-
mentos decorativos de estuco. (101) Ara religiosa de El
Escorial. Col. Bibl. Nacional. (102) Pequeño mosaico con
dos manzanas.
Vitrina 23.+ 103) Esculturas y fragmentos, general-
mente en mármol, de procedencia española y extranjera,
entre ellos, arriba : Algunas piezas de bello estilo helé-
nico, como un rostro de Zeus y una cabe% de efebo con
<(tenia»ceñida, d.1 Atica, col. Asensi; cabecita de em-
perador de época baiowomulza, de Mérida, col. Hist. Na-
tural; cabeza de deidad, acaso fragmento de relieve, de
buen estilo, de Almcdinilla, col. Miró; cubecitírs feme-
ninus de Eqipto y Cirenaka, col. Asmsi, de donde pro-
cede una Venus de alabastro, sin terminar; fragmento
superior de una tkcéfalu Hécate, misión a Oriente. Aba-
jo: Fragmentos de Venus o Herwfrodita tendido (Co-
lección- Salamanca), de niño sedente (col. Hist. Natural),
de mano colosal (Mérida), etc. Además, se exponen ejem-
plares de plaquitas de mdrmol y piedra de distintas cla-
ses, formas y tamaños, para pavimentos y zócalos, de
Osuna, Celsa, Mahón, Fregenal do la Sierra, etc., y una
pieza de bronce, tal vez de ense& militar, col. Bibl. Na-
cional.

Arco C.-(1 04) Inscripciones funerarias de Cartagena


y una geográfica de Campanil. Laterales : Fragmentos
decorativos en estuco.
(105) Miliario de la Fonfría. (106) Fragmento de moe
saico geométkco. (107) Fragmentos de estucos pintados
de Cartapena, Elche y Hcrculano. (108.109) Aras voti-
vas de Mérida.

Vitrina 24.-(110) Pata de caballo, en bronce. Ter-


mes (Soria).
Pedestal. - (1 11) Cabeza de wancebo, en mármol,
acaso de Marco Aurelio, Vero o Cómodo, jóvenes. Obra
oriental, de Atenas o Asia Menor, fines siglo 11. Adq. en
Atenas, Mlsión a Oriente.
SALA VI

(1 12) Mosaico de la& Musas. Siglo IV. Arróniz (Na-


varra).
Pedzsta1.-(113) Aras de Peñalba de Castro, Jerez de
los Caballeros, etc.; cipo votivo de Mérida, estela, etcé-
tera; piedras de molino giratorio, pilas, etc.
(1 14) Estelas antropomorfas. Bolonia (Cádiz).

Arco D.-(1 15) lnscripciones conmemorativas, fune-


rarias y honoríficas de Cartagena, Villaricos, Cazlona,
Quesada y La Carolina.
Pedestal.-(1 16) C,abeza femenina, fragmento de es-
tela funeraria. Fines siglo 11 o principios siglo 111. Mérida.
Pedestal.-(117) Esteh sepulcral de un maestro fle-
chero, cuya figura aparzce en relieve, con motivos vege-
tales. Sig'o 11 (?). Procedencia probablemente española.
Don. Museo del Prado.
(1 18) Lampadarios rolnalzos y lucerna pensil, de bron-
ce, del Renacimiento. Col. Salamanca.
Arco E.-(1 19) Inscripciones religiosas y funerarias de
León y Cangas de Onís.
Pedestal.-(120) Cabeza colosdl viril, muy mutilada
y sin terminar.
(12 1) Estelas a n t r o p m r f a s . Bolonia (Cádiz).
Pzdesta1.-(122) Aras, una de ellas de Baños de Ce-
Gato ; estelcz con dos representaciones antropomorfas;
molims girgtor'os, etc.
Pedestal.-(123) Cabeza de mujer.
Vitrina 25.3124) Cabeza de caballo en bronce. Ata.
so del siglo 1 d. J. C. Pollensa (Mallorcal.
h
SALA VI1

SALA VI1
i

Epigrafía romana

Además de las inscripciones de la España romana


que completan la parte del patio anterlor (sala VI) a ellas
dedicada, se exponen aquí también otros objetos de ca-
rácter itálico, etrusco y romano; principalmente, y ree
en las vitrinas 1 a 5, y en pedestales exentos, una
selección rigurosa de unas tres mil figuras de barro co-
cido, que llegaron al Museo en 1874 con la colección del
inarqués de Salamanca. Forman un conjunto que se dice
kncontrado con ocasión de los trabajos del ferrocarrl de
los Estados Pontificios, de que era empresario el citado
Salamanca y, sin duda, son exvotos d., un templo. Como
.procedencia se señala Calvi, Cales, célebre en la antigüe-
dad como centro cerárnico, en la Campania; pero se dese
conocen pormenores del hallazgo. Se exponen cabeas,
algunas de hombre y mujer, policromadas y de buen arte;
en su mayoría productos industriales y representaciones
d e partes del cuerpo, así como figuras d r animales. En las
primeras pueden apreciarse interesantes detalles técnicos
(retoques con palillo o aplicaciones de masa modelada, en
el vaciado sacado de molde y la pintura aludida sobre
'un engobz blanco). Dentro del carácter etrusco de esta
.plástica en barro hay detalles que llevan hasta la época
'de Augusto y aun de los Antoninos.
La sala queda dividida en tres sectores por dos ta-
biques, En el primero, según se entra del patio, caja de
sarcófago, con relieves modernos de Amazonomaquía en
el frentz, y «scutum» y clípeo en los costados. E n el se*
gundo, en el frente posterior de la vitrina 6 de la sala VI,
'dos urnus vilunovianus (primera Edad del Hierro italia-
na); una urna de barro etrusca y vasos etruscos de barro
o

SALA VI1

negro, con al5unos ejemplares notables, uno con letrero,


En el centro de la sala, dos vitrinas planas, una con
bronces epiqráficos : fragmentos de la «Lex Coloniae
Gen. ~uliie)),de El Rubio (Sevilla); tabula patronatus
de Clunia, y parte de otra r.rferente a Termes, encontra*
da en Peralejo de los Escuderos (Soria); tesera q'ddiatoe
riu de Celer, hallada cerca de Niebla, y num:rosos sellos
para estampillas cerámicas; en la otra vitrina, tr:s magc
níficos ejemplares de escritura cursiva sobre barro: el cé*
lebre ladrillo de Itádica, con los primeros versos de la
((Eneida)),y dos tejds, una de Villafranca de los Barros y
otra de Abcalá de Hemres; la pr:mera donada por don
Manuel Gómez Moreno, quien fué también el. primero
que publicó la segunda.
Entre las dos vitrinas, el modio de Puente Puñide
(La Coruña), de bronce, cuya inscripción, grabada en dos
líneas junto al borde, lo da a conocer como m-dida ofir
cid, y también indica su fecha entre 367 y 375.
En el tercer sector, y en el frente posterior de la vi*
trina 9 del patio : lnstrzrmentos de mineria y hewarniert*
tus varias. A la izquierda, cubos para la extracción de
mineral, de esparto embetunado y armadura de madera,
de Mazarrón (Murcia). Galápaqos de plomo argentifer.o;
con marca. Garruchas de madera, de Río Tinto (HuzG
va). Cadenas y qrilletes de esclavos, Objetos de h erro
para usos distintos: hojas de cuchillas, puntas de lanza,
hachaeazue'a, llave, etc. A la derecha: hoces, rejds de
arado, azadones, podadera, martillos, cinceles, tenazas Y
otras herramientas, de las minas de Plasenzuela (Cáoe-
res), Antequera (Málaga), etc., y otros útiles proceden-
tes de Tetuán y Larache.
La epigrafh en piedra se compone de unas doscie*
tas treinta lápidas (contando las fragmentarias) y unos
cien vac:ados. Todos ellos se hallan ordenados, en lo po-
sible, por regiones y provincias en esta forma:
Veinte originales de Jaén y cuarenta y siete vacia-
dos, qu3 ocupan los dos muros del primer compartimen-
to de la sala, subiendo del patio por la escalera izquier-
da. Los originales destacan por su tamaño y monumenta-
lidad; los vaciados proceden de la colección Góngora.
Siguiendo el orden de los muros y en el comparti-
mento central, encontramos siete originales y dieciocho
vaciados procedentes de Córdoba; entre estos últimos, sie-
te correspondientes a otras tantas urnas cinerar;as del cor-
tijo de L a s Vírgenes, de Baena, desaparecidas hoy. En
el mismo muro, cuatro originales de Itálica (Sevilla), un
vaciado de Huelva y veintiún fragmentos originales de
Bolonia (Cádiz), enmarcados por grupos y, en general,
de cur :osa caligrafía.
En el muro de enfrente, todavía dentro del comparti*
mento centra1,'dos originales de Almerh, dos de Máhga,
doce vaciados y dos originales de Granda. E n el poyo
de ese mismo muro hay una szrie de piezas, e n general
d ? forma irregular, que comienzan en el poyo anterior
debajo de las inscripciones de Cádiz. Son de procedencia
desconocida dentro de Andalucía, lo mismo que el gru-
po de vaciados que con algunos originales viene a con-
tinuación del lote granadino.
Cdrtagena ostmta una buena representación de ori-
. ginales, siete análogos por su escritura y monumentali-
dad a los de igual procedencia en el patio. Se alinean al
final del poyo segundo en el compartimento central, con;
tinuándose a la vuolta de ese poyo, ya en el últ'imo come
partimento de la sa!a, debajo de los últimos vaciados anc
da'uces sin -procedencia conocida. Junto a ellos hay un
original de Elck y otro de Sagunito.
Vienn, a continuación, sobre el mismo muro, el nu-
SALA VI1

meroso lote de originales procedentes de Cabe% del Grie-


go y Uclés. En general, se trata de fragmentos muy-irre-
gulares. Son, en total, treinta y cuatro, quz ocupan todo
el resto del muro, con el poyo y rebanco siguientes, al
otro lado del ventanal.
Junto a ellos, una serie de var:as procedencias cierran
la representación de la antigua Tarraconense en esta for-
ma : un vaciado de Montiel (Ciudad Real), dos origina-
les dz Aranjuez y Alcalá de Henares, respectivamente;
uno de Trillo (Guadalajara), otro de V e l i l h de Ebro (Za-
ragoza), un vaciado de Huesca, dos originales de Ampu-
r k , un ara muy pequeña de Duratón (Segovia), dos ori-
ginales de Pendlba de Castro (Burgos), dos de Palencia,
un vaciado de León y un original dz Asturias.
El centro de este último muro ostenta cuarenta y sie-
te originales de la provincia de Baddjoz, en su mayoría
de Mérida, procedentes casi todos de la antigua colección
Monsalud. A su izquierda todavía qu?da casi otro medio
centenar de originales con algunos vaciados, de proceden-
cia no identificada, que cierran esta sala de epigrafía ro-
mana junto al arco de paso a la VIII.
Aún quedan en lugares más destacados: U n grupito
de cuatro piezas ~roc-dentesde Cartdgo y Egipto, ex-
puestas en el arco central de la sala; de. ellas, una es
griega, con grafía muy interesante. Otra también griega,
de Villar cos, aparece junto#a las anteriores. En' el centro
de la sala se exhiben cuatro ejemplares opistógrafos de
'
Sevilla, Granada, Córdoba y Jaén, respectivamente. Este
último, de C a ~ l o m ,resulta doblemznte interesante por
los nombres indígenas que llenan el texto primitivo, es-
crito en la época republicana. En el centro del último sec-
tor, un gran capitel de Mérida con inscripción.
En el paso del primer sector a la sala VIII, dos fig*
ras de bawo, d r Calvi, y en el inmediato rincón de dicha .
SALA VI11

sala, gran doliz~nzromano, de barro, con la marca de


capacidad : MXXIII-SXXIIX ; Santa Pola (Alicante), de
la Colección Ibarra.
En el paso a la sala 1: una ~ e d r dol&ica
a con gra-
bados de animales, del Valle de Abamid (Oviedo); la
estela-menhir de Granja de Toniñuelo (Badajoz), con fic
gura humana estilizada, grabada, de comienzos . de la
Edad del Bronce, y las losas que formaban la cista de la
sepultura argárica, en la sala 1.

SALA VI11

Antigüedades paleocristianas y visigodas, en piedra

Se exponen en esta sala, repartida en tres sectores, los


mnumentos de los primeros tiempos d-1 cristianismo en
la Península, tanto de escultura como de epigrafía, y los
de Ia época sigiente, englobados en la designación de
ctvisigótica», ciertamznte arbitraria, ya que ésta sólo
puedz aplicarse con justeza, y sólo en lo político, a una
parte de este período. Por último, se han añadido los
pocos testimonios de índole arqueológica monumental
cristiana de los primeros tiempos de la Reconquista, en
sus dos manifestaciones: mozárabe y asturiana. S- des-
cribirán sucesivamente los objetos propiamente arqueoló-
gicos y los epígrafes.

Entrando en la sala por el segundo arco, que da paso


a la misma desde la contigua VII, se encuentra, a la d e
recha del ventanal, en la pared, el mosaico sepuleral de
', Ursic'nus, con busto del difunto, bajo una concha, y el
monograma de Cristo e inscripción, repartido todo en
cuatro recuadros, formados por un motivo de trenzado.
SALA VI11

Responde a influencia africana y puede fecharse en los


siglos IV al V.
Sobre el rebanco y en el lienzo de pared continguos:
Sarcófago cristiano de taller de Roma, d2 la época de
Constantino (315?350), que estuvo en la catedral de As-
torga como sepulcro de Alfonso 111, y procede de San
justo de la Vega (León). Es del tipo «de friso)), repre-
sentándos? las escenas siguientes : Resurrección de U
zaro, Prisiórt de San Pedro, Moisés haciendo brotar agua
d e la peña de Horeb, Adán y Eva, Multiplicación de los
panes y los peces, Spcrificio de Isaac.
Vaciado de2 frente de un sarcófago cristiano «de es-
trigilas)), del siglo IV. Están éstas distribuídas en dos
campos a ambos lados d d motivo central, que represen-
ta simbólicamente el triunfo cristiano: cruz gamada y,
sobre ella, el monograma de Cristo constantiniano, ence-
rrado en una corona de laurel. En los brazos de la cruz
se posan dos palomas y, bajo ellos, hay dos corderos, En
los extremos del frente, dos pilastras estriadas. (Original
en el Museo de Valzncia,)
Fragmento de frente de sarcófago cristiano, proceden-
te de Erustes (Toledo); obra de taller romano constanti-
niano (h. 315-350). Está también decorado con campos
de estrígila~y presenta como tema central «la predicción
de las negac:ones de San Pedro)) (Batlle).
Sarcófago cristiano, de Puebla Nueva (Tolrdo). Re-
presenta a Cristo entronizado con doce Apóstoles, cuyos
nombres aparecían grabados en el borde superior. Como
fondó, una arquería sobre columnas. Faltan todas las ca-
bezas. Tipo oriental. Siglo IV.
Entre los dos sarcófagos, en rebanco, Iadrillos con k5
treros estampados. En la pared aparecen, además, tres
placas de aplicación, de mármol, figurando capiteles de
pilastra, en relieve muy plano, y otros fragmenhs de re-
SALA VI-11

ljeves y decorativos, uno con un jarrón o cantharus, de


Elche. A la derecha, sobre el sarcófago de Puebla Nue-
va, tres tableros de mármol, con decoración y chrismones,
d e Huelva, Extremadura y Aranjuez.
En el paso a la sala XVIII, a la izquierda, gran .ta,
bkro de mármol, con.decoración rehundida de losange y
peltas rematadas en cabezas de ave. Obra bajorromana
.del siglo IV, procedente de Vega del Mar (Málaga).
' En el tabique, en el centro, sarcófago crtst ano de ta-
+ler romano, de la época de Constantino (hacia 3 15*350),
procedente de Berja (Almzría), y en el que se represen-
tan la Resurrección de Lá~uro,Entradd de Cristo en JeO
.~u'salén,Ld Ora& entre dos apóstoles, Predicción de las
negaciottes de San Pedro y Los apóstoles Pedro y Pablo
ante Nerón. Sobre él, frente incompleto de otro sarcófago
~ListYam,de Alcaudete (Jaén), obra provincial hispana de '.
finales del siglo IV o principios del V. Su iconografía,
,*e Schlunk cree inspirada en ilustraciones de manuscri-
tos orientales, presenta, en dos zonas superpuestas, la Re.
,
m e c c i ó n de Lúaro, David c o d n d o la cabe# a Go-
h t y Ddniel en el foso de los leones. A la izquierda, frag0
mentos de tableros de mármol decorados, de Vega del
Mar. A la derecha, relieves de una gran basílica, del si-
glo I V al V, en Cabeza del Griego (Cuenca), y otros,
.con círculos entrelazados, del siglo VI1 y de la misma
procedencia.
A la izquierda del ventanal, ladrillos estampados con
decoración de motivos geométricos y chrismones, de in-
fluencia africana, y que, en su mayor parte, parecen de
los siglos I V y V.
En el centro de la sala, ladrillos estampados del pavi-
mento de una capilla del siglo VII, en Burguilios (Bada-
jo~),Exentos, sobre pedestales, @lastra y capitel de Ca.
SALA VI11

beza del Griego. Otros tres capteles, uno bajorromano y '

los restantes visigodos.

SECTORSEGUNDO
En el tabique de la derecha, empezando por la izquier-
da, pequeñós capiteles y otros elementos arquitectónicos y
decorativos encontrados en .las excavaciones de Zorita de
los Canes (Guadalajara), donde se supone estuvo la ciudad
de Recópolis, fundada por Leovigildo en el siglo VI. Ci*
mucios, colummitus y pilastras, de Mérida. Relieve (de un
tenante de altar?), de Salamanca,
Enfrente, elementos decorativos labrados, en pi.rdra
del siglo VII, de Guarrazar y San Juan de Baños (Palew
cia, Relieve (de tenante de altar?), de Baños de la Cava
(Toledo). Ocupa el centro de una ven- gemela mozárar
be, de arcos de herradura recuadrados por un alfiz, de San -
Ginés de Toledo; su esbelta columna de mármol lleva
grabado ctSci Genesii)), y el cimacio que va sobre el ca.
pite1 será ant2rior a lo árabe, según Gómez Moreno. A su
izquierda, arriba, varios fragmentos, que se suponen mo-
~árabes,de lasexcavaciones de la iglesia del Pilar, de Za?
ragoza, y abajo, relieves decorativos de varias procedm:
cias andaluzas (Jaén?, Almería y Córdoba). Vaciado en
yeso del epitafio mo,&abe de Dominicus, cuyo original
desapareció, de procedencia seguramente andaluza, aun-
quz imprecisa.

En la pared del ventanal, a la izquierda de éste, frag.


mentos encontrados en las excavaciones de Guarrazar (To-
ledo), donde apareció el célebro tesoro visigodo (véase
sala XIX) y que parecen del siglo VII, acusando influen*
cias bizantinas. Dos frdgmentos mquitectón;cos decora,
dos, de Toledo. A la derecha, varios elementos decorati*
vos de. procedencia incierta (originales y vaciados) y losas
SALA VI11

de barro de pavimento, de Recópolis (Zorita de los Canes).


Exentos, mesa de altar, con cruz dentro de un recu*
dro de ondas, de Alcaudet? (Jaén); tenuntes de altar y
pikstritu, con talla a bisel, de Mérida; de allí también,
parte de un cancel decorado con chrismones gemados bajo
arquerías, y de otro de igual procedencia con hojas y ra;
clmos, aprovechado en época moderna para labrar un es-
nido h:ráldico, en una de sus caras. Parte de un ca~cecelo.
celosia, reconstruído, de Zorita de los Canes (Guadalaja,
ra). Tres capitelesvisigodos, dos de ellos de Mérida o de
su región.

SECTOR
TERCERO

Periodo asturleonés (siglos IX y X): Vaciado en


del axsi de altar, de la iglesia dz Santa María de Naranco,
con la fecha de consagración: 4 de junio de 848, duran-
te reina20 de ~ a m i r o1. A esta- misma época deben
pertenecer los dos capiteles, dos contraclaves de arco y
parte de una pieza de dintel o jamba, que proceden de la
iglesia de San Miguel de Lillo (Oviedo). Del concejo as*
turiano de Piloña es el epitufw de un Severus, muerto
en 927.
En la jamba derecha del arco de paso a la sala VII,
gran eP;tafio del siglo V, reutilizado en el VI, con los
correspondientes epita£ios de Florencia y Marcela (año
532). En el muro medianero con dicha sala, epigrafes
originales y vaciados, de los siglos IV al VII, siendo im-
portante el grupo de Mér:da, con la inscripción de Eu-
genia, del siglo VI11 ; otras, como la de F rmam, del sic
glo IV, y la incompleta de Crispindo, procedente de Gua-
rrazar.
SALA IX

Escu1tu"ra medieval

A la izquierda, entrando, exentos: vaciado de la @a


bdutismdl de San Isidoro de León, del siglo XI, con c u e
riosa iconografía en la que figura la Adoración de los Ma*
gos. Otras dos pilas bautismales románicas, una de taza
esférica y Fe, procendente de Mazariegos (Burgos) del
siglo XII, con inscripción malamente legible que daba la
fecha y su autor, Pedro, y otra de forma de tonel que lleva
la inscripción : cdohannes et Maria fecerunt hoc opus in
era M." C. L.», o sca en el año 1112. Procede de San
Pedro de Villanueva (Asturias).-Tapa-del sarcófago de
Anjús Pérez (t 1093), hijo del conde Pedro Ansúrez, no+
ble leonés prepotentz en la corte de Alfonso VI. La tapq,
a dos vertientes, tiene en una cara representaciones del
difunto con la mano de Dios, San ~uar?Evangelista,
- en
figura de águila, y dos ángeles, uno con cruz y otro con
ibcznsario, designados por inscripciones como el arcángel
Miguel y el ángel Gabriel. En la otra cara cuatro figuras de
ángeles volando en direcciones encontradas hacia un cáliz y
designados como los evangelistas Mateo y Marcos y el
ángel Rafael. Estuvo en el monasterio de Sahagún y d e
pués en su cementerio.-Dos colummas con tres figuras e

de apóstoles cada una de San Payo de Antealtares, Santia-


go de Compostela, de la primera mitad del siglo X I I . 4 o n
ellas guarda estrxha relación la escultura del Salvador,
pocedente de Vigo y obra indudable del taller campos
telano que labró las columnas de San Payo. Se hizo apro.
vechando un frente de columna antigua y la cara parece
haber sido retocada posteriormente.-Profeta s m ~ o del ,
taller del Maestro Mateo de final del siglo XII,
Volviendo a la puerta de entrada, a la derecha, tres
S A L A IX

grandes capiteles rom;ánicos del siglo XII, que se ha creí,


d o que procedían del monasterio de Santa María de Nave
(Palencia); pero que, según Torres Balbás, son más pro-
bablemente de la inmediata Granja de Valdecal.
A la izquierda, en el muro de las ventanas, cdP;teles
d n i c o s del monasterio pemostratense de Santa Ma-
ría de Aguilar de Campóo (Palencia).
'
Una tradición legendaria atribuye el origen de estz mo-
nasterio al abad Opila, bajo Alfonso 11. Hay noticias
históricas de que hacia 1162 existía una abadía secular,
kn la que se instalaron monjes premostratenses, de
los que fué Andrés el primer abad. A la construcción
del. edificio, hoy arruinado, se refieren dos inscripciones
con las f.echas de 1209, en que se haría la obra de la
sala capitular, y de 1213 para la terminación de la igle.
sia que, según otra inscripción, no fué consagrada has-
ta 1222. Es posible que a la época anterior al estableci-
miento de los premostratenses pertenezcan los capiteles
.de claustro con crestería almenada, dz carácter muy ar-
caico, Otra serie de ellos, con exuberancia de animales
y follajes, sería de finales del siglo XII, mientras que en
otros capitelzs, con la sobria decoración de hojas carac-
terística de la reacción cisterciense, cree reconocer Lame
bert a los mismos maestros ((que trabajaban en las Huel-
gas de Burgos y en San Andrés de Arroyo)). Estos serían
ya de los comiznzos del siglo XIII. De la iglesia provie-
nen los grandes capiteles, historiados con temas de ico-
nografía sagrada, que cuentan entre las obras más bellas
del arte románico español en su momento dn madurez clá-
sica. Capitel de la iglesia, con representaciones, en el frente,
de las Marias en el Sepulcro, y del Noli me tungere (Jesús
resucitado aparecido a la Magdalena), y de la I w d u l ' d a d
de Santo Tomcís, en los costados. Sigue un capitel doble,
del claustro, con sencilla decoración de palmas, denotan#
SALA IX

do influjo cisterciense (el fragmento de imposta que va -r : ? I

sobre él no le perteneció originariamente). Capitel de .Ia ! '


iglesia con la Segunda ven& de Cristo como juez, al
final de los tiempos (Mat., 24, 29.3 1, 25, 3 1.33). A ame
bos lados de la ventana, dos columnas con sus basas y
capiteles, que con otras dos, m& adelante citadas, sostenían
un arco románico en la clausura del monasterio de San
Pedro de las Dueñas '(León). Su arte, quz parece c o r r e
ponder a la primera mitad del sig'o XII, depende estree
charnente del escultor de la nave de San Isidoro de L.rónt
El tema del ballestero montando su arma se repite tanto
en esta iglesia como en la Puerta de Ias Plat~ríascomf .
post :lana.
En el derrame de la ventana, relieve en mármol
veteado con el Bautismo de Cristo, que se dice procedente
del monasterio dr Montefaro (La Coruña), de arte ro.
mánico del siglo XII.
Al otro lado de la ventana, cwtro capiteles románi-
cos de la iglesia dz Santa María de Aguilar de Campóo
representándose en ellos el Descendimiento, Sansón des*
quijarando al león (Jueces, 14,5), tema muy repetido por
verse en csta lucha la representación alegórica del triun-
fo de Cristo sobre el demonio, y la Ascensión del Señor.
En el cuarto capitel se figura un Rey a caballo, poslble-
mente uno de los Magos señalando la aparición de l a ,
estr2lla. En la- ~ a r e d ,encima, chve de bóveda gótica. A
los lados de la ventana otros dos capiteles del arco de
San Pedro de las Dueñas.
Exentos, dos capiteles dobles del claustro de Aguilat:
de Campóo, uno con mon~truosy guerreros, de la se*
gunda época d3 la construcción del claustro y otro con lae

Deqollación de los inocentes, pertenecientes a la serie más


arcaica caracterizada por la crestería alrnenada. .,
S A L A IX
S . Pasada la ventana, captel rom'nico con Sirena y An-
gel, de Sahagún,
-- En el t-stero, portadu románica procedente de las rui-
-nas del-monas ter:^ de San Pedro de Arlanza (Burgos),
.de .a obra comenzada en 1081. Dentro, relkve romá-
mico de la Virgen con el Niño coronados y entroniza-
dos. La inscripción en versos leoninos: «Res miranda
.satis Bene complacitura beatisn, debe aludir a la mater.
nidad virgnal. Estuvo últimamente en la igl-sia de San
-Tirso, de Sahagún, aunque se cree proviene del gran
.monasterio benedictino de San Facundo y Primitivo, que
.dió nombre al pueblo.
En el basamento, frente al muro de las ventanas,
capitel románico de hojas lisas del monasterio de Arlanza.
Pasado el arco que comunica con la sala X, sobre el
basamento, capiteles romálnicos de Aguilar de Campóo:
a la serie arcaica del claustro corresponden uno con Apósd
tules que interviznen en una escena de exorcismo (?).
Fra-mznto con únqel de una Anunciación (?). Tres frag-
mentos de un capitel incompleto: Resurrección de Láza.
-
ro y Marías en el Sepu!cro. Dos capiteles dobles del claus.
tro, de la segunda serie, con follajes y animales: uno de
ellos, con grifos, es vaciado (original en el Fogg's Mu-
~eum).
Frente de sarcófago románico, con relieve tosco, del
Juicio find, de Calatañazor (Soria). Encima, Cristo Majes-
tad, sido XIII, de ~rocedenciadesconocida. Capiteles y
frdowentos de otros del claustro de Aguilar de Campóo.
. D: otras dependencias del mismo monasterio, posible.
'mente de la saaistía, procederían dos capiteles de es-
quim, uno de ellos con la Huída a Egipto, y otro, doble,
con azmreros luchndo con dragones alados. En la pa-
red, trozos de fuste de columm con inicripciólt, procedin-
$es de la entrada a la Sala Capitular, que fecha la eje.
SALA X 1
cución de dich.a obra en 1209: <(Subera MCCXLVIL
h i t factum hoc opus. Dominicus».
En la parte baja del basamento, elementos arquitec. '
tónicos decorativos: cimacios y capiteles góticos de la re*
gión valenciana, Santa María la Vieja, de Cartagena, y
Santo Domingo el Real, de Toledo; este último poli*
cromado, entre otros.
Pasado el arco de acceso a la Sala X, sobre el basa-
mento, cap'teles góticos d~ varias procedencias y fechas,
varios de To!edo, algunos con decoración heráldica, otros.
de Zaragoza, Tarragona, Cartagena. Muy curiosa la che-
ve circular, con San Juan Evangelista representado como-
un ángel con cabeza nimbada de águila.
Siguen en el otro t.rstero de la Sala, y sobre el basar-
mento, capiteles rendcentistds del siglo XVI, entre los
que destacan dos 'del Archivo ~ e n e r ade
j Alcalá de He--
narzs y otra pareja del patio del castillo de Calatorao
(Zaraqoza). Gran ménsula del Castillo de la Concepción,.
de Cartaqen.a. Coloada, una romana de hiervo de la Sa, . -
, :',
litrorta dé Tembleque (Toledo), del siglo XVII. .
Sobre el basam.rnto, entre el muro testero, a la izquiek-
da entrando, y la puerta de ingreso, además de los gran.-
des capiteles ya citados, son notables dos, muy bárbaros,
de procedencia desconocida y fecha tardía, uno de ellos:
con repres.rntaión de Adán y Eva.

S A L A X ..

