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Conducta parental, comportamientos prosocial y/o agresivo en niños y niñas con

edades entre los 8 y 11 años escolarizados en colegios privados del municipio de

Envigado.

Investigador

Laura Gomezcáceres Arroyave

Asesor

Liliana Alvarán Flórez

Facultad de psicología

Maestría en salud mental de la niñez y la adolescencia

Grupo de investigación

Psicología, salud y sociedad

Línea de investigación

Infancia, adolescencia y juventud

Medellín, 2015
2

INDICE

Pág.
1. Resumen…………………………………………………………………........ 6
2. Problema de investigación…………………………………………………... 6
3. Justificación de la investigación…………………………………………..... 11
4. Pregunta de investigación…………………………………………………… 17
5. Objetivos de la investigación………………………………………………... 17
5.1 Objetivo general………………………………………………………………. 17
5.2 Objetivos específicos………………………………………………………… 17
6. Análisis epistemológico…………………………………………………….... 18
7. Análisis teórico………………………………………………………………... 19
7.1 Marco teórico………………………………………………………………….. 20
7.1.1 Conducta parental……………………………………………………………. 20
7.1.2 Comportamiento prosocial…………………………………………………... 24
7.1.3 Comportamiento agresivo…………………………………………………… 27
7.2 Antecedentes…………………………………………………………………. 30
8. Análisis metodológico………………………………………………………... 40
8.1 Enfoque metodológico de la investigación……………………………….... 41
8.2 Tipo de estudio……………………………………………………………….. 41
8.3 Población………………………………………………………………………. 41
8.4 Diseño muestral………………………………………………………………. 42
8.5 Descripción de las variables………………………………………………… 43
8.5.1 Diagrama de variables……………………………………………………….. 43
8.5.2 Tabla de variables……………………………………………………………. 43
8.6 Técnicas de recolección de la información………………………………… 46
8.6.1 Fuentes de información……………………………………………………… 46
8.6.2 Instrumento de Recolección de información ……………………………… 46
8.6.3 Proceso de obtención de la información…………………………………... 49
8.7 Control de sesgos y errores…………………………………………………. 51
8.8 Técnicas de procesamiento y análisis de datos…………………………... 52
9. Análisis ético…………………………………………………........................ 53
10. Resultados…………………………………………………………………….. 59
3

11. Conclusiones y recomendaciones………………………………………….. 74


12. Análisis político……………………………………………………………….. 79
13. Análisis de aspectos formativos…………………………………………….. 81
14. Propuesta de trasferencia del conocimiento………………………………. 82
12. Referencias bibliográficas…………………………………………………… 83
13. Anexos…………………………………………………………………………. 96
Anexo 1. Variables sociodemográficas…………………………………….. 96
Anexo 2. Cuestionario sobre conductas parentales Versión padres…… 98
Anexo 3. Cuestionario conductas parentales para niños………………… 100
Anexo 4.COPRAG Padres…………………………………………………... 102
Anexo 5. COPRAG Profesores……………………………………………... 104
Anexo 6. Consentimiento informado representante legal……………...... 106
Anexo 7. Consentimiento informado padres……………………………..... 109
Anexo 8. Consentimiento informado profesores………………………...... 112
Anexo 9. Asentimiento a menores de edad……………………………...... 115
Anexo 10. Cuestionario valoración razonamiento, entendimiento y
lógica……………………………………………………………………………
Anexo 11. Cuestionario valoración capacidad de decisión……………… 118

INDICE DE TABLAS Y FIGURAS

Pág.
Tablas
Tabla 1. Prueba de normalidad de variables cuantitativas…………… 63
Tabla 2. Medidas de tendencia central, posición y dispersión de las
variables Comportamiento Prosocialidad y Comportamiento 64
Agresivo de los niños RePadres y ReProfes…………………
Tabla 3. Medidas de tendencia central, posición y dispersión de la
66
variable Conducta Parental RePadres y ReNiños…………...
Tabla 4. Correlaciones entre las variables Conducta Parental
RePadres y ReNiños y Comportamiento Prosocial y 73
agresivo RePadres y ReProfes………………………………..
4

Figuras
Figura 1. Distribución de la muestra por genero……………………….. 59
Figura 2. Distribución de la muestra por edad………………………….. 60
Figura 3. Distribución de la muestra por estrato socioeconomico……. 60
Figura 4. Distribución de acuerdo al padre de familia que diligenció
61
los cuestionarios…………………………………………………
Figura 5. Distribución de los padres por estado civil…………………… 61
Figura 6. Distribución de los padres de acuerdo a la ocupación……… 62
Figura 7. Distribución de los padres de acuerdo a su escolaridad…… 62
Figura 8. Distribución de los puntajes de la escala Prosocialidad
64
RePadres…………………………………………………………
Figura 9. Distribución de los puntajes de la escala Agresividad
65
RePadres………………………………………………………..
Figura 10. Distribución de los puntajes de la escala Prosocialidad
65
ReProfes………………………………………………………….
Figura 11. Distribución de los puntajes de la escala Agresividad
66
ReProfes………………………………………………………….
Figura 12. Distribución de los puntajes de la subescala Comunicación
67
Afectiva RePadres……………………………………………….
Figura 13. Distribución de los puntajes de la subescala de Reglas
68
RePadres…………………………………………………………
Figura 14. Distribución de los puntajes de la subescala de Monitoreo
68
RePadres…………………………………………………………
Figura 15. Distribución de los puntajes de la subescala de
69
Contingencia RePadres………………………………………..
Figura 16. Distribución de los puntajes de la escala de Conducta
70
Parental Total RePadres……………………………………….
Figura 17. Distribución de los puntajes de la subescala Comunicación
70
Afectiva ReNiños………………………………………………..
Figura 18. Distribución de los puntajes de la subescala de Reglas
71
ReNiños………………………………………………………….
Figura 19. Distribución de los puntajes de la subescala de Monitoreo
72
ReNiños………………………………………………………….
5

Figura 20. Distribución de los puntajes de la subescala de


72
Contingencias ReNiños………………………………………..
Figura 21. Distribución de los puntajes de la escala de Conducta
73
Parental Total ReNiños…………………………………………
6

1. Resumen

El objetivo de esta investigación fue estudiar la asociación entre la conducta

parental, específicamente el monitoreo, las reglas, el uso de contingencias y la

comunicación afectiva con los comportamientos prosocial y/o agresivo en niños*. La

muestra estuvo conformada por 136 niños (53,7% niños, 46,3% niñas), sus padres y

sus profesores quienes pertenecían a colegios privados del municipio de Envigado-

Antioquia. La información fue recolectada por medio de cuestionarios

autodiligenciados y se realizaron análisis estadísticos bivariados para identificar

correlaciones. Dentro de los hallazgos se encontró que una relación positiva,

afectuosa y cálida, basada en la confianza e interés por parte de los padres, la

implementación de reglas en el hogar y un monitoreo adecuado, estuvo asociado

positivamente a la presencia de comportamiento prosocial y negativamente a la

presencia de comportamiento agresivo.

Palabras claves: prácticas de crianza, estilos parentales, comportamiento prosocial,

comportamiento agresivo, comportamiento social, niños (Thesaurus of psychological

index terms).

*Dentro de este informe no se hará uso del desdoblamiento léxico como una forma de hacer visible al
género femenino ya que coincide con la Real Académica Española (RAE) en el documento Sexismo
lingüístico y visibilidad de la mujer (Bosque, 2012), en que este desdoblamiento dificulta la lectura
clara y fluida. Sin embargo, en el título queda definido que la investigación fue llevada a cabo con
niños y niñas y en cada ocasión que se mencione a los niños, se estará haciendo alusión a ambos
géneros.

2. Problema de investigación

Desde inicios del siglo pasado la psicología se ha enfocado en estudiar la influencia

de la familia y en especial la influencia de los padres sobre el desarrollo y el


7

comportamiento de los niños (Maccoby, 1992). Hoy, luego de un siglo de

investigaciones al respecto se sabe que, para tener una visión integral del niño o la

niña es necesario conocer e identificar características en sus padres, que si bien no

se consideran un factor causal y determinista en el desarrollo de los hijos, si se

constituyen como un factor de riesgo o protección para su desarrollo (Maccoby,

1992).

Son los padres como líderes del proceso formativo, quienes de forma

consciente deben definir tanto el conjunto de conductas que valoran como

apropiadas y deseables para sus hijos, como el conjunto de conductas adoptadas

por ellos, para lograr dichos objetivos (Torio & Rodríguez, 2008). Aun así, los

resultados de las investigaciones reconocen que la crianza es un proceso de

interacción bidireccional, en el cual hay una influencia mutua (Maccoby, 1992;

Patterson, 2002).

A las conductas que adoptan los padres dentro del proceso de crianza los

teóricos las han denominado estilos parentales o practicas disciplinarias y de

cuidado (Ballesteros, 2001). Quienes las denominan estilos parentales hacen

referencia a un concepto más amplio que abarca la combinación de diferentes

dimensiones de la conducta parental (Baumrind, 1971), mientras los que eligen la

denominación de prácticas se refieren a aspectos más específicos y puntuales de

ésta (Darling & Steinberg, 1993).

Ya sea desde la combinación de diferentes dimensiones o desde el análisis

de cada conducta por separado, los padres ejercen influencias en el desarrollo de

los hijos tanto a nivel físico, cognitivo como social. Específicamente a nivel social, la

familia se constituye como el primer núcleo de socialización y los padres a través de


8

sus conductas pueden ayudar a interiorizar en sus hijos reglas fundamentales para

la vida en convivencia (Maccoby, 1992). A lo largo del proceso de crianza, los

padres pueden influir para que sus hijos presenten comportamientos que favorezcan

a la sociedad o comportamientos que por el contrario tengan un impacto negativo en

ésta.

Al respecto autores como Dodge, Coie y Lynam (2006), Eisenberg, Fabes y

Spinrad (2006), Hoffman (2000), Patterson (2002), Reid y Patterson (1989) entre

otros, han mostrado un profundo interés por investigar e identificar qué tipo de

conductas parentales están relacionadas con conceptos sociales como la

prosocialidad y la agresividad, ambos comportamientos de gran impacto a nivel

social.

Si bien múltiples factores como las características individuales, biológicas,

evolutivas y psicológicas han estado asociados a la presencia de estos

comportamientos, las investigaciones ha demostrado que la conducta parental

también está estrechamente ligada (Peña, 2010; Romano, Tremblay, Boulerice &

Swisher, 2005).

Estudios recientes han encontrado que un ambiente positivo, afectuoso y

cálido, basado en la comunicación afectiva y en adecuados niveles de control

parental está asociado a comportamientos prosociales en niños y niñas, mientras

que los extremos de excesivo control o permisividad se correlación de forma

negativa con comportamientos prosociales (Altay & Gure, 2012; Carlo, Mestre,

Samper, Tur & Armenta, 2011; Ortiz, Apodaca, Etxebarria, Fuentes & López, 2011;

Richaud, Mesurado & Lemos, 2013).


9

Por su parte los estilos autoritarios y la implementación de una disciplina

severa basada en el poder están asociados a comportamientos agresivos en la

niñez, al igual que los estilos parentales permisivos los cuales se caracterizan por no

establecer límites claros ni ejercer adecuados niveles de control (Batool, 2013; Finzi-

Dottan, Bilu, & Golubchik, 2011; Siu Mui, 2010; Pelegrín Muñoz & Garcés de Los

Fayos, 2009).

El comportamiento prosocial es un comportamiento voluntario que intenta

beneficiar a otros y se caracteriza por conductas de ayuda a las personas que están

experimentando molestias, dolor, peligro o algún tipo de angustia (Eisenberg et al.,

2006; Hoffman, 2000). Mientras el comportamiento agresivo es considerado un tipo

de conducta antisocial, que se caracteriza por ser multidimensional y que debe

interpretarse como un evento social con subtipos significativos, múltiples topografías,

antecedentes y funciones (Dodge et al., 2006; Reid & Patterson, 1989). Dentro de

los subtipos de la agresión, emerge el concepto de agresión directa el cual se

caracteriza por conductas físicas o verbales dirigidas al individuo con la intención de

hacerle daño (Little, Jones, Henrick & Hawley 2003).

Tanto el comportamiento prosocial como el comportamiento agresivo pueden

presentarse a lo largo de todas las etapas de la vida, sin embargo una etapa crucial

para el estudio de dichos comportamientos es la niñez entre los 8 y los 11 años

(Dodge et al., 2006; Eisenberg et al., 2006).

Es esperable que a medida que avanza el desarrollo poco a poco los

comportamientos agresivos declinen, mientras a su vez los comportamientos

prosociales aumenten, debido a la aparición de habilidades de autorregulación.

Loeber y Lahey (1991) encontraron que la presencia de comportamientos agresivos


10

en edades entre los 8 y 11 años son menos frecuentes y clínicamente problemáticos

ya que están asociados a la presencia de otros comportamientos antisociales que

pueden mantenerse y agudizarse a lo largo del desarrollo. A su vez, a medida que

los niños crecen, su desarrollo cognitivo les permite desarrollar relaciones sociales

más complejas donde se espera, tengan la posibilidad de emerger más

comportamientos prosociales (Dodge et al., 2006; Eisenberg et al., 2006; Hoffman,

2000).

Ahora bien, aunque es común que los comportamientos agresivos declinen a

medida que los niños se desarrollan, el comportamiento agresivo ha sido reportado

como uno de los principales motivos de consulta en psicología infantil (Pastrana,

2007; Smeekens, Riksen–Walraven, & van Bakel, 2007). El impacto que el

comportamiento agresivo genera en los diferentes espacios de socialización es alto.

Dentro de la dinámica familiar la presencia de comportamientos agresivos en niños

generan un aumento en las interacciones coercitivas entre la familia, lo que a su vez

hace que el comportamiento sea más frecuente e intenso generando malestar,

estrés y disgregación en el grupo familiar (Patterson, 2002; Reid & Patterson, 1989).

En el contexto escolar también tiene implicaciones muy negativas; los profesores

reportan que entre todos los comportamientos disruptivos que puede presentar un

estudiante, la agresión es el más molesto y difícil de manejar (Reynolds &

Kamphaus, 2002).

A nivel personal también representa un alto riesgo debido a que es más

probable que los niños que presentan comportamientos agresivos consuman alcohol

y drogas, tengan más accidentes, presenten depresión, cometan intentos de suicidio

y tengan padres abusivos o negligentes (Tremblay et al., 2004).


11

Debido a que es un comportamiento frecuente, molesto y con un alto costo

social, múltiples investigaciones han centrado su atención en la agresión, sin

embargo, desde los años 1970 se ha evidenciado un creciente interés por estudiar

aspectos más positivos del ser humano y entre estos aspectos el estudio del

comportamiento prosocial se ha tornado relevante (Eisenberg et al., 2006; Hastings,

Utendale & Sullivan, 2007). En este sentido Hastings et al. (2007) resalta que las

conductas negativas son solo una faceta del complejo y variado conjunto de lo que

es un ser humano; y que para entender completamente la dinámica de la regulación

emocional, conductual, social y los procesos culturales, no se pueden ignorar los

aspectos más positivos de la conducta humana. En este sentido estudiar al tiempo

los comportamientos prosociales y agresivos es provechoso, en cuanto son

extremos de una misma dimensión que representa uno de los aspectos más

positivos o más negativos del comportamiento humano (Eisenberg et al., 2010;

Hastings et al., 2007; Hoffman, 2000; Romano et al.., 2005).

Teniendo en cuenta lo anterior, si los padres como primeros socializadores

pueden influir para que sus hijos presenten comportamientos prosociales o

agresivos, identificar estos factores es importante. Esta investigación busca

identificar qué aspectos de la conducta parental, específicamente la implementación

de reglas en el hogar, las consecuencias por el comportamiento, el monitoreo y la

comunicación afectiva podrían estar asociados a la presencia de comportamientos

prosociales y agresivos en niños de 8 a 11 años.


12

3. Justificación de la investigación

Los padres como líderes del proceso formativo de sus hijos deben ejercer funciones

de cuidado y acompañamiento centrado en dos grandes dimensiones: la autoridad o

exigencia y el afecto o la responsividad (Baumrind, 1966; Maccoby y Martin, 1983).

Un acompañamiento positivo en estas dos dimensiones ha estado asociado a un

desarrollo físico, emocional y social adecuado, sin embargo mantener el equilibrio no

es una tarea fácil (Baumrind, 1966; Maccoby & Martin, 1983).

De acuerdo a la información suministrada por la UNICEF aproximadamente 6

de cada 10 niños con edades entre los 2 y 14 años alrededor del mundo, casi un

billón, son expuestos a castigos físicos por parte de sus cuidadores de forma

regular. En muchos casos lejos de ser una elección deliberada por parte de los

padres, estos métodos de violencia son usados como resultado de la ira y la

frustración parental o por falta de conocimiento de respuestas no violentas (Fondo

de las naciones unidas para la infancia UNICEF, 2014).

Durante el 2013 en Colombia, de acuerdo al Instituto nacional de medicina

legal y ciencias forenses, la violencia contra niños, niñas y adolescentes fue la

tercera causa de consulta por maltrato intrafamiliar y en este marco, los padres se

constituyen como los principales agresores, mientras los niños que cursan básica

primaria son el grupo poblacional más afectado. En muchos de los casos de

violencia la intolerancia fue el principal motivo de agresión, pero las acciones de

corrección y castigo también se encuentran dentro de los motivos por los cuales los

padres ejercen violencia contra sus hijos (Instituto Nacional de Medicina Legal y

Ciencias Forenses, 2013).


13

No solo el uso de la fuerza y los castigos físicos hacen parte de las

dificultades presentes en el proceso de crianza, según un estudio actual sobre el

contexto escolar y social del aprendizaje en Colombia, el 9% de los padres tienen

una crianza permisiva caracterizada por pocas reglas y límites, mientras el 10% de

los padres colombianos se caracterizan por ser negligentes, lo que implica no

establecer límites y a su vez no brindar un ambiente afectuoso de crianza (Lopera et

al., 2014).

En este sentido, aunque el estado colombiano en la Ley 1098 de 2006

delimita el uso de la responsabilidad parental a que, en ningún caso el ejercicio de la

misma puede conllevar violencia física, psicológica o actos que impidan el ejercicio

de los derechos de niños, niñas y adolescentes (Congreso de la república de

Colombia, 2006), aun un alto porcentaje de padres por medio de sus

comportamientos limitan la posibilidad de un adecuado desarrollo para sus hijos. En

contraposición, también hay información positiva que indica que el 65% de los

padres en Colombia logran ofrecer a sus hijos una crianza basada en el uso

adecuado de la disciplina y una comunicación afectuosa, abierta y positiva (Lopera

et al., 2014).

Los padres por medio de sus conductas pueden contribuir a favorecer ciertos

comportamientos en sus hijos y es necesario que sean conscientes de esto para

aumentar y resaltar aspectos positivos como la prosocialidad y disminuir

comportamiento negativos como la agresión.

En Colombia, aunque se cree que la mayoría de asesinatos son producto del

conflicto armado, la realidad evidencia que las muertes en su mayoría se dan por

violencia interpersonal producto de una cultura de intolerancia (Las riñas causan


14

más de 100 muertos cada semana, EL TIEMPO 2014), que es aprendida por los

niños cada vez más temprano. Comportamientos agresivos como el porte y

fabricación ilegal de armas, el hurto y las lesiones personales hacen parte de la

realidad que viven los adolescentes en nuestro país. En el año 2013, 8.060 menores

de edad en conflicto con la Ley fueron atendidos en el Sistema de Responsabilidad

Penal para Adolescentes (ICBF 2013).

