Вы находитесь на странице: 1из 15

Fundamentos para la Creación de la

Nueva República del Perú


CAPÍTULO III

54
55
CAPÍTULO III
DESARROLLAR UN PROYECTO INTEGRADOR PARA EL PERÚ

3.1 Más allá del Estado beneficencia


Las dictaduras y los populismos no necesitan sino manadas de siervos embrutecidos y
obedientes; pero las auténticas democracias participativas, que aspiran al perfeccionamiento
colectivo y a la búsqueda del bienestar mayoritario (general), no pueden realizarlo sin movilizar
el aspecto más preciado de la población, que es su inteligencia y considerar como un deber la
emisión del pensamiento sincero e independiente, sin ningún tipo de restricciones subjetivas.

En la actualidad, las pasiones ideológicas han disminuido en intensidad y en calidad; por tal
razón, los problemas económicos no pueden ser tratados aisladamente, sino a la luz de sus
influencias demográficas, sociales y políticas. Tales aspectos debemos verlos en su integridad,
en caso contrario, seguirán acompañándonos las dificultades por mucho tiempo: mal
aprovechamiento de nuestros recursos naturales; poquísimos puestos de trabajo productivo;
mala salud; deficiente educación; tradiciones e instituciones rígidas, corruptas, incompetentes y
burocráticas; falta de disciplina social; etc.

Ya hemos comprobado una y mil veces que no se puede lograr el tan ansiado desarrollo en
base al autoritarismo (Gobierno de Fujimori) y la corrupción (Gobierno del APRA), de que la
creación de industrias por sí solas no lograrán un cambio significativo; son impostergables un
conjunto de reformas en la estructura básica de la sociedad, porque; el problema inmediato es
una mejora sustancial en calidad y cantidad de la producción y el empleo - tanto en el campo
como en la ciudad - unidos a una real, urgente e impostergable descentralización. Somos testigos

y económica, haciendo uso de todo tipo de programas asistenciales y de simple y vulgar


beneficencia, que no generan empleo ni elevan la dignidad de mujeres y varones del campo y la
ciudad, ni los hace sentirse importantes. Es deseable por eso que: el Estado cultive en todos los
niveles de la población, las aptitudes, disposiciones e intereses permanentes de cada individuo
hacia la búsqueda honesta de su bienestar.

El desarrollo no es un medicamento. Tampoco es seguir por siempre con políticas que tengan
el rótul
También es cambio. Y todo cambio en una sociedad y en una cultura significan rompimiento,
dislocación. El desarrollo es arriesgado, pero; la alternativa es infinitamente más peligrosa,
apenas es posible lograr sobrevivir: desnutridos, pésimamente educados, desempleados, etc. El
desarrollo por lo menos, podemos dirigirlo, controlarlo e inspirarlo. Y a pesar de algunos
desencantos, los resultados serán consecuencias de nuestras variadas potencialidades morales,
intelectuales y físicas.
Necesitamos una nueva visión, que dependa menos del capital extranjero y más del estímulo
a la iniciativa nacional, el talento y energía individuales, es decir; darles importancia a la niñez,
juventud y en general a las ciudadanas y ciudadanos de las zonas urbanas y rurales, a lo largo
y ancho de nuestro territorio y más allá de nuestras fronteras. Nuestra aspiración es fundar un
nuevo estilo de gobierno, basado en el respeto, el diálogo, la cooperación, la rendición de
cuentas, la transparencia y en lo posible erradicar la propaganda institucional. Mantener el
diálogo con todos los representantes públicos, debe constituirse en un nuevo estilo de política y
el que propugnamos siempre tendrá el lema: .

