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Isla de Pascua, es una isla polinésica que en 1888, a través de un pacto de voluntades, otorgó
su soberanía al Estado de Chile. A partir de ese momento, se vivieron conflictos entre el
pueblo rapa nui y el Estado Chileno, siendo varios de estos conflictos a raíz de los territorios
de la Isla, que los rapa nui declaraban suyos (decían haber cedido solo su soberanía), al igual
que el fisco chileno, el cual a través de diversas prácticas jurídico-administrativas, buscaba
legalizar su propiedad de Isla de Pascua. Esta investigación se centra en estos conflictos
territoriales, haciendo énfasis en el período 1966-1988, lapso marcado por la Ley 16.441 y el
Decreto Ley 2.885
introducción
En este trabajo, se hablará acerca de la cesión de tierras que realizó el estado Chileno hacia
algunos miembros de la etnia Rapa Nui, habitantes de la Isla de Pascua e interpretará la
respuesta negativa a la cesión que existió por parte de ciertos individuos del grupo étnico.
Para esto, se usarán documentos correspondientes a entrega de tierras que se realizaron en
1966 hasta 1979. El objetivo de este trabajo es descriptivo y analítico, ya que es importante
mostrar una perspectiva indígena respecto a la cesión de tierras de parte del estado, lo que
podría ayudar en el futuro a generar mejores políticas de parte del gobierno en el trato con
pueblos indígenas.
Para esto, nuestros objetivos consistirán en contextualizar el estado de las relaciones entre la
etnia Rapa Nui hasta el decreto ley N° 2885 y el estado de Chile, para luego centrarnos en los
efectos que tuvo la ley Pascua en la isla y finalizar con la respuesta de los Rapa Nui al decreto
de ley promulgado por la Dictadura Militar.
Nuestra hipótesis consiste en que las políticas públicas respecto a los indígenas de la etnia
Rapa Nui no funcionan porque hay un problema de base en el entendimiento entre su cultura
y la cultura occidental, que se basa en la noción de posesión original de las tierras que tienen
los individuos polinesios, lo que no permitiría, por un tema de honor, recibir las tierras como
un regalo de parte de un ente al que no le pertenecen. Así, el conflicto que parte con el inicio
de la soberanía chilena a la Isla de Pascua se extendería hasta finales del siglo XX, como
mostramos en el trabajo y hasta hoy también, a pesar de los intentos por mejorar las políticas
respecto a los nativos.
En el desarrollo de este documento se usaron fuentes primarias extraídas de la Biblioteca
Nacional, correspondientes a los archivos que describen los episodios de cesión de tierras a
los que nos referimos. También se ocuparon los decretos de ley utilizados para entregar los
terrenos y testimonios de individuos Rapa Nui que vivieron en el momento.
Así, también se han ocupado fuentes secundarias como compilaciones de documentos
refiriéndose a estas situaciones, trabajos académicos que nos ayudarán a explicar cómo
ocurren los episodios descritos.
desarrollo
marco teórico
Para este trabajo, usaremos como marco conceptual distintos conceptos referentes al tema,
como soberanía, territorio y legitimidad. En el texto Defender la Sociedad de Michel
Foucault, él se expresa respecto a la historia de los pueblos “otros”, quienes poseen miradas
particulares que fueron olvidadas y solo pueden ser recuperadas a través del conocimiento
acabado de dichas culturas. Así, Foucault habla de saberes sometidos, con lo cual se refiere a
“esos bloques de saberes históricos que estaban presentes y enmascarados dentro de los
conjuntos funcionales y sistemáticos, y que la crítica pudo hacer reaparecer por medio, desde
1
luego, de la erudición” (p. 21) Dentro de estos saberes podemos situar el relato histórico que
hacen los mismos Rapa Nui acerca de la cesión de tierras, relato que ha sido silenciado por la
voz del estado Chileno, el cual, a pesar de haber tenido la intención de entregar tierras a los
polinesios, no toma en cuenta la real petición de los isleños, consistente en el reconocimiento
de la propiedad de ellos mismos sobre la isla. Como dice Foucault, la legitimidad del
problema de la soberanía es un punto clave, ya que según los isleños, el Estado Chileno se
apropia de las tierras ilegítimamente, sometiendolos. Así, queremos revisar la
“contra-historia”, la historia de los “salvajes” que fueron mirados como parte de la naturaleza
1
FOUCAULT, MICHEL, (2001), Defender la sociedad (Fondo de Cultura Económica: Buenos Aires)
por el estado y no como ciudadanos de derecho, otorgándoles propiedades posteriormente,
pero nunca soberanía. La historia del pueblo Rapa Nui, por ser una sociedad a cuya escritura
no podemos acceder, debemos buscarla a través de fuentes que nos permitan analizarla desde
afuera, con documentos escritos que describan los procesos desde una perspectiva
burocrática, por ejemplo. Así podemos acceder a una cultura sin tradición escrita2 conocida e
intentar contar la parte no occidental de la historia.
Como nos anuncia Foucault, la dominación se encuentra en cualquier forma de poder, como
lo es el de la soberanía:
Por consiguiente, ¿no habrá que remontarse aún más lejos y decir (…) que en el fondo
la dominación comienza con cualquier forma de poder, vale decir que no hay formas
históricas de poder, cualesquiera sean, que no puedan analizarse en términos de
dominación de unos sobre otros? Esta formulación, desde luego, queda en suspenso. La
encontramos a modo de frases finales; concretamente, éstas nunca dieron lugar a un
análisis histórico ni a una práctica política coherente. No por ello deja de ser menos
cierto que aquí vemos formularse por primera vez la idea de que ninguna ley, cualquiera
sea, ninguna forma de soberanía, cualquiera sea, ningún tipo de poder, cualquiera sea,
deben analizarse en términos del derecho natural y la constitución de la soberanía, sino
como el movimiento indefinido ―e indefinidamente histórico― de las relaciones de
dominación de unos sobre los otros3
El concepto de territorio, así como muchos otros, son distintos para el no occidental que para
el occidental. La soberanía y dominación que ejerce el último con el primero se basa en el
desconocimiento de este como sujeto “otro”, con su propia visión de mundo y es así como se
le quitan facultades para entregárselas a un estado del cual no se sienten parte:
2
SILVA, OSVALDO, (2008) Fundamentos para proponer una distinción entre etnohistoria e historia indígena
(Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile: Santiago)
3
FOUCAULT, MICHEL (Ibid.)
