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Dosier
La Guerrilla Antifranquista
El Maquis Español
Recopilación de materiales
V. Antonio López
Madrid 2012 – 2014©
Para el Archivo de la Memoria Histórica de La Comuna
Se puede reproducir, copiar, se alienta la difusión, si se hace sin ánimo de lucro y citando su procedencia
original
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
ÍNDICE
CAPÍTULO PÁGINA
Presentación 5
Mañana España - Historia oral de la guerrilla antifranquista – 1945-1952 9
La Federación de Guerrillas de Galicia-León 21
La Guerrilla Asturiana-Cántabra 31
La Guerrilla en el País Vasco 57
La Guerrilla en el Alto Aragón - Comarca del Berguedá - Bages 61
La invasión del Valle de Arán 69
La Guerrilla Levantina- Aragonesa – A.G.L.A. 75
La Guerrilla en Andalucía Oriental (Málaga-Granada) 93
La Guerrilla en el Campo de Gibraltar – Cádiz - Málaga 113
La Guerrilla en Sierra Morena – Badajoz - Córdoba 129
La Guerrilla en la Zona Centro – Toledo – Extremadura – Madrid - Ávila 133
De la Historia oral familiar – Guerrilleros de retaguardia 155
La Guerrilla en La Mancha – Ciudad Real – Cuenca – Albacete 161
La Guerrilla Urbana 165
Epílogo - Cifras finales aproximadas 189
Agradecimientos 191
LA INVESTIGACIÓN EN INTERNET
Internet puede ser una herramienta de extraordinaria importancia para abordar el estudio de la
guerrilla antifranquista en España. A través de Internet tenemos acceso a páginas y enlaces
que ofrecen una gran cantidad de información que en algunas ocasiones no podrían ser
encontrados mediante otras fuentes más tradicionales. También nos permite elegir entre un
estilo u otro, comparar datos y confirmar otros. La red nos aporta un modo distinto de
acercamos al universo informativo, y más concretamente al fenómeno del maquis en nuestro
país, que lo hace diferente del resto de medios tradicionales utilizados a la hora de indagar
sobre la resistencia antifranquista en el interior del estado español. Además, Internet aporta
una característica sin duda enriquecedora como es la actualidad, ya que las páginas son
actualizadas periódicamente, aportando datos que facilitan el estudio día a día de la historia e
investigaciones acerca del maquis.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
DEDICATORIA
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
PRESENTACIÓN
“Sin memoria, cada noche es la primera noche, cada mañana es la primera mañana,
cada beso y cada abrazo son los primeros de nuestra vida”.
Alan Paige Lightman (1948) (Físico y escritor norteamericano)
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EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
En color rojo las zonas guerrilleras, en amarillo las capitales de provincia con guerrilla urbana
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Escojo el prólogo del libro “Mañana España: historia oral de la guerrilla antifranquista
(1945-1952” de Hana Bortlová, porque nos puede servir de introducción al mundo del
guerrillero español, los relatos en primera persona del interlocutor de Hana, nos inician sin ese
halo romántico que siempre rodea las historias del bandolerismo español, y nos introduce en
el mundo duro y sacrificado de lo que fue nuestro “maquis” o guerrillero —como a ellos les
gustaba llamarse —, he omitido las notas a pie de página por ser casi todas ellas referencias
bibliográficas y ocuparían mucho espacio. Algo que me llama la atención es que el
interlocutor de Hana se escuda detrás de las iniciales J.M., y no lo entiendo dado el tiempo
transcurrido de los hechos y la fecha del trabajo años 2003-2004. Otro dato que me llama la
atención es la cita de Hana del historiador checo Milan Vanek sobre su defensa de la historia
oral, (sobre todo en los regímenes totalitarios), apoyándose en el hecho cierto de que estos
regímenes hacen desaparecer muchos documentos, ojalá la lean algunos “historiadores” y
algunos jueces, porque en España prácticamente no se le concede ningún valor histórico, a
pesar de la censura férrea y la desidia de algunos archiveros que hemos padecido.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
(A modo de prólogo)
Para el trabajo con “la historia pequeña” —es decir con la historia personal de mi
narrador J. M. — apliqué el método de la historia oral. Visitaba al narrador en su casa a lo
largo de más de un año (de junio de 2003 a noviembre de 2004). En total se realizaron ocho
visitas de aproximadamente cinco horas de duración cada una. La investigación fue conducida
en forma de entrevistas autobiográficas (estructuradas o semi-estructuradas). Las entrevistas
se llevaron sólo en español. Esporádicamente, utilicé también en esta parte de la investigación
algunas informaciones obtenidas del manuscrito de memorias de J. M. que él mismo me había
facilitado.
Historia e historia
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EL MAQUIS ESPAÑOL
cuantitativa) sino “mirar el mundo con los ojos del sujeto”. El objetivo no es la
generalización, sino el enfoque de la particularidad, de la singularidad.
El concepto de “la gran Historia” y “la historia pequeña” está basado en la siguiente
diferenciación: con la Historia entendemos un conjunto de “grandes” historias oficiales
constituidas por los nombres de los gobernantes, denominaciones de pactos o convenios y
fechas importantes de batallas. La Historia con H está basada en el análisis objetivo de datos y
es registrada por eruditos expertos —los historiadores —. Al contrario “la historia pequeña”
es la historia personal del ser humano en la cual están incluidos los fenómenos corrientes de la
vida de cada uno como alegrías y tristezas, esperanzas y decepciones.
La filosofía de la historia oral es presentar la historia de tal modo que no nos deje
indiferentes, que nos podamos identificar con ella humanamente. Es en este aspecto del
método donde para mi está su punto fuerte. Hay sin embargo otro argumento importante de
por qué, aparte de los métodos tradicionales, decidí utilizar el método de la historia oral. La
historia oral es frecuentemente insustituible en las situaciones donde otras fuentes no están
accesibles o incluso son inexistentes. En tales casos el testimonio oral puede ser la única
fuente de información sobre algún acontecimiento histórico. En su ensayo sobre las
posibilidades y los límites de la historia oral el historiador checo Milan Vanek dice:
“El método de oral histórico tiene su importancia específica para la investigación de las
sociedades totalitarias y post-totalitarias donde no existe la pluralidad de fuentes y donde
prevalecen documentos de procedencia estatal y de partido los cuales, además, sólo
registraban aquellos eventos que sus autores consideraban importantes para ellos. Tal fue
también el caso de la España franquista donde el tema de la guerrilla no ha sido tocado
hasta tiempos muy recientes”. Milan Vanek
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Hasta la mitad de los años noventa del siglo XX el tema de la guerrilla y los temas
relacionados con ella (por ejemplo la estancia de los españoles en los campos de
concentración franceses o su participación en la liberación de Francia de los Nazis) se
encontraban más bien al margen del interés en el ámbito universitario. Sin embargo se trata de
temas en mi opinión muy atractivos e interesantes y muchas veces completamente
inexplorados y desconocidos.
En los últimos años aparecieron en España algunos trabajos interesantes con carácter
de memorias, frutos de los mismos contemporáneos del movimiento guerrillero. En la
conciencia histórica checa el tema de la guerrilla española es, a mi juicio, hasta hoy día
totalmente desconocido. He podido encontrar tan sólo dos publicaciones que están vinculadas
a la problemática. La primera es el libro de reportajes de guerra de Jirí Mucha Ohen proti ohni
(Fuego contra fuego) donde el tema de la guerrilla es tratado más bien marginalmente, en
relación con las invasiones en los valles de Arán en el 1944. La otra es un estudio de siete
páginas de extensión de Vladimír Nálevka que lleva el título Partyzánská válka ve Španelsku
(Guerrilla en España) y que fue publicado en el 2000 en las Actas de la Universidad Carolina
(AUC Studia Historica). El estudio de Nálevka es una rica fuente de informaciones sobre el
contexto internacional más complejo — habla por ejemplo sobre el papel de Stalin en el
movimiento guerrillero español—, sobre las relaciones entre los comunistas rusos y españoles
etc. Según mis comprobaciones, sin embargo, no ha habido ni hay en el ámbito universitario
checo más personas que han investigado sobre la cuestión de la guerrilla antifranquista.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
En esta parte del trabajo voy primero a esbozar una breve introducción al contexto
histórico. A continuación, describiré distintos momentos históricos (y los fenómenos
vinculados a ellos) de la manera en que he podido reconstruirlos a base de mi investigación
histórica (investigación en los archivos y trabajo con la literatura secundaria) y los completaré
con la perspectiva de mi narrador J. M. introduciendo partes de citas de las entrevistas
transcritas.
La situación que imperaba en España en los años cuarenta del siglo XX suele ser
evocada y descrita como una época de total silencio y de miedo sofocante. Una larga y
silenciosa década durante la cual los hombres y las mujeres se recuperaban del choque de la
guerra civil y del milagro de que habían sobrevivido. Su situación personal completamente
cambiada no permitía que se ocuparan de nada más que de la pura supervivencia. Como si
entre el final de la guerra civil y la primera manifestación de desacuerdo con el régimen
(como suele considerarse la huelga general de Barcelona en marzo de 1951) se extendieran
doce largos años de silencio e inmovilidad. Como si la brutalidad de las represiones de la
posguerra no permitiera ninguna alternativa.
Y sin embargo había una alternativa. El final oficial de la guerra no significó el final
de la lucha y estado de guerra. A lo largo de los años cuarenta se siguió luchando por todo el
territorio español. En las montañas de León, Galicia, Asturias, Andalucía y Aragón, grupos de
guerrilleros declararon la guerra a Franco y su régimen fascista. Nació un complejo
movimiento de resistencia que en muchos aspectos (temporales, ideológicos) correspondía a
otros movimientos antifascistas en Europa (por ejemplo en Grecia o en Yugoslavia). J. M.,
que pasó seis años de su vida en la guerrilla, dice:
J.M.- “Éramos un puñado de hombres que… bueno, tal vez estábamos equivocados pero tal
vez no, y puede ser que no teníamos posibilidades de vencer, pero puede que sí… bueno,
hicimos todo cuanto estuvo en nuestras manos para recuperar España y devolverle su
personalidad política, enajenada por el régimen dictatorial franquista”.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
J.M.- “(…) Poco antes de que cayera Barcelona, se declaró la movilización de la quinta a
la que yo pertenecía. Hice entonces mi mochila y fui a presentarme al centro de reclutas,
pero allí ya no había ni Dios. Las tropas franquistas ya tenían Barcelona al alcance de la
mano y los republicanos se marchaban. Dos días más tarde todo era decidido (…) me quedé
en Barcelona, lo recuerdo perfectamente, hasta el día 26 de enero. En la madrugada de ese
día lie mis bártulos, llevaba muy pocas cosas, cerré la puerta y tiré la llave por encima del
hombro, al tejado, creo y me uní a la riada de gente que llenaba la carretera de Badalona
(…) Marchamos varios días antes de llegar a Francia. La mayor parte del viaje la hicimos
a pie, aunque si también, algunas veces, pocas, nos llevaba alguna camioneta (…) El peor
recuerdo que guardo es cuando… era todavía… antes de llegar a Calella, en el cielo
aparecieron los cazas franquistas y barrieron la carretera llena de gente que se iba a
Francia con sus ametralladoras… hubo muchos muertos y heridos, y ni una ambulancia.
Tenía las manos llenas de sangre pues ayudaba a cargar dentro de una camioneta a los
heridos. Recuerdo que entre ellos había una mujer, tenía un niño, un niñito de tres o
cuatro años, que había muerto. Lo llevaba en los brazos y no quería separarse de él por
nada ni por nadie… Entonces me di cuenta de lo que era ese franquismo, lo odié a muerte
y me juré que nunca viviría bajo su régimen (…)
Frente a la enorme cantidad de gente, el gobierno francés — que en esa época tampoco
se encontraba en una situación muy envidiable — tardó considerablemente en resolver el
problema. La solución que finalmente encontró consistía en la construcción de campos de
concentración (los llamados camps d´internement o camps de concentration). Aunque sus
capacidades parecían ser suficientes en realidad apenas pudieron absorber el número
astronómico de los refugiados que venían cada día de España. De manera masiva, los campos
surgieron ante todo en los primeros meses del 1939, por todo el territorio francés. Los de
mayor capacidad estaban situados en el sudeste del país, cerca de la costa mediterránea. El
campo de concentración más extenso era el de Argelès-sur-Mer el cual acogió
aproximadamente a 100 000 refugiados. La mayoría de los campos (Bram, Agde, Rivesaltes,
Septfonds, Gurs, Vernet, Rieucros) se hallaba en los departamentos de Roussillon y Pirineos
Atlánticos (Pyrénées Atlantiques). Al llegar los primeros exiliados españoles no había
absolutamente nada ni agua corriente y mucho menos instalaciones sociales; ni siquiera las
llamadas barracas, construcciones de madera que más tarde servían de alojamiento. Los
primeros refugiados dormían en la playa, en los huecos que ellos mismos habían excavado y
rellenado de periódicos:
J.M.- “Dormimos en la arena (…) algunos tapados con una manta, algunos con dos, eso
dependía de capacidades de cada uno de buscarse la vida. Sólo luego dormimos bajo el
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EL MAQUIS ESPAÑOL
tejado, en barracas que nosotros construimos. Había muchas enfermedades, mucha gente
se moría, sobre todo la que venía herida de la guerra. Comíamos lo mismo que comían los
soldados, es decir comida del ejército. Patatas sobre todo. Un pedazo de pan, así de grande,
tenías que repartirlo con cuatro personas. A veces nos poníamos de acuerdo con mi
hermano o con alguien conocido y cuando se empezaba a hacer cola para el pan... el pan lo
tiraban desde arriba, desde los camiones y nosotros abajo esperando, y entonces uno de los
dos empujó al que estaba delante esperando su turno, ése tropezó y el otro ya cogió el pan
volante y patitas para que os quiero (…)”.
J.M.- “(…) entonces yo ya llevaba un tiempo en el campo. Voy a lo largo del alambre, iba
buscando algo. Uno siempre iba buscando algo en el campo, tabaco, comida, en fin, algo, y
estoy mirando por ahí y por allá y de repente del otro lado del alambre veo que están
afeitando a los soldados, y mi hermano era soldado, había estado en el frente del Ebro, y
veo a mi hermano allí con la cara llena de espuma y entonces voy para allá, nos miramos y
él me pregunta: ¿Y tú, qué haces aquí? Y yo a él lo mismo le pregunto (…) Miguel era dos
o tres años mayor que yo, y había estado en el ejército republicano desde el año treinta y
siete, y claro, ya conocía algunos trucos de la vida, y además era muy comunicativo, mucho
más comunicativo que yo. Yo aún era muy pequeño y me costaba mucho empezar a
comunicar con gente, pero él no, siempre sabía arreglárselas (…). Y ya no nos separamos,
no hasta el año cuarenta y dos, cuando en el campo alemán, yo me escapé más tarde, y ahí
sí nos separamos (…)”
Sin embargo, poco a poco la organización de la vida en los campos pasaba a las manos
de los refugiados. Ese hecho permitió que surgieran numerosas actividades, incluidas las
políticas. Fueron los mismos exiliados quienes hicieron las condiciones de vida en los campos
más soportables. En algunos campos, incluso, se formaron los llamados barrios chinos, una
especie de mercados donde uno podía vender o comprar casi de todo.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
J.M.- “Que ¿qué hacíamos? Pues qué hacíamos, hija. Nada. No se podía hacer nada. (…).
Sentados en la arena, buscábamos las pulgas… el campo estaba infestado de pulgas… y las
contábamos, quién atrapaba más. Recuerdo una vez haber contado más de doscientas (…).
También las veíamos a través de una lupa… ¿sabías que los bichos esos tienen unos pelos
así de largos, en la espalda? (…) luego hacíamos un hoyo en la arena, y metíamos allí las
pulgas, cada uno sus pulgas en su hoyo, y competíamos a quién le van a salir primero del
hoyo. Ay, Dios mío…como tontos, todo el santo día, mirando las pulgas saltar del hoyo
(…). A veces, llegaban los gens d’armes, o los guardias móviles a caballo, esos eran los
peores, y rayando por allí y por allá, dios mío, como locos, y gritándonos… y nosotros, para
hacerles la puñeta, tendíamos sogas entre las barracas. Las barracas estaban una al lado
de otra así que el espacio que había entre ellas formaba una especie de calle, algo así como
un callejón… pues entre una barraca y otra tendíamos una soga y cuando venía el guardia
móvil a caballo, la tiramos para arriba y él se caía del caballo (…) y nosotros patitas para
que os quiero (…)”.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
La propaganda directa estaba por supuesto considerada como uno de los objetivos más
importantes del movimiento. La más conocida y también la más típica consistía en la
ocupación de los pueblos. Los guerrilleros casi siempre procedían del mismo modo: tan
pronto como obtuvieron informaciones necesarias sobre la localización y la distancia del
Cuartel de Guardia Civil más cercano, sobre la extensión del pueblo, los caminos de escape
etc., bajaron al pueblo y convocaron a los habitantes en la plaza. En esta “reunión” primero
explicaron a los campesinos el sentido y el objetivo de la lucha guerrillera, luego
distribuyeron la propaganda política y finalmente aclamaron la República. Una parte del
grupo se encargaba de vigilar todos los caminos de acceso al pueblo. En cuanto duraba la
ocupación del pueblo estaba prohibido que sus habitantes se alejaran (para el caso que algún
campesino decidiera informar a la Guardia Civil más cercana de lo que pasaba en el pueblo).
J.M.- “(…) Citamos a nuestro enlace al monte por medio de la estafeta que con él teníamos
establecida… y nos informó de todo lo que nos interesaba para que la operación no
fracasara: nombres de los somatenistas, situación de la casa del alcalde que era al mismo
tiempo Jefe del Somatén, la del jefe de falange y la de un somatenista que podía resultar
peligroso… luego nuestro enlace se marchó (…). Oscurecido entramos en el pueblo. En un
callejón detuvimos a un campesino que nos guió hasta la casa del alcalde, mientras que dos
guerrilleros tomaban posición sobre la carretera para en caso que los civiles de El Toro se
presentaran… en casa del alcalde sólo encontramos a la mujer (…) salimos a toda prisa
porque se tenía que llegar al café de la plaza donde se reunían todas las tardes los vecinos
con los caciquillos del pueblo para echar una partida al tute y tomar unas copas (…)
entramos, pues, en el establecimiento, y cuando supimos quién era el alcalde, yo le
comuniqué lo que esperábamos de él y le aseguré que a nadie le sucedería nada si
obedecían nuestras instrucciones (…) luego el hombre se tranquilizó y ayudado por el jefe
de Falange, nos acompañaron por las casas de los somatenistas a los que recogimos fusiles
que fuimos cargando en un mulo que el propio Jefe de Falange nos proporcionó (…) en el
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
café teníamos concentradas a más de cuarenta personas… les explicamos lo que hacíamos
y los objetivos de la lucha guerrillera y el programa del partido comunista de España para
el derrocamiento del régimen y la instauración de un gobierno republicano provisional
hasta que se celebren elecciones libres (…) nos retiramos no sin antes soltar una serie de
silbidos para dar a entender que había más guerrilleros cercando el pueblo”.
J.M.- “El Guerrillero lo editamos en el monte, en los bosques, no. Y te digo que es
imposible que hayan sido 5 000 los ejemplares que sacamos, como se puede leer en algunos
libros. Pues era imposible adquirir tanto papel y tanta tinta (…) porque tienes que tener en
cuenta que cuando iba alguien, algún enlace del pueblo, a por el papel y la tinta, cuando
hacía la compra, provocaba sospechas, si la gente sabía que no trabajaba en ningún
despacho, donde haya necesidad de papel, y eso los guardias lo averiguaban muy rápido,
que no trabajaba en ningún despacho u oficina donde haya necesidad de papel, y entonces
ya le estaban pisando los talones y si volvía a hacerlo, ya lo cogían (…) Así que lo de 5 000
me hace reír. Eran 500 ejemplares a lo sumo (…)”.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
J.M.- “Que ¿qué comíamos? Harina, mucha harina. Me pasé seis años comiendo harina,
tortillas de harina. Harina para desayunar, harina para comer y harina para cenar (…) de
vez en cuando, comíamos arroz, si algún enlace la conseguía, o aceite. Patatas (…) muy
pocas, uno porque pesaban mucho y segundo porque no dan mucha energía. Pero la
harina era muy buena, en fin es muy buena. Yo la sigo comiendo, fíjate tú, es que no me he
hartado de comer harina (…) Hacíamos depósitos de comida. Esos depósitos tenían un
doble objetivo: uno para tener algo de comida de reserva, guardada, cuando se nos
acababa, y el otro para no tener que ir muy cargado. Metíamos el arroz o lo que fuera,
harina, en un garrafón y lo enterrábamos y ahí se quedaba guardado (…) ése era nuestro
depósito. Muchas veces los puntos de apoyo que logramos establecer no podían comprar la
comida que necesitábamos y que les pagábamos. Cada tienda era vigilada por los alcaldes,
somatenistas y falangistas que colaboraban con la Guardia Civil (…) muchas veces eran
los propios tenderos los que llevaban el parte a la Guardia Civil de las adquisiciones que
consideraban sospechosas. Y sospechoso era en estos años comprar tres kilos de arroz,
cinco de harina, dos litros de aceite (…) o dos pares de alpargatas (…) en todos los pueblos
cercanos se conocía al dedillo la situación económica de cada familia campesina.
Campesinos que en toda su vida habían podido comprar un botón, se aparecían un buen
día como compradores y nadie se explicaba cómo sucedía eso de la noche a la mañana. Y
así es que, así (…) comenzaron para nuestro grupo una serie de hambres que nunca nos
quitamos de encima”.
J.M.- “(…) una mañana, Julio que estaba de guardia avisó que llegaban voces desde el
barranquillo. Prestamos atención y al poco oímos una especie de chapoteo en el agua (…) y
una voz femenina entonando unas coplas. Nos aproximamos y vimos una moza de unos 16
o 17 años que estaba haciendo la colada en el arroyo (…) sin saberlo, la lavanderita nos
prestó un gran servicio con lavar sus ropitas en aquél arroyo: todavía no habían hecho su
aparición los piojos pero hacía tiempo que sentíamos la necesidad de mudarnos la camisa
si no queríamos vernos plagados de ellos (…) ya habíamos pensado en lavar nuestra ropa
sucia pero como el arroyo tenía escasa corriente, la espuma del jabón se hubiera quedado
retenida entre las hierbas del ribazo, y eso no dejara de llamar la atención al que lo
descubriera (…) si no se tenía por costumbre lavar en aquellas aguas. Entonces cogimos la
ocasión por los pelos y aquella misma noche hicimos nuestra colada y nos pudimos mudar,
qué buena falta nos hacía (…) y es tan simple lavar una camisa, ¿verdad? Sin embargo en
la vida de una guerrilla (…)”.
Sobre el frío:
J.M.- “En invierno (…) para entrar en calor, no tuvimos otro medio que batir la tierra
helada con los pies o dar vueltas en el espacio del campamento, muy reducido, claro, como
fieras en una jaula… no se podía encender una hoguera porque el humo nos hubiera
delatado a la Guardia Civil, sólo un pequeño fuego para cocinar, entonces nos poníamos
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
todos muy cerca del fuego y todos le dábamos consejos al que estaba preparando la comida
cómo tiene que hacerlo para no hacer humo. Cada uno teníamos algún consejo especial
(…) el caso es que el resultado era siempre el mismo (…) Cuando el terreno que teníamos
delante no era bueno, es decir no habían buenos bosques para escondernos, en estos casos
la travesía de la sierra se tenía que hacer en una noche, lo que suponía una marcha
bastante agotadora (…) máxima en los meses de invierno en que la nieve y las ventiscas la
hacían todavía más dura (…) y a menudo sin otro calzado que un par de alpargatas medio
reventadas, y eso que había nieve hasta la rodilla (…) y luego esperábamos todo el santo
día mojados, temblando de frío, pegados al terreno. Siempre me pregunto cómo es posible
que en todos esos años nadie se murió de una neumonía (…)”.
J.M.- “Bueno… yo no creo ser tan puritano como para que me escandalicen ciertas
situaciones. Y no quiero censurar un hecho que ocurría (…) aunque si en la mayoría de los
casos se produjo de forma fortuita, espontánea y no calculada (…) en algunas ocasiones
las guerrilleras se vieron rodeadas de una aureola de romanticismo, por así decirlo, que
toda lucha, donde la vida está en juego, lleva consigo (…) y creo que la mujer del campo
español a veces buscaba este romanticismo (…) así que así surgían aventuras amorosas
que, sin embargo, tenían poca aceptación entre muchos de los guerrilleros, porque
suponían un gran peligro en cuanto al mantenimiento de la disciplina. Se llegó incluso un
par de veces al extremo de perder algunos puntos de apoyo por estos avances amorosos que
no tuvieron respuesta (…) en fin, creo que si estas situaciones sucedían de forma fortuita,
sin cálculo previo, es difícil criticarlos porque son un resultado lógico de las relaciones
entre personas de distinto sexo… pero sí se puede criticar a quien busque estas situaciones
y con su comportamiento ponga en peligro a los demás”.
Conclusión
Mi trabajo es por una parte descripción e interpretación de “la gran Historia” del
movimiento guerrillero español de los años cuarenta (y principios de los cincuenta) del siglo
XX, y por otra presentación de mi investigación biográfica. La importancia del movimiento
guerrillero para la historia nacional española, su evolución y desarrollo así como su carácter
antifascista (que debería ser argumento final para que sea identificado con otros movimientos
europeos de esa índole) son temas que no voy a profundizar más en esta parte de conclusión.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
eventos históricos vividos y qué impacto tuvieron en su vida personal. En el presente trabajo
sólo intenté esbozar un análisis de la historia oral; mi intención fue presentar la época
histórica estudiada a través de la narración biográfica de J.M. El objetivo de mi trabajo fue
enfocar la experiencia personal e individual del “hombre pequeño” — mi narrador — e
intentar demostrar cómo él crea la imagen del pasado, es decir cómo nace su “historia
pequeña”, y de qué testimonia.
RESUMEN
Una vez introducidos en el mundo de la guerrilla española, nos metemos en harina —nunca
mejor dicho—, empezamos por la guerrilla gallego-leonesa quizás una de las pocas que fue
pluripartidista y no estaba bajo la influencia del PCE, esto que parece a simple vista un
hándicap a la larga pudo ser beneficioso.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Desvinculados de los partidos y sin ayuda externa, los guerrilleros vivían de lo que les daban
sus enlaces y, sobre todo, de los golpes económicos, ejecutados siempre contra personas
afines al régimen franquista, y cuyo resultado se destinaba normalmente a la compra de
armamento en el mercado negro de Portugal. La guerrilla también daba charlas políticas
entrando por sorpresa en los pueblos, y hacía abundantes sabotajes contra los vehículos de
línea y el tendido eléctrico.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
La Federación en 1944
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
La Federación en 1945
La Federación en 1946
El final, 1947
El Pico de la Aquiana y a su falda Montes de Valdueza en los Montes Aquilanos lugares
done "operaba" la partida de Girón.
23
EL MAQUIS ESPAÑOL
****************************
Una vez concluido el relato de los hitos más destacados de la Federación de Guerrilleros
incluiré los datos o testimonios de los guerrilleros más destacados o como diríamos hoy los
que alcanzaron más notoriedad mediática. Este apartado lo titularé; “Personajes más
destacados”, bien por sus hechos o importancia de su trayectoria guerrillera, el primer
personaje que traigo ante el Tribunal de la Historia se llamaba Manuel Girón Bazán, es
curioso que en nuestros días cuando han pasado más de 70 años aún se pinte en los muros de
Ponferrada (León); “Girón Vive”.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
A lo largo de los años se ha creado una leyenda en torno a su figura. Para algunos fue un
héroe luchador contra la dictadura del Ejército, para otros un simple bandolero y otros opinan
que empezó luchando contra la dictadura y termino siendo un bandolero
Nació en la localidad de Salas de los Barrios, en la Valdueza (El Bierzo) (provincia de León).
De familia campesina, él mismo fue campesino.
En 1937, tras ser avisado de que una partida de falangistas, que había matado a una
persona en un pueblo cercano se dirigía a buscarlo a él y a su hermano, decide escaparse,
precipitadamente al monte. En el monte permanece un tiempo hasta que decide unirse al
ejército II República española republicano en el frente de Asturias. El frente de Asturias cae
40 días más tarde por lo que Manuel Girón y su hermano se integran en las partidas de huidos,
con tan sólo 26 años. Era miembro del sindicato Unión General de Trabajadores y, de haber
sido detenido, le hubiese esperado el mismo destino de muchos de sus compañeros del
sindicato, que fueron fusilados. Acabarían por refugiarse en sierra Calva, en los límites entre
la provincia de León y Galicia. Jefe de partida, actuaría en los concejos orensanos de O Bolo,
La Vega, Carballeda de Valdeorras y Viana do Bolo, y también en la comarca zamorana de
Sanabria, y también en El Bierzo y La Cabrera, en la provincia de León.
En el libro escrito por Santiago Macías Pérez: “El monte o la muerte: la vida legendaria del
guerrillero antifranquista Manuel Girón” Edi. Temas de Hoy (2005).
La primera vez que se le da por muerto es en la localidad de Castropodame, comarca
de Bueza, (El Bierzo) en la cual, tras intentar asaltar la vivienda de un médico de la localidad,
cae muerto por éste uno de los miembros de esa partida, que es confundido con Girón. La
Guardia Civil trae a su hermana, Emilia Girón, a identificarlo, ésta, pícaramente, lo identifica
aun sabiendo que no es él, para así ganar unos meses de tranquilidad.
Aparte de esta vez, otras dos veces fue dado por muerto, registrada su muerte en el
juzgado y publicada en los medios de comunicación. Se da por buena la anécdota de que tras
haber sido dado por muerto cerca de Vega de Espinareda (El Bierzo), él leyó la noticia de su
muerte en un bar de la localidad de Encinedo (La Cabrera). En esta ocasión la Guardia Civil
al no fiarse ya de los testimonios de la familia de Girón para identificarle, llevo a un vecino de
25
EL MAQUIS ESPAÑOL
Salas de Los Barrios que no era sospechoso de ser "colaborador" a identificar el cuerpo, pero
después de tantos años en el monte lo confundió, al parecer de buena fe, con otro guerrillero.
La persecución
Todos estos sucesos, más otras escapadas de distintas emboscadas y distintos rumores dan
lugar a que se cree una "leyenda" sobre la figura de Girón, su supuesta "inmunidad" a las
balas y el que se encuentre en todas partes. Esta leyenda hace que el gobierno decida acabar
de una vez con la última resistencia antifranquista, nombrando un mando nuevo en Ponferrada
destinado a acabar con Manuel Girón y su partida, llevándose a cabo una campaña para
acabar con sus "enlaces" entre el pueblo a base de "premios y castigo" para sus delatores y
colaboradores respectivamente.
La partida de Girón fue reduciéndose a lo largo de los años. Muerto su hermano por una bala
perdida en 1946, en 1951, año de su muerte, solo le acompañan unos pocos guerrilleros y su
compañera, Alida, viuda de un amigo que también fue guerrillero.
El último miembro en formar parte de su partida es un tal Cañueto, que entra a formar
parte de ella tras protagonizar un extraño incidente en un pueblo de La Cabrera en el que da
muerte de una manera salvaje y torturadora a dos personas a las que acusa de confidentes.
Este hecho hace que se gane la confianza de Girón y sus compañeros, permitiéndole
integrarse en la partida. Un grave error, ya que tras marchar el resto de la partida a Villablino
para preparar el exilio a Francia (exilio que habían decidido llevar a cabo ante las nulas
perspectivas de supervivencia), quedan solos Cañueto, Girón y su compañera. Acampados
cerca de Los Puentes del Malpaso (también llamado Las Puentes del Malpaso), cerca de
Molinaseca, en El Bierzo, Cañueto aprovecha para dar muerte a Girón y apresar a su
compañera.
Posteriormente la Guardia Civil muestra los cuerpos de dos personas a las que
identifica con Girón y Cañueto, asegurando, en la versión oficial del Consejo de Guerra que
se realizó contra su compañera, que Girón y Cañueto fueron muertos en un enfrentamiento
con la Guardia Civil. La compañera de Girón certifica está versión, pero parece probable que
fue debido a la necesidad de colaborar para evitar "males mayores" delatando a varios
colaboradores que ya estaban muertos en esas fechas. La compañera de Girón, Alida, fue
acusada largo tiempo de haber traicionado a Girón, versión esta desmontada por lo averiguado
posteriormente.
El cuerpo que se muestra junto al de Girón parece que fue el de un prisionero
republicano que estaba "purgando" su pena trabajando en las minas de Wólfram en la
localidad de Casaio (Orense). No se sabe cómo murió esta persona pero sí que le habían
volado la cabeza por lo cual era irreconocible. El dato principal por el que se desmonta la
versión oficial es porque Cañueto aparece muerto oficialmente (existe el certificado de
defunción) en 1966 en un accidente de tráfico en Sevilla, accidente de tráfico que parece ser
que todos los indicios indican que fue casual, por lo que se desmonta otra de las leyendas en
26
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
torno a este suceso que decían que había sido asesinado por la Guardia Civil para que callara
o por los compañeros de Girón como venganza.
Los cuerpos de Girón y el de la persona que hacen pasar por Cañueto son "exhibidos" varios
días en la ermita del antiguo cementerio de Ponferrada, el Cementerio del Carmen, habilitada
la ermita como sala de autopsias. Parece ser que se pretendían dos objetivos con este acto, por
un lado que la población certificara que Girón efectivamente estaba muerto y por otro intentar
capturar al resto de su partida si se acercaban a comprobar la muerte de Girón, lo cual no
sucedió.
Girón fue enterrado junto con el otro cuerpo en una esquina del cementerio municipal
que estaba habilitado como cementerio civil. En 1979, tras la monda 1 de este cementerio y del
adyacente religioso y su traslado al nuevo cementerio, sus restos son guardados y años más
tarde enterrados en el nuevo cementerio de Ponferrada, el Cementerio del Montearenas donde
reposan actualmente. En las calles de Ponferrada aún se pueden encontrar pintadas con la
leyenda: “GIRÓN VIVE”
Natural de León y sindicalista de CNT, colabora desde muy joven con las guerrillas de
Asturias y de Galicia-León, siendo después enlace con las organizaciones clandestinas.
ANGELA LOSADAS
Nace en un pueblo de la montaña leonesa y siendo niña pierde a su padre víctima de los
fusilamientos del golpe militar. Colabora con su madre, primero como punto de apoyo y
después como enlace de la guerrilla galaico-leonesa hasta su captura y presidio.
1
Exhumación hecha en un cementerio en el tiempo prefijado, conduciendo los restos humanos a la fosa o
al osario.
27
EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
ACTUALIDAD
El presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, ha señalado que cuando se
publicó originalmente el trabajo de Reigosa acerca de la guerrilla antifranquista, fue un 'relato
precoz' puesto que, según consideró, en las décadas de 1980 y 1990 apenas había
publicaciones acerca del maquis gallego y existía en España más interés 'por el futuro que por
la historia'. Ahora, en opinión de Villares, la sociedad española 'se acuerda demasiado' del
pasado.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
NOVEDADES
La edición en gallego del libro incorpora, como novedades con respecto a la edición original,
un prólogo a cargo del reportero bélico vizcaíno Manu Leguineche, que, según ha relatado
Reigosa en su intervención, tiene un gran interés por el fenómeno maquis.
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No merece la pena polemizar con personas así, decir que según Villares; “(…) en la
actualidad hay, en la visión de la Guerra Civil, un relato “excesivamente favorable” a los
vencidos,” me parece por lo menos inaudito, deben pensar que los vencedores se merecen
mejor prensa. Mirad la lista de asesinatos en serie y después decirme que tienen de
favorables. Si se mira demasiado al pasado es porque este ha estado demasiado tiempo
secuestrado y amordazado, no es de extrañar que ahora empecemos a conocernos, (el pasado
y los vencidos) porque el presente y los vencedores nos hastían y muchas veces nos devuelven
al siniestro pasado.
Nos trasladamos a otra provincia y otros guerrilleros los del pirineo oriental.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Doce siglos después que comenzara la Reconquista desde Asturias, volvía esta tierra a
alumbrar nuevas levas de bravos guerrilleros, luchadores de la libertad, dispuestos a
quemar en el pebetero de la Patria, sus vidas e ilusiones.
Todo se perdió en una lucha larga y baldía, donde la política o los "politiqueos" fueron
peores adversarios que las tropas regulares, la Guardia Civil, las contrapartidas o los
somatenes: éstos eran el enemigo declarado, el otro, tal vez el más letal, el solapado.
Es deber de todo bien nacido, rescatar del anonimato y la indiferencia a quienes tanto
dieron y tan poco recibieron. Guerrilleros del Norte, siempre tendréis nuestra admiración y el
afecto de nuestro reconocimiento. Vaya a ellos el respeto de nuestro recuerdo. Principales
jefes y grupos guerrilleros. Un holocausto semi-olvidado en el que murieron muchos valientes
sin escapatoria alguna, abrasados por la aviación alemana o atravesados por las bayonetas
marroquíes.
"Nos llevaron a la Plaza de Toros, donde había miles de camaradas en la misma situación
que nosotros. También había prisioneros en El Cerillero, La Iglesiona, El Coto, Falange y
en las cuadras del cuartel de la Guardia Civil de Los Campos. Por las noches, sentíamos
tiros y ráfagas de ametralladora y creíamos que eran partisanos: ¡qué equivocados
estábamos! Los disparos eran en la playa, en La Providencia o en el cementerio de Ceares,
lugares preferidos por las “chekas” (de Falange) para efectuar sus asesinatos. De La
31
EL MAQUIS ESPAÑOL
Iglesiona, por camiones sacaban a los prisioneros para asesinarles en Ceares. La brutal,
salvaje y ensañada represión sobre el vencido comenzaba así en Gijón."
"Llevaríamos quince días en la Plaza de Toros, cuando un día de principios de
Noviembre llegan los Guardias de Asalto en tromba y dando leña a todo el mundo como
siempre. Pero esta vez mandan que los asturianos formásemos dentro de la Plaza.
Creíamos que era una formación más, pero, no sé por dónde se supo, pronto circuló el
rumor de que nos marchábamos. Formar a más de mil personas con edades que iban de los
dieciséis a los sesenta años y con los de Asalto repartiendo leña origina confusión y lleva su
tiempo. Rápidamente, me fui al lugar en el que acampaba, cogí una manta, el macuto con
ropa, la maquinilla de afeitar, el plato y la cuchara, y volví a la formación, que aún tardó
en terminar de hacerse. Igual que yo hicieron otros, y acertamos, pues una vez formados
nos sacaron de la Plaza. Me quedó allí otra manta y casi toda la comida que me había
llevado mi madre, todo lo cual di a los gallegos.
A la salida de la Plaza, una chica, llorando, gritó: “¡Adiós, padre! ¿Dónde te
llevan?” Y al mismo tiempo trató de darle un abrazo. Un guardia de Asalto le pegó una
bofetada, la cogió bruscamente por un brazo y gritando: “¡Hala, roja, tú también!”, la
metió en la formación. La llevó hasta El Muelle y allí la mandó marchar. Fuimos
caminando por Marqués de San Esteban, sin saber si el destino era la Estación del Norte o
El Musel. Sería El Musel. Entre mi amigo Granda y yo, como buenamente pudimos,
llevamos casi en volandas a un señor, ya mayor, de Caravia Alta, el cual estaba enfermo y
muy reumático, por lo que apenas si podía andar. Tiempo después, a este mismo señor lo
trajeron de vuelta del campo de concentración para Gijón y le fusilaron.
En La Calzada, próxima a Cuatro Caminos, había una fuente al lado de la calle.
Varios prisioneros se acercaron a ella para saciar su sed y, al momento, fueron maltratados
por los guardias con toda clase de golpes, patadas y bofetadas. Uno de ellos estaba
bebiendo por un plato, lo que le impidió ver acercarse al guardia que, de un culatazo, le
metió el plato por la boca y le partió tres dientes."
"Siempre demostró el capitán Casariego la fidelidad a sus ideas, pero jamás utilizó
la venganza y la crueldad con sus enemigos. Se hizo notorio su comportamiento con un
grupo de prisioneros “rojos”, capturados por su unidad en los combates de la asturiana
Sierra de Cuera, en el concejo de Llanes. Como sabía que iban a ser fusilados, los llevó a
“tierra de nadie”, ordenó al piquete que disparasen al aire varias ráfagas de fusil
ametrallador y mandó a los prisioneros (jóvenes bisoños de las últimas quintas movilizadas
por los republicanos) que huyesen por el monte. Con aquel fingido “fusilamiento”, salvó el
capitán Casariego una veintena de vidas”
"Mi padre no quiso evacuar. Decía que no había hecho nunca nada malo y que, por lo
tanto, no tenía nada que temer; que solamente había defendido una idea y nada más. (...)
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Cuando acabó todo ya en Asturias, mi padre se vino para casa. No se quiso ni esconder. Un
día, el veintisiete de octubre, estábamos a la hora de comer sentados todos en la mesa.
Picaron a la puerta y él mismo fue a abrir. Eran tres o cuatro falangistas de la “Bandera de
Santander”:
- ¿Eduardo Prieto Menéndez? - preguntaron.
- Un servidor – contestó mi padre.
