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1~
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION
*s309879678
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
>‘XYS-3’iSéZ<’i- 1.
l3lGL~QTEoA
Aritmética y fracaso escolar
INDICE
PRESENTACIÓN .3
2 PSICOPEDAGOGÍA Y ARITMÉTICA 49
2.1 PANORAMA HISTÓRICO 49
2.2 ESFUERZOS DE SISTEMATIZACIÓNPSICOPEDAGÓGICA 51
2.2.1 TEORíAS DEL “A POSTERIORI COGNOSCrrIVO” 53
222 mORÍAS DEL “A PRIORI COGNOSCITIVO 56
2.2.3 TEORÍAS “DIALÉCTICAS” 61
2.3 LUGARES COMUNES EN PSICOPEDAGOGÍA DE LA MATEMATICA 67
2.3.1 ESTRUCTURAS MATEMÁTICAS Y ESQUEMAS COGNOSCITIVOS 68
2.3.2 LENGUAJE GRÁFICO Y REPRESENTACIONES INTERIORES 73
2.4 LA REALIDAD DEL AULA 79
3 ENSENANZA-APRENDIZAJE DE LA ARITMÉTICA 95
3.1 LA ARITMETICA EN EL CURRICULUM 95
3.2 PROYECCIÓN DE LA TAREA 99
3.3 ITINERARIOS DIDÁCTICOS 101
3.4 MOTIVACIÓN 107
3.5 GÉRMENES DEDESMOTIVACION 116
BIBLIOGRAFÍA 425
Aritmética y fracaso escolar
PRESENTACIÓN
La Matemática no es todo, pero está por todas partes. Lo cuantitativo invade la vida
entera del hombre y la mujer de nuestros días; el lenguaje matemático, en sus formas
natural, gráfica y simbólica propia, es vehículo ordinario de comunicación; los modos
matemáticos de razonar, investigar y expresarse se consideran hoy como garantes de
cientificidad y seriedad argumental. La Matemática ha dejado de ser patrimonio exclusivo
de especialistas, para convertirse en una necesidad social:
En los paises llamados occidentales, hace tiempo que la alfabetización dejó de ser
un problema de primer orden; por el contrario, empieza a tomarse conciencia de una forma
de analfabetismo matemático, cuya nota principal seria el conocimiento y destreza
insuficientes en el orden de lo numérico: escribir e interpretar cantidades, y saber operar
con ellas (ALSINA y OTROS, 1996, 29). Y así como en el primer caso la preocupación se
orienta ahora hacia el analfabetismofuncional -no basta “saberleer” y “escribir”: hay que
“comprender” y “expresarse”-, las exigencias en el plano matemático se amplían a saber
resolver problemas, saber razonar, emplear adecuadamente los lenguajes matemáticos en
las variadísiimas circunstancias de la vida cotidiana. Lo instrwnental, de poco sirve sin lo
funcional; pero sin lo primero, es inútil intentar lo segundo.
La autoridad educativa parece no ser ajena a estas preocupaciones: el escolar toma
contacto con Pm-Cálculo ya a sus tres o cuatro alios, y no se verá libre -empleamos el
término adrede-, cuanto menos, antes de los dieciséis... ¿Con qué resultados?: fracaso
mayoritario -basta consultar cualquiera de los estudios que se realizan de continuo-,
sensación de incapacidad, desmotivación. La situación es tanto más grave, por cuanto
afecta no sólo a los alumnos; aun sin repercusiones profesionales, profesores y padres se
sienten afectados por un estado anímico semejante: nuestros alumnos o hijos “no pueden
3
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
con las Matemáticas “; llega a tal punto, que se acepta como nonnal, casi como mal
endémico.
Pero el fracaso no puede atribuirse ni a dificultad intrínseca de la Aritmética, ni a
una falta de capacidad general en los alumnos, ni a inadecuación en la exigencia curricular.
Si así fuera, muy pocos la superarían, y, venturosamente, tampoco es raro encontrar grupos
de alumnos que casi en su totalidad dominan con soltura las técnicas de cálculo y sus
aplicaciones.
El hecho de que unas relaciones matemáticas puedan ser descubiertas y comunicadas de tan
diversas maneras, es lo que sitúa a las Matemáticas al alcance de niños y adultos de todas las
capacidades. (Curriculum Beuletin of Schools Council, n0 1, 1965).
Aun concediendo a los aspectos citados su parte como causa u origen en el
creciente fracaso aritmético, la parte principal hay que buscarla ante todo en aspectos de
orden pedagógico: organización del curriculuni, métodos, materiales, quehacer didáctico;
todos ellos modificables, pero condicionados fuertemente por un factor decisivo: el profe-
sor y su formacion.
Las sucesivas reformas educativas intentan hacer frente a tan penoso panorama,
buscando salidas de alcance general. Por un tiempo, se prestó mayor atención a funda-
mentos lógicos y propiamente matemáticos, buscando apoyaturas de escuelas
psicopedagógicas. Actitudes de tinte exclusivista lograron incorporar estos enfoques a los
programas obligatorios, confiriéndoles una estructura peculiar. Con ello, la Aritmética más
que tomarse asequible se veía desplazada, al no comprenderse con claridad en qué
medidase hallaba ligada a los nuevos conceptos y técnicas. Además, los programas se
ampliaban y desviaban hacia generalidades y campos abstractos que poco o nada
interesaban a alumnos y profesores.
La libertad, el gusto y el estilo personal del profesor ni pueden ni deben ser soslayados. Debe ser él
quien decide sobre las situaciones de aprendizaje que le permitan desarrollar las capacidades de sus
alumnos, asumiendo la responsabilidad de su clase con todas sus consecuencias (...) Su ingenio y el de
sus alumnos condicionarán el desarrollode la clase de modo imprevisible. Mcflanadamente, porque
ello significará que se está educando en matemáticas y que no se pierde de vista quién es el
verdaderoprotagonista de laclase. (GÓMEZ. 1988, 11-12).
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Evidentemente, no existe ninguna teoría del aprendizaje de las Matemáticas que obtenga una
aprobación universal, ni hay teoría general alguna del aprendizaje que sea enteramente aceptada como
satisfactoria en términos de explicación y de predicción, y que incorpore todos los detalles que cabría
esperar. (ORTON, 1990, 191).
A los dos elementos esenciales del aprendizaje, alumno y Aritmética, hay que
adjuntar, también de forma esencial un tercero, decisivo: el profesor (aun disfrazado de
libro de texto, guía de trabajo individual o cooperativo, asistencia por ordenador...); que
tiñe al proceso educativo de enseñanza. Son dos facetas inseparables, cual caras de una
misma moneda. No es extraño, pues, que prefiramos hoy hablar de enseñanza-aprendizaje.
Las consecuencias son esperables: las conclusiones raras veces son coincidentes.
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Aritmética y ftacaso escolar
Para intentar una enseñanza eficaz de la Aritmética, es preciso ahondar antes en los
procesos de aprendizaje. De difícil -por no decir imposible- observación y experimenta-
ción, como todo aquello que se refiere al quehacer intelectual del ser humano: es preciso
contar siempre con la libertad personal, amén del mundo interior irrepetible, con sus
inclinaciones y afectos, inquietudes e intereses, experiencias, espectativas...
Sea cual fuere la edad, capacidad y condición del que aprende, se espera de él
curiosidad e interés por descubrir y esfuerzo en poner medios para la adquisición y
desarrollo de los conocimientos y habilidades que se le proponen. O, lo que es lo mismo:
una actitud receptiva (quereraprender), una actividad especifica (participar efectivamente
en la situación de enseñanza-aprendizaje) y un esfuerzo intelectual y aun físico por
asimilar novedades.
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Hoy en la educación matemática hay muchos elementos didácticos, muchos materiales, muchas
propuestas que son ya un hecho pero que hace falta fluniriE adecuadamente para configumr un
instrumento pedagógico potente. Ahora ya nadie cree que a la educación matemática le convengan
revoluciones absolutas, métodos infalibles, materiales definitivos. Críticos con las soluciones
radicales, hemos ido pasando de la “propuesta mágica” al “realismo ecléctico” . (ibidem. 10).
Una actitud receptiva hacia las innovaciones supone aceptar como perfectibles los
actuales modos de hacer, estar dispuesto a modificarlos y ser sensible a toda infor-
mación y sugerencia, provenga de donde provenga; en particular, saber captar en las
formas de trabajar de los alumnos cuanto pueda haber -es mucho- de aprovechable y
sugerente, de respuesta evaluadora, de estímulo y de crítica: estar dispuesto a
“aprender de los alumnos Algo más que la afirmación de SKEMP: Los mejores
“.
profesores son aquellos que todavía se consideran aprendices en activo. (SKEMP, 1980, 72).
Se nos confian niños; nosotros somos responsables de su educación. Traicionamos nuestra función
humana si no nos esforzamos en desarrollar al máximo las posibilidades que lleva cada niño. Debernos
mantener una inquietud constante y debemos responder con todas nuestras capacidades, todos nuestros
métodos científicos de estudio y de investigación, ... nuestra total devoción a nuestra bella misión
fonnatíva. (MIALARET. 1984, 174).
Vivir una cosa quiere decir ser activo, participativo, disfrutarla, tomarla como algo propio. En este
sentido se “viven” instantes, aventuras, excursiones, diálogos, debates, etc., y en este sentido también
deberíamos hacer posible que el acto educativo matemáticofuese una vivencia. La contemplación del maestro
o la maestra ante la pizarra, la lectura del libro de texto o la visualización de unas fotografias son actos
pasivos que si no van acompañados de una interiorización o una vivencia personal pueden causar admiración
pero no aprendizaje. Y este “vivit’ la matemática no depende del programa o los contenidos (..) Se trata, en
definitiva, de realizar el aprendizaje matemático dibujando, riendo, llorando, sudando en una excursión o
montados en un barco. como se vive cualquier aspecto de nuestra vida. (ALSINA y OTROS, 1996,31).
8
Aritmética y fracaso escolar
De esta forma, con estas actitudes, la clase pasa a ser un convenio en el espacio y en el
tiempo donde los educadores y los discípulos llevan a cabo la aventura compartida de ensefiar y
aprender: la
clase es la dinámica. (ibidem. 33). La clase de Matemáticas puede pasar de ser una penosa
obligación a ser una invitación permanente a explorar nuevos dominios del conocimiento,
para el descubrimiento, la investigación.
A la profesión mímala como tu sabrás hacerlo, ella se merece todos tus sacrificios porque te sera una
fuente llena de emociones y de experiencias”.. (E PUIG ADAM).
Infectados del escepticismo al que nos referíamos más arriba, peligra otra gran
preocupación didáctica, social y aun política de las Reformas en curso en España y en
todos los países culturalmente próximos: la atención diferenciada a los “alumnos con
necesidades educativas especiales”. Entendiendo por tales no sólo a los afectados de
alguna minusvalía ostensible que, por razones diversas, se hallen escolarizados en Centros
Ordinarios -educación en integración-; sino el lamentablemente cada vez más numeroso
contingente de alumnos que padecen trastornos afectivos o de personalidad y aquellos
otros con carencias curriculares importantes.
Entre los primeros, se cuentan quienes padecen ceguera o sordera total, deficiencia
visual o auditiva grave, trastornos motóricos importantes, ciertas deficiencias neurológicas
(clasificadas con frecuencia como de orden psíquico). Entre los segundos, alumnos que, sm
tener una limitación personal, presentan una historia de aprendizaje repleta de fracasos y malas experiencias,
y como resultado de lo cual muchas veces no han adquirido en el grado necesario los contenidos
instrumentales básicos, arrastrando lagunas que a su vez les impiden aprender nuevos contenidos, y
generando todo ello una espiral creciente de desinotivación y desinterés por la vida escolar. (CDC-MEC,
1991, 17).
En el Area Matemática, todo parece indicar que el total de estos alumnos con
dificultades se incrementa acumulativamente a lo largo de la Educación Obligatoria,
estimándose hoy ya en un tercio de la población al término de la Secundaria... No es que
un alumno sujeto de tales necesidades lo sea de forma irreversible -salvo que se trate de
minusvaliía sensorial, motórica o neurológica permanente-, sino que raras veces se aplican
fórmulas de remediación, o éstas no surten los deseados efectos en la inmensa mayoría de
los casos.
‘Mateo Alemán, en “El pícaro Guzmán de Alfaradw”, Capítulo VIIL poniendo en boca de Ozmfn las palabras de Séneca
en su Epístola VII, 8).
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
No es infrecuente que surjan entonces una serie de hechos que hacen difTcil la tarea del
profesorado. En primer lugar, obviamente aparece un desfase, la mayor parte de las veces creciente, entre la
competencia curricular de esos alumnos (lo que son capaces de hacer respecto a objetivos y contenidos de las
distintas áreas cuniculares) y la de sus compañeros, haciendo cada vez menos sencilla la propuesta de una
respuesta equilibrada en términos de lo que están haciendo sus iguales y lo que ellos precisarían
individualmente. En segundo lugar, no es extraño que algunos de esos alumnos muestren comportamientos
problemáticos, en ténninos de conducta y adaptación escolar, en respuesta a situaciones que no se ajustan a
sus necesidades y que muchas veces afectan a su autoconcepto y en general dejan de ser motivadoras o
interesantes para ellos. Y, por último, también es evidente que tales situaciones hacen que el profesorado esté
más preocupado y que viva su trabajo con más tensión. (CDC-MEC, 1991, 18).
Aunque estos problemas son también relativos, ya que no todos los profesores reaccionan igual
ante tales dificultades, no todos los centros escolares tienen los mismos recursos y experiencia en el trabajo
con los alumnos con mayores dificultades, ni todas las dificultades son idénticas. (ibidem).
Este sacrificio de Objetivos puede tomar dos formas: reducción del curriculum
general -que afecta a todos los alumnos del grupo, en perjuicio de los menos necesitados-,
o por exención relativa de los curricula de los alumnos en cuestión -confundiendo
adaptaciones de acceso con adaptaciones curriculares no significativas, y éstas con
adaptaciones curriculares significativas-.
cada caso personal, incluso-, más que una carga penosa, se convierte en una ilusionante
tarea diaria para el profesor implicado -es difícil excluir a ninguno-: conservando la meta,
buscar los caminos más accesibles y conseguir de cada uno de sus alumnos que emprenda
alguno, lo prosiga y culmine briosamente.
Sin embargo, los inconvenientes y las sobrecargas tienen una remuneración casi
inmediata.
Los esfuerzos por lograr una atención adecuada a tales alumnos lleva
insensiblemente a una proflindización matemática, psicopedagógica y didáctica. Desde
determinar cuáles son los Objetivos y Contenidos en verdad esenciales para ese nivel
educativo, hasta analizar críticamente la calidad de Actividades y Medios y estudiar su.
mejor adaptación. Esto supone profundizar en el entramado de conceptos y destrezas
matemáticos, fundamentación teórica y metodológica, principios didácticos, aspectos
relacionados con la disfunción padecida por el alumno, modos de soslayar las dificultades
derivadas, etc. Es decir: adquirir o perfeccionar la formación personal previa en Ciencia
Básica y Ciencia Práctica: provocar, en suma, una fórmula deformación permanente.
A su vez, esta formación especifica adquirida, puesta en práctica en el aula con ese
alumno concreto, recibirá una sanción positiva o negativa. Al aplicar una adaptación y
comprobar su eficacia, se está desarrollando -quizás de forma inconsciente- una
investigación en la acción a la que nos referíamos más arriba; muy posiblemente, sin opor-
tunidades de confrontarla con otros colegas, pero con sabor a experiencia irrepetible, útil
por demás.
No son utopías:
Hay muchos casos en los que el estudio psicológico ha iluminado problemas concretos de
comprensión o uso de una técnica o un bkxiue conceptual limitados: dificultades de cálculo, de
lectura, dificultades de representación, etc. (ALSINA y OTROS, 1996,30).
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Quizá la reeducación esté en mejores condiciones para localizar de forma aproximativa los
obstáculos con los que pueden tropezar los esfi]erzos pedagógicos cuando se dirigen a niños normales.
Parece que los obstáculos que deben sortear unos y otros son los mismos, independientemente de que
los primeros los salven de un salto y los demás queden muy rezagados. (JAULIN-MANNONI, 1980,
170).
Es necesario dar oportunidades y presentar los contenidos y las actividades de manera que no se
potencien sólo los que tienen unas características determinadas, sino toda la diversidad que se pueda
presentar. (ALSINA y OTROS, 1996,69).
EN BUSCA DE SOLUCIONES
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Aritmética y fracaso escolar
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
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Aritmética y fracaso escolar
4,
recurso a personal/centros especializados en onen-
tación sobre educación especial para ese tipo de
4’
teorías en principios y orientaciones
dispon ibilida
d del
aprendizaje generales en Didáctica del material
del C.A. C.A. para ese a.n.e.e.
adaptado
Criterios de adecuación/adaptación
material
+
revisión didáctica (del material, situaciones, actividades, itinerarios...)
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
20) Las ostensibles dificultades de los alumnos ciegos totales para la ejecución de
cálculos aritméticos, provocó un análisis de cuáles eran las estrategias didácticas y los
materiales habitualmente empleados, tanto para la propia práctica como para la iniciación.
Así pues, se ampliaba el problema objeto inicial de la investigación: del instrumental de
Cálculo Aritmético para ciegos, se pasaba a considerar también el material de iniciación;
de la práctica del Cálculo, era preciso remontarse a sus procesos de
enseñanza-aprendizaje..
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Aritmética y fracaso escolar
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
2 “La enseñanza de la Matemática a los ciegos”, O.N.CR, Madrid-1997; r edición, revisada y ampliada Coincide
esencialmente con la r edición, publicada en 1985. en lo relativo ala considnación de estos “atairo lenguajes básicos en
la Didáctica <leía Matemática”.
18
Aritmética y fracaso escolar
Por este motivo -así como por la bibliografía existente al respecto-, se elude la
consideración del ábaco chino-japonés o Sorobán, que tanto predicamento parece alcanzar
en la enseñanza de ciegos de diversos países, y que también empieza a estimarse en el
nuestro. No se trata de un juicio negativo, sino de una declaración de superación por la
“calculadora parlante “. Tampoco se dedica especial atención a esta ú]tima, por cuanto su
Didáctica sería idéntica a la dirigida a alumnos videntes.
50) Al pretender afrontar la parte concerniente a la iniciación al Cálculo y la
adaptación/disponibilidad del material utilizable, fue imprescindible desdoblar de nuevo el
objeto del trabajo: introducción a la escritura numérica -primordialmente, en forma
decimal- e iniciación a las operaciones aritméticas.
En concordancia con los principios didácticos que se han ido destilando y las
exigencias de la exploración/manipulación háptica, se diseña un cuadro de criterios de
idoneidad para este material. Evaluados los más usuales, se denuncia su insuficiencia
yponen de relieve una vez más la necesidad de adaptaciones o diseño ex proceso.
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
JUSTifICACIÓN METODOLÓGICA
La investigación didáctica hace tiempo que ha abandonado los cammos de la
ciencia empírica (KTiLPATRICK, 1988A, 1988B), con todo su bagaje de análisis
estadísticos y conclusiones con pretensión de validez universal; prima la situación
(enfoques interpretativo y socio-crítico; ibidem), en la que “un profesor concreto con un
grupo determinado de alumnos, diversos entre sí” obligan a una aplicación modulada de
principios y orientaciones.
Nuestro estudio es ciertamente mcnos <puro>, ya que nosotros abordamos el problema con un
número infinitamente mayor de coordenadas: estudiamos al alumno en clase, en el momento en que
afronta las dificuitádcs e intenta superarlas con la ayuda del maestro. Nuestro punto de vista, más
general, gana en realismo lo que pierde en precisión y rigor. (MLALARET, 1984,7).
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Aritmética y fracaso escolar
- ceguera total o con resto visual educativamente aprovechable -con una diversidad
casi ilimitada de casos, no siempre estacionarios-;
elemento validador de las observaciones y principios didácticos que aparecen por doquier,
es inevitable aludir a los treinta años de experiencia docente del autor en enseñanza de la
Matemática -ciego él mismo-, con todos los niveles y tipos de alumnos: desde la Escuela
Primaria a la Universidad y actividades en Forniación del Profesorado; con alumnos ciegos
totales, deficientes visuales y videntes; de forma individualizada o con grupos que
sobrepasaban el centenar.
Dificultades del alumno ciego o deficiente visual respecto del aprendizaje y práctica del
Cálculo Aritmético
Dificultades del profesor respecto de una adecuada atención didáctica a alumnos ciegos o
deficientes visuales en los procesos de enseñanza-aprendizaje y práctica del Cálculo
Antmético
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Aritmética y fracaso escolar
- poner a disposición del profesor que cuente con alumnos ciegos o deficientes
visuales en su aula
-orientaciones, sugerencias, principios e incluso un material,
23
INICIACIÓN AL CÁLCULO ARITMÉTICO CON ALUMNOS
CIEGOS Y DEFICIENTES VISUALES
La Aritmética forma parte del conocimiento a transmitir mediante la educación. Más aún,
constituye uno de los datos iniciales con los que debe contar toda educación, puesto que, en nuestra
sociedad actual, el niño -aún el de corta edad- ya ha realizado cierto aprendizaje de conceptos
numéricos. Al encontrarse con números en distintos contextos el niño ha desarrollado su propio
pensamiento, incorporando información numérica, y ha elaborado cierto conocimiento al respecto.
(CASTRO, RICO Y CASTRO, 1996,45).
Sean cuales sean las condiciones que se impongan para que un detenninado conocimiento forme
parte de la enseñanza básica, la Aritmética reúne todos los requisitos necesarios para ser uno de los
elementos esenciales del currículo escolar. (CASTRO, RICO Y CASTRO, 1996,97).
Nuestros alumnos parecen saber cada vez menos aritmética, y la que saben está peor aprendida, sin
hábitos bien adquiridos, con dificultades crecientes en su aplicación práctica, y un bajo dominio en el
empleo de las nuevas tecnologías. (CASTRO, RICO Y CASTRO, 1996, 18). Los resultados no han
sido todo lo buenos que se esperaban ylas estadísticas sobre analfabetos funcionales en la edad adulta,
en donde se incluye la incompetencia numérica funcional, reflejan que en la actualidad sigue habiendo
un alto porcentaje de adultos que son incapaces de utilizar los conocimientos elementales de cálculo,
lo que ha dado lugar a que esta materia forme parte de los Programas de Formación de Adultos.
(ibidem., 31).
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Aritmética y fracaso escolar
En la literatura, se pueden encontrar trabajos que van desde los estudios con los
alumnos de un aula de 40 grado (9-10 años), hasta estudios longitudinales con centenares y
aun millares de alumnos. Un buen ejemplo de estos últimos lo encontramos en los MFI’SS
llevados a cabo por la LEA (International Association for the Evaluation of Educational
Achievement) que superan los 500.000 alumnos de más de 15.000 escuelas en 45 países
para el período 1995-96; si bien su objeto, (en esencia: estudio comparativo de curricula)
era mucho más genérico que la simple determinación de niveles de dominio de los
conceptos y técnicas de Cálculo Aritmético.
Por otra pane, la gran variedad de situaciones numéricas reclama pruebas que, de
pretender una cobertura suficiente, se toman extensas y de costosa realización, si no
quieren convenirse en sesiones fatigantes y tediosas. Aunque se cuenta con una ventaja
taxonómica: puede llegarse a una descripción exhaustiva de situaciones y dificultades
objeto de estudio.
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En los cursos de primaria, la nota obtenida por el niño en aritmética está en frnción, tanto del
resultado de las operaciones, como de la comprensión del problema; nos parece un en~or grave, y no
porque la facilidad de cálculo sea una facultad menor que no deba tenerse en cuenta, sino porque se
trata de materias distintas que deberían evaluarse separadamente. (JAULIN-MANNONI, 1980,84).
28
Antmética y fracaso escolar
Estos estudios parecen indicar que quizá nunca se pueda conseguir una precisión total, por lo menos
en los niños. Por lo tanto, los profesores y los planificadores de la enseñanza deben ser capac~ de detectar el
nivel a partir del cual los ejercicios suplementarios no tienen valor determinado. (RESNICK Y FORD, 1981,
46).
¿Es que la Aritmética elemental no es para todos? ¿O es que los métodos aplicados
no garantizan el éxito a todos? ¿Nos encontramos ante un problema de dificultad
intrínseca, de selección de Objetivos pedagógicos, de métodos, de medios...? ¿O de un
entramado de factores sumamente complejo?
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
El quehacer matemático es algo más que llegar a unos resultados a partir de unos
datos o materiales de partida. Al realizarse en el tiempo, porreducido que sea el intervalo,
es un proceso. Por tanto, debe atenderse -en Aritmética, al menos- no sólo al resultado de
la operación (aspecto cuantitativo), sino también a cómo se obtiene (aspecto que
podríamos llamar cualitativo o procesuaO.
27
79
+ 86
172
El alumno pudo:
c) Con este mismo procedimiento, olvidó la adición de las 2 decenas. Por simple
olvido, por interrupción momentánea de la tarea -por estímulo externo, desatención o
trastorno interior-.
d) Sabía que debía añadir estas 2 decenas, y lo intentó. Pero, al iniciar la suma en la
columna de la izquierda, superpuso el 2 en imagen mental con el 2 de las decenas de la
primera cantidad (27).
e) Inició correctamente la suma en esta columna, pero con error en alguna de las
sumas parciales subsiguientes efectuadas en cálculo mental: 2+2=4, 4+7=9, 9+8=17; o:
2+2=4,4+7=11, 11+8=17.
g) Efectuó correctamente esta adición con llevada, pero por inadvertencia escribe
17 en vezde 19.
30
Aritmética y fracaso escolar
Para colino, pudo suceder que el alumno diera la respuesta correcta, y, sin
embargo, quedar encubierto algún o algunos de los errores citados. Espejismo que quedaría
al descubierto, muy posiblemente, proponiéndole varios ejercicios análogos.
Para la evaluación de las capacidades y eficacia calculatorias del alumno -o, lo que
es lo mismo: de sus dificultades-, y especialmente en los primeros niveles de enseñanza, se
cuenta con dos instrumentos básicos: la observación del quehacer en el aula y su
plasmación en tareas personales escritas o gráficas.
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
La expresión oral y las actividades manipulativas dan muchísima información sobre el escolar y más
rápidamente. (ALSINA y OTROS, 1996, 141).
Pero las conclusiones no pueden ser definitivas: las hipótesis se reformulan
constantemente, y no sólo porque el profesor-investigador modifique sus concepciones,
sino porque la observación no puede abarcar ni a todos los alumnos ni a todos los
aspectos concernientes.
Asimismo, la revisión del trabajo realizado por el alumno no puede ser exhaustiva.
Queda muy bien decir que hay que reflexionar sobre el trabajo de cada escolar para captar lo que no
ha entendido y después sobre el conjunto de la clase, sin embargo esto no es posible. (...) Se puede
combinar una revisión global y un análisis más detallado de uno de los puntos o ejercicios que antes se
haya escogido como significativo. Si de los trabajos normales que se hacen para desarrollar un tema se
tiene claro a priori qué parte nos puede servir de diagnóstico, sólo hace <a preparar pruebas escritas
en los casos excepcionales. Tendremos entonces mucho cuidado de incluirlas en la programación
normal, y no es necesario decir al alumno que se trata de un examen. (ibidem.).
32
Aritmética y fracaso escolar
Junto a la acalculia primaria existe cEra secundaria, no total, o discalculia, que sí interesa desde el
punto de vista pedagógico porque repercute directamente en el aprendizaje de las matemáticas y se
presta a intervenciones educativas. (FERNÁNDEZ, LLOPIS yDE PABLO, 1991,52).
En la mayoría de los casos que nos hemos visto obligados a reeducar niños con dificultades en el
aprendizaje del cálculo los motivos han sido muy diversos: deficiente adecuación de los conceptos
impartidos al desarrollo mental del niño, irregularidades en la escolarización del niño y en algunos
casos, dificultades perceptivas Junto a ello tampoco podemos olvidar el factor determinante
desempeñado por el docente en cuanto que en sus manos está la utilización o no de ayudas de
prevención y de apoyo a los niños a los que se les ha detectado algunas deficiencias en su aprendizaje.
(EGEA, 1994, 12)
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Les bloqueos en cálculo son, en su mayor parte, consecuencia de una enseñanza prematura y mal
aceptada y una excesiva presión familiar y/o escolar. (STAMBACK cit. por LUCENO, 1993, 144).
Asociados a trastornos afectivos y de la personalidad, desembocan en una inhibición
manifestada bien en un bloqueo verbal o en un bloqueo ejecutivo, psicóticos, inestables, fóbicos hacia
el cálculo como canalización de su agresividad u oposición hacia el medio escolar o familiar, etc.
(ibidan., 143). No es el caso general, pero sí el más frecuente, a juicio del autor de
estas últimas citas. Bien es verdad, que sus observaciones lo son a propósito de
trabajos realizados en el hospital Henri Rouselle de París; contextualizados, por
tanto, a niños o adolescentes con síntomas de perturbación psíquica o neurológica.
Considera, asimismo, los casos asociados a disarmonía en la evolución de la actividad
cognoscitiva, con trastornos en la orientación espacial y temporal .(ibidem.).
“se sabe cómo sumar, pero no se sabe cuándo o por qué sumat. O, lo que es más habitual
aún: la razón de “por qué se suma así’... Algunas de nuestras escuelas se han preocupado más por
comprobar que el niño podía sumar que en saber cómo y por qué se efectuaban las operaciones.(EGEA, 1994,
20).
Para los escolares, los especialistas distinguen, en general, dos órdenes de factores:
los referentes a la capacidad individual del alumno -orden cognitivo- y los relacionados
con los procesos de enseñanza-aprendizaje -orden didáctico-. Los primeros, en principio,
difícilmente modificables; no así los segundos (MAZA, 1991, 127; FERNÁNDEZ,
LLOPIS Y DE PABLO 1991, 52; LUCEÑO, 1993, 143-144; EGEA, 1994, 12, 28-29).
Claro está, que el problema se traslada ahora a la distinción entre ambos niveles; es decir:
separar capacidad natural y su desarrollo fruto de un aprendizaje.
34
Aritmética y fracaso escolar
1 De orden neurológico:
3 Dc orden cognitivo:
3.1 Fallas de pensamiento operatorio (FELDINAN, 1980; cfr.: LUCEÑO, 1993; con
referencia a J. Piagel).
35
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
b) Insuficiencias de itinerario.
c) Insuficiencias de iinteriorización.
d) Insuficiencias de comprensión.
e) Insuficiencias de fijación.
36
Aritmética y fracaso escolar
4 De orden mnésico:
5 Fallas atencionales:
PABLO, 1991).
37
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
6 De orden lingtitstico:
(CAZENAVE, 1972).
6.2 Trastornos en procesos generales de traducción/interpretación
(BORRELL-MAISONNY, MIALARET; cit. por FERNÁNDEZ, LLOPIS y DE
PABLO, 1991).
a) Confusión de términos espacio-temporales opuestos (FERNANDEZ, LLOPIS y
DE PABLO, 1991).
a) Bloqueos verbales.
b) Bloqueos ejecutivos.
38
Aritmética y fracaso escolar
39
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Insuficiencias de itinerario
- Insuficiente asimilación
- Insuficiencias de interiorización y/o fijación de
conocimientos y destrezas
- Insuficiencias de comprensión
- Insuficiencias de fijación
40
Aritmética y fracaso escolar
41
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Trastornos de orden
- No hay manifestación. semántico o en la relación
significante-significado
- Confusión de términos espacio-temporales opuestos - Trastornos en prr~esos
generales de
- Dificultades lectoras traducción/interpretación - De orden
lingúistico
- Alexia y agrafia de cifras
-Trastornos en la
orientación espacial
Bloquees verbales
-Con origen en
- Bloquees ejecutivos -No hay trastorno problemas
asociado. afectivos y de la
-Interrupciones o abandonos momentáneos de la tarea. personalidad
Alteraciones del ritmo.
42
Aritmética y fracaso escolar
- reconocimiento
- significación de operaciones
- reificación
- “clasificación”
-Carencias en expresión -“correspondencia” y sus derivadas (conservación, equivalencia, mayor que, menor
de nociones conjuntistas que, etc.)
- “reversibilidad” operatoria
43
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- lectura de cantidades
-Insuficiencias de - de cifras
conocimientos/destrezas
previos reproducción de cantidades (transposiciones y
- de escritura simbólica -
permutaciones)
- escritura de cantidades
44
Aritmética y fracaso escolar
- comprensión
- itinerario
- Insuficiencias de interiorización
- ordenación temporal de pasos
- fijación
- Omisión de pasos
- Transposición de pasos
- ocasionales
- errores de cálculo mental
-Errores en algoritmos -Olvido de resultados parciales
escritos (“llevar”)
- Bloqueos ejecutivos
Discontinuidades
ejecutorias - Bloquees verbales
- Respuestas irreflexivas, incoherentes oal azar
- Abandonos de la tarea
45
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- percepción de fonnas
- generales
- expresión simbólica
- sobrecargas
- Trastornos en estados procesuales
- sobreestimulación
46
Aritmética y fracaso escolar
47
2 PSICOPEDAGOGÍA Y ARITMÉTICA
Hasta fechas bien recientes -podemos fijar los años 60-, la Matemática jugaba en el
curriculum educativo general un doble papel bien definido:
- Valor selectivo.
Independiente de la voluntad y el esfuerzo de los profesores, ya que los objetivos y conocimientos
considerados básicos no siempre son conseguidos por la generalidad de los alumnos. Habitualmente se
atribuye dicho fracaso tanto al carácter de la matemática misma, como ciencia prestigiosa, exacta y
llena de abstracciones, como al talante y caracteres de los sujetos que han de aprenderla (incapacidad
para aprender, falta de interés y rigor en el estudio, etc.). (Diseño Curricular Matemáticas Secundaria.
Junta Andalucía; 1989; pp. 9-10; cit. en K1LPATRICK, RICO y SIERRA, 1991, 200).
Las matemáticas no son sólo una disciplina formal que se construye lejos de nosWos y de nuestros
intereses, antes bien aparecen en todas las formas de expresión humana. (.) Por lo tanto, al considerar
las matemáticas como un elemento de la cultura de nuestra sociedad, importante pero uno más, se deja
de concebir las matemáticas como un objeto ya constniido que hay que dominar, y se comienza a
considerarlas como una fonna de pensamiento abierto con margen para la creatividad, cuya
ejercitación hay que desarrollar, respetando la autonomía y ritmo en cada persona. (Rico, 1990).
Es muy discutible que se hayan satisfecho tan loables propósitos. Las reformas
parecen haber llegado siempre tarde-, al surgir y aplicarse a remolque de las demandas
sociales, con un inevitable desfase entre aparición de necesidades, su detección, estudio,
propuesta y promulgación de medidas. Y el fracaso en el área matemática -envés de la
mencionadafunción selectiva- parece haber ido incluso en aumento, aunque el sistema
educativo intentara paliarlo so capa de promoción automática o adaptación curricular,
encubridoras de verdadero fracaso escolar.
50
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Desde principios del siglo XX, puede decirse, se intenta la mejora de la enseñanza
de la Matemática por dos vías fundamentales: la reflexión de los matemáticos y el trabajo
de los psicólogos; grupos profesionales con objeto bien definido ya entonces. Los
primeros, orientados eminentemente hacia la consideración de los contenidos, su cohe-
rencia, completitud y continuidad, con rasgos de valoración teórica. Los segundos,
atendiendo al comportamiento del alumno en lo referente a la comprensión, asimilación y
aplicabilidad de las Matemáticas, procurando servirse de métodos propios de una
disciplina experimental.
Pero estas dos líneas de trabajo tardarían medio siglo en confluir en su objeto -en
los resultados, tal vez no se haya logrado jamás-. Lo dificultaría la escasa formación
pskopedagógica de los profesores de Matemáticas, la superficialidad de los conocimientos
matemáticos de los psicólogos y, sobre todo, la falta de cooperación multidisciplinar.
La tarea llevada a cabo por los matemáticos en este tiempo podría resumirse, a
grandes rasgos:
- Motivacton.
La preocupación acerca de la preparación inadecuada en la escuela elemental, los fracasos en el
seguimiento de cursos avanzados, la erosión potencial de las matemáticas como materia escolar y las
amenazas al estatus de la nación. La curiosidad sobre cómo se crean las matemáticas. (KILPATRICK,
RICOySIERRA, 1991,11).
-Método.
La introspección, observando sus propios procesos de razonamiento, y a intentar enseñar estos
procesos a otros. Las observaciones de los trabajos y el pensamiento matemático de sus hijos o nietos
han animado a algunos matemáticos a desarrollar análisis detallados de estos pensamientos o bien
programas para su mejora. (ibidem.).
Por su parte, los psicólogos harían aún más difíciles las cosas.
51
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Este enfrentamiento parece no haber concluido. Antes bien, las posturas han
buscado un mayor afianzamiento, dando lugar a profundizaciones y diversificaciones. Al
mismo tiempo, se ha intentado la integración con otras corrientes como la gestalt (Kdhler,
1925; Kofflca, 1924), los inicios cognitivistas de BARTLETT (1932), y el constructivismo
de PIAGET (1941/ 1952); que si bien no nacieron con interés por el aprendizaje de la
Matemática, pronto se intentaría su aplicabilidad en este dominio.
Algunos de los autores más conocidos son difíciles de encuadrar, sea por la
variabilidad de sus hipótesis, sea por la indefinición de su pensamiento o por su intención
ecléctica. Nos proponemos, no obstante, presentar un panorama esquemático de las
corrientes psicopedagógicas más importantes.
52
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Con una clara evolución histórica, que, aunque tornándola más compleja en su
concepción, responde a una común rafr empirista: el conocimiento humano como causado
exclusivamente, en principio, por la asociación de sensaciones o estímulos externos al
sujeto.
53
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Parece claro que debemos concebir nuestras memorias (nuestros almacenes de conocimiento) como
organizadas y estn¡cturadas. Y, por lo tanto, aunque existe una serie de teorías o modelos diferentes de
la memoria semántica, todos ellos describen el conocimiento humano como estructurado y organizado.
Se parecen en este sentido al modelo gestáltico de la mente humana. Pero en otros aspectos, los
modelos actuales de procesamiento de la información parecen más similares a las concepciones
asociacionistas. (RESNICK y FORD, 1981, 235-236).
Por otra parte, no hay por qué oponer memoria a reflexión (en el sentido
constructivista) (RICHARD, 1982). La red semántica se concibe como plástica y diná-
mica, cambiante por sí misma; conforme a la entrada de nuevas informaciones -que
obligan a acomodaciones de la red según leyes de economía- y refuerzo y aún generación
de nuevos vínculos por efecto de la activación.
54
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
55
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
56
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Para practicar con éxito el pensamiento cuantitativo, hay que disponer de un fondo
de significados, no de una gran colección de respuestas automáticas... Los ejercicios no
sirven para desarrollar los significados. La repetición no lleva a la comprensión
(BROWNELL, 1935, 10).
En un intento por huir del innatismo y del asociacionismo, PIAGET entiende que
los conceptos lógicos se desarrollan por medio de las fuerzas biológicas y están limitados
por conjuntos de techos impuestos por dichas fuerzas. La comprensión en sí misma tiene
un tinte biológico y cuantitativo: fruto de la equilibración, desplegada en asimilación y
acomodación. (Obsérvese el paralelismo con las funciones nutritivas y relacionales en los
seres vivos unicelulares).
57
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Pero PIAGET fije todavía más lejos. Supuso que si la conducta de un niño viola de manera
consistente el concepto lógico que la
instancia concreta ejeniplifica, puede asumirse no sólo que el niño o la
niña no usó el concepto, sino también que no posee el concepto. Esto no es una infrrencia lógicamente
justificada. (MILLAR, 1997, 40). En cualquier caso, conduce a un pesimismo pedagógico, al
subordinar aprendizaje a desarrollo cognitivo, de difícil o imposible intervención.
58
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
59
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
60
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Nuestro concepto del desarrollo implica un rechazo de la opinión generalmente sostenida de que
el desarrollo cognoscitivo resulta de la acumulación gradual de cambios independientes. Por el
contrario, nosotros creemos que el desarrollo del niño es un proceso dialéctico complejo,
caracterizado por la periodicidad, la irregularidad en el desarrollo de las distintas funciones, la
metamorfosis o transformación cualitativa de una forma a otra, la interrelación de factores
externos e internos y los procesos adaptativos que superan y vencen los obstáculos con los que se
cruza el pequeño. Muchos estudiosos de la psicología infantil, enfrascados en la noción del cambio
evolutivo, ignoran estos puntos decisivos, esas transformaciones revolucionarias y espasmódicas
tan frecuentes en la historia del desarrollo del niño. (VYGOTSKY, 1930, 116).
Algunos de los puntos básicos sobre los que pivota su pensamiento, serían:
61
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En concordancia con lo que decenios más tarde serian concepciones de las teorías
de la representación, concibe que las funciones superiores implican la combinación de
herramientas y signos en la actividad psicológica. Siendo los signos, a su vez, como
condensación de actividades, aunque concebidos como medios para regular la conducta de
otros sujetos.
Ahora bien, el aprendizaje sólo se produce cuando los utensilios, signos, símbolos
y pautas del compañero de interacción son incorporables por el niño en función de su
grado de desarrollo previo. Lo que obliga a una verdadera y eficaz gestión didáctica de los
sistemas simbólicos. (BRJSSIAUD, 1993, 225).
La distancia entre el nivel actual de desarrollo, detenninado por la capacidad de resolver inde-
pendientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución
de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.
(VYGOTSKY, 1930, 133).’
62
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
El conflicto cognitivo es lo que suele acabar impulsando a los individuos a adoptar fonnas de
pensamiento nuevas y más poderosas. Algunas formas de enseñanza (definidas como organizaciones
del entorno de forma que éste plantee exigencias nuevas, pero posibles) pueden fomentar la
reorganización estructural, y contribuir así tanto al aprendizaje de nueva infonnación determinada
como al desarrollo cognitivo general. (véase: RESNICK y FORD, 1981, 225).
No sugiero en modo alguno que el niño siempre tenga que estar —dispuesto-- para una idea
determinada antes de que la presente el profesor. (...) Cuando un niño está casi preparado para una idea
la situación de aprendizaje que le plantea el profesor bien puede “precipita?’ la comprensión de dicha
idea por parte del niño. (LOVElA 1971,17).
63
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
64
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
- Conductismo.
cognoscitivo”
- Redes semánticas y redes de procedimientos.
Aprendizaje significativo.
- Proyección y previsión.
65
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
66
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Tal actitud es tildada por unos de frivolidad irresponsable; por otros, de acierto
pedagógico y social. La sanción histórica de los resultados formativos a largo plaza deberá
esperar no menos de una generación.
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Por su verdadera naturaleza, cada concepto individual está incorporado en una esinictura de flw
conceptos. Cada uno de ellos (excepto los conceptos primarios) se deduce de otros conceptos, y
contribuye a laformación de otros; por tanto, es parte de unajerarquía. Pero en cada nivel son posibles
clasificaciones alternativas, que conducen a jerarquías diferentes. (SKEMP, 1980,41).
68
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
respectivamente-. O el valor de neutro del expresable en que todas las temas de la forma
O,
(x, 0, y) sólo pueden ser (x, 0, x), y que las (0, x, y) son (0, x,x) -véase: (y, x, 0) como (x, x,
0), y (y, O, x) como (x, O, x)-.
Desde fmales de los años 50, los especialistas en educación matemática están
conformes, de una u otra forma, en que el enfoque estructural es clave para la comprensión de
las bases conceptuales del aprendizaje y de la enseflanza de las matemáticas. (Ibidem, 126). Pero esta
afirmación, lugar común de la psicopedagogía de la Matemática está íntimamente ligada a
las concepciones epistemológicas: éstas tienen como concepto básico el de esquema,
correlato psíquico del de estructura.
Estos conceptos tienen sus orígenes en la experiencia sensorial del mundo exterior y en la actividad
motora hacia el mismo. Pero pronto se hacen separables de sus orígenes, y su posterior desarrollo tiene
lugar por interacción con otros y entre sí. (SKEMP, 1980, 43).
69
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En la concepción dinámica del esquema, se rastrean las huellas de las teorías del a
posteriori cognoscitivo y representacionistas; en la segunda, las del a priori cognoscitivo,
en general, llámese esquema genético, proyección reflexiva, aprendizaje signjficativo o el
insight de los gestálticos. En cualquier caso, aparecen las dos funciones esenciales
reconocidas a los esquemas: Integrar conocimiento existente e instrumento mental para la
adquisición de nuevo conocimiento. (SKEMP, 1980, 43)
Algoritmo.- Reg]a (o conjunto finito de reglas) que, para todo problema de una
clase dada con anterioridad, permite en un número finito de pasos conducir a una solución,
si existe una, o, dado el caso, mostrar que no existe (véase, p. ej.: HIEBERT y LEFEVRE,
1986).
La noción de algoritmo se concibe hoy con mucha mayor extensión y riqueza que
tradicionalmente (simple algoritmo de Cálculo Aritmético). Se le concede doble
naturaleza: como procedimiento y como objeto de comprensión y construcción racional.
70
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
71
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Entendiendo por algoritmos -como ya seha indicado- no sólo los tradicionales para
el Cálculo Aritmético, sino los explicitadores de técnicas habituales a aplicar en
situaciones frecuentes (técnicas de cálculo mental, aproximación y estimación, resolución
de problemas en general, planteamiento y resolución de ecuaciones, etc.).
72
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Observar es algo más que percibir: es establecer relaciones entre aspectos graduados de un mismo
objeto, buscar correspondencias entre intensidades diferentes; es constatar sucesiones, relaciones
espaciales y temporales; es hacer comparaciones, anotar diferencias y semejanzas en bloque o en
detalle (análisis); es establecer un puente entre el mundo y el pensamiento. (Decroly; cit. por
FERNÁNDEZ, LLOPIS y DE PABLO, 1991, 122).
El juicio, sin duda, es de carácter lógico; pero sin restringir el horizonte a la Lógica
Deductiva. Cabe, en un primer momento de la comparación, el recurso a argumentos de
plausibilidad (POLYA, 1978), de Lógica inductiva y Abductiva o Hipotética. Precisamente
en nuestros días se profundiza en aspectos de una Lógica TriáSica, redescubiertos los
trabajos de C. 5. PEIRCE (véase: PEIRCE, 1988).
73
Iniciación al Cálculo Aritniético con alumnos ciegos
Así consideradas las cosas, los juicios lógicos comportan un juicio de sustrato
semántico: reconocer un sentido o significado a la conjunción o separación de dos
términos lingilísticos, cada uno de los cuales goza de un grado inicial de significación, que
será enriquecido por el nuevo significado conferido/descubierto. Mecanismo idéntico al de
comprensión de un texto, problemático o descriptivo (en una concepción de Semántica
Pragmática). (Entiéndase que término linguistico se toma en su más amplia acepción, de
representación interior, subjetiva y potencial del signo lingidstico exteriorizable y
socialmente aceptado, con independencia del ámbito.)
El lenguaje no agota los conceptos -las ideas-; como tampoco éstos -el
conocimiento, en general- no agotan la realidad. Pero el pensamiento precisa del lenguaje
para su discurso; la forma es irrelevante -imágenes gestuales o físicas, visualización
fonética, de grafismos usuales, simbólico-matemáticos, formas gráfico-geométricas-, o si
esta apoyatura es consciente, semiconsciente o inadvertida. La expresión aristotélica para
designar el lenguaje como logos semantikon -pensamiento/verbo significativo- comporta
una fuerte carga lógica y psicológica, a la par que una referencia inexcusable a la realidad
-valor de significación-; de hecho, llega a afirmar que: sin lenguaje, no hay pensamiento.
Por lenguaje debe entenderse no sólo el habla común o lengua natural, hablada o
todo sistema de signos susceptible de transmitir ideas (COSERIU, 1971). Se
escrita, sino
da cabida, así, al lenguaje simbólico-matemático, gestual, gráfico-geométrico, de
comportamientos físicos propio de una actividad o ámbito profesional (trabajo con un
material especifico, códigos varios, lenguaje de banderas, etc.), que tan útiles resultarán en
los procesos de enseñanza-aprendizaje de la Matemática.
74
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Sin el lenguaje, cada individuo ha de formar sus propios conceptos directamente desde el entorno.
Sin lenguaje, estos conceptos primarios no pueden reunirse para formar conceptos de orden más
elevado. Mediante el lenguaje, sin embargo, el primer pr~eso puede acelerarse y el segundo se hace
posible. Además, los conceptos del pasado, trabajosamente abstraídos y acumulados lentamente por
generaciones sucesivas, se aprovechan para ayudar a cada nuevo individuo a formar su propio sistema
conceptua]. (SKEMP, 1980, 32-33).
75
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
76
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Incluso para el conocimiento sensible, y de forma radical, SKEMP confiere importancia capital a las
representaciones esquemáticas, al afirmar que reconocemos objetos concretos gracias a que
abstraemos ciertas propiedades invariantes que persisten en la memoria más tiempo que el recuerdo de
una particular presentación del objeto (SKEMP, 1980, 24); dado que no hay dos ocasiones en que
los datos sensoriales (visibles) sean, en verdad, exactamente iguales, debido a variaciones de distancia,
iluminación, perspectiva, etc. (ibidem.).
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Nada es mas fecundo, en el plano pedagógico, que los ejercicios de tránsito de un material a otro o
de una representación a otra. Pasar de un material a número escrito correspondiente, en fonna
recíproca, pasar de un dibujo de conjuntos a un material A, de un material A a un material B, de un
material B al número escrito, y del número escrito a un dibujo de conjuntos, es un medio seguro para
hacerentender sin dificultad a los niños el sistema de numeración. (VERONAUD, 1991,141-142).
78
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
El último cuarto de siglo puede decirse que ha supuesto un duro golpe para las
escuelas psicopedagógicas.
Más bien parecería que son los propios psicólogos quienes han perdido un tanto la
esperanza de contar con garantías para llegar a plasmar en un sistema nítido y definitivo el
modo de actuar de la mente humana en los procesos de aprendizaje de la Matemática, y su
relación con la edad o las experiencias educativas.
Puede, también, que hayan sido los propios cambios de enfoque en los contenidos
matemáticos introducidos recientemente quienes hayan acabado por desorientar a los
psicopedagogos en el objeto de su tarea: ¿producto, o proceso?; ¿estructura formal, o
solución práctica?; ¿rigor, o intuición?; ¿conocimientos, o técnicas e iniciativa personal?...
La epistemología de los fundamentos del hacer matemático es la misma para cualquier edad en el
curso del aprendizaje, como son los mismos los principios que la constituyen en la mente del alumno y
los parámetros que definen la estructura de sus ejes directores. Lo que cambia, sintonizando con la
capacidad intelectual, son las situaciones, los modelos y los instrumentos. La matemática o sehace, o
no se hace; independientemente de la edad o el contenido expresado. (FERNÁNDEZ BRAVO, 1995,
11).
- O el optimismo psicológico:
Lo que podemos asumir, sin ninguna investigación especial, es que los niños tienen el potencial
necesario para comprender los conceptos lógicos, lo mismo que poseen el potencial para el
procesamiento simbólico. (MILLAR, 1997,46).
79
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
La noción de complejidad no es la misma para el matemático que para el maestro, ya que el primero
busca los axiomas más generales y de mayor alcance, mientras que el segundo busca las nociones y las
relaciones más simples para el niño, las que, por otro lado, no son comprendidas de entrada con talas
sus propiedades. (VERONAUD, 1991,10).
Habría que precisar aún más: para los niños que e] maestro tiene delante, para
cada niño.
Es decir: las dificultades no provienen tan sólo de la Matemática en sí, sino que se
encuentran, sobre todo, en el camino que cada alumno recorre en su personal proceso de
aprendizaje. Esta complejidad alcanza su culinen cuando se llega a la individualización
plena. Cada alumno es un mundo de características psicosomáticas, de cambiantes
contenidos intramentales, de circunstancias socio-familiares; con una historia cultural y de
experiencias de aprendizaje, institucional y ambiental, provocado y espontáneo, que hace
imposible una determinación a pnon.
Dado e] objetivo último de este trabajo, se presta atención preferente a los estados
perceptivos, curriculares o afectivos del alumno que, de ser persistentes, originan
necesidadeseducativas especiales.
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Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
- Nivel fisiológico
- Exploratorias
-Estado de capacidades
perceptivas. - Desarrollo de destrezas - Discriminativas
perceptivas - Constructivas
- Memoria perceptiva
- Reproductoras (imitativas)
- Nivel de desarrollo en
destrezas manipulativas y de - Dirigidas
expresión corporal - Constructivas
- Creativas o libres
- Interpretativas (comprensivas)
- Expresivas
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Fórmulas de evaluación
- Hlpdtesis causales
-Alumno con trastornos
afectivos o de personalidad
- Efectos observados
-Hipótesis/constataciones
estfmuldrespuesta
82
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
Por otra parte, los instrumentos que de ordinario se emplean para evaluar el nivel
madurativo con frecuencia son dependientes de formas de lenguaje que pueden falsear los
resultados. Baste, como muestra, las críticas a los experimentos de PIAGET por parte de
algunos grupos ingleses y norteamericanos.
83
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
38) Formación anterior.-
Nos encontramos ante un nuevo término que, lejos de ser un eufemismo más para denominar a los
alumnos y alumnas hasta ahora llamados deficientes, minusválidos, discapacitados.., implica un
cambio conceptual importante a la hora de plantear la educación que estos y <tos alumnos necesitan
84
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
mencionaba al final del Apartado 2.3.1 que apenas si se han iniciado los estudios sobre
capacidades general y especificas para el aprendizaje eficaz de la Matemática.
Sin embargo, hay que cambiar el punto de mira y traducir el déficit en necesidades educativas:
qué necesita aprender, cómo, en que momento, qué sedebe evaluar, cómo, en qué momento, y qué recursos
van a ser necesarios para el desarrollo de su proceso de enseñanza-aprendizaje (Ibid.. 20). Es decir: saber
qué contenidos escolares son adecuados y prioritarios para ese alumnado, cómo enfrentarse a la tarea de
enseñárselos, qué materiales son los más adecuados o qué tipo de apoyo precisa (ibidemj. Orientaciones
que pueden incluso cristalizar como uno de los aspectos de Matemática para la
Deferencia, dentro de la “Atención a la Diversidad’.
grupo en que se halle encuadrado el alumno. Sus dificultades -objetivas- pueden agudi-
zarse o mitigarse -incluso desvanecerse-, diversificando el grado de ayuda (adaptaciones
de acceso o no significativas) o el nivel de exigencia (adaptaciones sigr4/Ycativas).
85
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-Relativa a métodos,
- Relativa a material,
-Información didáctica
- Relativa a situaciones de enseñanza-aprendizaje
86
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
- Conocimiento del
instrumental.
- Técnicas
específicas de
-Información/forma- trabajo.
ción.
- Destrezas a
desarrollar.
- Aspectos de la
atención coyuntural
-Alumno con diferenciada, etc
dificultades de
orden percep-
-Confección y apli- De acceso.
-
tivo y/o psico-
cación de “adaptacio- - No significativas.
motor
nes curriculares”
- Significativas.
- manifrstaciones
- hipétesis
- Conocimien-
- Alumno con
estímukilrespuesta.
trastornos afec- tode:
tivos o de per- -tratamientos habituales y
sonalidad coyunturales, etc. (de tipo
general)
-Experiencia docente con alumnos
afectados por trastornos análogos
87
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-Fijación/consolidación de conceptos
- interpretativas (comprensivas)
- expresivas
- Lengua natural hablada
- de sistematización,
- iniciativa personal,
- metodológicas
- técnicas de trabajo
Alumno con
- -Dominio del instrumental específico y técnicas de
dificultades de trabajo
orden perceptivo
Caso de “alumno y/o psicomotor Objetivos curriculares específicos
-
con necesidades
educativas Alumno con carencias curriculares (determinación de Objetivos de
-
especiales” remediación)
88
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
5~) Objetivos curriculares (caso general).-
Es lugar común que la diferencia esencial entre el área matemática y las restantes
áreas curriculares estriba en un mayor esfuerzo de comprensión por parte de aquélla, a la
par que una menor exigencia cuantitativa y cualitativa de memoria -tanto a corto como a
largo plazo-: comprender, más que recordar; y comprender para aplicar.
Sin embargo,
La mayoría de los psicólogos de hoy día reconocen que no está clara la existencia de una dicotomía
extrema entre el aprendizaje mecánico y el significativo, que la memonzación no es necesariamente
una alternativa a la comprensión. De hecho, los últimos trabajos sobre la memoria ponen de manifiesto
que la memorización es un proceso activo, que depende de principios organizativos. (RESNICK y
FORD, 1981, 175).
89
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-Según los casos, puede ser recomendable incluir Objetivos especificos tendentes a
desarrollar destrezas y actitudes aceptadas como necesarias o convenientes.
90
Los problemas aritméticos corno “situaciones de partida”
91
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- motivaciones
- facilitadores.
- Atención diferencial.
92
Los problemas aritméticos como “situaciones de partida”
7~) Disponibilidad de elementos materiales y temporales.-
No se aprende una Matemática de una vez por todas. Como tampoco se aprende a
ensenar de forma perfecta y definitiva.
Pero la formación permanente y la mejora didáctica requieren algo más que buenas
disposiciones; elementos que los faciliten/posibiliten: medios y tiempo.
Puede profesarse que el mejor libro del que dispone el profesor son sus propios
alumnos; que la mejor fuente de información son la conducta y el diálogo con sus alumnos
y colegas; que no hay mejor laboratorio ni centro de investigación didáctica que el aula de
clase. Y como actitud esencial, es incontestable. De hecho, los más notorios progresos en
DidácticaEspecial, medios y propuestas, han surgido de profesores aislados -en principio-,
de un quehacer cotidiano, aparentemente intrascendente; hurtíndose quizás tiempo al
descanso o a otros proyectos personales.
93
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
94
3 ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DE LA ARITMÉTICA
¿Qué es Aritmética? La ciencia que trata de averiguar las relaciones y propiedades de los números.
(Ni. J. VALLEJO Aritmética de niños, para USO de las Escuelas del Reino, 1798).
¿Qué es Aritmética? El arte de contar o la ciencia de los números que considera su naturaleza y
propiedades, y suministra medios fáciles para expresarlos, componerlos y resolverlos, que es lo que
llamamos calcular. (TORCUATO TORO DE LA RIVA Y HERRERO: “Principios de Aritmética,
1789).
En la escuela, la Matemática comprende desde hace un par de siglos las que hoy
podríamos llamar ramas tradicionales: Aritmética, Geometría y Algebra.; esta última, más
propia de la etapa de Secundaria. La afirmación es válida para la enseñanza en el mundo
occidental y el vasto ámbito de su influjo institucional.
Los refonnistas pensaban que si se dedicaba un tiempo y una atención suficiente a enseñar a los
niños las estructuras subyacentes en las matemáticas, la destreza de cálculo aparecería con gran
facilidad. Suponían que se podía desarrollar ladestreza de cálculo sin dedicar mucho tiempo al cálculo
en sí. A pesar de los cambios en el curriculum, no cabe duda de que los cálculos siguen conformando
la mayor parte de las matemáticas de la escuela primaria que recibe el niño. (RESNICK y FORD,
1981,26).
Podemos distinguir un enfoque que se preocupa menos del contenido de las matemáticas que de las
matemáticas como forma de pensar y de razonar. Si se entienden las matemáticas como forma de
pensar— la consecuencia es que se concibe la resolución y el descubrimientode los problemas no sólo
como medio de enseñar los conceptos matemáticos, sino como objetivo Thndamental de la enseñanza
matemática (RESNICK y FORD, 1981,14).
96
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Pero los movimientos pendulares tienen sus riesgos. Ya en 1976 Skemp advenía
del peligro en menospreciar las destrezas de cálculo en sentido estricto, ante la tentación de
primar las actividades más netamente matemáticas y de abstracción activa: A cualquier nivel
podemos también distinguir entre manipulaciones rutinarias y actividad de resolución de problemas; y a
menos que las primeras puedan hacerse con una atención mñdmna, no es posible concentrarse con éxito sobre
las dificultades. Esto es válido para cualquier destreza. (SKEMP, 1980,95).
Así, importan como dimensiones del curriculum no sólo los Contenidos -ya sean
conceptuales o procedimentales-, sino -y de forma especial- los Procesos y Situaciones que
les atañen o en los que puedan involucrarse (CASTRO, RICO y CASTRO, 1996, 85);
éstas últimas, sobre todo, por su componente motivacional.
