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Miguel Leon-Portilla Cédices LOS ANTIGUOS LIBROS DEL NUEVO MUNDO. : Sirota osrstueatuagn aan 1.0 oe ay 019, Set, Pe Re, srw Mate he LEU A ‘Suna mp ere e208 ego Meo INDICE ees rao na 8 NY at ucts como re an re nt te PARA TOOA LA REPOBLICA EN MATERA FEDERAL — INTRODUCCION, 11 Anrigedad de estos manuscivo, 15 El incerés que han despertado estos eSdices Y nuestro acercamiento 2 ellos, 16 AMOXTLALPAN: EN TIERRA DE LIBROS, 27 Fl caso del gloso cochim, 23 El involuntario desprecio del Inca Atahualpa, 25, Fl caso del observador nahus-pipil, 2 El aprecio mesoamericano por los libros, 29 Un ah wit, escribano, y sus disetpulos, 30 Lo que era ler y contempt un libro mesoamericano, 35 Los libros del sabio y el maestro en el imbito nahus, 42 Libro en ol palacio: la ester, el sta, 45 El palacio en cuya fachadaaparecengoberantesyexrbans, 46 Las inscripciones, paginas en pied, 47 Los libros y la “invests del poder’, $2 Visitando un palacio tacocano en tempos de Nerahualedyod (1402-1472), 53 El libzo en la vida de todos las dis, 8 2. VARIEDAD DE LIBROS Y SUS DISTINTOS USOS, 61 Libros de los que més natica tena el pueblo ‘en Mesoamerica prehispanica, 6 El tonalémat, bros de ls das y los destnos, 6 EL Tonalmatl dele pocbecs, s decir de los mercaderes, 69 Los libtos y Ia declracin de las wansgresiones sexuales, 75 matica consulta de un tonalimat: la dima antes de que los mexicas sucumbieran, 76 Destino de los libros: destruccin e intentos de propiciar su rescate, 8 Lo que oeurié entre los mayas de Yucatén, 81 Duroereporches a quienes quemaron los libros, 42 Supervivenciay rescate de la antigua expresion, cbioes y telatos histéicos, 84 El ibgo en teers de Oaxaca, 67 El rescateentte ls pueblos mayas, 91 (Oras formas de rescate: colaboracién de indigenas con espafoles, 96 [El Colegio de Santa Crur de Tlatelolco, 101 “Leccign perdurabl de los antiguos libros del México indigena, 108 43, EL BINOMIO ORALIDAD ¥ CODICES EN MESOAMERICA, 117 La selacin con los libros de pinturasy caracteres, 122 Cale eran las potencislidadessemnticas dels libros de pinturasy cémo se efectuaba la lecura de su contenido, 125, ‘Qué ocurtié con la orlidad y el soporte de ls libros dd pinturs, consumada la invasin espatila, 132 Las modemnas"lecuras” de los cddices, 139 twoice 9 4.GRANDES MOMENTOS EN LA INVESTIGACION DE Los CODICES, 145 Cuatro clebres exeudiosos de tiempos recientes, 147 Los indigena y os ebdices consumada la Conquista, 158 Los fries y otros que se Bjaron en ls ebdices, 163 Momentos estelares en el siglo XVII y principios del XX, 168 De Aubin y Kingsborough a Del Paso y Troncoso y Sele, 178 ‘Dos investigadores meritsimos: Del Paso y Troncosoy Sele, 186 Aporacionessobresalientes algunas décadas antes, y otras después de Caso, Nowotny, Thompson y Knorosoy, 19! Ediciones de varios conjuntos de eédices, 202 Los maestros de tiempos cercans, 204 En los afioe mis recientes, 215 5. LECTURA DE ALGUNAS PAGINAS DE CODICES, 225 La primera péging del Tonalémail de lor potest (Coie ejeruiry Mayer, 228 El sonalpohuali del Cidice Borbinico, 239 Una pagina de la Matrcule de sibuts, 250 EL Xoconachco en la pigina 25 dela Marfa, 259 La narraivahistérica del Cie Telleriano-Remens, 282 zAguacerocorrencial o fin de una edad csmica?, la pilgina 74 del Cidice maya de Dred, 267 ‘9-Viento, Quetzalesat,en la pégina 48 del cbdice rixteco conocido como Vindobonensic Mexicans I, 272 INVITACION MAS QUE CONCLUSION, 281 i copies APENDICE: PRINCIPALES CATALOGOS DE CODICES MESOAMERICANOS, 267 CCatélogosclaborados en la segunda mitad del siglo X%, 289 Los eddicesconservados en la Biblioteca Nacional de Antropologia (Mético), 259 La coleecién de la Biblioteca Nacional en Pats, 291 La mis amplia de las gus de cdices, 292 (Ours aportaciones en el Museo Nacional de Antropologia, 294 Aportaciones mas recientes, 295, ‘Una obra de conjunto acerca de los ices -ylienzos mesoamerianos, 298 BIBLIOGRAF(A, 501 FUENTES DE LA ICONOGRAFIA, 37 INDICE ANALTICO, 321 INTRODUCCION ibrosde pinta carers lamion en silo xs cro ninas exe sor nanisioe que hoy ombramos cbt cs de Mesaméie, Puesto que estoy dando como lo & scabs a palabra cies pienso que Ser perinente un consi deracién sobre el empleo deel para designar lr que de hecho ton los ns antigus manscsts del Nuevo Mando. Ingiiendoacere el vocblo codex —del que proven cdie— or encontamos con qu signa ginal uel de "won" del Chal se dtné ota acepin: la de “ables donde se exrbe™ En Cla, en la ancgiedad csc, lou ecrbanoyrepstaban una vate: dad de ten! La palabra code etd emparentada ecimogicamente con el vr- bo latin eda hr eu coum que equiva plpet desi ora. Su elcid con codex parce devvare de qu abil para csebirseibriaban del tronco de un Sto, que ha sido condo. endo ns lejos afar que el verbo ude ne lamina asin Aocuropes que fon gue, en so alemén, significa “glpear,y on ote cables como feawen en anglonijony grenade "Toque au pong wb tony colin dl abl ede ude ‘cnt tenn dena: Cin eno Rebr Barbu, The Baber Dison of aoa Te H.W on Compr. ‘Nace 8s Py dma Epa Wrench con 15h) Evel A Rory Btn For Dione sin ‘npn ne patel, Nae 358. antiguo, Bs interesante afadir