Entraron y nos registraron toda la casa. Se llevaron todo lo que quisieron: cadenas
de oro, las botas de militar..., todo lo de valor que encontraron. Se lo llevaron a él y,
además, se marcharon cargados de todo lo que les apeteció. No les debió de parecer
bastante, porque al día siguiente volvieron con la disculpa de llevarse la pistola de papá, y
en casa no estaba. Era también la hora del mediodía.
A mi padre, los de Falange, le metieron en un local que tenían donde está el
Banesto de la calle Corrida, pero que se entraba por detrás, por la calle Libertad. Creo que
le llevaron también a un cuartel de la Guardia Civil. Le dieron unas palizas de muerte.
Había un guardia civil que le tenía ganas porque, antes ya de la guerra, mi padre se había
interesado y protegido a un aldeano al que acusaban de haber prendido fuego a la cacería
que llevaba en renta. Mi padre sabía que no había sido él y le escondió en casa.
En el local de Falange, le metieron en un cuarto con más presos. Entró el famoso
“Paco Lunares” y dijo:
-¡Uf, buena redada tengo para esta noche! Me duele el dedo de darle al gatillo, pero
el corazón me pide sangre.
Nosotros lo sabemos porque uno de los que estaban allí se salvó y se lo contó a mi
tío en Méjico. Mi madre fue a ver a una cuñada, Matilde, que era monja Dominica, para
decirle que el hermano estaba preso. Le respondió que no podía hacer nada porque, si se
metía, le quitaban los hábitos; o sea, que para ella eran primero los hábitos que intentar
salvar la vida del hermano.
(...)Mi madre anduvo buscando a mi padre por entre los presos de la Plaza de Toros,
por la cárcel, por todos los sitios... ¡Y ya le habían matado! (...) Mi madre quedó viuda a los
cuarenta años y con seis hijos. Antes de la guerra, vivíamos bien, luego, nos tocó pasar
hambre, necesidades, no poder estudiar (...).
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EL MAQUIS ESPAÑOL
nos quedamos mirando para atrás. Nos dijeron que siguiéramos para adelante y que no
miráramos: Llevaban el cuerpo de nuestro hermano Félix.
A los cuatro o cinco días fue cuando nos soltaron a Remedios y a mí (Benigno) en el
campo de concentración de Figueras. Llegamos aquí el día dos de diciembre, no se me
olvida, porque era el día siguiente de la feria.
También intentaron quedarse con lo que teníamos. Un día, llegó a casa un papel del
Estado diciendo que en el plazo de veinticuatro horas teníamos que entregar la parte de la
herencia que les correspondía a los dos hermanos que nos habían matado."
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Testimonios extraídos del libro: "La libertad es un bien muy preciado" Marcelino Laruelo
Roa Edición del autor. Gijón 1999
Descripción geográfica
Santander, arrollado en pocos días, por las tropas italianas y franquistas decide la
evacuación de sus efectivos humanos y material hacia su vecina Asturias. Recogemos
testimonio del general Gamir Ulibarri donde intenta defenderse de la acusación de abandono
de sus fuerzas y huida a Francia.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
"Este mando decide la retirada con toda premura sobre Asturias, dando cuenta al
gobierno, en radiograma, de aquella retirada y [de la] conducta de los batallones
nacionalistas vascos. "(...) el enemigo logró establecer una cabeza de puente en Barreda,
cortando la comunicación por carretera entre Santander y Asturias. Al tener conocimiento
de la ruptura, se dio por el general jefe del ejército a sus jefes de estado mayor la orden de
evacuación de Santander, aprovechando la flota pesquera, muy numerosa, y otros barcos y
motoras que había en el puerto en reserva para este caso... la operación debería estar
terminada a las 5 de la mañana, para evitar la catástrofe que supondría si el enemigo,
dominase la entrada de la bahía y la actuación de día, en combinación con tierra, de los
barcos facciosos que con el "Almirante Cervera" bloqueaban el puerto.
"Las autoridades, personal de los organismos civiles y judiciales, dirigentes de
partidos y organizaciones, comandancia de las armas y servicios que tenían su destino en la
plaza, así como víveres y 1.200 toneladas de material de guerra salieron en tres barcos, uno
de los cuales, a la vuelta, después de dejar la carga, fue cañoneado y hundido por el
"Almirante Cervera". Otras 1.000 toneladas habían salido anteriormente en tres trenes de
30 unidades cada uno. Todos fueron evacuados aquella noche hacia los puertos de
Asturias, excepto algunos barcos con personal de diversas categorías civiles y militares que,
ya fuera del puerto, contraviniendo las órdenes recibidas, pusieron rumbo a las costas
francesas, privando [al mando] de unas embarcaciones que, al retorno, habrían podido
embarcar más tropas y material.”
Fue Asturias, indiscutiblemente, la patria del socialismo, pues hacia 1890, Pablo
Iglesias creaba en EL Principado los primeros núcleos socialistas y, también en 1910 acogió
la fundación del Sindicato Minero que dirigió Manuel Llaneza.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Caló hondo, desde el principio, entre el proletariado asturiano las ideas socialistas que
venían a llenar el gran vacío de justicia social que existía en todo el país y despertaban las
ansias de libertad e igualdad del proletariado. En esta región se agudizaba mayormente por las
condiciones de dureza del trabajo en la mina que hacían más evidentes las desigualdades
sociales. Mineros y metalúrgicos formaban la gran masa trabajadora que acogió con
entusiasmo el credo redentor del socialismo.
¿Qué significación política, dentro ya del cuadro de las organizaciones extremistas,
tuvo la revolución de octubre?
Puede decirse, que los acontecimientos del octubre 1934 asturiano fue obra casi
exclusivamente socialista. Lo fue, de modo total, en su gestación y organización, bien que
intervinieran a última hora los dirigentes y grupos anarcosindicalistas, y en el momento de
iniciarse la revuelta, los comunistas, que se integraron en un Comité dirigido por los primeros.
La C.N.T. y la F.A.I., salvo en Gijón y La Felguera, tenían en la región relativa fuerza, y muy
escasa el Partido Comunista español; en cambio, el Socialista, con su filial, la Unión General
de Trabajadores, presentaba allí un frente extenso y compacto, y una historia muy nutrida en
fecundas experiencias.
37
EL MAQUIS ESPAÑOL
militar inteligente, que hubiera sido tener preparado el dispositivo para una retirada honrosa y
a la vez provechosa, salvando el máximo de unidades operativas amén de cualquier resto
disperso que se pudiera reintegrar al conjunto del EPR. Este abandono de las mínimas
atenciones por parte de las autoridades republicanas y del Consejo Soberano de Asturias y
León, motivó que la mayor parte de los combatientes no pudieran embarcarse ni en dirección
a otros frentes republicanos ni hacia el exilio. Pero si las autoridades políticas y militares
huyeron en su mayoría y el caos se apoderó de los vencidos.
Según Juan Antonio Sacaluga: "Muchos jefes de batallones se negaron a aceptar el
puesto que se les ofrecía —en el supuesto caso de que pudieran llegar al puerto
correspondiente—, porque en la oferta de sus superiores no iban incluidos los hombres a su
mando”.
Los puertos de Gijón y Avilés estaban colapsados. Esta actitud irresponsable acarreó
que unos 9.000 milicianos se quedaran aislados, sin posibilidad de huida. Como resultaron
fallidos los intentos colectivos de evasión, las montañas asturianas seguían pobladas de
huidos. Predominaban desde 1937 aquellos que habían tenido responsabilidades en las
organizaciones políticas y sindicales de izquierda, o cargos públicos en el periodo
republicano.
Familiares, amigos y pastores les facilitaban la información de los movimientos de las
fuerzas represoras y les proporcionaban el alimento y enseres indispensables para sobrevivir.
Para evitar conflictos y no manejarse en el filo del bandolerismo, pagaban la comida que
necesitaban, dinámica que los diferenciaba del resto de otros huidos españoles. Apenas
llevaban a cabo golpes económicos o expropiaciones (atracos contra personas e intereses de
los franquistas)
Aguantado el primer empuje de la represión, los elementos dispersos, por instinto de
conservación, inician, mediante la búsqueda de la ayuda familiar, una corriente migratoria
hacia las zonas o comarcas de naturaleza, origen de los más tarde focos conflictivos que
dieron en llamarse zonas de huidos.
Esta corriente, partiendo de Asturias, fue en doble dirección, tanto hacia el Este,
Cangas de Onís-Llanes-Potes, buscando su enlace con las partidas guerrilleras santanderinas y
prolongándose por las rutas tradicionales hasta la frontera franco-española, como hacia el
Oeste, Cangas de Narcea-Ponferrada-Monforte de Lemos-Lugo, en busca también de
contactos con algunos grupos gallegos que, ya a partir de 1936, nada más producirse la
Rebelión militar, habían preferido huir al Monte o escapar de momento a Portugal, antes que
incorporarse a las filas fascistas.
En Asturias los huidos alcanzaron una presencia importante sobre todo a partir de que
cayera en manos de los sublevados la totalidad del frente Norte. Perdida Asturias, las fuerzas
gubernamentales del Principado quedaron aisladas. Para su aniquilamiento las tropas rebeldes
hubieron de llevar a cabo las operaciones un tanto apresuradamente, antes de que las nieves
entorpecieran el paso de tropas por los puertos de montaña. Quedarían enquistados en los
accidentados valles cántabros unos dos mil hombres, que actuaron por su cuenta bajo la
denominación de “Ejército de la Reconquista”.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Resistencia pasiva
Al principio entre los huidos asturianos, no había proyecto político alguno ni llevaban
a cabo acciones de tipo guerrillero, y el objetivo consistía en rehuir los enfrentamientos con
las fuerzas de represión. Ni siquiera efectuaron sabotajes contra las tropas acantonadas en la
provincia de Asturias para evitar que fueran trasladadas a los frentes en los que todavía
resistían los republicanos. Los socialistas del monte, ya desde 1937, se habían decidido por
una resistencia pasiva.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
El Poeta y la Guerrilla
A caballo entre Asturias y Santander y con refugios seguros en los Picos de Europa,
surge en 1937 la partida de “Machado", que luego toma el nombre de brigada. Se organizó
por elementos evadidos del campo de concentración de Potes (Santander), Fue su jefe
Ceferino Roiz “Machado”, un carismático maestro de escuela que contó desde el principio
con una docena de guerrilleros. De filiación anarquista, establece esporádicos contactos con
las partidas asturianas de Cangas de Onís, aunque estas relaciones, por diferencia de
ideología, no tienen consistencia. Tienen algunos combates con la Guardia Civil y el Ejército
y pierden cuatro de sus hombres.
En 1943 se incorpora a la Brigada “Machado” Juan Fernández Ayala “Juanín”. Tras
ser excarcelado, intenta rehacer su vida, pero harto del acoso del cacique local, en connivencia
con la Guardia Civil, decide huir al monte. Actuaran por Pendes, Castro-Cillorigo, Tresviso y
Bulnes, En una refriega con la Guardia Civil de Santander pierden dos hombres: uno muerto y
otro apresado. Durante 1942 están completamente inactivos. Cuentan con familiares y amigos
que les auxilian.
En 1943 la Brigada “Machado” toma el nombre de Brigada de los “Picos de Europa”.
Con algunas altas experimentadas, se atreven a operar por los pueblos de Bada, Espinama,
Renedo, Pejanda y San Vicente de la Barquera en la costa. En esta dilatada incursión son
descubiertos y pierden un compañero, luego se irradian por el país asturiano hacia Llanes,
Pendueles y Sierra de Cuera. En 1944 se enfrentan en las proximidades de Panes (Asturias)
con una pareja de la Guardia Civil, hiriendo gravemente a sus dos componentes.
Como ya hemos visto en la página que trata sobre la Federación Galaico Leonesa, los
guerrilleros asturianos establecen contactos con ésta a fin de ver las posibilidades de una
eficaz colaboración.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Los interlocutores fueron José Mata Castro, Arístides Llaneza Jove y Manuel
Fernández Peón. Con los asturianos, aparte de compañeros en las luchas sindicales y de
ideología socialista, tenían relaciones fluidas, y “Gafas”, aunque en territorio leonés, era
miembro del Comité Ejecutivo del PSOE de Asturias en el monte.
Como hasta 1942 los asturianos no habían conseguido organizarse, decidieron corregir
esta situación y, tras las primeras conversaciones, alumbraron la Federación de Guerrillas de
León, Galicia y Asturias, con el firme propósito de hacerla extensiva a Santander.
Pero la vida de la organización fue puramente nominal y efímera, pues leoneses y
asturianos tenían dos formas distintas de abordar la resistencia antifranquista. Mientras los
galaico-leoneses defendían una estrategia hasta cierto punto ofensiva y militar, los socialistas
asturianos eran partidarios de una posición pasiva y fundamentalmente política.
Por otra parte, mientras que la Federación era unitaria y pluralista, los socialistas
asturianos (que se consideraban la aristocracia del monte) tenían el proyecto de formar grupos
exclusivamente de su ideología, como se demostró con el inmediato fracaso del Comité de
Milicias Antifascistas de Asturias, creado junto con los comunistas en 1943 y disuelto poco
después.
En todo caso, era necesario constatar que no existía unanimidad entre los asturianos.
Mientras una corriente defendía una actividad exclusivamente política, otra era partidaria de
la lucha armada, como la que se llevaba a cabo en León. Representaban esta última tendencia
Llaneza y Manuel Fernández Peón —verdaderos “sindicalistas armados”—, mientras que
Mata y Fernández Casas eran partidarios de la primera.
Ni los socialistas asturianos ni la dirección del PSOE en el exilio eran partidarios de la
lucha armada: habían optado por una actitud pusilánime y claudicante incluso la dirección en
el exilio, cuando le era posible, enviaba dinero a los huidos para que no tuvieran que efectuar
golpes económicos.
Utilizaban para el "golpe económico" el sistema ya conocido del anónimo, el cual
consistía en enviar cartas a elementos fascistas o adinerados, fijándoles la cantidad a entregar
y lugar donde debieran depositar las sumas indicadas, siendo atendidos casi siempre. Si
alguno, de primera intención, no correspondía a la petición se le aumentaba la cuota y se le
acortaba el plazo para la entrega, y este segundo envite era suficiente para que enviaran el
dinero.
Pero lo cierto fue que el despacho de cartas produjo resultados gracias a la acometividad de
los comunistas. Los socialistas, instalados en una especie de "parasitismo financiero”,
41
EL MAQUIS ESPAÑOL
aprovecharon el recurso a la acción de los militantes del Partido Comunista para recaudar
fondos entre los franquistas.
Descartada la resistencia armada, los socialistas se dedicaron con una insistencia digna
de encomio, a reconstruir las organizaciones políticas y sindicales en las zonas mineras, su
feudo tradicional gracias al SOMA. En 1943 se llevó a cabo un pleno provincial socialista en
las comarcas mineras en el que se eligió una Comisión Ejecutiva formada por Bernardino
Díaz, Silvino García y Wenceslao Fernández, bajo la presidencia de Florentino Zapico.
Pero la situación resultaba paradójica para los socialistas, que estaban en el monte
armados pero no se implicaban en el movimiento revolucionario contra el franquismo. Los
argumentos para la pasividad parecían consistentes pero, al mismo tiempo, producían disputas
internas sobre el método a seguir.
A finales de 1942. El P.S.O.E., cuyas esperanzas eran grandes para Asturias —aunque luego
cedería y abandonaría, desprestigiado por el P.C.E., intenta controlar políticamente el
conglomerado de huidos ya mencionado. Para ello, además de contar con “Llaneza”, dispone
de Baldomero Fernández Ladreda “Ferla”, quien registra los primeros contados entre los de
mayor significación, tratando además en el curso de los mismos de enlazar con las fracciones
comunistas.
A “Ferla” le apoya Benjamín Fernández “Tito”. Ambos tenían un largo y destacado
historial revolucionario desde octubre de 1934. “Ferla”, además, había organizado un batallón
de milicias con su nombre actuando en el cerco de Oviedo en 1936. A finales de la guerra
civil fue mayor de Brigada y tuvo bajo su mando tres batallones.
“Ferla”, pasado a las filas comunistas, contaría con el prestigio y la influencia que le
proporciona haber sido general del pueblo, desde su escondite de Soto de Ribera de Arriba, en
el que había permanecido desde el final de la guerra civil. Gana para el comunismo a un
antiguo compañero, “Llaneza”. Ambos, ayudados por “Tito”, acuerdan formar el Comité de
Milicias Antifascistas, con la misión de planificar toda clase de operaciones y sabotajes contra
el franquismo, que después deberían llevar a la práctica las partidas de huidos.
42
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
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EL MAQUIS ESPAÑOL
jugaba el tipo por los montes astures los huidos; daba la sensación como si fuesen una rémora
para los políticos del PSOE en el exilio.
Los cuadros enviados desde Madrid en nombre de la UNE o la JSUN impulsaron el
desarrollo del comunismo en Asturias apoyándose en hombres como Antonio Valero,
Venancio del Valle o Manuel Losa Prieto. En 1944 se había creado un Comité Regional que
tenía jurisdicción sobre Asturias, Santander y León. A pesar la las caídas masivas en el otoño
de 1944, un año después ya puede hablarse de una poderosa organización del PCE en
Asturias, dispuesta a reforzar el enfrentamiento contra la dictadura.
De todos modos, pese a las discrepancias entre comunistas y socialistas, en muchas
ocasiones obviaron las diferencias de sus dirigentes y llevaron a cabo juntos numerosos
golpes económicos, represalias contra personas vinculadas al régimen y sabotajes en las
empresas mineras. Indudablemente, siempre asumieron que el enemigo común era el régimen
franquista.
Represión en Cantabria
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
mismos. Los comunistas, por supuesto, aplicaron enérgica y decididamente las instrucciones
del partido, y empezaron a segregar una organización poderosa que mezclaba a guerrilleros
veteranos con jóvenes que admiraban su empuje y que además eran repudiados por los
guerrilleros del PSOE (los socialistas no aceptaban ni siquiera a los enlaces quemados, que
trataban de sacar al extranjero).
Enterrado el proyecto común del Comité de Milicias Antifascistas, las últimas
conversaciones formales entre ambos grupos tuvieron lugar en 1945, año en el que José Mata
mantuvo contactos con Baldomero Fernández Ladreda “Ferla” —el comunista más receptivo
a los planteamientos del PSOE— y con el nuevo hombre fuerte de la resistencia asturiana,
Constantino Zapico. Pero ambas posiciones estaban lejos de encontrarse.
Para contrarrestar la acción policial, los comunistas asturianos apelan a la
reinstauración del antiguo comité Asturias-León-Santander, desentendiéndose por el
momento de la región galaica. Para finales de 1944, la J.S.U.N. en Asturias había pasado a la
historia, aunque no, por su capacidad para reproducirse, el comité del P.C.E., quien tras unos
meses de silencio, volvía a manifestarse —pero concretando a Asturias—, con el control de
las partidas, en las que ya no era ninguna recomendación para la carrera de guerrillero,
recordar la procedencia socialista o anarquista, De todo este laberinto los socialistas no se dan
cuenta hasta casi un año más tarde.
La revista impresa a ciclostyl El Socialista dirigida por las partidas asturianas, en su número
de septiembre de 1945, bajo el título de “Puntualizando”, decía entre otras muchas cosas
dirigidas a los comunistas:
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EL MAQUIS ESPAÑOL
sabe el Partido Comunista: con el Partido Socialista, por separado, nada hay que hacer por
ahora”.
A finales de 1945 y la Comisión político-militar, en la que son miembros dos jefes de partida
ya conocidos, peones de brega de “Ferla”, apodados “Caxigal” y Constantino Zapico
González “Bóger”, teniente del Ejército gubernamental, escondido hasta entonces al amparo
de sus familiares, natural del Concejo de Langreo, pide con urgencia al B.P., el envío de un
cuadro de mandos para remozar las desmoralizadas y anárquicas partidas. Recomiendan como
más acertado que la expedición sea enviada por mar.
Siguiendo con la acción política, el comité provincial impulsó hasta lo inaudito la
acción del P.C.E. A poco de comenzar su funcionamiento dio forma a una titulada Comisión
político-militar, con el fin de organizar sus milicias y guerrillas, pero eso sí, colocándolas ya
bajo la más rígida disciplina del Partido.
Naturalmente que para el desarrollo de estos proyectos el Partido necesitaba el
concurso de elementos capacitados venidos del exterior. Es decir, de Toulouse, donde se
habían diplomado en la “Entrepisse Forestier du Sud-Ouest”.
Por su parte el Comité Nacional del PSOE en Francia aprobó las tesis de los
guerrilleros socialistas asturianos, y fue Eduardo Villegas quien lo comunicó en una reunión
que tuvo lugar en La ReboIlada-Mieres. Entre las resoluciones y sugerencias, sobresalían las
siguientes: que se aplastaran en el monte, que mantuvieran la comunicación entre las
agrupaciones políticas y sindicales socialistas, y que no efectuaran acciones que conllevaran
riesgos para sus vidas o incentivaran la represión. Resoluciones más parecidas a estar más por
la labor de marear la perdiz, que por resolver de verdad los verdaderos problemas que les
acuciaban.
El hecho de que el PCE disolviera la UNE para adscribirse a la ANFD, controlada por el
PSOE, no influyó en el devenir de la guerrilla asturiana. La lucha soterrada que existía entre
José Mata y Manuel Fernández Casas "Lele", seguidores de los planteamientos defensivos, y
Llaneza y Manuel Fernández Peón "Comandante FIórez", partidarios de una mayor
implicación subversiva, se había saldado con el triunfo de los primeros. Pero era una situación
comprometida y paradójica que entró en crisis en cuanto surgieron las primeras dificultades:
se consideraban guerrilleros y vivían como tales pero actuaban como políticos.
En una carta al dirigente socialista José Barreiro del 25 de julio de 1946, José Mata
exponía claramente la situación: “¿Por qué sacrificar nuestras vidas inútilmente? ¿No sería
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
más conveniente señalarnos un cometido o una solución?” La declaración no podía ser más
clara. “Era algo parecido a aquello de que ni contigo ni sin ti tienes mis males remedio”.
Quizás donde radicara el problema del partido socialista estuviera en que quería salvar
la cara en aquella descarada retirada.
Ahora los comunistas tenían el campo abierto y con la formación del Comité
provincial del P.C.E., como aparato propio —libre de competencias— para continuar la
acción política solapada y “guerrillera”, se dio paso realmente a la entrada en una nueva fase
de agitación, pues la determinación de tal campo de acción se redujo, según aspiraciones
momentáneas a sólo al país asturiano.
El acuerdo para la instalación de tal organismo quedó aceptado en el transcurso de una
tercera reunión secreta que también tiene lugar en las montañas del Concejo de Soto Ribera.
El Comité formado enlazaría con el nacional, establecido por aquellas fechas, parte del
mismo, en el famoso chalet de la Ciudad Lineal, de Madrid.
En cuanto a Asturias, quedaría estructurado en dos zonas: la cuenca minera y la zona
de Oviedo hasta Gijón y toda la zona portuaria.
Se cierne la tragedia
Los años 1946 y 1947, fueron años nefastos, pues se produjeron detenciones masivas bastante
sospechosas. Seguramente producto de delaciones. Fuere como fuere, lo cierto es que
ocasionó la disolución de una parte significativa de la infraestructura del socialismo asturiano.
Cuando finalmente las organizaciones políticas asturianas fueron desarticuladas en su
totalidad, fueron los guerrilleros los que tuvieron que hacerse cargo de la FSA a partir de un
pleno en abril de 1948. Esto ocasionó que cuando los maquis huyeron poco tiempo después,
la federación socialista entró en una crisis definitiva.
1946 resultó crítico para la resistencia asturiana, ya que en él fue desarticulado el
aparato político con la detención de Casto García Roza, Celestino Uriarte y Remigio Blanco.
La muerte del primero a consecuencia de las torturas en la comisaría de Gijón descabezó a la
organización asturiana, un golpe del que ya no se repondría. García Roza, junto con Uñarte,
había marcado el rumbo de la resistencia asturiana desde 1945, impulsando una relación
armónica entre el partido y la guerrilla.
En la madrugada del día 21 de mayo de 1947, la tragedia se abatió sobre la guerrilla
asturiana. En el Pico Polio, medio centenar de guardias civiles cercaron a un grupo de maquis
en una cueva. En el combate murieron el guardia civil Antonio Roche y cinco guerrilleros:
Olegario Llaneza Rozada “Gitano”, Francisco Muñiz Rodríguez, Constantino Rubio
González, Manuel Vizcaíno Beberide y José González Ortiz.
Uno de los episodios más decisivos de este trienio, y tal vez de toda la trayectoria de la
guerrilla santanderina, lo constituyó la muerte de Ceferino Roiz "Machado", personaje
medular de la época de los huidos, carismático militante que consiguió evitar el deslizamiento
hacia el bandolerismo de aquéllos y dirigente indiscutido de la resistencia cántabra.
La desaparición de "Machado" en los invernales de Pandébano resultó devastadora
para el maquis, condenado a partir de entonces a la fragmentación en partidas más o menos
47
EL MAQUIS ESPAÑOL
activas pero carentes de una organización superior capaz de unificar esfuerzos y clarificar
objetivos
La muerte de Ceferino Roiz significó también una inflexión en la guerrilla organizada
de Santander. Los restos de la brigada —rebautizada Brigada Guerrillera de los Valles de
Llaneda — se repartieron entre las partidas de “Juanín”, "Gildo” y “Tuerto". Algunos maquis
se pasaron a partidas asturianas, mejor organizadas, y otros emprendieron el camino del
exilio.
A partir de 1947 la guerrilla santanderina renunció a cualquier planteamiento unitario,
y puede decirse que el antifranquismo de los montes a partir de este momento lo encarnarán
de manera más simbólica que efectiva “Juanín" y algunos elementos con los que actuaba
periódicamente. Las otras dos unidades guerrilleras se encontraban también desactivadas a
finales de 1947.
La Brigada Malumbres entró en crisis con la eliminación de Mateo Obra (detenido en
Lujua en 1946) y Raimundo Casar Acebo "Tampa", que murió en 1947. La Brigada Cristino
también resultó diezmada.
Cae el telón
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
la cárcel de Oviedo el 11 de diciembre. A los pocos días de estar en Asturias, los dos
guerrilleros, sometidos a intensas sesiones de tortura, habían aportado la información que
condujo a la localización de Adolfo Quintana Castañón "Quintana” y de Ángel Díaz Diego
“Canario”, que fueron eliminados el 14 de agosto de 1950 en El Pedroso, El 31 de diciembre
de 1950 fue abatido, cuando pasaba la Nochevieja en casa de su compañera sentimental en
Sotrondio, Ignacio Alonso Fernández “Raxau”, en ese mismo año también fue eliminado
Mario Llaneza Rozada “Gitano”.
En el mes de agosto de 1951 se celebró en San Martín del Rey Aurelio otra reunión
entre los guerrilleros partidarios de seguir en la lucha con los planteamientos tradicionales y
los enviados por el Comité Central, que eran favorables a las nuevas directrices. Después de
violentas discusiones, los guerrilleros disidentes fueron expulsados de la organización, y a
partir de entonces cada grupo irá por su lado
Todavía permanecían en 1952 algunos guerrilleros desperdigados por las montañas.
Manuel Rubio González "Rubio", superviviente de las últimas caídas, formó un grupo con dos
enlaces que se habían echado recientemente al monte, “Morín" y “Guaje”. Pero “Guaje” era
confidente de la policía, que estaba detrás de la pista de “Rubio”. El 13 de marzo fueron
cercados en las proximidades de Mieres y eliminados los tres hombres, incluido el confidente
ya sólo quedaba "Ramonón", que fue cercado el 14 de octubre en el poblado de La Camocha,
donde se había escondido, y que prefirió suicidarse antes que caer en manos de la fuerza
pública. Era el último guerrillero asturiano, y su muerte adquirió dimensiones simbólicas.
Por lo que se refiere a Santander, ya no existía guerrilla si no un pequeño grupo de
maquis acosados por las fuerzas de represión. En el mes de noviembre de 1949, alcanzó la
frontera francesa Martín Santos Marcos "Gitano", responsable de la Brigada "Cristino", una
de las tres brigadas cántabras, y de la citada unidad sólo permanecían en suelo santanderino
seis guerrilleros.
Dos de aquellos guerrilleros, Federico Pena Martínez y Dionisio Bejar, fueron eliminados el 2
de junio de 1950 en Vega de Pas. Pero el contratiempo casi definitivo para los restos de la
resistencia se produjo el 20 de octubre de 1952. En un paraje conocido como el Coterillo, en
las afueras del pueblo de Tama-Cillorigo, tuvo lugar un combate en la casa de un enlace entre
tres guerrilleros y fuerzas de la Guardia Civil de Potes. En el enfrentamiento murieron dos
guerrilleros, Hermenegildo Campo "Gildo” y José García Fernández “Pin el Asturiano", y un
sargento de la Guardia Civil, José Sanz. Lograron escapar Quintiliano Guerrero "Tuerto" y
Juan Fernández Ayala "Juanin".
Sólo quedó, el guerrillero más emblemático del maquis santanderino, “Juanín” que ya
se había desvinculado de una organización en ruinas y hacía vida en el monte acompañado
solamente por Bedoya, que se había escapado en febrero de 1952 de un batallón disciplinario
de Fuencarral, en Madrid, y se había unido a Fernández Ayala.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Alberto Bru
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Tras su muerte su alias dio nombre a la 6ª Brigada Guerrillera del Norte. Esta unidad que
actuó durante los primeros años de la posguerra recibió el nombre de 6ª Brigada Guerrillera
Ceferino Machado como homenaje a su primer dirigente, Ceferino Roiz Sánchez
("Machado"), nacido en La Hermida (Peñarrubia, Cantabria), ex alcalde de Peñarrubia y
sindicalista de la UGT en la Electra de Viesgo en Urdón. La unidad también fue conocida
como Brigada Machado, Brigada Machado de los Picos de Europa, Brigada Picos de Europa,
Brigada Guerrillera de los Valles de Llaneda y 6ª Brigada Guerrillera del Norte. Fue abatido
el 22 de abril de 1945.
Francisco Bedoya Gutiérrez, nacido en Serdio, Val de San Vicente, Cantabria, en 1929 - ),
más conocido como Paco Bedoya o simplemente Bedoya, fue un destacado maqui cántabro,
que tras la Guerra Civil Española se "echó al monte" junto a otros guerrilleros, siendo
perseguido por la Guardia Civil durante la década de los 40 y 50. Amigo íntimo de “Juanin”
cae abatido ese mismo año, el 2 de diciembre de 1957.
Ex oficial del Ejército republicano que anduvo huido ya cuando la ocupación del Norte por
los franquistas, en el otoño de 1937. Fue detenido en Santander como indocumentado,
encarcelado y destinado más tarde a la Colonia Penitenciaria Militarizada de Vega de Pas
(Santander), casi en la divisoria con la provincia de Burgos. De allí se escapó en la primavera
de 1940 y con otros fugados formó partida por el lado del Puerto de las Estacas de Trueba, y a
continuación merodeó por la zona de Espinosa de los Monteros (Burgos). Como era natural
de Tresviso (Santander), pueblo situado al pie de los Picos de Europa, la partida fue a instalar
sus bases en este impresionante macizo montañoso. AI principio “Gildo” y sus hombres se
especializaron en el sabotaje de postes de tendido eléctrico de alta tensión. Este jefe de partida
fue uno de los que salieron de España y pasó varios meses en Francia (¿1946 o 1947?)
recibiendo instrucción guerrillera. De regreso recuperó parte de sus hombres que se habían
agregado en su ausencia a la partida de "Juanín”, y reorganizó la suya, pero actuando a
menudo con Fernández Ayala. Durante un tiempo tuvo sus bases en la Sierra de Cuera
(Asturias). Después de enconadas refriegas con las fuerzas represivas, en las que perdería a
sus mejores hombres (en la zona de Arenas de Cabra les, Sotres, Ruenes), “Gildo” es abatido,
junto con su lugarteniente “el Andaluz”, en una sangrienta matanza en el término de Tama, el
20 de octubre de 19522.
2
Dispongo de los detalles de su muerte, por no alargar la nota de “Gildo” no la pongo, si alguien la quiere
tener se la puedo mandar
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Nacido el 27 de noviembre de 1917, era natural de Potes Liébana (Cantabria). A los 17 años
se integra en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). A raíz del golpe militar de 18-J-
1936 se integra en las Milicias Republicanas, en el Batallón Ochandía con el cual entrará
pronto en combate. Terminada la guerra es apresado y condenado a pena de muerte, le es
conmutada por doce años de prisión, en 1943 gracias a una amnistía le conceden la libertad
vigilada, tenía que presentarse todas las semanas en el cuartel de Guardia Civil, estas visitas
se convirtieron en un calvario, vejaciones y palizas para que les dijera los nombres del
Socorro Rojo de la zona, harto de tantas palizas se hecha al monte y se integra en la brigada
de “Machado”. Se da la paradoja de que su madre era la cocinera del cuartel. El 24 de abril
de 1957, en una emboscada de la Guardia Civil, Juan Fernández Ayala cae abatido en la curva
del molino. Quizás el destino quiso que fuese precisamente en La Vega en su Liébana natal
donde su vida diese su último suspiro.
En el mes de julio de 1947, tras un enfrentamiento con la Guardia Civil acude herido en un
ojo al domicilio de Elías Fernández en Vega de Liébana, donde es asistido por el doctor Jesús
Díaz Cuevas. Guerrero pierde el ojo y desde entonces pasa a ser conocido como El Tuerto.
También era conocido como “El Francés” era uno de los sobrevivientes de la Brigada
Pasionaria capturada en El Escudo e integrado en la jefatura de la Guerrilla Machado. Su
auténtico nombre era Venancio Guerrero Fernández natural de Urda (Toledo), murió en la
primavera (16 de abril) de 1953 en Valdediezma (Treviso) por disparos del cabo de la Guardia
Civil, José García Gómez, y este a su vez murió en un enfrentamiento con “Juanin”, se daba
la circunstancia de que fueron amigos de pequeños, las malas leguas dijeron que fue una
venganza por la muerte del “Tuerto”, pero fue pura casualidad. “Juanin” al enterarse mandó
un telegrama de condolencia a su viuda.
**************************
Doy por finalizado el capítulo Astur- Cántabro pero podéis comprender que podía seguir 300
páginas más, pero ese no es mi fin, solo me propongo dar a conocer las calamidades y el
escenario donde vivieron estos hombres y mujeres siendo conscientes de que no tenían
muchas posibilidades de sobrevivir aunque algunos lo consiguieron. Dispongo de bastantes
documentos individuales si alguien está interesado se lo puedo mandar. Paso a otra región
guerrillera, los pirineos orientales.
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maquis quedaron muertos e insepultos en los bosques y nunca sabremos sus nombres.
Todavía ocho meses después de los combates se seguían encontrando cadáveres.
La invasión se inició la noche del 3 al 4 de octubre, cuando pasaron los primeros
guerrilleros, unos 250 hombres de la 54 Brigada. Partieron de Esterençubi y cruzaron la
frontera por Roncesvalles. El primer combate se produjo el día 4 contra un destacamento de la
Policía Armada en Izalzu. Murieron dos policías y el guardia civil que les servía de guía. Los
maquis además capturaron a un sargento y a un número. Tras esta escaramuza y debido a la
presencia de numerosas fuerzas enemigas, el grupo se dividió en dos partidas:
Una, tras llegar hasta Abaurrea Alta, tuvo que retroceder y repasó la frontera el día 8,
liberando al sargento capturado, en Francia. La otra entabló un combate el mismo día 4 en
Vidangoz, en la zona del monte San Fernando, contra una compañía del batallón América
reforzada por dos secciones de la Policía Armada. Murieron 6 maquis y 12 fueron capturados.
Por parte gubernamental cayeron el teniente Ramón Benito Alonso, dos cabos y dos soldados.
La lucha fue muy dura, llegándose al cuerpo a cuerpo. Este grupo posteriormente tuvo otro
encuentro en la borda Zalba contra tropas de infantería. Murieron 2 soldados y 5 guerrilleros,
mientras un oficial resultaba herido de gravedad. Se hicieron 30 prisioneros. En Navascués se
produjo la única verdadera batalla de la campaña, con uso de morteros y ametralladoras
pesadas, pero los guerrilleros lograron romper el contacto. El destacamento, muy debilitado y
sin municiones, se fraccionó y retornó a Francia sin más bajas, salvo algún guerrillero que se
entregó en el puesto de la Guardia Civil de Burguete.
El día 6 se produjo un combate contra el Ejército en Ainzioa, en el valle del Erro, a
resultas del cual el destacamento de 40 maquis se dispersó y retomó la frontera. Dos días
después, ante el complicado cariz que tomaban los acontecimientos, se trasladó al batallón
Legazpi XXIII desde San Sebastián. Las órdenes proporcionadas a su mando establecían que
la unidad debía limpiar de enemigos la zona de Aoiz e Irurzun. El día 9 el batallón tuvo su
bautismo de fuego junto a otras unidades en Arostegi, cerca del paso de Dos Hermanas.
Sufrieron tres muertos y varios heridos, entre ellos un teniente y un capitán. Uno de los
fallecidos era el alférez de complemento bilbaíno Miguel de la Mano, herido gravemente en la
acción y que murió al día siguiente. Era el primer mártir de la milicia universitaria y como tal
se expuso durante años un cuadro suyo en la sala de banderas del regimiento Sicilia. En el
mismo enfrentamiento murieron los soldados Julián Orbegozo e Isidro Angulo.
Tras la liberación de Francia, las unidades de guerrilleros españoles llegaron a contar con más
de 20.000 combatientes. La Dirección del PCE en Francia, el navarro Jesús Monzón, su
compañera Carmen de Pedro, el bilbaíno Luis Fernández, Manuel Gimeno y Manuel Azcárate
decidieron intentar el derrocamiento militar de la dictadura franquista. Parecía que, derrotada
la Italia fascista y con Hitler acorralado, el régimen de Franco tenía sus horas contadas. Una
segunda razón impulsaba a esta dirección: durante la guerra habían actuado
independientemente del Comité Central (CC) del PCE, pero tras la Liberación Pasionaria,
Vicente Uribe y Santiago Carrillo, con el beneplácito de Moscú, volverían a controlar todo el
partido. Una victoria en España consolidaría en sus cargos a la dirección francesa.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
La guerrilla en Navarra
Navarra, por su situación geográfica, era una posible puerta de invasión. Había antecedentes:
ya en noviembre de 1924 una partida de anarquistas había penetrado desde Francia para
intentar derribar la Dictadura de Primo de Rivera. En la Jefatura Provincial de Falange en
octubre de 1944 reinaba la preocupación. Desde la muerte en 1941 del jefe local de
Carcastillo, Heladio Urrutia, no se habían producido acciones violentas. Pero de repente
Navarra se hallaba en primera línea. La consigna oficial de ese mes fue: "Bienvenidos los
tiempos difíciles, porque ellos harán la depuración de los cobardes". Se preveía lo peor,
incluso una invasión aliada, por lo que el jerarca Antonio Lizarza, a petición de las
autoridades militares, preparó 17 partidas antiguerrilleras con casi 2.500 hombres.
Una vez fracasó el intento de invasión, la situación en Navarra era muy peculiar.
Desde Toulouse, el CC ordenó que no se efectuasen acciones guerrilleras para evitar que un
aumento de las fuerzas represivas impermeabilizase la muga. La frontera navarra constituía el
"Sector 2º del Aparato de Pasos del Suroeste". Lo mandaba Manuel Pérez Cortes, quien
contaba con 24 hombres, la mitad de ellos antiguos guerrilleros. En el verano del 45 su
número había aumentado a 40. Su función era pasar hombres y materiales al interior,
eludiendo en lo posible los combates. A pesar de esta consigna, entre 1945 y 1948 se
produjeron encuentros en Lecumberri, Satrústegui, Goñi, Zugarramurdi, Valcarlos, Vera del
Bidasoa, Errazu, Ustarroz...
A veces se trataba de meros encontronazos fortuitos entre los pasadores y la Guardia
Civil. Otras veces consistían en golpes económicos para financiar al partido o en ejecuciones
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Las caídas en el aparato de pasos y en el partido eran frecuentes. En Navarra existía cierta
insatisfacción por pertenecer al Comité Regional de Aragón y no al vasco. Además de las
afinidades culturales, se afirmaba que "en Zaragoza tienen "la negra" y cada vez que se toma
el contacto con ellos, salta el chispazo y a comisaría".
En 1948 el PCE, a instancias de Stalin, decidió abandonar la política de guerrillas.
Para entonces, los datos oficiales en Navarra nos hablan de 35 guerrilleros muertos y más de
200 detenidos, pero indudablemente fueron más. La historia de la guerrilla en Navarra tiene
un epílogo bufo: el 8 de agosto de 1961 un grupo de 14 guerrilleros, mandados por Valentín
González El Campesino, tuvo un encuentro con la Guardia Civil en Irati, en una acción
financiada por los servicios de inteligencia franceses, que querían advertir así a Franco de la
peligrosidad de apoyar al OAS. El movimiento merecía un final más digno.
La actividad guerrillera en el País Vasco es menos intensa que en el resto de España, y los
grupos que lograron entrar se fueron fraccionando tras los sucesivos encuentros, hasta quedar
diseminados y aislados, muchos de ellos volvieron a Francia.
