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2.1 INTRODUCCIÓN
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desastre del Prestige, hay que decir que resulta, jurídica y económicamente,
insatisfactorio para resarcir a los perjudicados. Por tanto, aunque esta penosa
constatación no sea privativa del mundo marítimo, hay que señalar que el acuñado
principio “el que contamina, paga”, se convierte en letra muerta.
Por ello, con la presión de una opinión pública muy descontenta, fortalecida
por la reacción de la sociedad civil, se van abriendo camino las ideas tendentes a
una reforma del sistema ((Documento presentado por España, Francia y la
Comisión Europea al Fidac, “Examen del régimen internacional de indemnización”,
16-I-03) que incluya la supresión de la jurisdicción exclusiva según los términos
CLC/Fondo, la pérdida del beneficio de la limitación de responsabilidad del
propietario cuando incurra en negligencia grave, la supresión de la generosa
exoneración de responsabilidad de agentes y operadores del propietario cuando
incurran en grave imprudencia, la posibilidad de accionar contra fletadores
negligentes y otros operadores o la inclusión de los daños ecológicos, en sentido
amplio, entre los daños resarcibles.
En lo que sí se han tomado medidas es en lo que se refiere al aumento
cuantitativo de los límites de indemnización, pues aunque con anterioridad al
siniestro Prestige, ya se había acordado elevarla al doble a partir del 1 de
Noviembre de 2003, recientísimamente, se ha subido por el Fidac el fondo de
limitación de la deuda del propietario del buque contaminante hasta los 1.000M€,
que es una cifra de consenso, similar a la establecida en la legislación
norteamericana de contaminación marítima.
Por último, en el ámbito jurídico doméstico, habrá que confiar en que las
enseñanzas que se extraigan del caso Prestige sirvan para impulsar la ineludible
necesidad de puesta al día del Derecho marítimo español. En todo caso, no se
puede negar que la comunidad jurídico-marítima, junto con otras, no haya prestado
urgente atención a la catástrofe del Prestige y a sus consecuencias.
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2.2 EL PRESTIGE. INSPECCIONES Y CLASIFICACIÓN
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En Mayo de 2001, el Prestige efectúa en el astillero chino Cosco, en el
puerto de Guamgzhou, una reparación de la zona central del barco a estribor, por
donde al final comenzaría el siniestro, consistente en el reforzamiento del casco
con sustitución de planchas y mamparos (362 toneladas de acero).
El Prestige es inspeccionado por la sociedad de clasificación A.B.S. entre el
2 de Abril y el 19 de Mayo de 2001 en Guamgzhou con motivo de la revisión
especial que se hace cada cinco años. Y al año siguiente entre el 15 y el 20 de
Mayo de 2002, el petrolero hace la revisión anual en Dubai supervisada por aquella.
Sobre el accidente del Prestige, su sociedad clasificadora A.B.S. ha publicado
cinco Informes Preliminares en 2002 y un mucho mas detallado Análisis Técnico de
28 de Febrero de 2003 en los que se apuntan posibles causas de la avería inicial
como el impacto externo por contenedores, troncos de grandes dimensiones o
tuberías metálicas desprendidas de barcos que navegan por la zona en pleno
temporal, o el mismo impacto del oleaje. Se descarta una eventual explosión a
bordo pues no hay evidencia de deformación en la zona adyacente del casco.
En cambio, se refleja como posible, el fallo estructural en la cuaderna 71 que
produjo la inundación de los tanques 2 y 3 de estribor, quizá debido al
debilitamiento del casco del petrolero por los continuos transvases de fuel que el
Prestige había venido haciendo en los últimos quince meses previos al
accidente(174 trasvases, barco a barco, la mitad por babor y la otra mitad por
estribor en las inmediaciones de Al Fujairah en los Emiratos Arabes Unidos y San
Pettesburgo en Rusia). En efecto, al operar el Prestige como “gasolinera” flotante
portuaria que suministraba combustible a otros petroleros por medio de gabarras,
al hacer la operación de “bunkering”, los barcos se situaban al costado del Prestige
y pueden haberle impactado involuntariamente con colisiones leves o severas que
podrían producir en el casco deformaciones permanentes. Esto habría provocado
una pérdida de resistencia en la plancha número 71 del costado de estribor y en los
engarces de los mamparos de los tanques de lastre, con lo que los sobreesfuerzos
locales podrían haber inducido las grietas iniciales, que a su vez darían lugar a la
rotura detonante del accidente.
En la maniobra de trasbordo, que requiere el abarloamiento de los barcos,
se producen varios factores de riesgo para el casco del buque nodriza debido a la
velocidad y el ángulo de acercamiento del buque cliente, las condiciones
meteorológicas y del mar, y especialmente, la calidad de las defensas que aminoran
el impacto. Pues bien, A.B.S. asegura que la defensas utilizadas por el Prestige en
los alijos de fuel en San Pettesburgo eran de fabricación rusa y no las homologadas
por la práctica internacional del trasbordo petrolífero, las tipo Yokohama, que
pueden absorber hasta el 60% de la energía generada por la presión del buque
servido.
Sobre las reparaciones efectuadas en China, A.B.S. estima que hay que
descartar la corrosión y la fatiga del acero del casco como eventual causa del
debilitamiento de la estructura, pues, a su juicio, es prácticamente imposible que se
produjera el desgaste de los materiales en el año y medio que hay entre la
reparación y el accidente. En otro sentido, se aventura como hipótesis que se
hubiesen realizado, después del otorgamiento de la clasificación del buque,
reparaciones defectuosas con la colocación de parches (¿instalación de una defensa
a lo largo de la banda de estribor?), de lo que no fue informada la sociedad de
clasificación.
A.B.S. entiende que tras la pérdida de una plancha de estribor y el llenado
de los tanques de lastre, la estructura del casco del buque mantenía una gran
capacidad de aguante como prueba que soportó seis días más de navegación en
condiciones muy difíciles, lo que hubiera dado tiempo a llevar el barco a lugar de
refugio donde proceder al total trasvase de la carga restante a bordo.
El 30 de Enero de 2003 la Asociación Internacional de Sociedades de
Clasificación ha hecho público su Informe Final a propósito de la investigación
acerca de la labor inspectora de ABS sobre la seguridad del casco del Prestige, en el
que recoge diversas deficiencias en las revisiones del buque de los dos últimos
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años. Así, A.B.S. no inspeccionó los tanques de lastre contiguos a los de carga, que
van equipados con un sistema de calefacción; tampoco hizo una verificación
hidrostática (presión) de todos los tanques como debía haberlo hecho según las
normas legales; y, por último, no registró la disminución del grosor de piezas del
casco sustituidas en la reparación hecha en el astillero chino.
Respecto al primer punto, el inspector de A.B.S. dio por buena la declaración
del capitán de que el sistema de calefacción no estaba operativo y prescindió de
examinar los tanques de lastre de agua de babor y estribor número 2. Asimismo, se
destaca que la hoja de comprobación que se le facilitó al inspector para planificar su
tarea no indicaba que los tanques de carga estuvieran equipados con bobinas de
calefacción. Y en lo que afecta a la segunda anomalía de las revisiones de A.B.S.,
se señala por el equipo de auditoría de I.A.C.S., que las normas de clasificadora
americana exigían la revisión visual y la comprobación, según la presión de
funcionamiento, de todos los sistemas de tuberías de los tanques de carga,
comprobación que el inspector no pidió que se hiciera. Por último, los auditores
mostraron su preocupación porque con motivo de la sustitución de piezas de la
estructura del buque por otras de menor grosor, (hecha en la reparación en el
astillero chino), tales nuevos refuerzos se identificaban en el Informe de medición
del espesor como nuevos sin registrar el aligeramiento de su grosor; y como las
normas de A.B.S. deja a criterio del inspector la verificación específica de la
reparación, el costado del “Prestige” reparado en el 2002, no fue revisado.
Según el portavoz de la sociedad de clasificación A.B.S. no se inspeccionó
los tanques de lastre por donde luego se rompería el buque, debido a que la
normativa no exigía la revisión de esa parte del barco tal y como se encontraba. La
revisión anual solo exige la inspección de los espacios de lastre adyacentes a los
tanques de cargamento que dispongan de un sistema de calentamiento de la
carga, pues las diferencias de temperaturas en ambas zonas, aumentan el riesgo
de corrosión. Los inspectores de ABS que revisaron el “Prestige” en Dubai
preguntaron al capitán si estaba operativo el sistema de calentamiento, lo que este
negó, alegando que en aquella época el barco navegaba en las aguas mas cálidas
de Oriente Medio. Sin embargo, el portavoz de la sociedad de clasificación
manifiesta que todo apunta a que seis meses mas tarde, cuando el barco se hundió
frente a Galicia este sistema para calentar la carga sí estaba operativo.
Por su parte, la Autoridad Marítima de Bahamas – que abandera el petrolero
– en su Investigación Preliminar de 29 de Enero de 2003, señala como líneas de
investigación el eventual debilitamiento de los tanques de lastre por la acción de la
fatiga de los metales y la redistribución de esfuerzos producida con motivo de la
reparación del tanque de lastre, por donde comenzó la avería. En este sentido, los
investigadores de Bahamas destacan la importancia de comprobar como se fraguó
la conexión entre las planchas de acero renovadas en la reparación y la vieja
estructura del buque, cual fue la presión producida sobre el casco con la reparación
y como había afectado la fatiga de los metales tras 26 años de navegación. Pese a
todo, la Autoridad Marítima de Bahamas considera que, en general, el petrolero
estaba en buen estado y que la decisión de alejarlo fue un error.
Por último, y desde otra perspectiva, la Oficina francesa de Investigación de
Accidentes Marítimos (BEAmer), de la Secretaría de Estado de los Transportes
Marítimos ha publicado el 5 de Marzo de 2003 los resultados de la investigación
técnica que ha efectuado sobre las causas del siniestro del Prestige. Así, BEAmer
entiende que la pérdida del Prestige se debe a la concurrencia de una serie de
factores sucesivos, de los cuales algunos, son anteriores al siniestro, como lo que
atañe a las condiciones de mercado de los transportes marítimos de fuel pesado,
que en la actualidad se hacen en viejos buques preMarpol. Y entre los factores
puntuales del caso se destacan:
• Una debilidad estructural en el diseño de los mamparos internos, poco
frecuente en un petrolero del tamaño del Prestige.
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• Una avería inicial engendrada por un objeto flotante (poco probable), por
violentos golpes de mar, por un fallo del casco o por una combinación de
algunos de estos factores.
• Unas incompletas o insuficientes reparaciones de especial relevancia para los
muy sensibles a la corrosión tanques de lastre de un buque Premarpol.
• Los esfuerzos a que se somete la estructura del barco durante la travesía,
una vez producida la avería inicial, con el adrizamiento y el remolque.
En principio, hay que pensar que un buque muy viejo (año de construcción 1976),
con deficiencias recientes en las inspecciones portuarias de calidad (Nueva York,
Rótterdam), en mal estado según el piloto que lo asesora en el Báltico, que evita
puertos rigurosos (San Pettersburgo, Al-Fujairah, Gibraltar, Ventspill), que hace
reparaciones de baja calidad (acero de espesor inferior), no revisadas
exhaustivamente por la clasificadora en la zona donde se inició la vía de agua, con
una tripulación inexperta recién embarcada a bajo precio y siendo un barco fuera
del mercado para fletadores petroleros acreditados, reúne demasiados requisitos
para dudar sobre sus condiciones reales de navegabilidad, pese a que formalmente
sus certificados de navegación estén en regla.
Ciertamente, en el transporte marítimo internacional de hidrocarburos una
buena parte de la flota mundial está en parecidas o similares condiciones, lo que
hace que el Prestige, como barco operativo, no sea un caso excepcional. Pero, en
principio, parece que el Prestige es un barco de riesgo, sospechoso, que,
independientemente de los hechos que generan el accidente, incluidas las
maniobras del capitán, las órdenes de la Administración española y la acción de los
vientos y el mar, se puede considerar, coloquialmente hablando, un “barco basura”
de armadores codiciosos en términos económicos, que pagan salarios
tercermundistas a los tripulantes, explotan un buque amortizado dos veces, y que
todavía lo esperan mantener en actividad, hasta el 2005.
Pero en sentido estricto, el Prestige es un buque navegable que dispone de
los certificados de navegación exigidos por la normativa internacional y que han
sido expedidos por una sociedad de clasificación prestigiosa. Hay por tanto, una
presunción “iuris tantum” de la navegabilidad del petrolero que exige probar lo
contrario por quien sostenga que el Prestige se encontraba en situación de
innavegabilidad cuando comienza el viaje. Y ciertamente, no es habitual encontrar
resoluciones judiciales condenatorias de la sociedades que clasifican buques por los
errores que haya podido cometer en su labor supervisora.
En el caso Prestige, al margen de la edad del barco y de las deficiencias de
seguridad detectadas en las inspecciones portuarias, que son indicios no
necesariamente graves, para demostrar el mal estado inicial del buque solo
disponemos, por el momento, de la opinión del practico danés y de algunas críticas
realizadas por IACS a la inspección de ABS sobre el barco. En cuanto al primero, su
testimonio resulta sorprendente, pues si el barco no estaba realmente - como
asevera - en condiciones de navegabilidad, era su obligación denunciarlo a las
autoridades. Y en segundo término, al no hacerlo así, el propio piloto con su
omisión desmiente su declaración.
Por lo que respecta a la supervisión por la internacional clasificadora de la
inspección de A.B.S. se constatan diversas deficiencias, básicamente consistentes
en la omisión por el inspector de la comprobación de los tanques de lastre, de la
verificación de la presión de todos los tanques y del registro del adelgazamiento del
espesor del acero de la reparación en China. Respecto a la primera omisión, no
parece que la justifique el que haya sido inducida por la hoja de comprobación del
armador y la declaración del capitán de que el sistema de calefacción no estaba
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operativo, resultando ambos extremos desmentidos posteriormente por los hechos,
pues si pudiese darse por buena toda la declaración de los agentes y empleados del
armador, serían superfluas las inspecciones, que se hacen justamente para
comprobar la realidad del buque. Sobre el segundo punto, A.B.S. no ha prestado
justificación alguna. Y en cuanto al tercero, aunque el espesor del nuevo acero sea
homologable, el inspector debería haber registrado su verdadera calidad, y no
dejarlo pasar como nuevo.
En lo que respecta a otras explicaciones de A.B.S. que resaltan el desgaste
del casco por los trasvases efectuados por el Prestige, la no utilización de las
barreras adecuadas para los transbordos e incluso la eventual no comunicación al
inspector de reparaciones hechas como la colocación de una defensa son
cuestiones que no prueban su exoneración de responsabilidad, si no que mas bien
aumentan la responsabilidad del armador.
A.B.S. debe soportar algún tipo de responsabilidad por negligencia de sus
inspectores, respecto a la revisión tras la reparación en China. El hecho de que la
avería inicial manifestada con la rotura de los tanques de lastre se halla producido
justamente en la zona reparada y luego irregularmente inspeccionada, no puede
ser una casualidad. Esto no quiere decir que el accidente del Prestige se deba a
culpa exclusiva de la sociedad de clasificación, pues en él no es difícil vislumbrar
una concurrencia de culpas sucesivas acompañadas por el mal tiempo y la
urgencia; pero sí parece razonable pensar que si la inspección hubiese sido más
rigurosa se habrían comprobado los tanques de lastre por los que a la postre
comenzó el siniestro.
No hay que olvidar que el Prestige no era el único barco que navegaba por la
zona del accidente, y sin embargo, fue el único que resultó estructuralmente
afectado en su casco. Luego si los demás buques resistieron el temporal, ¿por qué
no lo hizo el Prestige?. Tendrá que ser el juzgador el que decida entre entender que
se ha dado un caso subsumible en los “perils of the sea” o bien apreciar que ha
habido una falta de diligencia en la tarea inspectora de A.B.S., y lo que es mas
difícil aun, determinar si la eventual negligencia es grave o leve a la luz de la propia
reglamentación técnica de la sociedad americana.
Las sociedades de clasificación, que con alguna excepción se constituyen en
sociedades mercantiles, son agencias privadas de información que inspeccionan y
eventualmente certifican que el buque supervisado reúne las exigencias requeridas
por sus Reglamentos técnicos para otorgarle o mantener la correspondiente
clasificación. El dictamen de una sociedad clasificadora es una información que el
armador del buque presenta a aseguradores, compradores, fletadores e incluso a
acreedores hipotecarios del barco como muestra de su fiabilidad. Y desde la óptica
de la seguridad marítima, su tarea interesa especialmente al estado, que es el
obligado a garantizar la seguridad de la navegación. Pero, en todo caso, y aunque
las clasificadoras operen en régimen de oligopolio, y disfruten de un reconocimiento
“quasi” oficial, estamos ante un peritaje privado, gracias al cual se presume que el
barco está en buen estado y apto para la navegación.
En el caso que nos ocupa, la cuestión clave es determinar si las omisiones de
la inspección constituyen o no incumplimientos de las prescripciones técnicas de los
Reglamentos de inspección y clasificación de A.B.S. Si así se demuestra que ha
sido, la clasificadora ha comprometido su responsabilidad. Todavía tendrán que
hacerse otros peritajes independientes, ya que los informes de A.B.S. e I.A.C.S. no
lo son totalmente, para dilucidar la cuestión con mayor fundamento.
Desde la perspectiva jurídica, las sociedades de clasificación desarrollan su
actividad bajo la tradicional ausencia de un marco normativo mínimo, tanto
nacional como internacional, quizá debido al universal reconocimiento alcanzado
por alrededor de una docena de entidades clasificadoras que pueden considerarse
de prestigio reconocido. Solo existen normas dispersas que admiten la delegación,
por parte del estado de matrícula, de la inspección y reconocimiento de los buques
a favor de inspectores y organizaciones de clasificación reconocidas (Regla 6 del
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Anexo I del SOLAS 74-78; Regla 4,3 del Anexo I y Regla 10,2 del Anexo II de
MARPOL 73-78; art.13 del Convenio de Líneas de Carga de 1966).
Aquí, hay que advertir que todas estas disposiciones establecen que “el
gobierno interesado garantizará incondicionalmente la integridad y eficacia de la
inspección”, aunque en realidad tal garantía del estado del pabellón resulta letra
muerta. En este sentido, es conocida la tradicional inmunidad de la sociedades de
clasificación cuando se analiza judicialmente su labor sobre la base de que la
responsabilidad por la navegabilidad del buque corresponde solo al armador, que en
todo caso responde por la actuación de la clasificadora que ha contratado.
Ello se observa en la jurisprudencia internacional, especialmente en la
inglesa y americana, en las que se considera que la garantía de navegabilidad es
una obligación del naviero en la que no puede ser sustituido por la sociedad de
clasificación. No obstante, la jurisprudencia continental, especialmente, y no por
casualidad la francesa mas reciente, parece estar mas abierta, en el ámbito de la
responsabilidad extracontractual, y siempre que se pruebe por el demandante la
comisión de una falta grave en la inspección que se encuentre en una relación de
causalidad con los daños producidos, a admitir la posible responsabilidad de la
clasificadora de turno.
En este ámbito extracontractual puede excluirse la exoneración de
responsabilidad de estas entidades siempre que su actuación haya incurrido en dolo
o culpa grave. Y respecto a su derecho a limitar su responsabilidad a la cuantía de
los honorarios devengados por la inspección estaríamos ante una situación
parecida, pues los terceros perjudicados no son parte en el contrato de clasificación
naval, y por tanto, no se les puede oponer su clausulado. Quizá, podría beneficiarse
del sistema de limitación de responsabilidad del Convenio de Londres de 19 de
Noviembre de 1976, pues en el caso de que se haga un reclamación por daños
extracontractuales causados “en conexión directa con la explotación del buque o las
operaciones de salvamento” (art. 2,c Convenio), contra cualquier persona por cuya
actuación, negligencia o falta sea responsable el propietario del buque, “esta
persona estaría titulada para hacer valer por sí misma la limitación de la
responsabilidad prevista en esta convención” (art. 1,4 Convenio).
De todos modos, la reclamaciones por daños de contaminación por
hidrocarburos, como ocurre en el caso del Prestige, quedan excluidas de este
Convenio y reenviadas al Convenio Internacional sobre responsabilidad civil por
contaminación de hidrocarburos en su versión de 1992, el cual prohíbe que se
promueva reclamación alguna de indemnización de daños ocasionados por
contaminación, esté o no ajustada a este convenio, contra empleados y agentes del
propietario, fletadores, salvadores, tripulantes, prácticos “o cualquier otra persona
que sin ser tripulante preste servicios para el buque” (art. 3,4 a del Convenio). Por
tanto, en principio, no podría interponerse una reclamación por daños de
contaminación contra la sociedad de clasificación de la que depende el inspector del
Prestige, si se quiere obtener la indemnización – limitada - que a cambio se obliga a
pagar a los perjudicados el propietario del petrolero, sobre la base de admitir una
responsabilidad “quasi” objetiva de los daños producidos. Volveremos sobre este
punto mas adelante.
En resumen, los perjudicados por el accidente del Prestige van a tener serias
dificultades para responsabilizar, aunque sea parcialmente, a A.B.S. de los daños
producidos, pues habrán de probar la negligencia grave del inspector que revisó el
Prestige en disconformidad con la reglamentación de A.B.S., lo que conlleva que se
demuestre la previsibilidad del daño, su proximidad con la negligencia y una falta
de deber de cuidado en la inspección.
En cualquier caso, la Abogacía del Estado del Gobierno Español, con el
asesoramiento del bufete Uría-Menéndez, (Departamento de Derecho Marítimo
dirigido por L. Figaredo), a través de la firma americana de abogados Haight
Garnerd Holland & Knight ha presentado, ante el Tribunal Federal de Nueva York,
una demanda de indemnización de 2.000 M€ contra ABS como responsable de la
supervisión técnica del petrolero que pasa por alto graves deficiencias en el mismo.
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En esta reclamación no se incluyen los daños al medioambiente, ni los daños a la
salud pública, ni los daños turísticos, ni los costes fijos, humanos y materiales, de
los servicios de la Administración pues se trata de una demanda abierta a la que se
incorporarán los sucesivos costes a medida que se vayan produciendo. No obstante
el escrito de demanda también va dirigido contra los armadores, operadores,
managers, aseguradores, capitán y fletadores del buque con el fin de unificar a
todos los demandados en el mismo Tribunal.
En esta línea, también el Gobierno Vasco ha demandado a ABS, en este caso
en Houston, por su eventual responsabilidad en la clasificación del barco. En suma,
si prosperan las demandas contra ABS ( cuya póliza de responsabilidad civil alcanza
500M$ según el Gobierno y solo 75M$ según el letrado de la entidad americana en
España para el caso J. L. Goñi), y se declara judicialmente que la clasificadora
incurrió en grave negligencia en la revisión del Prestige, la inaplicación del sistema
OMI de responsabilidad abre una puerta a la esperanza de recuperar una parte
mayor de los daños y perjuicios sufridos. Incluso, no hay por qué descartar un
eventual acuerdo extrajudicial a tenor de la evolución del proceso y del buen
nombre de la sociedad de clasificación americana.
Ya se ha mencionado que según algunas informaciones, el Prestige disponía
de un Certificado de gestión de la seguridad según el Código Internacional de
Gestión de la Seguridad (Código IGS o ISM) expedido por la clasificadora Bureau
Veritas, ya que como petrolero de mas de 500 TRB le era exigible desde 1998
(Regla 2, Cap. IX SOLAS a tenor de la enmienda de 1994). Este Código tiene como
objetivos la seguridad en el mar y la prevención de daños personales, ambientales
y materiales vinculados con la explotación de los barcos. Se trata de asegurar y
probar que el buque es mantenido en todo momento de acuerdo a un Sistema de
Gestión de Seguridad formulado por la compañía naviera y supervisado por la
sociedad de clasificación en materia de operaciones realizadas por la tripulación y
relacionadas con la seguridad.
En el caso del Prestige se dan serias dudas sobre la competencia y
profesionalidad de la tripulación, la cual embarca a bordo en su mayor parte en
Mayo de 2002 en Al-Fujarah a través de la compañía Laurel Philippines. Se trata,
como mínimo de una tripulación inexperta en el propio buque. Esta dotación, cuyos
salarios son muy bajos ( se habla de que la marinería recibe desde 750 € al mes
hasta 1.400 € incluidas horas extras) está compuesta por el capitán griego, el
primer oficial filipino, el jefe de máquinas griego y el resto (hasta 23) todos
filipinos, salvo un rumano.
Con la certificación del Bureau Veritas se presume que la tripulación del
buque es gente de mar competente, titulada, formada en el transporte de
hidrocarburos en este caso, y que realiza ejercicios y practicas periódicas de
seguridad en emergencias. Pues bien, admitiendo que la tripulación del Prestige
tuviese todos sus certificados en regla, lo cual habría que comprobar, su
comportamiento en el momento en que se inicia el accidente con el agrietamiento
de los tanques y la escora del barco, parece que es el de abandonar sus puestos y
en un ambiente de pánico y temor por sus vidas forzar su evacuación, a la que
tiene que acceder el capitán. Es más, el propio capitán ha desacreditado
profesionalmente la actuación de sus subordinados. Y la prueba de este abandono
del barco prematuro se evidencia en que el Prestige todavía navegó seis días
después del siniestro inicial, en que algunos tripulantes tuvieron que retornar al
barco otra vez y en que todavía hubo tiempo para embarcar una tripulación de
salvamento que al fin sería evacuada sana y salva.
La cuestión es entonces:¿Cómo es posible que una tripulación que no puede
dominar su barco, que además está prácticamente recién embarcada, con una
titulación probablemente de conveniencia y con condiciones salariales
tercermundistas pueda ser auditada con el marchamo de seguridad que otorga el
Código ISM?. No es aventurado pensar por tanto, que la certificación emitida por el
Bureau Veritas no refleja la realidad de la tripulación como una dotación con la
aptitud suficiente para navegar en un buque que transporta una mercancía muy
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contaminante. En consecuencia habrá que probar que la clasificadora francesa
incurrió en negligencia si se demuestra que la tripulación del Prestige no era
operacionalmente segura a la luz del procedimiento común adoptado por la I.A.C.S.
para otorgar la concesión de un certificado I.S.M. a una naviera.
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2.3 EL ACCIDENTE INICIAL DEL PRESTIGE
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escucha entrecortadamente MAYDAY y se solicita evacuación de la tripulación por
barco muy escorado y con grave riesgo de hundimiento.
En el extracto publicado de la declaración judicial de los controladores de
servicio en el Centro de Salvamento Marítimo de Finisterre (El Correo Gallego de
15-XII-02) se dice que, para ellos, la alarma activada por el capitán del Prestige a
través de una llamada digital selectiva UHF en el canal 70 (sistema que facilita un
número que permite entrar en una base de datos y conocer barco, nombre y
distintivo), es una alerta poco fiable, de la que los controladores dedujeron que el
petrolero estaba en peligro, pero ignoraban la magnitud del suceso. En suma,
según declaran, el capitán “no emitió, en ningún momento, la señal (de socorro)
por UHF, canal 16, que hubiese ayudado a saber con mayor precisión lo que estaba
ocurriendo.
Los controladores declaran que, al principio, el Prestige, no respondía a las
llamadas (hasta en veinte ocasiones), si bien luego toman contacto con el capitán
durante 50 minutos. A la vista de las dimensiones del accidente se ordena al
capitán que ponga una colaboración total con la autoridad y que deje preparado el
remolque de urgencia con el objetivo de facilitar la tarea del remolcador Ría de Vigo
que está en camino. Pues bien, según el funcionario español que se comunicaba en
inglés con el capitán del petrolero, comienza “un rosario de evasivas continuas” en
las que justifica su falta de colaboración por causas de mal tiempo, que se culmina
con un “yo solo recibo órdenes de mi armador” sentenciado por el capitán
Mangouras.
La declaración judicial efectuada por el capitán Mangouras (reproducida
parcialmente por El País 8-II-03) dice sobre el momento inicial del accidente:”A las
15,10 oímos un ruido importante y el barco empezó a escorarse peligrosamente,
después de cinco minutos lancé la alerta y en diez minutos ya el barco tenía una
inclinación de 25º a 30º. Bajo al influencia de las olas, en diez minutos hubieran
entrado diez mil toneladas de agua en los dos tanques derechos de lastre...las olas
eran tan altas que cubrían el nivel de la cubierta, el de los botes y un metro y
medio más...con la inclinación del barco se abrieron dos tapas de registro en el
tanque de carga nº 4, tres ojos en el tanque nº 3 derecho de lastre, un ojo en el
tanque 2 de carga y un ojo en el tanque de carga 4 izquierdo. A causa de la
presión, la carga comenzó a salir con mucha presión hacia arriba y con el viento se
dispersó sobre toda la cubierta y la llenó de aceite. Después de pensarlo bien,
decidí llenar con agua los tanques 2 y 3 izquierdos de lastre para parar el
escoramiento y restablecer la posición vertical del buque. Habíamos perdido 3000 o
4000 toneladas de fuel y pusimos 20.000 toneladas de agua. No creo que el
aumento de esas 16.000 toneladas constituyera un problema desde el punto de
vista del stress que sufriera el barco”..
Sobre el escoramiento inicial del buque al inundarse los tanques de estribor
como consecuencia de la vía de agua (25º), los informes técnicos de A.B.S. ya
vistos, consideran que en esas condiciones el momento flector en aguas tranquilas
es de un 125% del permitido, es decir, que por el aumento del peso que el buque
lleva con la entrada del agua en los tanques de lastre, se somete al barco a unas
tensiones de flexión superiores en un 25% al máximo permitido por la estructura
del buque. A esto hay que añadir, que para recuperar la estabilidad del barco e
impedir la salida de fuel por los tapines de los tanques de carga, el capitán toma la
decisión de inundar los tanque de babor, con lo que el sobrepeso provoca que las
tensiones sobre la estructura llegaran a superar el 160% de lo permitido, si bien el
barco es estabilizado y los vertidos suspendidos. Para mayor dificultad, las
condiciones de mar son bastante duras para un barco que ya sufre un
sobreesfuerzo estructural.
En consecuencia, la avería inicial del Prestige fue agravada con la maniobra
del capitán de enderezar el buque inundando los tanques de lastre de la banda
opuesta lo cual produjo un sobreesfuerzo estructural que indefectiblemente había
de acabar con la rotura del buque en dos y su hundimiento. Quizá, hubiese sido
mejor dejar el buque escorado 25º como sostienen algunos expertos y no forzar el
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adrizamiento, (claro que la perspectiva desde a bordo puede ser otra), pero en
todo caso será a través de dictámenes periciales autorizados la forma de valorar
esta maniobra de emergencia realizada por el capitán.
Mangouras narra que desde que el barco quedó sin gobierno y comenzó a
escorarse, el pánico y el caos se adueñaron del buque y de la tripulación y no sabe
si se contestaba a todas las llamadas de la Torre de Control de Finisterre. En su
opinión, la fisura en el costado de estribor se produjo por un golpe externo a causa
de un contenedor o del oleaje, por lo que concluye: “Sería mi responsabilidad si
hubiera embarrancado el buque o si hubiera chocado con otro, pero este incidente
ha sido completamente fortuito” (La Voz de Galicia 28-XII-02).
A las 17,10 h. el helicóptero “Pesca I” de la Xunta de Galicia rescata y
traslada a Coruña a los primeros 7 tripulantes y a las 18,05 el “Helimer Galicia” de
SASEMAR rescata a otros 17 tripulantes que conduce a Vigo. Se quedan a bordo
por voluntad propia el capitán, el primer oficial y el jefe de máquinas del “Prestige”.
Y a las 18,10 h. se finaliza la operación de adrizado del buque. En el barco se
detienen las máquinas, según el capitán Mangouras por la inclinación del barco, con
lo que queda a la deriva siendo desplazado por las corrientes marinas y el viento
en dirección al litoral gallego.
El inspector marítimo de la Capitanía Marítima de La Coruña (jefe de
máquinas de la marina mercante S. Diaz) que es enviado a bordo, tras una reunión
de urgencia en la noche del día 13 en la que participan el Delegado del Gobierno en
Galicia, el Director General de la Marina Mercante y el Capitán Marítimo de Coruña,
narra que a su llegada al buque a las 10,05 h. del día 14 (El Correo Gallego 15-XII-
02), con la orden de poner en marcha las máquinas, efectúa tres peticiones:
1. Cuáles son los fallos de la máquina, a lo que el jefe de máquinas del
“Prestige” le contesta que no tienen aire y que el compresor de
emergencia estaba roto.
2. El inspector le pide entonces que ponga en marcha la bomba de
lubrificación y las bombas de circulación de agua salada y de agua
dulce. El jefe de máquinas griego le aduce que no puede hacerlo por
carecer de suficiente suministro eléctrico.
3. A continuación el técnico español pide la puesta en marcha del motor
auxiliar, pero tampoco se puede lograr al estar cerrada la válvula de
combustible.
142
enviado por la Administración a bordo coinciden en destacar la actitud renuente del
capitán y tripulantes, culminando todo ello con una parada de las máquinas mas
que sospechosa para el mencionado inspector.
También es importante destacar que estando el Prestige sin máquinas, a la
deriva hacia la costa se dirige hacia el encallamiento en el litoral. Es decir, sin haber
intervenido todavía ni la Administración ni ningún salvador, excepto para evacuar a
la tripulación, el Prestige se encuentra en grave riesgo de naufragio y las costas en
grave riesgo de contaminación. Y ese siniestro, hasta este momento es solo
responsabilidad de los propietarios y armadores del buque, de los inspectores que
lo han revisado y del capitán que lo ha mandado. Y esto habrá de tenerse muy en
cuenta a la hora de calificar la actuación de la Administración cuando ordena el
remolque y alejamiento del buque de la costa.
¿Puede considerarse fuerza mayor la maniobra de adrizamiento del capitán?
¿No es mas bien una decisión técnicamente errónea que acorta el tiempo de
resistencia del barco?.Si existen dudas sobre la voluntariedad en la detención del
aparato motor, de lo que sí hay certeza es de que el barco va irremisiblemente al
desastre si no consigue hacer firme un remolque. El Prestige, antes del remolque,
está en una situación desesperada por un fallo estructural del casco y por la
maniobra de adrizamiento. Todo ello apunta a una responsabilidad civil inicial del
armador indiscutible, en tanto que empresario marítimo, que se agravaría si se
demuestra que el buque no estaba en condiciones de navegabilidad;
responsabilidad que también podría alcanzar a las sociedades de clasificación por su
deficiente revisión del barco y la tripulación.
143
2.4 SALVAMENTO PROVISIONAL Y REMOLQUE DEL PRESTIGE
144
Pero, en el desastre del Prestige, el riesgo de contaminación que produce daños
patrimoniales a terceros y daños al medioambiente, vinculado con el salvamento,
lo cambia todo.
Al margen, de que el origen del siniestro ocurre en las aguas adyacentes al
mar territorial, cuestión que se tratará mas adelante, podemos considerar la
situación a la luz del Convenio Internacional sobre Salvamento Marítimo de 1989,
que resulta de aplicación con la suscripción por el armador y el salvador del se
hubiese celebrado.
Pues bien, este Convenio de Salvamento lo que hace es poner al día el viejo
Convenio de 1910 sobre la misma materia e introduce simultáneamente, como bien
jurídico protegido, la preocupación por el medioambiente marino en relación con el
salvamento de buques en peligro. Esto se muestra con la autorización a los estados
ribereños a tomar medidas de autoprotección frente a la contaminación a través de
la impartición de instrucciones en el salvamento, a supervisarlo o incluso a
efectuarlo directamente. En esta línea contrato de salvamento Lloyd´s Open Form
2000, contrato que nadie discute que, el capitán está obligado a colaborar con el
salvador; y en los casos límites, el salvamento forzoso solo está sancionado con la
pérdida del derecho a remuneración.
Efectivamente, dice el art. 9 del Convenio: “Nada de lo dispuesto en el
presente convenio afectará al derecho del estado ribereño interesado a tomar
medidas, de conformidad con los principios generalmente reconocidos del derecho
internacional, para proteger sus costas o intereses conexos contra la contaminación
o amenaza de contaminación resultante de un siniestro marítimo o de actos
relacionados con dicho siniestro, de los que quepa prever razonablemente que
tendrán graves consecuencias perjudiciales, incluido el derecho de un estado
ribereño a dar instrucciones relacionadas con las operaciones de salvamento”. Por
tanto, puede entenderse que la Administración española está autorizada para
obligar al capitán del Prestige a tomar el remolque de servicio público que ha
enviado.( No hay que olvidar además, que ha sido el propio capitán el que pidió
socorro). En todo caso, se ratifica este planteamiento, con el art. 5 que recuerda la
prevalencia del salvamento público sobre el privado:”El presente convenio no
afectará a ninguna disposición establecida en leyes nacionales o en cualquier
convenio internacional relativo a operaciones de salvamento efectuadas por las
autoridades públicas o bajo su supervisión”.
Y en otra perspectiva, puede entenderse que aunque no se haya suscrito un
contrato con la Administración española para el salvamento del Prestige, desde el
buque se incumple la obligación que tienen tanto el propietario como el capitán de
colaborar plenamente con el salvador mientras se efectúan las operaciones de
salvamento y de prestar la debida diligencia para evitar o reducir al mínimo los
daños ambientales (art. 8,2 a) y b) del Convenio). A lo que parece, y si así se
confirma, el capitán del Prestige, inicialmente, no colabora con la autoridad
marítima al obstaculizar el salvamento o la tentativa de salvamento inmediata que
le ofrece el Ría de Vigo.
Parece por tanto, que el Convenio no prohíbe que las autoridades ribereñas
obliguen a un buque en peligro y con grave riesgo de vertido contaminante a que
tome forzosamente la ayuda de un remolcador público, sin esperar a que se
produzca un contrato de salvamento privado entre armador y salvador. Y con
mayor motivo cuando el barco agrietado y sobrecargado navega a la deriva y sin
máquina hacia el litoral. En todo caso, como recoge el art. 19 del Convenio, el
salvamento obligatorio solo conlleva una pena civil:”Los servicios que se presten no
obstante la prohibición expresa y razonable del propietario o del capitán del
buque...no darán lugar a pagos en virtud del presente Convenio”. A mayor
abundamiento, ni siquiera puede considerarse razonable que en el caso Prestige, el
capitán retrase el salvamento solo por una cuestión de remuneración, solapada en
la espera de órdenes del armador.
Esta consideración de que es conforme a Derecho la imposición por parte del
estado ribereño de un salvamento obligatorio a un buque que amenaza con graves
145
daños de contaminación, (que valdría también en auxilio de la medida de
alejamiento de la costa posteriormente tomada por al Administración marítima
española), se puede sustentar asimismo en base al Convenio Internacional sobre
intervención en alta mar en casos de accidentes que causen o puedan causar una
contaminación por hidrocarburos hecho en Bruselas el 29 de Noviembre de 1969.
Ya en su Preámbulo recuerda la Convención la necesidad de proteger los
intereses de la población contra las graves consecuencias de un accidente marítimo
que entrañe un grave riesgo de contaminación por hidrocarburos, ( estando el fuel-
oil, expresamente mencionado en el art.2,3 del Convenio) del propio mar y del
litoral. Pues bien, según el Convenio, siempre que no se atente contra el principio
de libertad de navegación “en tales circunstancias podrían ser necesarias medidas
de carácter excepcional en alta mar a fin de proteger estos intereses”, siempre que
no se atente al principio de libertad de navegación por alta mar. Mas
concretamente, los estados contratantes “pueden tomar en alta mar las medidas
necesarias para prevenir, atenuar o eliminar los peligros graves e inminentes que
representan para sus costas o intereses conexos una contaminación o una amenaza
de contaminación de las aguas del mar por los hidrocarburos, a consecuencia de un
accidente de mar u otros actos relacionados con tal accidente que puedan con toda
probabilidad tener consecuencias dañosas muy importantes” (art. 1,1 Convenio).
Por tanto, el estado ribereño tiene reconocido internacionalmente, en estas
especiales circunstancias, un extenso derecho de actuación sobre los buques,
aunque sean de bandera extranjera. Ello significa que la Administración marítima
española, en el caso del Prestige, estaría autorizada no solo para ordenar el
salvamento y remolque del petrolero, sino también para ordenar o ejecutar su
alejamiento de la costa; o bien, en otro caso, obligarle a tomar puerto o lugar de
refugio obligatorio, aun en contra de la voluntad del capitán; incluso, podría
llegarse a la destrucción o hundimiento del propio barco con su cargamento a bordo
y contra la voluntad del armador, si ello fuese aconsejable. Todo en aras de la
protección de las actividades marítimas pesqueras, costeras y de estuario, de la
conservación de los recursos biológicos marinos y del atractivo turístico de una
región (art. 2,4 Convenio).
Este amplio margen de discrecionalidad en las decisiones administrativas de
carácter técnico-náutico se confirma cuando “en caso de urgencia que requiera
medidas inmediatas, el estado ribereño podrá tomar las medidas que se hayan
hecho necesarias por la urgencia, sin notificación o consultas previas” ( a otros
estados, interesados particulares, expertos independiente) (art. 3 d). En realidad,
solo se constata que en situación de emergencia las decisiones urgen y las
consultas acaban siendo sumarias e informales, primándose la actuación rápida.
Para ser equitativos, esto afecta tanto a la administración y sus representantes,
como al capitán del Prestige, a su armador y a sus salvadores. Al final, los únicos
que no pueden decidir son los perjudicados que solo van a soportar los aciertos o
errores de unos y de otros.
En nuestro Derecho interno ese poder de decisión que la administración
tienen sobre un buque en las circunstancias del Prestige se corrobora en el art. 112
LPEMM, dedicado a las medidas de garantía de la navegación marítima y del medio
marino, que dice: “En las aguas en las que España ejerza soberanía, derechos
soberanos o jurisdicción, a los efectos de salvaguardar la seguridad de la
navegación y de prevenir la contaminación del medio marino, el Ministerio de Obras
Pública y Transportes a través de las Autoridades Portuarias y las Capitanías
Marítimas podrá visitar, inspeccionar, condicionar el fondeo, apresar, iniciar
procedimientos judiciales, y en general, adoptar las medidas que se estimen
necesarias respectos de los buques que vulneren o puedan vulnerar dichos bienes
jurídicos”. De hecho, la Administración española inspecciona el Prestige a través del
inspector marítimo embarcado e inicia un procedimiento judicial con la denuncia por
el Capitán Marítimo de Coruña del capitán del Prestige. Es conforme a Derecho
entonces que la autoridad marítima ordene el salvamento forzoso del Prestige como
medida que se considera necesaria para proteger el medio ambiente marino.
146
Volviendo a la maniobra de salvamento, una vez, que el capitán del Prestige
conecta y es autorizado por el armador para dar el remolque se comienza la
maniobra al filo de las 21 horas, tarea que no resulta nada fácil por la falta de
personal en el Prestige y por no tener instalado, a lo que parece, el remolque de
emergencia. Al Ría de Vigo, se une a la medianoche, el remolcador “Ibaizabal 1”, de
467 GT y 4.500 BHP, perteneciente a la entidad privada Sertosa Norte S.L., que
llega a la zona desde Coruña; al amanecer alcanzan el lugar, partiendo de Vigo, el
Charuca Silveira de 259 TRB (3.350 BHP y siete tripulantes), propiedad de
Remolcanosa, pero enviado a instancia de Sasemar, y El Sertosa 32 de Sertosa
Norte S.L., con base en Coruña; y después del mediodía del día 14, el Alonso de
Chaves de la empresa pública Remasa.
Durante toda la noche del 13 se intenta infructuosamente establecer un
amarre fiable con el “Prestige”, tarea que fracasa por la rotura de los cables a causa
de las condiciones de mal tiempo. Para hacer firme el cabo de remolque embarcan
de madrugada en el Prestige dos tripulantes del “Ibaizabal”; mas tarde, suben a
bordo tres técnicos de la empresa amarradora Tecnosub, que tiene un contrato
con Sasemar, y un Jefe de Máquinas, el inspector marítimo S. Diaz enviado por la
Capitanía Marítima para encender los motores del barco; posteriormente
retornarán a bordo por vía aérea otros cinco tripulantes de la dotación del Prestige.
Por fin, cuando el barco se encontraba a tan solo a 4,6 millas del Cabo
Touriñán, el Charuca Silveira consigue dar un cabo de remolque al Prestige, lo cual
permite posteriormente, al Sertosa 32 y al Ría de Vigo hacer firme el remolque
sobre las 13,40 h. y controlar la deriva del buque evitando, en definitiva, su
encalladura en la costa. A las15,30 h., el funcionario de la Capitanía Marítima
embarcado pone en marcha las máquinas del Prestige a muy pocas revoluciones. El
petrolero, que se encuentra prácticamente adrizado con una ligera escora a las
17,40 h., pone, a continuación, rumbo noroeste con la intención de alejarse del
litoral, cumpliendo la orden del Ministerio de Fomento de que el buque se desplace
hasta 120 millas de la costa española ( que parece ser el límite de acción inmediata
de los helicópteros de salvamento).
