Вы находитесь на странице: 1из 60

Universidad Santa María La Antigua

Escuela de Derecho y Ciencias Políticas

Derecho Civil VIII

De la forma de los testamentos – testamentos comunes


Profesora: Ángela Russo

Estudiantes: Rogelio Paredes 8-944-200


María Alicia Conde 061908042

Fecha: 30/3/2020
Introducción

La presente investigación se refiere al tema de las formas de testar en nuestro


país Panamá, que lo podemos definir como la manera en que una persona puede
escribir un testamento. Estos pueden ser espaciales o comunes. Nosotros
analizaremos en nuestro trabajo las comunes que a su vez se dividen en ológrafo,
cerrado y abierto.

La característica principal de los tipos de testamento es que debe ser de forma


escrita.

La razón o la importancia de este trabajo es saber los conceptos, características,


doctrina, derecho comprado y jurisprudencia de este cada tipo de testamentos.
Entender la manera en que se pueda desarrollar los testamentos y que todos los
requisitos o solemnidades que se necesiten para que se pueda ejecutar el mismo.

Los objetivos de este trabajo son:


1. Analizar cada tipo de testamento
2. Diferenciar los tipos de testamentos
Índice

1. Categorización de testamentos comunes................3

1.1. Testigos de testamentos......................................5

1.2. Actuaciones ante notario.....................................6

2. Testamento abierto..................................................7

2.1. Proceso................................................................8

3. Testamento cerrado...............................................13

3.1. Proceso..............................................................17

4. Testamento ológrafo..............................................19

4.1. Proceso..............................................................21

5. Derecho comparado...............................................22

6. Jurisprudencia........................................................29

7. Modelos de testamentos comunes.........................54


1. Categorización de testamentos comunes

El principio de libertad testamentaria otorga amplias facultades de testar y


disponer de bienes, pero también se sujeta a requisitos, como su forma, que
preestablece la ley1. Lo anterior se sustenta en que el testamento constituye un
acto jurídico, y como tal, la forma constituye un elemento esencial para su validez,
por lo que debe ser considerada cuando se celebre el acto testamentario 2. Tal es
el caso, que el incumplimiento de las formalidades del testamento acarrea su
nulidad, como dispone el Código Civil:

CC. Artículo 719: Será nulo el testamento en cuyo otorgamiento no se hayan


observado las formalidades respectivamente establecidas en este Título.

Los requisitos de todo testamento son de índole interna y de índole externa o


formalidades. Los requisitos de índole interna son: capacidad para testar, voluntad
del testador libre de vicios, objeto y causa lícita del testamento y legitimación
testamentaria; éstos son necesarios para todo testamento y su incumplimiento trae
la nulidad integral del testamento. En cambio, los requisitos de índole externa o de
forma no constituyen exigencias únicas, sino que varían conforme a la clase de
testamento, y su incumplimiento no necesariamente lleva a la nulidad integral del
testamento, sino que pueden producir la nulidad de la respectiva clausula
testamentaria carente de formalidad, sin afectar la validez de las demás
disposiciones testamentarias3.

Dentro de los requisitos de índole externa o de forma, se establece como otorgar


el testamento de determinada manera según la circunstancia en que se encuentre

1
P. 199, Título III de la sucesión testada o testamentaria, Compendio de Derecho Sucesoral. Mario
Echeverria Esquivel y Mario Echeverria Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena, Bolivar, Colombia,
2011.
2
P.132, SUCESIONES Y TESTAMENTOS EN EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, Verónica Zambrano
Copello, Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Perú
3
P. 203, Título III de la sucesión testada o testamentaria, Compendio de Derecho Sucesoral. Mario
Echeverria Esquivel y Mario Echeverria Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena, Bolivar, Colombia,
2011.
el testador4. Dichos requisitos de forma conforman solemnidades que revisten al
testamento, y según estas solemnidades se determina la clasificación de
testamentos, siendo tales: testamentos solemnes, comunes u ordinarios y
testamentos menos solemnes, privilegiados o especiales 5. Los testamentos
solemnes son aquellos otorgados en tiempos normales de vida, mientras que los
testamentos especiales son realizados por el testador en un tiempo o lugar inusual
o extraordinaria6; siendo acorde a tales circunstancias que el legislador ha previsto
las formalidades pertinentes a cada supuesto.

Los testamentos comunes y testamentos especiales se comparan de la siguiente


manera7:

 Los testamentos comunes requieren más requisitos formales que los


testamentos especiales.
 Los testamentos comunes requieren más testigos que los testamentos
especiales.
 Los testigos de testamentos comunes son exceptuados por un mayor
número de causales que los testigos de testamentos especiales.
 Los testamentos especiales se regulan por una caducidad testamentaria
más limitante que la caducidad testamentaria de los testamentos comunes.

Dentro de la categoría de testamentos solemnes, que es el área que nos compete,


se encuentran el testamento solemne abierto, también llamado nuncupativo o
público, el testamento solemne cerrado, y el testamento solemne por ológrafo 8.
4
P. 199, Título III de la sucesión testada o testamentaria, Compendio de Derecho Sucesoral. Mario
Echeverria Esquivel y Mario Echeverria Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena, Bolivar, Colombia,
2011.
5
P. 208 CAPÍTULO III LAS FORMAS DE LOS TESTAMENTO, PARTE IV DEL TESTAMENTO, TOMO I, Derecho
Sucesorio tercera edición, Ramón Domínguez Benavente y Ramón Domínguez Aguila. Editorial: Jurídica de
Chile, Santiago, Chile. 2011.
6
P. 203, capt. 2do Formas del testamento, Derecho de Familia y Sucesiones, Biblioteca jurídica del Instituto
de Investigaciones Jurídicas UNAM, México.
7
P. 218. 219, Título III de la sucesión testada o testamentaria, Compendio de Derecho Sucesoral.
Mario Echeverria Esquivel y Mario Echeverria Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena,
Bolivar, Colombia, 2011.
8
P. 208 CAPÍTULO III LAS FORMAS DE LOS TESTAMENTO, PARTE IV DEL TESTAMENTO, TOMO I, Derecho
Sucesorio tercera edición, Ramón Domínguez Benavente y Ramón Domínguez Aguila. Editorial: Jurídica de
Chile, Santiago, Chile. 2011.
Los testamentos solemnes, cualquiera sea su forma, se caracterizan por dos
solemnidades: su escritura, y la presencia de testigos en alguna forma 9.

En Panamá, la categorización de testamentos se encuentra en el Código Civil de


Panamá, Libro Segundo “De los bienes y de su dominio, posesión uso y goce”,
Título III “De los testamentos”, “Capítulo III De la forma de los testamentos”, donde
se dispone lo siguiente:

CC. Artículo 708: El testamento puede ser común o especial. El común puede ser
ológrafo, abierto o cerrado.

1.1. Testigos de testamentos


Como se mencionó anteriormente, los testamentos comunes se caracterizan por
requerir la presencia de testigos, sin importar el tipo de testamento común que
sea. La finalidad de los testigos es que depongan sobre: si el testador se
encuentra en su sano juicio, si manifestó la intención de testar ante ellos, y sobre
sus declaraciones y disposiciones testamentarias 10. Las excepciones de quienes
pueden ser testigo de testamentos son las siguientes:

CC. Artículo 713: No pueden ser testigos en los testamentos:

1. Los menores de edad, salvo lo dispuesto en el C.C. Artículo 733;


2. Los que no tengan la calidad de vecinos o domiciliados en el Distrito del
otorgamiento, salvo en los casos exceptuados por la ley;
3. Los ciegos y los totalmente sordos o mudos;
4. Los que no entiendan el idioma del testador, si éste no sabe el castellano y
testa en su idioma;
5. Los que no estén en su sano juicio;

9
P. 209 CAPÍTULO III LAS FORMAS DE LOS TESTAMENTO, PARTE IV DEL TESTAMENTO, TOMO I, Derecho
Sucesorio tercera edición, Ramón Domínguez Benavente y Ramón Domínguez Aguila. Editorial: Jurídica de
Chile, Santiago, Chile. 2011.
10
P. 198, Título III de la sucesión testada o testamentaria, Compendio de Derecho Sucesoral. Mario
Echeverria Esquivel y Mario Echeverria Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena, Bolivar, Colombia,
2011.
6. Los que hayan sido condenados por el delito de falsificaciones de
documentos públicos o privados, o por el de falso testimonio, y los que
estén sufriendo de interdicción judicial;
7. Los dependientes, amanuenses, criados o parientes dentro del cuarto
grado de consanguinidad o segundo de afinidad del Notario autorizante.

No obstante, se requiere que dicha excepción exista al momento de haber sido


testigo del acto testamentario11.

1.2. Actuaciones ante notario


El notario y los testigos deben asegurar, mediante su testimonio, que el testador
tiene capacidad legal. Para realizarlo, se les exige que se cercioren de la identidad
del testador, de que el testador se halle en su sano juicio y que la voluntad del
testador para testar se encuentra libre de vicios 12. Por ello, se exige que los
testigos que el notario y testigos que intervengan deban conocer al testador, como
dispone lo siguiente:

CC. Artículo 717: El Notario y dos de los testigos que autoricen el testamento,
deberán conocer al testador; y si no lo conocieren, se identificará su persona con
dos testigos que le conozcan y sean conocidos del mismo notario y de los testigos
instrumentales.

En el supuesto que no pueda comprobarse la identidad del testador, tanto el


notario como los testigos deberán declararán dicha circunstancia y aportarán un
documento al pliego del testamento con las características y circunstancias que
identifiquen al testador. Tal documento debe ser claro, por lo que se prohíbe que
éste se otorgue mediante señas o monosílabos en respuesta a preguntas hechas
al testador13. Lo anterior se dispone así:

11
Art. 715, Capítulo III De la forma de los testamentos, Título III De los testamentos, Libro Segundo De los
bienes y de su dominio, posesión uso y goce, Código Civil de Panamá.
12
P. 203, capt. 2do Formas del testamento, Derecho de Familia y Sucesiones, Biblioteca jurídica del Instituto
de Investigaciones Jurídicas UNAM, México.
13
P. 204, capt. 2do Formas del testamento, Derecho de Familia y Sucesiones, Biblioteca jurídica del Instituto
de Investigaciones Jurídicas UNAM, México.
CC. Artículo 718: Si no pudiere identificarse la persona del testador en la forma
prevenida en el Artículo que precede se declarará esta circunstancia por el
notario, o por los testigos en su caso, reseñando los documentos que el testador
presente con dicho objeto y las señas personales del mismo.

Adicionalmente, en caso de que el testador vaya a realizar el testamento en


lengua extranjera, se deberá sujetar a lo siguiente:

C.C. Artículo 716: Para testar en lengua extranjera se requiere la presencia de dos
intérpretes, elegidos por el testador, que traduzcan su disposición al castellano. El
testamento se deberá escribir en las dos lenguas.

2. Testamento abierto

El testamento abierto se caracteriza por dar a conocer las clausulas y


disposiciones testamentarias ante notario o su suplente y testigos hábiles, quienes
deberán protocolizarlo por escritura pública 14. El código civil los define como:

CC. Artículo 711: Es abierto el testamento siempre que el testador manifiesta su


última voluntad en presencia de las personas que deben autorizar el acto,
quedando enterados de lo que en él se dispone.

La ventaja del testamento abierto es que garantiza la voluntad testamentaria


mediante el acto de lectura, pero sus desventajas yacen en que el proceso hasta
llegar a la adjudicación de la herencia resulta costoso y extendido, y que los
futuros herederos o legatarios conozcan de lo que dispone la voluntad del testador
antes de su fallecimiento puede causarle conflictos, por ejemplo, en caso de que el
testador tenga hijos fuera matrimonio de los que no se encuentre anuente su
cónyuge y se entere producto del acto de lectura del testamento por incluirlos en
su pliego15.

14
P. 214, Título III de la sucesión testada o testamentaria, Compendio de Derecho Sucesoral. Mario
Echeverria Esquivel y Mario Echeverria Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena, Bolivar, Colombia,
2011.
15
P. 215, 216, Título III de la sucesión testada o testamentaria, Compendio de Derecho Sucesoral. Mario
Echeverria Esquivel y Mario Echeverria Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena, Bolivar, Colombia,
2011.
En lo concerniente a testigos, para los testamentos abiertos aplican las mismas
normas relativas a testigos precitadas, pero aplican de manera especial las
siguientes:

C.C. Artículo 714: En el testamento abierto tampoco podrán ser testigos los
herederos o legatarios en él instituidos, ni los parientes de los mismos dentro del
cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

No están comprendidos en esta prohibición los legatarios y los parientes cuando


el legado lo constituya algún objeto mueble o cantidad que sean de poca
importancia con relación al caudal hereditario.

2.1. Proceso
Para que se exprese la última voluntad del testador, debe tener ciertas
formalidades y este se pueda ejecutar como lo establece los siguientes artículos
de nuestro código:

C.C. Artículo 727: El testador expresará su última voluntad al notario y a los


testigos. Redactado el testamento con arreglo a ella y con expresión del lugar,
año, mes, día y hora de su otorgamiento, se leerá en alta voz para que el testador
manifieste si está conforme con su voluntad. Si lo estuviere, será firmado en el
acto por el testador y los testigos que puedan hacerlo.

