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UNIVERSIDAD NACIONAL DE C ATAMARCA

FACULTAD DE HUMANIDADES

PROFESORADO EN HISTORIA

Indígenas y negros sepultados en los


Censos Nacionales

Cátedra: Historia del NOA

Profesor a cargo de la cátedra: Mgter. Marcelo Gershani Oviedo

Estudiantes: Virginia Florencia Pacheco MUN°: 2252

Abril Traverso Vargas M.U.N°: 2264

-2019-
Introducción

Este trabajo pretende indagar de manera breve sobre las ausencias identitarias en los tres
primeros Censos Nacionales, en marco del proceso de organización del Estado nacional
argentino, a través de las variables inmigración, población rural-urbana, instrucción pública,
ferrocarriles y obras sanitarias. Es necesario mencionar las dificultades para establecer
generalizaciones en las provincias de la región del Noroeste (aunque en este caso limitadas a
las provincias de Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán y Salta), ya que se puede caer en
una visión reduccionista, sin considerar las particularidades propias de cada realidad provincial,
local y de cada pueblo o etnia.

La Historia como disciplina cumplió un rol fundamental en la consolidación de los Estados


Nacionales durante fines del siglo XIX, en los archivos oficiales y en los intelectuales que
formaron parte de este proceso de organización, la presencia indígena fue percibida como una
amenaza permanente hacia la integridad nacional, el posible desarrollo económico (la inserción
de Argentina en el mercado internacional) y como marca del retraso en el progreso civilizatorio.

En los documentos se registraban los detalles, se archivaba información y disponían olvidos. En


los Censos de 1869, 1895 y 1914 CITATION Ter14 \l 11274 se produce un olvido intencional, un silencio
estadístico, donde se invisibiliza, se oculta y sepulta a las identidades indígenas y negras.
Desde el primer Censo aparece[ CITATION Arm92 \l 11274 ] Argentina separada por límites
provinciales.

Esta es una manera de violentar, mediante el “vacío de historicidad” que se mostraba de


determinados sectores de la población, anulando la posibilidad de relación de los mismos entre
pasado y presente. Los silencios son concebidos como formas de negar las alteridades, como
una operación estatal que pretendía crear la idea de cohesión social nacional.

En la reconstrucción del pasado desde el presente se desconoció a los indígenas y a los negros
dentro del imaginario nacional y se los colocó como identidades esencializadas en el pasado,
refiriéndose, en el caso de los primeros, como parte de las raíces históricas de los habitantes
del Noroeste.

CITATION Ter14 \l 11274


En el censo de 1914 aparece por primera vez la cantidad de “población autóctona”, contemplado en
el apartado de “extranjeros”, lo cual reafirma los “olvidos intencionales”.
Indígenas y negros sepultados por el Estado-Nación.

Los indígenas y los negros comparten una historia de despojos y hostigamientos, cuyas raíces
se pueden rastrear en un proceso iniciado a fines del siglo XVI. Durante la constitución del
Estado Nacional éste desempeña un papel totalizador y homogeneizador, donde se evidencian
“formaciones nacionales de alteridad”, en el que se dibujó al Otro, es decir se trazaron las
alteridades. [ CITATION Rit99 \l 11274 ]

El operativo de homogeneización por parte de instituciones y de la elite porteño-céntrica e


ideológicamente eurocéntrica percibió a la “multietnicidad” CITATION Ter14 \l 11274 como una amenaza,
por lo que deliberadamente pretendió moldear una suerte de “etnididad ficticia” [ CITATION
Rit99 \l 11274 ] férreamente uniformizada a través de la construcción del ciudadano argentino,
una figura neutra, que dejaba de lado particularidades y categorías de pertenencia, que
afectaba a indígenas, negros e inmigrantes europeos.