En consecuencia, con la actuación de los remolcadores se ha evitado la
encalladura del petrolero, conjurándose provisionalmente el riesgo inminente de
contaminación de la costa. Que en la maniobra de salvamento hayan colaborado
remolcadores al servicio público y remolcadores dedicados al negocio privado del
salvamento es una cuestión que en principio, solo afecta a la eventual distribución
del premio, que a la postre no se producirá por la ausencia de un resultado útil que
se produce con la posterior pérdida del buque. Pero a lo que parece, hay una
negociación privada del contrato de salvamento del Prestige, al margen del
salvamento público que puede explicar el retraso y la confusión que se observa en
la toma de remolque desde el momento en que el Ría de Vigo llega al costado del
Prestige hasta tres horas mas tarde en que se inicia efectivamente la maniobra de
hacer firme el remolque.
147
A lo que parece, enterado el armador del siniestro inicial del Prestige,
selecciona a Smit Salvage como contratista de salvamento por su acreditada
experiencia y porque aparentemente dispone del control sobre el Ría de Vigo que
está muy cerca del barco y se dirige hacia su posición. La dificultad estriba en que
tal remolcador está al servicio público y no puede ser utilizado comercialmente.
Pese a ello, tanto el Ministerio de Fomento, como la defensa del capitán del
Prestige, sostienen que hubo una negociación privada del contrato de salvamento,
en cuyo objeto resulta fundamental el control del Ría de Vigo, tal y como
demuestran los sucesivos faxes publicados que se cruzan los protagonistas del
incidente. Veamos con mayor detenimiento este oscuro episodio que todavía no ha
sido aclarado.
El “Ría de Vigo”, que, recordemos, pertenece a la entidad privada
Remolcadores Nosa Terra S.A. – Remolcanosa – con domicilio social en Vigo, es
objeto de un contrato de servicios de fletamento total por SASEMAR, que lo destina
al servicio público de salvamento marítimo y lucha contra la contaminación en la
zona atlántica norte de la península. El contrato tiene un plazo de ejecución de un
año, un presupuesto base de licitación de 1.337.000 € y fue adjudicado, previa
convocatoria por concurso (BOE de 13 de Julio de 2002), a Remolcanosa el 24 de
Septiembre de 2002.
Según el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares y el de
Prescripciones Técnicas en base a los que se adjudicó el contrato la respuesta de la
unidad naval a la solicitud de servicio por SASEMAR será inmediata y no mas tarde
de 30 minutos. Además, para sustituir al buque por otro de similares
características, se requiere autorización de Sasemar, previa petición con quince
días de antelación. No obstante, Remolcanosa siempre que sustituya el buque por
adelantado, podrá celebrar contratos privados con terceros sobre el Ría de Vigo, sin
que Sasamar tenga derecho a participar en los ingresos que así obtenga.
El problema viene porque, según el Ministerio de Fomento, el armador del
Ría de Vigo ofreció sus servicios de salvamento al naviero del “Prestige” al margen
y sin conocimiento de Sasemar - que manifiesta que el armador del remolcador no
solicitó autorización expresa para celebrar ningún contrato privado - lo que entra en
colisión con la exclusividad de sus servicios, en condiciones de emergencia, a favor
de la sociedad de salvamento pública. Para aclarar lo sucedido, por el momento,
solo disponemos de los faxes y las versiones contradictorias o parciales que ofrecen
uno y otros.
Según la versión de SMIT, éste comunica al armador del Prestige, a las
19.21 horas del día 13, su amplia experiencia en operaciones de salvamento en la
costa española y portuguesa en colaboración con sus socios locales, Remolcanosa y
Tecnosub, que tienen un contrato exclusivo con la autoridad costera española lo
que facilitaría una comunicación directa con tales autoridades. A las 19,35 h. Smit
envía el siguiente fax a la oficina del armador en Atenas: ”Ofrecemos nuestros
servicios en base al LOF 2000, incluyendo cláusula SCOPIC ( en nombre de Smit
Salvage con Tecnosub International S.A. como cosalvadores). Confirmamos que nos
cuidamos del Ria de Vigo (de nuestros socios españoles) en el sentido de que
cualquier reclamación suya será incluida en nuestro contrato Lloyd´s Open Form”.
Parece desprenderse de este texto que la oferta inicial de Smit incluye al Ría de
Vigo a efectos de remuneración por salvamento, pero no a favor de su fletador
público, si no en beneficio de su propietario privado.
Según la versión del armador del petrolero, en una declaración
voluntariamente enviada al Juzgado de Corcubión, el Director de Operaciones de
Universe Maritime, encargado de la gestión de una flota de cuatro buques, el
capitán griego M. Margetis, cuenta que a las 16,50 horas del día 13 comunica con el
capitán Mangouras, el cual le informa de la escora del barco y el llenado de los
tanques de lastre que ha ordenado. En esa comunicación descartan, para evitar la
contaminación, la posibilidad de transvasar la carga entre los propios tanques del
buque, al constatar que todos los tanque de carga están llenos salvo el nº 1 central
148
que está medio vacío, por lo que se decide dar prioridad al remolque el buque hasta
un área abrigada y protegida del mal tiempo.
Para ello contactan con tres empresas de salvamento: SMIT, Wijsmuller y
Tsavliris, y optan por la primera, pues ésta les informa de que están en discusión
con los armadores del Ría de Vigo (Remolcanosa) y que esperan poder asegurarse
sus servicios mediante un subcontrato (La Voz de Galicia, 17-II-03). El Director de
Operaciones Margetis avisa al capitán del Prestige de la proximidad del acuerdo,
que sin embargo se retrasa por las dificultades en hacerse Smit con el control del
Ría de Vigo, retraso que ocasionará a la mañana siguiente una protesta del
armador ante la compañía salvadora.
Según Margetis el Ría de Vigo solo fue ordenado para hacer firme el
remolque después de firmar el contrato, es decir, después, de las 19,41 horas del
13 de Noviembre. Al final, Margetis cierra el contrato de salvamento con el
representante de Smit en Grecia, Sr. Karkalas, a quien solicita el remolque del
buque a un lugar seguro y al filo de las 21 h. contacta con el capitán del Prestige.
En consecuencia, parece que el armador entiende que el Ría de Vigo, aun estando
en la zona del Prestige o a su costado, no le ofrece remolque hasta que es incluido
en el contrato de salvamento de Smit. Y por tanto, el retraso del remolque se debe,
no a la pretendida negativa del capitán del Prestige, sino a que el Ría de Vigo,
quiere hacer el salvamento como salvador privado y no como salvador público
dependiente de Sasemar.
En cuanto al comportamiento del capitán Mangouras, ya hemos visto como
es advertido reiteradamente por los controladores de tráfico marítimo de Finisterre
para que tome el remolque del Ría de Vigo y como éste lo rechaza hasta que no
reciba las oportunas órdenes de su armador. Y lo mismo responde al capitán del Ría
de Vigo cuando contacta con él para informarle de que las autoridades marítimas
españolas le han ordenado remolcar al Prestige. Por lo tanto, en un primer
momento, a lo que parece, el buque en peligro rechaza la prestación efectiva de un
salvamento obligatorio a la espera de un salvamento contractual.
¿Puede entenderse entonces que con el rechazo del salvamento público
inmediato a través del Ría de Vigo, el dueño del remolcador queda en libertad para
actuar con el barco libremente, y ser subcontratado por el salvador para intervenir
en el mismo siniestro, como de hecho intervino? La respuesta es negativa pues la
ficción jurídica de subcontratar privadamente el Ría de Vigo ataca la exclusividad
sobre el fletamento total del buque a favor del servicio público de salvamento. Este
incumplimiento contractual se agravaría, si los hechos así se confirman, al
producirse en una situación de máxima emergencia y con un gravísimo riesgo de,
además de perderse el buque con su carga, contaminar catastróficamente la costa,
como al final, desgraciadamente sucedió.
Esto se confirma en un posterior fax (reproducción El País, 13-I-03) enviado
con el propósito de “evitar confusiones y malentendidos” por Smit Salvage, a las
21.08 horas del día 13 de Noviembre, a Sasemar, Universe Maritime Ltd., Tecnosub
Internacional S.A. y Remolcanosa, sobre el contrato acordado entre Smit (y
Tecnosub como co-salvadores) y el armador bajo condiciones LOF 2000 SCOPIC. En
el texto señala Smit que sus habituales socios -Remolcanosa– “aportarán los
remolcadores bajo el habitual acuerdo con ellos”; y añade que el Ría de Vigo ya
está en el lugar y que el capitán del buque ha sido instruido por los armadores para
actuar rápidamente de acuerdo con el contrato LOF firmado entre los armadores y
Smit/Tecnosub. A continuación, indica que el remolcador Charuca Silveira, aun se
haya de camino hacia la zona, al tiempo que menciona la movilización de dos
equipos de salvamento de Tecnosub y la propia Smit. El fax aclara al final que
“acabamos de recibir confirmación de Remolcanosa de que el “Ría de Vigo” está
bajo nuestro contrato y de que en adelante no habrá más conflicto ni información
confusa”. Y termina anunciando que informará a Sasemar inmediatamente sobre el
asunto.
Por tanto, parece que el Ría de Vigo es contratado por Smit para participar
en el salvamento del Prestige sobre la base de un premio privado. Hay una
149
subcontratación del Ría de Vigo incompatible con el fletamento exclusivo del
remolcador por Sasemar. A esto ha respondido Remolcanosa que el contrato de
salvamento firmado entre Smit (Tecnosub) y Universe Maritime el 13 de
Noviembre, la entidad gallega solo lo suscribe dos días después, el día 15, y solo
como subcontratista que dispone de otros barcos y medios para colaborar en las
tareas del salvamento. Pero las concretas referencias al Ría de Vigo no abundan en
esta idea, mas bien al contrario, pues resulta clave que la cuestión afecte al Ría de
Vigo, que era el barco que estaba ya en el lugar del siniestro y el que estaba en
disposición inmediata de prestar el servicio.
En otra perspectiva, el Director de Operaciones de Remolcanosa en
declaración jurada remitida al Juzgado de Corcubión cuenta como a las 15 horas del
día 13 Smit se pone en contacto con su compañía para informarle de que están
discutiendo con los propietarios del Prestige la firma de un contrato LOF 2000, al
tiempo que invita a la empresa gallega a participar en el contrato con sus naves,
Ría de Vigo y Charuca Silveira. El Director de Remolcanosa le contesta informándole
que el Ría de Vigo está fletado en exclusiva por Sasemar, con lo que para utilizarlo
se necesitaría su autorización; pero el que sí puede ofrecerle para el contrato de
salvamento es el Charuca Silveira al que manda aprestar inmediatamente por si se
requieren sus servicios. Y efectivamente, a las 19 horas, recibe una llamada de
Sasemar en la que le piden que “el Charuca Silveira acuda a la zona donde se
encuentra el Prestige a la deriva” por lo que ordena a su capitán que acuda en
auxilio del Prestige bajo órdenes de Sasemar.
Es decir, en ese instante, tanto el Ría de Vigo como el Charuca Silveira están
al servicio público de salvamento. El primero por el contrato mencionado entre
Remolcanosa y Sasemar, suscrito en base al art. 87 LPEMM (“El servicio público de
salvamento de la vida humana en el mar y de la lucha contra la contaminación del
medio marino se prestará por la Administración del Estado...a través de los planes
y programas correspondientes...La Administración del Estado podrá desarrollar los
programas con personal y medios propios o adscritos a la misma, o bien mediante
contratos con empresas, públicas o privadas”.
Y el segundo, enviado al servicio previa petición de Sasemar a su dueño,
por el establecimiento de obligaciones de servicio público, autorizadas por el art.
83,2 LPEMM(“Asimismo, la Administración competente podrá establecer
obligaciones específicas a las empresas navieras...por motivos de salvamento,
seguridad marítima, lucha contra la contaminación, sanitarios u otras causas de
utilidad pública o interés social. Esta exigencia dará derecho, en su caso, a las
empresas afectadas a la percepción de la correspondiente compensación económica
por los costes adicionales en que hubieran incurrido”). No obstante, también sería
posible que el Charuca Silveira su pusiese al servicio público para salvar al Prestige
en base a un contrato, tanto de naturaleza administrativa, o en otro caso,
sometido al Derecho privado.
Y sin embargo, a las 21 h. Smit comunica a Remolcanosa por fax y vía
telefónica que Sasemar ha autorizado a la empresa holandesa a utilizar ambos
remolcadores. Cuando el Director de Operaciones de Remolcanosa contacta con
Sasemar (Sr. Uribe), este le confirma que ha ordenado que tomen el remolque
inmediatamente. Claro que una cosa es que la Administración ordene dar remolque
al Prestige a ambos remolcadores, que están al servicio público, y otra muy
distinta, es entender que se ha cedido su administración al contratista privado del
salvamento. No tiene sentido, que la autoridad marítima flete buques de
salvamento, tanto por tiempo como para un accidente puntual, si luego piensa
traspasar su disposición a un salvador privado. Sería una irresponsabilidad, ante la
grave amenaza de contaminación del dominio público marítimo español, dejar en
manos de un empresario marítimo dedicado al legítimo negocio del salvamento y
de un naviero de un buque subestandar, el rescate de la nave y la lucha contra la
contaminación de la costa.
Sobre este punto, a través de sendas notas públicas, los altos cargos de la
Administración marítima (Director General de la Marina Mercante, Jefe del Centro
150
Zonal de Coordinación de Salvamento de Finisterre, Directores General y de
Operaciones de Sasemar) han negado que se hubiese autorizado a Remolcanosa el
uso privado del Ría de Vigo. En particular, el Director de Operaciones de Sasemar
manifiesta en el expediente administrativo incoado relativo al siniestro del
“Prestige”, que al recibir a las 17 horas (en Las Palmas) una llamada de Smit Tak
en la que solicitaban la disponibilidad del Ría de Vigo para proceder al auxilio del
Prestige bajo la fórmula de un contrato comercial de salvamento”, les confirma la
dependencia directa del remolcador Ría de Vigo de la Autoridad Marítima española,
al servicio del interés general, y su indisponibilidad para ser objeto de transacciones
al servicio de intereses privados.
La DGMM recuerda que “por parte de la Autoridad Marítima lo que se hizo
fue movilizar el buque de salvamento Ría de Vigo - en virtud del contrato entre
Sasemar y Remolcanosa - desde el primer momento de la emergencia, a las 14,34
UTC (15,30 hora local) para que procediera a dirigirse a la posición del Prestige, tan
pronto se recibió el MAYDAY de su capitán...” Y sigue:” A las 17,15 UTC (18,15 hora
local), la Autoridad Marítima, a través del Centro Zonal, ordenó al capitán del
Prestige que preparara el remolque de emergencia y al Ría de Vigo, el cual estaba
llegando a la zona que diera remolque al Prestige. A las 17,30 UTC (18,30 hora
local), el Ría de Vigo informó que había llegado a la zona y que los cabos que había
dejado caer por su popa el Prestige no eran del remolque de emergencia, sino unos
cabos de amarre, inadecuados para el remolque”.
Según el desmentido del DGMM “las negociaciones privadas que hayan
podido existir entre las empresas interesadas comercialmente en el salvamento del
“Prestige”, así como las manifestaciones unilaterales que dichas empresas vienen
realizando sobre el contenido de las citadas negociaciones puede constituir
precisamente pruebas indiciarias de la existencia de un incumplimiento por parte de
Remolcanosa del contrato con la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo
(Sasemar) antes referido, del que dimanarán las correspondientes
responsabilidades pecuniarias y administrativas”. Por todo ello, el Ministerio de
Fomento estima que el armador del remolcador Ría de Vigo pudo incurrir en un
claro incumplimiento contractual razón por la que ha encargado a la Abogacía del
Estado en La Coruña que emprenda las acciones jurídicas que procedan.
En resumen, la Administración sostiene que Remolcanosa negoció privada y
ocultamente la participación del Ría de Vigo en el salvamento del Prestige como lo
prueban los faxes enviados por Smit Salvage a las 19,35h. al armador y a las 21,08
al armador, a Sasemar y a la propia Remolcanosa en los que se asevera que el Ría
de Vigo está bajo el control de Smit Salvage. Y en este punto coincide el propio
armador cuando protesta por el retraso del salvamento y se lo justifica Smit en la
tardanza en disponer del Ría de Vigo. También se ha visto, como Smit intenta sin
éxito obtener la autorización de Sasemar para usar el Ría de Vigo. Y hasta ahora no
se conoce ninguna prueba de que la Administración permitiese tal utilización
privada, antes bien al contrario.
Todo ello abunda en la idea de que Smit, con una gestión contractual
agresiva, induce al armador a creer que dispone o puede disponer del medio mas
inmediato de salvamento del Prestige: el Ría de Vigo. Puede pensarse, que aunque
Smit no consiga el Ría de Vigo, una vez asegurado el contrato, podrá disponer de
otros barcos y éste no será tan imprescindible. En todo caso, Smit al incluir la
cláusula Scopic en el contrato ya se garantiza el pago de los gastos en que pueda
incurrir hasta 3M$, tenga o no éxito la operación de salvamento.
Por otra parte, en una novedosa versión, la defensa del capitán del Prestige
(Letrado J.M. Ruiz Soroa) ha remitido al Juzgado de Corcubión un escrito en el
que sostiene, sobre la base de las imágenes captadas por el radar del Centro de
Control de Finisterre, -ecos de radar que en nota pública el Ministerio de Fomento
no considera pruebas auténticas- que en realidad, el Ría de Vigo no estaba al
costado del Prestige desde las 18,30 horas del día 13 de Noviembre ofreciendo la
toma de remolque como se ha venido diciendo, si no que estuvo alejándose del
petrolero hasta una distancia de seis millas. Y ello lo explica por las negociaciones
151
del salvamento entre el armador griego y el salvador holandés, en el sentido de que
hasta que no se firmase el contrato, el Ría de Vigo, no iniciaría la asistencia
efectiva. En suma, no es que el capitán Mangouras se negase a tomar el remolque,
sino que el Ría de Vigo no lo ofrece porque está negociando, oculta y privadamente,
el contrato de salvamento. Es más, para el letrado de Mangouras, Sasemar conoció
y autorizó en la tarde del mencionado día 13, que el Ría de Vigo actuara bajo el
contrato de Smit y bajo su dependencia comercial. Pero, Sasemar niega tanto el
alejamiento del Ría de Vigo del Prestige como que permitiese al remolcador operar
bajo control privado. Habrá que esperar la actuación judicial para aclarar también
esta cuestión.
Sobre la doble intervención de la empresa amarradora Tecnosub S.L. en la
operación de salvamento, el Ministerio de Fomento recuerda que esta entidad, con
sede en Tarragona, tiene un contrato por concurso público con Sasemar, desde
1997 hasta 2003, para la prestación de servicios de salvamento de buques y lucha
contra la contaminación, pero no con carácter de exclusiva. Este contrato
contempla la disponibilidad con respuesta inmediata ante emergencias de un equipo
de hasta cinco personas. Pues bien, Tecnosub S.L. envió al Prestige dos equipos
humanos: el primero, el día 14, compuesto de tres técnicos al servicio de Sasemar,
y el segundo, al día siguiente, constituido por nueve efectivos al servicio del
salvador privado Smit. En resumen, legalmente, Tecnosub puede realizar dos
operaciones sucesivas, con personal diverso, para clientes distintos en el mismo
siniestro, aunque éticamente, sería otra cosa.
Para entender los intereses que subyacen en este episodio hay que
considerar que como que no se ha salvado ni el buque, ni la carga, no ha habido
resultado útil y por consiguiente “si no se salva, no se paga”, como es la costumbre
y norma del Derecho marítimo cuando se suscribe un contrato según el modelo
Lloyd´s Open Form, en este caso, versión del 2000. Pero, armador y salvador
privado han incluido la cláusula Scopic (Special Compensation Protection and
Indemnity Clause) en el mismo, gracias a la cual, - sintéticamente - aunque no se
produzca un resultado útil en las operaciones de salvamento, el armador del buque
en peligro se compromete a prestar en el plazo de dos días una garantía especial y
adicional sobre la de la eventual remuneración por salvamento, emitida
bancariamente o por un Club de P&I y hasta un monto de 3M$ en concepto de los
gastos en que incurra el contratista del salvamento. Es así, una retribución mínima
garantizada para los salvadores, especialmente adecuada para los salvamentos
difíciles o de dudoso resultado práctico.
En consecuencia, y tras el desastre, en lo que respecta al salvamento
privado, Smit como director del salvamento y primer beneficiario de la garantía
recuperará sus gastos (equipos humanos, remolcador Deda). Tecnosub, en tanto
que cosalvador recuperará los suyos (segundo contingente humano embarcado).
Remolcanosa, si se confirma, que el Ria de Vigo estaba bajo LOF, tendría también
compensación a sus gastos, claro está, siempre que no se entienda que la
subcontratación del Ría de Vigo es nula por incompatibilidad con las condiciones de
servicio público a que se ha comprometido. En cuanto al Charuca Silveira,
aparentemente está en mejor posición aun, pues al ser enviado por Sasemar
tendría derecho a una compensación económica por la Administración; pero como
además, pertenece a Remolcanosa, que es subcontratista del acuerdo privado de
salvamento, también disfrutaría de la compensación Scopic para su crédito.
De los otros dos remolcadores privados, Ibaizabal I y Sertosa 32, no
sabemos si intervienen por cuenta propia, a las órdenes de la Administración o bajo
el control del contratista principal de la asistencia. Por lo que se refiere al
remolcador público Alonso de Chaves y demás medios marítimos y aéreos de las
administraciones sus gastos no son beneficiarían de la garantía Scopic, pues la
Administración no es firmante del contrato. En pocas palabras, en lo que se refiere
al coste económico del salvamento, los salvadores privados tienen garantizados sus
gastos aunque no tengan éxito, mientras que los salvadores públicos no.
152
De todo ello puede concluirse provisionalmente, y a la espera de los fallos
judiciales al respecto, que la concesión a la explotación privada del servicio público
de salvamento en los términos contractuales que se conocen, en este caso resultó
en entredicho, pues resulta chocante que el salvador al servicio público, en un
supuesto de gravísimas consecuencias, actúe por su cuenta; también, se observa
con asombro que el amarrador, envíe sus equipos al Prestige, un día por delegación
pública y al siguiente por delegación privada; en la misma línea, el Charuca Silveira
va a ordenes de Sasemar y simultáneamente cabe en el subcontrato privado de
salvamento, con la circunstancia de que su propietario, lo es también del Ría de
Vigo.
En resumen, hay un uso de la personalidad jurídica que probablemente va
más allá de lo que es la libre organización jurídico-empresarial, y lo que es mas
grave, implica a la administración, justo en un momento de emergencia y grave
riesgo colectivo. Quizá, habrá que analizar detenidamente, la gestión del
salvamento marítimo público y la legítima concurrencia de los salvadores privados.
153
2.5 LA ORDEN DE ALEJAMIENTO DE LA COSTA DEL PRESTIGE
154
lo cual era especialmente importante si se diera el caso de nuevas grietas en los
tanques del barco o incluso llegara a producirse la rotura del buque. El peligro
cierto de que esto podría haberse producido de manera próxima en el tiempo viene
avalado por al propia decisión del capitán, lanzando un mensaje de socorro y
pidiendo la evacuación de la tripulación, toda vez que esto no se hace si el peligro
no es real, grave e inminente”. Luego volveremos sobre este aspecto.
Según parece, la opción de conducir el buque a puerto se descarta
prácticamente desde el principio. En concreto, en cuanto al puerto coruñés, que es
el primero en ser considerado, (luego lo fueron Ferrol, Vigo y un puerto de Cabo
Verde), según el Capitán Marítimo de Coruña, el abandono de la idea de atracar el
Prestige en el pantalán de petroleros de Repsol se debe a la peligrosa sobrecarga
del barco que está con los tanques de lastre llenos -en su opinión alcanza sobre 21
metros de calado– y al peligro de rotura del remolque y la consiguiente encalladura
del barco. Sin embargo, algunos de los críticos de la decisión de alejamiento creen
que el calado del Prestige solo era de 16 metros con lo que podría haber entrado en
el puerto por el canal Oeste, (de 23 metros de calado) y ser atracado en el
pantalán de Repsol, de 19 metros de calado, en el que se procedería a su trasvase.
Será ilustrativo determinar en el juicio el verdadero calado del barco, que ha sido
objeto de intensa polémica.
No obstante, posteriormente se ha recordado la normativa vigente para la
entrada de petroleros en el puerto de Coruña que data de 1977 y fue aprobado por
la extinta Junta Local de Navegación tras el accidente del Urquiola. Pues bien, en
ella, se limita a 15,5 metros el calado máximo que autoriza el acceso de estos
buques, y en pleamar en el supuesto de calado límite, y se exige también la
comprobación por el práctico de la adecuación de los elementos del buque para la
maniobra requerida. De ahí, colige la Administración que la capacidad del Prestige
para la maniobra estaba muy restringida por el debilitamiento de la estructura del
casco, por la dudosa fiabilidad de su máquina y por la longitud del propio remolque
que convertía la maniobra en arriesgada y no en condiciones de seguridad.
La normativa mencionada, de fecha 23 de mayo de 1977, adoptada por la
Comandancia de Marina, ya fue invocada en el juicio del Aegean Sea, donde se
constató el desconocimiento cierto de las causas por las que fue dictada así como
“el nulo caso que se hacía de las mismas” (Sentencia del Juzgado de lo Penal nº 2
de La Coruña de 30 de abril de 1996). Es interesante a este respecto, la
terminante aseveración de tal resolución judicial, que aunque referida al caso
Aegean Sea puede aplicarse al caso Prestige: “...si el petrolero es de mas de 15,50
metros (de calado) no puede entrar (en el puerto) en forma alguna” (pag. 41).
De cualquier modo, es de gran peso la opinión profesional del Práctico Mayor
de Coruña, el cual al ser consultado telefónicamente por el Capitán Marítimo sobre
la posibilidad de introducir el Prestige en el puerto coruñés, aun mostrándose
dispuesto a aceptar la orden de meter el barco en tal puerto -siempre que se le
exima por escrito de su responsabilidad, pues su seguro no cubre este tipo de
situaciones- lo desaconseja por razones técnicas: la existencia de “agujas” en el
canal Norte de entrada (causantes del naufragio del “Urquiola”) de un lado; y de
otro, en lo que se refiere al canal Oeste de acceso, la larga eslora del barco (234
m.) requeriría un remolque largo de 500 o 600 m, que junto a los fuertes vientos y
la lentitud a la que se remolcaba el barco (tres nudos), se incrementaría el riesgo
de desviación de la derrota y el eventual encallamiento de la nave. Si a ello se
añade en ambos casos, el elevado calado del barco, que iba sobrecargado con los
tanques de lastre llenos, las condiciones de seguridad de la maniobra no son las
mínimas exigibles (La Voz de Galicia, 9-X-2002).
Ante esta situación las autoridades se plantean el fondeo del buque en
alguna ría o lugar de abrigo. Primero se piensa llevar al barco a la zona al nordeste
de la Marola en la Ría de Ares que cuenta con suficiente calado, opción que se
descarta pues el petrolero quedará desabrigado y a merced del temporal. Y
también, se deshecha el fondeo del Prestige en la Ría de Corcubión, pues aunque se
cumplen las exigencias de calado y resguardo -en opinión de los técnicos- la falta
155
de potencia de los remolcadores que tiran del barco les impedirá hacer el viraje y
doblar el Cabo de Finisterre, con lo que no podrán alcanzar tal Ría.
Otra consulta telefónica hecha por el Capitán Marítimo de Coruña se refiere
al trasvase del fuel en alta mar y la hace a J.M. Martinez Mayán, profesor de
Seguridad Marítima de la Escuela Superior de la Marina civil de la Universidad de
Coruña. El experto, una vez que es informado de la situación del buque, de su
sobrecalado y de las condiciones de tiempo y mar (viento fuerza seis-siete; olas
hasta siete metros) considera, según las normas internacionales de aligeramiento,
irrealizable el trasiego en alta mar, pues por su experiencia cree que las amarras se
pueden romper, y que se arriesgan dos barcos. Además, existen dificultades de
logística y técnicas, como localizar y contratar un buque aligerador, reunir las
barreras especiales, juntar las defensas y mangueras, calentar la carga... que
requerirían un tiempo considerable. En todo caso, el perito mencionado, que no fue
consultado sobre la posibilidad del trasvase de la carga en puerto, considera el
alejamiento un error y cree que el buque debía haber sido fondeado en el “saco” de
Corcubión. Una vez allí, se reduciría el calado vaciando los tanques de lastre y
evaluados los daños, se pensaría la decisión mas correcta para hacer el trasvase en
seguridad.
En suma, obviamente por razones de urgencia e incertidumbre, los
asesoramientos que las autoridades manejan en los primeros momentos son
verbales y fragmentarios. Cierto es que los acontecimientos anteriores, desde la vía
de agua producida en un buque muy viejo y sobrecargado, al comportamiento del
capitán rechazando el remolque con el buque a la deriva hacia la costa, sin
máquina y sin tripulación, invitan a la desconfianza de las autoridades tanto en el
barco como en su capitán. De ahí, se seguiría la idea de deshacerse cuanto antes
de tan mortífero petrolero para la costa, decisión que se inicia dándole la orden de
alejarse. Y también hay que recordar que en los días siguientes, antes del
hundimiento del buque y la llegada de la contaminación masiva al litoral, apenas se
oyeron voces discrepantes a la de las autoridades. Luego, sí se hicieron oir.
En cuanto a quién concretamente tomó la decisión de desplazar
obligatoriamente al Prestige, en un primer momento, se dijo que era una medida
tomada colegiadamente por altos funcionarios gubernamentales de la
Administración de la Marina Mercante, pero a la postre, el Director General de la
Marina Mercante ha manifestado que fue él quien tomó la responsabilidad de enviar
el barco mar adentro. Por su parte, el Capitán Marítimo de Coruña ha manifestado a
este propósito que él solo se limitó a cumplir las órdenes de su Director General,
instruyendo en ellas a la Torre de Control.
Aquí se ha creado otra falsa polémica sobre el autor de la decisión, pues, sin
entrar en el fondo de la cuestión jurídica, el Director General de la Marina Mercante
es quien tiene la competencia sobre seguridad en la navegación marítima, sobre el
salvamento naval y sobre la lucha contra la contaminación, siempre en el ámbito
administrativo del Ministerio de Fomento (antes Transportes). Por su parte, los
Capitanes Marítimos, aunque tienen cierta autonomía de funcionamiento, sólo
tienen su autoridad delegada por el DGMM, que además es el que los designa
libremente. Y debe ser así, pues la DGMM, incluyendo a estos efectos la Sociedad
de Salvamento y Seguridad Marítima, es el órgano especializado de la
Administración para la navegación marítima.
En cuanto al momento en que se toma la decisión de alejar el Prestige,
oficialmente se hace al mediodía del 14 de Noviembre, aunque hay quien ha visto
en un fax enviado al armador del Prestige en la tarde del día 13, tal orden cuando
se le comunica que “mantenga su barco alejado de la costa”. El Capitán Marítimo a
esto responde que solo es un requerimiento para que el buque no avance hacia el
litoral, pero niega que sea la pretendida orden de alejamiento. En cualquier caso, la
cuestión carece de sentido si el Prestige estaba ya sin máquinas y navegaba a la
deriva, precisamente hacia la costa gallega.
De todos modos, la responsabilidad sobre el desplazamiento obligatorio del
Prestige hasta más allá de las 120 millas de la costa no fue solo una decisión de la
156
autoridad marítima, pues hay que traer a colación el documento de aceptación de
tal medida firmado, en la noche del 14 de Noviembre, por el capitán del salvador
Smit que va a sustituir a bordo en el mando al capitán Mangouras. Dice el
documento reproducido en El País (28-II-03): “Ante mí...Capitán Marítimo de
Coruña, el capitán Wytse H. H., capitán de la marina mercante holandesa,
perteneciente a la empresa SMIT SALVAGE y que procederá a tomar el mando del
buque de bandera de Bahamas “Prestige”, por orden de su armador, se
compromete: A no estar nunca a menos de 120 millas náuticas de las aguas
jurisdiccionales españolas o donde España ejerza jurisdicción. En todo este trayecto
estará escoltado por buques de la Armada Española que impedirán su acceso
dentro de las 120 millas antes mencionadas.
Asimismo, contará con el apoyo de un buque de salvamento de Sasemar
para facilitar la operación de trasvase de la carga y la seguridad del personal
embarcado. Lo que se pone en su conocimiento ante el representante de la
consignataria española Ceferino N. Para dar fe de que el capitán antes mencionado
comprende en todos sus términos dicho escrito”. Lo firman el Capitán Marítimo, el
capitán holandés y el consignatario.
Por tanto, formalmente, el armador del Prestige, a instancia de la autoridad
marítima, autoriza al salvador por él contratado a conducir la nave hasta alejarla a
la distancia mencionada del litoral. Quizá, la firma del documento se deba al deseo
del salvador privado de comenzar a desplegar su actividad a bordo del Prestige
cuanto antes, pero lo cierto es que el armador del petrolero, a través del capitán
del salvador, acepta la medida de alejamiento, por mas que prefiera, justamente, lo
contrario, esto es, el acercamiento a puerto o lugar de refugio. La cuestión tiene
interés, pues en el caso de que se concluya que el alejamiento haya sido un error,
tal decisión ha sido compartida o acatada por el armador y el salvador del buque, lo
que debe ser tenido en cuenta a la hora de atribuir la consiguiente responsabilidad.
157
derechos de soberanía para la exploración, explotación, conservación y
administración de los recursos vivos de la zona económica exclusiva, podrá tomar
las medidas que se sean necesarias para garantizar el cumplimiento de las leyes y
reglamentos dictados de conformidad con esta convención, incluidas la visita, la
inspección, el apresamiento y la iniciación de procedimientos judiciales”. En el
suceso del Prestige hay indicios de que se ha incumplido la legislación penal y
administrativa española por parte del capitán, lo que de confirmarse, redundaría en
la responsabilidad, sobre la base de la normativa civil, del armador y de su
asegurador. Y todo ello al margen de otras posibles negligencias de clasificadores,
reparadores, salvadores o fletadores del Prestige con incidencia perjudicial para el
dominio público marítimo español y los intereses privados de una gran colectividad
de afectados.
Por otra parte, este precepto, (sustancialmente recogido después en el
Derecho interno en el art. 112 LPEMM ya visto), autoriza una diversidad de medidas
con un talante abierto –“las que sean necesarias” – que enumera a modo ilustrativo
con la visita (básicamente documental), la inspección (material del buque, que en
el caso del Prestige se hace a través del Inspector de Capitanía embarcado), el
apresamiento (que en algún momento es considerado por las autoridades españolas
ante la renuencia del capitán del Prestige) y la iniciación de procedimientos
judiciales (por el Juzgado de Corcubión). Se ve por tanto, que el alejamiento
ordenado, en este caso excepcional, no puede considerarse, en principio, que no
tenga ciertas bases para sostenerse en conformidad con el Derecho general de mar.
Más concretamente, si el estado ribereño está autorizado, en los supuestos vistos,
para apresar un buque de pabellón extranjero en su ZEE, con mayor motivo estará
autorizado para alejarlo que es una medida, en principio, mucho menos agresiva
jurídicamente hablando. Cosa distinta es que en este caso, la expulsión hacia
ninguna parte, coadyuve a la pérdida y hundimiento del buque.
Esta línea argumental puede observarse en el art. 221 del Convenio
(posteriormente inspirador del similar art. 9 del Convenio de salvamento de 1989
ya visto a efectos de la asistencia) que está dedicado a las “medidas para evitar la
contaminación resultante de accidentes marítimos” y que vuelve a confirmar el
derecho de los estados a tomar y hacer cumplir mas allá del mar territorial tales
medidas, siempre que guarden proporción con el daño real o potencial que a causa
del accidente o con ocasión del mismo se puedan causar en materia de polución, y
que tal daño se prevea razonablemente que tendrá graves consecuencias.
En el supuesto del Prestige, hay un accidente antes del alejamiento forzoso
que anuncia gravísimas consecuencias para el medio ambiente. Además, la
proporción de los daños no cabe ni sopesarla, pues la pérdida del petrolero y su
cargamento para sus dueños no alcanza ni la mínima comparación con el daño
causado a una multitud de perjudicados. Por tanto, parece que la medida de
alejamiento, en este caso, no vulnera lo dispuesto en el Convenio de Derecho del
mar. A mayor abundamiento ya con anterioridad, el art.1,1 -ya visto- del Convenio
Internacional sobre intervención el alta mar en casos en casos de accidentes que
puedan causar contaminación por hidrocarburos de 1969, había autorizado, bajo
ciertas condiciones, a los estados ribereños para tomar las medidas de
autoprotección necesarias en tales casos.
La propia Ley 15/1978, de 20 de Febrero sobre zona económica exclusiva,
tras establecer que corresponde al estado español el derecho exclusivo sobre los
recursos naturales de la zona, le otorga la competencia para cuidar de la
preservación del medio marino y le atribuye la jurisdicción exclusiva para cumplir
las disposiciones pertinentes (art. 2 de la Ley).
En la línea de la doctrina del alejamiento se publica el R.D-L. 9/2002 de 13
de Diciembre por el que se adoptan medidas para buques tanque que transporten
mercancías peligrosas o contaminantes a tenor del cual “se prohíbe la entrada en
puertos españoles, en terminales o en zonas de fondeo, de buques petroleros de
casco único, cualquiera que sea la bandera que enarbolen, que transporten fuel
pesado, alquitrán, betún asfáltico o petróleo crudo pesado” (art. 1) a partir del 1 de
158
enero de 2003. En sentido estricto, esta nueva normativa no habría afectado al
“Prestige” que no iba a puerto español. Hay que destacar que a lo que parece en el
borrador del texto reglamentario se dedicaba un apartado a regular el control,
inspección y eventual expulsión, por personal civil o militar de la Administración, de
los barcos que transporten cargas peligrosas o contaminantes a menos de 200
millas de la costa española, que al final fue suprimido por las dudas que generaba
su pacífica aceptación desde la perspectiva del Derecho internacional del mar.
Dicha normativa tiene su antecedente inmediato en el pionero Acuerdo que
España y Francia tomaron, sobre la base del art. 56 del Convenio de Naciones
Unidas sobre Derecho del mar, en Málaga el 26 de Noviembre de 2002 (al que
también se han sumado, Italia -Declaración conjunta hispano-italiana sobre
seguridad del transporte en buques tanque de 13 de Marzo de 2003- y Marruecos),
por el que se prohibiría el acceso a las aguas de su ZEE respectiva a los petroleros
monocascos de mas de 15 años de antigüedad y cargados con fuel y otras cargas
de riesgo. En el primer semestre de 2003, tanto España como Francia han
interceptado y expulsado de la ZEE a mas de ochenta petroleros que o no cumplían
los requisitos exigidos o estaban en “la lista negra” comunitaria de viejos petroleros
monoscascos indeseables. Al poner Portugal en práctica medidas similares,
actualmente y de forma voluntaria, los petroleros en tales circunstancias han
optado, voluntariamente en general, por navegar frente a los costas gallegas a mas
de 200 millas de la costa.
En sentido contrario y no casualmente, la industria del shipping (Bimco, Ics,
Intertanko, Intercargo, incluyendo impropiamente al Ministerio griego de la Marina
Mercante) defiende que las expulsiones producidas vulneran la libertad de
navegación reconocida en el Convenio de Naciones Unidas sobre Derecho del mar, y
por tanto las considera ilegales. Sobre este punto, ciertamente hay que admitir que
los petroleros afectados por estas medidas restrictivas son barcos “legales”
autorizados para seguir todavía en actividad a tenor del calendario establecido en el
Convenio Internacional para prevenir la contaminación por los buques (Marpol
73/78) en vigor, por lo que previamente habría que proceder a la modificación de
este Convenio. Y por otra parte, las medidas extraordinarias a tomar por un estado
ribereño, autorizadas tanto en el Convenio de Derecho del Mar como en el Convenio
de Intervención, requieren la preexistencia de un accidente que ponga en riesgo
grave de polución el medio marino, pero no pueden imponerse con antelación a
buques que no se han visto envueltos en ningún incidente. En suma, niegan la
viabilidad legal del alejamiento o la expulsión meramente preventiva.
En resumen, existe un acuerdo regional internacional, que por el momento,
formalmente, no ha sido impugnado, y se aplica en la práctica de la navegación
afectada, que autoriza a los estados firmantes a alejar más allá de las 200 millas a
vetustos petroleros sospechosos, aunque no se dirijan a puerto o terminal y se
limiten a transitar por la ZEE. Ello por supuesto, sin restringir la libertad de
navegación de los demás buques. Se trata por tanto, de una excepción, justificada
por mor de la prevención de la contaminación marina, que no olvidemos es tanto
un derecho como una obligación internacional que tiene el estado ribereño.
Con un ámbito más restringido, el Consejo de Ministros de Transportes de la
U.E. ha aprobado el 27 de Marzo de 2003 un Reglamento que acelera el plazo
previsto de retirada, en función de su tonelaje, de los viejos monocascos, que
trasportan fuel pesado que como máximo, en alguna de sus categorías, perdurará
todavía hasta el 2010. El Reglamento se aplica a buques de pabellón comunitario o
que reposten o atraquen en puertos comunitarios y transporten fuel pesado, es
decir alquitrán, betún, petróleo crudo y fuel. Luego a los petroleros
extracomunitarios que solo naveguen por la ZEE sin tocar puerto comunitario la
norma no les afecta; y éste era el caso del Prestige. A primeros de Junio de 2003,
el Parlamento Europeo ha ratificado el mencionado Reglamento.
Según el texto provisional y de forma esquemática, los petroleros de inferior
tamaño, que no tengan doble casco, frecuentes en el tráfico interinsular, tienen de
plazo hasta 2008.Los petroleros de un solo tanque que transporten crudo, tendrán
159
que tener doble casco a partir de 2005. Los que superen las 30.000 toneladas y
dispongan de refuerzos en el casco deberán retirarse a los 28 años o en todo caso
en el 2010. En conclusión, se adelanta en cinco años el calendario previsto para
exigir el doble casco a los petroleros que atraquen, fondeen o reposten en el
puertos comunitarios.
Otras medidas adoptadas por el Consejo de Ministros de Trasportes de la U.E
en el plano técnico se orientan al refuerzo de los controles en los puertos, la
supervisión de las sociedades de clasificación, la designación de puertos de refugio,
y la instalación de sistemas de control del tráfico. Y desde una perspectiva
netamente jurídica se pretende adoptar, antes del fin de 2003, un sistema de
sanciones, incluidas las penales, para los delitos de contaminación marina por los
buques. En segundo lugar, se perseguirá incrementar la responsabilidad de los
operadores del transporte marítimo y aumentar los límites de responsabilidad civil
por contaminación de los convenios internacionales hasta los mil millones de €, o
alternativamente habrá que crear un fondo europeo especial con tal cuantía.
160
2.6 NAUFRAGIO DEL PRESTIGE
Una vez que se decide alejar el buque más allá de las 120 millas de la costa,
aparentemente, el peligro de contaminación del litoral se diluye; y sin embargo,
como sabemos ahora, esto no fue así, pues al cúmulo de errores producidos con
anterioridad, se añade la expulsión del Prestige de las aguas españolas, pero sin la
determinación por la Administración o el acuerdo con el armador, sobre el rumbo a
seguir por la nave. Y algo parecido va a ocurrir sobre el encendido y apagado de las
máquinas. Al final, con la rotura del buque y la llegada a las costas de sucesivas
oleadas del fuel vertido quedará patente la falta de diligencia de la Administración
sobre el diagnóstico, algunas medidas adoptadas y otras mas omitidas, sobre todo
en lo que se refiere a la toma de conciencia de la magnitud del desastre. Pero
vayamos por partes.
Volviendo a la secuencia de los hechos del día 14 de Noviembre, una vez
que se ha hecho firme el remolque por los barcos de salvamento, el Prestige es
remolcado hacia alta mar, con rumbo noroeste 320 grados, y navega con su propia
máquina a seis nudos de velocidad. Este rumbo inicial cuando comienza el
remolque, parece ser que primero es indicado por el Inspector de Capitanía y luego
confirmado por el Control de Tráfico de Finisterre, pese a la oposición del capitán
Mangouras que pide – sin éxito - conducir el buque hacia el Oeste para no entrar en
el Golfo de Vizcaya.
