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CUADERNOS DE TRABAJO Nº 4

Manual práctico de
avicultura
Este cuaderno es una coedición SARH-OEA-CREFAL, a través del
Proyecto Especial OEA-92, Meseta Purépecha.

© Los derechos de la presente edición están reservados por OEA, SARH


Y CREFAL.

ISBN 968-6078-52-5

Impreso en los talleres gráficos del CREFAL.

Las opiniones expresadas en este trabajo son responsabilidad del


autor y no representan necesariamente un criterio de la OEA o el
CREFAL. Para publicaciones de distribución comercial se requiere el
permiso escrito del Centro.
PRESENTACIÓN

Para elaborar este manual se han observado las


costumbres de las familias campesinas de la región de
Tequisquiapan en cuanto a la cría de gallinas ponedoras,
así como el resultado de algunas sugerencias que se
fueron proponiendo para mejorar esta práctica tradicional.

Al escribirlo se ha tenido presente a familias


concretas. De ellas se recogieron varios remedios caseros
ya probados durante años.

La finalidad de este manual es mejorar los


siguientes sistemas productivos tradicionales,
combinando todo ese saber acumulado durante mucho
tiempo por la familia campesina con los avances de la
tecnología avícola.

La familia campesina puede producir el huevo que


consume. Confiamos que el manual contribuirá a este fin.
INDICE

Introducción

Alojamiento rústico para el medio rural

Materiales para la construcción

Equipo necesario para un gallinero en el medio rural

Prevención de enfermedades

Alimentación de las gallinas ponedoras

Reproducción

Algunos problemas y enfermedades de las gallinas

Recepción de las pollitas

Conservación de los huevos


INTRODUCCIÓN

El objetivo de la cría de gallinas ponedoras es


obtener la mayor cantidad posible de huevo para mejorar
la alimentación de las familias campesinas.

La gallina es una de las especies más conocidas y


apreciadas en nuestras comunidades por su gran
capacidad de producción de huevo y carne. Ha convivido
con el hombre y ha adaptado sus hábitos de vida a las
formas de refugio que el hombre le ha proporcionado. En
la actualidad este animal depende completamente del
hombre para poder sobrevivir.

Cada gallina debe poner entre 150 y 200 huevos al


año. Esto significa un promedio de tres o cuatro huevos
por ave a la semana; pero no hay que esperar una
regularidad total ya que las gallinas acostumbran poner
más en primavera que en invierno. Para conseguir en
nuestras casas este nivel de producción de huevos es
necesario tener en cuenta cinco puntos básicos:

1. Conseguir solamente pollitas de primera clase.


2. Alimentarlas bien.
3. Proporcionarles un gallinero que pueda
mantenerse seco y limpio con facilidad.
4. Vacunar a tiempo a las gallinas.
5. Separa a la pollitas de los polluelos pequeños y
de las aves de segundo año, pues las gallinas
más viejas no dejan comer a las más jóvenes. No
mezclarlas con patos y conos.

ALOJAMIENTO RUSTICO PARA EL MEDIO RURAL

El gallinero es el albergue o refugio de las aves de


corral. Es muy importante tener en él una cama de paja
seca y todo el aire fresco sin corrientes.

Lo ideal es no juntar en el mismo alojamiento aves


de distintas especies; incluso, no es recomendable poner
aves de la misma especies; incluso, no es recomendable
poner aves de la misma especie pero de diferente edad en
el mismo gallinero. La razón es muy sencilla. Unas
especies son más resistentes a ciertas enfermedades y
parásitos, y por su misma resistencia no se enferman pero
sí trasmiten la infección a las otras. Lo mismo sucede
entre aves de la misma especie: las adultas contagian a las
chicas o éstas a las adultas. Por lo tanto, uno de los
requisitos para que las gallinas se adapten al medio rural y
puedan producir es que cuenten con alojamientos rústicos
y funcionales solamente para ellas.
El gallinero sirve de refugio nocturno contra el
ataque de los enemigos naturales y del mal tiempo. Es
muy importante para que los animales se encuentren
cómodos y libres de enfermedades.

Ubicación

La construcción del gallinero debe hacerse en un


lugar alto y de preferencia lo más cerca posible de la casa.

También se tiene que considerar que el terreno debe


drenar el agua así como absorberla con facilidad.
Orientación

La buena orientación del gallinero permitirá regular


fácilmente su clima interior, para lo cual se tomarán en
cuenta los vientos dominantes de la región. En climas
templados, como el de Tequisquiapan, deberá orientarse
en dirección este.