Escultura y epigrafía funerarias de las Edades lediai


y Moderna

En el testero del fondo de la Sala, a la izquierda, se-


e l c r o gótico de un abad del monasterio de Santa Mau
SALA X

ría de Aguilar de Campóo, probablemente Aparicio, que


lb fué de 1291 a 1300. Casi contemporán:~, y de la
misma procedencia, a la derecha, otro sepulcro, de aná-
logas características y con leyenda grabada en versos la4
tinos, de doña Inés Rodríguez de Villalobos, que estuvo
casada con don Pedro Díaz de Castañzda, almirante de
Ia mar, y que murió en 1301, Entre ambos, frente de se-
~ l c r o en
, pizarra negra, con escudos. En la pared, dos
F/agmentos de otro, en mármol blanco, con escudos y te.
nantes, de fines d-1 siglo XV, y dos relieves, que debiee
ron también formar parte de otro sepulcro de la misma
época.
Siguiendo a la derecha, en el costado en que se abren
íos arcos de comunicación con la Sala IX, esiztua oru.nte
de doña Mencía dc la Cerda, hija del conde de Ch;ne
chón, que estuvo casada con el marqués del Valle, nieto
de Hernán Cortés, el conquistador de Méjico, y de su
mismo nombre, cuya estatua orante figura frente a la de
su mujer. Ambas proceden del convento de la Merced,
de Madrid. Debajo del arco de paso, parte superior de
las estatuas yacenrtes de don Alonso Gutiérrez y su es-
posa doña María de Pisa, que formaron parte de sus en-
terrami.rntos, en 1543, del convento de San Martín, de
Madrid. Encima, a ambos lados, dos urnas sepulmales,
sobre.ménsulas representando leones, que parecen haber
servido para guardar hu-esos procedentes de un enterra-
mi-nto anterior; son del siglo XIV y estuvieron en e1
convento de Santo Domingo, de Valencia. Siguiendo a
la derecha, fragmento de losa sepulcral del siglo XVI,
con relieve del di£unto, escudos e inscripción en letra
gótica, del caballero Vasco do Contreras, Encima, otra
úel siglo XV.-Estatua tum,bal, de mármol, de un cléri-
go, siglo XVI. Encima, fragmento de ventarta gemela,
con relieve 'y el lema «más vale águila)) en caracteres
SALA X

goticos; siglos XV-XVI de Granada.-Sepulcro de la


priora del convento de Santo Domingo el Real, de Ma-
drid, doña Constanza de Castilla (-1- 1478), nieta de Pedro 1
el Cruel. Es obra importante, con la estatua yacente
de la di£unta, y en el frente y costados, escudo con sus
armas y representación de virtudes. Encima, lápida se,
pulcral d: Diego d.e Toledo.-Dos losas sepulcra!es la-
bradas, de mármol negro, de los enterramientos dz Die-
go Serrano y Diego Alfonso de Palma, que murizron
respectivamente en 1478 y 1448. Entrr las dos, en la pa-
red, ángeles tenuntes de escudo, de un sepulcro, en San-
ta Engracia, de Zaragoza, siglo XV.
En el grueso del muro, bajo el segundo arco de paco,
dos losas de sepulcro, en p:zarra negra, con efigies de ca-
ballero y dama, ésta incompleta, quz tuvieron la cabeza
incrustada de otro material; proceden de una iglesia, no
.determinada, de Madrid.
En el ángulo, estatuas orantes de los marquzses de Me-
jorada, don Pedro Fernández del Campo, que fué secre-
tario de Estado de Felipe'IV, y su esposa, obra de Eu-
genio Guerra; proceden dr sus enterramientos en el con-
.vento de Recdetos, de Madrid, de donde pasaron al Mu-
seo de la Trinidad. A su izquierda, en la pred, inscripc
ciones funerarias, en caracteres góticos, d. 1279 y 1263.
.A la derech,a, otras dos, toledanas, de don Juan de Alca-
i-az (-1- 1302), redactada en versos latinos, y de don Gon-
zalo Esteban (J- 1303), en prosa romanc?. En el centro
del segundo testero, estutua orante del rey don Pedro 1
de Castilla, procedente de su enterramiento en Santo
Pomingo el Real, de Madrid, y que parece corresponder
.a la ejecutada, por mandato de los Reyes Católicos,
en 1504, aunque la cabeza pudiera haber sido aprove
chada de su anterior enterramiento,
- Estatuas oruntes de doña Juana Paniagua y de su mari-
SALA X

do el escritor y jurista don Juan Solórzano Pereira, autor


de la ((Política indiana)); son obra de Herrera Barnuevo
y estuvieron en el Museo de la Trinidad, y antes, en el
convento de monjas madrileño del Caballero de Gracia.
En la pargd, inscripciones funerarias del siglo XV, me-
diados del XVII, y 1316.
Pasada la - puerta del patio árabe, losa sepulcral de
pizarra negra, decorada con cardíneas y escudo con lema
de reminiscencia virgiliana; siglo XV. Exenta, fren-
te a la estatua de don Pedro el Cruel, lauda en bron-
ce, con relieves, del marqués de las Navas y su m w
jer, encargada por él en 1563, para ambos y para su
hijo luan. En la curiosa inscipción latina consta que
la marquesa murió en 1560, a los sesnnta y tres años de
edad, de un cáncer bajo el pecho izquierdo. Preparada
la inscripción para añadir en su día la enfermedad que
produjera la muerte del marqués, no llegó a complztarse.
Delante de la ventana, bella cabeza, de escuela de los
Egas, encontrada en el convento de Santo Domingo el
Real,. de Madrid ; siglo XV.-Losa sepulcra1 del caba-
llrro Diego de Párraga (t 1478):'con tosca representa- ") !48 7
ción del di£unto, en bajorrelieve, e inscripción gótica.
Estuvo en la iglesia de Santa María de la Alrnudena, de
Madrid;-En la pared, lauda sepulcral de pindra, con di-
bujo emplomado, del obispo de Granada, fray Diego de
San Miguel; procede de San Pablo, de Palencia.
En el centro de la Sala, caja de sarcófago, decorada
en sus dos costados y uno d r los frentes con repr-esenta-
c;ones del Juicio Final, sacerdote oficiando la misa y el
Bautismo de Cristo; siglo XIII (?). Es desconocida su
procedencia, pero es muy semejante a la de Gonzalo Xi-
ménez de Cisneros, en la ermita de Santa María de Villafi-
lar, en Cisnzros (Palencia), habiendo salido, sin duda,
las dos de un mismo taller local.
SALA X1

Frent'e a la ventana central, estatua yacente, en már-


mol, blanco, de personaje desconocido, calvo, con ropa
larga y calzas.-Yacente de un caballero de Calatrava;
siglo XV1.-Sepulcro con estatua tztrnbal en alabastro
de doña Aldonza de Mendoza, duquesa de Arjona, mu.
jer del duque don Fadrique, que Gur;ó el sábádo 18 de
junio de 1435.-Yacente en mármol blanco de un doctor,
con libro en el pecho ; siglos XV-XVI.
Junto a la pared, entre la ventana y la puerta,
losa sefi~lcral de mármol, con escudo y cardíneas, de
Al£onso Sánchez (t 1480).-Estutua orante dn, un cae
ballero santiaguista ; siglo XVII ; procedente del Museo
de la Trinidad.
Delante de la puerta, extraño munuknto funerane
de un clérigo con yacente de p?queño tamaño e inscrip-
ción.-Exentas, estatuas tumbales, en mármol blanco, de
dos mujeres y, entre ellas, el sepulcro de doña Berengueh
dz Castilla, con yacente y escudos; siglos XI1IIXIV.-
Detrás de ella, estatua orante, arrodillada, de un obispo;
bella escultura del siglo XVI, que vino de la iglesia de
San Pedro el Real, de Madrid.

SALA XI

Arte y epigrafía hispanozarabe

Agobios de espacio han forzado a destinar una parte


del antiguo «Patio árabe)) a exponer, en el ámbito más
próximo a la sala X, algunas esculturas y lápidas fune.
rarias cristianas, que serán las que se describan primero.
SALA XI

SECTOR
CRISTIANO

Bajando de la sala X, a la derecha, losa sepulcral, de


n d ~ m o l ,de un arcipreste de Talamanca, 1516. Piedud,
escaltura en mármol, dei siglo XVI. Busto de mujer, tam-
bién en mármol y del siglo XVI, de Villavicencio (Va*
lladolid). Altorrelieve, de Juan de Morales (?), en alabas.
tro, de un retablo de Santa Engracia, de Zaragoza, siglo
XVI. Otra Piedad, dzl siglo XV. Inmaculada, en már-
mol, del siglo XVI de Santo Domingo el Real, de Madrid.
Santa Chra, otra Santa, San Francisco de Asis y San Mi*
guel, imágenes en piedra, del siglo XV. Estatua orante
del siglo XVI-XVII. Anunciación, del siglo XVI. Ep?.
t 4 o del obispo López de la Serna, mármol, 1490. Gran
estatua de San Agustin, drl siglo XVII. Otra l a d a o
epitafio de don García Fernández, del siglo XV, y una
Cruz de término, gótica, del mismo siglo.

Se describen sucesivamente los monumentos artísti-


cos y los epigráficos.
En la parte central del patio, dos pednstales, con. ca-
piteles de tipo califal; en el más inmediato a la escalera
de bajada, de orden compuesto y del siglo X ; en el otro,
corintios, de los siglos I X al X.
En la pared d r la derecha se encuentra, primero, la
reproducción en vaciado de la Puertu del chocolate, de
Ia AJezquita de Córdoba, correspondiente a la ampliación
de Alhaquem 11, en el siglo X. Delante, reproducción
de la p i t de ablzrciones, con inscripc:ón ciífica del sigIo X,
cuyo original se halla en la catedral de Santander.
SALA XI

. . en pedestales, capiteles califales, de varias


Exentos
procedencias.
l
En la mampara A. Originales y r6producciones de va.
riados elementos arquitectónicos y decorat'vos, en piedra,
de arte cali£al, de los siglos I X y X, de Córdoba, Toledo
,y Tarragona. Tablero de mármol del siglo X, de Denia.
Entre las mamparas A-D exentas, serie de basas de
Toledo .y Córdoba, califales, algunas con inscripción cú-
fica, del siglo X.
En la pared, dos arcos en yeso, originales recompues.
tos, del siglo XI, del palacio de la Aljafería, de Zaragoza.
Están £orrnados por arquerías entrelazadas; el primero
de arcos de lóbulos y mixtilíneos, y el segundo de lóbu-
los. El alfiz y los capiteles de estz último son reproduc-
ciones. LESsigue una reproducción en vaciado de los are
cos del mihrdb, del mismo palacio.
En£rente, en la mampara B, capiteles y fragmentos
de yeserías d d palacio de la Aljafería, entre los que des-
tacan uno con arqueráu y a&uriques, policromado, y las
piezas de una cornisa, en yeso tallado.
Entre las mamparas B-C exentas, capiteles de la Al-
jaferáu. Siglo XI. Y en su parte opuesta, también exen-
tos, capiteles, en piedra, de Monteagudo (Murcia). Si-
glo XIZ.
Entre la mampara y la pared, capiteles exentos, cali-
fales y de la Aljafería.
En el extremo de la pared, arco de yeserh mudéjar,
d-1 pakcio de Enrique 11, en León, terminado en 1377,
y fragmentos de otros arcos del mismo edificio.
Pasando al espac:o entre las cuatro mamparas, se en.
cuentra, exentos, vaciado de la pikz de abluciones, de la
Alhambra (Granada), del siglo X y original de la pib
de Medina, Azzahra (Córdoba), que llcva inscripción, se-
gún la cual se mandó hacer por Alrnanzor en 988.
En las mamparas D y E, yeserias moriscas, origina-
les y vaciados. de Toledo. Entre las primeras, una del
a r ~ odel Rey Don Pedro, del Lglo XIV (mampara D), y
otra del Taller del Moro, del XV; hay también vacia-
dos de otras, del Pdlacio de los Ayala, siglo XV, y Santu
María la Blanca, siglo XIV, entre varias de procedencia,
no conocida, toledana.
Entre las mamparas, dos vaciados de brocales de Pozo
toledanos, del siglo XI, de la iglesia de San Pedro Mártir
y del convento de la Madre de Dios. También, un ca-
pitel, con epígrafe belingüe, d-l siglo XIII, encontrado en
el claustro de San Juan de los Reyes (delante de la mam-
para E).
En la mampara C, yeserids de los siglos XI al XII,
de Monteagudo (Murcia); reproducción de parte de uno
de los batientes de la Puerta del Perdón, de la catedral
de Sevilla. En la parte inferior, fragmentos de estuco, así
.como de yeseráu y piedra labrada, procedentes de Mon-
teagudo (Murcia).
En la mampara F, celosks de madera, del siglo
X I V (?), de Bagdad (Siria).
Pasando el cspacio entre las mamparas G y H, y la
pared, encontramos, exentos, brocales de pozo, de barro
cocido, de Toledo, Sevilla, Córdoba y otros puntos.
En el hueco de la escalera, artesonado mudéjar, o al-
farje, del siglo XV, de madera pintada, de una capilla del
convento d.. San Francisco, en Cifuentes (Guadalajara).
Al fondo, dos capiteles de mocúrabes, en madera, de Bag-
dad (Siria), del siglo XIV, y clave de bóvedu, de mocá-
rabes, también de madera, de Toledo, siglo XVI.
En la pared, de derecha a izquierda: cuatro repro-
ducciones de yeseráus de L Alhumbra, siglo XIV. Otra,
del arco de ingreso al Mirador de Lindaraja, y dr.ntro de
ella un modelo pintado en escayola del mirador alto del
Salón de Abencerrajes. Reproducción en vaciado de la
SALA XI

portada de 2d Casa de la Moneda, de Granada, antiguo


hospital (almarestán) de Mohamed V (1365067). Otra
del arco de la Casa del Chapiz, en el Albaicín, Granada,
siglo XIV. Arco de gisserid, mzrdéjar, de Toledo, del si-
glo XV. Dentro del arco, herrajes de p e r t u moriscos.
Fragmentos de gleserhs mudéjares, del castillo de Baena
(Córdoba).
,
E n el hueco de la escalera, al fondo, herrdjes de puerta
y reproducción, en zinc pintado, de la desaparecida torre
~ncfinadade Zaragoza, construída en 1503, de arte mil-
déjar aragonés,
E n la mampara H, reproducciones de yeserias grana-
clinus, algunas de la Sala de las Dos Hermanas, galería
del patio de la Alberca, y Sala de Comares, de la Alhame
bra. Vaciado de un capitel del Salón de Embajadores y
dos capiteles peqztrños, originales, de tipo granadino. En
la mampara G varias reproducciones de yeserias de u !,
A l k m b r a , y algunos fragmrntos originales de otras, del
convento de San Francisco. Vaciados de capteles grana-
dinos, del siglo XIV. En el grueso de la mampara E-H,
un capitel procedznte de Almería, siglo XIV y sobre éste
una reproducción de otro, de estilo granadino.
En el testero medianero con la sala XII, de izquierda
a derecha: dos vaciados de ajameces unoriscos, del palacio
de los Ayala y del convento de la Concepción, de Tole-
do; los dos del siglo XV. Bajo ellos, pzcertu de madera,
mudéjar, de la iglesia de San Pedro de Daroca (Zara-
ooza), del siglo XIII ; vaciado de la puerta de bronce, en
b
la sacristía alta de la catedral de Sevilla; del siglo XIII,
modelo en escayola pintada, de un frente del Pdtio de
Machuca, de la Alham,bra; otras, semejantes, de frentes
de la Sala de las Dos H e r m s , de la Alhambra; del
Salón de Embajadores, del Alcázar de Sevilla.
SALA XI

Delante exento, otro modelo del conjunto de la Sala


de las Dos Hermanas.

En los muros, y exentas, comenzando por el rincón


de la escalera, donde está la Puerta del Chocolate (pared
derecha) y yendo de derecha a izquierda, en el muro del
fondo, reproducción de la lápidu conmemorativa de la
construcción de la Alcazaba de Mérida, por Abderrah-
men 11, en 835 (se dan las fechas reducidas a la era crise
tiana); otra de Córdoba, sobre construcción de z w torre,
año 968, y de Tortosa, referente a talleres y construccio-
nes mviales, de 944. En el ángulo, lápida conmemorativa
de la construcción d e una torre, en 967, de Baños de la
Encina (Jaén). Siguen, antzs del arco, dos vaciados de
lápidas conmemora.tivas cordobesas, en 968 y 957; la
segunda referente a la restauración de una fachada de la
Mezquita. Dentro del arco de la Puerta del Chocolate,
lápida sepulcral, y fragmentos dz otras dos, de Villqca.
rrillo, Baños (Jaén) y Jarea (Almería), de los años 940,
999 y 938. Debajo, en el poyo, otras tres, también sepub
crales, dos de ellas de 986.
Exenta, Iáptda sepulcral almoravide, de mármol, de
Córdoba, siglo XII.
Entre los dos arcos, una Zúpidd sepulcral, de Ibros
(Jaén), de 1025 y, debajo, vaciado de otra refodente a
construcción de una fortaleza, en Tarifa, por Abde-
rrahmen 111, en 960.
Delante del primer arco de Aljafería,.cipo cilíndrico
cepulcral del año 1000; toledano (vac.). Dentro del arco,
conmemoración de la contrucción de zrmi nave de la m e z ~
quitu de Toledo, a. 1040. Otra septlcral de Córdoba, si-
SALA XI

glo X-XI. Tablero para jurgos, reproducido en yeso, Gra-


nada, siglo XI.
En la jamba, cipo sepulcral de Toledo, año 1064.
Dentro del segundo arco dz la Aljafería, vaciado de
dos lápidus sevillams referentes a la reconstrucción de un
alminur y construcción de un.a torre. En las jambas, frag-
mento de cipo sepdcral toledano, del siglo XI y vaciado .
de otro de Palma de Mallorca, siglo XIII.
Entre los arcos s~gundoy tercero de la Aljafería, va-
ciado de un fragmeGo, de Alcocer de planes; s;glo XI.
Dentro del primer arco del mihrab de la Aljafería, dos
ldpidas de Almerh, una y otra sepulcrales, del siglo XI.
Dentro del segundo, fragmento de epitafio de Almería,
siglo XI y vaciado de otro de Córdoba del siglo XII. De-
bajo, ara rovnana aprovechada para una inscripción fune-
raria, siglo XIII (?). Exento, vaciado de lápida sepulcral
de Jaén, siglo XIII.
Entre los arcos del mihrab de la Aljafería y el pala-
cio de Enrique 11, dos vaciados, de Almería y Sevilla, y
original de Dalíus, los tres sepulcrales y del siglo XII.
Dentro del arco de Enrique 11, arriba, Eápzdas sepul-
crales y fragmentos de Villa de Reina (Badajoz), Murcia,
Almería y Badajoz, y a%ajo, vaciados de otras de Almería,
todas ellas del siglo XII. .
Pasado el arco, lápidas sepulcrales, una, origilldl, de
Porcuna (Jaén), siglo XII, y el resto vaciados varios de la
misma fecha; es notable el de Toledo latino-árabe.
En el ángulo y muro del fondo, inscripciones nesiies,
de Murcia, Arjona, Baza, Sevilla, Córdoba, de los si-
glos XII y XIII,
En el respaldo de la escalera, inscripción nesji, en lá-
pida sepulcral-de la Alhambra, del siglo XIV, y otros
fragmefitos dz los siglos XIII y XIV.
Delante del muro de la izquierda, exentas, lápidas
sepulcrales de mármol, prismáticas, de Almería, del si-
SALA XII

glo XII, tres hebreas, grandes de La Coruña y, en la pa-


red, vaciados de una de León, de los siglos XIdXII y
otra de Toledo, del siglo XIV; a uno y otro lado de la
reproducción de Arco d- la Casa del Chapiz.
Por último, en el rincón de la escalera de entrada,
estelas sepulcrales africanas de los siglos XVIII y XIX.

S A L A X I I

Artes de la madera medievales y modernas

Entrando, a la izquierda, tres asientos de sillerh de


. coro gótica, siglo X V del convento de Santa Clara, Palen-
cia. Encima, y a los lados, molduras, doselete y pindcu.
los de retablo gótico, de la misma ~roced2ncia.
A ambos lados del paso a la sala XIII, imdgenes de
madera tallada de la Virgen y San Juan, de varios Calva-
rios, góticos; del conventó de las Clarisas, de Toro,
de Villavicencio (Valladolid), Ovizdo, Zamora, las de
procedencia conocida. Todas ellas son góticas, del si-
glo XIII, excepto el San Juan, junto a la puerta, que
debe ser del siglo XVI.
E n la pared de las ventanas, respaldo de sillerid de
coro gótica. E n el hueco de la ventana, dos laojas de
puertd de Sagrario, de estilo góiico avanzado, con San
Pedro y San Pablo, dz Córdoba. Exentas están una cruz
de madera, románica, pintada sobre pergamino, con el
((Agnus Dei)) y roleos, en un frente, y relieves de estuco
en el otro, y una cabeza de Cristo, muerto, gótica.
En mampara, frente al paso a la Sala XIII, Calvario,
compuesto de un Cristo romárt;co, de 0 ñ a (7) y Virgen
71 S m Juan, góticos, del siglo XIII, de Gradefes (León).
En el lienzo de pared, entre las dos primeras ven-
SAL.A X I I

tanas, imagen en madera estofada de S. Pedro Gen.


zález Telmo, obra de escuela madrileña del siglo XVIII,
que estuvo en Santo Domingo el Real, de Madrid. Altar
compuesto con un frontul de cuero policromado, con San-
ra Teresa de Jesús, del siglo XVII; refublo rrrtacentista,
con crucifijo de talla y pFnturas de profetas, que fué del
convento de la Purísima Concepc;ón, de Tarazona. En
el nicho central, imuqen de Santa Ana, siglo XVI, d:
Villalobos (Valladolid). Imagen de SUMOToribio de Moe
grovejo, compañero del San Pedro Telmo y d.. igual artem
y procedencia. En el hueco de la ventana, dos respaldos
de sillerh de coro, gótica, del siglo XV, dz Santa Clara
de Palencia. Grupo de cinco medias figuras, de un Santo
Entierro, de mad,era policromada, del siglo XVII.
Verja de hierro forjado, del siglo XVI, de una capi-
lla de la iglesia de la Almudena, de Madrid. Cristo atado a
Ia colztmna, en madera pintada de blanco, de arte neoclás
sico, del siglo XVIII. Púlpito, en madera ricamente ta-
llada, de arte gótico, del siglo XV, que perteneció a la
casa priora1 de San Marcos de León. Sillón prioral, gó.
tico, del siglo XV, muy repintado y reformado.
En el lienzo de pared, entr.e la puerta de entrada y .
la ventana al patio, varias obras d z talla policromada, de
escuela castellana. En el centro, la Virgen con Cristo
muerto, en el regazo (Quinta Angustia), del siglo XVI.
Encima, San& Ana, la 'Virgen gl Jesús niño, siglo XVII.
1
A ambos lados, cuatro pneles en relieve, parte de un
retablo del siglo XVII, representando la Anunciación,
el Nacimiento, la Adoración de los Reyes y la Huída a
Egipto. Encima, Cristo, camino del Calvario, ayudado
p&-Simón Cireneo, y Cristo, muerto, en brazo; de su
Madre, al pie de la cruz, de un retablo del siglo XVII,
del convento de San Francisco, de Palencia. Debajo, los
, SALA XII

Cuatro Evangelistas, relieves policromados y dorados, obra


mediocre del siglo XVI al XVII.
Parte de la sillerid morisca del coro del convento de
Santa Clara, d:. Astudillo (Palencia); falta de los asien-
tos, conserva el respaldo, columnas, alero y tejaroz, y en
!a decoración pintada figuran los escudos de María de
Padilla, la que fué amante del rey don Pedro el Cruel,
fundadora del convento; del siglo XIV.
A ambos lados de la mampara, canes labrados en
madera, con bustos de mujer y follajes; estos últimos de
una de las salas del Ayuntamiento de Zaragoza; del
siglo XV.
En el lienzo de pared, entre las ventanas segunda y
tercera, tdlh en relieve policromada, Cristo w w r t o , en
brazos de su Madre, siglos XVI-XVII ; Cuatro paizeles
de retdblo, en talla policromada, del siglo XVI, con la
Anunciación, Visitación, Nacimiento y Adoración de los
Reyes. Dos relieves de tulh plicromuda, con los cuatro
Padres de la Iglesia, de la predella de un retablo,' si0
u10
n XVII. Encima, talla en madera, representando un
troEeo con bandera y la cabeza de Cristo coronado de
espinas, siglo XVIIT, iglesia de Santa Cruz, de Madrid.
.Otras tulhs decorativas del siglo XVI. Frente a la pa-
~ e d ,detrás de la sillería del Parral, respaldos de la S¿
llerta de coro, de Santa Clara, de Palencia.
Veintisinte sillas de coro bajo y diecisiete del alto,
del monasterio del Paria1 (Segovia), obra de Bartolomé
Fernández (1526-1555). En los respaldos de las sillas del
coro bajo, escenas del Apocalipsis; en las del coro alto,
santos.
En el lienzo de pared, entre la ventana y la segunda
puerta, al patio, retablo pintado del siglo XV, de la igle-
sia de Nueno (Huesca). En el centro, San Mdrtzn de
Tozas, obt2 probable de Pedro Ztl~ra;las tablas con el
SALA XII

Salvador y San Andrés, escenas de la leyenda de este


Apóstol, Crucifix;ón, Adoración de los Magos, Naci*
miento, Anunciación, Huída a Egipto y Transfigura*
ción, así como la pred311a, las considera Post obra segura
de Juan de la Abadh. .A los lados de la rede ella, dos
tallas de retablo, en madera sin pintar, con la Imposición
de la casulla a San Ildefonso y la Coronación de espinas,
del siglo X V I
En el hueco de la ventana, talla pintada y dorada,
con la Virgen imponiendo la casulla a San Ildefonso,
.
del siglo XVII, del convznto de San Francisco, de Pa-
lencia ; dos tablitas con relieves, de talla dorada y policro-
mada, y en el reverso, pinturas de San Pedro y San Pa*
blo, que formaron parte del retablo de Tarazona, antes
mencionado. Dos respaldos de la sillería de Santa Clara,
de Palencia.
Relieve de Cristo, muwto, en brazos de su Madre;
talla, que estuvo policromada, de escuela castellana del
siglo XVI.
Hay también en esta Sala varios cawdelabros de
hierro forjado, uno románico, cuatro góticos, de tres lu-
ces, uno gótico de transición al Renacimiento y tres re*
nacentistas procedentes de la catedral de León; hachero
de hiorro, formado por balaustre con arandela estrellada,
siglo X V I ; pes de facistol, de arte renacentista, en ma-
dera tallada ; colgados del techo, siete casetones de un ar-
tesotuido, del siglo XVI, de Granada, y un órgano con
caja de madera. barroca, del siglo XVIII.
SALA XIII

S A L A ' X I I I

Imaginería y pinturas medievales y modernas

En esta Sala, repartidos en cuatro compartimientos,


figuran'obras de pintura e imaginería religiosa, en ma-
dera, desde el románico a los tiempos modernos,

Entrando de la Sala XII, a la izquierda, encontra-


mos: una imagen gótica de la Virgen sedente con el
Niño en las rodillas ofreciéndole con la mano derecha
una granada, siglo XIII ; a su lado, una imagen del Sal-
vador, de pie, con manto rojo, siglo XIV (?). Guarda-
polvo de u n retablo, siglos XVHXVI, con pinturas de
santos franciscanos, San Miguel, San Juan Evangelista
y Santiago. Bajo él, una Santa Catalinu; en madera es-
tofada, con la rueda en la mano izquix-da, del siglo XIV*
XV, y una ~ b l pintada
a del siglo X V con la Magdale-
na. A su lado, también bajo el mismo guardapolvo, una
imagen de madera, muy mal conservada, de'la Virgen
Madre, que procede de la iglesia de la Isla, del Concejo
d e Colunga (Asturias), siglo XIII. D-bajo, una pedella
con cinco compart:mientos; en el centro, Cristo, resuci-
tudo, y a los lados, S,an Pablo y San k r t o l o m é , San
luan Evangelistd y San Andrés, siglo XV, Siguen un
Santo Obispo, de madera po:icromada, gótico, del si-
glo XIII, y una Virgen romdnica sedente, con el Niño,
siglo ~111-XIV.
En la pared, frente a la ventana, en el centro, una.
tabla pintada procedente de un sepulcro de Cuéllar (Se-
govia), con la Misa de San Gregario, en la parte supe*
rior, y dos yacentes, caballeros con armaduras, en la in-
ferior y leyenda gótica; Lglo XIV. A la izquierda, frag-
mento de predella, con una santa, sobre fondo dorado.
siglo XIV-XV, y, a la derecha, la Virgrn con el Niño
y ángeles m.úsicos, del Maestro de San Nicolás, siglo XV.
En la parte inferior, frontul .ronuinico tardío, muy repin.
tado, de talla polkromada, con el Pantocrator en el cen-
tro, con los símbolos de los Evangelistas, y a los lados, en
dos zonas, los Apóstoles bajo arcos apuntados, de León.
En la pared, frente a la puerta, San Agustín, de ma-
dera policromada, del siglo XIV, procedente del con-,
vento d3 Santa Clara, de Palencia. Tabla de retablo, con
la Crucifixión, Ecce Horno y, a modo de p.fedella, Sarí
Nicolás y San Jerónimo, compañera de la colocada al
otro lado, con la Oración del Huerto, Encuentro cor,
la Verónica, Santa Am con la Virgen y el Niño y una
Santa mártir, del siglo XV-XVI. A continuación de
la primera tabla, Virgen sedenk con el Niño bendicien-
do, de madera estofada, gótica, muy repintada.
E n el centro de la pared, una tabla de Santa Lucía
sobre fondo de oro, del siglo XV, procedente de Santa
Clara, de Huzsca, entre la Adoración de los Magos y la
Asunción de la Virgen, del Maestro de O s w ; siglo XV-
XVI. Debajo, predella, con San Antonio Abad, Piedad
y Cristo, resucitado, entre la Virgen y San Juan: a-
glo x v - X V I .
A la der.echa, Virgen sedente con el Niño en las ro-
dillas bendiciendo, de madera policromada, con corona
flordelisada, gótica, siglo XIII, y Virgen en pte, con ei
N.ño en el brazo izquierdo, de línea movida y estile
'gótico francés, en madera poricromada, con túnica roja
y manto azul; siglo XIV.
A la izquierda de la ventana, una tabla de retablo con
la Virgen d s i t u d o n Santa Catalina, encarceIada. del
SALA XIII

siglo XVI. En el hueco de la ventana, una imgera del


Salvador, pintada y estofada, del siglo XVI, procedente
de una ermita de Zamora, lo mismo que el San Juan
Bautistd, de bárbara talla que se expone enfrente.
A la derecha, Virgen gótica, de pie, con el Niño;
procede de Leganés (Madrid). A continuación, otro frag-
m n t o del anterior reixzblo de Santa Catalina, dividido
en dos zonas separadas por arquillos, figurando arriba la
Santa ante el Juez, y en la predella, San Martín y San
Bartolomé, del siglo XVI.
En la pared, a la derecha de la puerta, una pequzña
imagen de la Virgen sentada, con. el niño, muy deterio-
'rada, del siglo XII, que procede de la iglesia de Rba-
d a d l a (Asturias) y a continuación dos tablas y una pre-
della que acaso pertenecieron a un retablo de los dos
Santos Juanes, que estuvo depositado en el Museo an-
teriormente (Post). La tabla de la izquierda, figura la
Flagzlación y la Coronación de Espinas, y la de la dere-
'cha, Jesús despojado de sus vestiduras, y la Piedad, Del
mismo estilo es la predella del centro, que muestra sobre
fondos de brocado de oro a San Sebastián, San Agustín, .
Santa Elena, Santa Bárbara, San Ambrosio y San Lo-
renzo. Las tres parecen obra del Maestro & s a Ni- ~
colds, dentro de la escuela castellana del siglo XV.
Encima, una de las últimas pinturas navarras de estilo
franco-gótico, el retablo de San Nicasio y Safi Sebast;án,
£echado, según la inscr;pción de la parte inferior, en 1402.
La partr media está ocupada por las figuras de San Ni-
casio, obispo de Reims, y de San Sebastián, con donan-
te y su mujer arrodillados a sus pies; a los lados hay
tres escenas relativas a las vidas de ambos Santos, con
inscripciones encima. A su derecha, sobre una ménsula,
otra Virgen de madera pintada con el Niño sobre las
rodillas, de procedencia desconocida. Siglo XII.
SALA XIII

En el. centro, sobre pedestales exentos, se ven : una


Virgen románica sedente, con el trono al aire, coloreada
en rojo y verde, con manto de finísimos pliegues; si-
glo XII. Una cruz procesionul d.e madera policromada,
segunda mitad del siglo XII. Y una imagen de la Virgen
. sedente, d ~ siglo
l XIII, con policromía del siglo XVIII.