que de la scepeién atriba menciona- da de “bill donde se esribe",provienen las més cereanas de “ob- digo’, “ciclo” y ‘codifica". “Aplicar el vocablo cade y cic alo libsos manuscrtos guarda cestrecha telaciin con el concepto original de “alia donde se esri- bo", Ast, cade signifi en la Edad Media “libro manuscrito", Hasta hoy los extudiosos de antiguos documents griegos, latinos, hebrai- coe, rabesy en otras lenguasemplean el vocablo adexo su derivado dive para refriese ata género de escrito. Se hala at del Codes ‘Sinaivow para desgnat a uno ballad en el Monasterio del Monte Si- ral en el que einchuye una de ls mds ancguas versiones de partes de los Evangelos ‘A punto fijo no se sabe —o al menos yo lo ignoro— quidn fue el primero en aplica a palabra eddie alos antiguos libros de Meso- ‘américa,Todavia ene siglo xvi! y principios de la siguiente cencuria se los mencionaba de otras varias forma "manusctitosFigurativs, “libros de pintura".. No empl la palabra eddies Francisco Javier ‘Clairol sabio veracruzano autor dela Historia antigua de Méxi- ‘ce parecida en Cesena en 1780, y sélo ocasionalmente el barén Ale~ sander von Humbolde ens Vint de las cordilea y monuments de los pueblos indgenas de América, obra publicada en Pas, en 1810. Si fue el primero en haeelo, le corresponderia, como en tants otras cost, el titulo de pionero, aunque tl ver siguié en esto a algunos bibliotecaris europeos que también comenzaron a empleara este respeeto la palabea codex ‘Algo parecido puede deirse del célebre Edward King, lord Kings- borough, que inetulé su magna obra con repreducciones de no po- cos obdices Antiquities of Mexico Comprising Fasimiler of Ancient ‘Mexican Paintings and Hieroghyphics, en nucve voldmenes, Londres, 1831-1848. Lapalabra cider o cade comenadaserempleada con gran frecuen- cia en este contesto desde mediados del mismo siglo x0. As, encon- ‘ramos que ya se vale de ella en ocasiones William H. Prescot en su Hisory ofthe Conquest of Mexico, Boston, 1843. Algunes aos des- svrmaouecion 8 ‘puts, ottos, coma francs Joseph Alexis Aubin y los mesicanos, Fer- nando Ramirez y Manuel Orozco y Berra también se srieron de el (Cuando se publicaron en Europa y México, fines de XI, repro- ducciones bastante cuidadas de vaio de estos manuscrtos, en casi todos los caso aparecieron com la designacién de cade 0 eddie. Es- 10 ocurié con las ediciones patocinadas por el duque de Loubat, varias con comentarios de Eduard Selery,asimismo, con las que sacaron a luz Francisco del Paso y Troncoso, Antonio Penal y Al- fiedo Chavero. ‘De esa suerte, aunque los libros de pincuas y caracteres de Me~ soamérica differen en varios aspects de los edices europeos medi vals, e conacieron ya universalmente como cédices del México antiguo, De las diferenciés que hay entre unos y otros cabe notar {que los de Mesoamerica ostentan formas de presencacién muy dis- tintat. Aa no tienen hojas propiamente dichas, ya que se elabora- ‘ban, como lo nové Bernal Diaz del Castillo, “eogidos a dobleces ‘como a manera de pafios de Castles decir a modo de biombo ‘ acordeén (véase Iconografla, 1). Incluso hay producciones meso- americanas del género de los cddices que ostentan a forma de rolos ‘0 e pintaron sobre lienzos. Ademds, en tanto que los cédices euro- eos no llevan nécesatiamentepineara, los de Mesoamérica las ie ren como elemento cractersico, ‘Varios sm los materiales sobre ls que exén pinados ets cbdi- ces, No pocos tienen como soporte papel echo de la cate ine- fir dl dbl conocido genéricamente como amat (varias especies de fd). Bo expica que en nut! se emplee la palabra marl para desgna l papel. De cla se deriva a su vere vocab mae ‘ue significa libro o dice. (eros de exor mansscios se pincaron/escriberon sobre soporte modo de papel, hechos de fbr del maguey (an agave). Asim, sevaleron de ils de manfeos,epeialmence de venados,pepar * Bernal Dia del Cail, Meisner dele Cou del ar Ep sob Para, Mexico, 1955 pg 108. coil ue de papel amc nae crme riba “Mice Taba pan ony aaa de cies Marcle vibes reroouccion 15 rasa manera de pergaines. En Ia mayor doco forma tn larga tas unas es perc on un peament, Pra exci ls signs gifs y pina en als spores se preparben con una i> Drimaura que hai poxbles rans Bemes yl apiacin dele co- lores pared pigments miner orgs Con ét, quien poco lea considers, ee haber xpi tado lo que son eto bros meameicanor. imi, qu een tl siglo xy mis ariplamente ens segunda mitad, cuando sin trodjoy general el vocal ce para fein a ln Pasay 2 falar cul fi elorign deste ibs cule ser ais or tas de acercamieno aos isms que ag intense ANTIGOEDAD DE ESTOS MANUSCRITOS Sabemos con certeza que los hubo desde por lo menos el periodo clfsico mesoamericano, ente los sigs uty vd. C. De ess silos ‘tenemos testimonios con repesentaciones de escibanos y libros en varios monumentor, entre ellos el palacio conocido como estruc- ‘ra 9 N-82 de Copia y en mis de una treintena de vasos de ceré- mica polieromada, también del periodo clisico maya en los que aparecen pintado ah ribo eseribanos mayas, con sus libros. Estos ‘ostentan la misma forma, con paginas en dableces, que lo hasta hoy ‘onservados.'En sus extremos, 