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los grupos de indígenas de la época del descubrimiento de América era una población
escasa y dispersa. Estos grupos habitaban en las zonas montañosa, los Llanos y Guayana.
Los indígenas se organizaban en tribus independientes unas de otras, sin mantener una
unidad social ni política, es decir, no poseían una uniformidad cultural, por lo cual, algunas
de estas tribus se dedicaban a la pesca, a la caza y recolección de frutos, es decir, eran
nómadas; mientras otras obtenían su alimento gracias a la agricultura, ya que se habían
establecido en una zona determinada del país.
Se destacan básicamente tres familias entre los aborígenes de Venezuela:
LOS CARIBES: este grupo ocupó la región montañosa del norte del país, la cual comprende
desde el golfo de Paria hasta Yaracuy, así como los alrededores del Lago de Maracaibo y
parte de Guayana. Este fue el último grupo que se estableció en Venezuela, llegando
presumiblemente por el sur y el oriente, arrastrando asi a los Arawacos hacia el oeste. Las
tribus que más se detacaron fueron: Pariagotos, Chaimas, Cumanagotos, Palenques,
Píritus, Mariches, Tamanacos, Caracas, Teques, Quiriquires, Ciparicotos, Bobures,
Pemones y Motilones.
ARAHUAC DEL DELTA AMACURO: (arauaca). Se trata de un grupo muy aculturado que
vive en la frontera de Delta Amacuro con la Guyana. Arahuac ". Se dice que los Arahuac
vigilaron y escoltaron a los vikingos por sus viajes a través de los ríos amazónicos del Matto
Grosso.
ARAHUAC DEL RÍO NEGRO: Conocidos también como baniva, baré, guarequena,
curripaco y piapoco, de la familia Arawak. SU economía está basada en la explotación de
goma y fibra, y a cambio obtienen un salario escaso. Viven en la frontera del Territorio
Amazonas con Colombia.
ARUTANI: Este grupo, conocido como Anaké, está casi extinto y es de filiación
desconocida. Están ubicados el Alto Paragua, estado Bolívar. Uno de los 10 primeros ríos
de este estado lleva el nombre de la etnia.
BARI: (Familia chibcha) También conocidos como motilones bravos, es un grupo situado
en la Sierra de Perijá, estado Zulia. Son considerados agricultores excepcionales y de
cultura integrada. Tienen fama de violentos ya que antes de 1960 se les recuerda en fuertes
enfrentamientos. Su población ha mostrado un incremento tanto en Venezuela como en
Colombia.
CARIÑA: (Familia caribe) Viven en pequeños enclaves en el centro y sur del estado
Anzoátegui y al norte del estado Bolívar. es un grupos agrícolas provistos de una buena
organización social. Su sistema de orientación está relacionado directamente con el Sol
GUAJIBO: Este grupo, autodenominado Jiwi, habitan en los Estados Amazonas, Apure y la
zona sercanas a Puerto Ayacucho. En Colombia habitan las llanuras entre el Meta y el
Vichada. Son cazadores, pescadores y recolectores. Llamados también guahibo, chiricoa y
cuiva. En Apure también llamados como CHIRICOAS Y CUIBAS. Mientras en el Estado
Apure son una población perseguida, en el Amazonas cuentan con algunos dirigentes y
tienen cierto acceso a la educación formal.
GUAJIRO: (Arawak). Es una de las etnias más numerosas de venezuela y es quizás la que
ha alcanzado mayor participación social a pesar de su desorganización en los centros
urbanizados. Una ministro del ambiente y 3 miembros en la asmblea nacional son algunos
de los logros de esta etnia en cuanto a penetración en los poderes públicos. Están ubicados
principalmente en el estado Zulia y en Colombia y su actividad económica tradicional es el
pastoreo. Las mujeres son mayoría y sus decisiones son las que mueven a los distintos
grupos. Los Guajiros se dividen en 12 castas y tienen sus propias leyes que datan de cientos
de años.
GUARAO O WARAO: Son habitantes de los Estados Amazonas, Sucre y Monagas así como
la Guayana Esequiba. Son principalmente pescadores cazadores de arco y flecha,
recolectores de moriche, fundamentalmente para su subsistencia. Viven generalmente a
orillas de los caños. Son muy explotados por los misioneros y los dueños de aserraderos y
arrozales, carecen de liderazgo representativo y atraviesan por gravísimos problemas
médico. Se distinguen por la abundancia y variedad de su literatura oral y su música.
