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Los modelos clásicos de formación continua de los docentes dan cuenta de un cierto
contrato implícito establecido entre los que proponen la formación (los formadores) y los que
viven esas prácticas de formación (los docentes en ejercicio). En el campo de la educación
en general, una perspectiva tecnicista dominó, por mucho tiempo, las intervenciones
elaboradas con vistas al perfeccionamiento de los docentes. Esas intervenciones reflejan, de
hecho, una cierta concepción estandarizada de la práctica, en la que los instrumentos que
se proveen a los docentes son concebidos a priori para aportar soluciones acabadas a
problemas de alguna forma previsibles. Es, por ejemplo, el modelo seleccionado en el
pasado por el Ministerio de Educación (MEQ), cuando se implementaron los nuevos
Programas de Matemática. Éstos eran objeto de sesiones, durante varios días, con
personas elegidas para tal fin. Luego, esas personas estaban encargadas de retomar esta
formación en sus medios respectivos (modelo “top down" que funciona por etapas sucesivas
y recurriendo a la idea de multiplicadores). Es el modelo que todavía prevalece en una gran
cantidad de establecimientos escolares, donde expertos comentan diferentes temas (por
otra parte, vemos aquí con frecuencia los efectos de las modas), estrategias de enseñanza
o de evaluación a fin de que sean posteriormente implementadas por los que están a cargo
de los cursos.
Este modelo de formación continua ha sido objeto de numerosas críticas de parte de
investigadores en Didáctica de Matemática y en Ciencias, particularmente frente a la
concepción subyacente del rol de profesor que prevalece1 allí:[...] “esto promueve
prescripción más que negociación y por lo tanto, ignora la realidad de que las prácticas de
enseñanza están sumamente impregnadas de suposiciones y motivaciones profesionales
del maestro2.
A otro nivel, esta crítica también se extiende al marco general adoptado por el MEQ
frente a los nuevos programas de formación inicial de docentes. En efecto, el
establecimiento de criterios de aprobación4 estándar (por ejemplo, la polivalencia
interpretada en términos de una preparación en dos materias que sean objeto de enseñanza
en el secundario5, o la distribución de un cierto número de horas de pasantías en el conjunto
de la formación) tiende aquí a confinar esos programas de formación a un modelo único al
cual han debido adherirse las universidades, sin considerar experiencias fecundas
precursoras en ciertos medios ni el contexto en el cual se insertaba esta formación3.
Ahora bien, podemos constatar el fracaso de los distintos movimientos de reforma de
la Enseñanza de la Matemática y de las Ciencias en los EEUU que se inscribieron en ese
paradigma (Bentley, 1998), ya que la innovación se opera aquí solamente en el discurso (se
proponen estándares, caminos posibles para la enseñanza de la matemática, para la
formación docente) mientras que las prácticas educativas (esto se aplica tanto para las
prácticas de enseñanza de la matemática como para las prácticas de formación docente)
permanecen, fundamentalmente, sin cambios.
1
Al respecto, se puede consultar la obra de Bentley, “Constructivism as a Referent for reforming Science
Education” , en Constructivism and Education, M. Larochelle et al. (Dir.), Cambridge, Cambridge University
Press, 1988, p.233-249 : Bauersfeld, “Réflexions sur la formation des enseignantes et sur l´enseignement des
mathématiques”, Revue des sciences de l´education, XX-1, 1994, p.175-198.
2
(Cita en inglés) Bentley, op.cit., p.233.
4
Nota del traductor: Se trata de criterios de aprobación para obtener el título de profesor.
5
Nota del traductor: Se trata de profesor que se forman en la enseñanza de dos asignaturas.
3
Reencontramos en ese caso el mismo modelo “top -down” que define a priori lo que deberá cubrir la formación
de los futuros docentes, independientemente del contexto en el cual ésta se inscribe.
Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
En estas críticas aparecen dos aspectos principales que cuestionan, para lo que nos
proponemos mirar más específicamente en este artículo, la manera habitual de abordar el
perfeccionamiento docente. En primer lugar, el docente no es un ejecutante. Se nos
presenta como necesario, en este sentido, apuntado a la transformación de las prácticas
educativas de la enseñanza de la matemática, tener más en cuenta su comprensión de los
problemas que se plantean en la práctica. Por otra parte, si no puede ser considerado como
un ejecutante, es porque el contexto en el cual actúa es cambiante y porque debe
necesariamente demostrar iniciativas en su toma de decisión, en función de la especificidad
de ese contexto. La indeterminación de las situaciones a las que el docente se enfrenta de
manera cotidiana nos aleja, pues, de la metáfora de un utilizador de herramientas
completamente listas, concebidas por otros.
