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Este artículo es sobre la criatura mítica. Para otros usos de este término,
véase Vampiro (desambiguación).
Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de la
esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre) para así
mantenerse activo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes,
esta superstición es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte
del panteón siniestro en sus mitologías.
En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el
prototipo de vampiro más popular es el de origen eslavo, es decir, el de un ser humano
convertido después de morir en un cadáver activo o retornado depredador chupador de
sangre.1
Índice
Es probable que el mito del vampiro en el folclore de muchas culturas desde tiempos
inmemoriales, provenga inicialmente de la necesidad de personificar la "sombra", uno de
los arquetipos primordiales en el inconsciente colectivo, según la conceptualización
de Carl Gustav Jung, y que representa los instintos o impulsos humanos reprimidos más
primitivos. Así, sería la encarnación del mal como entidad y una representación del lado
salvaje del hombre o de su atavismo bestial, latente en su sistema límbico y en conflicto
permanente con las normas sociales y religiosas.23
Aun así, el mito tal como es conocido en nuestros días proviene, además del citado temor
a los bajos instintos, de una compleja combinación de varias supersticiones, entre las que
se incluyen las creencias sobre la sangre (a la que se atribuye el ser fuente de poder o
vehículo del alma); el temor a la depredación, a la enfermedad y a la muerte (de la cual la
expresión más palpable es el cadáver), así como fascinación temerosa por
la inmortalidad y el instinto de supervivencia. 4.
Algunos estudiosos sugieren que el mito del vampiro, sobre todo el que se popularizó en
Europa después del siglo XVII, se debe en parte a la necesidad de explicar, en un
contexto de pánico colectivo, las epidemias causadas por enfermedades reales que
asolaron Europa, antes de que la ciencia lograra explicarlas racionalmente (Ver:Vampiro y
Medicina).
Etimología[editar]
"Vampiro" es una palabra que comenzó a ser usada en Europa en el siglo XVIII. En
el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, fue incluida por
primera vez en la novena edición, de 1843.5 Tiene origen en el término "vampire"
del inglés y francés, proveniente a su vez del término vampir en lenguas eslavas y
del alemán, derivado del polaco wampir y este a su vez del eslavo arcaico oper, del cual
existen raíces indoeuropeas paralelas en el turco y el persa. Significa a la vez: "ser
volador", "beber o chupar" y "lobo". Por otra parte, hace también referencia a cierto tipo
de murciélago hematófago.
Según el Diccionario Oxford de Inglés, la primera aparición de la palabra "vampire"
(vampiro, en inglés) fue en 1734, en un diario de viaje titulado Travels of three English
gentlemen (Viajes de tres caballeros ingleses), publicado posteriormente en el "Harleian
miscellany" en 1745.67
El término inglés deriva (posiblemente a través del "vampyre" francés) del "vampir"
alemán, que aparece a principios del siglo XVIII proveniente del
término serbio "вампир/vampir.89101112 La voz serbia wampira (wam = sangre, pir =
monstruo) designa al muerto que, según leyendas de la Europa Central, regresa a
alimentarse con la sangre —y, según ciertas variantes, con la carne— de los seres que en
vida estuvieron más próximos a él. De tal raíz surgen las siguientes
denominaciones: vampyr en holandés; wampior o upior en polaco; upir en
eslovaco; upeer en ucraniano. Este término ingresó "oficialmente" a la lengua alemana en
(1732) cuando fue reportado el caso de Arnold Paole (Ver: El vampiro en la edad
moderna). Sin embargo, los vampiros no eran un tema nuevo para las publicaciones en
alemán. Después de que Austria obtuvo el control del norte de Serbia y Oltenia con
el Tratado de Passarowitz en 1718, los funcionarios reportaron las prácticas locales
de exhumar cuerpos y "matar vampiros". Estos informes, elaborados entre 1725 y 1732,
recibieron amplia difusión.13
Aunque la etimología exacta no es clara,14 entre las formas proto-eslavas propuestas
están *ǫpyrь y *ǫpirь.15 Otra teoría menos extendida es que las lenguas eslavas han
tomado la palabra de un término turco para "bruja" (por ejemplo, del tártaro "ubyr").1516
El primer uso registrado de la forma antigua rusa "Упирь (Upir')" comúnmente se cree que
está en un documento del año 655 (del calendario bizantino o 1047 d. C.)17 Se trata de
un colofón en un manuscrito del Libro de los Salmos escrito por un sacerdote que
transcribió el libro del alfabeto glagolítico al cirílico para el
príncipe novgorodiano: Volodymyr Yaroslavovych.18 El sacerdote afirma que su nombre es
"Upir' Likhyi " (Оупирь Лихыи), lo que significa algo así como "Vampiro perverso" o
"Vampiro hiriente".19 Este nombre aparentemente tan extraño ha sido citado como un
ejemplo de supervivencia del paganismo y el uso de apodos como nombres de
personas.20
Otro uso temprano de la antigua palabra rusa se encuentra en la traducción rusa de
la homilía "Palabra de San Gregorio", fechada muchas veces entre los siglos XI al XIII,
donde se menciona el culto pagano de los "upyri".2122
Sinónimos[editar]
Existen diferentes nombres o variantes locales para referirse al vampiro, tales como:
vampir (вампир) en búlgaro y macedonio.