2 modo de tapas, seven eabilas de madera recubiertas con pel de jaguar Pr ota parte, se han hallado en varios lugares de Mesoamérica restos de algunos libros de considerable antgiedad. Un ejemplo lo ofrece el loclizado en un entierro en El Mirador, iquiils, Chis- pas, probablemente de oxigen teotihuacano. Aunque los restos de s- te cédice y de otros mas, por el estado en ques hallan, son del rodo * Acct de a tepresnacons de ab edo, ebay en el bio ay, ‘ne Michael D. Coe, The May Sie and Wl, Groi, Nr York. 1973 y Francs Robiock, Maye Bao fb Det, Univer of Vigna A Museu, Carol, 1981, pigs. 564 6 ‘coos ilegibles, su examen ha revelado que se trata de muy ancguos ma- nuscritos prehispdnicos* Adem, los andi quimicos y de otra in dole que se les han practicado, muestran que fueron confeccionados «partir de materiales ongnicos, cas seguramente de piel de venado © papel hecho de la corteza de algunas variedades del drbol amate, tal como ocurre con los efdiees que, en mucho mjor estado, han Hegado hasta nosotros. ‘De os procedentes de los siglos xv al x0 se conservan quince c= dices. Provenen ellos de los mbitos minteco, maya y del Altiplano ‘Central. Conocides po los nombres de quienes los poseyeron o dels lugares donde se conserva, vesan sobre temas religiosos, astrolégi- os, calendiricos, genealgicos, hiséricos 0 econémicos. Desde a punto de vista desu manufactuta y del disefio de sus pagina pueden califiarse de aurénics obras de art. Entre ellos sbreslen los nom= brados Borgia, Ferry Mayer, Laud, Vindobonense, Nuttall, Bodie, Vaticano B, Dresdey To-Cortesiano, designaciones que resularian del todo extafias para quienes los pintarony eserbieron El mundo de los aédices mesoamericanos no remind con la Con- quis. Otros muchos se continuaron produciendo en el periodo col sal bien sea en papel de amate oen ottos de procedenca europe, as, como en lenzos de algodén. Mis de quinientos son los que de étos se conservan. Algunos, que integran el grupo conocido como Techia- loyan, fueron elaborados 2 fines del siglo xv yprincpios de xr EL INTERES QUE HAN DESPERTADO ESTOS CODICES ‘Y NUESTRO ACERCAMIENTO A ELLOS Respecto de lo que se ha investigado sobre los diversos eédices me- soamericanos, sebemos que atrjeron la atencién de espailes y “Sobre ie halla en EI Mindor, Chiat Agri, Mound and 1. 1 Mina Cigna, Bigham Young Unser, Pov, 1975, pig 6 ‘Accra dels ono ces rie 8. Thomo, Maye iceghplae Wing, Unive of Olsoma Pes, Norman, 196, p23, trnaouccion v ‘otros europeos desde muy tempranas fechas, Grande fue su sorpre- sual entrarse de la existencia de libros en teras de lo que se cono- «6 lego como Nueva Espafa. De tiempos posteriores datan los ‘studios formales de investigadores empeiados en conocer el conte- nido de estos ebdiges. En la aetualidad, como nunca antes, protic jguen en tal empefio no pocos investigadores mexicanos j de otras partes del mundo, Mi intencign es ensayaraqul varias formas de acercamiento alos ‘dices mesoamericanos. Cinco si los captulos que dan forma & see abajo, Tres de ellos nunca ants habian sido publicados; los ‘otros dos fueron presentados en sendoscongresos sobre cies. Aqul los oftezco revisados y ampliados il integrarseen este volumen En cl primer capitulo me propongo hurgar en la sgnifiacin que tenis el libro en los diversosaspectos y contextos del tanscuttr dela vida en “Mesoamerica. La intencién es entearnos de lo que representaba el libro enelsemplo, en la escuela, en e gobierno y administracin pir bic, ast como en el exist cotidiano, tanto de aquellos de lina, co- mo de los macehualesIa gente del pueblo, 'Y como los libros del Mexico ancguo, al igual que la cultura mis- ‘ma, sufiieton también el impacto de la Conquista, habré que en- sanchar luego la mira en un segundo capitulo pata ponderar lo que ‘enronces ocurrié. Hubo quienes deseruyeron los manscritosnativos [porque los consideraron inspirados por ef demonic. Pero hubo tam- biénentce los mismos expafioles quienes se doer de tl destruc * Los textos respondent los apo ly, publics nls evils ampli. presneon originate emo pone chert con reo: Saador Rueda Smithers, Cons Vga Sony Rogn Marlee Banc (ts )"Ls cies mesameicaon. Grane moments eine Bi’ Cis y decent be Ms (Sep tinpose se eis, “Taaco, 1994), 2 yl Insiuo Nacional de Antopaaac Hitoi, Meco 1997, pls. 13-62“ binomio orld y edie en Masamdrie Teer simpesio sobre’ Pucbl 197), Ear de Cub Naat, vl. 2, Ins de Investigaciones Hsia Unserid Nactonal Auténoma de Mexico, Mexico, 1997, pig 13554 Sabiosnacvossbreviviens contnuaron deborndo aes m= wsrts por su propa cuenta, También algunos Fle, poradores del humanism venacenssa adquiridoen las universdads en qu © alan forma no yal se dlieron de as peed sino que qu _ssieroncompensra escatando canto pron dl aig led indigena Acercindose a ancianos natvosconacedores des an- Tiguals y con el avilio de enudintes tambien ingigenas, dieron tigen a gues rauilen, mbites “donde pinta losis’ Sélo que entonces ya, como una dea eainaciones eta ve ost va, del Encuento de Dos Mande, et lbeioyn fa a iso Tempo una especie de poi, como los que habla en los gan- des monaseis yen a oar la uniensidades europe All shi to lalectara