En la madrugada del 15 de Noviembre, embarca en el Prestige el equipo
humano de salvamento holandés, que se pone de acuerdo con el Ría de Vigo para
llevar el buque hacia el oeste. Pasado el mediodía del viernes 15, y ante la grieta
aparecida en el casco, debajo de la línea de flotación, de más de treinta metros de
largo, con fisuras perpendiculares, el capitán Mangouras decide su evacuación, y los
holandeses dan al Ría de Vigo la orden, para evitar las vibraciones en el casco,
para no hacer soportar al costado dañado la acción del oleaje y para buscar
mejores condiciones meteorológicas, de poner rumbo sur. Y todavía mas tarde, el
domingo 17, el Prestige navega remolcado rumbo sur-suroeste, según se ha dicho,
con la intención de conducirlo a algún puerto de refugio en Cabo Verde o en la
costa africana.
Como se observa hay un rumbo errático en la navegación del Prestige que
concurre en una situación de salvamento privado supervisado por la
Administración. Por ello, se va a generar una falta de coordinación y de unidad de
objetivos y criterio que solo va a perjudicar a la operación de asistencia. Sobre
este punto puede traerse a colación lo dispuesto en el Convenio Internacional sobre
Búsqueda y Salvamento Marítimo hecho en Hamburgo el 27 de Abril de 1979, que
aunque referido primordialmente al salvamento de personas en peligro en la mar,
puede servirnos de luz en este caso, cuando se refiere, en los procedimientos
operacionales del salvamento, a la recomendación de designar un jefe en el lugar
del siniestro lo antes posible. En el caso del Prestige no sabemos si se nombró tal
jefe.
Y respecto a la parada del aparato motor del Prestige, que ha sido otra de
las cuestiones discutidas, tenemos que en el momento inicial del accidente, el
capitán Mangouras las detiene y queda el buque a la deriva hacia la costa. Luego,
con el remolque firme el Inspector de Capitanía a órdenes de la autoridad española
las enciende y pone en uso. Mas tarde cuando el Prestige era remolcado y se
encontraba a 60 millas de la costa, en la madrugada del día 15, al observar el
capitán Mangouras el aumento de los graves daños en el costado del casco
siniestrado ordena la parada de máquinas para frenar la acción del oleaje sobre la
gran grieta y evitar las vibraciones en el casco. Esta postura será mantenida
también por el personal del contratista del salvamento.
161
Retornando de nuevo a la sucesión cronológica de los acontecimientos,
tenemos que el 18 de Noviembre, el Prestige está siendo remolcado por el Deda
hacia el sur a unas 100 millas del Cabo Finisterre cuando las autoridades españolas
dan por finalizada su responsabilidad. Como por otra parte, las autoridades
portuguesas han prohibido la entrada del Prestige en las aguas de su zona
económica exclusiva, el petrolero bajo el control holandés progresa trabajosamente
hacia el suroeste, seguido a efectos de observación, por los remolcadores españoles
y otros buques y aeronaves.
Por fin, el martes 19 de Noviembre de 2002, a las 11´45 horas, a 130 millas
de la costa de Finisterre, el anunciado naufragio del Prestige tiene lugar casi cuatro
horas después de que el petrolero se partiese en dos y quedase sujeto por la
estructura de la quilla. Primero se sumerge la popa del barco en una zona de 3.200
m. de profundidad, y luego se va a pique la proa a las 16,18 horas, tras haber
estado varias horas apuntando al cielo sobre las aguas a unas 133 millas (246 km)
de Finisterre. En la zona del hundimiento se mantienen una fragata y una corbeta
de la marina portuguesa, una fragata de la armada española y cuatro
remolcadores, tres aviones de reconocimiento y tres helicópteros a la espera de la
llegada de varios buques anticontaminación de Francia, Holanda, Alemania y otros
países comunitarios.
Con la rotura en dos del buque, se produce un segundo gran vertido de fuel,
estimado en unas 10.000 toneladas que hay que sumar a otras tantas arrojadas al
mar con el accidente inicial del día 13 y a lo vertido en la estela que deja el buque
durante los seis de navegación que hace remolcado por los barcos de salvamento.
El fuel vertido, desplazado a merced del viento y las corrientes, acabará llegando a
la costa en los días y semanas sucesivos. Así, resultará afectada prácticamente
toda la costa gallega, el litoral cantábrico y parte de la costa francesa suratlántica.
Ello va acarrear la prohibición de pescar y marisquear durante varios meses ( de
tres a cinco, según las zonas y las artes o tipos de pesca) en una buena parte de la
costa gallega y cantábrica con los consiguientes daños económicos a miles de
pescadores y mariscadores (unos 13.000), armadores de pesqueros (estimados en
6.000) y otros variados operadores de la industria pesquera.
Por lo que se refiere a los daños ecológicos, en algunos lugares muy
sensibles como la Costa de la Muerte o el Parque de las Islas Atlánticas, los daños
son especialmente graves. Respecto a las playas, grosso modo, del millar de ellas
de la costa atlántica española, mas de la mitad resultaron afectadas, especialmente
en Coruña. Seis meses después, aunque las playas han sido limpiadas quedan
irisaciones o pequeños restos (galletas de fuel) que vuelven a aparecer y están
perjudicando la temporada estival. La pérdida para algunas playas y arenales de su
categoría de Bandera Azul también es consecuencia del chapapote. Además el calor
veraniego, diluirá el fuel de pedreros y lugares rocosos, y producirá con su vuelta al
mar nuevos daños.
Con el naufragio y hundimiento del Prestige en dos secciones de proa y popa
que se depositan en el fondo, viene el problema de eliminar la contaminación que
mana por una veintena de grietas por las que fluye el fuel hacia la superficie.
Primero, por medio del batíscafo Nautile del Instituto Oceanográfico francés,
Ifremer, se obturan prácticamente todas las fugas reduciendo el fluido a alrededor
de una tonelada diaria de fuel a partir de mediados de Febrero de 2003. Y en
segundo lugar, se inician los estudios sobre la viabilidad del sellado definitivo de las
grietas, de la extracción o bombeo del fuel (37.000? toneladas) del pecio o del
confinamiento de los restos en cofres rígidos.
En esta línea, el 4 de abril de 2003 el Gobierno ha aprobado un Acuerdo por
el que se autoriza a Sasemar y al Ministerio de Ciencia y Tecnología para firmar un
convenio de colaboración con Repsol-YPF (que lidera un consorcio mundial con las
compañías petroleras BP, Eni, Petrobras, Statoil, TotalFinaElf) para estudiar y
aplicar las soluciones técnicas definitivas sobre el fueloil remanente en los restos
del petrolero. En principio, los expertos mundiales consultados, por unanimidad,
aconsejan realizar un extracción por gravedad del fuel del Prestige, estimada
162
económicamente en unos 20 M€. Últimamente, se ha dicho que por necesidades
técncicas, la operación de extracción se pospone hasta el año 2004.
163
decisión al contratista del salvamento. Y la cuestión tienen su importancia práctica
traducida en una pérdida de tiempo de varios días con un buque difundiendo su
carga contaminante en una zona que garantiza la llegada del fuel a la costa
gallega, cantábrica y francesa.
Y en lo que se refiere a la disposición del aparato motor del buque, también
es competencia del capitán del buque, si bien al estar en un caso de salvamento
privado supervisado por la autoridad, la justificación de su intervención para evitar
daños de contaminación es la misma que justifica el salvamento obligatorio o la
orden de expulsión de las 120 millas.
Tenemos entonces, un capitán (sea Mangouras o su sustituto) con unos
poderes de hecho recortados por la Administración, pues el capitán del Prestige se
ve remolcado hacia alta mar en un buque gravemente averiado, sin tripulación, sin
puerto o lugar de refugio determinado, con un rumbo impuesto y que se sirve de su
máquina contra el criterio de quien ostenta el mando. Pero entonces, ¿quién tiene
de hecho el mando del buque?.¿Se puede tener el mando de la nave y no disponer
ni de su destino, ni de su rumbo, ni de su máquina ni de su tripulación?. A esto hay
que responder que, primero Mangouras, aunque inicialmente renuente, y luego el
capitán holandés, aceptan tal situación. Además, en la práctica se acabará
imponiendo el mando de a bordo con el cambio de rumbo hacia el sur y la
detención de las máquinas del Prestige. Por todo ello, no cabe entender un gobierno
administrativo del Prestige que responsabilice a la Administración, y más aun
teniendo en cuenta que el barco no fue abandonado (capitán Mangouras, capitán
de salvadores y remolcador de contratistas) por sus dueños en ningún momento, lo
cuales intentan el salvamento hasta el naufragio.
Y en lo que respecta a la polución, tras el hundimiento del Prestige, para
combatir la contaminación en el mar se van fletando barcos europeos
especializados en labores contaminantes, los cuales solo pueden operar con buen
tiempo y preferentemente sobre grandes concentraciones de fuel, por lo que su
eficacia será relativa. Desde tierra, en los primeros días, las tareas se acometen,
entre la indignación popular ante la falta de reacción de las autoridades que optan
por minimizar el problema, con gran escasez de medios y sin apenas
infraestructura por pescadores, mariscadores y voluntarios. Quizá, pueda señalarse
como punto de inflexión que demostró la iniciativa de la sociedad civil frente a la
pasividad administrativa ante la grave amenaza del daño de contaminación, la
salida, el 5 de Diciembre, de mil embarcaciones menores de la pesca con 7000
personas a bordo con el objetivo de recoger el fuel del mar a la entrada de las Rías
Bajas, con medios artesanales y por cuenta propia.
Es entonces cuando la Administración reacciona y comienza a proveer los
medios y la infraestructura que facilite las tareas de limpieza. De este modo, a los
barcos anticontaminación fletados se une la contratación de los tripulantes de
barcos pesqueros que voluntariamente se unan a las labores de localización y
recogida de fuel del mar. De hecho, la actuación de los pesqueros, reconvertidos
provisionalmente en embarcaciones de limpieza, va a rebelarse como la más eficaz,
especialmente cuando el fuel se encuentra dispersado por una zona muy extensa
como ocurrió en este caso. Por otra parte, es impagable la colaboración
desinteresada de los mas de 100.00 voluntarios que colaboran en la retirada de los
residuos de fuel en tierra. Como dato, en tres meses, en tierra y en mar, se ha
recogido cerca de 70.000 toneladas de residuos sólidos y oleosos mezclados con
fuel.
Es quizá, en este punto, en donde la responsabilidad de la Administración se
hace más patente. Podrá discutirse sobre la conveniencia o no del alejamiento o el
acercamiento del barco, sobre el trasvase de la carga o sobre la concreción del
rumbo del petrolero, pero lo que es criticable es que las autoridades no reconozcan
la gravedad e inminencia del daño que se avecina ni dispongan de los medios ni de
los conocimientos adecuados para hacer frente a la situación. La carencia de barcos
anticontaminación y de remolcadores de nuevo cuño al servicio del salvamento
marítimo, la falta de barreras anticontaminación y otros equipos de limpieza, la
164
inexistencia de entidades de investigación y estudios sobre los accidentes marítimos
de buques y la incidencia de sus cargas en el mar, y sobre todo la lentitud de la
maquinaria administrativa en el tratamiento de la amenaza ambiental es algo que
se ha dicho hasta la saciedad y que no requiere mayor demostración.
Centrando mas la cuestión, cabe preguntarse si ha habido un defectuoso
funcionamiento del servicio público de salvamento de la vida humana en el mar y
de la lucha contra la contaminación del medio marino, que son los salvamentos con
el calificativo de públicos, y que por tanto excluyen los salvamentos patrimoniales
privados (como era el caso del Prestige) según el art 87 LPEMM. En el primer
aspecto, todos los tripulantes y equipos humanos de salvamento fueron evacuados
indemnes. En cambio, el servicio publico de salvamento contra la contaminación
marina y las Administraciones públicas en general, en las jornadas iniciales, pueden
haber incurrido en una falta de diligencia por su retraso en afrontar la situación
para paliar los daños.
Dice a este respecto el art. 139,1 de la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común:” Los
particulares tendrán derecho a ser indemnizados por la Administraciones Públicas
correspondientes a toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos,
salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del
funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos”. Es decir, basta el dato
objetivo de la lesión, al margen de todo elemento de negligencia o culpa al modo
civil o penal, producido a consecuencia del funcionamiento del servicio público, para
que, salvo fuerza mayor, se desate la responsabilidad administrativa y su
consiguiente obligación de indemnizar a los perjudicados. Al tratarse de una
responsabilidad de tipo objetivo, a la Administración solo le cabría oponer la fuerza
mayor, que es una cuestión que deberá apreciar el juzgador. En todo caso, la
Administración, a diferencia de armadores, propietarios, salvadores y aseguradores
de buques y otros operadores, no goza del beneficio de limitación de
responsabilidad, lo que desde la perspectiva social del caso resulta tranquilizador.
Es decir, aunque la Administración no resulte culpable del accidente, ha
intervenido en él, tanto en lo que se refiere al Prestige en sí mismo del 13 al 19 de
noviembre de 2002, como en la gestión de la polución costera. No obstante, en
este segundo aspecto, puede haber un elemento de culpa en la referida demora en
la lucha contra la contaminación que conviene destacar pues la jurisprudencia
marítima cuando ha establecido la responsabilidad de la Administración por el
funcionamiento de un servicio público marítimo (Instituto Hidrográfico de la Marina
en el caso Urquiola (STS de 18 de Julio de 1983 (A. 4.065); servicio de practicaje
en el caso del Aegean Sea, por ejemplo) ha constatado la concurrencia de culpa
por omisión, y no se ha conformado con una mecánica aplicación de la generosa
doctrina de la responsabilidad objetiva administrativa.
En suma, el funcionamiento con retraso del servicio público
anticontaminación marina puede haber ocasionado un perjuicio, pero, una vez el
fuel en el mar, por la acción de los vientos y corrientes en las fechas del accidente,
inexorablemente, el vertido tenía que alcanzar las costas gallegas, cantábricas y
francesas. ¿Constituye esto una causa de fuerza mayor?. En todo caso, la eventual
concurrencia de culpa de la Administración en el desastre en general, sería de una
entidad poco relevante, respecto a la causalidad de los hechos dañosos y a los
verdaderos responsables, que no son otros que el propietario y el armador de la
nave. Ahora bien, política o socialmente, la cuestión tiene otra lectura que no
corresponde a una reflexión jurídica.
165
2.7 CUESTIONES PENALES DEL CASO PRESTIGE
166
La decisión de mantener la prisión para el capitán del “Prestige “ se justifica
porque Mangouras asumió la responsabilidad de gobernar un buque “en
lamentables o deficientes condiciones de seguridad seguida de conductas
obstructivas de la disminución del riesgo y otras de agravación del mismo peligro”.
La Audiencia llega a la conclusión de que el capitán conocía el estado real de la
nave pues no en vano llevaba dos años bajo su mando. Por otro lado, las reiteradas
decisiones del capitán propiciaron “la conversión del peligro en daño catastrófico” al
no controlar las fuentes de riesgo que estaban bajo su dominio directo. En este
sentido, la acción de dejar el barco “extrañamente” a la deriva hasta aproximarse a
la costa solo produce un agravamiento del la situación de riesgo para el litoral. Y la
manifestación del capitán de que evitaría el previsible embarrancamiento en Muxía
largando el ancla es considerado por el tribunal como una “maniobra inverosímil”
que no evitaría la catástrofe.
La Audiencia Provincial de Coruña rechaza que según el Convenio de N.U.
sobre Derecho del Mar, solo se puedan imponer sanciones pecuniarias a los
capitanes de los buques y que tal convenio dote de inmunidad la comisión de
delitos contra el medio ambiente y los recursos naturales españoles, máxime
cuando los mismos se han cometido en territorio de soberanía del estado. Los
magistrados recuerdan que los delitos que se imputan al capitán se castigan con
penas que pueden llegar a seis años de prisión y que no hay razones para desterrar
la hipótesis de comisión dolosa de un delito contra el medio ambiente. Si a ello
añadimos – según el auto – los indicios claros de desobediencia del capitán a las
autoridades marítimas españolas( como con la negativa reiterada a dar remolque al
“Ría de Vigo”) y el riesgo de su fuga, una vez en libertad, y su eventual
incomparecencia en el juicio oral, procede mantener la prisión bajo la misma fianza
de 3 millones de € ( el fiscal pidió en su día fianza de 10 millones de €). No
obstante, la Audiencia recuerda que el Juzgado podría haber decretado la prisión
incondicional sin fianza para el capitán. En definitiva, “coexisten facetas
cofundantes de los indicios racionales de criminalidad del señor Mangouras, aparte
de la desaparición de documentos esenciales”.
Por fin, el London P&I Club, por razones humanitarias y de imagen, y por
presiones de la industria naviera internacional, accedió a depositar la controvertida
fianza, que iría incluida en los 25 millones de € que el Club tendrá que abonar como
techo de indemnización, al superarse las dificultades técnicas observadas, como
eran que el capitán no es el beneficiario directo de la póliza, la cual cubre la
responsabilidad civil, pero no una garantía de naturaleza penal; que la detención no
se produjo en el barco; y que podría alentarse a otros estados a imponer fianzas
desorbitadas. De este modo, en la tarde del 7 de Febrero de 2003 se ha depositó la
fianza en forma de aval bancario asumido por un banco extranjero. A continuación
el Juez de Corcubión dicta el Auto de libertad provisional de Mangouras, que tras
mas de 80 días en la cárcel es puesto en libertad, con la obligación de presentarse
todos los días en la Jefatura Superior de Policía de Coruña, mientras no cambie de
residencia, amén de no poder salir de España. Y a requerimiento de la aseguradora,
para conjurar el peligro de fuga, el capitán griego tendrá vigilancia policial.
En segundo lugar, está la cuestión de la competencia de los tribunales
españoles para enjuiciar penalmente al capitán u otros responsables del accidente
del Prestige, a la luz del Derecho internacional del mar. En este punto, hay que
recordar que en la zona económica exclusiva, el estado ribereño tienen jurisdicción
con respecto a la protección y preservación del medio marino (art. 56,1 Convenio
de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar) y puede iniciar procedimientos
judiciales al respecto (art. 73,1 Convenio).
Esto supone que en materia de contaminación se produce una excepción al
tradicional régimen jurídico internacional que solo concedía competencia para
enjuiciar penalmente al capitán de un buque involucrado en un accidente marítimo
a las autoridades judiciales correspondientes al estado del pabellón. Dice
literalmente el art. 1 del Convenio Internacional sobre competencia penal en
materia de abordajes de 10 de Mayo de 1952 que incluye otros accidentes de
167
navegación, ocurridos, todos, fuera de las aguas interiores o portuarias:”En caso de
abordaje o de cualquier otro accidente de navegación concerniente a un buque de
navegación marítima y de tal naturaleza que comprometa la responsabilidad penal
o disciplinaria del capitán, o de cualquier otra persona al servicio del buque, no
podrá incoarse ningún procedimiento sino ante las autoridades judiciales o
administrativas del estado cuyo pabellón enarbola el buque en el momento del
abordaje o del accidente”.
En esta línea, podría entenderse que no cabe el enjuiciamiento penal del
capitán por un supuesto de contaminación, a tenor del art. 230 del Convenio que
dice: “Las infracciones de las leyes y reglamentos nacionales o de las reglas y
estándares internacionales aplicables para prevenir, reducir y controlar la
contaminación del medio marino, cometidas por buques extranjeros, solo darán
lugar a la imposición de sanciones pecuniarias”. Pero como dice la Audiencia de
Coruña en este punto, creo que con razón, el art. 230 del Convenio de N.U. sobre
Derecho del mar no puede ser un instrumento de impunidad para la comisión de
delitos medioambientales , y especialmente, cuando se han cometido en aguas de
soberanía como ocurre con el Prestige. Y mas aun cuando tienen una grave
repercusión en el estado ribereño. Liquidar con una penalidad económica un daño
ambiental catastrófico no parece equitativo en casos de grave negligencia como
puede ser el que comentamos.
Profundizando en el tratamiento penal de los delitos de polución del mar, la
Comisión Europea ha aprobado a primeros de Marzo de 2003 un proyecto de
directiva sobre contaminación causada por los buques mediante la cual toda
persona que haya a causado o contribuido a producir, de una manera intencionada
o por negligencia grave, un vertido contaminante en el mar, incurrirá en un delito
sancionable con multas e incluso sanciones penales de privación de libertad en los
casos más graves. La Directiva pretende reforzar la protección del medio ambiente
marino con la eventual imputación, a través del Derecho penal, de todos los
agentes de la navegación marítima que intervengan, directa o indirectamente, en
los correspondientes vertidos contaminantes. Habrá que esperar a la aprobación del
texto definitivo para sopesar el alcance de esta normativa, que no deja de ser una
respuesta legislativa comunitaria al desastre del Prestige
Y en cuanto a la prisión provisional del capitán griego, las autoridades
judiciales españolas se ve sustentadas por lo dispuesto en el art. 73,2 del Convenio
cuando indica que “los buques apresados y sus tripulaciones serán liberados con
prontitud, previa constitución de una fianza razonable u otra garantía”. Los 3M€
fijados de fianza para la libertad provisional del capitán del Prestige no parecen una
cifra desorbitada a la luz de la grave alarma social del accidente, teniendo en
cuenta, además, la solvencia financiera de los aseguradores de responsabilidad del
Prestige. Si a ello añadimos la comparación con el importe del daño causado y el
elevado número de perjudicados la fianza fijada, por más que sea inhabitual, es
razonable.
Desde otra perspectiva, cuando ocurre un accidente de las características del
desastre que comentamos es inevitable plantearse en lo que a responsabilidades se
refiere, la eventual concurrencia de una responsabilidad penal. ¿Y de quién?. En
primer lugar, está el análisis de la imputabilidad penal del capitán del Prestige, que
ha sido acusado por las autoridades marítimas de los delitos de desobediencia a la
autoridad y contra el medio ambiente, delitos por los que ha permanecido en
prisión casi tres meses, hasta ser liberado tras depositar el asegurador de
responsabilidad civil del armador la fianza de 3M€, impuesta por las autoridades
judiciales. Pero, también hay quien ha visto una responsabilidad penal de la
Administración por negligencia en la gestión del salvamento del Prestige y por su
insuficiente reacción a las sucesivas mareas negras que en los primeros días
alcanzan el litoral.
En los casos de daños por contaminación, y en general en los daños
extracontractuales, en principio, parece que si estamos ante un supuesto de
responsabilidad civil, lo propio es que se sigan los cauces de la normativa privada
168
civil/mercantil/marítima, sin necesidad de hacer pasar las reclamaciones
económicas a través de un procedimiento penal. Cosa distinta es el interés del
estado en mantener su autoridad en el territorio marítimo nacional y la integridad
de su dominio público marítimo. De ahí, la procedencia de perseguir la eventual
responsabilidad penal del capitán. Ahora que, hablar de responsabilidad penal del
armador o de la Administración parece de mucha mas difícil demostración, al
menos hasta lo que se conoce al día de hoy.
De este modo, el capitán podría haber cometido un delito de desobediencia a
la autoridad, un delito contra el medio ambiente y un delito de daños. Respecto al
primero, dice el art. 556 Cp. que los “resistieren a la autoridad o sus agentes, o
los desobedecieren gravemente, en el ejercicio de sus funciones, serán castigados
con la pena de prisión de seis meses a un año”. Y a lo que parece el capitán
Mangouras ha retrasado el cumplimiento de las reiteradas órdenes de la
D.G.M.M./Capitanía Marítima de Coruña, a través de los controladores del tráfico
marítimo de Finisterre, de tomar el remolque del buque al servicio público del
salvamento Ría de Vigo. La misma Audiencia Provincial de Coruña ha apreciado
“indicios claros de desobediencia” en la conducta de Mangouras, que va a la deriva
con un buque “contaminante” en peligro, por las aguas contiguas y el mar territorial
español sin colaborar con la autoridad de salvamento.
También se ha acusado a Mangouras de la comisión de un delito contra los
recursos naturales y el medio ambiente a tenor del art. 325 Cp. que establece que
“será castigado con las penas de prisión de seis meses a cuatro años...el que
contraviniendo las leyes u otras disposiciones de carácter general protectoras del
medio ambiente provoque o realice, directa o indirectamente emisiones,
vertidos...en las aguas...marítimas... que puedan perjudicar gravemente el
equilibrio de los sistemas naturales”. La posible innavegabilidad inicial del Prestige,
la producción del primer vertido contaminante al principio del accidente, la
sobrecarga estructural del barco con el adrizamiento, la deriva consentida (sin
máquinas) hacia la costa, el rechazo del remolque, la falta de entrega a la
autoridad del Diario de Navegación contra la orden expresa de su
salvamento...abonan la idea de que pudieran haberse dado unas decisiones
erróneas, tardías e imprudentes para la integridad ambiental del medio marino por
parte del capitán del Prestige.
Estaríamos ante un delito ecológico en su modalidad por imprudencia grave,
sancionado con la pena inferior en grado en sus respectivos supuestos (art. 331
Cp.). No obstante, la Audiencia Provincial de Coruña en el auto mencionado no ha
excluido la comisión de un delito ecológico doloso por parte del capitán en base a
que la fuente de riesgo contaminante está bajo su control. Quizá hablar de dolo en
la conducta de Mangouras pueda ser excesivo, pues el capitán del Prestige no
abriga ningún deseo ni tiene interés en verter su carga al mar, antes al contrario
quiere salvar el buque y el cargamento, aunque sea a su manera. Aunque podría
calificarse la actuación de Mangouras de dolo eventual cuando se desentiende
temerariamente y a sabiendas del riesgo de contaminación para la costa que se
presenta al no colaborar en el remolque y derivar el petrolero sin máquinas hacia el
litoral.
Por otra parte, al afectar la contaminación al patrimonio individual de los
perjudicados por la marea negra podría concurrir un delito de daños por
imprudencia grave, perseguible solo a instancia de los afectados y castigado con la
pena de multa de tres a nueve meses, según la importancia de tales daños (art.
267 Cp.).
Desde algunas instancias se ha sostenido la eventual responsabilidad penal
de algunos órganos de la Administración al ordenar el alejamiento del Prestige y no
acogerlo en puerto o fondearlo en una ría, al entender que la preparación e
información de las medidas a tomar no fue la adecuada y que con la propia orden
de alejamiento no se previó el rumbo a tomar ni a donde dirigir el barco averiado
con lo que se facilitó la difusión del vertido contaminante por una extensísima zona
en la costa gallega, cantábrica y suroccidental francesa.
169
En este punto, de nuevo aparece una de las claves del caso, cual es la
dicotomía alejamiento/acercamiento del Prestige, que en definitiva va a ser una
cuestión técnica de libre apreciación -en la medida en la que los expertos no son
unánimes- en una situación de emergencia. No parece que haya una base muy
sólida para imputar un ilícito penal a las autoridades por sus actuaciones técnico-
náuticas respecto al accidente en sí. Que algunas medidas tomadas hayan resultado
un error o que el asesoramiento previo no haya sido el adecuado no parece
significar que la Administración haya hecho algo delictivo con su controvertida
decisión de expulsar el barco a 120 millas.
¿Se incrementó decisivamente el riesgo de contaminación ya generado con
tal medida?.- se pregunta la Audiencia Provincial de Coruña. Desde luego, el
alejamiento del Prestige y su rumbo errático ensanchan el radio de acción del fuel
vertido, pues parece que no se tuvieron en cuenta las corrientes y vientos que
acaban desplazando el fuel en el mar hacia la costa y no mar adentro como quizá
ingenuamente se pensó. En este punto, se ha dicho que la orden de expulsión
habría hecho cometer a la Administración un delito de daños en “un espacio natural
protegido” (arts. 330-331), por cuanto la contaminación del Parque de las Islas
Atlánticas solo se produce a consecuencia del peregrinaje sin rumbo del Prestige y
no en los momentos iniciales del accidente.
En cualquier caso, la autoridad que decide el alejamiento siempre podrá
oponer el estado de necesidad (art. 19,5 Cp.) como causa de exención de
responsabilidad criminal, pues se decida por el alejamiento o por el acercamiento
no tiene en ninguno de los dos casos, por los motivos ya vistos, la seguridad
razonable de que no se produzca el desastre que al final sobrevino. Será de nuevo,
el juzgador el que tenga que decidir. Y por lo que respecta al retraso en afrontar la
contaminación por las autoridades ya nos hemos pronunciado por su tratamiento
mas adecuado, como mucho, en vía administrativa por el anormal funcionamiento
del servicio público de salvamento marítimo, pero no a través de la jurisdicción
penal.
Por último, en lo que se refiere a la responsabilidad civil derivada del delito,
como sabemos, toda persona criminalmente responsable de un delito lo es también
civilmente por lo que está obligado a reparar los daños y perjuicios, materiales y
morales, causados (arts. 109 y ss. Cp.). Y aunque, los perjudicados podrán optar
en todo caso por exigir la responsabilidad civil ante la jurisdicción civil, en el caso
del Prestige, hasta el momento, se ha abierto un procedimiento penal contra el
capitán, por lo que en el supuesto de que este sea condenado, arrostrará la
responsabilidad civil del armador (art. 120,4 Cp.) y de su asegurador(art. 117).
En el antecedente del caso Aegean Sea, hubo una condena penal del capitán
por el delito de imprudencia temeraria y en su consecuencia se sentenció la
responsabilidad civil directa del Club de P&I y del FIDAC y la responsabilidad
subsidiaria del armador del petrolero, pero en ambos casos, con derecho a
limitación de responsabilidad según la normativa internacional CLC-Fund. Con ello,
la indemnización resultante resultó muy insuficiente para la magnitud del daño
ocasionado. Pero, como también hubo una condena penal del practico por el mismo
ilícito, se determinó la responsabilidad civil subsidiaria de la Administración por mal
funcionamiento del servicio público de practicaje, y sin derecho a limitación de la
deuda. En suma, los responsables privados del daño pagan una parte muy reducida
de la deuda y la Administración española ha tenido que hacer frente al grueso de la
misma y todo ello en diez años. Volveremos sobre esta cuestión mas adelante, cuya
utilidad como precedente siempre planea en el caso Prestige.
Se ha dicho que la apertura de un procedimiento penal contra el capitán del
Prestige dilataría el pago de las indemnizaciones a los perjudicados, debido a que
según el art. 3,4 del Convenio Internacional sobre responsabilidad civil nacida de
daños debidos a contaminación por hidrocarburos de 1992, “no podrá promoverse
contra el propietario (ni contra tripulantes, empleados o agente del propietario
registral) ninguna reclamación de indemnización de daños ocasionados por
contaminación que no se ajuste al presente Convenio”. Pero, hay que entender que
170
se refiere a procedimiento civiles, quedando al margen los procesos penales, de los
que el estado no puede abdicar por mor de una mera cuestión indemnizatoria. No
cabe entender una transacción en la que los estados, a cambio del pago de una
indemnización limitada, renuncien a juzgar los delitos de contaminación marina.
Además, incluso condenado el capitán, los aseguradores mantendrían su derecho a
limitar la responsabilidad (art. 117 Cp, ya visto), con lo que en la práctica, el
tratamiento penal del caso, no es tan transcendente, a efectos económicos, para los
aseguradores de responsabilidad civil.
171
2.8 LA RESPONSABILIDAD CIVIL POR LOS DAÑOS DE
CONTAMINACIÓN CAUSADOS POR EL PRESTIGE
172
media suiza. El 27 de diciembre de 2002 se comunica que Alpha Group ha vendido
por 62´3?M€ la totalidad de las acciones de Crow Resources, ante la gran pérdida
de imagen que ha sufrido, a seis de sus directivos que la han rebautizado como
Energy, Resources and Comodities Trading Company.
Formalmente, estamos ante un buque cuyo propietario registral lo ha cedido
en arrendamiento a un tercero para que éste lo explote comercialmente, en este
caso y a lo que se ha dicho, a través de un fletamento por tiempo. De esta manera,
Mare Shipping se limita a cobrar la renta o alquiler a Universe Maritime por la
cesión a medio o largo plazo del petrolero permaneciendo ajeno a la utilización
comercial del barco. En el caso de un arrendamiento o fletamento a casco desnudo,
como podría haberse dado con el Prestige, que no olvidemos había efectuado
reparaciones recientes y embarcado su tripulación también recientemente, el dueño
cumple con entregar un buque, por lo que los beneficios y responsabilidades en que
incurra el petrolero en su navegación serán de cuenta del arrendatario Universe
Maritime, que es el verdadero naviero.
Pero, en algunos supuestos, el dueño del buque no se ve libre de
responsabilidades pese a haber alquilado la nave. Así ocurre en materia de créditos
marítimos privilegiados que recaen sobre el barco como un derecho real de garantía
independientemente de que el dueño haya sido o no quien haya contraído la
deuda. Y también ocurre así respecto a la responsabilidad civil por contaminación
de hidrocarburos, cuya obligación de indemnizar solo corresponde al dueño del
buque contaminante. Dice el art. 3,1 del Convenio Internacional sobre
responsabilidad civil por contaminación de hidrocarburos, 1992, (CRC o CLC 92):”
...el propietario del buque (persona matriculada como dueña del barco según el
art. 1,3 del Convenio) al tiempo de producirse un suceso, o si el suceso está
constituido por una serie de acontecimientos, al tiempo de producirse el primero de
éstos, será responsable de todos los daños ocasionados por contaminación que se
deriven del buque, a consecuencia del suceso”. Por tanto, Mare Shipping es el
responsable de los daños de contaminación del Prestige.
De esta forma, Universe Maritime, pese a que actúa como naviero del
Prestige se ve libre de responsabilidad por contaminación. Y todavía en materia de
responsabilidad contractual por la pérdida de la carga, Universe Maritime también
podría exonerarse salvo que se demuestre que no puso la debida diligencia en tener
el buque en condiciones de navegabilidad, presunción a su favor de la que en
principio disfruta. En resumen, de la responsabilidad por contaminación responde el
dueño, a través del seguro obligatorio de responsabilidad civil que tiene suscrito
con el P&I. Pero no más. En la práctica, con la pérdida del Prestige, que era el único
activo de Mare Shipping, no hay posibilidad de que esta entidad, opaca fiscalmente
y en la titularidad de su composición accionarial, indemnice el verdadero daño
causado.
En realidad, mediante esta estructura de organización empresarial muy
difundida en el mundo naviero se logra que el dueño, que nada tiene al margen de
la nave, sea el responsable del daño, mientras que el naviero, que explota otros
buques de igual forma, no responde de la reclamaciones por contaminación. Ante
esta constatación jurídica y a la vista de los hechos sucedidos, puede entenderse
como ha hecho la Abogacía del Estado que el dueño y el armador del Prestige son
la misma empresa y por tanto susceptibles de accionar contra ambos por la vía del
levantamiento del velo corporativo a fin de fortalecer y ampliar la reclamación del
los perjudicados por la contaminación.
En apretada síntesis, la doctrina del levantamiento del velo, que por cierto,
tiene origen anglosajón, consiste en la penetración que los tribunales pueden hacer
– en su afán de dictar un pronunciamiento amparado en la justicia material – en el
substrato personal de las sociedades a las que el ordenamiento previamente ha
reconocido personalidad jurídica, siempre que se haga para evitar situaciones
abusivas o fraudulentas. En particular, la jurisprudencia española, que advierte
sobre la prudencia a la hora de aplicar tal doctrina, la entiende procedente en los
casos en los que amparándose en la personalidad jurídica formal se han ejecutado
173
actos en fraude de ley (art. 6,4 Cc.), contrarios a las exigencias de la buena fe (art.
7,1 Cc.) y en abuso de derecho o con un ejercicio antisocial del mismo (art. 7,2
Cc.).
Esta es una vía de reconocida dificultad que se acrecienta en este caso, en
que por la internacionalidad del supuesto pueden intervenir varias jurisdicciones; de
hecho, además, del Juzgado de Corcubión en España, también se han presentado
reclamaciones ante tribunales franceses. Por otra parte, la moderna disociación
entre propiedad y explotación del buque no significa “per se” una presunción de
fraude o mala fe; pero en el caso Prestige se dan demasiados indicios de
irregularidad que afectan a los operadores y al propio buque como para que no se
tenga en cuenta, la constitución de un entramado societario, de organización
empresarial y de operación naviera que busca la maximización del beneficio y la
elusión de sus eventuales responsabilidades.
En lo que respecta al contrato de fletamento por tiempo o “time charter”
entre el armador Universe Maritime y el fletador y cargador Crown Resources, se ha
planteado (como se ha hecho en el caso Erika) la posibilidad de atribuir una cierta
responsabilidad civil de los daños por contaminación a Crown Resources sobre la
base de haber fletado un petrolero subestandar de hecho, sin desplegar la debida
diligencia en contratar un buque navegable, a cambio de obtener un “hire” muy
bajo con respecto al mercado de fletes de petroleros que no sean tan viejos como
lo era el Prestige.
Esta es otra posibilidad de difícil éxito pues es cuestión pacífica que, en un
“time charter” la gestión náutica del buque corresponde al armador que se
responsabiliza por tanto de la administración y manejo del barco, y por ende de su
navegabilidad. Ciertamente, la determinación de los puertos de destino y del
embarque de la mercancía es facultad del fletador por tiempo, pero la detentación
material de la carga durante su transporte está en manos del armador, por lo que
Crown Resources difícilmente tendrá obligación de indemnizar los daños de
contaminación producidos por su cargamento. Es decir, como el manejo de la
carga queda a la responsabilidad del capitán del buque, el fletador, y cargador en
este caso, está exonerado de responsabilidad. Además, el accidente inicial, el
adrizamiento del barco, la tentativa de salvamento, y en definitiva el daño de
contaminación proceden de la esfera náutica en la que aparentemente, el fletador
no tiene participación alguna.
En definitiva, Mare Shipping tiene la obligación de indemnizar los daños de
polución del Prestige, aunque solo hasta el muy insuficiente límite establecido en la
normativa internacional. Universe Maritime, salvo que se demuestre que su
personalidad jurídica es ficticia y está instrumentada al servicio del propietario
registral del buque con el fin de no hacer frente a posibles obligaciones fiscales,
civiles o de otro tipo, no tendría obligación de indemnizar los graves daños de
polución causados. Y por último, tampoco la fletadora respondería salvo que se
estime judicialmente su negligencia a la hora de fletar, por razones de flete
ventajoso, un buque que habrá que demostrar que era innavegable.
174
la acuicultura, el turismo, las operaciones de limpieza o los daños a bienes, pero no
los ecológicos.
Según el Ministerio de Hacienda, a 30 de Diciembre de 2002, el Gobierno
español ya ha había gastado con cargo a los Presupuestos Generales del Estado de
2002, 260M€ en hacer frente a las consecuencias inmediatas del siniestro del
Prestige. Y seis meses después del accidente ya se han hecho las primeras
estimaciones sobre el importe aproximado de los gastos que se han originado y de
otros que previsiblemente se producirán para reparar los daños causados, si bien se
observa una importante discrepancia en su monto según los cálculos los haga el
Gobierno o el Fidac (Fondo Internacional de Indemnización de daños debidos a la
contaminación por hidrocarburos). De este modo, el Comisionado del Gobierno para
el asunto Prestige ha cifrado la cuantía de los costes incurridos hasta el momento,
en números redondos, en unos 600M€ mientras que los peritos del Fidac lo rebajan
a algo mas de la mitad de tal cifra.
Concretamente, el Gobierno contabiliza que hasta Mayo de 2003 ha
destinado 134 M€ a gastos de limpieza en el mar, otros 226 M€ en costes de
limpieza en tierra, mas otros 140M€ en pagos a pescadores y mariscadores a los
que añade una previsión de hasta 57M€ para afrontar los costes de extracción del
fuel del pecio. Sin embargo, el Fidac rebaja los costes de limpieza, considerados
conjuntamente tanto los invertidos en tierra como en mar, incluido los gastos de
Portugal, a 225M€; y también, reduce a la mitad los pagos a pescadores. En
cambio, hay casi coincidencia en la estimación inicial del coste de la extracción del
fuel.
En cualquier caso, estás cifras son todavía provisionales, pues es frecuente
que al principio de una catástrofe, como la del Prestige, se disparen al alza las
estimaciones de daños. Y también es normal que el Fidac, al requerir justificación
del gasto, opere con criterios mas estrictos de lo que desearían los perjudicados,
que ven con ello además, un retraso en el tiempo de pago. Asimismo, hay que
tener en cuenta que el riesgo de contaminación todavía está latente y aun puede
generar daños, sean leves o graves.
Ante estos daños de contaminación, el Gobierno, pocos días después del
accidente del petrolero, publica el R.D.-L. 7/2002 de 22 de Noviembre sobre
medidas reparadoras en relación con el accidente del buque Prestige, modificado
posteriormente por el R.D.-L. 8/2002 de 13 de Diciembre y desarrollado por otra
normativa menor, en el que se recoge un elenco de medidas económicas, fiscales,
laborales, de seguridad social, crediticias y administrativas que intentan paliar
algunos de los daños causados.
Así, se conceden ayudas directas a los afectados de 10€ al día, a los que hay
que añadir otros 30€ por día de inactividad que abona la comunidad autónoma
(Ordenes de 18 de Noviembre y de 11 de Diciembre de 2002 de la Xunta de
Galicia) de modo que alcancen un ingreso mensual aproximado de1.200€. De estas
ayudas directas se han beneficiado mas de 20.000 personas, pues comprende a
armadores, tripulantes, mariscadores, rederos y colaboradores familiares de
embarcaciones, operarios de lonjas y fábricas de hielo, personal laboral de las
cofradías y comercializadores de primer nivel, habiendo gastado el estado casi
17M€. En Mayo solo 5000 personas seguían recibiendo esta ayuda cuyo número
de beneficiarios varía en función del tiempo de detención del trabajo que cambia
según las zonas y el momento del levantamiento de veda (Comparecencia del
Vicepresidente 1º del Gobierno en la Comisión Constitucional del Congreso de 6 de
Mayo de 2003).
Desde la perspectiva fiscal, se reduce la sexta parte de la cuota del
Impuesto sobre Actividades Económicas de 2002 (y la proporción pertinente en
2003 según los casos) a los contribuyentes que realicen actividades directamente
relacionadas con la pesca, el marisqueo y la acuicultura, paralizadas por la
prohibición de faenar. La misma reducción se produce respecto a los signos, índice
y módulos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y del Impuesto de
Valor Añadido que pagan tales afectados. Por otro lado, las donaciones realizadas a
175
favor de los afectados se beneficiarán de una deducción de un 25% en el I.R.P.F y
del 35% en el Impuesto de Sociedades. (A modo de ejemplo, según la prensa, solo
los grupos empresariales Inditex, Caixa Galicia y Caixanova han movilizado 30M€
para colaborar en el desastre).
En el ámbito laboral, los expedientes de regulación de empleo que se
tramiten como consecuencia del accidente del Prestige tendrán la consideración de
procedentes de fuerza mayor y las cotizaciones a la Seguridad Social de los
empresarios y trabajadores de la pesca, el marisqueo y la acuicultura afectados,
tendrán derecho a una bonificación del 100% de la cuota. En este sentido, se han
tramitado mas de 31.000 solicitudes que han supuesto la concesión de
bonificaciones por un total de casi 6M€. Asimismo, en los casos de suspensión del
contrato o de reducción de jornada, la autoridad laboral podrá autorizar que el
tiempo de percepción de la prestación por desempleo no se compute a efectos de
consumir el periodo máximo de percepción establecido con carácter general.
Por último, en el orden financiero, el Gobierno ha instruido al Instituto de
Crédito Oficial para que instrumente operaciones de préstamo a favor de empresas
gallegas y cantábricas cuya actividad se haya visto perjudicada por el siniestro para
anticipar la reparación o reposición de las instalaciones industriales, pesqueras,
acuícolas o marisqueras, atender obligaciones pendientes de pago, o renovar
créditos, contraídos antes del accidente, para adquirir bienes de equipo. A la fecha,
se han destinado 400M€ en créditos blandos del I.C.O. a particulares perjudicados
en sus intereses económicos
De este modo, se abre una línea directa de crédito dirigida a personas físicas
y Pymes para la adquisición de bienes de inversión, a través de la renovación de
tales créditos por otros créditos con el I.C.O. a un interés de 1,75 TAE durante el
plazo pendiente de pago del préstamo. Y en segundo lugar, se arbitra una línea de
mediación con entidades financieras regionales que permitirá a todos los
perjudicados indirectos, independientemente del tamaño de la empresa, aplazar
durante dos años, la amortización del capital del crédito contraído, plazo durante el
cual pagarán un interés 0%. Será el I.C.O entonces, quien pague en su lugar los
intereses pactados compensando a las entidades de crédito con un 0,5%.
176
diario por el time charter, presumiblemente, el armador –la naviera griega Universe
Maritime- lo recuperará de su Club de Protección e Indemnización, pues se suele
cubrir tal contingencia, suplementariamente al aseguramiento general de los
riesgos de responsabilidad civil.