upir/upirina en idioma croata.
upir en idioma checo
upiór y wąpierz en idioma polaco, tal vez por influencia del eslavo oriental.
upyr (упир) en idioma ucraniano.
upyr(упыр) en idioma bielorruso, del antiguo eslavo oriental упирь (upir').
vampiry o vurdalak y upyr (упырь) en ruso.
En Grecia se les denominaba tympaniaios o vrykolakas dependiendo de su origen.2425
En el folclore caribeño, particularmente en Haití y Granada, se le denomina "loogaroo"
(deformación del término francés para hombre lobo, "loup-garou") a un personaje
-usualmente una mujer anciana- que se despoja de su piel y en forma de 'globo de luz'
roba sangre en la noche para ofrendarla al demonio a cambio de poderes mágicos. 26
Los cronistas ingleses medievales, como Walter Map y Guillermo de Newburgh,
denominan en latín al vampiro como "sanguisuga", es decir hematófago.2728
Características y atributos[editar]
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en
una publicación acreditada.
Este aviso fue puesto el 4 de marzo de 2012.
Maquillaje de vampiro para una protesta contra el Banco Mundial. Nótese los rasgos
tradicionales: tez pálida y ojeras (propias de un cadáver), además de los largos colmillos para
atacar y desangrar a sus víctimas.
Origen de un vampiro[editar]
En el conjunto de creencias populares se pueden distinguir unas formas básicas, a veces
complementarias entre sí, para que un ser humano se convierta en vampiro:
El Vampiro, litografía del siglo XIX por R. de Moraine (siglo XIX) ilustrando el momento en que
después de haberlo exhumado se destruye a un vampiro clavándole una estaca en el pecho.
En la Edad Media los vampiros empiezan a ser parte de mitos y leyendas relacionados
con personajes reales (Ver:Personajes históricos relacionados con el vampirismo) o con
sucesos e identidades míticas con algún trasfondo real.
En la Saga Eyrbyggja que data del siglo XIII, sobre la colonización de Islandia, se cuenta
cómo un jefe normando, Thorolf, regresa de su tumba para aterrorizar a la población hasta
que su cadáver es incinerado. También aparece este tipo de monstruo, llamado draugr en
islandés, en la Saga de Grettir.
En Rusia las creencias sobre vampiros, ligadas al culto a los antepasados como parte del
paganismo eslavo persistente, eran motivo de preocupación entre los evangelizadores
cristianos en el siglo XI, según se desprende de los comentarios del traductor al ruso de
una homilía de San Gregorio Magno.5152
En la Grecia cristiana se creía también en los Vrykolakas o tympanios, que atacaban a su
familia y amigos después de muertos.
