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Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Sistema de Información Científica

Beller, Walter
Teorías en tensión: Sujeto y subjetividad
Reencuentro, núm. 65, diciembre, 2012, pp. 30-37
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34024824005

Reencuentro,
ISSN (Versión impresa): 0188-168X
cuaree@correo.xoc.uam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco
México

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www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Teorías en tensión:
Sujeto y subjetividad
walter beller*

Resumen ABSTRACT
En este trabajo se presentan distintas concepciones sobre el Different conceptions about subject and subjectivity are
sujeto y la subjetividad. Se presenta al sujeto del racionalismo explored. The subject of rationalism (as universal subject), the
(entendido como sujeto universal), el sujeto en la dialéctica constructivist dialectic subject, as well as fundamental criticisms
constructiva, así como críticas fundamentales y recientes versio- and recent versions about subjectivity and subjectivization in
nes sobre la subjetividad y la subjetivización, en diversos espacios different spaces and approximations are presented. An adequate
teóricos y con varias aproximaciones. Se propone una lógica logic to think the subject-objecto-subject transition processes
adecuada para pensar los procesos de transición sujeto-objeto- are proposed to classroom university-academic discussions.
sujeto, y su incorporación en las discusiones académicas univer-
sitarias en el aula.

Palabras clave: Sujeto / Subjetividad / Transición sujeto-objeto- Keywords: Subject / Subjectivity / Subject-object-subject tran-
sujeto / Aula universitaria. sition / University classroom.

El carácter del hombre es su destino.


Heráclito

A pesar de las apariencias, para Freud


el inconciente tiene una lógica estricta.
Cornelius Castoriadis

INTRODUCCIÓN: EL SUJETO Y SU CONOCIMIENTO


En no pocos ámbitos hablamos de y sobre el sujeto: desde el derecho hasta la literatura, desde el psico-
análisis y la psicopatología hasta la teoría de juegos, desde la política hasta la vida amorosa (Badiou,
2008: I), desde la criminología hasta la ética y la comunicación. No obstante, no en todos los casos usa-
mos el término ‘sujeto’ para designar idénticas realidades. Incluso, a veces se manejan dos o más nociones
contrapuestas en un mismo ámbito, lo cual puede dar lugar a suposiciones enteramente confusas. Es por
estos y otros inconvenientes que en el presente escrito queremos confrontar algunos enfoques que están
presentes en el dominio de la epistemología. No vamos a considerar otros campos del tema del sujeto
sino que concentraremos nuestra atención en el campo cognitivo; significa entonces que nos enfocamos
únicamente a un sector de la actividad humana cuyo objetivo es obtener, construir, difundir y utilizar
alguna clase de conocimiento. Visto de esta manera, nuestra disertación sobre el lugar de la subjetividad
en los procesos de conocimiento tiende a encontrar eco en diversas regiones de la metodología de la
investigación social, psíquica y cultural, así como en el terreno de las pedagogías.

* Doctor en Filosofía y Maestro en Teoría Psicoanalítica. Docente del Departamento de Educación y Comunicación, División de Ciencias Sociales y Humanidades,
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
Empiezo con una tesis: más que sujetos, de lo que conocimiento se entiende como todo aquello que
podemos discutir es de diferentes teorías de la sub- puede ser materia de conocimiento o de la sensibi-
jetividad o teorías del sujeto. Dichas teorías se pre- lidad por parte del sujeto. A pesar de que la versión
sentan en varios ejes de oposición-diferenciación. Y típica reconoce la interrelación entre ellos, siempre
puesto que son dos los más recurrentes, la oposición termina por enfatizar que el fin del conocimiento es
individuo/sujeto y la de sujeto-objeto, parece obli- la objetividad ­–tesis correcta, pero hay varios mati-
gado iniciar con ellas. ces que habrá que considerar­–. En todo caso, nunca
El término sujeto no es adecuadamente aplicable falta la reiteración de que los procesos estudiados
a los individuos o entes singulares. Es común el por las ciencias son objetivos, y es en este punto
equívoco que considera que un individuo cualquiera cuando se suele repetir que lo objetivo no depen-
puede ser denominado como sujeto. Sin embargo, de de las sensaciones, ni tampoco de la conciencia,
cuando se emplea dicha sinonimia se puede caer en el pensamiento, las pasiones o la voluntad de los su-
un error categorial, ya que las ciencias no se ocupan jetos que los conocen. La cuestión es entonces: ¿qué
de los individuos singulares sino de éstos en tanto papel realmente desempeña el sujeto en el conoci-
que son investigados bajo determinadas condiciones. miento, ya que al final queda suprimido en aras de la
Con todo, la distinción no siempre erige una barrera objetividad? Inclusive, como veremos más adelante,
infranqueable. (Kelsen hablaba del sujeto de derecho hay varias posiciones concurrentes en el anhelo de 30 31
como “un centro de imputación de derechos y obli- suprimir al sujeto en el proceso de conocimiento.
gaciones”, y dicho centro podía ser un individuo o De modo que la versión típica piensa que la ob-
una empresa.) Se puede inquirir sobre momentos jetividad es una propiedad deseable para cualquier
de transición entre el individuo y el sujeto cognos- forma de conocimiento. Esta preferencia suele estar
cente, como se examina más adelante. fincada sobre un parentesco o cercanía del conoci-
Dos ilustraciones distintas muestran el sujeto miento objetivo con la verdad. En efecto, se asume que
precisado en y por la convergencia de ciertas rela- un conocimiento es objetivo bajo la condición de
ciones. En un caso, la lingüística puntualiza la diver- que se adecue con la realidad exterior. Entonces, el
gencia entre el sujeto de la oración y el sujeto lógico conocimiento sería un estado o resultado del sujeto y
de la misma y las separa como categorías sintácticas la objetividad no será sino una adecuación al objeto.
diferentes. (Más adelante se explica una visión distinta Cuando esto ocurre, el conocimiento logrado es a
en la Hermenéutica) Ambas categorías constituyen la vez objetivo y verdadero; o más bien, resultará
lugares en la cadena sintáctica, los cuales pueden ocu- objetivo por ser verdadero.
par o “saturar” los nombres de personas, animales Ahora bien, desde la era moderna podemos distin-
o cosas, sean individuales o genéricas. En otro caso, si guir dos familias de teorías sobre el sujeto: (1) unas
los individuos son entes concretos, hablar de sujetos que reivindican el papel ineluctable, insoslayable del
es comprenderlos bajo determinadas abstracciones sujeto en el proceso de conocimiento; (2) otras que
que –como lo indica la definición de abstracción– defienden la fórmula de que el conocimiento viene
son resultado de haber seleccionado ciertos rasgos a ser un proceso sin sujeto, según célebre fórmula

