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Juegos para la Paz

(secundaria)
El juego es siempre acción, reflexión e investigación
experimental del mundo; por ello se puede afirmar que
no hay diferencia entre jugar y aprender, porque
cualquier juego que presente nuevas exigencias al niño
es una oportunidad de aprendizaje, es más, en el juego
aprenden con una facilidad notable, porque están
dispuestos para recibir lo que les ofrece la actividad
lúdica, a la cual se dedican con placer.

Maite Garaigordobil Landazabal 1

Estimad@ Maestr@:

¡Bienvenid@ a esta aventura lúdica!

En sesiones semanales de 45 minutos tratamos de acercarnos a


una verdadera “cultura de paz” en el colegio. Subiremos poco
a poco una escalera de diferentes tipos de juegos. Primero
trabajaremos la integración de grupo (juegos de rompehielos,
juegos de presentación, juegos de conocimiento, juegos de
afirmación, juegos de confianza), y después trabajaremos
herramientas básicas de grupo para promover una convivencia
de paz y derechos humanos (juegos de comunicación, juegos
de cooperación, juegos de manejo noviolento de conflictos).

En estas breves páginas damos alguna información práctica


para organizar las sesiones y en las reuniones del equipo
trabajaremos con más información, dudas, preguntas y
comentarios sobre el proceso…

¡¡buena suerte!!

1
Garaigordobil Landazabal, Maite, Diseño y evaluación de un programa de intervención socioemocional
para promover la conducta prosocial y prevenir la violencia. Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 2005, p.
19. (Colección Premios Nacionales de Investigación Educativa nº 160)

1
Juegos para la Paz (taller 3)

Objetivos generales por sesión

Sesión 1 Inicio atractivo con juegos divertidos de presentación


Sesión 2 Presentación, ¿qué tanto ya se saben los nombres en el grupo?
Sesión 3 Conocimiento de las demás personas del grupo
Sesión 4 Conocimiento (un poco más profundo) de las demás personas
Sesión 5 Conocimiento y aprecio a las diferencias
Sesión 6 Afirmación (fomentar aceptación mutua en el grupo)
Sesión 7 Afirmación (fomentar aceptación mutua en el grupo)
Sesión 8 Afirmación (fomentar aceptación mutua en el grupo, más intenso)
Sesión 9 Confianza (ejercicios sencillos sin riesgo personal alguno)
Sesión 10 Confianza (ejercicios un poco más complejos, muy poco riesgo)
Sesión 11 Confianza (ejercicios más complejos, el último bastante riesgo)

Juegos de Presentación (sesiones 1 y 2)

En una primera ronda queremos apoyar al grupo (y el/la maestr@) a recordar todos
los nombres y/o algunas características superficiales de las personas con quienes
trabajamos, mostrando nuestro interés de tratar a cada quien como una persona
con capacidad de aportar mucho al grupo.

Parece obvio que nos presentamos siempre a personas que no conocemos, pero
no es así. Hay un sinfín de situaciones de nuestra vida apurada donde nos
brincamos las presentaciones para irnos ‘al grano’ (en el banco, en el tráfico, en el
supermercado). En la ciudad anónima Pedro se convierte en ‘el cajero’ y
Concepción es ‘la bigotona del 302’. Junto con el nombre perdemos el interés en
estas personas. No voy a contar mi vida en la taquilla y nadie espera que el policía
en el semáforo roto le describa sus sueños de anoche. Lo más probable es que la
gente formada detrás de mí presione y que al oficial parlanchín le regañen por no
hacer su trabajo. Eso es muy normal. La relación con la persona de la taquilla y con
el policía se limita a un trámite funcional y utilitario. Quiero pagar la cuenta, necesito
llegar a tiempo a la escuela de mi hija.

Esta normalidad (de la funcionalidad y del anonimato) tiende a contagiar las


relaciones entre personas y se convierte en normatividad. Nuestro salón puede
invisibilizar a buena parte de l@s alumn@s, utilizar apodos y calcular en términos
mercantiles la instrumentalidad de cada relación. Tratamos de no caer en esta
trampa y ponemos la persona en el centro de la atención.

Objetivos:

 Generar un clima de acercamiento para comenzar a trabajar con el grupo.


 Dar oportunidad a maestr@ y grupo a acostumbrarse mutuamente a su
presencia.

2
Juegos para la Paz (taller 3)

 Aprovechar el tacto y el contacto corporal (participantes se toman de la mano, se


saludan de maneras diferentes,...) para romper el hielo en un grupo nuevo.
 Escuchar y conocer los nombres de nuestr@s compañer@s.
 Establecer un primer nivel de familiaridad entre l@s participantes.
 Establecer un estilo de trabajo diferente: horizontal, participativo, lúdico, dónde
tod@s contamos.
 Perder paulatinamente y sin forzar el miedo al ridículo, el miedo a jugar y el miedo
a equivocarse.
 Favorecer la participación plena y no la exclusión vía la competición.
 Introducir el juego como una herramienta y un medio de aprendizaje y
socialización.

Puntos de especial atención

 Empezar con juegos sin alto grado de compromiso personal, ni exposición al


ridículo. A veces hay que posponer o eliminar alguna dinámica por la sensibilidad
del grupo.
 Invitar a participar sin obligación. Explicitar esta actitud de no-obligación.
 El (la) maestr@ utiliza constantemente los nombres de pila (así como prefieren
l@s participantes: ‘Betty’, ‘Bea’ o ‘Beatriz’, por ejemplo) y no duda en preguntar
frecuentemente ‘¿Cómo te llamas?’. Anima a l@s demás a hacer lo mismo.
 Detectar lo más rápido posible a las personas con problemas de plena
participación (alguna discapacidad, fricciones fuertes con el resto del grupo,
timidez,...). Iniciar cambios en el programa para tomar en cuenta -de manera
discreta- a estas personas.

Sesión 1

Materiales: ningún material especial


Espacio: espacio donde se puede formar un círculo

¡Yabedabedu! 2
(10’)

Se trata de decir el nombre de la persona a la derecha o a la izquierda antes de que


acabe ¡Yabedabedu! Ayuda a aprenderse algunos de los nombres del grupo.
Concentración y memoria. Rapidez. Diversión y rompehielos.

El grupo parado (o sentado, realmente no importa) en círculo, una persona al centro.


Esta persona de repente señala a una persona del círculo (Ahmed, por ejemplo) y
le dice su nombre seguido por ¡Yabedabedu! (en el ejemplo: ¡Ahmed,
Yabedabedu!). La persona señalada tiene que decir el nombre de su vecin@ a la
derecha (Claire, por ejemplo), sin equivocarse y ANTES de que la persona del

2
Butler, Steve & Rohnke, Karl, QuickSilver. Adventure games, initiative problems, trust activities and a guide
to effective leadership. Dubuque, Iowa, Kendall/Hunt Publishers, 1995, p. 84. Variaciones de Frans Limpens.

3
Juegos para la Paz (taller 3)

centro acabe con ¡Yabedabedu! Si logra hacerlo la persona del centro buscará otra
‘víctima’. Si la persona señalada no logra nombrar su vecin@ a tiempo la persona
del centro ocupará su lugar y la persona señalada tendrá que continuar en el centro
(e ir a señalar otra persona, diciendo su nombre con ¡Yabedadedu!

La persona del centro puede cambiar la dirección (avisando al grupo: ahora toca
decir el nombre de tu vecin@ a la izquierda) o añadir otros pequeños cambios (decir
el nombre de la segunda persona a la derecha, decir el nombre de la primera mujer
a la derecha, pedir pequeños movimientos durante el mismo ejercicio: tocar las
rodillas con las manos, etc.) También conviene hacer que el grupo cambie de lugar
un par de veces.