simples actos privados, de particulares. Por ello su reconocimiento requiere
modificaciones de fondo en el orden jurídico.4
Así, el territorio para las sociedades no occidentales consistía en algo que no se podía poseer,
algo imposible de entregar o incluso, delimitar:
contextualización histórica
Ausencia estatal. Las primeras relaciones del pueblo Rapa Nui con Chile comienzan en el
año 1888 y estas se caracterizan por configurar un escenario político en el cual hubo una
marcada ausencia estatal, a excepción de algunos pocos representantes. El inicio de este
periodo es la llegada a la isla de Policarpo Toro (marino de la armada, emisario del presidente
José Manuel Balmaceda) con la intención de anexarla al territorio chileno, cosa que logra
luego de realizar un acuerdo de voluntades con el rey pascuense, llamado Atamu Tekena y
algunos jefes tribales. El rey Tekena deja en claro que al entregar la soberanía del territorio,
él estaba permitiendo el usufructo de la tierra, lo que es diferente a ser propietario de ella7.
Rápidamente el mismo Policarpo Toro impulsó la colonización chilena por medio de su
4
GÓMEZ, MAGDALENA, (2002). "Derecho indígena y constitucionalidad." Krotz, Esteban. Antropología
Jurídica: Perspectivas Socioculturales en el Estudio de Derecho: 235-278.
5
HERNÁNDEZ, ÁNGEL LIBARDO HERREÑO. "Evolución política y legal del concepto de territorio
ancestral indígena en Colombia." El otro derecho 31 (2004)
6
MARTÍNEZ, JOSÉ LUIS, “Voces, Discursos e Identidades Coloniales en los Andes del S. XVI”. En Los
Discursos sobre los Otros, comp. José Luis Martínez. (Santiago, Ediciones Facultad de Filosofía y
Humanidades de la Universidad de Chile, 1999)
7
ROCHNA-RAMÍREZ, SUSANA, (1996), La propiedad de la tierra en Isla de Pascua. (CONADI: Santiago),
30.
hermano Pedro Pablo Toro quien lleva a 3 familias, una persona muere y el resto se marcha
progresivamente8 .Cabe destacar como actores en estas relaciones entre estado y Rapa Nui a
los misioneros y catequistas pascuenses que ya habían logrado modificar elementos religiosos
en la cultura polinesia al introducir el credo cristiano. Durante este tiempo la isla permaneció
alejada en muchos sentidos del continente, como también de la administración chilena y así
lo demuestran los relatos que ponen de manifiesto que de hecho los isleños habían logrado
mantener parte de su autonomía, siendo el rey y su “corte” de jefes quienes ejercían la justicia
entre la población9, aunque este poder de la propia autoridad isleña fue mermando poco a
poco gracias a la injerencia de la débil autoridad chilena que posteriormente provocaría la
abdicación de Atamu Tekena en 189210.
8
ROCHNA-RAMÍREZ, SUSANA, (Ibid.), 30-31.
9
MORENO PAKARATI, CRISTIAN, (2011), “El poder político nativo en Rapa Nui tras la muerte de los
últimos ‘Ariki Mau”, En La Compañía Explotadora de Isla de Pascua. Patrimonio, Memoria e identidad en
Rapa Nui, comp. Claudio Cristino y Miguel Fuentes. (Ediciones Escaparate: Concepción), 53.
10
MORENO PAKARATI, CRISTIAN,(Ibid.), 53.
11
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo
Trato. Volumen 3: Informe preparado por los señores Mario Tuki Hey y otros. ( Santiago: Comisionado
Presidencial para Asuntos Indígenas, (2008), 454.
12
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, (Ibid), 456.
pero que destaca por su implacabilidad es el homicidio que tuvo como autores intelectuales a
Merlet y a Sánchez Manterola entre 1896 y 1900, en contra del Rey Riro (sucesor de Atamu
Tekena) al emplear a un ciudadano alemán para emborrachar y posteriormente envenenar al
rey en Valparaíso, el cual anteriormente solicitó permiso para ir al continente a entrevistarse
con el presidente de la república con el objeto de hacerle saber la situación que se vivía en la
isla13. En resumen los abusos de esos años se podrían categorizar en trabajo similar al trabajo
esclavo, violaciones sexuales (se nombra a los marinos como responsables), reclusión
limitada a Hanga Roa y al leprosario, castigos etc. Debido a lo anterior, el gobierno decide en
1915 nombrar a un nuevo subdelegado marino sin conexiones ni relaciones con la compañía.
A pesar de que Merlet haya perdido protagonismo en este periodo, la compañía en manos de
la firma Williamson & Balfour continuo con el legado del empresario al mantener prácticas
similares para con los habitantes de pascua, esto quiere decir que incluso después de que en
1915 se decidiera que el gobernador marítimo no podía ser a la misma vez administrador, las
condiciones de vida de los pascuenses se mantuvieron prácticamente en el mismo nivel hasta
1953. La compañía debía dejar de operar en 1929, y el Fisco ordena a Bienes Nacionales
inscribir las tierras de Isla de Pascua a su nombre. Sin embargo, esto se concretaría en 1933,
inscribiéndose la totalidad de las tierras de Isla de Pascua a nombre del Estado Chileno. Esto
se realizó aplicando el artículo 590 del Código Civil chileno: “son bienes del Estado todas las
tierras que estando situadas dentro de los límites territoriales carecen de otro dueño, es tierra
fiscal.” Se pueden citar las palabras del Presidente del Consejo de Ancianos de Rapa Nui:
“Para poder justificar esta inscripción fiscal, los gobernadores marítimos empezaron a
extender a los pascuenses un título provisorio por los terrenos en los que ellos vivían,
explicando que era una “forma” de ordenamiento y que por lo cual no tendrían problema
alguno, pero en tal título provisorio se establece que el “beneficiado” tiene la obligación de
mantener cerrado, cultivado y arbolado su terreno, perdiendo todo derecho si durante un año
no lo hiciere. No podrá gravar ni enajenar el terreno que se le entrega para usufructo,
mientras el Supremo Gobierno dispone su posesión definitiva.”14
El contrato de arriendo para con la compañía terminaba en 1929 (por eso debía dejar las
operaciones), sin embargo este se renueva en 1936, por lo que esta continúa con sus
13
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, (Ibid), 456
HOTUS, ALBERTO, “Histórica violación de derechos humanos del Pueblo Rapa Nui”, Revista Chilena de
14
Administración Civil. Recién en 1966, el pueblo Rapa Nui supo que los terrenos de la Isla
habían sido inscritos a nombre del fisco en 193317. Frente a esto, los isleños solicitan al
Presidente que los terrenos de Isla de Pascua sean considerados dentro de la ley indígena del
año 1885, lo cual finalmente es rechazado en el Congreso. Sin embargo, Frei Montalva
buscaría una solución a través de la ley 16.441 de 1966, conocida como “Ley Pascua” que a
grandes rasgos establece que el territorio es de los pascuenses y que no se puede comerciar,
aunque esta ley no aplicaría pues la CORFO (que había adquirido los bienes y animales de la
armada) se opuso a las disposiciones al argumentar que la tierra estaba muy erosionada para
entregársela a los isleños y que cuando esta recupere su fertilidad sería devuelta, promesa que
no se cumplió. En este tiempo de administración civil, que dura hasta 1973, los isleños pasan
a tener ciudadanía chilena (en 1966), por lo que se puede decir que recién en ese momento
dejan de ser ciudadanos de segunda clase en el país y empezarían a tener los mismos
derechos y deberes que tiene cualquier chileno.
