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Conceptos Astronómicos

Básicos
Nuestro Sistema Solar
Por Sergio Barreiro

En la entrega anterior fue mi intención comenzar a esbozar que la


división que tanto en metodología como en la visión del Universo,
tienen la Astronomía y la Astrología son un caso particular de dos
posturas diferenciadas y, en principio, aparentemente
irreconciliables que fue adoptando la confluencia del hombre con el
Universo: las de la religión y el esoterismo -o las llamadas “ciencias
ocultas”- por un lado, ligadas a la percepción profunda de unidad
entre el hombre y el cosmos; y, por otro lado, la de las llamadas
ciencias académicas, basadas en la razón, la duda sistemática y la
experimentación.
Asimismo expresé que no sólo creo que son dos caras de un mismo
tema, sino que ambas se dan sustento y se entrelazan a lo largo de
toda su historia, más de lo que suponemos. No sólo no entran en
contradicción sino que el conocimiento de una de las caras permite
una mejor comprensión de la otra.
Vimos, asimismo, lo profundamente ligadas que están ambas en las
consideraciones acerca de lo que es el tiempo y el espacio. Por
último hicimos una breve reseña histórica acerca de la historia de
esta división y los cambios de concepción acerca del Universo que
dieron comienzo a la era moderna. Llegamos a la enunciación de las
Leyes de Kepler acerca del movimiento planetario y la
generalización que hizo Newton de estas leyes dentro de la Ley de
Gravitación Universal.
Por otra parte vimos cómo la revolución generada por Kepler,
Copérnico, Newton y Galileo, entre otros, hicieron cambiar la
concepción que en la antigüedad se tenía acerca del Universo desde
el pensamiento establecido. Estos temas son también parte de la
materia prima de nuestra práctica astrológica.
La intención de esta segunda entrega es interiorizarnos en cuestiones
astronómicas básicas, haciendo hincapié en lo necesario para
complementar el punto de vista de quienes nos dedicamos a la
astrología.

CONCEPTOS ASTRONOMICOS BASICOS.

1) LAS GALAXIAS: NUESTRA VIA LACTEA

Si pudiéramos realizar una primera aproximación a la vastedad del


Universo encontraríamos que, entre los enormes espacios de vacío y
tenue materia interestelar, los elementos esenciales del mismo lo
constituyen lasgalaxias . Estas consisten en agrupamientos de
enormes cantidades de estrellas . El número de galaxias existentes
en el Universo observado por el hombre supera los diez mil
millones. A su vez, cada una de estas galaxias está formada por
decenas de miles de millones de estrellas o “soles”.
La galaxia en la que se encuentra nuestro Sistema Solar es la
denominada Vía Láctea , que es una típica galaxia en forma de
espiral. Vale aclarar que todo lo que interesa a las consideraciones
astrológicas se encuentra dentro de la Vía Láctea, tanto nuestro
Sistema Solar como las Constelaciones Zodiacales. Para tener una
idea de las distancias entre galaxias, la más próxima a la nuestra es
la de Andrómeda, ubicada a 2 millones de años luz de la Tierra.
(Aclaramos que el año luz es la distancia recorrida por la luz en un
año: 9,463 billones de kilómetros.)

2) PRINCIPALES CARACTERISTICAS DE LA VIA LACTEA

Habíamos dicho que la Vía Láctea es una típica galaxia en forma de


espiral. Cada estrella que la forma se puede considerar como una
unidad con movimientos propios controlados por la atracción que
ejerce el centro de la galaxia y, en menor grado, por sus estrellas
vecinas. Es decir que, entre otros movimientos, las estrellas
(obviamente el Sol también) giran alrededor del centro de la galaxia
en órbitas elípticas . Por lo tanto, la galaxia no rota en forma
compacta, pues las estrellas cercanas al centro giran más
rápidamente. Visto desde nuestro sistema solar, el centro de la Vía
Láctea se encuentra en dirección a la constelación de Sagitario.