97
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
La mayoría de los autores están de acuerdo: La apropiación del cálculo, y por tanto ladel
número, nunca terminan. (...) Del mismo modo que nunca acabamos de aprender a leer <por ejemplo, cl
estudiante de psicología se convierte de modo progresivo en un mejor lector de textos de psicología), nunca
acabamos de aprender elnúmero. (BRJSSIAUD, 1993, 210)
Dotar de significado una operación aritmética es una tarea compleja que puede
darse por terminada en muy pocas ocasiones. El significado de cualquier
operación se construye durante un dilatado periodo temporal, con aportaciones
muy variadas: situación es para plantear o resolver problemas, exploración de las
propiedades de cada operación, relaciones entre las distintas operaciones, efectos
que produce cada operación con distintos números, modelos que permiten
representarlas. (GRUPO 0, 1997, 1, 67-68).
98
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Esta actividad sobrepasa los límites del mero recurso didáctico. Incluso más allá
del área matemática: En el transcurso de la tarea se invocan, se ponen de manifiesto y se ejercitan
destrezas y procesos cognitivos generales dificilmente requeridos por cualquier otra tarea escolar. (ibidem.,
37). KUBN (1962), desde el marco de las teorías de la ciencia, llega a comparar al científico normal con un
“experto en resolución de problemas”.
Por definición, un problema propiamente dicho exige una búsqueda de soluciones posibles porque
no existe ninguna solución obvia. Esto implica que hay que aplicar alguna estrategia para determinar
la meta del problema, la información de que disponen los estudiantes, y cuál es la información que
ffilta y que permitiría o bien que se aplicase una estrategia de resolución conocida o bien que se
inventase una nueva solución. (RESNICK y FORD, 1981, 179-180)
Por otra parte, si la escuela ha de preparar a los niños para enfientarse a su vida
presente y futura, ¿qué mejor palestra de entrenamiento que los inocentes problemas
aritméticos con referencia a la vida cotidiana? En ellos pueden encontrarse situaciones
tales como la determinación de objetivos, la gestación y valoración de itinerarios y
estrategias, la selección de medios, el recurso a informaciones o ayudas complementarias,
etc.
99
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
loo
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
La ejercitación no es ya la vía para el aprendizaje, sino la vía para la consolidación. Se desea que los
niños practiquen las manipulaciones necesanas hasta que puedan llevarlas a cabo con el suficiente
automatismo. (B. GÓMEZ, 1988, 110).
Un análisis de las tareas aritméticas desde el punto de vista del objeto formal
distinguiría entre elección de la operación aritmética y realización de los cálculos
oportunos. La primera tiene el carácter de una decisión, aplicada sobre la comprensión de
un enunciado o situación. La segunda, mucho más compleja, aunque también más
superficial y automatizable, incluye decisiones estratégicas, ejercicios combinatorios,
exteriorizaciones expresivas, etc. Una y otra, suponen aplicaciones perceptivas y
representativas de índole y nivel varios.
Los problemas relato o de enunciado exigen de los niños que éstos interpreten las palabras del
problema, que preparen un cálculo matemático equivalente y seguidamente apliquen los procedimientos
relevantes. (RESNICK y FORD, 1981, 26). Teniendo presente que relevante no es equivalente a
evocación de hechos numéricos, ni mucho menos algoritmo escrito: cabe acudir a técnicas
elementales de cálculo (recuento de colecciones de muestra o situaciones gráficas, conteo,
manipulación de material, etc.).
101
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Aunque era habitual que la estructura del itinerario tomara forma triangular,
1
pasando frecuentemente de uno a otro estadio.
MANIPULACIÓN FISICA
102
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
MANIIP., FISICA => RESOL PROBLEMAS => REPRES. GRAFICA => REPRES. SIMBOLICA
ti
REPRESENTACIÓN GRAFICA jZZ±REPRESENTACIÓN SIMBÓLICA
ti
Que, con anterioridad a su expresión física -exterior-, tiene una realización interior,
en el plano de las representaciones imaginativas -visualizaciones interiores-.
103
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
No debemos olvidar que las matemáticas son, ante todo, una actividad mental. La utilización de
números y signos sobre papel es sólo una ayuda para realizar las operaciones mentales de la misma forma que
el niño poco hábil cuenta con los dedos o dibuja palitos junto a las sumas. De aquí se deduce que lo que
interesa en primer lugar es la actividad mental: la formación del concepto de cantidad y de número y el
desarrollo del pensamiento operatorio. (FERNÁNDEL LLOPIS y DE PABLO, 1991, 17).
Pero tampoco será raro, si existe disponibilidad para ello, que sean los propios
alumnos los que tomen las riendas del proceso, y propongan métodos, casos, soluciones,
aplicaciones y generalizaciones no previstas. Es el juego entre la directividad del profesor
y la iniciativa del alumno. Es la diferencia entre enseñar y aprenden o, mejor: entre un
desnudo enseñar y enseñar a aprender, que, por la reflexión en la práctica, puede muy
bien acabar en un aprender a enseñar -no es un ramplónjuego de palabras-.
CONSTRUCCIÓN/APRENDIZAJE
DE ALGORITMOS
104
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Habría que distinguir -una vez más- entre el objeto y el método, y no extender la
crítica didáctica a una crítica del contenido matemático. La introducción a los algoritmos era tan
breve, que casi no existía. Prácticamente se reducía a la propia manen de ejecutarlos. Aprendizaje era
sinónimo de ejercitación, de entrenamiento. Los niños eran adiestrados, más que enseñados: repetir, repetir,
repetir. (GÓMEZ, 1988, 107).
Los últimos diez años han conocido una reacción, que insiste en los
procedimientos, aunque en conexión con la teoría de conjuntos. Pero se recomienda
expresamente la automatización de las operaciones a través del conocimiento de sus
algoritmos. Puede decirse que se persigue una armonía entre la comprensión del algoritmo
y su concepción como herramienta de resolución de problemas.
Como Objetivo último, la automatización -aunque hay quien prefiere hablar de fluidez;
mejor fluidez que automatismo, ya que automatismo denota aprendizaje maquinal. (GÓMEZ, 1988, 110)-.
Es decir: la asimilación de hechos numéricos y algoritmos, hasta el punto de dominarlos
como recurso siempre disponibles -memorizados, y de recuperación inmediata-, prontos a
ser aplicados en situaciones nuevas.
La velocidad y la precisión son dos criterios ampliamente aceptados para medir la destreza en el
cálculo. (RESNICK y FORD, 1981, 29). Incluso un tercer criterio: la seguridad; de carácter más
bien subjetivo, difícil de objetivar y evaluar.
105
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Por consiguiente:
Deberán quedarintactos los objetivos y contenidos previstos para cada nivel educativo
Dos son las fuentes incontestables que avalan este aserto. La primera, de carácter
histórico: la pléyade de matemáticos ciegos y deficientes visuales que durante siglos han
florecido en prácticamente todas las culturas, aun sin medios específicos de expresión
escrita o gráfica. La segunda, la experiencia reciente de los centenares de alumnos que,
curso tras curso, superan los niveles generales previstos en todas las etapas educativas, a
pesar del creciente fracaso.
En consecuencia:
O, lo que es lo mismo:
106
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
3.4 MOTIVACIÓN
El alumno, por joven que sea, es una persona; no una máquina de aprender.
El adulto puede enfocar voluntariamente su atención al campo que él determine o que el entorno le
demande. Por el contrario, la atención del niño no es voluntaria. Sigue a sus gustos y sus aficiones,
cambia de dirección con frecuencia y es dificil de mantener. Es una atención selectiva, que elige su
objeto y permanece fija en él en función del interés que le ofrece. (FERNANDEZ, LLOPIS y DE
PABLO, 1991,28)
Para LESTER (1980), la motivación es una dimensión afectiva más, junto con el
interés, la confianza, la perseverancia y la complacencia en aceptar riesgos. Pero mientras
aquélla -en su dimensión objetiva- tiene carácter externo, las restantes son manifestaciones
actitudinales, de difícil intervención, susceptibles de ser despertadas y alimentadas a partir
de la primera. Es por esta razón que distinguiremos entre motivación extrínseca -objetiva-,
en cuanto manifiesta mediante un estímulo o conjunto de estímulos externos, y motivación
intrínseca -subjetiva-, con origen o no en aquélla.
El proceso didáctico tiene por objeto, entre otros, generar motivaciones intrínsecas
-asumidas libremente y asentadas en el espíritu-, a partir de motivaciones extrínsecas -que
recurren a resortes inconscientes o semiconscientes del aprendiz-. Es decir: servirse de las
motivaciones extrínsecas en forma de atractivos sensibles y dinamismos liberadores de
energía -reclamos seguros para la atención y fuente de satisfacciones inmediatas-, para
cultivar Actitudes y Valores conscientes que reverberen en las más íntimas y permanentes
fibras de la personalidad del alumno -que forjen y fortalezcan su inclinación hacia la
Verdad y aprecio porel Bien-.
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Debemos tener en cuenta que todos poseemos una capacidad mayor de aprendizaje cuando
realmente queremos aprender: no podemos ignorar los efectos que en la calidad dcl aprendizaje tienen
la motivación, el interés, la determinación y el deseo de triunfar. La búsqueda estriba continuamente
en encontrar los medios que hagan más atrayentes e interesantes, más relevantes y útiles, las
Matemáticas escolares; porque sabemos que los niños aprenden mejor bajo tales circunstancias.
(ORTON, 1990,21).
Uno de los grandes retos educativos de nuestros días parece centrarse en el arte de
conjugar motivación y conveniencia didáctica. Cualquiera que sea el área de estudio,
cualquiera que sea la situación de enseñanza-aprendizaje que se organice o aborde,
cualquiera que sea la racionalidad o teoría del curriculum que se profese -manifiesta u
ocultamente-, el profesor se halla ante el desafío de tornar la conveniencia didáctica de un
objetivo o grupo de objetivos en meta deseable porsus alumnos.
La motivación no será tal mientras no sea asumida por el alumno como motivación
intrínseca, apreciada positivamente en el código de valores personales y/o sociales
-personales, al fin y al cabo- que en él se haya ido forjando hasta el momento.
Pero es difícil que pueda generarse y alimentarse activamente esta motivación del
alumno si, con anterioridad y deliberación, no se halla persuadido el profesor de su
conveniencia -motivaciones o exigencias sociales, de estructura curricular y aun de
convicción personal, didáctica o no-.
108
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Este aspecto cobra especial importancia en el caso del alumno con déficit de visión.
La dificultad y lentitud propias de la percepción háptica -caso del ciego total- o de la
exploración ocular -alumno con resto visual-, reclaman la máxima sencillez de elementos
materiales, reglas, etc. definitorias de la situación. Se evita de este modo la fatiga inicial de
apropiación y la ulterior de control de la tarea.
109
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Las matemáticas pueden utilizarse para describir, ilustrar, interpretar, predecir, explicar. Gran parte
de lainformación que se transmite tiene un componente numérico, algunas veces destacado. (Ibidem. 71).
La Aritmética está repleta de aspectos técnicos, tales como multiplicar un número por otro, hacer la
media de varios datos, localizar el número mayor dentro de una serie de datos; pero se trata de técnicas que no
son--no deben ser--fines en sí mismas. Sólo tienen interés si se emplean en actividades con finalidad bien
deflnid& (ibidem.). Y no es difícil encontrar cauce a esta aplicabilidad próxima al alumno:
puntuaciones deportivas o de juegos, compras, repartos o aportaciones a escote, etc.
La matemática no es una colección de temas desconectados, sino una estructura coherente, cuyas
partes están relacionadas. (ibident). La relación entre operaciones, las propiedades
estructurales, las analogías de comportamiento con otros objetos, incluso la equivocidad de
enunciados de problemas, pueden servir de ejemplos. La comprensión local se ve
retribuida pronto, en analogías, generalizaciones y casos paniculares que surgen por
doquier.
El interés puede proceder del sentimiento de orden, la apreciación de regularidades, una relación
interesante, la potencia de una fórmula, la simplicidad de una generalización, un resultado curioso o
inesperado o la elegancia de una demostración. Las posibilidades que presenta la Aritmética en este
aspecto nos parece que aún están por explorar y explotar en nuestra escuela de cada día. (ibidem.).
lío
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Hay que estimular a los alumnos a que encuentren su propio método de resolución cuando se
enfrentan con un problema. Esto es especialmente importante en el caso de ¡a Aritmética, en donde
hay técnicas canónicas, pero en donde los alumnos y los adultos suelen emplear métodos propios que
comprenden y en los que tienen confianza. Imponer como único método el más rápido y preciso, sin
dar tiempo a que los alumnos maduren a partir de sus propias intuiciones, puede conducir a una
separación entre lo que se practica y entiende yío que se enseña en la escuela. (ibidem.).
El método sistemático, sin embargo, supone más que eso. Supone elementos de valoración y
revisión tanto como la ejecución de tareas. Los alumnos deben pensar claramente y reflexionar sobre lo que
su acción acarrea y considerar qué estrategias son posibles. 1 También debe hacerse una consideración
cuidadosa del resultado fmal, lo que puede implicar valorar el trabajo, hacer una estimación para ver si el
resultado es razonable, dar una interpretación que pueda necesitarse o bien extender un resultado según varios
caminos (ibidem.). Trabajo sistemático es complementario a trabajo imaginativo, flexible y
con iniciativa; en alguna manera, es su culmen.
XI Trabajar independientemente.
Plantear cuestiones es, con frecuencia, más importante y difícil que resolverlas;
quizás ocurra así por insuficiencias formativas. Hay un fracaso cuando los alumnos creen,
erróneamente, que la Aritmética tiene su principal aplicación en responder a las cuestiones que píantean los
libros. Los alumnos están bien formados cuando ellos mismos se plantean y responden cuestiones. (ibidem.).
Como se ha indicado más arriba, el alumno con déficit visual precisará con mayor
frecuencia y necesidad real de la ayuda cooperativa de profesor y compañeros. O, lo que es
lo mismo: el trabajo independiente se le hará más costoso y lento -si no imposible-, salvo
que la situación de enseñanza-aprendizaje en la que se halle inmerso se adapte por
completo a sus características perceptivas y expresivas. Es el ideal de adaptación: permitir
la autonomía plena, aunque no sea imprescindible.
111
DISLIOTECA
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Hay, no obstante, una vía para garantizar la eficacia de aprendizaje del grupo como
tal: que la actividad, en su diseño, medios y píazos se adecue a las necesidades del alumno
ciego, a la par que sea suficientemente potente como situación de enseñanza-aprendizaje
para los alumnos videntes. Cosa no imposible, aunque costosa en tiempo de preparación.
La experiencia matemática de la mayor parte de los niños suele estar muy fragmentada, ya que
trabajan en cuestiones puntuales muy breves, pasando de una a otra en rápida sucesión. Sin embargo,
seleccionando adecuadamente los tópicos, es posible estimular a los niños a realizar estudios más en
profundidad. (ibidem.).
En el propio proceso, siempre es posible contagiar el gusto por disfrutar pensando, incluso cuando
no se consigan resultados completamente satisfactorios, y confianza en que el pensamiento produce
resultados. Actitudes accesibles a todos, por pequeños que sean. (GRUPO 0, 1997, 1, 15-16).
112
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
- Actividad fascinante.
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
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Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Existen diferencias notables entre la forma de actuar y las respuestas que provocan
los estímulos motivacionales y los que hemos dado en llamar gérmenes de desmotivación.
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Como es natural, estos dos grandes grupos admiten todo un continuum intensivo.
Mucho nos tememos que uno de los factores determinantes del sentimiento de fracaso de los
estudiantes está causado por un enfoque falto de aciertopor parte de los enseñantes. Un escolar convencido de
que no es suficientemente inteligente para hacer matemáticas se retrae y prefiere ser tenido por poco
trabajador o desinteresado. Es muy dificil que esta persona llegue a valorar las matemáticas como útiles y
divertidas. (ALSNA y OTROS, 1996, 120)
1 Dificultad de comprension.
Los objetos matemáticos, en última instancia, son abstractos. Exigen, por tanto, un
esfuerzo abstractivo que rebasa la simple observación o mampulación fricas. Obligan a
desprenderse de las propias percepciones -e incluso concepciones- para adentrarse en un
mundo broceloso -por no decir tenebroso-: el mundo de las ideas sólo asequibles al
intelecto, en el que la imaginación es mero auxiliar, útil -tal vez imprescindible- pero
insuficiente.
116
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Una noción presentada demasiado pronto no tiene solamente un valor “neutro”; si es demasiado
dificil acarrea las consecuencias de todo fracaso y hace perder al niño confianza en sí mismo.
Sensibiliza, además, al alumno ante cualquier problema que toque el tema y alimenta la actitud
antimatemática. Cuando varios años más tarde, Se vuelve sobre estas cuestiones no asimiladas se hace
mucho peor que comenzando con alumnos para los que se trata de nociones nuevas. (MIALARET.
1984, 160).
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Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Nos hemos referido en otro lugar (FERNANDEZ DEL CAMPO, 1997) a esta
pregunta que, frecuente en los niños sometidos a tratamientos a base de símbolos,
conceptos abstractos y situaciones alejadas de sus intereses personales, se amortigua a lo
largo del curriculum, a medida que crece la resignación -y el rechazo-.
118
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
4 Monotonía didáctica.
El cálculo operatorio necesita ejercitación, sin llegar alcansancio o a lamonotonía; para ello hay que
procurar realizar actividades y juegos matemáticos variados, tanto verbales como escritos y mentales,
que favorezcan el cálculo a la vez que mantengan la motivación. (FERNÁNDEZ, LLOPIS y DE
PABLO, 1991, 202).
Se reiteran aquí los comentarios del punto anterior, extendidos a todos los
estímulos motivacionales y Objetivos propuestos. Es decir: deben hallarse integrados y
equilibrados, sensibles a los asomos de desmotivación del alumno, por puntual que ésta
parezca.
De modo muy particular, conviene atender a los grupos de motivación “1”, “II”,
“IV” y “y”, y a las formas comunicativas o lenguajes, que se consideran a continuación.
El lenguaje es no sólo el medio de intercambio, sino el instrumento que suele emplear el que aprende
para ordenar el entorno. (BRUNER, 1966; cit. por ORTON, 1990, 169), y hace que los procesos del
conocimiento ydel pensamiento sean inmediatamente accesibles a laintrospección y a la revisión. (BURNS,
1976; ibídem). Extensivo a todas sus modalidades, es objeto reiterado de consideración a lo
largo de este trabajo. No obstante, anticipemos algunas de las formas más frecuentes de
degeneración manifiesta.
119
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
120
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
121
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
GRUPO
MATEMATICA
SITUACION
PROFESOR
122
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Cada uno de estos canales debe hallarse en servicio del o de los posteriores,
modulándolos
123
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Los niños de enseñanza primaria que se sienten orgullosos y excitados por sus mvenciones no
necesitan ninguna recompensa artificial. (...) Tratar de manipular el razonamiento de los niños con
recompensas tampoco cambia el hecho de que algo tenga o no sentido para ellos. (KAMIL 1995,
7475).
Es el mejor antídoto contra la desmotivación. Aunque de efecto limitado, revive
por simple evocación. Se fomenta mediante los grupos de estímulos “IV”, “VIII”, “LX”,
“XI” y “XIV
Poner al alcance del alumno ciego la información que se está produciendo por los
distintos emisores del aula, resuelve uno de los dos aspectos de la comunicación: recepción
de mensajes. Pero la comunicación es -debe ser- bidireccional: junto con la recepción, la
emisión. Es decir: debe asegurarse la posibilidad de que el alumno con déficit visual
exprese sus ideas, contribuyendo también eficazmente a las tareas de grupo.
Las Matemáticas son exactas. Es muy discutible: ¿habrá que negar el valor
matemático a la Teoría de Errores, e incluso al Análisis? ¿Es que no son matemáticos los
cálculos por aproximación, el tanteo, la estimación? En todo caso: será exacta la
Aritmética de números enteros; y, para eso, bajo una cierta concepción.
Al alumno no le repugna lo exacto, sino lo rígido: las vías únicas, que impiden
cualquier posibilidad de originalidad, de iniciativa personal. Aun de forma inconsciente, el
alunmo percibe en la intransigencia en el método -etimológicamente: camino hacia la
meta- y en las formas expresivas un cierto encarcelamiento de la imaginación.
Tal vez no haya nada tan demoledor como reprensiones del tenor: “Así no: hay que
hacerlo como se ha dicho, como te he enseñado, como lo hacemos en clase, coma..”
Volver a intentarlo es síntoma de heroísmo -o masoquismo-; exigirlo sistemáticamente,
deformante y cruel en ocasiones.
124
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Los estímulos motivantes de los grupos “LX”, “XI” y “XII” antes mencionados, de
una parte, y ciertos rasgos de los grupos “II” y “VIII”, de otra, pueden contribuir al
desvanecimiento de estas falsas creencias.
8 Excesiva complejidad de la tarea
Con independencia de las destrezas que requieran las tareas parciales y el nivel
alcanzado por el alumno para su realización, el continuo cambio de actividad, manteniendo
la atención y la intención en un objetivo fmal, exige un esfuerzo suplementario. Se acelera
así la aparición de la fatiga; cuando no desvía la atención, sea hacia objetos más
placenteros y motivantes, sea hacia aspectos marginales de la tarea central -incapaz de
mantener la mirada puesta en la mcta-.
Otro tanto puede advertirse para una actividad que se alarga más allá de unos
determinados limites de tiempo. Cabe asimilar la situación a una especie de monotonía
didáctica, esta vez en el contenido matemático.
Los grupos de motivaciones II, de una parte, y X y XLII, por otra, pueden ayudar a
regular el tamaño y variedad intrínseca de los itinerarios didácticos. Recordemos que se ha
hablado más arribade equilibrio, también para las motivaciones a aplicar.
La falta de visión exige, por lo general, un ritmo de trabajo más lento. Por dos
razones:
125
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Consideraciones éstas que también deben tenerse en cuenta a propósito del punto
siguiente.
9 Sensación de prisa.
El ritmo excesivamente lento puede, en efecto, generar tedio. Pero éste desaparece
en cuanto se reanuda una marcha vigorosa. Sin embargo, las prisas enervan y engendran
desasosiego.
La actuación se hace tanto más compleja y difícil a medida que aumenta el número
y heterogeneidad de los alumnos integrantes de un grupo. Es por ello que cobran especial
relieve las tareas individualizadas y en pequeño grupo, convenientemente orientadas y
estimuladas. Y aunque parezca una herejía pedagógica, los pequeños grupos homogéneos
-en especial, respecto del ritmo de trabajo- resultan ser los más eficaces.
No pueden olvidarse los estados emocionales del alumno que nada o poco tienen
que ver con la Matemática. Un acontecimiento personal o familiar sea agradable o, sobre
todo, desagradable que le haya impresionado ftiertemente incidirá de forma negativa en su
rendimiento. Es natural que afloren en bloqueos y pérdidas continuas de atención.
126
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
En este mismo orden, conviene tener presentes las fobias y rechazos puramente
personales. Sean en la relación Alumno-Profesor, sean en las relaciones en el seno de un
grupo. Aparecen en Matemáticas como en cualquier otro área del curriculum,
distorsionando la comunicación, enrareciendo el ambiente de trabajo y alimentando
tensiones subjetivas que invaden y enturbian la imaginación, y aun el propio intelecto y la
voluntad.
Brame, lámina de caucho para dibujo, etc.; o gafas especiales, catalejos, lupas y flexos,
cuando el alumno cuenta con resto visual.
127
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En las personas del entorno, dos actitudes gozan de eficacia probada: la naturalidad
y la exigencia. Si cambian las circunstancias, la persona queda intacta en sus relaciones
familiares, donde se aprecia a la persona “por lo que es, no por lo que tiene Tampoco “.
128
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Existen, sin embargo, dos vías de actuación directa para esta acción rehabilitadora
externa: el profesor especialista, a quien corresponderá, en buena medida, el
adiestramiento en el manejo del instrumental especifico, técnicas de trabajo, orientación
para el desarrollo de destrezas, etc. Y el contacto con otros alumnos deficientes visuales
-trato entre iguales-, con los que pueda compartir tanto inquietudes como actitudes,
transmitirse experiencias, consultar problemas y soluciones.
Sensación
deprisa
1
Mal entendido carácter abstracto de la Aritmética y de laMatemática en general.
129
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Trabajar independientemente.
- Conseguir la confianza del alumno en sus habilidades numencas.
- Trabajar cooperativamente.
130
4 LOS PROBLEMAS ARITMÉTICOS COMO “SITUACIONES DE
PARTIDA” EN LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
Algunas personas piensan que la resolución de problemas es la esencia de las Matemáticas. Incluso
hasta el punto de estimar que el cueipo de conocimientos que otros juzgan como Matemáticas, es
simplemente la serie de insinanentos existentes para el proceso activo de la resolución de problemas.
(ORTON, 1990, 119).
Es preciso esperar al segundo tercio del siglo XX para encontrar los primeros
esfuerzos sistemáticos por valorar la resolución de problemas como medio didáctico de
adquisición y desarrollo de conocimiento. Su principal adalid sería G. POLYA (Cómo
plantear y resolver problemas, 1945/1967). En España, no puede olvidarse la labor inesti-
mable de P. PIMG ADAM (Dicldctica Matemática Eurtstica). Lo que no significa que
desde tiempo inmemorial hubiera maestros y profesores que desarrollaran métodos
esencialmente heurísticos y mayéuticos, que se sirvieran de problemas como puntos de
partida.
Seria a finales de los años 70 que el interés por este dominio, a la par que enfoque
didáctico, se abriera camino de forma decidida. Concurren para ello diversas causas:
132
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
133
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
La respuesta que ha dado la Educación Matemática en los años ochenta a esta cuestión es la de que
un alumno entrará en actividad cuando se enftente a un problema. Este no es entendido de una forma
rutinaria, claro está. El problema es un deseo de pasar de una situación a dra y las acciones que se
ejercen para ello. En un problema existe una situación actual, una situación a la que se quiere llegar y
un motivo para llegar a ella. La resolución de un problema consiste, entonces, en las acciones que se
ejercen para el paso de una situación a otra. (MAZA, 1990A, 19).
Al interesarse por el proceso más que por el resultado, estos nuevos problemas son
tan sólo el comienzo o pretexto del camino a emprender. Se pretende así desterrar la
actitud pasiva en el alumno, buscando asegurar una participación permanente en el
quehacer matemático del aula. La clase expositiva se juzga entonces como un caso
particularmente pobre de actividad didáctica.
De forma contundente: La enseñanza de una operación, por tanto, debe comenzar con
problemas, seguir con lainterpretación de problemas y culminar con la aplicación de las técnicas descubiertas
ala resolución de problemas. (MAZA. 1989, 18).
134
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Por problema podemos entender cuestión o dificultad que hay que aclarar o resolver.
Deberíamos recuperar parte de este significado para la actividad de resolución de problemas en la escuela.
(AISINA y OTROS, 1996,110).
¿No es un buen ejercicio buscar un enunciado para una solución? ¿Y cambiar los
datos numéricos? ¿Y cambiar los agentes protagonistas?
¿Es que todos los problemas y ejercicios aritméticos deben incluir datos
numéricos?
En este smlmjo se entiende por resolutor a quien corresponde hallar la solución a un problema. El término no está oficialmente
aceptado en español (véase: Diccionario de la Real Academia de la lengua Española), y comporta un cieno tinte de automático o
mecánico; sin embargo, es el corrientemente empleado en Inducciones del inglés y en numerosas obras especializadas en español.
Términos idóneos podrían ser.solvente o solventador -según que la cualidad se estinlara en acto o potencia actualizable de inmediato.,
pero que tienen otras connotaciones muy alejadas del enropo de la Matentca.
En este mismo sentido, se emplean resolutorio y resolutivo, a propósito del proceso de resolución o búsqueda y obtención de la
solución. De hecho, en el habla común pez~e imponerse el término resolver sobre solucionar o solventar.
135
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
La importancia del pensamiento se pone de manifiesto en toda actividad del ser humano. Para
realizar cualquier acción que no sea vegetativa o refleja estamos obligados a pensar, a veces con
detenimiento, para resolver una cuestión delicada; otras, rápidamente porque la actuación no se hace
esperar, y en la mayoría de los casos simplemente pensar para resolver un problema de la vida
práctica. Pero cuando más se obliga la mente es cuando se encuentra ante una tarea para la cual no se
tienen hábitos y destrezas adquiridos. (CASTRO, RICO y CASTRO, 1996,46).
Del resolutor/alumno, ante todo, se espera reflexión. Y una reflexión provocada por
los estímulos e informaciones que configuran la situación planteada.
El resolutor siempre pretende obtener la solución. De paso, aprende cosas. La finalidad del profesor
o del que ha hecho el desarrollo curricular dentro del que está inmersa la tarea, puede ser otra: no tanto que se
encuentre la solución, como que se aprenda. El resolutor sólo se da cuenta de que ha aprendido después de
haber realizado la tarea. (PUIG y CERDÁN, 1988, 23).
El proceso resolutorio puede decirse que es un acto creativo de pugna por un objetivo
específico, basado en el descubrimiento de nuevos modos de combinar las reglas existentes -conocimiento-.
(ORTON, 1990, 119). Pero esto implica una dimensión de compromiso personal con la tarea,
una motivación; sea llamada a la curiosidad, a la cooperación desinteresada o a la
competición, reclamo para la actividad -abandono de la inacción-: desafío, en cualquier
caso.
Este interés despertado por superar una dificultad, moviliza -debe ser capaz de
movilizar- todos los recursos disponibles: Cuando alguien tiene un problema lo lleva en la cabeza y
le da vueltas sopesando posibles soluciones y valorando las que se obtienen. (ALSINA y OTROS, 1996,
110).
136
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Tiene, pues, ante todo un carácter de estímulo externo; que, una vez interiorizado,
facilitará -debería facilitar- la puesta en ffincionaniiento de los mecanismos cognitivos y
aptitudinales del alumno. Con objetivos predeterminados -al menos en sus rasgos
esenciales-, y reclamando su participación voluntaria.
Cierto que cualquier situación, por formal que parezca, puede ser contemplada en
sus partes por no importa quién con mentalidad en actitud al menos, matemática. En la
clase, toda situación de hecho puede convenirse en situación de partida, -de
enseñanza-aprendizaje-. Pero, ¿de partida hacia dónde?.
Iniciar este estudio requiere algo más que contemplar un objeto o grupo de objetos,
fijos o móviles. La simple observación de objetos materiales no basta para hacer
Matemática.
137
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Hay dos formas muy diferentes de experienciasligadas a las acciones materiales de los sujetos. Hay,
en primer lugar, experiencias fisicas, en el sentido amplio de la palabra, consistentes en actuar sobre los
objetos a fin de descubrir propiedades que éstos ya poseían antes de su manipulación por el sujeto; como por
ejemplo, la comparación de pesos, densidades, etc. Pero existen también, cosa generalmente ignorada, lo que
podríamos llamar experiencias lógico-matemáticas, debido a que la información no se obtiene a partir de los
objetos particuíares en tanto que objetos fi sicos, sino a partir de las propias acciones o, más exactamente, de
sus coordinaciones, que el sujeto ejerce sobre ellos; lo que no es precisamente lo mismo. (PLAGET; 1978,
221). Es que toda acción que determine partes supone movimiento, externo o simulado
interiormente.
Para estudiar una situación de hecho en sus panes hay que querer hacerlo. No es
una perogrullada. Para estudiar algo hay que preguntarse por ese algo; y para estudiarlo
matemáticamente hay que fonnularse preguntas de índole matemática: ¿De qué panes
consta? ¿Cómo se distribuyen espacial y temporalmente? ¿Por qué as4 y no de otra
fonna? ¿ Hay cambios? ¿ Qué les ocurre a estos movimientos o cambios si los
consideramos separadamente? ¿ Y en conjunto ?... Es el salto del cómo al por qué, lugar
común en la ciencia moderna (que diría POLYA, atribuyendo a GALLEO el primer paso
en este sentido).
Cualquiera que haya tratado con niños o adolescentes sabe que tienen la curiosidad
a flor de piel. Si se va debilitando paulatinamente es por causa de las frustraciones
sucesivas -que diríamos hoy-: por curiosidad insatisfecha. Basta con provocaría con una
leve indicación, para que el alumno ponga en juego todos sus recursos; acepta
inmediatamente el reto a desentrañar la situación que tiene ante él, y le pregunta -se
pregunta- “¿qué está ocurriendo allí?.”
Sin embargo, los efectos de una formación inadecuada pueden llegar a ser nefastos.
Para muchos niños, la palabra “problema” está asociada a la idea de número y no a la idea de búsqueda; para
ellos, resolverlo no es reflexionar, sino combinar números sin saber cómo ni por qué, tan sólo porque es una
costinnbre que hay que seguir. (SAULIN-MANNONI, 1980k 53).
138
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Conviene, pues, liberarse de las limitaciones que puedan empobrecer a priori los
procesos de enseñanza-aprendizaje de la Aritmética. Entendemos, que en pluralidad de
direcciones:
Sí se sigue la tradición o se tiene detrás una teoría del aprendizaje conductista en la que el niño
aprende por imitación de la conducta del profesor a través de una secuencia de tareas jerárquicamente
estructuradas, prevalecerá la idea de no exponer a los alumnos al riesgo de caer en el error y ni siquiera
cabrá plantearse más enunciados de problemas que aquellos que tengan un conjunto de datos
suficiente.
Ahora bien, si uno piensa que una de las tareas de la resolución de problemas consiste precisamente
en distinguir entre lo razonable y lo absurdo, lo lógico y lo ilógico, entonces hay razones para
plantearse el uso de problemas con todos los tipos de datos. (PUIG y CERDAN, 1988, 198-199).
Parece estar comprobado que los buenos resolutores de problemas muestran habilidad para Ibrmular
preguntas sobre una historia que se les ofrece y reformular problemas con distintos tipos de datos a partir de
uno dado (KRLJTETSKLI, 197~. Lo que también puede considerarse como un argumento favorable a la
diversificación de enunciados, datos, posibilidad de solución, métodos resolutorios (cfr.: ALSINA y OTROS,
1996,111).
139
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
140
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
4.3 TIPOLOGíAS
La repercusión que cada uno de los tipos pudiera tener en el proceso de resolución
se comentará a propósito de los diferentes aspectos de éste, en el próximo Capítulo.
Asimismo, se harán entonces las observaciones pertinentes respecto del hecho que el
alumno-resolutorpudiera padecer deficiencia visual.
141
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
142
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
- Manipulación de material
- Expresión simbólica
- ineducible o pertinente
- reducible o redundante
- binaria
-ternaria
- múltiple
- oral
Mixta
- escrito
- gráfico-geométrico
- con lenguaje dominante
- figurativo
- simbólico
- equilibrada
143
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
b) Real no familiar.
d) Fantástico (o no convencional).
- Ejercicios
- esquemas, etc.
- Real no familiar
- Fantástico (o no convencional).
Tal vez sea en este aspecto donde más se han diversificado los tipos de problemas
en los últimos lustros. Los libros de texto nos tenían acostumbrados a muy escasos
modelos. El más frecuente: una parte informativa, conteniendo los datos imprescindibles, y
una pregunta concreta, prácticamente siempre de tipo numérico, cuantitativo al menos.
Para niveles medios o superiores de la enseñanza, tampoco fultaban, es cierto, los
ejercicios y cuestiones de tipo teórico <problemas de pmbar, que diría Polya). En otro
caso, se consideraban irregulares, equívocos, marginales.
144
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
145
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Generaciones
- Esnucturaciones
- Composiciones
- Interconexiones
- De respuesta determinada
Según el grado de determinación
- De respuesta indeterminada
- Condicionante
- “Ejercicios”
Según la condición de resolución
- Con indicación de operación o técnica
-Libre
146
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
e) Según la redundancia. Con datos redundantes/ajustados. Si alguno/s de ellos son
Puede aún complicarse, conforme que la alusión lo sea tan sólo a los datos, o a
éstos y al resultado.
147
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- explícitos
- implícitos
- Con datos
Según la forma - forma literal
- a concretar, etc.
- vacío de datos
148
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
a) Operaciones implicadas.
Evidentemente, un metro puede ser entendido -según el nivel- como 1 ,Om o 1 ,OOm,
100cm, etc; o un cuarto de hora se interpreta más comúnmente como quince minutos,
antes que como ¼de hora.
Las tipologías se corresponden con Las de contexto temático y según las unidades
mencionadas en el enunciado; pero, con frecuencia, éstas no determinan la unidad de la
respuesta, salvo que se demande explícitamente. El fenómeno es tanto más relevante en los
problemas de ámbito multiplicativo, por la consideración de unidades extensivas,
intensivas, razones adimensionales, etc.
149
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Aditivo-sustractivos
- multiplicativos
- de una etapa
- modelos de aspectos conceptuales
de las operaciones aritméticas
- de varias operaciones
combinadas; etc.
- problemas no numéricos
Números naturales
Números enteros
- de los datos
- Según el tamaño o número de cifras
- de la respuesta
- explicitadas en la demanda
- no explicitadas en la demanda
Según las ‘unidades de respuesta”
Se entiende por variable sintáctica cualquier característica del problema que tiene que ver con el
orden ylas relaciones de las palabras y símbolos que contiene el enunciado del problema. Desde este
punto de vista, palabras, grupos de palabras, símbolos y relaciones entre ellos se consideran al margen
de cualquier referencia a su contenido. (PUIG y CERDÁN, 1988,31).
Como ejemplos de grupos de variables sintécticas generadores de tipos, se citan
corrientemente:
150
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Pueden incluirse entre estas últimas variables las que configuran la significación
sintáctica -enunciativa, interrogativa, exclamativa, dubitativa...-, y sus numerosas
combmaciones.
Obsérvese que la diferencia entre la forma oral y escrita puede llegar a ser abismal,
mediante el empleo de énfasis, silencios, ritmos, etc., e incluso por efecto de la actitud y
gestuación del presentador
151
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Número de caracteres
- Número de oraciones
- Proporción de calificativos
- Proporción de verbos
152
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
- Números
Complejidad léxica (Relativa a la
familiaridad de los términos empleados - Según la expresión de los datos - Símbolos
- Palabras
- Enunciativa
- directa
- Interrogativa
- indirecta
Complejidad respecto de las
significaciones sintácticas
-~ecta
- Enunciativo-interrogativa
- indirecta
-Otras
- Narrativo
153
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
154
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Aunque los PAEV se presenten generalmente como textos que parecen tener las características
propias de los textos narrativos, sin embargo, su interpretación semántica está moldeada por el juego
de lenguaje de la instrucción y no por el del mundo de experiencias de los niños. (PUIG y CERDAN,
1988, 43).
En su formato más elemental -problemas de una etapa-, los datos se reducen a dos
cantidades; la incógnita, a una. La condición determina, de ordinario, La operación
aritmética que responde a la pregunta. Así pues, constaría de tres proposiciones: dos
informativas -enunciativas- y una tercera comprensora de la pregunta -interrogativa-.
155
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Para los PAEV, NESHER (1982) clasiflca en siete tipos las palabras responsables
de la dependencia semántica entre las tres proposiciones del texto:
argumentos cuantificados.
- Agentes. Dependencia semántica debida a los agentes a los que se hace referencia
en el texto.
c) Significado global
todo.
El análisis global del significado del texto del problema ha demostrado ser mucho más
importante que el análisis efectuado a trozos. Su importancia se ha puesto de manifiesto sobre todo
a la hora de comprender los procesos utilizados por los niños para resolver los problemas. (PUIG y
CERDAN, 1988, 99).
Un proceso perceptivo correcto no tiene por qué determinar -ni siquiera influir- en
el sentido global o final de una construcción gramatical para el sujeto. Sin embargo, el
factor espacio-temporal esencial al lenguaje puede afectar la adscripción de significado
algo más que en el plano subjetivo. Tal vez Las concepciones estén condicionadas en
extremo por La lengua natural; a fm de cuentas, ha sido el modelo lingúistico de referencia.
156
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Sin embargo, las expresiones simbólicas ya apuntan algún género de variación. Por
ejemplo: la igualdad 3+2=5 induce la idea de composición; mientras que 5=2+3 -que
podría resultar de la lectura nada difícil de derecha a izquierda, inversa a la ordinaria-
induce la idea de descomposición. Ambas están integradas por los términos 3, 2, 5, + y
En correspondencia con una situación conjuntista, la primera de estas expresiones se
refiere -de alguna forma- al sentido unión de clases, mientras que la segunda se refiere al
sentido de partición en subclases.
El caso del lenguaje de comportamientos físicos puede ser aún más elocuente. La
operación compuesta de depositar sucesivamente tres y dos fichas en un vaso vacío, apenas
parece tener nada que ver con la de tomar consecutivamente dos y tres fichas de un vaso
que contiene cinco fichas. Serían las dos expresiones de la misma situación, filmada y
reproducida en ambos sentidos.
Desde NESHER (1982) se tiende a un ajuste más fmo de esta clas(flcación. Por
ejemplo, parece general el acuerdo en modelizar hoy los PAEV aditivo-sustractivos de una
etapa en cuatro grandes categorías: cambio, combinación, comparación e igualación; e
incluso una qumta categoría: hzVri.dos, de difícil equiparación a alguna de las anteriores,
por su ambigtiedad..
157
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Cuantitativos explícitos
- Indefinidos
- Exigente
- Insinuante
Resolubilidad
- Neutra
- Según laproporción
- Según la explicitud
- Argumentos.
-Adjetivos
Según los significados locales
- Agentes
- Localización
- Tiempo
- Verbos
158
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
- De suma
-fleresta
-Cambio
- Comparación
Según el significadoglobal
- Igualación
- Híbridos
- De multiplicación
- De estructura
multiplicativa - ~ división
- Devarias operaciones
159
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- la forma peculiar de relacionarse con los alumnos (cfr.: CDC-MEC, 1991, 127).
160
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
4.4.1 ANTES
No nos extenderemos en describir los factores y dinámica que, de ordinario,
conducen al diseño del curriculum proyectado o programación que guiará la actividad en
la clase. De forma indicativa, baste el esquema 4.4.lA.
Disposiciones
— Proyecto
de la Aspectos
Educativo de
Administración contextuales
Centro
Educativa
Características
cuniculum
del grupo de
proyectado
alumnos
4
Diseño
de
Etapa/Ciclo/Nivel
t
Presencia en el
Profesor.
grupo de
Concepciones,
“alumnos con
~ formación,
necesidades
oculto implicaciones
educativas departamentales
especiales”
El factorprofesor, en esta fase tan sólo, debe extenderse al Departamento del Area
Matemática, con todas sus implicaciones de programación vertical (niveles anteriores y
posteriores). El curriculum oculto ejerce su influjo, entre otros canales, a través de la
condición del profesor como miembro del Departamento; pero no en exclusiva: La
confección del curriculum proyectado es de carácter personal, aunque reciba orientaciones
y supervisión departamental. Es posible, incluso, que el curriculum oculto deje claves o
vestigios que más tarde provocarán su afloramiento en la práctica.
161
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Este curriculwn proyectado para un grupo de alumnos de un cierto nivel del que es
responsable un determinado profesor, se desplegará, de manera más o menos pormenoriza-
da, en un abanico de previsiones didácticas:
Precisamente en este punto es donde deben diseñarse -grosso modo, al menos- las
situaciones de partida de las que arrancarán los itinerarios did4cticos. Se reclama una más
minuciosa estructuración temporal de los Contenidos y medios, y, sobre todo, una
previsión de cómo organizar dichas Actividades en el aula. Aunque no quede plasmada por
escrito, se vislumbra cuál será la actuación del profesor y su grado de intervencion.
162
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
¡ - generales
- específicos
Objetivos
- temáticos
- individualizaciones
- de conocimiento
- procedimientos generales
Contenidos
- procedimentales - técnicas específicas
- individuales
- de pequeño grupo
- organización de la actividad
- en gmpo coloquial
- en gran grupo
- medios
- tempor7aclon
163
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- objeto
- inicial o diagnóstica
- formativa
- sumativa
- autoevaluación
- combinada...
Evaluación
- observación de la actividad
- realizados en el aula
- análisis de trabajos
- realizados fuera del aula
- fónnulas
-orales
- pruebas - escntas/gráñcas
producción de materiales/situaciones
- estructura temporal
164
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Siguiendo las reflexiones que encabezaban este Capítulo, todo parece apuntar hacia
un estilo de enseñanza que se asiente, entre otros, sobre los siguientes pilares:
Sin olvidar el carácter instrumental de las Matemáticas, que deben servir para algo
comprobable de inmediato: para estudiar otras asignaturas, resolver problemas de la vida cotidiana dentro y
fiera de la escuela que se presentan en su entorno socio-familiar, en los medios de comunicación, etc.;
cuidando, al mismo tiempo, la calidad de las Actividades y la función que se les atribuye.(ALSINA Y COL.
1996). Son un medio ordenado a un fin, no un adorno didáctico.
Con frecuencia, una planificación al ser puesta en práctica queda truncada por
excesos de opthnismo. Se cuenta con medios que después no están disponibles en su
momento; las actividades requieren más tiempo de realización del previsto; muchos de los
alumnos carecen del material imprescindible o desconocen ciertas técnicas; surgen proble-
mas de espacio, de mobiliario, de organización de actividades para escolares; etc.
165
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Trabajo individual.
Los grupos producen más hipótesis, y por eso es probable que logren más soluciones que una
persona aislada; aunque en realidad les lleve más tiempo. Las soluciones alcanzadas suelen poseer una
calidad superior. En un grupo existe también con frecuencia un nivel superior de crítica de las
hipótesis y de las soluciones (WALL, 1965).
166
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
Tanto el trabajo individual como en pequeño grupo son el ámbito más propio de las
Actividades que más nos interesan en este trabajo: la resolución de problemas y la
investigación a partir de materiales didácticos
Los grupos de cualquier dimensión son adecuados para actividades de comunicación oral,
gráfica o escrita destinadas a expresar relaciones, resultados de investigaciones, a debatir posibilidades, a
entender información proporcionada por los compañeros y las compañeras o por el enseñante, a mejorar
definiciones, a leer textos que contengan información matemática (periódicos, folletos publicitarios, facturas,
instrucciones), adquisición de vocabulario, etc. (ibidem4
Sería un error desterrar la clase apositiva como algo nocivo. Tiene su lugar
también en Matemáticas, sus características y objeto: de corta duración y con el lenguaje
adecuado, puede usarse para introducir un terna nuevo, para sintetizar diversas actividades realizadas con un
tema en común, para introducir símbolos, etc. (ibidem.). Pero sabiendo teñir estas intervenciones de
amenidad, empleo de medios auxiliares, despliegues técnicos espectaculares, incluso.
puntos anteriores.
167
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
4.4.2 DURANTE
Toda acción educativa programada -y toda Reforma- se resume en un profesor con
un grupo de alumnos... Una planificación puede quedar reducida a un bello monumento de
papel... La sesión de clase es quien da vida a una programación; sin aquélla, ésta es letra
muerta...
Existen dos grupos de razones para afirmar que el curriculum en acción diferirá
necesariamente del curriculum proyectado:
Las necesidades especiales de un alumno o alumna no pueden establecerse ni con carácter definitivo
ni de una forma determinante, sino que, por el contrario, van a ser en cierta medida cambiantes, en
fúnción de las condiciones y oportunidades que le ofrezca el contexto de nseñanza-aprendizaje.
(MEC-CDC, 1991,23).
168
Enseñanza-aprendizaje de la Aritmética
La Didáctica pretende, sin duda, alcanzar este Objetivo de La forma más eficaz
posible. Una Didáctica Activa tendrá como norma: que lo haga él solo; pero -pasado el
romanticismo naturalista-, es impensable que lo consiga él solo: precisa ayudas que,
desarrollando su autonomía, le conduzcan al fin deseado.
Los alumnos se sienten motivados para hacer conjeturas y razonarlas lo cual los conduce a valorar lo
que hacen los compañeros y las compañeras potenciando la reflexión critica previa a la resolución,
anticipando problemas y consecuencias de las ideas expresadas. Por eso hay que tener cuidado en no
juzgar continuamente sus ideas y frustrar las participaciones en futuras discusiones. Por otra parte, ésta
es una manera de llegar a representaciones matemáticas diversas de los conceptos y dar sentido a los
cambios de representación o a la elección de la más adecuada para resolver o explicar una situación.
(ALSINA y OTROS, 1996, 89).
169
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Al igual que el alumno, el profesor debe resolver problemas; cientos de ellos cada
día: conducir la actividad de cada uno de sus alumnos hacia las metas previstas.
En la línea de este trabajo, no podemos marginar un caso que se repite año tras año
en numerosas aulas: La presencia/aparición de un alumno deficiente visual, con un profesor
que carece de experiencia -y de formación- para enfrentarse a tal situación.
170
Enseñanza-aprendizaje de La Aritmética
Presencia en el gn’po
de “alumnos con
necesidades educativas
esPecial;’
Forma peculiar
relacionarse con
alumnos
Fenómenos contextuales
1k
Cambios en los alumnos
171
5 EN LOS PROCESOS DE RESPUESTA
Cieno que un problema ramplón, por obra y arte de un buen quehacer didáctico, es
explotable ilimitadamente, dando origen a multitud de variantes que conducen a campos
diversísin?ios de estudio y práctica; buenos ejemplos de ello nos han legado EULER,
POLYA y el mismo PUIG ADAM. Así pues, la distinción entre problema y situación de
partida es funcional; no real. Por consiguiente, y dado que venimos ampliando el concepto
usual de problema, lo que sigue deberá interpretarse a la luz de esta identificación enun-
ciativa.
20 Definir el problema con precisión (en términos de, por ejemplo, los rasgos
esenciales característicos).
174
En los procesos de respuesta
20 Concepción de un plan.
30 Realización del plan.
Concepción de un plan
- Comprobación final
175
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Obsérvese que, al dar por supuesto que el resolutor se halla ante un problema, y no
ante una situación problemática en pensamiento de DEWEY, POLYA obvia las fases
iniciales de exploración -o análisis- y definicion.
10 Lectura.
20 Comprensión.
30 Traducción.
40 Cálculo.
50 Solución.
Lectura
Comprensión
- Traducción
- Cálculo
- Solución
Como es natural, en las visiones del currículum o los estilos de enseñanza en que se
pone el énfasis en acercar las situaciones escolares a las situaciones del mundo real, se
comienza por fases similares a las dos primeras del modelo de DEWEY.
1>76
En los procesos de respuesta
a) Las fases lectura y comprensión de un PAEV constituyen una subdivisión de la fase comprensión
del modelo de POLYA. Esta división se ha hecho para acentuar el cuidado que debe ponerse en la lectura del
problema en las primeras etapas de instrucción en resolución de problemas en el comienzo del currículo
escolar. No se puede olvidar que en este nivel educativo inicial los niños están, a la vez, aprendiendo a leer, y
que, por tanto, la complejidad sintáctica del problema y la familiaridad con las palabras que aparecen en los
enunciados pueden ser una de las causas que imposibiliten la comprensión y, como consecuencia, la
resolución del problema. (...).
Aunque hayamos querido separar lectura y comprensión con la finalidad indicada, la Iñica divisoria
entre ambas no se puede trazar con un cuchillo: son aspectos de una misma operación. Del lado de la
comprensión hemos dejado las transformaciones que el que lee realiza sobre la base del texto usando los
esquemas o modelos conceptuales que le parecen pertinentes con el fin de dotarlo de sentido. Estas
transformaciones pueden materializarse en ocasiones mediante el uso de representaciones o de estrategias que
son reflejo de acciones. (ibidem, 26).
Las palabras clave pueden desempeñar un papel fundamental en la traducción, pero ésta sólo puede
realizarse correctamente si la comprensión del enunciado del problema se realiza de forma global y no local.
(Ibidem).
e) La fase cálculo corresponde a la fase “ejecución del plan” de POLYA, y se ha calificado como de
cálculo, porque ésa es la naturaleza de la tarea que suele predominar en esta fase. Es importante además
señalar que la ejecución del plan consiste en la realización de un cálculo porque en ella no intervienen las
destrezas traductoras de los alumnos, sino sus destrezas algorítmicas (o de cálculo mental, si es el caso).
(Ibidem, 27)
d) Naturalmente, éste es un modelo para el estudio del proceso y no tienen por qué darse todas las
fases en la resolución particular de cadaproblema por cada resolutor individual. (lbidem, 26).
e) Los mejores resolutores o los resolutores expertos se caracterizan más que por un recorrido
secuencial de las fases del modelo de POLYA, por un rápido zigzagueo entre episodios. (Ibidem).
177
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Para los problemas aritméticos más sencillos, C. MAZA (1990B) simplifica aún
más el proceso:
10 Análisis.
20 Representación.
30 Planificación.
- Análisis
- Representación
- Planificación
- Ejecución
- Buscarregularidades.
- Generalizar.
- Utilizar modelos.
- Conjeturar y verificar.
178
En los procesos de respuesta
Entrar en el problema
<
-
Fase introductoria
- comprenderlo
Empleo de heurísticas
- Verificar la solución
- Revisar el plan
- Buscar regularidades
Generalizar
Fase de ampliación
Utilizar modelos
Conjeturar y verificar
179
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Los actos atencionales que integran el proceso están, pues, ordenados en el tiempo,
conformando una cadena (orden total). Lo que no significa que el resolutor no pase dos
veces por el mismo punto, desplegando análoga actividad, aunque sobre contenidos
diferentes.
-En cuanto a las actividades mentales, el proceso resolutivo raras veces toma la
forma de cadena (orden total) de etapas o subprocesos inepetibles. Antes bien, se lleva a
cabo bajo la forma de sucesión de subprocesos parciales que, de alguna manera, son
susceptibles de ser repetidos a lo largo del proceso global.
180
En los procesos de respuesta
Tales subprocesos están integrados por alguno o varios de los estadios descritos en
la Sección anterior (no importa en qué modelo); pero contiguos, constituyendo bloques
conexos, de ordinario irregulares y cambiantes, dependientes tanto de la naturaleza del
problema o situación como de las características personales del sujeto, su aprendizaje y
entrenamiento, práctica, etc.
Los términos avance y retroceso son impropios, así como para un paso los
calificativos de adecuado -o acertado- y de inadecuado, según nos acerque o aleje de la
solución. Deberá esperarse al fmal del trayecto para poder juzgar de la bondad o inutilidad
de una decisióno acción. Con dos excepciones: su valor lógico y su beneficio didáctico.
181
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Un juicio lógico, tan sólo es acertado o erróneo. Aunque, desde el punto de vista
metodológico o didáctko, puedan estirnarse grados en el error, según su trascendencia en
orden a desviarnos de la mcta del proceso -determinable a posteriori-, o por el defecto de
conocimiento que implica.
Tanto de carácter local, que atañe a términos, expresiones, formas, diagramas, etc.-,
como de carácter global, directora de la tarea.
Ciertamente, puede tornarse mecánica o refleja, tal como ocurre en la
comunicación oral ordinaria. A su vez:
50) Esta actividad semántica exige una actividad combinatoria, previa a la elección
de significado, y mediando decisión lógica de adecuación(madecuación.
182
En los procesos de respuesta
1
Actividad!~ingústica
expresión
x
comprensión comprensión
elementos de
Y
~ elementos de lenguaje
lenguaje
183
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
SCHOENFELD (1985) subraya cuatro aspectos básicos: recursos que hay que traer
a colación, procedimientos que se utilizan en el proceso, mecanismos de control para
dirigirlo y sistemas de creencias sobre la naturaleza de las matemáticas y la tarea de
resolver problemas en general y en el contexto escolar en particular. (cfr.: PUIG y
CERDÁN, 1988, 118).
Que se verán potenciados de forma muchas veces insustituible por las ayudas de
manipulación sobre materiales físicos y empleo de medios gráficos. Serán también precisas
por tanto,
- Destrezas manipulativas y expresivas, en el orden lingtiístico representativo de los
diferentes lenguajes.
184
Sin la cual la aceptación o rechazo de la validez deEnunlospaso o adscripción
procesos de
de respuesta
-
-Aceptación
- Rechazo
- Estimación
DestrezasCalculatorias - Ejecución
- Revisión
Recursos atencionales
- A corto plazo
Recursos de memoria
- largo píazo
Destrezas semánticas
Recursos atencionales
situación.
+
Dominio delenléxico
empleados >‘ sintaxis
el enunciado
Destrezascalculatorias
o 1
Recursos de memoria a corto y
largo plazo.
185
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Sin embargo, no faltan quienes las consideran como esenciales (LESTER, 1985;
SCHOENFELD, 1985; SILVER, 1987). En consecuencia, si se persigue una función de
aprendizaje en la resolución de problemas, es razonable adjuntar a los cuatro grupos de
actividades mentales arriba indicadas:
Guarda, sin duda, una estrecha relación con los insights gestálticos, tanto locales
como el global director del proceso resolutivo. Con un doble efecto de ajuste: el primero
-por lo general, de carácter local-, de adecuar los pasos y ensayos resolutorios al propósito
modélico o insight; el segundo, modificar éste, como consecuencia de evidencias parciales
(sean resultados, clarificación de conceptos, sugerencias de analogías, etc.).
186
En los procesos de respuesta
El resolutor-alumno, ‘mientras resuelve problemas aritméticos, tiene que tomar conciencia de que,
cuando resuelve un problema, pasa por momentos diferentes en los que su conducta debe ser de
naturaleza distinta -comprender, planificar, ejecutar y revisar y que esto puede servirle para comenzar
a controlar-gestionar la actividad que despliega. (PUIG y CERDAN, 1988, 215).
187
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
5.3 DIFICULTADES
188
En los procesos de respuesta
Pueden ya surgir las primeras dificultades: por parte del emisor, de la transmisión o
del receptor (resolutor); como en todo fenómeno de comunicación. Dificultades derivadas
de las características físicas del estímulo, del medio o de las condiciones de percepcíon.
Todo ello, independientemente de la estructura y contenido del mensaje. La observación
no es flitil.
Forma escrita.- Para un alumno ciego total, podría ser fatigante o distractivo un
texto en Braille excesivamente extenso, de impresión o composición defectuosa; por no
decir errónea, si contiene defectos de transcripción. Asimismo, un alumno deficiente visual
puede tropezar con perturbaciones para la correcta lectura de un relato, cuando la
iluminación ambiental-, una tipografía reducida en exceso o borrosa sean inadecuadas a las
características de su resto de visión.
189
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Una correcta actuación didáctica debe asegurar con prioridad que los mensajes se
reciben en su integridad; corrigiendo progresivamente los defectos de emisión/transmisión
o supliendo la información insuficiente, conforme a las deficiencias perceptivas observadas
(adviértase que la percepción cuenta con un componente atencional, de selección y resalte
de estímulos). Puede implicar incluso la traducción o sustitución del lenguaje de
presentación (esto es lo que se hace al leer el profesor un enunciado que se entrega por
escrito a los alumnos, subrayando quizás algunas de sus expresiones).
190
En los procesos de respuesta
Cuadro 5.3.1.- Factores que magnifican y aminoran las dificultades de recepción
de mensajes.
EMISOR RECEPTOR
Agudización
Referida
de dificultades
al
de transmisión
Reducir “ruidos” de contexto
interno -
transmisión
del
enunciad
o
Deficiencias
perceptivas para actividad sem ntico-
la recepción de
la expresión del inferencial
Adaptación en la forma de
presentación
1
enunciado
Magnificación de
insuficiencias en la
forma de
presentación
intensidad atencional
Referida
al
contexto
externo (o
de la
tarea)
recurso a
informaciones
suplementarias,
191
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
a) Decodificación de mensajes.
192
En los procesos de respuesta
Representación
1 interior de los
‘4 hechos enunciados
(individuales y de
la situación en su
conjunto).
Primera Determinación de
determinación de los aspectos
hechos elididos o cuantitativos.
problemáticos
Ordenación de los
1k
Determinación de
hechos incluidos significados
(lógica, temporal
1
y/o espacial en su
caso) locales”
1k
Distinción y comprensión de las Comprensión de
sentencias integrantes (descriptivas de los términos.
hechos independientes o con un primer
sentido propio).
y
Decodificación de mensajes.
193
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Conviene tener presente que entendemos por lenguaje -en cualquiera de sus
formas- un sistema convencional de signos sensibles susceptible de transmitir ideas.
Esto implica un dominio de los signos sensibles propios de cada lenguaje, de los
códigos de referencia. Debido al carácter rector de la comprensión -finalidad última-, esta
actividad ]ingtiística se solapa tanto con la de carácter semántico como con la puramente
perceptiva, receptora de mensajes.