Para que funcione la Democracia Participativa que ofrecemos como prioridad número uno,
se debe sustentar en cuatro ejes, o cuatro grandes objetivos que, por sus alcances, trascienden
las expectativas temporales de un gobierno, y que, por su magnitud, aspiran a satisfacer la
ambición de todo el país. Proponemos desde lo más profundo de nuestro ser:

56
1) Alcanzar el pleno empleo, desarrollar y consolidar la política social, propia del Estado del
Bienestar más avanzado posible, en función a la Democracia Participativa como práctica
constante y en todos los niveles del Estado.
2) Proyectar la modernización del Perú del siglo XXI, afrontando con éxito los nuevos retos, que
se les plantean a todos los países desarrollados.
3) Garantizar y reforzar la coexistencia y la integración, mediante el ejercicio del poder político
respetuoso, dialogante y promotor de los consensos.
4) Apoyo a la agricultura y ganadería ancestrales, potenciando el cultivo de nuestros productos
bandera: la papa y sus diversas variedades, la quinua, kiwicha, tarwi, mashua, oca, olluco,
kañiwua, maca; alpaca, paco, etc. y su reentrada en los hábitos de consumo de la población,
harán posible que la talla, peso e inteligencia de las peruanas y peruanos mejore
radicalmente, en función a las dietas alimenticias con mínimos componentes extranjeros.

Al enunciar estos grandes objetivos se ha tenido en cuenta dos aspectos básicos:


1. Si tenemos la firme convicción de aspirar a realizarlos es porque sorteando una serie de
obstáculos y analizado la performance de los sucesivos gobiernos de turno se ha podido
llegar hasta aquí, para alcanzar la fortaleza, que hoy nos permite compartirlos con ustedes y
por ustedes, peruanas y peruanos que realmente quieren cambios estructurales, mediante
su plena participación democrática y desterrando la apatía, el personalismo, el facilismo, la
corrupción y la impunidad, que hasta ahora se enseñorean en las Instituciones Públicas a
nivel nacional.
2. Ello será posible cambiando la estructura política del Estado Peruano y al hacerlo, fijar la
Nueva Capital del Perú en algún punto del Hermoso Valle del Mantaro, que por su historia y
situación geopolítica deberá trascender nuestras fronteras y será conocida por albergar a la
nueva Capital de un Perú totalmente diferente al ideado por los próceres y precursores de la
oligarquía peruana del año 1821 y siguientes; se tendrá muy en cuenta las aspiraciones
descentralistas, geopolíticas, de seguridad nacional y siguiendo las enseñanzas históricas
del infausto año 1879 ....

Los cuatro objetivos señalados son parte del liderazgo que aspiramos alcanzar, para
situarnos junto a los primeros. Vemos con asombro que el horizonte fundamental de nuestra
actual democracia representativa sólo sirve para administrar la corrupción, la pobreza y la
impunidad. Nosotros queremos reducir el atraso histórico del Perú, para crear un Estado de
Bienestar General y poner los cimientos para el entendimiento y distensión regional, con miras a
construir la sociedad de naciones sudamericanas. Éstas son nuestras aspiraciones colectivas
como país. Pero los gobiernos de turno siempre han defraudado nuestras expectativas; ahora
tenemos el deber, la obligación, de fijarnos una nueva frontera, alcanzable con el concurso de
las peruanas y peruanos de nueva mentalidad, de nuevas ideas, de intachable conducta ética y
moral, para así: estar junto a los primeros, los países más adelantados y también más decentes
del mundo.
En estos últimos años, los gobernantes de turno, en complicidad con los medios de
comunicación, proclaman que la economía peruana ha adquirido una gran fortaleza, una mayor

favores del Estado y a los grandes grupos de poder económico, que viven cómodamente en la

por el
irracional del espacio electromagnético por empresas sin escrúpulos, que emiten programas
televisivos sin contenido, sin cultura, sin sano entretenimiento.

¿Seguiremos viviendo así interminablemente? ¿Acaso las mayorías no tenemos deseos,


aspiraciones y motivaciones? ¿Hasta cuándo seguiremos siendo un país con pies de barro y
apoyados en un banco de oro? Estas y otras interrogantes nos permiten afrontar, en mejores
condiciones que en el pasado, las consecuencias transitorias que pueda generar una situación
de incertidumbre en el contexto internacional. Ahora tenemos capacidad de respuesta para

57
quienes aspiren a ser integrantes de esta nueva corriente de ideas proactivas. Ahora, tenemos
capacidad de guiar al país y proteger a la ciudadanía más vulnerable, para no seguir haciendo
que el consumo guie el crecimiento económico, caracterizado por los siguientes aspectos:

Fig. N° 10: Características del crecimiento económico

El crecimiento debido al consumo, se puede observar mejor en el siguiente gráfico.