Específicamente en Medellín, se ha reportado que el 9.4% de niños y niñas

presenta comportamientos de agresión directa (Agudelo et al., 2002). Así mismo las

cifras de acoso escolar, fenómeno ligado al comportamiento agresivo, indican que

una cuarta parte de la población infantil ha sido víctima en algún momento de acoso

escolar según información entregada por el Observatorio de violencias escolares de

Medellín (Vélez, 2012).

Contrarrestando esta información, las investigaciones han demostrado que la

presencia de comportamientos prosociales constituye un factor protector para evitar

la aparición de conductas violentas o agresivas (Eisenberg et al.., 2006; Hastings et

al., 2007; Hastings, Zahn-Waxler, Robinson, Usher & Bringes, 2000; Veenstra et al.,

2008). Por ejemplo, se ha demostrado que realizar trabajo de voluntariado previene

la posibilidad de arrestos futuros, disminuye la presencia de problemas disciplinarios,

aumenta los niveles de aceptación y autoestima, fortalece el desarrollo moral y

aumenta las creencias sobre la responsabilidad personal de ayudar (Eisenberg et

al., 2006).

Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente y reconociendo que en la

sociedad actual se espera que los procesos de socialización incrementen la

tendencia de ayudar a otros, mientras a su vez reduzcan las tendencias agresivas


15

(Romano et al., 2005), identificar que conductas parentales pueden estar asociadas

a la presencia de comportamientos prosociales y agresivos se torna relevante.

Al poder identificar que conductas parentales están asociadas a los

comportamientos prosociales y agresivos en la niñez se podrá aportar información

que contribuya a la promoción de estrategias de prevención e intervención

enfocadas a que los padres tomen conciencia de las implicaciones de sus conductas

y puedan modificarlas o fortalecerlas en caso de ser necesario. Estos hallazgos

pueden tener implicaciones en el ambiente educativo y en el ambiente clínico al

ofrecer información actual y corroborada en un contexto particular.

Al respecto, en una revisión realizada por Betancur, Mahecha y Ramirez (2005)

acerca de los ejes, la evaluación y la efectividad de los programas de prevención de

conducta agresiva y promoción de conducta prosocial, aportan evidencia de

múltiples investigaciones en las cuales se demuestra que al involucrar a los padres

como agentes de cambio se observan resultados positivos.

En la misma línea, en una de las investigaciones más amplias llevado a cabo

en nuestro contexto sobre comportamiento prosocial y agresivo en niños y niñas en

la ciudad de Medellín (Agudelo et al., 2002), recomiendan ampliar los hallazgos

encontrados en la investigación mediante otros proyectos que puedan enfocarse en

estudiar la relación entre el comportamiento prosocial y agresivo con las prácticas de

crianza, debido al gran impacto que pueden ejercer sobre estos comportamientos,

sin embargo y de acuerdo a la revisión de antecedentes, a nivel nacional son pocas

los estudios que investigan de forma simultanea los comportamiento prosociales y

agresivos y su asociación con la conducta parental.


16

Al respecto, esta investigación busca identificar la asociación entre la

conducta parental y los comportamientos prosocial y agresivo en niños e incluye

también, el estudio de estas variables desde el reporte de diferentes observadores,

teniendo en cuenta las recomendaciones planteadas por investigaciones

internacionales (Laible, 2007; Ortiz, Apocada, Etxebarria, Fuentes & Lopez, 2011;

Pelegrin & Garces, 2009).

La conducta parental ha sido estudiada a través de observaciones directas,

entrevistas, cuestionarios estandarizados o escalas de calificación. Dentro de estos

métodos los cuestionarios han mostrado ser efectivos en términos de costos y

beneficios, sin embargo al ser auto diligenciados pueden presentarse sesgos como

la deseabilidad social, motivo por el cual se recomienda evaluar a múltiples

informantes (Kuppens, Grietens, Onghena & Michiels, 2009; Smith, 2011). Al

respecto, las investigaciones han mostrado una falencia debido a que son pocos los

cuestionarios que evalúan conducta parental desde la perspectiva de los padres y

los hijos (Kuppens et al., 2009), pero en esta investigación se contó con un

instrumento que permitiera evaluar las dos miradas, valorando así la confiabilidad y

validez demostrada cuando los niños reportan la conducta de sus padres (Kuppens

et al., 2009).

De igual forma, al evaluar el comportamiento prosocial y agresivo en niños y

niñas las investigaciones han corroborado que estos comportamientos pueden

presentarse en un contexto, pero no necesariamente en todos, ante lo cual se

consideró pertinente tener la visión de dos observadores que dieran cuenta del

comportamiento en el ambiente escolar y familiar para tener un visión más amplia y


17

completa de estas variables (Veenstra et al., 2008) y así poder identificar con más

claridad su asociación con la conducta parental.

4. Pregunta de investigación

¿Cuál es la conducta parental asociada a los comportamientos prosocial y/o

agresivo en niños y niñas con edades entre los 8 y 11 años escolarizados en

colegios privados del municipio de Envigado?

5. Objetivos

5.1 Objetivo general

Determinar la conducta parental asociada con los comportamientos prosocial y/o

agresivo en niños y niñas con edades entre los 8 y 11 años pertenecientes a

colegios privados del municipio de Envigado.

5.2 Objetivos específicos

1. Describir las características sociodemográficas de la población.

2. Identificar las características de la conducta parental, comportamientos

prosocial y/o agresivo de los niños y las niñas.

3. Analizar los factores de asociación entre la conducta parental y los

comportamientos prosocial y/o agresivo de los niños y las niñas.


18

6. Análisis epistemológico

Esta investigación se suscribe dentro del paradigma empírico analítico, en cuanto se

adhiere a la necesidad de formar parte de una ciencia del comportamiento que base

sus teorías en evidencia que puede ser replicada y generalizada a través de una

metodología estructurada (Paredes & Castellanos, 2011). La responsabilidad de ser

referentes en el área de la salud mental, genera el compromiso de fundamentar las

intervenciones en supuestos teóricos confirmados por resultados sustentados

empíricamente. Sin embargo, es importante reconocer que el conocimiento científico

obtenido por medio este enfoque no puede asumirse como una verdad absoluta, por

el contrario debe adquirir un carácter momentáneo, como lo plantea Chalmers

(1999) al hacer una exposición sobre falsacionismo Popperiano “nunca se puede

decir que una teoría es verdadera, se puede decir con optimismo que es la mejor

disponible, que es mejor que cualquiera de las que ha existido antes”, premisa que

debe mantenerse viva en nuestro pensamiento al interpretar los resultados de

cualquier proceso investigativo (Chalmers,1999).

Siguiendo esta línea, Thomas Kuhn, quien tiene una visión más historicista de la

ciencia, expone la existencia de paradigmas donde las teorías adquieren veracidad

si la evidencia encontrada es compartida por todos (Garma, 2005). Desde esta

visión la verdad no responderá a una descripción exacta de la realidad, sino a un

acuerdo entre una comunidad científica, que posteriormente será modificada al

cambiar de paradigma por medio de una revolución.

La existencia de dichos paradigmas influenciados por personas inmersas en él,

está lejos de ser permeables a subjetividades, presiones institucionales, modas o

ejercicios de poder, ante lo cual es necesario mantener una mente abierta que
19

permita cuestionar los paradigmas actuales y no encerrarse en la creencia de que

todo conocimiento que pueda ser validado empíricamente, será una verdad que se

mantenga a lo largo del tiempo (Garma, 2005).

7. Análisis teórico

El marco teórico de la presente investigación se construyó en línea con las teorías

que sustentaron la creación de los instrumentos de recolección de información, con

el fin de ser coherentes frente a los constructos trabajados. Respecto a la conducta

parental, Ballesteros (2001) estructuró el instrumento basado en las teorías de

Baumrind (1971), Darling y Steinberg (1993), Hart, DeWolf y Noziak (1992) en las

cuales se establecen clasificaciones de los estilos parentales y prácticas

disciplinarias.

Respecto a los comportamientos prosocial y agresivo, el instrumento

seleccionado fue el COPRAG (Agudelo et al., 2002) en las dimensiones que evalúan

dichos constructos. Respecto al comportamiento prosocial basan la construcción del

instrumento en los planteamiento teóricos de Eisenberg et al. (2006) quienes

describen el comportamiento prosocial y a su vez reportan las teorías que explican

su desarrollo. En cuanto al comportamiento agresivo directo se basan en los

planteamientos de Tremblay et al. (2004) y Dodge et al. (2006).

Por su parte, las teorías que trasversalizan este proceso y explican la

interrelación entre conducta parental y los comportamientos prosocial y agresivo, se

plantean los modelos teóricos del aprendizaje social de Bandura, la teoría de la

coerción de Patterson y modelos cognitivos expuestos por Eisenberg. Dicha autores

se enmarcan dentro de las teorías del desarrollo infantil, en cuanto explican la


20

aparición y consolidación de ciertas de conductas, cogniciones y emociones a

durante la niñez.

7.1 Marco teórico

7.1.1 Conducta parental

Los padres como primeros agentes socializadores juegan un papel principal en el

desarrollo de sus hijos, especialmente por la influencia que ejercen sobre ellos en

una etapa de la vida caracterizada por ser maleable, donde se adquieren habilidades

de socialización, atributos de personalidad y se establecen orientaciones y valores

sociales (Maccoby, 1992).

A las conductas que adoptan los padres dentro del proceso de crianza los

teóricos las han denominado estilos parentales o practicas disciplinarias

(Ballesteros, 2001). Quienes las denominan estilos parentales hacen referencia a un

concepto más amplio que abarca la combinación de diferentes dimensiones de la

conducta parental (Baumrind, 1971), mientras los que eligen la denominación de

prácticas se refieren a aspectos más específicos y puntuales de ésta (Darling &

Steinberg, 1993).

Diana Baumrind, una de las teóricas más conocidas en temas afines con las

conductas parentales considera que los estilos parentales se diferencian por el nivel

de control que los padres ejercen hacia sus hijos y desde esta perspectiva clasifica a

los padres en permisivos, autoritarios o autoritativos (Baumrind, 1966). Los padres

permisivos suelen comportarse de una forma no punitiva, basada en la aceptación y

afirmación de los impulsos, deseos y acciones de sus hijos. Los padres autoritarios

buscan cambiar, controlar y evaluar la conducta y actitudes de sus hijos acorde con
21

unas reglas de conducta rígidas, que usualmente son motivadas teológicamente y

formuladas por una autoridad mayor. Por su parte, los padres autoritativos intentan

dirigir las actividades de los niños de una forma racional y orientada al problema,

promueven el intercambio verbal, comparten los razonamientos acerca de sus reglas

y permiten que los niños expresen sus inconformidades frente a las normas

planteadas (Baumrind, 1966).

Baumrind (1971) encontró que los padres que difieren en la forma como usan

la autoridad, también tienden a diferenciarse en otras dimensiones, lo que conlleva a

una conceptualización más profunda de los estilos parentales, por esto, para esta

autora tiene más sentido hablar de los efectos de los patrones de autoridad parental

sobre los hijos, que del efecto de una sola variable parental sobre el comportamiento

infantil, debido a que el cambio de ciertas condiciones afecta la forma como se

desenvuelve la interacción.

Posteriormente Maccoby y Martin (1983) consideraron necesario comprender

los estilos parentales planteados por Baumrind desde dos dimensiones, por un lado

la exigencia, que hace referencia a las demandas que los padres hacen a sus hijos,

entre las que se incluyen los comportamientos esperados, la supervisión, la

disciplina y la confrontación de la desobediencia y por otro, la responsividad que

implica fomentar la individualidad, la autorregulación y la autoafirmación, al estar en

sintonía, ser condescendientes y apoyar las necesidades y demandas de los niños.

Desde este punto de vista, los padres autoritativos tienen altos niveles de exigencia

y responsividad, los padres autoritarios tienen altos niveles de exigencia y bajos

niveles de responsividad y los padres permisivos o indulgentes tienen altos niveles

de responsividad, pero bajos niveles de exigencia. Además, agregan una nueva


22

categoría no planteada por Baumrind e incluyen a los padres negligentes, los cuales

se caracterizan por tener bajos niveles de exigencia y a su vez bajos niveles de

responsividad (Maccoby & Martin, 1983).

Por su parte, Darling y Steinberg (1993) basados en los estudio de Baumrind

y Maccoby y Martin, plantearon realizar dos distinciones útiles para el estudio

científico de los proceso de crianza. Por un lado, proponen hablar de los estilos

parentales como la constelación de actitudes hacia el niño que le son comunicadas y

crean un clima emocional en el cual las practicas parentales son expresadas. Y por

otro lado, las prácticas parentales, las cuales son conductas definidas por

contenidos específicos y metas de socialización.

Según Darling y Steinberg (1993) para comprender los procesos a través de

los cuales los estilos parentales influencian el desarrollo infantil, se deben esclarecer

tres diferentes aspectos parentales: las metas a través de las cuales es dirigida la

socialización, las practicas parentales usadas por los padres para ayudarle al niño a

alcanzar esas metas y el estilo parental o el clima emocional en el cual ocurre esta

socialización (Darling & Steinberg, 1993).

En cuanto a las practicas parentales, hay un grupo de autores que de forma

específica se enfocaron en clasificar las conductas encaminadas a la

implementación de estrategias disciplinarias en el proceso de crianza.

Burleson (citado por Hart, DeWolf, Wozniak & Burts, 1992) realiza dos

clasificaciones respecto a la disciplina parental partiendo de los hallazgos de autores

como Hoffman y Patterson, entre otros. Por un lado, se refiere a la disciplina

inductiva en la cual los padres dirigen a sus hijos introduciendo demandas y


23

consecuencias mientras a la vez suministran razonamientos que las soportan. Al

implementar la disciplina inductiva los padres establecen límites, consecuencias

lógicas y explicaciones que permiten que sus hijos comprendan las razones por las

cuales es inadecuado actuar de algún modo. Por otro lado, hay técnicas que buscan

regular la conducta de los niños a través de mecanismo coercitivos. Las técnicas

basadas en el poder como el uso del castigo físico, las amenazas, el menosprecio o

la dirección de la conducta con poca o ninguna justificación afectan al niño

exponiéndolo a modelos de solución de problemas basados en la coerción.

Teniendo en cuenta los elementos mencionados a lo largo del texto

Ballesteros (2001) categorizó las conductas parentales en cuatro: manejo de

contingencias, conductas de monitoreo o supervisión, establecimiento de reglas y

comunicación afectiva. El manejo de contingencias hace referencia a todas las

consecuencias que los padres imponen a determinadas conductas de sus hijos con

la pretensión de que cumplan la función de premio o de castigo. El monitoreo hace

referencia a las conductas de los padres orientadas a conocer las actividades de sus

hijos y sus amistades. En referencia al establecimiento de reglas se incluyen todas

las conductas relacionadas con imposición de reglas o normas de comportamiento

de una manera explícita o de manera indirecta y por último la comunicación afectiva,

la cual hace referencia a expresiones de afecto positivo o negativo, tanto a nivel

verbal como no verbal e igualmente a demostraciones de interés y confianza.

Cada una de estas conductas tendrá un impacto en el desarrollo de los niños,

pero de forma específica y respondiendo a los intereses de esta investigación

autores como Hoffman (2000), Eisenberg et al. (2006), Patterson (2002), Reid y

Patterson (1989), Dodge et al. (2006) entre otros, han relacionado las conductas
24

parentales con la presencia de comportamientos prosociales y agresivos en la

infancia. Estos autores relacionan el afecto, la calidez, la calidad en la relación, el

control parental y las técnicas disciplinarias como aspectos relacionados con ambas

conductas.

Los comportamientos prosociales y agresivos emergen dentro del contexto

social como extremos de una misma dimensión y ambas conductas tendrán

impactos relevantes para la sociedad tanto a nivel positivo como negativo

(Eisenberg, Eggum & Edwards, 2010). A continuación se profundizara en estos dos

conceptos.

7.1.2 Comportamiento prosocial

El comportamiento prosocial es un comportamiento voluntario que intenta beneficiar

a otros y se caracteriza por conductas de ayuda a las personas que están

experimentando molestias, dolor, peligro o algún tipo de angustia (Eisenberg et al.,

2006; Hoffman, 2000).

Aunque el comportamiento prosocial se caracteriza por ayudar a los demás,

no siempre esta exclusivamente orientado a beneficiar al otro. Múltiples

motivaciones pueden llevar a que una persona presente un comportamiento

prosocial, incluyendo motivaciones egoístas como recibir beneficios por ayudar a los

demás o evitar consecuencias negativas para sí mismo (Eisenberg et al., 2006;

Hastings et al., 2007). Solo uno tipo de comportamiento prosocial, el altruista, se

caracteriza por actuar bajo una preocupación genuina hacia los demás. El altruismo

se define como una conducta voluntaria intrínsecamente motivada para ayudar a los

demás, solamente guiado por valores internos, metas y autorecompensa, más no


25

por cumplir expectativas, buscar el refuerzo social o evitar el castigo (Eisenberg et

al., 2006; Hastings et al., 2007).

Ahora bien, definir cuando una conducta prosocial es altruista o no es una

tarea difícil, debido a que son múltiples los procesos internos que una persona

experimenta antes de realizar un comportamiento (Eisenberg et al., 2006; Hoffman,

2000).

El comportamiento prosocial ha sido estudiado desde diferentes enfoques

teóricos, entre los que se encuentran los planteamientos del aprendizaje social y el

desarrollo cognitivo. La teoría del aprendizaje cognitivo social planteada por

Bandura (1989 citado por Eisenberg et al., 2006), asume principios del conductismo

y a su vez considera relevante el papel que juega la cognición en el aprendizaje.

Desde esta teoría, una persona puede aprender las consecuencias de un

comportamiento a través de la observación o aprendizaje vicario, por lo tanto, no es

necesario que las contingencias sean recibidas en primera persona; en este sentido,

la imitación juega un papel importante en la socialización de estándares y conductas

morales (Eisenberg et al., 2006).

De acuerdo con Bandura (1986 citado por Eisenberg et al., 2006), las reglas

morales o los estándares de conducta son aprendidos por la información de varias

fuentes como la intuición, la evaluación de la reacción social de otros y los modelos.

Basadas en la experiencia, las personas aprenden que factores son moralmente

relevantes y cuánto valor darle a cada uno de ellos, y los agentes socializadores

proveen información sobre las conductas alternativas, expectativas y posibles

contingencias por diferentes cursos de acción; modelan conductas morales, castigan

y refuerzan al niño por diferentes razones e influencian el desarrollo de reacciones


26

autoevaluativas como, por ejemplo, la culpa. Los pensamientos, la conducta y los

eventos ambientales interactúan y se retroalimentan entre sí (Eisenberg et al., 2006).

Por su parte la teoría del desarrollo cognitivo, representada en los trabajos de

Piaget y Kohlberg (1932-1965/1969-1984 citador por Eisenberg et al., 2006;

Hoffman, 2000), presta atención al desarrollo del razonamiento moral y otros

procesos cognitivos sociales antes que a la conducta moral. Kohlberg (1989)

describió el desarrollo moral como invariante, universal y soportado en una

secuencia jerárquica de estados progresivos en función del desarrollo

sociocognitivo; y enfatiza el papel de la cognición, particularmente, la toma de

perspectiva en la moralidad, a la vez que minimiza, aunque no ignora, la contribución

de las emociones y la socialización.

