sentadilla". En opinión del autor, se desaconseja la "sentadilla completa o profunda“ con grandes cargas, quien la realiza desconoce la severidad del esfuerzo al que se somete la rodilla en ese movimiento, y el peligro de lesión aguda y crónica. ▪ Principales: cuádriceps y glúteo mayor. ▪ Secundarios: isquiotibiales, aductores, gastrocnemios, lumbares, paravertebrales... ▪ Antagonistas: psoas iliaco, sartorio... ▪ De pie, con la mirada al frente, con los pies apuntando ligeramente hacia fuera (rotación lateral de la pierna 20º ó 30º) y algo más separados que las caderas, se sujeta la barra en pronación tras la cabeza sobre el trapecio y deltoides. Se baja flexionando las rodillas en dirección a los pies hasta que los muslos queden casi paralelos al suelo. El abdomen y el lumbar han de permanecer fuertemente contraídos. Los talones no se levantan, y se coloca, si es necesario, un pequeño taco bajo ellos (2 centímetros suelen bastar). Se inspira al comenzar a bajar, se bloquea en inspiración y se espira al terminar de subir; se debe ventilar bien y repetir. ▪ En las sentadillas profundas, incluso sin peso, se han medido presiones de hasta 400 kg en la rodilla. ▪ A pesar de que el cartílago posterior de la rótula es muy grueso, estos datos indican que con altas cargas las sentadillas profundas pueden provocar una lesión, por ejemplo artrosis femororotulianas, daños en los meniscos, etc. ▪ Existen gran cantidad de estudios científicos que confirman estas afirmaciones. Quien desee más información puede consultar los trabajos de Kapandji, de Morehouse, etc. ▪ Arquear la espalda en uno u otro sentido, dirigir las rodillas fuera de su eje de movimiento natural, bajar demasiado o realizar el ejercicio pesado sin ayuda de un compañero, extender los brazos a lo largo de la barra, apoyar la barra en partes óseas y no musculares, rebotar al bajar, bloquear al subir, sacar/dejar la barra del soporte forzando la espalda, adelantar mucho las rodillas, más que los pies en la bajada. ▪ Principales: sóleo. ▪ Secundarios: peroneos largo y corto, gemelos, tibial posterior y flexores plantares. ▪ Antagonistas: tibial anterior y extensores de los dedos. ▪ Sentado con las rodillas flexionadas 90º, con los pies sobre un escalón dejando el talón libre, se agarra una barra acolchada con más o menos peso sobre la parte inferior de los cuádriceps y se elevan los talones hasta el máximo recorrido posible. Se sostiene un instante y se desciende de nuevo sin llegar a descansar el peso en el suelo. La respiración se hace de forma natural. ▪ Al mantener la rodilla flexionada, resta trabajo de los gastrocnemios a favor del músculo que está parcialmente bajo ellos y es casi tan fuerte: el sóleo. También, al más débil, el peroneo largo, si bien se trata de un músculo sobre todo pronador. ▪ Aunque el ejercicio podría realizarse sin lastre, al tratarse de un músculo potente se hace casi indispensable su utilización. Se recomienda utilizar un escalón de pocos centímetros que permita apoyar el talón en caso de descender demasiado en el movimiento, 3 ó 4 centímetros suelen bastar, y descargar el peso antes de retirar un pie. ▪ Este ejercicio se recomienda especialmente para personas con el llamado "gemelo alto". ▪ Dar rebotes sin llevar el peso controlado, repeticiones y/o carga insuficientes y apoyar poca superficie del pie. ▪ Principales: glúteo mayor, isquiotibiales, semimembranoso, semitendinoso , cabeza larga del bíceps femoral, lumbares y paravertebrales. ▪ Secundarios: glúteo medio (fibras posteriores), aductor mayor, aductor menor y piriforme. ▪ Antagonistas: psoas iliaco, recto anterior del cuádriceps, tensor de la fascia lata, pectíneo, sartorio... ▪ De pie, con las piernas casi rectas y ligeramente separadas y la mirada al frente, se sujeta la barra sobre los muslos con agarre pronado (con las palmas hacia el muslo). Se deja caer el tronco hacia delante sin separar nunca demasiado la barra del cuerpo, se flexiona la cadera pero sin arquear la espalda, notando al bajar la presión sobre los talones, no sobre los dedos de los pies. El esfuerzo ha de localizarse mentalmente en los músculos extensores de la cadera de la zona posterior del muslo, pero no tanto en la espalda. Se inspira al comenzar a bajar y se espira al terminar de subir. Se debe ventilar antes de repetir. ▪ Los isquiosurales y los glúteos deben realizar un giro de la cadera para enderezarla tras bajar. El bloqueo en inspiración y la contracción de la zona lumbar y abdominal crean una faja natural. ▪ Aunque no hay que desestimar las ganancias en flexibilidad, existen variantes más efectivas de estiramiento que no implican carga ni rebotes durante el mismo (dificultado al dispararse el reflejo miotático). La máquina de peso muerto está muy poco extendida. ▪ Este ejercicio requiere buen asesoramiento técnico y, en ocasiones, se desaconseja su práctica, en especial, por la tensión de los erectores espinales y de los discos intervertebrales ▪ Además de no ser el más apropiado para el desarrollo muscular de los isquiosurales. ▪ El agarre cambiado o "power invertido" se coloca para evitar que ruede la barra, pero pone en compromiso el bíceps del antebrazo que está en supinación (en especial, en su inserción monotendinosa distal, la cercana al codo). ▪ Éste es un ejercicio peligroso y puede ser contraindicado, mal ejecutado casi haría honor a su nombre. ▪ Un ejemplo hará comprender esta afirmación: levantar el propio cuerpo flexionado (sin peso) crea una fuerza de tensión en