En Inglaterra Walter Map en su obra De Nugis Curialium (1190) y William de Newburgh en
el libro V de su Historia rerum Anglicarum (1196), incluyen relatos tradicionales de
vampiros.53
En España, en la región catalana del Alto Ampurdán (Gerona), se originó en el siglo
XII una leyenda un poco olvidada pero que quizá sea la más importante sobre vampiros
en la península Ibérica, y es la del Conde Estruch, Estruc o Estruga, un anciano caballero
feudal defensor de la cristiandad, que vivió en el Castillo de Llers, destruido durante la
guerra civil española, y de quien se decía que murió asesinado y, como consecuencia de
una maldición por su represión de las costumbres paganas que persistían en la zona, se
convirtió en vampiro, aterrorizando mucho tiempo a los habitantes de la comarca,
seduciendo también a jóvenes mujeres que quedaban embarazadas para dar a luz
engendros monstruosos que morían al nacer.54
Igualmente en la población de Tarragona llamada Pratdip, nombre que en catalán significa
“Prado de dips”, existe la leyenda de los “Dips”, perros vampíricos que asolaron la
comarca y cuya figura aparece en el escudo de la población, así como en retablos de la
ermita dedicada a Santa Marina, la patrona local. En esa población existen también las
ruinas de un castillo que la tradición oral local atribuye fue la morada de Onofre de Dip,
señor feudal presuntamente convertido en vampiro.55
En Escocia existe una leyenda que se remonta al reinado de Jacobo VI de Escocia en
el siglo XVI, sobre Sawney Beane, quien conformó una salvaje e incestuosa familia de
caníbales y vampiros que asoló la comarca de East Lothian durante 25 años, hasta que
fueron descubiertos en la cueva en que vivían y ajusticiados en Leith Walk. 56
El vampiro en la edad moderna[editar]
El escritor esloveno Janez Vajkard Valvasor escribió a fines del siglo XVI sobre un
vampiro o strigoi de Istria llamado Jure Grando Alilović (1579-1656), al que se considera el
primer vampiro moderno documentado. Y desde comienzos del siglo XVIII las menciones
del vampiro pasaron de las tradiciones populares a las publicaciones periodísticas y
eruditas en Europa, apareciendo descripciones y análisis de casos específicos, de los
cuales el más emblemático es el de un hajduk serbio llamado Arnold Paole que motivó la
inquietud de las autoridades del Imperio austrohúngaro hasta el punto que comisionaron
sucesivas investigaciones conducidas por médicos militares autriacos que incluyeron
la exhumación y examen de los cadáveres sospechosos. El 13 de febrero (1731), el padre
de uno de los investigadores, el vienés Dr. Johann Friedrich Glaser, corresponsal del
diario Commercium Litterarium de Núremberg, remitió al periódico una carta describiendo
el caso tal y como se lo relató su hijo mediante una misiva fechada el 18 de enero. Más
tarde el médico Johannes Flückinger, quien condujo la segunda investigación, publicó en
Belgrado la obra Visum et Repertum (1732).57 Este libro, que circuló con profusión por
Europa, popularizó el vocablo latino "vampirus" que no se empleaba con normalidad hasta
entonces.58y junto a la carta de Glaser fueron difundidos, citados y reproducidos en
numerosos tratados (Ver El vampiro en la literatura) y artículos contribuyendo así a la
propagación de la creencia en vampiros entre los europeos cultos. Los errores en estos
informes médicos que dieron origen a la leyenda se explican hoy día por la poca
comprensión que se tenía en la época sobre el proceso de descomposición de los
cadáveres.
En el llamado Siglo de las Luces, cuando se propugna el triunfo de la razón y el
desprestigio de las supersticiones, se intentó desvirtuar las leyendas sobre vampiros. En
1746 el monje benedictino de la abadía de Sénones y exégeta de la Biblia Dom Augustin
Calmet publicó su obra Dissertations sur les apparitions des anges, des démons & des
esprits et sur les revenans et vampires de Hongrie, de Boheme, de Moravie & de
Silesie... (más conocido como Tratado sobre los vampiros y traducido al español por
Lorenzo Martín del Burgo) con la intención de desacreditar el mito mediante argumentos
cristianos;1 pero tanto esta como otras obras que nacieron a la sombra de la Ilustración en
contra del mito de los vampiros, como la Dissertatione sopra i vampiri (1774) del arzobispo
de Florencia Giuseppe Davanzati, solo consiguieron incrementar aún más la creencia en
ellos.