Reencuentro: Sujeto, subjetividad y Educación Superior / 65 / Diciembre 2012


comunes, dejando de lado otros. Por consiguiente acuñada por Louis Althusser (Althusser, 1967).
y en principio, no es correcta la identificación que se
hace del sujeto con un individuo. Sirva de ejemplo EL SUJETO UNIVERSAL O EN PENSAMIENTO INDUBITABLE
la terminología comúnmente empleada en los tra- René Descartes es reconocido como el introductor
bajos experimentales de psicología: quienes parti- del sujeto en la teoría del conocimiento. Con el car-
cipan como objetos de la experimentación son sujetos tesianismo la relación deja de ser sujeto-predicado
y no individuos; fueron elegidos tomando en cuen- (propia de los juicios lógicos de la silogística y de la
ta ciertos rasgos particulares, justamente aquellos gramática), sino que se abren de par en para las puer-
para hacer unas generalizaciones (La razón de ello tas para dar paso a la relación cognoscitiva sujeto-
es el uso correcto de la inducción metodológica). objeto. El sujeto se presenta en la filosofía cartesiana
Con respecto a la relación sujeto-objeto, se tra- como la condición absoluta de la existencia de las
ta de una relación generalmente aceptada por los representaciones sobre el mundo externo. Sin sujeto
enfoques metodológicos y didácticos más comunes. no hay representaciones, y sin representaciones no
La versión típica –que suele ser acrítica– los presenta hay conocimiento del mundo. Si se suprimiera por
como pares complementarios y necesariamente uni- un momento al sujeto cognoscente, el mundo se
dos. El sujeto es el ente cognoscente y definido por esfumaría pues no habría representación alguna.
su oposición al mundo externo; por ende, el objeto de De modo que el sujeto cognoscente es la condición
fundante del conocimiento. Además, el sujeto carte- y demoledoras, principalmente originadas en el em-
siano es una idea clara y distinta, evidente, incues- pirismo, como veremos más adelante. Sin embargo,
tionable. Descartes podía imaginar que no existe Kant replantea el problema del conocimiento estable-
ningún mundo, que la realidad externa es mera ciendo, como lo apunta desde su Crítica de la Razón
ilusión, como –según él– se presentan los sueños; Pura, que si bien el conocimiento proviene de la
incluso, podía tener la creencia de carecer de cuerpo. experiencia no todo el conocimiento se origina en
Pero no puede, ni siquiera por un momento, imagi- ella. Para dar cuenta de ello emprende un penetran-
nar que él no exista como ser pensante. Aseguraba: te análisis del sujeto cognoscente.
“conocí por ello que yo era una sustancia cuya esencia Si la física moderna ha establecido juicios de or-
y naturaleza toda es pensar, y que no necesita para ser,
den sintético a priori, es decir, juicios que aún sur-
de lugar alguno, ni depende de cosa alguna material”. gidos de la experiencia poseen carácter universal y
(Descartes, 1987: 47) Por consiguiente, el pensar es necesario. Los juicios sintéticos a priori, como pueden
algo de lo que no podemos dudar racionalmente, verse en la ciencia física (“Todo lo que sucede tiene
dado que la duda es ya un tipo de pensamiento: dudar una causa”) y en las matemáticas (“7+5= 12”), deben
que pienso constituye un acto del pensamiento. Es ser explicados. Kant se pregunta: ¿Cómo son posi-
el cogito cartesiano. bles tales juicios? Y para responder recurre al apoyo
Pensar es un verbo y según Descartes supone un de las formas puras de la intuición (el espacio y el
sujeto: el sujeto pensante. Aunque siempre hay que tiempo) o del pensamiento (las categorías del enten-
aclarar que el verbo ‘pensar’ tiene, en el contexto dimiento). El fundamento es el análisis trascendental
de la filosofía cartesiana, un campo semántico am- (Kant, 1980: 58 y passim).
plio, pues no sólo engloba las funciones intelectuales, Kant se vale del método trascendental cuyo pro-
puramente lógicas y matemáticas, sino también la pósito es examinar las condiciones que hacen posi-
sensación, la imaginación, la memoria, los deseos, ble el conocimiento. Estas condiciones se asientan
los sentimientos, las emociones y las pasiones. en el sujeto trascendental, que es la instancia consti-
Por esta razón, Descartes deja en claro que a par- tuyente del conocimiento. No es un sujeto empírico
tir de la primera certeza ­­–el cogito­– el sujeto podría
ni tiene una realidad concreta ni sustancial (como
ser igualmente, según su visión, el sujeto psicológico,la res cogitans de Descartes), pues en todo caso su
centro de pasiones y afectos, de la voluntad y la ima- naturaleza es funcional. El sujeto trascendental es
ginación. Asimismo, el sujeto cartesiano es el sujeto un sujeto universal y constituye un conjunto funcio-
de un concepto de racionalidad que se pretende uni- nal de categorías. En realidad, la presencia del sujeto
versal y es igualmente la base de las estructuras que, no significa otra cosa que la posibilidad del objeto en
con independencia de la experiencia (de los datos cuanto objeto de conocimiento. Nada conoce el suje-
de los sentidos), él impone a la realidad. El sujeto to previamente que no haya de constituir en objeto
universal y racional explica la existencia de las de- de conocimiento. Para conocer un objeto antes debe de
ducciones lógicas y de los teoremas del álgebra, que someterse a las condiciones de posibilidad de toda
