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León Arismendi
Uno de los textos jurídicos más agradables con los que me he encontrado es el “Derecho
Flexible” de Jean Carbonnier. A dicha obra recurro de cuando en vez en busca de alguna
luz que abra caminos en las penumbras que los tiempos que corren nos ponen por
delante. Releyendo sus páginas he encontrado algunas similitudes entre el panorama que
allí se describe y el que nos ha tocado vivir, con todo y las distancias temporales. Para
aquel entonces ardían las repercusiones de la “gran depresión” de los años 30 y la
emergencia de los estados socialistas “acosaba” al liberalismo económico y, con él, al
andamiaje jurídico que le servía de soporte.
El tema que nos toca referir en estas notas se nos antoja de los más esquivos, pues
engrana con el uso que se hace, en el mundo de los negocios, de una de las grandes
creaciones de la actividad empresarial: las sociedades por acciones, en particular, las
compañías anónimas. Entes que, como se sabe, son dotadas de patrimonio propio,
distinto del de las personas (los socios) que le integran.
La era de las tecnologías informatizadas coincide con el declive del modo de organización
“fordista” del trabajo. Las grandes fábricas propenden a reducirse de tamaño para
concentrase en el denominado núcleo esencial (duro) de su actividad a la par que colocan,
en hombros de terceros lo que no encaje en aquella premisa. Esos terceros pueden ser
“firmas” autónomas, sin ligazón accionaria con la compañía que le contrata los servicios u
otra sociedad creada por aquella con el fin de atender esa actividad específica, sin
descartar cualquier tipo de asociación que ofrezca ventajas en la realización de la
actividad que se le asigna.
Tal multiplicidad de formas hacen menos transparentes las relaciones entre trabajadores
y empleadores y, por ende, le añade obstáculos al cumplimiento de los fines tutelares del
Derecho del Trabajo. La dificultad de identificar al patrono o empleador coloca, al
trabajador, ante problemas que no existen en el contrato laboral clásico para hacer
efectivos sus derechos, tanto individuales como colectivos.
En estas notas procuraremos revisar los temas típicos del derecho colectivo del trabajo:
sindicatos, conflictos y negociación colectiva ante los grupos de empresa.
El tratamiento que desde el Derecho del Trabajo se ha dado al tema está entintado de
grandes incertidumbres. No obstante, apunta el profesor uruguayo Alejandro Castello que
las tendencias predominantes propenden a identificar la existencia del grupo mediante la
convergencia de dos factores básicos: el control o dominio ejercido por una sociedad
sobre las otras y una dirección económica unitaria. “Las dificultades prácticas refieren a
los inconvenientes para detectar en el caso concreto la unidad de decisión entre empresas.
Como generalmente el grupo no admite o reconoce su propia condición, la presencia de la
dirección unificada se suele buscar mediante el recurso a la técnica de los indicios:
existencia de planificación común en materia económica, financiera, comercial,
tecnológica, laboral; trasiego de personal entre empresas; utilización común de
maquinaria, locales, personal, asesores; existencia de directores o administradores
comunes; préstamos o subvenciones entre las empresas; garantías cruzadas, etc”. 1
Entre nosotros, el profesor Rafael Alfonzo Guzmán, sostiene que el grupo es una sociedad
de hecho, con fines comunes e integrados en una unidad económica y como tal asume la
responsabilidad correspondiente ante sus trabajadores. 2
La garantía de la integridad de los créditos de los trabajadores tiene por formula común
el establecimiento de un régimen de responsabilidad patrimonial entre los componentes
del grupo o conjunto económico. En esa perspectiva, Castello reconoce la existencia de
tres modelos que identifica así:
“a) el tradicional (también llamado entity law approach), que parte de la base de la
autonomía de cada integrante del grupo y solo acepta la responsabilidad en caso
de dolo o fraude, en especial del agente controlante (a través del disregard y
figuras similares), es decir, admite solamente casos de responsabilidad subjetiva.
1
CASTELLO, Alejandro, Grupos de Empresa: Enfoque Laboral , en Revista do Tribunal Regional do
Trabalho da 15ª Região, n. 30, 2007.
2
ALFONZO GUZMAN, Rafael, Los Grupos de Empresa, en Otras Caras del Prisma Laboral,Caracas.
los terceros por los perjuicios causados como consecuencia de las directrices
desventajosas emitidas”.3
En nuestro país el problema que nos ocupa no tiene regulación expresa en La Ley
Orgánica del Trabajo. La noción de unidad económica utilizada en su artículo 177 no
tiene por finalidad precisar al sujeto que funge como patrono o empleador en una
determinada relación laboral, sino el modo como aquel debe declarar sus rentas o
ganancias, a los fines de deslindar la cuota parte correspondiente a los trabajadores. Si la
actividad productiva (la empresa) constituye una unidad económica, para la cuantificación
de sus beneficios deben incluirse los generados en las distintas explotaciones,
departamentos, agencias o sucursales que le integran, aún cuando los mismos hayan sido
dotados de personería jurídica propia.
