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MATEO 8:23-27
En Mateo encontramos que Jesús después de haber descendido del monte Sinaí (capi. 5,6,7)
le rodeaba mucha gente (capi. 8) y al verse rodeado manda a discípulos a pasar al otro lado
del lago, pero es interrumpido por un escriba después de versículo 18 del capi. 8. Y
podemos agregar una indirecta de Jesús que estaba cansado y necesitaba descansar. En
marcos y Lucas la historia comienza con Jesús enseñando a orillas del mar (la parábola del
sembrador), luego los discípulos meten a Jesús a la barca y le seguía también mucha gente.
En Mateo y Lucas los discípulos acompañan a Jesús. En cambio, en Marcos son los
discípulos los que suben a Jesús a la barca y se lo llevan. Cabe recalcar que Marcos es el
único que aclara que esto sucedió al atardecer.
Podemos ver también que todo esto paso en un mismo día, pero con una indicación más
precisa: «al atardecer». Si bien es el mismo día, la mención del atardecer ya indica un
cambio, el comienzo de una nueva jornada según el modo de contar los días de los judíos.
Si bien existen diferencias, pero estas diferencias nos ayudan a comprender mejor la lectura
y a dar veracidad a la Palabra de Dios. Para ellos vamos a ver algunos puntos importantes
de esta lectura.
1. La gran tempestad. – En Mateo vemos que las olas cubrían la barca, mientras que
Marcos y Lucas agregan que parecía que la barca iba a ser hundida, pero también
encontramos un cuadro comparativo con la historia del profeta Jonás. (Mencionar la
historia, Jonás 1:4-5). Algo interesante que podamos notar de esta historia es que
Jesús estaba dormido. (cansado después de trabajar) a un costado y el término
«cabezal» que se menciona en Marcos se usaba también para el que se ponía debajo
de la cabeza de un difunto. En esta historia Jesús se muestra vivo cuando la
comunidad está unida a él. Pero cuando actúa sin Él y no acepta su mensaje, es
como si no hubiera resucitado. Todo pierde sentido y se vuelven solo un grupo
humano que lucha por ambiciones humanas. La misión, sin Él, fracasa.