Fue ante todo un error de análisis de la verdadera situación en la que se encontraba el
país al término de la II Guerra Mundial, por una parte el PCE pensaba que los aliados
intervendrían si había un núcleo importante de guerrilleros combatiendo a Franco, craso error.
Por otra parte el gobierno franquista ya sabía que no sería así, lo que propicio poder emplear
toda la represión sobre la entrada de combatientes por el pirineo, solo tuvo que
impermeabilizar la frontera para detenerlos, llegó a tener 2.500 efectivos entre Guardias
Civiles, Falangistas, somatenes y soldados de reemplazo. No obstante pasaron más de 800
guerrilleros que por desgracia fueron cayendo poco a poco, el primer grupo que pasó fue
Pedro Barroso, Regino González, Javier Lapeira, Alfredo Gandía y Marcelo Usabiaga
Jaúregui y un segundo grupo al día siguiente, pasaron otros cinco hombres y una mujer,
Victorina Gastán, todos ellos fueron detenidos por la Brigada de Investigación comandada por
el tristemente célebre y sádico Melitón Manzanas González, colaborador de la Gestapo en la
Francia ocupada. De los dos grupos solo se escapó Alfredo Gandía, el resto fueron juzgados
en consejo de guerra sumarísimo y condenados, Barroso y González con penas de muerte,
todos los demás a 20 años y un día.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Amador Martínez, que enlazaba la Agrupación y Francia; y Joaquín Saludas, enlace entre la
zona de La Litera y la guerrilla.
La AGAA, una organización de “naturaleza un tanto fantasmal” (según Mercedes
Yusta), llevó a cabo algunas operaciones reseñables en las comarcas de La Litera, Ribagorza
y Sobrarbe, como las ejecuciones de los alcaldes de Salinas de Hoz y Arcusa, además de un
transportista de Graus acusado de ser confidente de las autoridades. Lo más significativo de la
guerrilla oscense, sin embargo, fue su tendencia a privilegiar la tarea política en detrimento de
las acciones armadas. Mantenía contacto con los comités comunistas de Monzón (dirigido por
Joaquín Saludas) y Barbastro (Ángel Bellostas), así como Benabarre y Boltaña.
Entre los límites de Huesca y Zaragoza, en los márgenes del río Gállego, actuaba la
denominada partida del Sos, mixta de comunistas y anarquistas que se desplazaba desde La
Peña a los montes de Guara y Cinco Villas (Luna, Biel...). Entre sus componentes se
encontraban “El Sevilla”, “El Sargento” y “El Tuerto de Fuencalderas”.
En general hay una tendencia a asentarse cerca de sus lugares de origen, para
aprovechar los contactos con amigos, vecinos o parientes y para beneficiarse de su
conocimiento del terreno. Esta tendencia manifestó “Villacampa”, natural del valle de La
Fueva. Las detenciones masivas de enlaces a partir de 1946 y el arresto de “Villacampa” a
principios de 1947 situaron a la AGAA al borde de la desaparición, marcando un antes y un
después en la actividad guerrillera de la provincia, sobre todo porque Arasanz llevaba gran
parte del peso de la organización sobre sus hombros.
Tras su detención hubo un momento de perplejidad entre los guerrilleros oscenses, los
que habían pasado con Arasanz desde Francia eran hombres de acción, poco preparados para
la labor política. Ante la falta de cuadros de que adolecía la Agrupación fue Ángel Bellostas,
responsable hasta ese momento del comité de Barbastro, quien se hizo cargo de ella, que
aunque carecía de preparación guerrillera, podía asegurar el contacto con el Comité de
Barbastro. Además el PCE envió desde Francia a Emilio Bistuer, que ocuparía el cargo de
responsable político. Su misión sería la de realizar labores de concienciación política a los
guerrilleros y fortalecer la resistencia a través de una red de enlaces. Entre ambos trataron de
activar una agrupación que se movía en los límites de la supervivencia.
El año 1948 está lleno de deserciones y caídas que llevaron al desmoronamiento de
casi toda la red de resistencia tan trabajosamente puesta en pie. En primavera fueron detenidos
en Blecua, Emilio Bistuer y Ángel Bellostas, que serían posteriormente fusilados en Zaragoza
un año después; en mayo se desmoronó toda la zona del Somontano de Huesca; en otoño, la
policía acabó con la resistencia de Pertusa, Peralta, Alcolea, Torres de Alcanadre, Huerto y en
La Fueva desmanteló la mayor parte de la red.
A principios de 1949 la organización guerrillera comunista prácticamente había dejado
de existir en la provincia de Huesca. Bellostas fue acusado de haber delatado a miembros del
PCE, y durante su estancia en la cárcel se hizo pública en Mundo Obrero una nota firmada
por la “AGLA-sector Aragón” sentenciándolo a muerte “por traidor y delator”, puesto que, se
decía, había sido detenido sin ofrecer resistencia y se afirmaba que se había convertido en
confidente de la policía. Ni siquiera su ejecución acabó con esta campaña de difamación, que
revela la psicosis propia de la clandestinidad en la que vivían los hombres del PCE.
Al mando de la Agrupación había quedado Narciso Villellas, de Alquézar, que murió
poco después de hacerse cargo de la organización, en otoño de 1948, en un encuentro con la
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Historia de un maquis
Igualmente, el grupo de maquis rural que tuvo más eco popular y más calidad fue el de
Marcelino Massana, conocido por "Pancho" entre los maquis. La comarca del Bages y
sobretodo el Berguedà y sus entornos fueron las zonas donde durante seis años la partida de
Massana plantó cara al régimen franquista.
Nacido en Berga el 3 de octubre de 1918, en la calle Reverendo Huch, nº 8, Marcel.li
Massana era el más pequeño de tres hermanos. Perdió a su madre a los siete días de vida.
Entonces le hacía de madre adoptiva, Filomena Solé, "La dida", por la que siempre sentirá
una gran estimación y se arriesgará a visitarla en muchas ocasiones en Berga, en los años del
maquis.
Huérfano a los 5 años, cuando su padre sufrió un accidente en la mina de Vila Forniu,
estará bajo la tutela, desde los 7 a los 13 años, de su tío Joan Massana, sacerdote de Solsona,
que le hizo ir al colegio de "los Hermanos de las Escuelas Cristianas". Después se fue a vivir a
casa de sus tíos de Mas Recaus, en Sallent, donde trabajó un año como ayudante de su tío,
Miquel Guitó, (l'Esmolet de Sallent). Desde los 14 a 16 años, trabaja como aprendiz de
mecánico de Ramón Canudes "El Pixa-Vi" para pasar después a trabajar, también como
mecánico en la empresa textil de "Can Rodergas" en Berga. A los 15 años pertenecía al
Sindicato de la Metalúrgica de la CNT del Bergedà.
Durante la guerra civil, combatió como voluntario, desde el mismo julio del 36, en que
se integró en el Comité de Milicias Antifascistas de Berga. En agosto se enrola en la Columna
"Tierra y Libertad", que lucha en el Frente de Madrid, pasando después por la Columna
"Carot y Castan" que combate en el Frente de Aragón, donde fue ascendido a teniente en
1938.
Así la guerrilla de Massana, contaba con más de 50 bases en masías (Casa rural
catalana) pueblos y ciudades donde los acogían y daban soporte. Al mismo tiempo recibía
información de militantes anarcosindicalistas que arriesgaban su vida, alternando en los bares
que frecuentaba la Guardia Civil. Aún y así, gracias a su movilidad, hacía de Massana un ser
totalmente ilocalizable. Posiblemente, sea el único grupo guerrillero de todo el Estado
español, que nunca tuvo una sola baja, ni muertos, ni heridos, ni prisioneros.
Los pasos de montaña fronterizos que hacían servir los grupos de Massana, para entrar
clandestinamente en Catalunya, eran cuatro: El primero, de Boan, cerca de Aix-Les-Thermes,
cerca de Andorra, entrando por el pueblo de El Serrat, después de siete horas de marcha. A
continuación, en coche, hacia Les Escaldes, y de allí subían al Port Negre, para bajar hasta
Castellnou de Carcolse, el primer pueblo de Catalunya.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Llegaban a las cercanías de la Sierra del Cadí, atravesaban los Rasos de Peguera, y se
dirigían hacía l'Espinalbet, cerca de Berga y llegaban a Les Canals de Sant Miquel, al sur de
Vilada, cuartel general de Massana.
El segundo paso consistía, en hacer el mismo trayecto hasta El Serrat, y de allí a
Aixirivell, pueblo andorrano cerca de la frontera, desde donde bajaban cerca de la Seu, para
dirigirse hacia la Sierra del Cadí. Llegaban a las 4 horas de marcha, a Cornellada y después a
los valles de Tuxent, donde se escondían en masías de LLinàs y de Vellden, pueblos muy
cercanos a Berga.
El tercer paso lo hacían en coche desde Tarascon a Aix-les Thermes o Font Romeu ,y
caminaban hasta el pueblo de Osseja, después de haber descansado en la base de Mas Tartàs
entraban por la Collada de Tosses hasta cerca de Castellar de N'Hug. A continuación,
rodeaban La Nou, y se dirigían a Vilada, y a les canals de Sant Miquel.
Y en el cuarto paso, hacían el mismo trayecto anterior hasta la collada de Sant
Salvador. Atravesaban la frontera, para ir a parar a La Molina, bajando hacía Guardiola de
Berga. De allí, rodeando Vallcabre, y Cercs, llegaban a los Canals de Sant Miquel por Sant
Quirze de Pedret. La primera incursión guerrillera, la hizo con 7 hombres, partiendo de la
base del pueblo de Tarascón, donde se reunían en el "Café des Sports", que hacía de la
Federación Local de la CNT y allí se tomaban las decisiones.
Los siete hombres, conducidos por Massana, iban armados con ametralladoras, armas
cortas y explosivos, forjados por la CNT de Toulouse. Era el agosto del 45 y pasaron la
frontera como siempre por los caminos montañosos hasta el pueblo de Espinalbet, localidad
de veraneantes acomodados.
Entraron en la Iglesia, donde Massana, desde la tribuna dirigió un discurso a los
feligreses que estaban allí, informándoles que harían una recolecta ya que no era justo que
mientras unos habían de subsistir con la cartilla de racionamiento, ellos se permitían el lujo de
veranear. Pasaron la bandeja y abandonaron sorprendidos la iglesia, después que un feligrés
dejará 12.000 pesetas de donación.
¿Cómo era Massana? Era un hombre alto y fuerte, de 27 años, seguro de sí mismo,
generoso y sentimental. Es fácil de comprender su popularidad, y la leyenda que la gente se
formó, sobretodo en el Bergadà, debido a sus acciones espectaculares como la de aquel
capitán de la Guardia Civil de Berga que juró no descansar sin haber liquidado a Massana.
Enterado Massana que el oficial se encontraba en el Bar Colon, (de Berga) se presentó. El
guardia civil tomaba café y copa sentado en la mesa. Massana consumió un carajillo (Café y
coñac) en el mostrador y antes de irse dejó pagada la consumición al capitán de la benemérita,
al cual a la hora de pagar, se enteró que acababa de ser convidado justamente por el hombre a
quien pretendía cazar.
El capitán salió a la calle desesperado, pero, lógicamente el Pancho (Massana) ya
había desaparecido. Pocos días después de estos hechos, alguien con sentido del humor
dedicó al oficial burlado una canción a través de radio Andorra, emisora muy escuchada en
aquellos años.
El éxito de las acciones del grupo de Massana se basaba en la aplicación de una
estrategia muy eficaz, el conocimiento del terreno, palmo a palmo le permitía moverse con
toda seguridad, tenía la prudencia de no hacer bajas inútiles y de no enfrentarse con la fuerza
65
EL MAQUIS ESPAÑOL
de orden público, solamente cuando fue absolutamente necesario; era muy astuto y
desconfiado como para no informar a nadie, ni a los compañeros del itinerario a seguir.
Marcelino Massana era estimado y admirado en el Bergadà, y especialmente en las
pequeñas poblaciones del Cadí. Los pageses catalanes a pesar del enorme riesgo a que se
exponían, le ayudaban con víveres que él pagaba, y cobijo. La guerrilla de Massana participó
en secuestros de personalidades significativas del régimen franquista, sabotajes, atracos a
fábricas y minas.
Pancho, sería durante seis años un mal sueño para los millonarios estraperlistas
franquistas y también para los industriales que aprovechándose de la situación hacían trabajar
de 12 a 14 horas diarias a sus trabajadores. Como guía, los grupos de Massana, llegarían a
pasar más de 50 personas de lado a lado del Pirineo. El viaje más emotivo fue cuando ayudó a
pasar un niño y una niña hasta Toulouse, donde les esperaba su madre. El padre un
comandante republicano había estado asesinado en Mahutasen.
Probablemente la acción más comprometida fue cuando el dirigente cenetista José
Peirats escogió a Massana para que le hiciera de guía desde Francia hasta Berga, donde tuvo
lugar una reunión, que duró varias horas, dentro de un panteón del cementerio de Berga que
servía de escondite de armas, mientras Massana y sus hombres montaban guardia, para
proteger la reunión. De igual manera la vuelta a Francia se hizo sin ningún contratiempo.
De secuestros, hubo dos de importantes: El primero tuvo lugar en el año 49 en Can
Flaquer, casa de campo cerca de Rocafort, propiedad de Juan Fontfreda, alto cargo franquista
de Barcelona, uno de los capitostes del abastecimiento a Barcelona. La casa era una base del
grupo de Massana, ya que el Masover (encargado de la casa de campo) era amigo de
Massana.
Pancho y los suyos sorprendieron al propietario cuando éste llegó y le obligaron a que
un hijo suyo saliera en busca de dinero a Barcelona. Con este secuestro consiguieron 100.000
pesetas. En el segundo en el Hostal del Alcalde de Vinars consiguieron también 100.000
pesetas.
Un año después, cerca de allí, el grupo de Massana se había refugiado en el Mas
Casasaies, habitado por un masovero de la CNT. Se presentaron tres guardias civiles y en el
enfrentamiento murió un cabo de la Benemérita, y los otros dos huyeron. Los masoveros al
igual que los de Can Flaquer tuvieron que ser trasladados al otro lado del Pirineo.
Los sabotajes consistían principalmente en voladuras de torretas de alta tensión. Con
tal de atacar al régimen, intentaban paralizar la economía, y a la vez advertir a la población de
la existencia del maquis. En el verano del 45 en La Nau hicieron volar las torretas de alta
tensión y más tarde lo hicieron en la Plana de Vic.
Siete veces saboteada la conducción de energía de las minas de lignito de Cercs,
también cayeron los depósitos de agua de la fábrica del Bergedà y Beges; y la voladura en tres
puntos diferentes de la línea eléctrica que va de Barcelona a Manresa y Vic.
Los atracos económicos iban dirigidos sobre todo a industriales y adictos al régimen,
así en Malanyeu expropiaron a un rico requeté. En Sant Corneli de Figols, requisaron los
cafés, el junio del 48.Asaltaron las oficinas de las minas de lignito de Cercs. En el 47
igualmente había sido asaltada la fábrica textil de "Senglàs hermanos" en Avià. Por dos veces
en el 47 y 48 asaltaron en Hostalets de les Liofes, cerca de Borradà al jefe de Falange local,
terrateniente adinerado.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
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EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Durante trece días del mes de octubre de 1944, una parte del Valle de Aran, al norte de la
provincia de Lérida, fue considerado terreno perteneciente a la República española y ondeó la
bandera tricolor (gualda, oro y morada) en una veintena de sus pueblos. El general Franco,
reciente vencedor de la guerra civil y Caudillo de España, no se lo podía creer por lo que
ordenó al ejército y a las Fuerzas de orden público que acabasen lo más rápidamente posible
con esa amenaza y con esa invasión.
Fue el 19 de octubre cuando varios miles de combatientes españoles, perdedores de la
guerra civil y exiliados en 1939, pertenecientes en su gran mayoría al partido comunista de
España, entraron en fuerza en el ya denominado valle. Antes, otros cientos lo habían hecho
por el resto de los Pirineos en misiones de cobertura en las contiguas provincias de Huesca,
Navarra y Gerona. Eran los llamados Maquis, aunque ellos prefieren que se les conozca como
guerrilleros. Era gente luchadora que había sobrevivido a la amenaza de Hitler durante la
ocupación alemana de la totalidad del suelo francés, en el transcurrir la Segunda guerra
Mundial, y querían ahora destruir el último foco del fascismo en Europa.
Su intención era la de crear un gobierno provisional republicano, nombrar Presidente
al Doctor Juan Negrín y esperar la gran ayuda que los aliados franceses, británicos y
norteamericanos les habían prometido. Su ilusión, lograr que el resto del pueblo español se
levantase contra Franco y contra el partido único que lo sustentaba, la Falange, aunque no
contaban con el beneplácito del resto de las fuerzas republicanas y del gobierno en el exilio.
Casi lo hacían por su cuenta. Por cuenta del Partido Comunista de España.
Ya, desde hacía tiempo, sabía el ejército y las fuerzas de orden público que algo gordo
se estaba preparando en el sur de Francia, aunque apenas le daban importancia. Los servicios
de información de Franco estaban por todas partes, la Gestapo alemana les ayudaba, y las
diferentes publicaciones comunistas españolas no hacían más que anunciar que la Operación
“Reconquista de España” iba a comenzar. Aun así les cogieron desprevenidos.
De entre los posibles lugares donde consolidar esa república provisional, el valle de
Aran es un territorio español que se encuentra, geográficamente hablando, al norte de la
divisoria de las aguas de los montes pirenaicos, y su comunicación por carretera era mucho
más fácil con Francia que con el resto de España. En aquél tiempo sólo se podía acceder al
mismo desde ésta a través del puerto de montaña La Bonaigüa, cerrado en invierno casi
permanentemente por la nieve y el hielo. El túnel de Viella se estaba construyendo y los
aprovisionamientos de alimentos se realizaban mediante convenios por territorio francés.
Las obras del túnel fueron inauguradas por el rey Alfonso XIII, pero todavía en 1944
no había sido construido nada más que un kilómetro por cada lado. Los tres restantes era una
galería pequeña, llena de piedras y obstáculos, completamente oscura y tamizada
continuamente por una fina lluvia procedente de las filtraciones.
69
EL MAQUIS ESPAÑOL
Otros lugares cercanos para ser invadidos como Llivia o Andorra fueron descartados
por las implicaciones políticas que podrían acarrear. Así que se decidieron por el territorio
aranés, lugar, por otra parte, donde ya se habían realizado otras luchas a lo largo de la historia.
Además uno de los principales mandos de los mandos guerrilleros era de la localidad bajo
aranesa de Bossost y conocía perfectamente el lugar.
En la totalidad del valle solo se encontraba de guarnición un único Batallón de
Infantería, además de la lógica y mínima fuerza de guardia civil y carabineros. Ese Batallón
era el llamado “Albuera” y pertenecía a la División de Montaña número 42 que mandaba el
general Marzo Pellicer. A este lo había enviado allí el capitán general de Cataluña, Moscardó,
que aburrido de oír que no hacían más que pasar maquis al interior cruzando por el valle,
decidió enviar una pequeña fuerza en misiones de información y cobertura en el verano de ese
año.
Esta fuerza desplegó una Compañía en cada uno de los tres puntos estratégicos del
valle: las localidades de Salardú, Viella y Las Bordas, y pronto tuvieron que hacer frente a la
amenaza del maquis. Sobre todo cuando se produjo el robo (recuperación económica, en
terminología guerrillera) a la Sociedad Fuerzas Motrices de Viella.
Hacia los tres estratégicos puntos mencionados dirigieron los maquis los ataques
principales. En Salardú y en Las Bordas se luchó con dureza con diferente resultado. Mientras
que el primero aguantó el envite, el segundo fue tomado por el maquis. Su guarnición al
mando del Teniente Ribadulla no pudo defender la localidad y este oficial, después de
combatir todo el día 19, optó por abandonar el pueblo con sus hombres, cruzar el río Garona y
a través de las montañas llegar herido a las líneas propias.
De esta manera el “bajo Aran” cayó totalmente en manos del maquis, mientras que
Salardú mantuvo al atacante hasta que aparecieron, descendiendo por el puerto de La
Boanigüa, los primeros refuerzos. Todo el Alto Arán y la comunicación con el resto de
España quedaba en poder del ejército. El plan maqui había fallado y sólo se pudieron acercar
a la capital, Viella, por el Oeste. Se presentaron a sus puertas pero sin atreverse a atacarla
creyendo que en su interior había un enemigo muy superior al que realmente existía.
Un hecho anecdótico de ese primer día 19 fue que el mismísimo capitán general de
Cataluña, el general Moscardó, el héroe del Alcázar de Toledo, estaba en Viella; y que el día
anterior estuvo en el punto de mira del fusil de un maqui emboscado cuando llegaba en
vehículo al valle. El capitán general salvó la vida gracias al desconocimiento del maqui sobre
quién era él, y por la necesidad imperiosa de todo guerrillero de mantener oculta su posición
mientras pudiera. Ahora bien, el simple hecho de la presencia de Moscardó el día del ataque
sirvió como revulsivo de las fuerzas defensoras, y sus peticiones de ayuda fueron cumplidas
al instante con los medios que más cerca se encontraban.
Se enviaron al valle todas las Unidades posibles, incluso incompletas, y llegaron tanto
a través del inconcluso túnel, como por encima de la montaña que lo sustenta y a través del
puerto de la Bonaigüa, luchando contra los terribles elementos invernales en este, y contra los
maquis infiltrados en las entradas del primero.
Por el túnel tuvieron que acceder durante toda una noche, después de recuperar el
control de la boca sur del mismo, los componentes de una batería de Artillería con su ganado.
El camino se tornó muy difícil ya que, pese a que solo eran tres los kilómetros que tuvieron
que andar debajo de la montaña, apenas cabían los mulos por las angostas galerías.
70
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Moscardó se marchó del valle a los dos días y ya el general Marzo tomó el mando de
la situación. Habían fracasado dos tentativas de recuperar Las Bordas y el maquis no hacía
más que hostigar Viella. Desde Madrid insistían a Marzo que expulsase a los “rojos rebeldes”
del valle, pero este no disponía ni de las informaciones pertinentes sobre el número de
enemigo que tenía enfrente, ni tenía los refuerzos necesarios que había pedido. No tenía
Artillería ni apenas Infantería. Además había pedido aviación y se la habían negado.
Mientras, en la zona ocupada no se había producido ninguna represalia contra los
guardias y soldados que habían caído prisioneros, ni con el personal civil. Incluso el párroco
del pueblo de Bossot pudo seguir celebrando la Santa Misa, teniendo, eso sí, a dos guerrilleros
en la puerta de la iglesia con la consigna de que al cura no se le molestase. Este contaba con
un gran valedor. Se llamaba Juan Blázquez, era natural de esa localidad, tenía el grado de
General y el apodo de “Cesar”, y parece ser que su presencia en el Valle, desde el principio de
la invasión, hizo que en bastantes ocasiones los maquis se mostrasen con moderación con la
población en general, y con “aquellos falangistas que se hubiesen significado en la represión
de la posguerra”, en particular. Ya durante la guerra civil defendió al mismo párroco haciendo
que se fuese a Francia. Le salvó la vida por dos veces.
En relación con los alimentos niños de entonces recuerdan cómo los maquis se
comieron todas las provisiones que habían guardado los lugareños ante la llegada del
invierno, como hacían todos los años, aunque no hubo más problemas e incluso alguna vez
pagaron lo que se llevaron. Los habitantes de la zona no se levantaron contra el ejército. El
aranés estaba ya muy cansado de tanta lucha, y alguno decía que ya había luchado lo suyo y
sólo quería que su cosecha fuese bien y vivir en paz.
El jefe del maquis se llamaba Vicente López Tovar y era Teniente Coronel. El jefe de
los militares, ya lo hemos dicho, se llamaba Ricardo Marzo Pellicer y era general de División.
Ambos habían luchado en la guerra civil española frente a frente y ambos sabían lo que se
jugaban en ese mes de octubre.
López Tovar creyó que los dirigentes del Partido Comunista le habían tendido una
trampa para acabar con la mayoría de los que había luchado contra los alemanes y se habían
significado en demasía. Por esa razón no atacaba Viella y sólo pensaba en retirarse del Valle.
Marzo sabía que si atacaba, sin los refuerzos oportunos, y fracasaba sería sometido a un
Consejo de Guerra y no deseaba que muriesen soldados inútilmente debido a su impericia.
Por eso optó por desobedecer las apremiantes órdenes de Madrid y esperar a que tuviese toda
la ayuda prevista, aunque tardase más días en expulsar al invasor.
La totalidad de los refuerzos no estuvo en la capital hasta el veintiséis de octubre.
Durante los siete días anteriores se produjeron continuos y constante encuentros de patrullas
de ambos bandos en los bosques de Baricauba, al oeste de Viella, y casi siempre con bajas por
ambas partes. Aunque la acción más trepidante del maquis fue la voladura del puente sobre el
Garona cerca de Artiés, dentro de la zona controlada por el ejército. Allí murieron dos de los
atacantes al explotar las bombas que iban a colocar. El resto pudo huir a pesar de la operación
de tenaza que organizó el general Marzo para capturarlos.
Hacía mucho frío y en esos días nevó intensamente. Los soldados se protegían como
podían. Lo mismo que los maquis. Ambos pasaban hambre, unos más que otros, y ambos
pasaban frío. Luchaban otra vez españoles contra españoles. Aquellos, los soldados, eran
novatos, forzados y sin experiencia de combate, estos, muy experimentados en la lucha de
71
EL MAQUIS ESPAÑOL
guerrillas, aunque sin apoyos en la población, algunos mal vestidos, peor armados y sin fe en
el triunfo.
Por fin el general Marzo decide emprender la ofensiva para “limpiar el valle de
rebeldes”. La Artillería ya había llegado y había tomado posiciones en la Casa Roja (muy
cerca del actual Parador Nacional de Viella). Y desde allí, al alba del día veintisiete, llenó el
valle con el atronador tiro del cañón. La infantería comienza a avanzar siguiendo dos ejes de
marcha. Un puesto de ametralladoras maqui tiene en su punto de mira el paseo principal de la
ciudad y observa la escena desde un alto topográfico. Puede disparar y matar a soldados como
si de una cacería de patos se tratase, pero no lo hace. A saber qué pasaría por la mente de esos
guerrilleros. Ellos, lo decían en sus proclamas, no querían luchar contra el ejército, sino contra
Franco y contra la Falange.
El avance de los dos batallones de infantería fue muy penoso. Nevaba y llovía con
intensidad y el río Garona bajaba muy crecido. Debían progresar a media ladera, cuesta arriba
y bajo el fuego enemigo. Este disparaba y se desvanecía o escondía, luchaban como
guerrilleros y era muy difícil el actuar contra ellos. Sólo progresaron cerca de un kilómetro
después de todo el día de lucha, y apenas llegaron a las cercanías del primer pueblo marcado
como objetivo principal: Vilac.
Esa noche ocurrió un hecho sin precedentes. Mientras los atacantes fortificaban sus
posiciones conquistadas, los defensores dilucidaban si irse o quedarse combatiendo en el
valle. Esa tarde había aparecido en la frontera, en Pont de Rei, Santiago Carrillo, enviado por
Dolores Ibárruri “La Pasionaria”, para poner fin a la invasión y ordenar la retirada.
Orden que ya había dado López Tovar por su cuenta y riesgo la tarde anterior, aunque
le dice a Carrillo que sus miles de hombres esperan una señal para desaparecer del valle, y
que si él lo ve bien, esa orden se da esa misma noche.
Carrillo accede y así se hace. Mientras unos guardan sus posiciones, los otros
comienzan a abandonar el territorio español. Cubren sus espaldas algunos cientos de maquis
que tienen como misión el retardar el avance del ejército. En más de setenta camiones y
andando por los montes, se reintroducen de nuevo en suelo francés casi cuatro mil
guerrilleros.
Los días sucesivos apenas se combate. El maquis se ha ido pero el ejército español no
lo sabe y avanza con mucha precaución. Teme una emboscada a cada recodo del camino,
como así ocurrió en algún barranco, y en no pocos momentos se ven en la lejanía grupos de
maquis amenazantes. Los puentes sobre el Garona han sido volados y es necesario el
repararlos para poder avanzar. El avance es lento y se van ocupando todos los objetivos
previstos en los planes de operaciones.
Por fin el ejército llega a la frontera y reocupa todos los pueblos. La Bandera
republicana es arriada y vuelta a ser izada la roja y gualda. Tienen ganas los mandos militares
de entrar en territorio francés, llegar a la localidad donde se encuentran los maquis y darles
una lección, pero no lo hacen. Saben que las consecuencias pueden ser fatales y se limitan a
despotricar contra los gendarmes franceses que en la frontera se encuentran.
La situación se normaliza poco a poco y el valle se refuerza con gran cantidad de
fuerzas militares. Por contra, los maquis tienen que engañar a las autoridades francesas para
que no sean desarmados, y vuelven de nuevo a la penuria del exilio. Continuarán la lucha por
otros medios después de pasar las consiguientes revisiones de los mandos guerrilleros.
72
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
***************************
Quedo muy enterado del nombre del general franquista Ricardo Marzo Pellicer y también
sabemos el nombre del militar que comanda los guerrilleros; Vicente López Tobar, pero ni
una sola palabra del responsable político de la invasión u operación “Reconquista España”,
nada ni una sola mención. Bueno, tendré que ser yo quién le nombre: Monzón.
Jesús Monzón Reparaz (Pamplona, 22 de enero de 1910 - Pamplona, 24 de octubre de
1973) fue abogado, luchador antifranquista, resistente en la Francia ocupada por los nazis,
político español de ideología comunista y profesor de mercadotecnia.
Tras la Segunda Guerra Mundial en que la llamada Agrupación de Guerrilleros
Españoles (AGE), que había luchado contra los nazis y participado en la lucha de Francia,
se había convertido en un ejército de 10.000 hombres, incluida una brigada vasca del PNV.
Este ejército realizó la Invasión del Valle de Arán en la que entre 4.000 y 7.000
guerrilleros cruzaron los Pirineos, pero sin llegar a crear un territorio liberado. Esta
invasión mal planificada y pésimamente ejecutada, fue desbaratada fácilmente por el Ejército
español.
Monzón retornó a Francia, donde sufrió la desautorización de Santiago Carrillo. El
chivo expiatorio fue Monzón y el que salió respaldado fue Santiago Carrillo, esto me suena.
El PCE no dio mérito a la invasión del Valle de Arán y comenzó la depuración
monzonista. Le convocó a Toulouse donde estaba la dirección comunista para pedirle
explicaciones sobre su política en los últimos años. De camino hacia Toulouse paró en
Barcelona, donde fue protegido por Joventut Combatent, un grupo que daba apoyo y
cobertura a la rama guerrillera del PSUC. Este grupo había matado al jefe de la Falange de
Reus, Camilo Morales Cortés. Jaume Serra, uno de los líderes de Joventut Combatent,
escondió en su casa a Jesús Monzón, perseguido al mismo tiempo por la policía y por los
enviados de Santiago Carrillo.
La policía detuvo al grupo que había matado al falangista Camilo Morales y
desarticuló a Joventut Combatent. Jaume Serra cayó y la policía registró su casa. Allí
encontraron a Jesús Monzón enfermo en la cama. Lo llevaron a la Jefatura de Policía y
comprobaron su documentación. La documentación falsificada era tan perfecta que lo
dejaron marchar. Cuando estaba saliendo por la puerta hacia la calle, un funcionario que
73
EL MAQUIS ESPAÑOL
“Jesús Monzón merece un lugar de excepción entre los atletas morales del siglo XX”
***********************************
Si hay una zona guerrillera por antonomasia bien documentada y analizada esta es sin duda
de ninguna clase la que denominamos Agrupación Guerrillera del Levante (A.G L.) más
tarde con la incorporación de Aragón denominada; Agrupación Guerrillera de Levante y
Aragón (A.G.L.A.) y esto es gracias a la Asociación La Gavilla Verde, su ubicación
geográfica en Santa Cruz de Moya (Cuenca) es el corazón mismo de la guerrilla Levantina –
Aragonesa. El episodio más dramático fue en Cerro Moreno, donde fueron asesinados 12
guerrilleros sin piedad. La organización del Memorial anual convierte a Santa Cruz de Moya
cada 7 de noviembre y por unos días en el epicentro del homenaje al guerrillero resistente, y
“Luchadores por la Libertad”.
Una página Web muy documentada es Paisajes de la Guerrilla, es bastante completa
y separada por regiones o Zonas Guerrilleras, además de otros documentos y entrevista a
sobrevivientes, lo dicho muy completa. Felicitaciones a los compañeros/as que administran la
página.
V- Antonio López
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Tiene 88 años y apenas puede andar, pero José Navarro Pascual "Andrés", uno de los pocos
antiguos maquis de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) que quedan con
vida, no ha abandonado la lucha. Su último combate lo libra contra el olvido de la guerrilla,
que como dijo Paul Preston "fue la oposición más seria al régimen de Franco". La
Associació d'Antics Alumnes Majors de Florida Universitaria reunió el jueves en el Club
Diario Levante a cuatro de estos guerrilleros contra el olvido.
Junto a Navarro, que combatió en la AGLA con el alias de "Andrés", participaron en
el coloquio Antonio Betí, investigador del movimiento guerrillero y socio de la Gavilla Verde
— la Asociación que más ha hecho por recuperar la memoria de la AGLA a través de las
jornadas del municipio conquense de Santa Cruz de Moya— y los dos historiadores de
referencia en el estudio del maquis en la Comunitat Valenciana, Salvador Fernández Cava y
José Ramón Sanchis Alfonso.
Los cuatro, ante un auditorio integrado por más de 60 personas, abordaron las fuentes
de estudio de la AGLA y los principales hechos de su lucha en el monte así como la brutal
represión que sufrieron sus combatientes a manos de la dictadura.
Fernández Cava, que es profesor de instituto y autor del libro “Los guerrilleros de
Levante y Aragón”, lamentó que tras más de 30 años de democracia "(…) la guerrilla no
haya entrado aún en los libros de Historia" de Secundaria y Bachillerato. Por su parte
Sanchis Alfonso, archivero y cronista de Torrent y autor de la obra “Maquis: Una historia
falseada”. La Agrupación Guerrillera de Levante (desde los orígenes hasta 1947), añadió que
"(…) es bueno para todos que se conozca lo que ocurrió en esa oscura página de historia
de España que fueron los primeros años de la posguerra".
Tanto Fernández Cava como Sanchis Alfonso denunciaron los obstáculos que aún
persisten para poder acceder a los expedientes sobre la represión del maquis que en teoría se
guardan en el Archivo Histórico de la Guardia Civil.
Obstáculos a la investigación
En este sentido, Fernández Cava, señaló que un antiguo general responsable de dicho archivo
le comentó que "Martín Villa — ministro de Gobernación de Adolfo Suarez— le dijo que
aquellos documentos eran impresentables socialmente y se quemaron".
Además, Fernández Cava, criticó la oportunidad pérdida de la Ley de la Memoria
Histórica de Zapatero, "que no ha servido para reconocer a los guerrilleros como los
últimos soldados republicanos". El historiador atribuye este olvido, y la consiguiente
privación de derechos económicos que han sufrido los guerrilleros a efectos de pensiones, a
"cuestiones políticas, ya que al maquis aún se le equipara con el terrorismo". Una injusticia
según Navarro que demuestra que, pese a la muerte de Franco y a la Transición, "en España
nunca hemos vuelto a recuperar una democracia plena".
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EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
La propaganda en la Guerrilla
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EL MAQUIS ESPAÑOL
“En lo sucesivo en todas las operaciones que se realicen queda obligado cada batallón a
extender la propaganda que compete al caso y además la recibida por este E.M. La
fabricación de banderas y carteles alusivos a nuestra lucha guerrillera quedará a cargo de
los batallones, que la efectuarán con trozos de sábana teñidos o pintados, para esto se
elegirá al guerrillero que más condiciones reúna para que guarde una línea estética, la
pintura es una de las materias mejores a utilizar en la propaganda, pintando las fachadas
de los pueblos, carreteras, los pilones de los kms, los anuncios cercanos a las carreteras,
casillas de camineros, etc.; también se tirará propaganda en las carreteras siempre que se
atraviesen y no sea ese punto de paso continuo para los enlaces”.
Algunos de estos objetivos eran fáciles de cumplir debido al terreno donde actuaban pero
al no tener una clara actuación en grandes núcleos de población, esta propaganda pasaba
78
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
desapercibida entre la mayoría de la población civil, que al fin y al cabo era el principal
objetivo de la propaganda utilizada por la Guerrilla. Algunos escritos propagandísticos iban
dirigidos directamente a los miembros del Ejército y Guardia Civil para que, o bien
desertaran, o bien actuaran como informadores y suministradores de munición. La Guardia
Civil se tomó muy en serio el papel de la propaganda, dedicándose exhaustivamente a la
búsqueda y destrucción de los centros de distribución y fabricación de propaganda.
El fin de la Guerrilla.
17 de julio de 1947, son cerca de las 10:30 de la noche, el convoy ferroviario nº 8828
compuesto por 39 vagones, uno de ellos de viajeros, hace el recorrido Madrid – Barcelona
como es habitual, es una noche tranquila hasta que en el kilómetro 473, un artefacto hace
explosión al paso del convoy, éste descarrila, la máquina y cinco vagones sufren diversos
daños, afortunadamente no hay que lamentar desgracias personales.
Rápidamente son enviados un tren de socorro y 8 guardias civiles al lugar del ataque,
situado entre las localidades de Fabara y Nonaspe, tras las primeras indagaciones dictaminan
que la carga estaba compuesta por varios cartuchos de trilita que llevaban adheridas cinco
pilas de linterna, dicha carga fue colocada en el raíl derecho. El tráfico ferroviario es
reactivado a las 6:00 horas del día 18, en la localidad de Nonaspe se encuentra una sección de
caballería del Regimiento Numancia nº 9 que es enviada a realizar reconocimientos en la zona
del ataque sin resultado alguno. 18 de julio de 1947, en el castillo de Maella ondea la bandera
de la República, aparece diversa propaganda de la Agrupación Guerrillera de Levante y
79
EL MAQUIS ESPAÑOL
OCTAVILLAS DE LA A.G.L.
Cuando toda la nación, sin distinción de ideología, incluso los jerarcas y el propio gobierno,
están convencidos de que los días de su mandato están contados; en un deseo de sed de
sangre que acompañará a su postrer momento de vergonzosa huida os está empleando cada
día más a fondo en la lucha contra los guerrilleros y en la represión contra la población civil
indefensa y los patriotas que no tienen más causa, que pensar de modo diferente al
falangismo o demostrar sus ansias de LIBERTAD coartadas por este régimen de terror y
crimen enfangándoos más y más, dentro del delito que ya hoy día representa, la lucha contra
el pueblo y sus mejores defensores los GUERRILLEROS; sin daros cuenta de la enorme
responsabilidad que estáis contrayendo en la actualidad ante la justicia guerrillera y a partir
del día de la LIBERACIÓN con el pueblo, que será el que os juzgará vuestros crímenes
mediante los tribunales de la REPÚBLICA. Por vuestra canallesca conducta, a la mayoría de
80
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
vosotros os odia el pueblo y todas las capas sociales, junto a los ladrones de abastos y todo el
aparato falangista; por vuestros hechos de bandolerismo al arrebatarle los productos
conseguidos por sus sudores, ya que con las miserables 14 pesetas que os dan y si no fuera
por las “manos sucias”, no tendrías bastante para remendar vuestros zapatos; desgraciados
que tenéis que soportar la disciplina militarista y sin sentido de vuestros jefes hasta el
extremo de convertiros en esclavos de los galones que vosotros habéis creado y no ser dueños
de vuestra persona y criterio; víctimas y explotados del mismo régimen que defendéis; que
sois cobardes en la lucha contra los guerrilleros porque llevamos armas iguales y en cuanto
oís la palabra GUERRILLERO os echáis a temblar por vuestra poca moral y en cambio os
mostráis valientes y tiranos con la población civil indefensa hasta el punto de abofetear y
maltratar a las mujeres.
Entonces temblaréis, cuando ya no haya remedio. Muchos de vosotros estáis aún a tiempo de
poneros al margen de la JUSTICIA REPUBLICANA y otros a aminorar vuestras penas con
vuestro comportamiento futuro.
Muchos de vuestros jefes más responsables que vosotros y sin vuestro conocimiento,
tienen ya preparado el punto de fuga o su pasaporte para el extranjero, mientras que a
vosotros, para que todo el peso de la justicia os caiga, os abandonarán; “carne de cañón” al
fin, como lo han sido mucho de vosotros que han caído bajo el fuego de nuestras unidades.
Otras veces os envían a luchar contra nosotros sin mandos superiores, demostrando así su
gran cobardía y relajando así la disciplina de la “ANTIGUA GUARDIA CIVIL”.
Para vuestro conocimiento y como base futura de información a los TRIBUNALES DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, este E.M. al igual que los demás de toda la Nación, han
procedido a la apertura de un fichero sobre la actuación de cada uno, a base de los informes
prestados por el S.I.R (Servicio de Información Republicano) el cual constará de la biografía
y hechos que hayáis tomado parte.
Las Unidades Guerrilleras que muchas veces os han perdonado la vida en honor a su
lucha justa y evitación de derramamientos de sangre recibirán instrucciones concretas de
operación sobre vosotros, ajusticiando a todo aquél que por su conducta contra el pueblo o
ser destacado en la lucha anti-guerrillera se haya hecho acreedor a tal medida, así mismo,
sobre aquél que pudiera evitar el contacto con nuestras Unidades no lo haya hecho o puesto
los medios para impedirlo.
