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Columna vertebral, Espondilolistesis

9 de agosto

La lesión de la espalda que consiste en el deslizamiento anterior de una vértebra sobre otra es conocido como
espondilolistesis, suele presentarse en niños de entre 9 y 14 años, así como en los deportistas que someten
la columna vertebral a mucha tensión como ocurre en los lanzamientos, la lucha libre, la danza, el golf, el
fútbol, la halterofilia, el levantamiento de pesas y la gimnasia.

La espondilolistesis ístmica, que es la forma más común de esta patología, puede ser consecuencia de una
falla genética en la formación ósea de las vértebras; por otra parte los esfuerzos físicos aplicados a la
columna rompen los componentes vertebrales débiles o insuficientemente formados, por lo que cargar objetos
pesados repetidamente, agacharse, o torcerse puede ocasionar pequeñas fracturas en la estructura vertebral
y ocasionar el deslizamiento de una vértebra sobre otra.

Habitualmente es la quinta o última vértebra lumbar (L5) la que se desliza anteriormente sobre la primera
vértebra del sacro (S1).

La espondilolistesis puede tener varios grados dependiendo de la longitud del desplazamiento de la vértebra,
que se mide con unos rayos-X desde el interior.

Grado I: desplazamiento anterior del 25%


Grado II: desplazamiento anterior mayor del 25%
Grado III: desplazamiento anterior mayor del 50%
Grado IV: desplazamiento anterior mayor del 75%

Síntomas de la espondilolistesis

Espondilolistesis L5-S1. Desplazamiento de la quinta vértebra lumbsr sobre la primera vértebra sacra.

Cuando el desplazamiento anterior es igual o menor al 25 % (Grado I) no habrá ningún síntoma y puede que
la persona ignore que tiene un defecto en la columna.

En los casos donde el desplazamiento anterior supera el 25 % (Grados II, III y IV) se presenta lumbalgia que
puede o no irradiar hacia las piernas, el dolor aumenta en actividades que requieren inclinación del tronco
hacia atrás (extensión), y puede que se sienta un “cric” en la espalda en el punto del desplazamiento anterior
vertebral.

También pueden presentarse espasmos musculares, dolor o debilidad de las piernas, tensión de los músculos
isquiotibiales y marcha irregular. En los casos severos la enfermedad puede ocasionar desviación de la
columna y protrusión del abdomen, acortamiento del torso, y marcha tambaleante o de pato.
Diagnóstico de la espondilolistesis

Si se tiene algún dolor de espalda recurrente o varios de los síntomas descritos es necesario acudir al médico
para que realice un diagnóstico apropiado y su posterior tratamiento.

En la primera consulta hablaremos con el médico sobre los síntomas, su severidad, y los tratamientos
recibidos para mitigar el dolor.

Luego el especialista procede a la exploración física examinando cuidadosamente para determinar si hay
limitaciones del movimiento, problemas de equilibrio, y dolor. Durante esta exploración el médico también verá
si hay pérdida de reflejos en las extremidades, debilidad muscular, pérdida de la sensación u otros signos de
daño neurológico.

Según sea el caso se requerirán pruebas diagnósticas adiconales, comenzando con radiografías simples con
proyecciones estándar anteroposteriores, laterales y oblicuas del raquis lumbosacro que permiten descartar
otros problemas; es posible que también sea necesario recurrir a una tomografía computarizada (TAC) o a
una resonancia magnética (RMN) para confirmar el diagnóstico. Inclusive puede ser necesaria una
mielografía, una prueba que incluye el uso de un medio de contraste líquido que se inyecta dentro de la
columna para demostrar el grado de compresión de los nervios y deslizamiento de las vértebras afectadas.

Tratamiento de la espondilolistesis

Tratamiento no quirúrgico

En niños y adolescentes con espondilolistesis asintomática el tratamiento es controvertido, sin embargo


parece haber un consenso general en no aplicar ningún tratamiento si el deslizamiento no supera el 25% y
en restringir los deportes de contacto y la actividad física severa en deslizamientos de entre el 25% y el 50 %.

En la mayoría de los casos de espondilolistesis ístmica, especialmente Grados I y II, cuando hay dolor u otros
síntomas el tratamiento consiste en reposo temporal en cama, restricción de las actividades que ocasionaron
el inicio de los síntomas, medicamentos para el dolor y antiinflamatorios, inyecciones de esteroides-
anestésicos, fisioterapia y/u órtesis vertebral.

¿Qué puede hacer el deportista?

- Evitar las actividades que provocan o aumentan el dolor.


- Se puede continuar entrenando pero evitando aquellos ejercicios que comprometan a la espalda.
- Estirar los músculos isquiotibiales ya que si están tensos pueden rotar la pelvis hacia atrás en relación a la
vértebra adelantada.
- Hacer ejercicios de fortalecimiento abdominal.
- Usar una faja lumbar para evitar los movimientos exagerados de flexión del tronco.
- Acudir al fisioterapeuta para tratamiento.

¿Qué pueden hacer el médico y el fisioterapeuta?

- Prescribir ejercicios de fortalecimiento.


- Movilizar las articulaciones rígidas de la columna que rodean la vértebra anteriorizada
- Recurrir a la cirugía si el tratamiento de rehabilitación no resulta eficaz.
Tratamiento quirúrgico

La cirugía se requiere en casos severos generalmente Grado III o mayor, cuando hay daño neurológico,
cuando el dolor sea discapacitante, o que hayan fallado todas las opciones de tratamiento no quirúrgico.

El procedimiento quirúrgico más común usado para tratar la espondilolistesis se conoce como laminectomía y
fusión, en este procedimiento se ensancha el canal medular quitando o recortando la lámina o techo de la
vértebra para crear un espacio de mayor tamaño para los nervios y aliviar la presión sobre la médula espinal.

Puede ser necesario que el cirujano quite todo o parte del disco vertebral y que también fusione algunas
vértebras. Si se hace una fusión, puede ser necesario hacer un injerto óseo y una artrodesis con la
implantación de diversos dispositivos como tornillos, barras, ganchos o rejillas intersomáticas para reforzar y
dar soporte a la columna inestable.

Prevención y espalda

Resulta imposible prevenir todos los problemas de espalda y particularmente de columna, sin embargo hay
cosas que podemos hacer para mantenerla sana: Evitar o limitar las actividades que ocasionan esfuerzos
considerables a la columna, bajar de peso, iniciar un programa de ejercicio regular, no fumar, y aprender la
mecánica corporal adecuada, son cosas que pueden ayudar a disminuir el riesgo de problemas de espalda
adicionales.

Visto en abcfisioterapia.com

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