Administración del gobierno militar. El hecho que a todas luces marca este periodo,
coincidente con el gobierno militar, es la dictación del decreto de ley nro. 2885 del año 1979,
que dispone las regulaciones a seguir para entregar títulos de dominio a los nativos o
descendientes de nativos por parte materna o paterna (asumiendo la propiedad y soberanía del
15
HOTUS, ALBERTO, (Ibid), 13.
16
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, (Ibid), 463-465.
17
HOTUS, ALBERTO, (Ibid), 14.
gobierno por sobre la isla). Parte de los isleños se oponen a este marco regulatorio
reconstituyendo el consejo de ancianos y haciéndole saber al gobierno central su molestia por
medio de una carta, sin embargo el gobierno hace caso omiso a estos reclamos18. Aparte de
este decreto ley y sus implicancias no hay más hechos destacables durante este intervalo.
De esta forma, luego de instaurada la dictadura y a través del decreto N.º 2885 que daba
facultad al Presidente de la República para:
(…) otorgar títulos gratuitos de dominio en terrenos fiscales, urbanos o rurales, de la
Isla de Pascua … sin más trámites que los establecidos en esta ley y en su reglamento,
en favor de los chilenos originarios de la Isla, entendiéndose por tales, para los efectos
del presente texto, los nacidos en ella y cuyo padre o madre cumpla esa condición.
Podrán también concederse a los chilenos, no originarios de la Isla, siempre que sean
hijos de padre o madre nacidos en ella, que acrediten domicilio y residencia de cinco
años y que ejerzan en ésta una profesión, oficio o actividad permanente.22
21
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, (Ibid), 468.
22
DIARIO OFICIAL DE LA REPÚBLICA DE CHILE, (07 de Noviembre de 1979), Decreto Ley 2885.
Santiago.
acumulación de títulos gratuitos sobre terrenos fiscales, que otros Rapa Nui se ven
imposibilitados a reclamar.23
Desde este momento comienzan a generarse una serie de cambios, los que repercuten
hondamente en la vida y tradiciones de los Rapa Nui. Como por ejemplo: el acceso e
ingreso a la educación superior, uso generado del dinero, la introducción del alcohol y
sus secuelas, se producen alteraciones profundas en la alimentación, la inmigración y
emigración comienza a hacerse significativa, tanto para los Rapa Nui que se radican
en el continente, Tahití o Europa, como para los continentales y extranjeros que llegan
a la isla. Aparece la cesantía, los pascuenses chilenizados y el consumismo. Las
promesas incumplidas, los blue jeans y la libertad de transitar por el Parque Nacional
de Isla de Pascua, administrado por CONAF.24
Así, expuestas las intenciones del estado con sus reformas y siendo identificadas estas por
parte de la facción rapanui que se encontraba en desacuerdo, es que surge una serie de
respuestas tanto a nivel organizativo, como por medio de iniciativas jurídicas.
El Decreto Ley N° 2.885, fue publicado en 1979, y tiene por objetivo establecer normas
sobre el otorgamiento de títulos de dominio y administración de terrenos fiscales en la Isla de
Pascua. Este decreto tuvo variadas consecuencias para los habitantes de la Isla, que
describiremos como a sus consecuencias.
La primera (y la más importante) reacción al decreto fue la reinstauración del Consejo de
Ancianos en la Isla de Pascua, “como una expresión social para defender la propiedad de la
23
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, (Ibid), 479.
24
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, (Ibid), 465.
tierra y comunitaria de la Isla”.25 Esto debido a que para el pueblo Rapa Nui, el Estado
Chileno no tiene la autoridad para entregar tierras en la isla, ya que históricamente no le
pertenecen, solo posee la soberanía sobre ellas. Estando ya el Consejo de Ancianos en
funcionamiento, la primera medida que llevará a cabo será la emisión de una carta al
subsecretario de Tierras y Bienes Nacionales, “solicitando la modificación del Decreto Ley
2.885, por estimarlo nefasto para los intereses pascuenses”. Posteriormente, y debido a la
inoperancia del subsecretario, el Consejo de Ancianos le solicita al Intendente de Valparaíso
que le haga llegar a Augusto Pinochet la disconformidad general con el decreto. Nuevamente
fueron ignoradas las peticiones de la organización. Debido a este nuevo rechazo, el Consejo
decide dirigirse directamente a Augusto Pinochet, emitiendo una carta dirigida a él.