Objetos que conforman nuestra galaxia:


• Estrellas de distinto tipo: Simples, binarias o dobles, pulsantes,
novas, supernovas, etc.
• Cúmulos globulares: Agrupaciones con miles de estrellas. Las
estrellas suelen orbitar alrededor del centro de gravedad del
cúmulo. Hay alrededor de doscientos en nuestra Vía Láctea.
• Cúmulos estelares: Agrupaciones de entre 20 y 1.000 estrellas.
Hay observados varios cientos de ellos.
• Nebulosas galácticas: Nubes de gas de distinto tipo.
• Materia interestelar: Gases y polvo interestelar.
• Pulsares y agujeros negros , etc.
• Planetas: Es interesante señalar que, hasta hace poco tiempo, no se
sabía de la existencia de otros planetas fuera del Sistema Solar.
La principal dificultad radica en la limitación de los
instrumentos para detectar objetos del tamaño de un planeta
alrededor de una estrella. Sin embargo, con los avances en la
construcción de instrumental astronómico, se han inferido en la
última década la presencia de más de una decena de planetas
en estrellas próximas . El fenómeno “Planeta” parece ser uno
más en la inmensidad cósmica.
Otros datos de importancia:
• Diámetro máximo aproximado: 100.000 años luz eje mayor.
80.000 años luz eje menor.
• Espesor aproximado: 10.000 años luz.
• Distancia del Sol al centro de la Vía Láctea: 30.000 años luz.
• Año cósmico o tiempo de traslación del Sistema Solar alrededor
del centro de la galaxia: 200 millones de años.
• Velocidad de traslación del Sol alrededor del centro de la galaxia:
240 km./seg.
• Desplazamiento del Sol con relación a su grupo de estrellas
vecinas: 19,3 km./seg. hacia la estrella Vega en la constelación
de Hércules.
• Masa: 100 mil millones de veces la del Sistema Solar

EL SISTEMA SOLAR
1 CONCEPTOS GENERALES

El Sistema Solar lo constituyen una diversa cantidad de objetos que


tienen al Sol como su centro y componente principal . Aparte del
Sol, que es una de las tantas estrellas de la Vía Láctea, el mismo se
compone de, al menos, 9 planetas y 60 satélites, miles de asteroides,
cometas, meteoritos y nubes de materia o polvo y gas interestelar. Es
importante destacar que, salvo el Sol, ninguno de los otros cuerpos
posee luz propia.
Los nueve planetas conocidos giran alrededor del Sol en órbitas
elípticas , con el Sol ocupando uno de los focos de cada elipse, pero
las excentricidades de todas las órbitas son tan pequeñas que casi
parecen circulares, no así las de muchos asteroides y cometas.

Hagamos aquí un paréntesis para definir la excentricidad de una


órbita: Es el grado en que una órbita se aparta de la forma circular.
Se calcula dividiendo la distancia focal (del centro al foco de la
elipse) sobre el semieje mayor de la misma. De aquí se obtiene un
coeficiente que va de cero a uno. Si da cero estamos hablando de
una circunferencia y si da uno se trataría de una línea recta. Una
excentricidad de 0,1 ya nos da una diferencia notable entre afelio
(máximo alejamiento al Sol) y perihelio (máximo acercamiento).

Todas las órbitas se hallan en el mismo plano, o muy cerca,


y todos los planetas efectúan su traslación en torno del Sol
en sentido contrario al movimiento de las manecillas del
reloj , mirando desde el Norte .
La rotación de los planetas, menos dos de ellos, y la revolución de
la mayoría de los satélites alrededor de los planetas, se realiza en el
mismo sentido contrario a las manecillas del reloj (en astronomía el
término rotación siempre hará referencia al movimiento angular de
un cuerpo sobre su propio eje).

Los asteroides se mueven alrededor del Sol en el mismo sentido que


los planetas, sus órbitas ofrecen una amplia variedad en las
inclinaciones de sus planos orbitales y en la excentricidad.
Los cometas y meteoros muestran aún menos uniformidad de
movimientos que los asteroides. Sus órbitas son tan excéntricas que
pueden estar muy cerca del Sol en el perihelio y mucho más lejos
que el planeta más lejano conocido, en el afelio. Sus órbitas se
hallan inclinadas respecto al plano de la órbita de la Tierra, y en casi
todos los ángulos que se puedan concebir, y hasta el sentido del
movimiento de muchos de ellos es contrario a la dirección del
movimiento de los planetas.