El “indio” (bajo esta categoría el discurso estatal incluía guaraníes, montoneros, diaguitas,
pampas) por oposición fue conformado como diferencial constitutivo de la hegemonía Nacional
argentina. Era el bárbaro, enemigo de la civilidad, de la razón, el progreso. En los tres primeros
censos nacionales existe un silencio demográfico y estadístico con respecto a las identidades
negras e indígenas y sus particularidades culturales, entre las que cabe mencionar la lengua.
En este sentido en el Censo de 1914 (donde se los menciona por primera vez, en el apartado
de extranjeros” se afirma “Todo el territorio nacional, de un extremo a otro, está habitado por el
hombre civilizado. Ya no existen los indios que substraían al trabajo a la población una zona
enorme de territorio. Los que queda se han incorporado a la vida civilizada.” CITATION Ter14 \l 11274

Este proyecto político fue planificado e instrumentado y se concretó a través de mecanismos


específicos, siguiendo a Grosso, es necesario mencionar la Guerra, las “conquistas del
desierto” fundamentalmente en el Sur y Chaco, el sistema educativo, las políticas sanitarias, la
urbanización, el ferrocarril y la inmigración (esta última para la zona pampeana y centro del
país). [ CITATION Jos08 \l 11274 ]

La importación de inmigrantes era necesaria para lograr el pretendido horizonte civilizatorio. El


rostro blanco y europeo de Argentina fue construido en relación a la polarización de la identidad

CITATION Ter14 \l 11274


Convivencia marcada por procesos de conflicto y negociación de diversas etnias. Es una muestra de
lo complejo de las relaciones interétnicas incluso antes de la colonización, por ejemplo la subordinación de grupos
a autoridades de Estados dominantes no implicaba necesariamente su exclusión.
CITATION Ter14 \l 11274
[ CITATION Ter14 \p 79 \l 11274 ] Resaltado nuestro.
nacional sobre la región pampeana y por el ocultamiento de rostros que atravesaban las
mayorías demográficas y culturales del Norte (Grosso). En el caso del Noroeste la inmigración
llegó de manera reducida, hacia 1914 en Santiago del Estero se observan 9.496 extranjeros
sobre una población total de 261.678, lo cual equivale a un 4%; en Tucumán 32.618 sobre una
población total de 334.933, lo cual equivale a un 13% de inmigrantes; en Catamarca 2.281
sobre un total de 100.391, lo cual equivale a un 0,97% de inmigrantes y en Salta 11.830
extranjeros sobre una población total de 140.927, un 5% de inmigración
extranjera. CITATION Ter14 \p 79 \l 11274

Los ideólogos de la organización nacional veían en Argentina un gran plano vacío sobre el que
había que inventar una sociedad homogénea. En este marco fueron pensados los
ferrocarriles, que, junto a los nuevos modos urbanos, definieron nuevos circuitos de mercado
laboral y consumo de productos. “Los ferrocarriles extienden sus brazos de acero a través de
las llanuras inmensas, llevando la vida y la civilización a todas partes” [ CITATION Ter14 \p 106 \l
11274 ]

Las vías férreas pasaron por el límite entre Catamarca y Santiago del Estero y las provincias de
Tucumán, Salta y Jujuy. Las ciudades de Tucumán y Salta fueron puntos donde se concentró la
población y se produjeron intercambios interregionales, incluyendo los países de Chile y Bolivia.
En el NOA facilitó la producción de caña de azúcar y el transporte de maquinarias para los
ingenios. En la provincia de Santiago del Estero se instaló la industria del quebracho, que fue
empleada en la producción de durmientes y postes; resulta necesario mencionar que la tala
indiscriminada de los bosques produjo graves efectos ecológicos, en consecuencia se dieron
inicio procesos de desertización y salinización de los suelos de carácter irreversible. Estos
desarrollos económicos provocaron una irradiación poblacional en las provincias antes
nombradas, ya que las habitaban temporalmente trabajadores “golondrina”.

