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Editores
ALBERTO LLUCH Y JOSÉ MARÍA ARANDES
Los editores no se declaran responsables de las opiniones reflejadas en los artículos publicados.
I.S.B.N.: 978-84-697-3515-2
editores
Alberto Lluch Homedes José María Arandes Renú
Nacido en Tortosa, Tarragona, el 8 de noviembre de 1943 Nacido en Barcelona, el 28 de mayo de 1948.
TÍTULOS TÍTULOS
• Licenciado en Medicina y Cirugía. Universidad de Barcelona. 1966. • Licenciado en Medicina y Cirugía. Universidad de Barcelona, 1971.
• Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica. Universidad de Barcelona. • Premio Extraordinario del Grado de Licenciatura. Universidad de Barcelona,
1968. 1972.
• Residencia en Cirugía Ortopédica. Universidad de Nueva York. USA. 1968- • Especialista en Traumatología y Ortopedia. Universidad de Barcelona, 1973.
1974. • Especialista en Cirugía del Aparato Digestivo. Universidad de Barcelona,
• Licenciado en Medicina y Cirugía. Universidades de Nueva York y Arizona, 1973.
USA. • Especialista en Cirugía General. Universidad de Barcelona, 1975.
• Fellowship en Cirugía Plástica y Reconstructiva. Universidad de Nueva York, • Doctor en Medicina y Cirugía. Universidad de Barcelona, 1979.
USA. • Premio Extraordinario en el Grado de Doctor, 1980.
• Fellowship en Cirugía de la Mano. Universidades de Nueva York y Arizona, • Diplomado en EADA (Escuela de Alta Dirección y Administración) en el Curso
USA. Superior de Formación Empresarial en la Especialidad de Gestión para Jefes
• American Board of Orthopaedic Surgery. 1974. de Servicio. Barcelona, 1990.
• Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona.
ACTIVIDADES PROFESIONALES
1986.
• Jefe de Sección del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del
ACTIVIDADES PROFESIONALES Hospital Clínico de Barcelona, desde enero de 1996 hasta septiembre de
1996.
• Jefe Clínico del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital
• Consultor del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital
de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, desde el 15 de noviembre de 1974
Clínico de Barcelona, desde octubre de 1996.
hasta el 1 de enero de 1992.
• Profesor de la Escuela Oficial de Podología de la Facultad de Medicina de la
• Profesor de Anatomía de la Escuela Oficial de Fisioterapia del Hospital de San
Universidad de Barcelona desde el Curso 1970-71 hasta el Curso 1980-81.
Pablo, desde 1975 hasta 1979.
• Profesor de Clases Prácticas de Patología y Clínica Quirúrgicas, de la Facultad
• Profesor Asociado de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Universidad de Medicina de Barcelona, en los Cursos 1972-73 y 1973-74.
Autónoma de Barcelona desde 1974 hasta 1991. • Profesor Encargado de Curso de Patología y Clínica Quirúrgicas de la
• Profesor del Departamento de Ciencia de los Materiales e Ingeniería Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona desde el Curso 1974-75
Metalúrgica de la Universidad Politécnica de Cataluña desde1991. hasta el Curso 1985-86.
• Fundador y facultativo del Institut Kaplan. Centro de Cirugía de la Mano y de • Profesor Colaborador Docente de la Universidad de Barcelona, de la
la Extremidad Superior desde el 1 de diciembre de 1993 hasta el 1 de mayo asignatura Malalties de l’Aparell Locomotor desde el Curso 2000-1 hasta el
de 2014. Curso 2010-1.
• Colaborador docente en el postgrado Fellowship en Cirurgia de la Mà desde
MIEMBRO DE LAS SIGUIENTES SOCIEDADES 2003.
• Delegado Internacional, Secretario y Presidente de la Sociedad Española de
Cirugía de la Mano desde 1989 hasta 2000. MIEMBRO DE LAS SIGUIENTES SOCIEDADES
• Sociedades Americana, Española, Francesa, Inglesa, Italiana, Portuguesa y • Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT) desde
Venezolana de Cirugía de la Mano 1974. Editor Asociado de la Revista desde 2014.
• Sociedades Catalana, Española, Francesa y Americana de Cirugía Ortopédica y • Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y Baleares. Societat Catalana de
Traumatología Cirurgia Ortopèdica i Traumatologia desde 1974.
• Asociación Española de Microcirugía • Société Française de Chirurgie Orthopédique et Traumatologie (SOFCOT)
• Sociedad Española de Cirugía del Hombro y Codo desde 1975
• European Society for Shoulder and Elbow Surgery • Sociedad Española de Cirugía de la Mano (SECMA) desde 1978. Miembro
• Junta Directiva de la European Rheumatoid Arthritis Surgical Society de la Junta Directiva, Director de la Revista Iberoamericana de Cirugía de la
(ERASS), Federation of European Societies for Surgery of the Hand (FESSH) e Mano, de 2007 a 2013.
International Federation of Societies for Surgery of the Hand (IFSSH) • Società Italiana de Ortopedia e Traumatologia (SIOT) desde 1981.
• Société Internationale de Chirurgie Orthopédique et de Traumatologie
Nominado Pionero en Cirugía de la Mano en XIII Congreso de la Federación (SICOT) desde 1982.
Internacional de Sociedades de Cirugía de la Mano. 24 octubre 2016 • Sociedad Española de Cirugía de Hombro y Codo (SECHC) desde 1994.
PUBLICACIONES PUBLICACIONES
Cuatro libros, 46 capítulos en libros y 187 artículos en revistas. Dos libros, 8 capítulos de libros, 1 monografía y 84 artículos en revista.
índice de capítulos Prólogo
Alberto Lluch Homedes......................................................................................................................................
15
7
Capítulo 14. Ligamentoplastia de suspensión con interposición
tendinosa. Técnica de Zancolli modificada. Técnica personal
Homid Fahandezh-Saddi Díaz, Miguel Del Cerro Gutiérrez, María Lis Valverde Izquierdo,
Fernando Corella Montoya............................................................................................................................... 165
Capítulo 15. Ligamentoplastia de suspensión e interposición con el
tendón del extensor carpi radialis longus
Pablo De Carli, Agustín Donndorff................................................................................................................. 173
Capítulo 16. Importancia de la altura del espacio trapeciometacarpiano
postrapeciectomía
Jordi Pedemonte Jansana, Antonio Arcalís Arce...................................................................................... 179
Capítulo 17. Repercusión clínica de la utilización del tendón del flexor
carpi radialis
Luís Aguilella Fernández, Concepción Bermell González...................................................................... 185
Capítulo 18. Artroplastias de interposición no biológicas
Xavier Chornet Pahisa, Aina Ruíz Puig......................................................................................................... 189
Capítulo 19. Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante
de silicona diseño Swanson
Alberto Lluch Homedes...................................................................................................................................... 197
Capítulo 20. Tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana mediante
artroplastias totales esféricas no constreñidas y no
cementadas modelo Arpe
Miguel Ángel Martín Ferrero, Clarisa Simón Pérez, Belén García Medrano,
Hector Aguado Hernández, Omar Faour Martín, Aurelio Vega Castrillo........................................ 223
Capítulo 21. Artroplastia total modelo Roseland
José María Soler Minoves.................................................................................................................................. 239
Capítulo 22. Artroplastia trapeciometacarpiana con prótesis de De la
Caffinière
Santiago Amillo Garayoa, Luís María Romero Muñoz.......................................................................... 247
Capítulo 23. Artroplastia total anatómica cementada SR
Antonio García López, María José Pérez Úbeda, Pablo Sebastián Giraldo,
Ester Junyent Vilanova....................................................................................................................................... 253
Capítulo 24. Clasificación y tratamiento artroscópico de la rizartrosis
del pulgar
Alejandro Badía, Raúl Plaza García............................................................................................................... 263
Capítulo 25. Otros tratamientos quirúrgicos
Alberto Lluch Homedes, Carlos Eduardo Tatá Rojas............................................................................... 275
Capítulo 26. Tratamiento de las lesiones asociadas
Alberto Lluch Homedes...................................................................................................................................... 283
8
índice de autores ARTROSIS DE LA ARTICULACIÓN TRAPECIOMETACARPIANA
Carlos Heras-Palou
Royal Derby Hospital. Derby, Inglaterra.
Luís Aguilella Fernández Isabel Herraiz Gastesi
Hospital Universitario de La Ribera. Alzira, Valencia. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
Javier Aldecoa Llauradó Aido Ilarramendi
Hospital Universitari Joan XXIII. Tarragona. Hospital Italiano. Buenos Aires, Argentina.
Santiago Amillo Garayoa Nadia Jover Jorge
Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. Hospital Universitario y Politécnico La Fe, Valencia.
Francisco Aparisi Rodríguez Ester Junyent Vilanova
Hospital Universitario y Politécnico La Fe, Valencia. Hospital de Figueres. Figueres, Girona.
José Maria Arandes Renú Claudia Lamas Gómez
Hospital Clínic. Universitat de Barcelona. Barcelona. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
Antonio Arcalís Arce Alex Lluch Bergadá
Hospital Universitari de la Vall d’Hebrón. Barcelona. Hospital Universitari de la Vall d’Hebrón y Institut Kaplan.
Alejandro Badía Barcelona.
Badia Hand to Shoulder Center. Miami, Florida. EUA. Alberto Lluch Homedes
Concepción Bermell Gonzalez Institut Kaplan. Barcelona.
Hospital Universitario de La Ribera. Alzira, Valencia. Manuel Llusá Pérez
Manel Bosch Aguilá Hospital Clínic. Departamento de Anatomía y Embriología
Hospital ASEPEYO. Sant Cugat del Vallés, Barcelona. Humana. Facultad de Medicina. Universidad de Barcelona.
Barcelona.
Frank D. Burke
Royal Derby Hospital. Derby, Inglaterra. María Isabel López Moreno
Instituto ASEPEYO. Sant Cugat, Barcelona.
Anna Carreño Delgado
Hospital Clínic. Universitat de Barcelona e Institut Kaplan. Miguel Ángel Martín Ferrero
Barcelona. Hospital Clínico Universitario. Valladolid.
Anna Carrera Burgaya Gregorio Martínez Villén
Departament Anatomia Humana. Facultat de Medicina. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
Universitat de Girona. Girona. María Rosa Morro Martí
Miguel del Cerro Gutiérrez Hospital Clínico. Departamento de Anatomía y Embriología
Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. Humana. Facultad de Medicina. Universidad de Barcelona.
Xavier Chornet Pahisa Barcelona.
Hospital Comarcal de la Selva. Blanes, Girona. Jordi Pedemonte Jansana
Vicente Chover Aledón Hospital Universitari de la Vall d’Hebrón. Barcelona.
Hospital Universitario y Politécnico La Fe, Valencia. María José Pérez Úbeda
Andrés Combalía Aleu Hospital Clínico San Carlos. Madrid.
Hospital Clínic. Universitat de Barcelona. Barcelona. Raúl Plaza García
Fernando Corella Montoya Hospital de San Rafael y Clínica Creu Blanca. Barcelona.
Hospital Universitario Infanta Leonor y Hospital Beata María Ignacio Proubasta Renart
Ana. Madrid. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
Pablo De Carli Luís María Romero Muñoz
Hospital Italiano, Buenos Aires. Argentina. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona.
Agustín Donndorf Aina Ruiz Puig
Hospital Italiano. Buenos Aires. Argentina. Hospital Comarcal de la Selva. Blanes, Girona.
Homid Fahandezh-Saddi Díaz Pablo Sebastián Giraldo
Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Madrid. Hospital Universitario de Alicante. Alicante.
Omar Faour Martín Clarisa Simón Pérez
Hospital Nuestra Señora de Sónsoles. Ávila. Hospital Clínico. Universidad de Valladolid. Valladolid.
Ángel Ferreres Claramunt José María Soler Minoves
Institut Kaplan. Barcelona. Hospital Germans Trías i Pujol. Badalona, Barcelona.
Pau Forcada Calvet Carlos Tatá Rojas
Hospital Universitari Arnau de Vilanova. Hospital de Palamós. Palamós, Girona.
Departament Anatomia Humana. Facultat de Medicina. Miguel Ángel Toledo Romero
Universitat de Lleida. Lleida. Hospital Quirón Salud, Campo de Gibraltar. Algeciras, Cádiz.
Marc García-Elías Cos María Lis Valverde Herreros
Institut Kaplan. Barcelona. Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Madrid.
Antonio García López Aurelio Vega Castrillo
Hospital Universitario de Alicante. Alicante. Hospital Clínico Universitario, Valladolid.
Robert García Mas José Manuel Vilches Fernández
Clínica Tres Torres. Barcelona. Hospital Puerta del Mar. Cádiz.
Belén García Medrano
Hospital Clínico Universitario. Valladolid.
9
Prólogo
A Lluch Homedes
La primera descripción de una artrosis en las manos la Froimson6 propuso el interponer un ovillo tendinoso en-
realizó William Heberden en el año 18029 en las articu- tre la base del metacarpiano (MC) del pulgar y el escafoi-
laciones interfalángicas distales de los dedos. La artrosis des, lo cual no ofreció los resultados esperados. En 1972,
de la trapeciometacarpiana (TMC) no fue descrita hasta Swanson14 publicó la obtención de buenos resultados en
el año 1913 por Pierre Marie y André Léri11 (ver capítulo 46 pacientes en los que se sustituyó el trapecio por un
sobre historia). Muchos años antes, en 1618, Diego Ve- implante de silicona. Dicha técnica adquirió rápidamente
lázquez realizó una descripción muy detallada y precisa, un uso muy extendido, aparte de una exitosa promoción
utilizando óleo sobre lienzo, de una artrosis TMC avan- comercial, por el hecho de mantener el espacio creado
zada bilateral en el cuadro titulado “Vieja friendo hue- después de la trapeciectomía y ofrecer una recuperación
vos” (N Figura 1). ¿Por qué son tan frecuentes las postoperatoria muy corta y satisfactoria. Como conse-
artrosis primarias en las articulaciones interfalángicas cuencia de los buenos resultados obtenidos y el no reali-
y TMC, y nunca se presentan de forma primaria en las zar una técnica quirúrgica rigurosa por parte de muchos
metacarpofalángicas (MF)? Es bastante evidente que la
cirujanos, las subluxaciones y luxaciones del implante
causa es una inestabilidad articular, por cuanto se pre-
eran frecuentes. En año 1986, Peimer et al.13 observaron
sentan principalmente en este tipo de personas, gene-
que a largo plazo se podían producir reacciones a cuerpo
ralmente mujeres. Durante la manipulación de objetos,
extraño frente a las partículas de silicona liberadas por
la laxitud articular ocasionará una sobrecarga en ciertas
partes de las articulaciones interfalángicas y TMC con el abrasión del implante, complicación que condicionó un
consiguiente deterioro de su cartílago. Por el contrario, uso todavía más restringido. En 1983, Burton1 propuso el
en las MF siempre existirá un contacto total y uniforme realizar, además de la trapeciectomía y una interposición
de sus superficies articulares, tanto si están en flexión o tendinosa, una reconstrucción ligamentosa entre los MC
extensión, inclinaciones radial o cubital, y hasta incluso de los dedos índice y pulgar con la finalidad de preve-
en posiciones de pronación o supinación. Si bien la ar- nir la migración proximal del MC del pulgar. En 1986
trosis de las IFD es algo más frecuente que la de la TMC, Burton y Pellegrini2 publicaron los resultados obtenidos
es esta última la que ocasiona una mayor incapacidad con dicha técnica. A pesar de realizar una reconstrucción
funcional y por ello requiere con mayor frecuencia su ligamentosa e interposición tendinosa (RLIT) también se
tratamiento quirúrgico. producía una migración proximal del pulgar, aunque
de menor magnitud. Desde entonces, se han diseñado
En el año 1947, Gervis publicó un resumen o “procee- múltiples técnicas de reconstrucción ligamentosa, y re-
ding” en el que recomendaba una trapeciectomía para el comendado inmovilizaciones postoperatorias prolonga-
tratamiento de la artrosis TMC, y dos años después un das, con el propósito de evitar dicha complicación. Para
artículo completo7. En el mismo año, Müller12 propuso ello se han utilizado los tendones de los músculos flexor
el tratamiento mediante una artrodesis. Ambos trata- carpi radialis (FCR), palmaris longus (PL), abductor polli-
mientos estaban extrapolados de la cirugía de la cadera, cis longus (APL), extensor carpi radialis longus (ECRL) y
los cuales ya se venían practicando con anterioridad. hasta combinaciones de dos de ellos en algunos casos.
La técnica de Gervis se asemejaba a una artroplastia de El periodo de recuperación postoperatorio acostumbra a
resección como cuando se extirpa la cabeza del fémur. ser bastante largo, y no se ha demostrado que ninguna
Dicha técnica, conocida con el epónimo de Girdlestone, técnica sea significativamente superior a las otras.
se utilizó inicialmente para el tratamiento de infeccio-
nes tuberculosas de la cadera y posteriormente para el
tratamiento de la artrosis8. La trapeciectomía alcanzó
mucha popularidad, aunque muchas veces ocasionaba
una inestabilidad dolorosa del pulgar, con la consiguien- Alberto Lluch Homedes
te pérdida de fuerza y, con el transcurso del tiempo en Institut Kaplan. Paseo Bonanova, 9, 2-2
08022 Barcelona
ciertos casos, una artrosis entre el metacarpiano y el es- E-mail: alluch@telefonica.net
cafoides. Para evitar dicha complicación, en el año 1970.
11
A Lluch Homedes
A B
Figura 1. A) Cuadro titulado Vieja friendo huevos, pintado por Diego Velázquez en el año 1618, utilizando óleo sobre tela. B) Detalle
del cuadro en donde se ve la mano sujetando un huevo, con las siguientes deformidades: engrosamiento y subluxación de la articula-
ción trapeciometacarpiana, contractura en aducción del pulgar y ligera extensión de la metacarpofalángica.
En el año 1974, De la Caffinière3 propuso su tratamiento del pulgar, la cual se considera como causa inicial de la
con una prótesis total tipo rótula. Desde entonces, se ha artrosis. Es posible que el efecto analgésico sea debido
propuesto la utilización de prótesis totales de diversos a una denervación articular por la osteotomía, al igual
diseños: tipo rótula, anatómicas, modulares, cementadas que se observaba cuando se realizaban osteotomías
y no cementadas, con resultados todavía preliminares en valguizantes de la tibia proximal para el tratamiento de
cuanto a la supervivencia a largo plazo con algunas de un genu varo artrósico. A pesar de la mejoría clínica, los
ellas. De todas maneras, al igual que ha ocurrido con cambios artrósicos en la rodilla no solo no mejoraban,
otras articulaciones, parece lógico pensar que en el sino que continuaban evolucionando.
futuro el tratamiento de la artrosis TMC será mayori-
tariamente mediante artroplastias totales. El principal No existe ninguna otra articulación, grande o pequeña,
problema reside en la estabilización del componente tra- en la que se puedan realizar tal diversidad de técnicas
pecial, por cuanto el trapecio está formado únicamente con resultados clínicos parecidos. Probablemente se
por hueso esponjoso, el cual no proporciona un soporte pueda explicar por el hecho de que se trata de una ar-
lo suficientemente sólido, agravado por el hecho de que ticulación rodeada y estabilizada por una notable masa
con frecuencia está deformado y con disminución de su muscular, al igual que la cadera. Por el contrario, arti-
altura por los cambios artrósicos. culaciones únicamente estabilizadas por ligamentos y
tendones, como son la rodilla o las interfalángicas (IF), no
La artrosis TMC presenta unas características clínicas admitirían tanta diversidad de técnicas quirúrgicas con
que la hacen diferente a la mayoría de artrosis en otras resultados predecibles y similares con cualquiera de ellas.
localizaciones, en el sentido de que artrosis incipientes
pueden ser más dolorosas que las avanzadas, si bien en La única intervención que puede frenar el deterioro
algunos casos se podría explicar por el hecho de que articular progresivo de la TMC es la reconstrucción li-
la TMC queda rígida y toda la movilidad del pulgar se gamentosa descrita por Eaton y Littler4,5. Únicamente
realiza a nivel de la MF. Para crear un poco más de con- se observarán malos resultados cuando se ha aplicado
fusión, con la mayoría de los tratamientos quirúrgicos demasiada tensión, se practiquen lazadas innecesarias
descritos se obtienen resultados similares, con un gra- o la tunelización tendinosa se ha realizado transver-
do de satisfacción de entre un 85% y un 90% (capítulo salmente demasiado distal a la interlínea articular, con
28). Los procedimientos pueden ser de lo más variado, lo que se creará una hiperpresión articular al realizar
dispar y contrapuesto, como son las artrodesis y los dis- la abducción y retropulsión del pulgar. La entrada del
tintos tipos de artroplastia, así como las osteotomías del túnel se tiene que realizar en el lugar de la inserción
trapecio y del metacarpiano. En cuanto a la osteotomía ligamentosa, o sea en el extremo más proximal y volar
de la base del metacarpiano es curioso pensar que la del metacarpiano, por lo que se recomienda el seguir
valguización del mismo, si bien mejorará una posible de- un trayecto oblicuo en sentido distal y dorsal, para evi-
formidad en aducción, aumentará la tendencia a la sub- tar perforar la concavidad articular proximal de la base
luxación articular cuando se realice la aducción o flexión del metacarpiano.
12
Prólogo
Está universalmente aceptado que la importancia de la Quiero terminar transmitiendo a todos los autores mi
articulación TMC se debe a su gran movilidad, pero ello más sincero agradecimiento por su contribución en la
no es totalmente cierto, ya que los resultados de una elaboración de esta monografía, no solamente por el
artrodesis son muy aceptables, principalmente en per- tiempo dedicado, sino principalmente por la gran ca-
sonas con una buena movilidad de la MF. La caracterís- lidad de sus presentaciones, las cuales proporcionarán
tica más importante del pulgar, es el hecho de que está una base sólida en la toma de decisiones clínicas e ins-
pronado unos 80º en relación con los restantes dedos, lo piración para futuras investigaciones y publicaciones.
cual facilita su oposición con los pulpejos de los dedos Finalmente, un agradecimiento muy especial al Dr. José
índice, medio y anular para realizar funciones de pre- María Arandes Renú por su infatigable dedicación y ayu-
cisión. Cuando la mano requiere realizar una prensión da en la revisión de los manuscritos.
con fuerza de objetos planos, como sujetar un plato o
tirar de una sábana o un papel, siempre lo realiza con
el pulgar contra el lado radial del índice y nunca con BIBLIOGRAFÍA
los dedos trifalángicos. Para todo lo anterior apenas se
necesita movilidad de la TMC. Para que la TMC sea fun- 1. Burton RI. Basal joint arthrosis of the thumb. Or-
cional, el factor más importante es la ausencia de dolor y thop Clin North Am, 1973;4:331-48.
solo requiere una mínima movilidad siempre que la arti-
2. Burton RI, Pellegrini VD Jr. Surgical mangement of
culación esté en la posición anatómica de reposo, que es
basal joint arthritis of the thumb: part II. Ligament
de unos 40º de antepulsión y 10º de abducción radial10.
reconstruction with tendon interposition arthro-
Se han descrito múltiples y variados procedimientos plasty. J Hand Surg Am, 1986;11:324-32.
para tratar una artrosis TMC, y si los resultados son apa- 3. De la Caffinière JY. Prothèse totale trapézo-méta-
rentemente similares con cualquiera de ellos, el cirujano carpienne. Rev Chir Orthop, 1974;60:299-308.
debe recomendar aquel que ofrezca una recuperación 4. Eaton RG, Littler JW. Ligament reconstruction for
postoperatoria más corta y con menor riesgo de com- the painful thumb carpometacarpal joint. J Bone
plicaciones. Y también por supuesto aquella técnica con Joint Surg Am, 1973;55:1655-6.
la que el cirujano esté más familiarizado, según su nivel 5. Eaton RG, Lane LB, Littler JW, Keyser JJ. Ligament
de experiencia. Entretanto, las futuras revisiones de an- reconstruction for the painful thumb carpometa-
tiguas o nuevas técnicas deben ser prospectivas, aleato- carpal joint: A long term assessment. J Hand Surg
rizadas y controladas mediante estudios a doble ciego. Am,1984;9:692-9.
Hemos procurado que esta monografía sea lo más com- 6. Froimson AI. Tendon arthroplasty of the trapezio-
pleta posible, incluyendo un capítulo de introducción metacarpal joint. Clin Orthop, 1970;70:191-9.
sobre la nomenclatura, la anatomía, la patología y la 7. Gervis WH. Excision of the trapezium for osteoar-
evolución de los tratamientos de la artrosis TMC. El co- thritis of the trapezo-metacarpal joint. J Bone Joint
nocimiento histórico es muy importante para conocer Surg Br, 1949;31:537-9.
el camino recorrido por nuestros antecesores, que nos 8. Girdlestone GR. Pseudoarthrosis: Discussion on the
debería ayudar a guiarnos en mejorar lo presente. La pri- treatment of unilateral osteoarthritis of the hip
mera sección trata sobre ciencias básicas, describiéndose joint. Proc Roy Soc Med, 1945;38:363.
la anatomía ósea y ligamentosa, la exploración por la
9. Heberden W. De Nodis Digitorum. En: Commentarii
imagen, la biomecánica, la epidemiología y las clasifi-
de Morborum Historia et Curatione. cap 28. Lon-
caciones de la artrosis TMC. En la segunda sección se
don: T. Payne, 1802:130.
describen los tratamientos conservadores, y en la ter-
cera se dedican 19 capítulos a la descripción y análisis 10. Lluch A, Hooper G, Lanz U, Schmit HM, Kapandji A.
de los distintos tratamientos quirúrgicos. También se El pulgar. En: Terminology for Hand Surgery. Publi-
dedica un capítulo al tratamiento de las lesiones aso- cación de la International Federation of Societies
ciadas, las cuales también merecen su atención, como lo for Surgery of the Hand (IFSSH). London: Harcourt
es la deformidad en extensión de la articulación MF. La Health Sciences, 2011:108.
cuarta y última sección está dedicada a la valoración de 11. Marie P, Léri A. Deus variétés assez frequentes de
los resultados, describiendo los métodos de medición de déformations rhumatismale séniles du pouce: la
la función del pulgar, y finalmente la exposición de un nodosité du pouce, le pouce en Z (Presentations de
metaanálisis de las publicaciones de los resultados obte- malades et de pièces). Bull Mém Soc Méd Hôp, Paris,
nidos con los distintos tratamientos quirúrgicos. 1913;36:69-71
13
A Lluch Homedes
12. Müller GM. Arthrodesis of the trapezio-metacarpal 14. Swanson AB. Disabling arthritis at the base of the
joint for osteoarthritis. J Bone Joint Surg Br, 1949; thumb, treatment by resection of the trapezium
31:540-4. and flexible (silicone) implant arthroplasty. J Bone
13. Peimer CA, Medige J, Eckert BS, Wright JR, Howard Joint Surg Am, 1972;54:456-71.
CS. Reactive synovitis after silicone arthroplasty.
J Hand Surg Am, 1986;11:624-38.
14
Rizartrosis del pulgar. Historia
JM Arandes Renú
Unidad del Miembro Superior. Servicio Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Clinic. Universitat de Barcelona
Los homínidos africanos utilizaban la mano para el ric, arçidiano de Antiochia’257. —Moshé Lazar atribuye la
agarre y la locomoción, mientras que la mano ‘moderna’ obra al arcediano de Antioquía, Almeric, y la data entre
se utiliza exclusivamente para la manipulación de obje- 1126 y 1142, atribución y datación que investigaciones
tos. Hace alrededor de 6 millones de años los homínidos posteriores han desechado, aunque por algunos pasajes
pasaron de la vida arbórea al suelo, y hace alrededor de del manuscrito en los que se recogen traducciones de la
3,5 millones de años iniciaron la deambulación en bi- Biblia podría datarse en la segunda mitad del siglo XII—.
pedestación. Las falanges de los dedos de la mano, que
eran curvadas para la función de agarre, se fueron ende- El párrafo en el que aparece por primera vez la palabra
rezando progresivamente y la base del pulgar se fue mo- pulgar es:
dificando para permitir la oposición —del lat. Opposit˘ıo,
-ōnı˘s: ‘Disposición de algunas cosas, de modo que estén ...’E trobaron Adonibezec e lydiaron con él, e des-
unas enfrente de otras’—. barataronle e fuxo Adonibeçec, e alcançaronle e
prisieronle e taiaronle los pulgares de las manos
La primera evidencia de la evolución del pulgar humano y de los pies. Dixo Adonibeçec: los barones esta-
hacia su configuración actual fue descubierta por Mary van con los pulgares de las manos e de los pies
Leakey en la garganta de Olduvai (Olduvai Gorge), en la taiados en mi mesa. Como fiz a ellos, tal gualar-
llanura del Serengueti del Gran Valle del Rift del norte de don me dyo el Criador’...
Tanzania, que halló los huesos de la mano de un homo
habilis datados de hace alrededor de 1.750.000 años212.
Analizados por Napier observó que el trapecio tenía una Carpo
configuración que permitía la oposición del pulgar 238,263.
Los griegos no identificaban a cada uno de los huesos de
la muñeca, utilizaban la palabra carpo para el conjunto
de los huesos, estando documentado su empleo desde
ETIMOLOGÍAS Homero —karpós- καρττóς gr. ‹muñeca›—. En latín se
empleó bra(c)chiale, adjetival derivado de bra(c)chium
Pulgar ‘brazo’ que es el vocablo empleado por los anatomistas
en el renacimiento142,372. Lat. brachiāl(em) [bracchi(um)
La palabra pulgar deriva del latín, del adjetivo pollicāris,
βραχίων lat. del gr. ‹brazo› (signicado ‹corto›) + -āl(em)
’largo como un pulgar’ o ‘semejante al pulgar’, que se
lat], por ser la extremidad más corta (en relación a la
empleaba como unidad de longitud. En iberorromance
pierna)106. La mano se dividía en tres partes: braquial
se reemplazó por pollex, -˘ıcis, ‘del dedo pulgar’83,105.
(carpo), postbraquial (metacarpo) y dedos.
El vocablo pulgar está documentado en castellano en el
manuscrito La Fazienda de Ultramar, que se atribuye al
clérigo Almeric, Arçidiano de Antiochia, escrito alrededor
del año 1200, y del que un único manuscrito se con-
serva en la biblioteca de la Universidad de Salamanca.
Es una guía de peregrinos a Tierra Santa, y es uno de
los primeros ejemplos de la literatura española de na-
rración en prosa romance. El manuscrito se abre con dos
José Mª Arandes Renú
cartas. Una de ellas, de la que se obtuvo el título por el
Hospital Clínic
que la obra es conocida, cierto ‘don Remont arçobispo Universitat de Barcelona. Barcelona
de Toledo’ la dirige a su amigo de juventud, ‘don Alme- E-mail: arandes@clinic.cat
15
JM Arandes Renú
‘La vaquera trabiesa dis: «Caminemos un rato Monro primus (1697-1767), anatomista escocés, prime-
»liévate dende apriesa, desvuélvete de ro de la saga de los Monro, prosector de Thomas Bar-
aques’hato. tholin, en su libro The Anatomy of the Humane Bones
publicado en Edinburgo, trasnombró a ambos huesos,
»Por la muñeca me priso, ove de faser quanto
denominando al que se articula con el pulgar ‘trapezium’
quiso, creo que fis’ buen barato’.
y al del índice ‘trapezoides’255.
Etienne en 1546, en su libro La dissection des parties du
‘The Trapezium is the first of the second Row,
corps humain divisee en trois livres, da al carpo el nom-
bre latino ‘brasselet’ y en lengua vulgar ‘poignet’126. and is situated betwixt the Scaphoides and first
Joint of the Thumb; the Trapezoides in immedia-
tely on the Outside of the former...’
Trapecio y Trapezoide
Winslow, en su obra Exposition anatomique de la struc-
Trapecio del gr. τραπέζιον ‹forma geométrica trapezoi- ture du corps humain publicada en Paris en 1732, sigue
dal› + -io(n) gr. ‘pequeño’. la denominación de Lyser y de Monro y denomina, por su
forma de cuadrado desigual, ‘os trapéze’ al primer hueso
Trapezoide: de trapez- τραπέζιον gr. ‹forma geométrica de la segunda fila que se articula por su carilla braquial
trapezoidal› + -o- gr. + -eid(és) -ειδ-ής/-ές gr. ‹que tiene con el escafoides, y la carilla digital con la primera fa-
el aspecto de›. lange del primer hueso del metacarpo, y ‘os trapezoïde’
al segundo hueso de la segunda fila que se articula con
Los anatomistas identificaban a los huesos del carpo
primer hueso del metacarpo, pero que merecería mejor
dándoles un número, así los denominaban como pri-
denominarlo ‘pyramidal’ por su forma395.
mero, segundo... hasta el octavo huesos braquiales, pero
unos iniciaban la serie por la zona antebraquial y otros
‘L’Os Trapeze, le premier du second Rang, a été
por la metacarpiana; y la numeración se hacía unas ve-
ainsi nommé parcequ’on l’avoit regardé comme
ces desde el lado radial y otras desde el lado cubital.
une spece de quarré inégal.’
Vesalio en 1543, en su obra De humani corporis fabrica ‘L’Os Trapezoïde ou le second Os du second Rang
Libri septem, es el primero en hacer una descripción de- merite mieux le nom de Pyramidal que celui de
tallada de los huesos del carpo. Los numera desde el lado Trapezoïde. Il est comme une spece de Pyramide
radial, empezando por la fila proximal y después por la dont la pointe est rompuë’.
16
Rizartrosis del pulgar. Historia
ANATOMÍA DE LA ARTICULACIÓN Winslow en 1732 describió que ‘la carilla del trapecio que
TRAPECIOMETACARPIANA se articula con la primera falange del pulgar está com-
puesta por dos semifacetas ligeramente sigmoides o se-
Vesalio en 1543, en su obra De humani corporis fabrica milunares, y separadas por una eminencia sigmoide o se-
Libri septem, dibuja la configuración distal del quinto milunar, y que la convexidad de estas dos semifacetas es
hueso braquial, con sus superficies curvas y también de más hueca por los lados que por el centro, como si hiciese
la superficie esferoidal dorsorradial372 (N Figura 1). como una polea superficial y bordes desgastados’395.
17
JM Arandes Renú
18
Rizartrosis del pulgar. Historia
y que es perfectamente reductible; la segunda falange 1978) en 1937 al denominar ‘Rhizarthrose du pouce’ a
está extendida o, a menudo, semiflexionada. El pulgar en la artrosis de la raíz (base) del pulgar, en un artículo ba-
su conjunto adopta la forma de una Z muy especial232. sado en las observaciones de Robert, y en el que estudia
57 casos entre 4.000 historias de pacientes reumáticos
André Léri, en su libro Études sur les affections des os et tratados en el centro termal Reine Hortense en Aix-les-
des articulations, publicado en 1926, reproduce los tér- Bains. Encuentra predominancia femenina y de apari-
minos de la publicación previa con Pierre Marie, y añade ción a más temprana edad en la mujer que en el hombre;
dos dibujos sobre la deformidad en Z215 (N Figura 3). y que en las mujeres la mayoría de casos parecen estar
relacionados con la menopausia130.
Ray en 1933 refiere la frecuencia de esta localización en
el curso de las manifestaciones artrósicas de la mano; la
La denominación de rizartrosis del pulgar o artrosis de
subluxación del primer metacarpiano sobre el trapecio; y
la base del pulgar, en lugar de artrosis carpometacar-
también que el pulgar adocto secundario a esta artrosis
piana (CMC) del pulgar o artrosis TMC, es más correcta
interfiere la oposición296.
porque incluye la frecuente artrosis pantrapecial. Eaton
Robert, de Aix-les-Bains, en 1936 especifica la incidencia y Littler acuñaron el término de ‘articulación basal’113,
radiográfica para visualizar la articulación TMC y realiza y Melone et al. ‘síndrome de la articulación basal’244.
un estudio anatomopatológico de este tipo de artrosis,
llamando la atención sobre su frecuencia y la evolución Huc y Badie en 1941 estudiaron la deformidad el pulgar
hacia el pinzamiento articular, especialmente en la parte en este tipo de artrosis. Encuentran la musculatura tenar
externa, y la formación de osteofitos en el trapecio. Tam- hipotónica y atrófica, y a los músculos de la comisura re-
bién menciona que en las formas avanzadas se afecta la traídos y esclerosados180. Louyot et al. (1957) insistieron
articulación entre el escafoides y el trapecio300,301. en la frecuente amiotrofia del abductor pollicis brevis
(APB) que puentea la articulación entre el escafoides y
El vocablo rizartrosis —del griego rhiz -rhiz(ã): ‘raíz’— del el trapecio (ET), por afectación de la rama tenar del me-
pulgar fue creado por Jacques Ernest Forestier (1890- diano225.
19
JM Arandes Renú
Gervis en 1948 observó que en algunos casos de artrosis compresión axial-rotación del MC1 (cizallamiento-com-
TMC se encuentran cuerpos libres149. presión), maniobra descrita por Mattsson240 y a la que
Swanson334 denomina ‘grind test’, provoca dolor y crepi-
Lasserre et al. en 1949 describen la subluxación fisioló- tación. El ‘crank test’ es similar, combina la compresión
gica del MC1, y el papel de la displasia del trapecio en la axial con flexoextensión pasiva280. La tracción-rotación
génesis de la artrosis TMC. Refieren que los osteofitos del pulgar —‘torque test’— provoca dolor en los esta-
se forman principalmente en la zona de mayor presión dios iniciales de la artrosis TMC, especialmente si la MCF
que es la zona medial de la cara distal del trapecio208. Las está flexionada, es debido a la inflamación de la cápsula
displasias del trapecio también fueron estudiadas por articular, y es un diagnóstico diferencial con la enferme-
Rushforth308 y Aune23. dad de De Quervain115. La maniobra de tracción rotación
es más sensible en los estadios iniciales de la artrosis
Gandini (1953) publica un caso de un obrero con sub- TMC275. En los casos avanzados estas maniobras se nega-
luxación profesional crónica dolorosa de la TMC con ar- tivizan por la anquilosis articular. El desplazamiento la-
trosis. Supone que a la causa profesional hay que añadir teral de la base del MC1 también provoca dolor136, como
una predisposición por laxitud de la articulación144. también la maniobra de oposición pasiva del pulgar con
el V dedo313, pero que también es positiva en la artrosis
entre el escafoides y el trapecio.
CLÍNICA
Gervis describe la asociación de gangliones a la artrosis
Para Forestier, de sus 57 casos 15 no tenían dolor, y TMC150. Para Carstam et al. la artrosis aislada escafotra-
menciona que en la evolución hay un período de estado peciotrapezoide (ETT) suele acompañarse de un ganglión
que dura de 2 a 6 años seguido de un periodo indoloro. volar y radial, por la conexión constante entre la articu-
En algunos casos la artrosis se instaura progresivamen- lación ETT y el espacio peritendinoso, que demuestran en
te, sin dolor130. Armstrong y Hunter realizaron un estudio un estudio artrográfico69.
radiológico de mujeres mayores de 50 años que acudie-
ron a un departamento de urgencias, encontrando una El tendón del flexor carpi radialis (FCR) pasa por debajo
prevalencia en las mujeres postmenopáusicas del 33%, y de la cresta del trapecio, en donde está fijado por liga-
que no todas las artrosis de la base del pulgar son dolo- mentos, punto en el que la artrosis TMC puede ocasionar
rosas, únicamente lo son el 55% de las artrosis peritra- una tendinitis del FCR140. En la serie de Kerboull y LeViet
peciales y el 28% de las artrosis TMC aisladas15. de 27 casos de tendinitis del FCR, en 20 la causa era una
artrosis TMC195.
A la inspección se observa una prominencia de la base
del MC1 por la subluxación. En los diccionarios de Fran- Fowler localiza las roturas o atrición tendinosa volares
cosini de 1620134 y en el de Stevens de 1706331 se ex- en el lado radial de la muñeca, en el gancho del gancho-
pone que el abultamiento de la base del primer dedo so o en el trapecio133. En la zona volar distal del escafoi-
de la mano, al igual que el del pie, se denomina juane- des y proximal del trapecio existe una zona de roce con
te, término que también se emplea para denominar a los tendones flexores, especialmente del flexor pollicis
las mejillas prominentes104. Marie y Léri denominaron a longus (FPL), estudiada por Mannerfeld y Norman en
este abultamiento nudosidad del pulgar —‘nodosité du pacientes con artritis reumatoide, y a la que denomina-
pouce’232—, Forestier signo del escalón —‘le signe de la ron ‘critical corner’231. Bowe y Doyle encuentran roturas
marche d’escalier’130—, y Swanson et al. deformidad en parciales del FCR en las artrosis TMC47, e Irwin et al.183 y
forma de hombro —‘shoulder deformity’336—. Verellen et al.371 la rotura tendinosa completa.
En los casos evolucionados se presenta una deformidad Morizaki et al.256 y Apard13 describen la rotura del EPL por
en aducción del pulgar con una hiperextensión de la artrosis TMC.
MCF —deformidad en Z descrita por Marie y Leri 232—, y
con poco dolor por la anquilosis articular.
ETIOLOGÍA
La movilización pasiva del MC1 provoca fricción al re-
ducir la deformidad130. La presión sobre la base del MC1 Pellegrini y Burton aportan 90 casos cuya etiología era:
reduce la subluxación [signo descrito por Tillaux en 1879 fractura previa, artritis reumatoide, hiperparatiroidismo,
en las luxaciones TMC no en las subluxaciones]354; la ro- enfermedad mixta del tejido conectivo, pseudogota, o
tación pasiva del MC1174, así como los movimientos de colitis ulcerosa278.
20
Rizartrosis del pulgar. Historia
Para De la Caffinière la etiología puede ser postraumá- Forestier diferencia tres estadios: En el 1º hay hipertro-
tica, y rara vez es secundaria a una artritis infecciosa o fia moderada de la articulación con ligera fricción a la
reumatoide; otras causas son la displasia congénita del movilización pasiva, no hay limitación de la movilidad;
trapecio; una afección metabólica como la condrocalci- radiográficamente hay una disminución de la interlínea
nosis; osteocondromatosis; enfermedades del colágeno; articular y condensación ósea. En el 2º estadio la hiper-
hiperparatiroidismo; psoriasis; tuberculosis; o colitis ul- trofia ósea es más acentuada, a menudo acompañada
cerosa95. de hinchazón y de una limitación de la mayor parte de
los movimientos, especialmente de la abducción; ra-
La fisiopatología de la rizartrosis del pulgar es un dese- diográficamete la interlínea desaparece. El 3er estadio
quilibrio de fuerzas en la articulación TMC319. La hiper- está representado por una hipertrofia ósea considerable
movilidad de la articulación TMC se ha implicado como con gran fricción, y a menudo anquilosis casi completa
un factor de riesgo71,108,144,186,267,281. La evidencia demues- y subluxación de la base del MC hacia fuera y delante;
tra que la deteriorización ligamentosa progresiva es la radiográficamente se aprecian osteofitos marginales,
precursora de la degeneración cartilaginosa108,281. especialmente en el borde radial del trapecio, y se cons-
tata, mejor que clínicamente, la subluxación de la cabeza
La sobreutización de la mano puede ser causa de rizar- del MC1130.
trosis del pulgar: como por el pipeteado135, o por la en-
doscopia396,400. Lasserre et al. no diferenciaban más que dos estadios:
la artrosis inicial y la artrosis grave, que puede llegar a
una máxima subluxación, que es la ‘forma subluxante
maxima’208.
ESTUDIO RADIOLÓGICO
El sistema de clasificación de Burton dependía de sín-
Robert, de Aix-les-Bains, en 1936 detalla la incidencia
tomas subjetivos y objetivos que son los cambios radio-
radiográfica para visualizar la articulación TMC, es una
lógicos. Por la parte subjetiva esta clasificación es poco
proyección anteroposterior colocando la muñeca en
útil60.
pronación forzada300,301.
Las clasificaciones más empleadas en la literatura son
Otras proyecciones son las de Holly179; la de De Sèze y
las de Eaton y Litler115, modificada posteriormente por
Ryckewaert96; la de Gedda42,146 también denominada de
Eaton y Glickel119 para incluir a la articulación ETT; la de
Bett97,344; la de Kapandji et al.189; y la de Clements-Naka-
Dell99,100; la de Brunelli y Brunelli54; y la de Allieu4,5. Para
yama75.
la ETT la de Crosby et al.87, la de Allieu4,5, y la de White
et al.389.
Wolff et al.398 estudian la laxitud TMC con radiografías
bajo tensión, y Carelsen et al.67 aportan un estudio diná-
Badía establece una clasificación artroscópica25.
mico en 4D de la TMC.
21
JM Arandes Renú
el más importante: las precauciones de higiene, el reposo La viscosuplementación con inyecciones intraarticulares
funcional de la articulación, la protección de las manos al de ácido hyalurónico, que es un componente macromo-
frío con el empleo de guantes, y evitar la inmersión de las lecular del líquido sinovial normal, fueron introducidas
manos en agua fría. Son de capital importancia los agen- por Balazs en 199328. Schumacher et al.316 son los prime-
tes físicos: la actinoterapia con los rayos solares naturales, ros en publicar sus resultados en la artrosis TMC.
los ultravioletas y los infrarrojos. La ionización, la diater-
mia y las ondas cortas se han mostrado menos activas. Reeves y Hassenein realizan un estudio en el que em-
Por lo contrario, el tratamiento termal es muy eficaz en plean la proloterapia, inyectando 0,5 cc de dextrosa al
los dos tercios de los casos: baños a vapor local, duchas 10% con xilocaína 0,075%. La dextrosa es una sustancia
locales asociadas a la balneoterapia y a las duchas-masa- osmótica que in vitro en humanos e in vivo en animales
jes generales (Aix-les-Bains). El masaje seco local debe ser ocasiona un aumento de producción de factores de cre-
evitado porque provoca crisis dolorosas130. cimiento y la multiplicación de condrocitos298.
22
Rizartrosis del pulgar. Historia
tener la reducción354. Schoolfield refiere que la relaja- Posteriormente Eaton y Lane en 1984 la proponen
ción de las estructuras capsulares dorsales es la causa únicamente para la artrosis TMC en estadio I y II117.
de las inestabilidades o de la subluxación de la TMC315. — Plastia con APL45,51.
El complejo ligamentoso dorsorradial es el principal es-
— Con ligamento anular del carpo122,205.
tabilizador que se opone a la luxación aguda332. Por la
frecuencia de inestabilidades secundarias, se propone el — Ligamentoplastia activa/pasiva con APL y ECRL311.
tratamiento quirúrgico de las luxaciones agudas TMC114, — Con extensor carpi radialis brevis (ECRB)273.
129,178,274,283,320,323,341
.
23
JM Arandes Renú
Bunnell (1948) en los casos postraumáticos secunda- Goldner y Clippinger (1959) la indican en las contrac-
rios a fractura-luxación de Bennett en los que no podía turas en aducción del pulgar y en un caso de artrosis
conseguir una reducción de los fragmentos, proponía la TMC. Además del trapecio resecaban la base del MC1 y a
artrodesis58,59. veces del MC2, añadiendo una liberación de partes blan-
das e injerto cutáneo en la primera comisura. En algunos
Müller (1949) trataba las artrosis TMC mediante artrode- casos colocaban dos agujas de Kirschner entre MC1 y
sis260, y Macey y Murray, en el mismo año, las realiza en MC2 para mantener la posición del pulgar, pero refieren
las fracturas-luxaciones de Bennett229. que normalmente no es necesario. Tienen algún caso de
colapso del MC1 sobre el escafoides, por lo que a veces
Artrodesis extraarticulares interponen una pieza de gelfoam153.
Harrison propuso lo que denomina “by-pass operation”,
para corregir la aducción en pacientes reumáticos. Es la Murley emplea la trapeciectomía desde 1945 en el Royal
artrodesis extraarticular mediante un injerto, que obtie- National Orthopaedic Hospital y publica su experiencia
ne del olécranon o del 2º MC, colocado entre 1er y 2º MC, de 39 trapeciectomías en 12 años, que inmoviliza duran-
y una membrana de silastic que introduce en la TMC, te 3 semanas. Murley refiere que este procedimiento no
y, si también está afectada, en la escafotrapeciodea174. evita la migración proximal del MC1 hacia el escafoides,
En lugar del injerto óseo también emplea una pieza de lo que ocasiona dolor y pérdida de fuerza de pinza y de
polipropileno (astilla de Harrison-Nicole)173. empuñadura. Observó que en algunos pacientes se for-
maban quistes en el polo distal del escafoides261.
Proubasta realiza una artrodesis extrarticular, no reseca
Para evitar la posición de aducción y prevenir la migración
el cartílago articular y coloca un injerto cortical del mis-
proximal de la base del pulgar se ha propuesto colocar
mo MC1 fijado con dos tornillos de Herbert293.
24
Rizartrosis del pulgar. Historia
Artroplastia de resección-distracción-he-
matoma
Artroplastias de resección-interposición
El concepto de interposición de fascia o tendón en el es- Figura 6. Aune, 1951. Resección pacial del trapecio e inter-
pacio creado tras la trapeciectomía fue introducido por posición de una esfera de vitalio24.
25
JM Arandes Renú
Carroll que lo empleaba desde 1951 pero lo publica en La artroplastia de resección-interposición se puede ha-
1977. Rellenaba la cavidad resultante tras la trapeciec- cer artroscópicamente: Adams (2007), tras la hemitrape-
tomía con fascia lata, con un tendón obtenido del pie, ciectomía, interpone Graft-Jacket2, y Earp et al. PL, FCR
con PL, o con la mitad del FCR68. o un implante112.
26
Rizartrosis del pulgar. Historia
distal, que pasaba dos veces alrededor del APL, al que Burton en 1983 es el primero en publicar una técnica de
tracciona para interponerlo en el espacio escafo-MC382. resección parcial del trapecio, ligamentoplastia e interpo-
En 1979 presenta en el congreso de la Scandinavian So- sición, modificando el método de Eaton114 para las inesta-
ciety for Surgery of the Hand de Helsinki la utilización bilidades. Tras la resección de la mitad distal del trapecio,
del hemitendon del FCR imbricado y suturado al APL en estabilizaba el MC1 con hemitendón del FCR pasado por
100 casos383, y en 1988 publica la combinación de la in- un orificio en el MC1 perpendicular a la uña, suturándo-
terposición del APL en el espacio creado y la plastia de lo a la cara lateral del MC1, e interponiendo el resto del
suspensión con el FCR pasado por el tendón del APL y tendón en el espacio creado. Añadía una capsuloplastia,
acortándolo385. y estabilización con aguja de Kirschner61 (N Figura 9).
Epping y Noak (1983) hacen una trapeciectomía y liga- Lanz et al. (1983) utilizaban el hemitendón del FCR que
mentoplastia con hemitendón del FCR pasado por un pasaban por un orificio de la base del MC1, luego rodea-
túnel en la base del MC1, sin interposición123. La técnica ban al resto intacto del FCR y terminaban por tenodesar
la utilizan desde 1976, y desde 1976 hasta el 1982 la al APL, con lo que conseguían una estabilización com-
habían practicado en 131 pacientes con 151 operacio- plementaria de la base del MC1207. Es una ligamentoplas-
nes123,124 (N Figura 8). tia parecida a la de Weilby.
27
JM Arandes Renú
Eaton et al. (1985) emplean la técnica del FCR en el Roo- del ECR que pasan por un ojal en el FCR, rodean al APL,
sevelt Hospital de New York City desde 1978, y aportan aproximándolos e interponiéndolos, y una bandeleta del
25 casos en 21 pacientes, en un caso inicial habían in- APL la retensan sobre el otro hemitendón. Desde 1982
terpuesto un fragmento de fascia lata y en otro paciente hasta 1984 intervienen 44 casos en 42 pacientes. En los
un injerto de grasa. Realizan una hemitrapeciectomía y 8 primeros casos tienen roturas del FCR (18%), una fue
resecan la carilla articular del MC1, hacen una estabiliza- reoperada las otras no, éstas únicamente necesitaron un
ción transósea por la base del MC1 con hemitendón del período postoperatorio más prolongado. Para evitar las
FCR, y un fragmento libre del tendón del FCR lo introdu- roturas pasaban el ECR por un ojal del FCR y no por todo
cen ‘en sandwich’ entre el MC1 y el trapecio. Interponen el tendón264.
y adelantan la inserción del APL para mejorar la esta-
bilidad y evitar la subluxación del MC1, y colocan una Brunelli et al. (1989) proponen la resección parcial o to-
aguja de Kirschner manteniendo el pulgar en extensión tal del trapecio y estabilización con APL que pasan por
y abducción, que la retiran a las 4 semanas. No especi- una perforación de la base del MC1 y del 2º MC, suturán-
fican a cuántos pacientes de la serie practican la tra- dola sobre sí mismo o en los tejidos adyacentes52.
peciectomía parcial, que para estos autores únicamente
estaría indicada en caso de que no esté afectada la ETT, si Bramford y Page (1990) emplean una reconstrucción li-
está afectada es indicación de artroplastia con resección gamentosa por doble plastia transósea, una dorsal con
completa del trapecio118. el ECRL y otra volar con el FCR, y el resto del tendón
lo interponen48. Livesey et al. (1996) hacen un estudio
Martini (1985) hace una ligamentoplastia por vía poste- comparativo de estas dos plastias por separado220.
rior con una bandeleta del primer radial (ECRL) que pasa
Jones (1990) emplea un tendón libre del PL que pasa por
por un orificio de la base del MC1 y sutura al resto del
un túnel perforado en la base del MC1 y alrededor del
tendón, por lo que realiza una plastia de estabilización-
FCR y lo anuda e interpone en el espacio creado por la
suspensión, e interpone un ovillo del palmaris longus237.
trapeciectomía184.
Burton y Pellegrini (1986) introducen la combinación de
Sigfusson y Lundborg (1991) emplean el hemitendón del
reconstrucción ligamentosa e interposición tendinosa
APL en 21 casos. Pasan el tendón desde volar a dorsal
(LRTI). La técnica la utilizan desde 1979. Realizan una re-
por un ojal del FCR, y después lo suturan a un ojal del
sección parcial del trapecio en 6 casos y completa en 19.
