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La UBV y su tiempo: una mirada desde la praxis.

Daniel Lanza

En un tiempo histórico signado por la complejidad de los procesos socio-


políticos en curso, tiene lugar la creación de la Universidad Bolivariana de
Venezuela (UBV), en la sesión del Consejo Nacional de Universidades del 1ro de
julio de 2003. Este parto trascendental vino a satisfacer las más elevadas
aspiraciones de quienes siempre habían soñado con un modelo de universidad
popular, inclusiva y comprometida políticamente con el proyecto de país impulsado
por la revolución bolivariana.
El contexto socio-político de la época de su creación tiene como principal
protagonista a las clases populares de Venezuela que emergían de largos años de
olvido, pobreza, maltrato y exclusión. El pueblo venezolano, de la mano de la
revolución, entonces asumía su papel como sujeto histórico de transformación
social; teniendo que enfrentar los resabios cuarto-republicanos de desempleo, falta
de viviendas, restricción de los servicios públicos, desinversión social, ausentismo y
deserción escolar, proceso de privatización de la educación superior, entre otros.
Los márgenes de la deuda social acumulada resultaban preocupantes para el
gobierno revolucionario, quien además enfrentaba la poderosa fuerza hegemónica
del capital internacional en su expresión eufemística de globalización que
procuraba mantener a los pueblos subyugados a través de la alienación cultural y
el control económico.
En este escenario nace la Universidad Bolivariana de Venezuela como
expresión del pensamiento educativo universitario radical que propone un salto
cualitativo en los procesos de formación del nuevo profesional de la patria en
construcción. La UBV como universidad del pueblo es concebida para servir al
pueblo, basada en los principios fundamentales de equidad social, democracia
participativa y protagónica, pertinencia social, calidad e innovación, formación
integral, autonomía responsable y ejercicio del pensamiento crítico, entre otros.
Bajo estos principios se configura la formación de un profesional integral con un
alto perfil ético-político, comprometido con el país y al servicio de los intereses del
pueblo soberano; tal como se propone en el documento rector (2003):

La formación integral de estudiantes y profesores que participan de sus procesos


educativos como personas dignas, como profesionales competentes y probos, y como
ciudadanos con sentido de país, capaces de contribuir con su desarrollo integral en su
dimensiones económica, social, político-democrática, cultural, educativa, territorial e
internacional, es decir, con la construcción de una sociedad democrática basada en los
valores de justicia social, libertad, solidaridad y reconocimiento de las diferencias
culturales e ideo-políticas, indispensables a la convivencia democrática, con la creación y
sostenimiento de un Estado social de Derechos y de Justicia, con los procesos de
cooperación internacional y con la integración latinoamericana y caribeña. (p. 21).

Como universidad del pueblo, la UBV alberga en su matrícula estudiantil al


pueblo mismo: jóvenes, hombres y mujeres sin limitación de edades a quienes
esta universidad a través de la municipalización de la educación universitaria abrió
sus puertas en cada rincón del país. Quienes habían sido excluidos del estudio
universitario por razones sociales, económicas, geográficas, etarias, de
impedimento físico o de raza, ahora son incluidos y realizan su carrera universitaria
en condiciones ajustables a su condición. Dentro de la UBV la educación es
concebida como un espacio que impulsa y genera la justicia social.
La concepción de educación universitaria imperante en la UBV establece una
ruptura con las universidades tradicionales venezolanas, secuestradas por claustros
académicos amparados en una falsa y acomodaticia “autonomía” que las coloca al
margen de los cambios socio-políticos que se gestan en el país. En la UBV la
educación universitaria se proyecta inclusiva, participativa, abierta y democrática.
Es una educación que no cierra los espacios, por el contrario, es llevada al pueblo,
y se crea y se recrea con las vivencias del pueblo mismo. Una educación superior
consustanciada con las comunidades, los colectivos y organizaciones social, y
responde a los más elevados interés de la sociedad y del Estado, como depositario
de la soberanía popular. La educación universitaria no solo busca la formación de
profesionales altamente calificados, también se propone la formación de
ciudadanos con principios ético-políticos, sensibilizados ante los problemas de los
menos favorecidos, creadores de conocimientos críticos y liberadores. Es una
educación integral y humanista, que se da a los largo de toda la vida, y niega todo
atisbo de certidumbre, de homogeneización y dogma, para arribar a la complejidad
del mundo moderno dominado por la hegemonía capitalista con el propósito no
solo de interpretarlo, sino de transformarlo por la supervivencia de la especie
humana. Al respecto recordamos las palabras de alerta de Luis Beltrán prieto
Figueroa (2007), en su texto “La universidad moderna”:

Deber ineludible de la universidad latinoamericana, que forma profesionales, es


armarlos de una coraza protectora contra el acoso de las extrañas fórmulas que
sopla el imperialismo para perpetuar el subdesarrollo, o para vencerlo enajenando
al país dentro de las estructuras de la dependencia, propias de los países del
tercer mundo, a los cuales las metrópolis imperialistas habilitan las ideas que
perpetúan la dominación. (P. 254).