Fig. N° 11: Tasa de variación del PBI y contribución al crecimiento de los componentes
de la demanda agregada de América Latina.

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.2105.

Observando la Fig. 11, el consumo privado es el común denominador de los países de


América Latina y causa principal de nuestro crecimiento, demandamos la importación de
diferentes bienes y servicios; además, de seguir dependiendo de las exportaciones de bienes y
servicios, principalmente de exportaciones tradicionales, sinónimo de minerales en bruto, como
se puede observar en la siguiente figura:

58
Fig. N° 12: Exportaciones peruanas del 01 de enero al 28 de abril 2013

Fuentes: Banco Mundial y BCRP. Elaboración propia.

Como se observa, las principales economías del mundo demandan minerales en bruto y con
escaso valor agregado, para que luego de los procesos industriales regresen al Perú con un alto
costo; esta situación que se repite desde la colonia, no genera progreso homogéneo en el
territorio nacional, ahondando los problemas de centralismo y todas sus funestas consecuencias
para los pueblos del interior del país. Por eso es importante que el Estado asuma con
responsabilidad la educación de sus ciudadanas y ciudadanas para poder transformar los
ingentes recursos naturales, enfrentando con inteligencia los retos del desarrollo sostenible.

Fig. N° 13: Exportaciones tradicionales de minerales, con escaso valor agregado.

Fuentes: Banco Mundial y BCRP. Elaboración propia.

Una sociedad que aspira al pleno empleo, o que tienda a este objetivo, necesariamente tiene
que ser una Verdadera Sociedad del Bienestar, que permita dirigir los recursos de que dispone
el Estado para garantizar la integración social, avanzar en justicia redistributiva y lo más
importante, en calidad de vida para las mayorías.

El Estado del Bienestar al que aspiramos, el que está dentro de nuestras posibilidades
alcanzar, es el que garantiza humana asistencia y protección pública a toda la ciudadanía, desde
el mismo momento de su nacimiento hasta el final de sus vidas. En el Perú que deseamos
construir para las generaciones presentes y futuras, nadie, con independencia de su condición,
edad u origen, quedará abandonado a su suerte.

Nuestros problemas del presente y del futuro tienen poco que ver con los del pasado, y es
una pérdida de energías mezclarse en los debates del pasado. Nuestros problemas, nuestros
desafíos, nuestros retos son los que hoy se plantea la sociedad para alcanzar un desarrollado

59
de acuerdo a nuestras riquezas naturales, turísticas y medioambientales, de la mano con las
mejores capacidades intelectuales, morales, éticas y cívicas de sus ciudadanas y ciudadanos;
problemas, retos y desafíos que tienen una dimensión global. En saber identificarlos bien, en
saber afrontarlos convirtiéndolos en una oportunidad histórica de progreso para nuestro país, es
allí donde nos jugamos la segunda gran modernización del Perú, que lo queremos más
democrático, más moderno, más humano.
Afortunadamente, ya hemos empezado a recorrer ese camino que no será nada fácil,
requerirá el apoyo y esfuerzo de las peruanas y peruanos de buena voluntad, de grandes ideales,
capacidades, habilidades y destrezas, adquiridas en su diario quehacer. El futuro del Perú
depende de que nos volquemos en el esfuerzo por mejorar la educación, la formación de todos,
aumentado su Presupuesto hasta llegar al 7.2% del PBI y triplicando la inversión en investigación,
desarrollo e innovación. De esa única manera, pronto estaremos en la media mundial, una
quimera que se puede hacer realidad con el apoyo de las mayorías.

El futuro del Perú y de nuestro medio ambiente, depende de que sepamos combatir
eficazmente las consecuencias, indiscutibles, del cambio climático, que está poniendo en peligro
los glaciares y el agua que es fuente de vida y desarrollo.