APL, no colocan aguja de Kirschner322. La técnica fue
La trapeciectomía es total si la ETT está afectada o hay
modificada por Wulle en 1993, que la utilizaba desde
contractura en aducción. En 4 era un rescate de prótesis
1987, pasando el APL por el FCR desde dorsal a volar y
de silicona. Colocan una aguja de Kirschner longitudi-
suturarlo a tensión. El resto del tendón del APL se enrolla
nal. El procedimiento ya lo había publicado Burton en y se coloca en el espacio entre el escafoides y el MC1401.
198361,62. Proponían la técnica para pacientes mayores
de 50 años, aunque posteriormente Burton y Pellegrini Algunos autores utilizan todo el tendón del FCR en las
(1987) también la indican para grupos de pacientes más artroplastias, los primeros fueron Tomaino et al.355, To-
jóvenes63. maino y Burton356, Burton64, Zumiotti et al.406, Tomaino y
Coleman357 y Varitimidis et al.370. Tomaino y Coleman357
Thompson JS (1986) emplea una plastia de resección- no encuentran diferencias significativas entre las dos
estabilización con bandeleta del APL de base distal, pero técnicas, pero para Naidu et al. la utilización de todo el
no presenta resultados en su artículo349. En 1989350 y tendón altera la cinemática de la muñeca262.
1996352 escribe que inicialmente en 1981 utilizaba esta
técnica como intervención de rescate para las artroplas- Menon realiza la trapeciectomía parcial artroscópica-
tias TMC buscando reconstruir un ligamento IM entre las mente e interpone PL, aloinjerto de fascia lata o Gore-
bases de MC1 y MC2 con una bandeleta de APL. Coloca Tex247.
una aguja de Kirschner longitudinal al MC1 hasta el es-
cafoides, y si se desea el espacio creado se puede rellenar Atroshi y Axelsson utilizan una plastia con hemitendón
con palmaris longus, fascia lata o EPB, y añade un imbri- del ECRL desde 1989 a 199220.
cado de la cápsula. En 1992 aporta los resultados de 50
casos intervenidos entre 1982 y 1990351. Illarramendi et al. proponen una plastia con ECRL para
reconstruir al ligamento intermetacarpiano. Una bande-
Necking y Eiken (1986) tras la trapeciectomía total hacen leta radial del ECRL de base distal se pasa por una tune-
una ligamentoplastia de suspensión con un hemitendón lización de la base del pulgar y se sutura en la inserción
28
Rizartrosis del pulgar. Historia
distal del ECRL181,182. Utilizan la técnica desde 1993182. piel humana de cadáver y tratado para obtener una ma-
triz de colágeno acelular, por lo que sin respuesta immu-
Le Nen y Stindel emplean un injerto libre músculo-ten- nológica ni inflamatoria2,35,309,363.
dinoso de PL para estabilización-interposición209.
Dacron72,374.
Zancolli tras la trapeciectomía realiza una estabilización
transósea con un tendón accesorio del APL. Apertura en Aloinjerto de fascia lata (Tutoplast human fascia lata,
T de la cápsula, perforación de un túnel en la base del Tutogen Medical GmbH, Neunkirchen am Brand, Ger-
MC1 de dorsal a la base y por el que se pasa un tendón many)342,367.
accesorio del APL, capsuloplastia dorsal, y sutura a ten-
sión del tendón accesorio del APL al FCR404. Spongostan (Ferrosan A7S, Soborg, Denmark)295.
Scheker pasa un hemitendón del FCR transóseo por dos Tira de polietileno328.
túneles de la base del MC1 que se unen en forma de T y
el resto del tendón lo interpone. Utiliza su técnica desde
1988, en 196 manos de 158 pacientes312. Artroplastias de sustitución. Prótesis
Ácido polilático: PLA® (AREX® Palaiseau, France)91,102. PLD- La prótesis de Kessler I y Axer (1971)197 es una prótesis de
LA216. recubrimiento de la base del MC1 con vástago excéntri-
co, que empleaban desde 1966198,199.
Gore-Tex (politetrafluoroetileno expandido) W.L. Gore
and Associates, Inc, Flagstaff, Arizona. Marlex (polipro- Ashworth et al. (1977) colocaban desde 1969 un implan-
pileno) (Davol, Inc, Cranston, RI)164,253,259. te de silicona que se utilizaba en neurocirugía modifica-
do (‘burr-hole cover’ tapa para orificios de trépano) para
Permacol® (xenoinjerto de colágeno dérmico porcino)32. interponerlo en la TMC como recubrimiento, y adelanta-
ban la inserción distal del APL18.
Graft-Jacket: (Wright Medical Technology, Arlington,
TN): aloinjerto de matriz dérmica acelular obtenido de El implante de silicona de Swanson para la sustitución
29
JM Arandes Renú
del trapecio con vástago intramedular para el MC1 fue Grange y Helal en 1983, sus vástagos se introducen en
diseñado en 1963337. La prótesis del trapecio de silicona el escafoides y en el MC1 para estabilizarlo162.
fue utilizada por primera vez en 1965333, adaptando la
que empleaba para tapar el muñón óseo tras las am- Kapandji propone una prótesis de silicona monobloc de
putaciones de la extremidad inferior. Era una prótesis alta resistencia siguiendo los principios del cardan, en
convexa y con vástago redondeado. Publicó su próte- forma de tetraedro irregular, la presentó en el Congreso
sis de silicona para el trapecio en 1968 en el Surg Clin de la SICOT de 1972187, deja el trapecio en su lugar, reseca
North Am335. La prótesis condilar convexa con vástago una trinchera en la base del MC1 y del trapecio. Tiene dos
intramedular, semejante a la empleada para el hallux vástagos uno para el MC1 y otro para el trapecio190.
valgus334, la utilizaba desde 1967 y la publicó en 1972,
Kessler FB et al. (1984) utilizan un implante cilíndrico de
pero como en algunos casos tenía que dar a la superfi-
silicona el proplast, que es bicóncavo, constituido por un
cie distal del trapecio la forma cóncava para adaptarlo a
elastómero de silicona HP y recubierto circularmente de
la prótesis, en 1970 modificó la prótesis dándole forma
PTFE microporoso. Lo estabiliza con FCR y con una aguja
cóncava y con un vástago triangular. En 1969 empezó a
de Kirschner196.
reforzar la cápsula alrededor del implante para evitar las
subluxaciones con APL en los casos con tejido capsular
insuficiente; y en 1971 en los casos de laxitud del LOA Prótesis cementadas:
reforzó la cápsula volar con FCR entre MC1 y MC2, y en La primera artroplastia total es la de De la Caffinière y
algunos casos reforzaba la capsula radial con APL; y en Aucoutier (1974) (Benoist Girard et Cye S.A. Baguaux,
un caso de revisión por luxación dorsal del implante con France), que es una prótesis cementada tipo rótula
un hemitendón del ECR. En 1972 publica en el Journal (ball-and-socket), con una cúpula de polietileno inserta-
Bone Joint Surgery los resultados de 38 prótesis coloca- da en el trapecio y el vástago de cromocobalto con vás-
das en 5 años y medio, y con un seguimiento entre los 6 tago de cuello recto en el MC1. Colocó su primer modelo
meses y los 5 años y medio. En 1973 en los casos en los por primera vez en 197193,94.
que la prótesis no se mantenía en la posición deseada la
estabilizaba temporalmente con una aguja de Kirschner — Prótesis monobloc Bichat, utilizada por Alnot desde
entre MC1 y MC2; al principio la colocaba en la parte 19736,7.
distal del MC1 pero posteriormente más distal, y reseca-
— Prótesis St. George14,160,161,329.
ba parcialmente al trapezoide para asentar mejor la pró-
tesis. En 1974 por el riesgo potencial de infección dejó — Prótesis de Braun-Cutter (1974) (Small Bone In-
de utilizar la aguja de Kirschner y estabilizaba la prótesis novations SBI/Avanta Orthopaedics, San Diego,
con una sutura de Dexon 2-0 (Davis and Geck, Wayne, CA49,50,143.
NJ) entre el implante y el escafoides. Posteriormente — Prótesis de Thomas (1977)347,348.
cambió el tipo de sutura por otra de Dacron 3-0 (Davis — Prótesis de Stefee (1977) (Laure Prosthetics, Porta-
and Geck, Wayne, NJ)336. Desde 1974 cambió la silicona ge, Michigan)127.
por otra de alta resistencia (High Performance Silicone
— Prótesis de Lewis (Howmedica)81,82.
Elastomer (Dow Coring Co, Midland, Mi)333,336,338,340.
— Prótesis de Cooney et al. es la prótesis de la Mayo
La prótesis de Niebauer (Cutter Laboratories, Inc. Ber- Clinic81. Los estudios se iniciaron en 1975 y fueron
keley, California) para la TMC fue publicada por Popen publicados por Linscheid y Dobyns en 1979217. Un
y Nieubauer en 1978, la utilizaban en el Pacific Medical segundo diseño fue desarrollado en 198482.
Center desde 1967. Es una hemiprótesis de silicona re- — Prótesis GUEPAR (Benoit-Gerrard et Cie, Baguaux,
forzada con dacron ‘Tie-in’ con un vástago para el MC1 France), desarrollada en 1982 por Alnot8,9, y una se-
y estabilizada con unas tiras de dacron incorporadas a la gunda generación en 19958-11.
prótesis para fijarla al MC2291.
— Prótesis de recubrimiento Avanta SR TM (Avanta
Eaton emplea desde 1973 una modificación de la próte- Orthopaedics, San Diego, CA)218,362.
sis de Swanson, en el sentido de tener un vástago cónico — Prótesis de Krugel202.
y que la prótesis tenía una perforación para pasar un in- — Prótesis Ivory (Memomental® (Stryker Corporate,
jerto de APL que fijaba al trapezoide para estabilizarla116, Kalamazoo, Michigan, USA)147,158.
pero persistieron las subluxaciones167,336.
30
Rizartrosis del pulgar. Historia
— Hemiprótesis metálica de Swanson (1984) (Wright — Hemiprótesis cementada Saddle (en silla de montar)
Medical Technology)340. Implantes metálicos de del MC1 (Ascension Orthopedics, Austi, TX)399.
Swanson339. — Hemiprótesis anatómica de recubrimiento para la
— Prótesis Roseland7,213. Moutet et al. desde 1994 uti- base del MC1, Ascensión Nugrip CMC (Ascension
lizan la nueva prótesis Roseland166,258. Orthopedics, Inc, Austin, TX)379. La primera genera-
— Prótesis de Nahigian (1999) (Techmedica, Camarillo, ción, denominada PyroHemiSphere PHS, manufac-
California)169. turada originalmente por Ascension Orthopedics,
Inc, Austin, Tx para la MCF80, pero utilizada en la
— Prótesis ARPE (Biomed, Warsaw, Indiana) (Biomed
TMC, fue rediseñada para su uso específico en la
Spain Orthopaedics SL, Valencia) fue presentada en
TMC236.
199177,78,234,235.
— Hemiprótesis de carbón pirolítico NuGrip (Intera
— Prótesis de Leddoux (Dimdo SA, Marmande, Fran-
Life Sciences, Plansbono, NJ)29.
ce), desarrollada en 1990, introducida en clínica en
1992, y publicada en 1997214. Wachtl et al. conclu- — Espaciador Pi2 (BioProfile/Tornier)33,34.
yen que no era conveniente el uso de esta próte- —
Prótesis anatómica metálica TrapEZX (Extremity
sis376,377. Medical, Parsippany, New Jersey) diseñada por Ladd,
— Prótesis tripodal (1992)30,31,161. Weiss y Faillace en 2009. No se han publicado resul-
tados373.
— Prótesis Maïa® (Groupe Lepine®, Genay, France). Es
una evolución de la prótesis Arpe3,366. —
Hemiprótesis modular Biopro® (Modular Thumb;
BioPro, Port Huron, MI, USA)292.
— Prótesis Camargue (2000)251.
— Prótesis Elektra (1996) (Small Bone Innovations, Pé-
ronnas, France)299. Osteotomías
— Hemiprótesis de Condamine (1995) . 79
Wilson (1972 y 1973) y Wilson y Bossley (1983)391-393
— Prótesis Isis es una evolución de la prótesis GUE- propusieron la osteotomía en cuña de sustracción de
PAR318. 5-10 mm de la metáfisis distal del MC1 buscando obte-
— Implante de recubrimiento Cartiva343. ner una abducción del MC1 de 20 a 30º, y así disminuir
— Prótesis MOOVIS (Small Bone Innovations, Morrisvi- la presión sobre la articulación282. Esta técnica estaría
lle, P)314. indicada en los estadios I y II. Según Molitor et al., tras
la osteotomía del MC1, por la acción del extensor pollicis
Prótesis metal-metal: longus se reduce la subluxación de la TMC254. La osteoto-
mía tensa el complejo dorsorradial y descarga las zonas
— La prótesis Rubis I diseñada por Bouchon109 fue mo-
de contacto degeneradas de la TMC321, reduce la laxitud
dificada en su revestimiento, es la prótesis Rubis II®
articular y aporta una estabilidad dinámica201,321.
(3SORTHO, Lyon)109,110,230.
— Prótesis Motec172,203,346. Aunque la osteotomía se indicó en estadios iniciales de
artrosis TMC, también está indicada en estadios más
Prótesis de cerámica:
avanzados, porque se ha demostrado su eficacia282.
—
Implante de esfera de cerámica Orthosphere
(1997) (Wright Medical Technology Inc, Arlington, Para Atroshi et al., en un estudio comparativo, refieren
TN)1,19,65,307. que la osteotomía si se aplica en los estadios iniciales
— Prótesis Moje Acamo1,170,171,193. obtiene mejores resultados que con la artroplastia21.
31
JM Arandes Renú
lo que Heim denomina ‘sillín deslizante’, al compararlo Berger37 y Menon248 se disputan quién fue el primero en
con el sillín de la bicicleta ‘selle glissante’191. introducir la artroscopia en la TMC. Menon la presentó
en 1994 en el Annual Meeting of the AASH en Cincinati,
La osteotomía de Roux es la osteotomía DOOR que os- OH, y publicó su artículo en 1996247, Berger lo presen-
teotomiza la parte distal del trapecio y la parte proximal tó en la American Academy of Orthopedic Surgeons en
del MC1303. 1995, enviado el manuscrito en 1995 al Journal Hand
Surgery, y finalmente publicado en 199736, lo que de-
Goubau et al.155 asocian la osteotomía del MC1, propues- muestra que los dos desarrollaron su técnica de manera
ta por Wilson en 1973392, a la del trapecio, propuesta por independiente, pero la primera descripción de la artros-
Kapandji y Heim en 2002191. La del MC1 es de abducción, copia de la TMC publicada fue la de Menon247.
para lo que reseca una cuña, que introduce en la osteo-
tomía del trapecio.
Portales artroscópicos:
Tenotomía de los tendones accesorios Portales para la TMC: Menon247 y Berger36 describen el
APL portal radial y ulnar. González et al.154, Orellana y Chow271
describen un segundo portal accesorio volar. Otros por-
Propuesta por Zancolli et al., presentada en la reunión tales han sido descritos para practicar sinovectomías o
del GEM de París de 1990, por creer que los tendones ac- para reducción de fracturas: Bettinger y Berger38, Culp y
cesorios del APL son los causantes de una hiperpresión Rekant89, Slutsky325, y Landström206.
a nivel de la TMC. Para Zancolli et al. mejoraría la sinto-
matología en el estadio I porque los tendones accesorios Portales para la CMC: Wei et al.380, Rozmaryn y Wei304.
del APL son los causantes de una discinesia que conduce
Portales para la ETT: Pérez Carro et al.285-287.
a hiperpresión de la TMC al continuar los tendones del
APL con la aponeurosis del APB, y el APB está inervado La valoración artroscópica de la TMC fue propuesta por
por el nervio mediano y el APL por el nervio radial403-405. Menon247 y Berger37. Badía25 publicó su clasificación ar-
troscópica de la artrosis TMC.
Brunelli y Brunelli encuentran una variación del APL con
un vientre que se inserta directamente en el trapecio, que
denominan abductor carpi, y que está presente en el 71% Denervación TMC
de los casos, protegería de la artrosis TMC53. Melling et al.
Camitz en 1933 propuso la sección de los ramos sensiti-
estudian los tendones accesorios243. Bouchlis et al. reali-
vos articulares para reducir el dolor articular66. Wilhelm
zan 104 disecciones sin encontrar relación entre los ten-
en 1966 publicó la primera serie de 21 denervaciones de
dones accesorios y la artrosis TMC46. Se considera que la
la muñeca390.
tenotomía de los tendones accesorios del APL no modifica
la progresión de la rizartrosis del pulgar310. Wachsmuth y Wilhelm (1972) asocian la denervación de
la TMC e interposición de tejido blando, pero sin aportar
resultados y no hay más publicaciones con esta técni-
Artroscopia
ca224,375.
El empleo de la artroscopia en pequeñas articulaciones
La técnica de denervación de la TMC fue propuesta por
se desarrolló, tras la introducción del artroscopio de Wa-
Cozzi86, que denervando la rama proveniente de la rama
tanabe nº 24, a principios del año 1979 por Cheng, que
superficial del nervio radial aporta 87% de buenos resul-
puso a punto la técnica para la artroscopia de las peque-
tados en 170 pacientes. La articulación en el 30% de los
ñas articulaciones73.
casos esta inervada por el nervio de Lejars86.
El primer artículo sobre artroscopia de la TMC fue pu- Foucher et al. practican la denervación articular en 36
blicado por Menon (1996), describiendo la técnica para TMC. Los resultados son menos buenos que en otras ar-
realizar resecciones parciales del trapecio y realizar una ticulaciones de la mano. La indican en pacientes de edad
artroplastia de interposición247. Berger en 1997 publica avanzada, en los que la movilidad y la estabilidad sean
12 casos de artroscopia TMC en casos artrósicos36. Os- aceptables132.
terman et al. en 1997 tratan dos grupos, uno traumá-
tico, secundario a fractura-luxación de Bennett, y otro La denervación TMC puede ser completa223, o par-
degenerativo272. cial222-224.
32
Rizartrosis del pulgar. Historia
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47
Sección I
Ciencias básicas
Capítulo 1
Anatomía ósea y ligamentosa de la
articulación trapeciometacarpiana
1
Departamento de Anatomía y Embriología Humana. Facultad de Medicina. Universidad de Barcelona
2
Servicio de COT. Hospital Clinic. Barcelona
3
Departamento de Anatomía Humana. Facultad de Medicina. Universidad de Lleida
4
Servicio de COT. Hospital Universitario Arnau de Vilanova. Lleida
5
Departamento de Anatomía Humana. Facultad de Medicina. Universidad de Girona
51
M Llusá Pérez, MR Morro Martí, P Forcada Calvet, A Carrera Burgaya
52
Anatomía ósea y ligamentosa de la articulación trapeciometacarpiana
53
M Llusá Pérez, MR Morro Martí, P Forcada Calvet, A Carrera Burgaya
tores5,13,29 no lo encuentran de forma constante y lo con- rige al tubérculo palmar y cubital de la base del primer
sideran un refuerzo de la capsula anterointerna. En nues- metacarpiano recibiendo el nombre de ligamento inter-
tras disecciones, hemos encontrado el ligamento trape- metacarpiano, mientras que la segunda se inserta en el
ciometacarpiano anterior de forma constante como una margen dorsocubital de la base del primer metacarpiano
estructura extracapsular que se origina del margen distal como primer ligamento trapeciometacarpiano dorsal 2,20
del retináculo flexor y de la cresta del trapecio para fusio- (N Figura 8).
narse con el primer ligamento intermetacarpiano dorsal
en una inserción conjunta en el tubérculo palmar cubital
de la base del primer metacarpiano (N Figura 5 y 6).
Este ligamento se ha descrito bajo los nombres de: li-
gamento colateral ulnar3,15,16,19,25, ligamento ulnar10, liga-
mento metacarpo-retinacular11.
Ligamento intermetacarpiano
54
Anatomía ósea y ligamentosa de la articulación trapeciometacarpiana
Ligamento dorsorradial
55
M Llusá Pérez, MR Morro Martí, P Forcada Calvet, A Carrera Burgaya
56
Anatomía ósea y ligamentosa de la articulación trapeciometacarpiana
57
M Llusá Pérez, MR Morro Martí, P Forcada Calvet, A Carrera Burgaya
ARTICULACIÓN METACARPOFALÁNGICA
DEL PULGAR
La cabeza metacarpiana es convexa en ambos sentidos, Figura 16. Visión dorsal de la articulación metacarpofalán-
pero más prolongada en sentido anteroposterior que gica. Articulación condílea. Ligamentos colaterales.
transversal, y también más amplia hacia la cara palmar
que hacia la dorsal. La base de la primera falange consti-
tuye una cavidad glenoidea cóncava de eje mayor trans- en el sesamoideo radial y el músculo adductor pollicis en
versal. La desproporción de medidas entre ambas super- el sesamoideo ulnar, así como por la polea anular A19.
ficies articulares está contrarrestada por la presencia de
un potente fibrocartílago glenoideo o placa palmar que En extensión, los ligamentos colaterales están relajados,
prolonga hacia delante la cavidad glenoidea en forma de pero están tensos el sistema de la placa palmar y los
lengüeta fibrosa que se inserta en el borde anterior de la ligamentos metacarpoglenoideos, al igual que las cás-
base de falange. Esta placa palmar contiene los huesos caras condíleas de la rodilla en extensión, impidiendo
sesamoideos radial y cubital, con un surco cóncavo entre la rotación axial y las inclinaciones laterales. Debido a
ellos que utiliza como vía de deslizamiento el tendón del esta situación, las pruebas de estabilidad lateral deben
flexor pollicis longus y que queda cerrado por la polea realizarse con la articulación algo flexionada, ya que de
anular A1 (N Figura 16). lo contrario la tensión de la placa palmar puede mostrar
una falsa estabilidad.
La cápsula articular está reforzada por ligamentos que
muestran diferentes direcciones. Superficialmente, en- La articulación realiza dos tipos de movimiento: flexión
contramos los ligamentos falangeglenoideos radial y cu- pura en torno a un eje transversal, por acción equilibrada
bital, que discurren desde la base de la falange proximal de los músculos radiales y cubitales hasta la semiflexión;
hacia los respectivos sesamoideos, que están incluidos y movimientos complejos de flexión/inclinación (radial/
en la pared capsular y placa palmar limitante. cubital) y rotación longitudinal (pronación/supinación).
En la flexión, primero se tensa el ligamento colateral
Los ligamentos colaterales propios (radial y cubital) van propio del lado cubital que es más corto, y que, junto a
desde la región dorsolateral de la cabeza metacarpiana la irregularidad de la cabeza metacarpiana, condiciona
hacia la base de la falange proximal, y se tensan durante una rotación longitudinal en pronación y una inclina-
la flexión. Los ligamentos colaterales accesorios o liga- ción radial de la base de la falange, inevitable en la fle-
mentos metacarpoglenoideos están situados proximal y xión máxima. Estos movimientos complejos de flexión/
palmarmente respecto a los anteriores, y se proyectan inclinación/pronación son fundamentales en las presas
oblicuamente en forma de abanico hacia la placa palmar cilíndricas con toda la palma de la mano. La desviación
fijándose en ella y en los sesamoideos, que aparte están radial es indispensable para el bloqueo de la presa, mien-
sujetos por el tendón del músculo flexor pollicis brevis tras que la pronación de la primera falange permite que
58
Anatomía ósea y ligamentosa de la articulación trapeciometacarpiana
59
M Llusá Pérez, MR Morro Martí, P Forcada Calvet, A Carrera Burgaya
Durante la pinza subterminolateral del pulgar (key type the thumb: an anatomical and clinical study. J Hand
pinch) existe una tendencia hacia la hiperextensión de la Surg Br, 1989; 14: 244-7.
interfalángica del pulgar contrarrestada por la combina- 10. Kauer JMG. Functional anatomy of the carpome-
ción del soporte estático de la placa volar y la resistencia tacarpal joint of the thumb. Clin Orthop Rel Res,
dinámica proporcionada por el tendón del flexor pollicis
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longus.
11. Kuhlmann JN, Guerin-Surville H. The medial meta-
Las lesiones a nivel de esta articulación son infrecuentes carpotrapezial collateral ligament: importance of
debido a las inserciones potentes del aparato extensor y the fourth fascicle. Ann Chir Main, 1985; 4:149-55.
de los ligamentos colaterales. La principal patología es la 12. Hagert E, Lee J, Ladd AL. Innervations patterns of
artropatía degenerativa condicionada por las potentes thumb trapeziometacarpal joint ligaments. J Hand
fuerzas compresivas asociadas al uso de la articulación. Surg Am, 2012; 37:706-14.
En la actualidad esta articulación ha ganado protago-
nismo con el uso diario de los dispositivos electrónicos, 13. Haines RW. Mechanism of rotation at the first car-
lo que condiciona una mayor frecuencia de sus lesiones po-metacarpal Joint. J Anat, 1944; 78: 44-6.
exigiéndose un tratamiento más preciso y con mayor 14. Hollister A, Buford WL, Myers LM, Giurintano DJ,
demanda por parte de los pacientes, no aceptándose tan Novick A. The axes of rotation of the thumb carpo-
fácilmente una artrodesis interfalángica. metacarpal joint. J Orthop Res, 1992; 10:454-60.
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61
Capítulo 2
Diagnóstico radiográfico
de la rizartrosis del pulgar
1
Jefe de la Unidad de Miembro Superior, Servicio Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital Universitario
y Politécnico La Fe, Valencia.
2
Residente Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital Universitario y Politécnico La Fe, Valencia
63
V Chover Aledon, N Jover Jorge
Esta exploración, en ocasiones, no aporta los datos nece- La clasificación más utilizada, basada en los hallazgos
sarios que quisiéramos obtener, debido a la difícil comu- radiográficos, es la de Eaton y Littler2. Según esta clasi-
nicación con radiólogos y técnicos radiólogos en gran ficación la artrosis carpometarpiana se divide en cuatro
parte de los hospitales. Es necesario pues, si se quieren estadios evolutivos.
obtener determinadas proyecciones, la presencia en ra-
diología de los propios cirujanos ortopédicos, especial- Esta clasificación permite dirigir la orientación terapéu-
mente si se quieren obtener proyecciones dinámicas o tica según la gravedad de la lesión, sólo en base a la
con la articulación sometida a diferentes cargas axiales, imagen radiográfica.
cizallamiento o tracción, como puede ocurrir si se sospe-
cha una inestabilidad, o en un estadio inicial. En el momento de decidir el tratamiento adecuado se
debe tener en cuenta cuál es la clínica que el paciente
El estudio radiográfico de la articulación MF del pulgar presenta, ya que existe un amplio abanico en la gravedad
se realiza con distintas proyecciones radiográficas. de los síntomas y superposición de la sintomatología en
diferentes estadios radiográficos de la enfermedad.
Debido a la distinta posición del pulgar respecto al resto
de los dedos de la mano, en las proyecciones habituales
existe superposición de la imagen con el resto de estruc-
turas del carpo, lo que dificulta su valoración. Estadios de la enfermedad según
Eaton y Littler2
Las proyecciones radiográficas más utilizadas son la
posteroanterior, la lateral, la oblicua y las radiografías Estadio I
en estrés.
No existen hallazgos patológicos en la imagen radiográ-
Las radiografías en estrés se realizan como una radio- fica. Es posible la aparición de un aumento del espacio
grafía posteroanterior, pero juntando el borde radial de de la articulación carpometacarpiana debido a la sinovi-
ambos pulgares, manteniendo el plano de la uña per- tis (N Figura 1).
pendicular al haz de radiación, y ejerciendo ligera pre-
sión entre los pulgares. Clínicamente, este estadio se corresponde con laxitud
articular, siendo ésta menor de un tercio de la superfi-
La proyección de Bett también se ha utilizado para la cie en cualquier proyección, dolor con el uso o sobreuso
valoración de la articulación TMC. Se trata de una visión de la articulación y suele aparecer en mujeres jóvenes,
lateral pura de la articulación perpendicular al plano de especialmente con laxitud articular generalizada (N Fi-
la mano. Esta proyección se realiza como una imagen gura 2).
posteroanterior, con la mano en 30º de pronación y el eje
del tubo de rayos X angulado 25º hacia distal1.
64
Diagnóstico radiográfico de la rizartrosis del pulgar
Estadio III
Estadio II
Estadio IV
65
V Chover Aledon, N Jover Jorge
66
Diagnóstico radiográfico de la rizartrosis del pulgar
Clasificación de Glickel3
Clasificación de Crosby4
67
Capítulo 3
Biomecánica de la articulación
trapeciometacarpiana
1
Médico Consultor. 2 Jefe de Servicio. 3 Especialista Senior
La evolución del ser humano se ha producido paralela- columna del pulgar. Es la única articulación que tiene
mente al desarrollo de un pulgar prensil. En contraste movimientos según dos ejes prácticamente perpendicu-
con los simios, cuyo movimiento del pulgar se limita a lares entre sí, y a los que se asocia un movimiento de
un arco de flexión-extensión en el plano de la palma de rotación automática. Para Cruveilhier25 en 1834 es una
la mano86, el pulgar humano ha evolucionado con una articulación de encaje recíproco ‘emboîtement récipro-
pérdida relativa de estabilidad para ganar movilidad y que’. Fick35 en 1854 la definió como en ‘silla de montar’,
precisión40. Gracias al desarrollo de una articulación tra- comparando sus movimientos a un hiperboloide simé-
peciometacarpiana (TMC) bicóncavo-convexa, o en ‘silla trico en torno a un eje central, considerando al trapecio
de montar’, con unos ligamentos y músculos intrínse- como parte fija y al primer metacarpiano (MC1) como
cos y extrínsecos para estabilizarla, ha ganado prensión, parte móvil. La articulación TMC representa las dos su-
oposición y arco de circunducción72. Los movimientos de perficies opuestas de dos anillos de tipo toroide54,66 —un
esta articulación permiten colocar el pulgar frente a los toroide es la imagen de donut, de una argolla o de un
dedos trifalángicos, movimiento que etimológicamente anillo—. Es una articulación en doble curvatura inversa,
corresponden al término de oposición —del lat. oppositĭo: que recuerda la forma de una silla de montar, pero como
‘Disposición de algunas cosas, de modo que estén unas los radios de curvatura de las dos superficies presentan
enfrente de otras’—, gracias a lo que el ser humano ha variaciones locales, al superponerlas no son absoluta-
podido evolucionar. El filósofo griego Anaxágoras (500- mente congruentes59 (N Figuras 1 y 2).
428 a.C.) declaró: ‘La mano es el hombre’, para él los
humanos pudieron hacerse inteligentes debido a que
tenían manos. Hipócrates (460-370 a.C.) denominó al Posición de reposo del pulgar
pulgar el antimano, pues resistía a la fuerza de los otros
dedos. La funcionalidad de la mano ya fue observada por Es una posición intermedia de abducción-aducción, en
Aristóteles (384-322 a.C.): La mano es ‘el instrumento de la que el pulgar se encuentra a 30º de anteposición y 10º
los instrumentos’, describiendo la habilidad del pulgar de abducción radial, en el plano sagital de 40º, y en el
especializado para rotar y oponerse a los otros dedos93. plano transversal (coronal) de 40º. La uña es perpendi-
Como ya resaltaba Charles Bell (1774-1842) en 1833 ‘el cular a la palma de la mano (N Figura 3). El pulgar
poder de la mano humana depende de la longitud, fuer- puede oponerse al lado radial del 2º dedo, sin necesidad
za, movimiento lateral libre, y una perfecta movilidad del de rotación axial del MC1, es lo que se denomina pin-
pulgar’3. El pulgar asume entre el 40%19,95 y el 60%101 de za lateral o de ‘llave’. En la posición normal en reposo
la función de prensión de la mano. del MC130, que Haines42 denomina ‘punto de partida’
(starting point) del movimiento, únicamente contactan
La articulación TMC es compleja desde el punto de vista la parte central de la ‘silla de montar’, o sea las crestas
anatómico y biomecánico. Los primeros estudios biome- articulares del trapecio y del MC1107, por lo que la articu-
cánicos de la articulación TMC son los de Haines42 de
1944 y los de Kusczinski66 de 1974. Se ha profundizado
en su estudio biomecánico para conseguir una mano
artificial con una funcionalidad semejante a la mano
humana. José Mª Arandes Renú
Servicio Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Clínic. Universitat de Barcelona. Barcelona
La articulación TMC, intermedia entre el carpo y las ar- E-mail: arandes@clinic.cat
ticulaciones del pulgar, es la articulación básica de la
69
JM Arandes Renú, A Combalía Aleu, A Carreño Delgado
70
Biomecánica de la articulación trapeciometacarpiana
71
JM Arandes Renú, A Combalía Aleu, A Carreño Delgado
puro53, que permite movimientos según dos ejes perpen- los movimientos de flexión y aducción, y un movimiento
diculares XX’ y YY’, pero los dos ejes tienen la posibilidad de supinación con la retroposición (extensión)46,55,61,81,105.
de rotar simultáneamente de forma automática, con- La pronación con los movimientos de flexión y aducción
virtiéndose en movimientos combinados. Chèze et al.18, ya había sido descrita como ‘rotación conjunta’ por Mac
basados en un análisis cinemático in vitro, confirman Connail76, o ‘pronación automática’ por Cornacchia24 y
que además de dos grados de libertad en anteposición- por Kapandji53, o ‘...el acompañamiento inevitable de la
retroposición y en abducción-aducción existen otros abducción seguido por la circunducción en dirección cu-
dos rotacionales: rotación interna y rotación externa. bital’ por Napier80. La pronación automática no se puede
Sin embargo este movimiento de rotación sobre los dos explicar por la forma de las superficies óseas, y sí por la
ejes perpendiculares no es una verdadera rotación axial. acción pasiva de los ligamentos en combinación con la
Únicamente es posible si el cardán no es puro, es decir si acción de los músculos105.
hay un cierto deslizamiento de las superficies articula-
res por laxitud articular38,54,68. Esta laxitud articular existe Según Imaeda et al.49 no existe un único centro de rota-
porque en condiciones normales hay una subluxación de ción, sino que existe un movimiento instantáneo de estos
la articulación TMC de 3 a 7 mm 1 (N Figura 5). centros según el movimiento. Giurintano et al.37 proponen
cinco ejes de rotación no ortogonales y que no se cruzan.
Las superficies articulares, convexa en un lado y cóncava Valero Cuevas et al.99 asumen que la cinemática del pul-
en el otro, no pueden cerrarse sobre sí mismas. La geo- gar tiene cinco ejes de rotación ortogonales que se cru-
metría de las superficies articulares se la ha comparado zan. Cerveri et al.14 mediante un sistema optoelectrónico
a un segmento hiperboloide —de revolución, parabólico estudian el modelo cinemático in vivo de la articulación
o hiperbólico—, o a un segmento axial de superficie to- TMC, y concluyen que el movimiento de la articulacion
roide negativa54,58,59, con dos ejes principales ortogonales TM se efectúa mediante dos ejes no ortogonales y que no
y por consiguiente dos grados de libertad. Pero los dos se cruzan. El problema es que existe una variabilidad ana-
ejes no son ortogonales, por ello se produce la rotación tómica normal en los pulgares44,45,91,99. Dada la dificultad
axial. para describir estos dos ejes de rotación, es por lo que se
ha calculado la movilidad real in vivo17,38,39,73,74.
El estudio en el cadáver, de Hollister et al.44, confirma
la existencia de dos ejes de rotación, uno metacarpiano
(abducción-aducción) y otro trapecioideo (anteposición-
Estabilidad articular de la TMC
retroposición). Estos dos ejes forman un ángulo medio
de 72,7º (rango: 64,3 a 81,2) y no son ortogonales y no Para tener una mayor movilidad la cápsula y los ligamen-
se cruzan. tos de la articulación TMC tienen cierta laxitud, que la ha-
cen inestable. Los ligamentos tienen una orientación en
Para Chèze et al.17, en un estudio in vivo, el ángulo entre
diagonal, de medial a lateral, por lo que no impiden la
los dos ejes es de 40º de media. La posición de estos dos
subluxación del MC1. Esta orientación diagonal permite
ejes es constante durante los movimientos del pulgar;
la rotación de la articulación TMC en la oposición del pul-
pero no son perpendiculares a las superficies anatómi-
gar36,42.
cas, se realizan según los tres planos del espacio. El grado
de flexión y de aducción determina el grado de prona- La articulación TMC en forma de silla de montar tiene
ción. Existe un movimiento obligatorio de pronación con una pobre estabilidad intrínseca2, para ser estable re-
quiere estar siempre a compresión, pasivamente por la
tensión de los ligamentos y dinámicamente por la acción
de la musculatura extrínseca, con lo que se consigue la
coaptación articular durante los movimientos del pul-
gar, pero permitiendo la rotación del MC1 para realizar
la oposición5,27,47,62,82,89,107. La pérdida de la tensión de los
ligamentos o la alteración del sinergismo muscular es
causa de artrosis TMC, especialmente por sobrecarga de
la faceta dorsorradial del trapecio.
Figura 5. Diferentes radios de curvatura del trapecio y del El diámetro de la base del MC1 es mayor que el diáme-
metacarpiano. Contacto articular en abducción, en aducción y tro del trapecio. El diámetro dorsovolar del MC1 es de
en posición media. Tomado de Napier80. 16,03 ± 1,27 mm y el del trapecio es de 11,96 ± 1,32
72
Biomecánica de la articulación trapeciometacarpiana
mm7. La superficie articular del MC1 es de 0,8 ± 0,2 mm Cuando la articulación TMC está centrada, la superficie
y la del trapecio 0,7 ± 0,2 mm65. Esta discrepancia hace de contacto es reducida, por lo tanto la presión sobre
que los ligamentos y la muscultura extrínseca jueguen el cartílago está aumentada. Por la diferencia del radio
un importante papel en la estabilización de la articula- de curvatura aumenta la presión tras la pinza pulgar-
ción9,42,63,66,80,82. índice, y en posición de flexión-aducción y pronación
del pulgar especialmente por la posición subluxada del
Las superficies articulares del trapecio y de la base del MC122.
MC1 tienen diferentes curvaturas por lo que el contacto
articular se limita a unas zonas, que dependen de la posi- En retroposición, en la pinza lateral proximal (pinza del
ción del MC1 (N Figura 6). Los estudios sobre las su- pulgar contra la cara radial de la IFP del 2º dedo) y en
perficies de contacto de la articulación TMC y los estudios la pinza de aducción (pulgar contra el lado radial del
anatómicos demuestran la incongruencia de las superfi- 2º MC), la estabilidad TMC es crítica, hay una inesta-
cies articulares. El área de contacto durante las activida- bilidad fisiológica de la base del MC1, que se desplaza
des funcionales del pulgar, como son los movimientos de subluxándose en dirección dorsorradial, disminuyendo
flexión-aducción, pinza lateral y pinza de agarre, se reali- la zona de contacto, que es únicamente en la zona es-
zan sobre la superficie volar del trapecio y del MC123,84,85,87. feroidal (N Figura 7). Al pasar de la posición de
En la mayoría de movimientos funcionales las superficies oposición a la retroposición y viceversa, movimiento
dorsales no tienen contacto. Pieron87 describe que el área de circunducción, existe una fricción entre la cresta
de contacto de la articulación TMC sigue la misma direc- del MC1 y la superficie esferoidal del trapecio. Por la
ción que la cabeza del MC1 durante los movimientos del reiteración de estos movimientos se desgasta el car-
pulgar, lo que implica una especie de balanceo de contac- tílago de la cresta esferoidal del trapecio, que esta en
to de la superficie articular parecido al hipotetizado por su zona dorsorradial, aumentando la subluxación del
Napier80 y Kuczynski66 en sus observaciones anatómicas. MC1105,108,109.
Figura 6. Ejes de movimiento de la articulación escafotrape- Figura 7. En retroposición el contacto se realiza entre las
ciodea, y de la trapeciometacarpiana. superficies esferoidales del trapecio y del metacarpiano.
73
JM Arandes Renú, A Combalía Aleu, A Carreño Delgado
En abducción del pulgar, el área más cóncava del MC1 el receso volar del trapecio, los ligamentos del complejo
se desplaza hasta la superficie laterovolar del trapecio62, dorsal se tensan, la articulación TMC es congruente y
pasando de una situación de congruencia articular a una estable, es lo que Mc Conail76 denomina ‘close packed
de incongruencia. La traslación de la base del MC1 en- position’ y Edmunds34 ‘screws-home-torque’. La tensión
tre la abducción y la aducción fricciona las superficies de los ligamentos trapecio-trapezoideo volar, trapecio-
articulares, y al sumarse la tensión por la musculatu- trapezoideo dorsal, trapecio-IIMC, y trapecio-IIIMC,
ra —adductor pollicis (AP) y ocasionalmente el extensor actúan de obenque evitando la luxación del MC15,7. La
pollicis longus (EPL)—, la tensión de los ligamentos, y la articulación TMC que era inestable ha pasado a ser es-
fuerza transmitida en la columna del pulgar, desencade- table, por ello son posibles las fuerzas de agarre y pinza
na el desgaste articular. (N Figura 8).
74
Biomecánica de la articulación trapeciometacarpiana
del abductor pollicis longus (APL), que tiene una función El LIM y el LIMp, en combinación con el LDR, evitan la
que se compara a la de un ligamento activo, pues se subluxación radial de la articulación TMC5,100.
inserta en el primer metacarpiano por medio de múl-
tiples inserciones, e interviene en la estabilización de la En las pinzas de agarre o fuerza el abductor pollicis bre-
articulación TMC durante la presa de objetos10,87,90,106,109. vis (APB), opponens pollicis (OP), AP y el flexor pollicis
longus (FPL) conducen al pico del MC1 al receso del tra-
En posición de reposo el pico del MC1 no está enclavado pecio, el LOA esta laxo y el complejo dorsal se tensa.
en el receso del trapecio y los ligamentos de la articula-
ción TMC están destensados. En posiciones intermedias Comtet et al.21 analizaron la función de los diversos li-
todos los ligamentos están distendidos, y el juego arti- gamentos durante los movimientos del pulgar, el LOA y
cular es máximo. el LIM controlan la aducción y retroposición; el LOP la
anteposición y el LDR los movimientos de oposición y
En retroposición el MC1 supina, se subluxa hacia radial, aducción.
y se articula la superficie dorsal de la base del MC1 con
la superficie palmar del trapecio, los ligamentos dorsa- Tan et al.96 estudian in vivo los cambios de los ligamentos
les se relajan y el LOA se tensa limitando la subluxación estabilizadores de la articulación TMC. La flexión del pul-
palmar104. gar es la que ocasiona mayores cambios en la longitud
de los ligamentos; la abducción y la oposición provocan
En abducción, al principio del movimiento de oposi- cambios similares. En la oposición y abducción los liga-
ción, el ligamento LOP se tensa y los ligamentos latera- mentos están bajo una tensión baja, en comparación a
les y el LDR se relajan. Al principio de la circunducción, la tensión durante la flexión. Los cambios en la longitud
en la rotación axial, el LOP permanece tenso, el pulgar del LIM y del LIMd son en dirección similar a la del LDR.
se acerca a la mano flexionándose por la fuerza de la Los cambios en el LIM son menores que los del LIMd, por
musculatura tenar. El LOA en la oposición está laxo. Al su diferente localización, que es palmar y dorsal al 1er y
final del movimiento de oposición se encerroja la arti- 2º MC. El LOA se acorta cuando los otros ligamentos se
culación, el pico volar del MC1 se enclava en el receso tensan.
del trapecio y se tensa el complejo ligamentoso dorsal,
asegurando la estabilidad de la articulación, pues la Por la importancia biomecánica del ligamento dorso-
coaptación es máxima, no permitiendo ningún juego rradial, algunas técnicas quirúrgicas para el tratamiento
articular —’close packed position’76, o ‘screw-home- de la rizartrosis del pulgar en estadio I buscan restable-
torque’34—. cer la tensión de este ligamento. La técnica de Eaton y
Littler33, ideada para reconstruir el LOA, se ha demostra-
En oposición por tracción de los músculos tenares el LOP do que de hecho refuerza al ligamento dorsorradial100.
se tensa, obligando a rotar en pronación al MC1, lo que La osteotomía metacarpiana tensa el complejo dorsorra-
lo estabiliza. En retroposición se tensa el LOA y obliga dial y descarga las zonas de contacto degeneradas de la
a supinar al MC1. Haines42 observó en el cadáver que TMC61. Rayan y Do88 y Birman et al.8 han propuesto para
eliminando el ligamento implicado se perdía la rotación tensar el complejo ligamentoso dorsorradial su plicatura
longitudinal del MC1. La sección conjunta de los liga- o retensado.
mentos LIM y LOP suprime el movimiento de oposición
del pulgar.
Papel de la musculatura en la
El LOA, al tensarse en retroposición, limita la subluxación estabilidad articular de la TMC
volar, y en abducción también está tensado, evitando la
subluxación dorsorradial. En anteposición y aducción del Los músculos intrínsecos juegan un papel importante en
pulgar está relajado. la estabilización y contención de la TMC, y la musculatu-
ra extrínseca controla activamente los movimientos del
El LOAp o ligamento del pico es el punto de pivote de la pulgar (N Figura 9). El control es sinérgico entre los
pronación y de la supinación en extensión, en flexión li- músculos intrínsecos y extrínsecos. La ausencia congé-
mita únicamente la pronación. Se tensa en retroposición nita o secundaria de los músculos intrínsecos tenares
—posición de autoestopista de la mano— en la que el —APB, flexor pollicis brevis (FPB)— no modifica la fun-
pico del MC1 no está enclavado en el receso del trapecio ción del pulgar13,51. Tras la resección del trapecio es la
y el complejo ligamentoso dorsal esta laxo. musculatura intrínseca la que estabiliza al MC161,87.
75
JM Arandes Renú, A Combalía Aleu, A Carreño Delgado
76
Biomecánica de la articulación trapeciometacarpiana
de flexión de la MCF, que por la forma articular y por Tang et al.97 estudian el espacio de trabajo del pulgar
acción de los músculos sesamoideos laterales, abductor en los movimientos habituales. El movimiento angular
pollicis brevis (APB) y FPB, prona activamente 24º; y de de la articulación TMC únicamente es del 65% del arco
flexión de la IF que prona unos 7º (rango: 5-10), por lo que máximo de movimiento. Durante la circunducción el
el pulgar cambia de orientación33,53,61,66,87,107. rango lineal de movimiento en abducción-aducción es
de 102,8 ± 9,9 mm y de 130,7 ± 14,1 mm en flexo-ex-
tensión, pero el movimiento operativo es de 67,3 ± 16,1
Amplitudes articulares de la TMC mm y de 73,1 ± 18,0 mm respectivamente. Además la
articulación TMC tiende a moverse en dirección oblícua
Cooney et al.23 analizan las amplitudes articulares me- con respecto a los ángulos anatómicos.
diante radiografías con marcadores opacos in vivo y en
cadáveres. En el estudio definen un sistema de ejes fijos
que permiten describir las rotaciones de la articulación Estudios Biomecánicos
TMC. Este sistema de ejes fue validado por la Société
Internationale de Biomécanique (ISB)102. En el adulto, Cooney y Chao22 y Giurintano et al.37 emplean modelos bio-
cuantificaron el movimiento de anteposición-retroposi- mecánicos para determinar las fuerzas que actúan sobre
ción en 53º (± 11), el de abducción-aducción en 42º (± 4), la articulación TMC durante las pinzas y el agarre. Cooney
y el de rotación en 17º (± 9). Para Goubier et al.39 el arco y Chao22 calculan la fuerza transmitida a nivel de la TMC;
de movilidad es de 41º para la anteposición-retroposi- cuando se ejerce una fuerza de 1 kg en una pinza pulgar-
ción, 51º para la abducción-aducción y 21º para la rota- índice se crea una fuerza de transmisión de 12 kg (rango:
ción axial. Cheema et al.16, empleando la TC para cuanti- 6,44-13,42) sobre la articulación TMC (entre 4,45 y 6,61 kg
ficar la movilidad del pulgar en 10 sujetos sanos, valoran sobre la metacarpofalángica y entre 2,36 y 3,68 kg sobre
la rotación del MC1 en 74º (rango: 64-84); en posición la interfalángica), y que puede alcanzar los 120 kg en las
de retroposición de 54º (rango: 44-64); y en flexión pinzas de fuerza. Esta fuerza ocasiona una subluxación de
máxima de 110º (rango: 103-117). La amplitud angular la TMC hacia radial, pues no existe ninguna estructura liga-
máxima del MC1 era de 73º. El MC1 rota 56º desde la mentosa que lo impida. El abductor pollicis longus, que en
retroposición a la oposición frente al 5º dedo. abducción del pulgar es estabilizador de la MCF, en aduc-
ción tiene una acción subluxante. En aducción del pulgar
Duparc et al.31 miden el ángulo de circunducción según por la acción del FPL y del AP, el APL produce un vector de
la posición del MC1 en un cono de vértice en la articu- fuerza tangencial a la superficie articular de la TMC, que
lación TMC. En la circunducción el movimiento angular favorece la subluxación articular5. Giurintano et al.37 deter-
del pulgar es de 145º y la rotación axial total es de 150º. minan que la fuerza resultante sobre la superficie del tra-
pecio por la acción muscular es entre 6 y 24 veces la fuerza
Goubier38 y Goubier et al.39 emplean un sistema op- aplicada, y depende de la posición del pulgar.
toelectrónico POLARIS®, para estudiar los movimientos
entre trapecio y MC1 de forma reproductible in vivo, Lbath et al.71 calculan las fuerzas ejercidas sobre la ar-
analizando 200 manos. Las amplitudes de anteposición- ticulación TMC con la ayuda de la RM in vivo en un
retroposición, y de abducción-aducción son respectiva- paciente sano. El estudio se realiza durante la pinza
mente de 44 y 51º en el sujeto sano. La rotación axial pulgar-índice lateral (key pinch o key grip). La reacción
media fue de 22º. La circunducción de 50º para el eje del trapecio aplicada sobre el metacarpo fue descom-
mayor, de 64º para el eje pequeño de la eplipse, y de 57º puesta en tres fuerzas: una fuerza principal según el eje
para el ángulo ß comprendido entre la superficie de la del MC1 (6 veces la fuerza exterior); una fuerza en el
elipse y el plano de la mano. La anteposición-retroposi- plano frontal, orientada en dirección ulnar; y una fuerza
ción y la abducción-aducción tienen unos valores más en el plano sagital dirigida a la cara palmar de la mano.
altos en el sexo femenino, mientras que la rotación axial La fuerza resultante es igual a 7 veces la fuerza apli-
es mayor en el sexo masculino. La amplitud de la abduc- cada en el extremo de la pinza. Este trabajo confirma
ción-aducción es menor en los pacientes artrósicos. La la existencia de un componente con dirección posterior
diferencia de movilidad entre mano derecha e izquierda tras la pinza pulgar-índice. Cuatro músculos parece que
no es significativa excepto para la abducción-aducción tienen un papel constante (FPL, APB, APL y AP). El trabajo
(p=0,002) y fue de 49º para la mano derecha y de 53º es interesante pues pocos artículos estudian las fuerzas
para la izquierda. Encuentran que la trapeciectomía no musculares in vivo, sin embargo los límites del estudio
modifica la movilidad preoperatoria, pero está disminui- no permiten obtener resultados absolutos pues se estu-
da significativamente con respecto a los sujetos jóvenes. dia un solo sujeto, por lo tanto una sola pinza de fuerza.
77
JM Arandes Renú, A Combalía Aleu, A Carreño Delgado
Movilidad de la MCF y de la IF del 8. Birman MV, Danoff JR, Yemul KS, Lin JD, Rosenwas-
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Los estudios de Kapandji y Kapandji60 determinan que la
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movilidad del trapecio es de 2’9º ± 2 entre la antepulsión
seux dorsal dans la stabilité de l’articulation tra-
y la retropulsión. En anteposición el MC1 está centrado
pézo-métacarpienne. Ann Kinésithérapie, 2000;27:
sobre el trapecio, en retroposición la base del MC1 esta
316-24.
en posición de subluxación radial.
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82
Capítulo 4
Aspectos epidemiológicos de la artrosis
trapeciometacarpiana
1
Servicio de Medicina Física y Rehabilitación
2
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología (Unidad de Cirugía de la Mano y Microcirugía)
El análisis epidemiológico de la artrosis trapeciome- una edad media de 64 años, y 1 de cada 12 hombres a
tacarpiana (TMC), también denominada rizartrosis del partir de los 50, presentaban cambios degenerativos en la
pulgar, aparece vinculado a factores anatómicos y bio- articulación TMC. Esta proporción parece aumentar signi-
mecánicos, genéticos, de sexo, y posiblemente de raza, ficativamente con la edad, como se demostró en una revi-
cuya influencia en la patogenia sigue siendo motivo de sión radiológica de 615 pacientes mayores de 80 años, en
controversia. los que aprovechando la radiografía utilizada en el diag-
nóstico de una fractura de la extremidad distal del radio,
En relación al sexo, entre un 25%2 y un 40%17 de la po- se analizó la incidencia de la patología que nos ocupa. En
blación adulta sufre este proceso degenerativo, siendo estos casos, la prevalencia en ambos sexos alcanzaba el
mucho más frecuente en las mujeres que en los hom- 91%, hecho que se vinculó al proceso normal de envejeci-
bres, con una prevalencia que oscila entre 10 a 15:119. miento. Dicha prevalencia se incrementó más rápidamen-
Esta proporción podría estar desfavorablemente in- te en las mujeres (94%) que en los hombres (85%), con
fluenciada por el balance hormonal femenino, dado que un deterioro articular mucho más agresivo también en
el 30% de las rizartrosis del pulgar aparece durante la las primeras18. Para Downing y Davis 7, aproximadamente
menopausia5. Como se sabe, aproximadamente el 50% un 90% de las imágenes radiológicas de artrosis TMC co-
de las mujeres terminan la menstruación entre los 45 y rresponderá a una afectación aislada de esta articulación,
los 50 años, con una edad media de 47 años. mientras que en el 10% restante estarán involucradas
tanto la TMC como la trapecioescafoidea.