Son muchos ya los casos en que clases y números de vuestro instituto y por media del
S.I.R se han puesto de acuerdo con nuestras fuerzas en cuanto a lugares y horas de
circulación, y otros que dándose cuenta de la enorme responsabilidad que están contrayendo
y al ver el estado actual del régimen de Franco, se han puesto incondicionalmente a nuestro
servicio, procurándonos informes y datos concretos sobre partes recibidos e incluso
munición. Esta es la conducta a seguir en el futuro por todo aquél que quiera verse libre del
peso de la Justicia Republicana.
De vuestra conducta depende vuestra vida futura.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Nació en San Martín de Boniches (Cuenca) en 1928. Hijo de Cayo Alcalá Laguna “Felipe”,
jefe de los enlaces de San Martín, y Florencia; hermano del también guerrillero Marino Alcalá
“Fermín”. Pastor y resinero. Enlace del 5º Sector de la Agrupación Guerrillera de Levante. El
28 de septiembre de 1949, tras la detención de su padre, huyó del pueblo, uniéndose a la
guerrilla junto a otros vecinos de San Martín, entre los que se encontraba su hermano Marino.
En marzo de 1950 actuaba como enlace del grupo. Según nota del Servicio de Información de
la Guardia Civil, recogida por Fernanda Romeu, tomó parte en el ahorcamiento de Máximo
Plaza “Roberto”, al que consideraban un traidor; así como en el asalto a Villalbilla (Cuenca),
dando muerte los guerrilleros al Alcalde y a un vecino de la localidad. En mayo de 1950 la
Guardia Civil asaltó el campamento donde se encontraba, en la sierra de Arcos, muriendo
“Valencia” y “Francisco”. En febrero de 1951 se encontraba en los huertos de Mira y
Enguidanos (Cuenca) con el grupo de Basiliso Serrano “Manco de la Pesquera”. El 9 de mayo
de 1951 la Guardia Civil asaltó el campamento donde se encontraba “Germán”, en
Fuencaliente, término de Mira: tres guerrilleros resultaron muertos en el enfrentamiento,
Francisco Martínez “Pintado”, Eustaquio Montero “Abuelo” y Heliodoro “Asturias”,
consiguiendo huir el resto, “Manco de la Pesquera”, “Germán”, Daniel Rabadán “Antonio” y
Victoriano Soriano “Salvador”. Luego se dirigió a casa de su abuela Valeriana, preparando su
entrega, cosa que haría ante el teniente coronel militar de Cuenca, Narciso Jimeno, cuya
esposa, Consuelo Jimeno, le había dejado una nota “en la cual me decía que si algún día
pensaba el entregarme le avisara a ella”. Cuando llegó a Cuenca, el 13 de mayo de 1951 fue
conducido a la Comandancia. Según cuenta el propio “Germán”, le llevaron a una habitación
donde se encontraban comiendo varios guerrilleros que también se habían entregado en
aquellos días: Agustín García, Martín Molina, Daniel Navarro, Julián Culebras y otro de
Collado. “Germán” se confió y les dijo dónde tenía las armas, poniendo tal dato, Agustín
García, en conocimiento del teniente coronel. Tras permanecer cerca de un mes en la cárcel de
Cuenca, les trasladaron a Ocaña (Toledo), donde estarán más de dos años, siendo juzgados en
1953. De los catorce procesados seis salieron con pena de muerte, “Germán” con treinta años,
y los demás con quince o veinte, según recuerda el propio Emencio. Tras ser fusilados Martín
Molina “Elías” y Mateo Sánchez “Abuelo” les trasladaron a Burgos donde “Germán”
trabajará en la enfermería y la cocina. En 1962 fue puesto en libertad, regresando a San
Martín de Boniches, donde trabajará como albañil. En el 2000 escribirá sus memorias,
editadas dos años más tarde por Salvador Fernández Cava bajo el título Memorias de un
guerrillero. El maquis en la Sierra de Cuenca.
FUENTES:
La Gavilla Verde
Wikipedia
Antonio Ortiz Mateos
Emencio Ruíz Alcalá “Germán” - “Memorias de un guerrillero. El maquis en la Sierra de
Cuenca”. 2002
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
La Gavilla Verde
20 de enero de 1947. Cae la cúpula del Comité Regional del PCE de Valencia, entre ellos
Mariano Ortega Galás, "Borrás", Alberto Sánchez Mascuñán, "César", y Manuel Moreno
Mauricio "Teo". En Francia se comentó que el chivato había sido "Tomás", el mismo
"Tomás" que estará presente en Cerro Moreno.
Agosto, 1948. Reunión en el Kremlin con Stalin de una delegación del PCE
compuesta por Dolores Ibárruri, Santiago Carrillo y Francisco Antón. Stalin propone la
infiltración de los militantes comunistas en las organizaciones de masa del régimen franquista
y la reconversión de la guerrilla en una organización política.
19 de agosto 1948. La Ginebrosa, Teruel. Muere Pelegrín Pérez, jefe de la
Agrupación.
1 de octubre de 1948 Desde Francia salen Doroteo Ibáñez, Ramón Escrivá, "José el
Alicantino", Simón Aparicio, "Zapatero" y Adelino Pérez "Teo" para realizar una valoración
del estado en el que se encontraba la organización guerrillera.
Inicios de marzo. 1949. Desde España salen hacia Francia, Francisco Bas Aguado,
"Pedro", Manuel Pérez Cubero, "Rubio", Manuel García Jarque, "Lorenzo" y los enlaces,
Doroteo Ibáñez y Mateo Martínez Martínez, "Mateo"
7 de marzo de 1949. Mosqueruela, Teruel. El grupo tiene un encuentro. Muere
"Mateo".
12 de abril de 1949. El grupo llega a Francia.
Hasta julio. Francia. El grupo expone ante el Buró Político la situación que viven los
guerrilleros en España. El PCE considera que la guerrilla se ha de transformar en una
organización política abandonando la lucha armada sin abandonar las armas. Pasando a
denominarse el Estado Mayor de la AGLA en Comité Regional del PCE de Levante y
Aragón.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Se dispone la salida de doce guerrilleros hacia España en dos grupos. Cada uno de ellos
utilizará una vía de infiltración, la catalana y la aragonesa.
16 de junio de 1949. Desde Francia. Sale el grupo de Ibáñez. Doroteo guiará, a través
de Aragón, al grupo compuesto por los siguientes guerrilleros:
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Emencio Alcalá Ruiz, "Germán", Aurelio Huertas Plá, "Nicasio", Basilio López Alarte,
"Ángel", Daniel Navarro Cruz, "Agapito", Francisco Navarro Cruz, "José", Jesús Ruiz Pérez,
"José", Melitón Ruiz Pérez, "Alfaro", Heliodoro Sánchez Huerta, "Asturias", Julián Sánchez
Huerta, “Martín", Prudencio Yuste Ribes, "Pedro" y Marino Alcalá Ruiz, "Fermín".
2 de octubre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Llegan a Cerro Moreno,
Pepito el Gafas, Teo, El Viejo, Paco y Manso
4 de octubre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Llegan Florián García,
"Grande", acompañado de Ángel Ruiz Toledo, "Peñaranda", y Carlos.
13 de octubre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Parten dos enlaces para
conocer qué ha ocurrido en San Martín de Boniches.
13 al 16 de octubre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Reunión de la plana
Mayor de la AGLA.
18 de octubre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Ibáñez parte hacia la
frontera con "José el Alicantino", Germán Amorrortu Martínez, "Manso", Ángel Ruiz Toledo
"Peñaranda", José Zuriaga Mínguez, "Cuatro Ojos" y Francisco Menéndez Martínez
"Maguán". Mientras los tres últimos van a recibir atención médica, Manso es llamado a
revisar sus actuaciones en la guerrilla.
20 de octubre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Abandonan el
campamento "Teo", "Paco" y "el Viejo".
24 de octubre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Abandonan el
campamento Florián García "Grande", Marcelino Chiva, "Tarzán", Francisco Domingo
Hervás, "Rufino" y "Tomás", que será el principal sospechoso de la traición.
25 de octubre de 1949. Volverán los dos enlaces más ocho de los nuevos guerrilleros
de San Martin de Boniches, Cuenca, "Fermín", "Cándido", "Nicasio", "Ángel", "Jaime",
"Alfaro", "Agapito" y "Felipe" conjuntamente con otro responsable del Sector 5º.
Inicios de noviembre. Se hacen frecuentes las visitas en automóvil desde la mañana
hasta el atardecer del comandante jefe de puesto de Landete por las carreteras circundantes a
Santa Cruz de Moya. Han detectado movimientos de hombres en el monte y se desplazan
discretamente hasta lugares con los que poder localizar el campamento con prismáticos. Pino
La Legua (Aras de los Olmos), el collado de las Eras (Santa Cruz de Moya) y San Pedro
Mártir (Graja de Campalbo), fueron los puntos de observación.
2 de noviembre de 1949. Cañizares, Cuenca. Enfrentamiento de un grupo de
guerrilleros en La Rodea, en el límite provincial entre Guadalajara y Cuenca. Muere Atanasio
Serrano Rodríguez, "Capitán", jefe del 5º Sector.
3 de noviembre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Salen hacia Cuenca
"Pepito el Gafas", Daniel Navarro, "Agapito" y Cayo Alcalá, "Felipe", y los enlaces del
Sector. Llevan como misión reconocer el terreno y localizar nuevos asentamientos.
6 de noviembre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. "Alfaro", "Emilio",
"Francisco", "Julián" y "Fernando" son enviados a por carne a Arcos de las Salinas, Teruel.
Cuartel de Arrancapinos. Valencia. Se concentran desde la mañana los hombres
reclutados para la operación en la 133 comandancia. Aproximadamente unos 250. Un número
similar se concentrarán en Cuenca 134 comandancia y en Teruel 332 comandancia. Se
considera que actuaron entre 750 a 1000 hombres.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
En silencio, avanzarán hacia el Cerro, del que les separan cinco horas de andar entre la noche.
7 de noviembre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. A las siete de la mañana
se inicia el asalto dirigido por el Comandante del Puesto de Landete. Comandante José
Vivancos.
El asalto dura, según diversas fuentes, tres horas. La Guardia Civil no encuentra vigilancia.
Un guerrillero está despierto, el resto lo hará tras los disparos que les ocasionan la muerte.
Solo romperá el cerco, Francisco Bas Aguado, el resto irá cayendo uno a uno bajo el fuego
implacable de la GC que tiene la misión de no dejar a ninguno con vida.
En el Registro Civil de Santa Cruz de Moya constan como fallecidos los siguientes
guerrilleros:
En la lista se incluyen guerrilleros que no se encontraban en Cerro Moreno, a la vez, que dado
el estado de los cadáveres y la falta de información la GC no puede reconocerlos en su
totalidad. Salvador Fernández Cava aporta, como fruto de sus investigaciones las siguientes
identificaciones.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Los cadáveres son bajados hasta donde pueden recogerles unos mulos, el Collado Royo. De
allí serán desplazados hasta La Olmeda, Santa Cruz de Moya y montados en camiones
acabarán enterrados en el Cementerio de Teruel. El asalto también es un golpe para la
organización ya que han caído en manos enemigas dinero, la multicopista, armas y la emisora
de radio.
8 de noviembre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. Vuelta del grupo que ha
ido por abastecimiento.
10 de noviembre de 1949. Cerro Moreno, Santa Cruz de Moya. El grupo de "José
María" llegará a la estafeta del campamento. Han llegado con dos meses de retraso y eso les
ha salvado la vida.
11 de noviembre de 1949. "Pedro" conecta con los que habían ido a por carne.
16 de noviembre de 1949. "Pedro" contacta con el grupo de "José María".
Durante las navidades de 1949 "Pedro" vuelve con el nuevo equipo de mandos de la AGL al
campamento y, — a la vez que explicar sobre el terreno la muerte de "Andrés" y su propia
huida—, recoger de donde los había escondido los documentos y el dinero "haciendo un total
de 147.000 mil pesetas"
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Se incorpora al (AGLA) en 1948 junto a sus tres hijas; Esperanza, Amadora y Angelita.
Muerto el 4 de marzo de 1951.
Nacida en Cuenca, en el seno de una familia republicana, comienza colaborando como punto
de apoyo. En 1948 se incorpora a la agrupación guerrillera de Levante y Aragón (AGLA)
junto a su padre y sus dos hermanas;
DRAMAS FAMILIARES
En la primavera del año 1952, cuando está siendo evacuada a Francia la AGLA, Celia
y Sole, enlaces del PCE para la evacuación de los guerrilleros que tienen que salir por tren,
son traicionadas por uno de los camaradas designados por el PCE para acompañarlas, siendo
detenidas en Burgos por la Guardia Civil. Después de pateadas, apaleadas y torturadas con
refinamiento sádico, son trasladadas a Madrid, donde se repiten las patadas, las palizas con
vergajos y las torturas refinadas. De Madrid pasan a la comandancia de Valencia, donde no
les espera mejor trato. Con el cuerpo hecho una llaga, sin poderse sentar ni acostar, son
trasladadas a la cárcel para cumplir la condena que en un simulacro de juicio, el régimen
franco-falangista las impuso una condena de:
90
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
De origen segoviano y militante del Partido Comunista desde muy joven, participa
activamente en la defensa de Madrid donde resulta herido. Apresado después de la guerra
sufre los campos de concentración del Levante español. En 1946 tras un enfrentamiento con
la Guardia Civil, se incorpora al AGLA como comandante de sector.
91
EL MAQUIS ESPAÑOL
***********
Doy paso a una nueva región donde operó nuestra guerrilla antifranquista, Andalucía
Oriental (Granada-Málaga), dicen algunos historiadores que esta guerrilla fue la más
importante y la más duradera, el trabajo que elijo para el documento es diferente al resto de
los escritos hasta ahora, no se refiere tanto a cifras de muertos o acciones más o menos
espectaculares y se centra más en las relaciones del día a día y su vida cotidiana. No me
gusta mucho pero puede ser interesante porque conoceremos, digámoslo así, un poco su
cocina. Andalucía además tiene otras provincias guerrilleras como Cádiz y Córdoba que
abordaremos en próximos capítulos.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
INTRODUCCIÓN
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EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
“¿Quién tiene la culpa de que la gente se fuera a la sierra?... Aquí hubo tres hermanos, que
eran tres comandantes de puesto y que echarían a la sierra al 50 % de los hombres que han
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EL MAQUIS ESPAÑOL
estado allí. Al tío que llevan al cuartel y le meten una paliza, a la tercera vez se va a la
sierra; "a mí no me pegan”. Lo normal es que a consecuencia de una actuación
desafortunada de la Guardia Civil huya la gente. El Cabo de Frigiliana era un criminal.
Mató al yerno del Fraile "Paemonda" [Andrés Cuesta Ortega] y a varios (...) "Paemonda"
era enlace de ellos (...) detuvieron a él y a tres más, y se los llevaron a un cuartel que había
en Calaceite, y allí los tuvieron (...) y entonces, don Agustín le hizo la autopsia y me dijo:
"a ése lo desfiguraron, la cabeza se la hicieron... pero yo lo conocí por esto y esto y lo
otro". (...) El Cabo era un criminal, mató a mucha gente. (...) Echaba gente a la sierra;
decía: "aquí no te quiero ver en el pueblo. Vete a la sierra con los bandoleros". Una bestia.
Las cosas como son”.
“Yo fui antes enlace de ellos (...) Como la Guardia Civil sabía mis andanzas, yo estaba
asustado por si me cogían, por si me metían un palo. Un vecino que también era enlace me
dijo: "mira Victoriano, que han caído fulano y fulano, así que andate con vista, que el
asunto está malo". Por eso, yo me quedaba muchas noches en el campo. Pero un sargento
empezó a venir a mi casa todos los días (...) yo dije que no sabía nada, porque yo me
dedicaba a trabajar (...) me dijo que, como en 15 días no le informase, me mataba, así que
me fui a la sierra. Me fui a la guerrilla porque me hacían la vida imposible. Ya en la
Guerra fui un revolucionario y, siendo casi un niño, estuve en la 55 Brigada, con el
comandante Salvador Trujillo Rueda. Fusilaron a mi hermano Antonio porque decían que
era enlace; lo mataron poco antes de irme, en Escúzar, con Manuel Romero Muñoz,
"Bigotillo", con un hermano de Felipillo y quizás con otro más. Los llevaron al cuartel de
Las Palmas; luego los sacaron y los mataron en Escúzar. Mi hermano, que era comunista,
era el que tenía más contacto con ellos y quien más los suministraba. Mi hermano y unos
de Moraleda, los Pititis. Fueron a los Pititis, que eran carpinteros, y los detuvieron.
Entonces, un familiar de ellos, que no había sido detenido, le mandó a mi hermano el
recado de que iban en busca de él, por lo que se fue a la sierra”.
Junto a la represión por causas políticas, hubo casos en que el hambre y las
expectativas (parece que fomentadas, según veremos) de superarlo en la guerrilla, fueron los
móviles que llevaron a la sierra a algunas personas. El fomento de esas ilusiones pudo deberse
a la necesidad de nuevos adherentes:
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
(…) se ambientó en las ideas de izquierdas por hallarse sin trabajo en el pueblo y pasando
calamidades por cuyo motivo decidió marcharse a las sierras y unirse a las partidas de
bandoleros de Roberto, ya que con los atracos que éstos daban podía remediar su situación
y ayudar a su familia. A tal fin lo verificó en el mes de febrero de 1947”.
“En términos generales, los que en aquella época vivían en los cortijos, aunque tuvieran
una pequeña manada de cabras, padecían hambre porque los mismos cortijeros no tenían
ni hinojos, los tenían que coger para comer. O sea, que el hambre estaba generalizada (...)
y había quien creía que estar en la guerrilla era comer a dos carrillos. Eso lo daba, era
fruto del hambre en aquella época, que quedó en la historia como los años del hambre. Y
como cuando se llegaba a un cortijo se veía que se comía pollo, bocadillos de jamón y que
comían todos los patriotas, pues creían que era comer a dos carrillos. Pero, luego, había
veces que estaba uno hasta tres días sin comer, cuando había caído la zona”.
Los dirigentes que llegaron a aquella zona procedente del exilio poseían, como causa
común de su incorporación a la guerrilla, su militancia política, concretamente en el Partido
Comunista de España. Permanecían en el extranjero desde el final de la Guerra Civil y no
sufrieron directamente los rigores represivos de la España ocupada por las tropas de Franco,
pues vivieron la contienda en los frentes de batalla, ni tampoco conocieron la postguerra en
sus primeros momentos, aunque en algunos casos hubieran pasado por las cárceles del
régimen de Vichy, como ocurrió con Ramón Vía y Ricardo Beneyto Sapena. Además de los
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EL MAQUIS ESPAÑOL
citados, entre esos dirigentes se encontraban José Muñoz Lozano, «Roberto»; Manuel Lozano
Laguna; José Mérediz Víctores; Joaquín Centurión Centurión; Alfredo Cabello Gómez-Acebo
y José Sánchez Girón, «Paquillo».
Fueron ellos los que se dedicaron a ampliar la formación política antifranquista, y
también cultural, de los guerrilleros procedentes del interior que, salvo excepciones,
constituían la «base» de las partidas. Sin embargo, la preparación política de los dirigentes
llegados del exilio, tenía sus deficiencias. El tipo de la vida que llevaron les hizo más hombres
de acción que conocedores, en profundidad, de la teoría política. Santiago Carrillo lo
reconocía en una autocrítica realizada el 5 de junio de 1952: “(…) los camaradas enviados
desde Francia... En dos meses [de cursillo] era de todo punto imposible dar a los camaradas
todo lo que les faltaba y arrancarles todo lo que les sobraba de deformaciones. El carácter
breve de estos cursos estaba determinado por nuestra prisa, por nuestra impaciencia por
reforzar el trabajo en el país (...) los cuadros y militantes enviados desde aquí al país, al
lado de su combatividad y entusiasmo, revelaron... una débil formación política e
ideológica y falta de sensibilidad para captar los problemas de la clase obrera y las masas”.
Si precaria era la formación política de los dirigentes, más aún la de los guerrilleros
surgidos del interior que iban a ser guiados por aquéllos. Aunque se pueden encontrar
excepciones, como las de Manuel Jurado Martín, «Clemente», o Manuel Martín Rico,
«Ramón», que alcanzaron puestos de responsabilidad, la mayoría no se encontraba en esas
circunstancias.
Los que poseían un menor bagaje ideológico eran, por lo general, aquéllos que se
fueron a la sierra porque un familiar ya lo estaba: colaboraban con él, más que con la
guerrilla, y la presión de la fuerza pública les empujó al maquis.
Es fácil constatar en ellos una preparación más deficiente en todos los aspectos, como
ocurre con el analfabetismo: en los atestados que se les hace tras ser detenidos, en sus
declaraciones o careos, muchos no saben firmar, y lo hacen con la huella dactilar y bastantes
son los que, con dificultades, pueden escribir su nombre. La labor de los dirigentes intentó
abarcar tareas culturales y políticas propiamente dichas. Un guerrillero que consiguió escapar
a Francia, hacía las siguientes declaraciones al PCE:
“Roberto explicaba cuál era la misión del guerrillero y sobre todo la misión del guerrillero
comunista que debía dar el ejemplo. Les planteó como una tarea el aprender a leer y
escribir. A esto se dedicaban cuando estaban en el campamento, además de estudiar el
Manual del Guerrillero. Se organizaban charlas para enseñarles a hablar”.
La alfabetización era una ocupación prioritaria. Hubo personas que nos han manifestado haber
aprendido a leer y escribir en la sierra, como José López Centurión, que antes no pudo ir a la
escuela. El recuerdo más vivo que hemos encontrado ha sido el siguiente:
“El que estuviera más capacitado le daba lecciones al que no supiera leer o escribir. Y así
aprendió Gutiérrez, en la guerrilla, y el día en que murió, diez minutos antes estaba yo
dándole lecciones (...) Nicolás también era analfabeto. Y Roberto le dijo: (…) si tú supieras
leer podrías ser sargento o teniente. Pero tienes que aprender”. Y se lo tomó en serio.
Entonces se le compró una cartilla. Me acuerdo una vez que veníamos de Almuñécar hacia
98
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Río de la Miel, de noche, andando, y había tormenta. No llovía pero había tormenta...
teníamos que poner un pañuelo blanco en el macuto (...) no se veía y estábamos
deslumbrados con esos relámpagos. Nos contamos y faltaba Nicolás. Retrocedimos y lo
vimos en lo alto de una piedra con la cartilla en la mano, aguardando que hubiera
relámpagos para leer. Decía: "la uve con la i, vi., la ene con la o, no... vi-no”
“En el orden militar también se habían realizado algunos progresos, para lo cual se ha
organizado toda una serie de conferencias y operaciones que han servido de mucho (...). En
el orden cultural se van realizando algunos progresos. Se dan clases de cultural general,
pues la mayoría de los campesinos no saben leer ni escribir".
“Se dedicó a dar clase a los bandoleros de cultura general e inculcarles las ideas políticas
del Partido (...) como secretario general del PC en la sierra, solamente tomaba parte en
actos de enseñanzas marxistas'".
“Se hablaba de marxismo en las reuniones de Partido. En las colectivas no; se hablaba
contra Franco. También en el periódico se hablaba contra el franquismo, sin hacer política
partidista. Con Lozano y Paco, se hablaba de marxismo. De Lenin tenían cosas. Recuerdo
que decían que no son las ideas las que determinan la situación económica y social de los
pueblos, sino que es la situación económica y social de los pueblos, la que determina las
ideas (...) lo mismo charlaba un comunista con otro comunista, discutiendo puntos de vista
Clemente con Roberto o con Lozano. Eso no impedía que el que estaba al lado se estuviera
enterando y aprendía también (...). Muchos adquieren conciencia en la sierra, porque se les
estaba preparando, pero eran la mayoría analfabetos, que veían que se daba escuela y que
veía la conducta que teníamos nosotros”.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
“Todas las acciones que nuestras unidades realicen deben ser de un carácter político y un
profundo sentido antifranquista. Nuestro Ejército, eminentemente político, no puede hacer
nada más que operaciones políticas. Político es atacar por todas partes a los perros
falangistas y sus colaboradores sin la menor consideración, despojándoles de todo aquello
que han robado a nuestro pueblo, repartir sus cosechas y ganados entre los necesitados,
obligarles a pagar jornales justos a nuestros campesinos y obreros, hacerles prestar sus
bestias a aquellos que no las tengan, sabotearles sus negocios, hacerles la vida imposible en
sus casas y en sus pueblos. Político e imprescindible es repartir a los hambrientos las
existencias de los almacenes de Auxilio Social, (...) ayudar a liberar a los presos, impedir
los robos constantes de las comisiones de requisa y las Fiscalías, impedir que las cosechas
vayan a los almacenes de los grandes estraperlistas, organizar por todas partes Comités de
Resistencia antifranquistas (...) pero todo este trabajo debe completarse organizando
mítines y asambleas en cortijos, fábricas, talleres y pueblos, donde se explique
sencillamente el objeto de nuestra lucha (...) repartiendo constantemente nuestra
propaganda entre la población más cercana a nuestra zona de acción (...) tomando pueblos
aunque sea por unas horas y hacer ondear la bandera republicana por todas partes. Tarea
principalísima en este orden es que ni una sola operación realizada, por pequeña que esta
sea, quede sin explicar políticamente (...) esto reforzará enormemente las simpatías de los
antifranquistas hacía nosotros y aumentará su moral de lucha contra Franco”.
En general, los guerrilleros sentían una gran admiración por los dirigentes venidos de
fuera. En opinión de José García Elena, “(…) algunos llegaron a reproducir actitudes de
sumisión que, como ocurría en sus pueblos de origen, favorecían comportamientos
caciquiles. Esto ocurrió, sobre todo, con Roberto, que lo fomentaba, contándoles su
trayectoria en el Ejército republicano y en la Resistencia francesa, así como su vida
anterior a la Guerra Civil; les transmitía una imagen de pícaro y de brillante militar”.
La labor cultural era completada con la lectura de libros como los Episodios
Nacionales de Pérez Galdós, que los guerrilleros cargaban en sus mochilas.
GUERRILLA Y BANDOLERISMO:
LA CONFRONTACIÓN DE DOS IMÁGENES Y DOS LENGUAJES
Entre otros factores, hemos mostrado hasta ahora el carácter político de aquellas
personas, su conciencia antifranquista y de izquierdas que pese a las deficiencias y
excepciones señaladas, no dejó de existir. Por su militancia política les persiguieron e
integraron la guerrilla, y objetivos políticos tenía al combatir el franquismo y pretender
sustituirlo por una República democrática.
100
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Sin embargo, la denominación que recibían por parte de las fuerzas encargadas de
perseguirlos era la de bandoleros. Algunos guardias civiles e historiadores al mismo tiempo,
han utilizado también el término, como ocurre con Francisco Aguado Sánchez y Fernando
Rivas Gómez.
Lo explican, afirmando que el guerrillero defiende a su patria de un enemigo exterior
consideración que nos parece restrictiva pues, aunque la primera vez en que se empleó el
término (Guerra de la Independencia española contra Napoleón), respondía a ese tiempo de
lucha, tal definición impediría calificar de guerrillas a formas de combate como las llevadas a
cabo por los carlistas en el siglo xix o los castristas y los sandinistas en este siglo, por citar
algunos ejemplos.
También coinciden Aguado y Rivas en que los actos realizados («asesinatos, atracos y
secuestros», en palabras de Fernando Rivas), era de tipo bandoleril por lo que sería adecuado
aplicarles ese término.
No obstante, Fernando Rivas reconoce su parcialidad y también la de Aguado, cuando
afirma que, al emplear la palabra bandolerismo «evidenciamos un talante de censura (...)
Francisco Aguado Sánchez desprecia valientemente tal preocupación y muestra una postura
decidida, beligerante, de bravío anticomunismo. No podía ser de otra forma (...). Si cuando se
hacía historia combatió la guerrilla o el bandolerismo con la espada, no iba a defenderla con la
pluma al escribirla.
El guardia civil Manuel Prieto López, al ser entrevistado por nosotros, explicaba sus
preferencias por el término bandolerismo, negando el carácter político de aquellas personas,
aunque en cierta medida se lo reconoce. Para él sólo fueron guerrilleros los dirigentes:
“El tanto por ciento de políticos era mínimo. No me estoy refiriendo a Ramón Vía y
a los diez o doce que vinieron con él desde Argelia. En los años 1948, 1949 y 1950, de
doscientos bandoleros habría 10 políticos y creo que me quedo largo”.
“Por eso, yo me indigno cuando dicen que eran políticos. Lo que pasa es que al tío
que llevan al cuartel y le meten una paliza, si no tiene nada que ver, a la tercera vez se va a
la sierra. ¿Políticos?... eso fue todo. Y la inmensa mayoría de esta gente era de izquierdas,
lo natural por su situación económica, pero apolíticas.
El guerrillero, el maquis, yo los diferencio del bandolero: unos tíos que vienen de
Francia o de Argelia, preparados en una escuela política y se les puede llamar guerrilleros
o maquis. Resulta significativo que otros guardias civiles nos manifestaran que el término
les venía impuesto por sus superiores; se deduce, en palabras de Secundino Serrano, que
estaríamos ante una cuestión de estrategia militar.
Teníamos orden de llamarlos de esa manera. No se podía decir que eran
guerrilleros, porque la situación de España, con Franco...no se podía decir que, no
estábamos en paz, y reconocer que había guerrilleros será reconocer que no estábamos en
paz, que había una guerra
Una de las genialidades de Don Camilo Alonso Vega, director general de la Guardia
Civil entre 1943 y 1955, fue ordenar que no se les llamara guerrilleros ni maquis, sino
bandoleros. Aprovechó que era una palabra con raigambre, sobre todo en Andalucía”
101
EL MAQUIS ESPAÑOL
La reciente historiografía ha intentado explicar las causas del empleo del término en
cuestión. Según Antonio M. Calero, se pretendía negar “(…) la realidad negándole su
nombre. Y así la violencia política es transmutada en delito común. El mero hecho de la
persistencia de grupos armados en franca hostilidad al sistema establecido, ponía en
entredicho uno de los valores más apreciados e incansablemente ensalzado como logro
propio: la paz”
Los historiadores pertenecientes a la Guardia Civil, afirman que emplear el término de
bandolero o el de guerrillero sería manifestar simpatía en uno u otro sentido, aunque nos
parece más correcta la opinión de Kaiser cuando señala que el uso de la palabra guerrillero no
supone “un juicio de valor, sino el reconocimiento de un hecho”.
Pensamos que la diferencia fundamental entre bandolerismo y guerrilla está en sus
orígenes y en sus objetivos. Mientras que el primero tiene como fin prioritario la
supervivencia y está desprovisto de contenidos, la guerrilla pretende una transformación
política. Las raíces del bandolerismo suelen ser socioeconómicas, mientras que las de la
guerrilla son políticas, como expresábamos anteriormente. Sólo en algunos aspectos guardan
similitudes: su actuación al margen de la ley, el recurso a formas de violencia tales como el
homicidio, el secuestro o el robo y la eventual transformación de la guerrilla en bandolerismo
cuando abandona sus metas, aunque en algunos casos también el bandolerismo puede devenir
en guerrilla.
Pero no fue sólo la palabra bandolerismo. En los documentos de los archivos entonces
vinculados al régimen se puede observar la existencia de otros términos, de un lenguaje
igualmente peyorativo. Se les llama también forajidos y bandidos; las referencias a la zona
republicana durante la guerra civil, cuando se mencionan los antecedentes de los guerrilleros,
son del siguiente carácter: “el corrupto frente popular”; la localidad en que vivía «cayó en
poder de las Hordas» " «intervino en los desmanes de la horda» y las condenas sufridas por su
vinculación a la república, eran por «auxilio a la rebelión» ''^.
Ese lenguaje toma un sentido distinto cuando se refiere al franquismo. De esta forma,
en la mayoría de los expedientes citados se habla de GMN («Glorioso Movimiento
Nacional») en la referencias a la guerra civil; las personas de derechas son consideradas
«gente de orden» "^ y los pueblos y ciudades de la zona republicana fueron «liberados» por el
ejército «Nacional»."".
Como en algunos análisis de otras épocas históricas, de todo lo anterior puede
deducirse una simbología maniquea, con fines propagandísticos y para facilitar los actos de
violencia con el enemigo: sus características son tan reprochables que se puede actuar contra
él con la máxima dureza.
La guerrilla generó también un lenguaje propio, no exento de esas connotaciones,
incorporando, además, otros aspectos: en vez de emplear el término más neutral de «enlaces»,
se utilizó el de «patriotas»; a los robos y secuestros se les denominaba «golpes económicos» y
es frecuente, en sus documentos, leer palabras como «perro falangista».
Los guerrilleros vestían un uniforme que, junto al mimetismo necesario para
camuflarse en la sierra, incorporaba un brazalete con los colores de la bandera republicana,
símbolo que resume el pasado que se quería reivindicar y que expresaba la continuidad con el
mismo, recogiendo, así, las orientaciones del Manual de guerrillero:
102
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
“Nuestro Ejército y lo que fue Ejército Popular se convirtió en las nuevas condiciones de la
lucha, al seguir los mejores de sus componentes al combate en las montañas, en el Ejército
guerrillero, con los mismos objetivos que tuvieran el 36-39 en el Ejército Popular”
“Nosotros estábamos uniformados casi al estilo militar; pantalón de pana, camisa caqui,
cazadora de pana, y todos iguales. En el que fuera jefe o subjefe no había ningún
distintivo; teníamos boina azul y, todos, la bandera republicana en el brazalete, con las
letras ENG (Ejército Nacional Guerrillero) (...). El caqui es el color que más se adapta al
monte. Los pantalones de pana los cogíamos de color marrón, no podían ser verdes, sí de
color castaño, con lo que se aplastaba uno y, si no se movía, no se notaba en la distancia”.
“Ante el gran desarrollo de nuestro Ejército Guerrillero de Andalucía, tan glorioso, y por la
mucha movilidad de nuestras unidades, como consecuencia de las características de
nuestra lucha, que impide en muchas ocasiones tener con ellas un contacto regular y
continuo, decidimos hacer este pequeño Manual que recuerde constantemente a nuestros
combatientes el carácter político-militar de nuestro Ejército y el de cuantas acciones
realicemos. Cada uno de nuestros hombres debe de poseer un ejemplar, leerlo y releerlo
hasta aprendérselo de memoria, asimilándolo en discusiones colectivas y aplicarlo con
inteligencia en todas las ocasiones propicias. Ayudará mucho a los nuevos incorporados y
servirá a los veteranos de recordatorio sobre las normas a las cuales debemos ajustar todas
nuestras acciones. Tratamos de evitar en todo lo posible errores, desviaciones y faltas en
que algunas ocasiones, cuando se cometen, desvirtúan el verdadero carácter de nuestro
Ejército y también de nuestra personalidad política antifranquista".
Las imágenes transmitidas por la dirección pueden estudiarse a partir del análisis de la
canción que enseñaron a los maquis y que constituyó el himno guerrillero. La imagen de los
guerrilleros es absolutamente positiva: poseen la libertad, son los mejores combatientes, que
no ceden ante las dificultades y que conseguirán la victoria. Hay pocas referencias al
enemigo: será derrotado, y desean la muerte de Franco, idea, esta última, que sustenta la
contrapuesta, el triunfo de la libertad. Las palabras de auto-adulación pueden interpretarse
como la necesidad de dotarse de ánimos en circunstancias difíciles, de ahí que se entonara al
llegar uno de los peores momentos por los que había de atravesar la vida del guerrillero: la
entrada en combate. En total contraposición a la visión que de los guerrilleros propagaba el
103
EL MAQUIS ESPAÑOL
Régimen, los dirigentes transmitían a aquellas personas, que antes de marchar a la sierra
habían sido humilladas, una imagen de heroísmo.
Otra de las canciones guerrilleras era la titulada «Del Cáucaso a la Siberia». Describe
al enemigo con caracteres totalmente negativos: llevado por el odio, incendia, mata y arruina
al pueblo; trae esclavitud, hambre, opresión, persecución a la ciencia, a la cultura, al trabajo;
dominando a este pueblo, pretenderá hacerlo con el resto del mundo, pero será vencido y se
hará justicia.
Esa mentalidad, uno de cuyos componentes es también el rechazo a la idea de
bandolerismo, se traducía, entre otras medidas, en no permitir.
“Patillas largas; cuando salíamos de patrulla teníamos que salir todos afeitados; no
se permitían apodos. Eran las normas que teníamos y que nos inculcaba el Estado Mayor.
Se trataba de evitar la identificación con los bandoleros que tanto abundaron en
Andalucía. Cuando íbamos al Llano se lucía el mejor armamento, que era verdad que
estábamos muy faltos de armamento, pero lucíamos las mejores metralletas, las mejores
pistolas, las mejores escopetas, para animar a la gente (...) Cuando llegábamos nosotros a
una charla íbamos afeitados, preparados, vestidos de limpio”.
“En los cortijos pagábamos con el dinero que sacábamos, que no era a un cualquiera, sino
a un fascista señalado por la gente del pueblo, que se había incautado de propiedades del
pueblo y que nosotros devolvíamos al pueblo. También mandábamos dinero a los
encarcelados. No era dinero para andar con mujeres (...) Ya no nos podían acusar de
ladrones. Los cortijeros pasaban hambre y, si les quitábamos cosas, era ésa una política en
contra nuestra. Lo único que teníamos que hacer es que el pueblo viera que les
ayudábamos, en las charlas les decíamos que éramos la vanguardia y ellos la retaguardia, y
les dábamos la misión de que nos compraran la comida, dándoles dinero”.
“Nuestro comportamiento ha de ser ejemplar como corresponde a hombres que luchan por
un régimen justo y humano; caer en los mismos vicios que los señoritos falangistas es
desprestigiar nuestro glorioso ejército guerrillero, a nuestros héroes caídos en la lucha y a
la causa por que lucha nuestro pueblo, y a nosotros, la vanguardia. Cada uno de nosotros
tiene la obligación de reprimir y vigilar todos aquellos actos que puedan dar pie a nuestros
enemigos para su propaganda contra nosotros”.
104
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
“Hay que liquidar la mala hierba del bandolerismo y de la provocación. Allí donde surgía
esta inclinación, individual o colectivamente, hay que reprimirla con mano de hierro sin la
menor vacilación (...) Los verdaderos bandoleros son protegidos por la Guardia Civil y los
falangistas, a los que sirven directamente como espías, confidentes y agentes provocadores,
se les permite robar y asesinar impunemente, son hombres sin conciencia ni moral, sin
principios políticos y sólo ajustan su actuación al robo vulgar en beneficio propio (...) Ni un
solo bandolero debe infiltrarse en nuestras filas ni habitar en nuestra comarca, provincia o
región; la limpia de degenerados de esta calaña hará que nuestro pueblo tenga gran
confianza en nosotros".
Algunos guerrilleros se han expresado en los mismos términos: los bandoleros que
actuaron en la zona tuvieron que huir ante la presión de la Agrupación Guerrillera, que en
algún caso llegó a darles muerte.
“Si tienes una zona que te respalde, donde comes y descansas, es distinto. Pero nosotros
estábamos en el corazón del enemigo. Unas guerrillas como las que teníamos eran bien
distintas a lo que pasó en la Guerra Civil: llegabas a la retaguardia y tenías vino, agua e,
incluso, si llegaba el caso, mujeres. Allí no existía nada de esto”.
Las dificultades son recordadas por algunos con bastante detalle, como un componente
de la vida cotidiana del guerrillero:
105
EL MAQUIS ESPAÑOL
“Una vez estuvimos varios días sin comer, y lo que comíamos eran puntas de zarza, de
penca, de berros, lo que daba el campo (...) y llegar a un cortijo, abrirlo, y había allí harina,
de lo que fuera, y echarnos agua y un puñado de harina, moverlo, y a comerlo (...) la
harina tenía pelusas de todo. Entonces yo fui más para abajo, pensando encontrar algo. No
había más que mazorcas, que cuando están empezando no tienen nada, todo está muy
blando, hasta el tronco, pues empezar a quitarle la hoja y comerla (...) Yo he estado en
Torrox en una haza de cañas, y comiendo nada más que caña durante varios días. Y es que
la Guardia Civil estaba dando unas batidas terribles (...) Durante una travesía comíamos lo
que encontrábamos, pasas, higos podridos, pimientos (...) las habichuelas, que es lo único
que yo no he podido tragar, ni tampoco muchos compañeros: comerlas crudas y sin sal (...)
Estábamos deshechos; no había fuerza en los cuerpos para poder seguir, pero antes de eso
estuvimos tres días en un sitio, había allí un cortijo abandonado; nos metimos allí y las
pencas naciendo, para nosotros eso eran rosquillas, y las puntas de las uvas que estaban
naciendo, todo eso nos lo comíamos.
En un sitio de la Sierra de Loja, en un agujero, una vez estuvimos dieciséis. Se
levantaba una piedra y nos metíamos. En aquella ocasión venía Pita, de Torrox, era el
cocinero, ya muy mayor tosía y le decíamos: Pita, si toses te ahogamos Y él respondía”:
“Haced lo que queráis antes de que muráis todos”.