¡Yo no soy…! 3
(30’)

Se trata de presentarse a una pareja de manera no verbal y compartir mis


interpretaciones de su presentación al grupo. Aprender algunos nombres y
características de personas del grupo. Rompehielos. Diversión. Jugar libremente
con errores y malentendidos.

El grupo se divide en parejas


de personas que NO se
conocen muy bien todavía.
Todo el mundo piensa (en
silencio) en tres cosas suyas
que su pareja no ha de saber
todavía. Obviamente serán
tres cosas que perfectamente
se puede compartir en el
grupo. Durante unos minutos
cada quien tendrá la
oportunidad de presentarse a
su pareja, pero tiene que
hacerlo totalmente sin hablar
ni escribir (insistir en no hacer trampa).

Después el grupo se sienta en círculo y una persona empieza a presentar a su


pareja. Cada vez que haya un malentendido la persona aludida debe pararse y decir
“¡Yo no soy…!” y aclarar el malentendido. Diversión garantizada.

Aquí puede ser muy importante (en grupos algo inhibidos) que el/la maestr@
empiece con la presentación (con errores y risas y todo) de su pareja.

Cierre y anuncio de las sesiones de ‘Juegos para la Paz’ (10’)

3
Butler, Steve & Rohnke, Karl, QuickSilver. Adventure games, initiative problems, trust activities and a guide
to effective leadership. Dubuque, Iowa, Kendall/Hunt Publishers, 1995, p. 80. Ilustraciíon de Joan Carmona.

4
Juegos para la Paz (taller 3)

En este momento el grupo se siente en círculo y da una breve retroalimentación:


¿te gustaron los juegos? ¿aprendiste nombres nuevos, hoy? ¿tuvimos momentos
difíciles durante los juegos? ¿cómo podemos evitar esto? (formular o recordar
algunas reglas básicas de buen trato).

Reflexionar sobre el valor de los errores y los malentendidos como oportunidad para
el aprendizaje (y en este juego como fuente de diversión sana, si no hay burla).

Se aprovecha el momento para anunciar “formalmente” las sesiones de Juegos para


la Paz.

Sesión 2

Materiales: ningún material especial (dos paliacates, opcional)


Espacio: de preferencia trabajar en un espacio más amplio.

Dilo con mímica 4


(15’)

Consiste en adivinar el nombre de la persona detrás de mi espalda gracias a las


indicaciones con mímica de mis compañer@s. Se busca aprender los nombres de
una buena parte del grupo. Observación y concentración. Expresión creativa.
Diversión.

El grupo se para, se divide en dos y se acomoda en dos largas hileras, viendo cada
hilera hacia la otra hilera. Todo el mundo trata de saber todos los nombres de las
personas en la otra hilera y se fija en aspectos característicos de su físico, su ropa,
porte de pelo, etc. Después de un rato las dos hileras se ponen de espaldas y dos
coordinadora/es de la actividad llevan una persona de cada hilera al centro hasta
que se encuentran espalda con espalda. Es muy importante que ninguna de estas
dos personas haya visto hacia atrás. En este momento todas las demás personas
dan la vuelta y enseñan con mímica (sin palabras, sin letreros, en silencio) al(a)
compañer@ de su equipo quien está detrás de su espalda. Las dos personas en el
centro tratan de adivinar hasta que una de las dos conteste correctamente. Se repite
el juego varias veces. L@s nuev@s coordinadora/es pueden ser las personas que
acaban de pasar.

Obviamente no se trata de promover la burla con algunas personas por ciertas


características (obesidad, baja estatura,...). Conviene observar muy bien al grupo
en este momento para detectar posibles problemas en este sentido.

4
Centraal Kaderinstituut, Dichter. Methodieken: één. (Más cerca. Técnicas de grupo: uno). Bruselas, sf, p.
40.

5
Juegos para la Paz (taller 3)

¿Quiénes faltan? 5
(10’)

Se trata de identificar a las personas


que faltan en el grupo. El juego ayuda
a conocer todos los nombres del
grupo e identificar a cada persona.
Desarrollar la atención y la
concentración.

El grupo sentado en círculo. Dos


personas se colocan en el centro y se
ponen un paliacate en los ojos (o se
salen del círculo y se ponen de
espaldas al grupo). En este momento
el resto del grupo cambia de lugar y dos o tres personas se salen del salón (o se
quedan de alguna manera fuera de vista). Las dos personas se quitan el paliacate
y vuelven al círculo y tienen que identificar quienes faltan del grupo. Se juega un par
de veces, siempre con otras personas en el centro.

¿Dónde estabas tú? 6


(15’)

Se trata de recolocar a todas las personas del grupo en el lugar que ocupaban al
inicio del juego. El juego ayuda a desarrollar la atención, la concentración y la
memoria. Fijarse en cada una de las personas del grupo. Manejar los nombres de
todo el mundo.

El grupo sentado en círculo. Dos personas se colocan fuera del centro. Estas
personas se tienen que fijar muy bien dónde está todo el mundo sentado y luego se
ponen un paliacate en los ojos (o se ponen de espaldas al grupo). En este momento
el resto del grupo cambia de lugar en silencio.

Las dos personas se quitan el paliacate (o se vuelven hacia el grupo) y tienen que
recolocar a cada quien (nombrando a cada persona) en su lugar anterior. ¿Alguien
logra hacerlo correctamente? Se puede repetir una o dos veces el juego.

Cierre (5’)

¿Ya conoces todos los nombres del grupo? ¿Aprendiste algunos nombres hoy?
¿Tienes buena memoria para los nombres? ¿Recuerdas rápido los nombres y las
características? ¿Por qué crees que es eso? ¿Te das cuenta quiénes faltan en el
grupo, sin que te lo tengan que decir? ¿Qué dice esto sobre nuestro grupo? ¿Cómo
se siente cuando “haces falta” y la gente se da cuenta de que no estás?

5 Giraldo, Javier, Juegos cooperativos. Jugar para que todos ganen. Barcelona, Océano, 2005, p. 80. Ilustración
de Joan Carmona.
6 Giraldo, Javier, Juegos cooperativos. Jugar para que todos ganen. Barcelona, Océano, 2005, p. 79.

6
Juegos para la Paz (taller 3)

Juegos de Conocimiento (sesiones 3 y 4)

Aquí se quiere lograr un conocimiento más profundo y vital de cada un@ de l@s
participantes que permite reconocer un montón de intereses, necesidades y valores
compartidos a pesar de nuestras diferentes historias. Conocernos mejor ayuda a
comprendernos (sin justificar necesariamente) y a estimarnos (sin copiarnos) y da
pistas para aprovechar las cualidades únicas de cada persona.

Queremos promover el aprecio a las diferencias en los grupos de niñ@s,


adolescentes o personas adultas. Más que un problema las diferencias ofrecen un
sinfín de oportunidades de crecimiento y enriquecimiento a los grupos maduros que
saben aprovechar sus potencialidades. ¿Qué más puede pedir un grupo que
integrantes con diferentes talentos, con conocimientos especializados, con
experiencias nuevas, con preguntas inesperadas, con enfoques innovadores,...?
Las diferencias estimulan la discusión y la confrontación de ideas, exigen una mayor
claridad de expresión y una escucha activa, animan a la empatía y a la búsqueda
de síntesis. Sin diferencias la toma colectiva de decisiones no presentaría reto
alguno.

Muchas personas le teman a las diferencias porque interrogan sus opiniones y


certidumbres y porque pueden provocar cambios. ¿Y qué más da? Fortaleceré mis
opiniones fundamentales con nuevos argumentos y perderé algunas certidumbres
sin validez. Profundizaré mis valores básicos en diálogo con otras personas y tal
vez encontraré valor para iniciar cambios postergados. El aprecio a las diferencias
es el primer paso de la tolerancia mínima (‘aguanto tus tonterías’) a la convivencia
solidaria.