de vices cies nation y pal alabeto, en lengua ingens lo qu en ellos expremba, Se prodvjeronenonces ne: tes eddies con imagenes, signs gifs y lon ano en idioms ‘io como en espaol yan en lan, De este mod, algunos ka tries de México continsaron sendo "era de ros al modo ani 10 Amos Tn el tere apr atendeé aun punto de sums impor: la relacibn eine ent aoa dv, a radii comuri- cada de viva vor y el contenido dels cies. Tal reacin, sein Yeremos, foe lade un ecarpte binomio, Mi propésto es moxtat émo operaba ex relacn eh los impos prebsplicor mo fie tla factor clave en las macs lectus de ies cuando se quiso trans sigifiado de ns inary signs gifcos a textos en lengua indigen redactados con ect albdc. Enmareada yal signfcacin y empleo del bos inden ives contexts xpacio-emporaes del mundo mesoamercano,y anal us ueroes lactones con los textos tases con el alabet lana, meso acereamiento ao ie roger paso Inds. Consist een decir sort los que an sido grandes tmomentasen que dives investgadores, sobre rode dede eso 18 shan ocpado de els. Tales elasunto del care expel dl present Ibo, Al aproximaros sls dienes aporacones qu se manures 8 ban gcho, ns percataremos de muchos aspects en el contenido de tos cies. Finalmente, en el capitulo quinc la intencin es poner de mani- feo, a considerable varedad de los libro que han legado hasta nosotros, los prehspnicos y los del periodo colonial Par ello ofte- cexé a lectura de piginas de grande iter en varios dices del Al- siplano Cente el 4mbito maya y Oaxaca ascii escogidos son el Far Mayer, cya primera pigina nos ofece una imagen dea conccpcién meroamericana dl mundo. De Borbénico me fo en su pigina 4, ea aque aparece a trecena del ~ tonepobual, cuenta de os die-destinos, que comienza con el dia ‘echt (1-Flor), presiida pros dies dl canto yl msi. La gina 25 dela Mamiculade rit, ference als que entcpaba la provincia del Soconusco, nos acercaré la abundancia de produc torque acian posible a grander dels mexicas. El ice del pe- ‘iodo colonial conocido como Telerian-Remete 08 mostrar en st gina 46 «el registro de un imporant,acontecerhistrico: a gue- tradel Mixén en la que Fedo de Alvarado perdi la vida, en 1541 En a pgina 74 del Cae de Drade qu, junto con el Tio- Cortina © de Madrid, son lo mds bells manuscitosmayas, ncontaremos la imagen de un ctacismo gésmico en el que vaio doses partic paton. Finalmente, del libro mistec conocido como Vindebonens, conservado en Vien, sogeremos a pigina 48. Et el centrada en 1a figura del sefor de nombre clendiico 9-Vieno, Quevalsat, Su nacimieno, 0 Besceso ala tere i principales aiuto se presentan all. Corelacionao lo queen clase consign con vation textos indigenas sobre Quetta alancaremos tl vee a evoct algo as como un himno sagrado en alabanca del sabiocreador dela sandeza tlc. Después de una breve conclusién, que present & modo de invi- tac, ofrerco un apéndice en el que deseribo y coment los prin- cipales atlogos de dices hasta ahora publicados. La intencin es facta la consulta de estos manuscritos en los repositories en que Con el presente libro no pretend offeer un aexcamiento i re motamente exhaustive arco universo de estos libros. Aparcindo- me de las presenaciones del género de los eatlogos que, por certo habré de comenta, 0 de ls merasdescripciones, a veces sumarias, del contenido de los principales de estos manuiritos, intento apro- ximaciones diferentes, desde vatios puntos de vista. Con ell busco poner de relieve I riqueza y amplia gama de sgnificacones de los libros mesoamericanos que —vale la pena reiterarlo— son los mis antiguos que se produjeron fuera dl context del Viejo Mundo. De su gran valor cuvieron plena conciencia los mesoamericanos, ‘nd tarde algunos Galles humanists, en tiempos més recientes, losin- vestigadores, cada vez mas numerosos que se acercan a ells. Que los lecrores de estas piginasvalorentambign suriqueaa yleguen a sen tire atzaldos por lo que debemos calificar de auténtico tesoro, ese, deseo de quien escrbe aqut sobre estos preciados libros. 1. AMOXTLALPAN: EN TIERRA DE LIBROS uera del Viejo Mundo, slo en México y regione ercanas de ‘América Cental florecis laesciura ye are de hacer libros Poreso, eta dre geogefica de alta cultura que Iman Me- Soamési, bien puede aplicisele ambi el nombre de Amat >an“en terra de libros : ‘De las varias formas de escritura que en ella se desarrollaron dan ‘estimonio mils deiscipciones en monumentgs de pedr,enob- jets de cerimica, metal o hueso. tambiao libro hoy larados, dices, son portadores de imagenes pllcromas y signosjergll ficos que habla de aconeceres divinosy humanos. En las sinc enguas mcsoamerianasexsen palabras pra ex- presr una idea afin alo que entendemos por lio. Date, como ‘muestra, cl eo del nahua. Ames ex compuesto de dma papel” (hecho de la cuteula bros qe subyac al cotera del ibol ama, del ginero de los few), y de w-To que et aderezado o emplar todo". El vocablo reslane, ames significa “aderezo 0 conjunto de papeles de amare’. ie Los ames se conservaban en Ia ames-cal, casas de libros, situadas en as escuela, sabre odo en as sacerdotales yen lo tem los ypalacios. Bernal Dede Casi, el sldado cronista que pu do ver