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Y PSICOANÁLISIS
2016
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Universidad de Bologna
DOCUMENTO
INTERDISCIPLINARIA
MISCELÁNEA
RESEÑAS:
1. Jurisprudenciales
407
Tribunal Constitucional, 19 de julio de 2016
El sentido integral del derecho a la identidad: jurisprudencia
del Tribunal Constitucional y la realidad registral del Perú
AGUSTÍN GRÁNDEZ MARIÑO
415
Corte Suprema, 1 de agosto de 2016
Doble venta u oponibilidad
GILBERTO MENDOZA DEL MAESTRO
2. Tesis
423 Frida Segura Urrunaga: La dimensión interlegal de la gestión
del agua en San Andrés de Tupicocha, Lima, Huarochirí, Perú
(1942-2015). Tesis de Licenciatura en Derecho por la
Pontificia Universidad Católica del Perú, 2016
A R M A N D O G U E VA R A G I L
CRÓNICA DE CLAUSTRO
Abstract: This article samples possible uses of psychoanalysis in law from the
academic work of Joseph Goldstein and Jay Katz. Both start to recognize the
importance of psychoanalysis to provide a serious and courageous attention
to the non-rational dimensions of the human being, we should be aware in
the world of law. Starting from this premise, the author explores two possible
uses of psychoanalysis in law: one represented by Goldstein, focuses on using
«psychoanalytic premises to resolve legal disputes», for example by providing
psychoanalytic information to determine the best interests of the child in
cases of custody, while the other, represented by Katz, who seeks to «create
an awareness of conflict where all of the actors had previously been locked
in a mutually reinforcing fantasy that no conflict existed», as it occurs in
* Publicado originalmente como «The uses of psychoanalysis in law: the force of Jay Katz’s example»
(Burt, 2006). Se han añadido subtítulos.
** Profesor Emérito de Derecho «Alexander M. Bickel» de la Escuela de Derecho de la Universidad
de Yale, Juris Doctor (J.D.) por la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale, Master of Arts
(M.A.) en Jurisprudence por la Universidad de Oxford. Lamentablemente, el profesor Burt falleció el
3 de agosto del año 2015, por lo que la presente traducción ha sido concedida amablemente por su
esposa, Linda Burt.
12 doctor-patient relationship, in order to rethink standards that had been set
by law under an illusion of objectivity and rationality. The article explores
these two approaches through examples, linking two perspectives adopted by
Freud throughout his academic work and taking a preferred position by the
position of Katz.
Key words: law and psychoanalysis – Jay Katz – Joseph Goldstein – family law
– child custody – doctor-patient relationship – informed consent
I. INTRODUCCIÓN
Jay Katz ha sido una de las influencias más profundas y perdurables
en mi vida como académico de derecho. Su influencia comenzó en el
momento que ingresé a la Escuela de Derecho de Yale como estudiante
en 1962. Mi entendimiento de los usos del psicoanálisis en el análisis
jurídico comienza con el recuerdo de mi primer encuentro con él. Creo
que mi experiencia personal refleja, de manera general, la manera en que
Jay llegó a influenciar a todos sus estudiantes, tanto aquellos afortunados
que asistieron a sus clases como los que solo lo han conocido mediante
sus publicaciones.
Este es el recuento de mi primera sesión de clase con Jay Katz. Acababa
de llegar a la Escuela de Derecho en 1962, luego de estudiar derecho dos
años en Oxford. Yale trató mi grado de Oxford como el equivalente del
primer año de estudio, así que inicié mis estudios efectivamente como
estudiante de traslado con privilegios de segundo año (si se me permite
la broma, todo fue una transferencia hacia abajo desde aquel momento).
Esta condición de traslado me hacía elegible de inmediato para tomar
cursos de grados superiores, y me matriculé en Derecho de Familia con
los profesores Joe Goldstein y Jay Katz. Esta fue la primera clase a la que
asistí en mi primer día en Yale.
Antes de la clase, se nos indicó que debíamos leer el estatuto del estado
de Nueva York sobre el divorcio y luego la demanda y contrademanda
presentadas por una pareja, identificada con los seudónimos de Sadie y
ROBERT A. BURT
Perry Lesser (Goldstein & Katz, 1965, p. 19). En sus respectivos recursos,
Sadie y Perry alegaban indignidades infligidas el uno contra el otro a lo
largo de aproximadamente veinte años de casados, descritas con gran
detalle. Tras esta lectura previa, entré a clase junto con unos treinta
estudiantes más.
Jay y Joe estaban sentados lado a lado al frente de la clase y Joe comenzó
con una típica pregunta abierta. «¿Qué tenemos aquí?» preguntó, y él y
Jay esperaron una respuesta en silencio. Yo estaba desconcertado, no solo
por la pregunta, que era bastante fuera de lo común en comparación a
13
mis antiguas clases de derecho en Oxford, sino más aun por el prolongado LOS USOS DEL
PSICOANÁLISIS
silencio que siguió por parte de los profesores (podría apostar a que el
EN EL DERECHO:
silencio no duró más de quince segundos, pero en el locuaz mundo del
LA FUERZA DEL
derecho en el que me había iniciado, quince segundos pueden parecer
EJEMPLO DE JAY
bastante). Entonces, un alumno levantó su mano y habló, seguido por
KATZ
otro, y luego otro. Una y otra vez, se dirigió la atención de los estudiantes
hacia los detalles técnicos de la ley —las diferencias entre «divorcio» y THE USES OF
«separación de cuerpos», por ejemplo, y la manera en que los alegatos PSYCHOANALYSIS
de ambas partes se relacionaban con estos distintos estándares—. Jay y IN LAW: THE FORCE
Joe escuchaban respetuosamente todas las intervenciones, comentando OF JAY KATZ’S
sobre alguna ocasionalmente, pero luego de atender a todas las manos EXAMPLE
alzadas, Joe preguntó «¿y qué más?». El silencio volvió al aula. Luego
unos más alzaron las manos, hubo unos comentarios adicionales por
parte de los profesores y luego, nuevamente, la pregunta «¿algo más?».
Se hizo silencio una vez más.
Permanecí callado durante todo esto, impresionado por la seguridad y
dominio técnico de mis compañeros, y confundido acerca de qué era lo
que se esperaba en una clase estadounidense de derecho (aunque pronto
aprendí que esta era una clase estadounidense muy poco convencional,
incluso para Yale). Luego habló Jay, quien hasta este momento había
estado en silencio o, en todo caso, había comentado poco, prefiriendo
dejar que Joe sea quien interactúe. Y Jay habló, desde luego, en su inglés
con acento, lo cual me dejó la impresión que estaba en ese momento
ante la encarnación misma de Sigmund Freud. Dijo: «Aquí hay una
posible explicación de lo que ocurre: estas dos personas se encuentran
en guerra. Están luchando el uno contra el otro por su dignidad, incluso
por sus vidas. Esta es una lucha de vida o muerte entre Sadie y Perry
Lesser».
Recuerdo liberarme de una inmensa tensión tras escuchar estas palabras,
sentir que reconocía algo en mí mismo y en el mundo de lo cual antes
solo había tenido un breve vistazo, sentir que surgían sentimientos que
no sabía que llevaba dentro de mí. Puede sonar melodramático, pero
para mí, este fue un drama de carácter muy personal y elevado. Había
llegado a esta clase con dos años de preparación en derecho y diez
ROBERT A. BURT
I I . L O S C A M I N O S D E J O S E P H G O L D S T E I N Y J AY K AT Z
Dos corrientes distintas se desprenden de estas premisas tomadas
del psicoanálisis, ejemplificadas no solo en los caminos distintos que
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
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1 Véase Goldstein, Freud & Solnit (1979, pp. 39-57), respecto a los vínculos familiares entre niños y
quienes, no siendo sus padres, cuidan de ellos por un periodo prolongado.
2 Véase Katz ([1984] 2002, pp. 30-47), donde traza la «historia de silencio» entre paciente y médico.
detrás de este entendimiento del rol judicial. Una furiosa disputa existía
entre ambas partes, y ambas partes creían que solo una podría prevalecer,
pero este imperativo práctico no toma en cuenta el «mejor interés» del
niño eje de la disputa. Joe, al invocar el principio de continuidad basado
en el psicoanálisis, pretende defender el mejor interés de Mark, pero
considero que esto es erróneo para el caso específico de Mark y que este
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
20 error específico ilumina el error más grande que aqueja el objetivo de Joe
de utilizar el psicoanálisis para lograr la resolución definitiva de disputas.
A mi parecer, para pensar en el mejor interés de Mark Painter se debe
comenzar por reconocer las trágicas pérdidas que había soportado. La
necesidad psicológica de Mark de recibir cuidado continuo no había
sido suspendida por las muertes súbitas de su madre y hermana menor.
La necesidad, por el contrario, había sido intensificada y, por ello mismo,
socavada por la decisión de su padre de enviarlo de su casa familiar en
Alaska a Iowa, al otro lado del continente, con abuelos que apenas
conocía. Quizá Harold Painter, devastado por la muerte de su esposa e
hija, sentía que no podía ofrecer nada a Mark en respuesta a su pérdida
común, pero la ruptura adicional de perder contacto con su padre al
mismo tiempo que perdió a su madre y hermana debió haber pasado una
alta factura a Mark.
Cuando el padre de Mark reapareció de súbito, buscando retomar su
rol de custodia, pero siendo rechazado por los abuelos de Mark, hubo
dos maneras de plantear el problema de la custodia. La primera es
preguntarse: ¿qué elección entre ambas partes es la más apta para suplir
las necesidades actuales de Mark? Es decir, ¿cuál parte de ambas es la
que debe prevalecer? Otra manera de plantear la pregunta es: ¿cómo
se puede hacer entender a estas partes, que se encuentran en conflicto,
que la mejor (o quizá la única) manera de suplir las necesidades de Mark
es que su padre y abuelos encuentren una manera de trascender esta
hostilidad y trabajar juntos, dando todo de sí para que Mark pueda tener
una relación saludable y continua con ambos?
Creo que esta segunda manera de plantear la pregunta es preferible,
basándome en la premisa psicoanalítica de preservar la continuidad
que Joe mismo invocaba. Mark ya había sufrido una terrible pérdida
de cuidado continuo. Una resolución que debe elegir entre uno de
los dos cuidadores psicológicamente importantes que aún le quedan a
Mark no puede significar sino otro golpe, otra perdida de una relación
continua. Puede ser que los contendientes por la relación continua con
Mark estaban tan alienados entre sí que jamás podrían comprender la
necesidad de Mark de que ambos trabajen juntos. Puede ser que el juez
se viese forzado, como una cuestión práctica, a escoger entre ellos, a
pesar de que el acto mismo de escoger fuese psicológicamente perjudicial
para Mark. Pero sería erróneo, y engañoso para las partes contendientes,
ROBERT A. BURT
por él, se darían cuenta de que elegir forzosamente entre ambos solo
puede lastimarlo.
Este es el mensaje claro y firme que el sistema jurídico debería presentar a
21
las partes en conflicto. El sistema no debería pretender, por un segundo, LOS USOS DEL
que los intereses de Mark serán servidos si un juez toma la elección que PSICOANÁLISIS
las partes en conflicto exigen, y ningún experto, sea psicoanalítico o EN EL DERECHO:
de cualquier otra perspectiva profesional psicológica, debería prestar el LA FUERZA DEL
prestigio de su autoridad a esta pretensión, aun si las partes en conflicto EJEMPLO DE JAY
o el sistema jurídico mismo intentan involucrarlos en esta empresa KATZ
engañosa. THE USES OF
Los psicólogos expertos tienen un rol en esta disputa y ese rol es el PSYCHOANALYSIS
de concientizar a las partes acerca de la necesidad urgente de Mark IN LAW: THE FORCE
OF JAY KATZ’S
de que solucionen su conflicto, involucrarlas en un diálogo amplio y
EXAMPLE
empático acerca de las bases de su conflicto, y explorar las posibilidades
de trascender este conflicto mediante el entendimiento empático de sí
mismos y de sus antiguos adversarios. Esta es la concepción de dicho rol
que subyace al uso de premisas psicológicas en el enfoque de Jay sobre
las instituciones jurídicas.
Jay lo deja claro en su visión de la función del «consentimiento
informado» en las relaciones médico-paciente. Según Jay, el requisito del
consentimiento informado no es simplemente una regla que moderniza
la visión tradicional de que los médicos toman decisiones unilaterales
sobre los pacientes a una nueva visión en la cual los pacientes toman
decisiones unilaterales sobre sus médicos. Es decir, Jay no veía el requisito
de «consentimiento informado» como una regla para resolver disputas,
como Joe pretendía hacer con su regla del «padre psicológico». Como
plantea Jay en su Mundo silencioso, el «consentimiento informado» solo
puede entenderse propiamente como una «obligación al diálogo» ([1984]
2002, p. 130). El objetivo de dicho diálogo no es que un participante
se imponga sobre el otro, sino que médico y paciente conversen con
honestidad y confiando el uno en el otro para llegar a un acuerdo sobre
cuál es el mejor curso para el tratamiento.
Jay expone elegantemente su visión del potencial de este diálogo y los
obstáculos que enfrenta, así como las consecuencias en caso de no llegar
a un acuerdo, cuando habla de la justificación respecto a no aplicar
la norma de «consentimiento informado» mediante la declaración de
ROBERT A. BURT
IV CONCLUSIONES
El objetivo de Jay a lo largo de su trabajo no era rechazar la visión
racionalista del derecho acerca de la autonomía personal, sino evaluar
esa visión desde un enfoque del funcionamiento psicológico humano
nutrido por el psicoanálisis para encontrar sus carencias y exponer las
maneras en que esta visión psicológica humana puede ser reconciliada
con el racionalismo del derecho. Este acercamiento no produce
normas para resolver conflictos jurídicos. Tales normas dispositivas,
como sucede con el concepto tradicional del derecho del paciente a
la autodeterminación, pueden ser muy fácilmente explotadas por
pacientes y médicos para frenar la autoexploración o incluso frenar toda
posibilidad de diálogo. El objetivo de Jay siempre ha sido provocar la
conversación y utilizar premisas psicoanalíticas para identificar el objeto
ROBERT A. BURT
Katz, Jay (1969). The right to treatment – an enchanting legal fiction? University
of Chicago Law Review, 36(4), 755-783. https://doi.org/10.2307/1598974.
Katz, Jay ([1984] 2002). The silent world of doctor and patient. Baltimore: Johns
Hopkins University Press.
Normativa y Jurisprudencia
Corte Suprema de Iowa (1966). Painter v. Bannister. North Western Reporter,
Second Series, 140, 152-158.
Recibido: 25/07/2016
Aprobado: 21/10/2016
ROBERT A. BURT
Resumen: ¿La reflexión de los juristas sobre el gobierno del derecho puede ser
enriquecida con la concepción cultural de Freud sobre el derecho? El presente
artículo desarrolla esta interrogante, partiendo de cómo en la modernidad se
concibió al gobierno del derecho, desde una lectura a los trabajos de Hume y
Rousseau, para así mostrar la potencial compatibilidad que esta concepción
tenía con la posterior obra de Freud. De este modo, se presenta el pensamiento
de Freud sobre el derecho como una fuerza civilizadora dialéctica o paradójica
que restringe las pasiones a pesar de que ellas lo conduzcan, desde una lectura
de su obra Tótem y tabú. En esta reconstrucción se retrata la genealogía del
derecho, desde su relato de la horda primitiva, y las dinámicas inconscientes
que están detrás del derecho mismo. Después, se analiza los usos que le han
dado a Freud diversos académicos del campo jurídico que han escrito sobre el
gobierno del derecho, criticando como estos han dejado de lado el elemento
trágico de la visión cultural freudiana sobre el derecho. Por último, el artículo
plantea que las nociones desarrollados por Freud pueden servir al pensamiento
jurídico crítico solo si el derecho es visto como parte de la cultura, lo que
conlleva ver a los estudios jurídicos como una forma de estudios culturales.
Abstract: Can the reflection of legal scholars concerning the rule of law be
enriched by the cultural conception of Freud about law? This article develops
this question, based on how the rule of law was conceived in modernity,
from a reading of the work of Hume and Rousseau, in order to show the
potential compatibility that this conception had with the later work of Freud.
Thus, Freud’s thinking about law is presented as a dialectical or paradoxical
civilizatory force, restraining the passions even though they drive it, from a
reading of his work Totem and taboo. In this reconstruction, the genealogy
of law is portrayed, from his story of the primal horde, and unconscious
dynamics behind the law itself. Then the uses that various legal scholars have
made of Freud in writing about the rule of law are analyzed, criticizing how
* Publicado originalmente como «Freud and the rule of law: from Totem and taboo to psychoanalytic
jurisprudence» (Brunner, 2000).
** Profesor a tiempo completo en la Facultad de Derecho Buchmann y en el Instituto Cohn de Historia
y Filosofía de las Ciencias y las Ideas de la Universidad de Tel Aviv. Correo electrónico: joseb@post.
tau.ac.il
*** Agradezco al Instituto Cegla de Derecho Comparado e Internacional Privado de la Universidad de
Tel Aviv por el apoyo financiero que recibí para este proyecto. Este agradecimiento va también para
Daniel Strassberg, quien estuvo involucrado en una formulación previa de este ensayo; para mis
colegas de la Facultad de Derecho Buchmann por la oportunidad de presentar mi planteamiento en
el seminario de la Facultad; para Moran Svoraee, quien recolectó algunos de los materiales que usé y
comenté en un borrador anterior; y, por último, para Arnona Zahavi, por su paciente e incisiva lectura
de las versiones sucesivas de este artículo.
28 they neglect the tragic sentiment of the Freudian cultural vision regarding
law. Finally, the article states that the notions developed by Freud can serve
critical legal thinking only if the law is seen as part of the culture, which leads
to consider legal studies as a form of cultural studies.
I. INTRODUCCIÓN
A pesar de las discusiones psicoanalíticas en torno al derecho que han
sido publicadas por varios escritores lacanianos en años recientes (por
ejemplo, Caudill, 1997; Goodrich & Carlson (eds.), 1998), todavía puede
parecer algo fuera de lugar invocar el nombre de Freud con relación al
gobierno del derecho. Al dar una imagen detallada de la perspectiva
compleja y provocativa sobre los orígenes y la lógica del gobierno del
derecho que ofrecen los escritos de Freud, este ensayo apunta a mostrar
que, contrariamente a las apariencias, no es tan extraño recurrir a dichos
escritos en este contexto.
Tradicionalmente, la doctrina jurídica habla del gobierno del derecho
como un cuerpo impersonal de reglas, normas y prohibiciones que
ordena la vida social y que articula y formaliza estándares comunitarios de
justicia, equidad y moderación. El gobierno del derecho está dotado de un
aura de trascendencia, que le da autoridad sobre los legisladores y jueces,
negándoles a estos últimos el estatus de creadores, y relegándolos, más
bien, al papel de intérpretes. Con frecuencia, un Gobierno del Derecho
en mayúsculas se opone al «gobierno de los hombres», bajo el cual uno
tiene que temer a los usos arbitrarios del poder por parte de individuos
en posiciones de autoridad, tales como legisladores, la policía, líderes y
jueces (Sharone, 1994, p. 330). Es el estatus trascendente de la ley o el
derecho, más allá del «gobierno de los hombres», el que supuestamente
le daría la capacidad de salvaguardar los derechos y libertades de todos
y de imponer deberes de manera equitativa. Según palabras de Richard
Epstein: «Atacar al gobierno del derecho es arriesgarse a condenarnos a
nosotros mismos al poder arbitrario de otros individuos, quienes pueden
JOSÉ BRUNNER
I I I . D I A L É C T I C A D E L A C U L PA B I L I D A D
Hasta aquí, esta reconstrucción ha hecho que la explicación de Freud
de los orígenes del gobierno del derecho aparezca como una narrativa
en la cual un «gobierno de los hombres» —o más bien, de un hombre,
el padre— cede su lugar al gobierno del derecho, la igualdad triunfa
sobre la autocracia y la renuncia reemplaza al exceso. Esto es demasiado
bueno para ser cierto.
La culpa no se encuentra todavía en la imagen. Freud hace que la razón
colectiva y su manifestación pública, el gobierno del derecho, ingresen
a la historia como suplementos de un sentimiento de culpa. Tal como
lo explica en Tótem y tabú, cuando los hermanos asesinos agotaron su
agresión, recordaron que la presencia de su padre no había sido solo
punitiva, sino también protectora, y extrañaron el refugio que su fuerza
les brindaba. Así, comenzaron a sentir remordimiento por su acción, la
que ahora consideraban un crimen. El argumento de Freud parece ser
que el parricidio se convirtió en crimen para los hijos cuando se dieron
cuenta de que la ausencia del padre no solo los beneficiaba, sino que
también les hacía daño. Con el tiempo, el remordimiento se convirtió
en culpa y, para aliviarla, resucitaron simbólicamente al padre en la
forma de un tótem, por ejemplo, como una deidad animal a quien ellos
atribuían poderes sobrehumanos y protectores que ahora desearían que
su fallecido padre hubiese poseído. Este padre sustituto fue convertido
en el objeto de su adoración y sumisión comunitaria, y en el antepasado
del clan. Al volverse un tótem, el padre muerto fue inmortalizado, así la
JOSÉ BRUNNER
I V. D I A L É C T I C A D E L A T E O R Í A D E L D E R E C H O
El trabajo de Freud tuvo una repercusión ínfima en el pensamiento
jurídico contemporáneo y, en años recientes, la mayor parte de las
contribuciones que pueden ser consideradas como psicoanalíticas
se apoyan en Lacan (véanse Goldstein, 1968; Ehrenzweig, 1971;
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77
Schoenfeld, 1973; Sheleff, 1986; Kaplan & Rinella, 1988; Caudill, 1991;
Goodrich, 1995; Caudill, 1997; Goodrich, 1997; Legendre & Goodrich,
1997; Goodrich & Carlson (eds.), 1998). Además, como se mostrará
más adelante, los pocos juristas que en efecto aplicaron las categorías
39
freudianas en un intento por desmitificar el ideal del gobierno del FREUD Y EL
GOBIERNO DEL
derecho en la teoría del derecho, despojan al enfoque de Freud de su
DERECHO. DE
elemento trágico.
TÓTEM Y TABÚ
Publicado en 1930 —el año en que Freud publicó El malestar en la A LA TEORÍA
cultura— el libro El derecho y la mente moderna de Jerome Frank ([1930] PSICOANALÍTICA
1949) es un precoz, pero clásico ejemplo de la aplicación de Freud a la DEL DERECHO
teoría del derecho. Frank sostiene que, contrariamente a las afirmaciones FREUD AND THE
de los juristas y legisladores, el derecho es inestable, vago y provisional. RULE OF LAW:
Además, Frank sostiene esto como algo bueno, ya que la fluidez de las FROM TOTEM
relaciones humanas no puede ser fijada en una cuadrícula legal rígida AND TABOO TO
([1930] 1949, p. 6). Sin embargo, se pregunta, si la inestabilidad y la PSYCHOANALYTIC
incertidumbre son características necesarias y deseables del derecho, JURISPRUDENCE
¿por qué los jueces, abogados, legos y académicos en derecho comparten
la pretensión de un gobierno del derecho estable y trascendente?
Apoyándose no solo en Freud, sino también en Piaget, él sigue el
rastro del deseo irracional por la trascendencia en el derecho, tal como
se lo atribuye al gobierno del derecho, hasta un precoz deseo por la
omnipotencia paterna. Para Frank, el gobierno del derecho sirve a la
sociedad como un padre sustituto, de manera similar a como Freud
retrató la función del tótem y de dios. Sin embargo, en vez de referirse al
mito de la horda primitiva, Frank adopta el esquema del desarrollo de la
niñez temprana de Freud, el cual postula que los primeros días y meses de
la infancia son caracterizados por una ilusión de omnipotencia. Cuando
el niño llega a reconocer que la dependencia es lo que caracteriza su
vida temprana, y no la omnipotencia, esta ilusión es proyectada sobre las
figuras paternas, especialmente la del padre, a quien se lo imagina como
un protector todopoderoso que brinda seguridad. Así, Frank sostiene
que las personas «buscan una certeza irrealizable en el derecho […]
porque […] ellos todavía no han renunciado a la necesidad infantil de
un padre con autoridad e inconscientemente han tratado de encontrar
en el derecho un sustituto para aquellos atributos de firmeza, seguridad,
certeza e infalibilidad atribuidos en la niñez al padre» (Frank, [1930]
1949, p. 21; véase también p. 203).
La retórica de Frank es polémica y crítica; presentándose como una
JOSÉ BRUNNER
nueva forma de teoría del derecho, apunta a liberar de una carga pesada
e innecesaria al discurso jurídico y a los operadores jurídicos. Al igual
que Freud, él afirma que desea fomentar el crecimiento de la humanidad
hacia una adultez más racional, caracterizada por la «mente moderna» a
la que hace referencia en el título de su libro. Supuestamente, tal mente
ella argumenta que el trabajo de Freud puede ser utilizado para establecer
una mejor defensa de este ideal que el brindado por juristas liberales
estadounidenses, tales como Laurence Tribe, Owen Fiss, Ronald
Dworkin y Charles Fried (West, 1986, p. 818). Para West, el método
de Freud es preferible ya que es naturalista, en el sentido en que se
apoya en supuestos concernientes a la naturaleza humana y la historia.
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
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neurosis colectiva del que uno puede librarse como la religión, sino una
parte inevitable de la civilización misma, cuyas contradicciones tienen
que ser soportadas y toleradas por todos, ya que la única alternativa a
este es el colapso social y una guerra de todos contra todos. Claramente,
al restringir la genealogía de Freud dentro de los límites del discurso
jurídico, los teóricos del derecho se vuelven ciegos a las implicancias
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
44 culturales de la postura de Freud; al «juridificar» a Freud, abandonan el
terreno de la crítica cultural.
V. C O N C LU S I Ó N
Como hemos visto, la genealogía del gobierno del derecho de Freud
—en el más amplio sentido del término— es tanto dialéctica como
crítica, fundamenta el derecho en el deseo y la culpa y lo inserta en
una lógica del exceso. En primer lugar, Freud afirma que el gobierno
del derecho surge cuando el deseo se hace tan excesivo que se vuelve
contra sí mismo, causando sufrimiento en lugar de placer. Así, el
derecho restringe al deseo por su propio bien, así como en servicio
de la supervivencia. En segundo lugar, como el gobierno del derecho
es impulsado por la culpa y contiene al mismo deseo que este busca
restringir, Freud argumenta que también el derecho es marcado por una
tendencia hacia el exceso.
El objetivo de esta genealogía es desentrañar un concepto moral y jurídico
elevado para descubrir sus orígenes en olvidadas pasiones violentas y
luchas que, se dice, le han dado forma y gobiernan gran parte de sus
efectos. Freud busca provocar y perturbar mediante la construcción o
reconstrucción de un pasado que pueda esclarecer lo que se ha ocultado
en las historias oficiales del gobierno del derecho con el fin de que sea
olvidado. Su objetivo es mostrar que ni los orígenes constitutivos ni los
funcionamientos y efectos reales del derecho encajan con su propósito
declarado. Él supone que los conflictos originales y las fuerzas involucradas
en ellos nunca pueden ser completamente anulados. Los protagonistas
de esta dialéctica se preservan en la profundidad inconsciente del
gobierno del derecho, el cual contiene tendencias peligrosas hacia el
exceso, impulsadas por la culpa y el deseo. Sus extremos oscuros son
habitados por una tendencia subrepticia a someterse a padres sustitutos
y por una secreta complicidad con aquello que el derecho prohíbe.
Aquellos están poblados por elementos escondidos, pero ubicuos, de
violencia y componentes sádicos.
Friedrich Nietzsche sobresale como un ancestro intelectual de la
concepción del gobierno del derecho de Freud. En La genealogía de la
moral, Nietzsche se esfuerza por mostrar que el derecho se originó en
el ressentiment, es decir, en una pasión negativa, hostil a los impulsos
desbordados de la vida, no muy diferente a la culpa excesiva e
JOSÉ BRUNNER
Sin embargo, como hemos visto, el punto crítico de esta visión del
gobierno del derecho, que Freud comparte con Nietzsche y otros
pensadores nietzscheanos del siglo XX, está ausente en el discurso
jurídico psicoanalítico sobre el gobierno del derecho. Este último coloca
el mito trágico de Freud en un molde optimista. Leyendo a Frank, West
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
46 y Sharone, uno es inducido a la conclusión de que mucho se pierde
y quizás no mucho se gana limitando la concepción del gobierno del
derecho de Freud a la teoría del derecho. Después de todo, Freud no
ofrece un análisis sostenido del sistema jurídico y no puede recomendar
una metodología o prescribir un procedimiento para el pensamiento
jurídico. Pero, aunque no hay una contribución freudiana «fuerte» que
sea fructífera para los debates sobre el gobierno del derecho en términos
de construir un sistema teórico o metodológico, su trabajo puede ofrecer
un aporte «suave», es decir, una sensibilidad a las dimensiones ocultas,
inconscientes del gobierno del derecho, sobre las que él se ha enfocado.
No obstante, la visión de Freud del gobierno del derecho y puede servir
al pensamiento jurídico crítico solo si el derecho es visto como parte de la
cultura, más que como un sistema cerrado en sí mismo, es decir, solo en
la medida en que los estudios jurídicos sean concebidos como una forma
de estudios culturales. Y, para concluir en la misma línea en la que este
ensayo comenzó, uno tiene que reconocer que, independientemente de
las deficiencias que puedan tener, este es un punto en el que Lacan y
los pensadores inspirados en él dan en el blanco (pero una discusión
comprensiva sobre Lacan, los lacanianos y el gobierno del derecho
tendrá que esperar a otra ocasión).
V. B I B L I O G R A F Í A
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JOSÉ BRUNNER
Recibido: 7/04/2016
Aprobado: 23/10/2016
JOSÉ BRUNNER
* Este ensayo contiene pasajes traducidos del artículo del autor titulado «An Assessment of the
Existence and Influence of Psychoanalytic Jurisprudence in the United States» (Caudill, 2016).
** Profesor y Arthur M. Goldberg Family Chair in Law en la Escuela Charles Wider de Derecho de la
Universidad Villanova. Correo electrónico: caudill@law.villanova.edu
50 CONTENIDO: I. INTRODUCCIÓN.– II. USOS ACTUALES DEL PSICOANÁLISIS.–
III. ESTUDIOS PSICOANALÍTICOS DEL DERECHO TRADICIONALES.–
IV. CONCLUSIÓN.– V. BIBLIOGRAFÍA.
I. INTRODUCCIÓN
Es sensato afirmar que Freud y el método psicoanalítico son vistos, en
general, como anticuados y de poco uso en los procesos judiciales y en
las instituciones jurídicas entre la mayoría de académicos del derecho
en la comunidad académica de los Estados Unidos. Lo sé porque he
sufrido algún nivel de vergüenza debido a mi interés académico en
Freud y mi convicción (reflejada en algunas de mis publicaciones) de
que la tradición psicoanalítica aún es útil para el derecho (Caudill,
1997). El rechazo de conceptos freudianos en el derecho es un simple
reflejo de las actitudes actuales hacia el psicoanálisis en la cultura
estadounidense. Hubo una época, quizás en los sesenta y a comienzos
de los setenta, en que el psicoanálisis clínico fue respetable, pero ahora
ha sido marginalizado. Solo una minoría de psiquiatras se orienta hacia
el psicoanálisis hoy en día, y las ideas psicoanalíticas aparecen más a
menudo en estudios literarios o históricos, como método interpretativo,
y no como investigación empírica y científica.