Las evaluaciones en este nivel se centran en la expresión sincera de nuestros


sentimientos hacia las diferencias en el grupo sin censura. Vale más una sencilla
expresión de miedo, de angustia o de inconformidad que algunas palabras
blanqueadas para complacer al deber ser de la clase. En la educación para una
cultura de paz y derechos humanos no pretendemos censurar la expresión
adecuada de emociones o sentimientos, aunque si limitamos inmediatamente
comportamientos violentos o injustos, palabras hirientes o denigrantes y acciones
represoras o abusivas. La formulación honesta de un sentimiento libera y potencia
cambios, mientras una agresión verbal o física tiende a empeorar las cosas: puede
fortalecer prejuicios y estereotipos, provocar una escalada de violencia, inhibir la
participación de otras personas,...

Objetivos:

 Conocer un poco más a las personas del grupo, favorecer el acercamiento.


 Conocer y apreciar los diferentes gustos, necesidades y anhelos personales.
 Favorecer un clima de respeto y escucha activa.
 Desarrollar la capacidad de comprensión.
 Incentivar la participación y valoración de cada persona.
7
Juegos para la Paz (taller 3)

 Fomentar la propia aceptación y aprecio de nuestra historia, forma de ser, gustos,


actividades, capacidades y limitaciones.
 Caer en cuenta que los procesos de conocimiento tienen diferentes ritmos de
acuerdo a l@s participantes, y que requieren tolerancia, disposición y tiempo.
 Hacer conciencia que la interacción con las personas favorece la cercanía, el
afecto, el respeto y ayuda a eliminar juicios previos en tanto entramos en contacto
con rostros e historias concretas.

Puntos de especial atención

 Insistir mucho en el respeto y aprecio durante las técnicas y las evaluaciones.


 Aclarar que cada persona decide sobre cuales partes de su historia personal se
conocerán en el grupo.

Sesión 3

Materiales: hojas, lápices o plumas (plumones de colores, opcional).


Espacio: cualquier espacio tranquilo.

El/la detective 7
(15’)

Se trata de intentar descubrir a la persona indicada, a través de preguntas. Ayuda


a desarrollar la capacidad de observación de las personas y conocer a l@s demás
del grupo.

El grupo se divide en varios


equipos. Cada equipo piensa
en alguna persona del grupo a
quien conocen bien (no tiene
que ser necesariamente
alguien del mismo equipo). Un
equipo empieza (se puede
colocar un poco apartado del
resto del grupo para
consultarse sobre algunas
respuestas). Las demás
personas, por turnos, pueden
hacer preguntas cerradas cuya
respuesta siempre será “si” o
“no”, y tratarán de adivinar de quien se trata. (si el equipo no sabe la respuesta a
alguna pregunta puede decir “no sé”, pero con eso ya delata que no se trata de
alguien del mismo equipo). Cuando se adivina el nombre correcto le toca a otro
equipo.

7
Variación de Frans Limpens de un juego popular en Bélgica. Ilustración de Joan Carmona.

8
Juegos para la Paz (taller 3)

En grupos más avanzados se pueden limitar las preguntas a temas que no se


pueden observar en este mismo momento (nada sobre el atuendo, ni la apariencia
física, ni el sexo).

Anuncio de sí mism@ 8
(25’)

Se trata de elaborar un anuncio para el periódico con la descripción de un@ mism@.


Reconocer las características propias y profundizar en el conocimiento de l@s
demás del grupo.

“Imagina que pondrás un anuncio de ti mism@ en el periódico, en el cual puedes


describirte como eres, con todas las características que tienes. Es muy importante
que pienses en todo lo positivo que tienes como persona y que puedas ofrecer a
l@s demás. Cuando termines de escribirlo léelo en el grupo grande, para que todos
sepan algo de ti.”

Se pueden juntar los anuncios para repartirlos, leerlos en voz alta y dejar que el
grupo adivine de quien son. Los anuncios pueden tener elementos visuales (colores,
diseños interesantes,…) y mantenerse un rato en el ambiente en exposición (si se
trabaja así, utilizar plumones de colores u otro material para ilustrar los anuncios).

Cierre (5’)

(detective) ¿Qué tanto nos conocemos? ¿Lograste contestar bien sobre personas
quienes no están en tu equipo? ¿Lograste adivinar con información de la vida, de
los intereses, de anécdotas de alguna persona o te tienes que restringir a aspectos
que se notan de primera vista?

(anuncio) ¿Cómo te sentiste al escribir tu anuncio? ¿Te fue fácil de describirte?


¿Algun@ de tus compañer@s contestó algo que no sabías de el(la)? ...

Sesión 4

Materiales: hojas, plumas, masking tape


Espacio: de preferencia trabajar en un espacio más amplio

Tormenta para… 9 (5’)


Se trata de correr a ocupar otra silla cuando mencionan alguna característica tuya.

8 Adaptación de una idea de Ana María González Garza en Carbajal, Patricia; Victoria Vidargas, David
Martínez y David Herrerías, Eduquemos para la paz y los derechos humanos. Manual de apoyo al docente, 6º
Grado. Universidad Iberoamericana, León, 1999, p. 153.
9 Limpens, Frans (Ed.), La Zanahoria. Manual de educación en derechos humanos para maestras y maestros

de preescolar y primaria. Querétaro, Amnistía Internacional, Educación en Derechos Humanos, 1997, p. 47.

9
Juegos para la Paz (taller 3)

L@s participantes se colocan en círculo, de preferencia sentad@s en sillas (para


marcar bien los lugares todas las personas menos una ocupan una silla, sillas
sobrantes se alejan del espacio del juego). Una persona se queda parada en el
centro y gritará una frase que empieza con “Tormenta para...” añadiendo una
(posible) característica de varias personas del grupo. Ejemplos: tormenta para las
personas que nacieron en enero, para las mujeres, para las personas que traen
zapatos bajos, para personas cuyo nombre empieza con ‘A’ , etc.

Todas las personas aludidas tienen que dejar su lugar y tratar de ocupar otra silla.
También la persona del centro tratará de ocupar un lugar (se vale acomodarse
desde un principio muy cerca de un lugar que se va desocupar) y normalmente se
quedará otra persona parada. Continúa el juego con otra consigna que empieza con
“Tormenta para...”. La persona del centro también puede gritar “Huracán”. En este
caso tod@s l@s participantes tienen que cambiar de lugar.

Lo que siempre he querido preguntarte 10


(35’)

Se trata de hacer preguntas personales a otras personas del grupo, para


conocernos mejor.

Con ayuda de otra persona, cada quien empieza con un papel vacío pegado en la
espalda y camina lento por el salón. Si alguien tiene alguna pregunta para conocer
a otra persona del grupo puede ir y apuntar esta pregunta en el papel en la espalda
de ella. Después de unos minutos cada quien quita el papel de su espalda y lee las
preguntas. En círculo se leen las preguntas y se contestan las que no son
demasiado personales (tampoco se contestan preguntas malintencionadas).

Se puede marcar un número máximo de preguntas por persona (para no concentrar


la atención en pocas personas) y como maestr@ habrá que asegurarse que todas
las personas tienen preguntas (participar muy activamente en esta parte).

Cierre (5’)

¿Te costó trabajo hacer preguntas a otra gente? ¿Se la hubieras preguntado
directamente? ¿Por qué no lo habías hecho? ¿Te gustó contestar tus preguntas?

Sesión 5

Materiales: ningún material especial.


Espacio: De preferencia trabajar en un espacio más amplio.

