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Luciano – Los Amores

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Luciano
Los amores

Traducción:
Claudio R. Varela

Prefacio:
La obra de Luciano es muy vasta. Celosos eruditos alemanes sostienen que la mayor parte de ella es
apócrifa; celosos eruditos ingleses sostienen que es apócrifa la mayor parte de la obra de los
eruditos alemanes. Luciano era de Samosata, capital de Comagene, a orillas del Éufrates, ciudad de
intensos sincretismos greco-persas y extraños templos asombrosos. Si en De Dea Syria Luciano nos
da una descripción de Hierápolis de mediados del siglo II, y el culto de la divinidad terreste de mil
nombres, Atargatis uno de ellos; en Amores tenemos una de esas disputaciones sobre si hay más
nobleza en amar a las mujeres o en amar a los muchachos. La cuestión la plantea –y la cierra–
Teomnesto, que se define como bisexual. Entre tanto, veremos una descripción de la felizmente
conservada Venus de Cnido del escultor Praxíteles, del que Plinio en sus tres libros sobre arte nos
cuenta las circunstancias de la creación y anécdotas como la de la mancha encontrada entre sus
glúteos, que aquí se explica con detalles reales o ficticios. En esta disputa veremos que para trazar
los caracteres Luciano usa un trazo bien grueso: El que ama a las mujeres no tolera siquiera la
cercanía de un hombre joven, y el que ama a los muchachos hasta antes de completar la barba
considera a todo lo femenino como un pozo de inmundicias. Sin embargo hay guiños muy sutiles;
este último queda transportado por la belleza de la parte trasera de la Venus y la siente como la
perfección de un muchachito. El defensor de lo femenino usa argumentos heterosexualistas
militantes que son los mismos hoy de los grupos homofóbicos. Uno sospecha ya el choque de
culturas helénico/semítico. En un momento su adversario le pregunta, y esta pregunta ya es en sí de
una enorme violencia contextual, si se avergüenza de ser griego. Para el público griego debían ser
quizá divertidas estas posturas tan violentamente extremas, que anticipan las furiosas polémicas
religiosas. Veteando el texto hay descripciones de las actividades sexuales que prácticamente son
las únicas –si no la única– que podemos hallar en las fuentes griegas, tan curiosamente pudorosos:
para Jenofonte el sexo era afanés invisible. Los vasos griegos cuentan otra historia. Este texto
presenta también como al pasar, el único relato que sepamos, del niño en su etapa de erómeno, es
decir, de objeto de conquista; mientras que son legión los relatos del erasta. Como ya es sabido, sólo
se considera afeminamiento o mariconería amar a un muchacho mayor de veinte años, por la
cuestión del vello corporal; pero asombra sobremanera que el defensor de las mujeres afirme que a
la mujer sólo le crece vello en la cabeza: o nunca ha visto las axilas o el pubis de mujer, o las mujeres
griegas se depilaban constantemente y en secreto.
Desde el Muchacho de Kritios, quizá la última obra griega naturalista en el desnudo, todos los
adolescentes se representan sin vello púbico, pero, aunque el vello facial es una convención de
edad, el Doríforo y el Diadumeno de Policleto, así como el Hermes de Praxíteles sí tienen vello púbico,
pero no vello facial, a una edad en que cualquier muchacho ya posee barba o bozo. Muy bien,
supongamos que –en contra de lo que dicen viejos eruditos de que los griegos no se afeitaban–
efectivamente los muchachos griegos sí se afeitaban, quemaban o depilaban los pelos de la barba
bien pasados los veinte años, si bien míticamente la tradición refiere que la costumbre de afeitarse
comienza con Alejandro Magno, entonces la referencia a la barba como una edad o signo visible en
que el muchacho deja de ser ‘técnicamente’ pasivo u objeto de deseo, es bastante problemática; y las
mejillas afeitadas un signo visible de disponibilidad. Calicratidas se delira por un efebo, es decir de
18 a 20 años ¿No tendría ya barba tal muchacho? Por contra, desde la Venus de Cnido hasta el día de
hoy la mujer se representa –salvo belicosas excepciones– siempre sin vello púbico, como en relato de
Caricles —que por otra parte no parece estar casado ni menciona ningún hijo, cuando precisamente
el punto fuerte de su argumentación es la reproducción. ¿Corresponde el texto a una época en que
los griegos decidieron no tener hijos?

La relación padre-hijo entre los griegos debía ser extremadamente laxa desde el momento en que
un muchacho de 12 ó 13 años era libre de elegir uno o varios amantes, o irse a vivir a su casa, y éste
de seguirlo incesante en las calles o dormir en su umbral. O la contracara de esto que nos parece
indiferencia, es que los padres consideraran beneficiosa la iniciación sexual con un muchacho
mayor, como dos generaciones atrás el tío solterón llevaba al adolescente al prostíbulo; o bien el
padre estaba feliz de sacárselo de encima, o se hacía definitivamente a un lado con los signos de la
pubertad. Los padres adinerados pagaban su educación más tiempo. Notemos que en toda la
descripción que Calicratidas hace sobre la evolución de un adolescente el padre no se menciona,
más que como el dueño de la casa. Aristóteles en su Gran Ética repite constantemente como axioma
que “ningún hijo quiere a su padre”. Baste como ejemplo la ley de Solón de la obligatoriedad de
alimentar a los padres viejos. Por otra parte, si el casamiento era socialmente obligatorio y con una
mujer desconocida hasta la noche de bodas, era precisamente ese padre de familia el que salía a
buscar muchachitos –probablemente de la edad de sus hijos o más o menos– y se enamoraba de
ellos. Pero confiaba en lograr tras la pasión una duradera amistad que le asegurara cuidados en la
enfermedad o en la vejez, es decir, no la esperaba de los suyos. Los hijos eran un servicio para el
estado y la garantía de un entierro religioso; y sin ánimo de polemizar, posiblemente a la manera en
que nosotros pagamos a regañadientes el impuesto inmobiliario o poco más—con el sesgo de que
prácticamente sólo tenemos testimonios de la clase ociosa. Sí sabemos por Esquines que había para
la clase baja prostíbulos de hombres, también chicos que como hoy se emparejaban por dinero
contrato mediante, y otros que circulando por los puestos del mercado –es decir dando
oportunidad al diálogo– se ponían en circulación. En algunos casos se heredaba el oficio, lo
sabemos por Plinio, pero la posibilidad misma del aprendizaje de uno –baste mencionar al padre
que por carta le ofrece a Miguel Ángel su hijo, el cual si no tenía talento, le serviría como buen
compañero de cama (Giovani Papini, Vida de Miguel Ángel)– daba pie a la convivencia y al regateo
sexual.
Lo que es indiscutible es que si los varones griegos tenían absoluto delirio por los muchachos en la
adolescencia, la cuasi dorada década de ella tendría lógicamente un preciosísimo valor de cambio, y
bien empleada, como en el caso del bello Fedón platónico, al cual su Sócrates conoce en un prostíbulo,
podía implicar un oficio, conocimientos marciales, ascenso social, o al menos dinero para vino,
música y banquetes, como en el caso de Trimarco. Por los discursos de Lisias sabemos que muchos
enamoramientos eran apasionados y violentísimos –y a veces sangrientos, pero es brillante la
descripción del enamoramiento que Luciano pone en boca de Calicratidas. Obviamente casi todo

2
varón pagó el mismo peaje en su propia adolescencia, de ahí que es el período de vida que
pareciera inmencionable en toda la literatura griega.
Pareciera también que los platónicos declamaban que debiera amarse solamente a los muchachos
ya crecidos y barbosos, pero que era tenido como síntoma de mariconería queda claro por el párrafo
26 en boca de Caricles y por muchas otras fuentes. En el plano ‘académico’ Lukino le da la razón a
Calicratidas y su versión platónica de la pederastía. El rudo realismo de Teomnesto pone la
cuestión en una terrenalidad sin eufemismos que era obvia para todos.
En su enfurecido alegato por la heterosexualidad compulsiva —tan curiosamente parecido al de los
fundamentalistas norteamericanos— el personaje Caricles nos permite conocer algo del lesbianismo
y el uso de dildos; pero queda muy claro que prefiere eso antes que el varón se rebaje al plano
femenino.

Como Joseph Conrad, Luciano adquirió una maestría absoluta en una lengua que no era la suya.
Prosperó como Logógrafo, es decir, escribiendo discursos judiciales para las deposiciones de otros,
lo que lo hace un malabarista del lenguaje. De ahí la dificultad para establecer un juicio de autoría.
A diferencia de otras obras griegas que deben ser ‘modernizadas’, como las de Platón, esta obra es
curiosamente de un lenguaje muy actual para el lector castellano, aunque tremendamente
enrevesado.
He seguido de cerca la traducción inglesa de A.M. Harmon, para la Loeb’s, y la expurgada y
barroca del francés F. Renault, que traduce al latín todo pasaje explícito.

Buenos Aires
Lunes, 29 de Octubre de 2012
Claudio R. Varela
tengwarannatar@yahoo.com.ar

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Texto y Traducción

4
ΛΥΚΙΑΝΟΥ
ΕΡΩΤΕΣ
ΛΥΚΙΝΟΣ
1Ἐρωτικῆς παιδιᾶς͵ ἑταῖρέ μοι Θεόμνηστε͵ ἐξ
ἑωθινοῦ πεπλήρωκας ἡμῶν τὰ κεκμηκότα
πρὸς τὰς συνεχεῖς σπουδὰς ὦτα͵ καί μοι
σφόδρα διψῶντι τοιαύτης ἀνέσεως εὔκαιρος ἡ
τῶν ἱλαρῶν σου λόγων ἐρρύη χάρις· ἀσθενὴς
γὰρ ἡ ψυχὴ διηνεκοῦς σπουδῆς ἀνέχεσθαι͵
ποθοῦσι δ΄ οἱ φιλότιμοι πόνοι μικρὰ τῶν
ἐπαχθῶν φροντίδων χαλασθέντες εἰς ἡδονὰς
ἀνίεσθαι. πάνυ δή με ὑπὸ τὸν ὄρθρον ἡ τῶν
ἀκολάστων σου διηγημάτων αἱμύλη καὶ
γλυκεῖα πειθὼ κατεύφραγκεν͵ ὥστ΄ ὀλίγου
δεῖν Ἀριστείδης ἐνόμιζον εἶναι τοῖς
Μιλησιακοῖς λόγοις ὑπερκηλούμενος͵
ἄχθομαί τε νὴ τοὺς σοὺς ἔρωτας͵ οἷς πλατὺς
εὑρέθης σκοπός͵ ὅτι πέπαυσαι διηγούμενος·
καί σε πρὸς αὐτῆς ἀντιβολοῦμεν Ἀφροδίτης͵
εἰ περιττά με λέγειν ἔοικας͵ εἴ τις ἄρρην ἢ καὶ
νὴ Δία θῆλυς ἀφεῖταί σοι πόθος͵ ἠρέμα τῇ
μνήμῃ ἐκκαλέσασθαι. καὶ γὰρ ἄλλως
ἑορταστικὴν ἄγομεν ἡμέραν Ἡρά κλεια
θύοντες· οὐκ ἀγνοεῖς δὲ δήπου τὸν θεὸν ὡς
ὀξὺς ἦν πρὸς Ἀφροδίτην· ἥδιστα οὖν δοκεῖ μοι
τῶν λόγων τὰς θυσίας προσήσεσθαι.
ΘΕΟΜΝΗΣΤΟΣ
2 Θᾶττον ἄν μοι͵ ὦ Λυκῖνε͵ θαλάττης κύματα
καὶ πυκνὰς ἀπ΄ οὐρανοῦ νιφάδας
ἀριθμήσειας ἢ τοὺς ἐμοὺς Ἔρωτας. ἐγὼ γοῦν
ἅπασαν αὐτῶν κενὴν ἀπολελεῖφθαι
φαρέτραν νομίζω͵ κἂν ἐπ΄ ἄλλον τινὰ πτῆναι
θελήσωσιν͵ ἄνοπλος αὐτῶν ἡ δεξιὰ
γελασθήσεται· σχεδὸν γὰρ ἐκ τῆς ἀντίπαιδος
ἡλικίας εἰς τοὺς ἐφήβους κριθεὶς ἄλλαις ἀπ΄
ἄλλων ἐπιθυμίαις βουκολοῦμαι· διάδοχοι
ἔρωτες ἀλλήλων καὶ πρὶν ἢ λῆξαι τῶν
προτέρων͵ ἄρχονται δεύτεροι͵ κάρηνα
Λερναῖα τῆς παλιμφυοῦς Ὕδρας
πολυπλοκώτερα μηδ΄ Ἰόλεων βοηθὸν ἔχειν
δυνάμενα· πυρὶ γὰρ οὐ σβέννυται πῦρ. οὕτως
τις ὑγρὸς τοῖς ὄμμασιν ἐνοικεῖ μύωψ͵ ὃς ἅπαν
κάλλος εἰς αὑτὸν ἁρπάζων ἐπ΄ οὐδενὶ κόρῳ
παύεται· καὶ συνεχὲς ἀπορεῖν ἐπέρχεταί μοι͵
τίς οὗτος Ἀφροδίτης ὁ χόλος· οὐ γὰρ Ἡλιάδης
ἐγώ τις οὐδὲ Λημνιάδων ὕβρεις οὐδὲ
LUCIANO
LOS AMORES.
LUKINO
1 Jugueteos eróticos, mi querido Teomnesto...
Desde la mañana has saciado nuestras orejas,
sufrientes por las continuas fatigas, y para mí,
fuertemente sediento de semejante divertimen-
to, oportuna ha hablado la gracia de tus
risueños razonamientos. Porque frágil el alma
soporta las fatigas ininterrumpidas, pero desean
los ambiciosos trabajos que un poco surjan los
placeres relajantes de las molestas preocupacio-
nes. Perfectamente a la mañana me llenó de
alegría la lisonja de tus relatos sin freno y la
dulce elocuencia, que por fuerza por poco creí
estar encantado como Arístides por los Cuentos
Milesios. Me agobia, por tus amores, a los que
amplio espectro descubres, que detuvieras tu
relato, y te ruego por Afrodita misma, que
convengas en contarme suavemente animado
por el recuerdo lo más singular, si algún varón
o también, por Zeus, alguna mujer te provocó
deseo. Por otra parte hacemos hoy el sacrificio
celebrando a Hércules; sin duda no ignoras que
el dios era ardiente en apetitos. Me parece que
los relatos se recibirán como dulcísima ofrenda.
TEOMNESTO
2 Oh Lukino, más rápido es para mí enumerar
las olas del mar y los copos de nieve del cielo,
que mis amores. En efecto me parece que el
carcaj ha quedado completamente vacío de
amores, y si alguno quiere dispararse hacia
otro, la desarmada derecha será motivo de risa.
Pues casi salido de la infancia hasta ser
enrolado entre los efebos fui arreado de una
pasión a otra, sucediéndose los deseos unos tras
otros, y antes de renunciar a los anteriores
despuntaban los siguientes, cabezas de Lerna
más enmarañadas que las de la autoreplicante
Hidra, y sin tener la ayuda de Iolao; porque al
fuego no se apacigua con fuego. De manera que
mora en mis ojos un mojado aguijón el cual
toda belleza atrapa y no se apacigua por ningún
hastío. Y es incierto si no me arrastra
continuamente algo como la cólera de Afrodita.
Porque no soy un ser solar, ni una lemnia
5
Ἱππολύτειον ἀγροικίαν ὠφρυωμένος͵ ὡς
ἐρεθίσαι τῆς θεοῦ τὴν ἄπαυστον ταύτην
ὀργήν.
ΛΥΚΙΝΟΣ
3 Πέπαυσο τῆς ἐπιπλάστου καὶ δυσχεροῦς
ταύτης ὑποκρίσεως͵ Θεόμνηστε. ἄχθῃ γὰρ ὅτι
τούτῳ τῷ βίῳ ἡ τύχη προσεκλήρωσεν͵ καὶ
χαλεπὸν εἶναι νομίζεις͵ εἰ γυναιξὶν ὡραίαις
καὶ μετὰ παίδων τὸ καλὸν ἀνθούντων
ὁμιλεῖς; ἀλλά σοι καὶ καθαρσίων τάχα δεήσει
πρὸς τὸ δυσχερὲς οὕτω νόσημα· δεινὸν
γὰρ τὸ πάθος. ἀλλ΄ οὐχὶ τοῦτον τὸν πολὺν
ἐκχέας λῆρον εὐδαίμονα σαυτὸν εἶναι
νομιεῖς͵ ὅτι σοι ὁ θεὸς οὐκ αὐχμηρὰν
γεωργίαν ἐπέκλωσεν οὐδὲ ἐμπορικὰς ἄλας
καὶ στρατιώτην ἐν ὅπλοις βίον͵ ἀλλὰ λιπαραὶ
παλαῖστραι μέλουσί σοι καὶ φαιδρὰ μὲν
ἐσθὴς μέχρι ποδῶν τὴν τρυφὴν καθειμένη͵
διακριδὸν δ΄ ἠσκημένης κόμης ἐπιμέλεια; τῶν
γε μὴν ἐρωτικῶν ἱμέρων αὐτὸ τὸ βασανίζον
εὐφραίνει καὶ γλυκὺς ὀδοὺς ὁ τοῦ πόθου
δάκνει· πειράσας μὲν γὰρ ἐλπίζεις͵ τυχὼν δ΄
ἀπολέλαυκας· ἴση δὲ ἡδονὴ τῷ παρεῖναι καὶ
τὸ μέλλον. ἔναγχος γοῦν διηγουμένου σου
τὸν πολύν͵ ὡς παρ΄ Ἡσιόδῳ͵ κατάλογον ὧν
ἀρχῆθεν ἠράσθης͵ ἱλαραὶ μὲν τῶν
ὀμμάτων αἱ βολαὶ τακερῶς ἀνυγραίνοντο͵
τὴν φωνὴν δ΄ ἴσην τῇ Λυκάμβου θυγατρὶ
λεπτὸν ἀφηδύνων ἀπ΄ αὐτοῦ τοῦ
σχήματος εὐθὺς δῆλος ἦς οὐκ ἐκείνων
μόνων͵ ἀλλὰ καὶ τῆς ἐπ΄ αὐτοῖς μνήμης ἐρῶν.
ἀλλ΄͵ εἴ τί σοι τοῦ κατὰ τὴν Ἀφροδίτην
περίπλου λείψανον ἀφεῖται͵ μηδὲν
ἀποκρύψῃ͵ τῷ δὲ Ἡρακλεῖ τὴν θυσίαν ἐντελῆ
παράσχου.
ΘΕΟΜΝΗΣΤΟΣ
4 Βουφάγος μὲν ὁ δαίμων͵ ὦ Λυκῖνε͵ καὶ ταῖς
ἀκάπνοις͵ φασί͵ τῶν θυσιῶν ἥκιστα
τερπόμενος. ἐπεὶ δ΄ αὐτοῦ τὴν ἐτήσιον ἑορτὴν
λόγῳ γεραίρομεν͵ αἱ μὲν ἐμαὶ διηγήσεις ἐξ
ἑωθινοῦ παραταθεῖσαι κόρον ἔχουσιν͵ ἡ δὲ σὴ
Μοῦσα τῆς συνήθους μεθαρμοσαμένη
σπουδῆς ἱλαρῶς τῷ θεῷ συνδιημερευσάτω͵
καί μοι γενοῦ δικαστὴς ἴσος͵ ἐπεὶ μηδ΄ εἰς
ἕτερόν σε τοῦ πάθους ῥέποντα ὁρῶ͵ ποτέρους
ἀμείνονας ἡγῇ͵ τοὺς φιλόπαιδας ἢ τοὺς
insolente ni tengo la rústica displicencia de
Hipólito para provocar este implacable enojo de
la diosa...
LUKINO
3 ¡Acaba con el finjimiento!, y con la
representación del descontento. Porque en esta
vida , Teomnesto, la suerte reparte la carga, y
opinas que es penoso juntarse con jovencitas en
sazón y muchachitos en la flor de su belleza?
Rápido necesitas expiarte por esta penosa
aflicción, pues espantoso es el sufrimiento... No
derrames tantas tonterías! y debes considerar tu
mismo lo feliz que eres de que el dios no
dispuso para ti una polvorienta granja, las
errancias del mercader o la vida en armas del
soldado, sino que te ocupen los ungidos
gimnasios y las radiantes vestiduras que bajan
divinas hasta los pies, únicamente cuidando de
cómo cae la cabellera... Por cierto de las ansias
eróticas te regocija lo que te tortura y que te
muerda el dulce diente del deseo. Porque al
seducir te esperanzas, y obtienes el gozo una
vez que has atrapado; pues hay tanto placer en
el planearlo como en hacerlo actual. En efecto
hace un momento en que referías el numeroso –
como todo un Hesíodo– catálogo de cómo fuiste
amado al principio, gozoso se fundía el brillo de
tus ojos humedeciéndose, la voz igual de
delgada que la hija de Licambos, endulzándola
evidentemente no sólo por la pintura de aquello
sino por el recuerdo de los mismos amores.
Pero, si para ti queda algo atrás del periplo
amatorio, no escondas nada, para que la
ofrenda del que la suministra a Hércules sea
completa.
TEOMNESTO
4 Carnívoro es el dios, oh Lukino, y dicen que
apenas se deleita con las ofrendas no
humeantes. Desde que con discurso honramos
la fiesta anual de él, mis relatos desde la
mañana tienen que llegar al hastío, pero tú,
Musa, cambiando de tu habitual gravedad,
haznos pasar risueñamente el día con el dios. Y
para mí eres de raza un juez imparcial, desde
que veo que del placer no te inclinas ni a uno ni
a otro, ¿a quién elegirías como eminentes, a los
6
γυναίοις ἀσμενίζοντας; ἐγὼ μὲν γὰρ ὁ
πληγεὶς ἑκατέρῳ καθάπερ ἀκριβὴς
τρυτάνη ταῖς ἐπ΄ ἀμφότερα
πλάστιγξιν ἰσορρόπως ταλαντεύομαι͵ σὺ δ΄
ἐκτὸς ὢν ἀδεκάστῳ κριτῇ τῷ λογισμῷ τὸ
βέλτιον αἱρήσῃ. πάντα δὴ περιελὼν
ἀκκισμόν͵ ὦ φιλότης͵ ἣν πεπίστευκέν σοι
ψῆφον ἡ περὶ τῶν ἐμῶν ἐρώτων κρίσις͵ ἤδη
φέρε.
ΛΥΚΙΝΟΣ
5 Παιδιᾶς͵ ὦ Θεόμνηστε͵ καὶ γέλωτος ἡγῇ τὴν
διήγησιν; ἡ δ΄ ἐπαγγέλλεται καὶ σπουδαῖον.
ἐγὼ γοῦν ἐξ ὑπογύου τῆς ἐπιχειρήσεως
ἡψάμην͵ εἰδὼς ὅτι λίαν ἀλλοία παιδιᾶς ἐξότε
δυοῖν ἀνδροῖν ἀκηκοὼς περὶ τούτοιν
συντόνως ἁμιλλωμένοιν ἔτι τὴν μνήμην
ἔναυλον ἔχω. διῄρητο δ΄ αὐτῶν ἅμα τοῖς
λόγοις τὰ πάθη καὶ οὐχ ὥσπερ σὺ κατ΄
εὐκολίαν ψυχῆς ἄϋπνος ὢν διττοὺς
ἄρνυσαι μισθούς͵ τὸν μὲν βουκολέων͵
τὸν δ΄ ἄργυφα μῆλα νομεύων͵ ἀλλ΄ ὁ μὲν
ὑπερφυῶς παιδικοῖς ἥδετο τὴν θήλειαν
Ἀφροδίτην βάραθρον ἡγούμενος͵ ὁ δ΄
ἁγνεύων ἄρρενος ἔρωτος ἐς γυναῖκας
ἐπτόητο. δυοῖν οὖν μαχομένοιν παθοῖν
ἀγωνοθετήσας ἅμιλλαν οὐδ΄ ἂν εἰπεῖν
δυναίμην ὡς ὑπερηυφράνθην· καί μοι τὰ τῶν
λόγων ἴχνη ταῖς ἀκοαῖς ἐνεσφράγισται
σχεδὸν ὡς ἀρτίως εἰρημένα. πᾶσαν οὖν
ὑποτιμήσεως ἀφορμὴν ἐκποδὼν ἀποθέμενος
ἃ παρ΄ ἀμφοῖν ἤκουσα λεγόντοιν κατ΄
ἀκριβὲς ἐπέξειμί σοι.