Si el testador declara que no sabe o no puede firmar, lo hará por él, y a su ruego,
uno de los testigos instrumentales, u otra persona, dando fe de ello el notario. Lo
mismo se hará cuando alguno de los testigos no pueda firmar.

El notario hará siempre constar que, a su juicio, se halla el testador con la


capacidad legal necesaria para otorgar testamento.

Para que se confirme la voluntad del testador el notario deberá leer en voz alta y
en presencia de testigo para confirmar que es lo deseado por la persona, como lo
establece el siguiente artículo de nuestro Código:

C.C. Artículo 728: Cuando el testador que se proponga hacer testamento abierto
presente por escrito su disposición testamentaria, el notario redactará el
testamento con arreglo a ella y lo leerá en voz alta, en presencia de los testigos,
para que manifieste el testador si su contenido es la expresión de su última
voluntad.

Para las personas que tienen alguna discapacidad ya sea auditiva o visual los
artículos 729 y 730 establece la manera en que los sujetos puedan realizar los
testamentos:

C.C. Artículo 729: El que fuere enteramente sordo deberá leer por sí mismo su
testamento; y si no sabe o no puede, designará dos personas que lo lean en su
nombre, siempre en presencia de los testigos y del notario.

C.C. Artículo 730: Cuando sea ciego el testador, se dará lectura del testamento
dos veces: una por el notario, conforme a lo prevenido en el C.C. Artículo 727, y
otra en igual forma por uno de los testigos, u otra persona que el testador designe.

El acto de lectura e identificación del testamento en el que participan el notario, los


testigos y el testador, debe ser realizado en una sola reunión de inicio a fin 16. Tal
se dispone en lo siguiente:

C.C. Artículo 731: Todas las formalidades expresadas en este capítulo se


practicarán en un solo acto, sin que sea lícita ninguna interrupción, salvo la que
pueda ser motivada por algún accidente pasajero.

El notario dará fe, al final del testamento, de haberse cumplido todas las dichas
formalidades y de conocer al testador o a los testigos de conocimiento en su caso.

El testamento debe ser inscrito en el registro de testamentos, La falta de


inscripción no invalida el testamento, ya que ella sirve solamente para proteger
intereses de terceros17. La inscripción es regulada de esta manera:

C.C. Artículo 726: El testamento abierto deberá ser otorgado ante Notario y tres
testigos idóneos que vean y entiendan al testador, y de los cuales, uno, a lo
menos, sepa y pueda escribir.
16
P. 42, Unidad Temática IV la sucesión testamentaria, Derecho civil sucesiones. Universidad Peruana los
Andes.
17
P. 42, Unidad Temática IV la sucesión testamentaria, Derecho civil sucesiones. Universidad Peruana los
Andes.
Sólo se exceptuarán de esta regla los casos expresamente determinados en este
mismo capítulo.

No se necesitará la figura de notario, sin embargo, será necesario que el testador


tenga cinco testigos en los siguientes casos:

C.C. Artículo 731-A: En los lugares en que no hubiere Notario o en que falte este
funcionario y sus suplentes, podrá otorgarse testamento abierto ante cinco
testigos, que reúnan las cualidades exigidas en este Título.

C.C. Artículo 732: Si el testador se hallare en peligro inminente de muerte, puede


otorgar el testamento ante cinco testigos idóneos, sin necesidad de notario.

Uno de los aspectos interesantes en nuestra legislación es que estipula


testamento ante una epidemia que pueda afectar a nuestro país, como lo
establece el siguiente artículo:

C.C. Artículo 733: En el caso de epidemia puede igualmente otorgarse el


testamento sin intervención de Notario, ante tres testigos, mayores de dieciséis
años.

Tanto en el 732 como en el 733 los testigos deberán conocer al testador. Art. 717

Si los testigos no sabrían escribir, ¿el testamento puede ser inválido?, no pudiera
serlo por lo que dispone el siguiente artículo:

C.C. Artículo 734: En los casos de los dos Artículos anteriores, se escribirá el
testamento, siendo posible; no siéndolo, el testamento valdrá, aunque los testigos
no sepan escribir.

¿En qué momento un testamento puede ser ineficaz?, en el momento que el


testador haya salido en peligro de muerte o cesado la epidemia, en el caso en los
tres meses siguientes al fallecimiento no se acude al juez competente, también sin
la autorización del Notario. Como lo vemos en los siguientes artículos:
C.C. Artículo 735: El testamento otorgado con arreglo a las disposiciones de los
tres Artículos anteriores, quedará ineficaz si pasaren dos meses desde que el
testador haya salido del peligro de muerte, o cesado la epidemia.

Cuando el testador falleciere en dicho plazo, también quedará ineficaz el


testamento si dentro de los tres meses siguientes al fallecimiento no se acude al
juez competente para que se eleve a escritura pública, ya se haya otorgado por
escrito, ya verbalmente.

C.C. Artículo 736: Los testamentos otorgados sin la autorización del Notario, serán
ineficaces si no se elevan a escritura pública y se protocolizan en la forma
prevenida en el Código Judicial.

El testamento público abierto es el que se otorga ante notario. Las formalidades de


este testamento se practicarán en un solo acto, comenzarán con la lectura del
testamento por el notario y éste dará fe de haberse cumplido con ellas, y podrá
proporcionar testimonio del acto al testador. En este testamento se comenzará por
la declaración del testador de su voluntad para testar y la manifestará al notario, el
que redactará por escrito las cláusulas del testamento, sujetándose estrictamente
a lo establecido por el testador y, al finalizar, las leerá en voz alta para que éste
manifieste su conformidad con lo redactado y estipulado en el testamento. Si el
testado está de acuerdo con el testamento, firmarán la escritura el testador,
notario, testigos e interprete con fecha, hora y lugar en que se otorgó. Si el
testador manifiesta que no sabe o no puede firmar, se informará en el documento,
el testador estimará su huella digital y a su petición firmará uno de los testigos. 18

La lectura del testamento es un acto continuo e ininterrumpido. Respecto a esta


solemnidad de la lectura del testamento, se presentó un problema que ha sido
definitivamente resuelto por la jurisprudencia: la dificultad consistía en determinar
si es necesario, para la validez del testamento, dejar constancia en éste de
haberse cumplido con la solemnidad de su lectura. Hubo quienes opinaron que es
necesario dejar constancia en el testamento de dicha circunstancia, y daban como

18
P. 205, capt. 2do Formas del testamento, Derecho de Familia y Sucesiones, Biblioteca jurídica del Instituto
de Investigaciones Jurídicas UNAM, México.
razón que el testamento es un acto solemne y como tal debe bastarse a sí mismo,
y esta exigencia no se cumple si él no da constancia de haberse cumplido con las
solemnidades exigidas por la ley. Pero más acertada es la doctrina contraria
porque son dos cosas distintas la solemnidad y la prueba de la solemnidad. La
solemnidad, en este caso, es que se lea el testamento, y dejar constancia de
haberse cumplido dicha formalidad no es sino una manera de acreditarla. lo “que
constituye esencialmente el testamento abierto, es el acto en que el testador hace
sabedores de sus disposiciones al escribano, si lo hubiere, y a los testigos”. se
mencionará en el testamento la circunstancia de que el testador no sabe o no
puede firmar, expresándose la causa. No es necesario que alguien firme por el
testador. La jurisprudencia es uniforme en el sentido de que no es necesario
expresar la causa por la cual el testador no pudo firmar, pues la exigencia legal es
que se deje constancia de cuál fue el motivo por el cual no firmó: si porque no
supo o porque no pudo, no siendo necesario expresar la causa por la cual no supo
o no pudo hacerlo. 19.

Por regla general, una persona puede otorgar a su elección testamento abierto o
cerrado. Excepciones. Queda al criterio del testador otorgar testamento abierto o
cerrado, pero esta libertad tiene algunas limitaciones, pues hay ciertas personas
que están obligadas a otorgar testamento abierto, y otras que no pueden hacerlo,
o sea, deben otorgar testamento cerrado, como lo veremos en los números
siguientes.

3. Testamento cerrado
El testamento cerrado se puede definir como aquel testamento donde el testador,
no revela su última voluntad. Sus formalidades lo podemos encontrar en el
siguiente artículo:

C.C. Artículo 712: El testamento es cerrado cuando el testador, sin revelar su


última voluntad, declara que ésta se halla contenida en el pliego que presenta a
las personas que han de autorizar el acto.
19
P. 219, CAPÍTULO III LAS FORMAS DE LOS TESTAMENTO, PARTE IV DEL TESTAMENTO, TOMO I, Derecho
Sucesorio tercera edición, Ramón Domínguez Benavente y Ramón Domínguez Aguila. Editorial: Jurídica de
Chile, Santiago, Chile. 2011.
Los testamentos cerrados se caracterizan por no ser conocido la última voluntad,
ya que se limita a presentar un escrito contentivo del llamado testamento, en sobre
cerrado, y lacrado20.

El testamento cerrado (o secreto) es aquél en que el testador quiere que nadie


sepa cuáles son sus disposiciones testamentarias. Tres elementos son necesarios
para la validez de este testamento: un escrito debidamente guardado en un sobre
o cubierta; otorgamiento del testamento ante notario, y escritura pública del
otorgamiento.21

Testamento cerrado es aquel que hace el testador, introduciéndolo en un sobre o


en una cubierta, lo cierra y lo entrega al notario para que dé fe, en la cubierta y en
su protocolo, que ese sobre contiene su última voluntad. El testador debe entregar
personalmente al notario el referido documento cerrado, ante dos testigos hábiles,
manifestándole que contiene su testamento. Si el testador está imposibilitado de
hablar, esta manifestación lo hará por escrito en la cubierta. El cumplimiento de las
formalidades indicadas se efectuará estando reunidos en un solo acto: el testador,
los testigos y el notario, quien dará al testador copia certificada del acta. En cuanto
a su redacción, puede ser redactado por cualquier persona, en cualquier papel, en
castellano o en idioma extranjero, puede dictarse a otra persona, si quiere lo hace
el mismo.22

La ventaja del testamento cerrado consta en que nadie podrá conocer de las
disposiciones testamentarias hasta después de la defunción del causante, por lo
que se facilita el reconocimiento de hijos extramatrimoniales en el testamento. No
obstante, las desventajas son que, al igual que en los testamentos abiertos, el
proceso hasta llegar a la adjudicación de herederos resulta oneroso y extenso,
Adicionalmente, el hecho de que el contenido del testamento sea secreto facilita

20
P. 215, Título III de la sucesión testada o testamentaria, Compendio de Derecho Sucesoral. Mario
Echeverria Esquivel y Mario Echeverria Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena, Bolivar, Colombia,
2011.
21
VALENCIA ZEA Arturo, Derecho Civil, Tomo VI, Editorial Temis, Pág. 197.
22
P. 43, Unidad Temática IV la sucesión testamentaria, Derecho civil sucesiones. Universidad Peruana los
Andes.
que el mismo pueda ser destruido, robado, alterado o reemplazado sin prueba de
que ha sido alterado.23

La ley no exige un tipo especial de papel para la redacción del testamento


cerrado24 y la redacción de la carátula no requiere de fórmulas sacramentales. De
modo que en el testamento cerrado pueden existir dos firmas del testador: la del
testamento mismo, que se discute si puede faltar o no y la de la carátula, que es
esencial.

Al igual que en el testamento abierto, el legislador aspira a que el otorgamiento del


cerrado sea un acto único e ininterrumpido, que no se suspenda sino en casos
estrictamente necesarios. No quiere que la redacción del testamento se realice por
etapas, velando así porque la voluntad del testador se manifieste libre y
espontáneamente y no se vea influenciada en manera alguna. Es ésta, pues, una
de las medidas con que el legislador ampara la libertad de testar.

Este testamento podrá ser escrito por el testador o por una persona que el
establezca y se debe establecer, el día, mes y año que fue redactado. Tal como lo
establece el siguiente artículo:

C.C. Artículo 738: El testamento cerrado podrá ser escrito por el testador, o por
otra persona a su ruego, en papel sellado de la clase que establezca el Código
Fiscal, con expresión del lugar, día, mes y año en que se escribe.

El testamento cerrado requiere un amanuense, que es una persona ajena que


redacta el testamento a petición del testador. Es decir, en este tipo de testamento
cabe la posibilidad de que un tercero, ajeno o no a la voluntad testamentaria,
redacte e incluso firme el testamento petición del propio testador 25.

Para que el testamento cerrado sea válido deberá contener las siguientes
solemnidades como lo establece el articulo siguiente:
23
P. 44, Unidad Temática IV la sucesión testamentaria, Derecho civil sucesiones. Universidad Peruana los
Andes.
24
P 223 CAPÍTULO III LAS FORMAS DE LOS TESTAMENTO, PARTE IV DEL TESTAMENTO, TOMO I, Derecho
Sucesorio tercera edición, Ramón Domínguez Benavente y Ramón Domínguez Aguila. Editorial: Jurídica de
Chile, Santiago, Chile. 2011.
25
P. 105, VV.AA. (Coord. LLEDÓ YAGÜE, F. y MONJE BALMASEDA, O.), Compendio de derecho civil; derecho
de sucesiones, V, Madrid, 2004.
C.C. Artículo 739: En el otorgamiento del testamento cerrado se observarán las
solemnidades siguientes:

1. El papel que contenga el testamento se pondrá dentro de una cubierta cerrada


y sellada, de suerte que no pueda extraerse aquel, sin romper ésta;

2. El testador comparecerá con el testamento cerrado y sellado, o lo cerrará y


sellará en el acto, ante el notario que haya de autorizarlo, y tres testigos idóneos,
de los cuales dos, al menos, han de poder firmar;

3. En presencia del Notario y los testigos, manifestará el testador que el pliego


que presenta contiene su testamento, expresando si se halla escrito, firmado y
rubricado por él, o si está escrito de mano ajena, y firmado por él al final y en
todas sus hojas, o si, por no saber o no poder firmar, lo ha hecho a su ruego otra
persona;

4. Sobre la cubierta del testamento extenderá el notario la correspondiente acta de


su otorgamiento, expresando el número y la marca de los sellos con que está
cerrado, y dando fe de haberse observado las solemnidades mencionadas, del
conocimiento del testador, o de haberse identificado a su persona en la forma
prevenida en los Artículos 717 y 718, y de hallarse, a su juicio, el testador con la
capacidad legal necesaria para otorgar testamento;

5. Extendida y leída el acta, la firmarán el testador y los testigos que sepan firmar,
y la autorizará el notario con su sello y firma.