Dicha carta comienza señalando que dos de los principales problemas históricos de la Isla han
sido el de la propiedad del territorio y el de la entrega de títulos de dominio. Frente a esto, el
Consejo de Ancianos dice lo siguiente:
La tierra como propiedad privada de los pascuenses. Este problema se viene
arrastrando desde 1896 y se complicó aún más en 1933, al confundir Bienes
Nacionales el concepto “soberanía” con el concepto sobre derecho de propiedad
privada, al aplicarse a Isla de Pascua el artículo 590 del Código Civil y que dice:
“Toda la tierra situada dentro del territorio nacional que carece de otro dueño, es tierra
fiscal”. lo que en Rapa Nui no es el caso, por cuanto los pascuenses somos dueños
legítimos, con derechos inmanentes, sobre la totalidad de la Isla de Pascua, desde
tiempo inmemorial de nuestros antepasados y no es efectivo que Pascua careciera de
otro dueño, por tal motivo la inscripción fiscal no tiene cabida.26
A continuación, señalan las modificaciones que deben hacerse para que el decreto respete la
propiedad ancestral de Isla de Pascua:
Título primero, donde dice “del otorgamiento de títulos de dominio y de la
administración de terrenos fiscales” debe decir “de reconocimiento y administración
de tierras de los pascuenses”. (...) “Facúltase al Presidente de la República de Chile,
para otorgar títulos gratuitos de dominio en terrenos fiscales, urbanos o rurales de la
Isla de Pascua”, debe decir: “Facúltase al Presidente de la República de Chile, para
reconocer el derecho privado del pascuense sobre la totalidad de la Isla de Pascua”.28
Ya al final de la carta, plantean la necesidad de una comisiòn que estudie los demàs artículos
del decreto. “El resto de los artículos y disposiciones deberán ser estudiados en la isla por una
Comisión bipartita, una nombrado por el “Consejo de Ancianos” y otra por el gobierno de
Chile. A nuestro juicio el nombramiento de una Comisión bipartita y el trabajar en la isla en
presencia de la Comunidad, sería una medida muy importante”.30
Llama la atención la ùltima oración de la carta: “Debemos reconocer que el espíritu del
Decreto Ley 2885 es bueno y que podría favorecer al pascuense, pero adolece de errores,
confusiones y otros que hay que corregir”31. Con esto, aceptan el Decreto que regula la
propiedad en Isla de Pascua, que pese a las posibles modificaciones que pudieran hacérsele,
27
HOTUS, (ibid.), 18.
28
HOTUS, (ibid.), 18.
29
HOTUS, (ibid.), 18.
30
HOTUS, (ibid.), 18.
31
HOTUS, (ibid.), 18.
seguirá siendo un conjunto de disposiciones que el Estado Chileno impone a la comunidad
rapa nui. Se puede entender esto como un intento del Consejo de Ancianos por conseguir una
solución parcial al problema de la tierra arrastrado por décadas. Ellos mismos eran
conscientes de la parcialidad de la posible solución, ya que no estaban de acuerdo con la
repartición por parte del Estado de dominios en la Isla. “La mayor parte de nosotros los
pascuenses, no hemos sacado títulos para no reconocer al fisco como dueño de nuestras
propias tierras. cuestión que es parte de la campaña oficialista del gobierno, al igual que
organizar Juntas de vecinos, Codecos, Coderes, Secretaría de la Juventud, Secretaría de las
mujeres y centros deportivos”32
No recibiendo respuesta de la máxima autoridad del país, el Consejo de Ancianos recurre a
una búsqueda de apoyo en autoridades internacionales, entre las que se cuentan el Presidente
de Estados Unidos, Ronald Reagan, el Presidente de Francia Francois Miterrand, el Papa Juan
Pablo II y el Secretario General de la ONU, Javier Pérez de Cuellar. Tras describir
brevemente los abusos sufridos por los habitantes nativos de la Isla a manos de las
autoridades chilenas, se señalan dos peticiones:
1. Que Su Señoría asigne una persona que se contacte con este Comité acá en Isla
de Pascua para que se imponga de los problemas que nos aquejan antes de interceder
con el Presidente, señor Augusto Pinochet Ugarte.
2. Que Su Señoría tome ciertas medidas de protección para la seguridad de
nuestro pueblo, por posibles represalias de parte de algunas autoridades de nuestro
país.33
Tal y como ocurrió con las autoridades nacionales, no hubo réplica de los mandatarios
internacionales.
En el año 1988, cuando se cumplian 100 años del acuerdo de voluntades entre Chile y el
pueblo Rapa Nui, el Consejo de Ancianos presentó una demanda judicial contra el fisco, por
la usurpación de los derechos de los rapa nui a su tierra. La demanda la firmaron alrededor de
700 habitantes de la isla (en ese momento eran 1717 habitantes). En ella se analizaba la
adquisición de tierras por la sociedad Brander-Bornier en el siglo XIX, que posteriormente
pasarían a manos del Estado de Chile. De esto, el Consejo concluye que las tierras adquiridas
son menores a las que se pretendían. Por otro lado, se cuestiona la aplicación del Artículo 590
32
HOTUS, (ibid.), 16.
33
HOTUS, (ibid.), 19.
del Código Civil en la inscripción fiscal de 1933.34 Los argumentos planteados para este
cuestionamiento son los mismos ocupados en la carta a Augusto Pinochet, es decir, la
confusión de conceptos entre soberanía y propiedad privada. Esta demanda expone un
cambio del pueblo rapa nui en cuanto a la forma de exigir que se les hagan valer sus derechos
sobre la Isla, ya que, transcurrido 6 años desde la carta sin respuesta a Pinochet, en la cual se
expresan con algo de condescendencia, deciden enfrentarse judicialmente al el Estado,
cuando éste celebraba el centenario de la anexión.