Igualmente el español Benito Jerónimo Feijoo, quien escribe en cursivas y con
mayúsculas la palabra "Vampiro", pues en el siglo XVIII, a pesar de estar generalizado su
uso apenas comenzaba a ser un término aceptado por la Academia, en su ensayo
comentando la obra de Augustin Calmet desecha la existencia de los vampiros afirmando:
«Por otra parte, pretender que por verdadero milagro los "Vampiros", o se conservan vivos
en los sepulcros o, muertos como los demás, resucitan, es una extravagancia, indigna de
que aún se piense en ella. ¿Qué fin se puede imaginar para esos milagros? ¿Por qué se
obran solo en el tiempo dicho? ¿Por qué solo en las regiones expresadas? Se han visto
resurrecciones milagrosas. Y no solo se deben creer las que constan en la escritura,
aunque no tengan el grado de certeza infalible que aquellas. Pero en esas resurrecciones
se ha manifestado algún santo motivo, que Dios tuvo para obrarlas. En las de los
"Vampiros" ninguna se descubre». 35
En L'Encyclopédie (1751) dirigida por Denis Diderot y Jean le Rond d'Alembert aparece la
siguiente definición: «Vampiro. Es el nombre que se le ha dado a pretendidos demonios
que se succionan durante la noche la sangre de cuerpos vivos y la llevan a cadáveres en
los que puede verse la sangre salir de la boca, nariz y los oídos. El padre Calmet hizo
sobre el tema una obra absurda de la cual no se le hubiera creído capaz, pero que sirve
para demostrar hasta qué grado el espíritu humano se deja llevar por la superstición». 59
Pero fue sin duda el poema narrativo del romántico alemán Gottfried August
Bürger Lenore (1773) el que puso de moda el tema del vampiro en la literatura junto con el
relato El vampiro (1819) de John William Polidori.
El vampiro en la edad contemporánea[editar]
El vampiro, que ya desde el siglo XIX es un icono universal en la literatura de ficción,
sigue presente en crónicas periodísticas y en leyendas urbanas actuales. El caso más
famoso en EUA en tiempos recientes y clásico en el folclore de Nueva Inglaterra, ajustado
a los cánones del mito, es el incidente sucedido con Mercy Brown fallecida a los 19 años a
causa de tuberculosis en Exeter, Rhode Island, y cuya exhumación en 1892 fue realizada
ante el temor de que se había convertido en vampiro. 60
Igualmente es notable, en la Inglaterra del siglo XX, el caso del vampiro del cementerio de
Highgate, en el suburbio londinense, que a finales de la década de los 60 fue el escenario
de una leyenda urbana según la cual era rondado por un vampiro con características
fantasmagóricas que se cobró algunas víctimas antes de ser destruido con intervención de
autodenominados cazadores de vampiros, que incluso llegaron a organizar una cacería la
noche del 13 de marzo de 1970, cuando decenas de curiosos y ocultistas invadieron el
cementerio en busca del supuesto vampiro.6162
En regiones del África postcolonial y en pleno siglo XXI, se siguen produciendo rumores
sobre vampiros asociados a los colonos, misioneros o representantes de organismos
europeos y adaptados a la modernidad, pues se mencionan vehículos automotores, sobre
todo de los pintados de color rojo, usados para raptar a las víctimas y el uso
de jeringas para extraerles la sangre.63
El vampiro en la cultura contemporánea[editar]
El arquetipo del vampiro está presente en la cultura contemporánea principalmente de
cuatro maneras:
Véase también: Drácula
Vlad Tepes.