el propio Descartes contribuyó para su formulación. experiencia posible (o sea, a las condiciones formales
Por todo lo anterior, Descartes es un filósofo de –a priori– impuestas por la estructura de nuestras
la subjetividad. Al mismo tiempo abrió el campo facultades cognoscitivas). Dada esta dependencia
de la filosofía de la mente y de la problemática del es posible saber a priori alguno de los rasgos que ha Walter Beller, Teorías en tensión: Sujeto y subjetividad, pp. 30-38.
dualismo mente/cuerpo (Heil, 2006, II), que todavía de tener el objeto cuando esté presente ante nosotros,
ronda en algunos espacios universitarios. precisamente los rasgos que penden de dichas con-
Sin embargo, Descartes abolió al sujeto individual diciones (como es el caso del espacio y el tiempo en
(o psicológico) para que siempre reine en su lugar la sensibilidad).
el sujeto universal. “El sujeto de que nos habla Des- Kant propone que en la experiencia cognoscitiva
cartes no es él como sujeto histórico, individual o el sujeto cognoscente es activo. O de manera equi-
psicológico, sino el sujeto universal, el sujeto de la valente: que en el acto de conocimiento el sujeto
ciencia: el ego que piensa, la cosa que piensa, algo cognoscente modifica la realidad conocida. Según
que piensa y cuyo pensamiento es el mismo de todo Kant, podemos entender qué se entiende por el
sujeto racional posible” (Labastida, 2007: 79-80). conocimiento sintético a priori si aceptamos que
las cosas son las que se deben someter a nosotros,
EL SUJETO PURO CONDICIONA EL CONOCIMIENTO en lugar de creer que nosotros nos sometemos a
Sin embargo, la solución cartesiana para dar un las cosas (La célebre “revolución copernicana” en
contenido a la subjetividad enfrentó críticas diversas el conocimiento).
Pero el análisis trascendental nos presenta un que formalizan los lógicos y los matemáticos de ma-
sujeto puro. Jaime Labastida los caracteriza de este nera independiente de los estudios genéticos de la
modo: “[es] el sujeto en estado de absoluta pureza; inteligencia; son construcciones axiomáticas. Por el
por lo tanto, aislado: aislado de los objetos, de los contrario, las estructuras operatorias son la expresión
restantes sujetos, de sí mismo y hasta de su lengua; de la “lógica natural” (no formalizada) de los sujetos,
es, rigor, un sujeto abstracto… el sujeto cartesiano y como tales indican la manera en que “natural-
adquiere el rango de sistema: es un preciso meca- mente”, y en el curso del desarrollo de la inteligencia,
nismo de relojería, que posee niveles y relaciones ellos llegan a pensar y a razonar. 
estructurales internas” (Labastida, 2007: 108). Dice Piaget que cuando se habla de sujeto hay
que diferenciar dos aspectos. Por una parte, referirse
NO HAY SUJETO NI OBJETO EN EL PUNTO DE PARTIDA al sujeto epistémico, con el cual se designa “lo que
Desde el terreno de la epistemología genética, tienen en común todos los sujetos de un mismo nivel
Piaget enriquece de varias maneras la oposición de desarrollo, independientemente de sus diferen-
sujeto-objeto. Admitiendo que la característica del cias individuales” (por ejemplo, la serie de los nú-
conocimiento científico consiste en acceder a cierta meros naturales en todos los adultos); y por otra
objetividad (sea mediante métodos deductivos, lógico- parte, hablar  del sujeto individual o psicológico, el
formales, o mediante procedimientos experimen- cual designa lo que es propio de tal o cual individuo 32 33
tales), Piaget señala que dicha objetividad no excluye, (por ejemplo, cada quien puede simbolizar la serie
en absoluto, la necesidad de la actividad del sujeto de números por medio de una imagen mental par-
del conocimiento (Piaget, 1979: 14). ticular). Y concluye que el conocimiento científico
En razón de ello, reconoce que el conocimiento se objetivo no sólo busca adecuarse al objeto sino lograr
constituye mediante una cierta relación entre (1) un una descentración del sujeto individual en la direc-
sujeto y (2) un objeto. Por ejemplo, decir que “una ción del sujeto epistémico (Piaget, 1979: 22).
trucha es un pez” supone (2) objetos (las truchas, A diferencia del racionalismo cartesiano y el idea-
los peces) y (1) la actividad del sujeto al clasificar, lismo trascendental kantiano (como también del
pero además –esto es importante– (3) un repertorio empirismo que analizamos más adelante), Piaget
estructuras creadas por el sujeto con motivo de su no toma como punto de partida al sujeto ni al objeto;
acción con los objetos. Así pues, la actividad de al inicio –del conocimiento– sólo se constata la interac-
crear conjuntos para clasificar, para definir, para ción entre ambos. Es decir, sólo a partir de cierto
hacer tipologías, etc., y formular proposiciones, en momento puede hablarse específicamente de la re-
la vida cotidiana y en la ciencia, implica la existencia lación sujeto-objeto. ¿Por qué no hay sujeto ni ob-
de objetos y del manejo de estructuras de pensa- jeto en los inicios de la inteligencia? ¿Por qué sujeto
miento. A diferencia de Kant, estas estructuras son y objeto tienen que replantearse en cada investiga-
la resultante de complejos sistemas de estructura- ción científica? El conocimiento es un proceso en el
ción progresiva en cuya construcción intervienen cual el objeto de conocimiento no aparece como un
componentes internos o psicogenéticos (funciones objeto dado de una vez por todas a la experiencia