Si el testador no sabe o no puede firmar, deberá hacerlo a su nombre uno de los


testigos instrumentales, u otra persona designada por aquél;

6. También se expresará en el acta esta circunstancia, además del lugar, hora,


día, mes y año del otorgamiento.

En este tipo de testamento se dispone las personas que no pueden hacer


testamento cerrado como son los ciegos, personas que no sepan o no puedan
leer. En el caso de los sordomudos es diferente, ya que, si pueden escribir podrán
realizar este tipo de testamento. Así lo estipula los siguientes artículos:
C.C. Artículo 740 No pueden hacer testamento cerrado los ciegos y los que no
sepan o no puedan leer.

C.C. Artículo 741 Los sordomudos y los que no puedan hablar, pero si escribir,
podrán otorgar testamento cerrado, observándose lo siguiente:

1. El testamento ha de estar todo escrito y firmado por el testador, con expresión


del lugar, día, mes y año.

2. Al hacer su presentación, el testador escribirá en la parte superior de la


cubierta, a presencia del Notario y de los testigos, que aquel pliego contiene su
testamento, y que está escrito y firmado por él.

3. A continuación de lo escrito por el testador, se extenderá el acta de


otorgamiento, dando fe el Notario de haberse cumplido lo prevenido en el número
anterior y lo demás que se dispone en el C.C. Artículo 739, en lo que sea aplicable
al caso.

Este tipo de testamento será nulo si no se observaron las formalidades


establecidas anteriormente. La persona responsable de recibir este testamente es
el Notario, por lo que, si este lo hubiese autorizado, tendría que responder por los
daños y perjuicios. Como lo establece el siguiente artículo:

C.C. Artículo 747 Es nulo el testamento cerrado en cuyo otorgamiento no se hayan


observado las formalidades establecidas en este capítulo; y el Notario que lo
autorice será responsable de los daños y perjuicios que sobrevengan, si se
probare que la falta procedió de su malicia, o de negligencia o ignorancia
inexcusables. Será válido, sin embargo, como testamento ológrafo, si todo él
estuviere escrito y firmado por el testador y tuviere las demás condiciones propias
de este testamento.

3.1. Proceso
Para que tenga efecto el testamento cerrado, el Notario deberá autorizarlo y le
entregará al testador el acta de otorgamiento, la misma será firmada por las
mismas personas que estuvieron en el otorgamiento. Como lo estipula el siente
articulo:
C.C. Artículo 742 Autorizado el testamento cerrado, el notario lo entregará al
testador después de insertar en el protocolo copia del acta de otorgamiento. La
escritura en que se haga la inserción será firmada por las mismas personas que
concurrieron al otorgamiento.

Al momento que se le entrega el testamento al testador, este lo podrá conservar


en su poder o dárselo a una persona de su confianza. También se lo podrá otorgar
al notario. Como reza en el siguiente artículo:

C.C. Artículo 743 El testador podrá conservar en su poder el testamento cerrado,


o encomendar su guarda a persona de su confianza, o depositarlo en poder del
notario autorizante para que lo guarde en su archivo.

En este último caso, el Notario dará recibo al testador, y hará constar al margen o
a continuación de la escritura de que habla el Artículo anterior, que queda el
testamento en su poder.

Si lo retirare después el testador, firmará un recibo a continuación de dicha nota.

En el momento que el testador fallece, la persona que tenga el testamento en su


poder, deberá presentarlo ante el juez competente. Como reza el siguiente
articulo:

C.C. Artículo 744 El Notario, o la persona que tenga en su poder un testamento


cerrado, deberá presentarlo al juez competente luego que sepa del fallecimiento
del testador.

Si no lo verificare dentro de diez días será responsable de los daños y perjuicios


que ocasione su negligencia.

En el caso de no entregar el testamento y obre con dolo, esta persona perdería


todo el derecho a la herencia, si lo tuviera como heredero. Como establece el
siguiente artículo:

C.C. Artículo 745 El que con dolo deje de presentar el testamento cerrado que
obre en su poder dentro del plazo fijado en el párrafo segundo del Artículo
anterior, además de la responsabilidad que en él se determina, perderá todo
derecho a la herencia, si lo tuviere como heredero abintestato o como heredero o
legatario por testamento.

En esta misma pena incurrirán el que sustrajere dolosamente el testamento


cerrado del domicilio del testador o de la persona que lo tenga en guarda o
depósito, y el que lo oculte, rompa o inutilice de otro modo, sin perjuicio de la
responsabilidad criminal que proceda.

Para que se pueda hacer la apertura y protocolizar este tipo de testamento, se


estipulará lo establecido en el Código Judicial. Como reza el siguiente artículo:

C.C. Artículo 746 Para la apertura y protocolización del testamento cerrado, se


observará lo prevenido en el Código Judicial.

El testamento puede ser escrito por el testado u otra persona a petición de éste en
papel común. El testador deberá firmar al final del testamento, en caso de no
saber o no poder hacerlo, a petición de éste lo podrá hacer otra persona. Quien lo
haya firmado deberá presentarse conjuntamente con él a la presentación del
pliego cerrado, acto en el que ratificará la firma y rúbrica del tercero en su nombre,
el que firmará en la cubierta con los testigos y el notario. El papel en que se
encuentre el testamento deberá estar cerrado y sellado, en caso contrario, lo hará
el testador en el acto de otorgamiento ante el notario en presencia de tres testigos.
Al hacer la presentación del testamento ante notario, el testador declarará que en
ese documento se encuentra contenida su última voluntad. El notario dará fe de la
presentación y otorgamiento del testamento cumpliendo con toda lo anterior.
Cerrado y autorizado el testamento, se entregará al testador y el notario asentará
en el protocolo el año, mes, día, hora y lugar de esta diligencia. El testador podrá
conservar en su poder el testamento o podrá darlo en guarda a persona de su
confianza o depositarlo en el archivo judicial. 26

4. Testamento ológrafo
El testamento ológrafo es aquel que el testador lo escribe con su puño y letra,
como lo establece el siguiente artículo:
26
P. 206, capt. 2do Formas del testamento, Derecho de Familia y Sucesiones, Biblioteca jurídica del Instituto
de Investigaciones Jurídicas UNAM, México.
C.C. Artículo 710 Se llama ológrafo el testamento cuando el testador lo escribe por
sí mismo, en la forma y con los requisitos que determina este Código.

C.C. Artículo 720 El testamento ológrafo sólo podrá otorgarse por personas
mayores de edad.

Para que sea válido este testamento deberá estar escrito de puño y letra del
testador y firmado por él, con expresión del año, mes y día en que se otorgue.

Este testamento puede ser escrito en papel común, dejarlo abierto o en una
cubierta, como lo estipula el siguiente artículo:

C.C. Artículo 721El testamento ológrafo puede ser escrito en papel común y
dejarse abierto o colocarse dentro de una cubierta.

El escrito de puño y letra del testador. No puede escribir por el testador ninguna
persona. Solo podrá ser otorgado por mayores de edad y ser firmado por esa
persona señalando, año, mes, día, hora y lugar de su otorgamiento. Si existen
palabras tachadas, enmendadas o entre renglones, las salvará el testador bajo su
firma. Sino se firmará, sólo afectará la validez de las palabras que se encuentren
en tal condición, pero no al testamento mismo.27

Las ventajas del testamento ológrafo son que facilita la pericia caligráfica. Sus
desventajas son que, igual que el testamento cerrado, puede ser sustraído o
destruido y necesita de la apertura y la protocolización.

La persona que conserva en su poder un testamento ológrafo está obligada a


presentarlo al juez competente, dentro de los treinta días de tener conocimiento de
la muerte del testador; luego, el juez procederá a la apertura, exigiendo los
requisitos de ley.28

27
P. 207, capt. 2do Formas del testamento, Derecho de Familia y Sucesiones, Biblioteca jurídica del Instituto
de Investigaciones Jurídicas UNAM, México.
28
P. 44, Unidad Temática IV la sucesión testamentaria, Derecho civil sucesiones. Universidad Peruana los
Andes.
El Testamento ológrafo equivale a autógrafo. Esta clase de testamento tiene una
relativa presencia práctica, sobre todo, por las facilidades y ventajas que presenta
su redacción para el testador29.

El testamento ológrafo presenta también ciertos inconvenientes, ya que, al no


exigirse la presencia de un Notario, el cual tiene por misión dar fe de todo lo
dispuesto en el texto y de darle publicidad registral anotándolo en el Registro
Público, hace que el testamento pueda resultar desconocido para los herederos,
pudiéndose llegar a la sucesión intestada por falta de conocimiento de la
existencia del testamento ológrafo30.

Por otra parte, la posibilidad de la captación de la voluntad última del testador, por
parte de terceros interesados en la herencia, es mayor, ya que no se requiere la
presencia de testigos ni de Notario31.

4.1. Proceso
Para que se pueda ejecutar este tipo de testamento, tiene su procedimiento. La
autoridad competente sería el juez de circuito con el último Domicio de este o
donde falleció después de cinco años. Como reza el siguiente artículo:

C.C. Artículo 722 El testamento ológrafo deberá protocolizarse, presentándolo con


este objeto al Juez de Circuito del último domicilio del testador, o al del lugar en
que éste hubiese fallecido dentro de cinco años, contados desde el día del
fallecimiento. Sin este requisito no será válido.

En el caso de que el testador dejase un poder a una persona de su confianza, una


vez después de su muerte, esta persona deberá presentarse ante juez
competente. En el caso que no lo realice dentro de los diez días después del
fallecimiento del testador. Esta persona será responsable por los daños y
perjuicios. Como lo estipula el siguiente artículo:

29
LASARTE, C., Derecho de Sucesiones: Principios del derecho civil, Madrid, 2007, P. 72, 73
30
P. 45, VV.AA. (Coord. LLEDÓ YAGÜE, F. y MONJE BALMASEDA, O.), Compendio de derecho civil; derecho de
sucesiones, V, Madrid, 2004.
31
FERNANDEZ DOMINGO, J. I., Derecho de Sucesiones, Madrid, 2010, p. 45.
C.C. Artículo 723 Si el testamento se hallare depositado en poder de alguna
persona, deberá ésta presentarlo al juez competente luego que tenga noticia de la
muerte del testador, y no verificándolo dentro de los diez días siguientes, será
responsable de los daños y perjuicios que se causen por la dilación.

También podrá presentarlo todo el que tenga interés en el testamento como


heredero, legatario, albacea o en cualquier otro concepto.

Una vez acreditado el fallecimiento del testador, el juez lo abrirá (si es que tiene el
pliego cerrado) y ordenará que sea protocolizado en la notaría correspondiente,
como lo estipula el siguiente artículo:

C.C. Artículo 724 Presentado el testamento ológrafo y acreditado el fallecimiento


del testador, el juez lo abrirá si estuviere en pliego cerrado, rubricará todas las
hojas y ordenará que sea protocolizado en la notaría correspondiente, donde se
les dará a los interesados las copias que pidan.

Si una persona piensa que el testamento ológrafo es falso, este sujeto podrá
demandar por la vía ordinaria, por lo que el testamento no se ejecutaría hasta se
obtenga una decisión en el juicio.

C.C. Artículo 725 Todo aquel que tenga interés actual en ello, podrá demandar en
vía ordinaria la declaratoria de falsedad del testamento, el cual no se ejecutará
mientras penda el juicio respectivo.

5. Derecho comparado

En esta sección, analizaremos y compararemos el Derecho de familia, en la forma


de testar en tres países diferentes, que son España, Chile y México.

La primera legislación que vamos a analizar o comparar es la española, en esta


legislación a pesar de tener varias similitudes con la panameña, también tiene sus
diferencias.

En el artículo 713 del Código Civil establece que personas no pueden ser testigos
a la hora de testar, como son: “los menores de edad, los que no tienen el mismo
idioma del testador, los herederos o legendarios en el instituidos, ni los parientes
dentro del cuarto grado de consanguinidad”, sin embargo, en este articulo no
establece una disposición sobre el conyugue a la hora de testar. En cambio, en la
legislación española en su artículo 681 parágrafo 5 establece:

“El cónyuge o los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo
de afinidad del Notario autorizante y quienes tengan con éste relación de trabajo”

La razón o importancia del conyugue no sea testigo es por el hecho de que le


puede quitar objetividad al testador o la voluntad de él en poner a las personas
que él decida dentro del testamento.

