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Artículo de Revisión presentado para optar al título de Psicólogo, Universidad de San

Buenaventura Medellín,Facultad de Psicología, Psicología, Medellín, 2017. Asesor:


Liliam Patricia Blair David, Magíster (MSc), en Psicología y Salud Mental.

Cita APA: (Osorio, 2017)


Osorio, S. (2017). La perspectiva humanista-existencial y la comprensión de los sueños:
Referencia APA:
una revisión teórica (Artículo como trabajo de grado). Universidad de San
Buenaventura Medellín, Facultad de Psicología.

La Perspectiva Humanista-Existencial y la Comprensión de los Sueños: Una Revisión


Teórica.
Santiago Osorio Morales satigo-825@hotmail.es

Resumen

En este artículo se realiza una revisión conceptual sobre la comprensión de los sueños en
las diferentes perspectivas existentes en la psicología humanista-existencial: la Guestalt, el
Focusing y la psicología existencial. Además, se retoma la concepción de la fenomenología sobre
los sueños, ya que es una de las principales fuentes epistémicas de las que se nutre la psicología
humanista-existencial. También se realiza una argumentación donde se ponen en relieve los
fundamentos y las formas en las cuales cada una de ellas comprende lo que es el sueño, se hacen
breves señalamientos sobre los métodos y técnicas que utilizan. En la discusión se evidencia que
existen diferencias respecto a las técnicas y los conceptos en las diversas teorías; por otro lado se
encuentra que todas ellas son compatibles en un punto fundamental: la elucidación del
significado del sueño y la realización última de todo concepto en la experiencia, en otras
palabras, la comprensión tiene que ver con aquello realmente vivenciado y captado por la
intuición. Se pretende además señalar la comprensión de los sueños como una tarea necesaria en
el proceso de psicoterapia y en la formación del psicólogo como clínico.

Palabras clave: sueños, comprensión, psicología humanista-existencial, fenomenología


LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

Abstract

This article presents a conceptual review about the comprehension of dreams in different existent
perspectives in the humanistic-existential psychology: Gestalt, Focusing and existential
psychology. Besides, it takes over the conception of phenomenology about dreams since this is
one of the epistemic main source of humanistic-existential psychology. It is also performed an
argument where it has add in relief the fundamentals and the ways in where each one of them
understands what the dream is about, also is create a short indication about the methods and
techniques that are used. In the debate, exist differences respect the techniques and concepts in
the diverse theories, by the other side it is found that all of them are compatible at one
fundamental point: the elucidating meaning of dream and the last realization of every concept on
experience, in other words, the comprehension has to be with all that is really experienced and is
captured by intuition. Also, the intention is to indicate the interpretation of dreams, as a required
task on psychotherapy process and in the training of psychologist like clinical.

Keywords: dreams, understanding, humanistic-existential psychology, phenomenology

1. Introducción y metodología

La comprensión de los sueños en psicoterapia durante mucho tiempo ha tenido un lugar


marginado en la psicología hegemónica (Kühne, 2002). Es en los bordes de la disciplina, en las
líneas no consideradas como centrales, donde la compresión de los sueños adquirió relevancia
para el pensamiento psicológico. La atención del psicoanálisis y la psicología dinámica por su
parte, y la de la psicoterapia existencial y la psicología humanista por otra, fundó un nuevo
campo de compresión y de investigación científico-filosófica que hasta ahora había permanecido
bajo las oscuras alas de lo sobrenatural, o como un mero residuo de la actividad del sistema
nervioso (Munévar, Pérez, & Guzmán, 1995).
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

Aun así, las aulas de clase brillan por la ausencia sobre el abordaje que dan a los sueños.
Solo una leve mención como técnica, un ejemplo insuficiente o una corta lectura, pero nada que
disponga al psicólogo en formación para tener en cuenta este tema en su trabajo. Esta exclusión
podría explicarse por un fuerte sesgo histórico que han heredado algunas facultades de
psicología, toda mención a la compresión de los sueños se relaciona con un tema casi místico y
por lo tanto no científico, supresión que se generó en el conductismo con su rechazo al mundo
mental y a la interpretación psicoanalítica (Kühne, 2002) y que al parecer invadió
subrepticiamente a la disciplina de forma general.

Es por lo anterior, que este trabajo tiene como fundamento dos argumentos, en un sentido
Foucaultiano hacemos un cuestionamiento implícito por la estructura negativa de la disciplina,
sus prohibiciones, lo que considera como no científico y descarta de su sistema de valores
(Focault, 1970). Así en primera instancia, la pregunta por la comprensión de los sueños trata de
ampliar el marco conceptual de análisis de la psicoterapia, porque es en esta pregunta de carácter
negativo, por lo que no se reconoce, donde se abre el límite para la inclusión de la teoría de los
sueños en la educación y en la intervención psicológica de forma general.

Y en segunda instancia, se busca sintetizar y delimitar las teorías humanistas-


existenciales, incluyendo la fenomenología, con el objetivo de ampliar e incentivar la
investigación clínica y la utilización práctica de los sueños en la psicoterapia humanista-
existencial, en otras palabras, lo que se pretende es provocar un mayor reconocimiento del trabajo
con los sueños, lo que podrá desembocar consecuentemente en intervenciones más integrales y
por supuesto holísticas.

El proceso del trabajo para la construcción de este artículo se desarrolló de la siguiente


manera: se realizó una búsqueda en distintas bases de datos, Google académico, Redalyc, Scielo,
PubMed, Ebsco. Los términos usados en las bases de datos para llevar a cabo el sondeo fueron
seleccionados de acuerdo a este criterio, por un lado se utilizaron referencias a un tipo de
psicoterapia dentro de la psicología humanista-existencial y se le anexaban algunas de estas
palabras “onírico”, “sueños”, “análisis”, “interpretación”. Para aclarar esto véase el siguiente
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

ejemploque se empleó en la búsqueda: “Psicoterapia guestalt + análisis + sueños”, la exploración


también se ejecutó con estos mismos términos en inglés.

Los artículos encontrados fueron fichados en un formato y en la medida que este proceso
se efectuó, emergieron distintas categorías de agrupación y clasificación, estas son: “psicoterapia
existencial y los sueños”, “fenomenología, sueños” y“la psicología humanista y los sueños”.

Después del fichaje se inició el proceso de escritura delimitado y ordenado por estas
categorías. Además de los artículos encontrados en la búsqueda de referencias, hay otros apoyos
bibliográficos la mayoría utilizados, aunque no exclusivamente, en notas al pie de página, estos
fueron elegidos por preferencia del autor para nutrir y ampliar la discusión.

2. Desarrollo del tema

2.1 Panorama conceptual.

La comprensión científica de los sueños, inicia en Freud (1970); sus ideas del sueño como
realización de deseos insatisfechos, el establecimiento de las leyes del funcionamiento de lo
inconsciente: condensación, desplazamiento etc, brindarían una perspectiva novedosa y abrieron
paso a la consideración de los sueños desde una perspectiva científica. Pero este tema ya es harto
conocido y sería un esfuerzo vano el tratar de exponer aquí nuevamente sus ideas. Basta con decir
que Freud empezó un trabajo que hasta hoy continua, con sus luces y sombras, en manos de otros
psicoanalistas y múltiples pensadores. Nuestra meta con este apartado es hacer una breve
descripción de los caminos construidos después de Freud respecto a la teorización de los sueños,
para formarnos una idea de estos y de los sueños como un tema que desde Freud ha interesado
profundamente a la investigación psicológica.

Los aportes psicoanalíticos posteriores partieron de las ideas y la técnica freudiana. En


algunos casos introdujeron breves cambios y en otros, postulados completamente divergentes.
De una noción unipersonal del psiquismo, el psicoanálisis ha dado paso a una concepción
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
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bipersonal (Mendez & de Iceta, 2002), en esta, los sueños continúan siendo la metodología de
análisis de las dinámicas inconscientes y al mismo tiempo una fuente de análisis de las
representaciones inconscientes de dos subjetividades en interacción: paciente-terapeuta.
Igualmente desarrollan la idea de que los sueños no son obligatoriamente necesarios para conocer
y develar la naturaleza de los procesos psíquicos (Mendez & de Iceta, 2002).