194
En los procesos de respuesta
Pero este esquema puede verse alterado notablemente si el alumno padece una
deficiencia visual. Para un alumno con baja visión, la gradación seria análoga a la indicada
para el alumno libre de este déficit, aunque condicionada por las características de su resto
visual. Para un alumno ciego total, en principio, la gradación de dificultad sería:
195
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
• Lenguaje de expresiones
corporales (hecho accesible
mediante contacto)
- Lenguaje de representaciones
figurativas (en maquetas o
- Lenguaje simbólico-matemático Máxima
relieves);
- Lenguaje gr fico-geométrico
(siempreque las representaciones
se adecuen a las características de
- Lengua natural escrita la exploración háptica).
Media
- Lengua natural hablada -Lenguaje de manipulaciones con
materia] (adaptado a las
características de la manipulación
exclusivamente h pica);
- lenguaje gráfico-geométrico
Conviene advertir que existe una cierta diferencia entre expresión y reconocimiento
o lectura. MILLAR (1997) recoge y justifica experiencias en las que el alumno ciego total,
sirviéndose de la vía háptica -tacto en movimiento-, altera esta gradación de dificultad para
los casos de las expresiones gráfico-figurativa y gráfico-geométrica: producir es más
seguro que reconocer, ya que el plan de producción/reconocimiento en la expresión está
alimentado por un cierto factor cognitivo hacia adelante y hacia atrás, que delimita el
campo de los objetos y dirige la acción exploratoria (véase: MILLAR, 1997, 296-297).
Una situación problemática -por su carácter compulsivo- es, al mismo tiempo, una
excelente ocasión para exigir del alumno el cultivo de destrezas interpretativas, poniendo
de relieve su valor instrumental. Como tantas otras veces, nos hallamos ante un dilema
didáctico: ¿qué Objetivo hacer prevalecer, la práctica lingilística o la resolución de
problemas?
196
En los procesos de respuesta
del resolutor.
197
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Estas sugerencias son concordes con los argumentos que NESHER (1980) aporta
para negar la posibilidad de enunciados de verdaderos problemas aritméticos de aula,
reales o con referencia a la realidad cotidiana. En este sentido, un problema enunciado se
opone a una situación problemática; aquél, sería la formulación cristalizada de ésta,
hurtándole las fases quizás más creativas y motivantes: observación de la situación real,
traducción a los diferentes lenguajes enunciativos, planteamiento de cuestiones, etc. Es
decir: un problema enunciado completamente empobrece sus posibilidades como situación
de partida, amén de generar un contexto inevitablemente ficticio (véase: PUIG y
CERDAN, 1988, 44).
Las dificultades pueden tener origen tanto por exceso -redundancias- como por
defecto -elipsis, presuposiciones, información contextual externa, etc.-. Las primeras no
repercutirán directamente en la comprensión, aunque pueden ser causa de sobrecargas por
información superflua y exigir una mayor atención para valorar adecuadamente su
signil’lcatividad; serán desalojadas intencionalmente de la memoria a cono plazo. Las
omisiones de información acerca de hechos o estados deberánresolverse mediante análisis
a posteriori, respecto de la comprensión global y, tal vez, merced a la representación de la
situación; esta información ausente y valorada como conveniente deberá buscarse en la
memoria a largo plazo u obtenerse mediante procesos complementarios a partir de la
información disponible.
198
En los procesos de respuesta
De una manera general, un problema se puede complicar seriamente si se invierte el orden de las
mformacrones pertinentes, o si se presentan en desorden, y más todavía si están sumergidas dentro de
otras mformaciones. (VERONAUD, 1991, 175)
Factores que magnifican las dificultades lingtilstico- Factores que y aminoran las dificultades lingilístico
Empleode ~ material
- inusuales < expresiones familiares
199
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
200
En los procesos de respuesta
201
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En el trabajo con niños conviene recordar que para la fantasía infantil es poco
menos que imposible separar realidad de ficción. Con gran facilidad, se incorporan al
mundo de sus imágenes como protagonistas. Participan de buen grado en las acciones que
allí se desarrollan, padeciendo y gozando en las inquietudes y éxitos de los personajes que
les resulten afectos. Aceptan como natural la personificación y animación de animales,
cosas, entes abstractos incluso -números, símbolos-; basta una sugerencia para que se la
confieran ellos mismos, y ese universo, mudo o inanimado, pasará a disfrutar de vida
propia. Recordemos los trabajos de F. PAPY en cuentos matemáticos destinados a la
introducción y tareas elementales con grafos y números.
202
En los procesos de respuesta
203
sencillez
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Factores que magnifican las dificultades en la repinsentabilidad Factores que aminoren las dificultades en la representabilidad
interior de un enunciado ¡ ,nterior deun enunciado.
Número
elevado de
agentes o
•‘personajes”
afectados de
aspectos
cuantitativos.
Presencia de Número
agentes o reducido de
personajes’ agentes
Número superfluos
excesivo afectados de Número expositiva
aspectos reducido de
acontnent
os
Núnro
elevadode
tos
relacionados ¡
o no con
aspectos
cuantitativos.
Dimensión estinnflativa de los inlerpretabilid
elementos de lenguaje formales addel
Aspectos formales Elipsis dej enunciado
agentes
Empleo de
sustitud vos
peiu la
designación
de agentes
afectados de agentes o
aspectos personajes
ons cuantitativos. explícitos
elementos de conipletilud
confusión elipsis de acciones o
acontecimnien acontecin,ient
tos o os explícitos
acciones
Mención de
aconteciti,ien
tos
superfluos
relacionados
con aspectos
cuantitativos.
206
En los procesos de respuesta
desorden
tempomide
Orden tempomi
de
acontecimientos
menciones
espaciales
Aspectos ordenación Menciones orden
formales espaciales
Menciones distribución con enunciativo
espaciales conecta
desorden jaan~ufa de
agentes
Agentes sin
Dimensión
estimulativa aspectos iiialeiiales
de los interpretabilidad del
elementos de enunciado
Agentes
lenguaje absauctos
Personalización
de agentes
Confusión de
agentes Agentes con
Aspectos rasgos claridad
materiales confusión de distintivos expositiva
acciones o
acontecimientos acciones o
aconteciniientos
Ausencia de bien definidos
acflentos
relacionados con
aspros
cuantitativos.
207
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
pera
situaciones
narrativas de relatos
Reconstrucción
pera de situaciones problemáticas
situaciones
problemáticas
Respecto de de relatos
los personajes
o agentes de situaciones problemáticas
Práctica de
aula
Confusión
entre
acontecimien
tos esenciales
Respecto de
los
aconteciniient Omisión de
acontecinilen
os o
tos esenciales
argumentos
Adición de
acontecimien
tos esenciales
208
En los procesos de respuesta
desorden
¡ temporul de
acontecimiento aden
tempomnide
acontecimient
Ausencia de
os
menciones
espaciales
Aspectos ordenación Menciones orden
formales ~ espaciales con enunciativo
Menciones
disuihición
espaciales
incoirectas o
en desorden de
agentes
Agentes sin
orden
Dimensión jenirquico
estinailativa aspectos marojales
de í~ interpirtabilidad del
elementos de Agentes enunciado
lenguaje abstractos
Personalizaci
ón de agentes
Confusión Agentes con
agentes rasgos
Aspectos
materiales confusión de distintivoS expositiva
acciones o
acontecimientos oiles o
acontecimient
os bien
Ausencia de definidos
acontecimientos
relacionados
con aspectos
cuantitativos.
207
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
208
En los procesos de respuesta
de relatos
de situaciones narrativas
Reconstrucción
de situaciones
de situaciones problemáticas
problemáticas
de relatos
Para
personajes o
de situaciones
agentes dados
probleniálicas
Práctica de
Constiucción
aula
Dados los agentes
Dado el escenario
Escasa
capacidad consauctiva o Para Dados los
representativa creativa escenarios argumentos
del alumno dados cuantitativos
pan
argumentos o
aconteciinient
os dados
209
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
¿Acaso es irresponsable excitar la imaginación del niño hacia una realidad virtual
que sirva de escenario a la actividad educativa? ¿Qué decir, entonces, del continuo
bombardeo de medios audiovisuales -de dudoso contenido formativo y eficacia
pasivizante- cuya objetividad y realismo no son otros que los decididos por el realizador o
productor?
El escenano-marco del problema, por tanto, no se liniita a ser el simple morco para
una operación aritmética; que sería su valor de comprensibilidad. Debe también tenerse en
cuenta su posible valor motivante y de ayuda general al progreso en el proceso de
resolución o de aprendizaje.
Los intereses de un alumno no tienen por qué coincidir con los de la inmensa
mayoría de los adultos -incluido el profesor-, ni con las demandas aritméticas del contexto
social. Ante todo, son momentáneos y volátiles, como su imaginación. Y serán sus
intereses: suyos, por concretos y próximos, aceptados como propios de forma compulsiva:
no exijamos a un niño que se comporte reflexivamente ante sus efímeras fantasías
cambiantes -que eso son los escenarios-marco para él-.
210
En los procesos de respuesta
En última instancia, se apela a los valores semánticos, tanto locales como global.
Es decir: la motivación, primero, y el valor de ayuda general, después, entroncan
directamente con la comprensibilidad. De ella arrancan, pero también a ella conducen y
alimentan: no mteresa ni mueve lo que no se comprende -al menos en parte-, y más
necesidad .de conocer -comprender- despierta lo que atrae y empieza a parecer dominable
-resoluble-.
211
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En uno y otro caso, se perfilan con mayor nitidez las dependencias semánticas
locales; en especial, los argumentos o aspectos cuantitativos ligados a la demanda. Asimis-
mo, el significado global, término y origen a la vez de los nuevos signLficados locales,
emerge de forma momentáneamente definitiva -el proceso resolutivo puede contradecirlo,
invitando a una reelaboración-.
De aquí que una correcta comprensión de la demanda o pregunta sea decisiva para
el proceso de resolución o inicio del camino de aprendizaje previsto. Algo imprescindible,
antes de proseguir la marcha: saber adónde quiero llegan y aceptar el reto: saber que
puedo llegar, aunque aún no sepa cómo; inmediatamente, el saber dónde estoy. Nos
hallamos, pues, ante el más poderoso de los condicionantes, director a su vez del proceso
de resolución.
calcular?”O, mejor: “¿qué busco? o “¿qué quiero encontrar?” Hacer suyo el problema.
“,
(POLYA).
El resolutor busca pistas; antes aún, busca conocer la meta, indicios para eliminar
al menos aquellas rutas que le apanarían de ella, por dónde no encaminar sus esfuerzos.
Teme la inseguridad, la indefinición. Confía en sus habilidades operatorias -por mecánicas
y comprobables-, pero vacila ante las ejercitaciones lógicas y semánticas -por su mayor
nivel de exigencia intelectiva y difícil contrastación; quizás, también, por su escasa
práctica-. Pesa el miedo al fracaso, como pesa el miedo a la libertad, asfixiando el espíritu
de riesgo y la asunción de responsabilidades derivadas de las propias decisiones.
212
En los procesos de respuesta
213
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Para un alumno cuya vía de recepción de mensajes sea la háptica -ciego total- o la
combinación de visual y cinestésica -baja visión-, el esfuerzo de retención y composición
de estímulos se complejiza. Se dificulta, por tanto, la posibilidad de distinguir o subrayar la
demanda y sus elementos relevantes. Habría que incorporar como un factor más de
dificultad -ahora en el caso especifico de la pregunta o demanda- la gradación de dificultad
decodificadora-comprensiva para los diferentes lenguajes de presentación (ver cuadro
5.3.2B).
214
En los procesos de respuesta
- Preposiciones. Como desde y sin, para la resta; con, para la suma; entre, para la
suma, la resta o la división, etc.
-Adverbios o expresiones adverbiales. Más que o menos que, para la resta; tantas
veces; para la multiplicación o división; etc.
Entendemos que se trata de una estrategia panicular; útil, sin duda, en algunas
situaciones, pero que puede inducir al error de generalización inconsciente. Se corre el
riesgo de un verbalismo limitante: ¿qué hacer ante las situaciones expresadas
preferentemente en forma gráfica o de comportamientos físicos? ¿Es que puede agotarse el
listado de términos con valor matemátko sinónimo? ¿Y si se trata de términos polisémicos
o equívocos, como algunos de los apuntados más arnba9
Las palabras clave de los PAEV no pasan de ser indicios útiles, pistas para la
resolución. Pero no siempre eficaces, si no equívocos. Su utilidad está supeditada a la
sign~cación.global del problema, no se desprende inmediatamente de su significado local
(véase: PUIG y CERDÁN, 1988, 115).
215
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
5.3.5 TRADUCCIÓN
El problema de la inducción es de una importancia capital tanto en lo que se refiere a las
matemáticas como en lo que concierne al conjunto de la evolución intelectual (...). En todas las etapas
de la vida psíquica nos podemos encontrar ante una <inducción> panicular. (MIALARET, 1984,
112).
Los contextos numéricos se ven afectados por las cuatro acciones básicas correspondientes a estas
operaciones: agregar, separar, reiterar y repartir. (CASTRO, RICO y CASTRO, 1996, 28). Parece, pues,
conveniente cultivar sus modelos intuitivos (MAZA, 1991, 41) y descripciones de las
situaciones en versiones paralelas y variadas de los diferentes lenguajes (ALSINA y
OTROS, 1996, 112).
10) Salvar, a fin de cuentas, el escalón entre los planos de la formulación del
problema -enunciado- y lo concreto -vale imaginado-, denunciado por NESHER (1980).
Aunque los PAEV parezcan hablar del mundo porque las situaciones que en ellos aparecen
corresponden a contextos cotidianos, el lenguaje con que están enunciados no es, estrictamente
hablando, el lenguaje vernáculo, sino el lenguaje particular de la instrucción aritmética, y que, por
tanto, el mundo de experiencias que expresan no es el mundo de experiencias del niño en general, sino
el mundo particular de sus experiencias escolares. Esta pérdida de realidad del enunciado de los
problemas o su pertenencia a una realidad al margen es particularmente importante cuando se compara
el proceso de resolución de un problema aritmético escolar con el de un problema cuantitativo real.
(PUIG y CERD N, 1988, 44; comentando a NESHER, 1980).
216
En los procesos de respuesta
En un problema cuantitativo real el proceso se desanofla siguiendo los procesos internos, mientras
que en un PAEV la guía del proceso no es las transformaciones de los objetos y relaciones reales y sus
equivalentes objetos y relaciones matemáticas, sino la presencia en el texto del problema de números y
palabras clave que se combinan mecánicamente según reglas del juego pertenecientes a la realidad del
aula. Además, en el caso de los PAEV han desaparecido dos fases cruciales que sí que están presentes
en los problemas cuantitativos reales: las preguntas cualitativas que conducen a la decisión sobre qué
dimensiones están implicadas, y las preguntas cuantitativas que construyen el dominio de objetos y
dimensiones cuantificadas. (PUIG y CERn N, 1988, 44; comentando a NESHER, 1980).
Para los problemas aritméticos de una etapa, parece como si el plan de resolución
se redujera a seleccionar los datos suficientes y pertinentes, y decidir qué operación
aplicarles; en qué orden, en todo caso, si ésta no es conmutativa. Pero las decisiones
semánticas y lógicas son muy distintas, según se actúe en el dominio de las repre-
sentaciones de la realidad evocada o en el de los elementos simbólicos.
30)En panicular, posibilitar el intento de búsqueda de soluciones prácticas de
referencia (BRISSIAUD, 1993, 128), o formas de actuar sobre objetos -concretos o imagi-
nados- que guarden una relación estrecha con la situación enunciada, o incluso que se
correspondan exactamente con ésta. Que, a su vez, abre la puerta a métodos de ensayo y
error, tanteo, aproximación, etc.
Aunque el término parece más adecuado en los problemas aritméticos de una etapa,
no hay objeción para extenderlo al caso general: como un proceso más complejo, que tiene al
menos tres componentes: qué operaciones hay que realizar, entre qué datos y en qué orden. (Ibidem).
Así pues, más que conveniente, se estima imprescindible una cierta labor de
traducción: trasladar términos -expresiones- y componerlos, manteniendo el sentido entre
el enunciado y la forma simbólica -si fuera precisa-. Como posibles lenguajes
intermediarios: las formas manipulativas, con ayuda o no de material especifico, y el
gráfico-geométrico (estamos aludiendo, preferentemente, a los PAEV). Y, siempre, con
referencia al mundo de las representaciones interiores.
217
Inkiación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
a) De la comprensión que el sujeto tenga de los lenguajes entre los que se lleva a cabo la traducción.
(PUIG y CERDÁN, 1988, 115). Que sustenta las destrezas interpretativas y expresivas.
218
En los procesos de respuesta
traducción
lenguaje de partida A B lenguaje de llegada
- respecto de términos
- Práctica representativa interior
- respecto de expresiones
Destreza expresiva en B
- de términos
- Destrezaexpresiva exteriorizada
- de expresiones
Habitual
- Incluyendo términos o expresiones -
219
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En el caso del alumno ciego, que debe servirse del tacto en movimiento, MILLAR
llega a comprobar que la codificación de formas y conceptos espaciales se refuerza -es
superior- cuando se expresa -manipula, dibuja, produce símbolos- que cuando
simplemente reconoce mediante exploración háptica: el reconocimiento táctil depende de la
información previa que se proporcione al nulo y de que los planes de producción pueden actuar como señales
de recuperación para el reconocimiento. (MILLAR, 1997, 297). Hasta el extremo de que los niños
ciegos fueron mejores para producir dibujos de la figura humana que para reconocerla a través del tacto.
(MILLAR, -1986B, 1989A, 1991).
Enunciados orales
Lengua usual hablada
Enunciados escritos
Manipulación de material
específico (L.C.F.)
t
Lengua usual escrita Lenguaje gráfico-geométrico
220
En los procesos de respuesta
Enunciados simbólicos
Manipulación de material
Lenguaje gráfico-geométrico
específico (LeY.)
Enunciados gráficos
Lengua usual hablada
Manipulación de material
especffico,(L.C.F.)
______________________
________________________________
4’
Lenguaje gráfico-geométrico
Además de adquirir los diversos lenguajes también es necesario ser capaz de establecer conexiones
entre las diferentes representaciones de los conceptos matemáticos, es decir, unir objetos, gráficos,
221
Inkiación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
dibujos, símbolos y términos que estén asociados por su significado matemático. Para las dos cosas
hace falta seguir un proceso correcto y completo que lleve de las intuiciones fabricadas a partir de las
situaciones concretas hasta la introducción y el uso de los lenguajes. (ALSINA y OTROS, 1996, 109).
En ambos casos:
- cambio o cambios que hay que describir. Que expresar, por tanto, en alguno o
a) Fase manipulativa. En comparación con la acción de escribir, las acciones fisicas con
guijarros y cuentasestán relacionadas mucho más directamente con acciones mentales (pensar). De hecho, las
acciones mentales son representadas directamente por estas acciones fisicas. Por ejemplo, empujar dos
cuentas hacia arriba para sumar dos es una representación directa de la acción mental, pero escribir “+2” no lo
es. (KAMII, 1995,40)
222
En los procesos de respuesta
223
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Al profesor corresponde conjugar uno y otro objetivos, sin olvidar que, si bien los
lenguajes -cada lenguaje- tiene un valor meramente instrumental, las destrezas lingtiísticas,
interpretativas y expresivas, facilitan y potencian las capacidades especfficas de
matematización, desarrollo de estrategias y aplicación matemática a situaciones concretas.
Por ello, cobra importancia la significatividad y variedad de situaciones a resolver, que
exijan la introducción y ejercitación equilibrada de cada una de las formas expresivas, que
aquí serán también medios calculatorios.
224
En los procesos de respuesta
POLYA (1945) designará esta fase como ejecución del plan; PUIG y CERDAN
(1988), simplemente cálculo, por ser ésta la naturaleza de la tarea predominante en los
PAEV.
225
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Determinación/reconocimiento de
argumentos presentes (candidatos a
datos)
4Decisión de existencia
de datos pertinentes
(rombo)
Juicio de pertinencia
Determinación del argumento solución
(y su reconocimiento como ausente)
Decisión acerca de la
global (cfrculo) Jr
Comparación de significados
(argumento-solución y combinación de
datos seleccionados)
Construcción/adscripción de significado
a la combinación obtenida
Combinación de
datos seleccionados
Decisión de
Un análisis más fino nos llevaría a distinguir las combinaciones que pueden
efectuarse sobre un mismo subconjunto de datos estimados como suficientes. De hecho,
las configuraciones que se obtuvieran serían diferentes: piénsese en la resta o división.
Tampoco podemos aceptar a priori la conmutatividad de la suma o multiplicación, que es
un juicio de equivalencia, aceptado como conocimiento previo -sea transmitido, sea
adquirido experimentalmente-.
226
En los procesos de respuesta
227
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En este último grupo puede incluirse la dificultad observada por NESHER (1982)
de la aparición en el enunciado de los datos -aunque consistentes y pertinentes- en orden
distinto al exigido por una operación no conmutativa -resta, división-; que parece inducir al
alumno a aplicar su inversa. O la hipótesis de FISCHBEIN (FISCHTBEIN y OTROS, 1985)
de la dificultad en contrariar modelos implícitos de las operaciones que desarrollan los
niños, y que integran conocimientos tácitos o auténticas creencias —por ejemplo: que la
multiplicación siempre hace más grande el número sobre el que actúa, que la división lo
hace más pequeño, etc.-, y que obstaculiza la ampliación del campo numérico (véase:
PUIG y CERDAN, 1988, 88).
228
En los procesos de respuesta
229
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Quizás sea la inversión -no simple consumo- de tiempo más fecunda en Didáctica
del cálculo. Quizás también esté aquí la clave de la facilidad o dificultad en la aplicabilidad
de los conceptos Tal vez sea éste el camino para terminar con la tragedia de saber sumar,
pero no saber cu4ndo ni por qué sumar.
230
6 LA PRÁCTICA DEL CALCULO
Calcular responde a una necesidad de resolución, la práctica sistemática tijera de contexto acaba
perdiendo sentido y no se logra ninguno de los objetivos. (ALSIINA y OTROS, 1996, 113).
a) Con ayudas manipulativas. Sean los propios dedos, material general (cuentas,
botones, legumbres, palilíos, etc.) o especifico (bloques multibase, ciertos ábacos,
TINKUNAKO, etc.).
c) Mentalmente.
d) Con ayuda de escritura simbólica (guarismos). Entre las que se encuentran los
algoritmos tradicionales.
- dedos
- material especifico
- trazos
-no
- puntos
estructurado
- figuras varias
Ayudas gráficas
- constelaciones de puntos
- inmediato o automatizado
-situaciones manipulativas
imaginadas
Mental puro
- pensado (con soporte de - situaciones gráficas imaginadas
representaciones)
- escritura simbólica ñnaginada
- verbalización interiorizada
- nuxtas
- manual (ábacos)
232
La orácticadel cálculo
233
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
234
La nráctica del cálculo
Hasta fecha bien reciente, en las Disposiciones Oficiales sólo se hacía referencia al
Cálculo Aritmético; se sobreentendía por escrito, en base 10. Es decir: los algoritmos
tradicionales, u otros análogos -que pocos o nadie sabían si existían o habían existido-.
De una decena de años a esta parte, parece abrirse camino el mterés por el cálculo
mental. Incluso por la aproximación y estimación como formas de cálculo. En España, ha
llegado a plasmarse como verdadero objetivo curricular (véase: Diseño Curricular Base,
Ministerio de Educación y Ciencia, 1991, 399). Su expresión y control más imnediatos son
la verbalización de resultados.
Esta tema de destrezas está presente en la vida toda -no sólo escolar- de nuestros
alumnos, tanto de Secundaria como de Primaria, y estamos persuadidos que seguirá cre-
ciendo en los próxñnos años. El interés didáctico se orienta en determinar el orden de
aparición, dimensiones y ritmo de desarrollo de cada uno de los vértices y lados de este
triángulo.
235
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
“¿Para qué fatigar la mente con prácticas que la calculadora resuelve sin
esfuerzo?”
236
La Dráctica del cálculo
Basta una simple reflexión para aflorar multitud de aplicaciones prácticas del
Cálculo Mental. Algunas de ellas revisten el carácter inmediato de estímulos motivaciona-
les -conforme al análisis presentado en la Sección 3.4-. Otras, lo adquieren con el uso
habitual. Otras más por último, escapan a la percepción inmediata del alumno; pero su
valor didáctico y formativo conlkren dimensiones tal vez impensadas a esta forma de
cálculo, sobrepasando el carácter de pura destreza para tomarse medio de intervención
pedagógica.
Se pormenorizan a continuación.
a) Cotidianidad.
Y así, calcula exacta o aproximadamente los minutos que median entre la hora que
marca su reloj digital y el comienzo o final de la clase; el importe de las consumiciones del
grupo de compañeros en la cafetería, y las vueltas correctas; las páginas de un capítulo, sin
más que mirar el índice; la cuantía absoluta de la subida de sueldo o el anunciado
incremento del precio de un servicio; la repercusión efectiva del descuento prometido en
un escaparate; etc.
El alumno tal vez no se enfrente a las mismas situaciones cotidianas que un adulto
para ejercitar el Cálculo Mental (tampoco coincidirán para dos adultos); pero sí con otras
muchas análogas. Situaciones de compra-venta, puntuaciones deportivas o de juegos,
paginaciones, tiempos, previsiones de gasto, etc.
237
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
b) Empleo interdisciplinar.
Sean como unos minutos diarios de precalentamiento -al inicio de cada clase- o las
competiciones de cálculo; sean como ejercitaciones ocasionales en el transcurso de la
resolución de problemas -ensayo, estimación o cálculo efectivo-.
238
La prácticadel cálculo
e) Ciraduabilidad.
En un triple sentido. Por una parte, Consiste en un conjunto limitado de hechos numéricas.
(GÓMEZ. 1988, 65). Por otra, pueden hacerse aparecer y tratarse métodos relativamente sofisticados como:
compensación, descomposición, factorización, dc., incluso con combinaciones numéricas muy sencillas.
(COCKCROFF, 1982, 114). Finalmente, la dificultad de los cálculos es graduable por el tipo y
tamaño de las cantidades involucradas.
O Comodidad y rapidez.
Puede parecer una futilidad: libra del esfuerzo de escribir, (ALSINA y OTROS,
1996, 114) o de la tensión de acertar las teclas de la calculadora. Pero si se contempla bajo
la perspectiva de la educación de los más pequeños o con problemas de motricidad
dígito-manual, la observación está más que justificada. Y, dentro de los márgenes de
destreza personal -allí donde está prescrito-, el cálculo mental supera en velocidad incluso
al logrado mediante el empleo de la calculadora.
Otras aplicaciones no serán tan motivantes para el alumno, pero tienen un valor
didáctico innegable:
Habría que invertir los papeles: el Cálculo Escrito es una ampliación y ayuda al
Cálculo Mental. Sin éste, aquél seña poco menos que inviable.
Con tres detectores principales: cifra de las unidades de menor orden, resultado
entre las de orden mayor y estimación global.
239
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En otros casos, pueden ser las cifras correspondientes a las órdenes mayores las
que denuncien el error. Sería un tanto extraño que 283x54.69 nos diera 981727: al
multiplicar 2x5, por muchas unidades del orden anterior que debiéramos añadir, nunca
aparecería un 9... (tal vez se pulsó un 3 en lugar del 5 para 5469...)
12 x 37 = (4 x 3) x 37
3 x37 =3 x(30+7)
que algo o mucho tiene que ver con la propiedad asociativa en sentido inverso
(propiedad disociativa), el primer caso, o como paso intermedio de la propiedad distri-
butiva, el segundo.
Como afirmaría MIALARET, tras una experiencia de tres meses: Hemos podido asistir
a una especie de desarrollo de la imaginación numérica que nos ha sorprendido grandemente. Los alumnos no
solamente calculaban deprisa y bien, sino que no vacilaban en r~rm a combinaciones cada vez menos
comentes. (MIALARET, 1984, 59).
240
La oráctica del cálculo
Una operación aritmética efectuada mentalmente no tiene, por lo general, una única
vía de cálculo. Un sencillo ejemplo:
7 + 5 = (5 + 2) +5 = 5 + (2 + 5) = (5 + 5) + 2 = 10 +2 = 12
7+5=(2+5)+5=2+(5+5)=2+ 10=12
7+5=7+(3+2)=(7+3)+2= 10+2=12
7 + 5 = 7 + (1 + 4) = (7 + 1) + 4 = 8 + 4=8 + (2 + 2) = (8+2) + 2 = 10 + 2 = 12
Tal vez el lector tenga otras. Pero, lo que es más importante: “¿ qué modelos de
representación se están utilizando? “; “¿ son utiles a otras operaciones? “; “¿ a cuáles s1 y
a cuáles no? “...
Continuando con el ejemplo anterior: “¿ son las únicas vías?”; “¿ cuál es la mejor
de todas? “; “¿por qué? “.
241
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
SOWDER (1990) señala una serie de caractertsticas del Cálculo Mental, que se
orientan claramente a la formación en estrategias del pensamiento:
Y así, es frecuente que las operaciones se inicien por las unidades de mayor orden,
acumulándose resultados sucesivos. Junto con ser una estrategia minimizadora de errores
relativos, permite a la memoria verbal mantener buena parte del resultado acumulativo
(hablamos del español, y de las lenguas latinas en general.).
Calculistas famosos -como Jaime García flores (1989)- llevan al extremo esta
interrelación entre memoria y cálculo mental, reduciéndolo prácticamente a la localización
y traducción de valores en tablas icónicas o simbólicas puras.
242
La oráctica del cálculo
Esto, que podría predicarse de cualquier actividad, resalta especialmente en las que
tienen como objeto el cálculo mental, por la precisión de las respuestas, la mencionada
inmediatez, la sucesión o encadenamiento, la posibilidad de variantes, etc. No se trata
simplemente del aprovechamiento y cultivo de la sana competencia: es una llamada
pennanente a la propia superación, tal como el atletismo reclama el esfuerzo continuado
por mejorar los resultados personales, aquí fácilmente comprobables.
243
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
q) Prestigio social.
Tal vez suene a presuntuoso afirmar que las Matemáticas despiertan admiración.
Pero es innegable que la mayoría de la gente se admira -nos admiramos- de quienes
efectúan cálculos a velocidades vertiginosas, sin error, y con una seguridad pasmosa; en
ocasiones, desafiando a las calculadoras, anticipando resultados o corrigiendo errores de
manipulación.
r) Prestación social.
s) Autosatisfacción.
Ésta es sin duda también la motivación en la que hunde sus raíces la satisfacción
del cálculo por el cálculo -no necesariamente mental- que algunos escolares experimentan,
y que alcanza en ocasiones niveles enfermizos.
244
La nrácticadel cálculo
Un extraño fenómeno que los profesores nos tropezamos con frecuencia son
aquellos alumnos que, rastrando toda una historia personal de fracasos y rechazos hacia
el estudio en general y la Matemática en particular, se sienten atraídos y motivados hasta la
excitación por las actividades en relación con el cálculo mental. “Esto sirve para algo; esto
es mucho más divertido -esto mola en argot-; “ojalá fuera así todo
“, observaciones de
estos muchachos que llevan a considerar que
-Cotidianidad
- minutos de precalentaniiento
- estimación
- Regladas
- resolución de problemas - ensayo
- cálculo efectivo
- Solitarios
- de calculadora
- informáticos y electrónicos
- híbridos; etc.
245
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- numeros naturales
- numeros decimales
- Graduabilidad
- adición
- sustracción
Ventajas didácticas específicas -dalas
operaciones - multiplicación
presentadas
-división
-otras
- Comodidad y rapidez
- Detección de
OTOItS en - revisión local (cifras extremas)
cálculos
efectuados por - ~sión global (tamaño de cantidades)
otros medios
246
La prácticadel cálculo
- propiedad conmutativa
- procedimientos constructivos
- variedad de estrategias
-Desarrollo de estrategias de pensamiento
- aplicación flexible
-AutosatisThcción
247
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Pero no todo son laureles. Como en cualquier actividad, y más en las matemáticas,
el cálculo mental conlleva dificultades e inconvenientes; sobre todo, de orden didáctico.
HOPE (1985), desde una óptica de análisis de factores favorecedores del Cálculo
Mental, considera cuatro de ellos: concentración, hábito, atención e interés (HOPE, 1985,
372). Entendemos que el hábito guarda una estrecha relación con la explotación y
aplicación de los recursos de memoria; en cuanto al interés, se contempla a continuación
en forma ampliada.
248
La práctica del cálculo
Junto con ello, las capacidades especfficas de cada alumno para captar, retener y
aplicar hechos y técnicas. Mientras algunos alumnos les basta una observación o com-
probación de un determinado hecho numérico, otros precisarán de una veintena de
oportunidades. Para unos la conmutatividad es evidente; para otros, exigirá una
comprobación reiterada y casi exhaustiva de casos puntuales.
249
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Tiempo invertido. Para ser exactos: tiempo transcurrido entre la percepción del
cálculo a realizar -con sus propias dificultades de determinación del instante preciso- y
momento de obtención del resultado -que no debe confundirse con el momento de
verbalización o aparición de indicios exteriorizados-; condicionado el primero por
capacidades perceptivas, y expresivas el segundo.
-Eda&
- Nivel educativo.
250
La oráctica del cálculo
No es imposible. Pero poco menos que inviable en las condiciones ordinarias del
Sección 2.4.
En su dimensión matemática es bien concreta: Hay un número limitado de regias,
estrategias y caminos que facilitan la tarea. Lo que ocurre es que muchos maestros y profesores no tienen
ellos mismos consciencia de los procesos que aplican cuando calculan mentalmente, y nunca se han pando a
analizarlos -sobreun papel-, con la finalidad de enseñárselos a sus alumnos. (GÓMEZ, 1988, 69). A tal fin,
y aunque pudiera entenderse como exceso en el marco del presente trabajo, se ha intentado
recoger en la próxima Sección un abanico -no exhaustivo- de técnicas para el cálculo
mental de las cuatro operaciones aritméticas con números enteros.
En particular, hay que destacar el ingente esfuerzo que se está realizando por
desarrollaractividades y materiales especfficos para la ejercitación; como son: dominós,
bingos y loterías, juegos de tablero, programas informáticos, etc. Un buen repertorio de
estos materiales y juegos puede encontrarse en las obras de KAiN’llI y (1986, 1988, 1991;
existe versión española).
considerable esfuerzo y atención que requiere esta actividad. Unas veces dirigida a grupos
pequeños de alumnos (6 ó 7), otras a toda la clase.
251
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- La actitud favorable por parte de los niños se conseguirá con la forma de llevar la
actividad, adecuándose a su ritmo.
- El profesor no tiene que decir las técnicas que él utiliza, sino que estará atento a
las que utilizan los alumnos y a conocer sus dificultades concretas. En consecuencia:
- Que cada alumno exprese cuál es el número que corresponde a la propuesta que
se le hace y tenga la oportunidad de explicar cómo lo ha calculado.
252
La oráctica del cálculo
- atención
-Niveles mínimos de desarrollo - concentración
de abtitudes específicas
- recursos de memoria.
-del alumno
- Actitud específica
-del contexto socio-familiar
253
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-operación presentada
-conocimiento de
-pluralidad de hechos numéricos
variables -nivel
curricular - conocimiento de
técnicas y
- subjetivas estrategias
-conocimientos
y destrezas
Complejidad evaluatoña -trayectoria
previas
curricular en
Cálculo Mental -practica
acumulada
- estrategia empleada
- grado de exactitud/aproximación
254
La oráctica del cálculo
-Relativa a métodos
- Relativa a material
255
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Información/formación
- afectados por trastornos análogos
-Alumno - para situaciones de
con
dificultades -Confección enseñanza-aprendizaje
deorden y adaptación
perceptivo de materiales - de actividades
y/o específicos
psicomotor - de evaluación
- Conocimiento de manifestaciones,
- Alumno con hipótesis estímulo’respuesta,
trastornos tratamientos habituales y
afectivos o de coyunturales, etc. (de tipo general)
personalidad
- Experiencia docente con alumnos
256
La práctica del cálculo
257
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
De ser así: ¿qué dimensiones son abarcables por una tal subidización?; ¿qué
generalidad tienen estas dimensiones?; ¿de qué variables depende?
Y su complemento:
Sin embargo:
Intentemos, por fm, una descripción de las técnicas y estrategias más frecuentes en
el cálculo pensado. Se toma como esquema general de clasificación las operaciones
aritméticas con números naturales, aunque no faltarán las referencias a otros dominios
numéricos. Las subdivisiones siguen un supuesto orden de complejidad lógico-operatona.
258
La urácticadel cálculo
1.2) Por recuento parcial. Se elude el recuento para uno de los sumandos. Con dos
formas, no universales.
5+7={5;6,7,8...,(7pasos)}12
1.2.2) Con estrategia de elección del origen.- Se toma como punto de partida para
Puede parecer una simpleza, pero está demostrado ampliamente que resultan más
sencillas -mayor rapidez y frecuencia de éxito- aquellas adiciones en las que el primer
sumando supera al segundo; tanto entre números inferiores a la decena -hechos
elementales-, como entre aquellos otms superiores. La causa que explicaría esta actitud
generalizada no está clara.
259
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En esencia, coincide con el anterior. Pero mientras aquél parece recurrir a alguna
forma de representación no verbal (dedos, tira o tabla numérica, etc.), éste recuerda quizás
un aprendizaje verbalista de la “tabla de sumar Ocho más una, nueve. Ocho más dos,
diez”...
memoria, que reduciría a la mitad los hechos numéricos elementales a recordar. Direc-
tamente:
5 +8 =8 +5 =13
7 + 56 = 56 +7 = 63
260
La oráctica del cálculo
3) Descomposición.-
Dado que las descomposiciones posibles son múltiples, supone, a su vez, una
capacidad de elección de la mejor. Elección que no tiene por qué ser universal: responderá
a estrategias personales, más o menos desarrolladas o según el nivel de práctica que se
haya alcanzado.
3.1) Descomposición aditiva. O mediante adición de partes o cantidades; se
Así como:
(Se ha observado que las sumas del tipo doble -2+2, 3+3, 6+6, etc.- son aprendidas
por los niños con gran rapidez y firmeza.)
261
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
ydos”, etc.
Cabría preguntarse, por tanto, en qué medida las estrategias del cálculo pensado
dependen de la lengua hablada, de la forma escrita o del itinerario didáctico seguido para
su adquisición y cultivo. Como se verá, los más importantes materiales para aprendizaje
del cálculo aritmético persiguen la correspondencia con la escritura posicional.
34 = 30 +4 =4 + 30
248=200+40+8=8+40+ 200
Su campo de aplicación, por tanto, las sumas cuyos sumandos -uno, al menos-
superan la decena. En cualquier caso, exigen -estructuralmente- la aplicación de las pro-
piedades asociativa y conmutativa de la adición.
Es, sin duda, la técnica más fecunda en la adición de números de un cierto tamaño
mediante cálculo pensado:
700+(10+60)+7+8=700+70+15=770+(l0+5)=(770+l0)+5=780+5=785
262
La uráctica del cálculo
En realidad, es una versión verbalizada del algoritmo escrito usual, ahora sin lápiz
ni papel, con recurso a la imagen escrita de aquél:
317 468
+ (300+17) + (400+68) = 300+400 + (17+68) = 700 + (10+7) + (60+8)
=
— 700 + (10+60)
+ (7+8) = 700 + (10+60) + 15 = 700 + (10+60) + (10+5) = 700 +
(10+60+10) +5 = 700 + 80 +5 = 785
Como se indicaba más arriba, parece apoyarse en recursos de memoria verbal. De
263
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
4+9=4+(l0-l)=(4+l0)-l=14-l=13
282 + 89 = 282 + (90- 1) = 282 + (100- 10- 1) = (282 + 100)- 10- 1 = 382- 10-
1=372-1=371
Como se ve, tiene un amplio campo de aplicación: desde los hechos numéricos
elementales hasta cantidades importantes. Antes que cálculo por sustracción efectiva,
parece proceder por recuento descendente -ver más abajo-, pues el sujeto calculista no
parece servirse en ningún caso del algoritmo escrito imaginado.
- Relato a posteriori. Análogo al anterior, pero una vez obtenido el resultado, como
descripción introspectiva.
264
La Dractica del cálculo
En sentido estricto, esta forma de proceder por vía imaginativa no debería merecer
cl título de cálculo pensado, ya que el esfuerzo de acción propiamente numérica y
aplicación de estrategias es casi inexistente. Sin embargo, es difícil asegurar que no se
aplica alguna de estas características en un paso determinado, o si la misma elección de
representaciones no es ya una estrategia adecuada a las posibilidades y hábitos del
sujeto-calculista.
265
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-con origen
predeterminado
-mediante recuento (o adición unidad a por la
unidad) presentación
- Por recuento parcial
- con estrategia de
elección del
origen
- permuta pr&a.
- para completar
- uno de los sumandos
en otros dos decenas
arbitrarios - para repetir sumando
Aditivas
- órdenes descendentes
-descomposición
aditiva - por órdenes de - órdenes ascendentes
- descomposición
unidades
- sin secuencia estricta de
órdenes
- descomposiciones aditivosustractivas
- de algoritmos escritos
- mediante representación
- de acciones sobre material manipulativo
interior
- de situaciones gráficas
266
La oráctica del cálculo
1.2) Descendente.
12-7={12;11,10..~(5pasos)}7
Ciertamente, es menos frecuente que la primera, y mucho más difícil: lenta, con
tropiezos y errores, inseguridad manifiesta, etc. Pero es que el enunciado descendente de la
serie numérica también lo es. Y es cierto asimismo que apenas se ejercita en el aula.
1) Primer sumando mayor que el valor absoluto del segundo. Equivale a una resta
267
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
II) Primer sumando menor que el valor absoluto del segundo. Equivale a una
sustracción imposible entre naturales. La operación se facilita mediante un doble paso a los
contrarios: el contrario de la suma de contrarios; que devuelve, operatorianiente, a la
situación anterior:
III) Valor absoluto del primero menor que el del segundo. La permuta en la suma
lleva, de nuevo a la situación 1) de resta posible y ordinaria entre naturales:
-5+ +7= +7+ -5 =7-5=2= +2
IV) Valor absoluto del primero mayor que el del segundo. La permuta de la suma
conduce a la situación II), que sería reducida a la 1):
(Los números enteros van afectados del correspondiente signo, que indica si es
positivo o negativo.)
Aunque las operaciones entre números enteros o con signo suelan ser más propias
de niveles posteriores a los de simple iniciación aritmética, se han incluido aquí para
completar este cuadro de estrategias, al menos hasta el dominio de números enteros, tanto
positivos como negativos.
Las estrategias aditivas para dos números enteros de igual signo son idénticas a las
empleadas para naturales. Si ambos son positivos, por la coincidencia estructural. Si
negativos, mediante el paso a los contrarios, como en II).
268
La práctica del cálculo
Aunque solapadamente, su fundamento estructural es la propiedad de que el
-(a + b + c) = -a + -b + -c,
tal como se ha visto en la estrategia de permuta previa. Pero, mientras que allí se
orientaba al objetivo de operaciones entre números enteros, aquí pretende resolver la
sustracción entre naturales, según el esquema clásico de las cuatro operaciones.
De esta forma, una sustracción (posible) se transforma en una serie de dos o más
sustracciones de minuendos más sencillos. Según sea esta descomposición se observan
diferentes tipos:
57 25 - = (50 + 7) (20 + 5) = 50
- + 7 20- 5
- = (50- 20) + (7 -5) = 30 + 2 = 32
43-7=(40+3)-7=40+3-7=40+(3-7)...=((30+10))+5)-7=30+10+
3-7 = 30+ (10 + 3)- 7 = 30 + 13 -7 = 30 + (13-7) = 30 + 6 = 36
57 25 = (7
- + 50) (5
- + 20) = 7 + 50 5 20 = (7 5)
- - - + (50 20) = 2
- + (50 20)
- =
2+30=32
269
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
55-27=(5+50)-(7+20)=5+50-7-20(s-7)+(so-20)...57+ío+
40-20 = (10 + 5)- 7+40-20 = 15-7 + 40-20 = 8 + (40- 20) = 8 + 20 = 28
Suelen producirse respecto de una cantidad o base determinada, ligada sin duda a
la práctica cotidiana: decenas, docenas, grupos de 6 unidades (medias docenas) o de siete
unidades (semanas), etc.
En este caso, el sustraendo mengua a medida que se resta la base del minuendo; sm
embargo, no parece producirse una mengua paralela en el sustraendo, sino que aparece una
cuenta auxiliar que aumenta hasta alcanzarle por defecto:
55 - 28 = (50 + 5) - (28 5) = 50 23
- - = 50 (20 + 3) = 50 20- 3 = (50- 20)
- - - 3 =
30 - 3 = 27
o, bien:
55 28
- = (50 + 5) (23 + 5) = 50 - 23 = 50- (20 + 3) = 50 - 3 20 = (50 3) 20
- - - - =
47-20=27
270
La urácticadel cálculo
55 27 = 55 (30- 3)
- - = 55 30 + 3 = (55 - 30) + 3 = 25 + 3 = 28
-
271
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
órdenes
-mediante descomposición de unidades -
- ascendentes
operación sobre (sustracciones sucesivas)
Sustracti vas partes o - otros
cantidades no
unitarias
- en panes arbitrarias
- sustraetivo-aditivas
- de algoritmos escritos
- mediante representación
- de acciones sobre material manipulativo
interior
- de situaciones gráficas
En general, relativo incluso a los hechos numéricos básicos, parecen más sencillas
las multiplicaciones cuyo primer factor -multiplicando- es mayor que el segundo
-multiplicador-. La respuesta a esta situación tal vez se halle en la aplicación de otras
técnicas, respecto de las cuales la permuta de operandos sea tan sólo una fase preparatona.
3x7=7x3=7+7+7=(7,14}21
6 x8 = 8 x 6 = 8 x (5 + 1) = (8 x 5) + 8 = 40 + 8 = 48
4x9=9x4=9x(2x2)=(9x2)x2=18x2=18+18=36
272
La nráctica del cálculo
Sin embargo, fue preciso el recurso a la sustracción, mientras que en aquéllos sólo
aparecieron multiplicaciones más sencillas y adiciones. En cualquier caso, conviene no
olvidar que las estrategias tienen un carácter preferentemente personal, ligadas a la
familiaridad y confianza del sujeto.
2) Reducción aditiva. Entendiendo por tales estrategias las que reducen las
multiplicaciones a puras sumas de factores iguales:
Recuerdan, por una parte, el conteo aditivo unidad a unidad, tomando aquí como
unidad la base del primer factor. Por otra, recuerda la cantilena tradicional: ocho: por una,
es ocho; ocho: por dos, dieciséis; ocho: por tres..., con su apoyatura rítmico-musical.
(¿Quién podría no asegurar que, una vez comprendida la tabla, no se toma argucia para
disimular las sumas paralelas?)
3) Estrategias de distribución.-
3.1.1.1) Según órdenes descendentes. Tal vez sea la forma más habitual de
multiplicación mental:
273
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Un uso muy extendido es el del 5, que presenta además la ventaja de dar productos
sin unidades del correspondiente orden superior al multiplicar por números pares (terminan
en O):
8 x 17 = 8 x (5 + 5 + 5 + 2) = (8 x 5) + (8 x 5) + (8 x 5) + (8 x 2) = 40 + 40 + 40 +
(8x2)= 120+(8x2)= 120+16=120+10+6=130+6=136
274
La uráctica del cálculo
O, bien:
4 x 189=4 x (190- 1) = (4 x 190) -(4 x 1) = (4 x 19 x 10) -(4 xl) = ((4 x (20- 1))
x 10) -(4 x 1) = ((4 x 20) -(4- 1)) x 10) -(4 x 1) = ((80-4) x 10) -(4 x 1) = (76 x 10) -(4
x 1)=760-4=756
275
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
57 x 36 = 57 x (9 x 4) = (57 x 9) x 4 = ((50 + 7) x 9) x 4
((50 x 9) + (7 x 9)) x 4 = =
Un caso muy panicular y útil es aquél en que uno de sus factores es múltiplo de 5 y
el otro de 2; o bien: uno de ellos de 25, y el otro de 4; etc.
35 x 8 = (7 x 5) x (2 x 4) = 7 x (5 x 2) x 4 = 7 x 10 x 4 = (7 x 4) x 10 = 28 x 10 =
280
Como puede observarse, toda factorización implica una división: una búsqueda de
factores exactos. Los cocientes obtenidos -partes alícuotas- dan nombre al procedimiento.
De hecho, la obtención mental de dobles y mitades parece ser muy ágil y segura.
276
La práctica del cálculo
Nada habría que añadir respecto de lo ya apuntado en este terreno para la estructura
aditiva, salvo ciertas situaciones a caballo entre lo manipulativo y gráfico.
6) Técnicas singulares.-
6.1.1 Como cuadrado de una suma. Para un número de dos cifras, tendríamos que
su expresión polinómica en base 10 sería: lOa+b; luego:
(lOa+b)2= 100a2+2Oab+b2
63 x63=632=(60+3)2= 100x36+ 10x12x3+9=3600+360+9=3969
164025
6.1.2 Como cuadrado de una diferencia. Muy útil, cuando la cifra de las unidades
es un 9 ó un 8:
(lOa-b)2= 100a2-2Oab+b2
39~~39 = 392 = (40- 1)~ = 100x42 20x4x1 - + 12 = 1600-80 + 1 = 1521
277
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(a + b)x(a b) = a2
-
-
89 x 81 = 7209 = 8x(8+1)x100 + 9
278
La nráctica del cálculo
- permuta previa
- reducción aditiva (aditiva pura o total)
ordenes descendentes
-según órdenes
de unidades - ordenes ascendentes
-multiplicativo-sustractivas
- factorización general
Multiplicativas - factonzsaeión - mediante dobles
- en panes alícuotas (o multiplicación-división
- de algoritmos escritos
- mediante representación interior - de acciones sobre material nianipulativo
- de situaciones &áñcas
279
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Como sucedía para la sustracción, el resultado -cociente por defecto, en este caso-
viene dado por el número de pasos precisos para alcanzar el dividendo.
2) Estrategia sustractiva o por reducción. Con análogo proceso al anterior, pero
tomando como punto de partida el dividendo:
53÷9=(53; 44, 35..., (5 pasos)> 8
O, tomando atajos:
150-~-l2={150-120=30;(10pasos),18,(12pasos)}6
3.1) Distributivo-aditivas.
97 + 3 = (90 + 7) + 3 = (90 + 3) + (7 + 3) = 30 + (7 + 3) = 30 + 2 + (1 + 3) = 32 +
(1+ 3)
138 + 4 = (130 + 8) + 4 = (130÷4)+ (8+4) = 30 + (10 + 4) + (8 + 4) = 30 + ((10
+ 8) + 4) = 30 + (18 + 4) =30 + 4 + (2 + 4) = 34 + (2 --4)
O, también:
34+ (2+4)
280
La oráctica del cálculo
Obsérvese que no se trata de una simple reproducción del algoritmo escrito usual,
sino de un verdadero cálculo global. Su interrupción proporcionaría, cuanto menos, una
aproximación del resultado; algo que viene dándose en la inmensa mayoría de las técnicas
analizadas para cada operación.
3.2) Distributivo-sustractivas.
4) Factorizaciones.
c ÷(a x b) = (c ± a) + b
138÷12=138÷(3x4) =(138÷3)÷4=46±4=
11 + (2÷4)
281
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
c ±d = (c + a) ÷(d ± a)
c ÷d = (c x a) ÷(d x a)
282
La práctica del cálculo
- distributivo-sustractivas
- factorización general
- mediante
factorización
- del divisor - división-multiplicación
- por partes alícuotas
- multiplicación-división
- de algoritmos escritos
- de situaciones gráficas
283
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-con origen
predeterminado
-mediante recuento (o adición unidad a por la
unidad) presentación
- Por recuento pardal
- con estrategia de
elección del
origen
- permuta previa.
-para completar
- uno de los sumandos decenas
en otros dos
arbitrarios
- para repetir sumando
Aditivas
- órdenes descendentes
-descomposición
aditiva -por órdenes de - ordenes ascendentes
- descomposición
unidades
- sin secuencia estricta de
órdenes
- descomposiciones aditivo-sustractivas
- de algoritmos escritos
- de situaciones gráficas
284
La práctica del cálculo
- Ascendente o de conversiónaditiva
- mediante recuento
- Descendente
-ordenes
descendentes
-por órdenes
-ordenes
-mediante descomposición de unidades
- ascendentes
operación sobre (sustracciones sucesivas)
Sustractivas panes o -otros
cantidades no
unitarias
- en partes arbitrarias
- sustractivo-aditivas
- de algoritmos escritos
- mediante representación
- de acciones sobre material manipulativo
interior
- de situaciones gráficas
285
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- permuta previa
-órdenes
-según órdenes descendentes
de unidades
- órdenes ascendentes
- multiplicativo-aditivas
-descomposición sobre el 5
- distributivas -otras
descom- -descomposición sobre el 2
posicio- (o según dobles)
nes - <tas descomposiciones
-multiplicativo-sustracti vas
- factorización general
Multiplicativas
-
- factonzación mediante dobles
mediante representación
-
- de algoritmos escritos
- de acciones sobre material manipulativo
interior
- de situaciones gráficas
286
La práctica del cálculo
- disnibutivo-sustractivas
- factorización general
-mediante
factorización -del
divisor -porpartes - división-multiplicación
alícuotas - multiplicación-división
- de algoritmos escritos
- de situaciones gráficas
287
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
El cálculo mental o pensado tiene más aplicaciones que la respuesta exacta a una
operación precisa. Debe tenerse en cuenta su versión imperfecta: la estimación. La fama de
las matemáticas como ciencia exacta no justifica prescindir de aquello que es útil en la vida diaria y que,
además, hace reflexionar sobre las propiedades de los números. (ALSINA y OTROS, 1996,114)
a) Obtención del número como recuento o medida, sin otra operación que la de
comprar -medir-; conocida como estimación propiamente dicha
La estimación es el ejercicio de un juicio basado sobre una experiencia propia respecto del número y
la medida. Esta habilidad se consigue mediante una experiencia amplia de contar y medir. Cuando el
tamaño sea un dato importante, esta estrategia es una de las primeras a utilizar. (CASTRO, RICO y
CASTRO, 1996,90).
Aquí, estamos ante un auténtico cálculo aritmético pensado, pero con decisiones
previas: sustitución de los datos originales por otros más sencillos, juicio de adecuación
para estos nuevos datos y juicio de validez del procedimiento global.
En ambos casos:
- Instrwnento de control para el cálculo exacto; sea éste mental, escrito o por
calculadora u otro dispositivo. Ya que anticipa márgenes de validez para el resultado
obtenido por dicha vía.
288
La práctica del cálculo
Muchas veces nos quejamos de que el alumnado da respuestas absurdas a problemas, cálculos o
medidas. La habilidad para hacer estimaciones y el contraste entre el valor estimado y el valor
calculado hace desarrollar lo que llamamos sentido común. (ibidem.).
El grado de aproximación de los resultados nos lleva al cálculo exacto y al cálculo aproximado. La
conveniencia de servirnos de uno o de otro viene dada por la situación concreta y por lo tanto es
necesario, además de enseñar a calcular de manera aproximada, facilitar al alumnado la capacidad de
escoger lo que más conviene en cada ocasión. (ALSINA y OTROS, 1996, 114)
289
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Pero esta sustitución puede efectuarse sobre uno sólo de los datos -lo que ya
simplificaría un tanto el cálculo posterior-, o sobre ambos. En este segundo caso, la susti-
tución puede hacerse independientemente para cada uno de ellos, aplicando la técnica que
parezca más conveniente, o considerando ambos en conjunto:
El cálculo mental con decenas se reduce a operandos inferiores en una cifra a los
datos: 40 + 180 = (4 + 18) x 10,40 x 170, (4 x 17) x 100.
Cabe también que el redondeo se realice respecto del múltiplo de 5, 50 o 500 más
próximo; sobre todo, si se dominan los cálculos con operandos de este tipo (casos 4.3 y
6.1.3 de la multiplicación, 4.2.1 y 4.2.2 de la división, etc.). Como senan:
290
La práctica del cálculo
(redondeo inferior)
- otros
-Sustitución - doble truncamiento (redondeos inferiores)
aproximativa de los
datos - doble redondeo superior
- sustitución - doble redondeo
doble a la decena - doble redondeo equilibrado
- complementación
- mixtos
- otros
- aditiva o de complementacién
-revisión simple (sin mediar
operación complementaria)
Aproximación del - sustractiva o reductiva
resultado
-revisando los datos en su totalidad y rehaciendo la
operación
-mediante operación
-modificando el resultado previamente obtenido con
complementaria
un resultado parcial entre complementos de los datos
-mixta
JUSTIFICACION
El análisis que aquí se recoge acerca del cálculo mental, su interés didáctico y
técnicas concretas puede parecer excesivo en el marco del presente trabajo. Entendemos,
no obstante, que nos asisten razones de peso que lo justifican: su aplicación en la
enseñanza de alumnos ciegos y el propósito de dotar a su profesorado de información
específica.
291
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Cuantas consideraciones se han hecho para el cálculo mental son válidas en toda su
amplitud y profundidad para un alumno ciego o deficiente visual. Exceptuando, tal vez,
dos puntos: una cierta menor cotidianidad y una limitación en la variedad de situaciones
didácticas accesibles.
-Si intervienen elementos generadores de azar -dados, ruleta, bolas, etc.-, deben
garantizarse asimismo el uso autónomo de éstos.
292
La práctica del cálculo
Pero también esta facilidad de automatización llevó a olvidar poco a poco la razón
profunda de estos algoritmos: “¿ quién ha recibido en su infancia explicación de la dispo-
sición en escalera de la multiplicación, o del bajar cifras de la división, o...?” Se queman
etapas en aras de la premura de tiempo y extensión de los programas, y se acaba, de hecho,
valorando tan sólo el cálculo mental en forma implícita, encubierta y muy limitada: “siete
por ocho, cincuenta y seis; seis, y llevo cinco
¿De qué caracterfsticas disfruta la escritura decimal en tinta, para hacerla adecuada
al cálculo ordinario en la enseñanza? Dicho de otro modo: ¿qué objetivos persigue la
práctica del cálculo -aritmético- en la escuela, que se cubran satisfactoriamente mediante el
cálculo escrito?
Como objetivos generales del cálculo -en cualquiera de sus modalidades: mentaL
escrito, porcalculadora-, resaltan tres:
A) rapidez/agilidad,
B) seguridad,
C) exactitud.
293
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- “No cabe otro conocimiento matemático que el construido a partir de las propias
experiencias lógico-matemáticas.” Que, en buena medida, cierra la puerta a la mayoría de
las intervenciones escolares de enseñanza transmisoras de técnicas, por su condición
dirigirla.
La enseñanza de algoritmos en los primeros cursos es perjudicial porque fuerzan a los niños a
renunciar a su propio pensamiento numérico, “malenseñan” el valor de la posición e impiden que los niños
desarrollen el sentido del número, y porque hacen que los niños dependan de la distribución espacial de las
cifras (o del papel y el lápiz) y de otras personas. (RAMII, 1995,49).
Pero más que una crítica a los algoritmos aritméticos en si mismos, son una crítica
a los métodos seguidos para su enseñanza-aprendizaje. Con enfoque positivo: una mvita-
ción a la búsqueda de vías alternativas, tanto didácticas como de las propias formas
algorítmicas oficiales impuestas por el uso común.
294
La práctica del cálculo
c) Los algoritmos escritos pueden ser reinventados -descubiertos- por los niños, si
se les proporcionan materiales, situaciones e itinerarios adecuados.
295
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
296
La nráctica del cálculo
Se trata ahora de una matriz de tz~os Braille; con dos versiones: 6 y 4 puntos, según
se desee utilizar para Braille literario o representación del cálculo aritmético escrito. Los
puntos Braille aparecen y desaparecen individualmente, merced a un sistema de resortes
que responden a la presión digital. Por tal motivo, las proporciones deben ser muy
superiores a las del Braille escrito en papel, dificultándose su lectura ulterior. Asimismo, el
borrado final se hace tedioso.
Una colección de alambres en paralelo (12, 15, 18) contienen fichas o elementos
móviles en número de 5; éstas se hallan distribuidas en dos grupos de 4 y 1, res-
pectivamente, separados entre sí por otro alambre o yanilla longitudinal, común y
perpendicular al conjunto anterior. Las fichas toman valor al aproximarse a la varilla de
separación, desplazadas por los dedos, perdiéndolo al retirarías. La ficha aislada toma el
valor 5, mientras que cada una del grupo de 4 toma el valor 1.