Como lo visto anteriormente, el testamento común se divide en ológrafo, abierto y


cerrado. En la legislación española se divide de la misma forma.

En el testamento ológrafo, encontramos diferencias con relación a una jurisdicción


de otra. En el Código Civil Panameño posee un artículo bastante interesante que
es el articulo 723

C.C. Artículo 723: “Si el testamento se hallare depositado en poder de alguna


persona, deberá esta presentarlo al juez competente luego que tenga noticia de la
muerte del testador, y no verificándolo dentro de los diez días siguientes, será
responsable de los daños y perjuicios que causen por la dilatación”

Lo interesante de este artículo es que el testador le otorga un poder a una persona


para que está compadezca ante un juez una vez sepa la noticia de su muerte, esta
figura del apoderado no está en la legislación española.

En la legislación española, hay un artículo que mantiene semejanzas, pero cuenta


con unas diferencias importantes. En el artículo 724 de nuestro código civil
establece: “presentado el testamento ológrafo ya acreditado el fallecimiento del
testador, el juez lo abrirá si estuviere en pliego cerrado, rubricará todas las hojas y
ordenará que sea protocolizado en la notaría correspondiente, donde se les dará a
los interesados, copias que pidan. En la legislación española en su Art. 691
establece: “Presentado el testamento ológrafo, y acreditado el fallecimiento del
testador, el Juez lo abrirá si estuviere en pliego cerrado, rubricará con el actuario
todas las hojas y comprobará su identidad por medio de tres testigos que
conozcan la letra y firma del testador, y declaren que no abrigan duda racional de
hallarse el testamento escrito y firmado de mano propia del mismo. A falta de
testigos idóneos, o si dudan los examinados, y siempre que el Juez lo estime
conveniente, podrá emplearse con dicho objeto el cotejo pericial de letras.”

Como podemos observar, la diferencia fundamental es que en la española se


comprueba su identidad por medio de los tres testigos que “conozcan su letra y
firma del testador” y si en caso tal no se pudiera comprobar se haría “cotejo
pericial de letras”. En cambio, en Panamá solamente se le lleva al notario sin
saber si realmente la persona que realizo el testamento lo firmo o lo escribió u otra
persona, esto es un problema que se ha visto en nuestro país como lo
observaremos en el fallo de testamento ológrafo de este trabajo.

En el testamento abierto, en el artículo 726 del Código Civil Panameño, establece:


“el testamento abierto deberá ser otorgado ante Notario y tres testigos idóneos
que vean y entiendan al testador, y de los cuales, uno, a lo menos sepa y pueda
escribir”. La legislación española establece en su Art. 694.” El testamento abierto
deberá ser otorgado ante Notario hábil para actuar en el lugar del otorgamiento.
Sólo se exceptuarán de esta regla los casos expresamente determinados en esta
misma Sección”.

En la manera que se otorga el testamento abierto el legislador en Panamá realizo


un buen trabajo al momento de fundamentar los tres testigos para establecer la
ultimo voluntad del testador.

En el testamento cerrado, en el artículo 738 de nuestro Código Civil, establece: “el


testamento podrá ser escrito por el testador, o por otra persona a su ruego, en
papel sellado de la clase que establezca el Código Fiscal con expresión del lugar,
día, mes y año en que se escribe. En el C.C. Artículo 706 del Código Civil español
establece: El testamento cerrado habrá de ser escrito. Si lo escribiese por su puño
y letra el testador pondrá al final su firma. Si estuviese escrito por cualquier medio
mecánico o por otra persona a ruego del testador, éste pondrá su firma en todas
sus hojas y al pie del testamento. Cuando el testador no sepa o no pueda firmar, lo
hará a su ruego al pie y en todas las hojas otra persona, expresando la causa de
la imposibilidad. En todo caso, antes de la firma se salvarán las palabras
enmendadas, tachadas o escritas entre renglones. La vital diferencia entre la
legislación española y la panameña es la firma del testador, ya que se estaría
garantizando uno de los principios fundamentales en testamento que es “la última
voluntad de una persona”.

Legislación chilena
La segunda legislación que analizaremos será la chilena, esta legislación si cuenta
con varias diferencias comparado con nuestro Código Civil panameño.

La primera diferencia es la división de los testamentos que son: solemnes y menos


solemnes establecidos en el artículo 1008 del Código Civil chileno. “Testamento
solemne es aquel en que se han observado todas las solemnidades que la ley
ordinariamente requiere. El menos solemne o privilegiado es aquel en que pueden
omitirse algunas de estas solemnidades, por consideración a circunstancias
particulares, determinadas expresamente por la ley. El testamento solemne es
abierto o cerrado. Testamento abierto, nuncupativo o público es aquel en que el
testador hace sabedores de sus disposiciones a los testigos; y testamento cerrado
o secreto, es aquel en que no es necesario que los testigos tengan conocimiento
de ellas. Como podemos observar dentro del testamento solemne, tiene casi la
misma división que el panameño, sólo que no está reflejado el testamento
ológrafo.

En Chile, el testamento solemne y abierto debe otorgarse ante competente


escribano y tres testigos, o ante cinco testigos. Podrá hacer las veces de
escribano el juez de letras del territorio jurisdiccional del lugar del otorgamiento:
todo lo dicho en este título acerca del escribano, se entenderá respecto del juez de
letras, en su caso. La diferencia con el panameño es en relación con los testigos,
en el caso que sea cinco testigos en la legislación panameña es únicamente
cuando no haya notario en el lugar.

En el caso de la ejecución del testamento cerrado en la legislación chilena, se


puede parecer a la panameña, sin embargo, tiene su diferencia como lo veremos a
continuación. En el Art. 1025. El testamento cerrado, antes de recibir su ejecución,
será presentado al juez. “No se abrirá el testamento sino después que el escribano
y testigos reconozcan ante el juez su firma y la del testador, declarando además si
en su concepto está cerrado, sellado o marcado como en el acto de la entrega. Si
no pueden comparecer todos los testigos, bastará que el escribano y los testigos
instrumentales presentes, reconozcan sus firmas y la del testador, y abonen
las de los ausentes. No pudiendo comparecer el escribano o funcionario que
autorizó el testamento, será reemplazado para las diligencias de apertura
por el escribano que el juez elija.” Al igual que en la legislación española, en la
chilena antes de abrir el testamento los testigos deberán reconocer la firma del
testador para poder obtener el testamento.

Legislación mexicana

En esta legislación lo primero que podemos observar al comparar con el derecho


panameño, es que en la división de testamentos ordinarios se encuentra cuatro
formas, que sería: público abierto, público cerrado, público simplificado y ológrafo.

En la forma de público abierto y público cerrado, es lo que llamamos en nuestra


legislación testamento abierto y cerrado. En el abierto tiene las mismas
solemnidades que en nuestra legislación, que debe ser su voluntad ante un
notario, debe haber testigos y las mismas aplicaciones ante personas que tengan
alguna discapacidad visual o auditiva.

El testamento cerrado en la legislación mexicana establece que este testamento


podrá quedar sin efecto, articulo 158 “siempre que se encuentre roto el pliego
interior o abierto el que forma la cubierta, o borradas, raspadas o enmendadas las
firmas que lo autorizan, aunque el contenido no sea vicioso.” Y en nuestra
legislación establece en su C.C. Artículo 747 “el testamento quedará nulo ante la
falta de formalidades establecidas en el capítulo y el Notario que autorice será
responsable de los daños y perjuicios que sobrevenga, si se probase que actúo
con malicia o negligencia o ignorancia inexcusables. Las diferencias que podemos
observar son las siguientes:
1. En la legislación mexicana, no se observa la figura del notario para que este
contrato pueda tener efectos.
2. En la legislación panameña el notario tiene gran responsabilidad de lo
sucedido ante su negligencia, malicia o ignorancia, en la mexicana la figura
será ante un juez y si el pliego se encontrase abierto, borrado, raspado o
enmendadas las firmas, entonces este no tendría efectos.

La diferencia primordial es el público simplificado que nuestra legislación no lo


contempla que establece:

Artículo 1549 Bis. “Testamento público simplificado es aquél que se otorga ante
notario respecto de un inmueble destinado o que vaya a destinarse a vivienda por
el adquirente en la misma escritura que consigne su adquisición o en la que se
consigne la regularización de un inmueble que lleven a cabo las autoridades del
Distrito Federal o cualquier dependencia o entidad de la Administración Pública
Federal, o en acto posterior, de conformidad con lo siguiente:

1. Que el precio del inmueble o su valor de avalúo no exceda del equivalente


a 25 veces el salario mínimo general vigente en el Distrito Federal elevado
al año, al momento de la adquisición. En los casos de regularización de
inmuebles que lleven a cabo las dependencias y entidades a que se refiere
el párrafo anterior, no importará su monto;

2. El testador instituirá uno o más legatarios con derecho de acrecer, salvo


designación de sustitutos. Para el caso de que cuando se llevare a cabo la
protocolización notarial de la adquisición en favor de los legatarios, éstos
fueren incapaces y no estuvieren sujetos a patria potestad o tutela, el
testador también podrá designarles un representante especial que firme el
instrumento notarial correspondiente cuenta de los incapaces;

3. Si hubiere pluralidad de adquirentes del inmueble cada copropietario podrá


instituir uno o más legatarios respecto de su porción. Cuando el testador
estuviere casado bajo el régimen de sociedad conyugal, su cónyuge podrá
instituir uno o más legatarios en el mismo instrumento, por la porción que le
corresponda. En los supuestos a que se refiere este artículo no se aplicará
lo dispuesto por el artículo 1296 de este Código;

4. Los legatarios recibirán el legado con la obligación de dar alimentos a los


acreedores alimentarios, si los hubiere, en la proporción que el valor del
legado represente en la totalidad del acervo hereditario de los bienes del
autor de la sucesión”

Este tipo de testamento anteriormente se llamaba “Testamento sobre la vivienda


de interés social o popular”. En el Distrito Federal con la reforma del 6 de enero de
1994 a sus respectivos ordenamientos, se estableció el llamado “Testamento
Público Simplificado”.

Este tipo de testamento en la legislación mexicana tiene una estipulación especial


únicamente para los bienes inmuebles del testador. La razón o justificación de
este tipo de testamento es el derecho de que toda persona pueda poseer una
vivienda digna. Sin embargo, este derecho ha resultado bastante difícil para las
personas de bajos ingresos, porque muchas veces el juicio se hace muy costoso y
dilatorio para ellos, por lo que no pueden en varios casos obtener su derecho por
varias generaciones.

A raíz de esta problemática, algunas partes de México se ha tomado medida en


dos aspectos:

1. El establecimiento de una figura que venga a facilitar el otorgamiento de últimas


voluntades de los adquirentes de vivienda (básicamente la de interés social y
popular); y,

2. El establecimiento de un procedimiento sucesorio expedito para la titulación de


dichos inmuebles a favor de los legatarios instituidos por el autor de la sucesión.
6. Jurisprudencia
GISELA DEL CARMEN MORON PROCESO ORDINARIO QUE LE SIGUE A
EDGARDO ERNESTO TUÑON APARICIO, DAMARIS HAYDEE TUÑON Y O
GISELA DEL CARMEN MORON TUÑON RECURRE EN CASACIÓN EN EL
PROCESO ORDINARIO QUE LE SIGUE A EDGARDO ERNESTO TUÑON
APARICIO, DAMARIS HAYDEE TUÑON Y OTROS. PONENTE: OYDÉN
ORTEGA DURÁN PANAMÁ, DOS (2) DE ENERO DE DOS MIL TRECE
(2013).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá
Sala: Primera de lo Civil
Ponente: Oydén Ortega Durán
Fecha: 02 de enero de 2015
Materia: Civil
Casación
Expediente: 367-09

VISTOS:

La firma forense Vergara, Anguizola & Asociados, en su condición de


apoderada judicial de GICELA DEL CARMEN MORÓN TUÑÓN, ha interpuesto
Recurso de Casación contra la Resolución de 3 de septiembre de 2009,
proferida por el Primer Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial, dentro del
Proceso Ordinario que su representada le sigue a EDGARDO ERNESTO
TUÑÓN APARICIO, DAMARIS HAYDEE TUÑÓN, MANUEL ABDIEL TUÑÓN
SÁNCHEZ y MANUEL GREGORIO TUÑÓN SÁNCHEZ.

Esta Sala Civil de la Corte Suprema, mediante Resolución de 28 de mayo de


2010 (f.820), ordenó la corrección del Recurso presentado, lo cual fue atendido
por la Casacionista, por lo que, mediante Resolución de 28 de julio de 2010
(f.836), se admitió el Recurso de Casación que consta de fojas 827 a 833 del
expediente.
Así las cosas, se abrió el proceso a la fase de alegatos de fondo, la cual fue
aprovechada por la Recurrente en Casación y por el apoderado judicial de la
parte demandada, como consta de fojas 842 a 853 y de fojas 854 a 857,
respectivamente.

Corresponde, entonces, decidir el Recurso impetrado, para lo cual se adelantan


las siguientes consideraciones.

ANTECEDENTES

GICELA DEL CARMEN MORÓN TUÑÓN propuso Proceso Ordinario


Declarativo de Nulidad contra EDGARDO ERNESTO TUÑÓN APARICIO,
DAMARIS HAYDEE TUÑÓN, MANUEL ABDIEL TUÑÓN SÁNCHEZ y MANUEL
GREGORIO TUÑÓN SÁNCHEZ NEIL MARIN para que se declare la falsedad
del testamento ológrafo de 16 de marzo de 2004 suscrito por Mirtilda del
Carmen Tuñón de Morón (q.e.p.d.).