Entre las opiniones revisadas de la teoría clásica de los sueños, se encuentra la tesis
fundamental de que éstos tienen como causa el cumplimiento de deseos insatisfechos. Ferenczi
afirma por ejemplo, que todo sueño es a la vez una tentativa de alcanzar un buen manejo de
experiencias traumáticas y una búsqueda de resolución de estas (1931). Existen también ciertas
corrientes que ven al sueño como una función integrativa de diversos elementos psíquicos y han
introducido propuestas novedosas, los trabajos en estas materias son abundantes (Lewin, 1955;
French & Fromm, 1964; Greenberg & Perlman, 1975; Palombo, 1978; Kantrowitz, 2001).

Carl Gustavo Jung, modifica la idea de que los sueños expresen deseos insatisfechos. Él
cree que en el sueño se encuentran activas diversas formas de los procesos mentales y
psicológicos, “menciona como ejemplos: el recuerdo del pasado y la anticipación del futuro,
diversos tipos de resolución de problemas, la expresión de deseos irracionales, la formulación de
percepciones interpersonales o la perpetuación de auto decepciones” (Mendez& de Iceta, 2002,
párr. 74). Enuncia explícitamente su desacuerdo en el hecho de que el sueño esté en un lenguaje
codificado y que por eso debe ser descifrado, Jung argumenta que los sueños tienen una lógica y
un lenguaje propio y que de manera inevitable éste debe ser comprendido en ese lenguaje (Jung,
2002).
Por otra parte Sullivan propone, que durante el sueño el self disminuye sus defensas
debido a que los elementos que son amenazantes son dejados aun lado (Sullivan, 1953). De este
modo en el sueño se presentan menos obstáculos y los procesos normalmente disociados
encuentran su expresión, es por lo anterior, que en el sueño según Sullivan, la personalidad
encuentra una forma de resolución de sus problemas interpersonales (Sullivan, 1953). En esta
misma línea, en la de la teoría interpersonal, Blecher desarrolla una elaboración teórica alrededor
de los sueños y la contratransferencia. Éste afirma que las imágenes oníricas del paciente dicen
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
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tanto de éste como del propio analista, éstas imágenes pueden incluir señales de aspectos del
analista que posiblemente están por fuera de la conciencia de ambos (Mendez & de Iceta,
2002),el insight de estos aspectos podría brindar mayores elementos y una apreciación mucho
más amplia de la trasferencia. Para Blecher, la interpretación de un sueño requiere mucho más
que una sola sesión, el proceso ha de ser continuo, interactivo y estar envuelto en la reciprocidad
de una relación dialéctica (Mendez & de Iceta, 2002).

Otros autores elaboraron teorías sobre los sueños que diferían completamente de los
trabajos psicoanalíticos. Medard Boss, desde una perspectiva fenomenológica alentó el desuso de
teorías para el trabajo con los sueños (Boss, 1977). Autores como Storolow y Atwood

Aportan el concepto del inconsciente pre reflexivo, un inconsciente no defensivo


que resulta de la incapacidad que la persona tiene para reconocer que la realidad
personal en que vive está construida por estructuras de su propia subjetividad. El
sueño proporcionaría un material privilegiado para facilitar el reconocimiento de
estas estructuras (Mendez& de Iceta, 2002, párr. 48).

En una perspectiva cognitiva, Fosshage argumenta que el sueño al igual que la vigilia
tiene la tarea de procesar información, “las imágenes del sueño se ordenan secuencialmente para
expresar significado y para continuar el procesamiento cognitivo-afectivo, del mismo modo que
en el lenguaje las palabras se ordenan de manera lógica y coherente para dar sentido y expresar
una idea” (Mendez& de Iceta, 2002, párr.54).

Después de este breve panorama sobre algunos trabajos teóricos acerca de los sueños
daremos paso al objetivo principal que nos proponemos, sintetizar y delimitar específicamente a
aquellos que se inscriben en un marco humanista- existencial.

3. La Psicoterapia Humanista y los Sueños.

3.1 El enfoque Gestáltico y la realidad Experiencial en los sueños.


LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

En el año 1900, cuando la interpretación de los sueños hace su aparición, Freud afirmó
que los sueños eran la vía regia, el camino real hacia el inconsciente (Freud, 1970). Desde ahí en
adelante el mundo onírico con su extrañeza, símbolos y todo lo que le corresponde, fue un campo
de debate e investigación por parte de diversas escuelas de pensamiento en psicología. En este
apartado nos concierne hablar principalmente de una de ellas, aunque no de manera exclusiva, se
trata de la terapia gestáltica.

La terapia Guestalt es una teoría y método psicoterapéutico que tiene como fundamento la
existencia misma del hombre: su experiencia orgánico- natural en flujo permanente traducida en
términos de necesidades de supervivencia y necesidades emocionales, su inseparable conexión
con el medio en el que vive (social y físico) y su capacidad para percibir a los otros, su mundo
circundante y a sí mismo (Castanedo, 2014), (Castanedo, 2008).

La palabra “Gestalt” es un término que significa forma o estructura (Perls, 1976) (Yontef,
1995), está concepción indica que la experiencia es una unidad total; y como según la terapia
Gestalt la experiencia de la mismidad es mayormente corporal, (Perls & Baumgardner, 1975)
consecuentemente ésta depende de la conciencia perceptiva que alcancemos del cuerpo. Entre
más alejado se esté de este nivel perceptivo básico, el de la experiencia corporal, la conciencia
sobre nuestro estar en el mundo se verá disminuida. Por eso el interés de la terapia Gestalt se
centra en reconocer principalmente como en el proceso de desarrollo moral, intelectual y
emocional nuestras disposiciones naturales son mutiladas y remplazadas por valores, roles y
formas predeterminadas de comportamiento que menguan la conciencia corporal, dividen y
fragmentan la personalidad (Perls, 2004). La Guestalt se preocupa por lo que el sujeto es “ahora”,
en el presente con sus evasiones, miedos y angustias. Esta atención al “ahora”, lleva a la pregunta
por el “cómo” de esa experiencia, es decir, la Guestalt se pregunta por la estructura y los procesos
subyacentes al evadirse, angustiarse etc. (Perls F. , 1987).

Para lograr que la persona tome conciencia de esta capacidad de percibirse, en otras
palabras, de estar con el flujo de su experiencia y asumir la responsabilidad sobre su vida, la
terapia se vale de diversos métodos y técnicas. Entre estos métodos se encuentra el trabajo con
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los sueños. Para Perls los sueños son “el camino real hacia la integración” (1987, p.78), la única
creación de la vida psicológica que goza de libertad, al no someterse a ningún designio o
voluntad, es una expresión espontanea de la vida misma y nada en el ser humano es tan
espontáneo. Perls (1976, 1987) parte de la suposición de que los múltiples fragmentos del sueño
pueden entenderse como piezas, proyecciones de la personalidad, ya que la personalidad es una
unidad total, el propósito de la terapia es unificar todos los variados elementos del sueño
(Castanedo, 1981).

Es así como el sueño en terapia Guestalt se considera en su totalidad una proyección


(Zamudio, 2014), (Quiroz & Ayo, 2004), todos los segmentos del sueño son en realidad el
soñador mismo, es así como en éste se revelan los conflictos y los vacíos, las necesidades no
satisfechas, lo que se evita vivir y realizar (Castanedo, 2014), vale decir, toda la existencia
misma. Según Perls, la compresión de los sueños se convierte de cierta manera en una ataque
directo al centro de la no-existencia (1987), lo que se traduce de esto, es que las proyecciones del
sueño deben pasar por un proceso de reidentificación que tendrá como resultado una mayor
conciencia del sujeto sobre sí mismo, en palabras de Perls, el paciente recuperará “el potencial
escondido que aparece en el sueño” (Perls, 1987, p.79). De igual forma el sueño puede
considerarse como; también las pesadillas, un intento por encontrar la solución a las
contradicciones que se presentan en la vida del sujeto, ésta contradicción se manifiesta en el
sueño a modo de dos bandos uno frente al otro, sin ninguna respuesta aparente al conflicto. “En la
pesadilla, por ejemplo, la paradoja no está integrada; en la vida diaria del neurótico sus paradojas
también permanecen sin integrarse” (Perls, 1976, p. 63).