Si bien todos estos artificios pretenden paliar los inconvenientes del instrumental
de escritura Braille, adolecen de una elevada complejidad manipulativa y de orientación
espacial, tomándolos muy lentos en relación con el cálculo escrito en tinta. Nacieron como
instrumentos complementarios, ya que los de escritura Braille no facilitaban en su
momento las exigencias del cálculo escrito: continua revisión de resultados parciales,
posibilidad de corregir, etc.; y aunque cubrieron una necesidad, apenas han evolucionado
en su concepción.
297
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Pero: ¿por qué el Braille escrito apenas se ha empleado para efectuar cálculos
aritméticos?
lÓ.~ Relativa juventud del Brame. Frente a los aproximadamente cinco siglos de
popularización en Europa de la escritura numérica decimal, la incorporación generalizada
y efectiva del Braifie a la enseñanza de ciegos data de principios del siglo XX. Desde su
invención por Louis Braille en 1825, las disputas pedagógicas lo relegaron a usos
marginales, pese a su preferencia por los estudiantes ciegos.
298
La nráctica del cálculo
A los alumnos con resto visual aprovechable les bastará, en principio, un modelo
-
Aquellos que sean ciegos totales o cuyo resto visual les impida la lectura cómoda
-
Pero hay que usar discretamente la calculadora. Hay técnicas en el uso de la calculadora que
necesitan ensefiarse y aprenderse. Hoy día no basta con tolerar que los alumnos usen calculadora. Hay que
planificar el uso de las calculadoras en situaciones adecuadas y dar las indicaciones convenientes para obtener
el máximo beneficio de su uso. (CASTRO, RICO y CASTRO, 1996,88).
‘Dispositivo electrónico con teclado Braille y display de síntesis de voz. Incorpora procesador de textos,
calculadora, cronómetro, etc. Es susceptible de conexión a impresoras y de funcionar como periféfico con
ordenadores convencionales.
299
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Por otra parte, el apego sistemático al cálculo por calculadora puede llegar a ser
nefasto: ¿qué hacer, cuando se aborden las fracciones enteras y sus operaciones, las
ecuaciones y funciones?
Mediante sencillos algoritmos o convenios -la tecla del 5 nofunciona, por ejemplo;
o: sólo funcionan la tecla del 2 y del 3, etc.- se diseñan situaciones que invitan a la
investigación numérica e introducen en dominios conceptuales diversos: múltiplos y
divisores, números primos, descomposición factorial..., o en el complejo mundo de los
números decimales.
300
La práctica del cálculo
301
7 PROCESOS DE INICIACIÓN
En un cálculo aritmético hay que distinguir dos aspectos esenciales y bien
diferenciados: la operación aritmética y la técnica concreta de cálculo a aplicar sobre los
operandos o datos numéricos. En correspondencia con ellos, el proceso de
enseñanza-aprendizaje debe comprender:
- Buena parte de las situaciones cotidianas, vividas por el alumno, se resistían a una
formailización sencilla: dificultad en considerar diferentes elementos y conjuntos
aparentemente iguales, unión de conjuntos no disjuntos, sustracción de conjuntos sin la
condición de inclusión, el carácter individual de los elementos en el producto cartesiano, o
el producto por conjuntos intangibles (n veces), carácter del cociente, partición con
elementos residuales...
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-La mayoría de los niños -aun los muy pequeños- disponen ya al llegar a la escuela
de un bagaje de conocimientos y técnicas operatorias numéricas, que hacían poco menos
que mnecesario un itinerario tan fatigante como inútil.
Los “hechos son testarudos dicen, y ahí están: la Didáctica de los números y la
“,
¿Por qué no aceptar que los números y las operaciones aritméticas son algo simples
y al alcance de cualquierfortuna mental? ¿Por qué no volcar las energías didácticas en
acercar el mundo de la Aritmética a los intereses y posibilidades reales de los alumnos?
¿Es que “lo práctico” es independiente o contrario de “lo verdadero, lo bueno, lo
bello?”...
La cantidad está en la realidad. Como “primer accidente que dirán los clásicos;
“,
como “distinción de panes sea ésta “real o de razón pero “con fundamento in re en
“, “, “,
cualquier caso.
- El número -como idea- surge como relación entre las partes, por comparacion.
Considerando tan sólo la identidad distintiva -número cardinal y natural-, o tomando en
consideración aspectos extensivos -como medida física-. En cualquier caso, el número es
“una cierta relación entre panes un concepto objetivo, independiente del sujeto; bien
“,
Por símbolo, signo o representación -en este caso- entendemos, en primer lugar,
una realidad sensible portadora del concepto en sí misma. Pero también una realidad
sensible que, por acuerdo de una comunidad, se asocia arbitrariamente al concepto. En
ambos casos, debe existir acuerdo -sintonía- entre el primer propietario o dador del
concepto -emisor- y el perceptor -receptor- del símbolo respecto del concepto a
304
De la manipulación al cálculo efectivo
En los lunnanos existe una predisposición a utilizar símbolos. Ello se sigue de la aptitud potencial
para representar eventos que no están ptesentes lo que exige alguna forma de símbolo abierto o
encubierto, o algún tipo de código. En realidad, el juego, y la tendencia a utilizar objetos como senales
o símbolos que están en lugar de fla cosa, surge antes de la edad de dos años. (MILIAR, 1968).
Hay que advertir que esta autora, siguiendo a TrI’CHENER (1909), identifica en
alguna forma símbolo y representación o imagen, por cuanto las imágenes son representaciones
de conceptos. No son idénticas a los conceptos. En ese sentido, funcionan como lo hacen las palabras.
(MILLAR, 1997, 278), dejando a salvo con MARR (1982) el diferente plano expresivo:
interior -personal-, de representación en imágenes, y exterior, de símbolos sensibles, objeto
de la comunicación interpersonal. Este ha sido nuestro pensamiento en las Secciones 2.3.2
y 5.3.3. Debido a que la mayoría de los autores denominan símbolo o representación a la
representación exterior, usaremos indistintamente estos términos a lo largo del presente
Capítulo.
La tendencia simbólica es tan natural y fuerte en el ser humano que incluso elabora
representaciones a partir de otras -verbales, por ejemplo-: Los niñas inventan símbolos cuando les
resulta necesario, como vimos cuando discutimos el tema de los dibejos realizados por niños ciegos que no
habían visto nunca. (MILLAR, 1997,303).
305
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En este sentido, el que hemos convenido en llamar dos, número de nuestros ojos u
orejas, tan expresado quedaría por la palabra dos escrita en castellano, como pronunciada;
por dos palmadas, como por la mano con los dedos índice y corazón extendidos y anular,
meñique y pulgar recogidos; por dos marcas en un trozo de madera, dos trazos paralelos
dibujados, dos puntos o fichas próximas; o el símbolo 2... Evidentemente, los dos primeros
y el último convienen a la comunidad hispanoparlante; el segundo, aunque no esté
alfabetizada. El último, también a un sinnúmero de pueblos actuales, aunque no así a la
imnensa mayoría de los chinos...
La forma de los símbolos no viene dada de manera innata, ni para palabras ni para símbolos
no-verbales, aunque estos últimos dependen con frecuencia de algún parecido perceptual entre el símbolo y el
referente. (ibidem.). La forma debe ser asignada; sea por decisión personal -construcción,
imiovación-, sea mediando convenio social. En este segundo caso, se considera
instrumento cultural de la comunidad en que se halla inmersa la persona y que contribuye
decisivamente en su formación y aun desarrollo intelectual; para VYGOTSKY (Sección
2.2.3, Apartado A), será la única vía efectiva, tanto de adopción de símbolos primarios
como de aprendizaje e intervención educativa.
306
De la manipulación al cálculo efectivo
La mano con los dedos índice y corazón extendidos y los restantes recogidos, no
muestrael 2 de forma inequívoca: ¿acaso no se conviene también como signo de victoria o
éxito? Dos trazos paralelos verticales, puede confundirse con 11 en escritura decimal; o
con tres en sistema binario, seis en base 5... Las dos marcas en un trozo de madera, quizás
quieran indicar una medida...
dosel, dos mil o doscientos”, etc. El pensamiento del receptor también puede desviar el
fonema “dos” hacia “tos”... ¿Qué decir del valor absoluto y posicional de la cifra 2 en 2,
12,23...
El poder de las matemáticas es inmenso, y en todas las etapas los símbolos constituyen una
contribución fundamental a este poder. Pero sin la aptitud de los matemáticos para dotarlos de significado,
son inútiles. (SKEMP, 1980, 96). Estamos de acuerdo con WITTGENSTEJN cuando dice que
en matemáticas no existen símbolos matemáticos sino una interpretación matemática de
los símbolos. Es que no puede llegarse a la identificación plena entre símbolo y concepto
-significante y significado-, sino exponer aquél a la crítica -análisis- de los contenidos
contextuales y psicológicos: sólo la situación puede aportar elementos de juicio para que la
función semántica distinga “1” como letra o como “1 “L” y “SO “V” como letra y
“, “,
como equivalente a “5 “O” y “O etc. De aquí las graves dificultades que se les plantea
“, “,
a los sistemas informáticos (O.C.R.) para interpretar correctamente las formas visuales.
307
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
10) Los números son un aspecto cuantitativo de la realidad: relaciones entre panes.
Las dificultades para la obtención del concepto de número -en su aspecto más
elemental: el número natural- reflejan o denuncian, ante todo, dificultades perceptivas y
atencionales; ya sean simples -trastornos sensoriales- o complejas -coordinación motriz,
elaboración de perceptos, retentiva, etc-. La capacidad abstractiva se sirve de la
percepción, y ésta deja rastro en sus productos, que sólo la práctica irá desvaneciendo; pero
la abstracción, una vez obtenida, es independiente del percepto. Negarlo, sería negar la
inmaterialidad del número como idea.
La capacidad imaginativa y expresiva del ser humano permite asociar los
40)
308
De la manipulación al cálculo efectivo
El término (oral o escrito) o una representación gráfica de un concepto son previos a los símbolos y a
los signos (guarismos). La coexistencia de los tres con situaciones adecuadas ha de mantenerse el
tiempo que sea necesario (que a veces es un curso o mas). En caso contrario, se irá repitiendo la
situación de buenos calculadores pero que nunca resuelven un problema. (Ibidem, 109).
309
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Aceptamos, pues, como posible y aun conveniente que los primeros números y
sus sinibolos (expresiones) en las diferentes formas de lenguaje sean aprendidos en orden
distinto de la serie natural (1, 2, 3,4...). En cualquier caso, el rango no alcanzará la decena.
Bien es cierto que los dos párrafos anteriores tienen sentido siempre que
admitamos una serie de restricciones: se trata de números naturales, y confiamos en el
significado comúnmente aceptado para los diferentes símbolos aritméticos y de lengua
usual.
Los órdenes naturales -menor que y su recíproco mayor que- tienen un analisis
diferente, según se traten en el plano matemático o didáctico.
Sin embargo, desde el punto de vista didáctico -mucho más ligado a categorías
verbales, que actúan como metalenguaje-, conviene distinguirlos, antes de llegar a la
explicitación de su dualidad o simetría -paralela a la antonimia verbal, mucho más difícil
en el nivel conceptual y práctico-.
310
De la manipulación al cálculo efectivo
Así pues, conviene no abordar uno de ellos antes de haber logrado un dominio
efectivo del otro. Más que un problema de madurez psicológica -adquisición de la función
de reversibilidad, según la escuela piagetiana- es cuestión de dominio lingílístico de los
ténninos simétricos. Por concomitancia con la sucesión natural, parece recomendable
introducir en primer lugar el orden ascendente: menor que, menos que, por debajo de, más
pequeño que... (obsérvese aquí el uso equívoco de más).
basada tanto en el acervo lingtiístico como en las experiencias cotidianas- que “como
cuatro más dos es seis, cuatro es menor que seis “.
311
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Una expresión determinada es una elección entre todas las disponibles. Dado que
el contingente de éstas es ilimitado, hay que reducirlas a las conocidas, y aun las más
frecuentemente utilizadas por el sujeto (alumno).
En este sentido, los hechos numéricos o tablas de operaciones son simples listas de
sinónimos ordenadas según cienos criterios. Las prácticas de descomposición 6 = 5+1 =
7-1 = 4+2 = 3+3 = 8-2 = 9-3 = 3+2+1... exigidas por algunos ejercicios y juegos
aritméticos subrayan esta dimensión y seleccionan el dominio de expresiones
inmediatamente disponibles.
-Dicha elección implica una decisión, que supone una estrategia de pensamiento,
una respuesta a estados psicológicos o comunicativos.
VYGOTSKY resume estos dos aspectos: La estructura del lenguaje no refleja simplemente
la del pensamiento; esa es la razón de que las palabras no puedan ser utilizadas por la inteligencia como si
ffieran ropas a medida. El pensamiento sufre muchos cambios al convenirse en lenguaje. (VYGOTSKY,
1934, 167; cfr.: Riviére, 1994, 85).
312
De la manipulación al cálculo efectivo
Como es evidente, se da toda una gradación didáctica entre estas dos concepciones
extremas.
En otras palabras: los pequeños pmblemas pueden y deben hallarse en la base del
aprendizaje numérico. Tan importante como aprender los nombres es saber cómo se
relacionan entre sí, ellos (los números) y sus realizaciones (los objetos).
313
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Conviene que coincidan con representaciones para ciertos números. Dado que, además,
deberían ser aprendidos en las primeras fases, conviene asimismo que se correspondan con
los números más sencillos o usuales.
las representaciones a partir de dicho conjunto finito de términos. Deben ser claras,
generales -con pocas o ninguna excepción-, reducidas en número y no alterar la
representación de aquellos números que lo sean por signos básicos.
Puede muy bien ocurrir que el símbolo o signo (de carácter físico, sensible)
mantenga un parecido perceptual; -conserva o refleja ciertos aspectos sensibles de la
realidad significada: lo que VERONAUD llamará criterio semántico (Ibidem, 253)-. Es
deseable -sobre todo cuando se trabaja con niños muy pequeños-, pero no imprescindible:
recordemos que el nexo sign~Zcante-sign(flcado o símbolo-referente es ante todo de
carácter convencional. El establecimiento de los nexos se facilita por el parecido
perceptual, pero su consolidación definitiva es fruto de la práctica reforzadora del vínculo;
si falta el primero, deberá intensificarse la segunda, por vía de reiteración intrasistema
-enfoque asociacionista- o por vía de reconocimiento en situaciones multisensoriales
-enfoque constructivista-.
314
De la manipulación al cálculo efectivo
315
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
316
De la manipulación al cálculo efectivo
A) NUMERACIÓN ROMANA
Definición de términos elementales. Cuenta con siete signos básicos (1, V, X, L, C,
U, M; que se corresponden con los números uno, cinco, diez, cincuenta, cien, quinientos y
mil, respectivamente) y un signo auxiliar (la barra superior; con valor de millares).
Por lo que nos ha llegado, los símbolos carecen de parecido perceptual. Puede
exceptuarse 1, por su simplicidad.
317
De la manipulación al cálculo efectivo
30) Los puntos reiterados se sitúan horizontalmente; los trazos, horizontales y en
paralelo, inferiores éstos a aquéllos (fig. 7.3.3A).
e...
e.
3 7 19
(flg. 7.3.3A)
• e
e.
1
21 27 105
(flg. 7.3.3B)
50) Los signos básicos toman valores en función del nivel o posición que se le
asigne. Punto: 1, 20, 400... Trazo: 5, 100, 2000... Por lo cual se dice que se trata de una
escritura posicional, con valores absolutos y relativos para sus símbolos elementales..
Como puede observarse, se trata de una escritura estrictamente aditiva para cada
rnvel. La multiplicación por 20 al ascender de nivel, la hace multiplicativo-aditiva. Juega
tanto con la base 5 en el paso de puntos a trazos, como en base 20, en los cambios de
nivel.
319
Iniciación al Cálculo Aritmétko con alumnos ciegos
e. se.
e
e..
ce e e
20 809 1218
(flg. 7.3.3C)
Salvo para los casos frontera (20, 400, 8000), existe univocidad representativa
entre números y expresiones. La ordenación natural se corresponde con la altura de la
expresión o, en caso de coincidir, con el conjunto de puntos y trazos superiores. (Eludimos
el análisis de correspondencia para la estructura aritmética, que ignoramos si interesaba
mucho a los mayas, ya que su finalidad era eminentemene de carácter cronológico y
astronómico; los últimos descubrimientos arqueológicos empiezan a alumbrar, sin
embargo, que los mayas contaban con “reglas o algoritmos para los cálculos aritméticos”.)
320
De la manipulación al cálculo efectivo
Aunque algunos investigadores elevan hasta los tiempos de Uhr de Caldea los
antecedentes de este código numérico, lo único seguro es que su versión definitiva se sitúa
en los siglos VII-Vm d. de J.C. en las fronteras del Islam con la India, atribuyendo a
BRAMAGUP’rA la paternidad del O. A los árabes cupo la gloria de su difusión y entrada
en Europa a través de España. Sería Gerberto de Aurillac (siglos IX-X; después: papa
Silvestre II), quien lo descubriría para la cultura cristiana. Fibonacci, con su obra Liber
Abaci (1202) haría una presentación sistemática, mostrando su potencia calculatoria, y las
obras de Matemática Comercial de finales del siglo XV lo convertirían en tema obligado
de estudio en las universidades europeas y abrirían el cauce a su popularización (cfr.:
GÓMEZ, 1988, 51)
10) Una cifra o símbolo aislado toma el valor convenido (valor absoluto).
321
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
. e..:
1-0
(flg. 7.3.31))
322
De la manipulación al cálculo efectivo
Tal vez alguien se lamente de que las representaciones numéricas Braille carezcan
de parecido perceptual con la escritura en tinta, o que no reflejen una coherencia
lógico-matemática (de tipo cardinal: 1 un punto, 2 dos puntos, 3 tres puntos...; o algún tipo
de algoritmo binario). Sería innecesario, por no decir inútil: entendemos que el Braille se
percibe como fonnas táctiles, no se analiza en sus puntos-elementos (para más
información: FERNÁNDEZ DEL CAMPO, 1995).
323
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Son en sí mismos objetos concretos, pero funcionan sintéticamente porque representan algo
distinto de ellos mismos. (MILLAR, 1997, 288). Sin embargo, resalta una diferencia que da lugar a
das tipologías principales:
Las analogías con el lenguaje comparten ciertamente algunos aspectos pero mientras las palabras son
ambitrarias, los símbolos del dibujo -habla siempre de ‘dibujo figurativo’- no son arbitrarios. Existe
una comprensión tácita de que las producciones tienen que parecerse a las percepciones. Esto tiene un
peso importante sobre los problemas que eí nUlo tiene que solucionar en sus dibujos. (MILLAR, 1997,
292).
324
De la manipulación al cálculo efectivo
Un modelo que cumple con satisfacción los requisitos deseados es la llamada recta
numérica (semirrecta, más bien) -con independencia de la ilustración simbólica-. Responde
a la estructura secuencial de orden total, y, mediante interpretación dinámica, permite
visualizar expresiones sinónimas. El correlato unidad a unidad con formas manipulativas
se obtiene merced a la correspondencia de distribución elemento-segmento unitario,
semejante al ensartado de cuentas ofichas.
325
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Para él, serán un elemento motivante, que diversifican las situaciones cuantitativas
y fomentan la comunicación -por la semejanza d expresión con los compañeros, si se trata
de un alumno ciego en un grupo de videntes-. Cuando las representaciones son elaboradas
por el alumno, también pueden estimarse incluso como elemento reforzador, -por la
motricidad que comporta la exteriorización de imágenes-. En cualquier caso, lento y de
muy escasa eficacia didáctica.
326
De la manipulación al cálculo efectivo
7.3.4 MANIPULACIÓN
Las expresiones gráfico-geométricas y manipulativas -en general- suelen
encuadrarse en el grupo de los modelos intuitivos (FISCHiBEIN, 1977) o representaciones
icónicas (LESH, BEHiR y POST, 1987; estos autores denominan representaciones
pictóricas a lo que aquí llamamos expresiones gráfico-geométricas, reservando el término
de representaciones gráficas para las simbólico-matemáticas)
Algunos profesores se justifican alegando que el material “es caro y sirve para
muy poco”, “que la premura de tiempo y la longitud de los programas impiden algo que,
si bien es recomendable, no es imprescindible que “también los medios gráficos son
“,
manipulación, que basta con mencionar las situaciones por medio de la palabra o el
dibujo para que al alumno se le hagan presentes, como si las tuviera ante 4 en sus
manos que...
“,
(Pero, ¿es todo esto cierto? ¿Es así para todos los alumnos? ¿No se trasluce un deje
de desconocimiento, comodidad o rutina?...)
En ocasiones, las críticas han llegado a ser ácidas: Si al niño no se le hace adquirir mucha
práctica en combinar y disgregar conjuntos de elementos concretos, cuando está recitando combinaciones
numéricas lo único que hace es emitir ruidos ccrrectos.(BROWNELL, 1928, 211).
327
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Por ello, habría que contar con abundante material, estructurado o no, y proponer situaciones en las
que los niños puedan manipular objetos concretos y realizar experiencias que despierten, desarrollen y
agudicen su intuición matemática. (GRUPO 0,1997,2,11).
Existe una poderosa razón de orden psicológico: el niño, desde los primeros meses
de vida, tiende a tomar los objetos en su mano. El tacto es el sentido fundamental (...), es el que
educa a la vista, debiéndole el conocimiento de las propiedades esenciales de los cuerpos (RODRIGUEZ
PLACER, 1929, 97). El tacto es quien educa la vista, y no al revés: confinna sus
percepciones, desvaneciendo ilusiones y espejismos. Podría resumirse: “en la escuela,
mírese sólo lo que no pueda tomarse en la mano “; como versión plástica del proverbio
chino: “Oigo, y olvido. Miro, recuerdo, hago y comprendo” que el “School’ s Council
Nuffleld Project” tomaría como slogan (“Ido, and 1 undestand” 1977a).
Y otra, de orden psicopedagógico: Los conceptos espaciales son muy importantes para la
educación matemat’ct nuestros modelos de los números, de las operaciones, del sistema posicional, de los
algoritmos, son invariablemente visuales y, por ello mismo, espaciales. Incluso algunas de nuestras ideas
algebraicas están basadas en diagramas. Consecuentemente, una comprensión errónea de algunos conceptos
numéricos, algebraicos.. va unida a una mala comprensión de los modelos geométricos que se han usado para
ilustrarlos o a una carencia de estos modelos. (GRUPO 0,1997, 1,26).
328
De la manipulación al cálculo efectivo
La realidad queda progresivamente esquematizada y las relaciones entre las acciones sobre estos
elementos y sus expresiones verbales van quedando despojadas de características irrelevantes.
(MAZA, 1989, 19-20).
de Z. DIENES (1960).
329
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Además, los materiales por muy esinicturados que sean, bonitos o divertidos, no realizan ninguna
labor didáctica por sí mismos. Es imprescindible la actuación del profesor y ésta depende de su
habilidad, información, conocimiento, estilo, gusto personal, fines que persiga y, cómo no, de las
características de los alumnos. Todo ello provoca inseguridad e insatisfacción en el primer intento,
haciendo que muchos abandonen con un sentimiento de fracaso. (GÓMEZ, 1988, 164).
Tal vez se encuentre aquí la clave del escaso empleo de materiales al que nos
referíamos más arriba: características del material, de los alumnos y del profesor.
330
De la manipulación al cálculo efectivo
Permitiendo también alterar esta linealidad, para ofrecer un modelo flexible, que
zigzaguee de una a otra forma expresiva, en coherencia con el modelo general propuesto
para los itinerarios didácticos en la Sección 3.3 (fig. 7.3.40); conforme a las capacidades
actuales del alumno, y cooperando en el desarrollo y fortalecimiento de las más endebles
(recuérdese las observaciones formuladas al final de la Sección 7.3.3, a propósito de las
dificultades esperables en el alumno ciego de corta edad respecto de la
exploración/representación gráfica).
Juego expresivo que puede aplicarse número a número, o para conjuntos reducidos
de éstos, cada uno de los cuales podría ser introducido en una u otra forma de lenguaje, no
necesariamente siempre la misma. El cúmulo de combinaciones es ilimitado, adaptable a
las características del alumno, disponibilidades de material y conveniencias didácticas.
Llama la atención la frecuencia con que suelen coincidir las dificultades en Cálculo
Aritmético y las de orden lingilístico. Así lo entienden la práctica totalidad de los autores,
en especial los preocupados por problemas de reeducación o remediación de alumnos con
dificultades de aprendizaje (JAIJLINE-MANNONI, 1965; MIALARET, 1984;
BORRELL-MAISONNY, 1975; FERNÁNDEZ BAROJA, LLOPIS y DE PABLO, 1991;
LUCEÑO, 1993; EGEA, 1994).
331
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
e) Presentar facetas diferentes del significado objetivo del número y sus nexos.
Tanto la lengua natural como el cálculo suponen la expresión -de una serie de
conceptos- en un lenguaje especifico, sin cuyo conocimiento no se puede trabajar. Las
alteraciones a que se refieren no son meros trastornos funcionales o de desarrollo, sino
trastornos de simbolización, más profundos. Nos aventuramos a culpar de muchos de estos
trastornos al intento pedagógico de asociar la representaci6n simbólico-matemática a la
verbal; es decir: un símbolo a otro símbolo, desvinculándola de la realidad física y de una
representación interior sugerente.
332
De la manipulación al cálculo efectivo
Importancia creciente tienen la familia de los dha cas, entre los que cabe destacar:
333
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Dado que el número y la variedad de las impresiones táctiles es naturalmente muy restringido, está
claro que el ciego concede en sus representaciones la mayor importancia a las relaciones espaciales.
Las relaciones de espacio excitan su interés en más alto grado que las otras y se fijan con más fuerza
en su memoria. (VILLEY, 1946,112).
por alumnos mayores, los propios alumnos con un mínimo de ayuda, etc.
334
De la manipulación al cálculo efectivo
-Con capacidad de ser descrito en términos verbales sencillos tanto sus elementos
como situaciones generales. Lo que facilita la comunicación en el aula, definición de
configuraciones y proyectos de solución, estrategias, etc. De suma importancia al trabajar
con alumnos ciegos.
- Contar con manuales actualizados (GÓMEZ, 1988, 164), que ofrezcan itinerarios
didácticos sugerentes y ejemplos significativos.
14 Uso análogo por alumnos con o sin deficiencia visual; en otras palabras:
facilitador de la integración escolar del alumno ciego escolarizado en Centro ordinario. Es
decir: sin merma didáctica respecto de otros materiales, a la par que esperanza de
equiparación en nivel de destrezas exigibles al alumno ciego y al alumno vidente.
335
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-Valor probatorio. Que no sea sólo una herramienta para “hacer ver” sino, y esto es lo
importante, una herramienta para “convence?’ y “para hacer” comprender. (GÓMEZ, 1988, 164). En
alguna forma, guarda relación con la coherencia interna y la autonomía respecto del
original -referente- de FISCHBEIN (1977,1987, resp.).
336
De la manipulación al cálculo efectivo
• capacidad para trabajar en otras bases numéricas: base 2, base 5, etc.), que
permita mostrar la convencionalidad del sistema de numeración.
Por último, no podemos olvidar un aspecto que, aunque puramente mecánico, hace
que un material sea apreciado en algo más que medio para la iniciación a las operaciones
aritméticas; en verdadero instrumento de cálculo, con vocación de compañero inseparable
del alumno, de recurso inmediato o a través de su representación interior:
337
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- asibilidad
- resistencia a la fractura
- fisicas
- estabilidad anti-desplazamientos
- atractivos sensoriales
- bajo costo
- comercial
Características
generales - costo elevado
- producción
(comunes a todo - dontstico-axtesanal
el matajal
pedagógico) - con cooperación de los alumnos
- volumen
- transportabilidad - peso
- fragilidad
- sencillez de fimcionamientdcomposición
- versatilidad didáctica
-representabilidad interior (sencillez representativa de las configuraciones)
338
De la manipulación al cálculo efectivo
- Facilitador de la mnatematización
- Suficientemente “neutrot’ o “informe”
- Capacidad de ejemplificación
Aplicabilidad didáctico-matemática
- Capacidad como soporte probatorio
- valor resolutorio
- Capacidad heurística
- correspondencia “valor absoluto” - “valor
relativo” para las cifras
339
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- adición
- sustracción
- respecto de las operaciones aritméticas
- multiplicación
-división
Aplicabilidad específica
(respecto del cálculo - Versatilidad - numeros naturales
aritmético)
- numeros enteros
- respecto del dominio numérico
- números decimales
- numeros fraccionarios
- respecto de la base de numeración
- Capacidad operativa (tamaño de las cantidades)
- facilidad de manipulación
- sencillez de funcionamiento/composición
- representabilidad interior
340
De la manipulación al cálculo efectivo
reconocer. Para GA’ITEGNO (1963, 103), su redescubridor, hay que considerarlas como
un modelo algebraico, más que como un aparato aritmético, ya que puede prescindirse por
completo de la referencia al número-longitud, gracias al color. Al mismo tiempo, se salva
el paso de magnitudes discretas a continuas.
Si bien CIJISENAIRE las ideé -según parece- para atender a las necesidades de
alumnos ciegos, se ha diseñado una adaptación ulterior (SOTO IBORRA, y GÓMEZ
ALFONSO, 1987) haciendo la sustitución color-textura y empleando elementos
magnéticos -que las hacen más estables-; versión que ha sido experimentada, pero que ha
alcanzado muy escasa difusion.
Es frecuente como material didáctico con alumnos que padecen algún tipo de
déficit psicomotriz (SANCHEZ MARTINEZ, 1990); (FERNANDEZ, LLOPIS y DE
PABLO, 1991).
Las regletas con tapa (BRISSIAUD, 1993), coinciden estructuralmente con las de
CUISENAIRE: cuadrados de cartón de 2x2cm, marcados con un punto, y regletas planas,
adición de unidades, entre 2 y 10; mediante tapas, pueden ocultarse 5 de estas unidades.
Son un buen correlato de ciertas colecciones de muestra como son los dedos.
341
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
B) BLOQUES MULTIBASE
Existe completo correlato realidad física matemática, tanto para los valores
-
absolutos de cada orden numérico, como para los valores relativos. Los primeros,
expresados en el número <le elementos de cada tipo; el segundo, por el tipo mismo. No
obstante, presentan dificultades en el caso de ausencia de un tipo determinado (valor O). En
especial, es de destacar la imagen que proporcionan del tamaño real de una cantidad.
342
De la manipulación al cálculo efectivo
C) “MINICOMPUTADORA” DE PAPY
Aparece a finales de los años 60. Su creación se debe a F. y G. Papy, del Centre
Belge de Pedagogie de la Mathématique (Bruselas).
El valor absoluto en cada panel viene expresado por la posición de uno, dos o tres
peones en cuadrantes distintos, conforme a la adición de valores. Es decir: corresponde a
una expresión en base 2, que, a su vez, se refleja en forma espacial o de sencilla
configuración de cuadrantes ocupados.
Permite trabajar con números enteros y decimales, tanto positivos como negativos;
éstos últimos, merced a dos tipos de peones. Con él se introducen fácilmente las cuatro
operaciones aritméticas, resultando incluso de utilidad en la práctica de la adición y
sustracción.
D) “MÁQUINAS” DE A. AIZPÚN
Creadas por el Pr. Aizpún en el transcurso de los años 70, y difundidas desde la
Escuela de Formación del Profesorado Maria Diaz Jiménez de Madrid (hoy, Facultad de
Educación de la Universidad Complutense) y los Programas de Fonnación y
Actualización del Profesorado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia
(U.N.E.D.).
Consta de cartones o paneles -realizables por el propio alumno-, que contienen los
dibujos de huecos o casillas, que encierran los dígitos del O al 9, con una cierta
estructuración espacial -no determinante-; una indicación superior de entrada; el conjunto
está rubricado por una flecha que dirige hacia la izquierda, con carácter indicador, de
343
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Cada cartón o panel representará una cifra de la cantidad total. El valor absoluto
señalado por las monedas o torres en un cartón se corresponde con el primer dígito al
descubierto: “es una máquina parlante Queda representado en forma triple: número de
“.
El valor relativo viene expresado por el número de monedas de la torre que ocupa
cada lugar en ese cartón, o las que hicieron falta para “llegar hasta ahí”. Se corresponde
con el lugar de orden que en el conjunto ocupa dicho cartón; existe, pues, plena
correspondencia escritura representación en el dispositivo. Una cantidad se expresa en
-
Sin embargo, no ofrecen una imagen sencilla o claramente representativa para cada
cifra, ni configuraciones evocadoras para las cantidades.
344
De la manipulación al cálculo efectivo
Para cantidades pequeñas -hasta dos cifras-, existe identificación valor posición
- -
F) ÁBACOS
Como instrumento de cálculo, son, sin duda, los más antiguos que se conocen. Su
empleo corno material didáctico, sin embargo, no tiene lugar hasta que MONTESSORI en
el último tercio del siglo pasado propone una versión tendente a poner en evidencia la
escritura decimal.
345
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
de septiembre de 1995)-.
Desde el punto de vista pedagógico, los ábacos son un material considerado de refuerzo, no de
miciación. El criterio pesicional en que se apoyan debe ser aceptado por el niño sin ninguna razón que
lo justifique. Una vez logrado esto, el ábaco es un modelo concreto que proporciona actuaciones
paralelas y análogas a las que se hacen en el cálculo con lápiz y papel.
Un poco de ejercicio con el ábaco permite apreciar su popularidad, ya que además de su gran
sencillez de construcción y manejo proporciona una forma fácil y rápida de efectuar cálculos, sin
necesidadderetenerningdn datooresultadoparcial en lameinouia. (GÓMEZ, 1988, 164).
introduce el convenio de diez bolas en un alambre (alambre completo) se cambian por una
346
De la manipulación al cálculo efectivo
bolas como indica el número; al mismo tiempo, se dispone de una imagen -configuración
diagramática- de la cantidad (HERNAN, 1987). Pero subsisten los problemas por el
convenio de conversión y el valor posicional conferido por su lugar de orden.
Son poco recomendables con alumnos ciegos de corta edad: las bolas se escapan
con gran facilidad, y el ensartado exige la localización táctil del orificio y un ingreso
preciso en el alambre o varilla. El tamaño de las bolas influye contradictoriamente en las
cualidades manipulativas del conjunto.
El ábaco es un insinimento que facilita y enriquece el trabajo en el aula. Es un modelo del sistema
posicional de los números que estimula la comprensión de los conceptos numéricos agrupación y
posición. (...) Es uno de los materiales particularmente importantes a utilizar en el aula para el
aprendizaje y comprensión del sistema decimal. (GRUPO 0, 1997, 2, 87-88).
Tal vez convenga llamar la atención sobre el hecho de que la mayoría de los
materiales aquí traídos responde a la forma de ábaco: piezas móviles manipulables, con
lugares limitados o asignados, que se repiten modularmente y que guardan una
correspondencia posicional con los órdenes de unidades (la Calculadora Posicional de
GARCIA SOLANO constituye una excepción relativa). Las diferentes estructuraciones
muestran distintos convenios de conversión de unidades a orden superior y orden-posición,
defmitorios de la escritura numérica posicional en base 10, a la par que intentan
presentarlos de una forma plástica.
Este trabajo de preparación al cálculo de columnas es importante por cuanto, hasta ese momento, la
estructura mental aditiva del niño, no es por “paquetes”: unidades con unidades, decenas con decenas,
centenas con centenas, etc.; sino que es lineal, es el seguir contando en la escala numérica. Más o menos.
(GÓMEZ, 1988, 166). Es decir: los ábacos, en cualquiera de sus variantes, pretenden facilitar
el paso de una estructura lineal a otra de carácter polinómico (porpotencias de la base); o,
si se quiere, de una estructura escalar a otra vectorial o modular... la escritura decimal
implica una superación de las concepciones axiomáticas de PEANO y CANTOR.
347
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
348
8 DE LA MANIPULACIÓN AL CÁLCULO EFECTIVO
comunicativo.
Ideado por Rodolfo Robles y José Enrique Fernández del Campo entre 1994 y 19%; de nacionalidad
argentma el primero, español el segundo. La fiesta de TINKUNAKO o del Niño Alcalde tiene lugar en la
ciudad de Les Santos de la Rioja, en las estribaciones de los Andes, el 31 de diciembre. Reniemora un conato
de enfrentamiento bélico entre españoles y quechuas en 1595, que se torné encuentro entre culturas, &acias a
la mediación de quien más tarde sería 5. Francisco Solano. En quechua, TINKUNAKO significa encuenn-o.
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Su referente histórico más próximo sería el ábaco abierto azteca (véase: GRUPO
0, 1997, 1, 103): conjunto de alambres o varillas sujetos a un bastidor, en los que se
introducen piezas móviles -bolitas-. Pero sometido a modificaciones, procurando una
mayor versatilidad didáctica y facilidad de manipulación por el estudiante con dificultades
de aprendizaje, en particularpor el estudiante ciego.
350
De la manipulación al cálculo efectivo
En primer lugar, como en el ábaco azteca los alambres, varillas o palitos, son
abiertos. Es decir: las fichas representativas de las unidades deben ser introducidas por
el usuario. En consecuencia, el bastidor que los sustenta, se ve reducido a una simple
base, y aquéllos deben tener consistencia suficiente, y el conjunto estabilidad bastante
como para no desequilibrarse o desplazarse con facilidad.
Pero hay una razón didáctico-matemática de suficiente peso, que hace preferibles
los dbacos abiertos de unidades iguales (GRUPO 0, 1997, 2, 87): en cada momento, un
palito o varilla contiene tantasfichas o unidades como representa el valor absoluto de la
cifra de su orden. Es decir: para cada orden, no existen convenios posicionales o fichas de
valor distinto a la unidad. En este sentido, puede decirse que supone una apuesta por el
realismo didáctico, o correlato realidad física realidad matemática.
-
Aún más: la posición vertical de los palitos obliga al contacto entre fichas, y el
número de éstas determina así una cierta altura. Se genera entonces una imagen física
unitaria con valor representativo, reforzadora de la imagen de número de unidades o fichas.
Implica, además, un primer nexo entre cantidad continuo/altura y cantidad discreta/nú-
mero de fichas. Es susceptible de ser percibida cinestésicamente, por comparación de
alturas; al menos, para valores comparados y de aproximación.
Las exigencias manipulativas de este diseño abierto, se intentan paliar por dos vías:
forma de las fichas-unidad y tamaño adecuado de todas las piezas. Amén de la mencionada
posición erguida y extremo libre redondeado para los palitos.
Las unidades a introducir y extraer de los palitos, tienen forma anular. Con ello, el
tacto localiza inmediatamente los puntos de inserción o enhebrado, para su introducción
por el extremo libre de aquéllos. Al mismo tiempo, la forma predominantemente plana les
hace más cómodas de asir -no ruedan-, contar y transportar en la mano -menor volumen-,
antes de incorporarlas al palito correspondiente, y menor altura o trayecto de recuento, una
vez depositadas.
El tamaño viene dado por un criterio sencillo: que la mano normal de un niño
normal pueda retener y manipular independientemente hasta 9 de estas fichas-unidad. Las
distintas pruebas acabaron por sugerir los 2Omm de diámetro.
351
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
La luz del orificio de inserción se estúnó en algo más de ámm, acorde con los 6mm
de diámetro de lospalitos. Una depresión central en ambas caras, facilitaría la entrada en el
palito. La luz del orificio central no permite excesiva holgura, consiguiéndose un práctico
alineamiento o superposición en torre de las fichas una vez introducidas.
20 mm
__________________ ámm
Pero pronto fue desechado este diseño. Si bien aparentaba ser útil en un primer
estadio -como iniciación a la escritura simbólica-, la proximidad de otros dígitos inducia a
error, y apenas aportaba rapidez; pudiendo el conjunto de las cifras descubiertas perturbar
incluso la lectura de la conveniente. Además, la localización y reconocimiento táctil de
estos dígitos en función contadora resultaban más lentos que el simple recuento o medición
de altura por el alumno ciego. Sin entrar en valorar el encarecimiento que conllevaría la
propuesta.
352
De la manipulación al cálculo efectivo
Consideramos, sin embargo, que ni las dimensiones ofrecidas son definitivas, ni tal
vez deban ajustarse a diseño único: la práctica y experimentación con alumnos que
padezcan deficiencias manipulativas, tanto claramente fisiológicas como curriculares, irán
sugiriendo las oportunas modificaciones. Es concebible, asimismo, un modelo a escala
reducida, mucho más manejable y portátil, una vez adquiridas las destrezas manipulativas
pertinentes.
Pensando en alumnos videntes, podrían concebirse de color diverso los palitos, con
grosor y brillo suficientes; las fichas en material traslúcido y dispersante, tomarían el color
de aquéllos. Pero no se garantiza una mayor eficacia didáctica; más bien todo lo contrario:
parece probada experimentalmente la nula utilidad -incluso perturbación- del empleo del
color como valor matemático (BROUSSEAU).
353
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
354
De la manipulación al cálculo efectivo
Surge así la fórmula de multiábaco móvil o deslizable: las filas o líneas que
determinan cada ábaco eleme¡aal deberían poder deslizarse en paralelo; bien sobre una
base común, bien mediante un sistema de acoplamiento que, dificultan el deslizamiento
entre módulos, los mantuviera contiguos. Se adoptó esta segunda solución, por más ligera
y cómoda para el transporte.
Nos hallamos, por tanto, ante un conjunto de ábacos elementales abiertos, cada
uno con 6 palitos -capacidad para representar expresiones de 6 cifras-, ensamblables por
sus bases, tanto en serie -solidariamente-, como en paralelo -deslizables-. Con ellos pueden
organizarse de inmediato configuraciones diversas, conformes con la situación física,
verbal o escrita de referencia. Nuestro multióbaco abierto móvil merecería también el
calificativo de modular.
Estos módulos elementales son idénticos entre sí, con doble antisimetría
plano-axial; de modo que en costados opuestos coincidan entrantes y salientes de
acoplamiento. El modelo único, por ende, facilitaría y reduciría costos de diseño y
producción en serie.
- Los palitos individuales -cilíndricos, con una de sus bases en casquete esférico-
pueden ser sustituidos por varillas o laminillas rectangulares con uno de sus lados menores
redondeados, individuales o formando un peine de seis varillas insertable conjuntamente
en una ranura longitudinal.
355
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Ciertos modelos de persianas están compuestos por listones que responden a este
esquema y servirían a nuestro propósito, garantizándose el ensamble lateral. Sin embargo,
el ancho de tales listones no suele hallarse comprendido entre los márgenes mínimo y
máximo aceptables. El carácter plano de estos listones, a su vez, no facilita la extracción de
la última ficha.
- La mayor dificultad se encuentra en la precisión que debe acompañar la
instalación o diseño de ambos sistemas de ensamblaje, a fin de asegurar un deslizamiento
fácil cuando se trate de un conjunto complejo (dos líneas de dos módulos cada una).
- En cualquier caso, las dimensiones de las bases y palitos están condicionadas por
lasflchas. Son éstas el primer problema a resolver.
356
De la manipulación al cálculo efectivo
La cuestión podría haberse eludido, bien postulando el valor relativo -tal como
hacen la práctica totalidad de dispositivos-, bien remitiendo al itinerario didáctko,
dejándolo sin reflejo en el diseño. Pero, ¿por qué no intentar un medio facilitador de la
comprensión e incluso de la automatización manipulativa?
357
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
~raciones que podían -casi habría que decir deberían- efectuarse con manos
diferentes, simultánea o sucesivamente, en no importa qué orden. La disposición en torre
de las fichas en el palito facilitaba tornarías conjuntamente, y proyectarlas al exterior sin
cuidado excesivo: sonfichas de desecho.
Uno y otro, pueden -de nuevo: deben- ser suavizados: presentados como
aceptables, como intuitivos y, en cada contexto, naturales y lógicamente coherentes. Pues
no se trata tan sólo de vencer la resistencia a aceptar reglas de juego -que, por lo general, es
muy escasa en las primeras edades-, sino de dotar de contenido real una situación
mecánica o abstracta (o, mejor: traducir a esquemas motóricos, primero, y abstractos,
después, situaciones realesrepresentadas en el dispositivo).
Así es, por otra parte, cómo se procedede ordinario con material no estructurado:
- con cada diez palillos, hago un haz; con cada diez haces, una carga..
- con cada diez cuentas, hago un colgante; con cada diez colgantes, un collar...
358
De la manipulación al cálculo efectivo
- nieto las bolas -caramelos, galletas- de diez en diez en bolsas; con cada diez
bolsas, completo una caja..
La solución nos permitía, por otra parte, dar una respuesta general a la demanda de
versatilidad respecto de la base de numeración: ésta quedaba determinada por la longitud
de cada palito. Es decir, palitos de longitud equivalente a 4 fichas implicaba que la 50 no
tuviera cabida en uno ya completo, debiendo pasar al siguiente, a la par que vaciábamos el
repleto: trabajaríamos en base 5.
20 Contar con juegos de palitos de distinta longitud, que pudieran ser sustituidos
sobre las bases, según el sistema de numeración en que se deseara trabajar. Pero esto
suponía un sistema de sustitución que complicaba el diseño, lo hacía mecánicamente más
débil y encarecía el dispositivo.
30 Disponer de suplementos que, instalados sobre las bases, redujeran
funcionalniente la longitud de los palitos; es decir: elevar la base respecto del extremo libre
de los palitos. Suplementos que podían ser macizos o huecos, que cubrieran la porción
inferior de los palitos de cada ábaco elemental.
Dentro de esta tercera solución, se optó por prismas desarrollables: piezas planas y
convenientemente perforadas, que, mediante los oportunos pliegues, se encajaban en el
conjunto de los 6 palitos de cada módulo, reduciendo la longitud emergente de cada palito
a la requerida por el sistema de numeración elegido.
359
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
360
De la manipulación al cálculo efectivo
Se había optado por un único tipo de fichas; la porción decimal de una cantidad
mixta no podía ser expresada mediante fichas diferentes, salvo que se complicara el
dispositivo en sus elementos, y se traicionara la filosofía inicial. Esto implicaba la
representación de la coma decimal mediante un elemento propio, convenientemente simple
y manipulable: unaficha especial para la coma. Mas, ¿dónde ubicaría?
Lasfichas especiales de coma no tenían por qué coincidir en diseño con las fichas
de unidades. Es más: pareció oportuno que fueran predominantemente planas -se evitarían
confusiones en el recuento de fichas en los palitos contiguos-, y una forma diferente
facilitaría su localización y reconocimiento.
Ninguno de estos signos parecía esencial; sólo un estricto paralelismo con los usos
del cálculo escrito apoyaba su presencia. El contexto fijaba suficientemente la operación a
realizar, pudiendo prescindirse sin riesgo del signo representativo.
361
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Pero, en el transcurso de los desarrollos didácticos, una vez más, se abriría una vía
de ampliación aplicativa que recomendaba la disponibilidad del signo de restar o signo
menos: la aparición de expresiones negativas, al efectuar sustracciones de minuendo menor
que el sustraendo, ambos positivos. De esta forma, no sólo sejustificaba el signo de restar,
recordatorio de la operación, sino que se marcaba el signo menos o valor negativo del
resultado, redundando sobre la información espacial. El trabajo con TINKUNAKO
abarcaba así también a los números enteros negativos; sin necesidad de recurrir al color o
elementos diferenciados, como lo hacen otros materiales de iniciación al Cálculo.
Se planteaba una duda por vez primera: signos en relieve, sí, pero ¿Sistema Braille,
o tinta? La respuesta era sencilla, y sin mayores complicaciones técnicas: en ambos
códigos.
Cubiertos los campos numéricos de los naturales, de los enteros y decimales, sólo
restaban los fraccionarios enteros para completar el cuadro calculatorio elemental. El signo
de dividir sugería una forma de representación: en una misma línea, numerador y
denominador separados por el signo de dividir, que haría las veces de barra o trazo de
fracción; suponía, al mismo tiempo, una preciosa unificación conceptual difícilmente
aceptada por los escolares: que una fracción es una división indicada. Problema muy
distinto sería agilizar y automatizar el cálculo de fracciones con TINKUNAKO.
TINKUNAKO era ya una pizarra en la que, por modo sólido, podrían expresarse la
práctica totalidad de los conceptos matemáticos de los niveles elemental y medio de
ensefianza; tal vez iniciarse en su cálculo, quizás ventajosamente respecto de la expresión
escrita... Se requería, para ello, la disponibilidad de signos de organización -igual,
paréntesis- y de relación -igual, de nuevo, mayor que, menor que-. Asimismo, una forma
de representación de variables algebraicas y sus exponentes.
Se complejizaba el dispositivo en sus elementos, pero cada nueva ficha, cada nuevo
aditamento se hallaba ligado a una nueva aplicación representativa y calculatoria.
362
De la manipulación al cálculo efectivo
Las etiquetas y fichas especiales sólo eran precisas en la medida que se deseara
emplear TINKUNAKO en dominios progresivamente más amplios, prescindibles en los
primeros estadios del curriculum académico.
Los progenitores de TINKUNAKO se sintieron niños una vez más: como hacemos
cuando, con ánimo abierto y sencillo nos disponemos a aprender algo que anhelamos
conocer; como nos enfrentamos ante un inocente problema de Matemáticas. Y “estos
niños” buscaron un nombre para su útil de trabajo y juguete a la vez.
TINKUNAKO empezó siendo un problema, un desafío, del que nació una relación
de amistad, y TINKUNAKO se perfiló y desarrolló también gracias a la amistad.
TINKUNAKO era un encuentro entre amigos que antes no se conocían.
Así fue también hace cuatro siglos. Cuando en las estribaciones argentinas de los
Andes, españoles y quechuas se encontraron: primero, frente a frente, en ánimo belicoso;
el mismo día, codo a codo, en franca camaradería. Un enfrentamiento que dio paso a la
amistad, una batalla convertida en fiesta: la fiesta de TINKUNAKO, la fiesta del
ENCUENTRO.
363
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
364
De la manipulación al cálculo efectivo
a) Para expresar una cantidad, las fichas se introducen en una misma línea; es decir:
se identifica línea y cantidad individual. Como en la escritura: una cantidad viene
determinada por un signo de operación o de relación, o por hallarse aislada en una línea.
Sin embargo, pueden aceptarse excepciones con fmes algorítmicos; tal es el caso de la
disposición para la división -no en una primera fase-, ecuaciones, etc.
d) Las fichas en el TINKUNAKO tienen el valor que les confiere el palito que
ocupan; fuera de él, la unidad. Si transitan entre palitos, sólo lo hacen en la misma
columna, y conservan el valor relativo.
Los primeros convenios aparecen desde los momentos iniciales, y son aceptados
sin resistencia; es más: pueden tomarse intuitivos, gracias al diseño y a técnicas de
presentación adecuadas. El último, subyace en las reglas de operación, y no es preciso
enunciarlo ni aceptarlo explícitamente de forma separada.
En otras palabras: las reglas operatorias se reducen -en alguna forma, incluso la
intención misma, definitoria de la operación, a mera manipulación de fichas entre palitos.
Reglas que se enuncian como acciones o movimientos simples y espacialirente bien
determinados.
En el extremo, aún podríamos aventurar más: contrariamente a como ocurre en el
cálculo por escrito, y aun en el cálculo mental ordinario,
365
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En este sentido, puede ser utilizado -así lo haremos para iniciar al alumno en el
propio cálculo mental a bajo nivel. Para calcular, basta con comprender y aplicar las reglas
de manipulación física, especificas de cada operación.
Entre otras, esta cualidad intrínseca abre una vía de intervención didáctica:
4<’) Los progresos manipulativos, tanto en su ejecución como en su concepción, y
aunque no de forma causal, repercuten favorablemente en progresos calculatorios.
Pero no evita el esfuerzo conceptual de cuándo hay que operar, qué operación
conviene aplicar, a qué cantidades. Es decir: no ahorra la fase más profunda y valiosa de
la actividad matemática. Proporciona, en cambio, un auxilio seguro para el camino a
recorrer, “tomada conciencia de dónde estamos, adónde queremos llegar y con qué
cargamento
Es innegable que es más sencillo aprendera hacer -con las manos- que aprender a
pensar, mejor controlable, más optimizable. TINKUNAKO favorece así el acceso y la
práctica del Cálculo a nivel elemental, ofreciendo la manipulación como vía alternativa al
Cálculo Mental básico y al empleo de recursos de memoria, a la par que los potencia.
5<’) TINKUNAKQ es un material cuya representación mental es inmediata -dentro
de unos márgenes de complejidad de cantidades.
Cada cifra viene expresada por una torre o conjunto de fichas en contacto,
contenidas en un mismo palito. No es arriesgado afirmar que la imagen -recuerdo- de esa
cifra se asemeja en mucho a una torre, bloque vertical, columna cilíndrica..., lisa o
segmentada. Quizás no se halle gran diferencia entre las imágenes del 4 y del 5, pero sería
relevante para 4 y 9,4 y 2, e incluso 2 y 3.
366
De la manipulación al cálculo efectivo
Sombán.
Por otra parte, ya hemos señalado en el Apartado 6.2.1 H. cómo el cálculo escrito
precisa continuamente del cálculo mental. Y cálculo mental, en su etapa básica -previa a la
automatización-, supone recordar relaciones triádicas: 4+5=9: 4, 5, 9. Con estructura
matricial o lineal, todo un listado de temas numéricas, en forma simbólico-matemática,
verbal o icónica.
367
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Tal vez no sea éste el lugar más propicio para mostrar la flexibilidad y
potencialidad del dispositivo, ya que convendría referirse a situaciones manipulativas y
operatorias particulares. Hágase mención, no obstante, de algunos aspectos, puntos de
partida para el desarrollo de estas capacidades, tan apreciadas por la pedagogía ligada a la
escuela cognitivista.
En los Anexos, tras sugerir itinerarios didácticos para las operaciones aritméticas se
adjuntan observaciones en las que se analizan itinerarios alternativos y se valoran
didácticamente. Desde la ramplona representación y ejecución en TINKUNAKO de los
algoritmos tradicionales, hasta algoritmos propios, como ábaco, imposibles de reflejar en
cálculo escrito. Más concretamente:
módulos o ábacos elementales que intervienen en una operación, puede ser ocasión para
confrontar soluciones que respondan a estrategias diferentes, basadas en tales
configuraciones o disposición de líneas. Con ello, puede analizarse en qué medida un
resultado depende de dicho orden -propiedad conmutativa o anticonmutativa, inversos,
etc.-.
agrupar y asir fichas externas, de introducirlas en los palitos, de efectuar los recuentos,
lectura de cantidades de varias cifras, transporte de fichas, eliminación de lotes de 9 fichas,
etc. Como tampoco se impone -aunque se recomiende- un emplazamiento y postura del
alumno frente al dispositivo.
368
De la manipulación al cálculo efectivo
369
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
‘0
0~0
000
000
000
000
Con alumnos videntes pueden servir como sugerencias pára el diseño de modelos a
escala grande, que, adheridos al tablero o para su empleo con retroproyector, serán
adecuados para unificar las tareas de grupo o demostrativos de uso. Por último, queda todo
el campo de integración con nuevas tecnologías:
370
De la manipulación al cálculo efectivo
8.2.2 EVALUACIÓN
La educación es algo vivo. Y esa vida la tiene no sólo por su carácter cambiante,
por su vitalidad; merece también el calificativo por su dimensión vivencial: si hay ciencia
de la educación -Pedagogía, Metodología, Didáctica-, es ciencia práctica. Más próxima al
arte que a la ciencia teórica.
-imposibilidad de asegurar que los alumnos del grupo de control no reciben más
aportación específica que las lecciones de control por parte del profesorado y alumnos
aventajados, o provenientes del contexto socio-familiar;
371
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
La experiencia fue bien limitada-, bien alentadora también. Las situaciones fueron
individualizadas, abstractas, siguiendo los algoritmos escritos tradicionales. Pero los
resultados superaban aun las expectativas que la necesidad hacía deseables. TINKUNAKO
no sólo cubría una carencia -Rodolfo no conocía el Braille-, sino que se proyectaba como
un poderoso instrumento didáctico.
- calidad de realización.
Este Capítulo pretende conformar un marco para mostrar una buena parte de la
potencialidad didáctica de TINKUNAKO. Pasemos revista a estos factores, intentando
aportar motivaciones, sugerencias o modelos que favorezcan un uso fecundo en los
procesos de enseñanza-aprendizaje del cálculo en los niveles inferiores del curriculum.
372
De la manipulación al cálculo efectivo
Así pues, cabe servirse de TINKUNAKO con todos los alumnos de un aula en la
que convivieran videntes y ciegos, sin diferencias metodológicas. En las sugerencias de
desarrollos didácticos que se proponen en los Anexos, podrían suprimirse las referencias al
Sistema Brame, sin merma alguna. Encontramos que:
Semejante en su uso por ciegos y videntes, donde la vista sólo refuerza, asegura y
agdiza la manipulación, no la sustituye ni enriquece en absoluto. Se dispone, pues, de una
respuesta idónea a un problema didáctico, fácil de plantear, nada fácil de resolver:
Cuando el maestro cija material concreto debe tener siempre presentes las necesidades de todos los
alumnos del aula, de fonna que el material a utilizar favorezca a los que presentan mayores
dificultades. (MEC-CDC, 1991, 103).
373
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
e.
374
De la manipulación al cálculo efectivo
20) El dispositivo parece reunir condiciones para ser utilizado con alumnos que
padecen deficiencias psicomotrices, de motricidad fma en mano y dedos, e incluso defi-
ciencias psíquicas importantes.
Los alumnos con necesidades educativas especiales pueden seguir en muchos casos las actividades
de su grupo de referencia si cuentan con unos materiales adecuados (adaptados o específicos) (...). A la
hora de seleccionar los materiales didácticos manipulativos, gráficos, textos, audiovisuales... para
todos los alumnos, se han de tener en cuenta las necesidades específicas de algunos de ellos, y escoger
aquellos que compensando lo más posible sus dificultades puedan ser utilizados por todos los
alumnos. (CDC-MEC, 1991, 67-68).
375
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Además, está suficientemente demostrado que detenninados métodos y técnicas de enseñanza que
se han considerado exclusivas para determinados alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales
son muy valiosas para el resto (técnicas de trabajo del lenguaje oral o escrito, dramatización, juego,
observación dirigida, etc.). (CDC-MEC, 1991,99).
50)Empleo como instrumento de cálculo para alwnnos ciegos (véase: Sección 6.3).
Con independencia de su valor como material de iniciación, y a reservas de una
experimentación extensiva y práctica adecuada, todo apunta a una mayor eficacia
-seguridad y rapidez- que cualquier otro (excepción hecha, tal vez, del Sorobán).
376
De la manipulación al cálculo efectivo
Los materiales son una tente de problemas y a la vez, son ricos auxiliares para resolverlos.
(GRUPO 0, 1997,1, 11).
377
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Concedemos más espacio al estudio del primero de estos procesos, por cuanto
muestran más claramente la potencia del material, y porque serán los que aparecerán en
primer lugar de forma natural -excepción hecha del caso de las expresiones
simbólico-matemáticas- -
A) TRADUCCIÓN DE EXPRESIONES
SIMBÓLICO-MATEMÁTICAS
Como es evidente, no serán éstas las primeras situaciones que se le presenten al
alumno. Si se hallara en la fase de iniciarse en la numeración, serían ejercicios de
consolidación; si se tratara de introducir o aplicar operaciones, formarían parte de
enunciadosescritos.
378
De la manipulación al cálculo efectivo
— ,,
379
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En alguna forma, una expresión verbal superior (en español) a la quincena es una
expresión compleja, con una primera adjetivación para cada orden de unidades. Recuerda
ciertas formas expresivas primitivas: veinte pasos y cincopasos, por veinticinco pasos.
pensado:
g) Manipulabilidad, frente a combinatoria lingilística (o representativa interior).
380
De la manipulación al cálculo efectivo
Los objetos deben entenderse, en la situación de partida, como significados por los
estímulos perceptivos que generan. Estos son, en principio, determinantes e inequívocos;
sólo la lengua natural puede igualársele, merced a su riqueza léxica y capacidad de
matización/determinación expresiva. La traducción a TINKUNAKO de comportamientos
físicos, por tanto, se asemeja mucho a la de enunciados verbales:
381
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
C) El concurso. Cada vez que acierto una pregunta, me danfichaso puntos que voy
guardando en el primer palito. Cuando ya no caben más, la siguiente a introducir y las
nueve que ya tengo me las cambian por una en el segundo palito, y así no abultan tanto.