Fomentaremos las investigaciones sobre energías renovables y amigables para el medio


ambiente; porque hay que pensar que el Perú es, sobre todo, para nosotros, las ciudadanas y
ciudadanos que viven en su suelo y de quienes debido a diversas razones ahora viven en el
extranjero; buscaremos la coexistencia pacífica entre peruanos; la coexistencia segura, pacífica
y tolerante entre peruanos; la participación de todos, a partir del respeto a nuestra diversidad
ideológica, religiosa, cultural, territorial.

Nadie, además, está en condiciones de ofrecer hoy mejor que nosotros, el equilibrio y el
progreso del Perú, la disposición pública a integrar y no a excluir, a direccionar las controversias
y no a extremarlas, a construir obras de envergadura, para luchar contra la contaminación de las
grandes ciudades y desde allí ser polos generadores de servicios integrales para el tratamiento
de la basura, el reciclado y la venta de fertilizantes; ello será posible creando grandes empresas
transformadoras en cada una de las capitales de región.

Los blanquiñosos de la capital con su claro perjuicio racial, jamás han ideado la puesta en
práctica de una cultura abierta a las etnias y razas, en tal sentido, desde este momento nos
comprometemos para el fomento de una Cultura Integral de Igualdad de Trato, que prevenga y
combata cualquier tipo de discriminación, por razón de nacimiento, edad, religión, orientación

La coexistencia pacífica, la libertad y el respeto de los derechos inalienables de las personas,


requieren una seguridad pública capaz de prevenir y sancionar con efectividad, rapidez y
transparencia, las amenazas a los mismos. Ello será posible si atendemos en su integridad a
nuestras Fuerzas y Sistemas de Seguridad, que en los últimos tiempos han desacreditado su
eficacia en la lucha contra la inseguridad ciudadana, causada por la irresponsable pasividad del
actual gobierno, que han situado a las FF.AA. y FF.PP. en niveles de profesionalismo y
dedicación, significativamente bajos en comparación con los servicios brindados a los grandes y
poderosos (que son las minorías). Todo ello requiere reformular las políticas de infraestructura,
logística y captación de Efectivos desde puntos de vista más humanos, sin imponer barreras
económicas para el ingreso (con claras muestras de discriminación para los que menos tienen,
lo cual nos comprometemos a erradicar por completo), con equidad, elevando drásticamente la
calidad académica de los egresados en función a los resultados logrados durante su
permanencia en los institutos armados y policiales, que deben descentralizar su oficinas
centrales para realmente acercarlos al pueblo y servirlo con lealtad, transparencia, honradez y
humanismo.

60
3.2 NUEVA DIVISIÓN POLÍTICA DEL PAÍS
Así como los conquistadores españoles escogieron al Valle del Rio Rímac como capital de
su territorio conquistado con la finalidad de que les sea más fácil el saqueo de las vastas riquezas

heredado por una buena parte de la población, con sus secuelas de corrupción, pleitos judiciales,
autoritarismo, centralismo, facilismo, racismo, discriminación, donde los políticos e intelectuales
desde esas épocas han servido en su mayoría al poder y cuya visión estaba determinado por
sus intereses de clase, que dieron origen en los inicios de la República a la oligarquía.

-conquista del Perú- se caracterizó por la implantación


de la cultura española, la explotación de la mano de obra indígena y la reducción de la población
indígena, que moría a causa de las nuevas enfermedades o por el excesivo trabajo forzado en
las minas. La disminución de la mano de obra indígena originó la importación de esclavos negros
de África, especialmente para el trabajo en las minas de oro y plata que eran la mayor fuente de
ingresos de la corona española.

El trabajo de propagación de la fe de la iglesia católica entre los indígenas fue llevado a cabo
por las diferentes órdenes religiosas católicas y fue la excusa usada para la conquista. Durante
esta época, la iglesia católica llegó a tener un inmenso poder, especialmente con el Tribunal de
la Santa Inquisición, que duró en el Perú por 250 años, desapareciendo finalmente en 1820. El
resultado de la implantación de la religión católica fue el sincretismo religioso que sobrevive hasta
hoy, especialmente en las comunidades alto-

