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ÍNDICE
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Sobre Unamuno
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hizo de las polémicas en las que participó una forma de búsqueda filosófica. 1934 fue el
año de su jubilación, pero dos años más tarde el gobierno de Burgos lo nombró de
nuevo rector de la universidad de Salamanca, debido a sus manifiestos desacuerdos con
la República española. Finalmente fue destituido del cargo de rector debido a su
antipatía por el fundador de la Legión Española. Sus obras completas fueron publicadas
en 1962, y en 1994 salió a la luz la novela inédita Nuevo mundo.
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Resumen de la obra
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voluntad del hombre.
Para Unamuno, todo aquello que atente contra la memoria y la tradición, atenta
contra el propio hombre y contra el pueblo. Igual que en el hombre se da la
contradicción entre lo racional y lo espiritual, en los pueblos ésta también aparece, por
ello, la vida para Unamuno está repleta de contradicciones, y son características de ésta.
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lo espiritual, ya que supone un estudio constante sobre el lugar que ocupamos durante
nuestra vida, y frente a ella, porque el más trágico problema al que se enfrenta el
hombre es el sentimiento trágico de la vida, con el que tiene que reconciliarse.
4 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.70.
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es social y común.”5
5 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.70.
6 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.79.
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III. El hambre de inmortalidad.
7 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.83.
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IV. La esencia del catolicismo.
En el cuarto capítulo Unamuno se propone exponer las soluciones por las que
optó el catolicismo a la hora de tratar el hambre de inmortalidad que caracteriza al
hombre, además de parte del origen y la evolución de éste. El cristianismo en Roma
surgió a partir de las tradiciones judaica y helénica, éste cristianismo se denomina
anescatológico, ya que se caracteriza por la ausencia de fe en la vida más allá de la
muerte. Esta falta de fe se debe al hecho de que cuando los griegos descubrieron la
muerte se dio en ellos un hambre de inmortalidad, que provocó un estado espiritual
inmaduro a partir del cuál surge un sentimiento trágico de la vida, dónde se sitúa el
origen del Dios vivo. En el principio del cristianismo, Dios poseía la cualidad única de
la inmortalidad, y a partir de esa idea se formó el concepto. Posteriormente, en el
catolicismo se constituyó la idea de resurrección a partir de la figura de Cristo, y ésta
aparece manifiestamente en la Eucaristía. A continuación, el catolicismo dogmatizó su
propia doctrina y pretendía convertirse en una garantía verdadera de inmortalidad a
partir de la resurrección del alma.
8 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.116.
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V. La disolución racional.
Unamuno prosigue y se cuestiona la concepción del alama defendida por Santo Tomás,
como un principio de vida, sustancia simple y que es separable del cuerpo, tal y como
sigue la tradición. Pero el enigma de la razón del hombre, no acepta el alma, ya que la
tendencia de la mente es la búsqueda de la muerte.
9 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.127.
10 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.128.
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Tal y como señala Unamuno, dogmatismo y racionalismo se enfrentan, ya que
lo que se sitúa a la base del modelo cognitivo del hombre es la lógica, y la razón
contradice todo aquello que nos enseña la fe. Unamuno realiza la defensa de que aquel
que busca la felicidad a través de explicaciones lógicas no logrará jamás hallarla, ya que
la felicidad y la libertad del hombre, se dan ambas, en el amor constante a Dios. La
ciencia es por ello un cementerio de ideas muertas para Unamuno, debido a que no
consigue satisfacer el ansia de inmortalidad del hombre. El capítulo termina con el
triunfo de la razón, ésta acontece cuando logra anularse y disolverse a sí misma a través
del escepticismo. El consuelo surge cuando no existen ni la verdad ni la necesidad
absolutas, y se da el momento de desesperación sentimental en el hombre.
Unamuno señala que hay un imposibilidad en su forma plena, que surge del
encuentro trágico entre el escepticismo racional y la desesperación sentimental, de ésto
se genera la vida trágica. Se trata de una vida trágica debido a la dicotomía que la
caracteriza. Si suponemos que la fe en la inmortalidad del alma es irracional, entonces la
ciencia es capaz de destruir el sentimiento y la personalidad que anidan en el espíritu.
La fe, la vida y la razón son tres dimensiones diferentes e interdependientes, por ello el
intento de racionalizar la existencia del hombre lo conduce al suicidio vital, ya que
antepone la voluntad a la razón.
11 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.147.
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Para Unamuno la guerra se caracteriza por ser un factor de progreso efectivo.
Como prueba y evidencia de lo anterior está el hecho de que sin el Evangelio o sin San
Pablo, todos los pueblos de la Edad Media jamás habrían conocido las filosofías de
Platón o Aristóteles. Las tradiciones no pueden caracterizarse tan solo por ser
racionalistas o filosóficas ya que todas se necesitan mutuamente.
12 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.151.
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VII. Amor, dolor, compasión y personalidad.
Frente a su amante, el amor de una mujer se deja ganar, ya que lo concibe como
un sufridor en su deseo; por lo que se trata de un amor valiente y puro, que supera en
ésto al del hombre. Unamuno afirma que el hombre necesita ser amado, y que la única
manera de que experimente un amor espiritual, es compartiendo en padecimiento de un
mismo dolor con otro semejante; sino es capaz de compartir ese dolor, entonces se
elimina la posibilidad de la compasión hacia los otros y de su universalización. El
hombre quiere que lo compadezcan, y compartir lo que siente. Si un hombre
experimenta unicamente el amor carnal, entonces las dos almas no logran fundirse, y
permanecen ajenas la una a la otra, debido a que la sensualidad que confunde los dos
cuerpos carnales produce una separación entre ellos. Unamuno hace de Dios, en este
capítulo, la personalización del todo, ya que es la conciencia que quiere liberarse del
lastre de lo material. Así hemos personalizado al todo, lo hemos convertido en Dios,
para no caer ante la nada.