Para comprender el sentido del sueño, la interpretación y la especulación como caminos


de análisis al significado de éste quedan excluidas. Esto por dos motivos, uno epistemológico y
otro de naturaleza metodológica. A nivel epistemológico el punto de partida es la fenomenología,
es decir, no se impone ninguna clase de prejuicio, ni teórico ni de ningún otro tipo sobre el
fenómeno (Luypen, 1967), por el contrario se deja que éste se manifieste y muestre su propia
lógica interna (Perls & Baumgardner, 1975), (Perls, 1976), (Perls F. , 1987), (Vásquez, 2003),
(Castanedo, 2008), (Castanedo, 2014). En el plano de lo metodológico la terapia guestalt opta por
una técnica que se centre en la experiencia misma, ésta observa con recelo el problema de la
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interpretación y el pensamiento acerca de, como un no estar conectado con lo dado y lo que
ocurre, en términos más simples lo obvio. Para la Guestalt, en palabras de Kierkegaard, “no hay
que hacer más que una cosa con la verdad; vivirla en vez de pensarla” (Martínez, 2013, p. 75).

Por otro lado la interpretación del sueño encara un verdadero peligro, más allá de
traspasar los límites fenomenológicos, si es el terapeuta el encargado de desentrañar el sueño del
consultante y éste solo acepta de forma pasiva las interpretaciones como hechos, la situación
terapéutica que se configura queda estructurada en forma vertical: el terapeuta toma un lugar de
poder desde el que ayuda a su paciente a resolver los conflictos que lo aquejan; esta relación
según la Guestalt no puede sino favorecer los procesos neuróticos que ocurren en el consultante
durante la terapia ya que satisfacen su necesidad de apoyo ambiental1. Ante esto la terapia Gestalt
opta por mantener un vínculo horizontal (Yontef, 1995), por lo que la renuncia a la interpretación
del sueño de la forma tradicional (Freud, 1970) debe ser el paso consecuente. El procedimiento
para darle sentido al sueño consististe en hacer que los pacientes vivan éste “más extensamente e
intensamente para descubrir la paradoja” (Perls, 1976, p. 63).Intensificar el sueño, intentar vivirlo
de nuevo, requiere la disposición para reconocer “las sensaciones, las emociones y los gestos”
(Perls, 1976, p. 63).Solo se logrará integrar el sueño y solucionar los conflictos que este presenta
por medio de la re identificación y la participación con los elementos que éste contiene (Perls,
1976).

Antes de describir la técnica del trabajo con los sueños, es necesario hacer dos apuntes
respecto a la naturaleza de éstos: el carácter recurrente de algunos y el olvido de otros. Esto para
tener un panorama general del funcionamiento onírico que será útil en el momento de la
comprensión de éste. Comencemos por los sueños frecuentes, esos que aparecen una y otra vez
en la vida onírica de la persona. Un principio epistemológico de la Guestalt indica que toda
formación tiende al cierre, esto quiere decir que cualquier asunto que emerja desde el fondo a la
conciencia como figura tiene que ser atendido y llevado a su término. Si esto no sucede, por uno
u otro motivo, la Guestalt seguirá presionando para que su cierre sea completado (Latner, 2007).

1
La madurez para la Gestalt se cifra en la capacidad de pasar del apoyo ambiental al autoapoyo (Perls &
Baumgardner, 1975).
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
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Esto es lo que se conoce como asunto inconcluso o no resuelto; podríamos citar un ejemplo del
hombre que sentado en su oficina es incapaz de comer para satisfacer su hambre ya que considera
de más importancia entregar el informe de cuentas, es consecuente que este no se alimente y su
necesidad siga presionando el cierre (Latner, 2007). En los sueños frecuentes, si algo aparece
repetidamente es indicativo de que la Guestalt no se ha cerrado, en otras palabras, existe un
asunto que no ha logrado completarse y no puede regresar al fondo. De forma literal el sueño
busca la resolución de este asunto, es un intento de enfrentar las cosas. Podría reprocharse acá
que esta conceptualización confirma la hipótesis freudiana de que el sueño es la realización de un
deseo (Freud, 1970), este reproche es fácilmente objetable. Suele ocurrir a menudo que las
pesadillas son sueños repetitivos, la Guestalt plantea que es imposible sostener conceptualmente
que una pesadilla sea la realización de un deseo, como si lo afirma la teoría freudiana, si nos
atenemos a los hechos pareciera que ésta representa los modos como el sujeto se frustra así
mismo (Perls, 1976), (Perls F. , 1987) evita cerrar sus asuntos, encarar sus aspiraciones y deseos
etc. El sueño no solo es la realización de un deseo insatisfecho, es el territorio de lo posible
(Wyss, 1988), donde se representa toda la existencia.

La otra indicación que se debe realizar con respecto a los sueños es la del olvido de éstos,
el cual es un fenómeno bastante común. Según Perls , (1987) los pacientes la mayoría del tiempo
se niegan a hacer frente a su existencia y rechazan el hecho de que deben responsabilizarse de sí
mismos. Para el autor, los sueños son un “mensaje existencial de aquella parte de la personalidad
que está faltando, y en el sueño se puede ver claramente cómo uno elude las cosas” (1987, p.
133). Las personas que se niegan a recordar sus sueños son del tipo fóbico, evaden su existencia y
encontrarse con los asuntos desagradables de sí mismos (Perls F. , 1987). En lo que respecta al
autor de este artículo se aclara que toma distancia de este argumento, en las discusiones se
ampliará el porqué de esta distancia.

Volvamos ahora al proceso de comprensión del sueño, si se ha entendido el argumento


hasta ahora de darle sentido a éstos es percatarse de que se está evadiendo lo obvio (Perls F. ,
1987), para lograr percatase, como ya se dijo, es necesario vivir intensamente el sueño en el
presente a través de un proceso de personificación y actuación que facilita la re asimilación de los
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elementos proyectados (Perls, 1976). Ahora describiremos este proceso en forma detallada con
sus variadas estrategias. En primer lugar, se hará una profundización en los momentos en que se
divide el proceso de construcción de sentido de los sueños y en segundo detallaremos las diversas
formas estratégicas para trabajar con éstos.

Iniciemos por el proceso de construcción de sentido, en forma práctica se puede distinguir


tres fases cada una de las cuales no representa un orden fijo e inflexible, solo indican un
momento particular del estado en el que se encuentra el material con el que ocuparemos la labor
de compresión (Vásquez, 2003). Estas fases están dividas en la narración verbal, la
experimentación de la narración y una dramatización de éste. En la narración se cuenta el sueño
tal como se recuerda, un fragmento corto o largo, la intención de esto es estabilizar y precisar las
diversas imágenes que aparecen representadas, sirve también para explicitar la posición del
narrador en el sueño, como se percibe así mismo o a los otros que observa (Vásquez, 2003).

Para experimentar la narración y vivenciarla tal como si estuviera sucediendo ahora, la


historia que cuenta el paciente, que se ha hecho casi de forma segura en un tiempo pasado, es
contada de nuevo pero esta vez en forma presente y en primera persona (Perls F. , 1987). Es así
como el sueño es experienciado de tal manera que tiene ahora alguna relación con la vida del
paciente. Este proceso puede enfatizarse mucho más con la simple petición de que cada vez que
termine de contar un pequeño trozo del sueño repita “esta es mi existencia” (Vásquez, 2003, p.
134), acentuar esto, origina que el sueño que antes era percibido como un producto absurdo sin
ninguna relación con la existencia, tenga ahora una conexión con está, es en cierto sentido una
reapropiación de los objetos, elementos y personas que se representan, un descubrimiento de que
son mis-imágenes, mis-objetos, mis-personajes (Perls & Baumgardner, 1975).

Después de esta reapropiación, la comprensión entra en una etapa en la cual el sueño se


dramatiza. Antes se debe aclarar un punto respecto a la utilización de la dramatización, esto no
sale de la nada y por supuesto que tiene una fundamentación clara. Volver psicodramáticamente
sobre un suceso no solo se realiza en el trabajo con sueños, sino que es una estrategia por
excelencia en la terapia guestáltica (Perls & Baumgardner, 1975). En el cierre de un asunto
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inconcluso es casi inocuo hablar acerca del suceso, no basta solo con relatarlo hay que vivirlo de
nuevo, si por ejemplo el sentimiento interrumpido es de enojo, se tiene que pasar de nuevo por
éste y asimilar el sentimiento que se interrumpió, es decir, no basta solo con hablar de algo se
tiene que volver psicodramáticamente a ello. (Perls, 1976). Aclaremos aún más lo anterior,
podríamos decir a un paciente que “aún no puedes dejar ir a tu esposa porque nunca le expresaste
el enojo que sientes”, esto por supuesto puede tener cierta concordancia con la realidad del
consultante. Pero la explicación es aséptica en cuanto no se conecta con los sentimientos de éste,
ya que estos no son consecuencia de su sentimiento de enojo, sino de la obstaculización de la
expresión de estos ante su mujer. Si desde el inicio se hubiera dado la posibilidad de expresar sus
sentimientos, el asunto se hubiera cerrado (Latner, 2007). Por eso, para facilitar el cierre se le
permite que hable psicodramaticamente con su esposa, aunque esta ya no este (Perls, 1976).