Encima de la puerta, una clave de bóvedu en ma-


dera pintada y dorada, con un escudo en un círculo ; del
Archivo de San Pedro, de Huesca, siglo XV. En la
m:sma pared Angel de madera envuelto en amplio man-
to, con una viola en la mano izquierda, sin pintar;
siglo XV. Procede de Barcelona. A su lado una tabla
que representa la Trinidad, dentro de un tipo creado por
Roger van der Weyden, obra de un anónimo flamenco
del siglo XVI. En el centro, trZptico con escenas de la
Pasión y un donantz santiaguista; arte italianlzante
flamenc; del siglo XVI, de un-anónimo seguidor de Joos
van Cleve. En el exterior de las se ve un es-
cudo con león rampante sobre tres fajas de gules. Pro-
cede de Huesca. A ambos lados, pequeñas tdllas estofadas
de San Pedro y San Pablo, de fines del siglo XV, de
Santa Clara, de Pa1:nc:a. Encima del tríptico, dos figu-
ras de San Juart y la Virgen; tallas toscas del siglo X V
al XVI, que parecen hechas a cuchillo en tronco sin '
preparar. A la derecha del San Pablo está colgada una
tabla con la Aparición de Jesucristo a la Magdalenu, atri.
buída sin fundamento a Sebastián Martínez, pintor de
los Reyes Católicos; siglo XV. Sobre estas pinturas,
cudtro claves de bóveda, seguramente aragonesas, de yeso
pintado y estofado, del siglo XVI. Representan cuatro
SALA XIII

Santas con palmas: Santa Rosalía, Santa Cecilia, Santa


Eulalia y otra Santa mártir.
En la esquina, sobre un pdestal, bella imagen de
Santu C a ~ l i n d ,en madera de nogal, pintada y dorada,
de escuela burgalesa, de fines del siglo XV.
En la pared, frente a la ventana, Sagrada Familia,
* ' pintada en tabla de olivo, de estilo flamenco italianizan-
'
t e del sigla XVI, que procede de la Catedral de Teruel.
Sobre ménsulas la Virgen y San Juan, pareja de Calvario
de madera policromada; siglo XVI. Entre los dos, Des-
cendimiento, relieve en madera pintada y estofada, de
arte fiamenco de fines del siglo XV. Sobre él, la Corona-
ción de la Virgen, relieve en madera pintada y estofada,
del s;glo XV-XVI ; a los lados, dos dngeles de madera sin
pintar, pero dorados, uno falto de las manos, el otro
con un candelero, que proceden de Barcelona; de fines
del siglo XV. A la derecha, pintura en tabla que repre-
senta a la Virgen descubriendo al Niño Jesús, de arte
flamenco del siglo XVI. En la esquina, sobre pedestal,
una Virgen 0n pie con el Niño al pecho, de madera de
aliso o abedul sin ~ i n t a r gótica
, del siglo XV.
En la otra pared, triptico flamenco, según la ten.
dencia de Van Orley, hacia 152041525, pintado en ta.
bla, con la Adoración de los Magos, Adoración de los
Pastores 31 Descarno en. h Hziz'du n Egipto. En el exterior
de las portezuelas, en pintura española del siglo XVI
avanzado, medallones con bustos de San Judn Bautista,
Santa Catulind de Alejandríu, San Juan Evangelista y
Santa CutalWa de Sienu. En el centro, una imagen de
Santu Cutulina con los atributos de su martirio, de ma-
dera de nogal, sin pintar; siglo XVI. Sobre ella dos
claves de bóveda aragonesas, de yeso pintado y esto-
fado, del siglo XVI, que representan la Anunciación y
la Adoración de los Pastores. A continiiación, tríptico
flamenco con la tabla central representando la Virgen
sentdda y el Niño, con dos ángeles músicos y otros dos
volando llevando una corona. En el interior de las por-
tezuelas una lección del Oficio Parvo de la Virgen en
letras de oro sobre fondo negro. Es obra en la tendencia
de Memling, especialmente -próxima al Maestro del t r í p
tic0 Morrison, con cuya tabla central se han señalado
grandes analogías; ~rincipiosdel siglo XVI. Procede de
San 1s;doro de León.
Al lado del tríptico una imagen de Saiz Sebastzún,
gótica. Sobre la puerta, una clave de bóvedu de madera
pintada, con un escudo con iin árbol sobre cruz de San-
tiago, del siglo XVI.
A los lados de la ventana, a la izquierda, trEptico:
con el Juicio Final, el Paraáso y el Infierno. E n el ex-
terior de las portezuelas San Juan y' San Pedro; obra
influida por el Bosco, del siglo XVI. A la derecha, otro
tráptico de arte catalán, del siglo XV, tiene en el centro
la Virgen en un trono con ángeles, a la izquierda, San
Gabriel y San Francisco recibiendo los estigmas, y Santa
Catalina : a la derecha, la Virgen en la Anunciación, San
Antonio Abad y San Sebustidn; influencia o taller del
Maestro de la Pentecostés de Cardona. Post ha emitido
dudas sobre su autenticidad.
Delante de la ventana, una i w g e n de madera por
licromada de San. Sebmtiált, de arte alemán, de fines del
siglo XV.

Sobre el arco de entrada, escudo de madera pintada


y dorada con cuatro cuarteles, en dos bandas, con dra-
gantes y dos con cruces de Alcántara. Siglo XVII.
SALA XIIT

En el muro izquierdo útblns de Antón Becerra: Sdn


Antonio Abad y Sani Antonio Ermituño, Santa Quite&,
con una inscripción con su nombre en letras góticas, y
Santiago el Mayor, todas ellas formaron parte, segura-
mente, del mismo retablo que la Sagrada Familia, fir-
mada, y la Misa de San Gregorio, que después se men-
cionarán. En la esquina, una escultura de Sah Sebastiún,
de madera pintada del siglo XVII, que procede de Ma-
drid. En la pared, frente a la ventana, están una tablrt
de la Virgen, Sun Juan y Nicodemzis, del siglo XV, pro-
cedente del convento de Santa Clara, de Palencia; otra
pequeña tublu de Iu Virgen con el N i ñ o en brazos, ar-
caizante, de origzn flamenco, del siglo XVIII (?), pro-
cedente de Toledo. Debajo, una imagen de Santa Po-
lonia, de madera pintada y estofada, de escuela caste-
llana de mediados del siglo XVI. A continuación, la Misa
de San Gregorio, pintura en tabla del siglo XV, también
procedente del con&nto de Santa Clara, de Palencia.
Sobre el paso al Sector D, un escudo de madera, pintada
y dorada, dividido en cuatro cuarteles, con bandas, dra-
gantes y cruces de Alcántara, dzl siglo XVII. A la dere-
cha de la puerta, la Presantución de la Vzrgen en el tem-
lo, pintura en tabla. Toledo (2). Siglo XVI.
En el otro lienzo de pared, gran tabla de La. Sagruúa
Familia, de Antón Becerra, firmada en el ángulo iderior
derecho; la Virgen aparece con el NiÍío, San José y un
Angel que le ofrece una fruta. Su procedencia es desco-
nocida; acaso la Catedral de Baeza; fsrmaba un retablo
con Santiago, San Antonio Abad y San Antonio Er-
mitaño, Santa Quiteria y la Misa de San Gregorio. V i r -
gen ampnrando bajo su manto a gran número de devotos,
reyes, obispos, religiosos y seglares, del siglo XV, pro-
cedente del convento d r 'santa Clara, de Palencia. Se-
guidamente un relieve de Gaspnr Luimen, artista alemán
SALA .XIII

dzl siglo XV, autor del artesonado del Salón de los An-
geles en la Casa de la Ciudad 'de Valencia, del que for-
mó parte este relieve. San Juan Buutistd, pintura en tabla, 511
atribuída a Juan de Flundes, pintor de la Reina Católica, ( '7
que trabaja a fines dzl siglo X V y principios del XVI.
q. Sp
Procede del convento de Santa Clara, de Palencia.
A la izquierda de la ventana, una tabla que repre-
senta la Misd de San Gregorio,
- obra de Antón B e c m ,
compañera de las nombradas anteriormente. En los mu-
ros de la ventana, las imágenes de San Dumidn y San
Cosme, de madera pintada y estofada, de principios del
- XVI. Proceden de Barcelona.
siglo
Al lado derecho de la ventana, Ecce Horno, pintura
en tabla del siglo XVI.
En un p~destalexento, busto de Jeszis, con la cabeza
inclinada, del siglo XVII, que procede de Fresno de la
Rivera (Zamora).

Sobre la entrada, relieve en madera ~ i n t a d ay dora-


da del siglo XVII, representando al Padre Eterno ben-
diciendo. En la misma pared, en el centro, la parte cen-
tral de un retablo de pintura de Santiago el Mayor, en
cuya tabla principal +Fapece el Santo, como caballero,
combatiendo en'la batalla de Clavijo, ctsantiago Mata-
moros» ; bajo ella un episodio de la leyenda: el cuerpo
del Apóstol llevado por una carrzta de bueyes al Palacio
de la Reina Lupa; encima, Misa de San Gregorio. Pa-
rece de principios del siglo XVI y procede de Santa
María la Vieja, de Cartagena. Debajo, Sagrario, con se-
lieve de la Resurt.ecc;ón, en la portezuela. A la izquierda
del retablo, pintura, en tabla, de San Benito, del si-
glo XVIZ; a su lado Anunciución, de la misma época, y
SALA XIV

encima dos relieves en madera ~ i n t a d ay dorada, con


bustos de San Andrés y un Santo franciscano. A la de-
recha del retablo de Santiago, Aparición de h Virgen a
San Bernurdo, compañera d ~ San l Benito, y Bautismo de
Crzsto, que lo es de la Anunciación.
En la pared, frent.e a la ventana, pintura en lienzo
de San Jerónimo, de escuela toledana del siglo XVII, y
sobre la puerta relieve en mddera, policromada y dorada,
de la Coronación de la Virgen, del mismo siglo.
En el otro lienzo de pared, relieve de madera, sin
pintar, de San Jerónimo; dos tublas ~zlztddasmediocres,
del siglo XVII, representando al mismo Santo y la Im- -
posición de h casulkz a San Ildefonso. Junto al San Je-
rónimo, imagen de madera estofada del Niño Jesús y
Ezisto+relicario de una Santa. En la esquina, Sagrario y
una imagen en madera policromada de San Diego de Al-
cald (?), del siglo XVII,
En pedestales, distribuídos en torno del sector, nue-
ve grupos de figuras en barro cocido y policromado, de
im Nacimiento, probablemente obra portuguesa del si-
u10
a XVIII.
Busto de Dolorosa, escultura policromada en la ten-
dencia de Pedro de Mena. 4

S A L A X I V

Vidrios de la Edad Rloderna

En esta sala se exhiben los vidrios y cristales de la


Edad Moderna españoles y extranjeros. La colección ex-
puesta da una clara idea de la producción española desde
el siglo XV, del cual hay varios vasos de 1; fabricación
de María (Almería), hasta mediados del XIX, con los va-
SALA XIV

sos de vidrio y cristal, tallados y dorados, de la fábrica


de La Granja.
La industria del vidrio español, durante la Edad Mo-
derna, se mantuvo a gran altura hasta que, a mediados
del siglo XVII, empez6 una larga decadencia, volviendo
z resurgir, con la fabricación real de La Granja, median-
do el siglo XVIII; flor.ecimiento que sólo alcanzó al rei-
nado de Fernando VII.
A partir del siglo XV, los vidrios obedecen a dos
tendencias: por un lado la influída por la tradición me-
dieval, en que siguen evolucionando las formas árabes,
y de otro la que se inspira'en los vidrios ~en~ecianos. La
primera sigue radicando en Andalucía y la segunda en
Cataluña, mientras que el foco castellano, que trabaja en
torno a Madrid, viene a ser la confluencia donde se mez-
.clan las dos.

Vitrina 1.-Vidrios catalanes de los siglos X V al .


XVIIl. Hermosas copas sobre alto pie hecho a molde, de
£ines del siglo XVI, imitación dz tipos venecianos con
los que competían. Porrones, botijos y almorrajas deco;
radas con laticinios, superpuestos, y craquelados, cuyas,
formas se hicieron populares mirante el siglo XVIII, en
la plena decadencia de estos hornos ; y, por último, vina-'
?eras, candiles y benditeras, de la misma época, en los
que aparecen también las cresterías, como elemento de-
corativo tradicional español, al lado de los laticinios.

Vitrina 2.-En la parte superior, vidrios andaluces,


cuyos hornos más conocidos son los de Marh, villa de la
sierra de las Marías (Almería) y los de C,stril de la P e k
(Granada). Les distingiie el color verde de la pasta, que
va desde un tono casi negro al verde pálido y algunas
veces el melado. y la decoración con hilos y cadenetas
,
SALA XIV

de vidrio superpuestos. Las formas más corrientes son las


de los vasos de Marúl, aplastados, de paredes decoradas con
Iosanges a molde y frecuentemznte con la inscripción
,(Ave María)); las jarritas con dos, cuatro y hasta ocho
asas, derivadas de las lámparas de mezquita, y decoradas
con hilos superpuestos y cresterías en las asas, y los ces-
tillos trenzados con cordones de vidrio aplastados, traba-
jados con extraordinaria mazstría. Todos estos tipos son
una evolución de las formas medievales y perduran has-
ta el siglo XVIII.
En la parte inferior de la vitrina, vidrios de usos in-
dustriales, de diversas £abricaciones : matraces, bombo-
nas, pequeños frascos, relojes de arena, etc.

Vitrina 3.-Vidrios castellanos de Cadalso de los Vi-


drws (Toledo) 3, de Recuenco (Cuenca). Caracteriza a
Los vidrios de Caddlso la calidad de la pasta, que durante
los siglos X V I y XVII presenta bastantes burbujas e im-
purrzas, y a l corregirla con manganeso les da un aspecto
de estar cubiertos por una capa de polvo, mientras que
- en el siglo XVIII se caracterizan por un tono violado,
dzbido también al exceso de manganeso. Las formas son ,
las venecianas a través de lo catalán, y desde mediados
dz1 siglo XVII se imitan los vidrios andaluces, sobre todo
en los motivos ornamentales : el hilo de vidrio arrollado
en espiral y las cadenetas con cordones de vidrio azul
s0br.z piezas incoloras. Son típicas las jarritas, derivadas
de las andaluzas con el cuello más ancho, una sola asa
tubular lisa, y decoradas con hilos superpuestos alredzdor
de la boca. A fines del siglo XVII empezaron a emplear-
se los laticinios y craquelados, como en la copa del cen-
tro de la vitrina. Es pieza de gran interés la que prz-.
senta la forma de un león, del siglo XVII, atribuída a
Recuenco.
SALA XIV

Vitrinas. 4 y 5.-En ellas está expuesta la colección


Pérez Bueno, magnífica por el número de piezas y su ca-
lidad y belleza. En la vitrina 4 se han reunido las fabri-
caciones más antiguas, o sea las manz~facturasanddluzus,
caskl!anas, cutdlanus y valencianas, destacando por su be-
lleza y perfección t&nica un vuso decorativo con flores
superpuestas. En la vitrina 5 se exponen los ej.emplares
de vidrio y crtsthl de Ld Granja; entre ellos hay hermo-
sos vasos decorados con laticinios en colores, grabados,
tallados y dorados de los siglos XVIII y XIX. Una de
las piezas más interesantes es el gvan estuche de cuero,
con frascos y vasos de cristal tallado y dorado, del si-
glo XVIII.
Frente a la ventana, iin hermoso ultdr de cerdmica,
obra italiana del estilo de Lucca della Robbia, del si-
glo XVI, procedente de San Pablo, de Bwgos.

Vitrina 6.-Ejemplares de diversas fabricacwnes eu-


.ropeas y de épocas y técnicas diferentes. Entre las piezas
más antiguas y hermosas, destacan dos copas con * a ,
de cristal de roca y oro, otra sin ella, obras venecianas del
siglo XVI. Vasos con decoración típicamente germanu, ,
de principios del siglo XVIII. Tres piezas de cristal d e
Bohemia, con la talla característica de esta fabricación, a

una de ellas de diamante y las otras dos, más modernas,


con paisajzs y ciervos. U n gran plato de vidrio, ejemplar
extraordinario por su tamaño y perfección técnica, de
fabricación desconocida.

Vitrinas ,7 y 8.-En ellas, y en la parte baja de la 9,


hay una espléndida colección de obras procedentes del
Chinero de Palacio; llevan casi todas el escudo de los
Reyes de España y leyendas en castellano, y muchas de
ellas van montadas sobre pies de bronce del más puro
SALA XIV

estilo Imperio, con la firma de ((Thomire i Paris)), Pierrs


Philippe Thomire fué el gran artista francés que trabajó
para María Antonieta y después para Napoleón, y montó
estas magníficas piezas de cristal tallado, de fabricación
francesa, para Carlos I V y Fernando VII.

Vitrinas 9, 10 v 11.-Colección de la Real Fdbrtca de


San Ildefonso, de Ld Granja, fundada por Buenaventura
Sit en 1728, al cerrarse los hornos del Nuevo Baztán.
Trabajó la fábrica como manufactura real hasta 1829,
en que pasó a ser propiedad particular por constituir una
carga muy pesada su sostenimiznto.
Su producción puede dividirse en espejos, arañas y
cristalería de uso corriente. De esta última se hicieron
vasos de vidrio y cristal, siguiendo la moda de entonce:;
o sza el cristal tallado al estilo inglés, que se impuso en
el siglo XVIII, grabado a la rweda, al ácido y dorado.
En los primeros años de la fabricación Sir hizo piezas de-
coradas con laticinios de colores, siguiendo la tradición
veneciana a través de lo catalán (vitrina 1l), y también
esmaltadas en colores, pero añadiendo el dorado, cosa que
1
no se había hecho en ninguna fabricación española. En
la vitrina 9 hay vasos tallados y grabados a la rueda y .
al ácido, y en la 10 una importante colección de frascos,
vasos y compoterus, talladas y doradas; en el centro des-
taca una hermosa placa con la fachada del Palacio de San
Ilde£onso, grabada a la rueda por Félix Ramos. En la
parte baja de la 11, centros de mesa de cristal tallado, con
bronces de Thomire.
Sobre las vitrinas hay una serie de espejos, los cuales
constituyeron la producción más famosa de esta fabri-
cación. Sir, con la primera cooperación de Pedro Fron-
dzvila, consiguió hacer espejos de gran tamaño, un poco
oscuros, por lo que se decoran con grabados para disi-
SALA XV

mular este defecto, logrando así piezas realmente nota-


bles, que adquirieron fama en toda Europa. Otra de las
producciones más notables fueron las arañas de
vidrio moldzado, con chupones de brillantes y colgan-
tes, los cuales, bien fundidos, hacen el efecto de cristal
de roca; una ara&, pequeña, pero de buena época, puede
verse delante de la ventana.

Vitrina 12.-En la parte superior, una colección de


piezas levantinas. Son vasos y botellines de forma poli&
drica, de vidrio incoloro o blanco, esmaltados en colores
brillantes, algunos con la leyenda ((Viva Carlos 111));
estas piezas son típicas del siglo XVIII, en que se po-
pularizó en Valencia este tipo de decoración, que había
sido introducido por unos artífices holandeses a princi-
píos de siglo. En la parbe inferior de la vitrina se expo-
nen una serie de piezas de Ld Granja, del siglo XVIII.

S A L A X V

Lozas españolas

En esta sala están distribuídas las colecciones de ce-


rámica moderna española y extranjera. En el ala izquier-
da, la loza de Talavera de la Reina, la más importante,
. entre las españolas, a partir del siglo XVI. Una gran
parte de la colección procede del legado testamentario de
Su Alteza Real la Infanta Doña Isabel de Borbón, in-
gresado en el Museo en el año 1931.
SALA XV

Vitrina l.-Lou de Talavera del siglo XVI. Seis


orzas decoradas con cartelas blancas en reserva sobre azul
y mascaronzs con detalles amarillos; tres de ellas llevan
el escudo de El Escorial, pues pertenecieron a la primera
botica de este Monasterio; albarelos (tarros de botica) y
ánfovas, decorados a la esponja, con escudos de la Orden
de los PP. Jerónimos de El Escorial, de esta misma época,
y seis piezas decoradas según los modelos d e Urbino
(Italia), de los que se diferencian Gnicamente por la pasta
y la distinta tonalidad de los colores.
Los al£ares talaveranos, a partir del siglo XVII, fa-
bricaron dos clases de loza, una policroma, con brillantes
colores sobre baño blanco de estaño, y otra decorada en
azul cobalto al claroscuro, también sobre blanco.

Vitrina 2. - Plutos, salvillas, bacíus, orzas y grandes


cccencos de la ((serie azul)), del siglo XVII.

Vitrinas 3 y 4.-Lozu policroma, de kr segzinda mitdd


del siglo X V I y la primera del X V I I , momento de es-
plendor del alfar de Talavera. q

Deben notarse, en la tercera, un gran cuznco qiie ,


representa la Caceriu del lobo y una orza con dos esce-
nas repet;das, la Caza del toro n lazo y un Cazador de
conejos a cab,allo; sobre la vitrina 4, cuenco decorado con
una escena mitológicd, cuyo tema sólo se repite en otro
pran cuenco, sobre la vitrina 8, pues los ceramistas ta!a-
veranos interpretan con más gusto escrnas de caza que
mi tológicas.

Vitrina 5.-Vusijvas d e la «serie azul,,, del siglo X V I


al XVIII. En el borde de algunos platos aparece paten-
te la influencia de lo chinesco, introducido en Europa
por la Compañía de Indias.
SALA X V

Vitrina 6.-Paezas de la serie l!umddd de «flor de


patata)), del último cuarto del siglo XVlI gr primera m*-
tdd del siglo XVIII. La decoración, por los temas y el
dibujo, es más preciosista, con el fondo muy blanco, bis-
cando la semejanza con la porcelana, que es la gran pre-
ocupación de la época.

Vitrina 7.-Piezas de h ((serie .~,sul)>


de fines -del
siglo XVIII y principios del XIX, en las que la pobreza
de la decoración es muestra patrnte de la decadencia a
que han llegado estos alfares, reducidos ya a una prodiic-
ción industrial para uso corriente.

Vitrinas 8 y 9.-Seris policrom,q de los siglos XVII


uvan~adoy XVIII. La loza de esta última centuria está
decorada con los mismos motivos que en la época anta-
rior, pero con más pobreza cromática y dibujo más in-
correcto, siendo mucho más sencilla la composición de
las escenas. Es pieza de gran interés la pila bautismaf,
f.echada en 1690, de la Parroquia de San Salvador de
Almofrague (Cáceres), en la parte baja de la vitrina 9,

Vitrinas 10 y 11.-~Seri- aztil)), de los siglos k v 1 1 ;


y XVIII. En la 10, un phto de estilo Berain; con el
nombre de ctD." Germana de los Cobos~,imitación de
la loza de Alcora, del siglo XVIII, en el que los alfares
de Talavera han perdido la personalidad y el carácter
que les hicieron famosos.
Sobre el altar, las vitrinas, y en los ángulos de la
sala, ánforas y cuencos de las dos series, azul y policro-
ma, de los siglos XVII y XVIII.
Los azulejos constituyeron la producción más impor-
tante, quizá, de Talavera en su primera época. En las
de esta sala hay una serie de cuadros que puede
dar idea de la importancia de esta maniifactura.
S A L A XV

A los lados de la vitrina 2, dos cuadros, procedentes


del Palacio de los Sessa y Altamira en Torrijos, de ca-
rácter renacentista y obra maestra del siglo XVI. En la
frente a las ventanas, grandes cuadros de azulejos
con figuras aisld,m de Santos dentro de cartelas, obra
también del mismo siglo; otros, con representaciones de
escenus del Nu9vo Testamento, Abrazo en la Puerta Do-
rada, la Lapidación de San Esteban (frontal del altar) y
San Juan cn Patmos, son de principios del siglo XVII.
A la izquierda de la vitrina 10, varios a~ulejoscon re-
presentuciones religiosas y herdldicas, de los siglos XVII
y XVIII, y a la derecha cinco cuadros con motivos geo-
vnétricos y florales, parte dn zócalo y arrimaderos.
Pasada la puerta, en las vitrinas 12 a 15, fabricación
de Puente del Arzobispo. Esta loza, que no se ha estu-
diado apenas, por ser considerada como una copia infe-
rior de la de Talavera, tienz, sin embargo, una perso-
nalidad propia, aunque haya sufrido su influencia. d

Vitrina 12.-Lo~a ilecorad.a e n azul con rayitas ocre 1

31 perfiles
de manganeso, que puede fecharse de mediados
del sigIo XVI a mediados del XVII. . ,
Vitrina 13.-Tres platos de la serie llamada de las
wuriposas, decorados en azul sobre blanco. Otro grupo
muy importante, también en azul, es el de los helechos,
en el que se deja sentir la influencia s r i ~ n t a len la in-
terpretación de los temas decorativos. Dos platos de-
corados e n azul y amarillo, uno con un busto de un jo-
ven, corresponden a otra serie que puede fecharse, como
las anteriores, entre los siglos XVI y XVII. Por último,
en la parte baja, un plato y dos salvillas nos muestran la
decadencia a quz llegaron estos alfares en el siglo XVIII.
SALA XV

Vitrinas 14 y 15.--Cerámica, que se ha tenido si-


pre como típica de Puente del Arzobispo, en las que des-
taca el verde brillante de sus árboles y matorrales sobre
iin esmalte blanco que deja transparentar el color del
barro.

Vitrina 1 6 . - L o ~ de Aragón, de un tipo más poe


pular que las de Talavera y con una policromía mucho
más pobre, en la que dominan el azul, el manganeso y el
verde sobre baño blanco. De los alfares de Muel hay varias
piezas: el plato central, decorado en azul y marrón so-
bre blanco, con cenefa dz uñas; es del siglo XVII; de
la primera mitad del XVIII son dos platos ~ i n t a d o sen
azul claro, uno con un ciervo corriedo y otro con mor
tivos florales, y otrcis dos, uno con pájara sobre una
planta y otro con un conejo y la inscripción : «El E'" Do<
mingo, Cebollada V(ecin)", de Fuendetodos)). De Teruel
a son tres phtos del siglo XVIII, decorados en azul, con
un paisaje de árboles pintados a la esponja y una figura
central, cuya disposición recuerda la de la cerámica de
Talavera.

Viirina 17.-Piezas de dudosa atribución, como son


los cuencos, phtos, vaserus, etc., decorados con puntillas
e n manganeso, las cuales S? atribuyen a Talavera (si-
glo XVIII). La lámpara con el escudo d.e don Pascua1
de Aragón, arzobispo de Toledo; la benditera, con el
nombre de D M THERE~A FRANZ,de Toledo; el UZU-
lejo, con la Imposición de la casulla a San Ildefonso y la
deliciosa imagen de la Virgen arro'dillada, son obras t e
ledanas del siglo XVIII. Una serie muy interesante es
la que se expone en la parte inferior de la vitrina; va
profusamente decorada con flores, plantas y animales, de
caracteres completamente diferentes a las demás lozas,
así como el colorido, de tonos también muy distintos-
H a n sido atribuídas estas piezas a Talavcra y Valencia,
y también se las ha considerado por algunos autores
como italianas, aunque no hay fundamento serio para
ello.
1

Vitrina 18,-En la parte superior, lozas catdhnas:


tres albarelos decorados con brillantes tonos de verde,
azul, amarillo y manganeso, inspirados en modelos de
Pisa, del siglo XVII; una orza y varios albarehs, en
azul sobre blanca, con edificios, barcos y figuras d e
la misma época que los anteriores. En la balda central,
20,@s valenciafias; son interesantes las dos jarritas con
un lagarto en relieve y las botellas con escenas de caza.
En la parte inferior, lozas de2 siglo XIX, de Sargade-
los, Cartdgenu y Cartuja de Sevilla, las tres fabrlca-
ciones que se fundaron a imitación de las lozas inglesas
estampadas. De Sargadelos tenemos tres piezas decora- .
das q~azul y negro y dedicadas por la empresa a la reina
Isabel 11, con la marca característica de esta £abricación
y una hermosa £uente decorada con ramilletes dz flores
*
y con relieves. Dz la llamada ((china opaca» son una ca-
jita y dos floreros. De la Cartuja de Srvilla, con el sello
de su fundador Pickman, es un jarro blanco con flIete
violeta, y por último, de Cartagenu son dos grandes fuend
'tes, una de ellas can una vista de Barcelona, una jofaina
y un jarro.

Vitrinas 19 a 22.-Loa extranjera. En la 19 están


las lo,@xsinglesas. La representación más numerosa corres-
ponde a la llamada ((loza fina)), con decoración estampa-
da, la cual había sido descubierta por un alfarero de
Sh~lton.En la parte inferior hay grandes jdrrones y flor
reros modernos con la marca de Doiilton-Lambeth.
Vitrina 20.-En la parte superior, colección de Delft, l

la fabricación holandesa que alcanzó más fama en Eu-


sopa durante el siglo XVII. A mediados de esta centu-
ria triunfó en ella la moda de lo oriental, de cuya época
son las piezas expuestas aquí. Casi todas llevan marca:
la estrella, el hacha y las' L P X de Lamptkan.
Tipicos productos de Rodas son un plato decórado
con claveles, otros dos platitos y tres tazas con sus platos
correspondientes. En la parte inferior de la vitrina, varias
pizas de loza portugu~sa;un piato decorado e n azul, con
las fipicas ~ Y U ~ UalS borde; tres botes con su tapa, deco-
rados en azul sobre blanco, de VZ'anu do C,í~steloy piezas
más modernas de Caldas da Reina (€1 toro y la pecera de
encima de la vitrina).

Viirina 21.-Platos italulno.~del Renacimiento, que


se distinguen por la corrección del dibujo, la magnífica
composición de las escenas y la brillantez del colorido,
que consiguen matices extraordinarios. Destacan el pla-
to con episodio de tas l u c h s entre César y Pompeyo,
fechado en 1543, y el phto decorado con grukscos típid
cos de Urbino, por la influencia que ejerció la loza de es-
.
tos alfares en la cerámica de Talavera.
A ambos lados de la vitrina, azulejos valencianos que
sirvieron para decorar cocinas señoriales del siglo XVIII.

