La cachada teatro es un proyecto que a través del teatro Egly Larreynaga, propone a

cinco mujeres que trabajaban en la venta ambulante en las calles del salvador, la
creación de un grupo de teatro. Es un proyecto que lo considero dentro del desarrollo
cultural comunitario ya que provoca un cambio individual en las vidas de las
participantes y una consciencia colectiva de las problemáticas sociales del salvador.

Pienso que el desarrollo cultural comunitario no debe ser impuesto, por ejemplo un
taller sobre cualquier temática. Creo que los educadores o las personas que forman los
grupos deben conocer primeramente el contexto en el cual van a trabajar y a partir de
la observación ir creando actividades o proyectos determinados.

El arte como dice Egly Larreynaga en la entrevista de RTV es un agente efectivo de

cambios. Permite expresarnos i comunicarnos de diferentes formas con los demás. Por
lo tanto, los proyectos comunitarios que estén relacionados con la cultura y el arte son
otros métodos de intervención comunitaria efectivos porque a través de entidades
culturales de los territorios se pueden generar proyectos relacionados con el arte. En
los cuales las personas o colectivos en riesgo pueden ser partícipes de estos talleres o
grupos. Y en el inicio de los proyectos, como les pasó a las mujeres de la cachada
pensar y sentir que lo que están haciendo no sirve de nada, o no dará resultados pero,
con el paso del tiempo notar una gran mejora en sus vidas. Tal y como lo explica
Jaume Casacuberta: “La acción desde el DCC se refiere profundamente a la justicia
social y permite que comunidades y grupos que se pueden considerar “desvalidos” en
algún sentido, encuentren una nueva voz por sí mismos, una nueva manera de hacerse
oír y de tomar parte en los asuntos públicos que les conciernen directamente.”

Simplemente con el hecho de considerar a un grupo de personas, en este caso

mujeres, que son importantes y que tienen un sitio en la sociedad, hace que sientan
que lo que están haciendo tiene un valor y es reconocido por otras personas.
Implícitamente vas trabajando el empoderamiento y la autoestima. Sienten que son
importantes, que valen, que sirven en la sociedad y que sus historias son escuchadas y
a la vez, con el teatro se lucha y se reivindica las injusticias por las que pasan estas
mujeres en el Salvador. Ellas tienen el espacio para explicar sus vivencias y sus
inquietudes. Esto hace que se forme una comunidad, un sentimiento de pertenencia
hacia un grupo. Por ello, si la Cachada ha sido de gran ayuda para estas mujeres y
gracias a una disciplina del arte como es en este caso el teatro, no me magino otros
proyectos que se están llevando a cabo en otras poblaciones.

Por otro lado,