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Myers – Psicología
Hope College
Holland, Michigan
Las fuentes de información están citadas entre paréntesis, con el nombre del autor
y la fecha, la referencia completa figura en la Bibliografía al final del libro
La psicologia precientifica
Introducción: Desde el principio de la historia escrita, los seres humanos han reflexionado y discutido
sobre la naturaleza humana. ¿Córmo se relacionan el cuerpo y la mente? ¿iLo que sabemos ya
venia con nosotros o fuimos como hojas de papel en blanco sobre las cuales se fue escribiendo la
experiencia? En el siglo XVII nació la ciencia moderna, la cual sentó las bases para la futura ciencia
de la psicología.
Las presuntas respuestas a estas preguntas se pueden hallar en los escritos anti-
guos. En la India, Buda se preguntaba cómo se combinan las sensaciones y las
percepciones para formar ideas. En China, Confucio destacaba el pode de las ideas
y de una menta instruida. En el Israel antiguo, las Escrituras hebreas anticiparon la
psicología actual al relacionar la mente y la emoción con el cuerpo. Se les decía a
las personas que tenían que pensar con sus corazones y sentir con sus entrañas.
El filósofo-maestro griego Sócrates (469-399 a.C.) ofreció, una idea muy diferente
acerca de la mente y del cuerpo, según su discípulo Platón. Sócrates. que dedicaba
parte de su tiempo a trabajar como cincelador de piedra y escultor, no cobraba nada
por sus clases, no escribió nada y hablaba con cualquiera que deseara confrontar
ideas. "Usaba una simple túnica raída todo el año y andaba descalzo", señala
Morton Hunt (1993, p. 21). "Una vez, mientras observaba la plaza del mercado,
exclamó con placer: ‘¡Cuantas cosas hay allí que no quiero tener!’. En cambio, se
deleitaba con las ideas. A diferencia de los primeros hebreos (y los psicólogos
actuales), para Sócrates y Platón la mente era separable del cuerpo y seguía viva
después de la muerte. Pero, al igual que esos psicólogos modernos que ponen
énfasis en nuestras predisposiciones genéticas y nuestra gramática intuitiva,
consideraba que ya nacemos con el conocimiento.
Poco después de que Sócrates aceptara su muerte cercana, que según él liberaría
su mente de la prisión corporal, una pareja opulenta del norte de Grecia dio a luz a
su nieto intelectual: el futuro alumno de Plató, Aristóteles. Aristóteles era amable y
cálido, pero también muy claro. Cuando un amigo pedante le pregunto: "¿Te he
aburrido mucho con mi charla? Aristóteles le contestó: “No, en realidad, no te
estaba prestando atención" (Hunt. 1993. p. 28). Como le habían negado la
presidencia de la Academia de Platón tras la muerte de éste, Aristóteles fundó una
escuela que competía con ella, el Liceo, y -como los profesores de la universidad de
hoy- duplicó su producción académica delegando la investigación en sus alumnos.
El amor de Aristóteles por los datos lo diferenciaba de Sócrates y Platón, quienes
deducían principios mediante la lógica. Como un antecesor de los científicos
modernos, formula principios obtenidos de observaciones cuidadosas. Sus
observaciones le indicaban que "el alma no se puede separar del cuerpo, y lo mismo
se debe sostener respecto de partes especificas del alma" (De anima). Además,
Aristóteles decía que el conocimiento no es preexistente (perdcin de nuevo,
Sócrates y Platón), sino que, por el contrario, se construye a partir de las
experiencias acumuladas en nuestros recuerdos. (Con esto, Aristóteles se
anticipaba a los pensadores posteriores que creían que el ambiente [“nurtura"] nos
modela más que la herencia [“natura”]. Aristóteles estaba equivocado en varias
cosas (pensaba que una comida nos da sueño porque provoca una acumulación de
gas y calor alrededor de la fuente de nuestra personalidad, el corazón). Pero tenia
razón en muchas cosas. Los acontecimientos vividos en condiciones de emoción
fuerte (¿dónde estaba usted el 11 de septiembre?) se rememoran mayor que los
sucesos carentes de emoción. Y nosotros, como Aristóteles lo suponía, evocamos
recuerdos mediante una red de asociaciones entre nuestras experiencias
almacenadas.