10
Adaptación de una idea en Centraal Kaderinstituut, Dichter. Methodieken: één. (Más cerca. Técnicas de
grupo: uno). Bruselas, sf, p. 52.

10
Juegos para la Paz (taller 3)

Yo también, yo tampoco 11
(20’)

Se trata de encontrar características (no obvias) que comparto con todo el grupo o
que no comparto con nadie del grupo. El juego ayuda como rompehielos y para
fomentar la cohesión del grupo. Trabaja el aprecio a las diferencias. Busca conocer
algunos aspectos de las personas del grupo.

El grupo sentado en círculo. Una primera persona se para y nombra una


característica no obvia que cree compartir con todas las demás: por ejemplo: tengo
al menos un hermano o hermana. Todo el mundo con la misma característica se
para y dice: Yo también. ¿Se paró todo el grupo? Si no es así esta persona tiene
pendiente buscar otra característica en una segunda vuelta (así puede continuar el
juego con más fluidez). En la segunda vuelta nada más se buscan características
con las personas que no lo lograron desde la primera vez (con apoyo del grupo, si
hace falta).

Una vez terminado se hace el juego al revés: la persona que se para nombra una
característica no obvia (su nombre y apellido, por ejemplo) que le hace única en el
grupo, por ejemplo: me operaron de apendicitis. El grupo escucha con atención para
rectificar: alguien quien comparte la característica se tiene que para y decir Yo
también. Otra vez continuar hasta obtener características únicas para tod@s.

Aquí se trata de trabajar con características (su definición puede ser “algo concreto
que nos hace diferentes”). Las frases referentes a estas características suelen
empezar con: tengo…, he hecho…, sé hacer…, conozco…, soy,… etc. No se valen
gustos o preferencias (es demasiado voluble o vago en la Mayoría de los casos).
Una frase como “me gusta el fútbol” se tendría que reformular por “juego fútbol por
lo menos una vez a la semana” o algo así.

Buena actividad en grupos multiculturales, para enfatizar la riqueza de las


diferencias en el grupo y encontrar sorprendentes puntos en común.

El dominó humano 12
(15’)

Se forma un dominó con ‘piezas humanas’ según características que comparten con
‘las piezas’ vecinas. Trabaja la integración de grupo con un fuerte acento en el
aprecio a las diferencias. Contacto físico espontáneo. Conocer algunas
características de otras personas del grupo.

11
Adaptación del juego Me too! en Abad, Juan de Vicente (et al.), All different, all equal. Education pack. Ideas,
resources, methods and activities for informal intercultural education with young people and adults. Strassbourg,
Council of Europe, Youth Directorate, 1995, p. 72-73.
12 Adaptación del juego Dominoes en Abad, Juan de Vicente (et al.), All different, all equal. Education pack.

Ideas, resources, methods and activities for informal intercultural education with young people and adults.
Strassbourg, Council of Europe, Youth Directorate, 1995, p. 72-73. Ilustración de María Murrieta.

11
Juegos para la Paz (taller 3)

Una persona del grupo se para en el centro, abre sus brazos y nombra dos
características suyas relacionándolas con su lado derecho e izquierdo, por ejemplo:
‘Por este lado (levanta brazo derecho) soy el mayor en mi familia, por el otro lado
(levanta el brazo izquierdo) tengo un perro de mascota’. Otra persona del grupo se
acerca del lado derecho y apoya su brazo izquierdo en el hombro de la primera
persona, quien descansa su brazo levantado en el hombro de la persona recién
llegada. Esta persona dice: ‘Por este lado soy la mayor en mi familia, por el otro lado
odio la sopa’… y mantiene su brazo libre (derecho) abierto. En este momento se
puede acercar otra persona con un perro de mascota (se va con la primera persona)
o con aversión a la sopa (con la segunda persona) y así sucesivamente. Únicamente
una persona por “nueva” característica se acerca y se queda abrazada (las demás
personas con esta característica esperan otra oportunidad, con otra característica)

Se pide al grupo pensar en características que no se pueden observar


inmediatamente, pero con alta posibilidad de encontrar a personas que comparten
esta característica. Igual que en el dominó se buscan características que no sean
únicas (porque con eso se cierra el juego), y tampoco se permiten características
universales (no hay números que aparecen en todas las fichas del dominó). El reto
es integrar a todo el mundo. ¿Logran cerrar el
círculo? Se vale ayudar a las personas que
tiene que sugerir características y se buscan
opciones hasta integrar a la última persona
del grupo (¡muy importante, nadie debe de
quedar fuera!)

Cierre (10’)

Reflexionar un poco más sobre el aprecio a


las diferencias y su aportación a la riqueza
humana en un grupo: ¿Te gustaron las dos actividades? ¿Encontraste una
característica común para todo el grupo? ¿Te costó trabajo encontrar características
únicas para ti? ¿Qué sorpresas nos dio este juego?

A pesar de proponer características que no sean universales, finalmente se cierra


el círculo en el dominó humano, sin exclusión de nadie. ¿Qué te enseña sobre el
trabajo en grupo? ¿Necesitamos tener las mismas características para poder formar
un grupo bonito y fuerte?

Juegos de Afirmación (sesiones 6, 7 y 8)

Los juegos de afirmación quieren fortalecer en l@s participantes y en el grupo los


mecanismos sanos en que se basa la seguridad en si mism@s, tanto internos
(autoestima, autoconcepto, capacidades,...) como en relación a las presiones
exteriores (papel en el grupo, roles, código de conductas en el grupo, exigencias
sociales,...) para posibilitar y fomentar el crecimiento de cada persona.

12
Juegos para la Paz (taller 3)

Un grupo sano permite el crecimiento de todas las personas y ofrece espacios


vitales para el descubrimiento, reconocimiento mutuo y desarrollo libre de las
cualidades en potencia en cada integrante. La expresión honesta de mi aprecio
hacia otra persona no disminuye en nada mi autoestima, sino la fortalece (soy una
persona capaz de apoyar a las demás). El verdadero estimulo tuyo no crea en mi
una relación enfermiza de dependencia porque se centra en avances reales en
alguna acción mía y tu reconocimiento me ayuda a ubicarlos, verificarlos, repetirlos
y –tal vez- mejorarlos. Los halagos falsos no tienen lugar en los juegos de
afirmación.

Algunos grupos tendrán bastantes problemas para comprometerse en la dinámica


de afirmación y podrán irse ‘por la tangente’. Normalmente apelamos al orgullo y
pedimos que las personas que ‘no se sienten preparadas’ simplemente no
participen. A veces preguntamos al grupo si cree tener ‘la madurez’ para la siguiente
actividad... y hasta hoy nunca recibimos un ‘no’. Una vez ubicado y explicado el reto
de los juegos de afirmación estos empiezan a tener más sabor. Durante las
actividades se vigila de cerca el cumplimiento de las consignas, en las evaluaciones
se pueden verbalizar muchas formas de (re)presión que impiden la afirmación en la
familia, la escuela y la sociedad.

Muchas veces los grupos entran en una fase eufórica cuando descubren la
capacidad liberadora del aprecio. Algunas personas querrán anidarse en estos
sentimientos ‘bonitos’, muchas empiezan a llorar. No hay ningún problema con estas
expresiones emocionales de felicidad, de placer y también de inseguridad o de
arrepentimiento... pero no es el objetivo final de los juegos de afirmación. No somos
un grupo de terapia, queremos educar en derechos humanos con miras a una
sociedad más humana, más justa y más solidaria. Más que disfrutar un traje nuevo
para el día especial de Pascua queremos vestir nuestro grupo con la ropa diaria de
la afirmación, como base permanente de una convivencia solidaria en una sociedad
incluyente y como herramienta básica en la comunicación efectiva y afectiva y en la
resolución noviolenta de conflictos.