Cabe señalar que, tras las publicación del Decreto Ley 2885, no todos los rapa nui estuvieron
en desacuerdo. Hubo un grupo, principalmente los habitante más prósperos, que apoyaba el
Decreto. Este sector de la población estaba vinculado con el turismo y el comercio, además
de algunos cargos públicos. Fue visto como una posibilidad de realizar iniciativas
individuales sin el temor a perder el dinero de la inversión. Este grupo privilegiado tenía
mayor acceso a la información gubernamental, lo que sumado a mayores recursos
económicos, les permiten adquirir más de un terreno, a través de las cesiones de terreno, que
eran compras encubiertas, o de acumulación de terrenos no reclamados por otros habitantes.35
Un ejemplo de estas cesiones de terreno es la realizada por Jorge Calderón Riroroko a Sergio
Rapu Haoa, primer arqueólogo rapa nui, que dos años después sería nombrado Gobernador
de Isla de Pascua. El terreno le había sido cedido a Calderón por su padre en 1973, y
contemplaba 1.598 metros cuadrados. Como dice el documento de cesión de derechos, “por
el presente documento, viene en ceder definitivamente e irrenunciablemente, los derechos que
le corresponden por el sitio individualizado, a Don Sergio Alejo Rapu Haoa” (...) “La
presente cesión se efectúa voluntaria y de mutuo acuerdo de las partes”.36 Como la parcela no
puede ser vendida, es cedida, no obstante, a cambio de ella, igualmente se obtiene algo. “Don
Sergio Alejo Rapu, en pago de la cesión más arriba indicada, se compromete a construir, en
el lugar que Jorge Calderón Riroroko destine una casa habitación”.37 Cabe señalar, que
durante su gobierno, Sergio Rapu abusó de su poder, al gestionar entrega de terrenos para
personas de situación económica acomodada. Esto se menciona en el Informe de la Comisión
34
ROCHNA-RAMÍREZ, SUSANA, (Ibid.), 58.
35
ROCHNA-RAMÍREZ, (Ibid.), 55.
36
ARCHIVO NACIONAL DE CHILE, 1981, Ministerio de Bienes Nacionales, “Cesión de Derechos Jorge
Calderón Riroroko a Sergio Alejo Rapu Haoa”.
37
ARCHIVO NACIONAL DE CHILE, 1981, Ministerio de Bienes Nacionales, “Convenio Sergio Alejo Rapu
Haoa y Jorge Calderón Riroroko”.
Verdad Histórica y Nuevo Trato: “En 1983, el entonces Gobernador Sergio Rapu obtuvo la
desafección de aproximadamente 220 hectáreas, las que fueron repartidas en 33 parcelas
agrícolas, entregándoselas a quienes tenían una condición económica acomodada y no a
quienes las necesitaban para vivir.38 A su vez, Alberto Hotus dice lo siguiente:
Con nuestras quejas y reclamos es muy posible que haya pensado el Presidente de la
República de Chile, que sería una buena medida nombrar un gobernador pascuense y
fue designado en ese cargo don Sergio Rapu Haoa, con tan mala suerte para los
pascuenses, que esta persona no era el más indicado para cautelar los intereses del
pueblo rapa nui, puesto que es anti-rapa nui. Durante estos últimos 4 años que lleva en
este cargo, no ha hecho nada a favor de la comunidad, sino solamente los beneficios
han sido para él y sus propios familiares.39
Revisadas ya las distintas reacciones al Decreto Ley 2885, y sin nada más que agregar, se
pueden observar posiciones a favor y en contra de la promulgación, teniendo que ver éstas
con la situación económica y el área laboral. El grupo en contra, liderado por el Consejo de
Ancianos, llevó a cabo durante varios años diversas manifestaciones de descontento, incluso
enfrentándose judicialmente al Estado en 1988.
Resultados
Entre los conceptos trabajados por los autores que usamos en la investigación destaca el del
poder (Foucault), concepto sumamente apropiado y oportuno para aplicar en el desarrollo de
este escrito, de este modo se puede observar cómo el poder se hace presente a lo largo de toda
la relación Rapa Nui-Chile a través de un vínculo de dominación estrechamente ligado al
territorio del cual se desglosa la soberanía de éste. El poder o el ejercicio de este se ve
reflejado en numerosas ocasiones, se puede identificar de forma más directa durante el
periodo de la administración marítima en conjunto con la explotación ganadera, cuando a los
isleños se les prohibió transitar por toda la isla o cuando los marinos abusaron sexualmente
de las muchachas o cuando el rey Riro fue asesinado por encargo. Aquí se deja en evidencia y
se muestran relaciones de dominancia, además de poder manifestado de forma violenta y
otras veces no tanto.
38
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, (2008), Informe de la Comisión Verdad Histórica
y Nuevo Trato. Volumen 3: Anexo: Informes Finales de los Grupos de Trabajo. ( Comisionado Presidencial para
Asuntos Indígenas: Santiago), 480.
39
HOTUS, (ibid.), 20.
Otro ejemplo aplicado a esta relación de dominancia nos lleva a la disconformidad de los
isleños por tener que pedir títulos de dominio y de propiedad al estado de Chile durante el
gobierno militar. Esta disconformidad (no de todos) nace por la ocupación milenaria que han
hecho los naturales de la isla, sin embargo según el concepto de poder de Foucault ellos no
ejercen el poder, porque en términos de fuerza no representaron y no representan una
amenaza para Chile. Así es como el poder no puede ser entendido en términos de derecho (el
derecho ancestral a las tierras por ejemplo), sino que en términos de dominación de uno sobre
otro, de un fuerte por sobre un débil.
También se trabajará el concepto de territorio desarrollado por Hernández, quien explicita
que los pueblos indígenas (aplicable aquí aunque los pascuenses sean polinesios) no solían
delimitar territorios sino que su relación con este mismo se basaba netamente en la oferta de
recursos naturales que sus áreas ofrecían, se podría deducir que esta situación se daba con
respecto a los pueblos nómades y su movilidad continua en busca de alimento cuando éste
escaseaba en cierta área. Sin embargo se sabe que los pascuenses dividieron su territorio por
tribus40, por lo que la primera parte de la definición dada por Hernández sirve para anteponer
la administración territorial ancestral de los pascuenses, quienes a pesar de haber hecho
delimitaciones seguían dependiendo en gran medida de recursos marinos (de forma similar a
grupos nómades). De todos modos el territorio es un eje central en la demanda histórica de
esta etnia, pues el atropello más grande por parte de los chilenos ha sido administrar como
suyo un territorio que por tradición no les pertenece pasando a llevar el acuerdo de voluntades
que inicialmente se llevó a cabo entre Toro y el rey Atamu Tekena, además de anular de facto
la repartición entre clanes que supuestamente se hizo cuando los antepasados de los isleños
llegaron a la isla.
Por otro lado, el concepto de legitimidad ahondado por Foucault, nos permite ir más allá y
hablar sobre la falta de legitimidad que tuvo la anexión del territorio para los isleños, y más
recientemente, la ilegitimidad al exigir títulos de dominio al estado cuando previamente no se
realizaba así.