Vitrina 22.-Lozas francesas, entre las que hay que


destacar cuatro piezas de Moustirrs: dos fuentecita con ti-
pos caricaturescos, que presentan una de las marcas típicas,
y dos plahs, uno en verde y otro en amarillo. Esta fa-
bricación tiene una gran importancia para la historia de
la cerámica española, porque la fábrica de loza de Alcora
se inspiró en modelos de Moustiers, e incluso trajo de allí
artistas.
SALA XVI

En la pared de la izquierda, dos bargueños del si-


$Zo XVII, con taraczas de hueso y herrajes. Exentos,
dos grandes jarrones, uno decorado en azul, con escznas
de toros, probablemente de fabricación sevillana, fechado .
en 1775, y otro decorado en amarillo sobre azul, con
ángeles sosteniendo una cslrtekz en manganeso, de atri-
bución muy dudosa.
Delante de las ventanas, dos arcas de caudales de Iz-
hierro, con cerradura múltiple, obra española del si* '---
$0 XVI, y en el centro, exento, un jarrón con tapa, de
proporciones muy grandes y escudo de España, obra pro-
bable del siglo XVIII. ,
Adornando las are des hay cinco grandes ~ 1 2 0 sbw-
dados del siglo XVII, que pertenecieron a la farni1:a del
Conde-Duque de Ol;vares, como los que se describen en
la Sala siguiente, y un reposkro hecho con técnica de
alfombra de nudo, con escudo de armas en el centro y
alrededor cenefa del tipo clásico de Alcaraz, de fines del
siglo XVI.

.. ... ,
S A L A X V I

Sala del artesonaao de Almendralejo

Forma el techo un gran a r t e s o d o barroco, que pro-


' d e dz Almendralejo (Badajoz). Es de madera a su co-
lar, sin dorar ni pintar. Puede fecharse en el siglo XVIII.
En los muros están colgados cmtro grandes pa%s
bordados en relieve con oro, plata y sedas policromas, re-
presentando animales (un cizrvo, un carnero y dos leo-
nes), bajo un emparrado sostenido por cuatro columnas
sa1omón:cas con guirnaldas y, detrás, una balaustrada con
jarrones de flores con fondo de paisaje. Proceden del
SALA XVI

convento de Santa Teresa, d3 Madrid y fueron donados


a dicho convento por su fundador don Nicolás Gaspar
Felipe de Guzmán y Carrafa, príncipe de Stigliano y du*
qu- de Sanlúcar la Mayor y de Medina de las Torres, de
la £amilia del CondeeDuque de Olivares. Fabricación mi+
lanesa del iglo XVII.
En el testfro frente a la ventana, hermosa fuente ba-
m c a de mármoles y jaspes rojos y grises, en cuya hor-
nacina crntral hay una figura de mármol de Carrara de
Cristo atado a la columna, probablemente italiana. La
fuente procede de la sacristía de la iglesia de Santa Cruz,
de ~ a d i i d actualmente
, derruída. A los lados, en dos ni+
chos, se ven dos jarrones blancos con flores también blan*
cas de la Real Fábrica del Buen Retiro.
En los costados de la Sala hay cuatro arcas ifalianas
de madera tallada, procedentes de la Colección Salamar
ca, en las que figuran asuntos históricos romanos, y en:
el centro, escudos sostenidos por angelotes. Siglo XVII.
En el testero de la ventana, en otros dos nichos, ese
tán colocados dos grandes jarrones con tapa, blancos, con
filetes dorados y un escudo policromo de la Casa Real, .
que pertenecieron a la. Colección Almenas y también fue*
ron hechos en la Real Fábrica del Buen Retiro.
Ante la ventana, vitrinu cwa grzcpos de porcelana de!'
I
siglo XIX, dz varias fábricas.
A los lados, en el hueco de la ventana, dos d d i b o ~
nes de jaspe verde, con cabezas de león, que sujetan Ias
anillas con mascarones.
En el centro de la Sala, -pareja
.
de mesa, de mármod
gris y blanco, con un pie macizo, decorado con grandes
-,escudos dorados y policromados. Proceden del monaste,
rio del P~rral(Segovia) y son de la primera mitad de!
sigle XVIII. Sobre ellas, dos jarrones, con decoraciónf f ~ r
SALA XVII

ral dorada y policroma, de la Fábrica del Buen Retiro;


procedentes de la Co1ecc;ón Riaño.
A ambos lados de la entrada, modelos en piedras.
. duras del Templo de Vestu y do1 Arco de Septimio Se0
vero, en Roma, de la Fábrica del Retiro:

S A L A X V I I

Loza y porcelana de Alcora y Retiro

La £undación, en el siglo XVIII, de las fábricas de


Alcora y Retiro, responde a la preocupación europeizan-
te de incorporarsz a las corrientes cerámicas europeas, sin
tener en cuenta la tradición de los antiguos alfares espa-
ñoles.
Ambas fábricas tratan a toda costa de encontrar e1
secreto de la porcelana, que ya fabricaba Sajonia, y para
ello se traen químicos y artistas europeos que puedan
aportar fórmulas y estilos en consonancia con las mo- '
das de la época.
En las vitrinas 1 a 6 puede apreciarse la evolución
de la cerámica de Alcord, desde una loza fina e ingrá-
vida, conseguida mediante infinidad de mzzclas y decan-
taciones, a la porcelana verdadera, cuyos mejores ejem-
plares se fabricaron a fines del siglo XVIII, en la se-
gunda época de las tres que sn, distinguen en esta fabri-
cación.

Vitrina 1.-Loza de la primera época dk Alcora


( 1 727.1749). A la izquierda, maceteros, salvillas, platos,
fuentes, rtc., drl estilo de Oleys, decorador marsellés
que trabajó en Alcora, cuyo arte se caracteriza por las
coigantes y grupos de flores en tonos ocre
SALA XVII

amarillento y, a veces, en el centro de la vasija, un mei-


dallón d~ asunto mitológico y suave policromia,
a En el centro, arriba, tres p i e ~ s - d eestilo Oleys; en
la balda cen~ral,una serie de phcas de asunto religioso,
especialidad de Miguel Soliva, artista español, por quien
está firmada la que representa la Adoración de los Re-
yes Magos, y que son, seguramente, por su esmerado
dibujo y fino colorido, las piezas mejores de la fábrica de
Alcora. Esencieros, cdjas de tocador, alfileteros, etc., de
esta misma época, En la partz- inferior, un plato y dos
salvillas, con decoración de estilo Berain en el borde y en
el centro; el Nacimiento del Amor, en el plato, y e n las
salvillas, las apoteosis de la Música y del Comercio, qui-
zá obra de Cristóhl Cross; las tres de dibujo muy cui-
dado y suave colorido a base de azules, ocres, verde oliva
y manganeso.
En la derecha de esta vitrina está repr<escntadoel
estilo Berdin en una serie de bandejas, fuentes, tarros de
botica y m u n c e r i ~ s(platos con un soporte calado para
la sujeción de la taza, que £ué inventado por un virrey
del Perú llamado Mancera), todos decorados con el ca-
. i

racterístico dibujo de puntillas en los bordes, y grutescos,


rocallas, estípites, etc., en los centros de gusto muy
francés,

Vitrina 2 . - P r i m a época de Alcord. En la izquiere


d a y centro, piezas de estilo Berain, entre las que mere-
ce citarse un gran plato con el martirio de dos santos, dos
mdceteros, una jarra de forma esbzlta, cuya decoración
se complementa con un medallón policromo; una dul-
cera con medallones y una salvadera, así como las m n -
cerinus y la gran fue11.te de la parte inferior, donde pa-
rece mzzclarse ya el estilo Berain con las corrientes chi-
nescas de la época.
SALA XVII

De este género chinesco hay diversas muestras poli-


cromas y de reflejo metálico en la derecha de esta vitrina.

Vitrina 3.-Prirízem época de Alcora. Phtos, fuentes


y bandejas lobuladas, una escribania, la parte inferior de
un aguamanil, etc., del género chinesco, con decoración
de flores en azul o policromas, y otras piezas de estilo
Berain, entre ellas un gran centro de mesa y Id fwnte
de otro aguamanil, ambas con fino dibujo del más puro
estilo. Hay, además, varias figuras que, como los negros
con candelabros de la parte central, pertenecen ya a la
segunda época de esta fabricación, todos con motivos de
rocalla en su decoración o pedestales.
Encima de estas tres vitrinas:. grupo neoclhico de
bizcocho del Retiro; figura femenina de gran tamaño,
que puede s3r de Alcora, a juzgar por la pasta y esmalte,
aunque el molde sea igual al de otra del Retdo en bize
cocho, que hay sobre la vitrina 8; dos jarrones, que más
birn parecen fabricados en Toledo, y un grupo cscultó-
rico de Amor y Psiquis en mármol, también del si- .
glo XVIII.

Vitrina 4.-Seqzcnda época (1749.1798) de h fabri-


cación de Alcoru. Piezas caracterizadas por la decoración
de rocalla.
A la izquierda, destacan un magnífico aguamanil en
tonos ocres pajizos y un azulejo con la Virgen. En el cm*
tro, el busto barnizado en blanco de don Pedro Pablo,
conde de Aran&, sucesor del £undador de la fábrica y
ministro de Carlos 111; los bustos úe unu pareja de viejos
y otra pareja de darna y caballero jóvenes, en blanco tam-
bién y con escasos motivos policromos, y otras dos figu-
ras de cabullero y valenciana, donde es patente ya el in-
flujo de la porcelana europea. Entre las pieas de vajilla
SALA XVII

hay un cuenco firmado por Cristóbal Torres, con un pkzb


y salvilla s-guramente del mismo autor. Deben mencio~
narse también dos jarrones blancos con barroca decora-
ción de frutas policromas y rocalla en relieve, y urta ben-
ditera con la efigie de Santa Teresa. En la parte derecha
de la vitrina, serie dz piezas perteneciente al estilo de
Vicente Albaro, decorada a base de paisajes con soles y
puentes sobre rocallas y en cuya policromía dominan los
tonos ocre amarillento y verde oliva.

Vitrina 5.-Loza y porcelclnu de la segun& época de


Alcora. En la parte izquierda, lozas de tipo popular. con
decoración floral, característica de esta fábrica a fines del
siglo XVIII : jarras, wzuncerinas, jarroncitos, salvillas, et-
cétera, entre los que destacan dos jarras moldeadas, con ~
asas de rocalla y mascaronzs en la piquera, y una salvilla
con la popular leyenda: «Soi de mi Dueña)). En la de-
recha, varias figuras de povcekma barnizada de blanco,
de indudable influjo sajón, además de una placa $echada
en 1795, con asunto mitológico en relieve y dorada. En
'
la parte central, figura alegórica y una serie de +ZLZ.S
era loza, moldeadas con rocallas y drcoraclón floral, ade-
más dz tres placas con marco de rocalla encerrando es-
cenas re1ig:osas policromas, pero de dibujo y color muy
inferior a las de la primera época. Abajo, busto de negra
policromado y dos terrims en forma de pato, blancos, con
el pico, ojos y patas coloreados, En la parte derecha,
una calabaza, seguramente d.? la tercera época ; tres figu-
ras barnizadas de bhwo, de las cuales la central parece
un tipo sajón más que español; dos soperas con decs-
ración en relieve de frutos y rocallas, una marrón y otra
blanca, y un especiero en blanco, del mismo estilo y con
pájaros. Abajo, un juego de café, de tierra de pipa que,
como el que se exhibe a continuación en la otra vitrina,
SALA XVII

es ya del siglo XIX y de la última época de la fábrica,


.según indican sus formas cilíndricas, propias del estilo
Imperio, y su decoración estampillada,

Vitrina 6.-Lozas y porcelangs de la segunda y ter-


cera época de la fábrica de Alcora. En la parte izquierda,
además del juego de café en tierra de pipa, ya atado,
hay una colección de terrinus en forma de animales, in.
terpretados con un gran realismo en su modelado y co-
lorido, especialidad en la que sobresalieron Cristóbal
M& y Clemente Aicart. En el centro, arriba, cm-
tro figur~tas de influencia alemana y tres pieas de una
wljilla con decoración estilo Carlos IV, todo ello en por-
celana y seguramente de final~sde la segunda época. En
la parte c-ntral: distintas piezas de vajilla, entre las que
sobresale un azucarero con platillo, imitación de Skvres,
con medallones policromos sobre ancha cen-fa azul y
oro; una p k m con la reproducción policroma y en relie-
ve de la Virgen del Pez, de Rafael; dos bin;cochos de
porcelana, con tipos populares españoles, y dos grandes ,
figuras representando Musas, seguramente obra de José
Ferrer. Hay también un pequeño esenciero en forma de
busto de Fernando VII, en porcelana, y una tapa de ca-
jita cilíndrica con esta misma efigie en relieve y en blan-
¿m. En la parte baja, una gran escribartía o especiero de
loza, con bustos policromos femeninos e infantiles y de-
coración floral de muy fina ejecución; varios phtos de
porcelana con decoración estilo Carlos IV, y uno de imi-
tación a los de la Compañía de Indias; dos tam de café
y cubiertos; todo ello en porcelana y de la ssgunda época.
En la parte central del cuerpo derecho, un reloj de
sol, fechado en 1829 y distintas piezas de una vajzlla de
porcelana y de la tercera época. En la part.e alta y baja,
..bandejas, candelabros y muncmertnas de la segunda época,
SALA XVII

en loza esmaltada en blanco cremoso y moldeada, con


decoración calada o figurando cestillos de paja, etc., a irni&
taclón de las obras de Chelsea.
Encima de las vitrinas 4, 5 y 6, dos j a r r w s y una
jand, quizá toledanos; otro grupo de Amor y Psiquis,
en mármol, variante del ya citado, y dos piezas escultóe
ricas en bizcocho del Retiro; un grupo alegórko, la Carie
dad romanu, y una Minerva, ambas de gran tamaño y
perfecto modelado. 1
En las vitrinas 7 a 21 puede seguirse la historia de
la fábrica del Buen Retiro? desde su antecedente en Ca-
podimonte, en Nápoles, cuando era allí rey el que había
de ser Carlos 111 de España, hasta su desaparición en la
guerra d r la Independencia, y el breve y fracasado ine
tento de hacerla resurgir en terrenos de la Moncloa. La
preocupación principal era encontrar el secreto de la por-
celana, cuya fabricación no se consigue hasta 1804, por
Sureda, después de haber visitado como pensionado las 1
manufacturas de Ssvres y París. En un primer momento
se consigue la llamada ((pasta tierna)), porosa y fácil d e '
moldear, a la que, en avances sucesivos se da mayor dw
reza, consistcnc;a y brillo. La marca del Retiro es una
flor dz lis trazada, primero, descuidadamente, en tinta
negra o incisa, y después, en azul y dorado, con menor
tamaño; en la época de Sureda y de la Moncloa suele
ser una M coronada, sigla de Madrid. La exposición ncr
sigue un riguroso orden cronológico, ya que generalmen*
te las piezas d3 vajilla se encuentran en las vitrinas de
pared y las figuras y grupos escultóricos en las exentas.

Vitrina 7.-Fábrica del Buen Retiro (1760- 1780). En


la parte suprior izquierda, ejemplares de pastd tierna bar.
nizada de blanco: pequeños bustos, leones y varias pie*
m de repuesto para la vajilla fabricada en SEvres para
SALA XVII

Carlos IV y María Luisa de Parma (véase Sala XVIII,


vitrina 111, y en la parte inferior unos platos de entre*
meses, figurando hojas de vid, de pasta más dura y época
posterior. En el centro, bustos, figuras, piezas de vajillas,
phcas de aplicación, cajita de rapé, etc., de pasta tierna,
£abricados en Nápoles o ya en España, puesto que son
los mismos artistas de Italia los que vienen a trabajar a
España; pero conservando en estos primeros años todas
las características del gusto italiano (paisajes, escenas de
tipos populares y galantes, etc.). Merece dzstacar un gralz
phto con motivo central mitológico y cenefa floral en el
borde, admirable por su dibujo y suave colorido. Eh el
cuerpo de la derecha de esta vitrina, y en el izquierdo
de la siguiente, varias muestras de la fabricación de estos
primeros años, en pasta tierna y estilo decorativo italiano.

Vitrina 8.-Fábrica del Buen Retiro ( 1770- 1790)-


Ejzmplares de pasta más dura : bustos y figurilhs, piet.
as de vajilla, etc. Es interesante el conjunto que forma
parte de un reloj de mesa y las dos figuras alegóricas de
la pintura y escultura, sobre pedestales azul y oro imitan-
do a Sevres. Medullón con el busto policromo de Car-
los, 111, hecho en esmalte sobre metal. En el cuerpo de*
recho, una representación de la moda chinesca imperan*
te en la época.

Vitrina 9.-Fábrica del Buen Retiro (últimos años del


siglo XVIII). Abundantes piezas de vajilla y tocador,
objetos de adorno, como jarrones, columnillas, cajitas de
rapé, etc. Son notables los dos jarrones decorados, a imir
talón di S6vres con medallones en grisalla. En la parte
baja del cuerpo central, una szrie de piezas con decora*
ción estampada.
Sobre estas vitrinas hay varias obras en bizcocho -de
gusto neoclásico y de la misma fábrica: la Felicidad, el
SALA XVII

Rapto de Proserpina, Ceres y un grupo formado por Mi-


n a v a y otra matrona abrazadas,

Vitrina 10.-Fábrica del Buen Retiro (finales del si-


.glo XVIII). Imitaciones de Wedgwood, entre las que
figuran j a w m s , rematados algunos por ramos de flores
de bizcocho; phcas con flores superpuestas, otras de gus-
to neoclásico o con juegos de niños, etc.; todo ello en
porcelana azul o violeta, con la decoración en porcelana
superpuesta blanca o bizcocho.

Vitrina 1 1 .-Fábrica del Buen Retiro ( 1 804-1812).


Epoca del director Suredu, con empleo dz verdadera por-
celana. Abundan ya las piezas de vajilla, cuya finura de
paredes y calidad de pasta puede competir con las demás
fabricaciones europeas. Caracterizan a estas piezas las forv
mas lisas y cilíndricas del estilo Imperio, los medallones
.decorativos en grisalla, asas y engarces de metal que
muestran la influencia de Sevres. En el cuerpo central
de la vitrina, azucareros, tazones, teteras, juwas, plati-
llos, jarrones, juegos de café y gran lebrillo, con decora-
ción de reflejo metálko. De la fabricación con piedras
duras tenemos mucstras en el templete de la parte baja
de la vitrina, mezcla de porcelana, piedras duras y bron-
ce, materias todas que fueron empleadas en los distintos
trabajos acometidos por la fábrica, y en los templetes y
c&dros del cuerpo derecho de esta vitrina 11 y del iz-
quierdo de la vitrina 12, en los que las piedras duras
se emplran, bien como elementos de un todo arquitectó-
nico o incrustadas.

Vitrina 12.-Lo#s y porcelands de Ld Moncloa (si-


glo XIX), Esta fábrica no consiguió ya piezas de calidad
ni por SUS pastas (fabricó escasa porcelana) ni por sus for,
ma.s y decoración. Piezas de juegos de café en porcelana,

122
SALA XVII

con pobre decoración de palmetas; diversas lozas de esta


fabricación; piezas de vajillas jaspeadas, dos juegos de
4afé de juguete y una serie interesante de placas con de.
c o r d ó n estampada, unas de influencia inglesa, a base de
paisajes, y otras con tipos populares españoles, de las cua.
les se exhiben dos con las correspondientes planchas de
.cobre empleadas para su impresión. En la parte baja del
cuerpo izquizrdo, p i w s de vajilla en su primera cochura.
Delante de la ventana, busto de Fernando VII, en
bizcocho, de la Moncloa; a la dzrecha, placa de porce.
lana, de la fábrica de Sargadelos, con la muerte de Dm'z
.y Velarde, el 2 de mayo de 1808, en Madrid, luchando
contra los soldados de Napoleón; a la izquierda, dos
-placas de porcelam, imitación de Wedgwood.
Vitrina 13. - Fúbnca del Buen Retiro (17600 1770).
Figuras y grupos escultóricos, en los que sobresalió y fué
maestro el director José Gricci, gran modelador y artista
italiano venido de Nápoles con la fábrica, Los asuntos
.son muy variados: mitológicos, alrgóricos, de género,
italianos (como el bollero), d.. imitación a Sajonia, como
el grupo de dos ~ m r a d o ys la vieja, y los llamados de
estilo Teniers. Están hechas estas figuras en pasta tierna,
.susceptible de perfiecto modelado, y tienen una policro. .
mía escasa a base de verdes y azules.

Vitrina 14.-Fabrica del Buen Retiro ( 1 7600 1770).


Figuras de la misma época que las de la vitrina anterioi;.
A esta época y estilo pertenecen también los candekzbros
con rocallas y medallones miniados.
En cuanto a las figuras, hay representación de temas
degóricos, mitológicos y del estilo oriental, tan en moda
.en esta época.

Vitrina 15.-Fábrica del Buen Retiro (1770- 1790).


SALA XVII

Figuras y jarrones d,e pasta más dura y menos modela-


ble y diferente policromía, en la que aparecen un rojo
. metálko y el oro, lo que hace pensar que sean estas pie+
zas de la época en que fueron directores el químico Carc
los Scheppers o los hijos de Gricci.

Vitrina 16.-Fúbrica del Buen Retiro (1770- 1790)


Figuras, jarrones y pezas de vajilh de pasta bastante
dura y suave colorido. Entre los jarrones destacan dos
de estilo S5vpcs, dtcorados con escenas del Quijote en
grisalla. También son de ,influenc:a de Sevres y estilo.
neociásico dos legumbreras con decoración floral y dos
phtos de estilo pompeyano.

Vitrina 17.-Fábrica del Buen Retiro. Abajo, grupos


escultóricos d3 los primeros años de la fabricación, obra
de José Gncci, al menos los Niños jzrgundo con una cabra,
y seguramente el de Alejandro ante la tumba de AquG
les. Leones, candelabros y rinconeras, todo en pasta tier-
na y estilo de esta primera época. Arriba, un centro de
m s a formado por varios elementos : figurillas, jarrón con
flores, pedestal de bronce y espejo; todo de estilo Im- '

perio y pasta dura, que hace pensar en los últimos años


d.1 siglo XVIII, cuando estaban al frente de la fábrica
los hijos de José Gricci, Carlos y Felipe.

Vitrina 18.-Fdbrica del Buen Retiro. Figuras de biz-


cocho y otras barni~adasde blanco, que debieron ser he-
chas en el período en que fué director de la fábrica Car:
los Scheppers (1770*1780), Figuran en estas series tipos
populares, escenas anecdóticas, como los Adúlteros y los
Monos músicos, mitológicas como el Neptum; repisas, Nb
<os con el curniero (seguramente molde aprovechado de
años anteriores), etc.
SALA XVIII

Vitrina 19.-Fábrica del Buen Retiro, Serie en por-


deiunu esmaltada de blanco, con las mismas características
de las de la vitrina anterior, entre ellas los Niños repre-
sentando las Estaciones, seguramente hechos con moldes
.de años anteriores.

Vitrinas 19 y 20.-Fábrica del Buen Retiro (1804-


1812). Ultima época de la fábrica bajo la dirección de
Sureda. Figuras de verd,adera porcehna y gusto neoclá-
sico, con representac:ones de Dwses y de Musa: Apolo,
Venus y el Amor, Diana y Endimión, Erato, Polymnia,
Clio; personajes de la Antigüedud Clhica: Cornelia y
uno de los Gracos, su hijo; Cleopatra ante el cadáver de
Marco Antonio; Ayax llevando el cuerpo de Patroclo,
etcétera; asuntos y figurds alegórica: El Tiempo descu-
briendo la Verdad, La Primavera, La Amistad, y figuras
como la de Cervanites, etc., pertenecientes al ((Parnaso
Esgañol)).
Hay también otros ejemplares, como jarroncitos, me-
&Iloraes, capteles, todos de estilo neoclásico, según la
moda de la época.
Entre las vitrinas 3 y 4, gran reloj rococó, en porce-
lana policroma, con figura alegórica del Tiempo, de la
primera época de la fábrica del Retiro, sobre consola del
siglo XVIII.

S A L A X V I I I

Porcelana extranjera

: La mayoría de las piezas expuestas en esta Sala son


p r t e de las vajillas del chinero del Palacio Real; fue-
ron traídas al Museo como depósito durante la revolu-

'25
SALA XVIII

ción de 1868, y posteriormente S. M. Don Alfonso XII


las donó con carácter definitivo. Son, en gran parte, un
magnífico exponente de las fabr:caciones reales europeas.
de porczlana en los siglos XVIII y XIX,

Vitrinas 1 a 4.-Porcehnu de Sajonia. En la vítric


' na 2, tres fuentes en forma de hoja, marcadas con las.
espadas pintadas en azul, que corresponden al pee
riodo de k fabricación de Meissen, la cual abarca des-
dz 1709, en que el químico alemán Boettger, al servicio,
del elector de Sajonia, fabricó por primera vez en Eu-
ropa porcelana dura, hasta 1719. Los ejemplares de ma-
yor interés de la co1ecc;ón son doce decoradas con
escenas de Watteau, en verde y dorado, con escudos re*
les. Pertenecen estas piezas a la vajilla que el elector Fe*
derico Augusto de Sajonia ofreció a su hija María Ama*
lia con motivo de sus bodas con Carlos de Borbón, a la
sazón rey de Nápolrs, en 1738. Son producto de la épo-
ca de mayor esplendor de la fabricación de Meicsen, o sea
del segundo periodo, en el que fué director de la mise
rna Haeroldt hasta que, en 1756, la guerra de Siete Años.
paralizó momentáneamente la producc;ón. La marca, son
las dos ispadas cruzadas. Una serie de platitos, tazas,
dos mantequeras y una jam'tu, decorados todos con pai-
sajes y aves en colores muy puros sobre un blanco muy
brillante, llevan la marca caractzrística de la tercera épo-
ca, dos espadas cruzadas con un punto entre las guardas,
la cual comenzó a usarse en 1760 bajo la dirección de
Dietrich.
Las vitrinas 3 y 4 contienen parte de dos vajillas
marcadas con dos espadas cruzadas y una estrella entre
las pardas, marca propia del cuarto período; o sea del de
Marcolini, que comienza en 1796, durante el cual la pof-
celana de Sajonia pierde ya su categoría de fábrica real
SALA XVIIT

para industrializarse, dedicándose principalmente a la


producción de vajillas con fines comercial:^. En la vitri-
na 4, la fuentecilfu cuadrada de la izquierda es una de
las piezas fabricadas en el Retiro para reponer las de Sa-
jonia que se rompían; lleva como marca una M corona-
da, característica de la fabricación madrilrña.

Vitrina 5.-Porcelaw de diversas fúbricas centrom-


ropeas y de épocas diferentes. La colección más numero-.
sa corresponde a la fabricación de Berl;n? la cual, a la
termkación de la guerra do, Siete Años, adqilirió gran
importancia con los operarios de Meissen, llevados a ella
por Federico el Grande. Desde 1763 puso por marca u n
cetro. Las piezas más antiguas de esta manufactura son
los dos platos bkncos con festón calado, decorados con £lo*
res, y una exquisita figura de Venus. Muy interesante es.
la vajilla decora& con tipos espaYioles rotulados en cas-
tellano. Algo más modernas son las piezas de vajilla de,
COTUU!!~~con litogrujh de paisajes y edificios españoles, en
siena, con rótulos también en castellano.
De Ludwi-burg (Wurtemberg) son dos fuentes oua--
ladas con sencillos paisajes, marcadas con dos CC cruzar-
das. Una gran so~erdprofusamente decorada con anima-
les en relieve, es de la fábrica de Nymphenburg (Bavie--
ra), del siglo XIX.
V i e m fué la primera en producir pasta dura después.
de Meissen. En 1744 se convirtió en fábrica imperial y
gozó de justa fama por la calidad de sus productos, hasta
que se cerró en 1864. De la mejor época son la sopera y
la fuente ovalada, ambas con cuadrículas en ligero red
lieve y grupqs de flores; llevan la marca propia de Vie*
na, un escudo rehundido. Las piezas de tocador, de puro
estilo Imperio, con leyendas francesas, tienen la misma
marca. Dos grupos de figuras, uno pequeño de pastores
y: el gran grupo central, son productos del período final
.de la fabricación.

Vitrinas 6 y 7.-Porcelana inglesa. En la primera,


piezas de diversas fábricas; figura de un joven sentado
c& un cesto, que es una de las piezas más bellas salidas
de la fábrica de Chelsea, la cual se disputa con Straf-
ford-Le-Bow la prioridad do, la fabricación de ((pasta
tierna)) en Inglaterra. Hacia 1760, bajo la dirección de
Spremont, llegaba a la máxima perfección, Las dos figu-
ras de la Justicia y de Falstdff son también hermosos
ejemplares de la misma manufactura. De Derby, fábrica
que se unió a Chdsea en 1769, hay una cabrita. Las dos
figuras que representan los Continentes son de los ta-
lleres de BristoE. Del siglo XIX, dos poncheras decora-
das con cenefas y cresterías doradas con la marca de Da-
venport. En la vitrina 7 hay una espléndida colección de
W e d g w o d procedente de su célebre fábrica de Etruria
{Hanley, Straffordshire), en la que puso de moda el gé-
nero neoclásico, consiguiendo crear un estilo propio ins-
pirado en el célebre vaso Portland, que, si bien es algo
frío, no deja de tener una perfección y belkza acabadas.

Vitrinas 8 a I l.-Porcehms frdrzcesds y posibles &ni-


dzzciones suyas italianas. En la vitrina 8, juegos ,de café,
decorados con paisajes y tipos italianos y chinescos. Al-
gunas de estas piezas pueden ser n/apolitanas, pero la per-
fección de su técnica y dorado inclinan más a creerlas pa-
risinas, De la fábrica de Sevres, en la vitrina 9, hay di*
cinueve piezas de la vajilla de Carlos IV y M& Luisa
de Puma, las cuales ostentan las iniciales enlazadas de
los dos monarcas. Tienen la marca de Sevres: dos LL
coronadas. Su decoración es la que esta fábrica puso de
moda en todo el mundo, gracias a la calidad y depurado
gusto de que dió prueba en sus productos: flores y guir-
SALA XVIII

naldas do, los más bdlos matices y medallones encerran-


do delicados paisajes.

Vitrinas 10 y 11.-Muestran vajillas de diferentes


fábricas de ParZs, donde florecieron tantas y tan esplén*
didas manufacturas. En la última, destaca la que lleva las
{nicidles de Fernundo V I 1 e Isabel de Braganziz (1817-
18), drl más puro estilo Imperio y de técnica insupera*
b ~ e ;marcadas ctNast a Paris)) en oro, son obra de la
fábrica de Nast, un austríaco que, en 1782, fundó una
manufactura de pasta dura en la calle de Popincourt, la
cual prosperó mucho bajo el Directorio y el Imperio.
En el centro de la Sala, sobre una mesa francesa de
estilo Imperio, se expone un gran grupo de bizcocho que
representa a Apolo y las Ninfas, de la fábrica del duque
de Angulema, quo, inició sus trabajos en 1781, Lleva la
inscr;pción ((Manufacture de Monseigneur le Duc d'An-
gouleme 2 Paris)).