Estas reflexiones nos llevan a abordar la formación continua de los docentes de
matemática en una perspectiva completamente distinta. El práctico reflexivo, capaz de
ubicar los juicios en contexto, sustituye aquí a la imagen del técnico eficaz (Schön 1983,
1987, Giddens 1987, Calderhead 1987). Esta reflexividad no sale de la nada, se basa en
contenidos matemáticos precisos, en un cuestionamiento ligado a su aprendizaje y a su
enseñanza.
4
Un conocimiento aparece aquí como un modo legítimo de dar un sentido a una experiencia de enseñanza que
se ha comprobado viable y que va por lo tanto a guiar las acciones futuras. Juzgaremos viable una acción, un
modo de hacer, mientras sirva para el cumplimiento de una tarea, para la obtención del objetivo que se ha
elegido.
2
Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
5
La mayoría de los docentes se han unido (enganchado) en un proceso así después de 6 años en la escuela St-
André-Apôtre, escuela investigadora asociada al CIRADE (ver reporte sobre las investigaciones colaborativas
conducidas en la escuela St-André-Apôtre, 1990-1996). Actualmente (1996-1997), los proyectos involucran una
docente de maternal, 4 docentes de 1º año, 2 docentes de 3º año, 3 docentes de 2º año de la escuela St-André-
Apôtre, 3 docentes de 1º año, 2 docentes de 2º año, una ortopedagoga de la escuela St-Jean-de-Brébeuf, y tres
investigadoras: Jacinthe Giroux (proyecto en maternal), Nadine Bednarz (proyectos en 1º y 3º años) y Louise
Poirier (proyecto en 2º año). Los temas matemáticos sobre los cuales los equipos han sido conducidos a trabajar,
tratan sobre la aritmética (número, numeración, operaciones, resolución de problemas, fracciones en 4º año),
sobre la medida y sobre la geometría.
6
En el caso de los distintos proyectos que interesan aquí, son las docentes las que han manifestado el deseo de
perfeccionar su enseñanza, un perfeccionamiento que deseaban ajustar a la realidad de su práctica y a los
cuestionamientos que ésta suscita.
3
Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
alumnos, situaciones en las que una dialéctica de formulación (decodificación por otro
alumno de la proposición presentada por el primero y confrontación) juega un papel
extremadamente importante.
En estas diversas actividades, las interacciones entre los niños se manifiestan en las
discusiones alrededor de los problemas, en las verbalizaciones que acompañan a los
razonamientos, durante la búsqueda de soluciones en grupos pequeños, en la expresión de
la solución a otros , en la vuelta colectiva sobre las soluciones, en la argumentación crítica
con respecto a las diferentes estrategias que fueron desarrolladas por los niños (para más
detalles sobre un ejemplo de intervención en clase desarrollado en el marco de estas
investigaciones colaborativas, ver Bednarz et al, 1993).
En la concepción de las actividades propuestas, las investigadoras están también
guiadas por una cierta cantidad de análisis previos sobre los que se pueden apoyar,
(análisis conceptuales, conocimientos de los razonamientos, dificultades, concepciones de
los niños, conocimientos basados en los trabajos de investigación que han participado
anteriormente, referidos al número, la numeración y las operaciones, y que pueden resultar
una contribución en esta circunstancia)
Esto no quiere decir por eso que la investigación colaborativa situará a los docentes
en una relación de aplicación del enfoque proveyéndoles, a priori y en forma simultánea, las
actividades y el marco de referencia subyacente. Se trata, especialmente, de hacer
funcionar esas actividades en la clase, de analizar lo que producen, de volver sobre ellas
para discutirlas, para ver su riqueza y sus límites, de debatir acerca de lo que ha observado
por cada docente (la presencia de muchas docentes de un mismo nivel escolar trabajando
sobre las mismas actividades permite una discusión muy rica sobre el tema 6 ). Éste es todo
el desafío de las prácticas desarrolladas con las docentes.