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de acomodación–asimilación, abstracción reflexiva, directa, con características inherentes y ya dadas
etc.), factores sociales (la función semiótica y el len- intemporalmente. Por el contrario, el objeto en pro-
guaje, que es una obra social), así como factores ceso de conocimiento sólo comprende, en el inicio
ideológicos (marcos y paradigmas epistémicos an- del proceso cognosctivio, aspectos parciales, carac-
clados en concepciones del mundo, como la visión terísticos o típicos. El conocimiento progresa cuando
mecanicista o romántica, etcétera). Asimismo, las se enriquece ese cúmulo de características con nue-
estructuras tienen una historia –la historia de su vas determinaciones o propiedades, que son las que
construcción– pero se vuelven atemporales una vez determinan las nuevas y progresivas estructuracio-
creadas (Piaget, 1980: 28-47). nes del objeto. Para que eso pueda darse, el sujeto
Hay que subrayar que para entender el factor (3) no mismo ha de modificar su propia perspectiva con
debe confundirse las estructuras lógico-matemáticas la construcción de instrumentos más comprensivos,
con las estructuras operatorias del sujeto. Estas últi- más amplios, enriqueciendo así sus propios esquemas
mas son básicamente las estructuras cognoscitivas, conceptuales. 
es decir, las que construye el sujeto en el curso del En la epistemología genética, el sujeto nunca
desarrollo de la inteligencia, y por lo tanto pertene- aparece aislado sino que se le concibe como vincu-
cen al dominio de la psicología genética. Las estruc- lado con otros e interactuando con ellos de múltiples
turas lógico-matemáticas son, en cambio, aquellas maneras, compartiendo idénticas estructuras con
otros (actuando como un mismo sujeto epistémico conocemos de nosotros mismos “un haz o una co-
en determinado nivel de desarrollo). Piaget admitía lección de percepciones diferentes, que se suceden
que el conocimiento es una institución social en el con una rapidez inconcebible”. Si hubiese algún co-
marco de la cual se producen comportamientos nocimiento de nosotros mismos sería el de un flujo
cognitivos. (García, 2000: 153-177) El sujeto no es ideaconstante impresiones que transcurren tan acelera-
ni condición invariante del conocer, ya que evolu- damente que no hay base para hablar de algo como
ciona –en el tiempo– y se transforma al transformar una sustancia pensante o res cogitans. Pues del yo
el objeto.  no existe “impresión alguna constante e invariable”.
En suma, la objetividad es propia de las ciencias, Por consiguiente, no podemos derivar ninguna idea
pero reconociéndolo la epistemología genética no de tales impresiones que se suceden unas a otras;
excluye la subjetividad. El sujeto es quien organiza, luego, no existe tal idea.
con una serie de estructuras derivadas de la interac- Según Hume, Descartes se equivoca al pensar que
ción con la realidad, el campo de la experiencia o el tengamos en nuestras mentes la idea de nosotros
dominio de la demostración. Incluso, la objetividad mismos, es decir una idea –en el sentido empirista
resulta de la máxima actividad por parte del sujeto. del término– de nosotros ante nosotros mismos. No
Al principio, la conocimiento empieza por ser defor- hay propiamente fundamento para hablar de un co-
mante (egocéntrico o sociocéntrico). Pero el pro- nocimiento del conocimiento.
greso se conquista por la correspondiente integra- El sujeto puede ser ­–en el menos grave de los
ción en estructuras, siendo éstas la que garantizan casos– una creencia o una ilusión, pero desde luego
la objetividad. Tal es el proceso de descentramiento no explica nada. Para Hume el sujeto cartesiano no
que se correlaciona con la construcción de estruc- es lo que somos sino lo que creemos ser. En realidad,
turas diversas, como son las estructuras algebraicas la duda metódica de Descartes sólo es un laberinto
y lógicas, presentes e indispensables en la confi- en el cual se corre el riesgo de alojar un conjunto de
guración de la experiencia y los experimentos. ilusiones que nos hacemos sobre nosotros mismos.
En la epistemología genética, el sujeto no aparece El empirismo termina en un objetivismo, es decir,
aislado. Piaget concebía el conocimiento como una en la creencia de la existencia de una realidad com-
institución social en el marco de la cual se producen pletamente objetiva, que para el caso del empirismo
comportamientos cognitivos.  se tratará de la suposición de una realidad que es el
origen de las sensaciones y percepciones. El obje-
EL OBJETO SIN EL SUJETO: EL EMPIRISMO tivismo pretende explicar cualquier fenómeno con
En su Tratado de la naturaleza humana (1989, I, IV, 6: base en situaciones fácticas concretas –siempre
55 y 57) David Hume ha mostrado que el sujeto car- ajenas al sujeto que conoce– que se pueden apreciar
tesiano, el cogito, no asegura ningún conocimiento, a través de los sentidos o de las percepciones.
dado que no hay ni puede haber conocimiento cier-
to, fundamentado, del yo cognoscente. Sin mencionar EL SUJETO SIN OBJETO:
a Descartes por su nombre, asegura: “Hay filósofos EL PERSPECTIVISMO NIETZSCHEANO
que imaginan que somos conscientes íntimamente Desde otro lado en la filosofía, Nietzsche critica la
en todo momento de lo que llamamos nuestro yo, que supuesta evidencia del sujeto por encima de sus
