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1. Aspectos teóricos
1.1. Surgimiento de la teoría del contexto de descubrimiento y contexto de
justificación
La distinción entre el contexto de descubrimiento y el contexto de justificación ya
“había sido incorporada al lenguaje de la filosofía de la ciencia en los años treinta”
(ACCATINO; 2002; p. 9). Sin embargo, su introducción al razonamiento jurídico recién
se produjo con WASSERSTROM en su libro de 1961, a fin de responder a las críticas
formuladas por los realistas a la teoría deductivista (ATIENZA; 2006; pp.100-101).
Básicamente, las críticas realizadas por el Realismo Norteamericano a la aplicación
formal del silogismo judicial son las siguientes: a) el derecho (premisa normativa o
mayor del silogismo judicial) es indeterminado por cuanto, frente a los precedentes y a
la determinación de su ratio decidendi, así como en el uso de la legislación, existen
diversas alternativas de solución posibles, además de diversas técnicas interpretativas
a las que pueden recurrir los jueces; y b) la vinculación del juez con la prueba, así
como la determinación de los hechos, referidos al ámbito de la “premisa fáctica o
premisa menor del silogismo judicial”, se sustentan en las creencias del juez o del
jurado (ACCATINO; 2002; pp. 11-13).
A partir de dichas críticas, el Realismo sustentó que las decisiones judiciales, en
puridad, se forman a partir de un proceso de “razonamiento hacia atrás” que implica lo
siguiente:
“[L]a definición por parte del juez de la solución deseable frente a los hechos del
caso precede y condiciona las elecciones del juez entre las alternativas que los
materiales de derecho positivo y los métodos aceptados de interpretación dejaban
abiertas. Según esta explicación, una vez evaluado el resultado deseable el juez
busca las normas jurídicas, selecciona los métodos de interpretación, construye un
cierto relato de los hechos y los califica jurídicamente, para redactar la
fundamentación pública de su decisión adecuándose retóricamente a la teoría
dominante de la adjudicación, esto es, presentando su decisión como si fuera
jurídicamente y lógicamente necesaria” (ACCATINO; 2002; p. 15).
1.2. Contenido
En respuesta a las objeciones realizadas WASSERSTROM, introduce la teoría del
contexto (o proceso) de descubrimiento y contexto de justificación dentro del
razonamiento judicial. Así, señala lo siguiente:
“(…) Situando el problema en el contexto más amplio de los procesos de decisión
en general, existen dos procedimientos diferentes que pueden ser seguidos antes
de tomar o aceptar cualquier decisión. Esto vale tanto para la ciencia y la ética, así
como para el derecho. La forma en que estos procedimientos actúan puede ser
indicada por referencia a dos tipos de preguntas que pueden hacerse en relación a
cualquier decisión. Un tipo de pregunta concierne al modo en que una decisión o
una conclusión ha sido alcanzada; la otra indaga si una decisión o una conclusión
es justificable (1961: 25)” [ACCATINO; 2002; p. 18].
De esta manera, al separar la fase de decisión (contexto de descubrimiento) de la fase
de motivación de la resolución judicial (contexto de justificación), WASSERSTROM
busca que las críticas realizadas por el Realismo Norteamericano a la teoría
deductivista únicamente se centren, ciertamente, al poco papel que juegan las reglas
jurídicas en el momento de la adopción de la decisión (contexto de descubrimiento).
Sin embargo, ello no quiere decir que el silogismo y las reglas jurídicas estén ausentes
al momento de la justificación de la resolución judicial (contexto de justificación); por el
contrario, es en esta última fase donde rigen de manera plena (ACCATINO; 2002; p.
19).
En otros términos, el contexto de descubrimiento alude a las razones de orden
psicológico o sociológico que permiten explicar la adopción de una decisión por parte
del juez; mientras que el contexto de justificación se refiere a las razones de carácter
jurídico que permiten motivar o justificar una resolución de carácter jurisdiccional
(GARCÍA y OTRA; 2003; p. 140).
Por lo tanto, se tratan de dos ámbitos independientes que no conviene mezclar. Y es
que “(…) la corrección de una decisión judicial vendría dada por la corrección de las
razones dadas por el juez en su resolución y sería, en ese sentido, lógicamente
independiente del contexto de descubrimiento en que se ha producido” (AGUILÓ;
2003; p. 47).
1.3 ¿Separación tajante entre contexto de descubrimiento y contexto de
justificación o no?
Ahora bien, esta distinción viene siendo cuestionada últimamente por la doctrina. En
efecto, el profesor ATIENZA (2017; pp. 17-18) señala que, a partir de las concepciones
formal, material y pragmática de la argumentación jurídica, es posible establecer las
siguientes afirmaciones vinculadas con los contextos de descubrimiento y justificación:
a) En la concepción formal, las premisas y la conclusión se interpretan de
manera abstracta, dando mayor importancia a la forma y a “la noción de
inferencia”. Por tanto, en esta dimensión se brinda importancia a la “lógica
deductiva” (ATIENZA; 2006; pp. 89-90).
Con fecha 5 de agosto de 2004, más de cinco mil ciudadanos presentaron una acción
de inconstitucionalidad contra el artículo 54 del Decreto Legislativo 776, Ley de
Tributación Municipal, modificado por el Decreto Legislativo 952 (Expediente 0042-
2004-AI/TC).1 Si bien el caso aludía principalmente a un tema tributario, en el mismo
también se analizó si las corridas de toros en el Perú califican como espectáculos
“culturales” exentos de tributación. En la sentencia bajo comentario, el Tribunal
Constitucional desestimó que las corridas de toros tengan la calidad de espectáculos
culturales porque: a) son actos crueles contra los animales; b) no son aceptados por la
mayoría en el Perú; c) la UNESCO se ha pronunciado en contra de dicha actividad
(fundamentos 29, 30).
2.2. Demanda
En este caso se realizó un debate público entre los magistrados del Tribunal
Constitucional donde cada uno de ellos expuso su opinión sobre el tema. 3 Finalmente,
tres (3) magistrados declararon que la norma cuestionada era inconstitucional, tres (3)
opinaron lo contrario (esto es, que sí es constitucional), mientras que un (1)
magistrado votó por declarar inconstitucional únicamente la pelea de gallos con
espuelas o navajas.
Sin embargo, conforme lo dispone el artículo 5, primer párrafo, de la Ley 28301, Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional, se requiere de un mínimo de 5 votos para
declarar la inconstitucionalidad de una norma con rango de ley, cosa que no ocurrió en
el presente caso. Por tanto, la disposición cuestionada mantiene su validez en nuestro
ordenamiento jurídico.4