Esta apreciación sobre la incidencia de la artrosis TMC en
la edad de la menopausia, ha suscitado discusión abun- El dolor no guarda relación ni con los cambios radio-
dante en numerosos trabajos. Es evidente, no obstante, lógicos ni con la dominancia de la mano afectada. En
que sólo algunas mujeres postmenopáusicas presenta- este sentido, el estudio de Armstrong et al.2, realizado en
rán una artropatía TMC, por lo que parece fuera de lugar 143 mujeres postmenopáusicas con edades entre 45 y
considerar que el final del ciclo menstrual deba ser con- 70 años, reveló que sólo un 33% de las que tenían signos
siderado como determinante en el desarrollo de la lesión. radiológicos degenerativos presentaba dolor. Tampoco
Aun con todo, en el estudio realizado por nosotros, que se ha apreciado una relación estadísticamente signifi-
presentaremos más adelante, podemos encontrar argu- cativa entre el estadio radiológico en la escala de Eaton
mentos de duda, dado que hay mujeres con menopausia y Littler8 y la prevalencia de dolor en la base del pulgar,
precoz que sufrieron la patología a una edad más tem-
cuya duración es variable según los autores1,13.
prana. Este dato puede ser debido al azar y no hemos
tenido ocasión de estudiarlo en profundidad. La raza y de la distribución geográfica han sido otras
de las variables sometidas a análisis epidemiológico
Cuando a la estimación asocia sexo, edad e intensidad
de la artrosis, observaciones realizadas por Sodha et al.18
encontraron que hasta el 50% de las mujeres por encima
de 70 años tenía destrucción completa de la articulación
TMC. Isabel Herráiz Gastesi, Gregorio Martínez Villén
Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
E-mail: sabelaherraiz@gmail.com
Si nos centramos en estudios radiológicos, Armstrong et E-mail: gmartinesvillen@gmail.com
al.2 y Barron et al.4 hallaron que 1 de cada 4 mujeres con
83
I Herráiz Gastesi, G Martínez Villén
en la prevalencia de la artrosis TMC. Así, en el estudio Otras particularidades anatómicas puestas de relieve por
postmortem de pacientes caucásicos de Cooney y Chao6 Zancolli y Cozzi21, como la presencia de fascículos acce-
encontraron denudación del cartílago articular en el sorios en el tendón del abductor pollicis longus, interven-
50% de los especímenes, condromalacia en el 25%, y drían en el desequilibrio del balance articular de la base
una superficie condral aparentemente normal en el 25% del pulgar. Esta connotación vuelve a ser más frecuente
restante de los casos. Fujisawa9 por su parte, en una re- en la mujer, como lo demuestra el hecho de que de las
visión de publicaciones en la literatura japonesa basada tenotomías realizadas por Zancolli21 como tratamiento
en los resultados tras la disección de más de 500 articu- quirúrgico en fases iniciales de la artrosis TMC, un 92%
laciones TMC en cadáveres, encontró signos de denuda- correspondía a mujeres. Autores como Schulz et al.16 en-
ción condral en el 8%, condromalacia en el 48% y una contraron, no obstante, que pese a la frecuencia de fascí-
superficie articular aparentemente normal en el 44%. culos tendinosos accesorios en el abductor pollicis longus
(96% de las disecciones en 73 cadáveres), estos no ten-
En lo que concierne a la dedicación profesional del pa- drían ninguna relación con la incidencia de artrosis en la
ciente, la influencia de un trabajo manual específico no TMC. Ello sería debido a que la fuerza que actúa sobre la
ha podido ser demostrada como causa fehaciente. Por base del pulgar, no depende del número de tendones que
el contrario, la sobrecarga mecánica a largo plazo en la tiene el músculo, sino de su área de sección transversa.
TMC sí que parece incidir en la frecuencia del proceso Sánchez et al.15, por su parte, hallaron que la tenotomía
degenerativo12. A ello habría que añadir las peculiares del abductor pollicis longus consigue una mejoría del do-
características que concurren durante el gesto de la pin- lor, pero no evita la progresión radiológica del deterioro
articular de la TMC a medio o largo plazo.
za al presionar entre el pulgar y los dedos largos, que
derivan en un fenómeno compresivo cuya fuerza media
Factores en apariencia menos importantes han sido vin-
es claramente mayor en los hombres10,20. Sin embargo,
culados con la artrosis TMC. De esta manera, un estudio
este dato paradójicamente no aparece vinculado a una
llevado a cabo en Finlandia por Haara et al.11, con una
prevalencia más acentuada de artrosis TMC en los hom- población de 8.000 individuos de 30 años o más edad,
bres, lo que podría deberse al efecto concomitante de la puso de manifiesto que la obesidad tiene relación con
laxitud articular, que está casi siempre presente en mu- la prevalencia de esta artropatía degenerativa en ambos
jeres entre los 15 y los 35 años7, y que parece tener un sexos. La razón de este hecho no es explicada por los
trasfondo hormonal insuficientemente contrastado. Un autores, y tampoco la hemos encontrado mencionada en
hecho que viene a apoyar la importancia de la laxitud ar- la bibliografía consultada.
ticular, se pone de manifiesto al encontrar pacientes con
rizartrosis del pulgar y otra patología asociada, como la
artritis reumatoide, la colagenosis congénita de la en-
Datos epidemiológicos a propósito
fermedad de Enhler-Danlos, o ciertas nefropatías, que
de nuestro estudio sobre artrosis
también cursan con debilitamiento y lesión ligamentosa.
de la TMC.
Otras alteraciones como quistes sinoviales de la mano,
más frecuentes en el sexo femenino, también han sido De 694 intervenciones de cirugía de mano realizadas
relacionadas con situaciones de hiperlaxitud articular14. por el mismo cirujano (GMV) en un periodo de 58 meses
consecutivos, 75 (10,8%) correspondían a pacientes con
Para Zancolli y Cozzi21, la repetición del movimiento de un grado avanzado de artrosis TMC.
la pinza es muy común al pintar, lavar ropa, abrir con
llave una puerta o abrir tapas cerradas a rosca. Algunas Los resultados del estudio epidemiológico que presenta-
actividades domésticas, profesionales o deportivas, tales mos a continuación se basan en 46 pacientes, interveni-
como las que llevan a cabo amas de casa, pintores, gol- dos antes de noviembre de 2008, con 51 manos opera-
fistas, pianistas, violinistas, cirujanos y carpinteros, pare- das mediante una artroplastia de resección, suspensión
cen predisponer con mayor frecuencia a esta patología. e interposición, utilizando una lengüeta del flexor carpi
radialis. Cuarenta y uno eran mujeres y 5 hombres, con
También desde una perspectiva anatómica, llaman la una edad media global de 56,45 años (rango 21-76). La
atención los hallazgos de diferencias en la morfología edad media de las mujeres en el momento de ser inter-
de la superficie articular de la TMC entre el hombre y la venidas fue de 56,82 años (rango 21-76), de las cuales
mujer, siendo su área, en esta última, significativamente 38 eran menopáusicas desde los 46,93 años como pro-
más pequeña, lo que podría repercutir en la inestabilidad medio (rango 35-55). Todos los pacientes eran de raza
de esta articulación3. blanca, excepto una mujer mestiza.
84
Aspectos epidemiológicos de la artrosis trapeciometacarpiana
En 28 casos se intervino la mano derecha y en 23 la iz- lumna del pulgar a un esfuerzo repetido bien de pinza o
quierda, siendo 5 de ellos bilaterales, los cuales corres- de presa. Entre estas aficiones cabe destacar la pintura,
pondían a mujeres. Cuarenta y siete manos (92,16%) el ganchillo y el golf.
presentaban un estadio III de la clasificación radiológica
de Eaton y Littler8, y 4 manos (7,84%), un estadio IV. En Todos los pacientes recibieron tratamiento conservador
todos los pacientes la mano dominante era la derecha. previo. El 94% había recurrido a los AINEs de forma ha-
bitual para aliviar el dolor. El 9,8% recibió tratamiento
Tres de los casos fueron remitidos al cirujano por el reu- específico con condroprotectores. El 57% había preci-
matólogo, 2 por el médico rehabilitador y el resto por el sado infiltraciones con betametasona y mepivacaína en
traumatólogo en el ambulatorio de zona. la TMC antes de la cirugía, con una media de 1 (13,7%),
2 (19,6%) o 3 (17,6%). El 33,3% de los pacientes recibió
El tiempo medio transcurrido entre la primera visita en electroterapia con onda corta. Veinticuatro manos (47%)
diferentes centros asistenciales y la cirugía practicada habían portado ortesis de reposo para inmovilizar la ar-
por nosotros fue de 303,18 días. El tiempo medio de baja ticulación TMC.
laboral antes de la intervención fue de 51,97 días. En
los pacientes “activos”, el tiempo medio de baja laboral De las manos intervenidas, 15 presentaban patologías
posterior a la cirugía, con posibilidad de reincorporación regionales asociadas: 12 un síndrome del túnel carpiano
a las actividades previas, fue de 99,40 días. Cinco pacien- y 3 una enfermedad de De Quervain.
tes solicitaron la recolocación en el puesto de trabajo,
o la incapacidad al no poder llevar a cabo su antigua Todos los pacientes se quejaban de dolor antes de la ci-
función. La razón principal fue la pérdida de fuerza, si rugía, con un valor medio global en la Escala Analógica
bien el resultado final se etiquetó como satisfactorio en
Visual de 8,51 puntos (rango 3-10), que se redujo a 1,69
relación al alivio o la desaparición del dolor, y a la capa-
puntos (rango 0-6) después de la intervención. Los va-
cidad de realizar una vida cotidiana casi normalizada.
lores de intensidad del dolor en relación al sexo y a la
clasificación radiológica de Eaton y Littler8, según el mo-
En 44 manos la artrosis tenía un origen desconocido.
Una paciente padecía una artritis reumatoide, otra su- mento pre o postoperatorio de la exploración, pueden
fría una enfermedad de Enhler-Danlos (caso bilateral), y verse reflejados en las Tablas I y II. Cuando la afectación
un paciente recibía tratamiento inmunosupresor por un fue bilateral, la decisión en lo que se refiere a la mano
transplante renal. En 3 manos hubo como antecedente que debía de ser intervenida fue tomada por el propio
una fractura de escafoides, una fractura de la extremi- paciente, quien optó siempre porque fuese operada
dad distal del radio y una distensión carpiana, respec- aquella con más dolor y / o mayor pérdida de fuerza.
tivamente. Estos procesos aceleraron la manifestación
—no la instauración— de la artropatía, descubierta ra- En el postoperatorio de nuestros pacientes intervenidos
diológicamente en un estadio degenerativo avanzado. mediante artroplastia de resección, suspensión e inter-
posición, se observaron 11 complicaciones, destacan-
Nueve pacientes estaban jubilados, 2 en el paro, 13 eran do: 2 casos de síndrome doloroso regional complejo, 2
amas de casa y 22 estaban en activo. Nueve de estos secuelas dolorosas en la zona donante del flexor carpi
últimos tenían actividades sanitarias, 6 trabajaban en radialis, 4 casos de parestesia en el territorio cutáneo
servicios de limpieza, y el resto pertenecía al grupo de de inervación del nervio radial al abordar la “tabaquera”
servicios: administración, banca, peluquería u hostelería, anatómica, 2 granulomas por intolerancia a la sutura
entre otros. El 60,8% de los pacientes de nuestro estudio con ácido poliglicólico y un pequeño hematoma (N Ta-
tenía algún tipo de afición manual, sometiendo la co- bla III). Todos ellos evolucionaron de forma favorable.
Tabla I. Evolución del dolor en la escala visual analógica (EVA) en relación al sexo y el momento pre o postoperatorio de la explo-
ración.
85
I Herráiz Gastesi, G Martínez Villén
Tabla II. Evolución del dolor en la escala visual analógica (EVA) en relación al momento pre o postoperatorio de la exploración y el
estadio radiológico según la clasificación de Eaton y Littler.
Complicaciones postoperatorias
Tipo
frecuencia Porcentaje
SDRC 2 3,90
Infección 0 0,00
Morbilidad en la zona donante del FCR 2 3,90
Sección arteria radial 0 0,00
Neuropatía sensitivo radial 4 7,80
Intolerancia a la sutura 2 3,90
Hematoma 1 0,9
Total 11
Tabla III. Valoración de las complicaciones postoperatorias estimadas en nuestro trabajo. SDRC: Síndrome
doloroso regional complejo; FCR: flexor carpi radialis.
Del total de pacientes intervenidos quirúrgicamente, un se ha visto que cursan muy ligadas a la artrosis TMC.
2% no volvería a operarse; un 88% volvería a operarse y Otros aspectos constitucionales, de raza o distribución
un 10% no sabía si volvería a operarse. geográfica no han de ser olvidados en el desarrollo de
la patología.
Conclusiones
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sugiere un proceso degenerativo por envejecimiento. 19:340-1.
Por otro, la elevada prevalencia en el sexo femenino y
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la entrada en el ciclo menopáusico pondrían de relieve
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la posible influencia hormonal como elemento desen-
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de la articulación TMC, jugarían un papel asociado tras- 5. Batra S, Kanvinde R. Osteoarthritis of the thumb
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87
Capítulo 5
Clasificaciones de la artrosis
trapeciometacarpiana
Introducción
89
C Lamas Gómez, I Proubasta Renart
Por lo que respecta a la anatomía de la articulación 2) base del segundo metacarpiano; 3) trapezoide; y 4)
TMC14,16,23, es necesario y conveniente leer el capítulo 1 escafoides26 (N Figura 2). Así pues, para poder vi-
de esta monografía. sualizar adecuadamente la articulación TMC, es preciso
que las proyecciones radiográficas sean ortogonales4,8 .
Clasificaciones de la artrosis TMC En este sentido, para la proyección anteroposterior se
utiliza la técnica de Robert18,22, que requiere que el dor-
Tal como se ha indicado al principio de este capítulo, la so del pulgar se apoye sobre la placa radiográfica, para
primera clasificación de la artrosis TMC fue descrita en lo cual es preciso una ligera rotación interna del brazo
1973 por Eaton y Littler11. Se trata de una evaluación y la pronación completa del antebrazo. Mientras que
radiológica del estadio de la enfermedad. Los hallazgos para la proyección de perfil, se utiliza la técnica descrita
observados incluyen el desgaste del cartílago, la reduc- por Gedda, también conocida como de Clements o de
ción del espacio articular, la formación de osteofitos en Bett3,15. Para la obtención de la misma, el borde cubital
el trapecio y la subluxación del metacarpiano. de la mano se apoya sobre la placa radiográfica y pos-
teriormente se prona el antebrazo unos 70º hasta que la
Mientras que para Eaton y Glickel12 la artrosis en los es- cara radial del pulgar esté en contacto con la misma. El
tadios finales se centra en el tamaño de los osteofitos y haz de rayos x debe estar centrado sobre la articulación
en el desarrollo de la artrosis escafotrapeciotrapezoidea y dirigido unos 20º de distal a proximal en la dirección
(STT), para Dell et al.10, lo importante es el grado de sub- del plano articular (N Figura 3).
luxación radial del metacarpiano.
Clasificación de Eaton y Littler
La clasificación de Eaton y Littler11 utiliza la proyección
lateral para estratificar los estadios evolutivos de la en- Dichos autores, tomando la proyección radiográfica
fermedad, aunque la proyección posteroanterior permi- lateral como referencia, clasifican la artrosis TMC en
te visualizar globalmente el trapecio con sus 4 carillas cuatro estadios11:
articulares correspondientes a: 1) primer metacarpiano;
Estadio I. En este estadio o fase sinovítica, la articula-
ción TMC es prácticamente normal o sólo demues-
tra un ensanchamiento del espacio articular por
la distensión producida por un aumento de líqui-
do sinovial. Los contornos articulares son norma-
les y puede existir un cierto grado de subluxación
del metacarpiano, aunque sin sobrepasar 1/3 de su
superficie articular con respecto a la del trapecio
(N Figura 4).
Estadio II. Está presente una laxitud capsular. Existe al me-
nos 1/3 parte de subluxación de la base del metacar-
piano. Asimismo, se aprecia una reducción del espacio
articular, incremento de la densidad del hueso sub-
condral y un osteofito pequeño en el borde cubital del
trapecio. Pueden observarse pequeñas calcificaciones
de menos de 2 mm, generalmente adyacentes al mar-
gen volar y dorsal del trapecio (N Figura 5).
Estadio III. Existe una reducción marcada del espacio ar-
ticular, incremento de la densidad del hueso subcon-
dral y un prominente osteofito en el borde cubital del
trapecio. La subluxación del metacarpiano es mayor a
1/3 parte de su superficie articular con respecto al tra-
pecio. Pueden existir cambios degenerativos alrededor
del trapecio y calcificaciones mayores a 2 mm, tanto
dorsales como volares (N Figura 6).
Estadio IV. Pérdida total del espacio articular, con un
Figura 2. Carillas articulares del trapecio. osteofito cubital prominente en el trapecio y una
90
Clasificaciones de la artrosis trapeciometacarpiana
91
C Lamas Gómez, I Proubasta Renart
Figura 4. Estudio radiográfico de un paciente con artrosis Figura 5. Estudio radiográfico de un paciente con artrosis
TMC, en estadio I de Eaton y Littler. Obsérvese que existe una TMC, en estadio II de Eaton y Littler. Obsérvese la presencia de
discreta subluxación del metacarpiano con respecto al trape- una calcificación de menos de 2 mm, así como la subluxación
cio, pero que no sobrepasa 1/3 de su superficie articular. del metacarpiano, más allá de 1/3 de su superficie con respecto
al trapecio.
92
Clasificaciones de la artrosis trapeciometacarpiana
La supuesta ventaja de esta clasificación es que no sólo como la reducción del espacio articular, pero solamen-
incluye la artrosis de la articulación TMC, sino que tam- te también en su aspecto radial al quedar poco visible
bién evalúa el estado de otras articulaciones de la base su aspecto cubital por la superposición ósea existente.
del pulgar y que tan frecuentemente se encuentran da- En cambio, a las demás articulaciones adyacentes a la
ñadas. Sin embargo, a nuestro entender, peca también TMC, es decir, la escafotrapezoidea, la trapeciotrape-
de la falta de definición del proceso evolutivo de la de- zoidea y la correspondiente al trapecio con la base del
generación articular así como el de no tener en cuenta segundo metacarpiano, no se hace ninguna mención.
las demás articulaciones adyacentes al trapecio. A nuestro juicio, creemos que la identificación del pro-
ceso degenerativo en estas articulaciones es de vital
importancia, pues muy bien podrían explicar algunos
Clasificación de Badía malos resultados obtenidos tras la cirugía, así como
responder a la paradoja de que algunos pacientes con
En el 2006, Badia2 propone una clasificación artroscó- un estadio de artrosis avanzada no presentan el mis-
pica de la artrosis TMC, la cual pasaría por tres estadios: mo dintel de dolor e incapacidad que otros con una
artrosis mucho menos evolucionada. ¿Es que aparte
Estadio I. Cartílago articular intacto. Disrupción del liga- de la reducción del espacio articular, subluxación me-
mento dorsorradial (LDR). Sinovitis difusa e hipertró- tacarpiana, presencia de osteofitos y/o calcificaciones
fica. Atenuación inconstante del ligamento oblicuo yuxtaarticulares, influye también el número de cari-
anterior (LOA). llas articulares del trapecio afectadas? No lo sabemos,
pero intuimos que sí. Por ello, valdría la pena valorar
Estadio II. Franca eburneación del cartílago articular en este parámetro13. Por tanto, no nos contentemos con
el tercio cubital del metacarpiano y en la superficie incluir únicamente la proyección radiográfica lateral
central del trapecio. Disrupción del LDR. Sinovial hi- de la articulación TMC para estadiar su estadio de ar-
pertrófica. Atenuación constante del LOA. trosis, sino también tengamos en cuenta la proyección
posteroanterior para comprobar la existencia o no de
Estadio III. Pérdida importante del espesor del cartílago afectación articular de las demás carillas articulares
de ambas superficies articulares. Menor grado de del trapecio. La cuantificación del número de carillas
sinovitis. Destrucción ligamentos volares con laxi- afectadas por el proceso degenerativo sí que consti-
tud. tuye una parámetro objetivable y reproducible y, por
tanto, utilizable de manera universal19,23.
No nos extenderemos en explicar esta última clasi-
ficación por cuanto es motivo de un capítulo sobre Apuntamos dicha idea para los lectores, con el fin de
artroscopia de la articulación TMC. Sin embargo, y tal profundizar en esta patología que tan frecuentemente
como hemos comentado al inicio de este capítulo, nos se nos presenta en nuestros dispensarios.
gustaría introducir algunas reflexiones sobre las clasi-
ficaciones radiográficas de la articulación TMC, pues
consideramos que las vigentes no siempre son repro- Bibliografía
ducibles, y ello es así por la superposición de los hue-
sos adyacentes a la articulación TMC, lo que dificulta 1. Armstrong AL, Hunter JB, Davis TR. The preva-
su interpretación. En este sentido, en la proyección lence of degenerative arthritis of the base of the
lateral, utilizada para el estadiaje de la clasificación de thumb in post-menopausal women. J Hand Surg Br,
Eaton y Littler, la parte más cubital de la articulación 1994;19:340-1.
queda ensombrecida por la superposición de la base
2. Badia A. Trapeziometacarpal arthroscopy: A clas-
del segundo metacarpiano y del trapezoide, por lo que sification and treatment algorithm. Hand Clin,
es imposible objetivar con claridad si dichas articu- 2006;22:153-63.
laciones están afectadas en el proceso degenerativo.
Por otra parte, es muy difícil identificar el frecuente 3. Billing I, Gedda KO. Roentgen examination of
osteofito cubital del trapecio que, a modo de cuña, Bennett’s fracture. Acta Radiol, 1952;38:471-6.
se introduce entre el primer y segundo metacarpia- 4. Bosmans B, Verhofstad MHJ, Gosens T. Traumatic
nos. En realidad, las clasificaciones de Eaton y Littler11 thumb carpometacarpal joint dislocations. J Hand
y la de Comtet7 solamente tienen en cuenta el grado Surg Am, 2008;33:438-41.
de subluxación del primer metacarpiano, la presencia 5. Burton RI. Basal joint arthrosis of the thumb. Or-
de osteofitos en la zona radial de la articulación así thop Clin North Am, 1973;4:331-8.
93
C Lamas Gómez, I Proubasta Renart
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94
Sección II
Tratamientos
no quirúrgicos
Capítulo 6
Tratamiento conservador
de la rizartrosis del pulgar
97
C Heras Palou, F D Burke
A B
Figura 1. Radiografías del pulgar con stress: a) el paciente pone presión entre los dos pulgares, y b) la radiografía demuestra la
subluxacion de la articulación trapeciometacarpiana.
98
Tratamiento conservador de la rizartrosis del pulgar
Uso de férulas para el pulgar semanas. Sin embargo, frecuentemente los efectos de la
inyección son considerablemente más largos, de varios
El uso de férulas es muy importante para el tratamien- meses. Es importante combinar este tratamiento con la
to de la rizartrosis del pulgar7. La mayoría de pacientes modificación de actividades para maximizar el beneficio.
prefieren férulas que no se extienden al antebrazo. Es
mejor si las férulas son administradas por una terapeuta Si hay una recidiva de los síntomas, se pueden repetir
con experiencia, que puede asegurarse que la férula es las inyecciones a intervalos razonables. En la mayoría de
la adecuada para el paciente y optimizar el uso. Si la casos la primera inyección es la más efectiva, y los be-
férula no esta bien ajustada o es incomoda, el paciente neficios tienden a ser menores al repetir el tratamiento.
no la va a usar más de un día o dos. Existen férulas pre- Frecuentemente la primera inyección calma el dolor por
fabricadas, en distintas tallas, relativamente económicas, un periodo de unos seis meses, la segunda tres o cuatro
y vale la pena probar una de éstas. Es importante que meses, la tercera un mes, y la cuarta no es efectiva.
el terapeuta vea al paciente con la férula dos semanas
después y se asegure de que este tratamiento funciona El tratamiento con inyección intraarticular de cortico-
sin crear problemas y de que el paciente está satisfe- esteroides es de gran ayuda en el caso de trabajadores
cho, o si por el contrario hace falta adaptar o cambiar cerca de la edad de jubilación, cuando el objetivo es man-
la férula. Existen férulas termoplásticas que el terapeuta tener ese nivel funcional durante un par de años. Esta es-
puede hacer para el paciente, y estas se ajustan mejor a trategia tiene dos beneficios, el primero es que mantiene
la anatomía del paciente2,16. Una vez mas, es importante al trabajador independiente y capaz de ganar un sueldo,
revisar la situación a las dos semanas y ver si hace falta el segundo es que al jubilarse las demandas funcionales
ajustar la férula o no, para optimizar su uso. Algunos pa- de las manos serán menores y es probable que los sín-
cientes prefieren usar la férula por la noche, para dar un tomas mejoren sin necesidad de cirugía. Estos pacientes
descanso a la articulación, y esto les permite funcionar presentan un problema difícil, y hace falta humildad y
bien durante el día. Otros pacientes prefieren lo contra- objetividad por parte del cirujano a la hora de aconsejar
rio, usar la férula durante el día para proteger el pulgar, y cuál sería el mejor tratamiento. Con excesiva frecuencia,
no usarla por la noche. Algunos pacientes prefieren usar pacientes en esta situación son tratados con cirugía y no
la férula de día y noche para controlar sus síntomas. Las son capaces de volver al trabajo tras la operación, lo que
férulas funcionan en parte porque limitan el uso de la obliga al trabajador a retirarse por causa médica.
mano en ciertas maneras, y así minimizan las fuerzas a
través de la base del pulgar. Las férulas cargan parte de El lugar de inyección en algunas condiciones no parece
la fuerza que normalmente transmite el pulgar, de nuevo ser importante. Por ejemplo en el caso de dedo en re-
reduciendo las fuerzas a través de la base del pulgar. El sorte la probabilidad de resolución con una inyección es
uso de férulas, es una de las estrategias de más valor en del 70%, independientemente de que la inyección sea
el tratamiento conservador de la artrosis TMC, y es una en la vaina tendinosa o fuera de ella. Sin embargo en
idea falsa, el que este tratamiento sea administrado por el caso de la rizartrosis del pulgar la inyección debe ser
personal sin la experiencia necesaria para asegurar su intraarticular, de lo contrario es poco probable que sea
óptimo uso16. En nuestra opinión el uso de férulas debe efectiva. El borde de la articulación tiene osteofitos que
ser la opción ofrecida al paciente antes de considerar pueden dificultar la inserción de la aguja en la articula-
inyecciones intraarticulares o cirugía. ción. Conviene usar un volumen de 1,5 ml, en una jerin-
guilla de 2 ml, normalmente 1 ml de corticoesteroide y
0,5 ml de anestesia local, ya que el volumen de la arti-
Inyección intraarticular de culación no es de más de 1,5 ml en la mayoría de casos.
corticoides Se necesita una aguja fina pero de suficiente calibre para
demostrar pistonage (se recomienda una aguja de 23G).
Las inyecciones de corticoides intraarticulares son de Nosotros preferimos inyectar bajo control radiográfico,
gran valor en el tratamiento de la rizartrosis del pulgar. utilizando un mini fluoroscopio. Tras limpiar la piel, la
Estas pueden resultar muy efectivas en cuanto a reducir aguja se inserta al nivel de la articulación con la incli-
el dolor pero desgraciadamente este efecto a menudo no nación adecuada. Esta inclinación no es perpendicular al
es duradero4. Day et al.5 describen que las inyecciones in- eje longitudinal del metacarpiano, sino que requiere una
traarticulares tienen mejores resultados en los estadios I angulación de unos 20º en sentido distal. Bajo control
de Eaton y Littler. Pacientes con degeneración mas avan- fluoroscópico se avanza la aguja, y entretanto se realiza
zada se benefician menos. En los corticoides de larga du- tracción longitudinal del pulgar, gesto que puede facili-
ración, el principio activo se libera en un periodo de 6 a 8 tar este proceso. Una vez en la articulación, se procede
99
C Heras Palou, F D Burke
a inyectar, y la localización se puede comprobar de dos 5. Day CS, Gelberman R, Patel AA, Vogt MT, Ditsios K,
formas. Primero porque la fluoroscopia muestra un in- Boyer MI. Basal joint osteoarthritis of the thumb:
cremento en el espacio articular, debido al fluido inyec- A prospective trial of steroid injection and splinting.
tado, y segundo porque si retiramos el dedo del émbolo J Hand Surg Am, 2004; 29:247-51.
de la jeringuilla, parte del líquido intenta volver atrás, 6. Eaton RG, Glickel SZ. Trapeziometacarpal osteoar-
produciendo el mencionado pistonage, lo cual no sucede thritis. Staging as a rationale for treatment. Hand
si se han inyectado las partes blandas. Habiendo confir- Clinics, 1987; 3:455-69.
mado la posición, inyectamos de nuevo todo el fluido y
7. Egan MY, Brosseau L. Splinting for osteoarthritis of
retiramos la aguja.
the carpometacarpal joint: A review of the eviden-
En las situaciones donde tenemos que inyectar sin con- ce. Am J Occup Ther, 2007; 61:70-8.
trol fluoroscópico, es mejor inyectar el anestésico local 8. Livesley PJ, Norris SH, Page RE. First carpometacar-
primero, y cuando se comprueba que la punta de la agu- pal joint arthritis. J Hand Surg Br, 1996; 21:182-8.
ja esté en la posición deseada, por el pistonage, cambia- 9. Marks R, Allegrante JP. Non operative management
mos la jeringuilla para inyectar el corticoesteroide. of osteoarthritis. Critical Rev Phys Rehabilit Med,
2001; 13:131-58.
10. Mobargha N, Esplugas M, Garcia-Elias M, Lluch A,
Consejo sobRe intervención Megerle K, Hagert E. The effect of individual isome-
quirúrgica tric muscle loading on the alignment of the base of
the thumb metacarpal: a cadaveric study. J Hand
Si las medidas expuestas han sido probadas y no consi- Surg Eur, 2016;41:374-9.
guen controlar los síntomas, debemos considerar las op-
11. Pellegrini VD. Osteoarthritis of the trapeziometa-
ciones quirúrgicas. Es importante que el cirujano aprecie
carpal joint: The pathophysiology of articular carti-
la intensidad de los síntomas. Una gran variedad de ope-
lage degeneration. I. Anatomy and pathology of the
raciones han sido descritas, y se debe considerar la edad
aging joint. J Hand Surg Am, 1991; 16:967-74.
del paciente, la ocupación, si la artrosis afecta tan solo
a la trapeciometacarpiana o está más extendida, y la ex- 12. Rivers PA, Rosenwasser MP, Mow VC, Pawluk RJ,
periencia del cirujano. La maxima “primum non nocere” Strauch RJ, Sugalski MT, et al. Osteoarthritic chan-
es aplicable en el proceso de decisión. ges in the biochemical composition of thumb car-
pometacarpal joint cartilage and correlation with
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100
Sección III
Tratamientos
quirúrgicos
Capítulo 7
Reconstrucción ligamentosa
de la laxitud articular en fase preartrósica
Epidemiología Diagnóstico
Generalmente se presenta en la tercera o cuarta décadas Basaremos la indicación de una reconstrucción ligamen-
de la vida. Su predominancia es para el sexo femenino, tosa en un correcto diagnóstico clínico y radiológico.
existiendo entre las mujeres otro pico de incidencia en- Para ello debemos realizar el diagnóstico diferencial con
tre la adolescencia y los veinte años. todas aquellas causas que puedan producir dolor en la
base del pulgar o en el lado radial de la muñeca, como
podrían ser la enfermedad de De Quervain, un síndro-
Fisiopatología
103
A Arcalís Arce, J Pedemonte Jansana
Figura 2. Maniobra de estrés articular descrita por Witt11. Figura 3. Imagen radiológica obtenida con el
estrés articular.
104
Reconstrucción ligamentosa de la laxitud articular en fase preartrósica
Figura 4. Se puede observar la inestabili- Figura 5. Posición de las manos realizando presión directa de un pulgar sobre el
dad de ambas articulaciones TMC. otro.
105
A Arcalís Arce, J Pedemonte Jansana
radas entre sí unos 3-4 cm. Hay que tener especial cui-
dado en no lesionar la rama sensitiva del nervio mediano
en este abordaje, ya que con frecuencia transcurre muy
cerca del tendón FCR.
106
Reconstrucción ligamentosa de la laxitud articular en fase preartrósica
Rehabilitación
Se cierra por planos, reaproximando la musculatura te- Como complicaciones de esta técnica podemos comen-
nar y cerrando la piel. tar las parestesias e hipersensibilidad de la cicatriz que
se pueden tratar con masajes y con desensibilización.
Colocamos un almohadillado e inmovilizaremos la mano Ocasionalmente como resultado de la tracción de las
con un yeso corto o una férula que abrace el pulgar. Si ramas sensitivas del radial podemos observar una hiper-
optamos por férula, debería cambiarse por yeso al cabo estesia transitoria en la zona dorsorradial del pulgar que
se resolverá por lo general de manera espontánea.
de 2 o 3 días con el fin de proteger mejor la reconstruc-
ción. Recordemos que la TMC se inmoviliza en extensión La tensión que aplicamos a la banda tendinosa del FCR
y abducción, la muñeca con ligera extensión y la articu- debe ser suficiente para proporcionar estabilidad a la
lación metacarpofalángica (MCF) flexionada a unos 20 articular TMC pero permitiendo a su vez un rango de
grados, dejando libre la interfalángica. movilidad completo.
Figura 10. De izquierda a derecha: inestabilidad preoperatoria de la articulación TMC; corrección de la inestabilidad después de la
reconstrucción cápsuloligamentosa; tunelización en la base del MTC del pulgar.
107
A Arcalís Arce, J Pedemonte Jansana
Otra complicación posible es fruto de una mala indica- 4. Eaton RG, Littler JW. Ligament reconstruction for
ción en el uso de la reconstrucción ligamentosa cuando the painful thumb carpometacarpal joint. J Bone
se utiliza para tratar situaciones en las que las superfi- Joint Surg Am,1973; 55:1655-66.
cies articulares están ya comprometidas. 5. Eaton RG, Lane LB, LittlerJW, Keyser JJ. Ligament
reconstruction for the painful thumb carpometa-
carpal joint: a long term assessment. J Hand Surg
Conclusiones Am, 1984; 9:692-9.
6. Eggers GWN.Chronic dislocation of the base of the
Esta técnica está únicamente indicada para el trata- metacarpal of the thumb. J Bone Joint Surg Am,
miento de una laxitud de la articulación TMC que no 1945; 27:500-1.
presente lesión del cartílago articular. La plastia tendino- 7. Glickel SZ. Estabilización de la articulación carpo-
sa debe realizarse con una tensión adecuada, ya que un metacarpiana del pulgar inestable mediante re-
exceso de tensión ocasionará una rigidez articular. Por construcción ligamentosa palmar. En: Strickland
el contrario, un defecto de tensión o una recuperación JW (Ed). Mano. Master Techniques in Orthopaedic
funcional demasiado precoz y forzada ocasionarán una Surgery. Madrid: Marban SL, 1999:381-91.
recidiva de la laxitud. 8. Kestler OC. Recurrent dislocation of the first carpo-
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108
Capítulo 8
Artrodesis trapeciometacarpiana
109
MªI López Moreno, M Bosch Aguilá
Kirschner, placas de minifragmentos, pequeños agrafes3, La técnica que habitualmente utilizamos aborda la base
tornillos canulados y/o a compresión y también material del pulgar a través de una incisión en “stick” o palo de
reabsorbible13,15,16 (N Figura 3). Un punto a tener en hockey, siguiendo la unión de la piel palmar y dorsal a lo
cuenta a la hora de elegir el material de fijación interna largo de la epifisis distal del primer metacarpiano (MTC)
es el tamaño, para evitar al paciente las molestias deri- y con una angulación volar proximal siguiendo la base
vadas del mismo y su posterior retirada de la eminencia tenar.
Figura 3. A: Artrodesis con tornillo Acutrak más Kirschner. B: Artrodesis con tornillo canulado tipo ICO más Kirschner.
110
Artrodesis trapeciometacarpiana
Tras la separación y protección de las ramas sensitivas tras la retirada del yeso se coloca una férula de protección
del radial se procede a la capsulotomía, desbridamiento durante dos semanas y se puede iniciar la rehabilitación.
y cruentación en forma de cúpula de las superficies arti-
culares de la base del primer metacarpiano y del trapecio.
Es importante realizar la fijación con un posicionamiento COMPLICACIONES
adecuado a 45º en los planos coronal y sagital de la mano,
con ligera pronación del pulgar para mejorar la oposición Las tasas de seudoartrosis o no consolidación de la ar-
del mismo. La síntesis ha sido variada pero la que con trodesis son variables según la bibliografía del tema y
más frecuencia utilizamos son las agujas de Kirschner, puede oscilar desde el 2% hasta el 17%4 (N Figura
por la facilidad y versatilidad técnica (N Figura 4), ya 5). Para minimizar esta incidencia es importante extre-
que otro tipo de material, como los tornillos, no nos han mar la técnica, manteniendo un buen contacto de las
aportado más ventajas y por el contrario algún problema superficies óseas tras la cruentación junto con la es-
técnico y de retirada de material dificultosa. Junto con la tabilización con material de síntesis. Si el contacto es
síntesis, colocamos injerto de hueso esponjoso autólogo amplio, la necesidad de injerto óseo será menor, comple-
procedente de la propia resección, o de la metáfisis distal tando el tratamiento con la colocación de un vendaje de
del radio. Una resección congruente minimiza la nece- yeso5. Hemos observado además, que en ciertos pacien-
sidad de colocación de injerto óseo. Se completa el tra- tes fumadores importantes puede existir una dificultad
tamiento con la colocación de un vendaje de yeso corto en la fusión.
después de retirar las suturas cutáneas, que se mantiene
durante 6 semanas aproximadamente, si bien la consoli- También es cierto, que el material puede provocar mo-
dación se suele conseguir hacia los 2 meses, por lo que lestias cutáneas por protusión o roce, aunque solo en
Figura 5. A: Imagen prequirúrgica. B: Postquirúrgica inmediata. C: Evolución a seudoartrosis tras retirada del material.
111
MªI López Moreno, M Bosch Aguilá
el caso de intolerancia es preciso su retirada. En el caso de fuerza. La artrodesis tiene unas indicaciones claras
de las agujas de Kirschner, se ha de realizar siempre su sobre todo en trabajadores manuales, consiguiendo
extracción posterior a la consolidación. buenos resultados en cuanto a conservar la fuerza, me-
joría de las algias y funcionalidad del resto del pulgar;
Otra complicación que puede ocurrir es el malposicio- además la fusión se suele conseguir en unos 2-3 me-
namiento de la artrodesis, que ocasionará una dificultad ses. En un estudio comparativo sobre ambas técnicas
funcional para la realización de la pinza, por cuyo moti- Hartigan10 llega a la conclusión de que con ambas se
vo debemos prestar una atención especial en la posición obtienen excelentes resultados en cuanto al alivio del
del metacarpiano. dolor y la satisfacción del paciente, y que en el caso de
las artrodesis presentan algo más de fuerza respecto a
La incisión y disección han de ser cuidadosas para evitar las artroplastias7,10,12.
las lesiones de las ramas superficiales del nervio radial
que pueden dejar molestias residuales en ocasiones muy Aunque se practique la artrodesis, en caso de tener que
desagradables para los pacientes. realizar un rescate, no quedan cerradas las puertas a
realizar otros tratamientos.
La colocación del material también puede favorecer,
como en cualquier osteosíntesis, la aparición de infec- Hay que extremar la técnica quirúrgica para conseguir
ción local, por lo que la profilaxis antibiótica previa y el un buen posicionamiento de la artrodesis. En cuanto
lavado periquirúrgico pueden disminuir esta incidencia a la decisión del material de síntesis dependerá de la
que habitualmente es pequeña y suele solucionarse tras preferencia del cirujano y, por tanto, la inmovilización
la retirada de material y/o administración de la antibio- postquirúrgica también variará. Nosotros hemos uti-
terapia correspondiente. lizado varios tipos de síntesis pero seguimos optando
por las agujas de Kirschner, que aunque tengamos que
En los casos que se presente una evolución hacia la ar- retirarlas a través de una mínima incisión, con lo que
trosis escafotrapezoidea después de haber realizado la evitamos que quede el material de forma permanente
artrodesis, se puede plantear el rescate con la resección y pueda ser motivo de dolor residual para el paciente.
del trapecio y realización de la artroplastia tipo Weilby17
(N Figura 6). En pacientes jóvenes y laborales, con esta técnica ob-
tenemos excelentes resultados, en los que mejora pro-
gresivamente la fuerza, en cuanto cede el dolor. En
CONCLUSIONES contraposición deja una limitación funcional al quedar
el metacarpiano de forma fija y, por tanto, se ha de in-
Las artroplastias de suspensión-interposición tienen la formar al paciente de los resultados postquirúrgicos de
ventaja de conservar la movilidad con algo de perdida esta técnica.
112
Artrodesis trapeciometacarpiana
113
Capítulo 9
Trapeciectomías parcial y total
J Aldecoa Llauradó
115
J Aldecoa Llauradó
Técnica quirúrgica
116
Trapeciectomías parcial y total
117
J Aldecoa Llauradó
referencia al dolor postoperatorio, estabilidad y movili- Kuhns et al.30 presentan un seguimiento prospectivo de
dad del metacarpiano es desconocido. los resultados obtenidos con esta técnica en 26 pacien-
tes consecutivos. Aquí el pulgar se mantiene en ligera
Una variante técnica que podría tener repercusiones distracción y oposición, y se insertan 1 o 2 agujas de
significativas en el resultado final es la resección del Kirschner que atraviesan la base del metacarpiano del
trapecio mediante artroscopia. Descrita paralelamente pulgar en dirección transversal para fijarse firmemente
por Menon37 y Berger4 ente 1996 y 1997, su papel está en la base del metacarpiano del índice o en el trapezoide.
todavía por determinar. El extremo de la aguja se deja fuera de la piel para faci-
litar su extracción a las 5 semanas. Tras un mínimo de 2
En cuanto al tratamiento postoperatorio, Gervis17 pro- años de seguimiento han observado una mayor fuerza
pone iniciar la movilización activa del pulgar tan pronto y movilidad del pulgar al compararla con otras técnicas
como sea posible. Su consejo ha sido seguido con buenos más complejas. Una revisión de esta misma serie, tras un
resultados por algunos autores9,11,22,25, pero otros prefie- seguimiento medio de 7,3 años, constata la persistencia
ren retrasar la movilización dos19, tres24,38, cuatro3,14, y de buenos resultados con el paso del tiempo21.
hasta seis semanas8. Horlock y Belcher25 realizaron un
estudio prospectivo en el que compararon los resultados Por todo esto, autores como Tomaino et al.41 creen que
de la trapeciectomía simple tras un período de inmovi- si se escoge la técnica de la trapeciectomía simple, ésta
lización de 1 a 4 semanas postoperatorias, concluyendo debe asociarse siempre a una estabilización temporal
que la inmovilización no es necesaria ni recomendable con aguja de Kirschner.
tras este procedimiento. En casos de inestabilidad mar-
cada del pulgar desaconsejan emplear esta técnica aso-
ciada a inmovilizaciones prolongadas, en favor de otras Conclusiones
opciones terapéuticas
La trapeciectomía simple es una técnica sencilla, con
un buen resultado a corto y medio plazo a la hora de
eliminar el dolor y mejorar la movilidad del pulgar, y
Artroplastia de hematoma a con una escasa morbilidad. Hasta que no dispongamos
distracción de estudios prospectivos a largo plazo que comparen
los resultados de la trapeciectomía simple o la AHD con
La escisión simple del trapecio asociada a una distrac- otras técnicas, se debe evitar su indicación en pacien-
ción y estabilización temporal del metacarpiano del tes jóvenes y activos que requieran una pinza y agarre
pulgar con una aguja de Kirschner, se ha rebautizado potente para trabajar o realizar las actividades de la
con el nombre de artroplastia de hematoma a distrac- vida diaria.
ción (AHD). Esta pequeña variación de la técnica original
merece una mención aparte. Descrita en los años 5020,
TRAPECIECTOMÍA PARCIAL
su creciente popularidad15,28,41 se debe a los estudios de
Davis et al.7,8,12 y a la experiencia de Mearls publicada en Con la finalidad de mantener la altura del primer radio,
los trabajos de Kuhns et al.30 Gray y Meals21 y Mahoney se ha propuesto la resección parcial del trapecio o he-
et al.35. Davis et al.8 comparan prospectivamente 3 tipos mitrapeciectomía. Se trataría de resecar sólo los 3 o 4
de tratamiento: trapeciectomía simple, trapeciectomía mm más distales del trapecio creando una artroplastia
asociada a interposición tendinosa y trapeciectomía fibrosa de la articulación TMC. Teóricamente, esta téc-
asociada a plastia de interposición y suspensión. Con la nica tiene la ventaja de actuar sobre la articulación da-
intención de homogeneizar las técnicas y su tratamiento ñada, respetando el resto de las relaciones del trapecio.
postoperatorio, en todos los casos se estabilizó el meta- Por ello, estaría indicada en la artrosis TMC estadios II-
carpiano del pulgar con una aguja de Kirschner durante III y contraindicada en el estadio IV, en la que ya existe
4 semanas. El enclavado se realizó con una única agu- afectación de la articulación trapecioescafoidea. Otra
ja pasada percutáneamente y en dirección longitudinal hipotética ventaja sería la conservación de suficiente
desde la base del metacarpiano del pulgar al polo distal hueso que permita realizar ciertas técnicas de resca-
del escafoides, con la intención de mantener la base del te en el futuro. En su contra está un mayor riesgo de
metacarpiano a nivel de la articulación carpometacar- persistencia o recidiva del dolor tras la cirugía, debido
piana del trapezoide-índice. En sus conclusiones su- a una artrosis trapecioescafoidea no diagnosticada o a
brayan que los buenos resultados obtenidos no pueden una impactación del metacarpiano con los restos del
extrapolarse a la trapeciectomía simple. trapecio.
118
Trapeciectomías parcial y total
A pesar de que algunos autores refieren haber realizado 11. Dhar S, Gray IC, Jones WA, Beddow FH. Simple exci-
esta técnica, no existe ninguna publicación que analice sion of the trapezium for osteoarthritis of the car-
prospectiva o retrospectivamente los resultados de una pometacarpal joint of the thumb. J Hand Surg Br,
serie de pacientes tratados mediante trapeciectomía 1994;19:485-8.
parcial sin plastias de interposición o suspensión aso- 12. Downing ND, Davis TR. Trapezial space height after
ciadas. La ausencia de literatura que avale su efectividad trapeziectomy: mechanism of formation and bene-
hace que, en la actualidad, no se pueda recomendar este fits. J Hand Surg Am, 2001;26:62-8.
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120
Capítulo 10
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia
e interposición tendinosa
R García Mas
121
R García Mas
de la articulación trapeciometacarpiana (TMC). Entre es- ningún caso. La cantidad de la resección ha ido dismi-
tas condiciones menciona el mantenimiento de la lon- nuyendo en altura con la experiencia y desde 1990 es
gitud, la movilidad y la estabilidad del pulgar, conjunta- de unos 2-4 mm, del hueso subcondral de la superficie
mente con proporcionar alivio del dolor. distal del trapecio, y se ha realizado siguiendo el si-
guiente esquema:
Lemarechal en 199057, revisa seis casos de TP y estabili-
zación del primer metacarpiano con el abductor pollicis 1) Siguiendo el abordaje clásico de Wagner, sección
longus obteniendo buenos resultados, pero concluye que con bisturí de la inserción muscular de la eminencia
no es una intervención sencilla y se cuestiona la durabili- tenar a 2 mm de la superficie del metacarpiano a fin
dad de la mejoría. Oberlin76 desaconseja esta técnica qui- de facilitar la reinserción al final de la intervención.
rúrgica por su aleatoriedad. En cambio, nosotros hemos
2) Desinserción subperióstica del APL (N Figura
comprobado la durabilidad en seguimientos largos37.
1.2).
Para ciertos autores la TP incrementa la dificultad del 3) Sección capsular trapeciometacarpiana en “H”.
procedimiento y no ha demostrado que mejore los re-
4) Exploración de la articulación y extracción de los
sultados30,76,93,95. Actualmente practican la TT de forma
cuerpos libres.
rutinaria para facilitar la realización técnica95 y utilizan
la totalidad del flexor carpi radialis (FCR) por la misma 5) Resección de los osteofitos palmares del trapecio y
razón25,95, afirmando la ausencia de secuelas en la fun- de la base del primer metacarpiano.
ción de la muñeca. Davis en 200520 sugiere que la TP 6) Marcado con escoplo de 4 mm de la línea de os-
podría ser tan efectiva como la TT. Por fin Martinel et al.64 teotomía situada a aproximadamente a 2 mm de la
en 2007 publican 33 casos de TP con ligamentoplastia de superficie articular (N Figuras 1.1 y 1.2).
suspensión con una bandeleta del APL en los estadios sin
afectación de la articulación escafotrapeciotrapezoidea. 7) Realización de la osteotomía de la mitad anterior
del trapecio distal con sierra oscilante, siendo es-
En nuestra experiencia37 la TP asociada a una LPIT es tan pecialmente cuidadosos en la parte cubital por la
efectiva o más que la TT y su mayor dificultad técnica presencia del FCR en la profundidad, colocación de
es obviable en manos habituadas a este tipo de cirugía. nuevo del escoplo en la osteotomía y haciendo un
suave movimiento de palanca se moviliza el frag-
mento de la osteotomía de la mitad palmar.
TÉCNICAS QUIRÚRGICAS EMPLEADAS EN 8) Completado de la osteotomía de resección con es-
NUESTRA EXPERIENCIA coplo de 4 mm, y/o sierra oscilante, reorientando
oblicuamente la línea para procurar seguir la conca-
La técnica que expondremos a continuación la hemos vidad del trapecio y resecar únicamente 2-4 mm de
practicado desde 1987 hasta la actualidad en más de hueso subcondral. Fragmentación de la lámina ósea
180 manos. Todos los pacientes fueron intervenidos por a extraer, correspondiente a la mitad dorsal restan-
el mismo cirujano con la misma técnica, basada en las te, si es necesario.
de Eaton y Glickel30 y Burton y Pellegrini9, con modifi-
9) Resección con pinza gubia de los osteofitos cubi-
caciones que describiremos detalladamente. A partir de
tales de la articulación (N Figura 1.1). Deberá
2002 y siguiendo el mismo concepto conservacionista,
ponerse especial cuidado en no profundizar de ma-
hemos introducido variaciones técnicas con las finali-
nera inadecuada en sentido cubital y dorsal para no
dad de evitar las perforaciones del primer metacarpiano,
poner en situación de riesgo el ramo comisural de la
disminuyendo de este modo la agresividad y el tiempo
arteria radial.
quirúrgico.
10) Resección de la superficie articular de la base del
primer metacarpiano con pinza gubia, periostotomo
TÉCNICA INICIAL y/o cucharilla.
11) Regularización de la superficie articular del primer
A. Trapeciectomía Parcial (TP) (N Figura 1) metacarpiano con fresa mecánica y fresado de la
parte distal del trapecio formando una ligera con-
La resección del trapecio fue inicialmente de la mitad cavidad para facilitar la congruencia trapeciometa-
de su altura, no habiendo sido mayor de la mitad en carpiana (N Figura 1.3a).
122
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
12) Completado de la resección de la parte dorsal de la cordemos que la incisión tendinosa proximal debe
base del metacarpiano, si la inclinación de su superfi- realizarse en el lado cubital, dada la torsión de las
cie articular fuera excesivamente oblicua, y no permi- fibras tendinosas del FCR, que progresivamente van
tiera la correcta orientación respecto a la concavidad situándose en el lado radial al final del recorrido.
preparada en el trapecio (N Figura 1.2R).
16) Sección de túnel osteofibroso del FCR en el trape-
13) Labrado con broca de 2 mm de un túnel oblicuo de cio completando la elevación y la preparación de la
palmar a dorsal en la base del metacarpiano, desde bandeleta hasta su inserción en la base del 2º meta-
el “pico” de la misma hasta cara dorsal de la base, carpiano (N Figura 1.3b).
aproximadamente a 0,5 cm de la zona articular, en
17) Sutura del canal osteofibroso para evitar la posible
el plano perpendicular al plano de la uña. Agran-
luxación postoperatoria del FCR durante la flexión de
damiento del calibre del túnel con fresa mecánica
la muñeca. Similar a la técnica descrita por Uriburu99.
hasta los 3-4 mm (N Figura 1.2T).
18)
Colocación de un punto de anclaje de material
14) Sección subcutánea de la vaina del FCR a través de
reabsorbible de 3/0 en la profundidad de la cavidad
2 incisiones transversales discontinuas.
trapeciometacarpiana creada, dejando dos cabos
15) Preparación clásica de una bandeleta formada por largos y sujetos por una pinza de Halstedt. En su
la mitad más radial del FCR desde la unión mio- defecto puede utilizarse un anclaje de arpón en el
tendinosa en sentido distal (N Figura 1.2). Re- trapezoide.
123
R García Mas
19) Paso de la bandeleta de palmar a dorsal a través del B. Trapeciectomía Total (TT)
túnel labrado en el primer metacarpiano (N Figu-
ra 1.3c). Se efectúa indistintamente con desperiostización com-
pleta y enucleación o mediante fragmentación com-
20) Paso de la bandeleta por el centro de la cavidad crea- plementada con resección de los osteofitos residuales
da y bajo la porción restante de FCR insertada en el con pinza gubia. A continuación se fresa ligeramente
segundo metacarpiano, a una tensión adecuada. el polo distal del escafoides para obtener una suave
21) Colocación de un punto de sutura (material reab- concavidad.
sorbible del 3/0), fijando la bandeleta a dicha por-
ción (N Figura 1.3c). El resto de la técnica es idéntico a la empleada en la TP,
salvo evidentemente la reconstrucción del túnel osteo-
22) Completado del procedimiento de interposición si-
fibroso del FCR.
guiendo literalmente la técnica descrita por Burton
y Pellegrini con los 2 cabos de hilo anclados previa-
mente en las partes blandas de la profundidad e hil-
vanado del resto de la bandeleta del FCR formando variaciones introducidas en la
una almohadilla en acordeón (N Figura 1.3d). técnica inicial
23) Puesta en tensión de los hilos de anclaje, colocados
en el paso 18, y anudado de los mismos, situando la A. L
igamentoplastias de suspensión con
almohadilla de forma automática en la cavidad. una bandeleta del APL (N Figura 2.1)
24) Anclado del colgajo capsular sobre la bandeleta y Abordaje y preparación de la neoarticulación trapecio-
reinserción del APL en el orificio dorsal del túnel de metacarpiana como en la primera técnica descrita.
paso del metacarpiano con puntos reabsorbibles
de 3/0. Consiguiendo un efecto de avanzamiento Utilización de una técnica similar a la propugnada por
(N Figura 1.3e). Kaarela et al.45, con dos variantes:
124
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
125
R García Mas
7 casos de utilización de la totalidad de APL, y en 6 de los Pacientes con Trapeciectomía Parcial (TP)
16 de utilización de una bandeleta de APL.