Adolescentes dependen muchísimo del aprecio y de la afirmación por parte de sus


compañer@s adolescentes. Su seguridad es muy frágil mientras transitan del país
mágico de su infancia a los espacios desconocidos de l@s adult@s y lo peor que
les puede pasar es sentirse sol@s e incomprendid@s en el viaje. Paradójicamente
buscan apoyarse –en uno de los momentos más inestables de su vida- en otras
personas igual de inestables. No es extraño, así funcionan los grupos de autoayuda:
personas con una problemática parecida pueden apoyarse mucho mutuamente. Y
muy pronto l@s adolescentes descubrirán que comparten mucho más que
problemas. También encontrarán fuentes casi inagotables de energía y unas
tremendas ganas de utilizarla en algo con sentido.

Objetivos:

 Estrechar aún más el acercamiento entre los miembros del grupo.


 Profundizar el conocimiento y lograr la valoración de las personas por lo que son.
13
Juegos para la Paz (taller 3)

 Fortalecer el respeto por cada un@ de mis compañeros y compañeras.


 Hacer conciencia de la importancia del afecto recibido o no a lo largo de nuestra
vida; del saberme y sentirme aceptad@, reconocid@ y valorad@.
 Caer en la cuenta del papel que juegan nuestras historias personales: personas,
lugares, momentos compartidos, cariño, etc. en nuestra forma de ser.
 Favorecer la seguridad personal, la autoestima así como la seguridad colectivo-
social.
 Cobrar conciencia de la valía y dignidad humana como necesidad, derecho y
responsabilidad compartida en tanto seres humanos.
 Apreciar, defender y promover nuestra integridad física, moral y afectiva como
algo fundamental.
 Favorecer procesos de aceptación y afirmación personal que nos permitan
redimensionar nuestra persona y la relación con l@s demás.

Puntos de especial atención

 Aclarar en las consignas de técnicas tranquilas que risitas de nervios,


comentarios de burla y otras manifestaciones de inquietud pueden inhibir la
participación honesta de otras personas.
 Insistir mucho en la valoración positiva en estas técnicas, aclarando que la
formulación de desacuerdos o desagrados es un objetivo de las técnicas de
comunicación.

Sesión 6

Materiales: pedazos de papel, plumas, masking tape.


Espacio: de preferencia trabajar en un espacio más amplio

La roña cariñosa 13

Se trata de evitar que te atrapen, abrazando a otra persona. Fomentar la aceptación


y cohesión del grupo en un juego muy divertido. Contacto físico espontáneo. Quitar
prejuicios.

El(la) maestr@ trata de atrapar a alguien, tocándole. Si lo consigue ésta será la


nueva persona que intente atrapar a otra gente (se puede señalar con algún objeto
colorido, un paliacate, por ejemplo). Para tratar de evitar que te atrapen, puedes
abrazar a otra persona y formar así una base. Puedes salir de la base en cualquier
momento. Las bases son de dos personas únicamente, cuando se acerca una

13Idea de Andrew Fluegelman, en: Orlick, Terry, Juegos y deportes cooperativos. Desafíos divertidos sin
competición. Madrid, Editorial Popular, 2001 (3), 1986, p. 58. (traducción de The cooperative sports and games
book, 1978, por Isabel García del Río & Miguel Martínez López)

14
Juegos para la Paz (taller 3)

persona por un lado se tiene que recibirla en el abrazo, pero la persona del otro lado
queda sola y más vale que salga corriendo.
Si las parejas se quedan mucho tiempo sin moverse, la persona quien trae la “roña”
(quien persigue a las demás) puede acercarse a una pareja y contar hasta tres para
disolverla. (Esta última regla es importante para incluir a personas que no pueden
correr mucho, se recalca este aspecto en la explicación).

Se juega en un espacio bastante reducido, delimitado por las sillas (NO es un juego
de correr, es un juego de abrazar) y personas con poca capacidad para correr
pueden participar perfectamente. Idealmente las demás parejas se encuentran “a
un brazo” de distancia y las personas del grupo se ayudan mutuamente para no
dejarse atrapar.

La silla del aprecio 14


(30’)

Se trata de que todo el grupo exprese a una persona sentimientos positivos.


Pretende estimular el sentimiento de aceptación en el grupo. Favorecer la valoración
de la propia persona.

Se colocan una o dos sillas al centro o al frente del grupo. Se invita a un@ o dos
voluntari@s a ocupar la(s) silla(s). Todo el grupo toma los papelitos y empieza a
escribir algo positivo de la(s) persona(s) que está(n) en la(s) silla(s). No se trata de
inventar cualidades sino de apuntar algo agradable que realmente se ve, se conoce
o se siente. Quien no se acuerda de nada concreto de alguna persona en la silla
simplemente no le escribe. Una vez que haya escrito el mensaje cada quien pasa a
pegarlo en alguna parte del cuerpo de la persona que está ocupando la silla. El
ejercicio se hace en silencio. Después de unos minutos una(s) nueva(s) persona(s)
ocupa(n) la(s) silla(s). Con ayuda de sus vecin@s las personas que acaban de pasar
retiran sus papelitos para leerlos.

Cierre (5’)

Tomarse unos momentos para hablar sobre los sentimientos agradables que
generan estas dos actividades. ¿Te gustó la roña cariñosa? ¿Por qué (no)? ¿Los
abrazos son comunes en nuestra vida diaria? ¿Fue divertido el juego para todos y
todas? ¿Qué hiciste para lograr esto?

¿Te gustó mandar recados positivos a tus compañer@s en la silla? ¿Te lanzaste a
sentarte en la silla? ¿Te gustó recibir papelitos y leerlos? ¿Cuáles son tus
conclusiones para la vida en este grupo?

14
Limpens, Frans (Ed.), La Zanahoria. Manual de educación en derechos humanos para maestras y maestros
de preescolar y primaria. Querétaro, Amnistía Internacional, Educación en Derechos Humanos, 1997, p. 122-
123.

15
Juegos para la Paz (taller 3)

Sesión 7

Materiales: música tranquila, paliacates


Espacio: de preferencia trabajar en un espacio más amplio

Masaje en la espalda 15
(10’)

Se trata de dar un masaje a la persona en frente tuya en un círculo cerrado.


Promueve el contacto físico espontáneo y agradable. Comunicación a través del
cuerpo. Relajación y distensión corporal.

Todo el grupo en círculo, dando media vuelta a


la derecha, formando una serpiente gigante que
se muerde la cola. Todo el mundo se agacha un
poquito y se acerca bastante a las demás
personas para alcanzar cómodamente la
espalda de la persona en frente. El(la) maestr@
da sugerencias para empezar un masaje de
espaldas:
 Andar con las manos sobre la espalda
como un animal pesado (empujones suaves con
la mano abierta),
 Rápido como un ratón, sólo con la punta de
los dedos,
 Como un caballo al galope (evitando la espina dorsal)
 Como una serpiente, ...

Las estatuas 16
(20’)

La mitad del grupo -“la escultora”- hace una estatua con la otra mitad del grupo (ojos
vendados) y viceversa. El juego busca desarrollar el respeto mutuo y la aceptación
y celebración de ideas diferentes a la mía. Fomentar el respeto y el cuidado hacia
las personas en situación de desventaja. Coordinación y cooperación en equipo.
Comunicación no verbal.

