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INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO II

UNIDAD I: HECHOS Y ACTOS JURIDICOS


El hecho es aquel acontecimiento que uno puede percibir a través de los
sentidos. Por ejemplo, nacer, caminar, morir. Según quien sea el autor del
hecho, se distingue entre hechos de la naturaleza y hechos del hombre o
humanos.
Los de la naturaleza son aquellos que se producen sin la intervención del
hombre. Por ejemplo, muerte, nacimiento, granizo. En principio, no producen
consecuencias jurídicas, salvo que la ley se refiera a ellos. Por ejemplo, seguro
contra granizo. Estos se denominan hecho simple.
Los del hombre son aquellos que interviene el hombre, ya sea de manera
voluntaria o involuntaria, y que siempre produce consecuencias jurídicas.
Conforme el articulo 257, el hecho jurídico es el acontecimiento que, conforme
al ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción de
relaciones o situaciones jurídicas (art. 257). El nacimiento es la creación del
derecho. La modificación es la alteración de ese derecho en calidad o
cantidad. La extinción es la terminación del derecho. No es lo mismo que
muerte porque no implica que se terminen los derechos, pueden continuar en
otra persona.
Los hechos humanos se pueden dividir en voluntarios o involuntarios. Los
hechos voluntarios son aquellos actuados con discernimiento, intención y
libertad y manifestados por un hecho exterior. Los hechos involuntarios son
aquellos actuados sin discernimiento, intención o libertad.

Análisis de la definición de hecho jurídico


1- Acontecimiento. La doctrina considera que el termino acontecimiento
comprende toda circunstancia a la cual la norma liga o establece una
consecuencia jurídica, no deteniéndose en el hecho material. El CCCN
adopta esta teoría.
Otras doctrinas que sostienen que acontecimiento hace referencia al
mundo exterior, a un tiempo y espacio determinados. No pasa
desapercibido, es percibido por nuestros sentidos. Para ser hecho
jurídico, debe ser relevante para nuestros sentidos.
2- Relaciones y situaciones jurídicas. Será considerado hecho jurídico el
que incida de alguna manera en las relaciones y situaciones jurídicas
subjetivas, dando lugar al nacimiento, modificación o extinción de
derechos subjetivos o deberes jurídicos.

El simple acto lícito es aquella acción voluntaria no prohibida por la ley, de la


que resulta alguna adquisición, modificación o extinción de relaciones o
situaciones jurídicas (art. 258). Son actos en los que la parte que los ejecuta
no persigue ninguna finalidad juridica, aunque la ley puede asignársela y por
ello constituyen hechos jurídicos. Para que la acción constituya un acto y no
un hecho, la misma debe ser voluntaria y licita. Un delito es un simple acto
ilícito a menos que medie voluntad.
Frente a estos actos voluntarios simples están aquellos actos voluntarios que
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sí tienen por finalidad inmediata establecer entre las personas relaciones
jurídicas, que se denominan actos jurídicos.

El ACTO JURÍDICO es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la
adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas (art.
259). Lo que hace que sea un acto jurídico es la voluntad de las partes que
determinan los efectos del acto. Para que un acto sea voluntario, éste debe
reunir discernimiento, intención y libertad y la voluntad debe ser manifestada o
exteriorizada.

La diferencia entre el simple acto licito y el acto jurídico radica en la finalidad


del agente y su incidencia sobre el efecto jurídico. En el simple acto licito, la
producción del efecto jurídico nace de la ley con total prescindencia de la
voluntad de quien actúa. En cambio en el acto jurídico, el efecto jurídico se
produce porque el sujeto lo quiere.

El acto jurídico tiene dos aspectos: (1) el elemento subjetivo que es aquel
considerado internamente, es decir, el discernimiento, intención y libertad; (2)
el elemento objetivo es aquel considerado externamente, es decir, la
manifestación o exteriorización del acto.

Por un lado, el elemento subjetivo o condiciones internas son las siguientes:

1) Discernimiento: es la cualidad o facultad del sujeto por la cual conoce y


distingue lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, lo conveniente de lo
inconveniente. Por medio de esta capacidad, el sujeto suministra sus
deliberaciones que le van a poder permitir elegir lo bueno y lo malo. Es la
madurez intelectual para razonar, comprender y valorar el acto y sus
consecuencias. Esta capacidad se adquiere con la edad o madurez del sujeto.
Se adquiere a partir de los 10 años.
Los vicios del discernimiento son: la inmadurez, la demencia y lo que la norma
llama oscurecimiento, la privación del discernimiento provocada por una
cuestión fisiológica, drogas, alcohol.

2) Intención: es la voluntad del sujeto de llevar a cabo el acto. Se trata del


discernimiento aplicado a un acto en concreto. Habrá intención en el acto
cuando exista adecuada correspondencia entre lo entendido y lo actuado,
cuando se ha realizado el acto tal como se pensó llevarlo a cabo.
Los vicios de la intención son: error (consiste en la falta de conocimiento o
conocimiento errado) y dolo (es el error inducido: una persona expresa su
voluntad para que otra se equivoque. Esto hace que no se celebre de forma
intencional el acto. El otro hace que caiga en el error).

3) Libertad: es la posibilidad que tiene el sujeto de poder elegir libremente


entre varias opciones, con ausencia de coacción externa. Es la posibilidad de
elegir entre ejecutar o no el acto, sin ningún tipo de presión, ya sea ideológica
o física.

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Los vicios de la libertad son: violencia o intimidación, la fuerza externa que se
ejerce sobre el sujeto que se desea que otorgue el acto.

Por el otro, el elemento objetivo o condición externa consiste en la


exteriorización del acto, que se manifiesta a través de la declaración de la
voluntad mediante la cual manifiesta su deseo y lo da a conocer a los demás.
La manifestación de la voluntad es una conducta mediante la cual se
exterioriza la voluntad del agente. Esta conducta puede consistir en dichos o
hechos. Los primeros pueden ser dichos hablados o escritos; los segundos son
acciones del sujeto, traducidas generalmente en gestos.
Excepcionalmente, la declaración de la voluntad puede hacerse por vía
omisiva, esto es, el silencio. Para que ello acontezca es necesario que la ley,
la convención de las partes, los usos o practicas hayan previsto asignar este
valor declarativo al silencio.

Existen distintas teorías sobre esta exteriorización:


1) Teoría de la voluntad: Savigny considera que el efecto jurídico se produce
por consecuencias de la voluntad interna, y no por la declaración que de ella
se hace. Sostiene que la voluntad interna es la única que tiene valor de
obligación, pero el publico solo conoce esta voluntad por su declaración. Una
persona no está obligada por su declaración de voluntad, sino porque adquirió
un compromiso que creó para ella una obligación moral y jurídica; la
declaración revela simplemente la existencia del compromiso.
2) Teoría de la declaración: esta teoría hace prevalecer la declaración de
voluntad por encima de lo querido efectivamente por el autor de ella. En
principio, porque la declaración de voluntad es entendida en una doble función:
comunicación y autodeterminación. Al ser determinante, la declaración de
voluntad tiene por finalidad inmediata un cierto efecto jurídico. Y al ser
manifestación de comunicación social, es interpersonal, y debe tenerse en
cuenta cómo ese tercero pudo haber entendido la declaración.
La respuesta del por qué prevalece la declaración por encima de lo querido
internamente, emana de dos razones fundamentales: (i) la primera es que la
relación jurídica no nace de la voluntad, sino de la declaración; (ii) la segunda
tiene como fuente la idea de responsabilidad del declarante por el significado
de su declaración, la cual le es imputable.
3) Teoría intermedia: teoría que establece que, para que exista declaración de
voluntad, la misma debe ser receptiva, es decir, que la otra parte la pueda
comprender y que esta declaración prevalece sobre la declaración interna. La
voluntad interna queda supeditada a la declaración receptiva. Esta declaración
receptiva se puede dar entre ausentes o presentes. La diferencia es que entre
presentes se puede consentir o no en el momento y entre ausentes, no.
Esta declaración de la voluntad implica una manifestación de la voluntad que
puede ser: (i) formal o no formal, dependiendo de si la ley establece una forma
o no; (ii) expresa o tacita, dependiendo de si la persona lo determina por
escrito o mediante sus acciones; (iii) receptiva o no receptiva, dependiendo de
si esta determinado o no a quien va dirigida.

ARTÍCULO 262. Manifestación de la voluntad. Los actos pueden exteriorizarse


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oralmente, por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución de un hecho
material.

Silencio como manifestación de la voluntad. El principio general es que el


silencio no es una forma de expresión de la voluntad, aun cuando siga a un
acto o a una interrogación proveniente de terceros. No obstante, existen casos
en que la ley establece que es una manifestación de la voluntad: (i) cuando la
ley así lo determine; (ii) en relaciones de familia; (iii) cuando existe relación
entre el silencio actual y las manifestaciones anteriores o posteriores.
ARTÍCULO 263. Silencio como manifestación de la voluntad. El silencio
opuesto a actos o a una interrogación no es considerado como una
manifestación de voluntad conforme al acto o la interrogación, excepto en los
casos en que haya un deber de expedirse que puede resultar de la ley, de la
voluntad de las partes, de los usos y prácticas, o de una relación entre el
silencio actual y las declaraciones precedentes.

Declaración tácita de la voluntad. Es la declaración que proviene de aquellos


actos por los cuales se puede conocer con certidumbre la existencia de la
voluntad. Son actuaciones de voluntad y comprende aquellos casos en los que
la exteriorización de la voluntad se hace a través de actos realizados con otra
finalidad, pero de los cuales ella se puede inferir. Procede cuando no hay
declaración escrita cuando no existe protesta, es decir, manifestación
contraria.
ARTÍCULO 264. Manifestación tácita de voluntad. La manifestación tácita de la
voluntad resulta de los actos por los cuales se la puede conocer con
certidumbre. Carece de eficacia cuando la ley o la convención exigen una
manifestación expresa.

Vicios del acto voluntario o jurídico. Es una anomalía que surge o existe al
momento de otorgar el acto. Esto hace que se disminuya o altere los efectos
normales de ese acto.
1) Error: consiste en creer que es cierto un conocimiento que en realidad es un
conocimiento falso. Esto ocurre por varias causales: descuido, falta de
atención, negligencia, problemas de visión. La persona no toma los recaudos
necesarios para que la voluntad sea efectiva. El error proviene de la propia
persona. Esto es lo que lo diferencia del dolo, que es el error inducido por otra
persona. Existen dos tipos de error:
- De hecho: la falta de conocimiento o error de conocimiento sobre un hecho.
Error debe ser esencial o determinante de celebrar el acto, es decir, que
provoque la nulidad. El efecto es la nulidad. Para que sea considerado vicio,
debe ser esencia e inexcusable. Este error debe recaer sobre la naturaleza, el
objeto, la cosa o persona del acto.
ARTÍCULO 265. Error de hecho. El error de hecho esencial vicia la voluntad y
causa la nulidad del acto. Si el acto es bilateral o unilateral recepticio, el error
debe, además, ser reconocible por el destinatario para causar la nulidad.
ARTÍCULO 267. Supuestos de error esencial. El error de hecho es esencial
cuando recae sobre: a) la naturaleza del acto; b) un bien o un hecho diverso o
de distinta especie que el que se pretendió designar, o una calidad, extensión
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o suma diversa a la querida; c) la cualidad sustancial del bien que haya sido
determinante de la voluntad jurídica según la apreciación común o las
circunstancias del caso; d) los motivos personales relevantes que hayan sido
incorporados expresa o tácitamente; e) la persona con la cual se celebró o a la
cual se refiere el acto si ella fue determinante para su celebración.
- Reconocible: aquel en que la otra persona reconoce que hubo un error. En
ese caso, el error reconocible es el que se torna invalidante.
ARTÍCULO 266. Error reconocible. El error es reconocible cuando el
destinatario de la declaración lo pudo conocer según la naturaleza del acto,
las circunstancias de persona, tiempo y lugar.
- De calculo: aquel que no da lugar a la nulidad sino a la rectificación. Solo
cuando es un error de numero. A menos que sea determinante en la
celebración del acto.
ARTÍCULO 268. Error de cálculo. El error de cálculo no da lugar a la nulidad del
acto, sino solamente a su rectificación, excepto que sea determinante del
consentimiento.

La parte que incurre en el acto no puede solicitar la nulidad. No se puede


invocar la torpeza propia.
ARTÍCULO 269.- Subsistencia del acto. La parte que incurre en error no puede
solicitar la nulidad del acto, si la otra ofrece ejecutarlo con las modalidades y
el contenido que aquélla entendió celebrar.
ARTÍCULO 270.- Error en la declaración. Las disposiciones de los artículos de
este Capítulo son aplicables al error en la declaración de voluntad y en su
transmisión.

Sin embargo, hay casos en el que el error no hace al acto nulo y este es el
error no invalidante. Significa que el error es valido porque no es determinante
del acto. La negligencia de la parte es la que genera el error.

2) Dolo: es la intención de la otra parte de hacer caer en error al sujeto. Es la


aserción de lo que es falso, la disimulación de lo que es verdadero.
ARTÍCULO 271. Acción y omisión dolosa. Acción dolosa es toda aserción de lo
falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación
que se emplee para la celebración del acto. La omisión dolosa causa los
mismos efectos que la acción dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin
la reticencia u ocultación.

Sin embargo, hay dos tipos de dolo que no dan lugar a la nulidad del acto:
- Dolo esencial: aquel que es grave o determinante y que genera la nulidad del
acto. Para que se pueda invocar la nulidad, no debe haber dolo por ambas
partes. Si ambas actúan de mala fe, no hay nulidad.
ARTÍCULO 272. Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si
es grave, es determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha
habido dolo por ambas partes.
- Dolo incidental: no es determinante, no da lugar a la nulidad del acto. Como
no es la esencia del acto, el mismo queda valido.
ARTÍCULO 273. Dolo incidental. El dolo incidental no es determinante de la
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voluntad; en consecuencia, no afecta la validez del acto.

Sujetos. El dolo puede provenir de la contraparte o de un tercero. Si proviene


de un tercero y ese tercero lo realizó con conocimiento de la parte, hay
responsabilidad solidaria.
ARTÍCULO 274.- Sujetos. El autor del dolo esencial y del dolo incidental puede
ser una de las partes del acto o un tercero.
ARTÍCULO 275.- Responsabilidad por los daños causados. El autor del dolo
esencial o incidental debe reparar el daño causado. Responde solidariamente
la parte que al tiempo de la celebración del acto tuvo conocimiento del dolo
del tercero.

3) Violencia: puede ser moral o física.


Temor reverencial: situación de respeto que tiene como entorno una relación
de subordinación. Para nuestra norma, no es considerada violencia en los que
la persona por temor reverencial salvo que actúe por miedo a padecer un daño
o mal inminente.
Justa amenaza: aquella que se realiza teniendo en cuenta mecanismos o
herramientas que otorga la norma. No es violencia. Injusta amenaza sí es
considerado violencia.

ELEMENTOS DEL ACTO JURIDICO. Según un criterio generalizado, los actos


jurídicos están compuestos por elementos esenciales, naturales y
accidentales.
1) Esenciales: aquellos elementos que no pueden dejar de existir. Ellos son:
objeto, sujeto, causa y forma;
2) Naturales: aquellos elementos que acompañan al acto según su naturaleza.
Son naturales porque los efectos de éstos los prevé la norma. Las partes
pueden evitar la integración de la legislación supletoria; es por ello que son
elementos meramente naturales. Por ejemplo, la integración de una clausula
de mora. Si no lo integran, se regirán por la norma general;
3) Accidentales: aquellos elementos que pueden o no existir según la voluntad
de las partes. Dependerá de la voluntad de las partes incorporarlos. Forman
parte de esta categoría las modalidades de los negocios (plazo, cargo,
condición).

ELEMENTOS ESENCIALES
A) SUJETO: es la persona de quien emana la voluntad y de quien la declara
dicha voluntad. Pueden ser: parte, otorgante o representante. Parte refiere a la
persona, física o jurídica, sobre la que recae los efectos de ese acto jurídico.
La parte es aquella cuyos derechos y obligaciones nacen, se modifican o
extinguen. Para que pueda ser parte, se deberá evaluar la capacidad de éste.
Otorgante es la parte que físicamente concluye el acto jurídico. Es quien
otorga el acto, en el sentido de que es quien lo concluye por sí mismo,
prestando su consentimiento. Generalmente, la parte es otorgante. Por
ejemplo, la persona que firma el contrato. Es el que ofrece el consentimiento
para llevar a cabo ese acto jurídico. Representante es cuando una persona

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otorga un mandato a otra. Hay representación cuando una persona
(representante) declara su voluntad en nombre y por cuenta de otra persona
(representado), en virtud de una facultad apropiada y suficiente, de tal modo
que los efectos se producen directa e inmediatamente en el representado,
como si él mismo hubiera ejecutado el acto. Para que exista representación, la
ley exige los siguientes requisitos:
 Exista declaración de voluntad por nombre ajeno; dicha declaración del
representado la manifiesta el representante;
 Exista un instrumento que avale esta representación (vs. mandato
tácito);
 Representante debe actuar por cuenta propia y por interés ajeno;
 Exista una facultad que le otorgue la capacidad, ya sea por norma o
convención de partes.

Clases de representación. La representación puede ser legal, voluntaria o


jurídica. La representación es voluntaria cuando resulta de un acto jurídico; es
legal cuando resulta de una regla de derecho; y es orgánica cuando resulta del
estatuto de una persona jurídica.
Es voluntaria la representación que emana de un contrato de mandato. Es legal
la representación de los padres respecto de las personas por nacer y de sus
hijos menores; así como la que ejercer tutores y curadores. Y es orgánica la
que ejerce el presidente del directorio de una SA o el gerente de una SRL.
ARTÍCULO 358. Principio. Fuentes. Los actos jurídicos entre vivos pueden ser
celebrados por medio de representante, excepto en los casos en que la ley
exige que sean otorgados por el titular del derecho. La representación es
voluntaria cuando resulta de un acto jurídico, es legal cuando resulta de una
regla de derecho, y es orgánica cuando resulta del estatuto de una persona
jurídica.

Representación y asistencia. En la representación, la voluntad es emitida por


el representante y sus efectos se imputan al representado. El representante no
queda obligado con los terceros con quieres establezca la relación jurídica,
siempre que haya actuado dentro de los limites de su representación. Los
efectos caen sobre el representado.
En el caso de la asistencia, para que exista voluntad como elemento del acto
jurídico, es necesaria la confluencia de la declaración del asistido y el
asistente. Si el asistente no acompaña el acto, el mismo estará viciado.
ARTÍCULO 359. Efectos. Los actos celebrados por el representante en nombre
del representado y en los límites de las facultades conferidas por la ley o por
el acto de apoderamiento, producen efecto directamente para el representado.

Limites a la representación. Los limites dependen del objeto de la


representación. Si es legal, los limites están determinados por la norma. Si es
voluntaria, están determinados por el contrato de mandato. Si es orgánica, los
determinan en el estatuto.
El limite de la representación esta relacionada con el objeto y tipo de
representación. En los casos donde el representante se extralimite, el

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representante quedará como responsable personal de esos actos. La
excepción única a esa responsabilidad es la ratificación posterior del
representado.

Representación voluntaria. Solo se puede otorgar representación para actos


que el representado podría actuar por si mismo. Es decir que el representado
debe tener capacidad, de hecho y de derecho, para otorgar el acto de que se
trata.
Los terceros que contratan con el representante pueden exigir a éste la
entrega de una copia firmada del instrumento del que resulte su
representación, para verificar si hay capacidad y forma.
ARTÍCULO 362. Caracteres. La representación voluntaria comprende sólo los
actos que el representado puede otorgar por sí mismo. Los límites de la
representación, su extinción, y las instrucciones que el representado dio a su
representante, son oponibles a terceros si éstos han tomado conocimiento de
tales circunstancias, o debieron conocerlas obrando con cuidado y previsión.

ARTÍCULO 366. Actuación en ejercicio del poder. Cuando un representante


actúa dentro del marco de su poder, sus actos obligan directamente al
representado y a los terceros. El representante no queda obligado para con los
terceros, excepto que haya garantizado de algún modo el negocio. Si la
voluntad de obrar en nombre de otro no aparece claramente, se entiende que
ha procedido en nombre propio.

Actos comprendidos. Las facultades contenidas en el poder son de


interpretación restrictiva. El articulo 375 enumera los actos para los que son
necesarias facultades expresas. Se necesita poder especifico para llevar a
cabo los siguientes actos: reconocimiento de hijos; petición de divorcio o
nulidad de matrimonio; aceptar herencias; hacer pagos que no sean ordinarios
de la administración; dar o tomar en locación inmuebles por mas de 3 años;
hacer donaciones; otorgar fianzas.

Forma. El apoderamiento debe ser otorgado en la forma prescripta para el acto


que el representante debe realizar. O sea, si se trata de un acto jurídico para el
cual es necesaria la escritura publica (compraventa de inmueble), el
apoderamiento debe también ser extendido en escritura publica.
Los formalidad de los poderes judiciales dependen de las disposiciones de los
códigos procesales locales que en algunos casos autorizan que la
representación judicial se acredite por carta poder o se exteriorice por acta
juridial. Según jurisprudencia, el poder judicial debe ser por escritura publica.

Capacidad. El representado debe tener capacidad de derecho y de ejercicio


para celebrar el acto para el cual otorga el apoderamiento. Esa capacidad
debe existir al momento de discernir la representación. El representante debe
tener discernimiento, entendiéndose que es el requerido para los actos lícitos
que se adquiere a los 13 años.

Pluralidad de sujetos. Un poder puede ser dado a una o mas personas. En ese
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caso la cuestión es si deben actuar conjuntamente o pueden hacerlo
individualmente. Lo razonable es que quien redacta el poder resuelva ello
expresamente.
Si no lo hiciera, rige lo previsto por el articulo 378 a partir del cual se entiende
que cada apoderado puede actuar individualmente. Es decir que la actuación
conjunta debe ser prevista expresamente. Cuando hay varios representantes,
el instrumento debe ser por escrito.
ARTÍCULO 378. Pluralidad de representantes. La designación de varios
representantes, sin indicación de que deban actuar conjuntamente, todos o
algunos de ellos, se entiende que faculta a actuar indistintamente a cualquiera
de ellos.

Vicios de la voluntad. Depende de sobre quien caiga el vicio. Si cae sobre el


representado al momento de celebrar el acto, el mismo es nulo. Si existe un
vicio en la voluntad del representante, el mismo es nulo. Excepción: si el
representante actuó conforme facultades que le otorgo el representado, el
acto es valido y surte efectos.

