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INFORMATIVO.

Todo persona o ciudadano tiene el deber constitucional de contribuir con las


finanzas del estado, lo que hace por medio del pago de tributos o impuestos.

Frente a los impuestos, una persona natural  o jurídica debe cumplir con una serie
de obligaciones que se han clasificado en obligaciones formales y obligaciones
sustanciales.

En esta oportunidad nos ocupamos de las obligaciones formales.

Aunque toda persona tiene la obligación de contribuir con las finanzas del estado,
no todas las personas deben cumplir obligaciones tributarias como tal.

Una obligación formal es aquel proceso, procedimiento o diligencia que la persona


debe realizar ante el estado para cumplir con determinadas obligaciones.

Para cumplir con una obligación tributaria como pagar impuestos, es preciso surtir
una serie de formalidades como declarar.

En efecto, presentar una declaración tributaria es una obligación formal por


excelencia, pues es el mecanismo mediante el cual se formaliza el cumplimiento
de la obligación suprema de tributar, conocida como obligación sustancial.

Entre las obligaciones formales tenemos:

 Declarar
 Inscribirse en el Rut
 Expedir factura
 Reportar información exógena
 Atender requerimientos de la administración tributaria
 Inscribirse en el régimen común o simplificado

Cualquiera de esas obligaciones formales no implica un pago efectivo de


impuestos, pues este hace parte de la obligación sustancial, y en algunos casos
se dan las dos al tiempo: declarar y pagar.

Las obligaciones formales son las que permiten el cumplimiento de las


obligaciones sustanciales, que son pagar el Iva, el impuesto de renta, el impuesto
al consumo, etc.

Los deberes formales pueden ser cumplidos por el responsable directo o por su
representante. Con la reforma tributaria estructural se contempló un nuevo tipo de
representantes y se establecieron nuevos criterios sobre las facultades de los herederos y
los procesos que estos deben adelantar.

El artículo 571 del ET establece que quienes sean contribuyentes o responsables


directos del pago del tributo se encuentran en la obligación de cumplir los deberes
formales que se encuentran estipulados en la norma; esto se puede hacer
personalmente o a través de un representante y, ante la ausencia de estas dos
figuras, asumirá dicha responsabilidad el administrador del respectivo patrimonio.

De esta manera, el artículo 572 del ET señala cada uno de los representantes que
cumplirán los deberes formales de sus representados, a saber:

 Los padres respecto de sus hijos menores, siempre y cuando estos últimos
deban liquidar algún impuesto.
 Los tutores y curadores respecto de las personas incapaces que están
representando.
 Los gerentes, administradores y/o representantes legales de las personas
jurídicas o sociedades de hecho.
 Los albaceas; a falta de estos últimos, los herederos y, a falta de todos los
anteriores, el curador de la herencia yacente. En este punto es importante
destacar que el artículo 268 de la Ley 1819 de 2016 adicionó un parágrafo
al artículo 572 del ET, para indicar cómo deben actuar los herederos. Así,
por ejemplo, cuando una persona acepta una herencia no necesita de
alguna disposición especial para administrar los bienes heredados; si no se
ha iniciado un proceso de sucesión y si los herederos son varios, estos
podrán nombrar un representante. Por su parte, si existe un único heredero,
este deberá manifestar tal condición en un documento autenticado ante
notario o autoridad competente, que será suscrito por un representante o
apoderado si el heredero es un menor o un incapaz.
 Los administradores privados o judiciales; y a falta de estos, los comuneros.
 Los donatarios o asignatarios.
 Los liquidadores y los síndicos.
 Mandatarios o apoderados generales, los apoderados especiales y los
agentes exclusivos de negocios en Colombia de residentes en el exterior.
De acuerdo con el artículo 572-1 del ET, los apoderados generales y los
mandatarios especiales pueden firmar las declaraciones tributarias así no
sean abogados (antes de la reforma tributaria estructural, para desarrollar
dicha tarea se les debía otorgar un poder mediante escritura pública).
 Representantes legales o apoderados de las sociedades o empresas
receptoras de inversión extranjera (se empezó a considerar este nuevo tipo
de representantes cuando, a través del artículo 268 de la Ley 1819 de
2016, se adicionó el literal i) al artículo 572 del ET).