Por lo que respecta a la carga, como al parecer ésta navegaba por cuenta
del fletador –Crown Ressources- ya que aun no la había vendido, normalmente, el
fletador reclamará a su asegurador de la mercancía que le abone la indemnización
por pérdida total del cargamento, incluso en ocasiones con un incremento del 10%
sobre la valoración inicial de la carga por el lucro cesante que el titular del objeto
asegurado sufre. En suma, la perdida del buque, la carga y el flete es reembolsada
de forma razonablemente satisfactoria para los intereses navieros y cargadores.
Pero como veremos, los daños extracontractuales por contaminación, aunque sean
colectivos, muy extensos y graves no gozan del mismo tratamiento.
Pues bien, en aplicación del régimen internacional en vigor en la materia,
solo el propietario registral del Prestige, -Mare Shipping– será el responsable de los
daños de contaminación causados, en base a una responsabilidad quasi objetiva,
pero limitada a una cuantía en función del tonelaje del barco. Para reforzar este
planteamiento se determina una jurisdicción (la del estado que sufre los daños) y
una ley aplicable (los propios Convenios CLC y Fondo 92) excluyentes de
cualesquiera otras. El sistema establecido, aun reconociendo su utilidad (mas de
100 siniestros tramitados por el Fondo), ha sido sometido a una profunda crítica
por los retrasos (inevitables, a veces) en los pagos y especialmente por la
insuficiencia de las indemnizaciones previstas en los casos graves (Aegean Sea,
Erika, el mismo Prestige, por ejemplo). Y desde el punto de vista jurídico, la
perspectiva adoptada por la legislación norteamericana en la materia
(responsabilidad ilimitada, amplia legitimación pasiva, sanciones penales por
contaminación, etc.) ha puesto en evidencia los textos legales de la O.M.I., a lo
que se ve mas sensibles a los intereses legales navieros y aseguradores que a los
de los perjudicados por la polución de los barcos.
Concretamente, dice el art. 3,1 que es el propietario registrado del barco, el
responsable de todos los daños de contaminación, con la particularidad de que “no
podrá promoverse ninguna reclamación de indemnización de daños ocasionados por
contaminación” contra empleados y agentes del propietario, tripulantes, prácticos o
cualquier persona que preste servicios para el buque, fletador, arrendatario a casco
desnudo, gestor naval o armador, salvadores...(art.3,4 CLC 92). Por tanto, según
esta redacción del precepto (que era mucho mas estricta en el texto original de
1969), ni Universe Maritime, ni Crown Ressources, ni el práctico danés que
embarcó en el Prestige, ni el capitán del petrolero, ni la clasificadora ABS (sobre la
que ya se ha tratado en el apartado II,3) tendrían que responder.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuando se elaboró el Convenio en
1969, se decidió hacer recaer la responsabilidad por contaminación en el dueño
registral de la nave, al entenderse que sería de más fácil localización que la de
armadores, navieros u operadores de buques. Claro que si como ocurre con los
dueños del Prestige, su identidad permanece oculta amparada en un registro
mercantil de conveniencia solo queda el recurso del levantamiento del velo
corporativo sobre Universe Maritime, considerándole dueño a efectos de
indemnización de daños de contaminación. No hay que olvidar que Universe
Maritime explota todavía varios barcos, teóricamente de propiedad ajena, que
podrían llegar a ser un patrimonio de ejecución, por más que parezca poco viable
profundizar en esta posibilidad que entrañaría grandes dificultades técnicas.
Respecto al capitán del Prestige, la apertura de un procedimiento penal
contra él por el Juzgado de Corcubión no tiene que entenderse como una ruptura
de lo establecido en el art. 3,1 del CLC. que está concebido para reclamaciones
civiles. Lo contrario supondría la supresión en la materia de la jurisdicción penal del
estado. En esta línea, la Unión Europea está en camino de adoptar una legislación
civil y penal para los delitos de contaminación marina. En la práctica, en principio,
el propio Fidac no ha considerado el juicio penal de Corcubión un obstáculo
177
insuperable para el buen fin del pago de las indemnizaciones. Y de cualquier modo,
nada impide que en caso de que se decretase la responsabilidad penal del capitán,
la responsabilidad civil subsidiaria se organizase a través del Convenio Internacional
del CLC 92, sin necesidad de recurrir a la jurisdicción civil.
Mayores objeciones se pueden hacer a la atribución de responsabilidad por
contaminación al fletador, que permanece ajeno al transporte marítimo de la
mercancía. Ya se ha dicho, que quizá por la vía de considerar que el fletador
incurrió en grave negligencia al no cerciorarse del estado real del Prestige, podría
pensarse en algún tipo de responsabilidad. Pero, no parece un camino muy sólido.
Y otro tanto puede decirse del práctico danés, pues aunque debió denunciar a la
autoridad el mal estado que observó en el barco, la falta de cumplimiento de sus
obligaciones aparece como menor, respecto a la de armadores y clasificadores. De
todos modos, es inquietante pensar que si el piloto en entredicho hubiese
denunciado al barco, y en consecuencia hubiese sido detenido, seguramente este
accidente no se habría producido. Claro que la si la Autoridad del puerto de salida
del petrolero le hubiese impedido zarpar no hubiera intervenido el práctico...
La limitación de la deuda cuantitativa a indemnizar por daños de
contaminación está garantizada, según el Convenio CLC, por la obligación que
asume el propietario del petrolero de suscribir un seguro u otra garantía financiera,
como la garantía de un banco o un certificado expedido por un fondo internacional
de indemnizaciones por el importe al que ascienda el límite de responsabilidad del
buque en cuestión (art. 7,1 CLC) A este respecto, el petrolero Prestige tiene
asegurada su responsabilidad civil por el London Steam-Ship Owners Mutual
Insurance Association Ltd., -mutualidad de mas de 50 armadores asociados- que
asegura los daños medioambientales causados por el “Prestige” hasta unos 25
millones de €. Esta mutua de armadores aunque, entiende que la catástrofe podía
haberse evitado y que el Gobierno español no actuó correctamente, considera que
las posibilidades de recuperar parte de lo que indemnicen son nulas, incluso en el
caso de que demostrase alguna responsabilidad gubernamental en el accidente del
“Prestige”.
En conformidad con el Convenio, “podrá interponerse cualquier acción para
el resarcimiento de daños por contaminación directamente el asegurador o contra
toda persona que provea la garantía financiera para cubrir la responsabilidad del
propietario respecto de daños por contaminación” (art. 7,8 Convenio CLC). Por
tanto, el London Club está legitimado pasivamente para ser objeto de una
reclamación judicial directa por parte de los perjudicados. De hecho, a los tres
meses del siniestro depositó la fianza para la libertad provisional del capitán del
Prestige. Y presumiblemente, ha garantizado a los salvadores otros 3M$ por la
garantía Scopic del salvamento. Pero otros tres meses después todavía no había
pagado cantidad alguna a los perjudicados en base a que si comenzaba a efectuar
pagos a los afectados, cabía la posibilidad de que no fueran contabilizados por los
tribunales españoles a la hora de determinar el correspondiente fondo de limitación
del propietario, con el peligro de que el Club tuviera que indemnizar dos veces el
mismo siniestro y se rompiese su techo de responsabilidad.
Sin embargo, en la práctica habitual, el Grupo Internacional de Clubs P&I ha
convenido con los Fondos de Indemnización que a medida que se presentan las
reclamaciones, el Club las va pagando íntegramente hasta alcanzar el límite de
responsabilidad del propietario, aunque en sentido estricto paga una parte por su
cuota y otra por el Fondo. Alcanzado el límite, el Fondo indemniza la totalidad de
las reclamaciones restantes, en parte por cuenta propia y en parte por cuenta del
Club. Además, y en todo caso, el propietario y por ende su asegurador, el London
Club, tienen el derecho a subrogarse en la persona indemnizada y por la totalidad
del importe abonado, (art. 5,5 del Convenio CLC), cuando se pague una
indemnización antes de hacerse efectiva la distribución del fondo de limitación, con
lo que se evitaría el riesgo de doble pago (Acta del Comité Ejecutivo Fidac, Febrero
2003). Mas bien, parece que estamos ante una táctica dilatoria en el pago que se
178
aprovecha de que para la constitución del Fondo de limitación no hay una fecha
determinada en el Convenio.
En lo que se refiere a la concreta cuantía a que asciende la suma de
limitación de responsabilidad del propietario, como el buque alcanza 42.820 GT,
según el CLC 92, las primeras 5000 toneladas cubren hasta 3 millones de Derechos
Especiales de Giro- DEG -. Las restantes 37.820 toneladas multiplicadas por 420
DEG/GT, (art. 5,1 Convenio) nos da 15.884.400 DEG. En total, 18.884.400 DEG
que equivalen en números redondos a 25M€ o 16 M libras. Y solo en el caso de que
se pruebe que los daños ocasionados por contaminación se debieron a una acción
u omisión del propietario, producida con intención de causar esos daños o
temerariamente y a sabiendas de que se ocasionarían, solo en tal supuesto, aquel
perdería su derecho a limitar su responsabilidad (art. 5,2 Convenio). Prácticamente,
es una limitación garantizada en todo caso. Complementariamente, a partir de los
mencionados 18.884.400 DEG pagaderos por el Club, es, según el Convenio del
Fondo 1992, el Fidac el obligado a pagar el resto de las indemnizaciones hasta un
límite de 135 millones de DEG (171 M€ o 114M libras), incluidos los abonados por
el propietario o su asegurador sobre la base del CLC 92 (art. 4,4 a) del Convenio
del Fondo 1992). En suma, el Fondo ha de pagar 116.115.600 DEG (147´5 M€ o
98M libras).
A modo de referencia, puede recordarse que para el desastre del “Erika”
(FIDAC, “Informe anual 2001”) se dispone de una indemnización aproximada de
12,8M€ pagaderos por el asegurador de la responsabilidad del propietario, el
Steamship Mutual P&I, y de la indemnización adicional del Fidac, que alcanza, al
igual que en el caso Prestige, 171M€. En Abril de 2003, se habían presentado 6.700
reclamaciones de indemnización (la mitad por daños turísticos y una cuarta parte
larga por daños a la acuicultura, el marisqueo y la pesca) por un total de 197M€, y
se habían abonado por el Fondo algo mas de 60M€. En cualquier caso, dos meses
antes, el Fondo ya admite elevar el nivel pagos al 100% de la reclamación cuando
ésta se considere bien acreditada. Es decir, en algo más de tres años se hace
efectivo el pago del fondo de limitación del esquema CLC/Fondo. En concepto
aparte, el estado francés ha pagado 190M€ por los daños producidos y la petrolera
TotalfinaElf abonó, voluntariamente, otros 180M€ para los costes de limpieza y la
operación de bombeo. En total, por el momento, el accidente del Erika ha costado
mas de 500M€.
Vale la pena recordar ahora, sumariamente, el caso Erika por la similitud con
el caso Prestige, que nos demuestra que los hechos son tozudos. El Erika era un
petrolero construido en 1975, matriculado en Malta y clasificado por el Registro
Italiano Navale –RINA- que transportaba 30.000 toneladas de fuel pesado de
Dunkerke a Livorno. La clasificadora había dado el visto bueno al buque a condición
de que antes de Enero de 2000 hiciese ciertas reparaciones. Pero, el 11 de
Diciembre de 1999, cuando el Erika navegaba con mal tiempo a la altura de la
costa bretona francesa se produce una rotura en el casco que ocasiona un derrame
de fuel. Con esa situación, el capitán del Erika no pide salvamento y trata de llegar
a puerto en la desembocadura del Loira, pero la autoridad portuaria le deniega el
acceso a puerto. Al día siguiente y ante el mal estado del buque, el capitán pide,
por fin, salvamento. Se evacua la tripulación, y poco después el petrolero se parte
en dos. Al fin, el 14 de Diciembre acaban hundiéndose las dos secciones del barco
con unas 11.000 toneladas a una 60 millas de la costa. Mas tarde, entre Julio y
Septiembre de 2000 se procedió a extraer el fuel del pecio. El fuel vertido alcanzará
unos 400 kilómetros de la costa atlántica francesa causando los consabidos graves
daños de contaminación, a una zona, como la gallega, ya tradicionalmente
castigada con este tipo de accidentes.
Pues bien, a petición del propietario del buque, el Tribunal de Comercio de
Nantes dictó una Orden el 14 de Marzo de 2000, abriendo el proceso de limitación y
determinando la cuantía de la limitación. A continuación, el propietario constituyó el
fondo de limitación mediante una carta de garantía de su Club P&I (lo que todavía
no se ha producido en el caso del Prestige). Y eso pese a que se está efectuando
179
una investigación penal sobre las causas del siniestro por un Juez de Instrucción de
Paris. Es más, durante el 2000 se presentaron acusaciones judiciales contra el
capitán del Erika, el representante del propietario matriculado, el presidente de la
compañía gestora u operadora, la propia gestora, el gerente adjunto del Centro
Regional de Vigilancia y Salvamento involucrado, tres oficiales de la Armada
encargados del control de tráfico, la sociedad de clasificación y uno de sus
gerentes.
En Abril de ese mismo año, la clasificadora RINA incoó acción judicial ante el
Tribunal de Siracusa (Italia) solicitando se declarase su exoneración de
responsabilidad por el accidente sobre la base de que es al propietario del buque el
que se responsabiliza por la navegabilidad del buque, ya que la clasificadora ni es
garante ni aseguradora de la nave clasificada.
Y en 2002, una serie de órganos públicos y privados entablaron acciones
judiciales en varios tribunales de Francia contra TotalFina SA y sus filiales, contra
el propietario registral del buque, su asegurador de responsabilidad, su operador y
su clasificadora, solicitando se declare su responsabilidad mancomunada/solidaria
por los daños no cubiertos por el sistema CLC/Fondo. En este sentido, ha habido
acuerdos extrajudiciales con 110 de los demandantes, continuando las
negociaciones el Fidac con el resto. Por su parte, el propio Fondo ha entablado
acciones judiciales contra el propietario, el asegurador, el fletador y el clasificador
del Erika con el fin de recobrar las sumas por el indemnizadas a los perjudicados.
En resumen, en el caso Erika hay un variedad de reclamaciones judiciales,
todavía por resolver, que no han impedido ni al Club P&I ni al Fondo abonar la
práctica totalidad de la indemnización pese a la situación de litispendencia
planteada, lo que desmiente la pretendida inexpugnabilidad del cauce procesal
previsto en el sistema CLC (art. 3,4)/Fondo, que prohíbe cualquier otra reclamación
judicial al margen del Convenio. Es algo a tener en cuenta como precedente
respecto al caso Prestige, en el que se ha dicho que la tramitación del juicio penal
abierto contra el capitán solo produciría un retraso en el pago de la indemnización.
Precisamente, eso fue lo que ocurrió con el desastre del Aegean Sea. Este
petrolero- también gestionado por el mismo armador que el Prestige – causó un
siniestro en el puerto de Coruña, el 3 de Diciembre de 1992, derramando 80.000
toneladas de petróleo que en parte se quemaron en el incendio subsiguiente.
Iniciadas las diligencias penales, se dictan sendas sentencias por el Juzgado de lo
Penal nº 2 de Coruña de 30 de abril de 1996 y por la Audiencia Provincial de
Coruña de 18 de junio de 1997 que condenaron al capitán del buque(juzgado en
rebeldía tras su fuga pese a la fianza de un millón de pesetas impuesta) y al
práctico del puerto de Coruña que prestó servicio al buque, como autores de un
delito de imprudencia temeraria. Asimismo, se declara la responsabilidad civil,
directa y solidaria, del U.K. Club P&I y del Fidac, y subsidiaria del propietario del
petrolero y del estado español. Y hay que observar que de los cuatro responsables,
solo el estado carece del derecho a limitar su responsabilidad.
Pues bien, los afectados reclamaron en su día cerca de 50.000 millones de
pesetas por los daños causados a los que el propietario, su asegurador y el Fidac
opusieron un límite conjunto de indemnización de poco mas de 57M€ (menos de
10.000 millones de ptas.). No obstante, hubo notables retrasos ocasionados por
discrepancias en la cuantificación de las pérdidas, por diferencias en la distribución
de responsabilidades entre el estado y los otros tres responsables del siniestro y
por la eventual prescripción de las reclamaciones civiles que esperaron el fin del
pleito penal para interponer sus pretensiones. En suma, tras mas de diez años hubo
que esperar a un acuerdo transaccional entre el Estado español y los demás
responsables que pusiera fin a las controversias surgidas en la cuantificación de la
responsabilidad civil por el desastre (R.D.-L. 6/2002 de 4 de Octubre). Al final, el
propietario del Aegean Sea, su asegurador y el Fondo solo abonaron lo dicho:
57M€, una década después del siniestro.
Referenciados sumariamente estos significativos antecedentes, hay que
recordar que el Convenio Internacional del Fondo (77 estados miembros) nace para
180
que no solo los intereses navieros de los transportistas marítimos sean los que
respondan en casos de contaminación por hidrocarburos. De esta forma, se
conviene en que también los dueños de las cargas, que en sentido estricto son los
propietarios de la sustancia contaminante que causa directamente el daño, deben
indemnizar los perjuicios ocasionados por los buques. Al mismo tiempo, el hecho de
que en ciertos casos no sea suficiente la indemnización del asegurador del naviero
según el CLC, para cubrir el monto total de los daños de contaminación, es por lo
que se habilita una segunda limitación de responsabilidad mas elevada a cargo de
los importadores (fletadores) de hidrocarburos. En suma, entre el London Club y el
Fidac se pagarán, como se ha dicho, 171 M€ como indemnización por la
responsabilidad civil contraída, suma a todas luces insuficiente para la magnitud de
los daños probados.
La contrapartida de la limitación de responsabilidad es que éste se entiende
como de tipo quasi objetivo en su atribución al propietario del petrolero, que solo
podrá exonerarse si prueba que los daños de contaminación han sido debidos a
fuerza mayor (acto de guerra o fenómeno natural excepcional, inevitable e
irresistible), acción dolosa de un tercero o negligencia del Gobierno (art. 3,2 del
CLC).
Esta última causa de exoneración de responsabilidad del propietario ha sido
argüida desde variadas instancias, al considerar que la orden de alejamiento del
Prestige dada por la Administración fue un error que contribuyó al desastre
medioambiental sucedido. Pero, el tenor literal de la excepción recogida en la letra
c) del art. 3,2 mencionado, exige que el propietario pruebe que la contaminación
“fue totalmente causada por la negligencia u otro acto lesivo de cualquier Gobierno
u otra autoridad responsable del mantenimiento de luces u otras ayudas a la
navegación en el ejercicio de esa función”. Y resulta indiscutible, que antes de que
intervenga la Administración ya se ha producido un derrame importante de fuel que
acabará en la costa. Luego, nunca podrá operar la excepción que requiere culpa
exclusiva de la autoridad. Y eso suponiendo que haya habido negligencia de la
Administración.
En Mayo de 2003, el Comité Ejecutivo del Fidac ha decidido autorizar el pago
del 15% de los daños causados por el desastre del Prestige a los afectadas públicos
y privados de España, Francia y Portugal. España valora los daños en 675M€ (las
122 reclamaciones presentadas ya ante la oficina abierta por el Fidac en Coruña
suponen 139M€) mas otros 100 por el posible impacto turístico; Francia estima los
suyos en 193M€ y Portugal no ha presentado cuentas a la espera de la evolución
del fuel del pecio. En definitiva, globalmente, el coste de la catástrofe se estima en
unos 1000M€. Y en particular a España, según fuentes gubernamentales, le
correspondería el 80% del Fondo, es decir, 136,8M€.
A mediados de este mismo mes de Mayo de 2003, la O.M.I. ha adoptado un
Protocolo al Convenio Internacional del Fondo de Indemnización de daños por
hidrocarburos de 1992, mediante el que se constituye un Fondo Complementario de
Indemnización que alcanza 750 millones de Derechos Especiales de Giro (alrededor
de 1.000M€, según cambio). Este incremento en más del quíntuplo del límite de
responsabilidad por daños de contaminación, aunque llega tarde para los
perjudicados por el Prestige, es una buena noticia.
181
3. LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS
CUESTIONES FORMULADAS:
182
RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS FORMULADAS:
TERCERA: Como jurista, y aunque existe amplia discusión sobre los hechos
determinativos de las órdenes dadas al buque por el Capitán Marítimo y por el
Director General de la Marina Mercante y sobre su cumplimiento por el Capitán
Mangouras, entiendo que en una primera fase que transcurriría desde la avería del
buque y la maniobra de corrección del fuerte escoramiento hasta la llamada de
auxilio y el abandono del buque por la tripulación puede haber negligencia del
Armador en el mantenimiento del buque y de la Sociedad Clasificadora ABS en su
vigilancia durante el período en que el buque sirvió de aljibe flotante en San
Petersburgo; en una segunda fase, que iría desde que las Autoridades marítimas
españolas toman el control, organizan el salvamento, dan las órdenes de maniobra
y navegación hasta que 6 días después el buque se hunde, creo que existió una
negligencia clara y manifiesta de los responsables marítimos, es decir, del Capitán
Marítimo y de la Dirección General de la Marina Mercante (o del Ministro de
Fomento). Estas conductas, en ambas fases, pueden ser calificadas como punibles
dentro del llamado “delito ecológico” en su modalidad imprudente (Art. 325 en
relación con el 331 del Código Penal), e incluso dentro del delito de daños en un
espacio natural protegido, compatible con el anterior, también en su versión
imprudente (Art. 330 en relación con el 331), y por último estaría presente un
posible delito de imprudencia de daños (Art. 267), que fueron evidentemente
patrimoniales.
Si la responsabilidad de la Administración es declarada en vía penal con
carácter subsidiario, ya que sólo las personas físicas delinquen en nuestro sistema,
ello se produciría con una clara lógica jurídica que apunta a la responsabilidad civil
extracontractual frente a todos aquellos que resultaron perjudicados en sus
derechos personales y patrimoniales.
183
aquí toda la existente con vigencia internacional. Esta normativa, en su conjunto,
sería suficiente. Se han dicho muchas inexactitudes respecto a la OPA 1990 en USA
y al respecto de los ámbitos mercantiles del fletamento y de la compraventa
internacional de productos derivados del petróleo, y muchas más en torno a los
llamados “buques piratas”. Sin embargo, sí existen insuficiencias y faltan garantías
de protección en los siguientes aspectos:
a) económico-indemnizatorio. El fondo máximo disponible existente por parte
del FIDAC (EU €180 millones para este buque) es insuficiente y ha de ser
ampliado por el FIDAC o por fondos complementarios en la UE o en el
ámbito regional. La aplicación de este fondo no está impedida por el
derecho de limitación de responsabilidad bajo el CLC 92, sino que lo
complementa.
b) preventivo. Es aquí donde la regulación internacional, y doméstica (excepto
en USA), anda más deficitaria. No existen planes de contingencia,
seguimiento de buques de alto riesgo, control sobre zonas críticas de
tráfico marítimo, equipamiento de salvamento, coordinación de Autoridades
de Estado del Puerto y de Estado de la Bandera del buque, monitorización
de buques en aguas territoriales por los Estados ribereños, etc., etc., y
sobre todo no existe aún un acuerdo internacional sobre ayuda a los
buques en estado de avería mediante los “safe haven” o puertos de
refugio. Estas normas exigirán cuantiosas inversiones financieras.
c) de seguro. Los esquemas internacionales ofrecidos en el mercado de
seguros deben partir de coberturas obligatorias de riesgos, extensivas a
todas las operaciones de prevención de daños a personas, propiedades y al
medio ambiente marino descritas en el apartado anterior b).
184
Rodolfo A. González-Lebrero
Abogado.
SEGUNDA: En mi opinion, hay que considerar en este asunto, dos fases y dos
niveles de responsabilidad, es decir, el siniestro inicial, y la catástrofe ecológica
posterior. La primera, probablemente debida a problemas estructurales del buque,
constituye la fase inicial de contaminación marina producida por el buque-tanque
"PRESTIGE", y la segunda es la de su naufragio a raíz de la fractura del casco
debido a su exposición a las olas del mar y al mal tiempo reinante lejos de la costa,
como es habitual en la zona en que se produjeron los acontecimientos,
particularmente en la fecha en la que tuvieron lugar.
Cabe recordar que el capitán del buque "PRESTIGE" estaba al mando del
mismo, pero que el 14 de noviembre de 2002 fue detenido por la Administración
Española y puesto a la disposición de la Justicia. Esto significa que a partir de esa
fecha la relación contractual de derecho privado entre el propietario y/o armador
del buque y su capitán quedó bruscamente terminada por la actuación de aquella
Administración, como también quedó terminada la relación de derecho público de
dicho capitan con las autoridades de Bahamas.
El buque quedó en las manos y bajo el control del Estado Español, por lo
cual, aquella fecha marca el límite entre las dos fuentes de responsabilidad, entre el
siniestro y la catastrofe ecológica.
Hay que destacar la flagrante violación por parte de la Administración
Española, al someter al capitan del buque "PRESTIGE" a un procedimiento penal,
del Convenio International de Bruselas de 1952 sobre la Competencia Penal en
materia de abordajes y otros accidentes de la navegación, según el cual los
capitanes y miembros de la tripulación de un buque sólo pueden ser juzgados por
los tribunales de justicia o administrativos del Estado de la bandera de dicho buque.
Por otra parte, el artículo 230 del ya mencionado Convenio de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar, aprobado en Montego Bay en 1982, prohibe a los Estados
ribereños, de manera precisa y categórica, el imponer sanciones, salvo penas
pecuniarias a los marinos extranjeros implicados en los vertidos accidentales de
hidrocarburos en las aguas territoriales y en la zona económica exclusiva.
Aun cuando la decisión de la Administración Española de alejar el buque
hacia alta mar contiene consideraciones y valoraciones más propias de marinos,
ingenieros y técnicos que de un jurista, puedo afirmar, por tratarse simplemente de
185
una aplicación práctica de buen sentido y de lógica, que aquella decisión constituyó
un error grave. Se trataba de un buque con fisuras y daños en su casco que podían
ser observados a simple vista, por lo que nadie podía ignorar que en la medida que
el buque se adentraba en la mar, más y más estaría sometido a la fuerza y
movimiento de las olas y al mal tiempo, lo cual aumentó considerablemente el
riesgo de que se produjesen mayores vertidos de carga, e incluso el naufragio. La
solución era otra, y la configuración geográfica de Galicia ofrecía posibilidades en
las aguas tranquilas y profundas de sus rías, donde la carga hubiera podido ser
descargada en pocas horas, probablemente con un nivel de contaminación y daños
aceptables y con un coste de reparación razonable. Un pequeño sacrificio hubiese
podido reemplazar a la catástrofe ecológica que provocó el hundimiento del
"PRESTIGE", hecho éste que en vez de solucionar el problema lo agudizó, como es
bien sabido.
Faltó celeridad, previsión y astucia en las acciones emprendidas por la
Administración Española. Se habló de bombardear el buque, lo que felizmente no
tuvo lugar. Se aseguró que el fuel se solidificaría en el fondo del mar lo que no
ocurrió como es bien sabido. Pero lo que no se hizo fue prever lo previsible: que un
coche con una fisura en su chassis o carrocería podría recorrer el Paseo de la
Castellana a velocidad lenta sin sufrir daños, pero que se partiría en dos o más
trozos si emprendiese el rally "Paris-Dakar".
186
Lo más importante es la preparación para las emergencias, la pronta
respuesta a través de acciones rápidas y eficaces, particularmente en cuanto al
aislamiento del buque contaminante y del producto vertido, asi como respecto de la
limpieza de las zonas afectadas.
Además, es fundamental la adecuada formación y profesionalidad de los
responsables designados para la lucha contra la contaminación, el contar con un
equipamiento adecuado y suficiente, el de planificar y actuar con un criterio estricto
de unidad de concepción y de acción, y el desarrollo de un proceso de imaginación
continuada y de anticipación de los hechos, circunstancias, acciones y soluciones,
respecto de las agresiones al medio ambiente marino.
187
Isabel Martínez Jiménez
Catedrática de Derecho Mercantil
Universidad Autónoma de Barcelona.
TERCERA:
I) Desde la perspectiva de la responsabilidad civil
188
agravación, siendo los más frecuentes: navieros no propietarios (arrendatarios de
buques, fletadores por tiempo), sociedades de clasificación, astilleros, empresas de
remolque o salvamento. Mientras que los propietarios de buques (o sus
aseguradoras) pueden ejercer acciones de reembolso contra cualquier sujeto que
sea culpable del accidente y resarcirse íntegramente por las indemnizaciones
pagadas a las víctimas o los daños sufridos por los buques, las víctimas, por el
contrario, sólo pueden dirigir sus reclamaciones contra los propietarios de buques
(o sus aseguradoras) y exigir indemnizaciones sujetas a límites cuantitativos, salvo
que el propietario haya actuado dolosamente, en cuyo caso decae el beneficio de la
limitación de responsabilidad.
Propuestas legislativas:
frente a las víctimas no debería admitirse la exclusión de responsabilidad
por culpa de esos sujetos; el principio de canalización de la responsabilidad
(responsabilidad única del propietario y en base exclusivamente a las
normas del Convenio) sólo resulta admisible en caso de responsabilidad sin
culpa, pero no debería amparar exenciones injustificadas. El CLC debe
admitir la responsabilidad solidaria de todos los sujetos que hayan actuado
con culpa o falta de diligencia, ya sea en la causación del accidente o en la
adopción de medidas posteriores
el beneficio de la limitación de responsabilidad, admisible en caso de
responsabilidad objetiva o sin culpa, debe excluirse siempre que exista
culpa de cualquier sujeto.
Propuesta legislativa:
los cargadores que contratan con buques inseguros (que figuren en lista
negra) deben ser considerados responsables frente a las víctimas en caso de
accidente.
Propuestas legislativas:
deben incrementarse los techos de estas indemnizaciones, afirmándose la
necesidad de que alcancen los mil doscientos millones de euros las
cantidades pagadas sobre la base de los dos Convenios. Esos topes no
deben regir si el accidente es debido a culpa o dolo.
Sería muy aconsejable, además, que se lograse aprobar el Reglamento del
Parlamento y del Consejo de la Unión Europea por el que se establece la
constitución de un fondo de indemnización de daños causados por la
contaminación de hidrocarburos en aguas europeas (Fondo COPE), que
complementaría el importe de las indemnizaciones cobradas por las víctimas
en la UE.
189
4) Es inadmisible que la indemnización por deterioro del medio ambiente esté
limitada “al costo de las medidas razonables de restauración efectivamente
tomadas o que vayan a tomarse” (art. 1.6.a) del CLC 92), dado que las pérdidas
irreparables no son, en tal caso, objeto de ningún tipo de compensación. Desde esa
perspectiva resultaría más rentable para los responsables (actualmente el
propietario del buque o la aseguradora de su responsabilidad) que por ejemplo,
mueran 10.000 aves, por las que no se tendría que pagar nada, que localizar 200
moribundas e intentar salvarlas, cuyo tratamiento tiene actualmente el concepto
de daño indemnizable sólo si se puede considerar “razonable” el esfuerzo realizado
por salvarlas. Se trata de una normativa internacional claramente antiecologista.
Propuesta legislativa:
Debe reformarse el mencionado art. 1.6.a) del CLC 92 y admitir que,
incluso, cuando los daños medioambientales sean irreparables, deben ser
objeto de algún tipo de compensación, cuyo destino debería ser, en todo
caso, su reinversión en nuevas medidas para preservar y proteger el medio
ambiente. Esta medida implica la necesidad de atribuir un valor económico
previo, lo que resulta especialmente difícil si se trata, por ejemplo, de fauna
o flora fuera de comercio.
Propuesta legislativa:
Se deben introducir medidas legales en los propios Convenios para controlar
periódicamente su cumplimiento por los Estados (organismos
supranacionales de vigilancia del cumplimiento de los Convenios), y medidas
para que los Estados puedan compelerse recíprocamente en caso de no
hacerlo. La posibilidad de que los Estados pudieran, incluso, ser
sancionados, en caso de incumplimiento, debería de admitirse igualmente
sin dificultad. De ese modo, dejaría de ser una paradoja que la mayoría de
los Estados con pabellones de “conveniencia” hayan firmado y sean Parte de
casi todos los Convenios internacionales sobre seguridad marítima y
prevención de la contaminación.
190
obstante, el problema puede persistir respecto a la contaminación operacional en
aguas internacionales si se deja que sean exclusivamente los Estados del pabellón
los que adopten medidas sancionadoras contra los buques infractores.
Propuestas:
La propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de
marzo de 2003 (COM (2003) 92 final) sobre contaminación procedente de
buques debería aprobarse lo antes posible y ser incorporada a los
ordenamientos internos de los países miembros.
En el ámbito internacional se debe avanzar en el control de la contaminación
operacional, creando un organismo internacional con poderes ejecutivos que
contribuya eficazmente a reducir este tipo de contaminación en aguas
internacionales, no siendo suficientes los mecanismos contemplados en el
Convenio MARPOL 73/78.
Propuestas:
En zonas portuarias, la inspección y el control de los buques debería
beneficiarse de mayores medios materiales y personales, teniendo una
prioridad absoluta sobre cualquier aspecto comercial de la utilización del
espacio portuario.
Deben llevarse a cabo auditorías, especialmente en los puertos
comunitarios, para valorar el grado de cumplimiento por las autoridades
portuarias de las normas sobre control de la seguridad marítima, labor que
previsiblemente realizará la Agencia Europea de Seguridad Marítima.
Además de la inmovilización de los buques inseguros, la imposición de
fuertes sanciones debe disuadir en la utilización de estos buques. Dichas
sanciones están contempladas en la Ley de Puertos del Estado y de la
Marina Mercante. No obstante:
- deberían ampliarse las infracciones contra la seguridad marítima,
incluyendo cualquier aspecto relacionado con el estado de navegabilidad
del buque que implique riesgo para la seguridad
- la responsabilidad administrativa por las infracciones contra la seguridad
marítima y la contaminación se debería extender, en cualquier caso (vid.
art. 118.2.b) y d) de la Ley de Puertos del Estado y Marina Mercante), al
propietario del buque, al naviero, a la aseguradora del buque, a la
sociedad de clasificación que haya inspeccionado el buque omitiendo
tales defectos cuando se demuestre que debería haberlos advertido, y el
propietario de la carga, al que se le debe exigir una responsabilidad por
la elección de un buque subestándar atendiendo al conocimiento que se
presume debe tener del riesgo de la utilización de ese tipo de buques por
su inclusión en una lista negra oficial.
8) Las sanciones penales pueden ser constituir una medida eficaz para luchar
contra las infracciones en materia de seguridad marítima y contaminación del
medio marino. No obstante, desde el punto de vista práctico se ha demostrado en
la mayoría de casos la dificultad de exigir este tipo de responsabilidad a otros
sujetos que no sean los capitanes, quienes pueden, como cualquier otro tipo de
profesionales, cometer un error o actuar circunstancialmente sin la debida
diligencia, pero que, desde luego, en el negocio del transporte marítimo de
hidrocarburos no obtienen más beneficio que el de su sueldo. Aunque la privación
de libertad de estos profesionales pueda satisfacer aparentemente la exigencia
popular de que alguien vaya a la cárcel, en casos de accidente con amplia
191
repercusión social como en el caso del Prestige, no se puede olvidar que las
personas físicas que se benefician empresarialmente y de manera continua con la
utilización consciente de buques inseguros quedan totalmente al margen de
cualquier tipo de responsabilidad, pudiendo, incluso, llegar a recuperar las
inversiones efectuadas, si los buques se hunden o desaparecen, mediante el cobro
de las indemnizaciones de las aseguradoras de estos buques. Las sanciones a
personas jurídicas, por otro lado, como pueden ser las sociedades propietarias de
los buques o las navieras, no parece que pueda tampoco resolver el problema. En
este sentido, la Decisión-marco 2003/80/JAI del Consejo de la UE, de 27 de enero
de 2003 (DO nº L 29, de 5 de febrero de 2003), relativa a la protección del medio
ambiente a través del Derecho penal contempla la posibilidad de que los Estados
miembros puedan imponer sanciones a las personas jurídicas que consistan en: a)
exclusión del disfrute de beneficios o ayudas públicas; b) prohibición temporal o
permanente del desempeño de actividades mercantiles; c) vigilancia judicial; d)
disolución judicial; e) obligación de adoptar medidas específicas para evitar las
consecuencias de la conducta en la que se basa la responsabilidad penal (art.7).
Asimismo, la Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de
marzo de 2003 (COM/2003 92 final), sobre la contaminación procedente de buques
y la introducción de sanciones, incluso de carácter penal, para los delitos de
contaminación añade otras sanciones, como son la multa y el comiso de las
ganancias procedentes del delito tipificado (art. 6). La mayoría de estas sanciones
son difícilmente calificables como penales, pudiendo obviarse utilizando una
sociedad distinta que siga explotando el mismo buque, por lo que no cabe
valorarlas como eficaces.
QUINTA: Rotundamente, sí. Los ciudadanos tiene derecho a conocer las razones
que justifican la toma de decisiones por parte de las autoridades públicas,
decisiones que, en situaciones como la del accidente del Prestige, sólo pueden tener
un fundamento técnico, nunca político, y seguir protocolos de gestión conocidos y
cuya eficacia esté demostrada.
192
3.2 La opinión de los expertos en medio ambiente
CUESTIONES FORMULADAS:
193
RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS FORMULADAS:
SEO/BirdLife
Conservación, investigación y divulgación del mundo de las aves.
TERCERA: En primer lugar, para poder saber lo que es necesario solucionar, debe
conocerse la amplitud del problema, para lo cual es imprescindible la realización de
estudios y seguimientos de la fauna y los hábitats que han sido dañados.
Una vez conozcamos esto, podremos saber las medidas a tomar.
Aunque una acción ineludible es restaurar todos los hábitats, tanto los
dañados por el efecto del fuel como los dañados por las labores de limpieza.
También es imprescindible realizar un protocolo de actuación detallado sobre
las acciones a llevar a cabo en caso de encontrarnos otra vez ante una situación
parecida y poder actuar con la prontitud y eficacia necesarias.
194
Pablo Serret Ituarte
Profesor titular de Ecología
Universidad de Vigo.
PRIMERA:
Consideraciones generales previas
Por su propia naturaleza, las catástrofes ecológicas son impredecibles,
complejas y urgentes. Difícilmente encontraremos a un especialista preparado para
abordar todos los aspectos relevantes a la gestión de una catástrofe ecológica y, lo
más probable, es que sea necesario el concurso de expertos de diversos ámbitos
del conocimiento (en el caso de un vertido grave de petróleo al mar, meteorólogos,
físicos oceanográficos, químicos y biólogos de varias especialidades, además de
técnicos de varias otras). La propia formulación de los riesgos potenciales, la
estimación de su magnitud y la propuesta de actuaciones exige un conocimiento
multidisciplinar. En este contexto, definido por la complejidad y el carácter
dinámico de los sistemas ecológicos, y caracterizado por la urgencia ante la
amenaza de una catástrofe, hay dos aspectos de gestión muy básicos y, por eso,
fundamentales, que nos pueden permitir valorar las actuaciones adoptadas, más
allá del detalle:
1. Utilización durante la catástrofe de todos los recursos humanos (incluido el
conocimiento) y materiales disponibles. Especialmente con respecto a la
utilización del conocimiento, hay dos aspectos que deberían atenderse:
a. Enfoque multidisciplinar integrado, del que ya hemos hablado.
b. Calidad científica de las propuestas.
Normalmente, un científico realiza observaciones o experimentos,
analiza e interpreta los resultados, y somete sus conclusiones a la crítica
constructiva de sus colegas, mediante la publicación de las mismas en
una revista científica. Esto puede llevar desde meses a años. Aunque
esta vía puede ser muy útil para aprender de casos precedentes,
obviamente, ante una catástrofe ecológica, no resulta operativa: en este
momento no queremos aprender con rigor cómo responde la naturaleza
ante una perturbación, sino resolver un problema de la forma más eficaz
posible. Así, la interacción entre distintos científicos especialistas en un
área de conocimiento debe hacerse antes de obtener los resultados (por
ejemplo, para acordar qué método de actuación es el más correcto). Es
decir, que la calidad científica en estas circunstancias se basaría en la
crítica constructiva de propuestas de acción, no de resultados
publicados.
2. Acción rápida. Esto es obviamente necesario para que la gestión del
accidente pueda basarse en predicciones hechas a tiempo de minimizar su
efecto, pero también es importantísimo para la evaluación rigurosa de daños
y la restauración ecológica (véase más adelante).
Lógicamente, la integración urgente de grupos multidisciplinares de expertos,
probablemente procedentes de diversas instituciones, exige necesariamente la
coordinación institucional, idealmente siguiendo protocolos previamente
establecidos.
El caso Prestige
Paso a expresar mi opinión específica sobre las actuaciones adoptadas para
minimizar el impacto contaminante del vertido del Prestige; y lo haré desde el
contexto general presentado más arriba; es decir, repasando cuánto, cómo y a qué
velocidad se han utilizado los recursos disponibles (incluido el conocimiento
científico). Mi valoración crítica de algunas actuaciones tiene la única intención de
ayudar a que se mejore para casos futuros.
Un vertido de fuel-oil al mar supone dos impactos contaminantes
fundamentales: por un lado, muchos hidrocarburos aromáticos y algunos metales
presentan elevada toxicidad; por otro, la fracción más insoluble del fuel, o
195
“chapapote”, puede cubrir el cuerpo de muchos organismos, causando su muerte al
impedir su respiración y alimentación. Ambos efectos, especialmente el mecánico,
son mucho más intensos en los ecosistemas bentónicos, donde los organismos
habitan o se encuentran fijos sobre sustratos rocosos o arenosos. Por el contrario,
las características del hábitat oceánico, fluido y dinámico, las elevadas tasas de
renovación de las poblaciones de organismos planctónicos y la capacidad de
movimiento de muchos organismos que habitan en la columna de agua reducen
considerablemente la exposición y el impacto del vertido. Por lo tanto, desde un
punto de vista medioambiental, la prioridad es minimizar el contacto del petróleo
con la costa donde, además, se concentra la mayor riqueza en recursos marinos
explotables. En este sentido, son muchas las cosas que, en mi opinión, han fallado
en la gestión del vertido del Prestige. Las agrupo en tres categorías:
Fisterra
Viento SO
Corriente
“Navidad”
196
certeza, pero las tendencias estacionales son bien conocidas (incluso por mis
alumnos de primer curso de Ciencias del Mar), y están publicadas en revistas
científicas desde hace unos 25 años. Precisamente por estar basadas en las
tendencias climatológicas, estas predicciones, aunque no son muy precisas a
escala local, sí son muy robustas. De ahí la unanimidad de la comunidad
científica. Ciertamente, además de estas predicciones probabilísticas, se
pueden hacer predicciones deterministas y locales, utilizando modelos
meteorológicos y oceanográficos.
La decisión crítica de alejar el buque no pareció ser fruto de un error
de cálculo en cuanto a sus consecuencias, ni de una falta de conocimiento,
sino de que los vientos y corrientes no se debieron considerar como algo
relevante al caso. Sólo en Galicia existen ocho centros financiados con cargo
a presupuestos públicos que realizan investigaciones en ciencias marinas:
tres universidades (Santiago, A Coruña y Vigo), dos centros del Instituto
Español de Oceanografía (IEO – en A Coruña y Vigo), un centro del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC – Instituto de Investigacións
Mariñas, de Vigo), un centro dependiente de la Consellería de Pesca e
Asuntos marítimos de la Xunta de Galicia (Centro de Investigacións Mariñas
de Corón), y una fundación financiada por el Ministerio de Ciencia y
Tecnología y la Xunta de Galicia (Centro Tecnológico del Mar). Hasta donde
yo sé, nadie fue consultado sobre las consecuencias previsibles del
alejamiento del barco hacia el suroeste. De hecho, el ministro de Ciencia y
Tecnología, Sr. Piqué, ha afirmado (Science, 299, 24 enero 2003, p.490) que
el primer contacto con la comunidad científica se produjo el 20 de
noviembre, es decir, un día después del hundimiento del barco a 140 millas
al O de Vigo.
Lamentablemente, a pesar de las muchas declaraciones públicas de
distintos científicos, no parece que las autoridades hayan advertido que, más
allá de la disputa sobre las consecuencias del alejamiento del barco, el error
más grave es la rigidez de una decisión que prescinde del conocimiento
científico de algunos aspectos relevantes. Lo último que he leído al respecto
en la prensa (El Pais, 17 de mayo) es que el Gobierno, en respuesta a una
pregunta parlamentaria del PSOE, sostiene que en un hipotético caso futuro
en el que se repita una situación similar, la decisión está tomada: en
cualquier caso, se alejará el barco hacia mar adentro del mismo modo. Esto
es, a mi modo de ver, enormemente preocupante, sobre todo si recordamos
las estadísticas de accidentes en la zona: 6 mareas negras y dos grandes
vertidos tóxicos desde 1970 (cabe recordar que la histórica gravedad del
Prestige sólo puede explicarse por la gestión, no por la cantidad de fuel
vertida, unas 40.000 Tm, frente a 50.000 del Polycommander y Andros
Patria, los dos casos menos graves, y 100.000 del Urquiola, 88.000 del Jacob
Maersk y 74.000 del Aegean Sea). Esta altísima frecuencia (un 20 % de los
casos graves en el mundo), no es fruto del infortunio, sino del altísimo
tráfico de grandes cargueros que discurre por la zona desde o hacia Europa,
y por lo tanto, mientras ese tráfico permanezca, la probabilidad de que se
produzca un nuevo accidente es elevadísima. Puesto que después del
Prestige y de las numerosas declaraciones de la comunidad científica, la
expresión de una decisión a priori ya no puede ser fruto de la ignorancia,
sólo se entiende desde el más absoluto desprecio de las autoridades al
conocimiento científico.