De igual manera, en el derecho, durante los sesenta y setenta, se
percibía al psicoanálisis como útil. Hubo un movimiento sobre teoría
psicoanalítica del derecho con raíces en la década de los treinta. En
El derecho y la mente moderna, Jerome Frank identificó el mito de la
coherencia del derecho, reforzado inconscientemente por los abogados
y por el deseo de estabilidad social que conduce a los ciudadanos a
buscar una figura de autoridad (Frank, 1930). Luego, en los sesenta,
Prolegómenos (un libro inconcluso) de Bienenfeld (i) hizo énfasis en los
orígenes psicológicos del derecho (en la orientación e instrucciones
de la madre, así como las duras prohibiciones del padre) y (ii) trazó
una analogía entre los conflictos familiares, incluyendo los conflictos
edípicos, y los conflictos entre ciudadanos de un Estado o nación (1965a;
1965b). Unos años después, el artículo de Goldstein «Psicoanálisis y
teoría del derecho» reflejó la certeza de que la tradición psicoanalítica
—si bien no constituye una fuente de valores sociales o políticos para el
derecho— podía ayudar a los actores jurídicos, por ejemplo, al «forzar la
visibilización de los conflictos entre reglas existentes y valores preferidos
D AV I D S . C A U D I L L
I I I . E S T U D I O S P S I C O A N A L Í T I C O S D E L D E R E C H O
TRADICIONALES
En adición a lo que he llamado una metodología crítica en la teoría
psicoanalítica del derecho contemporánea, inspirada por Lacan y por las
críticas izquierdistas de la ideología, existen otros académicos de derecho
orientados hacia perspectivas freudianas más tradicionales, e incluso a
otras escuelas de teoría y práctica neofreudianas. En un ensayo titulado
«Casos sintomáticos: histeria en la Corte Suprema y sus resoluciones
danzantes al desnudo», Amy Adler resaltó la incomodidad de la Corte
Suprema estadounidense al momento de analizar el striptease como un
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
58 ejercicio de libertad de expresión (Adler, 2007). Las preocupaciones
de los jueces eran sintomáticas de fantasías no mentadas y ansiedades
acerca de la sexualidad femenina, y su narrativa judicial «histérica»
podría verse como un estudio de caso (neofreudiano) de histeria,
desafiando así la supuesta racionalidad y objetividad del derecho. En su
esfuerzo por «sacudir algunas de nuestras asunciones sobre las fuentes de
derecho», Adler demuestra que «al escribir acerca del cuerpo femenino,
la Corte se ve limitada no solo por precedentes jurídicos, sino también
por sus propias asociaciones y ansiedades no reconocidas» (Adler,
2007, p. 299). De igual manera, en su ensayo titulado «Sancionar la
culpa», Susan Schmeiser explora la resistencia a los conocimientos
psicoanalíticos en el derecho penal y la necesidad de estos mismos que,
a la vez, existe. El sentimiento de culpa en la vida psíquica y el deseo de
ser castigado, por ejemplo, deberían ser relevantes al dar la sentencia de
culpabilidad (Schmeiser, 2007). Sin embargo, se puede comprender tal
resistencia tomando en cuenta que el psicoanálisis implica un desafío a
la legitimidad de muchas prácticas jurídicas ya establecidas, incluida la
primacía de la regulación punitiva de la conducta antisocial.
En lo que respecta a las presunciones procesales en el derecho, Nomi
Maya Stolzenberg traza una analogía entre las ilusiones de la niñez y
las ficciones jurídicas, tomando a Winnicott como base (2007). En «La
ley anti-ansiedad: Winnicott y la ficción jurídica de la paternidad»,
Stolzenberg detecta similitudes entre la madre suficientemente buena
de Winnicott y el entendimiento «suficientemente acertado» de hechos
jurídicos determinantes, ya que ambos reconocen que la perfección es
inalcanzable y que necesitamos valernos de probabilidades (Stolzenberg,
2007). Las ilusiones estabilizadoras del niño respecto a la realidad y la
supresión de la ansiedad mediante una matriz de creencias son análogas
a las ficciones jurídicas, como la ficción de legitimidad de un niño que
nace dentro de una pareja casada, sin importar los hechos biológicos,
para evitar incertidumbres.
Los estudios mencionados anteriormente son del mismo tejido, en
la medida en que tratan sobre deficiencias percibidas en el derecho,
pero no hay otro tema en común más que la utilización (por parte de
los académicos de derecho) de las varias concepciones y categorías
psicoanalíticas para lidiar con asuntos jurídicos, sean resoluciones
judiciales vergonzosas o convenciones doctrinales problemáticas. A
D AV I D S . C A U D I L L
Para concluir, debo hacer énfasis en los aspectos prácticos de los estudios
de derecho inspirados por la teoría psicoanalítica. Steve Morrison, por
ejemplo, ha criticado las directrices para la imposición de condenas
en los Estados Unidos por su tendencia deshumanizante al crear al
59
infractor como criminal. El objetivo debería ser la humanización, pero ¿EL DERECHO
EN EL DIVÁN DEL
(en la terminología de Lacan) el infractor, mediante la negligencia,
ANALISTA?: LOS
la censura, el error y el discurso, se convierte en un «Otro». «La
USOS DE LA TEORÍA
deshumanización no se encuentra en la estructura del sistema, sino en
PSICOANALÍTICA
la relación psicológica que aquellos que están en el poder tienen con
EN LA ACADEMIA
los infractores» (Morrison, 2006, pp. 124-125). ESTADOUNIDENSE
El análisis de Hugh Butts acerca de la paranoia grupal en la controversia CONTEMPORÁNEA
sobre el perfil racial nos proporciona un ejemplo de involucramiento LAW ON THE
freudiano tradicional en los problemas jurídicos actuales: las prácticas ANALYST’S
racistas que existen en muchas áreas del sistema de justicia criminal COUCH?:
están motivadas inconscientemente por una falsa creencia acerca del THE USES OF
mal y otros atributos negativos que se proyectan sobre los individuos PSYCHOANALYTIC
negros (Butts, 1999, p. 634). Esta situación conduce a una «realidad THEORY IN
artificial» que apoya aquella engañosa «creencia de que los blancos CONTEMPORARY
son puros y los negros son malvados» (Butts, 1999, p. 634). U.S. SCHOLARSHIP
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Recibido: 10/06/2016
Aprobado: 22/10/2016
D AV I D S . C A U D I L L
* Publicado originalmente como «The other dimension of law» (Legendre, 1995), traducido al inglés
por Yifat Hachamovitch en aquella ocasión. Traducción al español realizada por Marco Rodríguez
Gamero. Se han agregado notas del traductor y subtítulos que permitan al lector una mejor
comprensión del artículo.
** Historiador del derecho y psicoanalista. Profesor de derecho en la Universidad de París I (Panteón-
Sorbona) y en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales, Sección de Ciencias Religiosas.
Director del Laboratorio Europeo para el Estudio de Filiación. Correo electrónico: legendre75@
wanadoo.fr
64 paper begins by exploring the obstacles that make jurists unable to conceive
a link between their discipline and psychoanalysis, as well as incapable
of opening the law to its analysis. Among these, we encounter conceiving
the legal system as the discourse of Reason in the West, construction which
will remain an obstacle to the convergence between law and psychoanalysis
unless we understand that the origin of this conception lies in the choice
of Roman Canon law as its historical representation. Then, it reviews the
notion of society, approaching it as a theatrical construction set by discursive
practices, allowing the recovery of genealogical knowledge of the reference
and to this end, builds on the knowledge of Roman law. Hand-in-hand
with a psychoanalytic approach, it points out how a vast social system of
interpretations places the law within the transmission of the Interdiction for
the subject, transmission which introduces him to the institutional dimension
of the limit. We also approach the unconscious aspects of the representation
of the subject, by putting a transsexualism case law under the light of its
notion of symbolic determinism. Finally, it reflects on the power of the State
to divide words and things, that is, the Third separator, category necessary
for the operation of law. Consequently, this paperallows law to be seen as
refering to the order of life and also calls upon psychoanalysis to deepen the
institutional dimension.
Key words: law and psychoanalysis – Interdiction – the Third – atomic bond
of law – Roman Canon law
I. INTRODUCCIÓN
¿Qué clase de cuestionamiento haría posible que el psicoanálisis se
vuelva teóricamente útil para los juristas? ¿Cómo podría tener tal
cuestionamiento un efecto en la práctica del derecho? En la misma
medida, ¿es teóricamente plausible para los psicoanalistas, vinculados
como están a su propia casuística, analizar al derecho? Lo que debe ser
reconocido desde el principio, si es que este cuestionamiento ha de ser
más que superficial, es que los dogmas intelectuales y sociales de hoy en
día son obstáculos para la libertad de pensamiento.
PIERRE LEGENDRE
1 Nota del traductor: Tal como nos señala Legendre, esta fórmula, en latín vitam instituere, proviene de
PIERRE LEGENDRE
«un extracto de Marciano [jurista clásico del siglo III], tomado del Libro primero de sus Instituciones,
citando un pasaje en griego de Demóstenes» (1999, p. 107), el cual es evocado en el Digesto 1.3.2.
El pasaje de Demóstenes proviene de un discurso suyo —atribución que no es poco controvertida—
contra Aristogitón: «A ella [la ley] conviene que todos obedezcan por muchas razones y, sobre todo,
porque toda ley es una invención y un regalo de los dioses, una decisión de hombres sabios, un
correctivo de los errores voluntarios e involuntarios, un contrato general de la ciudad, de acuerdo
con el cual es propio que vivan [vitam instituere]; todos los que en la ciudad habitan» (Demóstenes,
1985, p. 232). La interpretación legendriana de este extracto es que la vida no solo requiere, para
vivir, de nacer, de lo biológico («producir carne humana»), sino que además debe ser instituida por la
normatividad: «El sujeto abandonado a la palabra es instituido sujeto social diferenciado, gracias a la
red jurídica de interpretaciones que imponen la vida en nombre del género humano, en nombre de la
especie» (Legendre, 1996a, pp. 9-10).
I I . L O S O B S T Á C U L O S PA R A L A R E L A C I Ó N E N T R E
EL DERECHO Y EL PSICOANÁLISIS
Lo que impide al pensamiento reflexionar sobre la relación entre el
derecho y el psicoanálisis por lo general se reprime o deja de lado en
las universidades. Consideremos, a continuación, algunos de estos
problemas antes de comenzar nuestro cuestionamiento.
1. El primer problema de reconocimiento radica en concebir un
sistema jurídico que se constituye como el discurso de la Razón. Esta
construcción de la Razón es un fenómeno de las culturas y, en el caso
de Occidente, una representación de la elección preside esta construcción.
La elaboración de estructuras normativas en la Edad Media se siguió
de esta elección de una representación, preparando el escenario para la
Revolución del Intérprete de los siglos XII y XIII3. No está de más destacar
la importancia de esta primera revolución de Occidente, que dio
inicio al segundo nacimiento del derecho romano. En primer lugar,
no constituye una respuesta a exigencias socioeconómicas, sino a un
encanto mitológico y religioso que funda la relación con la ley de los seres
humanos. Desconocemos que es el derecho romano, replicado por la
invención pontificia del derecho canónico, el que sirvió como el habitus
institucional de la cristiandad latina, en sí la inventora del concepto
escolástico del Estado. No vemos que esto se convirtió en el armazón
2 Nota del traductor: Por medio del concepto de montajes, Pierre Legendre se refiere al «ensamblaje
de imágenes […] que instituyen la identidad» (Legendre, 1997a, p. 237), a la «producción social de
imágenes» (Legendre, 1996, p. 76). Como reseña Peter Goodrich, el Estado y el derecho vienen a
ser montajes que, a través de sus imágenes y ficciones, de las formas inconscientes que evocan (por
ejemplo, como creadores de normas o como figuras soberanas del poder), producen el apego de los
sujetos hacia su autoridad política y jurídica; en otras palabras, les permiten «la captura del sujeto por
la institución» (Goodrich, 1997, p. 258).
3 Nota del traductor: De acuerdo con Goodrich, reseñando los conceptos de Legendre, esta revolución
PIERRE LEGENDRE
fue la que instituyó «el orden textual específico y la forma de gobierno, la razón dogmática que fue definir
y moldear el orden institucional de Occidente. La revolución fue tanto política como hermenéutica,
estableciendo el orden de las fuentes del derecho y la jerarquía de los intérpretes que aplicarían y
desarrollarían ese derecho. En términos políticos, la revolución del intérprete estableció al pontífice
como la primera fuente de derecho y la autoridad de los pontífices (auctoritas pontificum) se basaba
en la creación de un monopolio de las interpretaciones verdaderas. En términos hermenéuticos, la
recepción del derecho romano proporcionó medios para sistematizar y desarrollar entidades políticas
civiles sobre una base textual comparable a la del Estado cristiano. La gran recopilación del derecho
romano, sistematizado y alineado con los textos de derecho canónico, fue fundar el orden político en
la lógica del texto, sobre la razón escrita o ratio scripta del derecho. La verdad se convertía tanto una
cuestión de derecho como una materia de textos y de sus interpretaciones autorizadas» (Goodrich,
1997, p. 261).
4 El evento base del siglo XII es el renacimiento del derecho romano. El Corpus Iuris Civilis difunde
un modo de razonamiento que, acto seguido, se opuso a la interpretación judaica, presentada en la
Novela 146 del emperador Justiniano (533) como insensata. Para mis comentarios sobre este texto,
véase Legendre (1981).
5 Nota del traductor: Se evoca como imágenes fundadoras de la sociedad al binomio matriarcado/
patriarcado, el cual Legendre recoge de la obra El matriarcado de Johann Jakob Bachofen (Legendre,
2008a, p. 92).
6 La obra en cuestión es un estudio de una obra originalmente teológica que había sido insertado
en una colección de epístolas decretales del Papa Gregorio IX (1234), una colección de gran
importancia para la formación del derecho común europeo [ius commune]. Este texto, que está
incluido en el libro 5, título 40 (de verborum significatione), capítulo 6, fue objeto de la especialización
de varios historiadores de la escolástica, cuyos esfuerzos conjuntos, por medio de mi Laboratorio,
serán publicados bajo el título El poder de dividir las palabras y las cosas (Legendre (ed.), 1998).
I I I . L A S O C I E D A D C O M O C O N S T R U C C I Ó N T E AT R A L
La sociedad debe ser entendida como una función para el sujeto. Es
tiempo, entonces, de discutir el sentido de esta formulación con el fin
de marcar el lugar de encuentro entre el derecho y el psicoanálisis como
el lugar donde el lenguaje de la Interdicción es reproducido. Es esta
reproducción la que constituye un espacio para la vida del ser humano.
Es necesario recuperar el razonamiento a partir del cual las nociones
clásicas del derecho comenzaron, para descubrir por nosotros mismos
lo que los juristas romanos habrían tenido en mente cuando afirmaban
razonar sobre lo fundamental por medio de la verdadera filosofía, y
7 Nota del traductor: Legendre dota de un significado particular a la palabra interdicción, tal como
señala Goodrich: «El término interdit […] es usado por Legendre como un refinamiento jurídico de la
noción freudiana del tabú. La Interdicción no se refiere simplemente a la prohibición, sino más bien
fundamental y esencialmente a una representación mitológica del origen del derecho. Basándose en
la etimología latina de la palabra, inter-dicere, que significa hablar entre, Interdicción se refiere a la
PIERRE LEGENDRE
fundación simbólica del orden jurídico en una autoridad o un espacio de poder que precede y excede
el orden normativo del derecho positivo. En términos de la función simbólica, toda expresión jurídica
se refiere no solo a una norma o regla escrita, sino también a un espacio de la autoridad que va
más allá de la letra de la ley, un espacio que hace posible al derecho y legitima sus interpretaciones.
La Interdicción se refiere así a lo que podría llamarse la calidad trascendental de la interpretación
jurídica: el arte de juzgar es un arte de interposición en el que el juez o algún otro intérprete actúa
como un intermediario entre las fuentes míticas o el “espíritu” de las leyes y su aplicación secular o
positiva. El discurso de la Interdicción es el medio por el cual el juez “habla entre” el espacio de la
fundación, el espacio del dogma o del inconsciente institucional, y el derecho positivo. El discurso de
la interdicción dota al derecho de su poder sacro y afectivo, mientras que, para el sujeto jurídico, este
representa los límites que el derecho impone al significado de las palabras y así también sobre las
posibilidades de expresión» (1997, p. 259).
8 «ueram nisi fallor [si no me engaño] philosophiam, non simulatam affectantes» Digesto 1.1.1.1.
(Ulpiano, Institutionum 1), reimpreso en el primer volumen de The Digest of Justinian (1985).
9 «Iuri operam daturum prius nosse oportet, unde nomen iuris descendat» (Justiniano, 1985,
1.1.1.introducción).
10 Nota del traductor: Goodrich resume el concepto legendriano de texto de la siguiente forma: «La
tradición occidental de gobierno es una tradición textual e históricamente ha conferido su mayor
poder sobre los portadores e intérpretes de sus textos legítimos. En una tradición que se extiende
desde el Oriente Medio a Roma y Bizancio, la Biblia junto con los textos del derecho romano han
los escritos que se pueden hacer para establecer la verdad y así expresar el derecho. El orden
textual o texto se funda, en otras palabras, en una verdad originaria, una fuente divina que está
representada políticamente como el autor imperial o soberano del derecho, un escrito viviente o
texto oracular. Clásicamente, se decía que el emperador “tenía todas sus leyes en el tesoro de su
corazón” (iura habet omnia in sui angina de scrinio). El texto no era ningún simple o mero escrito,
era la materialización viva del derecho, y así también el portador de un significado trascendente
que el legislador podía establecer como la delegación o boca vicaria de su autor originario. El texto
habla “en el nombre de” una fuente más elevada del derecho y era, en consecuencia, el medio de
acceso a la verdad. El texto que representaba la razón y el derecho de bienestar social, no solo
fue un emblema de la autoridad política, sino que fue la forma estructural de la sociabilidad […]. El
sujeto era un “hijo del texto” y, capturado por su razón institucional, tanto vivió y murió dentro de sus
confines» (1997, pp. 261-262).
11 Nota del traductor: La Referencia de la que habla Legendre en sus escritos es abordada por
Goodrich de la siguiente manera: «La cuestión del origen del derecho y, por lo tanto, también de
su legitimidad está dirigida por Legendre por medio de una discusión sobre la referencia. En un
sentido más prosaico, la referencia evoca la forma característica del razonamiento jurídico de los
textos precedentes o de las reglas y otras fuentes habladas antes de su uso inmediato. El derecho,
en este sentido, habla “en el nombre de” una determinación o fuente anterior. La Referencia es
aquí una lógica de la autoridad textual que garantiza el orden del derecho, refiriéndose a fuentes
textuales anteriores que constituyen la razón y la verdad de la práctica jurídica. En el plano de lo
simbólico, la estructura de la referencia no se refiere a un texto específico o literal, sino más bien
a un juego metafórico de alusiones, a un teatro y una poética del poder que conduce en última
instancia al espacio de la Referencia absoluta. La Referencia absoluta es el lugar fundante del
orden institucional, es la garantía de la verdad del derecho, el espacio mitológico del conocimiento
absoluto. En términos de la lógica de lo social, la Referencia absoluta establece el significado de las
PIERRE LEGENDRE
palabras y de las cosas, y funda el orden de causas que tanto explica como garantiza la razón de
lo social. En términos afectivos, la Referencia constituye lo social a través de la representación de
la fuente absoluta o la verdad del orden simbólico. La Referencia tiene que ser comunicada y, sin
embargo, precisamente porque es absoluta, solo puede ser representada ficticiamente o por medio
de imágenes. La Referencia es un emblema o imagen, es montada teatralmente o representada
ritualmente como Dios o el emperador, como constitución o personas, como soberano o parlamento,
todos los cuales efigies de la presencia social que se refieren a un absoluto que no puede ser visto o
directamente conocido. Todas las sociedades, en el análisis de Legendre, dependen de este espacio
mitológico y de un teatro o una metáfora de lo fundamental sin el cual ni la razón ni el discurso serían
posibles: un mundo termina cuando su metáfora muere» (1997, pp. 260-261).
12 Un célebre pasaje de Aristóteles explica que el hombre, a diferencia de todos los demás animales,
habla y que, por tanto, solo él puede ser llamado animal político (Política, I, 2,1.9).
13 Nota del traductor: Goodrich reseña el concepto del Tercero expresando que «La estructura trinitaria
de la fe cristiana representa una característica esencial de la sociabilidad occidental. El poder nunca
está directamente presente, pero siempre se triangula, es decir, mediado a través del espacio del
Tercero. En un sentido teórico, el Tercero es el sitio estructural de lo absoluto, el espacio vacío,
abismo o la nada del que tanto el valor como el poder dependen. Como principio fundante de la vida
social, la lógica del Tercero es la lógica de la distancia o la carencia que hacen posible el poder, es
el espacio inaugural o la puesta teatral del valor social y el apego subjetivo. En la teología, el poder
de Dios o el lugar absoluto del Tercero mítico debe entonces pasar siempre a través de una figura
PIERRE LEGENDRE
mediadora —la del Papa, el emperador o el cura— antes de que se convierta en un objeto de apego
subjetivo. La lógica del Tercero se refiere así a una lógica de intercambio entre el sujeto y el absoluto,
que se lleva a cabo a través del espacio o la distancia de la interpretación. Para comunicarse con, o
amar a, la enigmática figura de la autoridad social o del poder divino, el sujeto debe hacer frente a esa
figura como una carencia, como algo ausente o en términos de Lacan, como el objeto de un deseo
imposible. Por lo tanto, Legendre se refiere indistintamente al Tercero como al Otro absoluto, como
la Imagen, Emblema, Espejo o Texto. A nivel de las instituciones occidentales, el necesario aunque
vacío espacio del Tercero al que se dirige el deseo se replica de la manera más prominente en las
prácticas de la penitencia y del derecho. Ambas prácticas están trianguladas —tanto la confesión
como el juicio toman la forma de actus trium personarum— con el fin de permitir que el sujeto aborde
el espacio ausente del poder, el lugar del deseo divino o la voluntad soberana, respectivamente, a
través de la figura del sacerdote o del juez» (1997, p. 262).
14 Nota del traductor: Legendre usa la figura Hermes en la medida en que su nombre «se refiere al
habla y al poder de la práctica del intérprete (hermeneus) en sus diversas formas: mensajero, ágil
PIERRE LEGENDRE
ladrón, quien engaña a través de las palabras o comerciante inteligente» (Legendre, 1997b, p. 145).
Señala que «la figura de Hermes —aquel que, de acuerdo con Sócrates, imaginó la enunciación—
el dios discursante cuyas actividades son descritas por Platón, su autoproclamado teórico, y quien
es presentado por la Antigüedad griega como una notificación del hecho que el discurso sobre lo
fundamental pertenece al orden del mito: su destino es construir el discurso social de la razón como
un sistema de representación» (1997b, p. 139). De este modo, «la metáfora de Hermes, que pone en
escena tal representación [la de representarse a sí mismo como ser hablante o en el lenguaje] en la
forma de una ficción sobre el origen del lenguaje, es en sí misma un discurso» (1997b, p. 158).
15 «Cuius merito quis nos sacerdotes appellet: iustitiam namque colimus (En razón de lo cual se nos
puede llamar sacerdotes; en efecto, rendimos culto a la justicia) […]», Digesto 1.1.1.1 (Ulpiano,
Institutionum 1), reimpreso en The Digest of Justinian (1985).
16 He desarrollado estos problemas, en particular en Legendre (1992, pp. 25-31, 73).
I V. E L N Ú C L E O AT Ó M I C O D E L D E R E C H O
Así, dependiente del discurso sobre los fundamentos, de la puesta en
escena del Tercero que separa, el derecho se nos muestra definitivamente
como una parte integral del orden de textos que, en las sociedades
occidentales europeas tradicionales, asume la función de traducir la
Interdicción para el animal hablante, introduciendo al hombre en
la dimensión institucional del límite17. En cualquier cultura, no es
suficiente producir la carne humana; es además necesario instituirla
para que esta viva, para que la vida se reproduzca. Instituir al sujeto
es instituir la vida. Debido a que está ligado a la problemática del
lenguaje, el sistema jurídico está desde su origen agobiado por la idea
de la genealogía. Se podría decir que es en virtud de este instrumento
simbólico que las sociedades industriales, en la medida en que también
PIERRE LEGENDRE
17 Nota del traductor: Legendre nos presenta dicho concepto como necesario para la diferenciación,
separación del sujeto, y, en ese sentido, para la civilización: «La identidad de lo humano resulta de
una composición, de un ensamblaje [dado por el poder de las instituciones]. Se trata de ensamblar
registros diferenciados: la escena inconsciente y la escena de la conciencia, el “todo es posible” de
los sueños y fantasías y el principio del límite impuesto por la relación con el mundo y por el lazo
social» (2008b, p. 45).
los montajes.
El caso, decidido en Canadá, es el siguiente de ella. Se trataba de un
adolescente que vivió desde una muy temprana edad con su madre
divorciada, quien tenía su custodia. Desde que al padre se le privó de la
patria potestad, obtenida por la madre, el niño llevó el apellido de ella
(Tribunal de la Jeunesse, 1988, p. 1138). Pronto, señala la sentencia,
19 «lui donnent maintenant l’apparence du sexe masculin» (Tribunal de la Jeunesse, 1988, p. 1139).
20 «Selon l’enfant lui-même, corroberé en cela par le travailleur social pour l’enfant, sa mère est morte;
il en a fait son deuil» (Tribunal de la Jeunesse, 1988, p. 1140).
21 Uno de los jueces disidentes, manifiestamente ignorante de la jurisprudencia relevante, hizo hincapié
en la objeción más pertinente de la siguiente manera: en una acción hecha por un hijo natural por el
derecho a buscar a su padre, ya que después de su nacimiento el hombre que lo había engendrado
habrá sido operado para cambiarse de sexo y habrá obtenido la rectificación del estado civil, este
infante reclamará que una mujer sea reconocida como su padre (Corte Europea de Derechos
Humanos, 1992, §62).
22 Nota del traductor: Este adagio fue «Transmitido por Isidoro de Sevilla (Etimologías, 9, 6, 29,
esquema de parentesco) […] encontrando su legitimidad jurídica en las definiciones del Digesto, 50,
16, fragmentos 84, 116, 201, 220 § 3» (Legendre, 1996b, p. 40).
23 Un acto perpetrado en las inmediaciones de la Asamblea Nacional de Quebec, y que terminó con tres
muertes. He abordado este caso en Legendre (1989).
24 Nota del traductor: Legendre nos cuenta esta historia religiosa de la siguiente manera: «Acordémonos
de la escena bíblica, referencia de todas las sociedades europeas y que los judíos celebran en el
Akedah: la ceremonia de la Atadura. El Eterno ordenó a Abraham que le sacrificara a su hijo Isaac.
Un rabino tradicionalista comenta así el texto: “Cuando Abraham quiso atar a Isaac, este dijo: ‘¡Padre,
soy joven! Tengo miedo de que mi cuerpo se debata bajo la angustia del cuchillo. ¡Átame entonces,
átame muy fuerte!’, Y Abraham ató a Isaac”. El rabino agregó: “Abraham estiró la mano para asir el
cuchillo, pero sus ojos dejaron correr las lágrimas. Y estas lágrimas de compasión del padre cayeron
V. C O N C LU S I O N E S
La otra dimensión del derecho, por lo tanto, es esa dimensión que, teniendo
en cuenta los elementos biológicos y sociales de la subjetividad, nos
obliga a considerar la función de la institución como un anudamiento
que integra los elementos de subjetividad, al sujeto y sus representaciones
inconscientes. Lo que sigue es un cambio de perspectiva sobre el papel
de las ciencias en el derecho, en la noción de la sociedad como tal, y en
el concepto de la persona en sí. El psicoanálisis es un conocimiento del
sujeto y viene a modificar la idea occidental de cómo nos conjuramos a
nosotros mismos desde el poder de instituir y su relación con la pregunta
«¿Qué es la vida?».
Desde la perspectiva abierta a través de esta reflexión, lo que está
siendo repensado no solo es el fundamento del derecho y su diseño
en los ojos de Isaac”. La Biblia explica que el Eterno envió un carnero para que reemplazara al hijo.
Este relato del renunciamiento expresa el fondo último de toda filiación: que el asesinato no tiene
que consumarse, sino que, para el hombre, la vida implica el horizonte de la superación» (2008a,
pp. 25-26). En sus Lecciones VIII: El Crimen del Cabo Lortie. Tratado sobre el padre, esboza una
interpretación de lo anterior: «El padre es instituido como aquel que liga y desliga al hijo en la relación
con el homicidio, tanto por su propia cuenta como por cuenta del hijo: el padre está en la posición de
ser a la vez homicida del hijo y el que lo indulta. Ahora bien, semejante función paradójica carece de
sentido, en cuanto a la política de la Razón, salvo a condición de ser referida, es decir, inscrita en el
montaje de la Referencia absoluta cuya esencia consiste en deshacer el collage con la omnipotencia
en la especie humana. En el relato que muestra a Abraham y a Isaac listos para el sacrificio, el padre
no ata y desata ni por la arbitrariedad ni a título de verdugo ejecutor de altos destinos: él ocupa la
función genealógica del sacrificador. […] Porque Abraham se nos muestra en el límite extremo de la
renuncia de sí mismo, puesto que un hijo representa aquí, para el padre, la señal de eternidad —la
PIERRE LEGENDRE
eternidad a la cual cada uno tiene derecho a través de su descendencia. La escena de la ligadura era
la prueba de la autoasignación del padre en el orden genealógico que cierra la Referencia» (1994,
p. 33).
25 Nota del traductor: En sus Lecciones VIII, Legendre nos presenta este concepto de la siguiente
manera: «¿Cómo se juega la apuesta del homicidio entre padre e hijo, de suerte que esta cuestión
que pone en rivalidad a dos sujetos se desate en el sentido de la Razón, es decir, en beneficio de la
renovación de la vida? Sobre este terreno se determina el destino subjetivo del hijo. Al desenlace yo
lo llamo la ligadura genealógica» (1994, p. 32), en otras palabras, «aquello que implica a media luz
el estrecho pasaje por donde debe entrar una vida humana para ser ligada al principio de Razón»
(1994, p. 49).
26 ¿En qué se ha convertido el poder penitencial en la era de los estados secularizados? Es posible
comprender esto desde la noción de la jurisdicción sobre el sujeto. Véase Legendre (1992).
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PIERRE LEGENDRE
Recibido: 08/09/2016
Aprobado: 20/10/2016
I. INTRODUCCIÓN
Para Pierre Legendre, a la hora de abordar el derecho y las formas
jurídicas de nuestra época, la más importante de las cuestiones reside
en: «saber por qué y cómo las sociedades industrialistas administradas
sobre la base de lo jurídico occidental han logrado, en resumidas
cuentas, producir el derecho como un puro instrumento técnico» (Legendre,
1982, p. 43; las cursivas son mías). Si bien formulada hace varias
décadas, esta afirmación nos introduce en el problema del que se
ocupa este artículo: ¿de qué manera es posible conceptualizar a las
transformaciones recientes de lo jurídico —vinculadas, entre otros
aspectos, a la globalización o transnacionalización— desde la teoría
crítica del derecho de raigambre lacaniana1? En tal sentido, ¿cuáles
son las condiciones de posibilidad para la producción del derecho como
puro instrumento técnico? Estos interrogantes se enmarcan, asimismo,
en diferentes esfuerzos teóricos que, sobre la base de nociones como
pospolítica (Mouffe, 2009), posdemocracia (Stavrakakis, 2009) o discurso
capitalista (Alemán, 2010), intentan hacer inteligible el desplazamiento
de la política, en su dimensión antagónica, producido por el predominio
de la técnica neoliberal.
En tal sentido, aunque este trabajo se inscribe en la tradición marxiana
de la crítica del derecho, busca apartarse de concepciones que
tienden a confundir historia con progreso y, por tanto, a suponer un
desarrollo evolutivo en el que momentos de transición, revolución y
contrarrevolución son claramente identificables. Veamos, el jurista
bolchevique Stucka señalaba a comienzos del siglo XX lo siguiente: «[…]
a pesar de toda nuestra antipatía hacia la institución de la propiedad
JORGE FOA TORRES
1 Cabe aclarar que, por teoría crítica del derecho de «raigambre lacaniana», se hace referencia a
aquella corriente que, sobre la base de la enseñanza freudiano-lacaniana, propone un abordaje
crítico de lo jurídico. Algunos autores que pueden incluirse en tal corriente son Pierre Legendre,
Enrique Eduardo Marí, Ricardo Entelman, entre otros.
2 Al respecto de este sintagma, tanto Jorge Alemán (2010) como Yannis Stavrakakis (2009) han hecho
uso de él para referirse, en términos generales, a un modo de articulación teórica entre psicoanálisis
JORGE FOA TORRES
y política que se caracteriza (entre otros elementos) tanto por la crítica a la política revolucionaria
como por la reivindicación de la radicalización de la democracia.
3 Es decir, a aquellos sujetamientos afectivos que tienden a fijar a los sujetos en determinadas formas
de la repetición. Asimismo, acerca de la constitución fantasmática de la realidad y su relación con la
forma jurídica véase Foa Torres (2013a, 2013b).
4 Lo que señala el paso, en la tradición marxiana, de la consideración del derecho como contenido
utópico-moral de lo social a su estudio como forma jurídica burguesa.
5 Pashukanis ya parecía advertir de manera incipiente esta cuestión cuando, criticando la obra de
Stucka, afirmaba que el autor «revela el contenido de clase de las formas jurídicas, pero no nos
explica por qué ese contenido reviste tal forma» (1976, p. 69).
6 Lo que implica enfocarnos en las formas jurídicas sin suponerlas como dotadas de un sentido último
o universal.
7 En rigor es este un pseudodiscurso en tanto, a diferencia de los otros cuatro discursos (el del amo, el
de la histérica, el del universitario y el del psicoanalista) en los que se basa la teoría de los discursos
de Lacan, en este no está implicada la pérdida o castración.
8 Cabe aclarar que el derecho del populismo es planteado aquí como una noción conjetural capaz de
servir tanto para la producción de una orientación dentro de la teoría crítica del derecho como para el
análisis de estrategias populistas.
para constituirse como tal, debe adquirir una forma populista—, desde
el momento que el discurso capitalista no es concebido como una
articulación hegemónica, sino como un circuito que rechaza de manera
radical el registro de lo imposible. Así, el populismo puede constituirse
11 «El nuevo sentido del populismo […] cumplió a la perfección la función de guión entre los
totalitarismos. Primero como una “utopía del pasado”, conectó la amenaza histórica del fascismo con
la amenaza porvenir del comunismo. Segundo, el populismo fue considerado como inherentemente
autoritario» (Deramo, 2013, p. 20).