Ratificación. genera la validez del acto. Si existía un vicio en cuanto a la


forma, lo purga. Si el representante asume las consecuencias de lo actuado
por el representante, cubre o suple cualquier defecto u omisión del acto de
apoderamiento.
¿Cómo procede? El CCCN establece como principio general que la ratificación
suple el defecto de representación y tiene efecto retroactivo al día del acto sin
perjuicio de los derechos de terceros. La ratificación tiene efecto retroactivo,
es valido desde el momento en que se celebra el acto que se ratifica en
adelante. Esta ratificación puede ser: expresa o tacita. Todos los interesados
están facultados a solicitar la ratificación. Si se solicita y si nada se dice en
relación a la ratificación (silencio), se entiende que es negativa.
ARTÍCULO 369.- Ratificación. La ratificación suple el defecto de
representación. Luego de la ratificación, la actuación se da por autorizada, con
efecto retroactivo al día del acto, pero es inoponible a terceros que hayan
adquirido derechos con anterioridad.
ARTÍCULO 370.- Tiempo de la ratificación. La ratificación puede hacerse en
cualquier tiempo, pero los interesados pueden requerirla, fijando un plazo para
ello que no puede exceder de quince días; el silencio se debe interpretar como
negativa. Si la ratificación depende de la autoridad administrativa o judicial, el
término se extiende a tres meses. El tercero que no haya requerido la
ratificación puede revocar su consentimiento sin esperar el vencimiento de
estos términos.
ARTÍCULO 371.- Manifestación de la ratificación. La ratificación resulta de
cualquier manifestación expresa o de cualquier acto o comportamiento
concluyente que necesariamente importe una aprobación de lo que haya hecho
el que invoca la representación.

Acto consigo mismo o autocontrato. Es el acto que una persona celebra


consigo misma, pero obviamente actuando en ejercicio de derechos distintos.
Por ejemplo, quien ha sido encargado de vender un cuadro y lo compra para sí.
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Consiste en realizar actos en beneficio de la propia persona. La regla general
es que el autocontrato no es valido, salvo que tenga autorización del
representado.

Representante aparente. La teoría de la apariencia es una creación doctrinaria


tendiente a la protección de los terceros de buena fe que han confiado en una
situación aparente. Protege a los terceros de buena fe que contrataron con
quien aparentemente era representante. Está protegido por medio de la
representación aparente.
ARTÍCULO 367. Representación aparente. Cuando alguien ha obrado de
manera de inducir a un tercero a celebrar un acto jurídico, dejándolo creer
razonablemente que negocia con su representante, sin que haya
representación expresa, se entiende que le ha otorgado tácitamente poder
suficiente.
A tal efecto se presume que: (a) quien de manera notoria tiene la
administración de un establecimiento abierto al público es apoderado para
todos los actos propios de la gestión ordinaria de éste; (b) los dependientes
que se desempeñan en el establecimiento están facultados para todos los
actos que ordinariamente corresponden a las funciones que realizan; (c) los
dependientes encargados de entregar mercaderías fuera del establecimiento
están facultados a percibir su precio otorgando el pertinente recibo.
A partir de esta representación, el CCCN regula lo que se conocía como
mandato tácito el que debía surgir de hechos u omisiones que permitieran
inferir, inequívocamente, el consentimiento del mandante para instituir un
mandatario.

Sustitución de representación. En principio, el ejercicio de una representación


voluntaria no es un acto intitu personae, por lo que salvo prohibición
establecida por el representado, el poder puede sustituirse en otro.
Es responsable solo el representante original. El representado asume
responsabilidad por el sustituto cuando lo autoriza. El apoderado responde por
los actos de aquel en quien ha sustituido el poder. Tal responsabilidad no
existe cuando el sustituto ha sido elegido por el representado.

Extinción de la representación
ARTÍCULO 380. Extinción. El poder se extingue: (a) por el cumplimiento del o
de los actos encomendados en el apoderamiento; (b) por la muerte del
representante o del representado; (c) por la revocación efectuada por el
representado; (d) por la renuncia del representante; (e) por la declaración de
muerte presunta del representante o del representado; (f) por la declaración de
ausencia del representante; (g) por la quiebra del representante o
representado; (h) por la pérdida de la capacidad exigida en el representante o
en el representado.

B) OBJETO.
Hechos y bienes. El articulo 259 se refiere a hechos y bienes como posibles
objetos de los actos jurídicos.

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La persona. Hay diferentes opiniones doctrinarias sobre si la persona puede o
no ser objeto. Según Rivera, la persona no puede ser objeto del acto jurídico
porque la persona actúa como sujeto y el objeto estará dado por las relaciones
jurídicas que se crean, modifican o extinguen.

El cuerpo humano. En principio, el cuerpo no puede ser objeto de los actos


jurídicos, excepto partes renovables. Sobre ellas se pueden hacer actos
jurídicos, con excepción de la sangre. Solo se pueden celebrar actos de
disposición del propio cuerpo en el marco permitido por ley. Las partes eligen
libremente el objeto del acto jurídico que celebran.
ARTÍCULO 17. Derechos sobre el cuerpo humano. Los derechos sobre el
cuerpo humano o sus partes no tienen un valor comercial, sino afectivo,
terapéutico, científico, humanitario o social y sólo pueden ser disponibles por
su titular siempre que se respete alguno de esos valores y según lo dispongan
las leyes especiales.
ARTÍCULO 1004. Objetos prohibidos. No pueden ser objeto de los contratos los
hechos que son imposibles o están prohibidos por las leyes, son contrarios a la
moral, al orden público, a la dignidad de la persona humana, o lesivos de los
derechos aje- nos; ni los bienes que por un motivo especial se prohíbe que lo
sean. Cuando tengan por objeto derechos sobre el cuerpo humano se aplican
los artículos 17 y 56.

Si derechos sobre el cuerpo humano pueden ser objeto de los contratos,


pueden serlo de actos jurídicos, ya que el contrato es el acto jurídico por
excelencia. Sin embargo, el contrato es el acto jurídico por excelencia en el
campo patrimonial. Mientras que el articulo 17 establece que los derechos
sobre el cuerpo humano o sus partes no tienen valor comercial. En definitiva,
la postura del CCCN sobre la materia no queda clara.
Según Rivera, debería concluirse que pueden ser objeto de actos jurídicos las
partes renovables del cuerpo humano una vez separadas de él: leche materna,
cabellos, etc. En cambio, no puede ser objeto de contratos (en el sentido de
acto jurídico patrimonial) el cuerpo humano en sí: nadie podría vender su
propio cuerpo. Los actos jurídicos de disposición del propio cuerpo son actos
jurídicos pero no encajan en la noción de contrato pues no pueden tener un
precio.

Requisitos del objeto


Existen requisitos que deben cumplir los bienes y los hechos para ser objeto
de un acto jurídico. De acuerdo con el articulo, objeto del acto jurídico pueden
ser: (i) bienes, que no estén prohibidos como objeto del acto jurídico; (ii)
hechos, que deben ser posibles, lícitos, acordes con la moral y las buenas
costumbres, al orden publico y que no sean lesivos a los derechos ajenos o a la
dignidad humana.
ARTÍCULO 279. Objeto. El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho
imposible o prohibido por la ley, contrario a la moral, a las buenas costumbres,
al orden público o lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana.
Tampoco puede ser un bien que por un motivo especial se haya prohibido que

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lo sea.

Hecho imposible. La imposibilidad es originaria, es decir, al momento de


nacimiento del acto. La convalidación, la posibilidad de purgar el acto, que se
vuelve posible posteriormente, es decir, el acto se vuelve valido. La
imposibilidad tiene que ser absoluta (para todos), si es parcial, el acto es
valido. El legislador no dice nada en el articulo. El código anterior sostenía que
el no cumplimiento de los requisitos acarreaba la nulidad.
ARTÍCULO 280. Convalidación. El acto jurídico sujeto a plazo o condición
suspensiva es válido, aunque el objeto haya sido inicialmente imposible, si
deviene posible antes del vencimiento del plazo o del cumplimiento de la
condición.

Cosas futuras. Las cosas futuras pueden ser objeto de un acto jurídico si las
partes saben de la aleatoriedad (por ejemplo, lotería). El negocio jurídico está
sujeto a una condición.
ARTÍCULO 1007. Bienes existentes y futuros. Los bienes futuros pueden ser
objeto de los contratos. La promesa de transmitirlos está subordinada a la
condición de que lleguen a existir, excepto que se trate de contratos
aleatorios.

Sobre la imposibilidad hay que ver si es un bien determinado o no. Para que
sea objeto de acto jurídico, tiene que ser determinado (al nacimiento) o
determinable. Esto determina las obligaciones. Las obligaciones surgen porque
así lo determina la ley o porque lo convienen las partes (importancia de la
voluntad de las partes según el CCCN). No se puede realizar ningún acto sobre
objetos indeterminados.

Hecho prohibido por la ley. Los bienes que están prohibidos son los que su
enajenación está vedada por la norma, por ejemplo, bienes de dominio publico.
También pueden prohibirse los hechos denominados ilícitos: un hecho puede
estar prohibido porque es contrario al ordenamiento jurídico o por motivos
particulares. Algo puede estar prohibido en casos particulares. Está prohibido
todo aquello que sea contrario al orden publico (en general, es decir, el hecho
ilícito) y aquello prohibido en un caso, de una forma (en particular, por ejemplo,
prohibición de ejercer como abogado sin titulo).

Contrario a la moral y las buenas costumbres. Según un fallo de la CSJN, la


moral y las buenas costumbres están fuera de lo que establece la religión.
Existen dos doctrinas: la religiosa y la sociológica. La doctrina religiosa adopta
las directrices de la religión católica, que es la religión mayoritaria de orígenes
constitucionales. La doctrina sociológica establece que se debe tornar un
momento y espacio determinado y recabar la moral promedio de esa
comunidad. El estado no puede imponer la doctrina religiosa y se debe
estatizar la doctrina sociológica.
Es difícil y subjetivo analizar la moral y las buenas costumbres; se trata de
atacar un acto por otros requisitos.

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 Los actos jurídicos no pueden perjudicar un derecho de tercero o la
dignidad humana de terceros a la relación jurídica. En ese caso no se
puede pedir la nulidad. La ley lo protege contra la inoponibilidad y las
partes deben afrontar las indemnizaciones correspondientes. Se
incorporó en el código la dignidad humana ya que se incorporan los
derechos personalísimos a los artículos. Se daña la esencia de las
personas, por ejemplo, contrato de horas de trabajo excesivas o
esclavitud.
 El acto jurídico sujeto a plazo o condición suspensiva es valido, aunque el
objeto haya sido inicialmente imposible, si deviene posible antes del
vencimiento del plazo o del cumplimiento de la condición. Por ejemplo,
bienes que pasan a ser de dominio publico.

C) CAUSA. Anteriormente, con el código de Vélez, se debate sobre si es o no


un elemento; actualmente, se solucionó: el articulo 281 establece la causa.
ARTÍCULO 281. Causa. La causa es el fin inmediato autorizado por el
ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También
integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido
incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para
ambas partes.

Puede ser considerada causa fuente o causa fin. La causa fuente da origen al
acto jurídico. La causa fin son las razones por las que se lleva a cabo el acto,
es decir, la finalidad emotiva o el impulso.
La causa fin es la que persiguen las partes, vinculada a la autonomía de la
voluntad. Se puede llevar a cabo en tanto el objeto esté amparado por nuestro
ordenamiento. El código adopta la causa fin, dejándose la causa fuente para
los casos vinculados a las obligaciones.

Doctrinas. Existen las siguientes doctrinas respecto de la causa de un acto


jurídico:
1) Doctrinas clásicas: aquellas que establecen que la causa era el querer de
los contratantes, el interés de las partes de cumplir con el contrato. Utiliza
como fundamento la compraventa: la prestación del comprador encuentra
fundamento en la prestación del vendedor. Luego, es analizada por otra
doctrina.
2) Doctrina anticausalista: sostiene que la doctrina clásica es inútil, falsa. No
es relevante analizar el motivo interno en querer cumplir el contrato, se
confunde causa con consentimiento. Esta doctrina dice que se debe cumplir
con lo que dice la ley. No existe la causa. El querer de las partes es solo
consentimiento.
3) Teoría del neocausalismo: trata de recuperar el concepto de la causa. Para
esto hay que comprender las dos nociones:
 Noción objetiva: la causa se distingue del consentimiento porque la
causa subsiste durante todo el contrato; el consentimiento solo se
muestra en la celebración.

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 Noción subjetiva: establece que la causa se compone de dos elementos:
la voluntad y el consentimiento. La voluntad es aquella relacionada con
el sujeto y el consentimiento son los móviles que hacen realizar el acto.
4) Teoría dualista: sostiene que estas nociones no deben analizarse de forma
separada; tienen que armonizarse. Los motivos son exteriorizados por los
sujetos, que es cuando adquieren relevancia. Esta teoría se convierte en una
teoría muerta. Junta las elaboraciones de las teorías anteriores.
5) Teoría moderna: identifica dos causas finales o razones del acto jurídico.
Ellas son:
 Causa final objetiva: pretensión de las partes por obtener el cumplimiento
de la otra parte. Constituye la causa material. Existe una sola causa para
las partes. Individualiza el acto querido por cada parte. Existe una sola
causa para deseos distintos.
 Causa final subjetiva: móviles que persiguen cada parte. Es la
exteriorización.
El CCCN adopta la causa final subjetiva. No obstante, tiene un aspecto
objetivo porque está prescripto por la norma.

Defectos de la causa
1) Falta de causa: inconveniente entre la causa objetiva y la subjetiva, por
ejemplo, la deuda no existe pero la persona se cree deudor (subjetiva);
expropiación (objetiva).
2) Causa falsa: en caso de simulación, la simulación es valida (si es licita, es
decir, cuando no perjudique a terceros), aunque la causa sea falsa.
3) Causa ilícita: es contraria al orden publico, a la norma, a la moral y las
buenas costumbres. El defecto es que el acto es nulo. La doctrina clásica
sostiene que la nulidad es absoluta, no se puede purgar. Si hay mala fe de
ambas partes, nadie puede invocar la causa ilícita, el acto es inexistente.
4) Frustración de la causa: el acto jurídico se ve frustrado, lleva a que se
resuelva. Por ejemplo, venta de un taxi sin licencia. No acarrea nulidad, sino
daños y perjuicios para la parte perjudicada.

EFECTOS DE LOS ACTOS JURIDICOS. Existen dos tipos de efectos:


 Objetivos (ley): son las relaciones jurídicas creadas por el acto jurídico, su
modificación o extinción. Alcanza a las partes. La ley determina si se crea,
se modifica o se extingue esa relación jurídica o acto. La ley puede ser la
que establece la norma o la que convengan las partes.
 Subjetivos (sujetos): atañe a la determinación de quienes son los sujetos que
intervienen en el acto y se benefician o soportan los efectos del objetivo del
negocio jurídico. Alcanza a: (1) las partes; (2) los sucesores de las partes: los
que se encuentran en “el lugar de”, que reemplazan a las partes en la
relación jurídica; (3) terceros.

Sucesores. Forma en que reemplazan a las partes en la relación jurídica. Es la


causa fuente de la sucesión. La pueden reemplazar de dos maneras: (1) mortis
causa, en la que la sucesión se produce por fallecimiento de la parte; (2) entre

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vivos, en la que, voluntariamente, una parte decide que otra persona va a
ocupar su lugar.

¿Cómo procede? (1) a titulo unipersonal, a titulo singular o a titulo personal


[entre vivos]: reemplaza a la parte originaria en una situación jurídica
determinada. Por ejemplo, contrato de cesión de una obligación o derecho; (2)
a titulo universal [mortis causa]: la persona lo sucede en todo su patrimonio o
una parte alícuota (indeterminada) de su patrimonio. Por ejemplo, si un
fallecido tiene varios hijos, ellos son herederos de una parte alícuota.

Reglas de la sucesión: (1) No se acepta la sucesión universal por acto entre


vivos. Sí se puede otorgar un poder para que lo reemplace en todo su
patrimonio; (2) En los derechos personales no existen sucesiones, tampoco en
las relaciones intutue personae (a titulo personal): relaciones celebradas por
las cualidades personales de la parte.

Terceros. Son aquellos que se encuentran afuera de los efectos de los actos.
Estos pueden ser interesados (los que poseen un derecho subjetivo o interés
legitimo que se pueden ver afectados por el acto, por ejemplo, un acreedor) o
no interesados (no tienen un derecho que se pueda ver vulnerado por la
celebración de ese acto.
El principio general es que las partes no pueden alterar los derechos
adquiridos o las obligaciones de terceros. Para poder hacerlo, pueden requerir
la participación de esos terceros. Por ejemplo, en un contrato de locación, el
garante es un tercero. Si se hace una prorroga, el garante tiene que firmar
(tiene que participar, sino se extinguen sus obligaciones).
Nuestro ordenamiento protege a los terceros que actuaron de buena fe y a
titulo oneroso, no se ven alcanzados por la acción de nulidad o revocatoria.

INTERPRETACION DEL ACTO JURIDICO


Hay actos y negocios bilaterales o unilaterales, dependiendo de la cantidad de
partes que manifiesten su voluntad. En los actos bilaterales, existe más de una
voluntad. En los unilaterales, hay una sola voluntad.

Interpretaciones de actos bilaterales. En los actos bilaterales, conocemos a la


otra parte. Es fundamental saber si hubo o no la expresión de voluntad de la
otra parte.
En los negocios jurídicos bilaterales, las declaraciones de voluntad están
dirigidas al otro sujeto de la relación que nace de aquellos. Por ende, rige el
principio según el cual la voluntad del declarante se ha de interpretar a través
de su declaración de voluntad, teniendo en cuenta lo que verosímilmente
pudieron entender obrando de buena fe y de acuerdo con los usos de trafico.
Carácter receptivo de las declaraciones.
La interpretación de la declaración de voluntad es indispensable solo cuando
las partes no la han entendido de manera coincidente. Aún si la expresión es
ambigua, si ambas partes entendieron lo mismo, no es necesaria la
interpretación.
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Reglas de interpretación de los negocios bilaterales:
a) Buena fe: impone el deber de actuar como lo hace la gente honesta, con
lealtad y rectitud, tanto en las tratativas anteriores al negocio, cuando en
su celebración, interpretación y ejecución. El deber de actuar de buena fe
se atribuye tanto al declarante como al receptor de la declaración.
El declarante debe manifestarse de la manera mas clara y precisa
posible, de acuerdo con una normal diligencia, teniendo en cuenta las
posibilidades de comprensión de la contraparte.
A su vez, el receptor de la declaración no puede limitarse a aprehender la
declaración en sentido literal, sino que está obligado a averiguar lo que
ha pretendido decir el declarante, tomando en consideración todas las
circunstancias que pueda conocer y que puedan resultar relevantes en el
caso.
ARTÍCULO 1061. Intención común. El contrato debe interpretarse
conforme a la intención común de las partes y al principio de la buena fe.
b) Derivaciones de la buena fe. En materia de interpretación de las
declaraciones recepticias, la buena fe impone lo siguiente: (i) atender al
sentido general del idioma, esto es, a como se las entiende en el uso
cotidiano; (ii) atender al significado usual de una expresión en el tráfico.
El articulo 1063 dispone que las palabras empleadas en el contrato deben
entenderse en el sentido que les da el uso general, excepto que tengan
un significado específico que surja de la ley, del acuerdo de las partes o
de los usos y prácticas del lugar de celebración conforme con los
criterios dispuestos para la integración del contrato; (iii) la interpretación
contra el predisponente de los contratos por adhesión a clausulas
generales predispuestas, también se funda en la buena fe, pues importa
una sanción a quien ha infringido el deber de expresarse con claridad.
c) Fin económico del negocio: la interpretación debe tener como objetivo
que se cumpla la finalidad económica perseguida por las partes al
celebrar el negocio. Debe ser desestimada la interpretación propiciada
por una de las partes, que afectara esa finalidad económica, por ejemplo,
alterando la reciprocidad y equivalencia de las prestaciones.
d) Negocio jurídico como un todo: sostiene que el negocio jurídico debe ser
interpretado teniendo en cuenta que constituyen un todo, lo que significa
que las palabras y sus clausulas no pueden ser consideradas
aisladamente, sino dentro del contexto general.
e) Principio de conservación: Si hay duda sobre la eficacia del contrato, o
de alguna de sus cláusulas, debe interpretarse en el sentido de darles
efecto. Si esto resulta de varias interpretaciones posibles, corresponde
entenderlos con el alcance más adecuado al objeto del contrato.
f) Protección de la confianza: la interpretación debe proteger la confianza y
la lealtad que las partes se deben recíprocamente, siendo inadmisible la
contradicción con una conducta jurídicamente relevante, previa y propia
del mismo sujeto.
g) Favor debitoris: en los casos dudosos, que no puedan resolverse según
las bases establecidas, las clausulas ambiguas deben interpretarse
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siempre a favor del deudor o sea en el sentido de su liberación.
Según la doctrina, esta regla sólo es justa en los contratos gratuitos,
pero no en los onerosos, en los que debe estarse a la equivalencia de las
prestaciones como criterio rector de la interpretación. Éste es el criterio
adoptado por el CCCN en el articulo 1068: cuando persistieren las dudas,
si el contrato es a título gratuito se debe interpretar en el sentido menos
gravoso para el obligado y, si es a título oneroso, en el sentido que
produzca un ajuste equitativo de los intereses de las partes.

Interpretación de los contratos de adhesión o contratos formulario


preimpresos. El contrato por adhesión es aquel mediante el cual uno de los
contratantes adhiere a cláusulas generales predispuestas unilateralmente, por
la otra parte o por un tercero, sin que el adherente haya participado en su
redacción. En el contrato de adhesión, la parte mas fuerte es el prestador del
servicio y la mas débil, el “usuario”. No se negocia nada.
Requisitos. Las clausulas generales deben ser comprensibles, autosuficientes
y su redacción ha de ser clara, completa y fácilmente legible. En caso de
oscuridad, se interpretan en sentido contrario a la parte predisponente. La
presente disposición es aplicable a la contratación telefónica, electrónica o
similares.
Cláusulas particulares. Las cláusulas particulares son aquellas que,
negociadas individualmente, amplían, limitan, suprimen o interpretan una
cláusula general. En caso de incompatibilidad entre cláusulas generales y
particulares, prevalecen estas últimas.
Interpretación. Las cláusulas ambiguas predispuestas por una de las partes se
interpretan en sentido contrario a la parte predisponente.
Las cláusulas abusivas o dañinas son tenidas en cuenta como no escritas. Se
aplica el favor debitoris o la buena fe. En los contratos previstos en esta
sección, se deben tener por no escritas: (i) las cláusulas que desnaturalizan
las obligaciones del predisponente; (ii) las que importan renuncia o restricción
a los derechos del adherente, o amplían derechos del predisponente que
resultan de normas supletorias; (iii) las que por su contenido, redacción o
presentación, no son razonablemente previsibles.

Interpretación de los actos unilaterales. En los actos unilaterales, solo existe


la manifestación de la voluntad de una parte. El conflicto se presenta en su
interpretación o intención. La intención debe reunir los siguientes elementos
internos: discernimiento, intención y voluntad. Si falta alguno de estos
elementos, no hay intención de la parte.