Igual para las fichas en el segundo palito: cuando tenga que guardar una nueva y esté lleno,
esas 10 me las cambian por una en el tercero. Y así sucesivamente. Al final, podré adquirir
un regalo con todos los puntos ofichas que haya ganado.
382
.
De la mampulación al cálculo efectivo
D) El tiro al blanco en una caseta de feria, y sus premios. Cada vez que hago una
diana en el tiro al blanco, me dan un premio del valor de la diana: del primer tipo, del
segundo, del tercero...; representado por una ficha que voy guardando en una tabla con
pinchos o palitos donde las coloco en orden. Pero cuando ya no caben más fichas en un
palito -como máximo, caben nueve-, las que tengo en ése y la nueva me las cambia el
señor por una ficha de valor superior (izquierda).
383
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
384
De la manipulación al cálculo efectivo
Se efectúa mediante recuento ficha a ficha, por grupos o globalmente, ya sea como
imagen visual o por exploración háptica (ver Anexo 1). Es análoga a la lectura de conjun-
tos de objetos de esas dimensiones, pero ahora con una estructura espacial en torre.
“cinco, tres dieces... =>cinco, treinta... =>-cinco, treinta, cuatro cientos... =cuatrocientos
treintaycinco...”
c) Lectura del conjunto de líneas. Supone la lectura de dos o más cantidades, previa
denuncia de su existencia.
385
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Cuando se trata de lineas distintas de la más próxima, para la lectura háptica, tanto
de palitos individuales como de las cantidades que conforman, puede acudir a diversas
técnicas:
- desplazar el o los módulos anteriores, hasta dejar el que contiene la cantidad a leer
en posición semi-exenta, apto para la exploración frontal.
386
De la manipulación al cálculo efectivo
387
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(Con cuatro fichas:) “Toma tres fichas más... Jdntalas con las otras... ¿Cuántas
-
hay ahora?...»
-Toma dos fichas... Si vas colocando fichas de dos en dos en el palito, “¿cuántas
veces tendrás que hacerlo para llegar a tener seis9
Enunciables en cualquiera de las formas lingilísticas, siendo preferible la oral. Su
proceso de respuesta conviene que cuente con la ejercitación sobre el dispositivo. Por el
momento, no es preciso expresar la operación al papel, ni mucho menos definir sentencia
simbólica alguna.
30) Práctica verbal, con fichas y otros objetos de numeración -recuento, serie
numérica- y calculatoria con cantidades que no superan la veintena. Se pasa de enunciados
en categorías concretas (caramelos, frutas, animales, etc.) a otros en categorías no
materiales (años, puntos de un concurso, días, etc.). Es bien sabido que en estas edades los medios
de que dispone un niño para aprender son la manipulación y observación de su entorno y la verbalizacién de
sus observaciones. Esto implica conceder prioridad al trabajo práctico y oral. (GRUPO 0, 1997,2, 11).
388
De la manipulación al cálculo efectivo
-“¿Qué ficha es ésa que tienes en la mano?... Pero, para poder colocarla en el
segundo palito, hay que pagar... ¡todas las fichas que hay en el primerol.. ¿Qué dice
ahora TINKUNAKO?...”
Resulta curioso observar que nuestro material puede funcionar como “contador
automático de fichas o de otros objetos por ellas representados. La manipulación de más
“,
antiba podría haberse efectuado para un número indeterminado de fichas; una vez
introducidas, sin cuidarse de hacer el recuento, la configuración fmal resultante es la forma
de escribir esa cantidad en TINKUNAKO. En otras palabras:
Algo de lo que no haremos uso, pues somos conscientes que los nifios tienen
información y vocabulario numérico no pequeño al llegar a la escuela.
- “Si hay una ficho en el “segundo palito’ es porque alguna vez estuvo lleno “el
primero” y ella no cabía Para sacarla, puesto que todas las fichas entran y salen de
TINKUNAKO por el “primer palito ‘t hay que ayudarla llenando primero el de la
derecha, una vez que haya quedado vacío “.
“Para poder introducir una ficho en el “segundo palito” hay que darle a
TINKUNAKO un total de diez fichas: nueve para llenar el “primero”, y la décima que
pasaría al “segundo “.
389
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Este último punto es puramente formal: tan adecuada podría considerarse la lectura
“tres, dos, cinco como “trescientos veinticinco” (recuérdese la observación formulada a
‘>,
Rara vez, o nunca, han llegado las jerarquías a especificar de forma exacta los caminos de
aprendizaje de los niños. Por tanto, las jerarquías sirven a la enseñanza para proporcionar una
secuencia estructurada para el profesor y para el estudiante, pero dicha secuencia no está
completamente determinada. Queda sitio para el juicio y para la adaptación a los intereses del niño y
del profesor, aun en las jerarquías mejor validadas que nos ha brindado la investigación hasta la fecha.
(RESNICK y FORD, 1981,73).
Pero si se utilizan con prudencia y con flexibilidad, las jerarquías bien diseñadas pueden resultar
útiles para asegurarse de que todos los niños, hasta los menos dotados, lleguen a dominar los
principios básicos de las matemáticas escolares, sobre todo las habifldades de aiJcula (lbident, 78).
390
De la manipulación al cálculo efectivo
391
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Numeración 1
introducción 2
Adición propiedad asociativa 3
algoritmo propio
Sustracción 2
por 2 (iniciaciónt) 4
por una cifra 3
Multiplicación propiedades 3
propiedades (con deslizamiento) 3
por varias cifras (con deslizamiento) 3
algoritmo propio (con deslizamiento) 2
por 2 3
por 3 4
División por una cifra 3
por dos cifras (con deslizamiento) 3
general (con deslizamiento) 3
algoritmo propio (con deslizamiento) 2
392
De la manipulación al cálculo efectivo
Esta observación tiene una importancia capital en el caso del alumno ciego de corta
edad: al carecer de la fuente de información visual, se pierden redundancias -e mcluso
relevancias- informativas que contribuyan a la codificación espacial (MiLLAR, 1997,
341), que consoliden los nexos significante-significado en el nivel verbal. Inconveniente
que se agrava cuando, por falta de estimulación o práctica orientada, no ha tenido
oportunidad de cultivar eficazmente tales distinciones.
Súmese a ello el sentido relativo de ciertas expresiones topológicas -centradas en el
hablante, el oyente o en otra referencia-, el valor preeminente de la referencia centrada en
el cuerpo para el niño ciego total (Ibidem., 323), el esfuerzo cognitivo que exige la
reconstrucción espacial interior para éste -con la consiguiente fatiga psíquica-, y la
complejidad de las propias acciones verbales..., y no es extraño que los autores de la
escuela piagetiana que han investigado el problema desde la óptica de la Psicología
Evolutiva adviertan experimentalmente (mediante pruebas de formato verbal) un retraso en
este dominio del niño ciego respecto del vidente, del que contrajo la ceguera a edad
temprana respecto del que la contrajo a mayor edad, del falto de escolaridad respecto del
más y mejor escolarizado. No es problema de desarrollo evolutivo inducido por la ceguera
en sí, sino carencia histórico-curricular en su sentido más amplio.
La principal implicación práctica, tanto para los niños con vista como para los niños ciegos, es que la
descripción verbal y las demostraciones espaciales no deben tratarse como alternativas incompatibles,
sino que necesitan relacionarse entre sí. El niño de más edad, y el más inteligente y con mayores
conocinnentos, deducirá las relaciones de forma espontánea. Para el niño más pequeño, con menos
conocimientos, y en condiciones en las que la información espacial sea limitada, los lazos de unión
deben hacerse explícitos y evidentes. (MILLAR, 1997, 330).
Pero esto también exige aprendizaje asistido (CRATTY y SAMS, 1968; RIESER y
HEIMAN, 1982), como reclama la misma autora, con una importante puntualización:
393
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
operaciones.
Tendrían enfoques análogos para alumnos ciegos y videntes: la vista y el tacto hablan la
misma lengua a la consciencia, que entiende a ambas; el vidente y el ciego se comprenden realmente, no en
apariencia, cuando se comunican sus ideas por medio de palabras de espacio, dimensiones, distancia y forma;
que se sirven para proyectar sus imágenes de la misma extensión, con esta sola diferencit que la extensión
del vidente está siempre coloreada, mientras que la del ciego está siempre dispuesta a cambiarse por impre-
siones táctiles más o menos vivas. (VILLEY, 1946,105).
2 Una pequeña advertencia de orden terminológico. En los Anexos se emplean de ordinario los verbos tomar
e introducir, depositar oponer, en lugar de coger y meterfichas, más naturales y comunes éstos para los
niños españoles. Como se indicaba en el Apartado 8.2.2, la aplicación experimental se llevó a cabo con
Rodolfo Robles (junior), argentino, al igual que su padre Rodolfo Robles (senior), coinventor de
TINKUNAKO. Para la mayoría de los paises hispanoamericanos de habla española, los términos coger y
meter tienen connotaciones procaces. Dado que, además, se pretendía desde el prima momento poner el
material al alcancede alumnos ciegos y profesores de los mencionados países, se respeta en la presente redac-
ción el léxico de la experiencia, libre de interpretaciones ambiguas.
394
De la manipulación al cálculo efectivo
varios módulos,
395
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- escritura bidimensional.
Un ejemplo sencillo:
escritura en línea:
1995+2831 = 4826
396
De la manipulación al cálculo efectivo
escritura bidimensional:
1995
+2831
4826
- “uno y nueve, diez; diez más ocho, dieciocho: ocho, y llevo uno;”
Pero, para esto, fue preciso disponer de la posibilidad permanente de revisar los
sumandos cifra a cifra. Lo que, para el estudiante ciego, exige una “escritura en punto
positivo en la que los datos y resultados parciales puedan ser leídos y releídos sin
“,
Las consecuencias son mucho más patentes en el caso de otras operaciones que dan
lugar a lineas o resultados parciales, como la multiplicación o división por varias cifras:
Esta ha sido la razón por la que no se ensaya el cálculo escrito en Braille como tal
-en papel-, hasta que el instrumental no permitió la aparición del punto positivo,
susceptible de leer y escribir del mismo lado del papel; intentándose reproducir la fórmula
mediante otros instrumentos de cálculo (véase Apartado 6.3).
397
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
a.
2 Ja
3 J 1948
5
6
a..
4V
7 .1”
8 JL
0 4.8
emplee; lo repetiremos una vez más: de punto positivo-. No se pide velocidad, sino
corrección y seguridad.
398
De la manipulación al cálculo efectivo
el alumno los reconoce sin confusión, ya que pronto pasará a escribirlos en contigtiidad:
40 En la escritura bidimensional de operaciones se prescinde del signo de número,
y las líneas de separación son sustituidas por líneas en blanco. También es prescindible el
signo que caracteriza la operación, al quedar determinada por el contexto (fig. 8.4.2B).
Suma:
552
• .3
3~U 1637
3e• 731
410
• 1009
Resta:
e.. Ms 35791
• 1.9 2087
-1492
Multiplicación:
723
x54
a L.3 2892
399
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
División:
400
De la manipulación al cálculo efectivo
Conviene que las situaciones en las que se sumerja el alumno además de reales y
próximas sean efectivamente manipulables. Permitirán así que éste aplique no sólo sus
capacidades de observación, relación y abstracción, sino también las concernientes a
transformación experimental de lo físico: previsión, tanteo, ensayo, comprobación... En
suma: desplegar todas o la mayor parte de sus potencialidades cognitivas y de actuación
modificativa.
El instrumento más poderoso en Aritmética es, hoy por hoy, la escritura numérica
decimal. Operaciones y numeración deberán ser, pues, para nosotros, inseparables. Las
operaciones aritméticas claman por una expresión escrita en notación decimal; y ésta, a su
vez, reclama un papel activo, que pueda coadyuvar a la obtención de resultados opera-
torios. El esfuerzo investigador, los ensayos y comprobaciones sistemáticas han dado lugar
a no pocas soluciones; basta observar las diversas formas algorítmicas para la
multiplicación y división (ver, porejemplo: KAMII, 1995).
401
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
402
De la manipulación al cálculo efectivo
403
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
En el campo de las operaciones existe una estrecha relación entre las acciones efectuadas y el
lenguaje que las describe. Diversas acciones pueden ser descritas por una sola palabra: “suma?’. Pero
también una sola acción puede nombrarse de formas distintas: “quita?’, “retirar”, “restar”, “separa?’,
etc. Por ello conviene que la relación acción-verbo sea profundizada desde la misma aparición de la
acción infantil de fonna que estas acciones no aparezcan desconectadas unas de otras sino que se
reúnan en una misma expresión y, al tiempo, estas expresiones verbales se conecten con la acción
correspondiente y no alcancen un valor propio ajeno a esta acción. Ello ayudará al niño posterionnente
a escoger, dado un problema verbal, la operación adecuada para resolverlo estableciendo lazos
flexibles de dependencia entre el verbo y la acción. (MAZA. 1989, 19).
Podríamos preguntar si hay una relación biunívoca entre las operaciones concretas y las cuatro
operaciones matemáticas. Planteada así la pregunta, la respuesta es inmediatamente negativa.
Podría pensarse entonces que es posible hacer corresponder las grandes categorías de las
operaciones concretas con una de las cuatro operaciones elementales. Para el niño esto no es tan
simple, y una gran parte ‘de los comienzos de la iniciación al cálculo va a consistir justamente en
establecer la relación existente entre la operación concreta y la operación matemática.
(MIALARET, 1984, 32)
404
De la manipulación al cálculo efectivo
drán comprarse con x pts ?“, y referirse ahora a objetos de distinto valor (suma) o n
objetos de igual valor (multiplicación), y una comparación ulterior...; puede incluso que se
aplican una estrategiaresolutoria de división...
El lenguaje vernáculo de los enunciados de los problemas sería la expresión de la estructura del
mundo de acciones fisicas del sujeto sobre los objetos de los que tiene experiencia. Y, además, de las
relaciones entre los objetos o de las relaciones causales o temporales entre las acciones.
El lenguaje aritmético, por su parte, corresponde al mundo de los números, las operaciones con ellos
y las relaciones entre números, operaciones y hechos numéricos.
La traducción se realiza entre los significados que el sujeto ha construido por su experiencia en los
mundos correspondientes a uno yotro lenguaje. Como en cualquier proceso de traducción, los campos
semánticos correspondientes no son isomorfos, por lo que el sujeto ha de construir el sentido en el
lenguaje al que traduce~ a partir del otro campo semántico. (PUIG y CERDÁN, 1988, 117).
405
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
¿Cuáles son los verbos de acción más familiares al alumno que se relacionan
inequívocamente con las operaciones aritméticas?
Puesto que en TINKUNAKO cada cantidad se expresa -en principio- en una línea,
una operación aritmética supone pasar de una configuración de fichas en dos líneas a otra
en una única línea, ya sea alguna de las anteriores u otra diferente (que debería
incorporarse ahora -preferible-, o estaría ya incorporada). La operación aritmética en sí
consistirá en la instrucción o instrucciones manipulativas a seguir para llegar a la
configuración/cantidad final.
Definir una operación aritmética sobre dos cantidades en TINKUNAKO equivale a fijar
una condición mampulatíva para llegar a una configuración final de fichas en una única
línea.
406
De la manipulación al cálculo efectivo
Quitar (o poner) fichas de la misma columna, hasta que se vacíe una de las
Restar.- líneas.
Dividir.- --Repartir lasfichas de la línea de arriba (primera línea) en tantas lineas iguales
como indican las fichas de la segunda línea.
407
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
La preocupación principal del profesor debe ser la comprensión por el alumno del
enunciado, (recuérdese el comentario incluido el final del capítulo 5). A partir de este
punto, debemos confiar en que, por definición, los problemas no son n¿tinarios. Cada uno constituye,
en mayor o menor grado, una novedad para el que aprende. Su solución eficaz depende de que el alumno no
sólo posea el conocimiento y las destrezas requeridos, sino también de que sea capaz de utilizarlos y
establecer una red o estn¿ctura (ORTON, 1990, 51); para lo cual se cuenta con el itinerario
didóctico diseñado o previsto a grandes rasgos y la intervención estimulativa o directiva, si
fuera precisa.
30)No se Imita el tamaño de las cantidades. Una de las ventajas del dispositivo
-como de la mayoría del material estructurado- es precisamente ésta, ya que las reglas que
rijen la manipulación son idénticas tratándose de una o varias cifras; se exceptúan, en un
primer momento, multiplicación y división por un número inferior a 10 (multiplicando o
dividendo indiferente).
408
De la manipulación al cálculo efectivo
40) El orden propuesto de introducción de las operaciones es indiferente. Aserto
que puede parecer sorprendente, pero que podrá comprobarse en los Anexos. Sin embargo,
anteponer la resta a la suma, la multiplicación a la suma o la división a las otras tres,
impediría pasar a la etapa del algoritmo escrito. Por esta razón, en las Propuestas de
Itinerarios Didácticos de los Anexos se ha seguido el orden tradicional.
50) Los modelos manipulativos señalados son válidos, se trate de números
naturales, enteros o decimales, y no importa en qué base numérica (véanse las
Observaciones para cada operación, en los correspondientes Anexos.). Puede afirmarse sin
exageración, que el alumno que aprende a operar en TINKUNAKO con números naturales
en base 10, ha aprendido automáticamente a hacerlo en cualquier base de numeración y
-salvo muy pequeñas puntualizaciones- en los restantes dominios numéricos. Perspectiva
que nos satisface, pero que carece de interés en niveles educativos elementales.
A) DESCRIPCIÓN
Constituyen un total de cinco Anexos:
II Adición.
III Sustracción.
IV Multiplicación.
y División.
409
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
410
De la manipulación al cálculo efectivo
B) ENFOQUE HEURISTICO
- Evitar decir “Esto está bien” y “Esto está mal’. Cuando los niños cometen
errores, tratamos de hacer que los corrijan ellos mismos (...) Con frecuencia se corrigen
mientras tratan de explicar sus pensamientos a otra persona (Ibidem., 202).
- Individualizar objetivos.
411
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Todos los alumnos pueden aprender métodos para resolver problemas. A partir de comunicarles
estrategias generales, cada uno desarrollará otras más personales y las enriquecerá progresivamente.
Ninguno resolverá todos los problemas, lo más importante es que todos esten dispuestos a hacerlo sin
desesperarse. Tener recursos para emprender la resolución y reconocer si la solución o las soluciones
obtenidas son correctas, sin ayuda del “profe”, es el objetivo prioritario. (ALSINA y OTROS, 1996,
110—111).
El papel del profesor consiste en dcspertar y hacer surgir situaciones cognitivas en las que se cree un
conflicto, saber cuando puede producirse la dificultad e intervenir si su ayuda es necesaria para
resolver estos conflictos, y no evitar que se produzcan. (GRUPO 0, 1997, 3, 56). (Véase Apartado
2.2.3.)
Estamos convencidos de que La contribución final del profesor excelente es reducir de manera
gradual la dependencia del que aprende respecto de él. (SKEMP, 1980, 71).
-En caso de cantidades pequeñas -inferiores cada una de ellas a 10-: “¿ Cuáles eran
las cantidades del principio?...” “¿ Cuál ha sido el resultado?...” La verbalización
refuerza así la fijación mental de hechos numéricos, gérmenes de la correspondiente tabla.
412
De la manipulación al cálculo efectivo
Reconocer, recordar y utilizar patrones aritméticos puede simplificar muchas tareas a todos los
niveles, y por ello la búsqueda de regularidades constituye una estrategia general importante, poco
cultivada hasta ahora en nuestro cuniculoy que merece un tratamiento sistemático. (CASTRO, RIco
y CASTRO, 1996,91).
413
Iniciación al Cálculo Aritmético con alunmos ciegos
414
De la manipulación al cálculo efectivo
Triángulo de objetivos/actividades
Cálculo en TINKUNAKD
“¿Y hasta cuando hace falta manipular?’, pues, sencillamente, hasta que los alumnos dejen de
hacerlo por iniciativa propia, mando un niño puede sumar mentalmente nunca coge material -para hacerlo de
una fonna manipulativa, dejemos pues que utilicen los números como símbolos que representan una cantidad
cuando ellos lo tengan suficientemente claro, y mientras no lo tengan es mejor que acompañen el número con
una representación de la cantidad con material o dibujo con la tranquilidad que da pensar que nadie que
comprenda que representa el ocho dibuja ocho palitos. Quien los dibuja es porque todavía no tiene la
seguridad necesaria en la utilización de la cifra. (ALSINA y OTROS, 1996,11). Para un alumno ciego,
dibujar será también representar en TINKUNAKO.
En las Unidades contenidas en los Anexos, este trío irá reclamando su presencia
activa. Desde un primer momento, se simultanean representación en el dispositivo y
expresión escrita; el cálculo mental seguirá a ambos, por su conveniencia manifiesta: como
recurso rápido y cómodo para cálculos sencillos, que irán creciendo en complejidad a
medida que e] alumno adquiera las oportunas estrategias.
415
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Podría prescindirse del cálculo escrito o del cálculo mental, incluso de ambos. Pero
la supresión de uno solo de estos objetivos/actividad conduciría más tarde a esfuerzos
innecesarios y posibles perturbaciones en el proceso global, como se indicaba en el
Capítulo 6. Por otra parte, se desaprovecharían los logros alcanzables por manipulación en
TINKUNA KO, empobreciéndolos.
416
De la manipulación al cálculo efectivo
mostrarlo a los demás -sobre todo a la familia-, incluso mostrárselo a uno mismo, sin
necesidad de nuevas manipulaciones. No será el cómo, pero al menos es el qué: “qué
teníamos~~ y “qué hemos obtenido”. En este mismo sentido:
Será precisamente este intento de dejar constancia de una operación realizada o por
reaiizar, la que obliga a buscar para ella una expresión simbólica -símbolo de la
operación-. Este queda definido en TINKUNAKU
417
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
El uso correcto de la igualdad se basa en prácticas de lectura y escritura específicas, distintas a las
del lenguaje ordinario. Tampoco en este caso las igualdades numéricas deben considerarse simples
transcripciones de la palabra; la posición del signo”=” es la que indica la lectura más eficaz, y, por
tanto, las igualdades, incompletas no sc leen forzosamente de izquierda a derecha, como en el lenguaje
ordinario.
Debido a esta autonomía, el simbolismo aritmético constituye un sistema en el que los niños
desarrollan la competencia en el cálculo y son capaces de resolver igualdades incompletas como: 6 4-?
= 9, a pesar de que fracasarían en la mayor parte de los problemas concretos que pueden
esquematizarse mediante esta igualdad El simbolismo no se limita a expresar el pensamiento: lo
(...)
Sea por mampulación con el material, sea mediante cálculo pensado -recuentos y
representaciones-, el alumno puede ir acumulando resultados correspondientes a operandos
elementales. Diversas regularidades (propiedades) y estrategias facilitan su obtención,
reduciendo el esfuerzo constructivo. Pero el problema esencial se plantea a la hora de
recuperar estos valores de la memoria a largo plazo con la conveniente rapidez y
seguridad, automáticamente, con inmediatez.
418
De la manipulación al cálculo efectivo
frecuencia de uso y el repaso. En cualquier caso, se hace casi imprescindible tener acceso a
un listado o tabla de forma que pueda ser consultada y repasada de forma ágil y cómoda,
hasta lograr su aprendizaje efectivo (memorización).
Las actuaciones son análogas para todas las operaciones, una vez adquirido su
significado aritmético, resuelto con TINKUNAKO el cálculo en la gama completa de casos
y abordado el estudio de las propiedades más importantes:
Para su diseño, es posible que sea necesaria una cierta intervención del profesor,
orientándole o sugiiéndole modificaciones, que le guíen desde el simple listado a la
disposición bidimensional y a reducciones sucesivas de símbolos y elementos repetidos.
Hasta llegar a un formato sintético y cómodo: una chuleta o tarjeta -una hoja en Braille-
que tener “al alcance de la mano” para poder consultar, repasar, aprender. Esta
orientación será imprescindible en el caso del alumno ciego, ya que, debido a las
limitaciones de la máquina Perkins y las características de la exploración háptica, difieren
notablemente los formatos en tinta y en Braffie.
419
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
El cálculo escrito es, ante todo, una manipulación simbólica. Aunque en su nivel
más bajo tiene un correlato real -físico-, se accede a él por vía de convenio -como todo
lenguaje, y más el escrito-. Después, al servirse de las ventajas de la representación
posicional -en nuestra cultura, de escritura decimal-, genera algoritmos y reglas que se
alejan cada vez más de la situaciones ffticas, para convertirse en un mero automatismo
mental y gráfico-simbólico, con frecuencia vacío de sentido -significado- para el
estudiante: no es raro que se aprenda a operar, pero sin conocer una justificación
convincente del por qué de sus reglas algorítmicas. Sin duda, se olvida -o se ignora- que los
algoritmos combinan el significado de la operación, sus propiedades y el sistema de numeración. (ALSINA y
OTROS, 1996, 113-114).
Una cosa es reducir los algoritmos a la única forma de cálculo y atormentar a los
alumnos con ejercicios kilométricos e injustificados -especialmente a los que presentan
más dificultades en este dominio-; y otra muy distinta construir, aprender y aplicar
equilibradamente diferentes procedimientos calculatorios -es más: ¡aprender a construir
algoritmos generales!-.
420
De la manipulación al cálculo efectivo
Las dos últimas tienen carácter constructivista, si bien la segunda corre riesgos de
mecanicismo conductista (del que la primera es campeona). En cuanto a la dimensión
comprensiva o conceptual, parece quedar garantizado en el aprendizaje por analogía, ya
que en las dos primeras sería fruto, en su caso, del esfuerzo analítico o receptividad del
alumno; razón por la que merecerían, más bien, la denominación de aprendizajes
procedimentales (MAZA, 1989, 95). En cualquier caso, será el estilodocente quien
determine el mayor o menor grado de respeto a la iniciativa del alumno y exigencia de
comprensión conceptual.
¿Qué pretendemos entonces en el aula: Utilizar exclusivamente los algoritmos o reconstruirlos para
su posterior utilización? La respuesta dada por cada profesor a esta pregunta es clave en el desarrollo
aritmético. (MAZA, 1991,107).
Resaltemos dos lineas de trabajo que han venido a renovar la didáctica de los
algoritmos escritos desde comienzos de los años 80. En ambos casos, el itinerario se
desarrolla mediante manipulación eminentemente simbólica, sirviéndose de tanteos,
descomposiciones decimales espontáneas, ensayos, revisiones y reducciones; es decir: con
espíritu constructivista y respeto a la iniciativa personal del alumno.
421
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
422
De la manipulación al cálculo efectivo
cooperación del profesor para ayudarle a llegar a otros paulatinamente más útiles.
No en todos los casos nuestros algoritmos usuales son la versión más seneiJia que puede emplearse
para llegar a un resultado (por ejemplo, la multiplicación con el “método de la celosía” es
evidentemente más sencilla). Sin embargo los algoritmos que empleamos en la actualidad constituyen
un sistema coherente, que se ajustan a unas reglas comunes, evitando que en cada caso se sigan
esquemas distintos. (GÓMEZ, 1988, 105).
El progreso desde las formas rudimentarias iniciales a las finales es muy posible
que requieran sugerencias u orientaciones. Pero éstas deben plantearse como conflictos a
resolver por el alumno mediante hipótesis, ensayos y comprobaciones. Es por ello que los
ejemplos seleccionados conviene sean graduados y representativos, y que el profesor
disponga de información sobre formas algorítmicas para cada operación -ver, por ejemplo:
KAMII (1995), GÓMEZ (1988), MAZA (1989, 1991)-.
alumno. Pero evitando los formalismos enunciativos: importa más el “saber hacer que
saber decir cómo se hace con tal que éste sea suficientemente expresivo; y procurando,
“,
al mismo tiempo, que pueda respaldarse con una justificación técnica o comprensiva. Se
posibilitará de este modo su reconstrucción en caso de olvido y se alejará el peligro de
aprendizaje mecánico.
423
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Pasar de la simple transmisión de conocimientos, verdades o técnicas a crear una verdadera estimulación del
aprendiz~e donde primen los métodos, los modelos y las estrategias sobre los contenidos concretos4onde
inducir, resolver, decidir, deducir, representar, verbalizar, explorar, investigar, etc. sean verbos que marquen
la nueva dinámica y jubilen antiguas costumbres como la de calcular rutinariamente. (ALSINA y OTROS,
1996,20-21).
0
escritura “en línea” _____________________________ escritura “bidimensional”
0
cálculo mental
__
fundamentación
___
> cálculo escrito
424
De la manipulación al cálculo efectivo
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rn&LlO,-ECA
t 23+5’-<
ANEXOS
IIIMURUNIDIU!
* 53098797
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
8I8L10rroA
UNiVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
ANEXOS
TINKUNAKO
Así pues, estimamos recomendable realizar cierto tipo de ejercicios prenaratorios, con
anterioridad en cualquier caso a abordar las operaciones aritméticas propiamente dichas. Por
diferentes razones:
Servir~n, cuanto menos, como evaluación inicial del estado de estas destrezas
básicas, aflorando los déflcits y sugiriendo líneas de intervención didáctica.
2
OBJETIVOS PRE-OPERATORIOS CON TINKUNAKO
1.1 Tomar, asir y soltarconjuntos defichas(con una sola mano; para ambas manos)
1.2 Tomar y soltar fichas una a una
1.3 Introducirfichasen un palito
1.4 Extraerfichas contenidas en un palito (para cada mano)
E ‘1
71
j 1 J
1.5 Ensantíar módulos en serie (longitud.)
1.6 Idem en paralelo (uno junto a otro)
1.7 Transportarfichas entre palitos, conservando la agrupación en torre
3.1 Contarfichas
3.2 Recuento de lasfichas contenidase en un palito; diversidad de técnicas
3.3 Idem, cada mano por separado
3.4 Conversión a unidades de orden superior (en 1TNKUNAKO)
3.5 Conversión de fichas (UNIDADES) de un orden al inmediato inferior
3.6 Correspondencia palito orden PRE-CALCULO enTINKUNAKa valor posicional
-
de lasfichas/cifras
3.-PRE-CM.CULO
37 Tj~f cantidades en TINKLJNAKQ diversidad de técnicas
3.8 “Escribir” cantidades en TINKUNAKO
3.9 Correspondencia de “escrituras” TINKLJN4KO.Braille
3
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(No se hace referencia a la manipulación con fichas especiales, por corresponder a
niveles de Cálculo relativamente avanzados.)
La ordenación y gradación de estos Objetivos no son rígidas. Deben amoldarse al
ritmo de asimilación por parte del alumno, insistiendo para cada uno de ellos en la intensidad
y espacio en el tiempo que lo aconseje eso tan vago como práctico que llamamos “buen
sentido did4ctico”. Rehusamos, por tanto, descender al detallede cuantificar el nivel mínimo
a alcanzar en cada uno de los Objetivos parciales.
Según la edad del alumno, las Actividades pueden amenizarse tomando como
referentes situaciones de partida de entre las sugeridas en el apartado 8.3.1.
OBSERVACION
Un problema de comunicación: derecha/izquierda.
Conviene, pues, vigilar de continuo, para que ningún detalle perturbe esta
correspondencia:
Y tres entendemos que son los peligros que acechan continuamente la estabilidad, más
de comunicación en el aula, que del Convenio de escritura posicional. Estos peligros se
hallan ligados a la simetría derecha/izquierda, observada o verbalizada:
Todos ellos tienen un fundamento único: están motivados por la posición geográfica
simétrica del observador/emisor respecto del receptor/ejecutor. Es decir: percibir como dere-
cha (resp.: izquierda) del “lado de acá” de TINKUNAKO, lo que “del lado de allá” es
izquierda (resp.: derecha).
lA Las demostraciones que el profesor haga a la vista de los alumnos deberán llevarse
a cabo de esnaldas al 2rupo; oblicuamente, al menos.
4
Primeros pasos con TINKUNAKO
Y Cuando varios alumnos comenten u observen alguna manipulación o resultado en
TINKUNAKO, deberán situarse todos del mismo lado; girando el dispositivo, si es preciso,
hasta lograr la relativa uniformidad posicional (mismo semiespacio definido por la vertical de
los palitos de unafila).
En suma:
ADVERTENCIAS
5
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
3% Si la situación requiere dos o más filas, éstas se representan una a continuación de
otra, en vertical y de atrás a adelante.
4O~..Las fichas que, en un momento dado, permanecerían en la mano, pendientes de
ser introducidas en un palito, se representan a la derecha del esquema de TINKUNAKO, con
la indicación “a la espera”.
5O~. Análogamente, las fichas que se retiran de un palito completo -por dar lugar a que
una nueva ficha sea introducida en el siguiente-, se representan en columna a la izquierda del
esquema de TINKUNAKO con la indicación de “retiradas”.
6
Primeros pasos con TINKUNAKO
1 EJERCICIOS DE MANIPULACION
La operación manipulativa esencial en TINKUNAKO tiene por objeto el
desplazamiento de los elementos móviles porexcelencia: lasfichas o unidades. Podría decirse
que se resume en introducir y extraerfichas de los palitos.
- distinguirfichas individualizadas;
- retenerlas en la mano;
Acciones todas ellas que implican una actividad motriz compleja, de coordinación
motriz digital y manual.
7
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
1.1 TOMAR, ASIR Y SOLTAR CONJUNTOS DE FICHAS
9 Toma ahora cuantas fichas puedas con una mano, y pásalas a la otra.
ío De nuevo lo mismo, pero cambiando la mano que las da y la que las
recibe.
vi No tengas miedo: cuantas más fichas, mejor. iEn busca del ¡ecom¶
De ordinario, debería bastar con un máximo de 9 fichas a retener en la mano. Pero, en
un futuro -a la hora de escribir cantidades-, convendrá tomar un número elevado de fichas,
con las que se irá escribiendo la cantidad pedida en TINKUNAKO, sin necesidad de contarlas
de antemano ni volver a repostar en la caja: se van introduciendo en los palitos, y se devuelve
el excedente.
)
Primeros pasos con TINKUNAKO
1.2 TOMAR Y SOLTARfichas UNA A UNA
En este apartado se encuentran las operaciones elementales más directamente
relacionadas con la destreza general en TINKUNAKO individuar cadaficha en el seno de la
mano (ayudándose de los dedos menores), provocar su deslizamiento hacia el “punto de
entrega” (por lo general, el espacio de oposición entre los dedos pulgar e índice),
deslizamiento final a lo largo del dedo índice (empujada por el pulgar), descompresión una
vez asegurada la recepción porel palito, etc.
12 Toma unas pocas fichas. (&)1. Ahora, vete dejándolas caer una a una en
la caja.
‘aOtra vez: vuelve a tomar un grupa de fichas, y déjalas caer~ pero a más
altura: a ver qué ruido hacen...
14 Lo mismo, con la otra mano.
is Con una mano y la otra, alternativamente.
isA ver si consigues que caigan a ritmo, como marcando el compás.
17 ¡Deprisa, más deprisa!
¿Sabes contar?... Pues bien: toma un conjunto de fichas... (&) Calcula como
cuántas
is Igual, con la otra mano.
20 Repite la operación, tomando más fichas todavía.
21 Ahora, pasándolas de una mano a la otra.
¿Qué: te equivocas en mucho?
23 ¿Qué tal eres de rápido?... ¡Deprisa, más deprisa!... Pero que no se te
escape ni una.
La forma anular de las fichas invita, en el momento final de dejarlas caero traspasarlas
de mano a sujetarlas por las caras perforadas entre las yemas de los dedos índice y pulgar.
Precisamente esta manipulación de posicionamiento de la ficha será una de las más
adecuadas como precedente a la de introducción en el palito.
Se ha adoptado la notación (&) para representar una intervención del alumno en el contexto de un
mismo ejercicio; sea en forma de manipulación, escritura o expresión oral
9
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Sin embargo, la mano auxiliar apenas si coopera en la localización del vértice del
elemento receptor -palito-. Se reclama, pues, de la mano portadora de la pieza a introducir
-ficha- una mayor actividad perceptiva, motriz y manipulativa. Ya que le corresponde a elia
en exclusiva:
Pero los movimientos sólo competen a la mano portadora de fichas: la otra, ejerce
función de referente pasivo. Esta vez, la vista -aunque prescindible, de nuevo- puede suplir
con ventaja el ejercicio háptico.
Tales ventajas simplificativas deben redundar en una mayor eficacia y rapidez, mayor
automatización, menor fatiga. Al mismo tiempo, es una invitación al entrenamiento, en busca
de una mayor seguridad y reducción de tiempos.
Llegado este punto, es el momento de familiarizar al alumno con uno de los módulos
o ábacos elementales, y acostumbrarle a situarlo en posición próxima y accesible.
Asimismo, y de forma natural, hay que fijar el que denominaremos primer palito.
Como se indicó en otro lugar, esta decisión de orden espacial se favorece presentando el
único módulo oblicuamente, y aun de perfil (como colwnna, en lugar de fila). Posición ésta
que puede mantenerse durante los primeros ejercicios, mientras sólo se trabaja en el primer
palito. Sin embargo, a medida que se avanza introduciendo fichas en la sucesión de palitos,
debe ya procurarse la posición frontal, ordinaria en el trabajo con TINKUNAKO.
lo
Primeros pasos con TINKUNAKO
El módulo o dbaco elemental no es simétrico. En cuanto a la detenninación de
sentido -que, a su vez, fija el orden de los palitos-, véase el comentario que al respecto se
hace en el Apartado 1.5 de este mismo Anexo.
24 Toma una ficha. (&> Vamos a dársela a TINKUNA KO. Localiza con la otra
mano el primer patita (&) Introduce en él la ficta
25 Ahora, toma dos fichas. A ver cómo te las arreglas, para introducirlas en
el primer palito, sin que se te caiga ninguna.
¡Más difícil todavía!: ahora, haz lo mismo con tres. Intenta que sólo trabaje
la mano (derecha); la otra, te sirve para localizar la entrada al palito.
27 En busca del recorrt ¿cuántas fichas eres capaz de tomar e introducir en
el palito en un solo viaje?
Si el alumno es capaz de llegar a completar el palito (9 fichas), debe considerarse
alcanzado el límite. Aquí se detendrk el itinerario, salvo que se haya avanzado en el dominio
del Pre-Cákulo, y nos hallemos en condiciones de introducir el Convenio de conversión a
unidades de orden superior. Hay que recordar que este Convenio -característico de la
numeración en “base 10”- requiere emplear técnicas de extracción de fichas, que suponemos
aún no dominadas.
11
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Es innecesario reiterar que deben tenerse en cuenta las indicaciones fonnuladas a
propósito de los ejercicios con el primer palito.
Este último grupo de ejercicios invita de forma natural a ir girando nuestro
TINKUNAKO columna, hasta situarlo como TINKUNAKOfila.
En este momento preciso convendrá estar advertidos de la posible zurdez del alumno.
Si éste manipula preferentemente con la mano izquierda -para introducirfichas-, pudiera ocu-
rrir que el giro fuese “dextrorsum” (sentido de las agujas del reloj), quedando como primer
palito el de la izquierda... Las consecuencias serían trascendentes: raptura entre la escritura
en TINKUNAKO y la escritura en papel, perturbaciones graves en la transmisión oral de
indicaciones, diferencias entre alumnos en la fonna de trabajar, etc., que conviene evitar desde
el principio, cortándolos en su raíz. (Recuérdese la Observación que se hizo páginas atrás, a
propósito de las demostraciones del profesor, la comunicación entre alumnos y los lapsus de
lenguae.)
12
Primeros pasos con TINKUNAKO
Los ejercicios propuestos en este Apanado pueden intercalarse con los del anterior,
como con tantos otros de Orientación Espacial y Pm-Cálculo. En cada uno de eflos, las fichas
han sido introducidas previamente, porel profesor o el propio alumno.
si(fig. Ti) Sirviéndote de solo una mano, vete sacando una a una
las fichas que tiene TINKUNAKO. Puedes ayudarte de la otra,
para tener localizado el palito, su extremo o las fichas.
conservándolas en la mano.
(fig. T3)
13
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(fig. T4>
(fig. T5)
Cada uno de estos ejercicios deberá repetirse con una variable importante, que exige
un esfuerzo de Orientación Espacial:
36Vas a hacer lo mismo, pero sin ayuda de la otra mano... Ten cuidado no
despistarte y confundirte de palita
Asimismo, cuanto se haga con la mano “diestra” deberá repetirse con la “menos
diestra”. Aunque primero podría ejercitarse completamente una y, después, la otra, nuestra
sugerencia es que se realicen los ejercicios siguiendo un desarrollo paralelo. Se impediría así
una posible hipertrofia de la mano más hábil, que podría desanimar al alumno a intentarlo con
la otra, desistiendo por innecesario “hacer menos bien” lo que, sin esftierzo, “ya se hace
bien
14
Primeros pasos con TINKUNAKO
Según el nivel de destreza observado, puede animarse al alumno a una mayor
velocidad. Mas procurando no llegar a provocar nerviosismo. Aquélla será fruto,
esenaalmente, de la práctica, más que del esftierzo consciente y voluntario.
15
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Este grupo de ejercicios debe plantearse una vez se haya adquirido un dominio del
Espacio determinado por un único ábaco elemental o módulo, fruto de las primeras prácticas
en Orientación Espacial. Surge entonces la necesidad del ensamblado, como ampliación del
campo de trabajo.
16
Primeros pasos con TINKUNAKO
El verdadero valor del emsamble en paralelo (uno al costado del otro) para construir
un “ábaco múltiple” o “multiábaco”, no se descubrirá reahnente mientras no se aborden las
operaciones aritméticas. Asimismo, la posibilidad de deslizamiento, que confiere a
TINKUNAKO el carácter de “multiábaco móvil desplazable deberá también esperar a ese
“,
Como tantas otras, sc anticipan estas Actividades con fines de completar el abanico,
tanto de requisitos ulteriores como de posibilidades de ejercitación psicomotriz y desarrollo
primario de las destrezas que, en su momento, pueden influir decisivamente en la agilidad y
operatividad del dispositivo calculatorio.
42 Al igual que a lo largo, TINKUNAKO también puede crecer a lo ancha
Toma dos módulos o filas Site fijas bien, los costados no son iguales... (&)
Una tiene un saliente, todo a lo largo, y la otra un canal... (&> Sirven para
encajarlas entre sí, de manera que las dos filas queden unidas, una junto a otra.
Para conseguirlo, deberás empezar por un extremo... (&) No hace falta que
levantes ninguna de ellas de la mesa, como ocurría al unirlas a lo larga basta con
aproximarlas, hasta hacer que el saliente de una entre en el canal de la otra... (&>
Verás que se deslizan con facilidad... (&) Esto nos será muy útil más
adelante. dará igual cuál desplaces: la que te resulte más c6moda, de la forma
que te sea más fácil trabajar.
A la fila de delante, la que está más cerca de ti, la llamaremos mimare fila; a
la otra, seounda fila o fila de detrás; en ocasiones, segunda fila.
Invadimos, de nuevo, el terreno de la Orientación Espacial:
Será importante que, al desplazar las dos filas, los palitos de una queden
emparejados con los de la otra. En ocasiones, necesitaremos que coincidan todos
los palitos; otras veces, sólo uno, dos, tres...
17
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
LLLIL
¡ 43(fig. T6) ¿Puedes hacer que coincidan
todos los palitod?
11 11¡
— ———— —
(fig. 17)
¡ II III — n
¡liii 1
1
(fig. T8)
18
Primeros pasos con TINKUNAKO
1 mjlll-L
Liii-.¡
(fig. T9)
Lo más frecuente es que todas estas operaciones requieran al principio de una ayuda
directa, que deberá cesar en cuanto el alumno empiece a mostrar un cierto dominio de la
situación.
4~ Más difícil todavía: ¿serías capaz de añadir otra fila más?...
Como ves, es igual que antes. Sólo que ahora tienes que sujetar la segunda
fila, para que no se desplace, y recibir así el nuevo módulo.
<flg. TíO)
19
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(fig. Tu)
~~LL
1 -
20
Ji-’ Primeros pasos con TINKUNAKO
¡ 1¡ — u
¡1¡1
51 Ponlos todos en columna.
Haz que asomen dos palitos
de la l(nea del medio. (&>
Fijate qué ocurre en el otro — —
extremo, en la izquierda... (fig.
Ti 3)
1i~1 ¡ ¡ 1
— — ~
(fig. T13)
(fig. T14)
21
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
1.7 TRANSVASARfichas ENTRE palitos,
CONSERVANDO LA AGRUPACTON “EN TORRE”
sa Toma una sola fila, e introduce una
1111 LL
como ya sabes-, y pásalas al
siguiente. (&) (fig. T17). En ese palito
(fig. T17)
tienes... (3 fichas). Pues bien, t6malas
juntas, y pásalas al palito inmediato.
(&)
22
Primeros pasos con TINKUNAKO
¡¡¿111 11111*
empezando
por el extremo
opuesto.
(figs. T22)
23
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
¡¡¡1
— — — — — 1¡
— .
(fiE. T24)
1a
a
¡¡¡1
— — — — — ¡¡
— .
¡¡¡1
— —— — —
(fig. T25)
¡¡
—
¡¡¡1 ¡¡
fila del medio, y podrás sacarlas con más
facilidad... (&) No te olvides de devolver esa
fila central a la posición del principio. — — — — — a
Toma dos de ellas, y písalas al primer
palito de la tercera fila. (Sc) Ya sabes: si tienes
problemas, desliza esa segunda fila, hasta que
puedas tomar las dos fichas con comodidad.
(fig. T57D)
Ji ILLIJL
(flg. T57D)
24
Primeros pasos con TINKIJNAKO
Muy pronto se comprueba que si la mano extractora/transportadora penetra
verticalmente en el “bosque de palitos”, es superfluo el trabajo de deslizamiento de
líneas para dejar exento el palito de destino u origen. Para esta operación, el carácter
deslizable de los “ábacos elementales” puede ser un fadiitador. Pero prescindible: no
hay por qué servirse de esta posibilidad, si la destreza de extraer/introducir fichas
permite manejarse sin error.
25
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
2 EJERCICIOS PARA EL DESARROLLO
DE LA “ORIENTACION ESPACIAL”
El carácter modular de TINKUNAKO permite estructuras varias. Con los 4
módulos que integran cada juego podría llegarse hasta 28 configuraciones iniciales
diferentes, referidas al observador/ejecutor. Para Emes calculatorios, sólo nos interesan 7
de ellas, simétricas; y aun 3. Descríbámoslas, por orden de utilidad práctica:
26
Primeros pasos con TINKUNAKO
CONFIGURACIONES BÁSICAS DE TINKUNAKO
(Esquema en planta)
e e e e e
1 columna simple II línea simple
e 4cm
e 21 cm
e
e • e e e e e
m doble línea
e • e e e e e 8 cm
e 21 cm
21cm e e e e e e
21 cm
42cm
¡ee ee ee ee ee ee ee ee ee ee ee ele 8 cm
27
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
No estamos ante un “patrón realzado”, ni un “sólido manipulable”. Sino ante una
pluralidad de “estructuras elementales”: los palitos, cada uno con su estado o número
de fichas; la percepción háptica exige una exploración compleja: sobre todo en la triple
línea, los dedos deben introducirse entre las filas, y desplazarse las manos para
reconocer cuál es el número y ubicación de las fichas de la línea media; aunque este
inconveniente puede salvarse, gracias a la deslizabilidad de los módulos -misión
fundamental del carácter móvil-.
posicional. En última instancia, su estimulación acaba por ser despreciada, cual “ruido
defondo” del mensaje emitido por TINKUNAKO. En consecuencia:
Lograr esta doble simplificación implica una práctica continuada y bien asimilada.
Es el Objetivo de los diferentes tipos de ejercicios que se sugieren a continuación. Pero
debemos advertir de dos perturbaciones casi inevitables:
- La descripción verbal es, por lo general, mucho más compleja e inconcreta que la
mera percepción de una situación cualquiera.
28
Primeros pasos con TINKUNAKO
En cualquier caso, hay que recordar que el trabajo con TINKUNAKO tiene
fmalidad didáctico-matemática. Este Capítulo se justifica como antesala suya
conveniente y quasi-inevitable.
No lo olvidemos:
Los Apartados 2.2.1 y 2.2.2 se orientan indistintamente a los Objetivos 2.1, 2.2 y
2.3 enunciados al comienzo de esta Sección. Del mismo modo, los Apartados 2.3 y 2.4
se refieren a los Objetivos 2.4, 2.5 y 2.6.
29
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Los últimos ejercicios son de carácter bimanual: el alumno descubrirá sin dificultad
que resultan mucho más sencillos si cada mano actúa por costados distintos del módulo,
evitando el entrecruzamiento de los ámbitos manuales. Esto lleva, también de forma
natural, a girar el dispositivo hasta la posición más cómoda para su esquema corporal.
60A ver como te las arreglas: tienes que hacer lo mismo, pero dejando la
otra mano sobre la mesa.
30
Primeros pasos con TINKUNAKO
dirección contraria...
67 Otra vez, pero que la otra mano no intervenga para nada.
68 Con las dos manos: que el dedo índice de una señale un palito, el de la
otra el siguiente. (&> Otra vez el de la primera mano... Así, hasta el final. (&) Y
vuelta.
69 Lo que has hecho con los índices, hazlo con los dedos corazón. (&> Y
con los restantes.
~o Desliza ahora los dedos Indice y corazón de cada mano, sujetando cada
palito de arriba a abajo -como antes-, pero alternando los palitos y las manos.
31
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
11 II ¡ 1
vete depositando una en cada palito,
a partir del primero (extremo
derecha>. (&> Comprueba que lo has
hecho bien, con un dedo o dos, por
abajo o desde arriba: como más te
guste. (fig. T26) (fig. T26)
32
Primeros pasos con TII4KUNAKO
33
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
LLIIII
1 1 ¿111
(fig. T36)
— —
‘‘‘lié
(flg. T37)
(fig. T38)
IiItII m
Comprueba que ha resultado
bien. (fig. T40)
(flg. T40)
El ejercicio puede repetirse, pero a partir de una configuración inicial arbitraria y
De forma análoga:
34
Primeros pasos con TINKUNAKO
(fig. T43)
De forma análoga:
35
’
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Es un buen punto para analizar las estrategias personales del alumno: cuántasfichas
toma en la mano, cómo las introduce, qué orden de palitos sigue, cuántas extracciones y
comparaciones necesita por palito, cuántas fichas extrae de vez, etc. Y adoptar las
pertinentes decisiones de recuperación, mediante la insistencia en ciertos tipos de
ejercicios.
con TINKUNAKO.
36
Primeros pasos con TITNKUNAKO
La complejidad espacial debe ser gradual y creciente: ejercicios sobre dos filas fijas
-configuración “canónica”-, sobre dosfilas desplazadas, tres fijas, tres desplazadas...
Para las situaciones de filas desplazadas, tal vez una torpeza inicial haga que los
módulos se deslicen involuntariamente. No es fácil, ya que la propia estructura física de
TINKUNAKO sólo permite este movimiento si la componente dinámica es
prácticamente paralela a la línea de desplazamiento. No obstante, una goma o elástico
que enlace dos palitos encolumnados defilas contiguas impedirá tales “accidentes”.
37
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
e Saltaremos, como los canguros: los saltos serán de dos en dos palitos,
dejando uno en medio... (&> ¿De acuerdo? Pues empezamos: arriba...,
izquierda..., abajo...., izquierda...
38
Primeros pasos con TINKUNAKO
39
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
-¡—¡gp’’
(fig. T48)
— — ¡1¡¡11
—— — — .
LLLLLI.
~1~1~1~I~I~I.
(fig. T49)
íao Introduce una ficha en un palito de cada fila, procurando que no
coincidan las columnas. (&) Ahora, desplaza las filas, hasta que queden en
columna esos palitos con ficha.
ioi Pon otra ficha más por fila, en palitos vacíos. (&) A ver cómo te las
arreglas: mueve las filas, de forma que en una misma columna sólo un palito
contenga ficha.
102 Ahora, coloca fichas, de manera que en cada columna dos palitos
tengan su ficha: ni más, ni menos.
104 Baja todas las fichas a la primera fila, cuidando que vayan a parar al
palito de la misma columna.
40
Primeros pasos con TINKUNAKO
Introduce una ficha en cada palito de la tercera fila. (&> Vete bajando
105
fichas a las filas primera y segunda, de forma que en cada fila quede el mismo
número.
106 Repite el ejercicio, pero partiendo de la segunda fila.
ÉIÁUI
107 Coloca una ficha en cada palito de
la primera columna. (&) Ahora, dos
en los palitos de la segunda colum-
na. (&) Una más -tres- en la
siguiente. (&> Así, hasta terminar
las columnas. (&> Comprueba que
no te has equivocado. (fig. T50)
*~¿11
(flg. T50)
41
Iniciación al Cálculo Aritmético con a1¡lmnnÑ cie2os
3 PRE-CALCLJLO
Definimos:
Por operación hay que entender manipulación -en sentido general-, manejo, acción
sobre números y con numeros. Esto implica disponer de una forma expresiva -represen-
tativa-, objeto de tales acciones, que permita mostrar a otros -y a sí mismo- los
efrctos/resultados que se alcancen.. Sin olvidar que los números, como tal, son abstractos,
inmateriales; si bien se hallen encerrados en realidades fl~icas, tangibles.
Desde los niveles más elementales de enseñanza -aún antes- se cuenta con formas
expresivo/representativas diversas:
- lengua hablada,
- lenguaje escrito.
En ocasiones no será fácil establecer la separación entre una y otra forma: lenguaje
mímico-gestual, por ejemplo, y acción sobre objetos físicos. Véase: “mostrar dos dedos”.
La forma expresiva por excelencia es la oral. De hecho, es la “lengua franca” en el
aula, medio ordinario de comunicación entre alumnos y profesor-alumno. Cuando no existe
tal posibilidad, o con fines de refuerzo, se acude a la forma gestual o mimica.
42
Prñneros pasos con TINKIJNAKO
Al fin, y ya en la escuela -por lo general-, el lenguaje escrito. En la escuela, en lo que
tiene de ejecutado por el alumno; ya que la calle y el hogar se hallan hoy día plagados de
mensajes escritos al alcance del niño. Dentro de la forma escrita, la expresión numérica (eso
que, técnicamente, se ha dado en llamar “numerales’9.
La lectura de expresiones numéricas simples -una cifra, en base 10- puede decirse que
progresa paralelamente a la lectura de expresiones de lengua común. Otro tanto puede
afinnarse de la escritura, ligada al desarrollo intencional de destrezas psico-manuales.
- comprensión abstracta,
- integración operativa,
- capacidad expresiva,
Así pues, no es extraño que el alumno intente obviar este proceso algorítmico,
limitándose a asignar expresiones lingtilsticas a grupos de cifras, convirtiéndolo en un ramplón
ejercicio memorístico; en analogía con el modo de proceder para una cifra. Raras veces se le
ayuda con una Didktica del Pre-Cálculo. Suele ser el tiempo y la práctica observada quienes
van descubriéndole las claves de este misterioso código.
43
.
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Las actividades de Pre-Céiculo que aquí se ofrecen tienen por objeto desarrollar en el
alumno una correcta interpretación y expresión numérica, asegurando en franquicia el acceso
a los algoritmos de las operaciones aritméticas, basadas en las peculiaridades de la escritura
posicional. TJNKUNAKO proporciona todos los elementos necesarios para diseñar situacio-
nes estructuradas, en gradación de más simples a más complejas, y combinadas con el
lenguaje hablado y simbólico escrito.
Una vez más, hay que llan,ar la atención sobre la posibilidad -y conveniencia, según el
nivel madurativo y de desarrollo de destrezas del alumno- de combinar estas actividades con
las de órdenes anteriores.
44
Pnmeros pasos con TINKUNAKO
Toma unas cuantas fichas en la mano. (&) Vete soltándolas una a una, al
íoe
tiempo que las cuentas.
ile Marcha atrás: vuelve a pasarlas de mano. Al contadas de nuevo, verás si
coincide el número; si no, es que te has contundido, antes o ahora, o si has
perdido alguna en el camino.
A ver cuál es tu record: vete tomando fichas, y guardándolas en la mano
112
(fig.T51)
a— a’ x• .i~ JU JI. J.
123456789
(fig. El)
45
.
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
46
Primeros paso~~•~ con TINKUNAKO
(fig. T55)
La “lectura” del número de fichas en el segundo palito es casi seguro que obligue al
alumno a emplear una técnica distinta de la usada para el primero. Conviene hacérselo notar.
¡Muy bien!: 1 ijate que estás mirando el número de fichas de tomia difemnte,
según que sea el primer palito o el segundo. No es que cada palito haya que
mirarlo de manera distinta, es que hay muchas formas de saber cuántas tichas hay
en un patita
Estamos ante un punto importante de la técnica de trabajo en TINKUNAKO, con
repercusión en la seguridad y velocidad operatorias. Merece la pena, pues, detenerse en
consideraciones analíticas.
47
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cieeos
E) Zona de contacto dedos-torre (yemas, región ventral de segunda falange, idem
pnmera).
El resultado es un sin fin de técnicas posibles; netas, unas veces, mixturas suyas, otras.
La elección porel alumno estará en función de tres factores iniciales:
su vez: (fila anterior, posterior, media. Puede verse favorecida en su segundo aspecto,
deslizando el correspondiente módulo (extracción); en ambos, por la posición/configuración
del conjunto de módulos respecto del observador (transversal, antero/posterior, oblicua) y la
altura del plano de la mesa y asiento.
A su vez -dado que habrá que reconocer, en un fUturo, pluralidad de ciftas-, la técnica
debería ser única; evitando así las pérdidas de tiempo y energías en modificar las posturas de
la mano y dedos, desplazamientos intre palitos, tiempos para cambio de técnica, diversidad
de esquemas interiores, etc.. A la par que se favorecerá la configuración interior
correspondiente a la cantidad en su conjunto.
En suma, tres son las técnicas que se proponen para la lectura globalizada de las
fichas contenidas en un palito, todas tendentes a medir la altura alcanzada por la torre de
fichas:
48
Primeros pasos con TINKUNAKO
E) Longitud de la porción libre del palito. Mediante el contacto transversal con éste
de los dedos en posición horizontal. Apoyando uno de ellos en la cara superior de la última
ficha -en la base del módulo, si está vacio-.
fi .T56
ín Intenta leer esas cifras, sin ayudarte para nada de la otra mano.
ín Ahora, al revés: lee las cifras con la otra mano (izquierda>, sin que
intervenga la mano principal (demcha).
Se amplía progresivamente el abanico de “técnicas de lectura Sin llegar al agobio,
“.
por exhaustividad: una por cada nuevo ejemplo. Y que el propio alumno vaya desechando las
que & mismo reconozca a priori como más lentas o inseguras.
124 Sin mover las fichas ni los dedos, dime: ¿qué cifra hay en este palito?...
i~ Empezando ahora por la ¡zquierda, vete dándole cifras a TINKUNAKO: 1,
3, 5, 7... (&> Fíjate en la diferencia de altura de las torres que resultan.
Se le muestran para su práctica todas las “técnicas de lectura globalizada” antes
citadas.
49
¡niri~v’iAn al Cálculo ~rit,~i
4tirn con *lIlnlnnc cienos
nc (flg. T57) Lee, con la mano derecha, lasfichas que hay en cada
palito (Sc)
(FIO. T58)
(flg. T59)
(flg. T60)
50
Primeros pasos con TINXUNAKO
isiColoca 9 fichas en el primer palito. (&) A partir de él, tres fichas menos en
los palitos siguientes. (&> Lee las cifras que han quedado.
132Mora, dos fichas menos en cada patito, comenzando también por 9. (&>
Lee las cifras, procurando hacerlo de la forma más rápida posible.
Empezando por 8, una (¡cha menos por patita (&) Lee las cifras sin hacer
123
demasiados movimientos de dedos. (&> ¿Notas diferencia de altura de una torre a
otra? Compruébalo.
Es buena ocasión para proseguir la práctica de escritura de cadenas de cifras; todavía,
no de cantidades. Es decir: no se exige al alumno que “lea” cantidades, sino que “deletree”
- “desc(¡‘re”, deberíamos decir- la cadena escrita.
Aparecerá asíde forma natural la necesidad de un símbolo para elpalito vacío: el “O”.
Como expresión gráfica de la respuesta a la cuestión:
J~III~LÁ
134(flg. T62) (Al leer el “O”:) Y en ese
palito, ¿cuántas fichas hay?... (&)
¿Nhiguna?~ de acuerdo. Pero, ¿qué cifra
(fig. T62)
emplearemos para representarlo en papel?