Si entendemos entonces el sueño como un asunto inconcluso, el trabajo con este tiene la
misma intención. El paciente entra en movimiento y acción, en otras palabras, escenifica
teatralmente su historia, él es el actor principal, el director, la utilería etc (Perls F. , 1987),
(Vásquez, 2003). El paciente hace una lista que incluya la mayoría de elementos posibles y se
trabaja sobre esto, haciendo que este actúe como si fuera cada una de estas cosas, convirtiéndose
realmente en ellas, adoptando sus posturas y gestos, sus sensaciones etc. El asunto ciertamente no
se detiene en la escenificación, al actor se le pide que entable un dialogo entre cada objeto,
persona o elemento. Especialmente los que representan algún tipo de contradicción u oposición,
para lograr la integración de estos (Perls & Baumgardner, 1975). En esto consiste de forma
esencial la dramatización, dramatizar es exagerar, y cuando se exagera se nota lo que antes no se
notaba. Esta fase de la comprensión implica para el paciente vivir nuevamente el sueño,
reidentificarse con fragmentos alienados de sí mismo, poder llevar al cierre sus asuntos (Perls F. ,
1987). Con respecto a esta tercera fase es importante agregar que no siempre se hace imperativo
montar toda la escenificación del sueño, basta con tomar un personaje o un elemento e
identificarse con él (Vásquez, 2003), por ejemplo si se sueña con un “sapo verde y baboso que
todos rechazan”, o con un “pequeño guijarro que todos aplastan” hay que afirmar “yo soy un sapo
verde y baboso que todos rechazan” o “soy un pequeño guijarro que todos aplastan”.
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
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Para finalizar este apartado se mostrará, aunque ya se ha hecho referencia implícitamente,


el aspecto técnico del trabajo con sueños y se dará un panorama general de éste. Tomemos en
primer lugar el grupo de técnicas que se podría ubicar en la categoría “retroalimentación”,
(Vásquez, 2003) estas buscan de forma simple reflejar el comportamiento del consultante. La
verbal, utilizada por Rogers, es el más común pero en terapia Guestalt no solo se refleja el
lenguaje, sino también y principalmente las manifestaciones fenomenológicas comportamentales:
tono de voz, movimientos corporales, etc (Perls, 1976). Estar atento a estos aspectos mientras el
consultante habla de su sueño es crucial, no solo comprendemos el sueño, sino la existencia
misma del sujeto, una existencia corporizada. En Guestalt todo lo que se hace es clave de lo que
se piensa y todo lo que se piensa es clave de lo que se hace (Perls, 1976).

En segundo lugar, están las técnicas que se basan fundamentalmente en el trabajo con la
fantasía. La fantasía posee la ventaja de anular la interpretación y facilita la identificación (Perls,
1976). La fantasía posibilita la toma de conciencia de las necesidades, lo desconocido, el
reconocimiento de asuntos inconclusos etc. La fantasía en el trabajo con los sueños sirve para
ampliar escenas faltantes, establecer una continuidad del sueño para observar su desarrollo,
posibilitar el recuerdo de los sueños olvidados (Perls F. , 1987). En tercer lugar están las técnicas
relacionados con el trabajo de identificación, las cuales consisten en la representación y actuación
de un elemento del sueño, esta técnica posee múltiples variaciones y puede utilizarse casi con
cualquier cosa que sea significativa para el paciente, la inversión de roles y el cambio de papeles
son ramificaciones de esta técnica (Perls, 1987; Naranjo, 1990).

Por último, están las técnicas que podrían agruparse con el término de integrativas que
tienen el objetivo de integrar las partes dividas, fragmentadas y alienadas de nuestra personalidad,
el trabajo con polaridades, la silla vacía y la compresión del sueño misma es un hacer que
propicia la integración (Naranjo, 1990). El trabajo con estas diversas modalidades tiene una
profunda relación y no son mutuamente excluyentes, por ejemplo, se puede utilizar la
identificación con un elemento durante una fantasía, o establecer un dialogo de polaridades
durante la identificación etc. Las técnicas en terapia guestalt podrían también agruparse,
incluyendo las integrativas, supresivas y expresivas. Las supresivas sirven para eliminar todo lo
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que no sea el ahora y conectarse con la experiencia misma, se suprime los acercadeismos y los
debeismos, las preguntas innecesarias, los falsos porque y todo lo que se considere una evitación
de la experiencia tal como está sucediendo (Naranjo, 1990). Finalmente están las expresivas que
se usan con la intención de dar libre flujo y movimiento a sensaciones, y sentimientos que han
permanecido obstaculizados y obnubilados del darse cuenta, están el trabajo corporal, el
aprendizaje multisensorial, la exageración de un comportamiento entre otras (Naranjo, 1990).

3.2 El Focusing y Los Sueños

El objetivo de esta apartado es en primer lugar, dar un pequeño esbozo sobre la teoría del
Foucousing y en segundo y con más detenimiento detallar el trabajo que en este se implementa
para la compresión de los sueños. Iniciemos tratando de delinear brevemente las intuiciones
generales que guían este trabajo. El Focusing es una modificación de la terapia centrada en el
cliente propuesta por Eugene Gendlin (Gendlin, 2002). Esta nueva forma de entender la
psicoterapia centra su interés en los significados implícitos en el proceso experiencial del sujeto
(Gondra, 1975). Según Gendlin, lo que determina el éxito en la terapia no es tanto el cambio en la
percepción del consultante, como creía Rogers, sino la posibilidad de que este pueda lograr
mayor conciencia sobre su experiencia. La respuesta óptima según esta perspectiva es aquella que
apunta a lo que denominan con el concepto de “experiencing”, éste será el centro de la terapia y
todo proceso que se lleve a cabo en terapia debe referirse directamente a éste; ella (la
respuesta)ha de ser una simbolización del experiencing (Gondra, 1975).

Este experiencing conceptualmente puede entenderse como una referencia directa en la


conciencia fenoménica, es el dato vivenciado implícitamente que lleva un significado existencial
en sí mimo que trasciende la lógica (Gendlin, 2002). El experiencing denota algo concretamente
sentido en el campo perceptual del individuo que escapa a su contenido intencional o simbólico2.

2
El filósofo alemán Franz Rosenzweig a inicios del siglo XX ya se había percatado de esto. Él retoma de la mística
Judía la clásica división entre el nombre revelado de Dios y la verdadera esencia de Dios para explicar cómo el
lenguaje está imposibilitado para abarcar la totalidad de la verdad del sujeto (Mate, 2003). Aunque no se refiere
directamente al afecto se deduce que Rosenzweig está indicando que hay algo de la experiencia que se escapa a la
simbolización. Al igual que el nombre revelado de Dios no capta de forma total la esencia de éste, el lenguaje no
expresa la totalidad de la experiencia afectiva.
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

15

Es la aglomeración fluida y concreta de experiencias internas que son susceptibles de recibir


variados significados. El significado es el resultado de la unión entre el experiencing y los
símbolos (Gondra, 1975).

Entre mayor sea la significación que logremos alcanzar mayor será nuestra capacidad de
percibir y de tener a disposición todos los sentidos experienciales que trascurren y suceden en
nuestro cuerpo (Gondra, 1975), (Gendlin, 2002). Es importante aclarar que la naturaleza del
experiencing es enteramente relacional: toda sensación corporalmente sentida es una indicación
directa al otro, no somos una subjetividad pura y aislada. Esta existencia latente, incompleta y por
consiguiente difusa y no conocida necesita la conjunción de significado que nace del dialogo
entre el experiencing y los símbolos. Únicamente cuando se produce este dialogo el proceso es
llevado hacia adelante y surgen los significados explícitos (Gendlin, 2002). Por lo tanto y en
concordancia con lo anterior, si el proceso normal es la simbolización del experiencing, la
enfermedad es el detenimiento de ese proceso. El terapeuta ha de estar atento a responder al
experiencing que funciona de modo implícito (Gondra, 1975). Ha de estar pendiente no tanto del
contenido de la experiencia sino de la forma en cómo esta se experimenta, a de ofrecer
igualmente conceptualizaciones y percatarse de aquello que está vivenciando el cliente y que tal
vez no es todavía para él posible de explicitar. Por eso, como ya se dijo, la respuesta óptima es la
que lleve adelante el proceso y apunte a la sensación corporalmente sentida (Leijssen, 2004), para
esto el terapeuta3 tendrá que permitirse vivir todas las experiencias que resultan de la relación con
su paciente (Gendlin, 2002).