Se revisaron 94 manos en 80 pacientes, las cuales se han
Pensamos que esta técnica, todo y estabilizar la neoar- dividido en:
ticulación, confía excesivamente la abducción radial a la
acción de los extensores del pulgar, los cuales pueden Rizartrosis del pulgar estadio II (29 manos) y III (64 ma-
agravar la hiperextensión en algunos casos. nos) y una secuela de fractura articular distal de trapecio
(1 mano).
Considerando:
126
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
Figura 4. Evolución a largo plazo de una tp-lpit en imagen coronal en una rizartrosis del pulgar estadio iii de Eaton, Lane, Littler
y Keyser 32.
Comparación del espacio escafometacarpiano según el método de Goffin y Saffar40.
Izquierda. Aspecto preoperatorio (2001).
Centro. Aspecto postoperatorio a los 6 meses de la intervención (2001).
Derecha. Aspecto postoperatorio a los 8 años de la intervención (2009). Nótese la conservación del espacio escafo-metacarpiano y la
formación de una neoarticulación.
127
R García Mas
128
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
el apartado de evolución histórica, recientes trabajos73,96 Goffin y Saffar40 estudian 18 pacientes con LPIT y no en-
son bastante menos categóricos en la estricta división cuentran diferencias en el EEM en la tracción y en la
en TP o TT basándose en la presencia o no de artrosis compresión longitudinal, lo cual les lleva a deducir que
escafotrapeciotrapezoidea. Tropet et al.96 aplican la TP después de 20 meses no es presumible que vaya a haber
incluso en algún caso de estadio III de la clasificación cambios en el espacio creado.
de Crosby17 y Noland et al.73, presentando una clasifi-
cación propia bastante similar a la de Crosby, aducen Kadiyala et al.46 en los 15 casos de pacientes con rizartro-
que la evolución postoperatoria no comporta un empeo- sis del pulgar reportan una reducción de un 43% compa-
ramiento con el paso del tiempo, si la artrosis de esta rando los pulgares operados con los pulgares normales
localización no es importante. y de un 27% respecto a las mediciones preoperatorias y
refiere que no hay diferencias estadísticamente significa-
tivas en la medición a partir de los 18 meses.
2. El espacio escafometacarpiano (EEM)
Otros autores han utilizado también el método de Kadi-
yala. Bhat et al.6 estudian las mediciones y su posibilidad
2.1 Métodos de medición
de ser reproducidas sobre 50 pulgares en proyecciones
En nuestra revisión bibliográfica hemos podido diferen- estándar y en compresión axial de la en diferentes téc-
ciar cuatro métodos de medición del EEM40,46,97,106. nicas aplicadas (17 trapeciectomías aisladas, 15 TT con
LPIT y 18 trapeciectomías con interposición tendinosa
Goffin y Saffar40 proponen un método simple consisten- de palmaris longus) después de 1 año de la intervención.
te en la medición del espacio entre 2 líneas paralelas (a Este estudio no puede demostrar diferencias significati-
su vez perpendiculares al eje del primer metacarpiano en vas en el espacio tanto en proyecciones estándar como
la proyección radiológica posteroanterior de Kapandji48 y en compresión axial entre las diferentes técnicas quirúr-
definen el EEM en milímetros (N Figura 4). gicas empleadas. En la discusión refieren que es difícil
ser categórico respecto a la exactitud de los valores ha-
Kadiyala et al.46 emplean un método de corrección de la llados dadas las discretas diferencias en la posición del
magnificación radiográfica en la medición del espacio pulgar o la posibilidad de que las fuerzas de compresión
ocupado por el trapecio. Dividen el EEM por la longitud aplicadas no fueran suficientes para producir una dismi-
de la falange proximal del pulgar definiendo el “trapezial nución del espacio. Lins et al.60, en 26 pulgares interveni-
space ratio” y lo validan en un trabajo de 100 valora- dos mediante TT y LPIT, determinan una disminución en
ciones radiográficas de perfil de pulgares normales y 15 el índice de un 31% respecto a preoperatorio. Mureau et
casos clínicos tras TT y ligamentoplastia con interposi- al.70 afirman que el índice postoperatorio presenta valo-
ción tendinosa (LPIT) según técnica de Burton Pellegrini9. res del 58% de disminución en 24 pulgares después de
TT y LPIT. Yang y Weiland106 encuentran que, en relación
Yang y Weiland106 utilizan un método similar al de Ka- a preoperatorio, el EEM ha disminuido un 21% en repo-
diyala, pero en la proyección posteroanterior, y toma la so y un 10,5% adicional en stress. Downing y Davis29,
longitud del primer metacarpiano como el factor de co- en un estudio aleatorio de 73 pulgares con tres técnicas
rrección de la magnificación radiográfica. diferentes (trapeciectomía aislada, trapeciectomía con
interposición tendinosa y trapeciectomía con LPIT), no
Trumble et al.97 introducen otra variación, tomando hallan variaciones en el EEM entre las diferentes técnicas
como medición la distancia entre el extremo proximal al cabo de 1 año de la intervención.
del trapecio y el extremo distal del primer metacarpiano
en lugar de tomar simplemente el espacio entre escafoi-
2.3 Otras mediciones sin método especi-
des y base del metacarpiano, y afirman que la irregula-
ficado
ridad de los cambios artrósicos puede hacer inexacta la
medición de Kadiyala et al.46 y que la referencia tomada
Le Dû et al.55 estudian 44 pulgares con un promedio de
en la superficie articular distal es más reproducible
seguimiento de 6,9 años, encontrando un promedio de
disminución del EEM de 5 mm. Sin embargo refieren que
2.2 M
edición del espacio en compresión en la medición realizada en el primer mes postoperatorio
y distracción dicha disminución era solamente de 2,9 mm.
Estos cuatro métodos se han utilizado por diferentes auto- Barron y Eaton2 y Mo y Gelberman67 emplean una TP y
res en su intento de medición del espacio residual tras la TT. una interposición escafotrapeciotrapezoidea para el es-
129
R García Mas
tadio IV. Barron y Eaton2 en su estudio de 24 casos afir- la resección distal del trapecio y la base del metacarpia-
man que con este procedimiento la pérdida máxima de no. Nosotros37 hemos estudiado el EEM en porcentajes
altura con el esfuerzo es de un 12% y de un máximo de de reducción postoperatoria en relación a la medición
un 20% en sólo 2 pacientes. en el preoperatorio en una protocolización realizada en
los mismos centros evitando de esta forma la incidencia
Necking y Eiken71 en 44 manos encuentran una reduc- de las diferencias de tamaño de las manos exploradas
ción del EEM entre el 33 % y 59% respecto al preope- (N Figura 4). Nuestros resultados no han presentado
ratorio. ningún caso de contacto entre el resto de trapecio y el
metacarpiano. Hemos hallado una diferencia apreciable
Lanzetta y Foucher54, en 34 casos con TT y LPIT (con una entre el EEM registrado en la TP (18 % de disminución)
parte de APL), no encuentran diferencias en el colapso en comparación con la TT (29 % de disminución), incluso
del EEM entre las ligamentoplastias y las interposiciones en los casos de seguimiento más largo37 (N Figuras
y refieren que la asociación de una artrodesis MCF en 7 5 y 6) y en los casos tratados con ligamentoplastias de
casos incrementa el colapso del EEM hasta un 68%. suspensión-interposición (N Figura 7).
Los métodos con factores de corrección de la magni- En resumen, utilizando diferentes métodos de medición
ficación radiográfica46,97,106, si bien evitan la desviación del EEM, la reducción del espacio oscila entre un 27 y
debida a la misma, no proporcionan una percepción fácil un 68 % en las diferentes series46,54,60,70,71,106. Solamente
de la variación del EEM en los observadores no habitua- utilizando técnicas conservadoras2,64,35,96, se encuentran
dos al método empleado. En la práctica es más fácil la valores similares a los observados en nuestros casos37.
comparación cuando se expresa la diferencia del EEM en
porcentaje comparativo de los valores pre y postopera- Por otra parte, aunque el EEM puede colapsarse pro-
gresivamente entre 6 meses y 5 años58, coincidimos con
torio. En realidad con la digitalización radiográfica, muy
otros autores29,40,46,54,71 en que después de un periodo
extendida en las exploraciones actuales, los programas
postoperatorio largo (12-20 meses) no hay variación
nos proporcionan los instrumentos necesarios para va-
significativa en la medición del EEM residual.
lorar las distancias con exactitud sin necesidad de fac-
tores de corrección.
3. La influencia del EEM sobre los
En ninguno de los artículos revisados se contempla la resultados
medición precisa del EEM en una TP de forma individua-
lizada, salvo en los artículos de Gallinet35, Martinel64 y Existe una controversia sobre la influencia de la preser-
Tropet96, los cuales refieren la medición del espacio entre vación del EEM.
Figura 5. Evolución a largo plazo de una tp-lpit en imagen sagital (mismo caso de Figura 4).
Izquierda. Aspecto preoperatorio (2001).
Centro. Aspecto postoperatorio a los 6 meses de la intervención (2001).
Derecha. Aspecto postoperatorio a los 8 años de la intervención (2009). Nótese la formación de una neoarticulación.
130
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
Taleisnik92 refiere que nunca ha creído que la preser- En nuestro estudio el dolor espontáneo en reposo desa-
vación del la longitud del pulgar sea imprescindible ya pareció en todos los casos. Un dolor discreto en el es-
131
R García Mas
fuerzo moderado persistió en 17 de las 112 manos pulsion y la abducción alcanzaron valores muy similares
(15%), sin diferencias significativas e los dos grupos. El en TT y TP, pero en general mejor que en el preoperatorio.
dolor al esfuerzo intenso fue difícil de valorar dado que Asimismo en la serie de suspensionplastia con FCR se
la mayoría de los pacientes no lo realizaban habitual- observó una movilidad superponible a la obtenida en la
mente; sólo pudo ser evaluado en 1 caso de TP bilateral técnica inicial (N Figura 7).
en un albañil, con un excelente resultado final37.
132
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
Budoff y Gordon7 encuentran una correlación estadística- Lehmann et al.56 en 102 casos (75 LPIT y 27 prótesis de
mente significativa entre la disminución del EEM y la dis- silicona), afirman que el factor más importante es la es-
minución de la fuerza de la pinza y también en la relación tabilidad de la neoarticulación.
entre la fuerza de pinza y la disminución de la función.
Kleinman y Eckenrode50 combinan el FCR y el APL para
Varitimidis et al.101 en 62 casos usan la totalidad de FCR a evitar la aducción del metacarpiano.
fin de mantener el EEM y mejoran la pinza pollici-lateral
hasta el 102%, comparado a la mano no operada. Menon66 achaca la pérdida de fuerza a la aducción del
metacarpiano y a la hiperextensión de la metacarpofa-
Martinel et al.64 asocian el mantenimiento del espacio a lángica.
una buena fuerza de prensión aunque no pueden com-
pararlo con el preoperatorio por carecer de datos. Moi-
neau et al.68 incluyen el colapso del EEM como uno de los 5.4 Edad
factores que ensombrecen el pronóstico postoperatorio.
El progresivo envejecimiento de los pacientes al parecer
influye negativamente en la conservación de la fuerza
5.2 El dolor de la pinza, tanto en la mano operada como en la no
operada36.
Uriburu et al.99 en 180 manos encuentran una mejoría
de la fuerza de la pinza pollici-lateral en un 19% de los
casos respecto al preoperatorio y atribuyen la pérdida de 5.5 Causa no especificada explícitamente
fuerza a la inhibición funcional causada por el dolor. Mu-
reau et al.70 afirman asimismo que la fuerza de la mano Gibbons et al.39 en 40 manos con trapeciectomía sim-
y del pulgar está más relacionada con el alivio del dolor ple encuentran una mejoría de la fuerza de un 40%
que con la técnica quirúrgica empleada. Moineau et al.68 comparada con los valores del preoperatorio, pero per-
incluyen la presencia de dolor postoperatorio como fac- siste una fuerza un 22% más débil que en el lado no
tor de empeoramiento del pronóstico evolutivo. operado.
5.3 F
actores mecánicos (la subluxación Lanzetta y Foucher54 en 43 manos refieren pérdida de
TMC y la aducción del primer meta- fuerza, sin encontrar explicación, pero dicen que esto
carpiano) no parece afectar a la mejoría funcional. Asimismo no
encuentran diferencias en el colapso del EEM entre las
Eaton et al.31 en 25 casos realizan un avanzamiento de ligamentoplastias y las interposiciones, aunque recono-
APL para reforzar la técnica y evitar la subluxación del cen que el estudio está condicionado por los diferentes
metacarpiano. Refieren dos casos de subluxación mar- estadios de la enfermedad en las diferentes técnicas.
cada que atribuyen a la dehiscencia de la sutura del APL
o a fallo de la reconstrucción ligamentosa de la base del Kriegs-Au et al.53 en 52 manos refieren pérdida de fuer-
metacarpiano, relacionando también los resultados clí- za, sin proporcionar explicación pero dicen que esto no
nicos con el EEM. parece afectar a la mejoría funcional.
Tomaino et al.94 estudian 24 casos y refieren que, si bien En nuestra serie37, en la TP (94 manos) la fuerza de la
la subluxación es netamente inferior en la TP, el resul- pinza pollici-lateral en el postoperatorio, fue de un 93%
tado no muestra relación estadísticamente significativa de la del preoperatorio y en los casos de intervención
con los mejores resultados funcionales. bilateral fue de un 87%.
133
R García Mas
En las afectaciones bilaterales, la comparación postope- Burton en 19868 ya menciona la estabilidad de la me-
ratoria de la TP entre la fuerza de la pinza pollici-lateral tacarpofalángica como esencial para obtener resultados
de la mano operada con la fuerza de la mano contra- favorables.
lateral en los casos intervenidos unilateralmente (32
Froimson34 refiere que la hiperextensión compensatoria
manos), fue similar (93%) a la registrada en la mano
de la MCF a menudo se corrige peroperatoriamente de
contralateral afectada pero asintomática. En los casos
forma espontánea una vez se ha realizado la interpo-
de afectación bilateral (34 manos), la comparación de
sición, en caso de no ser así utiliza diferentes métodos
la fuerza con la mano contralateral sintomática pero no
incluyendo la artrodesis.
operada, fue mayor en la mano operada (110%).
Pellegrini78, aconseja la sección del extensor pollicis bre-
En cuanto a las manos con afectación bilateral someti-
vis y su reinserción en la base del primer metacarpiano
das a TT, la fuerza de la pinza pollici-lateral de la mano
para reforzar la extensión y la abducción, y propugna la
operada, en los casos de afectación unilateral (5 manos),
artrodesis en algunos casos.
fue inferior (90%) a la mano contralateral afectada pero
asintomática. Rayan y Young81 en 30 casos afirman que la capsulo-
desis metacarpofalángica reduce la migración proximal
En las afectaciones bilaterales con la mano contralateral
del primer metacarpiano en los casos de hiperextensión
sintomática pero no operada (7 manos), la fuerza de la
de la articulación. Uriburu et al.99 solucionan un caso de
mano operada fue discretamente superior a la contrala-
hiperextensión de la MCF con capsulodesis simultánea a
teral (105%).
la intervención, refieren un fracaso y una reintervención
En consecuencia consideramos que la LPIT ofrece resulta- con una artrodesis.
dos algo mejores en la TP, aunque quizás no claramente
Lanzetta y Foucher54 asocian la artrodesis MCF en 7 ca-
significativos, y coincidimos con De Smet24 en pensar que la
sos pero observan que incrementa el colapso del espacio
mano contralateral es un estándar pobre para la valoración
hasta un 68%. Quizás sea debido a una transmisión de
de una técnica por la frecuente bilateralidad de la lesión
fuerzas demasiado directa sobre la TMC.
y la gran variabilidad de fuerza entre la población, y que
es mejor la comparación con la fuerza en el preoperatorio. Menon66 efectúa una TP con interposición pero sin
sustentación ligamentosa afirmando no ser necesaria
Los valores absolutos registrados en nuestra serie37 fueron
por preservar el ligamento oblicuo anterior y achaca la
menores que en la serie de Martinel et al.64 y en la de Tro-
pérdida de fuerza a la aducción del metacarpiano y a la
pet et al.96, los cuales proporcionan notables diferencias
hiperextensión de la metacarpofalángica, que aconseja
en su comparación a favor de la TP, probablemente debido
corregir.
a que nosotros referimos el valor alcanzado al promedio
de tres mediciones consecutivas en un minuto, en un in- Stussi et al.90 afirman que hay correlación estadística
tento de valorar la capacidad de resistencia en una activi- entre la evolución hacia la hiperextensión de la meta-
dad más continuada y no en un esfuerzo puntual. carpofalángica del pulgar y la disminución de la fuerza
de la pinza.
Creemos que posiblemente el dolor sea la causa más im-
portante de al claudicación de la fuerza de la pinza. Sin Pérez Úbeda et al.80 en 20 casos refieren que, a pesar de
embargo, la pérdida de fuerza puede ser consecuencia no ser significativo estadísticamente, la hiperextensión
de una sustentación deficitaria de la base del metacar- de MCF se asocia a una alta tasa de aflojamientos proté-
piano, que a su vez puede condicionar la aducción del sicos y a una alta tasa de mediocres y malos resultados
metacarpiano y consecuentemente la hiperextensión de en la evaluación funcional.
la MCF. Atribuimos buena parte de los resultados satis-
factorios a la estabilidad del metacarpiano, que hemos Moineau et al.68 incluyen la persistencia postoperatoria
comprobado en los casos de rescate de TT simple previa de hiperextensión de la MCF como factor de mal pronós-
a nuestra intervención (N Figura 6). tico evolutivo.
134
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
7.1 Trapeciectomía total con interposición El grupo de Toulouse33 afirma que la utilización del APL
permite reducir el efecto desestabilizante del mismo
Froimson34 publica la TT simple con interposición y afir- pero reconoce que a pesar de que los resultados son si-
ma que la estabilización de la base de primer metacar- milares en la TT y en la TP, en cuanto a fuerza son supe-
piano sólo fue necesaria en muy pocos casos y que en riores en la combinación con TP.
su experiencia este tipo de inestabilidad se encuentra en
pacientes con una gran inestabilidad TMC en el preope- Kochevar et al.52 utilizan una compleja técnica combina-
ratorio y preferentemente en aquellos en que se ha rea- da con la TT para evitar el colapso, pero siguen usando
lizado una TT en lugar de una TP. una aguja de Kirschner para mantener el EEM que reti-
ran a las 8 semanas.
Los autores que refieren excelentes resultados en las
trapeciectomías simples mencionan una disminución Rocchi et al.83 publican buenos resultados a corto plazo
variable en la fuerza de la pinza lateral así como una con una técnica más sencilla, sin embargo ellos mismos
disminución del EEM también variable28,34,100. afirman que no siempre el APL consta de bandeletas di-
ferenciables, lo cual puede dificultar la realización de la
Stussi et al.90 estudian comparativamente la trapeciec- intervención.
tomía simple (34 casos) y la plastia de suspensión (35
casos) y concluyen que la plastia de suspensión propor-
7.4 L
a LPIT comparada con trapeciecto-
ciona una mejor estabilidad que la trapeciectomía sim-
ple a costa de una discreta reducción de la movilidad sin mía total simple con y sin interposi-
consecuencia funcional. ción
Gibbons et al.39 en 40 manos encuentra que la fuerza de Gerwin et al.38 realizan un trabajo prospectivo aleatorio
la pinza ha mejorado un 40% comparado con los valores en 20 manos y estudian comparativamente la necesidad
preoperatorios, sin embargo es un 22% inferior respecto de añadir la interposición tendinosa a la reconstrucción
al lado no operado. Sin embargo esto no parece afectar ligamentosa y no encuentran diferencias en fuerza,
al buen resultado clínico subjetivo final, que en algún movilidad, ni en la preservación del espacio trapecial.
caso se atribuye a la edad y a un tipo de población que Concluyen que la interposición no añade beneficios a la
no parece ejercitar una actividad manual repetitiva o de reconstrucción ligamentosa.
esfuerzo38. Damen et al.18 en 64 casos hacen un estudio
Bhat et al.6 estudian 50 casos (17 TT aisladas, 15 TT-LPIT
comparativo entre varias series sin poder sacar conclu-
y 18 TT con interposición tendinosa de palmaris longus)
siones. En su serie presenta buenos resultados en todos
y no pueden demostrar diferencias significativas en el
los parámetros con trapeciectomía simple e interposi-
ción de FCR e inmovilización durante 6 semanas. EEM entre las diferentes técnicas quirúrgicas empleadas
después de un año de la intervención. Downing y Davis29
en un estudio aleatorio de 73 pulgares, con las mismas
7.2 T
rapeciectomía total simple y acorta- tres técnicas diferentes, tampoco hallan diferencias en el
miento del abductor pollicis longus EEM al cabo de 1 año de la intervención.
Técnica utilizada por Dell et al.23 y posteriormente por Lanzetta y Foucher54 en 34 LPIT y 9 interposiciones aisla-
Budoff y Gordon7 en 29 casos, se basa en una resección das, refieren pérdida de fuerza, pero dicen que no parece
simple y acortamiento del APL. Encuentran una corre- afectar a la mejoría funcional. Asimismo no encuentran
lación estadísticamente significativa entre la disminu- diferencias en el colapso del EEM entre las ligamento-
ción del EEM y la disminución de la fuerza de la pinza plastias y las interposiciones. De todas formas recono-
135
R García Mas
cen que el estudio está condicionado por los diferentes acortamiento del primer radio con la consecuente re-
estadios de la enfermedad en las diferentes técnicas. ducción de la fuerza de prensión.
Según Davis21, parece ser que en la actividad manual Barron y Eaton2 en 24 casos emplean una TP y una in-
no hay diferencias a corto plazo entre TT simple, inter- terposición escafotrapeciotrapezoidea para la rizartrosis
posición tendinosa o LPIT en 76 casos, sin embargo el del pulgar de estadio IV de Eaton y Glickel y afirman que
porcentaje de mujeres con actividad manual importan- con este procedimiento se puede eliminar el potencial
te (29%) puede no ser demasiado representativo como de acortamiento y subluxación que implica toda trape-
para poder evaluarlo. Según su opinión los resultados de ciectomía.
la trapeciectomía simple no mejoran ni empeoran con
una interposición o una LPIT, aunque otras interposicio- Mo y Gelberman67, utilizando el método de Barron y Ea-
nes más voluminosas que el ovillo de palmaris longus o ton2 modificado en 16 casos, concluyen que previenen
incluso la utilización de una LPIT podrían mostrarse más el colapso de primer radio, aunque no encuentran una
eficaces en estudios a largo plazo22. Dichos estudios los correlación significativa en cuanto a la fuerza o el ba-
publica su grupo en un trabajo sobre 174 manos dis-
lance articular.
tribuidas aleatoriamente en 3 grupos36, afirmando que
desde el punto de vista estadístico ninguna técnica de
Trumble et al.97 en 46 casos de TP con interposición de
las revisadas es superior a otra.
aloinjerto de cartílago costocondral muestran una re-
lación entre los buenos resultados y la conservación del
De Smet et al.24 comparan 22 trapeciectomías simples
con 34 LPIT en las cuales toman la totalidad del FCR espacio y por consecuencia de la longitud de la primera
y encuentran que la preservación o restauración de la columna. Sostienen que las diferencias en el acorta-
altura del pulgar está relacionada con una mejor pin- miento y la subluxación pueden ser consecuencia de las
za pollici-lateral aunque a pesar de ello no encuentran diferencias entre la biomecánica de la artroplastia con
diferencias significativas comparando la TT y la LPIT, ni resección parcial e interposición de aloinjerto costocon-
correlación entre el EEM y la puntuación del DASH43. dral, que proponen, en relación a la TT propuesta por
otros autores60,94.
Kriegs-Au et al.53 estudian 52 manos, de las cuales sólo
31 se incluyen en un estudio aleatorio, y concluyen que Nilsson et al.72 en un estudio prospectivo comparan 5
la LPIT tiene mejor resultado en cuanto a la movilidad casos de ligamentoplastia con APL con 10 de trapeciec-
y aspecto estético comparada con la interposición de tomía mínima de 2 mm. y colocación de un espaciador
ovillo tendinoso, en lo que parecen coincidir con Taleis- biodegradable (Artelon®), y refieren una mayor fuerza de
nik92. Sin embargo, en cuanto a la fuerza, actividades la pinza en sus casos de trapeciectomía mínima, sin di-
de la vida diaria y habilidad no encuentran diferencias ferencias en su valoración de la movilidad el pulgar. Sin
significativas, así como tampoco entre preservación del embargo Jorheim et al.44 no encuentran diferencias de
espacio y resultados53. resultados entre la suspensionplastia convencional con
APL y el uso del espaciador, además refieren que su uso
7.5 La LPIT comparada con las prótesis tiene una superior tasa de reintervenciones y encarece
considerablemente la intervención.
Lehmann et al.56 estudian 102 casos (75 LPIT y 27 silicona)
y afirman que el factor más importante en la fuerza del En ninguna de las series, quizás porque no sea factible
pulgar es la estabilidad de la articulación TMC. La proxi- hacerlo, se analizan los diversos factores que puedan in-
malización del primer metacarpiano es significativamente fluir separada y/o conjuntamente y su probable interre-
mayor en las LPIT que en la prótesis de silicona, pero no lación.
hay mejores resultados en las prótesis56,80. De Smet et al.25,
en un estudio comparativo entre 26 LPIT y 27 prótesis, Probablemente, aparte de la mejoría del dolor, y desde
concluyen tras una revisión de la literatura que la prótesis el punto de vista mecánico, el principal factor condicio-
no da mejores resultados que otros procedimientos. nante del éxito de una intervención en la rizartrosis del
pulgar sea la estabilidad del primer metacarpiano y que
7.6 Las técnicas conservadoras del EEM la preservación del EEM sea un factor que ayude a al-
canzarla más eficazmente. En consecuencia pensamos
Schroder et al.87 en 18 casos de interposición afirman que la estabilidad del primer metacarpiano puede estar
que cuanto mayor sea la trapeciectomía, mayor será el influida por cuatro factores:
136
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
1. Acción sustentadora de una ligamentoplastia sea etiológico del dolor. Afirman22 que no se han presentado
transósea o de suspensión. subluxaciones dolorosas o dolor en la artrosis residual
2. Espacio escafometacarpiano razonable que ayude a escafotrapezoidea y que en la mayoría de los casos la
conseguir un equilibrio de fuerzas. causa del dolor no es claramente definible. Cuantifica un
alto porcentaje de síndrome de dolor regional complejo
3. Diseño adecuado de las superficies de la neoarticu- (6%), quizás más frecuente en las LPIT22. En este punto
lación, el cual corrija la eventual oblicuidad, favore- coincidiría con otros estudios102,103,104, aunque en su últi-
cedora de la subluxación. mo estudio36 no encuentra diferencias entre las técnicas
4. Acción del APL con un vector adecuado que favo- analizadas.
rezca la estabilidad y no la luxación.
Los métodos de revisión descritos han sido a su vez
múltiples: capsulodesis o artrodesis metacarpofalángi-
8. Actuación ante las complicaciones ca99, ligamentoplastia, prótesis de silicona u otro mate-
rial14,36,99 específicos para la trapeciometacarpiana o de
Son muy pocos los autores que han definido y profundi-
interfalángica aplicada a metacarpiano y escafoides98,
zado en el estudio de las complicaciones14,15,24,29,36,37,53,60,65,82
artrodesis intermetacarpiana, artrodesis escafometacar-
en relación al enorme número de publicaciones sobre las
piana y artrodesis de muñeca14,82.
técnicas quirúrgicas aplicadas a la rizartrosis del pulgar.
Uriburu et al.99 en 180 manos revisadas afirman tener
La tasa de complicaciones oscila entre el 6 y el
un fracaso en sólo 3 casos. En un caso había efectuado,
27%22,36,37,53,54,56,60,99, estando principalmente relacionada
simultáneamente a la intervención sobre la TMC, una
con la trapeciectomía total. Se han descrito múltiples
capsulodesis por hiperextensión de la MCF, que resulta
complicaciones: síndrome del dolor regional complejo,
inestabilidad el primer metacarpiano e hiperextensión en fracaso y debe ser reintervenida con una artrodesis.
de la articulación metacarpofalángica22,37,82,99, artrosis En dos casos de fracaso de estabilidad trapeciometa-
escafometacarpiana debida al colapso del EEM14, infec- carpiana realiza una nueva ligamentoplastia con buen
ciones56,60,61, tenosinovitis del FCR60, deformidad en aduc- resultado final.
ción37,61 y trastornos neuropáticos postquirúrgicos27,36,37.
Conolly y Rath14 describen 4 casos de complicación de
En nuestra experiencia la subluxación de la neoarticula- la trapeciectomía total con artrosis escafometacarpia-
ción superior a un 10% de la superficie articular ha te- na por migración proximal del primer metacarpiano a
nido lugar solamente en 4 casos de TP (4%) y la recidiva los 7, 8, 9 y 18 años de la intervención. La solución
de deformidad en aducción se ha presentado 7 casos de proporcionada fue una prótesis de silicona en 3 casos
TP (7%)37. y una artrodesis intermetacarpiana en un caso con mal
resultado final. Según los autores, las complicaciones
Cooney et al.15 refieren el dolor como la primera causa de la trapeciectomía podrían prevenirse combinando la
de revisión y describen a tres pacientes que presentaron interposición de tejidos blandos con la estabilización
dolor tras haber sido sometidos a una hemiresección adecuada del primer metacarpiano, aunque esto no
con interposición como primera intervención. Acha- siempre es eficaz15.
cándolo a un contacto entre la base del metacarpiano
y el trapecio, el tratamiento realizado fue una revisión Parvex y Egloff77 refieren dos reintervenciones en 25 ca-
quirúrgica. Practicaron una trapeciectomía total en los sos, una por disminución de la tensión de la suspensión
tres casos, sin embargo solo resolvió satisfactoriamente que limitaba la abducción del pulgar y otra por una de-
el dolor en uno de ellos. formidad en cuello de cisne, atribuible quizás a una rigi-
dez en extensión de la MCF, y por lo tanto un exceso de
Davis et al.22 revisan 183 manos con un seguimiento de fuerzas sobre la TMC y consecuentemente un probable
un año, refieren 18 casos (10%) de dolor persistente en efecto de luxación.
reposo, de los cuales en 8 (4%) fueron lo suficientemen-
te importantes para producir importantes restricciones Renfree y Dell82, en 12 pacientes revisados, cuantifican
en el uso de la mano o incluso dolor nocturno. El grupo que el fracaso en una artroplastia con trapeciectomía
de Davis36 estudia 153 manos con un seguimiento entre total comporta entre 1 y 8 reintervenciones (con un pro-
5 y 18 años y refiere 14 casos de (9%) de persistencia medio de 4 por paciente), incluyendo varias artrodesis
de dolor en reposo con o sin restricción de la actividad, (escafometacarpianas, metacarpofalángicas e incluso 2
de los cuales en 6 no pudo alcanzarse un diagnóstico totales de muñeca), con un 27% de complicaciones en
137
R García Mas
las 62 intervenciones realizadas para las revisiones. La do que la primera intervención, y recordar que cualquier
artrodesis escafometacarpiana fracasó en las 7 ocasio- artrodesis sobre una TT previa tiene pocas posibilidades
nes en las que se intentó, independientemente del tipo de éxito. En cambio el fracaso de una ligamentoplastia
de fijación utilizada. con TP tiene más posibilidades de rescate, pudiendo ser
fue reconducida con una artrodesis trapeciometacarpia-
Estos antecedentes muestran que el fracaso de cualquier na con placa sin necesidad de injerto37 (N Figura 8),
técnica que haya comportado una trapeciectomía total por artroplastias protésicas o bien por TT y nuevo intento
supone una gran dificultad en el planteamiento de una de ligamentoplastia.
cirugía de revisión, con un alto índice de fracasos15,82. La
dificultad puede ser principalmente atribuible a los pro-
blemas de estabilización del primer metacarpiano14 y de 9. Indicaciones de la rizartrosis del
contacto entre el escafoides y el metacarpiano15. pulgar en función de nuestra
experiencia y de la bibliografía
Lucht et al.62 concluyen que la exéresis total del trapecio
no es necesaria e insisten en evitar el uso de material Basándonos en nuestra experiencia y en la revisión de la
extraño a fin de no comprometer una posible revisión literatura aconsejaríamos diferentes indicaciones para el
futura. tratamiento de la rizartrosis del pulgar dependiendo del
estadio de la clasificación de Eaton y Lane32
El fracaso de una intervención en la que esté involucrada
una TT deja pocas salidas, excepto una difícil y cuestio- Rizartrosis del pulgar estadio IV: La implícita lesión de la
nable artrodesis, la prótesis de silicona o un reintento de ETT obliga indiscutiblemente a la TT que acompañamos
ligamentoplastia de estabilización. Cabe plantearse si la con LPIT (Burton y Pellegrini9) que nos ha proporcionado
repetición de la misma solución podrá dar mejor resulta- una estabilidad articular y una corrección de la deformi-
138
Trapeciectomía parcial con ligamentoplastia e interposición tendinosa
dad37. A pesar de que recientemente otros autores hacen La TP con LPIT puede ofrecer también mayores opciones
caso omiso en los casos menos graves con buenos resul- de rescate en una cirugía de revisión.
tados en el tiempo de seguimiento73,96.
139
R García Mas
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143
Capítulo 11
Ligamentoplastia de suspensión
con interposición tendinosa.
Técnica de Burton y Pellegrini
Á Ferreres Claramunt
Institut KAPLAN
Burton y Pellegrini publicaron en 19861 una técnica Una vez seccionada la fascia descrita, se realiza una ad-
quirúrgica para tratar la artrosis de la articulación tra- venticectomía de la arteria radial desde su emergencia
peciometacarpiana (TMC), basada en los principios que proximal en la incisión, en un plano anterior a la estiloi-
Eaton y Littler emplearon para idear la ligamentoplastia des radial, hasta que se la ve introducirse en el primer
en caso de inestabilidad de esa articulación3. Asociada a espacio interdigital, entre las bases del primer y segundo
la ligamentoplastia, propusieron la exéresis del trapecio metacarpianos. Se coagulan las venas acompañantes.
como artroplastia de resección y la interposición de un Para liberar completamente a la arteria radial, es nece-
ovillo tendinoso para evitar el colapso del espacio entre sario coagular o ligar dos ramas volares, que emergen de
el metacarpiano y el escafoides. ella en el trayecto que va desde la punta de la estiloides
hasta la base del primer espacio interdigital. Se preserva
Desde 1990 hemos venido empleando esta técnica con una rama dorsal, de la cual se origina el arco arterial
alguna variación posterior, fruto de incorporar a la mis- dorsal del carpo (N Figura 3).
ma la teoría de la denervación articular, con el intento
de reducir la duración del dolor postoperatorio4,5,8. Pos-
teriormente Lorea ha publicado estudios sobre la dener- Resección del trapecio
vación exclusiva de esta articulación9.
Una vez liberada la arteria podemos incidir en profundi-
dad desde el tercio proximal del metacarpiano, entre los
tendones del EPL y del EPB, en sentido proximal, pasan-
TÉCNICA QUIRÚRGICA do por la cara lateral del trapecio, llegando hasta la cara
lateral de la parte más distal del escafoides. Se elevan de
Incisión: en zig-zag para evitar cruzar perpendicular- esta manera, dos colgajos —uno dorsal y otro volar— que
mente las líneas de tracción de la piel. La incisión se ex- incluyen desde distal a proximal: el periostio del meta-
tiende, sobre la tabaquera anatómica, desde la punta de carpiano con las inserciones del primer interóseo dorsal,
la estiloides radial hasta el tercio medio de la cara dorsal en la parte dorsal del metacarpiano, y de la musculatura
del metacarpiano del pulgar. (N Figura 1). tenar, en la parte volar, la cápsula trapeciometacarpiana,
el periostio del trapecio, la cápsula trapecioescafoidea y
A continuación se localizan y protegen los filetes de la rama la inserción escafoidea de ligamentos trapecioescafoi-
sensitiva del nervio radial y de las ramas terminales del ner- deos.
vio musculocutáneo. Pueden levantarse levemente los dos
bordes de la incisión, teniendo cuidado de que las ramas
de los nervios mencionados queden con el tejido celular
subcutáneo, realizando así otra parte de la denervación de
la articulación. El acceso profundiza en la zona inmediata-
mente distal a la punta de la estiloides radial hasta encon- Ángel Ferreres Claramunt
trar una fascia bajo la cual discurren la arteria y las venas Institut KAPLAN. Passeig Bonanova, 9, 2º 2ª
radiales. Esta fascia es continuación de la fascia antebra- 08022 Barcelona
E-mail: angelferreres@institut-kaplan.com
quial superficial y del retináculo extensor (N Figura 2).
145
Á Ferreres Claramunt
Preparación de la ligamentoplastia
Figura 3. Arteria radial tras la adventicectomía. Se observan Con el mismo alambre, se puede pasar el hemitendón
las dos ramitas palmares coaguladas. obtenido a través del orificio de la base del metacarpia-
146
Ligamentoplastia de suspensión con interposición tendinosa. Técnica de Burton y Pellegrini
Figura 4. Realizado el colgajo perióstico-capsular entre el Figura 7. Emergencia de la lazada de alambre al nivel de la
tercio proximal del primer metacarpiano y el polo distal del cara anterior del tercio distal del antebrazo.
escafoides, se procede a la fragmentación del trapecio para
facilitar su extracción.
Figura 5. Resección de la superficie articular de la base del Figura 8. El hemitendón se ha pasado por el orificio de la
metacarpiano. base del metacarpiano y el resto del tendón del FCR discurrien-
do por el fondo de la incisión.
Figura 6. Realización del orificio en la base del metacarpia- Figura 9. Ligamentoplastia realizada. Con el resto del hemi-
no para la ligamentoplastia. tendón se realizará la interposición.
147
Á Ferreres Claramunt
Figura 11. Disposición final de la ligamentoplastia y la pli- La rama sensitiva del nervio radial, aunque preservada
catura del hemitendón interpuesto. durante la intervención, puede ocasionar algunas dises-
148
Ligamentoplastia de suspensión con interposición tendinosa. Técnica de Burton y Pellegrini
149
Á Ferreres Claramunt
6. Field J, Buchanan D. To suspend or not to sus- 9. Lorea PD. First carpometacarpal joint denervation:
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150
Capítulo 12
Ligamentoplastia de suspensión con
interposición tendinosa. Técnica de Weilby
M García-Elías Cos
151
M García-Elías Cos
trapecio por su cara anterolateral hasta su borde dorsal ma de esa técnica, es que, bajo carga, el tendón tiende a
adyacente al trapezoide. Ello conlleva la desinserción de desenrollarse y perder su capacidad estabilizadora. Con
los ligamentos que unen el trapecio al escafoides y a la el fin de dar una mayor solidez a ese núcleo tendinoso
base del primer metacarpiano por su cara lateral, a saber que queda interpuesto en el espacio escafometacarpia-
el ligamento escafoides-trapecio y el ligamento dorso- no, hemos modificado la manera de enlazar los dos ten-
rradial TMC. Al desperiostizar el trapecio hay que tener dones16. La modificación consiste en rodear dos o tres
especial cuidado en no lesionar con el bisturí la arteria veces los tendones FCR y APL, no circunferencialmente
radial que se encuentra justo en la cara externa del pe- sino en forma de ocho, y siempre pasando por encima
riostio que estamos levantando. de la lazada previa (N Figura 1). Con ello se logra
un nudo mucho más sólido y estable que en la técnica
Para liberar el trapecio por su vertiente interna, hay que original, un nudo fibroso denso sobre el cual, a modo
abrir el túnel del tendón FCR y, protegiendo el tendón, de hamaca, se apoyará la base del primer metacarpiano.
seccionar los ligamentos trapecio-trapezoidales que se
encuentran en el fondo de esa corredera. Al nivel distal Una vez comprobada la estabilidad y movilidad del me-
se seccionan los restos capsulo-ligamentosos que se in- tacarpiano, se procede al cierre por planos de la herida
sertan en la apófisis anterolateral de la base del primer operatoria. Se inicia suturando el retináculo flexor, que
metacarpiano (ligamento anterior oblicuo e intermeta- hemos abierto para liberar el túnel carpiano, con el tejido
carpiano), con lo que dejamos al trapecio desprovisto capsular que hemos dejado insertado en el tubérculo del
de inserciones capsulares casi en su totalidad. Para su escafoides. Es importante dejar el tendón del FCR por de-
enucleación definitiva se recomienda utilizar una pinza trás de esta línea de sutura a fin de garantizar que el ten-
de hueso, tipo Codivilla, que utilizamos para asir sólida- dón no se subluxe saltando por encima del tubérculo del
mente al trapecio y, rotándolo, acabar de arrancarlo de escafoides al abducir el pulgar. El músculo APB se reinser-
sus conexiones posteromediales. ta sobre este puente que hemos creado entre el retináculo
flexor y el escafoides, tras lo cual se procede al cierre cu-
Una vez enucleado el trapecio en su totalidad, se puede táneo dejando un drenaje subaponeurótico que retiramos
optar por liberar el túnel carpiano si el caso así lo pre- a las pocas horas, cuando el sangrado inicial ha dejado de
cisara. Para ello, sólo hay que incidir longitudinalmente drenar. El pulgar se inmoviliza en posición funcional con
el septo que separa el túnel del FCR del túnel carpiano, una férula corta de yeso de una a tres semanas según sea
tras el cual encontraremos el tendón del flexor pollicis la estabilidad obtenida, tras lo cual se inicia el proceso de
longus. recuperación funcional al uso para estos casos.
152
Ligamentoplastia de suspensión con interposición tendinosa. Técnica de Weilby
Figura 1. Representación esquemática de la técnica modificada de Weilby. Se enlazan los tendones FCR y APL mediante una ban-
deleta del primero que rodea sucesivamente a los dos tendones. Al tensar la bandeleta se forma un nudo tendinoso que, a modo de
hamaca, separa el primer metacarpiano del escafoides, a la vez que lo aproxima al segundo metacarpiano (flecha); con ello se consigue
una estabilidad duradera del metacarpiano, sin limitar sus rotaciones.
fue de 9,5 puntos sobre 10. La fuerza de agarre de puño mientras que en el momento de la revisión fue de 5,1
fue de 20 kg (rango 3-48), la pinza pulgar-índice lateral: mm (rango 3-8) (N Figura 2 A-B). En ningún caso
2,8 kg (rango 0-6,4), la pinza pulgar-índice distal: 2,5 se observó que el primer metacarpiano estuviera en con-
kg (rango 0-5,4), y la pinza trípode pulgar-índice-medio: tacto directo con el escafoides. En dos ocasiones la de-
2,5 kg (rango 0-5,5). generación artrósica entre el escafoides y el trapezoide
se había agravado, produciendo síntomas notables en
En 15 ocasiones (43%) el paciente refirió no haber tenido uno de ellos.
ningún dolor residual tras la cirugía, en 16 casos (46%)
existían molestias ocasionales a los esfuerzos, en 3 (8%)
existía dolor moderado a la movilización o sobrecarga del
pulgar intervenido, mientras que en uno (3%) el dolor era Discusión
permanente. Los pacientes calificaron los resultados de la
cirugía en excelente en 23 casos (65%), bueno en 8 (23%), Desde un punto de vista clínico, las artroplastias de re-
regular en 2 (6%) y malo en 2 (6%). 31 pacientes (89%) sección con interposición fibrosa evolucionan de forma
afirmaron que se volverían a operar si fuera necesario. Es similar a lo que se observa en pacientes a los que se
interesante destacar que el tiempo promedio en que tar- les extirpa el trapecio y no se interpone ningún tipo de
daron los pacientes a recuperar el nivel funcional final fue material biológico4,7,8. Aparentemente, el efecto “amor-
de 5 meses y medio (rango 1-24). tiguador” del tejido interpuesto entre el escafoides y
el primer metacarpiano (a menudo, una “anchoa” de
En la evaluación radiológica encontramos que la altu- tendón) tiende a desaparecer con el tiempo, con lo que
ra del espacio escafoides-primer metacarpiano en el puede restablecerse el contacto, a veces doloroso, en-
postoperatorio inmediato fue de 6,9 mm de promedio, tre los dos huesos. Las denominadas artroplastias de
153
M García-Elías Cos
Figura 2 A-B. Mujer de 56 años de edad, secretaria, afecta de una artrosis TMC, estadio III de Eaton y Glickel. A: Aspecto radio-
lógico antes de la intervención; B: Radiografía obtenida a los 26 meses. Se mantiene una correcta separación escafometacarpiana, si
bien esta distancia está reducida en un 25% respecto a la situación preoperatoria. Resultado clínico excelente.
tenosuspensión fueron diseñadas con el fin de mejorar A tenor de los resultados expuestos más arriba, tampoco
esos resultados. La hipótesis era que, mediante la re- podemos afirmar que la modificación que propusimos
construcción de un neoligamento intermetacarpiano, se para la técnica de Weilby haya mejorado significativa-
podía mantener la columna del pulgar mucho más es- mente ninguno de los parámetros funcionales logrados
table y evitar su colapso. Para ello se propusieron diver- con las demás técnicas. Si bien es cierto que obtuvimos
sos métodos2,9,11,14,18. Weilby17 en 1988, y posteriormente una mejoría del dolor en el 88% de los casos, ese valor
Kleinman y Eckenrode10 en 1991, sugirieron enrollar una no es superior al que otros publicaron con otros tipos de
bandeleta de tendón FCR alrededor de sí mismo y del tenoplastia, de artroplastia de interposición, o combina-
APL formando una especie de ovillo fibroso en el espacio ciones de ambas3-5,15. Y no obstante, creemos poder afir-
escafoides-primer metacarpiano que actuaría a modo de mar que, a igualdad de resultados funcionales, la técnica
elemento de interposición y a la vez de estabilización de que proponemos tiene una serie de ventajas respecto a
los movimientos del primer metacarpiano. Otros, como otras parecidas. Por un lado está su óptima capacidad
Burton y Pellegrini2, propusieron estabilizar el metacar- de mantener la altura del espacio entre el escafoides y
piano pasando una hemibandeleta del FCR a través de el primer metacarpiano. En nuestros pacientes la distan-
un túnel en su base y utilizando el fragmento restante cia escafometacarpiana se redujo un 26% tras la cirugía
para rellenar el espacio donde estaba el trapecio. Otros pero se mantuvo estable a lo largo del seguimiento pos-
propusieron utilizar una bandeleta del APL o del exten- terior. A excepción de la técnica de Illarramendi9 en que
sor carpi radialis longus para dicho cometido. Lamenta- esa distancia se redujo sólo un 16%, todas las demás
blemente, según demostraron Davis et al.3, ninguna de técnicas tuvieron reducciones superiores: 46% en la se-
esas técnicas ha demostrado ofrecer mejores resultados rie de Davis et al.3 o 43,5% en la de De Smet et al.5. Si bien
que los obtenidos con la simple exéresis del trapecio. La es cierto que existe una correlación entre este parámetro
capacidad de transmitir carga o de movilizar el pulgar es y la fuerza de pinza a largo plazo, como indican algunos
idéntica tanto si se reconstruye el ligamento intermeta- autores5, nuestra técnica estaría bien justificada. Otra
carpiano como si no se reconstruye. ventaja de esta técnica es su reducido porcentaje de
154
Ligamentoplastia de suspensión con interposición tendinosa. Técnica de Weilby
complicaciones, que en nuestra serie son del 3% frente 6. Eaton RG, Glickel SZ. Trapeziometacarpal osteoar-
al 10% señalado en la mayoría de series3,5,9,11,15. Otra ven- thritis: Staging as a rationale for treatment. Hand
taja es su simplicidad, solo rebasada por la exéresis del Clin, 1987;3:455-71.
trapecio como acto único. Por último, está la necesidad 7. Froimson AI. Tendon arthroplasty of the trapeziome-
de una inmovilización postquirúrgica muy corta (de una tacarpal joint. Clin Orthop Rel Res, 1970;70:191-9.
a tres semanas) frente a las 6 semanas requeridas para la 8. Gervis WH, Wells T. Excision of the trapezium for
mayoría de tenoplastias de suspensión donde se tuneliza osteoarthritis of the trapezio-metacarpal joint.
el tendón a través del primer metacarpiano2,18. J Bone Joint Surg Br, 1949;31:537-9.
En conclusión, todas las plastias de resección-suspen- 9. Illarramendi AA., Boretto JG., Gallucci. Trapeziec-
sión obtienen unos resultados funcionales similares, tomy and intercarpal ligament reconstruction with
con un buen nivel de satisfacción en los pacientes. Si the extensor carpi radialis longus for osteoarthri-
seguimos utilizando la técnica de Weilby es porque nos tis of the trapeziometacarpal joint: surgical te-
chnique and long-term results. J Hand Surg Am,
convence su sencillez, porque requiere un tiempo de
2006;31:1315-21.
inmovilización postoperatoria corto, porque nos ofrece
una baja tasa de complicaciones, y porque es económi- 10. Kleinman WB, Eckenrode JF. Tendon suspension
camente más barata que otras alternativas que utilizan sling arthroplasty for thumb trapeziometacarpal
implantes o osteosíntesis. En relación a la simple exére- arthritis. J Hand Surg Am, 1991;16:983-91.
sis del trapecio, nos convence más esta artroplastia pues 11. Necking LE, Eiken O. ECRL-strip plasty for metacar-
con ella se acorta menos el pulgar y el relieve cutáneo pal base fixation after excision of the trapezium.
que produce la base del metacarpiano es mucho más Scand J Plast Reconstr Hand Surg, 1986;20:229-34.
anatómico, y sin duda estético, que cuando el espacio 12. Robinson D, Aghasi M, Halperin N. Abductor pollicis
escafometacarpiano se ha colapsado tras la simple es- longus tendon arthroplasty of the trapeziometa-
cisión del trapecio. carpal joint: surgical technique and results. J Hand
Surg Am,1991;16:504-9
13. Kapandji A. Cotation clinique de l’opposition
Bibliográfia et de la contre opposition du pouce. Ann Chir
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basal join arthritis of the thumb. Part II. Ligament 15. Tomaino MM, Pellegrini VD, Burton RI. Arthro-
reconstruction with tendon interposition arthro- plasty of the basal joint of the thumb. Long term
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truction. Hand Surg, 2004;9:5-9. y tardíos. Rev Iberamer Cir Mano, 2000;27:8-18.
155
Capítulo 13
Artroplastia de suspensión dinámica.
Técnica de Schecker
157
MA Toledo Romero, JM Vilches Fernández
Para la evaluación clínica se realizaron la Escala Analó- dirige de posición dorsorradial a cubitopalmar (se inicia
gica Visual (EVA) y el QuickDASH pre y postquirúrgico. en el plano de la uña). Para conservar 3 mm de hueso
Antes de la intervención quirúrgica se realizó una valo- entre el túnel y la base del metacarpiano, este taladro
ración objetiva midiendo en el pulgar la abducción radial debe colocarse, aproximadamente, a 5 mm de la base
máxima, la oposición y la hiperextensión de la articula- del primer metacarpiano. El túnel perpendicular al an-
ción metacarpofalángica. Igualmente se midió la fuerza terior se taladra desde la base del primer metacarpia-
de la pinza lateral pulgar-índice con dinamómetro. no. Ese túnel es de, al menos, 3,5 a 4 mm de diámetro
(N Figura 1).
Para el estudio radiográfico se siguió la clasificación de
Eaton y Littler4 . La disminución del espacio articular, la Posteriormente, se localiza en tendón del FCR en el an-
presencia de osteofitos y la existencia de subluxaciones tebrazo en la unión del tercio proximal y tercio medio
se evaluó en proyecciones radiográficas posteroanterior del antebrazo. Se hace una incisión pequeña de 2 cm de
y oblicua de la TMC. El 78% de los casos correspondían largo, se identifica la fascia superficial del antebrazo y se
a estadio III, el 13% al estadio II, y un 9% al estadio IV. penetra la vaina del FCR. Un asa de alambre del número
0 se pasa de proximal a distal en la vaina del FCR en di-
En la valoración radiográfica también se midió antes y rección a la base del primer metacarpiano. Es importante
después de la intervención el grado de migración pro- que el asa de alambre pase suave, sin esfuerzos y salga
ximal del metacarpiano del pulgar (espacio dejado tras dentro de la fascia del FCR en el abordaje del pulgar.
la trapeciectomía desde el postoperatorio a la última El tendón del FCR, cerca de su inserción en la base del
revisión). segundo metacarpiano, se levanta con el vase-loop, y se
pasa un segundo alambre tomando el hemitendón radial
La evaluación clínica y radiológica se efectuó a los 3, 6, del FCR. Los extremos libres de la segunda asa de alam-
12, 24 y 36 meses después de la intervención. bre se pasan dentro del primero y se doblan para facilitar
su paso dentro la vaina tendinosa, se tira suavemente de
la primera asa en sentido proximal, hasta que el segun-
Técnica quirúrgica8
do asa aparezca por el abordaje proximal. Se tracciona
Se aplica isquemia en la parte superior del húmero para suavemente para que se diseque el hemitendón que se
proporcionar un campo seco durante la cirugía. Para terminará cortando con bisturí cuando esté fuera la se-
exsanguinar la extremidad se usa una venda de Esmarch gunda asa hasta que esta se libere completamente. Así
y el torniquete se infla unos 100 mm/Hg sobre la presión se obtiene una mitad del tendón del FCR con un extremo
sistólica. libre, pero manteniendo su inserción distal en la base
del segundo metacarpiano. La mitad del tendón del FCR
Realizamos un abordaje tipo Wagner. Al realizar la in- se recupera a través de la incisión en la base del dedo
cisión en la piel es necesario tomar precauciones para pulgar.
evitar lesionar las ramas del nervio radial superficial.