Las situaciones propuestas, a partir de las que se emprende en el seno del equipo
investigadoras-docentes una dinámica no planificada de reflexión, dan paso a una
reapropiación personal de esas situaciones y a interacciones, a propósito de lo que ha
pasado en la clase, en que cada una hará valer su propio punto de vista. Por una parte, las
investigadoras con su marco de referencia subyacente y sus interrogaciones. Por otra, las
docentes a través de su práctica, y las restricciones y recursos de su acción específica. Este
trabajo obliga a las investigadoras a reinterpretar su propia perspectiva (dicho de otro modo
las situaciones no están congeladas y el punto de vista de la investigadora formadora,
determinado a priori, es confirmado por la experimentación). Las investigadoras reconocen
por el contrario, una legitimidad, una pertinencia a los modelos y a los descubrimientos que
las docentes proponen, lo que las obliga a no acantonarse en un papel de observadora que
no se transforma por su actividad de observación.
En una ronda continua de elaboración, de experimentación en clase y de análisis
reflexivo, mientras se efectúan las revisiones en equipo, las docentes y las investigadoras se
enfrentarán a preguntas que tocan diferentes aspectos de la enseñanza y del aprendizaje de
las matemáticas. A cada momento surgirán interrogaciones propias de los fundamentos
teóricos en que se basan las intervenciones privilegiadas, en los saberes matemáticos
utilizados en la intervención, en los razonamientos, en las ideas desarrolladas por los niños,
6
Es interesante observar a este respecto como cada una de las docentes se reapropia de modo diferente de la
actividad, en función del grupo clase y del modo en que los alumnos actúan. Año tras año, los docentes
observarán también en los niños diferentes maneras de emprender las tareas propuestas. Por ejemplo, la
situación de comunicación construida a partir de problemas aditivos (Bednarz et al, 1993) dará lugar a notaciones
muy distintas de parte de los niños, según que el primer alumno elegido para escribir (que debe encontrar un
modo de contar el problema a los demás) oriente la representación hacia una notación simbólica o hacia un
dibujo.
4
Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
8
Hemos retenido voluntariamente aquí, para ilustrar nuestros propósitos, un proyecto que trata sobre uno de los
temas de la enseñanza de la matemática que plantea muchas dificultades, tanto en la primaria como en la
secundaria. El pedido vino aquí de las docentes de 4º año de la escuela St- André- Apôtre que se interrogaban
sobre las condiciones que permiten favorecer una mejor comprensión de las fracciones por los niños.
9
La inserción, en el seno de los diferentes proyectos de investigación colaborativa, de otros participantes tales
como la consejera pedagógica en matemática, es también una ocasión de extender el desarrollo profesional a
estos otros participantes. Además, implicarse en el seno de cada uno de esos proyectos de estudiantes de
formación inicial constituye una ocasión única de formación profesional para los mismos, por su inserción, desde
su formación inicial, en una comunidad de práctica rica. Son formados aquí en una primera reflexión sobre la
acción que será determinante para sus prácticas ulteriores en la enseñanza de la matemática.
5
Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
En este extracto, sentimos que las docentes, al estar listas para tomar ese pre-test e
intrigadas por lo que los niños van a hacer, dudan de que los mismos dispongan de un
bagaje de conocimientos anteriores que les permitan abordar estos ítems, antes de
cualquier enseñanza.
Forzaremos una anticipación de lo que los niños podrían hacer para cada pregunta
planteada.
En esta instancia, las discusiones referidas a los diferentes ítems del pre-test hacen
surgir algunos aspectos muy ricos.
El primer extracto de la desgrabación que reproducimos a continuación hace
referencia al ítem 1 del pre-test:
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Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
Para esta docente, encontrar el todo, cuando damos una de las partes, no parece
plantear dificultades.
A propósito del ítem 8, que se refiere a la comparación de 2 porciones de pizza que
corresponden ambas a un cuarto (sin embargo, la partición no conduce en apariencia a
percibir la equivalencia), presentamos dos opiniones sobre esta cuestión y nos preguntamos
quién tiene razón.
M: Yo pienso que los que van a entender van a escribir simplemente que es lo mismo porque
la pizza está separada en 4 en los dos casos, simplemente. No pienso que eso les cause problemas.
Preveo dos respuestas: esa y después otra, en la que van a decir no. Louis tiene razón porque el
pedazo de Marie es más grande y punto. Porque si se observa bien, al primer vistazo parece más
grande [...].
Aquí, contrariamente al ítem 5, la docente percibe que los niños tendrán dificultades.