¿Qué sucede si un representante no cumple los


deberes formales?
“si los representantes incumplen los deberes formales
del tercero deberán responder subsidiariamente por
las consecuencias que se deriven de la omisión de tal
deber”
Conforme a lo estipulado en el artículo 573 del ET, si los representantes
incumplen los deberes formales del tercero deberán responder subsidiariamente
por las consecuencias que se deriven de la omisión de tal deber. En el caso de los
apoderados generales y los mandatarios especiales, la norma es más específica,
pues el inciso tercero del artículo 572-1 del ET indica que la responsabilidad
solidaria es sobre los impuestos, anticipos, retenciones, sanciones e intereses que
se deriven del no cumplimiento de las obligaciones del contribuyente. De acuerdo
con lo anterior, es válido reiterar que en el primer caso la responsabilidad es
subsidiaria, mientras que en el segundo es solidaria.

Elementos de la obligación tributaria


Por Gerencie.com 5 noviembre, 2017

Cuando el legislador crea un impuesto, tributo o contribución debe fijar claramente


los diferentes elementos de dicha obligación tributaria.

A continuación señalamos cuales son los elementos que debe contener toda
obligación tributaria o fiscal.

Tabla de contenido

 Sujeto activo
 Sujeto pasivo
 Hecho generador
 Hecho imponible
 Causación
 Base gravable
 Tarifa

Sujeto activo
Es aquel a quien la ley faculta para administrar y percibir los tributos, en su
beneficio o en beneficios de otros entes. A nivel nacional el sujeto activo es el
Estado representado por el Ministro de Hacienda y más concretamente por la
Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (en relación con los impuestos
administrados por esta entidad conocida como DIAN).

A nivel departamental será el Departamento y a nivel municipal el respectivo


Municipio.

Sujeto pasivo
Se trata de las personas naturales o jurídicas obligadas al pago de los tributos
siempre que se realice el hecho generador de esta obligación tributaria sustancial
(pagar el impuesto) y deben cumplir las obligaciones formales o accesorias, entre
otras: declarar, informar sus operaciones, conservar información y facturar.

Los sujetos pasivos cumplen sus obligaciones en forma personal o por intermedio
de sus representantes legales.

Hecho generador
Se trata de la manifestación externa del hecho imponible. Supone que al realizarse
un ingreso se va a producir o se produjo una venta; que al venderse, importarse o
exportarse un bien se va a producir un consumo; que al registrarse un acto notarial
se va a dar un cambio de activos.

La obligación tributaria nace de un hecho económico al que la ley le atribuye una


consecuencia.

Este acto es el HECHO GENERADOR definido por el Modelo de Código tributario


para América Latina (Art. 37) en la siguiente forma: “El hecho generador es el
presupuesto establecido por la ley para tipificar el tributo y cuya realización origina
el nacimiento de la obligación tributaria”.

Hecho imponible
Es el hecho económico considerado por la ley sustancial como elemento fáctico de
la obligación tributaria. Su verificación imputable a determinado sujeto causa el
nacimiento de la obligación; en otras palabras, el hecho imponible se refiere a la
materialización del hecho generador previsto en las normas.

Causación
Se refiere el momento específico en que surge o se configura la obligación
respecto de cada una de las operaciones materia del impuesto.

Base gravable
Es el valor monetario o unidad de medida del hecho imponible sobre el cual se
aplica la tarifa del impuesto para establecer el valor de la obligación tributaria.

