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EL GUIRO LINGÜÍSTICO

Jhon Andrés Gutiérrez

Cod 9873078.

EL GUIRO LINGÜÍSTICO

“Ha muerto Dios, pero nos queda la gramática”

(Nietzsche)

A nuestro respecto se pueden presentar múltiples divagaciones en cuanto a


interpretaciones se refiere del termino acuñado, por el filosofo Alemán, Federico
Nietzsche, en tanto que representa la posibilidad de desarticularnos de la deidad, y
repensarnos como entes “libres” que reconstruyen, y deconstruyen esquemas de
pensamiento.

La construcción de mundo que el horizonte cognitivo permite está ligada al ser mismo
en su singularidad colectiva, no con esto diciendo que todo conocimiento que genere el
hombre sea por medio de sus sentidos, sino más bien, en el buen sentido de la palabra,
que la construcción de mundo que se tiene, parte de un ser, que en tanto hombre es uno
y a la vez es muchos, porque la misma sociedad tiene su discurso, y a su vez discursos
que retroalimentan la resignificación de mundo.

¿Pero cómo es que el hombre resinifica al mundo?, Y la aseveración de pensamiento


lenguaje, o lenguaje pensamiento en su orden más estricto, no es mas que una pugna
entre dos conceptos que se abaten en continuo duelo, librando su gesta entre pasillos
acartonados de blancas cabezas.
La tradición occidental en tanto que a pensamiento refiere, nos ha mostrado una
supremacía del pensamiento ante el lenguaje, y así debatido por los siglos, de los siglos
desde la antigua gracia.

Pero como lo que tiene que ver con el conocimiento no es una verdad absoluta, y un
universalismo hecho carne (y la deidad nos libre de tal cosa), surgen incógnitas que
permiten replantear teorías y formas de ver la existencia. El prisma tiene otra cara que
refleja un matiz diferente, y el postulado, pensamiento lenguaje ya en el siglo XX toma
otra posición, y el cogito ergo sum de Descartes, donde primero se piensa el mundo y
luego se nombra, deja de tener supremacía absoluta, y se plantea una representación
biunívoca entre estos postulados.

La construcción de mundo que el ser tiene, parte de una abstracción que se hace del
medio, pero esa abstracción que se hace necesita de una significación, y esa
significación está mediada por estructuras lingüísticas que se encargan de reestructurar
nuestros esquemas mentales. En lo mas profundo de esa caja negra que se encuentra en
nuestra mente, donde se encuentran nuestros pensamientos dando vueltas, esperando
tomar formas para ser explicados, o cuando menos pensados en un orden lógico-
sintáctico, los cuales son permitidos gracias a la posibilidad que tiene el ser de crear
sistemas. Y cuando salen a la luz de las nuevas teorías, es cuando damos rienda suelta
a nuestra imaginación que da como resultado una amalgama entre lenguaje,
pensamiento y sistema.

Para no caer en laberintos sin salidas, o peor aun sin sentidos, hemos preferido plasmar
el puño y letra del profesor Julián Serna quien a su respecto nos dice en su libro
Ontologías Alternativas pág. 16 lo siguiente: “Con el giro lingüístico, el lenguaje
dejaría de considerarse como acólito del pensamiento, cuando se reivindica, en cambio
su protagonismo en la construcción de conocimiento, lo cual no sólo ha sido promovido
por filósofos como el último Wittgenstein y el último Heidegger, sino también por
psicólogos como Vygotski cuando afirma que <<El pensamiento no se expresa
simplemente en palabras, sino que existe a través de ellas>>.
Ya habiendo arrojado una tenue luz por las sendas de lo que es conocido como giro
lingüístico a lo que nos respecta, y digo tenue porque si bien para los filósofos de la
sospecha, las teorías propuestas pueden tener su momento de quiebre como todo
conocimiento, hemos decidido abordar otro tema de gran importancia, que merece un
especial cuidado y este es el de la gramática

¿por qué son los problemas de gramática tan duros y, aparentemente , imposibles de
erradicar? – porque están conectados con los más antiguos hábitos de pensamiento,
esto es: con las imágenes más antiguas que están acuñadas en nuestro mismo lenguaje.

(Lichtenberg)

Sabemos bien que prefiguramos el mundo a través de nuestra lengua, y a su vez vamos
reacomodando nuestra gramática según los cambios culturales que se van presentando
en el continuum del tiempo, puesto que la gramática no es un ente muerto y
anquilosado como se presume por algunos teóricos. La gramática, como caballo de
batalla que se adentra en los muros fosilizados del formalismo lingüístico, y se repliega
con una vasta gama de soldados (Wittgenstein, Austin, Heidegger, Derrida, Deleuze,
Nietzsche) quienes acuñan una resignificación de las palabras, y una construcción de
neologismos que prefiguran el léxico, y quienes abren las puertas a lo que
posteriormente nos comenta el profesor Leandro a continuación;

Lo que contribuyera para que el mundo abriera en múltiples direcciones y para


entender el mismo mundo, su léxico y su gramática. Aquello que nos percatara del giro
lingüístico que registrara la filosofía y nos sensibilizara en cuanto a la no neutralidad
del lenguaje.

(Leandro Arbey Giraldo)

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