SOBRE LA PERCEPCIÓN EN EL TRÁNSITO DE LA ACTITUD NATURAL A LA

ACTITUD FENOMENOLÓGICA
On the perception in transit of natural attitude to phenomenological attitude

Lina Roxana Imbachi Ijaji

Universidad del Valle – Departamento de Filosofía

Resumen:

En el presente texto se identifica la misión que le corresponde a la percepción dentro del

proceso reflexivo para la actitud fenomenológica, y cómo opera en la misma. A partir de allí,
se hace un intento de acercamiento, en lo que a la reducción fenomenológica refiere, y luego
se esclarece un paso a paso dentro de este proceso reflexivo. La percepción es el puente que
conecta el mundo con la conciencia, además de eso permite crear vivencias gracias a su fuente
de conocimiento, los sentidos. Dentro de la línea fenomenológica, es de vital importancia tener
en cuenta este concepto a la hora de tomar la actitud fenomenológica.

Palabras clave: Fenomenología, percepción, actitud natural, actitud fenomenológica.

Abstract:

This text identifies the mission that corresponds to perception within reflective process for the
phenomenological attitude, and how it operates in it. From there, make an attempt is made to
approach, as far as the related phenomenological reduction is concerned, and then step by step
is clarified within this reflective process. Perception is the bridge that connects the world with
consciousness, in addition it allows to create experiences thanks its source of knowledge, the
senses. Within the phenomenological line, it is of vital importance to take this concept into
account when we take the phenomenological attitude.

Key words: Phenomenology, perception, natural attitude, phenomenological attitude.

§ Introducción

El poder dar cuenta del mundo y su realidad misma, desde las estructuras intencionales de la
conciencia, fue lo que Husserl legó en su trabajo filosófico. La fenomenología, descrita como
ciencia de fenómenos o de esencias, resalta un proceso reflexivo en donde la percepción hace
un papel de puente entre el mundo y la conciencia. El siguiente trabajo se centra en presentar
en primer lugar unas consideraciones previas que son menester, y que he creído convenientes,
resaltar de nuevo; se trata de conceptos tales como experiencia, esencia e individuo. Después
de eso, en el siguiente punto se intentará, en la medida de lo posible, definir el papel de la
percepción durante el tránsito de la actitud natural a la actitud fenomenológica, en aras a las
lecturas de Husserl y Merleau-Ponty.

§ Consideraciones primeras

No existe un fundamento más grande de conocimiento que no sea la experiencia. A partir de

ella, se crea un estadio primario en donde todos los conceptos y vivencias del mundo,
aparecidos, primeramente, se significan e interiorizan; llamado de otra manera, es la actitud
natural. Se llama así porque es innata y permite dar cuenta de lo que se aparece
inmediatamente en el mundo mediante los sentidos. Husserl (2013) expone en su obra Ideas I,
que mediante la experiencia se tiene un primer acercamiento a las formas del exterior: “La
intuición DADORA de la primera esfera del conocimiento, la “natural”, y de todas sus ciencias,
es la experiencia natural, y la experiencia ORIGINARIAMENTE dadora es la PERCEPCIÓN,

entendida la palabra en el sentido corriente.” (p.87). Así pues, la actitud natural posee campos
de percepción, dentro de los cuales es la atención lo que permite determinar específicamente
algo en concreto para ser analizado.

La percepción externa muestra los aspectos físicos del mundo mediante los sentidos. Cada
olor, sabor, sonido, color y textura que le pertenecen al afuera pueden ser percibidos mediante
la sensación; la cual permite obtener propiedades de las cosas del exterior. En la percepción
interna, por otro lado, se guardan los recuerdos que se forman a partir de lo percibido en el
exterior; de esta manera, cada persona posee una captación particular y diferente del mundo
(Husserl, 2013, p.88). Por lo anterior se puede afirmar que el mundo está para ser percibido, y
le es inherente un ser que pueda percibirlo; el sujeto fenoménico. Así, tanto la percepción
externa como la interna, permiten crear vivencias que serán almacenadas dentro de la
conciencia, estos contenidos que se forman allí son descritos como objetos fenoménicos.
Entonces, la fenomenología va a dar cuenta de la subjetividad y el mundo será su
indispensable escenario.