Es complejo hablar de legitimidad sin mencionar un aspecto de justicia por detrás, ya que ésta
es la voluntad constante de dar a cada uno lo que le corresponde. Subjetivamente, una norma
40
COMISIÓN VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO, (Ibid), 453.
es legítima si la población considera mayoritariamente que se atiene a los objetivos colectivos
de esa misma sociedad, e injusta si ocurre lo contrario, con independencia de si la considera
válida o no.
Obviamente se habla de legitimidad aplicada a lo que conlleva para los isleños en general, la
ilegitimidad de los manejos de propiedades Rapa Nui por el estado de Chile en general desde
su anexión a ésta a fines del siglo XX, pero especialmente desde la promulgación de la ley
Pascua en 1966 y del decreto de ley 2885 del gobierno militar.
conclusiones
Desde lo que es la primera figura sujeta a los territorios rapa Nui a fines del siglo XIX en
donde se adquiere una soberanía chilena de la isla, se empieza con esta discordia por la figura
de la adquisición de la isla, que para los isleños la soberanía sólo implicaba anexión a
territorio chileno y una adquisición de este, pero en ningún caso un control sobre ella.
Esto a mediados del siglo XX se intensifica, y el estado arbitrariamente deja a propiedad del
fisco los territorios de la isla, situación que no se condice con lo visto por isleños, que veían
que ya que independiente de ser territorio chileno, la isla era propiedad netamente de ellos.
Así el estado por un lado con la adhesión ya de los territorios ordena con la ley pascua de
1966 pedir títulos de dominio para las propiedades privadas, en el artículo 28°:
Facúltase al Presidente de la República para otorgar a personas naturales chilenas
títulos de dominio en los territorios fiscales urbanos de la Isla de Pascua en
conformidad a las normas contenidas en el decreto reglamentario 2.354, de 19 de
mayo de 1933, del Ministerio de Tierras y Colonización, publicado en el "Diario
Oficial" de 23 de junio de 1933.
El otorgamiento por el Presidente de la República de títulos de dominio sobre tierras
fiscales rurales en el departamento de Isla de Pascua se regirá por el decreto con
fuerza de ley 65, de 1960, y sus modificaciones posteriores, en lo que le fueren
aplicable, de acuerdo con la naturaleza y la ubicación de los terrenos.
Bienes nacionales define un título de dominio como “ una herramienta para mejorar la
calidad de vida (…) entregada por el estado y que permite acceder a beneficios dentro de la
propiedad”
Ahora bien, también habla de que la no posesión de dicho título faculta al ministerio de
bienes nacionales a regularizar la propiedad al poseedor material del bien raíz.
El Ministerio de Bienes Nacionales tiene la facultad de regularizar el dominio de una
propiedad a quien sea poseedor/a material de un bien raíz, pero que carezca de título de
dominio debidamente inscrito en el Conservador de Bienes Raíces, reconociéndole la calidad
de poseedor regular para adquirir el dominio del inmueble.
La intención de este trabajo era dar una mirada isleña al problema del territorio en Isla de
Pascua a través de fuentes primarias y secundarias, con énfasis en las primeras, que nos
permitieran observar el fenómeno desde una perspectiva distinta a otros textos monográficos.
El aporte de esta investigación radica en el análisis general que se hace de los documentos
para establecer una historia de cómo se viven las relaciones interétnicas en la Isla de Pascua
respecto a la exigencia del pueblo Rapa Nui de soberanía sobre las tierras que les
pertenecerían. Por supuesto, el alcance de la investigación es bastante amplio, por lo que su
profundidad es menor. Se necesitan más investigaciones que se pronuncien sobre los eventos
particulares en la visión de varios individuos, para generar una mirada más amplia y
particular sobre lo que se vive en la Isla en cuanto a cada una de las diferentes soluciones que
ha intentado otorgar el Estado Chileno, acá tenemos la opinión escrita de autoridades
indígenas en la Isla. Por supuesto, esto requiere mucho más trabajo en archivo. Sin embargo,
creemos que los objetivos se cumplen, debido a que describimos y hacemos un análisis de la
situación en Isla de Pascua de forma que queda bastante claro al menos una de las miradas
sobre el territorio que hay dentro de la etnia.
anexos
Estimado Señor Presidente. Nos permitimos con todo respeto molestar vuestra atención para
comunicarle los problemas que nos afectan y que día a día se agravan más, debido a que ha
habido poco interés en solucionar los problemas que hay en la isla y que tanto hemos pedido
a las autoridades personalmente y por escrito para una solución satisfactoria y definitiva, sin
tergiversar o malinterpretar nuestros planteamientos, especialmente en la entrega de títulos de
dominio en la isla y la tenencia de la territorialidad de la isla.
En forma prioritaria los problemas son: 1. La tierra como propiedad privada de los
pascuenses. Este problema se viene arrastrando desde 1896 y se complicó aún más en 1933,
al confundir Bienes Nacionales el concepto “soberanía” con el concepto sobre derecho de
propiedad privada, al aplicarse a Isla de Pascua el artículo 590 del Código Civil y que dice:
“Toda la tierra situada dentro del territorio nacional que carece de otro dueño, es tierra
fiscal”. lo que en Rapa Nui no es el caso, por cuanto los pascuenses somos dueños legítimos,
con derechos inmanentes, sobre la totalidad de la Isla de Pascua, desde tiempo inmemorial de
nuestros antepasados y no es efectivo que Pascua careciera de otro dueño, por tal motivo la
inscripción fiscal no tiene cabida.
Para nosotros los pascuenses, esta inscripción es un atropello y usurpación que trató de
legalizar, aprovechándose en ese tiempo de la buena fe e ignorancia de nuestro pueblo en
materia de leyes, que tiene la impresión de haber perdido el derecho sobre nuestra tierra, sin
haber tenido conversaciones previas o a posterior, ni antes de ser dictado el Decreto Ley 2885
de 1979.
Bajo este artículo 590, fue cometida una gran injusticia con el pueblo pascuense y
actualmente hasta no hay respeto a esta comunidad, siendo tratados muchas veces como
extranjeros en nuestra propia tierra, e incluso sintiéndose indignos al no tener derecho a ser
escuchados. Esta situación se la expusimos personalmente al entonces Subsecretario de
Tierras y Bienes Nacionales, Luis Simón Figueroa, en 1980.