Al exponer los hechos que sustentan lo pretendido, la demandante explicó que


los demandados tramitaron la Sucesión Testada de su madre, Mirtilda del
Carmen Tuñón de Morón (q.e.p.d.), sobre la base de un testamento ológrafo,
protocolizado, el cual es falso.

La demandante alegó que la firma estampada en el testamento ológrafo no es


la de su madre, tratándose de una "mala falsificación, realizada por alguna o
algunas personas que no buscan más que causarle perjuicios al impedir que
reciba la herencia de su madre y que en derecho le corresponde."

Mediante Auto No.1056-212-05 de 17 de agosto de 2005 (f.16), el Juzgado


Primero de Circuito de lo Civil del Primer Circuito Judicial de Panamá, admitió la
demanda propuesta y la corrió en traslado a los demandados, quienes negaron
los hechos que la sustentan.
Luego de cumplidas las etapas procesales correspondientes, el Juzgado A quo,
mediante la Sentencia No.32 de 9 de agosto de 2007 (f.337), denegó la
pretensión y condenó a la demandante al pago de B/.3,500.00 en concepto de
costas.

La decisión del Juez A-quo obedeció a que, a su juicio, el peritaje caligráfico


adelantado por Manuel Llorente, determinó que la firma estampada en el
documento sí pertenecía a Mirtilda Tuñón de Morón (q.e.p.d.), tiene "mayor
valor probatorio" que el efectuado por Eugenio A. Medina, Perito Grafocrítico
del Ministerio Público, quien estableció que la firma no fue estampada por la
prenombrada, toda vez que esta última experticia carece de sustento crítico y
refleja un análisis superficial.

Sobre este último peritaje, el Juzgador estableció también que el mismo


contravino lo dispuesto en el artículo 972 del Código Judicial, toda vez que fue
remitido al Jefe Encargado del Departamento de Criminalística, Servicios
Periciales y Laboratorios de Ciencias Forenses de la antigua Policía Técnica
Judicial (hoy DIJ), antes de ser presentado en el Juzgado de la causa.

Adicionalmente, explicó que la demandante no aportó al proceso otro medio


probatorio destinado a demostrar la alegada falsedad.

Disconforme con lo resuelto, la representación judicial de la demandante


interpuso Recurso de Apelación contra la Sentencia descrita y al surtirse la
alzada, el Primer Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial, mediante
Resolución de 3 de septiembre de 2009, confirmó lo resuelto (f.769).

Al motivar su decisión, el Tribunal Superior explicó lo siguiente:

"... los peritos, como expertos en determinadas materias, son sólo


colaboradores de la justicia, de allí, entonces, que sus dictámenes no son
necesariamente vinculantes ni producen efectos jurídicos per se. Ello es así, ya
que la valoración de los mismos le compete única y exclusivamente al Juez, en
atención de lo que dispone el artículo 980 del Código Judicial.
Dicho lo anterior, explica el Tribunal que para determinar la autenticidad o no de
la firma plasmada por la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN
(q.e.p.d.) en el Testamento Ológrafo de fecha 16 de marzo de 2004 ..., se
practicaron dos pruebas grafológicas, ... , peritajes estos de los cuales se
obtuvieron resultados contradictorios entre sí.

Lo anterior es así, ya que, el peritaje realizado por los expertos de la antigua


Policía Técnica Judicial arribaron a la siguiente conclusión: 'no podemos
señalar a la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN GÓMEZ (q.e.p.d.) como
autora de la firma cuestionada' (ver fojas 96-97 del infolio); mientras que el
perito designado por la parte demandada concluyó que 'La firma plasmada en
un Testamento Ológrafo, que fuere elevado a escritura Pública nro. 4766 del 31
de marzo de 2005, específicamente donde dice MIRTILA T. DE MORON, fue
realizada mediante puño y letra de dicha Ciudadana' (ver fojas 98-99 del
expediente).

Ahora bien, adicionalmente advierte el Tribunal que en esta segunda sede


jurisdiccional fue aportado (sic) copia autenticada del expediente penal
contentivo de las sumarias seguidas a los señores MANUEL GREGORIO
TUÑÓN, DAMARIS HAYDEE TUÑÓN DE RODRÍGUEZ, MANUEL ABDIEL
TUÑÓN SÁNCHEZ y EDGARDO TUÑÓN APARICIO, por la presunta comisión
del delito contra la Fe Pública, en perjuicio de la señora GICELA DEL CARMEN
MORÓN TUÑÓN, dentro del cual también se practicó un peritaje grafológico
por agentes de la antigua Policía Técnica Judicial (Armando A. Gaitán B., Perito
Grafocrítico, y la Licenciada Adelaida Navarro E., Asistente a Perito), el cual
arrojó una conclusión similar a la que arribaron los peritos de la antigua Policía
Técnica Judicial en el presente proceso de conocimiento, es decir, que 'no
podemos señalar a la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN GÓMEZ
(q.e.p.d.) como autora de la firma cuestionada visible en el Testamento
Ológrafo fechado 16 de marzo de 2004' (ver fojas 563-564 del infolio).
Corolario de lo arriba expresado, el Tribunal es de la opinión que ni los informes
rendidos por los peritos que participaron en la prueba grafológica realizada en
el Juzgado de origen fueron concluyentes ni mucho menos el dictamen de los
peritos designados en la esfera penal arrojan convicción acerca de que la firma
de la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN (q.e.p.d.) que
aparece en la Escritura Pública N°4766 de fecha 31 de marzo de 2005 (sic) de
la Notaría Cuarta del Circuito Notarial de Panamá fue falsificada.

A más de lo anterior, agrega esta Colegiatura que en autos no consta que la


señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN (q.e.p.d.) al momento de
otorgar el testamento ológrafo de fecha 16 de marzo de 2004 se encontraba
incapacitada para testar, por lo que, tal como lo dejó expresado la Juez inferior
(Suplente), se debe presumir que para la fecha en cuestión la testadora se
encontraba en pleno uso y goce de sus facultades mentales para testar.

De otro lado, observa esta Superioridad que la demandante en el Poder y


demanda establece como domicilio 'El Distrito de Soná, Corregimiento
Cabecera, Calle Manuel H. Arosemena, Casa número 1176, Provincia de
Veraguas', sin embargo, en el mismo libelo señala que la señora MIRTILA DEL
CARMEN TUÑÓN DE MORÓN (q.e.p.d.) falleció el día 30 de agosto de 2004
en el Corregimiento de Betania, Distrito de Panamá. De allí, entonces, que
debe entenderse que la demandante, aun cuando era la única hija de la
causante no vivía con la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN
(q.e.p.d.).

En resumen, como quiera que no existe mérito legal para variar lo resuelto por
la Juez primaria (Suplente) en la sentencia venida en apelación, se hace,
entonces, imperativo la confirmación de dicha resolución judicial." (f.780)

Es contra esta Resolución de segunda instancia que la apoderada judicial de la


actora ha formalizado el Recurso de Casación en el fondo que conoce en esta
ocasión la Sala, y en consecuencia, procede a examinar la Causal invocada y
el Motivo que la sustenta.
CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN

La Causal de Casación en el fondo invocada por la apoderada judicial de la


Casacionista consiste en la "Infracción de normas sustantivas de Derecho, en
Concepto de Error de Derecho en cuanto a la Apreciación de la Prueba, que ha
influido sustancialmente en lo dispositivo de la Resolución Recurrida", la cual
está contemplada en el artículo 1169 del Código Judicial.

Esta Causal se fundamenta en los Motivos que se transcriben a continuación:

"PRIMERO: La Resolución de TRES (3) DE SEPTIEMBRE DE DOS MIL


NUEVE (2,009), emitida por el Primer Tribunal Superior Del Primer Distrito
Judicial, la impugnamos con este Recurso de Casación, ya que a pesar de que
se examinó (sic) las pruebas periciales rendidas por Eugenio Medina, Perito
Grafocrítico del Ministerio Público, en funciones y que obra de fojas 96 a 97 del
expediente y la prueba pericial practicada por Armando Gaitán, perito
grafocrítico del Ministerio Público en funciones, visible a fojas 563 a 573 del
expediente, no le atribuye el valor y la eficacia probatoria que la ley le asigna,
ya que desmerita (sic) dichos peritajes aseverando que no existe prueba que
demuestre que la Señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑON DE MORÓN
(q.e.p.d.) al momento de otorgar el testamento ológrafo de fecha 16 de marzo
de 2004, se encontraba incapacitada para testar, violando normas sustantivas
de derecho que disponen que para que el Testamento Ológrafo sea válido,
dicho documento debe ser firmado por el testador, sin establecer que si la
persona no ha firmado el testamento el mismo es válido por el solo hecho de su
buen estado mental, lo que ha influido en lo dispositivo de la resolución
recurrida.
SEGUNDO: El Tribunal de Segunda Instancia, al emitir la resolución impugnada
examinó como material probatorio el poder (foja 1) y la demanda (fojas 2 a 4)
presentada por GICELA DEL CARMEN MORÓN TUÑÓN y al encontrar que en
dichos documentos se señala que el domicilio de la demandante GICELA DEL
CARMEN MORÓN TUÑÓN y de la causante MIRTILA DEL CARMEN TUÑON
DE MORON (q.e.p.d.), es decir, madre e hija, estaban ubicados en lugares
distintos, les asignó un valor probatorio sobre la veracidad del testamento
ológrafo que no le corresponde, violando normas sustantivas de derecho que
disponen que en caso de no existir testamento, la ley establece las personas
que pueden ser llamadas a recibir la herencia, sin establecer como un requisito
la coincidencia en el domicilio del testador y el heredero, lo que influyó
sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

TERCERO: El Tribunal de Segunda Instancia al examinar todas las pruebas


periciales, una practicada por el perito de los demandados señor MANUEL
LLORENTE H., el cual consta a fojas 98 y 99 del expediente, así como también
los dos peritajes practicados por los peritos grafocríticos del Ministerio Público y
visibles de fojas 96 a 97 el primero y el segundo de foja 563 a 573 del
expediente, le da únicamente valor probatorio, respecto a la autenticidad del
testamento ológrafo, al peritaje en solitario practicado por el perito de los
demandados sin tomar en consideración los principios científicos en que se
fundó, la relación con el material de hecho, la concordancia de su aplicación
con las reglas de la Sana Crítica y la competencia y objetividad de los peritos y
llega a la conclusión de que el testamento emitido supuestamente por la señora
MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN (q.e.p.d.), es verdadero, violando
normas sustantivas de derecho que disponen que para que un testamento
ológrafo sea válido es requisito sine quanom que el mismo sea hecho y firmado
por el testador, lo que influyó sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
CUARTO: A pesar de que el Juzgador de Segunda Instancia valoró los
peritajes contentivos de los Estudios Grafotécnicos Comparativos rendidos por
Eugenio Medina, Perito Grafocrítico del Ministerio Público, en funciones y que
obra de fojas 96 a 97 del expediente y el practicado dentro de proceso penal
por Armando Gaitán, perito grafocrítico del Ministerio Público en funciones y
que consta de fojas 563 a 573 del expediente, no le atribuyó el valor y eficacia
probatorio que la ley les asigna a dichas pruebas, respecto de las conclusiones
en sus informes, pues de habérselos asignados, hubiese concluido en lo
dispositivo del fallo impugnado que el Testamento Ológrafo de 16 de marzo de
2004, emitido supuestamente por la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑON
DE MORÓN (q.e.p.d.), es falso. Al resolver que el testamento ológrafo
impugnado no es falso, no le atribuyó el valor y eficacia probatoria que la ley le
asigna a dichos peritajes grafotécnicos, violándose con ello normas sustantivas
de derecho que disponen que la sucesión es testamentaria cuando es
establecida por el hombre mediante testamento válido, lo que influyó
sustancialmente en lo dispositivo del fallo." (f.828)

Las disposiciones legales presuntamente infringidas, según los cargos de


injuridicidad contenidos en los Motivos transcritos, son los artículos 781 y 980
del Código Judicial, y los artículos 629, 662 y 720 del Código Civil.

CRITERIO DE LA SALA

Tal como viene expuesto, la Causal en el fondo invocada en el presente


Recurso es la infracción de normas sustantivas de derecho por concepto de
error de derecho en cuanto a la apreciación de la prueba, lo que según la parte
recurrente, ha influido sustancialmente en lo dispositivo de la Resolución
recurrida.
La Causal invocada se configura "cuando el elemento probatorio se examina,
se toma en cuenta, se le analiza, pero no se le atribuye el valor, la eficacia
probatoria, los efectos que conforme a la Ley le corresponde." (Fábrega, Jorge
y Aura E. Guerra de Villalaz. Casación y Revisión, Panamá: Sistemas Jurídicos,
S. A., 2001, pág. 111).

El Primer y Cuarto Motivo que sustentan la Causal descrita censuran que el


Tribunal de Segunda Instancia no confirió a los peritajes, visibles de fojas 96 a
97, y de fojas 563 a 573, el valor probatorio que les corresponde en atención a
sus conclusiones, pues, de haberlo hecho, hubiese declarado que el
testamento ológrafo supuestamente otorgado por Mirtila del Carmen Tuñón de
Morón (q.e.p.d.) es falso.