Tarifa
Una vez conocida la base imponible se le aplica la tarifa, la cual se define como
“una magnitud establecida en la Ley, que aplicada a la base gravable, sirve para
determinar la cuantía del tributo”. La tarifa en sentido estricto comprende los tipos
de gravámenes, mediante los cuales se expresa la cuantificación de la deuda
tributaria.

La obligación tributaria es el vínculo que se establece por ley entre un acreedor


que es el Estado y el deudor tributario que son las personas física o jurídicas, cuyo
objetivo es el cumplimiento de la prestación tributaria. La cual puede ser exigida
de manera coactiva y finalizada la  misma con su cumplimiento, es decir pagando
el tributo.

Origen de los impuestos

Los impuestos tienen su origen en el precepto Constitucional según el cual todos


los nacionales están en el deber de contribuir al financiamiento de los gastos e
inversiones del Estado dentro de los conceptos de justicia y equidad.

Así lo dice el numeral 9 de artículo 95 de la Constitución Política de Colombia.

Como el sistema tributario colombiano se ajusta al principio constitucional de


legalidad, la facultad impositiva radica en el órgano legislativo del poder público,
así lo expresan los numerales 11 y 12 del art. 150 de la carta constitucional, que
enuncian la responsabilidad del Congreso de establecer las rentas nacionales, fijar
los gastos de la administración, determinar contribuciones fiscales y,
excepcionalmente, contribuciones parafiscales, en los casos y condiciones que
establezca la ley.

El art. 338 de la Constitución Nacional señala: “En tiempos de paz, solamente el


Congreso, las asambleas departamentales y los concejos distritales y municipales
podrán imponer contribuciones fiscales y parafiscales.
Sólo en casos de excepción, como el referido en el art. 215 de la Carta, es decir,
cuando sobrevengan estados que perturben o amenacen perturbar en forma grave
e inminente el orden económico, social y ecológico del país, o que constituyan
grave calamidad pública, podrá el Presidente con la firma de todos los ministros,
dictar decretos con fuerza de ley, destinados exclusivamente a conjurar la crisis y
a impedir la extensión de sus efectos. En estos casos el gobierno, si a bien lo
considera, previa la declaratoria de perturbación podrá mediante decretos
legislativos y protempore establecer contribuciones fiscales, siempre que ellas
sean necesarias para conjurar la perturbación económica. Las medidas dejarán de
regir al término de la siguiente vigencia fiscal, salvo que el Congreso, durante el
años siguiente, le otorgue carácter permanente.

La iniciativa para la expedición de normas en materia fiscal no es absoluta e


ilimitada a favor del Congreso de la república, porque las leyes referidas a
exenciones de impuestos, contribuciones y tasas nacionales sólo se pueden
decretar por iniciativa del ejecutivo. Es decir, para la creación de impuestos tasas
y contribuciones, la iniciativa puede provenir del Congreso o del Gobierno, pero
para decretar exenciones sobre las mismas, la iniciativa legislativa es exclusiva del
Gobierno.

Cabe anotar que la facultad que tienen los municipios, en cabeza de sus alcaldes,
de presentar proyectos de acuerdo y el de los gobernadores de presentar
proyectos de ordenanzas, para se aprobados por el concejo municipal y las
asambleas departamentales son inconstitucionales si, en dicho acto, se tiene por
objeto crear o modificar un impuesto del orden nacional sin ninguna ley que los
faculte para ello.

El numeral 9 del art. 95 de la Constitución Nacional estipula los deberes y


obligaciones de todas las personas y ciudadanos ante la Constitución y la ley
concretamente “contribuir al funcionamiento de los gastos e inversión del Estado
dentro de los conceptos de justicia y equidad”, es decir, como fuente de la
obligación tributaria y, por ende, cuando una persona natural o jurídica presenta
una declaración tributaria, está simplemente cumpliendo con lo preceptuado por la
Constitución.

Los tributos son tan antiguos como el hombre, su origen se remonta a los albores
de la humanidad y su aparición obedece a la religión y/o a la guerra y el pillaje.