Para pasar el tendón a través de los túneles en la base
Levantamos la musculatura de la eminencia tenar ha- del primer metacarpiano, se inserta un asa de alambre
cia cubital, exponiéndose la capsula articular de la ar- en la base del metacarpiano a través del túnel de la base.
ticulación trapeciometacarpiana se identifica y se corta Una segunda asa de alambre se pasa por el orificio dor-
longitudinalmente. La cápsula y los ligamentos se sec- sorradial y por dentro del asa que hemos metido, salien-
cionan del trapecio y de la base del primer metacarpiano do por el orificio cubitopalmar (N Figuras 1 y 2).
para mejorar el acceso. El trapecio se reseca íntegro o en
fragmentos, protegiendo el tendón del FCR que atravie- El acolchamiento entre las bases de primer y segundo
sa el surco del trapecio y se encuentra en el fondo del metacarpiano se logra al pasar el tendón del FCR para
campo operatorio. Una vez el trapecio ha sido extirpado, formar el ligamento intermetacarpiano, pasando el ten-
el tendón del FCR se libera de sus conexiones con la ayu- dón del FCR alrededor del asa de la base e introduciendo
da de un vase-loop, disecando desde la base del 2º MC la punta del tendón en el asa de alambre que sale por el
a su entrada al antebrazo en el pliegue proximal de la orificio cubito palmar. Cuando se tira del asa que sale
muñeca, dilatando la fascia del FCR en dicha zona. por el orificio dorso radial, pasando por dentro del asa
de la base. Tirando del asa de la base se crea el ligamento
En la base del primer metacarpiano se crean dos túneles y el acolchamiento. Cuando el tendón sale por la base
que se cruzan para formar una “T”. El túnel transverso se se utiliza una pinza hemostática para tensar la recons-
debe realizar con una broca de 3,5 mm de diámetro; se trucción, a medida que se tensa el tendón, la lazada se
158
Artroplastia de suspensión dinámica. Técnica de Schecker
Figura 1. Esquema de artroplastia suspensión dinámica. a. Pase de los alambre: primero introducimos el alambre por la base, y lue-
go el transversal de forma que pase por el primero. b. Pasamos el hemitendón por encima del alambre que sale de la base, rodeándolo
y pasamos por encima del tendón insertado en 2º metacarpiano. c. Una vez pasado el tendón a través del orificio transversal, tiramos
del alambre de la base. d. Apretamos hasta que el nudo se posiciones entre ambos metas. e. Pasamos otro alambre desde el orificio
dorsorradial a la base del metacarpiano. f. Pasamos el tendón y lo enrollamos con el FRC que hemos conservado.
mueve hacia arriba ocupando su posición. Lo fijo con que se sutura a sí misma. La cápsula articular se cierra
un punto antes de seguir el pase. Para recordar el pase con material no absorbible trenzado 4-0 y la piel con
del tendón uso la regla nemotécnica de “Por encima… suturas simples de nailon 4-0.
por encima”, el hemitendón pasa desde la base del 2º
metacarpiano por encima del alambre que sale por la
base, lo rodea y pasa por encima del propio hemitendón Cuidados postoperatorios
antes de engancharlo en el asa de alambre que sale por
el orificio cubitopalmar. El dedo pulgar se sitúa en posición de abducción y se
inmoviliza con una férula de yeso que se extiende desde
Luego, un asa de alambre se introduce por el orificio tercio proximal del antebrazo hasta la articulación in-
dorsorradial, se saca por la base y el extremo libre del terfalángica (IF). Es importante al poner la férula presio-
tendón se pasa a través de esta asa de alambre. Al tirar nar sobre la epifisis distal del primer metacapriano para
del alambre, el tendón pasa de desde la base y sale por conseguir la abducción, si presionasemos sobre las fa-
el orificio dorso radial. Con un vase-loop y con ayuda langes y presenta una hiperextensión de la articulación
de un disector se levanta la parte intacta de FCR y se metacarpofalangica, conseguiremos el efecto contrario,
envuelve el extremo libre se éste, tensándolo bien para colocando el meta en posición de aducción.
crear otro mecanismo de soporte en forma de hamaca,
fijando estos tendones con una sutura de material no La férula se mantiene en posición durante tres semanas,
absorbible trenzado número 3-0. El resto del extremo li- se quitan la suturas, y, entonces, se utiliza una ortesis
bre del tendón se utiliza como espaciador, envolviéndolo termoplástica por un periodo de tres semanas. Desde
alrededor del tendón intacto para crear una “anchoa” entonces le permitimos comenzar a realizar ejercicios
159
MA Toledo Romero, JM Vilches Fernández
Figura 2. Imágenes de la técnica quirúrgica. a. Túnel óseo desde dorsorradial (plano de la uña) a cubito-volar. b. Túnel óseo en
la base. c. Pase de los alambre. d. Colocación del tendón rodeando el alambre de la base para generar el nudo posteriormente. e.
Extracción del alambre transverso. f. Tras extracción del alambre de la base se aprieta el nudo entre los metacarpianos. g. Pase del
alambre dorsorradial a la base para 2ª pasada del tendón. h. Pase por el FCR conservado con ayuda de disector. i. Terminar la anchoa
sobre el FCR conservado.
y aseo personal sin la ortesis. Seis semanas después de El QuickDASH disminuyó de 62,4 (rango 17-81) prequi-
la cirugía el paciente se permite retirar la ortesis para rúrgico a un 14,8 postquirúrgico (rango 0-54).
recuperar el rango de movimiento y comienza con los
ejercicios de fortalecimiento, usando la ortesis sólo para La abducción radial media aumentó un 20% y la oposi-
ejercicios que exigen levantamiento de pesos. ción completa del pulgar a la base del 5º dedo la consi-
guieron el 82% de los pacientes, el resto, sólo a la articu-
lación interfalángica proximal. La fuerza de la pinza au-
mentó en un 58%. Los resultados obtenidos en la fuerza
RESULTADOS de prensión aumentaron en un 9%. Radiográficamente
el ángulo intermetacarpiano aumentó en un 50%.
Sesenta y cuatro de los 72 pacientes estaban bastante
o muy satisfechos con la intervención, refiriendo una La migración proximal del primer metacarpiano varió
mejoría substancial para desarrollar las actividades de desde el control inmediato al último control postope-
la vida diaria. ratorio desde un máximo de 9 mm a un mínimo de 4
mm. No observamos en ningún caso una migración
Se valoró el dolor y el grado satisfacción con la Escala proximal importante o contacto óseo entre el primer
Analógica Visual. El dolor presentó un valor medio de 2,7 metacarpiano y el escafoides. No encontramos relación
(rango 0 - 6) y el grado de satisfacción 3,5 (rango 0-10). entre el acortamiento del espacio escafometacarpiano y
160
Artroplastia de suspensión dinámica. Técnica de Schecker
Complicaciones
DISCUSIÓN
Figura 4. Resultado.
161
MA Toledo Romero, JM Vilches Fernández
anula la movilidad de la articulación, evitando de esta incisión del pliegue de la muñeca y usamos un alambre
manera el dolor y recuperando gran parte de la fuerza de mas fino del cero o un DRUM (sistema de canalización
la pinza. La artrodesis se considera un tratamiento ópti- de vía central de acceso periférico), evitando maniobras
mo en pacientes jóvenes que requieren para su trabajo forzadas que ponga en peligro la rama tenar.
fuerza en la pinza digital7. Entre los inconvenientes de la
artrodesis destacan el largo periodo de inmovilización, la Un factor a tener en cuenta es la osteoporosis del pa-
intolerancia al material de osteosíntesis, la seudoartrosis ciente, porque puede romper los túneles en su evolución,
y la aparición o progresión de la artrosis en las articula- por lo que no empleamos esta técnica en pacientes con
ciones escafotrapezoidea y radioescafoidea10. marcada osteoporosis.
En 1970 Froimson5 describió la resección del trapecio Otro paso importante en la técnica es el pase del he-
con interposición del tendón FCR como método de tra- mitendón, que al principio parece complejo, pero desde
tamiento de la rizartrosis del pulgar. Burton y Pellegrini2 que usamos la regla nemotécnica de “por encima… por
en 1986 utilizaron el tendón del FCR para reconstruir encima” es fácil de memorizar el primer pase de tendón.
el ligamento intermetacarpiano. Estos mismos autores
realizaron un estudio evaluando durante dos años a 25 Por último, debemos tener en cuenta la inmovilización,
pacientes, refiriendo que 23 estaban satisfechos con el ya que si existe hiperlaxitud de la metacarpofalangica, e
resultado funcional obtenido y el alivio del dolor. inmovilizamos con la férula realzando presión sobre las
falanges, pondremos la metacarpofalangica en hiperex-
En 1995, Tomaino11 publicó resultados similares en un tensión y el metacarpiano en aducción, que provocara una
estudio realizado durante nueve años en 22 pacientes rigidez en aducción y tenosinovitis del flexor pollicis lon-
con excelentes resultados del dolor y aumento de fuerza gus, con malos resultados a pesar de una técnica depurada.
en 21 pacientes, no cambiando los valores obtenidos en
En nuestra serie el grado de satisfacción del paciente es
estos mismos pacientes a los dos y seis años, más re-
alto. Conseguimos una buena función y disminución de
cientemente Le Du et al.3, con un seguimiento medio de
su clínica dolorosa. La artroplastia de suspensión diná-
6,9 años en 44 pacientes, obtuvieron igualmente buenos
mica tipo Schecker soporta la base del primer MTC por
resultados clínicos y funcionales.
dos lados, con el primer pase se reconstruye el ligamento
Desde los trabajos de Burton y Pellegrini2 se han des- intermetacarpiano, mientras el segundo pase crea una
crito múltiples modalidades de técnica de trapeciecto- hamaca que aporta pronación y aproxima la base. La
mía seguidas de artroplastias de suspensión tendinosa técnica de Schecker es una buena opción como procedi-
utilizando el APL6 sólo o junto al FCR10,11, o la propuesta miento de rescate para otras técnicas que han fracasa-
de Schecker8 describiendo la artroplastia de suspensión do, siempre que el FCR se encuentre indemne.
dinámica situando el dedo pulgar en abducción y pro-
Como conclusión consideramos que la artroplastia de
nación lo que reduce el tiempo de inmovilización. En 10
suspensión dinámica tipo Schecker es una buena opción
años este autor trató 196 artrosis de la TCM encontran-
para tratamientos de rizartrosis del pulgar en estadios II
do que la movilidad en abducción radial pasó de 67,75º
a IV de Eaton y Littler 4 cuando han fracasado las me-
antes de la intervención al 69,44º en el postoperatorio.
didas terapéuticas conservadoras en pacientes que no
La mayoría de los autores2,5 consiguen un ligero aumen-
tienen osteoporosis avanzada. Debemos poner especial
to de la fuerza de prensión con técnicas de plastias ten-
cuidado en la extracción del hemitendón para evitar la
dinosas con valores que oscilan desde un 92% a 62%,
lesión de la rama tenar del mediano e inmovilizar evitan-
resultados que coinciden con nuestra serie, aunque a
do la hiperextensión de la metacarpofalángica
veces se toma como referencia la mano contralateral, la
cual también suele estar afectada la TMC.
162
Artroplastia de suspensión dinámica. Técnica de Schecker
3. Du CL, Guery J, Laulam J. Results of the five year retrospective comparative follow-up study. J Hand
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6. Kaarela O, Raatikainen T. Kaarela O, Raatikainen T. sen CH, Nygaard H. Weilby-Burton arthroplasty of
Abductor pollicis longus tendón interposition ar- the trapeziometacarpal joint of the thumb. Scand J
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7. Mureau M, Rademaker R, Verhaar J, Hovius S. Ten- the bassal joint of the tumb. Long-term follow-up
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163
Capítulo 14
Ligamentoplastia de suspensión
con interposición tendinosa. Técnica
de Zancolli modificada. Técnica personal
165
H Fahandezh-Saddi Díaz, M Del Cerro Gutiérrez, ML Valverde Herreros, F Corella Montoya
TÉCNICA QUIRÚRGICA — A
diferencia de la técnica original descrita por Zan-
colli26, según la cual tuneliza el tendón desde dorsal
— S e inicia el procedimiento con una incisión de vérti- hacia la base, nosotros lo tunelizamos en sentido
ce palmar a nivel de la tabaquera anatómica, y que inverso, es decir, desde la base hacia el dorso mante-
se prolonga proximalmente sobre el primer compar- niendo la tracción en todo momento (N Figuras
timento extensor. 9 y 10).
— E s muy importante identificar y proteger las ramas — A
continuación se sutura alrededor del flexor car-
sensitivas del nervio radial (N Figura1). pi radialis realizando tantas lazadas como sea po-
sible utilizando una sutura no reabsorbible de 3/0
— Identificamos la rama dorsal de la arteria radial, que (N Figura 11).
cruza sobre la capsula de la articulación trapecioes-
cafoidea. — F inalmente realizamos el reanclaje de la cápsula ar-
ticular proporcionando mayor protección a la plas-
— A
continuación se procede a la capsulotomía en T tia (N Figura 12).
(N Figura 2). Éste es un punto importante de
la técnica, ya que la rama horizontal de la T debe
localizarse sobre la articulación trapecioescafoidea
y la vertical sobre el trapecio y la base del metacar-
piano.
— U
na vez seccionada la cápsula, se despega ésta del
trapecio y se expone éste completamente.
— H
acemos una osteotomía del trapecio, y lo extrae-
mos completamente. Hay que hacer hincapié en la
identificación del osteofito cubital del trapecio, para Figura 1. Incisión de vértice volar con rama proximal sobre
extirparlo. primer compartimento extensor.
166
Ligamentoplastia de suspensión con interposición tendinosa. Técnica de Zancolli modificada. Técnica personal
Figura 5. Exposición del primer compartimento extensor y Figura 8. Disección de APL hacía distal (se evidencia que es
apertura lo más dorsal del mismo. un verdadero músculo digástrico).
Figura 9 y 10. Pasamos el tendón del aAPL desde la base del metacarpiano a la zona dorsorradial y traccionamos del pulgar.
167
H Fahandezh-Saddi Díaz, M Del Cerro Gutiérrez, ML Valverde Herreros, F Corella Montoya
Figura 11 A y B. Pasamos el aAPL alrededor de FCR tantas veces sea posible y se sutura con sutura no reabsorbible de 3/0.
168
Ligamentoplastia de suspensión con interposición tendinosa. Técnica de Zancolli modificada. Técnica personal
MATERIAL Y MÉTODO
RESULTADOS
Realizamos un estudio retrospectivo de 80 pacientes
tratados quirúrgicamente de rizartrosis del pulgar en- Setenta pacientes (87,5%) estaban libres de dolor y 10
tre 2004 y 2008 mediante trapeciectomía y artroplastia (12,5%) presentaban dolor ocasional con el uso de la
169
H Fahandezh-Saddi Díaz, M Del Cerro Gutiérrez, ML Valverde Herreros, F Corella Montoya
mano sin restricción de sus actividades. Cuarenta y ocho Pensamos que la artroplastia de interposición tendinosa
pacientes (60%) no referían sensación de debilidad en es una técnica fácil de realizar y ofrece menor morbilidad
el pulgar intervenido. Respecto a la capacidad para rea- con un índice de complicaciones más bajo que la artro-
lizar las actividades de la vida diaria, la mayoría de los desis o la artroplastia total. La artrodesis de la articula-
pacientes (95%) no presentaba dificultad o ésta era de ción trapeciometacarpiana debería considerarse sólo en
numeración baja según el cuestionario DASH. Clasifican- pacientes jóvenes menores de 50 años trabajadores ma-
do los resultados en base a los criterios clínicos de Eaton nuales sin artrosis escafotrapezoidea y sin necesidad de
y Littler10, 70 pacientes (87,5%) han tenido resultados tener una mano plana. Estudios que comparan la artro-
excelentes y 10 pacientes (12,5%) resultados buenos, no plastia de interposición tendinosa con la artrodesis con-
teniendo casos con resultados aceptables o malos. cluyen que la primera proporciona mayor rango de mo-
vilidad con menos dolor y mayor grado de satisfacción
El arco de movilidad ha sido similar al lado contralateral. de los pacientes17. La artroplastia total estaría indicada
en pacientes con escasa demanda funcional sin artrosis
Todos los pacientes presentaban una oposición hasta el pantrapezial, aunque sus indicaciones están cambiando
pliegue palmar distal del 5º dedo con una puntuación últimamente al mejorar los resultados funcionales y de
de 10 según la escala de Kapandji7. Y todos los pacientes supervivencia de implantes en la última década3,7.
mejoraron en cuanto la laxitud articular y corrigieron la
actitud en hiperextensión de la articulación metacarpo- Inicialmente se realizaba trapezectomía aislada como
falángica sin necesidad de cirugía. tratamiento quirúrgico de la rizartrosis del pulgar, pero
esta técnica se relacionaba con acortamiento, inestabi-
La fuerza de prensión media ha sido de 24 kg (rango: 20- lidad y debilidad del pulgar, por lo que se desarrollaron
35) correspondiendo al 80-90% de la fuerza de prensión nuevas técnicas que asociaban interposición tendinosa
de la mano no intervenida y la fuerza media de pinza en un intento de disminuir estas complicaciones2.
entre pulpejos ha sido de 2,9 kg.
Froimson fue el primero en describir en 1970 la resec-
En cuanto a los parámetros radiológicos estudiados, la ción del trapecio seguida de interposición tendinosa con
distancia media entre la base del primer metacarpiano anchoa del FCR obteniendo resultados satisfactorios con
y el escafoides ha sido de 6,1 mm (rango: 5,1-7,3), con alivio del dolor sin inestabilidad asociada12. Otras téc-
un grado de colapso del primer radio del 15,3% durante nicas similares han sido descritas empleando el APL, el
el seguimiento realizado. Como complicaciones se han ECRL, el aAPL o el palmaris longus como materiales de
registrado 20 casos (25%) de hipoestesia en territorio interposición15,22,23. Thompson describió la plastia de sus-
radial autolimitada que se resolvieron completamente pensión utilizando el tendón APL25. Burton y Pellegrini
sin secuelas a los 3 meses de la cirugía, tuvimos un caso desarrollaron la reconstrucción del ligamento palmar
de un síndrome de dolor regional complejo tipo 1 y no oblicuo en combinación con la artroplastia de interposi-
se han documentado casos de infección. En el momento ción tendinosa6. La reconstrucción del ligamento inter-
de finalizar este estudio no ha sido necesario plantear la metacarpiano se ha asociado a una mejoría de la fuerza
reintervención en ningún caso. y estabilidad del pulgar con menor grado de colapso.
Sin embargo, resultados similares se han obtenido con
la trapeciectomía sola y diversos estudios en la actua-
DISCUSIÓN lidad mantienen todavía la controversia puesto que no
han encontrado diferencias en cuanto al dolor, la fuerza
Numerosas publicaciones avalan los beneficios obte- de prensión o el grado de colapso entre los pacientes
nidos tras la trapeciectomía con artroplastia de inter- intervenidos mediante trapeciectomía sola y los pacien-
posición tendinosa para el tratamiento de la artrosis tes a los que se les asocia artroplastia de interposición
trapeziometacarpiana obteniendo un pulgar sin dolor y tendinosa concluyendo que el teórico beneficio de la
a la vez estable sin perder movilidad ni fuerza8,15. La lite- interposición-suspensión no existe4,10,11.
ratura revisada es muy heterogénea en cuanto al tipo de
estudio y la técnica empleada sin poderse recomendar Por otra parte diversos estudios no han encontrado rela-
claramente una técnica quirúrgica específica si bien se ción estadísticamente significativa entre el grado de co-
recogen resultados satisfactorios con una desaparición lapso tras la artroplastia de interposición con los resul-
del dolor en el 70-90% de los casos según diversas series tados independientemente de la reconstrucción o no del
siendo por tanto nuestros resultados obtenidos compa- ligamento intermetacarpiano9,17. Se ha sugerido que una
rables con un 87,5 % de resultados excelentes. resección parcial del trapecio puede mantener la altura
170
Ligamentoplastia de suspensión con interposición tendinosa. Técnica de Zancolli modificada. Técnica personal
después de la cirugía al proporcionar una plataforma ciectomía e interposición tendinosa según la técnica de
ósea en el espacio del FCR16. Nosotros utilizamos el ten- Zancolli, con una mejoría del rango de movilidad, del
dón aAPL como tendón donante en el tratamiento de la dolor y debilidad así como de la fuerza de prensión y de
rizartrosis del pulgar. Zancolli hipotetiza que la las inser- pinza, siendo una plastia efectiva a la hora de prevenir la
ciones tenares del aAPL son responsables en la aparición inestabilidad dorsorradial. Pensamos que es una técnica
del proceso degenerativo al incrementar las fuerzas de sencilla y reproducible indicada en rizartrosis del pulgar
compresión articular y ser causa de subluxación trape- de estadios sobre todo III y IV de Eaton y Littler o estadio
ciometacarpiana26. Sin embargo, Brunelli concluye que II en paciente joven que no desee la artrodesis, siendo
las inserciones tenares no tienen influencia en la estabi- una buena opción en pacientes que presentan enfer-
lidad carpometacarpiana5 y Roh et al. no han encontra- medad de De Quervain asociada ya que deja intacto el
do asociación entre la presencia de inserción tenar y la flexor carpi radialis.
presencia o gravedad de artrosis en la base del pulgar21.
Creemos que la modificación a la técnica original pro-
A diferencia de la técnica original de Zancolli, en la que porciona una mayor suspensión y menor grado de co-
no busca la suspensión sino más bien la interposición, lapso postoperatorio, pero opinamos al igual que Zanco-
en ésta técnica, al cambiar el sentido de la pasada del lli y otros autores que no existe correlación demostrada
injerto desde la base al dorso, a la vez que mantenemos entre el colapso del primer radio y la pérdida de fuerza o
una tracción longitudinal del pulgar y pasamos entre 2 y función de la mano.
3 veces el tendón alrededor del FCR, esperamos no solo
rellenar el espacio que deja la trapeciectomia, sino tam-
bién intentar tener una suspensión del primer metacar- BIBLIOGRAFÍA
piano y disminuir el índice de colapso.
1. Adams JE, Berger RA, Scott PS. Arthroscopic par-
Pensamos que es una técnica muy útil para el tratamien- tial trapeziectomy and interposition arthroplasty of
to asociado de la rizartrosis del pulgar y la enfermedad the thumb carpometacarpal joint. J Hand Surg Am,
de De Quervain. En la técnica inicial al abrir el primer 2005;5:115-22.
compartimento extensor, estamos obteniendo un injerto 2. Anwar R, Cohen A, Nicholl JE. The gap after tra-
tendinoso y a la vez que descomprimimos los tendones peziectomy: a prospective study. J Hand Surg Am,
de dicho compartimento. Cuando no hay De Quervain 2006;31:566-8.
asociado, preferimos realizar una técnica menos agresi- 3. Atroshi I, Axelsson G, Hasslehom OT. Extensor
va con la ayuda de una pinza de artroscopia o con alam- carpi radialis longus tendon arthroplasty in the
bres. En las situaciones en las que hay un aAPL muy fino treatment of primary trapeziometacarpal arthrosis.
o varios tendones finos, podemos optar por un injerto J Hand Surg Am, 1997;22:419-27.
de la zona más volar del APL o la unión y extracción de
varios tendones finos de aAPL. 4. Belcher HJCR, Nicholl JE. A comparison of tra-
peziectomy with and without ligament recons-
A la vista de los resultados, nos parece una técnica sen- truction and tendon interposition. J Hand Surg Br,
cilla y reproductible, para el tratamiento de las rizar- 2000;25:350-6.
trosis del pulgar en estadio III-IV de Eaton y Litller. La 5. Brunelli G, Monini L, Brunelli F. Stabilisation of
modificación técnica permite una suspensión del meta- the trapeziometacarpal joint. J Hand Surg Br,
carpiano, con un injerto de mayor longitud, con menor 1989;14:209-12.
incisión y con menor incidencia de neuropatía del nervio 6. Burton RI, Pellegrini VD Jr. Surgical management of
radial sensitivo por lo que nos parece una mejor alter- basal joint arthritis of the thumb. Part II. Ligament
nativa a la realizada previamente. Únicamente cuando reconstruction with tendon interposition arthro-
tengamos un De Quervain asociado o un tendón muy plasty. J Hand Surg Am, 1986;11:324-32.
fino, abriremos el primer compartimento con el objeto
7. Cooney WP 3rd, Leddy TP, Larson DR. Revision of
de obtener un tendón de mayor grosor y a su vez una
thumb trapeziometacarpal arthroplasty. J Hand
descompresión de dicho compartimento.
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Hemos obtenido resultados buenos o excelentes en la with tendon interposition or with ligament recons-
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171
H Fahandezh-Saddi Díaz, M Del Cerro Gutiérrez, ML Valverde Herreros, F Corella Montoya
10. Davis TRC, Brady O, Dias JJ. Excision of the tra- 18. O’Leary ST, Grobbelaar AO, Goldsmith N. Silicone ar-
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172
Capítulo 15
Ligamentoplastia de suspensión e
interposición con el tendón del extensor
carpi radialis longus
P De Carli, A Donndorff
En el Hospital Italiano de Buenos Aires, durante mucho to hemostático en el brazo. Con el antebrazo en prona-
tiempo, realizamos la cirugía para la rizartrosis del pulgar ción para exponer el dorso de la mano, se realiza una in-
a través de un abordaje palmar, realizando la resección del cisión longitudinal de aproximadamente 4 o 5 cm desde
trapecio por esta vía y la ligamentoplastia con un hemi- la base del segundo metacarpiano a la estiloides radial
tendón del flexor carpi radialis (FCR). Las dificultades ex- (N Figura 1). Es importante identificar durante la
perimentadas con el abordaje volar nos llevaron a intentar disección las ramas sensitivas del nervio radial, y no sec-
un abordaje dorsal de la articulación, inspirados en el que cionar ni diseccionar en exceso las ramas más pequeñas
publicara Tubiana7. El objetivo buscado fue lograr un abor- para evitar una neuritis sensitiva postoperatoria. Se co-
daje más sencillo para alcanzar la articulación trapecio- locan separadores romos entre los tendones del extensor
metacarpiana, la más fácil resección del trapecio y de su pollicis longus (EPL) que queda en una posición dorsal-
osteofito dorsocubital, así como la reconstrucción de un cubital y los tendones del abductor pollicis longus (APL) y
ligamento que suspendiera el metacarpiano en posición, del extensor pollicis brevis (EPB) que quedan en posición
que tras la resección del trapecio permanecía “flotando” palmarradial. De esta manera se expone la arteria radial
en un espacio creado por el cirujano. A nuestro criterio, que atraviesa la tabaquera anatómica, y se la diseca pro-
el único de los ligamentos que podría ser reconstruido, en lijamente, coagulando y seccionando sus perforantes
ausencia del trapecio, es el ligamento intermetacarpiano. profundas de la cápsula dorsal, para permitir separar y
De los ligamentos intermetacarpianos, el más fuerte ori- proteger la arteria hacia cubital y dorsal (N Figura
ginalmente es el dorsal. Por este motivo, la reconstrucción 2). En ocasiones se encuentra una rama inconstante que
del ligamento por un abordaje dorsal nos pareció la ideal, se dirige hacia la base del primer metacarpiano, la cual es
recreando esta estructura como suspensoria y estabiliza- conveniente ligar antes de seccionar. Expuesta la cápsula
dora de la base del primer metacarpiano. Para esta liga- dorsal, se realiza una capsulotomía transversal al nivel de
mentoplastia se utilizó el hemitendón radial del extensor la articulación trapecioescafoidea y se labra un colgajo
carpi radialis longus (ECRL), pediculado a base distal en su del ancho del trapecio, dejando intacta la inserción en
inserción en el segundo metacarpiano. la base del primer metacarpiano (N Figura 3). En al-
gunos casos, se realizó una capsulotomía en T, con igual
En 1993 comenzamos a aplicar esta nueva técnica, te- resultado final. Se reseca totalmente el trapecio, pieza
niendo hasta la fecha 96 casos operados con muy buen por pieza con una gubia, fragmentándolo previamente
resultado. Hemos evaluado los primeros 30 pacientes, con con un escoplo. Es fundamental la resección completa de
2 años de seguimiento promedio, cuyos resultados se pu- todos los fragmentos para evitar la formación de calci-
blicaron en la Revista de la Asociación Argentina de Or- ficaciones residuales. Se debe tener especial cuidado en
topedia y Traumatología en el año 19993. Posteriormente resecar el osteofito cubital, entre la base del pulgar y el
realizamos una segunda revisión a largo plazo con 9 años
de evolución media y 5 años de seguimiento mínimo que
fuera publicada en el Journal of Hand Surgery en 20064.
173
P De Carli, A Donndorff
174
Ligamentoplastia de suspensión e interposición con el tendón del extensor carpi radialis longus
Figura 5. Paso del hemitendón de ECRL por el túnel de la Figura 6. Sutura del hemitendón a su inserción distal en la
base del primer metacarpiano. base del segundo metacarpiano, reconstruyendo el ligamento
intermetacarpiano dorsal.
175
P De Carli, A Donndorff
Figura 9. Radiografías del postoperatorio inmediato. Figura 10. Radiografías a los 8 años después de la inter-
vención.
176
Ligamentoplastia de suspensión e interposición con el tendón del extensor carpi radialis longus
reevaluados por distintos motivos. El 84% de los 19 la sección completa —accidental— de la bandeleta tendi-
pacientes se encontró sin dolor en la evaluación final, nosa y su reparación como injerto libre, y sin la estabili-
mientras el resto sólo refirió molestias ocasionales. zación transitoria con una aguja de Kirschner. Se indicó
La movilidad del pulgar se mantuvo sin diferencias una cirugía de revisión pero la paciente no aceptó. A
significativas con la contralateral, manteniendo los partir de este caso, comenzamos a proteger la ligamen-
valores a medio plazo. Los resultados de fuerza mejo- toplastia con una aguja de Kirschner del 1er al 2° meta-
raron con el tiempo. carpiano. No hemos vuelto a tener colapsos mayores de
un 40% desde entonces. Como detalle técnico, se debe
Radiológicamente se observó una pérdida de altura del tener especial atención, en el momento de fijar el primer
pulgar que alcanzó un 14% promedio (rango: 4-44) en al segundo metacarpiano con una aguja, en mantener el
la evaluación final con respecto a la preoperatoria. Si pulgar en oposición, con 45° de abducción palmar y 10°
se tiene en comparación el 19% de pérdida de altura a de abducción radial (posición de pinza tridigital) para
mediano plazo, se podría concluir que la altura mejoró evitar una contractura en aducción del primer espacio
espontáneamente en el tiempo de 19 a 14% de pérdida. interóseo.
Esto es probablemente falso ya que en la segunda eva-
luación sólo se controlaron 19 de los 30 pacientes, lo Una segunda variante que se practicó en algunos casos
cual introduce un sesgo en esta conclusión. Por último, es la sutura de la cápsula articular remanente, plicándo-
no se observaron signos de artrosis escafoidestrapezoide la y así reforzando la estabilidad de la base del pulgar,
ni entre ambos metacarpianos, ni a mediano ni a largo sobre todo en pulgares con cierta tendencia a la sublu-
plazo4. En las figuras 8 a 13 se muestra un caso como xación de la base del 1er metacarpiano. No siempre fue
ejemplo. necesario y en esos casos la cápsula simplemente se dejó
en el espacio del trapecio.
Los resultados obtenidos con respecto al alivio del do-
lor y la recuperación funcional son muy similares a los Entre las complicaciones relacionadas directamente con
reportados con otras técnicas de reconstrucción de li- el tipo de abordaje debemos mencionar la presencia de
gamentos utilizando el tendón del FCR o APL. Técnicas hipoestesias transitorias, y en tres casos neuromas, por
como las de Burton y Pellegrini2 o Uriburu et al.8 re- lesión de las ramas terminales del nervio radial que se
quieren desinsertar los músculos tenares para resecar pueden evitar con una disección cuidadosa y una sepa-
el trapecio y obtener el FCR. Por el contrario, de acuer- ración delicada. Por último, se recomienda obtener una
do con nuestra experiencia, encontramos que el abor- bandeleta no menor de la mitad del grosor del tendón
daje dorsorradial es menos agresivo y más superficial, del ECRL, ya que a menor diámetro mayor será el riesgo
permite obtener de manera más simple el tendón del de una desinserción o ruptura distal del mismo.
ECRL y ofrece una mejor exposición para la resección
de osteofitos del lado cubital. A diferencia de Burton Para concluir, teniendo en cuenta las ventajas anatómi-
y Pellegrini2 y como describen Uriburu et al.8 y Kriegs- cas del abordaje dorsorradial sobre el palmar, con resul-
Au et al.5, no consideramos necesaria la interposición tados similares a los de otras técnicas utilizando el FCR
tendinosa para reforzar la reconstrucción ligamentosa, o el APL, consideramos que la trapeciectomía combina-
resultando efectiva para mantener la estabilidad del da con una ligamentoplastia de suspensión mediante la
primer metacarpiano. Si bien es esperable un cierto utilización del ECRL representa otra alternativa segura y
acortamiento del pulgar a largo plazo, según se des- eficaz para el tratamiento de la artrosis trapeciometa-
cribe con todas las técnicas publicadas en la literatura, carpiana en estadios avanzados.
no encontramos una correlación significativa entre el
mantenimiento del espacio de la artroplastia y los re-
sultados clínicos objetivos y subjetivos a largo plazo en Bibliografía
la casuística analizada.
1. Barron OA, Eaton RG. Save the trapezium: double
interposition arthroplasty for the treatment of sta-
Complicaciones y variantes ge IV disease of the basal joint. J Hand Surg Am,
técnicas 1998;23:196-204.
2. Burton RI, Pellegrini VD Jr. Surgical management of
Uno de los primeros pacientes operados mediante esta basal joint arthritis of the thumb. Part II. Ligament
técnica presentó un colapso importante del primer me- reconstruction with tendon interposition arthro-
tacarpiano a corto plazo, posiblemente consecuencia de plasty. J Hand Surg Am, 1986;11:324-32.
177
P De Carli, A Donndorff
3. Illarramendi A, De Carli P, Gallucci G. Resección del pal osteoarthritis. A prospective randomized study.
trapecio y ligamentoplastia con el tendón del pri- J Bone Joint Surg Am, 2004;86:209-18.
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5. Kriegs-Au G, Petje G, Fotjl E, Ganger R, Zachs I. Li- “stabilized resection-arthroplasty. J Hand Surg Am,
gament reconstruction with or without tendon in- 1992;17:598-604.
terposition to treat primary thumb carpometacar-
178
Capítulo 16
Importancia de la altura del espacio
trapeciometacarpiano postrapeciectomía
Está ampliamente demostrado que las artroplastias con te y se protegen las ramas sensitivas del nervio radial y
simple extirpación del trapecio alivian el dolor y mejo- la rama profunda de la arteria radial. Entre el abductor
ran la función del pulgar en el tratamiento de la artrosis pollicis longus y el extensor pollicis brevis se realizan una
trapeciometacarpiana7,9,22. Sin embargo, se les critica que capsulotomía longitudinal y la trapeciectomía completa,
producen una pérdida de la estabilidad del pulgar y de la procurando no seccionar accidentalmente el tendón del
fuerza de las pinzas digitales2,3. Muchos autores creen que FCR. Se realiza una excisión económica del cartílago ar-
la longitud de la columna del pulgar es un factor impor- ticular de la base del primer metacarpiano, y se labra un
tante para la obtención de un buen resultado20. Dado que túnel en la base del mismo en sentido de distal a pro-
las trapeciectomías simples producen una migración pro- ximal. A través de tres incisiones transversas más pro-
ximal del metacarpiano, se han propuesto múltiples varia- ximales en el antebrazo se obtiene una bandeleta de la
ciones técnicas para prevenir dicho colapso: hay autores mitad del grosor del FCR, la cual se tuneliza a través de
que aconsejan la interposición de material biológico, como la base del metacarpiano y posteriormente se sutura so-
tendón enrollado6,19; otros utilizan material sintético1; al- bre sí misma. El resto de la bandeleta tendinosa se utiliza
gunas técnicas reconstruyen el ligamento intermetacar- para rellenar el espacio. Finalmente se añade el sistema
piano, que por su dirección actuaría como una ligamen- adhesivo de fibrina. Si existe una inestabilidad de la arti-
toplastia de suspensión12,15,23; mientras que otros autores culación metacarpofalángica de más de 30º en valgo o en
prefieren el enclavijado temporal con agujas de Kirschner hiperextensión se realiza una artrodesis a 10º de flexión.
para obtener este propósito21. En nuestros pacientes, he- No hemos utilizado ningún otro gesto accesorio como la
mos reconstruido el ligamento palmar oblicuo utilizando transposición distal del APL ni la tenodesis proximal del
una bandeleta del tendón del flexor carpi radialis (FCR), EPB, descritas en la técnica original de Burton y Pellegrini.
interponiendo el resto del tendón en el espacio escafome- El pulgar se inmoviliza en ligera antepulsión mediante un
tacarpiano como describieron Burton y Pellegrini2 en 1986. vendaje compresivo. A los diez días se retiran las suturas
La discrepancia evidente entre el espacio creado después cutáneas y se inmoviliza el pulgar en posición funcional
de la trapeciectomia y el material tendinoso que hemos con un escayolado antebraquial circular hasta un total de
obtenido nos inspiró a realizar una pequeña variación 6 semanas. El primer control radiográfico se realiza en el
técnica, consistente en añadir sistema adhesivo de fibri- postoperatorio inmediato, y los controles de seguimiento
na para acabar de rellenar el espacio14. Su uso aporta dos se realizan a los 3, 6, 12 y 24 meses.
ventajas: una inmediata, al actuar de espaciador temporal,
con lo que no precisamos colocación de agujas de Kirs-
chner y otra posterior, al ser la fibrina el andamiaje sobre Evaluación clínica
el que se depositarán los fibroblastos responsables de la
cicatrización local. Recientemente se han publicado estu- En el seguimiento clínico se obtiene información sobre
dios contradictorios sobre la importancia del colapso de la el dolor, el balance articular y la hiperextensión meta-
artroplastia, al no poder demostrar una correlación directa
entre la magnitud del colapso y los resultados clínicos4,13.
179
J Pedemonte Jansana, A Arcalís Arce
carpofalángica. También medimos la fuerza de puño y El colapso se define como el porcentaje de pérdida de
de las pinzas digitales término-terminales y término- altura del espacio escafometacarpiano entre el pre y el
laterales usando un dinamómetro tipo Jamar. postoperatorio.
La exploración radiográfica consiste en una proyección Entre 1993 y 1997 se practicaron 93 artroplastias de
anteroposterior, una lateral y una proyección en estrés, tal interposición en 81 pacientes afectos de artropatía de-
como fue descrita por Eaton y Littler5. El espacio escafo-
generativa trapeciometacarpiana. La altura media del
metacarpiano se mide en la proyección de perfil, desde el
espacio escafometacarpiano medía 11,5 mm (rango: 5
punto medio de la base del primer metacarpiano hasta la
a 15; razón: 0,40). Dos años después de la cirugía, el es-
prominencia distal del escafoides. Para minimizar la varia-
bilidad del espacio escafometacarpiano por la magnifica- pacio había disminuido a 6,3 mm (rango: 2 a 12; razón:
ción radiográfica o por diferencias de tamaño de las ma- 0,22), lo que representa una pérdida del 44% de la altura
nos de los pacientes, utilizamos la longitud de la falange de la artroplastia respecto a los valores preoperatorios
proximal del pulgar como corrector estándar. La razón del (N Figura 2).
espacio escafometacarpiano se obtiene dividiendo la altura
de la artroplastia por la longitud de la falange, proximal del El análisis estadístico no mostró ninguna correlación
pulgar, tal como lo describieron Kadiyala et al.11 (N Figu- entre la magnitud del colapso y los resultados clínicos
ra 1). Las medidas se redondean al 0,5 mm más próximo. valorados (N Tabla I).
Figura 1. La razón del espacio escafometacarpiano se determi- Figura 2. Radiografía de una artroplastia LRTI después de la
na dividiendo la altura del espacio escafometacarpiano (B) en su intervención y a los 2 años de la misma. El espacio escafome-
punto medio por la longitud de la primera falange del pulgar (A). tacarpiano ha perdido un 40% de su altura.
180
Importancia de la altura del espacio trapeciometacarpiano postrapeciectomía
181
J Pedemonte Jansana, A Arcalís Arce
En el seguimiento a dos años de la serie original publi- 3. Conolly WB, Rath S. Revision procedures for com-
cada por Burton et al.2, apreciaron colapso del espacio plications of surgery for osteoarthritis of the car-
del 11% respecto a los valores postoperatorios. En su se- pometacarpal joint of the thumb. J Hand Surg Br,
gundo artículo21, a los 9 años postoperatorios, el colapso 1993; 18:533-39.
era del 13%, pero persistían los excelentes resultados. 4. Downing ND, Davis TRC. Trapezial space height
Lins et al.13 observaron una disminución superior en su after trapezectomy: mechanism of formation and
serie (33%), aunque los resultados clínicos eran similares benefits. J Hand Surg Am, 2001; 26:862-8.
a los descritos previamente. A pesar que interpusimos
5. Eaton RG, Littler JW. Ligament reconstruction for
sistema adhesivo de fibrina para mantener la longitud
the painful thumb carpometacarpal joint. J Bone
de la columna del pulgar, en nuestros casos hallamos un
Joint Surg Am, 1973; 55:1655-66.
colapso de 44% de media. Sin embargo, los resultados
postoperatorios como la satisfacción subjetiva de los 6. Froimson AI. Tendon interposition arthroplasty of
pacientes, la fuerza de prensión o de las pinzas digitales, carpometacarpal joint of the thumb. Hand Clin,
habilidades para las actividades de la vida diaria entre 1987; 3:489-503.
otras, no se correlacionaban con el grado de colapso. 7. Gervis WH. A review of excision of the trapezium
En nuestra opinión, el principal motivo de satisfacción for osteoarthritis of the trapeziometacarpal joint
de los pacientes es el alivio del dolor. Probablemente, la after twenty-five years. J Bone Joint Surg Br, 1973;
pérdida de fuerza y las dificultades en realizar ciertas ac- 55:56-7.
tividades preoperatorias son secundarias al dolor. Des-
pués de la cirugía, cuando el dolor desaparece, mejoran 8. Hofammann DY, Ferlic DC, Clayton ML. Arthroplas-
todos estos parámetros. ty of the basal joint of the thumb using a silicone
prothesis: long-term follow-up. J Bone Joint Surg
Algunos autores como Varley et al.22 han tenido buenos Am, 1987; 69:993-7.
resultados con la simple escisión del trapecio sin inter- 9. Hollevoet N, Kimmen L, Moermans JP, Ledoux P.
poner ningún material. Más recientemente, Downing et Excision of the trapezium for osteoarthritis of the
al.4 no han encontrado ninguna diferencia significativa trapeziometacarpal joint of the thumb. J Hand Surg
en el grado de colapso entre la trapeciectomía simple, Br, 1996; 21:458-62.
o asociada a interposición tendinosa, y la artroplastia
10. Hunt TK, Knighton DR, Thakral KK, Goodson WH 3rd,
LRTI.
Andres WS. Studies on inflammation and wound
healing: angiogenesis and collagen synthesis sti-
mulated in vivo by resident and activated wound
CONCLUSIONES macrophages. Surgery 1984; 86:48-54.
La artroplastia LRTI proporciona unos resultados clíni- 11. Kadiyala RK, Gelberman RH, Kwon B. Basal joint
cos muy satisfactorios en el tratamiento de la artrosis arthrosis. Radiographic assessment of the trapezial
trapeciometacarpiana. Sin embargo, el presente estudio space before and after ligament reconstruction and
demuestra, que la artroplastia LRTI no cumple el objetivo tendon interposition arthroplasty. J Hand Surg Br,
de mantener la altura del espacio entre el escafoides y 1996; 21:177-181.
la base del primer metacarpiano, si bien este factor no 12. Kleinman WB, Eckenrode JF. Tendon suspension
influye en el alivio del dolor ni en la mejora de la función sling arthroplasty for thumb trapeziometacarpal
del pulgar para las actividades de la vida diaria. arthritis. J Hand Surg Am, 1991; 16:983-91.
182
Importancia de la altura del espacio trapeciometacarpiano postrapeciectomía
13. Lins RE, Gelberman RH, Mckeown L, Katz JN, Ka- 19. Robinson D, Aghasi M. Abductor pollicis longus
diyala RK. Basal joint arthritis: trapezectomy wit tendon arthroplasty of the trapezio-metacarpal
ligament reconstruction and tendon interposition joint: surgical technique and results. J Hand Surg
arthroplasty. J Hand Surg Am, 1996; 21:202-9. Am, 1991; 16:504-9.
14. Najima H, Oberlin C, Alnot JY, Cadot B. Anatomical 20. Saffar PH, Goffin D, Galbiatti A. Dynamique de la
and biomechanical studies of the pathogenesis of première colonne en pré- et postoperatoire. En:
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and ligament reconstruction for osteoarthritis of of the basal joint of the thumb. Long-term follow-
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16. Pegalides T, Kuczynski K Lamb DW. Ligamentous 22. Varley GW, Calvey J, Hunter JB, Barton NJ, Davis
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metacarpal silicone arthroplasty. Clin Orthop, 1987; 23. Weilby A. Tendon interposition arthroplasty of the
220:86-98. first carpometacarpal joint. J Hand Surg Br, 1988;
18. Pellegrini VD, Olcott CW, Hollenberg G. Contact 13:421-5
patterns in the tapeziometacarpal joint: the role of 24. Zancolli EA, Zaidenberg C, Zancolli E JR. Biomecha-
the palmar beak ligament. J Hand Surg Am, 1993; nics of the trapeziometacarpal joint. Clin Orthop,
18:238-44. 1987; 220:14-26.
183
Capítulo 17
Repercusión clínica de la utilización
del tendón del flexor carpi radialis
Sin embargo, el objetivo de rellenar la cavidad dejada Durante los últimos años hemos intervenido todos los
por el trapecio no siempre se consigue de forma satis- pacientes con esta modificación, siendo los resultados
factoria con la porción de hemitendón que queda tras habitualmente satisfactorios. La pregunta que nos hemos
efectuar la lazada en la base del metacarpiano del pul- hecho con frecuencia es si no estaríamos provocando una
gar. La experiencia habitual es que el volumen de este pérdida de fuerza en la mano respecto a la ligamento-
hemitendón residual, una vez plegado, es más bien limi- plastia clásica. Para responder a esta cuestión decidimos
tado. Suele argumentarse que la cavidad, en cualquier efectuar un estudio clínico comparando los resultados de
caso, se acaba rellenando de hematoma organizado o las distintas técnicas quirúrgicas utilizadas en el Servicio
que el mantenimiento de la altura de este espacio no es de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Uni-
un factor que influya en el resultado final. Este último versitario de la Ribera para el tratamiento de la rizartrosis
aspecto es motivo de controversia y se desarrolla espe- del pulgar. Particularmente nos interesaba ver si existían
cíficamente en uno de los capítulos de esta monografía. diferencias en la fuerza de flexión de la muñeca.
185
L Aguilella Fernández, C Bermell González
Figura 1. Ligamentoplastia de suspensión con tendón com- Figura 2. Relleno del defecto de la trapeciectomía con ten-
pleto del FCR. dón completo del FCR.
ciectomía simple (16 casos) con la ligamentoplastia de toplastia, con hemitendón y con tendón completo, mos-
Burton y Pellegrini utilizando hemitendón del FCR (15 traron resultados clínicos ligeramente mejores que la
casos). Posteriormente comenzamos a utilizar el tendón trapeciectomía simple en lo que respecta a la valoración
completo del FCR en todos los pacientes (23 casos hasta del dolor y de la movilidad. Las diferencias entre ambas
el 2006). ligamentoplastias fueron menores.
Se efectuó un estudio retrospectivo en el que accedieron Los resultados que obtuvimos en las mediciones de la
a participar 32 pacientes, con una edad media de 62 años, fuerza fueron más sorprendentes. La fuerza de empu-
en su mayoría mujeres, salvo un varón. El seguimiento ñadura se vio más afectada tras la realización de una
medio postoperatorio fue de cuatro años y seis meses. trapeciectomía simple, que tras una plastia de suspen-
Además de la valoración de los habituales parámetros clí- sión. La fuerza para la pinza fina y la pinza de llave ofre-
nicos como el dolor, efectuado con la Escala Analógica ció resultados superiores cuando se utilizó hemitendón.
Visual, y la movilidad, tuvimos especial interés en la medi- Respecto a la fuerza de flexión palmar de la muñeca,
ción de la fuerza. La cuantificación de la pinza fina, pinza que es el parámetro que más nos interesaba, pudimos
de llave y fuerza de empuñadura está bien estandarizada comprobar que no existían grandes diferencias entre las
mediante los dinamómetros correspondientes, pero no así diversas técnicas utilizadas.
la fuerza de flexión palmar, para la que no encontramos
un sistema homologado. Dado que nuestro principal ob-
jetivo era medir la fuerza de flexión de la muñeca, de-
cidimos diseñar un sistema propio. Este aparato consta
de una base de metacrilato, un apoyo acolchado para el
antebrazo, un mango de empuñadura y un dinamóme-
tro digital de alta precisión. Para efectuar la medición, el
paciente realiza una flexión de muñeca, con el dorso del
antebrazo apoyado, intentando desplazar unos escasos
milímetros el mango que está conectado al dinamómetro
(N Figura 3). La posición del mango de empuñadura y
del dinamómetro puede modificarse sobre la base de apo-
yo, dependiendo del lado que vayamos a medir.
Los resultados del estudio, expresados en valores medios, Figura 3. Medición clínica de la fuerza de flexión de una
vienen recogidos en la Tabla I. Ambos tipos de ligamen- muñeca izquierda.
186
Repercusión clínica de la utilización del tendón del flexor carpi radialis
Dado el limitado número de pacientes incluido en cada — L as ligamentoplastias de suspensión con interposi-
grupo, no se efectuó un estudio estadístico adecuado, ción tendinosa han ofrecido mejores resultados que
por lo que los datos ofrecidos no pueden considerarse la trapeciectomía simple.
concluyentes, siendo necesario un estudio más amplio,
prospectivo y aleatorio para validarlos.
Bibliografía
Aunque otros autores tienen una experiencia similar a
la nuestra1,6,7, sin haber observado una modificación en 1. Basar H, Basar B, Erol B, Tetik C. Ligament recons-
la función de la muñeca tras la utilización del tendón truction and tendon interposition arthroplasty of
completo del FCR, Naidu et al.4 sí que han detectado una the trapeziometacarpal joint with the use of the
alteración cinética. Esta alteración consiste en una dis- full thickness of the flexor carpi radialis tendon.
minución de la resistencia a la fatiga de la flexión de la Chir Main, 2012;31:331-6.
muñeca y en una disminución en la proporción del par
de flexo-extensión. No obstante, estos hallazgos no han 2. Beall DP, Ritchie ER, Campbell SE, Tran HN, Ingari
influido en el resultado clínico final, que ha sido satis- JV, Sanders TG, et al. Magnetic resonance imaging
factorio. appearance of the flexor carpi radialis tendon af-
ter harvest in ligamentous reconstruction tendon
Un hecho interesante es la regeneración parcial del ten- interposition arthroplasty. Skeletal Radiol, 2005;20:
dón del FCR tras su extracción. Este tipo de fenómeno es 1-5.
bien conocido en la cirugía de rodilla. Cuando se trans- 3. Burton RI, Pellegrini VD Jr. Surgical management
fieren los isquiotibiales para efectuar una plastia de li- of basal joint artritis of the thumb: II. Ligament re-
gamentos cruzados, se regenera un tejido fibroso en su construction with tendon interposition arthroplas-
antiguo trayecto que pretende sustituirlos. Algo similar ty. J Surg Hand Am, 1986;11:324-32.
ocurre en el caso del tendón del FCR, como se ha podido 4. Naidu SH, Poole J, Horne A. Entire flexor carpi radialis
comprobar mediante estudios de imagen2. El que este harvest for thumb carpometacarpal arthroplasty al-
nuevo tejido tenga alguna función mecánica, y justifi- ters wrist kinetics. J Hand Surg Am, 2006;31:1171-5.
que la ausencia de pérdida de fuerza en estos casos, está 5. Tomaino MM, Burton RI. LRTI for the thumb CMC
por demostrar. joint. En: Blair WF (Ed). Techniques in Hand Surgery.
Baltimore: Lea and Febiger, 1995:952-60.
6. Tomaino MM, Coleman K. Use of the entire width of
Conclusiones the flexor carpi radialis tendon for the LRTI arthro-
plasty does not impair wrist function. Am J Orthop,
— L a utilización del tendón completo del FCR no ha 2000;29:283-4.
provocado una pérdida de fuerza en la flexión de la
7. Varitimidis SE, Fox RJ, King JA, Taras J, Sotereanos
muñeca.
DG. Trapeziometacarpal arthroplasty using the
— L os resultados clínicos utilizando hemitendón o entire flexor carpi radialis tendon. Clin Orthop,
tendón completo del FCR son similares. 2000;370:164-70.
187
Capítulo 18
Artroplastias de interposición no biológicas
truction ? J Hand Surg Br, 1997;22:689-94.
truction ? J Hand Surg Br, 1997;22:689-94.
IMPLANTES DE CERÁMICA
Orthosphere®
(Wright Medical Technology Inc. Arlington,
Tennessee. USA)
189
X Chornet Pahisa, A Ruiz Puig
IMPLANTES DE TITANIO
190
Artroplastias de interposición no biológicas
Figura 6. Implantes de Pyrodisk ®, disponibles en 6 tamaños. ramente inferior al de la base del primer metacarpiano y
de un grosor también ligeramente menor a la cantidad
de hueso extirpado con la finalidad de evitar una hiper-
presión contra las superficies óseas.
