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FORO –

Que papel juega la evaluación y seguimiento del Pot?

Como se relaciona esta fase con el expediente municipal?

Como habrán actuado los municipios en esta fase?

Desde su perspectiva y profesión que variables destacaría?

Es susceptible el mejoramiento de la evaluación y el seguimiento?

Y de ser posible como lograrlo?

Desde cuando se promulgó la Ley 388 de 1997 o Ley Orgánica del Plan, en sus artículos 24 y 112,
se establecieron los criterios básicos de la fase de evaluación y seguimiento, cuya finalidad era
proveer unas herramientas para que los municipios, incluyeran como parte de los Pot, sistemas
para su evaluación y seguimiento.

En este orden de ideas, el artículo 24 de la citada ley, abre mecanismos de participación y sinergia
institucional a la hora de abordar la formulación de los Pot, destacando la importancia de la
ciudadanía y sus aportes desde una perspectiva de mediano y largo plazo, en la construcción del
territorio desde la perspectiva ciudadana y lo que se ha denominado cartografía social. Se concede
igualmente a la comunidad y sus organizaciones, el papel de vigilar y participar como garantes en
el seguimiento de los programas y proyectos, contenidos en los Pot.

El artículo 112 por su parte, establece la creación por parte de las unidades técnicas a cargo, de un
“expediente municipal consistente en una base de datos socioeconómicos de la población y un
sistema georreferenciado de información geográfica, que permita identificar el territorio,
herramientas con base en las cuales se diseñarían los sistemas de evaluación y seguimiento, cuyo
desempeño a lo largo de los 23 años de formulada la Ley 388 o ley de desarrollo territorial
presenta variables sustanciales, al intentar una apreciación desde una óptica nacional, justamente
por la diversidad en los parámetros de desarrollo, que presentan los diferentes municipios de
Colombia.

La adopción de estos planes de seguimiento y evaluación de los Pot, quedó sujeta a factores como
la capacidad de recursos técnicos, presupuestales y humanos, con que cuenta cada municipio, así
como un diseño administrativo competente para abordar el asunto, contando además, son el
apoyo del Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible. Las experiencias en este campo, han sido diversas; algunos unicipios han logrado
avances sustanciales en el tema, especialmente las grandes ciudades y zonas céntricas del país, en
donde hay unas dinámicas de crecimiento y desarrollo, que difieren mucho de las condiciones en
que crecen y se tratan de organizar los municipios de provincia o de la periferia, como también se
les llama.

Esa marcada diferencia geopolítica establece de hecho, distintos niveles de apropiación de


políticas y directrices nacionales, como las que establece la Ley 388 en torno a la construcción del
territorio. , teniendo en cuenta , además, que en el contexto nacional hay dinámicas
socioeconómicas fuertemente influenciadas por agentes externos, que intervienen en ese proceso
de construcción y ordenamiento de los territorios.

Desde esta perspectiva igualmente, los instrumentos de medición y seguimiento de políticas


públicas en materia de ordenamiento territorial juegan un papel preponderante en el esfuerzo de
los gobiernos municipales, para medir los alcances y desarrollos de los Pot y de esta manera,
hacer los ajustes permanentes de que habla la Ley. Para ello, “ los expedientes municipales” son
herramientas de primer orden, aunque como ya se dijo antes y por simple ejercicio deductivo, su
capacidad de adopción y aplicación difiere por esas brechas de desigualdad que presenta el
desarrollo económico, social y tecnológico del país. Como quiera que sea, la evaluación y
seguimiento en los términos propuestos por la ley, amplía el espectro de influencia al involucrar a
las instituciones ambientales, la empresa privada, las iglesias, las organizaciones de la sociedad
civil y al conjunto de la comunidad, tanto en su formulación como en el proceso de evaluación y
seguimiento.

Como un soporte, técnico, eficiente y veraz de información en los planos geográfico, social y
económico, para facilitar la tarea de medir los avances del Pot, se ordena por parte de la norma,
la construcción de un “expediente municipal” antes Expediente Urbano, consistente en una base
de datos y un SIG (Sistema de Información Georreferenciado), instrumentos que dentro del
concepto de planificación estratégica, permiten evaluar el desempeño de los municipios, en
relación con el cumplimiento las metas propuestas en los Pot. Para la construcción de estos
expedientes, los municipios deben adoptar como elemento preliminar, un sistema de captura de
información eficaz, que permita el acceso a una información detallada y en tiempo presente, de
las condiciones socioeconómicas y de uso del suelo, de las poblaciones sujeto de intervención,
así como de la configuración del territorio, desde una dimensión georreferenciada.