Es momento de centrarnos ahora, en segundo lugar, sobre el trabajo del Focusing con los
sueños. Utilizar esta perspectiva con lleva el uso de distintas formas de acercamiento que se
anclan y toman su fundamento en la experiencia corporalmente sentida. Para explicarlo
tomaremos como base el sistema que Leijssen desarrolla para la compresión de los sueños
3
De lo que se habla acá de forma implícita es de la congruencia, este es un tema que no se puede evitar. En el
Focusing este término es transformado conceptualmente y se abandona la teorización Rogeriana al respecto. Se pasa
del conflicto del yo ideal y yo real a un sistema donde “la congruencia es la conciencia de su propio experiencing, un
referente sentido subjetivamente que contiene dentro de sí la integración de todas sus experiencias” (Gondra, 1975,
p. 281). En otras palabras la congruencia pasa a ser un término dinámico y procesual “un modo de vivir pleno e
inmediato los propios sentimientos de la corporeidad” (Gondra, 1975, p. 281). La meta de la terapia es lograr que el
consultante obtenga conciencia de su experiencing, para eso es necesario que el terapeuta tenga acceso a los propios
sentimientos de la corporeidad, en otras palabras, sea congruente.
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

16

utilizando el marco de referencia del enfoque corporal 4 (2004). Nuestra ruta de argumentación
estará guiada por las cinco fases que la autora distingue en su analisis.

La primera fase del proceso gira alrededor de la toma de conciencia. Para trabajar con el
sueño es necesario enfocarse de manera preliminar en alcanzar una conciencia corporal que
facilite la relación del cliente consigo mismo. Esta relación ha de tener un carácter de apertura,
pero teniendo el cuidado de no lleguar al punto donde el consultate se paralize o agobie con sus
propias dificultades5. Hallar una forma apropiada de relación asegura que el paciente confie en su
autoridad interna, abandone procesos de intelectualización y renuncie parcialmente a las
autoridades externas. Mostrarle que su sensación corporalmente sentida es confiable es una de las
primeras claves. En un segundo momento el terapeuta ha de diponerse a escuchar la historia.Es
necesario en ciertas ocasiones hablar con algunos consultantes sobre el funcionamiento del sueño
para generar un actitud de asombro y apertura que facilite el establecimiento de una relación entre
éste y su sueño.

Todo sueño exije un proceso de relato, donde el sueño posee un desarrollo y estructura
formal tan claro como el de nuestras fantasias o pensamientos, por más absurdo que este nos
pueda parecer, su nucleo mismo incluye un argumento;y esta historia necesita un oyenteque
pueda acogerla de manera empatica y libre de prejuicios. Esta forma calida de la relación, entre el
consultante y terapeuta y el consultante y su sueño, promovera un despliege de asociaciones que
le llevarán a un experienciar activo (Leijssen, 2004). Es ineludible cualquier aspecto del sueño
por más insignificante, ilógico o irracional que se manifieste, la actitud en el espacio de la
relación terapéutica ha de mantenerse en unos límites de respeto y escucha mientras emerge la
fuerza del proceso experiencial.

La tercera fase consiste en la sensación sentida y el cambio sentido. El trabajo del


Foucusing con los sueños sucede desde la experiencia corporal. La compresión de éste requiere e
involucra la sensación corporalmente sentida que emerja en su narración. Las imágenes del

4
Una aclaración que se considera importante es que al Focusing se le denomina también como el enfoque corporal.
5
“El terapeuta ayuda al cliente a estar con los sentimientos, no en ellos. El Focusing funciona mejor cuando el cliente
puede 'estar cerca de' sus sentimientos en lugar de estar zambullido en ellos” (Leijssen, 2004, p. 144).
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

17

sueño están acompañadas por una sensación vaga, y fluida, cada imagen contiene una sensación
particular que es singular y contiene un significado implícito. Solo es permitido orientarse a esta
sensación, sugerir ideas y esperar que surja algo. Cuando esta sensación finalmente puede
simbolizarse aparecen todo un conjunto de elementos que provocan que la imagen onírica tenga
algún significado, vivencialmente hablando, para nosotros;

Esto a menudo se acompaña por un nuevo entendimiento o insight. Se le llama un


cambio sentido o cambio corporal. Es una dirección de crecimiento corporalmente
sentida que siente inequívocamente como correcta. Este cambio sentido físico es
un progreso, un destello de energía liberado en el cuerpo. Es el criterio de prueba
del trabajo de los sueños con Focusing. (Leijssen, 2004, p. 148).

Ahora se nombrarán las técnicas de trabajo con los sueños del Foucousing de manera
general. En éste trabajo se elimina cualquier intento de dar un significado estático al sueño o a un
fragmento de este, toda afirmación sobre lo que sucede es provisional e intenta apuntar al
experiencing del consultante. Lograr la fusión de su experiencia corporalmente sentida con algún
símbolo6 o representación es un objetivo central. No importa el lenguaje teórico mientras este se
refiera a la experiencia del paciente, por eso el Focusing se vale de diversas técnicas, preguntas y
leguajes teóricos (Gendlin, 2002). Entre estas técnicas se encuentran la asociación libre
psicoanalítica, las técnicas de personificación y dramatización gestálticas, el análisis de formas,
las analogías entre el sueño y el cuerpo, los símbolos contra factuales en las imágenes oníricas, la
indagación por elementos del desarrollo que van desde la infancia a la adultez, y la atención a los
desacuerdos y oposiciones entre el soñador y el sueño (Leijssen, 2004).

Es claro que toda esta diversidad de técnicas tiene el fin de lograr la simbolización., donde
la unión del símbolo con la experiencia corporalmente sentida crea un nuevo significado que
podría considerarse bajo el término de insight. Y todo insight verdadero no puede dejar inmóvil a

6
En palabras del propio Gendlin “En apariencia la cuestión no estriba en qué vocabulario usamos sino más bien
cómo lo empleamos. Si lo manejamos con referencia directa a la vivencia podemos recurrir prácticamente a
cualquiera de ellos. Si lo utilizamos como sustitutivo de la experiencia individual, ningún vocabulario cognoscitivo
engendrará un cambio constructivo de la personalidad” (1994, p. 123).
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

18

la persona; el insight es, llevando hasta el último termino el pensamiento de Gendlin, un cambio
no solo en la forma en que percibo el mundo interno y externo, sino de forma literal un cambio en
la manera en como lo siento y lo represento, es por esto que el sueño en sí mismo lleva incrustado
los pasos para la resolución de muchas de nuestras paradojas y conflictos; “lo que es
corporalmente experienciado aquí a un nivel simbólico, tiene el poder de crear un cambio real en
las acciones del cliente en la vida diaria” (Leijssen, 2004, p. 32).

4. La perspectiva fenomenológica sobre los sueños.

Este apartado no pretende abarcar todas las observaciones filosóficas de la fenomenología


acerca de lo sueños, un propósito como ese necesitaría un trabajo de mayor dedicación. El
objetivo que aquí se pretende es mucho más modesto, por eso se aclara que la perspectiva que se
presenta corresponde a una visión particular de la fenomenología de los sueños que no intenta ser
de carácter general. Buscamos responder un interrogante que se cree es de carácter esencial a la
fenomenología onírica ¿qué es el sueño? Igualmente se pretende llevar a cabo una
argumentación que fundamente la cuestión ¿Qué nos dice el sueño?

Respecto al sueño existen múltiples líneas de razonamiento que podríamos seguir7, en este
análisis se utilizará como guía la fenomenología de Wyss (1988) para dar cuenta del primer
objetivo que se ha planteado. Wyss parte de los fenómenos de la percepción y el movimiento que
ocurren durante el soñar. Es sabido por todos, que mientras estamos dormidos percibimos en las
imágenes oníricas cientos de lugares, formas, colores, altitud, profundidad, amplitud, cercanía y
lejanía etc, un mundo interior que está disponible para nosotros en la conciencia onírica y que
posee las formas de la percepción que se dan a la conciencia de vigilia. A este hecho se le suma
el fenómeno del movimiento, en el sueño caminamos, corremos, volamos, nos paralizamos,
andamos en bicicleta o en avión (Wyss, 1988).