ΘΕΟΜΝΗΣΤΟΣ
Καὶ μὴν ἔγωγε ἐπαναστὰς ἔνθεν ἀπαντικρὺ
καθεδοῦμαί σου͵ δέγμενος Αἰακίδην ὁπότε
λήξειεν ἀείδων. σὺ δ΄ ἡμῖν τὰ πάλαι κλέα τῆς
ἐρωτικῆς διαφορᾶς μελῳδίᾳ περαίνειν.
ΛΥΚΙΝΟΣ
6 Ἐπ΄ Ἰταλίαν μοι διανοουμένῳ ταχυναυτοῦν
σκάφος εὐτρέπιστο τούτων τῶν δικρότων͵ οἷς
μάλιστα χρῆσθαι Λιβυρνοὶ δοκοῦσιν ἔθνος
Ἰονίῳ κόλπῳ παρῳκισμένον. ὡς δ΄ ἐνῆν͵
πάντας ἐπιχωρίους θεοὺς προσκυνήσας καὶ
Δία ξένιον ἵλεω συνεφάψασθαι τῆς ἀποδήμου
στρατείας ἐπικαλεσάμενος ἀπ΄ ἄστεος ὀρικῷ
pederastas o a los aficionados a las mujeres?
Porque yo equilibro los impulsos hacia cada
uno a la manera de una balanza en la que
ambos platillos están parejos; pero tú estando
afuera entenderás lo mejor con un criterio
incorruptible. Por cierto suprimiendo todo
melindre, mi buen amigo, confiaré en tu voto
para el análisis respecto a nuestros amores.
Habla ya.
LUKINO
5 ¿Que guíe, Teomnesto, mi disquisición a los
jugueteos y a las risas? Ella se declara seria. Yo
en efecto he tomado la empresa de repente,
observando que es muy distinto que niñerías,
desde que he escuchado a dos hombres dispu-
tar vehementemente sobre esto. El recuerdo lo
tengo todavía resonando. Juntamente a los
razonamientos los dividía el deseo, y no a la
manera en que tú bajo el buen temple del alma
insomne logras alcanzar dobles recompensas,
“pastoreando ya bueyes, ya blancas ovejas”;
sino que el que gozaba extraordinariamente con
los muchachitos entendía al ansia por la mujer
como perdición, el otro, virgen del deseo
varonil se arrebataba por las mujeres. Así que
fungí de árbitro en la rivalidad entre dos
pasiones en pugna, y puedo calificarlo de
totalmente delicioso; para mí la huella de los
discursos está inscripta en los oídos casi como
recién pronunciada. Y poniendo a un lado todo
motivo de excusación elusiva te testimonio lo
que escuché que ambos hablaron.
TEOMNESTO
Pues yo me voy a levantar de aquí para sentar-
me justamente enfrente tuyo, ”esperando que el
Eácida exprese su canto”. Desenróllanos pues
con melodía la antigua disputa erótica.
LUKINO
6 Tenía en mente ir rápido a Italia navegando
en un barco preparado para mí de dobles
remos, esos de los que principalmente se sirven
los liburnos, pueblo que vive en las cercanías
del golfo de Jonia. En el intervalo me
encomendé a todos los dioses indígenas y a
Zeus Hospitalario me acompañe benigno en la
7
ζεύγει κατῄειν ἐπὶ θάλασσαν· εἶτα τοὺς
παραπέμποντάς με δεξιωσάμενος ἠκολούθει
δὲ παιδείας λιπαρὴς ὄχλος͵ οἳ συνεχὲς ἡμῖν
ἐντυγχά νοντες ἀνιαρῶς διεζεύγνυντοτῆς
πρύμνης οὖν ἐπιβὰς ἐγγὺς ἐμαυτὸν ἵδρυσα
τοῦ κυβερνήτου. καὶ ῥοθίῳ τῷ τῶν ἐλατήρων
μετὰ μικρὸν ἀπὸ τῆς γῆς ἀναχθέντες͵ ἐπειδὴ
μάλα καὶ κατόπιν ἡμᾶς ἐποίμαινον αὖραι͵
τὸν ἱστὸν ἐκ τῶν μεσοκοίλων ἄραντες
καρχησίῳ τὸ κέρας προσεστείλαμεν· εἶτ΄
ἀθρόας κατὰ τῶν κάλων τὰς ὀθόνας
ἐκχέαντες ἠρέμα πιμπλαμένου τοῦ λίνου
κατ΄ οὐδὲν οἶμαι βέλους ἐλάττονι ῥοίζῳ
διιπτάμεθα βαρὺ τοῦ κύματος
ὑποβρυχωμένου περὶ τὴν σχίζουσαν αὐτὸ
πρῷραν.
7 ἀλλ΄ ἅ γε μὴν ἐν τῷ μεταξὺ παράπλῳ
σπουδῆς ἢ παιδιᾶς ἐχόμενα συνηνέχθη͵
καιρὸς οὐ πάνυ μηκύνειν. ὡς δὲ τῆς Κιλικίας
τὴν ἔφαλον ἀμείψαντες εἰχόμεθα τοῦ
Παμφυλίου κόλπου͵ Χελιδονέας ὑπερθέοντες
οὐκ ἀμοχθεὶ τοὺς εὐτυχεῖς τῆς παλαιᾶς
Ἑλλάδος ὅρους͵ ἑκάστῃ τῶν Λυκιακῶν
πόλεων ἐπεξενούμεθα μύθοις τὰ πολλὰ
χαίροντες· οὐδὲν γὰρ ἐν αὐταῖς σαφὲς
εὐδαιμονίας ὁρᾶται λείψανον· ἄχρι τῆς
Ἡλιάδος ἁψάμενοι Ρόδου τὸ συνεχὲς τοῦ
μεταξὺ πλοῦ διαναπαῦσαι πρὸς ὀλίγον
ἐκρίναμεν.
8 οἱ μὲν οὖν ἐρέται τὸ σκάφος ἔξαλον ἐς γῆν
ἀνασπάσαντες ἐγγὺς ἐσκήνωσαν͵ ἐγὼ δ΄
εὐτρεπισμένου μοι ξενῶνος ἀπαντικρὺ τοῦ
Διονυσίου κατὰ σχολὴν ἐβάδιζον ὑπερφυοῦς
ἀπολαύσεως ἐμπιμπλάμενος· ἔστιν γὰρ
ὄντως ἡ πόλις Ἡλίου πρέπον ἔχουσα τῷ θεῷ
τὸ κάλλος. ἐκπεριϊὼν δὲ τὰς ἐν τῷ Διονυσίῳ
στοὰς ἑκάστην γραφὴν κατώπτευον ἅμα τῷ
τέρποντι τῆς ὄψεως ἡρωϊκοὺς μύθους
ἀνανεούμενος· εὐθὺ γάρ μοι δύ΄ ἢ τρεῖς
προσερρύησαν ὀλίγου διαφόρου πᾶσαν
ἱστορίαν ἀφηγούμενοι· τὰ δὲ πολλὰ καὶ αὐτὸς
εἰκασίᾳ προὐλάμβανον.
9 ἤδη δὲ τῆς θέας ἅλις ἔχοντι καὶ
διανοουμένῳ μοι βαδίζειν οἴκαδε τὸ ἥδιστον
ἐπὶ ξένης ἀπήντησέ μοι κέρδος͵ ἄνδρες ἐκ
παλαιοῦ χρόνου συνήθεις͵ οὓς οὐδ΄ αὐτὸς
ἀγνοεῖν μοι δοκεῖς πολλάκις ἡμῖν ἰδὼν
ἐπιφοιτῶντας ἐνταῦθα͵ τὸν ἐκ Κορίνθου
expedición de viaje, bajé de la villa hacia el mar
con un tronco de mulas, tras que a los que me
escoltaban dándoles la mano porque era
seguido por una turba de pesados de la cultura,
los que sin interrupción se hallaban en el
camino conmigo se separaron molestamente.
Entré por la popa en efecto sentandome yo
cerca del timonel. En poco empujados por el
oleaje nos alejamos de tierra; desde que fuertes
brisas nos empujaban de atrás, levantamos el
mástil de los huecos y alzamos la verga a la
cofa. Ajustadas las velas a las drizas suavemen-
te se llenaron los lienzos, y pienso que vibramos
no menos que un dardo volando, sobre las
rugientes olas hendidas por la proa que las
cortaba.
7 Pero por cierto no es la ocasión de referir
los sucesos serios o risueños en medio de la
costera travesía. Cuando pasamos la costa de
Cilicia alcanzamos el golfo de Pamfilia,
pasando no fácilmente las islas Golondrinas, los
afortunados viejos límites de la Hélade, y
tocamos cada una de las ciudades Licias,
disfrutando mucho con las leyendas,
porque es evidente que no se ve que les haya
quedado ninguna prosperidad; hasta que
alcanzamos la Rodas del dios Sol, donde
decidimos detenernos un poco en medio de la
incesante travesía.
8 Los remeros arrastraron la nave a tierra, y
desembarcando armaron cerca sus tiendas, pero
yo arreglé para mí alojamiento enfrente del
templo de Dioniso, y henchido de placer vagué
maravillosamente en la tregua: siendo
efectivamente la ciudad del Sol, tiene la belleza
que distingue al dios. Recorrí los pórticos de
Dioniso para examinar cada una de las pinturas,
renovando, junto a la delicia para los ojos, la
memoria de los heroicos relatos. Enseguida
aparecieron dos o tres que por una pequeña
suma me refirieron toda la historia, pero mucho
de ella me la había figurado por conjetura.
9 Al tener bastante de la contemplación, y ya
meditando ir a mi habitación, me vino al
encuentro el más placentero premio en el
extranjero, dos hombres que eran de antiguo
mis amigos íntimos; se me ocurre que no los
desconoces, porque muchas veces los has visto
8
Χαρικλέα νεανίαν οὐκ ἄμορφον͵ ἔχοντά τι
καὶ κομμωτικῆς ἀσκήσεως ἅτε οἶμαι γυναίοις
ἐνωραϊζόμενον· ἅμα δ΄ αὐτῷ καὶ
Καλλικρατίδαν τὸν Ἀθηναῖον τὸν τρόπον
ἁπλοϊκόν· προηγουμένως γὰρ πολιτικῶν
λόγων προΐστατο καὶ ταυτησὶ τῆς ἀγοραίου
ῥητορικῆς. ἦν δὲ καὶ τῷ σώματι γυμναστικός͵
οὐ δι΄ ἄλλο τί μοι δοκεῖν τὰς παλαίστρας
ἀγαπῶν ἢ διὰ τοὺς παιδικοὺς ἔρωτας· ὅλος
γὰρ εἰς τοῦτο ἐπτόητο. τῷ δὲ πρὸς τὸ θῆλυ
μίσει πολλὰ καὶ Προμηθεῖ κατηρᾶτο.
πόρρωθεν οὖν ἰδὼν ἑκάτερός με γήθους καὶ
χαρᾶς πλέοι προσέδραμον· εἶθ΄ ὁποῖα φιλεῖ͵
δεξιωσάμενοι πρὸς αὐτὸν ἐλθεῖν ἑκάτερος
ἠξίουν με. κἀγὼ φιλονεικοῦντας ὁρῶν
περαιτέρω͵ Τὸ μὲν τήμερον͵ εἶπον͵ ὦ
Καλλικρατίδα καὶ Χαρίκλεις͵ ἄμφω καλῶς
ἔχον ἐστὶν ὑμᾶς παρ΄ ἐμοὶ φοιτᾶν͵ ἵνα μὴ
πλείω τὴν ἔριν ἐγείρητε· ταῖς δὲ ἐφεξῆς
ἡμέραιςτρεῖς γὰρ ἐνταῦθα ἢ τέτταρας
διέγνωκα μένειν ἀμοιβαίως
ἀνθεστιάσετέ με͵ κλήρῳ διακριθεὶς ὁ
πρότερος.
10 δοκεῖ ταῦτα. κἀκείνην μὲν τὴν ἡμέραν
εἱστι άρχουν ἐγώ͵ τῇ δ΄ ἐπιούσῃ
Καλλικρατίδας͵ εἶτα μετ΄ αὐτὸν ὁ Χαρικλῆς.
ἑώρων δὴ καὶ παρὰ τὴν ἑστίασιν ἐναργῆ τῆς
ἑκατέρου διαθέσεως τεκμήρια· ὁ μὲν γὰρ
Ἀθηναῖος εὐμόρφοις παισὶν ἐξήσκητο͵ καὶ
πᾶς οἰκέτης αὐτῷ σχεδὸν ἀγένειος ἦν μέχρι
τοῦ πρῶτον ὑπογράφοντος αὐτοὺς χνοῦ
παραμένοντες͵ ἐπειδὰν δὲ ἰούλοις αἱ παρειαὶ
πυκασθῶσιν͵ οἰκονόμοι καὶ τῶν Ἀθήνησι
χωρίων κηδεμόνες ἀπεστέλλοντο. Χαρικλεῖ
γε μὴν πολὺς ὀρχηστρίδων καὶ μουσουργῶν
χορὸς εἵπετο καὶ πᾶν τὸ δωμάτιον ὡς ἐν
Θεσμοφο ρίοις γυναικῶν μεστὸν ἦν ἀνδρὸς
οὐδ΄ ἀκαρῆ παρόντος͵ εἰ μή τί που νήπιον ἢ
γέρων ὑπερῆλιξ ὀψοποιὸς ὀφθείη͵ χρόνου
ζηλοτυπίας ὑποψίαν οὐκ ἔχοντος. ἦν μὲν οὖν͵
ὡς ἔφην͵ καὶ ταῦθ΄ ἱκανὰ τῆς ἀμφοτέρων
γνώμης δείγματα. πολλάκις γε μὴν ἐπ΄
ὀλίγον ἁψιμαχίαι τινὲς αὐτοῖς ἐκινήθησαν͵
οὐχ ὡς πέρας ἔχειν τι τὴν ζήτησιν. ἀλλ΄ ἐπεὶ
καιρὸς ἦν ἀνάγεσθαι͵ σύμπλους
ἐθελήσαντας αὐτοὺς ἐπηγόμην· διενοοῦν
το γὰρ εἰς τὴν Ἰταλίαν ἀπαίρειν ὁμοίως
ἐμοί.
frecuentándome aquí. Caricles de Corinto, un
joven no feo que mostraba cierto uso de los
cosméticos, pienso, como para tratar de agradar
a las mujeres; y junto a él Calicratidas el
ateniense, con sus maneras sencillas, porque era
eminente sobresaliendo en los discursos
políticos, y en la misma retórica del ágora; de
aspecto atlético, no tanto me parece porque
amara las palestras sino por su amor por los
muchachos, porque solamente se apasionaba en
esto, mientras por su odio a las mujeres muchas
veces injuriaba a Prometeo [V. cap 43].
Viéndome ambos pues desde lejos, alegres y
llenos de júbilo se apresuraron a mí; luego,
como se acostumbra nos dimos las manos y
cada uno me rogó ir con él, pero yo para que no
fuera más lejos la disputa, dije : “Este día, Oh
Calicratidas y Caricles, es buena cosa para
ambos que ustedes vengan conmigo, para que
no se lleve a más la riña. Los siguientes días –
porque pienso permanecer tres o quizá cuatro
días– compénsenme, eligiendo por sorteo quién
me aloja primero.”
10 Opinaron igual. Aquel día pues fui yo el
anfitrion, el posterior Calicratidas, y luego
después de él Caricles. Por cierto en los
banquetes descubrí testimonios evidentes de la
inclinación de cada uno; porque el ateniense era
atendido por apuestos esclavitos, y todos los
sirvientes que estaban con él eran casi imberbes,
quedándose hasta cuando se les dibujaba la
primera pelusa, pero tan pronto como las
barbas cubrían sus mejillas, eran enviados lejos
como encargados o guardianes de las
propiedades del ateniense. Α Caricles por su
parte lo acompañaba un coro de cantantes y
bailarinas, y toda salita estaba llena de mujeres
como en las Thesmoforias, ni el menor hombre
estaba presente, salvo por algún infante o
cocinero maduro, en que la edad no permitía la
sospecha de celos. En efecto era como he dicho,
y con esta prueba baste de las nociones de
ambos. Por cierto que muchas veces disputaban
breves escaramuzas, sin poder sentarse nada en
la investigación. Pero cuando era ya ocasión de
retirarme y retomar la navegación quisieron
que los llevara, haciéndose a la mar para Italia
igual que yo.
9
11 καὶ δόξαν ἡμῖν Κνίδῳ προσορμῆσαι κατὰ
θέαν καὶ τοῦ Ἀφροδίτης ἱεροῦ —ὑμνεῖται δὲ
τούτου τὸ τῆς Πραξιτέλους εὐχερείας ὄντως
ἐπαφρόδιτον— ἠρέμα τῇ γῇ προσηνέχθημεν
αὐτῆς οἶμαι τῆς θεοῦ λιπαρᾷ γαλήνῃ
πομποστολούσης τὸ σκάφος. τοῖς μὲν οὖν
ἄλλοις ἔμελον αἱ συνήθεις παρασκευαί͵ ἐγὼ
δὲ τὸ ἐρωτικὸν ζεῦγος ἑκατέρωθεν
ἐξαψάμενος κύκλῳ περιῄειν τὴν Κνίδον οὐκ
ἀγελαστὶ τῆς κεραμευτικῆς ἀκολασίας
μετέχων ὡς ἐν Ἀφροδίτης πόλει. στοὰς δὲ
Σωστράτου καὶ τἆλλα ὅσα τέρπειν ἡμᾶς
ἐδύνατο πρῶτον ἐκπεριελ θόντες, ἐπὶ τὸν
νεὼν τῆς Ἀφροδίτης βαδίζομεν͵ νὼ μέν͵ ἐγώ
τε καὶ Χαρικλῆς͵ πάνυ προθύμως͵ Καλλι
κρατίδας δ΄ ὡς ἐπὶ θέαν θήλειαν ἄκων͵ ἥδιον
ἂν οἶμαι τῆς Ἀφροδίτης Κνιδίας τὸν ἐν
Θεσπιαῖς ἀντικαταλ λαξάμενος Ἔρωτα.
12 καί πως εὐθὺς ἡμῖν ἀπ΄ αὐτοῦ τοῦ
τεμένους Ἀφροδίσιοι προσέπνευσαν αὖραι· τὸ
γὰρ αἴθριον οὐκ εἰς ἔδαφος ἄγονον μάλιστα
λίθων πλαξὶ λείαις ἐστρωμένον͵ ἀλλ΄ ὡς ἐν
Ἀφροδίτης ἅπαν ἦν γόνιμον ἡμέρων καρπῶν͵
ἃ ταῖς κόμαις εὐθαλέσιν ἄχρι πόρρω βρύοντα
τὸν πέριξ ἀέρα συνωρόφουν. περιττόν γε μὴν
ἡ πυκνόκαρπος ἐτεθήλει μυρρίνη παρὰ τὴν
δέσποιναν αὐτῆς δαψιλὴς πεφυκυῖα τῶν τε
λοιπῶν δένδρων ἕκαστον͵ ὅσα κάλλους
μετείληχεν· οὐδ΄ αὐτὰ γέροντος ἤδη χρόνου
πολιὰ καθαύαινεν͵ ἀλλ΄ ὑπ΄ ἀκμῆς
σφριγῶντα νέοις κλωσὶν ἦν ὥρια. τούτοις δ΄
ἀνεμέμικτο καὶ τὰ καρπῶν μὲν ἄλλως ἄγονα͵
τὴν δ΄ εὐμορφίαν ἔχοντα καρπόν͵
κυπαρίττων γε καὶ πλατανίστων αἰθέρια
μήκη καὶ σὺν αὐταῖς αὐτόμολος Ἀφροδίτης ἡ
τῆς θεοῦ πάλαι φυγὰς Δάφνη. παντί γε μὴν
δένδρῳ περιπλέγδην ὁ φίλερως προσείρπυζε
κιττός. ἀμφιλαφεῖς ἄμπελοι πυκνοῖς
κατήρτηντο βότρυσιν· τερπνοτέρα γὰρ
Ἀφροδίτη μετὰ Διονύσου καὶ τὸ παρ΄ ἀμφοῖν
ἡδὺ σύγκρατον͵ εἰ δ΄ ἀπο ζευχθεῖεν ἀλλήλων͵
ἧττον εὐφραίνουσιν. ἦν δ΄ ὑπὸ ταῖς ἄγαν
παλινσκίοις ὕλαις ἱλαραὶ κλισίαι τοῖς
ἐνεστιᾶσθαι θέλουσιν͵ εἰς ἃ τῶν μὲν ἀστικῶν
σπανίως ἐπεφοίτων τινές͵ ἀθρόος δ΄ ὁ
πολιτικὸς ὄχλος ἐπανηγύριζεν ὄντως
ἀφροδισιάζοντες.
13 ἐπεὶ δ΄ ἱκανῶς τοῖς φυτοῖς ἐτέρφθημεν͵
11 Nuestra intención fue anclar en Cnido para
observar el templo de Afrodita, —celebrado él
por la verdaderamente bellísima destreza de
Praxíteles— con suavidad nos aproximamos a
su tierra, como si la nave fuera escoltada con
radiante calma por la diosa. Dejé que los otros
se cuidaran de los acostumbrados preparativos,
y tomando a cada lado a uno de la pareja erótica
dimos una vuelta por Cnido, no sin reirnos de
las licenciosas cerámicas que forman parte de la
ciudad de Afrodita. Recorriendo primero el
pórtico de Sostrato y de todas las cosas que nos
podían agradar, marchamos al santuario de
Afrodita; nosotros dos, Caricles y yo, muy
entusiasmados, Calicratidas como desganado
de contemplar algo femenino. Con más gusto,
pienso, cambiaría la Afrodita de Cnido por el
Eros en Thespias.
12 E inmediatamente sopló sobre nosotros una
amatoria brisa desde el jardín sagrado; porque
el atrio no tenía mayormente el pavimiento
cubierto por estériles baldosas de piedra, sino
como en todo lo de Afrodita fecundo de frutos
cultivados, en el que el floreciente follaje
totalmente rebosante se entrelazaba lejos hasta
el cielo. Pero sobresalía reverdecido de todos los
restantes árboles el fructífero rozagante mirto
por la generosidad de la señora, entremezclado
con otros hermosos. Aunque ya ancianos en
años no se desecaban con achaques, sino que en
la flor de su edad su savia brotaba como en
jóvenes. Entremezclados estaban otros no
frutales cuyo futo es la belleza; cipreses y
plátanos que techaban el cielo de altos y junto a
ellos el laurel, Dafne desertora de Afrodita hace
mucho tiempo huída. Mas sobre todo árbol se
ensortijaba la amante hiedra trepadora.
Corpulentas vides hacían colgar abundantes
racimos, porque gozosa está Afrodita junto a
Dioniso, y la dulzura de ambos se fortalece;
pero cuando están alejados uno y otro, menos
se disfruta. Acogedor refugio es el umbrátil
domo de los leños para los que desean
agasajarse allí; ocasionalmente algunos de los
ciudadanos la visitan, pero la compacta
muchedumbre urbana presta reverencia a
Afrodita en las solemnidades.