Uno esperaría que se hubiera aprendido, al menos, que el desprecio
de ámbitos de conocimiento relevantes, durante el desarrollo de una
catástrofe, puede conducir a actuaciones erróneas que agraven sus
consecuencias. Y que, puesto que el petróleo es menos denso que el agua,
los vientos y corrientes superficiales son ciertamente relevantes en cuanto a
la predicción de las consecuencias de distintas alternativas de gestión. No
existe una decisión universalmente válida: el diseño de cualquier plan de
197
contingencia ante un futuro accidente debiera ser suficientemente flexible
como para tomar en consideración las condiciones de vientos y corrientes
dominantes. Idealmente, debería estar abierto a las predicciones locales
precisas (basadas en modelos deterministas), lo cual exigiría la previsión de
una comunicación abierta y rápida con expertos en meteorología y
oceanografía física. Paralelamente, se podría disponer de planes alternativos
pre-diseñados para distintas zonas y épocas del año, sobre la base de la
variación climatológica estacional. Centrándonos exclusivamente en la zona
de Galicia, las cosas son muy distintas en invierno que en verano: si en
invierno los vientos del O-SO traerán hacia costa cualquier vertido que se
produzca en alta mar; en verano, los vientos dominantes en la zona son del
NE y las corrientes costeras superficiales, integradas en el fenómeno de
afloramiento, son predominantemente hacia mar adentro. Creo que es obvio
que, incluso en la misma región, la misma decisión puede tener
consecuencias completamente distintas en diferentes épocas del año y,
sobre todo, que no tiene sentido decir, a priori, que la decisión ya está
tomada en cualquier caso.
198
y arena, uso de hidrolimpiadoras). Es bien conocido que la experiencia previa
indica que en muchas ocasiones es mayor el daño ecológico provocado por la
limpieza que el que causa el propio vertido (p.e. en el Exxon Valdez).
Una vez más, en mi opinión, esa falta de criterio no se deriva de una
falta de conocimiento, sino de que ese conocimiento no se ha utilizado de
forma eficaz. Lógicamente, teniendo en cuenta la gravedad y extensión del
vertido, las tareas de minimización de daños y limpieza deberían haberse
hecho de acuerdo con las recomendaciones de un plan científico de actuación
coordinado. De hecho, en los primeros borradores del “Programa Científico
coordinado por el CSIC para el seguimiento y la evaluación de las
consecuencias del vertido del Prestige” (http://csicprestige.iim.csic.es/
Página actualizada el 24 /02/ 2003 a las 17,00 horas) (1er borrador 13-XII-
02) podemos leer:
Más abajo resumo la historia del Plan científico de actuación; aquí basta con
recordar que se retrasó hasta el punto de que las acciones “urgentes” del
mismo no comenzaron hasta el mes de mayo, seis meses después del
accidente.
SEGUNDA: Las mareas negras son eventos de muy fuerte impacto ecológico, pero,
afortunadamente, muy episódicos. La información de que se dispone sobre la
recuperación de los ecosistemas tras una marea negra es, por lo tanto, limitada.
Eso implica que cada nuevo episodio aporta información vital para casos futuros. Un
buen ejemplo de ello es el Exxon Valdez. En el caso del Prestige, se trata de una
situación nueva, por la extensión espacial y, sobre todo, por la repetición del
vertido. Hasta donde yo sé, nunca antes se habían dado cuatro mareas negras
consecutivas en una misma zona. Por tratarse de un caso único, la nueva
información que puede proporcionar es valiosísima. Por otro lado, es difícil hacer
predicciones basadas en experiencias previas.
199
ejemplo, en el caso del Aegean Sea, el mayor impacto sobre las
pesquerías no fue inmediato, sino que se dio en siguientes
generaciones. El hecho de que el vertido del Prestige se produjera
justo antes de la estación reproductiva de muchas especies de interés
comercial puede agravar sus efectos a medio plazo. En cualquier
caso, la abundancia y el reclutamiento de muchas especies marinas
presentan una elevada variabilidad, cuya relación directa con causas
naturales no siempre es posible, lo que dificulta enormemente
distinguir los efectos de la marea negra. Sólo un estudio riguroso a
medio plazo puede hacer que el efecto del vertido sobre las
poblaciones de algunas especies y, por lo tanto, sus implicaciones
económicas y/o políticas, no se diluyan en la incertidumbre que
genera la variabilidad natural (p.e. un debate que se está
produciendo ahora mismo es si la pobre campaña de la anchoa 2003
se relaciona con el vertido del Prestige, lo que sería sujeto de
indemnización, o es una simple coincidencia fruto de la variabilidad
interanual).
b. A nivel ecosistema. Aquí la complejidad es mucho mayor, y la
evaluación del impacto se complica por la falta de situaciones de
referencia (tiempos cero) en muchas áreas, y por el tiempo de
recuperación (no menos de 10-20 años, si atendemos a la
información publicada sobre otras mareas negras).
200
Una consecuencia de todo ello sería un déficit de información necesaria para la
evaluación ecológica y también económica de los daños y, por lo tanto, dificultades
para la reclamación completa de responsabilidades. Esto es importantísimo, no sólo
para que se indemnice adecuadamente por los daños causados, sino para forzar la
aceptación de medidas de seguridad en el transporte marítimo de hidrocarburos.
Baste recordar el efecto que ha tenido en los EEUU la exigencia de una
compensación completa de daños (incluyendo daños al ecosistema) tras la marea
negra del Exxon Valdez.
La razón por la que dudo de la posibilidad de que se llegue a obtener una
factura completa del caso Prestige se comprende si, en el contexto anterior,
recordamos el desarrollo del Plan científico coordinado en lo referente a evaluación
de impacto. Ciertamente se ha producido una evidente descoordinación institucional
que ha hecho que, en paralelo al Plan de Intervención Científica del MCYT, que
coordinaba las actividades de universidades y centros de investigación, se
desarrollaran, sin conexión con los anteriores, actuaciones por parte del Ministerio
de Medio Ambiente, fundamentalmente en el Parque Nacional de las Islas
Atlánticas, y por parte las Consellerías de Pesca y Medio Ambiente de la Xunta de
Galicia. Asimismo, muchas instituciones, IEO, CSIC, universidades y grupos de
investigación han desarrollado de forma independiente estudios sobre ciertos
aspectos relacionados con el vertido del Prestige. Cabe recordar que con frecuencia
se ha confundido la misión exclusiva del Comité Científico Asesor del CSIC:
“Analizar la información disponible de los restos hundidos del Prestige, estudiar los
escenarios posibles de su evolución y la del flujo de su carga para valorar sus
efectos, y proponer medidas que deban adoptarse”. Es decir, que todas las tareas
relacionadas con la limpieza, evaluación de daños y restauración del litoral
quedaban excluidas del mismo.
El calendario del desarrollo del Plan científico de actuación coordinado por el
MCYT en lo relativo a evaluación de daños y restauración de ecosistemas se resume
de la siguiente manera:
201
como el CSIC o el IEO, en un momento en que la Xunta de Galicia y el Ministerio de
Pesca ya han abierto las vedas a la pesca en muchas zonas, el Plan del Ministerio
de Medio Ambiente para la Limpieza de Fondos del Parque Nacional ya ha finalizado
tras tres meses de trabajos y el Vicepresidente Primero del Gobierno, Mariano
Rajoy, dice en Comparecencia ante la Comisión Constitucional (6 de mayo de
2003): “Comparezco, además, porque, transcurridos seis meses desde el fatídico
accidente –se cumplen la próxima semana-, nos ha parecido un momento
especialmente propicio para hacer un balance de la situación, de las gestiones
realizadas y de los resultados obtenidos.” “Y puedo adelantar ya, que en este
momento podemos manifestar un razonable grado de satisfacción en cuanto a la
situación actual de nuestras aguas y nuestras playas.”
En estas condiciones y en este momento (sólo un mes después de
comenzados los trabajos coordinados), no creo que sea posible hacer una
predicción creíble (más allá de generalidades basadas en la analogía con episodios
anteriores) de las herencias ambientales a largo plazo del desastre del Prestige.
TERCERA: Concretamente para el litoral y los fondos marinos, considero que deben
ser expertos en ecología del bentos, toxicología, biorremediación, o evaluación de
impacto ambiental, los que, de forma coordinada, propongan medidas específicas
para la recuperación ecológica de estos sistemas.
202
Dolors Hernández Martín
Secretaria Ejecutiva Confederal UGT.
PRIMERA: Ante una situación de catástrofe como la del Prestige, hay que destacar
el contraste entre las actitudes adoptadas por las diversas partes ante el problema.
Mientras que las administraciones restaban importancia al accidente y lanzaban un
mensaje tranquilizador a los ciudadanos, éstos a la vista de lo que llegaba a sus
costas se fueron organizando y asumiendo la iniciativa.
Los ciudadanos han demostrado mayor capacidad de respuesta, eficiencia y
eficacia en sus movimientos que una Administración que al reducir la magnitud de
la situación, por incompetencia, improvisación y autoconvencimiento se ha
mostrado incapaz de responder.
Centrar durante los primeros días el debate en la exigencia de
responsabilidades en el ámbito internacional, la creación de un conflicto interesado
con Gibraltar (por ser el posible destino del buque) y no mirar directamente el
problema demuestran el interés del ejecutivo en desviar la atención y quitar
importancia a lo que realmente la tiene: el accidente, el vertido y la amenaza
medioambiental.
La persistencia de una información oficial que restaba importancia al
accidente e indicaba que no había motivo para la alarma, sumado a su propia
actitud de tranquilidad, evitando en todo momento la intervención de los políticos
de “primera línea”, la negación de la más básica información y la falta de veracidad
en la misma, han sido la tónica de la actitud de los responsables políticos. La
actitud del Gobierno español y de la Xunta en cuanto a su intención de control
informativo se hizo patente cuando prohibieron hablar con los medios de
comunicación y hacer declaraciones a los participantes en las labores de rescate,
miembros de protección civil y SEPRONA.
Los comités de empresa de Televisión Española en Galicia y la Radio
Televisión Gallega tuvieron que denunciar las presiones a las que se vieron
sometidos los reporteros por parte de la dirección a la hora de elaborar las
informaciones relativas a la marea negra. Han pretendido de manera
absolutamente reprochable tutelar a la opinión pública a través de los medios de
información.
La excepcionalidad de la situación también hubiera requerido la adopción de
medidas excepcionales como la actuación inmediata del ejercito. Medida que
adoptaron con casi tres semanas de retraso y, sin duda, motivada por la masiva
afluencia de voluntarios de todo el país para colaborar en la zona, y las
movilizaciones llevadas a cabo por toda la sociedad.
Hay que destacar también la falta de coordinación entre las administraciones
y la incapacidad o falta de voluntad para coordinar y gestionar el conocimiento
científico, con objeto de haber dispuesto de un Plan de Actuación coordinado para
limpieza, evaluación de daños y restauración, de acuerdo a las características
ecológicas regionales.
Como consecuencia de la falta de atención a la opinión de la comunidad
científica, se ha puesto en peligro la calidad científica de la evaluación de los daños
y se produjeron retrasos importantes en la realización de las tareas de limpieza de
forma adecuada técnicamente, lo que a su vez ha supuesto pérdida de información
relevante y uso ineficiente de recursos. Todo ello ha producido carencias
importantes de información para la evaluación económica de daños y dificultades
para la reclamación de responsabilidades.
En lo relativo a las labores de limpieza, perecen más orientadas a las
cuestiones estéticas (que no sean visibles los restos del fuel) que a mitigar el efecto
ambiental. Se dan por concluidas tareas en playas “aparentemente limpias” cuando
la realidad demuestra la existencia de pavimentos asfálticos bajo la arena.
203
SEGUNDA:
En aguas protegidas y de poca profundidad como son las bahías y rías, donde el
petróleo puede alcanzar una mayor concentración y el tiempo de interacción con
condiciones oxidantes medioambientales como la luz o el aire es sensiblemente
inferior, el impacto ecológico puede ser mucho más grave.
En las costas rocosas desnudas, los efectos sobre los organismos vivos
suelen ser menores y la velocidad de recuperación es grande. A medida que
aumenta la protección vegetal de las costas rocosas, aumenta también la
probabilidad de la persistencia del petróleo, a lo que contribuyen la masa de algas o
de otras especies vegetales marinas con su capacidad de aprisionar el crudo.
Las costas sujetas a una variedad de niveles energéticos con arena, grava o
piedras, que permiten el drenaje, son porosas y el petróleo penetra con relativa
facilidad. Si después es absorbido por la superficie mayor de los granos del
substrato y queda expuesto in situ haciéndose más viscoso, puede permanecer en
el sedimento durante muchos años. En cambio, el petróleo no penetra fácilmente
en la arena firme o en el lodo apretado.
Posibilidades de consumo
Esta herencia ambiental derivada del desastre del Prestige lleva aparejada un
severo impacto socioeconómico sobre el empleo en los sectores de pesca y turismo,
204
directamente afectados, así como, de forma indirecta, en otros muchos sectores
productivos subsidiarios de éstos.
Las sucesivas mareas negras y la persistencia de la contaminación aumentan
la exposición de la población, especialmente de las personas que participan
directamente en las tareas de limpieza. Los efectos sobre la salud sólo se conocerán
a largo plazo, a partir de la realización de estudios epidemiológicos sobre la
población afectada.
TERCERA:
La limpieza del litoral afectado sigue siendo objetivo prioritario y por lo tanto debe
intensificarse. El tiempo que se tarde en la recuperación de las playas y las rocas
tiene efectos directos en el estado del mar y los fondos marinos.
Las mareas arrastran de nuevo los restos del material no solidificado en las
orillas por lo que al volver al mar mezclado con rocas y arena adquiere mayor peso
y consistencia depositándose en el fondo marino con el consiguiente riesgo de
creación de barreras artificiales.
Por otra en parte los restos que permanecen en las costas, fuera del alcance
de la marea, se producirá también un efecto de adhesión y endurecimiento. Otro
factor a tener en cuenta es la posibilidad de foto-oxidación lo que puede convertir a
algunos componentes de fuel en potencialmente más tóxicos.
En siniestros como el del Erika, para la limpieza de las zonas rocosas se
utilizaron disolventes mezclados con agua caliente, capaces de desprender los
restos adheridos a la superficie. Aunque se siguen evaluando los daños, lo cierto es
que esta actuación tuvo cuando menos un impacto visual positivo muy importante
toda vez que permitió un avance en estas tareas.
Aunque es conocido que todos los disolventes son en sí una nueva amenaza
para el medio ambiente, es necesario evaluar los pros y contras de esta o cualquier
otra medida que se puede adoptar, y para ello contar con el asesoramiento de los
mejores expertos.
Para abordar todos estos trabajos es necesario el concurso de un gran
número de personas por lo que, otro de los puntos fundamentales es garantizar la
seguridad y la salud de los trabajadores y/o voluntarios durante las labores de
limpieza. Existen en el ámbito de la salud, unos escuetos protocolos de
procedimiento para la limpieza de hidrocarburos.
Las Administraciones, como en el resto de los apartados, han ido muy por
detrás y veinte días después de la catástrofe todavía no eran capaces de garantizar
que todas las personas que participaban en estas labores tuvieran los equipos
mínimos indispensables y adecuados para la realización de esta tarea. A fecha de
hoy las carencias siguen siendo patentes en muchas zonas de Galicia.
Toda vez que el alcance del presente desastre es claramente internacional, y
que el próximo accidente puede ocurrir en cualquier otro punto de Europa, es
evidente la necesidad de actuar en este ámbito en todo lo relacionado con la
seguridad y la salud de los trabajadores.
De igual manera la protección medioambiental y la recuperación en caso de
daño ecológico debe ser objeto de estudio y puesta en marcha de las
correspondientes directivas y normativas de ámbito comunitario.
Muchos son los retos que se deben marcar las administraciones para poder,
en primer lugar hacer una evaluación de lo ocurrido en Galicia y resarcir a su
población del daño causado, y en segundo lugar, adoptar medidas de carácter más
amplio que sirvan de marco a la Unión Europea.
205
Actuación inmediata en Galicia
206
Finalmente, exigir la ubicación en Galicia de la sede de la nueva Agencia Europea
de Seguridad Marítima, atendiendo a la intensidad del tráfico marítimo en la zona y
la frecuencia de los accidentes marítimos.
Toda la sociedad ha centrado en la frase “Nunca Máis” su principal
reivindicación. Sin duda una de las principales tareas para llevar a buen término
esta demanda es no olvidar.
207
Joaquín Nieto
Secretario confederal de Medio Ambiente y Salud Laboral de CC.OO.,
Presidente del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud.
Ha sido miembro del Foro Consultivo de Medio Ambiente de la Unión Europea y
representa a los sindicatos en la Comisión de Desarrollo Sostenible de las Naciones
Unidas.
SEGUNDA: El fuel-oil tiene compoenetes tóxicos. No sólo han sido afectadas 646
playas y cerca de tres mil de kilómetros de costa (gallega, cantábrica y hasta
francesa y portuguesa) sino también el conjunto del ecosistema marino ribereño,
sobre todo en Galicia. Esto tiene notables repercusiones tanto ambientales como
sociales, principalmente en el sector pesquero. No conocemos con exactitud el
alcance ni la duración de los efectos contaminantes del vertido, pero serán
importantes dada la estrecha interdependencia trófica que rige la vida marina y las
características del ecosistema afectado, conocido precisamente por sus recursos
pesqueros. A esto hay que añadir los efectos que sobre la salud pública y laboral ha
tenido el contacto de las personas con el chapapote, al tratarse de un producto
tóxico también para las personas. Conocer este aspecto requeriría un estudio
epidemiológico. Además, el fueloil recogido podría afectar al medio ambiente en
tierra si no se le da el tratramiento adecuado.
208
Juan López de Uralde
Director de Greenpeace.
Greenpeace exigió desde el primer momento el trasvase del fuel a otro buque.
Creemos que esta opción hubiera sida la mejor y hubiera evitada la catástrofe en la
que nos vemos inmersos. Por ello, la decisión de alejar el buque de la costa fue un
auténtico desatino. Además, la ruta seguida por el buque incrementó aún más la
extensión del impacto. Más bien parece que se pretendiera hacer el mayor daño
que resolver un problema.
Ante una catástrofe de este tipo, las medidas preventivas son las más
importantes. Hay que evitar el derrame de fuel, ya que una vez que llega al mar, la
situación es muy difícil de controlar.
El fracaso de la decisión de alejar el buque es estrepitoso, y sus resultados
están por desgracia a la vista.
Una vez que el fuel empezó a contaminar el mar de forma masiva, quedó en
evidencia la inexistencia absoluta de medios propios para luchar contra la
contaminación en el mar. Además, se tardó mucho en aceptar la ayuda que se
ofrecía desde otros paises.
Una vez que el fuel alcanza el medio marino, hay que tratar de evitar que
alcance la línea de costa, la zona más rica desde el punto de vista ecológico.
No había medios, ni voluntad para reconocer que no los había. Por ello en
vez de afrontar la realidad se optó por esconder la cabeza y dar largas, mientras el
fuel iba llegando sin remedio a las costas.
Los marineros en cambio se enfrentaron al fuel con sus propias manos y
consiguieron evitar que el daño fuera mayor. Sin embargo la acción de marineros y
voluntarios no debe ocultar la total desidia con que se enfrentó el problema desde
la administración.
No había buques, no había barreras –y cuando llegaban no había
coordinación para utilizarlas adecuadamente– …todo estaba en manos de las
corrientes y los vientos, mientras los responsables se encomendaban a unos
presuntos partes meteorológicos que la realidad se empeñaba en desmentir (“el
fuel no llegará a las rías Baixas…”).
Una vez que el fuel toca tierra, lo más importante es retirarlo rapidamente para
evitar que vaya impregnando las capas profundas del terreno.
209
Aquí es donde los hechos se conocen mejor por la presencia de miles de
voluntarios, testigos de cargo de la realidad. Durante muchos días se trató de
frenar y evitar la presencia de voluntarios…hasta que la realidad mostró que el
objetivo del Gobierno era imposible de conseguir.
No deja de ser significativo que ahora se utilice el asunto de manera
publicitaria, habiendo sida tan agresiva la actitud contra los voluntarios (incluso
Greeenpeace fue expulsada de una playa al comienzo de la marea negra).
En todo caso insisto en que hay explicaciones muy detalladas de todos estos
hechos en los informes realizados a un mes y seis meses de la marea negra
(www.greenpeace.es)
210
Federico Vilas Martín
Catedrático de Estratigrafía en la Universidad de Vigo.
211
Desarrollar técnicas y métodos de cartografía y seguimiento del fuel,
particularmente para el fuel no flotante. En la actualidad no existe ningún método
eficaz desarrollado, y esto exigiría una fuerte inversión para estudiar y adaptar
ciertas técnicas acústicas empleadas en investigación marina a este tipo de
problemas. En el mismo sentido, sería necesario desarrollar sistemas eficaces de
recuperación del fuel-oil vertido. Como en el caso anterior, la principal dificultad la
presentaría el fuel no flotante tanto en la columna de agua como en los fondos, ya
que para el de carácter flotante tanto por ser localizable visualmente como por su
accesibilidad, es más fácil la adopción de medidas.
Ante el problema que supone abordar una fuente contaminante situada a
3.800m parece conveniente impulsar los estudios dirigidos al conocimiento del mar
profundo en relación con los vertidos marinos accidentales. A pesar de que las
aguas profundas parecen no ofrecer las mismas posibilidades de explotación
sostenible que las aguas someras, se trata de áreas poco exploradas
científicamente. El conocimiento previo de la estructura reciente del fondo marino
de la zona de hundimiento, o el comportamiento de los escapes naturales de
petróleo o gas en aguas profundas, podría ser en estos momentos de una gran
ayuda para la toma de decisiones en el caso del pecio buque Prestige.
212
Gonzalo Echagüe Méndez de Vigo
Presidente del CONAMA (Congreso Nacional de Medio Ambiente).
213
del Medio Ambiente (CAMA), que trabaje sobre todo con una finalidad preventiva
del riesgo medioambiental.
Para concluir, desde una perspectiva global, es clave el planteamiento de un
cambio real en nuestro modelo de desarrollo hacia uno más sostenible, un difícil
proceso que tiene que afrontar numerosas dificultades y sobre todo reticencias o
una cierta inercia del sistema actual a seguir funcionando como hasta ahora. Poco a
poco se va avanzando hacia una modificación en las conductas individuales (y, por
extensión, de la sociedad), de las Administraciones y de las empresas.
Es esencial, para la prevención de estas catástrofes ecológicas, un
exhaustivo análisis de nuestro modelo de desarrollo que aborde la raíz del
problema. El desastre del Prestige en el fondo es una expresión de un modelo
energético insostenible basado en la dependencia de combustibles fósiles, que
origina un tráfico de derivados del petróleo que a veces provoca grandes
catástrofes, ahora hablamos del Prestige, pero los precedentes son numerosos:
Erika, Sea Empress, Exxon Valdez, Urquiola,… Después de todos estos vertidos se
planteó la necesidad de adoptar medidas de seguridad (aunque su adopción
siempre ha sido lenta, contemplando amplias moratorias para su aplicación
efectiva), pero el elemento común entre todas estas catástrofes es que nunca se
estudió el trasfondo del problema: la insostenibilidad del modelo de desarrollo.
214
Raúl García Rodríguez y José Luis García Varas
WWF/ADENA.
215
de las Islas Atlánticas, donde buzos de las cofradías vecinas y miembros del ejército
han actuado en la retirada manual del fuel. El IEO ha realizado campañas de
prospección en plataforma analizando la presencia de fuel en los fondos, pero la
mayoría de las zonas de mayor importancia biológica y comercial no han sido aún
estudiadas.
WWF/Adena ha pedido que se publiquen los análisis detallados sobre la
presencia de Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos en el fuel y se haga un
exhaustivo seguimiento de estos elementos en el tejido muscular de peces costeros
y en sedimentos. La apertura de los caladeros gallegos ha sido precipitada, según
nuestro juicio, debiendo permitirse una total recuperación de los mismos antes de
tomar esta medida. La calidad y sanidad de los productos marinos gallegos debe
quedar estar totalmente asegurada.
Bien es cierto que también hay que destacar los logros que se han producido
durante estos seis meses. Gracias a la presión de las ONG de conservación y de la
propia sociedad civil, se ha prohibido en la UE que entren y salgan buques
petroleros monocasco, que transporten fuel pesado, de los puertos europeos
cualquiera que sea su bandera.
El Gobierno español ha querido ir más allá extendiendo esa prohibición no
sólo al acceso a puerto, sino también al tránsito por nuestras aguas. Asimismo, se
ha aprobado la mejora de las inspecciones que realizan los Estados sobre los
buques que operan en el tráfico internacional.
Se ha incrementado el control y las inspecciones para reducir el número de
buques que incumplen las normas de seguridad y contaminación. Se ha aprobado la
mejora de las inspecciones que realizan los Estados sobre los buques que operan en
el tráfico internacional. Con este fin se ha aumentado el porcentaje de las
inspecciones y se ha exigido que éstas reúnan una calidad mínima armonizada cuyo
grado de cumplimiento a nivel internacional será comprobado por la Organización
Marítima Internacional (OMI). Todo ello a través de auditorias cuyos datos serán
públicos. WWF/Adena considera que es necesario un cumplimiento efectivo y rápido
de estos controles con una dotación adecuada de recursos humanos.
Se establece un aumento del control sobre las sociedades de clasificación, y
la posibilidad de que respondan de los daños cuando se determine que están
causados por una acción u omisión negligente imputable a dichas organizaciones.
Se han elevado propuestas de España, Francia, Gran Bretaña, Irlanda y
Portugal para la creación de una PSSA (Áreas Marítimas Especialmente Sensibles,
en sus siglas inglesas) por la OMI, tras una fuerte recomendación por parte de la
Comisión Europea, que permitiría adoptar medidas en la navegación marítima de
esta zona para salvaguardar su riqueza ambiental y socioeconómica.
WWF/Adena pide que se siga avanzando en las reformas, que exista una
aplicación efectiva y rápida de las mismas y una dotación de los medios materiales
y humanos para su aplicación.
Además, la UE y el gobierno español deberían promover de forma activa el
acuerdo internacional, dentro de la OMI, para que estos avances sean adoptados en
la legislación internacional y evitar que los buques “basura” y los problemas que
conllevan emigren a países más permisivos según se van adoptando estas medidas.
Si bien a nivel internacional está habiendo avances importantes en
seguridad marítima, esto es en prevención de posibles accidentes de buques que
transporten sustancias peligrosas, las medidas previstas y en marcha sobre el
terreno son motivo de seria preocupación para WWF/Adena, y nos referimos
concretamente al Plan Galicia, diseñado según la Administración para la
recuperación de las zonas afectadas. Este plan no responde ni mucho menos a las
necesidades de una costa que ha sufrido una catástrofe ecológica de esta
magnitud, con las consecuentes repercusiones socio-económicas, sino más bien va
en el sentido contrario, más infraestructuras de gran envergadura en la costa y en
el interior, más daños sobre una costa que lo que necesita es una recuperación
biológica para que pueda seguir siendo la fuente de vida para miles de familias.
216
SEGUNDA: Uno de los aspectos de preocupación mostrados por WWF/Adena ha
sido la forma de limpiar las costas. Se ha visto en otros casos que utilizando
sistemas agresivos de limpieza (hidro-limpieza a alta presión y temperatura) puede
suponer un retraso importante de la recolonización de la zona afectada, -estudios
realizados por NOAA tras la catástrofe del Exxon Valdes en Alaska.-
Las consecuencias del vertido a medio y largo plazo, aún es difícil hacer una
valoración definitiva, especialmente porque la información recogida a raíz del
accidente ha sido muy escasa y no ha existido un seguimiento continuado de sus
consecuencias ambientales. Sin embargo, es claro que la toxicidad y el impacto a
largo plazo de un vertido depende de los compuestos que lo forman.
En el caso del Prestige, se trataba de un fuel pesado, extremadamente
denso y viscoso, de escasa capacidad de dispersión y de degradación muy lenta,
conocido con el nombre de “fuel de bodega”, Fuel Oil nº6 (terminología inglesa) o
M-100 (terminología rusa). Además de su gran contenido en azufre y de la
presencia de hidrocarburos aromáticos poli cíclicos (HAP), destaca la abundancia de
compuestos aromáticos, que son los potencialmente más tóxicos, con efectos como
mutágenos y carcinógenos. El Comité de Seguridad Marina de la OMI señaló en
1999 que la peligrosidad del fuel nº6 es dos veces mayor a la del crudo, incidiendo
en su persistencia en el medio marino así como en su difícil eliminación.
Este tipo de vertidos produce extensas manchas que, al mezclarse con el
agua de mar, generan emulsiones muy pegajosas y extremadamente difíciles de
limpiar, por lo que el vertido puede ser fuente de contaminación durante años. A
medida que pasa el tiempo, esta situación empeora al mezclarse con algas y
sedimentos.
Según la información recogida de otras catástrofes anteriores con
hidrocarburos de parecidas características, se podrían aventurar algunos problemas
ambientales que pueden afectar durante mucho tiempo a la salud de la zona
marina de la costa gallega, y en menor medida de la costa cantábrica.
En aquellas zonas donde el chapapote se ha depositado en el fondo,
especialmente en los fondos arenosos de la zona bentónica, reducción drástica de
poblaciones de organismos de la zona intermareal por toxicidad y asfixia,
especialmente de organismos filtradores bentónicos (percebes, mejillones,
berberechos, etc.), al quedar recubiertos por la capa de fuel. Además este impacto
tendrá un efecto a muy largo plazo.
Según la Woods Hole Oceanographic Institution – WHOI (Centro
Estadounidense de Investigación Marina), la contaminación con fuel de los fondos
marinos es permanente, incrustándose entre los cinco y los treinta centímetros de
profundidad del suelo marino. Se basan en un estudio realizado en la Bahía
Buzzards (Cape Cod, Massachussets), donde un buque naufragó en septiembre de
1969; esta investigación revela que 33 años después del desastre aún perduran
residuos significativos en los sedimentos de la bahía, incluso con concentraciones
de algunos compuestos similares a las detectadas poco después del derrame, lo
que indica la gran persistencia de este tipo de productos.
Probablemente se produzca un desequilibrio estructural del ecosistema con
la modificación en la supremacía de ciertas especies y reducción o sustitución de
otras (aumento de especies oportunistas)
En este tipo de fuel, los elementos más tóxicos se liberan al principio,
disolviéndose y mezclándose en la columna de agua pudiendo pasar a la cadena
trófica. Se ha demostrado que muchos HAP producen anormalidades en el
crecimiento y en especial el llamado síndrome BSD (deformaciones craneo-faciales,
hemorragias subcutáneas, anormalidades en las branquias, etc.), en especial los
alquil derivados del fenantreno –presentes en alta proporción en el fuel del
Prestige-, y en altas dosis pueden resultar letales (para los embriones de Oryzias
latipes entre 300 y 4.300 nM). Todas estas afecciones dependen del grado de
exposición y de la biodisponibilidad de los HAP, que pueden cambiar por las
condiciones del medio.
217
Información recogida de investigaciones realizadas en Gales tras la marea
negra del Sea Empress (1996) muestra como sus caladeros de langosta vieron
mermadas sus capturas y aparecieron individuos con malformaciones debidas a la
exposición del producto tóxico, y aún hoy no se han recuperado adecuadamente..
Otros de los puntos que ha supuesto una grave preocupación, y del que se
han detectado casos alarmantes, es el impacto sobre la salud de las personas
expuestas a estos productos durante las labores de limpieza. En los primeros meses
de trabajo de voluntarios, operarios y miembros del ejército cerca de 2000
personas fueron atendidas por efectos de la exposición al fuel.
Por otra parte, las poblaciones de aves marinas han sufrido un fuerte
impacto con este vertido, se han encontrado cerca de 23000 aves petroleadas, lo
que supone según SEO/Birdlife una mortalidad total de 130.000-200.000 aves;
cerca de medio millón de aves marinas han muerto en los últimos años en el
Atlántico Europeo a causa de grandes vertidos de hidrocarburos.
218
de detección física. Contar con una buena información nos permite valorar los
daños sobre los fondos y sus posibles repercusiones biológicas y establecer
medidas concretas de regeneración en aquellas zonas más dañadas, como la
limpieza manual, succionadoras etc) y poder valorar mejor los daños de la marea
negra en cuanto posibles indemnizaciones.
219
Insistimos, una cuestión fundamental para una mejor recuperación de los
ecosistemas y recursos es la adecuada retirada de fuel de las zonas afectadas.
Retirar la mayor parte del chapapote y hacerlo bien condicionará una mejor
recuperación.
Una política seria de recuperación de la costa afectada, debe dar prioridad a
una estrategia de no dañar más ambientalmente estas zonas, sino más bien
promover activamente una mejora de la calidad del medio; está bien estudiado –y
resulta obvio- que ecosistemas sometidos a un estrés (daño) acumulativo tienen
una menor capacidad de enfrentar una catástrofe ecológica de gran envergadura o
recuperarse de ella. Esto es lo que sucede en algunas de las zonas implicadas, que
han sufrido en las últimas décadas varias mareas negras y se ven sometidas a una
creciente presión antrópica ( contaminación, infraestructuras impactantes, fuerte
presión pesquera, dragados, rellenos, “regeneraciones” de playas, etc).
Para acelerar este proceso de recuperación, se debe tener especial
consideración con aquellas zonas de elevada importancia ecológica, en cuanto a su
biodiversidad o productividad que no se han visto afectadas. Estas zonas
adecuadamente protegidas pueden suponer focos de recolonización de especies que
han desaparecido o disminuido de la zonas más afectadas, se podrían convertir en
exportadores de diversidad y de biomasa. La propuesta “ Arca de Noé “ (Troncoso
et al) de la Universidade de Vigo identificaba muchas de estas zonas de elevada
importancia biológica y proponía la protección física del petróleo en los primeros
estadíos de la marea negra del Prestige para facilitar la posterior recuperación de
los ecosistemas afectados.
Es evidente que una mejora general de los ecosistemas contribuirá a la
recuperación de aquellos recursos comerciales afectados por la marea negra del
Prestige , así mismo WWF/Adena cree que para ayudar a recuperar los recursos
dañados, garantizar la salud pública y el prestigio de los productos gallegos y del
Cantábrico sólo se deben abrir aquellas pesquerías que constatadamente se hayan
recuperado. Tras las mareas negras del Braer en las Islas Shetland (1993) o del
Sea Empress (1996) los caladeros y los bancos marisqueros permanecieron
cerrados entre 18 meses y 7 años por las razones anteriormente expuestas, frente
a unos meses en el caso que tratamos. Igualmente se debe promover también
sistemas más selectivos de pesca y artes menos dañinos con los ecosistemas
dentro del sector pesquero.
WWF/Adena cree igualmente que sería extremadamente eficaz la promoción
de Zonas de No Pesca –ZNP- (No Take Zones, en inglés) como herramientas de
gestión pesquera (no confundir con áreas marinas protegida) pues facilitaría la
recuperación de los recursos pesqueros y marisqueo. Está comprobada la eficacia
de una red de pequeñas ZNPs bien seleccionadas en cuanto a su importancia como
de zonas de desove, crecimiento o protección de especies de interés comercial,
suponiendo una exportación de biomasa hacia zonas donde se ejerce la actividad
pesquera.
WWF/Adena ha venido pidiendo a lo largo de esta crisis un auténtico plan de
recuperación de los ecosistemas y recursos afectados frente a los criterios estéticos
seguidos por las autoridades en su acciones, confundiendo “limpio” con
ecológicamente recuperado. Igualmente hemos pedido reiteradamente un
seguimiento de las repercusiones ambientales de esta catástrofe y una evaluación
científica de los sistemas utilizados en la limpieza de la costa para conocer así el
daño real de esta marea negra (y ser consideradas en las posibles indemnizaciones)
y poder aportar información para la gestión de futuras mareas negras en nuestras
costas u otras (algo que hasta ahora casi no ha sucedido en Galicia pese a haber
sufrido numerosas mareas negras).
220
3.3 La opinión de los expertos en técnica marítima
221
RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS FORMULADAS:
PRIMERA: Considero que el Capitán del buque “Prestige”, actúa con la exigencia
exigible a un profesional. Las instrucciones dadas por la Autoridad Marítima
Española, son nulas y la pregunta debería de hacerse al revés, preguntando si la
Autoridad marítima española actúa con la diligencia exigible.
Si analizamos los hechos, el Capitán del “B/T Prestige”, realiza una petición
de entrada en puerto ante un problema en su buque. Las Autoridades Marítimas
españolas, le niegan esa entrada y a partir de aquí, todas las acciones que, a tenor
de los hechos, realiza el Capitán, van encaminadas a tratar de salvar el buque. Se
puede entender que la única solución viable para reducir la escora y la vía de agua
del barco (en un principio, lo que sufre el barco es una vía de agua y una pequeña
perdida de fuel-oil, posiblemente por los restos de una antigua carga) era la de
atracar o fondear en aguas abrigadas al buque, fuera del temporal que azotaba la
zona en esos días, y proceder al taponamiento de esa vía de agua y si fuera
necesario trasbordar el fuel oil de los tanques mas cercanos a la zona afectada a
otro buque.
Ante la petición de entrada, la Autoridad Marítima española le niega la
entrada y le ordena que se aleje de la costa. El pánico invade a parte de la
tripulación y es evacuada. El barco en ese momento tiene la maquina parada para
evitar vibraciones que pudieran afectar a la estructura del mismo. La situación a
juicio del Capitán no debía de ser tan desesperada, cuando manifiesta su intención
de no abandonar el buque y trata de que el remolque que se negocia sea comercial.
Por otra parte nos encontramos una de las primeras incongruencias y quizás
la falta de coordinación mas grande y grave ¿cómo es posible que la Autoridad
Marítima española realice a través de sus servicios de salvamento la evacuación de
la mayor parte de la tripulación del buque y luego lo mande tomar remolque y
alejarse de la costa? ¿cómo acusa de falta de colaboración al Capitán del buque por
no tomar remolque, si no tenia gente para hacerlo? NO SE ENTIENDE.
Después de múltiples intentos de dar remolque, una vez que el buque ha
hecho firme comienzan a alejarlo de la costa con un rumbo NW. Este rumbo era tal
que tenia el viento y la mar por la proa. Las cabezadas y los pantocazos que sufre
el buque son grandes la velocidad del remolque en ese momento es de 2,5 nudos y
rumbo 330º.
El Capitán sigue realizando esfuerzos para arrancar la maquina, aun
sabiendo que le falta personal para hacerlo y a las 1430 UTC del día 14 de
noviembre informan que han arrancado la máquina. Aquí se pone de manifiesto
otra falta de coordinación y de ordenes claras, cuando a las 1430 UTC el Capitán
del buque “Prestige” comunica que el suministro de Diesel no es urgente, todavía
dispone de 36 toneladas y no sabe cuanto necesitara hasta que no le digan lo que
se pretende hacer con el barco (las Autoridades Marítimas españolas no saben que
hacer con el buque).
Navega con la maquina arrancada y a 6 nudos de velocidad, y el propio
Capitán informa que no puede reducir mas la maquina porque entrara en critica y
las vibraciones dañarían el barco.
A las 1650 UTC del día 14 el Capitán pregunta le informen que se pretende
hacer. La respuesta es continuar al mismo rumbo y esperar instrucciones. El barco
sigue de proa al temporal y alejándose. A las 0000 UTC del día 15 reduce maquina.
222
El remolque sigue navegando con rumbo NNW. A las 0300 UTC del día 15 de
noviembre, el Capitán del prestige, manda poner rumbo 180 porque empieza a
tener problemas a bordo, Un técnico de SMIT TAK corrobora lo anterior. El Capitán
toma esta decisión con la intención de recibir a la mar de aleta y reducir así las
vibraciones y los golpes de mar (capea de popa para que el buque sufra menos).
A las 0340 el Capitán manda poner rumbo 160 para poner mas popa a la
mar. A las 0430 UTC del día 15 el “B/S Ría deVigo” tiene una rotura de burladero,
que hace que tenga problemas en mantener el rumbo demandado
A las 0630 UTC del día 15 de Noviembre se recibe la primera orden clara por
parte de las Autoridades y no al “B/T Prestige”, si no al “B/S Ría de Vigo” y es que
siga un rumbo que no se acerque a mas de 61 millas de la costa..
A las 1533 UTC el Capitán del “Prestige” solicita evacuación. A las 1703 los
tripulantes que quedaban en el “Prestige” son evacuados.
Analizando todos estos acaecimientos el Capitán adopto todas las medidas
que adoptaría cualquier profesional para salvar su buque y la carga, intentando en
todo momento y ante la falta de ordenes claras y de colaboración, por parte de la
Administración española de tratar de disminuir el daño al buque.
Hay que hacer notar que la decisión de llevar el buque a puerto o la de alejarlo de
la costa, siempre vendrá en función de 2 factores:
a) Las condiciones meteorológicas en el momento.
b) Un plan de contingencias para poder actuar en cualquiera de las
situaciones.
223
remolcadores de altura reconvertidos a buques de salvamento con las consiguientes
carencias.
Entre las 19 unidades que operan para SASEMAR 14 son remolcadores de,
servicio portuario en su mayoría, que trabajan en régimen de disponibilidad. Esto
significa que el remolcador esta realizando trabajos para su compañía y si surge
alguna emergencia, pasan a disposición de SASEMAR .
Esto tiene grandes inconvenientes en el tiempo de movilización de la unidad,
ya que a parte de dejar de realizar el trabajo que puede estar haciendo en el
puerto, tiene que embarcar a mas tripulación antes de hacerse a la mar (se ha
dado el caso de necesitar hasta 6 horas).
En cuanto a material de lucha contra la contaminación existen unas bases
logísticas en las que esta almacenado, pero es insuficiente y faltan técnicos para
manejarlos, teniendo que recurrir a los de empresas externas para su manejo.
No se sostiene que con una plantilla de mas de 300 trabajadores en su
mayoría titulados superiores en Marina Civil y con años de experiencia en
navegación se tenga que recurrir a personal ajeno a SASEMAR.
No existe dentro de SASEMAR un plan de formación en temas de
Salvamento Marítimo y Lucha Contra la Contaminación. Nunca se ha preocupado de
formar convenientemente a su personal de los Centros de Salvamento
Los Centros de Coordinación de Salvamento no tienen el personal suficiente
para realizar sus funciones. La mayoría de los Centros de Salvamento tiene un
controlador por guardia, teniendo el solo que realizar la coordinación de las labores
de salvamento, lucha contra la contaminación y en algunos casos el control de
tráfico marítimo.
Este ultimo punto del Control de Trafico es el mas controvertido. Un buen
servicio de salvamento marítimo comienza por un buen control de los elementos
(buques) que pueden ser afectados por una emergencia. La Administración
Marítima española, no se preocupa por este punto. El control de trafico hoy por
hoy no es obligatorio en los puertos, siendo las Autoridades Portuarias las que
están capacitadas para implantar esa obligatoriedad.
En la actualidad, es tal el caos que existe en este control de tráfico, que hay
puertos donde SASEMAR ha llegado a un acuerdo con la Autoridad Portuaria y se
realiza y otros en los que no se ha llegado a nada. Esto ha ocurrido por dejadez de
la DGMM, SASEMAR y las Autoridades Portuarias.
224
Juan Zamora Terrés
Director del Centro de Logística y Servicios Marítimos
Universidad Politécnica de Catalunya (CELSEM/UPC).
225
fuel, el cargamento completo del buque. Cualquier alumno de náutica hubiera sido
capaz de advertir que en el peor escenario posible, altamente improbable, si el
buque se hubiera partido mientras iniciaba el trasvase de su carga en un lugar de
refugio (un puerto o una ría), el máximo vertido contaminante hubiera sido de unas
13.000 Tm. Eso constituye un vertido grave, pero el buque estaría rodeado de al
menos dos barreras anti-contaminación, eficaces en aguas tranquilas, y hubiera
dañado en el peor de los casos una pequeña zona de costa cuya limpieza y
recuperación hubiera tenido un coste menor. Eso, en el peor escenario imaginable.