Distinta es la razón de ser del artículo 22 del Reglamento de la dicha ley, pues en este si
es obvio el propósito de aportar una solución a la problemática objeto de estos
comentarios, tanto en la precisión de parámetros para identificar la existencia del grupo,
( “Se considerará que existe un grupo de empresas cuando éstas se encontraren sometidas
a una administración o control común y constituyan una unidad económica de carácter
permanente, con independencia de las diversas personas naturales o jurídicas que tuvieren
a su cargo la explotación de las mismas”.) como en la determinación de la responsabilidad
patrimonial de sus integrantes frente a los trabajadores. (Los patronos o patronas que
integraren un grupo de empresas, serán solidariamente responsables entre sí respecto de
las obligaciones laborales contraídas con sus trabajadores o trabajadoras)
Sin embargo, las más recientes decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, relativas al
punto reflejan no pocas inconsistencias que dejan al intérprete serías dudas sobre los
criterios que le sustentan. A título de ejemplo puede citarse que la Sala de Casación
Social, en un caso (DISTRIBUIDORA ALASKA, C.A y otros), apoyada en la idea de la unidad
económica, estimó que la solidaridad prevista en el artículo 21 del RLOT lleva implícita la
unificación de las condiciones de trabajo de los trabajadores del grupo con base en la
3
CASTELLO, Alejandro, Ob. Cit
4
El profesor Rafael Alfonzo Guzmán sostiene que dicha norma está viciada de nulidad por inconstitucionalidad, dado que la
solidaridad solo puede ser convenida por las partes o dispuesta mediante ley. ALFONZO GUZMAN, Rafael, Ob. Cit, pags. 260-266
Similar posición asume el Magistrado Pedro Rondón Haz en el voto salvado consignado en la sentencia N° 03-976 de fecha 14 de
mayo de 2004, caso Transporte SAET S.A.
convención colectiva de trabajo vigente en una de sus integrantes 5. No obstante, en otro
caso (CONSTRUCTORAS INDUSTRIALES, C.A. (CONINCA) y RAYMOND DE VENEZUELA, C.A.
(RAYVEN)) declaró improcedente la pretensión del trabajador para que le fuere aplicada
la Convención Colectiva de la Industria Petrolera, aduciendo que “a pesar de existir un
grupo de empresas, el objeto social de cada una de ellas es diferente y las relaciones entre
los trabajadores y cada una de las demandadas se encuentran amparadas por contratos
claramente definidos. (…)En consecuencia, el alegato del demandante de apoyarse en la
solidaridad para extender los beneficios de los trabajadores de la industria petrolera a su
condición, atenta contra el principio antes expuesto, (primacía de la realidad sobre las
formas) cuando durante toda la relación de trabajo, en virtud de sus labores, (desde el
inicio hasta la finalización), se le aplicó, como es debido, el Contrato Colectivo de la
Industria de la Construcción y no la Convención Colectiva Petrolera. Sin embargo, lo
anterior no es óbice para que exista solidaridad del grupo de empresas para responder por
el pago de los beneficios derivados de cada integrante del grupo con sus trabajadores, en
el límite de sus relaciones”6.
Una crítica bien sugerente de la tesis de la Casación Social lo encontramos en el
mencionado artículo del profesor Rafael Alfonzo Guzmán, para quien el grupo aludido en
el artículo 22 del Reglamento es una sociedad de hecho y la unidad económica que dirige
debe tener el mismo objeto; la solidaridad dispuesta mediante norma de rango sublegal
deviene inconstitucional y la extensión de las condiciones de trabajo, ni siquiera en los
supuestos que la ley la prevé (caso de la utilización de intermediarios o de contratistas,
cuando la actividad es inherente o conexa) es una derivación de tal solidaridad.
De modo que ante criterios tan dispares, la polémica sigue abierta y habrá que seguirle el
curso en aras de arribar a mayores precisiones.
III.- GRUPOSDE EMPRESA Y DERECHO COLECTIVO.
Las incógnitas que se ciernen sobre los alcances de la empresa y la identificación del
patrono también tienen importantes repercusiones en el derecho colectivo del trabajo.