El aspecto religioso, es al parecer, el más remoto de los orígenes de los tributos,


sus motivaciones no son otras que la necesidad del hombre paleolítico de atenuar
sus temores, calmar a los dioses o manifestarle su agradecimiento mediante
ofrendas en especie y sacrificios de seres humanos o animales.

En las diferentes organizaciones sociales de la antigüedad surge la clase


sacerdotal y cada uno de sus miembros “… no trabajaba como el resto del grupo.
Vivía de las ofrendas que el pueblo hacía a sus divinidades”.
Al evolucionar la sociedad, dichas ofrendas se tornaron obligatorias y la clase
sacerdotal se volvió fuerte y poderosa, llegando a ser la principal latifundista del
mundo medieval, ejerciendo gran influencia sobre las monarquías conjuntamente
con la clase de los guerreros o militares con la cual en ocasiones se confundía,
como el caso de las huestes guerreras promovidas por la iglesia conocidas como
las cruzadas a la Orden de los Templarios, organización fundada en 1119 para
defensa y protección de los peregrinos que viajaban a Jerusalén, después en
Europa llegaron a conformar uno de los poderes económicos más importantes por
sus posesiones, convirtiéndose en un centro financiero dedicado al préstamo de
capital hasta el año 1311 cuando fue abolida por el concilio de Viene, se
condenaron sus dirigentes y empezaron a expropiarse sus bienes por las coronas
de Francia y Castilla.

En Colombia hacia 1820 bajo el gobierno de Francisco de Paula Santander se


toma el modelo ingles y se establece la contribución directa, pero no fue viable en
la practica debido a las continuas guerras civiles y solo hasta 1918 se logra
establecer el impuesto a la renta. Hacia 1887 en vigencia de la Constitución
anterior a la vigente el presupuesto estimado de los impuestos para el país
sumaba 19 millones y medio. Nuestros impuestos han sufrido múltiples reformas a
lo largo de los años, antes y después de la recopilación de las normas tributarias
contenidas en el Estatuto Tributario o decreto 624 de 1989, al punto de existir
periodos presidenciales en los cuales se han dado hasta 4 reformas tributarias. La
ultima que tenemos es la ley 1819 de 2016.

¿Qué es una infracción tributaria?

Constituyen infracciones tributarias las diversas formas de incumplimiento a las


disposiciones de las leyes y normas tributarias, las cuales están tipificadas en los
diversos Códigos Tributarios con su respectiva sanción. La infracción tributaria
puede darse por diversos motivos, uno de ellos es no poder pagar el tributo por
falta dinero o por simple omisión u olvido, en este caso el Estado, me sancionará
con el pago de una multa o podría iniciar juicio a los fines de cobrarse el tributo.
Pero el caso más grave se da en la evasión impositiva, la cual consiste en la
eliminación (evitar totalmente el pago) o disminución de un monto tributario, por
parte de quienes están jurídicamente obligados al pago de un tributo. Logrando tal
resultado mediante conductas fraudulentas, violatorias de disposiciones legales.

¿Cuáles son las Sanciones previstas por Ley?

Multa: consiste en una pena pecuniaria que se impone por una falta administrativa,
delictiva, de policía o por incumplimiento contractual, está contemplado en el Art
38 y 39 de la Ley 11.683.
Clausura del Establecimiento: consiste en el cierre temporal o definitivo del local
comercial perteneciente a la persona que comete un ilícito tributario, Art 40 de
la Ley 11.683.

 Interdicción: consiste en una declaración judicial de incapacidad que inhabilita a


una persona para realizar ciertos actos.

Secuestros: es una medida de carácter procesal dictada por un juez que consiste
en la privación de la posesión y de la libre disposición de una o varias cosas,
muebles o inmuebles, materia de litigio, para preservarlas en manos de un tercero
a favor de quien resulte triunfador del proceso.

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