191
X Chornet Pahisa, A Ruiz Puig
Pyrohemisphere®
(Ascension Orthopedics Inc. Austin, Texas. USA)
192
Artroplastias de interposición no biológicas
Nilson et al.15,16 comparan los resultados con una artro- Para escoger el mejor implante deberíamos fijarnos en
plastia de interposición tendinosa y no encuentran dife- los siguientes parámetros: resección ósea, estabilidad,
rencias en cuanto a la mejoría del dolor, pero sí un au- movilidad articular, fuerza de la pinza, biocompatibilidad
mento de fuerza de pinza en el grupo tratado con Artelon. y período de inmovilización postoperatorio.
Badia ha descrito el desbridamiento articular y la coloca- Los implantes esféricos intentan reproducir el arco móvil
ción del implante bajo control artroscópico3. de la articulación TMC pero las complicaciones asocia-
das, principalmente su hundimiento en el trapecio, nos
A pesar de su demostrada biocompatibilidad en estudios han llevado a desestimarlo2-4.
humanos y animales9 se ha publicado un caso de reac-
En cuanto a la técnica de la “anchoa”, tal como refieren
ción granulomatosa a cuerpo extraño6.
Voulliaume et al.22, es efectiva para conseguir la mejoría
del dolor independientemente del material utilizado, Da-
cron® o tendón.
Conclusiones
El espaciador Artelon® nos parece interesante por el he-
Los candidatos a este tipo de cirugía son los pacientes cho de intentar el recubrimiento articular y conservar al
con rizartrosis del pulgar dolorosa y afectación aislada máximo la anatomía ósea pero se han descrito diversos
193
X Chornet Pahisa, A Ruiz Puig
casos de intolerancia al material y fallos de la artroplas- 7. Eaton RG, Littler JW. Ligament reconstruction for
tia debidos a la inestabilidad del sistema cuando se des- the painful thumb carpometacarpal joint, J Bone
estructuran sus fibras.6. Joint Surg Am, 1973;55:1655-66.
8. Greenberg JA, Mosher JF Jr, Fatti JF. X-ray chan-
En nuestra experiencia el Pyrodisk® es un implante
ges after expanded polytetrafluorethylene (Gore-
efectivo y bien tolerado que presenta como ventaja
Tex) interpositional arthroplasty. J Hand Surg Am,
adicional el poder disminuir la inmovilización postope-
1997;22:658-63.
ratoria a sólo tres semanas, permitiendo una rehabili-
tación funcional precoz. El grado de satisfacción de los 9. Gretzer C, Emmanuelsson L, Liljenstein E, Thomsen
pacientes tratados con este implante es elevado y los P. The inflammatory cell influx and cytokines chan-
primeros estudios con implantes de carbón pirolítico a ges during transition from acute inflammation to
modo de espaciador refieren una mejora clara del dolor fibrous repair around implanted materials. J Bioma-
en todos los casos11,16. Son necesarios estudios con un ter Sci Polym Ed, 2006;17:669-87.
mayor seguimiento de estos implantes para determinar 10. Kessler I, Axer A. Arthroplasty of the first carpome-
qué papel juegan en el tratamiento de la rizartrosis del tacarpal joint with a silicone implant. Plast Recons-
pulgar. tr Surg, 1971;47:252-7.
11. Kessler I. Silicone arthroplasty of the trapezio-
Como conclusión y dado que hay tantas técnicas para metacarpal joint. J Bone Joint Surg, Br, 1973;55:
tratar esta patología, no encontramos en la bibliografía 285-91.
ninguna claramente superior a las demás que pueda ser-
12. Martínez de Aragón JS, Moran SL, Rizzo M, Reggin
vir de patrón a la hora de valorarlas22. Simplemente de-
KB, Beckenbaugh RD. Early outcomes of pyrolytic
bemos conocerlas y utilizarlas según el tipo de paciente
carbon hemiarthroplasty for the treatment of tra-
(edad media de la vida y con requerimientos funcionales
pezial-metacarpal joint arthritis. J Hand Surg Am,
moderados) y la experiencia de cada cirujano, teniendo
2009;34:205-12.
en cuenta que teóricamente no deberían utilizarse en
casos de artrosis trapecioescafoidea asociada, o con una 13. Muermans S, Coenen L. Interpositional arthroplasty
importante displasia del trapecio with Gore-Tex, Marlex or tendon for osteoarthritis
of the trapeziometacarpal joint. A retrospective
comparative study. J Hand Surg Br, 1998;23:64-8.
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195
Capítulo 19
Artroplastia de sustitución del trapecio por
un implante de silicona diseño Swanson
A Lluch Homedes
Institut Kaplan
BREVE RESEÑA SOBRE LOS IMPLANTES maño de las partículas desprendidas por abrasión de su
DE SILICONA superficie ocasionaban reacciones a cuerpo extraño de
mayor repercusión91. Como consecuencia de esta com-
Los elastómeros fueron sintetizados por Kipping, de la plicación, principalmente observada con los implantes
Universidad de Nottingham, UK, en el año 1890. Son utilizados para sustituir el escafoides y el semilunar, la
polímeros formados por átomos de carbono, hidrógeno, compañía Dow Corning™ tuvo que disolverse, al decla-
oxígeno y silicio, los cuales se utilizan para la fabricación rarse en bancarrota en junio de 2004. A ello se sumaron
de gomas, cauchos, uretanos, siliconas, etc. La composi- las demandas por los implantes mamarios entre los años
ción química varía ligeramente entre ellos. El predominio 1984 y 1998, que luego se demostró que fue una bata-
de átomos alternantes de oxígeno y silicio forman el xi- lla principalmente económica entre diversos fabricantes.
loxano, lo que se conoce como silicona. En inglés, silico- Sus productos fueron posteriormente adquiridos por
ne y silicon tienen significados distintos. En castellano Wright Medical Technology, Inc. (Arlington, TN. USA),
deben traducirse por silicona y silicio respectivamente, que los comercializó con el nombre de Flexspan™ o im-
siendo este último un metaloide cristalino utilizado en- plantes diseño Swanson.
tre otras cosas para la fabricación de equipos electró-
nicos. A partir del año 1985 los implantes de trapecio se vol-
vieron a fabricar con la silicona nº 372 que, a partir de
En el año 1943 la compañía Corning Glass Works™ este momento, también se denomina CSE (Conventio-
(Corning, New York. USA), pionera en la fabricación de nal Silicone Elastomer). Los implantes flexibles de sili-
silicona, se fusionó con la Dow Chemical Company™ cona HP continúan implantándose en las articulacio-
(Free Port, Texas), para formar una compañía inde- nes metacarpofalángicas e interfalángicas, por cuanto
pendiente que se instaló en Midland, Michigan, con son más resistentes a las fuerzas de flexión, y apenas se
el nombre de Dow Corning Corporation™. Su propó- han descrito reacciones a cuerpo extraño por las partí-
sito fue el dedicarse a la fabricación de siliconas para culas de silicona28. Las partículas no se producen por la
su utilización como implantes en los humanos, tales flexión y posible fractura por fatiga del material, sino
como tubos, varillas para crear túneles tendinosos, por el roce con el hueso. Por dicho motivo se han aban-
membranas para evitar adherencias tisulares, drenajes, donado los implantes para la sustitución del escafoides
capuchones para recubrir neuromas, implantes mama- y del semilunar, los cuales estaban sometidos a gran-
rios, válvulas cardiacas, implantes arteriales y venosos, des fuerzas de fricción con el extremo distal del radio,
implantes articulares, etc. En 1959 dichos productos,
generalmente con una superficie articular alterada por
fabricados con silicona nº 372, fueron patentados con
un proceso artrósico.
el nombre de Silastic ®88.
197
A Lluch Homedes
La silicona es un material viscoelástico, que puede te- El implante diseñado por Alfred B. Swanson para susti-
ner diferentes grados de dureza. Cuando se le aplica una tuir el trapecio fue utilizado por primera vez en el año
fuerza externa se deforma. Estas fuerzas pueden ser de 1965, utilizando silicona nº 372 para su fabricación85,87.
alargamiento, compresión, flexión y torsión. El grado de El cuerpo del implante era cilíndrico, siendo ligeramente
deformidad dependerá de la dureza del material, cono- convexa su base de apoyo con el escafoides. Posterior-
cido como módulo de elasticidad. Si al retirar la fuerza mente, se diseñó con una ligera concavidad para con-
externa el material recupera la forma inicial, de forma seguir una mejor congruencia y estabilidad con el esca-
inmediata o al cabo de cierto tiempo, se conoce como foides (N Figura 1). Se fabricaron en 5 tamaños. El
deformidad elástica, si bien el número de deformidades más pequeño, del nº 1, tiene un cuerpo cilíndrico de 8,6
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Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
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A Lluch Homedes
Diseño Helal
ARTROSIS PERITRAPEZOIDEA
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Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
201
A Lluch Homedes
dades plásticas de los mismos. Por tanto, la deformidad partículas y sinovitis iatrógena, si bien el nombre más
observada en algunos implantes será debida a un des- apropiado es el de reacción a cuerpo extraño frente a
gaste por usura del material (N Figura 4). las partículas de silicona (RCEPS), término con el que
nos referiremos en este capítulo54. Pasaron unos 10
años desde que se comenzaron a implantar hasta que
dicha complicación fuese reconocida, principalmente
después de haber cambiado la silicona CSE a la HP en
el año 1973. El primer caso de RCEPS fue descrito por
Aptekar et al. en el año 1974, curiosamente alrededor de
un implante flexible en una articulación interfalángica
proximal, lo cual es muy infrecuente6. En un estudio so-
bre 15.556 implantes flexibles de silicona, implantados
en los dedos durante un periodo de 23 años, se observó
una incidencia de reacción granulomatosa a las partícu-
las de silicona en solo un 0,06 % de los implantes28. El
primer caso de RCEPS después de un implante de trape-
cio diseño Kessler, lo publicó Crawford en el año 197722.
En 1982, Worsing et al. lo describieron en 3 implantes de
silicona de la cabeza del radio107, y Moutet et al. en dos
implantes de escafoides fabricados con silicona HP71. La
publicación que creó mayor impacto fue la de Peimer
et al. en 1986, por el gran número de pacientes en los
que se observó75. De los 19 casos descritos, solo uno de
ellos lo presentó después de un implante de trapecio.
El resto se presentaron alrededor de implantes flexibles
radiocarpianos, y principalmente en los de escafoides y
Figura 4. Fotografía de un implante extirpado por haber semilunar, todos ellos fabricados con silicona HP.
estado parcialmente luxado y haberse producido un desgaste
en su zona de apoyo con el escafoides. También se observan
Inicialmente, se había pensado que podría existir un
pequeños desflecamientos de la silicona a nivel del vástago.
problema de reacción inmunológica99 y, aunque cier-
ta controversia aún existe, parece ser que se trata de
una reacción inespecífica a un material fragmentado,
Desgaste ya que la silicona ha demostrado ser bien tolerada y no
poseer ninguna actividad antigénica en los animales de
Con el transcurso del tiempo, los implantes pueden pre- experimentación en los que se ha implantado. Idéntica
sentar una disminución progresiva de la altura de su reacción tisular también se ha observado frente a las
cuerpo, que será uniforme en los casos con apoyo com- partículas de otros materiales como el polimetilmeta-
pleto con el escafoides, o solo de su porción ulnar en crilato (PMMA), también conocido como cemento óseo,
aquellos que estén subluxados4,63. Los controles posto- utilizado para la fijación de implantes de cadera32,46.
peratorios a largo plazo han demostrado que el desgaste También se ha observado con la fricción del polietileno
no está relacionado con un mal resultado clínico a pesar de alta densidad (HMWP) y de metales como el cromo
de haberse observado desgastes de hasta un 50% de la y el cobalto51, y, en el caso de la articulación TMC, con
altura del implante5,16,63,80. En estos casos es frecuente el poliuretanourea (PUUR) utilizado para la fabricación
observar pequeños quistes óseos, ocasionados por las de los espaciadores Artelon®19,31. Parece ser que se tra-
partículas de silicona liberadas, también sin repercusión ta de una reacción con características de inflamación
sobre el dolor y la movilidad. crónica, con presencia de linfocitos, células plasmá-
ticas y abundantes células gigantes a cuerpo extraño
que se formarían frente a las partículas de cualquier
Reacción a cuerpo extraño a las
material implantado (N Figura 5). Dicha reacción
partículas de silicona (RCEPS)
puede estar en relación con la composición química,
Esta complicación ha sido muy debatida y controvertida. la cantidad y hasta quizás la forma de las partículas,
También se la ha denominado: siliconitis, sinovitis por si bien el tamaño parece ser el factor más importante.
silicona, sinovitis erosiva por silicona, sinovitis a micro- Existen pocos datos, y difíciles de interpretar, sobre el
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A b c
Figura 7. A. Fotografía que muestra las cuatro articulaciones del trapecio: con el escafoides, el trapezoide y los metacarpianos del
pulgar y del índice. La articulación trapeciotrapezoide es concavoconvexa en el plano frontal. B. La superficie radial del trapezoide
también es convexa en el plano transverso (RM). C. Convexidad del trapecio en un corte transverso visto por TAC.
zando su base hacia el dorso, a través de la herida, con cirugía ósea. Nos desplazaremos al extremo proximal y
una pinza gubia se extirpará la prominencia anterior del anterior de la incisión cutánea, traccionandola ligera-
mismo, hasta que su base se continúe con la diáfisis sin mente en sentido proximal, y mediante disección roma
ninguna prominencia a la palpación. En este momento
podremos observar las cuatro superficies articulares del
trapecio con los huesos vecinos: la del trapezoide, la del
escafoides y las de los metacarpianos del pulgar y del ín-
dice. La superficie articular del trapezoide es convexa en
los sentidos longitudinal y transverso (N Figura 7).
La superficie articular de la base del metacarpiano del
índice es plana y tiene una forma de media luna de base
proximal en contacto con el trapezoide (N Figura 8).
Ambas articulaciones estarán conservadas, sin signos de
artrosis. Con una pinza gubia se debe extirpar la convexi-
dad del trapezoide hasta crear una moderada concavi-
dad de forma semicilíndrica en sentido longitudinal, que
servirá para estabilizar al implante y también conseguir
un mayor contacto del implante con el escafoides. La
superficie distal del escafoides, aunque presente una li-
gera artrosis, no debe extirparse, para conservar la lon-
gitud de la columna radial del carpo y principalmente
para conservar la inserción capsular que previamente no
hemos extirpado. La base del metacarpiano del pulgar
estará más o menos deformada por la artrosis, y con una
pinza gubia extirparemos el hueso subchondral hasta
crear una superficie transversa perpendicular al eje dia-
fisario. Otro motivo para extirpar el hueso subchondral,
aunque no exista deformación ósea, es para facilitar el
raspado endomedular y evitar una posible fractura epi- Figura 8. Después de practicar la trapeciectomía, se pue-
fisaria longitudinal por estallido. Con las raspas endo- den observar las articulaciones de los cuatro huesos vecinos.
La base del metacarpiano del pulgar está arriba o distalmente.
medulares crearemos una cavidad de forma cilíndrica en
En diagonal, de izquierda a derecha y de abajo arriba están las
cuyo interior pueda introducirse con facilidad el vástago articulaciones del escafoides, la del trapezoide y la de la base
del implante. Hasta aquí hemos finalizado con toda la del metacarpiano del índice.
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Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
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A Lluch Homedes
A B
Figura 12. A. Radiografía que muestra el implante estabilizado con el trapezoide con la aguja de Kirschner después de haber re-
tirado el vendaje de yeso operatorio. B. Radiografía del implante dos meses después de la intervención, después de haber retirado la
aguja de Kirschner utilizada para su fijación interna temporal.
esta manera podremos notar si la aguja-K sobresale por PDS® o similar, de un calibre de 4-0 USP (1,5 métrico). El
el dorso, lo cual ocasionaría molestias postoperatorias y extremo libre lo colocaremos y suturaremos si se puede
posible roce con uno de los tendones extensores del dedo sobre la cara dorsal del trapezoide. “Aplanaremos” trans-
índice. Retiramos el mango en “T” o el porta agujas de versalmente el tendón y suturaremos su borde distal a la
Vickers y comprobamos que el implante está bien centra- base del metacarpiano del pulgar, aunque ello no es im-
do y apoyado sobre la superficie distal del escafoides, sin prescindible ya que el vástago proporcionará la estabili-
separación ni inclinaciones del mismo. Si no lo viésemos zación del implante con el metacarpiano. A continuación
en perfecta posición, retiraremos la aguja-K del trapecio, suturaremos longitudinalmente los colgajos capsulares y
pero no del implante, y la volveríamos a colocar. El dejar periosticos encima de la plastia tendinosa. Con el pulpejo
que la aguja sobresalga un par de milímetros del implan- de un dedo localizaremos el extremo de la aguja-K, ahora
te facilita la colocación, ya que su punta no resbalará al cubierto por la cápsula. Con la punta de un bisturí realiza-
haberse extirpado el cartílago y el hueso subchondral del remos una pequeña incisión a través de la cual podremos
trapezoide. Después de cortar la aguja-K a unos 5 mm de atravesar y ver la aguja-K. Repondremos el colgajo cu-
su salida del implante, cogeremos la pinza hemostática táneo y, con el pulpejo de un dedo, comprobaremos que
que estabiliza el cabo distal del FCR y la desplazaremos la aguja-K se puede tocar a través de la piel sin que sea
hacia el dorso de la incisión, colocando el tendón enci- excesivamente prominente. Si este fuese el caso, se debe
ma de la aguja-K (N Figura 13). Con un dedo en recortar un poco más con la finalidad de evitar molestias
cada lado de la aguja-K, empujaremos el tendón contra postoperatorias. También se debe observar cómo quedan
el implante hasta que la aguja-K lo haya atravesado en su las RSNR en relación con la aguja-K. Si estuviesen muy
centro. Traccionando del tendón en sentido dorsal, para cerca, anterior o posterior, se debe anotar en la historia
que forme un ligamento anular alrededor del implante, clínica para evitar su lesión en el momento de retirar la
lo suturaremos a la cápsula distal del escafoides, de an- aguja-K. Finalmente se sutura la piel sin tensión con ma-
terior a posterior, con suturas sueltas (N Figura 14). terial monofilamento no reabsorbible, como la poliamida
Utilizaremos un material reabsorbible incoloro, como el o el polipropileno de calibre 6-0 USP (0,7 métrico).
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Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
Tratamiento postoperatorio
209
A Lluch Homedes
la intervención, con una media de 10 días. La aguja fue Dolor. Para valorar el dolor se utilizó una escala VAS
retirada entre las 2 y las 38 semanas, con una media de 8 (Visual Analogic Scale) o EVA (Escala Visual Analógica),
semanas. A algunos pacientes se les retiró la aguja a las 3 con valores del 0 al 10, significando que con el 0 no su-
semanas aproximadamente, por cuanto les había migra- fren ningún dolor, y con el 10 mucho dolor. Un pacien-
do u ocasionado molestias. Un par de enfermos llevaron te lo valoró como 1, otro paciente como 3 y un tercero
la aguja varios meses, por no sentir ninguna molestia y como 5. Los tres pacientes aquejaban molestias con las
no poderse visitar con anterioridad por motivos perso- actividades de fuerza, las cuales intentaban evitar. Todos
nales. los pacientes dijeron que estaban satisfechos con los re-
sultados de la intervención quirúrgica y que repetirían el
tratamiento en las mismas condiciones, excepto uno de
Estudios radiográficos intra y ellos que aquejó haber sufrido molestias con el bloqueo
postoperatorios anestésico. Los 4 pacientes en los que se retiró el implan-
te, uno por subluxación importante, otro por infección
Al inicio de este estudio, en algunos pacientes se rea- subclínica y dos por RCEPS con afectación de la articu-
lizaron estudios radiográficos postoperatorios diná- lación mediocarpiana, también estaban satisfechos con
micos, mientras el implante de silicona estaba esta- el resultado clínico final.
bilizado con el trapezoide mediante una aguja-K. Se
realizaron exámenes radiográficos en proyecciones or- Síndrome del túnel carpiano. Todos los pa-
togonales mientras el paciente mantenía el pulgar en cientes con un STC preoperatorio (18% del total) esta-
máxima movilidad activa en los planos de antepulsión/ ban asintomáticos y sin recidivas después de haberles
retropulsión y abducción/aducción. Las imágenes ra- practicado la división del retináculo flexor en su borde
diográficas confirmaron la observación intraoperatoria radial a través del abordaje utilizado para la trapeciecto-
de que la movilidad se producía a nivel del vástago del mía65. En los restantes pacientes no se presentó un STC
implante por flexión del mismo. Basándonos en estas durante el postoperatorio, lo cual confirma la eficacia
observaciones, se permitió a los pacientes que utiliza- del tratamiento profiláctico.
sen el pulgar pocos días después de la cirugía, ya que
el cuerpo del implante permanecía estabilizado por la Fuerza. La fuerza de prensión digital se midió con un
aguja-K, la cual evitaba su luxación durante el proceso dinamómetro Jamar (Digital Hand Dynamometer®. The-
de cicatrización capsular. rapeutic Equipment Corp. Clifton, NJ. USA). La fuerza de
prensión lateral, de llave o key pinch, se midió con un
dinamómetro Preston pinch gauge® (J.A. Preston. New
Resultados York, NY. USA). La fuerza de prensión digital de los pa-
cientes examinados fue de un mínimo de 17 kg y un
Todos los enfermos intervenidos fueron examinados máximo de 33 kg, con un promedio de 22,7 kg. La fuerza
con un mínimo de un año y un máximo de diez años y de pinza termino-lateral, entre el pulgar y el lado radial
dos meses después de la colocación del implante, con del dedo índice, fue de un mínimo de 8 kg y un máximo
un promedio de 6 años y 3 meses. La valoración de los de 15 kg, con un promedio de 10,2 Kg. En once publica-
resultados clínicos fue realizada por dos examinadores ciones sobre los resultados de la fuerza después de las
en periodo de formación en cirugía de la mano, con artroplastias de RLIT, la prensión digital fue de un míni-
el propósito de obtener una mayor uniformidad de los mo de 17 kg y un máximo de 26 kg, con un promedio de
datos clínicos y radiográficos, y también para evitar un 21,4 kg. La fuerza de prensión lateral o de llave fue de un
posible sesgo introducido por el cirujano que realizó la mínimo de 3,6 kg y un máximo de 5,4 kg, con un prome-
intervención. En el momento de la valoración clínica, los dio de 4,94 kg10,45,103. Valorando los anteriores resultados,
enfermos aportaron un examen radiográfico de la mu- las mediciones de la fuerza de presión digital eran lige-
ñeca operada, que previamente se les había solicitado ramente superiores en los enfermos con una artroplastia
por correo. de implante de silicona (22,7 kg versus 21,4 kg), pero
significativamente superiores cuando se comparaba la
fuerza de prensión lateral del pulgar (10,2 kg versus 4,94
Resultados clínicos kg), por cuanto con esta medición se valora con mayor
especificidad la función del pulgar.
Se valoraron los siguientes parámetros: dolor, fuerza,
función, movilidades de las articulaciones TMC y MF, y En la mayoría de publicaciones se analiza la fuerza de
sensibilidad en el territorio del nervio radial. prensión postoperatoria, pero en nuestra opinión, la me-
210
Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
dición de la fuerza no es un parámetro esencial para la el método descrito por Kapandji49. En los estadios 1 y
valoración de los resultados, a no ser que se realice una 2, el pulpejo del pulgar puede tocar la cara radial del
comparación con los valores preoperatorios. En nuestros dedo índice, a nivel de las falanges media y distal. En
pacientes no se realizó una medición preoperatoria por realidad, lo único que hace el pulgar es un movimiento
cuanto muchos de ellos presentaban una patología bi- de anteposición. En los estadios 3 a 6 es cuando se rea-
lateral y otros acudieron a la consulta durante un perio- liza un movimiento de oposición, y el pulpejo del pulgar
do de exacerbación del dolor, con disminución lógica y consigue tocar los pulpejos de los dedos índice, medio,
proporcional de la fuerza de prensión. También deben anular y meñique respectivamente. Según Chema et al.
tenerse en cuenta las ligeras diferencias de fuerza entre el pulgar rota en pronación unos 56º para conseguir la
la mano dominante y la opuesta. Además, los resultados oposición de su pulpejo con los de los dedos medio y
también tienen que valorarse en relación con la edad anular23, si bien en realidad en este movimiento partici-
de la persona, por cuanto disminuyen gradualmente con pan las tres articulaciones del pulgar. La rotación a nivel
la edad, tanto en hombres como en mujeres. En un es- de la articulación TMC es de solo de 17º según Cooney et
tudio realizado en la población Suiza, se observó que a al.21, de 21º según Goubier et al.33 y entre 20º y 30º según
los 40 años de edad los hombres tienen una fuerza de Haines35. En los estadios 7 a 10 no se mide la movilidad
prensión promedio de 54,2 kg y las mujeres de 34 kg; de la articulación TMC, sino la flexión de las articula-
disminuyendo hasta 41,7 kg y 26,4 kg respectivamente ciones MF e IF, además de la CMC del meñique, pues
a los 70 años de edad. A las mismas edades, la fuerza si esta última se mantiene en extensión el pulpejo del
de prensión lateral del pulgar disminuyó de 10,3 kg a pulgar no podrá tocar la base del meñique. La oposición
8,3 kg en los hombres, y de 7,2 kg a 5,7 kg en las muje- es un movimiento combinado de las tres articulaciones
res106. Los valores de fuerza también deben compararse del pulgar, y por tanto el método de Kapandji, no es el
con poblaciones similares, por cuanto las exploraciones método más correcto para medir la movilidad de solo la
realizadas en la población española, si bien presentaban articulación TMC. Lo hemos utilizado por su sencillez y
un paralelismo con la población Suiza, las mediciones aceptación general de uso. Un 80% de nuestros pacien-
fueron ligeramente inferiores97. tes consiguieron llegar a la posición 9.
Función. La mejoría de la función es una valoración Evaluando el arco de movilidad en abducción y aduc-
subjetiva que está relacionada con la disminución del ción se obtuvo un mínimo de 30° y un máximo de 64°,
dolor, la corrección de la deformidad, la mejoría de la con una media de 57,5°. En situaciones de normalidad,
movilidad y el aumento de la fuerza. La gran mayoría dicho arco de movilidad es de 65º87. El arco de movi-
de pacientes estaban satisfechos con el resultado, sin lidad de antepulsión y retropulsión fue de un mínimo
presentar ninguna molestia en las actividades de la vida de 30º a un máximo de 60º, con una media de 39,5°. En
diaria. Las excepciones fueron los pacientes en los que situaciones de normalidad, dicho arco de movilidad es
se realizó la extracción del implante por infección, luxa- de 60º87. Lo más correcto hubiese sido el comparar las
ción o RCEPS, los cuales recuperaron al poco tiempo una movilidades con la mano opuesta, pero no se hizo por
función satisfactoria. cuanto la afectación bilateral es de un 85% de las per-
sonas con artrosis de la articulación TMC. En conjunto,
Movilidad. La movilidad del metacarpiano del pulgar la mayoría de enfermos recuperaron un arco de movili-
se midió en relación con el metacarpiano del dedo índi- dad en aducción y abducción casi normales. No tanto el
ce, utilizando un goniómetro transparente, calibrado en de retropulsión del pulgar, por cuanto tiene una menor
intervalos de 1 grado de circunferencia. Los ejes longi- relevancia funcional, además de ocasionar una ligera su-
tudinales de los metacarpianos se determinaron después bluxación anterior de la base del metacarpiano, la cual
de unir unos puntos marcados sobre la piel a nivel de la no es deseable.
cabeza y la base de los mismos. Para medir las movilida-
des de abducción y aducción, o sea en el plano frontal, Deformidad en hiperextensión de la arti-
también llamado coronal, los puntos se marcaron en el culación MF. En la mayoría de los enfermos se corri-
dorso de la cabeza del metacarpiano del dedo índice y en gió espontáneamente después de tenerla inmovilizada
la cara cubital de la cabeza del metacarpiano del pulgar. con una aguja-K percutánea durante unas seis semanas
Para medir las movilidades de antepulsión y retropul- y haber recuperado la abducción indolora del metacar-
sión, o sea en el plano sagital, los puntos se marcaron piano del pulgar. Aunque en menor grado, persistía una
en la cara radial de la cabeza del metacarpiano del dedo hiperextensión pasiva en la mayoría de ellos. Una en-
índice y en la cara dorsal del metacarpiano del dedo pul- ferma que había sido previamente intervenida mediante
gar. Para medir la oposición, por regla general se utiliza una artroplastia de RLIT no pudo recuperar la abducción
211
A Lluch Homedes
activa completa del pulgar, después de retirar en dos implante mide 12,8 mm, y en 25 casos se observó una
ocasiones la aguja-K, que inmovilizó temporalmente la subluxación de hasta 3 mm (hasta una tercera parte), en
articulación MF durante 6 y 4 semanas respectivamente, 12 casos una subluxación de entre 3 y 6 mm (hasta la mi-
probablemente por adherencias o sección del tendón del tad), y en los restantes 7 casos una subluxación de hasta
ABPL como consecuencia de la primera cirugía. Debido a 9 mm (hasta las tres cuartas partes). En 2 casos se presen-
que continuaba realizando la abducción del pulgar me- tó una luxación completa, en uno de ellos a los 2 meses de
diante la extensión de la MF, se tuvo que artrodesar en la intervención, practicándose la extracción del implante,
una segunda intervención. y en el otro a los 3 años de la intervención, sin requerir
tratamiento por cuanto la luxación era asintomática y la
enferma no deseaba una nueva intervención (N Figura
Resultados radiográficos 15). Un implante se observó girado 90º en el momento de
retirar el vendaje de yeso postoperatorio, probablemente
Se compararon las radiografías más recientes, aportadas por una incorrecta posición de inmovilización postope-
en el momento de la evaluación clínica final, con las reali- ratoria, siendo recolocado mediante una nueva interven-
zadas durante el postoperatorio inmediato. En las proyec- ción quirúrgica a los pocos días.
ciones posteroanterior, perfil y oblicua, se valoraron los
siguientes parámetros: posición del implante en relación Trece de los implantes subluxados presentaban un des-
con el escafoides, signos de desgaste en la zona de apoyo gaste en su borde cubital, en la zona de apoyo con
con el escafoides, reacción a cuerpo extraño por las partí- el escafoides. El desgaste era de un 10% de su altu-
culas de silicona y ruptura del vástago del implante. ra en 1 caso, de un 20% en 6 casos, de un 30% en 2
casos, de un 40% en un caso y de un 50% en 3 casos
En cuanto a la posición del implante, en 82 casos se ob- (N Figura 16). Cuatro implantes bien centrados tam-
servó bien centrado sobre el escafoides, y en 44 casos bién presentaban un desgaste uniforme de su superficie
subluxado. El grado de subluxación se midió en la pro- de contacto, en todos ellos en relación directa con el
yección en la cual era más visible, generalmente la oblicua tiempo de evolución y el trabajo realizado por el paciente
en semipronación. La superficie proximal de apoyo del (N Figura 17).
A B
Figura 15. A. Subluxación de casi un 50% de la superficie de contacto del implante con el escafoides. B. Luxación completa de un
implante de silicona.
212
Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
A B C
Figura 17. A. Radiografía de un implante de silicona bien centrado sobre el escafoides a los 3 meses después de su colocación. B.
Implante bien colocado con moderado desgaste en su mitad cubital y ligeros signos de RCEPS en el metacarpiano. C. Implante de sili-
cona bien centrado con desgaste uniforme de su superficie de apoyo y moderados signos de RCEPS en el metacarpiano y el escafoides
12 años después de su colocación.
213
A Lluch Homedes
A B
C E
214
Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
A B C
Figura 21. A. Implante correctamente estabilizado al trapezoide mediante una aguja de Kirschner. B. Fractura por sobrecarga de
la aguja de Kirschner diagnosticada a los tres meses después de su colocación. C. Únicamente se extirpó el fragmento de la aguja de
Kirschner que transfixiaba el implante. El implante se mantiene bien colocado.
215
A Lluch Homedes
A B
Figura 22. A. Radiografía de una paciente con una artrosis TMC y principalmente de la articulación ETT. B. Después de la colocación
del implante se puede observar una descompresión de la articulación escafotrapezoidea.
era motivo de preocupación; y porque a su vez propor- 25 artroplastias utilizando su técnica de reconstrucción
cionaba una recuperación funcional más precoz y du- ligamentosa e interposición tendinosa (RLIT) con el ten-
radera que la obtenida después de una trapeciectomía dón del FCR, reportando una subluxación de solo un 7%
simple. Los buenos resultados clínicos fueron respon- de la superficie del metacarpiano y una migración proxi-
sables de que se utilizase una técnica quirúrgica poco mal del metacarpiano de solo un 11%. Como consecuen-
meticulosa por parte de muchos cirujanos, responsable cia de proponer una solución alternativa, la utilización
de la luxación parcial o completa del implante duran- de los implantes de silicona cayó en desuso a favor de las
te el postoperatorio inmediato. De todas maneras, las diferentes técnicas de artroplastias de RLIT que se des-
subluxaciones y luxaciones completas son indoloras, y cribieron durante los siguientes años12,14,17,43,100,105. En una
únicamente se precisa la extracción del implante si el encuesta recientemente realizada entre 1.156 cirujanos
paciente no acepta el ver la prominencia subcutánea de la mano en los EUA, un 62% de ellos realizaba una
del implante luxado o el cirujano está intranquilo con la trapeciectomía con RLIT y solo un 2% seguía utilizando
imagen radiográfica. un implante de silicona70, no por el hecho de presentar-
se subluxaciones que podrían aceptarse como compli-
Veinte años después, en 1986, Peimer et al. publicaron caciones relativamente aceptables, sino principalmente
19 casos de RCEPS, si bien solo uno de ellos después de por motivos legales, por el hecho de colocar un implante
un implante de trapecio75. En el mismo año Pellegrini y de silicona que podría ocasionar una reacción más o me-
Burton publicaron los resultados de 32 implantes de si- nos importante a las partículas de silicona liberadas por
licona del trapecio con cuatro diseños distintos y sin es- abrasión de su superficie. Otro motivo, fue la publica-
pecificar ni el tamaño ni el tipo de silicona utilizados77. A ción de frecuentes RCEPS después de la sustitución del
pesar de esta falta de rigor científico, no recomendaron escafoides y del semilunar por implantes de silicona HP
su uso por observar una incidencia de subluxaciones ele- 100, la cual era 400 veces más resistente a la rotura que
vada y una pérdida de altura de un 25% de promedio por la silicona original nº 372. La causa de que se produzcan
deformidad plástica del implante en su zona de apoyo RCEPS con los implantes de silicona del escafoides y del
cubital. En la segunda parte de dicha publicación, Bur- semilunar, no es debida a que estos no puedan soportar
ton y Pellegrini101 revisaron los resultados a los 2 años de fuerzas de carga, como generalmente se ha comentado,
216
Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
sino a que su fricción con el extremo distal del radio, En un estudio previo, realizado sobre 62 artroplastias de
durante los movimientos de la muñeca, ocasiona una interposición con un implante de silicona para el trata-
abrasión de su superficie con la resultante liberación miento de una artrosis TMC en 53 pacientes63, se demos-
de partículas. A partir del año 1985, los implantes de tró que la incidencia de subluxaciones y luxaciones pue-
trapecio volvieron a fabricarse con la silicona original, de minimizarse mediante una meticulosa técnica quirúr-
también conocida como nº 372 o CSE (Conventional gica. Aunque el trapecio es un hueso bastante grande,
Silicone Elastomer), por cuanto sus partículas ocasio- solo el implante más pequeño debe ser utilizado, ya que
nan menos RCEPS, generalmente de poca intensidad y la articulación que realmente se reemplaza es la trape-
sin repercusión clínica. En los exámenes radiográficos cioescafoidea que tiene una superficie algo menor que
se observaron cambios osteolíticos en el extremo distal la base del implante del numero 1, principalmente en
del escafoides y el metacarpiano del pulgar, y que de las mujeres en las que la artrosis TMC es más frecuente.
forma excepcional pueden llegar a destruir la articu- Implantes de mayor tamaño estarán lógicamente sublu-
lación mediocarpiana, en cuyo caso el implante debe xados. La superficie trapecial del trapezoide es convexa,
extirparse antes que empeore la destrucción osteocar- y se debe concavizar con la finalidad de obtener una ma-
tilaginosa de las articulaciones mediocarpina e incluso yor estabilidad de la superficie convexa del implante (N
radiocarpiana. Figura 23). Además, al extirpar parte del trapezoide
también aumentará la superficie de contacto del im-
plante con el escafoides. La simple reparación o plicatura
CONCLUSIONES capsular no ofrecerá garantías de estabilidad, por cuanto
es muy tenue y principalmente formada por el perios-
La sustitución del trapecio por un implante de silicona tio del trapecio que se ha despegado, por cuyo motivo
proporciona unos resultados clínicos altamente satis- puede sufrir una nueva elongación. El implante se debe
factorios, los cuales se obtienen en un periodo de unas estabilizar con una bandeleta de todo el grosor del ten-
5-6 semanas, comparados con los aproximadamente 6-9 dón del FCR, la cual se deja insertada en la cara anterior
meses que requieren las artroplastias de RLIT. Otras ven- de la base del MC del dedo índice y posteriormente en-
tajas son el que se mantiene la altura del espacio pos- vuelve al implante, de anterior a posterior, formando un
trapeciectomía y se tratan las artrosis ETT asociadas. Sin ligamento anular que se sutura meticulosamente a nivel
embargo, los resultados radiográficos presentan ciertas de la cápsula distal del escafoides. La utilización de todo
complicaciones relacionadas con la utilización del im- el grosor del tendón del FCR facilita el procedimiento
plante, como son el desgaste, la subluxación, la luxación quirúrgico y no ocasiona ningún déficit funcional, como
completa, la rotura del vástago y una reacción a cuerpo lo demuestra el hecho de que las secciones traumáticas
extraño frente a las partículas de silicona (RCEPS). del FCR no requieran su reparación quirúrgica (capítu-
A B C
Figura 23. A. Corte transverso en una RM en donde se aprecia que el cuerpo del implante está bien centrado en la concavidad
creada en el trapezoide. B. Corte frontal en una RM en donde se observa el cuerpo del implante correctamente apoyado sobre el esca-
foides y el vástago en el interior del metacarpiano. También se puede apreciar el tendón del FCR envolviendo el cuerpo del implante a
la manera de un ligamento anular. C. Corte transverso en una RM al nivel del metacarpiano del pulgar en donde se observa la sección
triangular del vástago del implante en el interior de una cavidad endomedular de forma redonda.
217
A Lluch Homedes
lo 17). En una encuesta recientemente realizada entre base del metacarpiano del pulgar y el extremo distal
1.156 cirujanos de la mano en los EUA, la mitad de ellos del escafoides, secundarios a una RCEPS, sin ninguna
utilizaban todo el grosor del tendón del FCR al realizar repercusión clínica. En dos de ellos, la RCEPS era tan
una trapeciectomía con RLIT70. importante que afectaba a la articulación mediocar-
piana, ocasionando una prominencia de partes blandas
Desde hace unos 12 años hemos estabilizado el im- en la zona dorsorradial de la muñeca y dolor durante la
plante al trapezoide mediante una aguja-K que lo movilización de la misma. En solo uno de ellos, se ob-
transfixia diametralmente. Aparte de mantener bien servó un desgaste importante del cuerpo del implante.
posicionado el implante sobre la superficie distal del Por el contrario, varios enfermos con implantes colo-
escafoides, ofrece la ventaja de que únicamente se re- cados hace más de 9 años presentaban desgastes im-
quiere una inmovilización postoperatoria de unos 10 portantes del implante sin signos evidentes de RCEPS.
días, mejorando el confort del paciente y acortando el A los dos pacientes de nuestra serie con una RCEPS
periodo de recuperación funcional. La aguja-K se pue- importante y sintomática, se les retiró el implante a los
de retirar a las 5 semanas después de la intervención, 3 y 5 años respectivamente después de su colocación.
una vez se ha obtenido la reparación capsular. En dos Ello nos hace pensar que, además de la liberación de
casos se ha producido una fractura por sobrecarga de partículas de silicona, es probable que también exista
la misma varios meses después de su colocación, sin un factor inmunológico.
observar ningún efecto perjudicial sobre el implante.
Debemos reconocer que la aguja-K ocasiona molestias
en ciertos pacientes, principalmente cuando se apoya
la mano sobre la misma o se realiza la retropulsión del Agradecimientos
pulgar al crearse tensión de la piel que la recubre. Si
A los profesores José Antonio Planell, Pablo Sevilla, Ja-
se cortase la aguja muy corta se evitarían estos pro-
vier Gil e Ignacio Proubasta, del Centro de Investigación
blemas, pero su extracción será más difícil, requirien-
en Ingeniería Biomédica de la Universidad Politécnica
do utilizar un control fluoroscópico como ocurrió en
de Cataluña en Barcelona, por el estudio de fatiga del
una paciente. Al retirar el vendaje de yeso se le indi-
implante de silicona. A la Dra. Ana Mora de Sambricio y
ca al paciente dónde tiene la aguja-K y las molestias
al Dr. Philippe Anwandter por realizar la tabulación de
que puede tener si se apoya sobre ella, proponiéndoles
los datos y las valoraciones de los exámenes clínicos y
el continuar la inmovilización con un nuevo vendaje
radiográficos de los pacientes.
de yeso. A pesar de ello, prácticamente todos los pa-
cientes prefirieron no llevar un vendaje de yeso ya que
era mucho más cómodo y práctico, ya que al estar la
aguja cubierta por la piel podían utilizar y mojarse la BIBLIOGRAFÍA
mano sin apenas restricciones. Al mover el pulgar, los
pacientes aquejan molestias durante las primeras tres 1. Adams BD, Unsell RS, McLaughlin P. Niebauer tra-
semanas, no solamente por las que puedan derivar de peziometacarpal arthroplasty. J Hand Surg Am,
la aguja-K, sino principalmente por la inflamación oca- 1990;15:487-92.
sionada por el traumatismo quirúrgico. Cuando se les 2. Alnot JY, Saint Laurent Y. Total trapeziometacarpal
retira la aguja-K, generalmente a las 5 semanas, están arthroplasty. Report of seventeen cases of degene-
prácticamente asintomáticos y han recuperado la mo- rative arthritis of the trapeziometacarpal joint. Ann
vilidad completa de la base del pulgar, la cual se ha ido Chir Main, 1985;4:11-21.
realizando por flexión a nivel del vástago del implante. 3. Allieu Y, Péquignot JP, Asencio G, Gomis R, Bahri H,
Esto es únicamente teórico, pues al mover la articula-
Escare P. L’implant trapézien de Swanson dans le
ción mediocarpiana se tiene que producir una fricción
traitement de l’arthrose péri-trapézienne. Ann Chir
entre el implante y el escafoides o entre el implante y
Main, 1984;3:113-23.
el trapezoide, dependiendo del grado de estabilización
fibrosa entre los mismos. También se puede ocasionar 4. Allieu Y, Lussiez B, Martin B. Résultats à long terme
fricción entre la base del MC del pulgar y el implante. de l’implant de Swanson dans le traitement de la
Estas fricciones ocasionarán la liberación de partículas rhizarthrose. Rev Chir Orthop, 1990;76:437-41.
de silicona, que puede ocasionar una RCEPS más o me- 5. Amadio PC, Millender LH, Smith RJ. Silicone spacer
nos importante en ciertos pacientes, generalmente sin or tendon spacer for trapezium resection arthro-
repercusión clínica. Algunos pacientes de nuestra serie plasty - Comparison of results. J Hand Surg Am,
presentaban pequeños cambios quísticos óseos en la 1982;7:237-44.
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Artroplastia de sustitución del trapecio por un implante de silicona diseño Swanson
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222
Capítulo 20
Tratamiento de la artrosis
trapeciometacarpiana mediante artroplastias
totales esféricas no constreñidas
y no cementadas modelo Arpe
1
Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
2
Hospital Nuestra Señora de Sónsoles de Ávila
223
M Martín Ferrero, C Simón Pérez, B García Medrano, H Aguado Hernández, O Faour Martín, A Vega Castrillo
El uso de prótesis esféricas cementadas necesita de una diante el revestimiento de hidroxiapatita de la cúpula y
buena calidad ósea, especialmente en el trapecio que es el vástago metacarpiano. Este tipo de artroplastia nos
donde asienta la cúpula del implante. La presencia de parecía, cuando comenzamos a poner esta prótesis en
artrosis ETT o MCF que requiera artrodesis, se asocia con 1999, el más evolucionado de todos por las caracterís-
el aflojamiento precoz de los componentes en las próte- ticas de los cambios realizados en la clásica De la Caffi-
sis cementadas y son una contraindicación para colocar nière, que permitían prever una mejor supervivencia a
una de estas prótesis, según su diseñador28. largo plazo6,7.
Figura 1. Radiografía de una paciente de 59 años con artrosis trapeciometacarpiana estadío III de Eaton en un paciente de 59 años.
224
Tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana mediante artroplastias totales esféricas no constreñidas y no cementadas modelo Arpe
asocia a veces con la rigidez del primer metacarpiano en Técnica quirúrgica actual26
aducción, por lo que si decidimos colocar un implante
debe ser liberado el metacarpiano y tratada la laxitud La técnica se realiza en cirugía ambulatoria, bajo anes-
ligamentosa cubital mediante plastia ligamentosa y no tesia del plexo braquial, isquemia proximal en el brazo y
con un simple pliegue capsular interno. profilaxis antibiótica con 2 gr de cefazolina antes de la
intervención.
Una hiperextensión de la MCF menor de 20° no es un
problema, y generalmente se corrige cuando se coloca La prótesis se coloca por un abordaje dorsorradial me-
el implante, porque se recupera la longitud de la co- diante incisión longitudinal de aproximadamente 4 a 5
lumna de pulgar. Sin embargo, si es mayor de 30º, debe cm siguiendo los tendones del primer compartimento,
corregirse en el momento de la colocación del implante, centrados en la interlínea de la TMC. En esta zona hay
ya que si no, podrá producirse una subluxación de los escasas ramas del nervio radial, ya que las dos ramas
componentes. Se puede hacer una artrodesis del sesa- principales son una dorsal y la otra palmar a la incisión.
moideo radial a la cabeza del metacarpiano (artrorisis)19, Sin embargo, las pequeñas ramas sensitivas que pueden
o incluso la artrodesis de la MCF si hay artrosis asociada existir deben ser localizadas y protegidas.
(ver más adelante).
El tendón del extensor pollicis brevis (EPB) es disecado y
retraído dorsalmente (N Figura 2 A). Posteriormen-
La artrosis moderada de la ETT, si no hay subluxación
te, se realiza una incisión capsular en forma de L con la
radial del trapecio, tampoco contraindica el implante.
rama transversal de la L situada a 5 mm proximal a la
Por regla general, no hemos colocado prótesis en pa- base del metacarpiano, que se extiende de lado a lado. La
cientes con artritis reumatoide u otras artritis inflama- rama longitudinal comienza en el borde radial de la base
torias, por razones obvias de calidad ósea. Por último, metacarpiana, uniéndose a la incisión transversal y di-
rigida proximalmente por el borde del tendón abductor
tampoco indicamos las prótesis en casos de artropatía
pollicis longus (APL) y extendiéndose a lo largo de toda
neuropática o parálisis incompatible con la función de la
la longitud del trapecio (N Figura 2 B). Después,
TMC, como en cualquier otra prótesis.
disecamos la cápsula, separándola de las estructuras
profundas, y el colgajo capsular se retrae hacia el dorso
y la articulación TMC queda expuesta en su totalidad
Técnica quirúrgica (N Figura 2 C). La inserción del tendón APL se res-
peta cuidadosamente. Este colgajo se preserva durante
La artroplastia TMC tipo Arpe® es una artroplastia esfé- la cirugía para realizar luego la reconstrucción de la cáp-
rica, no cementada y no constreñida, modular y versátil, sula original.
con cuatro tallas de vástagos de diferentes tamaños que
se colocan en el metacarpiano y dos tamaños de cú- Se utiliza una sierra frontal para cortar la base del meta-
pula colocados en el trapecio. El cuello puede ser recto carpiano del pulgar, comenzando dorsalmente en la par-
o angulado. El par de fricción es metal-polietileno. Y la te proximal de la base, con una orientación perpendicu-
cúpula está hecha de aleación de titanio revestida con lar al eje del hueso en el sentido radiocubital y un ángulo
hidroxiapatita6. de 20° en sentido dorsopalmar. Por lo tanto, en el lado
dorsal la resección es mínima (3-5 mm) y en el lado de
El diseñador de la prótesis recomendó en la técnica qui- la palma la resección que se realiza es mayor (6-8 mm)
rúrgica el acceso anteroexterno, las resecciones mínimas (N Figura 2 D). Luego se elimina el fragmento de la
del trapecio distal y de la superficie proximal del meta- base proximal junto con la fibrosis periarticular, lo que
carpiano, por lo que de esta manera realizamos así los supone la liberación del ligamento intermetacarpiano,
primeros implantes. Nosotros hicimos cambios para me- que nos proporciona buena movilidad del metacarpiano
jorar la colocación de las prótesis. Estos afectaron a las y un buen espacio de trabajo. En este momento, se apli-
osteotomías y al abordaje. Ahora utilizamos un abordaje ca tracción longitudinal para exponer mejor y limpiar el
posteroexterno o dorsorradial por las siguientes razones: espacio quirúrgico (N Figura 3). Separamos el meta-
mejor abordaje a la totalidad de la superficie distal del carpiano hacia la palma con un pequeño Hoffman para
trapecio para colocar más cómodamente la cúpula y obtener una vista completa de la superficie distal del
mejor acceso a la base y cavidad medular del metacar- trapecio. Se eliminan los osteofitos marginales del tra-
piano que incrementan las posibilidades de alineación pecio, y en especial el osteofito que sobresale en el lado
perfecta del vástago. Estos conceptos serán ampliados cubital distal, para evitar choque con la base del meta-
a continuación. carpiano, lo que puede luxar la prótesis. La osteotomía
225
M Martín Ferrero, C Simón Pérez, B García Medrano, H Aguado Hernández, O Faour Martín, A Vega Castrillo
Figura 2. A. Incisión; B. Colgajo capsular en L; C. Resección de cuerpos libres; D. Osteotomía de la base del primer metacarpiano.
más amplia del metacarpiano permite una movilización un punzón (N Figura 4 A). Este será el centro de la
fácil para acceder y trabajar en la superficie articular dis- cavidad que albergará la cúpula. El agujero se aumenta
tal del trapecio, donde se colocará la cúpula protésica. progresivamente labrando el hueso con cucharillas de
curetaje (desde 4/0 a 0) y luego se termina con la fresa
Cuando toda la superficie articular distal del trapecio manual que proporciona el instrumental para la prótesis
está expuesta, podemos localizar con facilidad el centro (N Figura 4 B y C). Nunca usamos taladros mo-
geométrico y en este punto se hace una perforación con torizados para hacer el agujero del trapecio, porque es
más difícil de controlar y podrían provocar necrosis ósea.
226
Tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana mediante artroplastias totales esféricas no constreñidas y no cementadas modelo Arpe
A B C
Figura 4. Exposición del trapecio y preparación del orificio para la cúpula protésica en el centro de la superficie articular distal. El
trapecio permanece se conserva integro, después de resecar únicamente resecando nada más los osteofitos periféricos.
227
M Martín Ferrero, C Simón Pérez, B García Medrano, H Aguado Hernández, O Faour Martín, A Vega Castrillo
Figura 7. A. Recepción y presentación de la cúpula con pinza; B. Presión con pinza de Kocher; C. Impactación con los instrumentos
de la prótesis; D. Cúpula colocada.
Procedimientos asociados
228
Tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana mediante artroplastias totales esféricas no constreñidas y no cementadas modelo Arpe
Figura 9. Reducción de los componentes de la prótesis y test de estabilidad realizando flexión, extensión abducción y aducción
forzadas y comprobando la ausencia de impactación ósea entre el metacarpiano y el trapecio.
Cuidados postoperatorios
Siempre que haya dudas razonables durante el proce- ducción y aducción, y oposición del pulgar. En la mitad
dimiento sobre la estabilidad futura del implante, se de las ocasiones, el paciente obtiene plena movilidad en
debe realizar la radioscopia durante el proceso; si no el primer mes sin tener que ir al departamento de re-
es así, el primer control de rayos X se realiza cuando se habilitación. Los pacientes se envían allí cuando en la
retira la inmovilización (N Figura 10). En este mo- primera revisión a las dos semanas no han recuperado
mento, se prescriben ejercicios: flexión y extensión, ab- la movilidad. La carga normal del pulgar se permite a las
229
M Martín Ferrero, C Simón Pérez, B García Medrano, H Aguado Hernández, O Faour Martín, A Vega Castrillo
6 o 7 semanas después de la cirugía. Más tarde, realiza- gundo18, en 2015, de 116 implantes consecutivos de Arpe,
mos revisiones periódicas anuales los dos primeros años también con supervivencia elevada (Kaplan-Meier del
y luego bianual. 94,1%), han demostrado que estas artroplastias tienen una
durabilidad muy parecida a la de las artroplastias totales de
la cadera, que es el patrón oro en ortopedia (N Figura
Resultados 11). Además, las artroplastias mantienen una movilidad
útil a largo plazo muy parecida a la normal y muy superior
Nuestros estudios16-18,26 y otros4,8,10,15,30 han demostrado a la preoperatoria medida con los criterios de la IFSSH3
claramente que las artroplastias totales esféricas tienen (N Tabla 1).
buenos resultados a corto plazo en términos de aspecto
estético y longitud del pulgar. Los resultados en movi-
lidad, fuerza de la pinza y puño, precisión de la pinza
fina entre el pulgar y el índice, el alivio del dolor y prue-
bas objetivas como escala EVA o DASH23 también son
mejores que en la trapeciectomía. Otra ventaja de esta
técnica es la rápida recuperación postoperatoria (6-8 se-
manas), con muy poco dolor postoperatorio.
Por otra parte, cada vez hay más estudios que demuestran
un alto índice de supervivencia a largo plazo de estos im-
plantes1,8,28,30, llegando hasta los 26 años de seguimiento
en el estudio de Johnston et al15. Nuestros estudios a largo
plazo (más de 10 años), publicados en 2014, el primero17, Figura 11. Mujer de 71 años de edad. Prótesis de Arpe bila-
que incluye 69 implantes consecutivos modelo Arpe, pre- teral: Izquierda de 12 años de evolución y derecha de 11 años.
senta una alta supervivencia funcional (del 93,9%), y el se- Se observa el buen aspecto radiográfico a largo plazo.