Sobre las pruebas que se dicen mal valoradas, el Tribunal Ad quem manifestó
lo siguiente:

"Corolario de lo arriba expresado, el Tribunal es de la opinión que ni los


informes rendidos por los peritos que participaron en la prueba grafológica
realizada en el Juzgado de origen fueron concluyentes ni mucho menos el
dictamen de los peritos designados en la esfera penal arrojan convicción acerca
de que la firma de la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN
(q.e.p.d.) que aparece en la Escritura Pública N°4766 de fecha 31 de marzo de
2005 (sic) de la Notaría Cuarta del Circuito Notarial de Panamá fue falsificada."
(f.782)

La Sala procede al examen de las referidas pruebas, con la finalidad de


determinar si las mismas fueron o no valoradas correctamente por el Tribunal
Superior.

La parte actora, dentro del término correspondiente, solicitó en calidad de


prueba que se oficiara a la entonces Policía Técnica Judicial, para que
practicara un peritaje grafológico, con la finalidad de establecer lo relativo a la
autenticidad de la firma plasmada en el testamento ológrafo.
La prueba en cuestión fue admitida mediante Auto No.1168/212-05 de 30 de
agosto de 2006 (f.77).

Mediante providencia de 13 de septiembre de 2006 (f.81), el Juzgado A quo


designó a Manuel Llorente H., como perito de la parte demandada a participar
en la referida prueba pericial.

Eugenio A. Medina G. (f.82) y Adelaida Navarro E. (f.83), ambos funcionarios


de la Policía Técnica Judicial, comparecieron y tomaron posesión del cargo de
peritos del Tribunal.

De fojas 96 a 97 del expediente reposa el informe elaborado por Eugenio A.


Medina, Perito Grafocrítico del Ministerio Público, y la licenciada Adelaida
Navarro, Asistente a Perito del Ministerio Público, relativo al estudio
grafotécnico comparativo de la firma que se lee "MIRTILA T. DE MORÓN",
visible en el testamento ológrafo de 16 de marzo de 2004, cuyo original reposa
en las oficinas de la Notaría Cuarta del Circuito de Panamá.

Según el informe en cuestión, con la finalidad de determinar la autenticidad de


la firma estampada en el referido testamento, se utilizaron como elementos de
comparación, muestras de las firmas de Mirtila Tuñón de Morón (q.e.p.d.)
visibles en las hojas de control de cobro de cheques correspondientes a los
meses de febrero, marzo, abril y agosto de 2004, cuyos originales reposan en
las oficinas de la Caja de Seguro Social.

El equipo utilizado para el estudio consistió en: microscopios de 30X, lupa


estereoscópica y lupa de 4X.

Al describir el procedimiento utilizado para realizar la experticia, se indica que


fue "un análisis extrínseco e intrínseco de las muestras proporcionadas, para
posteriormente efectuar un estudio físico comparativo de la muestra
cuestionada con las características caligráficas de las muestras suministradas
como elemento de Comparación."
Dicho procedimiento permitió a los peritos establecer que entre las firmas
cotejadas, la del testamento ológrafo y las de las hojas de control de cobro de
cheques, existen automatismos o características caligráficas diferentes (presión
e inclinación relativa, calidad de línea, continuidad, automatismos individuales
tales como forma de cada una de las letras que componen la firma), lo que les
llevó a concluir que no pueden señalar a Mirtila del Carmen Tuñón de Morón
(q.e.p.d.) como autora de la firma cuestionada.

Para establecer el valor probatorio del dictamen pericial descrito, debe


atenderse lo dispuesto en el artículo 980 del Código Judicial, que es del tenor
siguiente:

"La fuerza del dictamen pericial será estimada por el Juez teniendo en
consideración los principios científicos en que se funde, la relación con el
material de hecho, la concordancia de su aplicación con las reglas de la sana
crítica, la competencia de los peritos, la uniformidad o disconformidad de sus
opiniones y demás pruebas y otros elementos de convicción que ofrezca el
proceso."

Expuestos los elementos a tomar en cuenta para valorar la pericia practicada


en el proceso, la Sala debe señalar que no encuentra reparos que formularle a
los principios científicos que fundamentan la misma ni a la competencia de los
peritos, toda vez que el informe rendido explica cuáles fueron los instrumentos
y el procedimiento utilizado para realizar la comparación de las firmas, y los
peritos eran funcionarios de la Sección de Documentología Forense,
Departamento de Criminalística, Servicios Periciales y Laboratorios de Ciencias
Forenses, de la entonces Policía Técnica Judicial.
Este Departamento, según el artículo 32 de la Ley 16 de 9 de julio de 1991,
"Por la cual se aprueba la Ley Orgánica de la Policía Técnica Judicial como una
dependencia del Ministerio Público", era el encargado de practicar, entre otros,
los peritajes relativos a las ciencias forenses en todos aquellos asuntos que
competía conocer a la Policía Técnica Judicial. Los servicios prestados por este
Departamento, entre los que se encontraban los de grafotecnia, según el
artículo 34 de la misma Ley, eran practicados por personal respectivamente
especializado.

Adicional a lo anterior, se observa que el dictamen pericial recayó puntualmente


en el tema debatido -la autenticidad de la firma estampada en el testamento
ológrafo de 16 de marzo de 2004-, y fue preciso en establecer que no podía
señalar a Mirtila Tuñón de Morón (q.e.p.d.) como su autora.

Ahora bien, el artículo 980 citado establece que también deberá tenerse en
consideración las demás pruebas y otros elementos de convicción que ofrezca
el proceso.

En ese sentido, tenemos que en el proceso reposa otro peritaje (fs.98-111), el


de Manuel Llorente H., perito de la parte demandada, quien concluyó que la
firma debatida fue realizada mediante puño y letra por Mirtila Tuñón de Morón
(q.e.p.d.). Es decir, una opinión diametralmente opuesta a la emitida por los
peritos de la PTJ.

Así las cosas, sobre la única base del peritaje practicado por la entonces
Policía Técnica Judicial, no puede considerarse en forma determinante que la
firma impugnada no sea auténtica.

Lo anterior lleva ineludiblemente al análisis de los demás elementos probatorios


que reposan en el expediente.

Se tiene, entonces, el peritaje visible de fojas 563 a 573, prueba que también se
dice fue valorada erróneamente, y sobre la cual la Sala debe adelantar las
siguientes consideraciones.
Al apelar de la Sentencia de primera instancia, la parte actora adujo la práctica
de pruebas para la segunda instancia.

En el escrito correspondiente, adujo como prueba copia debidamente


autenticada del expediente contentivo de las Sumarias seguidas a EDGARDO
ERNESTO TUÑÓN APARICIO, DAMARIS HAYDEE TUÑÓN, MANUEL
ABDIEL TUÑÓN SÁNCHEZ y MANUEL GREGORIO TUÑÓN SÁNCHEZ, por la
presunta comisión del Delito contra la Fe Pública, en perjuicio de GICELA DEL
CARMEN MORÓN TUÑÓN.

La prueba en cuestión fue admitida por el Tribunal Superior, mediante


Resolución de 16 de julio de 2008 (f.733).

Según se observa, en la instrucción de las referidas sumarias, se practicó


también un estudio grafotécnico comparativo con la finalidad de determinar la
autoría de la firma plasmada en el testamento ológrafo de 16 de marzo de 2004
(fs.563-573).

Es este el peritaje que la Recurrente en Casación refiere ha sido valorado


incorrectamente por el Tribunal Ad quem.

En el informe en cuestión, Armando A. Gaitán B., Perito Grafocrítico del


Ministerio Público y Adelaida Navarro E., Asistente a Perito del Ministerio
Público, realizan una comparación de la firma de Mirtila Tuñón de Morón
(q.e.p.d.) estampada en el testamento ológrafo de 16 de marzo de 2004 con las
hojas de control de cobro de cheques correspondientes a los meses de enero,
febrero, marzo y agosto de 2004, cuyos originales reposan en las oficinas de la
Caja de Seguro Social.

El equipo, el procedimiento, la peritación y la conclusión de este peritaje son


iguales a los del peritaje realizado por Eugenio A. Medina G. y Adelaida
Navarro E.
Lo primero que la Sala debe señalar, para efectuar la valoración probatoria
correspondiente, es que esta prueba pericial no figura propiamente practicada
en este proceso, sino que aparece insertada en copias debidamente
autenticadas de un proceso penal que la demandante promovió contra los
demandados.

Nos encontramos, entonces, ante la figura de la prueba trasladada,


contemplada en el C.C. Artículo 795 del Código Judicial de la siguiente manera:

"Las pruebas practicadas en un proceso seguido en el país, podrán aportarse


en copia a otro proceso, en el que se apreciarán siempre que la prueba en el
primer proceso se haya practicado con audiencia de la parte contra quien se
aduce y haya precluído la oportunidad para impugnarla."

De la norma transcrita se desprende que para apreciar el valor de una prueba


trasladada es necesario que la misma se haya practicado con audiencia de la
parte contra quien se aduce, exigencia que responde al principio de
contradicción y que haya precluído la oportunidad para impugnarla.

Al revisar la copia del expediente penal allegado al proceso, puede verificarse


que el estudio grafotécnico comparativo practicado por la entonces Policía
Técnica Judicial, se hizo con anterioridad al acto de declaración indagatoria de
los imputados, que es el acto que incorpora o hace parte del proceso a un
imputado. Es decir, no fue practicado con audiencia de la parte contra quien se
aduce en este proceso. Con lo cual se incumple el primer requisito establecido
en la norma citada.

Aunado a lo anterior, tenemos que los demandados DAMARIS HAYDEE


TUÑÓN y MANUEL ABDIEL TUÑÓN SÁNCHEZ, al comparecer al Proceso
Penal, impugnaron el peritaje en cuestión.
La primera lo hizo a través de un escrito de pruebas, mediante el cual hace
llegar a la causa penal copia autenticada del dictamen pericial llevado a cabo
por Manuel Llorente H. en el presente proceso (f.605), y el segundo lo impugnó
mediante Incidente de Controversia (f.714).

El demandado EDGARDO ERNESTO TUÑÓN APARICIO compareció al


Proceso Penal, pero no objetó la referida prueba, mientras que el demandado
MANUEL GREGORIO TUÑÓN SÁNCHEZ ni siquiera había comparecido al
Proceso, al momento de la obtención de la copia autenticada del expediente
aportada como prueba en segunda instancia.

De esta manera, al no cumplirse los requisitos exigidos en el C.C. Artículo 795


del Código Judicial, la prueba trasladada bajo análisis no podía ser valorada
como tal.

Cabe aquí también exponer comentario formulado por el Doctor Jorge Fábrega,
en cuanto a la posibilidad de llevar la prueba de un proceso a otro, sólo cuando
en el primero ha habido análogas o similares oportunidades de contradictorio.
Se cita.

"...5.Pueden ser llevadas de otro tipo de proceso, sea penal, laboral,


contencioso, administrativo, incluso policivo, siempre que hubiere habido
análogas o similares oportunidades de contradictorio.

Por ello, no tendría valor prueba de sumarias, en que el opositor no tuvo


oportunidad de impugnarla. Es interesante el siguiente fallo de la Corte
Suprema de México:
'Los dictámenes periciales rendidos en la averiguación penal carecen de todo
valor en el proceso civil como prueba pericial, por cuanto a la parte contra quien
se propone no tuvo ocasión de nombrar perito de su parte, ni el juez pudo
haber designado en su caso el perito tercero en discordia, como lo establece el
estatuto regulador de esta probanza. Es decir, si se le diera valor de prueba
pericial a esos dictámenes, se produciría indefensión procesal'. Amparo dicto
7754/66. -Roberto Acuña. 2 de octubre de 1967, -5 votos- ponente: Ernesto
Solís López.

'Las copias certificadas de un juicio penal en las que se contienen un dictamen


pericial, no pueden tener efectos en un juicio civil, ni como prueba pericial no
como prueba documental; como prueba documental solo hacen fe respecto a
que diversos actos se llevaron a cabo en el juicio penal, pero como prueba
pericial no tienen eficacia si no se cumplieron las disposiciones del capítulo 21
del título primero del Código de Procedimiento Civil del Estado de Tamaulipas'.
Amparo directo 5897/66. Arnulfo Sánchez Rivera, 9 de octubre de 1967, -5
votos- ponente: Mariana Ramírez Vásquez." (Fábrega P., Jorge. Medios de
Prueba, la prueba en materia civil, mercantil y penal, Bogotá: Plaza & Janés,
Tomo II, 2001, p.734)

El resto de las pruebas que reposan en el expediente son de carácter


documental y las mismas no contribuyen en la probanza sobre la autenticidad o
no de la firma estampada en el testamento ológrafo de 16 de marzo de 2004.

Lo anterior, conduce a no poder reconocer al peritaje practicado en el presente


proceso la idoneidad para, sobre la base del mismo, considerar falsa la firma de
Mirtila Tuñón de Morón (q.e.p.d) plasmada en el testamento ológrafo de 16 de
marzo de 2004.
Adicional a ello, debe la Sala manifestar que tal como manifestó el recurrente
en su escrito de casación, el hecho de que no se haya acreditado en el
expediente que la causante no se encontraba incapacitada para testar, no es
una premisa para considerar que la firma del testamento ológrafo es falsa. Ello
constituye una excepción que no ha sido alegada en el proceso, por lo que
dicho error probatorio no influyó en lo dispuesto por el fallo recurrido.