Estos conocimientos nacidos en la experiencia también son llamados hechos. Se fundamentan

en la realidad dentro del espacio-tiempo; pues no puede haber dos cosas en un mismo espacio
a la vez. En la conciencia, es el tiempo quien determina la duración de los conceptos
percibidos del mundo; al no tener una relación constante con los mismos, la significación en la
experiencia puede verse afectada. Sin embargo, estos conceptos sólo determinan algo
específico, a la esencia. Afirma Husserl que la esencia está regulada por la experiencia y es
particular, del mismo modo designa lo que se encuentra en el ser más propio de un individuo,
su causa. De esta manera, el individuo que percibe está sujeto a los hechos y le corresponde
una esencia, un modo de ser, que es expresado mediante predicados. El sujeto fenoménico es
otro punto clave dentro del sistema filosófico de Husserl pues es quien tiene la tarea más
importante de todas, dar cuenta del mundo.

El individuo en Husserl es concreto, dentro del carácter ontológico, y lo conforma la

singularidad y los predicados esenciales; esta estructura permite crear un camino dirigido al
eidos, la esencia más pura. Esta esencia se intuye sin mediación del logos, es decir, no posee
un carácter empírico que puedan dar fundamentación de ella a priori. Es a partir de la intuición
que se pueden crear representaciones mentales, Husserl (2013) afirma que “Una INTUICIÓN
EXPERIMENTANTE O INDIVIDUAL puede convertirse en VISIÓN ESENCIAL (IDEACIÓN)
―posibilidad que por su parte no debe entenderse como empírica, sino como posibilidad
esencial.” (p. 90). La posibilidad esencial, de la misma manera que la percepción, posibilita el
paso del individuo a la cuestión del qué de la cosa. El individuo en contraposición con el
eidos, se organiza de tal manera que pueda significar la idea de la esencia sin tener que caer en
ejemplos de la realidad, materiales.
§ El papel de la percepción dentro del proceso de la reducción fenomenológica

Esta sección intenta dar cuenta de si es posible clasificar las reducciones fenomenológicas
dentro del término proceso. En el significado de la palabra se encuentra que es una secuencia
de pasos para llegar a un resultado específico. Así pues, en fenomenología encontramos
primeramente a la actitud natural como aquella realidad que está allí esperando ser conocida.
El ser humano al ser espectador y tener una amplia visión del mundo, lo primero que hace es
acceder a él, y lo hace en la actitud natural. En ella se puede navegar en un infinito mar de
conceptos al hacer la relación entre conocimientos anteriores, para hallar similitudes con otros
fenómenos percibidos anteriormente, y los nuevos. Después, está la actitud fenomenológica
que se da cuando se pone la tesis de la actitud natural entre paréntesis y se centra en una
dimensión más profunda del ser como conciencia interna de la experiencia.

La realidad está para aprehenderse, tiene un ser y está siempre existente. Husserl (2013)
expone la tesis de la actitud natural afirmando que:

La “realidad” la encuentro ‒es lo que quiere decir ya la palabra‒ ahí delante como
EXISTENTE y LA ACEPTO, TAL COMO SE ME DA, TAMBIÉN COMO EXISTENTE . Ninguna
duda y ningún rechazo de datos del mundo natural cambia nada en la TESIS GENERAL
DE LA ACTITUD NATURAL. “El” mundo está siempre ahí como realidad; a lo sumo, es
aquí o ahí “distinto” de los que yo presuponía; esto o aquello debe ser, por decirlo así,
borrado DE ÉL a título de “Ilusión”, “alucinación”, etc.; de él, que ‒en el sentido de la
tesis general‒ es siempre mundo existente.