Vitrina 12.-De la fabricación china ofrece gran in*


terés la colección de cuencos decorados en azul sobre
blanco con paisajes, animales y algunos con escenas de
personajes ataviados con trajes propios de los mandari-
nes; casi todos ellos tienen marca y corresponden a la
época de la dinastía Ming (1368- 1644). Una botella roja,
pewos Fo de porcelana blanca, dragones en verde y can*
delabros, son obras notables, También se exponen en
esta vitrina un plato, una cafetera, una fuente y una le*
g~mbrera,decoradas con escudos de los reyes de Espa*
ña y emblemas heráldicos, productos típicos de la Com*
pañh de Indias, la cual, ante el éxito logrado por la por-
celana, en Europa, fabricó en KinpTeeTshing (KiangSi) ,
vajillas y objetos diversos de pasta dura para importar-
los en Europa, donde ejercieron una influencia decisiva
sobre la cerámica.
ESCALERA

DeCorando 1;s muros altos de la Sala hay seis lien-


zos pintados, de estilo pompeyano, depósito d r l Musem
del Prado y dos reproducciones. Los originales son care
tones para tapices encargados -por Maella al pintor Agus*
tín Navarro, quien solamente pintó un cuadro y dos so,
brepuertas.en '1787, por lo que; a su muerte, siuvh-rmano
11
Juan £ué encargado de terminar la obra. Estaban destic
1
nados para decorar la Sala inmediata a la Torre, en el
cuarto de las Infantas del Palacio de El Pardo.
l
ESCALERA
I
En la escalera que sube a la planta principal, además
de una lápida latina, qun recuerda la fundación del Muc
seo, por la reina Isabel 11, en 1871, y varios escudos
heráldicos en p:edra, que procedrn, en su mayor pare
te, de viejos edificios derribados madrileños, hay algw
nas esculturas. En el primer rellano, frente a la puerta de
entrada, Mercurio, mayor que el natural, con alas en las
sienes y clámide prendida al hombro por una fíbula, con
bastantes restauraciones. Es obra de ejecución nada ex+
traordinaria, y parece trasunto dn un original de bronce,
a juzgar por el tronco de árbol adosado. A la izquierda un
Apolo, de tamaño natural, con cabeza y lira postizas. A
l
la derecha, Baco joven, algo mayor que el natural, falto
de cabeza y brazos; debía responder a un prototipo d d
siglo IV a. de C., con un brazo lcvantado sosteniendo
el tirso y iin vaso de libaciones en la otra mano, sobre
la pantera sentada al pie, Más arriba, en los descansillos
siguientes, cabezas de César y Augusto, con bustos «tha,
racatos)), que no les corresponden. Son copias modernas.
SALA 'XIX

S A L A X I X

~rqueologíapaleocristian~y visigoda

Se reúnen aquí, juntamente con algunos objetos me-


nores de la arqueología pal-ocristiana, los ajuares fune-
rarios de varios cementerios que estuvieron en uso por
la población hispanorromana y por los visigodos en los
siglos V al VI de nuestra era. Por otro lado, y contras
tando con la relativa pobreza de estos objetos, destaca
la suntuosidad drl llamado tesoro de Guarrazar, proba-
blemente una parte de las ricas ofrendas hechas por los
reyes visigodos a la iglesia catedral de Toledo, que fue-
ron escondidos en las inmediaciones de otra modesta, en
Guarrazar, con ocasión de la invasión musulmana. Unos
y otros hallazgos patentizan la rea1;dad- de la evolución
cultural de la población indígena romanizada y de la
capa superior de los dominadores germanos.
La entrada de vándalos, suevos y alanos en 409, re-
presenta el golpe definitivo que ha de disgregar la arma-
dura política, social y económica del Imperio romano en
España; pero no algún aporte positivo en el terreno cul-
tural. Sólo el asentamiento definkivo de los visigodos
en territorio español, una vez que los francos acabaron
con el reino de Tolosa, o sea en los comienzos del si-
glo VI, se acusa con la presencia en los enterramientos
de pirzas de indumentaria de caráctcr nacional: los bro-
ches de cinturón y las fíbulas, con formas y decoración
típicas y peculiares; pero pronto, en el transcurso del si-
glo VI, los caracteres propiamente godos de los broches
decorados con almandin~s,que parece pusi-ron de moda
entre los visigodos de la Península, los ostrogodos de Te*
dorico, durante el período de su regencia (51 1-526), fue-
ron adquiriendo un aspecto diferznte al fabricarse en los
SALA XIX

talleres locales, para desaparecer completamente en los co-


mienzos del siglo VII, al ser sustituídos por otros de
un tipo diferente, a los que s. atribuye carácter ((bizan,
tino)), siendo así testimonio de un influjo que conocía-
mos ya por los textos históricos que se refieren a la pomd
pa regia adoptada por Leovigildo y cuyo exponente más
claro es la orfebrzía, con las ricas coronas y cruces voti-
vas del tesoro de Guarrazar.
De los cementerios bajorromanos tenemos muestra en
los hallazgos de Vega del Mar (vitrina l), Suellacabras
y Taniñe. Los más importantes de los cementerios pro*
piamente visigodos son los de Herrera de Pisuerga, Car*
pio de Tajo, Deza y Cistiltierra, excavados respzctivac
mente por Martínez Santa Olalla, Mergdina y Tarace*
na, los tres primeros, y en parts por Camps y N a v a s
cués el último, si bien los objetos que aquí se exponen
de éste fueron adquiridos con anterioridad a la explora-
ción sistemática, sin quz se conozcan las sepulturas de
donde provienen los hallazgos, mientras que en la expo*
sición de los objetos procedentes de los otros se ha pro*
curado siempre la distinción de los ajuares correspondien*
tes a cada enterramiento.

Vitrina l.-Cementerio de V e g a del M a r (Málaga).


Los enterramientos de tipo bajorromano están caracteri*
zados por su cerámica, de formas y calidad muy popu*
lares, contándose entre los ejemplares más. curiosos un
jarrito d ~coradotoscamente con grandes pinceladas ne.
gras y una cantimplora. Las sepulturas del cementerio
de los siglos VI al VII, carecían en su mayor parte de ajuar,
acusando así la penetración de la doctrina de la Iglesia,
opuesta a la vieja tradición pagana, que tanto trabajo
costó desarraigar. Sólo tres broches de cinturón del tipo
({bizantino)) atestiguan la época tardía de estas s~pultuv
SALA XIX

ras. Otros hallazgos son anillos de bronce con chatón,


uno de ellos grabados con letras (VIVA?) zarciblos y
un puñdl de hierro. Lucernus de barro paleocristhw,
procedentes, algunas, de Cartago, y quz presentan en
su decoración símbolos alusivos a la nueva doctrina, y
en una de ellas la Virgen María entre dos ángeles. Ampo-
llas de San Menas con la típica representación del Santo
orante, con dos cam-llos a sus pies, alusivos a un pasaje
de su leyenda. Su tumba se contó entre los centros de
peregrinación más frecuentados de Alejandria, en Egpto.

Vitrina Z.-Cementerios de la provincia de Seria:


Suellacabras, Taniñe y Deza. Como ya se dijo, los dos
primeros presentan caracteres bajorromanos, que se acusa
en la presencia de vidrios, arv~asy cerámica, E n Suellaca-
bras se encontraron los típicos objetos de bronce termina-
dos en una anilla por uno de sus extremos, y 'en una
figurita (palomas, cabeza femenina) en el otro, cuyo uso
se desconoce y a los que se da el nombre arbitrario de
osculatorios. Las dos necrópolis parecen corresponder
al siglo V, E n Deza, el ajuar es el típico de los cemtnte-
rios vlsigodos del siglo VI: pareja de fibulas en foma
de úguilcl (sepultura 6), de bronce, con un granate
en el centro del cuerpo y un bulla de bronce con labor repu-
jada. Figuran también collares de ámbar y vidrio, pen-
dientes y anillos. Broche de cinturón de placa calada, con
arcos de herradura, de tradición romana (sepultura 3). A
esta misma tradición responde el de la sepultura 23, con
placa lisa alargada y nerv;o en su parte media.

Vitrina S.-Cementerio de Herrera de Pisuerga ( P d -


lencia). Siglo VI, En los broches de cinturóni se puede
seguir la evolución del tipo, tomado de los ostrogodos,
decorado con un motivo central (sepulturas 4,44), y el más
SALA XIX

evolucionado, en que los vidrios de colores encerrados en


celdilla9 cubren toda la superficie de la placa y que r-p re.
senta la forma prop;amente visigoda (sepulturas 2, 3, 7,
15, 25 y 30). En las fibulas falta el tipo más antiguo, de
lamina de bronce batida a martillo, que aparece en Casd
tiltizrra, encontrándose en cambio el siguiente, en que
la pieza es fundida, pero se decora, en la terminación del
.arco, por unas palmetas sujetas por clavitos (sepulturas 7
y 31). Es típica de la evolución española de esta fiíula
la presencia de botones radiales en la placa que cubre el
enganche de la aguja, generalmente siete. Dos fíbulas
(sepulturas 25 y 29) los sustituyen por cabezas de aves.
Al lado de estz tipo de origen godo, aparece una pequeña,
en forma de ciervo, de tradición romana (sepultura 29).
Es notable, por el númer6 de sus cuentas, el collar de la
. sepultura 25.

Vitrinas 4 y 5.-Cemmterio de Carpb de Tajo (To.


ledo).
Coetáneo del de Herrera de Pisuerga, ha dado ri.
cos broches de cinturón, tanto del tipo de transic:ón (sz.
pulturas 119, 203 C) como dzl tipo godo (A, B, 116,
216, 258), fíbulas de puente, de bronce fundido con vid
drios incrustados en sus apéndices (B), tres fibulitas redon-
das, una de bronce (203) y dos cubiertas de fina chapa
de oro (204 y 210), decoradas con típica labor visigoda
alrededor de una piedra central.
Interesante es el ajuar de la tumba 128, con un aro
.o cinturón de hierro, típicos pendientes de oro (vitri*
na exenta) y restos de hilillos de oro que también aparecen
en la 136, juntamente con una bulla de fina labor repud
jada y pequeños objetos de tocados pendientes de una
-cadena,
'
En la sepulíura 45 aparece el pequeño pedernal, jun.
SALA XIX

to a un pu&l, que los visigodos colocaban a veces junto


a sus muertos, sin que nosotros podamos alcanzar su sig*
nificación.

Vitrinas 6 y 7 . 4 e m e n t e r i o de Custiltiervd, Siglo VI.


El material hallado en esta necrópolis confirma los tipos
y su evolución, de los objztos de uso.persona1 del pue-
blo visigodo. De él proceden, sin que se conozca la sepul-
tura de su hallazgo, los ejemplares más antiguos de fk
buhs de tipo godo, las dz lámina metálica batida a mar-
tillo. Simples hebillus, broches de cinturón de bronce fun-
dido, con repre*ntación animal (vitrina 7), otros de cel-
dilla~,algunos de hierro con lámina de oro y plata (vitri-
na 7), collares, anillos, pulseras, botones, fíbzch de puen+
te, zoomorfds (ciervo, pájaros y águilas); dos de pkta, de
fina labor, repujada con piedra incrustada en el centro
(vitrina 7). Cerámica muy tosca, armas y hewajes com-
pletan el exponente de este cementerio.

Vitrina 8.-Phto de vidrio, probablemente cristiano,


Siglo IV. Elche (Alicante). Jarros litúrgicos, de bronce,
del siglo VII. En uno de ellos, en la parte central: AL&
BAR1 VITA (según lectura del señor Navascués). Chris-
mon de bronce, con alpha y omega, hallado en Iscar, Bae-
na (Córdoba). Cruz de bronce (Burguillos, Badajoz) in*
completa, de brazos iguales, dzcorada con círculos con*
céntricos ; en su parte central dice : OFF/ S / TEFAN/
V I S ECLISIE SECINI/ ANISI (lectura de J. Vives),
Patena, de bronce, con leyendas en el centro y borde:
la central dice : X P H(ic) EST ; la del borde ha sido
leída IN NOMIN. DONMINI.-FA (muli) AMERI VITA
XPS CUSTODIAT, AMEN. ADIU'BA DNE. P & z . s
de arnés, caladas, en forma de rueda, dos con crismón,
Panteras afrontadas, de marcada influencia oriental,
SALA XIX

Col. Vives. P i e a Ae bronce, rematada con cabezas de


paloma, de uso desconocido. Asa de jarro, terminada
en cara humana; en la parte superior, un cuadrúpedo,
Asa' de lucerna, con la efigie del Buen Pastor. Col, Bi*
blioteca Nacional, Povtdrriendds, con caballo en marcha
y la inscripción VIVA XPS. Col. Biblioteca Nacional.
Pie% de arnés rematada en piña, crismón inscrito en rue+
da con cabezas dz cisnes a los lados, Col. Miró, Cruz*
relicario bizantina y oscuhtorios.

Vitrina exenta.-Orfebre& visigoda.


Ocupan lugar destacadísimo las ricas preszas del tesoro
de Guarrazar (Toledo),' descubierto casualmente en 1859
y 1861. A las pocas piezas que estuvieron de antiguo en
el Museo y de las cuales sólo tznían verdadera importan*
cia unos brazos de cruz, semejante en la técnica a la corona
de Recesvinto, vinieron a unirse, en 1943, las procedentes
del camb:o dz obras de arte convenido entre los Gobiernos
de Francia y España en noviembre de 1940 y llevado a
término en 1941. Coronu votiva de Recesvinto con el le-
trero pendiente : RECCESVINTHVS REX OFFERET;
cruz pectoral, que estuvo pendiente de la corona anterior ;
tres coronus, cuya diadema está formada por elementos
fusiformes combinados con chatones que llevan vidrios,
nácar y piedras ; dos corortas, más pequeñas, de chapa re-
pujada, y dos cruces colgantes. Todo ello de oro y pedree
ría, revelando un trabajo realizado en talleres locales se-
gún t é c n h s bizantinas. Entre las piezas restantes deben
mencionarse, algún elemento suelto, del tesoro de Torre,
donjimeno, zarcillos de la sepultura 128 de Carpio de
Tajo, dos grandes zdrcillos, de tipo longobardo, otros
pendientes de varias procedencias, y anillos, alguno con
inscripción, y uno magnífico, con pedrería, bizantino,
SALA XX

S A L A X X

Artes industriales hispanoqárabes

Se reúnen en esta Sala, al lado de algunos pocos, ejem,


plares d ~ Oriente
l musulmán, una representación selec*
ta, en la que se cuentan piezas destacadíslmas, de las artes
industriales hkpano-árabes en sus varias manifestacio.
nes: cerámica, vidrios, bronces, maderas, etc. El bote de
Zamora, la arqueta dz Palencia, el ciervo de Córdoba, los
jarrones de Málaga y Jerez, el gran azulejo granadino y
el manto del infante don Felipe, son exponentes de la
altura a que llegaron estas artes en manos de los artífices
musulmanes. A su lado encontramos, con el brazo de cruz
y el altar portátil de San Millán de la Cogolla, la huella
de las artes musulmanas en las obras de los cristianos so-
metidos (mozárabes), que convivían y participaban en la
cultura musulmana.
En la par2d, entrando a la izquierda, tableros de la
techumbre de la mezquita de Córdoba. Siglo X,

Yitrina l.-Cerúmica procedente de las ruinas del pa-


lacw de Medina A ~ z a h en , las inmediaciones de Cór-
doba. En las formas del siglo X (califales) dominan los
g d h s redondeados con sol-ros convexos; el barro, rojo
o blanco, es de buena calidad, y la cochura, perfecta. Fi-
guran aquí varias formas de vasos característicos de esta
época: la j a m panzuda, de un asa y boca trebolada, el
ánfora de dos asas y cuello cilíndrico, la orza esférica de
mello corto, que punde tener dos pequeñas asas: la at-
m z a de boca trebolada, estrecho cuello ensanchado hacia
los bordes y alta asa; varias botellas, candiles, vasos de
lúmpcrra y varios platos y cuencos. Se dan en efios diver.
sas técnicas; pueden ser sin vidriar, pintadas o no, y vi-
SALA XX

driadas, en un solo color o en varios, con la técnica de


acuerda seca)), dibujando los perfiles con manganeso so-
%re un fondo blanco de ~ n g o b ey rellenándolos con ver-
de de cobre. La decoración puede ser de letreros, floral
o de aves.

Vitrina 2.-Cmámica de época y tradición califal. Se


encuentran las mismas formas típicas que siguen en uso
durante el siglo XI, y algunas mucho más tizmpo. Los
vasos aquí expuestos proceden, en gran parte, de las ex+
vacaciones de la Alcazaba de Málaga. Hay también un
' ~ u e n ~ chondo
o gallonudo, vidriado en verde, que procede
de Bobastro (Málaga). Varios trozos de vasijas de Medi-
naceli, Bobastro y Carpio de Tajo; entre ellos ofrece
- especial interés uno de p h , decorado con la técnica de
reflejo metálico,t de Medlnaceli.
En el testero de pared, antes de la primera ventana,
copia de unas pinturas del siglo XIV, del Partdl, en la
Alhambra de Granada. C a r p c n t ~granadina
~ de los sie
glos XIV al XV: canecillos con letrero cúfico; aliceres,
uno con inscripción nesjí y otro con arcos mixtilíneos en
rojo y negro. Vasijas de tipo popular dz varias épocas.
Delantz de la primera ventana, gran lámpara de la
mezquita de Id Alhambra, en bronce, delicadamente tra-
bajado y calada con atauriques y letreros que dan el nom.
bre de Mohamed 111 y la fecha de 1305. Se dice traída
do Orán por el cardenal Cisneros. Estuvo en la Univer-
sidad de Alcalá de Henares.
Entre la primera y segunda ventana, maderas traba-
jadas, en su mayoría toledanas: canes de quilkz, tdbicas
de alero, aliceres y vigas con letreros cúficos sobre atau-
riquzs. Siglos XI al XIII. Dos largas v'g 1 as con escenas

d e cacerías. Siglos XIV a XV.


Delante de la segunda ventana, campana de bronce
SALA XX

cristiana transformada en kmpara de mezquita, en el .si-


glo XIV, Procede de Granada.
E n el testero siguiznte : carpinterúl morisca toledand.
Gran bandeja de cobre decorada y con letreros nesjíes, de
la época de los mamelucos egipcios. Siglo XIV.

Vitrina 3.-Cerámica hispano.árube de los siglos X11


al XV. Estela sepulcral dz reflejo metálico. Siglo XIII.
Gibralfaro, Gran gollete de ánfora granadina. Siglo XIV.
Azulejo, también granadino, del siglo XV, moldeado con
figuras de cigüeña y el emblema nazarí de la Banda, en
azul, blanco y oro. Dos jawds del siglo XIV, de Alrnería,
Alicm y medio azulejo de reflejo metálico, granadinos,
del siglo XIV.

Vitrina 4.-Cerámica, en su mayor parte árabe, pro-


cedente del emplazamiento del antiguo Alcázar de Ma-
drid. Son vasijas de uso corriente, y su crono!ogía difícil
de precisar. Hay también dos pizzas encontradas al ha*
cer la Gran Vía madrileña y algunos fragmentos proce-
dentes de Paracuellos del Jarama.
En el testero de pared, antes de la puerta de paso a
la Sala XXI. A la dzrecha de la puerta: carpintería mo*
risca y restos de un artesonado.

Vitrina 5.-Cerámica hispameárabe y morisca de va-


rias épocas.

Vitrina 6.-Cerámicd de paredes gruesas y decora.


ción estampa& y en relieve, en Id tradición del siglo XIV,
Procede de Andalucía y de la región toledana.
En la pared, antes de la tercera ventana, al;catudos
(mosiicos formados con piezas cerámicas recortadas), en*
tre los que destacan dos, de Córdoba, del siglo XIV,
,.
SALA XX

i o n traza de lazo de doce y otros dos, granadinos, de la


Rauda y de la Sala de la Barca, de la Alhambra.
En la pared, entre las ventanas tercera y cuarta, el
manto con que fué amortajado el infante don Felipe,
hijo de Fernando 111 el Santo, en su sepultura de la i g l ~
sia de Villalcázar de Sirga, tejido árabe de seda en azul,
rojo y oro. Inmediato (vitrina 13) el bonete del mismo
idante, obra cristiana del siglo XIII, blasonado con cas-
tillos y águilas, alternados dentro de lóbulos cuatrifolia-
dos y bordados con sedas de colores y oro.
En la vitrina 15, antes dz la ventana cuarta, arquic
mesu de tdracea aragonesa. Fines del siglo XV. En la
pared, después de la ventana, alicatddos mariscos, del si-
glo XV, procedentes, en su mayor parte, de Granada y
Jaén. Copia de una pintura del Parta1 de la Alhambra.
Carpintería morisca.

Vitrina 7.-Dos recuadros con fragmentos de tinujas


y ánforas, procedentes, los de la derecha, de Granada y
Guadix. Cerámica de uso corriente de época indetermina-
da. Platos, tazas y jarros de Zorita de los Canes, f r a g
mentos de Mirabueno y Aranzueque. Un gran gollete
con decoración vidriada en verde.

Vitrina 8.-CdrÚmica morisca sevilhnu de los si-


glos XV al XVI. Vasijas de tipos populares. Dos jawi,
tas mrroqa&es, una de ellas con decoración pintada y la
otra inclsa y de calados.

Vitrina g.-Ciervo de bronce, parte de una fuente con


decoración floral dorada y grabada. Córdoba. Finales del
.siglo X.

Vitrina iO.-Cajita Cilindricu de mdrfi!, y plata nie4


.ladía, conocida como ((bote de Zarnora)). Está decorada
rp

SALA XX

con atauriq~lesy pájaros afrontados y es una de las obras


más destacadas de los talleres qeu trabajaron para los.
califas cordobeses, r n la propia Córdoba o en Medina
Azzahra. La inscripción cúfica de la tapa alude a que
es regalo de Alhaquen 11 a su favorita Aurora, en el
año 964. Varios bronces del siglo X: pie de. candelero.
en forma de templete, de Almería. Dos manzanas, una
de ellas repujada, con decoración de medallones y aves
y c~ndrúpcdos,y la otra, parte de un pie de vasija, con
. inscripción cúfica; ambas seguramente obra cordobesa.
Candiles. Dos vasos tullados, de vidrio verdoso, hechos a
molde, con decoración en re1;eve. Cristal de roca f a t k í
con aves talladas en relieve. Siglo X al XI.
Sillas de coro del monasterio de Gradefes. Obra mu-
déjar en madera tallada y pintada de los siglos XII al XIII,

Vitrina 11.-Dos arquetus de plata nielada con letre-


ros cúficos. S:glo XI. San Isidoro de León. Arqueta da
nadrfil, rectangular, de tapa plana, con decoración pin-
tada en rojo y verde. Parece obra fatimí del siglo XI..
Arqueta de madera chapada de marfil. Sólo están deco-
radas las orlas de los frentes y cubierta, con lebreles, pa-
lomas y gacelas dentro de medallones lobulados. Obra
oriental del siglo X I ; en el siglo XVI sn, pintaron en las.
caras lisas escenas con figuras de'niños. Catedral de Za-
mora. Arqueta rectanguhr de tapa tumbada, de mudera
de alerce y dloe e incrustuciones de marfil pintado, con
decoración floral y lebreles afrontados.' Su autor, según. .
la inscripción de la tapa, es Mohamed ben Sarach. Pa-
rece S-r obra andaluza del siglo XII.

Vitrina l2:-Colhres y piezas sueltas, algunas esmal-


tadas de filigrana de oro, procedentes de Mondújar (Grae
nada), y ajorcas de oro y surtales de aljófar con colgantes.
de oro, de Bentarique (Almería); todo ello de arte gra-
SALA XX

nadino de los siglos XIV al XV. Anillos, a m l e t o s de


bronce, jaeces de caballo (pinjantes), etc. Bote de azófar
dorado, del siglo XIII, Procede de Nava del Rzy (Valla,
\
dolld).
Gran jarrón de los llamados «de la Alhambra)), vi-
driado con blanco de +año y decorado con atauriques
en azul cobalto. Fabricación granadina de mediados del
siglo XIV. Procede de la iglesia parroquia1 de Hornos
(Jaén).
Otro jarrón del mismo tipo, pero con decoración en
oro, es de fabricación malagueña de la segunda mitad
del siglo XIII. Cartuja de Jerez de la Frontera (Cádiz),
I ' ,
Vitrina 14.-Espada granadina del siglo XIV, que
se dice regalada por Fernando el Católico a la iglesia de
San Marcelo, de León. Pufial ((de orejas)). Dedales, aG
mireces, acetres, candil. Arquilla de ídtón, del siglo XV.
Acicates, flechas y ptems de cosehe, d e acero, con ce-
nefa dorada.

Vitrina 16.-Arqustu de mdrfil, del taller de Cuenca,


montada sobre madera recubierta de cuero dorado. La
guarnición de chapas de cobre esmaltado se drbz a una
reforma posterior. La arqueta está fechada en el año 1050.
Procede de la catedral de Palencia.

Vitrina 17. - Grdn azulejo, comparable al célebre


(tFortuny» y, como él, de fabricación granadina; su de-
coración, en azul cobalto y reflzjo metálico, la forman
atauriques, escudos nazaríes y aves zancudas. Siglo XV.
Procede de la provincia de Jaén.
Vitrina 18. -Brazo de cruz de marfil de arte moiáe
rabe, con decoración de animales y atauriques sobre f o m
do dorado. Otros dos brazos de esta misma cruz se con-
SALA XXI I

1
servan en el Museo del Louvre, Procede de San Miílán
de la Cogolla. Del mismo monasterio riojano fué el arcl
portátil de madera de nogal decorada con plaquitas de
marfil y filigrana de plata dorada. Siglo X. Forrada al
interior con un tejido musulmán con motivo de anlrna-
les afrontados, del siglo XII, Arquetu de madera con
guarnición de plata repujada, nielada y dorada, forman-
do arquillos de herradura, cuyo fondo forman ágatas.
Puede ser obra mozárabe o musulmana, del siglo X. Pro-
cede de San Isidoro de León. Candil de bronce con doble
piquera y la inscripción «hoc opus Salomonis erat)). Obra
mozárabe, probablemente cordobesa, del siglo X.

Vitrina 19. -Cerámica oriental de reflejo metálico.


De la fábrica de Raghzs (Persia) son dos losetas, octogo,
nal una de ellas, y en forma de estrella de ocho puntas
la otra. La primera lleva un letrero en oro y azul encua-
drando a una Pareja en conversdción, en tanto que la
otra presenta dos liebres a los lados de un tallo central, en
oro con zonas verde pálido. Ambas del siglo XIII. Algo
posterior puede ser otra losetu estrelladd? con decoración
en oro y azul; como motivo central tiene una figura
humana, cuya cabeza ha sido destrozada intenc:onadae
mente. .Pudi-ran ser de origen español las cuatro losetas
estrelladas en los ángulos de la vitrina y dos exagonales
con motivos triangulares en negro sobre fondo de oro.

S A L A _ X X I

Artes industriales moriscas

. I,a loza hispanoemorisca «dorada» o «de reflejo me*


tálico~,constituye el más alto exponente y el que 310
SALA XXI

canzó mayor fama y difusión entre los varios oficios ar.


tísticos practicados por los musulmanes españoles que si-
guieron viviendo en los territorios conquistados por los
cristianos. DI ella se expone aquí una magnífica colec-
ción, en la que se cuentan varios ejrmplares sobresaLen-
tes. La obtención de los tonos metálicos dorados que
caracterizan la decoración de esta loza tenía un proceso
complicado, siendo necesarias hasta tres cochuras sucesi-
vas, Generalmente se combinaba el dorado, obtenido por
una mezcla de sulfuros de cobre y plata disueltos en vi-
nagre, con azul cobalto, que había de aplicarse en la pri-
mera cochura. La loza morisca es continuación dz la fa-
bricación real granadina, cuyos alfares fueron trasladán-
dose, en el transcurso del siglo XV, a varios lugares de
Levante, siendo Manises el que adquirió mayor fama,
aunque también los hubo en Paterna y otros puntos del
reino de Valencia y más tarde de Cataluña y Aragón.

Vitrina 1.-Primer tercio del siglo XV. Serie mo-


risca. Destaca en el centro de la vitrina un magnífico
braserillo decorado en oro y azul cobalto sobre fondo
blanco cremoso con atauriques granadinos, Serie .gótica:
Algo posterior, se compone dz ~ h t o sde £orma más sen-
cilla, predominando el oro, decorada con grandes motid
vos centrales (escudos) y alrededor hojas conopiales do-
radas o azules. Uno de estos platos tiene en el centro
el águila de San Juan, y en el reverso un águila de per.
fil, y otro un castillo de tres torres, y en el reverso una
flor de lis.
Importante también, mediado el siglo XV, es la se-
rie del " A v e Marhjfj con platos más pequeños decora-
dos con figuras en azul de animales o iniciales, y en el
borde, con letras góticas, la inscripción «Ave María gra-
SALA XXI

tia plena)), sobre fondo blanco, con motivos vegetales


estilizados. J
Se exponen también aquí algunos ejemplares de azu-
lejos e n relieve, pequeños, moldeados, con escudos y vi-
drlados con esmalte de plomo, melado, y de hierro, verde
o plano. Son sevillanos o cordobeses: uno encontrado en
la iglesia de Santa Marina (Sevilla), lleva las armas del
infant- don Felipe, hijo de San Fernando (un águila ex-
playada), y otro, de Córdoba, el escudo de los Ayala (dos
lobos pasantes); del mismo lugar es el tercero, interesan-
te por haber quedado sin esmaltar. Las tres piezas, de
gran rareza, puiden fecharse en la mitad del siglo XIII.

Vitrina 2.-Segunda mitad del siglo XV y prink


pios del X V I . Platos de dos tipos: Los de la parte cen-
tral e inferior, de cordoncillo, de fines del siglo XV, de
mayor tamaño y diversas formas, decorados con verdu-
gones estampados en £rosco formando hojas redondeadas
con botones realzados en algunos, alrededor de un círcu-
lo central. Están decorados solamente en oro, algo más
rojizo, con irisaciones nacaradas, con escudos en el cen.
tro y rellenos d3r hojas de carrasca estilizadas, alternando
con zonas de plumeado en ziezag, con puntos interca-
lados que recuerdan notas mus:cales. El otro tipo, evolu-
ción del anterior, de comienzos del siglo XVI, tiene el
borde con gall-es czcrvos ert relieve y umbo convexo,
decorado con escudos, y el resto del plato relleno de di,
bujo dorado menudo. Cuatro de ellos con el letrero «Svr-
ge domine)).

Vitrina 3.-Primera mitdd del siglo X V I . Phtos del


mismo tipo antnrior de gallones curvos e n relieve, varios
con las leyendas ((Svrge Dom;ne» e «In principio erat
Verbum)), dos braserillos y seis platos de gran tamaño,
uno con el I H S en caracteres góticos y el borde con dos
SALA XXJ

series de gallones, dos con perfilrs y motivos azules , y


otro con granos de trigo en relieve.

Vitrina 4. - Siglo XVI. Varios platos con gallones


curvos e idénticos motivos, pero con reflejo más rojizo
que los de la vitrina anterior, leyenda casi ilegiblr, bor-
des y. perfiles
. muy a menudo en azul. Destaca por su
ori~ina'idadun plato con dos zonas concéntricas de círcu-
los azules con clavellinas doradas y en el centro un es-
cudo con un pájaro.
Los bordillos de escalón d? ((cuerda seca)) son tole-
davos. En el centro, un azulejo de arista o cuenca, de
lazo de cuatro con escudo de la banda, procedente de la
Alhambra de Granada.