Después de este florecimiento de la psicología precientífica en la antigua Grecia, los
2.000 años siguientes no lograron ofrecer muchas sugerencias nuevas y duraderas
acerca de la naturaleza humana. Ello no se debió a la ausencia de indagación. San
Agustín (354-430 d.C.) estaba fascinado con los seres humanos. "No estoy
investigando ahora los caminos de los cielos, ni midiendo la distancia de las
estrellas, ni tratando de descubrir cómo se sostiene la Tierra en el espacio. Me estoy
investigando a mi mismo, mi memoria y mi mente" (Confesiones). Como los
modernos psicólogos de la salud, San Agustín describió en qué forma el estado del
cuerpo influye sobre la mente y cómo la mente influye en el cuerpo. Demasiada bilis
puede tornar irritable a una persona, pensaba él, pero las situaciones irritantes
también pueden estimular demasiada bilis.
Cerca de 1.200 años después, la ciencia moderna por fin comenzó a florecer, y con
ella aparecieron nuevas teorías de la conducta humana. Un francés débil pero
brillante llamado René Descartes (1595-1650) se manifestó de acuerdo con
Sócrates y Platón acerca de la existencia
de las ideas innatas y de que la mente era
"por completo diferente del cuerpo" y podía
sobrevivir a la muerte (cuadro 1). El
concepto de mente de Descartes lo obligó
a conjeturar, como las personas lo han
hecho desde entonces, cómo se
comunican la mente inmaterial y el cuerpo
físico. Descartes, que era a la vez
científico y filósofo, disecó animales y llegó
a la conclusión de que el líquido de las
cavidades cerebrales contenía "espíritus
animales". Estos espíritus, suponía, fluían
desde el cerebro a través de lo que
denominamos nervios (que él pensaba que
eran huecos) hacia los músculos y
provocaban el movimiento. Los recuerdos
se formaban a medida que las
experiencias abrían poros en el cerebro,
hacia los cuales también fluían los
espíritus animales. Descartes tenía razón
al considerar que las vías nerviosas son
importantes y que permiten los reflejos.
Con todo, aunque fue un genio, y se
apoyara en el conocimiento acumulado durante más del 99% de nuestra historia
humana, a duras penas tuvo una pista de lo que hoy sabe un chico promedio de 12
años.
En realidad, la mayor parte de la historia científica de nuestra autoexploración -
la historia que figura en los capítulos de este libro- se escribió en el último abrir y ce-
rrar de ojos de la historia de la humanidad.
Mientras tanto, al otro lado del Canal de la Mancha, en Gran Bretaña, la ciencia fue
asumiendo una forma más práctica, centrada en el experimento, la experiencia y el
sentido común. Francis Bacon (1561-1626) llegó a ser uno de los fundadores de la
ciencia moderna, y su influencia persiste en los experimentos de la psicología
actual. Bacon también estaba fascinado por la mente humana y sus falencias.
Anticipándose a lo que hemos llegado a observar acerca del anhelo de nuestra
mente de percibir patrones o pautas incluso en los acontecimientos casuales, señaló
que “el entendimiento” humano, desde su naturaleza peculiar, supone fácilmente un
grado superior de orden e igualdad en las cosas que realmente encuentra" (Novum
Orgamum). También anticipo la investigación respecto de nuestra vehemencia por
advertir y recordar de manera selectiva hechos que confirman nuestras creencias:
"Toda superstición es en gran medida la misma, sea la de la astrología, los sueños,
los presagios, los juicios retributivos u otra por el estilo, ya que en todas ellas los
creyentes engañados observan acontecimientos que se cumplen, pero no tienen en
cuenta y pasan por alto su fracaso, aunque éste sea mucho mas común".
Alrededor de 50 años después de la muerte de Bacon, John Locke (1632-1704), filó-
sofo político británico, escribió un ensayo de una página sobre "nuestras propias
habilidades" para una discusión que surgió entre amigos. Veinte años y cientos de
páginas después, Locke completó finalmente el ensayo (Ensayo sobre el
entendimiento humano), en el que presentó su famoso argumento de que la mente
al nacer es una pizarra en blanco -un "papel en blanco"- sobre la cual se escribe la
experiencia. Se dejaba de lado la idea de Platón y Descartes del conocimiento
innato. La mente actúa solo respecto de lo que se percibe a través de los sentidos.
