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Hace tiempo que las fobias forman parte del inconsciente colectivo de Occidente.
Incluso aquellas personas que nunca han experimentado una fobia en cualquiera
de sus formas saben que el ser humano es capaz de desarrollar un miedo
irracional a prácticamente todo lo que puede ser percibido o imaginado: payasos,
arañas, colores concretos, etc. ¿Pero... no sería más apropiado hablar de tipos de
fobias que de “fobias” como si estas formasen una sola unidad?
Esto es justamente lo que hace que las fobias sean un tema tan interesante: hay
tantas de ellas como elementos existen en nuestro hábitat y nuestras culturas. Es
decir, son prácticamente infinitas, y siempre resulta sorprendente ver hasta qué
punto pueden existir personas que en un momento determinado de su vida
desarrollan un miedo atroz a cosas, ideas o seres vivos que difícilmente pueden
ser descritos como peligrosos. Por ejemplo, en este artículo tienes algunos
ejemplos de fobias extrañas.
Sin embargo, sí que se pueden trazar clasificaciones generales sobre los tipos de
fobias. Puede que no resulten perfectas o totalmente exhaustivas, pero por lo
menos son útiles y permiten hacerse una idea aproximada sobre cómo suelen
expresarse estos miedos irracionales. Así pues, una clasificación de clases de
fobias que incluya las más comunes podría ser la que te ofrecemos a
continuación.
1. Fobias específicas
Los tipos de fobias que pertenecen a la categoría de fobias específicas tienen en
común que aquello que genera miedo es una situación, objeto o ser concreto. Es
decir, algo que puede ser identificado y separado fácilmente del resto. Además, el
manual DSM IV distingue entre cinco subtipos de fobias específicas: las
relacionadas con la sangre y las inyecciones, las fobias desencadenadas por
animales, las relacionadas con entornos naturales, las fobias de situación y la
categoría "otras fobias específicas".
Algunos ejemplos de trastornos raros que pueden ser englobados en este tipo de
fobia son la ligirofobia, o miedo a los sonidos fuertes, la cristalofobia, o miedo a los
cristales, o la cardiofobia, o miedo a los accidentes vasculares como los infartos.
Sin embargo, en las siguientes líneas nos centraremos en las fobias más comunes
y conocidas.
Aquí entraría todas esas fobias relacionadas con los seres vivos con peor imagen,
como las arañas o las serpientes, pero técnicamente puede encuadrarse en esta
categoría cualquier a de esos tipos de fobias cuyo estímulo desencadenante sea
un animal, se trate de un colibrí, un mapache, un cangrejo o cualquiera de las
posibilidades que nos brinda la evolución.
Tres tipos de fobias específicas de esta categoría que merecen una mención de
honor por lo comunes que resultan son la ofidiofobia, la aracnofobia y la cinofobia,
fobia a las serpientes, fobia a las arañas y fobia a los perros, respectivamente.
Puede que en ciertos casos resulte de utilidad tener un cierto respeto a estos
animales por su capacidad de hacernos daño, pero desde luego las arañas y los
perros son lo suficientemente numerosos como para hacer que tenerles
demasiado miedo pueda ser muy contraproducente.