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Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
Gracias a los extractos que preceden, observamos que las docentes entran en el
juego de la anticipación y comienzan a cuestionarse acerca de las estrategias que esos
alumnos podrían utilizar, a pesar de haber dicho al principio que probablemente no podrían
realizar el pre-test.
C, la investigadora, va más lejos al preguntar la relación entre 2 ítems: tableta de la
que se presenta una parte, para la que hay que encontrar el todo (ítem 5), y colección de
huevos en la que también se presenta una parte, para la que hay que encontrar el todo (ítem
10):
C: Pero se tenía lo mismo recién, en la pregunta 3. Yo corté una tableta de chocolate. Pero
¿tenés la impresión de que va a ser diferente en esta situación? (sobreentendido, colección de
huevos).
S: Sí, porque la tableta es más significativa.
M: Es una tableta de chocolate.
S: Ellos conocen el tamaño.
C: En tanto que en el paquete, no se sabe cuántos había adentro. Pero sin embargo, es la
misma situación.
I, una estudiante en formación, interviene:
I: Sí, en un caso es una cantidad discreta mientras que el otro [...]
S, va más lejos al decir que justamente eso será interesante observar.
S: Sería quizás interesante ver si hay una reacción diferente.
M, hace entonces referencia a lo que hacen habitualmente en el programa.
M: Es lo mismo, porque cuando se enseña fracciones, se comienza por una cosa, un objeto
que se parte y la partición de los grupos viene más tarde. (Aquí ella se remite al hecho de que
comenzamos por la partición de una superficie y que sólo a continuación abordamos las cantidades
discretas).
S: Es más difícil de comprender.
M retoma lo que dice S. Está de acuerdo, pero subraya que hay interés en ver esa
parte en cantidades discretas.
M: Salvo que después cuando llegás con la multiplicación de fracciones, ahí va bien [...], que
está también en el programa de 4º año, como un cuarto de 12 [...]
12 x 1/4 se comienza por la multiplicación, pero cuando se termina, ya está [...]
(sobreentendido, se hace bien. Se puede explicar con esto 1/4 de 12, 1/4 x 12).
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Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
Para comprender mejor toda su sorpresa frente a las producciones reales de los
alumnos, no olvidemos lo que ellas decían previamente:
M: Entre Ud. y yo, la única dificultad que está en todas partes es que jamás aprendieron las
fracciones [...] que se da una lección sobre fracciones y se toma la prueba después.
C: No se da ninguna lección.
M: No, no, es lo que yo digo. Pero supongamos que vos das una noción de base y después
hacés eso. No hay prácticamente más dificultades.
C: Ah! Vos tenés la impresión [...]
M: La única dificultad es que se les pide trabajar cosas de las que no tienen la menor idea
(según esta docente entonces, para que los alumnos puedan hacer el test es necesario que se haya
enseñado antes. ¿Podría ser que los niños tengan ideas previas?)
Sin embargo, hemos visto que las docentes presentan interés desde el comienzo.
Quieren saber más y están dispuestas, si es necesario, a replantearse lo que anticipan.
M: Yo lo voy a tomar para ver. Quizás me equivoque, pero me parece que se les pide trabajar
con un vocabulario totalmente desconocido. Quizás debería revisar todo lo que pienso.
Vemos aquí que las docentes perciben diferentes posibilidades en función del
material que será elegido.
C, la investigadora, replantea entonces la cuestión de la elección de la actividad y de
la manera de presentarla.
C: ¿Llevamos tabletas verdaderas? Porque si llevamos tabletas que formadas por 4, partes,
es seguro que ellos tenderán a dividir cada tableta en 4.
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Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
M: Y sí.
C: Es una estrategia, es una de ellas (sobreentendido, partir en 4)
S: Pero los niños van a dar una cada uno, después van a separar la última.
(sobreentendido, si las tabletas no están partidas)
C: Sí, esa es otra estrategia...
S: Pero hay muchos niños que van a hacer eso (aquí la docente se refiere a un juego
parecido que ella hace en clase con los números: 57 a dividir en 4 partes iguales)
C: Eso hace que cada uno va a tener una tableta más un pedazo de tableta. Eso nos permite
introducir como resultado 1 1/4. Esto hace que se entre de inmediato en las fracciones mayores que
1. Entonces, pueden también, como decía M., partir cada tableta en 4. Van a tomar cada uno un
pedazo. Esto haría que tengan 5 porciones cada uno.