CITATION Ter14 \p 79 \l 11274


[ CITATION Pri69 \l 11274 ][ CITATION Seg95 \l 11274 ] [ CITATION Ter14 \l 11274 ]
Gráfico N°1: Tendido de la red del NOA, según fechas de habilitación del servicio. Fuente:
Patrimonio ferroviario en el Noroeste Argentino. Tipologías arquitectónicas y asentamientos
urbanos ferroviarios. FERRARI, Mónica.

Gráfico N°2: Tendido de red ferroviaria en Argentina año 1946. Fuente: Patrimonio
ferroviario en el Noroeste Argentino. Tipologías arquitectónicas y asentamientos urbanos
ferroviarios. FERRARI, Mónica.
Junto a la urbanización se dieron procesos migratorios de los espacios rurales a las ciudades,
es decir se observa un fenómeno de crecimiento de la población urbana a expensas de la rural,
tal como aparece en el cuadro. A su vez, produce otros efectos como el empleo de máquinas
en trabajos agrícolas que conlleva a la reducción del personal que trabajaba en las campañas,
las grandes industrias urbanas que provocan el ahogo de las manuales; la aparición de nuevos
asentamientos urbanos a lo largo de los tendidos ferroviarios. A partir de allí se reconfiguraron
los espacios regionales, se definió el “centro” asociado a la vida urbana, donde se encuentran
los edificios públicos, la plaza principal, la vida “civilizada”, lo “superior”, lo “blanco” e higiénico,
en contraposición a la “periferia” que se encuentra en “los márgenes” relacionada con el campo,
la “barbarie”, lo “inferior”, lo “oscuro” e improlijo.

Población urbana y población rural desde 1869 hasta 1914 en el país.

Población urbana Población Total % de


rural urbanización
1869 600.670 1.136.406 1.737.076 34 %
1895 1.690.966 2.263.945 3.954.911 42%
1914 4.525.500 3.359.737 7.885.237 57%

Población urbana y población rural desde 1895 hasta 1914 en Santiago del Estero, Tucumán,
Catamarca y Salta.

1895 1895 1914 1914


Población Población Población Población
urbana rural urbana rural
Santiago 15.032 146.470 68.516 193.162
del Estero
Tucumán 40.307 175.435 143.598 189.335
Catamarc 13.323 76.838 31.375 62.016
a
Salta 24.614 93.401 44.381 96.346

Crecimiento de las ciudades entre 1895 y 1914 en las provincias de Santiago del Estero,
Tucumán, La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy (que comprenden actualmente la región del
Noroeste Argentino)

1895 (cantidad de 1914 (cantidad de


habitantes) habitantes)
Santiago del Estero 4.517 22.115
Tucumán 34.305 92.284
La Rioja 5.931 8.228
Catamarca 7.397 9.858
Salta 7.657 28.436
Jujuy 4.159 7.665
Total del NOA 68.966 168.586

El sistema educativo fomentó la nacionalidad argentina mediante los colores de la bandera


nacional, símbolos patrios, rituales cotidianos y festivos. Las instituciones educativas
contribuyeron a la invisibilización de las diversidades étnicas, se impusieron narrativas acerca
del pasado utilizando el criterio occidental científico de verdad, se instaló la supremacía de la
cultura letrada, asociada a la “civilización”, en desmedro otras maneras de conocer y interpretar
el mundo, propias de las campañas, vinculadas con la “barbarie” y la ignorancia.

A fines del siglo XX se consolidó el sistema educativo nacional, mediante la con la Ley de
Educación Común N°1420 sancionada en 1884 de educación pública laica y gratuita, la ley de
creación de Escuelas Normales, la ley de creación de Colegios Nacionales y la Ley Lainez del
año 1905. Este crecimiento de las instituciones educativas se ve reflejado en los censos, en la
cantidad de las personas que recibían instrucción en todo el país. En 1869 de un total
poblacional de 413465 personas, 82.671 recibían enseñanza escolarizada, un 19%; en 1985 de
877.810 total de población, 259.865 recibían instrucción escolarizada, un 29,6%; en 1914
993.949 recibían instrucción en toda la Argentina, un porcentaje del 67% de la población total.