algunas de sas emawal,dtcribe cgo eran los dichos libros. Sus lectoresespaflspuieron imaginase ess larga tas de papel o de pices de venado adherids ene ques plegaban “co. 2 caress imo patos de Castill” de suerte que la superficie de cada dobler ‘equivala una “pégia’ ‘Hoy pesar de las destrucciones que compaftaron ala Conguis- «a, sobreviven unos pocos de eos libros prehspdnicos. No eenemos, por tanto, que acudir ya la imaginacién para conocer cémo son. los cdices. Hay ademés reproducciones facsimilares de ellos. Asi, ‘aungue no sea siempre fil acercarse un cédice original, y me~ ros ai renerlo elas manos ei desplegando sus piginas, nos queda la compensacin de ls modernas ediciones, algunas en verdad tan files que csi parecenflsificaciones Del contenido de lor cies, aunque exten estudios, comentarios y"lecraras” de algunos de ello, sera inexact dece que han sido des ‘ifrados por completo. Y recordaré que, ademés de los pocos édi- ‘es prehispnicor que se conserva, hay ottos, mucho més numerosos, ‘laborados en lo fice que siguieron ala Conquista. En os, aunque en grados disinos, penduran elementos que reflejan el atiguo are + de los eheiles,piore-escibanos nativs. Los eédices colonials tienen, asimismo, un interés muy grande. Adem de ser portadores de importants testimonios acerca del pasado indigena, muesran cé= mo se fueron asimilando distintasinfluencias cultuales del Viejo ‘Mando, Ello ex perceprible tanto en el contenido como en el trzo y cscltica de las imagenes y aun dels sgnosglficos. "Tomaré como punto de partda wes curosos episodio que dejan percbir la enorme diferencia que hay ente pueblos en posesién de tun siema de esertutay, asimismo, de libros, respect de aquellos ‘que carecen de est, ‘Los ste episodios ocurtieron en los primeros encuentro entre hombres del Nuevo Mundo y espaol. En ellos ents en juego un. libro o un papel esrito. En los tes epsodios, an distintos como in- teresantes, participaron respectivamente un cochimt de Baja Cali- fornia, un inca de Peed y un nahua, es decir un mesoamericano. * Renal Dias del Cl, His erdades dee Congine de lt Nae pe Fas 3 ori, Maco, 1955, pig 143 1 orate eka eos 2 ‘Aunque, de fechas aljadas entre st tienen étos en comin, ademés del tema, el echo de que ni el cochim, nie inca, ni el nahua te- fan atin fariliaridad con laculcura de “ios hombres de Castill". EL CASO DEL. GOLOSO COCHIME De lo que ocurié a ee “indo eaifori a Hegada dels esi- tas la peninsula, da cuenta el conta miembro de sa orden, Mie auc del Barco, que labors al cerca deena afos. Las coches ‘vivian originalmente en pequefas ranchers, desconacian la ags- altura yl cerdmica y se mantenfan como catadores,reclectoresy pesadors.Esablecidos los primeres contacts con els, ls te © ‘tro primers jesus que ali aban dsembarado der prn- pio a dos centros misonales. La ides erate aelos alas coch- ies para hacer posible su risianinacin, Unda et padre qu viva en el puereo de Loreto, cabera de as mi siones dels Californias, envié un pan que habia cocido en su hor- ‘no, con una carta, au coega establecdo en San Xavier Vig, en interior de la sierra. Hao entrega de ambas cor un joven cochi- smf que pari presuroso, pero ét, en el camino, ewo hambrey se comié el pan, Alege a su destin entegs al misioneo la cara. Ee, viendo «que nelle deca su colega que leenviaba un pan, pid al joven in- Aigena sel enuegara. Neg lac y uego pegunt al msoneo: Pees qui dice que me ha entregado eso para ti Este dice, respon ib el padre moseéndol el papel. Adminése el neo (el cock) de ‘que una cosa tan pequtapudiese hablar No obstance, dijo que, se papel lo dice, mien? ° Mig dl Barco, Hiri naval ymca de le ac Clif esto inteductro ein y nots de Miguel Ledn-Potl, Univenidad Naconl ‘Auténama de Mec, Meco, 1986, pig. 178 inde de aj Califia Gang Shack, A Voyage Round be Wo by the Way ofthe South Sea ane. BX TERRA DE LiHOS 25 Una segunda ver volvis el misionero de Loreto a enviar al mismo cochimt con ota catta y otto pan, Enel camino vols éxte a sent hhambre, Pero esa ver tomé la carta y la colo detrs de un peiasco para que as{no pudiera ver que secomia el pan. Al llega a su dest ‘no, hizo simplemente entrga de la carta. Como en elas informa: ba del envio del pan, el incerrogacorio volvié a repetise. El cochimt respondié que a l no le habla entregado cosa alguna. Initiendo el padre en ello, hab at el joven Qui lo dice Este lo dice respondié el padre, mosrindoleel papel Pues de miene, repuso el ot aoa ver es verdad que yo comt el pan dean ded, mas ahora yo le exond! y me puse donde no me ‘era, pues ahora dice que o lo com, miente porque no me ha vi to comer ni sabe fo que yo hice? ‘Como un ser animado debié concebir el cochim al papel ec Las raytas queen 4 habla hablabany podian comunicaraquelo de aque habtan sido testigs, lo que habtan visto. La escritura era un rmisteriogo scr que velay comunicaba lo que ast sabi Y lo mds inex plicable para el cchim! ers que e:papel ée con eaytas también po- ‘la mendry hablar incluso acerca de lo que no habia visto EL INVOLUNTARIO DESPRECIO DEL INCA ATAHUALPA Bien sabido es que los pueblos andinosdispontan de guipus, conjun- tos de cordeles de varios colors