¡¿Con que intención te acercas a Jesús?!

¿Quienes conocen a Jesús… cuantos de los que están aquí pueden decir
que le han visto o conocido?
¿Podrías decir como lo conociste?
La palabra relata varios encuentros de diferentes personas con Jesús y nos
muestra los motivos por los que le buscaban y que impacto tuvo en sus
vidas ese encuentro… mencionaremos algunos…

Lucas 8:43-48 La mujer con el flujo de sangre

Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde

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hacía doce años, y que había gastado en médicos todo

cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al
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instante se detuvo el flujo de su sangre.

Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y
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negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban:

Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es
el que me ha tocado?
Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he
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conocido que ha salido poder de mí.

Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado
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oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró

delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y
cómo al instante había sido sanada.
Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.
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Jesús estaba envuelto en la multitud y a pesar de que todos estaban ahí

por Él, buscándolo a Él no todos tuvieron un encuentro personal con
Jesús… y así muchas veces estamos en la iglesia buscando de Dios y Él está
aquí, pero muchas veces solo lo creemos porque alguien dice que su
presencia está aquí no porque lo sintamos, lo apretujamos y lo rodeamos
más sin embargo no lo tocamos… Jesús pregunta quien me tocó… y los
discípulos responden que como hay tanta gente cualquiera puede
tocarlo… pero Jesús evidenció que muchos se acercan, pero no todos lo
tocan… y Jesús está evidenciando la intención del corazón de aquella
mujer… Él sabía quién lo había tocado, pero quería dar dicha enseñanza…

Y es bueno que aclaremos algo… para aquellos días según LEVITICOS

15:19-33 cuando la mujer estaba menstruando era considerada impura y
debía apartarse… imagínense ustedes… esta mujer tenía 12 años en esta
condición… y todo lo que ella tocase o a quien tocase era considerado
impuro… pero ella tocó al maestro… y que habrá pasado por la mente de
los que estuvieron allí…

Como se ha atrevido a tocar al maestro… también me toco a mi… me voy a

tener que ir a bañar… Todos alrededor veían su condición de pecado, su
condición de enferma, pero Jesús veía su fe, veía su corazón…

 Muchas veces estamos en la iglesia más preocupados por las

personas que están a nuestro lado su enfermedad, su condición, su
pecado… que ignoramos la presencia de Jesús.
 Aquella mujer reconocía su condición, pero también tuvo la fe y
reconoció que Jesús podía liberarla de aquella enfermedad.
 Jesús dijo poder ha salido de mi… virtud ha salido de mi… tu fe te
ha salvado ve en paz!
Pero mientras estaba Jesús hablando con la mujer había alguien más ahí
que estaba pasando un proceso muy fuerte y esta persona es Jairo quien
había salido en busca de Jesús para que salvara a su hija y me imagino que
pensaba mi hija en riesgo de muerte y el dura tanto con esta mujer…

¿Para muchos de los que estuvieron allí Jesús era un profeta… pero para
esta mujer Jesús fue su Dios, quien la sanó, quien la libertó, quien la
salvó…para ti quien es Jesús?
La gente se acercaba a Jesús con muchas intenciones…

Otro caso es el de los 10 leprosos

Lucas 17:11-19 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Diez leprosos son limpiados

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Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.

Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres

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leprosos, los cuales se pararon de lejos

y alzaron la voz, diciendo: !!Jesús, ¡Maestro, ten misericordia de

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nosotros!

Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y

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aconteció que mientras iban, fueron limpiados.

Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió,

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glorificando a Dios a gran voz,

y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era

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samaritano.

Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y
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los nueve, ¿dónde están?

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¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
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Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

Recordando cuando alguien padecía lepra era una maldición de pecado…

era apartado de la sociedad puesto que era una enfermedad infecciosa y
para que no contagie a mas nadie se apartaba en cuevas y andaban con
una campana haciéndola sonar por donde quiera que iban para que todos
supieran que era leproso.

Dice la palabra que se quedaron en la distancia y le voceaban que tuviese

misericordia y los salvara… Jesús les dice vayan y muéstrense a los
sacerdotes… y estos al ir de camino fueron sanados y al hacer los que
Jesús les había dicho tan solo 1 regresó a darle gracias a Jesús… dice la
palabra que se postro y dice que cayó su rostro en tierra a los pies de
Jesús y le dio gracias…

Jesús pregunta… no quedaron los diez limpios… donde están los otros 9…
ninguno de los otros regresó solo este extranjero… levántate y vete tu fe
te ha sanado.

Muchas veces venimos buscando del Señor… venimos preocupados,

atormentados, sin saber que hacer esperando que Él nos de la respuesta,
que Él nos ayude… pero cuando somos libertado… cuando cual es nuestra
actitud, que es lo que hacemos… nos comportamos como los 9 leprosos o
como el samaritano que volvió para dar gracias…

¿Les voy a dar un indicador para saber… a cuantos Dios aquí los ha
ayudado… cuantos han sido libertados a cuantos Dios ha bendecido,
cuantos tienen algo que agradecerle a Dios???

Cuando el Samaritano regresó y se humilló delante de la presencia de

Jesús y le dio gracias… a él no le importó quien estaba ahí mirándolo,
tampoco le importó poner su rostro en la tierra, no le importó el qué
dirán… lo que si le importó es que Jesús sintiera su agradecimiento, su
adoración… a él no le importaba nada más… porque la adoración brota de
un corazón agradecido… cuando tu verdaderamente entiendes lo que
Cristo ha hecho en tu vida, nadie tiene que decirte adorale, alabale,
agradécele… porque esas son cosas que salen de tu corazón…
La palabra es como un espejo… veamos en ella siempre nuestro reflejo.

¿Con que intención te acercas a Jesús?

En estos pasajes muchos buscaban recibir un milagro de Jesús, de que Él
los libertada de su aflicción pero una vez que habían recibido su milagro se
olvidaban de ÉL… y tenemos que tener mucho cuidado de no prostituir la
gracia… de buscar a Dios solo en aquellos momento en que necesitamos
resolver algo…

Cuidado por buscarme por mi mano y no por mi rostro… por lo que yo doy
y no por lo que yo soy... el rostro de Dios está conectado a su aprobación y
las manos a su bendición…