Número de población en edad escolar (entre 6 y 14 años) que reciben instrucción en las
provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca y Salta

Provincia Escuelas Talleres/fábricas Domicilio Total


Santiago 23.812 7 3.475 27.093
del Estero
Tucumán 34.375 2 2252 36.629
Catamarca 13.027 1 640 13.668
Salta 12.619 - 1367 13.986

En el tomo IX del Censo Nacional de 1914 en el apartado de Instrucción, donde refiere a los
“elementos étnicos”, se dejan entrever los propósitos homogeneizantes del proyecto educativo
del país: “la cohesión social se afirma y vigoriza a través de la enseñanza [en las escuelas], se
eliminan poco a poco las diferencias étnicas”, en cuanto a los inmigrantes, se les otorga una
posición preponderante si se parangona con indígenas y negros, “la extensión del territorio
desierto, en cuyo seno puede albergarse cómodamente a todos los habitantes de la Europa
central”. [ CITATION Ter14 \l 11274 ]

Las políticas sanitarias determinaron los criterios de lo que se consideraba saludable, se


asociaron los hacinamientos urbanos y la devastación rural con la ideología de “inferioridad” de
las razas oscuras, llegando a celebrar la desaparición de estos sectores (Grosso). Desde el
Estado se construyeron obras sanitarias, fundamentalmente cloacas para la “eliminación de
residuos domésticos”, entre otras; se fomentó la profesionalización de las carreras de médicos,
dentistas y farmacéuticos que aumentaron considerablemente hacia 1914, en este mismo
sentido se dejaron de censar a los “curanderos” a partir del tercer Censo Nacional, suponemos
que está relacionado con el silenciamiento y las omisiones adrede de otras maneras de conocer
y sanar propias de la “barbarie” y las zonas rurales.

Inversiones del Estado en políticas de sanidad en las provincias de Santiago del Estero,
Tucumán y Salta (el Censo omite Catamarca)

Provincia Capital invertido


Santiago del Estero $2.178.188
Tucumán $6.462.200
Salta $3.446.335

El “Mestizo”. Los “Mestizajes estratégicos”.

La ideología nacional operó políticamente en el borramiento de los negros cuando eligió el


término mestizo, que significa la mezcla de indígena y español, como categoría única y no
“mulatos” o “zambos”. Se reunieron todas las diferencias étnicas en el homogeneizante mestizo,
como estrategia de exclusión de lo negro en lo argentino, ya que es esta etnia la absolutamente
erradicada del mestizaje.

Esta categoría está signada por lo europeo, no así por la herencia indígena, ya que se tendía a
un blanqueamiento general del imaginario nacional. Armando Raúl Bazán planteó al mestizaje
como la mezcla donde lo indio se incorporó a lo blanco-criollo y desapareció para conformar
una nueva cultura, la europea. No hay una negación absoluta, sino una “inclusión en la
negación”[ CITATION Man18 \l 11274 ], ya que se reconocieron las raíces indígenas, pero se
anulaba la existencia simultánea de las etnias, es decir se incluyó al indio pero sin coetaneidad,
ni presente (sin historicidad). Aquí se observa una diferencia de la historiografía regional del
NOA con la Historia Nacional, donde la negación es absoluta.

Fontenla nos propone la idea de “mestizajes estratégicos” como herramienta para indagar en
los intersticios en los que los mestizos se convierten en estrategias de resistencias. En este
sentido, Pilar Pérez postula formas de acción: procesos de lucha, oposición y resistencias,
presentes en lo que se denomina la "movilidad estructurada", tácticas indígenas para transitar y
perdurar, para sobrevivir. No utiliza el término “resistencias”, porque muchas veces no son
oposiciones explícitas, concretas al Estado, sino formas de rearticulaciones que llevan a
disputar el poder hegemónico. Siguiendo esta postura, Adamovsky plantea que se produjo una
apropiación del mestizaje (el criollismo, particularmente) por parte de los indígenas y los negros,
que apuntaba a hacer visible la heterogeneidad étnica-racial argentina, socavando la idea de
Argentina blanca y europea. De esta manera de minaban sutilmente la solidez de los discursos
blanqueadores que el Estado y muchos intelectuales difundían en las escuelas.