Los orígenes del Sistema Solar:

Toda esta mecánica, de configuración tan ajustada, tenía que haber


surgido originariamente de una misma materia, en un acto único, por
medio de un proceso común . Ya en el siglo XVIII Pierre Simon de
Laplace(1749-1827) había concebido la hipótesis del origen del
Sistema Solar a partir de una nube primitiva que comenzó a girar y a
desprender anillos de su centro que posteriormente formaron los
planetas. Actualmente se sigue adoptando la hipótesis de Laplace
pero con algunas variantes. Se supone la existencia de una nube
primitiva a la que alguna explosión de una estrella cercana
(supernova) hizo que se desestabilizara alguna porción de materia
que comenzó a girar y contraerse por colapso gravitacional. Los
gases más ligeros se reunieron en una especie de núcleo y por
posteriores reacciones de fusión dieron nacimiento al Sol. A su
alrededor la temperatura decrecía del centro a la periferia. Aquí
estaban los materiales que por posteriores procesos de acumulación
y colisión dieron origen a planetoides que formaron a los actuales
planetas. Se supone que los asteroides y meteoros son restos de este
proceso y que no llegaron a conformar ningún planeta.

El cálculo que se hizo por métodos radioactivos de la edad de los


meteoritos da el mismo número que la edad calculada para la Tierra:
4.500 millones de años . Por eso se supone que el Sistema Solar se
inició hace4.600 a 4.700 millones de años atrás. Para el Universo se
calcula una edad de inicio de los 13.000 millones de años.

El orden de los elementos del Sistema Solar:

Daremos a continuación la secuencia de los distintos elementos del


Sistema Solar a partir del Sol. Sólo citaremos aquellos que interesan
para la astrología. Se aprovecha la siguiente tabla para colocar las
excentricidades de las órbitas.

NOMBRE TIPO DE ASTRO EXCENTRICIDAD


SOL ESTRELLA -----
MERCURIO PLANETA 0.206
VENUS PLANETA 0.007
TIERRA- LUNA PLANETA Y SATELITE 0.017
MARTE PLANETA 0.093
ASTEROIDES ASTEROIDES Variable
JUPITER PLANETA 0.048
SATURNO PLANETA 0.056
QUIRON ASTEROIDE 0.379
URANO PLANETA 0.047
NEPTUNO PLANETA 0.009
PLUTON PLANETA 0.249

Los diámetros de los planetas varían entre los 4878 km. de


Mercurio, pasando por los 12.756 km. de la Tierra hasta los 142.800
km. de Júpiter, o sea, 11 veces el de la Tierra. Ceres, el asteroide
más grande, tiene un diámetro de 752 km., y el más pequeño que
podemos observar tiene solamente de dos a tres kilómetros en su
mayor dimensión. Los objetos más pequeños que éstos son muy
difíciles de distinguir aún con nuestros actuales telescopios.

Los cometas son cuerpos de enormes dimensiones, ya que sus colas


exceden frecuentemente los 80 millones de kilómetros en longitud,
pero son muy difusos, de rarificación extremada y probablemente
ninguno de ellos tiene más de una billonésima de la masa de la
Tierra.
Aunque sean pocos los meteoros conocidos que tengan masas
rayanas en centenares de toneladas, éstos deben considerarse como
asteroides bebés. La gran cantidad de materia meteórica que está
circulando alrededor del Sol, parte de la cual la Tierra está barriendo
constantemente en su movimiento orbital, está compuesta de
partículas sueltas que son insignificantes en tamaño, y pesan entre
3,33 y 0,003 gramos.

La masa del Sol es unas trescientas mil veces mayor que la de la


Tierra y proporciona el control gravitatorio para los movimientos de
todos los cuerpos del sistema solar.
Por tanto, es totalmente lógico que los cuerpos más cercanos al Sol
tengan altas velocidades y períodos cortos a fin de compensar la
atracción gravitatoria, mientras que los cuerpos más lejanos
necesitan mucho mayor tiempo para completar sus órbitas. El año de
Mercurio, por ejemplo, es de solamente 88 días de los nuestros, y
Plutón requiere casi 250 años de los nuestros para dar la vuelta
completa al Sol. Algunos de los cometas con órbitas más alargadas y
muy excéntricas tienen períodos tan largos que no pueden
determinarse exactamente, pero deben ser del orden de miles o
decenas de miles de años de los nuestros.
1 UN MODELO DEL SISTEMA SOLAR

Al considerar las distancias dentro del Sistema Solar conviene


ejemplificar con la distancia media de la Tierra al Sol que es de,
aproximadamente, 150 millones de kilómetros u ocho minutos luz
(La luz del sol tarda 8 minutos en llegar a la Tierra). Se define a esta
distancia como Unidad Astronómica (U.A.) y se la considera un
parámetro apropiado para medir distancias en el Sistema Solar.