El nuevo orden político y económico que impusieron los representantes de la monarquía


española en el Perú, tenía un fin esencial que no fue otro que la explotación de un sistema
económico colonial, en virtud al cual se consideraba pertinente extraer las ricas materias primas
que encerraba el subsuelo del imperio Inca, a costa de la masacre de unos 20 millones de
nativos. Debido a este interés inicial, que no consideraba la implicación con la sociedad nativa,
más allá del beneficio que se podía conseguir, los colonizadores impusieron un nuevo y complejo
sistema institucional copiado de la realidad metropolitana de España. Se crearon Audiencias,
Intendencias y Corregimientos con el interés de organizar los agentes económicos y productivos
de las regiones a explotar. Y de este modo desapareció un sistema económico ancestral, que
consiguió optimizar los recursos ofrecidos por los diferentes pisos ecológicos que caracterizan la
compleja fisiografía (definida como la descripción de la naturaleza a partir del estudio del relieve
y la litósfera, en conjunto con el estudio de la hidrósfera, la atmósfera y la biósfera) peruana,
logrando así un abastecimiento regular durante todo el ciclo anual. A partir del momento en el
cual se aplicaron las nuevas medidas de regulación política, económica e institucional se quebró
la relación armónica y sostenible entre el hombre y el suelo.

El desinterés por armonizar las instituciones de la corona española con las preexistentes en
el continente, manifiesta una nula voluntad de implicarse con las poblaciones nativas, lo que
hubiera posibilitado un intercambio beneficioso para ambas partes. Sin embargo la propia historia
explica cómo desde el principio se produjo un mestizaje que marcaría de forma definitiva, la
complicada configuración social que actualmente compone el país. Así, se entiende que merced
a esta implicación no premeditada, ahora son los descendientes de esa sociedad mestiza los
que deben enfrentarse a los problemas generados desde la Conquista del Perú.

En 1821 con el proceso de independencia peruana ya culminada, se modificaron las


divisiones territoriales coloniales y se sustituyeron por los distritos, las provincias y los
departamentos que agrupaban a las anteriores, sin una visión de futuro y centralizando el poder
político, económico, social, cultural y recreacional en la ciudad capital, negando el progreso al
resto de la población, del interior del país. Es necesario y urgente cambiar radicalmente esta
situación, para poder integrar los territorios del interior del país a las nuevas exigencias
mundiales, ligadas al desarrollo sostenible en todos los campos de la actividad humana.

61
Fig. N° 14: División política del Perú heredada de la colonia.

Sin embargo, esta modificación no solucionaba el problema fundamental relativo a la gestión


óptima de la totalidad de las regiones. Es más, debido a que esta nueva demarcación fue
diseñada exclusivamente con criterios administrativos procedentes de Lima, en realidad se
estaba hipotecando de forma inconsciente y onerosa el futuro bajo un sistema basado en el
centralismo, que no se despegaba sustantivamente de las antiguas instituciones coloniales. A
medida que iban avanzando las necesidades del Estado y se iban haciendo más complejas las
instituciones públicas, se continuaron proponiendo nuevas demarcaciones territoriales, pero
ninguna de ellas lograba superar el problema de una economía de exportación, una economía
centralista, en la cual, la capital, Lima, privilegiaba el desarrollo de las economías de costa
obviando las necesidades reales del resto del país.

Cuadro N° 2: Perú, Producto Bruto Interno, según departamento, 2001-201022

62
Ya en la década de 1980, junto a la situación de inestabilidad política, la espiral hiper-
inflacionaria y el terrorismo, las reformas del Estado peruano tenía pocas esperanzas de cuajar
y de desarrollarse según un modelo de Estado democrático y que favoreciera la convergencia
interregional y consecuentemente el desarrollo equilibrado de sus regiones. Vemos en el cuadro
que se presenta a continuación la escala del VAB (Valor Agregado Bruto) según departamentos,
lo que indica que el centralismo sigue abriendo drásticas brechas entre los intereses
metropolitanos y los regionales.