Las figuras del gaucho y el criollo incluían personas de orígenes étnicos muy diversos, por lo
que podían ser utilizadas para mostrar y dar legitimidad a aquellos que no eran blancos. El
carnaval funcionaba como espacio donde se colocaba a la etnicidad en el centro de disputa, se
cuestionaban las jerarquías implícitas de los colores para mostrar la heterogeneidad étnica
nacional. [ CITATION Ada19 \l 11274 ]

En las tácticas bilingües aparecen “mestizajes estratégicos”, “torsiones en la colonialidad”,


“estrategias de supervivencia”, teniendo en cuenta la diferencia entre la quichua negada y
silenciada, de los quichua hablantes, que circula principalmente por medio de la música y el
quichua institucionalizado que se mueve por ámbitos académicos y de formación de maestros.
El quichua en Santiago del Estero usa la lengua del “otro” (impuesta, dominante y oficial) pero
repropiándola y añadiéndole improntas propias de los usos domésticos e indígenas.

A modo de cierre

Este trabajo intentó esbozar de manera muy breve y somera cuáles son las omisiones
demográficas y estadísticas en los primeros Censos del país, y las razones o los intereses
políticos que están solapados en estos borramientos, prestando atención al contexto regional,
sin perder de vista el nacional.

Se puede inferir en que la Historia del Noroeste presenta particularidades históricas, culturales,
económicas e historiográficas, lo cual se ve reflejado principalmente en torno a las políticas
estatales que pretendieron afianzar la ideología del Estado-Nación, cuyas aplicaciones
produjeron efectos diferentes en las provincias de la región Pampeana y el Sur del país.

Entre las divergencias es menester destacar la presencia, aunque a modo de un pasado lejano,
congelado en el tiempo, de las sociedades indígenas en la historiografía del Noroeste, lo cual
implicó una “inclusión en la negación”, opuesto a las ausencias absolutas de los mismos en la
historiografía oficial Argentina.

En la actualidad algunas cuestiones jurídicas han sido modificadas, hasta llegar a la Ley de
Educación Intercultural Bilingüe en el año 2007. Se puede decir que existen ciertos
reconocimientos incipientes hacia los afrodescendientes y los pueblos originarios, aunque hay
cuestiones trascendentales en términos de derechos sobre los que aún no se ha avanzado,
como la posesión de las tierras, entre otras actividades, como las extractivas que perjudican los
territorios indígenas.

Quedan varios interrogantes por tratar, muchas cuestiones pendientes sobre las que se puede
profundizar, que por una cuestión de extensión no corresponden a este trabajo. Algunas de las
preguntas son, ¿Cuáles son los relatos o narrativas que nos permiten pensar el pasado
indígena y negro en la historia de la Región? ¿Cómo se autoperciben las comunidades
indígenas y negras en la actualidad? ¿Cuáles son los imaginarios étnicos-raciales actuales?
¿Se han modificado con el transcurso del tiempo?
Bibliografía

Adamovsky, E. (2019). Cap. 5 ¿De qué color es un gaucho? El criollismo y el perfil racial de la
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Bazán, A. R. (1992). Cap. VIII: Antes y después del ferrocarril. En El Noroeste y la Argentina
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Segato, R. L. (1999). Identidades políticas y alteridades históricas. Una crítica a las certezas del
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Segundo Censo de la República Argentina. (10 de mayo de 1895). Buenos Aires: Taller
Tipográfico de la Penitenciaria Nacional.

Tercer Censo de la República Argentina. (1 de junio de 1914). Buenos Aires: Talleres Gráficos
de L. J. Rosso y Cía. 10 tomos 1916-1919.

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