El escenario probable es que el buque no se hubiera quebrado y, de haber hecho lo
correcto, hoy estaríamos hablando del incidente del “Prestige” y no de una
catástrofe calificada por un imprudente vocero del Gobierno como “el Chernóbil
español”.
226
José María Odriozola Zallo
Responsable de Marina Mercante de CC.OO.
PRIMERA: Creo que el Capitán actuó con la diligencia necesaria a las instrucciones
de la Autoridad Marítima Española, puesto qué, la única acusación que se le hace
es la no coloborar inmediatamente en la toma del remolque del Ría de Vigo. Esta
supuesta falta de colaboración se cae por su propio peso cuando el citado
remolcador le es ofrecido al armador como instrumento en una operación de
salvamento que el armador negocia con una compañía privada de salvamento. En
esta situación (Armador negociando el salvamento) el Capitán cumple con su
obligación esperando instrucciones del armador para dar o no dar el remolque de
salvamento.
El comportamiento del citado remolcador alejandose 5 millas marinas del
buque siniestrado después de haber estado a su costado, es fiel reflejo de las
tácticas empleadas por los salvadores en estos casos para poner nervioso al
Capitán del buque siniestrado.
La Autoridad Maritima Española, dado el peligro que el petrolero
representaba para la costa, debería
haber invocado su derecho a intervenir(Convenio de Intervención) para dar
remolque al Prestige, exonerando al Capitán de todas las responsabilidades
crematisticas que derivan del salvamento de un buque y su carga.
Por otra parte se demostró más tarde que la negativa a tomar remolque
hasta no recibir instrucciones de su armador no tuvo nada que ver con el desarrollo
de los hechos.
227
una sola persona de guardía. Cuando se produce una emergencia el único
controlador de guardia debe dejar de atender el control de tráfico para atender la
emergencia. Y después del Prestige todo sigue igual.
Los medios para el salvamento de vidas humanas (Embarcaciones de
Salvamento) van pobremente dotadas de personal y no tienen asegurada ni la
doble tripulación para atender un servicio de 24 horas al día los 365 días del año.
En cuanto a buques de succionamiento de hidrocarburo en la mar, ya se vío
no tenemos ninguno. En este accidente y dada la carecteristica del producto se
mostrarón más efectivos los pequeños buques de pesca y medios artesanales ¡Pero
si se hubiese tratado de crudo, que hubiese pasado!
En cuanto a medios materiales: barreras, skimmers, anclotes,
señalizaciones, palas, cubos..etcetera, ya se vio lo poco que se pudo desplegar
hasta que se fue comprando deprisa y corriendo.
Lo de los medios humanos ya fue para echarse a llorar, la empresa pública
encargada de la lucha contra la contaminación “Sociedad de Salvamento y
Seguridad Maritima – SASEMAR-” hizo un llamamiento a la voluntariedad entre sus
trabajadores como si de una ONG se tratara.
Lo más grave es que casi seis meses despues nada se ha hecho. Pero es
lógico, si los responsables piensan que se actuo correctamente en la toma de
decisiones y en el empleo de medios, es licitoque piensen que tanto a nivel de
responsables como de medios estamos perfectamente. El Problema es que solo se
lo creen ellos.
228
CUESTIONARIO:
229
Joan Ribera Alsina
Dr. Ingeniero Naval
1º - Deficiencias estructurales:
3º - Deficiencias de conservación:
De acuerdo con los datos del A.B.S. había efectuado la denominada Visita Especial,
inspección que se efectua cada cinco años, durante abril-mayo de 2001 en Cantón
donde se renovaron 362 T de acero, planchas y perfiles, precisamente en la zona
230
donde se produjo la avería inicial. En mayo 2002 se efectuó la denominada
inspección anual en la que según se deduce de los datos disponible no se
inspeccionó explicitamente la zona averiada.
En estas condiciones el buque a partir del 11.11.2002 y entrando en el golfo
de Gascuña se encuentra con un temporal creciente, de fuerza 9, que le bate por el
costado de Estribor. El 13.11.2002, a las 13h.10m. se produce la avería con
desprendimiento de planchas y perfiles en la zona de tanques de lastre de Estribor.
La acción del mar fué, evidentemente, el desencadenante final de la avería, el
casco, por las tres razones antes apuntadas, debía encontrarse muy debilitado.
SEGUNDA: Una vez producida la averia inicial se tomaron dos decisiones que
afectaron negativamente al casco.
El buque a consecuencia de la inundación de los tanques de lastre averiados
en Estribor, tomó una fuerte escora entre 25º y 30º. Se procedió rápidamente a
una contrainundación de los tanques simétricos de Babor para enderezarlo. Tal
como se hace constar en los análisis del A.B.S. esta acción supuso una fuerte
sobrecarga en flexión de la estructura que sobrepasaba en un 63% el límite
recomendado. Con el buque escorado la reserva de estabilidad era suficiente para
evitar el riesgo de zozobra, en condiciones de mar normales.
Por otro lado, la ruta adoptada por el buque navegando en pleno temporal
coadyuvó definitivamente al siniestro final.
231
José Aguilar Herrando
Ingeniero de Caminos, canales y puertos.
Catedrático Universidad, de Planificación y Explotación de Puertos
232
me parece exagerada. Con todo, no era tampoco descartable haber enviado el
barco a un recinto de una ría pues aunque el vertido en ella hubiera sido muy
intenso, su recuperación hubiera sido muchísimo más sencilla, ya que los sistemas
de recuperación y limpieza funcionan mucho mejor en esas condiciones
(actuaciones localizadas intensas) que en las que, como ha sido este caso, el
producto se difunde en inmensas zonas. Para terminar recordar que el Prestige ha
derramado unos pocos (muy pocos) miles de toneladas (transportaba al parecer del
orden de 40.000) y no son escasos los petroleros que navegan por el mundo con
algunos centenares de miles de toneladas de crudo, por lo que plantear este tipo de
estudios de seguridad no sólo es recomendable sino exigible, más aún en un país
de costas tan expuestas como es España.
233
4. PERCEPCIÓN SOCIAL ANTE EL ACCIDENTE DEL
PRESTIGE
4.1 INTRODUCCIÓN
Durante el accidente
Perspectivas de futuro
Mediante este apartado del estudio se analizan y valoran las diferentes propuestas
y Planes de acciones planteadas tanto por el gobierno como por los diferentes
partidos políticos, las organizaciones sociales, los agentes económicos, etc.
evaluando la pertinencia, el grado de credibilidad, satisfacción, y posibles
alternativas de mejora.
Finalmente, como resultado final, se recogen las principales conclusiones
surgidas del presente estudio en torno al accidente del Prestige.
234
4.2 METODOLOGÍA
Análisis documental
Análisis cualitativo
235
4.3 ANTES DEL ACCIDENTE
236
4.3.2 CONOCIMIENTO Y VALORACIÓN DE PLANES DE PREVENCIÓN Y
SALVAMENTO
237
Entre los expertos se coincide en que el problema debe enfocarse en los
diferentes ámbitos: regional, nacional, europeo e internacional. Por lo tanto, la
legislación española debería actualizarse en coherencia con las normas más eficaces
y avanzadas, ya que nuestro actual marco legal es incompleto, disperso y no
dictado desde la prevención del riesgo y las exigencias operativas ante el siniestro y
sus secuelas.
Se sugiere un desarrollo y aplicación inteligente de normativas sobre buques
de doble casco y doble fondo. Controlar el proceso de externalización de sus flotas
por parte de las empresas productoras de hidrocarburos y productos químicos
contaminantes mediante la contratación de fletes con terceros para eludir
responsabilidades en caso de siniestros. Control de buques bajo bandera de
conveniencia, tanto en las condiciones de mantenimiento como en la composición y
cualificación de las tripulaciones.
Entre las empresas acuicultoras se señala con claridad el punto más debil de
la actual situación.
"De nada vale el mejor marco legislativo si después se fracasa
en los instrumentos de que disponen las autoridades
competentes para informar y hacer cumplir las leyes"
238
convocatoria de más de 200 asociaciones de todo tipo. Por
primera vez en la historia se unió el sector pesquero y el
ecologista, algo inaudito."
La figura de círculos concéntricos ordenados por grado de responsabilidad y
cercanía con los hechos es reiterativa.
Las críticas a la nula o incorrecta asunción por las Administraciones Públicas
y Organismos Específicos de su responsabilidad en la toma de decisiones,
organización y dirección de las actuaciones y la participación de todos los actores,
en el caso del Prestige son unánimes.
Se advierte una diferencia sustancial de actitudes hacia la participación de
los colectivos afectados y voluntarios entre siniestros anteriores como el Cazón y el
Prestige, en cuanto a desplazarse hacia otras zonas para ayudar a los directamente
afectados, lo que se valora positivamente.
"…porque cuando lo del Cazón pues no hubo tanta
preocupación por el sector, del hecho de apoyarse incluso de
una zona a la otra como se hizo en esta vez."
La intervención de la Administración en aquella ocasión puede haber
disuadido a quienes se disponían a desplazarse para colaborar.
".. cuando el Cazón no hubo esa unidad, pues, un poco se
metieron los de la Administración y no permitían que los
barcos de una zona fueran a otra…"
239
4.4 EL ACCIDENTE
240
disonancia entre lo que estaba ocurriendo, la información que les llegaba y las
decisiones que estaban tomando.
Adquieren conciencia de inmediato de que, si se adoptaban las medidas
adecuadas, el accidente se podía controlar y sus consecuencias más graves, el
vertido, se podían evitar.
En ese contexto se emiten valoraciones fuertemente negativas en relación a
la gestión del accidente por parte de la administración.
Aunque se admite que "el gobierno tuvo sus cosas buenas y sus cosas
malas" ello no les impide afirmar que "hemos sido vilmente engañados" por una
administración que "se vio desbordada...pecaron de prepotentes...ellos mismos se
contradecían...no han sabido estar en ningún momento con la gente... el gobierno
nos falló."
Se afirma con convicción que ese sentir es compartido sin fisuras por la
totalidad del sector vinculado a la pesca en las rías bajas. "todo el mundo estuvo en
contra"
Se manifiesta una dolorosa perplejidad ante la respuesta del poder político y
los medios de comunicación públicos.
"El poder trató de crear un mundo al revés, acusar a la
oposición y estigmatizar a la Plataforma, el problema ya no era
el chapapote, convertir el caso Prestige en el caso Nunca Mais.
Nos sorprendió y nos pilló con el paso cambiado, no
entendíamos esta respuesta tan hostil contra una idea
romántica de lo que es la democracia: trabajar todos por el
bien común.”
Desde las organizaciones sindicales se comparten estas apreciaciones aunque
con una visión más clara sobre las competencias, con:
• Una asignación de responsabilidades más estricta.
"clara ineficiencia por parte de la administración, tanto de la
gallega como de la nacional...el plan de salvamento no
funcionó...tampoco había grandes medios"
• Una valoración más política sobre el papel y el carácter de las intervenciones
de los diversos agentes sociales implicados.
"es la sociedad civil la que da respuesta, pero incluso ahí se ve
la desorganización, es un impulso espontáneo que nadie es
capaz de articularlo...unos malos políticos, unos malos
profesionales...lo que hicieron fue creerse sus propias
mentiras...un accidente lo convirtieron en una catástrofe y eso
es responsabilidad de quién tomó las decisiones...la
administración central, que es la que tiene las competencias,
pero Galicia no podía quedarse en una situación de
parálisis...el problema es que quedó Galicia sin gobierno".
• Y una evaluación más estructurada sobre las consecuencias de lo ocurrido.
"el tiempo de respuesta ha sido muy largo...el descrédito de la
administración es importante y pasará factura , pero no sólo a
este gobierno (sino) a los diferentes gobiernos en general, la
desconfianza en el gobierno no es buena para nadie...es una
tragedia política"-
Finalmente, la opinión de los técnicos y expertos es más matizada en todos
los aspectos, tanto por parte de los que han estado más involucrados y más
directamente vinculados al accidente como de los que lo analizan desde una mayor
distancia personal y crítica,
"las opiniones (sobre las alternativas de decisión) son
encontradas...hay varias tendencias..."
lo cual no les impide evaluar con similar dureza las actitudes y decisiones de los
responsables de enfrentar el problema.
"intentaron (las autoridades competentes) sacarse el problema
de encima... no se contó, no se comunicó, no se habló y se
241
ocultó la información... hermetismo...ocultismo con la sociedad
y con las instituciones...los técnicos son incapaces de tomar
decisiones ..."
Opinión compartida por periodistas;
"Soy consciente que gran parte de la información que
recibíamos era completamente manipulada..."
por lo que se orientaron hacia otras fuentes de información más completas y fiables
como el Instituto Hidrográfico Portugués, el CEDRE en Francia o los expertos de los
Institutos Oceanográfico y de Investigaciones Marinas en Galicia.
En esta fase del accidente cambian las perspectivas de las evaluaciones y se hacen
más homogéneas e intensas las críticas a la administración por parte de los
sectores más representativos de la actividad pesquera, tanto en el ámbito de la
producción como en el de la comercialización.
Quedan definitivamente en evidencia los errores de la administración , la
falta de recursos y la incapacidad para gestionar de manera eficiente los medios
disponibles.
"nadie midió las consecuencias del hundimiento...se
demuestra una falta de agilidad para decidir ...no tenemos
buques (ni) suficientes barreras"
Aun cuando se afirma que se pusieron medios, cambiaron las actitudes y la
administración comenzó a dar muestras de un interés por enfrentar el problema, no
deja de señalarse que no llegaron tiempo y se gestionó de manera incompetente.
"la falta de previsión , la falta de capacidad técnica se siguió
manifestando aunque la actitud fuera distinta...hubo de
todo...desconcierto inicial incluso ya con todos los medios
disponibles (aunque) a medida que pasó el tiempo fue
empezando a coordinarse un poco mejor"
Se destacan la multiplicidad de intervenciones, tanto públicas como sociales,
organizadas e espontáneas, sin dejar de afirmarse que el verdadero protagonismo y
las actuaciones más eficaces fueron por cuenta de la gen te.
"voluntarios gallegos, del resto del Estado y a nivel
internacional, medios públicos, algo el Ejército que llegó
bastante tarde...pero quién más se mojó fue el pueblo gallego,
la propia sociedad gallega"
La necesidad de intervenir deja en un segundo plano las críticas iniciales a
la manipulación de la información y a las distintas formas de incompetencia o
dejación de responsabilidades.
Llega la hora de actuar, se potencia la intervención organizada y la
movilización del sector se produce de manera más orgánica.
"hubo una actuación civil importante. Los pescadores deciden
suplir la labor de la administración y hacer frente ellos mismos
a la avalancha que se les viene encima"
La respuesta se la aprecia de forma muy positiva y con un cierto grado de
sorpresa,
"el grado de sensibilización de la gente nunca lo había visto
aquí...la imagen que de nosotros tienen se ha hecho
diferente...si me lo dicen lo del voluntariado yo no me lo creo"
Aunque se reconoce que la principal motivación ha estado impulsada por la
defensa de intereses.
"tampoco vamos a ser ingenuos...era su vida la que estaba ahí
en juego".
242
Intervención tardía y deficiente de la administración y respuesta espontánea
y adecuada de la sociedad organizada son dos extremos de un mismo fenómeno.
A la falta de decisiones políticas y medidas con suficiente aval técnico le
corresponde la intervención de la propia gente movida por la necesidad de atajar el
problema.
"(la intervención espontánea) luego se convierte en método
(cuando) en un estado de derecho lo lógico no es esperar la
solidaridad espontánea sino organizar esa solidaridad. La
propia generación del voluntariado...demuestra una falta de
coordinación por parte del gobierno. La administración siempre
ha ido por detrás"
Se ha recogido la opinión favorable a ciertas iniciativas de la oposición
política.
"En concreto, el PSOE nos convocó a todos los sectores
implicados a un foro con expertos y parlamentarios europeos
donde los acuicultores pudimos dar nuestra opinión y escuchar
a los ecologistas.... nuestra asociación, y yo mismo, hemos
calificado esa iniciativa como aceptable en el papel de
oposición"
Las valoraciones sobre las consecuencias de la catástrofe difieren según una serie
de circunstancias:
Los más directamente afectados (Ej. comercializadores y cofradías) conocen
y valoran con precisión los impactos a corto plazo aunque de muy distinta manera
según su tipo de actividad específica y la localización geográfica de la misma.
Por un lado,
"el daño está hecho, ha empezado a entrar mercancía desde
Italia, Portugal a los mercados centrales, sin pasar por
aquí...no digo que se hayan consolidado pero se metieron ahí"
Por otro,
"afortunadamente los barcos que ya han entrado a faenar
(han) pescado bien...está pescando mejor de lo que pescaba
cuando se paró de trabajar, los precios afortunadamente han
acompañado"
Sin embargo, cuando la evaluación se realiza a medio plazo, las
preocupaciones son más homogéneas y se proyectan sobre otros sectores de
actividad distintos del propio.
"a medio plazo...repercusión económica en todos los agentes
implicados en la cadena comercial"
" repercusión muy importante sobre una serie de acciones a
nivel estatal y europeo en la promoción del producto...en
campañas de legislación, asistencia a foros...ese camino se va
ganando con el tiempo...se te viene abajo la confianza del
consumidor...tienes que volver otra vez a empezar"
A largo plazo, predomina la incertidumbre, se esperan respuestas por parte
de los expertos, aunque con un cierto grado de fatalismo. Aún los que afirman que
"hasta ahora nadie perdió dinero...estamos bien es decir limpios" y reconocen que
"es muy prematuro" opinar, están convencidos de que "esto a la larga nos va a
perjudicar".
Si a estos planteamientos se los compara con los provenientes de sectores
que cuentan con una perspectiva más amplia (Por Ej. organizaciones sindicales,
243
expertos, etc.) se advierte una comprensión más abarcadora de todas las
dimensiones del problema.
• La futura planificación y organización de recursos para enfrentar este tipo de
accidentes,
"nadie puede tener todos los medios...sí los adecuados o
suficientes y (contar) con la colaboración de los países del
entorno"
• El encadenamiento de las repercusiones negativas sobre los más diversos
sectores de actividad,
"el transporte...las conserveras... la imagen (Galicia
Calidade)... el consumo... migración... aquí va a haber una
reconversión... el turismo de playa y gastronómico... las
náuticas de recreo... la pesca deportiva...”
• E incluso algunas expectativas aisladas de consecuencias positivas, desde el
fortalecimiento de la identidad de una "Galicia orgullosa de los gallegos"
hasta el impacto favorable que sobre el turismo tendrá este mismo año
"la curiosidad de la gente" por visitar lugares que ocuparon durante varios
meses la atención de los medios de comunicación.
244
En relación al caso concreto del Prestige está siempre presente Portugal,
por rigor de su seguimiento y la calidad de la información que facilitaban.
Respecto a otras Comunidades Autónomas se establece una clara distinción
entre Asturias y Cantabria por un lado y el País Vasco por el otro.
En el primer caso no se alcanzan a distinguir cuestiones que establezcan una
diferencia a su favor. Existe una opinión generalizada de que el problema les llegó
con tiempo y con menor intensidad, lo que permitió que no se advirtieran las
potenciales debilidades de sus respuestas.
Por el contrario, al País Vasco se le adjudica una potencialidad y una eficacia
en su intervención que apuntan no sólo a la preocupación del Gobierno vasco por
disponer de los medios necesarios para un adecuado sistema de recogida sino
también al acierto de su decisión de hacerlo en el mar y su capacidad de previsión
al crear inmediatamente un gabinete de crisis.
Sin embargo, se recupera para la experiencia gallega, en comparación con la
otras comunidades, la respuesta social y la forma en que combatió los vertidos.
"la sociedad salió a defenderse...contra el chapapote y contra
la ineptitud política de los gobiernos".
"es la primera vez en el mundo que un vertido se combate
como hemos hecho los marineros de las rías baixas...nunca se
ha ido a por el vertido a la mar como hemos ido nosotros".
Por último, cabe destacar la preocupación por el desequilibrio entre las
distintas regiones españolas, en el sentido de que un desarrollo desigual de las
competencias puede suponer incrementar los riesgos potenciales del conjunto ante
la posibilidad de que un futuro accidente ocurra en las zonas con menor dotación de
medios.
245
4.5 ACTUACIONES A FUTURO
na vez superadas las fases más críticas del desastre, con la experiencia vivida
246
4.5.1.1 Plan Galicia
Los anuncios oficiales son recibidos con reservas, especialmente por las personas
con mayor formación técnica o más en contacto con el riesgo.
Sin embargo hay coincidencia sobre la necesidad de actualizar los planes y
mejorar las dotaciones existentes. Ello comporta una disposición positiva a efectuar
aportaciones tan pronto se les ofrezca oportunidad para ello.
"Sería importante sentar a las Administraciones Locales y
Autonómicas y demás en un foro para tratar todos los temas
en relación con sus competencias y los medios para
desarrollarlas, porque las autoridades autonómicas darían, a
su vez, participación a todas las organizaciones que podrían
aportar en la materia. Y resultaría algo con un poco más de
credibilidad."
Aflora nuevamente la idea de abordar las soluciones con carácter
pluriautonómico y nacional, siempre en estrecha relación con la Unión Europea.
El tema se enfoca, mayoritariamente, en términos de un servicio público
prioritario que exige la disposición de medios y formas operativas suficientes y
permanentes.
Aspectos como el emplazamiento de un necesario puerto de abrigo hacen
aflorar las tensiones territoriales.
247
4.5.4 REFORMAS Y NUEVA LEGISLACIÓN
248
4.6 VALORACIÓN DE LA EXPERIENCIA
249
están bien limpias y hay que desviarse tanto para trabajar.
Hay más preocupación, claro. Claro, eso como todas las cosas.
No estás tranquilo, no estás tranquilo."
Hay quién intuye que se han producido cambios sociales en los últimos años,
en el territorio y segmentos sociales más afectados, en los que el Prestige puede
haber operado de catalizador hacia una nueva sensibilidad medioambiental. Las
tradicionales actividades del contrabando y el narcotráfico habrían permitido una
cierta acumulación primitiva de capital muy repartida y orientada hacia actividades
económicas legales (acuicultura, restauración, hospedaje, alquiler de viviendas para
el turismo, etc.). En el pasado no era preciso preocuparse por la suerte del
medioambiente, el Prestige les hace descubrir dimensiones novedosas vinculadas a
su actual situación objetiva.
Ese, como otros procesos de transformación estructural de la sociedad
gallega que empiezan a cuestionar algunas caracterizaciones aparentemente
válidas en épocas pasadas. Seguramente Castelao no diría hoy aquello de "El
gallego no protesta, emigra". Aunque tampoco haya quienes aseguren que el
cambio sea tan radical: "De alguna manera, aunque siguen habiendo protestas,
tratan de alinearse un poco en la política oficial con aquello de aquí no ha pasado
nada, esto se está solucionando."
Se trasluce la idea de que el Prestige ha puesto de manifiesto ese proceso
de convergencia de las dos galicias, la marina y rural con la ciudadana, en la
movilización conjunta para combatir el chapapote y ejercitar la protesta con Nunca
Máis.
No se verbaliza la idea del mar como algo que excede los límites geográficos
y sociales del litoral marino, aunque la movilización del conjunto de la sociedad
gallega haya ilustrado esa realidad.
De la sensibilización a la toma de conciencia y la acción consecuente, hay un
trecho arduo de caminar. Está presente la duda sobre la operación de ese cambio.
"Bueno esto a veces sirve para algo, porque nosotros en
medioambiental estamos muy atrás…Los marineros, y los de
tierra mucho más, echamos cosas a la mar que no se pueden
echar. Aún tenemos patrones que acostumbran a tirar gasolina
a la mar y limpiar las bombas de sentina en puerto…y bidones
y plásticos. Aquí todo lo que sobra va a la mar."
Pero se manifiestan cambios de actitud interesantes.
"En aquel foro con parlamentarios europeos se constató el
gran divorcio existente hasta ahora entre los productores
vinculados al mar y los ecologistas. Yo me he dado cuenta que
puede ser muy positivo tender puentes para intentar
converger y presentar planteamientos coincidentes. Nuestra
propia asociación está promoviendo la utilización de
tecnologías limpias para desarrollar una actividad sostenible y
respetuosa con el medio ambiente"
Y se espera de una mayor actuación de vigilancia y sancionadora para
caminar en la buena dirección, junto a verdaderas campañas de educación
medioambiental.
"A ver si algo cambia. Hay multas, A lo mejor hay multas de
5.000 pesetas por tirar una botella de cristal…Lo malo es que
los de medioambiente es que lo ven, porque si no lo vieran,
pero no hacen nada. Aquí hay cosas desastrosas."
Aflora la convicción de que uno de los saldos principales ha sido la de
acrecentar su autoestima, la sensación de que los gallegos pueden enfrentar retos
importantes sin depender las instancias superiores.
"Hombre, es que de hecho nosotros hemos sido quienes
hemos solucionado el problema y se ha demostrado que
hemos sido capaces de sacar el chapapote con medios
250
rudimentarios, con unos inventos muy sencillitos, sin nada del
otro mundo."
"Lo que sí nos valió a nosotros es primero, para demostrar al
mundo lo que es Galicia, lo que es la autoorganización de los
gallegos, eso nos valió… ¿Qué si estamos mejor preparados?
Ya puede venir otro Prestige que vamos a por él. Está claro
que ya no esperaríamos ni a que Fraga despertara, ni a que
Rajoy diga lo de los hilitos. Si aparece otro Prestige, creo que
al día siguiente salen miles de personas a comerse al Prestige
o lo que les echen."
Por último, las formas de organización surgidas en la espontaneidad de la
respuesta a la catástrofe, entre ellas Nunca Máis, son vividas como instrumentos
necesarios para alcanzar el fin concreto que les da nacimiento, Cumplido su
cometido subsisten en términos de experiencia acumulada.
"Nunca Máis…ya dio los pasos correspondientes. Salió el tema
de la guerra. Ahora tenemos que salir en contra de la guerra
también, porque es sangrante y una cosa es que se muera el
medioambiente y otra cosa es que se mueran también las
personas. Lo de Nunca Máis ya lo planificamos, dijimos lo que
teníamos que decir, ahora vamos a otra cosa."
251
4.7 LAS CORPORACIONES LOCALES
4.7.2 EL ACCIDENTE
252
Nuevamente aquí los representantes del PP introducen algunos matices
diferenciadores, especialmente con relación a Nunca Mais. No se cuestiona su
representatividad pero, como es lógico, se destaca su actividad excesivamente
reivindicativa y señalan la instrumentalización política de sus actuaciones.
En este mismo sector político se percibe una permanente incomodidad ante
la necesidad de dar respuesta a los problemas y de estar presentes en instancias
de coordinación en las que la participación de otras fuerzas políticas y
organizaciones sociales ponían en evidencia las deficiencias de las intervenciones de
las administraciones públicas autonómica y nacional.
En general, la capacidad de las autoridades locales para evaluar las
consecuencias del accidente es escasa y tienden en atribuir esa capacidad a otras
instancias que cuentan con conocimientos, competencias y recursos que ellos no
tienen.
Su papel tiende a agotarse en las intervenciones directas frente a los
problemas más próximos y en la canalización o contención, según el caso, de las
protestas y reivindicaciones.
En este contexto, se hace evidente la posibilidad de proponer un espacio de
intervención en la organización y gestión de recursos para enfrentar situaciones de
emergencia como los derivados del hundimiento del Prestige y la oportunidad de
estimularlos para que se impliquen en la búsqueda de soluciones en y desde su
propio ámbito de participación y competencia.
253
4.8 PRINCIPALES CONCLUSIONES
254
ANEXOS
255
Accidente Prestige
Vertidos/marea negra
• Evaluación de la información recibida respecto de las previsiones y
consecuencias posibles del vertido por zonas y tipo de intervención.
• Definición del plan de actuación. (Limpieza en mar, limpieza en costas).
Asignación de responsabilidades.
• Movilización social
- Cómo se produce la respuesta y cómo se va estructurando,
organizando,y gestionando.
- Cómo se articularon los trabajos de limpieza. (Quién asignó los
recursos, cómo se asignaron, retribución económica a algunos
voluntarios, intervención de las Fuerzas Armadas y empresas
privadas).
- Diferencias de gestión, organización, etc. en las distintas zonas.
- El por qué de estas diferencias (geográficas, sociales, políticas,
económicas, etc.).
Actuaciones a futuro
256
Plan Galicia u otros planes de actuación.
• Marco medioambiental.
• Efectos sanitarios.
• Plan Nacional de Salvamento Marítimo y de lucha anticontaminación.
• Normativa nacional e internacional. (OMI, Agencia Europea de Salvamento
marítimo, etc.)
257
(B) ENTREVISTAS REALIZADAS
258
TERCERA PARTE:
CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES.
259
PRESENTACION DE LA TERCERA PARTE:
260
Creemos que España tiene que atender y honrar sus compromisos
internacionales y europeos en materia de investigación de los siniestros
marítimos no sólo al objeto de sustanciar responsabilidades civiles o
penales, sino también y muy especialmente para evitar nuevas catástrofes.
Todo ello lleva a exigir el cumplimiento de los compromisos legales relativos
a las comisiones de investigación de siniestros tal y como han hecho el Reino
Unido, con el Grupo de Investigación de Accidentes Marítimos y con la
Comisión de Lord Donaldson, o los franceses con la Comisión Permanente de
Investigación sobre accidentes Marítimos o la constituida por la Asamblea
Nacional, y no dejar sin respuesta la necesidad de obtener las conclusiones
pertinentes y dar solución a los problemas detectados.
Finalmente, se incluyen en este tercer bloque las Conclusiones y
Recomendaciones elaboradas por el grupo de expertos que ha participado en
este Informe.
261
1. MODELOS DE REFERENCIA PARA LA
INVESTIGACION DE SINIESTROS MARITIMOS
En este capítulo no se trata tan sólo de estudiar nuestras carencias
aportando el estudio crítico de antecedentes, análisis, reflexión y alternativas, se
trata además de conocer otros modelos y otros procedimientos para poder
encontrar respuestas y experiencias de modelos comparados que nos sirvan para
superar nuestras deficiencias y encontrar solución al caos evidenciado en la gestión
de la emergencia del buque Prestige. Analizaremos los aspectos más relevantes
acerca la forma en la que articulan sus respuestas en esta materia nuestros
vecinos, sobre los modelos operativos que mantienen y la forma en la que se
activan y se comportan ante los siniestros marítimos y en la investigación de los
mismos y, muy concretamente, el análisis acerca de como tratan de aprender de
los propios errores y de los ajenos y, sobre todo, como tratan de corregirlos para
evitar nuevas catástrofes en la medida de lo posible, cumpliendo con sus
compromisos internacionales voluntariamente asumidos. Se analizan a continuación
los modelos británico y francés en materia de investigación de los siniestros
marítimos.
A raíz del incidente del buque Torrey Canyon, en 1967, se hizo clara la
necesidad de articular determinados poderes específicos designados para permitir al
Gobierno intervenir en favor del interés público cuando se afronta la amenaza de
una contaminación marítima. En esa catástrofe se evidenció la falta de poderes
específicos por parte del Gobierno para intervenir, la descoordinación reinante entre
las distintas instancias y la falta de integración ministerial en la cadena de toma
decisiones. Se trató de un desastre inesperado, de primera magnitud, que motivó la
toma de medidas extremas con la finalidad de limitar los daños.
Desde esa fecha y hasta 1996, fecha en la que se produjo el incidente del
buque Sea Empress, tuvieron lugar varios incidentes menores que, a su vez,
pusieron de manifiesto la necesidad de contar con modelos de respuesta más
adecuados y eficaces con los que afrontar estas situaciones de grave riesgo para los
intereses generales de un país.
Una de las principales medidas que se adoptaron fue la de la creación de la
Agencia Marítima y de Guarda Costas, que es una agencia ejecutiva del
“Departamento de Transportes” que fue creada a raíz de la fusión de la Agencia de
Seguridad Marítima y la Agencia de Guarda Costas el 1 de abril de 1998 y que es la
responsable del desarrollo, promoción e impulso de los estándares de seguridad
marítima en el Reino Unido y de la organización de respuestas a los incidentes en la
mar y en la costa, en los casos que supongan peligro para la vida o para el medio
ambiente marino.
La Agencia es la autoridad competente en el Reino Unido responsable a la
hora de proceder contra la polución emanada de buques e instalaciones
extractoras. El objetivo de su constitución ha sido el de crear una agencia individual
y mejor integrada, capaz de llevar a cabo sus funciones de una manera más
eficiente. Así, la nueva agencia podrá utilizar su presencia a lo largo de toda la
costa incluso para mejorar el cuidado de embarcaciones de recreo y pesqueros,
llevando a cabo un acercamiento integrado en la formación y entrenamiento de las
tripulaciones y el seguimiento e implementación de los estándares de seguridad por
262
los mismos; todo ese esfuerzo coloca a la Agencia en una situación privilegiada
para mejorar la vigilancia y el control del tráfico marítimo a través del estrecho de
Dover, la ruta con mayor tráfico del mundo.
La nueva Agencia continuará por lo tanto con el establecimiento, inspección
y cumplimiento de los estándares de seguridad marítima, tal y como venían
desempeñando sus antecesores. Estos están basados principalmente en los
estándares internacionalmente aprobados por la Organización Marítima
Internacional, ampliados en algunos casos por acuerdos regionales con otros
Estados miembros de la Unión Europea u otros Estados del Norte de Europa. La
Agencia centrará sus esfuerzos en la seguridad de los pasajeros de ferries, bulk
carriers y buques que transporten mercancías peligrosas o contaminantes.
La Agencia británica aplica explícitamente la Convención sobre Preparación,
Respuesta y Cooperación de la Organización Marítima Internacional (OPRC 1990)
en la que se fija la necesidad de que los buques, plataformas de extracción, puertos
e instalaciones de manejo de petróleo y sus derivados, cuenten con planes de
emergencia ante episodios de contaminación. Por otra parte, se exige la
designación de una autoridad competente con responsabilidad en la preparación y
respuesta contra la contaminación por hidrocarburos, en la recepción y transmisión
de informes y para solicitar o decidir la asistencia necesaria en representación del
Estado; un Plan Nacional de Contingencias; el establecimiento de un nivel mínimo
de pre-posicionamiento de equipos de lucha contra la contaminación; y un
programa de ejercicios y de entrenamiento.
Sobre la base de esta Convención O.M.I. y, dado que la Agencia cubre una
amplia gama de incidentes, se ha desarrollado un procedimiento de respuesta
acorde a la hora de combatir cualquier emergencia en la mar que cause o sea
susceptible de causar contaminación, es el “National Contingency Plan for Marine
Pollution from Shipping and Offshore Installations” (Plan Nacional de
Contingencias), que fue publicado en enero de 2000 y establece procedimientos
revisados de mando y control en caso de accidentes, articulados con el fin de
propiciar una respuesta flexible en función de los diferentes tipos de incidentes que
se pudiesen producir.
Este Plan Nacional de Contingencias nace sobre una revisión del estado del
salvamento marítimo en el Reino Unido su dirección, intervención y control. Esta
revisión fue ideada como un documento de análisis y trabajo en la que se proponen
una serie de recomendaciones que han sido adoptadas en su práctica totalidad a la
hora de elaborar el mencionado Plan de Contingencias.
263
actualizado y equiparado con la realidad actual del comercio marítimo internacional
y con la realidad organizativa del país, pero no proponía soluciones de cara a
afrontar incidentes de este tipo o de menor magnitud en un futuro.
Con esta intención y a petición del Primer Ministro en funciones y Secretario
de Estado de Medio Ambiente, Transportes y de las Regiones, se encargó un
profundo análisis del modelo de salvamento británico, así como la elaboración de
propuestas que permitiesen articular un Plan de Contingencias acorde con las
necesidades y circunstancias actuales.
La Revisión esta encabezada por Lord Donaldson y un equipo de dos
asesores: Alasdair McIntyre y Michael Ellis, ambos grandes expertos en la materia,
así como por otro personal colaborador en los diferentes aspectos que engloba su
informe. La Revisión comienza sentando la base estructural sobre la que se debe
organizar una operación de salvamento y lucha contra la contaminación: “hay o
debería haber cuatro aspectos diferenciados en un accidente o incidente marítimo,
aunque en la práctica sea complicado, en muchas ocasiones diferenciar estas cuatro
fases:
1. Eliminar o reducir el riesgo para las vidas humanas a bordo del buque o de los
buques implicados.
3. Una vez la contaminación tiene lugar, se deberá contener o limitar sus efectos
contra el medio ambiente.
264
(Merchant Shipping Act), la cual consolidó y reforzó los poderes contenidos en la
Ley de Prevención de la Contaminación por Petróleo de 1971 y la Ley de Buques
Peligrosos (Dangerous Vessels Act), modificada con posterioridad por la Ley de
Marina Mercante y Seguridad Marítima de 1997 (Merchant Shipping and Maritime
Security Act), la cual reafirmó y amplió nuevamente estos poderes.
Tales poderes, según la normativa analizada, son ejercitados, en cuanto a
siniestros de buques que sean susceptibles de producir contaminación, por el
Secretario de Estado de Medio Ambiente, Transportes y de las Regiones (Secretary
of State for the Environment, Transport and the Regions); sin embargo, si el
siniestro se produce en la esfera de actuaciones de una plataforma de extracción en
el mar, la persona que ejercitará los poderes de intervención será el Secretario de
Estado de Comercio e Industria (Secretary of State for Trade and Industry). En
ambos casos, el Secretario de Estado con competencia específica podrá delegar
esta atribución de poderes en un Representante que recibirá la denominación de
SOSREP (Secretary of State Representative).
265
c) Respuesta ante la contaminación compatible con las instalaciones
de extracción.
266
salvamento se haga más dificultosa o costosa, sino que deberán dirigirse
contra el buque o contra el buque y su carga. De igual forma deberán actuar
los que a petición del Secretario de Estado actúen en la operación de
salvamento en cumplimiento de sus propias obligaciones.
El Gobierno regulará claramente que en determinados casos estarán
habilitados para dirigir su reclamación directamente contra el armador y
contra el Fondo Internacional de Compensación por Contaminación Marina.
En cuanto al enjuiciamiento.
En cuanto al SOSREP.
267
de Salvamento, que deberá actuar con el Equipo de Salvamento a bordo. La
Unidad de Control de Salvamento deberá ser lo más pequeña posible de
manera que la toma de decisiones sea rápida. Estará configurada, en
condiciones normales, por el SOSREP, el gestor de salvamento, un
representante del armador y de los intereses asegurados, un representante
de la Agencia con experiencia en operaciones de respuesta en la mar, un
técnico en medioambiente de la administración y un asesor personal de
salvamento. Además de los anteriores y cuando el incidente tenga lugar en
las cercanías de un puerto o este pueda ser usado como puerto de refugio a
donde dirigir el buque, el Capitán de Puerto formará parte de la Unidad.
El número de personas a bordo, además del Capitán del Salvamento y su
personal, deberá ser limitado. En la mayor parte de los casos se limitará a
un representante del SOSREP y otro del armador/asegurador.
La Agencia de Guardacostas y Marítima deberá mantener actualizada una
base de datos con las especialidades y habilidades en salvamento de su
personal de forma que el SOSREP pueda obtener el mejor asesoramiento en
cada momento y de acuerdo a las circunstancias, dentro de la Agencia.
El Plan Nacional de Contingencias deberá reflejar la necesidad de que los
Planes Locales de Contingencias identifiquen un técnico de medio ambiente
de enlace que asesore al SOSREP sobre el impacto ambiental de las
opciones operativas con que cuenta la Unidad de Control de Salvamento.
El Ministerio de Medio Ambiente, Transportes y de las Regiones deberá
considerar el mantenimiento de una base de datos ambientales relevantes
en materia de incidentes de contaminación marítimos.
268
al Director de emergencias de la instalación, un representante de los
propietarios y/o aseguradores, un representante de la Agencia con
experiencia en operaciones, un técnico medio ambiental, un representante
del Ministerio de Comercio e Industria y un asesor directo del SOSREP que
preferiblemente pertenecerá al Departamento de Seguridad y Salud.
La localización del Grupo operacional deberá identificarse en cada Plan de
Emergencias específico de cada instalación de extracción.
Finalmente y debido a que podría producirse un incidente en el que se
viesen implicados una instalación de extracción y un buque, se produciría
una doble competencia entre ambos Secretarios de Estado. Para evitar este
tipo de colisiones se propone que sea el Secretario de Estado de Medio
Ambiente, Transportes y de las Regiones quien delegue en su representante
en el ejercicio de sus poderes de intervención.
b) En cuanto a la Prevención:
269
Los Convenios Internacionales de la OIT referentes a las Gentes de Mar y de
Puertos (nro. 163) sobre Repatriación de los Marinos (nro. 166) y sobre la
duración de los trabajos de Gentes de Mar y los efectivos marinos (nro. 180) no
han sido aún ratificados por Francia. La Comisión sugiere que estas
disposiciones sean rápidamente incorporadas, así como la Directiva del
Parlamente Europeo y del Consejo de 13 de diciembre de 1999, referente a la
aplicación de la duración del trabajo de Gentes de Mar a bordo de naves que
hacen escala en puertos de la comunidad. Esta normativa debería permitir
aplicarlas a pabellones de Terceros Países.
Para tener un mejor conocimiento del tráfico se propone crear una cadena de
vigilancia a escala europea sobre los grandes ejes de circulación entre el Paso
de Calais y el del Mediterráneo Occidental.
Se propone identificar los buques que sufren averías. La comisión sugiere que el
límite actual de 50 millas sea ampliado a 200 millas es decir a los límites de la
zona económica exclusiva.
270
competencias y formación variadas (juristas, antiguos navegantes, arquitectos
navales, mecánicos.) y que tenga un papel dinamizador en la puesta en práctica
de las actividades de regulación en los Estados correspondientes y en la
aplicación de las políticas comunes entre los países miembros.
271
• El aumento de niveles de montantes de responsabilidad en
transporte de materias nucleares ha sido actualmente objeto de
discusiones en el seno del grupo de trabajo encargado de la
revisión de las Convenciones de París y Bruselas. Sería deseable
que en esta ocasión se estudie otro aumento de los límites de
responsabilidad, así como un reequilibrio de estas mismas
responsabilidades.
• La Comisión estima indispensable que Francia ratifique de la
manera más rápida posible la Convención HNS.
• Daños Ecológicos:
272
• La Comisión sugiere que el Gobierno entregue cada año al
Parlamento un informe recapitulando los esfuerzos conseguidos
en materia de lucha contra los vertidos y contaminación producida
por los Tribunales en aplicación de la Ley de 1983.
273
Rochelle y su posicionamiento en la Isla de Ré en caso de
tempestad. El otro se encontraría asignado al mediterráneo o
en Córcega.
La experiencia del naufragio del Erika muestra que los medios de las
aduanas eran utilizados en el marco del plan POLMAR mar pero no estaban
asociados dentro de las buenas condiciones de procesos de información y de
decisión. Conviene por tanto en el marco de la reforma de la POLMAR mar
asociar a las Aduanas al igual que a otros entes competentes al PC POLMAR.
Los esfuerzos de información mutuos de los diferentes actores ante una
catástrofe, los materiales y las capacidades de cada órganismo deben ser
coordinados.
Parece necesario que los buques transmitan al CROSS las fichas técnicas e
información sobre mercancías peligrosas.
M) En cuanto al Mediterráneo:
274
geográfica de lucha contra la contaminación entre las costas españolas y la
zona geográfica de aplicación del Plan RAMOGEPOL.
275
preconizar los tipos y las características de los materiales
necesarios.
276
reforma de los Planes POLMAR mar y POLMAR tierra conviene
unificar las competencias en materia de preparación y de
conducción de la lucha bajo la dirección de una sola y misma
autoridad política, teniendo en cuenta al Primer Ministro. La
diversidad de Ministros con competencia, a un título o a otro,
dentro de la preparación en la lucha y operaciones de lucha,
tienen su efecto en el conjunto del sistema actual difícil de
orientar dentro de una dirección clara.
277
2. ENUMERACION Y ANALISIS DE LAS ACTUACIONES
MÁS SIGNIFICATIVAS EN RELACION CON EL
SINIESTRO DEL PRESTIGE
2.1 En el ámbito internacional: O.M.I./O.I.T.
• Régimen regulador.
278
de 2003, una nota de prensa en la que pone de manifiesto que el buque se
encontraba al corriente en sus inspecciones y revisiones, según la normativa
vigente. Sin embargo y a pesar de haberse llevado a cabo las revisiones periódicas,
el suceso ocurrió, por lo que expone la necesidad de que sean estudiadas nuevas
fórmulas de cara a afrontar este tipo de situaciones en el futuro.