Superficie

No se necesita una gran extensión de terreno. Para


aproximadamente 15 gallinas, se recomienda un gallinero
de 2 m de ancho por 2.50 m de largo y una altura de 2 m
en el frente y 1.60 m atrás.

También deberá considerarse una superficie para el


patio, limitada por una cerca. Esto es necesario para
poder controlar la producción de huevo, consumo de
alimento y localización de animales enfermos. Este patio
deberá ser la continuación del gallinero, pudiendo tener
una superficie igual o del doble de la del gallinero.

Se puede destinar una pequeña parte de este patio


para sembrar forrajes, en especial trébol y alfalfa, que
tienen alto valor nutritivo para las aves. Debe haber por lo
menos dos patios que se usen y se dejen descansar
alternativamente.

Se recomienda que el patio esté rodeado de árboles


para que las gallinas tengan buena sombra.

Ventilación

Las gallinas necesitan siempre aire fresco, por lo


cual se debe prestar atención especial a la ventilación de
los gallineros para evitar los gases que se forman e
impedir la humedad excesiva del ambiente. El aire que
pasa por el gallinero debe renovarse constantemente pero
sin ocasionar cambios bruscos en la temperatura ni
corrientes de aire. Por eso, las ventanas del gallinero
deberán contar con cortinas que se cierren de abajo hacia
arriba.

Temperatura

Las aves de corral (pollitos, sobre todo) no pueden


controlar la temperatura corporal, por lo tanto, su
habilidad para adaptarse a ambientes fríos es pobre.
Necesitan temperatura altas, por lo que se deberá vigilar
que el ambiente interior del gallinero no tenga una
temperatura agradable.

Se debe cuidar también que la temperatura del


gallinero no sea muy alta. Esto puede retrasar el emplume
de los pollitos y contribuir a que las gallinas se piquen
entre sí. A medida que la polla crece, el desarrollo de las
plumas y de la capa de grasa bajo la piel le permiten ser
más resistentes al frío.

MATERIALES PARA LA CONSTRUCCIÓN

Se procurará que los materiales utilizados sean


económicos (propios del lugar), resistentes y de buena
calidad. Además, se aconseja que sean de superficie lisa,
de fácil limpieza e impermeable.

Techo

Deberá tener la altura necesaria para permitir una


buena ventilación, así como un adecuado declive para que
el agua de lluvia pueda escurrir sin ningún problema. Los
aleros deben prolongarse 40 cm a los lados y 60 cm al
frente para que el agua caiga con fuerza y no entre al
gallinero.
Se puede usar palma, zacate, corteza de árbol o
tejamanil, o bien, láminas de asbesto, cartón
impermeabilizado o lámina, dependiendo de los recursos
con que cuente cada familia.

Piso

Se debe poner una capa de arena de río, tepetate,


tezontle o cualquier otro material que absorba la
humedad. Sobre ésta se hace una cama que puede ser de
paja, zacate picado, viruta de madera, etcétera.

Paredes

Puede construirse utilizando ladrillo, piedra, adobe,


carrizos, cañas, otates o bejucos. Lo importante es que
protejan a las gallinas y que puedan ser aseadas y
desinfectadas con facilidad.

Ventanas

En climas templados las ventanas deben empezar a


una altura de 80 a 110 cm Sobre el nivel del piso. La
puerta deberá construirse con los mismos materiales y se
abrirá hacia afuera.

Patio

Es indispensable que el patio esté cercado. El cerco


puede ser de tela de alambre sostenida por postes de
madera con una distancia de 2.5 m entre poste y poste. La
tela debe estar sujeta al piso con pequeños palos
puntiagudos y clavos.

En caso de no contar con medios económicos


suficientes para la tela del gallinero, se pueden utilizar
vara o carrizos reformados con alambras y tendidos entre
postes de madera situados a corta distancia unos de otros.
La altura del cerco será de 1.50 m para evitar que las
gallinas se pierdan.

EQUIPO NECESARIO PARA UN GALLINERO EN EL


MEDIO RURAL

El equipo necesario para la cría de gallinas en el


medio rural es parecido al que se utiliza en las grandes
granjas avícolas. En ocasiones, tendremos que utilizar
nuestro ingenio para inventar equipos más baratos,
utilizando lo que tenemos a mano.