13 Dado que bastante nos saciamos con las
10
εἴσω τοῦ νεὼ παρῄειμεν. ἡ μὲν οὖν θεὸς ἐν
μέσῳ καθίδρυται —Παρίας δὲ λίθου
δαίδαλμα κάλλιστον— ὑπερήφανον καὶ
σεσηρότι γέλωτι μικρὸν ὑπομειδιῶσα. πᾶν δὲ
τὸ κάλλος αὐτῆς ἀκάλυπτον οὐδεμιᾶς
ἐσθῆτος ἀμπεχούσης γεγύμνωται͵ πλὴν ὅσα
τῇ ἑτέρᾳ χειρὶ τὴν αἰδῶ λεληθότως
ἐπικρύπτειν. τοσοῦτόν γε μὴν ἡ δημιουργὸς
ἴσχυσε τέχνη͵ ὥστε τὴν ἀντίτυπον οὕτω καὶ
καρτερὰν τοῦ λίθου φύσιν ἑκάστοις μέλεσιν
ἐπιπρέπειν. ὁ γοῦν Χαρικλῆς ἐμμανές τι καὶ
παράφορον ἀναβοήσας͵ Εὐτυχέστατος͵ εἶπεν͵
θεῶν ὁ διὰ ταύτην δεθεὶς Ἄρης͵ καὶ ἅμα
προσδραμὼν λιπαρέσι τοῖς χείλεσιν ἐφ΄ ὅσον
ἦν δυνατὸν ἐκτείνων τὸν αὐχένα κατεφίλει·
σιγῇ δ΄ ἐφεστὼς ὁ Καλλικρατίδας κατὰ νοῦν
ἀπεθαύμαζεν. ἔστι δ΄ ἀμφίθυρος ὁ νεὼς καὶ
τοῖς θέλουσι κατὰ νώτου τὴν θεὸν ἰδεῖν
ἀκριβῶς͵ ἵνα μηδὲν αὐτῆς ἀθαύμαστον ᾖ. δι΄
εὐμαρείας οὖν ἐστι τῇ ἑτέρᾳ πύλῃ
παρελθοῦσιν τὴν ὄπισθεν εὐμορφίαν
διαθρῆσαι.
14 δόξαν οὖν ὅλην τὴν θεὸν ἰδεῖν͵ εἰς τὸ
κατόπιν τοῦ σηκοῦ περιήλθομεν. εἶτ΄
ἀνοιγείσης τῆς θύρας ὑπὸ τοῦ κλειδοφύλακος
ἐμπεπιστευμένου γυναίου θάμβος αἰφνίδιον
ἡμᾶς εἶχεν τοῦ κάλλους. ὁ γοῦν Ἀθηναῖος
ἡσυχῇ πρὸ μικροῦ βλέπων ἐπεὶ τὰ παιδικὰ
μέρη τῆς θεοῦ κατώπτευσεν͵ ἀθρόως πολὺ
τοῦ Χαρικλέους ἐμμανέστερον ἀνεβόησεν͵
Ἡράκλεις͵ ὅση μὲν τῶν μεταφρένων
εὐρυθμία͵ πῶς δ΄ ἀμφιλαφεῖς αἱ λαγόνες͵
ἀγκάλισμα χειροπληθές· ὡς δ΄ εὐπερίγραφοι
τῶν γλουτῶν αἱ σάρκες ἐπικυρτοῦνται μήτ΄
ἄγαν ἐλλιπεῖς αὐτοῖς ὀστέοις
προσεσταλμέναι μήτε εἰς ὑπέρογκον
ἐκκεχυμέναι πιότητα. τῶν δὲ τοῖς ἰσχίοις
ἐνεσφραγισμένων ἐξ ἑκατέρων τύπων οὐκ ἂν
εἴποι τις ὡς ἡδὺς ὁ γέλως· μηροῦ τε καὶ
κνήμης ἐπ΄ εὐθὺ τεταμένης ἄχρι ποδὸς
ἠκριβωμένοι ῥυθμοί. τοιοῦτος ἄρα Γανυμήδης
ἐν οὐρανῷ Διὶ τὸ νέκταρ ἥδιον ἐγχεῖ· παρὰ
μὲν γὰρ ῞Ηβης οὐκ ἂν ἐγὼ διακονουμένης
ποτὸν ἐδεξάμην. ἐνθεαστικῶς ταῦτα τοῦ
Καλλικρατίδου βοῶντος ὁ Χαρικλῆς ὑπὸ τοῦ
σφόδρα θάμβους ὀλίγου δεῖν ἐπεπήγει
τακερόν τι καὶ ῥέον ἐν τοῖς ὄμμασι πάθος
ἀνυγραίνων.
plantas, avanzamos dentro del templo. En el
medio se erige la diosa — bellísima ,
maravillosamente trabajada en mármol de
Paros— mostrándose sonriendo
disimuladamente un poco. Toda su belleza está
develada, con nada cubierto está desnuda en
derredor, salvo por una mano en que mantiene
oculto su pudor. Tan grande es la fuerza de la
técnica del artesano, que en esta representación
la dureza del mármol demuestra la naturaleza
de cada miembro. Caricles casi enloqueció y
mareado emitió un grito: “¡El más feliz entre los
dioses, Ares, que sufrió cadenas por ella!” y
entonces corriendo a la estatua estirando los
labios cuanto podía alargando el cuello le dio
un beso. En silencio Calicrátides tieso se
asombraba mentalmente. Hay puertas
opuestas en el templo para los que desean ver
de atrás exactamente a la diosa, de ahí que nada
queda sin admirar. Porque es fácil avanzar por
la otra puerta y observar su hermosura por
detrás.
14 Queriendo ver toda la diosa, fuimos a la
espalda del recinto. Luego, cuando fue abierta
la puerta por una mujer guardallaves del
recinto nos quedamos sobrecogidos por la
belleza. En efecto el ateniense indiferente
hasta entonces, al gozar con la vista
la parte de la diosa que sugiere un muchacho,
gritó mucho más enloquecido que Caricles:
“¡Por Hércules, qué bien proporcionada
espalda!” Cuán corpulentos son los flancos,
abrazarlos llena la mano; qué delicado el
modelado de la carne de los gúteos,
se curvan ni demasiado flacos acercándose al
hueso ni muestran una excesiva
expansión de grasa; pero quién puede
decir la dulce sonrisa de cada uno de los
hoyuelos sellados sobre las nalgas. Y el
muslo y la pierna caen rectos hasta el pié
con un exacto ritmo. Tal como Ganímedes
en el cielo libando el néctar para Zeus.
Porque yo no hubiera tomado una
copa servida por Hebe.” Mientras Calicrátidas
exclamaba esto hechizado por la diosa, Caricles
por la fuerza de su admiración por poco se
queda petrificado mientras las lágrimas le
corrían por los ojos.
11
15 ἐπεὶ δὲ τοῦ θαυμάζειν ὁ κόρος ἡμᾶς
ἀπήλλαξεν͵ ἐπὶ θατέρου μηροῦ σπίλον
εἴδομεν ὥσπερ ἐν ἐσθῆτι κηλῖδα· ἤλεγχε δ΄
αὐτοῦ τὴν ἀμορφίαν ἡ περὶ τἆλλα τῆς λίθου
λαμπρότης. ἐγὼ μὲν οὖν πιθανῇ τἀληθὲς
εἰκασίᾳ τοπάζων φύσιν ᾤμην τοῦ λίθου τὸ
βλεπό μενον εἶναι· πάθος γὰρ οὐδὲ τούτων
ἔστιν ἔξω͵ πολλὰ δὲ τοῖς κατ΄ ἄκρον εἶναι
δυναμένοις καλοῖς ἡ τύχη παρεμποδίζει.
μέλαιναν οὖν ἐσπιλῶσθαι φυσικήν τινα
κηλῖδα νομίζων καὶ κατὰ τοῦτο τοῦ
Πραξιτέλους ἐθαύμαζον͵ ὅτι τοῦ λίθου τὸ
δύσμορφον ἐν τοῖς ἧττον ἐλέγχεσθαι
δυναμένοις μέρεσιν ἀπέκρυψεν. ἡ δὲ
παρεστῶσα πλησίον ἡμῶν ζάκορος ἀπίστου
λόγου καινὴν παρέδωκεν ἱστορίαν· ἔφη γὰρ
οὐκ ἀσήμου γένους νεανίανἡ δὲ πρᾶξις
ἀνώνυμον αὐτὸν ἐσίγησεν πολλάκις
ἐπιφοιτῶντα τῷ τεμένει σὺν δειλαίῳ δαίμονι
ἐρασθῆναι τῆς θεοῦ καὶ πανή μερον ἐν τῷ
ναῷ διατρίβοντα κατ΄ ἀρχὰς ἔχειν
δεισιδαίμονος ἁγιστείας δόκησιν· ἔκ τε γὰρ
τῆς ἑωθινῆς κοίτης πολὺ προλαμβάνων τὸν
ὄρθρον ἐπεφοίτα καὶ μετὰ δύσιν ἄκων
ἐβάδιζεν οἴκαδε τήν θ΄ ὅλην ἡμέραν
ἀπαντικρὺ τῆς θεοῦ καθεζόμενος ὀρθὰς ἐπ΄
αὐτὴν διηνεκῶς τὰς τῶν ὀμμάτων βολὰς
ἀπήρειδεν. ἄσημοι δ΄ αὐτῷ ψιθυρισμοὶ καὶ
κλεπτομένης λαλιᾶς ἐρωτικαὶ διεπεραίνοντο
μέμψεις.
16 ἐπειδὰν δὲ καὶ μικρὰ τοῦ πάθους ἑαυτὸν
ἀπο βουκολῆσαι θελήσειεν͵ προσειπὼν τῇ δὲ
τραπέζῃ τέτταρας ἀστραγάλους Λιβυκῆς
δορκὸς ἀπαριθμή σας διεπέττευε τὴν ἐλπίδα͵
καὶ βαλὼν μὲν ἐπίσκοπα͵ μάλιστα δ΄ εἴ ποτε
τὴν θεὸν αὐτὴν εὐβολήσειε͵ μηδενὸς
ἀστραγάλου πεσόντος ἴσῳ σχήματι͵
προσεκύνει τῆς ἐπιθυμίας τεύξεσθαι
νομίζων· εἰ δ΄͵ ὁποῖα φιλεῖ͵ φαύλως κατὰ τῆς
τραπέζης ῥίψειεν͵ οἱ δ΄ ἐπὶ τὸ δυσφημότερον
ἀνασταῖεν͵ ὅλῃ Κνίδῳ καταρώμενος ὡς ἐπ΄
ἀνηκέστῳ συμφορᾷ [καὶ] κατήφει καὶ δι΄
ὀλίγου συναρπάσας ἑτέρῳ βόλῳ τὴν πρὶν
ἀστοχίαν ἐθεράπευεν. ἤδη δὲ πλέον αὐτῷ τοῦ
πάθους ἐρεθιζομένου τοῖχος ἅπας
ἐχαράσσετο καὶ πᾶς μαλακοῦ δένδρου φλοιὸς
Ἀφροδίτην καλὴν ἐκήρυσσεν· ἐτιμᾶτο δ΄ ἐξ
ἴσου Διὶ Πραξιτέλης καὶ πᾶν ὅ τι κειμήλιον
15 Después que la saciedad fue alejando el
anonadamiento, sobre uno de los muslos vimos
una mancha a la manera de sobre un vestido.
Evidenciaba la fealdad el brillo sobre todo el
resto del mármol. Yo conjeturé que la
transparente verdad sospechando que era
natural, creía, de la piedra; porque un
accidente no es ajeno ni siquiera a las excelsas,
en que es posible que la suerte las arruine.
Pensaba que la zona negra era una mancha
natural, y por esto me maravillé de Praxíteles
que lo defectuoso de la piedra lo ubicara en las
partes donde se demostrara menos posible que
se descubriera. Pero la diaconisa que se
encontraba cerca de nosotros nos contó una
historia extraña de la increíble razón. Porque
ella dijo que un joven de no vulgar familia, pero
por el hecho devenido en anónimo, que acudía
frecuentemente al santuario tuvo tan
desgraciada estrella como para enamorarse de
la diosa y se demoraba todo el día en el templo.
Al principio se creyó que era un beato del
templo, porque acudía desde la mañana
saltando de la cama antes del amanecer y tras el
ocaso retornaba renuentemente a su casa. Todo
el día se sentaba enfrente de la diosa
continuamente con las pupilas de los ojos fijas
directamente sobre ella, balbuceando
incoherencias y secretas voces eróticas
atravesadas de reproches.
16 Pero pues que deseó liberarse él mismo un
poco de su sufrimiento, se dirigió a ella, y
tomando en la mesa cuatro tabas de gacela de
Libia jugó su esperanza con una tirada de tabas;
si encontraba un éxito, principalmente si
obtenía la Suerte de Afrodita y ninguna taba caía
en la misma posición, se prosternaría sabiendo
que alcanzaría su deseo. Pero si, como suele
ocurrir, arrojara a la mesa uno sin valor, lo
tomaría como infausto, él maldeciría a todo
Cnido como para afligirse por un irremediable
desastre; para un minuto después ya lanzar otro
tiro para ansioso de reparar la anterior mala
fortuna. Ya completamente excitado por la
pasión había rayado grafitis en todos los muros
y toda corteza de árbol verde proclamaba a la
hermosa Afrodita. Reverenció a Praxíteles como
un igual de Zeus, y toda pieza de valor que
12
εὐπρεπὲς οἴκοι φυλάττοιτο͵ τοῦτ΄ ἦν
ἀνάθημα τῆς θεοῦ. πέρας αἱ σφοδραὶ τῶν ἐν
αὐτῷ πόθων ἐπιτάσεις ἀπενοήθησαν͵ εὑρέθη
δὲ τόλμα τῆς ἐπιθυμίας μαστροπός· ἤδη γὰρ
ἐπὶ δύσιν ἡλίου κλίνοντος ἠρέμα λαθὼν τοὺς
παρόντας ὄπισθε τῆς θύρας παρεισερρύη καὶ
στὰς ἀφανὴς ἐνδοτάτω σχεδὸν οὐδ΄
ἀναπνέων ἠτρέμει͵ συνήθως δὲ τῶν ζακόρων
ἔξωθεν τὴν θύραν ἐφελκυσαμένων ἔνδον ὁ
καινὸς Ἀγχίσης καθεῖρκτο. καὶ τί γὰρ
ἀρρήτου νυκτὸς ἐγὼ τόλμαν ἡ λάλος ἐπ΄
ἀκριβὲς ὑμῖν διηγοῦμαι; τῶν ἐρωτικῶν
περιπλοκῶν ἴχνη ταῦτα μεθ΄ ἡμέραν ὤφθη
καὶ τὸν σπίλον εἶχεν ἡ θεὸς ὧν ἔπαθεν
ἔλεγχον. αὐτόν γε μὴν τὸν νεανίαν͵ ὡς ὁ
δημώδης ἱστορεῖ λόγος͵ ἢ κατὰ πετρῶν φασιν
ἢ κατὰ πελαγίου κύματος ἐνεχθέντα
παντελῶς ἀφανῆ γενέσθαι.
17 ταῦτα τῆς ζακόρου διηγουμένης
μεταξὺ τοῦ λόγου διαβοήσας εἶπεν ὁ
Χαρικλῆς͵ Οὐκοῦν τὸ θῆλυ͵ κἂν λίθινον ᾖ͵
φιλεῖται. τί δ΄͵ εἴ τις ἔμψυχον εἶδε τοιοῦτο
κάλλος; ἆρ΄ οὐκ ἂν ἡ μία νὺξ τῶν τοῦ Διὸς
σκήπτρων ἐτιμᾶτο; μειδιάσας δὲ ὁ
Καλλικρατίδας͵ Οὐδέπω͵ φησίν͵ ἴσμεν͵ ὦ
Χαρίκλεις͵ εἰ πολλῶν ἀκουσόμεθα
τοιούτων διηγημάτων͵
ὅταν ἐν Θεσπιαῖς γενώμεθα. καὶ νῦν
δὲ τῆς ἀπὸ σοῦ ζηλουμένης Ἀφροδίτης
ἐναργές ἐστι τοῦτο δεῖγμα. Πῶς;
ἐρομένου τοῦ Χαρικλέους͵ ἄγαν
πιθανῶς ἔδοξέ μοι λέγειν ὁ Καλλικρατίδας·
ἔφη γὰρ ὡς ὁ ἐρασθεὶς νεανίας
παννύχου σχολῆς λαβόμενος͵ ὥσθ΄ ὅλην
τοῦ πάθους ἔχειν ἐξουσίαν κορεσθῆναι͵
παιδικῶς τῷ λίθῳ προσωμίλησεν βουληθεὶς
οἶδ΄ ὅτι μηδὲν πρόσθεν εἶναι τὸ θῆλυ. πολλῶν
οὖν ἀκρίτων ἀφυλακτουμένων λόγων τὸν
συμμιγῆ καταπαύσας ἐγὼ θόρυβον͵ Ἄνδρες͵
εἶπον͵ ἑταῖροι͵ τῆς κατὰ κόσμον ἔχεσθε
ζητήσεως͵ ὡς εὐπρεπὴς νόμος ἐστὶν
παιδείας. ἀπαλλαγέντες οὖν τῆς ἀτάκτου καὶ
πέρας οὐδὲν ἐχούσης φιλονεικίας ἐν μέρει
ὑπὲρ τῆς αὐτὸς ἑαυτοῦ δόξης ἑκάτερος
ἀποτείνασθε· καὶ γὰρ οὐδέπω καιρὸς ἐπὶ
ναῦν ἀπιέναι· τῇ δὲ σχολῇ κατα χρηστέον εἰς
ἱλαρίαν καὶ μετὰ τέρψεως ὠφελῆσαι
δυναμένην σπουδήν. ὑπεκστάντες οὖν
guardaba su casa, toda era una ofrenda a la
diosa. Al límite, las tensiones de sus deseos
fueron frenéticas, y encontró en la desvergüen-
za al alcahuete de su apetito. Porque cayendo el
sol al atardecer, delicadamente se ocultó de los
presentes deslizándose tras las puertas, y
permaneció invisible en el recinto casi sin
respirar. Cuando los diáconos cerraron la
puerta desde afuera, este nuevo Anquises
quedó encerrado adentro. ¿A qué he de
mencionar con exactitud la desvergüenza
ocurrida esa indecible noche? La huella del
abrazo erótico se vió a la mañana siguiente y la
diosa tenía la mancha como demostración de lo
sufrido. Este mismo joven pues, como se dice en
una popular historia, o se tiró del acantilado o
se arrojó a las olas para desvanecerse
completamente.
17 Mientras la diaconisa estaba refiriendo esto
interrumpió Caricles con un grito y dijo: ”¿No
es evidente que se ama a la mujer, incluso de
piedra? ¿Pues qué la hubiéramos semejante
belleza visto respirando? En efecto ¿no se
estimaría una de estas noches tan alto como los
poderes de Zeus?” Calicratidas se sonrió, y dijo:
“Todavía, Caricles, no hemos visto si
escucharemos muchos relatos semejantes
cuando lleguemos a estar en Thespias. Y por
cierto esto es prueba de qué es lo real en tu
estimada Afrodita.” Caricles preguntó cómo era
eso; y me parece que Calicratidas habló
transparentemente, porque dijo que aunque el
joven amante tenía la noche entera para él, de
manera que podía satisfacer completamente su
deseo, “prefirió copular la piedra como a los
jovencitos para no ver, pienso, a la mujer por la
parte de adelante”. Esto dio pié a muchos
argumentos polémicos enmarañados, hasta que
pude apaciguar el alboroto exclamando:
“¡Hombres, compañeros, investiguemos en
orden, como es la norma de la buena educación!
Pongamos, en efecto, fin al contencioso difuso y
desordenado, y cada uno defienda su opinión
por turno, porque todavía no es el momento
propicio para volver al barco! Es necesario
aprovechar el tiempo de ocio con esparcimiento
además de deleitarnos ocupándonos en lo
posible de lo serio. Abandonemos el sitio del
13
τοῦ νεὼ πολὺς γὰρ ὁ κατ΄ εὐσέβειαν
ἐπιφοιτῶνεἰς ἕν τι τῶν συμποσίων
ἀποκλίνωμεν͵ ὅπως δι΄ ἠρεμίας ἀκούειν τε
καὶ λέγειν ἅττ΄ ἂν ᾖ βουλομένοις ἐξῇ.
μέμνησθε δὲ ὡς ὁ τήμερον ἡττηθεὶς οὐκέτ΄
αὖθις ἡμῖν περὶ τῶν ἴσων διοχλήσει.
18 καλῶς δ΄ ἔδοξα ταῦτα λέγειν καὶ
συγκαταινεσάντων ἐξῄειμεν͵ ἐγὼ μὲν
ἡδόμενος οὐδεμιᾶς μεπιεζούσης φροντίδος͵ οἱ
δ΄ ἐπὶ συννοίας μεγάλην ἐν ἑαυτοῖς σκέψιν
ἄνω καὶ κάτω κυκλοῦντες ὡς περὶ τῆς
προπομ πίας ἀγωνιούμενοι Πλαταιᾶσιν. ἐπεὶ
δ΄ ἥκομεν εἴς τι συνηρεφὲς καὶ παλίνσκιον
ὥρᾳ θέρους ἀναπαυστήριον͵ Ἡδύς͵ εἰπών͵ ὁ
τόπος͵ ἐγώ͵ καὶ γὰρ οἱ κατὰ κορυφὴν λιγυρὸν
ὑπηχοῦσι τέττιγες͵ ἐν μέσῳ πάνυ δικα στικῶς
καθεζόμην αὐτὴν ἐπὶ ταῖς ὀφρύσιν τὴν
Ἡλιαίαν ἔχων. προθεὶς δ΄ ἀμφοτέροις κλῆρον
ὑπὲρ τοῦ τίνα χρὴ πρῶτον εἰπεῖν͵ ἐπειδὴ Χαρι
κλῆς ἐλελόγχει πρότερον͵ εὐθὺς ἐνάρχεσθαι
τοῦ λόγου διεκελευσάμην.
19 ὁ δὲ τῇ δεξιᾷ τὸ πρόσωπον ἀνατρίψας
ἡσυχῇ καὶ μικρὸν ἐπισχὼν ἄρχεται τῇδέ πῃ͵
Σέ͵ δέσποινα͵ τῶν ὑπὲρ σοῦ λόγων͵ Ἀφροδίτη͵
σὲ βοηθὸν αἱ ἐμαὶ δεήσεις καλοῦσιν· ἅπαντι
μὲν γὰρ ἔργῳ κἂν βραχὺ τῆς ἰδίας πειθοῦς
ἐπιστάξῃς͵ τελειότατόν ἐστιν͵ οἱ δ΄ ἐρωτικοὶ
λόγοι περιττῶς σοῦ δέονται· σὺ γὰρ αὐτῶν
γνησιωτάτη μήτηρ. ἴθι δὴ γυναιξὶν
συνήγορος ἡ θήλεια͵ χάρισαι δὲ καὶ τοῖς
ἀνδράσι μένειν ἄρρεσιν͵ ὡς ἐγεννήθησαν.
ἔγωγ΄ οὖν εὐθὺς ἐν ἀρχῇ τοῦ λόγου τὴν
προμήτορα καὶ πάσης γενέσεως πρωτόρριζον
ὧν ἀξιῶ μάρτυρα ἐπικαλοῦμαι͵ λέγω δὲ τὴν
ἱερὰν τῶν ὅλων φύσιν͵ ἣ τὰ πρῶτα πηξαμένη
στοιχεῖα τοῦ κόσμου γῆν ἀέρα πῦρ ὕδωρ τῇ
πρὸς ἄλληλα τούτων ἐπικράσει πᾶν
ἐζῳογόνησεν ἔμψυχον. ἐπισταμένη δ΄ ὅτι
θνητῆς ἐσμὲν ὕλης δημιούργημα καὶ βραχὺς
χρόνος ὁ τοῦ ζῆν ἑκάστῳ καθείμαρται͵ τὴν
ἑτέρου φθορὰν ἄλλου γένεσιν ἐμηχανήσατο
καὶ τῷ θνῄσκοντι τὸ τικτόμενον
ἀντεμέτρησεν͵ ἵνα ταῖς παρ΄ ἀλλήλων
διαδοχαῖς εἰς τὸν ἀεὶ χρόνον ζῶμεν. ἐπεὶ δ΄ ἦν
ἄπορον ἐξ ἑνός τι γεννᾶσθαι͵ διπλῆν ἐν
ἑκάστῳ φύσιν ἐμηχανήσατο· τοῖς μὲν γὰρ
ἄρρεσιν ἰδίας καταβολὰς σπερμάτων
χαρισαμένη͵ τὸ θῆλυ δ΄ ὥσπερ γονῆς τι
templo porque ya acuden muchos profesantes,
para desviarnos a alguno de banquetes, de
manera que en paz escuchemos y hablemos lo
que cualquiera desea. Pero recordemos que el
que es hoy vencido ya no más romperá nuestros
oídos con las mismas cosas.”