A pesar de que el Sistema Solar es relativamente complejo, la


fracción del volumen total ocupado por los cuerpos sólidos es
pequeñísima en comparación con el espacio que hay entre dichos
cuerpos. Un modelo imaginario, a escala, puede hacer comprender
mejor las dimensiones relativas del Sistema Solar.

Supongamos una imagen del Sol que tuviese 100 metros de


diámetro, o sea el tamaño aproximado de un estadio de fútbol. Se
muestran a continuación los tamaños relativos de los planetas y los
diámetros de las órbitas.

MODELO A ESCALA: SOL DE 100 MTS. DE DIAMETRO


PLANETA DIAMETRO DISTANCIA
MERCURIO 35 cm. 4,16 km.
VENUS 87 cm. 7,75 km.
TIERRA 92 cm. 10,77 km.
MARTE 49 cm. 16,37 km.
ASTEROIDES 3 cm. 30,17 km.
JUPITER 10,25 m. 55,86 km.
SATURNO 8,65 m. 102,46 km.
URANO 3,60 m. 206,07 km.
NEPTUNO 3,55 m. 322,90 km.
PLUTON 14 cm. 423,64 km.

Se ha considerado, en lo consignado en tabla, la ubicación y tamaño


promedio de los asteroides.

Si suponemos este ejemplo con el Sol ubicado en el obelisco de la


Capital Federal, Mercurio es una esfera de 35 cm. cuya órbita
pasaría, por ejemplo, cerca de Corrientes y Scalabrini Ortiz; la
Tierra sería una esfera de menos de 1 metro que pasaría por Liniers,
Júpiter una esfera de poco más de 10 metros a la altura de Luján y
Plutón sería una esfera de 14 cm. a la altura de Mar del Plata.

3) CLASIFICACIONES DE LOS PLANETAS

Si observamos las tablas con el orden de los planetas a partir del Sol,
veremos que Mercurio y Venus tienen órbitas menores que la Tierra
por situarse entre ésta y la posición del Sol. A estos dos planetas se
los llama“planetas interiores” . A los restantes planetas, cuyas
órbitas son mayores a las de la Tierra, se los llama“planetas
exteriores” .

Por otra parte, a los planetas se los suele clasificar por


sus características . Se les llama pequeños o gigantes, rocosos o
gaseosos, telúricos (de la familia de la Tierra) o jovianos (de la
familia de Júpiter). Se mire por donde se mire, los planetas parecen
pertenecer a dos clases. Esta división corresponde a una profunda
diferencia de naturaleza, ligada a su modo de formación, a su
estructura y evolución:
• Los primeros, Mercurio, Venus, La Tierra y Marte , son los cuatro
más próximos al Sol. Son relativamente pequeños, están
formados esencialmente por distintas capas y núcleos
metálicos y rocosos, que están rodeados, salvo en el caso de
Mercurio, por una delgada envoltura atmosférica. Tienen
pocos o no tienen satélites (La Tierra sólo tiene uno y Marte
dos muy pequeños).
• Los segundos, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno , están más
alejados del Sol. Sus núcleos de roca y hielo (se cree que
Urano y Neptuno no los tienen) están envueltos en capas de
gases de un espesor comparable o superior al radio del núcleo
rocoso (esencialmente hidrógeno y helio en estado líquido y
con distintas densidades). A todos los rodea una colección de
satélites y anillos. Los anillos de Saturno y, en menor medida,
Urano son los más notables; los de Júpiter y Neptuno no son
perceptibles aún con instrumental desde la Tierra.

Un planeta escapa a esta clasificación: Plutón . Pese a pasearse por


una órbita muy externa, parece tener todas las características de un
planeta telúrico.  

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