7
Sartre, por ejemplo, tiene un punto de partida distinto con unos resultados similares; en Lo imaginario escribe:
“Ésta es la verdadera explicación del simbolismo onírico: si la conciencia no puede aprehender nunca sus propias
preocupaciones, sus propios deseos, sino en forma de símbolos, no es, como cree Freud, por una “inhibición que le
haría disfrazarlas”, sino porque es incapaz de aprehender nada que sea real en su forma de realidad. La Conciencia ha
perdido totalmente la función de lo Real y no puede sentir ni pensar más que en forma imaginada lo que siente y lo
que piensa. El sueño no es la ficción tomada por la realidad, es la Odisea de una conciencia que, por sí misma y a
pesar de sí misma, no va a constituir más que un mundo irreal” (Sartre, 1997, parte IV).
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

19

¿Cómo puede ser viable el suceso de la percepción y movimiento en el sueño si de hecho


no estamos percibiendo ni nos estamos moviendo? Wyss responde a esta pregunta por medio del
concepto de función8 (1988). Nuestro cuerpo mientras duerme continua con su actividad, el
“organismo no descansa: el corazón y los pulmones no paran, los riñones producen orina,
etcétera; prácticamente todos los órganos se mantienen trabajando” (Soto, 2010, p. 5) aunque en
un nivel y ritmo inferior. Así mismo todos los órganos sensoriales continúan con su función
durante el sueño, podemos palpar, degustar, escuchar, oler etc, a pesar de que la relación que
existe entre los órganos perceptivos y el mundo se disuelva temporariamente, en otras palabras,
mientras dormimos continuamos percibiendo. Esto nos pone de cara a una cuestión, si en el
dormir la relación que existe entre el órgano perceptivo y el mundo ha entrado en una fase de
desvinculación, ¿qué es lo que percibe éste entonces? ¿Cuál es el campo fenomenológico de
percepción en el soñante?

Si no estamos captando el mundo, la única respuesta posible es que habitamos


enteramente sobre nosotros mismos cuando dormimos. El campo de percepción es el propio self9
(López, 2010), un self que es siempre indicativo del mundo10 ya que todo lo que representa éste
en el sueño no puede escapar al ámbito primario de la unidad sujeto-objeto. Wyss dirá de forma
rotunda “este self es el mundo11. Es el mundo12 porque se refiere al mundo, pero también porque

8
“La función no sólo conecta uno con otro a los más diversos sistemas de órganos, (…) sino que la función, y en
esto está lo decisivo, está ordenada sobre y antes que el órgano, sobre la estructura morfológica. La función precede
al desarrollo de los órganos en la génesis embrional; (…) Las funciones también pueden asumir y sustituir
estructuras originalmente no subordinadas a ellas o que, inclusive, hagan falta-, no sólo en el caso de lesiones
corticales, sino también en traumas totalmente sencillos del aparato motor” (Wyss, 1988, p. 4).
9
“En el sueño, por el contrario, no preservo el mundo presente más que para mantenerlo a distancia, me vuelvo
hacia las fuentes subjetivas de mi existencia, y los fantasmas del sueño aún revelan mejor la espacialidad general en
la que se incrustan el espacio claro y los objetos observables” (Merleau-Ponty, 1994, p. 299).
10
“Los fenomenólogos hablan a su vez del campo fenomenológico que corresponde a la correlación sujeto-objeto o
conciencia-mundo, a cuyo respecto hemos dicho (…) que era más primitiva que el sujeto o el objeto, que no se
definen sino en esta correlación” (Dartigues, 1981, p. 50).
11
En un pequeño escrito titulado “La antropología del dolor” Veena Das, trae varios ejemplos que nos servirán para
indicar con más fuerza la orientación del self hacia el mundo y la percepción de este en el sueño, cito en extenso:
“(…) Koselleck, (…) ha defendido que incluso experiencias tan hondamente privadas como los sueños tienen una
historia supraindividual. Compara los sueños descritos por varios profesionales judíos durante la primera fase del
Tercer Reich, y recogidos por Beradt, con los sueños de los prisioneros de los campos de concentración que nos
relata Cayrol. La dimensión supraindividual surge claramente del hecho de que Koselleck detecta diferentes
características definitorias comunes en los sueños de ambos periodos. En la primera fase, existía un sentimiento de
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

20

el mundo se orienta hacia este self” (1988, p. 5). La función del movimiento al igual que la
percepción continúa su actividad, nuestros miedos, angustias, deseos sexuales o conflictos, por
ejemplo, no se representan solo como una imagen estática, sino que gozan movimiento y fluidez.

Hasta este momento de la exposición se podría haber dado la impresión, de que la


percepción en la vigilia y en el sueño son completamente similares. Corregiremos nuestro error
trayendo otro elemento de carácter vital. El ser humano articula el flujo de sus experiencias en
presente, pasado y futuro, es capaz de “temporalizar” su propia existencia (Toboso, 2007),
característica contundente para la definición de la realidad. Esta capacidad de temporalización, de
articulación del tiempo, es suprimida en el sueño13, pero este “no es intemporal, sino atemporal:
no tiene tiempo, porque es él mismo todos los tiempos a la vez que su sucesión, porque el devenir
constantemente regresa a lo mismo, porque sus circunstancias constantemente se repiten”
(Salazar, 2010, p. 191).Para ser más precisos la conciencia onírica es actualidad y presencia, un
dinamismo secuencial que transcurre de imagen en imagen y que se caracteriza por una duración
solo concerniente al terreno de la vivencia en trascurso y por un cambio sin un límite fijo entre
pasado y futuro. Lo que caracteriza al sueño es, como ya se dijo, un resquebrajamiento de la
articulación temporal tal como se da en la vigilia (Merleau-Ponty, 1994), es así como en este el
cambio y la mutación se vivencian como pura actualidad (Schutz, 2009), (López, 2010).

Se puede llegar a una respuesta: el sueño es autopercepción destemporalizada (Wyss,


1988). En esta percepción propia se nos revela nuestra existencia en toda su plenitud 14, y no

proximidad a una realidad amenazadora, pero todavía existía algo de margen para la acción. Los sueños no eran
representaciones de lo que ocurría, sino de lo que podría ocurrir. Por ejemplo, un médico soñó con la demolición
repentina de los muros de su casa, con lo cual el espacio de protección de lo privado que proporcionaban de manera
cotidiana se desvanecía y lo privado se abría a la mirada, a la acción del nuevo régimen (…) En los sueños de los
judíos prisioneros en los campos de concentración hay un cambio. El terror es tan agudo que no puede ya soñarse.
Una caída en el silencio, en una condición de embotamiento, en el cual el hablapuede ser peligrosa o imposible”
(2008, p. 425-426).
12
“Durante el sueño, no abandonamos el mundo: el espacio del sueño se escuda en el espacio claro, pero utiliza
todas sus articulaciones, el mundo nos asedia incluso en el sueño, y es en el mundo que soñamos” (Merleau-Ponty,
1994, p. 307).
13
En un sueño lucido apropósito del tiempo pregunta Zarathustra: “¿no ha huido el tiempo volando? ¿No estoy a
punto de caerme? ¿no he caído ya... en el pozo de la eternidad?” (Nietzsche, 2003, p. 211).
14
“Los fantasmas del sueño, los del mito, las imágenes favoritas de cada hombre o, en fin, la imagen poética, no
están ligadas a su sentido por una relación de signo o significado como la existente entre un número de teléfono y el
número del abonado; encierran verdaderamente su sentido, que no es un sentido nocional, sino una dirección de
nuestra existencia. Cuando sueño que vuelo o que caigo, el sentido entero de este sueño se contiene en este vuelo o
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

21

únicamente deseos insatisfechos, conflictos o elementos míticos, el sueño es todo eso pero no
exclusivamente eso, es también representación de la esperanza y el desaliento, del amor y el
desamor, de la alegría y la tristeza, desde las experiencias más horrorosas y temidas, hasta las
más alegres y deseadas. No podemos escapar, mientras dormimos, de nosotros mismos, es en el
sueño donde con más fuerza y acentuación la existencia se percata de sí misma. El sueño es auto
percepción des temporalizada15 y agreguemos que es un espacio de lo posible, valga decir, de lo
imposible hecho posibilidad (Wyss, 1988).