Comederos

Los objetos utilizados como comederos deben ser


fáciles de limpiar y no presentar problemas a las gallinas
para conseguir alimento (nunca deben colocarse a una
altura mayor a la de la espaldad del ave).

Tiene que considerarse el espacio lineal necesario


para dar de comer a los animales, como se muestra en el
Cuadro 1.

CUADRO 1

NECESIDADES DE ESPACIO LINEAL POR AVE


(PARA COMEDERO DE CANAL)

Edad en semanas Centímetros por ave


De 0 a 3 2.5
De 4 a 10 7.5
De 11 en adelante 15
Como comedero lineal se pueden utilizar troncos
ahuecados en forma de canal.
También se pueden comederos de tolva, los cuales
se pueden construir con botes de aceite perfectamente
lavados y soldados a una charola metálica, dejando
espacio suficiente para la caída del alimento. Otra
alternativa es unir con alambres el bote a la charola (rin de
llanta de automóvil).
Este tipo de comederos circulares se puede hacer
cortando una llanta a la mitad y colocándole argollas en
las orillas a las que se atan unos alambres para colgar la
llanta.

Bebederos

Los recipientes que se utilicen con este fin deben ser


fáciles de lavar y tener la capacidad suficiente para el
número de aves.
Un bebedero de cinco litros es suficiente para 10 ó
15 gallinas.
Los bebederos deben esta en un lugar fresco y a una
altura no mayor de la del pecho de las aves. También es
importante vigilar que no escurran para evitar posibles
encharcamientos.
Así como los comederos, los bebederos pueden
construirse con botellas, botes de aceite o llantas cortadas
por la mitad.
Nidos

Los nidos son indispensables para evitar pérdidas


de huevo. El espacio que se necesita para un nido más o
menos cómodo es de 30 cm de frente por 35 cm de fondo
por 40 cm de alto; se necesita un nido por cada 4 ó 5
gallinas.

Los nidos deben colocarse en la parte más oscura


del gallinero (de no ser posible, se cubrirán con sacos) y a
una altura de 10 a 15 cm sobre el nivel del piso. Se debe
poner una cama de paja, viruta de madera o algún otro
material, lo suficientemente gruesa para que el huevo no
toque el piso del nido y se rompa. Estas dos últimas
observaciones son muy importantes para evitar que las
gallinas se coman los huevos, vicio que después es muy
difícil de quitar.

Los nidales se pueden construir de madera


(huacales para fruta). Ladrillos, botes de pintura, adobes y
otros materiales de la región.

Perchas
Sobre ellas descansan y duermen las aves. Para su
construcción se pueden utilizar tiras de madera que
tengan 5 cm de ancho por 2.5 cm de grueso, con bordes
redondeados y al mismo nivel.
El espacio de percha por ave debe ser de 20 a 25 cm,
los palos se colocarán a una distancia de 35 a 40 cm entre
sí y a 40 cm sobre el nivel del suelo.

Baños de arena y ceniza

Sin importar el tipo de gallinero que se haya


construido, las gallinas deben tener la oportunidad de
darse un “baño de ceniza”, colocado dentro o fuera. Esto
es importante para el bienestar de las gallinas, ya que no
sólo les permite mantener las plumas en buen estado sino
que es el único medio de que disponen para refrescarse
cuando hace calor y de liberarse de algunos parásitos de
manera natural.

Estas bañeras consisten en un montón , caja o


recipiente con tierra, arena o ceniza en el que a las gallinas
les gusta revolcarse. En su forma más simple, es un lugar
donde hay ceniza expuesta al sol en los alrededores del
gallinero. El cajón se puede colocar en el interior del
gallinero o bien en un agujero hecho en el patio. Para 20
gallinas basta con que la caja tenga unas dimensiones de 2
por 1 m.
PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES

Programa sanitario

En los gallineros se deben tomar medidas para


prevenir enfermedades. Lo más importante es seguir un
buen programa de vacunación y limpieza. Esta última es
el principio básico para prevenir enfermedades y
conservar la salud.

El siguiente programa sanitario deberá aplicarse


estrictamente ya que estas recomendaciones son de gran
importancia para conservar a las gallinas libres de
enfermedades:
- Antes de que lleguen las pollitas, vacunar a todas
las aves que haya en la casa, incluyendo los conos, contra
las enfermedades comunes encontradas en la zona (cólera,
avier, neocastle y viruela, principalmente).

- Vigilar el gallinero contra los cambios bruscos en


el tiempo y los animales que atacan a las gallinas (ratas,
tlacuaches, gatos, etcétera).