Esta idea, agregada a la herencia de Bacon, ayudó a formar el empirismo
moderno, la visión de que el conocimiento se origina sobre la base de la experiencia
y que la ciencia debe, por lo tanto, apoyarse en la observación y la experimentación.
Además, si todos somos iguales al nacer (como lo señala la Declaración de la
Independencia de Estados Unidos), éste es el fundamento de la democracia.
Los conceptos importantes figuran a lo largo del libro en negrita. Usted podrá
encontrar, a medida que estudie, estos términos con sus definiciones en el margen
respectivo y en el Glosario al final del libro.
Esta joven ciencia de la psicología se desarrolló desde los campos más afianzados
de la filosofía y la biología. Wundt fue tanto un filósofo como un fisiólogo. James
era un filósofo norteamericano. Ivan Pavlov, precursor del estudio del aprendizaje,
era un fisiólogo ruso. Sigmund Freud, controvertido teórico de la personalidad, era
un médico austríaco. Jean Piaget, el observador de niños más importante del último
siglo, era un biólogo suizo. Esta lista de psicólogos precursores -los "Magallanes de
la mente", como los denominó Morton Hunt (1993)- establece los orígenes de la
psicología en muchas disciplinas y en muchos países.
Al igual que sus pioneros, los psicólogos modernos son ciudadanos del mundo. La
Unión Internacional de Psicología Científica tiene 69 naciones miembros, desde
Albania hasta Zimbawe. Casi en todas partes, los miembros de las sociedades de
psicología se multiplicaron -desde 4.183 miembros y adherentes de la Asociación
Norteamericana de Psicología en 1945 hasta mas de 160.000 en la actualidad, con
un crecimiento igualmente rápido en Gran Bretaña (fig. 1). En China, cinco universi-
dades tenían departamentos de psicología en 1985; al final del siglo había 50 (Jing,
1999). En todo el mundo, aproximadamente 500.000 personas han sido
capacitadas como psicólogos y, de ellas, 130.000 pertenecen a las organizaciones
de Psicología europeas (Tikkanen, 2001). Además, gracias a las publicaciones
internacionales, los encuentros en común e Internet, la colaboración y la
comunicación llegan a más, lugares que antes: “Nos estamos desplazando con
mucha rapidez hacia el mundo único de la ciencia de la psicología", informa Robert
Bjork (2000). La psicología está creciendo y se esta globalizando.
¿En qué se ha convertido pues la psicología? El resto de su historia -el tema de
este libro- se desarrolla a lo largo de muchas líneas. No es fácil definir la psicología
porque incluye actividades que van desde la psicoterapia hasta el estudio de la
actividad de las células nerviosas. Wundt y Titchener se centraron en las
sensaciones, las imágenes y los sentimientos internos. A James también le
interesaba el examen introspectivo del flujo de la conciencia y de la emoción. Por lo
tanto, hasta 1920, la psicología se definía como "la ciencia de la vida mental".
Desde la década de 1920 hasta la de 1960, los psicólogos norteamericanos, al
principio, liderados por el extravagante y provocador John Watson, y después por el
también desafiante B. F. Skinner, descartaron la introspección y redefinieron la
psicología como “la ciencia de la conducta observable".
Después de todo, alegaban estos "conductistas", la ciencia tiene sus raíces en la
observación. Usted no puede observar una sensación, un sentimiento o un
pensamiento, pero si puede observar y registrar la conducta de las personas al
responder a situaciones diferentes.
Revisión y análisis
Cada sección de Revisión y Análisis terminará con dos preguntas importantes. La pregunta de
Autoevaluación le ofrece una herramienta para examinarse usted mismo sobre el material que acaba
de leer. Las respuestas están en el Apéndice al final del libro. La otra pregunta le ayudará a
reflexionar sobre los temas (lave y conectarlos con su propia vida. El hecho de darles sentido
personal a éstos temas los convertirá en memorizables.