Se divide el grupo en dos. Una mitad será “la escultora” que tiene que trabajar en
silencio y sin ponerse previamente de acuerdo. La otra mitad del grupo es “el
material” para una sólo estatua que se va haciendo con la aportación de todo el
grupo. “El material” se tapa los ojos con una venda, se queda en silencio y se

15 Variación de Tingling Fingers (Circle Massage) en Orlick, Terry, The second cooperative sports and games
book. Random House, New York, 1982, p. 70. Ilustración de Joan Carmona.
16 Ferro, Maria do Céu; Gregório, Armindo & Gregório, Maria Emília, Manual de jogos cooperativos, Lisboa,

Oikos, s.d., p. 42.

16
Juegos para la Paz (taller 3)

acomoda en la posición que “la escultora” va enseñando. Cuando todo el equipo


escultor está de acuerdo se toma una foto digital de la estatua (decir antes al equipo
desde qué punto de la sala se tomará la foto) para enseñar en el momento de la
evaluación (¡antes no, porque puede influir en las ideas!). Después se cambian los
roles y se hace una segunda estatua.

Para grupos avanzados que ya saben respetarse. De preferencia se pone música


tranquila de fondo.

Mis manos te quieren decir algo 17


(10’)

Consiste en expresar sentimientos agradables a otras personas, todo el mundo con


los ojos vendados. Favorece la aceptación mutua y la cohesión del grupo.
Valoración positiva de mi misma y de las demás personas. Comunicación no-verbal
y sin ver.

En un espacio libre de peligro y obstáculos, con los ojos cerrados, en silencio (de
preferencia con alguna música suave de fondo) y con las manos por delante, todo
el grupo comienza a desplazarse lentamente. Una vez que una persona se topa con
otra, se toman de las manos y se transmiten algún mensaje de aprecio, de
aceptación o cualquier mensaje positivo que se quiere dar. Luego se sueltan y
continúan caminando hasta encontrarse con otra persona.

Se recomienda estar al pendiente de que ninguna persona con los ojos vendados
se quede sola.

Cierre (5’)

Remarcar los aspectos del respeto mutuo (en las estatuas) que se expresa en el
contacto físico, evitar posiciones difíciles o dolorosas, aceptar ideas en el equipo
escultor. Apoyar la expresión de inconformidad o incomodidad de “material”. ¿Cómo
podemos evitar esta inconformidad o incomodidad en el futuro?

Al final se pregunta al grupo cómo se sintieron al recibir las muestras de aprecio (en
mis manos te quieren decir algo) y expresando a su vez aceptación y afecto. Es
importante dejar suficiente tiempo para la evaluación, porque normalmente muchas
personas quieren hablar.

Sesión 8

Materiales: una bola de estambre


Espacio: un espacio tranquilo
17
Limpens, Frans (Ed.), La Zanahoria. Manual de educación en derechos humanos para maestras y maestros
de preescolar y primaria. Querétaro, Amnistía Internacional, Educación en Derechos Humanos, 1997, p. 123.

17
Juegos para la Paz (taller 3)

Telaraña de aprecio 18
(45’)

Se trata de decir lo que apreciamos de otras personas mientras vamos tejiendo una
telaraña de hilo. Pretende favorecer la autoestima y la aceptación en el grupo.
Cohesión del grupo. Ejercicio para expresar directamente sentimientos de aprecio
a otra persona.

El grupo se sienta en círculo y una persona mantiene la punta del hilo en su mano
y lanza la bola hacia otra persona. La primera persona comenta varias
características positivas que conoce de la segunda persona y tiene que mencionar
por lo menos tres de estos aspectos. Se tiene que hablar en 'tu' (por ejemplo,
Marcela, tu eres muy buena para escuchar...). Después, la segunda persona retiene
el hilo que le conecta con la primera persona en su mano y tira el resto de la bola
hacia otra persona, hablando sobre puntos positivos de ella, etc. Poco a poco se
forma toda una telaraña. Se trata de lanzar la bola siempre a personas que no la
recibieron todavía, hasta completar al grupo.

(Variación: después de un rato los hilos se empiezan a cruzar. La persona que lanza
la bola nombra características positivas de la persona a quien dirige la bola y las
personas cuyos hilos se cruzan pueden ampliarlas).

Para deshacer la telaraña se regresa la bola de persona en persona, como están


conectadas. En esta segunda parte la persona que tiene la bola de estambre en la
mano cuenta una breve anécdota positiva sobre la persona que recibirá el hilo que
va regresando.

Se tiene que insistir en la sinceridad de los comentarios. Se trata de hacer


comentarios concretos que enseñan que realmente nos referimos a esta persona
en particular.

Cierre

¿Cómo te sentiste? ¿Te gustó recibir los comentarios positivos? ¿Te costó trabajo
expresar directamente mensajes de aprecio a otra persona?

Juegos de Confianza (sesiones 9 y 10)

Los juegos de confianza normalmente son juegos físicos para reforzar la confianza
en un@ mism@ y en las demás personas del grupo. Algunas actividades pueden
ser muy peligrosas (la muralla, zambullirse hacia atrás) y NO DEBEN APLICARSE
EN ABSOLUTO en grupos inmaduros. Hay mejores métodos que causar accidentes
sangrientos para provocar la reflexión en un grupo. En todas las actividades
hacemos mucho hincapié en las consignas básicas. Personas que no pueden

18Variación de una técnica de grupo en Centraal Kaderinstituut, Spitsuur. Methodieken: twee. (Hora de pico.
Técnicas de grupo: dos). Bruselas, sf, p. 29.

18
Juegos para la Paz (taller 3)

cumplirlas bien se hacen temporalmente a un lado, para permitir el trabajo con


seguridad.

En la educación en derechos humanos relacionamos la confianza en la(s) otra(s)


persona(s) con la responsabilidad. Nunca promovemos la confianza ciega. La otra
persona tiene que merecerse mi confianza, tengo que esforzarme para no traicionar
la confianza de mi pareja ... En la graduación de las actividades se ofrecen
inicialmente juegos por parejas, una persona es directamente responsable por su
pareja, y después vienen juegos más complicados donde grupos pequeños se
responsabilizan por una o pocas personas. Al final se logra la concentración y el
apoyo adecuado de todo el grupo en torno de la seguridad de un(a) sol@
participante. Es exactamente allí donde reside el peligro de actividades como ‘la
muralla’. Es sumamente difícil lograr que todo un grupo (30-40 personas) se
concentra realmente y cumple a la letra las consignas de seguridad. Es un reto
grande e importante para nosotr@s.

Con esta secuencia de actividades ejemplificamos la existencia de una


responsabilidad social. Mientras me siento muy comprometid@ con la seguridad de
mi pareja, tiendo a sentir menos responsabilidad para la misma persona si la
comparto con otras personas del grupo. Es más fácil relajar la concentración y
olvidarme un rato de ella. La responsabilidad compartida NO es menor, únicamente
es menos obvia, menos visible. La responsabilidad social por el medio ambiente,
por ejemplo, es asunto mío aunque me cueste sentirla. Los juegos de confianza, en
su secuencia de trabajo por parejas hacia el cuidado de todo el grupo por una
persona, ilustran –más que mil palabras- la realidad de la responsabilidad social y
ofrecen al grupo un referente concreto para la reflexión y el compromiso.

Un aspecto muy importante de los juegos de confianza es el manejo del miedo. Sin
obligar a nadie a participar, invitamos a cada persona a esforzarse realmente. No
medimos el esfuerzo por la velocidad o la aparente seguridad en el juego. Las
historias personales y los ritmos de cada persona son muy diferentes y lo que
parece una tontería para muchas implica todo un reto para otras. El valor no es no
tener miedo, sino enfrentar el miedo. Personas sin miedo pueden ser intrépidas,
atrevidas y hasta peligrosas para las demás, pero no por eso son valientes.
Estimulamos explícitamente el esfuerzo de cada persona en las técnicas de grupo
y exigimos a l@s participantes una actitud constante de respeto y estímulo para
crear un espacio adecuado de experimentación.