- Limpiar diariamente el gallinero.

-Desinfectar periódicamente y a fondo todas la


instalaciones e implementos; las primeras con creolina o
petróleo y los implementos con clarasol.

- Desinfectar los nidos donde hayan estado gallinas


enfermas.

- Destinar una cubeta o bote exclusivamente para


distribuir alimento para evitar la trasmisión de
enfermedades.

- Utilizar para el consumo de las aves sólo agua


potable y cambiarla diariamente.

- Evitar los terrenos húmedos y mal ventilados; los


encharcamientos debajo de los comederos y bebederos son
muy perjudiciales.
- Mantener las camas siempre secas; cuando estén
húmedas y sucias deben ser cambiadas.
- Mantener por separado otras aves, si las hay, (sin
embargo, se ha observado que las gallinas pueden
convivir con las cabras y los conejos, ya que el excremento
de estos animales, además de alimentarlas, ahuyenta a los
microbios que pueden algunas enfermedades).
- Quemar las aves muertas tan pronto como sea
posible para evitar que se difundan las enfermedades. (No
se recomienda enterrar los cadáveres porque seguramente
serán desenterrados por los perros y otros animales).
- Eliminar las aves flacas y atrasadas en su
crecimiento porque son las que se enferman primero.
- No vacunar a animales enfermos o tristes.
- Transportar las vacunas en bolsas de hielo o
hieleras hasta el lugar de su destino.
- Guardar las vacunas siempre en el refrigerador.
- Quemar el sobrante de los frascos, los goteros y las
lancetas después de usarlos.
- Vacunar al amanecer o al atardecer, ya que a estas
horas esta más fresco.
- Cuando las pollas cumplen cuatro semanas, para
prevenir la coccidiosis se debe aplicar durante tres días un
centímetro de sulfa por cada litro de agua que vayan a
beber. Repetir este tratamiento cada mes.

Calendario de vacunación
Para orientarnos sobre este aspecto, a continuación
se muestra un calendario utilizado en Tequisquiapan, que
de ninguna manera debe tomarse como modelo para todas
las regiones ya que es imposible hacer un programa
totalmente seguro.
CUADRO 2

CALENDARIO DE VACUNACIÓN

Edad Vacuna contra Vía de administración


10 días neocastle gota en el ojo o nariz
20 días neocastle igual
4 semanas cólera aviar intramuscular o
tifoidea subcutánea en la
pechuga
* vacunar doble aviar
8 semanas viruela punción en el ala
14 semanas cólera intramuscular o
tifoidea subcutánea en la
neocastle pechuga
* vacuna triple aviar

A partir de las 14 semanas se deberá vacunar a las


gallinas cada año contra cólera y viruela antes de la
temporada de lluvia. Todas las vacunas son baratas y
fáciles de conseguir en cualquier farmacia veterinaria de
Tequisquiapan o San Juan del Río.

ALIMENTACIÓN DE LAS GALLINAS PONEDORAS

No debemos engañarnos pensando que con unas


cuantas gallinas en el patio de la casa, dándoles de comer
solamente un puño de maíz, se van a obtener muchos
huevos. El éxito de cualquier granja depende de una
alimentación correcta y las gallinas no son la excepción.
Una gallina no pone huevos por su propia voluntad. En
su estado natural no pondría más huevos que los que
deseara incubar, pero el hombre las ha obligado a poner
huevos durante más tiempo de lo que es natural en ellas.
Para lograr esto hay que alimentarlas adecuadamente.
Por lo tanto, deben seleccionarse alimentos que sean
baratos y apropiados para las aves.
Cuando se trata de un gallinero familiar, la
alimentación no debe causar serios problemas ya que se
puede solucionar dando todo lo que se tenga a la mano,
como pueden ser los productos naturales: granos en sus
diferentes preparaciones (mezclados, enteros, molidos,
partidos, etc.) y forrajes verdes (pastos, alfalfa, trébol,
hierbas como la aceitilla, etc). Estos últimos, además de
mantener en buena forma a las aves, las ayudan a
conservar su producción por su alto contenido nutritivo.
Los forrajes pueden darse en forma de heno sin ningún
problema. Al combinarlos con granos, las aves ingerirán
mayor cantidad de proteínas.

Otros productos que se pueden dar a las aves en el


medio rural son los desperdicios de comida, siempre y
cuando estén en buenas condiciones: frijoles, sopas,
verduras, arroz, frutas, pan, tortillas, restos de molino de
nixtamal.