Tabla I. Movilidad en la revisión a largo plazo. Obsérvese como la mayoría de los pulgares protésicos tiene mucha mejor movilidad
postoperatoria que preoperatoria y la conservan funcional después de 10 años de evolución.
230
Tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana mediante artroplastias totales esféricas no constreñidas y no cementadas modelo Arpe
Otro problema en algunos de los primeros pacientes fue Problemas de las partes blandas
que la cúpula quedó demasiado profunda en el trapecio,
ya que la parte distal resecada en la osteotomía reduce No ha habido infecciones profundas en ninguna próte-
el tamaño del hueso, y además se elimina el hueso sub- sis. Hubo cuatro casos de intolerancia a los puntos de
condral, por lo que el implante sólo queda apoyado en sutura.
hueso esponjoso, lo cual no supone una sujeción ideal.
Por eso decidimos dejar de hacer osteotomía distal del Un paciente tuvo una sección no deseada del EPB, que
trapecio. se reconoció en la cirugía y se practicó sutura, sin conse-
cuencias posteriores.
También al principio tuvimos la tendencia a dejar pró-
tesis con demasiada tensión, por miedo a la luxación, Algunos pacientes se quejaron de parestesias o dises-
pero muy pronto nos dimos cuenta de que las prótesis tesias del pulgar debido a la cirugía, pero sólo en dos
esféricas funcionaban mejor cuando no estaban tensas pacientes persisten las molestias con el tiempo (revisión
y que si los componentes están bien orientados, son muy a largo plazo). Ninguno de los dos pacientes que han
estables. La mayoría de las complicaciones peroperato- sufrido síndrome de dolor regional tipo I presentaban
rias ocurrieron en los primeros 30 implantes colocados, secuelas a los 10 años.
por lo tanto es importante destacar que en las prótesis
existe una curva de aprendizaje.
Consejos y trucos después de 17
Fracturas del trapecio años de experiencia con estas
artroplastias
En un paciente que sufrió una fractura completa del
trapecio durante la colocación de la cúpula, lo intenta- Decisión del implante
mos resolver colocando un cerclaje de alambre, que falló
posteriormente. En otro paciente el trapecio sufrió un Cuando empezamos a utilizar las artroplastias totales,
estallido completo y cambiamos la técnica quirúrgica, tomamos como referencia la prótesis de De la Caffiniè-
realizando una trapeciectomía y una tenosuspensión. En re9,10, ya que había múltiples publicaciones sobre ella con
otros tres pacientes se produjeron fisuras longitudinales buenos resultados a largo plazo1,8,15,21,28,30. La artroplas-
de trapecio, que durante la cirugía se vio que no altera- tia de De la Caffinière lograba mantener la longitud y la
ban la estabilidad de la cúpula, por lo que la inmoviliza- apariencia del pulgar, la precisión del movimiento y la
ción se prolongó una semana más y no hubo cambios de fuerza de la pinza; sin embargo, se trataba de prótesis
osteointegración posterior de la cúpula. cementadas y constreñidas, y por estas dos razones tenía
la desventaja de poder sufrir un aflojamiento con el paso
del tiempo. Su autor recomienda seleccionar al paciente
Fracturas del metacarpiano correctamente y hacer una técnica quirúrgica sistemáti-
ca y precisa para lograr buenos resultados10.
No ha habido fracturas importantes del metacarpiano
que alteren la estabilidad del vástago protésico. En dos La prótesis esférica de Arpe® tiene dos ventajas sobre la
pacientes se han producido pequeñas grietas, que no de De La Caffinière: está recubierta de hidroxiapatita (no
231
M Martín Ferrero, C Simón Pérez, B García Medrano, H Aguado Hernández, O Faour Martín, A Vega Castrillo
cementada) y no es constreñida. Con estas dos condi- de ver, pero este grupo se está volviendo cada vez más
ciones era de esperar que mejorara el resultado a largo pequeño en la sociedad actual.
plazo con respecto a su aflojamiento, pero podría tener
el inconveniente de luxación de los componentes al no En algunos pacientes de nuestra serie, con artrosis TMC
estar constreñidos6. bilateral y un trabajo duro, se ha realizado una artrode-
sis en la mano dominante y una prótesis en el lado no
Nosotros empezamos a colocar las prótesis de Arpe en dominante, para preservar la movilidad completa en una
la artrosis TMC, en 1999, con el objetivo de mejorar el mano.
resultado del tratamiento. Antes de esa fecha, habíamos
operado durante muchos años a pacientes de esta en-
fermedad con otros procedimientos quirúrgicos diferen- Influencia de la mano contralateral en la
tes (trapeciectomía, tenosuspensión, artrodesis, etc.). indicación quirúrgica
En el inicio, utilizamos los criterios de inclusión para las Cuando un paciente viene a nosotros para tratarse de
artroplastias recomendadas por De la Caffinière9,10, que artrosis TMC y ha sido previamente operado de la mano
fueron principalmente: a) indicación en artrosis TMC contralateral con una trapeciectomía o tenosuspensión,
estadios III y IV de la clasificación de Eaton y Littler; la primera decisión debería ser otra trapeciectomía, y
b) existencia de una buena calidad ósea en el trapecio, no una prótesis, porque se produciría una diferencia de
y c) pacientes con actividad manual moderada. A con- longitud entre ambos pulgares17,18. Existen algunas ex-
tinuación discutiremos detalladamente las indicaciones cepciones, tales como pacientes entre 50 y 60 años con
que hemos ido definiendo basados en nuestra experien- muy buena calidad ósea, y buen tamaño de trapecio, que
cia26. sería una indicación clara de prótesis, pero se ha realiza-
do una trapeciectomía en la otra mano. La decisión la
debe tomar el enfermo después de explicarle las razones
Indicación para cirugía según la edad del anteriores.
paciente
En nuestra opinión, la mejor edad es entre 50 y 70 años. Indicaciones para cirugía y calidad ósea
Es una edad laboral en la que los pacientes necesitan
para las actividades habituales de su vida diaria una La mejor indicación es la artrosis TMC, con buena calidad
buena movilidad, fuerza y funcionalidad en el pulgar. En ósea. La mala calidad ósea y la pérdida de función de
los menores de 50 años de edad, se debe evitar la ciru- múltiples articulaciones en la artritis reumatoide hacen
gía, pues todavía son jóvenes y existe riesgo de posible que estos pacientes no sean candidatos adecuados para
desgaste del polietileno a lo largo de muchos años, pues las artroplastias protésicas. Los pacientes con artropatía
todavía no hay muchos estudios sobre los resultados a de TMC de tipo neuropático o paralítico no son una indi-
largo plazo. Por encima de los 75 años de edad, la ca- cación, lo mismo que para cualquier tipo de prótesis en
lidad ósea no es óptima y el paciente no demanda la otras articulaciones.
funcionalidad al pulgar como cuando es más joven.
Los pacientes con poliartrosis en los miembros inferiores,
que precisan ayudas para caminar deben ser estudiados
Indicaciones para cirugía según la cuidadosamente.
actividad física
Hay una serie de actividades físicas que en el pasado no Cambios de adaptación en la técnica
se consideraron fuertes, pero en la sociedad de hoy son quirúrgica
las más demandantes, tales como ama de casa, limpieza,
cocina, peluquería y líneas de montaje. En estos pacien- El uso continuado de estos implantes nos ha permitido
tes es donde hemos colocado la mayoría de nuestras realizar cambios técnicos, tanto en el abordaje, como en
prótesis, con buenos resultados a largo plazo. El grupo la técnica quirúrgica, que mejoran la colocación, posi-
de pacientes con trabajo pesado o actividades manuales cionamiento y ajuste de los implantes y, en consecuen-
que pueden sufrir golpes inesperados en el pulgar, o que cia, pueden mejorar el resultado a largo plazo.
podrían forzar el pulgar repentinamente (cuidadores de
enfermos espásticos, policías de la calle, etc.) es donde El diseñador de la prótesis recomendó el abordaje an-
la artroplastia está contraindicada17,18, a nuestro modo teroexterno, pero pronto hicimos a la vez tres grandes
232
Tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana mediante artroplastias totales esféricas no constreñidas y no cementadas modelo Arpe
cambios que nos permitieron mejorar considerablemen- Influencia del tamaño del trapecio
te la técnica para la colocación y el anclaje primario
de la prótesis: 1) Cambio al abordaje posteroexterno El tamaño del trapecio debe ser suficiente para colocar
(dorsorradial) que nos proporcionaba mejor acceso a la cúpula centrada en el hueso, por ello, si la cúpula más
la superficie distal del trapecio y mejores posibilidades pequeña tiene 9 mm de ancho y 5 mm de alto, el tra-
de alineación del vástago. 2) Aumento del tamaño de pecio debería tener, al menos 12 mm de anchura dor-
la osteotomía de resección del metacarpiano, que nos sopalmar y radiocubital (en este sentido no suele haber
permitía mucho más espacio de trabajo para colocación problemas), y unos 10 mm de altura, desde la superficie
y orientación de los componentes y también evitaba la articular con el escafoides hasta la superficie del me-
posible impactación entre el primer metacarpiano y el tacarpiano (es donde más problemas suele haber, sobre
trapecio, o entre el primero y segundo metacarpianos en todo en los trapecios displásicos).
los movimientos extremos del pulgar, lo cual disminuye
considerablemente las posibilidades de luxación entre
Influencia de las alteraciones de la ETT
los componentes. 3) Dejar de hacer la osteotomía del
asociadas a la artrosis TMC
trapecio. Al tener más espacio de trabajo, podemos ob-
servar completamente en toda la extensión la superficie A lo largo de estos años nos hemos dado cuenta de que
distal del trapecio y calcular el centro geométrico con hay ciertas dificultades añadidas en la evolución del im-
facilidad. Alrededor de este centro es donde labramos el plante en algunos pacientes con artrosis TMC estadio IV
orificio para la cúpula. Pensamos que es muy importan- de Eaton. Los pacientes con artrosis de la ETT leve o mo-
te preservar la masa ósea del trapecio y preservar tam- derada con la línea formada por la articulación y el eje
bién el hueso subcondral que es el elemento ideal donde del segundo metacarpiano menor de 130º, evolucionan
apoyar la cúpula protésica. Por ello, en la técnica actual mejor a largo plazo que los pacientes con artrosis de la
se respeta todo el trapecio y solamente se resecan los ETT grave, con una interlínea muy oblicua, con ángulo
osteófitos periféricos, que podrían alterar la visión real mayor de 130º, que a veces presentan subluxación ar-
de la superficie articular distal del trapecio y dificultar la ticular (trapecio subluxado que sobresale del escafoides
percepción de su centro26. por el lado radial). Si en el trapecio subluxado se coloca
la cúpula, va a sufrir la presión constante de la fuerza
Utilizamos generalmente el cuello angulado, en lugar de la pinza y se subluxará aún más con el tiempo. Por lo
del recto, porque es más anatómico y parecido a la for- tanto, aconsejamos no colocar una artroplastia en estos
ma original del metacarpiano. También, porque durante últimos pacientes.
el movimiento de la oposición la curva del cuello con-
vierte el movimiento rotatorio puro en un movimiento
elipsoidal, que está más cerca de la biomecánica original Influencia de las alteraciones de la MCF
de la TMC. asociadas a la artrosis TMC
233
M Martín Ferrero, C Simón Pérez, B García Medrano, H Aguado Hernández, O Faour Martín, A Vega Castrillo
Si la hiperextensión de la MCF supera los 30º, cuando se Guía de las malposiciones de los
hace una artroplastia total, el metacarpiano se flexiona componentes y de las luxaciones a corto
y con el tiempo, los componentes protésicos se ponen plazo
en ángulo de ápice dorsal, y la cabeza se podría su-
bluxar o incluso luxarse. Para evitar esta deformidad, 1) Cuando el fallo es una mala posición de los compo-
es necesario realizar un tratamiento al mismo tiempo nentes (generalmente la cúpula), se realiza la revisión
que se coloca la prótesis. El tratamiento consiste en quirúrgica y se reposicionan cuanto antes. 2) Si existe
hacer una fusión del sesamoideo del lado radial de la una luxación puede ser debida a un movimiento forzado
MCF con la cabeza del metacarpiano. Esta intervención o a una inmovilización insuficiente o inadecuada. Cuan-
es relativamente simple, sólo añade unos minutos más do los componentes protésicos están en posición correc-
a la cirugía, e impide la hiperextensión19. En pacientes ta, se realiza una reducción a cielo cerrado, seguida de
con hiperextensión fija importante de la MCF, se puede tres semanas inmovilización. Si la luxación se debe a que
los componentes están mal posicionados, se actúa como
hacer una artrodesis. Aunque algunos autores8 piensan
en el supuesto primero.
que este procedimiento está contraindicado con una
prótesis porque favorece el aflojamiento, lo hemos he-
cho en varias ocasiones y no hemos visto aflojamientos Guía de los aflojamientos a largo plazo
ni afectación importante de la funcionalidad futura de
la artroplastia. En el aflojamiento a largo plazo de la cúpula existen tres
posibilidades: 1) Puede ocurrir que exista una radiolucen-
cia alrededor de una cúpula bien posicionada, y que la
Complicaciones: ¿Se puede superar prótesis continúe funcional e indolora; en estos pacien-
con éxito una prótesis que falla? tes seguimos una conducta expectante, con revisiones
(N Tabla 1) periódicas. 2) Cuando la cúpula está suelta, desplazada,
hay inestabilidad de la prótesis y el paciente tiene dolor,
La cualidad principal que debe tener una técnica qui- tenemos que hacer una revisión quirúrgica, pero surgen
rúrgica es que en caso de fallo se puedan aplicar otras dos posibilidades: a) que el trapecio tenga buena reserva
opciones terapéuticas. Se ha escrito en ciertas publi- ósea y puede soportar una nueva cúpula, entonces efec-
caciones que es muy difícil salir de los fracasos de las tuamos: limpieza, llenado con autoinjerto óseo esponjoso
prótesis totales de la TMC14; sin embargo, el 7% de los y compactación del lecho que queda al retirar la cúpula e
fallos protésicos que hemos tenido en estos 17 años se instalación una nueva cúpula, y b) si el trapecio está des-
ha resuelto con poca dificultad, al igual que publican truido, se retira la cúpula floja, los restos del hueso, el cue-
Apard y Saint Cast2. En la mayoría de los fracasos no llo de la prótesis y se intenta quitar el vástago. Después
ha sido necesaria más que una intervención adicional. se lleva a cabo una tenosuspensión de tipo Burton para
preservar mejor la longitud del pulgar. Si fuera imposible
Las complicaciones que hemos tenido17,18,26 se debie- quitar el vástago porque tiene una fuerte osteointegra-
ron, generalmente, a un error en la indicación y/o en ción, en lugar de forzar y hacer una fractura del metacar-
la técnica quirúrgica, la misma opinión que mantiene piano, se le deja colocado, y en este caso, como la cavidad
Van Capelle et al.30 sobre los implantes de De la Caffi- medular está ocupada por el vástago y no se puede hacer
un orificio para pasar el hemitendón del FCR, modifica-
nière. Hay que tener en cuenta que existe una curva de
mos la técnica original, pasando el tendón por un orificio
aprendizaje significativa. Así, en nuestra primera serie
subperióstico que labramos por fuera del metacarpiano
publicada de 140 prótesis26, cinco de las siete compli-
en la zona radial metafisaria proximal y continuamos el
caciones tempranas mayores (cuatro luxaciones y una
procedimiento como en los casos habituales.
falsa vía del vástago metacarpiano) se produjeron en
las primeras 22 prótesis y las otras dos en las restantes
118. Guía de las luxaciones a largo plazo
Las complicaciones mayores con la prótesis Arpe a corto Cuando se presenta una luxación protésica a largo plazo,
plazo (menos de 3 meses) han sido: malposición de los la mayoría de las veces es debida a que los componen-
componentes y luxaciones tempranas, y a largo plazo: tes se han subluxado por alguna malposición que existe
aflojamiento de la cúpula y luxaciones tardías. No exis- desde que se colocaron, o por hiperextensión de la MCF.
ten casos de aflojamiento completo del vástago, sola- A veces, traumatismos moderados o leves precipitan la
mente algunas radiolucencias en la zona proximal. luxación. 1) El supuesto más sencillo es el que se ha hun-
234
Tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana mediante artroplastias totales esféricas no constreñidas y no cementadas modelo Arpe
235
M Martín Ferrero, C Simón Pérez, B García Medrano, H Aguado Hernández, O Faour Martín, A Vega Castrillo
dido levemente la cúpula, sin alteraciones de posición 8. Chakrabarti AJ, Robinson AH, Gallagher P. De la
y sin aflojamiento, y el cuello se queda corto, hemos Caffinière thumb carpometacarpal replacements:
realizado con éxito una revisión quirúrgica solamente 93 cases at 6 to 16 years follow-up. J Hand Surg Br,
cambiando el cuello por uno más largo. 2) Cuando los 1997; 22:695-8.
componentes se encuentran suficientemente bien po- 9. De la Caffinière JY. Prothèse totale trapézométacar-
sicionados, como para seguir funcionales y bien ancla- pienne. Rev Chir Orthop, 1974;60:299-308.
dos pero existe una luxación de la cabeza protésica por 10. De la Caffinière JY. Facteurs de longévité des
el lado dorsal favorecida por hiperextensión de la MCF, prothèses totales trapézométacarpiennes. Chir
realizamos revisión quirúrgica con dos actuaciones con- Main, 2001;20:63-7.
comitantes esenciales: una sobre la MCF (artrodesis del
11. Eaton R, Littler J W. Ligament reconstruction for the
sesamoideo radial para evitar la hiperextensión19) y otra
painful thumb carpometacarpal joint. J Bone Joint
sobre la prótesis (ligamentoplastia con el FCR de tipo
Surg Am, 1973;55:1655-61.
Eaton y Littler rodeando el cuello protésico con el hemi-
tendón) para evitar que se vuelva a luxar la cabeza por el 12. Froimson AI. Tendon artrhroplasty of the trapezio-
lado dorsal. 3) Cuando los componentes se encuentran metacarpal joint. Clin Orthop, 1970;70:191-9.
mal posicionados o hay aflojamiento, no queda más re- 13. Gervis WH. Excision of the trapezium for osteoar-
medio que retirar la prótesis, los restos del trapecio y thritis of the trapezio-metacarpal joint. J Bone
realizar una tenosuspensión como hemos descrito en el Joint Surg Br, 1949;31:537-9.
apartado de los aflojamientos. 14. Hernández-Cortés P, Pajares López M, Robles Mo-
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237
Capítulo 21
Artroplastia total modelo Roseland
239
JMª Soler Minoves
Figura 1. Tres variantes de tratamiento quirúrgico: artroplastia de resección, artroplastia de substitución y artrodesis.
Figura 3. Prótesis de Roseland. Encaje “Press-Fit” con planos Figura 4. Tensores musculares, equilibrando el fulcro proté-
de apoyo. Superficie de hidroxiapatita. sico en un rango de movilidad fisiológica.
240
Artroplastia total modelo Roseland
La estabilidad de la prótesis viene determinada por las 5) Es fundamental para la reconstrucción funcional la
superficies de contacto del “press-fit” protésico, maxi- creación de un colgajo cápsulo-perióstico-muscular
mizadas por el reborde plano el cual optimiza la base en continuidad, englobando por el lado radial la in-
de apoyo en el plano de movimiento de la base del serción del abductor pollicis longus y del abductor
pulgar14-16. pollicis brevis y en el lado cubital el adductor pollicis,
para mantener la transmisión de la acción del ab-
El recubrimiento de HAC que permite una integración ductor pollicis longus al metacarpiano, y el efecto
secundaria progresiva a lo largo del tiempo protege y estabilizador de los tirantes musculares.
enriquece la reserva de masa ósea, que es limitada en la
región de los pequeños huesos del carpo. 6) Los tiempos óseos requieren:
a) una osteotomía de la base metacarpiana estric-
tamente perpendicular a la cortical posterior y
Casuística una escrupulosa regulación de la longitud, para
evitar la generación de estímulos generadores
La selección de los pacientes (n=78), en nuestras indica- de síndromes dolorosos regionales complejos,
ciones, ha venido determinada por: creando el espacio de trabajo para los tiempos
óseos de la técnica.
a) La clínica dolorosa. b) El fresado del trapecio debe ser escrupulosamen-
b) El deterioro de las estructuras de estabilidad arti- te concéntrico en línea con el mejor grosor de las
culares y periarticulares y el deterioro funcional de paredes y asegurando el anclaje del soporte distal.
la primera columna (subluxación, retracción primer c) Se procede después, con cuidado, a la queilecto-
comisura, desaxación del aparato extensor, sobre- mía de los osteofitos del trapecio.
carga en transferencia viciosa). d) Una vez efectuada ésta, se procede a la impac-
c) La demanda funcional del paciente. tación “press-fit” de ambos componentes, aten-
diendo especialmente al apoyo uniforme de las
d) Las condiciones y el estado articular (stock óseo, bases planas de dichos componentes.
congruencia cadena articular, rizartrosis del pulgar
e) Reducción articular hasta “escuchar” el resalte de
bipolar afectando ambas caras del trapecio, valo-
auto bloqueo de la prótesis (N Figura 5).
ración TC, y en algunos casos valoración artroscó-
pica). 7) Reconstrucción cuidadosa de los colgajos cápsulo-
perióstico-musculares, para asegurar la adecuada
transmisión funcional del abductor pollicis longus al
Técnica primer metacarpiano.
241
JMª Soler Minoves
9) Inmovilización en 45-45 (anteposición-abducción) du- Es decir “no dolor” o “dolor leve”, les permitía actividades
rante 3-5 semanas con férula abierta almohadillada de esfuerzo deportivas o laborales
seguida de tratamiento rehabilitador y fisioterápico.
Se efectúa asimismo una medición mediante escala EVA.
La evaluación de los resultados se ha efectuado estu- El promedio del la medición de la EVA fue de 1,7, es decir
diando los siguientes parámetros clínicos y radiológicos: “no dolor” o “dolor leve”, que les permitía actividades de
esfuerzo deportivas o laborales; siendo el promedio de la
escala DASH de 26,8%11,14,15,19,27.
Clínicos:
— Dolor.
— Movilidad. Movilidad
— Función.
Respecto a los arcos de movilidad se valoran la capaci-
dad de oposición, y los dos planos de movilidad abduc-
Radiológicos: ción-aducción y anteposición-retroposición.
— Longitud primera columna.
— Osteointegración. Los resultados han sido excelentes, logrando:
— Remodelado trabecular.
— Ribetes de radiolucencia y subsidericia. — Más de la mitad de los pacientes (58%) un arco de
— Síndrome doloroso regional complejo. abducción-aducción de 70º.
— El 61% de ellos, una antepulsión de 50º.
— Respecto a la oposición del pulgar el 85% de los
A. Parámetros clínicos pacientes logró una oposición con la base del 4º y 5º
dedos. (N Figura 6).
Dolor
242
Artroplastia total modelo Roseland
Figura 6. Se valoró la movilidad articular mediante un goniómetro, midiendo los balances articulares para la abducción-aducción y
antepulsión-retropulsión de la articulación trapeciometacarpiana; la oposición del pulgar se valoró mediante la capacidad del mismo
para llegar a la base de cada dedo.
243
JMª Soler Minoves
Discusión
244
Artroplastia total modelo Roseland
245
JMª Soler Minoves
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246
Capítulo 22
Artroplastia trapeciometacarpiana
con prótesis de De la Caffinière
Introducción Etiología
El término artrosis se utiliza para designar a trastornos La etiología de la artrosis TM es multifactorial, con fac-
degenerativos del cartílago articular que no se deben a tores intrínsecos degenerativos y factores extrínsecos
patologías clásicamente descritas y denominadas artro- traumáticos17.
patía inflamatoria como enfermedad reumatoide y las
espondiloartropatías seronegativas23 . La etiología intrínseca ha postulado que la hiperlaxitud
ligamentosa es la causa más relevante para que se pro-
La articulación trapeciometacarpiana (TM) es la segunda duzcan cambios degenerativos precoces15. A su vez la hi-
articulación con más incidencia de artrosis en la extre- perlaxitud ligamentosa está relacionada con influencias
midad superior, detrás de la articulación interfalángica hormonales y bioquímicas como demostraron Jónsson
distal. Entre los mayores de 75 años, la prevalencia de et al.15.
degeneración radiológica TM es del 25% en los hombres
y del 40% en las mujeres1. Para algunos autores las alteraciones en la forma de la
superficie del trapecio causan artrosis TM, siendo una
superficie aplanada del trapecio un factor predisponente
para la artrosis1.
Anatomía articulación
trapeciometacarpiana
La patología traumática es también causa de artrosis TM,
como se observa en las fracturas de Bennett por articu-
En 1854 Fick acuñó el término “en silla de montar” para
lación incongruente.
referirse a la articulación TM, son dos sillas de montar
perpendiculares entre sí, bicóncava-convexa con una
mínima constricción ósea12. La anatomía de esta arti-
culación, permite la movilidad del pulgar en diferentes Tratamiento
planos (extensión, flexión, aducción y abducción). La ar-
ticulación TM es más congruente en el eje radiocubital El tratamiento de la artrosis TM tiene como objetivo la
que en el dorsovolar, permitiendo un mayor rango de estabilidad, movilidad y fuerza sin dolor en la región TM
movilidad para oponer el pulgar. y dado que contribuye aproximadamente en un 40% a
la funcionalidad de la mano21, es de vital relevancia una
La estabilidad articular depende fundamentalmente correcta actitud terapéutica.
de ligamentos y músculos. Entre los ligamentos que
influyen en la estabilidad articular destacamos: a) li-
gamento oblicuo anterior, que resiste las fuerzas de
abducción, extensión y pronación; b) ligamento dor-
sorradial, estabilizador principal frente a la traslación
dorsal y radial y el más importante para evitar la luxa-
ción dorsal; c) ligamento intermetacarpiano, restringe Santiago Amillo Garayoa
la traslación radial de la base del primer metacarpia- Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología
no. La estabilidad muscular se basa en músculos vo- Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. Navarra
E-mail: samillo@unav.es
lares y dorsales18.
247
S Amillo Garayoa, LMª Romero Muñoz
El tratamiento no quirúrgico de la artrosis TM se basa ferentes modelos de prótesis y materiales con resultados
en el empleo de férulas, infiltraciones y fisioterapia, una variables y riesgo de movilización o luxación.
vez fracasado el tratamiento médico se procede al trata-
miento quirúrgico.
Artroplastia total tipo De La
Se han realizado multitud de procedimientos quirúrgicos Caffinière
a lo largo de la historia como tratamiento de la rizartro-
sis del pulgar. En la actualidad la actitud quirúrgica en La artroplastia total TM fue descrita originariamente por
la artrosis de la articulación TM se basa en parámetros De la Caffinière y Aucouturier en el año 19739. Ha sido
como la edad del paciente, sintomatología, tipo de labor la artroplastia de la articulación TM más ampliamente
desempeñada y estadio radiológico de la enfermedad en utilizada y estudiada. Sus primeros resultados fueron
la articulación TM4,10. publicados en 1979 y posteriormente en 1991. Este pro-
cedimiento quirúrgico aplica el concepto de recambio de
Los procedimientos quirúrgicos los dividimos en aquellos la superficie articular mediante una superficie mecánica
que conservan la articulación y aquellos que no la con- de carga sin movimientos de fricción aportando estabi-
servan. En el primer caso destacamos la osteotomía del lidad y movilidad indolora, mantenimiento de la longi-
primer metacarpiano21 o la reconstrucción ligamentosa8. tud normal del primer radio de la mano, necesaria para
En el caso de no conservar la articulación, disponemos conseguir una buena prensión y pinza (N Figura 1)
como arsenal terapéutico de la trapeciectomía23 aislada
o combinada con técnica de estabilización11. Estos pro- La artroplastia De la Caffinière la definimos como una ar-
cedimientos se asocian a pérdida de longitud del pulgar troplastia esférica, constreñida, cementada y unimodular.
y pérdida de fuerza. Para evitar ese problema se idearon Compuesta por un cótilo de polietileno alojado en el tra-
las artrodesis y artroplastias de sustitución20. La artrode- pecio y un vástago de cromocobalto en el metacarpiano.
sis de la articulación TM7 está asociada con disminución
de la movilidad y trasferencia de fuerzas a articulaciones De la Caffinière, en su primera revisión de 29 pacientes
adyacentes. La artroplastia de interposición pretende (34 articulaciones TM) con una edad media de 59 años
conservar la longitud, fuerza y estabilidad de la TM6. La con un seguimiento medio de 24 meses, observó un re-
artroplastia parcial con implante de silicona14 se asocia a sultado funcional bueno en 20 pacientes, siendo la prin-
movilidad del implante, fractura protésica y subluxación. cipal complicación la movilización aséptica, requiriendo
La artroplastia total TM ha evolucionado y se utilizan di- en 4 pacientes la revisión de la prótesis9.
A B C
Figura 1.
a) Radiografía de mano izquierda de mujer de 68 años con rizartrosis del pulgar estadio III de Eaton y Littler.
b) Radiografía de mano con implantación de prótesis de De la Caffinière en el postquirúrgico inmediato.
c) Evolución a los 10 años, sin observar signos de movilización radiológica ni osteolísis en cótilo o vástago.
248
Artroplastia trapeciometacarpiana con prótesis de De la Caffinière
Los resultados clínicos obtenidos de los distintos estu- El seguimiento de estas indicaciones conlleva unos bue-
dios de revisión realizados hasta la fecha señalan una nos resultados corroborados por los estudios realizados
disminución del dolor que varía del 76% al 96%19,22 y por Van Capelle et al.22, en el que se observan en 77 pró-
una ganancia de fuerza que varía de un 61% a un 85% tesis colocadas con un seguimiento de 8,5 años con un
respecto a mano contralateral. Respecto a la movilidad buen resultado clínico, y el trabajo de Sondergaard et
del primer dedo, la media de la abducción radial del pri- al.19, con un 82% de buenos resultados sobre un total de
mer dedo es de 60º con una abducción palmar de 33º y 22 implantes estudiados.
una oposición del pulgar que alcanza la base del quinto
dedo en todos los casos.
Complicaciones
La recuperación del paciente es inmediata y la rehabili-
tación mínima. Las complicaciones descritas en las prótesis TM son múl-
tiples, destacando entre ellas las movilizaciones asin-
tomáticas o dolorosas3,19,21, infección22, luxación o sub-
Indicaciones y contraindicaciones luxación del implante, osificaciones heterotópicas13,23,
del empleo de la artroplatia De La lesión tendinosa o nerviosa12, fracturas y desgaste del
Caffinière polietileno y síndrome doloroso regional complejo22. La
principal complicación referida en los distintos estudios
La artroplastia total De la Caffinière requiere una correc- realizados es el aflojamiento del componente insertado
ta selección del paciente para alcanzar los buenos resul- en el trapecio21. Hecho destacado en el trabajo de Van
tados obtenidos en las distintas series, siendo indicación Capelle et al.22 con un 44% de aflojamientos, observán-
óptima los pacientes alrededor de los 65 años, con ar- dose aflojamiento radiológico del componente del tra-
trosis TM estadio III de Eaton y Littler9,16 y poca demanda pecio en 12 pacientes, 9 en componente metacarpal y 8
funcional sobre dicha articulación. en ambos componentes.
La edad es un factor de relevancia para el empleo de Se han analizado factores desencadenantes del aflo-
artroplastia total TM porque lleva implícita una de- jamiento como ser mujer, deformidades en aducción,
terminada demanda funcional en la mano, siendo un acortamientos o alargamientos postoperatorios y edad
factor predisponente al desgaste de los componentes. en la cirugía, siendo este último el factor que más se
Chakrabarti et al.5 publicaron alta incidencia de mo- relaciona con las movilizaciones de los distintos com-
vilizaciones cuando la artroplastia se realizaba en pa- ponentes.
cientes varones menores de 65 años con alta demanda
funcional respecto a otros grupos de edad y sexo. De El empleo de artroplastia cementada se ha correlacio-
Smet et al10, en su serie de 40 pacientes (43 pulgares) nado con una mayor supervivencia del implante y una
con una edad media de 54 años, corroboraba la alta menor incidencia de aflojamientos asépticos en el vás-
incidencia de movilizaciones asépticas al emplear el tago y cótilo comparando la artroplastia total TM ce-
implante en pacientes jóvenes con movilizaciones en mentada (De la Caffinière) y la no cementada (Ledoux)
el 44% de los casos; de los 10 pacientes con moviliza- en 84 pacientes, observando una supervivencia del im-
ciones sintomáticas del implante uno requirió revisión plante Ledoux de 58,9% a los 16 meses de seguimiento
de la prótesis. y de 66,4% a los 68 meses en el caso De la Caffinière.
Destacando que los aflojamientos observados eran del
La gran mayoría de estudios emplean la artroplastia de 46% en cúpula de los Ledoux y del 28% de las de De la
De la Caffinière en el estadio III de Eaton y Littler, por el Caffinière. En 10 casos se requirió la revisión del implan-
hecho de que al ser artrósica exclusivamente la articu- te. Asimismo se observan los resultados obtenidos con la
lación TM y no las articulaciones colindantes (escafotra- implantación de la prótesis TM no cementada con dolor
peciotrapezoidea) obtendremos un buen resultado con en un 75% de los pacientes con una movilización asépti-
un único gesto quirúrgico sin la necesidad de emplear ca en un 83% y luxación en un 17% con un seguimiento
ningún procedimiento añadido sobre el resto de articu- de 25,3 meses21.
laciones adyacentes artrósicas.
De este modo se ha comprobado que las artroplastias
Se requiere un stock óseo en trapecio suficiente para po- cementadas tienen una menor incidencia en moviliza-
der alojar los componentes de la prótesis. ciones respecto a los modelos no cementados.
249
S Amillo Garayoa, LMª Romero Muñoz
A B C
Figura 2.
a) Radiografía de mano derecha que corresponde a una mujer de 65 años con rizartrosis del pulgar estadio III de Eaton y Littler.
b) Radiografía de mano derecha con implantación de prótesis de De la Caffinière tras la cirugía.
b) Evolución a los 27 años en el que se observan signos de osteolísis en cótilo y punta del vástago, con acortamiento del primer dedo.
La paciente refería encontrarse asintomática.
250
Artroplastia trapeciometacarpiana con prótesis de De la Caffinière
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251
Capítulo 23
Artoplastia total anatómica cementada sr
1
Hospital General Universitario de Alicante.
2
Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
3
Hospital de Figueres. Girona
253
A García López, MJ Pérez Úbeda, P Sebastián Giraldo, E Junyent Vilanova.
y que no habían respondido a medidas conservadoras leve (1mm de desplazamiento cuando se somete el me-
(ortesis, antinflamatorios, infiltraciones). Se selecciona- tacarpiano a una fuerza lateral), moderado (2 mm de
ron en los pacientes que reunían los criterios anteriores desplazamiento) y grave (3 mm de desplazamiento). La
según iban acudiendo a consulta de forma consecutiva. deformidad fue graduada en ninguna (abducción > 40º),
La edad media de los pacientes fue de 65 años (rango: 53 leve (abducción entre 30º y 40º), moderada (abducción
a 83), siendo 17 mujeres y 2 hombres. Quince pacientes entre 20º y 30º) y grave (abducción < 20º)10,13.
realizaban, o habían realizado, trabajos manuales como
limpieza o costura de forma profesional, de los cuales Hubo 2 casos con deformidad moderada y 1 con defor-
4 estaban retirados en el momento de la cirugía, y las midad grave. La movilidad promedio preoperatoria en la
restantes eran amas de casa. En 11 casos se operó la mano afectada se recoge en la Tabla I, observándose 7
mano dominante. En 4 pacientes se había intervenido casos con hiperextensión de la articulación MCF (media:
la otra mano con anterioridad mediante artroplastia de 22º; rango: 15-30º).
resección/suspensión dinámica de Schecker26 y en otro
paciente se implantó la prótesis en las 2 manos (con un El estudio radiológico se evaluó según los criterios de
intervalo de 1 año entre ambas). El origen de la patología Eaton et al.9,10. Estadio I: sinovitis, puede estar aumen-
fue artrosis primaria en 18 pacientes y hubo un caso de tado el espacio articular, contornos articulares normales
artrosis postraumática. y subluxación de menos de 1/3 de la superficie. En el
estadio I no hay subluxación, pero las radiografías bajo
Los pacientes fueron evaluados en el preoperatorio re- tensión pueden mostrar una subluxación de la articula-
gistrando el dolor, la movilidad, la fuerza, la deformidad ción TMC. Estadio II: laxitud capsular, subluxación arti-
y la inestabilidad. El dolor fue graduado subjetivamente cular de menos de 1/3 y pequeños osteofitos menores de
como ausente, leve, moderado y grave. La movilidad se 2 mm. Estadio III: subluxación mayor de 1/3, osteofitos
midió con un goniómetro de dedos evaluando la abduc- mayores de 2 mm, pinzamiento y esclerosis. Estadio IV:
ción palmar y radial y la flexoextensión de las articula- lo anterior más afectación de la articulación trapecioes-
ciones MCF e interfalángica (IF). La oposición del pulgar cafoidea. En la presente serie existen 11 casos con es-
fue registrada usando la prueba de oposición de Kapand- tadio II y 9 casos con estadio III. La indicación quirúrgi-
ji, que consiste en tocar los 4 dedos largos con la punta ca fue dolor importante en la articulación TMC que no
del pulgar15. La puntuación es 0 cuando se toca con la cedía con los tratamientos conservadores habituales
punta del pulgar el lado lateral de la falange proximal (antiinflamatorios, ortesis funcional, infiltraciones, etc.)
del dedo índice, 1 cuando se toca la parte lateral de la y en el estudio radiográfico presentaban rizartrosis del
falange media del dedo índice, 2 para la parte lateral de pulgar estadios II y III. En los estadios IV de Eaton dicha
la falange distal del dedo índice, 3 para la punta del dedo técnica está contraindicada por estar afectada la arti-
índice, 4 para la punta del dedo medio, 5 para la punta culación trapecioescafoidea y puede persistir en ella el
del dedo anular y 6 para la punta del dedo meñique. Si dolor tras la prótesis trapeciometacarpiana.
movemos el pulgar proximalmente a lo largo de la cara
volar del meñique, otorgamos 7 si se toca el pliegue de la En 7 pacientes existía patología asociada (dedo en re-
IF distal, 8 si se toca el pliegue IF proximal, 9 si se toca el sorte, ganglión, síndrome del túnel carpiano, etc.) en el
pliegue proximal volar del dedo y 10 cuando se alcanza momento de la cirugía, que se trató simultáneamente.
el pliegue distal volar de la palma de la mano13.
Técnica quirúrgica: se realiza un abordaje dor-
La fuerza fue cuantificada usando un dinamómetro de sal en V centrado sobre la articulación, identificando
puño JamarTM (TEC. Clifton, New Jersey. USA) en la se- las ramas sensitivas del nervio radial y la rama dorsal
gunda posición, y un dinamómetro de pinza JamarTM de la arteria radial en la parte proximal de la incisión;
para medir la fuerza de agarre, la fuerza de pinza lateral se realiza capsulotomía dorsal levantando una solapa
y de pinza de puntas de primer y segundo dedo. La fuer- cuadrangular de base proximal y se cortan 3 mm de la
za media previa se observa en la Tabla II. En 2 casos se base del primer metacarpiano; después se fresan el ca-
apreciaba inestabilidad dorsorradial moderada. nal endomedular y la superficie articular del trapecio
prestando especial atención a la extirpación del osteo-
La inestabilidad y la deformidad se valoraron como: nin- fito medial. Se coloca una prótesis de prueba y se com-
guna, leve, moderada y grave, otorgando una puntua- prueban la posición, estabilidad y correcta movilidad del
ción de 0 a 3 puntos. La escala de inestabilidad usada pulgar en todos los planos, cementando a continuación
corresponde con el método de cuantificación de laxitud los componentes definitivos (N Figura 1). Se reali-
de Eaton10,13, como sigue: ninguna (sin inestabilidad), za cierre capsular, hemostasia y cierre de piel colocando
254
Artoplastia total anatómica cementada sr
255
A García López, MJ Pérez Úbeda, P Sebastián Giraldo, E Junyent Vilanova.
Para el análisis estadístico se empleó la prueba de chí Edad: Se obtuvieron mejores resultados subjetivos (6
cuadrado y t de Student, considerando significativos va- excelentes/buenos y 1 malo) en los pacientes de edad
lores de p ≤ 0,05. avanzada (mayores de 65 años, con una media de 73
años) en comparación con los pacientes de menor edad
(menores de 65 años, con una media de 60 años), donde
RESULTADOS se obtuvieron 2 casos con resultado excelente/bueno y
11 casos con resultado regular/malo. La diferencia fue
La movilidad media mejoró en la mayoría de los casos estadísticamente significativa (p<0,05). De los 11 casos
(N Tabla I). En cuanto a la fuerza se determinó un con aflojamiento protésico, ocho tenían menos de 65
aumento del 15% en la de puño y un 10% de la de pinza años lo que parece indicar una mayor tendencia de este
(N Tabla II). Los resultados del estudio radiológico, grupo de edad a la descimentación.
como quedan reflejados en la Tabla III, fueron: aumento
Mano dominante: hubo una mayor tendencia al
del espacio TMC en 7 casos y mala posición del com-
aflojamiento protésico cuando se intervino la mano do-
ponente del trapecio (inclinación radial) en 7 casos,
minante (un 64% frente a un 44% en la mano no domi-
asociándose en todos ellos persistencia de restos del
nante) pero no fue estadísticamente significativo.
osteofito medial. El ángulo medio del componente del
trapecio fue de 90º (rango: 74º a 102º). El porcentaje de Hiperextensión previa de la articulación
osteolisis y aflojamiento de los componentes protésicos, MCF e inestabilidad: De los 7 casos con hiperex-
principalmente del trapecio, fue del 20% (4 prótesis) tras tensión previa de MCF, se obtuvieron malos resultados
un año de seguimiento y aumentó al 55% (11 casos, de en 6 de ellos y se observó una tasa de aflojamiento
los cuales uno presentaba luxación de la prótesis) al final mayor, siendo del 71% (5/7 casos) frente al 46% en los
del estudio (N Figura 3). De los 11 casos descemen- restantes. En los 2 casos con inestabilidad dorsorradial
tados, siete presentaban una mala posición de uno de los moderada previa, el resultado final fue malo, con aflo-
componentes en el examen radiográfico, y los 4 restan- jamiento precoz de los componentes, a los 6 y 8 meses.
tes estaban correctamente colocados. Tres casos evolu-
cionaron hacia una anquilosis espontánea de la articu-
lación por el desarrollo de calcificaciones heterotópicas
periarticulares a los 29 meses de media (N Figura 4).
Sin embargo, el resultado subjetivo final en estos casos,
fue bueno por ausencia de dolor y estabilidad articular.
Otras complicaciones postquirúrgicas fueron: 2 casos de
neuritis sensitiva del radial y 3 casos de síndrome do-
loroso regional complejo, que precisaron tratamiento
rehabilitador prolongado resolviéndose finalmente. No
ha habido ningún caso de infección.
En el análisis de los resultados se han determinado dife- Figura 4. Control radiológico que demuestra consolidación
rencias significativas (p<0,05) o descriptivas en función alrededor de la artroplastia entre el trapecio y el metacarpiano
de los factores siguientes: con anquilosis.
256
Artoplastia total anatómica cementada sr
Movilidad promedio
257
A García López, MJ Pérez Úbeda, P Sebastián Giraldo, E Junyent Vilanova.
DISCUSIÓN
258
Artoplastia total anatómica cementada sr
aflojamiento, entre un 10% en la serie de prótesis ce- como se menciona también en el estudio de Cooney y
mentadas de Nicholas21 y un 46% en la serie de prótesis Chao7. Por otra parte, de los 7 casos con un resultado
no cementadas de Wachtl y Sennwald32, como se obser- subjetivo excelente, es decir, asintomáticos y con bue-
va en la Tabla IV. El diseño anatómico de la prótesis TMC na función de pinza, en 4 existía aflojamiento protésico,
SR permite que las solicitaciones mecánicas protésicas como se describe en otras series de otras prótesis27.
sean más fisiológicas en una articulación que soporta
grandes cargas biomecánicas7,17 por lo que la tasa de Recientemente, se han publicado dos series de casos con
aflojamiento en teoría, sería menor. artroplastia TMC SR®. El primero de ellos es un estudio
de van Rijn y Gosens31. Se trata de una revisión de 15
En nuestra serie, los mejores resultados se han obteni- artroplastias en 13 pacientes con un seguimiento medio
do en personas de edad avanzada y con escasa deman- de 36 meses. Solo hicieron un recambio protésico por
da funcional, lo que se explica porque someten a los una subluxación que atribuyeron a un traumatismo, y
implantes a un menor deterioro. En los pacientes con los resultados mostraron gran mejoría del dolor. A dife-
hiperextensión previa de la articulación MCF (el 35% de rencia de nuestro estudio, no observaron ningún aflo-
los casos) los resultados fueron malos, produciéndose jamiento protésico con un seguimiento similar25. Otro
un 71% de aflojamientos. Probablemente, la inestabili- estudio de casos publicado por Pendse et al.23 estudia
dad y deformidad asociadas en estos pacientes provoca una serie con mayor número de casos (62 articulacio-
un desplazamiento radial del eje de carga axial y una nes) pero también con un seguimiento postoperatorio
subluxación dorsorradial del metacarpiano que acelera corto. Tuvieron que realizar una revisión protésica en 7
el proceso de descimentación. pacientes, 2 por luxación y 5 por aflojamiento protésico,
y observaron 4 aflojamientos adicionales del trapecio en
Por otro lado, ligeras variaciones en la posición final de los pacientes asintomáticos23. Estos resultados son más su-
implantes, sobre todo la inclinación radial del componente perponibles a los nuestros. Pero lo que realmente llama
del trapecio, aumentan la tendencia al aflojamiento pro- la atención, revisando la literatura, es que no haya series
tésico, al facilitar la subluxación radial del metacarpiano. más grandes y con mayor seguimiento de esta prótesis
La persistencia del osteofito medial es un factor que en que está disponible en España desde hace 13 años.
todos nuestros casos se asocia a la inclinación radial del
trapecio, por lo que recomendamos extirpar por completo Algunas de las series de artroplastias de sustitución con
el osteofito para poder colocar correctamente el implante. prótesis no anatómicas totales muestran unos porcentajes
El aumento de la longitud del pulgar (por escasa resección que oscilan entre el 7% y el 46% de aflojamientos5,8,11,26.
o introducción insuficiente de los componentes) es otro También se han utilizado prótesis anatómicas parciales,
factor de mala posición protésica que se asocia a peores con implantes de titanio20 o cromocobalto6, de la base
resultados. Consideramos que la elevada tasa de posición del metacarpiano como hemiartroplastias. Naidu et al.20,
anómala de la prótesis obtenida no se justifica solo por después de un estudio biomecánico y la revisión de una
la curva de aprendizaje, sino que la instrumentación del serie de 50 casos tratados mediante hemiartroplastias de
implante no facilita la colocación en el lugar anatómico titanio, muestran unos malos resultados con una inciden-
preciso, lo cual es muy importante para conseguir un re- cia de revisiones quirúrgicas en el primer año del 20%20.
sultado final adecuado. Estos autores no recomiendan por lo tanto el uso de esta
prótesis. Sin embargo, el estudio de Condomine et al.6 so-
Sin embargo, en 3 casos que presentaban aflojamiento, bre 83 hemiartroplastias revisadas mostraba resultados
los componentes tenían una posición correcta, por lo buenos o muy buenos en un 95% de los casos, y al año
que creemos que, además del factor de colocación in- de evolución no observaron ningún aflojamiento protési-
correcta, el anclaje del trapecio es insuficiente, ya que se co6. Los resultados de nuestra serie son claramente peores
realiza sobre hueso trabecular y con poca superficie de a los publicados por estos autores, con un porcentaje de
contacto17, lo que favorece el aflojamiento protésico. El aflojamiento del 55% y un porcentaje de reintervenciones
área de contacto y los apoyos del componente del tra- del 20%. La Tabla IV permite ver la disparidad de resulta-
pecio son escasos y aunque se cemente correctamente dos entre los diferentes autores1,3,4,6,20,21,32. Recientemente
existe un riesgo importante de aflojamiento protésico se ha presentado un estudio retrospectivo a largo plazo
debido a las solicitaciones mecánicas de la articulación basado en cuestionarios mandados a los pacientes com-
basal del pulgar. parando la sustitución protésica con la artroplastia de
resección/interposición/reconstrucción ligamentosa. Los
En 3 casos se ha producido una anquilosis espontánea autores no observaron diferencias en los resultados de
por calcificaciones periarticulares (N Figura 4), ambos grupos valorando únicamente función y dolor en
259
A García López, MJ Pérez Úbeda, P Sebastián Giraldo, E Junyent Vilanova.
pacientes intervenidos31. Sin embargo se echan de menos 8. Cooney WP, Linscheid RL, Askew LJ. Total arthro-
en la literatura grandes series que valoren todos los aspec- plasty of the thumb trapeziometacarpal joint. Clin
tos, con seguimientos a largo plazo de 8-10 años, estudios Orthop, 1987;220:35-45.
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Los resultados subjetivos globales de la artroplastia TMC
SR® de nuestro estudio, con un 40% de excelentes/ 10. Eaton R, Lane L, Litter JW, Keyser JJ. Ligament re-
buenos resultados, son muy inferiores en satisfacción, construction for the painful thumb carpometacar-
mejoría del dolor y porcentaje de reintervenciones, en pal joint: a long term assessment. J Hand Surg Am,
comparación con los resultados obtenidos por otros au- 1984; 9:692-8.
tores con otras técnicas, como la artroplastia de resec- 11. Eaton RG, Floyd III WE. Thumb metacarpophalan-
ción/suspensión dinámica2,9,25, o la artrodesis TMC14,18,19. geal capsulodesis: An adjunct procedure to basal
Los resultados de estas técnicas oscilan entre el 70 y el joint arthroplasty for collapse deformity of the first
90% de buenos resultados. Por tanto, consideramos que ray. J Hand Surg Am, 1988;13:449-53.
la prótesis anatómica SR no es una opción quirúrgica
12. Gervis WH. Excision of thetrapezium for osteoar-
adecuada para el tratamiento de la rizartrosis del pulgar,
thritis of the trapezio-metacarpal joint. J Bone
por lo menos en nuestras manos. En espera de largas
Joint Surg Br, 1949;31:537-9.
series con un seguimiento a largo plazo y estudios alea-
torizados y prospectivos, hemos dejado de utilizarla. 13. Glickel SZ. Clinical assessment of the thumb tra-
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261
Capítulo 24
Clasificación y tratamiento artroscópico
de la rizartrosis del pulgar
1
Fundador, Badia Hand to Shoulder Center y Fundador/CEO OrthoNOW Centros de Urgencias Traumatologicas
2
Servicio de Ortopedia, Hospital San Rafael, Barcelona.
Traumatología del Deporte, Clínica Creu Blanca, Barcelona.
Alejandro Badía
Historia
Fundador, Badia Hand to Shoulder Center
y Fundador/CEO
La aparición de la tecnología artroscópica para peque- OrthoNOW Centros de Urgencia Traumatologicas
ñas articulaciones nos ha permitido aplicar el concep- E-mail: info@drbadia.com
263
A Badía, R Plaza García
con ayuda de un artroscopio sin tener que realizar una Indicaciones de la artroscopia de la
artrotomía abierta para la hemitrapecectomía, evitan- base del pulgar
do así la inestabilidad que ésta provoca. En la serie de
Menon17, el 75% de los 25 pacientes presentaron un Tras esta breve inmersión histórica, resulta obvio que la
alivio completo del dolor. Los resultados eran compara- artroscopia de la carpometacarpiana (CMC) del pulgar
bles a los obtenidos mediante la técnica abierta clásica, nos permite estadiar perfectamente la lesión cartilagi-
pero describió varias ventajas por ser una técnica mí- nosa y así determinar las opciones quirúrgicas. Que el ci-
nimamente invasiva, como son la menor incidencia de rujano decida utilizar la artroscopia para el tratamiento
lesiones de la rama sensitiva del radial y menor dolor definitivo sigue siendo opcional, pero no hay duda que
postoperatorio. Otra ventaja menos evidente es que la gracias a esta técnica por fin podremos valorar el grado
artroscopia de la base del pulgar nos permite diagnos- real de la lesión articular.
ticar cualquier cambio en la superficie articular mu-
cho antes que con un estudio radiológico simple. Este Consideramos que la artroscopia no sólo es útil para los
simple hecho nos permite tratar la artrosis del pulgar estadios precoces de la enfermedad, sino también para es-
en estadios mucho más precoces y considerar como tadios más avanzados, tal como Menon describió17, con-
criterio quirúrgico simplemente el dolor y no sólo el siderando que está indicado practicarla en todos aquellos
estadiaje radiológico. Por tanto, la artroscopia es una pacientes con artrosis de la base del pulgar que no han
herramienta que nos ofrece la posibilidad de tratar pa- mejorado tras un tratamiento conservador, ofreciéndonos
cientes más jóvenes y más activos que se encuentran ésta un mejor estudio y tratamiento quirúrgico. Debe-
en estadios muy precoces de la enfermedad. mos resaltar, no obstante, que existen ciertas excepcio-
nes. La más notables es en aquellos pacientes con artrosis
Un año después, en 1997, Berger publicó en el Journal of en estadio IV de Eaton y Glickel (N Tabla I)11,12, a los
Hand Surgery4 su experiencia en artroscopia de la car- cuales se les recomienda realizar una trapeciectomía con
pometacarpiana del pulgar, mostrando las ventajas que suspensioplastia utilizando una porción del abductor po-
ésta ofrece respecto a una artrotomía abierta, tales como llicis longus. Ahora bien, los pacientes en dicho estadio
respetar las estructuras ligamentosas de la articulación que presenten leves cambios en las articulaciones escafo-
y poder llegar a la parte más profunda de la articula- trapeciotrapezoidales (ETT) sí se pueden tratar por vía ar-
ción. En ese tiempo las indicaciones para la artroscopia troscópica. Otra excepción son aquellos pacientes de edad
de la base del pulgar no estaban todavía bien definidas, avanzada, con poca demanda funcional, que tienen bue-
pero él demostró que era una excelente técnica para ver nos resultados mediante la utilización de una artroplastia
la anatomía de la articulación, utilizándola para diver- total trapeciometacarpiana cementada, ya que práctica-
sas patologías, entre ellas algunas fracturas agudas de mente no requiere inmovilización y la rehabilitación es
Bennett. Poco después, en el mismo 1997, Osterman y mínima. Muchos de estos pacientes pueden presentar una
Culp19 presentaron en Arthroscopy la utilización de la contractura en aducción y la artroplastia abierta permite
artroscopia en la base del pulgar para un grupo con pa- liberar el adductor pollicis, asociándose una capsulode-
tología degenerativa y otro con patología aguda. Fueron sis volar de la articulación metacarpofalángica (MCF) en
los primeros en mencionar que la artroscopia podía ser aquellos casos con una importante deformidad en cuello
útil para un correcto estadiaje del grado de afectación de cisne. La última excepción sería aquellos trabajadores
del trapecio y podía tener una especial aplicación en los varones y jóvenes, a los cuales se les puede practicar una
pacientes más jóvenes. artrodesis, indicación que está avalada por la literatura14.