MAPOYO O YAHUANA: También conocidos como Wanai son de la familia Caribe y por su
precaria situación la etnia está actualmente protegida por la Ley de Protección y Defensa
del Patrimonio Cultural que establece entre las disposiciones relativas a la defensa del
patrimonio viviente del país, la atención a la cuestión de la lengua y el habla característica
de los colectivos que habitan las distintas poblaciones de Venezuela. Se encuentran al norte
del estado Amazonas. Para los Mapoyo y otros pueblos indígenas su territorio y todo lo que
hay en ella como montañas, ríos, animales, e insectos tienen como dueño al Espíritu
Creador y por lo tanto no se puede corromper, destruir y/o contaminar.
PANARE: Están ubicados en la zona noroeste del estado Bolívar (Caicara, La Urbana,
Túriba). Se trata de un grupo de economía recolectora y en menor medida agrícola. Están
en inminente peligro de ser desplazados por los criollos y sojuzgados por los misioneros.
PEMÓN: (Familia caribe) Están ubicados en el centro y sureste del estado Bolívar,
principalmente por el río Paragua y la Gran Sabana. son un grupo bien organizado. Su
economía gira alrededor de la agricultura y la minería (en esta última en calidad de
asalariados). La influencia misionera católica es excesivamente fuerte. Los arecuna,
taurepang y camaracoto son subgrupos de los pemones.
SAPE: Grupo casi extinto de filiación desconocida del Alto Paragua, estado Bolívar.
YARURO: se localizan en el centro y el sur del estado Apure entre los ríos Arauca y
Cinaruco. Su lengua es independiente y su agricultura, de tala y quema, es muy incipiente.
Son pescadores hábiles y hacen cestería, cerámica, curiaras y hamacas. Los shamanes son
tanto hombres como mujeres y se caracterizan por un alto grado de conciencia étnica y un
fervor mágico-religioso intenso. No cuentan con dirigentes propiamente dichos.
YUCPA: (Familia lingüística caribe) Estos habitantes de la Sierra de Perijá, Estado Zulia,
también se les conoce como motilones mansos. Se alimentan a base de frutas silvestres y
practican la siembra del maíz y la yuca dulce. Trabajan la cesterpía y los textiles y son
monógamos.
Las grandes familias lingüísticas representadas en las etnias de Venezuela son la arawak,
caribe, chibcha y tupí-guaraní, ya que la familia timote parece haberse extinguido en la
primera mitad del siglo XX en los Andes venezolanos. Las lenguas arawak son las más
numerosas: el wayuu (guajiro) y el añú (paraujano) en El estado Zulia; el lokonó o
arawako, en EL Estado Delta Amacuro. El resto de las lenguas arawak se encuentran en El
estado Amazonas, el tsaase o piapoko, el kurrim o kurripako, El estado bolivar, el yavitero
(casi extinto), el wakena y el baré. Las lenguas caribe: yukpa y japreria, en El estado Zulia;
el kariña en los estados Anzoátegui, bolivar, Monagas y Sucre; el pemón, en El estado
bolivar; el eñapa o panare, en el estado Bolívar; el mapoyo, y el yekuana, en los estado
bolivar y Amazonas; el yabarana, en El estado Amazonas. La familia chibcha en Venezuela
está representada por la etnia barí, en El estado Zulia, y algunos agregan a los tunebo,
quienes ocasionalmente aparecen en la frontera colombo-venezolana. El tupí-guaraní tiene
como único exponente el geral, suerte de prolongación de la etnia del mismo nombre que
puebla distintas subregiones del norte de Brasil.
Por otra parte, en Venezuela abundan las lenguas indígenas independientes, vale decir no
afiliables a ninguna de las grandes familias conocidas: elwarao, en los .EL Estado Delta
Amacuro, Monagas y Sucre; el sapé y arutaní, semiextintas, en El estado bolivar; el sanemá
y el yanomami, integrantes de una sola familia, en los estado bolivar y El estado Amazonas.
El jivi o guajibo, en los Estado Apure y El estado Amazonas; el jiwi o cuiba, muy
emparentados con el anterior, en los estados Amazonas y Apure; el piaroa, en los estado
Amazonas y El estado bolivar; el puinave, el maco (parecido al piaroa) y el sáliva (al norte,
en los límites con Colombia), en El estado Amazonas; el pumé o yaruro, en El Estado
Apure.