I I I . D E L A S O B E R A N Í A E S TATA L A L E S TA D O D E L A
D E U D A I L I M I TA D A
El predominio del discurso capitalista se basa, principalmente, en
el anudamiento entre la lógica del riesgo y la lógica de la deuda13.
Mientras la lógica del riesgo produce las condiciones de legitimidad
(escenificaciones de peligros y amenazas con la suficiente consistencia
imaginaria para difundir el pánico), la lógica de la deuda implica la
instauración del circuito económico capitalista como un dispositivo
autorreferencial e ilimitado (es decir, sin barradura social o estatal)
que promueve modalidades de goce crueles y mortíferas. Este
proceso se inscribe en el paso del capitalismo basado en la regulación
fordista-industrial al capitalismo fundado en el mandato financiero (o
gobernanza) que impulsa al poder ilimitado del acreedor (Aglietta &
JORGE FOA TORRES
Orlean, 1990).
En La fábrica del hombre endeudado, Maurizio Lazzarato (2013) introduce
la noción de economía de la deuda para dar cuenta de las transformaciones
12 Para Jorge Alemán, lo político «surge como resultado del encuentro contingente con la lengua»
(2010, p. 15).
13 Respecto a la noción de lógica y sus implicancias epistemológicas y metodológicas, véanse Glynos
& Howarth (2007) y Foa Torres (2016a).
I V. D E L A C I E N C I A D E L D E R E C H O A L A T É C N I C A
JURÍDICA
El análisis que hasta aquí se viene llevando a cabo se inscribe
deliberadamente en un sesgo político-ideológico que, por lo tanto, no
97
pretende excluir al campo de la epistemología de su voluntad en pos de ACERCA DE LA
la problematización de lo jurídico en la época contemporánea. En ese REVOLUCIÓN
CAPITALISTA DE
marco, resulta relevante la reflexión en torno a las transformaciones
LO JURÍDICO.
recientes de la ciencia del derecho, específicamente en su metamorfosis
IZQUIERDA
en técnica jurídica.
LACANIANA Y
Hans Kelsen, en «La función de la constitución», se interroga sobre las TEORÍA CRÍTICA
posibilidades de una teoría del derecho puro para interpretar «el sentido DEL DERECHO
subjetivo de determinados hechos como sistema de normas legales de ABOUT THE
validez objetiva» sin recurrir a la metafísica o a «autoridades meta-legales CAPITALIST
tales como Dios o la naturaleza» (1994, p. 85). Si «solo una norma puede REVOLUTION OF
fundamentar la validez de otra norma» (Kelsen, 1994, p. 84), ¿de qué THE JURIDICAL.
manera sería factible la construcción de una «teoría depurada de toda LACANIAN LEFT
ideología política y de todo elemento de las ciencias de la naturaleza, AND CRITICAL
y consciente de tener un objeto regido por leyes que le son propias» THEORY OF LAW
(Kelsen, 2009, p. 13)? Pues la respuesta de Kelsen conduce al orden de
lo aporético: a la ficción16 implicada en el establecimiento y presuposición
de una norma básica o Grund-Norm que sirva de fundamento último
para «la validez de todas las normas de derecho que conforman el orden
legal» (Kelsen, 1994, p. 84).
En la estructura kelseniana, la aporía, por lo tanto, no deja de ocupar
un lugar dentro de la lógica: en tanto elemento que da consistencia y
factibilidad al edificio de la ciencia jurídica y, al mismo tiempo, señala
un lugar en donde la lógica atisba y reprime a lo imposible. La represión
del fundamento político del derecho es la condición de posibilidad, en este
marco, para la emergencia de la ciencia del derecho como tal. Pero, ¿qué
es eso del orden de lo político que se reprime? Pues se autoriza a los
juristas a decir el derecho sin pasar por la experiencia de lo imposible,
como si las contradicciones lógicas insuperables solo pertenecieran al
orden de la metafísica y no al de la ciencia del derecho misma. De tal
modo, la teoría pura del derecho conduce, antes que al aislamiento de
la metafísica (en tanto exterioridad constitutiva de la ciencia jurídica),
a un derecho metafísico. Pero desde la perspectiva que aquí se propone, la
JORGE FOA TORRES
16 «Una ficción se caracteriza por el hecho de que no solamente se contradice con la realidad sino que
además es contradictoria consigo misma» (Kelsen, 1994, p. 86).
trabajos de memoria.
17 Estos elementos podrían ser entendidos como análogos a la noción de Referencia Absoluta que
Pierre Legendre identifica como aquello que «instala el principio de división» (1996, p. 213).
18 Como señaló Jacques Lacan: «Se trata del advenimiento, correlativo a la universalización del sujeto
procedente de la ciencia, del fenómeno fundamental cuya erupción puso en evidencia el campo de
concentración. Quién no ve que el nazismo solo tuvo aquí el valor de un reactivo precursor» (1981,
p. 27).
19 En el caso argentino, por ejemplo, las leyes de punto final (1986) y obediencia debida (1987) y los
indultos a los jefes militares y civiles de la dictadura (1989-1990).
V . PA R A C O N C L U I R …
Este trabajo ha partido del planteo, desde el mismo título, de la íntima
relación entre dos términos que suelen ser postulados, desde perspectivas
críticas, como opuestos: revolución y capitalismo. A la luz del desarrollo
hasta aquí expuesto, la revolución capitalista se refiere al cambio radical en
instituciones y formas políticas y jurídicas que carece de una orientación
emancipatoria y que, por el contrario, promueve la consolidación y
profundización de su repetición y reproducción.
Por el contrario, la identificación con lo subversivo puede constituirse
en una vía en la que el derecho del populismo sea capaz de promover,
antes que una toma de conciencia generalizada de un sujeto político
trascendental o la destrucción de las pocas referencias que el discurso
capitalista deja en pie, la producción de memorias del terrorismo que
reinstauren al antagonismo social en tanto modo de sustraer una verdad
al discurso capitalista para el retorno-invención de la política en su
forma hegemónica.
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AND CRITICAL
THEORY OF LAW
I. INTRODUCCIÓN
¿Qué es el derecho? Podríamos decir que, en su dimensión externa y en
sentido amplio, es aquello escrito en códigos y reglamentos: los principios
y las normas jurídicas que tenemos que cumplir, que son generados y
aplicados por autoridades, y que rigen buena parte de las interacciones
en la sociedad. Podríamos agregar que el derecho está compuesto
también por las decisiones judiciales, administrativas y legislativas, así
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
como por las instituciones en las que estas se toman y las interacciones
entre los actores que las conforman.
Esta respuesta, sin embargo, está lejos de ser satisfactoria, al menos si lo
que buscamos es comprender qué es el derecho considerando su origen,
su legitimación, su pasado, sus relaciones con los sistemas económicos
y políticos, entre otros. Si buscamos una comprensión más completa
del derecho, como un fenómeno humano complejo, consideramos
necesario advertir que tiene diversas dimensiones que deben ser
exploradas para poder comprenderlo más integralmente. En esa línea se
ubica la «interdisciplinariedad del derecho», es decir, aquella en la que
el derecho es objeto de estudio de otras disciplinas con la finalidad de
aportar información y herramientas para comprenderlo en sus diversas
dimensiones.
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
I I . P S I Q U E Y M I T O : L A A P R O X I M A C I Ó N D E L A
PSICOLOGÍA ANALÍTIC A
El mundo mitológico, durante la Edad Media y la Modernidad, fue
destruido, uniformizado y entendido, a través de prejuicios, como hereje,
salvaje, infantil y primitivo, entre otros. En esa perspectiva, los mitos
fueron vistos como explicaciones equivocadas de poblaciones inferiores.
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
Podemos entonces decir, por ejemplo, que el arquetipo del ánima tiene
que ver con la atracción por lo desconocido, la intuición y lo imprevisible
y mágico, entre otros, pero lo hacemos porque identificamos esos
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
Respecto a los pies, por el contrario, se ha dicho que «our feet connectus
to earth, and in repetitive impacts, to the ground of reality. Bruce
Nauman’s photograph Feet of Clay reminds us that we are only
human; the earth with which the feet have such intimate contact is
also the dust to which we return in death […] At the base of the erect
skeleton, feet root us» (Aras, 2010).
El sentido del pacto puede ir develándose con este trabajo de
amplificación y contraste, para comprender qué simbolizan la cabeza y los
pies. De otro lado, las tramas y motivos también deben ser amplificados.
Podemos centrarnos, por ejemplo, en el motivo de hacer «un pacto con
la muerte» que luego es incumplido o en el motivo similar de querer
evitar o vencer a la muerte. Este es un motivo bastante frecuente y lo
vemos en historias como la de Asclepio en la mitología griega (Kerényi,
2009) o la de Orfeo, quien busca evitar la muerte de Eurídice ingresando
al reino de Hades (Bernabé, 2008). De ese modo, el contraste entre
estas historias puede también permitir ir amplificando el sentido latente
del cuento y ver, en dicho sentido, qué contenidos arquetípicos de la
psique del ser humano se pueden comprender mejor.
A modo de resumen, podemos decir que la psicología analítica, siguiendo
el camino iniciado por Freud, toma el mito como expresión de la psique
colectiva del ser humano, con la finalidad de investigar su contenido
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
Los autores que revisaremos utilizan los mitos de diversos modos: para
mostrar la naturaleza de un cambio histórico en las bases políticas y
legales en Grecia (Nussbaum, 2016); con el fin de encontrar en las bases
del derecho moderno una narrativa mitológica propia de la regulación
123
divina previa (Fitzpatrick, 1998); para dar cuenta de la raíz anímica del LA DIMENSIÓN
ANÍMICA DEL
mundo del derecho en contraposición al de la ciencias naturales (Kelsen,
DERECHO: UNA
[1937] 2004); y para mostrar fuerzas en tensión que marcan la dinámica
APROXIMACIÓN
del derecho con el tiempo y el cambio (Mosès, 2007).
PRELIMINAR
Un primer ejemplo lo tenemos en Martha Nussbaum, quien inicia su DESDE LA
más reciente libro, Anger and Forgiveness, contando una historia con PSICOLOGÍA
elementos mitológicos: la Orestiada de Esquilo, en la que las Furias, ANALÍTICA
figuras de la mitología griega, tienen un papel central. Nussbaum inicia THE ANIMIC
su libro con esta historia para mostrar un cambio fundamental que opera DIMENSION
en las Furias, quienes pasan de ser figuras de venganza sanguinaria y OF LAW: A
rabia a ser instrumentos de la justicia y el bienestar, cambiando también PRELIMINARY
su nombre al de «The Kindly Ones» (Euménides). Dice Nussbaum APPROACH
respecto de este cambio lo siguiente: FROM ANALYTIC
PSYCHOLOGY
Unchanged, these Furies could not be part and parcel of a working legal
system in a society committed to the rule of law. You don’t put wild
dogs in a cage and come out with justice. But the Furies do not make
the transition to democracy unchanged. Until quite late in the drama,
they are still their doggy selves, threatening to disgorge their venom,
blighting the land and producing infertility. Then, however, Athenea
—who has already set up her legal institutions without them—
persuades them to alter themselves so as to join her enterprise. «Lull to
repose the bitter force of your black wave of anger», she tells them. But
of course that means a very profound transformation, indeed a virtual
change of identity, so bound up are they with anger’s obsessive force.
She offers them incentives to join the city: a place of honor beneath
the earth, reverence from the citizens. But the condition of this honor
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
is that they abandon their focus on retribution and adopt a new range
of sentiments. In particular, they must adopt benevolent sentiments
toward the entire city […] The deal is that if they do good and have
and express kindly sentiments they will receive good treatment and be
honored. Perhaps most fundamentally transformative of all, they must
listen to the voice of persuasion […] (Nussbaum, 2016, pp. 2-3).
quizá porque estaba más allá de él. Contrariamente a Esaú, Jacob debe
aprender a adaptarse al mundo hasta el día en que, según la Tradición,
sea llamado Yeschurun, «el enderezado».
Sin embargo, lo que más llama la atención en este relato es la insistencia
127
LA DIMENSIÓN
con que subraya la oposición entre ambos hermanos. Esta última se
ANÍMICA DEL
halla inscrita en su propio ser y se manifiesta antes del nacimiento,
DERECHO: UNA
como si Jacob y Esaú no solo fueran dos personajes dotados de ciertos
APROXIMACIÓN
rasgos específicos, sino dos principios que remiten a dos maneras de ser
PRELIMINAR
fundamentales […] En efecto, la Biblia no se ocupa de la psicología
DESDE LA
individual, no analiza las motivaciones. Muestra a los personajes en
PSICOLOGÍA
situaciones tipificadas y asigna a su comportamiento un significado
ANALÍTICA
universal. De la suma de estos comportamientos se desprende, entonces,
no un carácter, sino una suerte de arquetipo que representa uno de los THE ANIMIC
posibles de la realidad humana. Ello no significa que el personaje bíblico DIMENSION
tan solo sea una idea. Por el contrario, surgido de un relato y no de una OF LAW: A
teoría, dicho personaje posee un rasgo irreductible. Como el héroe del PRELIMINARY
mito, él mismo es origen de nuevas significaciones (2007, pp. 30-31). APPROACH
FROM ANALYTIC
Mosès habla de modos de ser fundamentales y postula que la Biblia PSYCHOLOGY
presenta sus personajes como representaciones de estos modos. Respecto
a esto último, es interesante notar que el autor enfatiza la presencia de
opuestos en un conflicto que es anunciado desde el inicio de la historia.
Esaú tiende a la invariabilidad y el mantenimiento del presente en
el futuro, mientas que Jacob tiende al malestar con el presente y la
búsqueda de cambio. Luego Mosès profundizará en esto, discutiendo
el hecho,por ejemplo, de que Esaú era también llamado Edom, que «en
el Talmud […] se convierte en un eufemismo que designa al imperio
romano» (Mosès, 2007, p. 35). Así, afirma más adelante que «no parece
haber duda acerca de que el espíritu romano sobrevive en el Occidente
actual: la idea política de Estado, la idea de Imperio, el poder temporal
de la Iglesia y la noción misma de Occidente dan cuenta de esta
supervivencia» (p. 36) y luego añade que «para Esaú, Jacob representa
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
1 Entendemos en este punto hybris como aquello que incita al uso de «palabras torcidas y juramentos
falsos […] el desprecio del procedimiento pacífico, con el uso directo de la fuerza, o bien su
aceptación, pero pervertido por el fraude y la mentira» (Poratti, 2000, p. 39).
rol en la vida del ser humano y del derecho, el cual puede comprenderse
como una realidad marcada por estas fuerzas y sus dinámicas. La filosofía
del derecho se ocupa también de temas como la justicia y la verdad, pero
lo hace considerándolos como ideas y conceptos, no en su dimensión de
129
fuerzas psíquicas de carácter arquetípico. Desde nuestro marco teórico, LA DIMENSIÓN
ANÍMICA DEL
los mitos hablarían simbólicamente de la razón de ser de dichas fuerzas,
DERECHO: UNA
del modo en que se manifiestan, de su papel entre los humanos y las
APROXIMACIÓN
tramas que las vinculan a ellos. Información que es relevante para la
PRELIMINAR
comprensión de la dimensión anímica del derecho.
DESDE LA
Kelsen y Mosès dan cuenta de ejemplos de estas fuerzas y el modo en PSICOLOGÍA
que se relacionan con el derecho, aportando a la comprensión de sus ANALÍTICA
bases anímicas. Ambos presentan, además, estas tendencias como THE ANIMIC
opuestas y en relaciones de tensión y conflicto. Nussbaum también DIMENSION
retrata simbólicamente, con Esquilo, un cambio histórico, dando cuenta OF LAW: A
del tránsito de una vida dominada por las Furias (como expresiones de PRELIMINARY
la fuerza de rabia y la venganza) a una dominada por el perdón, del APPROACH
que también podemos saber a través de figuras divinas. Por supuesto, FROM ANALYTIC
con esto no queremos decir que nuestra aproximación es la misma que PSYCHOLOGY
la de los autores antes señalados, como veremos más adelante, pero sí
que nuestra mirada tiene en común con estas la idea de que existen
figuras mitológicas que tienen un correlato psíquico, que son relevantes
para comprender el modo de ser del derecho y que se presentan como
opuestas en relaciones de tensión.
Si tomamos lo arquetípico como expresiones fantasiosas de
experiencias subjetivas típicas, podríamos decir también que el ser
humano tiene estas experiencias a nivel subjetivo desde que nace. El
psicoanálisis enfocado en la infancia ha dado cuenta de la compleja
realidad anímica que liga al niño con la norma y la autoridad. Desde la
psicología analítica, podríamos postular que la vivencia de la norma y la
autoridad pueden seguir ciertas formas típicas, marcadas sin duda por el
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
2 La definición de mito con la que trabajamos en este artículo está centralmente enfocada en la
temática del mito, pero también considera el horizonte temporal en que los mitos surgieron. Al
mencionar las «narrativas mitológicas presentes», nos situamos fuera de esa definición, afirmando
que existen también mitologías en el presente. Esto, por supuesto, no es ninguna novedad en
el mundo académico vinculado a la psicología analítica y al psicoanálisis, y tampoco en otras
disciplinas. Sin embargo, no hay claridad respecto a cuáles son estas mitologías, de qué modo se
expresan y a través de qué aproximaciones pueden ser comprendidas. Podríamos decir, por ejemplo,
que El señor de los anillos es una mitología de mundo actual, pero eso no hace que «the dragon
sickness» sea equivalente al tiempo en que el enano «Fafnir mató a su hermano por la posesión
del oro y se convirtió en un dragón para cuidarlo» (Coleman, 2015, p. 251). La primera es parte de
una historia creada por Tolkein, gran conocedor de la mitología nórdica, y la segunda una escena
de una de las historias de Wotan, en la que también hay anillos y cascos de invisibilidad. Por muy
diversos motivos, se trata de creaciones diferentes, por lo que no necesariamente los métodos que
sirven para comprender una de ellas nos servirá también para aproximarnos a la otra. Se podría
decir también que la ciencia en sí misma es una mitología o, en todo caso, una narración mitológica,
como podría ser lo también la idea de progreso a través del desarrollo económico. El trabajo de
John Gray, El silencio de los animales: sobre el progreso y otros mitos modernos (2013), va en esa
línea. Sin embargo, en este caso hay también diferencias notables, por lo que se requiere de más
investigación para poder expandir nuestra propuesta al presente, de modo que sea posible aportar a
la comprensión del derecho nacional.
I V. A D Á N Y E VA : U N A A P R O X I M A C I Ó N P R E L I M I N A R
La interpretación que presentamos en este acápite busca, además de
mostrar un ejemplo de aplicación de nuestra propuesta, contribuir
a la comprensión de la dimensión anímica del derecho, aportando
reflexiones de fondo a partir de nuestro análisis. Asimismo, y en la línea
de lo mencionado al final del acápite anterior, tenemos como objetivo
ganar mayor claridad respecto de la naturaleza arquetípica de las bases
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
que se piensa que el relato surgió y sus nexos con narrativas mitológicas
anteriores, como por ejemplo las mesopotámicas. Tampoco ingresaremos
al simbolismo de la serpiente, que justificaría un trabajo de contraste y
amplificación amplio; ni haremos un análisis etimológico de los nombres
135
de los personajes, al estilo de Mosès; ni nos ocuparemos de otros sucesos LA DIMENSIÓN
ANÍMICA DEL
que tuvieron lugar en el Edén previos a la tentación. Todos estos puntos
DERECHO: UNA
son importantes, pero por los motivos indicados no podrán formar parte
APROXIMACIÓN
del análisis.
PRELIMINAR
Nuestra aproximación seguirá el orden cronológico de la historia, DESDE LA
deteniéndonos en los puntos a ser amplificados y contrastados. La idea PSICOLOGÍA
de compensación se presentará luego mediante la referencia a Jesús ANALÍTICA
como fuerza de compensación. Finalmente, reflexionaremos sobre el THE ANIMIC
sentido global del mito que encontramos en nuestro análisis y sobre DIMENSION
aquellos aspectos de la dimensión anímica del derecho que el mito y su OF LAW: A
análisis nos permiten comprender mejor. PRELIMINARY
APPROACH
La historia comienza con la serpiente hablándole a Eva:
FROM ANALYTIC
[…] «¿Es cierto que os ha dicho Dios: No comáis de ningún árbol del PSYCHOLOGY
jardín?» […] «Nosotros podemos comer del fruto de los árboles del
jardín. 3Solo del fruto del árbol que está en medio del jardín nos ha dicho
Dios: No comáis de él, ni lo toquéis siguiera, bajo pena de muerte» […]
«No, no moriréis. 5Antes bien, Dios sabe que en el momento en que
comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, conocedores del
bien y del mal».
6
La mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y
deseable para adquirir sabiduría […].7 Entonces se abrieron sus ojos, y se
dieron cuenta de que estaban desnudos; cosieron unas hojas de higuera
y se hicieron unos taparrabos (Génesis, 3, 1-7).
mismo desnudo; esa dimensión, que se vuelve oscura, sería interior por
contraposición con la realidad exterior del cuerpo. La dualidad indicada
está presente también en otras historias modernas que toman como
inspiración motivos mitológicos de la mitología India, como Star Wars
(Fielding, 2015), donde se muestra que el poder de la fuerza se escucha
con los ojos cerrados, lo cual es consistente con el poder de la diosa
Maya, que engaña a través de la ilusión de los sentidos.
Lo dicho permite sospechar que el conocimiento que se pierde está
ligado a la realidad interior, que encierra su propia sabiduría. A eso
parece apuntar el relato del Zohar sobre el Libro de las generaciones de
Adán: «En el comienzo, Adam estudió y usó los secretos de su señor
cada día. Secretos espirituales que ninguno de los ángeles conocía le
fueron revelados. Pero cuando transgredió las órdenes de su Señor
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
De este modo podemos notar que no solo opera una separación entre
realidad interior y exterior, sino que al entrar en esta última se ingresa
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
A box containing all human troubles. This box was given to Pandora as
a gift when she married Epimetheus. Against instructions, she opened
it and out flew all the ills that have since afflicted mankind […] In
some versions it is a vase or jug, containing all the items left over when
Prometheus created human beings, which was found by Pandora who
could not resist looking inside (p. 265).
separó los cielos de la tierra, por lo que Babel da cuenta, de algún modo,
de la ilusión de los humanos de ser como dios ya que buscan juntar, a
través de la construcción de una torre, aquello que fue separado en la
creación. Podríamos decir también que la torre constituye un intento
139
de buscar la dimensión olvidada en el Edén, pero en el mundo exterior, LA DIMENSIÓN
que les es lejano y opuesto, y no desde el mundo interior. Los humanos ANÍMICA DEL
anhelaban con la Torre llegar al cielo y «no andar más dispersos por la DERECHO: UNA
tierra» (Génesis, 11, 4), como buscando revertir toda la separación que APROXIMACIÓN
PRELIMINAR
se inició en el Edén, pero desde lo exterior (con una torre) y para hacerse
DESDE LA
famosos. Dios resuelve: «descendamos y confundamos su lenguaje para
PSICOLOGÍA
que no se entiendan los unos a los otros» (Génesis, 11, 5).
ANALÍTICA
El deseo de ser como dios, tanto en Babel como en la historia de THE ANIMIC
Prometeo y Pandora, deriva en calamidades. En el segundo caso, salen DIMENSION
de la caja de Pandora todos los males que afligen a los seres humanos y OF LAW: A
Prometeo termina siendo duramente sancionado. En el caso de la torre PRELIMINARY
de Babel, tienen lugar nuevas separaciones que llevan a la confusión. APPROACH
Pensamos, además, que las lenguas distintas refuerzan la idea de una FROM ANALYTIC
realidad externa en la que las cosas se distinguen y una realidad interna, PSYCHOLOGY
celestial, en la que esas diferencias no tienen lugar.
¿Qué genera la separación advertida en el relato de Adán y Eva, producto
del deseo de ser como dios? Regresemos a la historia del Génesis en el
momento posterior a que dios encontrara a Adán y a Eva.
16
A la mujer le dijo: «Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con
dolor parirás a tus hijos; tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te
dominará». 17Al hombre le dijo: «Por haber hecho caso a tu mujer y por
haber comido del árbol prohibido, maldita sea la tierra por tu culpa. Con
trabajo sacarás de ella tu alimento todo el tiempo de tu vida. 18Ella te
dará espinas y cardos y comerás la hierba de los campos. 19Con el sudor
de tu frente comerás el pan […] (Génesis, 3, 16-9).
todas las cosas» sino, por el contrario, una prohibición de hacer, cuyo
incumplimiento acarrea la muerte: «3No tendrás otro Dios fuera de mí.
4
No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba en el cielo,
o aquí abajo en la tierra o en el agua bajo tierra. 5No te postrarás ante ella
141
ni le darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso […]» LA DIMENSIÓN
ANÍMICA DEL
(Éxodo, 20, 3-5).
DERECHO: UNA
Tenemos, entonces, que la separación entre interior y exterior, con el APROXIMACIÓN
olvido de la realidad interna, derivaría en relaciones de enfrentamiento PRELIMINAR
y dominio entre ser humano, naturaleza y autoridad. Estas relaciones DESDE LA
se acentúan luego en historias como la de Caín y la de Babel, y pueden PSICOLOGÍA
verse actuando a lo largo del Antiguo Testamento en un derecho que ANALÍTICA
regula lo exterior sobre la base del miedo a una autoridad lejana, cuyas THE ANIMIC
normas deben ser traducidas por terceros y en el que parece dominar DIMENSION
una forma masculina de abordar los conflictos y las relaciones. OF LAW: A
PRELIMINARY
Jesús se muestra, en este contexto, como un símbolo que viene a
APPROACH
compensar el pasado. De un lado, profesa, al igual que la tradición
FROM ANALYTIC
gnóstica, el conocimiento de lo divino desde lo interior, al mismo PSYCHOLOGY
tiempo que indica la necesaria expresión de aquello en lo exterior. Él
mismo es ser humano y también dios, dando cuenta de la reunión de
esa dualidad. De otro lado, profesa también la reunión de lo masculino
con lo femenino como modo de llegar al reino de dios, donde se reúnen
los opuestos separados y puestos en relación de dominación en el Edén.
En el Evangelio de Tomás dice Jesús: «Cuando seáis capaces de hacer
dos cosas una, y de configurar lo interior con lo exterior, y lo exterior
con lo interior, y lo de arriba con lo de abajo, y de reducir a la unidad lo
masculino y lo femenino, de manera que el macho deje de ser macho
y la hembra, hembra; cuando hagáis ojos de un solo ojo […] entonces
podréis entrar en el Reino» (Evangelio de Tomás, editado por Klein,
2008, p. 55).
Esta tendencia a la reunión de los opuestos en Jesús se ve representada
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
V. C O N C LU S I O N E S
Comprender el derecho como fenómeno social complejo es una tarea
que exige una aproximación interdisciplinaria que dé cuenta de sus
dimensiones histórica, social, filosófica, económica y política, entre
otras. La dimensión anímica estaría compuesta por los contenidos
psíquicos que impactan su surgimiento, su modo de ser y sus cambios,
animándolo desde el mundo interior del ser humano. Dichas bases
pueden ser comprendidas desde muy diversas aproximaciones
psicológicas, psicoanalíticas, neurológicas, evolutivas, etcétera, siendo
que todas contribuyen a aproximarnos a preguntas complejas desde
diversos ángulos.
Nuestra propuesta interdisciplinaria, centrada principalmente en la
psicología analítica, considera la existencia de una capa colectiva en
la psique que está conformada por arquetipos, esto es, por patrones
psíquicos que llevan a las personas a actuar, pensar y sentir de modos
típicos y a producir imágenes también típicas. Estos arquetipos se
manifiestan de modo simbólico a través de motivos mitológicos que, al
ser interpretados, nos pueden permitir comprender mejor aquello que
anima al ser humano desde lo interior.
Los arquetipos marcan también el vínculo del ser humano con la
norma y con la autoridad y, en esa medida, impactan el modo de ser del
derecho. Entendidos como fuerzas psíquicas típicas que se experimentan
FERNANDO DEL MASTRO PUCCIO
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Recibido: 22/08/16
Aprobado: 10/10/16
I. INTRODUCCIÓN
El ideal del ciudadano autónomo, capaz de pensar razonadamente y
hacer elecciones significativas, es un concepto operativo fundamental
del derecho constitucional moderno, y central a las nociones
contemporáneas de libertad individual y de autogobierno democrático.
Existe, sin embargo, la indiscutible falta de entendimiento acerca del
origen del desarrollo de este ideal fundamental —el proceso por el cual
los ciudadanos adquieren las capacidades de pensar razonadamente y
hacer elecciones significativas—. Este ensayo sostiene que no podemos
fomentar y mantener un cuerpo social entregado a los principios de la
libertad individual y del autogobierno democrático sin entender cómo
es que los ciudadanos adquieren esta habilidad mental necesaria.
Los ciudadanos no nacen dotados de la capacidad de razonar; hay
que criarlos para que la obtengan. La psicología del desarrollo aporta
ANNE C. DAILEY
autodominio emocional.
A pesar de no ser un concepto psicológico en sí, para este propósito se
puede considerar la capacidad de razonar como una línea de desarrollo,
o secuencia de maduración, que comienza con las interacciones físicas
más tempranas con un cuidador atento y que culmina con la capacidad
1 Los estudios han mostrado altos niveles de afectividad negativa, arrebatos emocionales, falta de
concentración y frustración en niños con vínculos inseguros (Fonagy, 2001, p. 42). La evidencia en
modelos animales sugiere que los altos niveles de estrés, como los que experimentan los infantes
que carecen de los cuidados mínimos, conducen a un nivel bajo de neuromoduladores de cortisol
(Fonagy, 2001, p. 37; Mayes & Cohen, 1996, p. 132).
2 Se conoce como «regresión al servicio del yo», frase que viene de Ernst Kris, al tipo de regresión
controlada que promueve fines adaptativos como el arte, la crianza de niños o la cura terapéutica
(véase Tyson & Tyson, 1990, p. 31).
3 Esta visión de la regresión es característica de Freud, quien concebía que las formas tempranas de
ANNE C. DAILEY
I I I . P E R S P E C T I VA S D E L D E S A R R O L LO A C E R C A D E L
D E R E C H O C O N S T I T U C I O N A L D E FA M I L I A
Desde hace por lo menos un siglo, quienes toman decisiones jurídicas
parten de la razón individual como supuesto base para diseñar sus
políticas y normas jurídicas en la mayoría de los aspectos de la conducta
privada y de la vida pública. El ideal de la razón ha sido una presencia
dominante en la toma de decisiones jurídicas desde que el juez Holmes
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
5 «La libertad presupone una autonomía del yo, lo cual implica la libertad de pensamiento, de creencia,
de expresión y una cierta conducta íntima» (Corte Suprema de los Estados Unidos, 2003b, p. 562);
«En el corazón de la libertad se encuentra el derecho a definir su propio concepto personal de
existencia, de significado, del universo y del misterio de la vida humana» (Corte Suprema de los
Estados Unidos, 1992c, p. 851).
6 En ocasiones se puede ver a la Corte Suprema reconocer los elementos no cognitivos e irracionales
ANNE C. DAILEY
de la naturaleza humana en sus dictámenes. Véase, por ejemplo, el voto disidente de la Juez
Ginsburg: «El prejuicio consciente e inconsciente, que refleja hábitos tradicionales, no estudiados
de pensamiento, sostiene barreras que deben ser derribadas si la oportunidad igualitaria y la no
discriminación han de convertirse algún día en ley y ejercicio de este país» (Corte Suprema de
los Estados Unidos, 1995b, p. 274). Pero estas son excepciones a la idea prevalente y dominante
de la razón. En décadas recientes, los académicos conductivistas de derecho y economía se
han interesado en organizar la influencia de las actitudes inconscientes o prejuicios en la toma
de decisiones jurídicas, aunque sus estudios de distorsiones sistemáticas y predecibles en el
pensamiento razonado permanecen atadas al modelo de procesamiento de información de la
racionalidad (véase Dailey, 2000).
7 El resultado de estos casos ya es sugerente de por sí. Solo dos de estos padres no casados
prevalecieron, y eran los únicos que habían vivido en una relación casi marital con la madre y el niño
por una cantidad significativa de tiempo.
8 No obstante, en algunos casos, las cosas pueden no ser tan simples. Un futuro padre adoptivo
puede reclamar un derecho al recién nacido. En algunos casos de sustitución gestacional, tanto la
madre contratante como la madre gestacional pueden hacer un reclamo sobre el infante. En estas
circunstancias, el enfoque en el desarrollo permitiría a los Estados otorgar derechos de cuidado a
cualquiera de las madres o a ambas.
