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Nacimiento de San Juan Bautista

Hay dos rarezas litúrgicas hoy, que un domingo se celebre un santo, ya que el domingo es el día del
Señor y salvo una fiesta patronal, no se celebran los santos. La otra, que de este santo no se celebra
el dia de su muerte o nacimiento a la vida eterna sino su nacimiento temporal, Ya que es el
nacimiento de San Juan Bautista. Cuál es la explicación a estas rarezas?

En primer lugar que la Iglesia siempre ha tenido una gran honor a San Juan Bautista, que no es mas
que el honor que le dio nada menos que Jesucristo: “No hay nacido de mujer mas grande que Juan el
Bautista”. El fue el último de los profetas del A. T. e introduce y prepara el camino del Mesias y la
revelación definitiva del N. T. San Agustín afirma: “Juan, pues, parece ser una especie de límite
entre los dos Testamentos, el Antiguo y el Nuevo. Que él es, en cierta manera, un límite, como acabo
de afirmar, lo atestigua el mismo Señor al decir: La ley y los profetas llegan hasta Juan bautista5. Es,
pues, la personificación de la antigüedad y el anuncio de la novedad.” . (San Agustín sermón 293)

En segundo lugar, se celebra su nacimiento porque es un nacimiento del todo único junto con el de
Jesus. Fue santificado en el seno. Cuando Maria visita a su prima, al saludar aquella a esta el niño
salto de gozo en su vientre. Nacimiento rodeado de tantos misterios: el papa queda mudo, la mama
anciana, se le cambia el nombre y no sigue la tradición cultural. Junto al Nacimiento de Jesucristo
solo la Iglesia celebra este: Dice San Agustín, hermosamente en un sermón del santo, comparando
los dos nacimientos: “Juan nace de una anciana estéril, y Cristo de una jovencita virgen. A Juan lo da
a luz la esterilidad, y a Cristo la virginidad. En el nacimiento de Juan, la edad de los padres no era la
adecuada, y en el de Cristo no hubo abrazo marital. Juan es anunciado por un ángel que lo proclama;
Cristo es concebido por el anuncio del ángel. No se da crédito al nacimiento de Juan, y su padre
queda mudo; se cree el de Cristo, y es concebido por la fe. Primero llega la fe al corazón de la
virgen; luego le sigue la fecundidad en el seno de la madre.” (San Agustín sermón 293)

Las fechas de sus nacimientos. Son seis meses de diferencia. San Agustin bellamente escribe:
[ Además, que todo hombre debía humillarse ante Cristo, y, en consecuencia, también Juan, y que el
hombre Cristo debía ser exaltado como Dios, lo demuestra tanto el día de sus respectivos
nacimientos como el género de muerte de uno y otro. Juan nació en el día de hoy, fecha en que
comienzan a disminuir los días; Cristo nació el 25 de diciembre, fecha a partir de la cual comienzan
a crecer. (San Agustin, sermon 287)

Y como decíamos, recibe otro nombre. En Israel, los nombres eran descriptivos. Algunas
veces recordaban algún detalle de su nacimiento, como en el caso de Esaú y Jacob (Génesis 25:25,
26). Otras veces describían al bebé: Labán, por ejemplo, quiere decir blanco o rubio. A veces se le
ponía el nombre del padre. A menudo el nombre describía la alegría de los padres: Samuel y Saúl,
por ejemplo, querían decir pedido (a Dios). Otras veces el nombre era un testimonio de la fe de los
padres: Elías, por ejemplo, quiere decir Jehová es mi Dios; en tiempos de culto a Baal, los padres de
Elías confesaban su fe en el Dios verdadero.
Elisabet, para sorpresa de los presentes, dijo que su hijo se tenía que llamar Juan, y Zacarías
también manifestó el mismo deseo. Juan es la forma breve de Yehojanán, que quiere decir regalo de
Jehová, o Jehová es misericordioso. Era el nombre que Dios había dicho que se le pusiera al niño, y
que describía la gratitud de los padres por tan precioso y ya inesperado regalo de Dios.

Ese niño tenía una misión grande. Y Dios lo hace resaltar con estos misterios.

Todos los conocidos y los que se enteraban del maravilloso suceso se preguntaban: «¿Qué
llegará a ser este niño?>

Juan Bautista, ya desde su seno es llamado a ser el gran profeta. Dice San Agustin: “se
muestra como profeta ya en el seno de la madre. Aun antes de nacer exultó de gozo en el seno de su
madre ante la presencia de Santa María. Ya entonces se declaró; se declaró aun antes de nacer;
aparece de quien es precursor antes de que le vea. Son misterios divinos que exceden la medida de la
fragilidad humana.

En la primera lectura. Se habla del Mesías, el modelo de todo hombre. El Señor me llamó
desde el seno materno, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre…. el Señor me formó
desde el seno materno para que yo sea su Servidor.

David en el salmo da gracias por esos momentos en el seno de su madre y se maravilla:

Tú creaste mis entrañas,


me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado

de manera tan admirable.


¡Qué maravillosas son tus obras!
y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,

cuando era tejido en lo profundo de la tierra.

Este misterio nos ilumina los acontecimientos que estamos viviendo. Que importante es para
Dios la vida incluso en el seno de la madre. No lo dice la ciencia, no lo dicen las encuestas, lo dice la
Palabra de Dios. La dignidad que le da Dios a sus seres creados.

Y es que cada niño es un racimo de posibilidades. Había un antiguo maestro latino que
siempre hacía una profunda reverencia ante la clase antes de empezar la lección. Cuando le
preguntaban por qué, él contestaba: «Porque nunca se sabe lo que uno de estos niños va a llegar a
ser.» Nos tenemos que inclinar incluso ante un niño en el seno de su madre.

Desde el momento que se da la vida. Hay un plan divino sobre ese niño. No importan las
circunstancias por las cuales vino al mundo. No depende la vida y la dignidad de las personas de lo
que sean los padres. Y tampoco en las condiciones en las que este el hijo.
Una anécdota muy comentada de nuestro personaje es la referente a un debate que tuvo en la
televisión francesa; en el curso del mismo, el doctor Lejeune le preguntó a su oponente:

-Un padre sifilítico y una madre tuberculosa tuvieron cuatro hijos: el primero nació ciego, el
segundo murió al nacer, el tercero nació sordomudo, y el cuarto es tuberculoso. La madre queda
embarazada de un quinto hijo. ¿Qué haría usted?

-Yo interrumpiría ese embarazo.

-Tengamos un minuto de silencio. Usted le ha quitado la vida a Beethoven.

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