Un ejemplo de una buena mezcla de alimentos para


gallina ponedora es el siguiente:
Para que las aves tengan “verde” cerca del gallinero
se puede construir un marco con listones de madera de 2 x
4 pulgadas, cubierto con alambre de gallinero de ¾ de
pulgada. Este sé coloca sobre un sembrado de avena,
cebada u otro cereal. Este aparato permite que las aves se
limiten a despuntar las plantas sin escarbarlas.

Se recomienda también salir a las gallinas fuera del


patio unas cuantas horas al día para que puedan
completar su alimentación de manera natural con insectos,
plantas y semillas silvestres y las piedritas que les
ayudarán a digerir los alimentos.

REPRODUCCIÓN

La reproducción se inicia cuando se juntan las


hembras con los machos para reproducir huevo fértil. De
las aves recién nacidas se seleccionan algunas para formar
el pie de cría.

El momento en que las gallinas están listas para


reproducirse es muy variable, a veces se adelanta o se
atrasa. Todo esto depende de la raza, época de
nacimiento, tipo de alimentación, enfermedades que
hayan tenido, etcétera.

Se puede decir que la producción de huevo se inicia


cuando el 10% de las aves que integran el gallinero ha
empezado su postura.
Una creencia popular es que las gallinas estarán
mejor con un gallo entre ellas. Este no sólo puede ser
molesto por ruidoso en zonas habitadas, sino que su
presencia no tiene la menor influencia en la producción de
huevos. La única razón que justifica su presencia en el
gallinero es que se quieran huevos fértiles para incubar.
Las gallinas deberán estar en una proporción de 8 a 10 por
un gallo. De lo contrario, un gallo solo “alborota al
gallinero” y consume mucho alimento.

Por lo general, las gallinas empiezan a poner entre


las 24 y 26 semanas de edad. Los primeros huevos son
chicos, pero a medida que pasa el tiempo se obtienen
huevos de tamaño más uniforme y con un peso promedio
de 55 a 65 gramos.

Si se decide empollar debemos tener presente que


no todo el huevo es incubable, por lo que debemos
seleccionarlo.

En primer lugar, el huevo no debe permanecer en


los nidos mucho tiempo porque lo ensucian o lo rompen
las otras gallinas que entran a poner. El huevo sucio no
sirve para poner ni se recomienda lavarlo. Si el huevo
permanece en el nido por más de dos días, tampoco sirve
para empollar porque se ha enfriado y calentado muchas
veces, y ha perdido su calidad interna. El cascarón debe
ser limpio, fuerte y entero, y sobre todo un requisito
primordial: “no tener más de siete días de puesto”.
Se recomienda marcar cada huevo con la fecha y
ponerlo en una charola de cartón, o separador de huevo,
con la punta delgada hacia abajo, en un lugar fresco y
oscuro, rotando cada día la punta hacia el otro lado.

En la incubación natural se utilizan gallinas o conas


(guajolotas) culecas. Estas últimas presentan ciertas
ventajas sobre las gallinas, ya que son madres más atentas
con las crías y tienen una mayor capacidad para incubar
huevo. Una cona puede cubrir hasta 18 huevos de gallina
o 14 de cona. (En este caso se recomienda separar a las
pollitas de la cona en los primeros días y tratarlas como se
sugiere más adelante en la sección Recepción de las
pollitas).

Para que el huevo no se rompa en el nido debe


acomodarse uno al centro y los demás a su alrededor,
poniéndolos de costado.

Durante los primeros días de incubación, las aves


culecas no se levantan del nido ni para comer; pero
después de unos días se levantan cada 24 horas para
comer, asearse y descansar de la postura que tienen (15 a
20 minutos). Durante este tiempo, los huevos se refrescan.
Además, es muy importante que la gallina no regrese al
nido sin haber evacuado, de lo contrario ensuciará el nido
y los huevos que están incubando.

El periodo de incubación para una gallina es de 21


días. A partir de los 10 días de “empolle” ya se pueden
revisar los huevos a contraluz (alumbrarlos sobre una
superficie oscura). A esta edad de la incubación, en todos
los huevos con embrión vivo se observa el desarrollo
como una red. Si el huevo es infértil o el embrión se
murió, entonces el huevo se ve claro o con una mancha
negra.

Al término de la incubación los pollitos empiezan a


picar el cascarón. Dos días después de nacido el último
pollo se deberán trasladar a un nido más grande. El nido
viejo se saca al patio, se retira la cama vieja y se quema.