En la llamada zona en Reclamación, bajo soberanía guyanesa, se encuentran las lokonó -ya
mencionado- y el wapishana de la familia arawak; el akawayo, el patámona y el makushí
(muy similares al pemón de la familia caribe); el kariña -ya aludido- y el waiwai, también
de la familia caribe. Es preciso recordar que la gran mayoría de estas lenguas está ubicada
en la frontera de Venezuela con Colombia, Brasil y Guyana (exbritánica).
En la llamada zona en Reclamación, bajo soberanía guyanesa, se encuentran las lokonó -ya
mencionado- y el wapishana de la familia arawak; el akawayo, el patámona y el makushí
(muy similares al pemón de la familia caribe); el kariña -ya aludido- y el waiwai, también
de la familia caribe. Es preciso recordar que la gran mayoría de estas lenguas está ubicada
en la frontera de Venezuela con Colombia, Brasil y Guyana (exbritánica).
En algunos espacios de los estados Zulia , Lara , Falcón, Yaracuy y los Andes, estaba
poblado en buena parte, por indígena arawacos, los caribes y parte de los chibchas. Estas
poblaciones aborígenes entablaron indígenas permanentes con los grupos indígenas del
propio corazón de los Andes Timotocuicas y con los pobladores aborígenes preincaicos del
Perú y Bolivia, y con los chibchas de Colombia. Todos estos grupos constituían la población
dominante al tiempo de la llegada y desarrollo de la dominación europea a partir de finales
del siglo XV.
Los arawacos, caribes y chibchas dejaron su impronta etnolingüística en los poblados
caracterizados por la raíz: moco o mocu; ari, bari, guari, sari, tari y yari, así como la raíz
coro, boro, joro y aro, sobre todo en Barquisimeto, Falcón y en los llanos altos occidentales
y en los Andes.
Antes de la llegada de los europeos, poblaciones agricultoras que lograron resolver los
problemas del medio ambiente con una postura moderada y racional, teniendo como
resultado el equipamiento, tecnológico agrícola, donde destaca el uso de recursos
hidráulicos y una forma de trabajo profundamente comunitaria. En este sentido, lograron
desarrollar actividades agrícolas casi todo el año; los cultivos más desarrollados eran la
yuca, la batata, el maíz, la auyama, el ají. Desarrollaron igualmente la caza, la pesca y las
actividades comerciales, para obtener lo que no podían producir.
la política de exterminio puesta en práctica por los conquistadores, como por el proceso de
asimilación por parte de la cultura criolla que se fue gestando lentamente con la mezcla de
los aportes étnicos europeos, africanos y los específicamente aborígenes. Para el momento
del contacto el territorio venezolano estaba ocupado por centenares de grupos, familias y
pueblos indígenas que se encontraban dispersos a lo largo y ancho del territorio nacional.
Esos grupos, sin embargo, llevaban sus vidas de manera relativamente autónoma y no
formaban parte, ni cultural ni políticamente, de una unidad administrativa mayor. Hoy en
día, en cambio, los pueblos indígenas sobrevivientes forman parte de la nación venezolana
y se encuentran agrupados en 36 familias ubicadas en las zonas fronterizas -como los
guajiros que pueblan por igual territorios colombianos y venezolanos o los yanomami en
territorios venezolanos y brasileños-, en las selvas y sabanas del sur del Orinoco, en las
tierras lejanas de los llanos occidentales, o en zonas excepcionales como las que ocupan los
cariña en la Mesa de Guanipa.Aunque las culturas de estas comunidades permanecen aun
aisladas de la cultura general venezolana, ellas son de gran importancia para nuestro país
ya que pertenecen a los habitantes originales de las tierras venezolanas. A pesar de la
política de exterminio y del desdén criollo, la Venezuela actual muestra importantes
huellas de quienes fueron sus habitantes originarios. La nueva Constitución de la
República, aprobada en 1999, establece una sección completamente dedicada a reconocer
los derechos de los pueblos indígenas, entre los que se incluyen el respeto a sus territorios
ancestrales, sus lenguas y culturas, y su participación política.Una de las maneras más
intensas de sobrevivencia del mundo indígena entre los venezolanos resulta casi
imperceptible porque está en las palabras que usan a diario. La nomenclatura geohistórica
está llena de nombres indígenas. Desde términos puros -como Cumarebo, Paraguaná,
Curimagua, Cumaná, Píritu, Aragua, Maracay, Muchichíes, Mucuchachi, Chejendé- hasta
los resultantes de la mezcla indohispana -como
cultra indigena
costumbres indigenas y sus cultura
La bebida principal es el agua, pero las mujeres preparan también guarapo; mastican la
yuca hasta hacer una pasta que mezclan luego con agua, jugo de caña dulce y un poquito de
yare. Cubren la mezcla con una esterilla y la dejan fermentar durante dos o tres días.