La temática de la interpretación de los actos unilaterales se vincula siempre al


testamento. En esta especie de actos, la interpretación ha de dirigirse a
desentrañar lo efectivamente querido por el testador, esto es, su voluntad real.
Naturalmente, esa voluntad real ha de surgir de la declaración, aunque sea
insuficiente o ambiguamente expresada. Por eso, no siempre deberá ajustarse
la interpretación al sentido literal de las palabras empleadas, ni aun al sentido
general, sino al sentido que el causante le daba a las palabras.

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ARTÍCULO 2470. Interpretación. Las disposiciones testamentarias deben
interpretarse adecuándolas a la voluntad real del causante según el contexto
total del acto. Las palabras empleadas deben ser entendidas en el sentido
corriente, excepto que surja claro que el testador quiso darles un sentido
técnico. Se aplican, en cuanto sean compatibles, las demás reglas de
interpretación de los contratos.

Las disposiciones testamentarias deben interpretarse adecuándolas a la


voluntad real del causante según el contexto total del acto. En caso de alguna
discordancia, se deben aplicar las normas.
ARTÍCULO 964- Integración del contrato. El contenido del contrato se integra
con:
a. las normas indisponibles, que se aplican en sustitución de las cláusulas
incompatibles con ellas;
b. las normas supletorias;
c. los usos y prácticas del lugar de celebración, en cuanto sean aplicables
porque hayan sido declarados obligatorios por las partes o porque sean
ampliamente conocidos y regularmente observados en el ámbito en que se
celebra el contrato, excepto que su aplicación sea irrazonable.

En la donación, lo importante es el animus del donante, es decir, comprender


la intención. Si existe duda, se aplica el carácter restringido. La interpretación
debe ser siempre a favor de la parte. La donación con cargo es mas grave
porque amplía la donación. Ante la duda, se interpreta que la donación es con
cargo.

ARTÍCULO 1066. Principio de conservación. Si hay duda sobre la eficacia del


con- trato, o de alguna de sus cláusulas, debe interpretarse en el sentido de
darles efecto. Si esto resulta de varias interpretaciones posibles, corresponde
entenderlos con el alcance más adecuado al objeto del contrato.

CLASIFICACION DE LOS NEGOCIOS JURIDICOS. Para clasificarlos, se recurre a


la clasificación de los contratos. Se pueden clasificar de la siguiente manera:
 Unilaterales o bilaterales, según la cantidad de voluntades requeribles
para la realización del negocio jurídico. Si se necesita una sola voluntad,
el negocio jurídico es unilateral. Por ejemplo, testamento,
reconocimiento de hijo extramatrimonial, reconocimiento de deuda. Si,
por el contrario, son necesarias dos o mas voluntades, el acto será
bilateral. Por ejemplo, contratos, rescisiones de contratos, celebración
de matrimonio, novación de obligaciones.
 Entre vivos o mortis causa, según cuando se producen sus efectos. Si el
negocio jurídico se celebra para producir efectos en forma inmediata o
mediata (un día, mes o año específicos), es entre vivos. Si, por el
contrario, recién produce algún efecto a la muerte del celebrante, es
mortis causa. Por ejemplo, testamento.
 Patrimoniales o no patrimoniales, según si producen o no efecto sobre el
patrimonio. Cuando un acto jurídico tiene por fin inmediato producir
efectos sobre el patrimonio es un acto patrimonial. Por ejemplo, los
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contratos, el testamento. Si, por el contrario, no tiene por fin inmediato
producir tal consecuencia, el negocio será extra patrimonial. Por
ejemplo, celebración de matrimonio, adopción, reconocimiento de
filiación, designación de tutor, dación de órganos para trasplante.
Dentro de la categoría de negocios jurídicos patrimoniales, encontramos
las siguientes subclasificaciones:
o De administración y de disposición. El criterio para distinguirlos
radica en la ausencia o presencia de peligro para la existencia
misma de los bienes que constituyen el patrimonio. Son actos de
administración aquellos que tienden a mantener integro el
patrimonio y a hacer desempeñar a ese patrimonio su función
económica. Es decir, el acto de administración tiene por objeto
hacer producir a los bienes los beneficios que normalmente pueden
obtenerse de ellos, sin alteración de su naturaleza ni de su destino.
Las partes no tienen la posesión del bien, por ejemplo, contrato de
locación. Por ejemplo, percepción de rentas o capitales, pago de
rentas, colocación de capital en el mercado financiero, el tomar en
locación, el dar inmuebles en locación.
En cambio, son actos de disposición los que alteran
sustancialmente los valores productores del patrimonio, los que
forman su capital, o bien que comprometen por largo tiempo su
porvenir o destino. Las partes pueden disponer libremente del bien,
por ejemplo, contrato de compraventa. Por ejemplo, constitución de
derechos reales de garantía, donación, cesión a titulo gratuito, la
venta de cosas por quien no es comerciante.
o De conservación: es aquel que tiene por finalidad evitar la perdida
de un bien cuya existencia peligra. Evita que peligre la existencia
del patrimonio. Por ejemplo, la reparación de un inmueble, pago de
impuestos, solicitar o renovar inscripción hipotecaria, interrumpir
una prescripción.
o De administración ordinaria y extraordinaria
o De obligación son aquellos que la propia persona asume la
obligación personal de administrar un bien. Puede ser que se
modifique la finalidad en la disposición, que la siga teniendo pero la
modifique. Por ejemplo, casa particular a casa para eventos. El
patrimonio empieza a producir.
 Principales o accesorios. El negocio principal que le da sentido al acto.
Por ejemplo, contrato de locación; el accesorio es aquel que acompaña el
acto, por ejemplo, contrato de garantía.
 Onerosos o gratuitos, según su contraprestación. En el oneroso, existen
contraprestaciones mutuas, ambas partes se comprometen a algo. Por
ejemplo, contrato de compraventa, permuta, locación. Se pueden
reclamar cumplimiento de la contraprestación entre ellas. En el gratuito,
no existen contraprestaciones gratuitas, solo existe una sola prestación,
no se espera nada. Por ejemplo, donación, comodato. La renuncia a un
derecho es onerosa cuando quien la hace recibe cualquier ventaja de la
contraparte.
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 Simples y complejos o modales. Los actos simples (o puros y simples)
son los que solo presentan los elementos esenciales del acto: voluntad,
objeto, causa; es decir, que no contienen modalidades, no depende de
plazo, condición. Por ejemplo, contrato de compraventa, locación.
Los modales son aquellos que sí contienen modalidades de los negocios
jurídicos. Estas modalidades son la condición, el plazo y el cargo. La
condición y el plazo supeditan la existencia o eficacia de un negocio
jurídico subordinándola a un acontecimiento futuro. El cargo es una
obligación accesoria a la que constituye el objeto principal de un acto
jurídico. Si no se cumple, revoca la obligación principal.
 Formales o informales. Los formales son aquellos que la ley lo establece,
por ejemplo, escritura publica; los informales son aquellos que la ley no
establece las condiciones.
 Directos o indirectos. Los directos son aquellos en los cuales existe una
correspondencia entre la finalidad perseguida y el medio técnico
empleado. Así, la compraventa es un negocio directo cuando con ella se
persigue la transmisión de la propiedad de la cosa.
Los negocios indirectos son aquellos en los cuales para la consecución
de un fin se hace uso de una vía oblicua, transversal, es decir, no se toma
la vía normal. Existe un negocio indirecto cuando se celebra una
compraventa, pero con ella no se busca inmediatamente la transmisión
de la propiedad de la cosa, sino una finalidad de garantía, para lo cual
bastaría con una hipoteca. Pero para reforzar la garantía se le transmite
la propiedad de la cosa.
o Fiduciarios: subcategoría que se encuentra dentro de los negocios
jurídicos indirectos. Es aquel que produce el traspaso efectivo de un
derecho al fiduciante, quien lo administra en favor del beneficiario.
Cuando finaliza el contrato, la cosa administrada se entrega al
beneficiario o al fideicomisario.
 Familiar: aquel acto voluntario licito que tiene por fin inmediato
establecer entre las personas relaciones jurídicas familiares, crear,
modificar, transferir, conservar o aniquilar derechos subjetivos
familiares. Por ejemplo, divorcio, pactos prenupciales.

UNIDAD II: FORMA DE LOS ACTOS JURIDICOS


La forma de los actos o negocios jurídicos consiste en la forma de exteriorizar
a las personas. Ese hecho exterior por el cual la voluntad se manifiesta a otros
sujetos se denomina “forma esencial”, y no hay acto jurídico que pueda
prescindir de ella.
ARTÍCULO 260. Acto voluntario. El acto voluntario es el ejecutado con
discernimiento, intención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior.
La forma esencial es aquella que necesariamente debe concurrir en todo acto
jurídico para que sea tan dado que implica la misma manifestación de
voluntad. De lo contrario, la voluntad queda en el ámbito privado del sujeto, y
no llega a trascender a la sociedad, por lo que resulta irrelevante para el
derecho.
La forma impuesta es el medio probatorio especifico requerido por la
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legislación relevante para demostrar la existencia de la voluntad. Si dicho
requerimiento probatorio no es cumplido, el acto no puede ser considerado
como concluido.
Estas formas pueden consistir en hechos inequívocos, en expresiones orales o
en forma escrita también llamada instrumental.

El principio general es el principio de libertad de formas, las partes pueden


elegir libremente el modo y manera de manifestar su voluntad de ingresar en
una relación jurídica.
ARTÍCULO 284. Libertad de formas. Si la ley no designa una forma determinada
para la exteriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen
conveniente. Las partes pueden convenir una forma más exigente que la
impuesta por la ley.
La impuesta es aquella que la ley dice que el acto es así, de lo contrario es
nula. Por ejemplo, la compraventa de un inmueble tiene que ser mediante
instrumento publico.
La forma esencial consiste en los elementos subjetivos y objetivos de un acto
voluntario. La forma impuesta o legal es cuando la ley establece una forma. No
se puede probar.

Además, la forma tiene finalidad probatoria, es decir, conocer la voluntad que


se expresó por su intermedio. La función de la prueba es la de representar al
intelecto y sentidos del juez la existencia de un acto que sucedió en el pasado.
En definitiva, la prueba sirve para que la forma evidencie la voluntad
expresada en el pasado.

 Forma solemne o ad solemnitatem: es aquella que exige una forma para


la validez, y de no cumplirla, el acto es nulo. Si no se cumple con esta
formalidad, la consecuencia que acarrea es la nulidad. En caso de duda,
rige por la forma probatoria.
 Forma probatoria o ad probationem: La forma probatoria solo sirve a los
efectos de la prueba. El hecho de que no se cumpla con la forma no
acarrea la nulidad del acto. La única forma para probarlos es por escrito.
La prueba se sustancia con el acto. Es la representación del intelecto, de
lo que el sujeto quiso expresar. Sirve para demostrarle al juez qué
voluntad hubo en el pasado que lo llevo al sujeto a realizar ese acto..

Actos formales (art 285). Son aquellos que la norma establece como deben
llevarse a cabo. Son actos formales los siguientes: matrimonio, hipoteca,
testamento, inscripción de hijo, renuncia. Los actos jurídicos formales son
susceptibles de una subclasificación, según sean ad solemnitaten o ad
probationem.
ARTÍCULO 285. Forma impuesta. El acto que no se otorga en la forma exigida
por la ley no queda concluido como tal mientras no se haya otorgado el
instrumento previsto, pero vale como acto en el que las partes se han obligado
a cumplir con la expresada formalidad, excepto que ella se exija bajo sanción
de nulidad.

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Los actos formales ad solemnitaten son aquellos en los que al exigirse una
forma determinada, la omisión de ella provoca la nulidad del acto, privándolo
no sólo del efecto jurídico buscado en forma inmediata por las partes, sino
también de cualquier otro efecto jurídico, aunque se pruebe por otro medio en
forma inequívoca la expresión de voluntad.
A su vez, pueden ser absolutos o relativos. En los formales solemnes relativos,
las partes no cumplen con una forma. No hay nulidad sino otro negocio con
requisitos formales mejores. Por ejemplo, si se transmite un inmueble por
instrumento privado, se obtiene un boleto de compraventa, es decir, un
contrato de compromiso. En los formales solemnes absolutos, se acarrea la
nulidad del negocio jurídico.
Las partes no pueden dejar de lado la forma determinada por ley por más de
que sea de común acuerdo. Sí pueden darle una forma a un acto que no tenga
forma prevista por la norma.
Los actos formales ad probationem son aquellos que pueden celebrarse con
cualquier forma, pero sólo puede probarse por un medio determinado. La forma
es irrelevante para la existencia del acto, pero no para su prueba. Son los que
la ley le establece una forma. El no cumplimiento de esa forma no es
sancionada con la nulidad, sino que no va a poder demostrar la existencia de
ese acto. Es estéril para el ordenamiento jurídico: no se puede ejecutarlo
porque no puedo probar que existe. Por ejemplo, la fianza.

Actos no formales. Son aquellos que la norma no establece ningún tipo de


regulación. En este caso, rige el articulo 284, la libertad de formas. Son actos
no formales los siguientes: contrato de locación, de compraventa de cosas
muebles, comodato de cosas muebles, representación voluntaria, cancelación
de deuda.

Conversión. Cuando se trata de un negocio jurídico formal no solemne, o de


solemnidad relativa, y las partes omiten darle la forma que se requiere por el
ordenamiento jurídico, el ordenamiento le reconoce la eficacia de otro negocio
jurídico con requisitos formales menores.
La conversión se da en aquellos casos donde las partes no cumplen con la
forma que la ley establece. Entonces, nace una obligación de hacer. Se puede
solicitar judicialmente. Consiste en darle al acto la forma que no se le dio
oportunamente. Solo son pasibles de conversión los actos formales solemnes
relativos.
Los efectos de la conversión son: se darán los efectos propios del negocio
convertido a partir del otorgamiento de la forma requerida por ley, no a partir
de la celebración.

DOCUMENTOS E INSTRUMENTOS. Los documentos constituyen el genero; los


instrumentos, la especie. El documento es toda cosa que sea producto de un
acto humano, perceptible con los sentidos de la vista y el tacto, que sirve de
prueba histórica indirecta y representativa de un hecho cualquiera. El
instrumento es el documento escrito, en la generalidad de los casos. Es una
transmisión de ideas que manifiesta la voluntad del sujeto.

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Elemento material o soporte. El elemento material del instrumento se
denomina soporte y resulta siempre adaptado a las circunstancias de cada
época. En principio, se estableció que la única forma de soporte era el papel.
En las ultimas décadas los soportes electrónicos han tomado relevancia. Sin
embargo, se ha determinado por varios fallos que el soporte puede ser
variable, que no es un requisito sine qua non.

Los instrumentos se pueden clasificar en públicos y privados. A su vez, los


privados se dividen en firmados y no firmados.

Los INSTRUMENTOS PUBLICOS son aquellos otorgados en presencia de un


oficial publico, que puede ser un funcionario publico o escribano publico.
Oficiales públicos son aquellos a los que la ley los autoriza, les da esa
facultad. Los instrumentos públicos deben ser celebrados con los requisitos
que la ley establece: firmado por el oficial publico.
Estos instrumentos otorgan plena fe, es decir, el beneficio que genera (el
instrumento de dar) es un valor probatorio. No es necesario ninguna
ratificación posterior sobre el contenido del instrumento. Algunos gozan de fe
publica: poseen la convicción de autenticidad. En principio, es incuestionable.

Noción y clasificación de fe publica.


El instrumento publico tiene una fuerza convictiva alta y se denomina “fe
publica”. Por cumplir con los recaudos formales comunes a todo instrumento
publico (papel especial, estampillas, sellos), se presume que el instrumento
emana de un oficial publico; a esto denominamos “autenticidad”.
La exigencia de estos recaudos formales va dirigida a verificar que emana de
un oficial publico, puesto que la firma y el sello del funcionario son fácilmente
verificables y comparables. Y por considerarlo emanado de un funcionario
publico, se presume veraz de su contenido. Por lo tanto, el instrumento publico
hace “plena fe” por sí mismo, siendo la plena fe un concepto vinculado con la
fuerza probatoria del instrumento publico.

La fe publica puede clasificarse, según sea el poder publico en el que recaiga,


en: (1) administrativa, cuando está dada por la actividad de un funcionario
dependiente del Poder ejecutivo, sea nacional, provincial o municipal. Por
ejemplo, certificado de nacimiento, matrimonio o defunción; (2) judicial,
cuando es otorgada por magistrados o funcionarios del Poder Judicial, sea
nacional, provincial o municipal. Por ejemplo, toda sentencia y providencia, así
como los testimonios o certificados expedidos por el secretario del juzgado;
(3) notarial, cuando emana de lo actuado por un escribano publico, también
llamado notario o fedatario.

Finalidad de instrumentos públicos. Los instrumentos públicos pueden tener


por finalidad acreditar la existencia de un hecho o acto, que constituye el
supuesto más frecuente; o constituir la forma en carácter de poder público.

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Características de los instrumentos públicos:
 Goza de fe publica y plena fe;
 Debe ser celebrado cumpliendo las formalidades que la ley establece;
 Interviene un oficial publico;
 Firma de las partes y testigos, de ser necesario.

Enunciación de instrumentos públicos. La lista no es taxativa. Son


instrumentos públicos los siguientes: DNI, licencia de conducir, billetes, acta
de nacimiento, acta judicial, sentencia, acta de mediación, multa, títulos,
bonos de deuda publica, cedulas en las que interviene un oficial de justicia,
actas celebradas por autoridad competente.
ARTÍCULO 289. Enunciación. Son instrumentos públicos:
a) las escrituras públicas y sus copias o testimonios;
b) los instrumentos que extienden los escribanos o los funcionarios públicos
con los requisitos que establecen las leyes;
c) los títulos emitidos por el Estado nacional, provincial o la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, conforme a las leyes que autorizan su emisión.

Requisitos de validez de los instrumentos públicos.


1) Participación del oficial publico con capacidad, es decir, designado por
autoridad competente; y debe prestar el consentimiento para aceptar el cargo
y haber jurado (publicidad). Estos oficiales públicos son los escribanos
públicos, y en general, los funcionarios del Poder Ejecutivo (funcionarios
administrativos, jefe del registro civil); los del Poder Legislativo (presidentes
de ambas cámaras); o del Poder Judicial (magistrados y funcionarios, como los
secretarios, fiscales, asesores de menores).

Para que el acto autorizado por un oficial publico sea valido, éste debe ser
actuado en el ámbito de su competencia. Competencia es la aptitud que la ley
reconoce en un oficial publico. Esta aptitud es referida a la materia que el
funcionario puede autorizar y al territorio en el cual puede hacerlo. La materia
es la que determina que actos va a poder celebrar ese oficial; solo podrá
otorgar aquellos actos para los que fue nombrado. El territorio es la
jurisdicción dentro de la cual el funcionario publico está autorizado a otorgar
actos. Fuera de esa jurisdicción, el funcionario publico carece de atribuciones.

Las partes intervinientes no pueden tener vinculo o interés con el oficial


publico, en cuyo caso se deberá deshabilitar. El vínculo alcanza al cónyuge, los
ascendientes y descendientes hasta el cuarto grado. La excepción es que sea
una persona distinta, por ejemplo, una persona jurídica, una SRL.

2) Formalidades legales. Para la validez del instrumento publico es necesario,


también, que se satisfagan las formalidades previstas por las leyes especificas
y por el CCCN. Existen tres requisitos generales: la firma, la presencia de
testigos, y el cumplimiento de otras formalidades referidas a los errores
materiales en que se pueda haber incurrido en la redacción del instrumento.

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a) La firma incluye la del oficial publico, de las partes, si correspondiere, y de
los testigos, si fuesen requeridos para el acto, y del cónyuge, si se requiere
asentimiento conyugal para el acto. Es imprescindible que el instrumento
contenga la firma del oficial publico y el de todos los interesados. Si las partes
no pueden o saben firmar, se recurre a la firma ruego, que consiste en que un
tercero no participante del instrumento publico firme por la parte. No puede
ser suplida o sustituida por una manifestación del oficial publico.
b) Los testigos solo serán necesarios cuando la ley lo exija. La finalidad de tal
exigencia opera como un refuerzo de la seriedad que la ley quiere atribuir al
acto. Existen dos tipos de testigos: instrumentales y honorarios. Los
instrumentales son aquellos que testimonian la efectiva realización del acto, y
cuya presencia es exigida por ley. Los honorarios no son necesarios para la
validez del acto, ni para acreditar la identidad de los otorgantes, sino que
únicamente concurren al acto por motivos sociales en honor de los otorgantes.
Los de honor son aquellos que, por cuestiones ceremoniales, protocolares o
sociales, se encuentran en el lugar, es decir, presencian el acto. Por ejemplo,
celebración de matrimonio.

ARTÍCULO 295. Testigos inhábiles. No pueden ser testigos en instrumentos


públicos:
a) las personas incapaces de ejercicio y aquellas a quienes una sentencia les
impide ser testigo en instrumentos públicos;
b) los que no saben firmar;
c) los dependientes del oficial público;
d) el cónyuge, el conviviente y los parientes del oficial público, dentro del
cuarto grado y segundo de afinidad;
El error común sobre la idoneidad de los testigos salva la eficacia de los
instrumentos en que han intervenido.

c) Otras formalidades. En el instrumento se han de salvar debidamente las


enmiendas, borraduras, interlineados o testaduras. Cuando se altera una parte
esencial, como la fecha, nombres o cantidades, debe salvarse al final y las
partes y el oficial publico deben volver a firmar debajo de la misma. Si se hace
una corrección y no es debidamente salvada, el instrumento es impugnado y
anulable.

ARTÍCULO 294. Defectos de forma. Carece de validez el instrumento público


que tenga enmiendas, agregados, borraduras, entrelíneas y alteraciones en
partes esen- ciales, si no están salvadas antes de las firmas requeridas.

El instrumento que no tenga la forma debida vale como instrumento privado si


está firmado por las partes.

Fuerza probatoria del instrumento publico. El instrumento publico considerado


en sí mismo, goza de una presunción de autenticidad proveniente de la
regularidad de sus formas. Debe, por tanto, ser tenido por autentico por aquel
a quien le sea presentado. La autenticidad hace referencia a la autoría y

25
regularidad del documento en cuanto a sus formas, pero no se predica de su
contenido. En principio, es incuestionable. La plena fe de la que gozan los
instrumentos públicos tiene valor hasta que se obtenga sentencia que lo
declare invalido.
Toda vez que la ley presume la autenticidad del instrumento considerado en sí
mismo, releva a la parte que lo presenta de probar su autenticidad. Es aquel
que sostenga la falta de autenticidad del instrumento quien debe producir la
prueba de su aserto.
Los actos en los que el oficial publico tuvo intervención directa gozan de plena
fe mientras que no se interponga a su respecto (y prospere) una querella de
falsedad en sede civil o penal. La ley otorga el mismo tratamiento a aquellos
hechos que se realizan en presencia del oficial publico.
Los dichos del escribano solo configuran apreciaciones personales suyas. Los
juicios de valor efectuados por el oficial publico carecen de relevancia si no
son ciertos, es decir, se puede realizar la apreciación de valor, pero la misma
puede ser cuestionada y puede llevar a una denuncia administrativa ya que
excede su capacidad. Para desvirtuar este tipo de enunciaciones basta con la
mera prueba en contrario.

