La droga es una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso, que
comúnmente se consume para producir alteraciones en los estados de ánimo de las personas que después de cierto tiempo de consumirla se puede volver una adicción más conocida como vicio, las drogas se venden de forma ilegal pero hay otros vicios que están en el mercado de forma legal tales como el alcohol y el tabaco. Dejando claro el término de droga la legalización de esta es un punto muy controversial ya que este tema genera diferentes puntos de debate acerca de que drogas deberían ser legales y cuáles no. Legalizar las drogas haría que la fabricación de dichas sustancias se encuentre dentro del alcance de las regulaciones propias de un mercado legal. Bajo la prohibición, no existen controles de calidad ni venta de dosis estandarizadas, esto ha conducido a niveles de mortalidad altos a causa de sobredosis o envenenamiento por consumo de drogas de hecho según el estudio de Cato Institute realizado por james Ostrowski, el 80%de las muertes relacionadas con drogas se deben a la falta de acceso a dosis estandarizadas. El fracaso de las leyes contra las drogas es tan obvio que en el 2002 funcionarios de aplicación de la ley fundaron la organización LEAP (según sus siglas en ingles) para procurar la legalización, su fundador, Jack Cole, cree que se debe eliminar la prohibición de las drogas, de la misma manera que se eliminó la prohibición del alcohol en 1933. “un día después que se eliminó esa terrible ley, Al Capone y todos sus compinches contrabandistas se quedaron sin trabajo. Los que proponen, seguramente con buenas intenciones, la legalización de las drogas ya no mencionan los casos de Suecia, Holanda y Alaska, entre otros, donde se ha reflexionado sobre esta medida y solo se refieren el caso de Portugal, donde se permite una cantidad limitada para el consumo. Si la cantidad supera esos límites, se considera posesión para la venta. El consumo en lugares públicos no está permitido. Especialistas en adicciones afirman que la legalización puede enviar un mensaje erróneo de que consumir marihuana y otras drogas ilegales no representa riesgos, lo cual a su vez puede generar la percepción equivocada de seguridad y fomento del consumo. En cuanto al supuesto beneficio terapéutico del cannabis, tan defendido por las asociaciones cannábicas, es cierto que algunas sustancias presentes en el cannabis pueden tener propiedades que mejoran ciertas patologías, bien relacionadas con la espasticidad muscular, bien relacionadas con el dolor, o bien con la sintomatología derivada de los tratamientos oncológicos fundamentalmente. Pero es igualmente cierto, que sólo en unos pocos casos la administración de THC se ha mostrado más eficaz que otros tratamientos ya existentes para mejorar el estado del paciente y que para dichos casos ya existen productos farmacéuticos que contienen el THC como principio activo y que permiten su uso en el marco de la relación médico-paciente. En definitiva, la sociedad no ha dado la espalda a las posibilidades terapéuticas de los cannabinoides, siendo nuestro país uno de los avanzados en este tipo de investigación. La clave de todo esto no es si fumar cannabis es terapéutico, sino investigar la mejor forma y dosificación, en que determinados cannabinoides son eficaces frente a determinados problemas. En una sociedad en donde las drogas son legales, el número de víctimas inocentes producto del consumo y la venta de estupefacientes se vería reducido substancialmente. La actual política afecta tanto a los consumidores de narcóticos como a terceros. Es así como gran cantidad de personas que nunca han consumido estas sustancias o que no están relacionadas con la actividad se ven perjudicadas o incluso pierden la vida debido a las 'externalidades' de la guerra contra las drogas”. La legalización conducirá a que la sociedad aprenda a convivir con las drogas, tal y como lo ha hecho con otras sustancias como el alcohol y el tabaco. El proceso de aprendizaje social es sumamente valioso para poder disminuir e internalizar los efectos negativos que se derivan del consumo y abuso de ciertas sustancias. Sin embargo, políticas como las de la prohibición, al convertir a los consumidores en criminales, desincentivan la aparición de comportamientos y actitudes sociales necesarios para poder lidiar con los problemas de la adicción y el consumo tempranero de dichas sustancias”. En un mundo como el que nos ha tocado vivir, es imposible que podamos sustraernos a un debate como el que acontece alrededor de las drogas y su control. Participemos por tanto en él, teniendo claros los objetivos y sabiendo que este debate no debe estar imbuido de cuestiones ideológicas, de “falsas premisas” y de “grandes soluciones”.
Estas grandes soluciones directamente no existen. Quizás la hoja de ruta a tener
en cuenta es la seguida con el tabaco. A partir del conocimiento de los problemas ligados a su consumo, la sociedad ha tomado conciencia de lo que ocurría. A partir de aquí se han ido tomando decisiones cada vez más restrictivas, contando además con el beneplácito y la aceptación de la sociedad e incluso de los propios fumadores. Es decir, cada vez se ponen más cortapisas al fumador y esto está funcionando ¿Por qué iba a ser distinto el procedimiento a seguir con otras drogas?
REFERENCIAS
Cuéllar, F. H. (10 De Septiembre De 2009). Pros Y Contras De La Legalización De
Las Drogas. Portafolio, Pág. 3. Hazel. (01 De Marzo De 2017). Blog Narconon México. Obtenido De ¿Legalizar O No Las Drogas Ilegales?: Https://Www.Narconon- Mexico.Org/Blog/Legalizar-O-No-Las-Drogas-Ilegales.Html Vassilaqui, A. (03 De Abril De 2014). Razones Para No Legalizar Las Drogas, Por Alejandro Vassilaqui. El Comercio, Pág. 2. Vich, F. D. (2013). El Debate Por La Legalización De Las Drogas. Delegado Del Gobierno Para El Plan Nacional Sobre Drogas, 7-9.