Y los síntomas de centralismo siguen produciéndose y pudiéndose constatar en los informes


que periódicamente publican organismos públicos como el portal de Transparencia Económica
del Estado Peruano, en los que puede observarse que el 92,4% del dinero que repartió el
gobierno central para los gobiernos regionales, sirvió para realizar pagos, es decir, el gasto
corriente que equivalió a 9.872,8 millones de soles, mientras que el gasto capital, tan solo del
7,6% representó el 813,1 millones de soles. Todo ello bajo el gran paraguas presupuestario de
Lima el cual representó 5.988,4 millones de soles para gastos corrientes y 311,5 para gasto
capital (Fuente: El Comercio. Lima. 24 de junio de 2.004).

Otro de los factores que inciden en el mantenimiento de una política extraordinariamente


centralista es el que relaciona la ecuación inversión pública e inversión privada. En este sentido,
y como puede observarse en el cuadro, la inversión privada supera a la pública de una forma
espectacular. Las empresas inversoras, sean nacionales o internacionales, colocan sus
unidades de gestión en la capital y utilizan la provincia como mera abastecedora de bienes
primarios o escasamente industrializados, con lo que consecuentemente, las rentas y los
impuestos de dichas actividades económicas quedan en Lima, incidiendo en la brecha del
centralismo. Además los réditos de las empresas extranjeras se derivan a sus países de origen,
no siendo posible un beneficio a niveles integrales y con sostenibilidad en aquellas provincias en
las que operan. Esto se aprecia fundamentalmente en las empresas extractivas.
Fig. N° 15: Indicadores del centralismo histórico

FUENTES: INEI y BCRP. Elaboración propia.

Con estas características el Estado peruano, poco o nada podrá hacer para revertir la
situación puesto que depende de inversores privados para el desarrollo de diferentes actividades
económicas. Y, si el Estado no puede controlar esta situación, los intentos de descentralización
se repetirán con igual grado de frustración.
Fig. N° 16: Clima de inversiones Escala ciudad 2013.

Fuente: CEPEC-IdN. Elaboración propia.

63
Como se puede ver, Lima tiene una vida propia, que concentra casi todo el aparato productivo
nacional; y, las profundas modificaciones que se realicen en función de la Creación de la Nueva
República del Perú en las estructuras económicas, sociales y culturales y de sus relaciones con
otras partes del territorio, exigen una revisión de los principios que rigen la organización del
espacio, con el fin de evitar que se hallen enteramente determinados en virtud de objetivos
económicos a corto plazo, sin tener en cuenta de forma adecuada los aspectos sociales,
culturales y los de medio ambiente, en todo el territorio con principios de equidad y solidaridad.

Hoy en día, casi no ha cambiado la configuración política, económica, social y cultural de


nuestra patria desde la colonia, por lo que se hace impostergable la necesidad de "interiorizar"
la actual capital con la creación de una Nueva República del Perú, cuya capital esté ubicada en
algún punto del hermoso y majestuoso Valle del Mantaro y hacer del Perú un país
descentralizado en la práctica.

Fig. N° 17: Nueva división política del territorio nacional.

Se sustenta esta propuesta teniendo en cuenta consideraciones geopolíticas y prospectivas,


porque de acuerdo a proyecciones internacionales, Brasil llegará a ser una gran potencia
económica en los años venideros y el Perú tiene que enfocar su desarrollo en esa perspectiva,
reordenando el territorio de manera transversal, viendo la integración del continente
sudamericano en su dimensión interoceánica.

Fig. N° 18: El nuevo Perú en América del Sur.

64
Una Nueva República del Perú con una visión y una filosofía centrada en la persona
humana, en sus aspiraciones, en la protección de los derechos fundamentales y sobre todo, un
Estado con absoluta participación en aspectos tales como la política económica y financiera,
laboral, educativa, sanitaria, seguridad social universal y seguridad ciudadana, junto con nuevas
políticas para las concesiones pesqueras, portuarias, mineras, agrícolas y del uso del espacio
electromagnético nacional, que favorezcan nuestra identidad, la promoción de nuestras riquezas
naturales, turísticas, gastronómicas y que propicien los estímulos a los conocimientos de la
r la
preservación y la convivencia armoniosa con el medio ambiente y también debe estar organizada
por sectores de actividades: hospitalario, hotelero, bancario, comercial, de vivienda, de
recreación. La nueva capital del Perú a diferencia de las grandes capitales del mundo, debe ser
totalmente planificada para ser el centro político y económico del país.