Dicho de otra manera, en la tesis de la actitud natural se trata de asumir que la realidad cuenta
como un ser propio, que basta conocerlo como es y, así mismo, es independiente de quien lo
conoce. Sin embargo, es relativo para cada sujeto en particular; cada individuo tiene una
percepción distinta de las formas del mundo. Ahora bien, se tiene en cuenta a la actitud natural
como algo innato y primero en la conciencia de un individuo, su modo de aprehensión es a
través de la percepción obtenida de los sentidos. Dentro de la percepción existen unos campos,
o zonas, que ofrecen un aspecto diferente del mundo; esto se da gracias a la atención, que
permite, al sujeto que percibe, contemplar desde distintos lugares la cosa para después formar
una descripción de la misma.

Lo anterior es, pues, el primer paso dentro del proceso de la reducción fenomenológica. Lo
que le sigue es poner la tesis de la actitud natural entre paréntesis; en palabras de Husserl es la
epojé, el cambio de actitud, lo que permite el siguiente paso. El mundo se queda entre
paréntesis mientras se entra en contacto con otra región del ser, a saber, la conciencia. Todos
los conocimientos que se han adquirido en la actitud natural mediante la experiencia y las
vivencias, serán tenidos en cuenta para entablar una relación entre el mundo y las
concepciones que los individuos tienen del mismo. La reducción fenomenológica permite
reconducir la percepción de una manera reflexiva hacia la región de la conciencia, en donde se
encuentran los saberes empíricos necesarios para llegar a su fundamento más puro.

No se habla de la percepción hasta que se busca la justificación del cómo se obtienen los
conocimientos empíricos. ¿Es un estado? O está siempre presente para posibilitarnos el
contacto con el mundo. Merleau-Ponty (1993) en su obra Fenomenología de la percepción,
afirma que esta es inseparable de la conciencia. La percepción se denota mediante la
sensación, y esta misma es instantánea y puntual: “Todo el saber se instala en los horizontes
abiertos por la percepción.” (p. 223). Así pues, la percepción sólo es producida por el sujeto
que, valga la redundancia, percibe. Sin embargo, se puede cuestionar si los animales también
la tienen, puede que así sea, empero esta será guiada mediante el instinto. Entonces no es muy
diferente de la percepción en el ser humano que siempre está en alerta, está siempre activada.

En este punto me entra la cuestión sobre si son realmente necesarios los conocimientos
experimentados, puesto que, si bien en la actitud fenomenológica existe una trascendencia de
la conciencia, es ella la que podrá reflexionar sobre los mismos; en ese orden de ideas, sí son
importantes las leyes aprendidas en la actitud natural. Por otro lado, en la actitud
fenomenológica, puedo entender que la percepción al igual que la actitud natural se queda
entre paréntesis, puesto que ella está ligada con el sentir físico; al ser de esta manera, no
corresponde al ámbito de la conciencia y la subjetivación.
§ Conclusión

Al ser ciencia de esencias, la fenomenología nos permite acceder al mundo tal y como lo
percibimos. La percepción está ligada intrínsecamente a la conciencia, la atención y la
experiencia. Así pues, es menester en la actitud natural y su tránsito a la actitud
fenomenológica por cuanto colabora en la elaboración de vivencias, y, de igual manera, ayuda
a dar cuenta de los conceptos que atañen al mundo mediante los sentidos. Por otro lado,
considero importante resaltar la importancia que le da Merleau-Ponty a la percepción, la toma
como fundamento esencial dentro del proceso de la concepción del mundo, en contraste con
Husserl para quien el mundo tal vez sea algo que sólo se puede pensar mediante la reflexión
que conlleva la reducción fenomenológica.

§ Trabajos citados

Husserl, E. (1999). Investigaciones Lógicas II. (M. G. Morente, & G. José, Trads.) Madrid:
Alianza Editorial, S. A.
Husserl, E. (2013). Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica.
Libro primero, Introducción general a la fenomenología pura. (J. Gaos, Trad.) México
D.F: Fondo de Cultura Económica.
Merleau-Ponty, M. (1993). Fenomenología de la percepción. (J. Cabanes, Trad.) Barcelona:
Editorial Planeta-De Agostini, S.A.