los erectores de la columna de más de 200 kilos, y de compresión en la 5ª vértebra lumbar similar o mayor. ▪ Algún estudio biomecánico afirma que una carga importante haría que el disco intervertebral alcanzara incluso más de 1000 kilos. La teoría dice que estos discos se pueden romper con 800 kilos de presión (o menos a partir de los 40 años). ▪ La única manera de evitarlo se consigue por la apnea en inspiración que hemos provocado y el reparto de la presión entre distintas vértebras, que transforma el tronco en una columna; desgraciadamente crea al mismo tiempo preocupantes alteraciones circulatorias sanguíneas. ▪ Las piernas no extendidas reducirán el trabajo de los isquiotibiales. ▪ Los veteranos deberían evitar este ejercicio, y los jóvenes conocer su riesgo. ▪ El “peso muerto” puede no ser perjudicial en sí mismo, el problema viene por la dificultad de la técnica y la cantidad de peso que se suele manejar. Bien ejecutado este ejercicio puede ser excelente. ▪ No se debe redondear la espalda, ni espirar durante el esfuerzo (tan solo al llegar arriba), no se debe alejar el peso del centro de gravedad, ni realizar rotaciones de columna, la mirada debe permanecer al frente. ▪ No se deben realizar repeticiones forzadas o trampas que varíen la técnica, el esfuerzo debe repartirse por el cuerpo en tensión, no hay que dejar que la espalda sea la única que soporte la carga. ▪ Trabajar con peso inadecuado. Se puede lograr tan buena fuerza e hipertrofia muscular como con la sentadilla, protegiendo la espalda si no se mueve ▪ Principales: cuádriceps, glúteo mayor y aductores. ▪ Secundarios: isquiotibiales... ▪ Antagonistas: psoas iliaco, sartorio... ▪ Recostado sobre el banco inclinado de la prensa, con total apoyo de la espalda y de la cadera, los pies sobre la plataforma con una separación ligeramente mayor que la cadera y las puntas un poco abiertas, se desciende hasta acercar los muslos al tronco pero sin elevar la cadera del respaldo. De forma controlada pero enérgica, se vuelve a levantar hasta casi la máxima extensión. Se inspira en el primer tercio de la bajada y se espira al terminar de subir. ▪ Se descartan las variantes con las piernas muy separadas o muy juntas, al romper la línea de movimiento natural de las rodillas, las cuales nunca deberán bloquearse en máxima extensión. ▪ La prensa puede estar diseñada en “V" o casi horizontal, ambas válidas pero siendo esta última una excelente opción. ▪ levantar la cadera al bajar, realizar el recorrido incompleto o exagerado, trabajar con defecto o exceso de peso y efectuar un empuje desigual con ambas piernas. Este ejercicio es el más adecuado para el desarrollo "aislado" de los isquiotibiales, un grupo muscular que no debe ser abandonado frente a los cuádriceps, aunque son un 60% ó un 70% más débiles. ▪ Principales: bíceps femoral corto, isquiotibiales (semimembranoso, semitendinoso y cabeza larga del bíceps femoral.) ▪ Secundarios: grácil, sartorio, gastrocnemios, poplíteo... ▪ Antagonistas: cuádriceps. ▪ Nos colocamos en decúbito prono (sobre el pecho y el vientre) en un banco no totalmente plano (con ligera flexión en la cadera) y se sujetan con las manos los agarres o el propio banco para estabilizarse. Con los pies en flexión plantar, se colocan los rodillos casi en los talones y las rodillas fuera del banco en alineación con el eje de la máquina. Desde casi la máxima extensión, se sube en flexión de rodilla todo lo posible (unos 120º), de forma controlada. Nunca se debe bajar hasta la máxima extensión. Se inspira al comenzar a extender y se espira al terminar de flexionar. ▪ Extender demasiado la rodilla al bajar, ▪ subir muy rápido aprovechando el impulso, ▪ no colocar la rodilla en alineación con respecto al eje de la máquina ▪ realizar una subida y una bajada del aparato de forma imprudente.
▪ El "peso muerto" no es mejor ejercicio para los isquiotibiales que el "curl o
flexiones de rodilla" (tumbado o de pie), aunque en este último se utilice menos peso. La razón de este tradicional equívoco es que en el primero se pueden manejar grandes cargas con la ayuda de otros músculos, pero el trabajo de curl es más específico y seguro, no menos efectivo. ▪ Principales: aductores (mayor, mediano, menor y mínimo). ▪ Secundarios: glúteo mayor profundo, pectíneo, grácil, cuadrado femoral, obturador externo, psoas iliaco e isquiosurales (principalmente semitendinoso). ▪ Antagonistas: glúteo medio y deltoides glúteo (fibras superficiales del glúteo mayor y tensor de la fascia lata). ▪ Sentado en la máquina de aductores, con los soportes en la cara interna de los tobillos o de las rodillas (según diseño), se abre hasta el punto que permita la movilidad articular y se cierra en aducción. La respiración se realiza de forma natural o, si se utiliza mucho peso, se inspira al abrir y se espira al terminar de cerrar. ▪ Hay que tener la precaución de realizar un buen calentamiento y no abrir más allá de los límites corporales de flexibilidad para no lesionarse. ▪ Peso insuficiente. ▪ Movimientos rápidos. ▪ El componente de flexión que se añade a la aducción provoca una colocación de la cadera inestable, un fabricante precavido diseñaría su máquina de forma que el respaldo se abatiese hasta la horizontalidad. La alternativa se realiza en el ejercicio de aducción de pie en polea desde los 30º-45º, aproximadamente, de abducción hasta la vertical (momento en el que ambas piernas chocan). Las máquinas que flexionan la rodilla para el ejercicio restan trabajo al grácil.