Este “expediente municipal”, se convierte en una especie de cuerpo móvil y estructurante, que
permite establecer variables y medir sobre la marcha, el alcance de las ejecutorias, bajo los
enfoques de la gerencia pública moderna, que mide el desempeño del ente administrativo, los
resultados y expectativas, así como el nivel de satisfacción del ciudadano.

El “expediente municipal”, es el instrumento básico para evaluar las ejecutorias en todos los
ámbitos de la gestión pública y medir las proyecciones del crecimiento, en las dimensiones de
ciudad y territorio, para lo cual se debe disponer de un Sistema de Información Geográfica SIG y
los alcances en materia de política social, servicios públicos, vivienda, recreación gestión del riesgo
y demás aspectos de la vida en la sociedad de hoy.

En principio, la casi totalidad de los municipios desatendieron este componente del Pot, habida
cuenta que la prioridad en ese momento, era la formulación de los Pot como tal y los gobiernos
locales se enfrentaban e ese entonces, a un tema novedoso, la planeación estratégica y el
diagnóstico situacional. Con posterioridad a esta fase, se introdujo el debate sobre la metodología
que deberían adoptar los municipios, para abordar la fase de evaluación y seguimiento, en el
sentido de si dejar en libertad para que cada entidad territorial adoptara su propia metodología o
se aplicara un método común para todos; finalmente, se acoge la segunda opción y el Ministerio
de Ambiente y Desarrollo Sostenible, elaboró unas pautas metodológicas, que denominó
“expediente Urbano” hoy “expediente municipal” como un instrumento para retroalimentar
procesos de planificación territorial y realizar sus correspondientes ajustes. A partir de estos
lineamientos, se da comienzo al acopio de los insumos, como las bases de datos y los sistemas de
información geográfica, que demandan cierto nivel de capacidad técnica, presupuestal y humana,
por lo que los avances en esta materia, son desiguales y la mayoría de los municipios colombianos
desconoce la efectividad o el fracaso de las políticas, objetivos y proyectos propuestos para el
ordenamiento de su territorios, justamente porque no se han adoptado sistemas
metodológicamente competentes, para el cumplimiento de esta función de gran importancia,
para mejorar las ejecutorias en materia ordenamiento territorial.

Desde la ciencia ingenieril, profesión a la que aspiro, y la perspectiva del desarrollo y


ordenamiento de territorio y con base en las variables que aconseja la Cepal, destaco las de
vivienda y uso del suelo, medio ambiente con énfasis en el tratamiento de residuos e
infraestructura de servicios públicos. Las considero de nivel prioritario, por el nivel de impacto
que tienen en la calidad de vida de los pobladores y la necesidad de fortalecer las políticas
ambientales, frente a los problemas del cambio climático y la necesidad de buscar alternativas,
para un manejo menos contaminante y agresivo de los recursos naturales.

Producto del proceso de implementación de los sistemas de seguimiento y evaluación de los Pot
en el país y ante las falencias y retrasos que se han evidenciado en la mayoría de los municipios,
se han venido adelantando investigaciones relacionadas con el tema, por parte de académicos de
diferentes disciplinas, como la que se llevó a cabo por parte de un grupo interdisciplinario de
académicos de la universidad del Valle y que concluye con la elaboración de un modelo para la
evaluación y seguimiento de los Pot municipales, con el fin de aportar desde la academia, una
herramienta tecnológica para que los municipios, mejoren su capacidad en la medición de los
resultados y metas logrados en su ejecución.

Bajo estos parámetros, puede decirse que la posibilidad de mejorar los sistemas de evaluación y
seguimiento, de los Planes de Ordenamiento Territorial, Pot de los municipios de Colombia, está
muy condicionada como ya se dijo, a la capacidad de cada ente territorial, para resolver desde lo
local, las necesidades en materia de recursos tecnológicos, presupuestales y humanos.

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