18 Pareció bien esto que dije y poniéndonos de
acuerdo dejamos el templo, yo gozoso y sin
ningún pensamiento atormentante, ellos
desarrollando especulaciones de arriba abajo
como si fueran a competir por el primer lugar
en la procesión de Platea. Cuando llegamos a
un recinto cubierto y sombreado apropiado a
los calores del verano dije: “He aquí un lugar
placentero, porque entre los árboles cantan
dulces las cigarras”, y sentándome yo entre
ellos a manera de árbitro, le dí a mis cejas un
aspecto tribunalicio. Sugerí a ambos decidir por
sorteo quién empezaba primero, y la suerte
decidió que fuera Caricles; entonces le ordené
sin rodeos que empezara el discurso.
19 Él se pasó ligeramente la derecha por la
frente y tras una breve pausa empezó así: “Tú,
señora Afrodita, en mis palabras sobre ti me des
auxilio al acogerlas; porque toda empresa a la
que dignificas alcanza la total perfección, aún
con la más pequeña dote de persuación; pero
los eróticos discursos particularmente te
necesitan, porque tú eres la más legítima madre
de ellos. Oh mujer que defiendes a las féminas,
cuida que los hombres permanezcan
masculinos como han nacido. En el preciso
comienzo de mi discurso llamo como testigo
para respaldarlo a la matriz primordial, hablo
de la naturaleza sagrada de todas las cosas, la
que primero ensambló las partes del cosmos,
tierra, aire, fuego y agua, y que mezclándolos
unos con otros vivificó todo lo que respira.
Sabiendo que fuimos modelados de materia
mortal y que corto es el tiempo de vida reglado
por el destino, el perecimiento de uno es el
nacimiento de otro, dispuso pues que a la
mortalidad le siguiera la reproducción, para
que así de las sucesiones de uno a otro
viviéramos siempre en el tiempo. Desde que es
imposible que de uno se genere algo, para cada
cosa diseñó una naturaleza doble: a los machos
concedió la particularidad de eyacular semen, y
14
δοχεῖον [ἀγγεῖον] ἀποφήνασα͵ κοινὸν οὖν
ἀμφο τέρῳ γένει πόθον ἐγκερασαμένη
συνέζευξεν ἀλλήλοις͵ θεσμὸν ἀνάγκης ὅσιον
καταγράψασα μένειν ἐπὶ τῆς ἰδίας φύσεως
ἑκάτερον͵ καὶ μήτε τὸ θῆλυ παρὰ φύσιν
ἀρρενοῦσθαι μήτε τἄρρεν ἀπρεπῶς
μαλακίζεσθαι. διὰ τοῦθ΄ αἱ σὺν γυναιξὶν
ἀνδρῶν ὁμιλίαι μέχρι δεῦρο τὸν ἀνθρώπινον
βίον ἀθανάτοις διαδοχαῖς φυλάττουσιν·
οὐδεὶς δ΄ ἀνὴρ ἀπ΄ ἀνδρὸς αὐχεῖ γενέσθαι.
δυοῖν δ΄ ὀνομάτοιν σεβασμίοιν πᾶσαι τιμαὶ
μένουσιν ἐξ ἴσου πατρὶ μητέρα
προσκυνούντων.
20 κατ΄ ἀρχὰς μὲν οὖν ἔθ΄ ἡρωϊκὰ φρονῶν ὁ
βίος καὶ τὴν γείτονα θεῶν σέβων ἀρετὴν οἷς
ἐνομοθέτησεν ἡ φύσις ἐπειθάρχει͵ καὶ καθ΄
ἡλικίας μέτρα γυναιξὶ ζευγνύμενοι γενναίων
πατέρες ἐγίνοντο τέκνων· κατὰ μικρὸν δ΄ ὁ
χρόνος ἀπ΄ ἐκείνου τοῦ μεγέθους ἐς τὰ τῆς
ἡδονῆς καταβαίνων βάραθρα ξένας ὁδοὺς καὶ
παρηλλαγμένας ἀπολαύσεων ἔτεμνεν. εἶθ΄ ἡ
πάντα τολμῶσα τρυφὴ τὴν φύσιν αὐτὴν
παρενόμησεν· καὶ τίς ἄρα πρῶτος ὀφθαλμοῖς
τὸ ἄρρεν εἶδεν ὡς θῆλυ͵ δυοῖν θάτερον ἢ
τυραννικῶς βιασάμενος ἢ πείσας πανούργως;
συνῆλθεν δ΄ εἰς μίαν κοίτην μία φύσις·
αὑτοὺς δ΄ ἐν ἀλλήλοις ὁρῶντες οὔθ΄ ἃ δρῶσιν
οὔθ΄ ἃ πάσχουσιν ᾐδοῦντο͵ κατὰ πετρῶν δέ͵
φασίν͵ ἀγόνων σπείροντες ὀλίγης ἡδονῆς
ἀντικα τηλλάξαντο μεγάλην ἀδοξίαν.
21 ἐνίοις γε μὴν εἰς τοσοῦτον τυραννικῆς
βίας ἡ τόλμα προέκοψεν͵ ὡς μέχρι
σιδήρῳ τὴν φύσιν ἱερο συλῆσαι· τῶν δ΄
ἀρρένων τὸ ἄρρεν ἐκκενώσαντες εὗρον
ἡδονῆς παρέλκοντα μέτρα. οἱ δ΄ ἄθλιοι
καὶ δυστυχεῖς ἵν΄ ἐπὶ πλέον ὦσι παῖδες͵
οὐδὲ ἔτι μένουσιν ἄνδρες͵ ἀμφίβολον
αἴνιγμα διπλῆς φύσεως͵ οὔτ΄ εἰς ὃ
γεγέννηνται φυλαχθέντες οὔτ΄ ἔχοντες ἐφ΄ ὃ
μετέ βησαν· τὸ δ΄ ἐν νεότητι παραμεῖναν
ἄνθος εἰς γῆρας αὐτοὺς μαραίνειν πρόωρον.
ἅμα γὰρ ἐν παισὶν ἀριθμοῦνται͵ καὶ
γεγηράκασιν οὐδὲν ἀνδρῶν μεταίχμιον
ἔχοντες. οὕτως ἡ μιαρὰ καὶ παντὸς κακοῦ
διδάσκαλος τρυφὴ ἄλλην ἀπ΄ ἄλλης ἡδονὰς
ἀναισχύντους ἐπινοοῦσα μέχρι τῆς οὐδὲ
ῥηθῆναι δυναμένης εὐπρεπῶς νόσου
κατώλισθεν͵ ἵνα μηδὲν ἀγνοῇ μέρος
a la hembra ser a manera de recipiente de la
semilla, en efecto mezcló un deseo recíproco
común para que se ligaran uno con otro,
decretando como sagrada institución que cada
uno permaneciera en su naturaleza peculiar, y
ni contra natura la hembra se masculinice ni el
varón se afemine vergonzosamente. Por esto el
ayuntamiento de los hombres con las mujeres
ha conservado la vida humana en inmortales
sucesiones hasta hoy; ningún hombre se ufana
como nacido de hombre. Dos nombres
respetables permanecen recibiendo igual
reverencia: padre y madre.
20 En los comienzos de la edad de los
pensamientos heroicos se respetaba la virtud
casi divina obedeciendo lo dispuesto por la
naturaleza, y según la justa edad uniéndose los
hombres a las mujeres los padres engendraban
vástagos legítimos; pero poco tiempo después
de aquella grandeza hundiéndose en el abismo
del placer cortó extraños e inusuales caminos de
disfrute: luego la osada mariconería transgredió
la naturaleza misma. ¿Quién fue el primero en
considerar a un varón como hembra violentan-
dolo como un tirano o persuadiendolo como un
bribón? Un único sexo entró en la cama. Y
aunque se ven a uno con otro no se avergüen-
zan ni el que es activo ni el que es pasivo , como
dicen, ‘sembrando en estériles piedras’ al cam-
biar por un pequeño placer una gran infamia.
21 Algunos avanzarán en la despótica coacción
hacia tal desvergüenza, que profanarán el sexo
hasta con el hierro. Eliminando lo varonil de los
varones han descubierto que se extiende la
medida del placer. Pero si estos infelices
desgraciados son muchachitos más tiempo, no
llegan a ser hombres, son de una enigmática
naturaleza ambigua, no desempeñarán aquello
para lo que han nacido ni tendrán la cosa de lo
que se cambiaron. La flor de juventud en la que
se mantuvieron se convierte prematuramente
en vieja; ya se los cuenta entre los niños, para ya
envejecer sin haber pasado por el intervalo de
hombría. Así la infamia y la mariconería
instructora de todo mal, enseñan un placer
degenerado sobre otro, hasta dejarse caer en
una infección que no es posible mencionar
decentemente, para no ignorar ninguna fracción
15
ἀσελγείας.
22 εἰ δὲ ἐφ΄ ὧν ἡ πρόνοια θεσμῶν ἔταξεν
ἡμᾶς͵ ἕκαστος ἵδρυτο͵ ταῖς μετὰ γυναικῶν
ὁμιλίαις ἂν ἠρκούμεθα καὶ παντὸς ὀνείδους ὁ
βίος ἐκαθάρευεν. ἀμέλει παρὰ τοῖς οὐδὲν ἐκ
πονηρᾶς διαθέσεως παρα χαράξαι
δυναμένοις ζῴοις ἄχραντος ἡ τῆς φύσεως
νομοθεσία φυλάττεται· λέοντες οὐκ
ἐπιμαίνονται λέουσιν͵ ἀλλ΄ ἡ κατὰ καιρὸν
Ἀφροδίτη πρὸς τὸ θῆλυ τὴν ὄρεξιν αὐτῶν
ἐκκαλεῖται· ταῦρος ἀγελάρχης βουσὶν
ἐπιθόρνυται͵ καὶ κριὸς ὅλην τὴν ποίμνην
ἄρρενος πληροῖ σπέρματος. τί δέ; οὐ συῶν
μὲν εὐνὰς μεταδιώκουσιν κάπροι; λυκαίναις
δ΄ ἐπιμίγνυνται λύκοι; καθόλου δ΄ εἰπεῖν͵
οὔθ΄ οἱ ἀέρια ῥοιζοῦντες ὄρνεις οὔθ΄ ὅσα τὴν
ὑγρὰν καθ΄ ὕδατος εἴληχεν λῆξιν͵ ἀλλ΄ οὐδ΄
ἐπὶ γῆς τι ζῷον ἄρρενος ὁμιλίας ἐπωρέχθη͵
μένει δὲ ἀκίνητα τῆς προνοίας τὰ δόγματα.
ὑμεῖς δ΄͵ ὦ μάτην ἐπὶ τῷ φρονεῖν
εὐλογούμενοι͵ θηρίον ὡς ἀληθῶς φαῦλον͵
ἄνθρωποι͵ τίνι καινῇ νόσῳ παρα νομήσαντες
ἐπὶ τὴν κατ΄ ἀλλήλων ὕβριν ἠρέθισθε; τίνα
τῆς ψυχῆς τυφλὴν ἀναισθησίαν καταχέαντες
ἀμφοῖν ἠστοχήκατε φεύγοντες ἃ διώκειν ἔδει
καὶ διώκοντες ἀφ΄ ὧν ἔδει φεύγειν; καὶ καθ΄
ἕνα τοιαῦτα ζηλοῦν πάντων ἑλομένων οὐδὲ
εἷς ἔσται.
23 ἀλλὰ γὰρ ἐνταῦθα τοῖς Σωκρατικοῖς ὁ
θαυμα στὸς ἀναφύεται λόγος͵ ὑφ΄ οὗ
παιδικαὶ μὲν ἀκοαὶ τελείων ἐνδεεῖς λογισμῶν
φενακίζονται· τὸ δ΄ ἤδη κατὰ φρόνησιν ἐς
ἄκρον ἔχον οὐκ ἂν ὑπαχθῆναι δύναιτο· ψυχῆς
γὰρ ἔρωτα πλάττονται καὶ τὸ τοῦ σώματος
εὔμορφον αἰδούμενοι φιλεῖν ἀρετῆς καλοῦσιν
αὑτοὺς ἐραστάς. ἐφ΄ οἷς μοι πολλάκις
καγχάζειν ἐπέρχεται. τί γὰρ παθόντες͵ ὦ
σεμνοὶ φιλόσοφοι͵ τὸ μὲν ἤδη μακρῷ χρόνῳ
δεδωκὸς ἑαυτοῦ πεῖραν ὁποῖόν ἐστιν͵ ᾧ πολιὰ
προσήκουσα καὶ γῆρας ἀρετὴν μαρτυρεῖ͵ δι΄
ὀλιγωρίας παραπέμπετε͵ πᾶς δὲ ὁ σοφὸς
ἔρως ἐπὶ τὸ νέον ἐπτόηται͵ μηδέπω τῶν
λογισμῶν ἐν αὐτῷ πρὸς ἃ τραπήσονται
κρίσιν ἐχόντων; ἢ νόμος ἐστίν͵ πᾶσαν μὲν
ἀμορφίαν πονηρίας εἶναι κατάκριτον͵ εὐθὺ δ΄
ὡς ἀγαθὸν ἐπαινεῖσθαι τὸν καλόν; ἀλλά τοι
κατὰ τὸν μέγαν ἀληθείας προφήτην Ὅμηρον
εἶδός τις ἀκιδνότερος πέλει ἀνήρ͵ ἀλλὰ θεὸς
del libertinaje.
22 Mas si nos mantenemos en los descretos que
dispuso la providencia, cada cual se satisfará
con el comercio con las mujeres, y la vida se
purgará de toda infamia. Observa los animales,
que no pueden corromperse por una
disposición vergonzosa; obedecen las normas
de la naturaleza: los leones no se excitan con los
leones, sino que en la debida ocasión Afrodita
les recuerda el apetito por las hembras. El toro,
el monarca para los bovinos, monta las vacas; y
el carnero llena todo el rebaño se semilla
masculina. ¿Acaso el jabalí no hace lecho con la
cerda? Los lobos ¿no se aparean con lobas? Y
hablando en general, ni esos pájaros que aletean
en el aire ni las criaturas cuya suerte es un
húmedo lugar o los animales que moran sobre
la tierra buscan comercio con varones,
inmóviles permanecen los decretos de la
providencia. Pero ustedes, que se envanecen de
la sabiduría en sus mentes, hombres, animales
en verdad perversos, por qué extraña
enfermedad obrando ilegalmente escogen
abusarse unos a otros? ¿Por qué ceguera del
alma no perciben la bifurcación de huir de lo
que debe seguirse y seguir lo que debe
rehuirse? Y si todos tomaran el partido de
ustedes no existiría nadie.
23 Y aquí los socráticos pueden resurrectar el
maravilloso discurso, de que yerran las cabezas
adolescentes por carecer de final raciocinio,
pero las que ya están en la cumbre del pensar
no es posible que se engañen. Porque se fingen
amantes del alma, y avergonzándose de amar
un cuerpo se llaman a sí mismos amantes de la
virtud. Esto muchas veces me tienta a las
carcajadas. Pues ¿qué les pasa, oh graves
filósofos, que desdeñan con desprecio
enamorarse de un hombre que por largo tiempo
haya dado prueba de la virtud que testimonian
la vejez y las canas, en tanto se excitan con un
sabio amor hacia el mancebito en el cual no se
ha establecido el criterio lógico para la decisión?
O no es que la ley dice que lo sentenciado como
vicio es una fealdad, y lo correcto y bueno debe
considerarse hermoso? Por cierto el gran
visionario de la verdad, Homero dice:
“Aunque un hombre sea mezquino de aspecto
16
μορφὴν ἔπεσι στέφει͵ οἱ δέ τ΄ ἐς αὐτὸν
τερπόμενοι λεύσσουσιν͵ ὁ δ΄ ἀσφαλέως
ἀγορεύει αἰδοῖ μειλιχίῃ͵ μετὰ δὲ πρέπει
ἀγρομένοισιν· ἐρχόμενον δ΄ ἀνὰ ἄστυ θεὸν
ὣς εἰσορόωσιν. καὶ πάλιν εἶπέ που λέγων· οὐκ
ἄρα σοί γ΄ ἐπὶ εἴδεϊ καὶ φρένες ἦσαν. ἀμέλει
τοῦ καλοῦ Νιρέως ὁ σοφὸς Ὀδυσσεὺς πλέον
ἐπαινεῖται.
24 πῶς οὖν φρονήσεως μὲν ἢ δικαιοσύνης τῶν
τε λοιπῶν ἀρετῶν͵ αἳ τελείοις ἀνδράσιν
σύγκληρον εἰλήχασιν τάξιν͵ οὐδεὶς ἔρως
ἐντρέχει͵ τὸ δ΄ ἐν παισὶ κάλλος ὀξυτάτας
παθῶν ὁρμὰς ἐγείρει; πάνυ γοῦν ἐρᾶν ἔδει
Φαίδρου διὰ Λυσίαν͵ ὦ Πλάτων͵ ὃν προὔ
δωκεν. ἢ τὴν ἀρετὴν εἰκὸς ἦν
Ἀλκιβιάδου φιλεῖν͵ διότι ἠκρωτηριάζετο τὰ
θεῶν ἀγάλματα καὶ τὴν ἐν Ἐλευσῖνι
τελετὴν αἱ παρὰ πότον ἐξωρχοῦντο
φωναί; τίς ἐραστὴς ὁμολογεῖ γενέσθαι
προδιδομένων Ἀθηνῶν καὶ Δεκελείας
ἐπιτειχιζομένης καὶ βίου τυραννίδα
βλέποντος; ἀλλ΄ ἄχρι μὲν οὐδέπω κατὰ τὸν
ἱερὸν Πλάτωνα πώγωνος ἐπίμπλατο͵ πᾶσιν
ἐπέραστος ἦν· μεταβὰς δ΄ ἀπὸ τοῦ παιδὸς εἰς
τὸν ἄνδρα͵ καθ΄ ἣν ἡλικίαν ἡ τέως ἀτελὴς
φρόνησις ὁλόκληρον εἶχε τὸν λογισμόν͵ ὑπὸ
πάντων ἐμισεῖτο. τί δή; πάθεσιν αἰσχροῖς
ὀνομάτων ἐπιγράφοντες αἰδῶ ψυχῆς ἀρετὴν
λέγουσι τὴν σώματος εὐπρέπειαν οἱ φιλόνεοι
μᾶλλον ἢ φιλόσοφοι. καὶ ταῦτα μὲν ἡμῖν
ὑπὲρ τοῦ μὴ δοκεῖν ἐπισήμων ἀνδρῶν
φιλαπεχθημόνως μνημονεύειν ἐπὶ τοσοῦτον
εἰρήσθω.
25 Μικρὰ δ΄ ἀπὸ τῆς ἄγαν σπουδῆς͵ ὦ
Καλλικρα τίδα͵ ἐπὶ τὴν ὑμετέραν καταβὰς
ἡδονὴν ἐπιδείξω παιδικῆς χρήσεως πολὺ τὴν
γυναικείαν ἀμείνω. καὶ τό γε πρῶτον ἐγὼ
πᾶσαν ἀπόλαυσιν ἡγοῦμαι τερπνοτέραν
εἶναι τὴν χρονιωτέραν· ὀξεῖα γὰρ ἡδονὴ
παραπτᾶσα φθάνει πρὶν ἢ γνωσθῆναι
πεπαυμένη͵ τὸ δ΄ εὐφραῖνον ἐν τῷ
παρέλκοντι κρεῖττον. ὡς εἴθε καὶ βίου μακρὰς
προθεσμίας ἡ μικρολόγος ἡμῖν ἐπέ κλωσεν
Μοῖρα καὶ τὸ πᾶν ἦν διηνεκὴς ὑγίεια μηδε
μιᾶς λύπης τὴν διάνοιαν ἐκνεμομένης·
ἑορτὴν γὰρ ἂν καὶ πανήγυριν τὸν ὅλον
χρόνον ἤγομεν. ἀλλ΄ ἐπεὶ τῶν μειζόνων
ἀγαθῶν ὁ βάσκανος δαίμων
el dios corona su frente con el habla, y los hombres se
regocijan al verlo. Certero habla con encantadora
modestia, eminente en la asamblea de hombres.
Cuando camina atravesando la ciudad los hombres lo
ven como ‘casi divino’ Y de nuevo dice poeta con
estas palabras. “Luego no posees ingenio para
añadirlo a la belleza” En efecto el sabio Odiseo ha
sido más elogiado que el hermoso Nireo.
24 ¿Cómo es que no les surge ningún amor por
la ponderación, la justicia o ninguna de las
demás virtudes que el destino quiere sortear
para los hombres bien adultos, pero la belleza
de los niños les despierta el más ardiente fuego
de las pasiones? En efecto, Platón, debemos
enamorarnos de Fedro por traicionar a Lisias. O
lo correcto sería amar la virtud de Alcibíades
por haber mutilado las imágenes de los dioses y
por revelar los ritos Eleusinos con parodias de
borracho. ¿Quién admitirá haber llegado a ser
amante del traidor de Atenas, el que armó a
Decelia contra ella y mostró rasgos de tirano?
Pero según el sagrado Platón, mientras no tuvo
la barba tupida todos estaban enamorados de
aquél. Tras el pasaje de la pubertad a la
hombría, en la que con la edad el hasta ahí
incompleto intelecto maduró, fue odiado por
todos. ¿Qué más? Porque ellos ponen
denominaciones honestas a sentimientos
vergonzosos, llamando virtud del alma a la
gloria del cuerpo, son paidófilos más que
filósofos. Y para que no se piense que menciono
a personajes famosos para hacerlos odiosos,
baste aquí con lo que he dicho.
25 Bajando un poco, oh Calicratidas, de lo
extremadamente serio a esos... placeres
vuestros, mostraré que el servicio femenino es
mucho mejor que el muchachil. En primer lugar
sostengo que todo lo que se disfruta como más
placentero es lo más duradero. Porque el placer
agudo se alcanza y sale volando antes de acabar
de reconocerlo, pero lo que regocija se mejora
con la extensión. Quisiera yo que la mezquina
Moira nos repartiera una largo período de vida
y que consistiera en interrumpida buena salud
sin que la aflicción nos nuble la inteligencia;
pues pasaríamos acaso todo el tiempo en
festejos y agasajos. Pero, desde que el mezquino
demonio es envidioso de los mayores bienes,
17
ἐνεμέσησεν͵ ἔν γε τοῖς παροῦσιν ἥδιστα
τὰ παρέλκοντα. γυνὴ μὲν οὖν ἀπὸ
παρθένου μέχρι μέσης ἡλικίας͵ πρὶν
ἢ τελέως τὴν ἐσχάτην
ῥυτίδα τοῦ γήρως ἐπιδραμεῖν͵ εὐάγκαλον
ἀνδράσιν ὁμίλημα͵ κἂν παρέλθῃ
τὰ τῆς ὥρας͵ ὅμως ἡμπειρία ἔχει τι λέξαι
τῶν νέων σοφώτερον.