sentimos su existencia y su continuación en la exis- diversas determinaciones y reivindica en su lugar Walter Beller, Teorías en tensión: Sujeto y subjetividad, pp. 30-38.
tencia; y se hallan persuadidos, aún más que por la la presencia de un sujeto en toda su complejidad
evidencia de una demostración, de su identidad y emocional, psicológica, social e histórica. Previamente
su perfecta simplicidad”. Y añade a continuación: había establecido que el verdadero origen de la con-
“Desgraciadamente, todas esas afirmaciones son ciencia humana se remonta a las nociones del senti-
contrarias a la experiencia que se presume en favor miento de culpa y el sometimiento al deber; resulta-
de ellas, y no tenemos tal idea del yo, pues de qué do ambos del ejercicio de la violencia que contra sí
impresión puede derivarse esa idea?”. (Idem.) mismos se imponen los seres humanos en virtud de
La certeza de Descartes quedaría abolida por un la introyección de esos conceptos en su vida moral
análisis –empirista– de sensaciones y percepciones. e intelectual. En su Genealogía de la moral, Nietzsche
El argumento de Hume es que toda idea fáctica debe nos asegura: “A partir de ahora, señores filósofos,
proceder de alguna impresión. “Pero el yo o perso- guardémonos mejor, por tanto, de la peligrosa y
na no es una impresión, sino aquello que suponemos vieja patraña conceptual que ha creado un ‘sujeto
tiene una referencia a varias impresiones o ideas. puro del conocimiento, ajeno a la voluntad, al
Sólo tenemos impresiones de nosotros y únicamente dolor, al tiempo’, guardémonos de los tentáculos de
conceptos contradictorios, tales como ‘razón pura’, no pueden ser establecidas bajo patrones rígidos
‘espiritualidad absoluta’, ‘conocimiento de sí’ […] (“objetivo es todo lo que no es subjetivo”) porque son
Existe únicamente un ver perspectivista, únicamente realidades que se traslapan y se interrelacionan de
un ‘conocimiento perspectivista’; y cuanto mayor sea múltiples maneras (como es el caso de la epistemolo-
el número de ojos, de ojos distintos que sepamos em- gía genética). Para verlos así, como procesos interde-
plear para ver una misma cosa, tanto más completo finidos, habría que abandonar los rígidos principios
será nuestro ‘concepto’ de ella, tanto más comple- de la lógica clásica (bivalente, absoluta, no contra-
ta será nuestra objetividad’” (Nietzsche, 1972: 139). dictoria) y adentrarse en otro tipo de lógica (poliva-
El perspectivismo constituye una reivindicación lente, relativa, contradictorial) (Peña, 2007: 343-355).
de la subjetividad, pero sin sujeto trascendental, y sin Durante siglos se ha pensado que la lógica clási-
objetos por conocer objetivamente. Para Nietzsche ca  opera como un tribunal inapelable absoluto, cuya
toda representación del mundo es una representa- sentencia es desechar cualquier fenómeno que ten-
ción que se hace un sujeto; la idea de que podemos ga que ver con precariedad, fragilidad, insuficiencia,
prescindir de la situación vital del sujeto, de sus devenir, interconexión de opuestos, gradualidad o
rasgos físicos, psicológicos, históricos o biográfi- difusividad. La lógica escaparía a todos ellos y nos
cos, para alcanzar un conocimiento del mundo tal brindaría el camino –supuestamente– luminoso de
y como éste pueda ser (la idea de la posibilidad de un las ideas “claras y distintas” en donde se abriría paso 34 35
conocimiento absolutamente objetivo) constituye lo verdadero, donde la verdad –única– no admite
un auténtico absurdo. Nietzsche considera imposible matices. En la lógica clásica solo hay dos valores
el conocimiento de la realidad en sí misma, pues toda de verdad: el puro sí y el puro no, la pura verdad y
afirmación, toda creencia, toda teoría del mundo la pura falsedad. Para la lógica clásica, la verdad se
depende del punto de vista del sujeto que la ha crea- juega bajo el esquema de todo o nada, de manera que
do. Más aún, todo ser dotado de algún grado de cono- esos fenómenos “irregulares”, “ambiguos”, “vagos”,
cimiento, de alguna capacidad para representarse el “indeterminados”, “sobredeterminados”, “contra-
mundo (por ejemplo un animal que pueda percibirlo dictorios”, con fronteras siempre lábiles, serían
de algún modo), es tan buen testigo del mundo como tomados como superficiales, periféricos y, por ende,
nosotros, los seres humanos. Inclusive, para Nietzsche descartables en “nombre de la razón”. De la razón
nuestro punto de vista no es mejor para una correcta única, encarnada en un sujeto invariable o absoluto. 
descripción de la realidad que el de otras especies Otra opción es buscar los desarrollos de una mul-
animales (sencillamente porque no existe una descrip- titud de innovaciones en lógica. En particular, la
ción mejor ni peor, todas valen lo mismo). “Abstraer problemática de la relación sujeto-objeto podría
al sujeto equivale a pretender representarse el mun- enfocarse, en su complejidad, bajo los lineamientos
do sin sujeto; es una contradicción: ¡representar sin de una lógica de lo gradual, una lógica gradualista, en
representación! Quizá existen cien mil representa- la cual las determinaciones opuestas no siempre se
ciones subjetivas. Si se abstrae la nuestra humana, excluyan y no siempre de manera absoluta. En una
queda entonces la de la hormiga. y si se abstrae toda lógica así se tiene posibilidad de vincular los opuestos