Sin perjuicio de lo anterior, debemos concretar que, con motivo de su 25
aniversario, además de en muchas otras ocasiones en anterioridad, el buque fue
inspeccionado siguiendo los criterios y la normativa internacional. Esta inspección
arrojó la necesidad de llevar a cabo reparaciones, con la incorporación de 362
toneladas de acero, en una sección determinada del buque, concretamente la que
falló cuando ocurrió el siniestro, que por otra parte ya había sido reparada en
ocasiones anteriormente. Posteriormente se llevó a cabo la revisión anual de 2002.
En esta inspección se revisó principalmente el equipamiento de cubierta, maquinas,
etc., pero se descuidó la visita de los tanques de carga y de lastre, que según el
informe de auditoria llevado a cabo por la IACS (International Association of
Classification Societies) sobre la inspección realizada en su día por la ABS
(American Bureau of Shipping) deberían haber sido convenientemente revisados.
Por la Sociedad de Clasificación del buque se apunta que éste cumplía con
los estándares fijados por la propia sociedad para otorgar su clasificación, además
de con los requisitos y condiciones internacionales que ésta y el propio buque
deben observar. No obstante, manifiesta que, independientemente de la
clasificación otorgada, que se realiza periódicamente, la cual el buque había
mantenido durante su vida operativa, el cuidado y mantenimiento del buque es
única y exclusivamente responsabilidad del armador.
Este apunte se realiza a raíz de algunas manifestaciones realizadas desde
diversos estamentos por las cuales se podría asociar la debilidad estructural de esa
sección del casco con alguna operación accidentada de trasvase de crudo a otro
buque, operaciones que venía realizando el petrolero en otros destinos anteriores:
son las denominadas gasolineras flotantes.
Independientemente de lo hasta ahora planteado, ya que se carece a día de
hoy de una analítica detallada y que permita concretar las causas del siniestro,
tanto la Autoridad Marítima de Bahamas, la Organización Marítima Internacional, la
Unión Europea, la comunidad científica, además de las cuatro principales
asociaciones de armadores (entre ellas la BIMCO e INTERTANKO) que representan
la práctica totalidad de los intereses navieros mundiales, sin entrar a debatir las
razones que desencadenaron el desastre, se muestran unánimes sobre la errónea
decisión llevada a cabo por el Gobierno español: alejar el buque de la costa. La
actuación correcta, o ciertamente menos gravosa, hubiese pasado por conducir el
buque hacia aguas abrigadas en las que se pudiese haber prestado la asistencia
adecuada y tomar las medidas necesarias que mitigasen la amenaza.
279
fortaleza de cada doble casco es menor que la de un casco sencillo, por lo que
recomiendan aprender de las lecciones aprendidas por errores y fallos en las
construcciones de casco sencillo antes de que los dobles cascos sufran problemas
similares.
280
control del tráfico en aguas europeas, la creación de una Agencia Europea de
Seguridad Marítima y la creación de un fondo complementario de indemnización de
los daños causados por mareas negras(el Fondo COPE).
A excepción de la propuesta relativa a la indemnización de las víctimas de
mareas negras, en cuyo caso los Estados miembros han preferido remitir el asunto
a los organismos internacionales (a la OMI: Organización Marítima Internacional), el
Parlamento Europeo y el Consejo han adoptado todas las demás medidas.
Los Estados miembros de la UE están incorporando actualmente las medidas
ERIKA I a sus legislaciones, proceso que deberá estar concluido a mediados de
2003. La única excepción es el puerto de Rotterdam, que ha obtenido una prórroga
de seis meses en lo relativo al requisito de llevar a cabo mayores controles en los
puertos.
El Parlamento y el Consejo adoptaron las dos primeras medidas en junio de
2002. El Reglamento por el que se creaba la Agencia de Seguridad Marítima entró
en vigor en agosto de 2002 y la Comisión ha establecido ya los mecanismos
administrativos apropiados para que el organismo pueda funcionar en 2003. En
espera de una decisión del Consejo Europeo sobre la sede de la Agencia, la
Comisión le dará acogida provisionalmente en sus instalaciones de Bruselas. La
Directiva sobre el control del tráfico marítimo deben aplicarla los Estados miembros
antes de febrero de 2004.
281
Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo que incluye las
dos medidas siguientes:
282
complementario de las víctimas de mareas negras hasta un límite
máximo de 1.000 millones de euros en vez de los 200 millones de
euros actuales.
C. Por otra parte, es importante que los intereses vitales de la Unión Europea se
defiendan y representen mejor a escala internacional.
283
la Xunta, lejos de paliar esta situación, acrecentaron la distorsión de la realidad
escondiendo las verdaderas circunstancias o promoviendo mensajes frontalmente
opuestos a lo que estaba ocurriendo. Así, la información suministrada por el
Delegado del Gobierno en Galicia se contradecía frontalmente con las noticias que
publicaban los medios independientes y con los informes que provenían del
Instituto Hidrográfico portugués o del Cedre francés, ante la impotencia y
desesperación generalizada. Ante esta situación, el pueblo gallego y el español en
general, no podían sino manifestar su perplejidad y contrariedad ante una tragedia
que se les pretendía vender como controlada e inofensiva pero que los
acontecimientos anticipaban ya que sería desastrosa y de graves consecuencias
para el entorno marino y social de la zona.
Ante la gravedad de la situación y los desaciertos en la gestión de la crisis
desde su inicio, el Gobierno situó al frente de la operativa de la crisis al
Vicepresidente Primero del Gobierno, el Sr. Mariano Rajoy. No obstante y muy lejos
de cambiar el modelo de gestión que se había mantenido hasta ese momento, el
Gobierno siguió fomentando el clima general de desinformación y confusión,
tratando de minimizar el alcance de la tragedia. Incluso cuatro días después de
hundirse el petrolero, el Sr. Rajoy evitaba utilizar la palabra marea negra. El
vicepresidente sólo reconocía la existencia de un conjunto de manchas dispersas
cuando dos grandes oleadas de chapapote ya habían alcanzado buena parte de los
1.000 kilómetros de costa de Galicia.
Una vez que la primera de las mareas negras fue un hecho constatado y la
postura triunfalista del Gobierno quedó completamente desvirtuada, lejos de
articular un operativo eficaz capaz de afrontar las consecuencias del derrame, la
descoordinación y falta de medios era patente; la comunidad internacional, en
general, así como nuestros países vecinos, alertados por la magnitud de la
catástrofe, brindaron apoyo y medios incondicionalmente, no sin mostrar su
perplejidad por la cadena de decisiones tomadas y la plausible ineficacia de las
operaciones que se estaban llevando a cabo.
Por otra parte, el empleo del batiscafo “Nautile” acabó por constatar la peor
de las realidades posibles: que muy al contrario de las manifestaciones emanadas
del Gobierno en que, tranquilizadoramente, se informaba que no había motivo para
preocuparse del restante contenido del petrolero ya que, a esas profundidades
(3.500 metros), el crudo se solidificaría; continuaba derramándose al mar la
contaminante carga. Cada día, por cada una de las fisuras en la estructura del
buque, salían al mar y, consiguientemente, acababan esparcidas por la costa, unas
150 toneladas de crudo que para el vicepresidente Rajoy solo constituían unos
“hilillos de plastilina”.
Los primeros marineros que acometieron la limpieza de la costa lo hicieron
en la más absoluta precariedad, los voluntarios que querían ayudar no obtenían
respuesta concreta a sus demandas y la presencia del ejército fue prácticamente
simbólica hasta después de la visita del Rey a las playas afectadas.
Las instituciones, excepto los ayuntamientos, no estaban a la altura del
comportamiento ejemplar de la sociedad civil, pero nadie asumió responsabilidades.
Mientras buena parte de la sociedad pedía dimisiones, el Gobierno esquivaba las
embestidas y buscaba culpables. Primero se apuntó a Gibraltar y, además, se
encarceló al capitán Mangouras.
El Gobierno, superado por la realidad y por la crisis, se dedicó a hacer
oposición a la oposición. Broncas parlamentarias, declaraciones insultantes y
abandonos del partido en el poder convirtieron a la Cámara Baja en un parlamento
muy particular.
Sin embargo, paradójicamente, un desastre de la magnitud del que vivió
Galicia solo se cobró directamente una víctima política. No se trató de ninguna
figura de primer orden. El sacrificado fue un diputado socialista de Madrid, que hizo
una broma cruel y poco afortunada. El único dimitido no tenía ninguna
responsabilidad. El Gobierno, apoyado en su grupo político, decidió blindar a los
suyos y vetó la comparecencia del Sr. Arsenio Fernández de Mesa, Delegado del
284
Gobierno en Galicia y responsable directo de buena parte de las decisiones, ante la
comisión de investigación creada en el Parlamento de Galicia.
Si en diciembre empleó toda su artillería contra el PSOE, al que tildó de
electoralista y oportunista, en enero le tocó a la plataforma no gubernamental
Nunca Máis convertirse en el demonio particular de los populares. La plataforma
Nunca Mais ha organizado las mayores manifestaciones de la historia de Galicia y
no ha dejado de reclamar responsabilidades políticas al Gobierno.
El Presidente del Gobierno, Sr. Aznar, no visitó Galicia hasta treinta y un
días después del accidente, cuando las rías ya afrontaban el envite de la tercera
marea negra. El presidente del Gobierno, aterrizó con un paquete de cien medidas
para afrontar la crisis. Había acudido a la Unión Europea en busca de una ayuda
que no llegó. Desde Bruselas solo se habilitaron cinco millones de euros extras. En
un intento de cambiar el rumbo, el presidente Aznar asumió los errores cometidos
por su gabinete, pidió disculpas a los gallegos por la falta de medios y destacó la
labor de los ciudadanos. En un auténtico golpe de efecto, el Sr. Aznar presentó un
plan que recogía proyectos de muy diversa naturaleza y que, de ejecutarse y ser
ciertos, representaban la mayor inversión de la historia de la comunidad. El Plan
Galicia preveía la inversión de 12.459,5 millones de euros. El propio presidente
avalaba el proyecto con su compromiso personal, aún a pesar de que no se
estipulaba un plazo de ejecución global, ni la inversión fue percibida por el pueblo
gallego positivamente.
Más allá del ruido de las palabras y los gestos, hemos querido rastrear la
memoria de los distintos actores de esta crisis para recordar su papel en la misma y
a ese esfuerzo se dirige la información del capítulo que sigue. En algunos casos ese
papel se refiere al ejercicio de responsabilidades institucionales, como es el caso de
las distintas unidades administrativas competentes en la materia, en otros casos, el
inventario se hará para destacar aspectos singulares de su participación en la
catástrofe, en el dispositivo posterior o en las actividades de información o de
control parlamentario, por citar otros ejemplos.
285
2. El derrame de fuel, era la única consecuencia positivamente cierta
que se puede deducir de la decisión ejecutada. Es decir, si un buque
con daños estructurales y riesgo de partirse en dos es conducido
hacia el Atlántico, en las condiciones meteorológicas reinantes, lo
lógico es que el buque se parta y derrame su contenido
contaminante. Aunque, debieron considerar los responsables que
tomaron la decisión, que si conseguían alejarlo lo suficiente quizás el
derrame no afectase a las costas españolas, pero sabían, con toda
seguridad, que acabaría afectando a alguien (en nuestro caso Galicia,
Asturias, Cantabria, País Vasco e incluso Francia).
286
marítimos y sus especiales circunstancias geográficas y de tránsito de buques
potencialmente contaminantes.
Afortunadamente, la respuesta de los voluntarios y la gran aportación de
medios y recursos internacionales pudieron cubrir las carencias y sirvieron para
atender en parte las necesidades derivadas del siniestro, al mismo tiempo que
evidenciaron la ineficacia de nuestro sistema de salvamento marítimo y lucha
contra la contaminación. Todo ello pese a que el personal de la Sociedad cuenta con
una gran cualificación, de la que se prescindió, lo que resulta prácticamente
inexplicable ya que se carece de otros medios más adecuados.
En la práctica, SASEMAR al igual que la Dirección General de Marina
Mercante, son los organismos más cualificados y capacitados para aportar
soluciones ante este tipo de siniestros. En este sentido, el Director general de
SASEMAR, Capitán de la Marina Mercante y con experiencia al frente de la Sociedad
fue, junto con el Director general de la Marina Mercante, el Subdirector general de
Contaminación y el Capitán Marítimo de la Coruña, uno de los expertos asesores
que aconsejaron, siempre según el Gobierno y todavía no se sabe con base en que
criterios de rigor, tomar la decisión de alejar el buque de la costa, que ahora se ha
demostrado fue la peor de las decisiones que se podían haber adoptado.
Con independencia del mencionado asesoramiento por estos altos
funcionarios en un primer momento, la opinión de los expertos no fue solicitada por
el Gobierno hasta el propio día del hundimiento del buque. Según el vicepresidente
del Gobierno, el grupo de expertos estaba compuesto por 17 miembros y todos
ellos se manifestaron favorablemente sobre la decisión adoptada de alejar el buque.
Ahora bien, no hay constancia de lo analizado en esta reunión y mucho
menos de la veracidad de lo manifestado por el Gobierno, pues esta consulta a los
expertos se habría producido de forma verbal, de manera que no hay pruebas que
apoyen la base técnica de esta decisión. Por otra parte, habiendo transcurrido más
de medio año desde la tragedia y con la mayor parte de la comunidad científica y
de los expertos marítimos, tanto nacionales como internacionales, en contra de la
decisión adoptada, parece, cuando menos cuestionable que, de 17 voces expertas,
no conste que ninguna aconsejase lo contrario de lo que en su día se hizo. Pero, sin
duda es más significativo, que se adoptase la decisión de alejar el buque sin contar
para ello con la opinión de los expertos, que sólo fueron consultados cuando el
buque ya estaba hundido en el Océano Atlántico.
La conveniencia del alejamiento del buque no fue la solución unánime que se
propuso en el seno de SASEMAR, en contra de lo manifestado por su Director
General. Debemos destacar la existencia de informes internos que desaconsejaban,
precisamente, la adopción de esta decisión y proponían otro tipo de alternativas
que se concentraban en el trasvase de la carga del petrolero una vez hubiese sido
conducido a aguas abrigadas.
Es significativa, y por otra parte controvertida, la actuación del remolcador
Ría de Vigo. Según se desarrolla en el epígrafe Elementos jurídicos del caso
Prestige, al que aquí nos remitimos, este remolcador pertenece a la empresa
privada REMOLCANOSA aunque está contratado por SASEMAR bajo régimen de
exclusividad para intervenir cuando se le requiera. Con base en este contrato, el
remolcador percibe aproximadamente un millón de euros anuales más la parte
proporcional de los premios por los salvamentos en los que participe. Tal y como se
expone en el citado epígrafe, hasta que los tribunales aclaren las posturas en torno
a si se produjo o no se produjo subcontratación del remolcador por la empresa de
salvamento holandesa Smit se podría haber producido una clara intromisión de la
esfera privada en el interés público que sustenta el salvamento marítimo.
La conclusión, independientemente de que los tribunales dictaminen en uno
u otro sentido, es que los recursos públicos adscritos a la salvaguarda de un interés
general no deberían estar controlados o ser susceptibles de control, en la medida
de lo posible, por intereses privados que no necesariamente pueden seguir el
camino y dirección del interés público.
287
2.3.4 El papel de la Dirección General de Protección Civil.
288
colaborar en todo aquello que la Xunta de Galicia pudiera precisar. El Ministerio de
Medio Ambiente se ha puesto a disposición de la Xunta y se ha coordinado con la
Consejería de Medio Ambiente de la misma, contando con los científicos integrados
en el consejo asesor de Medio Ambiente, así como con las universidades que
pudieran estar integradas.
El Ministerio ha querido dejar claro en todo momento que el Gobierno ha
actuado desde el primer instante de manera eficaz bajo la dirección del grupo de
coordinación con sede en la Delegación de Gobierno de Galicia y de la Comisión
Interministerial presidida por el vicepresidente primero. Y en cuanto a la recogida
del residuo en las playas, el Ministerio de Medio Ambiente se une a lo establecido
por la Xunta, que es la competente en la gestión de este tipo de residuos. Al fuel
recogido se le aplican en cada comunidad autónoma los tratamientos que han
establecido las autoridades competentes en las Comunidades de Galicia, Asturias,
Cantabria o el País Vasco, para cada caso.
En cuanto a la limpieza de la contaminación en la mar también se ha
desligado el propio Ministerio de Medio Ambiente de responsabilidad alguna al
declarar que las competencias de lucha contra la contaminación en el Ámbito
Marítimo están asumidas por la Sociedad Española de Salvamento Marítimo
(SASEMAR), dependiente del Ministerio de Fomento.
En cuanto a la labor desempeñada por el Ministerio, brevemente analizada,
puede decirse que se ha dirigido a la protección de espacios naturales y a las
especies y a la Gestión de los residuos en cuanto a la limpieza del litoral, dado que
su tratamiento posterior es de competencia de cada comunidad autónoma y el
Ministerio ha querido desligarse de este tema en sus comparecencias. Todas las
actuaciones que se han realizado han sido en función de las competencias explícitas
del Ministerio de Medio Ambiente es decir competencias en la costa y en el parque
nacional de las Islas Atlánticas. En particular:
289
2.3.6 El papel de la Delegación del Gobierno en Galicia.
Las Fuerzas Armadas, a través de sus distintos cuerpos, han tenido una
participación importante en la organización y actuación para mitigar las
consecuencias del desastre. A pesar de la presencia de la Armada Española, desde
un primer momento, en el itinerario que siguió el Prestige antes de su hundimiento
definitivo, ha sido puesto en evidencia por el público en general, los medios de
comunicación y la oposición, la puesta tardía en acción de las fuerzas armadas
españolas, cuya organización y medios habrían podido contribuir eficazmente en
esos primeros momentos a dar un manejo racional y adecuado a una situación
claramente preocupante.
Debemos sin embargo afirmar que desafortunadamente esta situación ha
sido generada más que por la propia iniciativa de las fuerzas militares, por la lenta
reacción de las autoridades de gobierno que quizás por la situación política
generada por el Prestige han optado por negar una situación real que día a día
exigía un compromiso masivo de toda la estructura del Estado para conjurarlo.
Podemos resumir la participación de las Fuerzas Armadas según fuentes del
mismo Ministerio de Defensa de la siguiente forma:
290
equipados con instrumentos de limpieza, lanchas ligeras, lanchas de casco
de catamarán, palés y otros implementos.
291
a Galicia. Ambos buques parten con unos 600 soldados y cuatro
helicópteros: dos Augusta Bell 212 y 2 Sikorsky. El grupo anfibio podría
estar en Galicia a finales del fin de semana, cuando se retirarán los más de
3000 voluntarios que se estima llegarán en el puente de la Constitución.
La tesis más generalizada sobre las consecuencias del siniestro del Prestige
parte del principio de la adopción de decisiones equivocadas y de un agravamiento
de las consecuencias que el siniestro hubiera tenido de haberse optado por una
solución diferente a la de su alejamiento mar adentro. La decisión de su
alejamiento tiene dos frentes abiertos: de un lado, un frente de responsabilidad
respecto de la idoneidad de la decisión que se sustancia en una responsabilidad
política pero también en una responsabilidad civil y penal. De otro lado, un frente
que tiene que ver con la llegada de la marea negra al litoral cantábrico y a la
contaminación de los espacios litorales y costeros de otras tres comunidades
autónomas más, junto con la gallega.
La cuestión tiene que ver, por tanto, no sólo con la necesidad de luchar
contra los efectos de la catástrofe en esas cuatro comunidades afectadas, cierto
que con distintas intensidades, sino que tiene mucho que ver con la legitimación de
las mismas para con la búsqueda y determinación de las responsabilidades que
están en el origen de la catástrofe.
En todo caso, por lo que a este capítulo se refiere, nos interesa dejar
constancia de la condición de actores que las cuatro comunidades autónomas
citadas tienen en esta catástrofe. En todas ellas se montaron dispositivos de alerta
y control del impacto, se llevaron a cabo labores de lucha contra la contaminación y
se gestionó trabajo voluntario. Del mismo modo, en todas ellas quedó afectada la
vida económica y social de la comunidad marítima y de las actividades de
naturaleza turística. En todas ellas la catástrofe dejó su huella.
292
2.5.2 GALICIA
• Actuaciones más significativas de la Xunta de Galicia para paliar los daños del
Prestige:
293
pública TRAGSA como unidad operativa. Con dicha unidad colabora el Estado Mayor
de la Armada con un dispositivo de 250 hombres.
Otras medidas puestas en marcha por la Consellería de Pesca y Asuntos
Marítimos han sido las prohibiciones de las actividades pesqueras y marisqueras,
compensaciones a los armadores, tripulantes, mariscadores, así como ayudas para
las actividades que aún no siendo extractivas se ven seriamente afectadas por la
prolongada inactividad pesquera o marisquera de la zona afectada por el Prestige
(redeiros, colaboradores familiares de las embarcaciones, personal laboral de las
cofradías, operarios de las lonjas y fábricas y los comerciantes de primer nivel que
demuestren su dependencia del recurso afectado).
La misma Consellería de Pesca e Asuntos Marítimos firmó un Convenio de
Colaboración entre esta Consellería y el Instituto Social de la Marina para la gestión
de las ayudas económicas previstas.
Dentro de ese espíritu de cooperación, la Consellería de Medio Ambiente de
la Xunta de Galicia ha firmado protocolos de colaboración con el Ministerio de Medio
Ambiente, y ha elaborado y puesto en marcha planes de limpieza del litoral.
La Consellería de Medio Ambiente trabajó fundamentalmente en tres líneas:
294
Asimismo, el Instituto Galego de Promoción Económica dictó una resolución
para hacer público el Convenio de colaboración que firmó con las entidades
financieras adheridas para la habilitación de una línea de financiación específica
para la Pymes gallegas afectadas por el desastre.
En otro orden de medidas la Consellería de Educación e Ordenación
Universitaria dictó una orden para convocar ayudas a los estudiantes universitarios
que cursen estudios en Galicia o que residan en esta comunidad autónoma para
financiar sus estudios económicos como medida transitoria para hacer frente a las
consecuencias de accidente en el caso de las familias afectadas con hijos
universitarios.
2.5.3 ASTURIAS.
295
• Consejería De Industria, Comercio y Turismo.
• Consejería de la Presidencia
- Comité Asesor.
- CECOP.
296
- Gabinete de Información.
Estructura operativa:
Actuación coordinada de los grupos de acción que la componen bajo una
dirección única. Las actuaciones a ejecutar son todas aquellas necesarias para
evitar la llegada de fuel a la costa y retirar el fuel depositado, desde las tareas de
limpieza hasta el aprovisionamiento, albergue y/o asistencia sanitaria de afectados.
297
asturiana muestreos para inspeccionar los fondos marinos a una profundidad media
de 5, 10, 15 y 20 metros.
2.5.4 CANTABRIA
298
ayer las tareas de limpieza en algunos puntos de la región, donde ayer
trabajó un dispositivo en tierra formado por 469 personas.
- 8 de enero del 2003: Los efectos del Prestige también se han dejado de
sentir en los resultados de la venta de pescado en el puerto de San Vicente
de la Barquera del pasado año en el que se han producido una reducción de
182.000 euros en los ingresos económicos en relación con el ejercicio
anterior, mientras que el volumen en las capturas del pescado ha caído en
casi 200.000 kilos.
299
cuadrillas que al filo de la una de la tarde concluyeron los trabajos de
limpieza de estas dos playas. En otros municipios, el operativo de limpieza
trabajó durante toda la mañana y a primera hora de la tarde la playa
recobró la normalidad.
- 21 de febrero del 2003: Las aves afectadas por el vertido son ya más de
21.000. El informe de SEO/Birdlife afirma que en Cantabria han muerto 797.
300
- 8 de marzo del 2003: Aprobado el quinto pago a pescadores y mariscadores.
El Gobierno de Cantabria aprobó el 7 de marzo del 2003 el quinto pago de
las ayudas a mariscadores, armadores y tripulantes afectados por la marea
negra del Prestige por un importe de 955.288 euros. Desde que comenzaron
los pagos el 29 de diciembre se han destinado a estas ayudas ya más de 5.4
millones de euros. Según informó el Ejecutivo Regional, el quinto pago de
las ayudas a armadores, tripulantes y mariscadores llegarán a un total de
1.154 personas como compensación de la veda pesquera.
301
almacenamiento y se desdobla el destino de los vertidos derivando los recogidos
en playa a una planta de tratamiento de sólidos y los provenientes del mar a
otra para su positivización y, en su caso inertización.
• Refuerzo de las medidas preventivas dirigidas a proteger mediante la instalación
y despliegue de barreras oceánicas tanto las bocanas de las rías como los
espacios naturales sensibles, en un intento de preservar el mayor número de
ecosistemas marinos posible.
• Prohibición cautelar de toda actividad pesquera y marisquera en aguas
interiores de la CAE (Orden del Consejero de Agricultura y pesca de 14 de
Febrero de 2003), ampliando así la inicial prohibición del marisqueo recreativo y
profesional a pie en el litoral decretada de forma indefinida.
• Restricción del acceso a playas.
• Recomendación de suspender actividades náuticas deportivas.
• Declaración de no apta para el baño el agua de mar.
302
2.5.6 Las Comunidades solidarias.
Dispositivo de colaboración:
El día 13 de diciembre de 2002, ante la evolución y dimensión de la
catástrofe, el Vicepresidente del Gobierno del Estado y Ministro de la Presidencia
convocó a todos los Presidentes de las Comunidades Autónomas con el objeto de
solicitar a éstas su participación en las labores de limpieza de las costas.
Atendiendo a esta petición de hacer frente común a la catástrofe del Prestige, el
Gobierno de Canarias dispuso un grupo, en principio, de unas 150 personas para
colaborar en las labores de limpieza.
303
Para concretar las fechas en las que participaría este dispositivo de
colaboración, se realizaron diversos contactos con la Dirección General de Costas
del Ministerio de Medio Ambiente, encargada de coordinar la ayuda prestada por las
Comunidades Autónomas, emplazando para enero la asignación de la zona donde
el contingente canario realizaría las labores de limpieza.
La Dirección General de Seguridad y Emergencias organizó y coordinó este
dispositivo de colaboración en el que también intervinieron como parte de la
Organización la Consejería de Sanidad y Consumo, la Consejería de Empleo y
Asuntos Sociales, la Viceconsejería de Medio Ambiente y los Cabildos Insulares.
304
contrató específicamente un avión. El mismo hizo escala, tanto a la salida como a la
llegada, en el aeropuerto de Gran Canaria y Tenerife Norte.
A los voluntarios y resto de personal procedentes de las otras islas se les
facilitó el traslado a Gran Canaria o Tenerife, así como el regreso a sus respectivas
islas una vez finalizado el dispositivo.
Valoración:
Tras el regreso de todo el contingente desplazado a Fisterra, el día 31 de
enero se convocó a todos los grupos incluyendo Medio Ambiente, Servicio de
Urgencias Canario, Juventud y Asuntos Sociales a una reunión de valoración
conjunta del dispositivo. Tal y como expresan todos los participantes en el
dispositivo la experiencia ha sido positiva en todos los aspectos. Los primeros días
fueron de adaptación y existieron una serie de problemas que se fueron
solucionando sin mayor incidencia. El resto del tiempo la marcha del dispositivo se
ajustó bastante a los objetivos planteados diariamente.
Por una parte se consiguió conocer las diferentes técnicas de lucha en
contaminación de costas ya que se pudo acceder a distintas playas con
problemáticas muy diferentes. Por otro lado, se contó con un voluntariado que,
colaboró y participó en las labores de limpieza ajustándose en todo momento a las
indicaciones establecidas por la organización.
Los voluntarios recibieron formación e información previa a las labores de
limpieza respecto a las normas de seguridad y salud y sobre la correcta utilización y
mantenimiento de los equipos de protección individual.
Además de la formación específica previa a la realización de los trabajos se
han realizado acciones formativas puntuales dirigidas a grupos en función del
trabajo que desempeñaban (movimiento de cargas, descontaminación, etc).
Las asistencias realizadas por el grupo sanitario durante el dispositivo se
centraron en incidentes de carácter leve, relativas fundamentalmente a cuadros
catarrales y faringitis debido a las bajas temperaturas reinantes en la zona,
cefaleas y contracturas musculares. El equipo sanitario desarrolló su actividad en
coordinación y colaboración con el Servicio 061 de Galicia.
Los grupos de Logística Operativa y de Comunicación, Información e Imagen
desarrollaron un papel fundamental durante todo el dispositivo consiguiéndose unos
resultados finales más que satisfactorios.
La cobertura conseguida por el grupo de comunicaciones superó los 200 km.
de litoral, desde Camariñas, en el norte, hasta las playas de Carnota, en el sur,
cubriendo playas que carecían totalmente de cualquier tipo de cobertura por su
complicada situación como es el caso de la playa de Cuño en Muxía o la de Arnela
en Fisterra.
A los medios de comunicación se les facilitó información diaria sobre las
tareas de limpieza en las diversas playas asignadas, así como sobre otros aspectos
(sociales, técnicos,...) relacionados con el contingente. Además se grabó el día a
día del operativo para la elaboración de un vídeo que será divulgado.
La mayoría de los grupos declaran un alto grado de satisfacción con la
organización diseñada aunque comentan que es necesario incluir algunas
modificaciones para dispositivos posteriores sobre la base de la experiencia
adquirida.
Todos los grupos coinciden en resaltar la colaboración de protección civil
local de Fisterra, así como de dispositivos de otras Comunidades Autónomas, como
Castilla y León, que también trabajaban en la zona, sin olvidar a los habitantes de
Fisterra que se volcaron en hospitalidad con el dispositivo canario.
Conclusiones:
Sin duda este operativo mixto de profesionales y voluntarios ha sido una
opción novedosa y experimental de la que se pueden obtener conclusiones para
posteriores aplicaciones en catástrofes.
305
La puesta en marcha de este tipo de dispositivos requiere conocer desde el
principio el objetivo que se pretende conseguir. Un análisis previo de la situación
generada por la catástrofe nos ayudará a concretar el mismo y a llevar a cabo una
actuación planificada y con procedimientos operativos adecuados.
En el diseño del dispositivo, a parte de establecerse una organización
jerarquizada con unidad de mando operativo, se definirán claramente las funciones
a realizar por cada grupo integrante. La estructura definida para el dispositivo debe
ser lo suficientemente flexible para adaptarse a posibles imprevistos que puedan
surgir en el desarrollo del mismo. En esta fase, deberán participar desde el principio
todos los responsables de grupo con el objeto de obtener un documento
consensuado y conocido por todos los integrantes del dispositivo.
Además sería conveniente que se convocasen reuniones periódicas e incluso
programas formativos conjuntos que faciliten el conocimiento previo de todos los
participantes que dará como resultado unas mejores relaciones y un trabajo en
grupo más fructífero.
La gestión del personal sería conveniente que estuviese integrada en el
mismo dispositivo, de tal forma que cualquier variación en el organigrama
establecido o sustitución de alguno de los participantes se resuelva de una forma
rápida y organizada. En cuanto a la participación de personal perteneciente a la
Administración autonómica o a organismos públicos vinculados o dependientes de
ella, se debería establecer un procedimiento de compensación en función del
periodo de actuación del dispositivo.
Si la actuación se realiza fuera de territorio insular, como ha sido el caso, la
organización del dispositivo debe ajustarse a las directrices establecidas por la
autoridad en cada caso competente.
Asimismo, se han obtenido las siguientes conclusiones en los diversos
ámbitos:
Comunicaciones y Transmisiones:
En este tipo de dispositivos es importante contar con un Gabinete de Prensa,
con medios propios y exclusivos, que proporcionen una rápida respuesta a la
demanda de información tanto por parte de los medios como de la población.
306
Con el objeto de conseguir una autosuficiencia completa en el área de
operaciones en necesario establecer un plan de transmisiones adecuado que
asegure la comunicación entre los distintos grupos intervinientes y con el exterior.
Ante posibles fallos en el suministro, sería conveniente incluso optar por
formas de energía alternativas (paneles solares) que nos aseguren la autonomía del
dispositivo.
Por otro lado, se debería incluir en las jornadas de formación algún tema
relacionado con las comunicaciones para que todos los grupos aprendan a utilizar
correctamente los equipos y el lenguaje a emplear.
Coordinación operativa:
El centro de coordinación operativa debe actuar como receptor y emisor de
las indicaciones que se transmitan desde la dirección del dispositivo a los distintos
grupos y viceversa, por ello es importante que disponga de un espacio físico
independiente del resto, con un material específico y de uso exclusivo.
Además, en la formación previa, se debería insistir en el papel de este
centro como elemento indispensable para la coordinación.
Logística:
El grupo de logística debe garantizar en todo momento el suministro del
equipamiento adecuado para el desempeño de las funciones del resto de grupos
con la mayor eficacia posible. Para ello se debería realizar en primer lugar un
análisis de necesidades por parte de un reducido grupo que, con carácter previo a
la salida del dispositivo, se desplace a la zona de intervención. En el caso que esto
no fuera posible, sería conveniente conseguir la información a través de los medios
que se consideren con el fin de elaborar una planificación lo más adaptada a la
realidad existente en la zona.
La logística conlleva toda una planificación suficientemente flexible para
modificarse en caso necesario. Ésta deberá contemplar además aspectos relativos a
la forma de adquisición de material, distribución, previsión, justificación, forma de
pago, ficha de almacén, actas de entrega, actas de destrucción, merma por
manipulación, así como otros relacionados con el clima, plagas y zonas de
seguridad.
Dentro del grupo de logística es conveniente que exista una unidad
administrativa gestionada por personal funcionario que canalice la facturación y las
compras para facilitar las mismas.
Medio ambiente:
En catástrofes que requieran un grupo especializado en una determinada
materia, se deberá recoger en el diseño del dispositivo funciones concretas y
específicas para éste. Debido a las características de la catástrofe, en esta ocasión
el grupo de Medio Ambiente realizaba un papel fundamental con unas labores
complementarias (fauna, impacto, etc.).
307
Sin embargo, independientemente de la naturaleza de la catástrofe, sería
interesante incluir, tanto en el diseño del dispositivo como en el desarrollo del
mismo, una valoración de las acciones previstas desde el punto de vista de impacto
medio ambiental.
308
constantes acusaciones contra el Gobierno del Partido Popular desde incontables
frentes y las propuestas de decisiones e iniciativas a tomar para minimizar los
daños han sido incontables, pero se va a tratar de recogerlas en su mayoría, así
como la respuesta dada por el Gobierno a través de las intervenciones de los
Ministerios implicados.
Los temas que los Grupos Parlamentarios PSOE, CIU, IU, EAJ-PNV, CC y MIXTO
han tocado respecto al siniestro del PRESTIGE han sido recurrentes, lo que se
traduce en una oposición unánime a las grandes equivocaciones cometidas por el
ejecutivo. Los temas que más han preocupado por considerarse prioritarios y sobre
los que se han exigido explicaciones en el seno del Congreso han sido los
siguientes:
309
En las sesiones parlamentarias el Partido Socialista ha enfocado la crisis del
Prestige desde un amplio abanico de incompetencias del Gobierno que van desde la
falta de previsión de una catástrofe que se antojaba previsible hasta la
incompetencia para dar una respuesta rápida y adecuada a la altura de las
circunstancias. El Grupo Parlamentario socialista ha insistido en sus intervenciones
y comparecencias públicas que el Gobierno Español adoptó una primera y gravísima
decisión que viciaría todas las actuaciones posteriores: negar la catástrofe. Desde
el parlamento se ha acusado a los responsables Populares de considerar que el
reconocimiento de la catástrofe influiría negativamente en su imagen. El señor
Fraga decía el 15 de noviembre: ya ha pasado el peligro más grave. El 17 de
noviembre, el director de la Marina Mercante decía que no se podía hablar de
marea negra. El mismo día, el consejero López Veiga afirmaba: todo el fuel
derramado que tenía que llegar a la costa gallega ya ha llegado. Pero lo que
realmente ha preocupado al Grupo Socialista es que si negaron la catástrofe,
lógicamente no pudieron reaccionar a tiempo.
La consecuencia más grave a juicio de este Grupo Parlamentario es que al
“no haber catástrofe” no se tomaron las decisiones necesarias. Este grupo señala
como reacciones inmediatas a haber tomado primero, pedir ayuda inmediata y
urgente a la Unión Europea, y en segundo lugar, movilizar al Ejército. Además
denunció un hecho que muestra el grave desconocimiento de los operativos
previstos y de los medios disponibles ante una catástrofe de esta magnitud como es
que no se pusieron en marcha los mecanismos que prevé la Ley de Protección Civil.
En una de las sesiones parlamentarias se le dijo al Sr. Rajoy lo siguiente “Por
cierto, ¿sabe usted que la Ley de Protección Civil exige elaborar un plan especial de
emergencia?”. No lo elaboraron.
La posición de PSOE se ha centrado también en las graves equivocaciones
del Ejecutivo de Aznar a la hora de tomar decisiones entre las distintas alternativas
posibles: la Capitanía marítima de A Coruña propuso tres alternativas al Gobierno y
éste eligió la peor posible; no se quiso consultar adecuadamente a los técnicos; el
buque sufrió mucho por el golpe en el fondo; era evidente que los tanques no iban
aguantar y que el fuel saldría a la superficie, y para rematar afectados y voluntarios
sustituyeron al Gobierno a la hora de actuar contra la marea negra. Según el Grupo
Parlamentario Socialista esta crisis ha demostrado que había pocos medios, pero
los que había no se movilizaron a tiempo y adecuadamente debido al fracaso y a la
ausencia de respuesta del Gobierno y de la Xunta de Galicia.
Otra de las causas que han agravado a juicio de los socialistas el accidente
es la dejación en la inversión en Salvamento Marítimo: El Gobierno redujo de diez a
cinco los remolcadores permanentes de salvamento, por lo que la propuesta de
este grupo parlamentario en lo que atañe a la dotación de medios de salvamento y
lucha contra la contaminación marina es dotar a la Sociedad de Salvamento
Marítimo de centros de control para seguir en tiempo real el cumplimiento por los
buques de las normas de seguridad; impulsar, puesto que dice el Gobierno que
ningún país tiene medios para atender estas catástrofes, un servicio europeo
común de salvamento y actuación en estas situaciones; crear un centro nacional de
formación en la lucha anticontaminación marina, como el CEDRE francés; exigir que
la legislación europea contemple la responsabilidad ilimitada del armador y del
propietario de la carga en relación con los daños, como ocurre en Estados Unidos, y
desarrollar estrategias para que los precios del petróleo reflejen sus costes reales
en términos de seguridad y de contaminación marina, pues ello facilitaría la
transición hacia energías renovables de menor impacto ambiental.
310
informar de las actuaciones del Gobierno ante la Organización Marítima
Internacional en su área de responsabilidad y las eventuales propuestas de
modificación normativa planteadas por España tras la experiencia del desastre del
"Prestige".
Como se ve la preocupación de Grupo catalán ha sido enfocada desde un punto de
vista internacional: España inevitablemente tiene una responsabilidad frente a la OMI
en su área de responsabilidad y es evidente que el papel de nuestro país tras sufrir
este desastre en las costas atlánticas y cantábricas debería ser el impulso a nivel
internacional de normativas más estrictas y protectoras para evitar y prever catástrofes
similares.
311
de Agricultura, Ganadería y Pesca para explicar las actuaciones del Gobierno para
hacer frente a los efectos del accidente.
A la Ministra de Asuntos Exteriores, se le pidió comparecer para que
informara de la catástrofe ecológica provocada y las medidas que se pensaba
adoptar a nivel internacional para evitar estas situaciones. Esta comparecencia
también fue de las primeras solicitadas por el Grupo Federal de IU.
Por ultimo solicitó la convocatoria de la Diputación Permanente de la
Cámara, para que ésta procediera al debate y votación de la convocatoria de una
sesión extraordinaria de las Comisiones de Política Social y Empleo y de Economía y
Hacienda, para celebrar, respectivamente, la comparecencia del Ministro de Trabajo
y Asuntos Sociales para que evalúe las consecuencias sociales para las zonas de
Galicia afectadas por la catástrofe del "Prestige" y medidas para paliarlas, y la
comparecencia del Ministro de Hacienda para que evalúe los daños producidos en la
economía de Galicia por el siniestro del "Prestige" e informe sobre la disposición del
Gobierno a revisar la teoría del déficit cero para enfrentar la catástrofe.
En otro orden de responsabilidades encontramos que las preocupaciones de
este Grupo giraron en torno a los siguientes temas:
- Al Presidente del Gobierno para dar cuenta de la gestión del siniestro del
"Prestige" por parte de la Administración Central del Estado y para informar sobre
medidas al respecto; para informar de la evaluación de los planes, medios y
protocolos de actuación encaminados a prevenir crisis como la que ha tenido lugar
por el accidente del petrolero "Prestige"; del análisis de la respuesta dada en todos
los aspectos por las Administraciones Públicas en la crisis del "Prestige"; y de las
propuestas de futuro en todos los ámbitos, nacional, comunitario e internacional,
encaminadas a evitar en lo posible accidentes como el que nos ocupa.
312
- Al Director General del Ente Público RTVE, para que informe sobre presuntas
presiones a los periodistas del Centro Territorial de RTVE en Galicia durante la crisis
del "Prestige".
313
A nivel Internacional la preocupación ha sido en torno a las actuaciones del
Ministerio de Asuntos Exteriores y las iniciativas a adoptar a nivel internacional para
evitar situaciones semejantes en el futuro.
Del Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, se ha solicitado una
explicación de las actuaciones de su Departamento en relación con la catástrofe
ecológica provocada por el petrolero y las líneas de ayuda previstas para el sector
pesquero, marisquero y acuícola, con el fin de paliar los efectos de la misma. Y en
marzo del 2003 con motivo de la reapertura de las aguas exteriores a la pesca
sobre las razones que sustentan tal decisión. En abril de 2003 otra solicitud de
comparecencia del Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, ante la Comisión
de Agricultura, Ganadería y Pesca, fue para explicar las medidas que va a adoptar
su Departamento a la vista de las conclusiones del informe del Instituto Español de
Oceanografía (IEO), de 24 de marzo, sobre "seguimiento de los efectos del Prestige
en la pesca demersal gallega". Este último tema fue objeto también de solicitud de
información a la Ministra de Sanidad y Consumo y al Ministro de Ciencia y
Tecnología.
También se ha exigido una evaluación de las consecuencias desde la visión
del Ministro de Fomento y las medidas del Ministerio al respecto.
El Grupo Mixto se ha mostrado especialmente sensible con la evaluación de
las consecuencias sociales del desastre al solicitar una explicación en cuanto a este
tema al Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales ante la Comisión de Política Social
y Empleo para que exponga las medidas previstas para paliar dichos daños.
También a juicio de este Grupo se han producido graves consecuencias
económicas según las zonas afectadas y han exigido al Ministro de Hacienda que
informe sobre la evaluación de las consecuencias para Galicia y las medidas
sociales y económicas para combatirlas.
En relación con las unánimes protestas ciudadanas contra el Ejecutivo de
Aznar, el Grupo Mixto se ha sensibilizado especialmente con la violenta carga
policial recibida en manifestaciones como la registrada el día 03/12/2002 contra un
acto pacífico de protesta por el desastre del "Prestige" solicitando la comparecencia
del Ministro del Interior ante la Comisión de Justicia e Interior para dar una
explicación de lo ocurrido. En otra ocasión más exigió este grupo respuestas sobre
la desproporcionada carga policial contra estudiantes en A Coruña que se
manifestaban contra el Gobierno por la gestión de la crisis del "Prestige" y sobre
medidas disciplinarias al respecto.
También al Ministro del Interior se le requirió en enero de 2003 explicar la
actuación de su departamento en la gestión de la crisis del "Prestige",
especialmente en lo referente a protección civil.
En materia de Medio Ambiente y para explicar las actuaciones en este
campo se solicitó la comparecencia del Ministro de Medio Ambiente dando muestra
este Grupo de su preocupación por el desastre ecológico causado, así como en
diciembre de 2002 ya estaba solicitando explicaciones sobre las razones de la falta
de reacción del Centro Superior de Investigación Científica y el Instituto Español de
Oceanografía ante la catástrofe del "Prestige" y para que se conociera por qué no
se constituyó un comité científico hasta el día 09/12/2002.
Asimismo, con relación a los temas científicos surgidos, se requirió al
Ministro de Ciencia y Tecnología para explicar las actuaciones de su Departamento
y en especial, las relaciones con la comunidad científica y los centros de
investigación gallegos y la evaluación por el mismo desde el punto de vista
científico de los daños producidos en el ecosistema marino.
La Comisión Científica de Asesoramiento por la Catástrofe del "Prestige"
tampoco se libró de ser solicitada de dar explicaciones ante la Comisión de Ciencia
y Tecnología sobre los trabajos de la misma y sobre las propuestas para evitar que
se siguiera derramando la carga del barco.
Otro colectivo afectado del que se ha preocupado este Grupo ha sido el de
los estudiantes gallegos al solicitar a la Ministra de Educación, Cultura y Deporte,
información sobre la concesión de becas de estudios a los estudiantes gallegos
314
afectados por las secuelas económicas de la catástrofe del "Prestige".