También conocido como Vlad III o Vlad Tepes, es un noble héroe nacional rumano que en
el siglo XV luchó contra la invasión de los otomanos y es famoso por la crueldad de sus
métodos. Inspiró la novela "Drácula" de Bram Stoker por lo cual es relacionado con el
tema aunque no existe evidencia histórica que bebiera sangre de sus víctimas ni las
leyendas locales lo señalan de ser vampiro.23
Vlad III, que realmente era valaco y no transilvano según Bram Stoker, es
apodado Tepes que significa "Empalador" en rumano, por su método más famoso para
escarmentar a su enemigos. Draculea significa hijo de Dracul que a su vez significa
el dragón, y que era el título de su padre, Vlad II, un voivoda (príncipe) caballero de
la Orden del Dragón. Debido a su éxito en expulsar a los turcos de Valaquia, por lo cual
vivió en constante estado de guerra durante 1431 y 1476, y liberar la comarca de la
delincuencia, se le considera un héroe nacional en Rumania y el salvador de Europa pues
Valaquia junto con la vecina Transilvania, constituyen la puerta meridional de Europa que
todo invasor procedente de Asia, tenía que pasar obligatoriamente si intentaba conquistar
por el sur las fértiles llanuras europeas. Su historia es relatada en la canción titulada Von
ainem wutrich der hies Trakle waida von der Walachei escrita por Michael
Beheim, juglar germánico súbdito del rey húngaro Matías Corvino, en cuya corte conoció a
Vlad cuando este se refugió allí huyendo de sus enemigos. 66
La leyenda siniestra de Draculea surge como mínimo desde su época, cuando sus
enemigos solo podían explicar sus victorias militares atribuyéndole
poderes necrománticos. En el siglo XX su figura ha tratado de ser reivindicada.
Condesa Elizabeth Báthory[editar]
Artículo principal: Erzsébet Báthory
Véase también: Carmilla
Elizabeth Báthory.
Llamada "La Condesa Sangrienta", este personaje vivió entre los siglos XVI y XVII e
inspiró a Sheridan Le Fanu para crear en 1872 a la protagonista de su famosa
narración Carmilla.
Elizabeth, importante aristócrata húngara y famosa en su época en Europa por su belleza,
fue acusada de secuestrar en su castillo de Čachtice (en la actual Eslovaquia) a
numerosas doncellas vírgenes, nobles y campesinas, a quienes torturaba y desangraba
hasta la muerte para obtener la sangre que usaba en sus baños y bebía (aunque esto
último no se comprobara en el proceso), como parte de prácticas de magia negra en que
era asistida por un séquito de brujas, bajo la creencia de que así se conservaría bella y
lozana. El corto proceso, ordenado e impulsado por el emperador Matías II y el palatinado,
finalizó el 7 de enero de 1611, y mientras sus cómplices fueron torturadas y condenadas a
pena de muerte en la hoguera, a Elizabeth por su condición aristocrática y la importancia
política de su estirpe solo la condenaron a vivir emparedada en sus aposentos, que fueron
sellados para siempre y en los cuales uno de sus carceleros la encontró muerta en agosto
de 1614.67
En el siglo XX algunos cuestionan la verdadera magnitud de sus crímenes y la validez de
las acusaciones, atribuyéndole un carácter político a su proceso, cuyos archivos se
conservan aún y son la fuente primaria de lo que se ha escrito sobre ella. En todo caso, la
condesa Báthory es referencia ineludible en los estudios sobre el mito europeo del
vampiro pues su historia se entremezcla con las leyendas relacionadas con él mismo.
Gilles de Rais[editar]
Artículo principal: Gilles de Rais
Este aristócrata francés del siglo XV, que luchó en los años finales de la Guerra de los
Cien Años junto a Juana de Arco, torturó y dio muerte a unos 300 niños durante 8 años
hasta que en el año 1440 fue capturado, procesado y ejecutado.
Henry Fitzroy[editar]
Artículo principal: Henry Fitzroy
El personaje real, hijo bastardo de Enrique VIII y conde de Nottingham y duque de
Richmond y Somerset, murió a los 17 años, posiblemente de tuberculosis. Aunque su
muerte no está esclarecida ni hay referencias históricas a actividades criminales o
vampirismo, inspiró a la escritora Tanya Huff un personaje del mismo nombre, un vampiro
"bueno" novelista y detective, que protagoniza La saga de la sangre (Blood Ties),
convertida en serie de televisión.