Fig. N° 19: El Perú en busca de su integración transversal.

Se propone esta nueva configuración política, teniendo en mente dos objetivos principales:

a) Impulsar la real y verdadera descentralización del país, incorporando nuevos sistemas viales
y la creación de grandes centros tecnológicos en puntos estratégicos de dichas vías.

b) Dotar a la nación de una capital y sede de gobierno central totalmente nuevos, para terminar
con la hegemonía de la principal ciudad costera: Lima.

El Valle del Mantaro, que por su historia y situación geopolítica deberá trascender nuestras
fronteras y será conocida porque en algún punto de ella se erigirá la nueva Capital del Perú,
totalmente diferente al ideado por los próceres y precursores de la oligarquía peruana del año
1821 y siguientes; donde se tendrá muy en cuenta las aspiraciones descentralistas, geopolíticas,
de seguridad nacional y siguiendo las enseñanzas históricas del infausto año 1879...

65
Fig. N° 20: Mapa del Perú antes de 1832.

Desde el punto de vista simbólico, ese cambio significará el paso de un país absolutamente
centralizado a una nación independiente, lista para integrar otras regiones desamparadas por los
sucesivos gobiernos desde 1821 y poner en marcha un nuevo proceso de desarrollo. Ese deseo
debe reafirmarse legalmente en el primer año del nuevo gobierno, donde se prevea la creación
del Distrito Federal en algún punto del hermoso Valle del Mantaro, (Centro del país), todo ello
debe hacerse en un tiempo récord de menos de tres años. Somos conscientes de que existirá
una fuerte oposición dentro y fuera del gobierno, por quienes desean seguir alternándose el
poder desde la actual capital - Lima -, que quieren seguir manteniendo sus privilegios centralistas

de dólares americanos) equivale a todas las obras juntas de las 24 regiones del interior del país!
Mencionando un solo caso ilustrativo.

Por todo ello, el futuro Congreso Participativo debe aprobar el proyecto de ley para la
construcción de la nueva ciudad capital del Nuevo Perú (en algún punto del hermoso Valle del
Mantaro), más humano y solidario, en función a su desarrollo sostenible.

Es interesante mencionar la Historia de la actual capital brasileña: Brasilia. En 1716, el


Marqués de Pombal y el Duche Enzo Canessa menciona, siendo el primer registro histórico, la
necesidad de "interiorizar" la capital de la entonces colonia portuguesa de Brasil y establecer una
sede administrativa lejos de la costa del Océano Atlántico. Años después, en 1821, el líder
independentista José Bonifácio sugiere el nombre de Brasilia para una futura capital brasileña.
La idea de edificar la nueva capital en las regiones del interior (y no en la costa atlántica)
había sido incluso recogida en la primera Constitución republicana de 1891 en el siglo XIX, y por
tanto Brasilia fue construida con el fin de ser la nueva capital de Brasil, situada al interior del país.
Brasil previamente tenía dos ciudades capitales: Río de Janeiro y Salvador de Bahía, situadas
en la costa atlántica y ambas vinculadas, desde antiguo, al poder colonial portugués.

El primer paso para la construcción de una nueva capital en el interior del país fue la selección
de la ubicación de la nueva ciudad, para lo cual se eligió a mediados de 1956 una extensa meseta
en la zona sureste del Estado de Goiás. Las obras de construcción se iniciaron el 23 de octubre
de 1956, y conforme se concluían los edificios administrativos diversas entidades
gubernamentales (y sus integrantes) se trasladaban a la nueva ciudad. No fue hasta el 21 de
abril de 1960, tras 41 meses de trabajo, que la ciudad fue inaugurada al quedar completada, en
gran parte gracias al apoyo político y financiero otorgado por el presidente Juscelino Kubitschek.
A partir de esta fecha se inició la transferencia de los principales órganos del gobierno federal a
la nueva capital con el cambio de las sedes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial
Federal.23