Reencuentro: Sujeto, subjetividad y Educación Superior / 65 / Diciembre 2012


vida menos la hormiga, ¿de veras ésta sería el hilo en grados diferentes y con ello poder explicar  esos fe-
del que pendería la existencia? Sí, el valor de la exis- nómenos de fragilidad, precariedad, de tránsito, de
tencia pende del hilo representado por los entes do- devenir. Las lógicas polivalentes y la lógica gradua-
tados de sensibilidad” (Nietzsche, 2007: 49). lista y contradictorial se ajustan más a lo multifacé-
tico de la realidad y su complejidad, pues permiten
UNA LÓGICA PARA EL ESTUDIO incorporar todos esos matices (Peña, 1991). Entre la
DE LA SUBJETIVIDAD-OBJETIVIDAD verdad absoluta y la falsedad absoluta hay grados
Los términos ‘sujeto’, ‘subjetividad’, ‘subjetivización’, infinitos. Esta es una aseveración que tiene asenta-
así como ‘objetivo’, ‘objetividad’ y ‘objetivización’, miento en la tierra firme de las lógicas polivalentes.
emergen en teorías y discursos muy diversos y en Pero no sólo eso.
muchos de ellos se les analiza como conceptos rela- A diferencia de la lógica clásica, en una lógica
tivos, esto es, de modo no tajante, como conceptos gradualista se consideran aspectos relativos a lo
ni exclusivos ni excluyentes, sino interconectados y verdadero: algo puede ser muy verdadero en unos
entrelazados. Este hecho innegable (innegable para aspectos y poco verdadero en otros aspectos. Hay
cualquier que esté al día sobre las tendencias en la momentos en los cuales algo puede ser verdad y no
investigación en filosofía o ciencias sociales) pone de verdad en otro momento. Hay una serie de flexi-
relieve que se trata de nociones que –en la actualidad– bilizaciones posteriores, y entonces los valores de
verdad no pueden ser, no ya el puro sí o el puro no, matemáticas, lógica, y ciencias de la computación,
incluso que situaciones donde no sean ni lo uno ni un lenguaje formal es un lenguaje cuyos símbolos
lo otro. Es claro que una lógica gradualista tiene primitivos y reglas para unir esos símbolos están
que tener una estructura mucho más complicada formalmente especificados. Al conjunto de los sím-
porque tiene que dar cabida a esa posibilidad de bolos primitivos se le llama el alfabeto (o vocabu-
verdadero en un aspecto, más verdadero en un aspec- lario) del lenguaje, y al conjunto de las reglas se lo
to que en otro, más verdadero en un momento que llama la gramática formal (o sintaxis). A una cadena
en otro, y así sucesivamente. de símbolos formada de acuerdo a la gramática se
Siguiendo los lineamientos anteriores, se puede la llama una fórmula bien formada (o palabra) del
decir que la objetividad científica tiene un sentido lenguaje. Estrictamente hablando, un lenguaje for-
absoluto y un sentido relativo. Se pude aseverar que mal es idéntico al conjunto de todas sus fórmulas
una tesis o una explicación adquiere el carácter bien formadas (WP, Lenguaje formal). 
de una objetividad absoluta cuando hay sólo una En la Hermenéutica del lenguaje (Castilla del Pino,
objetividad posible (dfc, 1979: “El mito de la ciencia”). 1974) se analiza el paso sujeto del enunciado al sujeto
Pero en sentido relativo se supone que la ciencia es de la enunciación. Es distinto al análisis lingüístico
objetiva en relación con ciertos parámetros o criterios o gramatical, focalizado más bien en la lengua, sin
de objetividad (idem). En todo caso, si la objetividad transitar al dominio del habla (lengua/habla es una
corresponde a lo verdadero, habría grados de ver- oposición propuesta por Saussure), que es justamen-
dad que corresponden a aspectos parciales de la te el ámbito de expresividad del sujeto. Veamos un
realidad, como es la experiencia común de quienes ejemplo para explicar estos conceptos. En una ora-
son investigadores. La objetividad tiene grados; la ción cualquiera: ‘el niño está en el jardín’, el gramático
subjetividad, también. reconoce que hay un sujeto “implícito” o “elidido”: yo
o alguien que enunció o profirió la frase. En contras-
LENGUAJE Y SUBJETIVIDAD te, ‘yo estoy en el jardín’, es una frase en la cual coin-
Hagamos ahora un recorrido por algunos concep- ciden el sujeto de la proposición y de la oración. En
tos y concepciones en el campo del lenguaje y que definitiva, el campo lingüístico excluye tanto el sujeto
tienen conexión diversa con los planteamientos pre- hablante (el sujeto de la enunciación) como la función
viamente examinados. del habla en la comunicación. La hermenéutica del
Sujeto. El término que en el presente escrito ha lenguaje investiga al sujeto hablante. Más aún, para
sido explorado en varias interpretaciones o teorías la hermenéutica el lenguaje es expresión, proyección,
del sujeto. Desde el punto de vista de la lingüística y del sujeto hablante. De este modo, la hermenéutica
la gramática, así como desde la silogística y la lógica transita de las estructuras del lengua a las estructuras
en general, el sujeto ocupa un lugar definido; o mejor del habla, del enunciado al proceso de su enunciación.
dicho, entra en algunas categorías.  Lo que se revela es el sujeto, un sujeto que se relacio-
En lógica matemática, el término sujeto ha sido na y cómo se relaciona con la realidad. El análisis
precisado y desplazado por la expresión ‘designador’; hermenéutico se ocupa del contenido verbal que
éste es un lugar que cumple una función designa- alude al hablante (Castilla del Pino, 1974: 29 y ss).