El nido se lava, se desinfecta y se deja secar al sol


para usarlo nuevamente.

Las aves que tengan crías se mantendrán en un


lugar abrigado donde no las molesten otras aves. Ahí se
les dará alimento y agua sin sacar a las crías por una
semana. Después se les deja salir con sus crías por unas
horas en las mañanas, encerrándolas en las tardes. A los 15
días se les deja andar libremente con sus crías, hasta las
seis semanas, tiempo en que pueden valerse por sí mismas
y las hembras vuelven a producir.

Cuando no queremos huevo fértil y se enculeca una


gallina, debemos procurar que vuelva a su estado normal
lo más pronto posible ya que deja de poner huevos. Para
esto se el encierra en un pequeño nido, colocado sobre el
nivel del suelo, preferentemente con piso de listones, por
unos cuantos días. Se le ofrece agua en abundancia y una
comida al día, constituida por masa de nixtamal o sema
humedecida. Generalmente bastan de tres a seis días de
encierro para que la gallina vuelva a su estado normal,
aunque hay algunas que necesitan de 10 a 12 días.

A la gallina culeca se le reconoce por su tendencia a


quedarse en el nido durante la noche, por lo despeinado
de sus plumas, por querer picotear todo lo que se acerca y
por el cloqueo (canto) que caracteriza a las aves culecas.

En el caso de los machos, éstos se deben criar para


fines de alimentación de la familia. Pueden ser
sacrificados a las 14 semanas de edad.

Las pollas también se pueden destinar para este fin


y para reponer las aves que se vayan a desechar o
sacrificar, incrementando el número de hembras que
forman el pie de cría.

ALGUNOS PROBLEMAS Y ENFERMEDADES DE LAS


GALLINAS

Canibalismo o gallinas picadoras

Este es uno de los problemas más comunes y


molestos. No es propiamente una enfermedad sino un
vicio que es muy difícil de quitar. Generalmente empieza
una de las gallinas más viejas, que después enseña a sus
compañeras. Pronto quedan pelonas del cuello y la
rabadilla, teniendo muchas veces efectos desastrosos. Se
puede deber a poco espacio, mala ventilación,
temperatura y luz excesivas, comederos y bebederos
insuficientes y mal puestos, algo que falta en su
alimentación (minerales, verduras), aburrimiento, nidos
insuficientes y heridas con sangre, principalmente.

Uno de los remedios consiste en untar las plumas


con una pomada de vaselina y azufre. Otra solución
consiste en colgar lechugas o coles un poco arriba de sus
cabezas para que tengan que brincar para alcanzarlas.
(Con esto se pretende cansarlas y aliviar su aburrimiento).

El hábito de comerse los huevos

Otro mal hábito que pueden adquirir las gallinas es


el de comerse los huevos. A veces este vicio comienza
porque los animales se comen un huevo que ha salido sin
cáscara o un huevo que se cae del nido y se rompe. En
cualquier caso, la gallina prueba el huevo, le gusta y
querrá repetir.

Se puede impedir que las gallinas empiecen a


comerse los huevos evitando que éstos se rompan en el
gallinero y ofreciéndoles verdura y minerales
regularmente. En este caso, el espacio también será
importante. En este caso, el espacio también será
importante. Las gallinas bien alojadas presentan menos
problemas que las que se tienen en espacio insuficiente.
Además, se dice que una gallina ocupada nunca es una
molestia.

Prolapso (“trasero caído”)

En ocasiones, parte de los órganos de la gallina se


salen por la cola. Esto se debe a un gran esfuerzo, y casi
siempre se da en aves que están muy gordas o que han
puesto demasiados huevos.

Lo que se debe hacer es limpiar la parte que se


salió, lubricarla con alguna grasa y volverla a poner en su
lugar apretando suavemente y con cuidado. Después se
debe separar de las demás y se le dará la mitad de comida
para que no ponga durante algún tiempo. Si se salen otra
vez los intestinos, se lavan y se vuelven a meter con
suavidad.
Catarro

Se debe principalmente a un enfriamiento


producido por un cambio de temperatura o por la
humedad. Siendo tan simple el catarro, si no se atiende
inmediatamente se puede generalizar a todo el gallinero,
exponiendo a todas las aves a que se debiliten y se
enfermen más gravemente. Se caracteriza porque la
gallina respira con dificultad, tiene mal olor en boca y
nariz, y hace un ruido como de estornudo.

