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La constitución nacional dijo poco pero a su vez mucho, menciono un mandato constitucional, vinculado al sistema de
justicia, con mayor énfasis al sistema de justicia penal, diciendo que los juicios criminales deben terminar por jurado. Es
un mandato constitucional que esta desde 1853. Al referirse al sistema acusatorio, claramente la constitución hace
referencia al sistema acusatorio porque el jurado responde al paradigma del modelo acusatorio, el jurado es la máxima
expresión de la participación ciudadana en el modelo de justicia.

La formación del abogado es del litigio, no nos formaron para ser abogados del conflicto, para gestionar y pacificar. El
ncppf alude expresamente a la visión de la gestión de la conflictividad.

Se debe entender al sistema penal como una instancia de solución de conflicto social, de buscar la mejor respuesta.

ARTÍCULO 22.- Solución de conflictos. Los jueces y los representantes del Ministerio Público procurarán resolver el
conflicto surgido a consecuencia del hecho punible, dando preferencia a las soluciones que mejor se adecuen al
restablecimiento de la armonía entre sus protagonistas y a la paz social .

El jurado responde a la máxima expresión del paradigma acusatorio, porque es la forma en la que el ciudadano participa
de manera activa en el sistema de justicia federal. Cuando logramos tener un juicio por jurado, logramos democratizar la
justicia. Pero la democratización de la justicia no pasa solo por el juicio por jurados, pasa también por la transparencia
que debe tener el proceso penal en forma completa, porque no solo las decisiones que toma el jurado interesan a la
comunidad.

Función del proceso penal

La realización del derecho penal material, por la razón de complementariedad, el derecho procesal penal es un derecho
realizador del derecho penal material, es la finalidad. También esta previsto como un mecanismo de protección
personal, es decir, las personas que intervienen en el proceso, las que protagonizaron el conflicto están amparadas por
derechos y garantías que tienen que ser resguardados y respetados en el proceso penal; no es sano que por el clamor
social se deje a un imputado en prisión preventiva, se debe buscar un resguardo de las garantías de los imputados, un
reconocimiento de sus derechos pero también la protección de las victimas, en cuanto al reconocimiento real de sus
derechos (función sustancial). La función formal es lo que va a permitir que lo que se reclama se aplique .

Libro

El proceso penal de un estado se vincula en forma directa con la concepción política plasmada en su constitucion. El
estado de derecho impone a los poderes públicos un conjunto de limites y prohibiciones, establecidos en forma cierta,
general y abstracta, para tutelar los derechos y libertades de los ciudadanos. En ese contexto. El sistema penal de un
estado democrático, debe proveer diferentes formas de solución de los conflictos sociales de naturaleza penal, a partir
del respeto a la dignidad humana de sus protagonistas (victima-victimario) y de la ley establecida en resguardo de sus
intereses y del interés general de la comunidad. En cambio, en los estados totalitarios, la relacion estado-ciudadano
parte de la subordinación. El sistema penal constituye una simple expresion del poder punitivo del estado. Los intereses
individuales y sociales no cuentan, lo único que importa es castigar el delito, concebido como una infraccion que implica
un acto de obediencia al soberano.

En la cuna de la democracia se construyeron las bases del proceso acusatorio. Grecia instauro juicios orales, públicos y
contradictorios. Para garantizar la contradicción, establecio el principio de igualdad entre el acusador y el acusado,
asigno a la prisión preventiva carácter excepcional y como expresion del principio de la soberanía del pueblo, establecio
juicio por jurados.

La roma republicana adopto el modelo acusatorio y lo llevo a su máximo esplendor. A los rasgos heredados de grecia, se
sumaron mecanismos de control de la acusación (a través de la figura del pretor) y de duración del proceso (plazos para
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la investigación y para la realización del juicio). El tribunal era presidido por el pretor que dirigía el juicio mientras se
recibían las pruebas y se escuchaba a las partes, acusación y defensa. Al finalizar el juicio, el jurado deliberaba y votaba
sin intervención del pretor, por la absolución, condena o falta de pruebas.

Con la instauración del imperio romano, la soberanía se desplazo de los ciudadanos al emperador y para concretar ese
objetivo político, el proceso acusatorio fue reemplazado por el inquisitivo. Se eliminaron las formas de participación
ciudadana en el proceso, se despojo a las victimas de sus derechos y se suprimio el juicio por jurados. Las funciones de
perseguir y de juzgar se concentraron en el rey y en sus delegados. Se instauro el sistema de persecución penal publica a
cargo de acusadores oficiales y mas adelante se faculto a los magistrados a actuar de oficio.

