Вы находитесь на странице: 1из 2

VIAJE SIN BOLETO

Era una mañana cálida, la luna llena estaba justo al frente del sol, solo faltaban unos 45 minutos para
que se ocultara la luna de mi vista en el horizonte, esa era una luna fascinante... Empecé el día con un
buen presentimiento, pues no muy frecuentemente se puede observar a la luna y el sol en el mismo
cielo, al menos no de esa manera, llegó la tarde y nada fuera de lo común ocurría… este día fue como
todos los días. Bueno…me dirigí a una pequeña represa en forma de pentágono que la convirtieron en
una especie de parque o lugar turístico, los pasillos de madera ya curvada por el sol y el agua están por
los bordes y solo hay un pasillo que la atraviesa justo por la mitad. Desde allí se puede ver casi toda la
ciudad, además ya estaba atardeciendo, el sol en el horizonte se desvanecía melancólico, quería fumar
un cigarro para darle a entender al cielo mi inconformidad por no haber llenado las expectativas que
tenía sobre lo que pasaría ese día, así que, me quite el bolso para sacar los cigarrillos y la candela, abrí la
media caja que tenía y tras hacer memoria por unos segundos pude recordar que ya me había fumado
el ultimo cigarrillo, volví a guardar la caja para luego botarla y empecé a buscar dinero para comprar
más, y al revisar por completo el bolso no encontré nada ¿NADA? Me pregunte enojado… iiilo que
faltaba!!! Me senté a observar las luces de la ciudad en una gran banca de cemento y mi espaldar era
una baranda que pasaba justo detrás de la banca, pensé un poco sobre la insignificancia de la vida, es
decir, lo corta que es y lo larga que la percibimos, miré el reloj y ya había pasado minutos desde que me
había sentado, valla, el tiempo sí que corre rápido, pensé, mire hacia arriba, el cielo estaba despejado,
así que recosté mi cabeza en la baranda, era inmenso el cielo, estaba pintado aquella noche de un azul
oscuro, dirigí mi mirada hacia la luna y junto a ella estaba un lucero haciéndole compañía, luego empecé
a ver como aparecía poco a poco una mujer, su presencia radiaba la sensación de estar viendo una reina,
ella rompía todo tipo de estándar social de belleza, era hermosa, cada movimiento que realizaba
paralizaba mi cuerpo, era exactamente la misma sensación que se tiene cuando no se puede reaccionar
en una pesadilla, pero en este caso fue un poco diferente, me gustaba lo que estaba viendo y sintiendo,
aun no se desvanece su rostro de mi mente, era blanca, mas no pálida, sus labios… sus labios eran
rosados, contrastaban perfectamente con su tono de piel, además el volumen era casi como ver las
nubes en el cielo, era embelesador, tenía una nariz semicurva y en su tabique se apoyaba unos lentes,
que daban un toque de subrealismo, al mirar sus ojos achicados, logré ver el reflejo de la luna, y de
alguna constelación cercana, desvíe mi mirada un poco hacia la izquierda, pues tenía una mirada
penetrante, recuerdo que tenía abundante cabello que se movía como las olas del mar, era hipnotizador,
quedé embobado ante semejante belleza, nuevamente me adentre en su mirada, y mágicamente me
embarque en un viaje sorprendente, estaba volando sobre la ciudad, a una velocidad que me producía
vértigo, pero al cabo de unos segundos ya me había acostumbrado, viaje sobre parís, roma, España, new
york y su caos, México, Irak, en fin, creo que recorrí el mundo en unos cuantos minutos, luego empecé
a ascender más y más, las ciudades se veían cada vez más pequeñas y las personas perdían importancia,
se desvanecían, como la vida cuando la visita la muerte. al cabo de un rato ya había salido de la
atmosfera, era alucinante, no pesaba nada, como si estuviera en un gran océano, me sentía un poco
confundido pues no sabía para que lugar debería seguir, en ese momento me saludo ella, era su voz
como el cantar de las aves en una mañana lluviosa, y suave como el caer de una pluma al suelo, y a ese