Las clausulas dispositivas son aquellas que constituyen el objeto del


instrumento, esto es, las manifestaciones de las partes configurativas de
aquello para lo cual aquél se otorga. Por ejemplo, el contrato de compraventa,
el otorgamiento de poder.
Las manifestaciones de las partes dentro del instrumento publico se presumen
ciertas hasta que se impugne y se acompañe prueba en contrario. Si por
cualquier medio se demuestra la falta de sinceridad de lo vertido en el
instrumento, éste caerá.

ARTÍCULO 296. Eficacia probatoria. El instrumento público hace plena fe:


a) en cuanto a que se ha realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que
el oficial público enuncia como cumplidos por él o ante él hasta que sea
declarado falso en juicio civil o criminal;
b) en cuanto al contenido de las declaraciones sobre convenciones,
disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones de hechos
directamente relacionados con el objeto principal del acto instrumentado,
hasta que se produzca prueba en contrario.

Impugnación del instrumento publico: consiste en cuestionar esa presunción


de legalidad, la autenticidad, propia del instrumento publico. Los instrumentos
públicos se pueden impugnar por la vía civil (redargución de falsedad) o penal
(fraude, estafa).

En nuestro sistema, esta impugnación es un proceso llamado redargüición de


falsedad, que consiste en destruir la eficacia del instrumento publico por
cualquiera de los dos métodos: vicio en la forma o vicio ideológico. En la
generalidad de los casos, importa imputar al funcionario interviniente un delito
de acción publica, como es el de falsedad o falsificación de instrumento.
Conforma la CSJN, tiene por objeto destruir la eficacia de un instrumento
26
publico ofrecido como elemento probatorio y requiere la impugnación previa
del mismo.
Existen dos tipos de falsedades que un instrumento publico puede tener:
falsedad material o falsedad ideológica. Existe falsedad material cuando el
instrumento publico está formalmente adulterado, lo que resulta en los
supuestos de falsificación, alteración o supresión del instrumento. Un
documento es falsificado cuando es una mera imitación de uno verdadero. La
adulteración supone un instrumento autentico que ha sido irregularmente
modificado. Supresión es un concepto que también importa la existencia de un
instrumento valido que se oculta o destruye en todo o en parte. Por otra parte,
existe falsedad ideológica cuando el instrumento es formalmente valido, pero
no es veraz su contenido; así acontece si el oficial publico dice haber
presenciado algo que en realidad nunca ocurrió y nunca presencio.
En la primera vía, se cuestiona la forma en que fue cuestionado ese
instrumento ya sea porque fue alterado, sea fraudulento, o falsificado. Se
ataca la forma, no su contenido. En la segunda, lo que se cuestiona es la
autenticidad del contenido del instrumento. El instrumento es formalmente
valido, pero su contenido es falso.
ARTÍCULO 297. Incolumidad formal. Los testigos de un instrumento público y
el oficial público que lo autorizó no pueden contradecir, variar ni alterar su
contenido, si no alegan que testificaron u otorgaron el acto siendo víctimas de
dolo o violencia.

Vías de acción. Por un lado, la penal, si encuadra en algún tipo de delito. Por el
otro, la civil, ya sea de forma autónoma o incidental, que puede ser también
utilizada como defensa. Para que caiga el instrumento atacado, no basta con
que se interponga la querella de falsedad, es necesario que se dicte sentencia
declarándolo tal.
Cuando la querella de falsedad se interpone en sede civil puede constituir a
modo de acción la pretensión principal del proceso, o deducirse por vía
incidental a modo de defensa de falsedad de instrumento publico. Si se
querella en sede penal, la ineficiencia del instrumento es una consecuencia
indirecta del hecho de que se condene al falsificador. Si se intenta la acción
por las dos vías, se da un supuesto de prejudicialidad de la acción penal.

ESCRITURA PUBLICA. Dentro de los instrumentos públicos, es el mas


importante. Escritura publica es aquella especie de instrumento publico
labrado generalmente por un escribano en su libro de protocolo, cumpliendo
los requisitos exigidos por el articulo 299.
ARTÍCULO 299. Escritura pública. Definición. La escritura pública es el
instrumento matriz extendido en el protocolo de un escribano público o de otro
funcionario autorizado para ejercer las mismas funciones, que contienen uno o
más actos jurídicos. La copia o testimonio de las escrituras públicas que
expiden los escribanos es instrumento público y hace plena fe como la
escritura matriz. Si hay alguna variación entre ésta y la copia o testimonio, se
debe estar al contenido de la escritura matriz.

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Escribano. El escribano publico, notario o fedatario es aquel profesional del
Derecho que, además de poseer su titulo universitario de escribano, ha sido
designado por el Estado como oficial publico, confiriéndole la titularidad de un
registro. Si él es directamente responsable ante el Estado de la conservación y
utilización del registro, se lo conoce como escribano de registro. Si, por el
contrario, solo esta autorizado a utilizar un registro del que es directamente
responsable otro escribano, se lo denomina escribano adscripto.

Protocolo. El libro de registro o protocolo es un conjunto de folio de papel de


tamaño oficio, timbrados, o timbrados y rubricados, que el notario adquiere en
el Colegio de Escribanos de la jurisdicción respectiva, y sobre los cuales
redactará las escrituras matrices. Los escribanos son titulares de un
protocolo, que es el libro que contiene todas las escrituras de ese registro o
escribano. Los folios habilitados se corresponden a un registro, y solo ese
registro puede utilizarlos.
Protocolización consiste en la incorporación de un instrumento publico o
privado al protocolo con el objetivo de que no se pueda cuestionarlos en el
futuro. Los instrumentos privados pueden ser protocolizados por vía judicial,
por ejemplo, juicios de escrituración, testamento ológrafo.
ARTÍCULO 300. Protocolo. El protocolo se forma con los folios habilitados para
el uso de cada registro, numerados correlativamente en cada año calendario, y
con los documentos que se incorporan por exigencia legal o a requerimiento
de las partes del acto. Corresponde a la ley local reglamentar lo relativo a las
características de los folios, su expedición, así como los demás recaudos
relativos al protocolo, forma y modo de su colección en volúmenes o legajos,
su conservación y archivo.

Escritura matriz. Se denomina así a la escritura original, es decir, aquella con


la que se va formando el protocolo. La denominación matriz se utiliza para
diferenciarla de las copias y para significar que de su existencia y su validez
dependen la existencia y validez de esas copias. Las partes obtienen copias de
la misma, denominada testimonio, que es una copia fiel de la escritura matriz.
El testimonio solo tiene la firma del escribano, porque da fe que las partes
firmaron la escritura matriz.

Primer testimonio. La escritura matriz queda glosada en el protocolo


encuadernado y no suele siquiera consultarse, por resultar dificultoso e
impráctico (ya que pasado cierto tiempo el protocolo queda archivado en el
Colegio de Escribanos), salvo cuando es necesario efectuar un estudio de
títulos. Lo que las partes tienen en su poder, entonces, no es la escritura
matriz, sino un primer testimonio o copia. "Copia" y "testimonio" son términos
sinónimos. Otra cosa diferente es la copia "simple", que es aquella que los
escribanos suelen entregar a las partes al solo efecto de que tengan el texto
del acto celebrado, pero que no sólo no reúne los requisitos formales de un
instrumento público, ya que no es un original ni su testimonio, sino que
tampoco tiene sus efectos, ya que no sirve para reconstruir el protocolo.

Segunda copia. Es toda nueva copia que se le otorgue a la parte. Para


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obtenerla deberá solicitarla al escribano, que, sin embargo, no en todos los
casos está habilitado a otorgarla. Si las escrituras no instrumentan
obligaciones de dar o hacer, la nueva copia puede expedirse por el escribano a
mera solicitud de la parte interesada. Otro tanto sucede si puede constatarse
mediante informes, que la obligación está satisfecha y - por ende- extinguida.
Si, por el contrario, contienen obligaciones de ese tipo, se suele distinguir
entre aquellas cuyo cumplimiento no puede llegar a exigirse nuevamente una
vez satisfechas, de aquellos otros supuestos en los que podría llegar a exigirse
un nuevo cumplimiento en forma ilícita. En el primer caso no existe
inconveniente en que el escribano otorgue segunda copia sin autorización
judicial. En la segunda hipótesis, se requiere que, a petición del interesado, el
juez autorice al escribano a otorgar un segundo testimonio.

ARTÍCULO 308. Copias o testimonios. El escribano debe dar copia o testimonio


de la escritura a las partes. Ese instrumento puede ser obtenido por cualquier
medio de reproducción que asegure su permanencia indeleble, conforme a las
reglamentaciones locales. Si alguna de las partes solicita nueva copia, el
escribano debe entregarla, excepto que la escritura contenga la constancia de
alguna obligación pendiente de dar o de hacer, a cargo de otra de las partes.
En este caso, se debe requerir la acreditación en instrumento público de la
extinción de la obligación, la conformidad del acreedor o la autorización
judicial, que debe tramitar con citación de las partes del acto jurídico.

ARTÍCULO 301. Requisitos. El escribano debe recibir por sí mismo las


declaraciones de los comparecientes, sean las partes, sus representantes,
testigos, cónyuges u otros intervinientes. Debe calificar los presupuestos y
elementos del acto, y configurarlo técnicamente. Las escrituras públicas, que
deben extenderse en un único acto, pueden ser manuscritas o
mecanografiadas, pudiendo utilizarse mecanismos electrónicos de
procesamiento de textos, siempre que en definitiva la redacción resulte
estampada en el soporte exigido por las reglamentaciones, con caracteres
fácilmente legibles. En los casos de pluralidad de otorgantes en los que no
haya entrega de dinero, valores o cosas en presencia del notario, los
interesados pueden suscribir la escritura en distintas horas del mismo día de
su otorgamiento. Este procedimiento puede utilizarse siempre que no se
modifique el texto definitivo al tiempo de la primera firma.

ARTÍCULO 302. Idioma. La escritura pública debe hacerse en idioma nacional.


Si alguno de los otorgantes declara ignorarlo, la escritura debe redactarse
conforme a una minuta firmada, que debe ser expresada en idioma nacional
por traductor público, y si no lo hay, por intérprete que el escribano acepte.
Ambos instrumentos deben quedar agregados al protocolo.
Los otorgantes pueden requerir al notario la protocolización de un instrumento
original en idioma extranjero, siempre que conste de traducción efectuada por
traductor público, o intérprete que aquél acepte. En tal caso, con el testimonio
de la escritura, el escribano debe entregar copia certificada de ese
instrumento en el idioma en que está redactado.

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ARTÍCULO 303. Abreviaturas y números. No se deben dejar espacios en
blanco, ni utilizar abreviaturas, o iniciales, excepto que estas dos últimas
consten en los documentos que se transcriben, se trate de constancias de
otros documentos agregados o sean signos o abreviaturas científicas o
socialmente admitidas con sentido unívoco. Pueden usarse números, excepto
para las cantidades que se entregan en presencia del escribano y otras
cantidades o datos que corresponden a elementos esenciales del acto jurídico.

ARTÍCULO 305. Contenido. La escritura debe contener:


a) lugar y fecha de su otorgamiento; si cualquiera de las partes lo requiere o el
escribano lo considera conveniente, la hora en que se firma el instrumento;
b) los nombres, apellidos, documento de identidad, domicilio real y especial si
lo hubiera, fecha de nacimiento y estado de familia de los otorgantes; si se
trata de personas casadas, se debe consignar también si lo son en primeras o
posteriores nupcias y el nombre del cónyuge, si resulta relevante en atención
a la naturaleza del acto; si el otorgante es una persona jurídica, se debe dejar
constancia de su denominación completa, domicilio social y datos de
inscripción de su constitución si corresponde;
c) la naturaleza del acto y la individualización de los bienes que constituyen su
objeto;
d) la constancia instrumental de la lectura que el escribano debe hacer en el
acto del otorgamiento de la escritura;
e) las enmiendas, testados, borraduras, entrelíneas, u otras modificaciones
efectuadas al instrumento en partes esenciales, que deben ser realizadas de
puño y letra del escribano y antes de la firma;
f) la firma de los otorgantes, del escribano y de los testigos si los hubiera; si
alguno de los otorgantes no sabe o no puede firmar, debe hacerlo en su
nombre otra persona; debe hacerse constar la manifestación sobre la causa
del impedimento y la impresión digital del otorgante.

ARTÍCULO 306. Justificación de identidad. La identidad de los comparecientes


debe justificarse por cualquiera de los siguientes medios: (a) por exhibición
que se haga al escribano de documento idóneo; en este caso, se debe
individualizar el documento y agregar al protocolo reproducción certificada de
sus partes pertinentes; (b) por afirmación del conocimiento por parte del
escribano.

ARTÍCULO 307. Documentos habilitantes. Si el otorgante de la escritura es un


re- presentante, el escribano debe exigir la presentación del documento
original que lo acredite, el que ha de quedar agregado al protocolo, excepto
que se trate de poderes para más de un asunto o de otros documentos
habilitantes que hagan necesaria la devolución, supuesto en el cual se debe
agregar copia certificada por el escribano. En caso de que los documentos
habilitantes ya estén protocolizados en el registro del escribano interviniente,
basta con que se mencione esta circunstancia, indicando folio y año.

Partes de la escritura
a) Encabezamiento. Constituye la primera parte de la escritura. En ella, el
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escribano expresa el numero de escritura, el lugar de su suscripción y fecha de
otorgamiento, el nombre, estado civil y vecindad de las partes, las identifica y
señala el medio de la identificación, ya sea su conocimiento personal o el
documento que se utilizó a tal fin. Señala el carácter que invocan las partes
para actuar si no lo hiciesen por derecho propio.
b) Exposición. Las partes explican el acto jurídico que se proponen realizar,
describen los bienes objeto del negocio, o refieren los antecedentes del
dominio si se trata de constitución o transmisión de derechos reales sobre
inmuebles.
c) Declaración de voluntad. La declaración y la exposición constituyen el
cuerpo de la escritura. Contiene la declaración de voluntad que los otorgantes
del acto efectúan con la finalidad de producir una adquisición, modificación o
extinción de efectos jurídicos. Incluye la descripción del acto jurídico
(especificándose el objeto y los motivos) y el conjunto de clausulas
contractuales o disposiciones testamentarias, o facultades del apoderado, que
demuestran la particularidad del negocio.
d) Pie o cierre. Constituye la ultima parte de la escritura. En ella se asientan
tres constancias: que el notario efectuó la lectura del instrumento, las
enmiendas de su puño y letra si las hubiere y las firmas de todos los
participantes en el acto.

Nulidad de la escritura. Son nulas todas aquellas escrituras que se realizan en


contra o en inobservancia de las formalidades que establece el código en su
artículo 305.
Para los casos de inobservancia de los requisitos formales (formas legales) el
CCyC ha prescripto dos tipos de sanciones, la nulidad del acto y las multas al
notario interviniente.
Son nulas las escrituras que no tengan la designación del tiempo y lugar en
que sean hechas, el nombre de los otorgantes, la firma del escribano y de las
partes, la firma a ruego de ellas cuando no saben o no pueden escribir y la
firma de los dos testigos del acto cuando su presencia sea requerida. La
inobservancia de las otras formalidades no anula las escrituras, pero los
escribanos o funcionarios públicos pueden ser sancionados.

El artículo transcripto, entonces, sólo contempla como supuestos de nulidad:


la omisión de la fecha, la del lugar de otorgamiento, la del nombre de las
partes, su falta de firma o de firma a ruego si correspondiese, y la ausencia de
firma de los dos testigos cuando su presencia fuese requerida. A ello cabe
agregar la ausencia de los requisitos fundamentales exigidos:
- por las normas relativas a los instrumentos públicos en general en el art. 294;
verbigracia, que no se hayan salvado las erratas materiales, enmiendas,
interlineados, etc.;
- por el art. 300 que la escritura no esté incorporada al protocolo en su número
correlativo; o que no esté incorporada en el orden cronológico
correspondiente.
- por el Código, en forma tácita, como la utilización de folios no habilitados.

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Existen otras omisiones que solo ocasionan una imposición de multa:
- falta de lectura de lo actuado por el notario;
- omisión de consignar el nombre de los testigos siempre que estén sus firmas;
- falta de agregación de la minuta en idioma extranjero para el caso previsto en
el art. 302, y para el supuesto de otorgamiento por una persona con
discapacidad auditiva, según lo exige el art. 304;
- falta de unidad del acto fuera de las excepciones previstas en el art. 301;
- falta de correlatividad que no altere el orden cronológico;
- omisión de protocolizar las procuraciones y documentos habilitantes;
- ausencia de mención de estado civil, mayoría de edad, o domicilio de las
partes;
- falta de consentimiento por el cónyuge en los supuestos que lo requiere, los
arts. 456, 457 y 470.

INSTRUMENTO PRIVADO. Son aquellos que se otorgan en plena voluntad y


conformidad de las partes sin presencia de un oficial publico. Dicha voluntad
se expresa con la firma. En materia de formas, el principio general es la
libertad de formas. El requisito que la ley exige es la firma de las partes
porque, al suscribir el instrumento, implica que las mismas tienen el
conocimiento del mismo, que adhieren a todo lo que éste establece y se
obligan a su cumplimiento. Lo que distingue al instrumento privado del publico
es que para el privado no se requiere la intervención del oficial publico, pues
las partes lo otorgan por si mismas.

Rivera los clasifica en instrumentos particulares firmados (instrumentos


privados) y no firmados (máquina expendedora, cajero automático, boleto de
colectivo, e-mail, fax). El origen de los instrumentos particulares es la voluntad
particular del sujeto, mientras que los instrumentos públicos son emanados de
una autoridad pública o de la persona con envestidura para otorgarlo.

ARTÍCULO 286. Expresión escrita. La expresión escrita puede tener lugar por
instrumentos públicos, o por instrumentos particulares firmados o no firmados,
excepto en los casos en que determinada instrumentación sea impuesta.
Puede hacerse constar en cualquier soporte, siempre que su contenido sea
representado con texto inteligible, aunque su lectura exija medios técnicos.

ARTÍCULO 287. Instrumentos privados y particulares no firmados. Los


instrumentos particulares pueden estar firmados o no. Si lo están, se llaman
instrumentos privados. Si no lo están, se los denomina instrumentos
particulares no firmados; esta categoría comprende todo escrito no firmado,
entre otros, los impresos, los registros visuales o auditivos de cosas o hechos
y, cualquiera que sea el medio empleado, los registros de la palabra y de
información.

Soporte. Soporte es la cosa, de cualquier material, sobre la cual está


conformado el instrumento. El soporte del instrumento es el medio en el que el
mismo es confeccionado y, por ello, siempre ha dependido de lo materiales
disponibles de acuerdo al avance técnico y cultural. Resulta valido todo
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soporte mediante el cual se pueda expresar y transmitir la idea de las partes.
Tiene que ser entendible. Los caracteres deben ser legibles. La
caracterización del documento no depende del soporte, siempre y cuando
éstos sean legibles y se entienda que quieren transmitir. En el instrumento
privado, el soporte no es esencial, sino el contenido que se crea o manifiesta
sobre ese soporte. En tal sentido, existen soportes de tipo informáticos
(pendrives, discos rígidos), ópticos (microfilm), audio (grabación, cinta
magnética).

Requisitos de validez de la firma. La firma está integrada por trazos que


constituyen el modo habitual que tiene una persona de escribir su nombre y
apellido con la finalidad de manifestar la adhesión de su voluntad al contenido
de ese instrumento.
No es necesario que se escriba el nombre y el apellido completo; puede ser
uno u otro o ambos, o una combinación, o simplemente un signo grafico con el
cual la persona se identifica a sí misma. Las iniciales del nombre no configura
la firma, es decir, no está prohibido firmar con ellas, pero no me pueden obligar
a reconocerlas. La excepción es que voluntariamente la reconozca. No es una
prohibición, es una presunción a favor de la parte.

ARTÍCULO 288. Firma. La firma prueba la autoría de la declaración de voluntad


expresada en el texto al cual corresponde. Debe consistir en el nombre del
firmante o en un signo. En los instrumentos generados por medios
electrónicos, el requisito de la firma de una persona queda satisfecho si se
utiliza una firma digital, que asegure indubitablemente la autoría e integridad
del instrumento.

Caracteres de la firma. Son caracteres de la firma los siguientes:

 Habitual. La firma debe ser la forma habitual de expresar la voluntad;


cada firma debe ser semejante a la cronológicamente anterior del mismo
sujeto. Debe intentarse firmar siempre de la misma manera. Debe existir
una repetición en el uso de la misma.
 Ológrafa. La firma debe estar escrita de puño y letra del firmante a quien
se imputa. No puede haber, por tanto, firmas impresas, sean facsimilares
o transcripción de nombre apellido, ni copiadas, o calcadas, por terceros.
 Exclusiva. La firma constituye una referencia a su individualidad; hace a
la identificación del trazo con la persona en particular.
 Manifestación de la individualidad. La firma debe ser expresión de la
individualidad de quien la escribe. Esto no hace referencia a que se deba
incluir el nombre del firmante. Sólo debe expresar y representar de una
manera elegida su individualidad.
 Expresión de la voluntad. La firma debe ser puesta con la finalidad de
expresar voluntad de adhesión al texto. Hace referencia a la
manifestación de la voluntad de esa persona. Por eso es que debe ser
puesta al pie del instrumento, a fin de demostrar su asentimiento con
todo el texto que le precede en el papel. No con el que sigue. Solo por
excepción se puede hacer al margen.
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La firma electrónica no tiene fuerza de firma, pero si la firma digital, que se
obtiene a partir de un certificado. La firma digital tiene dos partes, una publica
y una privada. Ambas partes tienen acceso a una clave encriptada y solo lo
puede generar esa parte que tiene la clave para hacerlo.

La firma a ruego en instrumentos privados ahora esta permitida. Se requieren


testigos para tener fundamento o prueba de porque no firma. No obstante,
existe parte de la doctrina que lo cuestiona.

La huella digital anteriormente no era permitido. Sin embargo en el CCCN el


legislador lo incluyó (articulo 313). La única posibilidad por la cual se tomaba
la huella digital como firma era si daba fe de ello un escribano. Ahora, se
permite siempre que se acompañe el acto con dos testigos.

ARTÍCULO 313. Firma de los instrumentos privados. Si alguno de los firmantes


de un instrumento privado no sabe o no puede firmar, puede dejarse
constancia de la impresión digital o mediante la presencia de dos testigos que
deben suscribir también el instrumento.