En grupos de adolescentes es muy sano dedicarle un buen rato a los juegos físicos
de confianza y relacionarlos con temas de género y de sexualidad. En las
evaluaciones nos enfocamos mucho en el aspecto de la responsabilidad y las
garantías contra la traición (como el aprecio mutuo, por ejemplo).

Objetivos:

 Favorecer un clima de libre participación.

19
Juegos para la Paz (taller 3)

 Intentar romper y/o conocer algunos miedos: a la obscuridad, a que el otro o la


otra se responsabilicen de mi seguridad física, a depender de alguien, a que no
sepan cuidarme, a delegar, etc.
 Experimentar depositar mi persona, seguridad física, algunos de mis sentidos:
vista, tacto, oído; en algún compañero o compañera.
 Dimensionar la responsabilidad por el cuidado de otra persona.
 Reflexionar que confiar en alguien es fruto y resultado de un proceso que requiere
de mucha dedicación, constancia y confidencialidad; y una vez lograda necesita
del esfuerzo permanente.
 Hacer ver la fragilidad y la mucha atención que supone la confianza ganada en
cualquier tipo de relación humana.
 Caer en la cuenta que la confianza es fundamental para que las cosas funcionen
en cualquier ámbito de nuestra vida: familia, pareja, relación padres-madres-
hij@s, escuela, trabajo, comunidad, vecin@s, entre otros. Asimismo es algo que
se construye en diferentes niveles: personal, bilateral, pequeño grupo,
colectivamente, etc.
 Respetar los proceso y tiempos personales, las sensibilidades y sentimientos de
cada quien.

Puntos de especial atención

 Dosificar el grado de dificultad, de riesgo y de complejidad de la responsabilidad


(individual y compartida) de dinámica a dinámica.
 Insistir constantemente en la concentración (risas y distracciones provocan
‘accidentes’) y el silencio (risas y comentarios innecesarios descontrolan a las
personas en el centro de la dinámica).
 Aclarar que no hay ‘engaños’ en ninguna dinámica de confianza (y no debería de
haber engaño por parte del(a) maestr@ en ningún caso).
 Controlar estrictamente al grupo en cuanto a reirse de alguien: explicar que la
experiencia de la dinámica es muy diferente para cada persona y apreciar el
esfuerzo de cada persona (con un aplauso, por ejemplo).
 Buscar tareas alternativas (cuidar, ‘mama gallina’, repartir y recoger vendas) para
personas que expresan problemas para participar. En muchos casos esto ha
apoyado a personas a vencer un miedo personal muy grande.
 Nunca empezar una dinámica peligrosa a la ligera. Explicar bien los riesgos,
ensayar muchas veces. Parar a tiempo cualquier situación de peligro. Consultar
sobre las instrucciones y detalles de seguridad antes de implementarla con un
grupo.

Sesión 9

Materiales: un paliacate por persona


Espacio: de preferencia trabajar en un espacio muy amplio

20
Juegos para la Paz (taller 3)

Travesía azarosa 19
(5’)

Todo el grupo cruza el círculo en el mismo momento, sin ver y sin lastimarse.
Favorece el cuidado de la otra persona y la confianza mutua en un grupo. Es un
breve calentamiento, como introducción a un juego más complejo de confianza.

Todo el grupo parado en círculo y con paliacates para vendarse los ojos. A una
señal todo el mundo camino en silencio hacia el otro lado del círculo, pasando por
dentro del círculo y con mucha atención para no lastimar a nadie. Automáticamente
van a rozar muchos cuerpos, pero tienen que trabajar con el mayor cuidado y
respeto posible. Se repite el ejercicio unas veces: primero caminando muy lento y
luego con algo más de soltura (nunca se permite correr, por supuesto).

Robots en marcha 20
(15’)

Consiste en dirigir de forma no verbal unos “robots” que están con los ojos tapados.
Quiere desarrollar la confianza en sí mism@ y en otras personas y favorecer un
clima de seguridad y protección. Estimula la comunicación no verbal y la distensión.

Se forman equipos de tres. Una persona


de cada equipo hace de “guía” y las otras
dos de “robots”. Estas, con los ojos
tapados, sólo están programadas para
caminar siempre de frente. Si chocan
con algo se detienen y hacen sonar su
alarma (“¡pi,pi,pi!”) El(la) “guía” debe
mover sus robots por la zona de juego,
sin que sufran ningún percance a través
de palmadas en los hombros.

Las señales pueden ser: palmada en


hombre derecho (a la derecha), palmada
en hombro izquierdo (a la izquierda), la
mano en la espalda (¡alto! En cuanto se
quita la mano el robot continúa caminando, el alto es solamente momentáneo).
Obviamente no está permitido hablar. Después de unos minutos cambian los roles.

19 Butler, Steve & Rohnke, Karl, QuickSilver. Adventure games, initiative problems, trust activities and a guide
to effective leadership. Dubuque, Iowa, Kendall/Hunt Publishers, 1995, p. 232-233.
20 Idea de Crevier y Bérubé en Jares, Xesús R., El placer de jugar juntos. Nuevas técnicas y juegos

cooperativos. Madrid, Editorial CCS, 2001 (4), 1992, p. 104. Ilustración de Joan Carmona.

21
Juegos para la Paz (taller 3)

Trenes ciegos 21
(20’)

Se trata de moverse con seguridad y en silencio con trenes de cuatro personas


ciegas y una persona que conduce desde atrás. Promueve la confianza y seguridad
gracias al apoyo mutuo, la coordinación y la cooperación. Comunicación efectiva
con señales. Anticipación de peligros.

3. Desarrollo

Se forman pequeños trenes de cuatro


personas, las primeras tres personas se tapan
los ojos con una venda, la última persona
puede ver. Se tiene que trabajar en silencio.
Los trenes solo pueden avanzar y dar vueltas,
no pueden caminar en reversa. La persona de
atrás (la única que ve) pasa señales para ir a
la derecha (toques en el hombro derecho a la
penúltima persona en la fila), a la izquierda
(toques en el hombro izquierdo a la penúltima
persona en la fila) y para pararse (la palma de la mano descansa en la espalda de
la penúltima persona en la fila) a la persona que tiene en frente, quien a su vez pasa
las señales hacia delante. El tren sigue en marcha mientras no haya contraseñas.
Para mayor seguridad la primera persona extiende las manos. Utilizar un espacio
seguro y suficientemente amplio.

Después de unos minutos la primera persona se coloca atrás y pasa su venda en la


persona que acaba de conducir, y así se van cambiando los roles hasta que todo el
mundo haya conducido una vez el tren.

Cierre (5’)

Reflexionar sobre los sentimientos vividos en los juego, sobre las dificultades, los
obstáculos o la facilidad para dejarse guiar por un(a) compañer@, las
complicaciones al momento de guiar dos “robots” a la vez, las diferencias entre
dirigir y ser dirigido.

¿Lograron trabajar en silencio? ¿Hubo choques? ¿Cómo se pasaron los mensajes?


¿Lograron anticipar los movimientos? ¿Es lo mismo conducir el tren que caminar a
ciegas? ¿Cómo se sienten los diferentes roles? ¿Cómo sientes la integración de tu
equipo ahora?

21
Jares, Xesús R., Técnicas e jogos cooperativos para todas as idades. Terceira edição corregida e ampliada.
Lisboa, ASA, 2006, (en prensa) (traducción de Técnicas e xogos cooperativos para tódalas idades, 1989, por
Armindo Gregorio y Maria do Céu Ferro). Ilustración de José Ángel Omeñaca Moya.