Las presuntas presiones a periodistas ya comentadas por ser objeto de
preocupación de otros Grupos Parlamentarios aparecen una vez más al solicitar la
comparecencia del Director General del Ente Público RTVE, ante la Comisión de
Control Parlamentario de RTVE, para que informe sobre presuntas presiones a los
periodistas del Centro Territorial de RTVE en Galicia durante la crisis del "Prestige",
y para que explicara el tratamiento que dio RTVE a la crisis. Al Presidente de la
Agencia EFE, le tocó su parte al ser solicitado para explicar el tratamiento dado a la
catástrofe del "Prestige" y la censura ejercida sobre los profesionales que trabajan
en la Delegación de la Agencia EFE en Santiago de Compostela (A Coruña).
Otros responsables a los que se les han exigido cuentas han sido el
Delegado del Gobierno en Galicia, para que informara sobre su gestión durante la
crisis y al Comisionado del Gobierno para informar sobre su gestión y propuestas de
actuación, informar del Plan Galicia, fases de ejecución, proyectos y financiación, e
informar de las gestiones realizadas y de los informes presentados ante el Fondo
para Indemnización de Daños Causados por la Contaminación de Hidrocarburos
(FIDAC) sobre los costes del desastre del "Prestige".
A la Diputación Permanente de la Cámara, se le solicita que proceda al
debate y votación de la convocatoria de una sesión de las Comisiones
Constitucional, de Infraestructuras, de Economía y Hacienda y de Ciencia y
Tecnología, para celebrar diversas comparecencias del Gobierno para informar
sobre el hundimiento del "Prestige" y en otra ocasión para que procediera al debate
y votación de la convocatoria de una sesión extraordinaria de las Comisiones de
Política Social y Empleo y de Economía y Hacienda, para celebrar, respectivamente,
la comparecencia del Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales para que evalúe las
consecuencias sociales para las zonas de Galicia afectadas por la catástrofe del
"Prestige" y medidas para paliarlas, y la comparecencia del Ministro de Hacienda
para que evalúe los daños producidos en la economía de Galicia por el siniestro del
"Prestige" e informe sobre la disposición del Gobierno a revisar la teoría del déficit
cero para enfrentar la catástrofe.
315
La conclusión unánime que se saca de las intervenciones y declaraciones del
Presidente Aznar, del Vicepresidente Primero del Gobierno, del Ministro de
Fomento, del Ministro de Medio Ambiente y de los demás Ministros del Gobierno es
que todos han negado la catástrofe y haciéndolo era imposible afrontar la crisis con
rigor y efectividad.
- Que el traslado del buque a una zona abrigada hubiera aminorado, incluso
en el peor de los supuestos, los efectos nocivos causados por la marea negra,
decisión en todo caso de difícil aplicación dada la inexistencia de un plan de
emergencia diseñado con anterioridad a la catástrofe.
- Que una ventaja derivada del alejamiento del buque de la costa es la mayor
escala temporal disponible para la realización de tareas de recogida de combustible
por parte de buques especializados, así como la preparación de medidas de
protección y la coordinación de la limpieza del litoral. Sin embargo, es de difícil
explicación que una vez tomada la decisión de alejamiento del buque, el grueso de
la flota de limpieza tarde más de 10 días en llegar a Galicia, la coordinación de las
tareas de limpieza se inicie una semana después de que el fuel comenzara a
alcanzar las costas, la composición química y toxicidad del vertido siga siendo
316
objeto de debate y las medidas preparadas para la protección del litoral sean en
gran medida fruto del esfuerzo personal de las cofradías locales.
Todo este planteamiento sirve también para poner de manifiesto que España
viene realizando un gran esfuerzo en incorporación de conocimiento relacionado
con las ciencias del mar y con lo marítimo. Pero que no existen capacidades para la
utilización eficiente de ese conocimiento en circunstancias que, como en el caso del
Prestige, precisan del mismo. Estas circunstancias motivan al colectivo de
referencia a expresar una vez más que:
317
Lo anterior nos lleva a deducir que, como en tiempos pasados, resultaba
más fácil, en lo referente al Prestige y sus consecuencias, conocer de primera mano
y con rigor la información puntual que nos afectaba, a través de medios de prensa
o comunicación extranjeros que a través de los propios.
Claro ejemplo de todo ello es como en los medios de televisión públicos
(RTVE – CRTVG) y medios de prensa escrita afines al partido popular se mantuvo
un silencio elocuente en todo aquello que sonara a mareas negras hasta que lo
innegable se impuso a la propia censura.
Así, el Colegio Profesional de Periodistas de Galicia, que agrupa a 1083
profesionales, denunció lo que consideró una auténtica censura y manipulación de
información por parte de los poderes públicos en todo lo relativo a las mareas
negras ocasionadas por el siniestro. Denuncia a la que se sumaron con carácter
reivindicativo los ciudadanos en rías, playas y puertos.
La censura y manipulación no se limitó a los primeros días del siniestro. Así
las cosas, transcurridos las primeras semanas, el Presidente Aznar envía a 3.500
efectivos del ejército con el fin de recuperarse de una imagen totalmente
desprestigiada y vuelve a hacer uso de los medios de comunicación; en concreto de
la cadena de televisión española para dar a conocer a la opinión pública lo acertado
de la medida. Los informativos se realizan desde los barcos de la armada y en todo
momento el mensaje que nos envían se refiere al despliegue militar en las costas
gallegas y su encomiable labor en la recogida del chapapote en las playas
afectadas.
La Universidad de Santiago presentó un informe sobre el tratamiento del
“Prestige en la prensa gallega”. En el mismo se tratan las fuentes informativas
aportando datos que vienen a corroborar lo hasta aquí expuesto. El estudio señala
que el 42,7% de las referencias corresponden a fuentes de información de voces
expertas en el ámbito institucional, mientras que los expertos de organismos
científico-técnicos sólo representan el 8,6% y las universidades el 2,9%.
Del análisis de las fuentes se desprende que para la categoría de
Instituciones, los centros de investigación de otros países, como los ya
mencionados, CEDRE, Instituto Hidrográfico de Portugal, etc., triplican en presencia
a los organismos científicos españoles (Instituto Oceanográfico, Instituto de
Investigaciones Marinas, CSIC y otros).
La conclusión a todo lo anteriormente expuesto y con independencia de las
fuentes informativas analizadas, se cristaliza en la aportación que ofrecieron los
medios de prensa independiente (El País, La Ser, Tele 5, La Voz de Galicia...) como
alternativa y, sin duda, base analítica de rigor de cara a contrarrestar el apagón
informativo, la manipulación mediática y social y el intento de anular la voluntad de
conocer para impedir que en el futuro se repita esta catástrofe, llevadas a cabo por
el Gobierno y sus medios afines. A ellos, y a sus profesionales, resulta de todo
punto necesario agradecer el encomiable esfuerzo realizado con el único objetivo de
facilitar a los ciudadanos una información veraz y de rigor que redunda, sin duda
alguna, en reforzar, pese al esfuerzo en contra de los estamentos del Gobierno, los
pilares básicos de un Estado de Derecho que entre otros se sustentan en una
libertad de opinión e información.
Por último, debe mencionarse como dato curioso y ejemplo de una
manipulación claramente intencionada por parte de las Administraciones implicadas
como la propia página Web del Ministerio de Fomento, en lugar de dar información
veraz sobre el suceso crea un link específico de continuos desmentidos a las
noticias publicadas por el diario El País.
318
sobrecogida por las todavía inciertas consecuencias de la catástrofe del Prestige.
Pero, por si lo anterior no fuese suficiente, este epígrafe tiene por finalidad recoger
la falta de organización de las autoridades competentes que, en todos aquellos días
y los siguientes al hundimiento del petrolero, se mostraron incapaces de estructurar
un operativo capaz de defender las costas y paliar los efectos de la marea negra.
Ante esa circunstancia, quienes se sentían ya afectados (pescadores,
mariscadores, cultivadores y vecinos de la costa) comenzaron a reunirse. En
principio con ánimo de manifestar su preocupación, después exigiendo ser
informados de las previsiones gubernamentales ante lo que pudiera venir y, por
último, para constatar que ni la Xunta ni la Administración Central tenían Plan
alguno, ni medios para llevarlos a cabo.
Incluso antes de que el Prestige se hundiese, surgieron los primeros vecinos,
pescadores y mariscadores y también algunos grupos ecologistas locales,
dispuestos a limpiar, como fuese, los tramos de la Costa da Morte a los que iban
llegando las primeras oleadas de chapapote (mientras la versión oficial continuaba
negando las evidencias a pie de playa).
El día 16 la marea negra llega a contaminar aproximadamente 200
kilómetros de costa gallega y, tal y como habían avisado las Cofradías, los 7
kilómetros de barreras flotantes dispuestos por el Estado no sirvieron para nada.
Ese mismo día comenzó la mayor movilización social que ha vivido Galicia. Al
principio sólo se trataba de unos pocos cientos de personas, pero, poco a poco,
constantemente y desde todos los puntos de España e incluso del extranjero, ese
número se incrementó hasta alcanzar varios miles de voluntarios dispuestos a
luchar contra la contaminación y a combatir los efectos de la marea negra. Los
vecinos de la costa, en colaboración con el voluntariado, se movilizaron para
recoger la mayor cantidad de chapapote en alta mar, impedir por todos los medios
que el fueloil entrase en las Rías Bajas y tratar de limpiar las zonas costeras a
medida que iban siendo afectadas.
Aunque en vano, las gentes de mar y sus organizaciones de representación
solicitaron medios y equipos a las administraciones autonómica y estatal, solicitaron
igualmente personal público que pudiese colaborar, pero todas estas solicitudes
tuvieron una respuesta negativa. Ante esta situación, fueron los propios vecinos y
voluntarios los que se lanzaron, en medio del desastre, a salvar lo que se pudiese.
Para ello emplearon desde instrumentos rudimentarios, creados con la única
finalidad de recoger chapapote, hasta sus propias manos. Tal fue la precariedad de
medios con la que actuaron que por no contar no contaban ni con mascarillas, ni
guantes o ropa adecuada para protegerse de los gases y sustancias emanados de
los hidrocarburos. Tampoco se disponía de recipientes o contenedores en que
albergar la basura recogida o, simplemente, instrucciones técnicas que evitasen
que, en el intento de acabar con la contaminación, se estuviese multiplicando el
riesgo para el ecosistema marino.
Pese a las dificultades y la enormidad del desafío, la organización popular
mejoraba día a día, tanto en lo relativo al alojamiento y aprovisionamiento de las
personas, como en la adquisición de material de limpieza, ropa, etc, y, sobre todo,
en la distribución de labores, según las zonas y las personas.
El espectáculo de miles de personas auto organizándose y guiándose nada
más que por la solidaridad frente a una catástrofe, alertó a las autoridades políticas
que sugirieron la necesaria presencia del ejercito y la urgencia de canalizar y
controlar desde la oficialidad la afluencia de voluntarios. La total incompetencia y
desorganización administrativa se resume claramente en que, ante la ausencia de
nuestras fuerzas armadas y cuerpos de protección civil, un destacamento de
militares Belgas, presentes en las costas gallegas desde las primeras horas del
siniestro, no dejaba de preguntarse y preguntarle a los allí movilizados dónde
estaba el ejercito español.
El movimiento de los ciudadanos voluntarios fue probablemente la imagen
de la catástrofe del Prestige. Se ha hablado de la Marea Blanca de los voluntarios
como imagen contrapuesta a la Marea Negra del fuel y a la Marea Parda de las
319
autoridades. En todo caso, la presencia constante de los voluntarios era expresión
tanto de su solidaridad con la situación social, económica y medioambiental de la
costa, como una expresión de defensa de su propio patrimonio afectado por la
catástrofe marítima pero también por la incapacidad de las autoridades de
organizar la lucha contra la contaminación. Su presencia allí y su testimonio
posterior sobre lo que vieron es la evidencia más clara de la desorganización e
incapacidad de gestión de la crisis del Prestige por las autoridades, pero también es
el testimonio más directo sobre el apagón informativo, la manipulación y la censura
a la que las autoridades sometieron a todo lo que tuviera que ver con el Prestige.
Sin embargo, ha quedado clara, a nuestro juicio, la campaña de desinformación y
mentiras promovida por el Gobierno desde el primer momento hasta que la
situación se hizo insostenible y las evidencias de la tragedia no pudieron ser
ocultadas por más tiempo.
Esta actitud del gobierno junto con las consecuencias posteriores del
siniestro, por todos conocidas, ha desencadenado en la población un creciente
sentimiento de que durante la crisis hubo falta de apoyo por parte de sus
gobernantes, de engaño y, sobre todo, de falta de capacitación a la hora de
afrontar una catástrofe de tal magnitud.
El siniestro del Prestige dio lugar a la manifestación más numerosa de la historia de
Galicia. Mientras, la mancha principal de fuel vertida por el petrolero se sitúa ya a
19 millas de Corrubedo (A Coruña). El Partido Popular no participó en ella al no
haber llegado a un acuerdo en la redacción del manifiesto que cerró el acto. La
movilización partió a las 12:00 horas de la Alameda compostelana y concluyó en la
plaza del Obradoiro, donde el escritor Manuel Rivas leyó un manifiesto,
acompañado de los actores Carlos Blanco y Miguel de Lira. El Prestige fue el
contexto en el que quedan enmarcadas las mayores movilizaciones sociales de la
historia de Galicia, que deben sumarse a las innumerables marchas y
concentraciones de protesta, que aún hoy continúan produciéndose, con las que la
población manifestó su más profundo rechazo por la actitud del Gobierno y su
forma de gestionar esta crisis, e incluso el nacimiento de la plataforma-fenómeno
Nunca Mais, que aglutina a más de 200 asociaciones, que fue pieza clave del
desarrollo de este movimiento.
La Plataforma Nunca Máis fue creada pocos días después del hundimiento
del Prestige frente a las costas gallegas aglutinando a más de 200 asociaciones y
colectivos de diverso tipo: cofradías de marineros, asociaciones culturales, políticas,
ecologistas, vecinales, sindicatos, productores y comerciantes de pescado, etc.
El principal objetivo ha sido exigir responsabilidades políticas tanto al
gobierno autonómico como al estatal así como a la Unión Europea. Exigió en sus
reivindicaciones básicas una declaración de Galicia como zona catastrófica y la
inmediata dotación de recursos de todo tipo para reparar sus graves consecuencias
económicas, sociales, medioambientales y para la salud provocadas por el siniestro.
También en sus reclamaciones ha tenido cabida la reivindicación de la puesta en
marcha de mecanismos de prevención que impidan que hechos como este vuelvan
a repetirse en el futuro.
Nunca Máis ha ejercido una dura oposición desde los inicios del desastre
pidiendo la dimisión de las autoridades responsables ya que considera que
permitieron que el accidente tuviese tan nefastas consecuencias. Los instrumentos
que ha utilizado la plataforma han sido las movilizaciones ciudadanas en diferentes
puntos del país, conciertos y otros actos de diversa índole.
La Plataforma ha emitido una serie de documentos de diferente contenido
como manifiestos en cada una de las movilizaciones convocadas, un texto
explicativo de la propuesta de colaboración económica que realizaron para la ayuda
a los afectados, propuestas en materia de transporte marítimo, informe sobre el
estado actual del transporte marítimo en Galicia y propuestas de mejora, así como
un manifiesto cultural en apoyo de la propia Nunca Máis y un manifiesto de
Sanitarios/as de Nunca Máis. Todas las reivindicaciones de Nunca Máis han sido
además presentadas en Bruselas.
320
Las propuestas de NUNCA MÁIS respecto al transporte marítimo han sido
muy activas y completas incluyendo temas como los siguientes: medidas de
prevención, cooperación internacional, seguridad marítima, banderas de
conveniencia, puertos de conveniencia, Agencia Europea de Seguridad Marítima,
petroleros de doble casco, puertos de refugio, los fondos estructurales de la UE y la
seguridad, seguridad ambiental, sanciones penales, formación profesional de los
trabajadores del mar, medios de protección, creación de centros de
almacenamiento y de intervención de emergencia, medios materiales, buques
guardacosta, vigilancia vía satélite, skimmers, gabarras, barreras de contención y
de absorción, etc., personal técnico, Planes de emergencia y otras medidas como
indemnizaciones, Ayudas a los sectores implicados, y ampliación a otros afectados,
como el turismo, la hostelería, los comerciantes, las depuradoras, las conserveras,
etc., creación de un Fondo de Recuperación Ambiental, creación de una Comisión
de Seguimiento Europea y creación de una Comisión de Investigación entre otros.
La Plataforma Nunca Máis no se ha limitado a las acciones anteriormente
descritas sino que incluso ha emprendido acciones legales. Así el 28 de enero de
2003 interpuso una querella criminal contra los responsables de la catástrofe.
Dichos responsables de los daños causados por la catástrofe del Prestige objeto de
esta querella fueron las personas vinculadas a la propiedad, explotación y gobierno
de la embarcación: la empresa Mare Shipping Inc., propietaria del buque, la
empresa Universe Maritim Ltd., armadora, y Apostolos Ioannis Mangouras, el
capitán, y aquellas otras que, desde la Administración, constituidos en gabinete de
crisis, decidieron su destino desde el momento del siniestro: Arsenio Fernández de
Mesa, Delegado del Gobierno en Galicia, Ángel del Real Abella, Capitán Marítimo de
Coruña y José Luis López Sors, Director General de la Marina Mercante, sin prejuicio
de responsabilidades de otras personas que pudieran determinarse a lo largo de la
instrucción.
Finalmente, no podemos dejar de citar el eco que la respuesta ciudadana
originada en Galicia produjo en el resto del Estado y como en ciudades como
Madrid y Barcelona, los ciudadanos hicieron suyo el problema, manifestándose con
carácter masivo en apoyo al pueblo Gallego como muestra más de la solidaridad
que el siniestro del Prestige provocó en toda la sociedad española.
321
2.11.2 En torno a la tripulación.
- El Capitán: griego.
- Jefe de maquinas: griego.
- Primer Oficial: filipino.
- Resto de la tripulación, hasta 23 miembros: filipinos.
322
en la capital griega, Atenas, y que era la encargada de la explotación del Prestige,
es decir su operadora y naviera efectiva, a cambio de lo cual percibía una
remuneración por su gestión del buque.
323
amparadas por el deber de secreto que celosamente protegen los paraísos o
pabellones de conveniencia.
324
entre estas, principalmente, por UGT MAR y CC.OO., como las más representativas
y con mayor implantación a nivel nacional. En cierta medida, lo acontecido con el
buque PRESTIGE ha materializado en un caso práctico todas aquellas denuncias y
deficiencias que los sindicatos españoles han venido poniendo sobre la mesa ante la
Administración Marítima Española a lo largo de los últimos años. Para estas
centrales sindicales es un hecho cierto que a lo largo de los gobiernos respaldados
por la mayoría del Partido Popular no se ha querido dar ninguna trascendencia a lo
marítimo, implantando una política de desmantelamiento de los medios públicos y
desregulación de la actividad a favor de intereses económicos. Por ello, considerar
el PRESTIGE como un caso aislado y lo ocurrido como la consecuencia de la
desgracia o la mala suerte es, no sólo ignorar la realidad del sector a nivel nacional,
sino, también, allanar el camino para que esta situación se reproduzca en el futuro.
Desde esta perspectiva, los Sindicatos han expresado su opinión en diversos
foros y medios, así como ante la Administración. Sería largo y complejo, y poco
práctico, individualizar las opiniones, pero si es posible sistematizarlas en puntos
comunes donde la coincidencia de criterios refleja la unanimidad en el sentir de los
trabajadores del mar españoles. En esta línea de análisis podemos identificar las
opiniones y actuaciones sindicales acotándolas en los diversos tiempos que han
conformado el conjunto final del caso PRESTIGE.
Ante las primeras señales de alarma sobre la situación del buque y la
primera reacción de la Administración, las organizaciones sindicales coincidieron de
forma unánime en lo erróneo la decisión de alejar el buque de la costa gallega sin
rumbo fijo y sin otro fin que trasladar un problema que, hasta aquel momento, era
susceptible de ser tratado mediante otras opciones, más racionales desde un punto
de vista técnico. El camino seguido hasta la toma de tal decisión evidenciaba ya
una de las constantes de la Administración Marítima española: la improvisación.
Ante la ausencia de planes de actuación predefinidos ante situaciones de riesgo
como la que se estaba viviendo, las autoridades marítimas sufrieron, primero, un
ataque de indecisión, para, a continuación, tomar una serie de decisiones
impulsivas, nada meditadas y carentes de rigor técnico que, posteriormente, se
vieron en la obligación de dar un barniz de rigor buscando opiniones de expertos
que las avalaran. Las organizaciones sindicales pidieron en esos momentos, y los
medios de comunicación se hicieron eco de ello, que los máximos responsables en
esta materia explicaran sus decisiones y las fundamentaran, momento en el que
empezó el carrusel de declaraciones que implicaban a numerosos expertos y de
numerosos desmentidos posteriores por los mencionados expertos. La tantas veces
denunciada falta de interés por lo marítimo de la Administración se hacía evidente.
Tomada la decisión, e iniciado el que podríamos definir como “viaje de los malditos”
(sucesivos cambios de rumbo no justificados aún en el día de hoy), se evidencia
una de las más reiteradas denuncias sindicales a lo largo de los últimos años, la
falta de medios públicos para llevar adelante una operación como la que se
pretendía. A lo poco razonable de la decisión adoptada debía sumarse la falta de los
medios necesarios para hacer frente a la misma. La paulatina reducción de los
medios públicos de salvamento, y más concretamente de los remolcadores de
altura adscritos al plan nacional de salvamento (fundamentada en criterios de
rentabilidad económica una y mil veces por el Ministerio de fomento), culminó con
un desfile de unidades insuficientes, de intereses privados y de ineficacia que
culminaría con el hundimiento del buque y con las posteriores “mareas negras”.
Llegados a este punto, y después del sinfín de informaciones que trataron de
minimizar la catástrofe y sus consecuencias, y antes de entrar en como se hizo
frente a la misma y la nueva evidencia de la falta de medios, organización y
previsión, es importante detenerse en las justificaciones que dio el Gobierno a la
situación creada y a sus causas, así como la reacción de las organizaciones
sindicales ante tal análisis.
La primera reacción del Gobierno fue la de poner sobre la mesa la cuestión
de las banderas de conveniencia y de aquellos que las utilizan para hacer negocio
mediante buques basura, con tripulaciones mal formadas y peor pagadas. De esta
325
forma el Gobierno español se erigía en el primer critico contra las banderas de
conveniencia, lo que amparan y lo que representan. En segundo lugar, el Gobierno
se hizo fuerte en su oposición a que se mantengan en el tráfico mercante buques
monocasco, impulsando medidas inmediatas que prohibiesen su entrada en puertos
españoles.
Ante tal situación, tanto UGT MAR, como CC.OO., pusieron en evidencia las
enormes lagunas y contradicciones de las argumentaciones del Gobierno, que en un
intento por diluir su propia responsabilidad lanzaba proclamas públicas contra lo
que ha sido la base de su política marítima durante los últimos años.
Las críticas del Gobierno contra las banderas de conveniencia evidencian una
profunda contradicción con lo que ha sido su política legislativa respecto a la marina
mercante nacional durante los últimos cinco años:
326
inmunidad y gran beneficio, desarrollando un mercado subestandar donde ejercen a
sus anchas en detrimento de aquellas empresas que enarbolan banderas nacionales
reguladas y controladas. Frente a esta realidad, y pese a las innumerables
denuncias de los sindicatos en el ámbito nacional, comunitario e internacional, el
Gobierno español reacciona acercando el pabellón nacional a las tan denostadas
banderas.
Por otra parte, y agotado mediáticamente ya que en la práctica no ha
supuesto nada, el discurso contra las banderas de conveniencia el Gobierno español
inició una campaña de debate sobre los buques monocasco o doble casco, que
culminó con el ejercicio de su potestad legislativa y la prohibición de entrada en
puerto español de aquellos buques monocasco que transportasen cargas peligrosas
o contaminantes. Esta medida, tomada con efectos populares y al margen de la
realidad y de la opinión de los expertos, conllevó que, buques que contaban con
todos los parabienes de las Administraciones más severas del mundo (entre ellas la
tan alabada Administración estadounidense) no pudieran entrar en puertos
españoles. Frente a esta realidad inmediata, el Gobierno ocultaba a la opinión
pública sus escasos esfuerzos para conseguir que las normas comunitarias sobre la
materia (paquetes Erika) fueran puestas en marcha en los plazos adecuados. Con
esta política de doble juego la Administración dejaba al margen del debate público
un tema que los Sindicatos han venido denunciando de forma constante durante la
última década, la necesidad de llevar a cabo una labor inspectora de los buques
seria, constante y rigurosa que garantizase que los mismos navegan bajo unas
condiciones suficientes de seguridad. Desde el punto de vista sindical es evidente
que la clave de la seguridad marítima no va a radicar en la diferencia entre buques
monocasco y doble casco (aunque en principio incidirá por el efecto de renovación
de flota que llevará la imposición de buques doble casco), sino en el correcto
control e inspección de los buques, de su correcto mantenimiento y de su correcta
tripulación. Y ello debe hacerse desde una Administración Marítima con mayor
presencia y mayores medios en los puertos, una Administración capaz de hacer
frente a las obligaciones que la realidad impone. La situación actual dista mucho de
acercarse a lo deseable, si analizamos el funcionamiento actual de las Capitanías
Marítimas encontraremos un personal motivado, pero escaso y falto de medios, con
unos horarios insuficientes y con una capacidad de actuación muy limitada. Ante
este panorama, y las constantes denuncias de las organizaciones sindicales, el
Gobierno reaccionó no dotando de medios a sus estructuras, sino tratando de
limitar la capacidad de denuncia de quienes lo criticaban y para ello recurrió, como
elemento disuasorio, a la obligación del denunciante de afianzar económicamente
cualquier tipo de denuncia que pudiera suponer la paralización de un buque.
En cuanto a las situaciones posteriores a la catástrofe, estas no hicieron sino
empeorar la serie de despropósitos anteriores. Hundido el buque y siendo una
realidad la primera marea negra, nos encontramos con el Capitán del PRESTIGE
demonizado, encarcelado y bajo una fianza desorbitada e irracional, con la falta de
medios en la lucha contra la contaminación, tanto en la mar como en tierra, y con
el descrédito final de la Sociedad de Salvamento y Lucha contra la Contaminación,
convertida en un mero instrumento secundario.
La situación del Capitán del PRESTIGE, provocada por la necesidad del
Gobierno de encontrar culpables externos antes de que la justicia se pronunciase,
provocó la reacción airada de los Sindicatos UGT, CC.OO., de la organización
internacional de Sindicatos I.T.F. y de organizaciones profesionales como el Colegio
de Oficiales de la Marina Mercante y AETINAPE. Todo ello en medio de un
desconcierto general del mundo marítimo a escala internacional.
La llegada de la marea negra a las costas gallegas puso en evidencia la falta
de medios del Estado para hacer frente a situaciones de este tipo tanto en la mar,
como en tierra. Las denuncias de los Sindicatos sobre el desmantelamiento del
sistema público de salvamento y lucha contra la contaminación, de falta de medios
y de falta de formación de los profesionales (ni un solo curso en esta materia en la
última década), se concretaron en evidencia ante lo sucedido. Solo el esfuerzo
327
inicial de los trabajadores del mar, de los sindicatos, de las organizaciones
profesionales, de las cofradías, reforzado por el apoyo incondicional de la
ciudadanía impidió que la tragedia fuese mayor. Se puso en evidencia que España
no contaba con medios técnicos (buques anticontaminación, barreras, etc.), ni
humanos (profesionales formados suficientemente) para hacer frente a situaciones
de este tipo y, frente a ello, la Administración reaccionó convirtiendo en simples
comparsas a sus escasos medios (SASEMAR) y favoreciendo el negocio privado a
través de empresas creadas para la ocasión, sin experiencia y sin medios.
Finalmente, hemos querido recoger en este breve relato de las posiciones
expresadas desde el ámbito de las organizaciones sociales y profesionales la
posición de ASPROMAR, asociación profesional que agrupa a la mayoría de los
marinos en la administración marítima civil española. La dirección de Aspromar hizo
llegar a la redacción de este informe diversos documentos remitidos a la Dirección
General de la Marina Mercante en los que se incluyen consideraciones relativas a
las condiciones del trabajo de los profesionales asociados y recomendaciones
relativas a la mejora de la calidad de los servicios. En tal sentido tiene un alto valor
el documento remitido el 25 de octubre de 2002 a la citada Dirección General en la
que se le da conocimiento de los resultados de la reflexión llevada a cabo por cinco
grupos de trabajo de asociados a Aspromar en relación con diversas materias y
competencias de Marina Mercante. De entre tales reflexiones destacan las relativas
a la necesidad de diferenciar y especializar las funciones de intervención en razón
de emergencias marítimas de modo que se gestionen de forma diferenciada las
actividades de prevención de las de gestión de los accidentes y siniestros
marítimos. Del mismo modo, destaca la observación planteada a la calidad de los
informes OMI sobre investigación de accidentes y a las inspecciones y controles
realizados en los puertos españoles, la falta de recursos humanos, la asignación de
los mismos a múltiples tareas de menor relevancia, la falta de vigilia ante la labor
de las sociedades de clasificación, etc.
Asimismo, Aspromar emitió una nota en enero de 2003 posicionándose en
relación con las actuaciones de las autoridades marítimas en el siniestro del
Prestige y recordando la fragilidad de los medios disponibles, la descoordinación de
los existentes, el abandono de tareas esenciales en materia de seguridad y, muy
especialmente, a la ausencia de los técnicos en la toma de decisiones y en la
determinación de las hipótesis sobre el impacto de la catástrofe. A juicio de
Aspromar existió una gestión política de la crisis que no tomó en consideración la
capacidad de asesoramiento de los técnicos de las Capitanías Marítimas y de los
entornos profesionales. La crisis del Prestige es, a juicio de esta asociación, una
demostración del rumbo equivocado adoptado por la administración pública en
materia de seguridad marítima.
328
puedan afectar de manera significativa a la costa (30 de noviembre de 2002). No
hace falta volver a recordar las informaciones al respecto que permanecen en la
memoria colectiva.
Podemos sintetizar las actuaciones más significativas de otros gobiernos en esta
crisis de la siguiente forma:
329
- 6 de diciembre de 2002: Portugal tiene previsto dos planes: Mar Limpio,
dirigido a intentar evitar la entrada de fuel y a limpiarlo en caso de que
manche las costas y otro denominado Ganso-Pato, para la recuperación de
espacios y especies amenazadas.
- Los siete navíos aparejados por la Marina Nacional Francesa para hacer
frente a la marea negra que se encuentra a más de 200 kilómetros de las
costas francesas esperan poder salir hoy si los vientos, de más de 140
330
kilómetros por hora amainan. El departamento de La Vandée, justo al sur de
Bretaña, dispone ya de flota propia, de 30 barcos y 210 marinos, financiada
por la región y desde el 10 de diciembre de 2002 ha puesto en marcha la
fabricación de 600 barcazas de usar y tirar, capaces de acumular hasta 10
toneladas de fuel en una única faena.
331
3. CONCLUSIONES
Pero, por encima de cualquier otra cuestión, la catástrofe del Prestige pone
de manifiesto que las autoridades gestionaron mal el siniestro desde su inicio
produciendo una grave crisis que no consiguieron controlar y cuyo impacto final aún
no es posible evaluar. Esa crisis no sólo evidenció las grandes carencias y
debilidades estructurales de nuestro sistema de seguridad marítima, salvamento y
lucha contra la contaminación, sino también la falta de capacidad de los
responsables públicos para asumir y gestionar sus competencias, especialmente en
situaciones de emergencia como la que produjo este accidente. La catástrofe del
Prestige viene a ser una demostración inequívoca de la ineptitud de los
responsables del Gobierno de la Nación y de la Xunta de Galicia en la gestión de los
intereses públicos y la demostración palpable de los riesgos a los que nos
exponemos como consecuencia del retroceso del papel del Estado en los servicios
públicos esenciales que padece nuestra sociedad.
332
sometimiento de los intereses generales o los intereses particulares, inseguridad y
riesgo colectivo.
Por otra parte, tal y como se analiza en este informe, la catástrofe del
Prestige ha sido vivida con intensidad y emoción por toda la ciudadanía, creándose
una ola de simpatía y solidaridad con la población directamente afectada, así como
una dinámica espontánea de aportación de trabajo voluntario para la limpieza del
litoral y las aguas contaminadas de una intensidad tal como nunca se había creado
en nuestra sociedad. Las autoridades, empeñadas en la ocultación de las evidencias
acerca de la grave contaminación del litoral, lejos de encauzar correctamente ese
esfuerzo solidario, evidenciaron su incapacidad para organizarlo y coordinarlo. Al
tiempo, el carácter errático de las decisiones adoptadas por las autoridades, la
ocultación y tergiversación de las informaciones y la evidencia de ignorar y no
cumplir los protocolos de actuación para estas situaciones y no estar en condiciones
de gestionar la crisis, dejan en la ciudadanía una sensación nítida de desconfianza
en la capacidad del Estado y de las Instituciones para garantizar su seguridad. Esa
desconfianza sólo puede ser subsanada a partir de un esfuerzo de clarificación
acerca de lo sucedido y de determinación de las distintas responsabilidades. Ese
esfuerzo requiere la creación de una Comisión de Investigación.
PRIMERA:
333
del traslado del buque a una zona de refugio o de abrigo para poder llevar a
cabo el trasvase del fuel y, al mismo tiempo, poder garantizar las
operaciones de lucha contra la contaminación en un área reducida y
controlada.
SEGUNDA:
TERCERA:
334
3.2 LISTADO DE CONCLUSIONES
335
3. El objetivo principal en materia de seguridad marítima y lucha contra la
contaminación del medio marino en Europa ha de ser el de la
prevención. La realidad demuestra que los medios disponibles no son
suficientes para evitar catástrofes como las que recientemente se han producido
en las costas de la Unión Europea en los casos Erika y Prestige. Con
independencia de la necesidad de disponer de más medios y dispositivos es
preciso tomar conciencia de que hay que enfatizar en las políticas de prevención
no sólo porque se demuestran más efectivas sino porque a medio y largo plazo
son más baratas.
Este objetivo requiere la adopción de normas y sistemas uniformes por
un conjunto suficiente de miembros de la comunidad internacional en materia
de calidad de la flota, capacidad y responsabilidad de las empresas, regularidad
de las actividades asociadas al negocio marítimo, control de la competencia de
las tripulaciones y de sus condiciones de trabajo, incorporación de nuevas
tecnologías al control de la navegación, aumento de los sistemas de inspección,
lucha contra los pabellones que no se responsabilicen del control efectivo de los
buques, así como control riguroso de las certificaciones y autorizaciones. Por
otra parte, la OMI debe liderar programas dirigidos a promover un cambio
radical en la orientación de los países en vías de desarrollo en materia de
promoción de sus pabellones de modo que existe una verdadera gestión del
pabellón y unas estructuras reales capacitadas para gestionar el negocio
marítimo y las responsabilidades del país de bandera.
336
La gran libertad existente en materia de matriculación de buques,
amparada en la Convención de Ginebra sobre Alta Mar de 1958 y la Convención
sobre Derecho del Mar de 1982, ha permitido a un número importante de
armadores matricular sus buques en el país que deseen de acuerdo con las
ventajas que puedan obtener.
Teniendo en cuenta los altos niveles de competitividad en el mercado del
transporte marítimo, los armadores y navieros se ven incentivados, siguiendo
un criterio puramente empresarial, a buscar las mejores condiciones de bajos
costes, en algunos casos aún a costa de no respetar las condiciones mínimas de
seguridad. En este sentido, los países que amparan banderas de conveniencia
sin mayores exigencias en materia de seguridad para los buques están
causando distorsiones en el mercado del transporte marítimo en detrimento de
las necesarias exigencias en materia de seguridad marítima.
En este sentido, debe promoverse la firma de Convenios Internacionales
que permitan corregir estas distorsiones a la vez que se utilizan los mecanismos
jurídicos europeos y nacionales, como el Control del Estado del Puerto y el
Memorandum de Paris, para evitar que los actores del tráfico marítimo
internacional se amparen en el principio de libre matriculación para incumplir
sistemáticamente las condiciones mínimas de seguridad en la navegación.
337
exigentes en la incorporación de tecnología a los buques en materia de sistemas
de seguridad y navegación o en las medidas anticontaminación.
338
marítimo, un concepto de Estado Marítimo, ni una definición de una auténtica
política marítima. Sin esa consciencia de lo marítimo no es posible responder a
los riesgos ni atender a las situaciones de protección del medio marino que
nuestra posición geográfica requiere.
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incremento y modernización. Resulta por tanto indispensable revertir esta
situación hacia una clara tendencia de inversión y crecimiento de medios para
que sostengan el Sistema Español de Salvamento Marítimo.
340
seguridad de nuestras costas, en España existe un importante vacío. Se hace
así necesario que nuestro país cree los mecanismos de control de tráfico
marítimo que permitan el seguimiento de los buques y sus cargas y el
cumplimiento de la regulación nacional y europea en materia de seguridad
marítima en toda la extensión de sus aguas territoriales y con una perspectiva
de control europeo.
Por ello, se puede afirmar que el desastre del Prestige representa una
evidencia más del actual descontrol y carencia de vigilancia ejecutiva sobre el
tráfico marítimo en las aguas Españolas. Cabe destacar que junto a los
anteriores factores, el patente retroceso en el número de unidades de
salvamento y lucha contra la contaminación provoca que muchas zonas queden
desprotegidas ante un siniestro, a lo que se unen las insuficientes
características técnicas tanto de los buques actualmente en servicio como los
proyectados que se pretenden construir según los datos disponibles y que son,
desde el punto de vista de los expertos consultados, claramente insuficientes
para afrontar con éxito las labores de salvamento marítimo y protección del
medio marino y representan un nuevo error de graves consecuencias, tal como
ya lo fueron los remolcadores portuarios utilizados en labores de sustitución de
las unidades mayores de salvamento marítimo.
341
EN RELACIÓN CON EL SINIESTRO DEL BUQUE PRESTIGE.
342
22.El análisis de la operación de salvamento del buque pone de manifiesto
la falta de claridad y la posible incompatibilidad en la prestación de los
servicios de remolque y salvamento a cargo de las unidades
privadas/concertadas que intervinieron. La operativa seguida en el
desarrollo de las tareas de salvamento del Prestige por el remolque designado
para ello, deja grandes zonas de sombra que se incrementan a la luz de las
propias críticas establecidas por el Ministro de Fomento y sus declaraciones
acerca de la necesidad de investigar este extremo. Igualmente debe criticarse la
designación de dicho remolcador como “on scene comander”, esto es, jefe del
operativo en el lugar del siniestro, con la responsabilidad directa sobre los
medios públicos y privados presentes, incluyendo los buques de la Armada
Española. La defensa de los intereses generales de España no admite
supeditación alguna a otros intereses del ámbito privado en el negocio
marítimo.
Dada la situación de riesgo extremo en el que se viven los siniestros
como el del buque Prestige y el daño para las personas y los bienes así como
para el medio ambiente, que puede llegar a producirse, no parece razonable
que concurran a la misma operativa medios públicos supeditados a los privados
y deben establecerse reglas claras que eviten la extorsión y el riesgo colectivo
que se han producido en el Prestige.
343
tanto en esta catástrofe como en otras catástrofes marítimas la capacidad de
predicción es esencial para impedir o limitar los daños. Pero para ello es
necesario una coordinación amplia, abierta y rápida de la información disponible
entre los expertos y gestores para conseguir cuanto menos obtener y confirmar
datos relevantes, establecer modelos sobre condiciones meteorológicas y
marítimas que permitan predecir trayectorias de los contaminantes, y estimar el
impacto ecológico y económico. Tales informaciones han de poder ser ofrecidas
a los dispositivos operacionales y difundidas para su recepción y análisis por la
red de centros expertos.
344
contra la contaminación del litoral a través de un esfuerzo concertado entre los
diversos niveles competenciales públicos concernidos por la catástrofe.
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un programa de vigilancia y protección de la salud pública que contemple la
elaboración de estudios epidemiológicos sobre la población local y sobre los
voluntarios que han estado participando en las tareas de limpieza.
Es preciso impulsar la elaboración de Planes de recuperación, con
especial atención a las zonas de elevado valor ecológico y protección especial
como es el caso del Parque Nacional de las Islas Atlánticas y controlar la
eliminación de los residuos dada la toxicidad del vertido y en la seguridad de
que esa toxicidad requiere una atención singular y especializada a las tareas de
eliminación de los residuos.
346
Gobierno y su estructura de medios de comunicación fueron inútiles e
impúdicos. En todo caso, por lo que a este análisis interesa, una de las
cuestiones esenciales en la conducción de la crisis producida por una
emergencia o un siniestro es una correcta administración de la información que
ha de ser veraz y verificable. La percepción de que la información oficial era
engañosa se volvió contra el propio sistema y contribuyó a crear más alarma y
más escepticismo. El buen ejemplo de profesionalidad e independencia de los
medios de comunicación hizo posible a los ciudadanos acceder a una
información veraz y que los medios de comunicación españoles y sus periodistas
alcancen niveles como los de los países marítimos más avanzados. Ciudadanos,
voluntarios y periodistas libres son los fundamentos de renovadas esperanzas
que la catástrofe del Prestige no ha dejado.
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4. RECOMENDACIONES
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de los riesgos sea efectiva la responsabilidad del armador y que esa
responsabilidad le sea exigible no sólo como consecuencia de conductas dolosas
o culposas graves, sino también como consecuencia de negligencia en el
mantenimiento y la operativa del buque.
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9.4 Elaboración de Planes de emergencia para cada área y tráfico
especialmente para las de mercancías peligrosas o contaminantes.
10. Resulta urgente llevar a cabo la recuperación del fuel depositado en el casco
hundido del buque y eliminar el derrame con las mayores garantías posibles.
350
referencia y estimar los efectos sobre los mismos apreciando posibles
diferencias con las distribuciones de especies en situaciones anteriores a la
actual.
12. Las autoridades deben promover que las comunidades científicas, académicas y
marítimas participen activamente en la investigación de las causas,
circunstancias y responsabilidades que se originan alrededor de la seguridad
marítima y así extraer las conclusiones correspondientes con la finalidad de
promover las modificaciones legislativas pertinentes y la estrategia para su
implantación inmediata.
14. Es imprescindible apoyar con todas las medidas necesarias a las personas y
colectivos afectados hasta que consigan el justo resarcimiento de sus daños.
15. Es inaplazable definir una política marítima española que obtenga el mayor
grado de consenso posible y que respete y facilite las competencias
constitucionales de la Comunidades Autónomas litorales y de los Ayuntamientos
costeros e integre, desde la perspectiva de los intereses generales y las
sensibilidades técnicas, económicas, culturales, sociales, medioambientales,
todos los elementos que nos permitan ser un país marítimo digno de la alta
sensibilidad ciudadana demostrada.
351
• Sistema Español de Inspecciones Marítimas Integrales.
18. Es necesario definir y regular las Autoridades Públicas Marítimas a todos los
niveles y específicamente, para los casos de emergencias y siniestros, dónde
debe existir un mando único, dotado de todas las capacidades de que disponen
en otros modelos que nos pueden servir de referencia, los Prefectos Marítimos
Franceses o los SOSREP ingleses, directamente dependientes del Secretario de
Estado competente en la materia.
21. Es necesario crear un Centro Nacional de Protección del Medio Marino y lucha
contra la Contaminación Marina en Galicia y dotarlo de personal y de los
medios necesarios para su rápida equiparación con los mejores centros
extranjeros de referencia.
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24. Es imprescindible definir de inmediato puertos y zonas de refugio y dotarlos
adecuadamente, al menos uno por fachada y en las islas, de tal forma que
sirvan de respuesta eficaz en casos de siniestros o emergencias, todo ello de
acuerdo con la nueva doctrina OMI en la materia.
31. Resulta inaplazable elaborar los Planes de Protección de las áreas sensibles y
zonas especiales cuya protección debe extremarse, específicamente las citadas
de Galicia, las de las Islas Baleares y Canarias, el Estrecho y aquellos otras
cuyas circunstancias así lo aconsejen. En tal sentido, España debe incorporarse
activamente a la iniciativa de creación de las PSSA´s (Protected Sea Sensible
Areas), impulsando la protección de sus espacios marinos sensibles en el
comité específico de la OMI sobre Protección del Medio Ambiente Marino.
353
34. Es conveniente fomentar la cultura marítima y la historia a todos los niveles
educativos incorporando la especificidad marítima en las Universidades, la
Administración de Justicia, la Investigación aplicada y en los correspondientes
ámbitos económicos, técnicos y profesionales.
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