El proceso penal debía buscar la verdad real a cualquier precio, la investigación era secreta y se documentaba en actas.
La principal tarea del inquisidor era lograr la confesión del imputado y para alcanzarla se justificaron algunas formas de
tortura. Se establecio el sistema de la prueba legal o tasada como modo de valoración probatoria y se asigno a los
recursos el efecto devolutivo, a través de ellos la jurisdicción se devolvía a su titular, el monarca.

Con el correr de los siglos, el sistema inquisitivo se fue consolidando como modelo de enjuiciamiento.

Las bases constitucionales

La constitucion nacional de 1853 nacio inspirada en el ideario iluminista del siglo xviii no dejaba espacios para el
autoritarismo. No obstante la claridad de los mandatos constitucionales, a la hora de reglar esos principios en las leyes
penales formales, el código procesal penal de la nacion de 1888 y los códigos de procedimientos adoptados por las
provincias, se apartaron de la línea ideologica trazada en la constitucion nacional y en lugar de acoger el modelo
acusatorio, adoptaron sistemas procesales de marcado corte inquisitivo.

Con la reforma constitucional de 1994, argentina volvió a ratificar su compromiso con los derechos humanos, elevo a la
máxima jerarquía normativa a los tratados internacionales de derechos humanos enumerados en el art 75. Inc 22 de la
C.N y doto de rango constitucional a los procesos judiciales de amparo, habeas data y habeas corpus.

Los tratados sobre derechos humanos forman parte de las bases políticas de nuestro estado, ellos enriquecen y
complementan el sistema de garantías que se hallaban plasmadas en el texto originario de nuestra constitucion. Sin
embargo, el sistema penal sigue transitando por un camino diferente.

El código procesal penal de la nacion y los códigos procesales penales de algunas provincias argentinas, lejos de reglar
las garantías establecidas en el sistema constitucional, siguen siendo una fuente de violaciones sistemáticas a los
derechos humanos allí reconocidos.

Frente al sistema de garantías emergente del texto actual de la constitucion nacional, en la estructura federal de nuestro
estado coexisten diseños procesales tan disimiles que diluyen el principio de igualdad ante la ley .

Funciones del derecho procesal

Función material: El derecho penal material establece los principios que regulan la aplicación de la ley penal en todo el
territorio nacional. El código penal en su parte general consagra las reglas de aplicación de la ley penal, regula las enas y
la reparación de daños causados por el delito, la responsabilidad y la participación criminal, y establece las bases del
ejercicio de la acción penal. En su parte especial, establece un catalogo de conductas que se encuentran prohibidas por
afectar bienes jurídicos determinados y prevé escalas para las sanciones correlativas a cada una de ellas.

El derecho procesal penal tiene la delicada misión de reglar las garantías delineadas en el sistema constitucional para
cumplir su función realizadora del derecho penal. Las garantías constitucionales, al mismo tiempo que limitan al poder
punitivo estatal tienen la finalidad de dar una respuesta al conflicto social en el que reside la imputación penal.
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El derecho procesal penal pertenece al área de los derechos de realización, específicamente de realización penal, en
tanto se lo define por su función de regular el procedimiento mediante el cual se verifica, determina y realiza la
pretensión penal estatal definida por el derecho penal o se apunta, sintéticamente , que la realización del derecho penal
es la tarea del derecho procesal penal.

Función formal: las normas del derecho procesal penal son normas potestativas. Ellas disciplinan los actos que integran
necesaria o eventualmente un procedimiento, disponiendo sobre el modo, tiempo y forma en los cuales deben ser
llevados a cabo para obtener ciertas consecuencias jurídicas, sobre la competencia de los órganos públicos que ejercen
la función penal del estado para realizar alguno de ellos o las facultades de los particulares intervinientes en el
procedimiento para llevar a cabo otros. Sin estas reglas no podríamos distinguir una sentencia de la opinión de un juez.

Dentro de una ley procesal se halla por excepción, disposiciones atípicas, preceptos que tienen toda la estructura de una
norma de deber, por ejemplo los códigos procesales penales y las leyes de organización judicial contienen casi siempre
reglas punitivas para la inconducta procesal de los intervinientes en un proceso concreto. Esas normas no son reglas
procesales, la sola inclusión en una ley procesal no les da categoría de normas procesales típicas por mas necesarias que
sean. A nadie se le ha ocurridos que las normas penales que definen y amenazan con pena el prevaricato, la denegación
de justicia, el falso testimonio sean reglas procesales pese a tutelas bienes jurídicos pertenecientes al procedimiento
judicial y deberes muchas veces impuestos por las necesidades del derecho procesal porque su estructura y función no
pertenecen al derecho procesal.

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