I.

INTRODUCCIÓN A LAS INSTITUCIONES Y AL CAMBIO INSTITUCIONAL

1.- INSTITUCIONES

Las instituciones constituyen una guía para la interacción humana, que incluye limitaciones al
quehacer humano y, y reducen la incertidumbre porque proporcionan una estructura a la vida diaria.
Pueden ser formales, como las normas y reglamentos concebidos para un determinado propósito
social y/o económico determinado, e informales tales como los acuerdos y códigos de conducta que
evolucionan dentro del derecho consuetudinario

Las limitaciones institucionales comprenden las prohibiciones y, a veces, las condiciones en que a
algunos individuos se les permite hacerse cargo de ciertas actividades. Es el marco en cuyo interior
ocurre la interacción humana.

Se hace una distinción capital entre las instituciones y las organizaciones u organismos. Ambas
proporcionan una estructura a la interacción humana y su concepción como sus desarrollos son
interdependientes. Las primeras proporcionan las el marco y las reglas de juego y los organismos
actúan como operadores y agentes del cambio institucional.

Los organismos incluyen cuerpos políticos (partidos, congreso, alcaldías, entidades reguladoras),
cuerpos económicos (empresas, cooperativas, sindicatos), cuerpos sociales (iglesias, clubes,
asociaciones), y órganos educativos (escuelas, universidades, institutos, centros vocacionales). Son
grupos de individuos enlazados por alguna identificación común, creados con un propósito deliberado.

2.- CAMBIO INSTITUCIONAL

El cambio institucional es un proceso complejo no sólo porque conecta el pasado con el presente y el
futuro, sino que revela la clave para explicar la senda del cambio histórico. Hay que tener presente que
las instituciones cambian de modo acumulativo y no de manera discontinua.

El Autor, North, formula un acertijo sobre la base de las divergencias y convergencias del cambio
histórico. Una característica del último milenio es que hemos evolucionado hacia religiones y
sociedades muy diferentes en lo étnico, cultural, político y económico, y que la brecha entre naciones
ricas y pobres, entre naciones desarrolladas y no desarrolladas es hoy día más ancha que nunca.

El estudio centra sus respuestas, en la diferencia entre instituciones y organismos, de modo que la
interacción entre ellos determina la dirección del cambio institucional. La vía resultante del cambio está
conformada por:
a.- El entrelazamiento, producto de la relación simbiótica entre ambas, creado por evolución y
consecuencia de sus estructuras incentivadoras, y
b.- El proceso de retroalimentación por el cual percibimos y reaccionamos a los cambios que se
producen en el conjunto de oportunidades.

A modo de corolario, señala que en la actualidad las oportunidades que tienen tanto empresarios
políticos como económicos siguen siendo una mezcla que mayormente favorecen la actividad
redistributiva no productiva, crean monopolios en lugar de condiciones de competencia y no generan
nuevas opciones. Pocas veces inducen inversiones en educación. Advierte que los organismos
concebidos en este marco institucional se harán más eficientes para hacer a la sociedad más
improductiva y a la estructura básica institucional mucho menos apropiada para la actividad productiva.
Esta vía puede persistir debido a que los costos de negociación de esas economías junto con los
modelos subjetivos no las llevan a resultados proporcionalmente más eficientes.