El vampiro en la ciencia[editar]
En el siglo XVIII y en el contexto de la Ilustración surgieron escritos críticos buscando
desvirtuar el mito del vampiro. Voltaire dedica al tema, con su ironía característica, un
aparte en su Diccionario Filosófico68 y Fray Benito Jerónimo Feijoo dedica igualmente con
tono crítico al tema de "Vampiros y brucolacos" una de sus "Cartas eruditas y curiosas"
(1774) a propósito del tratado escrito por un contemporáneo suyo, el monje Augustin
Calmet llegando a la conclusión que los sucesos son el resultado de una imaginación
supersticiosa y del embuste.35 Con el tiempo, otros eruditos y científicos han tratado de
explicar los orígenes del mito y los fenómenos que lo componen a la luz de las ciencias
exactas y sociales.
Vampiro y zoología[editar]
Artículo principal: Desmodontinae
El vampiro en el arte[editar]
El vampiro en la literatura[editar]
Artículo principal: Vampiros en la literatura
Los escritos que intentan compilar y analizar racionalmente el tema con argumentos
filosóficos, teológicos y científicos, aparecen en Europa en los siglos XVII y XVIII cuando
incidentes atribuidos a vampiros, probablemente epidemias e histeria colectiva, barrieron
numerosos países de Europa Oriental. Esto produjo un interés generalizado en el tema,
generando comentarios de escritores de la talla de Voltaire, Descartes y Rousseau o el
padre Benito Jerónimo Feijoo quien en sus "Cartas eruditas y curiosas" (1742) dedica la
carta XX a comentar el ensayo sobre vampiros escrito por Calmet. 35
Entre los primeros tratados publicado en Europa sobre vampiros está el titulado
"Conceptos racionales y cristianos sobre vampiros o chupasangres" escrito
en 1733 por Johann Christoph Harenberg filósofo, teólogo e historiador alemán. 75 Pero
uno de los autores más famosos sobre el tema fue
el monje benedictino francés Dom Augustin Calmet (1672-1757), abad de Senones,
destacado exégeta e ideólogo de la Inquisición que escribió, entre otras muchas obras, un
libro titulado El Mundo de los Fantasmas que incluye el ensayo titulado Negociación y
explicación de la materia y características de los Espíritus y los Vampiros, y así de los
retornados de la muerte en Hungría, Moravia, etc. Con esta obra,1 Calmet realizó la
primera diferenciación clara entre los vampiros y los demás espíritus y demonios
planteando interrogantes sobre la naturaleza del vampiro, si está realmente muerto, o
mediante qué mecanismo es capaz de escapar de la tumba, y qué clase de energía
mueve su cuerpo, concluyendo que, a pesar de su naturaleza maligna, los vampiros son
seres creados por Dios. Igualmente señala que el paganismo no era causa suficiente para
conversión en vampiro, pues de lo contrario los romanos y griegos, que adoraban a dioses
paganos, se habrían transformado todos en vampiros.
En 1820 el editor Chez Masson publicó en París "Histoire des vampires et des spectres
malfaisans: avec un examen du vampirisme" de autor anónimo pero que algunos
atribuyen al famoso escritor ocultista francés Collin de Plancy y en el cual se propone una
visión racionalista del mito.
En Inglaterra el tema del vampirismo fue tratado en “The Vampire. His Kith and Kin” (1928)
y en El Vampiro en Europa (1929) por Montague Summers, quien realiza estudio sobre el
tema y describe la presencia vampírica a lo largo de la historia, desde la Antigua Grecia
hasta la época moderna, en diversos países de Europa.
Literatura de ficción[editar]
Véase también: Novela gótica
El musical Tanz der Vampir (El baile de los vampiros), con música de Jim Steinman y
basado en la película homónima de Roman Polanski quien también dirigió la
producción original, fue estrenado 1997 en Viena y ha sido representado en todos los
continentes.
El vampiro fue llevado al cine por primera vez en 1922, bajo el título Nosferatu, una
Sinfonía del Horror, con la inolvidable interpretación de Max Schreck y dirigida
magistralmente por F.W. Murnau. Desde entonces, el vampiro, ha protagonizado
incontables producciones cinematográficas.