Una distinta de las anteriores: el “O”, que sc
llama ‘~cew”
No debe importar en exceso que, a partir de aquí; el alumno anteponga ceros a las
cadenas de menos de 6 cifras. Buena ocasión será para remediarlo la de leer cantidades de
varias c(fras, si es la reiteración no lo ha provocado.
51
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
lapa
leer mejor las cifras de la segunda fila,
puedes sacarla, deslizándola hacia afUera.
(Sc) Ensaya todas las maneras de leer cifras
que conozcas, a ver cuál te resulta más
¡
cómoda y rápida. __________________________________
(flg T63)
52
Primeros pasos con TINKUNAKO
¡
Pues vamos a hacer una cosa: la
siguiente ficho, pásala al palito de la
izquierda. (Sc) Pero para hacer esto
hay que pagar o “dejar en prendo” al
guardián de TINKUNAKO todas las
que llenan el palito completo:
ietfralas de la circulación (a la caja).
(&) (flg. T65)
53
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
157 Volvemos a empezar, a ver qué ocurre. A medida que le vas dando
fichas al primerpalito, vete diciendo cuántas le llevas dadas. (&>
(ocho, nueve...) Ahora, ¿qué número de ficha vas a darle?... ¿Diez?... Pero
como ya no cabe en ese primer palito, ya sabes qué debemos hacer... (&>
FQate cómo queda escrito en TINKUNAKO esa cantidad... (1, 0> Es decir
diez se escribe con un 1 y un 0. Sigue dando (chas
Luego once se escribe... (1, 1) Muy bien. Sigue: ¿y doce?... (1, 2>
A partir de ahora, ya no diremos las dfras sueltas, sino que leeremos la
cantidad como se habla habitualmente: diez, once, doce...
Sin duda, el principal escollo surge con el “O” del “10”. Pero es preferible padecerlo
desde un primer momento, en lugar de retroceder desde el “12” extrayendofichas.
Puede decirse sin errar, que
54
Prinrros pasos con TINKUNAKO
(fig. 67)
(fig. T67) Ya que estamos ah4 sigue introduciendo fichas, a la
‘39
(fig. ~5S)
1
bien: tomar las fichas que completan el primer
palito, depositarlas en la caja-almacén, y darle al
palito de la izquierda (el segundo) la ficho siguiente.
(Sc) (fig. T69)
55
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cie2os
No tiene por qué haber entrecruzamiento de los ámbitos manuales: cuando la mano
auxiliar -izquierda- extrae la torre de fichas del palito completo, es de esperar que ya la
mano directora -derecha- haya finalizado su operación de depositar la ficho siguiente en el
palito que determina el “orden superior”. La práctica aminora los tiempos de ejecución y el
intervalo que separa ambas operaciones. Hasta que esta misma práctica posibilita la
simultaneidad, fruto de una buena coordinación bimanual.
Dado que esta operación de “conversión a fichas de orden superior” será muy
frecuente en los algoritmos del Cálculo Aritmético, conviene ejercitarla hasta que el alumno
adquiera la oportuna destreza.
(flg. flO)
J4 ‘a queribimos
meralovez.
que Con
viene
el “signo
detrás
eso yadesabemos
son
número”
cifrasque
(puntos
y noesletras.
3456>
un la priy
número,
Nos hallamos ante una encrucijada. Cualquiera de los bloques de ejercicios que sigue
es posible y conveniente, si bien se entrelazan en sus tramos finales. El orden aquí propuesto
no es, pues, excluyente. No obstante:
56
Primeros pasos con TINKUNAKO
(flg. T72)
(fig. T73)
¡Tampoco hay sitio en el segundo palito para esa ficho que vendría de completar el
primero... ¿Qué haremos?... (&) Llevarla, en efrcto, al palito ~~nte -el tercero-, y vaciar el
segundo palito, porestar hasta el borde. (Sc
‘u ¡
Y continuaríamos con nuestra taitade dar
nuevas fichas a TINKUNAKO.
57
)
Iniciación al CilcuIn Aritn,Atirn con alumnos cie2os
142(flg. T75) ¿Serías capaz de irle quitando una a una las fichas a
TINKUNAKO? (Sc) Pues empieza. ¿Cuál fUe la última que debió
entrar?... (Sc) ¿Y la última de las que quedan?...
(flg. T75)
(23, 22, 21, 20...) (flg. T76) ¡Cuidado!: las fichas sólo pueden
salir de TINKUNAKO porel primerpalito. Piensa prinrro cómo
llegó esa ficha al segundo palito... (&) ¿No fUe porque estaba
completo elprimero, y hubo que enviarla al segundo?... (Sc)
(fig. T76)
Si quieres sacarla, tendrás que dar marcha amis; hacer justamente lo contrario de lo que
entonces hiciste. Si, al ponerla en el segundo palito, tuviste que “dejar en prenda” al
guardián de TINKUNAKO todas lasfichas que llenaban el primero, ahora -al sacarla- te las
devolverá... Así que, para poder tomarla, tendrás que llenar el primer palito. De esta fonna
podrá apoyarse en ellas y salir con facilidad. (Sc)
58
Primeros pasos con TINKLJNAKO
(flg T77)
(flg. fl8)
59
Iniciación al Cálculo Aritn~4tirn con alumnos cienos
(fig. T79)
¿Cómo llegó hasta donde está?... (Sc) Si hay unaficho en el tercer palito, es porque antes
estuvo completo el anterior, el segundo, y llegó una nueva fi cha, ¿no? Pues demos marcha
amis
(fig. TEl)
60
.
Primeros pasos con T]NKUNAKO
Pero, ¿dónde debería estar esa ficho? (Sc) En el segundo palito, ¿cierto?; si no está, es
porque no cabe. Luego todavía no podría salir fuera: tendría que pasar al primer palito...
¿Cómo? (Sc) Dando de nuevo marcha ant. ____________________
(fig. T82)
La ficho que ahora tienes en la mano, si debería estar en el primer palito. Puede,
entonces, salir libremente... (Sc) ¿Qué le queda ahora a TINKUNAKO?... (99)
Con tanta marcha adelante y marcha ant, tal vez se te haya olvidado lo principal:
¿recuerdas en qué número empezamos?... (Sc) No pienses en TJNKUNAKO, y cuenta hacia
abajo: 103, 102,... 101, 100,99...)
¡Quieto!: lee lo que tiene TLNKUNAKO. (99) ¡Bien!: ¡lo hemos hecho muy bien!... ¿serías
capaz de repetido?... (Sc) Vuelve a poner 103, y extrae lasfichas una a una, como antes.
(fig. T83)
(fig.T84)
61
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cie2os
(flg. T85)
Ya no podemos sacar más. Pero aún quedan dos fichas: ¿cómo hacer para que
salgan?... (Sc)
(fig. T87)
62
Primeros pasos con TINKUNAKO
La ficho que tienes en la mano, en realidad, ¿en qué palito debería estar?... (en
el segundo) Precisamente, si está en la mano, es porque no cabía ahí; por eso, además,
pasó al tercer palito , vaciando el segundo, que ya estaba completo...
La ficho de la mano, ya sería una ficho del primer palito; luego puedes
quitársela tranquilamente a TLNIKUNAKO. (&) ¿Qué queda?... (199)
63
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cienos
Vamos a ver: ¿cuántasfichos representa cada una de las que ahí tienes?... (Sc) Dicho de
otra manera: para que haya una ficho en el segundo palito, ¿cuántas debemos introducir en
TINKUNAKO%.; como siempre, por el primerpalito? (Sc
(fig. T89)
!Un monrnto¡: fijate cómo están ahora las cosas: 5 fichas en el segundo palito
-hemos tomada una-, el primer palito completo, con 9 fichas, y otraflcho más en la ma-
no... Esto nos recuerda que la ficho que hemos sacado del segundo palito vale nueve más
wrn del primero: total, diez..
Vete deshaciéndote de fichas: primero, la que tienes en la mano... (Sc) Qultale una
a una las fichas al primer palito, a la vez que vas contando las que llevas retiradas... (2,3,
4... 10)
64
)
Primeros pasos con TINKUNAKO
a — —
(fig. T92)
Fíjate bien: una ficho en el tercer palito, equivale a... fichas, si tuviéramos que
introducirlas una a una por el primero. Escribeen papeíío que está en TINKUNAKO.
65
Iniciación al Cálculo Aritrn4tirn con nhlrn~nnc cienos
¡Fíjate qué importante es el palito en que se coloque lafichaL. ¡Y qué importante que
haya ceros detrás del 1!...
Al fin y al cabo, lo que importa es el lugar que ocupa el 1, laficha, empezando a contar
desde la derecha
A partir de ahora, deberás tener muy presente cuánto vale cada fiaba que
149
tenga TINKUNAKO. Ya sabes que todo depende de! lugar que ocupe el palito en
que se encuentre. Para recordarlo, dimelo, par orden, empezando por la derecha y
señalando cada palito... (uno, diez, cien, mil, diez mil, cien miL)
mo Al revés, empezando por la izquierda... (cien mil, diez mil, mil, cien...)
151 Con la otra mano sola, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.
— — 111111
(fig T94) — m
152 (fig. T94) ¿Cuánto valdrá cada
ficho que haya en este palito?... (se
señala uno cualquiera) ¿Y las de és-
te?... (Sc) ¿Y para este otro?...
1 liii
(flg. T95)
‘53 (fig. Dime dónde deberán
T95)
estar lasfidias que valgan diet.. (Sc)
¿Y las que valgan mil?... (Sc) ¿Y las
que equivalen a cien?...
66
Primeros pasos con TINKUNAKO
- Caso general.
En todos ellos, un imperativo: el triple enfoque
a) verbalización,
c) escritura en papel.
67
Iniciación al Cálculo Aritmético con nhlln-mns cienos
(fig T97)
(fig T98)
tienes. (Sc)
68
Primeros pasos con TIN?KUNAKO
isa Gamo se trata del 3, escrfbelo seguido de cinco ceros... (&) ¿Serías
capaz de leerla?... (&> ¿Y de representarla en TINKUNAKO?
159 Recuerda que un palito vacío en TINKUNAKO se escribe en papel como
un “O”; y al revés: cada vez que veas escrito un “O”, hay que dejar el
correspondiente palito vacío.
Escribe: 4, 0, 0, 0. (&> ¿Cómo se ‘escribo’ eso en TINKUNAKO?
(flg. TlOO)
161 Por cierto: ¿por qué empezamos a leer por la izquierda?... (&) Tienes
razón: las fichas y las cifras escitas, cuanto más a la izquierda estén, más valen.
Aunque para saber el valor que tienen en esa posición, hay que averiguar primero
en qué palito o lugar se encuentran, a partir de la derecha.
(flg. TiOl)
69
Iniciación al Cálculo Aritmético con ,luin,nnc cienos
t
da... (&) Lee esa cantidad. (Sc)
Fijate una vez más: las cuatrofichas, que antes valían y seleían
“cuarenta”, ahora valen y se leen “cuatrocientos”. Para las
“siete“: antes, sólo “siete” -porque estaban en el primerpalito;
ahora, “setenta “.
(fig. T102)
(flR. T103)
70
Primeros pasos con TINKUNAKO
Aprende a ahorrar esfuerzo y tiempo: a la vez que cuentas con una mano las
cuatro fichas que necesitas, con la otra puedes ir localizando el palito donde tienes
que introducirlas <el tercero)... (&> Lo mismo para el “dos”... (&)
Ahora, léela.
(&> Escribela.
(fig. TíOS)
71
.
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cielos
175 Tres mil ocho ¿cómo lo representarías en TINKUNAKQ? (&> ¿Y cómo se
escribirla en papel?...
ve Escribelo como quieras, en papel o en TINKUNAKO: “cinco mil siete”...
72
Pnmeros pasos con TJNKUNAKO
3.7 COMPARACION DE CANTIDADES
Aunque la manipulación resultaría más simple trabajando con una sola fila en
TINKUNAKO, a largo plazo podría inducirse a error. Es preferible emplear dos o tres filas
-módulos-, inculcando la idea de correspondencia cantidad -fila, tal como se concebirá en la
iniciación y tratamiento de prácticamente todas las operaciones aritméticas (excepción hecha
de algunas de las técnicas para la división).
Va siendo hora de que en TINKUNAKO haya dos cantidades al mismo
isa
tiempo. Cuando tengas que hacerlo, deberás unir dos filas o líneas lateralmente.
Pues bien, pon “cotio” en TINKUNAKO. (&) Mientras no nos digan otra
cosa, la Drmera cantidad la escribiremos en la numere fila
Escribe lo mismo en la segunda fila. (&>
Compara las cantidades. (&> Tal vez tengas la sensación de que en la
segunda fila la torre de fichas tiene menos altura; no te dejes engañar busca el
mejor procedimiento para reconocer el número de fichas en cada palito de ambas
filas sin peligro de equivocarte. Tal vez, deslizar la segunda fila...
‘73
.
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cie2os
— —
isi (fig. T107) Y ahora: ¿hay igual cantidad escrita en cada
fila de TINKUNAKG?... (&) ¿Qué número es mayor: el
de la primera o el de la segundafila?...
n n
(fig T107)
— — — —
t82 (fig. TIOS) Escribe en la segundafila un número menor
que éste... (&) ¿Por qué dices que es menor?...
— — —
(fig. TíOS)
74
Pnmeros pasos con TINKUNAKO
(fig. T109)
(fig. T184) Vamos a ver qué pasará dentro de chico años... Añade fichas
en cada fila, hasta saber la edad que tendréis cada uno al cabo de esos cinco
años... (&) ¿Qué números te quedan?
Escribelos en papel. (&) Fíjate: esas son las edades que tendréis tu
hermano y tú cuando hayan pasado 5 años... De esos dos números, ¿cuál es
...
mayor?
¿Y dices que el 20 es mayor que el 13?... (&> ¡Si en TINKUNAKO el primero
sólo tiene una cifra, y el segundo dos!... (&) Perdón: se me olvidaba el palito sin
flchas~ que vale “O”.
Fíjate aún más: en la columna de la derecha, la segunda fila tiene un 3.. Y
sin embargo, es mayor la cantidad de la primera fila, la de tu hermano... ¿Por qué
será eso?... (&)
Recuerda que las fichas en el segundo palito valen, cada una,... (&) Como
en la fila de delante hay dos fichas en el segundo palito, total... (&) Sin embargo,
en la fila de detrás, s6lo hay una fiche en el segundo palito; es decir... (&>
Resumiendo: importan mucho más las fichas del segundopalito, que las del
primero. Por eso, basta fijarse en cuántas fichas hay en el patito de la izquierda,
para saber qué cantidad es mayor.
75
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(fig. TilO)
Escribe estas dos cantidades en papel: 7,1; y 6, 9... (&) ¿Cuál es mayor?
isa
(&) Compruébalo, avudándote de TINKUNAKO.
(fig. TUl)
76
Primeros pasos con TINKUNAKO
¿Serías capaz de repetir todas las cantidades que hemos ido diciendo?...
(&> No te preocupes: las tienes escritas. Léelas, pues ahí. (&>
En TINKUNAKO se han ido perdiendo los números, pero los conservas
escritos. ¿Ves las ventajas que tiene escribir las cosas?: no se pierden ni se
olvidan.
1 ¡
En la segundafila, pon un número mayor. (&) Escríbelo también. (&)
Cuando ya no puedas continuar, di seguidas todas las cantidades que has ido
empleando.
77
Tninianiérn al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
— 1—
¡
—
1 i~ (fig. T113) ¿SaYrfas decir qué canti-
dad es mayor? (&) Escilbelas, y comprueba
lo que has dicho. (&)
E.
¿Recuerdas lo que pasaba con números
de dos cifras?... Aquf4 también uno está
Ibruiado por más fichas que otro; y, sin
embargo, es mayor 105... ¿Por qué?
(fig. T113)
E
(fig. Tí 14)
¡
(fig. T114)
¿Qué puedes decir de estas dos cantidades? Léelas, y di después cuál es mayor. (&)
Para poder aplicar nuestro truco de mirar solamente la primera cifra, el primer palito
ocupado de la izquierda, es preciso que las dosfilas estén emparejadas, que no sobresalga
una más que la otra. De lo contrario, te puedes conijindir.
ig¿ Dime si esto es cierto: de dos cantidades con distinto número de cifras,
es mayor el que tiene más cifras... (&)
Compruébalo, poniendo ejemplos de pares de cantidades. Pero escrfbelas
primero, y dáselas a TINKUNAKO, despues.
ia~ ¿Habrá alguna regla para saber qué cantidad es mayor, cuando tienen
igual número de cifras? (&>
‘78
Primeros pasos con TINKUNAKO
Como hiciste antes, compara pares de cantidades de dos cifras, escritas en
papel y en TINKUNAKO, a ver si tienes razón o no.
Pero no pares hasta descubrir la regla...
is~ Vamos a necesitar tres filas, porque compararemos tres números. (&)
Introduce en ellas estas tres cantidades: 348, 1024 y 513. (&> Y escríbelas en
papel. (&)
¿Cuál es la mayor? (&) ¿Por qué? (&>
¿Y la menor? (&> ¿Por qué? (&)
Entonces: ¿qué pasa con la otra, que no es la mayor ni la menor?...
En TINKUNAKO, escribe en su primera fila el año de tu nacimiento. (&) Y
en la tercera el año en que estamos. (&)
Tienes que escribir en la segunda fila una fecha que esté entre esas dos.
197 En la primera fila de TINKUNAKO, escribe 841. <&) En la segunda, una
79
¡niniacicSn al Cálculo Aritmético con i1irnmn~ ciegos
INDICE
3 Pre-calculo
3.1 Contarfichas.
3.2 “Lectura” de cifras en tinkunako.
3.4 Retorno defichas al “orden inferior” (equivalencia entre ordenes inmediatos).
3.5 Valor posicional de fichas y cifras.
3.6 Lecto-esciritura de cantidades de varias cifras (en tinkunako y sobre el papel).
3.7 Comparacion de cantidades.
80
ANEXO 2 TINKUNAKO Y LA SUMA
UNA PROPUESTA DE ITINERARIO DIDÁCTICO
Verbos empleados porel alumno: juntar-, tener, ganar, crecer, subir, pagar, engordar,
aumentar, poner, amontonar, alargar, tomar (coger), dar, sumar, unir, reunir, empalmar,
contar, cargar, recoger, valer, llenar, entrar, dibujar, elevar-, añadir, agregar, agrupar,
ascender, importar, almacenar, incorporar...
Así pues, comencemos por determinar los Objetivos que informan la presente Unidad,
ordenados temporalmente por el itinerario que lo estructura.
82
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
- Propiedad asociativa.
- “Tabla de sumar”.
83
Iniciaciónal Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Destrezas de Pre-Cálculo:
TINKUNAKO.
- Saber introducir cantidades en T¡NKUNAKO, a partir de expresiones numéricas
escritas (Braille o tinta).
84
ANEXO 2 77NKUNAKO y la suma: una uronuesta de ítmerano didáctico
Conviene observar que estas destrezas básicas de Pre-Cálculo se corresponden con el
que hemos llamado “Triángulo de destrezas calculatorias” (Capñulo 8, sec. 8.5).
85
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Dado que el propósito general -casi exclusivo- de estas páginas es mostrar el valor
didáctico del trabajo con TINKUNAKO y su engarce en un itinerario que involucre además el
Cálculo Escrito y Mental, las situaciones que se emplearán serán exclusivamente numéncas,
abstractas, reservándose al profesor la elección de los contextos concretos a utilizar como
referente.
(Recuerda que en cada caja caben diez latas, en cada cajón diez cajas, en cada
contenedor 10 cajones...)
B) Aniceto y Belisario salen de paseo con sus barcazas con un grupo de amigos, en
dirección al cabo Rocas Alegres. Se han colocado en las bancas de las barcazas de acuerdo a
las fuerzas de cada remero: delante, en la primera banca -la de la izquierda-, donde van los
más fuertes, Aniceto lleva un solo remero, y Belisario no lleva a nadie -se ve que todos sus
amigos son debiluchos... En la segunda, por el contrario, Aniceto sólo lleva dos remeros,
mientras que Belisario lleva cinco. En la tercera, Aniceto lleva un solo remero, y Belisario
cuatro. En la últinia -la de la derecha-, donde van los más flojos, Aniceto va sentado con
otros dos, mientras que Belisario va él solo.
¿Habrán superado los 2000 puntos necesarios para disponer de entradas al Zoo?
86
ANEXO 2 TJNKUNAKO y la suma: una oroDuesta de itinerario didáctico
E) La empresa de Edelmiro tiene dos talleres: uno, con dos técnicos, tres jefes de
equipo, tres oficiales y dos aprendices; el otro, con cuatro jefes de equipo, dos oficiales y
cinco aprendices.
Edelmiro decide juntarlos en un solo taller. ¿Con qué personal contará en él?
F) Filomena sale de paseo al campo con su hermana Mirian. Recogen flores que
encuentran a la vera del camino. Filomena consigue un ramillete de cinco preciosas
margaritas, tres claveles, cuatro rosas y dos camelias; Mirian, una canrlia, tres rosas y seis
margaritas.
A su mamá le gustan los centros y las guirnaldas pequeñas, pero hechos con flores
muy apreciadas. ¿Cuál será el centro mejor y más pequeño que pueden prepararle?
Ya sabes que en el mercadillo de las flores cambian grupos de diez por una de clase
supenor: diez margaritas por un claveL diez claveles por una rosa, diez rosas por una
camelia
O) Don Decenio el granjero envía a sus dos hijos Aniceto y Belisario al mercado. El
primero, con siete corderos, cuatro gallinas y ocho pollitos; el segundo, con un cerdito,
cuatro corderos, una gallina y tres pollitos.
Si les hubiera dicho que los cambiaran por el menor número posible de animales,
aunque fueran de diferente tipo, ¿cuáles deberían traerse consigo?
(Te recuerdo que cada cerdito vale lo que diez corderos, cada cordero lo que diez
gallinas, y cadagallina lo que diez pollitos.)
¿Tendrá alguien que ir a dormir a la “otra luz de las estrellas”, porque se llene una
planta?
(Recuerda la manía que tiene don Homobono de echar a la calle los clientes de una
planta que esté completa -nueve plazas-, si llega uno nuevo a ella, aunque a éste le obsequie
con subir a la planta siguiente.)
87
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cie2os
Las situaciones propuestas se corresponden esencialmente con los contextos
sugeridos en la Sección 8.3, y que reclamarían la aplicación de la operación de sumar.
Quedan abierta, no obstante, la vía instrumental a emplear -cálculo escrito o con
TINKUNAKO- y, en la mayoría de estos ejemplos, la procedimental -adición de cantidades
globales o por órdenes-.
Otro tanto debe decirse de la propia expresión de los enunciados: a nadie escapa que
la comprensión de la situación matemática subyacente está condicionada por factores
múltiples: (Apanado 5.3.2)
- relación entre la cuestión planteada y la operación a aplicar. Que muy bien puede
asimilarse a la capacidad del alumno para establecer el vínculo de smonimia con
“palabras-clave” o “expresiones-clave” que respondan a acciones en TIINKUNAKO: “juntar”,
reunir
No es preciso advertir que las situaciones operatorias que se plantean en las diferentes
etapas del Itinerario prescinden del significado contextual: se reducen a simples expresiones
numéricas; listas unas veces para la intervención manipulativo-calculatoria, que se
corresponderían con los “datos” pertinentes de una “situación problemática; a la espera, otras,
de la interpretación fisica, como “resultado” o “solución” buscada, estado de variación de los
valores iniciales, etc.
88
ANEXO 2 T¡NKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
Esta referencia podrín hacerse extensiva, incluso, a los propios elementos
manipulativos, tal como se recomendaba al iniciarse el alumno en la “escritura”
(representación) numérica en TINKUNAKO. Es el caso de “columna” y “ficha” (orden de
unidades), cadauna de las “filas”, etc.
89
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cienos
4 MODO DE OPERAR
Serían las formulaciones típicas de situaciones problemáticas en el contexto exclusivo
de los elementos de TLNXUNAKO. El nivel de dificultad viene dado porlas características de
las cantidades presentadas. La gradación que se propone tiene por objetivo asegurar cuanto
antes la técnicao algoritmo manipulativo, que pasa a convertirse en la verdadera definición de
la operación.
Trabajaremos sobre
configuración de TINKUNAKO
una
A1111
de dos filas simples en paralelo
(fig. TOA) Aunque podría
iniciarse el itinerario directamente
con tres de ellas (fig. TOB), es
1 ¡ ¡ ¡ 1 ¡ AJ111
— — — — — — —
— — — — .
1 ¡ ¡ 1 1 ¡ tLLJIL
preferible dejar a la iniciativa del
alumno la necesidad de
incorporar la tercera en su — — — — — —
momento (en concreto, al
pretender observar la “propiedad
asociativa”).
(fig. TOA) (fig. TOB)
90
.
ANEXO 2 TJNKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
Con la ayuda de TINKUNAKO, ¿ser[as capaz de juntar en una sola fila esas
dos cantidades?. Primero, escríbelas en papel, separadas por algún espacio en
blanco. (1534 321).
(fig. BlA)
Reunir es lo mismo que juntar, unir, sumar. Pues bien, reúne en una sola
fila todas las tichas, pero cuidando que pasen al palito de la misma columna en
que estaban. No importa por qué palito empieces, ni si lo haces una a una o varias
a la vez.
(Se pasan las fichas de 321 a los palitos en los que ya está 1534.)
Ita
L&~1 LLLk~.
(flg T3) (fig T4) ..LLLI jeté
(flg. T6)
91
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
DEFINICIONES
Entre las cantidades que escribimos antes vamos a poner un signo que nos indique
.I’~ r
1534 + 321
(fig. BlB)
1534+321 = 1855
(fig. B2)
También se pueden escribir las cantidades una debajo de otra. <en Braille:
Pero, entonces, no es necesario poner el “signo de número”, puntos 3456) y
trazando una línea horizontal antes del “resuhado” (en Braille: una línea en
(fig. B3)
Lo que has hecho con l534y321 se llama “suma’; por eso, el signo ‘+‘ se
llama “signo de sumar, y se lee “más”. El signo se llama “signo igual’, y se lee,
“=“
simplemente, “igual a”. Lee lo que has escrito. (mil quinientos treinta y cuatro,
más trescientos vintiuno, igual a mIl ochocientos cincuenta y cinco.>
Esta forma de obtener una nueva cantidad a partir de otras das, además de
‘suma” también se le puede llamar “adición”. Es una ‘operación” entre números,
Si se desea, éste sería también buen momento para introducir la nomenclatura de
“sumandos” para las cantidades operadas, si así se estima conveniente -recuérdese nuestra
opinión contraria, expresada en otro lugar-. El término resultado, como sinónimo de suma no
es preciso explicitarlo: se acepta espontáneamente, sin necesidad de énfasis terminológico.
92
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una oronuesta de itinerario didáctico
Lee la cantidad que ha resultado. (&> Mira aver si coincide con lo que te dio
antes. (&)
Así pues, ¿podemos decir que, por ahora, importa o no importa el orden en
que coloquemos las cantidades? (&>
En caso negativo, seguiremos adelante: tenemos una primera apreciación de la
“propiedad conmutativa de la suma”.
93
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciesos
En este segundo caso, no debe reiterarse el proceso más de tres veces: ya habrá
ocasión de comprobarlo cuando se trate de las sumas con swnandos de una cjfra
1k
(fig.T12)
.V~ r
321 +1534
(fig. B4)
94
.
ANEXO 2 T¡NKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
(fig. BS)
Venga, ¡a sumar! Empieza por donde quieras; por la izquierda, por ejemplo.
En nuestro caso, será indiferente que las fichas se acumulen en una u otra fila -que sea
elegida comofila resultado la de cualquiera de los sumandos; lo que se traduciría en lenguaje
hablado en “subir” o “bajar” -mejor, “pasar”- fichas de una a otrafila o línea. Pero convendrá
habituar al alumno a tomar como tal aquélla que contenga más fichas; ya que supondrá un
innegable alivio inanipulativo. Puntualizamos: más fichas, en número absoluto; no que
represente la cantidad mayor.
95
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cienos
II¿ a
(fig. T14)
ibas introduciendo tichas en un palito, y
llegaba un momento en que ya no
cabían más? (&>
Se vaciaba ese palito, y se
añadía una, la que tenias en la mano a
punto de introducir, en el palito
siguiente. Es como si esa ticha valiera
por 10; ¿no? Pues, ahora, hacemos lo
mismo: hemos quedado en pasar
bajar- todas las fichas a la primera
tabla, y lo haremos, cueste lo que
—
i (fig. TiS)
cueste...
(Se efectúa la transformación
necesaria en el palitode las centenas.)
E
<II. ~>
centenas.)
(fig. T16)
96
ANEXO 2 T¡NKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
—1~I~IIrUja LIIL
I~I7
— (fig.T20)
(fig.T1S) (fig.T19)
(fig. T21)
97
Iniciación al Cálculo Aritmético con zsliin,iinc cienos
Ya hemos terminado. Lee la cantidad que resuhó, y escríbela en papel. <&)
ja r”m r J 3L •
2614+1738=4352
(fig. Bá)
Pero sabes que, en papel, se puede escribir de dos maneras: en línea, una
a continuación de otra; o en columna, una debajo de otra (y, en Braille, sin signo
de número). Hazlo también de esta forma.
3Vi 2614
UL 1738
4352
(fig. B7)
Obsérvese asimismo, que no hay referencia alguna a las sumas de dos sumandos de
una cifra cuyo resultado excede de ~; ni por cálculo mental, ni, mucho menos, escrito. Este
automatismo se relega a fase bien posterior, una vez construida y memorizada la “Tabla de
sumar”.
98
ANEXO 2 TJNKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
Bueno: veo que sabes sumar muy bien dos cantidades. Pero, ¿sabrías
también sumarias si fueran tres las cantidades dadas?... Veamos.
Escribe en papel, y en columna como de costumbre: datos obtenidos de un
enunciado.,, o directamente 1305 + 422 + 2513 (&)
• —.3•. 1305
ema: 422
3•.’ a 2513
(fig. B8)
1
— ua
¿11 n
~1~11k
¿Qué harás ahora? (&)
(fig. T22)
Nos hallamos en un punto en el que el alumno, sin duda puede optar por estrategias
diversas, todas ellas válidas:
- sumar los dígitos -fichas- de las tres columnas, empezando por la izquierda;
- sumar las cantidades de las dos primerasfilas, y su resultado con la tercera: (1305 +
422) + 2513;
- sumar las dos últimas, y, a este resultado, sumarle la primera: 1305 + (422 + 2513);
99
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cie2os
De efectuar un muestreo, no dudamos que éste sería el orden de preferencia, influido
sobre todo por cómo se efectuaron las sumas de la práctica prevista en el Apartado anterior.
Incluso tal vez varíen las modalidades de sumas por columnas, según la forma de ir
acumulando/transportandofichas.
En cualquier caso, deben comprobarse los resultados obtenidos en las dos formas
asociativas: (1305 + 422) + 2513 y 1305 + (422 + 2513). Recordar la conveniencia de anotar
por escrito los resultados para cada itinerario.
¿Qué te parece? ¿Importa por dónde empieces, o qué hagas primero? <&)
Evidentemente, se trata de poner de manifiesto la Propiedad Asociativa; no de
enunciarla, ni siquiera nombrarla -al menos en Niveles educativos inferiores a los 11 años. Si
se halla previsto en el curriculum del nivel académico o madurativo del alumno, es una
ocasión inmejorable para reflejarla en forma escrita, mediante el uso de paréntesis.
Estas dos formas de realizar la suma de las tres cantidades dadas, puede
indicarse a la hora de escribirlas. Para ello, se usan unos signos que quieren
decir: “Empieza por aquí”; es decir: lo que está encerrado en ellos tiene que ser
operado con preferencia a lo que se encuentre fuera. Estos signas son “los
aréntesis”: abriry cenar
•n ‘~r’”. y
r
( 1305+422)+2513
1305+(422+2513)
(fig. B9)
Imagínate ahora que te dan cinco cantidades. ¿Se te ocurre qué hacer?
Date cuenta que en T1NKUNAKO sólo caben tres..., o cuatro, si añades otra hie...
(&)
No te preocupes: pronto veremos cómo sumar cuatro, cinco o más
cantidades sin esfuerzo. ¡Incluso con menas del que te está costando para tresi
loo
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
Por razones que se descubren de inmediato, las indicaciones que en este Apanado se
hacen a propósito de la escritura en papel nos obligan a desdoblarlo, para mayor claridad. De
hecho, obtendremos dos configuraciones bien diferente de la “Tabla de sumar”.
A) EN TINTA
Empezamos. ¿Uno más uno?...
(Muy posiblemente, el alumno responderá de inmediato: dos. Vamos a escribirlo, de
todas formas, y veremos si TINKUNAKO está de acuerdo... En cualquier caso, se ejecuta la
prevista secuencia de órdenes manipulativas.)
(fig. BlO)
101
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cienos
Otra: ¿dos más uno?... (&>
Comportamiento análogo al precedente.
(fig. Bu)
3+1=4
(fig. B12)
(fig T23)
102
ANEXO 2 TJNKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
Escribelo en la primera línea, a la derecha de lo que ya tienes (fig. B1 3).
1+1=2 1+2=3
2+1=3
3+1=4
(fig. B13)
2+1=3 2+2=4
3+1=4 3+2=5
(fig. B14)
(fig. BiS)
103
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cienos
Los resultados pueden obtenerse bien aprovechando la propiedad conmutativa
-haciendo que el alumno busque entre lo ya escrito una expresión simétrica-, bien sirviéndose
de los conocimientos de cálculo mental adquiridos previamente por el alumno, o, en última
instancia, por manipulación en TINKUNAKO. En cualquier caso, no debe omitirse esta
última, como ejercicio manipulativo y confirmación fi~ica del resultado con el dispositivo.
(flg. B16)
Salvo que el alumno cuente con un adiestramiento previo de cálculo mental nada
despreciable, le será casi imposible resolver de modo inmediato y verbal las sumas que
excedan la decena: 3+7, 2+8, 3+8, 1+9, 2+9, 3+9.
Pero quizás ocurra que las respuestas suijan de la observación de la porción de tabla
ya confeccionada; en especial, para: 1+9, 2+8 y 2+9. Se trataría de una estrategia y capacidad
de algoritmación quasi-espontánea muy a teneren cuenta; a provocar, mas no forzar.
De todos modos, se reitera la manipulación con TINKUNAKO, que fijará lo que será
una destreza básica en el manejo del dispositivo: paso o conversión a una unidad de orden
superior, por imposibilidad de introducir más fichas en un palito, y vaciamiento de éste.
104
ANEXO 2 TINKIJNAKO y la suma: un~propuesta de itinerario didáctico
Se repite 1+, 1+, 1+... Pues bien, pondremos un 1 al principio, y eso
significará que hay que sumárselo al número que quede en cada expresión... (&)
Y lo mismo para la segunda línea, con 2+; y para la tercera, con 3+...
Nos queda una nueva Tabla de sumar, que es una pequeña transformación
de la primera que teníamos, pero algo reducida:
(fig. B17)
Ahora, si te fijas, también se repite algo; esta vez, en las columnas... (&>
105
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cie2os
Como antes, quitaremos el primer número de cada expresión, y lo
colocaremos arriba. Pero, ¿para qué dejar el signo iguat lo quitamos, y ya esta...
+ 1 2 3 4 5 6 7 8 9
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
106
ANExO 2 7wvKLwAxoyla suma: una propuesta de itinerario didáctico
B) EN BRAILLE
Empezamos. ¿Uno más uno?...
(Muy posiblemente, el alumno responderá de inmediato: dos. Vamos a escribirlo, de
todas formas, y veremos si TJNKUNAKO está de acuerdo... En cualquier caso, se ejecuta la
prevista secuencia de órdenes manipulativas.)
YrYu .V
1+1= 2
(fig. BíS)
.LIIkU
Esta indicación tiene por objeto que, al
escribir en Braille, en una misma hoja puedan
caber
-suponiendo
hasta que
tres secolumnas
esté trabajando
de la con
Tabla;
la ~I~ItI
máquina Perkins-.
.LkI.ktk
Otra: ¿dos más uno?...
(fig T24) (fig T25) (fig T26)
YrYu 4
1+1=2 2+1=3
(fig. B19)
107
Iniciación al Cálculo Aritmético con nluin,nnc cienos
Se escribe en Braille la operación y resultado, a la derecha de las anteriores, en la
misma línea.
(fig. B20)
1+2= 3
(fig. B21)
108
ANEXO 2 T¡NKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
TABLA DE SUMAR
Salvo que el alumno cuente con un adiestramiento previo de cálculo mental nada
despreciable, le será casi imposible resolver de modo inmediato y verbal las sumas que
excedan la decena: 3+7, 2+8, 3+8, 1+9, 2+9, 3+9.
Pero quizás ocurra que las respuestas suijan de la observación de la porción de tabla
ya confeccionada; en especial, para: 1+9, 2+8 y 2+9. Se trataría de una estrategia y capacidad
de algoritmación quasi-espontánea muy a tener en cuenta; a provocar, mas no forzar.
De todos modos, se reitera la manipulación con TINKUNAKO, que fijará lo que será
una destreza básica en el manejo del dispositivo: paso o conversión a una unidad de orden
superior, por imposibilidad de introducir más fichas en un palito, y vaciamiento de éste.
109
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Dos son las razones especificas de la enseñanza de ciegos que justifican esta
disposición.
Finalmente, por la escasa longitud de la línea Braille, que obliga a una separación entre
columnas de uno o dos espacios, a lo sumo; puede ocurrir, que ni siquiera un espacio, según
las dimensiones del papel.
lío
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una nronuesta de itinerario didáctico
Asimismo, se omite la adición con el sumando “0” en cualquier posición, que si bien
resalta el carácter de “elemento neutro” y completa la correspondencia tabla - estructura, es
inútil a efectos de adquisición de automatismos de cálculo. El análisis estructural algebraico y
su expresión tabular más parece una goyería estético-matemática que una ventaja didáctica: si
se desea ejercitar esta fónnula representativa, no quedaría más remedio que elaborar la “Tabla
clásica” -de difidil encaje en Braille-, proporcionándosela al alumno ya terminada,
confeccionada porel profesor.
111
BIBLIOTECA
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cieeos
C) Aplicación a sumas por escrito de dos y tres sumandos de varias cifras, en los que
sea preciso”llevar” -transformaciones en una unidad de orden superior-, siempre dentro de
los límites conocidos; es decir, cuyo primer sumando sea menor o igual que 3, aun
incorporada una posible unidad por reducción del orden precedente.
112
ANEXO 2 T)NKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
Como ejemplo pueden servir:
121+369,232+495,313+599,2113+76988, etc.
O alternando dos sumandos diferentes (“subir la escalera, cuando se tiene una pierna
más larga que otra”):
- “ruedas” o “norias”; con eliminación por error y/o asignación de puntos por
detección de éstos;
113
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cieRos
- Cuadros o tablerosde sumas y restas, con itinerarios en busca de una meta prefijada.
Se trata, en general, de ejercicios que implican sumas cuyo pnmer sumando tiene dos
114
ANEXO 2 T¡NKUNAKO y la suma: una oropuesta de itinerario didáctico
u—. 731
a 410
• .ma. 1009
(fig. B23)
¿Cómo hacer?
Dos son las respuestas esperables, aunque no será extraño que el alumno se bloquee
115
)
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cieaos
Ahora sí será inexcusable el recurso a TINKUNAKO:
Primero sumamos tres de los números, y, a lo que nos dé, le sumaremos el cuarto. Y a
este resultado, le sumaremos el quinto.
116
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una uroDuesta de itinerario didáctico
Según la edad y nivel del alumno, las cantidades podrán ser mayores o menores, de
dos, tres o cuatro cifras. A efectos de adquisición del automatismo operatorio, es indiferente;
pero pueden surgir perturbaciones en el desarrollo de la practica, por el esfuerzo de memoria
inmediata que se le exige al alumno. Si aquí hemos optado por cantidades de tres y cuatro
cifras, es porrazones de espectacularidad.
(fig. T28)
117
.
Iniciación al Cálculo Aritmético con alunmos ciesos
¡ JA ¡ 1 ¡ 1 ¡
Más 2304 (&>
(Muy probablemen-
te, el alumno represen-
¡u u — — — —
¡u —
(flg. T30)
¿Para qué lo pones en esa línea, si vas a pasado en seguida a la otra? (&>
Súmala directamente, narás tiempo.
118
ANEXO 2 T)NKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
LLliii. .LLLLLL
LLIhI
(fig T37) LLIilI
(fig T38) LLIIIJL
(fig T39)
sisniovpliotrae, gaeaiu(nSnftetamdecntdtueaaunrrdualeecvoesourldemaaladrlnuloúmmiporsrneeocrotea:mí smpeeinslzetmaerr.oeáNoi.p)iytea, mosporspore tleai mIiiiII.
Más1234. ml-Ii-si’
(fig T40)
.~LI.LLLI.
rI~LIt (fig 41) ~I~I~Iilk
(fig T42) ( a l
LLLLLL LLLLLL.
• rI~It1 (fig T43) JILLLÉ
(fig T44)
119
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Conviene observar el valor que toma aquí la recomendación hecha en el apartado 3.6
del Anexo 1, sobre la conveniencia de tener permanentemente localizado el palito de un
determinado orden con la mano auxiliar para, a partir de él, localizar con mayor comodidad
y seguridad el correspondiente a la primera cifra significativa -orden mayor-, e iniciar sin
dilación la introducción de cifras.
En resunrn:
Para sumar con TJNKUNAKO, basta ir introduciendo las cantidades en la misma fila,
reduciendo a una unidad de orden superior -palito izquierdo- cada vez que se complete un
palito y sea preciso depositar en él una nueva ficha.
120
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
5 OBSERVACIONES
5.1 LIMITACIONES IMPLICITAS
El propósito fue muy claro: si el alumno ya sabe escribir -manejar- números grandes,
¿por qué no emplearlos de una vez por todas? ¡Si con TJNKUNAKO todo es igual de
sencillo! Siendo idéntica la técnica, ¿por qué dar cabida a la sospecha de que la dificultad es
función del tamaño de los sumandos?...
Por otra parte, puede llamar la atención el interés que se ha puesto en explicitar -que
no formular- las propiedades estructurales: conmutatividad, asociatividad.
Podría haberse elegido como columna de las unidades cualquiera otra, a condición
que su “lugar de orden” entre los palitos quedara “fijado” para las expresiones de las restantes
filas. También podríamos haber introducido las cantidades a partir del primer palito de la
izquierda, reajustando después las filas hasta lograr la correspondencia en columna de los
órdenes. Pero se corre entonces el riesgo de quedar faltos de espacio en lafila resultado.
121
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Fmalmente, puede echarse en ffilta el empleo en el dispositivo de la ficha especial
correspondiente al “signo de sumar”. La omisión es también voluntaria: en ausencia de
equívocos, reduzcamos las manipulaciones y elementos innecesarios.
122
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
En este segundo sentido, se vio, finalmente, que puede prescindirse, incluso, tanto
de la escritura como de la representación de los sumandos, para llegar a la suma total en
forma directa y sin perdida de eficacia. La escritura (Braille o tinta) permite reconstruir la
operación. La representación completa en TINKUNAKO, detectar posibles errores de
introducción de cantidades o de simple manipulación.
123
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
nuevas fichas
-contándolas o
no-, disponerlas
para su ingreso en
el palito elegido,
introducirlas una a
una 0 en grupo,
contar hasta
completar la cifra,
etc. (fig. T48).
(fig. T48)
ll
para cada uno de
2’ los órdenes
integrantes de la
cantidad a
124
1’
MO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
(fi!z.
la
asirnismo,
del
“línea
inmediata inferior”
T50);
(Como ejemplo para las figuras, se toma el utilizado en el Apartado 4.4: 2614 +
1738.)
Secuencia manipulativa.-
I (fig. T51)
125
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
126
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
(introducir)
-I C corrcspondi
ente (A12)
NO
en la “fila
resultado”.
(fig. T54). (tig. T54)
127
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
128
ANEXO 2 TIAWJNAK~ y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
T) Puede suprimirse el acto de “contar” las fichas para cada cifra del “primer
sumando” (el “inferior” o “más próximo”); ya que bastaría con “introducir fichas hasta
lograr la misma altura”. En cualquier caso, se facilita la comprobación de una copia o
representación correcta. Ventaja que, no obstante, se ve mermada si se aplicó previamente
A14, por haber alcanzado la decena la suma en el palito anterior.
3’) La inmediatez entre tila original y fila copia facilita la localización de “palitos
de la misma columna” (A6 y AS); aunque, por otro lado, se incremente la dificultad de
Al0 y A12.
129
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Secuencia manipulativa.-
130
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
(fig. T62)
131
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
B14.- Representar
(introducir) esa cifra,
teniendo en cuenta el
orden correspon-
diente (B13) en la
“fila resultado”.
(fig. T63)
B15.- Si esta
acumulación de
fichas (B14) alcanza
0 supera eventual-
mente las 10 unida-
des, efectuar la
manipulación de
conversión sucesiva
a una unidad de
orden superior. (figs.
T64, T65, T66).
0%. TW
132
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
133
Iniciación al Calculo Aritmético con alumnos cieaos
Por cierto: pueden darse situaciones -aunque muy escasas- en las que deba
reiterarse B15 antes de continuar con un nuevo B7. Cuando el palito de la izquierda, al que
se incorpora la nueva unidad, se halle ocupado por 9 fichas, fruto de suma parcial anterior
-tekicamente: un 4,5%-. Y aún ésta puede repetirse más allá -te&icamente: un 0,45%-.
Secuencia manipulativa:
134
ANEXO 2 TZNKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
135
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
C14.- Representar
(introducir) esa cifra
(C12), teniendo en
cuenta el orden
correspondiente
(C13) en la “fila
resultado” m.
l-70).
(fig.T70) I
136
ANEXO 2 TINKIJNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
(excepcionalmente:
NO sucesiva) a una
unidad de orden
superior (figs. T71,
T72, T73, para el
primer caso que se
presenta).
137
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
4338 + 10 = 4348
-4348+4=4352
138
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
Evidentemente, la técnica es
independiente del orden seguido para las
columnas, tal como ocurria en la técnica
B). Puede decirse también que
desaparece la norma del algoritmo
“tradicional” de “proceder por
columnas”; 0, al menos, que queda
encubierta al intercalarse la copia de uno
de los sumandos, equivalente a bajar uno
de ellos a la “lfnea resultado”.
A efectos operativos en
TINKUNAKO, carece de interés -al
igual que las anteriores-. Cuenta con
alguna ventaja manipulativa, y refleja en
cierta medida un modo de proceder en
Cálculo Mental. No se corresponde en
modo alguno con el “calculo escrito”.
139
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(PROPIO DE TINKUNAKO)
Secuencia manipulativa:
140
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
(IX) en el “palito”
141
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Con esta técnica desaparecen todas las normas del “algoritmo tradicional”, que
establecían una rígida estructura en los pasos del proceso: no importa por qué columna o
línea se comience o prosiga. Si se desea, se ha forjado un algoritmo de regla única:
“acumular todas las fichas en la misma fila; asumidos los dos principios básicos o reglas
fundamentales de representación de cantidades en el TINKUNAKO - valor posicional y
conversión en unidades de orden superior-.
1”) Una vez introducidas las cantidades sumandos, no es preciso “contar fichas”
-como ocurría en las etapas A7, B8 o C7-, ya que basta con tomarlas una a una o por
grupos, y pasarlas directamente al palito correspondiente de la lila suma -el otro sumando-.
142
ANW(O 2 TINKIJNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
Secuencia manipulativa:
143
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
144
ANEXO 2 TINKUNAKO y la suma: una propuesta de itinerario didáctico
145
Iniciación al Cálculo Aritmbtico con alumnos ciegos
También aquí debemos aclarar que no es imprescindible trabajar con ambas manos,
sino que el empleo de las dos manos facilita la manipulación en el dispositivo.
Tampoco en este caso es necesario acudir a cálculo mental alguno, ni, por
consiguiente, a conocimientos previos de sumas por sencillas que fueran. Podría, pues,
emplearse como método de introducción a la operación; mas la dificultad apuntada nos
mueve a desistir de ello.
146
ANEXO 2 ~KUNAKO y Ia suma: una uropuesta de itinerario didáctico
147
Iniciacih al CXlculo Aritmético con alumnos cieeos
Pero aún hay más: puede combinarse la imagen intfaior de TINKUNAKO con la
percepción del esquema corporal, y liberar la mano auxiliar de la función localizadora del
palito destino, que es asumida por la mano direchii.
De este modo, la mano auxiliar podría pasar a ejecutar también todas las funciones
encomendadas a la mano direcb-ik, actuando ambas manos independientes y en coordinación.
La consecuencia es altamente “rentable”:
148
ANEXO2 TINKUNAKO y Ia suma: una propuesta de itinerario didáctico
El criterio que aquí proponemos se aplicó desde un principio -en el Apartado 4.1-: en
aquélla que contiene la canrihd mayor. Que no tiene por qué coincidir con la que cuente con
mayor numero de fichas en términos absolutos.
Por consiguiente, queda abierta la posibilidad de adoptar uno u otro, en función de las
aptitudes individuales y situación concreta de cálculo.
149
Iniciación al C&lculo Arititico con alwnnos ciegos
Los juegos de “suplementos” que se proponen corresponden alas bases “5” y “7”. Los
primeros, elevan la base del módulo hasta la altura “S’, permitiendo una capacidad de 4fichas
por palito, chimo dígito en “base 5”. Los segundos, la elevan hasta altura 3, permitiendo
una capacidad dc ófich.s, máximo dígito en “base 7”. Si sc superponen ambas, la capacidad
de cadapulir se reduce a una únicaficha: estaríamos en situación de trabajar en “base 2”.
150
ANEXO 2 TlNKuNAKO y h suma: una prOpUeSta de itherari0 didácdC0
(fig. T96)
151
Iniciación al Cklculo Aritmético con alumnos ciepos
S610 resta llevar las 4fich~z.s de las unidades a la fila de nrriba. Al encontrarse en su
cohmna con otraficha, obliga a una conversión a orden superior (figs. T98, T99 ).
152
B) EXPRESIONES DECIMALES
/ @g.TW
Pronto la experiencia enseñará qué espacio entre palitos debe elegirse para el
emplazamiento de la “coma”, en función de las cantidades que se estén manejando, que la
previsión nos aconseje, o en quéfila debe destinarse como línea resultado.
153
Iniciación al CXlculo Aritni&ico con alumnos ciegos
Es innecesario añadir que tampoco ofrece ninguna dificoltad la consklemci6n
combinada de “númmos decimales” y “base de nomeraci6n”.
C) NUMEROS ENTEROS
Evidentemente, nos referimos a las sumas en las que intervienen “enteros negativos”.
También es evidente que esta potencialidad no deberá ponerse de manifiesto mientras no se
disponga de on signiíicado y representación para los números negativos; esto es: hasta que se
haya abordado la “sustmcci6n” en la mayor pase de. sus aspectos.
Como se indicó más arriba, cate combinar estos conceptos con el cálculo en sistemas
de numeración no decir& conforme a los “suplementos de bases” proporcionados, en “base
509,“& 7” y “h 2”.
154
ANEXO 2 Z’NKUNAKO v la suma: una prouuesta de itinerario didáctico
INDICE
Il TEVKUNAKO Y LA SUMA: UNA PROPUESTA DE lTINERARI0
DIDACTICO.-
4 Modo de operar.
4.1 Una operación con TINKUNAKO.
5 Observaciones.
155
ANEXO 3: RESTAR CON TINKUNAKO:
UNA PROPUESTA DE ITINERARIO DIDACTICO
Sin diíicultad, pueden allegarse eramciados en los que cada uno de estos pares
duales de tkminos representen acciones opuestas, ya sean de suma, ya de resta
En nuestro diario quehacer, ciertamente sumamos más que restamos (nos damos por
excusados de ejeqticar); si bien es cierto que no pocas veces efectuamos testas bajo la
forma de “sumas solapadas”. Pero aún es más notable -a nuestro juicio- el diferente
comportamiento léxico (Nos referimos al fenómeno del español.)
Sia embargo, la “resta” 0 “sustracci6n” -y sus verbos “restar” y “sustraer”- apenas son
empleados en el habla común. No ya del niño, sino tampoco del adulto; y lo que es más
grave: pti en los enunciados de problemas propuestos en los textos!
En general, podríamos agrupar las cuestiones que teclaman la diferencia entre dos
cantidades en dos grandes epígrafes:
1”) Las que preguntan sobre “cuanto queda”, “cuanto sobrar”, “cuanto ha ganado,
aumentado, crecido, engordado...“, “cuanto ha perdido, disminuido, adelgazado, Es cecm
“cuál es el resto mal, tras retirar una determinada cantidad -sustraendo- de otra actual
-minuendo-. Se corresponden con la idea de “quitar”.
2”) Las que preguntan sobre “cuanto falta”, “cuanto añadir”, “cuanto debe ganarse,
aumentar, crecer...” Esto es: “cukl es la diferencia potencial entre la cantidad actual
-sustraendo- y la potencial 6nal -minuendo-“. Se corresponden con la idea de “poner”.
158
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
Esta distinción nos será de sumo interés: dará lugar a dos técnicas de trabajo en
TINKUNAKO y a las consiguientes dos técnicas operatorias en CXlculo Mental.
Determinemos, pues, con carácter preliminar, los Objetivos que informan el presente
Capítulo, ordenados temporalmente por el itinerario que lo estmctura.
No es preciso insistir en gue estas páginas pretenden ser algo más que un simple
“manual de instrucciones” para TINKUNAKO. Como en el caso de la adición, perseguimos
objetivos didácticos más ambiciosos: el desarrollo armhico del “triángulo de competencias
calculatorias” -Clculo en el dispositivo, C&lculo Escrito y Cálculo Mental. En esta ocasión,
respecto de la operación de restar o sustracción.
159
iniciación al Cúlculo Aritmhico con alumnos ciegos
160
_Bnexo 3: restar con TNQDP&Q
Destrezas de F’re-Cálculo:
Destmz.asde c2ilculo:
161
Iniciación al C&olo Aritmktico con alumnos ciegos
Esta última sería claramente soslayable,en principio: cabe una introducción a la resta
independientede la suma, aunquecon merma conceptual.
162
Anexo 3: restar con m
3. SITUACIONES PROBLEMATICAS Y DE PARTIDA
(No ohides que cada contenedor lleva 10 cajones con 10 cajas cada uno, y cada caja
empaqueta diez botellas.)
B) En la barcaza en que Aniceto sale a dar una vuelta por la costa, un solo remero va
sentado en la banca de delante, dos en la siguiente, otro en la de más atrás y, lbtalmente, tres
-contando a Aniceto- en la última.
¿Sabrías de& cuántas plazas quedan libres? (Te recuerdo que en cada banca caben 9
remeros.)
E) Tras la fusión en uno solo de los dos talleres con que contaba la empresa de
Edelmiro, result6 una plantilla de 2 técnicos, 7 jefes de equipo, 5 oficiales y 7 aprendices.
F) Filomena, Mirian y las flores. Esta vez ha sido Mirian quien ha llegado a casa con
un ramo formado por 7 rosas, 9 claveles y 6 margaritas.
Filomena -que de. esto entiende- desecha dos rosas, tres claveles y una margarita, por
estar algo mustias... Con las que le quedan y otras que obtendrá por ella misma, piensa hacer
una bella composición para el florero del comedor: dos camelias, dos rosas y dos claveles.
@cintas deberá conseguir, para ir luego al ‘mercadillo de las flores” y cambiilas por
el conjunto deseado?
(Ya sabes que cada camelia puede cambiise por diez rosas; cada rosa por diez
claveles; cada clavel por diez margaritas.)
G) Don Decenio cuenta en su granja con dos cerditos, un cordero, seis gallinas y un
solo pollito.
Contiando en su hijo Aniceto, le entrega todo el dinero que tiene ahorrado, para que
adquiera en el mercado cuantos animales pueda. Pero le indica expresamente: “en la granja,
cuantos menos animales, mejor”.
163
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Aniceto es un chico avispado... Don Decenio se encontró con tan s610 tres cerditos y
cuatro corderos...
¿Qué serías tú capaz de comprar con el dinero que llev6 Aniceto? (No olvides que un
cerdo vale lo que 10 corderos, un cordero lo que 10 gallinas, una gallina lo que 10 pollitos.)
H) iAh, don Homobono y su hotel!...: acabara por volver loco incluso al cocinero...
Anoche, cuando se marchó, quedaban cuatro clientes en la planta superior -la cuarta-,
uno tan sólo en la tercera, seis en la inmediata inferior y dos en la más barata -la primera-.
Cuando llega por la mañana, se encuentra con que hay seis clientes en la cuarta planta, la
tercera y segunda están vacías, y ocho duermen apaciblemente en la primera... Se entera,
ademas, que ninguno marchó de propia voluntad, salvo los que don Homobono echara al
completarse los nueve de una planta y tener que alojar a otro más, que envió a la inmediata
superior.
$s que llegaría algún nuevo grupo de desdichados turistas durante la noche?... ¿Qué
peticiones harían?...
Pero que esta ayuda no sea ni más de la que estrictamente necesita el alumno para
poder hacer el resto por sí mismo, ni menos de la suticiente para evitar que se quede enredado
en la tela de arana de la presentación. Que aprenda a descubrir:
Aunque pudiera parecer reiterativo, recordemos que las situaciones operatorias que
se plantean en los distintos momentos del Itinerario prescinden del signiticado contextual,
reduciéndose a simples expresiones numkicas; unas veces, ya dispuestas para la intervención
manipulativo-calculatoxia, podrían corresponderse muy bien con los “datos” pertinentes de
una “situación problemática; otras, pendientes de una interpretación ñsica, como “resultado”
o “solución” buscada, estado de variación de los valoresiniciales, etc.
164
Anexo 3: restar con m
Recordemos también, pues, que las expresiones “introduce las cantidades”,
“pon en TINKUNAKO”, “escribe estos números”, etc. que aparecen al comienzo o final de
cada tramo, s610 pretenden completar la redacción del “diAlogo simulado” que se ha elegido
como forma expositiva. En la práctica de aula es recomendable, por consiguiente, la alusión
recursiva ah “situación de partida” y sus elementos constituyentes o descriptivos; alusión que
también podría hacerse extensiva, incluso, a los propios elementos manipulativos, tal como se
recomendaba al iniciarse el alumno en la “escritura” (representación) numérica en
TETKUNAKO. Es el caso de “columna” y “ficha” (orden de unidades), cada una de las
“íilas”. etc.
165
Iniciación al Calculo AritmWo con alumnos cienos
4. MODO DE OPERAR
(fig. ‘I-0)
I ,C~IJ te la mglanás, para saber cuantas fichas separan ala cantidad menor de la mayor? I
166
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
Sin embargo, existe una presentaci6n más simple y desahante -más elegante,
también-, que será la que adoptemos como modelo-base:
Haciendo lo mismo en las dos tilas, intenta que una de ellas quede vacía.
Ese. “haciendo lo mismo en las dos filas” lleva implícitas dos condiciones. Una,
conocida, que suponemos ya asumida: “en la misma columnaforden”. La segunda es una
“regla de juego”, que se impone como condición esencial, deíinidora de la operación a
desarrollar “poner o quitar fichas (en la misma columna) no altera el resultado”.
Conviene resaltar que esta “regla operativa” se toma como “deiinición de la resta”,
mientras que en la definición ordinaria (como “suma complementaria”) y en el algoritmo
escrito tradicional es una simple propiedad (Apartado 4.8); sin embargo, juega un importante
papel en el cálculo mental. En el Apartado 5.2, al hacer un estudio comparativo de diferentes
algoritmos en TINKUNAKO, puede encontrarse una demostración informal de la
equivalencia.
“Si una operación en N es tal que sumando o restando a los dos operandos un mismo
número el resultado no se altera, y si 0 es su neutro por la derecha, dicha operación es la resta
Ordinaria.”
(kr “condición del neutro”, como es evidente, estaba también incluida en el enunciado
de la situación problemática.)
a*b=c=>(a-b)*@-b)=c=>(a-b)*O=c=>a-b=c.
167
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Con la ayuda de Tinkunako, vas a obtener otra nueva cantidad relacionada con esas
dos. Primero, escríbelas en papel, separadas por algún espacio en blanco.
I 1534 321 I
(fig. Bl)
Entre ellas, vamos a escribir un signo que nos indica qué haremos: el signo “-“.