De acuerdo con Piaget (1932 citado por Hoffman, 2000), los adultos

interfieren en la internalización moral de los niños por la gran diferencia de poderes

que existe entre ambos. Las reglas parentales son impuestas sin que el niño las

racionalice y las respeta solo por la autoridad que representan sus padres y, por lo

tanto, la moralidad producto de la autoridad solo podrá ser superada en las

interacciones con los pares, libres y no supervisadas (Hoffman, 2000).

Por su parte, Eisenberg una de las teóricas más reconocidas en el estudio de

la moralidad considera que el desarrollo sociocognitivo juega un papel importante en

la aparición y fortalecimiento del razonamiento moral prosocial; este último concepto

hace referencia al juicio que se da cuando hay una oportunidad de asistir a otra

persona necesitada en la ausencia de leyes o reglas; pero a diferencia de Kohlberg

no cree que las etapas del desarrollo moral sean universales y jerárquica y plantea

que el ambiente y los factores emocionales juegan un papel considerablemente


27

importante en el desarrollo y uso del razonamiento moral prosocial. (Eisenberg et al.,

2006).

7.1.3 Comportamiento agresivo

El comportamiento agresivo es un concepto amplio y multidimensional, por lo tanto

no hay una definición general que lo abarque. Diferentes autores han realizado

clasificaciones del mismo, dependiendo de la forma como se presente y las

motivaciones que lo antecedan. De acuerdo a Dodge et al. (2006), la agresión debe

ser interpretada como un evento social con subtipos significativos, múltiples

topografías, antecedentes y funciones.

Little, Jones, Henrick y Hawley (2003) con la pretensión de crear un sistema

de evaluación de la conducta agresiva, reunieron las clasificaciones de diferentes

autores y dividieron la agresión en dos dimensiones basadas en el “qué” y en el “por

qué” de la agresión.

Dentro del “qué” incluyen dos tipos de agresión, la agresión abierta y la

agresión relacional. La agresión abierta o directa hace referencia a conductas físicas

o verbales dirigidas al individuo con la intención de hacerle daño. La agresión

relacional o indirecta, por su parte, se caracteriza por actos que intentan dañar

significativamente las relaciones de amistad de otros o afectar los sentimientos de

inclusión dentro del grupo de pares. Este tipo de agresión se caracteriza por atacar

de manera indirecta al sujeto (Little et al., 2003).

En la clasificación que realizan basados en el “por qué” de la agresión Little et

al., (2003) retoman los conceptos de agresión reactiva y proactiva. La agresión

reactiva tiene sus raíces en el modelo de frustración-agresión planteado por autores


28

como Berkowitz (1993 citados por Crick y Dodge, 1996), quien considera que es una

respuesta defensiva y de ira ante la frustración o la provocación. Por su parte, la

agresión proactiva, es descrita dentro de la teoría del aprendizaje social de Bandura

(1973 citado por Crick y Dodge, 1996), como una conducta deliberada que es

controlada por reforzadores externos, es decir, con el objetivo de obtener una meta

deseada.

A nivel especifico la agresión directa caracterizada por conductas físicas o

verbales dirigidas al individuo con la intención de hacerle daño ha mostrado ser un

precursor de la violencia en la adolescencia y en la adultez (Little et al., 2003;

Tremblay et al., 2004).

Las investigaciones han mostrado consistencia al reconocer que las

conductas agresivas de manera frecuente ocurren en el contexto de otras conductas

antisociales como la desobediencia hacia los adultos, mentir, robar, destruir la

propiedad durante la niñez y conductas antisociales más serias como venta ilegal de

drogas, asaltados sexuales, atracos y otros crímenes violentos (Dodge et al., 2006,

Reid & Patterson, 1989), en este sentido, se asume la conducta agresiva como un

tipo de conducta antisocial. Incluso en los diagnósticos psiquiátricos se tiene en

cuenta la coocurrencia de diferentes tipos de agresión con otras conductas

antisociales para determinar la presencia o ausencia de trastornos de conducta

(Dodge et al., 2006).

La conducta agresiva ha sido estudiada desde diferentes enfoques teóricos.

Entre ellos se encuentra la teoría del aprendizaje social de Bandura (1978 citado por

Schunk, 1997). La teoría de Bandura fue la base para que múltiples teóricos

continuaran perfilando planteamientos frente a la conducta social. De acuerdo a


29

Bandura los niños pueden aprender respuestas nuevas y originales por medio de

dos fuentes: la observación de la conducta realizada por un modelo y las

consecuencias que recibe este modelo por la ejecución de dicha conducta. Luego,

los niños que se encuentran en una situación similar pueden imitar la conducta

modelada con el fin de obtener las consecuencias que observó. Esto requiere que el

niño tenga la capacidad de retener en su memoria la conducta modelada y la

capacidad psicomotora para imitar dicha conducta (Schunk, 1997).

Patterson fue uno de los teóricos quien basado en los planteamientos de

Bandura desarrollo la teoría de la coerción (Schunk, 1997), la cual explica como la

conducta agresiva se fortalece y mantiene por medio de patrones de crianza que

favorecen los problemas de comportamiento infantil (Patterson, 2002).

De acuerdo a la evidencia encontrada en múltiples investigaciones, Reid y

Patterson (1989) plantean que durante los primeros años de vida los niños tienen

miles de oportunidades para aprender patrones agresivos-antisociales o patrones

prosociales de cooperación para manejar sus impulsos o conflictos con los otros. En

este aprendizaje, los padres juegan un papel importante dependiendo de la forma

como interactúan con sus hijos y los corrigen. Un estilo irritable y el uso de métodos

disciplinarios poco efectivos favorecen comportamientos antisociales reforzando el

uso de patrones de comportamiento coercitivos, de manera que no favorecen en el

ambiente modelos apropiados de comunicación y resolución de conflictos

interpersonales (Patterson, 2002; Reid & Patterson, 1989).

Ahora bien, ambos comportamientos, tanto el comportamiento prosocial como

el comportamiento agresivo pueden presentarse a lo largo de todas las etapas de la

vida. Los bebes de meses pueden mostrar conductas que evidencian empatía,
30

aspecto relacionado de manera directa con el comportamiento prosocial. Así mismo,

los niños de 2 y 3 años pueden presentar conductas agresivas físicas tendientes a

defender su espacio o conservar sus posesiones (Dodge et al., 2006; Eisenberg et

al., 2006).

Es esperable qué a medida que avanza el desarrollo poco a poco las

conductas agresivas declinen, mientras a su vez las conductas prosociales

aumenten debido a la aparición de habilidades de autorregulación. Entre los 7 y 11

años, dentro del marco de desarrollo moral emerge de forma más clara la capacidad

de comprender al otro y tenerlo en cuenta, así mismo aparece el respeto por las

diferencias individuales a medida que el egocentrismo declina (Berger, 2006). En

esta edad su desarrollo cognitivo les permite desarrollar relaciones sociales más

complejas donde se espera que emerjan más conductas prosociales que en la

infancia (Dodge et al., 2006; Eisenberg et al., 2006; Hoffman, 2000). En este sentido,

Loeber & Lahey (1991) encontraron que la presencia de conductas agresivas en

edades entre los 8 y 11 años son menos frecuentes y clínicamente problemáticas ya

que está asociado a la presencia de otros comportamientos antisociales.

7.2 Antecedentes

Dentro de los antecedentes se busca recopilar los artículos publicados entre junio de

2008 y junio de 2014 en las bases de datos de EBSCO Academic Search Complete,

Psycology and Behavioral Sciences Collection y Fuente Académica Premier,

utilizando como criterios de búsqueda los siguientes descriptores “prosocial

behavior”, “aggressive behavior”, “problem behavior”, “parental discipline”, “parenting

styles”, “parental behavior”, “styles of rearing”, “parental punishment”, “parental

rearing”, “power asertion”, “children” y “teen”. Uno de los criterios de inclusión para
31

esta búsqueda de antecedentes fueron investigaciones basadas únicamente en el

enfoque empírico analítico.

Inicialmente se hará una exposición de los artículos enfocados a investigar la

relación entre conductas parentales y comportamiento prosocial. Es de anotar que

debido a que la conducta prosocial ha sido menos estudiada, los antecedentes

encontrados son más reducidos en comparación con los antecedentes enfocados a

estudiar el comportamiento agresivo.

El primer antecedente expuesto es una investigación longitudinal realizada

por Carlo, Mestre, Samper, Tur y Armenta (2011) donde estudiaron la relación

entre las dimensiones de estilo parental, simpatía, razonamiento moral prosocial y

conducta prosocial. En el estudio participaron 730 estudiantes de Valencia (España)

con una edad promedio de 10.84 años y encontraron que la calidez parental,

especialmente la materna (.33/.42/.14), la simpatía (.60/.45/.56) y el razonamiento

moral prosocial (-.01/.15/.12) son predictores únicos de la conducta prosocial

adolescente. Por el contrario el control parental estricto (madres: -.01/-0.3/-.02,

padres .03/-.10/-0.5) estuvo negativamente relacionado con estos rasgos y

comportamientos. También encontraron una relación bidireccional entre el

comportamiento prosocial y la calidez materna, debido a que el comportamiento

prosocial en adolescentes tempranos también predice la calidez maternal en etapas

posteriores de la adolescencia.

Durante el mismo año y en el mismo país, Ortiz, Apodaca, Etxebarria,

Fuentes y López (2011) analizaron la relación entre variables parentales como

afecto, aceptación, comunicación emocional, transmisión de valores, intervención

moral y dedicación a los hijos con la internalización moral, la conducta prosocial y la


32

conducta agresiva de niños y niñas en la escuela. La investigación fue de corte

trasversal y la muestra estuvo constituida por 244 niños y 241 niñas españoles de 6

a 8 años. Los resultados indicaron que la dedicación de las madres (.25) y los

padres (.32) a sus hijos mostró una correlación muy estrecha con las conductas

prosociales, siendo la variable que presenta las mayores diferencias en la

comparación de los niños más prosociales con los más egoístas.

Posteriormente se llevó a cabo un estudio en Ankara, Turkia en el cual a

través de una investigación trasversal estudiaron la asociación entre competencia

social de niños y niñas que asisten a preescolares públicos y privados con los estilos

parentales percibidos de las madres. La muestra estuvo compuesta por 344 niños

entre los 3 y 5 años estudiantes en colegio públicos y privados de Ankara. Altay y

Gure (2012) encontraron que los niños cuyas madres mostraron un estilo de crianza

autoritativo presentaron más conducta prosocial (M=4.89) que los niños cuyas

madres tenían un estilo parental permisivo (M=4.63).

En Estados Unidos, Yoo, Feng & Day (2013) a través de una investigación

longitudinal con 335 familias de adolescentes, examinaron la asociación entre

conductas parentales como conocimiento parental, solicitación parental y control

psicológico con la conexión balanceada entre padres-hijo, la autonomía, la empatía y

el comportamiento prosocial en adolescentes. Estos autores encontraron que

ninguna de las variables independientes tuvo poder predictivo directo sobre la

empatía y el comportamiento prosocial. La única variable sobre la cual las conductas

parentales tuvieron poder predictivo fue la conexión balanceada entre padres e hijos

y a su vez, esta variable mostro una alta asociación predictiva directa con la empatía

(.28) y el comportamiento prosocial (.19). Otro hallazgo interesante fue que los
33

niveles iniciales de empatía y comportamiento prosocial predijeron significativamente

el balance en la conexión padres padres-hijo.

Por último, en Buenos Aires, Argentina, Richaud, Mesurado y Lemos (2013)

en una investigación trasversal con niños entre los 10 y 16 años estudiaron la

relación entre el comportamiento prosocial y diferentes variables parentales. Como

hallazgos principales encontraron que el comportamiento prosocial altruista

caracterizado por conductas prosociales motivadas por reglas internas enfocadas a

ayudar a los demás sin la intención de recibir una recompensa, estuvo relacionado

con la aceptación parental y con el enseñar a los hijos a preocuparse por los otros,

pero se relacionó negativamente con las practicas parentales caracterizadas por

brindar refuerzos extrínsecos y con las estrategias de control. Mientras que el

comportamiento prosocial público caracterizado realizar comportamientos

prosociales frente a los demás buscando aprobación y reconocimiento, se relacionó

con las variables anteriores (Richaurd, 2014).

Teniendo en cuenta los antecedentes expuestos anteriormente, es posible

identificar qué variables relacionadas con el afecto, la calidez, la comunicación

positiva, el control positivo y el estilo autoritativo estuvieron positivamente

relacionadas con el comportamiento prosocial, mientras el control parental estricto y

los estilos de crianza permisivos estuvieron negativamente relacionados con el

comportamiento prosocial.

A continuación se expondrán las investigaciones que buscan identificar la

asociación entre conducta parental y comportamiento agresivo.


34

Rinaldi y Howe (2012) en un estudio de corte trasversal con infantes,

buscaron evaluar las contribuciones compartidas y únicas de los estilos crianza de

padres y madres, con la conducta adaptativa, internalizada y externalizada de niños

y niñas. Dentro de las conductas externalizantes evaluaron la agresión. La muestra

estuvo constituida por 59 familias canadiences con sus respectivos hijos, los cuales

tenían edades aproximadas a los dos años y medio. En esta investigación

encontraron que los padres que reportaron usar más calidez, razón y soporte

basado en la autonomía en sus estilos de crianza, podían alentar conductas

adaptativas en sus hijos y menos conductas externalizadas con correlaciones

negativas del -.46 entre estilos autoritativos y conducta externalizada y correlaciones

positivas de .34 entre estilos autoritativos y conducta adaptativa. También

encontraron que el estilo permisivo de las madres se asocia con conductas

externalizadas pero de forma muy débil (.06) y el estilo autoritario de los padres

predicen conductas externalizadas de los niños con asociaciones del (.34).

Posteriormente en una investigación llevada a cabo con niños mayores, Ismail

Loona & Kamal (2012) tuvieron como objetivo estudiar el papel de las variables

demográficas familiares como estado civil, educación y profesión de los padres,

sistema familiar y percepción del estilo parental en la predicción de problemas de

conducta en la niñez. La investigación fue de corte trasversal y la muestra incluyo

635 niños de tercero, cuarto y quinto grado en edades entre 9 y 13 años en

Pakistan. Los hallazgos indican que la edad de los niños y un estilo autoritario

materno contribuyen significativamente en la predicción de trastornos de la conducta

en la infancia y concluyen que el estilo parental utilizado por los padres es uno de los
35

más importantes factores causales en el inicio de problemas comportamentales en la

infancia.

Así mismo, en otra investigación se identificó una relación entre los estilos

autoritarios y los problemas comportamentales, Jabagchourian, Sorkhabi, Quach y

Strage (2014) encontraron que el estilo autoritativo previene la conducta agresiva. A

través de un estudio de corte trasversal estos autores examinaron la relación entre

los estilos parentales autoritario, autoritativo y permisivo y las practicas parentales

con el desempeño académico y el comportamiento de niños y niñas. Para el estudio

participaron 73 niños y niñas hispanos que asisten a quinto grado de dos colegios

públicos en California. Identificaron que para los padres el estilo parental más

significativo fue el uso de razón/explicación, el cual se relacionó positivamente con

bajos niveles de agresión en niños con una asociación negativa del -.30 y -.12 en

madres y padres respectivamente. En este mismo orden, encontraron que la

participación del padre por un medio de un estilo autoritativo usando razón y

explicación y teniendo directrices para un comportamiento adecuado son

especialmente importantes para disuadir conducta agresiva en los niños.

Estos hallazgos también han sido confirmados en población adolescente,

Pelegrín Muñoz y Garcés de Los Fayos (2009) en un estudio trasversal llevado a

cabo en España analizaron aquellas variables personales, sociales, escolares y

familiares relacionadas con las conductas antisociales y delictivas en los

adolescentes. La muestra estuvo compuesta por 1800 adolescentes con edades

comprendidas entre los 11 y 16 años que cursaban estudios de primaria y

secundaria en centros públicos y privados de diferentes municipios de la región de

Murcia. Encontraron que los padres que utilizan un modelo educativo más restrictivo-
36

autoritario favorecen el desajuste social en los hijos, aumentando en estos las

conductas de desconsideración hacia los iguales y a las normas establecidas

observando una asociación negativa entre estilo restrictivo y consideración (madre: -

.31/ padre: -.30) y autocontrol social (madre: -.37/ padre: -.32). Así mismo, se

encontró una asociación positiva entre el estilo restrictivo y mayores nivel de

agresividad social (madre: .34/ padre: .34).

En otro estudio encontraron asociaciones entre diferentes tipos de agresión

relacionada a diferentes estilos parentales. Pang, Ang, Kom, Tan y Chiang (2013) a

través de un estudio de corte trasversal llevado a cabo en Singapur quisieron

explorar si los perfiles de agresión reactiva y proactiva reportados por Crapanzano

et al. (citado por Pang et al., 2013) pueden replicarse en una muestra asiática de

adolescentes tardíos, y a su vez quisieron describir el ambiente parental percibido y

las consecuencias de ajuste conductual y psicológico de pertenecer a los diferentes

perfiles de agresión. La muestra estuvo constituida por 604 hombres y 544 mujeres

adolescentes entre los 13 y los 14 años y encontraron que los niños que perciben

estilos permisivos y autoritarios en sus casas exhiben mayores niveles de agresión

con asociaciones del .08 y el .14 respectivamente y encontraron también que la

experiencia de un padre autoritario está relacionada con la agresión reactiva, la cual

se caracteriza por ser una respuesta defensiva y de ira ante la frustración o la

provocación., mientras que la experiencia de un padre permisivo está relacionada

con la agresión proactiva, la cual es descrita como una conducta deliberada con la

intensión de obtener una meta.

Así mismo, Batool (2013) investigo en la provincia de Punjab, Pakistan el rol

de las variables demográficas y los estilos parentales en la agresión entre


37

adolescentes tardíos. La muestra estuvo compuesta por 109 adolescentes entre los

15 y 17 años en grados escolares desde 9º hasta 10º y sus padres. El estudio fue de

corte trasversal y encontró que el estilo parental tiene un impacto en los niveles de

agresión de los adolescentes en las siguientes dimensiones: agresión física,

agresión verbal e ira. El estilo permisivo estuvo relacionado con la agresión física

(.48). Una posible explicación del autor es que los padres permisivos no monitorean

a sus hijos, no hacen que reflexionen acerca de su conducta y como resultado los

niños fallan en su habilidad para regular sus impulsos agresivos cuando enfrentan

desacuerdos o choques. También encontró mayor correlación entre el estilo

autoritario con la agresión verbal (.51) e ira (.66) y lo explica desde el exceso de

control de los padres que usan un estilo autoritario, ante lo cual los adolescentes

aprenden a controlar las situaciones por medio de agresión verbal. El estilo

autoritativo suele tener una asociación negativa con la agresión física (-.23), la

agresión verbal (-.23) y la ira (-.30).

Por otro lado, Sheehan y Watson (2008) en Estados Unidos realizaron una

investigación de corte longitudinal donde estudiaron la influencia recíproca entre

técnicas de disciplina maternal y agresión en niños y adolescentes. Evaluaron en

total 440 niños, niñas y adolescentes entre 7 y 14 años y a sus respectivas madres.

Los resultados arrojaron que el uso por parte de la madre de disciplina agresiva

predice e incrementa la agresión infantil y que a su vez la agresión infantil predice e

incrementa posteriormente el uso de disciplina agresiva, evidenciando una influencia

bidireccional entre el comportamiento de las madres y sus hijos.