tamafos en los que hacian distin to nudes, Por medio de los guipur podian llevar muchas formas de cbmputory registro. Pero, apart de ete valiosoinstrumento, os ‘pueblos andinos no desatrollaton alguna forma de esrtura prop ‘mente dicha. Ahora bien, cuando Francisco Pzato, al frence de sus hhombres, se encontré con el Inca Arahualpa en Cajamarca, el 16 de noviembre de 1532, ocutié un dramitico sucso en el que un libro > ie vON LM Segunfropge wanes Bl pd Valve mcr Bibl lnc Ace nF Guan Pra de ya Nora erica bun gobierno ‘vo significacién muy especial. Del mismo dan cuenta el eronista cspril Francisco de Jerery el indigena Guamn Poma de Ayala, > Eleapelhin de Pizarorfay Vicente Velarde, ausilado pore intér- ree indigena Felipe de Huancabilea, hablé a Atahualps Entre ors casas le dijo que venta 2 convertlo ala verdaderarligisn, pues i i sus sibditos conoctan « Dios. Arahualpa lo interrumpiérespon- diendo que l sala a quien debiaadorar, al Sl y asus doses Preguns el dicho Inca a fay Vicente quién eo abla dicho (lo que Habis afirmado sobce un Dios muy grande. Responde fay Viente que le habia dicho el Evangel, el libro. ¥ dij Arahuaps: Dime, a sm libro para que me lo dia. Y ans elo dio y lo om en ls tae ros, comenaé 2 hoje as hoa del dicho libro. Y dice el Inc: Qué chime no me lo dice? ;Ni me habla am el dicho libro! Hablando con tande majestadaentado en su ton yl ech el dicho libro dele manos el dicho Toca Athuslpa La reaccin de Atahualpa frente al ibro que nada le deca, tajo consgo dramticas consecuencis. El padre Velarde, que no so sa- bia lo que era un ibro'sno que quisoinerprear el acto de Atahualpa ‘como un desprecio ala Biblia, exclamé: ";Aqut, caballeroe, con es {os indios gentiles que son conta nuestra fe!" Ignorar lo que eran libro fe buen pretexto para el ataque por sorpresa que tena prevs- to Pizarro. Atahualpa quedé entonces preso en calidad de rchén. Y bien sabemos po a historia que todo el oro que entregs luego a Pi- ‘atro de nada le sirvié para salvar su vida “Felipe Guarda Poms de Ayal, Nien crn y bugis, vl eicion Joba V. Mara, lens Adorno y Jorge L:Usows, Miso 16, Madi ig 392, EL CASO DEL OBSERVADOR NAHUA-PIPIL En un contesto diferente fue también muy distin Ia reacci6n de un indigena mesoamericano cuando por vez primera contemplé un libeoespafel. Debemos la historia al cronista Pedro Mércr de An- _leria quel servicio de los Reyes Catéicos, reunta toda clase de in formacién de lbior de cuantoslegaban a Espaia procedentes del Nuevo Mundo. De este modo pudo escribir sus elebres Détadas de (Orbe Novo y su copioso epistolaio. Refiere Pedro Mati lo que escuché de boca de un cierto Corr lee, Ocupaba dt hacia 1514 un cargo administativo en Panam He aqul dl testimonio de Pedro Méntc digi al Paps: ‘Ore oss que a mi enender, no debosilenciar. Un certo Canales, co- nocedor del derecho y alae de los darienenss, ice habe ropeado ‘on un fgiivo de las grandes tre del nero, lel habla buses do amparo en los dominios de un reyenvelo que encontd. Viendo el indgena quel alee enabs leyendo, dio un salto leno de sdmiaciéa ‘por medio deinéspreesconocedores del idioma del reyezul, ei Aigena exclams: Cm, eambién vrotoe rend ibe yz sere de caraceres para comunicars con los ausenes! Y asl dicendo, soiitaba «que se le mostra libro abet, cryendo que a a contemplr les cura patti por se encontes que er diferente. Decia que ls cud des dee pa etaban amurlldas, que out compsties ban vesidor 174 goberaban po ees, aunque nose ha averiguado cdl es su clos ‘upieron, no obsance, los nvrtos devs y por converse, que en a costumbre de cicuncidare, Qué dies a exo, Beathimo Pade Muy probable es que el indigena que asf reaccioné ance el libro cspail fers un nabupipil, eal vex del Huanacasteen lo que hoy ‘= Costa Rica, Par los libros informaban acetea de muchas cos * Pero Md de Angle, Dat da Nu Mand, ot uci eae ‘hs de Agia Miles Casa, Jet Pera ijn, Meio, 196, pig 395. {aera EN THAR DF LIBROS 29 Por eso, admirado de que el expat tuiera uno en sus manos, qui- so saber de qué tratab. El cochimi, inca ye nahuz ppl acruaron de modos radcalmen- te distncos ante un libro © pape escrito. Set vvienteo migicamente ddominado por el misionero era el extrafio objeto que decta lo que habia visto. Asi lo rey el cochimt. El Inca, en cambio, no pensan- doe rl modo, al tomar en sus manos el libro que leentregé el fal- le, nada menos que lz Biblia viendo que ésta nada le deta, con dlignidad la arrojé al suelo, 4 nahua-pipil, por su parte, curioso y attevido, se mostré admiral de que tambien los espafolstuvieran libros. Con paso firme se acer al tal Corrales que lo estaba leyen- doy quiso saber qué deca. Y, aunque lo que all estaba representa- do le results incomprensble,no por eso dudé de que fuera un libro Los nahuas bien sablan lo que era un ameli,/” EL APRECIO MESOAMERICANO POR LOS LIBROS Pari los mesoamericanes, como el nahua-pipl cuyo recuerdo con- servamos las cuentas del tgmpo el arte de esribiey sus libros per- tenccian al universo dels cosas divnas, En su origen eran preciado don de os doses. As lo refieren sus mitosy leyenda. Adem, los ‘cbmputos ealendéticos y mucho de lo répresentado en las insrip- ciones