I V. C O N C LU S I Ó N
El ideal de la razón, en su concepción actual, ignora el hecho de que,
a nivel de la experiencia real, la capacidad individual de razonar es una
habilidad psicológica altamente inestable que se adquiere y constituye
socialmente. La psicología del desarrollo nos proporciona conocimiento
acerca de cómo es que la habilidad del pensamiento razonado deriva
de la relación temprana de cuidado. Al investigar los requisitos sociales
para las habilidades psicológicas de ciudadanía, este ensayo busca
apoyarse en las mejores aspiraciones del derecho constitucional del siglo
XX. En su postura de que las escuelas segregadas violaban la cláusula de
protección igualitaria de la Decimocuarta Enmienda, la Corte Suprema
en el caso Brown versus La Junta de Educación dio expresión a un ideal
de ciudadanía y oportunidad de participación política equitativa que
constituye uno de los logros supremos del siglo pasado. La Corte de
Warren identificó la educación como principal agente en el desarrollo
tanto político como personal y social de los niños. La educación, explicó
la Corte, «es la fundación de una buena ciudadanía» (1954, p. 493). La
perspectiva del desarrollo que aquí se expone expande el compromiso
del caso Brown a la socialización política de los niños al traer a la luz
la importancia de la crianza temprana para el desarrollo de futuros
ciudadanos. Como este ensayo ha sostenido, la psicología del desarrollo
ofrece una base teórica y empírica sólida para entender el proceso
por el cual nosotros, como ciudadanos, obtenemos las habilidades
psicológicas necesarias para hacer realidad nuestros máximos ideales
constitucionales, a la vez que las transmitimos a las futuras generaciones.
V. B I B L I O G R F Í A
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DE LA RAZÓN
Corte Suprema de los Estados Unidos (1995b). Adarand Constructors, Inc. vs. EN EL DERECHO
Pena. United States Reports, 515, pp. 200-276.
CONSTITUCIONAL
Corte Suprema de los Estados Unidos (1998). Miller vs. Albright. United States ESTADOUNIDENSE
Reports, 523, pp. 420-490.
A DEVELOPMENTAL
Corte Suprema de los Estados Unidos (1999). Saenz vs. Roe. United States Reports, PERSPECTIVE
526, pp. 489-528. ON THE IDEAL
OF REASON
Corte Suprema de los Estados Unidos (2000a). United States vs. Morrison.
IN AMERICAN
United States Reports, 529, pp. 598-666.
CONSTITUTIONAL
Corte Suprema de los Estados Unidos (2000b). Troxel vs. Granville. United States LAW
Reports, 530, pp. 57-102.
Corte Suprema de los Estados Unidos (2001). Nguyen vs. INS. United States
Reports, 533, pp. 53-97.
Corte Suprema de los Estados Unidos (2002). Zelman vs. Simmons-Harris.
United States Reports, 536, pp. 639-729.
Corte Suprema de los Estados Unidos (2003a). Nevada vs. Hibbs. Supreme Court
Reporter, 123, pp. 1972-1994.
Corte Suprema de los Estados Unidos (2003b). Lawrence vs. Texas. United States
Reports, 539, pp. 558-606.
Recibido: 13/07/2016
Aceptado: 25/10/2016
ANNE C. DAILEY
Supo que si matar era hermoso, haber matado era terrible, y por eso matar
debía estar prohibido.
Thomas Mann
I. INTRODUCCIÓN
El derecho se suele definir como un sistema normativo basado en reglas
hermenéuticas que aspira a ser objetivo. Si bien se ocupa de la conducta
y de los sujetos, a diferencia del psicoanálisis, trata de abordarlos de
manera abstracta, atemporal (Winkler, 2009, p. 2). A pesar de esta
diferencia radical, el diálogo entre derecho y psicoanálisis viene siendo
un esfuerzo de larga data. Para autores como Eugenio Zaffaroni (2005),
el vínculo del derecho con el psicoanálisis ha sido siempre conflictivo,
dado que la propuesta freudiana ataca una base elemental del discurso
jurídico: la racionalidad. A pesar de la dificultad del diálogo entre estas
dos disciplinas, diversos autores han insistido en él.
La necesidad de este diálogo se remonta al siglo VII d.C., cuando el
rey Recesvinto incluyó el criterio de intencionalidad para establecer
la responsabilidad criminal. Desde entonces, el derecho ha tenido la
necesidad de incluir y comprender los aspectos subjetivos de la conducta
humana (Sánchez Domínguez, 2013). Quizás por ello, el derecho penal
ha sido un tema de reflexión recurrente para el diálogo entre derecho
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
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salir en libertad. Un desencuentro trágico entre el poder de la ley y el
deseo del sujeto. Reconocer un lugar para el psicoanálisis en el derecho
es reconocer un lugar para aquello que es «indecible». El sujeto del
psicoanálisis está determinado por el inconsciente, el cual escapa a la
racionalidad y se resiste a todo intento de estandarización y clasificación
(Camargo, 2005).
En la actualidad, la ley ha dejado de ser vista como un elemento
natural inmutable. La emisión de leyes y sus cambios, derogaciones y
anulaciones se han vuelto corrientes; también observamos mutaciones
constitucionales. Todo ello hace inevitable la incertidumbre, la cual
trae consigo una sensación de deslegitimación del derecho. Recae sobre
el juez conservar o devolver la legitimidad del sistema: ¿cuáles son sus
recursos? La pretensión de sostener una racionalidad con principios o
máximas jurídicas termina por cerrar el sistema y alejarlo del ciudadano
(Winkler, 2009).
Los problemas relacionados con la administración de la justicia en
países como el nuestro son numerosos, en muchas ocasiones resultan
angustiantes y en buena parte parecen insolubles. La pregunta «¿por
qué los proyectos de reforma judicial no caminan?» surge de manera
constante en las reflexiones de juristas y abogados. A pesar de que
el campo jurídico se ha abierto a otras perspectivas —sociológicas,
antropológicas, políticas y económicas—, el análisis de los aspectos
racionales en la administración de justicia parece toparse una y otra vez
con otros aspectos que escapan al sentido y a la lógica.
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
184 Recientemente, Luis Pásara (2014) abordó la cuestión de si es posible
cambiar la justicia en nuestros países. Bajo un título de sabor pesimista,
el autor plantea la siguiente pregunta: «¿Cuáles son los obstáculos
invencibles que se levantan contra los intentos de cambio profundo?»
(2014, p. 9). El sentido polisémico de la palabra justicia, por un lado, y
los procesos subjetivos, por otro lado, son los dos elementos planteados
en el análisis de Pásara, los cuales abren un espacio para el aporte del
psicoanálisis. Existe evidentemente un aspecto irracional que no es
aprehensible por la lógica ni por el razonamiento consciente y que viene
actuando con fuerza en los fallidos intentos de reforma de la justicia. Ese
elemento se expresa en lo que piensan, hacen y sienten los sujetos, los
equipos y las instituciones vinculados al tema.
Un tercer elemento se refiere al origen mismo del sistema judicial. ¿Por
qué los grupos humanos creamos leyes que tratan de normar nuestra
conducta? ¿Por qué nos imponemos normas, establecemos sanciones
y designamos autoridades para ejercer la tarea de administrar justicia?
No es un fenómeno del Estado moderno. La mínima célula familiar, la
comunidad más alejada de la civilización, las organizaciones criminales,
todos estos grupos humanos crean su «ley».
R O C Í O F R A N C O, E L I Z A B E T H H AW O R T H & C E C I L I A M A R T I N E Z
I I . S I N I N C O N S C I E N T E N O H AY L E Y
Es conocida la hipótesis freudiana desarrollada en Totem y tabú (Freud,
[1912-1913] 1997) respecto al mito del parricidio y cómo esta escena
resulta indispensable para la creación de la cultura. A partir de la
publicación de este trabajo, la función paterna queda ligada al origen
de la civilización, como referencia a la necesidad de una ley externa
trascendente que encuentra su expresión en todo grupo humano, en
las organizaciones y en las instituciones. El horror al incesto, elemento
compartido por todo grupo social humano sin distinciones por ubicación
geográfica o histórica, introduce al ser humano en el mundo de la culpa
y la renuncia y, por esta vía, lo hace un ser social. «La culpa es el vínculo
en el que se anudan amor y odio, lo cual constituye el motor de la
civilización» (Menahem, 2003, p. 72).
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André Green (1992) explica que el afecto, cuando pierde su señal
semántica, desencadena una angustia tardía que, en lugar de anunciar
un peligro, «hace constar los estragos de un siniestro cataclismo»
(Green, 1992, p. 80). La importancia de esta observación es clave en la
medida en que implica reconocer la función diferente que puede jugar
la angustia en el sujeto y el trabajo psíquico que requiere. En el mismo
trabajo, Green (p. 80) agrupa los aportes de autores posfreudianos sobre
la angustia: 1) angustia de aniquilamiento en la teoría de Klein, 2)
angustias impensables en la teoría de Bion, y, 3) angustias torturantes
en la teoría de Winnicot. A su vez, señala que los tres conceptos tratan
de dar cuenta de una cualidad de la angustia que ataca la tarea yoica
de pensar. Como señala Green (1992), estas angustias, junto con
la angustia de castración (ligada al complejo de Edipo), completan
el cuadro de aquella complejidad con la que tenemos que lidiar los
humanos. A posteriori, estas angustias pueden aparecer combinadas y
adquirir una apariencia social como si se tratara solo de una angustia
ante el Superyó. De esta manera, bajo diferentes formas, la angustia se
encuentra presente en el ser humano desde su nacimiento y debemos
aprender a lidiar con ella a lo largo de la vida.
En nuestra experiencia, tanto en el trabajo clínico privado como en
el trabajo en políticas públicas vinculado a temas de violencia, se ha
hecho evidente la vigencia de estas angustias, a todo nivel. Existen,
en nuestro país, cifras preocupantes respecto a las grandes dificultades
para una recanalización saludable de la pulsión sexual y de la pulsión
agresiva: somos el segundo país con las tasas más altas de abuso sexual
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
186 en Latinoamérica. La mayor parte de víctimas de abuso sexual son
menores de edad (78%). El 90% de estos casos corresponde a casos de
incesto. Asimismo, 76 de cada 100 agresores de menores son varones
con un vínculo directo y responsabilidad de cuidado con la víctima y
9 de cada 10 embarazos de niñas menores de 15 años son de origen
incestuoso (INEI, s/f).
Estas cifras confirmarían que en el Perú existe una infracción masiva del
tabú del incesto, ley fundamental para el logro de la vida civilizada y la
creación cultural. Además, hacen evidente que la ley escrita no basta
para contener las pulsiones. Sin embargo, la frecuencia de los casos de
incesto no niega la existencia de las ansiedades frente a este fenómeno y
la necesidad que tenemos las personas de instaurar límites organizadores.
El siguiente pasaje, en un taller con mujeres en un distrito rural de la
selva amazónica, ilustra esta problemática1.
[…] Luego, pregunté por los apellidos, digo [entrevistadora]: «¿cómo
así varias de ustedes apellidan Chávez Chávez?»2. Comenté que en la
comunidad X, también muchas personas llevan el mismo apellido. Me
responden: «allá son indígenas, aquí somos mestizos» (en tono serio,
con cierta molestia). La señora K toma la palabra, dice que los Chávez
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1 Algunos datos han sido cambiados con la finalidad de resguardar la identidad de los participantes.
Se cuenta con el consentimiento informado de los participantes para emplear el material con fines de
investigación.
2 En el Perú, se lleva como primer apellido el del padre y como segundo apellido el de la madre.
R O C Í O F R A N C O, E L I Z A B E T H H AW O R T H & C E C I L I A M A R T I N E Z
Freud siempre defendió la universalidad de su descubrimiento del
Complejo de Edipo, a pesar de las críticas. La aplicación literal de
conductas susceptibles de ser relacionadas con el Complejo de Edipo en
comunidades estudiadas por antropólogos llevó a muchos a sentir que se
tenían pruebas para negar el Complejo de Edipo. La tesis de Lévi-Straus,
(citado por Green, 1992) sobre la prohibición del incesto como norma
de normas y fundamento de la diferenciación entre naturaleza y cultura
puso fin a un debate, hasta ese momento, estéril. La unidad básica que
da origen a la cultura no es el núcleo familiar, sino la relación entre
dos familias, es decir, la alianza que se produce por el intercambio de
hermanas. La instauración de la cultura implica la exogamia.
El trabajo de Lévi-Strauss influyó en Lacan, quien, a través del Nombre
del Padre, restituye la importancia de la función paterna3, retomando
conceptos freudianos en un sentido más metafórico. Lacan reúne deseo
y ley, planteando uno como reverso del otro. El reconocimiento de la ley
implica el acceso a la castración simbólica, vale decir al reconocimiento
de límites y la capacidad de renuncia (citado por Bleichmar, 2010).
Bleichmar (2010) retoma la importancia de la función paterna. Esta
función se refiere a la introducción de la ley de la cultura «en el hiato que
arranca al niño de su captura originaria (díada materna) y lo precipita en
la circulación» (p. 17). Para esta autora, el mito del parricidio planteado
3 La figura paterna se refiere a una función simbólica que puede ser ejercida por cualquier varón o
mujer que cumple una función organizadora.
I I I . P U E S T A D E L Í M I T E S Y C O N S T R U C C I Ó N D E
LEGALIDADES
En los diversos países en los que se inician procesos vinculados a la
justicia transicional, es frecuente encontrar a las víctimas y sus familiares
189
enfrentados a la siguiente pregunta: «¿usted quiere justicia o quiere REFLEXIONES
vengarse?». Bleichmar (2010) señala que se trata de una pregunta PSICOANALÍTICAS
tramposa. Para esta psicoanalista, la justicia es el modo por el cual el ACERCA DE LA
Estado se apropia y toma a su cargo el patrimonio de la venganza para JUSTICIA, LA LEY Y
liberar a los deudos de la función de ejercerla. Por ello, cuando no hay LA LEGALIDAD EN
justicia, la agresión se transforma en violencia. La inacción del Estado EL PERÚ DE HOY
devuelve a sus miembros la tarea de vengar a las víctimas. REFLECTIONS
FROM
El siguiente caso, recogido de un centro poblado rural del país, ilustra PSYCHOANALYSIS
con claridad la problemática que implica lidiar con el deseo de venganza ON JUSTICE, LAW
y justicia. AND LEGALITY IN
La señora S narra una vida de exigencias y de violencia que imposibilitan PERU
o hacen muy difícil detenerse a pensar y construir una interpretación
de lo que pasa en el mundo (y en su mente). La combinación de
pobreza y violencia afectó su capacidad para analizar, interpretar y estar
en contacto con el mundo externo y el interno. La vida y sus sucesos
R O C Í O F R A N C O, E L I Z A B E T H H AW O R T H & C E C I L I A M A R T I N E Z
son algo que simplemente ocurre sin que ella tenga conciencia de la
propia agencia.
Ella se dedica a trabajar, literalmente de sol a sombra, para cubrir las
necesidades de sus hijos. Su hermana y el esposo de esta conforman con
ella y sus hijos una familia comunitaria, hasta cierto punto idealizada.
La señora S sentía que su hermana y su cuñado eran su fuente de apoyo,
cuidaban de sus hijos mientras ella salía a trabajar. Desde hace pocos
años, convive con una nueva pareja, un buen hombre, quien trabaja
tanto como ella.
Esta idea de familia llegó abruptamente a su fin cuando la señora S
descubrió que su hijo estaba siendo sistemáticamente violado por su
cuñado. Saber de ello despertó —y debe seguir haciéndolo— profundos
cambios en ella. Al inicio, se sintió muy desprotegida y culpable como
resultado del impacto emocional de la noticia. La señora S se preguntaba
cómo era posible que algo tan horrible ocurriera en su propia casa y ella
lo ignorara; se trata de una idea que la atormenta.
La noticia de este hecho la llenó de desesperación. Comenta que no
sabía qué hacer, pero recordó que hacía poco había participado en
unas charlas sobre estos temas. Acudió en busca de ayuda a un servicio
público. En la entrevista, comenta que la presencia de esos profesionales
le permitió sacar fuerzas para hacerle frente a la situación.
De no haber sido así, probablemente este caso hubiera generado más
violencia y locura. La señora S refiere que, al saber lo sucedido, el
padrastro del niño «sacó un machete diciendo: “yo le voy a hacer picadillo,
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
190 yo le mato a este desgraciado”. Nosotros gritábamos, no sabíamos que era eso,
nos arrodillábamos».
Este servicio la apoyó para hacer la denuncia. Luego del juicio, «mi
hermana me quiso matar señorita: “Así me pagas por cuidar a tus hijos”. Con
mi abogada [...] nos metimos en una tienda, con piedras me quiso matar, me
agarraron las hermanas del hombre y tenía piedras».
El juicio contra el cuñado de la señora S culminó en una sentencia de condena
y actualmente se encuentra en prisión (Señora S, entrevista)4.
recurso yoico que busca lidiar con la angustia que genera la culpa. El
«buen neurótico» podrá someter la pulsión a los mandatos del Superyó
y, cuando no, buscará la sanción que lo liberará de la culpa. En el marco
del sujeto edípico, la pena jurídica libera de la culpa, pero sin acceso al
Edipo no hay culpa. Así, podemos dar una nueva lectura a ese 78% de
casos de incesto en nuestro país. La dificultad en relación con agresores
como el cuñado de esta historia radica en su incapacidad yoica para
conservar la tensión pulsional en el camino a la simbolización y deriva
en el pasaje al acto, avalado además por su entorno. Como señalamos
líneas arriba, no basta con tener un código de leyes. La legalidad se
construye internamente, permitiendo los recursos yoicos para tolerar la
tensión que impone la vida pulsional. El incremento de penas (más años
de cárcel, pena de muerte) no tendrá un impacto transformador en el
sujeto que no ha accedido a la culpa edípica, condición imprescindible
para la intersubjetividad.
I V. E L M A L E N T E N D I D O
Al inicio de este texto, señalamos la polisemia del término «justicia»
como uno de los elementos a valorar para comprender la dificultad
en la que se encuentran los procesos de reforma judicial en América
Latina. Cuando un familiar de una niña asesinada dice «pido que se
haga justicia» o declara «que la justicia se haga cargo», se está aludiendo
4 El caso forma parte de una consultoría de evaluación de un programa del Estado peruano, a publicarse
próximamente. Se cuenta con la autorización de la entidad pública, así como con el consentimiento
informado de la persona entrevistada, para emplear la información con fines de investigación.
R O C Í O F R A N C O, E L I Z A B E T H H AW O R T H & C E C I L I A M A R T I N E Z
del sistema de justicia continúan recurriendo a él pese a sentirse seguros
de que el sistema es incapaz de impartir justicia. Esta actitud revela una
paradoja en la que puede residir la clave de la dificultad (Pásara, 2014).
Una paradoja solo se puede resolver si uno se permite salir de los
términos que ella plantea. El trabajo de Žižek (2010) sobre la violencia
puede darnos algunas pistas. El autor distingue dos tipos de violencia: la
subjetiva y la objetiva. La primera alude a la violencia directa que ejerce
un sujeto, es irracional, descontrolada. La segunda es más bien aquella
inherente al sistema; es objetiva en tanto no es atribuible a individuos
concretos y sus malvadas intenciones, sino que es puramente «objetiva»,
sistémica y anónima (2010, p. 23). Se trata de una violencia que se ubica
en el orden de lo «real», en el sentido en que Lacan emplea el término.
La manera como Žižek define estas dos formas de violencia puede ser
discutible. Sin embargo, comprender que existe una dimensión de la
violencia que va más allá de la subjetividad y el individuo es importante.
La realidad, explica Žižek, es la realidad social: se trata de personas
concretas implicadas en la interacción y en los procesos productivos
(2010, pp. 23-24). Lo real, en cambio, es la lógica espectral, inexorable
y abstracta de un sistema que determina lo que ocurre en la realidad
social. Este autor coloca como ejemplo la situación de un país caótico,
deteriorado ecológicamente pero «sano» financieramente. La realidad
no es lo que importa, solo la situación del capital. En el mismo sentido,
cuando el «ladrón» queda impune por la falta de «pruebas» o por vicios
procesales, se hace evidente que la justicia no está actuando en la
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
192 realidad social sino en lo real. Resulta apropiado aquí recordar un dicho
conocido entre los abogados: «lo que no está en el expediente no existe».
El problema fundamental aquí radica en la confusión y transposición de
la realidad y lo real. La colisión a la que alude Pásara y que nos atrapa
en la paradoja legal es manejarse en el marco de lo real como si fuese la
realidad.
La manera como opera este malentendido en respuesta al pedido de
justicia se ilustrará a partir de una intervención psicoanalítica a un
equipo de profesionales encargados de impulsar el acceso a la justicia
en casos de violencia familiar en zonas rurales. Se trata de un centro
poblado situado en la costa sur, a pocas horas de Lima. La sensación que
produce el lugar es de desolación.
Un equipo de estudiantes de psicología que supervisan psicoanalítica-
mente sus prácticas profesionales en dicho lugar describe la siguiente
escena:
E: me sentí muy relajado después del paseo, pero, al llegar al anexo, me
encontré con una escena triste y perturbadora. Llegaban unos efectivos
de la policía para recoger a unos niños que habían sido abandonados por
R O C Í O F R A N C O, E L I Z A B E T H H AW O R T H & C E C I L I A M A R T I N E Z
imagen de héroe que ayuda a una abuela a salvar a sus nietos se pasa a
ser un «roba-niños» repudiado.
Se señala al grupo el malentendido: para el equipo de profesionales a
193
cargo, «intervenir» significa «denunciar», pero la comunidad esperaba REFLEXIONES
otra cosa. Por ello, en ambos, profesionales y población, se da esta PSICOANALÍTICAS
sensación de frustración y de sentirse traicionados; de este modo, se ACERCA DE LA
produce el desencuentro. El señalamiento del malentendido hecho JUSTICIA, LA LEY Y
al grupo permitió que tome contacto con el sentimiento de urgencia LA LEGALIDAD EN
que llevaba al equipo al hacer compulsivo. Ello posibilitó que pudieran EL PERÚ DE HOY
entrar en tarea, dialogar sobre las condiciones necesarias para denunciar REFLECTIONS
y rescatar la ley desde la legalidad, es decir en su sentido ético. Los FROM
estudiantes, situados fuera del marco institucional persecutorio en el que PSYCHOANALYSIS
se encontraban los profesionales, podían ver la violencia de una escena ON JUSTICE, LAW
que para el funcionario solo representaba el cumplimiento de su deber. AND LEGALITY IN
PERU
Otro aspecto interesante en este caso, se refiere al ejercicio de la
autoridad. Así como este equipo, los funcionarios públicos operan en
una situación contradictoria en la que la población les demanda ejercer
su autoridad, a la vez que prevalece una gran desconfianza que lleva
a boicotearla. Silvia Bleichmar (2010) plantea que la lucha contra la
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violencia implica reinstaurar la legalidad; es decir, la posibilidad de
contar con una norma que exprese el interés colectivo y que esté al
servicio del cuidado de los sujetos que forman parte de esa colectividad.
El discurso oficial y la política de justicia frente a la violencia familiar
se articula en base a la represión. La oposición a toda forma de
violencia —desde la que se ejerce de manera directa y física (asesinatos,
desapariciones masivas, terror) hasta la violencia ideológica (racismo,
odio, discriminación por género)— es la actitud que predomina en
nuestros días (Žižek, 2010, p. 21). Se trata, social e individualmente, de
un camino errado, porque la represión rígida de la violencia, sostenida
por la fantasía de erradicarla, solo nos encamina a respuestas violentas,
fuera de control, guiadas por el miedo que empaña la posibilidad de
reconocer al otro. Probablemente en comunidades pequeñas, como
la del caso presentado, la denuncia legal y el ejercicio de la autoridad
anónima e imparcial resultaban muy violentos. Necesitaban otra clase
de «intervención», una que permitiera instaurar la legalidad para que la
ley tenga sentido. Del lado de los profesionales, en el caso presentado,
fue necesario reconocer que la madre acusada también era una persona
con nombre, con historia, y parte de la comunidad que solicitaba la
intervención, para salir de la relación anónima que desubjetiviza a las
personas.
Los casos de violencia familiar representan un trastocamiento de la
legalidad, pero la atención de los mismos ofrece la oportunidad de
construir un colectivo continente del psiquismo individual y grupal.
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194 V. C O N C LU S I O N E S
En el proceso de elaboración del trabajo psicoanalítico en un contexto
extraconsultorio, un equipo de psicoanalistas nos encontramos con el
reto de aportar a la contención y elaboración de ansiedades inevitables
en las víctimas, la población y los profesionales a cargo de canalizar la
problemática de la violencia familiar y contra la mujer en comunidades
alejadas de la costa, sierra y selva peruanas. Esta tarea nos confrontó
con la necesidad de incluir en nuestra reflexión los aportes y avances
de otras disciplinas e instituciones. En este caso, resultó claramente
imprescindible establecer un diálogo con el derecho y las instituciones
del Estado. Es en ese proceso que se nos convocó para la presente
publicación.
El escenario del trabajo analítico tradicional es el consultorio. Al tratarse
allí los acontecimientos de lo humano, lidiamos cotidianamente con las
ansiedades y su efecto en el sujeto, producto de esa versión histórica
única que surge de la dinámica entre las pulsiones del Ello y las pautas
del Superyó, creada a lo largo de su vida. Contamos con el Yo para que
en el diálogo psicoanalítico con el analista se puedan echar nuevas luces
sobre ese proceso interminable e ineludiblemente conflictivo del ser
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individuo en el mundo.
Las situaciones analizadas en este trabajo muestran como los
instrumentos psicoanalíticos en el contexto extraconsultorio permiten
acceder a aspectos velados de la comunicación grupal y resultan valiosos
en el nivel de contención y reflexión de ansiedades conscientes e
inconscientes que comunican el conflicto. Cuando las ansiedades no
pueden ser escuchadas y valoradas, paralizan al equipo y traban su tarea.
En las situaciones revisadas en el presente trabajo, dicha tarea se refiere
a la intervención y transformación de las situaciones de violencia contra
la mujer y su familia.
Los casos y situaciones que hemos presentado —los cuales involucran
equipos de profesionales, de estudiantes y de promotores locales en zonas
rurales de costa, sierra y selva peruanas— nos llevaron a reflexionar
acerca del lugar de encuentro y desencuentro entre el inconsciente y la
ley y en torno a las trabas que ello representa para acceder al sentido de
justicia, más allá de la aplicación correcta de la ley codificada.
La prohibición del incesto y su infracción masiva, la función paterna
y sus fracasos, el papel de la culpa edípica como organizadora de la
sociedad (cuando va de la mano de la responsabilidad), y el camino de
la agresividad humana hacia la vida y no hacia la muerte son conceptos
del psicoanálisis que nos han permitido entender y aprehender las
limitaciones de la perspectiva legal, de la racionalidad y de la objetividad
para instaurar cambios y atender la problemática de violencia que
sufren las mujeres y sus familias. Al mismo tiempo, estos conceptos
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
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R O C Í O F R A N C O, E L I Z A B E T H H AW O R T H & C E C I L I A M A R T I N E Z
consciente. El psicoanálisis nos muestra que estamos también regidos
inconscientemente por aspectos irracionales, impulsos, deseos,
agresividad, traumas individuales y colectivos. La ley que opera solo bajo
la lógica sancionadora (por ejemplo, incrementos de penas) se limita al
empleo de la represión y el miedo como únicos recursos para organizar
nuestra conducta, nuestras emociones y deseos. Es solo en el proceso de
reconocer y darle un lugar a esos aspectos irracionales en los individuos
y en la sociedad que se pueden construir instancias mediadoras para
establecer nuevos caminos de comprensión y contención de la violencia
de una manera nueva que trascienda el vano intento de suprimirla.
Los casos de violencia en el espacio doméstico, contra las mujeres y sus
familias, se han presentado en este trabajo no solo como un fenómeno
que permite preocuparse por población en situación de riesgo y
vulnerabilidad, con quienes el Estado tiene una deuda. Adicionalmente,
estos casos son una importante fuente de comprensión acerca de cómo
funciona la justicia en nuestros países, de sus fallas en tanto sistema
y de sus dificultades en tanto expresión de las relaciones éticas y
morales implicadas en la instauración de la legalidad. Por ello, resulta
imprescindible, para cualquier proceso de cambio o reforma, permitir
espacios para elaborar las ansiedades que bloquean la tarea en las
instituciones y grupos humanos.
Recibido: 13/07/2016
Aprobado: 09/10/2016
* Abogado por la Universidad de los Andes (Bogotá, Colombia), LLM University of Helsinki (Helsinki,
Finlandia), candidato a Doctor en Derecho en la Universidad de los Andes (Bogotá, Colombia).
Correo electrónico: sianzola13@gmail.com
198 CONTENIDO: I. LA INTERACCIÓN ENTRE EL DERECHO Y EL PSICOANÁLISIS.–
II. EL CONCEPTO DE TRAUMA EN EL PSICOANÁLISIS.– III. LA RELACIÓN
DEL TRAUMA CON EL DERECHO.– IV. ESCENARIOS JUDICIALES COMO
ESCENARIOS DE REVICTIMIZACIÓN.– V. EL ROL DEL ABOGADO Y DE LA
ÉTICA PROFESIONAL EN LA REVICTIMIZACIÓN.– VI. CONCLUSIONES.–
VII. BIBLIOGRAFÍA.
1 Piénsese, por ejemplo, en una persona que tiene un deseo inconsciente de asesinar a su madre y
que esto trae a su vez otro deseo inconsciente de castigo. Por lo doloroso de estos deseos, la mente
humana busca satisfacer el deseo de castigo a través de otra situación no relacionada con el deseo
de asesinar a la madre.
2 Por ejemplo, puede pensarse en normas que castigan la violencia doméstica o de género pero que,
no obstante, no son usadas por las mujeres, ya quepor razones o motivos inconscientes el castigo
o el sometimiento a su compañero les provee determinado placer o satisfacción, el cuál permanece.
Una situación como esta se refiere claramente al fenómeno del masoquismo moral, el cual, bajo una
perspectiva puramente racional, parece inconcebible, pues se constituye en una actividad que no
persigue el placer sino el dolor. No obstante, el objetivo del psicoanálisis es precisamente demostrar
cómo este tipo de conductas, en el fondo, ofrece una fuente de placer y displacer al mismo tiempo
(véase Freud, 1992b). Para un estudio psicoanalítico que explica porqué los avances jurídicos
que luchan por la igualdad de género son infructuosos debido a la construcción de la subjetividad
femenina a través de procesos inconscientes, véase Gallo (2010).
3 Sobre las formas en las que el «yo» utiliza mecanismos de defensa como la represión frente a las
exigencias del «ello» y el «superyó», véase Freud (1992a; 1999).
4 Esta sospecha la manifiesta en el capítulo titulado «My View son the Part Played by Sexuality in the
Etiology of the Neuroses».
5 El trabajo de Noonan (1976) es una ejemplificación interesante de los métodos empleados por los
operadores jurídicos para causar dolor a las personas sin sentirse afectados o responsables por ello.
I V . E S C E N A R I O S J U D I C I A L E S C O M O E S C E N A R I O S
DE REVICTIMIZACIÓN
Aunque la forma en la que el derecho puede colaborar a construir un
trauma cultural y colectivo no se restringe a los procesos judiciales, estos se
han constituido en los lugares más comúnmente usados por las víctimas.
De hecho, el texto de Cover (1986) —el cual se puede considerar el
texto que inauguró el campo de exploración de las relaciones entre el
derecho y el dolor— parece hacer hincapié en la labor interpretativa
que el juez realiza. Si bien la rama legislativa también podría ser un
foro donde los relatos de las víctimas busquen un reconocimiento y
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
I was not only told that I was assaulted, I was told that because I couldn’t
remember, I technically could not prove it was unwanted. And that distorted
me, damaged me, almost broke me. It is the saddest type of confusion to be
told I was assaulted and nearly raped, blatantly out in the open, but we don’t
know if it counts as assault yet. I had to fight for an entire year to make it
clear that there was something wrong with this situation.
[…] How old are you? How much do you weigh? What did you eat that
day? Well, what did you have for dinner? Who made dinner? Did you drink
with dinner? No, not even water? When did you drink? How much did you
drink? What container did you drink out of? Who gave you the drink? How
SERGIO ANZOLA RODRÍGUEZ
much do you usually drink? Who dropped you off at this party? At what time?
But where exactly? What were you wearing? Why were you going to this
party? What’d you do when you got there? Are you sure you did that? But
what time did you do that? What does this text mean? Who were you texting?
When did you urinate? Where did you urinate? With whom did you urinate
outside? Was your phone on silent when your sister called? Do you remember
silencing it? Really, because on page 53 I’d like to point out that you said it
was set to ring. Did you drink in college? You said you were a party animal?
How many times did you blackout? Did you party at frats? Are you serious
with your boyfriend? Are you sexually active with him? When did you start
dating? Would you ever cheat? Do you have a history of cheating? What do
you mean when you said you wanted to reward him? Do you remember what
time you woke up? Were you wearing your cardigan? What color was your
cardigan? Do you remember any more from that night? No? Okay, well, we’ll
let Brock fill it in.