De esta manera, la Sala debe desestimar el cargo de injuridicidad contenido en


los Motivos Primero y Cuarto del Recurso de Casación bajo análisis.

A través del Segundo Motivo, la Recurrente censura el valor probatorio que el


Ad quem asignó al poder (f.1) y al libelo de demanda (fs.2-4) presentados por la
parte actora, relativo a la veracidad del testamento.

Sobre la prueba en comento, el Tribunal Superior manifestó:

"De otro lado, observa esta Superioridad que la demandante en el Poder y


demanda establece como domicilio 'El Distrito de Soná, Corregimiento
Cabecera, Calle Manuel H. Arosemena, Casa número 1176, Provincia de
Veraguas', sin embargo, en el mismo libelo señala que la señora MIRTILA DEL
CARMEN TUÑÓN DE MORÓN (q.e.p.d.) falleció el día 30 de agosto de 2004
en el Corregimiento de Betania, Distrito de Panamá. De allí, entonces, que
debe entenderse que la demandante, aún cuando era la única hija de la
causante no vivía con la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN
(q.e.p.d.)."

A juicio de la Sala le asiste la razón a la parte impugnante en cuanto a la


censura formulada, pues, la coincidencia o no de domicilio entre actora y
causante no guarda relación con la veracidad o no de la firma dubitada.

No obstante, lo anterior, debe señalarse que dicho error probatorio no fue


determinante en lo resuelto por el fallo de segunda instancia, como requiere el
Recurso de Casación, pues fue la carencia de pruebas sobre la falsedad de la
firma, lo que llevó al tribunal de la alzada a la confirmación del fallo apelado.
Por tanto, se desestima también el cargo de injuridicidad contenido en el
Segundo Motivo del Recurso de Casación bajo análisis.

Para finalizar, la Sala debe también desatender la censura formulada a través


del Tercer Motivo, según el cual, el Tribunal Superior sólo reconoció valor
probatorio al dictamen pericial ofrecido por Manuel Llorente H. (fs.96-97), perito
de la parte demandada.

La apreciación de la parte Recurrente resulta incorrecta. Obsérvese que el


Tribunal Superior, luego de analizar los tres peritajes, los dos practicados en el
proceso, y el practicado en el proceso penal, señaló:

"Corolario de lo arriba expresado, el Tribunal es de la opinión que ni los


informes rendidos por los peritos que participaron en la prueba grafológica
realizada en el Juzgado de origen fueron concluyentes ..." (subraya la Sala)

Como puede verse, el Tribunal Superior desestimó, no sólo el peritaje


efectuado por la entonces Policía Técnica Judicial a solicitud de la parte actora,
sino también el peritaje de la parte demandada.

La Sala reitera, que lo decidido en el proceso obedeció a que el Tribunal de


segunda instancia consideró que la parte actora no cumplió con su deber
probatorio de acreditar en el expediente que la firma del testamento ológrafo es
falsa, tal como establece el C.C. Artículo 784 del Código Judicial.

Por lo expuesto, esta Sala debe resolver que no se han configurado los cargos
de injuridicidad ni las violaciones a las normas del Código Judicial y Código
Civil endilgadas por la apoderada judicial de la Recurrente a la Resolución
recurrida, por lo que procede desestimar por infundada la Causal de infracción
de normas sustantivas de derecho, por concepto de error de derecho en cuanto
a la apreciación de la prueba, objeto del presente Recurso de Casación.
En virtud de lo anterior, la Corte Suprema, SALA DE LO CIVIL, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, NO CASA la
Resolución de 3 de septiembre de 2009, dictada por el Primer Tribunal Superior
del Primer Distrito Judicial, dentro del Proceso Ordinario propuesto por GICELA
DEL CARMEN MORÓN TUÑÓN contra EDGARDO ERNESTO TUÑÓN
APARICIO, DAMARIS HAYDEE TUÑÓN, MANUEL ABDIEL TUÑÓN SÁNCHEZ
y MANUEL GREGORIO TUÑÓN SÁNCHEZ.

Las costas del Recurso de Casación a cargo de la parte Recurrente, tal como
dispone el artículo 1196 del Código Judicial, se fijan en la suma de Cincuenta
Balboas con 00/100 (B/.50.00).

Notifíquese y Devuélvase,

OYDÉN ORTEGA DURÁN

HERNÁN A. DE LEÓN BATISTA -- HARLEY J. MITCHELL D. (Con Salvamento


De Voto)

SONIA F. DE CASTROVERDE (Secretaria)

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO HARLEY J. MITCHELL D.

De manera respetuosa, no comparto lo expresado en el fallo, por lo siguiente:

-Se deja establecido que los peritos de la Policía Técnica Judicial concluyeron
que no era posible señalar a Mirtila Tuñón de Morón (q.e.p.d.) como su autora;
y se hace referencia también al informe del señor Manuel Llorente perito de la
parte demandada, quien concluyó que la firma es del puño y letra de Mirtila
Tuñón de Morón (q.e.p.d.), lo que es opuesto totalmente a lo señalado por los
peritos de la PTJ; por tanto, por ser uno de los informes en el que se estableció
que no correspondía la firma, no podía ser determinante para indicar que la
firma que se impugna, no es auténtica.
Se indicó en el tercer motivo como cargo de injuridicidad por el casacionista, en
cuanto a dicha prueba pericial que a pesar que existen dos peritajes
practicados, se le da valor únicamente en cuanto a la autenticidad al
testamento ológrafo tomando únicamente el peritaje que se practicó por el
perito de la parte demandada, sin tomar en consideración los principios
científicos en que se fundamentó, su relación con el material de hecho en
relación con las reglas de la sana crítica, como también la competencia y la
objetividad de los peritos, concluyendo que el testamento expedido por la
señora Mirtila Del Carmen Tuñon de Morón (q.e.p,d.) es verdadero, lo que viola
normas sustantivas de derecho que establecen que para que sea válido un
testamento ológrafo, es necesario que se haya firmado por el testador.

Se señala al respecto que (fs.17):

"La apreciación de la parte Recurrente resulta incorrecta. Obsérvese que el


Tribunal Superior, luego de analizar los tres peritajes, los practicados en el
proceso y el practicado en el proceso penal señaló:

"Corolario de lo arriba expresado, el Tribunal es de la opinión que ni los


informes rendidos por los peritos que participaron en la prueba grafológica
realizada en el juzgado de origen fueron concluyentes..." (subraya la Sala)

Como puede verse, el Tribunal desestimó, no sólo el peritaje efectuado por la


entonces Policía Técnica Judicial a solicitud de la parte actora, sino también el
peritaje de la parte demandada."

No obstante lo anterior, y luego de una atenta lectura la resolución de segunda


instancia se desprende, que el Ad-quem se refiere a los peritajes que se
efectuaron por los peritos de la antigua Policía Técnica Judicial tanto en el
presente proceso, como el de la esfera penal toda vez que fueron éstos los que
concluyeron que la firma de la causante en el testamento ológrafo no es de la
causante.
Lo anterior se desprende de parte medular del fallo de segunda instancia
cuando se señala:

"Corolario de lo arriba expresado, el Tribunal es de la opinión que ni los


informes rendidos por los peritos que participaron en la prueba grafológica
realizada en el juzgado de origen fueron concluyentes ni mucho menos el
dictamen de los peritos designados en la esfera penal arrojan convicción acerca
de que la firma de la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN
(q.e.p.d.) que aparece en la Escritura Pública N° 4766 de fecha 31 de marzo de
2005 de la Notaría Cuarta del Circuito Notarial de Panamá fue falsificada."
(fs.782)

Como se puede constatar de lo antes transcrito, a pesar que el Ad-quem valoró


los peritajes que se allegaron al proceso, el que no le causó convicción fue el
realizado por los agentes de la antigua Policía Técnica Judicial tanto en el
presente proceso como el que se llevó a cabo en la esfera penal, por ser los
que concluyeron que la firma de Mirtila Del Carmen Tuñón de Morón (q.e.p.d.)
fue falsificada.

Por tanto, es que no comparto lo indicado en la resolución respaldada por los


integrantes que conforman el resto de la Sala cuando se señala que el "Ad-
quem "desestimó, no sólo el peritaje efectuado por la entonces Policía Técnica
Judicial a solicitud de la parte actora, sino también el peritaje de la parte
demandada" (fs.17 de la resolución), ya que a criterio del Ad-quem no fueron
concluyentes los informes que señalan que la firma de la causante es
falsificada, criterio que corresponde a los peritos de la antigua Policía Técnica
Judicial tanto en el presente proceso, como el proceso que se llevó a cabo en la
vía penal; más no así el de la parte demandada, que concluyó que la firma sí
era de la causante.

Por lo anterior, respetuosamente, es que no comparto en cuanto a dicho


aspecto, la resolución respaldada por el resto de la Sala, razón por la cual,
SALVO MI VOTO.
Panamá, fecha ut supra.
HARLEY J. MITCHELL D.
SONIA F. DE CASTROVERDE (Secretaria) OTROS.

Análisis del fallo

Hechos del caso

La demandante alegó que la firma estampada en el testamento ológrafo no es


la de su madre, tratándose de una "mala falsificación, realizada por alguna o
algunas personas que no buscan más que causarle perjuicios al impedir que
reciba la herencia de su madre y que en derecho le corresponde."

El Juzgado Primero de Circuito de lo Civil del Primer Circuito Judicial de Panamá,


admitió la demanda propuesta y la corrió en traslado a los demandados, quienes
negaron los hechos que la sustentan.

Luego de cumplidas las etapas procesales correspondientes, el Juzgado A quo,


mediante la Sentencia No.32 de 9 de agosto de 2007, denegó la pretensión y
condenó a la demandante al pago de B/.3,500.00 en concepto de costas.

La decisión del Juez A-quo obedeció a que, a su juicio, el peritaje caligráfico


adelantado por Manuel Llorente determinó que la firma estampada en el
documento sí pertenecía a Mirtilda Tuñón de Morón (q.e.p.d.), tiene "mayor valor
probatorio" que el efectuado por Eugenio A. Medina, Perito Grafo-crítico del
Ministerio Público, quien estableció que la firma no fue estampada por la
prenombrada, toda vez que esta última experticia carece de sustento crítico y
refleja un análisis superficial.

Disconforme con lo resuelto, la demandante interpuso Recurso de Apelación


contra la Sentencia del Juzgado Primero de Circuito de lo Civil del Primer
Circuito Judicial de Panamá y al surtirse la alzada, el Primer Tribunal Superior del
Primer Distrito Judicial, mediante Resolución de 3 de septiembre de 2009,
confirmó lo resuelto.

Al motivar su decisión, el Tribunal Superior explicó lo siguiente:


"... los peritos, como expertos en determinadas materias, son sólo colaboradores
de la justicia, de allí, entonces, que sus dictámenes no son necesariamente
vinculantes ni producen efectos jurídicos per se. Ello es así, ya que la valoración
de estos le compete única y exclusivamente al Juez, en atención de lo que
dispone el artículo 980 del Código Judicial.

Dicho lo anterior, explica el Tribunal que para determinar la autenticidad o no de la


firma plasmada por la señora MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN DE MORÓN
(q.e.p.d.) en el Testamento ológrafo de fecha 16 de marzo de 2004 ..., se
practicaron dos pruebas grafológicas, ..., peritajes estos de los cuales se
obtuvieron resultados contradictorios entre sí.

El peritaje realizado por los expertos de la antigua Policía Técnica Judicial


arribaron a la siguiente conclusión: 'no podemos señalar a la señora MIRTILA DEL
CARMEN TUÑÓN GÓMEZ (q.e.p.d.) como autora de la firma; mientras que el
perito designado por la parte demandada concluyó que 'La firma plasmada en un
Testamento ológrafo, que fuere elevado a escritura Pública del 31 de marzo de
2005, específicamente donde dice MIRTILA T. DE MORON, fue realizada
mediante puño y letra de dicha Ciudadana' (ver fojas 98-99 del expediente).

Adicionalmente aportaron al Tribunal copia autenticada del expediente penal


contentivo de las sumarias seguidas a los señores MANUEL GREGORIO TUÑÓN,
DAMARIS HAYDEE TUÑÓN DE RODRÍGUEZ, MANUEL ABDIEL TUÑÓN
SÁNCHEZ y EDGARDO TUÑÓN APARICIO, por la presunta comisión del delito
contra la Fe Pública, en perjuicio de la señora GICELA DEL CARMEN MORÓN
TUÑÓN, dentro del cual también se practicó un peritaje grafológico por agentes de
la antigua Policía Técnica Judicial (Armando A. Gaitán B., Perito Grafocrítico, y la
Licenciada Adelaida Navarro E., Asistente a Perito), el cual arrojó una conclusión
similar a la que arribaron los peritos de la antigua Policía Técnica Judicial en el
presente proceso de conocimiento, es decir, que 'no podemos señalar a la señora
MIRTILA DEL CARMEN TUÑÓN GÓMEZ (q.e.p.d.) como autora de la firma
cuestionada visible en el Testamento ológrafo fechado 16 de marzo de 2004
El Tribunal es de la opinión que ni los informes rendidos por los peritos que
participaron en la prueba grafológica realizada en el Juzgado de origen fueron
concluyentes ni mucho menos el dictamen de los peritos designados en la esfera
penal arroja convicción acerca de que la firma de la señora MIRTILA DEL
CARMEN TUÑÓN DE MORÓN (q.e.p.d.)