Posteriormente Murray, Dwyer, Rubin, Knighton-Wisor y Booth-LaForce

(2014) examinaron el rol de la calidad en la relación padre-hijo, madre-hijo en la


38

mitigación de la influencia de las practicas parentales poco efectivas y la

subsecuente agresión adolescente, a través de un estudio longitudinal en el noreste

de Estados Unidos, en el cual estudiaron a lo largo de un año a 1081 estudiantes.

En la investigación se encontró que la calidad en la relación padres-hijo modera la

relación entre control psicológico parental y la agresión adolescente un año después.

De esta forma cuando la calidad en la relación padres-hijo era positiva el control

psicológico no se mostraba asociado a comportamientos agresivos, estos hallazgos

sugiere que la relación que los adolescentes comparten con sus padres y madres

son fuertes predictores de la agresión.

De esta misma forma, Wahl y Metzner (2012) en una investigación de corte

longitudinal evaluaron a niños entre los 5 y los 11 años residentes en Alemania y

centraron su investigación en tres objetivos: identificar la prevalencia y el desarrollo

de la agresividad infantil, analizar algunas influencias de los padres sobre la

agresividad de los niños teniendo en cuenta aspectos como el temperamento,

tendencias comportamentales, atributos de afiliación del padre y de la madre, estilos

parentales y situación socioeconómica familiar. Encontraron que los estilos

parentales caracterizados por una débil comunicación centrada en el niño (-.19) y el

uso de la violencia (-.22) pueden activar la presencia de comportamientos agresivos

e identificaron también que algunos efectos de los estilos parentales estuvieron

mediados por el género. La violencia de los padres en la crianza estuvo más

correlacionada con la agresividad en niños que en niñas y que el impacto de las

madres en la agresividad fue mayor que el impacto de los padres.

Previamente, Finzi-Dottan, Bilu y Golubchik (2011) en un estudio de corte

trasversal llevado a cabo en Israel examinaron si la percepción de la conducta


39

parental y el deterioro en la identidad del yo, estaban ligados a los desórdenes de

conducta en adolescentes inmigrantes de la ex unión soviética que actualmente

viven en Israel comparado con adolescentes nativos israelíes. Para responder a su

investigación trabajaron con190 adolescentes internados en colegios, entre los que

se incluyeron 69 inmigrantes de la ex unión soviética. A nivel específico, encontraron

que la parentalidad positiva evaluada a través de la comunicación afectiva, el

monitoreo, las reglas, el refuerzo parental y la autonomía correlacionaron

negativamente con la agresión tanto para el grupo de inmigrantes como para el

grupo nativo con asociaciones de -.24.

Los antecedentes encontrados permiten identificar que la disciplina severa ya

sea física o verbal está asociado a comportamientos agresivos, mientras la

comunicación positiva y las relaciones basadas en el afecto no solo están asociados

negativamente con el comportamiento agresivo, si no que a su vez mitigan o

disminuyen el impacto de las estrategias disciplinarias inadecuadas y los factores

individuales de los niños que pueden predisponerlo a presentar comportamientos

agresivos. Teniendo en cuenta las investigaciones expuestas anteriormente se

encuentra concordancia entre los estudios. Los hallazgos demuestran que el estilo

autoritativo se presenta como un factor protector para disminuir o evitar la presencia

de comportamientos agresivos, mientras los estilos autoritarios y permisivos se

asociación a diferentes tipos de agresión. La asociación entre ambos factores es

evidente en todas las edades estudiadas.


40

8. Análisis metodológico

La actual investigación se suscribió dentro del paradigma empírico analítico y la

metodología fue coherente con dicho paradigma. Dentro del proceso se buscó la

mayor rigurosidad y especificidad, con el fin de poder someter la investigación a

crítica y replica. La metodología permitió dar respuesta a la pregunta de la

investigación y a los objetivos planteados. La muestra fue seleccionada

cuidadosamente siguiendo un diseño y utilizando un programa estadístico. Aunque

se realizó un muestreo no probabilístico por conveniencia, en las etapas posteriores

se realizaron muestreos aleatorios simples, aspecto que fortaleció el diseño

muestral.

En cuanto a las variables, fueron definidas con claridad teniendo en cuenta

los instrumentos de recolección de la información. También fueron especificadas la

naturaleza, nivel de medición, unidad de medida y categorías de las mismas.

Al escoger los instrumentos de recolección, se tuvo en cuenta que fueran

validados en Colombia y que presentaran un soporte teórico, metodológico y

estadístico adecuado.

En el proceso de recolección de la información se siguieron los lineamientos

estipulados por los autores de los instrumentos y se controlaron errores y sesgos

que podrían afectar los resultados obtenidos. El análisis estadístico dio cuenta del

tipo de estudio y la naturaleza y nivel de medición de las variables.


41

8.1 Enfoque metodológico de la investigación

Con el fin de abordar los objetivos propuestos en el presente estudio se optó por

los lineamientos metodológicos del paradigma empírico analítico (cuantitativo) en

tanto se utilizó la estadística para la generación de medidas cuantitativas de

correlación.

8.2 Tipo de estudio

Se realizó un estudio descriptivo y analítico a partir de fuentes primarias cuyo fin fue

determinar la conducta parental como factor asociado a los comportamientos

prosocial y agresivo en niños y niñas con edades entre los 8 y 11 años escolarizados

en colegios privados del municipio de Envigado.

El primer estadio de la investigación fue descriptivo en cuanto se hizo una

descripción de las variables sociodemográficas, la conducta parental y los

comportamientos prosocial y/o agresivo, posteriormente se inició el estadio analítico,

en el cual se analizó la asociación entre la conducta parental y los comportamientos

prosocial y/o agresivo (Hurtado, 2010).

Respecto al diseño, fue de campo y trasversal. La información fue recolectada

en el ambiente natural y en un momento único en el tiempo (Hurtado, 2010).

8.3 Población

La población referencial fue constituida por niños y niñas matriculados en colegios

privados del municipio de Envigado con edades entre los 8 y 11 años, junto con sus

padres y profesores. Los criterios de inclusión fueron: niños y niñas matriculados en

colegios privados del municipio de Envigado, con un rango de edad entre los 8 y 11

años cumplidos, que vivían con padre y/o madre, estaban cursando el grado escolar
42

desde su inicio. Así mismo, fue requisito el participar voluntariamente del estudio y

tener el consentimiento informado por parte del representante legal. Respecto a los

padres se tuvieron en cuenta los siguientes criterios de inclusión: convivencia

permanente con el niño o niña que participara en la investigación y constancia de

participación voluntaria por medio del consentimiento informado. Para los profesores

los criterios de inclusión fueron conocer al niño o niña que participaba en la

investigación desde que inicio el grado académico actual o antes y constancia de

participación voluntaria por medio del consentimiento informado. Los criterios de

exclusión fueron: niños, niñas y padres que no supieran leer y/o escribir.

8.4 Diseño muestral

Se realizó un muestreo no probabilístico, por conveniencia de tres instituciones

educativas, que luego de conocer los objetivos del estudio y teniendo el aval del

comité de ética de la universidad desearon participar voluntariamente de la

investigación. De cada institución fueron seleccionados los grados 2, 3, 4, 5 de

primaria, en una de las instituciones fueron seleccionados los grados 3, 4, 5 y 6

teniendo en cuenta el criterio de edad. La población estuvo constituida por 1060

estudiantes. Debido a que las instituciones educativas contaban con diferentes

cursos por grado, se realizó un muestreo aleatorio simple de los cursos para

seleccionar solamente uno de ellos y posteriormente teniendo la lista de estudiantes

como marco muestral fueron seleccionados a través de un muestreo aleatorio simple

los niños que participarían de la investigación. Esta estrategia buscó fortalecer el

diseño muestral. Teniendo en cuenta esta lista final de niños, fueron enviados los

cuestionarios a sus padres, posteriormente los cuestionarios fueron aplicados a los

niños y finalmente a sus profesores.


43

La proporción esperada tanto para comportamiento prosocial como para

comportamiento agresivo fue del 10%, teniendo en cuenta una investigación llevada

a cabo en Medellín (Agudelo et al., 2002) en la cual identificaron una prevalencia de

comportamiento agresivo directo del 9.4% y de comportamiento prosocial del 8.8%

en niños de 3 a 11 años de edad. El nivel de confianza fue del 95% para un total de

130 estudiantes teniendo en cuenta la población, sin embargo para disminuir el

impacto por pérdidas o no participaciones se realizó un efecto de diseño de 2 y se

enviaron en total 240 cuestionarios. Finalmente la muestra quedo conformada por

136 niños y niñas de los diferentes grados escolares.

8.5 Descripción de las variables

8.5.1 Diagrama de variables

Comportamiento
prosocial y/o
agresivo

Variables
sociodemográficas

Conducta parental

8.5.2 Tabla de variables

Nombre de la Definición Naturaleza Nivel de Unidad Categorías o


variable medición de valores
medida
Variables sociodemográficas
Edad Tiempo que ha Cuantitativa Razón Años Años cumplidos
vivido la persona
Sexo Condición orgánica Cualitativa Nominal - 1. Femenino
niño/niña masculina o 2. Masculino
femenina
Estrato Nivel Cualitativo Ordinal - 1: Uno
socioeconómico de 2: Dos
44

la persona 3: Tres
4: Cuatro
5: Cinco
6: Seis
Escolaridad Grado escolar en Cualitativa Nominal - 2: Segundo
curso del niño o 3: Tercero
niña 4: Cuarto
5: Quinto
Ocupación de Actividad a la que Cualitativa Nominal - 1.Estudiante
los padres se dedican los 2.Empleado
padres 3.Independiente
4.Hogar
5.Jubilado
6.Desempleado

Nivel de Grados Cualitativa Nominal - 1.Ninguno


estudio de los académicos 2. Primaria
padres obtenidos 3. Secundaria
4. Técnica
5.Profesional
6.Posgrado
Estado civil de Condición Cualitativa Nominal - 1: Soltero
los padres sentimental de 2: Unión libre
padre o madre 3: Casado
4: Divorciado
5: Viudo

Padre Padre o madre que Cualitativa Nominal - 1: Madre


comparte la mayor 2: Padre
parte del tiempo
con el niño o niña.
Conducta parental
Conducta Interacciones entre Cuantitativa Razón Media -
parental cada uno de los aritmética
padres y sus hijos
evaluado a través
de: establecimiento
de reglas, manejo
de contingencias,
comunicación
afectiva, conductas
de monitoreo yo
supervisión.
Establecimient Incluye todas las Cuantitativa Razón Media -
o de reglas conductas aritmética
relacionadas con
imposición de
reglas o normas de
comportamiento de
una manera
explicita, o de
manera indirecta,
por ejemplo, en
críticas a los
amigos, se
encuentran reglas
acerca de las
amistades que el
45

padre desea;
igualmente, en las
cantaletas o
sermones, se
comunican reglas
de conducta de
forma indirecta.
Manejo de Incluye todas las Cuantitativa Razón Media -
contingencias consecuencias que aritmética
los padres imponen
a determinadas
conductas de sus
hijos con la
pretensión de que
cumplan la función
de premio o de
castigo. En esta
clase de conducta
parental se
contemplan tanto
eventos verbales
que
tradicionalmente se
catalogan como
reforzadores
positivos (ej.,
felicitaciones),
como eventos en la
categoría de
estímulos
aversivos, verbales
o no verbales (ej.,
golpes, regaños).

Comunicación Incluye expresiones Cuantitativa Razón Media -


afectiva de afecto positivo aritmética
(decir que lo
quiere) o negativo
(quejas), tanto a
nivel verbal como
no verbal,
igualmente
demostraciones de
interés y confianza.

Conductas de Incluye las Cuantitativa Razón Media -


monitoreo o conductas que aritmética
supervisión tienen que ver con
que los padres
conozcan sobre las
actividades de sus
hijos y sus
amistades.
Comportamiento prosocial y agresivo
Comportamie Manifestaciones Cuantitativa Razón Media -
nto prosocial frecuentes de aritmética
conductas de
colaboración,
solidaridad, apoyo
46

desinteresado y
altruismo;
expresadas con
actitudes
voluntarias de
ayuda, consuelo,
defensa o
donación.
Comportamie Conductas Cuantitativa Razón Media -
nto agresivo. agresivas directas aritmética
sobre las demás
personas, objetos o
pertenencias, la
cual se expresa
con
comportamientos
tanto de tipo físico
(pelea, golpea, es
cruel), como de tipo
verbal (burla,
amenaza).

8.6 Técnicas de Recolección de Información

8.6.1 Fuentes de Información

Las fuentes de información fueron primarias constituidas por niños, niñas, padres y

profesores quienes diligenciaron los cuestionarios después de aceptar participar

voluntariamente de la investigación.

8.6.2 Instrumento de Recolección de Información

Cuestionario de variables sociodemográficas

El cuestionario de variables sociodemográficas incluyó fecha, nombre de la

institución educativa, referencia al criterio para elegir el padre o madre que

diligenciaría los cuestionarios, sexo del niño(a), edad del niño(a), grado escolar del

niño(a), estado civil de padre o de la madre, ocupación del padre o la madre, estrato

socioeconómico y escolaridad del padre o la madre (Ver Anexo 1).


47

Cuestionario de conducta parental de Ballesteros

El cuestionario de conducta parental de Ballesteros (2001) cuenta con diferentes

formatos de reporte para ser diligenciado por padres, niños, adolescentes y

profesores. Para esta investigación se utilizaron los formatos de padres de niños y

los formatos de niños. El cuestionario de padres está constituido por 35 ítems. Sin

embargo, para esta investigación fue eliminado el ítem número 25 con autorización

de su autor, debido a que este ítem solo puede ser usado al investigar familias

biparentales, aspecto que no era un requisito en esta investigación, por lo tanto la

prueba quedo constituida con 34 ítems. Los primeros 22 dan cuenta de las

conductas de los padres y los 12 restantes dan cuenta de las conductas de los hijos

percibidas por los padres; 8 ítems miden conductas de Comunicación Afectiva ,10

ítems evalúan conductas relacionadas con las Reglas, 8 ítems evalúan conductas de

Monitoreo y 8 ítems evalúan Contingencias (ver Anexo 2). El formato para ser

diligenciado por niños, estuvo compuesto por 28 ítems, de los cuales 10 ítems

evalúan Comunicación Afectiva, 7 ítems evalúan las conductas relacionadas con las

Reglas, 5 ítems evalúan las conductas de Monitoreo y 6 ítems evalúan

Contingencias (ver Anexo 3). Los formatos del cuestionario de Conducta Parental

están diseñados en escala Likert con 4 opciones de respuesta, 1: nunca, 2: pocas

veces, 3: muchas veces, 4: siempre. La prueba arroja el resultado total de la

conducta parental y de las subescalas. El cuestionario de conducta parental ha sido

validado para población colombiana obteniendo altos índices de confiabilidad 0.90

en la versión para niños y 0.72 en la versión para padres, también se ha utilizado en

diferentes estudios (Ballesteros, 2001; Mahecha & Martinez, 2005; Novoa et al.,

2008). Para esta investigación se contó con la autorización de la autora.


48

Posterior a la aplicación de la prueba, al evaluar los índices de confiabilidad

de la versión para padres se identificaron 4 ítems negativos que disminuían el índice

de confiabilidad, motivo por el cual fueron eliminados antes de iniciar el análisis de

datos. Los ítems negativos fueron el 4, 11, 19 y 24, tres de ellos de la escala de

Monitoreo y uno de la escala de Reglas. De esta forma, en el análisis de datos la

prueba quedo constituida de la siguiente manera: 30 ítems distribuidos en 8 ítems

evalúan conductas de Comunicación Afectiva, 9 ítems que evalúan Reglas, 5 ítems

evalúan Monitoreo y 8 ítems evalúan Contingencias. Al eliminar los ítems negativos

el Alfa de Crombach fue de 0.75 para la escala de padres.

Se realizó el mismo procedimiento con la versión para niños. Al evaluar los

índices de confiabilidad se identificaron 3 ítems negativos que disminuían el índice

de confiabilidad, motivo por el cual fueron eliminados antes de iniciar el análisis de

datos. Los ítems negativos fueron el 9, 14 y 22 dos de ellos de la escala de

Contingencias y uno de la escala de Monitoreo. De esta forma, en el análisis de

datos la prueba quedo constituida de la siguiente manera: 25 reactivos distribuidos

en 10 ítems evalúan Comunicación Afectiva, 7 ítems evalúan las conductas

relacionadas con las Reglas, 3 ítems evalúan las conductas de Monitoreo y 5 ítems

evalúan Contingencias. Al eliminar los ítems negativos el Alfa de Crombach fue de

0.61 para la escala de niños.

Test COPRAG

El instrumento para la valoración de comportamientos prosociales y agresivos

COPRAG fue desarrollado y probado por Agudelo et al. (2002). Es una escala

psicométrica de 46 preguntas, que permite identificar diferentes conductas en los

niños, en especial las conductas agresivas y prosociales, además de los síndromes


49

de hiperactividad, déficit de atención, depresión, ansiedad y trastorno deficitario del

aprendizaje. Es considerada una prueba tamiz diseñada para seleccionar los niños

con alto riesgo psicosocial y no se considera una prueba diagnóstica. La escala ha

sido sometida a procesos de validación en población colombiana obteniendo altos

índices de confiabilidad (0.93) y puede ser aplicada en niños de 3 a 11 años. Para

esta investigación fueron utilizados los dominios de prosocialidad y agresividad

directa. El dominio de prosocialidad cuenta con 11 ítems y el dominio de agresividad

directa cuenta con 14 ítems, ambos dominios diseñados con escala tipo Likert con

tres opciones de respuesta: nunca, algunas veces, casi siempre. La prueba está

diseñada para ser diligenciada por los profesores quienes evalúan el

comportamiento del niño, pero también ha sido utilizada para evaluar el

comportamiento del niño por parte de los padres (Gaviria, Giraldo, Salinas, Agudelo,

Wiedemann & León, 2002) (Ver Anexos 4 y 5).

Los alfa de Crombach arrojados en esta ocasión fueron .78 para agresividad y

.81 para prosocialidad en la escala de padres y para agresividad .90 y prosocialidad

.91 en la escala de profesores.

8.6.3 Proceso de obtención de la Información

La información fue recolectada por medio de cuestionarios, los cuales fueron

autodiligenciados por los niños, padres y profesores. Por medio de los colegios que

aceptaron participar en la investigación y siguiendo los lineamientos del diseño

muestral, fue enviado a los padres de familia un sobre con la información acerca de

la investigación, el consentimiento informado como representante legal, el

consentimiento informado como padre, el cuestionario de variables

sociodemográficas, el cuestionario de Conducta parental formato padres de niños


50

(Ballesteros, 2001) y el test de COPRAG con los dominios de prosocialidad y

agresividad directa (Agudelo et al., 2002). Dentro de las instrucciones del

cuestionario además de las ya estipuladas por los autores, se incluyó una reflexión

sobre la relevancia de ser honestos en sus respuestas y los criterios para decidir que

padre diligenciaría la prueba teniendo en cuenta quien comparte mayor tiempo con

el niño y a su vez está más implicado en sus actividades cotidianas. Estos

documentos fueron diligenciados por aquellos padres que decidieron participar y

posteriormente fueron reenviados al colegio en un sobre sellado para favorecer la

confidencialidad.

