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Luis Fernando Bedoya Ramírez

Seminario: Injusticia Epistémica

Docente: Carlos Andrés Garzón

En Colombia las producciones de televisión en especial las telenovelas tienen gran impacto
en los referentes culturales y estereotipos que se tiene sobre los colombianos en el exterior
y al interior del país. la industria televisiva colombiana es un referente nacional por la
calidad y contenidos, estos logran llegar a buena parte de colombianos y colombianas
replicando sus costumbres y procesos de identidad.

Este escrito centra la atención en la telenovela “Betty la fea” escrita por Fernando
Gaitán. Producción televisiva que logro romper Guinness récord por su teleaudiencia, capaz
de detener una ciudad, en medio de los momentos más cruciales de su trama. La impresión
generada en Colombia puede ser tomada desde la lectura de Miranda Fricker como una
"imaginación social colectiva”, aunque no se compara con una joya de la literatura
universal Huckleberry Finn de Mark Twain, Betty la fea logro crear un referente en nuestro
país.

A pesar de la circularidad en el argumento de la novela donde los protagonistas


terminan en matrimonio, esta novela presentaba una historia particular para una época
donde el canon de belleza, se reforzaba con el discurso de un prototipo de mujer estilo
reina de belleza, con medidas definidas y promovidas por los agentes mafiosos que
imponían sus formas de vida exuberantes al margen de la legalidad, esta novela mostró una
“fea” en la televisión, creo que era un eslogan de la novela la fea más bella de la televisión
colombiana.

¿Por qué no se llamó solo Betty”? desde su nombre se establecía un estereotipo


social, ser fea, condición que hiló la trama pues, el puesto de Beatriz Pinzón, no lo había
logrado por sus estudios y su profesionalidad, el mérito se destacó en su condición de ser
fea, en un mundo de moda y con la esperanza que no estableciera una relación con su jefe,
el cual no podía ver mujer bonita pues de inmediato concretaba sus conquistas. Una fea
ayudaría pues no desviaría la atención del hombre joven y empresario afortunado, otro
estereotipo expuesto en la novela. Llamarse solo Betty no tocaría la sensibilidad de muchos
seres que se sintieron identificados con ese título.

Más allá del título en la capacidad narrativa del escritor y su puesta en escena se
pueden entrever otros elementos que Miranda Fricker va a postular en su texto Injusticia
epistémica. El hecho de que la mujer fea hubiese sido contratada para un puesto de auxiliar
teniendo mejores capacidades desarrolladas que muchos de los colegas. Da cuenta del
poder social ejercido por una “clase dominante” una fea pobre no puede tener cargos
ejecutivos en una empresa de belleza, palabras que sonaban con mucha frecuencia en varios
diálogos de la novela, incluso las feas de ese lugar tenían un “cuartel” asociación donde la
ilegalidad se cimentaba en el chisme de pasillo.

Ilegalidad que contrastaba con la ilegalidad de alteración de cuentas que se llevaba a


cabo entre los jefes de dicha empresa. Se nota en la trama una fuerte déficit de credibilidad
para con Betty por su condición de mujer fea, sus análisis económicos y las perspectivas
que la empresa podía tener, se opacaban con frecuencia debido a su aspecto físico y hasta
su tono de voz, el genio creativo de Fernando Gaitán realizó un personaje capaz de generar
empatía con muchos seres que no se querían perder ni un minuto de desenlace de este
personaje, llevado a menos por condiciones las adversas que tuvo que enfrentar
demostrando que tenía capacidad para solucionar los problemas graves de la empresa esto
devela la injusticia testimonial que vivió el personaje.

Cada conquista realizada por la capacidad epistémica que la protagonista mostraba


la llevaban a la pugna con un mundo capaz de negar posibilidades de crecimiento a la mujer
en un campo competitivo como las finanzas, en los noticieros era común durante el éxito de
la novela escuchar la repetición de historias semejantes en la vida real donde el déficit de
credibilidad prejuicioso identitario se hacía presente. El estereotipo social promulgado por
la novela podía ser susceptible de cambio, pues con el poder que convocaba ante su
teleaudiencia, la novela podía llevar un mensaje diferente que impactara el acervo cultural
colombiano, pero el esquema de imagen social no tardaría en aparecer.
¿Por qué se transformó en bella? No era suficiente para el televidente aceptar que
una mujer fea pudiera debatir la corrupción, enfrentar estereotipos negativos, solucionar
problemas financieros de una empresa. Para finalizar la trama se vuelve a la idea de
transformarla en bella. Una transformación que equilibra el discurso fomentado por la
farándula televisiva no podía quedarse fea, para lograr ser la dueña de la empresa y dejar de
tener lo maltratos de su jefe ahora conquistado, se debió transformar, de nuevo se impone el
estereotipo negativo.

¿Cómo ser un oyente responsable ante el llamado constante a repetir estereotipos


negativos e imágenes sociales que convocan la injusticia testimonial y epistémica? La
comparación de Marck Twain y Fernando Gaitán creo que no hace justicia al primero la
imagen social que pretendió la obra Huckleberry Finn, la cual se enmarcó en una crítica a
proceso de liberación de esclavos que, tuvo efecto tardío en algunas regiones de Estados
Unidos. Sin embargo, la fuerza que tuvo la novela Betty la fea perpetuó una imagen de
éxito asociado a ciertos prototipos de belleza que permanente alardean en los medios
televisivos del país.

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