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Notas para una conversación: Preparándonos para el bicentenario, Darío Fajardo Montaña,
Universidad Externado de Colombia, 2009.
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Junto con todo esto también se encuentra relacionado el conflicto armado,
puesto que es por este último que ha sido afectado el agro colombiano y se
han solicitado políticas de internalización.
Esto lleva a que el autor analice la agricultura en el comercio internacional,
como punto central aconseja que Colombia tiene que contemplar
negociaciones más profundas para proteger aspectos importantes de su
producción interna y de esta manera obtenga beneficios importantes en la
exportación, también proteger productos estratégicos para la seguridad
alimentaria y asegurarse que los acuerdos comerciales no representen un
obstáculo para las regiones en desarrollo principalmente rurales. La orientación
que se le da a el aprovechamiento de los recursos naturales también tiene que
ver con el seguimiento a las tecnologías depredatorias como lo son la
ganadería y los cultivos con uso de fuertes insecticidas o incluso la extracción
no sostenible de recursos renovables y no renovables.
Las preocupaciones de la producción son una cuestión importante en este
texto, porque además de no tener claro como establecer las bases de una
producción también esta atento el riesgo que representa el mercado mundial,
como lo critica el autor
“…la articulación de la economía colombiana con los mercados mundiales
dentro de los términos impuestos por los acuerdos con la Organización Mundial
del Comercio (OMC) genera condicionantes tanto para la colocación de la
producción nacional en los mercados externos como para la competencia de
esta misma producción en los mercados nacionales con la oferta procedente
de otros países”. (p.2).
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Se concluye que reorganizando la productividad se obligara que la producción
campesina se establezca en la industria comercial y pueda amoldarse a la
demanda, facilita que controle la oferta y fortalece la distribución a mediante la
organización de los productores.
Respecto a la pregunta que el mismo autor se hace “¿Dónde sembrar?”, el
contextualiza que:
“es necesario tener en cuenta no solamente en dónde se obtiene la producción
sino también la conveniencia de esta localización desde el punto de vista de la
ubicación de la población y de la vocación de esos ecosistemas para tales
desarrollos productivos, lo cual puede implicar inducir cambios en el sistema de
asentamientos en términos de la distribución espacial de la población, la
distribución campo-ciudad de los recursos fiscales y la asignación efectiva de
usos de los espacios según sus vocaciones”. (p.4).
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un impacto social al consciente colectivo, donde se revalore culturalmente la
vida rural.
Para concluir solo queda agradecer al autor por su excelente trabajo y buena
objetividad, de igual manera recomendar al lector indagar más a fondo sobre
las recientes políticas agrarias, para una mayor reflexión del tema y por último
dejar en el aire una interrogante surgida en el desarrollo de esta breve reseña
¿Qué tan preparada esta Colombia para adoptar este tipo de políticas de
ordenamiento y cual seria el papel de la oligarquía colombiana en relación a las
mismas?