M: Cinco cuartos.
C: Hay un resultado que es 1 ¼ , y otro 5/4.
S: Sería interesante ver los dos (la docente desea aquí ver aparecer las dos estrategias)
C: Es bastante natural. Eso reaparece en un mismo problema si lo explotás según diferentes
formas de partir. ¿Qué más podría extraerse todavía?
M: Si se les dan los papeles (sobreentendido, las tiras de papel) podrían poner las 5 unidas,
y, en ese momento, vos las partís en 4.
C: Eso quiere decir que es el 5 el que está dividido en 4 (sobreentendido aquí que el referente
cambia: recién se hacía un cuarto de una tableta repetido 5 veces, aquí se hace un cuarto de 5
tabletas)
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Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
S: Entonces es mejor abrir el sentido de la fracción que cerrarlo, porque nos arriesgamos a
tener la dificultad después (parece encontrar importante el abrir a muchas significaciones)
M, poco después:
M: Sí, estaban fuera del programa, pero de todos modos eso permitiría [...] (sobreentendido, ir
más lejos)
Un poco después, al detenerse sobre lo que planeaban hacer en la clase, en la
discusión acerca de las tareas las docentes continuarán preguntándose sobre la factibilidad
de tales actividades en 4º año.
S: Pero si no queremos que se pierdan. Esa es mi pregunta. ¿Será mejor si empezamos con
varios elementos o con uno a repartir? Porque yo siempre empecé con “tengo una pizza, luego la
divido”.
O más adelante:
M: Como aquellas (hace referencia a las tareas de repartir 3 pizzas entre 2 personas y 5
tabletas entre 4 personas) me parece que son un poco difíciles, yo empezaría quizás por aquella
(señala la tarea de repartir 2 pizzas entre 4 personas).
Así, M continúa sosteniendo que las primeras tareas constituyen un enriquecimiento,
pues la fracción que se obtiene en ese caso mayor que 1. Por el contrario, en la tarea inicial
que reserva para introducir la fracción (2 pizzas para repartir entre 4 personas), la fracción
obtenida es menor que 1. Ella explicitará claramente su idea a continuación, frente a la otra
docente que, por su parte, decide hacer más bien lo contrario.
S: Si ellos piensan separar la 5º tableta en 4 partes iguales, y si esto se hace antes, tengo la
impresión de que quizás van a pensar hacerlo cuando haya 6 tabletas. Eso será más fácil. (Elegirá
presentar primero la tarea de repartir 5 tabletas entre 4 personas)
M: La finalidad de empezar con objetos, es darles un sentido de la fracción que es diferente,
salvo que yo no sé si Uds. se dan cuenta, pero comenzamos, introducimos la fracción del programa
de 5º año (M es reticente a comenzar por una actividad como ésa)
A continuación, las dos docentes experimentarán las actividades en un orden
diferente. M empezará por proponer a los niños las tareas de repartir 2 pizzas entre 4
personas y 4 tabletas entre 6 amigos, en tanto que S comenzará por proponer la tarea de
repartir 5 tabletas entre 4 personas.
Las observaciones de las estrategias de los niños y las discusiones que seguirán
permitirán volver sobre la pregunta propuesta. M ya ha experimentado en la acción toda la
dificultad que plantea la tarea “repartir 4 tabletas entre 6 personas” y su explotación (esto
con relación a la tarea de repartir 5 tabletas entre 4 personas, que aparecerá en los hechos
más fácil para los niños).
A partir de ese momento, habiendo experimentado las docentes la posibilidad de
introducir desde 4º año situaciones muy interesantes, previstas normalmente para más
tarde, se cuestiona la secuenciación propuesta en el programa.
Sin embargo, aunque no retomaremos aquí toda la discusión que tuvo lugar durante
esa vuelta, nos interesa subrayar que condujo a una reflexión interesante sobre el sentido
de la escritura fraccionaria, cuando en una situación de enseñanza se efectúa un pasaje
demasiado rápido al simbolismo.
Así, en el problema “repartir 3 pizzas entre 6 personas” la escritura 3/6 apareció para
describir el resultado. En efecto, los niños habían dividido cada una de las pizzas en 2 y
habían dicho entonces que cada una de las personas recibiría 3/6 (de hecho, los niños
partieron de las 3 pizzas que ellos consideraban como una gran pizza dividida en 6
porciones). Esta escritura fue entonces rechazada por J (docente que gestionaba la
actividad en clase), pues según ella 3/6 estaba asociado únicamente a 3/6 de una pizza.