ls libros concerne alas atuaciones de los doses y lor des- ‘inos del hombre en la irra. Aun las inscripciones en exelaty otros ‘monumentos mayas, que exaltan la memoria de un gobernante o un guerrero, incluyen seSalamientosreligioos. Varios silos nos separan de la Mesoaméria prehispénica en la ‘que florecan arc y ciencia del tiempo, escrituray libros, Sobreviven al menos imagenes, signos y palabras, que abren rexquicos para aso- marse 2 su vida en templos y escuela donde los libros tenfan su camoxcalli es decir su propia ca LUN AH TSB, ESCRIBANO, Y SUS DISCIPULOS Un primer resquicio para contemplar lo que ocusiaen un comu- nidad maya, nos lo ofrece un vaso poliromado del periodo Clisico tardlo, es decir de hacia 730-800 d. C. No es ése el tnico vaso en ‘que esrinura, bro, maestzoy discipilés son el rema de lo que en él aparece pintado, Més de tcina vaos se conserva, procedentesso- bre todo del Petén y zonas colindantes en el 4ea yucatea, on ef- fies de uno o varios ah wb, exctibano maya y ambién de agin ab tmiat,sabio, maestro y sacerdote, que enseiavaliéndose de un libro. El vaso que nos abre exe primer resquicio, es relacivamente peque- fo, de 9.5 centimetrs de aleuray 10.2 cendimetos de didmetro. Se conserva en el Museo de Are de a Universidad de Virginia. Para en- teratnos de lo que en su superficie se expres, podemos contemplar aw pliamade mays dl prod Cie tio 32 coorces una orga que ofa el desarollo completo de lo qu ene 14 pintado einscricos 1a ecena oc proablemente en un templo o una euch s cerdotal. Seis figuras humanas aparecenpintadas en el vaso, todas clas sedentes. Dos son at de un ancano. Aunque una y ota osten- tan pequetas variants en el ocadoy agin otro atavo, come sus ‘ors ragos dl persone anciano son los mismos. Puede afi rare que es un solo personae en diferentes acttdes. Delante de 4, en ambos casos, se contemplan dos jovenes que, ncinados con reverent, se muestra atentos alo que dl expres. Repeco de as dos pacjs de j6venes, aunque hay ambi pequefas variants en sus avo, su rstosy conjunts denotan que son los miss en cena nceivas,sentados delate del ancano. De éte puede aadise que es “un dos vig", Por sus aos, nx Fi agua, boca hundia yoo sola consta que es Tzamnd al que se atbuye haber concedido alos hombres la excitur. Aparee en dl vaso como simbolo o prottipo del ah sth, el pintor-escribano, Ese acta aqui como un mato. Se et irigendo a los dos jove- ‘es, qe # muestan como sus dsipulos. Les habla y les hace ver un obic. En una de as ecenas tiene un pincel en su mano. Con {seal lb colocado en el suelo, ene ly los dos jvenes. Se pein clarameate las piginasdobladas del fice. leamnd, como ‘th i, xcribano-pntr por exelencaensefiaen su papel de mae t2, con a palabra ye ibe. Hay tes conjuntos de gif, Uno, las exenso, scala en eer teeme superior. Los otros ds sparecenente el ancano y los jévenes En un cat hay dos archos o loquesgifcos. En el oo tan slo se veel numeral 13 (dos bases y tes punts) repetid dos veces ‘Tomando en cuenta lo aportado por quienes han hecho una lee- tua de eras insripciones, parece posible el desifamiento de sus * Deters ldo forge de ete ao 2F Rubik y D-M. Hales en The Saye Bas of he Dea. The Connie Cae, Yale Universi Pr New Hien, 1981 p53. ‘awn. Ta Dios 33 conpouions Clee nla compen dl eo en elextemo per dla vel ous pacer de gurus dee Falls oct, tds a el egund oven qn en cent Einar s inna eect ane el be, ho eee tain por Thompon ou coment al Cie de Dede al de Ciica ua coer edens ql inde en su fo cag cut lon {cuca Ese compun de per lacus fam que gin“ teen"! Adem yor) on, pie sembra Qe maura ‘4 Ene lif bad eed come de me nombe dl oven sige dor dil misme Thomon sala que oe gif tebe eat coal ey elapse Ie ceca yen pee avila Afad qua ple dt shade ol “coe epi si? oss ifn gu ogucn de alu prcen “nombra deca oein [ques probabemente amit eons lan ino oh ai) que aparece do ees" Los nme egos toc dl eee sper Son 88,9713 Una teats inerprecin puede deve de lo hasta shor “led Tene ca un edo mltin Loenpres el hth, Su cetura gue d de does nba que se aura 4a pre -agunqe da vl queen gins bros recog eine Ta os nc, inci endo hfs ene gj do ab stb os dsm ha sid a, como Home each bid i ert mal ech y de pit" En edad lilo ented ese de aaj que fe tae, euene 8 ° hid, pp 1 J Bae © Thorp, Un cmemtrs al Cie de Dre i de elf ‘mayo, Fond de Cats Econ, Meio, 1972, pig 38 [Bic S. Thompion, Saye Hieephic Wisin, Unity of Olshora Pres, Norman 960 78 "© R Rabiceky D. M. Hales, The Migs Bok of th Dead. The Comic Code, pity 1 : "Juin Ke, Th Mi Va Bok A Cop of Rell Php of Map 0 tenor de Micha D. Cae y ts Kare soit Noo Ye 198, pg 67 4 cooices aah, “obras, esrtut [..]". Lo expres por el dos viejo, prototi- po del ab ib es sefialamiento de lo que es don suyo, La lectus, in- completa, se limita a pecibie que el don es la esreura, Como se procedié para identfiar el primer glifo en la inscrip- idm superior, también respecto de las dos esenas representadas puede romarse en cuenta “el cee” de as ds figuras que sedan as = paldas. El sentido de lo expresido iconogrificamente cela que el maestro se dirge en la primera escena a los jévenes, los hace refle- -xionat, valiéndose