“Nosotros veíamos los zapatos de los Guardias, mirando por arriba; los oíamos
charlar, y nosotros metido allí; no podíamos fumar, ni hablar, ni nada. Allí estuvimos
metidos desde la madrugada, todo el día, con la Guardia Civil arriba; allí hicieron guiso,
nos enteramos de todo lo que hablaban, y aquello era profundo, era como una vereda que
cabía un hombre no muy alto, pero agachados y al lado de Pita, dos con mantas... un tosido
y lo ahogaban allí (...) No había cartas ni había nada para la familia. Únicamente que uno
llegara y le contara de la familia: «pues mira, está por la parte de Granada, está por
cualquier lado». La familia a veces tiraba más que la ideología, eran seres humanos y
querían verla (...) El mayor peligro estaba cuando íbamos a por agua, pues nos estaban
esperando. Sabían que no teníamos más remedio que ir por ella para hacer la comida (...)
Aquello se fue endureciendo; hubo muchas muertes; cada día había más emboscadas, más
apostaderos, y venían grupos a los que le habían matado a fulano y a mengano (...) había
grupos que de diez, habían quedado siete, otros con ocho, uno vino con cinco, los demás
murieron. En Granada los apostaderos en esos sitios eran terribles, porque hay muchas
ramblas y, cuando te cogían en una rambla, tú no tenías donde meterte. En la sierra
pasamos mucha hambre y miseria, soportando la lluvia, la nieve, que a veces teníamos que
atravesarla cubiertos hasta la cintura, y sin comer”.
106
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
periodista granadino Antonio Ramos Espejo. El Guardia Civil Manuel Prieto López, también
nos informa al respecto, describiendo otros métodos de la fuerza pública para cortar el
abastecimiento y el refugio al maquis y provocar las dificultades antes señaladas:
“Agrón aportó 22 guerrilleros. Cayeron todos, menos cuatro. Durante los años más duros
de la «represión maquis» la Guardia Civil convertía todo el pueblo en una cárcel nocturna.
Cuando los trabajadores volvían del campo, la Guardia Civil echaba las llaves a todas las
puertas y, además, les colocaba un precinto. Si el precinto aparecía roto o forzado por la
mañana era señal de que alguien había querido salir. Por las mañanas, la Guardia Civil
abría las puertas
Entonces, en los cuarteles (recuerda lo que te decía de la fuerza que uno tenía, que
hacía lo que le daba la gana), teníamos las llaves de todos los cortijos, y como eran
antiguas, de unos 15 o 20 centímetros, las teníamos en las paredes: en una pared, tenía
todo el cuartel las llaves de los cortijos de su demarcación; el que menos, tenía mil llaves.
Es curioso, porque entrás en un cuartel... ya algunos estarán derrumbados; en aquel
entonces estaba todo lleno de cortijos pequeñitos, que aprovechaban al lado para extender
la uva. Teníamos esto por dos razones: una para que no pudiesen entrar los bandoleros sin
saberlo nosotros, pues tendrían que romper la puerta; otra, porque a veces nos metíamos y
esperábamos un día, o dos, o tres (...). Siendo yo teniente de Jayena, tenía tal autoridad que
era amo y señor, y lo que yo hacía iba a misa; así, uno de los procedimientos por el que se
suministraban los bandoleros, eran los que salían a resinar, los resineros. Allí está la
Unión Resinera, en Jayena y en el pinar de Alhama (...) De esa resina, que recogen en una
taza, sale el aguarrás, la colofonia, etc. Creo que se empezaba a resinar por marzo. Pues yo
prohibí que se resinase, y aquel año no se resinó”.
107
EL MAQUIS ESPAÑOL
problema que necesitaba de soluciones. En todo ello la labor del enlace era capital, de él
dependía en buena medida, la resistencia de la organización guerrillera, y su labor, aunque
diversa, pues suministraba información, vestimenta, medicinas, armas y era el cauce de
propaganda, tenía como fin prioritario abastecer al maquis de alimentos:
“Decíamos a un patriota que nos suministrara tantas latas de sardinas... más que nada
rancho en frío, porque para nosotros, cuando íbamos de marcha... al estar en posición, sí...
entonces se hacían migas. Y el pan lo guardábamos más que nada para las salidas, para las
patrullas. A lo mejor teníamos un jamón y cogíamos medio kilo o tres cuartos de kilo, y el
pan (...) el jamón era más alimento y, como teníamos que llevar a cuestas, queríamos cosa
que alimentara mucho y pesara poco (...) cogíamos latas de atún dos días (...) Los que
estaban en Sierra Nevada, allí la carne a voluntad, porque estaba la ganadería de Pelayo,
que era un oficial de la Guardia Civil (...) En la Sierra de Loja había muchas manadas de
cerdos en libertad (...) algunos guerrilleros los mataban dándole con una piedra en la
cabeza, y el cerdo no chillaba".
“Migas se comían muchas. Migas de trigo (...) por la parte de la costa las hacían de
maíz, en esta zona [Vega de Loja] no; en esta zona abunda más la de trigo que la de maíz.
Garbanzos, arroz, arroz con lentejas (...) Cuando salíamos de marcha llevábamos pan y
rancho frío.
Y, luego, ya ibas suministrando por las zonas que fueras, pero a lo mejor te metías
en una zona que no conocías mucho y tenías que llevar más comida (...) En la sierra había
piaras de cerdos sueltos, también podíamos matar un toro o una vaca, pero eso era de tarde
en tarde (...) los garbanzos, las harinas, el arroz, latillas de conserva, latas de chorizo, de
morcilla (...) Y aquí había veces que subían hasta 20 y 30, cargados todos con medio saco
de harina. Y otras veces la sacaban con bestias, según la zona que fuera y lo castigada que
estuviese. Si estaba la zona muy tranquila, había gente que echaba valor y cogía dos y tres
bestias y se llevaba las cargas de harina allí arriba”.
Según Enrique Urbano, a los enlaces les instruían en la norma de no comprar gran
cantidad de suministro en la misma tienda y el mismo día, para evitar sospechas del tendero.
Y es que, tal como nos cuenta Manuel Prieto, el control de las tiendas y de las farmacias era
una de las labores de la Guardia Civil: los dependientes tenían que dar noticia a la fuerza
pública de las personas que compraran gran cantidad de productos.
El dinero que la guerrilla daba a sus enlaces para el abastecimiento era en moneda
fraccionaria; se evitaban así otras sospechas, pues el que una persona pobre pagara con un
billete de mil pesetas provocaba extrañeza en el tendero.
En los primeros años de la guerrilla, eran los enlaces quienes proporcionaban el dinero
pero, más tarde, se invirtió la situación, consiguiéndose los fondos a partir de los «golpes
económicos» (atracos y secuestros) y procurando pagar a los enlaces por el trabajo y el riesgo
de abastecimiento. En este punto hay una coincidencia, casi textual, entre las normas que,
según dos ex-guerrilleros, le transmitían los dirigentes y las consignas que se encuentran en el
Manual de orientación político-militar de la Agrupación Guerrillera Granada-Málaga: En la
época de Ramón Vía, antes de irme a la sierra, los enlaces hacíamos suscripciones para la
guerrilla. Teníamos la ración de tabaco que recibíamos cada diez días y la mitad de la ración
108
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
se la dábamos a la guerrilla. Como éramos tantos los organizados, podíamos casi abastecer a
la guerrilla. También, según las posibilidades de cada uno, daba dos o tres pesetas, porque en
aquel tiempo los jornales estaban a cuatro pesetas. Cuando llegó Roberto se hizo al revés; él
nos decía; "(…) en vez de tener fondos del pueblo, que está hambriento, somos nosotros
quienes hemos de ayudarles a ellos". Y lo formó de otra manera. (...) A los patriotas, por
hacer el trabajo se le pagaban los jornales y se les ayudaba; eso era la "Solí" (...) Roberto nos
decía: "no somos nosotros quienes tenemos que sustentarnos del pueblo. Somos nosotros
los que tenemos que ayudar al pueblo. Y, ¿cómo le vamos a ayudar?... pues ¿quién tiene las
perras?... los fascistas. De las costillas de los fascistas tienen que salir los recursos para la
lucha y, al mismo tiempo, para ayudar a los patriotas".
“Las necesidades de nuestros alistados deben ser cubiertas por nuestros enemigos
falangistas y sus colaboradores, y es solamente de las espaldas de éstos de donde deben
salir nuestros recursos. Golpear a ciegas o sobre simpatizantes de nuestra causa es un
grave error que hay que evitar a toda costa”
Por lo general se aplicó esa norma, actuándose mediante el atraco o el secuestro contra
personas vinculadas al franquismo y que poseían una riqueza considerable. Si había sospechas
de que una persona era confidente de la fuerza pública se le ponía, como represalia, una
«multa» que tenía que pagar; en otros casos se le daba muerte. Sin embargo, hubo ocasiones
en que el represaliado no tenía la capacidad económica sospechada por la guerrilla y sufría la
violencia de ésta. Ese fue el caso de Manuel Villalba Fernández, secuestrado el 22 de
septiembre de 1951 en el municipio malagueño de El Borge; a su familia se le exigió 100.000
pesetas y, al no entregarlas mataron al secuestrado. En la causa abierta con motivo del
asesinato se afirma que la familia hizo gestiones para conseguir el dinero y que el muchacho
llegó a decir que su padre no podía conseguir ese dinero ni aun vendiendo sus escasas
propiedades ^°.
Otro secuestrado, José Bueno, nos manifestó que alcanzó la libertad previo pago por
su padre de 100.000 pesetas. La razón del secuestro fue, tal como le manifestaron los
guerrilleros, que su padre había entregado a la Guardia Civil a un enlace que fue eliminado,
pero José Bueno asegura que la guerrilla estaba confundida y que su padre no tuvo relación
con la captura y muerte de esa persona^'.
Los fondos de la guerrilla estaban recogidos, por escrito, en una libreta de
contabilidad, con especificación de ingresos y gastos; el control era riguroso, teniendo que
justificarse los gastos cada mes. Los papeles de contabilidad eran escondidos en cajas de
latón, que, luego, se enterraban en la sierra '^.
109
EL MAQUIS ESPAÑOL
Para dormir hacían tiendas de campaña con toldos, mantas, o con lienzos de los
empleados en los paseros y un palo que lo sujetaba;
“¿qué opinión iba a tener el patriota ese, cuando la hija le diga que un guerrillero la ha
tocado, mientras él estaba jugándose el pellejo y la cárcel por ir a abastecernos a
nosotros?”
“Surgían rencillas por las cosas más pequeñas (...) teníamos prohibidas las mujeres, pero
Paco había estado antes en la Agrupación de Granada y allí no se prestaba atención a esto.
Al faltar contacto con el Estado Mayor, Paco tendió a buscar las mujeres. Esto daba lugar
a discusiones”
110
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
CONCLUSIONES
**********************************
111
EL MAQUIS ESPAÑOL
112
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
“Los de la Sierra”
Presencia de la guerrilla antifranquista en los montes de Tarifa
Introducción
En primer lugar me gustaría aclarar los términos que he escogido para el título de este
artículo. Otros compañeros, historiadores y periodistas, han utilizado la palabra maquis en sus
publicaciones; sin embargo, he comprobado a lo largo de mi investigación que este término
francés es desconocido por muchos, ya que se asocia exclusivamente con los acontecimientos
que tuvieron lugar en el Pirineo tras la invasión del Valle de Arán. Mientras que la expresión
“los de la sierra” era utilizada por la mayoría de los que convivieron con ellos, ya que muchos
113
EL MAQUIS ESPAÑOL
desconocían el porqué de sus actuaciones y los identificaban con su modo de vida; otros
porque sabían que la palabra guerrillero estaba prohibida por orden de la Dirección General
de Seguridad; y, en parte, porque el término francés maquis era un concepto extraño para los
ciudadanos de a pie.
A diferencia de lo que piensan muchos, estos grupos armados comenzaron a actuar en
nuestro país mucho antes de que finalizara la Guerra Civil; de hecho, existen autores que
afirman que ya durante la contienda el Ministerio de la Guerra de la República aprobó un plan
para formar grupos de hombres destinados a actuar en las retaguardias de los frentes de
Andalucía, Extremadura, Centro y Cataluña. A los que se sumarían una vez terminada la
contienda, todos aquellos republicanos que se echaron al monte por miedo a la durísima
represión que efectuaron las fuerzas nacionales contra éstos. Sin embargo, en la zona que nos
ocupa no es un fenómeno que se desarrollará con fuerza hasta la segunda mitad de la década
de los 40.
Desde el 18 de julio de 1936, una de las actitudes que caracterizó a los sublevados fue el
proyecto de aniquilar a los vencidos; de hecho, las palabras de algunos de los “cabecillas” del
alzamiento lo corroboran. El representante máximo del ideario rebelde, el general Emilio
Mola, escribía que “la acción debe ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al
enemigo” mediante la aplicación de “castigos ejemplares a todos los directivos de partidos y
sindicatos desafectos al Movimiento”. Del mismo modo, Queipo de Llano expuso el 23 de
julio de 1936 en La Unión su programa para el futuro: “Estamos decididos a aplicar la ley
con firmeza inexorable: ¡Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río, id preparando
sepulturas!”. Por su parte, quien iba a convertirse en el máximo responsable de la
sublevación, el general Francisco Franco, dejó claro a un periodista americano que la suya era
una guerra de exterminio: “No. No, decididamente, no. Nosotros luchamos por España.
Ellos luchan contra España. Estamos resueltos a seguir adelante a cualquier precio”. El
periodista le insinuó que para ello tendría que matar a media España, a lo que respondió: “He
dicho que al precio que sea”. Como podemos comprobar, Franco se negó desde un principio
a cualquier solución de la guerra que no pasara por la rendición incondicional de los
republicanos. Por lo que a los vencidos más destacados se les negaba la posibilidad de
incorporarse al nuevo Estado y su horizonte se reducía a la muerte, el exilio o los campos de
concentración; en cambio, a los republicanos anónimos les esperaba, en el mejor de los casos,
la sumisión y el silencio. Para ello se emplearon dos métodos sistemáticos de represión: los
consejos de guerra y los “paseos”.
Los consejos de guerra tenían bastante de surrealismo judicial, ya que se juzgaba por
el delito de rebelión a quienes permanecieron fieles a la legalidad y sus jueces eran,
paradójicamente, los rebeldes. Fue el caso de Bernabé López Calle, jefe de la agrupación
guerrillera más importante que actuó en la provincia, este Guardia Civil malagueño fue
juzgado y expulsado del cuerpo al terminar la Guerra Civil. Curiosamente en el expediente de
expulsión están anotados sus años de servicio en el Cuerpo y la paga a que tenía derecho, sin
embargo, nadie le comunicó ese reconocimiento al que sólo podía acceder si lo solicitaba,
114
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
evidentemente nunca lo hizo. En el caso de Tarifa, la ciudad cayó sin dificultad en manos del
ejército rebelde, sin que se produjeran enfrentamientos importantes. Lo que no quiere decir
que, en estos primeros momentos, no se tomaran represalias. De hecho, entre los meses de
julio y septiembre se produce la represión sobre los elementos pertenecientes o cercanos al
Frente Popular, el caso más significativo el del alcalde Amador Mora Rojas y su familia; a la
Unión Republicana; a los socialistas; y a los sindicatos CNT y UGT. Casi todos fueron
detenidos y fusilados más tarde, los nombres de éstos se recogen en el monumento honorífico
ubicado en el cementerio tarifeño, uno de los lugares elegidos por los falangistas para cometer
estos crímenes atroces, junto a otro en Vicos, una zona cercana a la aldea de Facinas.
Esta situación de inseguridad favoreció que un número importante de republicanos
decidieran no entregarse e iniciaran espontáneamente un fenómeno típico de la guerra y
primera posguerra: el de los huidos. En un primer momento, la mayoría se escondió en sus
casas o en las de sus familiares; otros, los menos, se decidieron desde un principio por la
sierra. Entre los que se ocultaban predominaban los republicanos vinculados a organizaciones
políticas y sindicales de izquierdas, pero también ciudadanos escasamente comprometidos,
aunque señalados por sus convecinos porque habían votado al Frente Popular o simpatizado
con su programa reformista.
En poco tiempo, una parte de los huidos, ante el acoso de las fuerzas del orden o las
promesas de perdón, terminó entregándose; un segundo grupo decidió “enterrarse en vida”, en
sus propias casas o cerca de sus pueblos de origen, iniciando la tipología de los llamados
“topos”; mientras que el tercero consolidó sus posiciones en montes y sierras como la mejor
forma de salvar la vida. A estos últimos se fueron agregando hombres que no se presentaban a
las llamadas de reclutamiento franquista o que, una vez encuadrados en las diferentes
unidades, aprovechaban el primer permiso para desertar; del mismo modo, los evadidos de las
cárceles y campos de concentración.
Estos huidos constituyeron desde el principio un motivo de inquietud para las
autoridades franquistas, incapaces de hacer frente a un problema de orden público, que
cuestionaba su dominio sobre amplios territorios. En un primer momento, se encargaron de su
persecución soldados de reemplazo, legionarios y regulares, pero estas unidades entrenadas
para la lucha en el campo de batalla no rendían lo suficiente en la sierra. No sería hasta la
llegada de las Columnas de Operaciones, compuestas por falangistas, guardias civiles y
policías, cuando se produjo una mayor efectividad. Sus métodos eran bastante toscos y
violentos, por lo que los huidos respondieron con idénticos métodos, produciéndose una
dialéctica represión- contra-represión que perdurará hasta que surjan los primeros grupos
guerrilleros organizados.
De este período, conocemos la existencia de varios casos de huidos en los campos y
sierras tarifeñas, es el caso de Juan Pantoja, cuyo padre se lo llevó a la sierra con sus
hermanos; los Villanueva, que se refugiaron en el Cortijo o Rancho del Pino, en la Angostura;
Diego Piñero hizo lo mismo con toda su familia; suponemos que no serían los únicos, pero a
la hora de reunir testimonios hemos encontrado muchas dificultades, ya que todavía son
muchos los que se niegan a hablar por miedo a posibles represalias . Vuelve a hacerse notar el
desconocimiento existente sobre el período y la necesidad de trabajos divulgativos serios que
acerquen a la sociedad la realidad del momento histórico por el que pasó España, para que no
115
EL MAQUIS ESPAÑOL
vuelva a repetirse o, al menos, esté en la memoria de todos los españoles para que intenten
evitar comportamientos parecidos a los llevados a cabo durante la Guerra Civil y posterior
dictadura franquista. Respecto a la guerrilla, todavía no podemos hablar de actividad en la
zona de Tarifa durante estas fechas porque, de hecho, aún no existía. Aunque debemos tener
en cuenta al germen de ésta, que fueron las diversas partidas surgidas en la serranía
malagueña a principios de 1937. La más antigua fue la del Tabarrito, acompañado por el
Rango, Montudo, Rebollo, Peroles, Monta, Cosque, Romero y los hermanos Diego y Juan
Abelló. En el mismo año surge otra partida integrada por Chaparro, Trujillo Ruiz y el Cojo de
Madrid. La tercera y última partida que se organiza en 1937 es la conocida por Casares, que
llegó a contar con una veintena de huidos, entre los que se recuerdan Germinal Mateos,
Razones, Vinagre, Vinagrillo, Gordillo, Sastre, Blanquito, Calero, Totoare, Contreras,
Tejerina, Pabuceno y Lezno; de los que una gran mayoría se trasladarán a la provincia de
Cádiz a lo largo del período del que hablaremos a continuación.
El final de la guerra no significó el comienzo de la paz para todos los españoles. Los
vencedores crearon toda una estructura judicial que permitiera al Régimen acabar con los
restos del republicanismo: el 13 de febrero de 1939 se promulgó la Ley de Responsabilidades
Políticas, un texto cuyos efectos retroactivos alcanzaban de manera significativa hasta el año
1934; el 1 de mayo de 1940 se hizo pública la Ley para la Represión de la Masonería y el
Comunismo, que tenía por objetivo combatir las dos obsesiones particulares de Franco y a las
que responsabilizaba de todos los males de España; la Ley de Seguridad del Estado del 29 de
marzo de 1941 reunía las leyes represivas anteriores y completaba el círculo jurídico de la
represión.
Con este panorama, los resistentes continuaron en las sierras, pero existía un matiz
importantísimo con respecto a los huidos en el período de la guerra: ya no podían contar con
el apoyo del Gobierno, ni del Ejército republicano. Los de la sierra se encontraron en el peor
escenario posible: aislados y a merced de las fuerzas represivas, situación ideal para que este
grupo de desterrados políticos evolucionara hacia la delincuencia. No obstante, un episodio
aparentemente ajeno a la política española modificó sustancialmente el contexto: el estallido
de la Segunda Guerra Mundial. El enfrentamiento entre los países democráticos y los
totalitarios alentó la supervivencia de los huidos, sobre todo cuando a finales de 1941 las
victorias soviéticas invirtieron el devenir de la guerra. Un ejemplo lo constituyó la creación de
la Federación de Guerrillas de León-Galicia, el primer organismo estrictamente guerrillero de
la posguerra, pero estos grupos no consiguieron organizar grupos que pudieran catalogarse de
políticos o militares, ni establecer unos objetivos claros, más que la autodefensa mientras
esperaban el resultado del conflicto europeo.
Desvinculados de los partidos y sin ayuda externa, los guerrilleros vivían de lo que les
proporcionaban sus enlaces y, sobre todo, de los atracos efectuados contra personas afines a la
dictadura o con un alto nivel adquisitivo. Mediante estos golpes económicos conseguían un
doble objetivo: procurarse los recursos necesarios para sobrevivir y represaliar a los
franquistas. Aunque, generalmente, sólo recurrían a ellos en caso de necesidad, ya que
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
117
EL MAQUIS ESPAÑOL
correaje con municiones, 20 las armas características que los desertores se llevaban al escapar
de los Regimientos de Fortificaciones y los Batallones Disciplinarios de Trabajadores.
El 19 de octubre de 1944 a las 6 de la mañana la División 204ª, creada para la ocasión, inició
la “Operación Reconquista de España”, más conocida como la invasión del valle de Arán.
Lamentablemente no llegó a buen puerto, ya que la población no reaccionó como los
guerrilleros esperaban; de hecho, la Unión Nacional Española era totalmente desconocida. Sin
embargo, este episodio fue decisivo para el posterior desarrollo de la guerrilla, ya que
propició la organización de los grupos de huidos dispersos por el territorio español. A partir
de este momento, la resistencia armada contra el franquismo tuvo como base organizativa las
llamadas agrupaciones que, según el coronel Eulogio Limia Pérez, eran las siguientes:
El fracaso de la invasión del valle de Arán no acabó con el ánimo de los guerrilleros,
así como de los republicanos en el exilio. Eran tiempos en los que parecía imposible que los
aliados, vencedores de los fascismos, no intervinieran en España. Sin embargo, la política
mundial entró de inmediato en un tobogán de intereses geoestratégicos que sepultaron los
sueños republicanos en el panteón de las causas perdidas.
La Guerra Fría, consecuencia lógica del reparto de áreas de influencia y de los
sistemas políticos y económicos dominantes, consolidó definitivamente al franquismo, ya que
los ingleses lograron convencer a los americanos de que la presencia del dictador al frente de
España era conveniente, además de barato, ya que a cambio de poner el país a disposición de
los intereses occidentales sólo pedía que no interfirieran en la política interior de España.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
En una posterior reunión en agosto de 1946, los guerrilleros del Sector Sur se unieron
a la Alianza Nacional de las Fuerzas Democráticas y confirmaron a Bernabé López Calle
Fernando, Fernando Abril o Comandante Abril como jefe de la guerrilla gaditana-malagueña.
Pero las partidas de López Calle y Manolo el Rubio no actuarían como una sola, en
realidad se habían repartido el territorio (el primero en el oriente de Cádiz y el segundo entre
Cádiz y Málaga) y aceptaron colaborar en caso necesario; aunque, según opiniones de Manolo
el Rubio, podemos suponer todo lo contrario, “ese hombre [refiriéndose a Bernabé López
Calle] era débil pero muy egoísta. Si no le nombraba jefe lo único que iba a poner serían
chinitas en el camino”. Sin embargo, otros testimonios de quienes también le conocieron lo
ensalzan hasta rozar casi el misticismo y llegan a convertirlo en “uno de los guerrilleros más
audaces y carismáticos de Andalucía”. También puede leerse, según cuentan veteranos de su
grupo como Vladimiro y su ex-enlace Eugenio, “Bernabé gozaba de un gran carisma entre
sus hombres, era muy avispado y con grandes dotes de mando, además de una gran
capacidad de comprensión que le sería muy útil para unificar criterios y lograr una buena
convivencia entre los miembros izquierdistas y anarquistas de su partida”. Su lema era “el
derrocamiento del régimen franquista ha de ser obra de todos los españoles honrados”. A
pesar de todo, fue la agrupación de Bernabé López Calle la que consiguió vertebrar una
amplia red de colaboradores anarquistas en Jerez y contó con el apoyo de la CNT de Sevilla,
pero las caídas masivas de abril de 1947 le obligaron a desplazarse hacia la zona de Ronda.
Como ocurrió en toda Andalucía, las cuadrillas gaditanas del Campo de Gibraltar
realizaron secuestros con cierta asiduidad, es el caso de la historia de la familia Trujillo-
Serrano: el 19 de octubre de 1945 fue secuestrado uno de los hijos de la familia, José Trujillo
Serrano por Andrés Chaves Martínez, El Chaves, Fernando Moya Muñoz Minuto, Juan
Toledo Martínez Caracoles y Palmiro; y a los dos años, el 23 de mayo de 1947, otra partida de
guerrilleros secuestraba a otro de los hermanos, Antonio Trujillo Serrano.
Ambos secuestros se llevaron a cabo de forma similar. La partida se acercó al Molino
de Carrizales a última hora de la tarde, ya casi al anochecer (ya que la oscuridad favorecía la
huida de los asaltantes), cuando la familia estaba atareada encerrando a los animales. En el
primero de los casos atraparon en un descuido a José Trujillo y se lo llevaron con ellos al
monte, allí lo retuvieron durante siete días hasta que su padre pagó el rescate.
Ante la imposibilidad de mantener una entrevista con éste último, ya que falleció hace
unos años, le preguntamos a su hermano Cristóbal sobre su experiencia: “Él contaba después
119
EL MAQUIS ESPAÑOL
que mal no lo trataron, pero claro lo tuvieron retenido, privado de libertad, pero que le
daban de comer, de lo que ellos comían, comía él y, en fin, que lo atendían.”
Suponemos que por eso nunca imaginaron que el secuestro de Antonio tuviera tan
trágico final. Cristóbal nos cuenta que la primera vez su padre pagó el rescate antes que la
Guardia Civil se enterase, por lo que no hubo ningún problema. Sin embargo, la segunda vez,
la Guardia Civil actuó rápido e impidió que la familia realizara el pago, para así intentar
atrapar a los guerrilleros.
Por lo que Cristóbal no cree, como apunta Juan Quero en su libro, que la causa del
segundo secuestro fuera el incumplimiento de un trato entre el padre de los secuestrados y los
guerrilleros: el pago del rescate de José Trujillo Serrano a plazos. Cristóbal asegura que su
padre pagó la totalidad del rescate, que ascendía a un total de 230.000 pesetas (aunque
dudamos de esta cifra, ya que casi ninguno de los secuestros obtuvo un rescate tan fructífero
ni tenemos otra fuente con la que contrastar esta información; además, tenemos que tener en
cuenta que Cristóbal sólo era un niño que escuchaba conversaciones de mayores) y que los
guerrilleros volvieron porque sabían que eran una familia “que estaba desahogada
económicamente”, en ningún momento, debido a razones ideológicas.
A lo largo de la operación de búsqueda, una contrapartida detuvo en el monte al pastor
que trabajaba para la familia Trujillo, esté se declaró culpable de colaborar con los
guerrilleros en el segundo secuestro; de hecho, se encargó de indicarle a los guerrilleros cuál
era la mejor hora y el mejor sitio por el que acceder a la propiedad. Otro duro golpe para la
familia, ya que lo tenían por hombre de confianza. De la misma manera, indicó a la Guardia
Civil la zona por la que se podían encontrar los guerrilleros, se trataba de las sierras del
municipio de Los Barrios, donde abundan las cuevas y abrigos que le servían de escondite.
Por ejemplo, a la entrada de una cueva en la zona de Castellar de la Frontera se puede leer un
¡Viva la República! y ¡Viva el Comunismo! grabados en la roca a la entrada de una de ellas.
No es de extrañar, ya que por testimonios de otros guerrilleros de la época se sabe que
llegaban a recorrer más de 40 kilómetros al día, siempre de noche y borrando sus huellas; así
como sin fumarse un cigarrillo o sin encender fuego, ya que el humo o el olor los podía
delatar.
Por la misma época, suponemos que se produjeron los incidentes que Juan Quero
enumera en su obra sobre Facinas, aunque son muy pocos los datos que se ofrecen al respecto
y tampoco han podido ser contrastados con otra fuente, como si hemos podido hacer con el
testimonio de Cristóbal Trujillo Serrano, que coincide casi a la perfección con lo narrado por
Manuel Pérez Regordán en su libro. Según él, la primera incursión de la guerrilla en la zona
se produjo en Salavieja y se llevaron a Antonio Jaén, por el que su tío tuvo que pagar un
fuerte rescate; en otra de sus correrías llegaron hasta El Almarchal en busca de José Barrio
Jiménez, era verano y le sorprendieron tomando el fresco nocturno en la puerta de su casa,
trató de encerrarse en ella y al cerrar la puerta le hicieron una descarga con armas de fuego, lo
hirieron gravemente en el abdomen, a las pocas horas murió en Algeciras, donde lo
trasladaron con urgencia; y, en otra ocasión, trataron de asaltar el Cortijo de la Cuesta, pero
los habitantes del mismo fueron alertados por los perros, cerraron la puerta y los bandidos no
pudieron entrar.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
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EL MAQUIS ESPAÑOL
actitud defensiva con el objeto de resistir con los menores costes posibles la ola represiva que
llevaba a cabo desde Medina-Sidonia el teniente coronel Roger Oliete Navarro, encargado de
acabar con la guerrilla en la zona. Pero en febrero de 1949 se produjo un intento de reforzar la
organización, que coincidió con la presencia en la zona de un delegado del Comité Regional
del PCE de Sevilla, Manuel Abollado Orejitas. Las nuevas conversaciones se concretaron en
la unión orgánica de las partidas del Comandante Abril y Manolo el Rubio en la 6ª
Agrupación, también llamada Agrupación Guerrillera Fermín Galán (en memoria del Capitán
de Infantería de San Fernando, que había protagonizado en la localidad de Jaca la frustrada
sublevación republicana de diciembre de 1930), fundada en ese mes de febrero en un paraje
conocido como la sierra de las Cabras, en el término de Jerez de la Frontera, y de la que
formaban parte 27 resistentes. Fue nombrado responsable militar López Calle (el único
anarquista que alcanzó la jefatura de una agrupación en la resistencia antifranquista), Polonio
sería el ayudante, Manolo el Rubio recibió el cargo de jefe del Estado Mayor, Juanito se
encargaría de la propaganda guerrillera y de la administración Aniversario. La nueva
organización se extendía por el oriente de Cádiz y el occidente de Málaga, básicamente en la
Serranía de Ronda, formándose cuatro sectores con su grupo o partida correspondiente:
Primer Sector: de Cortes de la Frontera hasta la estación férrea de Gaucín, del que Benito
(uno de los Morenos de Cortes) era Jefe de grupo.
Segundo Sector: Ubrique, Algar y Jerez de la Frontera con Lobatón al mando.
Tercer Sector: Montejaque, Grazalema y Benaoján controlados por el grupo de Caracoles.
Cuarto Sector: Alcalá de los Gazules, Jimena de la Frontera y Los Barrios bajo el mando de
Pedro el de Alcalá.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
fue la traición. Las caídas de guerrilleros a partir de 1947 no se produjeron en el monte, sino a
causa de las traiciones.
De hecho, hemos conocido por la obra de otros autores que para realizar sus
investigaciones ha sido de vital importancia un informe realizado por Roger Oliete Navarro,
en el que daba cuenta a la Dirección General del Cuerpo de todas las actuaciones llevadas a
cabo hasta el 25 de marzo de 1952. Pero nos ha sido imposible su consulta ya que suponemos
que se encuentra en el Servicio de Estudios Históricos de la Guardia Civil, al que nos ha sido
imposible acudir, denuncias de enlaces y compañeros. Era un síntoma de la lucha por la vida,
pero también el reflejo de la cuota de oportunistas que aparecen siempre que se adivina un
cambio en las relaciones de poder.
En un trienio dominado por la muerte, también se llevaron a cabo importantes huidas
que mitigaron la catástrofe humana de los últimos años de la resistencia antifranquista.
Descartado Portugal, los destinos de las escapadas se reducían a la frontera francesa, la más
buscada, y el norte de África, sobre todo Tánger y Casablanca, que implicaba la peligrosa
travesía del estrecho de Gibraltar. De hecho, en el AHPC encontramos un documento donde
la Guardia Civil informa al Gobernador Militar del Campo de Gibraltar de la detención de dos
individuos, Rafael Bermúdez Rosado y Antonio Ortiz García, “bandoleros” con un amplio
expediente delictivo, cuando desembarcaban del bote en el que pensaban sacar del país a
varios compañeros.
Aunque algunos de ellos, ante la imposibilidad de huir, intentaron sobrevivir
camuflándose como jornaleros. Alejados de las sierras, que les hicieron, al mismo tiempo,
temidos y vulnerables, buscaron trabajo fuera de los núcleos más vigilados con la esperanza
de que no se olvidaran de ellos.
También se produjo otra manifestación destacada, la de los hombres que, sabiéndose
condenados a muerte, prefirieron quedarse en el monte a marcharse al extranjero, incluso
pudiendo hacerlo. En general, y sin querer elevar el dato a categoría, los que se quedaron eran
guerrilleros autóctonos, que se movían por comarcas de las que eran naturales, y que habían
adquirido lazos de unión con compañeras en la zona o en el monte, y que no intentaron huir
por razones afectivas.
En el caso que nos ocupa, el final de la Agrupación Guerrillera Fermín Galán podría
formar parte de un guion cinematográfico. En la noche del 30 de diciembre de 1949 la
situación cambió definitiva y funestamente para la Agrupación Guerrillera. En estas fechas,
Bernabé y sus hombres se encontraban en el campamento de Medina Sidonia, desde donde les
resultaba relativamente fácil desplazarse hasta las sierras de Grazalema y Ronda. El
encargado de llevar los suministros al campamento era Francisco Fernández Cornejo Largo
Mayo, un hombre sin ideales claros que se había visto obligado a echarse al monte unos
cuatro años antes. Esa noche salió del campamento para traer comida, pero fue directamente
al cuartelillo de la Guardia Civil para delatar a sus compañeros, ya que había sabido por su
esposa que la Guardia Civil había prometido que saldría impune si delataba al resto de la
agrupación.
Inmediatamente se dieron las órdenes oportunas para establecer bajo el mando del
teniente José Girado González, Jefe de los Servicios de Represión de Bandoleros, un
dispositivo de cerco en la zona del Cerro de la Atalaya y, concretamente, en el paraje de
difícil acceso conocido como el Haza del Cabezón, donde se encontraba el campamento, con
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Conclusión
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
En este apartado voy a incluir solo dos personajes, pero que dos personajes, dignos de pasar a
nuestra Historia con todos los honores, no sé al lector que impacto le producirán estas dos
historias, a mí me han dejado sorprendido por que las desconocía hasta esta fecha. Si
viviéramos en yanquilandia seguro que ya la hubiésemos visto cien veces pero en este país
sentimos un desprecio vergonzoso por nuestra historia, veamos estas historias.
Pablo Pérez Hidalgo era natural de Bobadilla (Málaga). Formó su partida a principios del
verano de 1940 y estableció sus primeras bases en Sierra Bermeja, actuando por zonas bien
delimitadas: la de Gaucín, la de Casares (Málaga), la de Jimena y la de Castellar de la
Frontera (Cádiz).
Antes de echarse al monte, «Manolo el Rubio" había organizado varias partidas
auxiliares del Llano, o grupos de enlaces, en la vertiente norte de Sierra Bermeja: por
125
EL MAQUIS ESPAÑOL
“(…) El Capitán y el de Bernabé López Calle, cuerpos que fueron trasladados esa misma
mañana a Medina Sidonia, en cuyo cementerio fueron enterrados en una fosa anónima. El
resto de la agrupación corrió desigual suerte. José Calvo Pena, Juan Toledo Martínez
Caracoles, Juan Virgil de Quiñones Juanito, Juan Francisco Domínguez Gómez Pedro el
de Alcalá, Francisco Moreno Barragán Benito y Pablo Pérez Hidalgo Manolo el Rubio
acudían todas las tardes a un caserón de Algatocín, conocido como El Chorrón, donde
fueron sorprendidos por la Guardia Civil gracias a la colaboración de Pedro El Seco,
dueño del caserón.
En la refriega murieron los seis guerrilleros, aunque debido a una jugarreta del
destino no fue Manolo el Rubio el que bajó esa noche del monte a cenar, sino Antonio
Rincón González “Rincón Perejil”; pero como su rostro estaba desfigurado y nadie
reclamaba el cadáver, el padre de Manolo el Rubio lo identificó como su hijo, no sabemos
si para salvarle la vida o simplemente porque lo creyó muerto. Manolo el Rubio nunca lo
sabría, ya que cuando se enteró de lo ocurrido, decidió buscar a Ana Trujillo Herrera “La
Oveja”, una viuda de guerra que vivía en una choza en el municipio de Genalguacil (cerca
de Ronda), que, aun viviendo sus padres, acogió al guerrillero en su humilde choza, donde
le hizo un cancel con juncos y enredaderas en uno de los ángulos, allí vivió encerrado la
friolera de veintiséis años, hasta que se enteró de la proclamación de don Juan Carlos I
como Rey de España”.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Pérez Hidalgo “Manolo el Rubio” estuvo escondido 26 años como "topo" desde 1950 hasta
1976 hasta su detención por la Guardia Civil a causa de la delación del estanquero del pueblo,
al sospechar éste por unas compras de tabaco que hizo Ana en su local. Esta cabaña era
propiedad de la familia de Ana “La Oveja”, la cual fue compañera de Manolo hasta los
últimos días de su vida.
El paraje donde se ubica el refugio es de los más bellos que existen en la Serranía, en
el término municipal de Genalguacil y, tal como dice Isidro García, en su libro, Pablo desde
su escondite veía todo lo que pasaba en el pueblo de Genaguacil incluso hasta escuchaba la
música y las campanas de la iglesia. En la actualidad la espesura de los arboles hace que el
pueblo ya no se vea como Pablo lo veía a lo largo de 26 años desde su escondite. El lugar se
encuentra rodeado de castaños y totalmente camuflado, incluso todavía hoy es difícil saber
dónde se encuentra la casa.
"Pablo, una vez en libertad en 1976, siguió viviendo junto a Ana en el bello pueblo de
Genaguacil, hasta que Pablo cayó enfermo y se fueron a vivir al pueblo natal de Pablo,
Bobadilla (Málaga) donde el viejo guerrillero finalmente murió el 4 de diciembre de 1992 y
Ana le sigue, pues muere de pena un mes después, el 8 de enero de 1993, tras negarse a
comer sumida en un gran dolor por la pérdida de su amado compañero de privaciones,
soledad y sufrimiento de tantos años en aquella pequeña choza perdida en los montes de
Genalguacil. Así me lo contaba Isidro García quien conoció a ambos y sabía del gran amor
que ambos se procesaban mutuamente”.
Hay un bello final en el libro del profesor Isidro García que dice así:
"Los restos de Pablo descansan en Bobadilla y los de Ana, por expreso deseo de su sobrina,
son trasladados a Genaguacil. Lo que no pudo separar la guerra, el miedo, las dificultades
y el peligro permanente, lo separó una simple decisión familiar."
Diego “El de la Justa”. Este guerrillero difícil de clasificar como tal representa un caso más de
la huida a la Sierra, producto de la injusticia social de aquellos tiempos. Originario de Teba
(Málaga) donde todavía se le tiene un buen recuerdo de hombre honrado y trabajador, siendo
muy apreciado por sus paisanos que le recuerdan con respeto. Diego, un simple trabajador del
campo sin una adscripción política definida, arrenda en la zona de la Cuevecilla cercana a
Teba unos terrenos baldíos a Pablo Ramos, un cacique local, a quien paga puntualmente su
arriendo. Con mucho esfuerzo y trabajo Diego logra limpiar aquella tierra sin aparente valor,
a la que sabe sacar una utilidad agrícola para poder alimentar a sus cuatro hijos y su mujer.
El señorito Ramos, en vista de la "recuperación" milagrosa de aquel terruño, decide
quitárselo a Diego "El de la Justa" sin ninguna compensación moral ni económica, con lo que
Diego se resiste e intenta defender el producto de su trabajo. Una mañana, Diego, apercibido
de que venía el tal Pablo Ramos armado para echarle de sus terrenos, le sale al encuentro
entablándose una discusión en el que el cacique resulta muerto, y Diego comprende que su
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EL MAQUIS ESPAÑOL
única salida está en echarse a la Sierra, como tantos miles de hombres y mujeres de la época.