Aclaremos un poco más esta última idea. Habíamos puntualizado ya que en el sueño la
percepción se modifica y que debido a esta modificación el self se percibía así mismo con un
carácter destemporalizado y con un ámbito de duración que le es propio (Schutz, 2009). Esta
desaparición de la secuenciación temporal en términos de pasado, presente y futuro, produce que
la estructuración de los contenidos de la conciencia en forma lógica sea aniquilada también en el
dormir, esto se debe a que la articulación temporal y el pensamiento lógico son coesenciales. Lo
que se quiere decir es que la percepción en el sueño se desvincula de lo real (que es lógica y
racional) y queda librada a lo posible (Wyss, 1988), (López, 2010). Esto determina una
aperspectividad decididamente irracional- esta característica indica la mutación continua de
espacios y circunstancias- la presencia destemporalizada y la representación de lo imposible
como posible.

Concluiremos este apartado dando respuesta a una pregunta decisiva desde la perspectiva
fenomenológica de Wyss. ¿Cuál es el sentido del sueño?, Wyss observa que el fenómeno del
sueño brinda a la conciencia de vigilia la posibilidad de adquirir una dinámica de trasparencia
sobre sus propios contenidos intencionales (1988). La tarea consiste en develar el significado del
sueño, que al fin y al a cabo es el significado de la propia existencia en su forma más pura e
irracional. Comprender el sentido de un sueño se entiende acá como un acercamiento más o
menos certero a sus temáticas y contenidos tanto generales como específicos. El “sentido” es el

en esta caída, si no los reduzco a su apariencia física en el mundo de la vigilia, y si los tomo con todas sus
implicaciones existenciales” (Merleau-Ponty, 1994, p. 300)
15
“La eternidad es el tiempo del sueño y el sueño remite a la vigilia, de la que recibe todas sus estructuras”
(Merleau-Ponty, 1994, p. 431).
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

22

concepto clave acá, para Wyss este se resume en una especie de concreción entre lo irracional
representado por el sueño y lo racional16 representado por la conciencia de vigilia (1988).

La noción de “sentido” en Wyss, como nos parece, es equivalente al concepto de


intencionalidad en Husserl, permítasenos acá una pequeña disgregación a través del término
intencionalidad teniendo en cuenta la aclaración que se acaba de formular. Para comprender un
sueño solo puede hacerse desde la intencionalidad al que está unido (Dartigues, 1981). El sueño
es fondo irreflexivo de sentido aun no explicitado, que es sentido porque tiene direccionalidad,
una direccionalidad que implica las relaciones de una conciencia indisolublemente unida al
mundo (Luypen, 1967) y que se configura y configura al mundo en este vínculo inseparable
(Dartigues, 1981).

Pero el sueño en tanto fondo irreflexivo de la intencionalidad desborda por mucho los
límites de la experiencia reflexiva, porque la conciencia incluye en ella misma la historia de su
configuración, historia que acaba por determinar sus fines lejos del alcance de toda reflexión. Es
por esto que la intencionalidad del sueño no es trasparente para la conciencia que lo observa, la
tarea de develar se trasforma en el ejercicio de un sujeto que en el devenir de su historia debe
conquistarse por medio de la reflexión de su vida irreflexiva (Luypen, 1967), (Merleau-Ponty,
1994), (López, 2010). Al nombrar esto se enfatiza el hecho de que si la conciencia quiere lograr
una verdadera auto compresión, ampliación y trasparencia, su labor ha de concentrase en un
acercamiento a lo irracional de su vivencia que se le presenta en el sueño, para experimentar su
existencia que no es otra cosa que posibilidad. Sin embargo, afirma Wyss, es peligrosa la ilusión
de que creamos agotar, con el método que sea, el sentido del sueño; el sentido del sueño “(…) se
da en el diálogo en forma tan fluctuante como puede también volver a ocultarse. El sentido del
sueño remite una y otra vez a lo que nos es, sin más, oculto, que no hace patente ninguna
explicación racional” (1988, p. 8).
16
Wyss se refiere en esta explicación del sueño (irracional) y de la conciencia de vigilia (racional), como nos parece,
a los dos tipos de intencionalidad en Husserl, este “distingue (…) dos clases de intencionalidad una intencionalidad
temática, que es saber del objeto y saber de ese saber del objeto, y una intencionalidad operante o “en ejercicio”, que
es la direccionalidad del objeto de un acto, irreflexiva todavía. Se esfuerza la primera por alcanzar la segunda que la
desborda sin cesar, sin lograrlo jamás. La reflexión, e.d. el saber consciente por lo tanto, no se opera sino sobre ese
fondo de irreflexión, sobre esa dimensión de vida que es ya sentido por ser direccionalidad de objeto, que es ya
perspectiva del mundo; pero sentido no formulado aun, y , en fin de cuentas, no atrapable ni contenible por formula
alguna” (Dartigues, 1981, pp. 62-63)
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

23

4.1 Medard Boss y Ludwig Binswanger.

Binswanger y Boss son los creadores del Daseinsanalyse. No es objetivo de este trabajo
mostrar la estructura teórica y terapéutica de esta escuela, nuestro interés se centra en resumir
brevemente sus conceptualizaciones sobre los sueños. Esto por un motivo justificado, las obras
de estos autores han gozado de un escaso reconocimiento y la difusión de sus libros sobre éste
tema ha sido irrisoria o nula. Esto se evidencia en la búsqueda realizada en distintas bases de
datos tanto en español o en inglés, búsqueda que solo arrojo escasas referencias.

Se iniciará con Medard Boss, este diseñó un sistema de comprensión de los sueños que
alentaba a la eliminación de teorías para el análisis de estos. Para Boss la principal tarea del
terapeuta consiste en enseñar a su paciente a focalizarse en las sensaciones producidas por el
sueño, afirmaba que la explicación de un sueño causaba que el consultante abandonará lo
concreto y personal para posicionarse en un lugar abstracto y alienado donde evitaba la
responsabilidad por el modo de existir en su vida diaria (Mendez & de Iceta, 2002). El
aprendizaje consiste en formular cuestionamientos precisos sobre el sueño y de estos brotará el
mensaje que se encierra en las imagines oníricas sin necesidad de algún tipo de psicología
primitiva, religión comparada o mitología, es más sin ningún tipo de procedimiento
interpretativo; el soñador ha de vivenciar y describir del modo más exacto posible todo lo que
ocurrió y sintió durante su sueño. Para Boss esta forma de intervención tiene como meta
promover una experiencia donde se pueda explorar de forma fenomenológica lo acontecido en el
sueño; una vez que se haya re experimentado éste, es posible que el sujeto se dé cuenta de
actitudes, sentimientos etc, que habían permanecido negados y excluidos de la conciencia
(Mendez & de Iceta, 2002).

Para Binswanger, los sueños son el lugar donde se revela el sentido mismo de la
existencia en tanto ellos representan su desarrollo y sus contenidos históricos, es por medio de
estos donde el sentido de la existencia se manifestará con más precisión. El sueño sólo habla de la
existencia, evidenciandola en todos sus contenidos (Escobar, 2011).
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

24

El mundo del sueño no es el jardín interior de la fantasía, si el soñador encuentra


su mundo propio es porque puede reconocer el rostro de su destino: reencuentra el
movimiento originario de su existencia y su libertad, en su cumplimiento o su
alienación (García, 2006, pp. 33-34).

Binswanger considera que el sueño no es de forma exclusiva un retorno al pasado, por el


contrario, afirma que es la temporalidad que se proyecta hacia el devenir de la existencia
constituida en libertad. El soñador es el fundamento de todos los significados, en el sueño todo
habla en primera persona, todos los elementos que se representan gritan “yo”, la existencia es
todo el sueño y el sentido mismo de este (García, 2006), (Escobar, 2011)

5. Discusión

En la psicología humanista existencial los sueños han sido un tema predominante para la
comprensión de los fenómenos de la vida mental. Han emergido diversas concepciones que
apuntan todas al mismo lugar: la elucidación del significado y la realización última de todo
concepto en la experiencia, en otras palabras, la comprensión tiene que ver con aquello realmente
vivenciado y captado por la intuición, y no con ciertos presupuestos teóricos que se consideren lo
fundante de los sueños. Siempre desde esta perspectiva se preguntará ¿es esta compresión del
sueño realmente una vivencia? ¿verdaderamente está presente en la conciencia? La compresión
de los sueños no ganará nada teorizando, a la postre lo único que obtendrá es un alejamiento de lo
que es realmente dado y presente en la experiencia, así se hace visible pues, que toda compresión
es un co- vivenciar el sueño desde dentro, no explicarlo e interpretarlo.