Un memorable film de Fritz Lang es M, el vampiro de Düsseldorf de 1931, inspirado en el
caso de la vida real de un asesino serial de niños que conmovió a Alemania. A pesar de
su título no es realmente una película del género.
La imagen del vampiro-Drácula por excelencia en el cine de las primeras épocas ha sido
la del actor húngaro Béla Lugosi quien protagonizó la versión clásica de Drácula dirigida
por Tod Browning en 1931. En 1958 la novela Drácula volvió a ser adaptada para cine con
un toque más erótico a cargo del actor inglés Christopher Lee quien llegó a ser
identificado con el personaje tanto o más que Lugosi, protagonizando cerca de 10 títulos
con esa temática. En 1979, se filmó una nueva versión de Drácula protagonizada
por Frank Langella y en 1992 Francis Ford Coppola realiza Drácula, de Bram Stoker, más
fiel a la novela original que las anteriores versiones y en la que hace gala de todos los
recursos que el cine permite para convertir cualquier fantasía en imágenes.
En 1967, con un toque de comedia negra y con la introducción del primer vampiro gay en
el cine, el director polaco Roman Polański agregó con éxito a la filmografía sobre el mito la
película El baile de los vampiros.
En 1979 el director alemán Werner Herzog filmó otra versión de Nosferatu, fantasma de la
noche (Nosferatu: Phantom der Nacht) protagonizado por Klaus Kinski, Bruno
Ganz e Isabelle Adjani.
Tom Holland dirigió en 1985 Fright Night (La hora del espanto en México y Argentina,
y Noche de miedo en España). Se trata de un film con más humor que terror en el
que Roddy McDowall interpreta a un actor devenido en improvisado cazador de vampiros.
La película tuvo una secuela (Fright Night II) en 1988 y una versión en
2011 protagonizada por Colin Farrell.
En 1994 se realizó la película Entrevista con el vampiro dirigida por Neil Jordan y basada
en la novela homónima de Anne Rice quien elaboró también el guion.
En 1995, Mel Brooks dirigió la sátira Drácula, muerto pero feliz, donde él mismo interpreta
a Van Helsing mientras que el rol protagónico corre a cargo de Leslie Nielsen.
En 1996 se filmó Del crepúsculo al amanecer, que narra un enfrentamiento entre
humanos y vampiros en un bar de México, con dirección de Robert Rodriguez, guion
de Quentin Tarantino e interpretada por George Clooney, Salma Hayek, Harvey Keitel y el
mismo Tarantino.
El cineasta John Carpenter también hizo un aporte al género con su película de western-
horror Vampiros en 1998, año en el cual aparece también Blade saga fílmica de acción,
protagonizada por un dhampiro o cazador de vampiros contemporáneo, basada en cómic
del mismo título.
En el 2003 se inició otra saga fílmica compuesta
por Inframundo (Underworld), Underworld: Evolution (2006) y Underworld: Rise of the
Lycans (La rebelión de los licántropos) (2009), que narra una antigua guerra entre
vampiros y hombres lobo.
El cine de animación cubano produjo en 1985 Vampiros en La Habana, una comedia
sobre las aventuras de un vampiro adolescente cubano y en 2005 apareció la película
animada The Batman vs. Dracula, una síntesis-adaptación de la trilogía de novelas
gráficas publicadas por Elseworlds, sello de DC Comics, compuesta por “Lluvia Roja” (Red
Rain),“Tormenta de Sangre” (Blood Storm) y “Niebla Carmesí” (Crimson Mist), en
donde Batman enfrenta y derrota, sacrificando su humanidad al volverse vampiro, a un
recién resucitado Drácula, así como a una horda de vampiros que liderados por
el Joker aterroriza Ciudad Gótica.
En 2008, se estrenó la película sueca Déjame entrar, la primera adaptación del libro
homónimo y dirigida por Tomas Alfredson. En 2010 estrenaron otra adaptación también
homónima dirigida por el estadounidense Matt Reeves.