ARTÍCULO 314. Reconocimiento de la firma. Todo aquel contra quien se


presente un instrumento cuya firma se le atribuye debe manifestar si ésta le
pertenece. Los he- rederos pueden limitarse a manifestar que ignoran si la
firma es o no de su causante. La autenticidad de la firma puede probarse por
cualquier medio.
El reconocimiento de la firma importa el reconocimiento del cuerpo del
instrumento privado. El instrumento privado reconocido, o declarado auténtico
por sentencia, o cuya firma está certificada por escribano, no puede ser
impugnado por quienes lo hayan reconocido, excepto por vicios en el acto del
reconocimiento. La prueba resultante es indivisible. El documento signado con
la impresión digital vale como principio de prueba por escrito y puede ser
impugnado en su contenido.

ARTÍCULO 315. Documento firmado en blanco. El firmante de un documento en


blanco puede impugnar su contenido mediante la prueba de que no responde a
sus instrucciones, pero no puede valerse para ello de testigos si no existe
principio de prueba por escrito. El desconocimiento del firmante no debe
afectar a terceros de buena fe.
Cuando el documento firmado en blanco es sustraído contra la voluntad de la
persona que lo guarda, esas circunstancias pueden probarse por cualquier
medio. En tal caso, el contenido del instrumento no puede oponerse al firmante
excepto por los terceros que acrediten su buena fe si han adquirido derechos a
título oneroso en base al instrumento.

ARTÍCULO 316. Enmiendas. Las raspaduras, enmiendas o entrelíneas que


afectan partes esenciales del acto instrumentado deben ser salvadas con la
firma de las partes. De no hacerse así, el juez debe determinar en qué medida
el defecto excluye o reduce la fuerza probatoria del instrumento.

REQUISITO DE OPONIBILIDAD: fecha cierta. El instrumento privado no posee


34
fecha cierta porque no hay oficial publico que de fe de ello, confiere a la
libertad de formas. No es oponible frente a terceros. Tampoco tiene firma
indubitada, es decir, es cuestionable. Se puede adquirir fecha cierta a partir de
los siguientes modos:

Entre las partes, cuando las mismas lo reconocen;

 Por ejecución, es decir, cuando se produce la ejecución del contrato:


desde el momento en que se ejecuta el contrato, el mismo tiene fecha
cierta;
 Por documento adicional, en ese instrumento se menciona un documento
adicional, por ejemplo, un instrumento publico con fecha cierta; o
 Por vía judicial, es decir, desde el momento en que el documento se
incorpora a un expediente judicial, el mismo adquiere fecha cierta.

Frente a terceros, el principio es que, los instrumentos privados, al carecer


fecha cierta, no son oponibles. Si existe una fecha cierta, la misma carece de
valor porque es inoponible frente a terceros.

 Exhibición en juicio;
 Escribano + dos testigos;
 Transcripción en el registro; o
 Fallecimiento.

ARTÍCULO 317. Fecha cierta. La eficacia probatoria de los instrumentos


privados reconocidos se extiende a los terceros desde su fecha cierta.
Adquieren fecha cierta el día en que acontece un hecho del que resulta como
consecuencia ineludible que el documento ya estaba firmado o no pudo ser
firmado después. La prueba puede producirse por cualquier medio, y debe ser
apreciada rigurosamente por el juez.

ARTÍCULO 318. Correspondencia. La correspondencia, cualquiera sea el medio


empleado para crearla o transmitirla, puede presentarse como prueba por el
destinatario, pero la que es confidencial no puede ser utilizada sin
consentimiento del remitente. Los terceros no pueden valerse de la
correspondencia sin asentimiento del destinatario, y del remitente si es
confidencial.

ARTÍCULO 319. Valor probatorio. El valor probatorio de los instrumentos


particulares debe ser apreciado por el juez ponderando, entre otras pautas, la
congruencia entre lo sucedido y narrado, la precisión y claridad técnica del
texto, los usos y prácticas del tráfico, las relaciones precedentes y la
confiabilidad de los soportes utilizados y de los procedimientos técnicos que
se apliquen.

Instrumentos firmados en blanco. Se la considera un mandato tácito. El


principio que rige en materia de instrumentos es la libertad de formas o partes.
La ley no prohíbe que se firme y después se complete. Es totalmente valido.
También es valido tener instrumentos con claros (espacios en blanco) que se
35
completen con posterioridad.
Valor probatorio. Para su eficacia, lo único relevante es que la firma colocada
al pie del instrumento sea autentica, haya sido puesta antes o después del
texto. No es exigible que el firmante, además de reconocer su firma, reconozca
o admita el texto ya que “el reconocimiento de la firma importa el
reconocimiento del contenido del instrumento privado…”
Impugnación por abuso de confianza. El firmante de un documento en blanco
puede impugnar su contenido mediante la prueba de que no responde a sus
instrucciones, pero no puede valerse para ello de testigos, si no existe
principio de prueba por escrito. Así el firmante defraudado en su confianza
deberá demostrar dos hechos: que el instrumento fue firmado en blanco, y que
fue llenado por su tenedor con un contenido distinto al indicado. Ambas
circunstancias pueden acreditarse por cualquier medio de prueba a excepción
de la testimonial, salvo que exista principio de prueba por escrito de la
violación del mandato.
Inoponibilidad de la impugnación frente a terceros de buena fe. Los terceros de
buena han adquirido un derecho a partir de un instrumento formalmente valido,
sin que les resulte oponible que el tenedor haya extralimitado o tergiversado
las instrucciones recibidas del firmante. El desconocimiento del firmante no
debe afectar a terceros de buena fe. Esto hace primar la apariencia en
beneficio de la seguridad jurídica. La buena fe se presume incumbiendo la
prueba de la mala fe a quien la invoque.
Sustracción del instrumento firmado en blanco. Cuando el documento firmado
en blanco es sustraído contra la voluntad de la persona que lo guarda, esas
circunstancias pueden probarse por cualquier medio. En tal caso, el contenido
del instrumento no puede oponerse al firmante excepto por los terceros que
acrediten su buena fe si han adquirido derechos a título oneroso en base al
instrumento. En este caso, el instrumento firmado en blanco es sustraído de la
guarda del tenedor y llenado por un tercero que, puede o no, ser el ladrón.
El signatario, o quien pretenda dejar sin efecto el instrumento de que se trate,
deberá probar que el instrumento fue firmado en blanco, que fue sustraído del
poder del firmante o de la persona a la que se lo entregó, y que ésta lo llenó
contra la voluntad del signatario o del mandatario.

Firma digital y firma electrónica. La firma digital es el resultado de aplicar a un


documento digital un procedimiento matemático que requiere información de
exclusivo conocimiento del firmante, encontrándose ésta bajo su absoluto
control y que es susceptible de verificación por terceras partes. La firma
electrónica consiste en la identificación que un signatario utiliza o coloca
junto a otros datos enviados electrónicamente, pero que no reúne los
requisitos de la firma digital, que en general refieren a la verificación del
control y seguridad de la firma.
Entre la firma digital y la electrónica, media una diferencia de efectos.
Respecto de la firma digital, la ley dispone que se presume, salvo prueba en
contrario, que ella pertenece al titular del certificado digital que permite la
verificación de dicha firma. Mientras que si se desconoce la firma electrónica,
corresponde a quien la invoca acreditar su validez.

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Requisitos de eficacia de la firma digital. Para que una firma digital sea eficaz
se requiere:
- que haya sido creada durante el periodo de vigencia del certificado digital
valido del firmante;
- que sea debidamente verificada con la referencia de los datos de
comprobación de firma digital, indicados en dicho certificado, según el
procedimiento que corresponda;
- que dicho certificado haya sido emitido o reconocido por un certificador
licenciado.

CORRESPONDENCIA. La correspondencia puede consistir en esquelas, tarjetas


postales, telegramas, o cartas entre personas, ya sea en materia personal o
con términos relacionados con vínculos negociales. Deben consistir en
expresiones escritas entre dos o más personas. Pueden no estar firmadas, o
estar suscriptas por sobrenombres o referencias al vinculo que tiene el
remitente con el destinatario. Por no ser instrumentos privados, no es exigible
la firma. Lo importante no es la firma, sino la autenticidad del texto.
Propiedad de la correspondencia. Las piezas de correspondencia son cosas
muebles. En cuanto tal, pertenecen a quien la escribió hasta que llegue a
poder del destinatario. Mientras está en el correo le sigue perteneciendo, por
lo que desde la óptica del derecho civil nada obstaría a que la recupere si así
lo desea. Cuando es puesta en poder del destinatario, la propiedad se
transmite al nuevo poseedor, quien tendrá a su respecto la totalidad de las
facultades que importa el derecho de dominio.
Sin embargo, la propiedad intelectual de lo escrito en la pieza sigue
perteneciendo a quien la escribió, de suerte que quien fue destinatario y luego
propietario de la carta no puede disponer en forma absolutamente libre de su
contenido, aunque sí de la misma en cuando cosa mueble. Si un tercero
obtiene la misiva, deberá demostrar que la adquirió de forma licita. Para
valerse de ella, tiene que demostrar el consentimiento.
Valor probatorio. Como regla general, las piezas de correspondencia están
autorizadas como medio de prueba. El remitente tiene el derecho a que el
contenido no sea divulgado salvo que medie consentimiento. Puede ser
utilizado como prueba salvo que el contenido implique confidencialidad, para
lo cual se requerirá la autorización. El ser confidencial no depende de la
calificación que le atribuya el remitente, sino a la naturaleza de su contenido.
En caso de duda, se presumen confidenciales.
Fuerza probatoria. El juez tendrá amplitud de posibilidades para asignar valor
al instrumento de acuerdo a su entidad y a las circunstancias. El valor
probatorio debe ser siempre autorizado por el juez.
Formas de reconocimiento. Son tres los modos usuales de reconocimiento de
firma:
1) reconocimiento espontaneo: cuando el firmante manifiesta que la firma que
suscribe el documento le pertenece. Puede suceder de forma expresa o tacita.
La manifestación deberá ocurrir cuando el instrumento con la firma es
presentada al presunto firmante;

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2) reconocimiento provocado judicialmente: si la presentación del documento
se realiza en juicio, entonces el reconocimiento deberá tener lugar
judicialmente;
3) reconocimiento forzoso: es el que acontece cuando el citado judicialmente
niega en forma expresa la autenticidad de su firma, la que luego de ser
sometida al peritaje y por sus conclusiones, es declarada autentica por el juez.
Los que pueden reconocer la firma son su autor y los sucesores del firmante.
En cuanto al autor, toda persona a quien se atribuya el carácter de autor de la
firma puede reconocer la firma. En cuanto a los sucesores del firmante, si bien
los sucesores universales del firmante o autor continúan su persona en lo
ateniente a los derechos y obligaciones, pueden ignorar, si la firma que se
atribuye a su causante es autentica o no.
El reconocimiento de la firma genera la presunción juris tantum de que el
contenido o texto del instrumento es autentico. El firmante puede probar que
el texto ha sido adulterado o falseado, o que el instrumento firmado en blanco
se completó en contra de sus instrucciones.

UNIDAD III: VICIOS DEL ACTO VOLUNTARIO


VICIOS DEL ACTO VOLUNTARIO. El acto voluntario requiere la concurrencia de
elementos internos (discernimiento, intención, libertad), y de un elemento
externo (la manifestación de la voluntad). El defecto en alguno de los
elementos internos del acto voluntario se denomina "vicio". También se suele
aludir a los vicios o defectos de forma del negocio jurídico, que consisten en la
omisión de la forma exigida por la ley o por la voluntad de las partes.

Los vicios de los actos voluntarios son el error, el dolo y la violencia. Todos
ellos tienen en común constituir una anomalía de un elemento sustancial (es
decir, no formal), existente al momento de la celebración u otorgamiento del
acto, que produce la limitación, desvirtuación o pérdida de los efectos propios
del acto. Estos "vicios de la voluntad" afectan a los elementos de la voluntad
conforme a la doctrina clásica, es decir, la intención y la libertad.
1) El error y el dolo vician la intención.
2) La violencia, sea física o moral, vicia la libertad.
3) La ausencia o falta de discernimiento—que también es un defecto del acto
voluntario—no se produce a consecuencia de vicio alguno, sino por una
circunstancia inherente al sujeto (falta de madurez, ausencia de razón).
La consecuencia que producen los vicios de error, dolo y violencia es la
nulidad del acto.

ERROR. El "error" es un vicio de los actos voluntarios que afecta la intención y


como tal causa la nulidad del acto jurídico (art. 265). La doctrina solía
distinguir la "ignorancia" que implica no conocer algo (cosa, circunstancia o
régimen legal), mientras que el "error" consiste en creer que se lo conoce
siendo que, en realidad, se toma por cierto un conocimiento falso. Este
distingo es irrelevante. Para el CCCN el error vicio comprende tanto una
hipótesis como la otra.
El error surge de la propia persona y ocurre por diversas causales: descuido,

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falta de atención, negligencia, problemas de visión. El error o falso
conocimiento puede versar sobre un hecho (error de hecho) o sobre la
existencia, contenido o interpretación de una norma jurídica (error de
derecho).

El tema del error de derecho está tratado en el Título Preliminar, cuyo art. 8
dispone: Principio de inexcusabilidad. "La ignorancia de las leyes no sirve de
excusa para su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por el
ordenamiento jurídico". El verdadero fundamento radica en la obligatoriedad de
la ley. Inclusive la publicación no hace a la ley conocida, sino obligatoria.

El error de hecho es el que recae sobre cualquier circunstancia del acto: las
partes y ello comprende su identidad, capacidad, estado civil, etc.; el objeto;
una cualidad de la cosa, etc. Debe ser esencial, determinante e inexcusable,
invalidante. El efecto es la nulidad. El art. 267 enumera los supuestos de error
esencial. Ellos son los que recaen sobre: a) la naturaleza del acto; b) un bien o
un hecho diverso o de distinta especie que el que se pretendió designar, o una
calidad, extensión o suma diversa a la querida; c) la cualidad sustancial del
bien que haya sido determinante de la voluntad jurídica según la apreciación
común o las circunstancias del caso; d) los motivos personales relevantes que
hayan sido incorporados expresa o tácitamente; e) la persona con la cual se
celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue determinante para su
celebración.

Error reconocible. Si el acto es bilateral o unilateral recepticio, el error debe,


además, ser reconocible por el destinatario para causar la nulidad. El error es
reconocible cuando el destinatario de la declaración lo pudo conocer según la
naturaleza del acto, las circunstancias de persona, tiempo y lugar. Se dice que
el error es reconocible cuando el destinatario de la manifestación de voluntad,
actuando con la normal diligencia, ha debido advertir el error en que incurría la
contraparte.

Error de cálculo. El error de cálculo no da lugar a la nulidad del acto, sino sólo
a su rectificación, excepto que sea determinante del consentimiento (si
afectara un elemento esencial). Prima el principio de subsistencia del acto.

Error en la declaración. Proviene del mismo sujeto cuando emite una


declaración que contiene el yerro, en cuyo caso la voluntad interna se
encuentra desvirtuada en su manifestación externa. Prevalece la
exteriorización de la voluntad sobre la voluntad interna. Por fin, el yerro puede
originarse en un tercero encargado de transmitir la declaración de voluntad del
sujeto dueño del negocio jurídico, quien la desvirtúa.

Error accidental o no invalidante. Como contrapartida del error esencial, el


accidental es el que recae sobre un elemento accesorio del acto o que aun
recayendo en un elemento esencial no ha sido determinante para el
otorgamiento del acto. No conlleva la nulidad, sino que es anulable. Es
inexcusable.

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Efectos del error. El error es una causa de privación de la voluntad. Por lo
tanto los actos jurídicos otorgados con error que reúna las condiciones ya
estudiadas (arts. 265 a 267), son susceptibles de ser declarados de nulidad
relativa.

DOLO. Acción dolosa es toda aserción de lo falso o disimulación de lo


verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee para la
celebración del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos que la
acción dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u
ocultación.
Es la intención de la otra parte de hacer caer en error al otro sujeto. Es la
aserción de lo falso o la simulación de lo verdadero. Tiene como finalidad
conseguir la celebración del acto; que el destinatario del engaño otorgue un
negocio jurídico o realice un acto voluntario. El autor del dolo esencial y del
dolo incidental puede ser una de las partes del acto o un tercero. En cuanto a
la responsabilidad por daños y perjuicios, la asume el tercero autor del dolo, y
solidariamente la parte sabedora del dolo

El dolo directo es el causado por una de las partes del negocio por sí o por
intermedio de su dependiente o representante. El dolo indirecto es el dolo
causado por un tercero ajeno a la relación jurídica.

El dolo esencial es aquel que reúne las condiciones necesarias como para
anular el acto. Es determinante y genera la nulidad. No tiene subsanación. Las
características del dolo esencial son las siguientes:
- Grave
- Causa determinante de la acción
- Daño importante e irreversible en el patrimonio
- No tiene que haber dolo de ambas partes (que no sea recíproco)

El dolo incidental, en cambio, no es determinante de la realización del acto y


no afecta la validez. Es insuficiente para invalidar el negocio jurídico, pero
puede comprometer la responsabilidad del agente por daños y perjuicios

Prescripción: 2 años desde que la persona advierte que la otra ejerció dolo.

VIOLENCIA. La violencia comprende la fuerza irresistible y las amenazas. La


fuerza irresistible y las amenazas que generan el temor de sufrir un mal grave
e inminente que no se puedan contrarrestar o evitar en la persona o bienes de
la parte o de un tercero, causan la nulidad del acto. La relevancia de las
amenazas debe ser juzgada teniendo en cuenta la situación del amenazado y
las demás circunstancias del caso.
Quedan incluidos la violencia física (empleo de fuerza física irresistible en la
persona que otorga el acto) y la coerción o intimidación. Las amenazas deben
generar el temor de sufrir un mal inminente y grave que no se pueda
contrarrestar o evitar y que recaiga en la persona o bienes de la parte o de un
tercero. Queda excluida la “justa amenaza”: la amenaza con el ejercicio de un
derecho. La violencia debe haber sido la causa determinante del otorgamiento

40
del acto cuya anulación se persigue.

Como en los demás vicios de la voluntad, la sanción es la nulidad relativa del


acto. Se engendra también una acción de responsabilidad por daños y
perjuicios, que es independiente de la acción de nulidad. La violencia ejercida
por un tercero tiene los mismos efectos que la empleada por uno de los que ha
participado en el acto.

Prescripción: 2 años desde que la persona recupera la libertad física o moral y


puede ejercer la acción. Es liberatoria (se pierde el derecho).

Temor reverencial. Es el que se tiene respecto de aquellas personas sobre las


cuales se está en una relación de respeto o sumisión. La sola relación de
respeto o sumisión no causa la nulidad del acto. Pero si existe una verdadera
coerción (si hay un daño inminente), es claro que el acto podrá anularse,
aunque esa violencia o intimidación provenga del padre, del esposo o del
principal.

Prescripción de las acciones de nulidad relativa: Es de dos años; y se cuenta


desde que cesó la violencia o el error o el dolo se conocieron o pudieron ser
conocidos.

41
UNIDAD IV: VICIOS DEL ACTO VOLUNTARIO
VICIOS DE LOS ACTOS JURIDICOS: lesión, simulación y fraude

LESION (art. 332)


La lesión es el daño en un contrato a titulo oneroso que deriva del hecho de no
recibir el equivalente de lo que se da. También es conocida como defecto a la
buena fe o lealtad, que es exigida en los negocios jurídicos.
ARTÍCULO 332. Lesión. Puede demandarse la nulidad o la modificación de los
actos jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad, debilidad
síquica o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja
patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación.
Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación en caso
de notable desproporción de las prestaciones.
Los cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la
desproporción debe subsistir en el momento de la demanda.
El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del
convenio, pero la primera de estas acciones se debe transformar en acción de
reajuste si éste es ofrecido por el demandado al contestar la demanda.
Sólo el lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción.

Especies de lesión. La legislación reconoce dos especies de lesión, la objetiva


y la subjetiva. En la objetiva, el vicio del acto jurídico que se expresa a través
de la mera equivalencia entre lo que se da y lo que se recibe. La lesión recae
sobre el objeto del acto jurídico y consiste en la mera inequivalencia entre lo
que se da y lo que se recibe. En la subjetiva, la lesión incurre sobre los sujetos
o las partes. La subjetiva es cuando existe desproporción injustificada.
Consiste en una desproporción injustificada de las prestaciones, originada en
el aprovechamiento por una de las partes del estado de inferioridad de la otra.
Esta lesión recae sobre los actos jurídicos bilaterales y onerosos. No cae
sobre los unilaterales porque no puede encontrarse la explotación o el
aprovechamiento de una de las partes.

Elementos de la lesión. Los elementos pueden ser de carácter subjetivo y


objetivo.
Dentro del elemento subjetivo, se encuentran las partes, es decir, la parte
lesionante y la victima. Este elemento de la parte lesionante está representado
por el aprovechamiento de la situación de inferioridad de la otra parte. La
victima tiene necesidad, ligereza e inexperiencia. El elemento objetivo
consiste en una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin
justificación. Este elemento está dado por la ventaja patrimonial, es decir que
existe desproporción en las contraprestaciones, y la misma es evidente y no
existe justificación.

El articulo 332 autoriza a presumir que existe el aprovechamiento o


explotación cuando medie notable desproporción de las prestaciones. También
dispone que los cálculos deberán hacerse según valores al tiempo del acto y la
desproporción deberá subsistir en el momento de la demanda. La

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desproporción debe ser perceptible a simple vista, indudable. Tiene que existir
un grosero equilibrio, es decir, que no cabe dudas sobre la existencia de esta
desproporción.
La lesión es la excepción al principio contractual de que los contratos se
celebran para cumplirse. En tal sentido, la lesión es de carácter restrictivo, es
decir, que si el juez tiene dudas, no hará lugar a la lesión.

Elemento subjetivo de la lesión


La victima. Aquella persona que se encuentra en estado de necesidad,
debilidad psíquica o inexperiencia; situaciones que la llevan a celebrar el acto.

La necesidad es el estado de indigencia, penuria, pobreza por parte de la


victima. Un estado de pronto auxilio. Este estado es plenamente de carácter
económico, ni los comerciantes ni las personas jurídicas pueden invocar este
estado.
La debilidad psíquica consiste en la falta de discernimiento, ya sea porque son
toxicómanos, ebrios o pródigos. Es decir, tienen una disminución en sus
facultades. Con la modificación del código, la jurisprudencia determinó que se
entiende por debilidad psíquica todas aquellas situaciones patológicas de
debilidad mental, sea permanente o temporaria.
La inexperiencia consiste en la falta de conocimiento que adquiere la persona
con el uso y la practica. Se le atribuye a la falta de educación, la corta edad, la
falta de formación. No pueden invocar este estado los profesionales y los
comerciantes.

Parte lesionante. Consiste en el aprovechamiento de la situación de


inferioridad en que se halla la victima del acto lesivo. No es suficiente el solo
conocimiento de la existencia de la necesidad, ligereza o inexperiencia en el
sujeto pasivo; es necesario que a partir del conocimiento de ese estado, se
pretenda obtener un beneficio desproporcionado.
La parte lesionante debe tener conocimiento de su estado y además debe
contar con el animus, la intención que tiene el lesionante de obtener un
beneficio desproporcionado.