Vitrina 5.-Loza de Paterna del siglo XlV. Loza de-


corada en vzrde malaquita de cobre y morado oscuro, de
manoancso; pktos pequefios, cuencos, saleros o tazones
hondos y sin asas, con borde lobulado y jarros grandes
con un asa y piquera muy saliente. Barro rosado y es.
malte blanco dé estaño bastante transparente. Decoratio.
nes var'adas, g?ométricas, con eje de simetría y, a veces,
f i ~ u r a sde animales, aves o peces, muy estilizadas. En el
tipo más a n t i ~ u oaparece el amuleto musulmán llamado
((harnsa))y vulgarmente ((mano de Fátiman. Es una ma-
nufactura de tino popular, donde resurge la tradición de
la cerámica califa1 en temas y tonos de color.

Vitrina 6.-Aragón (Teruel, Muel, Zaragoza). De-


coración en verde y morado, y en blanco y azul, sobre
barro rojo. Las losetas en forma de cruz o de estrella, en
verde o blanco, son las más antiguas de la producción
arasonesa y adornaban las torres morkcas. Pueden fechar*
se hac'a fines del siglo XIII y siglo XIV; después, ya en
el XV, las hacían cuadradas, en verde y blanco y otras
SALA XXI

con letras y divisas en morado. Del siglo XV destacan


en esta vitrina un hnrmoso tarro de botica de Teruel,
decorado en verde y negro sobre blanco con veros y la
, inscripción ((Ave María gratia plena» en capitales y dos
grandes orzas con cuatro asas, una en verde y morado y
otra en blanco y azul, procedente de Villel y cuya decora-
ción recuerda la de Manises. La jarrita, de un asa y gran
piquera, así como los azulejos con una bicha renacentista,
son de Muel o Zaragoza y ya del siglo XVI, y del XVII
los jarros para vino y los morteros.

Vitrina 7.-Loza dorada del siglo XVI. Nuevo tipo


llamado de coronus, que comienza a fines del siglo XV,
llamado así por las que llevan, más o menos estilizadas
y en relieve en el borde, y que acaban por convert'~ r s een
hojas almendradas en grupos de tres. Hay dos ejempla-
res con coronas y la inicial ((Y)) y otro con hojas y un
pez, varios de gallones curvos, con decoración menuda, y
otros con perfiles y hojas azules con ramitos dorados de
tres floreros. l
Vitrina 8.-Loza dorddu de mediddos del siglo X V I .
Decoración más basta y reflejo más cobrizo. Platos con
grandes hojas múltiples en relieve, doradas, con bordes
azules, en forma de espigas o palmetas, El fondo, con 1

motivos florales, más grueso. Platos de ((lauñd», denomi-


nados de esta manera por la decoración dzl borde, de ori-
gen catalán o aragoneses. Grandes figuras doradas, a ¡
veces con detalles azul pálido sobre decoración vegetal,
con tallos finos y hojas y flores. Destacan, uno con un
abanico; otro, con águila bicéfdld, y el tercero con un
pez, seguramente aragoneses.
Vitrina 9.-Siglo XVI. Platos de la misma serie an-
terior, de grandes hojas en relieve en el borde, doradas o
SALA XXI

azules, umbo pronunciado, a veces con gallones curvQ.s


en relieve y d-coración vegetal de ramitos de tres flores,
hojas cuadriculadas, rayadas o doradas con motivos e n
reserva y cordoncillos.

Vitrina 10.-Siglo XVI, Platos con grandes hojas, ese


pigas y pulmetas en relieve en oro y azul. En el centro,
una de cuatro asas, decorada con motivos geométri-
cos y florales.

Vitrina 11.-Siglo XVI. Phtos do, varios tipos, en


peor estado de conservación, y algunos pequeños de tipo
popular, probablemente irnitacionzs, con dibujo más base
to, bordes desnivelados y reflejo amarillento con poco
brillo.

Vitrina 12.-Siglo XVII. Reflejo totalmente cobrizo


y fondo amarillento. Cambio de las formas; los platos son
más pequeños y los dibujos de gusto popular. Destacan,
arriba, tres pldtos seguramente cdtalunes, uno con racimos
dorados en relieve, otro decorado con un escudo con ci-
mera y, dentro, una galera, con el sol y la luna sobre
mar, con follaje sobre fondo de punteado de doble trazo
(imitación de Mantelupo), característico de Cataluña, y
el tercero con escudo y hojas de borde aserrado.

Vitrina 13.-Siglos XVII y XVIII, Formas diversas


y características de esta época, platos pequeños, bacias,
grandes cuencos o lebrillos, floreros altos o tdrros de miel,.
sdleros con tres-perritos, etc., decorados con ram:tos, mat.
tas de claveles y pájaros fantásticos de plumzado fino,
Destaca uno totalmente azul con motivos dorados.

Vitrina 14.-Siglos XVII y XVIII. Idénticas formas,


SALA XXI

decoración de motivos más grands, con trazo grueso, ho-


jas con borde aserrado y dibujo ccntral en esprral, imbri-
caciones, hojas grandes redondeadas y frutos en forma de
piña; en el centro, pájaros (pardalot valenciano) o leones
£antásticos. Fondo amarillento o rosado con puntos do-
rados y reflejo rojizo vivo.
En las paredes van colgados entre las vitrinas y en
las ventanas azulejos de dos tipos: cuerda seca y arista.
Los primeros, de ((cuerda seca)), son de la primera mitad
del siglo XV y se fabricaban en Granada y Sevilla. Se
pueden considerar como continuación de los ((alicatados))
y de fabricación más sencilla; Son sevillanos y del si-
glo XV los que tienen trazas de 8, y en los octógonos
centrales animales, conejos, pájaros, escudos, animales
fantásticos y, a vzces, letras. Granadinos y de N'ebla
(Sevilla) son los siguientes de la primera mitad del si-
glo XV, con composiciones geométricas de lazos en di-
versos colores.
Los azulejos de «artstu» o ((cuenca.))también comien-
zan a fabricarse en Granada y Sevilla a fines del siglo XV.
Esta técnica sz extiende rápidamente, sobre todo en An-
dalucía, y continúa durante todo el siglo XVI. También
se fabricaron en Toledo, pero aquí son más £recuentes
las obmbrillas para suelos, alternando con losas rojas; el I
tipo más conocido es el de ((cetrería)),con animales y hal-
cones encima. I
Los azulejos más numerosos en la primera mitad del
sigIo XVI en Granada, Sevilla y Toledo son los deco-
rados con lazos en verde, melado, negro, azul y blanco,
y más adelante con temas decorativos de tipo renacien-
te. Al lado de la puerta de la sala XXII, hay un paño
de azulejos imitando un frontal de brocado, de Sevilla,
y en la primera ventana.de la derecha unos de Toledo,
decorados con el escudo del emperador y á g u h bicéfala.
SALA XXI

Encima de la arquimesa de taracea, unos escudos decorad


dos en colores y con reflejo metálico (el rojo al óleo), muy
característicos de Szvilla,
A la derecha de la puerta de paso a la Sala XXII,
a los dos lados del armario morisco y en la pared siguien-
te, están colgados una colección de socdrrats valencianos
fabricados en Paterna durante todo el siglo X I V y pri-
meros años d2l siglo XV, Son grandes baldosas decora-
das por un solo lado, con motivos góticos y fueron he-
chas para los techos y aleros como los azulejos «por tabla»
sevillanos. Los más antiguos están pintados a mano, con
figuras humanas o animales, motivos florales o geomé-
trico~;más tarde, los temas son monótonos y de tonos
más oscuros, con carabelas, leones alados, etc., y el es-
cudo de Paterna estampado en fresco en medio del so-
carrar.
Empezando a la izquierda de la Sala, antes de la pri-
mera ventana, pueden verse las siguientes obras de car-
pínteríd morisca: Puerta de Sagrario, con letrero alusivo
a la Eucaristía. Procedz de Jaén. Siglo XV. Donación de
Mr. Thomas Harris.
Pasada la segunda ventana, otra con letrero análogo,
de Jaén y de la misma época,
A la derecha de la puerta de paso a la Sala XXII,
en alto, remgte de u n can, representando una cabeza fe-
menina con toca rizada, pintada en varios colores, nrcce-
dente de la techumbre de la catedral de Teruel. Si*
glo XIV. Debajo, arca de tdracea aragon?sa, de comien- i7
zos del siglo XVI. En el m:smo paño de pared y en el
siguiente, antes de la tercera ventana, armario n?orisco 6
de tres cuerpos, decorado exteriormente con molduras for-
mando lazos de 8 y de 10, y en su interior con lazos pin-
tados. Procede del convento de Santa Ursula (Toledo).
. Siglo XV. Arca de cuero con herrajes. Siglo XV. Tres
SALA XXI I

tdblas pintadas, dos de ellis con figuras humanas, una


femenina y otra masculina, y la tercera con una flor de
ocho pétalos, también procedentes del artesonado moris-
co de la catedral de Teruel. Siglo XIV. Y dos tablitas con
escudo de castillos y leones. Arca aragonesd de principios
del siglo XVI. Silla de caderas, decorada con taracea y
asiento de cuero grabado. Obra granadina del siglo XVI.
Procede de la provincia de Burgos,
Pasada la cuarta ventana, arquimesa aragonesa do ta-
racea, de fines del siglo XV,
Alrededor de toda la Sala, en alto, frisos de madera
pintados a la morisca, decorados tres de ellos con arcos
kixtilíneos tallados y pintados, y siete con escenas de tipo
caballeresco o fantástico, bajo arcos también pintados, y
otras con escudos o temas florales. Proceden del castillo
de Curiel de los Ajos (Valladolid). Siglo XV.
Repartidas por la Sala hay quince tinajas de barro
ganad'inas, sevillanas y toledanas. Frente a la primera
ventana, una granadina del siglo XIV, de barro rojo sin
vidriar, decorada en cuatro zonas estrechas y otra más
ancha, con motivos impresos en £resto con punzones suel-
tos, dejando un recuadro ocupado por dos cuadrúpedos 1
afrontados a los lados de un árbol, ejr.cutados a punta de
cuchillo, A la izquierda de la puerta de entrada, y entre
las vitrinas 1 y 2, tres sevillanas de los siglos XIV al X V ,
de barro blancuzco, decoradas con estampados, y la mas
pequeña con una zona esmaltada en vidrio verde. To-
das las otras son toledanus, decoradas con estampillas,
más grandes y toscas que las sevillanas y con grandes
zonas excavadas a cuchillo. Del tipo más antiguo, del si-
&lo XIV, con alafías, un fragmento, a la derecha de la
d

puerta d-. entrada. Del siglo XV, la gran tinaja, en el


centro de la Sala; la que hay a su derecha, entre las vi.
trinas 7 y 8, y las dos más pequeñas, frente a las vitri*
SALA XXII

nas 9 y 10, con decoración de hojas de vid y racimos,


a cuchillo, en la zona alta y estampillados, menos en
una, en la baja, alternando zona de lacería o leones ram-
pantes góticos. La tinaja entre las vitrinas 3 y 4 es inte-
resante, porque los motivos de sus estampillados son los
mismos de los azulejos y 01ambr;llas toledanos, de la épo-
ca de los Reyes Católicos y por llevar un letriro: «en
toledo me feci di" perez». Posteriores, ya del siglo XVI,
las que están entre las vitrinas 5 y 6 y frente al armario
morisco, con decoración más czncilla y motivos cristianos
en zonas horizontales.

SALA XXII

Artes industriales medievales

Se han reunido en esta Sala los ejemplares de las artes


industriales de los períodos románico y gótico y algunas
otras piezas que, aunque pertenxen ya a la Edad Mo-
derna, encajan bien con los objetos medievales por la téc-
nica y metal con que están fabricados o por ser continua-
ción de una arraigada tradición medieval artística y reli-
giosa, quz es el caso de las cruces y otros objetos litúrgicos.

Vitrina 1.-Objetos de metal, entre los que destacan:


cdlis, putenu y vinujerus de plomo, de carácter funera-
rio; tres cruces de cobre dorudo y de bronce, una con
Cristo de tipo románico y p?rfil gótico, y otras dos góti-
cas de los siglos XIV y XV; dos ángeles de bronce del
siglo X V ; dos figuras de aves de influencia oriental;
dos urquetus de cuero y metal, y otra dc chupa ~aldda
del siglo XV. U n aguamanil en forma de c-o n t a ~ r con
~,
figura femenina como asa, obra sobresaliente de Dinant,
SALA XXII

del siglo XII ; incensarios de los- siglos XII al XV ; caw*


diles, un anillo y colección de pinjantes de cobre y bronce,
de los siglos X I V y XV.

Vitrina 2.-Esmaltes: copón, naveta, placas con fi-


guras y candelabro románicos de cobre esmaltado, de Li-
moges; dos arquetas y una pareja de platos a g ~ m a n , l e s
(gamellions) del mismo arte y siglos XII-XIII, que pro-
ceden de San Isidoro de León; cruces y crucifijos d.: los
siglos XIII al XV, en bronce dorado o cobre, todos .con
esmaltes.
Con esmaltes traslúcidos hay dos pkcas: una con el
Arbol de Jessé, de Limoges, del siglo XV, y otra del
Tránsito d e h Virgen, también de Limoges, del XIV.
U n cáliz del siglo XIV, con esmaltes de tipo lemosín,
y un bdcz~loque perteneció al antipapa Luna, con dzco-
ración de arquitectura gótica en el nudo, la Anuncidciórt
en figuras de bulto de plata sobredorada en la cayada y
franja de esmaltes, con las armas de los Luna; del si-
glo XIV. También se decoran con esmaltes una arqueta,
una espada y una serie de pinjantes .de los siglos XIV
y xv.
A los lados de las vitrlnas 1 y 2, y entre ellas, hay
:, 5 cuatro rejas románicas y un bmsero:"de hierro forjado, dzl
siglo XII. A Ia derecha de la vitrina 2+un hostiero (molde
de hierro para hacer hostias), del siglo XV.
. Delante de la 'primera ventana, arcón de madera, con
dicoración de es;ucos en relieve policromado, ita1:ano.
del siglo XV.

Vitrina 3.-Marfiles, azgbaches y otros objetos: La


pieza principal de marfil es un díptico francés de me-
diados del siglo XIV, del taller de los Grandes Dípticos
de la Pasión. Son de buen arte también otras dos placas
sueltas: una con la Adoración de los Reyes, y otra divi-
dida en dos partes, con la Resuruección, en una, y Cristo
ea Majestad, en la otra. Dos tripticos en hueco, del taller
de los Embriachi, así como dos arquetas con plaquetas
de hueso y otra francesa de fines del siglo XV, con esce-
nas de caza.
Entre los azabaches compostelanos se cuentan una
Piedad, acaso del siglo XIV, un Santiago y una pieza
calada, ya del siglo XVI,
De phta sobredorada, un cúliz del siglo XV y un
hstidrio de la misma época, Y de mddera de castaño dos
peines litúrgicos, con relieves de la vida de Jesús y de
la Virgen, del siglo XV,

Vitrina 4.-Arquetus, de distintas épocas y. técnicas,


entre las que sobresalen tres ituliams, cubiertas con es-
tucos labrados con figuras y motivos de estilo Renaci-
miento.
E n la parte superior de esta vitrina hay rrproduccio-
nes de las placas de mgrfil, que hoy se conszrvan en el
monasterio de Yuso; de las arcas de Sdn Millún de la
Cogolla, obra del maestro Engelran, y de Sdrt Felices, de
los siglos X I y XII.
En el paño de la pared, antes de la cuarta ventana,
Puerh de Sagrario; de madera, g ó t i a por sus motivos
decorativos, aunque la técnica sea mudéjar.
Delante de la ventana, tres campanas de bronce, dos
capitulares de los siglos XV y XVI, y la otra de barco,
del año 1788, dragada en la bahía de La Habana.
Entre las ventanas cuarta y quinta, arcón de madera,
gótico; relieves de alal?dstro ingleses; siete, con escenas
. de la V i d a de la Virgen, formaron un retablo en Santa
María la Vieja, de Cartagena; tres, pequeños, con la
Coronación de la Virgen, Adoración de los Magos y las
santas Catalina y Ursula, Siglos XIV al XV.
Entre las ventanas quinta y sexta, tapiz flamenco del
siglo XVI, con la Virgen y d Niño bajo un dosel.
Arcón gótico, de madera.
Pasada la última ventana, parte de altar o frontal de
piedra valenciana del siglo XIV, gótico, con fondo de
vidrio azul y dorado psterior. Sobre él, un relieve poli-
cromudo de albastro, representando el Nacimiento de la
Virgen, según la composición correspondiente del retablo
del Pilar, de Zaragoza, dc Damián Forment, pudiendo ser
obra de su taller, A ambos lados, dos por&cirios de hie-
rro, gótico.
En el paño de pared, antes de la puerta de paso a la
sala XXIII, pequeño relieve gótico e n alabastro blanco, ,
con un monje bajo arco conop:al. Siglo XV. Trozo (apro-
ximadamente la cuarta parte) de un tapiz flamenco del
siglo XV. Debajo, arcón gótico de madera,
A ambos lados de la puerta, Vírgenes de alabastro,
del siglo XV.
Pasada la puerta, en la ~ a r e d gran
, capa pluvial, obra
de bordado inglés, del siglo XIII, con escenas de la Crea-
ción y del Nuevo Testamento.
.
Procede de Daroca.

Vitrina 5. - Cruces y $otros objétos litúrgicos de h


Eddd Moderna. Cinco cruces, de ellas cuatro procesiona-
les, y una, seguramente, funeraria. De las primeras, dos
de plata y dos de bronce, rzpujadas y cinceladas, y la
£uneraria de hierro fundido, todas con decoración rena-
ciente.
Hay también portapaces de cobre y bronce, de los si-
glos X V I y XVII: incensarios de latón, tres navetas de
los siglos XVII y XVIII y un medallón con escudo papal,
enmarcado en moldura de madzra dorada, del siglo XVII.
SALA XXII

Vitrina 6.-Colección de platos de Dinunt, de los si-


glos XV y XVI, con ejemplares representativos de las
series más corrientes en esta fabricación : la religiosa con
asuntos d-1 Viejo y Nuevo Testamento (el racimo de
la Tierra de Promisión, San Jorge, La Anunciación); la
de inspiración clásica con personajes romanos e inscrip-
ción alusiva, y la meramente decorativa con roseta cen-
tral y orla o leyenda alrededor.

Vitrina 7.-Crucifijo de marfil de Fernando I y doñu


Sanchu, o£recido por estos reyes a la iglesia de San Isidoro,
de León, con ocasión de la nueva dedicación de dicha
iglesia y traslación, desde Sevilla, del cuerpo del santo vi-
sigodo, en diciembre de 1063. Es una obra extraordina-
ria y sorprendentzmente avanzada para su fecha. Repre- I

senta también la ruptura con la tradición anicónica mozit-


rabe, ya que aparece en ella la imagen de bulto del Re-
dentor cruci6cado. Es riquísima la decoración de la cruz,
especialmente en su partz. posterior, en la que se entrela-
zan figuras y follajes, y figuran el Agnus Dei y Cristo
bajando a los infiernos y subiendo al cielo. En zlla en-
contramos plenamente desarrollados los postulados de la
decoración románica,

Vitrina 8.-Arqueta de las Bienuventuran~as. Como


una consecuencia del taller que produjo dicha obra maes-
tra, hemos de ver las siete pZuqzcitus de marfil con repre-
sentuciones de las Bienaventuran~as que dan nombri. 3
una arquetu, recompuesta en el siglo XVIII, utilizando
también elementos de arquetas árabes, entre ellos los
de una p e y e ñ a cajita hispano-musulmana. Parte de una
placa de rvuidil de la arqueta de San Felices (v. las repro-
ducciones de las otras placas conservadas en la vitrina 4).
SALA XXII
I
1
l
Esta representaba el Milagro de las bodas de Caná, en
dos escenas. Siglos XI4XII.

Vitrina 9.-Tres cruces proces;onules de los siglos XIII


al XV, de bronce dorado. La más antigua, del siglo XIII,
XIV, conserva restos de esmalte, y en la partz posterior
cabujones con piedras o vidrios.

Vitrina 10.-Dos cruces del siglo XVI. Una es de plak


ta repujada y cincelada, y la otra, de plata, bronce y es-
maltes, es de fabricación italiana, según consta en ins-
cripción que tiene en la parte posterior; habiendo sido
hecha en Milán en 1582.

Vitrina 11.-Cruz procesional, de plata, en parte so-


bredorada, con .fina labor repuiada, cincelada y calada. La
estructura es gótica, pero 1; decoración que ¡a cubre, así
I
como la fina crestcría aue la bordea, es de estilo plate-
resco. Principios del siglo XVI.

Vitrina 12.-Tres cruces de plata sobredorada, repu.


juda y cincelada, de arte gótico; la más pcqueña de ese
tilo Renac:miento, de principios del siglo XVI, y las
otras 80s del XV, góticas, con restos de los esmaltes tras.
lúcidos que realzaban las figuras de los medallones que
forman partz de su decoración. Siglo XV.
En el centro de la Sala, laude sepulcral de bronce, gra- 5 1
bada, que sirvió, según la inscripción de la orla, para la
sepultura de Martín Ferrandes de las Cortinas, su mu-
jer-y sus hijos. Siglo XV. Castro Urdialcs (Santander).
De'ante de la ventana quinta, frente al arco de en-

II
~
P

trada, reproducc:ón en vaciado del Arca Santa, de Ovie- ? - *


do, de fines del siglo XI,
Encima de los arcones, varias pequeñas irnigenes
SALA XXIII

de alhastro, entre ellas (a la izquierda del paso a la


Sala XXIII), dos de profetas, del siglo XV, que proceden
del Monasterio de Fresdeval (Burgos).
En los huecos dn todas las ventanas (menos la terce-
ra), agllejos de tipo gótico, de Manises, Cataluña y otras
fabricac'ones levantinas. Están agrupados siguiendo, en
lo posible, una sencilla clasificación por asuntos o temas
representados.

SALA XXIII

Artes industriales modernas

Entrando a la izquierda : Marco d i talla dorada, en


forma- de flor de lis, con árbol gemalógico y trece retra-
tos en miniatura de Luis XV y sus descendientes. Fir-
.
mado por Glokner de Surcliamps, año de 1765.
D~bajo,silla de nogal española de estilo Chippendale.
Primera mitad del siglo XVIII.

Vitrina 1.-Miniatms, cn su mayoría del siglo XIX.


Entre las firmadas merecen señalarse: retrato de caba-
llero, de levita azul y chaleco blanco, por De Craane;
otra de señora, vestida de terciqelo negro, por Nicolár
Gdrch, dos de Esquivel y un retrato de abate de pelo
canoso, de Tomusich.
En el ángulo, sillón de estilo Imperio de fabricación
española. Siglo
- XIX.
Encima, un cuddro de cera en altorrelieve y retrato a
tamaño natural de don Florencio Pérez Comoto, Inspec-
tor del Real Hospital de Veracruz.
,Mosaico ovalado, del taller del Vaticano, representan-
do el Arcángel San Miguel. Siglo XVIII.
SALA XXIII

Bargueño decorado al exterior con lacería de taracea,


y en el interior con figuras y relieves de estilo Rena.
cimiento.
En las ventanas de esta parte izquierda, cuadros d e
mrrderds finas, de distintos colores, con dihrentes mode
los de navíos. Son del siglo XVIII y proceden de la an- 1
tigua Escuela Central de Agricultura de la Noncloa, de
Madrid. Pasada la ventana, bargueño de cajonería inte.
rior, con incrustaciones y columnillas de hueso, español,
siglos XVIeXVII. Sobre él, cuadro napoGtano d e cera,
representando una escena de género estilo Teniers. Si-
glo XVIII,

Vitrina 2.-Esrndltes pintados, policromados y en gri-


salla, de los siglos X V I al XVIII. Destacan el políptico
dr Santo Domingo d e Daroca (Zaragoza), esmalte espa.
ñol del siglo XVI, y otras cuatro ~lacasrepresentando:
La Verónicd, Jesús v a a ser cldvado e n la Cruz, el Des.
cendimiento y la Coromción de espinus. El políptlco de .

Daroca tiene dos puertas de madera pintadas con la Anun.


ciación y el NaciGiento de Jesús, de la misma £echa. Otros s.

esmaltes: Ecce Homo, del siglo XVII ; Piedud, francés,


del siglo XVIII; Santa Juanu Francisca Fresmot y Jesús
Nazareno, del mkmo siglo, Magnífico tdptico de Limo.
ges, fechado en 1550, con ocho escenas de la Vida d e h
Virgen. De asunto mitológico, pldca policroma del si-
glo XVIII, procedente de Toledo, quizá tapa de una ta-
baquera, y bíblico, diptico traslúcido, con escenas de la
vida d e David en marco 'de ébano; una placa con el
sacrificio de Isaac, Limoges, siglo XVI. Bronce pintado,
del siglo XVIII, reprcsentando al N i ñ o Jesús dormdo
sobre la Cruz, del siglo XVIII. En dos marcos del si-
glo XVII, esmaltes en grisalla del XVI.
i
SALA XXIII

Vitrina 3.-Joyas de los siglos X V I a X I X . Ital.lanas


o imitacionzs suyas españolas del siglo XVI: joyeles de
colgar, con pequeñas figuras (águila, loro, Cupido, nave,
delfín), cuya
. policromía se obtizne con esmaltes, piedras
*

finas y perlas defectuosas. El gusto cambia en el si-


glo XVIE, limitándose el colorido al esmalte y abundan-
do los marcos de relicario, veneras de Ordenes militares
e insignl'ds religiosas. Para adorno de las imágenes se ha-
cen coronas de plata dorada y cincelada, con piedras o
esmaltes, pectorales y diddems. Relicarios con murcos de
joyerh. Arte popular, en el que predomina la labor de
filigrana (pendientes, collares, bo~liaduras,broches) de
Tos siglos XVIII y XIX. Con ellos figura un par de zar-
cillos de oro, con pequeña cuenta, también de oro, con
labor de filigrana, que tradiclonalrnente se atribuyen a
Isabel la Católica, sin que se conozca el fundamento para
ello.
Se exponen también: tres placas de oro, con relie-
ves, uno de ellos retrato de Carlos V . Reloj, en caja de
cristal de roca, por P. Durán, de Rouen, siglo X V I ; y
en la parte baja de la vitrina, un arca bu^ del siglo XVII,
adornado con número extraordinario de rubíes y labor de
esmalte; un Crucifijo de coral; cdliz, jarro y campanilla
con filigrana'y coral, y serie de camafeos modernos.

Vitrina 4.-Obras de marfil, en las que, desde el si-


glo XVI, se trabajó en España con personalidad defini-
da principalmente en i d g e n e s del Crztcificado, de las
que se exponen tres de los siglos XVI y XVII : Vir-
gen con el Niño, del siglo XVI, e Inmculada del XVII.
~ a m b i é nse hicieron e n marfil objetos d. uso y adorno y
otros de carácter religioso, con finalidad industrial y téc-
nica rutinaria, a los que se unieron los de importación
filipina, caracterizados por su rigidez y falta de inspira-
SALA XXIII

ción, como la V i r g e n con el N i ñ o , que conserva la cur-


vatura de la pieza de marfil. De carácter italiano, entre
otras, San Juan Bautista, del siglo XVIII, de arte francés,
del mismo siglo; una imagen de San José de gran tama-
ño, y placas con los retratos en busto y en relieve de
Enrique IV y Margarita de Navarra y de Luis XllJ y
Maríu A n a de ~ u s t r i d .
A los talleres que se establecieron en el edi£icio de
la Real Fábrica de Porcelana, dirigidos por el italiano An-
drea Pozzi se atribuye la pd.reja de figuras ecuestres, y los
dos grupos, de primorosa y hábil talla, de pequeñas figu-
ras enlazadas, con la Caí& y expulsión de los ángeles
mulos.
En esta misma vitrina, obizs minuciosas trabajadas
en mudera de boj, de arte ruso y tradición bizantina;
dos tripticos y pequeñu cruz con diminutas escenas, y
una cruz grande con pequeñísimas figuras exentas que
componen pasajes de la vida de Jesús. Siglos XVII
y XVJ'II.
En la última ventana, un cttadrito con u n pzjaro
muerto, tallado finamente en madera de boj. Siglo XIX.
Y curtdwito de muderas finus, con un navío y fondo de
ciudad, semejante a los ya citados. Siglo XVIII,
Ante la ventana, drcÓn1 de nogal tdllado, estilo ita-
liano. .Siglo XVII.
Consolu de ~ d e r tallada
a y dorada, y tablero de mor
saico de mármoles de colores. Siglo XVIII.
Sobre la consola, figura de bronce de un gaitero sen-
tado, que reproduce, en gran tamaño, una figurita de
Jean Boulogne. De sus discípulos, Antonio Susini y Fran-
cavilla la reproducción del gladiador Borghese y la figura
inspirada en el célebre Mercurio del maestro.
.
Encima, c d r o grande de Cera, con reproducción de
las Obras de Misericordia, de Teniers, y otros seis más
pequeños con escenas pintorescas populares: la pastora, el
barbero, el curandero, el sangrador, el castañero y el gai-
tero, napolitanos del siglo XVIII, y así también el ale.
górico de España.

Vitrina 5.-Colección de abanicos. Es poco importante


y sólo algunos de ellos datarán del último tcrcio del si*
glo XVIII, con el varillaje de marfil calado, como el que
en su país presenta a Venus y Marte.
Varios son de los llamados de estilo inglés, bordados
con lentejuelas sobre linón o gasa y alguno de estilo 1%
perio. Casi todos son del siglo XIX: los llamados «tris*
tinos)), de hacia 1830, pequeños, con países pintados o
grabados en papel, con escenas románticas y un gran nii.
mero de (cisabzlinosn, de mediados del siglo XIX, cuan-
do la moda francesa impone la imitación de las épocas
Luis X V y Luis XVI, y el abanico grande y ostentoso,
por la labor de su varillaje y amplios paisajes.
Del abanico de importación orientul hay alguna mues-
tra en uno de tipo de baraja de madera y laca, con figii,
ras japonesas por ambos lados.
Entre la vitrina y la puerta : D!dm y Endimión, cua-
dro de curioso trabajo en abalorios de cdstal. Firmado y
fechado en 1702.
Silla espdñokz de nogal, de estilo Chippendale, Pri-
mera mitad del siglo XVIII.