Luego de tener los consentimientos del representante legal, así como los

cuestionarios diligenciados por parte del padre o madre, se inició la recolección de

información aportada por los niños. Para este propósito los niños participantes

recibieron una explicación adecuada a su nivel de desarrollo sobre los objetivos de

la investigación y su derecho a participar o no en la misma y posteriormente los

niños diligenciaron un pequeño formato en el cual escribieron su nombre y

confirmaron su participación. Posteriormente se les invitó a diligenciar el cuestionario

de Conducta parental formato para niños (Ballesteros, 2001) y se les dio la

instrucción de diligenciar el cuestionario pensando en el padre que diligencio el

formato de Conducta Parental para Padres. Estos cuestionarios fueron diligenciados

en el colegio, dentro de la jornada académica en compañía de la investigadora

principal y la asesora de investigación. Durante el diligenciamiento de los

cuestionarios los profesores de los niños no estuvieron dentro del aula de clase para

evitar sesgos de información, tampoco accedieron la información entregada por los

niños. La labor de las investigadoras fue supervisada por personas designadas por

el colegio quienes mantuvieron una distancia prudente para no afectar las


51

respuestas de los niños.

Después de recolectar la información de los niños, se procedió a diligenciar

el consentimiento informado por parte de los profesores seleccionados y se les

entrego el test de COPRAG (Agudelo et al., 2002) con los dominios prosocialidad y

agresividad directa para su diligenciamiento. Los profesores diligenciaron los

cuestionarios solos, después de hacer recibido una explicación clara de los objetivos

de la investigación y de la forma como deben diligenciarse los formatos. También se

entregaron los datos de contacto de la investigadora principal y la asesora del

proyecto con el fin de resolver dudas si era necesario. Posteriormente los profesores

entregaron el paquete de cuestionarios en un sobre sellado al departamento de

psicopedagogía de la institución de acuerdo a los niños que le fueron asignados.

8.7 Control de errores y sesgos

Sesgos de selección: el muestreo realizado no fue probabilístico, sin embargo para

minimizar el sesgo se realizó una selección aleatoria de los grados y de los niños en

cada uno de los colegios.

Sesgo de información:

Instrumento: en el estudio se utilizó el Cuestionario de Conducta Parental de

Ballesteros (2001) y el test COPRAG de Agudelo et al. (2002) ambos validados en

población colombiana y usados en diferentes investigaciones mostrado altos índices

de confiabilidad.

Entrevistador: el acompañamiento durante el diligenciamiento de los cuestionarios

para niños fue realizado por la investigadora principal y la asesora de investigación

quienes tenían el conocimiento acerca de los instrumentos y podían resolver dudas

frente al diligenciamiento de los mismos. Posteriormente en el proceso de digitación


52

de los cuestionarios se realizaron supervisiones aleatorias de los datos ingresados

con el fin de monitorear errores de ingreso.

Entrevistado: a los participantes se les dio a conocer con claridad los objetivos de la

investigación y la importancia de consignar en los cuestionarios información veraz

para que los resultados de la investigación fueran relevantes a nivel social. Así

mismo, al diligenciar los formatos para niños se limitó la presencia de los profesores

o personal cercano a los participantes de la investigación para que pudieran ser

respetados los principios de confidencialidad. También se les explicó la importancia

de escribir su nombre para así poder asignar un código y cruzar la información, pero

se aclaró que esta información no sería divulgada de ninguna manera.

8.8 Técnicas de procesamiento y análisis de los datos

Los datos fueron consignados en una hoja de cálculo en el programa Excel ® y

luego fueron exportados al paquete estadístico IBM SPSS STATISTICS 21 para su

análisis estadístico.

Para los objetivos específicos 1 y 2, se realizó un análisis estadístico

univariado de las variables sociodemográficas, conducta parental reportada por

padres y profesores y comportamiento prosocial y/o agresivo reportado por padres y

profesores. Para las variables cualitativas se utilizaron frecuencias absolutas y

porcentajes; y para las variables cuantitativas se utilizaron medidas de tendencia

central, medidas de dispersión y pruebas de normalidad. Así mismo, fueron descritos

los rangos de puntuación de las pruebas para poder identificar el nivel de presencia

de las variables en la población.

Para el objetivo específico número 3 se realizó un análisis bivariado para


53

explorar las diferentes correlaciones entre la conducta parental y los

comportamientos prosocial y/o agresivo. En el análisis bivariado se cruzaron las

variables dependientes: comportamiento prosocial y/o agresivo reportado por

profesores y comportamiento prosocial y/o agresivo reportado por padres con las

variables independientes: conducta parental reportada por niños y padres. Para las

variables independientes y dependientes cuantitativas se utilizaron pruebas

paramétricas (Pearson) y no paramétricas (Spearman) teniendo en cuenta los

resultados de las pruebas de normalidad Kolmogorov-Smirnov.

Los criterios para considerar que existió asociación entre las variables fueron los

siguientes, tanto en Sperman como en Pearson si p fue cercano a 1 se asumió una

correlación positiva lo que significa que las variables correlacionan en el mismo

sentido, si p fue cercano a -1 se asumió una correlación negativa lo que significa que

las variables correlacionan en sentido inverso, si p fue cercano a cero no existió

correlación entre las variables. Respecto al nivel de significancia fueron tenidas en

cuenta las correlaciones menores a p<.05.

9. Análisis ético

Dentro del marco de esta investigación, se concibió a los niños como sujetos de

derecho, autónomos y con capacidad de decisión y opinión frente a la realidad que

viven. Por lo tanto, el respeto hacia sus deseos y aportes fue central dentro del

estudio. Así mismo, se concibió a los padres como sujetos de derecho y seres con la

gran responsabilidad de educar y acompañar el proceso formativo de sus hijos, labor

que merece nuestro más absoluto respeto. Por su parte, consideramos a los

profesores como sujetos que al conocer e interactuar constantemente con los niños
54

dentro de las instituciones educativas, podían brindar aportes valiosos a la

investigación.

Partiendo de una postura que valora la investigación en el campo social como

una forma de generar conocimiento que pueda ser aplicado para en pro el desarrollo

humano, esta investigación buscó favorecer la salud mental de niños, niñas y padres

de familia, entendiendo la salud mental como un estado de bienestar que favorece la

vida y la convivencia y que se deriva de la interacción entre las propias emociones,

pensamientos y comportamientos en relación con el entorno (comunidad, cultura,

ambiente).

Las consideraciones éticas del presente estudio estuvieron delineadas por lo

consagrado en la resolución 8430 de 1993, del Ministerio de Salud (Colombia), en el

Título II: De la investigación en seres humanos, Capítulo I: De los aspectos éticos de

la investigación en seres humanos, Capítulo III: De las investigaciones en menores

de edad o discapacitados.

La investigación fue considerada con riesgo mínimo, ya que los participantes

no fueron expuestos a procedimientos invasivos, sino al diligenciamiento de unos

cuestionarios en donde no se manipulaba la conducta del sujeto.

La ruta para llevar a cabo la investigación se inició con el aval del comité de

ética de la universidad y luego de su aprobación, se presentó el proyecto a las

instituciones educativas que luego de conocerlo decidieron participar

voluntariamente en el. Los participantes del proyecto fueron niños y niñas de tres

instituciones educativas del municipio de Envigado con sus padres y profesores

quienes autodiligenciaron los cuestionarios requeridos. Las condiciones de este


55

estudio fueron expuestas a los participantes mediante el consentimiento informado

para padres (Anexo 7), el consentimiento informado del representante legal para el

caso de los niños (Anexo 6), el asentimiento para niños (Anexo 9) y el

consentimiento informado para profesores (Anexo 8).

Las condiciones éticas del estudio fueron las siguientes:

a. Derecho a la información: se brindó información detallada a los participantes

y/o representantes legales con relación a los propósitos, procedimientos,

instrumentos de recolección de datos y la socialización de la investigación, cuando

así lo requirieron. Así mismo, los investigadores se comprometieron a clarificar

cualquier duda por parte de los participantes sobre la investigación. Esta información

fue entregada por escrito al momento de firmar el consentimiento informado por

parte de padres, representantes legales y profesores y fue socializada verbalmente

al proceder con el asentimiento para los niños quienes a su vez, dejaron por escrito

a través de sencillo formato su intención de participar en la investigación. En el caso

de los padres, quienes firmaron el consentimiento informado como representantes

legales de sus hijos y como participantes de la investigación, los consentimientos

informados fueron enviados a sus casas por medio del colegio, por lo tanto los

teléfonos de contacto del investigador principal y su asesor así como sus correos

electrónicos fueron anexados al consentimiento con el fin de que pudieran resolver

cualquier duda respecto a la investigación. Todos los participantes fueron

informados de la selección aleatoria de los grados y estudiantes, con el fin de

brindarles tranquilidad frente a la selección neutral de los mismos dentro del

proceso.

b. Capacidad de entendimiento, razonamiento y lógica de los participantes:


56

teniendo en cuenta la participación de menores de edad en la investigación, la

capacidad de entendimiento, razonamiento y lógica fue inferida a partir del grado

escolar del participante, teniendo en cuenta que su nivel escolar da cuenta de los

logros cognitivos esperados para su edad. En aquellos casos donde el niño o niña

estuviera inmerso dentro de un proceso de adecuaciones curriculares de contenido,

las cuales daban cuenta de la presencia de déficits cognitivos, la investigadora en su

condición de neuropsicóloga infantil con experiencia en procesos de evaluación

cognitiva, evaluaría de forma individual por medio de un instrumento que se

asemejaba a los cuestionarios utilizados en la investigación, el nivel de comprensión

del niño tanto de las preguntas como sus formas de respuesta (Anexo 10). Así

mismo, se evaluaría su capacidad de decisión a la participación o no participación en

el estudio, por medio de un cuestionario breve sobre situaciones hipotéticas de

toma de decisión (Anexo 11), sin embargo dentro de la muestra no se encontró

población con discapacidad intelectual.

c. Derecho a la no-participación: los participantes al estar informados de la

investigación y el procedimiento, tenían plena libertad para abstenerse de responder

total o parcialmente las preguntas que les eran formuladas, así mismo podían

abstenerse de participar en las actividades propuestas y/o renunciar a su

participación en el estudio cuando así lo consideraran pertinente. No se ejerció

ningún tipo de presión ni coacción por parte de los investigadores para participar en

la investigación. La participación en el proceso no tuvo repercusiones en el

desempeño académico de los estudiantes debido a que la logística se llevó a cabo

de común acuerdo con la institución educativa en espacios adecuados para llevar a

cabo el diligenciamiento de los cuestionarios.


57

c. Secreto Profesional: la investigación garantizó el anonimato de los participantes

debido a la importancia y respeto a la dignidad y valor del individuo, además el

respeto por el derecho a la privacidad. El investigador se comprometió a no informar

en sus publicaciones, ninguno de los nombres de los participantes ni otra

información que permitiera su identificación. Los cuestionarios diligenciados no

contenían datos de identificación de los participantes con el fin de que los

digitadores no tuvieran acceso a esta información. Para la labor de reconocimiento

se utilizaron códigos en todos los formatos que los participantes debían diligenciar.

Así mismo, se les pedio a los padres y profesores que diligencien los cuestionarios y

a continuación los devolvieran en un sobre sellado para que personal del colegio

tampoco pudiera acceder a esta información. Igualmente, durante el diligenciamiento

de los cuestionarios los profesores de los niños no estuvieron dentro del aula de

clase para favorecer la privacidad como tampoco pudieron acceder a la información

entregada por los niños; sin embargo, personas asignadas por la institución

supervisaron la labor de los investigadores.

La custodia de la información fue manejada de la siguiente manera. Los

sobre sellados que eran devueltos al colegio por parte de los padres de familia le

eran entregados a los directores de curso, quienes a su vez hacían entrega del

sobre a la persona encargada del departamento de psicopedagogía. Estos sobres

eran guardados en el mismo estado en que llegaron al colegio en un espacio

asegurado con llave, para posteriormente ser entregados al investigador principal.

En el caso de los cuestionarios diligenciados por los profesores, los entregaron en

un sobre sellado a la persona encargada del departamento de psicopedagogía quien

también los guardo junto con los otros sobres en un espacio con llave a la espera de

ser entregados al investigador principal. Los cuestionarios diligenciados por los niños
58

recibieron la custodia inmediata del investigador principal y la asesora de

investigación. Posteriormente los cuestionarios fueron organizados y clasificados por

códigos separando los documentos que contengan datos personales de los

participantes. Todos los cuestionarios fueron y son custodiados por el investigador

principal en un lugar con llave. Las bases de datos obtenidas requieren el uso de

claves para su ingreso y los digitadores no accedieron a los nombres de los

participantes, solamente a los códigos asignados a cada uno de ellos.

d. Compromiso de proporcionar información actualizada obtenida durante el

estudio: se proporcionara a los participantes que así lo deseen información a nivel

general sobre los resultados del estudio.

e. Remuneración: los fines de la presente investigación son eminentemente

académicos y profesionales y no tienen ninguna pretensión económica. Por tal

motivo, la colaboración de los participantes fue totalmente voluntaria y no tuvieron

ningún tipo de contraprestación económica ni de otra índole.

f. Divulgación: los resultados de la investigación serán divulgados mediante su

publicación en un artículo en una revista indexada. No obstante, en estos procesos

de divulgación el secreto profesional se mantendrá sin que se pudiera dar lugar al

reconocimiento de la identidad de los participantes o la identidad de los colegios.

h. Molestias o riesgos esperados: debido a que los datos serían enviados por

medio del colegio, algún miembro de la institución podía ignorar el protocolo y

acceder a los cuestionarios y en este caso el secreto profesional sería violado, ante

lo cual se dieron recomendaciones estrictas al colegio para evitar violar los

protocolos que garantizaran la privacidad de la información. Por otra parte, al


59

diligenciar los cuestionarios las preguntas podrían movilizar emociones en algunos

participantes debido a que se indagaba sobre aspectos sensibles de la paternidad

en el que se incluían preguntes sobre el acompañamiento a los hijos, la afectividad y

la forma de implementar la disciplina, así mismo se indagaba sobre aspectos

sensibles del comportamiento de los niños y niñas como el comportamiento

agresivo. Se planteó que en caso de presentarse movilización de emociones y se

requiriera acompañamiento y asesoría, los investigadores estarían prestos a brindar

este servicio, sin embargo no se presentaron dichas situaciones. En caso de que el

participante demandara atención psicológica los investigadores se comprometieron a

proporcionar información en cuanto a rutas de atención involucrando en este

proceso al departamento de psicopedagogía de la institución, más no asumían la

responsabilidad de realizar dicho tratamiento o cubrir sus costos, pero dicha

situación tampoco se presentó.

i. Beneficios que puedan obtenerse: el conocimiento generado a través de la

investigación permitirá diseñar programas psicoeducativos de acompañamiento a

padres y en el caso específico de las instituciones que participan, los padres de

familia recibirán una charla informativa sobre el tema de la investigación, los

resultados encontrados a nivel general y herramientas para favorecer su labor como

líderes del proceso formativo de sus hijos. Las instituciones educativas que así lo

deseen contaran con un informe sintético sobre la información obtenida.

j. Aval de la institución: las instituciones educativas luego de conocer el proyecto

avalaron el desarrollo de la investigación. Sin embargo, no asumieron ningún

compromiso con la investigación frente a los niños o los representantes legales, sino

que facilitaron el desarrollo de la investigación y sirvieron de puente entre los padres,


60

los niños, los profesores y los investigadores.

10. Resultados

Variables sociodemográficas

La muestra final estuvo constituida por 136 niños y niñas entre los 8 y los 11 años

de edad, con una distribución por género del 53,7% en el sexo masculino (n=73) y

un 46,3% en el sexo femenino (n=63).

Figura 1. Distribución de la muestra por genero

46,3%
53,7% Niños
Niñas

La edad de los niños estuvo distribuida de la siguiente manera el 22,1% tenían 8

años (n=30), el 27,9% tenían 9 años (n=38), el 25% tenían 10 años (n=34) y el 25%

tenían 11 años (n=34).


61

Figura 2. Distribución de la muestra por edad

25,0% 22,1%
8 años
9 años
25,0% 27,9% 10 años
11 años

El estrato socioeconómico de la muestra se distribuyó en un 4,4% estrato 4 (n=6),

27,9% estrato 5 (n=38) y 67,6% estrato 6 (n=92).

Figura 3. Distribución de la muestra por estrato


socioeconomico
4,4%

27,9%
Estrato 4
67,7% Estrato 5
Estrato 6

Respecto al padre de familia que diligenció los cuestionarios el 91,1% fueron madres

(n=125) y el 8,9% fueron padres (n=11).


62

Figura 4. Distribución de acuerdo al padre de


familia que diligenció los cuestionarios

8,9%

Madre
Padre
91,1%

El estado civil de los padres estuvo distribuido así, el 88,2% eran casados (n=120),

el 8,8% eran divorciados (n=12), el 2,2% vivian en unión libre (n=3) y el 0,7% eran

solteros (n=1).

Figura 5. Distribucion de los padres por estado civil


0,7% 2,2%

8,8%
Soltero
Unión libre
Casado
88,3%
Divorciado

En cuanto a la ocupación de los padres el 36% era empleado (n=49), el 42,6%

independiente (n=58) y el 21,3% permanece en el hogar (n=29).


63

Figura 6. Distribución de los padres de acuerdo a la


ocupación

21,3% 36,0%
Empleado
Independiente
42,6%
Hogar

La escolaridad de los padres se distribuyó en 4,4% técnicos (n=6), 46,3%

profesionales (n=63) y 49,3% tenían posgrado (n=67).

Figura 7. Distribución de los padres de acuerdo a su


escolaridad
4,4%

49,3%
Técnica
46,3%
Profesional
Posgrado
64

Tabla 1.

Prueba de normalidad de variables cuantitativas

Kolmogorov-
Asymp. Sig. (2-tailed)
Smirnov Z

C. Prosocial RePadres 1,416 ,036

C. Agresivo RePadres 2,411 ,000

C. Prosocial ReProfesores ,827 ,051

C. Agresivo ReProfesores 2,387 ,000

Com. Afectiva 1,589 ,013

Reglas 1,452 ,030


Conducta
Monitoreo 1,287 ,073
Parental
Contingencias 1,233 ,096
RePadres
Conducta Parental
,690 ,728
Total

Com. Afectiva 1,707 ,006

Reglas 1,114 ,167

Conducta Monitoreo 1,607 ,011

Parental ReNiños Contingencias 1,808 ,003

Conducta Parental
1,004 ,266
Total

Las variables que tuvieron una distribución normal fueron Comportamiento Prosocial

ReProfes, Monitoreo RePadres, Contingencias RePadres, Conducta Parental Total

RePadres, Reglas ReNiños y Conducta Parental Total ReNiños. Las variables que no

tuvieron una distribución normal fueron Comportamiento Agresivo RePadres,

Comportamiento Prosocial RePadres, Comportamiento Agresivo RePadres, Reglas


65

RePadres, Comunicación Afectiva RePadres, Monitoreo ReNiños, Contingencias ReNiños,

Comunicación Afectiva RePadres.

Comportamiento prosocial y agresivo RePadres y ReProfes

Tabla 2.

Medidas de tendencia central, posición y dispersión de las variables Comportamiento

Prosocialidad y Comportamiento Agresivo de los niños RePadres y ReProfes.

Me Mo P 25 P 75 P 95 DS DS

C. Prosocial RePadres 27 27 30 24 30 32 0 4

C. Agresivo RePadres 16 15 14 14 18 22 0 3

C. Prosocial ReProfes 22 23 24 18 26 32 0 6

C. Agresivo ReProfes 18 16 14 14 20 24 0 4

La escala de Prosocialidad RePadres arroja puntaciones de 11 a 33. Las

puntuaciones que estén más cercanas a 33 indican altos niveles de prosocialidad en

lo niños. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Prosocialidad RePadres se

ubicó en 27 o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 24-32.