ritmo me empezaba a deslizar en el espacio vacío, la velocidad aumentaba al tiempo que yo le respondía,
y en poco tiempo entablamos una conversación interesante, pero más interesante aún era el efecto que
causaba en mí y en mi viaje. La sensación de poder ver los planetas y estrellas… es indescriptible, creo
que cualquier persona le gustaría ver el universo desde el espacio, y yo estaba ahí, viajando sin boleto
de la nasa, ella podía cambiar mi rumbo con sus palabras, era totalmente alucinante, vivamente recuerdo
que cerré los ojos mientras ella se sentaba en la banca donde yo estaba, y sentí como terminaba el viaje,
ella coloco su mano derecha sobre mi hombro y seguidamente recostó su cabeza… en ese momento
volví al espacio, en esta ocasión junto a un agujero negro, sentía un calor intenso, y que empezaba a
desvanecerme y cuando faltaba poco para ser absorbido empecé a salir de ahí, voltee mi mirada hacia
la tierra pero ya estaba tan lejos y perdido que no sabía dónde estaba, pues todo lucia igual, en ese
momento se produjo un silencio incomodo y empecé a ver nuevamente como todo poco a poco
desaparecía… las estrellas, los planetas, las nebulosas, cometas, etc., todo el universo se oscurecía, solo
fue ahí que comprendí que ella creaba mi universo, mi infinito, todo aquello que veía, incluso lo que no
podía ver, y manejaba con su voz el destino de mi viaje, retomé con elocuencia y avidez la conversación
y nuevamente había logrado hacer que se interesara en hablar conmigo, ahora ya no viajaba solo, pues
me di cuenta que el lucero que acompañaba a la luna, ahora me acompañaba, tras hablar por horas,
quería averiguar a donde más me podía hacer viajar, así que, decidí, después de gaguear un rato, pedirle
un beso, si con sus palabras me transportaba por el universo, cuando me tocaba sucedían cambios en
mi ruta y me llevaba a otras galaxias, me mataba la curiosidad de saber que podía hacer un beso, y era
imperdonable si no lo hacía, independientemente de su respuesta, la cual, para mi sorpresa fue
afirmativa. Nos giramos un poco hasta quedar uno en frente del otro y cuanto más me acercaba a sus
labios más me alejaba y se expandía el universo, ya al hacer contacto nuestros labios empecé a viajar
hacia la tierra a una velocidad absurdamente alta, al llegar a mi cuerpo a través de sus ojos, separamos
los labios… y valla, ahora entendía menos lo que había ocurrido, pues no estaba sentado en aquel
parque, estaba en una cancha, en medio de un partido de basketball, me lanzaron el balón para que
continuara con la jugada, así que gire para recibir el pase, y allí, en frente mío estaba ella, como la luna
en frente del sol, la miré a los ojos y en un efímero segundo reviví aquel viaje, era hermosa en realidad,
esos ojos… eran un hechizo y ya había caído en él como si de una trampa se tratase, luego sentí el balón
entre el hombro y la oreja… su imagen se fue tornando oscura y cada vez más y más oscura, mi cuerpo
se sentía extrañamente débil, cuando desperté, estaba en el hospital… no podía creerlo… no creía que
un balón me hubiera separado de ella luego haberla tenido tan cerca, pero eso no es todo, NO SABIA
DONDE PODIA VOLVER A ENCONTRARLA, me dieron de alta, pues no fue nada grave, y regrese
nuevamente al parque, pero ella no apareció, y así seguí yendo todos los días por algunas semanas, luego
comprendí que aquel presentimiento se había hecho realidad y había sobrepasado mis expectativas,
ahora creo que esa, MI SEÑORITA, era el lucero que acompañaba la luna, que con su luz había me
hechizado y bien… pues me siento afortunado porque pude besar sus labios, y aquel lucero, me
acompaña cada noche, ahora solo imagino como viajar al espacio para poder esta junto a ella, pero
mientras logro eso, la buscare en la tierra… la misión es casi igual de complicada que salir al espacio a
buscarla…SOLO ESPERO UN DIA PODER ENCONTRARLA…

Вам также может понравиться