Vitrina 6.-Cuchilleria y ríiaterial de cirugid. Amplia


colección de tijeras, con los destinos más diversos: ciru-
gía,
-
dzspabiladeras, de escritorio, de esquilar, de zapate-
ria, etc. En su mayoría, tienen punzón, con mención de
la localidad, autor y año, y dedicatoria e indicac;ón de
~ r o ~ i e d a dLas
. hay de los siglos XVII y XVIII y me-
nos del XIX.
SALA XXIII

También es numerosa la colección de cuchillos, cu-


chillas, navajas y cortaplumas, con ejemplares del si;
glo XVI; aunque la mayoría son dzl XVIII. Los hay de
cocina, monte, abordaje, cirugía, de dorador, de podar,
para hacer ojales, para el chocolate, de cepillo de carpin-
tero, de alzar, etc. Los punzones son múltiples y la pro-
cedencia de su manufactura variadísima, así como rica
la relación nominal dn, artesanos dedicados con maestría
a este menester, especialmente de Albacete y Madrid. En
su mayoría de la Colección Rico y Sinobas.
Completan esta vitrina instrtmmmtos sueltos de ciru-
&a y en estuches. Uno contiene, además, un juego de
?
Iardiner2a, de acero, hierro dorado y cincelado y hueso
grabado y pintado; es de fabricación francesa y fué re-
galado a Isabel 11.

Vitrinas 7 y 8.-lnstr~tmrntos cirlztíficos y pesas y


d i d a r . Especialmente merece destacarse (vitrina 8) un
curioso armario de cálculo, de ébano y marfil, construído
en Milán en el scglo XVI, para los Jerónimos de San Lo-
renzo de El Escorial y donado después por Felipe V a la
Biblioteca Nacional, de donde pasó a este Museo.
E n la misma vitrina 8, buena colección de almireces
o mortkros, de bronce, de los siglos XVI ir XVII.
En dos vitrinas exentas, sin número, una interesante
c~lecciónde astrolabws. Frentn, a la vitrina 8: Gran as-
trolabio, construído por Gztalterus Arsenizu, año 1566. en
Lo-aina, para Felipe 11. Otro, más pequeño, hecho en
Amberes en 1618 por orden de ~ i g - u lCoignet,
l por Cos-
tere y Arsnnius. Y en la misma vitrina, placa circular con
las horas en los distintos grados del Ecuador.
En vitrina exenta, frente a la 6, colgados: Astrola-
bio árube, construído por Ibrahim ben Said Azzahli (el
de la Plana), hecho en Toledo en 1066, Otros dos, tam-
S A L A XXI1.I

bién árabes, sin autor ni lugar; la fecha de uno-de ellos


,
puede calcularse en 1780. Otro, europeo, de 1620.
, E n la parte baja: cwdrafite árabe por Ahmed ben
Abd el Rahman al-Duhmani, año 1450- 1451. Astroln-
bio, constriiído por Adrianus Zeelst, año 1569.

Vitrina 9.12.-La serie de pequeños browcei del Re/


nacimiento del Museo ~ r aIu e o G e C oNacional está comv
O

puesta, casi en su totalidad, de obras pertenecientes x-es,


cuelas talleres italianos de la segunda mitad d:l siglo XV
al XVII. Sólo por excepción hay algunas piezas de arte
francés del siglo XVIII, y menos aun, de talleres germa-
nos. Esta colección fué ;edida por Carlos 111, en-unión
de otros objetos arquzológicos, a la Biblioteca Nacional,
y de aquí pasó al Museo Arqueológico, al ser £undado,
en 1867.
Entre todas las escuelas italianas es la paduana la me-
jor representada aquí, pot la calidad y número de ejem-
plares, y entre ellos, es pieza excepcional y Única la
jigura ecuestre con letrero latino alusivo a Héctor, ex-
puesta sobre la mesa frentz a la vitrina 9, obra de me-
diados del siglo XV, salida con toda probabilidad de los
talleres de. Donatello, en Padua.

Vitrina 9.-De Andrea Briosco, il Riccio (1470-


1532) y de los talleres paduanos de sus colaboradores,
se expone una buena serie de ejemplares, gran cabea de
srítiro, tinteros, candelabros, faums, S t n u s , figuras de
cangrejos y serpientes, lámparas de variada decoración.
Tres monstnms marinos de cola enroscada del llamado
Maestro de los dragones.
De todo este conjunto merecen destacarse tres figu-
ras de faunos, uno dorado sobre peana triangular, otros
arrodillados y un macho cabrío, que pueden ser conside-
SALA XXII¡
1

rados como obras personales del propio Riccio, la caja o


loyero atribuída al orfebre Caradoso, y, entre-las plaque-
tas, una con asunto religioso en estilo de Giovanrti de
1
I

Pisa.

Vitrina 10.-En la parte baja dos Hércules, obras in-


discutibles, y de lo mejor, de Pier Jacobo Alari~Bonucolsi I
(146Q01528),llamado Z'Antico; y, posiblemente, del mis-
mo artista figura varonil, sobre pedestal de mármol. Alto
relieve de Hércules luchando con el león, en el estilo
de Belkzno. Cobre repujado de silla de mmtar, obra de
arte milanés. De escuela zlenechm del siglo X V I , las fi-
ouras de Alejandro y Dario. Una, sobre pedestal con
5
relizves, posible obra de Antonio Lombardi, y las
otras dos, inspiradas en la anterior, de su hijo Aurelw
(1507i*1563).
El grupo de Hércules luchando con el león es pie-
1
za destacada de escueh florentimi del siglo XVI. El
arte de las plaquetds está reprsentado por varios ejem-
plares, mereciendo señalarse dos de Moderno, y la refiro-
ducción e n filatu de otra famosa, de asunto religioso, del
mismo autor.

Vitrina 11.-Bronces de esczrrln florentina y vene-


cidna del siglo X V I , entre los que merecen destacarse
tres grupos, reproducción de obras de J a n Boulogne, he-
chos en su taller por sus dkcípulos. De Adriden de Vries,
son los dos de caballos de mayor tamaño. Un Apolo
con lira y cordero a sus pies, de Girobmo de Campdgm
(155001623), y de Nicolo dv Roccdt~glidtu(T1636) una
figura varonil, sin atributos, un Hércules y la serie de
niños, sentados y en pie, así como la pareja de jarrones,
del segundo entrepaño.

Vitrina 12.-Busto, supuesto del emperador Vitelio,


-.
SALA XXII1

de tamaño mayor que el natural, obra de escuela italia-


na hacia 1600. Réplica del Hércules Farnesio, de arte £10-
rentino, de fines del siglo XVI. La llamada cabeza de
Séneca moribundo, atribuída a Guido Reni, y que sir*
vió como pieza de estudio a pintores del siglo XVII.
Doce bustos pequeños de emperadores romanos, de es*
cuela venecianu, de la segunda mitad del siglo XVI.
Volviendo a la vitrina 8, se encuentran en el lienzo
de pared :
Gran arquimesa, con escenas alegóricas y mitológicas
pintadas sobre cristal. Arte italiano. Siglo XVIII. CM-
dro nupolitano de cera: Cristo muerto, sostenido por
dos ángeles. Segunda mitad del siglo XVII. Delante de
la ventana, mesa de nogal tallado con pie dz puente,
estilo Renacimiento, italiano. Siglo XVIeXVII, Pasada
la ventana, gran mosaico del taller del Vaticano, con
marco dorado, copia de los Desposorios de Santa Cata-
linu, de Murillo. Siglo XIX. Regalo de Pío IX a la Reina
Isabel 11.
A ambos lados de este mosaico, dos relieves de mar-
mol blnco, con los bustos de Iesús 31 María. rtalianos,
del siglo XVIII.
Gran' arcón florentino dorado, y pintada la muerte
del conde Manfredo, de finales del siglo XV, y a uno .y
otro lado, dos sillas de estilo Luis XV, con influencia
inglesa. Siglo XVIII.
Pasada la tercera ventana, pzqueña arquinzesa o jo-
ver0 de ébano con plaquetas de cristal pintado y dora-
do. del siglo XVIII; y encima, placa de m á m l negro
con imagen de la Virgen y el Niño pintada en colores.

Vitrina 13.-Diversos objetos procedentes del Labo-


ratorio de piedras duras, que en el siglo X V I I trabajó
en la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro.
SALA XXIII

En la balda central objetos de plata de épocas y f@


bricaciones diversas : varios tenedmes y cucharas del si-
glo XVII y XVIII, Cáliz de arte plateresco, siglo XVI,
con punzón de los Becerril, de Cuenca. Bandeja de pla-
ta repujada con la marca de Ruiz, platero español del si-
glo XVI. Gran copón barroco dzl siglo XVIII, Braga
(Portugal). Placa repujada representando un sacrificio en
honor de Di,ana, ital;ana, siglo XVIII. Cayada de báculo
episcopal de plata repujada y cincelada, de Cerdeña. MI-
tra articulada en dos piezas, de plata repujada, con sus
ín£ulas correspondizntes, Cerdeña. Dos magníficos ejem-
plares de jarros del siglo XVII. Incensario, portapaces,
navetas, etc.
En la segunda balda, un juego de té inglés, del si-
glo XVIII. Una bandeja repujada, siglo XVIII. Peque-
ña escribanh y cdmpanillas de plata, alguna con punzón
Martínez, dz Madrid, siglo XVIII-XIX. Crucifijo con
Cristo y cruz de plata, punzón Martínez. Cuadro de pla-
ta, con la efigie del Cardenal Cisneros, réplica del relie-
ve de Vigarny. Siglo XIX. Cumpa.nil& de plata cón
la fecha 1539.

Vitrina 14.-Bronces del siglo XVI al X1X: Escu-'


Iapio, buen ejemplar de arte veneciano del siglo XVI.
Var;os bronces de los siglos XVII al XIX. De arte fran-
cés del XVIII, una Leda con el cisne, y f~zknosobre p a -
na de mármol. Entre las placas expuestas, el reverso de
la m-dalla de María de Médicis (Nave pilotada por fi-
gura femenina) de Dupré-Droit.
/

Vitrina 15.-Cer~ajería española. . La colección de


llclves es nutrida e importante; la mayoría son de los.
siglos XVII-XVIII; hay menos de los siglos XV-XVI,
y alguna, por excepción, del XIV: -una llave de borjas,
SALA XXIIT

- con tres letras caladas a la lima, del siglo XVIII, y lía-


ves de la Alcazaba de Orán, del siglo XV. Otras son d e
arca, arcabuz, para templar arpas, de candados, etc. Se
exponzn también cerrudz~rasde resbalón, ckzvos de di-
versos estilos y épocas, escarpia, lkzveros, de los si- ,

glos XVII.XVII1, candados varios del siglo XVIII, ador-


. nos de puertd, de chapa cortada y calada a lima. También
ilzstrttme~ztos de dcero para labrar tornillos, martilletes,
destornilladores, algún compúsís-calibrador, así como una
cuchilkz semilunar, quizá de encuadernador. Curiosa es
una temicilla rota con silbato de avzso, destornillador y
mdrtillete, del siglo XVII.
En la parte baja, una gran caja de hewamien.tds de.
arcaEuceríu del siglo XVIII, de Madrid.

Vitrina 16.-Colección de escopetas, algunas finamen-


te cinceladas y ricas de decoración. Son de los si-
glos XVIII y XIX. Se indican en cada una d e ellas e1
nombre de los autores y sus correspondientes punzones,
marcas y contramarcas, siendo la mayoría de Madrid. '

En la parte inferior de la vitrina, enorme y tosco


arcabuz d.el siglo XVII.
Cuernos de caza y pólvora, algunos con rica d,~cora-
ción incisa o en relieve, de los siglos XVIII y X I X prin-
cipalmente. Uno, muy grande, lleva grabada en el asta
curiosa leyenda. Del siglo XVS, frascos de pólvora, ex-
puestos sobre las escopztas, hechos con .trozo de asta y
con pitón de hierro con muelle.
/
Vitrina 17.-Objetos orientales del mundo musd-
mdn, de los siglos XVII-XVIII, en general; cuernos,
braserillos, cali&ta manos, candiles, -picas, pebeteros,
disciplinas, silla de montar, espadas, alfanges, alabar-
das, puñales, etc. Destaca una aljaba o círrcaj con labor
SALA XXIII

de talabartería, conteniendo sus virotes y flechas, de


arte árabe, quizá de manufactura turca del siglo X V I -
XVII ; hay también una jarrita de cerámica moldeada,
de Siria, del siglo XIII y un cuenco con labor de ataugía
y damasquinado, de Egipto, del siglo XVIIdXVIII. Enr
tre los objetos persas merecen citarse varias armas admi-
rablemente nieladas y labradas, pebeteros de filigrana en 1
forma de pavo real, un puhal, de hoja cincelada y da-
masquinada con puño y vaina de ágata, y un casco fi-
namente labrado, con su correspondiente malla metálica.
Siguen en el lienzo de pared:
Bargueño con labor de maderas recortadas, embuti-
, das y grabadas. Entre otras representaciones, con sus co-
irespondient-s leyendas latinas, aparecen Orfeo amansan-
do a las fieras y escenas de cacería, en el tablero superior.
Parece obra flamenca del siglo XVII. Encima, cuadro de
maderas finds e incrustaciones de nácar, representando la
vista de un puzrto. Siglo XVIII.
En la mgentana, a la izquierda : Cerraduras, pasadores,
herrajes y guarniciones de puertu, de chapa de hierro
- cortada y calada, firmados y fechados algunos. Si-
$0 XVII. A la derecha : cerradura y llave de. la iglesia
del Pilar, d r Zaragoza. Candado de letras con su llave. '
Es de tres pernios y la cerradura de secreto. Siglo X V I I .
Entre las dos ventanas :
Gran armurio~arquimesa tallado, dorado y cajonería
con escenas chinescas de papel grabado. Estilo barroco,
siglo XVII. A uno y otro lado, dos arcones de nogal re-
presentando en alto relieve el sueho de José y la Es-
peranza. Renacimiento español ; siglo XVII. Encima,
dos cuadros de cera, busto de una anciana con mantilla
blanca y otro de un varón t o n barretina. Son del si-
glo XVIII y llevan grandes marcos dorados barrocos. De-
bajo de ésios, dos cuadros de maderas finas de colores,
SALA XXIII

embutidas, representando interiores arquitectónicos con


perspectivas en distintos términos. Firmados : Ignacio
Ravelli,
Frente a la vitrina 19, litera con tallas doradas de
estilo rococó, y pinturas atribuídas a Luis Paret; si.
glo XVIII. Conserva el tapizado interior y cortinas de
brocado. Procedr de la casa de los Condes de Altamira.
Colgados en la ventana central de la sala, los tirantes
y las varas, de madera tallada y dorada.
En el hueco de la ventana, a la izquierda, una falleba
incomplefa, siglo XVIII, de hierro cincelado y dorado.
Tiene la leyenda «Blas de Mansilia me fecit en Madr(id)
año de 1724)).
Ante la ventana, magnifica romana de hierro y bron-
ce cincelado, de preciado trabajo. Su autor es el maestro
Salinas. Siglo XVII. Perteneció a la Casa de la Moneda
de Segovia.
Gran arqziimesa coi1 ornamentación de concha, bron-
ces dorados y espejos. Siglo XVII.
jamuga o silla de caderas. El respaldo de terciopelo
rojo con bordados en oro. Siglo XVI.
Encima, i:!adro de cera, napolitano, siglo XVJII, con
escenas de estilo Teniers.
,
Bargueño. de ébano con incrustaciones de hueso. Es-
tilo italiano. Siglo XVII.
Sobre este bargueño, lujoso marco con peana, de ma- , . .
dera de ébano y adornos de plata y bronce dorado y pie.
dras, con pintura en vitela: Adoración de los Angeles
ante el Nacimiento de Cristo. Siglo XVII.

Vitrinas 18 a 21.-Armas de los siglos XVZ a' XZX.


Se describen empezando por la última vitrina.

Vitrina 21.-citaremos entre otras, dos mazas del si-


VESTIRULO -
glo XVI, con mango cilíndrico de labores en relieve j7
otra con labores grabadas sobre fondo dorado.

Vitrina 20.-Merecen citarse, entre otras, una daga,


del siglo XVII, con guardamano triangular calado, de
Toledo. Espadas del siglo XVII, de Solingen, de taza o
1
cazoleta totalmente decorada y gavilanes rectos. Peto y I
espaldar del siglo XVI, con labores grabadas en zonas I
verticales y medallones.

Vitrina 19.-Bdllestu de torno, dos espadas de cruz,


del siglo XVII, de gavilanes rectos. Otras de los si-
glos XVII.XVIII, con empuñadura de cazoleta deco-
rada y pomo esférico. Un yelmo del siglo XVI. Dos
juegos de peto y espaldar, procedentes del Castillo de
Uclés (Ciienca), que pertenecieron a la Orden Militar de
~antiago.~acjn&s ; capacetes de hierro, siglos XVI-
XVII.

Vitrina 18.-Armas y piezas de los siglos XVlII y


X1X. Modelos de cañón; del siglo XVIII; espadas, es-
padines, puñules, pistolas, pistoletes, material de arca-
bucería, llaves de chispa y probetas para medir la fuerza
de la pólvora.

Saliendo de la sala XIX, en el vestíbulo (A, en el


plano), se encuentra, a la\ izquierda, pequeño armario O
taquillón de nogal* decorado con placas de hueso y clavos
de bronce, del siglo XVI. Sobre él, un busto d e Jesús, en
mármol, de arte neoclásico. En la pared, a ambos lados
de la puerta de la sala XIX, dos relieves de mdrm1 del
VE'STIRU I,O

siglo XVI, uno, retrato supuesto de Antonio Agustin. y


el segundo de Alfonso V .
' A uno y otro lado de la puerta de la sala C, otros

dos armdrios baios O credencids, con tallas Renacimiento,


del siglo XVI.' Sobre las puertas de las salas C y E
tapices con boscajes, fabricaiión de Audenarde de prin-
cipios del siglo XVIII, y sobre la pucrta de paso a la
sala XIX, tapiz de la ((Historia de Jacob)): ctIsaac ben-
dice a Jacob)), fabricación flamenca de Enghien, media -
dos del siglo XVI.
Pasado el ~ r i m e rarco, a la derecha, tibores japoneses,
de porcelana con decoración azul. Arca de nogal tallado
del siglo XVI, con la Virgen y cuatro Apóstoles, en c o m ~
partimientos d3 columnas abalaustradas. Sobre ella, caba-
lb de bronce, del siglo XVII. Pareja de sillas de cuero
repujado de estilo portu$ués del siglo XVIII. Arca del
siglo XVI, en nogal tallado, con pasaje de la prisión de
San Pedro y San Pablo (3). Encima, grupo de bronce,
copia reducida de la Fama de Coysevox, del siglo XVIII.
En la pared, dos tapices de la ((Historia de Jacob)), com-
pañeros del anteriormente citado, paños 117 y 111 de la se-
rie: ((Labán entrega una de sus hijas a Jacob)) y ((Lle-
gada de Jacob a casa de Labán l).

Sobre la puerta, escudo de arrnds, del siglo XVI.


En la izquierda, antes de la primera ventana, bm-
gueño, con talla plateresca, del siglo XVI. Delante de
fas dos ventanas, bancos de fines del siglo XVII, tapiza-
dos con cuero repujado y labrado con pespuntes. Pasada
la segunda ventana, barguek, del siglo XVI, con tra-
cerías en la cajonería.
Después del segundo arco, a la derecha, dos arcas-
armario, con talla del siglo.XV1. A la izquierda, otra, con
labor morisca en el marco de la tapa, y un arcón, de tapa
curvada, con herrajes de hierro de trazado gótico. Sobre
SALA XXXVIII

las puertas, q i z con boscaje de Audenarde del siglo


XVIII. Paño II de la tapicería flamenca ((Historia de
lacob)): «Jacob levantando 12 losa para que abreven los
ganados de Raquel)), y otro, del siglo XVII, que repre-
senta al .<(CónsulDecio despidiendo a los lictores)), serie 1
tejida en Bruselas por cartones de Rubens.
En la pared, a los lados de la puerta de la sala B, dos l
cubezas y ztn torso, de piedra, de arte chipriota, y a la '
entrada de la sala XXXVIII dos sarcófagos, con sus ta- '

pas, pequeña escultura de granito del faraón Tut-Anh; I

Aman y cabeza de faraón. en piedra, de arte saíta.

SALA XXXVIII
P
.4ntigüedades orientales

La arqueología d ~ Oriente
l antiguo está escasamente
representada en el Museo, ya que España no participó
' nunca en las expediciones científicas, que, en el siglo pq-
sado y en el actual, han descubierto las más antiguas civi-
lizaciones humanas; sin embargo, una selección de ob-
jetos, egipcios y chipriotas&principalmente, pueden da*
una primera idea de ellas. Se reunieron casi exclusiva-
mente como resultado del viaje a Oriente de la fragata
((Arapiles)),de un regalo del gobierno egipcio en 1893, Ia
adquisición de la colección Toda y l a donación Seton
Kari, de piezas prehistóricas. Unos pocos formaban parte
ya de antiguas colocciones, como la de la Biblioteca Na-
cional.
Prescindiendo de los objetos ya mencionados en el
vestíbulo, se encuentra, entrando en la sala, en la repisa
a la izquierda: caja de trna momia y su ctdoble)). Debajo,
círtfora chipriota.
SALA XXXVIIT

V i i ~ i n a 1,-Objetos efi madera tallada. Arriba, tres


cabezas de caja de momia pol;cromadas, y, debajo de la
central, cabeza reatistd, que parece retrato. En las baldas
de cristal respodientes, o sea, figuritas de momia, algu-
na de las cuales llzva letreros jeroglíficos ~intados,Dos
zkreus con el disco solar; seis figuras de momias policro-
madas, de las cuales cuatro van sobre un plinto rectangu-
lar, en el que se abre una caja tapada por un gavilán. A .
la izquierda, esculturas de animales; una de ellas caja de
momid de tina lechuza; pata de cabrio, que debió ser de
un mueble. En la parte baja, momia de cocodrilo y dos
naos. Junto a la de la derecha, caji.td' y almohadas de mo-
mia; una mano momificada con dnillo de cornulinu en
el meñique; momid de gavilán, sandatias de curro y papi-
ro ; barca funeraria.

Vitrina 2.-Momia, con mascarilla, pectoral y .otras.


piezas de cartón, con relieves recubiertos de pan de oro,
quz le cubren el vientre, ~ i e r n a sy pie.
Sobre ella, momia, en su caja, de Jarot-en-bast. A los
lado vasijas chipriotds.

Vitrina 3.-Respondientes, en barro esmaltado y pie-


dra; fragmento de estuco policromado que representa ,-
una cabra con collar, del que pende una cruz; otro, de
bajo relieve policromo, en caliza, con representación de
un hombre. Estutuitas de bronce, que figuran dioses egip-
cios: De izquierda a derecha : Osiris, Isis, Horus, Ptah-
Sokari, AmoneRa, Neit, Imhotep, Maut, Tum, Ra, Osor-
Api, Trfnut, Bast y el Buey Apis. Estuches con figuras
de animales (derecha). En una bandeja, amaletos, en pie-
dra o barro esmaltado; en otra, escarabeos, acetres y otros
objetos de bronce.
Sigue un pedestal, con la cajg abierta de una momia-

' 75
S A L 4 XXXVIII

Bajo elia, estela de piedra con inscripción jeroglífica y dos


adobes caldeos con textos czcneiforms. . ,-

Vitrina 4.-E1 fondo lo ocupan dos vestidkras de


m i a s hechas con canutillos de barro vidriado. Collares
con los mismos canutillos, escarabeos y respondientes
En el centro, arriba, dos mascurilbs funerarias de Arsinoe,
en el Fayun (Bajo Egipto), del siglo 1 a. de C., de barro
cocido polkromado y, la mayor, con ojos d., cristal. De-
bajo, vaso canopo. En las repisas: bavdejas para ofren-
das y conos filnerdrios de barro cocido. En la bandeja de
la derecha, objetos de uso personal y votivos. Debajo la-
drillos con inscripción c u n e i f o m ; tejidos de lino, con
inscripciones y dibujos funerarios. i

Dos pedestales con cajas dz momzu. En el frente del


segundo. estela funeraria pintada sobre tabla, con Mujer
ofreciendo a Ra, sentado, una flor de loto.
A los lados, otros con ánforus chipriotds, procedentes,
como los restantes, de las cámaras sepulcrales de Lámaca
(Chipre).

Vitrina 5.-Antigüedddes chipriotus. Arriba, tres fi-


guras y varias cabezas, de piedra caliza; algunas de ani-
males; todo ello de Lárnaca (Chipre). E n el centro, H o -
rus, de bronce, con inscripción fenicia en el plinto. Dzbajarc
zingüentnrios y anforitas de vidrio moldeado policromo.
En pedestales, tufxz de cdja de momia y vasija de barro.

Vitrina 6.-Silex talbdos y cerámica predinástica, de


la colección Seton Karr. U n vaso (en la partz central),
decorado con animales grabados y pintados, y otro con es-
cenas pintadas en rojo, con hombres y animales.

Vitrina exenta, en el centro de la sala. Ataúd, con su


momia y el doble, que se repite otra vez en la tapa.
En pedestal exento, el escriba Hor-ot%en.ha, escul.
tura en basalto, de artq saíta.

SALA XXV

Prehistoria espaííola. Edades de la-Piedra

Los fondos de las Edades de la Piedra, del Museo,


aunque muy abundantes y ricos, no son completos, ya
que en ellos casi no están representadas las industrias
del Paleolítico superior y, en cambio, sí los riquísimos
yacimientos aluviales del Manzanares y Jarama, cuyos
hallazgos se refieren casi exclusivamente al Paleolítico in-
ferior. A una primera colección, formada por Rada y Del-
gado, Tubino y Vilanova principalmente, vino a aña-
dirse el producto de*las campañas patrocinadas por la
Junta Siiperior de Excavaciones en los años 1919 a 1922,
y finalmente, en 1942, la parte de arqueología prehictó,
rica dzl antiguo Museo Antropológico, al transformarse
en Etnológico, con las colecciones Rotondo y Vilanova.

Vitrinas 1 a 4.-Restos fósiles de la fauna e instru- P


'
mentos en piedra del yacimiento de Torralba (Soria), des-
cubierto con ocasión de las obras del ferrocarril, en 1888,
y estudiado por el Marqués de Cerralbo. La fauna co-
rresponde al Elephas arttiquus, Rhinoceros Sp., Bos, Cer-
vm elaphus, Equus caballus. Los materiales son hachas
talladas en cuarcita, calcedonia y cakita, con caracteres
muy primitivos estos últimos. Hay también irrdustria de
, kzscas. Todo ello debe corresponder al Abbevillense (Che-
lense*Acheulense).

Vitrinas 5-9.-Presentan muestras seleccionadas del


SALA XXV

riquísimo material del Pateolitico inferior del Vdls del


M a n ~ u m r e s ,en los alrededores de Madrid.

Vitrina 5.-Magníficos ejemplares de huchas de mano


abbevillenses de San Isidro, y algunas hojas de cuchillos,
de sílcx, pertenecientes a las coleccion~s Rotondo y
.Gongora.
73

Vitrina 6.-En el tablero de la izquierda, se encuen-


tran las hachas procedentes del Almendro (San Isidro).
En el de la derecha, y procndentes de las Vaquerías del
Torero (San Isidro) hay hachas, buriles y puntas achelen-
res y musterienses. En las bandejas de cristal, se encunn-
tran cuchillos y raederas mzirterienses procedentes del
Almendro, de Algete y dz la Casa de Campo, así como
dos grandes hucha6 del Valle del Manzanares.
1
Vitrina 7.Materiales del Paleolítico inferior, de los
alrededores del Man~anures,sobre todo cepiilos, taladros,
hojas y cuchillos, del Huerto de Don Andrés, en la parte
izquierda de la vitrina. En la derecha, materiales del Ata-
jillo del Sastre.

Vitrina 8.-Al mismo Valle del Manganures pertencí


ten los materiales de esta vitrina, siendo las hojas de si1e.r
las que predominan. En las bandejas están representa-
dos los yacim:entos de la Fuente de la Bruja, Vall?cas.
Zorreras y Prado de los Laneros.

Vitrina 9.-Hachas, putztas, buriles, tuladros y hojas


i
1

del Tejar del Portd~go;h c h s abbevillenses (cheltnses


y achelenses) del Parador del Sol, y diferentes sílnx ta-.
llados de Vallecas y Hortalem (Madrid).
En el rincón de vitrinas, entre las 9 y 10, en su

78
SALA X X V

parte izquierda, hachas y hoja de sílex del yacimiento


de López Cañdmero (Vallecas) y en la derecha, las del
Arenero de Sdntd Catalina. En las bandejas, de La Zar-
suela de2 Monte, Perales del Rio, Valdenarros y Cerro
de la Magdalena (Valle del Manzanares).

Vitrina 10.-Izquierda, Industrias musterienses de la


Casa del Moreno, y en las bandejas de este mismo lado,
ind14strias del Paleolítico superior, Solutrense y Magda-
leniense, de la C u e b dcl purpdlló y de la del Moro T e u -
!U&. En la zona derecha de la vitrina, i n $ u s t d s del Pa-
Ieolitico inferior del Sotillo.

Vitrina 1l.-En el tablero de la izquierda, industria


magdaleniense de Vilhnzteva (Santander). En el de la
derecha, Epipaleolitico (asturiense), representado por una
ser;e de los llamados picos asturienses ~rocedentesdz la
Cueva d e C ~ b r e ~ ~Posada
a s , Yanes (Asturias), Cueva d e
la Fonfríu (Asturias), Cueva d e la Riera (Asturias), y un
arpón en hueso procedcntn, de la Cueva del Salitre, en
Ajanedo, Miera (Asturias).
En las ba!das, punzones a~aqayi~(s, adornos colgantes
de hueso, e industrias líticas de Cueto d:: la Mina (Astu-
rias). Utensilios de hueso de la Cueva del Pendo, y pun- ,
zones también de hueso y de sílex, de la Caverna d e San
Pantuleón, en Escobedo (Santander), y las Cuevas de la
Paloma 3) la Magdalena (Asturias).

Vitrinas 12.13.-Hackus neoliticas, pulimentadas, 'de


diferentes regiones españolas, estando representadas Ca-
taluña, Castilla la Vieja, Andalucía, Extremadura, Le-
vante y Aragón.
En la ~ a r e dde la ventana, a la izquierda: Corte es-
SALA XXVI
1
trdtigráfico del yacimiento del Cerro de San isidro, por
don Emilio Rotondo.
En la pared, sobre las vitrinas, copias a su tamaño, 1

de varios animales (bisontes, jabalí y cierva) pintados !


en el techo de la gran sala de la Cdverm de Altdvniru II
(Santander), de arte magdaleniense. I

SALA XXVI

Prehistoria española. Edad del Bronce.

El principio de la Edad del Bronce en España tiene


su mrjor representación en la Colección Siret (Sala E). 1
Los mater;ales que aquí se exponen abarcan desde la lla-
mada Cultura de las Cuevas, entre el Neolítico y el Eneo-
lítico, hasta el final de la Edad del Bronce, al que pnrte- 1
nece el notabilísinio hallazgo de la ría de Huelva.