Diego aparece como "hombre de la Sierra", en los comienzos de 1940, por la zona de Ardales
y Teba, con bases en la Sierra del Valle de Abdalajís. Todos los pueblos de los contornos
fueron literalmente trillados por “Diego”, que había sido trabajador temporero y que conocía
los más importantes cortijos de aquella región como su propia casa.
Mientras tanto, su mujer e hijos tuvieron que soportar las frecuentes visitas y maltratos
de los guardias civiles y falangistas, que los sometían a constantes humillaciones e
interrogatorios, durante todo el tiempo que Diego estuvo en la Sierra.
En Álora oímos hablar bastante de este jefe de partida. La mala uva que algunos le
atribuyen — a él y a otros jefes de partida, en las cuatro esquinas del país— no era, por lo
regular, más que la consecuencia de las tremendas injusticias soportadas durante largos años,
cuando no por generaciones enteras de jornaleros del campo.
Recuérdese: a veces los jornales trabajados en un año no llegaban a cien, el hambre y
la miseria eran la forma de vida habitual, y la otra cara de la injusticia — la contra-injusticia,
como diría monseñor Heider Cámara, obispo del brasileño Recite— es que la violencia que se
desató a la sombra de la Guerra Civil — la "ira violenda", al decir del ilustre y valiente
prelado del Brasil— y que protagonizaron los hombres de la Sierra, cayó alguna vez sobre los
justos y no sobre los pecadores. Los caciques campaban a sus anchas y su palabra y capricho
eran la ley local, pues en aquellos tiempos el término municipal de Teba y sus tierras
cultivables, por ejemplo, estaba prácticamente repartido entre tres grandes familias
propietarias.
La peregrinación laboral de "Diego el de la Justa", en su época de jornalero, le había
permitido anudar buenas relaciones con muchos cortijeros, pues tenía fama de hombre
trabajador y servicial, lo cual le iba a permitir más tarde disponer de innumerables ayudas y
de puntos de apoyo durante algo más de 9 años de vida guerrillera en la Sierra, puesto que
cayó en plena Sierra de Ortégicar, a fines de mayo de 1949, en combate, cercado por las
fuerzas represivas, junto con varios de sus hombres, después de una gran operación anti-
guerrillera en la que se desplegó un gran número de efectivos de la Guardia Civil.
Nos comentaban varios vecinos de Teba que su cadáver, cargado en un mulo fue
paseado por su pueblo natal como un trofeo de caza, ante el estupor de sus vecinos, siendo
éste zarandeado y escupido por los caciques y falangistas locales, hasta el punto de que un
teniente de la Guardia Civil, indignado, se dirige a uno de esos "valientes" espetándole:
"Deja tranquilo a ese pobre hombre que ya es cadáver, que si tú hubieses tenido sus
cojones, podrías haberlo demostrado capturándolo tú mismo allá arriba, en la Sierra".
Podríamos decir que; las condiciones injustas y caciquiles de la España propia del siglo XVII
que padecían los jornaleros del campo habían asesinado a un hombre JUSTO.
***********************
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Realmente se conoce poco aún de la historia de los maquis. Mitificados por una parte y
degradados a la categoría de bandoleros (cuando no terroristas) por la otra, sus verdaderas
motivaciones siempre fueron manipuladas. De hecho, lo de “maquis” fue un nombre que vino
después. Entonces se les llamaba “los echados al monte”. Aquí tenemos una de las claves:
fueron echados, es decir, no se iban por su propia voluntad como guerrilleros. Una buena
parte de los maquis que recorrían nuestra sierra eran prófugos, presos que se habían escapado
de la cárcel de Azuaga adonde habían llegado por distintos motivos: junto a presos políticos,
soldados republicanos y guardias de asalto en espera de destino de destierro, se mezclaban
verdaderos rufianes y bandidos que aguardaban la pena capital. Por otra parte había un grupo
de represaliados del pueblo a los que les negaban el trabajo y también el permiso para
marcharse a otro lugar a buscarlo.
Para unos y para otros, la única escapatoria era la de vivir de lo que robaban, para ellos
y para sus familias, en espera de que las cosas cambiasen. Y hoy sabemos que tardarían en
cambiar muchos años.
La partida que conoció mi padre se formó en la primavera del 41 y siempre tuvo sus
bases principales en el extremo occidental de Sierra Morena y sus refugios o puntos de apoyo
en la Sierra del Recuero. Algunos apodos como “el Tripas”, “el Chato”, “Azulito”,
“Baldomero”, “Pinche”, “Cantares”, “Calderón”, “Alemán”, “Cristo” o “Turronero” se
dejaron ver por la zona del pueblo, moviéndose y ocultándose en lo que abarcan los términos
de Alanis, Cazalla de la Sierra, Guadalcanal y Constantina. Se relatan “encuentros” en Nava
Baja, del término de Alanís; en las proximidades de Piconcillo de Fuente Ovejuna (Córdoba),
y multitud de atracos en cortijos del término del Pedroso, como Candelero, Riscos Blancos,
La Lobera, La Navarra… En uno de los cortijos, no diré el nombre, fue donde mi padre los
vio y pudo hablar con ellos, siendo niño.
Esta partida, encabezada por “El Chato de Malcocinado” actuó por la zona de Llerena
(Fuentes del Arco, Pallares, Bienvenida, Usagre, Llerena, Valencia de Las Torres), con puntos
de apoyo en Sierra Prieta. Tuvo una zona de actuación muy dilatada, que se extendió hasta
Cumbres Mayores (Huelva), El Pedroso (Sevilla), Hornachuelos y Fuenteovejuna (Córdoba) y
Azuaga (Badajoz).
No podemos decir que fueran santos. Si había que matar, se mataba. Venganzas por lo
pasado las hubo. Y si para poder escapar había que llevarse por delante al que se interpusiera
en el camino, se hacía. La partida que merodeó por aquí, se dice que asesinaron a un alguacil
en Azuaga, a varios vecinos e incluso a propietarios de cortijos de la zona de Bienvenida.
Culpables eran de los secuestros o ejecuciones de gente destacada del bando franquista
(también a informadores o delatores) que se les imputaban. Otra cosa es lo que la propaganda
franquista hacía llegar a la opinión pública, como asaltos y violaciones indiscriminadas.
Si bien con el apoyo del ejército, fue la Guardia Civil la encargada de perseguir y
luchar contra estos guerrilleros. Los encuentros entre ambos (Guardia Civil y maquis) eran
minimizados por la prensa franquista denominándolos “refriegas”, si bien eran verdaderos
enfrentamientos a tiros y cuerpo a cuerpo entre una partida y miembros de la benemérita. Si
consideramos que la partida que merodeaba por aquí tenía más de quince componentes,
129
EL MAQUIS ESPAÑOL
podemos imaginarnos que esos encuentros no eran precisamente un juego de niños. Así
ocurrió en el arroyo de la Encarnación, cerca de nuestro pueblo el 3 de agosto de 1944, por
ejemplo. En un encuentro (“intensa refriega”) en el término de El Pedroso 14 días después,
seis miembros de la partida fueron muertos, incautándoles dos escopetas, un fusil, un rifle
americano, dos pistolas, 20.000 pesetas y cuatro macutos, con municiones y otros efectos.
Se cuenta que la propia Guardia Civil creo “contrapartidas” para detectar grupos de
apoyo a los maquis, e incluso que estos falsos guerrilleros hicieron cuanto les vino en gana, de
hecho —me cuentan — que llegaron a secuestrar a personas bien aposentadas, incluso de
derechas. Está escrito que en una finca de Alanís golpearon al cortijero y a sus hijos. El
cortijero, preso del pánico, sacó a la familia de allí y entregó las llaves de la finca a la dueña,
explicándole lo ocurrido. La señora fue a ver al sargento de la Guardia Civil, pero éste le
contestó que “escapaba a su jurisdicción, pues las Contrapartidas dependían de la
Superioridad”. Sólo ante la amenaza de la dueña de la finca "de hacer intervenir a gente
amiga de Madrid influyente", el sargento cedió, prometiéndole que nunca más irían por la
finca a molestar a nadie.
La partida de nuestro pueblo anduvo siempre bastante suelta, e incluso se decía que
rendían visitas nocturnas a sus mujeres sin que nadie se atreviera a cortarle el paso. En uno de
los testimonios recibidos por mí se encuentra una explicación: los ciudadanos ayudaron tanto
a los del monte debido a la tremenda represión que estaban sufriendo y a las injusticias de las
que hacían gala “las fuerzas vivas” y, en cierto modo, era un modo de saldar cuentas con sus
verdugos. Si algún potentado de un pueblo de alrededor profería una amenaza a alguien
haciendo uso de su poder por ser afecto al régimen, al llegar esto a oídos de los del monte, era
posible que el opresor fuera capturado y, tal vez, asesinado. Los ricos tomaron un enorme
miedo, no acercándose a los cortijos. Cuenta mi padre que en diez años no vio una sola vez al
“amo” del cortijo, situado en la encrucijada de Badajoz, Sevilla y Córdoba. Algunas veces la
sola presencia en los montes de una partida armada, atemperaba el furor ultramontano de
determinadas "fuerzas vivas”.
De vital importancia es, por tanto, el apoyo que le daba la población. En un principio,
recién echados al monte, es la familia y las amistades más íntimas las les procuran la comida,
dejándolos en lugares previamente pactados o visitando de manera nocturna su antiguo hogar.
Los atracos vienen después, cuando a las familias se las vigila y se las persigue, actuando la
autoridad muchas veces con saña contra ellas (se las encarcela, se las corta el pelo y se les da
escarmiento público…). Incluso algún familiar tras esto se echó al monte escapando también,
debido a la represión laboral y al boicot económico que se les hacía, impidiendo que se
pudieran ganar el jornal. Al pasar el tiempo, las tornas cambian. Eran años de hambre y los de
la sierra hacían partícipes de sus botines a los familiares más necesitados.
El medio más frecuente de obtener dinero era mediante el secuestro de personas
adineradas y pedir el correspondiente rescate, a veces muy sustancioso. Por ejemplo, un
secuestro en la Solana, el 29 de enero de 1943, les produce como botín veinte mil duros (600
€ de la época). ¿Y qué hacían con ese dinero?: Dárselo a familiares y necesitados. Se cuenta
un caso de un necesitado del pueblo al que le dieron dinero para medicinas. Delatado el hecho
por un vecino de Azuaga, el enfermo fue encarcelado. Los alimentos los robaban o se los
entregaban ciudadanos afines y las armas las obtenían de asaltos a la guardia civil
generalmente. Otro secuestro sonado fue el de un hermano de un ingeniero de minas en
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Cazalla de la Sierra. El rescate le costó doce mil duros, esto es, sesenta mil pesetas. Quiero
hacer notar que entonces, en 1944, el salario de un campesino era de 12 pesetas al día (el
mismo que 8 años antes).
Pese a todo, el fin de estos guerrilleros, estaba escrito. No existía escapatoria ni
alternativa para los echados al monte. La rendición suponía la pena de muerte al aplicarse la
ley de fugas. El destino de cada uno de ellos era el de morir en los encuentros con la guardia
civil, en ocasiones traicionados por los propios enlaces. En uno de los libros que he usado
para documentarme, se dice que en aquellos más de diez años de bandolerismo, hubo 2.173
maquis muertos y 467 heridos o capturados en toda España.
En este tema, y con la lejanía que nos da el tiempo, es imposible separar dónde
termina la violencia justificada de unos combatientes que se niegan a rendirse y dónde
empieza el simple crimen terrorista. Fueron convertidos en héroes por un sector de la
población ansiosos por tener esperanza. Sólo conociendo de primera mano la época convulsa
se puede hacer una lectura real de lo ocurrido. Desde aquí animo a los lectores a que
pregunten y, al fin, comprendan.
Por el sur de Badajoz, la primera partida que actuó fue la liderada por Juan Manuel García
Martínez “Chato de Malcocinado”, natural de este pueblo pacense. En 1940 se fugó de la
cárcel de Azuaga junto a otros 15 presos, que una vez en libertad huyeron cada uno por su
lado. Luego, “El Chato de Malcocinado” formaría una partida con varios huidos y con su
novia Josefa Bermejo Grueso “Paquita”. Todos sus hombres tenían como elemento común el
haberse escapado de las cárceles habilitadas por el régimen en la provincia.
No es cierto por tanto lo que afirman determinados autores franquistas, que se refieren
a estos huidos como personas que al terminar la guerra se quedaron escondidas en la sierra
para no tener que rendir cuentas ante las autoridades. En estas cárceles, además de pasar
hambre, sufrían continuas humillaciones y malos tratos por parte del personal que estaba al
cargo de ellas.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
Natural de Villanueva del Duque (Córdoba), hijo de José y Francisca y vecino de Villaviciosa
Anarquista estuvo en la sierra norte de Sevilla, en las Navas de la Concepción, en Constantina
y Cazalla. En 1948 tenía 29 años, era soltero. Cuando el golpe militar fascista, se enroló en las
milicias de Jaén y cuando llegaron los franquistas huyó a zona republicana. Al terminar la
guerra regresó a Villaviciosa. Fue detenido en 1941 por ayudar a los guerrilleros de la sierra y
cumplió tres años de condena en la Prisión Provincial de Córdoba. Estando trabajando en la
finca Orejón, se marchó a la sierra la noche del 10 al 11 de junio de 1946. Esto es lo que dice
el informe que recoge el proceso y por el que es catalogado de muy peligroso. Llegó a ser jefe
de la guerrilla. Fue detenido en Sevilla cuando estaba trabajando con carné y el supuesto
nombre de Antonio Fernández Aguilar.
Comunista, actuó en San Nicolás del Puerto, Las Navas, Constantina, Villaviciosa y
Cantillana. Fue detenido en Córdoba por ser del PCE y permaneció en prisión cuatro meses y
fue puesto en libertad el 26-1-46 fecha en la que se fue al monte y el 2-8-46 le fue conferido
el cargo de jefe del 150 Batallón de la 31 División, Tercera Agrupación de guerrilleros-radio
tercera del Comité Local del PCE. A sus órdenes estaban: El Comandante Ríos, el Cojo de la
Porrada, Vicente del Puerto, Ventura Durruti y Juan Aranda Nogales. Estos son los informes
del juez instructor, lo que deja ver que luchaban juntos guerrilleros de distintas ideologías.
Fue declarado responsable de cuantas acciones realizaron los guerrilleros que adujeron que lo
hicieron por su mandato. Fue el que escribió a máquina por ser el único que sabía hacerlo.
Capturado cuando trabajaba en un cortijo extremeño.
Natural de Hinojosa del Duque, con 26 años en 1948. Con el golpe de estado de los militares
se afilió al partido comunista, se enroló en el ejército republicano y fue comisario político.
Después de la guerra fue condenado por un consejo de guerra a la pena de muerte, conmutada
por treinta años, fue puesto en libertad el 1 de abril de 1945, incorporándose a la guerrilla.
Trabajaba en un cortijo entre Monasterio y Calera de León donde fue detenido.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
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EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
de la que llegó a ser comandante. Silvestre Gómez (14), después de permanecer escondido
varios meses en la sierra, logró su objetivo de escapar a Francia, donde en 1943 sería
nombrado jefe del XIV Cuerpo de Ejército de Guerrilleros Españoles.
Poco a poco se fueron incorporando, tras escaparse de las abarrotadas cárceles
franquistas, nuevos hombres a los grupos de huidos que se habían formado en las sierras
españolas. Uno de éstos fue Valentín Gil Valiente “El Chato de la Puebla”, que el 24 de
septiembre de 1939 se fugó de la cárcel de Navahermosa (Toledo), en la que estaba
condenado a muerte por un consejo de guerra celebrado el 27 de junio de 1939. De no haberse
escapado habría sido fusilado el 11 de noviembre de 1939 junto a sus nueve compañeros de
condena. (15) Otro de los huidos que se ocultó en la sierra fue el militante comunista José
Manzanero Marín “El Manzanero” que durante la Guerra Civil fue secretario general del
Comité Regional del PCE en Extremadura. (16) Tras fracasar en su intento de salir de España
por el puerto de Alicante, fue detenido y llevado a la prisión de Quintanar de la Orden
(Toledo), de donde se escapó el 10 de noviembre de 1939, un día antes de la fecha señalada
para su fusilamiento. El 12 de marzo de 1940 se escaparon de la cárcel de Herrera del Duque
(Badajoz) Honorio Molina Medina “Comandante” y Joaquín Ventas Cita “Chaquetalarga”,
que serían célebres por las sierras extremeñas. Meses después se fugarían de la escuela que
hacía las veces de improvisada cárcel en Aldeanueva de San Bartolomé (Toledo), Jesús
Gómez Recio “Quincoces”, y su hermano Saturio “Quijote”. (17) Con el paso del tiempo
“Quincoces” se convertiría en uno de los principales guerrilleros de la zona centro. El 4 de
noviembre de 1940, junto a su padre y a sus hermanos Asunción, Antonio y Manuel, se fue a
la sierra José Méndez Jaramago “El Manco de Agudo”, de 25 años, cansado de las continuas
vejaciones a las que era sometido por las fuerzas represivas. El principal objetivo de estos
huidos, en su gran mayoría de ideología comunista, era salvar la vida, estando muy lejos en
aquellos primeros momentos de estar guiados por un espíritu guerrillero de oposición a un
135
EL MAQUIS ESPAÑOL
enemigo que ya les había derrotado cuando formaban parte del Ejército republicano,
compuesto por cientos de miles de soldados. De hecho, el grupo liderado por “Quincoces”
pretendió en los primeros años de su existencia pasar lo más desapercibido posible,
arriesgándose únicamente a salir de sus escondites cuando tenía que realizar operaciones de
abastecimiento de víveres. En la abrupta provincia de Ávila también hubo soldados
republicanos que decidieron esconderse antes que entregarse, pero aquí, al contrario de lo que
ocurrió en otras zonas, el fenómeno de los huidos desapareció pronto, tras ir entregándose o
ser capturados, de tal forma que en los inicios de los años cuarenta este problema había
desaparecido por completo. La presencia de huidos en las sierras centrales obligó a las
autoridades del nuevo régimen a incrementar de manera notable los efectivos de la Guardia
Civil (18), aunque su persecución fue en principio mixta, pues hasta los primeros meses de
1942 también colaboró en su represión una División de Caballería, con sede en Aranjuez
(Madrid), al mando del coronel Gustavo Urrutia González. A partir de 1942 el Ejército quedó
como fuerza auxiliar y, desde entonces, la Guardia Civil cargó con todo el peso en la lucha
contra los huidos.
La vida en el medio rural, que ya de por sí era tremendamente difícil, se vio todavía
más complicada por la publicación el 26 de diciembre de 1940 de un bando militar que
regulaba al detalle la vida económica, responsabilizando a toda la población de los actos
realizados por los de la sierra.
El permanente acoso al que fueron sometidos los huidos por parte de la Guardia Civil,
que logró abatir en los primeros meses de 1940 a un buen número de ellos, llevó a José
Manzanero, destacado dirigente comunista, y a otros cinco huidos a intentar escapar a
Francia, pero no tuvieron éxito en su aventura. Al año siguiente, tras producirse decenas de
muertes entre los huidos y sus colaboradores en Los Montes de Toledo, la mayoría de los
huidos de la zona centro intentaron escapar de España, esta vez vía Portugal, pero la policía
salazarista abortó la evasión, y tan sólo uno consiguió llegar a Venezuela. Los que no
murieron en el empeño, entre los que se encontraban “Quincoces” y su hermano “Quijote”,
regresaron a las sierras de las que habían partido, a la espera de una nueva oportunidad . (19)
Las duras condiciones de vida que soportaban los huidos durante esos años, sin apenas
perspectivas de futuro, empezaron a cambiar al ver como el Ejército alemán era derrotado de
manera contundente en Stalingrado, en febrero de 1943. A partir de entonces, la favorable
evolución de la guerra mundial en curso para los ejércitos aliados les dotó de esperanza y de
una moral de victoria de la que antes carecían por completo.
En este contexto de cambio de signo en la guerra mundial, nos encontramos en la
provincia de Ávila con Adolfo Lucas Reguilón García “Severo Eubel de la Paz” (20), que hizo
una apuesta muy personal por la lucha armada contra el régimen franquista. Este atípico
guerrillero, sin duda uno de los más interesantes de cuantos hubo en las sierras españolas, era
un maestro natural de Villa del Prado (Madrid), que en julio de 1943 se refugió en Piedralaves
(Ávila). En septiembre de ese año, gracias a unos folletos que le proporcionaron unos enlaces
que tenía en Madrid, supo de la existencia de la Junta Suprema de Unión Nacional, en la que
podían entrar todos los españoles, desde los monárquicos y católicos hasta los comunistas y
anarquistas, pues no se buscaba establecer un determinado régimen político, sino acabar con
el franquismo y con la Falange, y restablecer las libertades y la democracia en España. La
JSUN estaba dirigida por Jesús Monzón, máximo dirigente de la Delegación Nacional del
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
PCE. “Severo Eubel de la Paz”, militante comunista desde mayo de 1936, se tomó muy en
serio la Unión Nacional y empezó a organizar juntas locales por los pueblos de los valles del
Alberche y del Tiétar. Estas juntas estaban formadas por un máximo de siete miembros, que
debían tener un gran prestigio en la localidad, no debiéndose discriminar a nadie por su
ideología, con tal de que estuviese de acuerdo con la línea de apertura política y democrática
que defendía la Unión Nacional.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
A medida que la guerra mundial era cada vez más favorable para los aliados, el
optimismo de los antifranquistas españoles iba en aumento, especialmente entre los
comunistas, que pensaban que había llegado el momento de provocar la tan deseada
insurrección nacional.
Para organizar la Jefatura Nacional de los Guerrilleros, el PCE eligió a José Isasa
Olaizola “Fermín”, que estaba exiliado en Argentina. “Fermín” desembarcó el 14 de
noviembre de 1943 en Lisboa, y desde aquí, gracias a un guía que conoció de manera
accidental, cruzó la frontera española por la provincia de Orense, llegando a Madrid el 20 de
noviembre. (21) El proyecto de la dirección del PCE consistía en enlazar con los grupos de
huidos refugiados en las sierras de la zona centro y dotarles de organización y de disciplina
militar. Se pretendía crear un amplio frente guerrillero que se extendiese desde el río Tajo
hasta el Guadalquivir. El núcleo principal de este frente guerrillero debía abarcar las
provincias de Madrid, Ávila, Toledo, Ciudad Real, Albacete, Cáceres, Badajoz y Córdoba, y
sus repercusiones se deberían hacer sentir también en Salamanca, Guadalajara y Cuenca por
el norte, y Jaén por el sur. Para los dirigentes comunistas, las provincias de Toledo y Ávila,
por su proximidad geográfica con Madrid, gozaban de gran importancia estratégica, pues si la
guerrilla lograba arraigar en ellas se podía dar la sensación de tener cercada la capital de
España.
Para llevar a cabo su misión, “Fermín” contó con el apoyo y la experiencia de varios
veteranos del partido: Dionisio Tellado Vázquez “Mario de Rosa”, Ramón Guerreiro Gómez
“Julio” y Jesús Bayón González “Carlos”.
En mayo de 1944, en un molino situado en el término municipal de Fresnedoso de Ibor
(Cáceres), “Carlos” y “Mario de Rosa” se entrevistaron con Jesús Gómez Recio “Quincoces”,
Joaquín Ventas Cita “Chaquetalarga” y José Díaz Monje “El Francés”, que eran tres de los
principales líderes de las partidas de huidos que actuaban por los montes toledanos,
138
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
ciudadrealeños y extremeños. Los tres aceptaron de buen grado la colaboración con los
hombres enviados por el PCE, que era también el partido político al que ellos pertenecían.
Tras esta entrevista, “Carlos” y “Mario de Rosa” enviaron un informe a “Fermín”, jefe
del todavía inexistente Ejército Guerrillero del Centro, en el que se decía que la misión que
les habían encomendado era complicada por la escasa organización política que tenían los
huidos, siendo difícil convertirlos de la noche a la mañana en guerrilleros dispuestos a pasar a
la ofensiva contra el franquismo.
Pese a las muchas dificultades con las que se encontraron, “Carlos” y “Mario de Rosa”
consiguieron, poco a poco, organizar política y militarmente a los diferentes grupos existentes
en el centro geográfico de la Península. Con esta materia prima constituyeron en las cuevas de
la Sierra de Altamira, situadas entre las provincias de Toledo y Cáceres, la Agrupación
Guerrillera de Extremadura, cuya acta fundacional está fechada el 5 de noviembre de 1944.
(22) El mando militar de la Agrupación se le otorgó a “Carlos”, auxiliado por “Mario de Rosa”
como jefe de Estado Mayor. Para dirigir la educación y la preparación política de los
guerrilleros se eligió a “Quincoces”, oriundo de la zona y verdadero jefe de la agrupación en
la sombra.
El 14 de noviembre de 1944 se puso marcha la Agrupación de Los Montes de Toledo,
Ciudad Real y Badajoz, más conocida como Agrupación Toledo, compuesta por unos 70
guerrilleros, que eligieron como jefe a José Manzanero Marín. En la reunión fundacional de
esta agrupación estuvieron presentes algunos huidos procedentes de Córdoba, que pudieron
apreciar los escasos medios de los que disponían los integrantes de las partidas que actuaban
en la zona centro, que carecían de armas y de ropa adecuada, pues algunos iban vestidos con
pieles, como los “hombres primitivos”.(23)
Para contrarrestar la formación de estas agrupaciones, el teniente coronel Manuel
Gómez Cantos, jefe de la Comandancia cacereña y responsable de la persecución de los
huidos en el 2º Sector (Badajoz, Cáceres, Ciudad Real y Toledo), a quien la Dirección de la
Guardia Civil le había concedido plenos poderes en la lucha contra los huidos, y que no dudó
en abusar de su autoridad, no faltando en su hoja de servicios los asesinatos en masa e incluso
el fusilamiento de varios guardias civiles en Mesas de Ibor (Cáceres), abandonó por
momentos sus prácticas violentas y adoptó una medida conciliadora, dando un plazo de 20
días para que los huidos abandonasen la sierra y se presentasen a las autoridades,
garantizándoles el perdón. Para demostrar que la propuesta iba en serio, Gómez Cantos fue a
la sierra, sin armas y solo con su ordenanza, a hablar personalmente con “Quincoces” y liberó
a varios huidos que habían sido apresados, permitiéndoles vivir en sus pueblos, sin ser
molestados por las fuerzas de orden público, ante la enorme sorpresa de sus vecinos. La
propuesta tuvo éxito en la zona de Navalvillar de Pela (Badajoz), pero su incidencia fue muy
escasa en las provincias de Cáceres y de Toledo, donde ya se había avanzado bastante en la
estructura organizativa de la guerrilla.
En esos momentos, los dirigentes comunistas españoles creían que la carestía de la
vida, la escasez de productos de primera necesidad y los bajos salarios, así como la evolución
de la coyuntura política internacional, hacían posible el desarrollo de un fuerte movimiento
guerrillero. Los socialistas, por el contrario, ponían todas sus esperanzas para el
derrocamiento del dictador en una intervención militar de las potencias aliadas, aunque
pronto, los dirigentes socialistas acabarían desengañándose de esta posible intervención aliada
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EL MAQUIS ESPAÑOL
consiguieron aglutinar en el llamado Ejército Guerrillero del Centro a las diversas partidas de
huidos que andaban dispersas por las sierras. Este ejército guerrillero se fue construyendo
sobre la marcha, sin una idea claramente elaborada. Así, en enero de 1945 se cambió el diseño
que se había establecido en noviembre de 1944, pasando la Agrupación Guerrillera de
Extremadura a denominarse 1ª Agrupación Guerrillera del Ejército de Extremadura-Centro,
cuyo marco de acción comprendía las provincias de Toledo, Cáceres, Ávila, Madrid y límites
norte de Badajoz y Ciudad Real. (25)
Para conocer personalmente a los dirigentes y guerrilleros de esta 1ª Agrupación,
“Fermín” y Pedro Sanz Prades “Paco el Catalán”, jefe del Estado Mayor del Ejército
Guerrillero del Centro, fueron a las cuevas de la Sierra de Altamira. Durante varias semanas
instruyeron a los guerrilleros en la política de la UN y les dieron clases prácticas de
explosivos. “Fermín” pudo apreciar la escasa preparación que tenían los guerrilleros de las
cuatro divisiones que componían la 1ª Agrupación. Una de las cosas que menos le gustó fue la
presencia de mujeres en la sierra. En un informe que envió a “Mariano”, máximo responsable
del Regional del PCE de Madrid, le decía que había mujeres, que sin ser las esposas de los
guerrilleros se unieron a éstos “en plan de concubinaje y ello imposibilitaba a cinco de los
mejores guerrilleros con buenas armas y, además, por conocer de antaño las andanzas de los
guerrilleros de la Agrupación, así como la mayoría de nuestros puntos de apoyo, su caída en
manos del enemigo (cosa muy fácil) suponía el poner al descubierto la organización”.(26)“
Fermín” prohibió la presencia de estas cinco guerrilleras en la sierra, y ordenó que
fueran llevadas con sus familiares o a labranzas de enlaces de la guerrilla, orden a la que nadie
hizo demasiado caso, a pesar de que la mayoría de los guerrilleros compartía sus puntos de
vista, no sólo por cuestiones de seguridad, sino también porque la rivalidad sexual que
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
originaba socavaba la solidaridad del grupo. (27) Luego, la existencia de niños de pecho en los
campamentos, pues fueron varias las guerrilleras que dieron a luz en la sierra, acrecentaba el
riesgo de que los guardias civiles descubriesen los campamentos en los que se ocultaban.
En realidad no fueron cinco, sino ocho las guerrilleras que anduvieron por las sierras
comprendidas en la 1ª Agrupación (28): Casimira Álvarez Felipe “Jopa”, Daniela Barroso
Escudero “Madroña”, Carmen Ruiz Rubio “Vivillo”, Rosa Parrilla Pulido “Rosa”, Elisa
Paredes Aceituno “Golondrina”, María Rodríguez Juárez “Goyerías”, su hermana Paula
“Migueleta” y Enriqueta Otero “María Dolores”. Ésta última, aunque militante comunista,
estuvo un tiempo en la Sierra de Gredos junto a un grupo de anarquistas liderado por Santiago
Flores Sánchez “Cariñoso de Gredos”, que utilizaba estas sierras como base para llevar a cabo
sus operaciones.(29) Durante unos meses también estuvo en la sierra Orencia Ventas Cita,
hermana de “Chaquetalarga”, jefe de la 13ª División, infiltrada por el capitán Chacón para que
pusiese al descubierto los campamentos y los puntos de apoyo de la guerrilla extremeña. Sin
embargo, la connivencia de Orencia con la Guardia Civil fue descubierta por los guerrilleros .
(30) El papel de estas mujeres fue bastante secundario en la guerrilla, realizando sobre todo
labores de intendencia, pues no participaban directamente en las operaciones guerrilleras o de
abastecimiento. (31)
Según “Carlos” la constitución de la 1ª Agrupación Guerrillera significó un importante
salto cualitativo en la lucha contra el franquismo en la zona centro de España. Sin embargo, la
Guardia Civil afirmaba no haber notado ninguna diferencia entre el proceder de los huidos y
el de la guerrilla. En cualquier caso, la situación de los guerrilleros no varió demasiado,
aunque ahora sí que contaban con la esperanza de acabar pronto con el régimen franquista. La
vida en la sierra siguió siendo difícil, pues los grandes objetivos políticos quedaban todavía
diluidos en un objetivo más inmediato y tangible como era la simple supervivencia. Los
problemas que planteaba la vida cotidiana absorbían la mayor parte de las energías de los
componentes de la 1ª Agrupación, quedando la disciplina y la organización militar en un
segundo plano.
Las armas de las que disponían eran por lo general viejos fusiles y escopetas que
conseguían en los asaltos a las labranzas, o se las quitaban a los guardas y cazadores. A veces,
los guerrilleros fabricaron bombas de mano con dinamita que robaban de canteras o
polvorines.
Aunque procuraban ir uniformados con cazadoras de cuero, camisas de color caqui,
que era el que mejor se adaptaba a la vida en el monte, pantalones de pana y botas de cuero
negras, las grandes dificultades que tenían para conseguir las más elementales prendas de
vestir hizo que este deseo fuese imposible de cumplir. Incluso no llevaban ni tan siquiera los
clásicos brazaletes con los colores de la bandera republicana que los identificase como
miembros del Ejército Guerrillero del Centro. En ocasiones, a la hora de realizar alguna
operación de propaganda, desplegaban la bandera tricolor para darse a conocer como
“soldados de la República”, con las connotaciones de luchadores por la democracia y las
libertades que esto llevaba asociado.
Las cuatro divisiones que componían la 1ª Agrupación Guerrillera debían entregar
30.000 pesetas al mes a “Fermín”, como jefe del Ejército Guerrillero del Centro, para sufragar
los gastos que en la retaguardia ocasionaba mantener la guerrilla. A cambio de este dinero,
que pocas veces entregaron, “Fermín” y “Paco el Catalán” llevaron a los guerrilleros varios
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EL MAQUIS ESPAÑOL
142
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Las contrapartidas hicieron todavía más difícil la vida diaria de los campesinos, que
confundidos muchas veces y cogidos entre dos fuegos, no sabían que carta jugar.
Ante la falta de perspectivas, los integrantes de la Agrupación Toledo decidieron
disolverla a finales de 1945, convencidos de que el movimiento guerrillero en España no tenía
futuro. José Manzanero, el jefe de esta agrupación, se ocultó en su pueblo, consiguiendo en
1949 atravesar la frontera francesa. Pero el PCE no se daba por vencido y a finales de 1945
mandó a dos hombres procedentes de Francia a reforzar las guerrillas de Los Montes de
Toledo, pero no tuvieron suerte, pues antes de lograr conectar con ellas, fueron descubiertos
por la Guardia Civil. Otros dos maquis, Antonio Moreno Manzano “Lister” y José Díaz
Estévez “Piti”, que habían entrado en España en octubre de 1944, fueron enviados el 22 de
diciembre de 1945 a reforzar la guerrilla de Albacete, (34) después de que los dirigentes
comunistas desistieran de enviarlos a Gredos, que eran donde inicialmente iban destinados.
Pronto se vio que José Manzanero tenía razón, pues a finales de diciembre de 1945
eran detenidos dos guerrilleros de “Quincoces”. La Guardia Civil supo por uno de ellos donde
se encontraba su principal campamento, en el que al ser asaltado murieron tres guerrilleros y
cinco más fueron capturados. A partir de entonces será una huida continua de los escasos
supervivientes de la guerrilla, buscando cada uno su propia salvación. Algunos, como
“Chaquetalarga” y “Tarzán”, consiguieron llegar a Francia, pero no tuvieron la misma suerte
ni “Quincoces” ni “El Francés”, que fueron abatidos por la Guardia Civil.
También “Carlos”, jefe de la 1ª Agrupación, murió en un enfrentamiento el 13 de
septiembre de 1946, en Talavera de la Reina (Toledo). La documentación intervenida a un
guerrillero que se encontraba con “Carlos” llevó a la detención de “Fermín” y de la casi
totalidad de la dirección del Ejército Guerrillero del Centro. En esa localidad toledana fueron
detenidos un buen número de enlaces, quedando desmantelada casi por completo la
Agrupación. (35)
En Ávila las cosas no fueron mejor, pues aunque el PCE intentó potenciar la guerrilla
en esta provincia, habiendo reorganizado la Agrupación de Gredos en septiembre de 1946, las
fuerzas represivas consiguieron abatir a la casi totalidad de sus integrantes.
El balance de los años 1944 y 1945, que se presumían claves para acabar con la
dictadura franquista, resultó poco satisfactorio para las fuerzas guerrilleras españolas. A pesar
de ello, la prensa guerrillera trataba insistentemente de animar a un movimiento que
languidecía día a día en la zona centro, a medida que se alejaba la posibilidad de que los
ejércitos aliados interviniesen en España. En muchos de los números de Mundo Obrero,
órgano oficial del PCE, se hablaba de un sinfín de acciones victoriosas de la guerrilla, pero en
realidad estas acciones se reducían casi por completo a operaciones de abastecimiento para
conseguir víveres y a secuestros para obtener dinero.
Si la apuesta por la guerrilla podía contar en esos años con argumentos que la
justificasen, a medida que avanzaba el año 1946 y la ansiada intervención aliada no se
producía, la guerrilla estaba completamente abocada al más rotundo de los fracasos, pues el
tiempo y la política internacional jugaban a favor de Franco, a pesar de que éste, en buena
medida, había conseguido la victoria gracias a la esencial ayuda prestada por las potencias
fascistas, con las que había colaborado de manera activa durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero ahora, para los gobiernos británico y estadounidense, en el contexto de la llamada guerra
fría entre el mundo occidental y el comunista, existían ya otros peligros más graves que el
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EL MAQUIS ESPAÑOL
NOTAS
1-. J. Casanova, “Una dictadura de cuarenta años”, en Morir, matar, sobrevivir. La violencia en la
dictadura de Franco, Barcelona, Crítica, 2002, pág. 62.
2-. S. Juliá, Víctimas de la Guerra Civil, Madrid, Temas de Hoy, 1999, pág. 25.
3-. J. T. Whitaker, We cannot escape history, New York, The Macmillan Company, 1943, págs. 108−110.
4-. Al iniciarse la guerra, Telesforo Aguado colaboró en la fundación del batallón Carlos Luis Preste, en
honor del dirigente comunista brasileño. Su esposa había pertenecido a una congregación religiosa de
Toledo, pero en julio de 1936 abandonó el convento y se refugió en la casa de su madre, en San Martín de
Pusa, donde conocería a su futuro marido.
5-. J. Guerra Vázquez, La biografía de un desconocido, (texto mecanografiado), pág. 130. Telesforo
Aguado vivía de lo que le proporcionaba su familia y de pequeños robos que efectuaba en labranzas de la
zona.
6-. Archivo General Militar de Ávila. Documentación Nacional. Comandancia de Talavera de la Reina,
armario 10, legajo 452, carpeta 20.
7-. Capitanía General de la 1ª Región Militar. Causa E-20.068 contra Jesús López Sánchez y varios más.
8-. Procedimiento sumarísimo ordinario nº 19.546, seguido contra Paula Sánchez Miguel, (propiedad de
Juan Sánchez Sánchez).
9.- Registro Civil de Navahermosa. Libro de Defunciones.
10-. Archivo Histórico Nacional. Madrid. Causa General, caja 1045.
11-. Archivo de la Diputación Provincial de Toledo. Elecciones. Actas de la Junta Provincial del Censo
Electoral, año 1936. Esta persona, veterinario de profesión, amenazaba a las familias humildes con
“quemarles el cochino” en la época de las matanzas.
12-. Archivo Histórico de Izquierda Republicana. Expediente de Responsabilidades Políticas que se siguen
contra Valeriano Gálvez Arce.
13-. Archivo Histórico Provincial de Toledo. AC. 11.154. Telegrama del comisario jefe del Cuerpo General
de Policía al jefe policial de Piedras Albas, Toledo, 22 de septiembre de 1942.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
14-. Silvestre Gómez estaba acusado de haber participado en diferentes asesinatos cometidos en su pueblo
y en San Martín de Montalbán (AHN. Madrid. Causa General, caja 1047).
15-. Capitanía General de la 1ª Región Militar. Procedimiento sumarísimo de urgencia nº 13.334/39 y
causa E-15.926 contra Valentín Gil Valiente.
16-. Extremadura Roja, Órgano del Comité Regional del PCE (1933-1938), edición facsímil, Mérida, 1994.
17-. Capitanía General de la 1ª Región Militar. “Causa nº 37.873. Procedimiento sumarísimo de urgencia
nº U-771 contra Saturio Gómez Recio”.
18-. Servicios Históricos de la Guardia Civil. Historia de la 104 Comandancia de la Guardia Civil, Toledo,
(texto mecanografiado), págs. 39-42.
19-. B. Díaz Díaz, La guerrilla antifranquista en Toledo. La primera Agrupación Guerrillera del Ejército
de Extremadura−Centro, Talavera de la Reina, Colectivo de Investigación Histórica Arrabal, 2001, págs.
87−88.
20-. Según Adolfo Reguilón este nombre significaba “serio e incorruptible, luchador en la buena guerra
por la paz”.
21-. Capitanía General de la 1ª Región Militar. Causa nº 138.157 contra José Isasa Olaizola y José Antonio
Llerandi Segura.
22-. Archivo Histórico del Partido Comunista de España. Movimiento Guerrillero.
23-. Testimonio de José Murillo “Comandante Ríos”, Madrid, 27 de mayo de 2000.
24-. J. Aróstegui, “Nuevas aportaciones al estudio de la oposición en el exterior: Largo Caballero y la
política de transición y plebiscito”, en El primer franquismo. España durante la Segunda Guerra
Mundial, Madrid, Siglo XXI, 1989, pág. 340.
25-. E. Limia Pérez, "Reseña general del problema del bandolerismo en España después de la Guerra de
Liberación", pág. 23.
26-. Capitanía General de la 1ª Región Militar. Causa nº 138.157 contra José Isasa Olaizola y José Antonio
Llerandi Segura.
27-. S. Serrano, Maquis. Historia de la guerrilla antifranquista, Madrid, Temas de Hoy, 2001, pág. 221.