Figura 8. Distribución de los puntajes de la escala Prosocialidad RePadres

30
25
Puntajes

20
15
10
5
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Padres

La escala de Agresividad RePadres arroja puntaciones de 14 a 42. Las puntuaciones


66

que estén más cercanas a 42 indican altos niveles de Agresividad en los niños. En la

muestra el 50% de las puntuaciones en Agresividad RePadres se ubicó en 15 o

menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 14-22.

Figura 9. Distribución de los puntajes de la escala Agresividad RePadres

40
35
30
Puntajes

25
20
15
10
5
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Padres

La escala de Prosocialidad ReProfes arroja puntaciones de 11 a 33. Las

puntuaciones que estén más cercanas a 33 indican altos niveles de prosocialidad en

lo niños. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Prosocialidad ReProfes se

ubicó en 23 o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 18-32.

Figura 10. Distribución de los puntajes de la escala Prosocialidad


ReProfes

30
25
Puntajes

20
15
10
5
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Profesores
67

La escala de Agresividad ReProfes arroja puntaciones de 14 a 42. Las puntuaciones

que estén más cercanas a 42 indican altos niveles de Agresividad en los niños. En la

muestra el 50% de las puntuaciones en Agresividad RePadres se ubicó en 16 o

menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 14-24.

Figura 11. Distribución de los puntajes de la escala Agresividad ReProfes

40
35
30
Puntajes

25
20
15
10
5
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Profesores

Conducta Parental RePadres y ReNiños

Tabla 3.

Medidas de tendencia central, posición y dispersión de la variable Conducta Parental

RePadres y ReNiños.

Me Mo P 25 P 75 P 95 DS DS

Conducta Parental RePadres

Com. Afectiva 27 27 28 25 29 31 0 2

Reglas 29 29 29 27 31 32 0 2

Monitoreo 16 16 15 15 17 19 0 2

Contingencias 24 24 23 23 26 28 0 2
68

Conducta Parental Total 96 96 97 91 101 107 1 7

Conducta parental ReNiños

Com. Afectiva 35 36 37 33 37 40 0 3

Reglas 22 22 21 20 24 27 0 3

Monitoreo 8 8 9 7 9 11 0 2

Contingencias 17 18 18 16 19 20 0 2

Conducta Parental Total 83 84 84 78 87 92 1 6

La subescala de Comunicación Afectiva RePadres arroja puntaciones de 8 a 32. Las

puntuaciones que estén más cercanas a 32 indican mayores niveles de expresión afectiva

positiva y mayores demostraciones de interés y confianza de los padres hacia sus

hijos. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Comunicación Afectiva

RePadres se ubicó en 27 o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 25-31.

Figura 12. Distribución de los puntajes de la subescala Comunicación


Afectiva RePadres

30
25
Puntajes

20
15
10
5
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Padres

La subescala de Reglas RePadres arroja puntaciones de 9 a 36. Las puntuaciones

que estén más cercanas a 36 indican mayor imposición de reglas o normas de

comportamiento de manera explícita o indirecta por parte de los padres hacia sus
69

hijos. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Reglas RePadres se ubicó en 29

o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 29-32.

Figura 13. Distribución de los puntajes de la subescala de Reglas RePadres

35
30
25
Puntajes

20
15
10
5
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Padres

La subescala de Monitoreo RePadres arroja puntaciones de 5 a 20. Las

puntuaciones que estén más cercanas a 20 indican mayor número de conductas

orientadas a conocer las actividades de los hijos y sus amistades. En la muestra el

50% de las puntuaciones en Monitoreo RePadres se ubicó en 16 o menos y el 70%

obtuvo puntuaciones entre 15-19.

Figura 14. Distribución de los puntajes de la subescala de Monitoreo


RePadres
20

15
Puntajes

10

0
0 20 40 60 80 100 120 140
Padres

La subescala de Contingencias RePadres arroja puntaciones de 8 a 32. Las


70

puntuaciones que estén más cercanas a 32 indican mayor implementación de

consecuencias por parte de los padres con la pretensión de que cumplan la función

de premio o de castigo. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Contingencias

RePadres se ubicó en 24 o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 23-28.

Figura 15. Distribución de los puntajes de la subescala de Contingencia


RePadres

30
25
20
Puntajes

15
10

5
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Padres

La escala de Conducta Parental Total RePadres arroja puntaciones de 30 a 120. Las

puntuaciones que estén más cercanas a 120 indican mayor cantidad de conductas

parentales positivas. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Conducta

Parental Total RePadres se ubicó en 96 o menos y el 70% obtuvo puntuaciones

entre 91-107.
71

Figura 16. Distribución de los puntajes de la escala de Conducta Parental


Total RePadres
120
100
80
Puntajes

60
40
20
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Padres

La subescala de Comunicación Afectiva ReNiños arroja puntaciones de 10 a 40. Las

puntuaciones que estén más cercanas a 40 indican mayores niveles de expresión

afectiva positiva y mayores demostraciones de interés y confianza de los padres

hacia sus hijos. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Comunicación Afectiva

ReNiños se ubicó en 36 o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 33-40.

Figura 17. Distribución de los puntajes de la subescala Comunicación Afectiva


ReNiños
40
35
30
Puntaujes

25
20
15
10
5
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Niños

La subescala de Reglas ReNiños arroja puntaciones de 7 a 28. Las puntuaciones


72

que estén más cercanas a 28 indican mayor imposición de reglas o normas de

comportamiento de manera explícita o indirecta por parte de los padres hacia sus

hijos. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Reglas ReNiños se ubicó en 22

o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 20-27.

Figura 18. Distribución de los puntajes de la subescala de Reglas ReNiños

25

20
Puntaujes

15

10

0
0 20 40 60 80 100 120 140
Niños

La subescala de Monitoreo ReNiños arroja puntaciones de 3 a 12. Las puntuaciones

que estén más cercanas a 12 indican mayor número de conductas orientadas a

conocer las actividades de los hijos y sus amistades. En la muestra el 50% de las

puntuaciones en Monitoreo ReNiños se ubicó en 8 o menos y el 70% obtuvo

puntuaciones entre 7-11.


73

Figura 19. Distribución de los puntajes de la subescala de Monitoreo ReNiños

12
10
8
Puntajes

6
4
2
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Niños

La subescala de Contingencias ReNiños arroja puntaciones de 5 a 20. Las

puntuaciones que estén más cercanas a 20 indican mayor implementación de

consecuencias por parte de los padres con la pretensión de que cumplan la función

de premio o de castigo. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Contingencias

ReNiños se ubicó en 18 o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 16-20.

Figura 20. Distribución de los puntajes de la subescala de Contingencias


ReNiños
20

15
Puntajes

10

0
0 20 40 60 80 100 120 140
Niños

La escala de Conducta Parental Total ReNiños arroja puntaciones de 25 a 100. Las

puntuaciones que estén más cercanas a 100 indican mayor cantidad de conductas
74

parentales positivas. En la muestra el 50% de las puntuaciones en Conducta Parental

Total ReNiños se ubicó en 96 o menos y el 70% obtuvo puntuaciones entre 78-92.

Figura 21. Distribución de los puntajes de la escala de Conducta Parental Total


ReNiños
100
90
80
70
Puntajes

60
50
40
30
20
10
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Niños

Tabla 4.

Correlaciones entre las variables Conducta Parental RePadres y ReNiños y Comportamiento

Prosocial y agresivo RePadres y ReProfes

Conducta Parental RePadres Conducta parental ReNiños


Com. Com.
Reglas Conti. CP Monit. Conti. CP
Afectiv Monit. Afectiv Reglas
Total total
a a
C. Prosocial
,247** ,255** ,266** ,119 ,286** -,014 -,147 -,107 -,056 -,137
RePadres

C. Agresivo
-,410** -,250** -,229** -,146 -,345** -,233** ,011 -,088 -,133 -,178*
RePadres

C. Prosocial
,146 ,033 ,076 -,031 ,089 ,019 -,299** ,033 -,099 -,169*
ReProfes

C. Agresivo
-,203* ,018 -,110 .068 -,075 -,118 ,176* -,100 ,016 ,002
ReProfe
**. Correlation is significant at the 0.01 level
*. Correlation is significant at the 0.05 level
Las puntuaciones subrayadas fueron las correlaciones realizadas con Pearson, las demás puntuaciones fueron realizadas con
Spearman`s
75

Se encontraron correlaciones positivas significativas entre las variables

Comportamiento Prosocial RePadres y Comunicación Afectiva RePadres (.24),

Reglas RePadres (.25), Monitoreo RePadres (.26) y Conducta Parental Total

RePadres (.28).

Se encontraron correlaciones negativas significativas entre Comportamiento

Agresivo RePadres y Comunicación Afectiva RePadres (-.41), Reglas RePadres (-

.25), Monitoreo RePadres (-.29), Conducta Parental Total RePadres (-.34),

Comunicación Afectiva ReNiños (-.23) y Conducta Parental Total ReNiños (-.17).

En el caso de la Conducta Prosocial ReProfe se encontraron correlaciones

negativas significativas con reglas (-.29) y Conducta Parental Total ReNiños (-,16).

En Comportamiento Agresivo ReProfe se encontraron correlaciones negativas

significativas con Comunicación Afectiva RePadres (-.20) y correlaciones positivas

con reglas ReNiños (,17).

11. Conclusiones

El objetivo del presente estudio fue determinar la asociación entre la conducta

parental, específicamente el monitoreo, las reglas, el uso de contingencias y la

comunicación afectiva con los comportamientos prosocial y/o agresivo en niños y

niñas con edades entre los 8 y 11 años pertenecientes a colegios privados del

municipio de Envigado.

Con el propósito de recibir información de diferentes fuentes, esta

investigación evaluó la conducta parental desde el reporte de padres y niños, al

mismo tiempo los comportamientos prosociales y agresivos fueron evaluados desde

el reporte de padres y profesores. Dentro de los hallazgos relevantes se


76

encontraron asociaciones entre las variables de conducta parental RePadres y

comportamiento prosocial y agresivo de los niños RePadres. Las conductas

parentales caracterizadas por frecuentes expresiones afectivas y constantes

demostraciones de interés y confianza hacia los hijos estuvieron relacionadas con la

presencia de comportamientos prosociales en la niñez. Así mismo, cuando los

padres monitorean a sus hijos y están al tanto de sus actividades y amistades e

implementan reglas de manera explícita o indirecta, el comportamiento prosocial es

mayor. Estos hallazgos son coherentes con resultados de investigaciones recientes,

las cuales han asociado el comportamiento prosocial en la niñez y la adolescencia a

características parentales como la calidez materna, la dedicación de los padres a

sus hijos y los estilos de crianza autoritativos caracterizados por altos niveles de

afecto, monitoreo y reglas (Carlo, Mestre, Samper, Tur & Armenta, 2011; Ortiz,

Apodaca, Etxebarria, Fuentes & López, 2011; Ankara. Altay & Gure, 2012).

Por su parte, en la presente investigación se encontró que los padres con

menores expresiones afectivas, más bajas demostraciones de interés y confianza

hacia sus hijos y pocos niveles de monitoreo e implementación de reglas explicitas o

indirectas, tenían hijos con puntuaciones más altas en comportamiento agresivo.

Resultados similares han sido expuesto por Rinaldi & Howe (2012), Ismail Loona &

Kamal (2012), Batool (2013), Wahl, K., & Metzner, C. (2012), Finzi-Dottan, Bilu, &

Golubchik (2011) quienes identificaron asociaciones entre bajos niveles de calidez,

afecto, soporte, monitoreo y reglas por parte de los padres con comportamientos

agresivos en niños y adolescentes. De igual forma demostraron que los estilos

parentales autoritarios caracterizados por bajos niveles de afecto y excesivos niveles

de control y los estilos parentales permisivos caracterizados por comportarse de una

forma no punitiva, basada en la aceptación y afirmación de los impulsos, deseos y


77

acciones de sus hijos sin establecer reglas de conducta, estuvieron asociados a los

comportamientos agresivos.

Las asociaciones encontradas entre las variables reportadas por los padres

en la presente investigación, también están en línea con los resultados expuestos

por los principales autores que han estudiado la relación entre la conducta parental y

los comportamientos prosociales y agresivos, quienes han basado sus

investigaciones en las premisas de la teoría del aprendizaje social de Bandura y en

la teoría cognitiva (Eisenberg et al., 2006; Dodge, Coie & Lynam, 2006, Eisenberg,

Fabes & Spinrad, 2006; Hoffman, 2000; Patterson, 2002; Reid & Patterson, 1989).

Si los padres modelan conductas afectuosas y cálidas y a su vez ayudan a sus hijos

a regular sus comportamientos y emociones por medio de las reglas y el monitoreo

(Pino-Pasternak & Whitebread, 2010), esto favorecerá el desarrollo de conductas

sociales positivas.

En cuanto a las asociaciones entre la conducta parental ReNiños y el

comportamiento prosocial y agresivo ReProfes y RePadres los resultados no son tan

concluyentes. Se corrobora la asociación entre comportamiento parental ReNiños y

conducta agresiva RePadres tanto en comunicación afectiva como en conducta

parental total, pero no se encuentran asociaciones en cuanto al comportamiento

prosocial. Es decir que cuando los niños reportaban que sus padres tenían menores

expresiones afectivas, más bajas demostraciones de interés y confianza hacia sus

hijos, los padres reportaban puntuaciones más altas en comportamiento agresivo de

los niños. Así mismo, puntuaciones altas y positivas en conducta parental total

ReNiños mostraron asociaciones negativas con el comportamiento agresivo en la

niñez. La conducta parental total es una variable que unifica comunicación afectiva,
78

reglas, monitoreo y contingencias.

Respecto a la conducta parental ReNiños y el comportamiento prosocial de

los niños ReProfes, los resultados mostraron una dirección contraria a la esperada

debido a que se encontraron correlaciones negativas entre la implementación de

reglas y el comportamiento prosocial. Es decir, cuando los niños reportaban menor

número de reglas explicitas o indirectas por parte de los padres, había un mayor

nivel de prosocialidad en los niños según el reporte de los profesores.

Probablemente esta asociación puede ser explicada desde las características

cognitivas y emocionales que presentan los niños con mayores niveles de

comportamiento prosociales, quienes suelen ser más regulados y tener atribuciones

internas respecto a sus comportamientos (Eisenberg et al., 2006). Desde la teoría de

las atribuciones desarrollada por Heider (1958 citado por Weiner, 2010) las personas

pueden atribuir los resultados de sus comportamientos, sus éxitos y sus fracasos a

factores internos o externos a ellos mismos. Desde esta perspectiva es posible que

los niños más prosociales al tener atribuciones internas por sus comportamientos no

perciban a sus padres como normativos a pesar de cumplir las normas impuestas en

casa. Otro factor a tenerse en cuenta al analizar estos resultados es que se identificó

una diferencia en cuanto a los niveles de prosocialidad de los niños en la muestra,

siendo los profesores quienes reportaron menor número de conductas prosociales

en los niños.

Un aspecto que debe resaltarse respecto a los resultados es que si bien, esta

investigación trasversal ha corroborado la asociación entre las conductas parentales

y el comportamiento prosocial y agresivo, estudios longitudinales han podido

identificar la influencia recíproca y bidireccional entre el comportamiento de los

padres y los hijos. Esto indica que el comportamiento de los niños predice y aumenta
79

la probabilidad de que los padres tengan un mayor número de conductas positivas o

negativas y viceversa (Carlo, Mestre, Samper, Tur & Armenta, 2011; Yoo, Feng &

Day, 2013¸ Sheehan & Watson, 2008; Wahl & Metzner, 2012). Esta bidireccionalidad

también ha sido sustentada teóricamente por medio de diversos estudios realizados

por Patterson (2002).

Por último, es importante resaltar que una de las asociaciones que mostró

más fuerza en la investigación se dio entre la comunicación afectiva y los

comportamientos prosociales y agresivos. Crear intervenciones que favorezcan una

relación positiva, afectuosa y cálida, basada en la confianza e interés entre los

padres y los hijos favorecerá conductas sociales positivas. Así mismo, se deben

fortalecer la implementación de reglas en el hogar y un monitoreo adecuado en el

cual el niño no se sienta excesivamente controlado, para favorecer comportamiento

prosociales y disminuir comportamientos agresivos.

Recomendaciones

Después de recorrer todas las etapas del proceso investigativo, planteo

algunas recomendaciones que pueden ser útiles para los investigadores que quieran

continuar con esta temática:

· Realizar investigaciones longitudinales que permitan dar cuenta del fenómeno

a lo largo del tiempo, permitiendo así identificar relaciones causales entre el

comportamiento de los padres y los hijos.

· El comportamiento prosocial y agresivo tiene diferentes subtipos los cuales no

fueron estudiados; el incluirlos dentro de una investigación permitiría una

mayor especificidad frente a su asociación con las conductas parentales.


80

· Incluir en futuros estudios dentro de la conducta parental, la variable disciplina

inductiva, aspecto que ha mostrado una estrecha relación con la presencia de

comportamientos prosociales (Hoffman, 2000).

· Realizar un muestreo aleatorio de las instituciones educativas para fortalecer

el diseño muestral.

· Estudiar el fenómeno en diferentes estratos socioeconómicos.

Respecto a las recomendaciones políticas y sociales, sugiero prestar mayor

atención y redirigir los recursos en la prevención de conductas agresivas y

promoción de conductas prosociales en la niñez, teniendo en cuenta que se ha

podido demostrar a través de diversas investigaciones que los comportamientos

agresivos y prosociales tienen una gran influencia del ambiente. Como lo plantea la

UNICEF, asignar recursos a la niñez es una de las inversiones más valiosas a largo

plazo teniendo en cuenta los beneficios futuros (UNICEF, 2009).

12. Análisis político

De acuerdo a la declaración universal de los derechos humanos “la familia es el

elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la

sociedad y del Estado” Art. 16. Siguiendo este lineamiento, la Organización de las

Naciones Unidas ha buscado que los países dentro de sus políticas públicas y

planes de desarrollo, incluyan cuestiones relativas a la familia y al papel que juegan

los padres dentro de esta institución (Organización de las Naciones Unidas, s.f).

En Colombia, la política pública de apoyo y fortalecimiento de las familias

propende por el desarrollo de capacidades y la construcción de relaciones

democráticas a su interior, teniendo en cuenta a la familia como sujeto colectivo de


81

derechos y agente de transformación y desarrollo social (Ministerio de Salud y

Protección social (s.f).

Desde el punto de vista de las capacidades, el gobierno nacional a través de

los estudios realizados para lanzar la política pública de familias 2012-2022,

identificó que el problema central que afecta las relaciones internas de las familias

es la carencia de recursos afectivos, económicos, culturales, de solidaridad, de

criterios de autoridad democrática y de fortalezas para orientar el desarrollo integral

propio y el de sus integrantes individualmente considerados (Ministerio de Salud y

Protección social, 2012).

Al respecto, dentro de los ejes de intervención se propone uno, llamado

“convivencia democrática al interior de las familias” en el que se resalta entre otros

aspectos, el fortalecimiento de capacidades y habilidades para el manejo adecuado

de conflictos y comunicación intrafamiliar asertiva. Dentro de las líneas de acción

para cumplir con los propósitos de este eje, se encuentran la promoción y

realización de actividades pedagógicas y de formación de los y las integrantes del

grupo familiar como personas titulares de derechos y ejercicios responsables de los

mismos, planeando la preparación de campañas pedagógicas de sensibilización

(Ministerio de Salud y Protección social, 2012).