En esa oportunidad no tuvimos ninguna respuesta a nuestra solicitud que fue con la buena
intención que llegara a vuestras manos, lo que no fue así. En vista de esto, durante la visita
que hiciera el Intendente de la V Región, don Raúl López Silva, el 6 de abril de 1981, le
hicimos entrega nuevamente de otro escrito, en presencia de la comunidad rapanui,
solicitando una pronta solución a esta situación que día a día se agrava más en esta lejana isla,
especialmente en lo que se refiere al Decreto Ley 2885, respecto al otorgamiento de títulos de
poseedores regulares de dominio en Isla de Pascua.
Al referirnos al Decreto Ley 2885 del 22 de Noviembre de 1979, queremos aclarar dos
conceptos, para que no se produzcan confusiones negativas. 1. El concepto “soberanía” y el
concepto “propiedad privada”.
Sin confundir estos dos conceptos, nos permitimos plantear el problema que nos afecta
directamente. El pascuense sabe que es chileno y que la soberanía de Pascua es chilena por
acuerdo de voluntades del 9 de septiembre de 1888 hasta la fecha, según Atamu Tekena en
representación de los jefes tribales y Policarpo Toro Hurtado en representación del gobierno
chileno.
Uno de los acuerdos más importantes según nuestra tradición fue que el gobierno chileno
debía respetar a los jefes de Rapa Nui y su pueblo, conservando su investidura y sus tierras
como propiedad privada para siempre.
En vista de esto, en una reunión realizada acá en la isla con el Secretario Ministerial de la V
Región de Tierras y Bienes Nacionales, don Marcelo Juraseck Wander Molen, con
aproximadamente cien personas, le hicimos entrega de un escrito -que a continuación se
detalla para su conocimiento- para que él lo presentara a las autoridades competentes para
una nueva resolución. “Decreto Ley 2885 de noviembre de 1979, donde dice: Ministro de
Tierras y Bienes Nacionales. Establece normas sobre otorgamiento de Títulos de Dominio y
administración de terrenos fiscales en Isla de Pascua, debe decir: Establece normas sobre
reconocimiento de tierras como propiedad del pueblo pascuense de acuerdo con el uso
corporativo. En esta indicación no debe confundirse este concepto con el concepto de
soberanía.
En el considerando dice: “Que las características particulares que presenta Isla de Pascua, los
problemas relacionados a la constitución del dominio, así como el interés turístico de su
territorio y la necesidad de preservar su valor arqueológico cultural e histórico hacen
aconsejable dictar para ella normas especiales distintas de las que rigen la administración y
disposición de los bienes del Estado en el resto del país. La junta de Gobierno de Chile ha
acordado dictar el siguiente Decreto Ley 2885”, debe decir, en la parte pertinente no como
“bienes del Estado”, sino como “propiedad privada de los pascuenses”.
Artículo primero, donde dice: “Facúltase al Presidente de la República de Chile, para otorgar
títulos gratuitos de dominio en terrenos fiscales, urbanos o rurales de la Isla de Pascua”, debe
decir: “Facúltase al Presidente de la República de Chile, para reconocer el derecho privado
del pascuense sobre la totalidad de la Isla de Pascua”.
En la parte pertinente del mismo artículo, donde dice: “podrá también concederse a los
chilenos no originarios de la Isla, siempre que sean hijos de padre o madre nacidos en ella
que acrediten domicilio o residencia de cinco años y que ejerzan en ésta una profesión, oficio
o actividad permanente”, debe decir: “podrán concederse a los chilenos no originarios de la
Isla de Pascua, siempre que sean hijos de padre o madre nacidos en la Isla”. El último
requisito de que tenga profesión, oficio o actividad permanente es absurdo.
El resto de los artículos y disposiciones deberán ser estudiados en la isla por una Comisión
bipartita, una nombrado por el “Consejo de Ancianos” y otra por el gobierno de Chile.
A nuestro juicio el nombramiento de una Comisión bipartita y el trabajar en la isla en
presencia de la Comunidad, sería una medida muy importante ya que se aclararía muchos
puntos que no están claros. Debemos reconocer que el espíritu del Decreto Ley 2885 es
bueno y que podría favorecer al pascuense, pero adolece de errores, confusiones y otros que
hay que corregir.
Considerando que ninguna de las autoridades chilenas dio respuesta, es que decidimos
escribir a autoridades morales extranjeras, para que intercediera a nuestro favor ante el
Presidente Chileno.
El 20 de mayo de 1983, enviamos cartas a las siguientes personas: Señor Presidente de los
Estados Unidos de Norteamérica, don Ronald Reagan; Su Santidad el Papa Juan Pablo II;
Señor Presidente de Francia, Francois Miterrand; al Señor Secretario General de las
Naciones Unidas, don Javier Pérez de Cuellar.
Las cartas que fueron enviadas a personalidades en el extranjero tenían el mismo tenor, que
es el siguiente: “Distinguido señor: El “Comité Defensor del Patrimonio e intereses de Rapa
Nui”, firmante de este documento, molestamos respetuosamente vuestra atención y
solicitamos su intervención como primer autoridad de esa entidad, ante el señor Presidente de
la República de Chile y exponemos para su conocimiento el problema que aqueja al pueblo
pascuense. Hacemos llegar a S.E. nuestro clamor para que se llegue a establecer en justicia
nuestros derechos y expectativas que han sido atropellados, especialmente en la tenencia de la
tierra como propiedad privada del pascuense, sin confundir el concepto soberanía. El
atropello en los aspectos de índole cultural, olvidando que los pascuenses somos un grupo de
raza con cultura e idiosincrasia diferente al del chileno continental y como tales, debemos
tener una mayor injerencia en el manejo de los asuntos locales, como lo dice en la parte
pertinente del acuerdo de voluntades del 9 de septiembre de 1888.
