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A cuatro años de la muerte de Eduardo Palomo, Carina habló con nosotros sobre el
legado que él le dejó, su nuevo álbum discográfico y el apoyo de los fans
Después de dos álbumes, Carina estrena su tercer disco, Viaje Personal, en donde refleja sus
experiencias y se libera como compositora. El próximo 6 de noviembre, se cumplen cuatro años de que su
esposo, Eduardo Palomo, falleciera inesperadamente. Aquí, la cantante abre su corazón en exclusiva, y
nos invita a ver y escuchar su primer sencillo, “Ángel y Demonio”.
¿Cómo ha sido el apoyo de los fans de Eduardo hacia ti y tus hijos, Fiona y Luca?
Los fans han sido súper cariñosos y respetuosos. Ahora en octubre fue el cumpleaños de mis hijos y les
hicieron un espacio en internet donde los felicitaban y les daban mucho amor. El Flaco sembró mucho
amor y su propósito era llevar un mensaje trascendental y hacer mucho por la educación, los niños y la
rehabilitación de drogas. Los fans sintieron esa solidaridad.
Cuéntanos un poquito sobre este nuevo material, ¿qué tiene de distinto a los demás?
Viaje Personal es un álbum más rock que los otros, en donde experimento con muchos sonidos, juego
más con atmósferas, sonidos aéreos, meto cuerdas. A nivel de música, cuidé menos la idea de que la
fuerza tiene que ver un estribillo o un coro repetitivo para que sea un hook, y eso me dió mucha mas
libertad como compositora.
La canción “Yo no” se ubicó como la canción de la semana en descargas del internet…
Sí, es una canción con muy buena actitud. Cuando tú estás echándole ganas a la vida y te dicen que no
puedes o está muy difícil, tú inténtalo, por que el miedo al fracaso está en no intentarlo. Yo prefiero que
me vaya mal pero que me vaya, no me puedo quedarme con las ganas.
Pusiste en escena una obra de Eduardo recientemente, ¿qué nos puedes decir?
Se llama Una pareja con Ángel, que El Flaco escribió en el año 1992, basada en las experiencias de
nosotros y un poco en lo que Eduardo observaba de las relaciones humanas. Para mí es muy hermoso
presenciar la obra del Flaco y saber que la obra de un artista no tiene tiempo.