26 εἰ δ΄ εἴκοσιν ἐτῶν ἀποπειρῴη
παῖδά τις͵ αὐτὸς ἔμοιγε δοκεῖ πασχητιᾶν
ἀμφίβολον Ἀφροδίτην μεταδιώκων·
σκληροὶ γὰρ οἱ τῶν μελῶν ἀπανδρωθέντες
ὄγκοι καὶ τραχὺ μὲν ἀντὶ τοῦ πάλαι
μαλακοῦ πυκασθὲν ἰούλοις τὸ γένειον͵
οἱ δ΄ εὐφυεῖς μηροὶ θριξὶν ὡσπερεὶ
ῥυπῶντες· ἃ δ΄ ἐστὶ τούτων
ἀφανέστερα͵ τοῖς πεπειρακόσιν ὑμῖν εἰδέναι
παρίημι. γυναικὶ δὲ ἀεὶ πάσῃ ἡ τοῦ χρώματος
ἐπιστίλβει χάρις͵ καὶ δαψιλεῖς μὲν ἀπὸ τῆς
κεφαλῆς βοστρύχων ἕλικες ὑακίνθοις τὸ
καλὸν ἀνθοῦσιν ὅμοια πορφύ ροντες οἱ μὲν
ἐπινώτιοι κέχυνται μεταφρένων κόσμος͵ οἱ δὲ
παρ΄ ὦτα καὶ κροτάφους πολὺ τῶν ἐν λειμῶνι
οὐλότεροι σελίνων. τὸ δ΄ ἄλλο σῶμα μηδ΄
ἀκαρῆ τριχὸς αὐταῖς ὑποφυομένης ἠλέκτρου͵
φασίν͵ ἢ Σιδωνίας ὑέλου διαφεγγέστερον
ἀπαστράπτει.
27 τί δ΄ οὐχὶ τῶν ἡδονῶν καὶ τὰς ἀντιπαθεῖς
μεταδιωκτέον͵ ἐπειδὰν ἐξ ἴσου τοῖς
διατιθεῖσιν οἱ πάσχοντες εὐφραίνωνται;
σχεδὸν γὰρ οὐ κατὰ ταὐτὰ τοῖς ἀλόγοις
ζῴοις τὰς μονήρεις διατριβὰς ἀσμενίζομεν͵
ἀλλά πως φιλεταίρῳ κοινωνίᾳ συζυγέν τες
ἡδίω τά τε ἀγαθὰ σὺν ἀλλήλοις ἡγούμεθα
καὶ τὰ δυσχερῆ κουφότερα μετ΄ ἀλλήλων.
ὅθεν εὑρέθη τράπεζα κοινή· καὶ φιλίας
μεσῖτιν ἑστίαν παραθέμενοι γαστρὶ τὴν
ὀφειλομένην ἀπομετροῦμεν ἀπό λαυσιν͵ οὐ
μόνοι τὸν Θάσιον͵ εἰ τύχοι͵ πίνοντες οἶνον
οὐδὲ καθ΄ αὑτοὺς τῶν πολυτελῶν
πιμπλάμενοι σιτίων͵ ἀλλὰ δοκεῖ τερπνὸν
ἑκάστῳ τὸ μετ΄ ἄλλου͵ καὶ τὰς ἡδονὰς
κοινωσάμενοι μᾶλλον εὐφραινόμεθα. αἱ μὲν
γυναικεῖοι σύνοδοι τῆς ἀπολαύσεως
ἀντίδοσιν ὁμοίαν ἔχουσιν· ἀλλήλους γὰρ ἐξ
ἴσου διαθέντες ἡδέως ἀπηλλάγησαν͵ εἴ γε μὴ
δικαστῇ Τειρεσίᾳ προσεκτέον͵ ὅτι ἡ θήλεια
τέρψις ὅλῃ μοίρᾳ πλεονεκτεῖ τὴν ἄρρενα.
de los que existen los más gozosos son los
duraderos. Así la mujer desde la virginidad
hasta la mediana edad, antes que finalmente las
arrugas marquen el comienzo de la ancianidad
es algo bueno para que los hombres se encuen-
tren abrazados, y si las estaciones pasan, la
experiencia tiene algo que decir al más sabio de
los jóvenes.
26 Pero si alguno lo intenta con un muchacho
de veinte años, me parece que desea goces
impuros persiguiendo una pasión ambigüa;
porque duras son las masas de los miembros
que se virilizan, y por contra, lo que antes era
delicado se vuelve áspero, cuando el bozo cubre
el mentón, y a los muslos musculosos como que
los ensucia el vello. Lo que está menos expuesto
de ellos, dejo la descripción a ustedes que lo
probaron. Pero en toda mujer la gracia de la piel
brilla encima, y los bucles abundantes de
cabello caen desde la cabeza rivalizando con la
belleza del sombrío jacinto: unos fluyen sobre
su espalda para gloria de los hombros, otros
sobre las orejas y temporales más rizados que el
apio que crece en nuestros prados. En el resto
del cuerpo no crece el menor vello [¿?], más
resplandeciente que el ámbar, dicen, o el cristal
de Sidón.
27 Pero ¿por qué no perseguimos los placeres
que son recíprocos, desde que de por igual los
disfrutan tanto los activos como los pasivos?
Porque en general a diferencia de los irraciona-
les animales, no encontramos amenas las
existencias solitarias, sino que estamos ligados
por un sociable compañerismo, y consideramos
más dulces los bienes compartidos y más
livianos los compartidos pesares. De ahí que se
halla la mesa común, se la coloca para ser el
centro mediador de la amistad; le damos a
nuestro estómago el debido gozo no bebiendo
solos, si se da, un vino Tasio o atiborrándonos
solos de alimentos, sino que a cada uno parece
un goce el del otro, disfrutándose más los
comunes placeres. Ahora que la cópula con las
mujeres tiene como una reciprocidad en el
regocijo, porque al estar inclinados por igual el
uno hacia el otro comparten el placer, si no
tomamos a Tiresias por juez de que la
satisfacción de la mujer es el doble que la del
18
καλὸν δ΄ οἶμαι͵ μὴ φιλαύτως ἀπολαῦσαι
θελήσαντας͵ ὅπως ἰδίᾳ τι χρηστὸν
ἀποίσονται σκοπεῖν ὅλην παρά του
λαμβάνοντας ἡδονήν͵ ἀλλ΄ ἐκεῖνο
μερισαμένους οὗ τυγχάνουσιν
ἀντιπαρασχεῖν ὅμοια. τοῦτο δ΄ οὐκ ἂν ἐπὶ
παίδων εἴποι τις͵ οὐχ οὕτω μέμηνεν͵ ἀλλ΄ ὁ
μὲν διαθείς͵ ᾗ νομίζει ποτὲ ταῦτα͵
τὴν ἡδονὴν ἐξαίρετον λαβὼν ἀπέρχεται͵ τῷ
δὲ ὑβρισμένῳ κατ΄ ἀρχὰς μὲν ὀδύναι καὶ
δάκρυα͵ μικρὸν δὲ ὑπὸ χρόνου τῆς ἀλγηδόνος
χαλασάσης πλέον͵ ὥς φασιν͵ οὐδὲν ἂν
ὀχλήσειας͵ ἡδονὴ δ΄ οὐδ΄ ἡτισοῦν.
εἰ δὲ δεῖ τι καὶ περιεργότερον εἰπεῖν
δεῖ δὲ ἐν Ἀφροδίτης τεμένει γυναικὶ
μέν͵ ὦ Καλλικρατίδα͵ καὶ παιδικώτερον
χρώμενον ἔξεστιν εὐφρανθῆναι
διπλασίας ἀπολαύ σεως ὁδοὺς ἀνύσαντα͵ τὸ
δὲ ἄρρεν οὐδενὶ τρόπῳ χαρίζεται θήλειαν
ἀπόλαυσιν.
28 ὥστ΄ εἰ ἡ μὲν καὶ ὑμῖν ἀρέσκειν δύναται͵
πρὸς ἀλλήλους δὴ ἡμεῖς ἀποτειχισώμεθα͵ εἰ
δὲ τοῖς ἄρρεσιν εὐπρεπεῖς αἱ μετὰ ἀρρένων
ὁμιλίαι͵ πρὸς τὸ λοιπὸν ἐράτωσαν ἀλλήλων
καὶ γυναῖκες. ἄγε νῦν͵ ὦ νεώτερε χρόνε καὶ
τῶν ξένων ἡδονῶν νομοθέτα͵ καινὰς ὁδοὺς
ἄρρενος τρυφῆς ἐπινοήσας χάρισαι τὴν ἴσην
ἐξουσίαν καὶ γυναιξίν͵ καὶ ἀλλήλαις ὁμιλησά
τωσαν ὡς ἄνδρες· ἀσελγῶν δὲ ὀργάνων
ὑποζυγωσά μεναι τέχνασμα͵ ἀσπόρων
τεράστιον αἴνιγμα͵ κοιμά σθωσαν
γυνὴ μετὰ γυναικὸς ὡς ἀνήρ· τὸ δὲ εἰς
ἀκοὴν σπανίως ἧκον ὄνομα αἰσχύνομαι
καὶ λέγειντῆς τριβακῆς ἀσελγείας
ἀνέδην πομπευέτω. πᾶσα δ΄ ἡμῶν ἡ
γυναικωνῖτις ἔστω Φιλαινὶς ἀνδρογύνους
ἔρωτας ἀσχημονοῦσα. καὶ πόσῳ
κρεῖττον εἰς ἄρρενα τρυφὴν βιάζεσθαι
γυναῖκα ἢ τὸ γενναῖον ἀνδρῶν εἰς γυναῖκα
θηλύνεσθαι;
29 Τοιαῦτα συντόνως μεταξὺ παθαινόμενος ὁ
Χαρικλῆς ἐπαύσατο δεινόν τι καὶ θηριῶδες ἐν
τοῖς ὄμμασιν ὑποβλέπων. ἐῴκει δέ μοι καὶ
καθαρσίῳ χρῆσθαι πρὸς τοὺς παιδικοὺς
ἔρωτας. ἐγὼ δὲ ἡσυχῇ μειδιάσας καὶ πρὸς τὸν
Ἀθηναῖον ἠρέμα τὼ ὀφθαλμὼ παραβαλών͵
Παιδιᾶς͵ ἔφην͵ καὶ γέλωτος͵ ὦ Καλλικρατίδα͵
δικαστὴς καθεδεῖσθαι προσδοκήσας οὐκ οἶδ΄
hombre. Y pienso que es hermoso para el
hombre que no se dirija a un disfrute egoísta, o
que tenga la mirada puesta en el beneficio
particular de tomar del otro todo el placer para
él, sino que procure compartirlo por igual con
aquel con que mutuamente se procuran. Pero
nadie salvo un loco puede decir que esto ocurre
con los muchachos; sino que el que la coloca, al
modo en que él lo concibe, se aleja habiendo
alcanzado el placer supremo; pero para el
ultrajado al principio son el sufrir y las lágri-
mas; a poco lo adolorido se relaja con el tiempo,
como dicen, acaso sin posterior incomodidad;
pero no obtiene ningún placer. Y si es preciso
llevar la cosa más allá –y acorde al santuario de
Afrodita– una mujer, Calicratidas, también es
posible disfrutarla a la manera de un muchacho,
abriéndole los dos caminos al goce; pero un
varón de ningún modo puede conceder el
disfrute propiamente femenino.
28 De manera Calicratidas, que si ella puede
también satisfacerlos a ustedes, resguardémo-
nos nosotros unos de otros; pero si aceptas en
los hombres la cópula con otros hombres, por lo
tanto también los amores recíprocos de las
mujeres. Vamos pues, oh hombre del futuro y
legislador de los placeres extraños, al diseñar
nuevos rumbos de lubricidad masculina conce-
de la misma facultad a las mujeres, y que unas a
otras se copulen como hombres, ligándose allá
abajo el ingenioso aparato del libertinaje,
misterioso monstruo sin semen, y tenga coito la
mujer con la mujer, como con un hombre.
¡Glorifiquemos la obscenidad de las lesbianas,
esa palabra raramente oída que me avergüenzo
de mencionar; que nuestros gineceos sean
lupanares ensuciados por amores andróginos!
¿¡No es más honorable que la mujer se desvíe a
la lubricidad masculina, a que la nobleza de los
hombres se afemine haciendo de mujer!?
29 En medio de semejante cosa alterado caricles
se detuvo con una terrible mirada amenazante y
feroz. A mí me pareció que había querido
exhorcizarse en contra de los amores
muchachiles. Yo sonreí tranquilo y dirigiéndole
la vista le hablé al ateniense. “Esperaba yo,
Calicratidas, que debía ser árbitro de unas
bagatelas risueñas y me parece no sé cómo que
19
ὅπως ὑπὸ τῆς Χαρικλέους δεινότητος ἐπὶ
σπουδαιότερον ἦγμαι· σχεδὸν γὰρ ὡς ἐν
Ἀρείῳπάγῳ περὶ φόνου καὶ πυρκαϊᾶς͵ ἢ νὴ
Δία φαρμάκων ἀγωνιζόμενος ὑπερφυῶς
ἐπαθήνατο. καιρὸς οὖν ὁ νῦν͵ εἴ ποτε καὶ
πρότερον͵ ἀπαιτεῖ σε τὰς Ἀθήνας͵ Περικλείαν
δὲ πειθὼ καὶ τῶν δέκα ῥητόρων τὰς
Μακεδόσιν ἀνθωπλισμένας γλώσσας ἐν ἑνὶ
τῷ σῷ λόγῳ διατρῖψαι μιᾶς τῶν ἐν Πνυκὶ
δημηγοριῶν ἀναμνησθέντι.
30 Μικρὸν οὖν ἐπισχὼν ὁ Καλλικρατίδας
ἐῴκει δὲ ἀπὸ τοῦ προσώπου μοι
τεκμαιρομένῳ καὶ λίαν ἀγωνίας μεστὸς
εἶναι λόγων ἀμοιβαίων ἐνάρχεται· Εἰ
γυναιξὶν ἐκκλησία καὶ δικαστήρια καὶ
πολιτικῶν πραγμάτων ἦν μετουσία͵
στρατηγὸς ἂν ἢ προστάτης ἐκεχειροτόνησο
καί σε χαλκῶν ἀνδριάν των ἐν ταῖς ἀγοραῖς͵
ὦ Χαρίκλεις͵ ἐτίμων. σχεδὸν γὰρ οὐδὲ αὐταὶ
περὶ αὑτῶν͵ ὁπόσαι προὔχειν κατὰ σοφίαν
ἐδόκουν͵ εἴ τις αὐταῖς τὴν τοῦ λέγειν
ἐξουσίαν ἐφῆκεν͵ οὕτω μετὰ σπουδῆς ἂν
εἶπον͵ οὐχ ἡ Σπαρτιάταις ἀνθωπλισμένη
Τελέσιλλα͵ δι΄ ἣν ἐν Ἄργει θεὸς ἀριθμεῖται
γυναικῶν Ἄρης· οὐχὶ τὸ μελιχρὸν αὔχημα
Λεσβίων Σαπφὼ καὶ ἡ τῆς Πυθαγορείου
σοφίας θυγάτηρ Θεανώ· τάχα δ΄ οὐδὲ
Περικλῆς οὕτως ἂν Ἀσπασίᾳ συνηγόρησεν.
ἀλλ΄ ἐπειδήπερ εὐπρεπὲς ἄρρενας ὑπὲρ
θηλειῶν λέγειν͵ εἴπωμεν καὶ ἄνδρες ὑπὲρ
ἀνδρῶν. σὺ δὲ ἵλεως͵ Ἀφροδίτη͵ γενοῦ· καὶ
γὰρ ἡμεῖς τὸν σὸν Ἔρωτα τιμῶμεν.
31 Ἐγὼ μὲν οὖν ἐνόμιζον ἄχρι παιδιᾶς ἱλαρὰν
τὴν ἔριν ἡμῶν προκόψαι͵ ἐπεὶ δὲ οἱ παρὰ
τούτου λόγοι καὶ φιλοσοφεῖν ὑπὲρ γυναικῶν
ἐπενοήθησαν͵ ἀσμένως τὴν ἀφορμὴν
ἥρπακα· μόνος γὰρ ὁ ἄρρην ἔρως κοινὸν
ἡδονῆς καὶ ἀρετῆς ἐστιν ἔργον. εὐξαί μην
γάρ͵ εἴπερ ἦν ἐν δυνατῷ͵ τὴν ἐπήκοόν ποτε
τῶν Σωκρατικῶν λόγων πλατάνιστον͵
Ἀκαδημίας καὶ Λυκείου δένδρον
εὐτυχέστερον͵ ἐγγὺς ἡμῶν ἑστάναι
πεφυκυῖαν͵ ἔνθ΄ ἡ Φαίδρου προσανάκλισις
ἦν͵ ὥσπερ ὁ ἱερὸς εἶπεν ἀνὴρ πλείστων
ἁψάμενος χαρίτων· αὐτὴ τάχα ἂν ὥσπερ ἡ ἐν
Δωδώνῃ φηγὸς ἐκ τῶν ὀροδάμνων ἱερὰν
ἀπορρήξασα φωνὴν τοὺς παιδικοὺς
εὐφήμησεν ἔρωτας ἔτι τοῦ καλοῦ μεμνη μένη
la ferocidad de Caricles ha llevado a que mi
función sea muy seria. Casi como disputando
prodigiosamente emocionado una causa por
asesinato ante el Areópago, o por incendio
intencional o , por Zeus, envenenamiento. La
ocasión pues, si otra hubo, te reclama que re-
cuerdes a uno de los discursos hechos al pueblo
de Atenas, y en este discurso apeles a la persua-
ción de Pericles y las lenguas de diez oradores
contra Macedonia fortifiquen tu elocuencia.”
30 Esperando un momento Calicratidas, en
cuyo semblante me pareció que estaba bien
dispuesto a luchar, inició su réplica a
su turno: “Si las mujeres tuvieran
participación en la asamblea, en la judicatura
y en los asuntos políticos, acaso serías
consagrado general o presidente, y te
honrarían en los foros con estatuas tuyas
en bronce, oh Caricles. Porque difícilmente
esas entre ellas preeminentes en sabiduría,
si se les concediera pronunciarse en público,
hablarían con tal enjundia. Ni Telesilla
armada contra los espartiatas, por la que en
Argos se cuenta a Ares entre los dioses de las
mujeres; ni Safo, dulce gloria de Lesbos, ni la
sabia hija de Pitágoras, Theano; tal vez ni el
mismo Pericles pudiera declarar del mismo
modo sobre Aspasia. Bien, desde que es
correcto que los varones hablen respecto a las
mujeres, hablemos también los hombres
respecto a los hombres. Sé tú propicia, Afrodita;
también honramos nosotros a tu Eros.
31 Yo consideré que nuestra disputa progresaría
enteramente como risueño divertimento; pero,
desde que en sus palabras se ha discurrido
filosóficamente sobre las mujeres, gustosamente
aprovecho la coyuntura: el amor al varón es la
única acción a la que le son común el placer y la
excelencia. Suplicaría, si estuviera en lo posible,
que crecido acompañara a nosotros el plátano
una vez oidor de las palabras socráticas, más
afortunado árbol que los de la Academia o el
Liceo, el que fue el respaldo de Fedro, a la
manera en que habló el santo hombre dotado de
numerosísimas gracias; sin duda a la manera
del roble de Dodona , sus ramosidades
pronunciarán una sagrada voz bendiciendo los
amores muchachiles en memoria del hermoso
20
Φαίδρου. πλὴν ἐπεὶ τοῦτ΄ ἀμήχανον͵ ἦ γὰρ
πολλὰ μεταξὺ οὔρεά τε σκιόεντα θάλασσά τε
ἠχήεσσα͵ ξένοι τε ἐπ΄ ἀλλοτρίας γῆς
ἀπειλήμμεθα καὶ πλεονέκτημα Χαρικλέους
ἐστὶν ἡ Κνίδος͵ ὅμως τἀληθὲς οὐ προδώσομεν
νικηθέντες ὄκνῳ.
32 μόνον ἡμῖν σύ͵ δαῖμον οὐράνιε͵ καιρίως
παρά στηθι φιλίας εὐγνώμων͵
ἱεροφάντα μυστηρίων Ἔρως͵ οὐ κακὸν
νήπιον ὁποῖον ζωγράφων παίζουσι χεῖρες͵
ἀλλ΄ ὃν ἡ πρωτοσπόρος ἐγέννησεν ἀρχὴ
τέλειον εὐθὺ τεχθέντα· σὺ γὰρ ἐξ
ἀφανοῦς καὶ κεχυ μένης ἀμορφίας
τὸ πᾶν ἐμόρφωσας. ὥσπερ οὖν ὅλου
κόσμου τάφον τινὰ κοινὸν
ἀφελὼν τὸ περικείμενον χάος
ἐκεῖνο μὲν ἐς ἐσχάτους Ταρτάρου
μυχοὺς ἐφυγάδευσας͵ ἔνθα ὡς ἀληθῶς
σιδήρειαί τε πύλαι καὶ χάλκεος οὐδός͵
ὅπως ὑπ΄ ἀρρήκτου δεθὲν φρουρᾶς τῆς
ἔμπαλιν ὁδοῦ εἴργηται· λαμπρῷ δὲ φωτὶ
τὴν ἀμαυρὰν νύκτα πετάσας παντὸς
ἀψύχου τε καὶ ψυχὴν ἔχοντος ἐγένου
δημιουργός· ἐξαίρετον δὲ ἐγκεράσας
ὁμόνοιαν ἀνθρώποις τὰ σεμνὰ φιλίας πάθη
συνῆψας͵ ἵν΄ ἐξ ἀκάκου καὶ ἁπαλῆς ἔτι ψυχῆς
ἡ εὔνοια συνεκτρεφο μένη πρὸς τὸ τέλειον
ἀνδρῶται.
33 γάμοι μὲν γὰρ διαδοχῆς ἀναγκαίας
εὕρηνται φάρμακα͵ μόνος δὲ ὁ ἄρρην ἔρως
φιλοσόφου καλόν ἐστι ψυχῆς ἐπίταγμα. πᾶσι
δὲ τοῖς ἐκ τοῦ περιόντος εἰς εὐπρέπειαν
ἠσκημένοις ἕπεται τιμὴ πλείων ἢ ὅσα τῆς
παραυτὰ χρείας ἐπιδεῖται͵ καὶ πάντῃ τοῦ
ἀναγ καίου τὸ καλὸν κρεῖττον. ἄχρι μὲν οὖν
ἀμαθὴς ὁ βίος ἦν οὐδέπω τῆς καθ΄ ἡμέραν
πείρας πρὸς τὸ βέλτιον εὐσχολῶν͵ ἀγαπητῶς
ἐπ΄ αὐτὰ τὰ ἀναγκαῖα συνεστέλλετο͵ τῆς δὲ
ἀγαθῆς διαίτης ἐπείγων ὁ χρόνος οὐ
παρέσχεν εὕρεσιν. ἐπειδὴ δὲ αἱ μὲν
ἐσπευσμέναι χρεῖαι πέρας εἶχον͵ οἱ δὲ τῶν
ἐπιγιγνομένων ἀεὶ λογισμοὶ τῆς ἀνάγκης
ἀφεθέντες ηὐκαίρουν ἐπινοεῖν τι τῶν
κρειττόνων͵ ἐκ τούτου κατ΄ ὀλίγον ἐπιστῆμαι
συνηύξοντο. τοῦτο δ΄ ἡμῖν ἀπὸ τῶν
ἐντελεστέρων τεχνῶν ἔνεστιν εἰκάζειν.
αὐτίκα πρῶτοί τινες ἄνθρωποι γενόμενοι
τοῦ καθ΄ ἡμέραν λιμοῦ φάρμακον
Fedro. Mas muy banal es el anhelo porque
“entremedio grandemente yace una sombría
montaña y el rugiente mar”, pues que forasteros
somos en una tierra extraña y Cnido favorece a
Caricles; igualmente no traicionaremos la
verdad sobrepujados por la aprehensión.
32 Sólo tú, Eros espíritu celestial bríndanos
certera ayuda, amable hierofante de los
misterios de la amistad, porque no eres el
pérfido infante que frívolas bocetan las manos
de los pintores, sino que estabas ya formado al
nacer al principio de la génesis de toda vida;
porque tú diste forma a todas las cosas
sacándolas de la oscura informidad, de manera
que a todo el cosmos sacando de una tumba que
lo sepultaba , desvaneciste el caos aquel
circunvalante hacia los abismales límites del
Tártaro, donde “hay portales de hierro y
umbrales de bronce", para que encadenado en
infranqueable recinto vedada tenga la
retornante senda. Mas esparciendo billante luz
sobre la fúnebre noche te vuelves el artesano
tanto de las cosas inanimadas como portadoras
de alma. Compones para los hombres la
armonía de espíritu, uniendo sus corazones con
el sacro sentir de la amistad, para que la buena
voluntad pueda crecer en las aún inocentes
almas hacia la completa hombría.