211
LA VISIÓN
I was pummeled with narrowed, pointed questions that dissected my DOMINANTE
personal life, love life, past life, family life, inane questions, accumulating DE LA ÉTICA
trivial details to try and find an excuse for this guy who had me half PROFESIONAL DEL
naked before even bothering to ask for my name. After a physical ABOGADO COMO
assault, I was assaulted with questions designed to attack me, to say OBSTÁCULO A LA
see, her facts don’t line up, she’s out of her mind, she’s practically an CONSTRUCCIÓN
alcoholic, she probably wanted to hook up, he’s like an athlete right, DE UN TRAUMA
they were both drunk, whatever the hospital stuff she remembers is CULTURAL Y
after the fact, why take it into account, Brock has a lot at stake so he’s COMO CAUSA
having a really hard time right now» (Anónimo, s/f; las cursivas, salvo DE UN TRAUMA
INDIVIDUAL
por el penúltimo párrafo, son nuestras).
THE DOMINANT
Las palabras de la víctima son claras en explicar la naturaleza de este VIEW OF LEGAL
segundo trauma. La naturaleza confrontacional del proceso judicial ETHICS AS AN
hace que la humillación y el sufrimiento experimentado por la víctima OBSTACLE FOR THE
en la violación sea cuestionado y puesto en duda en el juicio. Lo que CONSTRUCTION
es brutalmente real para la víctima corre el riesgo de no ser igualmente OF A CULTURAL
real y cierto para la audiencia que la escucha y que en última instancia TRAUMA AND
decidirá si se condena o no al acusado. Es decir, la posibilidad de socializar AS A CAUSE OF
su trauma individual (es decir, que realmente fue una violación y no AN INDIVIDUAL
una relación sexual consentida) es puesta en riesgo. Más peligroso aun, TRAUMA
la dificultad de socializar el trauma hace que el trauma psicológico e
individual se vuelva más doloroso y difícil de superar.
En este proceso de revictimización juegan un papel fundamental los
abogados. Las preguntas destinadas a buscar contradicciones en el
relato de la víctima; las preguntas sobre su vida sexual con el objetivo
de argumentar que la víctima tiende a tener relaciones sexuales con
extraños de manera casual y que, por ende, lo ocurrido no fue una
SERGIO ANZOLA RODRÍGUEZ
6 No obstante, la idea según la cual la ley puede constituirse como un límite claro y discernible para los
abogados es controversial e ingenua cuando se tiene en cuenta el ataque del realismo jurídico (véase
Wilkins, 1990).
7 El funcionamiento correcto del sistema adversarial requiere, a su vez, que ambas partes cuenten
con abogados con las mismas capacidades, competencias y recursos, de modo talque la división
ética del trabajo sea real y no ilusoria. El texto canónico de Galanter (1974) demuestra que dicha
aspiración está lejos de ser una realidad, lo que pone en entredicho la capacidad de dicho sistema
para proveer justicia.
personas frente a la ley. Estos dos valores solo pueden ser protegidos
si el abogado «apaga» su ética personal y no emite juicio alguno que
pueda interferir con la defensa de los derechos legales de su cliente. A
este argumento subyace la idea según la cual las normas jurídicas son
diferentes de las normas morales, ya que las primeras son promulgadas
a través de procedimientos democráticos o participativos que las dotan
de legitimidad. De acuerdo con esto, el abogado que permite que su
ética personal interfiera en la representación jurídica de su cliente está
apropiándose de funciones propias de la rama legislativa, lo cual implica
una clara violación a la idea de un Estado de derecho y, por ende, una
clara afectación ilegítima a la libertad y la autonomía de su cliente
(Pepper, 1986).
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
VII. BIBLIOGRAFÍA
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powerful-letter-the-stanford-victim-read-to-her-ra?utm_term=.lvgG2J6g2v#.
afnmwlRrwD
SERGIO ANZOLA RODRÍGUEZ
8 Aunque casos como el de la violación sexual reseñada en este artículo han dado pie para que
se presenten algunas propuestas que limiten la parcialidad y agresividad que pueden desplegar
los abogados en la representación de los intereses de sus clientes, estas propuestas no han sido
recibidas con beneplácito por parte de la profesión jurídica y su implementación efectiva puede verse
en riesgo (véase Randazzo, 2016).
Cover, Robert M. (1986). Violence and the Word. Yale Law Journal, 95(8), 1601-
1629. http://doi.org/10.2307/796468.
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104(2), 469–523. https://doi.org/10.2307/1341584
Recibido: 30/06/16
Aprobado: 01/10/16
II. HELIO
«Yo tengo dos papás» fue la primera frase de Helio en nuestra primera
sesión. Así comenzó nuestra conversación, seguida de un intrigante
silencio. En el transcurso de nuestro trabajo, él dedicó un tiempo, para
nada despreciable, a ordenar, en su mundo interno, su composición
familiar, deslizándose entre lo que sentía como la intangible inestabilidad
de su madre y la confiabilidad de su padre adoptivo, hasta el día en que
este sufrió un infarto. En una posición casi marginal se situaba su padre
verdadero, por quien experimentaba notable ambivalencia. En parte, su
análisis mostraba la asimilación de su origen, intentando trabajarlo a su
P L I N I O M O N TA G N A
favor.
Tal como fue dicha, la frase podría haber sonado a confesión de un
«defecto» o, al menos, de una excepcionalidad de la que no podía
dar cuenta solo. Pero no, no era así. Más que la percepción de una
excepcionalidad en la historia personal (comparada con «la gente
común» que tiene un solo padre), señalaba la importancia de sus lazos
identificatorios con ambos padres: el biológico y el «adquirido». Se sentía
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
I I I . FA M I L I A E X T E N S A
Una de las cosas que aprendí desde mi trabajo con «emociones familiares
y evolución de trastornos mentales», en la década de 1970, desarrollado
a partir del programa de investigación en la Universidad de Londres,
es que los pacientes psicóticos que forman parte de las familias extensas
I V . D E S B I O L O G I Z A C I Ó N D E L A PA T E R N I D A D
Fruto de una maleabilidad social en relación con el sistema familiar, que
se inicia en la segunda mitad del siglo XX, se comienzan a reconocer,
incluso jurídicamente, vínculos de paternidad o maternidad más allá de
la biología. El afecto pasa a ser el paradigma de la parentalidad (Amarilla,
2014).
Las nuevas configuraciones familiares impulsan una desbiologización
de la paternidad y la maternidad, en la medida en que «hoy, las
relaciones afectivas parecen encabezar los proyectos familiares y, por
eso, conducen a la asunción de la responsabilidad de la conformación
de las familias» (Hironaka, 2000, p. 22, citado en Cassettari, 2013,
p. 11). Ese «programa» es también posible, paradójicamente, debido a
los extraordinarios avances de la misma biología, que permite que, en
determinadas condiciones, un bebé tenga hasta cinco genitores: dos que
ofrecen espermatozoide y óvulo, dos padres adoptivos y, eventualmente,
la mujer que albergó el óvulo en su útero. Existe aun la posibilidad de
que un óvulo sea modificado genéticamente utilizando otro, de otra
mujer también donante, con lo cual el número posible de genitores sería
seis.
Esas configuraciones se instituyen como tales al interior de
transformaciones cuyo componente principal es el descubrimiento
P L I N I O M O N TA G N A
1 Parente en portugués puede ser traducido como pariente en español. El significado de ambas
palabras es el mismo: la familia consanguínea o el conjunto de la parentela.
2 El sufijo «-idad», unido al adjetivo, forma sustantivos que expresan idea de estado, situación o
cantidad.
V . F U N C I O N E S PA T E R N A Y M A T E R N A
Algunos interrogantes interesantes han surgido a partir de
investigaciones psicológicas contemporáneas respecto de la
especificidad de las funciones, materna y paterna. Quizás solo a
excepción del texto winnicottiano que se centra en la preocupación
maternal primaria, el psicoanálisis se refiere desde hace mucho tiempo
a funciones maternas y paternas, sin restringir su desempeño al padre
o madre biológicos. Winnicott denomina preocupación maternal
primaria a las modificaciones psicofisiológicas que la madre experimenta y
que permiten una sintonía emocional fina de la madre para con las
necesidades del bebé y el ejercicio de las funciones que conduzcan a su
satisfacción. El bebé le permite a la madre dedicarse a él plenamente.
«El bebé no existe solo, dice Winnicott, sino que existe la unidad
madre-bebé, fundamental para el niño». Esta es la maternalidad.
El concepto de parentalidad da prioridad, en efecto, a las funciones,
sin jerarquizarlas ni especificar géneros. Genitor y padre, genitora
y madre, son conceptos diferentes. El padre, por su parte, tiene la
función, primeramente, de crear las condiciones para que la madre
pueda cumplir su función, es decir, su función inicial es proteger a
la madre, produciéndose, posteriormente, la necesidad de contribuir
a la «separación» de la fusión madre-hijo, al mostrarle a este la
existencia del mundo exterior. En rigor, el padre o la función paterna
es responsable de la instauración, en el mundo del niño, de la ley. Es
la ley paterna.
El psicoanálisis nos pone frente a funciones, naturalmente desempeñadas
por uno u otro, aunque no necesariamente en la mayoría de los casos.
P L I N I O M O N TA G N A
P L I N I O M O N TA G N A
I . ¿ C Ó M O S E V I V E E L D E R E C H O ? P O N E N C I A D E
L U I S PÁ S A R A
Cuando Fernando Del Mastro me pidió escribir algo para un hipotético
número de la revista de la Facultad sobre psicoanálisis y derecho, yo
le dije que de psicoanálisis y derecho no podía decir nada, porque el
psicoanálisis es un tema que despierta mi curiosidad (he leído algo sobre
el tema), pero sobre el cual no sé realmente nada serio, en términos
consistentes. Y después, conversando, surgió en mí la idea de decir que
lo que yo sí tengo son preguntas. Entonces, si se va a hacer una discusión
sobre el tema, lo que yo puedo ofrecer es un conjunto de preguntas
que me interesaría que los psicoanalistas respondan, motivarlos para
que me digan cosas que yo no sé. Y eso es lo que voy a hacer, plantear
esas preguntas que vienen, yo diría, básicamente de dos fuentes. Por
un lado, del hecho de que yo tengo muchos años de investigación en
sociología del derecho y, entonces, conozco el derecho como hecho, no
como subjetividad, y, claro, desde ese lado a uno le surgen preguntas.
Lo segundo que abona o rema en esta dirección es que, en la medida en
que uno envejece, se da cuenta de que tiene mayor capacidad de hacer
preguntas que de dar respuestas. Entonces, prefiero formular preguntas.
Las preguntas que traigo están referidas a tres actores del mundo del
derecho: primero los abogados; segundo, los jueces; y, tercero, el
ciudadano en relación con el derecho. En relación con los abogados,
yo tengo dos preguntas. En la facultad de derecho, en las facultades
238 de derecho —y yo creo que esto vale incluso para la Universidad
Católica de hoy, aunque a lo mejor corro el riesgo de equivocarme—,
se forma o se crea una mentalidad profesional en la cual lo que se
cultiva fundamentalmente es la relación del estudiante con esto que
yo llamo un mundo intrajurídico. Con ello me refiero a un mundo en
el cual lo que importa es, fundamentalmente —no interesa cual sea la
corriente teórica a la cual uno se adhiera—, la norma y todo aquello
que gira en torno a la norma: los antecedentes, la aplicación —cuando
tenemos mejores profesores que no se limitan al código pues van a las
sentencias—, la doctrina —esta famosa doctrina que ahora es más
utilizada que antes, pero que forma parte de ese mundo intrajurídico,
porque la doctrina bucea en aquello que fueron los antecedentes de
las normas y en la comparación jurídica («esto fue una ley en Suecia»
o «miren el código italiano», etcétera)—. Entonces, todo esto va
formando una mentalidad en la cual se mueve el estudiante y se forma el
abogado. A mí me ha ocurrido muchas veces, por ejemplo, lo siguiente:
al preguntar a algún abogado —no solo aquí sino también en otros
países latinoamericanos, porque esto es propio de la cultura romano-
civil— cómo es el procedimiento penal en Ecuador o en Bolivia, no me
responde cómo es, sino qué dice la ley que es. Claro, los abogados no
se dan cuenta de esta diferencia, ni si quiera se dan cuenta. Y yo lo que
quiero saber es cómo es el procedimiento, no lo que dice la ley, porque
la ley uno puede leerla, pero cómo es el procedimiento en términos
fácticos es algo que, desde mi punto de vista, importa y es lo que le
importa a la gente, además. Lo que importa es que, si van a dar cuatro
años de prisión suspendida, en ese caso no voy a la cárcel. Eso es lo que
importa y eso es lo que en el abogado —digamos, en su cabeza, en su
cultura jurídica— no está. Entonces, se produce progresivamente una
dicotomía entre ley y realidad y este es el punto que está a la base de la
pregunta que quiero plantear: ¿cómo viven los abogados interiormente
esta dicotomía?, ¿cómo viven esto? Incluso en el caso de los profesores
que enseñan un curso o una materia determinada, lo que se enseña es el
código y ellos saben que eso no opera en la realidad, que no es así, y sin
embargo lo que enseñan es la ley. A mí me parece, aventurándome en
terreno desconocido, que esta dicotomía entre ley y realidad con la cual
viven tranquilamente los abogados es una especie de esquizofrenia. Me
pregunto, ¿cómo se vive esto?
La segunda pregunta, relacionada con los abogados, es, creo, más obvia.
C O N V E R S AT O R I O
Tiene que ver también con una dicotomía entre la legitimación pública
de su actuación en términos de la justicia y una práctica que no tiene
nada que ver con la justicia. Vemos últimamente, sobre todo desde
hace diez o quince años, casos de defensa profesional que son casos, por
decirlo en términos laicos, indefendibles. Sin embargo, se defienden con
este argumento (a mi parecer) siniestro de que todo procesado tiene
al lazo social (a las que llamará pulsiones de vida); por otro lado, las
tendencias que buscan la desintegración, la desligazón, que son hostiles
a la cultura. Dice Freud que«la acción eficaz, conjugada y contrapuesta
de ambas permit[e] explicar los fenómenos de la vida» (Freud, 1992,
p. 115). La pulsión de vida y la de destrucción están en permanente
tensión y la existencia es un juego combinado de ambas. Como sujetos,
y los códigos escritos surgen apenas hace 4000 años y constituyen una
técnica para manejar dichos conflictos. Dice el autor que los conflictos
no son necesariamente una patología o solo una parte de nuestras
vidas, sino que representan la totalidad y la esencia misma de ella. Si
bien muchísimos de ellos se resuelven espontáneamente, a través de
discusiones pasajeras, o de la urbanidad, los más graves y recurrentes
necesitan de códigos y leyes. Sin embargo, este tipo de conflictos son tan
numerosos como para copar los tribunales de justicia.
Afirma MacLean que «[l]a función del juez consiste en aclarar
245
discusiones, ordenar los argumentos, investigar la veracidad de los LA LEY EN
hechos aducidos; estriba en apreciar los documentos, escudriñar la EL PERÚ: UN
verdad detrás de las lágrimas, los gestos dramáticos, la ira de las partes y DIÁLOGO ENTRE
de sus testigos, y desactivar (...) las crisis que le presentan las partes en PSICOANÁLISIS Y
conflicto» (2005, p. 33). Esta conflictividad inherente a la convivencia DERECHO
social me hizo pensar en la conflictividad intrapsíquica o intersubjetiva
que tantas veces los psicoanalistas escuchamos en nuestra consulta.
Frente a ella, nos vemos llevados a realizar una función parecida a la que
MacLean atribuye al juez (aunque no creo que los jueces la cumplan). El
tema común, en todo caso, entre juristas y psicoanalistas es el conflicto
humano: para unos, situado más en el ámbito social y normado por
leyes que permiten la convivencia; para otros, descubierto, durante el
encuentro psicoanalítico, en las complejas relaciones de la mente con
sus instancias y en contacto con la realidad exterior.
Al pensar en la redacción de este trabajo, me preguntaba por el interés
que he manifestado en los temas relacionados con el derecho y su
relación con mi condición de psicoanalista. Habituado a la privacidad
del trabajo clínico en mi consultorio, al diálogo analítico que conduce
también a paisajes insospechados y siempre nuevos del mundo interno
de mis pacientes y del mío propio, pensé entonces por qué me habían
impresionado las anécdotas que cuento al inicio de este escrito. Me
imaginé, así, el relato ficticio de algún paciente que me dijese: «Mire,
doctor, a veces siento que me cuesta controlar mi rabia, y me parece que
la agresividad brota de mis poros como el sudor después de un partido
de fútbol; quisiera simplemente matar a mi jefe, que me juega sucio en
la empresa». Yo pensaría en ese momento que muchas veces yo mismo,
mientras me detengo ante un semáforo en rojo, siento una inmensa
cólera frente al chofer de combi que me toca la bocina insistentemente
y que, luego, haciendo un quiebre violento —el cual debe dejar a más
de un pasajero maltrecho—, pasa raudo a mi lado, ignorando por
completo la prohibición de la luz roja y, de paso, lanzándome un insulto.
Y pienso en mi fantasía recurrente de inventar un automóvil a lo James
Bond, premunido de misiles, que destrocen de inmediato las cuatro
llantas de la combi. En ese caso, tanto mi paciente como yo estamos
C O N V E R S AT O R I O
y la falta de respeto por leyes establecidas crea algo muy cercano a una
psicopatía, es decir, un déficit superyoico, como se puede ver en la lenta,
escasa y a veces nula administración de la justicia? Las carencias básicas
de la estructura familiar privan a una gran parte de seres humanos
—pienso que de todas las clases sociales y económicas— del soporte
básico que estructura el aparato psíquico: es decir, de un «holding» o
soporte de amor materno que devuelva al niño, convertidos en impulsos
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
I V . C O M E N T A R I O S A L A S E G U N D A P O N E N C I A A
CARGO DE FERNANDO DELMASTRO
Quiero aportar algunas reflexiones sobre la ponencia del doctor
Montagne y, en general, sobre lo que se ha conversado en la mesa hasta
el momento. Partiría de decir que, al menos a mí, en mi mirada, me
ayuda el pensar en algo así como la dimensión anímica del derecho:
aquello que en la psique del ser humano anima el exterior del derecho,
como las corrientes por debajo de las olas, aludiendo las olas a la realidad
de las normas y su aplicación. Así, la cara externa y visible del derecho
tendría entonces una dimensión anímica, en referencia a lo psíquico,
en tanto anima ese exterior. Creo que cuando uno mira los asuntos que
estamos planteando de ese modo, puede darse cuenta, por ejemplo, de
que el individuo desarrolla una relación anímica con la norma y con
la autoridad que moldea la forma de ser de la relación en el exterior.
Por supuesto, esta relación no comienza la primera vez que uno lee
El Peruano: al tener que ver con el modo en que uno se siente frente
a una figura de autoridad, frente al límite, a la regla, a la ley, se trata
de un vínculo marcado por el pasado, en el que la familia y la escuela
sin duda juegan un rol central. Creo que esa es una idea psicoanalítica
clave: en el presente está siempre el pasado; considero que en nuestra
relación con las normas esto no es distinto. El pasado, tanto individual,
personal, como el pasado del país, la historia del país, marca como es
C O N V E R S AT O R I O
venir desde la empatía que uno experimenta con estas fuerzas sentidas
en lo interior? Hoy en día, lo divino se piensa como una realidad
exterior, pero eso no siempre ha sido así. En Grecia antigua, por ejemplo,
se decía que el amor es un dios, no que Dios es amor. «Dios es amor»
ya toma lo divino como una realidad exterior y lejana que necesita un
traductor para conocerse. Su regulación la recibe Moisés en el monte,
que nadie ve y al que nadie se puede acercar. Además, el que reciba los
mandamientos y luego los deba traducir al otro me parece que también
es muy parecido al modo de ser del derecho: una ley que viene de un
lugar exterior, lejano, y que necesita traductores, los abogados, para ser
251
comprendida. Ella no refiere, entonces, a una vivencia interna, a algo LA LEY EN
EL PERÚ: UN
que se pueda comprender desde lo interior. Después viene Jesús con
DIÁLOGO ENTRE
un modelo normativo distinto: la ley no dice «no idolatres a otro dios,
PSICOANÁLISIS Y
porque si no va a haber pena de muerte». Es decir, no es una ley que dice
DERECHO
que no hagas una cosa, que prohibe una conducta exterior, porque va
a venir una sanción también exterior, sino que la norma ya es «ama al
prójimo como a ti mismo». El amor ya es algo interior. Jesús explicaba
esto a través de parábolas que podían ser comprendidas. Entonces, creo
que esto nos habla de esta diversidad de fuentes de regulación y creo
que tiene un poder muy disruptivo para pensar en el sistema legal y en
la educación legal. En este último punto, pienso en la importancia de
conectar a los futuros y futuras profesionales del derecho con las fuerzas
interiores que mueven el mundo de la regulación. Añadiría, además, que
me parece que todo esto tiene un matiz muy masculino. No por gusto la
justicia, la prudencia y la verdad eran diosas, en femenino. Esas fuerzas
se proyectaban en figuras femeninas y luego esto fue dejado de lado por
la imagen de un dios más masculino, externo, distante, que necesita
de un dogma para ser comprendido. Yo creo que en las facultades de
derecho nos enseñan a aplicar un sistema desmedidamente masculino,
pero no se permite reflexionar sobre cómo es realmente dicho sistema
y porqué es como es. Se transmite casi como una verdad escrita y se
racionaliza con afirmaciones como «es así porque es lo mejor conocido».
Se nos presentan una serie de narrativas que considero que nos hacen
olvidar que en realidad hay bases anímicas que marcan que el derecho y
el sistema legal sea como es. Esto puede ser muy alienante.
Otro tema que me parece muy importante, relacionado con la ponencia
del doctor Montagne, es el tema de las pulsiones. Se trata de un tema que
me intriga mucho. Creo que podríamos decir que las pulsiones vienen
siempre en pares de opuestos: Eros y Tánatos, por ejemplo, son opuestas.
Freud, en El malestar en la cultura, decía que no hay que tener demasiada
ilusión sobre este tema y criticaba la regla de «ama al próximo como a
ti mismo», justamente porque decía que el ser humano no solamente
ama al próximo, sino que también lo odia y quiere agredirlo. Entonces,
imaginemos que alguien salga a la calle a manejar y diga «yo tengo que
C O N V E R S AT O R I O
para definirse a uno mismo, esa mirada ya deja de estar en uno mismo.
Entonces, ¿cómo son nuestras relaciones civiles?, ¿cómo son nuestras
pulsiones como pueblo peruano?, ¿cómo eso debería marcar nuestra
regulación? Creo que este aspecto termina estando ausente cuando lo
253
que hacemos es regularnos como sociedad en función de parámetros de LA LEY EN
EL PERÚ: UN
afuera. Creo que eso pasa ahora con la idea del paternalismo libertario,
DIÁLOGO ENTRE
por ejemplo, que es un esquema regulatorio novedoso de la elite
PSICOANÁLISIS Y
académico-política de Estados Unidos y se acepta acá por el hecho de
DERECHO
ser de Estados Unidos, del primer mundo. Entonces, me parece que eso
lleva a no poder comprender nuestra propia dimensión anímica, la cual
marca al derecho.
V. P R E G U N TA S Y C O M E N TA R I O S D E L P Ú B L I C O Y
L O S PA N E L I S T A S
cosas van a funcionar mejor en una sociedad. Hoy día estamos viendo
en el Perú un lamentable desprestigio de la justicia, de la aplicación de
la justicia. Generalmente vemos jueces corruptos, como ya se ha dicho
aquí, que dan sentencias inspiradas en triquiñuelas, en interpretaciones
erróneas o parcializadas. Muchas veces, obviamente, la sospecha es
que están «aceitados» por intereses subalternos. Entonces, yo creo que
es muy importante lo mencionado acerca de la necesidad de que los
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
V.6. Comentario
Me ha parecido muy interesante encontrar un aspecto del derecho
en el que interviene el psicoanálisis. Yo fui estudiante de Filosofía y
después estudié Derecho un tiempo. Lo dejé más o menos a la mitad
porque me decepcionó un poco, me desanimó, no las leyes, porque
el derecho no termina en las sentencias y tampoco empieza en las
leyes. El derecho termina después de la sentencia, en la penitencia,
en la resociabilización, en el perdón. Hace poco hablaron de amar al
C O N V E R S AT O R I O
V.7. Comentario
Quisiera primero felicitar y agradecer a los expositores, pues el evento
ha estado muy interesante. Mi pregunta o, más bien, mis comentarios
se vinculan justamente con aquello que decían el Profesor Del Mastro
y el Doctor Montagne, el asunto de la injusticia de las leyes: ¿quién las
hace y para quiénes? Si bien es cierto que vivimos en un Estado que se
supone que rige en favor de las mayorías y las protege —o que se supone
que debería proteger a todos—, todas las cosmovisiones no son iguales,
sobre todo en países multiculturales como el nuestro. Entonces es
cuando surge el tema de la violencia y el término que me llamó bastante
la atención fue la deformación histórica y el autoritarismo cultural en
una actitud de sumisión de la persona. Entonces ¿qué rol juegan o cómo
encajan los derechos humanos? No todos concebimos los derechos
fundamentales del mismo modo y, si son concebidos de la manera
occidental y difundidos al resto del mundo, ¿deberíamos aceptarlos del
C O N V E R S AT O R I O
En relación con las leyes extranjeras, hay muchas leyes que no nos
representan, que son leyes de otros países. Y claro, son necesarias, pero
las leyes deberían ser como la cereza que se le pone a la torta cuando ya
está lista. ¿Qué cosa ha pasado, qué cosa hemos entendido, qué cosa
261
hemos necesitado como país, como sociedad? Por eso yo coincido con LA LEY EN
EL PERÚ: UN
Luis. Siendo feminista, coincido con él en que la ley no va a resolver
DIÁLOGO ENTRE
las cosas. Tenemos que hacer un montón de cosas a otros niveles y
PSICOANÁLISIS Y
luego revisar las leyes, sino tendremos normas que nadie las cumple.
DERECHO
No podemos confiar en que, porque hicimos la marcha, porque hay una
legislación suficiente en materia de defensa frente a la violencia contra
la mujer, está todo solucionado. Mentira, es solo un paso de los muchos
que hay que dar. Entonces, ahí hay un montón de trabajo que hacer: de
concientización, de educación, de difusión, etcétera.
En relación con la herencia colonial, con frecuencia se asume que
solamente vale lo occidental, solamente lo racional. El derecho
consuetudinario, los saberes ancestrales, todo eso es de segunda. Y ese
también es un tema para pensar.
V.10. Comentario
En primer lugar, quiero agradecer la invitación. ¿Hasta qué punto tiene
que entrar el derecho y hasta qué punto siempre el derecho tiene que
entrar en todo? Justamente hoy día en la mañana salió una ordenanza
de la Municipalidad de La Punta que prohibía a los jóvenes jugar
Pokemon Go o reglamentaba su uso. Cuando un papá ve que un niño
tiene mucho un juguete y le gusta mucho y está jugando y no quiere
que lo siga haciendo, porque se está distrayendo de otras cosas, en vez
de enseñarle cómo utilizar bien el juguete, simplemente prohíbe el
uso del juguete al muchacho o esconde el juguete. Eso, en una etapa
de la niñez, genera un trauma, genera unos cambios que, dentro del
futuro del niño, van a terminar formándolo como hombre. Entonces, el
derecho intenta a veces quitarle algo a las personas, en vez de enseñarles
cómo utilizarlo bien. El derecho interviene y prohíbe, impone normas
prohibitivas e imperativas —«que ya no vas a hacer esto»,«tienes que
hacerlo así»—, en vez de educar. El derecho no va a dar solución a todo,
los abogados también debemos saber hasta qué punto entrar y hasta qué
punto no entrar y en qué momento, simplemente, buscar otras formas,
otros mecanismos sociales a través de los cuales sí podamos llegar a esa
C O N V E R S AT O R I O
VI. BIBLIOGRAFÍA
Freud, Sigmund (1992). El malestar en la cultura. En Obras completas. Volumen
XXI: El porvenir de una ilusión, El malestar en la cultura y otras obras (1927-1931).
Buenos Aires. Amorrortu.
Green, André (2014). ¿Por qué las pulsiones de destrucción o de muerte? Buenos
Aires-Madrid: Amorrortu.
C O N V E R S AT O R I O
Resumen: Casi un siglo entero separa a Alicia en el país de las Maravillas (1865)
de Charles Lutwidge Dodgson (a quien nos referiremos por su seudónimo,
Lewis Carroll) y a la segunda, más larga y más elaborada edición de la Teoría
pura del derecho (1960) de Hans Kelsen —cuya primera edición fue publicada
en 1934—. Y, sin embargo, es posible argumentar que la primera obra anticipa
y trata en forma crítica a muchos de los supuestos filosóficos que fundamentan
y son elementales en los razonamientos sobre la última. Ambos textos, con las
diferencias iluminadoras que surgen de sus géneros dispares, tienen como uno
de sus temas clave las normas y su funcionamiento. El país de las maravillas,
como Alicia pronto descubre, es un mundo sitiado por regulaciones de todo
tipo: desde los rituales de etiqueta de la merienda de locos hasta los arreglos
cambiantes para el juego de croquet y la insensatez procesal del juicio con el
que termina la novela. La Teoría pura del derecho, como enfáticamente recalca
Kelsen, tiene a la Grundnorm (norma fundamental) como la piedra angular
sobre la que reside todo el edificio teórico (véanse Green, 2003; Posner, 2005).
Este trabajo discute algunos de los supuestos en los que se basa el
razonamiento de Kelsen como un ejemplo de la moderna visión del mundo
a la que satíricamente analiza Carroll. La primera sección («Somnolienta y
atontada») discute la crítica de Carroll a la idea de que, para comprender
un objeto (en el caso del estudio de Kelsen, el derecho), uno tiene que
liberarlo de sus elementos ajenos. La segunda sección («¿Comen murciélagos
los gatos?») discute la noción de coherencia sistémica y su impacto sobre las
formas modernas de pensamiento sobre la verdad, el derecho y la sociedad.
La tercera sección («¡Que les corten la cabeza!») explora las conexiones entre
las lecturas de sistemas como entidades neutrales y la perpetuación del poder
político. La cuarta y última sección («Importante, no importante») explica
el sentido en el que una «anticipación crítica» es tanto posible como útil
para discutir los supuestos filosóficos que estructuran algunos argumentos
positivistas. Esta sección también discute las razones para elegir concentrarse
en el trabajo de Kelsen, más que en el del contemporáneo de Carroll John
Austin, cuya obra La provincia de la jurisprudencia determinada (publicada en
1832) continúa influyendo hoy en los debates legales.
Palabras clave: positivismo – Kelsen – ciencia del derecho – derecho y
literatura
I . S O M N O L I E N TA Y AT O N TA D A
Alicia empezaba a estar harta de seguir tanto rato sentada en la orilla,
JOSÉ GARCEZ GHIRARDI
junto a su hermana, sin hacer nada: una o dos veces se había asomado
al libro que su hermana estaba leyendo, pero no tenía ilustraciones
ni diálogos, «¿y de qué sirve un libro —pensó Alicia— si no tiene
ilustraciones ni diálogos?»
Así que estaba considerando (como mejor podía, pues el intenso calor
la hacía sentirse muy torpe y adormilada) si la delicia de tejer una
guirnalda de margaritas la compensaría de la molestia de incorporarse y
recoger las flores, cuando de pronto un Conejo Blanco de ojos rosados
pasó velozmente a su lado (Carroll, 2001, p. 11).
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
1 Para un análisis sobre las percepciones de las mujeres en la Inglaterra victoriana, véase Dyhouse
(1978).
2 En «Nosotros, los victorianos», primer capítulo del primer volumen de su Historia de la sexualidad,
Michel Foucault examina las formas de silencio y placer en la sociedad victoriana como aspectos
imposibles o inexistentes de la vida que no son aceptados en el sistema social (1978, pp. 1-14).
I I . ¿ C O M E N M U R C I É L A G O S L O S G AT O S ?
Cuando se describe la larga y lenta caída al pozo, Carroll cuidadosamente
lista los objetos que ella está dejando atrás: «ella miró las paredes del pozo
y advirtió que estaban llenas de alacenas y estantes. Veía, aquí y allá,
mapas y cuadros colgados» (Carroll, 2001, pp. 12-13). Lejos de ser una
JOSÉ GARCEZ GHIRARDI
3 Se puede decir que esto está ligado al problema de los principios en el positivismo. Para un buen
análisis del tema, véase Dimoulis & Lunardi (2013, pp. 213-231).
4 Compárese este punto de vista con la afirmación de Fernand Braudel (1988) según la cual
«obviamente no hay nada como la economía per se», expresada no mucho después de que Kelsen
publicara la segunda versión de su Teoría pura.