La confrontación que tuvo lugar con las docentes desde el encuentro subsiguiente
(volviendo sobre lo que había pasado en clase y sobre las soluciones de los niños) fue
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Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
Con el fin de ilustrar nuestro punto de vista sobre la formación continua de los
docentes, en esta presentación nos hemos ceñido más particularmente a los proyectos de
investigación colaborativa que hemos emprendido desde hace seis años con equipos de
docentes de primaria. Estas intervenciones no tienen ninguna pretensión de generalización
al conjunto de la problemática de la formación continua de los docentes de matemática, y
efectivamente sería inocente pretender que hemos así resuelto todos los problemas.
Tal enfoque no es necesariamente aplicable a otros medios escolares de primaria
(los docentes que se comprometen en tales investigaciones son docentes
voluntarios, que reciben un apoyo que hace posible este tipo de desarrollo
profesional).
Tal enfoque es difícilmente aplicable a otros niveles escolares (el modelo a
desarrollar en el secundario debe quizás retomar más la idea de una red de docentes
de matemática interesados en comprometerse en una reflexión sobre su práctica).
Por último, tal enfoque no permite responder a las importantes necesidades que se
delinean en el terreno de la formación continua en matemática (especialmente en
formación de los docentes que provienen de otro campo y que no están formados en
matemática).
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Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
Tal perspectiva puede muy bien ser retomada en la formación inicial de los docentes.
Lo hemos visto, con los ejemplos de intervenciones realizadas por el equipo de didactas de
matemática de la Universidad de Quebec en Montreal, en la formación inicial de los
docentes de secundario, las preocupaciones del docente en su clase están, en efecto,
omnipresentes en las distintas actividades efectuadas en el transcurso de la formación (ver
sobre ese tema Berdnarz, Gatusso, Mary, 1995).
La calidad de este tipo de formación, en la cual la didáctica interviene como un
instrumento de formación y no como un objeto de conocimiento, está íntimamente vinculada
con la riqueza de la reflexión realizada previamente por el formador, respecto del
aprendizaje y de la enseñanza de la matemática. Esta reflexión aparece en efecto como
central, es una componente esencial, uno de los elementos clave de la interacción con los
docentes que podría contribuir a su desarrollo profesional. Sin embargo, es una de las
dimensiones que parecen olvidar las reformas recientes en formación de los docentes
presentadas por el Ministerio de Educación.
Por último la formación didáctica (tal como aparece en lo que precede) contribuye a
profundizar la comprensión del contenido matemático en el docente o en el futuro docente, y
en ese sentido, a menudo constituye una toma de conciencia importante. Así, en el ejemplo
que hemos utilizado anteriormente, al final del proyecto las docentes manifestaron haber
comprendido mejor las fracciones, haber comprendido nociones que nunca habían
comprendido anteriormente (como la multiplicación de fracciones).
Es lo que nos dicen también los estudiantes en formación inicial después de una
formación en didáctica de matemática, habiendo percibido entonces toda la complejidad de
saberes matemáticos que concebían al principio como simples. Estos datos sobre el aporte
de la didáctica de la matemática se unen a los ya expresados por Krygowska en 1973 en
una conferencia dada en la Universidad de Quebec en Montreal (en la que se hacía
referencia a las manifestaciones de uno de estos estudiantes-docentes).
[...] yo sabía enseñar las fracciones muy bien antes de haber hecho mis
estudios [...] ahora no sé en absoluto cómo debo hacerlo y esto es el resultado de la
didáctica de la matemática. No sé, en ese sentido, cuando debo elegir, entre las
diferentes soluciones posibles, cuál es la más adaptada a mi clase; ahora que
conozco estas posibilidades, me siento obligado a cambiar mis concepciones en el
transcurso de la interacción docente-alumno, tengo dudas, veo las dificultades de los
alumnos en las que no había pensado antes. Es el dilema de riquezas lo que ahora
es la razón de mis inquietudes, de mis dudas [...] pero esa riqueza me abre la
posibilidad de hacer investigaciones estrechamente ligadas a mi oficio [...] y que me
dan una gran satisfacción. [...]7
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Extraído de una conferencia titulada “El papel de la didáctica de la matemática en los estudios del
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Artículo de Nadine Bednarz (traducción)
Bibliografía-
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