28-. A éstas mujeres hay añadir varias más que en 1944 huyeron a la sierra junto a sus compañeros
sentimentales, aunque su aventura duró sólo unos meses, pues fueron detenidas y condenadas a largos
años de cárcel (B. Díaz Díaz, “Los huidos en el sureste de Cáceres: Jara, Ibores y Villuercas. La primera
oposición armada al franquismo, 1940−1944”, en IX Coloquios Históricos−Culturales del Campo
Arañuelo, Navalmoral de la Mata, Ayuntamiento, 2003, pág. 35).
29-. Testimonio de Santiago Flores Sánchez “Cariñoso de Gredos”, Burjasot (Valencia), 26 de marzo de
2002.
30-. Testimonios de Pedro López Tena “Garrafa”, Talavera de la Reina, 30 de abril de 1997, y de Luis
Rodríguez López “Sancho”, Alicante, 30 de junio de 2000. Estos dos guerrilleros estuvieron integrados en
la 13ª División.
31-. Testimonio de María Rodríguez Juárez “Goyerías”, Alía (Cáceres), 17 de agosto de 2002.
32-. Capitanía General de la 1ª Región Militar. Sumario de urgencia, causa nº 138.308 contra Eugenio
Gómez Román y seis más por el supuesto delito de actividades guerrilleras de la sierra.
33-. J. A. Vidal Sales, Maquis. La verdad histórica de la otra guerra, Madrid, Espasa Calpe, 2002, pág.
118.
34-. F. Alcázar Rubio, T. Escobar Moreno, J. Hernández Pérez, “La Vª Agrupación Guerrillera de la
Mancha”, en B. Díaz Díaz (coord.) La Guerrilla en Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Almud, 2004, págs.
198−200.
35-. Capitanía General de la 1ª Región Militar. Causa nº 138.021 contra Marcial Moreno Cortés y otros.
36-. Capitanía General de la 1ª Región Militar. Causa nº 324/52 contra Francisco Blancas Pino.
145
EL MAQUIS ESPAÑOL
La guerrilla antifranquista, tomaré una porción del asunto que tanto nos interesa,
como es el de la dimensión social de la lucha guerrillera, en el pasado y en el presente, pues
en la montaña se sigue resistiendo, esta vez no es contra otro estado que el de la despoblación.
Una situación histórica, como la presencia de la guerrilla en una extensa parte nuestro
territorio, no puede explicarse obviando su dimensión social. Es decir, la lucha campesina y la
huella que deja la presencia de violencia política en la sociedad rural y por extensión en la
urbana.
Para que este enfrentamiento se realizara de una forma física, era necesario un
escenario y la actuación de la guerrilla se realiza de manera acaparadora en el ámbito rural,
sin olvidar que su relación con el mundo urbano siempre fue un continuo. Es también, en el
ámbito rural, donde caerá con mayor peso la represión.
¿Por qué se lleva a cabo esta lucha en el monte y no se llega a materializar la guerrilla
urbana? Hay tres razones esenciales: La primera, que existen grupos organizados de huidos en
el monte. La segunda, la experiencia positiva de la lucha guerrillera en Francia y la decisión
de infiltrar personal desde el exterior, tras el intento fallido de invadir el Valle de Arán, la
tercera, la fuerte vigilancia a que estaban sometidas las ciudades, en plena caza y con una
caída tras otra de los aparatos de los partidos, especialmente del PCE, que fue el que más
empeño puso en acabar con el franquismo.
El territorio es esencial para comprender la lucha guerrillera y para definirla. El
territorio rural frente al urbano, representa varias ventajas y, seguramente, uno y otro,
demasiados inconvenientes. En el monte se pueden ocultar a grupos pequeños, con mucha
movilidad para sorprender al enemigo. La organización guerrillera se establecerá entorno de
un estado mayor, que a partir de una red de enlaces distribuirá sus órdenes y establecerá
contactos con la dirección en Francia para seguir las consignas, recibir armamento,
información y dotaciones humanas.
Pero el territorio, no solo se compone de cerros y bosques. Inmersos en la lucha de
clases, los guerrilleros se encuentran con unos grandes lazos con una población pobre, en
muchos casos, miserable, sometida a condiciones de explotación y/o de trabajo extremas.
Serían guerrilleros: mineros, carboneros, pastores, jornaleros, campesinos, renteros,
masoveros,…Los guerrilleros contarán con una red de simpatizantes y colaboradores
numerosa, que suministraban los elementos esenciales para la supervivencia: Cobijo,
información y alimentación. Esta red solidaria, vendrá dada por varios elementos: Los
vestigios de organizaciones o personas vinculadas al periodo republicano, a las duras
condiciones de vida a las que se enfrentan los campesinos, que harán ver con simpatía a los
guerrilleros y por último, nacidas de la pobreza, a intercambios interesados, para bien y para
mal de las organizaciones guerrilleras. También se enfrentaran los guerrilleros a los que
quieren mantener esas condiciones de explotación a toda costa y que serán, junto con la
guardia civil y los falangistas, otro de los actores principales y se organizaran en las fuerzas
del somatén con el resto de personas posicionadas en el lado vencedor, por convicción unos,
por oportunidad, los otros.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
perseguía y no dudaba en aplicar la mayor de las violencias para ocupar cuarenta años del
pasado siglo. Para conocer y divulgar el periodo guerrillero, La Gavilla Verde organiza unas
jornadas desde el año 2000. En ellas contamos con la participación de numerosas personas
que han trabajado desde múltiples disciplinas en el tema tratado. Para reconocer y honrar a las
personas que fueron protagonista de aquellos hechos, en Santa Cruz de Moya se organiza
desde 1989 el Día del Guerrillero Español, el homenaje que todos los que amamos la libertad,
hacemos a los guerrilleros antifranquistas.
¡Sierra y Libertad!
Pero, ¿de qué huir? Pues de la represión franquista que no se hizo esperar. Por
ejemplo, cuando se habla de fosas comunes en toda la zona del Bierzo hay que pensar que son
cientos de fosas, pero que son -bueno, hubo asesinatos hasta 1951 y 1952- de las fuerzas
comunes en masa, ya desde el día 20 y 21 de julio de 1936. Entonces, una parte por
convicción fue a la cárcel, por ser fieles a la República, y otras de tantas personas para
escaparse de esa masacre huyeron del asesinato en masa, de todo aquello que se movía en el
apoyo al franquismo. Por eso digo que el tema de la guerrilla, sea al menos en aquella región
como en otras, el denominador común es la defensa de un sistema social, un sistema político,
unos valores más o menos arraigados en unas personas u otras, pues no todo el mundo tenía
una formación política seguramente que en primer plano, pero había un sentimiento de
adherirse a esas ideas.
En la región donde yo nací fue sometida anteriormente a esas confrontaciones político-
sociales que supuso la revolución de 1934 en octubre, por eso la gente de mi pueblo y mi
familia propia hasta ese momento fuimos fieles a la República; hubo, no guerrilla, pero sí
huidos, los que vinieron a componer, a aumentar los 30000 detenidos de los años del 34 y que
muchos de ellos incluso eran exiliados de Asturias. En León hubo exiliados hasta ese
momento, o sea, que era una cultura más o menos anclada en el pueblo que se forjó en torno a
esa resistencia.
Bien, yo tenía 10 años cuando estalló la guerra en la región de León, del Bierzo, y me
toca ya jugar en ese momento el papel de enlace y participar en la resistencia porque una gran
parte de los mayores tenían que ocultarse si no querían conformar el primer grupo de huidos,
y quienes eran los que hacían la relación entre las familias éramos los niños y también las
mujeres. Así fue mi experiencia ya de niño, de joven en torno al trabajo clandestino. Eso se
afianza más o menos mientras no se viera una perspectiva de organización, de estructura,
porque durante 1936 y 1937, hasta octubre del 37 donde las fuerzas franquistas ocupan
Asturias, cabía esa posibilidad, ese ánimo de pasarse a la zona republicana que era lo que
hicieron algunos grupos de huidos en el primer momento, pasar a la zona republicana en
Asturias, como cuando Asturias cae en el 34, pero en el 37 el que no cayó prisionero reviene a
los lugares que ya conocía de haber sido huido y enrolarse en lo que es la guerrilla
propiamente, que era varios grupos que conviven, unos más o menos estructurados que otros,
pero que se va gestando ya.
En los años 40 la primera federación de guerrillas surge allí al lado de mi pueblo, la
primera creación de guerrilla en España León-Galicia en el año 1942 Y así surge esa
resistencia que no fue invento de ningún partido, nace de una manera espontánea; por eso
queda esa cultura de unidad. Comparten esas luchas socialistas, anarquistas comunistas y todo
el mundo marcándose el objetivo que era esperar, hacer resistencia en la retaguardia del
franquismo para ganar la República, para ganar la guerra; así hasta 1939.
Desgraciadamente esa esperanza se truncó. Yo me acuerdo que vivíamos con una
inquietud... que de todas formas no creíamos, que era mentira que los franquistas hubieran
ganado la guerra, nos sugestionábamos de que era imposible que perdiéramos la guerra civil,
la guerra de la Republica, que la República quedara destruida... pero bueno, uno se alimenta
hasta el año 39 que hay la evidencia. Superamos el hecho, pero ya los grupos de insurgentes
en contra del franquismo estaban conformados y la represión fue terrible, no solamente en los
151
EL MAQUIS ESPAÑOL
guerrilleros, sino en todo el mundo, familiares... todo el mundo que no se adhería al régimen.
Así se va gestando el movimiento guerrillero.
Surge en 1942 esa idea de la formación de la federación de guerrillas que eran muchos
grupos que había en la región, desde Lugo y Orense hasta la provincia de León. Al lado de
Ponferrada se forma la 1ª federación de guerrillas y se edita el primer número de “El
Guerrillero” como portavoz de las mismas. Entonces a partir de aquí se inauguró una
estrategia que ya no es la estrategia de ganarse la guerra en España, la guerra civil, si no de
contribuir a la Guerra Mundial, de hacer focos de resistencia para impedir, por ejemplo, que
llegara la carne que venía de Galicia para Alemania. Hacíamos los sabotajes en los trenes; o
con el wolfram, que era el mineral de la región, para que no pasara a Alemania y ahí
coincidimos también con los servicios de espionaje inglés que junto a la guerrilla... bueno, en
alguna, y han servido también de punto de apoyo a la guerrilla y todo ello conforma un foco
que se va afianzando pero, ¿porque?
La federación considera, conceptúa el tema de la creación del movimiento guerrillero
con dos componentes: uno, la persona que está armada no puede incorporarse a la vida civil, y
el otro la organización de pueblo, que son los enlaces, los servicios de información
republicana, entonces todos los jóvenes que empujaron por acuñar ese movimiento guerrillero
formamos los grupos de información republicana que nos pusimos al servicio de la guerrilla y
realizamos tareas que corresponden también a lo que no podían hacer los guerrilleros, o que
era mejor que hicieran personas que no estaban en clandestinidad. Por eso yo no digo la
guerrilla, sino movimiento guerrillero porque me parece muy bien que se tenga en cuenta lo
que hay detrás del movimiento guerrillero, que no lo componía sólo la gente que llevaba las
armas, era todo el pueblo que lo apoyaba que muchas veces ponía más en peligro su vida que
los propios guerrilleros, además que es esta una cuestión de dignidad. Cuando un guerrillero
muere defendiéndose, muere, pero sus ideas quedan sin quebrantarse, pero alguien que cae en
las manos de la policía con el método de tortura denigra a la persona que, en muchos casos
era muy difícil resistir las tortura que ellos empleaban. Por eso no hay que decir a la ligera ‘no
ha resistido’, ‘no ha sido firme’... hay que pasar por ahí. Yo no estuve en la tortura, claro, mi
familia sí, y sé lo que han pasado y han quebrantado incluso la voluntad de algunas personas
fieles a la Republica precisamente gracias a la tortura. Eso es lo que hay que historiar.
La singularidad por ejemplo que hubo en la región donde yo estuve, en León-Galicia
en ese tiempo y en ese espacio no se da lo mismo que en el centro, claro, no se da, por
ejemplo, en Levante; nosotros nunca tuvimos campamentos en la montaña porque éramos una
guerrilla mixta, estábamos con los campesinos en los pueblos, pero estábamos también en la
ciudad, en Ponferrada, en León, Monforte, en la Coruña y estábamos en las casas de los que
estaban participando en luchas diferentes, pero hay ese denominador común, que el objetivo
era el mismo, el objetivo era acabar con la dictadura.
Ahí intervienen ciertos factores que muchas veces pueden malograr los esquemas. Y
hubo muchos esquemas. Sobre todo cuando se hacen fuera de contexto, ahí están las
contradicciones que se pueden dar cuando desde el exilio se crea el esquema de la lucha
armada en el pueblo donde no sólo es un individuo el que está participando, son varios
individuos y en diferente situación social. Desgraciadamente después de 60 años no hemos
dilucidado suficientemente ese problema que hace parte de nuestra historia, es una etapa muy
dramática porque hubo muchos muertos, muchos asesinatos; creo que de una parte personas
152
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
que en otro contexto no hubieran sido tan desalmados como han sido, pero bueno, hay que ir
avanzando en ese terreno en el orden de cómo sacamos las experiencias y como
científicamente podemos luchar lo mismo en la diversidad, en la dictadura que ha oprimido a
un pueblo en esas condiciones y sobre todo ha congelado la memoria de una gran parte de la
población que todavía vive sobre los efectos de la tortura y del miedo.
Y esto es terrible, no sé si alguien tiene conocimiento de la historia de otros pueblos...
es una tragedia para nosotros que aquí se recuerda que se ha torturado en Chile, que se ha
torturado en Argentina, que hubo desaparecidos, pero parece que en España todo fue una
balsa de aceite, que no hubo desaparecidos, pero ¿en dónde están los miles que todavía no se
han encontrado en las fosas comunes? En dónde están los juicios, al menos desde el punto de
vista histórico para aquellos que han tomado como un deporte el asesinato... no se dice nada,
no hay juicios, y si no son juicios físicos al menos juicios de valor, de manera que las
generaciones que vienen después se enteren de que aquí hubo una dictadura y que aquí se ha
traficado con el pueblo, se ha contado la historia como les ha parecido.
Hoy me parece que es difícil para los historiadores poder situar los hechos, en fin, yo
no soy un historiador, pero me he permitido investigar un poco lo que se dice en los archivos
y bueno, pues la mentira es ley, eso es lo que se ve, las artimañas de la brigadilla o de los
torturadores para calificar y para denigrar a aquellas personas que tenían, unas más y otras
menos, una relación con la lucha armada o posteriormente, es el informe del torturador lo que
consta todavía en los archivos ¿cómo podemos hacer historia si no podemos nosotros ofrecer
a las generaciones futuras el conocimiento del pasado que es la única manera en que se
identifique con el presente... cómo es que cuando se habla de la II República, o de la
prehistoria, la gente no sabe qué es eso de la República, como si ella no contuviera valores de
justicia y libertad que era lo que nos ha motivado a los que la hemos conocido?
Yo la conocí poco, pero lo suficiente como para saber qué era y que aquello no es lo
que ofreció Franco, ni lo que nos ofrecen ahora tampoco. Aquel entusiasmo de participación
ciudadana, sea en los centros culturales, sea en las asociaciones de trabajadores, sea la
fraternidad popular para entender aquellos valores que hoy no se encuentran cuando hacen
encuestas... porque hoy la juventud pasa en el 60 % de política y de otras cosas cuando está
sufriendo las consecuencias de aquello; está enterrando totalmente su pasado, está enterrando
esa memoria que fue la que hizo al pueblo español resistir tres años contra el fascismo
internacional y que nos hizo, a los que no hemos perdido la fe y no hemos perdido la
memoria, seguir luchando.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Soy natural de un pueblo cercano a los Montes de Toledo, las historias orales de las operaciones del
maquis eran muy abundantes, lo que relato son actos que están ligados a mi familia, concretamente a
mi abuelo paterno y a mi madre. La memoria no es muy buena compañera a la hora de precisar
nombres y fechas exactos, pero lo esencial permanece intacto. Lo que vais a leer son hechos reales,
aunque el nombre de algún lugar sea fruto de mi imaginación, el nombre del protagonista no lo
recuerdo, solo puedo decir que era primo segundo de mi madre.
El personaje central de esta historia no recuerdo su verdadero nombre por lo tanto le otorgo
uno de ficción –MANUEL- y el resto de los personajes son citados por sus verdaderos
nombres, pido perdón aquellos que pudieran molestarse si aún están vivos, cosa que dudo
pues esta generación está al borde de su desaparición por ley natural ya que nacieron a
principios del siglo XX, los lugares, las fechas y los hechos del relato son verdaderos, o al
menos así lo recuerdo, con los matices que queráis ponerles pero son parte de nuestra
Historia. De alguna manera puedo decir que esta pequeña historia marcó mi vida, me
emocionó tanto que puedo decir que a partir de haberla escuchado mi vida ya no fue la
misma, no espero que vosotros os pase lo mismo, pero sí que la recordéis, como algo tan
pequeño, puede influir en lo más grande de nuestro ser.
Jesús, era primo segundo de mi madre y de mis tíos, acababa de salir de la cárcel en
una pequeña amnistía que hizo Franco en conmemoración de los 25 años de Paz. Jesús, cayó
en unas de las primeras redadas contra las células clandestinas del PCE, pertenecía a la célula
del PCE en la fábrica Boetticher y Navarro en Villaverde Bajo, encarcelado y condenado en
1958 a siete años de prisión, como ya he contado en otra parte del relato. Sentía yo una
admiración rayana en la idolatría con los comunistas presos, me parecía de un valor
extraordinario que personas de carne y hueso fueran tan valientes y altruistas para enfrentarse
a una dictadura sin importarles nada la cárcel y las torturas, largas horas de escucha de Radio
Pirenaica junto al pasado místico religioso de mi niñez me hicieron traspasar el ansia de
justicia (alimentada por la lectura del Capitán Trueno), a la admiración sin límites de los
hombres que luchaban por la justicia y la libertad, en aquel momento estar junto a un
comunista de verdad poderlo tocar y escuchar con la boca abierta, me parecía que la felicidad
se podía comparar con aquel momento, pasados más de 44 años aún lo recuerdo con cariño y
melancolía.
La conversación trascurría entre los recuerdos de mi padre y mi tío José de la guerra
civil y los relatos de la vida en la cárcel de Burgos de Jesús, sus luchas, sus miedos, sus
triunfos y sus derrotas, en uno de esos recuerdos mi padre le preguntó a Jesús por su primo
Manuel. También era primo segundo de mi madre.
Jesús -. “Mi primo está bien, como sabes se casó en Francia con una francesa cuyo padre
tenía un Hotel de tres estrellas en Palma de Mallorca, a su muerte lo heredó su mujer y se
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EL MAQUIS ESPAÑOL
han trasladado a Mallorca para tratar de estar más cerca del negocio, mi primo tiene ahora
nacionalidad francesa, no digáis nada pero ha estado de incógnito en el pueblo”.
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
explotan al contacto con algo, explotó en un árbol y sus esquirlas me dieron en el brazo
derecho. Rechazadas las ofensivas sobre Madrid, los combates más duros se dieron entre el 7
noviembre y 15 del mismo mes, pero la presión y los ataques duraron hasta la Batalla de
Guadalajara, primeros de Marzo de 1937. La derrota de las fuerzas fascistas italianas, es de
las más contundentes de la historia de las guerras, desde ese día renunciaron a conquistar
Madrid., poco tiempo después nos asignaron la defensa del frente de la Sierra de
Guadarrama, frente que estuvo estable hasta el final de la guerra, MANUEL, era el enlace
entre Madrid y nuestro mando, conduciendo su motocicleta por las carreteras estrechas y
peligrosas, le veía todas las semanas hasta el verano de 1938 que me dijo se marchaba
voluntario a la Escuela de Guerrilleros de la Brigada 18 de Lister. Los Guerrilleros de
Lister actuaban en la retaguardia en las zonas conquistadas por Franco, volando puentes y
vías de ferrocarril, no he vuelto a ver más a MANUEL.
Debo decir dos cosas más, mi hermano Antonio murió en la batalla heroica del
Jarama, noticia que me dieron a mediados de Febrero de 1937, su cuerpo descansa en una
fosa común del cementerio de Arganda, el padre de MANUEL fue fusilado en Torrijos,
cuando entraron los nacionales en el pueblo en Septiembre de 1936, su cuerpo debe estar en
las cercanías de las tapias del cementerio de Torrijos donde fusilaban diariamente”.
157
EL MAQUIS ESPAÑOL
junto a ellos dispararon las armas dejándole malherido. Más tarde supieron que había
muerto”.
Mi padre-. “Lo que estás diciendo es cierto, la familia de labradores eran mi padre, mi
madrasta y mis hermanos pequeños, la pareja era un matrimonio de segundas nupcias, mi
padre era viudo, se casó de segundas, por eso había tanta diferencia de edad entre nosotros y
los niños que estaban aquella noche, uno era del primer matrimonio de su mujer y los
otros cuatro producto de la unión entre ellos, por lo tanto eran mis hermanos de padre,
todavía hoy lo recuerdan con miedo”.
Jesús-. “Me imagino el miedo que pasarían los niños y también el hambre de aquella
noche, porque el dinero no les aplacaría el ruido de las tripas. Muchas veces los actos que
cometemos producen daño en personas inocentes, deberíamos pensar esto.
La segunda acción fue menos violenta pero no exenta de tensión y peligro,
enterados de que en el pueblo de Menasalvas, la guardia civil tenía un archivo de muchos
republicanos para encarcelar y fusilar, tomaron la determinación de quemarlo y destruirlo,
discutieron la forma de hacerlo y se barajó la idea de asaltarlo, matar a los guardias civiles
(das cabos y 6 números), MANUEL propuso otra idea, que a él le parecía menos peligrosa
y muy fácil, robar un coche en Toledo, asaltar la sastrería militar de la Plaza Zocodober,
robar uniformes y presentarse en el cuartel con el pretexto de una revisión ordinaria, así lo
hicieron, se vistieron de guardias civiles, un “sargento”, un “cabo” y dos números,
entraron en la casa cuartel, encerraron a los guardias civiles, destrozaron todo el
mobiliario y quemaron todos los documentos que encontraron, la operación duró
escasamente media hora, el coche lo abandonaron y se dispersaron, para entonces ya se
sabría, el robo del coche y el asalto de la casa cuartel, aunque por aquél entonces no
existían las comunicaciones que hoy disponemos y menos en un pueblo. El grupo existió
muy poco tiempo escasamente un año, el responsable fue abatido en Abril de 1940, de
nombre “Benito” este maqui mantenía relaciones regulares con su novia de toda la vida, a
pesar del peligro que esto suponía se veían a escondidas en posadas y hoteles, un día fue
asesinado a balazos por guardias civiles en una posada de los Montes de Toledo, fue su
propia novia quien le traicionó. Se discutió mucho sobre el futuro del grupo, al final cada
uno de los cuatro restantes tomó un camino diferente, en Junio de 1940, dos de ellos se
unieron a un grupo de maquis de la zona, MANUEL se decidió por irse a Francia y unirse
a la resistencia, los nazis habían tomado París a primeros de Mayo, para ello debía
contactar con alguien en Madrid por lo que utilizó sus contactos en la zona para que le
prepararan un primer encuentro”.
“Llegado a este momento de la historia de mi primo, lo que sigue a continuación
muchos de vosotros lo conocéis por haber sido contada por otros, paseando por la Gran Vía
de Madrid durante el tiempo que estuvo esperando la documentación falsa para ir a
Barcelona y de allí a los Pirineos, se encontró con Zenón como sabéis era el Jefe
Local del Movimiento de nuestro pueblo, la sorpresa inicial fue enorme tanto de uno
como del otro, MANUEL pensó que quizás no lo reconociese después de cuatro años, no
fue así, Zenón sacó su pistola y encañonándolo le invitó a que fuera con él a la comisaría
de Leganitos muy cerca de donde se encontraban, MANUEL no tuvo más remedio que
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
obedecer pues todo el mundo estaba pendiente de ellos dos y no tendría muchas
oportunidades de escapar, caminaron juntos uno con la pistola amartillada y el otro
pensando en cómo escapar, al llegar a la puerta de la comisaría, MANUEL vio su
oportunidad, la puerta era… ¡giratoria¡, como pensó él entraría primero y en el siguiente
hueco lo haría Zenón, nada más traspasar el quicio gritó ¡guardias! ¡detengan a este es un
rojo!, los guardias se abalanzaron sobre Zenón y él aprovechó los escasos segundos de
confusión para salir corriendo y confundirse con la gente dejando a Zenón con un palmo
de narices”.
“A mediados del mes de Junio, de 1940, MANUEL traspasó la frontera con el
pensamiento confundido, era consciente de que no podía volver a su pueblo, a su país,
dejaba atrás a todos sus familiares, amigos y camaradas, con 21 años se unía a la
resistencia francesa, con identidad falsa, “ERNESTO”, otro país, otros camaradas, otros
paisajes, pero el mismo enemigo, el fascismo, los mismos ideales de libertad y justicia. La
resistencia francesa se componía al menos en los primeros momentos de españoles, huidos
de la represión franquista, tenían experiencia, moral y voluntad de vencer y sobre todo
conocían las consecuencias funestas que tendría para Europa una victoria nazi, en
Francia siguió con los mismos métodos que en España, sabotear líneas de ferrocarril,
puentes y carreteras, actuaban por sorpresa, una táctica guerrillera muy arraigada en
todos los tiempos en los españoles, en Septiembre de 1942 después de un acción en las vías
de ferrocarril, fue hecho prisionero en un control de los alemanes, puede ser que la
documentación que portaba aunque falsa le salvara la vida, los alemanes debieron
comunicarse con España y después de unas semanas de interrogatorios fue conducido
junto a otros prisioneros a una cárcel de Eslovaquia cerca de la frontera con Austria, a
primeros de 1943 se escapó de la cárcel junto a un checo, un polaco y un francés, fueron
perseguidos por la Gestapo campo a través, con perros adiestrados hasta un bosque,
viéndose atrapados y sin escapatoria posible pues tenían a sus espaldas a los alemanes y de
frente un río caudaloso, difícil de vadear, decidieron quemar un claro del bosque que no
tenía mucha maleza, cuando estuvo quemado se metieron dentro de las cenizas calientes
aún y prendieron fuego a todo el circulo de árboles que les rodeaban, esperaron al
anochecer y con la ayuda del camarada checo pasaron a Suiza y desde allí otra vez a
Francia, con sus antiguos compañeros de la resistencia. El camarada polaco se marchó a
Inglaterra”.
“El 27 de Agosto de 1944 dos meses después de desembarco aliado, entraron
victoriosos en Paris junto de la 2ª División Blindada Francesa (encuadrada en el Tercer
Ejército estadounidense y conocida como División Leclerc), muchos de los tanques que
desfilaron por los Campos Elíseos llevaban nombres de pueblos españoles, muchos de los
combatientes eran también españoles, después de más de ocho años de lucha, por fin una
victoria y que victoria, fueron condecorados y agasajados, sin embargo en España si
volvieran serían fusilados, los libros de Historia nunca hablaran de ellos, pero son los
verdaderos protagonistas de esta historia. En mayo de 1945 los nazis firmaron su
rendición. Aunque la guerra continuo en el Pacifico, en Europa empezó la posguerra,
nuevas estrategias, nuevos aliados, nuevas metas y nuevas esperanzas”.
“MANUEL, junto a otros guerrilleros empezaron a pensar en que los aliados
entraran en España y derrocaran del poder a los fascistas españoles, empezaron a mover
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EL MAQUIS ESPAÑOL
los hilos y contactar con sus amigos franceses para ver qué posibilidades habría de
organizar una invasión por los pirineos de los aliados e implantar la república de nuevo.
Tenían la esperanza de que los aliados les ayudaran en el empeño, me consta que muchos
de ellos entre los que se encontraba MANUEL creyeron que esto iba ocurrir, se
multiplicaron los contactos y los preparativos para la invasión, entraron clandestinamente
en España y entraron en contacto con miembros de la resistencia guerrillera en Madrid y
Barcelona, MANUEL entró clandestinamente en 1944, tenía que ponerse en contacto en la
Plaza de Manuel Becerra, con un miembro del PCE en la clandestinidad, tenía que llevar
el periódico “Arriba”, doblado por la portada en la mano izquierda y en la derecha la
gabardina doblada bajo el brazo, la rapidez de reflejos y su inteligencia innata, unido a su
larga experiencia, le hizo la siguiente pregunta a su interlocutor -“¿ y si está lloviendo?”
¿no llamará la atención que lleve la gabardina debajo del brazo?-. Lo que ocurrió después
fue; el fracaso de invasión del Valle de Arán en octubre de 1944. Esto unido a las
maniobras políticas de los franquistas junto a la actitud de, De Gaulle, Churchill y
Roosevelt, hizo cambiar el rumbo de los aliados, la guerra fría había comenzado, les
interesaba más tener a Franco como aliado contra el peligro soviético que un puñado de
guerrilleros comunistas, esto dio alas a Franco para recrudecer la represión contra los
maquis. De Gaulle llegó a ordenar que se desarmara a los resistentes franceses. Manuel y
otros muchos se sintieron decepcionados y traicionados y se alejaron de la actividad
política”.
Mi tío José -. “Debo añadir yo hice el servicio militar en Jaca en 1947-1949 y todavía se
hablaba del intento de invasión en el Valle de Arán”.
Jesús–. “En esas fechas MANUEL se puso en contacto con su madre y su hermana, se
fueron a Barcelona y desde allí pasaron a Francia, mi tía y mi prima le relataron lo que
habían sufrido en el pueblo, cuando las hicieron desfilar por todas las calles con el pelo
rapado y tomar aceite de ricino, sin contar el fusilamiento de su padre. Las represalias en el
pueblo fueron de las más cruentas que se conocen, 76 fusilamientos en guerra y después de
la guerra, en un pueblo tan pequeño dan la magnitud del crimen cometido por los fascistas,
pero esto lo conocéis vosotros mejor que yo, que entonces era un niño”.
Hasta aquí lo que recuerdo de aquella cálida tarde de verano, los principales
personajes de esta pequeña historia ya han fallecido, dicen que uno no muere mientras haya
alguien que le recuerde, por lo que a mí respecta nunca os olvidaré, ni lo que hicisteis ni lo
que fuisteis.
V. Antonio López
Una parte de estos hechos relatados de la guerrilla de los Montes de Toledo se pueden leer en:
“La guerrilla antifranquista: la historia del Maquis contada por los protagonistas” Pág.76
Andrés Sorel (Seudónimo de, Andrés Martínez Menchén) Editorial Txalaparta, 2002
160
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
- Minimizan su importancia.
- Abordarla con límites difusos y confusos, en sus acciones e integrantes con la 2ª Agrupación
de Ciudad Real.
Entrando en materia:
Partiendo del conocimiento más o menos profundo entre los presentes, de las
diferentes Agrupaciones que integran el Movimiento Guerrillero Peninsular, os diré que la V
Agrupación, fue creada por el Mando Guerrillero de Madrid, para agrupar a los resistentes
más comprometidos de la zona de Albacete, en un territorio entre dos Agrupaciones ya
estructuradas.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
INTEGRANTES DE LA AGRUPACIÓN.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
164
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
dan fe las condenas a fusilamiento, aplicación de la Ley de fugas, y en el mejor de los casos,
largas penas de cárcel.
En cuanto al periodo de actividades, la V Agrupación, se diferencia del resto de
Agrupaciones, en que si bien todas ellas se inician de una forma estructurada y coordinada en
1.945, siendo el periodo álgido guerrillero 1.947, es en la V Agrupación 1.947, el año del
cenit y a su vez de total desmantelamiento de la guerrilla. En el resto de Agrupaciones, su
actividad se prolongará durante 1.948 y su agonía y desmantelamiento, durante 1.949 y en
algunas, en años posteriores.
Tampoco contaron como otras Agrupaciones, con apoyos de ocultamiento o de
evasión hacia Francia, Norte de África o Portugal. Desde finales de 1.947 y principios de
1.948, los escasos supervivientes de la guerrilla, se ocultan en dos núcleos principales, lejos
de la zona de actuación, Madrid y Valencia. Lo hicieron por sus propios medios y con la
escasa colaboración de familiares y amigos, ni del Partido, ni del mando Guerrillero.
Los tres guerrilleros que lograron evadirse a Francia, lo hicieron a diferencia del resto
de integrantes de otras Agrupaciones, de forma individual, por sus propios medios, escasos, y
su mucha audacia e ingenio.
Pues bien, esta fue la nota entre 1.945 y septiembre de 1.947, el resto ya lo conocéis
****************
La Guerrilla urbana
La guerrilla antifranquista en las zonas urbanas tuvo algún significado en las capitales
siguientes, (por orden alfabético): Barcelona, Bilbao, Cádiz, Granada, León, Madrid y
Valencia. En Barcelona predominó la guerrilla anarquista, sin embargo en Madrid eran
militantes del PCE. En el año 1948 y tras una entrevista con Stalin, Santiago Carrillo ordena
el cese de la actividad guerrillera para los militantes comunistas del PCE, este cambio tardó
algún tiempo en saberse por las dificultades de comunicación con las diferentes
Agrupaciones. Se puede constatar que la mayoría de los actos de estas guerrillas urbanas se
centraron en la extorsión económica y los secuestros de personalidades franquistas más o
menos acomodadas, aunque no faltaron enfrentamientos con las fuerzas represivas.
Sobre la guerrilla urbana de Barcelona tenemos una mayor cantidad de información,
debido, por un lado, a su mayor duración, y, por otro, a la existencia de más estudios
pormenorizados. La resistencia antifranquista en la Ciudad Condal fue monopolizada ya
desde 1947 por los libertarios en detrimento de los intentos organizativos comunistas.
Después de 1940 se fueron tejiendo en la ciudad pequeñas redes solidarias de ayuda a
familiares de presos (las propias familias eran las encargadas de dar con los paraderos de los
165
EL MAQUIS ESPAÑOL
anarquistas dispersos tras la guerra). Personajes que después llegarán a tan legendarios como
Joseph Lluis Facerías o Quico Sabaté comenzaron con los sabotajes, atentados y atracos, con
la liberación de presos, con acciones de propaganda y reparto, en ocasiones, del botín entre
los más necesitados, lo que con el tiempo forjará un referente mitológico ciudadano (la
imagen del "buen bandido").
BARCELONA
En el caso de los libertarios, desde 1952 oficialmente no querían saber nada de los
grupos armados que actuaban en España, pero tras el congreso de reunificación en Limoges
en 1961, la CNT retomó la propuesta de reactivar la acción armada a través de un órgano
denominado Defensa Interior. Las Juventudes Libertarias enviaron numerosos activistas al
interior de España que practicaron diversos atentados.
Los grupos de libertarios fueron los últimos guerrilleros antifranquistas, y estaban
solos, porque en el exilio las organizaciones temían ser ilegalizadas, y en España temían a las
represalias. Entre las acciones de estos grupos estaban los asaltos bancarios, para recaudar
fondos, las expropiaciones de diverso tipo (documentos, pasaportes, etc.), acciones de
propaganda y los atentados a cuadros importantes del régimen franquista, incluidos varios
proyectos para matar a Franco. Uno de estos intentos de tiranicidio fue el organizado por el
comando Los Anónimos: El atentado se iba a realizar con bombas de mano cuando el dictador
visitaba Barcelona el 17 de mayo de 1947. Fue abortado porque entorno al monumento de
Colón, al final de las Ramblas, se interpuso un grupo de niños portando banderitas.
El 13 de julio de 1948 Raúl Carballeira fue acorralado en el Estadio de Montjuic,
donde al parecer se suicidó. En el mes de octubre de 1948 perdieron la vida Luciano
Alpuente, José Sabaté (hermano mayor de Quico), José Luis Barrao y Francisco Martínez
Márquez. Otros fueron detenidos y después ajusticiados, como José Pérez Pedrero
“Tragapanes”, Pedro Adrover Font “el Yayo” y Pons Argilés. También fueron localizados y
arrestados varios médicos, juzgados bajo la acusación de haber asistido a los resistentes
heridos. Francesc Sabaté “el Quico”, y su comando el 2 de marzo de 1949 ametrallaron el
automóvil en que creían que iba Eduardo Quintela, jefe de la Brigada Político-Social de
Barcelona. Murieron dos falangistas que iban en su lugar. Josep Luis Facerías fue uno de los
guerrilleros urbanos más famosos por sus hazañas, especialista en asalto a burdeles, donde
siempre hallaba empresarios y jerarcas falangistas. Facerías fue acorralado y muerto,
posiblemente suicidado, en agosto de 1957, en la calle de Pi i Molist, lugar donde actualmente
hay una placa en su recuerdo.
En la primavera de 1960 murió Francesc Sabaté, “el Quico”. Desde los años cuarenta
era un dolor de cabeza para las fuerzas del orden franquista. Su presencia en Barcelona
suponía la movilización general de la policía y una silenciosa legitimidad por parte de un
amplio sector de la población. Sabaté cometió acciones cruentas, como la del intento de matar
a Quintela que antes hemos comentado, pero también otras que simplemente fueron
espectaculares: durante la huelga de tranvías de 1957 en Barcelona, aprovechando un partido
166
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
de futbol, Sabaté disparó con un mortero contra el campo miles de octavillas contra la
dictadura. Sabaté, tras una serie de enfrentamientos en los que se dispersó de su pequeño
grupo, fue cercado por veinte guardias civiles en una masía de la Garrotxa (Gerona). Durante
la noche, tras un tiroteo en el que mató a uno de los guardias, Sabaté fue herido pero logró
huir. Sabaté entonces se subió a un tren que se dirigía hacia Barcelona. El tren por razones
técnicas tuvo que detenerse en la localidad de Sant Celoni, y este es el lugar donde, después
de un tiroteo con guardias civiles y fuerzas voluntarias del somaten, morirá Sabaté.
Ramón Vila Capdevila “Caraquemada”, el último guerrillero anarquista, fue
acribillado a balazos por la Guardia Civil en agosto de 1963, con su muerte se da por
finiquitada la guerrilla urbana anarquista en Cataluña.
Para el régimen estos guerrilleros antifranquistas no eran más que bandidos, término
despectivo que niega las razones tanto políticas como sociales que llevaron a estos hombres a
empuñar sus armas. Todos ellos, pese a la labor pedagógica del franquismo, la desmemoria de
nuestra democracia y al desconocimiento general de la mayoría, fueron luchadores por la
libertad.
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BILBAO
167
EL MAQUIS ESPAÑOL
También llevaba instrucciones para los guerrilleros, con las normas de conducta,
medidas de seguridad, los asuntos de las claves... para mejorar su formación práctica. El
problema de las normas de la clandestinidad es todo un poema y no estaba al alcance de
todos. Había personas que no alcanzaban a comprenderlas. Eran valientes para jugarse la
vida, pero su mente no tenía la capacidad de asimilación de estos elementos. Y a veces
caían por candidez, infantilismo y falta de visión de lo que requería la situación. Y eso se
pagaba con la vida.
Estuve unos meses combatiendo con la guerrilla en los Picos de Europa, haciendo
de instructor en el grupo de Machado. En los Picos de Europa, como en Euskadi, los
guerrilleros tuvimos en los enfrentamientos más bajas que los franquistas. Y eso por
muchas razones: porque teníamos poca munición y a veces te quedabas sin balas en medio
del combate, porque no estábamos bien atendidos y los heridos y los enfermos a veces
morían porque no podíamos darles un tratamiento adecuado... Pero la principal razón es
que nosotros no éramos terroristas. Nunca hemos pegado un tiro a nadie desarmado o por
la espalda. Nosotros nos enfrentábamos de frente con enemigos armados, de igual a igual,
como hacen los hombres. Y eso, aunque les pese, lo han tenido que reconocer hasta los
generales de la Guardia Civil.
Si nosotros llegamos a utilizar la bomba o el tiro en la nuca, habríamos matado a
más gente, pero ¿y qué? ¿Qué habríamos logrado? Prefiero haber luchado con limpieza, la
que merecía nuestra causa. Estoy pensando en un guerrillero, Juanín, que era toda una
leyenda. Andaba por su cuenta, en la zona de los Picos de Europa, tenía sus vacas, su
caballo, su cueva. Y en ella guardaba los tricornios y correajes de los guardias que había
matado, un montón, con papeles donde ponía "guardia civil muerto el día tal del tal". La
Guardia Civil le tenía pánico, porque era un tío audaz y fallaba pocos tiros. Así estuvo
muchos años después que terminó el maquis. Audaz como él sólo. Pero ni a él ni a nosotros
se nos ocurrió nunca poner una bomba en una vivienda o pegarle un tiro a un hombre
desarmado”.
Mikel Rodríguez, autor del libro "Maquis, la guerrilla Vasca". Editorial Txalaparta.
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CÁDIZ
168
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
las fuerzas del orden el asesinato de aquellos guerrilleros gaditanos. Los guardias se
escondieron en el techo y dispararon a quemarropa mientras cenaban quedando así
desmantelada la agrupación. Al igual que sus hermanos Francisco y Juan Antonio Pérez
Núñez Bartolo era un miembro de la Agrupación Fermín Galán de CNT Bernabé López Calle
“Comandante Abril”.