En dicho acuerdo de voluntades, Chile por intermedio de Policarpo Toro, se compromete a
respetar nuestra tierra como propiedad privada del pascuense, trar progreso, trabajo, un buque
anual de abastecimiento y ser vigilante de la soberanía, educacion y trato digno a los
habitantes de esta isla. Dicho acuerdo, no se ha cumplido en su mayoría. Solamente hemos
sido tramitados sin que esta promesa de más de 90 años se realizara. Y desde hace 70 años
que este pueblo ha reclamado sus derechos. Debido al exceso de reclamos, en 1914, fue
reportado un pascuense a Chile continental, según las autoridades de ese tiempo, era
“causante de desorden”, esa persona falleció a los pocos días por motivos que hasta hoy
desconocemos. En 1964, debido a que reclamamos nuestro derecho a sufragio electoral y a
que fuéramos reconocidos como chilenos; el Gobierno de Chile de ese tiempo, envió tropas
para acallarnos. A pesar de esto, nuestras peticiones continuaron.
El mismo año 1982, autoridades locales prohibieron el uso de nuestra lengua rapanui en
reuniones vecinales.
Impotentes ante estas injusticias de las autoridades, decidimos escribirle a Ud. con la
esperanza de ser escuchados. Conociendo el espíritu de justicia que anima a su señoría que ha
prestado ayuda económica y asesoría técnica a muchos países y como no contamos con
medios económicos para viajar a entrevistarnos con Ud. y otras autoridades es que
solicitamos:
1. Que Su Señoría asigne una persona que se contacte con este Comité acá en Isla de
Pascua para que se imponga de los problemas que nos aquejan antes de interceder con
el Presidente, señor Augusto Pinochet Ugarte.
2. Que Su Señoría tome ciertas medidas de protección para la seguridad de nuestro
pueblo, por posibles represalias de parte de algunas autoridades de nuestro país.
CESIÓN DE DERECHOS
CONVENIO
SERGIO ALEJO RAPU HAOA
Y
JORGE CALDERÓN RIROROKO
En Hanga Roa, Isla de Pascua, República de Chile, a dos de Septiembre de mil novecientos
ochenta y uno, ante mí, PEDRO RIROROCO ATAN, Notario Público y Conservador de
Bienes Raíces, Comercio y Minas, Suplente de Isla de Pascua, comparecen don SERGIO
ALEJO RAPU HAOA, chileno, casado, arqueólogo, domiciliado en Avenida Pont sin
número, cédula de identidad seis millones ciento cuarenta y nueve mil quinientos cincuenta y
dos guión cinco de Santiago, y don JORGE CALDERÓN RIROROKO, chileno, casado,
empleado, rol único nacional seis millones trescientos siete mil cuatrocientos ochenta y cinco
guión tres de Isla de Pascua, domiciliado en Avenida Pont sin número, mayores de edad a
quienes conozco y exponen: PRIMERO: En relación con la cesión de terreno efectuado ante
el Jefe de la Oficina Provincial de Bienes Nacionales de Isla de Pascua, en la que Jorge
Calderón Riroroko cede a Sergio Alejo Rapu Haoa los derechos que le corresponden por el
sitio número seis de la manzana veinticinco del Plano noventa y tres mil ciento veintitrés de
Urbanización y Loteo de Hanga Roa, que abarca una superficie aproximada de mil quinientos
noventa y ocho metros cuadrados, las partes han llegado al siguiente convenio. SEGUNDO:
Don Sergio Alejo Rapu Haoa, en pago de la cesión más arriba indicada, se compromete a
construir en el lugar que Jorge Calderón Riroroko destine una casa habitación con las
siguientes características: Diez metros de largo por ocho metros de ancho, compuesto de tres
dormitorios, un baño, una cocina y living comedor.- La construcción de los muros exteriores
se hará con cemento, piedras y/o ladrillos.- Las divisiones interiores de materiales ligeros,
tales como internit con aislante u otro permite estucarse, similar a los materiales usados en las
nuevas casas de Carabineros de Isla de Pascua.- El cielo raso completo con internit; techado
con pino tratado y zinc.- Piso de cemento con superfliexi; puertas y ventanas de madera con
las respectivas chapas, vidrios y pestillos.- Baño instalado compuesto de taza W.C., estanque
silenciosos,lavamanos, receptáculo para ducha con azulejos, con todas las instalaciones de
cañería y llaves.- Instalación eléctrica completa con todos sus implementos .- Estucado
completo de la casa. Instalación completa de pozo séptico. Instalación completa de agua
potable conexión de luz eléctrica.- TERCER: Plazo.- Para efectuar la obra gruesa tales como
muros, techado y pino, un año y medio a contar de Marzo de mil novecientos ochenta y dos.-
CUARTO: Las partes acuerdan que para la entrega de la casa con llaves en mano con todas
las especificaciones precedente será de cinco años a contar del treinta de Marzo de mil
novecientos ochenta y dos.- No obstante este plazo final don Sergio Alejo Rapu Haoa,
procurará terminar la construcción a la brevedad posible.- QUINTO: Las partes de común
acuerdo determinan de que, en el caso, de que el señor Sergio Alejo Rapu Haoa no cumpla en
el plazo de cinco años en construir la casa habitación, el señor Jorge Calderón Riroroko
quedará dueño del terreno cedido y de lo construido en él, salvo nuevo acuerdo entre las
partes.- En comprobante y previa lectura firman entre sí con los testigos de este domicilio,
hábiles para testificar, Iovani Te-Uira Teave Hey y Ana Insolina Haoa Pakomio.- Doy Fe.-
Fdo. S.A. Rapu H.;J. Calderón R.; I.T. Teave H.; A.I. Haoa P.; y P. Riroroko A. Notario
Público Suplente.
PASO ANTE MI: FIRMO Y SELLO ESTA PRIMERA COPIA.
PEDRO RIROROCO ATAN
N.P. y C. Suplente.
bibliografía
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Isla de Pascua. Patrimonio, Memoria e identidad en Rapa Nui, compilado por
Claudio Cristino y Miguel Fuentes, 301-313. Concepción: Ediciones Escaparate,
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- Martínez, José Luis, “Voces, Discursos e Identidades Coloniales en los Andes del S.
XVI”. En Los Discursos sobre los Otros, compilado por José Luis Martínez, 127-158.
Santiago: Ediciones Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile,
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- Moreno Pakarati, Cristian, “El poder político nativo en Rapa Nui tras la muerte de los
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Memoria e identidad en Rapa Nui, compilado por Claudio Cristino y Miguel Fuentes,
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