33 Pero el matrimonio se descubre como un
remedio por la necesidad de sucesión, porque
sólo el amor al varón es la hermosa tarea del
alma filosófica. A todas las cosas cultivadas por
su nobleza se les concede mayor estima que
aquellas que son producto de la necesidad;
ergo, lo hermoso es superior a lo necesario. Tan
largo como la vida fue ineducada y lo de cada
día no daba lugar al cultivo de lo mejor, los
hombres estaban contentos con satisfacer sus
necesidades, la situación opresiva no les
permitía descubrir una buena manera de vivir.
Pero una vez que las apremiantes necesidades
llegaron a su fin y los pensamientos de
sucesivas generaciones se liberaron de la
necesidad tuvieron la libertad de ocuparse de
las cosas superiores, y de este tiempo las
ciencias surgieron de a poco. Esto podemos
figurárnoslo por las más acabadas de las artes.
Justo desde el momento de su nacimiento los
21
ἐξήτουν͵ εἶθ΄ ἁλισκόμενοι τῇ πρὸς τὸ
παρὸν ἐνδείᾳ͵ τῆς ἀπορίας οὐκ ἐώσης
ἑλέσθαι τὸ βέλτιον͵ τὴν εἰκαίαν πόαν
ἐσιτοῦντο καὶ μαλθακὰς ῥίζας
ὀρύττοντες καὶ τὰ πλεῖστα δρυὸς
καρπὸν ἐσθίοντες. ἀλλ΄ ἡ μὲν ἀλόγοις
ζῴοις μετὰ χρόνον ἐρρίφη͵ σπόρον δὲ
πυροῦ καὶ κριθῆς εἶδον αἱ γεωργῶν
ἐπιμέλειαι εὑροῦσαι κατ΄ ἔτος ἐκνεάζοντα.
καὶ οὐδὲ μανεὶς ἂν εἴποι τις ὅτι δρῦς στάχυος
ἀμείνων.
34 τί δ΄; οὐκ ἐν ἀρχῇ μὲν εὐθὺ τοῦ βίου
σκέπης δεηθέντες ἄνθρωποι νάκη͵ θηρία
δείραντες͵ ἠμφιέ σαντο; καὶ σπήλυγγας ὀρῶν
κρύους καταδύσεις ἐπενόησαν ἢ παλαιῶν
ῥιζῶν ἢ φυτῶν αὖα κοιλώ ματα; τὴν δὲ ἀπὸ
τούτων μίμησιν ἐπὶ τὸ κρεῖττον ἀεὶ
μετάγοντες ὕφηναν μὲν ἑαυτοῖς χλανίδας͵
οἴκους δὲ ᾠκίσαντο͵ καὶ λεληθότως αἱ περὶ
ταῦτα τέχναι τὸν χρόνον λαβοῦσαι
διδάσκαλον ἀντὶ μὲν λιτῆς ὑφῆς τὸ κάλλιον
ἐποίκιλαν͵ ἀντὶ δὲ εὐτελῶν δωματίων ὑψηλὰ
τέρεμνα καὶ λίθων πολυτέλειαν
ἐμηχανήσαντο καὶ γυμνὴν τοίχων ἀμορφίαν
εὐανθέσι βαφαῖς χρωμάτων κατέγραψαν.
πλὴν ἑκάστη γε τούτων τῶν τεχνῶν καὶ
ἐπιστημῶν ἄφωνος οὖσα καὶ βαθεῖαν
ἐπιτεθειμένη λήθην ὡς ἀπὸ μακρᾶς δύσεως
κατὰ μικρὸν εἰς τὰς ἰδίας ἀνέτειλεν ἀκτῖ νας.
ἕκαστος γὰρ εὑρών τι παρεδίδου τῷ μετ΄
αὐτόν· εἶθ΄ ἡ διαδοχὴ τῶν λαμβανόντων οἷς
ἔμαθεν ἤδη προστιθεῖσα͵ τὸ ἐνδέον
ἐπλήρωσεν.
35 μηδέ τις ἔρωτας ἀρρένων ἀπαιτείτω παρὰ
τοῦ παλαιοῦ χρόνου· γυναιξὶν γὰρ ὁμιλεῖν
ἀναγκαῖον ἦν͵ ἵνα μὴ τελείως ἄσπερμον
ἡμῶν φθαρῇ τὸ γένος. αἱ δὲ ποικίλαι σοφίαι
καὶ τῆς φιλοκάλου ταύτης ἀρετῆς ἐπιθυμίαι
μόλις ὑπὸ τοῦ μηδὲν ἐῶντος ἀνίχνευτον
αἰῶνος εἰς τοὐμφανὲς ἔμελλον ἥξειν͵ ἵνα τῇ
θείᾳ φιλοσοφίᾳ καὶ τὸ παιδεραστεῖν
συνακμάσῃ. μὴ δῆτα͵ Χαρίκλεις͵ ὃ μὴ
πρότερον εὕρητο͵ τοῦτο ἐπινοηθὲν
αὖθις ὡς φαῦλον εὔθυνε͵ μηδ΄ ὅτι τῶν
παιδικῶν ἐρώτων αἱ γυναικεῖαι σύνοδοι
πρεσβυτέ ρους ἐπιγράφονται χρόνους͵
ἐλάττου θάτερον· ἀλλὰ τὰ μὲν
παλαιὰ τῶν ἐπιτηδευμάτων ἀναγκαῖα
primeros hombres tenían que buscar cotidiano
remedio contra el hambre, y empujados hacia
adelante por la indigencia, impedidos por su
carencia de procurarse alimentos mejores,
acudían a las hierbas, raíces tiernas y principal-
mente al fruto del roble. Con el tiempo esto se
dejó para los animales irracionales, y los
cuidadosos agricultores descubrieron como
sembrar semillas de cebada y trigo para verlas
brotar en su época. Y ni un loco preferiría las
bellotas a las espigas.
34 Ahora, en estos comienzos de la vida, ¿acaso
por la necesidad de cubrirse de los elementos
no desollaron bestias salvajes para vestir su
lanosa piel? ¿No les servían las cavernas, los
huecos secos y las raíces de los árboles? Luego
mejorando la imitación que comenzó así
tejieron ellos mismos sus mantos y edificaron
casas, y poco a poco, enseñados por el tiempo,
las artes enfocadas en estas cosas reemplazaron
la simple hechura con vestidos adornados de
gran belleza, y en lugar de humildes cabañas
diseñaron mansiones de piedra tallada, y la
desnuda fealdad de las paredes fue mejorada
con los lujosos tintes de colores pintados. Más
cada una de las artes de ellos y también de la
ciencia condenadas en el principio a la
oscuridad y al silencio de un profundo olvido,
de la gran caída fue amaneciendo poco a poco
para emitir sus rayos, porque cada que uno hizo
algún descubrimiento se lo transmitió a su suce-
sor. Luego cada sucesivo receptor, agregando
algo a lo anterior, mejoró cualquier defecto.
35 Ninguno espere amor de varones en los
tiempos antiguos, porque era necesario
acoplarse a las mujeres para no permitir que la
raza humana desapareciera por falta de semilla.
Pero los multiformes saberes y la inclinación a
la virtud del amor a lo bello no debían
eclosionar más que tarde, en el tiempo que nada
deja sin explorar, para que maduraran la divina
filosofía y el amor a los muchachos. No debes
censurar, Caricles, como indigno este
descubrimiento por no ser anterior, ni que son
más antiguos en el tiempo los connubios con las
mujeres que los amores muchachiles, o que es
inferior lo tardío; sino que hemos de considerar
que los antiguos inventos lo son por la
22
νομίζωμεν͵ ἃ δὲ αὖθις ἐνευσχολήσας τοῖς
λογισμοῖς ὁ βίος ἐπεξεῦρεν͵ ὡς ἐκείνων
ἀμείνω τιμητέον.
36 ἐμοὶ μὲν γὰρ ὀλίγου καὶ γελᾶν ἔναγχος
ἐπῄει͵ Χαρικλέους ἄλογα ζῷα καὶ τὴν
Σκυθῶν ἐρημίαν ἐπαινοῦντος· ὀλίγου δὲ ὑπὸ
τῆς ἄγαν φιλονεικίας καὶ μετενόει
γενόμενος Ἕλλην. οὐδὲ γὰρ ὡς ἐναντία
φθεγγόμενος οἷς ἐπεχείρει λέγειν͵
ὑπεσταλμένῳ τε τῷ τῆς φωνῆς τόνῳ τὸ
ῥηθὲν ἔκλεπτεν͵ ἀλλ΄ ἐπηρμένῃ τῇ φωνῇ
λαρυγγίζων͵ Οὐκ ἐρῶσιν͵ φησίν͵
ἀλλήλων λέοντες οὐδ΄ ἄρκτοι
καὶ σύες͵ ἀλλ΄ αὐτῶν ἡ πρὸς τὸ
θῆλυ μόνον ὁρμὴ κρατεῖ. καὶ τί
θαυμαστόν; ἃ γὰρ ἐκ λογισμοῦ δικαίως
ἄν τις ἕλοιτο͵ ταῦτα τοῖς μὴ δυναμένοις
λογίζεσθαι δι΄ ἀφροσύνην οὐκ ἔνεστιν
ἔχειν. ἐπεί τοι Προμηθεὺς ἢ θεῶν τις
ἄλλος εἰ νοῦν ἑκάστῳ συνέζευξεν ἀνθρώ
πινον͵ οὐκ ἂν ἐρημία καὶ βίος ὄρειος αὐτοὺς
ἐποί μαινεν οὐδὲ ἀλλήλους τροφὴν εἶχον͵ ἐξ
ἴσου δὲ ἡμῖν ἱερὰ δειμάμενοι καὶ μέσην
ἑστίαν τῶν ἰδίων ἕκαστος οἰκῶν ὑπὸ τοῖς
κοινοῖς ἐπολιτεύοντο νόμοις. τί δὴ
παράδοξον εἰ ζῷα τῆς φύσεως κατάκριτα
μηδὲν ὧν λογισμοὶ παρέχονται παρὰ
τῆς προνοίας λαβεῖν ηὐτυχηκότα
προσαφῄρηται μετὰ τῶν ἄλλων καὶ
ἄρρενας ἐπιθυμίας; οὐκ ἐρῶσι λέοντες͵
οὐδὲ γὰρ φιλοσοφοῦσιν· οὐκ ἐρῶσιν ἄρκτοι͵
τὸ γὰρ ἐκ φιλίας καλὸν οὐκ ἴσασιν.
ἀνθρώποις δ΄ ἡ μετ΄ ἐπιστήμης φρόνησις
ἐκ τοῦ πολλάκις πειρᾶσαι τὸ κάλλιστον
ἑλομένη βεβαιοτάτους ἐρώτων ἐνόμισεν τοὺς
ἄρρενας.
37 μὴ τοίνυν͵ ὦ Χαρίκλεις͵ ἀκολάστου βίου
συμφορήσας ἑταιρικὰ διηγήματα γυμνῷ τῷ
λόγῳ τῆς σεμνότητος ἡμῶν καταπόμπευε
μηδὲ τὸν οὐράνιον Ἔρωτα τῷ νηπίῳ
συναρίθμει͵ λογίζου δὲ ὀψὲ μὲν ἡλικίας τὰ
τοιαῦτα μεταμανθάνων͵ ὅμως δ΄ οὖν λογίζου
νῦν γε͵ ἐπειδήπερ οὐ πρότερον͵ ὅτι διπλοῦς
θεὸς ὁ Ἔρως͵ οὐ κατὰ μίαν ὁδὸν φοιτῶν οὐδὲ
ἑνὶ πνεύματι τὰς ἡμετέρας ψυχὰς ἐρεθίζων͵
ἀλλ΄ ὁ μέν͵ ὡς ἄν͵ οἶμαι͵ κομιδῇ νήπια
φρονῶν͵ οὐδενὸς αὐτοῦ τὴν διάνοιαν ἡνιοχεῖν
δυναμένου λογισμοῦ͵ πολὺς ἐν ταῖς τῶν
necesidad, y que las adiciones recientes lo son
desde que hubo tiempo para la reflexión, con lo
que han de estimarse superiores.
36 Hace un momento por poco me pongo a reir
cuando Caricles alababa a los irracionales
animales y los desiertos de los escitas. Por su
exagerado entusiasmo casi que se arrepentía de
haber nacido griego; porque emprendió a
hablar no dándole voz a las oposiciones,
conteniendo el tono de voz al expresar su
discurso, sino que elevando la voz desde la
garganta dijo: ¡No se desean unos a otros los
leones, ni los osos ni los cerdos, sino que sólo
los manda su impulso hacia las hembras! ¿Y
qué tiene de extraño? Porque justamente lo que
se escoge por raciocinio, por su irracionalidad
no pueden adoptarlo los que carecen de
entendimiento. Porque si Prometeo u otro de
los dioses les hubiera creado una mente
humana no pasarían una solitaria en las
montañas ni se tendrían como alimento unos a
otros; igual que nosotros edificarían templos,
habitando cada uno en particular en el medio
de su hogar, organizado bajo comunes leyes.
¿Hay algo increíble en que los animales
condenados por el veredicto de la naturaleza a
no recibir de la providencia ninguno de los
dones que reserva al raciocinio estén privados
entre otras cosas del deseo por los varones? Los
leones no se aman porque tampoco filosofan.
Los osos no se aman porque desconocen lo
hermoso de la amistad. Pero para los hombres
la ciencia unida a la sabiduría tras muchos
experimentos ha escogido lo más hermoso de
todo, y ha determinado que el amor entre
varones es el más sólido.
37 Ahora bien Caricles, no quieras parangonar
ejemplos de la disoluta vida cortesana
insultando con un crudo lenguaje nuestra
dignidad, ni equiparar al Eros celestial con un
infante, reflexiona instruirte sobre estas cosas
aunque tengas bastante edad; igualmente
reflexiona, desde que no lo has hecho antes, que
Eros es un dios doble, no marcha según un
único camino, ni acucia nuestras almas con un
único espíritu; sino que hay uno, pienso, de
mente completamente infantil, la inteligencia no
puede llevar las riendas de ninguno de sus
23
ἀφρόνων ψυχαῖς ἀθροίζεται͵ μάλιστα δὲ
αὐτῷ γυναικεῖοι πόθοι μέλουσιν· οὗτός ἐστιν
ὁ τῆς ἐφημέρου ταύτης ὕβρεως ἑταῖρος
ἀκρίτῳ φορᾷ πρὸς τὸ βουλόμενον ἄγων.
ἕτερος δὲ Ἔρως Ὠγυγίων πατὴρ χρόνων͵
σεμνὸν ὀφθῆναι καὶ πάντοθεν ἱεροπρεπὲς
θέαμα͵ σωφρονούντων ταμίας παθῶν ἤπια
ταῖς ἑκάστου διανοίαις ἐμπνεῖ͵ καὶ λαχόντες
ἵλεω τοῦδε τοῦ δαίμονος ἡδονὴν ἀρετῇ
μεμιγμένην ἀσπαζόμεθα· δισσὰ γὰρ ὄντως
κατὰ τὸν τραγικὸν πνεύματα πνεῖ ὁ Ἔρως͵
ἑνὸς δὲ ὀνόματος οὐχ ὅμοια τὰ πάθη
κεκοινώνηκεν· καὶ γὰρ Αἰδὼς ὠφελείας
ὁμοῦ καὶ βλάβης ἀμφίβολός ἐστι δαίμων·
“Αἰδὼς ἥτ΄ ἄνδρας μέγα σίνεται ἠδ΄ ὀνίνησιν.
οὐ μὴν οὐδ΄ Ἐρίδων γένος ἔστιν ἕν͵ ἀλλ΄
ἐπὶ γαῖαν εἰσὶ δύω͵ τὴν μέν κεν ἐπαινήσειε
νοήσας͵ ἡ δ΄ ἐπιμωμητή· διὰ δ΄ ἄνδιχα
θυμὸν ἔχουσιν”.
οὐδὲν οὖν παράδοξον͵ εἰ πάθος ἀρετῇ
κοινὴν προση γορίαν ἔχειν ἔτυχεν͵
ὥστε ἔρωτα καλεῖσθαι καὶ τὴν
ἀκόλαστον ἡδονὴν καὶ τὴν σωφρονοῦσαν
εὔνοιαν.
38 Γάμους οὖν τὸ μηδὲν οἴει͵ καὶ τὸ θῆλυ τοῦ
βίου φυγαδεύεις͵ ἵνα πῶς μείνωμεν
ἄνθρωποι; ζηλωτὸν μὲν ἦν κατὰ τὸν
σοφώτατον Εὐριπίδην͵ εἰ δίχα τῆς πρὸς
γυναῖκας συνόδου φοιτῶντες ἐπὶ ἱερὰ καὶ
ναοὺς ἀργύρου καὶ χρυσοῦ τέκνα ὑπὲρ τῆς
διαδοχῆς ἐωνούμεθα· ἀνάγκη γὰρ βαρὺν κατ΄
αὐχένων ζυγὸν ἡμῖν ἐπιθεῖσα τοῖς
κελευομένοις πειθαρχεῖν βιάζεται.
τὸ μὲν οὖν καλὸν αἱρώμεθα τοῖς
λογισμοῖς͵ εἰκέτω δὲ τῇ ἀνάγκῃ τὸ
χρειῶδες. ἄχρι τέκνων γυναῖκες ἀριθμὸς
ἔστωσαν͵ ἐν δὲ τοῖς ἄλλοις ἄπαγε͵
μή μοι γένοιτο. τίς γὰρ ἂν εὖ φρονῶν
ἀνέχεσθαι δύναιτο ἐξ ἑωθινοῦ γυναικὸς
ὡραϊζομένης ἐπικτήτοις σοφίσμασιν͵ ἧς ὁ μὲν
ἀληθῶς χαρακτὴρ ἄμορφος͵ ἀλλότριοι δὲ
κόσμοι τὸ τῆς φύσεως ἀπρεπὲς βουκολοῦσιν.
39 εἰ γοῦν ἀπὸ τῆς νυκτέρου κοίτης πρὸς
ὄρθρον ἴδοι τις ἀνισταμένας γυναῖκας͵
αἰσχίω νομίσει θηρίων τῶν πρωΐας ὥρας
ὀνομασθῆναι δυσκληδονίστων· ὅθεν ἀκριβῶς
οἴκοι καθείργουσιν αὑτὰς οὐδενὶ τῶν
ἀρρένων βλεπομένας· γρᾶες δὲ καὶ
razonamientos. Mucho se acumula en las almas
de los insensatos, y principalmente concierne al
apetito por las mujeres; este es el compañero de
la insolencia efímera que con impulso irracional
conduce a lo ansiado. El otro Eros es el padre de
los tiempos ancestrales, de aspecto venerable y
santificado a toda contemplación, el despensero
de los deseos cuerdos que sopla benévolo a la
mente de cada uno. Siéndonos propicio el don
del demon acogemos el placer mezclado con la
virtud. Como dice el trágico, “siendo dobles los
espíritus que insufla Eros, y un mismo nombre
es común a no idénticas pasiones”. Porque
también el Pudor al ser beneficioso y dañino
está entre los démones ambiguos:
Pudor que al hombre grandemente perjudica o
ayuda/aunque no sean rivales son dos sobre la
tierra/uno será alabado sensatamente, el otro/
reprochado: porque tienen un corazón opuesto.
Nada hay pues de sorprendente si a la pasión le
ha tocado en suerte una común denominación
con la virtud, de manera que erotismo nombra
tanto al placer desordenado y la disposición con
cordura.
38 ¿Piensa que el matrimonio es nada para mí, y
que expulsaría a la mujer de la vida? ¿Cómo
subsistiríamos los hombres? Sería deseable,
como dice el sapientísimo Eurípides, si evitando
el comercio con las mujeres pudiéramos
marchar a santuarios y templos y por oro o
plata comprar vástagos para tener descenden-
cia; porque la necesidad puso un pesado yugo
sobre nuestros cuellos y nos fuerza a obedecer-
la. Pero en efecto lo hermoso lo alcanzamos con
el intelecto, lo forzoso dejémoslo a la necesidad.
La cuenta de las mujeres admitámosla por mor
de los hijos, en lo demás, fuera con ellas, por mi
que no estén. Pues qué hombre sensato sopor-
taría desde el amanecer embelleciéndose con
productos artificiales, a mujeres cuyo verdadero
natural es feo, que engañan con extraños afeites
lo desagradable de la naturaleza.
39 Si en la mañana se ve a una mujer levantán-
dose del lecho nocturno, se pensaría que es más
fea que esos animales -los monos- que es de mal
agüero pronunciar en las primeras horas;
justamente por eso que ellas se enclaustran en
casa para no ser vistas por los varones. Están
24
θεραπαινίδων ὁ σύμμορφος ὄχλος ἐν κύκλῳ
περιε στᾶσι ποικίλοις φαρμάκοις
καταφαρμακεύουσαι τὰ δυστυχῆ πρόσωπα·
οὐ γὰρ ὕδατος ἀκράτῳ νάματι τὸν ὑπνηλὸν
ἀπονιψάμεναι κάρον εὐθὺς ἅπτονται
σπουδῆς ἐχομένου τινὸς πράγματος͵ ἀλλ΄ αἱ
πολλαὶ τῶν διαπασμάτων συνθέσεις τὸν
ἀηδῆ τοῦ προσώπου χρῶτα φαιδρύνουσιν͵ ὡς
δὲ ἐπὶ δημοτελοῦς πομπῆς ἄλλο τι ἄλλη τῶν
ὑπηρετουσῶν ἐγκεχείρισται͵ λεκανίδας
ἀργυρᾶς καὶ προχόους ἔσοπτρά τε καὶ
καθάπερ ἐν φαρμακοπώλου πυξίδων ὄχλον͵
ἀγγεῖα μεστὰ πολλῆς κακοδαιμονίας͵ ἐν οἷς
ὀδόντων σμηκτικαὶ δυνάμεις ἢ βλέφαρα
μελαίνουσα τέχνη προχει ρίζεται.
40 τὸ δὲ πλεῖστον ἀναλίσκει μέρος ἡ πλοκὴ
τῶν τριχῶν· αἱ μὲν γὰρ φαρμάκοις ἐρυθαίνειν
δυναμένοις πρὸς ἡλίου μεσημβρίαν τοὺς
πλοκάμους ἴσα ταῖς τῶν ἐρίων χροιαῖς ξανθῷ
μεταβάπτουσιν ἄνθει τὴν ἰδίαν
κατακρίνουσαι φύσιν· ὁπόσαις δὲ ἀρκεῖν ἡ
μέλαινα χαίτη νομίζεται͵ τὸν τῶν
γεγαμηκότων πλοῦτον εἰς ταύτην
ἀναλίσκουσιν ὅλην Ἀραβίαν σχεδὸν ἐκ τῶν
τριχῶν ἀποπνέουσαι͵ σιδηρᾶ τε ὄργανα
πυρὸς ἀμ βλείᾳ φλογὶ χλιανθέντα βίᾳ τὴν
ἑλίκων οὐλότητα διαπλέκει͵ καὶ περίεργοι
μὲν αἱ μέχρι τῶν ὀφρύων ἐφελκυσμέναι
κόμαι βραχὺ τῷ μετώπῳ μεταίχμιον ἀφιᾶσιν͵
σοβαρῶς δὲ ἄχρι τῶν μεταφρένων οἱ ὄπισθεν
ἐπισαλεύονται πλόκαμοι.