Pero lo que sobre todo importa recalcar —como corresponde hacerlo una
vez más, porque no se lo subraya nunca suficientemente— es la tesis de
que no hay una única moral, «la» moral, sino muchos sistemas morales,
altamente diferentes entre sí y muchas veces entre sí contradictorios;
que un orden jurídico puede, a grandes rasgos, corresponder a las
intuiciones morales de un grupo o clase determinados —en especial,
los dominantes— dentro de la población sometida, y que, de hecho
así sucede, contradiciendo simultáneamente las intuiciones morales de
otro grupo o estrato social; pero, sobre todo, que las intuiciones sobre
I V. I M P O R TA N T E , N O I M P O R TA N T E
El hecho de que una obra de literatura escrita en 1865 pueda leerse como
una anticipación crítica de los supuestos filosóficos que estructuran un
trabajo teórico escrito en 1934 merece alguna aclaración. Ciertamente,
285
ello no significa atribuir poder premonitorio alguno a Charles Lutwidge IMPORTANTE, NO
IMPORTANTE: UNA
Dodgson. Alicia en el país de las maravillas tiene una función de crítica
ANTICIPACIÓN
a las creencias sociales y filosóficas prevalentes en la Inglaterra para la
CRÍTICA DE LOS
que Carroll escribió. Puede afirmarse que el trabajo del contemporáneo
SUPUESTOS DEL
de Carroll, John Austin, constituye la más eminente traducción de tales
POSITIVISMO
creencias para la teoría del derecho5. El meticuloso aislamiento del JURÍDICO EN ALICIA
derecho de las otras áreas que defiende Austin (en su muy celebrado libro, EN EL PAÍS DE LAS
acertadamente titulado La provincia de la jurisprudencia determinada) ha MARAVILLAS
sido con justicia considerado un punto de referencia en el pensamiento
jurídico y puede ser visto como una anticipación del positivismo de IMPORTANT,
Kelsen. En consecuencia, el optar por contrastar a Alicia en el país de las UNIMPORTANT:
maravillas con el pensamiento de Kelsen, un autor del siglo XX, antes A CRITICAL
que con el pensamiento de Austin, un pensador del siglo XIX, puede en ANTICIPATION OF
consecuencia parecer extraño, un anacronismo deliberado que requiere THE ASSUMPTIONS
OF LEGAL
justificación.
POSITIVISM
Una primera razón radica en el hecho de que la versión de Kelsen ha IN ALICE IN
reemplazado la de Austin como el punto de referencia para el debate WONDERLAND
más contemporáneo en esta línea de positivismo jurídico. De diversas
maneras, su Teoría pura del derecho parece rearticular la intuición de
Austin y, al mismo tiempo, expandirla. Es así que es a la articulación de
Kelsen del argumento positivista a la que los académicos usualmente se
refieren, más que a la de Austin —cuya relevancia continua, es posible
sugerir, puede ser en parte explicada por el hecho de que es vista como
un paso preparatorio para la descripción más completa de Kelsen de los
principios positivistas—.
La opción de escoger a Kelsen surge también de una segunda razón,
menos vinculada a los caprichos de la filosofía analítica del derecho.
El hecho de que las mismas creencias que dieron forma al trabajo de
Austin fueran todavía utilizadas en el positivismo de Kelsen es otro
ejemplo de la resiliencia de los supuestos clave de la modernidad que
JOSÉ GARCEZ GHIRARDI
dan forma a lo que Eric Hobsbawm ha llamado «el largo siglo XIX».
Tales supuestos incluyen la creencia en la razón —como lo expresa la
ciencia (modelada de acuerdo al paradigma de la ciencia exacta)—
como el único medio para el conocimiento objetivo necesario para
ordenar la vida social. Estos presupuestos no dejaron de ser desafiados
(siendo el romanticismo un ejemplo temprano de los muchos ataques
que estos supuestos sufrirían a partir del siglo XIX). Sin embargo, eran
5 Carroll nació en el año en que el trabajo principal de Austin fue publicado,1832. Alicia en el país de
las maravillas aparece justo seis años después de la muerte de Austin.
V. C O N C LU S I Ó N
JOSÉ GARCEZ GHIRARDI
VI. BIBLIOGRAFÍA
Braudel, Fernand (1988). La dynamique du capitalisme. París: Flammarion.
Carroll, Lewis (2001). Alice’s Adventures in Wonderland. En Martin Gardner
(ed.). The Annotated Alice (pp. 3-128).Nueva York: W.W. Norton and Company.
La presente traducción se basa en la versión al español de Luis Maristany del
2012: Alicia en el País de las Maravillas. México D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Dimoulis, Dimitri & Soraya Lunardi (2013). A validade do direito na perspectiva
juspositivista: reflexõesem torno de Hans Kelsen. En: Júlio Aguiar de Oliveira
y Alexandre Travessoni Gomes Trivisonno (orgs.), Hans Kelsen. Teoria jurídica e
política (pp. 213-231). Río de Janeiro: Forense Universitária, 2013, v. 1, p. 213-
231.
JOSÉ GARCEZ GHIRARDI
Recibido: 30/07/16
JOSÉ GARCEZ GHIRARDI
Aprobado: 20/10/16
* El presente artículo ha sido elaborado como parte del trabajo sobre la «Diferencia entre la invalidez
permanente y la discapacidad, así como sus efectos en materia de seguridad jurídica», del Centro
de Investigación, Capacitación y Asesoría Jurídica (Cicaj) del Departamento de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
** Abogada, magíster en derechos humanos y candidata a doctora por la PUCP, donde también es
docente ordinaria del Departamento Académico de Derecho, además es Máster en Derechos
Fundamentales por la Universidad Carlos III de Madrid. Coordinadora del Grupo Interdisciplinario
en Discapacidad de la PUCP-Gridis y docente de la Clínica Jurídica en Discapacidad y Derechos
Humanos de la PUCP. Correo electrónico: renata.bregaglio@pucp.pe
*** Abogado y estudiante de la Maestría en Derechos Humanos por la PUCP, Adjunto del Curso
Clínica Jurídica en Discapacidad y Derechos Humanos de la PUCP y Jefe de Práctica del
Curso de Ciudadanía y Responsabilidad Social de dicha casa de estudios. Miembro del Grupo
Interdisciplinario en Discapacidad de la PUCP-Gridis. Correo electrónico: renato.constantino@
pucp.pe
**** Bachiller en Derecho por la PUCP, Adjunto de Docencia del curso Derecho Laboral General e
Instituciones del Derecho Privado 2 de la PUCP. Ex alumno del curso de la Clínica Jurídica en
Discapacidad y Derechos Humanos de la PUCP. Correo electrónico: sgalicia@pucp.pe.
***** Bachiller en Derecho por la PUCP, asistente del Doctor Francisco Eguiguren Praeli. Ha sido adjunto
de docencia en los cursos Sistemas Salariales y Tributos Sociales, Derecho Colectivo de Trabajo
y Derecho Laboral General, y Derecho al Trabajo y Cine. Es ex alumno del curso de la Clínica
Jurídica en Discapacidad y Derechos Humanos de la PUCP y miembro del Grupo Interdisciplinario en
Discapacidad de la PUCP-Gridis. Correo electrónico: ebeya@pucp.edu.pe
292 Abstract: The article focuses on a new problem that requires an adequate
legal answer that respects the rights of the persons with disabilities: are all
persons with disabilities incapacitated for work? This question tries to make
a critical assessment of the traditional systems of social security that assumed
that any disability led to the end of the productive life. However, that differs
completely from the view of the social model of disability that states that
disability comes from the social barriers and not from the persons. If disability
is not the same as incapacity to work, how and when should this latter figure
be applied? The existence of both figures requires us to differentiate them.
The hypothesis is that these figures are different but may coexist at the same
time.
I . P R E S E N T A C I Ó N D E L P R O B L E M A : C U A N D O L A
D I S C A PA C I D A D I N C A PA C I T A
Carlos Gálvez1 tiene 45 años. En 1990, por una lesión medular, producto
de un cuadro de meningitis tuberculosa, perdió la movilidad en las
piernas. Ello, sin embargo, no le impidió estudiar una carrera profesional,
especializarse en el extranjero y trabajar ininterrumpidamente. En 1996,
Carlos Gálvez se afilió a una Administradora de Fondos de Pensiones
(en adelante, AFP) —el nombre de la misma es irrelevante, pues lo
que se expondrá a continuación hubiera tenido el mismo desenlace en
cualquier AFP del país y probablemente en gran parte del mundo— y
ha venido realizando los aportes correspondientes. En el 2013, producto
del ejercicio de impulsar su silla de ruedas, Carlos Gálvez se lesionó
el hombro. Como no podía desplazarse al trabajo, solicitó la invalidez
temporal y se ausentó del trabajo durante 11 meses. Al término de ese
periodo, su médico le dijo que la lesión no mejoraría y que ya no podría
1 Los hechos descritos son reales, pero el nombre de la persona involucrada ha sido modificado para
mantener la confidencialidad. La Clínica Jurídica de Discapacidad y Derechos Humanos de la PUCP
viene litigando este caso desde el año 2014. Los autores del presente artículo han participado en
dicho litigio.
impulsar más su propia silla. Ante esta realidad, y dado que los costos
de contratar a un asistente personal que lo apoye eran superiores a su
sueldo, Carlos resolvió solicitar la invalidez permanente y retirarse de su
trabajo. El trámite de invalidez prosperó ante el Comité Médico de AFP
293
(COMAFP), pues reunía los requisitos establecidos por la legislación DISCAPACIDAD,
INVALIDEZ,
peruana. Sin embargo, si bien el COMAFP determinó la condición de
INCAPACIDAD
invalidez permanente para el trabajo, señaló que esta se había adquirido
PARA EL TRABAJO
en 1990 (con la lesión medular), dejando fuera la posibilidad de otorgarle
Y TRABALENGUAS:
la pensión correspondiente (dado que su ingreso a la AFP fue en 1996).
¿SI TENGO
Lo particular del caso es que el COMAFP califica la lesión en los DISCAPACIDAD Y
siguientes porcentajes: lesión medular (menoscabo del 70%) y lesión en TRABAJO, PUEDO
el hombro (menoscabo del 4%). Esto generó que Carlos Gálvez quede COBRAR PENSIÓN
fuera de la protección de la AFP, pues su mayor menoscabo surgió antes DE INVALIDEZ?
de su afiliación. Carlos apeló tal decisión ante el Comité Médico de la
Superintendencia (COMEC), quien resolvió la apelación en los mismos DISABILITY,
términos que el COMAFP. INCAPACITY
FOR WORK AND
Frente a esto, y dado que la lesión del hombro es una diferente a la medular TONGUE-TWISTER:
(y no puede ser considerada una preexistencia), cabe preguntarse, ¿son CAN A PERSON
la discapacidad y la incapacidad para el trabajo equiparables? ¿Cuándo WITH DISABILITY
surge la incapacidad para el trabajo de Carlos Gálvez, en 1990 —cuando WORK AND RECEIVE
queda en situación de discapacidad—, como señalan el COMAFP y AN INCAPACITY
COMEC, o en 2013 cuando apareció una lesión en el hombro que le PENSION?
impidió realizar su trabajo? Si haber perdido la movilidad en las piernas
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
genera un menoscabo del 70%, ¿cómo una persona en la situación
de Carlos Gálvez podría calificar para ser considerado incapaz para el
trabajo, si la norma peruana exige un menoscabo mayor a dos tercios
dentro del periodo de cobertura?
De acuerdo con el artículo 27 de la Convención sobre los Derechos
de las Personas con Discapacidad (Naciones Unidas, 2006; en
adelante CDPCD) y el capítulo VI de la Ley General de la Persona con
Discapacidad peruana (Congreso de la República, 2012; en adelante
LGPCD), se debe promover la inclusión laboral de este colectivo. Esta
inclusión no debe ser meramente formal, sino que debe darse en estricto
cumplimiento de la normativa interna, permitiendo que las personas con
discapacidad accedan a un puesto de trabajo con todos los beneficios
de que la legislación peruana prevé y con la posibilidad de acceder a
los beneficios de seguridad social relacionados. Sin embargo, la falta de
claridad terminológica y la confusión entre discapacidad e incapacidad
para el trabajo estarían generando que las personas con discapacidad,
aunque lleguen a tener un empleo, no puedan (eventualmente) acceder
a una pensión por incapacidad para el trabajo, pues, desde el inicio, la
norma los rotularía con esta categoría y los dejaría fuera de cualquier
sistema de seguridad social (público o privado) al que se podrían afiliar
en el marco de un contrato laboral.
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
294 Por ello, en el presente artículo, se contrastarán los conceptos de
invalidez, incapacidad y discapacidad a efectos de desentrañar su real
contenido jurídico. Asimismo, luego de realizar el análisis sobre el
tratamiento normativo que estas figuras tienen en el ordenamiento
internacional, peruano y comparado, se plantearán propuestas de
regulación acordes al paradigma de la CDPCD.
I I . L A N O C I Ó N D E D I S C A PA C I D A D
Si se hace un recuento histórico del abordaje de la discapacidad, se
encuentra que en un primer momento (Antigüedad y Edad Media)
esta fue entendida como un castigo divino o maldición. La respuesta
frente a esta realidad era la eugenesia o el ocultamiento de estas
personas. De manera más reciente (siglo XIX), la discapacidad pasó a ser
entendida como una condición asociada a la enfermedad (un conjunto
de impedimentos físicos, sensoriales o mentales que tenían ciertas
personas). Este modelo se llamó «médico» o «rehabilitador» (Palacios,
2008, pp. 80-81). Bajo este modelo se entendía que la discapacidad era
una condición que se encontraba en la persona y que le impedía realizar
determinadas actividades. La respuesta de la sociedad frente a este modelo
no es el prescindir de la persona con discapacidad, pero sí condicionar
su inclusión como sujeto de derechos a su «cura» o «rehabilitación».
Bajo este modelo, la inclusión laboral de las personas con discapacidad
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
ejercer sus derechos de manera efectiva» (Corte IDH, 2012, párrafo
133).
La conceptualización de la discapacidad propuesta por el modelo social
rescata a la persona con deficiencias de su individualidad y la inscribe
en un contexto socioeconómico, político y cultural determinado. El
modelo social, al centrar el problema de la discapacidad en la sociedad,
propugna respuestas enfocadas en posibilitar un cambio estructural y
cultural que les permita superar las desigualdades sociales y económicas:
accesibilidad, igualdad de oportunidades, inclusión y participación. Por
ello, la sociedad debe realizar y promover políticas públicas y actitudes
que ayuden a eliminar las barreras que enfrentan las personas con
discapacidad. En ese sentido, la no discriminación de las personas
con discapacidad no involucrará únicamente la abstención estatal de
generar impedimentos, sino que también requerirá que el Estado tome
las medidas pertinentes para lograr la inclusión social de las personas
con discapacidad (Corte IDH, 2012, párrafo 134).
adaptación del puesto no sea posible. En ese escenario, sin duda, deberá
pensarse en la figura de la incapacidad para el trabajo o la invalidez.
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
o cuando subsista a la terminación de un período prescrito de
incapacidad temporal o inicial».
El uso de estos dos términos en partes distintas de los Convenios permite
notar que la OIT considera dos situaciones significativamente distintas:
i) una situación en la que la persona pierde la capacidad laboral para
desempeñar su oficio o profesión de manera temporal (la incapacidad
para el trabajo), y ii) una situación en la que la persona pierde la
capacidad laboral para realizar cualquier trabajo de manera permanente
(la invalidez). A esta conclusión se arriba a partir de lo establecido en los
artículos 54 y 8 de los Convenios 102 y 128, respectivamente, los cuales
señalan que la prestación por invalidez se da «cuando sea probable que
esta ineptitud será permanente o cuando la misma subsista después de
cesar las prestaciones monetarias de enfermedad». En el mismo sentido,
el artículo 13 del Convenio 128 establece que:
Todo Miembro para el cual esté en vigor la presente parte de este
Convenio deberá, en las condiciones prescritas:
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
del modelo social se dejan entrever, ya que, en la lógica del Comité, la
exclusión de estas personas del mercado laboral debiera ser temporal.
En relación con los accidentes laborales, el Comité señala que «el
sistema de seguridad social debe sufragar los gastos y la pérdida de
ingresos resultante de la lesión o condición de morbilidad, así como la
pérdida de apoyo que sufran el cónyuge supérstite o las personas a cargo
como consecuencia del fallecimiento del sostén de la familia» (Comité
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 2007, párrafo 17).
Esta segunda prestación está en línea con los antecedentes de la OIT
sobre incapacidad para el trabajo, entendida como aquella situación
—no necesariamente relacionada con la discapacidad— que restringe
la posibilidad de generar ingresos.
Bajo esta perspectiva, se concluye que la categoría correcta será la de
«incapacidad para el trabajo», referida a la imposibilidad (temporal o
permanente) de generar ingresos para solventar los costos de vida. Esta
categoría permitirá gradaciones de acuerdo con el marco internacional, a
efectos de determinarse cuándo una persona merece la prestación social
correspondiente. La categoría «invalidez», por el contrario, es un rezago
del modelo médico o rehabilitador de la discapacidad, hoy superado
por el modelo social. En la misma línea pareciera estar la legislación
2 La terminología utilizada en los diferentes regímenes pensionarios no es la misma (en algunos casos
el requisito es tener incapacidad física o mental, en otros, incapacidad para el trabajo). Ello será
analizado con detalle en las siguientes páginas. Como se señaló en la primera parte de este artículo,
el análisis jurídico se centra en los problemas jurídicos en el marco de la pensión de incapacidad
para el trabajo o invalidez. Si bien la declaratoria de incapacidad también se solicita como requisito
para el cobro de la pensión de orfandad de hijo mayor edad, los problemas jurídicos derivados de
dicha regulación son diferentes y exceden los alcances de este artículo. Por ello, solo se describen
las normas que utilizan las categorías bajo análisis, pero no se desarrollarán los problemas derivados
de dicha prestación.
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
3. Sistema de seguros, Seguro Obligatorio de Accidentes de
Tránsito (SOAT), decreto supremo 024-2002-MTC (Poder
Ejecutivo, 2002): esta normativa plantea la necesidad de que
todo automóvil cuente con un seguro privado que cubra los
eventuales costos de un accidente. Adicionalmente, este seguro
cuenta con un esquema de indemnizaciones. Este esquema
establece pagos en casos de invalidez permanente e incapacidad
temporal (artículo 29)3. Adicionalmente, hay una tabla con
asignación de porcentajes por pérdidas de miembros o funciones.
La invalidez es determinada por el médico tratante, y, en caso
de discrepancia entre este y la aseguradora, decidirá el Instituto
Nacional de Rehabilitación.
3 El que la incapacidad vaya acompañada del término «temporal», mientras que la invalidez sea
«permanente», podría hacernos pensar que la incapacidad se interpretaría como la imposibilidad
de ejercer la profesión. La invalidez, en cambio, sería la imposibilidad de realizar cualquier actividad
lucrativa.
Régimen privado
de pensiones
a) Invalidez parcial: el
trabajador afiliado que se
encuentre en incapacidad
física o mental de natura-
Hijo o hija, mayor de dieciocho
años, incapacitados de manera
total y permanente para el tra-
bajo (artículo 11.e del decreto
303
leza prolongada, de acuer- supremo 004-98-EF) DISCAPACIDAD,
do con lo que establezca INVALIDEZ,
Padre o madre inválido total o
el comité médico compe- INCAPACIDAD
parcialmente (artículo 113.f.i del
tente a que se refiere el PARA EL TRABAJO
decreto supremo 004-98-EF)
capítulo siguiente, por la
Y TRABALENGUAS:
cual quede impedido en
un cincuenta por ciento ¿SI TENGO
(50%) o más de su capa- DISCAPACIDAD Y
cidad de trabajo, siempre TRABAJO, PUEDO
y cuando esta no alcance COBRAR PENSIÓN
las dos terceras partes DE INVALIDEZ?
(2/3) de la misma
DISABILITY,
b) Invalidez total: el tra-
INCAPACITY
bajador afiliado que se
encuentre en incapaci- FOR WORK AND
dad física o mental que TONGUE-TWISTER:
se presume de naturaleza CAN A PERSON
permanente, de acuerdo WITH DISABILITY
con lo que establezca el WORK AND RECEIVE
comité médico competen- AN INCAPACITY
te, conforme a lo previsto
PENSION?
en el capítulo siguiente,
por la cual quede impedi-
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
do para el trabajo cuando
menos en dos terceras
partes (2/3) de su capa-
cidad de trabajo (artículo
115 del decreto supremo
004-98-EF).
Más allá del disímil uso de los términos «incapacidad para el trabajo»
e «invalidez», al revisar las normas precitadas se puede apreciar que
ninguna de estas realiza una distinción entre incapacidad para el
trabajo, invalidez y discapacidad, de hecho —y esto es lo alarmante—
parecen asimilarlas. Asimismo, en términos conceptuales, no todas las
normas establecen una definición de «invalidez» o «incapacidad para
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
304 el trabajo», y aquellas que sí lo hacen no guardan una relación entre sí,
es decir, utilizan nociones de «invalidez» diferentes. A continuación se
muestra un cuadro con las definiciones manejadas por cada una de las
normas citadas.
98-EF)*
De esta manera, son tres los supuestos regulados por las normas que operan
como fundamento de la incapacidad, en términos de imposibilidad de
proveer ganancias: i) la imposibilidad de generar ingresos por más de 2/3
del ingreso habitual, ii) la imposibilidad desarrollar el trabajo habitual, y
iii) la pérdida de la capacidad de trabajo. A partir de la lectura de estas
regulaciones, y en línea con el marco internacional podría arribarse a las
siguientes conclusiones:
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
siempre que pueda dedicarse a otra profesión distinta.
– Incapacidad permanente absoluta para todo trabajo (IPA):
aquella situación que inhabilite al trabajador para toda profesión
u oficio.
– Gran invalidez (GI): situación en la que, además de estar
inhabilitado para toda profesión u oficio, se requiera la asistencia
de otra persona para los actos más esenciales de la vida.
Si bien la normativa española prevé la posibilidad de que una persona
no pueda desempeñar ninguna actividad lucrativa (el supuesto de
«gran invalidez»), la regulación resulta interesante por su gradación y
referencia explícita a la «profesión habitual». Esta comprende, en caso
de accidente, aquella desempeñada al momento de sufrirlo o, en caso
de enfermedad, aquella que el trabajador desempeñaba al momento de
iniciar la restricción física (Ley General de Seguridad Social, artículo
137, inciso 2). Ello es importante puesto que la norma del país ibérico
no asume de plano una incapacidad para el trabajo de toda persona con
discapacidad, sino que establece como primer baremo de medición la
actividad lucrativa que esta venía realizando según las posibilidades de
su propia deficiencia. Es más, de acuerdo con dicha regulación, la IPP
implica aquella situación que ocasione una reducción en la capacidad
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
306 para desempeñar la profesión habitual no menor al 33% del rendimiento
normal para dicha profesión, sin impedirle la realización de las tareas
fundamentales de la misma (véase Ley General de Seguridad Social,
artículo 137). Son las tareas establecidas para el puesto de trabajo en
concreto, y no en abstracto, las que sirven de parámetro de comparación.
En ese sentido, si una persona con discapacidad se encuentra trabajando
(en un puesto en el que goza o no de ajustes razonables), deben ser los
términos de desempeño de ese puesto de trabajo en específico los que se
consideren al momento de establecer el menoscabo de las capacidades
del trabajador.
Ahora bien, en los supuestos españoles de IPA y GI, habrá que aceptar
que el trabajador no tiene la capacidad para realizar profesión4. Para
ello, se ha planteado una solución que atienda a las necesidades
de los trabajadores y a la coherencia del sistema normativo: las
pensiones derivadas de la calificación de IPA y GI no impedirán que
el trabajador realice actividades (sean lucrativas o no) siempre que
fuesen «compatibles» con el estado de «invalidez» y que no impliquen
un cambio en su capacidad para el trabajo. Es decir, la realización de
la actividad que desarrolle no debe cuestionar la calificación de GI.
Al respecto, Begoña Cueto advierte que lo que se pueda entender por
actividades compatibles con el estado de «invalidez» puede generar un
estado de incertidumbre (2007, p. 49). Asimismo, la referida autora
plantea que estos tipos de «incapacidad» deben atender también a los
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
4 En el caso peruano, el artículo 30 del decreto ley 19990 establece una bonificación adicional cuando
la persona que tiene invalidez requiere el cuidado de otra persona para efectuar actos ordinarios de
la vida.
5 «Son causas justas de despido relacionadas con la capacidad del trabajador:
a) Las deficiencias físicas, intelectuales, mentales o sensoriales sobrevenidas cuando, realizados los
ajustes razonables correspondientes, impiden el desempeño de sus tareas, siempre que no exista un
puesto vacante al que el trabajador pueda ser transferido y que no implique riesgos para su seguridad
y salud o la de terceros» (Texto Único Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral,
artículo 23).
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
Término Factor biológico Factor relacional
Barreras sociales, jurídi-
cas, arquitectónicas, acti-
Discapacidad Deficiencia
tudinales o comunicacio-
nales
Disminución de la capa-
Requerimientos para un
Incapacidad para el tra- cidad laboral que puede
empleo específico o todos
bajo estar causada por enfer-
los empleos
medad o deficiencia
Cuadro de elaboración propia.
6 «Son causas de extinción del contrato de trabajo: […]; e) La invalidez absoluta permanente;» (Texto
Único Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, artículo 16.e).
Discapacidad Incapacidad
para el trabajo
7 Se establece que esto será posible en la mayor parte de supuestos porque en la actualidad, por
falta de desarrollo tecnológico, por falta de recursos económicos o por falta de comprensión de la
discapacidad, aún hay deficiencias para las cuales no existe una forma de derribar la barrera.
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
peruano
Como se ha señalado líneas arriba, la normativa peruana no plantea un
abordaje homogéneo de la incapacidad para el trabajo en las diferentes
regulaciones de seguridad social. Sin embargo, algunos regímenes,
como el privado, distinguen tipos de invalidez, según sea permanente
o temporal y parcial o total. Así, el artículo 115 del decreto supremo
004-98-EF establece que, para efectos de la pensión de invalidez, son
aplicables las siguientes condiciones:
a) Invalidez Parcial: el trabajador afiliado que se encuentre en
incapacidad física o mental de naturaleza prolongada, de acuerdo
a lo que establezca el comité médico competente a que se refiere
el Capítulo siguiente, por la cual quede impedido en un cincuenta
por ciento (50%) o más de su capacidad de trabajo, siempre y
cuando esta no alcance las dos terceras partes (2/3) de la misma.
b) Invalidez Total: el trabajador afiliado que se encuentre en
incapacidad física o mental que se presume de naturaleza
permanente, de acuerdo a lo que establezca el comité médico
competente, conforme a lo previsto en el Capítulo siguiente,
por la cual quede impedido para el trabajo cuando menos en dos
terceras partes (2/3) de su capacidad de trabajo.
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
310 Además, de acuerdo con el artículo 130 de la referida norma8, la invalidez
temporal (parcial o total) y su correspondiente cobro de pensión, podrá
durar hasta un año. Superado dicho término, corresponde decretar la
invalidez permanente de la persona9. Resulta pertinente precisar que en
el Sistema Nacional de Pensiones (decreto ley 19990) no se establecen
categorías de invalidez o incapacidad para el trabajo. No obstante, el
artículo 24 del referido decreto ley10 se asemeja al «inválido total» del
sistema privado de pensiones, pues señala que se considerará inválido
para efectos de la pensión al asegurado que se encuentre con una
«incapacidad física o mental prologada o presumida permanente». Esta
incapacidad, de acuerdo con el artículo 26 de la misma norma11, deberá
acreditarse a través de un Certificado Médico de Invalidez —el cual
será verificado posteriormente por la entidad competente de la ONP—
emitido por EsSalud, establecimientos de salud pública del Ministerio de
naturaleza temporal deja de percibirse desde el momento en que el COMAFP o COMEC, según sea
el caso, verifique la inexistencia de la condición de inválido y en tal caso, se reajustara el grado de
invalidez conforme a las normas a ser recomendadas por la CTM;
c) En caso que la invalidez sea total o parcial de naturaleza permanente, el COMAFP debe emitir
un segundo dictamen una vez transcurrido el plazo determinado de manera fundamentada por el
COMAFP en la primera evaluación, el mismo que no podrá exceder de un (1) año contado desde
la fecha de realizada aquella; el COMEC podrá revisar el plazo fijado por el COMAFP. Tal dictamen
puede emitirse de oficio, a solicitud de la AFP o, de ser el caso, de la Empresa de Seguros o del
propio afiliado, previos exámenes médicos de rigor.
En caso que el segundo dictamen determine que subsiste la invalidez total o parcial permanente, el
COMAFP emitirá sucesivos dictámenes bajo condiciones de plazo similares a las señaladas en el
párrafo anterior».
9 Los porcentajes de menoscabo deberán ser determinados por el comité médico competente. De
acuerdo con el artículo 121 del decreto supremo 004-98-EF, «[l]os organismos que conforman el
sistema evaluador de la invalidez en el SPP (Sistema privado de pensiones) son los siguientes:
Comité Médico de las AFP (COMAFP); Comité Médico de la Superintendencia (COMEC); y Comisión
Técnica Médica (CTM)».
10 «Artículo 24. Se considera inválido:
a) Al asegurado que se encuentra en incapacidad física o mental prolongada o presumida permanente,
que le impide ganar más de la tercera parte de la remuneración o ingreso asegurable que percibiría otro
trabajador de la misma categoría, en un trabajo igual o similar en la misma región; y
b) Al asegurado que, habiendo gozado de subsidio de enfermedad durante el tiempo máximo
establecido por la Ley continúa incapacitado para el trabajo».
11 «Artículo 26. El asegurado del Sistema Nacional de Pensiones que solicite pensión de invalidez
presentará junto con su Solicitud de pensión, un Certificado Médico de Invalidez emitido por el
Instituto Peruano de Seguridad Social, establecimientos de salud pública del Ministerio de Salud
o Entidades Prestadoras de Salud constituidas según ley 26790, de acuerdo al contenido que la
Oficina de Normalización Previsional apruebe, previo examen de una Comisión Médica nombrada
para tal efecto en cada una de dichas entidades. En caso de enfermedad terminal o irreversible, no
se exigirá la comprobación periódica del estado de invalidez. Si efectuada la verificación posterior
se comprobara que el Certificado Médico de Invalidez es falso o contiene datos inexactos, serán
responsables de ello penal y administrativamente, el médico que emitió el certificado y cada uno de
los integrantes de las Comisiones Médicas de las entidades referidas, y el propio solicitante».
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
con gran incapacidad o con incapacidad permanente total perciba
pensión vitalicia y remuneración. Si bien el razonamiento del Tribunal
Constitucional resulta a primera vista razonable (pues, si una persona se
encuentra imposibilitada para trabajar, se le debe otorgar una pensión
para compensar el dinero que deja de percibir por no poder trabajar
sin afectar su manutención), deben tomarse en consideración dos
cuestiones. La primera es que esta imposibilidad de realizar el trabajo
no está circunscrita a la situación de discapacidad. La segunda es que,
en el estado actual de la regulación peruana, dado que las personas
que presentan una discapacidad de manera previa al ingreso a una
relación laboral no acceden a la pensión de invalidez (por considerarse
su discapacidad como preexistencia) necesitan seguir trabajando para
conseguir su sustento de vida. Negarles a las personas en esta situación
la posibilidad de seguir trabajando, aun cuando desempeñar sus labores
pueda poner en riesgo su vida o salud, paradójicamente, resulta más
lesivo. Esto es así porque la persona pierde su trabajo y su pensión,
quedando imposibilitada de generar ingresos para solventar sus gastos.
La legislación española, al igual que la peruana, diferencia la incapacidad
para el trabajo por el tiempo de la restricción física que genere y por
la intensidad de la restricción. Así, la incapacidad para el trabajo será
temporal siempre que el trabajador esté impedido para el trabajo por un
Invalidez Invalidez
parcial total
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
trabajo, como sí lo hace el sistema español y que permite clasificar de
mejor manera los distintos supuestos que se pueden presentar en el caso
de la invalidez para el trabajo y plantear mejores articulaciones con la
noción de discapacidad.
IV.2.
Porcentualizaciones y preexistencias. Cuando la
discapacidad no se entiende y Carlos Gálvez no
puede cobrar su pensión de invalidez (incapacidad
para el trabajo)
Carlos Gálvez ingresó al Sistema Privado de Pensiones en 1996 siendo
usuario de silla de ruedas. Sin embargo, el dictamen del COMAFP
(confirmado por el COMEC) porcentualizó su discapacidad física
(lesión medular que le impide caminar) como un 70% de menoscabo.
Esto genera dos problemas.
El primero es el de la porcentualización. De acuerdo con el COMAFP
y COMEC, Carlos Gálvez ingresó al sistema de pensiones con un
menoscabo del 70%. Posteriormente su lesión en el hombro fue valorada
con un 4% de menoscabo en aplicación del Manual de Evaluación y
Calificación del Grado de Invalidez —MECGI— (Superintendencia de
12 Dicho manual se utiliza en el Sistema Privado de Pensiones, en el marco de la ley 26790: Ley de
Modernización de la Seguridad Social en Salud.