Acciones que puede realizar la victima. La victima puede solicitar (1) la


nulidad, o (2) la modificación o reajuste del acto. El demandado no puede
oponer la nulidad porque no es el titular del derecho o acción. Lo que sí puede
hacer es, al momento de contestación de la demanda, ofrecer la modificación
o reajuste del acto. Tiene que manifestar un numero en concreto, establecer
máximos y mínimos. Será el juez quien, aplicando la sana critica, determinara
el monto a fijar. Este ofrecimiento no se asimila al allanamiento.

Prueba de la lesión. Se debe probar tanto el elemento subjetivo como el


objetivo. La prueba del elemento objetivo es fundamental para que la acción
prospere. El juez tomará en cuenta las circunstancias del caso y los factores
subjetivos de la victima.
En cuanto al elemento subjetivo de la victima, la misma debe probar que
existió desproporción en las prestaciones. Se debe probar la situación de
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inferioridad de la victima y la notoria desproporción de las contraprestaciones.

Legitimación para iniciar acción. En principio, la legitimación la tiene la


victima y sus herederos, al momento del fallecimiento. La posibilidad de
accionar no se puede hacer entre vivos porque es una acción a titulo personal.
Los acreedores no están legitimados para iniciar la acción.

Renuncia de la acción. No es viable la renuncia realizada coetáneamente con


el acto, ya que el estado de inferioridad que origina la lesión se comunica al
acto de renuncia, viciándolo también. La renuncia no puede ser coetánea al
acto porque la ley exige que si existe lesión debe ser al principio. Si esta
viciado el acto, va a estar viciada la renuncia.
La renuncia posterior se concreta a través de la confirmación que, para ser
valida, debe producirse una vez desaparecido el estado de inferioridad que
tipificaba el elemento subjetivo de la victima. Si se puede hacer la renuncia en
forma posterior, pero debe cumplir con un requisito: al momento de efectuarla,
debe haber desaparecido el estado de inferioridad.

Convalidación del acto. El acto lesivo padece de nulidad relativa y, por lo


tanto, es confirmable. La confirmación puede ser expresa o tacita, pero para
que ello opere debe haber desaparecido la situación de inferioridad de la
victima. En la expresa, la victima manifiesta por escrito, una vez que finaliza la
causal de inferioridad, que confirma el acto, lo convalida. En la tacita, la
victima cumple el acto, lo lleva a cabo.

Prescripción de la lesión. El CCCN dispone que la prescripción de la acción se


produce a los dos años computados desde la fecha en que la obligación del
lesionado debía ser cumplida.

SIMULACIÓN (arts. 333 al 337)


La palabra simulación, que proviene de las latinas simuli y actio, indica el
concierto o la inteligencia de dos o más personas para dar a una cosa la
apariencia de otra, siendo su finalidad el engaño.
Es la inteligencia de dos o mas personas para darle a una cosa la apariencia
de otra. No es sinónimo de ilícito, puede ser licita que es plenamente valida. La
simulación consiste en defecto a la buena fe del acto o negocio jurídico. La
simulación no es otra cosa que la discordancia consciente y acordada entre la
voluntad real y la declarada por los otorgantes del acto que persigue una
finalidad de engaño, donde puede o no violarse la ley y generar daños a
terceros.
ARTÍCULO 333. Caracterización. La simulación tiene lugar cuando se encubre
el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto
contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o
cuando por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas,
que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten.

Elementos de la simulación. De acuerdo con un criterio doctrinario


generalmente aceptado, los elementos del negocio simulado son tres: (1) la
44
contradicción entre la voluntad interna y la voluntad declarada; la simulación
que se manifiesta por una discordancia entre lo efectivamente querido por las
partes del negocio y lo declarado por ellas; (2) el acuerdo de partes que
precede y sirve de causa a esa contradicción; la discordancia entre lo querido
y lo manifestado se presenta en otros vicios, pero lo característico de la
simulación es que tal discordancia es querida y acordada por las partes; (3) el
animo de engañar que puede o no violar la norma y puede o no causar daños a
terceros.

Clasificación de la simulación.
Actualmente, la simulación se clasifica en licita e ilícita. Es licita cuando no
persigue una finalidad ilícita ni perjudica a terceros. Es ilícita la simulación
que persigue una finalidad ilícita o perjudicar a un tercero. Discernir si una
simulación es licita o ilícita es trascendente ya que las partes sólo pueden
demandarse recíprocamente por nulidad del acto aparente si la simulación es
licita. Y si la simulación es licita, el acto real encubierto es plenamente eficaz.
Esta es la única clasificación prevista por el código.
ARTÍCULO 334. Simulación lícita e ilícita. La simulación ilícita o que perjudica
a un tercero provoca la nulidad del acto ostensible. Si el acto simulado
encubre otro real, éste es plenamente eficaz si concurren los requisitos
propios de su categoría y no es ilícito ni perjudica a un tercero. Las mismas
disposiciones rigen en el caso de cláusulas simuladas.
La clasificación absoluta y relativa no está en el CCCN. Sin embargo, la
jurisprudencia sostiene que está vigente. La absoluta es aquella que el acto
ostensible no oculta ningún acto real. El acto es pura y tota apariencia. Por
ejemplo, cuando para evitar la acción de acreedores, el propietario de
inmueble lo enajena a alguien, pero de manera puramente aparente, pues en
realidad pretende seguir siendo el titular del dominio, y esa apariencia se crea
solo para impedir que sus acreedores puedan hacer valer sus derechos sobre
la cosa. La relativa es aquella que, debajo del acto ostensible o simulado,
existe otro acto diferente que es el realmente querido. Por ejemplo, cuando un
padre que quiere favorecer a su hijo donándole una casa, simula con él la
celebración de una compraventa. El efecto jurídico de transmitir el dominio es
querido por las partes, pero se ha disimulado el verdadero carácter del acto
que sirve de causa a esa transmisión.
La simulación por interposición de personas se presenta cuando se adquieren
o transmiten derechos para personas ocultas. Es la denominada convención de
testaferro, en la cual quien aparece adquiriendo un derecho no es el
beneficiario del mismo, sino que actúa como representante oculto del
verdadero destinatario del acto. Para que este acto sea una simulación, todas
las partes deben de estar de acuerdo con la situación como la realización de
ese negocio. El tercero, si no conoce la simulación, no es parte de la misma.

Acción de simulación. La acción de simulación entre las partes del negocio no


es admitida a no ser que la simulación fuere licita; y, siendo ilícita, que las
partes no puedan obtener beneficio alguno de las resultas del ejercicio de la
acción.
Es posible entre partes cuando una de las partes pretende ejercer en forma
45
fuerte la apariencia que se creó, o cuando una desconoce la simulación y
actúa creyendo que es real.
ARTÍCULO 335. Acción entre las partes. Contradocumento. Los que otorgan un
acto simulado ilícito o que perjudica a terceros no pueden ejercer acción
alguna el uno contra el otro sobre la simulación, excepto que las partes no
puedan obtener beneficio alguno de las resultas del ejercicio de la acción de
simulación.
La simulación alegada por las partes debe probarse mediante el respectivo
contradocumento. Puede prescindirse de él, cuando la parte justifica las
razones por las cuales no existe o no puede ser presentado y median
circunstancias que hacen inequívoca la simulación.

Legitimación de la acción. Las partes (si la simulación es lícita) y los terceros


que se hayan visto perjudicados. Éstos deben tener un derecho actual y
eventual. Los sucesores universales de las partes poseen el mismo derecho
que el causante para iniciar la acción.
Entre partes es posible cuando una de las partes que participan en la
simulación, pretende ejercer en forma fuerte la apariencia que se creó. Cuando
una de las partes desconoce la simulación celebrada, se habilita la acción de
simulación entre las partes.

Prueba de la simulación. La prueba se divide entre las partes y los terceros.


A) Entre las partes, lo prueban con la prueba por excelencia de la simulación,
que es el contradocumento, que encierra el negocio real. Cuando se otorga un
negocio simulado, es común que las partes declaren la realidad subyacente en
otro instrumento, al que se denomina contradocumento. Por ello, generalmente
la prueba de la simulación se hace a través de este documento.
El contradocumento es el instrumento publico o privado otorgado por las
partes o el beneficiario del acto simulado, normalmente destinado a quedar en
secreto, en el que se declara el verdadero contenido o carácter del acto y
tendiente a restablecer la realidad de las cosas. Este documento debe cumplir
los siguientes requisitos:
* debe ser otorgado por las partes del negocio o el beneficiario de la
simulación;
* debe hacer mención al acto simulado;
* tiene que ser simultáneamente intelectual (no material) con el acto. No es
necesario para el documento que sea contemporáneo con el negocio simulado,
sino que basta con que las partes hayan tenido el propósito deliberado de
crear el contradocumento desde el momento mismo en que se celebró el acto
ostensible.
Si las partes no poseen contradocumento, ya sea por perdida, extravío,
destrucción robo o porque no lo hicieron o porque la parte es victima del acto
simulado, se pueden hacer de otros medios de prueba. Esto es porque el
contradocumento es requisito de procedencia pero no procesal.
Será el juez el que deberá valorar, de acuerdo a la prueba, y determinar en la
sentencia si fue o no probada la simulación.

46
B) Entre terceros, los terceros no están alcanzados por la exigencia del
contradocumento, dado que éste está destinado normalmente a quedar
secreto y es conocido sólo por las partes del acto simulado. Es decir que los
terceros no han de poder presentar una prueba directa de la simulación. Por
ende, el CCCN establece que los terceros pueden valerse de cualquier medio
de prueba, habiendo la jurisprudencia y la doctrina nacional admitido la
eficacia de la prueba de presunciones. Las presunciones, en este caso, cobran
mayor relevancia.
Existen dos tipos de presunciones: (1) las legales, que las establece la norma;
(2) las de hecho, que por cuestiones fácticas, generan serias convicciones de
que nos encontramos ante una presunción. El juez evalúa la calidad de las
presunciones y determina que extremos quedaron probados.
ARTICULO 336. Acción de terceros. Los terceros cuyos derechos o intereses
legítimos son afectados por el acto simulado pueden demandar su nulidad.
Pueden acreditar la simulación por cualquier medio de prueba

Carga de la prueba. La carga de la prueba corresponde a quién invoca la


simulación. Sin embargo, se ha dicho con razón que en la acción de
simulación, el demandado, por la índole del litigio, no puede limitarse a una
conducta pasiva ni a la simple negativa de los hechos invocados por la
contraria, estando moralmente obligado a aportar los elementos de juicio
necesarios para averiguar la verdad de los actos cuestionados. Esto es lo que
la doctrina denomina “cargas dinámicas”.

Efectos de la declaración de simulación. La declaración de simulación produce


la nulidad del acto simulado. Su declaración opera el desvanecimiento del acto
simulado, pero al mismo tiempo produce el descubrimiento del acto real
oculto, el cual prevalecerá con todas las consecuencias legales que esto
importe, atendiendo a lo que fue la real intención de las partes.
Eso siempre y cuando el acto real no contenga nada contrario a la ley o en
contra de derechos de terceros. Pero si el acto real también fuese perjudicial
para los derechos de un tercero o contrario a la ley, también será nulificado o
se causaran otros efectos jurídicos tendientes a restablecer la juridicidad de la
situación.

Prescripción. La prescripción es el plazo para iniciar la acción. Ésta opera en


el plazo de dos años, que se computan de manera diferente según se trate de
acción ejercida por alguna de las partes o por terceros.
En la simulación entre partes, los dos años se cuentan desde que, requerida
una de ellas, se negó a dejar sin efecto el acto simulado (desde que la parte
desconoce el acto simulado). Para terceros, los dos años se cuentan desde
que conoció o pudo conocer el vicio del acto jurídico (desde que conoce el
acto simulado).

FRAUDE (arts. 338 a 342)


El termino fraude tiene varias acepciones. En un primer sentido, el término
fraude se utiliza como engaño y, como tal, es sinónimo de dolo. En una

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segunda acepción, el fraude identifica a uno de los vicios típicos de los actos
jurídicos; es el denominado fraude a los acreedores, que el CCyC regula a
partir del art. 338. También se utiliza el término fraude para individualizar el
fraude a la ley: denominamos actos en fraude a la ley a los negocios jurídicos
aparentemente lícitos, por realizarse al amparo de una determinada ley vigente
(ley de cobertura), pero que persiguen la obtención de un resultado análogo o
equivalente al prohibido por otra norma imperativa (ley defraudada).

Tipos de fraude. Existen dos tipos de fraude: a la ley y a los acreedores. El


fraude a la ley puede estar dirigido a dos tipos de normas: ley de cobertura y
ley defraudada. El fraude a los acreedores consiste en realizar un acto en
general valido, pero que en ese caso particular no lo es porque ese acto
provoca o agrava la insolvencia del deudor. Se busca que el deudor no
perjudique al acreedor. Se prevén acciones que buscan reconstituir el
patrimonio del deudor, porque el patrimonio es la prenda común de los
acreedores. Cuando se entabla una acción de fraude, el resultado es la
inoponibilidad del acto a determinados acreedores que se vieron perjudicados.
ARTICULO 743.- Bienes que constituyen la garantía. Los bienes presentes y
futuros del deudor constituyen la garantía común de sus acreedores. El
acreedor puede exigir la venta judicial de los bienes del deudor, pero sólo en la
medida necesaria para satisfacer su crédito. Todos los acreedores pueden
ejecutar estos bienes en posición igualitaria, excepto que exista una causa
legal de preferencia.

Existe fraude cuando el deudor está desesperado y realiza actos para obtener
fondos (deshaciéndose de sus bienes para obtener liquidez) y así evitar la
acción de sus acreedores. La ley permite a los acreedores iniciar estas
acciones para que el fraude no triunfe.

Características de la acción. La ley le permite al acreedor valerse de ciertas


acciones para que el fraude no triunfe. Para que proceda la acción, la misma
debe cumplir ciertas características:
- debe ser un negocio jurídico
- de carácter oneroso
- tiene que existir un incumplimiento doloso por parte del deudor
- el acto jurídico debe ser valido, susceptible de ser oponible
- debe consistir en una realización por parte del deudor
- debe ser un acto que implique una enajenación, es decir, disposición del
patrimonio o bien que impida el mejoramiento del patrimonio del deudor
(rechazo de donación). La acción solo se puede iniciar sobre derechos
patrimoniales, no extrapatrimoniales, porque hay derechos inherentes a las
personas (indemnización por daño moral). Puede referirse a derechos que no
estén perfectos, es decir, en expectativa.
- debe causar un daño

ARTÍCULO 339. Requisitos. Son requisitos de procedencia de la acción de


declaración de inoponibilidad:

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- que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el
deudor haya actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores;
- que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;
- que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido
conocer que el acto provocaba o agravaba la insolvencia.

Impugnación del acto. Se persigue la declaración de inoponibilidad del negocio


jurídico por via revocatoria. Si se admite la acción revocatoria, esto implica
que se declara la inoponibilidad para ese acreedor y todos los acreedores en la
medida de sus créditos.
ARTÍCULO 338. Declaración de inoponibilidad. Todo acreedor puede solicitar la
declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude
de sus derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con
los que hubiese podido mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna.

ARTICULO 342.- Extensión de la inoponibilidad. La declaración de


inoponibilidad se pronuncia exclusivamente en interés de los acreedores que
la promueven, y hasta el importe de sus respectivos créditos.

Acción Pauliana o revocatoria. El crédito tiene que ser de fecha anterior al


acto que se pretende impugnar. No puede ser posterior porque se entiende en
principio que los bienes ya habían salido del patrimonio, ya que no eran prenda
común de los acreedores. La excepción está en el artículo 339, inc. B: que el
deudor haya actuado con el propósito de defraudar, a sabiendas.

La doctrina determina que la insolvencia consiste en el desequilibrio grosero


entre el activo y el pasivo. Cuando el fraude se realiza a través de un negocio
jurídico gratuito, existe la presunción de que puede existir fraude. Cuando (1)
es oneroso, pero las contraprestaciones son desproporcionadas, los
acreedores se ven perjudicados; (2) las contraprestaciones son de igual valor,
¿se puede plantear la acción de inoponibilidad? Hay dos posturas:
1- Se puede iniciar la acción si existe una mínima disminución en el
patrimonio. Hay que demostrar la intención con la que enajenó y adquirió
el deudor, o si hay intención de perjudicar al acreedor, algo de lo que no
va a poder disponer.
2- No se puede impugnar porque no hubo daño ni se viola la igualdad de
acreedores.

Legitimación. Le corresponde la legitimación activa a todo acreedor hasta el


importe de sus respectivos créditos. En la legitimación pasiva, la acción se
debe entablar contra las partes que participaron en el negocio. El art. 340 da la
opción de que la inoponibilidad alcance a terceros, los subadquirentes.
Los negocios a título gratuito requieren que el primer negocio sea gratuito y
que el subadquirente no sepa de la insolvencia del deudor (que no haya mala
fe). Los negocios a título oneroso requieren que el subadquirente no tenga
conocimiento de la insolvencia del deudor. Alcanza al tercero cuando actúa de
mala fe.

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ARTÍCULO 340. Efectos frente a terceros. El fraude no puede oponerse a los
acreedores del adquirente que de buena fe hayan ejecutado los bienes
comprendidos en el acto.
La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos por
el acto impugnado sólo procede si adquirió por título gratuito, o si es cómplice
en el fraude; la complicidad se presume si, al momento de contratar, conocía
el estado de insolvencia.
El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor
responden solidariamente por los daños causados al acreedor que ejerció la
acción, si los derechos se transmitieron a un adquirente de buena fe y a título
oneroso, o de otro modo se perdieron para el acreedor. El que contrató de
buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en la medida de su
enriquecimiento.

Extinción de la acción revocatoria. Cuando el deudor realiza el acto pero da


debida garantías a los acreedores o cancela sus deudas.
ARTÍCULO 341. Extinción de la acción. Cesa la acción de los acreedores si el
adquirente de los bienes transmitidos por el deudor los desinteresa o da
garantía suficiente.

Responsabilidad de terceros. Los terceros son responsables por el acto


fraudulento siempre y cuando hayan tenido conocimiento. Caso contrario,
serán de buena fe y no serán alcanzados por la inoponibilidad. La
inoponibilidad alcanza a terceros que hayan actuado de mala fe.
ARTÍCULO 342. Extensión de la inoponibilidad. La declaración de
inoponibilidad se pronuncia exclusivamente en interés de los acreedores que
la promueven, y hasta el importe de sus respectivos créditos.

UNIDAD V: INEFICACIA DE LOS ACTOS JURIDICOS


La ineficacia de los actos jurídicos consiste en la privación de los efectos
jurídicos propios de ese negocio jurídico, los que las partes persiguen al
realizar el acto. La ineficacia puede ser:
 Inicial/intrínseca/estructural: El negocio desde un comienzo se encuentra
viciado en la voluntad o en la incapacidad de alguna parte, etc. Al
momento de la celebración del acto.
 Sobreviviente/extrínseca/func ional: Se ve afectado por un factor externo.
El acto se celebra y después se ve viciado. Afecta la función del negocio.
Ejemplo: Ante el incumplimiento de alguna parte, la otra decide resolver
el contrato.

Las formas de ineficacia pueden ser la resolución, la revocación y la rescisión.

RESOLUCIÓN REVOCACIÓN RESCISIÓN


Concepto Procede a pedido de Procede cuando una Procede por
las partes por parte, por acuerdo entre

50
incumplimiento de la autorización legal, partes (unión de
otra o a través de un en forma voluntaria, voluntades) o por la
hecho posterior a la decide dejar sin voluntad de una
celebración del acto efecto un negocio. sola parte, con
(condición Tiene carácter autorización legal o
resolutoria) unilateral y es un convencional (por
acto entre vivos. Ej.: las partes). Ej.:
revocación de un contrato de
testamento, locación.
contrato de
mandato.
Efectos Efectos retroactivos Efectos al futuro, Efectos al futuro,
al día en que se salvo disposición salvo pacto en
celebró el negocio. legal en contrario. contrario entre las
Se debe restituir lo partes.
recibido por ambas
partes. En caso de
incumplimiento, se
puede reclamar
daños y perjuicios.
No alcanzan a
terceros de buena fe
y a título oneroso.

Ineficacia pendiente. Está dada por…


1- Actos modales: Son los que se encuentran subordinados a una condición
o plazo (modalidad). Ocurrida la condición o plazo, el acto se vuelve
ineficaz.
2- Compraventa sujeta a una condición suspensiva.
ARTICULO 1160.- Compraventas sujetas a condición suspensiva. La
compraventa está sujeta a la condición suspensiva de la aceptación de la
cosa por el comprador si:
a) el comprador se reserva la facultad de probar la cosa;
b) la compraventa se conviene o es, de acuerdo con los usos, “a
satisfacción del comprador”.
El plazo para aceptar es de diez días, excepto que otro se haya pactado o
emane de los usos. La cosa se considera aceptada y el contrato se juzga
concluido cuando el comprador paga el precio sin reserva o deja
transcurrir el plazo sin pronunciarse.
3- Contratos celebrados sobre bienes futuros de carácter aleatorio. Ej.: Se
vende el cuarto cachorro de una perra que no nació todavía, pero
después nacieron tres perros.

Imposibilidad sobreviniente: Las partes celebran el acto, pero posteriormente


ocurre un hecho por el cual se torna imposible el cumplimiento del acto. No
hay culpa de las partes. Extingue las obligaciones. Ej.: Muere el caballo objeto
de la compraventa.
51
Inoponibilidad del acto jurídico: Se torna ineficaz frente a determinados
terceros. Es una suerte de autorización que la ley le otorga a estos terceros
para ignorar los efectos del acto. Ej.: Fraude (acción revocatoria) contra
acreedores, falta de inscripción en el caso de derechos reales que genera la
falta de la característica de erga omnes, o la falta de inscripción del nombre o
estado (atributos de la persona).

INOPONIBILIDAD NULIDAD
Tipos de ineficacia
Fraude Simulación, lesión
Ineficacia parcial (frente a Estructural y absoluta
determinadas personas)

NULIDAD
Tipo de ineficacia estructural que se produce por vicios del acto en la
estructura, al momento de su celebración. Es de carácter absoluto. Priva de
sus efectos frente a todos (erga omnes).

Origen de la teoría: Derecho romano. No tenía una norma o teoría específica


orgánica sobe nulidades, pero en las normas romanas se encuentran
elementos que permite edificar la teoría de la nulidad.