En noviembre del 2008 se estrenó Crepúsculo basada en la saga escrita por Stephenie
Meyer, seguida de las secuelas The Twilight Saga: New Moon en 2009, The Twilight
Saga: Eclipse en 2010, The Twilight Saga: Breaking Dawn - Part 1 en 2011 y The Twilight
Saga: Breaking Dawn - Part 2 en 2012.
En octubre del 2009, se estrenó Cirque du Freak: The Vampire's Assistant basada en la
saga escrita por Darren Shan, protagonizada por Chris Massoglia, Josh
Hutcherson y John C. Reilly. Narra la vida de un chico que se transforma en semi-vampiro
para convertirse en asistente y aprendiz del vampiro Larten Crepsley, luchando contra
vampiros sedientos de sangre humana.
En 2013 se estrenó Only lovers left alive, de Jim Jarmusch, que narra una historia de amor
entre vampiros.
En 2014 se estrenó Dracula Untold del director Gary Shore y protagonizada por el actor
gales Luke Evans. La película cuenta la historia de cómo el Príncipe Vlad se convierte
voluntariamente en vampiro para salvar su reino de la invasión Turca, dando así origen a
Drácula, que en la película es interpretado como Hijo del Diablo.
El año 2014 también se estrenó What We Do in the Shadows (Lo que hacemos en las
sombras) un mockumentary que muestra la vida de 4 vampiros (que viven en una casa
en Wellington, Nueva Zelanda) y cómo estos se las arreglan en la vida moderna
-con internet, teléfonos móviles y salidas a la discoteca- a pesar de provenir de épocas
muy diferentes (pues al ser vampiros, son inmortales). Estos 4 personajes representan a
la vez estereotipos recurrentes de los vampiros en la cultura popular: Vladislav representa
a Vlad lll o Vlad Drăculea, un distinguido y sexy conde que aprovecha sus poderes de
seducción para conseguir nuevas víctimas; Viago, que encarna la forma más clásica del
vampiro culturalmente (cabello negro, piel blanca, ropa aristocrática del siglo XIX y sangre
por todas partes) pero a la vez es el más sociable y quien cohesiona al grupo; Deacon,
quien fue convertido en vampiro en la Segunda Guerra Mundial (este no coincide tanto
con un estereotipo de vampiro pero representa la idea de que estos sobreviven a través
del tiempo) y por último Petyr, de quien apenas se sabe mucho, pues pasa sus días (y sus
siglos) encerrado en el sótano de la casa: este representa claramente a Nosferatu, pues
tiene ocho mil años y a pesar de tener nulo contacto con el mundo exterior, es el que más
poderes sobrenaturales tiene. El 'falso documental' muestra sus vidas en el día a día,
cómo estos no pueden salir de casa si hay luz del sol y deben arreglárselas para entrar a
algún bar o discoteca (pues primero tienen que ser invitados) y finalmente, a pesar de que
son vampiros y su único deseo es chupar sangre, a veces extrañan su vieja vida humana.
El filme interactúa constantemente con los clichés existentes sobre los vampiros (como
por ej. su rivalidad con los hombres lobo) y finalmente muestra una cara más cálida y
divertida respecto a lo que generalmente se muestra sobre ellos.
Televisión[editar]
Artículo principal: Vampiros en la televisión
Los vampiros son tema frecuente en las historietas y novelas gráficas de terror, tales
como Blade, protagonizada por un cazavampiros híbrido entre humano y vampiro, es decir
un dhampiro. En esta serie se propone el origen genético de los vampiros en vez del
tradicional sobrenatural, siendo el conde Vlad Drácula (Drake en el cómic) el primero de la
especie denominada Hominus nocturna.
De los manga sobresale la serie Hellsing, en la que la orden de los Caballeros
Protestantes Reales, descendientes de la familia de Abraham Van Helsing, luchan contra
seres sobrenaturales como vampiros, demonios y ghouls.
En 1981 DC Comics introdujo un nuevo personaje vampiro, Andrew Bennet en la serie de
terror The House of Mistery. Su vida y aventuras eran contadas en una serie de episodios
bajo el título I, Vampire. Estos episodios dominaron la mayoría de los nímeros de House
of Mistery desde marzo de 1981 (Nº 290) hasta agosto de 1983 (Nº 319).