13 De acuerdo con la legislación peruana al momento de los hechos del caso, la determinación de la
incapacidad temporal para el trabajo estaba a cargo de EsSalud (directiva 16-GG-ESSALUD-2001,
Normas para la Expedición, Registro, Distribución y Control de Certificados de Incapacidad Temporal
para el Trabajo (CITT), aprobada mediante resolución de gerencia general 654-GG-ESSALUD-2001).
Esta norma hoy en día ha sido reemplazada por la directiva de gerencia general de EsSalud
015-GG-ESSALUD-2014, Normas y Procedimientos para la Emisión, Registro y Control de las
Certificaciones Médicas por Incapacidad y Maternidad en EsSalud, aprobada mediante resolución
de gerencia general 1311-GG-ESSALUD-2014. Dichas normas regulan la determinación de la
incapacidad temporal y «no temporal» (hasta 180 días ininterrumpidos), pero no establecen criterios
de medición de la incapacidad permanente.
14 Actualmente, en el marco del régimen pensionario 19990, la resolución ministerial 478-2006-
MINSA aprobó la directiva sanitaria «Aplicación Técnica del Certificado Médico requerido para el
otorgamiento de pensión de invalidez – D.S. 166-2005-EF», publicada el 22 de mayo de 2006.
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
asociada a la invalidez era previa a su inclusión en el sistema de
pensiones, la persona no accede a la cobertura. De manera similar,
el régimen público del decreto ley 19990 asume que la situación de
invalidez debe darse luego de realizado el aporte, con lo cual no caben
preexistencias (artículo 25). En similar sentido, regulan el tema el
decreto ley 20530 (artículos 19 y 20) y el decreto ley 19846 sobre el
régimen militar-policial (artículo 11).
Esto implica que si una persona en silla de ruedas (se utiliza el ejemplo
de la silla de ruedas, pero el ejemplo podría resultar aplicable con otro
tipo de discapacidad) ingresa a trabajar (como se ha demostrado, su
discapacidad no implica —ni jurídica, ni fácticamente— una situación
de incapacidad para el trabajo), su discapacidad será considerada
como preexistencia. Si siempre se va a asumir que el hecho de tener
discapacidad es una preexistencia que no se cubre, las personas con
discapacidad quedan excluidas de la protección social de la incapacidad
para el trabajo. Ello sería así porque, dependiendo de la discapacidad,
ingresarían al sistema de pensiones con un menoscabo preexistente
de, por ejemplo, 60% que haría imposible desarrollar un menoscabo
del 66.6% o más dentro del periodo de la aportación. Si ingresa con un
menoscabo del 60% desde el inicio, no podría sumar 100%.
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
de Poliomielitis-secuelas tempranas, Poliomielitis-secuelas tardías y
Síndrome Post Poliomielitis, se determine un menoscabo mayor o igual
a cincuenta por ciento (50%), en una fecha que resulte anterior a la
fecha de ingreso al SPP.
VI. BIBLIOGRAFÍA
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y Maternidad en EsSalud. Diario Oficial El Peruano, 9 de febrero.
R. B R E G AG L I O, R. CO N S TA N T I N O, S. G A L I C I A & E. B E YÁ
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9 de agosto.
Tribunal Constitucional del Perú (2007). Sentencia recaída en el expediente
10063-2006-PA/TC, 8 de noviembre.
Tribunal Constitucional del Perú (2013). Sentencia recaída en el expediente
0261-2003-AA, 26 de marzo.
Recibido: 02/04/2016
Aprobado: 01/08/2016
* Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), autor de la tesis titulada «Estudio
doctrinario y jurisprudencial de los actos perjudiciales contra la masa concursal en el Perú, entorno
a su ineficiencia aplicativa», Magíster en Finanzas y Derecho Corporativo por la Universidad ESAN,
posgrado en Derecho Corporativo por la Universidad Carlos III de Madrid, Profesor de Derecho
Concursal en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Correo
electrónico: anthony.lizarraga@pucp.edu.pe
324 I. INTRODUCCIÓN
Existe una frase popular que dice «la oportunidad solo llega una
vez en la vida», es decir, un sujeto debe tener la habilidad suficiente
para aprovechar una eventual situación que se le presente en la vida
—obteniendo un beneficio propio sin perjudicar a otros— para
poder alcanzar un determinado objetivo. De lo contrario, perderá la
oportunidad y esta no volverá a presentarse. Pero, ¿qué sucede cuando
un sujeto, más allá de estar preparado o no para beneficiarse de esa
oportunidad, la recibe y, por diversas circunstancias ajenas o no a este,
la pierde? ¿No existirá la posibilidad de otra oportunidad?
En el ámbito empresarial, los agentes económicos involucrados están
sujetos a diversas oportunidades de negocio (inversiones), de lo contrario
el tráfico comercial no prosperaría. No obstante, no toda inversión
genera utilidades o el retorno esperado, de ser así, todos seríamos
empresarios o invertiríamos en instrumentos financieros de alto riesgo.
Esto es así porque existe un hecho que no se puede predecir, aunque sí
se pueda establecer coberturas para aminorar el riesgo. En ese sentido,
una práctica habitual de las empresas consiste en refinanciar sus deudas.
Esto no es otra cosa que una nueva oportunidad otorgada, por ejemplo,
por un prestamista para que se establezca de manera coordinada un
cronograma de pagos distinto al que no se cumplió inicialmente por
diversos motivos.
Cabe notar que toda experiencia «negativa» implica un grado de
aprendizaje: los empresarios que fracasan aprenden de sus errores y
tienen más éxito en posteriores intentos. Jurídicamente es necesario
permitir una pronta rehabilitación, sin imponer indebidas restricciones.
ANTHONY LIZÁRRAGA VERA-POR TOCARRERO
I V. L A P R O B L E M ÁT I C A D E L A S M Y P E E N E L P E R Ú
Del total de créditos directos otorgados por las empresas del sistema
financiero1 en nuestro país, a noviembre de 2015, el 13% corresponden
a créditos Mype (SBS, 2015a). Asimismo, para junio de 2015, la
participación de los deudores Mype representaba el 33,36% del total
de deudores en el Perú (SBS, 2015b). En la encuesta realizada por el
Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (Inei) en abril de 2013,
1 Este abarca a las entidades bancarias, financieras y de arrendamiento financiero, cajas municipales
y rurales, Edpymes, Banco de la Nación y Agrobanco.
2 En otra proposición, los autores desarrollaron la misma premisa, pero situados en un mundo sin
impuestos en donde la estructura de financiamiento (capital) elegido por los accionistas y/o inversores
es irrelevante con relación al valor de la empresa (ausencia de ilicitud en la obtención de recursos).
V. R É G I M E N C O N C U R S A L E N E L P E R Ú
ANTHONY LIZÁRRAGA VERA-POR TOCARRERO
4 Son aquellos «créditos otorgados a personas naturales, con la finalidad de atender el pago de bienes,
servicios o gastos no relacionados con la actividad empresarial» (SBS, s/a).
5 Para fines de 2014, 2 040 659 Mypes eran informales, representando el 56,1% del universo total de
dichas empresas (Ministerio de la Producción, 2015).
6 El valor de la UIT para el año 2016 asciende a S/. 3 950,00 (Decreto supremo 397-2015-EF).
Así, este sistema concursal especial español tiene dos fases. La primera
VII. CONCLUSIONES
El número de empresas que utiliza el régimen concursal peruano es
menor en referencia a otros países. Ello no implica necesariamente que
un sistema concursal no sea eficiente, pero permite notar que existe
un bajo índice de Mype que utiliza este régimen, ya sea de manera
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
VIII. BIBLIOGRAFÍA
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Reglamento de Factoring, descuento y empresas de Factoring, 25 de julio. SMALL COMPANIES
Recibido: 14/04/16
Aprobado: 09/08/16
Abstract: This paper studies the criminal liability of legal persons, which has
suffered a deep reform with the organic law 1/2015, after being introduced in
Spain in 2010. This reform has brought important modifications and news, as
the creation of an exemption of liability through the adoption of compliance
programs, which supposes a change in the so called model of transfer of
liability, that existed before. Parallel to this transformation in the Spanish
criminal code, in Peru recently the law 30424 has come into forth, which
contents a corporate liability model, very similar to the one foreseen in Spain.
Both models of liability and the possibility of its exemption raise doubts about
if they really tried to penalize legal persons or not.
I. INTRODUCCIÓN
La ley orgánica 5/2010, de 22 de junio, por la que se modifica la ley
orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, introdujo
en el ordenamiento jurídico español la responsabilidad penal de las
personas jurídicas (en adelante, RPPJ). Hasta entonces había regido el
principio que establece la locución latina, por todos conocida, societas
delinquere non potest, si bien ya se preveía en cierta medida un atisbo
de RPPJ, principalmente a partir de las consecuencias accesorias
establecidas en el artículo 129 del Código Penal español (en adelante,
CPE). El citado principio progresivamente se está abandonando en
otros ordenamientos jurídicos, muestra de lo cual es el caso del Perú,
donde se ha publicado recientemente la ley 30424: Ley que Regula la
Responsabilidad Administrativa de las Personas Jurídicas por el Delito
de Cohecho Activo Transnacional (la ley entrará en vigencia el 1 de
julio de 2017), en la que se introduce un sistema para hacer penalmente
responsables a las empresas y personas jurídicas en general —aun
cuando se señala expresamente que se trata de una responsabilidad de
naturaleza «administrativa»—.
En España, la exigencia de que las personas jurídicas respondieran por
determinados delitos venía impuesta por textos internacionales, de
especial importancia en el ámbito de la Unión Europea, aunque estos
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
77
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
penal a una empresa produce (Hurtado Pozo & Meini Méndez, 2011,
p. 78 y 92; Zúñiga Rodríguez, 2012, p. 438; García Cavero, 2008, p. 32).
Al respecto, cabe notar que, si bien en el Perú la ley 30424 utiliza la
etiqueta de «responsabilidad administrativa» para referirse a este nuevo
modelo de responsabilidad que se crea para las personas jurídicas
—tal y como sucede también en el modelo italiano—, a nuestro
juicio, en puridad estamos frente a una responsabilidad de naturaleza
sustancialmente penal, dado que i) la competencia por materia la tiene
el juez penal, ii) le corresponde al Ministerio Público ejercer la acción
penal contra la persona jurídica, iii) se aplican las normas procesales del
Código Procesal Penal (ley 30424, tercera disposición complementaria
final) y iv) le asisten a la persona jurídica los mismos derechos y garantías
que detenta el imputado en una investigación y proceso penal (Foffani,
2011, p. 123; Caro Coria, 2016; Hurtado Pozo, 2016, p. 2).
En lo que se refiere al contexto español, desde que la responsabilidad
penal de las personas jurídicas entró en vigor hasta la actualidad, pocos
casos de imputación a personas jurídicas se han dado: algunos se han
declarado improcedentes por ser los hechos anteriores a la entrada en
vigor de la ley orgánica 5/2010; otros han llevado al sobreseimiento o a la
absolución, bien por no encontrarse el delito en cuestión entre aquellos
de los que puede responder penalmente la persona jurídica, bien por
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
352 no concurrir los elementos típicos exigidos para hacerla responsable;
mientras que otro grupo de casos aún no ha concluido. Junto a estos
supuestos de imputación, pocas resoluciones se han dado que permitan
valorar la idoneidad o no del citado modelo de responsabilidad. Así, el
Tribunal Supremo español se ha pronunciado, hasta la fecha, solo en
dos ocasiones sobre supuestos de responsabilidad penal de las personas
jurídicas, en una de ellas confirma la sentencia condenatoria (Sentencia
del Tribunal Supremo español 154/2016) y en otra la revoca (Sentencia
del Tribunal Supremo español 221/2016). Más adelante, analizaremos
algunos de los fundamentos más importantes de estas sentencias para
entender el modelo de responsabilidad que asume este Tribunal.
persona jurídica cuando se cometa el único delito que la prevé, esto es, el
delito de cohecho activo internacional (artículo 397-A del Código Penal
peruano; en adelante CPP), delito que en España también conlleva RPPJ,
como disponen los artículos 427 y 427 bis, remitiendo este a los delitos de
cohecho contenidos en los artículos 419 a 426 del CPE.
La existencia de casos de cohecho transnacional de importante
repercusión internacional, como el caso Enron a finales de la década
de 1990 y principios de los años 2000 o los escándalos de Siemens en
diferentes países de Sudamérica y Asia, o de Helmerich & Payne en
Argentina y Venezuela, demuestra, como pone de manifiesto Benito
Sánchez, que hay que ser «conscientes del papel que desempeñan las
empresas en el pago de sobornos en el comercio mundial […]», de ahí
que «[…] los diversos instrumentos supranacionales de lucha contra la
corrupción […]» hayan dedicado varios preceptos de su articulado a
abordar el tema de la RPPJ por actos de corrupción (2012, pp. 180-181).
Muestra de la importancia de estos delitos en el panorama internacional
es la Convención de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos
1 A pesar de ello, algún autor considera que aun debería incluirse algunos indebidamente excluidos
(Gómez Tomillo, 2015, p. 29), mientras que otros abogan, incluso, por extender dicha responsabilidad
a todos los delitos previstos en el Código para las personas físicas (Rodríguez Ramos & Rodríguez-
Ramos Ladaria, 2015, p. 363).
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
El segundo modelo de imputación es el modelo de «autorresponsabilidad»
o de «responsabilidad por el hecho propio», el cual imputa a la persona
jurídica los hechos delictivos por ella misma cometidos. A pesar de que
se presupone que un directivo, administrador o empleado haya llevado a
cabo un hecho delictivo por cuenta y en provecho de la sociedad, se exige
un injusto propio de la persona jurídica para poder responsabilizarla. Este
injusto propio de la persona jurídica puede identificarse con un hecho
delictivo societario2, un defecto de organización concreto3, una cultura
corporativa defectuosa4 o una reacción defectuosa5 frente al hecho
delictivo realizado por la persona física (Díez Ripollés, 2012, pp. 7-9;
2016, p. 145; Ortiz de Urbina Gimeno, 2014, pp. 103-104).
Por último, el tercer modelo es el modelo «mixto» de imputación,
en virtud del cual, como apunta Díez Ripollés, se hace responsable a
la sociedad de «los hechos delictivos cometidos por sus directivos,
administradores o empleados según el modelo de transferencia» (2016,
2 Este hecho societario delictivo se funda en la imputación a la sociedad del hecho realizado
materialmente por los directivos o empleados (Díez Ripollés, 2016, p. 145).
3 Se entiende que dicho defecto de organización ha facilitado o no ha impedido que los directivos o
empleados de la sociedad hayan cometido el hecho delictivo (Díez Ripollés, 2016, p. 145).
4 Dicha cultura corporativa habría fomentado o no impedido a lo largo del tiempo que los directivos o
empleados de la sociedad realizaran hechos delictivos (Díez Ripollés, 2016, p. 145).
5 Esta reacción defectuosa equivaldría a la ausencia de un comportamiento posdelictivo adecuado
(Díez Ripollés, 2016, p. 145).
6 No obstante lo anterior, en la doctrina española hay quienes sostienen que el modelo adoptado
desde un inicio fue el de autorresponsabilidad (Zugaldía, 2010, pp. 581-583; Morales Prats, 2010,
pp. 55-56). En la doctrina peruana, por ejemplo, sigue esta opinión García Cavero (2008, p. 93).
7 Dicha participación conlleva, además, la adopción de compromisos internacionales para seguir
adecuando el marco penal a dichos estándares y, en ese sentido, exige crear un modelo de RPPJ por
delitos de cohecho en transacciones comerciales internacionales. Sin embargo, resulta paradójico
que todo un modelo de responsabilidad penal aplicable a las empresas se haya implementado
exclusivamente para un delito, cuya presencia práctica en el Perú, por lo demás, ha sido escasa.
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
heterorresponsabilidad o de «transferencia de responsabilidad» que no
regulaba de manera expresa eximentes ni atenuantes de responsabilidad
por la adopción de programas de cumplimiento.
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
Derechos Humanos, que recomendó por mayoría la aprobación de dicho
proyecto de ley a través de un texto sustitutorio, restringió mucho más
la aplicación de la RPPJ, dado que solo se circunscribía a un solo delito:
el delito de cohecho activo transnacional (artículo 397-A del CPP). En
efecto, este sistema de RPPJ es el que finalmente ha sido recogido en la
normativa peruana, pues, como ya se mencionó, la ley 30424 erige este
sistema de responsabilidad de las personas jurídicas solo para el delito
de cohecho activo transnacional. A pesar de que, a nuestro juicio, este
dictamen adopta el modelo de responsabilidad mixto (que reconoce
una culpabilidad propia de la persona jurídica) conforme lo hacía el
proyecto de ley 4054/2014-PE, resulta criticable que, a diferencia de
otras iniciativas legales, se haya restringido tanto el ámbito de aplicación
práctico de este sistema.
La Exposición de Motivos de este dictamen señalaba que, en la medida
en que la OCDE solo condicionaba al Perú para que se adhiriera a
la Convención Antisoborno de la ODCE y adquiriera la calidad de
miembro pleno del Grupo de Trabajo Antisoborno a que se regulara
la responsabilidad autónoma de las personas jurídicas ante hechos
de soborno extranjero o transnacional, entonces, bastaba con aplicar
este sistema de imputación corporativa al delito de cohecho activo
transnacional. A pesar de ello, a nuestro juicio, el legislador debió
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
358 haber ido más allá de lo exigido expresamente por la ODCE, pues esta
recomendación era solo un mínimo a partir del cual la legislación penal
peruana pudo haber sido más amplia y protectora en materia de lucha
contra la corrupción.
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
relativa a la RPPJ.
El preámbulo de la citada ley dedica escasamente tres párrafos, en su
apartado III, para justificar la reforma llevada a cabo en este ámbito,
donde afirma que la «mejora técnica» llevada a cabo por la ley orgánica
1/2015 tiene la finalidad de delimitar el contenido del criterio cuyo
quebrantamiento funda la RPPJ, esto es, el «debido control». Ello
responde —sigue diciendo el preámbulo— a la necesidad de aclarar
dudas interpretativas que habían considerado la regulación precedente
como un régimen de responsabilidad vicarial, así como a ciertas
recomendaciones procedentes de organizaciones internacionales
al respecto. Por último, alude sin más el texto, a la extensión de
responsabilidad penal a las sociedades mercantiles estatales que ejecuten
políticas públicas o presten servicios de interés económico general.
Sin embargo, la doctrina ha criticado duramente la reforma, defendiendo
que dichos motivos son superfluos e injustificados. Dado el lapso de
escasamente cinco años de vida que la RPPJ tenía en el ordenamiento
jurídico español, se estima que no ha transcurrido el tiempo suficiente
para valorar la idoneidad de dicha regulación, existiendo, además, un
escaso número de casos, así como de resoluciones, referentes a este
asunto (Díez Ripollés, 2016, p. 261; González Cussac, 2015, p. 159). Por
otro lado, se arguye que las exigencias de normativas internacionales
8 Cabe mencionar que la Circular 1/2016, sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas
conforme a la reforma del Código penal efectuada por Ley Orgánica 1/2015 considera, sin embargo,
que sigue vigente un modelo de heterorresponsabilidad empresarial, pero atenuado, en la medida
en que se introducen elementos que lo matizan y que atribuyen una indudable autonomía a la
responsabilidad de la empresa (2016, p. 8).
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
circunstancias agravantes propias de las personas jurídicas.
Por otro lado, la punibilidad propia vendría constituida por las
circunstancias atenuantes posdelictuales de la responsabilidad penal
previstas para las personas jurídicas (Díez Ripollés, 2016, p. 265).
Teniendo en cuenta esto, y conforme se analizará a continuación,
también podemos afirmar que, en el Perú, el modelo de RPPJ que se
ha introducido por la ley 30424 sigue el modelo mixto, dado que este
sistema se asemeja en gran medida a la regulación española.
El artículo 31 bis del CPE es el que regula la RPPJ desde su introducción
en el año 2010. Siendo un modelo mixto, pero basado en la transferencia
de responsabilidad a la persona jurídica del tipo de lo injusto cometido
por una persona física que trabaja en su seno, existen dos presupuestos
de transferencia, esto es, dos modalidades a través de las cuales puede
transferirse a la persona jurídica el hecho cometido por la persona física,
pudiendo ser estas:
1. Directivos (artículo 31 bis. 1. a) CPE): «sus representantes legales o por
aquellos que actuando individualmente o como integrantes de un órgano de
la persona jurídica, están autorizados para tomar decisiones en nombre de la
persona jurídica u ostentan facultades de organización y control dentro de la
misma».
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
integrantes de un órgano de la persona jurídica, están autorizados
para tomar decisiones en nombre de la persona jurídica u ostentan
facultades de organización y control dentro de la misma». La nueva
regulación ha sido considerada por la doctrina como más mercantilista
y organizativa, aun cuando se le critica que excluya de su literalidad a
los administradores de hecho (Quintero Olivares, 2015, p. 90). Como
apunta González Cussac, también el Dictamen del Consejo de Estado
de 27 de junio de 2013 criticó esta modificación porque «no consta
en el expediente cuáles son los motivos para sustituir un término
relativamente claro, consolidado en la legislación penal y mercantil
(veánse, por ejemplo, el artículo 31 del Código penal y el artículo
133 del Código de Comercio) y ampliamente interpretado por los
Tribunales […]» (2015, p. 164). Sin embargo, el autor afirma que, a
pesar de ello, el término administrador de hecho ha sido un concepto
discutido que, como elemento típico debe interpretarse conforme a
reglas exegéticas estrictamente penales, «[…] en las que se atiende para
su comprensión a una actuación material y fáctica, paralela e idéntica,
a la de un “administrador de derecho”» (González Cussac, 2015, p. 165).
Estos motivos han llevado quizás a que el nuevo texto los obvie de
su literalidad, si bien no de su contenido pues, al parecer, la reforma
penal española lo que ha hecho ha sido más bien ampliar el círculo de
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
364 sujetos activos del primero de los presupuestos de transferencia (Del
Rosal Blasco, 2015, p. 91; González Cussac, 2015, pp. 164 y 167),
esto es, el de directivos, incluyendo con esta ampliación también a los
administradores de hecho (González Cussac, 2015, pp. 166-167). Así,
el primer presupuesto de transferencia, formado por las personas físicas
cuyos hechos ilícitos pueden transferirse a la persona jurídica, estaría
compuesto por las siguientes personas.
1. Representantes legales: estos «serán aquellas personas físicas que
ejercen la representación de la sociedad respecto a todos los
actos comprendidos en su objeto social» (Díez Ripollés, 2016,
p. 268). Este criterio no ha variado y responde a exigencias de la
normativa europea.
2. Aquellos que actuando individualmente o como integrantes de un
órgano de la persona jurídica, están autorizados para tomar decisiones
en nombre de la persona jurídica: González Cussac considera que
estos serían equivalentes al sustituido término administradores de
derecho, pero solo parcialmente, pues considera que, al prescindir
la nueva regulación de circunscribir el cargo individual y el rango
del órgano social, esta va más allá del concepto de administrador
de derecho (2015, pp. 166-167). Según Díez Ripollés, estas «serán
aquellas personas físicas a las que se ha atribuido por los órganos
representativos de la sociedad funciones directivas del conjunto
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
regulación sustituye esta referencia típica por aquella que establece que
dichos hechos se han realizado «por haberse incumplido gravemente por
aquellos los deberes de supervisión, vigilancia y control de su actividad»,
atendidas las concretas circunstancias del caso. Entiende la doctrina más
autorizada, que esta categoría de sujetos, la de los empleados, también
debe ser entendida en términos amplios y que los sujetos que deben
someterse a deberes de supervisión, vigilancia y control de su actividad
serían todos aquellos obligados a acatar indicaciones, instrucciones u
órdenes de los representantes o directivos, por lo que quedan incluidos
no solo aquellos sujetos vinculados a la empresa por un contrato laboral,
sino también trabajadores autónomos vinculados por un contrato de
obra o servicios, por un contrato temporal, etcétera (Del Rosal Blasco,
2015, p. 93; Díez Ripollés, 2012, p. 22; Gómez Tomillo, 2015, p. 95).
En nuestra opinión, y siguiendo la línea de un sector doctrinal (Del Rosal
Blasco, 2015, p. 89; González Cussac, 2015, pp. 169-170), la exigencia
de que el incumplimiento de los citados deberes sea grave conlleva una
reducción de la intervención punitiva, lo cual es acorde al principio de
intervención mínima. Sin embargo, cuáles sean los incumplimientos que
poseen dicha cualidad no es una cuestión baladí, debiendo, para ello,
identificarse cuáles son los aspectos de la actividad del empleado más
relevantes, y cuya inobservancia por parte de sus superiores dará lugar
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
mencionados en el literal anterior, actúan por orden o autorización de
éstos últimos.
3. Las personas naturales señaladas en el literal precedente cuando, en
atención a la situación concreta del caso, no se ejerza sobre ellas el
debido control y vigilancia por parte de los administradores de hecho o
derecho, representantes legales, contractuales u órganos colegiados de
la persona jurídica.
Al igual que en el caso español, estas dos últimas previsiones
están redactadas de forma suficientemente amplia para incluir
todo tipo de supuestos en los que una persona física, que
no ostenta un cargo directivo en la empresa, pero que está
vinculada a ella, realiza las conductas de cohecho activo y pasivo
internacional. Mientras que el primero de los dos supuestos no
se prevé expresamente en los presupuestos de transferencia del
CPE, el segundo se corresponde con el previsto en el artículo 31
bis del CPE, aun cuando el texto peruano mantiene la referencia
al debido control.
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
sección.
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
control idóneas para prevenir el delito de cohecho activo transnacional
o para reducir significativamente el riesgo de su comisión.
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
caso, por tanto, la adopción de un modelo pasará por aplicar programas
de cumplimiento preestablecidos, herméticos o elaborados con carácter
general incluso para un sector de mercado, siendo su idoneidad, por
tanto, relativa y compeliendo al juez penal examinar la eficacia de dichas
medidas (Gallego Soler, 2014, p. 205; González Cussac, 2015, p. 184).
Ello es así porque lo que en principio se pretende con la previsión jurídico-
penal de estos modelos es que las empresas se comprometan a prevenir
actividades delictivas en su seno, por lo que los modelos o programas de
cumplimiento deberán incluir las previsiones más efectivas atendiendo
a su actividad empresarial real, y debiendo estos promover una cultura
organizativa que fomente el respeto de la ley y comportamientos éticos
(Gallego Soler, 2014, p. 203).
La opinión doctrinal se encuentra, sin embargo, dividida, entre quienes
consideran que trasladar la función de prevención a las propias empresas
sería adecuado por ser estas los sujetos en mejor posición para evitar
la comisión de delitos en su seno mediante la adopción de medidas
destinadas a tal fin (Del Rosal Blasco, 2015, p. 107; Gómez Tomillo,
2015, p. 22; Hurtado Pozo & Meini Méndez, 2011, pp. 106-107;
García Cavero, 2014a, p. 55; Ortiz de Urbina Gimeno, 2014, p. 108);
y quienes estiman que, por el contrario, ello supondría fundamentar la
responsabilidad penal de la persona jurídica en meras necesidades de
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
374 pena y, además, implicaría que los ciudadanos lleven a cabo tareas cuasi-
policiales, de competencia estatal, adhiriéndose de forma criticable a la
teoría de la prevención comunitaria (Díez Ripollés, 2012, p. 4; Gallego
Soler, 2014, p. 200).
Sin embargo, lo cierto es que recompensar a las empresas por la adopción
de dicho compromiso de detectar los delitos que pueden cometerse en
su seno con la exención de responsabilidad penal de dichos hechos
ilícitos puede tener efectos muy positivos, dado que incentiva a que
en las empresas se actué conforme a derecho. De ahí que, en realidad,
si se aplica correctamente y no de forma automática, este modelo de
responsabilidad que exime a las personas jurídicas de castigo penal por
adoptar y ejecutar eficazmente un modelo de prevención sea el que
mejores efectos político-criminales conlleve (Ortiz de Urbina Gimeno,
2014, p. 108).
V. C O N C LU S I O N E S
Vista la regulación española sobre RPPJ tras la reforma que ha tenido
lugar en 2015 y su fuerte similitud con el modelo que se introdujo en
el Perú mediante la ley 30424, las conclusiones que se extraigan en un
caso serían extrapolables al otro, con la salvedad de la curiosa limitación
de dicho sistema de responsabilidad en el caso peruano a un solo delito.
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
plantea la duda de si realmente el objetivo de ambos ordenamientos
sea solo aparentar que se exige RPPJ, configurando un modelo de
responsabilidad estéril, pues serán pocos los casos en los que las empresas,
pudiendo eximirse, finalmente respondan. La experiencia italiana,
inspiradora de estas regulaciones, ha aplicado de forma insignificante
la eximente. Lo que ocurra solo podrá evaluarse cuando se den
resoluciones condenatorias o absolutorias que marquen una tendencia
jurisprudencial real, tanto en España como en el Perú.
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delincuencia económica y tecnológica (pp. 435-463). Granada: Comares.
C A R M E N F E R N Á N D E Z & R A FA E L C H A N J A N D O C U M E T
* Texto ganador del «Premio al mejor trabajo de investigación» en el Primer Encuentro Internacional
de Estudiantes de Derecho Procesal de Pregrado, Proceso y Constitución, llevado a cabo en el
marco del VI Seminario Internacional de Derecho Procesal: Proceso y Constitución (Pontificia
Universidad Católica del Perú, Lima, 26 al 29 de abril de 2016).
** Estudiante de cuarto año de Pregrado en Derecho de la Universidad Externado de Colombia.
Monitora del Departamento de Derecho Financiero y Bursátil de la misma casa de estudios.
Miembro del Observatorio de Derecho Financiero y Bursátil desde el año 2015. Correo electrónico:
laura_celis.g@hotmail.com
*** Estudiante de cuarto año de Pregrado en Derecho de la Universidad Externado de Colombia.
Aspirante a Monitor de Derecho Romano en la misma casa de estudios. Miembro de la delegación
de estudiantes que representó a la universidad en elI Concurso Nacional de Derecho Romano:
Eduardo Álvarez Correa. Correo electrónico: williamhernandezmendoza@hotmail.com
**** Estudiante de quinto año de Pregrado en Derecho de la Universidad Externado de Colombia.
Monitor del Departamento de Derecho Procesal de la misma casa de estudios. Miembro del
Semillero de Derecho Procesal de la Universidad Externado de Colombia 2015. Ponente de la
delegación de estudiantes que representó a la Universidad Externado de Colombia en el Primer
Encuentro Internacional de Estudiantes de Derecho Procesal de Pregrado. Correo electrónico:
larc45-65@hotmail.com
382 Constitution in 1991. This implies that the judge’s function was affected and
suffered relevant changes, particularly in duties such as the motivation of
judicial providences and the search for real justice in concrete cases. As a
consequence of these relevant changes, now judges must pay special attention
to the constitutional precedent and the charges imposed on them in order to
avoid sanctions like the annulment of their judgments through the «vías de
hecho» doctrine. These limitations and consequences were issued with the
aim of protecting fundamental rights, and making the legal system dynamic
and coherent.
I. INTRODUCCIÓN
El precedente en Colombia ha sufrido profundas transformaciones
en los últimos veinticinco años, mutando el sistema centenario que
acompañó a la Constitución de 1886, con el propósito de garantizar
383
los derechos fundamentales y dar coherencia al sistema jurídico LAS CARGAS DEL
JUEZ FRENTE A
colombiano. Actualmente, se ha ampliado el poder otorgado al juez para
LOS DESAFÍOS
decidir apartándose de la ley, no contrariándola, sino acudiendo a otras
DEL PRECEDENTE
fuentes, como los principios generales del derecho y la jurisprudencia.
CONSTITUCIONAL
Esta última ha sido relevante para Colombia, ya que por esta vía se
A PROPÓSITO DE
han conquistado muchos de los derechos que en algún momento LA MOTIVACIÓN Y
eran impensables. En esta labor, hay que destacar el papel de la Corte ARGUMENTACIÓN
Constitucional colombiana. DE LOS FALLOS
Este trabajo responderá a la siguiente interrogante: ¿existe limitación THE JUDGE’S
a la autonomía de los jueces ordinarios por la imposición de cargas OBLIGATIONS
argumentativas dadas por la Corte Constitucional colombiana a IN FRONT OF
través del precedente? Con el objetivo de analizar la posición del juez CHALLENGES
al momento de optar por una posición frente a las controversias ante OF THE
él presentadas, se procederá de la siguiente manera: en primer lugar, CONSTITUTIONAL
se reconstruirá el concepto de independencia judicial en relación con PRECEDENTS
la exigencia de motivar la sentencia, pasando revista a ordenamientos WITH REGARD
extranjeros en cuanto al deber de motivar la sentencia. Así, en un TO MOTIVATION
segundo momento, se revisará cómo se llega a la protección de derechos OF THE JUDICIAL
constitucionales, a través de cargas argumentativas, impuestas al juez PROVIDENCES
por «las vías de hecho». Finalmente, en una tercera parte se recogerán
las ideas preliminares, para afirmar la existencia de una limitación a la
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
autonomía del juez a través de cargas argumentativas impuestas por la
Corte Constitucional colombiana.