En este sentido se entronca la ineludible responsabilidad que llevan en sus


hombros los profesores de una universidad que nació de la revolución y para la
revolución. La UBV como universidad emancipadora de vocación socialista debe
contar con cuadros de profesores altamente conscientes y comprometidos con los
anhelos históricos de los pueblos oprimidos latinoamericanos, indoafricanos y
caribeños. Este compromiso ético-político es un motor indetenible en la lucha por
la formación de una nueva subjetividad revolucionaria que permita al pueblo
librarse de la alienación y enajenación producida por largos años de sometimiento
a la hegemonía del capitalismo. En esta batalla no bastan las palabras orientadoras
y críticas, no bastan los discursos, los diálogos ni las clases; para triunfar en esta
batalla es necesario el coraje y el ejemplo vivo y diario en nuestra praxis
pedagógica, social e individual. Los pueblos del mundo tienen la esperanza cifrada
en el triunfo absoluto de la revolución bolivariana, y su mirada atenta nos observa
y analiza permanentemente, de aquí que los profesores de la UBV, universidad del
pueblo revolucionario, deben exigirse estar a la altura de su papel histórico como
formadores del nuevo profesional-ciudadano-revolucionario-socialista que con sus
conocimientos y su nobleza espiritual está llamado a trabajar por el desarrollo y la
emancipación, no solo del pueblo venezolano, sino de los pueblos hermanos
latinoamericanos, indoafricanos y caribeños, tal como nos legó el comandante
supremo Hugo Chávez.
En la UBV, la educación trasciende lo academicista y lo estrictamente
cognitivo para buscar la unidad dialéctica entre el carácter y las capacidades, lo
espiritual y lo material, la ética y la razón. Aquí encontramos los fundamentos del
pensamiento educativo bolivariano, cuando el Libertador anunciaba en Angostura:
“Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”. Sobre este respecto nos
comenta el maestro Prieto sobre Bolívar (2006):

No creyó entonces que son suficientes las luces, porque se puede tener estas, y sin
embargo, la pasión o la falta de probidad pueden inhibir la acción beneficiosa o
desencadenarla en forma dañosa para la sociedad. De allí su apotegma, que señala como
índice de reprobación cierta clase de inteligencias perjudiciales: “El talento sin probidad es
un azote”. La moral era para Bolívar consubstancial a las luces.

De esto se deriva el privilegio que le otorga la UBV a la dimensión ético-


político en el proceso de formación. Es el pensamiento bolivariano que pervive en
el contexto socio-histórico actual y que se revitaliza a través de una pedagogía
emancipadora y radical, de un pensamiento crítico y rebelde, y de una praxis
transformadora que busca la colectivización, la inclusión, el reconocimiento y el
encuentro solidario. Tal como lo asume Prieto (2009:36), refiriéndose al
pensamiento de Bolívar: “pensamiento educativo transformador de búsqueda de la
independencia cultural, económica y de justicia social”.
En la actualidad han pasado 10 años desde la creación de esta universidad
popular, nacida en una coyuntura socio-histórica de empuje revolucionario
orientado por el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007.
Desarrollada durante el segundo Plan Nacional Simón Bolívar 2007-2012; y hoy, de
caras a los nuevos objetivos históricos que se plantea la revolución bolivariana
para la profundización de la patria socialista la UBV debe repensarse y actualizarse
de acuerdo al nuevo escenario que insta a la defensa y preservación de nuestro
bien más preciado, la independencia; a continuar la lucha por la construcción del
socialismo; a mejorarnos y elevar al país al nivel de potencia económica y social; a
contribuir desde el escenario nacional al fomento de un mundo multicéntrico y
pluripolar; y a la lucha ecohumanista para salvar el planeta de los agentes
destructores del capitalismo e industrialismo salvaje. Este reto debe orientar el
proyecto de formación de la UBV, la cual es una universidad que responde a las
exigencias y necesidades del pueblo venezolano y de su Estado revolucionario.
Bibliografía

 Damiani, L. y Bolívar O., (Comps.). (2007). Pensamiento Pedagógico


Emancipador Latinoamericano. Caracas: Ediciones Universidad
Bolivariana de Venezuela.
 Figueroa, L. (2006). El magisterio americano de Bolívar. Caracas:
Fundación Biblioteca Ayacucho.
 Rodríguez, S. (2010). Inventamos o erramos. Caracas: Fundación
editorial el perro y la rana.
 Universidad Bolivariana de Venezuela (2004): Documento Rector.
(documento pdf). Caracas.
 Universidad Bolivariana de Venezuela. (2006). Programa Nacional de
Formación de Educadores. Caracas.
 Universidad Bolivariana de Venezuela. (2009). Programa Nacional de
Formación de Formadores (documento pdf). Caracas.

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