Específicamente en Envigado, municipio donde se llevó a cabo la

investigación, se propuso dentro del plan de desarrollo 2012-2015 la asesoría y

acompañamiento a las familias para fortalecer su función protectora y su capacidad

para poder identificar, prevenir y actuar ante potenciales situaciones de riesgo,

garantizando la integridad de los miembros que presenten cualquier tipo de

vulnerabilidad. También plantean la realización de compañas para la promoción de


82

valores al interior de la familia, posicionándola como núcleo fundamental de la

sociedad, que promueva espacios de reflexión y comunicación a su interior (Alcaldía

de Envigado).

Dentro de este marco político, la presente investigación, al estar enfocada en

la familia y especialmente en las implicaciones que el comportamiento de los padres

puede tener sobre los hijos, puede aportar información sustentada empíricamente y

corroborada dentro de un contexto específico sobre los comportamientos positivos

que debe fortalecer los padres y los comportamientos negativos que deben evitar

para favorecer el desarrollo social de sus hijos.

La información obtenida puede ser utilizada para realizar talleres, campañas y

material informativo. Así mismo, puede servir como insumo para que profesionales

de la salud acompañen adecuadamente los procesos de asesoría e intervención a

nivel individual y familiar.

13. Análisis de aspectos formativos

Al iniciar este proceso, recordaba con cierta nubosidad mis clases de pregrado sobre

investigación, con la sensación de que, lo que escuchaba ahora lo había visto antes,

pero entendí que ese conocimiento sólo había creado una conexión de neuronas

incipiente y endeble que no trascendió a mi quehacer diario. Solo hasta vivir un

proceso de investigación personal, útil y apasionante puedo decir que ese

conocimiento es mío. Han sido dos años difíciles, en los cuales, cada paso del

proceso de investigación se convertía en un mundo por descubrir, mil preguntas por

hacer y muchos documentos por leer. Mis creencias de ser una psicóloga que

basaba sus intervenciones en evidencia científica se derrumbaban cada vez que me


83

daba cuenta que, de ciencia sabía muy poco, y ni siquiera tenía el conocimiento

mínimo para leer un artículo científico con decencia.

Ahora hablo menos y escucho más, soy más cuidadosa en mis apreciaciones y

antes de emitir una opinión busco cuidadosamente que dicen los estudios y las

teorías al respecto. Aunque debo reconocer que, como psicóloga clínica, no creo

que mi quehacer profesional sea dedicado a la investigación, tengo los elementos

para ser de la ciencia y la investigación el material en el que fundo mis

intervenciones terapéuticas.

Recuerdo con mucho cariño las clases con el profesor Diego Restrepo, en una

de ellas nos explicó las posiciones frente al conocimiento:

El que sabe y no sabe que sabe,

el que no sabe y no sabe que no sabe,

el que no sabe y sabe que no sabe, y

el que no sabe y cree que sabe.

Aunque no puedo negar que ahora tengo más conocimiento que antes, se con

certeza que frente al mundo de conocimientos que podría adquirir mi nivel es bajo,

pero ahora soy del grupo que no sabe y sabe que no sabe, lo cual abre mi mente a

continuar explorando, estudiando y aprendiendo. Siento que ahora soy una

profesional más capaz, preparada y estoy motivada por aprender cada día más.

14. Propuestas de trasferencia del conocimiento

Los productos de la investigación en cuanto a generación de nuevo conocimiento


84

serán la publicación de dos artículos indexados en revistas científicas. Uno de ellos

dará cuenta de la revisión teórica y de antecedentes y el otro dará cuenta de los

resultados de la investigación. En cuanto a la apropiación social del conocimiento las

instituciones educativas que participaron de la investigación y los padres de familia

de las instituciones recibirán una charla con los resultados de la investigación junto

con una capacitación para fortalecer sus habilidades parentales teniendo en cuenta

la evidencia arrojada por la investigación y los antecedentes encontrados en el

rastreo de artículos científicos.

Los resultados de la investigación permiten contar con información

actualizada y validada en el contexto que permite sumar evidencia para crear

procesos de acompañamiento eficaces a padres, tanto en el ambiente clínico como

en el ambiente educativo. Aunque hay un compromiso adquirido con los colegios y

padres que participaron de la investigación, no solo ellos se verán beneficiados. A

través de conferencias, artículos en revistas comerciales y folletos, los padres y

profesionales de la salud podrán tener acceso a este conocimiento y usarlo en

beneficio de los niños.

12. Referencias bibliograficas

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97

13. Anexos

Anexo 1. Variables sociodemográficas

Código de
identificación

Conducta parental, comportamiento prosocial y/o agresivo en niños y niñas


con edades entre los 8 y 11 años escolarizados en colegios privados del
municipio de Envigado.

Fecha: ________________________Nombre de la Institución


Educativa:_______________________________
Los cuestionarios serán diligenciados por: Padre ___ Madre___ (Recuerde elegir
solo una opción)
VARIABLES DEMOGRÁFICAS
Por favor diligenciar el siguiente formato, marcando con una X las respuestas:

Sexo niño(a): Edad del niño(a):

Femenino 8
Masculino 9
10
11

Grado escolar del niño(a): Estado civil


padre/madre:
2° Soltero(a)
3° Unión libre
4° Casado(a)
5° Divorciado(a)
Viudo (a)

Ocupación padre/madre: Estrato


socioeconómico:

Estudiante 1
Empleado 2
Independiente 3
Hogar 4
Jubilado 5
Desempleado 6
98

Escolaridad padre/madre:
Ninguna
Básica Primaria
Básica Secundaria
Técnica
Profesional
Posgrado
99

Anexo 2. Cuestionario sobre conductas parentales Versión padres

Código de
identificación

CUESTIONARIO SOBRE CONDUCTAS PARENTALES


VERSION PADRES

INSTRUCCIONES: a continuación encontrará unas frases sobre diferentes aspectos


de la crianza de los hijos. Por favor lea atentamente cada afirmación y califique de 1
a 4 su respuesta de acuerdo con sus propias costumbres respecto de su hijo/a.
Tenga en cuenta la siguiente escala para su respuesta:

1= Nunca
2= Pocas veces
3= Muchas veces
4= Siempre

Información importante: recuerde que el cuestionario debe ser diligenciado por el


padre o la madre que comparta mayor tiempo con el niño(a) y por lo tanto, este más
implicado en sus actividades cotidianas. Es importante que comprenda que no hay
respuestas buenas o malas, solo esperamos su completa sinceridad para que los
resultados de la investigación sean válidos. No olvide diligenciar la información por
delante y por detrás de la hoja.

Muchas veces
Pocas veces
ACERCA DE SUS CONDUCTAS COMO PADRE O MADRE,
Usted…

Siempre
Nunca

1. Le tiene un horario fijo a su hijo(a) para acostarse. 1 2 3 4


2. Le tiene a su hijo(a) un horario fijo para las comidas y las tareas. 1 2 3 4
3. Supervisa los programas de televisión que ve su hijo(a). 1 2 3 4
4. Tiene que recordarle a su hijo(a) lo que tiene que hacer. 1 2 3 4
5. Felicita a su hijo(a) cuando se porta bien. 1 2 3 4
6. Pone de ejemplo a su hijo(a) para otros niños. 1 2 3 4
7. Le explica a su hijo(a) que castigo le dará y por qué razón. 1 2 3 4
8. Amenaza a su hijo(a) con castigos para que se porte bien. 1 2 3 4
9. Le dice a su hijo(a) que es un apersona valiosa para usted. 1 2 3 4
10. Toma las decisiones sobre lo que su hijo(a) debe hacer. 1 2 3 4
100

11. Vigila constantemente a su hijo(a). 1 2 3 4


12. Premia a su hijo(a) cuando se porta bien. 1 2 3 4
13. Castiga físicamente (golpes, palmadas) a su hijo(a). 1 2 3 4
14. Dedica tiempo para jugar con su hijo(a). 1 2 3 4
15. Consiente o mima a su hijo(a) después de haberlo castigado. 1 2 3 4
16. Permite que su hijo(a) le tire cosas o le pegue. 1 2 3 4
17. Le quita a su hijo(a) algo que le gusta como forma de castigo. 1 2 3 4
18. Se contradice en las normas que le pone a su hijo(a). 1 2 3 4
19. Permite que su hijo(a) decida sobre hacer o no las tareas 1 2 3 4
escolares.
20. Le expresa cariño a su hijo(a) con palabras o acciones. 1 2 3 4
21. Cumple las amenazas que le hace a su hijo(a). 1 2 3 4
22. Deja de hablarle a su hijo(a) cuando esta disgustado con él (ella). 1 2 3 4

Pocas veces
ACERCA DE LAS CONDUCTAS DE SU HIJO (HIJA):

Siempre
Muchas
Nunca

veces
23. Obedece las órdenes que usted le da. 1 2 3 4
24. Lo imita a usted en muchas cosas. 1 2 3 4
25. Es grosero (a) con usted cuando él / ella está de mal genio. 1 2 3 4
26. Le contesta mal cuando usted lo/la regaña. 1 2 3 4
27. Le demuestra cariño a usted (le dice que lo quiere, lo consiente). 1 2 3 4
28. Conoce bien las normas sobre el comportamiento. 1 2 3 4
29. Permanece mucho tiempo solo. 1 2 3 4
30. Le cuenta sobre sus actividades diarias. 1 2 3 4
31. Le dice mentiras sobre lo que ha hecho. 1 2 3 4
32. Colabora con agrado en las labores domésticas. 1 2 3 4
33. Exige poder tomar sus propias decisiones. 1 2 3 4
34. Se queja de falta de atención de su parte. 1 2 3 4
101

Anexo 3. Cuestionario conductas parentales para niños

Código de
identificación

CUESTIONARIO CONDUCTAS PARENTALES PARA NIÑOS

INSTRUCCIONES: A continuación encontrarás unas frases sobre las conductas que


tienen los papás o las mamás con sus hijos. Por favor lee atentamente cada frase y
elige tu respuesta de 1 a 4 pensando en lo que tú _______________ hace contigo.
Marca con una X el número que elegiste de acuerdo a la siguiente escala:

1: Nunca
2: Pocas veces
3: Muchas veces

4: Siempre o casi siempre


¡Recuerda contestar con sinceridad!

Muchas veces
Pocas veces

Siempre
Nunca

1. Me tiene un horario para acostarme. 1 2 3 4


2. Me explica bien cómo debo comportarme. 1 2 3 4
3. Me vigila en todo lo que hago. 1 2 3 4
4. Me tiene un horario para las tareas. 1 2 3 4
5. Me dice que castigo tendré si me porto mal. 1 2 3 4
6. Me castiga o me regaña sin razón. 1 2 3 4
7. Se queja mucho de mí. 1 2 3 4
8. Me da premios cuando me porto bien. 1 2 3 4
9. Me repite mucho lo que tengo que hacer – me cantaletea. 1 2 3 4
10. Me dice que soy importante para él / ella. 1 2 3 4
11. Me compara con otros niños o niñas. 1 2 3 4
102

El cuestionario continúa, sigue respondiendo las preguntas detrás de la hoja.

Muchas veces
Pocas veces

Siempre
Nunca
12. No permite que yo hable cuando está de mal genio. 1 2 3 4
13. Dedica tiempo para estar conmigo. 1 2 3 4
14. Me quita lo que más me gusta para castigarme. 1 2 3 4
15. Cuando esta bravo/a no me habla. 1 2 3 4
16. Me exige mucho en el estudio. 1 2 3 4
17. Me felicita cuando me porto bien. 1 2 3 4
18. Me golpea con cosas – correa, palos, cables, chancletas… 1 2 3 4
19. Se contradice en las órdenes que me da. 1 2 3 4
20. Me dice que me quiere. 1 2 3 4
21. Deja que yo le conteste mal cuando me regaña. 1 2 3 4
22. No me deja decidir sobre lo que quiero hacer. 1 2 3 4
23. Me pega con las manos cuando me castiga por algo. 1 2 3 4
24. Deja que yo mire los programas de televisión que quiero. 1 2 3 4
25. Tiene en cuenta mis explicaciones cuando me regaña. 1 2 3 4
26. No me pone atención. 1 2 3 4
27. Me ofende o me insulta cuando me regaña. 1 2 3 4
28. Demuestra que me tiene confianza. 1 2 3 4
103

Anexo 4. COPRAG Padres

Código de identificación

CUESTIONARIO PARA EVALUACION DE CONDUCTAS EN NIÑOS Y NIÑAS EN


EDAD ESCOLAR

COPRAG

VERSION PADRES

Instrucciones: en la siguiente página encontrará una serie de frases que describen


diferentes situaciones o conductas y quisiéramos que empleando los números
localizados en la parte derecha de cada frase, nos indique para cada una, cuál de
las opciones de la siguiente tabla se aproxima más a lo que usted ha observado
sobre su hijo(a) con relación a esta conducta: la conducta se presenta u ocurre
Nunca, Algunas veces, Casi siempre. Cada opción está representada por un
número que se deberá emplear para responder colocando una equis (X) sobre él, tal
como se ilustra en el siguiente ejemplo, recuerde contestar con sinceridad, de sus
respuestas depende que los resultados del estudio sean válidos. No olvide
diligenciar la información por delante y por detrás de la hoja.

Algunas

siempre
Nunca

veces
Casi
1. Practica deportes 1 2 3
Algunas

siempre
Nunca

veces
Casi

1. Destruye sus propias cosas 1 2 3


2. Ayuda a quien se ha golpeado 1 2 3
3. Se mete en muchas peleas 1 2 3
4. Se ofrece para arreglar desordenes 1 2 3
Destruye (romper, derribar o pisar voluntariamente) objetos
5. 1 2 3
que pertenecen a su familia u otros niños(as)
6. Si hay un alegato o pelea trata de detenerla 1 2 3
7. Dice mentiras, hace trampa 1 2 3
Ofrece ayuda a otros niños o niñas (amigos o hermanos)
8. 1 2 3
cuando tienen dificultades con una labor
104

Algunas

siempre
Nunca

veces
Casi
Cuando otro niño(a) accidentalmente le golpea, asume que
9. 1 2 3
este quiso hacerle daño y reacciona con rabia y pelea
10. Ataca físicamente a las personas 1 2 3
11 Consuela a otros niños que estén llorando o tristes 1 2 3
12. Amenaza con gestos o palabras a otros(as) 1 2 3
Espontáneamente ayuda a recoger objetos que otros
13. 1 2 3
niños(as) han dejado caer. Ejemplo: lápices, cuadernos, etc.
Es cruel, abusivo(a) o malvado(a) con otras personas o con
14. 1 2 3
los animales
15. Patea, muerde o golpea a otros niños(a) 1 2 3
16. Invita a observadores a participar en juegos 1 2 3
Toma objetos de otros niños sin su permiso. (Apropiación,
ruptura de objetos o juegos cuando un niño(a) quita a
17. 1 2 3
otro(a)-bien de su mano o de su espacio-un objeto que está
usando y que no es de ofrecido)
18. Ayuda a otros niños(as) que se sienten mal 1 2 3
19. Imita el llanto de otros niños(as) 1 2 3
20. Elogia el trabajo de niños(as) menos hábiles 1 2 3
21. Se ríe de los errores de otros niños(as) 1 2 3
22. Intenta calmar a los niños(as) cuando están agresivos(as) 1 2 3
23. Se ríe de las limitaciones o defectos de otros niños(as) 1 2 3
24. Comparte sus pertenencias con otros niños(as) 1 2 3
25. Daña juegos u actividades de los otros 1 2 3
105

Anexo 5. COPRAG Profesores

Código de identificación

CUESTIONARIO PARA EVALUACION DE CONDUCTAS EN NIÑOS Y NIÑAS EN


EDAD ESCOLAR

COPRAG

VERSION PROFESORES

Instrucciones: en la siguiente página encontrará una serie de frases que describen


diferentes situaciones o conductas y quisiéramos que empleando los números
localizados en la parte derecha de cada frase, nos indique para cada una, cuál de
las opciones de la siguiente tabla se aproxima más a lo que usted ha observado
sobre el/la estudiante con relación a esta conducta: la conducta se presenta u ocurre
Nunca, Algunas veces, Casi siempre. Cada opción está representada por un
número que se deberá emplear para responder colocando una equis (X) sobre él, tal
como se ilustra en el siguiente ejemplo, recuerde contestar con sinceridad, de sus
respuestas depende que los resultados del estudio sean válidos. No olvide
diligenciar la información por delante y por detrás de la hoja.

Algunas

siempre
Nunca

veces
Casi
1. Practica deportes 1 2 3
Algunas

siempre
Nunca

veces
Casi

1. Destruye sus propias cosas 1 2 3


2. Ayuda a quien se ha golpeado 1 2 3
3. Se mete en muchas peleas 1 2 3
4. Se ofrece para arreglar desordenes 1 2 3
Destruye (romper, derribar o pisar voluntariamente) objetos
5. 1 2 3
que pertenecen a su familia u otros niños(as)
6. Si hay un alegato o pelea trata de detenerla 1 2 3
7. Dice mentiras, hace trampa 1 2 3
106

Ofrece ayuda a otros niños o niñas (amigos o hermanos)


8. 1 2 3
cuando tienen dificultades con una labor

s veces
Alguna

siempr
Nunca

Casi

e
Cuando otro niño(a) accidentalmente le golpea, asume que
9. 1 2 3
este quiso hacerle daño y reacciona con rabia y pelea
10. Ataca físicamente a las personas 1 2 3
11 Consuela a otros niños que estén llorando o tristes 1 2 3
12. Amenaza con gestos o palabras a otros(as) 1 2 3
Espontáneamente ayuda a recoger objetos que otros
13. 1 2 3
niños(as) han dejado caer. Ejemplo: lápices, cuadernos, etc.
Es cruel, abusivo(a) o malvado(a) con otras personas o con
14. 1 2 3
los animales
15. Patea, muerde o golpea a otros niños(a) 1 2 3
16. Invita a observadores a participar en juegos 1 2 3
Toma objetos de otros niños sin su permiso. (Apropiación,
ruptura de objetos o juegos cuando un niño(a) quita a
17. 1 2 3
otro(a)-bien de su mano o de su espacio-un objeto que está
usando y que no es de ofrecido)
18. Ayuda a otros niños(as) que se sienten mal 1 2 3
19. Imita el llanto de otros niños(as) 1 2 3
20. Elogia el trabajo de niños(as) menos hábiles 1 2 3
21. Se ríe de los errores de otros niños(as) 1 2 3
22. Intenta calmar a los niños(as) cuando están agresivos(as) 1 2 3
23. Se ríe de las limitaciones o defectos de otros niños(as) 1 2 3
24. Comparte sus pertenencias con otros niños(as) 1 2 3
25. Daña juegos u actividades de los otros 1 2 3
107

Anexo 6. Consentimiento informado representante legal de menores de edad

Código de
identificación

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
CONSENTIMIENTO INFORMADO
(Representante legal de menores de edad)

Nombre del niño(a) participante


________________________________________________________________
Fecha_______________________
Lugar__________________________________________________________

Su hijo(a) ha sido invitado con previa autorización de la institución educativa a


participar en un estudio titulado “Conducta parental, comportamiento prosocial y/o
agresivo en niños y niñas con edades entre los 8 y 11 años escolarizados en
colegios privados del municipio de Envigado.” Es importante aclarar que los
participantes de la investigación fueron seleccionados al azar, por lo tanto no todos
los niños y niñas de la institución educativa a la que usted pertenece participarán de
la investigación.

¿Para qué se está haciendo esta investigación?