En efecto, los tipos de sindicatos previstos en nuestra legislación tienen como premisa al
país rural que teníamos en los años 30 del siglo pasado, con las leves modificaciones que
5
“Por ende, no alberga dudas la Sala para asentar, que conteste con el principio de tutela de los derechos de los trabajadores, y en
particular, con el constitucional de igual salario por igual trabajo, en el entorno del grupo de empresas opera la homogeneidad de las
condiciones de trabajo tanto en el ámbito individual como colectivo”. Sala de Casación Social, Sentencia Nº 02-511 (Caso
Distribuidora Alaska, C.A y otros) de fecha 10 de abril de 2003, con ponencia del magistrado Omar Mora Díaz . En dicho caso el actor ,
que prestaba servicios para Distribuidora Alaska C.A. demandó la aplicación de la convención colectiva suscrita entre la Fábrica de
Aparatos de Aire Acondicionado C.A. (F.A.A.C.A.) y el Sindicato de Fundiciones, Herrería y Conexos del Estado Miranda
6
Sala de Casación Social, sentencia Nº 05-888, de fecha 01 de noviembre de 2005, caso CONSTRUCTORAS INDUSTRIALES, C.A.
(CONINCA) y RAYMOND DE VENEZUELA, C.A. (RAYVEN)), ponencia del Magistrado Omar Mora Díaz
sobre la materia fueron incorporadas en la LOT de 1990. Lo mismo puede decirse del
modelo de negociación, sin embargo, estimamos que la ratificación, por nuestro país, de
los Convenios Nº 98 (1968) y 87 (1982) al lado de la condición de derecho humano
fundamental que, hoy día, tiene la libertad sindical (que la Constitución de 1999 confirma)
constituye un excelente piso normativo para aproximar soluciones consistentes. De
seguidas pasaremos revista a estos asuntos.
8
ARISMENDI ANUEL, León, Libertad Sindical y Elecciones Sindicales en la Constitución de 1999, En Libro
Homenaje a Fernando Parra Aranguren, UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA, 2000.
9
Gaceta Oficial Nº 5453, Extraordinario, del viernes 24 de marzo de 2000
10
Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado Democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político. (Cursivas y negritas nuestras)
11
Artículo 19. El Estado garantiza a toda persona, conforme al principio de progresividad y sin discriminación
alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y
garantía son obligatorios para los órganos del Poder Público de conformidad con la Constitución, los tratados
sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la República y las leyes que los desarrollen.
Artículo 22. La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución y en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la
persona, no figuren expresamente en ellos. La falta de ley reglamentaria de estos derechos no menoscaba el
ejercicio de los mismos.
Artículo 23.- Los Tratados, Pactos y Convenciones relativas a derechos humanos, suscritos y ratificados por
Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan
normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas por esta constitución y la ley de la
República, y son de aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder Público.
(Cursivas y negritas nuestras)
12
Nikken, PEDRO: El Derecho Internacional de los Derechos Humanos. En: REVISTA DE LA FACULTAD
DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS, Nº 72, Caracas, UCV, 1989. pp. 16-52
expresamente, en la Constitución. Ese criterio fue asumido por la extinta Corte
Suprema de Justicia, en Sala Plena el 5 de diciembre de 1996. 13 (…)
13
Parra Aranguren, FERNANDO IGNACIO: Las Normas Laborales en la Propuesta del Presidente. En: REVISTA SOBRE
RELACIONES INDUSTRIALES Y LABORALES, Universidad Católica Andrés Bello, Nº 35, Caracas, 1999 p.126.
14
Por lo demás, el principio de progresividad contenido en la Base Comicial Octava, de suyo, implicaba que la Carta
Magna no podía reducir los derechos y garantías recogidos en tales convenios.
15
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el encabezamiento del artículo 95, reproduce, casi en su
totalidad, el texto del Convenio.
16
Artículo 411. Los sindicatos de trabajadores, a su vez pueden ser:
a) De empresa;
b) Profesionales;
c) De industria; y
d) Sectoriales, ya sean de comercio, de agricultura o de cualquier otra rama de producción o de servicios.
17
Por cierto, el propio legislador se ocupa de referir otros tipos de organización no aludidos en la clasificación inicial. Es
así como en el artículo 417 ejusdem, refiere a los sindicatos de trabajadores rurales
III. 2) LA NEGOCIACION COLECTIVA
Los obstáculos con los que pueden toparse tales iniciativas se asocian, más bien, a la
cualidad o legitimidad de la organización sindical para obligar al grupo de
empleadores a negociar.
