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UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CENTROAMERICA

COMPONENTE DENOMINACIONAL
GRUPO2
EL SALVADOR

ASIGNATURA: CREENCIAS CRISTIANAS


DOCENTE: PR. DAVID MACARIO FLORES
ALUMNO: MAYRA VIDAL GONZÁLEZ
COLEGIO: MODELO ADVENTISTA, ZACATECOLUCA, LA PAZ.
CUESTIONARIO.

1. ¿Tiene entonces el Trinitarismo (Tres Personas divinas y no solo una) base en el


paganismo, en el catolicismo o en la Escritura? Explica la base bíblica que respalda
la concepción de una pluralidad dentro de la Deidad.
2. ¿Cómo entiendes la unidad de la Deidad? (Es decir, cómo es que Dios es “Uno”
siendo Tres).
3. Explica en qué manera Dios ha predestinado a la humanidad y cómo se relaciona con
la presciencia divina y la libertad humana.
4. (Luego de estudiar la creencia sobre Dios el Hijo) Explica brevemente la profecía que
nos revela el tiempo del ministerio y muerte del Señor Jesucristo.
5. Di cómo explicarías a otra persona la base bíblica que existe para argumentar que
Jesús es verdaderamente Dios.
6. Di cómo explicarías a otra persona la base bíblica que existe para argumentar que
Jesús es verdaderamente humano.
7. ¿Qué significa el hecho de Jesús adoptó la “semejanza de carne de pecado”?
8. Explica como fue la experiencia de Cristo con las tentaciones y la posibilidad de pecar
que tenía.

DESARROLLO

1.
La base del Trinitarismo se encuentra en la Biblia, que da por sentado desde
Génesis 1:1 la existencia de Dios.
El Antiguo Testamento no es explicito con respecto a la pluralidad de la
Deidad, sin embargo, se pueden utilizar textos bíblicos que demuestran desde el
principio esta realidad de “tres Personas coeternas, vinculadas por una relación
misteriosa y especialísima” (Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, página
35). Algunos de los pasajes de la Biblia que se pueden utilizar para darle argumento
a esta posición teológica son: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Gén. 1:26);
“He aquí el hombre es como uno de nosotros” (Gén. 3:22); “Ahora, pues,
descendamos” (Gen. 11:7); Gén. 1:2, Isa. 42:1, Isa. 48:16, Mat. 3:13-17, Mat. 28:19,
Jn.14:16, 26 entre otras citas.

2.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres, únicos en su naturaleza, y únicos
en su clase, son coeterno. Y se convierten en uno ya que están unidos en su relación
de amor y en una relación práctica donde cada uno ejecuta un rol importante en el
desarrollo del universo. Están unidos en propósito y espíritu.

3.
Dios determinó de antemano que la humanidad fuese creada a imagen de su
Hijo (Rom. 8:29, 30) con el deseo de llamarlos, justificarlos y glorificarlos. Con el
anhelo de salvar a todos, como lo declara la Biblia en 1 Tim. 2:4 y 2 Ped. 3:9. También
podemos entender que una de los atributos de la Deidad es la presciencia divina que
permite contemplar el futuro sin cambiarlo, y que nunca viola la libertad humana; es
decir el hombre tiene libertad para escoger que realizar sin que la Deidad cambie el
rumbo de sus decisiones, lo que ellos si hacen es perdonar sus equivocaciones y
darnos nuevas oportunidades.

4.
La base Biblica para argumentar el tiempo del ministerio del Señor Jesucristo
y su muerte se encuentra en el libro de Daniel 9:24 – 27, donde se registra la profecia
de las 70 semanas. Allí se toma el decreto del rey Artajerjes para restaurar y edificar
Jerusalén en el año 538/537 a.C. como el inicio de la profecia en cuestión, junto con
la de los 2.300 días, tardes y mañanas. Creemos que el “Mesías Principe” aparecería
483 años después de hacerse efectiva la orden del rey en el año 457 a.C. (69 semanas
proféticas) después de la promulgación del decreto, llegando así al otoño del año 27
d.C donde Jesús inicia su ministerio público después de ser bautizado. Posterior a este
acto a la mitad de la septuagésima semana, en la primavera del año 31 d.C.,
exactamente tres años y medio después murió Jesús en cumplimiento del máximo
sacrificio para expiar el pecado de la humanidad.

5.
La Biblia da evidencias que el Señor Jesús es verdaderamente Dios, algunas
de ellas son: Atributos divinos tales como la omnipotencia (Mat. 28:18; Juan 17:2),
omnisciencia (Col. 2:3), omnipresencia (Mat. 28:20), inmutabilidad (Heb. 13:8),
autoexistencia (Juan 5:26; 1:4; 11:25), entre otros. Sus prerrogativas y poderes
divinos tales como: Creador (Juan 1:3), sustentador o preservador (Col. 1:17), entre
otros. Sus nombres divinos, su testimonio personal, su igualdad con Dios, se le adora
como Dios (Mateo 14:33), entre otras evidencias.

6.
Jesucristo en la tierra fue cien porciento humano y cien porciento divino,
veremos algunas evidencias de su humanidad: Nacimiento humano (Juan 1:14),
desarrollo humano (Luc. 2:40, 52), fue llamado “varón” y “hombre” (Juan 1:30;
Hech. 2:22), tuvo caracteristicas humanas al ser vinculado como “poco menor que los
ángeles (Sal. 8:5; Heb. 2:9), identificado con la naturalez humana (Rom. 8:3), entre
otras evidencias.

7.
Significa que revistió su divinidad con la humanidad, es decir de naturaleza
humana pecaminosa o caída. Pero a pesar de esto nunca pecó, como lo declara Heb.
4:15.

8.
Al participar de la naturaleza humana Cristo fue tentado en todo según nuestra
semejanza. Habia tomado nuestras desventajas, incluyendo la posibilidad de ceder a
las tentaciones. Pudo haber cedido, pero no lo hizo, se mantuvo en constante relación
y armonia con el Padre para evitar pecar y así convertirse en nuestro ejemplo.

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