tiva o referencial. En los lenguajes, los objetos que Por cierto, en la enseñanza de Lacan, el concepto
componen la realidad y la convención social nos de sujeto no designa una entidad sustancial (no es Walter Beller, Teorías en tensión: Sujeto y subjetividad, pp. 30-38.
permiten establecer esa relación designativa entre el sujeto psicológico, ni es el sujeto epistémico) sino
los objetos y los nombres que los designan a partir –según su célebre y enigmática fórmula– aquello que
de la abstracción de ciertas características. Un tipo representa un significante para otro significante. En
común de designador son los nombres, en especial esta fórmula, la representación no tiene el sentido
los nombres propios (sujetos gramaticales). En un de llevar de un lado a otro alguna cosa o realidad,
esquema oracional, el lugar del designador lo ocupa sino que es la representación del sujeto barrado,
una variable individual (digamos una x), la cual dividido, escindido, por la castración simbólica, en
remplaza un término; por ejemplo, en el esquema el registro del lenguaje, al que está sometido irre-
abierto ‘x ama a y’, las variables individuales (x, y) mediablemente el “ser-hablante”. (Lacan, 2000: 227-
se sustituyen por sendos nombres propios en la 310) Desde luego, esta interpretación en el psicoa-
proposición ‘Romeo ama a Julieta’ y se obtiene así nálisis requiere de muchas más aclaraciones de las
una proposición verdadera.  que podemos dar en el presente trabajo. Sólo cabe
Conviene tener presente a qué llamamos lengua- decir que el sujeto del inconsciente se opone al sujeto
je formal, para distinguirlo de otros lenguajes. En de la ciencia (sujeto epistémico); el primero se halla
siempre escindido entre la verdad y el saber, con- en el dominio de la epistemología. Ha quedado
denado a decir más de lo que sabe y a saber más de claro que no hay algo así como una eternidad del
lo que dice; mientras que el segundo aspira a la uni- sujeto, debido a que la noción de sujeto no corres-
ficación y la integración o coordinación del saber, ponde al ser humano como tal sino a una suerte de
manejando estructuras deductivas o experimentales, atribución a las personas de propiedades o carac-
como se explicó más arriba. terísticas que son relevantes en determinados mo-
Subjetividad. Es el medio gracias al cual el sujetomentos de la construcción del saber científico. Por
puede ser captado como tal en su integridad vital y ejemplo, puede decirse que hay una subjetividad
existencial, sin deformaciones objetivizantes. Y es quemedieval o romántica o moderna. En un principio,
cuando se aplica esquema sujeto-objeto a las cien- la noción de sujeto hablaba de su peculiaridad como
cias “humanas” o sociales, el sujeto es tomado como un fundamento del conocer. Sin sujeto no hay cono-
objeto (de conocimiento). Se le ha llamado el círculo cimiento. Incluso, no hay objeto sin sujeto que lo
hermenéutico. De una manera más radical, las investi- determine como objeto. En los inicios en la filosofía
gaciones cualitativas buscan poner de manera muy especulativa, el sujeto se representa en su autonomía
notoria y específica la subjetividad de los sujetos absoluta, fuera de cualquier otra consideración. Ese
investigados, como una luz gracias a la cual ellos (porestado puro lo deja fuera de su tiempo, de su historia
ejemplo, los miembros de una familia con un enfer- y de su sociedad. El empirismo da un giro para pre- 36 37
mo de sida) se captan a sí mismos, en su totalidad sentar un objeto de conocimiento sin sujeto y así se
y dinámica existencial. La subjetividad se expresa por dará paso al objetivismo. Por el contrario, el perspec-
medio de ciertas narrativas en las que los sujetos tivismo presenta un sujeto sin objeto y así se dará
descubren paulatinamente su posición, en cierto paso al subjetivismo. Una adecuada noción de sujeto
momento, frente a determinado problema que les epistémico no sólo debe establecer que no se refiere
afecta. (Taylor-Bogdan, 2010) En este sentido, la al sujeto individual o psicológico, sino que debe
subjetividad desemboca en lo irrepetible, en lo único, indicar bajo qué condiciones, generalmente gradua-
en lo excepcional, y cuando eso se logra poner de les, este segundo sujeto adquiere el horizonte del
manifiesto, la investigación cualitativa habrá cum- primero. No habrá de caer en la idealización especu-
plido su propósito (dccs, 2009-4, ‘Sujeto’). lativa, ni tampoco en la clausura que representa el
Subjetivización. Michel Foucault examina los subjetivismo.
“modos de subjetivización” como modos –válgase La epistemología genética asume una posición
la expresión– de objetivización del sujeto, o sea, lo materialista en el sentido de presuponer la existencia
modos en que el sujeto aparece como objeto de una de una realidad material previa al conocimiento. Sin
determinada relación de conocimiento o de poder. embargo, la epistemología genética es característica-
Es el caso de lo que llamó Foucault ‘pensamiento’: la mente constructivista en el sentido de no considerar
instauración, según diferentes relaciones posibles, de un objeto dado con propiedades absolutamente
un sujeto y de un objeto, las modalidades históricas inherentes y una realidad ya estructurada, sino de
en que uno se encuentra frente al otro, según deter- un objeto que se va conociendo en la medida en que

