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I CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
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LA PELÍCULA
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TÍTULO
(DESEO DE UNA MAÑANA DE VERANO)
AÑO 1966
NACIONALIDAD:
NACIONALIDAD U.K. / Italia
DIRECCIÓN Michelangelo Antonioni.
GUIÓN Tonino Guerra y Michelangelo Antonioni (Cuento: Julio Cortázar).
PRODUCCIÓN Carlo Ponti.
MÚSICA Herbie Hancock. (Canción: Stroll On por The Yardbirds)
GÉNERO Intriga
INTÉRPRETES David Hemmings (Thomas), Vanessa Redgrave (Jane), Sarah Miles (Patricia), Peter Bowles
(Ron), Verushka von Lehndorff, Jill Kennington, Peggy Moffit, Jane Birkin, Rosaleen Murray.
SINOPSIS Mientras trata de encontrar en un parque londinense temas inéditos para sus fotografías de
modas, Thomas, fotógrafo profesional, retrata a una pareja que actúa de manera sospechosa.
Tras el revelado en el laboratorio descubre algo que a simple vista no había sido capaz de ver.
De esta forma comienza su obsesión por las fotografías que tomó en aquel parque y con el
misterio que envuelve a la mujer que lo visita.
PREMIOS 1966. Festival de Cannes. Palma de oro: mejor película.
1966. Oscar. Dos nominaciones: mejor director, guión original.
Michelangelo Antonioni, Vanessa Redgrave, Monica Vitti y Carlo Ponti celebrando la Palma de Oro en el Festival de Cannes
ACERCA DE LA La historia está basada en el relato de Julio Cortázar Las babas del diablo, aparecido en el libro
PELÍCULA Las armas secretas.
secretas
En plena efervescencia del pop británico, el director italiano se deleita en retratar, sin escatimar
esteticismos, el ambiente londinense (llamado“Swinging London”) de los sesenta, con las
debidas dosis de sexo, drogas y rock and roll, el glamour de los estudios fotográficos repletos
de bellas modelos, colores vibrantes y espejismos sobre el estilo de vida urbano, los meandros
artísticos pop y el fenómeno del movimiento mod.
Antonioni manipula constantemente los elementos visuales y auditivos para presentar las
alteraciones de la realidad con un derroche de color, estética o ambientación magníficamente
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trabajados, además de documentar la juventud de la década.
En ese mundo distorsionado, tal vez lo único que tenga valor de realidad son las imágenes
fotográficas: impresiones en blanco y negro captadas por Thomas, sirviendo de agente
catalizador que registra subjetivamente con las fotografías una porción de la realidad y las
analiza ampliándolas al extremo.
BLOW UP, retoma una de las inquietudes fundamentales de Antonioni con respecto al poder de
la imagen fílmica para alterar la percepción de la realidad.
COMENTARIOS “Éste es un film zen, una película policiaca del revés”.
DEL DIRECTOR “Cuando se utilizan ampliadoras [...] pueden verse cosas que probablemente el ojo desnudo no
sería capaz de captar [...]. El fotógrafo, que no es un filósofo, quiere ver las cosas más de
cerca. Pero lo que sucede es que, al ampliarlas demasiado, el objeto se desintegra y
desaparece, por lo tanto, hay un momento en que asimos la realidad, pero ese momento pasa.
Este es en parte el significado de BLOW UPUP”.
“Necesitaré al menos otro film para explicar BLOW UP UP” (Rueda de prensa Festival de Cannes,
mayo de 1967).
“La mayor dificultad con la que me he encontrado ha sido la de representar la violencia de la
realidad. Los colores embellecidos y edulcorados son a menudo los que parecen más duros y
agresivos. En BLOW UPUP, el erotismo ocupa un lugar de máxima importancia, pero, a menudo, se
pone el acento en una sensualidad fría, calculada. Los rasgos de exhibicionismo y de
vouyerismo están especialmente subrayados: la joven mujer del parque se desnuda y ofrece su
cuerpo al fotógrafo a cambio de los negativos que tanto desea recuperar.” (Corriere della Sera,
12 de febrero de 1982).
EL RELATO Adaptación del relato “Las babas del diablo” de Julio Cortázar, que cuenta la historia (con
superposición de planos y realidades) de Roberto Michel, un traductor chileno que vive en París.
Aficionado a la fotografía, un domingo fotografía a una mujer que besa a un adolescente.
Enfadada, la mujer le pide el carrete, al momento un hombre de sombrero gris se une a la mujer
en la petición. Michel se alegra de que el chico haya logrado abandonar el lugar. Pero, cuando
amplía las fotografías en casa, imagina que las imágenes cobran movimiento y que el chico no
ha logrado escapar. El fotógrafo acaba mirando al cielo con impotencia a través de un
“rectángulo clavado con chinchetas en la pared de su habitación”.
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JULIO CORTÁZAR
(Ixelles, 26 de
agosto de 1914
– París, 12 de
febrero de 1984)