Los biocombustibles de cuarta generación llevan la tercera generación un paso
más allá. La clave es la captación y almacenamiento de carbono (CAC), tanto a
nivel de la materia prima como de la tecnología de proceso. La materia prima no sólo se adapta para mejorar la eficiencia de proceso, sino que se diseña para captar más dióxido de carbono, a medida que el cultivo crece. Los métodos de proceso (principalmente termoquímicos) también se combinan con tecnologías de captación y almacenamiento de carbono que encauza el dióxido de carbono generado a las formaciones geológicas (almacenamiento geológico, por ejemplo, en yacimientos petrolíferos agotados) o a través del almacenamiento en minerales (en forma de carbonatos) ("Biocarburantes", 2020). De esta manera, se cree que los biocombustibles de cuarta generación contribuyen más a reducir las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero), porque son más neutros o incluso negativos en carbono si se comparan con los biocombustibles de las otras generaciones. Los biocombustibles de cuarta generación encarnan el concepto de “bioenergía con almacenamiento de carbono” ("Biocarburantes", 2020).
Biocarburantes. (2020). Retrieved 15 March 2020, from http://www.f2e.es/es/biocarburantes