Para curar el catarro, lo primero que se tiene que


hacer es aislar a la enferma y llevarla a un lugar seco,.
Caliente y ventilado. Se puede lavar la nariz y boca con
agua oxigenada rebajada con agua hervida a la mitad, y se
le pone una gota de creolina en la nariz con un gotero o
una jeringa. También se puede intentar con gotas de
petróleo hasta sanar.

Mucha gente ha utilizado sulfato de cobre puro. Se


disuelven 30 gramos en un cuarto de libro de agua, y se da
a las aves a razón de dos cucharadas cafeteras en cada
medio litro de agua de beber. Si es necesario se doblará la
dosis.

En caso de resfriado muy fuerte se probará la


aureomicina, que se disuelve en el agua de beber. Esta
medicina viene en sobres que se venden en las farmacias
veterinarias.
Coccidiosis (“chorro blanco”)

Esta enfermedad es producida por un microbio que


crece en el intestino de las aves enfermas. Cuando la
padecen, las aves dejan de comer y se ponen grifas, flacas
y tristes. Primero se estriñen; después les da chorro,
muchas veces con sangre. Las aves enfermas se separan
de las otras, se acurrucan y esconden el pico entre las
plumas cercanas a las alas. Es más común que se presente
en las pollas entre la cuarta y quinta semana de edad.
Para prevenirla, se recomienda limpieza y desinfección de
los gallineros.

Esta enfermedad se contagia principalmente a


causa del excremento que cae en el agua, infectándola.
Por eso también es importante señalar que nunca debe
darse la comida derramada en el piso; para eso están los
comederos.

Para curar y prevenir la enfermedad debe recurrirse


a las sulfas (trisulsol, sulmet) que se disuelven en el agua
de bebida durante un periodo de tres a cinco días. Estos
polvos se compran en sobres que se venden en la farmacia
veterinaria.

Algunas personas con experiencia aconsejan para


curar el chorro blanco la leche con unas gotas de tintura de
yodo, o agregar un chorrito de vinagre o jugo de limón al
agua de bebida.

Estos tratamientos, aunque pueden ayudar, no son


suficientes. Se ha dicho muchas veces, es necesario
limpiar diariamente microbios necesitan humedad para
poder vivir.

Cólera

Esta es una de las enfermedades más graves que


ataca a las gallinas porque apenas da tiempo para curarlas.
Casi siempre ataca a las adultas y a las más gordas,
usualmente en la época de lluvias. Las aves enfermas
tienen chorro amarrillo-rojo. Se les erizan las plumas,
caminan como envaradas y la cresta y barbilla se ponen
moradas o casi negras. Tienen mucha sed y les tiemblan
las patas. Es una enfermedad muy contagiosa. Se
recomienda vacunar a las aves que empiezan a
enfermarse, y matar y quemar a las que están graves.

El cólera es una enfermedad que debe ser


prevenida antes que curada, ya que la curación es difícil y
cara por la rapidez con la que ataca. Debe vacunarse a
todas las aves nuevas que llegan al gallinero y a las
nacidas, al cumplir un mes.

Para tratar la enfermedad debe recurrirse a


cloramfenicol, terramicina y las sulfas. Se insiste en que el
único tratamiento seguro es el preventivo, vacunando a
las gallinas a tiempo.

Diarrea blanca de los pollitos


Se distingue porque el excremento es blanco,
mucoso y espeso. Se pega en las plumas que rodean el
ano y a veces lo tapa, ocasionando la muerte de los
pollitos. Se cura con sulfas en el agua durante cuatro días.
Se vuelve al agua simple, y al sexto día se repite el
tratamiento.

Es importante advertir que las pollitas que se curan


conservan en su interior al microbio, localizándose más
tarde en el ovario(huevera). Al crecer las pollitas, ponen
huevos infectados; las pollitas que salen de ellos, nacerán
infectadas, enfermándose a los pocos días. Por esto, las
pollitas en estas condiciones nunca deben dedicarse a la
reproducción. Si lo hacen, nunca se acabará la infección, y
poco a poco se acabará el gallinero.

Viruela de las gallinas

Es una enfermedad muy contagiosa. Se


presenta como granos en la cresta, barbillas y ojos. Es
importante evitarla porque baja la producción de huevo.
Para curarla es necesario poner en cada costra del grano
antiséptico azul, yodo o una mezcla de bicarbonato con
ceniza y limón. Debe hacerse una masa y untarla en la
costra, de preferencia en cuanto se descubran los primeros
granos. Lo mejor es vacunar para prevenir la enfermedad
antes de la temporada de lluvia.