Describamos un poco más lo anterior, las distintas perspectivas acá presentadas tienen
diferencias teóricas que, puede decirse, son mucho más de énfasis que de fundamento, es decir,
divergen en los matices que dan a sus respectivas conceptualizaciones, pero en el origen de su
reflexión se encuentra incrustada la misma fuente de la cual cada una se nutre a nuestro parecer:
una continua referencia a la experiencia vivida como punto de anclaje de cualquier comprensión
de los sueños y, consecuentemente, un marco epistémico y metodológico de tipo
LA PERSPECTIVA HUMANISTA-EXISTENCIAL Y LA COMPRENSIÓN DE LOS SUEÑOS: UNA
REVISIÓN TEÓRICA

25

fenomenológico. La experiencia es en la Guestalt, el Focusing, la fenomenología, y el análisis


existencial, la marca distintiva con otras perspectivas de lo onírico. Cualquier interpretación, idea
o concepto surgido en las investigaciones del terapeuta y paciente sobre los sueños de éste, solo
será válida si tiene correspondencia alguna con la vivencia directa de su relación con el mundo,
con otros y consigo mismo. De esta forma queda ligada con un carácter indisoluble la
comprensión a la vivencia, y esta unión se trasforma en el camino para enunciar el sentido propio
de cada imagen o símbolo que el sueño presenta.

Por esto, consiguientemente, el método es el fenomenológico. Solo puede captarse la


vivencia en una manera fenomenológica si se suspende temporalmente cualquier prejuicio, si se
atiende con igual esmero las diferentes manifestaciones del sueño sin restarle importancia a
ninguna y si puede mantener el dialogo acerca de éste en un nivel descriptivo que luego sea el
piso original a partir del cual surjan las comprensiones de la persona desde él mismo y para él
mismo. El papel del terapeuta, en las diversas perspectivas de las que hablamos en este artículo es
solo el de un acompañante y guía de estas investigaciones fenomenológicas cuyo marco de
referencia intelectual es prácticamente inútil o contraproducente, cuando se inmiscuye en el
proceso de construcción del sentido que el paciente realiza de su sueño.

Se cree que de estas dos características- la referencia constante a la experiencia y el uso


del método fenomenológico como forma de acceder a la comprensión de esa experiencia- llevan
de manera casi inevitable a las diversas posturas, a concluir que el sueño es la existencia misma
representándose en el devenir de una conciencia libre y espontánea, toda la existencia es
sintetizada en las imágenes y símbolos, desde la angustia a los deseos y satisfacciones, desde los
asuntos no enfrentados a la vida no vivida y a la vida posible; el sueño al fin y al cabo es la
manifestación de la interrelación de una conciencia siempre intencional con el mundo. Implícita y
explícitamente la psicología humanista-existencial reconoce que cuando más hondamente
miramos en el sueño más podemos reconocer el rostro del mundo y de los otros que co-existen y
co-constituyen el espacio de la vida y la existencia.

Esta riqueza del sueño con la espontaneidad de sus manifestaciones es precisamente


aquello que lo hace un material fecundo para el trabajo en psicoterapia. Es ahí, donde paciente y
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terapeuta, ven ante sus ojos, sin resistencias ni evitaciones, aquello que precisamente la persona
no ha podido o no ha querido ver, es en el diálogo fluctuante, en los diversos ejercicios y técnicas
donde el sentido del sueño se co-construye y se revela, en otras palabras, la relación terapéutica
misma con su ir y venir, con sus asociaciones, es el terreno donde florecerá el darse cuenta de una
existencia percibiéndose a sí misma en el plano de la atemporalidad que constituye el material
onírico.

Por otra parte, la diferencia de énfasis en las propuestas humanistas-existenciales se hallan


en otros puntos, estas se refieren específicamente al repertorio de técnicas que unas y otras
utilizan. Desde el análisis existencial hasta la terapia Guestalt son variados los caminos. La
guestalt por ejemplo fundamente su práctica en un estilo dramático y el análisis existencial en
uno dialogal, pero este gigantesco repertorio se resume en una misma actitud ante el aparato
técnico: es la existencia la que configura y determina la técnica y no viceversa. Podría agregarse
además otra diferencia más obvia: el lenguaje teórico en cada una es en su gran mayoría casi
completamente distinto, pero esta diferencia es también solapada cuando observamos de forma
general el objetivo a la que cada una tiende y que ya mencionamos: la comprensión del sueño con
referencia directa siempre a la experiencia de la persona y los sentidos que este le asigna, la
suspensión del juicio teórico y la concepción del sueño como representación de la existencia en
sus diversos avatares y relaciones.

Otro punto importante para esta discusión, es lo que a nuestro juicio es un error en la
concepción de la terapia guestalt, el que se refiere al olvido de los sueños. Perls ( 1987)
considera que el olvido de un sueño expresa el carácter fóbico de la personalidad y su resistencia
a darse cuenta del mensaje que este trae, por eso el sueño cae en el olvido y no puede ser
recordado. El planteamiento anterior continua en el fondo de una linea de argumentación
psicoanalitica y es un prejuicio teorico que impide una verdadera actitud fenomeologica, Freud
(1970) decia, en este caso, que cuando un sueño no podía ser recordado esto se debía a que su
contenido revelaba aspectos inconcientes de la personalidad que eran una amaneza para el Yo,
por eso este contenido era olvidado. Si un paciente no recuerda un sueño y nosotros atribuimos
esto a su temor a darse cuenta no dejaremos que el fenomeno se manifieste tal cómo es e
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impodremos nuestras ideas sobre sus propios juicios. Tal vez esta idea sea cierta, para algunos
pacientes, pero será nuestro trabajo descubrirlo junto con ellos y no suponerlo de antemano.

Finalmente, planteo que por una parte la psicología humanista-existencial representa una
forma interesánte y una perspectiva que puede resultarle util a cualquiera que desee acercarse a la
comprensión onirica en la psicoterapia y por otra que brinda posibilidades investigativas en el
trabajo con los sueños como material clínico y terapéutico.

6. Conclusiones

1. La investigación sobre los sueños tiene un largo bagaje y múltiples formas dentro y fuera de
la psicología humanista-existencial, específicamente en esta hay una riqueza y un
reconocimiento constante por la inclusión y la comprensión dentro de la terapia del material
onírico. Sus variadas maneras: desde la dramática gestáltica, pasando por el encuentro con la
experiencia sentida en el Focusing, hasta el dialogo existencial del Daseinsanalyse y la
fenomenología propiamente dicha, centran el punto de atención en aquello que es realmente
presente y la experiencia como toda fuente de significado. Por otro lado, nunca negaron la
posibilidad de captar científicamente, sistematizar y convertir en un saber comunicable
aquello que los sueños manifiestan y aquello que estos son en sí mismos. Su trabajo crítico, el
ir más allá del reducido enfoque positivo en psicología, les permitió ver e indagar por el
significado.

2. La compresión de los sueños es una herramienta psicoterapéutica necesaria en cualquier


proceso, así es recomendable alentar a nuestros pacientes a hablar sobre ellos, debemos
además explicarles los beneficios y posibilidades.

3. La enseñanza sobre el método de abordaje de los sueños tiene que poseer un papel relevante
en la formación del psicólogo clínico. Los sueños como hemos mostrado son la vida misma
representándose con sus conflictos y demás asuntos, es por esto que la formación en
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psicoterapia ha de reconocer el lugar de la compresión de los sueños como una forma de


trabajo útil para ayudar al paciente en su proceso.

4. La comprensión de los sueños en la psicología humanista existencial puede servir de apoyo a


cualquier orientación teórica, su método y técnicas son versátiles para el trabajo clínico
individual.

5. Este trabajo abre el camino para futuras investigaciones sobre los sueños y la psicoterapia por
el carácter de estos, se cree que el método de investigación fenomenológico puede rendir
mayores frutos. Finalmente planteo, que existe una gran dificultad para acceder a algunos
trabajos importantes de la psicoterapia existencial relacionados con los sueños, ejemplo de
esto son las investigaciones de Boss y Binswanger, hay pocas traducciones y su difusión es
escasa.
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