II. LA R E CO N S T R U CC I Ó N DEL CO N C E P TO DE
INDEPENDENCIA JUDICIAL D E S D E L A E X I G E N C I A
D E M OT I VA R L A S E N T E N C I A
En el presente acápite esbozaremos los deberes a los que se encuentra
sometido el juez a la hora de dictar una providencia1, pues, como se
explicará a continuación, en el Estado neoconstitucional el principal
deber de quiénes tienen la potestad de administrar justicia es asegurar
los principios y valores que inspiran el ordenamiento jurídico, lo cual va
más allá de la simple subsunción de los hechos en la norma.
2 Aunque sin esta denominación, este concepto fue tratado por Aristóteles en su Política, donde indicó
que, para la correcta organización de las polis, se requería el correcto balance de tres elementos: la
asamblea general, el cuerpo de magistrados y el cuerpo judicial.
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
de crear normas jurídicas para resolver controversias y asegurar los
principios constitucionales. Por ello, es necesario exponer los límites
que se imponen al juez en el momento de ejercer su libertad creadora
de derecho. A este respecto, la Corte Constitucional colombiana, en
sentencia de tutela T-446 de 2013, afirmó que:
La autonomía judicial debe respetar ciertos límites al momento de
interpretar y aplicar la ley. En este sentido, la actividad de los jueces
estaría condicionada por: (i) la posibilidad de que el juez superior
controle la interpretación del juez inferior mediante los mecanismos
procesales de apelación y consulta; (ii) el recurso de casación cuya
3 Debe aclararse que, así como existe una legítima intromisión de los demás poderes del Estado en
la actividad judicial, también existe un grado de interferencia legítima de los demás jueces en la
actividad judicial de sus pares. Este grado de interferencia legítima está dado por los recursos que el
legislador designa para controlar las decisiones proferidas por los jueces.
4 Ello no solamente se consagra en las Constituciones, sino también en los códigos de ética judicial
que se han producido en Europa, Estados unidos e Iberoamérica.
5 Ello no supone que el juez es infalible o que su poder es soberano. Hay que recordar que el juez
siempre está sometido a la legalidad, a fallar en derecho, conforme a las razones que el derecho le
otorga, es decir, conforme al sistema de fuentes del derecho que impere en la sociedad en la cual
esté ejerciendo su labor.
6 En este sentido, le es viable a los jueces acudir a los principios que inspiran el ordenamiento, con la
posibilidad de llegar incluso hasta la buena fe y la equidad.
7 Solamente la correcta motivación de las providencias judiciales puede evitar que la providencia
pueda ser considerada como arbitraria, pues, a pesar de que la providencia esté motivada, puede
determinarse que dicha motivación resulta aparente, es decir, inexistente, por indebida motivación de
la providencia.
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
II.2.2. La necesidad de la motivación de la sentencia en España y Perú
En el derecho comparado, podemos observar que, para la mayoría de
ordenamientos latinoamericanos y (en general) para los pertenecientes
al civil law, existe un consenso en la consideración del deber de motivar
las providencias judiciales como un derecho de orden constitucional
(Fiss, 2003).
En cuanto a España, se puede decir que la motivación «está configurada
por las causas psicológicas que determinan la decisión, así como por las
razones de hecho y de derecho en que se sustenta ella. Para algunos
es equivalente a la fundamentación, y en virtud a ello se dice que la
motivación es la fundamentación fáctica y jurídica de la decisión
judicial» (Ticona, 2011). La Constitución española consagra el principio
de legalidad, la garantía del sometimiento del juez a la ley y el deber
judicial de motivación de las sentencias9. De aquí se desprenden dos
conceptos muy importantes:
8 El debido proceso en sentido estricto consiste en que todas las actuaciones públicas y privadas
deben regirse por las formas establecidas en las fuentes de cada rama del derecho, como el derecho
penal, o en las formas propias de cada juicio.
9 Véase Constitución Política española, artículo 9 numeral 3, 117 numerales 3-4 y 120 numeral 3.
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
acción de tutela, mecanismo jurídico para la defensa de los derechos
fundamentales, que podrá ser ejercida por cualquier persona, actuando
en causa propia o ajena, «cuando quiera que estos resulten vulnerados
o amenazados por la acción u omisión de cualquier autoridad pública».
Partiendo de esta base, se ha sostenido que, siempre que un juez en
su fallo incurra en «abierta violación o contradicción de la ley» o la
Constitución y que con ese fallo resulten vulnerados o amenazados
derechos fundamentales (lo cual ha sido denominado como «vías de
hecho»), es posible incoar la acción de tutela en procura de la defensa
de los mismos (Quinche, 2001, p. 42).
11 El Código Disciplinario Único colombiano contempla como falta leve o grave el incumplimiento de los
deberes que imponga la Ley. Véase Congreso de la República de Colombia, 2002, artículo 50.
12 Así lo establece el Código Penal colombiano en su artículo 413 (Congreso de la República de
Colombia, 2000).
13 Cuando los servidores públicos se apartan de la jurisprudencia sentada por las Altas Cortes en casos
en los cuales se presenta una simple subsunción, pueden estar incursos en un delito de prevaricato
por acción, no por violar la jurisprudencia, sino la Constitución o la ley directamente.
14 Esto ha sido definido por la Corte Constitucional colombiana en sentencia de tutela T-576 del 10
de diciembre de 1993, de esta manera: «La vía de hecho es una actuación en la que el funcionario
público procede en abierta contradicción o violación de la ley, como cuando obra prescindiendo de
las normas de procedimiento, y, entre ellas, las relativas a las pruebas. En pocas palabras, la vía de
hecho supone la arbitrariedad de la administración».
15 La ley 153 de 1887, afirma en su artículo 8 lo siguiente: «Cuando no hay ley exactamente aplicable
al caso controvertido, se aplicarán las leyes que regulen casos o materias semejantes, y en su
defecto, la doctrina constitucional y las reglas generales de derecho». Y en su artículo 13, la misma
ley reza: «La costumbre, siendo general y conforme con la moral cristiana, constituye derecho, a
falta de legislación positiva». Adicionalmente, en el actual Código General del Proceso (ley 1564
de 2012), articulo 42, numeral 6, se sigue esa misma lógica al establecer que el juez debe «decidir
aunque no haya ley exactamente aplicable al caso controvertido, o aquella sea oscura o incompleta,
para lo cual aplicará leyes que regulen situaciones o materias semejantes, y en su defecto la doctrina
constitucional, la jurisprudencia, la costumbre y los principios generales del derecho sustancial y
procesal». Por último, el segundo inciso del artículo 230 de la Constitución Política de Colombia
establece lo siguiente: «la equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la
doctrina son criterios auxiliares de la actividad judicial».
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
forjado a partir de principios y propósitos claros.
En concordancia con esta (nuestra) tradición histórica latinoamericana,
la Corte Constitucional colombiana (2011),como guardiana natural
de la supremacía constitucional20 y máxima defensora de los derechos
16 Ello se encuentra claramente expresado en el Digesto de Justiniano: «Iuris precepta sunt haec:
honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere (Los principios del derecho son estos: vivir
honestamente, no hacer daño al otro, dar a cada cual lo suyo)» (1.1.10.1). Por otro lado, expresó
Justiniano, retomando las enseñanzas de Gayo, lo siguiente: «Todo el derecho de que usamos se
refiere o a las personas, o a las cosas, o a las acciones. Tratemos primero de las personas. Porque
es poco haber conocido el derecho, si se desconocen las personas por cuya causa se ha constituido»
(Institutas de Justiniano, 1.2.12).
17 Pietas y caritas, en la etapa posclásica, junto a humanitas y aequitas, en conexión con la noción tardía
de ius naturale y la distinción entre ius strictum e ius aequum, se convierten en ideas cristianizadas,
entendidas como sentimiento de benevolencia hacia el prójimo.
18 No hay que olvidar que el poder discrecional del magistrado, expresión de su imperium, en la
función de creación de un nuevo derecho y de corrección del ius civile, se explica también como
determinación positiva de la aequitas.
19 La equidad constituye, por ello, también en este caso, el criterio inspirador de la actividad del
magistrado en la corrección de la injusticia que derivaría incluso de una aplicación rígida del ius civile,
y así encuentra una determinación concreta, traduciéndose en un elemento del derecho positivo.
20 La Constitución Política de Colombia de 1991, en su artículo 4, consagra que «[l]a constitución
es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la constitución y la ley u otra norma
jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales». En el mismo sentido apuntan las sentencias
de tutela T-406 del 5 de junio de 1992 (Corte Constitucional de Colombia, 1992b) yla sentencia de
constitucionalidad C-836 del 9 de agosto del 2001 (Corte Constitucional de Colombia, 2001b).
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
impugnación
Las ideas hasta ahora expuestas, fusionadas con el artículo 86 de la
Constitución Política de Colombia y el desarrollo de las decisiones
de la Corte Constitucional, llevaron a que se aceptara excepcional y
restrictivamente la acción de tutela contra providencias judiciales, con
el fin de proteger los derechos fundamentales. Dicha acción se convierte
en un nuevo medio de control de las providencias judiciales, puesto que
su finalidad es impedir que los jueces tomen decisiones con deficiencias
en la motivación, ya sea porque esta no existe o porque es incompleta,
lo cual a todas luces pone en peligro los derechos fundamentales y
principios constitucionales garantizados a quienes acuden ante la
administración de justicia. Por ello, la Corte Constitucional colombiana
(1992c) ha afirmado lo siguiente:
Nada obsta para que por vía de la tutela se ordene al juez que ha
incurrido en dilación injustificada en la adopción de decisiones a su
cargo que proceda a resolver o que observe con diligencia los términos
judiciales, ni riñe con los preceptos constitucionales la utilización de esta
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
su vez, sea más garantista de los derechos fundamentales, materializando
así el rol del juez como garante de los principios constitucionales. De
esta manera, la tutela contra providencias judiciales constituye un
mecanismo idóneo y legítimo para garantizar el debido proceso, toda
vez que impone límites racionales a la activad del juez como intérprete-
creador de derecho.
25 Es decir, que comprende la ley en el sentido formal y material, refiriéndonos a todo lo que integra el
ordenamiento jurídico, incluyendo el bloque de constitucionalidad con los tratados internacionales y
las decisiones vinculantes de los altos tribunales.
26 «[...] cuando quiera que los jueces de la República, incluso la propia Corte Constitucional, deban
resolver un caso que desde el punto de vista fáctico resulte análogo o semejante a otro(s) resuelto(s)
en el pasado, que en tal medida tenga(n) el carácter de precedente(s) aplicable(s), este(os) último(s)
deberá(n) ser tomado(s) en cuenta, en protección de la igualdad, la seguridad jurídica y la confianza
legítima de los asociados. En todo caso, se ha aclarado que tomar en cuenta no necesariamente
significa fallar exactamente en el mismo sentido, pues según se ha advertido, queda siempre abierta
la posibilidad de que el juez que se dispone a fallar se aparte de ese precedente y adopte una
solución diferente, pese a la similitud de los casos, siempre que sustente con razones y motivos
sólidos, reales y suficientes que así lo justifiquen» (Corte Constitucional de Colombia, 2013b).
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
decisión» (Corte Constitucional de Colombia, 2001b). Los casos en los
que puede apartarse el juez del precedente se sintetizan de esta manera:
a) Cuando existan similitudes, entre el caso ya resuelto por la Corte
y el caso a resolver por el juez ordinario, pero también «existan
diferencias relevantes no consideradas en el primero y que
impiden igualarlos» (Corte Constitucional de Colombia, 2001).
b) Cuando la ratio que fue «adecuada en una situación social
determinada, no responde adecuadamente al cambio posterior»
(Corte Constitucional de Colombia, 2001).
c) Cuando el juez considere «que la jurisprudencia resulta errónea,
por ser contraria a los valores objetivos, principios y derechos
en los que se fundamenta el ordenamiento jurídico» (Corte
Constitucional de Colombia, 2001).
d) Cuando se presentan «cambios en el ordenamiento jurídico
positivo, es decir, debido a un tránsito constitucional o legal
relevante» (Corte Constitucional de Colombia, 2001).
Considerando estos criterios, somera y claramente, se hace manifiesto el
hecho de que el juez no está atado de manos por el precedente, debido
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
398 a la injusticia que implicaría someter un caso al precedente cuando la
equidad, entendida como justicia del caso concreto, implicaría apartarse
del mismo. Esto significa que las limitaciones a la autonomía del juez
son en realidad aparentes: no son arbitrarias ni irracionales, pues
dichas cargas están impuestas en clave de la garantía de los derechos
fundamentales. En efecto, de no ser así, existiría la posibilidad de que
se abriera una brecha que permitiera la incursión de violaciones a los
derechos fundamentales de quienes acuden ante la administración de
justicia.
Así, se resalta que, aunque no se ha presentado ningún caso, es peligrosa
la latente posibilidad de que un juez reciba una pena privativa de la
libertad producto de su infructuoso intento de escapar de los senderos
estrictamente demarcados por la Corte Constitucional en materia de
precedente. Lo anterior genera ciertamente un temor e inseguridad en
el juez, pues —a pesar de tener la posibilidad de apartarse del precedente
marcado por la Corte Constitucional y buscar efectivamente la justicia
para el caso concreto— preferirá no correr el riesgo de contradecir la
jurisprudencia y hacerse acreedor de una sanción penal. Por ello, aplicará
lo dicho por la Corte respecto del tema, sin importarle que su decisión
caiga en «cesación de efectos jurídicos» al ser impugnada por una tutela.
Con todo, en el marco del derecho comparado que nos ofrece este
escenario de reflexión, no es impertinente advertir la necesidad de que se
haga un estricto seguimiento al desarrollo de la fuerza que el precedente
puede adquirir en los respectivos ordenamientos. Ello con el objetivo
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
operador judicial, causando un efecto de dubitación al interior del
razonamiento del juez, de suerte que al momento de apartarse del
precedente se ve obligado a reforzar su arsenal argumentativo en
búsqueda, en el caso concreto, de razones más adecuadas que permitan
hacer realidad la «igualdad ponderada» propia de la aequitas (Gallo,
1987, pp. 7 ss.), siempre con el objetivo de alcanzar un mayor grado de
defensa de los derechos y garantías fundamentales, los cuales constituyen
el único y verdadero límite de la autonomía judicial.
VI. BIBLIOGRAFÍA
Aguiló, Josep (2003). De nuevo sobre «independencia e imparcialidad de los
jueces y argumentación jurídica». En Instituto Latinoamericano de Servicios
Legales Alternativos (ILSA), Independencia judicial en América latina. ¿De quién?
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Disponible en: http://www.acnur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.php?file=t3/ TO MOTIVATION
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Tribunal Constitucional del Perú (2006). Expediente número 3943-2006-pa/tc.
MA R Í A C E L I S, W I L L I A M H E R N Á N D E Z & LU I S R OA
Tribunal Constitucional del Perú (2008). Expediente número 0728-2008-phc.
Recibido: 18/12/15
Aprobado: 30/08/16
I I I . S E N T I D O I N T E G R A L D E L D E R E C H O A L A I D E N T I DA D.
L A J U R I S P R U D E N C I A D E L TC E N MAT E R I A D E
D E R E C H O A L A I D E N T I DA D H A MA R C A D O U N A
L Í N E A P E R MA N E N T E E N E L R E CO N O C I M I E N TO
D E E S T E D E R E C H O D E S D E U N A P E R S P E C T I VA
INTEGRAL
Es así que el TC ha señalado que el derecho a la identidad, a la luz del
AGUSTÍN GRÁNDEZ MARIÑO
I V . D E R E C H O A L A I D E N T I D A D Y S U V Í N C U L O C O N
OTROS DERECHOS
Con el fin de establecer la importancia del derecho a la identidad y del
DNI para su ejercicio y garantía, la sentencia explica cómo este derecho se
encuentra estrechamente vinculado con otros derechos fundamentales.
Es así que se determina, continuando la línea jurisprudencial del TC,
que el establecer restricciones con respecto al DNI o la supresión de este
AGUSTÍN GRÁNDEZ MARIÑO
V. B I B L I O G R A F Í A
Castañeda, Susana (2014). Hábeas corpus. Aspectos procesales relevantes: un análisis
a partir de la jurisprudencia. Lima: Jurista Editores.
413
Fernández Sessarego, Carlos (2009). Derecho de las personas: exposición de motivos EL SENTIDO
y comentarios al libro primero del Código Civil peruano. Lima: Grijley.
INTEGRAL DEL
Reniec (2012). Plan Nacional Perú Contra la Indocumentación 2011-2015. Lima: DERECHO A LA
Reniec. IDENTIDAD:
JURISPRUDENCIA
Normativa y Jurisprudencia DEL TRIBUNAL
Congreso de la República del Perú (2001). Ley 27444. Ley del Procedimiento CONSTITUCIONAL
Administrativo General. 10 de abril. Y LA REALIDAD
REGISTRAL DEL
Congreso de la República del Perú (2004). Ley 28237. Código Procesal
Constitucional. 28 de mayo. PERÚ
I. INTRODUCCIÓN
El caso se trata de una aparente primera transferencia realizada por
Lucila Ortenciana Altamirano Dongo a favor de Jorge Vicente Chávez
Guillergua el 31 de agosto de 1988. Posteriormente, Lucila Ortenciana
Altamirano Dongo transfiere el bien a sus hijos Jackielin Benavides
Altamirano y Manuel Edgar Benavides Altamirano el 28 de mayo de
2001. La Sala presume la mala fe de la segunda transferencia dado que
se ha realizado entre familiares, lo cual puede evidenciar un intento por
perjudicar al primer adquirente. No obstante ello, la Sala no da un paso
más allá porque existen los elementos para considerar que en este caso
existe simulación. De otro lado, la Sala no toma en consideración el
416 hecho de que, aparentemente, en la primera transferencia las firmas
fueron falsificadas. Analicemos, en primer lugar, cómo se genera
la transferencia de propiedad en nuestro ordenamiento y luego las
patologías que se generan por el mismo.
I I . S I S T E M A D E T R A N S F E R E N C I A D E P R O P I E D A D
INMUEBLE
En nuestro ordenamiento, los supuestos de circulación de la riqueza se
encuentran en diversas formas de adquisición: originaria (artículo 950),
derivada (artículo 949), a título singular, universal, gratuita (artículo
1621), onerosa (artículo 1602), intervivos, mortis causa (artículo
660), entre otras. Dichas transacciones pueden configurarse como un
supuesto de hecho simple o complejo (Bessone, 1988, p. 132) o dividido
en fases (Gomes, 1980, p. 130).
Tomando como muestra uno de los tipos negociales, el contrato de
compraventa de bienes inmuebles, tenemos un artículo con influencia
francesa (1138 del Code civil) que recoge un sistema espiritualista,
mediante el cual, el mero consenso transfiere propiedad: «La sola
obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor
propietario de él, salvo disposición legal diferente o pacto en contrario»
(Código Civil, artículo 949). Se ha enfocado este artículo desde un
punto de vista solo obligacional (Arias-Schereiber Pezet, 1987, p. 155)1,
trasladando los efectos reales en el nivel de ejecución de las propias
obligaciones (Castillo Freyre, 2002, p. 18). De otro lado, se señala que
la transferencia opera con la entrega, no con el contrato, por lo que
el artículo 1529 es una norma de excepción y el artículo 949 no se
aplicaría a la compraventa de bienes inmuebles (Torres Méndez, 1993,
pp. 143-145).
GILBER TO MENDOZA DEL MAESTRO
I I I . D O B L E V E N TA I N M O B I L I A R I A
El Código Civil peruano cuenta con el dispositivo normativo para la
concurrencia de acreedores en el caso de bienes inmuebles:
Cuando el bien es inmueble y concurren diversos acreedores a quienes
el mismo deudor se ha obligado a entregarlo, se prefiere al acreedor de
buena fe cuyo título ha sido primeramente inscrito o, en defecto de
inscripción, al acreedor cuyo título sea de fecha anterior. Se prefiere, en
este último caso, el título que conste de documento de fecha cierta más
antigua (artículo 1135).
I V. A N Á L I S I S D E L C A S O E N C O N C R E T O
En principio, debemos descartar en el presente caso la aplicación de los
artículos 194, 2016 y 2014 del Código Civil. El artículo 194 se aplica en
los casos en que haya existido simulación y el adquiriente aparente haya
transferido el bien:
La simulación no puede ser opuesta por las partes ni por los terceros
perjudicados a quien de buena fe y a título oneroso haya adquirido
derechos del titular aparente (artículo 194).
Código Civil:
El tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho
de persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo,
mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se
anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no
consten en los registros públicos.
3 Artículo aplicable en ese momento, pero que fue modificado por la ley 30313 (Congreso de la
República, 2015).
BIBLIOGRAFÍA
Arias-Schreiber Pezet, Max (1987).Exégesis. Tomo I. Lima: Studium.
Bessone, Darcy (1988). Direito Reais. São Paulo: Saraiva. GILBER TO MENDOZA DEL MAESTRO
Bigio Chrem, Jack (1984). La compraventa y la transmisión de propiedad. En
autores varios, Para leer el Código Civil. Lima: Fondo Editorial PUCP.
Borghi, Hélio (1999). Teoria da Aparência no Direito Brasileiro. Aparência de Direito
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e aplicações, inclusive na Jurisprudência. São Paulo: LEJUS.
Castillo Freyre, Mario (2002). Comentarios al contrato de compraventa. Lima:
Gaceta Jurídica.
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bürgerlichen Rechts. Volumen 2. Décimo quinta edición. Tubinga: J.C.B. Mohr.
Falzea, Angelo (1985). Voci di teoria generale del diritto. Tercera edición. Milán:
Giuffrè.
Normativa y Jurisprudencia
Code civil. Código civil francés, versión consolidada disponible en https://www.
legifrance.gouv.fr/affichCode.do?cidTexte=LEGITEXT000006070721.
Congreso de la República (2015). Ley 30313. Ley de Oposición al Procedimiento
de Inscripción Registral en Trámite y Cancelación del Asiento Registral por
Suplantación de Identidad o Falsificación de Documentación y Modificatoria de
los Artículos 2013 y 2014 del Código Civil y de los Artículos 4 y 55 y la Quinta
y Sexta Disposiciones Complementarias Transitorias y Finales del Decreto
Legislativos 1049. El Peruano, 26 de marzo.
Decreto legislativo 295 – Código Civil. Código civil peruano disponible en http://
GILBER TO MENDOZA DEL MAESTRO
spij.minjus.gob.pe/notificacion/guias/CODIGO-CIVIL.pdf.
LA ME TODOLOGÍA
Un dato importante que debe destacarse en la tesis de la abogada
Salvador es la referencia metodológica constante. La autora organizó su
información de modo tal que, antes de ingresar a la materia, demuestra
al lector que existe un problema jurídico que le permite plantear una
pregunta de investigación. Se buscó responder a esta pregunta de
investigación a través de una hipótesis de investigación, la cual ya
hemos reseñado anteriormente. Es decir, es posible identificar la lógica
causal entre el problema de investigación, la pregunta de investigación
y la hipótesis de la tesis. Todos estos elementos son retomados luego en
las conclusiones. Esta constancia permite al lector saber que nada de la
información aportada resulta superflua1.
En cuanto al enfoque, los primeros dos capítulos son bastante clásicos:
un enfoque histórico en el primero y un enfoque semiexegético en el
segundo. Ahora bien, el tercero es el capítulo en el cual se realiza el
P I E R O VÁ S Q U E Z A G Ü E R O
1 Cabe mencionar que esta consistencia en su propuesta metodológica hizo que la autora fuese
seleccionada para el Programa de Apoyo de Tesis de Licenciatura (PADET) de la PUCP.
P I E R O VÁ S Q U E Z A G Ü E R O
Crónica de Claustro
En el semestre 2016-I se desarrollaron diversas actividades. Entre ellas,
destacan las siguientes:
I . A C T I V I D A D E S D E L A F A C U LT A D
I I . A C T I V I D A D E S D E L D E PA R T A M E N T O
II.1. Talleres para docentes
− Taller «Diseño de Presentaciones Efectivas: Emaze». Fecha: 30
de junio. Lugar: PUCP.
− Taller de Implementación del Nuevo Plan de Estudios. Fecha: 17
de febrero. Lugar: Centro Empresarial Esquilache PUCP.
− Taller de Implementación del Nuevo Plan de Estudios. Fecha: 13
de mayo. Lugar: Centro Cultural PUCP.
− Taller de Implementación del Nuevo Plan de Estudios. Fecha: 17
de junio. Lugar: Centro Cultural PUCP.
− Publicación de la Guía de investigación en derecho, elaborada en
colaboración con el Vicerrectorado de Investigación. Fecha:
febrero. Lugar: PUCP.
1 El informe solo consigna las actividades realizadas desde la quincena de abril, es decir, luego del
informe presentado en la última reunión de profesores de planta.
I I I . O F I C I N A A C A D É M I C A D E R E S P O N S A B I L I D A D
SOCIAL (OARS)
4 (16 de abril)
5 (23 de abril)
Taller 1
Clase
Identidad, filiación y ciudadanía
441
CRÓNICA DE
6 (30 de abril) Taller 2 CLAUSTRO
7 (07 de mayo) Clase
Democracia y elecciones
Salidas de campo:
Objetivos específicos:
• A través del desarrollo de competencias sociales,
– formar a los estudiantes como personas sensibles a los
443
problemas sociales, comprometidas con el desarrollo de su CRÓNICA DE
país y la inclusión social de los más vulnerables, entusiastas y CLAUSTRO
creativas en la articulación de la profesión al desarrollo de su
comunidad;
– lograr que los estudiantes se vean a sí mismos como ciudadanos
comprometidos con el resto de la sociedad, empáticos y
responsables con respecto a los otros;
– formar a los estudiantes como profesionales integradores,
eficientes y creativos, con un espíritu de servicio a la sociedad,
que contribuyan activamente en la solución de las necesidades
sociales.
• A través del desarrollo de competencias conceptuales y de
investigación,
– lograr que los estudiantes sean capaces de repensar el rol del
abogado y la orientación de su desenvolvimiento profesional a
partir de la formación integral de la dimensión humana, desde
una perspectiva teórica y práctica, replanteando la función
social del abogado y de las instituciones de justicia;
– conseguir que los estudiantes desarrollen investigaciones que
aporten soluciones a los problemas en su entorno;
– formar profesionales con habilidades en la formulación de
proyectos de investigación de mediano y largo plazo que sean
el resultado de una articulación efectiva entre la Facultad de
Derecho y la comunidad.
• A través del desarrollo de competencias profesionales (técnicas),
– formar a los estudiantes en competencias procesales sostenidas
en sólidas bases éticas que los hagan más comprometidos con
el desarrollo equitativo y sostenible de su entorno;
– ejercitar a los estudiantes en el rol de abogado litigante, a
través del seguimiento de casos reales, preparándolos para
absolver consultas legales, elaborar demandas, recursos y
escritos relacionados con el seguimiento del proceso;
– introducir a los estudiantes en la importancia de los mecanismos
y estrategias procesales para asegurar que se cumpla el interés
del recurrente.
En este curso se matricularon 11 estudiantes, quienes aprobaron
satisfactoriamente cumpliendo los objetivos deseados.
TOTAL 461
PUCP 62 10 4 3 15 1 0 17
Canto
Grande 217 4 2 3 5 0 0 2
Recoleta 62 17 4 5 2 4 0 2
Pamplona 19 0 0 0 2 0 0 0
TOTAL 360 31 10 10 24 5 0 21
2%
1%
5%
Familia
Civil
445
5% CRÓNICA DE
2%
Laboral CLAUSTRO
7%
Administrativo
Penal
78%
Previsional
Tributario
* Los temas elegidos son aquellos que se plantean de forma recurrente en los consultorios jurídicos gratuitos
que dirige la Oficina de Responsabilidad Social de la Facultad de Derecho.
Civil
17%
Laboral
38%
10% Administrativo
2% Penal
31% Previsional
Tributario
I V.
OFICINA ACADÉMICA DE PUBLICACIONES,
COMUNICACIÓN E IMAGEN
− ¿Puede acapararse la libertad? Libertad de expresión y concentración
de medios en el Perú. Fecha: 03 de mayo de 2016. Lugar: Librería
El Virrey.
V . O F I C I N A D E P R Á C T I C A S P R E P R O F E S I O N A L E S
Y SECIGRA-DERECHO
El Consejo de Facultad, atendiendo al informe final del Claustro Pleno,
aprobó en su sesión de fecha 6 de octubre de 2011, la creación de la
Oficina de Prácticas Preprofesionales. Posteriormente, en agosto de
2014, la oficina asumió el programa SECIGRA-Derecho. Las principales
funciones y competencias de la Oficina de Prácticas Preprofesionales y
SECIGRA-Derecho son las siguientes:
– informar y orientar a los estudiantes que deseen realizar prácticas
preprofesionales y SECIGRA y coadyuvar a que tomen las
mejores decisiones sobre el particular;
140
120
100
80
139
60 118
100 100
81 89
40
20
0
Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio
16% 15%
6%
63%
300
250 272
200 235
217
150 194
177
160
100 124 134 122 122
116
104 102
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55 56
0
Civil
Penal
Procesal Civil
Procesal Penal
Laboral
Comercial y Societario
Tributario
Conciliación y ...
Constitucional
Derechos Humanos
Ambiental
Familia
Administrativo
Regulatorio
Notarial
Otros
Propiedad Intelectual y Consumidor
Internacional
RANKING 2016-I
Cantidad de
Unidad receptora
estudiantes
11 Ministerio de Salud 1
2 En esta sección se considera a las asociaciones de estudiantes que cumplieron con enviar la
información solicitada antes de la fecha de cierre de edición del presente número.
Eméritos
De Althaus Guarderas, Miguel
Fernández Sessarego, Carlos
Llerena Quevedo, José Rogelio
Montoya Anguerry, Carlos Luis
Principales
Abad Yupanqui, Samuel Bernardo
Albán Peralta, Walter Jorge
Arce Ortíz, Elmer Guillermo
Avendaño Arana, Francisco Javier
Avendaño Valdez, Jorge
Avendaño Valdez, Juan Luis
Bernales Ballesteros, Enrique Martín
Blancas Bustamante, Carlos Moisés
Boza Dibós, Ana Beatriz
Boza Pró, Guillermo Martín
Bramont-Arias Torres, Luis Alberto
Bullard González, Alfredo José
Cabello Matamala, Carmen Julia
Castillo Freyre, Mario Eduardo Juan Martín
Danós Ordóñez, Jorge Elías
De Belaunde López de Romaña, Javier Mario
De Trazegnies Granda, Fernando
Delgado Barreto, César Augusto
Eguiguren Praeli, Francisco José
Espinoza Espinoza, Juan Alejandro
Fernández Arce, César Ernesto
Fernández Cruz, Mario Gastón Humberto
Ferro Delgado, Víctor
Asociados
Abugattas Giadalah, Gattas Elías
Aguilar Llanos, Benjamín Julio
463
Alvites Alvites, Elena Cecilia PROFESORES
Arana Courrejolles, María del Carmen Susana DE LA
FACULTAD DE
Ardito Vega, Wilfredo Jesús DERECHO
Ariano Deho, Eugenia Silvia María
Becerra Palomino, Carlos Enrique
Blume Fortini, Ernesto Jorge
Burneo Labrín, José Antonio
Bustamante Alarcón, Reynaldo
Cairo Roldán, José Omar
Caro Coria, Dino Carlos
Chau Quispe, Lourdes Rocío
Cortés Carcelén, Juan Carlos Martín Vicente
Delgado Menéndez, María Antonieta
Delgado Menéndez, María del Carmen
Durán Rojo, Luis Alberto
Espinosa-Saldaña Barrera, Eloy Andrés
Ezcurra Rivero, Huáscar Alfonso
Falla Jara, Gilberto Alejandro
Fernández Revoredo, María Soledad
Ferrari Quiñe, Mario Alberto
Foy Valencia, Pierre Claudio
Gálvez Montero, José Francisco
García Granara, Fernando Alberto
Hernández Gazzo, Juan Luis
Huerta Guerrero, Luis Alberto
La Rosa Calle, Javier Antonio
Ledesma Narváez, Marianella Leonor
León Hilario, Leysser Luggi
Luna-Victoria León, César Alfonso
Marciani Burgos, Betzabé Xenia
Matheus López, Carlos Alberto
Mercado Neumann, Edgardo Raúl
Auxiliares
Aguinaga Meza, Ernesto Alonso
Aliaga Farfán, Jeanette Sofía
Apolín Meza, Dante Ludwing
Barboza Beraun, Eduardo
Bardales Mendoza, Enrique Rosendo
Barletta Villarán, María Consuelo
Bermúdez Valdivia, Violeta
Boyer Carrera, Janeyri Elizabeth
Bregaglio Lazarte, Renata Anahí
Cairampoma Arroyo, Vicente Alberto
Campos Bernal, Heber Joel
Candela Sánchez, César Lincoln
Canessa Montejo, Miguel Francisco
Caro John, José Antonio
Derecho PUCP, N° 77, 2016 / ISSN 0251-3420
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