Artesanía:
Los hombres fabrican una gran variedad de cestería que incluye “guapas”, mapire, cestas
en forma de cajas con sus respectivas tapas, esterillas para secar el pescado, fuelles para
avivar la candela, sebucanes y carcajes para los dardos de la cerbatana. La cestería es
sencilla pero vistosa, pues entretejen tiras de colores rojo y negro. El material que con más
frecuencia emplean es el famoso “itirite”, o la concha de caña del “casupo”. Y las mujeres
tejen los guayucos para ambos sexos en un telar de mano de forma oval horizontal y con
algodón. Los E’ñepa no fabrican utensilios de hierro. En conclusión, son las guapas las que
gozan de mayor demanda por parte de los criollos, dada la belleza, variedad y refinamiento
de sus tejidos y diseños; lo que hace imposible hablar de la cultura E’ñepa sin referirse a
una de sus más bellas expresiones artísticas, la Wapa E’ñepa.
En cuanto a cómo vivían los E’ñepa, tenían sitios de vivienda semipermanente y otros de
tipo provisional. Los de la sabana construían sus ranchos en repechos y colinas para estar a
salvo de las inundaciones. La vivienda E’ñepa carecía de ventanas e higiénicamente no
representaba la mejor forma de vivir. Las viviendas semipermanentes les invitan a pasar
una temporada larga, construían casas comunales junto al tinglado-taller; y las
provisionales, las construían en el conuco mismo o en el morichal cerca de donde puedan
abastecerse de agua durante la estación seca. Existen dos tipos de casas comunales: la casa
de forma redonda cónica y la casa oblonga. La primera, la redonda cónica se le conoce
como “churuata”, es una casa desprovista de paredes y con techo en tierra; y la casa
comunal oblonga se construye con la misma clase de material que la churuata. Para la
construcción de una casa comunal colaboran todos los hombres, mujeres y niños del grupo
local. Los paravientos y casas talleres, de forma rectangular, los construyen los adultos. La
conservación de la casa corre a cargo de las mujeres y sorprende la limpieza que reina en
una churuata en donde, en su espacio sumamente reducido, viven 50 ó 60 personas.
Las unidades de aldeas o casas comprenden por lo general dos o más familias nucleares y
éstas, normalmente, forman una familia extensiva. En la estación lluviosa las familias
nucleares son completamente autónomas y las decisiones incumben a los adultos, pero
solamente cuando es preciso solucionar necesidades del grupo. La opinión pública parece
ejercer un control mucho mayor sobre el grupo local que la autoridad individual del jefe.
COSTUMBRES Y TRADICIONES
El sistema social de los indigenas E’ñepa es muy informal: los jefes tienen muy poca
autoridad y la opinión pública, es una fuerza notable para garantizar el orden y la
obediencia a la ley o tradición. Por lo tanto el capitán tiene poder relativo y es seguido en
importancia por el cacique.
Matrimonio: Tienen el sistema matrilineal, el esposo, al casarse, pasa a formar parte del
grupo al que pertenece la esposa.
Creencias, ritos y religión: Sobre la vida religioso-espiritual no se sabe mucho. Existen
chamanes que curan y que protegen su grupo contra las “flechas” del chamán vecino.
También creen en un jaguar sobrenatural y en una variedad de espíritus que merodean, en
la noche, por la selva. Le tienen miedo a la noche, especialmente las mujeres. Los Panare
salen muy rara vez de noche, y sólo cuando la necesidad les apremia y es absolutamente
necesario.
Muerte: Según la tradición de los E’ñepa, al fallecer, la persona es enterrada con las
pertenencias que utilizaba estando en vida, con la salvedad de objetos de fabricación
industrial, obtenidos fuera de la comunidad.