Caracteres:
 Como sanción: Priva de los efectos normales propios del acto. Según
Rivera, la sanción está dirigida a las personas y no al acto. Se ve
reflejada en la obligación de reparar, que recae en las personas.
 Carácter legal: Solo la ley puede establecer los casos de nulidad.
 Calificación del negocio jurídico: Se aplica en un ámbito contractual del
negocio jurídico.
 Aniquilación de los efectos: No surte el acto sus efectos propios, los que
las partes persiguen. Excepcionalmente la ley puede determinar en qué
casos no existe la nulidad.
 Defectos: Contienen la falta de un requisito esencial del negocio jurídico,
establecido por ley. A su vez tienen que cumplir tres requisitos: (1) ser
originarios o constitutivos, anteriores o contemporáneos a la celebración
del acto; (2) ser orgánicos o intrínsecos: el defecto tiene que estar dentro
del propio acto; (3) ser esencial: debe atacar uno de los elementos
esenciales del acto.
 La nulidad es el producto de un proceso de impugnación
(cuestionamiento de su autenticidad) y declaración. Solo surte efectos
cuando es declarada por un juez.

También existe la posibilidad de que un acto quede sin efectos por acuerdo
entre partes, pero no es nulidad, ya que no tiene alcance para los terceros
involucrados.

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Fundamento de la nulidad: Consiste en que se cumplan con los requisitos
legales. Otorga protección jurídica.

Vías: Puede operar por dos vías, según su origen


 Vía de acción: La parte impugnante toma la iniciativa de requerir la
declaración (porque se ve perjudicada y busca una indemnización)
 Vía de excepción: El acto es planteado como una excepción al momento de
pretender la ejecución por la otra parte. Una parte exige el cumplimiento
por acciones judiciales, y la otra contesta la demanda y plantea la
excepción (a modo de defensa).

Clasificación de nulidades: (algunas son legales y otras, doctrinarias)


 Nulidad absoluta y relativa, según el valor amparado por la sanción. La
nulidad absoluta padece de un defecto esencial, permanente. Se ve
involucrado el bien o interés general cuando afecta el orden público y las
buenas costumbres, o bien afecta un interés privado en función del interés
general. No puede ser invocado por quien debía conocer o conocía el vicio.
La nulidad es relativa porque el vicio se puede subsanar. Está en juego el
interés particular. Es no perdurable.

Nulidad absoluta Nulidad relativa


Declaración de oficio, sin Sí No
petición de parte
Facultad de todo Sí No (solo terceros
interesado de alegar afectados)
Confirmación del acto No Sí (con la subsanación
del acto)
Renunciabilidad de la No Sí
acción
Prescriptibilidad No Sí
 Nulidad parcial o total, según la extensión de la nulidad. La nulidad total se
presenta en todo el negocio jurídico, todo es ineficaz. En la nulidad parcial,
son ineficaces las cláusulas viciadas. El alcance lo determina el propio
negocio jurídico. Tiene que otorgar la posibilidad de separar las cláusulas
viciadas. En los contratos, los requisitos son los siguientes:
o Negocio único, unitario
o Negocio divisible, donde se pueda excluir la parte afectada
o Eficacia funcional: Separada la parte afectada, el negocio sigue
teniendo función económica
o Supuestos legales: Las cláusulas escritas a mano son más
preponderantes sobre las otras.
Nulidad parcial en los testamentos -> Es posible separar las cláusulas
defectuosas, excepto si el vicio se encuentra en la forma de llevar a cabo el
acto.
 Nulidad expresa y virtual. La nulidad expresa es aquella contemplada
específicamente en la norma. La nulidad virtual (tácita) está implícita. La
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norma, al establecer algún tipo de prohibición, analógicamente se concluye
que esto acarrea nulidad. Se hace una interpretación legislativamente.

Confirmación de los actos: Se corresponde con la sanación del acto. Es posible


en aquellos actos viciados por nulidad relativa.
Requisitos:
 Que haya cesado la incapacidad
 Ninguna causal de nulidad confirmada
Clasificación:
 Confirmación expresa: Las partes manifiestan la confirmación en el
propio acto por escrito.
o Tiene que conservar la esencia, la sustancia del negocio
o El vicio que adolecía tiene que dejar de existir
o Intención de separarlo
o El acto por el cual se confirma tiene que cumplir las mismas
solemnidades requeridas por el negocio afectado
 Confirmación tácita: Un acto posterior confirma el acto. Resulta de la
ejecución total/parcial de las obligaciones.
Efectos de la confirmación: Son retroactivos al día de la celebración o el día
del fallecimiento del causante. Alcanza a los terceros de buena fe.

Prescripción de la nulidad: El principio general es que prescribe a los 5 años.


Excepción: La nulidad absoluta es imprescriptible. La ley establece en casos
específicos un plazo menor (simulación).
ARTICULO 2560.- Plazo genérico. El plazo de la prescripción es de cinco años,
excepto que esté previsto uno diferente en la legislación local.

Efectos de la nulidad: Vuelven las cosas al estado en que se encontraban


antes del acto anulado. Las partes deben restituirse lo percibido. Los terceros
relacionados con inmuebles o bienes registrables que hayan actuado con
buena fe y a título oneroso están protegidos. No les alcanza la acción de
nulidad. Pueden rechazar cualquier reivindicación.

54
UNIDAD VI: EL DERECHO COMERCIAL Y ACTOS DE COMERCIO
Origen del derecho comercial. La lex mercantoria (siglos XIII y XIV) es un
conjunto de normas, jurisprudencia y usos y costumbres que regulaba en
materia de comercialización y navegación. Posteriormente, se incorpora la
industrialización, que genera que en materia comercial exista la necesidad de
crear un cuerpo normativo. A partir de este hecho histórico, surgen los
códigos.
En 1889, se sanciona el Código de Comercio, compuesto por cuatro libros: 1)
parte general; 2) contratos; 3) derecho aeronáutico y marítimo; y 4) concursos
y quiebras. Hasta junio de 2015, el código de comercio existía y era aplicable
en nuestro sistema, pero solo el primer libro y parte del segundo, porque fue
derogado.
En junio de 2015, se da la unificación del Código Civil y Comercial de la Nación.
Así, queda derogado el código de comercio (1889) por el derecho de consumo.
Lo que se introduce en esta etapa es el derecho del consumidor en el área
comercial. Además, la competencia en materia comercial es el fuero
comercial.

Acto comercial. El acto comercial es un acto jurídico complejo. Con la


modificación del código, se toma esta postura: el acto comercial no es igual al
acto jurídico civil, y existen diferentes posturas para determinar que es: (1) la
subjetiva, que establece que si el que interviene es comerciante, es un acto
comercial, tan solo hace falta que una parte lo sea; (2) la objetiva, que
establece que para que sea un acto de comercio, la situación la debe prever la
ley.
Actualmente, nuestro sistema es subjetivo: existe acto de comercio cuando al
menos una de las partes es comerciante y no necesariamente una norma tiene
que determinar cuál será un acto de comercio. La unificación de códigos
establece un régimen legal especial en función de la persona (jurídica) –
método subjetivo-, con la inclusión de un sistema “protectorio del consumidor”
en las relaciones de consumo. Esto es así porque se advierte que quedaban
afuera de la regulación varios actos (asesoramiento, marketing, publicidad,
etc.). Se dejaba afuera también al consumidor. El nuevo CCyC impone un
régimen legal diferenciado fijando el cumplimiento de obligaciones específicas
en función de los “sujetos” y las “relaciones de consumo”.
Actualmente, la competencia la tienen los juzgados comerciales, donde se
incluyen a los actos de comercio los contratos de consumo.

Derecho comercial. Se lo define como el conjunto de normas jurídicas que


rigen y regulan la materia o actividad comercial. Su alcance y contenido
estarán dados por lo que se considere materia comercial o mercantil.
Fuentes del derecho comercial. Las fuentes del derecho comercial (actos
concretos, creadores del derecho aplicable) son la ley, y los usos y
costumbres. Le ley se entiende en un sentido lato, comprensiva de decretos,
resoluciones, circulares y toda norma jurídica positiva obligatoria. Los usos y
costumbres pasan a tener relevancia cuando la propia ley los transforma como
obligatorios o en situaciones no reguladas. En caso de conflicto, el código que
55
se utilizará es el CCCN. Lo que las partes pueden convenir es la prórroga de la
jurisdicción, pero no la sustitución del fuero.

SUJETOS DEL COMERCIO: Las personas que desempeñan actividad mercantil


o intervienen en ella. Con la sanción del Código Civil y Comercial, son las
siguientes: comerciante individual, empresario individual, agentes auxiliares
del comercio, sociedades y agrupamientos empresarios o contratos
asociativos para realizar actividades mercantiles.

Comerciante individual. La calidad de comerciante no se obtiene con la


inscripción sino con el ejercicio de la profesión; comerciante es aquel que
realiza en forma habitual los actos enumerados en el art. 8º del Cód. de
Comercio derogado. Es fundamental el ejercicio periódico y habitual de sus
actos. Se desprende del código derogado que ser comerciante era una
situación de hecho y que no había necesidad de realizar ninguna inscripción.
Sin embargo, la propia ley ordenaba inscribirse en la matrícula de los
comerciantes, lo que generaba beneficios. El CCCN no cuenta con la definición
de comerciante; por consiguiente, la definición provista en el artículo 1 del
código de comercio sigue vigente. Un comerciante puede o no estar inscripto
en el Registro Público. Al comerciante individual se lo diferencia del
“empresario individual”.

Artículo 1. La ley declara comerciantes a todos los individuos que, teniendo


capacidad legal para contratar, ejercen de cuenta propia actos de comercio,
haciendo de ello profesión habitual.

Estatuto del comerciante. Es aquel que rige la profesión del comerciante, es


decir, sus obligaciones. Dentro del estatuto, se puede encontrar: (1) la persona
que ejerce actos de comercio, con capacidad legal para ejercer el comercio
-realizar negocios onerosos (comprar y vender)-, para la que se requiere tener
la libre administración de sus bienes y ser mayor de edad; (2) las obligaciones
comunes a todos los comerciantes (actuar con buena fe, respetar usos y
costumbres del tráfico, llevar correctamente los libros); y (3) la inscripción del
comerciante (RP o IGJ) a partir de la cual se obtiene la matrícula (no exigible)
y se obtienen beneficios o ventajas.

Libros. Al comerciante se le exige que lleve un orden contable. Se le exige un


libro “diario” y el de “inventarios y balance”. Los libros se clasifican en:
obligatorios, especiales y complementarios. Los obligatorios son aquellos que
la ley les exige a los comerciantes. Los especiales son aquellos que se le
exige a determinados comerciantes, por ejemplo, martilleros, despachantes de
aduana. Los complementarios son aquellos que los comerciantes deciden
llevarlos para llevar las cuentas pero que no son obligatorios por ley. La
obligación de conservar los libros y todo lo que hace a su giro comercial es por
10 años.
Formalidad de los libros. La ley exige el cumplimiento de ciertos requisitos:

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-Intrínsecos: los libros no pueden estar adulterados. Deben contar con una
cronología, no se pueden raspar, tachar. Se debe hacer un contra asiento. Los
libros deben ser un cuadro verídico de la realidad de la actividad del
comerciante.
-Extrínsecos: son las exigencias en cuanto a su forma externa. Deben estar
foliados, sellados, rubricados, enumerados (matricula). Solo estaban previstos
los libros en soporte papel. El articulo 6 de la ley general de sociedad
introduce la posibilidad de que los libros se lleven de otra forma que no sea
papel: ordenadores, informáticos, medios electrónicos, magnéticos. Exige la
seguridad jurídica: que no sea fácilmente adulterable. Actualmente, se
introduce esta posibilidad en el código.

LA EMPRESA. En nuestro sistema, no hay ley que reconozca a la empresa


como sujeto de derecho. Se utiliza el sinónimo de sociedad y empresa, pero
jurídicamente no es lo mismo. La sociedad es un sujeto de derecho, la empresa
no. Es un término meramente económico, no jurídico.
El articulo 5 de la ley de contrato de trabajo define a la empresa. Se entiende
por empresa a la “organización instrumental de medios personales, materiales
e inmateriales, ordenados bajo una dirección para el logro de fines económicos
o benéficos (fin de lucro)”. Esencialmente es el despliegue de una actividad
económica organizara para determinado fin. Es una fuerza que opera
sirviéndose de ciertos medios. “Empresa” es un concepto dinámico, de
movimiento, de organización de los elementos materiales, inmateriales y
personales que la componen. Necesariamente tiene que estar en marcha y
funcionando el negocio de que se trate. La actividad empresaria puede estar
destinada a la producción e bienes, a comercializar y a prestar servicios. El
ánimo de lucro debe existir.
El CCCN incluye como novedad los conceptos “empresa”, “actividad
económicamente organizada” y “establecimiento comercial, industrial o de
servicios”, pero no los describe.

Diferencias entre sociedad y empresa


-La sociedad es un sujeto de derecho, la empresa no;
-La sociedad puede o no ser comercial, la empresa es siempre comercial ya
que persigue un fin de lucro;
-El carácter de la sociedad es estática: para crearla hay que cumplir con la ley,
la Ley General de Sociedades. La empresa no debe cumplir con tales
requisitos. Su carácter es dinámico: no se le exigen formalidades al momento
de crearla o modificarla.

Teorías sobre la naturaleza jurídica de la empresa. La naturaleza jurídica es el


origen o nacimiento jurídico, consiste en determinar en qué instituto encuadra.
1) Teoría subjetiva: sostiene que la empresa es sujeto de derecho, que tiene
capacidad como tal y que posee personalidad distinta de la de sus integrantes.
No es aplicable a nuestro sistema porque no la considera sujeto de derecho.
2) Teoría objetiva: sostiene que la empresa es objeto de derecho, compuesto
por un conjunto de elementos materiales e inmateriales que conforman una

57
universalidad. En esta teoría, el empresario sería el sujeto de derecho y la
empresa, el objeto.
3) Empresa como actividad (Cód. Civ. Italiano): reconoce a la empresa pero
como la actividad llevada a cabo por el empresario. Sostiene que la actividad
es lo que crea a la empresa, pero no es la empresa misma. El sujeto y el objeto
se encuentran fusionados.
4) Teoría atomista o negatoria: no considera a la empresa ni como sujeto ni
como objeto. No constituye ninguna categoría jurídica. Sostiene que la
empresa es un agregado de elementos que mantiene su individualidad sin
formar una unidad. Por eso, cada elemento se encuentra regido por una norma
distinta. Nuestro sistema adopta esta teoría.

Factores de producción
1) Capital. El capital puede ser de tres tipos: físico/real, financiero y humano.
El capital físico o real esta compuesto por el capital que se encuentra ya sea
fijo o circulante. El capital físico fijo es todo aquello que no requiere traslado,
por ejemplo, inmuebles y maquinaria, como así también bienes que tienen
permanencia por varios periodos de producción. El capital físico circulante son
aquellos bienes que se agotan con su uso. Por ejemplo, materias primas,
bienes de consumo.
El capital financiero es aquel activo del que se compone la empresa. Por
ejemplo, bonos, acciones. El capital humano consiste en la capacitación
otorgada por la empresa a sus dependientes. Es parte del capital porque esto
se ve reflejado en la producción.
2) Tierra. Es un concepto amplio que puede ser tierra cultivada, urbana o
simplemente recursos naturales.
3) Trabajo. Término que hace mención a las facultades físicas e intelectuales
de las personas que intervienen en los procesos de producción.

Elementos de la empresa. Estos elementos surgen de los elementos que


integran el fondo de comercio, de la ley de transferencia de fondo de comercio
(ley 11867). En su artículo 1, define los elementos de la empresa. Es de
carácter enunciativo, ejemplificativo, no taxativo. Conforman la empresa el
conjunto de bienes, derechos y sujetos que están integrados al desarrollo de la
actividad empresaria. Estos elementos pueden clasificarse en materiales,
personales e inmateriales.

Dentro de los elementos materiales, podemos encontrar:


- Instalaciones: son de carácter permanente y están destinados a la
explotación;
- Muebles y útiles: son aquellos que se encuentran unidos al fondo de comercio
con destino económico. Por ejemplo, herramientas.
- Maquinarias y herramientas.
- Servicios y medios de comunicación.
- Provisiones: aquellas destinadas al proceso de producción. Están destinadas
a la fabricación de la materia prima. Por ejemplo, maquinarias de uso.

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Dentro de los elementos personales (servicios y trabajos de las personas
físicas), se encuentran:
- Factor: A quien el comerciante le encomienda la administración de sus
negocios o la de un establecimiento particular. Es un agente auxiliar del
comercio. Es dependiente del comerciante.
- Dependientes: Empleados con salario fijo que los comerciantes emplean
como auxiliares de su tráfico, no tienen la facultad de contratar y obligarse por
sus principales.
- Empleados y obreros: Los empleados son los auxiliares que utiliza el
comerciante para las tareas no manuales de su establecimiento. Los obreros
son los dedicados a las tareas manuales.
- Profesionales y asesores: Normalmente sin relación de dependencia laboral,
cuya participación es obligatoria en algunos casos en el desarrollo de la
actividad empresaria.

Dentro de los elementos inmateriales, se encuentran:


- Nombre comercial: es la identificación comercial. Es el nombre o signo con
que se designa una actividad, con o sin fines de lucro, que constituye una
propiedad. Es aquel por el cual se conoce al comercio y se diferencia del
nombre civil, que es inalienable y obligatorio (atributo personalísimo). Puede
consistir en el nombre del comerciante o en la razón social o denominación
dela sociedad, o bien ser un nombre de fantasía. No es igual a la razón social,
ya que ésta incluye el tipo societario;
- Emblema: Signo gráfico característico de una empresa y que sirve para
individualizarla.
- Clientela: el conjunto de personas que concurren a un negocio a consumir lo
que en él se comercializa, que puede ser habitual u ocasional. Es la
consecuencia de cómo se organizan los elementos y bienes que integran una
actividad comercial. Se tiene presente este elemento para fijar el valor llave
que se le asigna a la empresa a los efectos de su transmisión.
- Referencias comerciales: Los informes comerciales que poseen en sus
registros ciertas empresas especializadas sobre la situación financiera
relacionada a los bancos o a la existencia de juicios.
- Avviamento: La mejor organización o funcionamiento que se da a los
elementos o bienes que conforman la empresa, lo que genera una mayor
capacidad de ganancia y aporta un mayor valor económico a esa empresa o
fondo de comercio. Se identifica para algunos con la clientela o el valor llave.
- Derecho al local, es decir, derecho al uso y goce de donde se ejercerán los
actos de comercio;
- Programas informáticos (software)
- Marcas, patentes, modelos y diseños industriales.
- Valor llave: el resultado o valor económico que tiene una empresa o fondo de
comercio como consecuencia de su capacidad de ganancia por la mejor
organización de sus elementos. Nace al momento de la primera transferencia
de fondo de comercio. Se extingue con la liquidación del fondo de comercio.
- Habilitación del local, que resulta indispensable para que opere el fondo de
comercio.
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Fondo de comercio (Ley 11867): es la organización de los bienes por el
empresario para el ejercicio de su actividad comercial. Se inscribe en el RO o
IGJ. Es la organización instrumentada. Si bien no hay regulación legal de lo
que se entiende por empresa o fondo de comercio, sí existe sobre la forma en
que deben realizarse las transferencias de estos fondos de comercio o los
establecimientos comerciales (“negocios” o “comercios”) cuando están
funcionando.

Transferencia de fondo de comercio (Ley Nº 11867): Implica la transferencia


por parte de un empresario (comerciante o sociedad) de su establecimiento
mercantil “funcionando”, con todos los bienes materiales e inmateriales que lo
integran.
Procedimiento:
1- Publicación de edictos en el diario de publicaciones legales del lugar,
como el Boletín Oficial (nacional o provincial), por cinco días y en un
diario de trascendencia en el lugar donde se encuentra el fondo de
comercio. Se informa el procedimiento de transferencia y se fija el plazo
para que los acreedores insatisfechos puedan oponerse. El BO se publica
de lunes a viernes y los demás diarios de lunes a lunes. La publicación
incluye el tipo de transferencia, el monto, la ubicación del fondo de
comercio, los nombres del vendedor y comprador, y sus datos, y nombre
del martillero y escribano (si es una venta por subasta pública).
2- Entrega por parte del vendedor al comprador de una lista con la nómina
de créditos existentes del fondo de comercio, que incluya su monto,
fecha de vencimiento y datos de acreedores.
3- Firma del Boleto de Compraventa de la transferencia.

Después del último día de la publicación, los acreedores tienen 10 días para
oponerse a la transferencia, al domicilio del comprador. Se retiene el crédito
en el Banco de la Nación por 20 días. Los acreedores pueden retirar esa suma.
Si no lo hacen, se cierra la cuenta y el monto pasa a manos del vendedor.
Luego se procede a la firma de la compraventa y se la inscribe en la IGJ o el
RP. El fondo de comercio nunca se puede enajenar por menos del pasivo (si no,
sería un acto fraudulento).
Este procedimiento de transferencia con el cumplimiento de los requisitos
legales genera un principio de oponibilidad para el adquirente de fondo de
comercio, con relación a las deudas que pudiera tener su anterior titular

Derechos industriales
Marca (Ley Nº 22362): Símbolo, signo o señal. Signo distintivo, impreso o
aplicado, asignado a los productos o servicios para distinguirlos de otros
similares. Se pueden registrar como marcas las palabras, los dibujos, los
emblemas, estampados y frases publicitarias. Se pueden registrar diseños,
combinación de colores y formas.
Doble protección: (1) protección del titular, al garantizar la explotación
exclusiva de la marca, evitando que otras personas puedan utilizarla sin su
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autorización; (2) protección del consumidor, ya que según la marca conocen la
calidad y el producto que se adquiere.
Las marcas pueden ser de productos o de servicios.
 Plazo de protección: 10 años desde la concesión del registro, renovable
indefinidamente por períodos iguales. Para renovar, la ley exige que se
acredite su utilización en los últimos 5 años (por ejemplo, con
facturación), con el fin de evitar especulaciones.
 Inscripción: Para obtener protección legal, la marca debe inscribirse o
registrarse ante la Dirección Nacional de Marcas del Instituto Nacional
de la Propiedad Industrial (INPI). El ámbito de protección que otorga la
inscripción es dentro del país y para todos los productos incluidos en la
clase que fue registrada. La internacionalmente aceptada clasificación
de Niza estableció 35 clases para los productos y 11 para los servicios.
El titular de la marca puede lucrar con ella. Hay licencia de marca cuando el
titular registral de una marca le otorga contractualmente a un tercero una
autorización para que la utilice, a cambio de un canon denominado “regalía”.
La titularidad también se puede transferir completamente. La transferencia es
oponible a terceros desde su inscripción en el INPI. Puede ser realizada
individualmente o junto con un fondo de comercio.
 Tramite de registración: Puede ser solicitada por personas físicas o
jurídicas.
1- Reserva de nombre: se chequea si está disponible o si ya existe.
2- Se presentan formularios (la solicitud) en la mesa de entradas de la
Dirección Nacional de Marcas, divididos por categoría. Se paga por
cada rubro/clase en que se quiera registrar la marca.
3- Publicación de la solicitud por un día en el Boletín Nacional de Marcas
para que se presente alguna oposición. Luego de ello, la Dirección se
expedirá sobre la procedencia o no de la registración solicitada. En
caso de aceptación, se le otorga la marca por el plazo legal. La
resolución que deniega la marca puede ser impugnada ante la justicia
federal comercial.
Luego de la publicación y por un plazo de 30 días, pueden presentarse
oposiciones a la registración de la marca solicitada, las cuales deben ser
fundamentadas (en general titulares de marcas similares). La oposición
paraliza el trámite de la marca.