Esta investigación se lleva a cabo por el interés de identificar y conocer que
conductas de los padres pueden estar asociadas a comportamientos prosociales y/o
agresivos en niños y niñas de 8 a 11 años de edad. Los comportamientos
prosociales son aquellos que buscan beneficiar a otros, mientras los
comportamientos agresivos buscan afectar a los demás. Si logramos identificar que
conductas de los padres están asociadas a los comportamientos prosociales y/o
agresivos podremos promover estrategias de prevención e intervención enfocadas a
que los padres comprendan las implicaciones de sus conductas sobre el
comportamiento de sus hijos y puedan modificarlas o fortalecerlas en caso de ser
necesario.

¿En qué consiste la participación?


La participación de su hijo(a) es voluntaria y consiste en que él/ella responda un
cuestionario en el que se indaga sobre las conductas que usted como padre/madre
implementa en el proceso de crianza de su hijo(a). El cuestionario contiene 28
preguntas y la duración de la aplicación es relativa, aproximadamente entre 10 y 15
minutos.

Su hijo(a) aún no conoce los objetivos de la investigación ni en qué consiste su


participación, pero posterior a su autorización como representante legal, le será
108

entregada a su hijo(a) toda la información de forma verbal y corroboraremos el


deseo de su hijo(a) a participar o no de la investigación por medio de un formato que
él/ella diligenciará. En caso de que su hijo(a) acceda a participar, los cuestionarios
serán diligenciados dentro de la institución educativa, en el horario escolar, sin
perjuicio a su desempeño académico y con el acompañamiento de los
investigadores y del personal de la institución.

¿Tiene algún riesgo?


La participación no tiene para su hijo(a) ningún riesgo a nivel físico ni psicológico; no
obstante, debido a que se indaga por aspectos de la crianza puede presentarse
algún nivel de incomodidad al responder los cuestionarios, momento en el cual si su
hijo(a) lo requiere puede recibir apoyo en ese momento.

¿Y cuáles son las condiciones de la participación de mi hijo(a) en esta


investigación?
La participación en este estudio es completamente voluntaria. Su hijo(a) tiene plena
libertad para abstenerse de responder total o parcialmente las preguntas que le sean
formuladas y a terminar su colaboración cuando lo estime conveniente.
Los investigadores nos comprometemos a garantizar la privacidad y anonimato de
los participantes en el estudio. En ningún momento se revelará el nombre de su
hijo(a) ni otra información que permitiera su identificación.

Los fines de la presente investigación son eminentemente académicos y


profesionales y no tienen ninguna pretensión económica. Por tal motivo, la
colaboración de los participantes es totalmente voluntaria y no tiene ningún tipo de
contraprestación económica ni de otra índole. Sin embargo, la investigadora se
compromete a brindar una devolución de los resultados generales a la institución
educativa junto con una charla informativa a los padres de familia.

Usted podrá solicitar la información que considere necesaria con relación a los
propósitos, procedimientos, instrumentos de recopilación de datos y cualquier otra
información sobre la investigación, cuando lo estime conveniente.

Los investigadores se comprometen a clarificar oportunamente cualquier duda sobre


la investigación que usted tenga. Para esto usted podrá comunicarse con Laura
Gomezcáceres Arroyave, investigadora principal a los teléfonos 5889000-
3017549663 o al correo electrónico eretzlaura@hotmail.com o con Liliana Alvarán
Flores, asesora del proyecto de investigación al teléfono 3103730360 o al correo
electrónico lalvaran@ces.edu.co

Si usted ha leído y entendido completamente este documento y está de acuerdo con


la participación de su hijo(a) en este estudio por favor firme abajo. Si tiene alguna
pregunta o inquietud por favor háganoslo saber antes de firmar.
109

¡Muchas gracias por su valiosa participación!

NOMBRE DEL DOCUMENTO DE FIRMA O HUELLA


REPRESENTANTE LEGAL IDENTIFICACIÓN

Testigo (Los testigos serán personas de la institución educativa quienes darán


cuenta de que la información fue enviada y avalada por usted)

Observé el proceso de consentimiento. El potencial participante, leyó este formato (o


le ha sido leído), tuvo oportunidad de hacer preguntas, estuvo conforme con las
respuestas y firmó (o colocó su huella digital) para ingresar al estudio.

NOMBRE DEL DOCUMENTO DE FIRMA O DIRECCIÓN


TESTIGO IDENTIFICACIÓN HUELLA

Investigador
Doy fe que toda la información consignada en este documento es veraz y asumo la
responsabilidad por los compromisos adquiridos. Asimismo, dejo constancia que la
copia de este documento ha sido entregada al participante, con las firmas
correspondientes.

NOMBRE DEL DOCUMENTO DE FIRMA


INVESTIGADOR IDENTIFICACIÓN
Laura Gomezcaceres Arroyave 52985449
110

Anexo 7. Consentimiento informado padres

Código de
identificación

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
CONSENTIMIENTO INFORMADO
Padres

Nombre del padre o madre


participante__________________________________________________________
Fecha____________________
Lugar_____________________________________________________________

Usted ha sido invitado con previa autorización de la institución educativa a participar


en un estudio titulado “Conducta parental, comportamiento prosocial y/o agresivo en
niños y niñas con edades entre los 8 y 11 años escolarizados en colegios privados
del municipio de Envigado.” Es importante aclarar que los participantes de la
investigación fueron seleccionados al azar, por lo tanto no todos los padres de la
institución educativa a la que usted pertenece participarán de la investigación.

¿Para qué se está haciendo esta investigación?


Esta investigación se lleva a cabo por el interés de identificar y conocer que
conductas de los padres pueden estar asociadas a comportamientos prosociales y/o
agresivos en niños y niñas de 8 a 11 años de edad. Los comportamientos
prosociales son aquellos que buscan beneficiar a otros, mientras los
comportamientos agresivos buscan afectar a los demás. Si logramos identificar que
conductas de los padres están asociados a los comportamientos prosociales y/o
agresivos podremos promover estrategias de prevención e intervención enfocadas a
que los padres comprendan las implicaciones de sus conductas sobre el
comportamiento de sus hijos y puedan modificarlas o fortalecerlas en caso de ser
necesario.

¿En qué consiste mi participación?


Su participación en este estudio es voluntaria y consiste en responder unos
cuestionarios en los que se indaga sobre las conductas que usted como
padre/madre implementa en el proceso de crianza de su hijo(a) y sobre la presencia
de comportamientos prosociales y/o agresivos que pueda presentar su hijo(a).

Los cuestionarios contienen entre 25 y 35 preguntas, deben ser diligenciados por el


padre o madre que comparta mayor tiempo con el niño(a) y que a su vez, este más
implicado en sus actividades cotidianas. La duración de la aplicación es relativa,
aproximadamente entre 15 y 30 minutos para el total de cuestionarios. Una vez
111

usted conozca en detalle de qué se trata su participación y si está de acuerdo en


continuar, diligenciará los cuestionarios que han sido enviados a su domicilio.

¿Mi participación en este estudio tiene algún riesgo?


Esta evaluación no tiene para usted ningún riesgo a nivel físico ni psicológico; no
obstante, debido a que se indaga por aspectos personales de su vida como padre y
algunas conductas de su hijo(a) es posible que manifieste algún nivel de
incomodidad al responder lo cuestionarios. Si considera que no puede responder
estas preguntas y requiere acompañamiento puede comunicarse con el investigador
principal.

¿Y cuáles son las condiciones de mi participación en este estudio?


Su participación en esta investigación es completamente voluntaria. Usted tiene
plena libertad para abstenerse de responder total o parcialmente las preguntas que
le sean formuladas y a terminar su colaboración cuando lo estime conveniente.

Los investigadores nos comprometemos a garantizar la privacidad y anonimato de


los participantes en el estudio. En ningún momento se revelará su nombre ni otra
información que permitiera su identificación. Si accede en diligenciar los
cuestionarios le solicitamos enviarlos de vuelta al colegio dentro del sobre sellado.
Los cuestionarios cuentan con un código de identificación, motivo por el cual sus
datos personales solo serán consignados en el consentimiento informado.

Los fines de la presente investigación son eminentemente académicos y


profesionales y no tienen ninguna pretensión económica. Por tal motivo, la
colaboración de los participantes es totalmente voluntaria y no tiene ningún tipo de
contraprestación económica ni de otra índole. Sin embargo, la investigadora se
compromete a brindar una devolución de los resultados generales a la institución
educativa junto con una charla informativa a los padres de familia.

Usted podrá solicitar la información que considere necesaria con relación a los
propósitos, procedimientos, instrumentos de recopilación de datos y cualquier otra
información sobre la investigación, cuando lo estime conveniente.

Los investigadores se comprometen a clarificar oportunamente cualquier duda sobre


la investigación que usted tenga. Para esto usted podrá comunicarse con Laura
Gomezcáceres Arroyave, investigadora principal a los teléfonos 5889000-
3017549663 o al correo electrónico eretzlaura@hotmail.com o con Liliana Alvarán
Flores, asesora del proyecto de investigación al teléfono 3103730360 o al correo
electrónico lalvaran@ces.edu.co
112

Si usted ha leído y entendido completamente este documento y está de acuerdo con


la participación en este estudio por favor firme abajo. Si tiene alguna pregunta o
inquietud por favor háganoslo saber antes de firmar.

¡Muchas gracias por su valiosa participación!

NOMBRE DEL PARTICIPANTE DOCUMENTO DE FIRMA O HUELLA


IDENTIFICACIÓN

Testigo (Los testigos serán personas de la institución educativa quienes darán


cuenta de que la información fue enviada y avalada por usted)

Observé el proceso de consentimiento. El potencial participante, leyó este formato (o


le ha sido leído), tuvo oportunidad de hacer preguntas, estuvo conforme con las
respuestas y firmó (o colocó su huella digital) para ingresar al estudio.

NOMBRE DEL DOCUMENTO DE FIRMA O DIRECCIÓN


TESTIGO IDENTIFICACIÓN HUELLA

Investigador
Doy fe que toda la información consignada en este documento es veraz y asumo la
responsabilidad por los compromisos adquiridos. Así mismo dejo constancia que la
copia de este documento ha sido entregada al participante, con las firmas
correspondientes.
NOMBRE DEL DOCUMENTO DE FIRMA
INVESTIGADOR IDENTIFICACIÓN
Laura Gomezcáceres Arroyave 52985449
113

Anexo 8. Consentimiento informado profesores

Código de
identificación

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
CONSENTIMIENTO INFORMADO
Profesores

Nombre del profesor(a)


participante__________________________________________________________
___
Fecha__________________________________
Lugar_______________________________________________

Usted ha sido invitado con previa autorización de la institución educativa a participar


en un estudio titulado “Conducta parental, comportamiento prosocial y/o agresivo en
niños y niñas con edades entre los 8 y 11 años escolarizados en colegios privados
del municipio de Envigado.” Es importante aclarar que los participantes de la
investigación fueron seleccionados al azar, por lo tanto no todos los estudiantes de
institución educativa a la que usted pertenece participarán de la investigación.

¿Para qué se está haciendo esta investigación?


Esta investigación se lleva a cabo por el interés de identificar y conocer que
conductas de los padres pueden estar asociadas a comportamientos prosociales y/o
agresivos en niños y niñas de 8 a 11 años de edad. Los comportamientos
prosociales son aquellos que buscan beneficiar a otros, mientras los
comportamientos agresivos buscan afectar a los demás. Si logramos identificar que
conductas de los padres están asociados a los comportamientos prosociales y/o
agresivos podremos promover estrategias de prevención e intervención enfocadas a
que los padres comprendan las implicaciones de sus conductas sobre el
comportamiento de sus hijos y puedan modificarlas o fortalecerlas en caso de ser
necesario.

¿En qué consiste mi participación?


Su participación en este estudio es voluntaria y consiste en responder un
cuestionario por estudiante, para lo cual usted podrá diligenciar un máximo de 12
cuestionarios, en los cuales se indaga sobre la presencia de comportamientos
prosociales y/o agresivos que pueda presentar los estudiantes que participan de
esta investigación. El cuestionario contiene 25 preguntas y la duración de la
aplicación es relativa, aproximadamente entre 5 y 10 minutos por cuestionario.
114

¿Mi participación en este estudio tiene algún riesgo?


Esta evaluación no tiene para usted ningún riesgo a nivel físico ni psicológico.

¿Y cuáles son las condiciones de mi participación en este estudio?


Su participación en esta investigación es completamente voluntaria. Usted tiene
plena libertad para abstenerse de responder total o parcialmente las preguntas que
le sean formuladas y a terminar su colaboración cuando lo estime conveniente.

Los investigadores nos comprometemos a garantizar la privacidad y anonimato de


los participantes en el estudio. En ningún momento se revelará su nombre ni otra
información que permitiera su identificación. Si accede en diligenciar los
cuestionarios le solicitamos entregarlos de vuelta al departamento de
psicopedagogía en un sobre sellado para que luego sean entregados al investigador
principal. Los cuestionarios cuentan con un código de identificación, motivo por el
cual sus datos personales solo serán consignados en el consentimiento informado.

Los fines de la presente investigación son eminentemente académicos y


profesionales y no tienen ninguna pretensión económica. Por tal motivo, la
colaboración de los participantes es totalmente voluntaria y no tiene ningún tipo de
contraprestación económica ni de otra índole. Sin embargo, la investigadora se
compromete a brindar una devolución de los resultados generales a la institución
educativa junto con una charla informativa a los padres de familia.

Usted podrá solicitar la información que considere necesaria con relación a los
propósitos, procedimientos, instrumentos de recopilación de datos y cualquier otra
información sobre la investigación, cuando lo estime conveniente.

Los investigadores se comprometen a clarificar oportunamente cualquier duda sobre


la investigación que usted tenga. Para esto usted podrá comunicarse con Laura
Gomezcáceres Arroyave, investigadora principal a los teléfonos 5889000-
3017549663 o al correo electrónico eretzlaura@hotmail.com o con Liliana Alvarán
Flores, asesora del proyecto de investigación al teléfono 3103730360 o al correo
electrónico lalvaran@ces.edu.co

Si usted ha leído y entendido completamente este documento y está de acuerdo con


la participación en este estudio por favor firme abajo. Si tiene alguna pregunta o
inquietud por favor háganoslo saber antes de firmar.

¡Muchas gracias por su valiosa participación!

NOMBRE DEL PARTICIPANTE DOCUMENTO DE FIRMA O HUELLA


IDENTIFICACIÓN
115

Testigo (Los testigos serán personas de la institución educativa quienes darán


cuenta de que la información fue enviada y avalada por usted)

Observé el proceso de consentimiento. El potencial participante, leyó este formato (o


le ha sido leído), tuvo oportunidad de hacer preguntas, estuvo conforme con las
respuestas y firmó (o colocó su huella digital) para ingresar al estudio.

NOMBRE DEL DOCUMENTO DE FIRMA O DIRECCIÓN


TESTIGO IDENTIFICACIÓN HUELLA

Investigador
Doy fe que toda la información consignada en este documento es veraz y asumo la
responsabilidad por los compromisos adquiridos. Así mismo dejo constancia que la
copia de este documento ha sido entregada al participante, con las firmas
correspondientes.

NOMBRE DEL DOCUMENTO DE FIRMA


INVESTIGADOR IDENTIFICACIÓN
Laura Gomezcáceres Arroyave 52985449
116

Anexo 9. Asentimiento a menores de edad

FACULTAD DE PSICOLOGIA
ASENTIMIENTO
(Menores de edad)

Los siguientes aspectos serán explicados en un lenguaje apto para la comprensión


de niños y niñas:

Los niños y niñas serán informados verbalmente sobre el nombre y el significado de


la investigación denominada “Conducta parental, comportamiento prosocial y/o
agresivo en niños y niñas con edades entre los 8 y 11 años escolarizados en
colegios privados del municipio de Envigado.” Se les explicara que los participantes
fueron elegidos por sorteo y por esa razón no todos fueron invitados a participar.

¿Para qué se está haciendo esta investigación?


En este apartado les explicaremos que es la conducta parental, que es el
comportamiento prosocial y agresivo y el interés por observar si están asociados
entre sí, también les explicaremos que el objetivo es poder identificar si estos
factores están asociados para ayudarles a los padres a modificar o fortalecer
conductas en favor de sus hijos.

¿En qué consiste la participación?


En este punto les explicaremos que su participación es completamente voluntaria y
que consiste en diligenciar un cuestionario de 28 preguntas, con una duración
aproximada de 10 a 15 minutos, en las cuales se pregunta sobre las conductas de
sus padres frente a la disciplina, las normas y el afecto.

¿Tiene algún riesgo?


Les explicaremos que el único riesgo que se puede presentar es que se sientan
incomodos respondiendo las preguntas y en caso de requerir ayuda o querer parar,
pueden hacerlo sin ningún problema.

¿Y cuáles son las condiciones de la participación en esta investigación?


Se aclarará nuevamente que la participación es voluntaria y por lo tanto tienen plena
liberta de para abstenerse de responder total o parcialmente las preguntas que le
sean formuladas y a terminar su colaboración cuando lo estimen conveniente.
117

Les explicaremos que su privacidad y anonimato están garantizados, además de


clarificar que no hay ningún premio o recompensa por participar en la investigación.

Los incentivaremos a preguntar ya sea pública o privadamente si tienen dudas con


respecto a la investigación. Por ultimo entregaremos un formato para que los niños y
niñas dejen constancia escrita de su deseo a participar o no participar de la
investigación.

Código de
identificación

ASENTIMIENTO

INVESTIGACION
“Conducta parental, comportamiento prosocial y/o agresivo en niños y niñas con
edades entre los 8 y 11 años escolarizados en colegios privados del municipio de
Envigado.”

Yo __________________________________________________________ fui
informado(a) sobre esta investigación y me explicaron para qué y por qué la hacen,
así como lo que debo hacer si quiero participar.

¿Quiero participar de esta investigación? Sí ___ No ____


¡Recuerda que la decisión de participar es solo tuya!
118

Anexo 10. Cuestionario valoración razonamiento, entendimiento y lógica

CUESTIONARIO

VALORACION RAZONAMIENTO, ENTENDIMIENTO Y LOGICA

INSTRUCCIONES: A continuación encontrarás unas frases sobre las conductas que


tienen los papás o las mamás con sus hijos. Por favor lee atentamente cada frase y
elige tu respuesta de 1 a 4 pensando en lo que tú _______________ hace contigo.
Marca con una X el número que elegiste de acuerdo a la siguiente escala:

1: Nunca
2: Pocas veces
3: Muchas veces
4: Siempre o casi siempre
¡Recuerda contestar con sinceridad!

Siempre
Muchas
Nunca

Pocas
veces

veces
1. Me ayuda a hacer mis tareas. 1 2 3 4
2. Me regaña si hago algo mal. 1 2 3 4
3. Revisa si me lavo los dientes en la noche. 1 2 3 4
4. Me dice que me ama. 1 2 3 4

Posterior al diligenciamiento del cuestionario se le pedirá que exprese lo que


comprendió de las preguntas realizadas y los criterios para seleccionar la respuesta.
119

Anexo 11. Cuestionario valoración capacidad de decisión

CUESTIONARIO

VALORACIÓN CAPACIDAD DE DECISIÓN

1. Tu mejor amigo(a) quiere que le regales tu dulce favorito, pero tú no quieres


hacerlo porque te lo quieres comer tú. ¿Qué harías y por qué?
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________

2. Un compañero del salón quiere que busques en el morral de otra persona para
sacar unos colores sin su permiso. ¿Qué harías y por qué?
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________
________________________________________________________________

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