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V- Como se pueden conducir los estudios de la filosofía.

1. Una filosofía que no tiende al mejoramiento del hombre es vana. Y osaremos decir
algo mas, ella es falsa. Puesto que la verdad mejora siempre al hombre. Es cierto que
el hombre abusa de la misma verdad: hace servir la verdad al error y a la propia
perversión. Pero, esto es porque la verdad de la cual se hace ese deplorable abuso, no
es integra. Puesto que la verdad, cuando esta integra, excluye necesariamente todo
error. Puedo odiarla, pero no abusar de ella, no hacerla servir a la destrucción de otra
verdad, pues ella las comprende a todas, y las comprende dotadas de una cierta luz de
evidencia. Es necesario pues que la filosofía presente una verdad integra, es decir, un
complejo de verdades bien ordenada, ya que el orden es una verdad. No se quiere
decir con esto que un tal recopilación de verdades comprenda todas las verdades,
extraídas una por una singularmente; cosa que parece ser imposible. Pero es necesario
que las verdades singulares, estando virtualmente comprendidas en la universalidad
de los principios que todo lo lleva en si, y desde si generan las innumerables
consecuencias, de donde se aplican a la diversidad de las cosas.
2. Pero tiene el filosofo en medio del alma el noble propósito de volver a comprender la
verdad toda integra y de ella hacer sujeto a su filosofía; y de componerla del mejor
modo que pueda, para el conocimiento y el mejoramiento del hombre. El debe pues
conocer su fuerza, a fin de que no presuma, pues debe saber que la filosofía no basta
para que el hombre mejore. La filosofía puede ser una parte de la ayuda que se presta
al hombre para que mejore y se perfeccione. Aun cuando la filosofía sea una
exposición de la verdad en su universalidad y entereza, aun ahí, como decíamos, la
verad puede ser odiada por el hombre, y el hombre puede encontrar en este odio el
extremo de su corrupción. Puesto que la verdad pertenece a la inteligencia, pero la
virtud pertenece a la voluntad, y es a esta ultima potencia que compete el veraddero
mejoramiento y perfeccionamiento humano. De la voluntad es propio el operar, y del
intelecto el conocer.

Conviene, entonces, que la educación al mismo tiempo que ilustra el intelecto, dándole IL
PASCOLO de una sana filosofía, alimente y PIEGHI entre si al bien de la voluntad con el
ejercicio de las buenas acciones, las cuales se convierten en buenos habitos que llevan el
nombre de virtud. De aquí que los antiguos, …….., aplicando a la una y a la otra el solo
nombre de filosofía que podemos definir como “el estudio y el amor de la sabiduría. Pero
el uso luego ha restricto el significado de la palabra filosofía solo a laprimera de estas dos
cosas, para significar el complejo de las verdades generales y supremoas que deben
iluminar y ennoblecer el intelecto humano.

3. E no basta esta sola reflexión para conocer y definir el oficio de la filosofía, y la parte
que ella puede tener en el mejoramiento del hombre. Conviene además considerar la
ciencia filosófica en el sistema católico. Y decimos en el sistema católico porque
suponemos hablarle a católicos. Si tuviésemos que hablarle a otros, no deberíamos
conducir el discurso mucho mas allá; puesto que sería necesario, para hacer entender
nuestro concepto, probar primero la verdad de la religión católica, y solo después
comenzar a ver qué parte tenga la filosofía en el completo perfeccionamiento
humano. Ya que solo en el verdadero cristianismo el hombre viene a ser considerado
de manera íntegra, y no parcialmente. E donde el hombre no se considera en toda su
integridad, es decir provisto de todas sus condiciones y relaciones reales, no es posible
determinar la razón de su parte al todo, puesto que es siempre necesario conocer el
todo, para conocer la razón comparativa de la parte. En razón del método, nosotros
avisamos que no se puede asignar su puesto y su oficio a la filosofía, si no se considera
el hombre en el catolicismo, es decir, de aquel sistema religioso que determina
plenamente las relaciones de el hombre con Dios, que es el ser absoluto, del cual el
hombre con todas las cosas mismas tiene la existencia, y le es dada una continua
providencia de la cual viene, sin alguna POSA O RALLENTAMENTO, conducido y
gobernado. Supongamos pues verdadero el Catolicismo, que tanto mas nos conviene a
nosotros que vivimos en una nación eminentemente católica, y que de la fe y de la
piedad ha hecho su más noble orgullo.
Ahora, según los principios de este sistema, buscamos definir qué parte debe tener la
filosofía en el mejoramiento y perfeccionamiento del hombre.
4. Fue dicho al comienzo que la buena filosofía presenta al entendimiento la Verdad de
modo integro, pero esto debe entenderse con cierta limitación, dado que la Revelación
habla al hombre de verdad, y la Gracia misma, según la doctrina católica, es luz que
viene dada a la mente. El perfeccionamiento del hombre, aun considerando solo la
parte del intelecto, no está completo, según los principios del Cristianismo, si no por la
Religión. La filosofía se limita a iluminar el intelecto humano en el orden natural, pero
la palabra de Cristo es aquella que transporta al hombre a un orden sobrenatural, en
una región del todo divina, y que de tal modo consuma su perfección. Ha de verse
entonces que cosa sea el orden natural y que cosa sea el orden sobrenatural, y cual la
relación que existe entre uno y otro. Y aquí mismo, de qué tipo de mejoramiento
puede tener el hombre por el saber en el orden de la naturaleza, y de qué tipo de
perfeccionamiento pueda tener de la Fe, en el orden de la Gracia. Ahora he aquí
brevemente nuestra explicación. La exponemos como un resultado dado a partir de la
propia índole de la filosofía y de la Religión.
5.

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