Neocastle

Es una enfermedad también muy contagiosa. Las


gallinas respiran difícilmente y jadean. Después se
infectan los nervios, y pueden empezar con ataque o a
caminar sin dirección, con o sin diarrea. Se contagia por el
excremento, agua de bebida, alimentos, ropa, etc. Como
otras enfermedades, es muy difícil curarla; por eso, es
mejor prevenirla, siguiendo las medidas de higiene que se
recomendaron y vacunando contra neocastle, como
aparece en el calendario de vacunación.
Piojos y corucos

No debemos permitir que las gallinas se llenen de


piojos. Para esto se recomienda que en el corral haya un
lugar en donde se puedan bañar en la tierra seca o ceniza,
como ya se recomendó anteriormente. Cuando esto no es
suficiente, se pueden desinfectar con polvos especiales,
bolfo o avepol, de venta en Tequisquiapan.

Los corucos (arañas rojas) son más molestos que los


piojos pues no viven sobre las gallinas sino que durante el
día se esconden entre las rendijas y en las paredes del
gallinero; durante la noche salen y chupan la sangre de los
animales, debilitándolos y disminuyendo la producción
de huevo.

Estos parásitos pueden combatirse desinfectándole


gallinero con aguarrás, creolina o petróleo. Se recomienda
usar creolina, sobre todo si se rebaja con agua bien
caliente.

RECEPCIÓN DE LAS POLLITAS

Los primeros días de vida son los más importantes


para la futura vida productiva de las pollitas. Los
cuidados que se tengan al llegar al gallinero asegurarán
que crezcan sanas. Así, cuando las pollitas lleguen al
gallinero deben encontrar un lugar tibio y seco.

Es necesario que tengamos preparado todo el


equipo indispensable para recibir a las pollitas.
El cerco (rodete)

Debe cercarse un lugar especial dentro del


gallinero, que será donde crecerán las pollas durante las
primeras semanas. Este puede ser de cartón o de madera.
El tamaño del rodete dependerá de la cantidad de pollas
que se crearán. Por ejemplo, para 300 pollas se necesita un
rodete de 3.90 m de diámetro. A medida que las pollitas
crecen se agrandará el rodete.

Hay que poner las pollas dentro del cerco con


mucho cuidado. Dos horas después de su llegada se les
ofrecerá agua tibia con un poco de azúcar. Esto les
ayudará a reponer sus energías gastadas durante el
transporte. Más tarde se extenderá periódico o cortón en
el piso y se les dará un poco de alimento.

La criadora

Es importante que las pollitas tengan una fuente de


calor. Las criadoras más comunes son de gas, pero son
muy costosas y quizá no estén a nuestro alcance. Por lo
tanto, también podemos hacerla con una tina de lámina
que ya no se use. Se le hará un hoyo y se le instalará un
foco como se muestra en el dibujo. La criadora se eleva a
medida que las pollitas crecen.
CONSERVACIÓN DE LOS HUEVOS

Es probable que durante la temporada de mayor


postura, en la primavera y principio del verano, se
obtengan más huevos de los que la familia va a consumir.
Estos huevos sobrantes pueden ser conservados y
empleado cuando se necesiten.

Los huevos que se eligen deberán colocarse en un


recipiente de barro el mismo día que han sido puestos.
Aunque conviene que estén bien limpios, es mejor no
lavarlos. Lo más práctico es utilizar los que tengan la
cáscara limpia, dura y sin cuarteaduras, y consumir
inmediatamente los de cáscara sucia.

Para conservar los huevos se necesita preparar una


lechada de cal, mezclando un kilo de cal en 20 libros de
agua hervida y fría. Se deja el recipiente en un lugar hasta
que la cal se asiente y resulte un líquido claro. Esta
lechada y los huevos deberán colocarse en un recipiente
de barro hasta que el agua cubra los huevos unos 4 cm.
Cuando se quieran utilizar se sacan del recipiente y se
enjuagan con agua fría. De esta manera, los huevos se
pueden conserva de una temporada a otra
(aproximadamente cuatro meses).
Autor: Gerardo Miranda.
Dibujos: Francisca.
Este cuaderno se imprimió en
los Talleres Gráficos del
CREFAL en diciembre de 1987.
Se editaron 500 ejemplares.

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