66
Finalmente, idear el desarrollo de las capacidades del Estado (para no seguir siendo
saqueados impunemente, con la venia y complacencia de las autoridades de turno) que
promueva el desarrollo sostenible exige una reorientación de las reformas de la administración
pública, que actualmente apuntan al Buen Gobierno, que es uno de los cuatro pilares de la
estrategia para la reducción de la pobreza en nuestro país. Las prioridades más urgentes son la
transformación del sistema político imperante en el Perú desde inicios de la colonia,
descentralización, el aumento de la eficiencia, eficacia y productividad de la administración
pública, la lucha contra la corrupción, el nepotismo, la inseguridad ciudadana, transporte seguro,
nuevos sistemas viales y de transporte (con trenes de alta y mediana velocidad, que unan
diferentes puntos de nuestro país en el menor tiempo posible).

sencillamente porque quieren construir


para ellas y ellos un mejor presente y un futuro decente. Porque en los países desarrollados se
vive cada vez mejor, al tener cubiertas sus necesidades de alimento, educación, salud, así como
acceso a una gran variedad de aspectos que hacen más agradable el vivir y desarrollarse como
ser humano. Por su parte naciones subdesarrolladas como el Perú pretenden reproducir el
modelo económico dominante, tratando de alcanzar el nivel de los países ricos como Japón, la
Unión Europea y, sobre todo, Estados Unidos, que además de contar con el poder económico
tiene el poder militar que lo ha llevado a alcanzar la hegemonía mundial, aunque políticamente
necesite de aliados, situación que estos últimos años ha comenzado a cambiar.
La máxima tarea política central del siglo XXI es por lo tanto, la creación de un nuevo
proyecto histórico para nuestro país con una perspectiva humanista y de solidaridad,
haciendo a un lado la apatía, desidia y miopía, tratando de recuperar la memoria, para vivir y
reconstruir un futuro sostenible obteniendo la fuerza de la razón; además, poniendo el avance
técnico y científico a disposición y en beneficio de todos los pueblos del Perú profundo. Tarea
que debe ser llevada a cabo por una vasta corriente de opinión y participación, liderados por
POLÍTICOS INTELECTUALES, mujeres y varones, cuyas Hojas de Vida estén impregnadas de
logros académicos, esfuerzo permanente, transparencia, trabajo en equipo y bajo presión
extrema, con una elevada sensibilidad social y espíritu de solidaridad, a quienes los problemas
estructurales del país y sus respectivas soluciones deben motivarlos a realizar titánicos esfuerzos
para ayudar a resolverlos, por encima de mezquinos intereses materiales. Esos son los nuevos
retos a los que debemos enfrentarnos con honestidad y valentía.
Cuadro N° 3

Apatía Desidia Miopía


La apatía (del concepto Desidia es un término que La miopía aplicada en
latino apathia) hace referencia procede del latín desidia y que política significa que la
a la desidia, el desgano, la refiere a la negligencia o la
indiferencia y la falta de fuerza.
inercia. La desidia, por lo tanto, tiene dificultades para
Se trata, en otras palabras, del
estado de ánimo impasible que está asociada a la falta de enfocar bien el accionar de
se refleja en la ausencia de cuidado o aplicación. la sociedad y de las
ganas o entusiasmo. La desidia puede asociarse a autoridades de turno, en
La apatía como patología la dejadez, la indolencia, el relación a la problemática
es un término acuñado por la desgano, el desinterés, la de la vida cotidiana.
psicología y se trata de un holgazanería, la pasividad y la Tampoco pueden ver
trastorno afectivo que causa vagancia. las acciones y la calidad de
indiferencia frente a los
La noción de desidia también las mismas de sus
acontecimientos, las personas
o el medio que rodea al sujeto puede estar vinculada al personajes referenciales,
enfermo. El cual, lo manifiesta abandono, la desatención y las
a través de una reacción vana faltas en el cumplimiento de una no saben, no opinan y no
frente a los estímulos que le obligación. responden.
llegan de afuera, o incluso los
que nacen de su interior.

67
Fundamentos para la Creación de la
Nueva República del Perú

CAPÍTULO IV

68

Вам также может понравиться