Reencuentro: Sujeto, subjetividad y Educación Superior / 65 / Diciembre 2012


minadas prácticas discursivas. Los modos de subjeti- el sujeto va estructurando sus instrumentos con-
vización harían referencia a las condiciones particu- ceptuales y teóricos para aprehenderlo. 
lares para que un sujeto pueda decir un saber, o pueda Pero si el conocimiento es un proceso, implica que
convertirse en objeto de saber. (Foucault, 1999)  (Hay la lógica clásica puede resultar un obstáculo para
otras prácticas que dividen y separan a unos sujetos comprender las interrelaciones entre sujeto y obje-
respecto de otros, como por ejemplo la separación to en vías a construir una determinada objetividad. Si
entre el sujeto loco o en enfermo y el sano, entre el no existe una objetividad absoluta, definitiva, una
criminal y el buen ciudadano) (Foucault, 1978).  lógica gradualista permite comprender los matices
En suma, se puede decir que subjetivización son que constituyen tal proceso. Permite establecer que
los modos (las formas) conforme a las cuales un su- hay momentos en los cuales no hay ni sujeto ni ob-
jeto se sitúa en el discurso y el propio discurso sitúajeto, momentos en los que prevalece el sujeto sobre
al sujeto. Formas que representan tanto al discurso el objeto y momentos en que se alcanza una cierta
del sujeto como al sujeto del discurso. objetividad. O que tal teoría es más o menos objetiva,
lo cual quiere decir que no es del todo objetiva pero
CONCLUSIONES que tampoco es simplemente no objetiva. No es un
En estas páginas hemos examinado puntos funda- juego de palabras, es una manera de expresar que
mentales de varias teorías del sujeto y la subjetividad en una investigación de van alcanzando diversos
grados de objetividad, desde un grado mínimo hasta Badiou, A. (2008) Lógicas de los mundos. El ser y
otro que puede ser máximo. En ello seguramente el acontecimiento, 2. [Libro I- Teoría formal del
emergerán una serie de contradicciones y de posi- sujeto (Meta-física)] Buenos Aires, Manantial.
ciones subjetivas, que son las condiciones primor- Bachelard, G. (2001) La filosofía del no. Ensayo de
diales para alcanzar alguna modalidad de verdad.  una filosofía del nuevo espíritu científico. Buenos
Gaston Bachelard afirmaba: “Sufrimos de la in- Aires, Amorrortu.
capacidad de movilizar nuestro pensamiento. Para Castilla del Pino, C. (1974) Introducción a la herme-
que tengamos alguna garantía de ser de la misma néutica del lenguaje, Barcelona, Península.
opinión, a propósito de una idea particular, es al dea (1999) Diccionario del Español Actual. Madrid,
menos preciso que no hayamos sido de la misma Aguilar.
opinión. Si quieren verdaderamente comprenderse, dccs-4 (2009) Diccionario Crítico de Ciencias Sociales.
dos hombres tienen primero que contradecirse. La Terminología científico-social, Madrid, Universi-
verdad es hija de la discusión y no de la simpatía” dad Complutense de Madrid y Plaza y Valdes.
(Bachelard, 2001: 111). dfc (1976) Diccionario de Filosofía Contemporánea,
Quintanilla, M.A. (dir). Salamanca, Ediciones
ADDENDA Sígueme.
ALGUNAS EXPRESIONES EN EL LENGUAJE COMÚN Descartes, R. (1987) Discurso del método, Madrid,
En la lengua ordinaria (dea, 1999), hay una oposi- Tecnos.
ción que excluye la subjetividad en el terreno de la Foucault, M. (1978) Vigilar y castigar. Nacimiento
objetividad. Por lo general, el primer término suele de la prisión. México, Siglo XXI.
arrastrar connotaciones negativas o disminuidas Foucault, M. (1999) La arqueología del saber.
frente a las positivas del segundo. Así se define México. Siglo XXI
‘subjetivo’ como un adjetivo de lo que “depende de García, R. (2000) El conocimiento en construcción.
los sentimientos de la persona o está basado en ellos” De las formulaciones de Jean Piaget a la teoría
(Tu juicio sobre el poema es muy subjetivo); o que de sistemas complejos. Barcelona, Gedisa.
sólo existe en función del pensamiento o del sujeto Heil, J. (2006) Philosophy of mind. A contemporary
pensante (Existen realidades objetivas y subjetivas). introduction. Nueva York, Routhedge.
Se define el sustantivo ‘subjetividad’ como la “cua- Hume, D. (1989) Tratado de la naturaleza humana.
lidad de lo subjetivo” o el “ámbito de las realidades Madrid, Tecnos.
subjetivas” (los enamorados viven en la subjetividad). Kant, I. (1980) Prolegómenos a toda metafísica futu-
Igualmente, el verbo ‘subjetivizar’ comprende tanto ra. Madrid, Aguilar.
el dar “carácter subjetivo” a algo como el tomar algo Labastida, J. (2007) El edificio de la razón. El sujeto
“carácter subjetivo” (la conciencia subjetiviza el tiem- científico. México. Siglo XXI.
po objetivo). En cambio, el adjetivo ‘objetivo’ se defi- Lacan, J. Escritos 1. México. Siglo XXI.
ne como lo que “no depende de los sentimientos de Nietzsche, F. (1972) La genealogía de la moral. Un
la persona o no está basado en ellos”; o bien se remi- escrito polémico. Madrid, Alianza Editorial.
te a la persona “que en sus juicios o valoraciones no Nietzsche, F. (2005) El origen de la tragedia: escri-
se deja arrastrar por sus sentimientos” (Fulano es tos preliminares; Homero y la filología clásica.
objetivo, hasta el punto de la frialdad); y en general, La plata, Terramar ediciones. Walter Beller, Teorías en tensión: Sujeto y subjetividad, pp. 30-38.
será objetivo lo que “existe fuera del sujeto pensan- Peña, L (1991) Rudimentos de lógica matemática,
te” (la materia es objetiva). La ‘objetividad’ viene a ser Madrid, Consejo Superior de Investigaciones
la “cualidad de objetivo” y el ‘objetivismo’ Científicas (csic)
reportará la tendencia “a dar primacía a lo objetivo Peña, L. (2007) “El cumulativismo” en Chico, D.P y
sobre lo subjetivo” (las ciencias ofrecen explicaciones Barroso, M. (eds.) Pluralidad de la filosofía ana-
objetivas del universo). El verbo ‘objetivar’ compren- lítica. Madrid, CSIC y Plaza y Valdez.
de el dar “carácter objetivo” a algo (hay que objetivar Piaget, J. (1979) Tratado de lógica y conocimiento
la costumbre en norma). científico 1. Naturaleza y métodos de la epistemo-
logía. Barcelona, Paidos.
Piaget, J. (1980) El estructuralismo. Barcelona, Oikos-
Bibliografía Tau.
Althusser, L. (1967) La revolución teórica de Marx. Taylor, S.J. y Bogdan, Introducción a los métodos cua-
México, Siglo XXI. litativos de investigación. Buenos Aires, Paidos.
WP, Wikipedia, <<Lenguaje formal>>.

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