Designaciones: Se utilizan para diferenciar distintas actividades (ej.,


Greenpeace, ATE), a diferencia de las marcas que diferencian productos y
servicios.

Patentes de invención: (Ley 24481, arts. 1-4)


La patente es lo que el Estado le otorga al autor de un invento o
descubrimiento, confiriéndole el derecho exclusivo de uso y explotación sobre
lo patentado. Le permite al titular ser el único que puede explotarlo
comercialmente. Se protege una invención original que implique una
elaboración intelectual. La ley de patentes la define como “toda creación
humana que permite transformar ya sea materia o energía para su
61
aprovechamiento por el hombre”. A su vez, deberá ser novedosa al no estar
comprendida en el estado de la técnica. La técnica es el conjunto de
conocimientos técnicos que se han hecho públicos antes de la fecha de
presentación de la solicitud de patente mediante una descripción oral o escrita
por la explotación o cualquier otro medio de difusión o información, en el país
o extranjero.
Función -> La patente otorga a su titular (persona física o jurídica, nacional o
extranjera) la explotación exclusiva del invento patentado. Esta exclusividad
se genera por el derecho de ejercer acciones de defensa contra quienes
pretendan explotar la invención sin su autorización.
Puede realizar concesiones a título oneroso (regalías a cambio de la utilización
de la patente).
 Plazo de protección: 20 años, no renovable, a partir de la presentación de
la solicitud de patentamiento. La caducidad opera: por vencimiento del
plazo, por renuncia del titular, por no pagar la tasa anual de
mantenimiento o cuando no se explotara la invención en un plazo de 2
años.
 Inscripción: Trámite administrativo. El organismo que concede las
patentes de invención es la Administración Nacional de Patentes,
dependiente del INPI. Se presenta una solicitud que debe contener la
denominación y descripción del invento. La Administración ordenará su
publicación en el Boletín de Patentes, procediéndose al otorgamiento en
caso de ser aprobada la tramitación y a emitir el título de patente. Se
publicará la concesión en el Boletín de Patentes.
El modelo de utilidad procede ante una patente existente a la que se le
incorpórate una modalidad, material que la torna más eficaz.

ARTICULO 4º – Serán patentables las invenciones de productos o de


procedimientos, siempre que sean nuevas, entrañen una actividad inventiva y
sean susceptibles de aplicación industrial.
a) A los efectos de esta ley se considerará invención a toda creación humana
que permita transformar materia o energía para su aprovechamiento por el
hombre.
b) Asimismo, será considerada novedosa toda invención que no esté
comprendida en el estado de la técnica.
c) Por estado de la técnica deberá entenderse el conjunto de conocimientos
técnicos que se han hecho públicos antes de la fecha de presentación de la
solicitud de patente o, en su caso, de la prioridad reconocida, mediante una
descripción oral o escrita, por la explotación o por cualquier otro medio de
difusión o información, en el país o en el extranjero.
d) Habrá actividad inventiva cuando el proceso creativo o sus resultados no se
deduzcan del estado de la técnica en forma evidente para una persona
normalmente versada en la materia técnica correspondiente.
e) Habrá aplicación industrial cuando el objeto de la invención conduzca a la
obtención de un producto industrial, entendiendo al término industria como
comprensivo de la agricultura, la industria forestal, la ganadería, la pesca, la
minería, las industrias de transformación propiamente dichas y los servicios.
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Modelos y diseños industriales: (Decreto)
Son las formas o el aspecto incorporado o aplicados a un producto industrial
que le confieren carácter ornamental; se requiere que sea novedoso. Los
dibujos y diseños industriales regulan la protección legal de las formas
externas que pueden tener los productos o sus envases. En la actualidad, los
formatos dados a los productos y a sus envases se registran además como
marcas. Se guardan los modelos y diseños en depósito. Sobre todo, en el
ámbito laboral.
Función -> La inscripción le otorga al titular un derecho exclusivo a su
utilización, así como a transferirlo a terceros.
Los dibujos y diseños industriales se pueden transferir total o parcialmente,
siendo necesario que se inscriba en el registro respectivo para ser oponible a
terceros y ejercer los demás derechos que confiere la legislación.
No se requiere originalidad del invento. Solo requiere la elaboración, algo
novedoso que no exista.
 Plazo de protección: 5 años, renovable por 2 período más. Al registrarse
adicionalmente los formatos como marcas, se obtiene la protección por
10 años y prorrogable indefinidamente que otorga la legislación marcaria.
 Registración: Se realiza en el Registro de Modelos y Diseños Industriales
de la Dirección de Modelos y Diseños Industriales, perteneciente al INPI.
Si la empresa contrata al empleado para elaborar el modelo, este es de la
empresa. Si lo obtiene el empleado con los recursos de la empresa, es de
ambos. Si el empleado lo obtiene en relación con su empleo, sin sus recursos,
es del empleado, salvo pacto en contrario.

Sociedad (Ley General de Sociedades, Nº 19550)


Definición: (Art. 1) Habrá sociedad si una o más personas en forma organizada
conforme a uno de los tipos previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes
para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios,
participando de los beneficios y soportando las pérdidas.

 1 o más personas: La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como


sociedad anónima. a sociedad unipersonal no puede constituirse por una
sociedad unipersonal. Las personas pueden ser físicas o jurídicas.
 En forma organizada: La sociedad está formada por órganos de gobierno,
administración y fiscalización.

Órgano de gobierno: Es el órgano deliberativo, conformado por socios


(Asamblea en la SA o Reunión de socios en la SRL). Su función es la de tomar
decisiones, plasmadas en el libro de actas.
Órgano de administración: Sus funciones son de ejecución, representación +
administración. Son los administradores (gerente en la SRL o director en la
SA). Puede ser unipersonal o plural. Si es unipersonal, el administrador y el
representante es la misma persona. Si es plural, la representación la ejerce el
presidente y la administración puede ser conjunta, indistinta o colegiada. Las
decisiones se adoptan por mayoría.
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Órgano de fiscalización: Controla que la administración ejecute las decisiones
del órgano de gobierno. Siempre es interna, ya que la fiscalización externa la
ejerce el Estado (IGJ/RP). El órgano puede existir o no (es obligatorio en la SA).
Pueden coexistir dos órganos: (1) la Sindicatura, que es calificada, formada por
profesionales contadores o abogados; (2) el Consejo de Vigilancia, que no es
un órgano calificado, está compuesto por los socios. En las SA se puede
prescindir del Consejo de Vigilancia si no son abiertas.
La fiscalización es optativa, excepto en las SA. La ley prevé que los socios
ejerzan el control individualmente. Este derecho no se pierde aunque haya
órgano de fiscalización.
La confección de los estados contables corresponde a la administración. El
órgano de fiscalización los debe controlar y es responsable ante cualquier
problema, solidariamente con la administración.

 Tipos societarios: Se refiere a cada sociedad reconocida por la LGS.


Tienen que cumplir con ciertos requisitos establecidos por ley.
 Aportes: Disposición que realizan los socios, representada por
obligaciones de dar (en dinero o en especies, susceptibles de apreciación
pecuniaria) o de hacer (solo en las sociedades de capital e industria). Los
aportes componen el capital social, una cifra constante en el tiempo.
2 momentos que afronta el socio
 Suscripción: firma del contrato
 Integración: el aporte efectivo
Los aportes en especies se suscriben e integran en el mismo acto. Los
aportes en dinero para la SA y la SRL tienen una particularidad: la ley
(art. 149) permite que en la suscripción aporten un 25% como mínimo, y
tienen un plazo de hasta 2 años para integrar el porcentaje restante.
Todos los bienes en especie requieren de una valuación pericial que, para
la SA, no es obligatoria. En las demás sociedades, si no se hace la
valuación (tasación), la responsabilidad es ilimitada para los socios,
tanto los que realizaron el aporte como los que tenían conocimiento.
 Participación en las ganancias: Es la distribución de los dividendos a
partir de las ganancias líquidas y realizadas. Es un derecho de los socios.
Para que se realice, lo tiene que proponer la administración y votarlo el
órgano de gobierno. Los dividendos se distribuyen según su participación
en el capital social.
 Soportar las pérdidas: Es una obligación de los socios (como realizar los
aportes). Por ejemplo, si el ejercicio fue malo, puede aprobarse el
desembolso por parte de los socios. Si el ejercicio dio ganancia, pero el
anterior dio pérdida, se puede elegir no distribuir los dividendos.

Constitución de sociedades:
El contrato constitutivo/estatuto es un acuerdo de voluntades que da
nacimiento a la persona jurídica. Puede ser por instrumento privado o público
(para las SA, siempre es público). El Estatuto puede ir acompañado de (1) un
reglamento, que son normas minuciosas sobre la vida interna de la sociedad, o

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(2) un acta constitutiva, que es el resultado del órgano de gobierno que decide
crear la sociedad.

Sociedades:
 Regulares: Son los tipos previstos por ley, reglamentados por la LGS
19550.
 No regulares/ de la IV sección/libres/residuales: Agrupaciones o acuerdos
de voluntades que no encuadran en ningún tipo social. Por ejemplo:
sociedad de hecho, SRL de una persona, SA representada en cuotas.

Organización contable y financiera


Las sociedades deben llevar los estados contables conforme lo establece la
Ley 19550. La obligación de confeccionar los libros está en cabeza de
administradores. La delegación de esta confección no exime de
responsabilidad a los administradores.
Dos tipos de libros:
1) Libros contables: balance, estado de resultados, anexos y notas
complementarias
2) Libros sociales propiamente dichos: libro de actas (lo llevan los órganos
colegiados como la Asamblea y los órganos de fiscalización y
representación si son plurales; constan las decisiones que se toman),
memoria (su confección es obligatoria por parte de la Administración).
SA-> libro de asistencia a asambleas (se completa con la confirmación
fehaciente de cada uno de los socios que asista a la asamblea; el
presidente de la SA lo clausura 3 días antes de la fecha de la asamblea a
los efectos de determinar si hay quórum) y libro de registro de acciones
(consta quién es el titular de qué acción y sus datos).

Auxiliares de comercio: Son aquellos que colaboran en forma directa en la


actividad que desarrollan los comerciantes (individuales o sociedades) en el
ejercicio de su actividad mercantil. Pueden ser trabajadores incorporados
(relación de dependencia laboral) o pueden responder a los requerimientos de
los comerciantes, empresarios o sociedades para prestar sus servicios.
Pueden ser:
 Subordinados: Son aquellos cuya colaboración se da por medio de una
relación de dependencia. Se rigen por la Ley de Contrato de Trabajo.
Pueden desarrollar sus tareas en el ámbito físico del establecimiento o
fuera de él. No son comerciantes.
o El factor: es el que colabora con el comerciante principal, el
encargado que lleva adelante el negocio, lleva los libros, se encarga
del día a día. Debajo del factor existen otros dependientes que no
tienen cargo, rango.
 Autónomos: Su colaboración se lleva a cabo de forma independiente. No
hay relación de subordinación de trabajo. La ley exige que tengan un
título universitario. Colaboran en la explotación comercial como
intermediarios o colaboradores, promoviendo la comercialización o

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prestándoles servicios. Su relación con el empresario es contractual y
regulada por el derecho comercial.
o Corredores: están regidos por la Ley 25028. El CCCN reguló el
contrato de corretaje. Su función consiste en acercar a la oferta y la
demanda, de forma autónoma, profesional e imparcial, para facilitar
la celebración de contratos. Hace de intermediario entre las partes
interesadas en realizar un contrato o negocio, para que ellas lo
celebren y lo concluyan. Ganan una comisión. No es representante
ni es mandatario (no tiene relación de mandato con las partes).
Tiene que registrarse. Los corredores solo pueden reclamar la
comisión si estaban debidamente matriculados. Ejemplo:
inmobiliaria. El corredor ya no asume representación o mandato, ni
gestión de las partes que intervienen en el negocio.
o Martilleros: están regidos por la Ley 20266, modificada por la Ley
25028. Se les exige un título habilitante. El martillero también es
conocido como rematador. Se dedican a la realización de subastas
púbicas. Tiene la función de efectuar la venta pública de bienes, ya
sea por una subasta pública o privada. La subasta o remate es la
venta al público, de viva voz y al mejor postor, realizada en lugares
y horarios previamente anunciados y publicitados. Los bienes se
ofrecen con base o sin ella, y pueden ser derechos, cosas muebles
o inmuebles. La subasta privada es la que se lleva a cabo por
encargue e intervención del dueño. La subasta pública se realiza a
través de un proceso judicial. Es producto de un proceso ejecutivo o
una ejecución de sentencia. En este caso el martillero actúa como
auxiliar de la justicia. Los martilleros realizan las subastas a viva
voz en principio (o se puede hacer por sobre cerrado), ofreciendo
los bienes al mejor postor.
o Barraqueros y administradores de casas de depósitos: personas que
por cuenta propia y en forma habitual y profesional, y siempre como
depositarios, celebran los contratos de depósito de cosas muebles
regulados por la ley. A la actividad profesional se le asigna distinta
regulación legal, según puedan o no emitir certificados de depósitos
representantivos de las cosas dadas en depósito. También se vale
de contratos de transporte.

Otros auxiliares de comercio (agentes) regulados por leyes especiales:


 Productor/asesor de seguros: Es la persona que se dedica a promover la
concertación de contratos de seguros, asesorando a asegurados y
asegurables. Para ejercer, debe estar registrado en la Superintendencia
de Seguros. Está regido por la Ley 22400, que crea el estatuto de
productor de seguros. Desarrolla su actividad en forma independiente y
colabora con las empresas aseguradoras para que estas celebren con
terceros (clientes) contratos de seguros. No existe vínculo laboral ni
contrato de trabajo entre ellos. Tiene la función de asesorar al
asegurado, cobrar y rendir las primas de seguro, tomar los reclamos de

66
los asegurados. Los productores de seguros matriculados por una
disposición de la AFIP son agentes de retención.
 Agente de bolsa: Regido por la Ley de Mercados de Capitales 26831, la
Ley de la CNV 17811 y los reglamentos de la Bolsa. El agente de bolsa es
aquel que cobra una comisión por su labor: intervenir en el mercado
bursátil. Intervienen, en nombre propio y por cuenta de terceros, en las
operaciones de compra y venta de acciones o de otros títulos que coticen
en la Bolsa de Comercio, de la cual ellos forman parte y donde
desarrollan su actividad, así como también en el mercado extrabursátil.
Se le exige que sea mayor de edad, que tenga capacidad suficiente
(idoneidad en el cargo, solvencia patrimonial y moral) y que sea diligente
en la labor que desempeña. Deben anotarse en el registro de la CNV.
Están registrados en la Bolsa de Comercio. Es un número cerrado.
 Despachante de aduana: Regido por la Ley 22415. Se encuentra dentro
del Código Aduanero. A los despachantes de aduana también se les exige
la idoneidad mediante examen para poder inscribirse. Son las personas
de existencia visible que, cumpliendo con condiciones previstas por el
Código Aduanero, realizan en nombre de otros y ante el servicio
aduanero, los trámites y diligencias obligatorios relativos a la
importación, exportación y otras operaciones en las que interviene la
Administración Nacional de Aduanas. Controla el ingreso y la salida de
mercaderías. El Libro de Entrada y Salida es el libro especial que debe
llevar.

Mercado: El mercado en general es un sistema, que se encuentra ubicado


físicamente en un lugar determinado. En forma genérica “mercado” es el
ámbito donde cotizan la oferta y la demanda de bienes. Son empresas que
ofrecen bienes y servicios que son demandados por los consumidores sobre la
base del precio fijado por la adecuación de la oferta y la demanda.
Específicamente el mercado de capitales está en la Bolsa. El mercado de
capitales es una de las formas en que opera el mercado financiero (oferta y
demanda de los recursos financieros). Se lo entiende como la oferta y
demanda de instrumentos financieros de mediano y largo plazo, generalmente
títulos valores (acciones de SA, bonos, obligaciones negociables, etc.). se
realizan operaciones vinculadas a la emisión y comercialización de títulos
valores y otros papeles negociables. Incluye también a los inversionistas,
operadores, intermediarios y entidades que operan en él. El mercado de
capitales está regulado por la ley 26831 de “mercado de capitales”.

Existen tres leyes: Ley de Defensa de la Competencia 25156, Ley de Defensa


de Consumidor 24240 y la Ley de Lealtad Comercial 22802. Estas normas
surgen a partir de la reforma constitucional de 1994. Regulan el mercado ya
sea porque resultan protectoras del consumidor, como así también fijan los
límites de la actuación de las empresas.

PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR: Es el nombre que recibe el conjunto de


normas e instituciones destinado a regular las operatorias comerciales en las
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que una de las partes es un consumidor final. Consumidor es toda persona
física o jurídica que adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u
onerosa, como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o
social. Fue incluida en la Constitución nacional en la reforma de 1994 (art. 42).

La Ley de Defensa de la Competencia es la encargada de sancionar aquellos


actos o conductas que representen un abuso de posición dominante por parte
de las empresas. Con sus acciones en el intercambio de bienes y servicios
limitan, restringen o distorsionan la competencia en el mercado. (Art 1 al 3 de
25156). Esta posición dominante implica un perjuicio económico en el
mercado. No se sanciona en sí al monopolio, sino al abuso de la posición
dominante o que restrinja, limite o distorsione la competencia. Por posición
dominante se entiende cuando un productor u oferente de bienes o servicios
resulta ser el único proveedor de dicho bien o cuando, sin ser el único, no está
sujeto a ninguna competencia sustancial. Este abuso de la posición dominante
se sanciona con multas pecuniarias o inhabilitaciones de 1 a 10 años. En los
arts. 46 al 51 están las sanciones. La finalidad que tiene la norma es garantizar
la libre participación, actividad de los particulares para que tengan libertad en
su elección. La ley 25156 también prevé la competencia desleal. Establece un
apartado sobre la competencia desleal, que existe cuando en forma
fraudulenta se intenta derivar la clientela por medio de engaño o propaganda
desleal de un establecimiento a otro. Mediante la propaganda desleal, de
forma maliciosa o dolosa la empresa intenta influir sobre la libertad del público
consumidor para desvalorizar el producto de la competencia, desvirtuar el
mercado, introduciendo una valoración falsa sobre un producto o servicio. Esta
ley está dirigida a las empresas para proteger a los consumidores.

La Ley de Defensa del Consumidor Nº 24240 está dirigida a los consumidores


finales para protegerlos de las empresas. El consumidor/usuario puede ser
tanto una persona humana como persona jurídica, siempre y cuando lo que
adquiera no se lo introduzca en el mercado y que sea para provecho propio. La
reforma del 2008 amplía el contexto de consumidor o usuario, no siendo
solamente este el que directamente adquiere el producto o servicio, sino que
todo aquel que se encuentre inserto en una relación de consumo. En aquellos
casos donde la víctima o el damnificado se vea imposibilitado de hacerse de
un resarcimiento, existe la posibilidad de que sea protegido por una relación
de consumo. La ley prevé responsabilidad solidaria ante un daño sufrido por el
consumidor para todos los sujetos que participaron en la cadena de
comercialización. También prevé sanciones para los productores, proveedores,
fabricantes que están representadas en multas. Estas multas no son para el
consumidor, son para el Estado. También prevé daños punitivos (en el derecho
anglosajón, se lo conoce como daño ejemplar) por defectos en la cadena de
producción que dañan al consumidor. La Ley protege tanto al consumidor de
cosa nueva como el consumidor de cosa usada. El derecho más importante
que establece la Ley es el derecho a la información: antes (asesoramiento del
producto que se va a adquirir), durante (asesoramiento) y después (servicio
posventa, garantías). La voluntad del consumidor no se presume, tiene que ser
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clara y precisa. Muchas veces nos encontramos ante contratos de adhesión o
formularios, donde solo se firma. Las cláusulas escritas prevalecen sobre las
preimpresas.

La Ley de Lealtad Comercial defiende al consumidor y está dirigida


específicamente a reglamentar la publicidad y los concursos que ofrecen las
empresas. Reglamenta que el mensaje de la publicidad sea claro al
consumidor (tipografía, colores, tamaño de la letra, que no haya confusión).
Establece también que todo producto importado debe venir con una etiqueta
que lo traduzca (ingredientes, peso, características del producto y origen).
Establece que el producto extranjero tiene la nacionalidad del lugar donde
proviene, en principio, salvo que el producto tenga varios componentes de
distintos países, con lo cual el país de origen será el que aporte la materia
sustancial del producto. El importador y el comerciante son responsables por
la comercialización de ese producto en forma no reglamentaria.

CONCURSO PREVENTIVO: Permite juntar a todos los acreedores en un único


proceso y negociar con ellos un acuerdo de pago. Es un proceso judicial para
“salvar a la empresa”, en el cual el deudor se presenta ante el juez
competente, manifestando su “estado de cesación de pagos” (impotencia
patrimonial) y, cuando agrupa a sus acreedores, y una vez declarados tales, se
busca llegar a un acuerdo. En el supuesto en que los acreedores acepten el
acuerdo de pago ofrecido, este se homologa y se pone fin al concurso. Luego
de ello resta esperar que se cumpla el convenio. Si sucede, la empresa se
salva. Si el proceso fracasa o no se cumple el acuerdo, el concurso termina en
quiebra, la que se denomina “quiebra indirecta” por provenir de un concurso
preventivo incumplido. El concurso preventivo es un remedio que se rige por el
principio de conservación de la empresa. Siempre es a pedido del propio
deudor. Los concursos se dividen en pequeños y grandes concursos, según el
monto del pasivo denunciado, la cantidad de acreedores quirografarios y la
cantidad de trabajadores en relación de dependencia.

QUIEBRA: Se sostiene que la quiebra es una sanción que liquida el patrimonio.


Rige el principio de “mantener la igualdad entre los acreedores”. La quiebra se
declara a pedido del propio deudor o de un acreedor. En la quiebra se buscan
liquidar, en un mismo y único proceso, todos los bienes que conforman el
patrimonio del fallido y, con el dinero producido, pagar a prorrata a los
acreedores. Se distinguen los supuestos de quiebra directa y quiebra indirecta.
 Quiebra directa: Cuando por darse los recaudos legales se declara
directamente la quiebra, sin existir un concurso preventivo quiebra.
Puede ser a pedido del propio deudor o de algún acreedor. Para su
procedencia basta con la petición de un solo acreedor, pues no se
requiere pluralidad.
 Quiebra indirecta: Procede como consecuencia de incumplir o fracasar el
procedimiento de concurso preventivo, o no cumplir con el acuerdo
logrado en él.

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