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Tecnología

Jueves 09 abril de 2020 | Publicado a las 20:55

La humanidad podría haber tenido vacunas contra


coronavirus hace años, pero nadie se interesó
Por Emilio Lara

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El coronavirus es el tema del


momento, no hay duda al respecto.
Pero no es la primera vez que la
humanidad se ve enfrentada a este
tipo de patógenos, para los cuales
podría haber habido alguna
vacuna hace años, aunque a nadie
nunca le importó. Hasta ahora.

Corría 2002 y la enfermedad que


fue bautizada como SARS, producida por un tipo de coronavirus,
afectó a 29 países, infectó a casi 10 mil personas y mató a cerca de
800 pacientes debido a complicaciones respiratorias.

Diez años más tarde, en 2012, surgió otro coronavirus: el MERS. En su


peak se circunscribió completamente en Medio Oriente y a la fecha,
de acuerdo a la OMS, ha ocasionado 2.494 casos y 858 muertes en 27
países.

Según consignó BBC Mundo, como ambos brotes fueron controlados


relativamente a tiempo y afectaron a zonas especí cas, los
gobiernos, las autoridades sanitarias y los laboratorios no
consideraron nanciar o llevar a término los estudios de vacunas que
fueron realizados o encargados.

Bueno, hoy el panorama es diferente.

La carrera por encontrar una cura para el SARS-CoV-2 está en plena


marcha y tanto Asia, como Europa y Estados Unidos luchan por llegar
primero a la meta, que incluso tiene al inmunólogo Jacob Glanville
barajando lanzar un anticuerpo antes que cualquier inmunización.

No obstante, fueron decenas de cientí cos y profesionales de la salud


de todo el mundo los que, pese a la falta de interés, siguieron
intentando proveer una cura al respecto.

Tal fue el caso del Centro para Desarrollo de Vacunas del Hospital
Infantil de Texas, quienes en 2016 produjeron una inoculación para
el SARS.
/
“Habíamos terminado los ensayos y habíamos pasado por el aspecto
crítico de crear un proceso de producción de la vacuna a escala
piloto”, dijo al citado medio María Elena Bottazzi, codirectora de la
Escuela Nacional de Medicina Tropical del Colegio Baylor de
Medicina de Houston, mismo cargo que ostenta en el centro en
cuestión.

“Entonces fuimos a los NIH (Institutos Nacionales de Salud de EEUU)


y les preguntamos: ‘¿Qué hacemos para mover rápido la vacuna a la
clínica?’ Y nos dijeron: ‘Mira, ahorita no estamos ya interesados’”,
recordó.

Susan Weiss, profesora de microbiología de la Universidad de


Pensilvania, recordó que entre 7 a 8 meses después del n de la
epidemia los agentes que debían apoyar la investigación de curas
“perdieron interés de inmediato en el estudio de los coronavirus”.

“El SARS afectó principalmente a Asia, con unos casos en Toronto,


pero no llegó a Europa como este nuevo coronavirus. Después surgió
MERS, el segundo coronavirus humano virulento, y ese quedó casi
totalmente con nado en Medio Oriente”, recalcó.

“Después se disiparon los coronavirus y el interés por ellos. Hasta


ahora. Y realmente creo que debíamos haber estado mejor
preparados”, sentenció la académica a la cadena londinense.

Si bien es cierto que Bottazzi y compañía prepararon una respuesta


en contra de otro coronavirus, existe consenso entre los
investigadores que haber contado con una vacuna tras el SARS
habría simpli cado el trabajo hoy en día, dado el hecho que
genéticamente ambos son 80% similares.

Lo anterior fue refrendado desde la Universidad de Yale por Jason


Schwartz, profesor de la Escuela de Salud Pública de ese plantel,
quien en conversación con la revista The Atlantic aseveró que si los
programas de investigación de vacunas no se hubieran desechado,
actualmente habrían “tenido listos muchos más fundamentos para
trabajar en este nuevo virus que está cercanamente relacionado” al
Covid-19.