41 καὶ μετὰ τοῦτο ἀνθοβαφῆ πέδιλα τῆς
σαρκὸς ἐνδοτέρω τοὺς πόδας ἐπισφίγγοντα
καὶ λεπτοϋφὴς ἐς πρόφασιν ἐσθὴς ὑπὲρ τοῦ
δοκεῖν γεγυμνῶσθαι. πάντα δὲ τὰ ἐντὸς
αὐτῆς γνωριμώτερα τοῦ προσώπου χωρὶς τῶν
ἀμόρφως προπεπτωκότων μαζῶν͵ οὓς ἀεὶ
περιφέρουσιν δεσμώτας. τί δεῖ τὰ τούτων
πλουσιώ τερα κακὰ διεξιέναι; λίθους
Ἐρυθραίας κατὰ τῶν λοβῶν πολυτάλαντον
ἠρτημένους βρῖθος ἢ τοὺς περὶ καρποῖς καὶ
βραχίοσι δράκοντας͵ ὡς ὤφελον ὄντως ἀντὶ
χρυσίου δράκοντες εἶναι; καὶ στεφάνη μὲν ἐν
κύκλῳ τὴν κεφαλὴν περιθεῖ λίθοις Ἰνδικαῖς
διάστερος͵ πολυτελεῖς δὲ τῶν αὐχένων ὅρμοι
καθεῖνται͵ καὶ ἄχρι τῶν ποδῶν ἐσχάτων
καταβέβηκεν ὁ ἄθλιος χρυσὸς ἅπαν͵ εἴ τι τοῦ
σφυροῦ γυμνοῦται͵ περισφίγγων. ἄξιον δ΄ ἦν
rodeadas por viejas y esclavas tan feas como
ella que medican su desafortunado rostro con
remedios multicolores. Porque no se
quitan el torpor del sueño con agua pura y
limpia para directamente ocuparse de
asuntos serios, sino que usan muchas
decocciones de polvos aromáticos para
reavivar el brillo de su desagradable rostro, y
como en una procesión pública una tras otro se
alinean sus elementos, bacías de plata,
jarros, espejos, y un despliegue de cajas como
en una droguería, y jarras donde se mezclan
pérfidos tesoros del arte en dentífricos para
blanquear los dientes o ennegrecedores de
párpados.
40 Pero el mayor gasto de tiempo es en el
cuidado del cabello; unas con fármacos lo
enrojecen como para competir con el sol del
mediodía; tiñen sus cabellos con un amarillo
como el de la lana como criticando a la
naturaleza misma. Cuantas están conformes con
su negro original devastan la riqueza de sus
maridos para perfumarlos: su cabeza exhala por
los cabellos casi la Arabia entera.
Con instrumentos de hierro calentados en una
dulce llama para curvar por la fuerza sus
cabellos en bucles lanudos, y rizos
elaboradamente creados hacen caer hasta las
cejas, dejando la frente con mínimo espacio, y
por detrás los rizos flotan orgullosamente por
debajo de los hombros.
41 Y luego se vuelven a los coloridos zapatos en
los que hunden la carne y apretan los pies, y a
los delgados velos que pasan por vestidos para
ocultar la desnudez. Pero todo lo de adentro de
esto es más visible que el rostro, excepto los feos
pechos protuberantes a los que siempre
aprisionan las vendas. ¿Debo referir cosas más
extravagantes? Las perlas del Mar Rojo que
cuelgan de las orejas valen muchos talentos, o
las serpientes que rodean muñecas y tobillos,
que más quisiera yo que fueran reales y no de
oro. Sus cabezas se rodean de coronas orladas
con rutilantes piedras de la India, mas de sus
cuellos cuelgan valiosos collares , y hasta el oro
está condenado a descender hasta sus pies para
rodear la parte del talon que dejan
descubierta. Aunque es grilletes de hierro lo
25
σιδήρῳ τὰ περίσφυρα σκέλη πεπεδῆσθαι.
κἀπειδὰν αὐτῶν ὅλον τὸ σῶμα νόθης
εὐμορφίας ἐξαπατῶντι κάλλει διαμαγευθῇ͵
τὰς ἀναισχύντους παρειὰς ἐρυθαίνουσιν
ἐπιχρίστοις φύκεσιν͵ ἵνα τὴν ὑπέρλευκον
αὐτῶν καὶ πίονα χροιὰν τὸ πορφυροῦν ἄνθος
ἐπιφοινίξῃ.
42 τίς οὖν ὁ μετὰ τὴν τοσαύτην παρασκευὴν
βίος; εὐθὺς ἀπὸ τῆς οἰκίας ἔξοδοι͵ καὶ πᾶς
θεὸς ἐπιτρίβων τοὺς γεγαμηκότας͵ ὧν ἐνίων
οἱ κακοδαίμονες ἄνδρες οὐδὲ αὐτὰ ἴσασι τὰ
ὀνόματα͵ Κωλιάδας͵ εἰ τύχοι͵ καὶ
Γενετυλλίδας ἢ τὴν Φρυγίαν δαίμονα καὶ τὸν
δυσέρωτα κῶμον ἐπὶ τῷ ποιμένι. τελεταὶ δὲ
ἀπόρρητοι καὶ χωρὶς ἀνδρῶν ὕποπτα
μυστήρια καὶ τί γὰρ δεῖ περιπλέκειν;
διαφθορὰ ψυχῆς. ἐπειδὰν δὲ τούτων
ἀπαλλαγῶσιν͵ οἴκοι εὐθὺ τὰ μακρὰ λουτρά͵
καὶ πολυτελὴς μὲν νὴ Δία τράπεζα͵ πολὺς δὲ
ὁ μετὰ τῶν ἀνδρῶν ἀκκισμός. ἐπειδὰν γὰρ
ὑπέρπλεῳ γένωνται ταῖς παρ΄ αὐταῖς
γαστριμαρ γίαις͵ οὐκέτ΄ οὐδὲ τοῦ φάρυγγος
αὐταῖς παραδέ χεσθαι δυναμένου τι σιτίον͵
ἄκροις δακτύλοις ἐπιγράφουσαι τῶν
παρακειμένων ἕκαστον ἀπογεύον ται, νύκτας
ἐπὶ τούτοις διηγούμεναι καὶ τοὺς ἑτερό-
χρωτας ὕπνους καὶ θηλύτητος εὐνὴν
γέμουσαν͵ ἀφ΄ ἧς ἀναστὰς ἕκαστος εὐθὺ
λουτροῦ χρεῖός ἐστιν.
43 Ταυτὶ μὲν οὖν εὐσταθοῦς βίου τεκμήρια·
τῶν δὲ πικροτέρων εἴ τις ἐθελήσειε κατὰ
μέρος τὸ ἀληθὲς ἐξετάζειν͵ ὄντως
καταράσεται Προμηθεῖ τὴν Μενάνδρειον
ἐκείνην ἀπορρήξας φωνήν· Εἶτ΄ οὐ δικαίως
προσπεπατταλευμένον γράφουσι τὸν
Προμηθέα πρὸς ταῖς πέτραις; καὶ γίνετ΄ αὐτῷ
λαμπάς͵ ἄλλο δ΄ οὐδὲ ἓν ἀγαθόν. ὃ μισεῖν
οἶμ΄ ἅπαντας τοὺς θεούς͵ γυναῖκας ἔπλασεν͵
ὦ πολυτίμητοι θεοί͵ ἔθνος μιαρόν. γαμεῖ
τις ἀνθρώπων͵ γαμεῖ; λάθριοι τὸ λοιπὸν
γὰρ ἐπιθυμίαι κακαί͵ γαμηλίῳ λέχει τε
μοιχὸς ἐντρυφῶν. [εἶτ΄ ἐπιβουλαὶ] καὶ
φαρμακεῖαι καὶ νόσων χαλεπώτατος φθόνος͵
μεθ΄ οὗ ζῇ πάντα τὸν βίον γυνή. τίς ταῦτα τὰ
ἀγαθὰ διώκει; τίνι βίος ὁ δυστυχὴς οὗτος
θυμήρης;
44 ἄξιον τοίνυν ἀντιθεῖναι τοῖς θήλεσι κακοῖς
τὴν ἄρρενα τῶν παίδων ἀγωγήν. ὄρθριος
que habría que poner en los tobillos para
inmobilizar sus piernas. Una vez que han
falsificado todo el cuerpo con la engañosa
belleza del donaire espúreo, después tienen la
impudicia de pintar sus mejillas para que el
tinte púrpura pueda teñir de color su gorda piel
pálida.
42 ¿Qué hacen después de semejantes
preparaciones? Rápido salen de sus casas y
visitan a cada dios que atormenta a los casados,
alguno de los cuales los desgraciados hombres
ni conocen sus nombres, si cabe. Coolíadas, y
Genetullidas, o la diosa Frigia y la fiesta
apasionadísima sobre el pastor. Luego siguen
iniciaciones secretas particulares prohibidas
para hombres, y sin dar rodeos, la perdición del
alma. Apenas terminado con esto, en la casa
directo al largo baño, y por Zeus, copiosas
comidas, en medio de muchos chismes
sobre los hombres. Porque cuando están
repletas de las gastronomías frente a ellas y
cuando ya más nada puede pasar por sus
gargantas, todavía pellizcan cada comida
con la punta de sus dedos para probarla.
Mientras tanto se explayan de sus noches
y de sus sueños de carne diferente
y de su cama ahíta de femineidad, saliendo
de la cual todo hombre necesita directamente
un baño.
43 Y esa es la descripción de una vida ordenada;
si alguno quisiera analizar en detalle lo
verdadero de las más escabrosas, realmente
maldeciría a Prometeo, y vociferaría como
Menandro: “¿Acaso no correctamente pintan a
Prometeo encadenado a las piedras? Y por este
se ha obtenido el fuego, no otra cosa buena.
Pienso que los dioses todos lo odian por haber
modelado a las mujeres, raza manchada de
sangre, oh estimadísimos dioses. ¿Se casa con
algún hombre, se une? Porque después
furtivamente se da a malvados apetitos, ya
recibe a su amante en el lecho de bodas. Y los
venenos y los celos, en los que toda la vida vive
la mujer”
¿Quién va a ir tras semejantes bienes? ¿Quién
encuentra estimable esa vida desgraciada?
44 Digno es contraponer a los males mujeriles la
varonil jornada de los muchachos. Al amanecer
26
ἀναστὰς ἐκ τῆς ἀζύγου κοίτης τὸν ἐπὶ τῶν
ὀμμάτων ἔτι λοιπὸν ὕπνον ἀπονιψάμενος
ὕδατι λιτῷ καὶ χιτωνίσκον καὶ χλαμύδα ταῖς
ἐπωμίοις περόναις συρράψας ἀπὸ τῆς
πατρῴας ἑστίας ἐξέρχεται κάτω κεκυφὼς καὶ
μηδένα τῶν ἀπαντώντων ἐξ ἐναντίου
προσβλέπων· ἀκόλουθοι δὲ καὶ παιδαγωγοὶ
χορὸς αὐτῷ κόσμιος ἕπονται τὰ σεμνὰ τῆς
ἀρετῆς ἐν χερσὶν ὄργανα κρατοῦντες͵ οὐ
πριστοῦκτενὸς ἐντομὰς κόμην καταψήχειν
δυναμένας οὐδὲ ἔσοπτρα τῶν ἀντιμόρφων
χαρακτήρων ἀγράφους εἰκόνας͵ ἀλλ΄ ἢ
πολύπτυχοι δέλτοι κατόπιν ἀκολουθοῦσιν ἢ
παλαιῶν ἔργων ἀρετὰς φυλάττουσαι
βίβλοι͵ κἂν εἰς μουσικοῦ δέῃ φοιτᾶν͵ εὐμελὴς
λύρα.
45 πᾶσι δὲ τοῖς φιλοσόφοις ψυχῆς μαθήμασι
λιπαρῶς ἐναθλήσας͵ ἐπειδὰν ἡ διάνοια τῶν
ἐγκυκλίων ἀγαθῶν κορεσθῇ͵ τὸ σῶμα ταῖς
ἐλευθερίοις ἀσκή σεσιν ἐκπονεῖ· Θεσσαλοὶ
γὰρ ἵπποι μέλουσιν αὐτῷ· καὶ βραχὺ τὴν
νεότητα πωλοδαμνήσας ἐν εἰρήνῃ μελετᾷ τὰ
πολεμικὰ ἄκοντας ἀφιεὶς καὶ βέλη δι΄
εὐστόχου δεξιᾶς ἀποπάλλων. εἶθ΄ αἱ λιπαραὶ
παλαῖστραι͵ καὶ πρὸς ἡλίου μεσημβρινὸν
θάλπος ἐγκονίεται τὸ σῶμα πυκνούμενον͵ οἵ
τε τῶν ἐναγωνίων πόνων ἀποσταλάζοντες
ἱδρῶτες͵ μεθ΄ οὓς λουτρὰ σύντομα καὶ
τράπεζα τῇ μετὰ μικρὸν ἐπινήφουσα πράξει·
πάλιν γὰρ αὐτῷ διδάσκαλοι καὶ παλαιῶν
ἔργων αἰνιττόμεναι καὶ ἐπιμελούμεναι
μνῆμαι͵ τίς ἀνδρεῖος ἥρως ἢ τίς ἐπὶ φρονήσει
μαρτυ ρούμενος ἢ οἷοι δικαιοσύνην καὶ
σωφροσύνην ἠσπάσαντο. τοιαύταις ἀρεταῖς
ἁπαλὴν ἔτι τὴν ψυχὴν ἐπάρδων͵ ὅταν ἑσπέρα
τὴν πρᾶξιν ὁρίσῃ͵ τῇ γαστρὸς ἀνάγκῃ τὸν
ὀφειλόμενον δασμὸν ἐπιμετρήσας ἡδίους
ὕπνους καθεύδει τοῖς καθ΄ ἡμέραν καμά τοις
ἐπηρεμῶν ἀνεπίφθονον.
46 τίς οὐκ ἂν ἐραστὴς ἐφήβου γένοιτο
τοιούτου; τίνι δ΄ οὕτω τυφλαὶ μὲν αἱ τῶν
ὀμμάτων βολαί͵ πηροὶ δὲ οἱ τῆς διανοίας
λογισμοί; πῶς δ΄ οὐκ ἂν ἀγαπήσαι τὸν ἐν
παλαίστραις μὲν Ἑρμῆν͵ Ἀπόλλωνα δὲ ἐν
λύραις͵ ἱππαστὴν δὲ ὡς Κάστορα͵ θείας δὲ
ἀρετὰς διὰ θνητοῦ διώκοντα σώματος; ἀλλ΄
ἐμοὶ μέν͵ δαίμονες οὐράνιοι͵ βίος εἴη διηνεκὴς
οὗτος͵ ἀπαντικρὺ τοῦ φίλου καθέζεσθαι καὶ
se levanta de su juvenil lecho, limpiándose de
los ojos el resto de sueño con agua pura, prende
con un broche sobre sus hombros la tuniquita y
la clámide; y sale del hogar de su padre “con la
cabeza baja”, sin mirar de frente a ninguno de
aquellos con los que se cruza. Lo sigue un
ordenado grupo de acompañantes, llevando en
las manos los venerables instrumentos de la
excelencia, no aserrados peines destinados a
ordenar la cabellera, ni espejos que figuran al
confrontarlo los rasgos de su rostro sin
dibujarlos, sino que lo siguen por detrás las
tablillas de muchas hojas, o los libros, que
guardan la virtud de las antiguas hazañas, y si
marchan a la casa del profesor de música, la
melodiosa lira.
45 Ejercitando infatigable el alma con todas las
enseñanzas de los filósofos, tras llenar su
intelecto con el conjunto de bondades, trabaja
su cuerpo con nobles ejercicios. Le interesan los
caballos tesalios. Y en breve domando los bríos
juveniles, en la paz se prepara para la guerra
arrojando venablos y lanzando javalinas con la
bien atinada diestra. Después las engrasadas
palestras, donde bajo el sol del mediodía el
polvo cubre el robustecido cuerpo, los sudores
que se destilan de los continuos trabajos, luego
un breve baño, y en medio una mesa frugal
para las actividades que siguen. Porque de
nuevo hay maestros para él en que hay que
prestar atención y alabanza a las hazañas
antiguas, quién es el héroe por bravura, quién
es testimonio de sabiduría o quiénes cultivaron
la justicia y la sabiduría. Semejantes excelencias
se vuelcan sobre el alma todavía tierna; cuando
el atardecer orilla la actividad, satisfaciendo el
tributo debido a la necesidad del estómago,
duerme el placentero sueño que nadie puede
censurar tras la tarea del día.
46 ¿Quién dejaría de ser amante de semejante
efebo? Quien tuviera ciegas las pupilas, o
tullidas las razones del entendimiento. ¿Cómo
no enamorarse de este Hermes en los gimna-
sios, de este Apolo con la lira, un Cástor en
equitación, que va tras la excelencia divina con
un cuerpo mortal? Por mi parte, oh dioses
celestiales, que sin interrupción mi vida sea
sentarme enfrente del amado y escuchar
27
πλησίον ἡδὺ λαλοῦντος ἀκούειν͵ ἐξιόντι δὲ
αὐτῷ συνεξιέναι καὶ παντὸς ἔργου κοινωνίαν
ἔχειν. εὔξαιτο μὲν οὖν ἐρῶν τις δι΄ ἀπταίστου
καὶ ἀκλινοῦς βίου τὸν στεργόμενον ἀλύπως
εἰς γῆρας ὁδεῦσαι μηδεμιᾶς τύχης
πειράσαντα βάσκανον ἐπήρειαν. εἰ δὲ καί͵
οἷος ἀνθρωπίνης φύσεως νόμος͵ νόσος
ἐπιψαύσειεν͵ αὐτῷ κάμνοντι συννοσήσω καὶ
διὰ χειμερίου θαλάσσης ἀναγομένῳ
συμπλεύσομαι· κἂν τυραννικὴ βία δεσμὰ
περιάψῃ͵ τὸν ἴσον ἐμαυτῷ περιθήσω σίδηρον·
ἐχθρὸς ἅπας ὁ μισῶν ἐκεῖνον ἐμὸς ἔσται͵ καὶ
φιλήσω τοὺς πρὸς αὐτὸν εὐνοϊκῶς ἔχοντας· εἰ
δὲ λῃστὰς ἢ πολεμίους θεασαίμην ἐπ΄ αὐτὸν
ὁρμῶντας͵ ὁπλισαίμην καὶ παρὰ δύναμιν·
κἂν ἀποθάνῃ͵ ζῆν οὐκ ἀνέξομαι· τελευταίας
δὲ ἐντολὰς τοῖς μετ΄ ἐκεῖνον ὑπ΄ ἐμοῦ
στεργομένοις ἐπιθήσομαι κοινὸν ἀμφοτέροις
ἐπιχῶσαι τάφον͵ ὀστέοις δὲ ἀναμίξαντας
ὀστέα μηδὲ τὴν κωφὴν κόνιν ἀπ΄ ἀλλήλων
διακρῖναι.
47 ταῦτα δ΄ οὐ πρῶτοι χαράξουσιν οἱ ἐμοὶ
πρὸς τοὺς ἀξίους ἔρωτες͵ ἀλλ΄ ἡ θεοῖς γείτων
ἡρωϊκὴ φρόνησις ἐνομοθέτησεν͵ ἐν οἷς ὁ
φιλίας ἔρως ἄχρι θανάτου συνεξέπνευσεν.
Φωκὶς ἐκ νηπίων ἔτι χρόνων Ὀρέστην
Πυλάδῃ συνῆψεν· θεὸν δὲ τῶν πρὸς
ἀλλήλους παθῶν μεσίτην λαβόντες ὡς ἐφ΄
ἑνὸς σκάφους τοῦ βίου συνέπλευσαν·
ἀμφότεροι Κλυταιμήστραν ἀνῄρουν ὡς
Ἀγαμέμνονος παῖδες͵ ὑπ΄ ἀμφοῖν Αἴγισθος
ἐφονεύετο· τὰς Ὀρέστην ἐλαυνούσας Ποινὰς
Πυλάδης ἐνόσει μᾶλλον͵ κρινομένῳ
συνηγωνίζετο. τὴν δὲ ἐρωτικὴν φιλίαν οὐδὲ
τοῖς τῆς Ἑλλάδος
ὅροις ἐμέτρησαν͵ ἀλλ΄ ἐπὶ τοὺς ἐσχάτους
Σκυθῶν τέρμονας ἔπλευσαν͵ ὁ μὲν νοσῶν͵ ὁ
δὲ θεραπεύων. τῆς γοῦν Ταυρικῆς γῆς
ἐπιβαίνοντας εὐθὺς ἡ μητροκτόνος
αὐτοὺς Ἐρινὺς ἐξενοδόχησεν͵
καὶ τῶν βαρβάρων ἐν κύκλῳ
περιεστώτων ὁ μὲν ὑπὸ τῆς συνήθους μανίας
πεσὼν ἔκειτο͵
“Πυλάδης δὲ ἀφρόν τ΄ ἀπέψα σώματός τ΄
ἐτημέλει πέπλου τε προὐκάλυπτεν εὐπήνους
ὑφάς”͵ οὐκ ἐραστοῦ μόνον͵ ἀλλὰ καὶ πατρὸς
ἐνδεικνύμενος ἦθος. ἡνίκα γοῦν ἐκρίθη
θατέρου μένοντος ἐπὶ τῷ φονευθῆναι τὸν
cercana su dulce conversación, ir con él cuando
sale y compartir todas las actividades.
Suplicaría en efecto tal amante que su adorado
avance por una vida recta y sin tropiezo
serenamente hacia la vejez, sin experimentar
ninguna maliciosa injuria de la fortuna. Pero si,
como es la ley de la humana naturaleza, lo toca
la enfermedad, estaría yo enfermo con él
doliente; si avanzara por un mar tempestuoso
navegaría con él, y si la violencia tiránica lo
carga de cadenas, yo mismo llevaré igual hierro.
Mi enemigo será todo aquel que lo odie, y
tendré afecto a todos los bien dispuestos hacia
él. Si bandidos o forajidos acecharan para
atacarlo, combatiría hasta lo imposible; y si
muere no soportaría la vida. Las últimas
intrucciones a aquellos más amados después de
él es que nos apilen a ambos un común
túmulo, para que los huesos se mezclen a los
huesos y ni las vanas cenizas nos separen
a uno de otro.
47 Pero estos amores míos por los dignos no son
los primeros en inscribir estas cosas, sino que
las legisló la casi divina sabiduría de los héroes,
los que respiraron juntos el amor de la amistad
hasta la muerte. Fokis unió a Orestes con
Pílades ya en el tiempo de la infancia, que
tomaron a Eros como mediador de la pasión de
uno por el otro, como si navegaran por la vida
en un mismo barco. Ambos despacharon a
Clitemnestra como si ambos fueran hijos de
Agamenón; por ambos fue matado Egisto.
Cuando las Furias persiguieron a Orestes,
Pílades padeció más, y lo defendió ante el
tribunal. Pero esa amistad erótica no se redujo a
los límites de la Hélade, sino que navegaron
hasta las últimas fronteras de Escitia, estando
uno enfermo, lo curaba el otro. En efecto tan
pronto como pisaron la tierra de Taurica las
Erinias del matricida les dieron hospitalidad, y
cuando estuvieron rodeados de nativos, y
cuando aquel yació bajo sus acostumbrados
ataques. “Pílades lo cuidaba sacando la espuma
de la boca, y lo cubrió con un fino manto bien
tejido” demostrándose no sólo como un amante,
sino con los modos de un padre. En el momento
en que se decidió que uno debía quedarse para
ser muerto y el otro marchar a Micenas
28
ἕτερον ἐς Μυκήνας ἀπιέναι κομιοῦντα
γράμματα͵ μένειν ὑπὲρ ἀλλήλων ἀμφότεροι
θέλουσιν ἑκάτερος ἐν θατέρῳ ζῶντι ζῆν
ἑαυτὸν ἡγούμενος. ἀπωθεῖται δὲ τὰς
ἐπιστολὰς Ὀρέστης ὡς Πυλάδου λαβεῖν
ἀξιωτέρου͵ μόνον οὐκ ἐραστὴς ἀντ΄ ἐρωμένου
γενόμενος· “τὸ γὰρ σφαγῆναι τόνδ΄ ἐμοὶ
βάρος μέγα· ὁ ναυστολῶν γάρ εἰμ΄ ἐγὼ τὰς
συμφοράς”. καὶ μετ΄ ὀλίγον φησίν͵ “τῷδε μὲν
δέλτον δίδου· πέμψω γὰρ Ἄργος͵ ὥστε οἱ
καλῶς ἔχειν· ἡμᾶς δ΄ ὁ χρῄζων κτεινέτω”.