168
Anexo 3: restar con TlNQ.JNAKO
Espera un momento: nos tomaremos la molestia de escribir lo que nos va quedando:
f l l *“~,j”r l # EM-321=
J’ : “‘,# l m 1234-21=
(fis. B3)
LLLL ‘111)
(fig.‘W m. Th)
f l ‘*“*,p l 8
1534-321=
4’ : “1-J’ l =
123421=
3’ * l ‘A’ tl
1214-b
(6% w
J l %“*,p l 8
1534321=
4’ t “““J> l a
123421=
5”‘-“J’,, 1214-l=
x * l -,.?+l 1213-O=
J’ : ’ - 1213
169
Iniciación al CSlculo Aritx~~+ticocon alumnos ciegos
DEFINICIONES
iMuy bien!: 1213. Vuelve a escribir fa expresión que tenias al principio, pon
detr& el “signo igual” (en Braille: y tres puntos) y, a continuación, este resuftado.
.).”
1213
Lo que has hecho con 1534 y 321 se llama “resta”; por eso, el signo ‘-’ se
llama “signo de restar”, y se lee “menos”. Como ya sabes, el signo “=” se llama
*signo igual”, y se lee “igual a”.
Lee completo esto último que has escrito. mil quinientos treinta y cuatro,
menos trescientos veintiuno, igual a mil doscientos trece.
Esta forma de obtener una nueva cantidad a partir de otras dos, ademas de
“resta” tambien se le puede llamar ‘diferencia” o “sustrarxión”. Es una operación
entre números.
170
Anexo 3: restar con m
4.3 COMO AFECTA JXL ORDEN
Veremos si con la resta ocurre otro tanto. Para ello, haremos el ensayo con las
mismas cantidades de antes. Vuelve a escribirlas -1534 y 321-, pero cambiio lasfifilas en
que estaban. (Se retiran las fichas de 1213, y se colocan, de nuevo, las de 1534, abajo, y 321,
tih)
321-1534=
21-1234=
l-1214=
(fiz. B9)
171
I I 321-1534=
21-1234=
Gs2.a l-1214=
Itirada
o-1213=
(fig. TlO) (fig. BlO)
I
Lee la cantidad que te ha dado corno diferencia (&) Mira a ver si coincide
con lo que te dio antes. (&)
Por esta razón, vamos a conservar el signo “menos” delante de 1213 cuando
escribamos la opxaci6n completa:
I 321-EM= -1213 I
(fk. B11)
172
También podemos escriiirlo en columna:
-: l
321
l 5-9
1534
.*."
-1213
(fig. B12)
Así pues, @odemos decir que el orden en que coloquenws las cantidades
sólo repercute en la posición en la que quede el resultado, o en que deba o no
escribirse con el signo “menos” delante. Pero el “valor” de la resta “parece” ser el
mismo.
Lo más importante es que, por esta vía, los núnwos negativos han surgido
espontánea y operatoriamente, insertos en el engranaje de cálculo, y con significado concreto
en la mayoría de los contextos que dan marco alas situacionesproblemáticas.
173
Iniciación al C&do Aritmético con alumnos ciegos
iYa sabes restar1 A ver si es cierto: vas a hacerlo con otras dos cantidades;
Por ejemplo, con 1723 y 564.
Dáselas a TINKUNAKO y escríbelas tambik en papel. No olvides poner el
“signo de restar” entre ellas. iCuidado con el orden de las dos cantidades!
1723~564=
(fig. T12)
174
Nada más puedes hacer por ahora en
esa columna. Vamos con la última.
(ñgs. TH)
&Que ocurre? LQue es imposible quitar fichas de las dos filas a la vez?
Arreglatelas como puedas, porque hay que dejar fichas en sólo una fila. Tú veras.
Voy a darte una pista: aunque no haya fichas en ta columna del 4, las hay
en la fila superior, a la izquierda. ¿Sabrías decir &mo llegaron hasta ahf?... Por
ejemplo, las que forman el “2”... (&)
&No serfa porque estaba lleno el palito anterior, y llegó una nueva ficha?
(4
(fig. T16)
175
Iniciación al Cálculo Aritnktico con alumnos ciegos
Como no podemos quitar “6” donde sólo hay “2”, hacemos que vuelva attis
una ficha de su izquierda -del palio donde habla “7”-, que vale por diez, y, en
total, hicieron... (&)
Ahora ya sabtis qu6 hacer para eliminar ese “1” que te queda en la
columna de la derecha en la fila de abajo... (&)
176
Anexo 3: restar con TINKUNAKQ
(fis. T19)
(fig. T20)
I 1723~564= 1159
I
(fkB14)
Pero ya sabes que en papel se puede escribir de dos maneras: en línea
(una cantidad detr& de otra), o en columna (una debajo de otra). Hazlo también
de esta forma.
177
Iniciaci6n ai CáIcuIo Arhéticm con alumuos ciegos
l le: ”
1723
*d-a -564
. . . . ..
1159
(fig. B15)
178
Anexo 3: Estar con TlNKuNAKo
I (fig.T21)
Antes de empezar, dime: Aseti precisa la marcha atrás con fichas de la fila
superior?... (&)
0%. T22)
(fig. T25)
,
(fig. T26)
180
l (fig. T30)
I (fig. T3 1)
Recuerda que antes hemos ido quitando fichas en la misma columna: del
palito de la fila de arriba y de la fila de abajo a la vez. Es lo único que podíamos
hacer. incluso, si nos qued8bamas frenados porque parecía imposible, dábamos
marcha atr& a alguna ficha de la izquierda. En cualquier caso, nuestro objetivo
era que quedasen fichas en sdlo una fila; entonces era cuando de verdad
terminkbamos la operación.
Lo más trabajoso era la marcha atrás, dverdad? Pues vas a aprender otra
forma de restar, en la que no hace falta ese procedimiento tan enojoso.
181
&~e es lo contrario de “quitar”? (&) &Ponefl (&) Pues bien: en lugar de quitar,
ahora vamos a poner fichas en el palito de arriba y en el de abajo, de la misma
columna, a la vez para que no se enfaden...
Porque: ¿pasa algo si añadimos fichas a los dos palitos de una misma
columna? (8~)
(figs. T33)
(fig. T34)
182
Anexo 3: restar con TJNKUNAKO
183
Inicia&% al C&ulo Aritm&ico con alumnos ciegos
No se trata de profundizar en cuándo y por qué debe aplicarse una u otra estrategia.
Precisamente es éste un dominio idóneo para la investigación personal, el ensayo, la
rectificación sin graudes costos, etc.
Asi pues, podemos restar de dos formas: quitar y poner fichas. La idea de
quitar se corresponde con la de “averiguar ct&to queda”; la de poner, con la de
“averiguar cuánto falta”.
Tenlo muy presente, y cuando tengas que hacer esta operación con
TINKUNAKO piensa antes en qué columna o palito te conviene más una u otra.
Una experiencia has sacado: hay que fijarse sobre todo en la cantidad más
pequeña, no importando si está arriba o abajo. Si las cantidades tienen distinto
número de cifras, la que tenga menos; si tienen igual tamario, aqu&la cuya cifra de
la izquierda sea menor.
I l-l= 0 I
(fig. B17)
185
Iniciii6n al Calculo Aritmético con alumuos ciegos
La expresión Braille conviene situarla en la misma línea que la anterior, separada tres
0 cuatro espacios. Mientras que en tinta, escribiis en colunma.
(fig. B18)
4’ A’ 80
04’ ,ai* d’
PA’ d’
l-l= 0
2-l= 1
3-1=2
(fig. B19)
186
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
operación con
TINKUi& (; (fig. T‘W (fig. T41)
Pásalo al papel Ten muy presente cómo debes escribir el resultado, según que acabe
estando en hfih de arriba o en la de abaj,. (En Braille: debajo de l-l= 0; en tinta: en la
primera línea, a continuación de l-1=0.)
l-2=-1
(fig. B20)
&si que 1 menos 2 es...? (&) Mira a ver qu6 daba 2 menos 1. (&)
187
Iniciación al Cálculo Aritm&ico con alumnos ciegos
Esta “Tabla” tan poco usual -y nada prkrica- requerirá, muy posiblemente, más de
una sesión para ser completada. Si su utilidad es prácticamente nula a efectos operatorios,
transmite al alumno confianza en su modo de trabajar, desvanece el miedo a los números
negativos e introduce a una técnica kcuente en calculo mental cuando el minuendo es menor
que el sustraendo.
Salvo que el alumno cuente con un bagaje previo de cálculo mental nada
despreciable, le sera casi imposible resolver de modo inmediato y verbal la mayoría de las
operaciones que integran esta “Tabla”. Pero puede ocurrir que las respuestas surjan de la
observación de la porción ya confeccionada, en especial como se ha indicado, sirviendose de
las expresiones sim&ricas ya escritas.
l-1=0 l-2=-1 l-3=-2 1-k-3 l-5=-2 l-6=-5 l-7=-6 l-k-7 l-%-a l-10=-9
21~1 22=0 23=-1 2-4=-2 2-5~3 2-&-t 2-7=-S 2-e-6 2-9=-7 2lo--8
Sl=2 3-2=1 3-3=0 3-4=-l 3-f-2 3-6=3 3-734 Sc?=-5 PI== i%lO=-7
4-l-3 42=2 43=1 4-4=0 45=-l 4-632 4-7-3 4a-4 49--5 410=-6
S-l=4 5-2~3 5-3~2 54~1 5-5~0 5-6=-l 5-7=-2 5-8=-3 5-9~4 5-lo=-5
6-1=5 6-2=4 6.3c3 6-4=2 6-5=1 6-6=0 67=-l 6a=-2 6-e-3 6-10=-l
7-1~6 7-2~5 7-3~4 7&3 7-5~2 7-6~1 7-7~0 7-&-l 7-F-2 7-lO=-3
ll-l=10 ll&9 ll-358 ll&7 11-5~6 llác.5 11-7~4 ll-&3 ll-9=2 ll-lo=1
(ñp. BT)
En Braille, para hacerla más manejable, esta Tabla ampliada puede descomponerse en
bloques de tres colmnnas, que se corresponden con aquellas restas cuyo primer operador sea
1:2:3,4:5:6,7:8:9 etc.; hasta llegara las más interesantes: 10:11:12, 13:14:15...
188
Anexo 3: restar con TlNKuNAKo
Pon sobre el borde de la mesa dos dedos extendidos de tu mano izquierda. (&)
¿Coántos dedos deber& enseiiar de tu mano derecha, para que aparezcan seis en
total?
En una mano guardo tres caramelos, y en la otra... Te los daría, si acertaras cuántos
tengo en la mano derecha.
5-2,8-3,7-4,9-2.8-2, etc.
Seguro que recuerdas bien la primera operación que aprendiste con TINKUNAKO: la
suma. Pues ahora vamos a combinar soma y resta. iA ver que tal te portas!
6+8= .... -2= .... +4= ...>-5= .... +8= ...>-3= ...>-2=...
15-k ...>+4= .... -3= .... +8= .... -3= .... -3=...
189
Iniciaci6n al Cálculo Aritmético con alumnos cie.gos
f*‘,J”rtX-
945
(fis. B21)
9-4=5 54=9
1
(fig. B22)
S-3=2
(fig. B23)
Lee bien esas dos expresiones. (&) ¿Verdad que parecen capicúas? (&)
Sc510cambian los signos que hay entre las cantidades.
190
Anexo3:restarconTINKuNAKo
(fig.T42)
(fig.T43)
191
Iniciaci6n al Cklcdo Ari!m&ico con alumnos ciegos
(fis. T45)
Si a la segunda cantidad de una resta -la que está tras el “signo menos”- le
sumamos lo que nos dB como diferencia, obtenemos la primera cantidad -la que
esti delante del “signo menos”-.
192
Anexo 3: restar con TlNKuNAKo
Correcto. ¿Ves las dos etapas?: Subir hasta diez, que es completar con
dos fk&as hasta pasar al palko siguiente. Y, en la #a superior, sumar esas dos
fichas a las tres que ya habia.
193
Iniciación al Cálculo Aritmético con almos ciegos
Por eso es muy útil saberse de memoria las diferencias entre 10 y las cantidades
menores. Porque, después, basta s-lo que pase de 10.
194
Anexo 3: restar con TlNKUNAKO
Como antes, en dos etapas primero, baja de treinta y cinco a treinta, que
es muy fticil... (&) Ya has cubierto cinco del recorrido total; hasta siete, te
quedan... (&), que deber& bajardesde treinta... (&)
257=...
45-7=...
55-k..
Y @te tambitb que la ~$22 de la izquierda -un orden superior- disminujr en una
unidad.
Con nuestra tknica de las dos etapar: Menta y seis, @asta setenta?... (Br) Y... (&),
ocho; @.enta meaos dos?... (Br)
195
Iniciación al CAkxlo Aritmhco con alumnos ciegos
Con TINKUNAKO
(fig. T59)
Compruébalo en papel:
t)r 76
1& -28
___
wm 48
(fig. B26)
196
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
3579
-1492
(fig. B27)
Aunque puedes empezar por donde quieras, buena cosa es hacerlo por la
derscha... Por si acaso tienes que andar añadiendo unidades a la columna de la
kquietda, y cambian las cifras... j&)
(fig. B28)
3579
-1492
87
L
(fig. B29)
-WI.* 3579
l s*: -1492
____-_______
d&tl 087
(fx. B30)
197
Iniciadn al Cálculo Aritmético con ahmnos ciegos
-*.tl** 3579
l ***: -1492
_______._
2087
t aNDa
(fig. B31)
3579
-1492
___--___-___
(fig. B32)
“uw 3579
-1492
l v**a
___________
21
t*
(fig. B33)
3579
-1492
(fig. B34)
Pero aquí, habría que volver a la columna de la izquierda, porque, has necesitado
restar 9 de 17, ya que no bastaba con 7para restarle 9...
198
Anexo 3: restar con TlNKUNAKO
199
Iniciación al Cálculo Aritm&ico con alumnos ciegos
Ya no estamos limitados por los horizontes de “cantidades menores que 20”, como
nos ocurría en las propuestas Actividades A), B) y C) del Apartado 4.7. Al igual que en la
adición, estamos en condiciones de organizar Actividades en forma individual o en grupo,
pequeño o mediano, que comieran viveza mítica y competitiva al quehacer del aula:
0 alternando dos operadores diferentes (‘bajar la escalera, cuando se tiene una pierna
más larga que otra”):
- “ruedas” 0 “norias”; con eliminación por error y/o asignación de puntos por
detección de éstos;
- Cuadros o tableros de sumas y restas, con itinerarios en busca de una meta prefijada.
200
Anexo 3: restar con TmIaJNAKo
¿Te acuerdas c&no hacíamos para sumar toda una serie de cantidades
grandes con TINKUNAKO? (&)
Ni siquiera necesitábamos escribirlas: las 1-s introduciendo en la mis~fih, sin
preocupamos de más. Bueno sí: teníamos cuidado del palito al que tenía que ir cada cih los
miles con los miles, los cientos con los cientos...
Pues ahora vamos a hacer algo parecido: aprovechamos de TZNKUNAKO, para que
él calcole una colección de cantidades grandes operadas por sumas y restas (lo que se llama
una “snma algebraica”).
(fig. T61)
(fig. T62)
201
Iniciación al ChIcdo Aritmético con alumnos ciegos
(fig. T63)
IIIIII
0%. Ta) m T65)
(fig. T67)
IIIIII I
202
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
(Fig. l70)
203
Iniciación al Cklculo Aritt&ico con alunmos ciegos
-
Idiird4
(fig. TU) m. TW
Que leeremos.. . (&): menos doscientos cuarenta y siete., por estar en la
fila de abajo.
205
Iniciación al CXlculo Aritm&ico con alumnos ciegos
Hemos trabajado con TZNKUNAKO como “ábaco doble”: en cada “ábaco simple” o
fila se efectuaron las correspondientes sumas de términos positivos y negativos
independientemente, para culminar en la sustracci6n de los resultados parciales. Tal como de
ordinario se procede por escrito.
206
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
5 OBSERVACIONES
5.1 LIMITACIONES IMPLICITAS
a) “Si a los dos tkrminos de una sustracción se les resta una misma cantidad, el
resultado no se altera.” Fundamento de la técnica de “quita?‘.
b) “Si a los dos términos de una sustracción se les suma una misma cantidad, el
resultado no se altera.” Fundamento para la técnica de “poner”.
Que son aceptadas sin resistencia por el alumno, ante situaciones fkicas; de las que
TINKVNAKO es un buen ejemplo en la dimensi6n de UM columna.
207
Iniciación al Calculo Aritmético con alumnos ciegos
El itinerario didactico aquí diseñado -que tiene como Objetivo esencial introducir al
calculo con TINKUNAKO, no lo olvidemos- elimina los t&minos iniciales de la sustracción,
minuendo y sustraendo; para ofrecer la diferencia entre ellos como única expresión numérica
ñnalmente presente en el dispositivo. Se pierde, pues, la referencia lXsica a dichos términos, en
aras de una mayor operatividad y sencillez manipulativa.
208
Anexo 3: restar con TIhKUNAKO
A su vez, esto
jla$‘m implica: tomar nuevas
fichas -contándolas o
no-, disponerlas para
su @eso en el palito
elegido, introducirlas
una a una 0 en grupo,
contar hasta
completar la cifra, etc.
(lig. T87).
(fig. T87)
209
ri
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(Como ejemplo para las figuras, se toma el utilizado en el Apartado 4.4.4: 1723 -
564.)
Al igual que se observaba en el Anexo II, es evidente que, incluso en esta operación
inicial de “introducción de los sumandos-dato” la complejidad manipulativa está en
proporción directa a la complejidad espacial: cuando se empleen sólo “dos líneas” (modelo
C), la “segunda línea” -0 “inmediata inferior a la línea superior”- pasa a convertirse en “línea
inferior” en sentido absoluto, más próxima y accesible al operador en esta situación que en las
anWioEs, entorpecida en cierta medida por una “línea” interpuesta.
“Secuencia operativo-manipulaha:
210
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
NO
1d AlO.- Localizar el “palito” correspondiente a la
misma “columna” (orden) a operar en la “fila
cl
10 superior” (“minuendo”).
t-l
ll
211
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
212
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
r ...3
(fig. T96)
~ ___..._... - - i
i
,..’
,. 17 // A17.- Efectuar la “lectura” o “reconocimiento” de la
/.>;- ................._...... cantidad diferencia resultante.
19 Para determimr en AO cual de las cantidades actuara como minuendo -la mayor,
en valor absoluto- y cual como sustraendo -la menor, tambien en valor absoluto-. Podrkn así
emplazarse adecuadamente las cantidades de forma analoga al algoritmo escrito-,y deducirse
el “signo del resultado” (en caso de adoptar la opciones A5 y A16).
213
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
altura de la “torre”/cifra de la
“línea superior” -“minuendo”- a) no es preciso incremxto b) sí es preciso incremento de
respecto de la “tone”/cifra en la de compensación compensación
“línea media” -“sustraendo”-
mayor la Ib
igual 2a 2b
menor 3a 3b
Cuadro.- Necesidad de incremento en una “unidad de orden superior” para una resta
parCid.
altura de la “tone”/cit?a de la
“línea superior” -“minuendo”- a) no es preciso incremento b) sí es preciso incremento
respecto de la “torre”/cih en la de compensacih compensac&
mayor no no
igual no sí
menor sí sí I
214
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
- Directamente. Forma ordinaria, tal como se realiza en el ejemplo: “de 4 a 13, 9...”
@ara la “columna de las unidades”; caso 3a), “6 y 1, 7; de 7 a 12, 5...” (“columna de las
decenas”; caso 3b).
lO+a-b=a+lO-b=a+(lO-b);obien,
lO+a-@+l)=a+lO-(b+l)=a+(9-b)
En nuestro ejemplo, resultti “de 4 a 10.6; más 3, 9...” (“columna de las unidades”;
caso 3a), “de 6 a 9,3; más 2,5...” (“columna de las decenas”; caso 3b).
lO+a-(a+l)=a+lO-a-l=a+(9-a)=9
215
Iniciación al C&ulo Aritmético con ahnnnos ciegos
216
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
Esta versión de “alteración de los datos” que favorece el rwurso a la vía manipulativa
para ciertas “diferencias parciales” se contempla en el modelo B).
“Secuencia operativo-manipulativa:
217
Iniciación al Cálculo Aritm&ico con alumnos ciegos
(Una vez introducidas las cantidades en las etapas BI a B4, sobre m5dulosr’lheas”
ensamblados 0 separados -aunque próximos en paralelo para facilitar la decisión en esta
etapa-:)
(fig. TlOO)
BS.- Para cada una de las c: 1s del sustraendo
(Yínea media”), procediendo de derecha a
izquierda:
218
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
219
Iniciación al Cálculo Aritm&ico con alumnos ciegos
1
A su vez, esto implica: tomar
nuevas fichas -contándolas o
no-, disponerlas para su
ingeso en el palito de la 6la
resultado” (dete-0 eu
A14), introducirlas una a una
0 en grupo, contar hasta
completar la cifra (A13), etc.
(fig. T104).
(fig. TN)
B8’.- Reiterar de derecha a izquierda las etapas B9 a
. 8’ B16 en las columuas de los distintos órdenes presentes
-I en uno u otro término. (figs. T105, T106, T107,
220
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
221
Iniciación al Calculo Aritmético con alumnos ciegos
Aunque puede tropezarse con un inconveniente -10% de los casos-: no existen fichas
en la colmnna de la izquierda del minuendo -es un “O”-... ¿Qué hacer entonces? Habría que
proceder auna conversión una “columna” más allá..., etc.
Bl4’.- Si aquélla resulta inferior, incrementarla en diez unidades, añadir una “ficha” en
la “colmnna”/orden inmediata izquierda” de la Wa media” (“sustraendo”) y efectuar el cákulo
mental de la diferencia entre esta nueva cantidad y la representada por la “tone”-cifra de la
“línea m (“sustraendo”).
222
-
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
En cualquier caso, se alteran los datos. A msnos que recordemos en qué “cohnnnas”
se “añadió una ficha”, las cuales deberían restablecerse una vez se hubiera operado.
Esta vfa de paralelismo a ultranza con el Calculo Escrito contara con la ventaja de
introducir la técnica de “llevar” unidades de orden superior cuando la cifra correspondiente a
un orden o columna en el sustraendo supere la cifra del minuendo. Pero -a nuestro juicio- la
“regla de llevar” conserva un halo quasi-misterioso y apriorfstico, aunque se inicie en los más
bajos estadios. Resalta la rigidez de las normas operativas que definen el algoritmo escrito
tradicional
(PROPIO DE TINKUNAKO)
Basta una confguración de TINKUNAKO en “doble lfnea” (de uno o dos módulos,
ensamblados “en serie”, según el núme.ro de cifras de los t&minos).
Secuencia manipulativa:
223
Iniciación al Clculo Aritmético con alumnos ciegos
C.5.- (opcional)
Marcar la lila del
“sustraendo” con el
signo “menos”
(“-“) @íg.T109)
224
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
225
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- - \
(fig. T115)
-7
c13.- Efectuar la “lectura” 0
/ 13 /
“reconocimiento” de la cantidad diferencia
resultante.
226
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
Asiimo, existe la nnixima flexibilidad de reglas: tan ~610 son necesarias las que
rigen las acciones de “poner” (Cl 1) y “quitar” (C12) respecto de la “lfnea distinta de la línea
resultado”. Las detwminac’ tones empleadas para controlar el proceso son ‘rígidas sólo en
apariencia”:
a) Se toma como guía para el “orden de columnas en las que operar” “la línea
inferior” (C7). Pretende favorecer el control manipulativo. De hecho, la autentica “línea de
referencia” (Cl 1 y C12) será “la línea distinta de la línea resultado” (C6); la situación óptima
se tiene cuando ambas coinciden: lo que ocurre con términos positivos y el “sustraendo” en la
“línea inferior”..
b) Las indicaciones sobre el “orden en las columnas” (C7) tiene únicamente finalidad
opthnizadora: reducción de tiempos y de posibilidad de error, por tanto:
- Al proceder con un cierto orden en las “columnas”, se evita la omisión momentánea
de una de ellas, lo que obligaría a una revisión posterior y posible reiteración del proceso. C7
podrfa haberse enunciado:
“Para cualquier “columna” de la “línea inferior”...”
Cuadro 5.2D.- Algoritmo propio de TINKUNAKO para la “iniciación ala resta” (con
flexibiidad de orden en las “columnas”).
227
Iniciación al Calculo Aritm&ico con alumnos ciegos
Dada la sencillez de localizaci6n de “palitos con fichas” -en la “línea distinta de la línea
resultado”-, pasaría ésta a ser la técnica ordinaria de trabajo, aunque supusiera un riesgo de
acciones extra, por reiteración en una “columna” determinada.
228
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
cl 1
,J ._....
i E7.- Para cada una de las “cohnnnas” de la
“lfnea inferior” (procediendo “de derecha a
izquierda):
i 6 1
0 6
+
ES- Localizar el “palito” correspondiente a
la “columna”/orden a operar en la ‘Wa
inferior”. Si es la “primera cifra”,
locahz.aci6n absoluta de la “colmnna de la
c-4 7/ derecha”; si no, pasar a la “colmnna
229
Iniciación al Calculo Aritmético con alumnos ciegos
230
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
Conviene llamar la atención sobre la distinción que se confiere en todos los casos a la
“línea resultado”. La evidencia frica dispensa del esfuerzo conceptual por aceptar que sus
“fichas” participan de las mismas características que las de la “cantidad mayor en valor
absoluto” -mal llamada “minuendo”-. Ya que, o bien son parte de las que estaban allí desde el
principio (“quitar”-) 0 se agregaron simultieanxmte a la columna de la otra fila, para
suprimir en ésta las que allí hubiera (“poner”).
Además, sea por incorporar la etiqueta con el “signo menos” (C5), sea por el simple
empkamiento de la “línea resultado”, la diferencia quedará o no afectada de dicho “signo”,
lo que indicaría “resultado negativo” o “positivo”, respectivamente. La etapaC resulta, pues,
imprescindible: tanto a efectos calculatorios como de “calikación del resultado”.
231
5.3 OPTIMIZACION MANIPULATIVA
- Dete- diferencias de altura entre las torres de fichas contenidas en los dos
palitos de una misma columna.
- Efectuar con una única mano comparaciones de alhtms de torres de jichas en los
dos palitos correspondientes a una misma cohnna.
- *Simultanear con ambas manos el recuento de fichar contenidas en los dos palitos
de la misma colwnna.
232
Anexo 3: restar con TlNKuNAKo
Pero aún hay más: puede combharse la imagen interior de TINKUNAKO con la
percepción del esquema corporal, y liberar la mano auxiliar de funciones memnte
localizadora de palitos destino, que es asumida por la mano directriz
De este modo, la muno auxiliar podría pasar a ejecutar también todas las funciones
encomendadas a la mano directnk, actuando ambas manos independientes y en coordinación.
Ia consecuencia es altamente “rentable”:
- Simultanear con ambas roanos la extracción de torres iguales de fichas -en palitos
de la misma colwnna.
233
hiciaci6n al CXlculo Aritmético con alumnos ciegos
Los juegos de suplementos que se adjm~tan corresponden a las bases “5” y “7”. Los
primeros, elevan la base del módulo hasta la altura “5”. permitiendo una capacidad de 4fich
por palito, m&ximu dígito en “base 5”. Los segundos, la elevan hasta altura 3, permitiendo
una capacidad de ójichas, máximo dígito en “base 7”. Si se superponen ambas, la capacidad
de cada palito se reduce a una únicaficha: estaríamos en situación de trabajar en “base 2”.
,
234
Anexo 3: restar con TlNKUNAKO
(fig. T122)
235
Inicia&% al Cálculo Atitmkico con almnnos ciegos
B) EXPRESIONES DECIMALES
236
Anexo 3: restar con TINKUNAKO
Pronto la experiencia enseñará qué espacio entre palitos debe elegirse para el
emplazamiento dc la “coma”, en función de las cantidades que se estén manejando, que la
previsión nos aconseje, o en quéfila debe destinarse como Knea de resultado.
Como se indicó para la adición, cabe combinar estos conceptos con el cálculo de la
sustracción en sistemas de numeración no decimal, conforme a los suplementos de bases
proporcionados, en “base S’, “base 7” y “base 2”.
231
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
4 Modo de operar.
4.1 otra operación con TINKUNAKO.
5 Observaciones.
238
ANEXO 4: TINKUNAKO SABE MULTIPLICAR
Para estos últimos, es frecuente acudir a las sumas sucesivas: “6x4: 6+6 .... +6 . ... +6 ....
+6...“. Rehuyendo el empleo directo de la operación, sin duda por olvido de la
correspondencia en tema (6, 4 -> 24), o por inseguridad; por dominio insuticiente de la
“Tabla”, en cualquier caso: seis por uno, es seis, seis por dos, doce..., tal como muestran
algunas verbalizaciones.
Quizá sea ésta una de las razones por las que son más fkcuentes las inexactitudes en
productos con segundo factor mayor que el primero.... Como, por ejemplo: 4x6 es más
proclive al error que 6x4; ya que el primero supondría 4+4..., +4... (6 veces), mientms que la
segunda forma se contentaría con s610 cuatro sumas, corno se ha indicado. LO es más ticil la
“Tabla del 4” que la “Tabla del 67..
- Cobrará un valor decisivo con la división, donde seran frecuentes las preguntas del
tipo: “~cuántas veces...?“, “ien cuantas ocasiones...?“, etc. El empleo actual abonaría el
terreno para cuando llegue ese momento, resaltando así el car&cter de la división como
operacidn inversa de la multiplicación.
“Multiplicar un número por otro es sumar el primero consigo mismo tautas veces como
indique el segundo...”
I I
- Cobrará un valor deciiivo con la división, donde serán kecuentes las preguntas del
tipo: “~cuá”tas veces...?“, “Len cuántas ocasiones...?“, etc. El empleo actual abonaría el
terreno para cuando llegue ese momento, resaltando así el carácter de la división como
“operación adjunta -inversa- a la multiplicación”.
“Multiplicar un número por otro, es sumar este segundo número consigo mismo tantas veces
como indique el primero...”
241
Iniciaci6n al Calculo Aritmkico con alumnos ciegos
A estas ahras del trabajo con TZNKUNAKO huelga recordar que se pretende no sólo
iniciar a modos operativos con el dispositivo, sino presentar una oferta de itinerario didktico
en el, que su empleo universal es ocasión para iniciar también al alumno en los CXlculos
Mental y Escrito.
Determinemos, pues, con carácter preliminar, los Objetivos que informan el presente
Capítulo, ordenados temporalmente por el itinerario que lo estructura.
242
Anexo 4:TLNKUNAKO sabe multiplicar
Destrezas de Pm-Cálculo:
Destrezas de CXculo:
Estas dos últimas serían en principio prescindibles. Pero resultarían necesarias para la
mecanización del algoritmo ordinario de la multiplicaci6n en cada una de las modalidades en
77NKUNAKO (forma manipulativa) yen papel (forma escrita habitual).
243
Iniciación al CAIcuIo Aritm&ico con alumnos ciegos
(Se ba marcado con asterisco aquéllas que aparecen por primera vez, respecto de las
contempladas para la adición. ObserVese que puede prescindirse de no pocas de las previstas
para la sustraccih.)
244
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
Decide lo más económico: enviar el pedido en sus cajas de 10 botellas, cajones con la
capacidad de 10 cajas y contenedores de capacidad equivalente a 10 cajones, si hicieran falta.
Y sin distinguir unas botellas de otras...
Sabiendo que un remero en cada banca rema lo que diez en la de detrás, ¿cuál deberfa
ser la distribución para que la barcaza avanzara el doble? ¿Y el triple? ¿Y el cuklruple?
245
Iniciií6n al Cálculo Aritm&ico con alumnos ciegos
C) Los equipos del concurso del colegio en que participaba Celestina estaban
formados por cuatro alumnos cada uno. El equipo vencedor obtuvo...: no sabe muy bien
cuantos puntos. Lo que sí sabe es que cada componente pudo hacerse con un bolígrafo
musical valorado en 575 puntos. $abrIas tú deciile cuantos puntos consiguió el equipo en
total?
F) En el colegio de Filomena tienen una tiesta, y harán una gala. con actuaciones
variadísimas~ Como saben que a ella le encantan las flores -y entiende-, le encargan la
decoración del escenario: Con una condición: deberkn colaborar todos los compañeros de
clase, que en total son veintisiete.
Acuerdan que cada uno -incluida ella- aportaran una rosa, dos claveles y tres
margaritas. Pero Filomena tenía la idea de emplear solamente claveles... ¿Qué hacer?
Si en el “mercadillo de las flores” cambia las que no son claveles por éstos, icon
cuantos contará en total para su obra?
Al pagarle, decide invertir ese dinero en nutrir bien su granja, para que otra vez no le
coja desprevenido... @no quedara ocupada si ahora mismo tiene una vaca, dos cerdos y
nueve pollitos?
Fatalmente, llega una expedición de cuatro autobuses con 56 viajeros cada uno,
pidiendo alojamiento en las habitaciones mas baratas. iSi supieran a lo que se arriesgan!...
Don Homobono no se niega a recibirles... Y uno tras otro van pasando por
Recepción...
$&no quedara la ocupación del hotel, tras aplicar el dueño su manía pertinaz de
“echar a la calle los nueve huéspedes que como mucho caben en cada planta si aparece uno
nuevo para ella, aunque a este último lo envíe a la planta inmed&a superior?...
24ó
Anexo 4: TINKUNAKO sabe moltiplicar
4 MODO DE OPERAR
IIIIIL
Precisaremos una configuración de
TINKUNAKO de tres filas simples en
paralelo (fig. TO).
¿Qué aparecería en la Iila de abajo al repetir la 6la del medio tantas veces como indica la de
iUlibi?t?
241
Iniciación al Ciiculo Aritm&ico con alumnos ciegos
0, si se desea, en términos cuantitativos:
&ué cantidad apamxría al repetir la cantidad de abajo tantas veces como indica la de arriba?
4” 4’“”
3 1321
Entre ellas, vamos a escribir un signo que nos indica qu4 haremos: el signo
9” (en Braill8: puntos 236).
3x1321=
(fis. B2)
En la Ma de debajo -la prknera, la que está mås pr&na a ti-, vas a ir
poniendó la cantidad de encima tantas veces como dice el número de arriba del
tOd0.
248
Anexo 4: TNKUNAKO sabe multiplicar
Decimos que es tres veces mil trescientos veintiuno, ¿no?. Tres veces...:
por eso escribimos delante el “3”.
249
Iniciación al Cálculo Aritm&ico con alumnos ciegos
Por simple convenio de trabajo en el dispositivo, se habría introducido definitivamente
la conmutatividad defacrores/líneas, y, con ella, de la asociatividad para el caso en que uno
de los factores fuera potencia de 10; dispensándonos de los esfuerzos para su
pseudodemostración (Apartado 4.7).
250
Anexo 4: TlNKUNAKO sabe multiplicar
DEFINICIONES
iMuy bien!: 3963. Vuelve a escribir la expresión que tenias al principio, pon
detrás el “signo igual” (en Braille: y tres puntos) y, a continuación, este resultado.
I 3 x 1321= 3963 I
U-k B3)
Lo que has hecho con 3 y 1321 se llama “multiplicación” o “producto”. por
eso, el signo “x” se llama “signo de multiplicar”, y se lee “por”, o “multiplicado por”;
aunque nosotros seguiremos leyéndolo ‘...veces’. Como ya sabes, el signo ‘=” se
llama “signo igual”, y se lee “igual a”.
Lee completo esto último que has escrito. (Tres por mü trescientos
veMun0, iguala tnss mil n0vedWo.s sesenta y tres)
Una vez más, la ocasión parece propicia para introducir la nomenclatura de los
términos. Bien sea la tradicional de multiplicando y multiph&r -estamos en absoluto
desacuerdo con esta terminolo& equívoca-, o la preferible de fnctores; primer factor y
segundo factor.
251
4.3 CUANDO “EL PALITO NO BASTA”.
(fig. T13)
252
Anexo 4: TDXUhXKO sabe multiplicar
(fig. T17)
(fig. T22)
253
:on alumnos ciegos
I I II
254
Anexo 4: TJMCNAKO sabe multiplicar
Por eso algunas personas dicen que “la multiplicaci6n es una suma
abreviada”...: en lugar de poner 463744637 (fig. B4), se pone 2x4637 (fig. B5).
I 4637-l-4637 I
I 2x4637
I
(fig, Bs)
Y 3x1321 (fig. B6), en lugar de 1321+1321+1321 (fig. B7).
4” & J’“’ l
I I
1321+1321+1321
I
(fig.B7)
I (fig. T27)
Esta alusión a la relaci6n entre producto y suma es, como puede observarse,
innecesaria, eludible, por tanto. Damos gusto, sin embargo, a quienes deseen ponerla de
manifiesto. También es cierto que ayuda a valorar la nueva operación en función del ahorro
que supone, y suscita el interés por encontrar una técnica más sencilla y tipida que la simple
acumulación de fichs en una línea; deberi esperarse, antes de disponer de una solución
adecUada.
255
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Para obtener el producto eu TINKUNAKO se ha empleado la técnica de sumar varios
nhwos sobre la misma jiZa, descrita en el Anexo ll, Apartado 4.9. Con una ligera
diferencia: la cantidad a sumar se repite, hallhdose además presente en la j& iwnediura
superior.
El recurso de indicar en la fila del primer factor el número de veces que se lleva
sumada la cantidad expresada por el segundo factor, permite tener recogida en TINKUNAKO
en cualquier momento una verdadera mukiplicación. Más adelante, al sustituirse esta técnica
inicial de sumas sucesivas por la de multiplicación por coZumnos, se sustituirá tambiin el
signikado de lafila superior.
256
Anexo 4: TINKWAKO sabe multiplicar
Por esta razón, alternaremos los comenttios de “cmso común” con los especííicos
para cada una de las escrituras.
A) EN TINTA
Empieza por hacer las muttiplicaciones une por uno, dos por uno, tres
por uno... (8~)
Se escriben en columna estos productos tan fáciles (figs. B8).
1x1= 1
2x1= 2
3x1= 3
LL
11
(tigs. T28)
1(figs. T29)
1(tigs. T30)
257
Iniciación al CAlculo Aritmético con alumnos ciegos
La maoipulacih en TINKUNMO -si no la observación de los productos escritos-
mos!xarkn inmediatamente qoe el resultado coincide con el primr factor. IA que es una
invitación a completar la primera colmnna de nuestranaciente Tabla.
(Sg. B9)
Terminada la primera columna, nos disponernosa abordar la segwtda.
puno por dos?... 0, si quieres: Luna vez dos?... (&) La traducción tendrá
efectos inmediatos:
~Dos?... (&) iAdelante!: aprovecha para escribir toda la primera fila... (&)
(fig. BIO)
w=2
3x1=3
4xl= 4
5x1=5
6x1=6
7x1=7
8x1=8
9x1=9
258
Anexo 4: TlNKUNAKO sabe multiplicar
B) EN BFWLLE
Empieza por hacer las multiplicaciones uno por uno, dos por uno, tres
por uno*.. (&)
No olvides lo que esto significa; puedes leerlo como: una vez uno, dos
veces uno, tres veces uno...
Vamos con otra fila: Luno por dos?... 0: Luna vez dos?... (&)
259
Iniciación al CAlculo Aritni&ico con almnnos ciegos
J’&f’tt J* J* smi* ta 11
1x2=2 2x2=4
(fig. Bll)
260
Anexo 4: TlNKUNAKO sabemultiplicar
(ti. Bl2)
(fig.B13)
Así que: al multiplicar en TINKUNAKCI, de las dos f&.s de miba, ¿no
importa cu8l es% la primern y cu la segunda? (&)
261
Inícíací6n aI CAIcuIo Aritmético con almnnos ciegos
&BJ~ te parece?: cornc esto siga asi, nos ahorraremos la mitad del trabajo,
bno?... (&)
A) EN TINTA
lxkl 1x2=2 lx3=3 1x4=4 1x5=5 1x6=6 1x7=7 lxfk8 1x9=9 1x10=10
2x1~2 2x2=4 2Lk6 2x4=8 2x5=10 2x6&? 2x7=14 -16 2x%18 WOC?O
3x1~ 3 3xk 6 3x3= 9 3x4=12 3x5=15 3x6=18 3x7=21 3x8=24 3x!k27 3x10=30
6x1=6 6x2=12 6x3=18 6x4=24 6x%30 6x6=36 6x7=42 6x8=48 6x9== 6x10=60
7x1=7 7x2=14 7x3=21 7x4=28 7x5=35 7x6=42 7x7=49 7x8=56 7x9~63 7x10=70
8x1=8 8x2~16 8x3=24 8x4=32 8xSdO Sx6d8 8x7=56 8x8=64 8x%72 8xlO=80
1Oxl=10 lOx2=u) 10x3=30 1Oxw 10%5=50 lOx6=6o 10x7-70 lOxs=80 1OzdcJO 1Oxl0=100
(fig. B14)
Ahora que ya tienes la Tabla completa, puedes simplificarla, siguiendo
nuestra costumbre de ahorrar espacio, tiempo y trabajo. ¿Lo recuerdas? (&)
262
Anexo 4: Tl.NKuNAKo sabe multiplicar
xl=l xi?=2 xi?=3 x4=4 x5=5 x6=6 x7=7 x8=8 x9=9 x10=10
x1=2 x2=4 x3=6 x4=8 ti=10 x6=12 x7=14 x8=16 x%18 xlOS?tl
xk3 x2=6 x3=9 x4=12 x5=15 x6=18 x7=21 xlk24 x9=27 xl0=30
xl=4 x2= 8 512 x4=16 x5=20 x6=24 x7=28 x8=32 x9=36 x10=40
x1=5 x2=10 x3=15 x4=20 x5=25 x6+3 x7=35 x8=40 x%=45 x10-50
x1=6 x2=12 x3=18 x4=24 x5=30 x6=36 x7=42 x8=48 x9=54 x10=60
x1=7 x2=14 x3=21 x4=28 x5=35 Xe42 x7=49 x8=56 x9=63 x10=70
xl=S x2=16 x3=24 x4=32 x5dO x6=48 x7=56 x8=64 x%72 xlO=80
x1=9 x2=18 x3=27 x4=36 x5=45 x6=54 x7=63 x8=72 x9=81 xlOz9O
x1=10 x2=20 x3=30 x4=40 x5=50 x6=60 x7=70 x%=80 x9=90 xlO=lOo
@g.B15)
En cada columna coincide el segundo factor, ¿no? L.a ponemos comu cabecera de
columna, y lo retiramos (fig. B16).
Fhnte, suprimhno s también el “signo igual”. En cada casilla tan s610 quedaba el
resultado o producto, que lo era de las cabeceras de la 6la y columna correspondientes.
x I 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
1 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
2 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
3 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30
4 4 8 12 16 20 24 28 32 36 40
5 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
6 6 12 18 24 30 36 42 48 54 60
7 7 14 21 28 35 42 49 56 63 70
8 8 16 24 32 40 48 56 64 72 80
9 9 18 27 36 45 54 63 72 81 90
10 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
263
Iniciaci6n al Ck110 Aritmético con alumnos ciegos
El “signo de multiplicar” en el ángulo superior izquierdo nos recuerda la
operación que se realiza.
Como en la Tabla de Sumar, conviene asegurar que el alumno tiene asimilada la
mecánica de exploración bidimensional y manifestarla tanto verbal como manipulativamente.
Veamos si sabes manejarla: ¿d&nde está el resultado ocho por tras?... (&)
Este 36, ¿de dónde sale?; quien, decir: ¿a qué factores corresponde?... (&)
¿Hay otros dos nheros que también den esa valor 36?(a) Señálalos.
B) EN BRAILLE
264
--
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
265
Iniciación al Calculo Aritmético con alumnos ciegos
Los msultados pueden obtenerse:
Pero, cuando las multiplicaciones rebasen el “5” como primer fuctor, el cálculo
manipulativo se tomara enojoso. Será el momento de recurrir a la prolongación de la sucesión
aditiva que muestra la Tabla, sea en línea, sea en columna.
266
Anexo 4: TDKUhWKO sabe multiplicar
Ternkadas las ties primemfilas o columnas (según escribamos “en tinta” o “en
Braille”), correspondientes a sumas cuyos primeros factores son 1,2 o 3, se ejercita al alumno
en tres tipos de actividades:
“Los tres últimos días, estas haciendo a razón de cinco problemas diarios. ¿Cuántos
hiciste en total en esos días?’
“&Gntos caramelos tendrkw que dar a Luis, para que, al repartirlos con sus dos
hermanas Pepi y Juani tocaran a cuatro cada uno?
“Si guardo siete libros en cada uno de los tres cajones de la mesa, icuántos libros
habré guardado?”
B) Ejercicios de Calculo Mental en los que intervengan los mismos operandos, para
las tres operaciones conocidas. Es decir, ejercicios del tipo:
3-2,3+2,3x2;
3+6,3x6,3-6; etc.
C) Cadenas con resultados parciales comprendidos entre 0 y 20. Como, por ejemplo:
3+8= .... -2= .... -ó= .... x5= . ... -8= .... -5= .... x7=...
- “partidos de tenis”; in&k&zle~ o dobles; pudiendo fijarse los “lfmites del campo”
(valores mínimos y miximos de los resultados parciales), lo que datía lugar a un nuevo tipo
de error: “echar fuera la pelota”, obligando a la previsión de dicho resultado parcial.
- “Ruedas” o “norias”; con elimkci6n por error ylo asignación de puntos por
detección de éstos.
267
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- “Partidas de naipes”; sirviéndose de la baraja ordiwia, o fabricando una numkica al
efecto... En el primer caso, se asignaría valor de operador a distintos paZos/coZ~~esde la
baraja; v. gr.: oroskorazones suman, copas/diamantes restan, esp&picas multiplican.
- “La clave destructora” (juego de carretera); o reducir a “0” las ciíias o números
presentes en la matrícula de un coche, empleando las operaciones conocidas.
Plasmados por escrito, estos dos últimos tipos se convierten en un medio excelente
para ejercitar a los alumnos en el significado de los paréntesis.
268
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
Vuelve al principio. Pero, antes, escribe esa opwación en papel. (&) (figs.
B18, T20).
269
Iniciación al CXlculo Aritmético con alumnos ciegos
Piensa si darfa lo mismo: si en lugar de ir poniendo una vez el “4”, el “1 ti y
el 7, y otra vez el ‘4”, el “1” y el “3”; y otra..., y otra..., hasta sets veoee -lo que
nos manda el prkner factor-, no pasaría nada por empezar poniendo seis veoes el
4 en su columna; despu&, sek veoes ef 1 en su calumna; y, finalmente, seis
veces el 3 en la suya... hQué te parece? (&)
Vamos a probar.
iEn efecto!: seis por cuatro, velntlcuatro. IClaro!: seis veoes cuatro...,
seis por cuatro...
(fig. T25)
270
Anexo 4: TlNKUNAKO sabe multiplicar
(fis. T26)
Quita..., o mejor no: Lpor qué quitar las fichas del 6, si tendrás que volver a
introducirlas una a una?... No perdamos tiempo y energías inútilmente.
Una última pregunta: i,variaría el resultado si, en lugar de empezar por la izquierda,
empezams por la derecha? (8.~)
271
Vamos a intentarlo con otros dos
números: ocho por mil doscientos
treinta y cuatro. (&) (fig. T28)
(fig.T29)
(fig.T30)
272
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
(fig. T3 1)
(fis. T32)
Da igual: empieces por donde empieces. Pero, para poder llevar cuenta de
qué cifras has multiplicado y cuáles no, conviene hacerlo en orden: de izquienla a
derecha, o de derecha a ¿zquiett& que es como lo hace la mayoría de la gente en
España.
273
Como se prometió, se modifica el papel que la j?h superior juega en la tkcnica.
Aunque para el alumno sigue recogiendo un valor recordatorio: ahora, mediante su
desplazamiento, se indica por superposición qué orden o columna está siendo implicada Aún
queda una última alteración de su función, si bien coincide esencialmente con la presente.
274
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
Podríamos ahorramos el trabajo, sin más que cambiar el orden de /as dos
filas de arrib en TINKUNAKO -las de los factore+. Pero haciéndolo por este otro
camino, aprenderemos otras cosas aue nos abrirán muchos horizontes en relación
con la multiplicación.
I (fig. T33)
Al leerlo, deberás decir... (&) Veinte veces ocho, o veinte por ocho.
Pero veinte es lo mismo que dos por diez; o sea, dos veces diez... Luego
veinte por ocho es lo mismo que dos veces diez por ocho, &no? (&) Vamos a
hacer primero diez por ocho, y luego haremos dos veces diez por ocho.
275
Introduce en esa fila aux&tf el
valor de di por ocho. ¿Cuántc
será?: tcuánto era ocho por diez?
Las dos cosas estaban en la Tabla...
W 0%. T35).
(fig. T35)
(fig. T36)
(fis.T37) I (fig.T38)
276
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
(fis. T39)
(fis. T41)
211
Bueno. ¿Y sesenta por tres? Intenta hacerlo sin fila auxik. (&) (figs. T44, T45)
Te sugiero una cxasa:haz un esfuerza por olvidarte del sesenta y del resu/tedo
pro-que ahora tienes; incluye el dos de sesenta y doe, y tenlo a 61 sólo en
cuenta para multiplicarlo por tres. (&) (figs. T46, T47)
(fig. T47)
278
Anexo 4: TlNKUNAKO sabemultiplicar
(fig.T48) (fig.T49)
Otro ejemplo: setenta y nueve por cinco... (&) (figs. T50 a T52)
79x5=395
I
Vg BI91
279
Iniciaci6n al CXlculo Aritm&ico con ahmnos cieaos
79x5=45
(fig. T55)
280
Anexo 4: TINKUNAKO sabemulticlicar
(fig. B23)
Va siendo hora de presentar una “forma bidimensional” para la
multiplicación escrfta.
281
Iniciación al Cálculo AriWtiw con alumnos ciegos
De forma general: cuando debas multiplicar un número por 10, bastar6 que
lo imagines -o lo esctibas- cun un cefo a su derecha..
(f% T59)
282
Anexo 4: TlNKUNAKO sate multi~licx
Es decir: como cien tiene dos ceros -0, lo que es lo mismo: el uno de cien deberá
dejar dos columnas vacías a su derecha-, también deberán quedar dos ceros o dos columnas
vadas a la derecha del doce.
De forma general: cuando debas multiplicar un número por 100, bastará que lo
imagines -0 lo escribas- con dos ceros = SUderecha.
El número por el que multiplique mil, deber5 ponerlo a partir del lugar en donde está
el uno; de manera que siempre me queden esas dos columnas vacías o esos dos ceros a la
derecha.
Diez, cien, mil, diez mil, etc., que se obtienen multiplicando diez por sí mismo un
cierto número de veces, se llaman “potencias de lo”. En papel se escriben de forma
abreviada, indicando en la parte superior derecha de 10 cuántos ceros comprende esa
cantidad; o cuántas veces hay que poner el factor 10 para alcanzarla, a partir de 1 (fig. B25)
1 = 1= lOO
10 = 1x10 = 10’
looo = lxloxloxlo = ld
283
Iniciación al chhllo Aritni&ico con alumnos cienos
Daremos descanso a TiMKIJMKO. nos bastati con la cabeza y el papel...
f~&~‘*-*a. . . J*-*&J’
6x59 = 59x6
(fig. B26)
Para indicar que cincuenta y nueve podemos considerarfo como
separado, o como suma de cincuenta, por un lado, y de nueve, por otro, se
escribe de forma especial: empleando par&&& (Eg. B27).
ar+dru* . . tf*-+P.Liru. . .
59x6 = (50+9)x6 =
(fig. B27)
Si no empMran-03 par&itesis, podríamos confundimos: parecería que el
seis ~510 multiplica al nueve, y que el cincwnta se lo sumaríamos a lo que eso
diera, sin tener que multiplicarlo tambi6n por seis (fig. B28).
.i'*+J-kP
50+9x6
Gk JW
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
Cincuenta por seis..., era lo mismo que diez por cinco por seis..., Lno?
(59+9)x6=50x6+9x6=300+
(fig.B29)
Ahora, nos queda nueve por seis... (13)Que, con el trescientos nos dar&..
(&) Y lo escribimos (tig. B30).
50x6+9x6=300+54=354
(fig.B30)
Muy bien. Pero voy a enseñarte otro camino, más corto...
Cincuenta y nueve: puedo decir que es sesenta menos uno, jno? (&)
Luego, en vez de cincuenta y nueve por seis, puedo decir aeaenta
menos uno, todo por seis... (&) Y jmanos a la obra1
59x6=(60-1)x6
(f%.B31)
Ahora, al multiplicar ese sesenta menos uno por seis, puedo hacerlo “por
partes”: primero, sesenta por seis; después, uno por seis; y restarlo... (fig. B32)
I (6&1)x6=6Ox6-1x6
(kB32)
285
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Y esto ya es muy f&il para nasotras: sesenta por sets, es como diez por
seis, por seis... (&) Que es tanto como diez por... (&)
60x6-1x6=360-6=
(fis. B33)
Restar es muy sencillo, cuando la segunda cantidad ~610 tiene una cifra...
(&) sólo intervienen las decenas y unidades, si las hay (fis. B34)
360-6=354
(fig. B35)
Ochenta es... ocho por diez... Y treinta... (&) (6g. B36)
l3odo=8x10x3x10
(fig. B36)
286
Anexo 4: TDKUNAKO sabemultiplicar
Aquí sólo hay multiplicaciones. Luego todo se reduce a ooho Por tres,
primero; y diez por diez, después. Finalmente, multiplicar una y otra cosa. (8~)(fig.
B37)
0%. B37)
LOcho por tres?... (&) Y ¿diez por diez?... (&) (fig. B38)
uk B38)
Y como sabes multiplicar por potencias de lo... (&) (fig. B39)
(fig. B39)
¿Y si quisi&amos calcular vetntRr6s por doce?
23x12 = 23X4x3
m. WI
287
Iniciación al Cdhlo Aritm&ico con alumnos ciegos
J’ “du”,. . . w “rJ”.*&J-L3”
23x4x3=(20+3)x4x3
I 9~=9x10x3+W=27x10+3x2=270+3=276
(fig.B43)
288
Anexo 4: TINKUNAKO sate multiplicar
289
Iniciacih al C&kulo Aritn-&ico con alumnos ciegos
I lkd I I
290
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicax
IManos a la obra! Como antes, empezamos por la izquierda... (&) (figs. T68 a
T71)
291
Iniciaei6n al Cálculo Aritmktico con alumnos ciegos
IIIIII
0%. T72)
Si no desplazamos la Ba de
afriba, quiere decir que multiplicamos
por la cifra que está bajo su pfimefa
cohmna: el seis; como queremos. Lo
hacemos de deracha a izquhtia, no lo
olvides. (&) (figs. T7’3 a 775)
292
Anexo 4: TINKUNAKO sabemuhplicar
Lo escribimos (&) (fig. EU)
I I
293
(Jk. 779) (fig. T80)
! 4 l-“bJ’r,.
l . . J*** Q-P’ * 488.. .
153x46=918+6120=
(fig. B45)
(fig. T81) I
294
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
I 9m-6130 = 7038
(fig. B‘W
Tranquilos: es indiferente multiplicar por la derecha o por la izquierda,
empezar por una cifra o por otra. Al menos con nuestro ejemplo, no cambia el
resultado.
-Sr 46
___________
l ** & 918
+6120
r* : 4
-_-_-_---__
7038
sU-&
Ya sabes que da igual empezara multiplicar por “5” o por “4”, hacerlo de
izqukwrja a derecha o de derecha a k#wt% Pero, para no tener que andar
borrando o tachando, es más cómodo de la segunda forma: empezar por el “4”, y
de derecha 8 kyfkrda. iEn marcha! (&) (figs. B48 a B51)
295
Iniciaci6n al CXlculo Aritn&ico con alumnos ciegos
723
x54
2892
723
x54
2892
+36150
I
723
x54
2892
+36150
39042
(fig. B51)
296
Anexo 4: TINKUNAKO sabe mukiplicar
I 1
IIIIII
La estructura de TINKUNAKO
precisada para la multiplicaci6n puede
reducirse a sólo dos Zíneas; bien sean éstas
simples o de un único módulo (fig. TlOA),
bien ampliadas, una de ellas o las dos,
formadas por dos módulos (figs. T86,
T88).
(fig. T86)
IIIIII 111111111111
llllllllllll llllllllllll
(fig. T87) @g. TW
299
lniciiación al Cálculo Aritmético con almos cieEos
El orden de multiplicación con las cikas del multiplicrmdo es indiferente. Si se
recomienda de izquierda a derecha, es por concomitancia con el orden seguido en las cifks
del multiplicador, y porque permite conservar la cika de éste “en acción” hasta el último
momxmto -hasta el último producto cifix a cifk-. Bien es cierto que el sentido inverso sería
dogo al seguido en el Cklculo Escrito -más abajo se ejemplilica esta segunda vía-; no
obstante, preferimos mantener la homogeneidad unidireccional en TINKUNAKO.
300
Anexo 4: TlNKUNAKO sabe multiplicar
- Acumular en lo que era fila del segundo factor este nuevo producto parcial; es
de& s-lo al producto parcial anterior...
- Empezar por retirar la cika del segundo factor por la que vamos a multiplicar.
- Guardar esa cika en nuestra memoria, no hay riesgo que se olvide: la estamos
empleando continuamente...
(fig. T97)
Cada vez que se inicia uno de estos productos parciales, la cifra del multiplicador
que se encuentra “en acción” diríamos que “pasa a ser inútil”. Puede retirarse, dejando libre su
palito -que será ocupado en su momento por el producto con la cifra de las unidades del
muZtip¿icando-, y deberá conservarse entonces en la memoria mientras se.opera por todo el
mdtipkmdo. 0 pueden mantenerse sus fichas hasta el momento crítico, en que
desapawxrán para dejar espacio al citado producto por las unidades del mdtiplicando.
301
Iniciación al C6lculo Aritm&ico con alumnos ciegos
IIIIII
(fig. T98)
Proceso dígito a
dígito que debe
proseguirse hasta
completar las ciffas
del multiplicando -
primerfactor-.
111111 I I I I I I
(fig. TlOl) (fig. T102) (fig. T103)
Multiplicando de izquierda a derecha con cada ci!ia del multiplicador, por las cifras
del multiplicando -sea de kquierda a derecha -como aquí; o de derecha a izquierda-, se
acumulan a partir del lugar de aquélla los productos parciales consecutivos, que se
corresponder6ncon cantidadesde su orden-.
302
Anexo 4: TINKUNAKO sabemultiplicar
Se reitera el proceso de producciónhcumulaci66nde productos parciales con todas
las ctias del multiplicador. (En nuestro ejemplo, no ha sido precisa más que una reiteración,
por contar el multiplicador con sólo dos cihs.)
Pero, ¿de qu6 nos sirve la fifa de abajo?.... Sólo la empleamos al principio,
cuando aún no habíamos descubierto esta nueva forma de trabajar con
77NKUNMOAsí pues, la retiramos: en adelante, ni la pondremos.
Hemos ahorrado una fila: bastan dos filas o módulos para multiplicar
cantidades de no importa cuántas cifras. En todo caso, si ves que el resultado va a
tener más de seis cifras, y no va a caber en un módulo, puedes empalmar dos “en
serie”.
303
Iniciiión al CAlcdo Aritm&.ico con alumnos cieaos
(fig. Tl 10)
304
Anexo 4: TINKUNAKO sabe rnultipkir
Obsérvese que tiene lugar un paso poco frecuente: doble conversión sucesiva de
unidades (figs. Tl11 a T113). Si el producto se efectuara de derecha a izquierda al
multiplicar por las chs del mu¿tipZicundo, tendrían lugar dos conversiones en pasos
separados. A pesar de ello, mantenemos el criterio de “igual sentido en la operación para las
cihs de umhsfacrores, tal como se realiza en el ejemplo.
305
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
5 OBSERVACIONES
Pero mientras para la suma y resta esta restricción era soslayable por convenio, en
la multiplicación puede llegar a tener un valor sustantivo. Los palitos vacíos o ceros a la
derecha no se suprimen fácilmente en todas las filas a la vez: es importante tener
definido en el primer factor cubil es su cifra de la derecha -unidades-, ya que servirá
como referente para las coZwruws propias de cada producto parcial.
307
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Cabe preguntarse por otras vías, más próximas al algoritmo tradicional, reflejado
en el Calculo Escrito bidimensional.