Una parte de la doctrina19, para ser coherente con la idea del grupo como empleador
único, sostiene que los trabajadores del conjunto han de asumir todas las consecuencias
que de ello deriva, entre otras, admitir que las órdenes emanan de sus diversos
componentes y que sus servicios personales pueden prestarse en cualquiera de estos. Si
ello es así, la configuración de las mayorías, a los fines de la negociación colectiva, deberá
atender a esa realidad e incluir a todos los trabajadores del grupo.
No obstante, la tesis que prevalece les reconoce cualidad a los diversos patronos en sus
relaciones particulares con sus trabajadores, con lo cual la referida legitimidad se
configura respecto de cada uno de ellos. Luego, estos no podrían enervar el propósito de
negociar formulado por una organización sindical o por una coalición, si aquella no
existiere, escudándose en la existencia del grupo.
Nada de lo antes dicho excluye la posibilidad de que los patronos que integran el grupo
sean comprendidos en la convocatoria y ulterior negociación de una convención colectiva
por rama de actividad en el marco de una Reunión Normativa Laboral o en el de varias si
los integrantes del grupo tuviesen objetos distintos.
19
A esa solución se inclina la doctrina uruguaya. Véase al respecto lo que señala Alejandro Castello. Ob.Cit. p
III. 3) LOS CONFLICTOS COLECTIVOS
No es mucho lo que podamos añadir respecto de la materia que no esté implícito en los
apuntes anteriores. A fin de cuentas el ámbito de los conflictos coincide con el de la
negociación, que es su forma de solución, por excelencia.
En todo caso luce pertinente llamar la atención sobre el impacto que tiene la proliferación
de “terceros”, en particular, para el ejercicio del derecho de huelga. Esto es, el
desmembramiento de la empresa tradicional y el concurso de varios empleadores,
formalmente diferenciados, en la ejecución de las labores que antes se ejecutaban en un
mismo centro de trabajo. Los grupos de empresa, como se ha dicho, son un resultado del
mencionado proceso.
Por cierto, la denominada huelga de solidaridad, tal como está prevista en los artículos
50220 y 503 de la LOT, sugiere que los trabajadores involucrados sean del mismo “oficio,
arte, profesión o gremio”, con lo cual pareciera circunscribirse a categorías profesionales o a los
integrantes de una misma organización. Sin embargo, bajo las premisas que antes comentamos y
en el entendido que se trata de un derecho humano fundamental, estimamos que nada obsta para
que concurran las diversas organizaciones sindicales que hacen vida en un grupo económico.
Tampoco estimamos valedera la restricción impuesta por la ley al ámbito espacial de la huelga de
solidaridad dispuesto en la mencionada norma, puesto que inhibir a los trabajadores (del mismo
grupo o de la misma empresa) porque se encontraren en circunscripciones distintas a la de la
Inspectoría del Trabajo donde tiene lugar el conflicto principal pude conducir a la liquidación de la
huelga. Bastaría con trasladar a las zonas no “afectadas” por el conflicto las actividades de los
trabajadores en huelga para que esta fenezca.
20
Artículo 502. En caso de huelga de trabajadores de un determinado oficio, arte, profesión o gremio que sólo tenga por objeto ayudar a
otros trabajadores del mismo oficio, arte, profesión o gremio en su lucha con sus patronos, ésta se ejercerá dentro de la jurisdicción de la
Inspectoría donde esté planteado el conflicto principal.
Al punto, la letra del artículo 513 21de la LOT, declara comprendidos en el ámbito de
validez espacial de la convención a los “departamentos o sucursales” de una empresa
ubicados en jurisdicciones distintas, cuando el sindicato titular de la negociación
“represente a la mayoría de sus trabajadores”, hipótesis en la cual quienes laboren en
esas dependencias serán beneficiarios del convenio.
Estimo que la misma regla se aplica en el caso de la llamada “unidad económica”, así las sucursales
o agencias tengan personería jurídica propia.
BIBLIOGRAFÍA:
21
Artículo 513. Cuando una empresa tenga departamentos o sucursales en localidades que correspondan a jurisdicciones distintas, la
convención que celebre con el sindicato que represente a la mayoría de sus trabajadores se aplicará a los trabajadores de esos
departamentos o sucursales.
(Normativa Laboral y de la Seguridad Social), Caracas, Fondo Editorial José
Agustín Catalá, 1999, pp. 15-24.
17. SWEPSTON, Lee: Desarrollo de las Normas Sobre Derechos Humanos y Libertad
Sindical Mediante el Control de la OIT. En: REVISTA INTERNACIONAL DEL
TRABAJO, Volumen 117, número 2, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra,
1998, pp. 189-215.