“Hubiéramos tenido ya un ejemplo de cómo se comportan este tipo


de vacunas y, aunque los virus no son exactamente iguales, vienen
de la misma clase. Tendríamos ya la experiencia de ver dónde surgen
problemas con la vacuna y cómo resolverlos. Porque ya vimos cómo
se comportó preclínicamente la vacuna del SARS y esperaríamos que
la nueva vacuna se comporte relativamente igual”, sostuvo Bottazzi a
la BBC.

“Ya hubiéramos podido tener un per l de seguridad en humanos y


más con anza en que estas vacunas se pueden usar en las
poblaciones que las necesitan”, complementó.

¿Y por qué no se siguió con los estudio? Simplemente porque no


había mercado para ellos, al menos en humanos, explicó Peter
Kolchinsky, virólogo y director de la compañía de biotecnología RA
Capital.
/
“La realidad es que cuando hay un mercado, hay una solución. Hoy
en día contamos con cientos de vacunas para coronavirus, pero
todas son para animales: cerdos, pollos, vacas”, todas a modo de
frenar enfermedades que pueden ser onerosas para la industria
avícola y ganadera.

En línea con lo anterior, y ante el renacido interés en el trabajo de los


cientí cos, Bottazzi anunció que junto a su equipo iniciaron las
actualizaciones de la vacuna que generaron en 2016, con miras a
aplicarla en la pandemia de Covid-19.

No obstante, siguen intentando encontrar alguien que nancie su


labor: han recibido apoyos, pero no son los su cientes.

“Nosotros en los laboratorios queremos desarrollar estas vacunas,


pero no hay el apoyo nanciero ni el apoyo de entidades
gubernamentales porque no tenemos programas sostenibles y las
prioridades cambian de acuerdo a lo que está ocurriendo en
momento”, detalló la especialista.

De acuerdo a los datos entregados por la Universidad Johns Hopkins,


información usada como referencia a nivel mundial, hasta la noche
de este jueves se han registrado casi 1,6 millones de casos
con rmados, con 95 mil muertes.

En el plano local, el Ministerio de Salud dio a conocer esta mañana


que se manejan 5.972 cuadros diagnosticados, con 57 víctimas
fatales.

Ciencia y Tecnología
Jueves 09 Abril, 2020 | Publicado a las 17:57 · Actualizado a las 18:07

Covid-19: inmunólogo explica cómo es el proceso para


desarrollar una vacuna y cuánto podría tardar
Por Camilo Suazo

 visitas

/
Un laboratorio de Pensilvania,
Estados Unidos, comenzó a
experimentar con una vacuna en
40 personas sanas para así llegar a
una posible cura contra el
coronavirus (Covid-19).

La vacuna, desarrollada por Inovio


Pharmaceuticals, es nanciada por
la fundación Bill y Melinda Gates,
además de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para
Epidemias. Por su parte, en Francia también se están realizando
ensayos clínicos para detener el virus que ya ha dejado más de 90
mil muertos alrededor de todo el mundo.

Si bien existen enormes expectativas en torno a lo que la ciencia


pueda lograr, es importante tener presente que encontrar la cura no
es tan sencillo como algunos creen. De hecho, a pesar de la urgencia
que reviste la situación, se debe seguir una serie de pasos para hallar
la solución de nitiva.

¿Cómo es el proceso de prueba de una vacuna experimental? ¿Cuánto


se demora en comprobar la efectividad de una posible vacuna que
combata el coronavirus? ¿Cuánto tardaría en llegar a la población?

Para profundizar en el tema, BioBioChile se contactó con el Dr.


Patricio Manque, inmunólogo y vicerrector de Investigación de la
Universidad Mayor, quien se dio el tiempo de explicar los detalles en
torno a este largo camino.

“Lo primero que se hace es el trabajo en el laboratorio, para buscar


una parte del virus que sea capaz de inducir una respuesta inmune
protectora. Una vez que se encuentra esto en el laboratorio, se pasa a
modelos animales donde se veri ca que efectivamente hay
protección. Y de ahí se hace lo que se llaman ensayos clínicos, que no
duran menos de entre 18 y 24 meses como mínimo”, comenzó
señalando.

“En la fase 1 de esos ensayos clínicos lo que nosotros veri camos es si


efectivamente esa vacuna es segura para las personas. Lo que ocurre
ahí es que se la suministramos a un grupo muy pequeño de personas
y vemos si no desarrollan algún tipo de efecto secundario, o si les
provoca algún problema de salud”, agregó.