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siendo como es de ella hermana.”13
13 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.184.
14 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.209.
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Unamuno afirma que la razón destruye y la imaginación integra; se trata de una
relación de reciprocidad, ya que la imaginación por sí sola nos confunde, y la razón nos
aleja de Dios. La creencia en Dios implica su existencia, y debido a ésto se genera la
esperanza que da lugar a la fe, en el hombre.
15 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.216.
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ella su función de agota. Unamuno afirma que también hay una verdad estética que es
opuesta al disparate, y religiosa que es opuesta a la desesperanza.
16 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.220.
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en la relación que cada hombre particular tiene con Dios. El anhelo de la totalidad es la
religión, y la piedad que caracteriza al cristianismo es el vivir en comunidad con Dios.
La apocatástasis es ese estado en el que Dios ha llegado a ser todo en todos, o lo que es
lo mismo, se realiza una humanización de todo lo divino, o por el contrario, una
divinización de todo lo humano. La anacefaleosis es la unión de todos los hombres en
El Hombre, en la humanidad personificada, o lo que es lo mismo, en Cristo, como la
conciencia universal. Sólo existe una forma de que el hombre soporte la vida que le ha
tocado vivir, y es a través de la creencia en la vida eterna, con el mantenimiento del
anhelo de perpetuarse en la inmortalidad.
En este capítulo Unamuno se defiende de los posibles lectores que lo lean como
un sin fin de contradicciones insalvables. Unamuno afirma que se caracteriza por ser
contradictorio, se define como un hombre de duelos que afirma contrarios, y que
pretende conciliar lo que su cabeza dice y lo que late su corazón. Y es que todos los
hombre se caracterizan por ésto, porque el patrón de su pensamiento se traslada a su
vida, y los pensamientos de los hombres tienen una orientación utilitaria. Los hombres
como seres, tienen el derecho de protestar por su finitud y de describirla como un hecho
injusto. Además sino hay que o quien los reemplace, no hay motivo por el que
desaparecer de esta vida. Unamuno anima a los hombres a pelear quijotescamente
17 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.272.
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contra el destino. Existen tres clases de pesimismo, el primero es el ético que se opone
al bien moral, el segundo es el eudemonístico o económico, y el tercero y último es el
religioso que desespera de la finalidad del hombre en el universo, que consiste en que el
hombre se salve y se perpetúe en la eternidad.
El amor al prójimo implica el deseo de que éste sea como yo, ya que el hombre
en la imposición de sus ideas es cuando recibe las del resto, y en esto consiste el
esfuerzo del hombre por imponerse al otro, que es lo que logra el sentido religioso de la
colectividad, y es lo que posibilidad entre los hombres la solidaridad. Unamuno propone
18 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.273.
19 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.287.
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en este punto, el panarquismo, éste consiste en que los hombres se divinicen los unos a
los otros, en el esfuerzo colectivo de inmortalizarse y que está relacionado con la
relación de dominación en el resto de los hombres. Finalmente realiza la comparación
entre la moral religiosa y el anarquismo, que también hace referencia a la patria, la
tradición y de esta forma defiende el sentimiento trágico de la vida en el hombre.
En esta parte final del libro, Unamuno nos pone como ejemplo de todo lo que
nos ha estado exponiendo, a Don Quijote como muestra contenida en la literatura
española, de ese sentimiento trágico de la vida, a través de la lucha de este personaje por
la persistencia en la realidad de la vida. Don Quijote no se resiste al espíritu infinito y
arriesga su vida durante toda su persecución. Unamuno realiza de forma concisa un
resumen de la historia de la literatura española y europea en general. En la segunda
mitad del siglo XIX, tal y como relata Unamuno, se produce una época de ciencia,
técnica, y en general de progreso, revolución y reforma. Unamuno retoma la cuestión
del Quijote, y afirma que el héroe del pensamiento español no es de carne y hueso, sino
que es ficticio, por lo que cabe diferenciar dos tipos de Quijotes; en primer lugar está el
Quijote que muere y se convierte, y en segundo lugar está el Quijote que no muere y
hace el ridículo. Para Unamuno el verdadero Quijote, es aquel que se ríe de sí mismo y
que hace reír al resto, de ésta forma vence a la ciencia ya que no tiene necesidad de ella.
El Quijote pelea por conquistar el reino espiritual de la fe a través de su locura, y hace al
hombre cuerdo.
20 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.317.
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comicidad, y lloró sus pecados, pero el inmortal,
comprendiéndola se sobrepone a ella y la vence sin
desecharla.”21
Valoración personal
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inmortalidad, o no. Unamuno, como hombre cristiano, hace de la religión el soporte del
hombre ante la tragedia de su existencia, pero bajo mi punto de vista, también es posible
que el hombre sea su propio soporte ante el sufrimiento y una vida que sin duda, algún
día acabará.
22 Unamuno, Miguel, 2011, “Del sentimiento trágico de la vida”, Barcelona, Austral, pág.63.
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Bibliografía
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