En resumen, como quiera que no existe mérito legal para variar lo resuelto por la
Juez primaria (Suplente) en la sentencia venida en apelación, se hace, entonces,
imperativo la confirmación de dicha resolución judicial."

Es contra esta Resolución de segunda instancia que la apoderada judicial de la


actora ha formalizado el Recurso de Casación en el fondo que conoce en esta
ocasión la Sala y, en consecuencia, procede a examinar la Causal invocada y el
Motivo que la sustenta.

En el fallo de la corte, no caso la sentencia por el hecho de que estableció que la


parte actora, es decir, la demandante no pudo comprobar la falsedad de la firma
de la Sra. Mirtilda del Carmen Tuñón de Morón (q.e.p.d.). Sin embargo, el

Magistrado HARLEY J. MITCHELL D. hace un salvamento de voto expresado lo

siguiente:

fallo N°2

DEMANDA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA DE PLENA JURISDICCIÓN


INTERPUESTA POR EL LICENCIADO OLMEDO MARIO CEDEÑO EN
REPRESENTACIÓN DE ELÍAS ALMANZA FLORES, PARA QUE SE DECLARE
NULA, POR ILEGAL, EL ACTA DE LECTURA DE TESTAMENTO CERRADO
OLÓGRAFO, EMITIDO POR EL JUZGADO DÉCIMO QUINTO DE CIRCUITO DE
LO CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO JUDICIAL DE PANAMÁ Y PARA QUE SE
HAGAN OTRAS DECLARACIONES. PONENTE: WINSTON SPADAFORA F.
PANAMÁ, CATORCE (14) DE NOVIEMBRE DE DOS MIL SIETE (2007).

Hechos

Juez Decimoquinta de Circuito de lo Civil, no accedió a la solicitud de


protocolización del testamento cerrado presentado por el Dr. Benigno Vergara,
Notario Público Octavo del Circuito de Panamá, después de arribar a la conclusión
de que el mismo no provenía del señor VELÁSQUEZ MUÑOZ (q.e.p.d) porque el
número de cédula legible en el testamento no correspondía al que aparece en el
certificado de defunción.

Decisión

Esta función del Juez de Circuito está contemplada en el C.C. Artículo 722 del
Código Civil lo siguiente: "El testamento ológrafo deberá protocolizarse,
presentándolo con este objeto al Juez de Circuito del último domicilio del testador,
o al de lugar en que éste hubiese fallecido dentro de cinco años, contados desde
el día del fallecimiento. Sin este requisito no será válido". Seguidamente, el C.C.
Artículo 746 ibídem dispone que "Para la apertura y protocolización del testamento
cerrado, se observará lo prevenido en el Código Judicial".

En este sentido, dispone el artículo 1495 del Código Judicial que practicadas una
serie de diligencias sobre el testamento que demuestren que el mismo es
auténtico, el Juez procederá a abrirlo y extraerlo a fin de darle lectura en presencia
de los concurrentes, para posteriormente firmarlo en cada una de sus hojas y
ordenar que sea protocolizado en la oficina del Notario correspondiente (Cfr. art.
724 del C.C.)

Respecto al acto de apertura y protocolización del testamento ológrafo cerrado,


destacamos que constituye una facultad jurisdiccional del Juez de Circuito, de
conformidad con lo preceptuado en los artículos 722 del Código Civil y 1495 del
Código Judicial

En mérito de lo expuesto, se concluye que el acto impugnado no es


administrativo sino jurisdiccional, que pertenece a la esfera civil, por lo que la
Sala Contenciosa carece de competencia para pronunciarse sobre su legalidad o
ilegalidad, por lo que resulta improcedente darle curso a la demanda presentada,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 50 de la Ley 135 de 30 de abril de
1943.
Por consiguiente, la Sala Tercera de la Corte Suprema, representada por el
Magistrado Sustanciador, administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley, NO ADMITE la demanda contencioso administrativa de plena
jurisdicción interpuesta por el licenciado Olmedo Mario Cedeño en representación
de ELÍAS ALMANZA FLORES para que se declare nula por ilegal, el Acta de
Lectura de Testamento cerrado Ológrafo emitido por el Juzgado Decimoquinto de
Circuito de lo Civil del Primer Circuito Judicial de Panamá.

Análisis

El fallo es bastante claro al declarar su incompetencia ante este caso por no tener
jurisdicción, sin embargo, es bastante preocupante no poder tener un recurso de
apelación ante este caso y que la única persona que esta facultada para poder
decidir sobre esta problemática sea el juez de circuito, según las solemnidades
que la ley establece.

7. Modelos de testamentos comunes


Yo, Gustavo Antoni, chileno, identificado con4-8-123-982, en la calle flores, Paitilla
edificio aventura apt 18, Panamá, ciudad de Panamá, deseando testar en forma
ológrafa, declaro mi voluntad de hacer testamento, nombrando

heredero de todos mis bienes muebles e inmuebles a mi cónyuge Ana María


Jiménez.

En tanto y en cuanto mis dos hijos sean menores y yo falleciere antes de su


mayoría de edad le nombre tutor a la señora Ana María Jiménez, domiciliada en la
calle flores, Paitilla edificio aventura apt 18B quien se identifica con CI 8-982-123.

Es mi deseo que al fallecer mi cuerpo sea incinerado y las cenizas sean


esparcidas en el Mar Caribe.
Además, nombro albacea al señor Juan Manuel Andrade, identificado con DNI N°
21436587, domiciliado en la calle mabry Clayton Hill apt 2B que se cumplan mis
disposiciones de última voluntad.

Revoco todo otro testamento que hubiere hecho antes de ahora, debiendo
prevalecer estas disposiciones, que son la expresión de mi última voluntad. Y no
teniendo más que disponer firmo este testamento, escrito de mi puño y letra a los
29 días del mes de febrero de 2012, en la ciudad de Panamá.

(Firma)

Modelo de testamento abierto

ESCRITURA NÚMERO DIEZ (10).

– TESTAMENTO ABIERTO.

– En la Ciudad de Panamá, a las diez y cuarenta Minutos de la Mañana, del día


veintiocho de Febrero del año Dos Mil Siete.

– Ante mi JIMMY ALBERTO LOPEZ, Abogado y Notario Público, de este domicilio


y residencia y en presencia de los testigos instrumentales, idóneos, de mi
conocimiento personal, de lo que doy fe señores: GUADALUPE MARIA RUIZ,
Enfermara, soltera , Licenciado Luis Javier Flores Pérez, Economista, casado, y la
señora ANA RAMOS, SOLTERA, DOMESTICA, los tres son mayor de edad, de
este domicilio, Nicaragüenses hábiles por la ley para testificar en esta clase de
actos, compadece accionando en su propio nombre don. JUAN JESUS MENESES
REYES, mayor de ochenta años, casado, agricultor y del Diriomo, a quien doy fe
de conocer y de que a mi juicio tiene memoria y voluntad dice: que deseando
disponer de sus bienes para después de su muerte, otorga este su testamento
solemne abierto, en la forma siguiente:

Declara
PRIMERO: Que es católico, apostólico, y romano en cuya religión ha nacido vivido
y desea morir.

SEGUNDO: Que es casado civilmente y por ritos de la iglesia católica, con Doña
Isabel Mercado, que aún vive, y con quien procreó los siguientes hijos: MIGUEL
ANGEL, JOSE RAMON, ELBA MARIA, ALBARO JOSE, LUISA ISABEL, todos de
apellidos MENESES Mercado y todos mayor de edad, acepción de JOSE
RAMON;

TERCERO: Que sus bienes consisten en una pequeña finca con una casa de 10
hectáreas, en la provincia de Chiquirí, de la palta cultivada la mitad de café y el
resto para sembrar árboles frutales, y una casa paredes de ladrillo techo de tejas,
cuya escritura conserva en su poder, inscrita en el registro público de la Propiedad
Inmueble, con número diez y ocho mil seiscientos setenta y cinco, folio ochenta y
uno y ochenta y dos, del tomo doscientos ochentas y dos, asiento número uno,
libro de Propiedades.

CUARTO: Que instituye como sus únicos y universales herederos por partes
iguales a sus ya expresados hijos, debiendo hacer de dicha finca el lote que le
corresponde como cuarta conyugal a su esposa, que será precisamente en la
parte donde está construida la casa con un aria que su albacea señalara.

QUINTO: Que nombra Albacea o Ejecutor Testamentario a su ya expresado hijo


Miguel Ángel Meneses Mercado, quien como tal Sabrá hacer en forma equitativa
la división de la finca por lotes de igual aria para todos inclusive el lote de su
madre.

SEXTO: Que los gastos de sus funerales, enfermedad que cause su muerte, y
demás exequias fúnebres y misas por su alma, será de cuentas de sus herederos.
— que aprecia el valor de sus bienes en la suma de un millo de córdobas; que
nunca ha otorgado testamento, y si alguno apareciera lo revocare expresamente,
pues solo quiero que este valga, como su última y deliberada voluntad.
–Así se expresa el testador Señor JUAN JESUS MENESES REYES, a quien
advertí e hice conocer el valor y trascendencias legales de los términos de este
testamento y el de las especiales que contiene, que envuelven renuncias y
estipulaciones implícitas y explícita y la necesidad que hay de inscribir copia del
presente en el Registro competente. -

Igualmente certifico y doy fe que recibí de viva vos del testador, en presencia de
los nominados testigos, instrumentales, las anteriores disposiciones que yo el
Notario redacté en seguida, que todo se practicó sin interrupción en un solo acto,
que el testador siempre estuvo a la vista del suscrito Notario y testigos, de modo
que todos veíamos, oíamos, y entendíamos, que los testigos son de notoria buena
conducta, saben leer y escribir, perfectamente hábiles, sin vínculo alguno con el
suscrito Notario, testador y asignatarios, y que se han cumplido con todas las
formalidades prescrita con los Títulos Noveno y Décimo del código Civil.

– Leído que fue todo este Testamento al testador, Señor JUAN JESUS MENESES
REYES en voz alta y clara, en presencia de los nominados testigos, el testador le
dio su aprobación aceptándola y ratificándola en todas y cada una de sus partes,
sin hacerle modificación alguna y manifestando

que es su voluntad la que quiere se cumpla. – Firman todos conmigo menos el


testador que no lo hace por su edad, pero a su ruego hecho a mi presencia firma
el primer testigo. – Doy fe de todo lo relacionado. – R. LOGO. – A. RUIZ. - ANA
RAMOS. - JIMMY ALBERTO LOPEZ. –
Conclusión

Los testamentos comunes, como todo acto jurídico, requieren el cumplimiento


formalidades prescritas en la ley. Según estas formalidades se determinará su
categoría de testamento, sus actuaciones ante el notario, su número de testigos y
sus beneficios para el testador y costas.

Según su cumplimiento, el resultado podrá ser el cumplimiento de la última


voluntad del testador y el beneficio de sus causahabientes, o una causal de
nulidad que tome extensas sesiones para subsanarlo.

Las formas de testar comunes son tres tipos: ológrafas, cerradas y abiertas.
Donde las abiertos son aquellos en los que se lee el pliego y las cláusulas
testamentarias frente a los testigos y el notario. El cerrado las cláusulas
testamentarias se mantienen privadas únicamente a los ojos del testador, pero de
igual forma se debe hacer ante testigos y notario para verificar la valides. ológrafo
se hace de puño y letra por el testador.

Una de las características principales que comparten estos tres testamentos es


que se debe hacer delante de testigos para que pueda ser válido. Y dentro de su
solemnidad debe ser por escrito el mismo.

Dentro del derecho comparado, pudimos observar que nuestro Código Civil y
específicamente en la parte de formas de testar tiene muchas similitudes con el
Código Español, en el caso de México y Chile también tiene varias similitudes,
pero también diferencias como en el caso de la legislación mexicana que cuenta
con un tipo de testamento que no contempla nuestra legislación que es el
testamento público simplificado.

Bibliografía

Compendio de Derecho Sucesoral. Mario Echeverria Esquivel y Mario Echeverria


Acuña. Universidad Libre de Colombia. Cartagena, Bolivar, Colombia, 2011.
SUCESIONES Y TESTAMENTOS EN EL DERECHO INTERNACIONAL
PRIVADO, Verónica Zambrano Copello, Facultad de Derecho de la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Lima, Perú
TOMO I, Derecho Sucesorio tercera edición, Ramón Domínguez Benavente y
Ramón Domínguez Aguila. Editorial: Jurídica de Chile, Santiago, Chile. 2011.
Derecho de Familia y Sucesiones, Biblioteca jurídica del Instituto de
Investigaciones Jurídicas UNAM, México.
Derecho civil sucesiones. Universidad Peruana los Andes, 2012.
LASARTE, C., Derecho de Sucesiones: Principios del derecho civil, Madrid, 2007.
Compendio de derecho civil; derecho de sucesiones, V, Madrid, 2004. Coord.
LLEDÓ YAGÜE, F. y MONJE BALMASEDA, O.
FERNANDEZ DOMINGO, J. I., Derecho de Sucesiones, Madrid, 2010.
VALENCIA ZEA Arturo, Derecho Civil, Tomo VI, Editorial Temis.

Вам также может понравиться