“Si eso está correcto pasamos a la fase 2, en donde lo que uno hace es
vacunar a un grupo mayor de personas y veri car si efectivamente
existe protección contra la infección. Ahí lo que buscamos son dos
cosas: que haya protección total, es decir que simplemente no te
enfermes o te cures de la enfermedad, o protección parcial, que en
este caso sería que por ejemplo te enfermes pero que no desarrolles
neumonía o síntomas graves”, puntualizó.

El especialista sostiene que una vez que ocurre esto, se pasa a lo que
llaman fase 3, “en dónde se administra la misma vacuna, pero ahora
en un grupo muy masivo de personas, unas 10 mil por ejemplo o más,
y ahí se utilizan una serie de herramientas de estadísticas de doble
/
ciego, entonces se vacuna a un grupo con la vacuna y se vacuna a
otro grupo sin la vacuna con algo que se denomina placebo, y ahí
veri camos si efectivamente hay protección”.

“Si la gente no se enferma, o tiene una enfermedad que es bastante


más leve, lo que se hace es solicitar los permisos y la vacuna ya
puede ser utilizada entre las personas. Ahora, esto puede durar entre
18 y 24 meses, a un par de años, dependiendo del tipo de vacuna que
uno está desarrollando. Por lo tanto, en este escenario, podemos
decir que no vamos a tener una vacuna disponible antes de 18 a 24
meses probablemente, como mínimo”, puntualizó.

Considerando el tiempo que aún resta por tener una vacuna contra el
Covid-19, la pregunta que probablemente muchos se estén haciendo…
¿y qué se puede hacer mientras tanto?. Al respecto, el Dr. Patricio
Manque explicó que se están tomando algunos caminos.

“Más allá de las medidas de prevención y el distanciamiento social,


hay un par de cosas más que se están intentando, y es veri car si
existen medicamentos que ya venimos usando las personas, y que
podrían ser efectivos contra el coronavirus. Se están haciendo
ensayos clínicos para veri car si estos medicamentos se podrían usar
en el caso de esta infección. La ventaja de esto es que son
medicamentos que ya se usan en seres humanos, y por lo tanto ya
está asegurado que no causan daño o conoces bien sus efectos,
entonces hay una serie de medicamentos que se están observando”,
destacó.

“Y lo otro que se está haciendo es lo que se denomina transferencia


masiva de anticuerpos, y que consiste fundamentalmente en lo
siguiente: si tú te infectas por coronavirus, y sobrevives a la
infección, signi ca que desarrollaste anticuerpos protectores, los
cuales están en tu sangre. Entonces, lo que se hace en este caso, es
tomar un paciente, por ejemplo una persona que se haya recuperado,
que esté bien de la infección, se le extrae sangre y después se le
extrae su suero, en el cual se asume que están los anticuerpos que lo
protegieron cuando estaba enfermo”, añadió.

“Esos anticuerpos se administran en personas que están en estado


crítico o que están muy enfermas por el coronavirus, y lo que harías
es traspasar los anticuerpos de una persona saludable a una que está
enferma. Eso es muy prometedor, ya se ha hecho con otras
enfermedades, se están haciendo algunos ensayos clínicos en
Estados Unidos”, enfatizó.

En ese sentido, el profesional detalló que la gran ventaja es que


“podrías tomar a toda la gente que se está recuperando, extraerles
sangre y crear un gran banco de anticuerpos protectores, porque si tú
sobrevives a la enfermedad fue porque desarrollaste anticuerpos
protectores, esa es la idea que estamos siguiendo. El problema podría
ser que algunos de estos anticuerpos pudiesen causar daños en la
persona a la cual se le está administrando, y por eso se están
haciendo ensayos clínicos”.

/
“Entonces, mientras desarrollamos la vacuna que no debería estar
antes de 24 meses, vamos a ir probando estas dos estrategias: los
medicamentos que ya se usan para otras enfermedades versus
efectividad en coronavirus, y segundo, lo que se dneomina
transferencia masiva de anticuerpos”, cerró.

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