48 καὶ γὰρ οὕτως ἔχει τὸ πᾶν· ὅταν γὰρ ἐκ
παίδων ὁ σπουδαῖος ἔρως ἐντραφεὶς ἐπὶ τὴν
ἤδη λογίζεσθαι δυναμένην ἡλικίαν ἀνδρωθῇ͵
τὸ πάλαι φιληθὲν ἀμοιβαίους ἔρωτας
ἀνταποδίδωσιν͵ καὶ δυσχερὲς αἰσθέσθαι
ποτέρου πότερος ἐραστής ἐστιν͵ ὥσπερ ἀπ΄
ἐσόπτρου τῆς τοῦ φιλήσαντος εὐνοίας
ἐπὶ τὸν ἐρώμενον ὁμοίου πεσόντος εἰδώλου.
τί δὴ οὖν τοῦ καθ΄ ἡμᾶς βίου ξένην αὐτὸ
τρυφὴν ὀνειδίζεις θείοις νόμοις ὁρισθὲν ἐκ
διαδοχῆς ἐφ΄ ἡμᾶς καταβεβηκός;
ἀσμένως δὲ αὐτὸ δεξάμενοι μεθ΄ ἁγνῆς
διανοίας νεωκοροῦμεν· ὄλβιος γὰρ ὡς
ἀληθῶς κατὰ τὴν τῶν σοφῶν ἀπόφασιν͵ “ᾧ
παῖδές τε νέοι καὶ μώνυχες ἵπποι͵ γηράσκει δ΄
ὁ γέρων κεῖνος ἐλαφρότατα͵ κοῦροι τὸν
φιλέουσιν”.
αἵ γε μὴν Σωκρατικαὶ διδασκαλίαι καὶ τὸ
λαμπρὸν ἐκεῖνο τῆς ἀρετῆς δικαστήριον τοῖς
Δελφικοῖς τρίποσιν ἐτιμήθη· χρησμὸν γὰρ
ἀληθείας ὁ Πύθιος ἐθέσπισεν͵ ἀνδρῶν
ἁπάντων Σωκράτης σοφώτατος͵ ὃς οὐχ ἅμα
τοῖς ἄλλοις μαθήμασιν͵ ἐξ ὧν τὸν βίον
ὤνησεν͵ καὶ τὸ παιδεραστεῖν ὡς μάλιστα
ὠφελοῦν προσήκατο;
49 δεῖ δὲ τῶν νέων ἐρᾶν ὡς Ἀλκιβιάδου
Σωκράτης͵ ὃς ὑπὸ μιᾷ χλαμύδι πατρὸς
ὕπνους ἐκοιμήθη. καὶ ἔγωγε τὸ Καλλιμάχειον
ἐπὶ τέλει τῶν λόγων ἥδιστα προσθείην ἂν
ἅπασι κήρυγμα· Αἴθε γάρ͵ “ὦ κούροισιν ἐπ΄
ὄμματα λίχνα φέροντες͵ Ἐρχίος ὡς ὑμῖν
ὥρισε παιδοφιλεῖν͵ ὧδε νέων ἐρόῳτε· πόλιν κ΄
εὔανδρον ἔχοιτε”. ταῦτ΄ εἰδότες͵ ὦ νεανίαι͵
σωφρόνως παισὶν ἀγαθοῖς πρόσιτε μηδὲ
ὀλίγης τέρψεως εἵνεκεν τὴν μακρὰν
ἐκχέοντες εὔνοιαν ἄχρι τῆς ἀκμῆς
πλαστὰ τὰ τοῦ φιλεῖν πάθη προβάλλεσθε͵
llevando una carta, uno y otro quería quedarse
para que marchándose el otro pudiera vivir.
Pero finalmente Orestes rechazó tomar la carta
diciendo que Pílades era más apto, como si este
en lugar del amante hubiera llegado a ser el
amado, porque “que se inmole a este es una
gran carga. Yo soy el piloto de las desdichas” Y
poco después “dale a él la tablilla, porque lo
envío a Argos de manera que estén bien;
mátame si hace falta.”
48 Así son las cosas. Porque cuando desde niño
educas en el amor valiente, y en la edad varonil
madura la posibilidad de razonar, el antiguo
objeto de amor reciproca amores en
compensación, y es dificultoso percibir cuál de
los dos es el amante, a la manera de un espejo,
la imagen de la ternura hacia el amado del que
quiere, se refleja sobre él. ¿Por qué entonces
censuras esto como una exótica blandura de
nuestros tiempos cuando es una normativa
delineada por los dioses de la que somos
sucesores? Gozosamente tomamos esto y
guardamos en el templo de la pura
comprensión. Esto es verdaderamente bendito,
según el dicho de los sabios. “Tenga niños y
jóvenes y solípedos corceles, y aquel viejo
envejezca con gracia, y lo amen los jóvenes”
Por cierto las enseñanzas socráticas también y
aquel luminoso tribunal de la virtud apreciaron
los délficos trípodes; porque dio la Pitia un
verídico oráculo: “De todos los hombres
Sócrates es el más sabio” Porque no sólo
con los otros conocimientos prestó servicios a la
vida humana, ¿acaso no acogió la pederastía
como el más grande de los bienes?
49 Pero uno debe amar a los jóvenes como
Alcibíades fue amado por Sócrates, quien
durmió como un padre yaciendo junto a él bajo
la manta. Y por mi parte no puedo terminar
más dulcemente este discurso que con la
declaración de Calímaco útil para todos:
“Cuidad, los que ponen ávidos ojos en los
jóvenes, de confinar la pederastía como Erjíos
lo manda: para que la ciudad tenga valerosos”.
Sabiendo esto, oh joven, aproxímate prudente-
mente a los buenos chicos, y por un breve
placer no desperdicies un afecto duradero, ni
hasta cuando seas maduro muestres la
29
τὸν δ΄ οὐράνιον Ἔρωτα προσκυνοῦντες
εἰς γῆρας ἀπὸ παίδων βέβαια τηρεῖτε τὰ
πάθη· τοῖς γὰρ οὕτω φιλοῦσιν ἥδιστος
μὲν ὁ τοῦ ζῆν χρόνος οὐδεμιᾶς ἀπρεποῦς
συνειδή σεως παροικούσης͵ ἀοίδιμοι
δὲ μετὰ θάνατον εἰς πάντας ἐκφοιτῶσι
κληδόνες. εἰ δὲ δεῖ φιλοσόφων παισὶ
πιστεύειν͵ αἰθὴρ μετὰ γῆν ἐκδέχεται τοὺς
ταῦτα ζηλοῦντας· εἰς δὲ ἀμείνονα βίον
ἀποθανόντες ἔχουσι τῆς ἀρετῆς γέρας τὸ
ἄφθαρτον.
50 Τοιαῦτα τοῦ Καλλικρατίδου σφόδρα
νεανικῶς σεμνολογησαμένου Χαρικλέα μὲν
ἐκ δευτέρου λέγειν πειρώμενον ἐπέσχον· ὥρα
γὰρ ἦν ἐπὶ ναῦν κατιέναι. δεομένων δ΄ ὅ τι
φρονοίην ἀποφήνασθαι͵ δι΄ ὀλίγου τοὺς
ἑκατέρων λόγους ἀριθμησάμενος͵ Οὐκ ἐξ
ὑπογύου͵ φημί͵ καὶ παρημελημένως ὑμῖν͵
ἑταῖροι͵ τὰ τῶν λόγων ἔοικεν ἀπεσχεδιάσθαι͵
διηνεκοῦς δὲ καὶ νὴ Δί΄ ἐρρωμένης φροντίδος
ἐναργῆ ταῦτ΄ ἐστὶν ἴχνη· σχεδὸν γὰρ οὐδέν
ἐστιν ὅ τι τῶν λεκτέων εἰπεῖν ἑτέρῳ δύνασθαι
παρήκατε. καὶ πολλὴ μὲν ἡ τῶν πραγμάτων
ἐμπειρία͵ πλείων δ΄ ἡ τῶν λόγων δεινότης͵
ὥστ΄ ἔγωγε ἂν εὐξαίμην͵ εἴπερ ἦν ἐν δυνατῷ͵
γενέσθαι Θηραμένης ἐκεῖνος ὁ Κόθορνος͵ ἵν΄
ἄμφω νενικηκότες ἐξ ἴσου βαδίζοιτε. πλὴν
ἐπειδήπερ ἀνήσειν οὐκ ἐοίκατε καὶ αὐτὸς ἐν
τῷ μεταξὺ πλῷ περὶ τῶν αὐτῶν οὐ κέκρικα
διοχλεῖσθαι͵ τὸ μάλιστα παραστὰν εἶναί μοι
δίκαιον ἀποφανοῦμαι.
51 γάμοι μὲν ἀνθρώποις βιωφελὲς πρᾶγμα
καὶ μακάριον͵ ὁπόταν εὐτυχῶνται͵ παιδικοὺς
δ΄ ἔρωτας͵ ὅσοι φιλίας ἁγνὰ δίκαια
προμνῶνται͵ μόνης φιλο σοφίας ἔργον
ἡγοῦμαι. διὸ δὴ γαμητέον μὲν ἅπασιν͵
παιδεραστεῖν δὲ ἐφείσθω μόνοις τοῖς σοφοῖς·
ἥκιστα γὰρ ἐν γυναιξὶν ὁλόκληρος ἀρετὴ
φύεται. καὶ σὺ δ΄͵ ὦ Χαρίκλεις͵ μηδὲν
ἀχθεσθῇς͵ εἰ ταῖς Ἀθήναις ἡ
Κόρινθος εἴξει.
52 κἀγὼ μὲν ὑπ΄ αἰδοῦς συντόμῳ λόγῳ τὴν
κρίσιν ἐπισπεύσας ἐξανέστην· ἑώρων γὰρ
ὑπερκατηφῆ τὸν Χαρικλέα παρὰ μικρὸν ὡς
θανάτου κατάκριτον. ὁ δ΄ Ἀθηναῖος ἱλαρῷ τῷ
προσώπῳ φαιδρὸς ἀναπηδή σας προῄει
σφόδρα σοβαρῶς· εἴκασεν ἄν τις αὐτὸν ἐν
Σαλαμῖνι Πέρσας κατανεναυμαχηκέναι. καὶ
falsificación de sentimientos de afecto, sino
reverencia el Eros celestial, y hasta la vejez
contén invariable el sentimiento; porque los que
así quieren más dulce pasan el tiempo de vida,
sin ningún reproche de impropiedad, y tras su
muerte son famosos entre todos. Si se ha de
confiar en los siervos de la filosofía, el éter
espera después de la tierra a los observantes de
estas cosas. Entrando a una vida mejor al morir,
son inmortales por homenaje a su virtud.-
50 Tras esta iluminada homilía de vehemente
énfasis de Calicratidas, detuve a Caricles que
ansiaba hablar por segunda vez: era hora de
regresar a la nave. Requiriéndome ellos que
manifieste mi resolución, a poco de sopesar
ambos discursos dije: “No me parece que de
repente y como al descuido ustedes,
compañeros hayan improvisado los discurso
que oímos, sino que por Zeus, dan una clara
prueba de profundo y continuo pensamiento.
Casi no es posible que quede algún argumento
para uso de otro. Mucha es vuestra experiencia
en las cosas, pero mayor es la impresión de los
discursos, de manera que quisiera convertirme
en aquel Terámenes el veleta, para que ambos
vencedores marcharan por igual. Pero desde
que parece que no van a rendirse y para que en
medio de la travesía no nos disturben estas
cosas, voy a pronunciar la sentencia que me
parece más equilibrada.
51 El matrimonio para los hombres es una cosa
benéfica y dichosa, cuando hay buena suerte;
los amores muchachiles, los cuales anuncian de
antemano la sagrada correspondencia de la
amistad, los considero tarea sólo de la filosofía.
Por lo tanto, todos se casen, pero sólo a los
sabios se incite a amar muchachos, porque la
íntegra excelencia jamás crece en las mujeres. y
tú, Caricles, no te enojes porque Atenas venza a
Corinto.
52 Pero yo por vergüenza pronuncié mi
sentencia con breves palabras y me levanté,
viendo a Caricles descompuesto casi como si lo
hubieran condenado a muerte. El ateniense
tenía el rostro risueño, saltando al levantarse,
hablándonos como para pensar que él solo
había ganado a los persas en la batalla naval de
Salamina. Él me recompensó por mi veredicto
30
τοῦτό γε τῆς κρίσεως ἀπωνάμην͵
λαμπρότερον ἡμᾶς ἑστιάσαντος αὐτοῦ
τἀπινίκια· καὶ γὰρ ἦν ἄλλως τῷ βίῳ
μεγαλοφρονέστερος. ἡσυχῇ δὲ καὶ τὸν Χαρι
κλέα παρηγορησάμην ἐπὶ τῇ δεινότητι τῶν
λόγων συνεχὲς ὑπερθαυμάζων͵ ὅτι
δυσχερεστέρῳ μέρει δυνατῶς συνηγόρησεν.
53 ἀλλ΄ ἡ μὲν ἐν Κνίδῳ διατριβὴ καὶ τὰ παρὰ
τῇ θεῷ λαληθέντα σπουδὴν ἱλαρὰν ἅμα καὶ
παιδιὰν εὔμουσον ἐσχηκότα τῇδέ πῃ
διεκρίθη. σὺ δέ͵ ὦ Θεόμνηστε͵ ὁ τὴν ἕωλον
ἡμῶν ἐκκαλεσάμενος μνήμην͵ εἰ δικαστὴς
τότ΄ ἦσθα͵ πῶς ἂν ἀπεφήνω;
ΘΕΟΜΝΗΣΤΟΣ
Μελιτίδην ἢ Κόροιβον οἴει με πρὸς θεῶν͵ ἵνα
τοῖς ὑπὸ σοῦ δικαίως κριθεῖσιν ἐναντίαν
φέρω ψῆ φον; ὡς ὑπ΄ ἄκρας ἡδονῆς τῶν
λεγομένων ἐν Κνίδῳ διατρίβειν ᾠόμην ὀλίγου
τὸ βραχὺ τοῦτο δωμάτιον αὐτὸν ἡγούμενος
εἶναι τὸν νεὼν ἐκεῖνον. ὅμως δ΄ οὖνοὐδὲν γὰρ
ἀπρεπὲς ἐν ἑορτῇ λέγεσθαι͵ πᾶς δὲ γέλως͵
κἂν περίεργος ᾖ͵ πανηγυρίζειν δοκεῖ τοὺς
ἄγαν ὑπὸ τοῦ παιδεραστεῖν κατωφρυωμένους
λόγους ἐθαύμαζον μὲν ἐπὶ τῇ σεμνότητι͵
πλὴν οὐ πάνυ θυμῆρες ᾠόμην͵ ἐφήβῳ παιδὶ
συνδιημερεύοντα Τανταλείους δίκας
ὑποφέρειν͵ καὶ τοῖς ὄμμασι τοῦ κάλλους
μονονουχὶ προσκλύζοντος͵ ἐξὸν
ἀρύσασθαι͵ διψῆν ὑπομένειν· οὐ γὰρ ἀπόχρη
τὸ θεωρεῖν ἐρώμενον οὐδ΄ ἀπαντικρὺ
καθημένου καὶ λαλοῦντος ἀκούειν͵ ἀλλ΄
ὥσπερ ἡδονῆς κλίμακα συμπηξάμενος ἔρως
πρῶτον ἔχει βαθμὸν ὄψεως͵ ἵνα ἴδῃ͵ κἂν
θεάσηται͵ ποθεῖ προσάγων ἐφάψασθαι· δι΄
ἄκρων γοῦν δακτύλων κἂν μόνον θίγῃ͵ τὰ
τῆς ἀπολαύσεως εἰς ἅπαν διαθεῖ τὸ σῶμα.
τυχὼν δ΄ εὐμαρῶς τούτου τρίτην πεῖραν
ἐπάγει φιλήματος͵ οὐκ εὐθὺ
περίεργον͵ ἀλλ΄ ἠρέμα χείλη προσεγγίσας
χείλεσιν͵ ἃ πρὶν ἢ ψαῦσαι τελείως͵
ἀπέστη͵ μηδὲν ὑπονοίας ἴχνος
ἀπολιπών· εἶτα πρὸς τὸ παρεῖκον
ἁρμοζόμενος ἀεὶ λιπαρεστέροις μὲν
ἀσπάσμασιν ἐντέτηκεν͵ ἔσθ΄ ὅτε καὶ
διαστέλλων ἡσυχῇ τὸ στόμα͵ τῶν δὲ χειρῶν
οὐδεμίαν παρίησιν ἀργήν· αἱ γὰρ φανεραὶ
μετὰ τῶν ἐσθήτων συμπλοκαὶ τὴν ἡδονὴν
συνάπτουσιν͵ ἢ λάθριος ὑγρῶς ἡ δεξιὰ κατὰ
invitándonos a los dos a un brillante festín en
celebración de su victoria; porque toda la vida
fue un hombre magnánimo. Para consolar a
Caricles le expresé enormemente mi admiración
por su elocuencia, diciéndole que le había
tocado defender la peor de las causas.
53 Tal fue nuestra estadía en Cnido y la
conversación en el templo de la diosa, con una
mezcla de risueña seriedad y educada
diversión. Pero tú, oh Teomnesto, que has
provocado estos antañosos recuerdos, si fueras
el juez ¿cómo te declaras?
TEOMNESTO
¿Te crees, por los dioses, que soy [un loco como]
Melitides o Corebo para criticar tu sentencia
hablando en contra? Por el enorme placer de la
narración pensé que estábamos en Cnido,
imaginando por poco que esta pequeña cámara
era aquel santuario. No obstante, nada que se
diga en un día festivo es impropio, y toda risa,
aunque desproporcionada, está a tono con la
celebración. Aunque estoy admirado con la
pedante solemnidad del discurso sobre la
pederastía, no me parece muy agradable pasar
todo el día con un efebito, sufriendo el suplicio
de Tántalo: de tener, puede decirse, los ojos
inundados con su belleza, soportando la sed
con la fuente al lado. Porque no alcanza con
mirar al amado, sentado enfrente y escuchando
su conversación, sino que el eros se ha armado
como una escala de goce, primero tiene el
umbral de los ojos, una vez que se ha visto y
contemplado, el deseo quiere la cercanía y el
tacto. Aunque sólo se toque con la punta de los
dedos el disfrute corre por todo el cuerpo. Una
vez logrado esto fácilmente, el amor intenta la
tercer etapa, del beso; no yendo directo a ello,
sino suavemente moviendo cerca labios con
labios, separándose antes de que se toquen
completamente, para que no haya un resto de
sospecha. Luego acomodándose a lo concedido,
como que se funde en los más persistentes
abrazos, en tanto que también se abre
dulcemente la boca, a las manos no se permite
ningún reposo; pues aquellos públicos
entrelazamientos con ropas anudan junto el
placer. O resbalosa la furtiva derecha bajando al
pecho aprieta los pezones algo más hinchados
31
κόλπου δῦσα μαστοὺς βραχὺ τὴν φύσιν
ὑπεροιδῶντας πιέζει͵ καὶ σφριγώσης γαστρὸς
ἀμφιλαφὲς τοῖς δακτύλοις ἐπιδράττεται
ὁμαλῶς͵ μετὰ τοῦτο καὶ πρωτόχνουν ἄνθος
ἥβης. καὶ τί τἄρρητ΄ ἀναμετρήσασθαί με δεῖ;
τοσαύτης τυχὼν ἐξουσίας ὁ ἔρως θερμοτέρου
τινὸς ἅπτεται πράγματος· εἶτ΄ ἀπὸ μηρῶν
προοιμιασάμενος κατὰ τὸν κωμικὸν αὐτὸ
ἐπάταξεν.
54 ἐμοὶ μὲν οὕτω παιδεραστεῖν γένοιτο·
μετεωρολέσχαι δὲ καὶ ὅσοι τὴν φιλοσοφίας
ὀφρὺν ὑπὲρ αὐτοὺς τοὺς κροτάφους
ὑπερήρκασιν͵ σεμνῶν ὀνομά των
κομψεύμασιν τοὺς ἀμαθεῖς ποιμαινέτωσαν·
ἐρωτικὸς γὰρ ἦν͵ εἴπερ τις͵ καὶ ὁ Σωκράτης͵
καὶ ὑπὸ μίαν Ἀλκιβιάδης αὐτῷ χλανίδα
κλιθεὶς οὐκ ἀπλὴξ ἀνέστη. καὶ μὴ θαυμάσῃς·
οὐδὲ γὰρ ὁ Πάτροκλος ὑπ΄ Ἀχιλλέως
ἠγαπᾶτο μέχρι τοῦ καταντικρὺ καθέζεσθαι
“δέγμενος Αἰακίδην͵ ὁπότε λήξειεν ἀείδων”͵
ἀλλ΄ ἦν καὶ τῆς ἐκείνων φιλίας μεσῖτις ἡδονή·
στένων γοῦν Ἀχιλλεὺς τὸν Πατρόκλου
θάνατον ἀταμιεύτῳ πάθει πρὸς τὴν ἀλήθειαν
ἀπερράγη͵ μηρῶν τε τῶν σῶν εὐσέβησ΄
ὁμιλίαν κλαίων. τούς γε μὴν ὀνομαζομένους
παρ΄ Ἕλλησιν κωμαστὰς οὐδὲν ἀλλ΄ ἢ δήλους
ἐραστὰς νομίζω. τάχα φήσει τις αἰσχρὰ ταῦτ΄
εἶναι λέγεσθαι͵ πλὴν ἀληθῆ γε νὴ τὴν
Κνιδίαν Ἀφροδίτην.
ΛΥΚΙΝΟΣ Οὐκ ἀνέξομαί σου͵ φίλε
Θεόμνηστε͵ ἄλλην ἀρχὴν καταβαλλομένου
τρίτων λόγων͵ ἧς ἀκούειν ἐν ἑορτῇ μόνον
εἰκός ἐστιν͵ τἆλλα δὲ τῶν ἐμῶν ὤτων πόρρω
ἀποικιεῖν. ἀφέμενοι δὲ τοῦ παρέλκειν πλείω
χρό νον εἰς ἀγορὰν ἐξίωμεν· ἤδη γὰρ εἰκός
ἐστιν ὑφάπτεσθαι τῷ θεῷ τὴν πυράν. ἔστιν δ΄
οὐκ ἀτερπὴς ἡ θέα τῶν ἐν Οἴτῃ παθῶν
ὑπομιμνήσκουσα τοὺς παρόντας.
de lo natural, y se apodera con los dedos
suavemente de la apretada redondez del
estómago, y más abajo también del primer vello
en la flor de la pubertad. Mas ¿a qué enumerar
los innombrables? Alcanzadas estas libertades
el amor se ocupa del acto más caliente: primero
inaugurando entre los muslos, y luego, como
dice el cómico, “llama la puerta”.
54 Por mi parte así es que se manifiesta la
pederastía. Pero los charlatanes y los que llevan
por el aire las cejas de la filosofía semejan a los
ignorantes por la artificiosidad de sus
interpretaciones ‘dignas’.
Porque Sócrates estaba erotizado como
ninguno, y Alcibíades, yaciendo con él bajo una
misma manta no se levantó intacto. No te
maravilles, porque Patroclo no era amado por
Aquiles limitándose a sentarse enfrente
“esperando que el eácida complete su canto”,
no, sino que también en la amistad de aquellos
era mediador el placer. Por cierto, al llorar
Aquiles la muerte de Patroclo el desgraciado
sufrimiento le arrancó la verdad: “Con reveren-
cia lloro la cópula de los muslos suyos”. En
verdad los que entre los griegos son denomina-
dos “libertinos” yo no los llamo de otra forma
que amantes manifiestos. Dirás que estas cosas
son vergonzosas, pero son verdad, por Afrodita
de Cnido.
LUKINO: No voy a soportar, mi querido
Teomnesto, que establezcas las bases de un
tercer discurso, porque sólo es habitual oirlos
sólo en los festivales, que rápido se desvanecen
de nuestros oídos. Vayamos marchando al
mercado sin demorar más tiempo; porque es
común que ahora se encienda la pira para
Hércules. Porque al verla no es desagradable a
los presentes rememorar sus sufrimientos en el
monte Oite.-
Lunes, 29 de Octubre de 2012
C.R.V.
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