de la meifora del alimento, el jade y el agua, En la segunda, atende y seal yaa libro. Vaa comentario o est ya ha- cidndolo. La doble ecenailstrael proceso, desrito por varios eo- nists, entre ellos fay Diego de Landa, de lo que era la enseBanca ‘que impartian los sacerdoces ystbios mayas: Ensetitan lot hijs de lor otto sacerdotesy ot hijo segundos de los sefiores, que Io levaban pra eto desde aos, si velan ques incl aban a ete ofcio'™ “Tocantea las materas queen ess escuela saerdotales se imparcan, bbe aqua sacina enumeracién que de ella oftece el mismo ile Las clencas que enseaban eran la euenta de los aos, messy ds [a «sto pueden audios dos agrupamienss umeraes de 13, ent an ‘ano ys vents) las festasy eremonias, maners de adivinay,reme- + dios para lor males, las ancighedades, leery escbir con sus eras y caraceres en ls cuales escrban configura qu repreentaban lt citar que ccribian en us brs Lal” yao mico-céice nos deja ver algo del proceso de ensefianza eos sabiosy sacedots mayas con apoyo en sus libros. En todo Peay Diego de Lands, Relcin d otdYctd, ici perder aor Pcs Manes, Rabo, Meio, 1938 p75: » mia venerteat- BX TERRA DE LRROS 38 ‘momento mantentan ellos en celacén la palabra y l libro con sus lifes pineurs Y por cierto que los dos estudiantes del viejo maestro Ttaamnd resultaron aprovechados dscipulos. En otro vaso reapare- «en pero yatabsjndo por as cuenta. Uno ed pintando un cic, oxo tll una miscara, Conocemos sus nombres por una breve des. cripeién, Uno se lama Hun Chuen 1-Mono; el otro Ma'ax ambidn Mono, Estos nombes han sido interpretados como las de los her manastzos de los héroesgemcoe que sparecen en libro sagrado de los mayas quichés, el Pepe Vuh LO QUE ERA LEER Y CONTEMPLAR UN LIBRO MESOAMERICANO Enerars através de la imagen, el texto glifcoy a palabra implica tun camino propio y distinc s se compata con lo que ocurte en la cculcura occidental. En éta ler un libro seguir con la mirada la linea de palabras escrita all con el alfabeto. Esas palabras, en cuan- to significances, acuaizan en la conciencia del que le, ideas ¢imé- ‘genes previamente adquiridas y que se halla en ella como en ui repostorio conceptual e imaginativ. La letura va integrando las ideas imagenes evocads y, como en el caso de un ordenador elec- te6nieo, las contextualiza de acuerdo con la secuencia que confirié a su obra el autor del libro. Los dstntos lectres, al deriva del bagale cde sus tespectivas experencias el contenido de cada elemento en secuencia contextualizada del libro, etain acercéndote, cada uno cde modo diferente, a la misma obra YY puede afadirse que, aun sila misma persona, en tiempos dis- Finca, vuelve a ler el mismo libro, en realidad reatualisa vivencias clferentes sein las variables circunstancias en que se halla, Para seando al fl6sofo Heréclito, que decfaque “nadie puede bafiarse dos veces en el mismo rf, resulka que tampoco es dado “leer dos veces cl mismo libro". El caso de los cdices maya es dstinto. Al igual qu ls insrip- clones en as extelas y otros monuimentos, fs libros maya incuyen ‘textos jeroglfcosstuados al lado de diversas imdgene,cuyas si fp ng eee ates Teac a setae eon fa eo oe) OH 28 abo fae] er | foe » PE] Bee Re Peel le Te] Rae re ‘aMONTLALAAN EN TERR DF LIMOS a ficaconesecarecen, Las imagenes son portadors por sf mismas, dleuna gama de signifcames que abarcan un complejo lenge co- fogriico que inclaye el simboismo de sus colores. Tos signs glicos, a su vex, ein formados po imigenes. En unos casos son rostros 0 distntos rags wmatiot de seresdiv- 0s humanoso animales, flores y miples objets estilizados. Ea aires, hay elementos geométrics de diefoe muy varados. Estos sesuctran y agrupan de dos maners dats, Una es pre- sentando seeuencias de representacones de reaidades (otros, fo- re, excer) etlzadas, que denotan una palabra completa, Dichos gifs han sido lamadoeloo-gnémat po os moderne pigraisas intereados ene desifamleno de eta escritur. Se prec sf que la palabra (og) et epresentada en forma completa por un a= ‘mae dece por un sgn o cicero bixcamenteWdeogrifico. {a otra manera como se delinean lo lifes es Formando etucrras de dlementos de caicergeneralmente mis geomético, qe deno- tan slabs y ambi vaiadasrealzaciones morfolgicis. Dichos clementos con valor fondico, que se organizan formando “art cot” pars representa determinadst palabras, 40 los que, en 50 ‘conju, consiuyen una verdaraexrnr, la hge-lbicg que desarllaron lox mays. Por medio de ella pueden exprsaee divers géneos de sus tantvosindicando al estin en singular o plural ambien formas adjeialesy adverils, st como verbos con diversas denocacio- nes, mero, personas y dempos,Invexigadores, como J. Eric S “Thompion y Ginter Zimmermann, hablanidentficado numeroeos lifes mayat pero no descubriron la extructaa propia de ete st made excritura. Ello a sido obra principale de Yuri Knorotv, Enrique Bedi, Tatiana Proshouriakof, David H. Kelly, Michael (Co j, mds recientemente, Linda Schele y David Swart. Tomando cn cent us aportaciones ofercoaqu varias lectarsdetxtosg- foo. La lengua en a ques feta la lecture una forma antigua

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