El 7 de enero 1947, con sus hermanos y Francisco Gómez Macías “Gonzalito”, Miguel
Guerrero Aloizana “Conejo”, Francisco Quintero Ocaña “Ramoncito” y Diego Pérez Moreno
“Monzón”, asistió el distrito Benaocaz (Cádiz) el secuestro de Juan Puerto Orellana, por un
rescate de 90.000 pesetas. El 5 de mayo de 1947, la Víbora Mojón “Ubrique” participó con su
hermano Juan José Rodríguez Rodríguez “Sieteve” Martínez y Juan Ruiz “El Rucho”
secuestro de Juan Fernández de Córdoba y Antonio Pérez Moreno ambos fueron puestos en
libertad al día siguiente después del pago de un rescate de 60.000 pesetas. El 15 de junio, el
distrito de Grazalema (Cádiz), con su hermano Juan Bernabé López Calle Juan Ruiz Ordoñez
Huercano y Cristóbal López Aniversario secuestro del aparcero Jarillo Francisco Benítez por
un rescate de 200.000 pesetas.
El 11 de mayo de 1948, todavía con su hermano Juan y Juan Ruiz Huercano
“Eusebio”, José Rodríguez y Rodríguez Cristóbal López Ordóñez participó en la localidad de
Prado del Rey en el secuestro de José Velázquez y Juan Ortega García López. El 7 de agosto
los hermanos Antonio y Juan Núñez Pérez, acompañado por Luis Rodríguez Beas Julio del El
Tren y Manuel Martínez Casas Gazapo, secuestrado granja Cardela (Ubrique) Luis Chica
Regordan que fue lanzado contra un rescate de 87.500 pesetas.
En 1949, participó el 30 de enero con su hermano Juan, Juan Martínez Toledo
Caracoles, Rodríguez y Luis Manuel Martínez Beas Casas intento de secuestro finca Lomo de
Enmedio, municipio de El Bosque, Diego Marín Gallardo quien logró escapar a caballo. En el
otoño, 4 de octubre de 1949, en la finca La Palmos municipio de Castellar de la Frontera, y
acompañado de Andrés Dorado Lobato Garnacha, José Lobato Floria Lobato, Luis Beas
Rodríguez, Miguel García López Darío José Vilches y Rioz El Barbas, se quitó Francisco
Gallego Avilés que deben ser liberados dentro de los tres días después del pago de un rescate
de 20.000 pesetas. El 17 de diciembre, el Distrito de Arcos de la Frontera, acompañado por
Miguel Pérez Pérez Polonio, Juan Quiñones Virgil Juanito y José Barea Reguera Bienvenido,
le quitó el industrial Armario Bachiller Juan de Dios, dado a conocer en contra de un rescate
de 700.000 pesetas. Pocos días después de su lanzamiento industrial reciben de la guerrilla un
nuevo fármaco para combatir el asma que padecía. También se observa que todas las personas
secuestradas a declarar siempre han sido bien tratados por sus captores que todavía tienen que
explicar el dinero del rescate para comprar armas y apoyar a las familias de los presos.
Antonio Núñez Pérez fue detenido en Sevilla 16 de julio 1950. Llevado ante un
consejo de guerra celebrado en Sevilla 14 de diciembre 1951 contra 73 guerrilleros o
militantes libertarios - incluyendo Policarpo Medina Núñez secretario de la CNT de Sevilla,
Dionisio Carrero Tuda secretario comarcal Cazalla de la Sierra, los hermanos Muñoz y
Francisco Valderrama - Antonio Núñez Pérez “Bartolo”, fue condenado a muerte y ejecutado
el 28 de febrero de 1952.
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169
EL MAQUIS ESPAÑOL
GRANADA
Los hermanos Quero Robles - Pedro, Antonio, José y Francisco
Naturales de Granada. Hijos de una familia trabajadora, con cientos de amigos y conocidos en
el Albaicín, el Sacramonte o el Barranco del Abogado, los barrios más deprimidos y
castigados de la época. Era imposible que aquel destello de esperanza, entre tanta grisura y
miedo, no alarmara a las autoridades, ni entorpeciera el sueño de los nuevos amos de España.
Granada, primeros años 40. El pueblo trabajador había sido derrotado y sojuzgado, el
hambre hacía estragos entre los más necesitados. La población se había acostumbrado de
sopetón a las cartillas de racionamiento, a la mendicidad, al estraperlo, a la pobreza y a la
estrechez. El fascismo triunfante lo dominaba todo, apareciendo como el único horizonte de la
vida ciudadana.
El Estado franquista, expresión estructural de la victoria de las fuerzas rebeldes en la
guerra civil, era un régimen fundamentado en la represión y el exterminio. El término de la
contienda no supuso, en modo alguno, el cese de la violencia contra los vencidos. Los campos
de batalla, los frentes, las trincheras se habían dejado atrás, pero el reinado del terror
continuaba inexorablemente. Las vejaciones, las humillaciones, las violaciones, las
detenciones, las torturas y los fusilamientos, eran artículo de consumo diario en aquella
Granada sin libertad ni pan.
El movimiento obrero había sido desmantelado, los partidos de izquierda prohibidos,
las cárceles estaban repletas de luchadores y las cunetas sembradas de demócratas. Sin
embargo, agazapados, en lo oscuro, todavía había hombres y mujeres que resistían,
amparados, en las sombras, por antiguos camaradas, compañeros de otros tiempos o
familiares muy cercanos. Muchos se echaron al monte y formaron partidas, otros empezaron a
reconstruir las organizaciones de clase, incluso hubo algunos que se atrevieron a desafiar al
poder desde el mismo corazón de las ciudades, con las armas en la mano. En Granada,
comenzaba entonces a forjarse una leyenda. Era la hora de los hermanos Quero.
Guerrilleros urbanos antifascistas, empujados a la clandestinidad por supervivencia,
fueron unos audaces hombres de acción, capaces de las hazañas más increíbles. Pedro,
Antonio, Pepe y Paco, los Quero Robles, cuando hablemos de guerrilla urbana los Quero
deben ocupar el primer lugar, una película de estos hombres tendría el éxito asegurado.
Veamos solo dos acciones espectaculares:
1.- El 4 de agosto de 1944, en la calle Maestro Alonso de Granada, los cuatro hermanos
Quero, líderes de un destacado grupo guerrillero antifranquista, entraron en el domicilio de
Pedro Segura, juez de la Auditoría Militar de Granada. Querían presentarle sus respetos y
una carta de amenaza en mano. "Somos los hermanos Quero", dijeron al juez, que pudo ver
sus rostros. "A nosotros es a quien tiene que perseguir". El motivo de la visita no era otro
que conseguir la libertad de dos jóvenes inocentes que habían sido detenidos acusados de
tener relación con ellos.
2.- El 6 de julio de 1945, los Quero realizaron dos acciones. Por la mañana secuestraron al
banquero Manuel Rodríguez-Acosta en su propia casa. El secuestro se resolvió en unas horas
y consiguieron 250.000 pesetas. Esa misma tarde secuestraron en la calle Gran Vía al
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
empresario Andrés Sánchez Montes. Por la noche, ya tenían 225.000 pesetas más. En un día
recaudaron 475.000 pesetas para la resistencia.
171
EL MAQUIS ESPAÑOL
LEÓN
Manuel Ramos Rueda – I (10/07/2011)
Las crónicas del maquis sin paradero
El informe que Manuel Ramos Rueda hizo para el Partido Comunista de España (PCE)
sobre sus acciones contra el franquismo en León. Este informe fue publicado por el
diario “La Crónica de León” en el año 2011, por entregas diarias, a la hora de unirlo no
he conseguido encontrar todos. Este documento tiene el valor de que ha sido escrito por
el propio guerrillero en primera persona.
172
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Había un camarada del grupo que pasó de Perpiñán que se encargaba de regar los
pasillos. Yo le ayudaba algunas veces. Cuando le planteé a éste lo que yo quería, al principio
no quiso saber nada, pero después accedió a que le ayudase. Uno de los días salí a regar
delante del rastrillo, en el mismo momento en que el centinela se encontraba afeitándose. Salí
con un cubo lleno de agua y dentro una botella. Dejé el cubo delante del rastrillo en un sitio
donde el centinela no lo veía y con la botella me dirigí a una tapia exterior donde había otro
de guardia. Pensaba, si éste me preguntaba algo, decirle que el cabo me había mandado por
vino y si no me creía, entonces, darle con la botella en la cabeza y echaba a correr. Pero pase
delante de él sin que me dijera nada. Había costumbre de que uno o dos presos salieran
mandados por el cabo a comprar vino. Llevaba conmigo cuando me fugué cinco pesetas que
me había dado el Gordo. Me dirigí a la casa de la novia de Molinero por medio de quien yo
había mandado a mi madre alguna carta y esto me había valido para saber su dirección. Le
planteé de qué se trataba y ella me llevó a la casa de un chico cerca de Montjuic llamado Julio
Artiga de la CNT a la calle Berenguer Viejo 8 [o 6]. Este es cuñado de un camarada del P
[Partido Comunista] de León que actualmente está en Barcelona, llamado Manuel Callejas. A
Callejas le dije que yo era del Partido y que quería enlazar con alguien que fuese de
confianza, pero éste no me presentó a nadie.
Julio, antes de llevarme a su casa, me llevó a Montjuic a una casa donde estaban
reunidos unos que se llamaban Federación Local de Barcelona de la CNT. Estos me
preguntaron que cómo era posible que siendo yo de la CNT hubiera pasado con los
guerrilleros. Me recalcaron que si hubiera sido comunista no me hubieran atendido.
Permanecí en Barcelona por espacio de un mes. Por medio de Callejas me enteré que
la prima de Roldán, Mercedes Sabater, se encontraba en el centro. A esta la he visto por
Toulouse un día que yo iba por la calle. Se acercó a mí y me contó que ella también había
estado detenida. Con ella iba un chico que ella había sacado de la cárcel en España. Este había
173
EL MAQUIS ESPAÑOL
pasado de Francia y fue detenido por Andalucía. Es alto y fuerte algo calvo. Fue en Francia de
la dirección del Partido. Yo le había visto una vez en 1943 que me lo presentó Ramiro.
La documentación para salir de Barcelona me la preparó Julio. Se componía de una
célula, salvoconducto y un documento militar diciendo que había pasado la depuración. Este
lo conseguirían ellos en Capitanía por medio de un chico amigo de uno de la CNT que estaba
allí de servicio.
De Barcelona fui a Zaragoza. De allí en un camión a Madrid. En Zaragoza estaba en
una casa que me había proporcionado Julio. En Madrid fui a la casa de mi madrina y también
estuve visitando la familia del camarada Benito. Allí me encontré con uno del Partido, pero
cuando se enteró de que me había escapado de la cárcel no lo volví a ver más por la casa.
Marcha a León
174
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
familiares de César (de León) y Pedro que habían sido detenidos. El camarada del Regional
reconoció que Secundino estaba realizando una mala labor. Éste quería coger el Partido en sus
manos para entorpecer su actividad. Se oponía a la compra de una imprenta, se opuso
igualmente a los actos de sabotaje en el ferrocarril cuando la ida de Franco a Asturias. A
Secundino lo había traído yo a León para que organizara el Partido y no hizo nada. En la
reunión, Enrique reconoció que él no había actuado bien cuando se oponía a que se ayudara a
la familia de los detenidos.
Poco tiempo después de la caída de los camaradas de Asturias, se presentó en León un
elemento en nombre del Comité que decía venir de Madrid. Logró coger contacto con un
factor de la estación y por medio de éste y de Vizcaíno cogió contacto con Secundino que le
dio enseguida entrada en el P [Partido Comunista] sólo con el fin de demostrar que hacía algo.
Este tipo le fue proponiendo que gestionaría la adquisición de una multicopista y otras
cosas más. Un día Enrique me dijo que lo había ajusticiado porque se trataba de un
provocador. Después de esto me enteré de que los camaradas de Asturias habían caído. Yo les
dije que no estaba bien haberlo matado sin tener datos que demostraran que era un confidente,
que el día de mañana si habíamos metido la pata nos pedirían cuentas.
Localicé a Pedro, Delgado, Vizcaíno, Plácido, a uno de Madrid llamado por nosotros
El Madriles, a un contratista de obras, un obrero y al primo de Plácido.
De Laciana bajó un camarada. Allí había ya camaradas contratados en las minas. De
aquí nos mandaban dinamita.
En Astorga teníamos contacto con Blanquillo que fue teniente durante nuestra guerra.
En Santa María se encargó de organizar el partido uno que fue de la CNT.
En Santa María estaba El Rubio (en la actualidad detenido). Controlaba un grupo de
4-5 camaradas.
En Villacedré había 4 camaradas, entre ellos uno que era barbero y se encontraba allí
desterrado. En la actualidad éste está en libertad.
En Vilecha localizamos a un camarada.
En total yo tenía relación con unos 20 camaradas que dirigían el P. En noviembre de
1946 compré una imprenta por 5.000 pesetas. La llevé a la casa donde estaba Llaneza pero
tuve que cambiarla enseguida al caer herido Enrique [el asturiano Benjamín Roza, ‘Noreña’,
que murió tras ser abatido en una calle de León en noviembre de 1946]. Antes de saber que lo
habían matado, al traslado me ayudó Plácido e Higinio. El traslado hasta las afueras de León
lo hice con un carro tirado por un burro. A poco tiempo de transportarla en carro llegó un
camión del cuñado de Plácido que la llevó a otra casa. En esa casa tengo la imprenta que pesa
400 kilos y una “multi” [multicopista] tirada por un remolque de bicicleta. También compré
dos aparatos de radio. Uno de ellos lo vendí para ayudar a la familia de un camarada detenido,
pero el otro estaba allí. A la familia donde metí la imprenta le tengo dicho que vaya quien
175
EL MAQUIS ESPAÑOL
vaya en el nombre de quien sea no le haga caso. Tengo también en la misma casa unos
cuantos tipos que cogí en una imprenta.
Del periódico [Lucha] llegamos a tirar tres números. Un número dedicado a Sánchez
Biezma [líder comunista y héroe de la Resistencia muerto en la Dirección General de
Seguridad de Madrid. Mundo Obrero le dedica una portada el 16 de enero de 1947. El coronel
Vicente López Tovar, responsable de la invasión del Valle de Arán en verano de 1944, cita a
Sánchez Biezma como uno de los líderes comunistas que deciden la invasión pese a lo
descabellado de la misma]. Cada número se tiraba 3-4.000 ejemplares. Yo he tirado la
propaganda por León en una bicicleta. El Primero de mayo de 1947 tiramos un manifiesto.
Adquirí la imprenta en la casa Valderas de León. Antes de esto había conseguido en la
imprenta militar por 600 pesetas las letras. Estuve trabajando al cabo de la imprenta y a un
soldado para que me tiraran el periódico. Accedieron, pero uno de los soldados después se
echó atrás. Allí compré el papel y las tintas. En la casa Valderas no me pusieron
inconvenientes porque anteriormente había mandado al soldado de la imprenta a preguntar
por el precio.
Armamento
Mandé a pedir a Barcelona por medio de los amigos donde yo había estado. Me
mandaron dos pistolas del 9 largo, munición para éstas y para una metralleta alemana que yo
había cambiado por una pistola ametralladora. La Villalobos me proporcionó otra pistola.
Franco en Asturias
Volamos la vía en un trozo de 500 metros. Tardaron tres días en arreglarla empleando
a todos los equipos de León. Volé la casa de Falange que tenía que inaugurar Girón [José
Antonio Girón de Velasco, ministro de Trabajo entre 1941 y 1957]. Quedó completamente
destruida. En Sabero, en agosto del 47 asalté un polvorín y cogí 15 kilos de dinamita, mecha
y detonadores. Dejé al guarda del polvorín atado. Para esto tuve que hacer a pie 110
kilómetros.
El coronel de la Guardia Civil de León le ofreció a un chico de la CNT 500.000
pesetas si mataba a Ramos. Este chico era de Azadinos. Había hecho la guerra con nosotros
en el Ejército Republicano. Este mismo coronel en una ocasión en que detuvieron a la familia
de Ramos y cuando un policía le estaba pegando a un hermano suyo le dijo al policía: “Antes
de pegar hay que saber qué consecuencias puede traer eso”.
Al capitán Gallo [capitán de la Guardia Civil Francisco Martínez Gallo. Todo apunta
a que fue el guardia civil que se disfrazó de la madre de Emilio Zapico Arriola en el intento de
resolución del secuestro que acabó con la muerte del ingeniero de la Diputación] le quitaron
de León porque cogió mucho miedo por un atentado que le hizo Ramos y además porque
ningún guardia quería ir de escolta con él por miedo a que lo liquidaran. Este Gallo de noche
se despertaba gritando “me quieren asesinar” y cosas por el estilo. Llegó a decir que le
habían puesto una criada que tenía la misión de envenenarlo. Alrededor de su casa siempre
había mucha guardia civil.
Un destacado falangista de León se encontraba un día en una calle esperando a un
amigo. Un guardia civil que creyó que se trataba de Ramos le disparó hiriéndolo gravemente.
176
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Lo llevaron a la clínica del alcalde y éste creyendo que se trataba de Ramos no quiso
atenderle, dejándolo que se desangrara. Cuando la familia lo echó de menos y fue a la clínica
se encontraron que no era Ramos sino un destacado falangista.
Le hizo un atentado al juez especial de León, le hirió en un hombro. Este siendo
teniente había sido herido en el 36 en Asturias y a consecuencia de esta herida había perdido
una pierna. Había matado a muchos de izquierda. Al jefe de la policía de León lo destituyeron
porque no había detenido a Ramos. Este se llamaba Carracedo. A la madre de Ramos le
dijeron en una ocasión que le dijera su hijo que se marchara de León.
En Puente Almuhey dimos un golpe en enero de 1946 pero como empezaron a gritar
no pudimos matar a un comerciante falangista que había matado a gente de izquierda. Yo
mate al hijo y además herimos a un guardia civil.
Por la parte de Carrizo dimos un golpe en la casa de un alcalde que se dedicaba al
estraperlo. Cogimos 8.000 pesetas, nos las repartimos entre los dos y con ellas compré la
primera “multi” [multicopista].
En Vega del Bernesga [Vega de Infanzones] fuimos a la casa de dos falangistas. Uno
era el carnicero y el otro el cantinero. En ésta participamos Enrique, El Gitano (Llaneza),
César el que murió y yo. Además iba Plácido como informante. Allí recogimos unas 9.600
pesetas.
En San Pedro Bercianos (28 julio de 1946), contra el estanquero que era falangista.
Participaron Enrique, Llaneza, César, un guerrillero más reclutado [dos palabras ilegibles]
últimamente y yo. Aquí fue herido César, pero no se sabe quién lo hirió. En esta ocasión
Enrique se puso nervioso y comenzó a disparar. Al formarse el tiroteo empezaron a correr y
dejaron a César en el corral herido. Yo me volví e hice que volviera conmigo Llaneza para
recoger a César. Entramos en el corral y yo aproveché para tirar la puerta y matar al dueño del
estanco [Ambrosio Fernández] y al sobrino [Marcos Berjón]. A César lo llevamos 14
kilómetros para ver si lo podíamos curar. Pero se nos fue desangrando por el camino y
tuvimos que [cuatro palabras ilegibles] que no dejarlo vivo y pudiera hablar.
En León, en unión de uno de la CNT y tres colaboradores míos, que antes habían sido
de la CNT y ahora del Partido, dimos un golpe de 80.000 pesetas. El de la CNT se llevó
40.000 y yo me quedé con otras 40.000.
En La Dehesa de Torío dimos un golpe el 10-10-46. En él participaron Aureliano,
Bayón y dos informantes.
Otro golpe en Azadinoscon Aureliano y otro, de 4.000 pesetas.
En febrero del 47, en unos almacenes, di un golpe de 10.000 pesetas. Eso lo hice yo
solo.
En octubre del 47, en Sariegos, di yo un golpe solo. Este tuvo carácter de propaganda
y recogí entre todos los ricos 3.000 pesetas. Yo fui primero al cura del pueblo a pedirle que
me diera los nombres de los ricos que había en el pueblo. Y después yo fui por las casas
pidiendo. Cuando alguno me decía que no tenía dinero, la contestación era que la información
177
EL MAQUIS ESPAÑOL
me la había dado el cura y que la multa era correspondiente a los impuestos que pagaba. Los
obreros del pueblo se frotaban las manos de alegría después de este golpe diciendo que habían
tenido que dar los ricos dinero para los presos de izquierda. El cura murió a los tres días de
esto. Los falangistas decían que Ramos ya no mataba a nadie pero que hacías las cosas de tal
forma que se morían solos.
El 17 de mayo del 48 en Velilla de la Reina quise hacer igual que el pueblo anterior
pero se complicaron los falangistas y los somatenes y fracasamos. Esta vez me acompañaba el
de la UGT que había traído de Madrid. Al amotinarse los falangistas hicieron una
manifestación y pusieron a la madre de tres falangistas que habían muerto cuando la guerra.
Al salir de la casa donde estábamos me dieron la voz de alto. El que iba conmigo me dio una
pistola ametralladora y yo tiré contra la manifestación hiriendo a tres, una de ella la madre de
los tres falangistas [Consuelo Fernández Fuertes]. Ésta fue a León para ingresar en la clínica
de un doctor llamado Paco, del Partido, y cuando se enteró de qué eran las heridas la rechazó.
En la clínica de este médico estuve yo con Llaneza para que le curara de unas anginas y lo
hizo.
El 25 de mayo del 48 fui a la casa de un comerciante de Sabero, pero al entrar éste se
libró por el padre, era un conocido de mi familia. Hablé con él y me di cuenta de que no nos
habían informado bien. Nos dio mil pesetas y se ofreció a darnos comida cuando quisiéramos.
El 5 de agosto del 48, en Azadinos fui a ver a Pío [Oblanca] y me dio 1.500 pesetas
que pidió a unos vecinos.
Antes de este golpe, el que vino conmigo de Madrid se había marchado.
En Alija, el día 21 de agosto fui a la casa de un falangista que hacía las listas de los de
izquierda para imponerle multas. Cuando entré reaccionó mal y no le tiré porque estaba su
mujer y dos niños pequeños.
El 23 de agosto fui a ver a Malagón [Emilio Prieto Malagón], dueño del comercio La
Revoltosa. Le planteé que necesitaba dinero. En otra ocasión éste me había prometido darme
dinero. Después de hablar con él un rato me dijo que nosotros no triunfaríamos. Yo le
contesté que trabajábamos por eso. Cuando yo estaba hablando con él, la cajera le dijo: “Pues
se me parece a uno de la foto del agente”. En ese momento, Malagón se abalanzó sobre mí
como con intención de detenerme. Yo haciendo esfuerzos logré sacar un revolver que llevaba
encima. Le disparé matándole e hiriendo a un dependiente que se encontraba por allí. Los
dependientes han hecho correr por León que la culpa fue del dueño que no me quiso atender
cuando yo le hablaba con buenas maneras.
Visto el fracaso me decidí a hacer volar la central eléctrica de León. Cuando me
encontraba sacando la mecha de una maleta pasó por allí un cabo de los municipales [José
Gallego Bueno] y me preguntó qué era lo que llevaba en la maleta. Sacó la pistola como para
detenerme y yo al ver esto le disparé 4 tiros al mismo vientre. Como se acercaban cuatro
individuos corriendo yo me tire por un terraplén dejando la maleta.
Después de esto me fui a ver a un socialista y le pedí dinero. Me dio 1.500 pesetas
con las que pagué lo que debía y me vine a Francia.
178
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Las caídas empezaron en Asturias y de allí se corrieron a León. Estas dieron comienzo
cuando se ajustició al confidente. Desde ese momento empezaron a detener a todos aquellos
por cuyas manos había pasado. Los primeros detenidos fueron dos factores. Uno se llamaba
El Catalán. De éste los camaradas decían desde la cárcel que era un confidente. Fue el
primero que se quedó en libertad y que según decía la Villalobos [Elvira Villalobos, esposa de
Maximiliano González, ‘Palanquinos’] vino para Francia, por avisarlo la Villalobos. También
fueron a detener a Vizcaíno [Manuel Vuzcaíno Beberide], pero yo le avisé y se pudo salvar. A
continuación cayó Enrique (Noreña) y días antes había caído Morán, que era el que nos daba
contacto con Calixto López. Después de Enrique cayó Blanquillo el de Astorga, Darío y a
continuación fueron a detener a unos maquis de la zona donde se encontraba Secundino
[Secundino Rodríguez, el ‘Practicante’] y otros. Cayeron Plácidos y Delgados. Darío acusó a
Plácido de que había ido a su casa a pedirle que guardara a un camarada del monte. Darío y la
mujer de Vizcaíno dijeron a la policía que Delgado recibía propaganda de Asturias.
Secundino y Ferreras [Inocencio Ferreras. Hay una llamada al final del texto para decir
que fueron “ahorcados” el 7 de marzo de 1947. La causa fue el secuestro del ingeniero de la
Diputación Emilio Zapico Arriola, en septiembre de 1945, en el que Ramos ni participó ni
cita en ningún momento] cayeron en la provincia de Palencia cuando se disponían a dar un
golpe. También cayó Higinio [Higinio Nicolás Bayón, ejecutado también el 7 de marzo de
1947 por el caso Arriola] y Aureliano [Aureliano Suárez Robles] y a continuación de estas
caídas detuvieron al Rubio de Santa María. Fueron a la casa de la madre de la chica donde yo
paraba y se llevaron a otra hermana y a la madre. Un chico de 16 años vino a avisarme y por
eso me pude poner a salvo. A las pocas horas de yo salir se presentó la policía. En Puerta
Obispo detuvieron a una familia de una casa que yo utilizaba y donde habían estado algunos
de los detenidos.
Cayó el cabo de la imprenta militar. Le pudo delatar Enrique o ser algún otro de los
detenidos que nos había visto por la calle paseando. Cayó también [ilegible], uno que me
había puesto en relación con el cabo. Yo, antes de ser detenido el cabo y sospechando que le
perseguían, fui a su casa a recoger unos paquetes de papel. En la casa di con alguien de la
familia que estaba en aquel momento vestido de obrero pero que al mirar sus botas observé
que eran de la guardia civil. Tan pronto como yo entré en la casa, salió otro individuo con la
madre del chico. Quedó allí solo el padre. Todo esto me pareció extraño y me marché
enseguida. Cuando el padre vio que me marchaba me preguntó por qué tenía tanta prisa y me
pidió algo de dinero, ya que llevaba, a causa de las aguas, algunos días sin trabajar. Le di unas
cien pesetas y me marché enseguida. Al día siguiente me enteré por una mujer de la CNT que
vivía por aquel barrio, que la noche antes había habido por allí una partida de guardias civiles
y policía sin que supiera a qué era debido. Esto hizo que mis sospechas se confirmaran.
Después de todas estas caídas me trasladé a Correcillas, donde siempre hubo
guerrilleros para ver si a través de ellos me era posible tomar contacto con el Tarsicio. Aquí
me entreviste con la mujer del hermano de Higinio, que era la casa donde iban los guerrilleros
179
EL MAQUIS ESPAÑOL
de aquella parte. Esta me informó de que desde la caída de su cuñado no había ido nadie por
allí. Ni los de Asturias que habían estado alguna vez (Aurelio Cajigal y otro llamado Manolo
que tenía en este pueblo un hermano). En marzo del 48 estuve de nuevo en este pueblo y me
entrevisté con el hermano de Manolo. Este me dijo que Manolo había muerto en Asturias al
igual que Aurelio Cajigal. Le pedí que me enlazara con Asturias, pero me dijo que no sabía
cómo hacerlo. De los guerrilleros de León no sabía nada.
Salí para Madrid en abril del 48. Fui a la casa de la madre de Benito Sánchez, que
había estado conmigo en la cárcel de Barcelona. Esa familia me dijo que no tenía contactos
con el partido porque habían caído todos cuando Sánchez Biezma [líder comunista y héroe de
la Resistencia muerto en la Dirección General de Seguridad de Madrid. Mundo Obrero le
dedica una portada el 16 de enero de 1947. El coronel Vicente López Tovar, responsable de la
invasión del Valle de Arán en verano de 1944, cita a Sánchez Biezma como uno de los líderes
comunistas que deciden la invasión pese a lo descabellado de la misma]. Conocí en Madrid a
un camarada de la UGT que estaba fugado en Madrid. Me entrevisté también con unos
pintores del P, pero tampoco tenían contacto. En Madrid permanecí hasta mayo del 48. No vi
nada, aunque me enteré de que en algunas barriadas habían tirado octavillas. El 3 de mayo,
junto con otro amigo de la UGT, me fui para León. De mayo a septiembre estuve en León
pero sin hacer nada de organización del P. En septiembre marché de nuevo a Madrid, pero
tampoco tuve suerte. Salí para Barcelona y fui a parar a casa de Julio Artigas. Cuando vi que
aquí no me podían ayudar para pasar a Francia me marché a Zaragoza el día 1-10-48. Cogí en
Zaragoza un car que me llevó hasta Pamplona, llegando de noche. De aquí pase la frontera el
día 4 de octubre y llegué a Urepel [Francia] a las seis de la mañana de ese mismo día.
180
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
MADRID
La guerrilla urbana se desarrolló en los núcleos de población más importantes del país, en
Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, León, Málaga y Granada, con diversas características y
distinta suerte. A Madrid llegarán miembros de la resistencia francesa ya desde 1944.
Hablando de princesas
(Es cierto que a Letizia la viste Pertegaz)
181
EL MAQUIS ESPAÑOL
182
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Otra versión
183
EL MAQUIS ESPAÑOL
“Sé bien lo que me espera, pero declaro con orgullo que cien vidas que tuviera las pondría
al servicio de la causa de mi pueblo y de mi patria. El fiscal nos llama bandoleros. No lo
somos. Bandoleros son quienes nos acusan, quienes martirizan y matan de hambre al
pueblo. Nosotros somos la vanguardia de la lucha el pueblo por la libertad, este juicio es
una farsa en la que se nos acusa de delitos que no hemos cometido. Pero tenéis prisa por
deshaceros de nosotros. No queréis que el mundo vea nuestros cuerpos martirizados.
Queréis ensuciar con este juicio el glorioso movimiento guerrillero”
184
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
por su simpatía hacia Franco, no hizo nada para parar el asesinato por el temor a los "rojos".
En la madrugada del 21 de febrero de 1946 se cumple la sentencia y es fusilado en las tapias
del cementerio municipal de Carabanchel Bajo, donde fue enterrado.
La más llamativa fue la declaración suscrita por unanimidad por la Asamblea Nacional
Constituyente, donde se afirma que los guerrilleros fueron fusilados por el odio a la libertad
que habían defendido en Francia, y se invita al Gobierno a romper con el régimen de Franco:
“La Asamblea traduce la protesta de la conciencia francesa ante esta nueva aplicación de
métodos de represión condenados por el mundo civilizado”.
Este último párrafo fue publicado por el diario PÚBLICO el 24/06/2011 y escrito por el
periodista y escritor Félix Población en la sección Dominio público)
En 2005 el por entonces máximo responsable del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales (hoy Ministerio de Trabajo e Inmigración de España) del Gobierno de España, Jesús
Caldera, inaugura en la comuna francesa de Saint Denis en el departamento de Sena-Saint
Denis un centro social para inmigrantes que lleva su nombre.
Héroe en Francia
185
EL MAQUIS ESPAÑOL
VALENCIA
186
LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
Cuando aquel miércoles 15 de abril de 1908, nació Basiliso, nadie podía imaginar que
después de un siglo, su recuerdo permanecería en la memoria colectiva. Es el recuerdo de un
jornalero, pastor, barbero, manco más tarde y también guerrillero, que perteneció a la
Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, apodado “Fortuna” y para la historia ha
quedado como “Manco de La Pesquera”, apodo que le fue dado por faltarle algunos dedos de
la mano izquierda. Cuyo trágico final fue a los 46 años frente a un pelotón de fusilamiento en
Paterna (Valencia).
Su nombre de pila era Basiliso Patrocinio, siendo el quinto hijo del matrimonio
formado por el cirujano Francisco Serrano y Rosario Valero, originarios de la provincia de
Albacete pero llevaban afincados ya muchos años en La Pesquera. La familia fue humilde,
como todos sus convecinos, sacaban a sus hijos adelante a fuerza de trabajo y esfuerzos. El
primer revés que sufrió en su vida fue antes de cumplir un año de edad, cuando falleció su
padre.
Basiliso dio desde pequeño pruebas de un carácter recio y fuerte, además de dotes de
mando y un carisma personal que no se correspondían con el oficio de pastor, que
teóricamente debía corresponderle.
Por los inmensos pinares de su pueblo y sólo acompañado por sus cabras, quien sabe
que pasaría por su cabeza, al igual que Miguel Hernández, escribía versos y leía libros que
alguien le proporcionaba y que le fueron abriendo a un mundo nuevo. Fue allí en esa soledad
donde empezó a germinar en él la semilla de la inconformidad, con el mundo que lo rodeaba y
que lo relegaba a ser toda su vida pastor, sin más aspiraciones que su rebaño, sólo por haber
nacido pobre, aunque su inteligencia superaba con creces, sus limitaciones materiales.
Cuando en España se proclamó la República, Basiliso Serrano fue miembro destacado
de la CNT en su pueblo, impidiendo desmanes y reyertas que en otros pueblos si se
produjeron. Hasta sus enemigos le han reconocido siempre que salvó muchas vidas, entre
ellas las de destacados derechistas y el sacerdote vecino de su pueblo.
El hecho de ser el responsable de la comuna agraria en La Pesquera en tiempos de la
República, fueron los motivos por los que su vida cambio de rumbo hacía la semi-
clandestinidad, para mantener su seguridad. Pero a pesar de ese cambio seguía viviendo en su
pueblo donde nadie lo denunció. Sus vecinos no podían olvidar, que algunos de ellos camino
de la muerte fueron salvados por él, ya que a su modo de ver, en “La Pesquera no sobraba
nadie”. Además de las innumerables ayudas materiales en esos tiempos de hambre y escasez.
El protagonismo del Manco además de pasar por gran parte de la geografía conquense
en labores de propaganda de la AGL, fue utilizado en muchos casos por la guardia civil como
responsable de cualquier muerte producida, sin ser cierto, sólo para despertar protagonismo y
no dejar al descubierto las carencias de las fuerzas represoras.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
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LA GUERRILLA ANTIFRANQUISTA
EPÍLOGO
A lo largo de estas 190 páginas hemos visto desfilar cientos de nombres, de hombres y
mujeres singulares que escribieron páginas de gloria popular que permanecen en la
memoria colectiva de muchos españoles.
Podía haber escrito tres documentos como este, pero serían repetitivos y reiterativos
que cansarían al lector, es tal la cantidad de documentos, artículos y libros escritos sobre el
tema que te abruman, tengo la duda sin embargo de si habré elegido los mejores, es tal la
cantidad que cuesta escoger entre ellos el mejor.
Antes de continuar debo agradecer a diferentes páginas por su buen trabajo, agradecer
a La Gavilla Verde, Juanín Los del Monte, Todos los nombres, La S.B.H.A.C., Paisajes de la
Guerrilla, la Memoria Histórica de Cataluña,—aunque en el artículo sobre la Valle de Arán no
menciona al autor intelectual de la invasión — a los diarios, El País.com, El Ideal.es, La
Crónica de León.es, al CAUM, el archivo Histórico del PCE y la Guardia Civil, o las personas
que han escrito artículos o reseñas de libros como Hana Bortlová, o Emencio Ruíz Alcalá
“Germán”, a los que agradeceré uno por uno sus trabajos y darlos a conocer.
En mi opinión la guerrilla antifranquista y antifascista atraviesa por tres etapas muy
definidas:
• 1) Según van tomando los pueblos, las ciudades o las provincias, conocedores de la
represión tan brutal e indiscriminada huyen a los montes o las sierras más cercanas, no
caen en el error de pensar; “cómo yo no he hecho nada, no tengo nada qué temer”,
este fue el error más repetido en los asesinados, “los huidos” como se les conocía, lo
hacen esperando la victoria republicana primero y la entrada de los aliados después.
Pero la mayoría lo hacen esperando tiempos mejores, esta etapa se caracteriza por
evitar el enfrentamiento directo con la Guardia Civil y se reduce a una defensa propia,
subsistiendo de pequeños robos, o asaltos, muchas veces gracias a lo que les dan los
vecinos o los “enlaces”, la represión no es aún organizada y sistemática, es como si a
Franco le interesara tener una resistencia que le sirviera de excusa ante Hitler para
poderse negar a intervenir en la II Guerra Mundial, mientras no pacificara todo el país,
esa es mi impresión de esta primera etapa.
• 2) La segunda etapa se caracteriza por un aumento tanto en la cantidad como en la
calidad de los guerrilleros, los diferentes grupos van aumentando gracias a la huida de
cárceles, campos de concentración o Batallones Disciplinarios de Trabajo Forzado,
esta etapa comienza desde 1940 hasta 1942. Fecha que se organizan en Agrupaciones
territoriales, aunque en su mayoría son de ideología comunista, también los hay
anarquistas, socialistas, republicanos y sin partido, el intento de agrupar a todas las
Agrupaciones en la Agrupación de Guerrilleros Españoles (AGE), esta iniciativa del
PCE no es seguida por ningún otro partido y solo la respalda las Juventudes
Socialistas Unificadas (JSU). En esta etapa también se aumentan los actos y
enfrentamientos con las fuerzas represivas franquistas, se crean los somatenes en las
zonas rurales que sirven de apoyo a la Guardia Civil que es la encargada de reprimir a
los “bandoleros”, o “bandidos”, se dictan normas para evitar que se les llame
“guerrilleros”.
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EL MAQUIS ESPAÑOL
• 3) La tercera y última fase comprende desde 1944 hasta su declive y extinción. Según
se van conociendo las derrotas del eje y sobre todo la victoria en Stalingrado, la
actividad guerrillera se va intensificando, con la liberación de París en 1944, muchos
guerrilleros españoles y franceses van cruzando los pirineos para engrosar las distintas
Agrupaciones. El PCE, envía a sus militantes haciéndoles responsables políticos de
diferentes Agrupaciones o Sectores, con su afán de imbuirlos una disciplina orgánica.
Pero comete tres errores, los que llegan de la resistencia francesa desconocen el
terreno y la forma de lucha completamente diferente a la francesa, introduce malestar
por que descalifica a los jefes naturales de la Agrupación, los recién llegados son
gente extraña a la que nadie conoce y por supuesto esto se traduce en inoperancia y
errores vitales para la supervivencia del grupo. Jesús Monzón comete estos errores
pero agrandados porque se trata de un Cuerpo de Ejército para la Reconquista de
España entre 4000 y 7000 hombres. La invasión del Valle de Arán marca el fin de los
guerrilleros en España. Franco ya sabe que los aliados no van a intervenir y recrudece
sus ofensivas. Los Guerrilleros ven truncadas sus esperanzas, empieza la
descomposición del grupo, delaciones, huidas, traiciones y el “sálvese quien pueda”.
En 1948 el PCE abandona la lucha armada y disuelve las Agrupaciones Guerrilleras
Españolas, desde esta fecha ya solo quedan reductos que irán cayendo uno por uno.
Los últimos dos guerrilleros en el ámbito rural fueron, Juan Fernández Ayala “Juanín” y su
amigo Francisco Bedoya Gutiérrez “Bedoya” murieron en abril y en diciembre de 1957
respectivamente. Pero el honor de ser el último guerrillero lo tiene José Castro Veiga “El
Piloto” que murió, sin haber dejado nunca las armas, en la provincia de Lugo (Galicia), en
marzo de 1965. Había abandonado la lucha armada en el verano de 1949 y pasó a llevar vida
de topo. Permaneció oculto más de 15 años. Tenía ya 50 cuando un antiguo enlace cometió la
villanía de delatarlo. Tampoco la Guardia Civil le quiso dar, en fecha tan tardía, ninguna
oportunidad: y lo ejecutaron en una pequeña aldea de Lugo.
Cifras aproximadas
DATOS DEL PERIODO 1943 – 1952 / ARCHIVO HISTÓRICO GUARDIA CIVIL
CONTENDIENTES MUERTES HERIDOS DETENIDOS RENDIDOS
Guardia Civil 257 370 - -
Ejército 27 39 - -
Policía Nacional 11 18 - -
Cuerpo General P. 12 21 - -
Guerrilleros 2.173 467 2.374 546
Enlaces y familiares - - 19.444 -
TOTALES 2.480 582 21.818 546
Algunos historiadores/investigadores se quejan de que se escamotean los datos de cuatro años
vitales de 1939 a 1942, y que las bajas de los Guardias Civiles pueden llegar a 1.000 entre
muertos y heridos, y claro, los Guerrilleros muertos y detenidos pueden estar solapados.
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AGRADECIMIENTOS
Agradezco de corazón a todo los que han hecho posible este dosier, bien como escritores/as,
historiadores/as e investigadores/as, administradores/as de blog o páginas Web, a los
testimonios y memorialistas que han publicado lo que saben, ya lo decía Bertolt Brecht:
“Quién no sabe es un imbécil, quién sabe y no lo divulga es un criminal”. Mil gracias a
todos. Hay datos de dos personajes que por su visceral anticomunismo y parcialidad ni les
menciono, al enemigo ni agua.
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“Lo propio del pasado en general: es que el pasado necesita que se lo ayude, necesita ser
recordado a los olvidadizos, a los frívolos, a los indiferentes, necesita que sin cesar nuestras
celebraciones lo salven de la nada, o por lo menos retrasen el no-ser al que está
condenado; el pasado necesita que nos reunamos adrede para conmemorarlo; porque el
pasado necesita de nuestra memoria… porque el pasado, él, no sabe defenderse solo como
se defienden el presente y el porvenir, y la juventud pide conocerlo, porque sospecha que le
estamos ocultando algo”.
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