308
Anexo 4: TIhKUNAKO sabe multiplicar
El 3
“cifra primera”, localización absoluta del
“palito” (orden mayor o unidades, según
técnica de introducción de cantidades); si
no, pasar al “palito siguiente” (“de la
derecha”, si la introducción de cifras se hace
en orden descendente -caso ordinario-, o “de
la izquierda”, si el ordenes creciente).
I A4.- Representar (introducir, “escribir”) esa
T
D cifra, teniendo en cuenta el orden
4 correspondiente (A3).
1
l- C A su vez, esto
7-i
implica: tomaI
nuevas fichas -
contándolas o no-,
disponerlas para su
ingreso en el palito
elegido, introducirlas
una a una 0 en grupo,
contar hasta
completar la cifra,
etc. (fig. Tl 18).
309
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Secuencia operativo-manipulativa:
I (fig. T120)
310
Anexo 4: TJNKUNAKO sabe multiplicar
311
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
A12.- Representar
(introducir) el grupo o
grupos de Gichas”
contigurativos de
dicho “nrnducto
elemental” (LO) en
el/los oportunos
“palitos” (All) de la
“línea resultado
parcial”
I I I I I I
correspondiente a la
“cifra del
multiplicador”
operada (fig. T121). IIIIII
1 (figTl21) 1
Eventualmente, proceder a la conversión en
una unidad de orden superior (aplicación del
“convenio de palito completo”.
r\ 6’
A6’.- Reiterar “de derecha a izquierda” (resp.: “de
izquierda a derecha”) las etapas A7 a Al2 en las
“columnas” de la “línea superior”
“columnas”/órdenes del multiplicando”-
-distintas
(figs. Tl22 y
T123). (~Quedan cifras por multiplicar en el “primer
factor” -“multiplicando”-? Sí: volver a ejecutar desde A7;
no: uasar adelante -a la siauiente cifra del “segundo
actor” 0 “multiplicador”.)
I I llA&
II I lk4ky
IIIII1 llllll
(fíg. T122) (fig. T123)
312
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
I I I!Jdu
III lA$
77 13
t
A13.- Para cada una de las “columnas”, “de derecha a izquierda”
(o “de izquierda a derecha”, según técnica):
313
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
1
LEl 15’
A15’.- Reiterar los estadios Al6 y Al7 para cada una de las
“líneas de productos parciales”.
I I lid~
A13’.- Reiterar las etapas Al4 a A19, JN
con ca& “columna” de los “productos
parciales” (figs. Tl28 a T131).
(iQuedan “columnas” ,por sumar? Sí:
pasar a la “columna siguiente”; no:
(fig. T128)
I I IAQ
314
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
Es de advertir que la técnica que procede “de izquierda a derecha” con las
cifras/órdenes (“columnas”) del “multiplicando” (“línea superior”) dificulta aún más la
localización del correspondiente “palito” en el “producto parcial”; en especial, para el
calculo de su primera citia (“orden mayor”). Algo semejante, pero en menor grado, ocurre
con las cifras del “segundo factor” (“multiplicador”): la primera columna” del “primer
producto parcial” es fácilmente locahzable, pero las sucesivas deberán serlo a partir de ésta
(extremadamente delicado, si la anterior resulta ser un “0”).
315
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Bastan tales objeciones para calificar este algoritmo como “uso forzado de
Tl?i’XJNAKO”. Su valor metodol6gico se restringe a la presentación bidimensional e
íntegra, idéntica a la del Calculo Escrito; que entendemos queda suficientemente
establecida en laforma que se describió en el Apartado 4.9.
Al igual que para la suma y resta, cabe una flexibiiación del algoritmo escrito
tradicional, que podría definirse como “multiplicación conservando los productos
parciales, independiente del orden de las columnas”. La variante quedaría plasmada en la
supresión de el inciso de derecha a izquierda en el subproceso controlado por A13-A13’.
Rehusamos a su descripciõn y análisis, por su completo paralelismo con el presente.
Secuencia operativo-manipulativa:
316
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
317
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
ti12
del “palito”).
318
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
I I I M. I I I la.
I r
LL41 1 ImJ
(fig. T135) (fig. T136)
319
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Los productos parciales han desaparecido; tan sólo el primero de ellos Permanece
representado de forma independiente, una vez cinalizado éste, y mientras se procede a
“preparar el escenario” para la multiplicación por la segunda cifra del “segundo factor” o
“multiplicador”.
Como puede observarse, las operaciones por Calculo Mental se reducen al mfnhno:
productos elementales cifra a cifra. Pero incluso éstos podrían tomarse manipulativos,
sustituyéndolos por “adiciones reiteradas” -es deci: acumulación repetida de
“fichas”expresivas de una de las cantidades tantas veces como indique la otra-.
320
Anexo 4: TIhXUNAKO sabe multiplicar
321
Iniciación al Calculo Aritmético con alumnos ciegos
Secuencia operativo-manipulativa:
22 i
5
1
CT- Para cada una de las cifras del
“segundo factor” (“multiplicador”,
“lfnea inferior”), “de izquierda a
derecha” (o “de derecha a izquierda”,
según el orden que se determine):
m
q7
“segundo factor” (“multiplicador”,
1 “lfnea inferior”) que se va a operar. Si
l I
se trata de “la primera cifra”,
localización absoluta; si no, “la
6 inmediata a la derecha” (o “a la
izquierda”, según el orden
predeterminado).
322
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
4 dc memorización.
q 12
C12.- Cálculo mental del producto de
ambas cifras (C9 y Cl 1).
323
Iniciación al Calculo Aritmético con almnnos ciegos
324
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
325
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Al igual que en el modelo B), las operaciones por Cálculo Mental se reducen al
mfnimo: productos elementales cifra a cifra. La “suma de productos parciales” es sustituida
por la “acumulación dc fichas en los palitos de la lfnea resultado” -“lfnea inferior”, que
coincide con la “línea del segundo factor”, al que va desalojando-, ejecutada por simple
manipulación.
Un mayor detalle nos desvelarfa que los requisitos y práctica de manipulación son
análogos para todos los productos cuya suma de citias de multiplicando y multiplicador
coincida, independientemente de cuantas conste cada uno de ellos.
326
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
Puede combinarse la. imagen interior de TINKUNAKO con la percepción del esquema
corporal, y liberar la mano auxiliar de la función localizadora del palito destino, que es asumida
por la misma mano direcmk.
De este modo, la mío atiZiar podría pasar a ejecutar también todas las funciones
encomendadas a la mmo direchiz, actuando ambas manos independientes y en coordinación. La
consecuencia es altamente “rentable”:
- Simultanear con ambas manos la introducción de fichar en los palitos de las coZumnas
correspondientes.
327
Iniciación al Calculo Aritm&ico con alumnos ciegos
Tales acciones implican interrupci6n del calculo efectivo, tiempo de maniobra, velar por
la exactitud y persistencia de la columnación debida, etc.; Es decir: desviación atencional, tensión
y tiempo; que seran cuantitativamente proporcionales al número de desplazamientos. Reducir
éstos equivale a optimizar la manipulación.
Por otra parte, tomar como multiplicador la fila de abajo facilita las operaciones de
manipulación con f~hu.r -por posición relativa y proximidad al ejecutor del espacio de
manipulación preferente-, y evita desplazamientos involuntarios de lafila de arriba.
328
Anexo 4: TLNKUNAKO sabe multiplicar
La multiplicación con TINKUNAKO puede extenderse más alU del cálculo con números
naturales en base 10. Anticipemos algunas pinceladas sobre la forma de trabajar en otros campos
numéricos.
Los suplemenzos para bases numéricm, una vez insertados en los módulos a emplear-
reducen la longitud de las varillas o palitos. JIe este modo, al rebasar el número de jichas que
representan la base se obliga a la conversión auna unidad de orden superior.
Los juegos de suplemmtos que se adjuntan corresponden a las bases “5” y “7”. Los
primeros, elevan la base del módulo hasta la altura “5”, permitiendo una capacidad de 4 fichas
por palifo, máximo dígito en “base 5”. Los segundos, la elevan hasta altura 3, permitiendo una
capacidad de ófichas, máximo dígito en “base 7”. Si se superponen ambas, la capacidad de cada
palito se reduce a una únicaficha: estahmos en situación de trabajar en “base 2”.
La manipulación sería en todo an&loga a la sugerida para “base lo”. He aquí un ejemplo.
Por tratarse de un ejercicio aislado, y ser “pequeñas” las cifras de nuestros factores
-estamos en “base 5”-, apliquemos este segundo procedimiento.
329
Iniciaci6n al Cticulo Aritmético con alumnos ciegos
I I I I I I Al@&l I
(fig. T154) (fig. T155)
330
Anexo 1 INKUNAKO sabe multiplica
Ali I
(fig. T156)
881!481
(fig. T157) (!ig. T158) (fig. T159)
(fig. T162)
331
Iniciación al CXculo Aritni&ico con alumnos ciegos
B) EXPRESIONES DECIMALES
332
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
Es indiferente la colunmación de
unidades al introducir las cantidades a
multiplicar, ya que será preciso el
deslizamiento de la fila de an& para
realiza la operación (fig. T172).
(fig. T172)
Pronto la experiencia enseña qué espacio entre palitos debe elegirse para el
ernplazimiento de la “coma” en la hen producto, para cualquiera de las técnicas empleadas. Su
determinach se torna sencilla y natural:
Así pues, podemos iniciar el c6lculo en nuestro ejemplo (figs. T173, T174).
333
Iniciación al C5lculo Aritmético con alumnos ciegos
(fis. Tl73
1
Pudiendo ya continuar con el proceso (figs. T176, T177).
C) NUMEROS ENTEROS
Evidentemente, nos referimos a los productos en los que intervienen “enteros negativos”.
Tambikn es evidente que esta potencialidad no debe13 ponerse de manifiesto mientras no se
disponga de un sigoificado y representación para los números negativos; esto es: hasta que se
haya abordado la sustracción en la mayor parte de sos aspectos.
334
Anexo 4: TINKUNAKO sabe multiplicar
si se muran dos “signos menos”, se anulan; si no, el que esté presente reclama su
puesto en el resultado...
Como sc indicó más arrib cabe combinar estos conceptos con el cAlcul0 en sistemas de
numeración no decimal, conforme a los suplemenfos de buses proporcionados, en “base S’, “base
7” y “base 2”.
335
Iniciación al CXlculo Aritnx%ico con alumnos ciegos
IV TINKUNAKO SABE MULTIPLICAR. UNA PROPUESTA DE ITINERARIO
DIDACl-ICO.-
4 Modo de operar.
4.1 otra operación más con TINKUNAKO.
4.2 Escribiendo en papel. Definiciones.
5 Observaciones.
5.1 Limitaciones implícitas.
5.2 Una técnica que ya no sorprende.
336
ANEXO 5: iPUEDE DIVIDIR TINKUNAKO?...
UNA PROPUESTA DE ITINERARIO DIDACTICO
El tkmino “dividir” cuenta en español con sinónimos diversos: “partir”, “repartir”,
‘distribuir”... 0 locuciones: hallar el cociente”, “calcular las partes”, etc.
Todos tienen un rasgo común: los “cuantos” o “partes” resultantes son iguales entre
Si
“Toma tres hojas de papel, y divide cada una de ellas en cuatro partes... jcuántos
trozos tendrás?”
$uál puede ser el origen de tal disloque estructural? Y iqué twnedio didáctico cabe
aplicar?
a) ‘División es la operación que tiene por objeto repartir un número en tantas partes
iguales como indica otro -hasta donde sea posible-.”
- “División es la operación que tiene por objeto, dado un producto y uno de SUS
factores, hallar el otro.”
Así pues, nos encontramos con concepciones matemáticas diversas, que parecen
poner en relación la división con cada una de las otras tres operaciones aritméticas. Las
definiciones anteriores pueden encontrarse en manuales escolares de todas las épocas, yse
utilizan efectivamente como iniciaciones al algoritmo usual o versiones suyas, subrayando el o
los pasos correspondientes a la concepción hacia la cual se.inclina el autor.
338
Anexo 5: j,puede dividir TDKUhMKO?...
“División es la operación que a dos números GD» y «d» asocia otros dos NC»y «D>,de forma
que: «D = d x c + r y r<d»”
339
1 SECUENCIA PREVISTA DE OBJETIVOS
340
Anexo 5: i.PU& dividir TJNKUNAKO?...
Desttwas de Pre-CZculo:
341
Iniciación al CXlculo Aritmético con alunmos ciegos
Destrezas de C&lculo:
- Dominio del Cálculo Mental de productos con factores de una cifra (Tabla de
multiplicar).
Las dos últimas serían, en principio, no precisas en sentido estricto. Incluso puede
darse una introducción a la división independiente de la multiplicación: como “anotación” de
restas sucesivas; pero perdería no poco contenido conceptual y se limitaría su alcance
operatorio.
(Se ha marcado con asterisco aquéllas que aparecen por “primera vez”, respecto de las
contempladas para la multiplicación 0 sustracción.)
342
AIEXO 5: i.PUde dividir TlNKUNAKO?...
Por eso, le pide prestada a su amigo Aniceto la suya, y reparte toda la tripulación
entre las dos embarcaciones... Pero le gustarfa que las fuerzas estuvieran equilibradas, y así
poder echar una carrera.
D) Hoy, Desiderio va a la caseta de “tiro al blanco” con sus cuatro compaiieros del
equipo de baloncesto. Acuerdan intentar hacerse con un bal6n de reglamento, valorado en
7550 puntos: les vendrá muy bien para los entrenamientos. ¿Cuántos puntos deberá conseguir
cada uno, por lo menos, para asegurarse el bal6n?
Los compradores son tres hermanos, que piensan partirla en tres talleres con
semejante capacidad de producción, aunque tengan que hacer reestructuraciones: cambii la
gente de puesto, contratar nuevo personal, 0 despedir, si llega el caso.
F) Pilomena esta orgullosa: tras los cuidados de todo el año, el rosal del patio cuenta
con cuarenta y nueve preciosas rosas.
343
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Le propone a la profesora cortarlas y repartirlas entre las veintisiete que son en clase,
para lucir cada una un ramito de flores el día de la fiesta de final de curso. La sugerencia es
aceptada, a condición de que todas las niñas lleven las mismas flores, como si fuera un
distintivo de corso...
iPero para eso está el “mercadillo de las flores!: cambiará por claveles las rosas que no
pueda repartir -a razón de diez claveles por cada rosa-; y los claveles que aún sobren tras el
nuevo reparto, los cambiará por margaritas; y...
Si después de la operación aún le han quedado cinco corderos tres gallinas y cinco
pollitos, qué animales envió a cada supermercado?
H) La gripe ha llegado al hotel “Luz de las estrellas”, de don Homobono: casi la mitad
de sus empleados no pueden ir al trabajo. iY estando como está el hotel!: cuatro clientes en la
1” planta, ocho en la 2”, cinco en la 3” y cuatro en la 4”.
Don Homobono, que se llamará Trastomato de apellido, pero le gusta que se atienda
bien a los huéspedes, decii echar a la calle a los que haga falta. Antes, hace cuentas, de
manera que el trabajo se reduzca una tercera parte...
El nivel de diticultad debe ser variado, pronto a ser moditicado de acuerdo a las
posibilidades de los alumnos y objetivos de la ptitica. Otro tanto hay que observar respecto
de la redacción 0 presentación.
344
Anexo 5: ipuede dividir TINKUNAKO?.
Las situaciones sobre las que se trabaja en el Itinerario Didáctico que se propone
tienen carácter abstracto, salvo el intrínseco de los elementos de TINKUNAKQ simples
expresiones numéricas. La elección de un escenario-marco para las cuestiones a plantear será
función de los intereses y conocimientos de los alumnos. Todos ellos son vAlidos, pero quizás
alguno sea más relevante, más motivador.
Para cultivar el nexo con la “realidad de partida”, deben hacerse kecuentes referencias
al signikado de las cantidades recogidas en el dispositivo -iniciales y linales-, los valores de
“productos parciales”, “columnas”, “filas” y aun “fichas”; tambiéndebe intentarse el dotar de
significado contextual las propias manipulaciones, en especial las reiteraciones sucesivas.
Estas observaciones tienen especial importancia en el caso de la división, por cuanto quedaría
explicitado el significado (tipo de unidades) de cada uno de sus términos y resultados
parciales y la relación entre ellos.
345
Iniciación al Cálculo Aritmktico con almnnos cie.gos
4 MODO 1 E OPERAR
IIIIII
Lk Partida, emplearemos
configuraci6n de TINKUNAKO
filas simples en paralelo” (fig. TO).
una
de “tres IIIIII
I I(ti.
I TO)
III
I II 1
En un cierto momento -Apartado 4.4-
IIIIII
, hwxporaremos una cuana Zh-a (íig. Tl)
IIIIII
IIIIII
I (fig.Tl)
que procuraremos reducir en cuanto nos sea posible, y retornar a la estructura inicial, e
incluso “bajar” a dos lvleas tan do.
$erías capaz de repartir las fichas de la 6la de arriba en tantas filas como indica la del medio?
Si repartes la cantidad de la tila de arriba en tantas 6las como indica la del medio, ¿cuánto
corresponderá a cada una?
,$erías capaz de “repartir” esa cantidad entre las dos f#a.s inferiores?... (&)
Si quieres, puedes hacerlo ficha a fkiw..., pera eso seria muy lento, ¿no?
Mejor, vete tomando las ~ORFS de fìchas de cada palito, y distribúyelas en los
paMos de la misma columna... (&) (figs. T3 a T5)
347
Iniciación a.lCt%xlo Aritm&ico con alumnos ciegos
348
Anexo 5: i,pU& dividir TINKUNAKO?...
Esa ficha que queda en la f& de arri&, aún podrías repartirla entre las Nas
de debajo... ~0 no ra¿wrdas aquello de la marcha &k?... (&)
349
Iniciación al C&lculo Aritmético con alumnos ciegos
iBien! OVO número: mil trescientos vdntiuno. (&) (íigs. Tl5 a T20)
Nada más podemos hacer, pues es imposible la marcha atrás con ese uno: es lo que
sobra, el resto que queda sin repartk
350
Anexo 5: iJJU& diviidir TDKUNAKO?...
4.2 OTRO PASO MÁS
(fig. T21)
“Divide” ahora la cantidad de la füa de arriba entre las tres filas, de manera
que en cada una quede lo mismo. Si no tienes seguridad, hazlo ficha a ficha; pero
intenta hacerlo con grupos o torres, para ir m& tipido. (&) (figs. T22 a T24)
Fíjjte bien: todavía puedes seguir distribuyendo las fnchas que quedan en la
fila da arriba... Te sugiero que conviertas esa ikha que está sola en fkhas de la
columna arttekx dar marcha afrA.s, ¿recuerdas?... A medida que dispongas de
fiias, repártelas. (&) (figs. T25 a T27)
I Il! III
(fig. T26)
351
Iniciación al Cálculo Aritmbico con alumnos ciegos
iMuy bien!: has conseguido dividir la cantidad del principio en tres partes
iguales. Lee el resultado... (&) Como ves, en esta ocasión no ha quedado resto sin
repartir.
(fig. T28)
I I la
352
Anexo 5: ipuede dividir TINKUNAKO?...
Has terminado: doa mil dieciséis. Nada más puedes hacer con ese dos
que ha quedado corno resto en la ffla de arriba. Por cierto: ¿cuánto le habías
sumado antes, cuando el resto era “O”?... (&)
353
Iniciación al C&ulo Aritmético con alumnos cienos
4.3 LA “NUEVA OPERACION”, DEL DERECHO Y DEL REVES
(fig. T36)
APodrías calcular qu6 cantidad debió haber una vez en la fila de afrfba,
para que así quedaran las cosas? (&)
@Wo se llami esa oparación que estás realizando, para reunir en una fila
todas las flMas? (&)
(fig. T37)
Vamos a poner por esetito lo que estamos haciendo. (&) (fig. Bl)
936 = 3x312
(fig. Bl)
354
Anexo 5: ipuede dividir TlNKUNAKO?.
Cuando lo que hacemos es “repartir”, decimos que estamos “dividiendo”, y lo
escribimos así: (fig. B2)
936!3=312
355
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Pero, fíjate que el producto puedo escribirlo cambiando el orden de sus
factores (fig. B3).
(fig. B3)
936+312= 3
Quisiera tener un buen ejemplo, con resto distinto de oero y todo... Quisiera
que, al dividir por tres, me diera de cociente quinientos vaintiuno, y de resto
uno...
356
Anexo 5: Lpuededividir TJNKUNAKO?...
iSerías capaz de dividir esa cantidad entre cuatro?... (&) Harían falta
cuatro kííeas, Lno?... Y temes lo que vendti a continuación: dividir entre cinco,
entre sefs...; y llegaría un momento en que no encontrarías /heas bastantes en el
mundo entero para dar a TINKUNAKO, dverdad?...
Como habrás observado, las Echas de la fi/a de afrfba las repartíamos entre
las otras filas, respetando la cdomna. En todo caso, si no había bastantes, las
convertíanw en fichas de la cobmna de la derecha, mediante la marcha afAs, y
así poder seguir repartiendo, pero ya en la c&mna de la deracha.
357
Iniciación al CXIculo Aritmhico con alumnos ciegos
Siempre que demos una fa a cada una de las supuestas cinco Mas,
jcuántas deberemos tomar de fa correspondiente columna en la @a cfe/
divklendo? (&)
(ñg. T42)
358
Anexo 5: pIede dividir TINKUNAKO?...
De esas quince,
~cuántas irían a cada
una de las cinco f&s?
(8~)(tres) ¿Por qu6? (&)
Vamos a verificarlo.
(iS) (figs. T43 a T50)
Fijándote tan sólo en las tres f&s de abajo -fila awciliar, awiante y divisor-,
¿quB podrfas decir? ~,Qu6 operación está ahí representada? (&) (multiplicación).
Además: ese sesenta y cinco o seis mil quinkntos de la f#a awo’lhsr, son
fichas que antes estaban en el dividendo -Ha de arr¡& Lverdad? Las cosas van
bien; al final, deberá cumplirse lo que ya llevamos visto con el dos y con el tres:
que el dividando sea igual al producto del divisor por el coAnte, sumando el resto
-si lo hay-.
359
Iniciación al CAhlo Aritmhico con alumnos ciegos
Continuemos. Como en la 28
columna no podemos hacer nada,
pasarnos de largo, hasta la 7”
oolumna (fig. T51).
I (fig. T51)
Tenemos que dividir lo que hay en la fila del dbid.sndo -la de amiba por
cinco. LBelo. (&)
Si fueran cinco, tocarían a una; si diez;, a dos; si quince, a... &no te suena
8 nada esa lista?...
Te lo recordaré una vez más: al final, habti que multiplicar el cinco por el
dhistx, para obtener el dividendo; si no exactamente, lo que rn& se aproxime.
Hemos terminado: nada se puede hacer con ese Ves que quedó, como
resto s-h dnndir, en la filo de ar?f& la del divr¿lendo -ya que era parte suya-.
360
Atmo 5: j.puede dividir TINKUNAKO?...
Pongamos por escrito la relación entre esas cantidades. (&) (fig. B5)
6523 =5x1304+3
361
Iniciaci6n al CXcdo Aritni&ico con alumnos ciegos
0, tambidn (fgs. BS, B9):
(fig. BS)
362
-
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
1‘u
A ver si eres capaz de efectuar la
siguiente división: seiscientos
liJ~t
ochenta y cuatro, entre nueve. (&)
(fig. T53) ~Li~LI
‘Ji-’
(fig T53)
111k
Probemos con el ochenta y
cuatro... ¿Por qué número debo hL
multiplicar el nueve, para acercarme lo
más posible al ochenta y cuatro?... (&) liii
(figs. T54)
LLLI
(fig T54)
363
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
LáIá.
Con cero tres, nada se puede
hacer. Pasemos a la izquierda. (&) LLIJL
Pero... ¿una columna o dos? (&)
(fig. T56) liii
Ji-JI
(fig T56)
4-si’
Es como si tuviera que dividir
sesenta entre nueve, directamente. 4i~Ai
¿Por qué número debería multiplicar
nueve, para acercarme a sesenta lo
más posible?... (&) (figs. T57)
Li’
.1111
(fig. T57)
364
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
Ji-JI
Pero, a la hora de tomar fichas de la fila del
dMdendo para formar esos cincuenta y cuatro, .LátL.
tendremos problemas... Por cierto: ¿cuánto deberá
sobrar? (&) (figs. T58 a T61) Ji-a-’
J.Ji-I
(fig. T58)
Lb liii liii
J~kL hIN ti-a-él
Ji-II lié.! LII
Ji-JI
(fig. T59)
4-Ji-’(fig T60)
Li-’
(fig. T61)
365
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Como nos propusimos, para poder comparar, hagamos ahora la división por
la frquie,da. Vuelta al principio, aunque nos parezca algo inútil repetir por otro
camino lo que está bien hecho... (&)
tu-a.
Se ve inmediatamente, que con
sólo el seis de la izquierda no se va a
ninguna parte...: habrá que tomar el rL-t
sesenta y ocho; y colocar el nueve
en la misma columna del ocho. (&) LII
(fig. T66)
LII
(fig. T66)
366
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
¿Sesenta y ocho, entre nueve?... (&) (figs. T67, T68)
411k Jila.
LII 4-a-ÉL
Lii Lii
Lii
¡Bien!: esto (fig. T67) Nos vamos
marcha...
Lii (fig. T68)
LLáÁ
Ji-Li-
hacia la derecha... (&) (fig. T69)
Lii
ILi (fig T69)
LII. LII
1111 tui
Ji-LI LII.
LII
(fig T70)
LLLI(fig.T71)
Exactamente igual que antes, como era de esperar. Pero, ¿a que es mucho más cono?
367
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Vamos a arriesgamos.
¿Qué fila piensas que sería la más fácil de suprimir? (&>
- De poder suprimirse alguna, será la que hemos llamado -y, por algo- fila
auxiliar.
De momento, no la eliminaremos del todo. La cambiaremos de posición: en
lugar de estar entre el dividendo y el cociente, vamos a situarla anta; por encima
del dividendo. Un ejemplo mostrará cuál es su función real, y si podemos
prescindir de ella sin peligro.
flil
Haremos la división de dos mil
trescientos ocho entre seis, .LLLI
empleando la nueva distribución de
filas (&> (fig. T72) ‘Iii-
~Ii~LI
(fig T72)
368
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
Lo primero que debemos hacer es tener muy presente la “Tabla de
multiplicar del 6” (fig. Bí 1)
Ji-u
Vamos a la izquierda del todo (&) tu-a
(fig. T73)
Lii
Lii (fig ‘r73)
LII
Nada podemos hacer ahí: das no
se puede dividir entre seis. ¡Bueno!, .Láil
sí: sería cociente O, y resto 2. Es
decir quedaría todo como está. Nos
movemos a la derecha (fig. T74)
Ji-u
L~LI (fig. T74)
Ji~LL
Ahora tendríamos “23 para dividir tu-’
entre “6”... (&> (fig. T75)
IáIt
LLLI (fig rs)
dli .íLiIt
tálí
tkli JILt
Lii (fig. fl6)
LII (fig. 177)
Por cierto: como mucho, ¿cuánto puede ser la diferencia, ahora que
estamos dividiendo por 6? (&> ¿Y como poco? (&)
‘-mii-
Prosigamos con nuestra división
(&) (fig. T78)
liii
Ji-Ji (flg.T78)
370
Anexo 5: ¿puede dividir TtNKUNAKO?...
La posición de “6” en el divisor nos indica que ahora nos preocupamos en el
dividendo solamente de esa columna hacia la izquierda: “50”.
Ahí tienes los factores: el “6” del divisor, y el “8” que acabas de poner en el
cociente. Repite el producto mentalmente, y mira a ver cuánto te falta para llegar al
“50” que tienes puesto en el dividendo... (&> Luego, la diferencia o resto parcial es
dos, ¿no?
.1-a-Ji-
Pues: ¿para qué poner el “48” en la fila auxiliar, si
tendrás que restárselo al “50” del dividendo? ¿Si, a fin
de cuentas, lo que te importará será el das que Ji-LI
finalmente quede en el dividendo?... jQuita ese “50”
del dividendo, y deja tan sólo el dos que deberá 4-111
quedar como resto pardafi... (&) (fig. TSO)
Lii (fig T80)
371
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
‘-‘li-co
Sospechamos que no haría falta, pero para que
no queden dudas, dale a la Ma auxiliar el “48” que le
LII
hemos escamoteado... (&> (figs. 181 a 184)
Idi
Lii (fig. 181)
4-It
Demasiada tarea inútil, ¿no crees?... LII
Sigamos con nuestra dMsión (&>
(fig. 185).
4-JI-
Lii
(fig. T85)
Tenemos “28” para dividir entre “6”... <&) Veinticuatro, es lo más próximo:
24=6x4.
372
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
.LLII liii
Operemos
TINKUNAKO.
en
Como
antes, deja para el final
lid Li-a.
las manipulaciones de
fichas en la fila auxiliar. Ji-La. -1-u-a.
(&) (figs. 186 a 190)
Lii
(fig. 186)
Lii(fig. T87)
o
373
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Como hicimos con las otras operaciones, nos convendrá saber hacerla
también sobre papel: no sea que algún día oMdemos a TINKUNAKO en casa, o
no lo tengamos al alcance de la mano, y estemos perdidos...
A la hora de hacer la división por escrito, la disposición de las cantidades será algo
distinta a como se hace en TINKUNAKO.
Para empezar, dividendo y divisor se colocan uno al lado del otro, con una cierta
separación (en tinta: separados por la “caja de la división”) (fig. B12)
ra•. 3. 6215 8
(fig. B12)
El cociente lo iremos poniendo debajo del divisor, a medida que vayamos obteniendo
cifras.
374
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
Empezamos a dividir en TINKUNAKO. (&) (fig. 192, T93, B13)
a*1 aa an
1 ác
n
¡1 aa
.L 1 ~LI= Ji.L.L
411 ¡ 411
¡
(fig. B13)
¿Te acuerdas de cuando empleabas fila auxiliar?... Pues en papel, también podrías
escribirel producto 56=&7 o 56=T8, site gusta más; y debajo de “62” (fig. B14)
rs. 3. 6215 IR
u 56 7
(hg. B14)
375
Iniciaciónal Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
II ¡ 11
n a
(fig. 194)
rs’’, 3. 6215 18
• 1• U
— 56 7
r
6
(hg. BíS)
rs’’. 3. 6215 18
r U 6 7
(hg. B16)
~LI~1i
Seguimos en TINKUNAKO, muy
paso a paso (&) (fig. T95) liii
376
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
Al desplazar el divisor una columna a la derecha, ya sabemos qué parte del
dividendo nos interesa: “61”. El “6” es el resto que acabamos de obtener el “Ip, es
nuevo: nos lo ha marcado la nueva posición del divisor
Pero en papel no podemos andar desplazando el divisor.. Sin embargo,
fíjate bien en las columnas <que también las hay>: el “6” debería estar en lugar del
“2” de “62”; a su derecha, está el “1 “... “Lo bajamos”: es decir, “lo copiamos al lado
del 6” (&> (fig. B17)
rl’’. 3. 6215 IR
U 61 7
(fig. B17)
¡*¡
u ¡1
- -
mliii 4111
a
1 ¡ ‘aa
(fig. 196)
— ¡ 11a— —
(hg. 197)
rí’’. 3. 6215
61 77
IR
(hg. BiS)
Adviértase la falacia: dividendo parcial. Más bien habría que hablar de expresión
parcial, o parte del dividendo parcial, en forma redundante. El dividendo parcial íntegro
sería “615”, aquí mutilado.
Otro tanto puede criticarse en el cociente: “77” es una parte; en concreto, las
primeras cifras. El cociente parcial íntegro sería “770”, como nos muestra TINKTJNAKO.
377
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Es decir: el “algoritmo de la división” en Cálculo Escrito, es una continuada
mutilación fransitoria del cálculo real. Si no tanto en lo relativo al dividendo -podrían
adjuntarse las restantes cifras, aún no involucradas en los cálculos, en vez de respetar airosos
espacios-, sí ciertamente en lo relativo al cociente. Para obtener una expresión menos
incorrecta”, deberemos esperar al final.
¡ ¡ té
— — — — —¡ ¡ té a ¡ ¡ 1 ¡*
--1-li
¡ Llfl ¡— —
--lii a
rs’’. 3. 6215 IR
mu 61 77
55
(flg. B20)
rs’’. 3.
uur
6215
61
IR
776
55
(fig. B21)
378
Anexo 5: ¿puede dividir TJNKUNAKOL.
(fig. B22)
jra’’. • JL ~ juur r
6215 = 8x776 +7
(fig. B23)
O, también (fig. B24 a B26):
jan’’. , juur ~ r
6215 = 776x8 +7
(hg. B24)
(fig. B25)
(fig. B26)
379
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Para la suma en TINKUNAKO, bastaba con una fila. Para la resta, con dos.
Para la multiplicación, también con dos. ¿No podremos rebajar alguna de las tres
filas que necesitamos para la división?...
Lo grave es que también nos sirve para determinar qué porción del
dividendo intentamos dividir, al fijarla por la columna en que situemos
precisamente el divisor... ¿No habrá otra forma de lograrlo?
¡11¡¡
un ejemplo, y quizás nos dé una pista.
Hagamos en TINKUNAKO la
división de diez mil cuatrocientos — — ——— —
cincuenta y seis entre siete. (&> (fig.
1101)
1 1 ¡ ¡j
— — ——
(fig. 1101)
380
Anexo 5: ¿puede dividir TINXUNAKO7...
JiIi¡
(fig. T102)
(fig. T102)
1 ¡ *
Y calculamos la primera cifra del
cociente (&) (fig. T103) ni
1
~Lii~~I. (fig. 1103)
A continuación, calculamos el
¡ “él
resto, que reemplazará a la porción
considerada del dividendo (&)
(fig. 1104)
¡liii
¡
ru-muí (flg 1104)
En Cálculo Escrito, podemos hacer algo semejante: escribir el cociente debajo del
dividendo (fig. B28)
104
Lj3rUIjIZ§EjZ
(fig. B28)
381
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
¿Qué hacer con el resto parcial?... Dos soluciones: o escribirlo en la línea superior
-sobre el dividendo- (fig. B29), o guardarlo en memoria (fig. B30)
(fig. B29)
3
10456 17
1
(flg. B30)
--¡Iii
¡
No cabe duda: el “34; la primera
porción extremo-izquierda que pueda
ser objeto de división por “7”. (fig.
1105)
1¡ 1¡ — — —
¡
LLLi (fig. TíOS
¡ ¡ *1* — —
1
LLLI (fig 1106)
382
)
Anexo 5: ¿puede dividir TLNKUNAKO?...
Que el “4” es la segunda cifra, no hay riesgo de equivocarse: es la primera
cifra del dividendo que tiene espacio libre bajo si, después de las cifras que
hayamos puesto del cociente.
(fig. B31)
6
10456 171
14
(fig. B32)
(fig_1107)
383
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Por escrito (&) (figs. B33 a B36)
(flg. B33)
2
10456 17
149
(flg. B34)
(flg. B35)
5
10456 17
1493
(flg. B36)
384
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
La forma escrita de la “división por cociente de una cifra” en la que los restos
parciales se retienen en memoria, nos sugiere una forma de cálculo en TINKUNAKO en la
que es posible conservar íntegros todos los términos y resultados. La exponemos a
continuación.
385
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(fig. 1113)
Un momento: no retires el “23” para poner el resto parciat que, por cierto,
¿seria...? (&> Pues bien, acuérdate del “3”.
(fig. 1114)
386
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
(flg. 1115)
— m
(fig. 1116)
1118)
(fig. 1118)
387
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
El “signo de sumar” nos recuerda que: el dividendo es igual a] divisor por el cociente
más el resto
La expresión que nos ha quedado en T]NKUNAKO, así como cualquiera de las fases
intermedias, es incorrecta matemáticamente; se trata de simples “apuntes” o “artificios
operativos”. Una expresión correcta exigida que el divisor reapareciera con el resto,
exactamente igual a la expresión escrita en línea (flg. B37):
(flg. B37)
..LLLIm..Im..I.
(flg.1119) ..Ijm(..LLIx*m
flg.T120) LLIILÁ
(flg.1121)
k
k.IjJrn..Irnr*. i.*t.LLIÁ
(fig.1123) kIiLI*.
(fig.1124)
iláiLÁ
(flg 1125) iii~hlÁ
(flg. 1126) iIkLLÁ
(flg 1127)
Sin embargo, TINKUNAKO pretende ser una ayuda instrumental, no una fuente de
complicaciones y formalismos inútiles: para corrección fonnal, la expresión escrita.
388
.
Anexo 5: ;.puede dividir TLNKUNAKO?...
Esta lección tiene 33 ejercicios. ¿Cuántos deberás hacer cada día, si quieres
hacerlos todos entre el lunes y el viernes de la semana próxima9
Si quiero encuadernar todos los números de una revista semanal correspondientes
al año pasado, ¿cuántos volúmenes me resultarían, haciéndolo de cuatro en cuatro
números? ¿Y de cinco en cinco? ¿Cuántos números debería poner por volumen, para que
resultasen seis?
¿Qué operación estás haciendo? Anota ahora esos resultados; toma después un
calendario, y fijate en qué día de la semana cae el primer día del mes; compara los
resultados que obtengas con estas anotaciones del calendario, y quizás llegues a una
conclusión. Es un método para averiguar en qué cae cualquier día del año, sin más que
saber qué es el 1 de enero.
C) Cuadros mágicos, torres de números, etc. Que, aun teniendo como soporte la
representación escrita -y siendo esencial su organización espacial bidimensional-,
requieren del ejercicio permanente del Cálculo Mental.
- “Ruedas” o “norias”; con e~••ación por error y/o asignación de puntos por
detección de éstos.
389
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
- Cuadros o tableros de operadores (y. gr.: +3, -5, x2, ÷6...),con ejercicios de
generación de itinerarios a partir de un valor al azar en busca de una meta prefijada.
Pudiendo colocarse “obstáculos” o “puntos de paso obligado”.
- “Con sólo estas cifras..., obtener Que puede dar lugar a concursos:
empleando sólo una cifra, o las cifras de un año; para obtener una cantidad determinada
(en tiempo mínimo) o una sucesión de números (el mayor posible entre dos valores, en
tiempo prefijado)
Los últimos tipos, resueltos por escrito, se convierten en un medio excelente para
ejercitar a los alumnos en el significado o valor de los paréntesis.
390
Anexo 5: ¿puede dividir Tll’4KIJNAKO?...
¡ 1¡1
procedimiento más general. Por
ejemplo, vamos a intentar dividir
doce mil trescientos cuarenta y 1
— —— — — —
cinco entre sesenta. Dale esas
cantidades a TINKUNAKO, en
posición de dividirlas, (&> (flg. 1128) ¡ *¡
— —— 1 1—
(flg. 1128)
.
391
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cieRos
¡ ¡ 1 ¿1
u“E
u — ¡ — u—
1
(flg. 1130)
1
La tolerancia con la deseada “equivocación momentánea” desaparece al tener que
introducir el cociente... Si la nueva 41ra no recuerda por sí misma que el divisor consta
de dos cifras, y no de una como nos había “parecido”, hay que rectificar de inmediato: la
nueva c<fra del cociente reclama su lugar en la misma columna que la cjfra de la
derecha de divisor y expresión parcial del dividendo...
¡1
¿Seis, por dos?... (&> ¿a doce?...
— —
(flg. 1131)
fr-a--
¡ 1 (flg. T131)
¡ ¡ ¿Él
Desplazamos la file del divisor una
columna a la derecha (&) (flg. 1132). :¡:¡~¡i
¡ 1
r--I-m1
(fig. T132)
392
Anexo 5: ;ipuede dividir IINKUNAKO?...
— — 11
Pero aquí no hay nada que hacer
el “3” es menor que el “6”... (&) (fig. ..LL¿ii.
1133)
nl—Ii-a-’.
(fig. T133)
Antes nos fue bien al dividir sólo po? seis, aunque los cálculos
acabáramos haciéndolos por sesenta, ¿no? Pues..., ¡adelante!
¿TreInta y cuatro entre seis?...
- 1 — ¡ ¡ 1k
a ¡a
=I~I~LB~I.
(flg. 1134)
El ejemplo ha sido tomado, pensando precisamente en esta situación conflictiva.
393
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cie2os
.LLLit
(flg. T135)
jra L r .I~ u
60>005 + 45 = 12345
(flg. B37)
.9.ur. 98765 1 43
(flg. B38)
394
.
Anexo 5: ;nuede dividir TINKUNAKO?...
“alá
u
1
“-IAI-J—I—I.
II ¡¿J1 II I¿gL
(flg. 1140) (flg. 1140)
395
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
(flg. B39)
Multipliquemos ese “2” y el divisor 43, y pongámoslo en condiciones de
restárselo a la porción del dividendo que estamos considerando (&) (flg. BI íD)
(flg. B40)
Y restemos, para ver cuánto nos queda como resto -sin haber podido
dividir- en el dMdendo. (&) (flg. B41)
(fig. B42)
(flg. B43)
396
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
¡¡11¡
Qué: ¿seguimos?... (&> (fig. 1141)
u
1 ¡11
1
Tenemos: ¿doce entre cuatro?... (&> (tres>. Intentémoslo. (&) (flg. 1142)
— ¡ 1 ¡ ¡¡
— —— — — —
lELE 1 ¡ — —
titÉ u —
15L1* 1u a
..LLLLI. ~1 ILLL.
— II 1 — —II 1 —
397
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cieRos
(fig. 1144)
— 1 1* 1
a — 1 . —¡1J¡¡ — — — — —
i.IIá¡
..LLLII
..LLLLL
—II 1 —
— II 1 —
¿Y en papel?... ¿Qué hacer con ese “12”’t..¿Recuerdas lo que tenias para dividir
en TINKUNAKO?... (&) ¿De dónde sacar ese siete?... (&) (Tomándolo de la misma
columna del dividendo) (flgs. B44 a B47)
e.u• Lur. ja
a 98765
127 143
2
(fig. B44)
ja 98765 143
‘SU 127 22
1
(flg. B46)
398
Anexo 5: ¿puede dividir TLNKUNAKO?...
‘sU
je 127
41 22
(flg. B47)
..L¡m..Im..LI.. ..LLLL¡.
LLLLk liJÉ
(flg 1147) (flg 1148)
399
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
98765 143
.aar’.
127 22
416
(flg. B48)
‘rae 127
416 229
(fig. B49)
raee.
‘8U ~• 127
416
9
229
(flg. BSO)
j•r
‘SU
le’
~•‘ 127
416
29
229
(flg. B51)
(flg. B52)
400
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Los algoritmos propuestos para TINKIJNAKO, así como los usuales para la división
en Cálculo Escrito, se apoyan esencialmente en el Cálculo Mental de la multiplicación y
sustracción. Bien es cierto que, al trabajar con TINKUNAKO, cabe la reducción de ciertas
operaciones internas de Cálculo Mental a simple manipulación externa, tal como nos hemos
esforzado en mostrar en Capítulos precedentes; en particular, precisamente cuando
hablábamos de resta y producto.
404
Anexo 5: muede dividir TINKUNAKO?
LLILL
aiim
E
A4.- Representar (introducir,
“escribir”) esa cifra, teniendo en
cuenta la “línea” y orden lilitL
correspondiente (A3).
LWIL
(fig. T155)
ILLLtI
A2’.- Reproducir las etapas A3
y A4 para cada uno de los
órdenes integrantes de la
2’ cantidad a representar (flg.
1156; se omiten las figuras liLLII
intennedias).
ILLliI
(fig. 1156)
11111.. ¡
Al’.- Reiterar las etapas A3 y
4 1, A4 con las cifras del “divisor”
en la “línea inferior” (fig. 1157;
asimismo, se omiten las figuras
relativas a las situaciones
conrspondientes a cada nueva
LWIL
c~. Ji-Ji-u
(fig. 1157)
405
Anexo 5: ;.puede dividir IINKUNAKO?...
403
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Los algoritmos propuestos para TINKUNAKO, así corno los usuales para la división
en Cálculo Escrito, se apoyan esencialmente en el Cálculo Mental de la multiplicación y
sustracción. Bien es cierto que, al trabajar con TINKUNAKO, cabe la reducción de ciertas
operaciones internas de Cálculo Mental a simple manipulación externa, tal como nos hemos
esforzado en mostrar en Capítulos precedentes; en particular, precisamente cuando
hablábamos de resta y producto.
404
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
Ji-Ji-JI
Ji-U-II
E]
A4.- Representar (introducir,
“escribir”) esa cifra, teniendo en
cuenta la “línea” y orden Ji~J~J~J~L
correspondiente (A3).
Ji-Ji-II
(fig. T155)
‘‘‘III
A2’.- Reproducir las etapas A3
y A4 para cada uno de los
órdenes integrantes de la
2’ cantidad a representar (fig.
1156; se omiten las figuras ThWI
intermedias).
Jiii~J~L
(flg. 1156)
Jr
Al’.- Reiterar las etapas A3 y 111111
1’ A4 con las cifras del “divisor”
en la “línea inferior” (fig. 1157;
asimismo, se omiten las figuras
relativas a las situaciones
correspondientes a cada nueva
LWIL
cifra).
(fig. 1157)
405
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Secuencia
operativo-manipulativa
(Una vez introducidos los
JiiiIL
.4 “términos-dato” en las “líneas 2&
-dividendo- e inferior -divisor-”:)
Ji-J~J-J~L
1
(fig TUS)
.4 Preparación inicial del escenario:
406
Anexo 5: ¿nuede dividir IINKUNAKO?...
(flg. 1162).
Actuar mediante “técnicas de “poner/quitar”, implica
retirar o introducir “fichas” simultáneamente en
ambas ‘Theas”, y proceder, en su caso, a la
“conversión en unidades de orden superior”
(aplicación del “convenio de palito completo”).
r
407
.
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos cie2os
(orden) a operar.
408
Anexo 5: ;nuede dividir IINKIJNAKO?
Que deberían anteponerse a las etapas A6, AS, AS y AlO (en estas dos últimas, de
forma recursiva).
“mientras la línea del divisor no sobresalga por la derecha -respecto de las otras
líneas”
pero esta formulación excluiría del proceso subsiguiente las divisiones en las que
“dividendo” y “divisor” tuvieran igual número de cifras, salvo que se procediera a una
reformulación de AS en términos de:
409
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
A5’.- Desplazar la “línea del divisor” hasta sobrepasar la expresión formada por las
410
Anexo 5: ¡nuede dividir IINKUNAKO?...
Y) Al igual que para las otras operaciones aritméticas, cabe una flexibilización del
algoritmo escrito tradicional, que podría definirse como “división independiente del orden de
las columnas. La variante quedaría plasmada en la supresión del inciso “deizquierda a
derecha” en los subprocesos controlados por A6.
4’
(Una vez introducidos los
“términos-dato” en las .LLLLLI.
“líneas superior -dividendo-
e inferior -divisor-”:) .LLLLi*.
(fig 1170)
Preparación inicial del
.4 escenario:
411
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
B8.- Para cada una de las cifras del “divisor” (“de derecha a
izquierda”):
SI
412
Anexo 5: ;nuede dividir TINKUNAKO’L..
4 ‘.4
.4 Comprobación efectiva del cociente propuesto y cálculo del
“resto parcial”:
12
B12.- Para cada una de las ciñas del “divisor” (“de derecha
a izquierda”):
.4
B13.- Mediante Cálculo Mental, efectuar el producto de la
correspondiente cifra del divisor por la nueva cifra
E introducida en la fila cociente (B7), y conservación en
memoria de ese producto.
.4
4-tilLÉ
B 15.- Introducir/extraer
15 “fichas” en el “palito” de la
correspondiente “columna
del dividendo”, para
reemplazar la cifra de *este mlm.Lijj...I.
LLLLáÁ
por la oportuna cifra del
resto parcial (flg. 1173).
1173
4- B12’.- Reiterar el
subproceso descrito por las
etapas B13 a BiS, -para
.LLLLIi
cada una
“columnas”/cifras
de las
del tIiILI.
Ji~I~I~á~k
“divisor”; en forma
ordenada -“de derecha a
Ir
izquierda”- (fig. 1174).
(flg.1174)
B16.- Si la cantidad determinada en el “dividendo” por el
16 “divisor” es superior o igual a éste, incrementar una unidad
el cociente previsto, y reiterar las etapas B12 a BiS.
413
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
SI flui-áá
LLJi-LL J fLLLII.
— JIli*i fLLLik
(fig T175) (fig 1176) (fig 1177)
( 1Ji-ámá ti-Id
( ti-Lk IJui-U
((fig. 1178) liJi-*i
(flg. 1179) JILLáI
(flg. 1180)
BiS.- Efectuar la “lectura” o “reconocimiento” de las cantidades
18 “cociente” y “resto” en las líneas “resultado” “línea medh”) y
“dividendo” (“línea superior”), respectivamente.
.4
Como en la descripción del modelo A), se omiten los incisos correspondientes a las
operaciones de “lecto-escritura de cifras” y “cantidades”. La “lectura” se requeriría con
antelación a los estadios B6, B9, RíO, B13, B14, B16 y BíS. La “escritura” o “manipulación
de fichas” se incluye en los estadios B4, B7, Bíl, BiS yBl6.
-En cuanto al número de fichas empleadas (50, en nuestro ejemplo: reducción del
30% respecto de la técnica precedente); puede considerarse como cantidad no reducible.
414
Anexo 5: ;nuede dividir IINKUNAKO?...
El Cálculo Mental muestra su papel decisivo. En las etapas B6, B9, BlO, B13 y B14,
para cada una de las “columnas”/cifras ya sea del “divisor” o de la expresión considerada en el
“dividendo”, con empleo esta vez de “registros de memoria”; aunque permitiendo la revisión
fisica de las cifras del “divisor” en cada “producto parcial” (estadios B9 y B13) o del
“dividendo” (estadios BlO y B14). No es posible la reducción a términos manipulativos
-como en el modelo A)-, ya que se ha prescindido de la “línea auxilia?’ en la que se
acumularían los múltiplos sucesivos del “divisor” hasta acercarse a la cantidad considerada en
el “segmento izquierdo del dividendo”.
La disposición espacial de términos puede ser muy variada, ajustable tanto a las
técnicas personales de trabajo como al objetivo operatorio (relación aritmética entretérminos,
aproximación pordecimales, etc.). La versión que aquí se ofrece, aun prevista para la división
entera, permite la aproximación del cociente en dos decimales -ampliable-, con una simple
transposición del divisor o reensamble “en serie” de módulos disponibles.
Secuencia
operativo-manipulativa:
415
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
C8.- Encolumnar
“dividendo” y “cociente”:
8 desplazar -hacia la
sI-I-I-I-á-&
derecha- la “línea inferior”
-“cociente/divisor”-, hasta
el límite del “signo de
multiplicar”; para (flg.T184)
determinar el lugar de la “nueva cifra del cociente” (fig.
1184)
1~
416
Anexo 5: ;nuede dividir TINKUNAKO?...
A
C9.- introducir el grupo de
4 fichas representativo de la
cifra del “cociente parcial”
LLJ~Lá~&
en el “palito” de la “línea
E mferior” correspondiente a
la “columna de las
unidades” de la expresión
considerada en el (flg. T185)
dividendo- (fig. 1185).
.4
417
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Cl8.- Introducir/extraer
+ “fichas” en el “palito”
4— de la correspondiente
E “columna
dividendo”,
del
para
reemplazar la cifra de Wlká
*este por la oportuna
cifra del resto parcial
(fig 1187)
(flg. 1187). ___________________
Cl 5’.- Reiterar el
subproceso descrito por
las etapas C16 a CiS,
-para cada una de las
“columnas”/cifras del
“divisor”; en forma
ordenada -“de derecha
a izquierda”- (flg.
(flg 1188)
T188).
418
Anexo 5: ;nuede dividir IINKUNAKO?...
ILliU —
(flg.T189) (flg. 1190) (fig.T191)
— — tLLLlk
JIIIk& tJtáÁ talu
(flg 1192) (fig T193) (flg 1194)
•IIIJIÉ iuiú (
•IIáIáÁ
(flg. 1195) (flg.T196) (flg. 1197)
.LLLLkÉ .LLIIU. .IiI.LLI.
~.11111k
(flg.1198) (fig. T199) •I~Jj~uÁ (fig. 1200)
419
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Aunque, por otra parte, la estructura básicamente matricial del dispositivo favorece la
generación de estrategias tendentes a sustituir esta configuración cambiante, aprovechando la
contigtiidad entre palitos de una misma “línea” y la continuidad de los cálculos.
Por consiguiente, no será extraño que desaparezcan las operaciones descritas por C6
y C8. Conviene llamar la atención sobre los riesgos de error al suprimirlas, si corresponde un
“0” como “nueva cifra del cociente” (tal como ocurre en el Cálculo Escrito:”cero al cociente,
y bajo la cifra siguiente
Como en la técnica del modelo B), el Cálculo Mental muestra su papel decisivo. En la
etapa C7, para cada una de las cifras/columnas del dividendo a partir de la porción inicial, y
sin empleo de “registros de memoria”. Las etapas C12 y C13, a reiterar en los subprocesos
CI 1-Cí 1’ y CíS-CíS’, con cada “columna/cifra del “divisor”, exigiría necesariamente
registros de memoria, aunque permitiendo la revisión fisica de cada “producto elemental”
(C12, C16), o del “minuendo” (C13 y C17), antes de efectuar la correspondiente “resta”.
420
Anexo 5: ;nuede dividir TINKUNAKO?...
Ahora bien, según que técnica se adopte -ver Apanado 5.2-, se requieren Destrezas
de muy variado tipo. Con incidencia, sobre todo, en las dimensiones y carácter cambiante del
espacio de manipulación, sustituciones operatorias -entre manipulativas y Cálculo Mental-,
tamaño de los términos, etc.
De este modo, la mano auxiliar podría pasar a ejecutar también todas las funciones
encomendadas a la mano directriz, actuando ambas manos independientes y en coordinación.
La consecuencia es altamente “rentable”:
421
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
como diferencia entre las ya existentes y las requeridas por la multiplicación 4fra a cifra.
Tales acciones implican interrupción del cálculo efectivo, tiempo de maniobra, velar
por la exactitud y persistencia de la columnación debida, etc.; Es decir: desviación atencional,
tensión y tiempo; que serán cuantitativamente proporcionales al número de desplazamientos.
Reducir éstos equivale a optimizar la manipulación.
422
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
No podía ser menos: TINKUNAKO posibilita la división con otros números que los
“naturales en base 10”. Tal como hicimos para la suma, resta y multiplicación, demos algunas
orientaciones sobre la forma de realizar divisiones en otros campos numéricos.
Como se viene repitiendo para todas las operaciones aritméticas, los “suplementos
para bases numéricas” una vez insertados en los módulos a emplear- reducen la longitud de
las varillas o palitos. De este modo, al rebasar el número defichas que representan la base se
obliga a la conversión a una unidad de orden superior.
Los juegos de “suplementos” que se adjuntan corresponden a las bases “5” y “7”. Los
primeros, elevan la base del módulo hasta la altura “5”, permitiendo una capacidad de 4fichas
por palito, máximo dígito en “base 5”. Los segundos, la elevan hasta altura 3, permitiendo
una capacidad de 6fichas, máximo dígito en “base 7”. Si se superponen antas, la capacidad
de cadapalito se reduce a una únicaficha: estaríamos en situación de trabajar en “base 2”.
Un ejemplo será elocuente: dividamos 34404 entre 214, supuesto que esos números
se hallen en “base 5”.
423
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
¡liii
Una vez insertados en TINXUNAKO los
“suplenrntos para base 5”, procedamos a
introducir esas cantidades (fig. T201). ‘‘III
¡ I¿1~
(fig. 2201)
11111
Desplacemos la fila del divisor, hasta
encolumnarí con la primera axprsión de la
izquierda del dividendo susceptible de ser
dividida por él -mayor- (flg. 97202)
¡liii
¡ I¿1~
(flg. T202)
Para intentar dividir las primeras cifras, parece imprescindible la multiplicación por
Cálculo Mental -¡en base 5!-. En unos casos, es muy sencillo; en otros, puede acudirse a las
sumas sucesivas, sea nrntalmente o flsicanrnte (mediante acumulación del divisor reiteradas
veces en lafila auxiliar).
11111
424
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
¿JAl
Multiplicar es “repetir sumandos”; sobre la
fila auxiliar -la de arriba- (figs. T204)
‘‘III
¡ ILL~
(fig. T204)
¿¿III
~III~
Aplicando poner a la 30 columna (figs. T205):
III’’
1 lELIA
(flg. T205)
~blIII
~I I~
Es necesario volver a aplicar poner en la 4~
columna (fig. T206) III’’
IILL
(fig. T206)
425
¡
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
II II 1
Y ahora, ya podemos aplicar quitar (fig.
½l l~
T207)
‘‘III
¡ lELiA
(fig. T207)
1 II ¡ 1
Gt~I l~
Continuemos (fig. T208)
11111
1 lELIA
(fig. T208)
No resulta fácil determinar el “candidato a cociente”: ¿cómo dividir” 13” entre “2”, en “base
5”?...
1 II ¡ 1
Hay una técnica: ¿cinco por uno?..., ¿más
I~I l~
tres?... ¿entre das?... Por prudencia,
rebajemos ese resultado (fig. T209) 3 IcL~l
¡ lELIA
(fig. T209)
426
Anexo 5: ;nuede dividir TINKUNAKO?...
lJ3c1~
Nos vemos obligados a poner 3 veces el
divisor en la fila auxilian que es tanto como
½l l~
decir que multiplicamos por 3. (figs. T210
a T212) 3 I½l
1 ¡¿JA
(flg. 2210)
l~~l ~LELlELI
½l l~ I~l l~
1 lcL~l 1 l½l
1 l¿JA 1 l¿JA
(fig. T211) (fig.T212)
.LLLLL
Para restar, basta aplicar poner
sucesivamente en la 20 y 30 columnas, y
quitar a lo que resulte... (flgs. 2213 a T214) 1 I½I
L1.LLa
(fig. T213)
cL~l II ¡1111
1 ~
1 l½l 1 l1~l
1 lELIA ¡ l¿cL~
(fig. 2214)
(flg. T213)
427
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos_ciegos
11111
¡ ~
Ultimo dígito (flg. T215)
1 l~L~l
1 lELIA
(fig. 2215)
11111
La cifra “candidata a cociente” podría
1 ~
ser “2”. Nos arriesgamos: el resto nos
confirmará o corregirá (flgs. T216 a T218). ¡ l1~EL
¡ lELIA
(fig. T216)
1 lELIA 1 ~
1 l~ 1 ~
1 I1~EL 3 lc~¿
¡ lELIA IrLa
(flg. T217) (flg. T218)
¡ II 1 1 n
428
Anexo 5: ;nuede dividir TINKLJNAKO?...
B) EXPRESIONES DECIMALES
Es indiferente la columnación de
— ¡ 1 E~BS
———¡
1 ¡ ¡—
mL.LLLkÁ
(fig. T220)
Pronto la experiencia enseña qué espacio entre palitos debe elegirse para el
emplazamiento de la “coma” en la fila cociente o fila resultado. Su determinación surge
sencilla y naturalmente: _____________
¡ 11¡1
cociente una vez se haya efectuado la
división en la columna en que comcídían las
“comas” de dividendo y divisor. — — 1— — — — —
Así pues, podemos iniciar el cálculo en
nuestro ejemplo (flgs. T22 1, T222).
¡
1— — 1
(fig. T221)
429
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
Si bien veintidós entre tres nos sugiere siete como cifra del cociente, probemos con
seis (figs. T222, fl23).
1
— ¡ — — ¡ —11S
— ¡ 1 ci,
¡
:¡:¡:~:
a ¡ ¡ u
— 1—1—li-lIs
u
¡
L¡ 1 ¡ - -
(flg. T222)
SAi 1 ¡ 1
(flg. T223)
¡11
T224).
(fig. T224)
430
Anexo 5: ¿puede dividir TINKUNAKO?...
1 1 1 c¡ e
— — —— E .In
-‘-‘-LI-a
1
(flg. T225)
¡1
— ——— 1 ¡ La
c
E ma ¡¡1¡ ¡
— ——— .ln
1¡
— ——— ¡ 1 té — ..LI 111k
1¡
— ——— ¡¡
(flg. T226)
e ..LLLLa
(flg. T227)
C) NUMEROS ENTEROS
431
Iniciación al Cálculo Aritmético con alumnos ciegos
432
Anexo 5: ¡ipuede dividir TINKUNAKO?...
5 Observaciones.
5.1 Umitaciones implícitas.
433
S~BL~OTEoA