22
Juegos para la Paz (taller 3)

Sesión 10

Materiales: un paliacate por persona


Espacio: de preferencia trabajar en un espacio más amplio

Dictado espacial 22
(15’)

Se trata de caminar con ojos tapados según instrucciones de la pareja y luego


desandar el camino para volver al punto de partida. Favorece la concentración y
memoria. Sentimientos de cohesión y de aceptación: cada quien tiene un rol
necesario en el juego. Comunicación verbal. Confianza y seguridad.

El grupo se divide en parejas. Se


pueden marcar diferentes lugares
en el suelo (con gis) para los puntos
de partida de cada pareja. Una
persona de cada pareja se venda
los ojos con un paliacate y empieza
a desplazarse siguiendo las
instrucciones de su pareja (por
ejemplo: “Da tres pasos a la
derecha, media vuelta, dos pasos
hacia atrás,…). Después de un
limitado número de instrucciones le
toca a la persona con ojos tapados
volver al lugar de partida, invirtiendo las instrucciones, con o sin ayuda de su pareja
(que puede tener una tarjeta con las instrucciones, para no cambiarlas). ¿Llega la
pareja ‘ciega’ exactamente a su punto de partida? Después se cambian los roles y
se reinicia el juego.

Los elefantes 23
(25’)

Se trata de guiar a un grupito de “elefantes” con una


serie de señales previamente acordadas. El juego
estimula el apoyo mutuo, la confianza y la
comunicación con señales.

Se forman varias manadas de elefantes de 4-5


persona y una guía. Toda la manada –menos la guía-
se tapa los ojos y se forma en cadena. Cada elefante
agarra con su mano derecha (trompa) al elefante de adelante y se une con la mano

22
Bantulá Janot, Jaume, Juegos motrices cooperativos. Barcelona, Editorial Paidotribo, 2004 (3), 1998, p.
151. Ilustración de Joan Carmona.
23 Garaigordobil Landazabal, Maite, Programa Juego. Juegos cooperativos y creativos para grupos de niños

de 8 a 10 años. Madrid, Ediciones Pirámide, 2003, p. 76. Ilustración de Alejandro Mojica.

23
Juegos para la Paz (taller 3)

izquierda (cola) con su colega de atrás. La guía hace señales acordadas (puede ser
con un instrumento de música) para dirigir a su manada por un circuito relativamente
difícil que se hace con mesas y sillas. Los elefantes pueden revisar el circuito antes
de iniciar el recorrido para llegar a la meta (el manantial). Los elefantes pueden
hacer los sonidos de su manada, pero deben estar al pendiente de las señales de
su guía. Estas señales están en código acordado por la manada: dos golpes, a la
derecha, un golpe, a la izquierda,… Después de un recorrido exitoso se hace un
pequeño alto y se cambia de guía.

Cierre (5’)

¿Te gustó el dictado espacial? ¿Lograste regresar a tu punto de partida? ¿Con o


sin ayuda de tu pareja? ¿Cómo te sentiste al andar buscando el camino de regreso
a ciegas? ¿Te dio miedo el estar con los ojos tapados?

¿Te gustó ser guía y elefante? ¿Qué sentiste al dejarte guiar por un circuito difícil?
¿Qué sentiste al guiar a tu manada? ¿Lograron vencer los obstáculos? ¿Tuvieron
problemas en algún momento? ¿Cómo los resolvieron?

Sesión 11

Materiales: un paliacate por persona


Espacio: de preferencia trabajar en un espacio más amplio

Reconozco tus manos 24


(10’)

Se trata de reconocer las manos de mi pareja, sin hablar y


con los ojos vendados. Es una manera divertida de fijarse
con atención en otra persona.

Cada quien lleva un paliacate. El grupo se coloca por


parejas (al azar). Las parejas se dan las dos manos y las
estudian durante medio minuto. A continuación se separan
y dispersan por la sala (sin obstáculos) y se vendan los ojos
con los paliacates. Cada quien trata de encontrar a su
pareja sin hablar, sólo por el contacto de las manos.

Cuando una pareja se reconoce espera unos momentos,


mientras las otras parejas siguen buscando. Al final todo el
mundo se quita la venda para comprobar si ha acertado o
no.

24
Idea original de Fernando Vaquero Martín en La Peonza. Revista de Educación Física para la paz, # 4,
julio de 2003, p. 23. Ilustración de Joan Carmona.

24
Juegos para la Paz (taller 3)

Satélites 25
(15’)

Se trata de caminar en línea recta con los ojos vendados en el espacio de un círculo
de personas protectoras. Busca favorecer la
coordinación en grupo y la confianza.

Todo el mundo parado en un círculo grande en un


terreno sin obstáculos. Unas personas (voluntarias)
se ponen una venda y empiezan a caminar en línea
recta dentro del círculo. Siguen caminando en la
misma dirección hasta que las demás personas las
ayudan a voltearse. Las personas del círculo
trabajan en silencio y evitarán en cada
momento que las personas ciegas choquen
entre ellas. Tampoco dejan a nadie salir del
círculo. No se trata de acompañar a las ciegas,
sino de dirigir su marcha y anticipar los
peligros. Cuando hay peligro de choque se
interviene rápido y en silencio. Después de
unos minutos otras personas se ponen la
venda. Se puede aumentar gradualmente el
número de personas ciegas, siempre y cuando
el grupo tiene la capacidad y la concentración
suficientes para cuidar a las ciegas.

¡Ojo! Se tiene que parar el juego en grupos que no logran tomar en serio la consigna
de apoyar en silencio.

Corro este riesgo contigo 26


(10’)

Se trata de caminar y correr con una persona ‘ciega’ de la mano sin chocar con nada
ni con nadie. Busca fortalecer la confianza en un@ mism@ y en el grupo a través
de un reto grande. Potenciar la comunicación efectiva y la coordinación en parejas.

El grupo se acomoda por parejas en un espacio amplio,


libre de obstáculos. En un primer momento las parejas se
toman de la mano y van caminando y luego corriendo sin
chocar con nadie ni con nadie.

En la segunda fase se vendan los ojos de una persona en


cada pareja y durante unos momentos van caminando otra vez por el mismo espacio

25
Variación de la técnica “Marcha con radar” (juego 3.10) de Beristain, Carlos Martín & Cascón, Paco, La
alternativa del juego en la educación para la paz y los derechos humanos. Barcelona, Seminario de Educación
para la Paz (Asociación pro Derechos Humanos), 1986, s.p. Ilustración de Joan Carmona.
26 Orlick, Terry, The second cooperative sports and games book. Random House, New York, 1982, p. 67.

Ilustraciones de Joan Carmona.

25
Juegos para la Paz (taller 3)

(de la mano de la persona que ve). Poco a poco se va acelerando el paso y quienes
son capaces de hacerlo van corriendo (sin soltar las manos). Durante todo el tiempo
las personas que ven tienen que asegurar la seguridad de su propia pareja y de las
demás personas ciegas en el espacio. No se permite ninguna forma de “chiste”
(hacer chocar a personas ciegas), quien no trabaja bien con seguridad NO puede
participar en esta actividad.

Después de unos minutos se cambian los roles en la pareja: ahora la otra persona
es ciega y su pareja es guía. Se repite el juego con las mismas consignas de
cuidado.

Cierre (10’)

Con esta última actividad cerramos el bloque de juegos de confianza con paliacates
(siguen otras actividades de confianza, con los ojos abiertos) y retomamos algunos
de los aprendizajes sobre la confianza, la interdependencia, la responsabilidad, el
trabajo en equipo. Hablamos sobre todo sobre la última actividad, las emociones
fuertes y el peligro real en caso de distracción u otro tipo de error por parte de la
persona que ve y tiene que proteger.

26

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