Vitrina 1.-Está ocupada en su totalidad por objetos 1

de la Cultura de las Cuevas, del yacimiento de la Cueva I

de los Murciéhgos, Albuñol (Granada), con objotos de


esparto, tejidos, cestillos, sandalias, etc., fragmentos d e - [ I
cerdmica, h c h a s pulimentddas, adornos (brazaletes de
pectúnculo, collares, etc.). I
Vitrina 2.-Continúa la Cultzlra de h s Czcevus, con
hallazgos de la Cueva de la Mztjer (Alhama d r Granada), I

Somden (Soria), con cerúmica propia de la región central,


de la Angostura (Segovia); con czechillos eneolíticos Pie
nos Puente (Granada), Los Custellones (JaEn), Hcwcajo
(Daroca), Diezma y Molinos de Vienlto (Andalucía) (Co-
iección Góngora). Un vaso con decoruciórt punteada de
SALA XXVJ

triángulos, de la Cultura de las Cuevas, que ~rovienedel


Tajo del Cacín (Granada).
En el tablero, cerámica del vaso c a m p a n i f m e . Los
ejemplares expuestos represzntan: el grupo central o de
la Mes&, con las £ormas del vaso propiamente campani-
forme, del cuenco y de la cazuela. Lo integran los yaci-
mientos de Vallecas, San Isidro y Ciempozuelos (Ma-
drid). El grupo de Andalucía está representado por el
vaso d3 Archend (Sevilla), y hay otros de procedencia des-
conocida.
En el lado izquierdo de la vitrina está la hoz erteolíe
tica del Acebuchal (Carmona), reconstruída por Bonsor,
. y objetos de la Cultura de las Cuezias, de la de la Noga-
leda (Segov;a), y del Asno (Soria), y en la balda p.oste-
rior, de las cuevas del Tisuco, Sepúlveda (Segovia), etcé-
tera. En las bandejas de la parte delantera, ídolos d e pta.
ca de la Cultura megalítica, algunos con decoración sim-
ple y otros antropomorfos,' los primeros de Los Millares
y la Gruta d e Id Mora, y los segundos de Garrovillas. Al
lado de .ellos, y procndente del último yacimiento, está
la magnífica alabarda d e sílex, tallado. Como pieza excep-
. cional figura el ídolo d e columna, de alabastro, de yaci-
miento desconocido, pero procedente de la región de Ex-
tremadura.

Vitrina. 3.-En la pared y en las baldas, materiales


procedentes de las excavaciones del P. Morán en los dó?-
menes de h provincia de Salamanca: hachas pulimenta-
das, pziñules, pzinZones de sección rectangular, puntas de
flecha de tipo Palmzlla, collares de piedras duras, cuchi-
llos eneolíticos y una base de molino, de ~iedra.

Vitrina 4.-Cerámica argárica sin procedencid cono-


rida, de las colecciones Góngora, Román Vives. Apa-
!1
SALA XXVI

recen las diferentes formas de ctiencos, copas, vasos, et-


cétera. En una de las las baldas hay cuchillos eneoliticos,
de Aguilur d e Anguita y Brihuega (Guadalajara), y en
otra puntas de flecha, de bronce, de Jaén.
I
Vitrina 5.-Cerámica argárica del Valle de ~Lorca
(Murcia) (Col. Vives) ; de Elche (Col. Ibarra) ; de Uclés
(Cuenca), y de V é l e z Bknco (Almería), de la Col. Motos.
1
Puntas de flechas, colidres, hachas pulimentadas, brazale-
tes de pectúnculo neozneolíticos, etc. También figura un
pequeño lote argárico del Cerro de tos Santos. En el rin-
cón de la vitrina, objetas argáricos de la Colección Mo-
tos, de Vélef Blanco (Almería).

Vitrina 6.-Cerámica argávica, del Predio de C a b h


(Santa María), Mallorca, y de Carziles (Granada); una
olh, de Freira (Granada), un lote del Cerro de la Encina.
Moriachil, Granada, y un cuenco procedente del Cente-
nillo (Jaén). En la mitad izquierda de esta misma vitri-
na- cerdmicn típicamente argárica de Alcudia (Granada).

Vitrina 7.-Cerámica argárica de Guadix (Granada), /J


de la Colección Vives; un cuenco y un pie de copa ar. I
gáricos de la Puebla de Don Fadrique.

Vitrina 8.--Armiíls e instrztwntos d e metal d e . 1 ~Pri-


mera Edad del Bronce. Hachas plams, espadds argáricas,
puntas d e flecha, alclbardas y puñales, de procedencias
diversas. En las baldas, además, tres moldes de fundición
de hachas, en piedra y un lote de trece flechas d e largo
z~ástdgo,de Castilleja de G u ~ w ú n(Sevilla).
En el rincón, vasijas argáricas, y sobre las baldas de
cristal, vaso de V é l e z Bhnco (Almería), puntas de flecha
de bronce, mdrtillos de m i m , en piedra, procedentes de
SALA XXVI

Cerro Mtcridno (Córdoba) y la Granja de Towehermosa


(Ba-claioz).

Vitrina 9.-Final de h Eddd del Bronce. Hachas de


talón, de una y dos anillas y con apéndices lateralzs; ha-
chas huecas, espadas de alma de empuñadura calada, una
de Guudalirrtdr, y el p u 3 l de Paredes de Nava. En las
baldas de cristal, piezas de igual cultura, destacando el
lote de oncr hachas votivus, ,al parecer procedentes de
Elche, Y la espdda de Alconétdr (Cáceres), magnífico ejem-
plar, de pomo fundido con la hoja en una sola p t z a
y macizo.

Vitrinas 10 a 12.-Hallazgo de la Ríu de Huelva.


Formado por más de cuatrocientas piezas encontradas en
un dragado y que constituían, sin duda, el cargamento de
una embarcación hundida: presenta un excelente resu-
men del armamento y utillaje en los tiempos de transie
ción a la Edad del Hierro en España. En las colecciones
del Museo figuran unas cuarenta espadas, todas de lend
güeta y hoja en forma de ((gota d e sabe» ; puñales he,
chos en su mayor parte aprovechando hojas de espada; /
puntds de lanza de tipos variados; regatones de lanza,
con botón terminal; botones cónicos con travesaño inte-
rior ; dos broches de cinturón, de garfio ; abillos, bocados
[le caballo, fragmentos de caldero, y algunas fi'buks d e .
codo del tipo de Cassibile (Sicilla), que representan el
aporte mediterráneo en un cuadro tipológico de carácter
atlántico. De un momento quizá posterior es la hoz, de
Castropol, colocada en el tablero izquierdo.
En el centro de la sala; la gran estela de Solana de
Cabañas (Logrosán, Cáceres), en la que apareczn, junta-
mente con el guerrero yacente, su carro y sus armas, y
que será, aproximadamente, de la misma época del ha-
llazgo de Huelva.
Sobre las vitrinas, copias de varias pinturas levanti-
nas y de la asturiana de Peña Tzí,que será ya de la Edad
del Bronce. Empezando por la izquierda, según se en-
tra: toros y cierua con figuras humanas del Prado del
Navazo y siluetas de toros, en rojo, de la Cocinilla del
Obispo (mal atribuídas al Callejón del Plou), las dos en
término de Albarracín (Teruel). Pinturas rupestres de
Peña Tzi, con representación de figuras humanas esque-
. máticas, dz un ídolo dolménico y una espada de la Edad
del Bronce. Escenas de ca.ta y de gurrrd, del Va2 del
Charce del Agua Amarga (Alcañiz, Teruel), y dos con
ciervos y una cabra de las Rocas dels Moros y dels Gas-
cons, en el barranco de Caldpati; término de Cretas (Te- 1
rurl).

colección Siret \\.


Ordenados, agrupados por yacimientos y ajuares, se
guardan en el depósito del Museo Arqueo1óg:co Nacional,
en espera de que sea posible su exposición, los objetos de
la Colección Siret, que representan gran parte del fruto - .
de los trabajos arqueológicos que, durantz los años 1881-
1935, realizaron los hermanos Siret (sobre todo don Luis)
en el Levante español.
Con ocasión del IV Congreso Internacional de Cien-
cias Prehistóricas y Protoh;stóricas se ha organizado una
presentación provisional d2 algunos de los fondos más no-
tables de la Colección Siret, de cuyo conjunto se intenta
dar breve idea en las páginas siguientes.
Los objetos que integran la Colección 'abarcan desde
el Paleolítio inferior hasta la Edad Media, preponderan-
do los de la Edad del Bronce.

Del Paleolítico inffrior sólo hay algunos sílex de San


Isidro (Manzanares, Madrid).
Del Paleolitico superior al eneolítico hay materiales
de la Cueva de la Zújaru (vitrina 1). Los restantes prehistó-
ricos Rertenecen casi en su totalidad a laSEdad del Bronce,
en la que tan grande importancia tiene el Sudeste español.

YACIMIENTOS
CON S ~ L E XMICROL~TICOSY CERAMICA
TOSCA* EN LOS QUE APARECE BRONCE

Los yacimientos más antiguos, con sílex microlíticos


\
y cerámica tosca, en los que el metal aparece como cosa
esporádica, están muy relacionados con el difícil problema
de los hallazgos en cuevas de Andalucía y Levante. Son
éstos : Alnzunzoru, Cinz bre, El Garcel ; en. pedrstal, una
tinaja del Garcel (vitrinas 2-3), Palacés, P r r m a , Tesoro,
Toyos.

Junto a este estrato cultural aparece otro completa-


ment; di£erente, y de una civilización mucho más rica, de
origen oriental (Egipto, según don Manuel Gómez Mo-
reno). Esta cultura trae como tipo arquitectónico funda-
mental la construcción megalítica, de paredes formadas
SALA E
1

por pequeñas lajas (Almizaraque), y un ajuar muy carac-


terístico (vitrinas 4 a 25), con puntas de sílex de base
hend;da o foliáceas y cuchillos de sílex tallados; entre los
objetos de bronce se encuentran el punzón de sxción
circular o cuadrada y el hacha de lados casi paralelos. I
LOShombres de esta cultura se adornaban con brazale-
tes de pectúnculo que a veces copian en mármol o en
alguna otra piedra dura, y con collares de cuentas, te-
\
niendo algunos adornos de oro (tubitos de la Loma de
Belmonte).
Lo que más sobresale en los ajuares de este momento
son los ídolos, ya en los cuencos de cerámica, ya tallados
en alabastro, hueSo y placas de pizarra. También se en-
cuentra una cerámica dzcorada con soles o esquemas de
animales.
Quizá al comienzo de esta cultura se produjera la apa-
rición dzl vaso campaniforme, que resultaría de la unión l
de la cerámica decorada que poseía el- sustrato hispano-
mauritano, con la nueva influencia ibero-sahariana. El
vaso campaniforme, nacido sin duda en esta región, fué
otro de los elementos que acompañó a la cxpansión me-
gaIítica hacia el Occidentz de la Península Ibéria, y que
no se iba a separar de él en su camino a través del At- I
lántico. t
(
La evolución de esta cultura se ve en los grandes se-
pulcros megalíticos de las cuevas de Menga y Romeral,
cuyos enormes bloques de piedra representaban un mayor
esfuerzo para tallarlos. Por otra parte, los ajuares dan
muestra de cierta degeneración con respecto a los de Los
Millares. Esto puede verse, por ejemplo, en los ídolos dz
placa antropomodos tallados con mucha menor perfec-
ción que los de la citada estación.
Los poblados de Los Millares y Almizaraque no te-
SALA E

nian fortificaciones, y enterraban a sus muzrtos fuera del


recinto de sus casas, señales de un ~ u e b l opacífico.
La lista de los yacimientos de la cultura megalítica es
la siguiente : Cueva del Agua ; Cañada Aguila ; Agui-
fur ; Aguilas ; Alhamu Huéclidr ; Ajazar ; Alamillos ;
Alamos Negros (vitrina 19) ; Albolucas ; Albox ; A l c ~ u -
zón ; Loma del -Aguachal (Mojácar) ; Almanzora ; Almi-
zaraque (vitrinas 4 - 12); Alparatus ; Alquería ; Antas ;
Arboleas ; Arejos ; Artartl ; Aspador ; Atalaya (vitrina
2 5 ) ; Barahondo; Cabzzo del Burranco; Orilla del Río
Baúl ; Baza ; Bedar ; Berja ; Lomd Blanca ; Loma del Bo-
ticario : Buena Arenu ; Calderón ; Campanu ; Loma del
Campo (vitrinas 23-24) ; Campos ; Canteros ; Cantoria ;
Caporchunes ; Curbonerd ; Carrascosuf Casa de lo Alto ;
Cerro del Castillo ; Cuyuelo ; Cwicos ; Conquib ; Cudrti-
llas : Loma de Cuéllar ; Don Disgo (Alicún); Eriales ;
Fas (Urracal) ; Fines ; Flores ; Fonelas (vitrina 20) ;
Fuente del Lobo ; Galera ; Gallardos ; Gor (vitrina 23) ;
Gorufe (vitrina 20) ; Gorriquiu ; Guadix (vitrina 24) ;
Hazas de la Coscoja ; Huéchdr ; Huércal ; Huertds ; Loma
de Ibevia ; Cueva JaEoneru; Jutico ; Jc~utón(vitrinas 21
y 22) : Jarabia ; Jocaya; Ldborcillus ; Lámpara (vitri-
na 25)-Cueva Barranco ; Ma'homa ; Matd ; Mayor ; Mi-
llares (vitrinas 13.19) ; Mojácar : Nijar ; Pajarraco ; Pa-
Iacés : Pedro Martí-nez ; Peñicus ; Pe?Zurlas; Purchena
ivitrina 24) ; Rincón ; Ruices : Rutilku ; Serróni; Taber-
nas (vitrina 20); Tuzona; Teja (Fonelas): Tijola;
Urracal.

En los comienzos del metal en España, aparece un


fenómeno nuevo, e indepzndiente del anterior, la czcltlcra
SALA E

crrgdrica, nombre derivado de su yacimiento más conocido


aunque posiblemente no el más antiguo, ya que en él
las formas aparecen más evolucionadas que en El .Oficio.
Los ajuares del Argar son diferentes de los ant-rT.Or?S
'

(vitrinas 29 a 32). La cerúmzca es de superficie negra lisa 1


y brillante, sus perfiles son curvos y fueramente angulo-
sos (carenados) y sus soleros son convexos, apareciendo ' 1
formas nuevas como la copa y el cuenco abierto.
En la m e t d l ~ r ~encontramos
~a igualmente nueva ti-
pología, el puñal con tres clavos para sujetar el mango y
de hoja alargada, la alabarda con igual enmangadura y
que no parece evolución de las de sílex de la época ante-
rior, y la espada, desconocida hasta el momento, muy
semejante al ~ u ñ a l ,enmangándose de igual forma que
éste.
Surqen como piezas de adorno nuevas, los pendzentes
y brazaretes de bronce, de una o varias espirales, que sus-
tituyen completamente a los de concha dzl período ante-
rior, los collares perviven, aunque sus cuentas son dif3-
rentes? y como adorno nuevo surge la diadema con disco.
Aparecen los moldes de fundición hechos en piedra. El
l
metal más empleado es el bronce, encontrándose algunos l
objetos de plata. L,a profiisión de ídolos ha desaparecido. I
lo mismo que el trabajo perfecto del sílex.
Figuran los siguientes yacimientos argáricos : Alunis ;
Albdnchez ; Albar (Mojácar); Alberiqzce ; Alcolea ; Al;
l
godonares : Alianza (Herrerías); Alparatas ; Argar ; (vi-
trinas 29-32). En la saIa 1, y perteneciente al yacimiento
del Argar de esta colección, hay un. sepzrlcro d e cista con
su ajuar completo, excepto la alabarda que pzrtenecz 71 I
yacimiento de Alidn~d(Herrerías) y está en sustitución de
la que había colocado don Luis Siret, que era de cartón.
En pedestales tinajas del Argar. Ldzarete; Llano del Ba-
rranco del Asno : Azn del Rollón : Bnstida : Buenos Ai-
SALA E

ves ; cdmpos ; Castellón ; Castellones ; Castell; Casti-


llejo~; Custillico ; Ceretuela ; Cimbre ; Ciñuela ; Con.
quil; Cabezo Córdoba; Dianu (vitrina 3 2 ) ; Eriales (vi-
trina 3 2 ) ; Fuente Bermeja; Fuente G r u d e ; Rrsco de
la Fuente ; Cerro de Gor ; Herrerias ; Ifré ; Macael ; Ma-
zurrón ; Mayor ; San' Miguel ; Morfdles ; Cabecicos Ne-
gros ; Níjdr ; El Ofic'o (vitrinas 26-25) ; Olz~!aa; Ovih.z!.--
ta; Palomartes; priiZomino ; Cabezo Pelado ; Peñuelas ;
i3i.sada de la Virgen ; Pocicas ; Puerto Lztm.breras ; Senes ;
Tdjo dr Gz~dulzrpe; Teruel ; Tu&e ; Turrillu ; Ulei 'a.

YACIMIENTOSCON OBJETOS DE LA EDAD DEL BRONCE,


PERO NO ENCUADRADOS EN NINGUNA DE LAS MODALI- '

DADES CITADAS

Albatera ; Aljarilh ; Andeira ; Antas ; Brlilla ; Be-


nulján; Llano de la Cañada ; El Criadero ; Esparrugal :
Espesuras : Gurrovind ; Gato ; Olla Madriguera ; Lubrín ;
Norias : Virtud de San losé ; Vivarenu (Purchena).

Como algo excepcional, dentro de la colección, apa-


rece el yacimiento del Cabezo Colorado (vitrha 32), con
fragmnntos de cerámica de tipo Hallsttat, al parecer par-
te de una gran tinaja.
En los yacimientos siguientes se encuentran objetos
ibéricos, sobre todo fragmentos de cerámica pintada:
Acrópolis (Villar;cos), Carmen (Villaricos), Castillo, Ga-
lera, Mecd, Mojácur, Orihuela, Peal (Villaricos).
SALA E
l
YACIMIENTOS
DE LAS COLONIZACIONES GRIEGA 4

l
u PÚNICA

En Galera se encontró una crátera griega, probable-


mente del siglo V, y una divinidad púnica de alabastro.
El yacimiento más rico es la necrópolis de Villari- 1
cos (vitrinas 33-44), en la que, como nota típica y cons-
tante, aparecen los huevos de avestru~,lisos en su mayo- 1
ría, algunos pintados, y sólo, por excepción, tallados.
Les acompañan las urnas de incineración, sin decorar casi
siempre, y sus plcztillos. Con este ajuar aparecen las lu-
cernas votivas de dos pisos. También se encontró un
ataúd de madera completo, en d:sposición de ser recons-
truído. Entre los objetos de adorno aparecen con frecuen;
cia las uxdas y los Bes, y como adoEnos de oro los pen-
dientes amorcillados.
Los primeros objetos de esta necrópolis pueden per-
tenecer al siglo IV a. de J. C., en que comenzó a ser ha-
kitada la localidad como colonia pún;ca.
En pedestalrs, ánforas, esculturas y estelas de pedra
púnicas. de procedencia no indicad2 y probablzmente de
Villaricos. Entre ellas una estcla epigráfica con inscrip-
ción fenicia.
Las procedencias indicadas son las siguientes : Acró- 1
\
polis (Villaricos) (vitrinas 33-44), Bol'che, Ferrocarri! de
Moratu cz Ifré, Hojica de Ros, Herreríus, Pajarraco. 1

En bastantes yacimientos abunda la cerámica roma-


na, habiéndose encontrado en el de Brujas una lucerna
completa.
Al Bajo Imperio romano pertenece el yacimiento de
S A L A E

Buha, con grdndes platos de sigillata estampillada, y al-


gunos vidrios pintados en blanco, cuyas formas no es fá-
cil determinar por su estado /fragmentario. También .fir
gura un mortero de cerámica, de Montroy.
Las localidades donde se dan estos objetos son : Acró-
polk (vitrina 44) (Villaricos), Alcantarilla, Antds, Arteal,
&ira (vitrinas 48450), Loma Blanca, Cabecico de h s Bru-
jas (vitrina 47), Brujulú, Carmen (Villaricos) (vitrinas 45-
461, Cartuqend, Cuevas, Don Diego (Alicún), Espesuras,
L 2 n 0 del Espartal, Lluno de los Frailes, Galera, He-
rrerúz, Río Limólz, Longuera, Lorca, Mendrás, Montroy,
Mula, Pajarraco, PalO~2aric0,Pulmino, Playa de Para~ai-
la, Pocicas, Rioja (Herrerías), Cabezo de Sabiote, San-
tuario, Sdntiponce, Tolmo, Vera, Viaducto.

Aparecen fragmentos de cerámica medieval, en, su


mayoría árabes, y, por excepción, algunas vasijas casi
completas, pintadas o estampilladas, en los siguientes ya-
cimientos : Acrópolis (Villaricos), Albateru, Alhdma de
Murcia, Aldeire, Afgarfa, Alzfraga, Altuina, Torre de A le
mugreru, Cabrera, Castillo de Chuecos, Don Diego (Ali-
cún), Herrera, Oluh, Rioja (Herrerías), San Anieón, San-
tiugo, Torre, Tejefin, Vera.
Además de los que hemos citado, la colxción con-
tiene otros yacimientos que, por su escasa importa-ncia,
o por no ser típicos sus materiales, no se insertan en nin-
guno de los apartados anteriores.
BIBLIOTECA

BIR1,IOTECA

La biblioteca del Museo está instalada en las tres sa-


las siguientes: Sala de Honor, de Juntas y de Lectura.

Salas de Honor (B. del plano) y de Juntas (D). La


estante&, de caoba, de estilo neoclásico, fué hecha en el
último tercio del siglo XVIII para el gabinete del idante
don Gabriel, hijo de Carlos 111, destinada a guardar sus
colecciones. Perteneció después a la botica c a l de la calle
del Tesoro, y al desaparecer ésta pasó a la BibLoteca Na-
cional, y más tarde, con las colecciones de antigüedades
de'esta, al Museo Arqueológico, dondz se adaptó para
guardar las colecciones numismáticas hasta la reciente re-
forma,
Los tapices, en número de nueve, constituyen una sed
rie de ((Los hechos dz los Apóstoles)), tejida en Bruselas
en la segunda mitad del siglo XVII por los tapiceros
Everaerr Le~niers,Geraert Peemans y Guillam van Leef-
dael. Se siguieron en ella los cartones que Rafael hizo en
el siglo XVI, por encargo de León X, para la serie que
había de decorar la Capilla Sixtina. Fueron donados al
Museo por la duquesa de Villahermosa. Sus asuntos,
empezando a la izquierda dz la puerta de entrada, son:
Paño IV: Muerte de Anunhs. Paño 11: Apacientu mi
Paño 111 : Milagro del paralitico. Paño VI : Con-
z~ersiónde San Pablo. '

En la Sala de Juntas (D). Paño V: Lapiúución de


San Esteban. Paño VIII: San Pablo y San Bernabé e n
Lystra. Paño 1 : La pesca m.ilagrosa. Paño VI1 : Castigo
de E l i m s . Paño IX : Predicación de San Paablo en el
Areópago de Ateruts.

Sala de lectura (C, del plano), dos tapices de media-


MONETARIO

dos del siglo XVI de la serie ((Historia de Jacob)), tejida


en Enghien, de la qur se exponen cuatro en el vestíbulo.
Sus asuntos son: sobre la puerta de paso al salón B, el
paño VtCLdbánda alcance a Jacob,- que vuelve a la $;erra
de sui*padres. En el testero de enfrente, el paño VI, Re-
concilulcióri de Jacob y Esaú.
Sobre la puerta que da paso al vestíbulo, pintura en
lienzo, de la escuela de Percda : San Jerónimo azotado
por los ángeles, de Antonio Arias.
. . . .
~ I O N E T A R I O

El mbnetario del Museo fué trasladado, en 1951,


de& su antigua instalación, en la hoy sala XXIII, a la
~ X ~ ~ X , C o n t ai ~lauXXVI,
a dotándolo de nuevos ar-
marios que permiten el cómodo acceso a las colecciones,
y destinando la antigua estantería de la Botica dé Palacio,
que antes las contenía y rrsultaba completamente in-
adecuada para tal destino, a la Biblioteca.
- AL establecerse en él la sede del Instituto ((Antonio
Agustínv: del Consejo Superior de Investigaciones Cien-
tíficas, el antiguo gabinete numisrnático se ha conver-
tido en un activo centro de trabajo, que publica la revista
Numurio Hispánico.
Del contenido del monetario dan cuenta algunas pu-
b1icac;ones incluidas en la .Biblz~grujiúdel Museo. El nú-
mero actual de piezas es de más de 180.000.
: En estos momentos el monetario es un departamento
de- trabajo e investigación cerrado de consiguiente a la vi-
sita públicá, En una ulterior etapa'de las instalaciones del
Museo, se añadirán, a las colecciones arqueológicas, las S"-
fies numismáticas convenientes para el público conoci-
miento de las que conserva el establecimiento.
JARDIN

Le adornan varias piezas arquitectónicas y escultóri-


cas en piedra, presididas, desde el fondo de las dos aveni-
I
das principales, por dos figuras romanas de togados, acé-
falos, uno de Baena, viéndose cerca de ellos tres vewacos
celtibéricos, de granito, procednntes de Segovia y Avila.
Entre los fragmentos antiguos del sector izquierdo o
meridional se encuentran, en el arranque de la avenida,
una e s t u t u femenina con traje talar, en mármol calci-
nado; después, a la derecha, un busto sin cabeza envuel-
to en manto de pliegues geométricos; en caliza, un pe-
queño grupo de niño (?) con um ave, muy mutilado, y un
acéfalo torso de majer sedente (?), colosal, todo de arte
indígena o provincial romano; junto a la verja, una basa
de columna colosal, de Cartagena, y un gran capitel co-
rintio, d r mármol, romanos. En el césped hay tam-
bién una serie de proyectiles esféricos de catapulta, del
p b í a d o iberorromano de Azaila, y una cistu sepulcral de
la Edad del Bronce.
En el sector derecho tenemos, en la avenida, un frag-
1
mento romano, de mármol itálico, correspondiente a la
mano derecha, de una estatua colosal; una figurita des-
\
nuda, muy mutilada, y trozos de fuste estriddo de co,
lumna, de la antigua Celsa, etc.
Repartidos, en fin, por distintos puntos, hay numero-
sas copias modernus de bustos de emperadores, con cora-
za o trábea, como Nerón, Adriano, varios Antoninos, y
otro colosal, acéfalo y desnudo, que debe corresponder a
Antinóo; capiteles, como la serie conrintia, procedente
de Córdoba, de época del Renacimiento, habiéndolos
también góticos y posteriores, con sus fustes; escudos
heráldicos y estutuas religiosas, como la de la Virgen cte
APENDICE

la Almudena, un curioso San Jerónimo o Sdn Pablo Er-


mitaño, y otros.

APENDICE

En el sótano, y crí espera de poder ser instalados, .se


guardan los fondos que corresponden a la Edad del Hie-
rro de la Meseta y Centro de España. Estos materialos,
en su mayoría, forman parte de la colección donada a su
muerte por el Excmo. Sr. Marqués de C~rralboa este
Museo, y los que fueron entrzgados por el Museo Cerial-
bo al Arqueológico Nacional en 1940. En gran parte
han sido estudiados y publicados por el propio excavador
y pertenecen a los yacimientos siguientes de las provin-
cias de Soria, Guadalajara y Zaragoza: Aguilar de An-
guita, Alpanseque, Arcóbriga, Atunce, Cabezo (Monte-
agudo), Castro Megalítico, Ciruelos, Clares, Cuevas de las
Cazoletas (Monreal de Ariza), Cueva Ldbrada (Jubera),
Cueva Valdelacasa, Cuevas de Viana, El A t h y o , El Ci-
clópeo, Galidnu, Gurbujosa, Hijes, Hortezuelu de Océn,
Juberu, Luzaga, Mirabueno (Monteagudo), Molino de
Benjamín (Montuenga), MonreaeE de Ariza, O p i c o , Ole
meda, Olla de los Muertos (Granja), Padilla, Sabindr
(Mont-agudo), Santa M a h de Huerta, Semilla, Somaen,
Termuncid, Torralba, Turmiel, Valdeherreros, Valdeno*
villos,- Valladores, Vallunquer, Velillu, Villar.
Algunos de estos ya&mientos han ~roducidotam-
bién escasos materiales de períodos anteriores o poste-
riores a la Edad del Hierro.
Otra de las grandes colecciones que se encuentran en
el sótano son los fondos dz las excavaciones de don Juan
Cabré en los años 1917- 1931, publicados en su casi to-
talidad en las Memor.'as de lu Jzm.ta.Superior de Excava-
ciones, años 1918- 193 1.
i ' Los dos yacimientos de mayor importancia, por la ca-

lidad y cantidad de sus hallazgos, han sido los de Lds CO-


gotds y La Osera (Dehesa de Miranda, Chamartín, Avi-
la), los dos de la Segunda Edad del Hierro y muy seme-
jantes en cuanto a su contenido se refieren. I
Ingresados en el Museo, procedentes de excavacion-S,
se encuentran algunos fondos de yacimientos celtibéricos
(Numancia, Izan', Ocenilla, etc.).
Hay una colección, aunque no.muy numerosa, de las
excavaciones que el señor Morenas de Tejada realizó en
Quin-tams de Gormz, con armas de la Segunda Edad
del Hierro y urnas pequeñas con tapadera, de ceratmica
lisa, bien cocida y color amarillento.
De Roquizal del Rullo, y procedente de las excava-
c.ones aficiales del señor Cabré, hay un gran número de
vasijas de forma casi bicónica y de tamaño pequeño, con
decoración excisa muy típica, y unós morillos de uso dcs-
conocido y típicos en yacimientos de la Primera Edad del
Hierro.
Con este grupo se encuentran también algunos pe-
queños lotes más, que no se mencionan por su escasa
cuantía y calidad.
Estas colecciones serán instaladas en las salas XXIY
y XXVIi a XXXVII, tan pronto como las desocupe el I

Museo de América al trasladarse a su edificio propio.


.. RIBLIOGRAFIA DEL MIJSEO ARQUEOLOGICO
NACIONAL

Esta bibliografía es continuación de la que figura en la Gwía


histórica y d e s e t i v a del Museo, publicada en 1917, habiéndose
crnpleado las abrrviaturas siguientes :
AEA ....L:. ~ r c h i v ; >Español de Arte. Madrid.
AEArq ... ... Archivo Español de Arqueo'ogía. Madrid.
RABM ... ... Revista de Archivos, Bib'iotecas y Miiseos. Madrid.

Ell lugar de impresión se entenderá Madrid, cuando no se indi-


que otra cosa. . ,

Museo Arqueológico Nacional. --- en los años 1916-20.


V. MÉLIDA,J. R.

ADQUISIC~~NES.
Patronato del Museo ~ r ~ u e o l ó g í cNacional.
o ---- en
los años 1930-31 y 1932-34.
2 V O ~ .1933.
(Folleto aparte de cada nota descriptiva.)

-del Museo Arqueológico Nacional (1940-1945).


(Tres desgloses: Prehistoria y Edad Antigua; Edad Media
v Moderna, y Sección de Numismática.)

ALVAREZ-OSSORIO, F. ,
Una visita al Museo Arqueológico Nacional.
2.a ed. 1925.
Museo Arqueológico Nacional. IV Congreso Internacional
de Arqueología.
Barcelona, 1929.
[Hay traducciones alenlana, francesa e inglesa.)
l

l
El tesoro de Lebrija. Nota acerca de las piezas de oro de-
nominadas Candelabros de Lebrija.
, I93'

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