264
Rizartrosis del pulgar: clasificación y tratamiento artroscópico
265
A Badía, R Plaza García
contra de los estudios biomecánicos realizados por Van Estadiaje artroscópico y opciones
Brenk23. La aparición de estos nuevos portales confirma quirúrgicas
que la cirugía artroscópica de la TMC es una técnica que
está en evolución, y es de suponer que con el tiempo y Aunque creemos que la clasificación radiológica es im-
nuevos estudios artroscópicos de estas estructuras se- portante para establecer la progresión de esta enferme-
remos capaces de averiguar cuál es la causa de la sub- dad, nuestra experiencia nos ha demostrado que hay
luxación dorsal y por tanto de la artrosis de la base del muchos casos en los que es difícil establecer el estadio
pulgar. real de la enfermedad basándonos sólo en el estudio
radiológico. Los avances en artroscopia de pequeñas
Culp y Rekant10 fueron los primeros clínicos que sugirie- articulaciones nos permiten valorar el estado de las mis-
ron que la evaluación artroscópica, desbridamiento y si- mas con una mínima morbilidad, especialmente en la
novectomía “ofrecían una emocionante alternativa para primera carpometacarpiana, tal como se ha comenta-
los pacientes con una artrosis estadio I y II de Eaton y do previamente. La clasificación artroscópica de Badía
Litter”. Ellos describieron la técnica de “pintar” la cápsula (N Tabla II)2 divide la artrosis trapeciometacarpina
de la articulación TMC con radiofrecuencia para esta- en 3 estadios que se detallan a continuación.
bilizar los ligamentos volares y corregir la subluxación
dorsal. También mencionaron que si la mayor parte de la El estadio artroscópico I se caracteriza por una sinovitis
superficie del trapecio está alterada, y por tanto estamos difusa pero con una mínima o nula pérdida de cartílago
ante un estadio más avanzado de artrosis, debe resecar- articular (N Figura 1). Es relativamente frecuente
se al menos la mitad distal del mismo mediante fresado hallar algún tipo de laxitud ligamentaria, especialmente
artroscópico. Realizaron una hemitrapeciectomía o tra- de la zona volar capsular. Es difícil hallar los pacientes en
peciectomía completa junto con una capsulorrafia elec- este estadio, ya que la mayoría consultan tras una his-
trotérmica en 22 pacientes, con un 90% de buenos re- toria de larga evolución, o bien son remitidos tras haber
sultados a corto y medio plazo. Además concretaron que
la técnica artroscópica permite realizar posteriormente
una trapeciectomía más agresiva de forma abierta si los
resultados no son satisfactorios. También llegaron a la
conclusión que el desbridamiento y el retensado cap-
sular térmico es una técnica potencialmente efectiva
para el tratamiento de estadios precoces de artrosis9.
Todos estos trabajos sobre los hallazgos y resultados ar-
troscópicos demuestran que es necesario desarrollar un
sistema de estadiaje más comprensivo y que nos oriente
el tratamiento. Todos los resultados clínicos hasta la fe-
cha se han centrado en estadios avanzados de artrosis y
en los resultados clínicos tras una hemitrapeciectomía
asistida por artroscopia. Es quizás en los pacientes con
un trapecio conservado donde la artroscopia puede cen-
trar su mayor utilidad. Por tanto, proponemos una nue- Figura 1. Los hallazgos artroscópicos en el estadio I com-
va clasificación, la Clasificación Artroscópica de Badía prenden la presencia de una sinovitis alrededor del ligamento
(N Tabla II), que será descrita más adelante. oblicuo volar y una superficie articular conservada.
266
Rizartrosis del pulgar: clasificación y tratamiento artroscópico
Figura 3. En el estadio artroscópico II podemos observar una pérdida del cartílago limitada a la superficie articular del metacarpiano
a nivel central y en la zona de inserción del ligamento oblicuo volar. También encontramos una pérdida de la superficie articular del
trapecio.
267
A Badía, R Plaza García
A B
Figura 4. Imagen radiográfica (fluoroscopia) mostrando A) una subluxación articular por la inestabilidad ligamentosa. B) Reduc-
ción de dicha subluxación mediante manipulación externa.
268
Rizartrosis del pulgar: clasificación y tratamiento artroscópico
A B
Figura 8. A) Radiografía preoperatoria en una mujer de edad media, donde se aprecia una subluxación del metacarpiano sin
presencia de osteofitos. La artroscopia nos mostró la presencia de una lesión de la superficie del trapecio compatible con un estadio
artroscópico II de Badía. La paciente fue programada para una osteotomía de la base del metacarpiano. B) Control radiológico posto-
peratorio inmediato.
269
A Badía, R Plaza García
Figura 11. Imagen clínica que muestra el método de trac- Figura 12. Visión artroscópica del implante de Artelon una
ción, la colocación del artroscopio y la inserción de un implan- vez colocado.
te de Artelon por el portal radial.
Tabla III. Protocolo propuesto para el tratamiento de la artrosis trapeciometacarpiana, incorporando los
hallazgos artroscópicos y el tratamiento recomendado. Reconstrucción ligamentosa e interposición de ten-
dón (RLIT)
270
Rizartrosis del pulgar: clasificación y tratamiento artroscópico
el grupo de pacientes que presentan un estadio radiológico dedal trenado o “cazamuchachas” sobre el pulgar con
I incluyen desgaste parcial del cartílago articular en el tercio una tracción longitudinal de 2 a 4 kg. Se coloca una
cubital de la base del primer metacarpiano, lesión del liga- sujeción para el hombro, que es mejor que la torre de
mento dorsorradial (LDR) y una hipertrofia sinovial difusa tracción porque facilita el uso del fluoroscopio. Una vez
(N Figura 1). Otro hallazgo menos constante es la ate- colocado el paciente se palpa la TMC y se realiza una in-
nuación del ligamento posterior oblicuo (LPO). Se pueden cisión para el portal radial (1-R) justo lateral al APL. Éste
beneficiar de un desbridamiento articular y un retensado se utiliza para valorar el ligamento dorsorradial (LDR), el
ligamentoso mediante capsulorrafia térmica para mejorar ligamento oblicuo posterior (LOP) y el ligamento colate-
la estabilidad, técnica mucho menos agresiva que la osteo- ral cubital (LCC). El portal cubital (1-U) se realiza justo
tomía de extensión propuesta por Tomaino22 para el esta- cubital al tendón del extensor pollicis longus (EPL) y nos
dio I, y que puede detener la progresión de la enfermedad permitirá valorar mejor el ligamento oblicuo anterior
(N Figura 2). (LOA) y el LCC. Se distiende la articulación mediante la
inyección de 2 a 5 ml de suero fisiológico y se introduce
En los pacientes clasificados como estadio radiológico II una cánula corta de 1,9 mm con un artroscopio de 30º
encontramos una osteosclerosis en la superficie articu- de inclinación para visualizar las superficies articulares
lar del tercio cubital de la base del primer metacarpiano de la TMC, la cápsula y los ligamentos. El tratamiento a
y en el tercio central de la superficie distal del trapecio, realizar se decidirá en función de los hallazgos artroscó-
con lesión del LDR, mayor debilitamiento del LPO y una picos. En todos los casos se utiliza un afeitado (shaver)
hipertrofia sinovial más marcada (N Figura 3). Esto mecanizado con aspiración, fundamentalmente para un
se corresponde a un estadio II artroscópico, pero también desbridamiento inicial y mejorar el campo de visión. En
podemos encontrarnos con pacientes considerados dentro muchos casos se añade el uso de ablación por radiofre-
del grupo I radiológico, cuyo estudio artroscópico muestra cuencia para una mayor sinovectomía. Esta tecnología
lesiones más avanzadas de lo que esperaríamos por su ra- y sus aplicaciones clínicas han sido ampliamente docu-
diografía, correspondientes a dicho estadio II artroscópico. mentadas en la literatura2. La radiofrecuencia también
Por tanto, esto nos lleva a la conclusión de que el estudio se utiliza para realizar condroplastias en los casos de le-
artroscópico siempre nos va a confirmar lo esperado en siones muy focales del cartílago. La laxitud ligamentosa
función de los hallazgos radiológicos e incluso puede mos- y la debilidad capsular se tratan mediante capsulorra-
trarnos lesiones más graves de lo esperado, no siendo ha- fia térmica que se consigue con el uso de una sonda
bitual que suceda al revés. Este estadio es el que puede te- de radiofrecuencia. Es importante ser muy cuidadoso
ner un mayor impacto en el tratamiento del paciente, por en evitar una necrosis térmica, utilizando una técnica
la falta de recursos terapéuticos, y por eso comentaremos de trazados lineales (striping) para tensar la cápsula de
más adelante los resultados obtenidos en estos pacientes. aquellas articulaciones laxas.
271
A Badía, R Plaza García
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Capítulo 25
Otros tratamientos quirúrgicos
275
A Lluch Homedes, CE Tatá Rojas
276
Otros tratamientos quirúrgicos
4. D
enervación de la articulación
trapeciometacarpiana 6. Artroplastia por distracción
La denervación de la TMC fue propuesta por Cozzi en Fue propuesta por Bufalini y Peruggia en 20077. Está in-
19918, quien a través de un abordaje dorsal longitudi- dicada en los estadios iniciales de la artrosis en los que
nal identificaba las ramas sensitivas del nervio radial y existe una subluxación dorsal del MC con poca destruc-
seccionaba las terminaciones que se dirigían en profun- ción articular. Se practica una artrotomía y se extirpan
didad para inervar a la articulación TMC. A pesar de re- los posibles osteofitos. A continuación se practican dos
portar un 87% de buenos resultados, es una técnica que túneles óseos en los metacarpianos de los dedos pulgar e
no ha gozado de mucha popularidad, debido a la gran índice. El primer túnel, de 2,5 mm Ø, se realiza en la base
variabilidad de resultados obtenidos por diferentes au- del MC del pulgar con una dirección oblicua de proximal
tores, probablemente como consecuencia de que dicha y dorsal a distal y volar. El segundo túnel se practica en
articulación también está inervada por otros nervios y su el tercio medio de la diáfisis del MC del dedo índice, en
denervación completa es difícil de conseguir24. el sentido de dorsal a volar. A continuación se obtiene
un injerto tendinoso del palmaris longus que se tune-
Estudios anatómicos más recientes han demostrado que liza como un lazo a través de los túneles óseos, y sus
la articulación puede estar inervada por las siguientes extremos proximales se suturan entre sí en la cara dorsal
ramas nerviosas: palmar cutánea del nervio mediano, del MC del pulgar con cierta tensión para mantener una
motora del nervio mediano, sensitiva del nervio radial separación articular.
y antebraquial cutáneo lateral, y también una rama del
nervio cubital, después de motorizar al adductor polli- Desde un punto de vista semántico, se debería considerar
cis. En un 10% aproximado de los especímenes no se a esta técnica como una verdadera artroplastia por dis-
277
A Lluch Homedes, CE Tatá Rojas
278
Otros tratamientos quirúrgicos
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A Lluch Homedes, CE Tatá Rojas
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281
Capítulo 26
Tratamiento de las lesiones asociadas
A Lluch Homedes
Institut Kaplan
283
A Lluch Homedes
Tratamiento del síndrome del túnel Mediante RM, Goldfarb et al. midieron el aumento del
carpiano volumen del túnel carpiano (TC) después de realizar dos
técnicas quirúrgicas distintas18. Después de una trape-
Melone et al. trataron simultáneamente 35 compresio- ciectomía con interposición ligamentosa, el volumen
nes del nervio mediano de un total de 100 pacientes aumentó un 7%, y cuando se asociaba una división del
con artrosis de la TMC. Utilizaron un abordaje palmar, RF a través de una incisión palmar el aumento de volu-
distinto al utilizado para la artroplastia33. Con la fina- men era de un 24%. En otros estudios, se observó que
lidad de evitar una incisión palmar, con el riesgo inhe- el volumen del TC aumentaba entre un 15% y un 22%
rente de crear una cicatriz palmar dolorosa, en 1994 después de la división del RF a través de una incisión
Lluch propuso el realizar la división del retináculo fle- palmar30,37. El estudio de Goldfarb et al.18 se realizó en
xor a través de la incisión dorsorradial utilizada para solo 7 pacientes, que se considera demasiado pequeño
el tratamiento de la artrosis TMC29. Cuando se realiza para obtener conclusiones sobre si el aumento de un
una trapeciectomía, se secciona la lámina anterior de 7% del volumen del TC después de una trapeciecto-
la vaina del tendón del FCR, el cual queda expuesto, mía simple sería suficiente para descomprimir el nervio
con la finalidad de poderlo extirpar en su totalidad o mediano.
solo una bandeleta del tendón, que luego se puede uti-
lizar para la estabilización de un implante de silicona Weber y Sanders propusieron realizar la liberación de
sobre el extremo distal del escafoides (N Figura 1). una compresión aislada del nervio mediano realizando
Con el propósito de realizar una liberación completa la sección del RF a nivel de su inserción radial, a través
de la compresión del nervio mediano, se debe realizar de la vaina del FCR44; confirmando que el tratamiento
además una sección longitudinal del retináculo flexor era igualmente efectivo y con menor incidencia de dolor
a nivel de la tuberosidad del escafoides y de la lámina palmar cicatricial. Después de observar una incidencia
dorsal o profunda de la vaina del FCR a nivel del trape- importante de artrosis TMC, STC y tensosinovitis del FCR
cio ya extirpado. Con la hoja del bisturí dirigida hacia la de manera simultánea, Leviet et al. propusieron el rea-
inserción radial del retináculo flexor (RF), y siempre en lizar un abordaje anterior para tratar las tres patologías
sentido longitudinal, no existe el riesgo de lesionar el al mismo tiempo25. La incisión cutánea sigue el pliegue
nervio mediano, el cual observaremos en el fondo de la longitudinal tenar y cruza los pliegues de flexión de la
herida y justo anterorradial al tendón del flexor pollicis muñeca hasta el extremo distal del antebrazo.
longus (N Figura 2). De manera rutinaria, realiza-
mos la descompresión simultánea del STC, para tratar Posteriormente, Stahl et al. y Tsai et al. propusieron rea-
a una compresión nerviosa o evitar que se presente en lizar una técnica similar a la descrita inicialmente por
el futuro. En más de doscientos casos tratados y re- Lluch30, con resultados igualmente satisfactorios41,43. A
visados, no hemos observado ninguna complicación, través de un abordaje anterorradial en la base del MC del
ni recidiva o aparición de una nueva sintomatología pulgar, practicaron la extirpación del trapecio y la libera-
nerviosa. Se trata por tanto, una técnica terapéutica o ción de la compresión del nervio mediano dividiendo el
profiláctica y sin riesgo. compartimiento del FCR.
A B
Figura 1. A). Dibujo de un corte transversal de la muñeca a nivel de la fila distal del carpo en la que se ha extirpado el trapecio.
En el fondo del espacio creado por la trapeciectomía se puede identificar el tendón del FCR, que transcurre por un compartimiento
independiente dentro del túnel carpiano. B). Se ha seccionado lámina profunda de la corredera fibrosa del FCR con la finalidad de
liberar una compresión del nervio mediano.
284
Tratamiento de las lesiones asociadas
A B
Figura 2. A) Fotografía intraoperatoria después de haber extirpado el trapecio. Arriba (distalmente) se encuentra la base del me-
tacarpiano del pulgar y abajo (proximalmente) se puede observar la superficie articular distal del escafoides. El tendón del FCR sigue
un trayecto oblicuo de de proximal-volar a distal-dorsal. El trapezoide se observa dorsal al tendón del FCR. B) El tendón del FCR se ha
seccionado a unos 5 cm proximal a su inserción y se ha volteado hacia el dorso. La arteria radial transcurre, también en sentido oblicuo,
cerca del extremo distal del escafoides. En el fondo se puede observar la lámina profunda del compartimiento del FCR, formada por
el extremo radial del retináculo flexor, la cual se ha seccionado longitudinalmente, dejando expuestos el nervio mediano y el tendón
del flexor largo del pulgar.
Tenosinovitis del flexor carpi mediocarpiana, tanto en flexión y extensión como con
radialis las inclinaciones radial y cubital. Como consecuencia
de ello, se pueden presentar tenosinovitis más o menos
El tendón del flexor carpi radialis transcurre por el in- hipertróficas y también dilaceraciones o rupturas ten-
terior de una vaina tendinosa propia. Al nivel del an- dinosas completas4. La cápsula de la articulación ETT
tebrazo está formada por la aponeurosis antebraquial, también puede ser el origen de gangliones, los cuales se
y distalmente, en el interior del túnel carpiano, por un acostumbran a exteriorizar justo proximos al pliegue de
túnel osteofibroso independiente. En su borde radial, el flexión de la muñeca6,8. En otros casos los gangliones no
retináculo flexor se divide en dos láminas, que se inser- serán visibles clínicamente y solo podrán detectarse con
tan en el tubérculo del escafoides y a ambos lados del estudios mediante resonancia magnética.
canal óseo existente en el trapecio. El FCR transcurre por
su interior, en contacto directo con el trapecio antes de
insertarse en la base del metacarpiano del índice34. En Enfermedad de De Quervain
presencia de una artrosis ETT no es infrecuente que se (Tenosinovitis del abductor pollicis
presente una patología asociada del tendón del FCR. Ello longus)
sería debido al roce del tendón contra los osteofitos que
se han formado en la articulación entre el escafoides y Es menos frecuente que el STC y los dedos en resorte,
el trapecio, durante los movimientos de la articulación pero siempre se debe explorar para proceder a su trata-
285
A Lluch Homedes
miento simultáneo en el caso de coexistir. Según ciertos articulación TMC, pero ambas pueden observarse aso-
autores, es difícil diferenciar la tenosinovitis del abduc- ciadas en ciertos pacientes. Después de examinar a 143
tor pollicis longus (APL) de la artrosis TMC, pero ello no mujeres postmenopáusicas, Armstrong et al. observaron
es totalmente cierto, ya que la semiología y la topogra- que un 25% presentaba una artrosis aislada de la TMC,
fía de ambas patologías son bien distintas5. En caso de un 2% una artrosis aislada de la ETT y en un 8% am-
duda, se pueden practicar infiltraciones anestésicas en el bas estarían asociadas2. En estos casos debemos decidir
interior de la vaina tendinosa del APL que nos ayudarán si además de la artrosis TMC también debemos tratar a
en obtener un diagnóstico diferencial. la artrosis ETT, ya que algunas de estas últimas pueden
ser asintomáticas y tratarse simplemente de hallazgos
radiográficos. Realizando una exploración clínica me-
Dedos en resorte ticulosa, podemos diferenciar si el dolor proviene de la
articulación TMC (carpometacarpiana) o de la ETT (me-
No es infrecuente que se presenten dedos en resorte des- diocarpiana). En caso de duda, realizaremos una infiltra-
pués de la liberación quirúrgica de un STC19, y lo mismo ción anestésica intrarticular de la TMC y valoraremos las
ocurre después del tratamiento de una artrosis TMC. Kim molestias residuales.
et al. realizaron una revisión de 633 manos tratadas qui-
rúrgicamente por presentar un STC, y observaron que un Cuando existe una artrosis asociada de las articulaciones
34% también presentaba una artrosis TMC. En un 13% TMC y ETT, no se recomienda el realizar una prótesis total
de las manos se practicó una liberación simultanea de o una artrodesis de la TMC por cuanto se puede sobre-
los dedos en resorte, y en un 11% de los casos se tuvo cargar a la articulación ETT. Es un comentario que parece
que practicar cierto tiempo después21. La mayor parte de lógico, pero no existe ninguna prueba científica que lo
los dedos en resorte se presentaron a las pocas semanas confirme, por cuanto la articulación entre el trapecio y el
después de la intervención, o sea cuando los pacientes trapezoide (TT) puede considerarse como una sindesmo-
estaban asintomáticos del dolor en la base del pulgar y sis, que evitaría la transmisión de fuerzas directamente
recuperaron el uso normal de sus manos. del trapecio al escafoides. La articulación trapeciotrape-
zoide está muy constreñida y sin movilidad, y es por di-
Lluch estudió la incidencia de dedos en resorte en 210 en- cho motivo que cuando realizamos una trapeciectomía
fermos tratados por un STC27. En los primeros 110 pacien- nunca observaremos un deterioro articular de la misma.
tes se realizó el tratamiento simultáneo del STC y dedos
en resorte en 4 manos. A las pocas semanas después, se En todas las artrosis ETT se produce un acortamiento de
tuvieron que reoperar 13 pacientes por presentar dedos la columna radial del carpo, por desgaste y disminución
en resorte. Con la finalidad de evitar reoperaciones en la del grosor de las superficies articulares y también por
misma mano, molestas para el paciente y embarazosas erosión y colapso óseos, tanto en el extremo distal del
para el cirujano, en los siguientes 110 pacientes con STC escafoides como en las superficies proximales del trape-
se trataron simultáneamente 16 dedos en resorte. En este cio y trapezoide. Sería por el mismo mecanismo que en
grupo de pacientes, solo se trataron 3 dedos en resorte presencia de una artrosis TMC se observa una reabsor-
durante el postoperatorio. La incidencia de STC y dedos ción y aplanamiento de la base del pulgar y del trapecio.
Este acortamiento de la columna radial ocasiona un au-
en resorte era similar en ambos grupos, un 17% y un 19%
mento de las cargas transmitidas a través de la columna
respectivamente, pero se realizaron menos reoperaciones
central, causando una extensión del semilunar y poste-
en las manos en las que ambas patologías se trataron
riormente una subluxación dorsal de la cabeza del hueso
simultáneamente. Parece lógico deducir que los dedos en
grande (N Figura 3).
resorte no se formaron después de la cirugía, sino que
pasaron desapercibidos durante la anamnesis y la explo-
ración clínica inicial. Es por ello que es recomendable una Tratamiento de la artrosis ETT
exploración clínica minuciosa para determinar la existen-
cia de uno o varios dedos en resorte en el momento de Linscheid et al. propusieron realizar una artroplastia de
tratar una artrosis TMC. interposición con un ovillo del tendón del FCR26. En una
publicación posterior desaconsejaban dicha técnica, de-
bido a que las molestias postoperatorias duraban dema-
Artrosis escafotrapeciotrapezoide siado tiempo y tampoco se evitaba que con el transcurso
del tiempo se presentase un colapso de la columna ra-
La artrosis de la articulación escafotrapeciotrapezoide dial con subluxación secundaria de la cabeza del hueso
(ETT) es mucho menos frecuente que la artrosis de la grande.
286
Tratamiento de las lesiones asociadas
A
Pequignot et al. propusieron interponer un implante de
carbón pirolítico (STPI: Scapho-Trapezium-Pyrocarbon-
Implant) después de realizar una escafoidectomía distal.
Si bien dicha técnica parece ser más efectiva para man-
tener la altura de la columna radial, no está exenta de
posibles subluxaciones35.
287
A Lluch Homedes
A B C
Figura 4. A) Radiografía preoperatoria de una deformidad en cuello de cisne del pulgar secundaria a una artrosis con subluxación
de la articulación TMC. La articulación MF está en extensión y la IF está flexionada. B) Se ha sustituido el trapecio por un implante de
silicona que se apoya sobre el escafoides y se ha estabilizado con una aguja de Kirschner que lo transfija al trapezoide. Al mismo tiempo
se ha corregido la extensión de la MF y se ha estabilizado temporalmente mediante una aguja de Kirschner oblicua. C) A los doce meses
después de la intervención, se mantienen la correcta posición del implante y la corrección de la hiperextensión de la articulación MF.
288
Tratamiento de las lesiones asociadas
nes de más de 30º, y la posición de inmovilización posto- La técnica se realiza por vía anterior, después de seccio-
peratoria es de 30º a 40º de flexión con una aguja de Kirs- nar la polea proximal de la vaina del tendón del flexor
chner transarticular oblicua durante unas 4 semanas. La pollicis longus. Schurman y Boss también utilizan tota
capsulodesis se puede realizar de diversas maneras. Se ha la cápsula volar, a través de un abordaje anterior, pero
propuesto el realizar una plicatura de la misma pero, de- reconocen que no es una técnica fácil de realizar41.
bido a que se trata de personas con hiperlaxitud articular,
la cápsula volar acostumbra a elongarse de nuevo13,40 (N
Figura 5). Con la finalidad de conseguir una capsulode- Sesamoidesis
sis más consistente, se recomienda el anclaje de la porción
proximal de la placa volar, la cual es más consistente, en Zancolli y Tonkin et al. recomiendan el realizar una ar-
la fosa retrocondílea, al nivel del cuello del metacarpiano, trodesis de los huesos sesamoideos al nivel del cuello del
con la suficiente tensión para que la MF se mantenga en metacarpiano42,45. Se trata de una técnica más efectiva
ligera flexión contra moderada resistencia (N Figura para evitar la hiperextensión articular, pero que también
6). De todas maneras, esta técnica presenta diversos presenta una cierta dificultad técnica. El principal incon-
inconvenientes. Uno de ellos es la dificultad técnica no veniente es que limitará la flexión articular, por cuanto los
solamente por el abordaje quirúrgico, sino también por sesamoideos artrodesados se interpondrán en el recorrido
la manera de fijar la placa volar en el cuello del meta- de la base de la falange proximal (N Figura 7).
carpiano, la cual se puede hacer con suturas transóseas,
anudándolas en el dorso, o bien utilizando un anclaje óseo
Transferencias tendinosas
anterior que nos evitará el realizar un segundo abordaje
en el dorso del cuello del metacarpiano.
Transferencia del tendón del músculo ex-
tensor pollicis brevis
Eaton y Floyd utilizan un abordaje longitudinal en el
lado radial de la articulación MF, entre el ligamento co- Kessler propuso el seccionar el tendón del extensor
lateral y la placa volar9. La parte radial de la placa volar pollicis brevis (EPB) en el dorso del metacarpiano y su-
se fija con suturas transóseas a nivel del cuello del meta- turar el extremo proximal a nivel del cuello del meta-
carpiano, previamente “decorticado”, colocando el nudo carpiano20 (N Figura 8). De esta manera se elimina
en el dorso (N Figura 6). Es más fácil de realizar, una fuerza extensora de la MF y se aumenta la fuerza
pero presenta el inconveniente de que solo se utiliza la abductora a nivel del metacarpiano. Se trata de una
mitad radial de la cápsula palmar, la cual proporciona técnica que es más sencilla de realizar, pero que no
poca consistencia para evitar una recidiva de la hiperex- tiene en cuenta que el EPB es un músculo con poca
tensión. Para minimizar una recidiva de la deformidad, potencia y además no es el único factor responsable de
Filler et al. recomiendan utilizar tota la cápsula volar13. la hiperextensió de la MF.
Figura 6. Fijación de la cápsula volar al cuello del metacarpiano con una sutura transósea anudada en el dorso.
289
A Lluch Homedes
Figura 7. Artrodesis de los sesamoideos a nivel de la cabeza del metacarpiano. Es la forma más efectiva de prevenir la extensión
articular, pero su flexión también se verá limitada como consecuencia de crearse un tope óseo.
Figura 8. Transferencia a mayor tensión del extensor pollicis brevis a nivel del cuello del metacarpiano. Con ello, también disminuye
la fuerza extensora a nivel de la articulación metacarpofalángica.
Elfar y Burton suturan el cabo proximal del tendón del Tenodesis volares de la metacarpofalángica
EPB a nivel de la entrada dorsal en el túnel de la base del
metacarpiano, que se ha utilizado para realizar la recons- Tenodesis con el tendón del palmaris lon-
trucción ligamentosa después de haber extirpado el tra- gus
pecio11. Fanfani et al. seccionan el tendón del EPB justo
proximal a su inserción en la base de la falange proximal, Eiken propone el realizar una tenodesis con el tendón del
y posteriormente insertan su cabo proximal en el cue- palmaris longus (PL), ya que considera que las capsulo-
llo del metacarpiano mediante una lazada transósea12. desis presentan una cierta dificultad técnica, y tampoco
De esta manera parece que aumenta el brazo de cree que la cápsula volar, previamente “atenuada”, pue-
palanca de la fuerza abductora sobre el metacarpiano da resistir durante mucho tiempo las fuerzas de exten-
sión articular10. Secciona el tendón del PL al nivel del
(N Figura 9).
antebrazo y, después de voltearlo distalmente, lo sutura
a la vaina del tendón del FPL. Es cierto que el tendón no
Transferencia de la mitad anterior del sufrirá alargamientos, pero el efecto de tenodesis sobre
músculo abductor pollicis brevis la MF se relajará cuando se realice la aducción del pulgar
(N Figura 11).
Zancolli et al. seccionan la mitad anterior del tendón del
músculo APB y lo suturan a nivel de la polea proximal de
Tenodesis con un tendón del abductor
la vaina del FPL46. Utilizando esta transferencia tendino-
pollicis longus
sa parece que consiguen mejorar la fuerza de flexión de
la articulación MF, pero no aportan valoraciones de sus Para evitar los inconvenientes de las capsulodesis volares
resultados (N Figura 10). antes comentadas, en el año 1980 Lluch diseñó una te-
290
Tratamiento de las lesiones asociadas
Figura 9. El tendón del extensor pollicis brevis se ha seccionado con la finalidad de disminuir la fuerza extensora a nivel de la
articulación metacarpofalángica. El cabo proximal se sutura a nivel de la base del metacarpiano con la finalidad de aumentar su
fuerza de abducción. El tendón se sutura a nivel del túnel óseo practicado al realizar una artroplastia de resección con interposición
y reconstrucción ligamentosa.
Figura 10. La mitad anterior y radial del músculo abductor pollicis brevis se ha desinsertado del sesamoideo radial y se sutura al nivel
de la vaina del tendón del flexor pollicis longus con la finalidad de aumentar su fuerza flexora en la articulación metacarpofalángica.
A
Figura 11. A) Se ha utilizado el tendón del palmaris longus, volteado distalmente y suturado a la polea proximal de la vaina del
tendón del flexor pollicis longus, para evitar la extensión de la articulación metacarpofalángica. B) Presenta el inconveniente que, al
realizar la aducción del metacarpiano se pierde su efecto de tenodesis sobre la articulación MF.
291
A Lluch Homedes
nodesis utilizando uno de los tendones del músculo APL El tendón seleccionado se seccionará proximalmente a
(N Figuras 12 y 13). A través de la misma incisión unos 6 cm de su inserción en el metacarpiano. Utilizando
utilizada por la extirpación del trapecio, se identifica un otra incisión cutánea, en forma de V en el pliegue de fle-
tendón del APL que esté más anterior y que tenga una in- xión de la base del pulgar, identificaremos la polea pro-
serción en la base del metacarpiano. En muchas personas ximal de la vaina del tendón del FPL, y la seccionaremos
se pueden observar inserciones del APL en la musculatura longitudinalmente unos 5 mm cerca de su lado cubital,
tenar, y estos tendones no se deben utilizar ya que se con la finalidad de conseguir una bandeleta radial más
“desgarraría” el origen muscular proximal de la tenodesis. grande. A continuación pasaremos subcutáneamente el
Figura 12. Se ha seccionado un tendón del abductor pollicis longus y se ha volteado distalmente para suturarlo al nivel de la polea
proximal de la vaina del tendón del flexor pollicis longus, con la suficiente tensión que evite la extensión de la articulación metacar-
pofalángica.
Figura 13. A) Se ha dibujado sobre la piel el trayecto de una tenodesis con el APL, desde su inserción en la base del metacarpiano
del pulgar hasta su sutura en la polea proximal de la vaina del tendón del FPL. B) Fotografía en un cadáver, después de extirpar la piel
que recubre la eminencia tenar, en donde se puede apreciar el trayecto del tendón del APL utilizado para la tenodesis.
292
Tratamiento de las lesiones asociadas
extremo del tendón del APL seccionado, desde la base Conclusiones sobre el tratamiento de la
del metacarpiano hasta el extremo proximal de la vai- hiperextensión de la MF
na del FPL. Después pasaremos el tendón a través de un
ojal longitudinal realizado cerca de la inserción ósea de Se han descrito muchas técnicas para corregir la
la bandeleta radial de la vaina tendinosa, con la finalidad hiperextensión de la articulación MF. En la mayoría de
de conseguir un buen anclaje distal. Traccionaremos del las publicaciones, se valoran los resultados únicamente
tendón hasta conseguir que la articulación MF se flexio- en lo que hace referencia a la corrección de la deformi-
ne unos 30º. A continuación suturaremos el tendón sobre dad, pero no realizan valoraciones en cuanto al resulta-
el mismo y forzaremos la extensión pasiva de la MF para do funcional global del pulgar. Poulter y Davis no han
encontrado diferencias en el resultado clínico, después
comprobar que se mantiene flexionada por la tenodesis
de valorar el dolor y las fuerzas de prensión, entre los pa-
(N Figura 14). Es importante el mantener postope-
cientes en los que se había corregido y en los que no se
ratoriamente la flexión de la MF durante unes 5 semanas,
había corregido una hiperextensión de menos de 30º36.
hasta conseguir una reparación de la sutura tendinosa
Es por ello que, en casos de moderada hiperextensión,
que sea consistente. Con este propósito, se puede utilizar
únicamente estabilizamos temporalmente la MF en lige-
un vendaje de yeso o preferiblemente una aguja de Kirs-
ra flexión con una aguja de Kirschner, hasta que se haya
chner transarticular. Utilizando esta tenodesis se evita de
recuperado la abducción activa e indolora del metacar-
manera más efectiva la hiperextensió articular, ya que la piano. Si el enfermo consigue una abducción indolora
inserción tendinosa se sitúa más anterior al eje de rota- del metacarpiano, no tendrá necesidad de realizar una
ción en flexión de la articulación MF que en los casos en hiperextensión de la articulación MF.
los que se utiliza la placa volar; y con la ventaja adicional
de no ocasionar molestias articulares o pérdida de flexión La corrección quirúrgica la reservamos para las deformi-
articulación. dades importantes, con más de 60º de extensión, no solo
por motivos funcionales sino principalmente estéticos. Las
capsulodesis volares son técnicamente difíciles de realizar,
Artrodesis ocasionan molestias postoperatorias y limitan la flexión
La artrodesis de la MF es la manera más efectiva y du- articular. Además, con el transcurso del tiempo tienen
tendencia a alongarse, perdiendo su efectividad. La sesa-
radera para corregir las extensiones de más de 60º de
moidesis será más duradera, ya que se consigue una unión
la articulación MF3,32,36, pero presenta los inconvenientes
ósea, pero limitará mucho la flexión articular, al haberse
de limitar la función global del pulgar y sobrecargar la
creado un tope para el deslizamiento proximal de la base
articulación TMC. Después de realizar una artrodesis de
de la falange proximal. De todas maneras, siempre tene-
la MF, también se ha descrito una incidencia más alta de
mos que comprobar preoperatoriamente que la articula-
luxaciones de las prótesis totales y también de fracturas
ción pueda flexionarse de una manera razonable desde el
y aflojamientos al nivel del trapecio, todo ello como con-
punto de vista funcional, que podríamos considerar entre
secuencia de aumentar el brazo de palanca al nivel de la unos 30º y 50º. También debemos tener en cuenta que la
base del pulgar (N Figura 15). movilidad de la articulación MF es muy variable entre las
diferentes personas, ya que mientras unas pueden reali-
La mejor posición de la artrodesis es de unos 15º de fle-
zar la hiperextensión y flexionar la articulación unos 90º,
xión, unos 10º de pronación y unos 10º de inclinación ra- otras únicamente presentaran una movilidad total de 10º
dial, con la finalidad de conseguir los mejores resultados o 25º en condiciones normales. No tiene ningún sentido el
estético y funcional. La fijación interna se realizará con realizar una capsulodesis volar en las personas que tengan
dos agujas de Kirschner cruzadas. La colocación de placas una flexión articular limitada por causas constitucionales.
y tornillos en el dorso de la articulación puede ocasionar La cirugía les ocasionará dolor postoperatorio y probable-
adherencias del aparato extensor, las cuales limitaran la mente empeorará la reducida flexión articular.
flexión de la articulación IF del pulgar, la cual es muy ne-
cesaria para la prensión de pequeños objetos. Esta posible En nuestra experiencia, los mejores resultados se han
complicación se puede presentar en todos los casos en obtenido realizando una tenodesis con un tendón del
los que se realice un abordaje dorsal de la articulación APL. Lo más importante de esta técnica es que el pacien-
MF a través del aparato extensor, y es por ello que es te apenas experimentará dolor postoperatorio, ya que la
importante el recomendar al paciente la flexión pasiva cirugía es extraarticular, ni tampoco pérdida de flexión a
y activa-asistida de la articulación IF durante el periodo nivel de la articulación MF. Desde el punto de vista bio-
postoperatorio inmediato. mecánico, es más efectivo que las capsulodesis, ya que la
293
A Lluch Homedes
tenodesis para evitar la hiperextensión se realiza varios La artrodesis es la técnica de elección en aquellos casos
milímetros anteriormente al eje de rotación articular. en los que exista una deformidad en extensión no co-
El resultado también será más duradero, ya que con el rregible, o bien la MF presente artrosis, o sea inestable
transcurso del tiempo, el tendón no se puede alongar y dolorosa.
tanto como una cápsula.
A B
C D E
Figura 14. A) Radiografia de una paciente con un implante de silicona del trapecio y una hiperextensión importante de la articulación
metacarpofalángica. B) La hiperextensión de la articulación metacarpofalángica ha propiciado la luxación del implante. C) Sección
de un tendón del APL a unos 6 cm proximal a su inserción en el metacarpiano. D) Tunelización subcutánea del tendón del APL desde
la base del metacarpiano. E) Resultado postoperatorio que demuestra la corrección de la hiperextensión de la metacarpofalángica.
294
Tratamiento de las lesiones asociadas
Figura 15. La artrodesis de la metacarpofalángica es el método más efectivo y duradero para corregir una hiperextensión impor-
tante o parcialmente corregible de la misma.
295
A Lluch Homedes
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296
Sección IV
Valoración de
los resultados
Capítulo 27
Exploración clínica y valoración
de la función
1
Institut Kaplan. Barcelona.
2
Sección Traumatología. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Clínic Universitari. Barcelona
299
Á Ferreres Claramunt, A Carreño Delgado
A B
Figura 1. A) representación de los movimientos que se realizan sobre la curvatura convexa del trapecio. B) los que se realizan sobre
la curvatura cóncava. Nótese que el centro de rotación de esta última está situado más distalmente.
nales de los metacarpianos del pulgar e índice. Concluyó en ese caso la amplitud del movimiento de anteposición
que el rango de movilidad de abducción radial a aduc- o abducción palmar-retroposición y del movimiento de
ción se situaba entre los 50º y 70º, considerando una abducción radial-aducción (N Figura 4).
angulación de 20º como la posición neutra. Para el arco
de retroposición a abducción palmar o anteposición, ob- Existe un tercer movimiento, de oposición, que ha gene-
servó un rango de movilidad entre 40º y 60º. Situó la rado diversos estudios en aras de su cuantificación. Es el
posición neutra en 38º en la proyección lateral. movimiento de rotación sobre el eje del metacarpiano, que
es un movimiento automático que sucede en el pulgar al
Las mediciones de movilidad deberían realizarse a partir pasar de la posición de retroposición y abducción radial al
de la posición neutra. Pero desde el punto de vista clíni- de abducción palmar y aducción. En estas circunstancias
co, es muy difícil establecer una posición neutra común. el pulgar realiza un movimiento, que por analogía al giro
No obstante, para determinar la magnitud del ángulo de del antebrazo podría también llamarse de pronación, en
movilidad, podemos buscar una referencia cutánea por el cual el plano de la uña tiende a ponerse más paralelo
al de las uñas de los dedos trifalángicos. Ese movimiento
palpación y, asumiendo la inexactitud de esa referencia,
facilita la pinza entre los pulpejos de los dedos.
determinar los extremos de movilidad del pulgar en los
planos sagital y frontal.
Diversos autores han publicado métodos para su medi-
ción. Coert et al.4, midieron la amplitud del movimiento
Para determinar el grado de fiabilidad de la medición clí-
de rotación del pulgar registrando con una cámara de
nica, colocamos unas referencias radioopacas sobre la piel vídeo el cambio de orientación de una referencia colo-
de los metacarpianos del índice y del pulgar, y se hizo una cada sobre el plano de la uña, tal como lo describió Bun-
radiografía de la mano en posición de máxima abducción nell1 (N Figura 5).
radial (N Figura 2). A continuación se repitió la ex-
ploración en aducción (N Figura 3). La magnitud de Van Wetter17 y Duparc6, mencionados por Foucher7, han
las mediciones clínica y radiográfica resultaron ser super- medido la movilidad del pulgar sobre una regla colocada
ponibles con una máxima diferencia de 1º. Por lo tanto, la de forma perpendicular al plano de la mesa, sobre el que
fiabilidad de una referencia cutánea para la medición de descansaba el dorso de la mano. No obstante, la medi-
la movilidad en los planos frontal y sagital de la trapecio- ción de Van Wetter17 en realidad no es una medición de
metacarpiana puede considerarse fiable. Determinaremos rotación sino de anteposición. Duparc6 mide un arco que
300
Exploración clínica y valoración de la función
A B
Figura 2. A) Disposición de las referencias metálicas sujetas a la piel sobre los metacarpianos del pulgar e índice. B) Proyección
radiográfica correspondiente a la posición de A).
A B
Figura 3. A) Posición de aducción. B) Proyección radiográfica correspondiente a A). Se dibujó un ángulo sobre la imagen radiográ-
fica y se superpuso a la imagen de la posición de aducción. La correspondencia de ese ángulo es exacta.
301
Á Ferreres Claramunt, A Carreño Delgado
A B
Figura 4. A) Posición de abducción palmar en que se tomó la proyección radiográfica que se muestra en B).
302
Exploración clínica y valoración de la función
Tampoco hay en la literatura acuerdo sobre la magni- colocamos en primer lugar una referencia sobre el plano
tud de la rotación del primer metacarpiano durante el de la uña del pulgar. Esa referencia puede ser cualquier
movimiento de oposición. Mientras Goubier et al.10 de- objeto común, de una longitud de unos 5-10 cm que
terminan un ángulo de rotación de 21º, Cheema et al.2 lo pueda ser fijado de forma provisional a la falange distal
cuantifican midiéndolo por TAC en 56º. del pulgar (N Figura 7).
Más recientemente se han realizado mediciones por TC, A continuación, manteniendo el dorso de la mano del
tomando como referencias el dorso de los MTC fijos (2º paciente sobre la mesa, le pedimos que coloque el pul-
y 3º) respecto a la cabeza del 1er metacarpiano2, o di- gar en máxima abducción radial y retroposición posibles.
versos sistemas ópticos3,10,13 o de videofotografía4 que Colocamos entonces el goniómetro con una rama sobre
utilizan marcadores cutáneos y pueden realizar diversas la mesa y la otra orientada de tal manera que sea para-
mediciones tanto de posiciones estáticas como dinámi- lela en los otros dos planos a la referencia (N Figura
cas. En este sentido, existen estudios recientes realizados 8). Después de medir el ángulo (N Figura 9) solici-
“in vivo” utilizando la TC 4D para la evaluación de la ar- tamos al paciente que mueva el pulgar a la posición de
ticulación TMC9. máxima abducción palmar y aducción. Colocamos ahora
el goniómetro con el mismo concepto que antes: una
La dificultad en la medición de la rotación del primer rama sobre la mesa y la otra paralela a la referencia (N
metacarpiano al realizar la oposición hace que no haya Figura 10). Medimos de nuevo (N Figura 11) y la
acuerdo en la literatura sobre la magnitud de este movi- diferencia entre las dos mediciones nos dará la amplitud
miento, que presenta gran variabilidad entre los diversos de la rotación del pulgar.
estudios (Goubier: 21º, Cheema 56º), cuya metodología
es asimismo muy diversa2,10. Con este método realizamos 50 mediciones en perso-
nas adultas de ambos sexos, sin patología del pulgar y
Todos los sistemas de medición utilizados hasta el mo-
sin antecedentes traumáticos ni neurológicos. Obtuvi-
mento tienen limitaciones, bien por la necesidad de ex-
mos un ángulo de oposición de 68,9º de media para la
posición a radiación o por la necesidad de utilizar ins-
mano derecha, con una SD de 17,34, y de 68,4 º para la
trumental muy específico (optometría, videofotografía,
mano izquierda, con una SD de 18,6. La variabilidad fue
marcadores electromagnéticos) del cual no se suele dis-
poner en las consultas médicas.
303
Á Ferreres Claramunt, A Carreño Delgado
Figura 8. Colocación del goniómetro paralelo a la referen- Figura 9. Medición del ángulo de reproposición y abducción
cia. radial máximas con el goniómetro perpendicular al mismo.
Figura 10. Colocación del goniómetro paralelo a la refe- Figura 11. Medición del ángulo en posición de máxima an-
rencia. teposición o abducción palmar y aducción.
muy alta, con un mínimo de 40º y un máximo de 119º de Existen tres formas de realizar la pinza:
magnitud de la rotación. Los ángulos, referidos al plano
de la palma de la mano, de máxima retroposición y ab- • U
na sería la pinza del pulpejo del pulgar con la cara
ducción radial fueron de 66º para la mano derecha y de lateral del índice. Se llama pinza tipo llave.
70º para la izquierda con un ángulo máximo en aducción
• L a segunda sería la realizada con el pulpejo del índi-
y anteposición de 134,8º y 138,4º para las manos dere-
ce, y se llama pinza palmar
cha e izquierda respectivamente.
• L a tercera, entre el pulgar y el pulpejo de los dedos
Ese método nos permite calcular el grado de oposición índice y medio sería la pinza de tres puntos.
del pulgar, no específicamente de la articulación trape-
ciometacarpiana, sino de todo el pulgar, ya que la meta- Aunque no existe un acuerdo sobre cuál puede repre-
carpofalángica puede contribuir a la oposición debido a sentar mejor la función del pulgar, sí parece que existe
su configuración anatómica y a la acción de los múscu- una buena correlación entre los tres tipos de pinza. La
los abductor pollicis brevis y flexor pollicis brevis. pinza palmar o con los dedos índice y medio puede mos-
trar mejor la fuerza de la musculatura tenar, mientras
Otra prueba para medir la función del pulgar es medir la que la pinza lateral está más influida por musculatura
fuerza de prensión. Estudios realizados sobre esta medi- extrínseca y el aductor14.
ción8,15,18 concluyen que la variabilidad es muy grande y
no se pueden dar cifras de normalidad. Entre los factores Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormen-
que influyen en esa fuerza están edad, sexo y ocupación. te, el análisis de la función de la trapeciometacarpiana,
304
Exploración clínica y valoración de la función
se realizará determinando la movilidad en los tres pla- 9. Goto A, Leng S, Sugamoto K, Cooney WP III, Kakar
nos descritos y midiendo la fuerza de pinza en alguna S, Zhao K. In vivo pilot study evaluating the thumb
de sus tres modalidades. Tal como hemos visto, no es carpometacarpal joint during circumduction. Clin
posible dar cifras de normalidad en estas mediciones, Orthop Relat Res, 2013 . Published on line 21 May
y lo más adecuado sea posiblemente comparar los re- 2013. DOI 10.1007/s11999-013-3066-8
sultados con el lado contralateral en caso de que estu- 10. Goubier JN, Devun L, Mitton D, Lavaste F, Papado-
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305
Capítulo 28
Valoración de los resultados de las series
publicadas sobre el tratamiento quirúrgico
de la artrosis trapeciometacarpiana
A Lluch Bergadá
Una mirada rápida en los buscadores más frecuentes de Pese a que la única serie publicada con resultados a
literatura científica ofrece más de 300 citaciones sobre el largo plazo de esta técnica describe un 90% de resul-
tratamiento quirúrgico de la artrosis TMC. La mayoría de tados clínicos satisfactorios y un porcentaje menor de
los trabajos publicados son series de pacientes sometidos evolución a estadios III y IV comparado a la incidencia
a algún procedimiento concreto, en más de una ocasión de dichos estadios en la población general24, en ninguno
diseñado por el propio autor, y por lo tanto con poca rele- de los metaanálisis publicados se ha encontrado ningún
vancia científica. Con menor frecuencia se trata de estu- trabajo con nivel de evidencia I-V sobre la reconstruc-
dios comparativos entre varios procedimientos, la mayoría ción ligamentosa para la artrosis TMC50,79,82.
de las veces hechos de forma retrospectiva. Los trabajos
de revisión sistemática y con criterios de inclusión estric-
tos son escasos (nivel de evidencia I de la clasificación de
Osteotomía del metacarpiano del
Jovell y Navarro-Rubio40) (N Tabla 1), lo que sorpren-
pulgar
de en una patología tan habitual en la práctica diaria de la
cirugía de la mano50,79,82-84.
En el año 1973, Wilson describió una osteotomía de sus-
El objetivo de este capítulo es ofrecer una visión objetiva tracción de una cuña de base radial de 30° en la zona
de los resultados que se consiguen con los procedimien- proximal del metacarpiano (MC) del pulgar. El posterior
tos utilizados con mayor frecuencia para el tratamiento cierre de la osteotomía en abducción del fragmento dis-
de la artrosis TMC sintomática, en todos sus estadios19. tal tenía como objetivo trasladar las cargas de la zona
Los 7 tipos de técnicas quirúrgicas más usadas son: volar de la articulación TMC, donde solían empezar los
1. reconstrucción ligamentosa, 2. osteotomía del meta- cambios degenerativos en el cartílago articular, hacia la
carpiano del pulgar, 3. trapeciectomía, 4. trapeciectomía región más dorsal de la articulación en la que el cartílago
con interposición, 5. trapeciectomía y reconstrucción li- estaba preservado85.
gamentosa (RL) con o sin interposición tendinosa (RLIT),
6. artroplastia TMC y 7. artrodesis TMC.
307
A Lluch Bergadá
Sólo existe un estudio retrospectivo con nivel de eviden- resultados de 22 pacientes a los 6,5 años de la cirugía, de
cia V en el que se compara la osteotomía del primer MC los cuales 18 estaban asintomáticos y con un aumento
con la trapeciectomía con RL, publicado por Atroshi6. En medio del 21% de la fuerza de puño y un 11% de la de
el mismo se recomienda limitar el uso de la osteotomía a pinza de llave32.
estadios iniciales de la artrosis TMC, por los malos resul-
tados obtenidos en los pacientes tratados con cambios Una de las posibles complicaciones tras extirpar el trape-
degenerativos significativos. cio, la migración proximal del metacarpiano del pulgar,
fue objeto específico de un solo estudio. Tras una trape-
Las series de casos tratados con esta técnica con mayor ciectomía simple en 13 pacientes, se pudo objetivar que
seguimiento son las de Hobbyx et al.35 y Parker et al.60, en las dos semanas tras la cirugía se reducía el 61% del
que describen resultados clínicos buenos o excelentes en espacio escafometacarpiano, pero que esa disminución
el 80% de 50 pulgares a 6,8 años y en 6 de 8 pacientes a no aumentaba significativamente durante las siguientes
9 años de la intervención respectivamente. 10 semanas3. Otro trabajo ha mostrado que los cambios
degenerativos entre la base del metacarpiano y el es-
Existen también trabajos en los que se describe el resul- cafoides distal fueron significativamente mayores tras
tado de una osteotomía de adición en trapecios consi- una trapeciectomía simple que tras una trapeciectomía
derados displásicos o con una inclinación aumentada. y RLIT, pero eso no tuvo ninguna traducción clínica en
En estos casos se pretende mejorar la estabilidad de la los pacientes estudiados67.
articulación, el contacto de las superficies articulares y
la transmisión de cargas. El-Mahly publicó resultados Valorando únicamente los trabajos publicados a partir
excelentes en el 79% de 24 pulgares de pacientes jóve- del año 2000, el número de estudios en los que la tra-
nes con más de 3 años de seguimiento20. peciectomía se compara a otros procedimientos supera
la decena8,16-18,21,22,25,56,59,66,68. En ninguno de ellos se ha
Finalmente, se han publicado dos estudios en los que se demostrado que la trapeciectomía sola ofrezca peores
combina una osteotomía en cuña de sustracción del MC, resultados en cuanto a mejoría del dolor, movilidad,
con una osteotomía de adición en el trapecio29, al que se fuerza, satisfacción o puntuaciones en las escalas de
le puede asociar una reconstrucción ligamentosa30. La función habituales. Ofrece el beneficio, además, de dis-
técnica está indicada en estadios iniciales de artropatía minuir el tiempo quirúrgico y tener menos morbilidad
con laxitud ligamentosa y alteración ósea significativa, asociada50,56,79,82.
con buenos resultados en 8 y 17 pacientes respectiva-
mente a más de 2 años de seguimiento. Especialmente destacables son los estudios realizados
en Nottingham y Derby, en el Reino Unido, la mayoría
de nivel de evidencia II16,17,25,66,67. En el último de ellos se
Trapeciectomía aleatorizaron 174 pulgares en 3 grupos (trapeciectomía
simple, trapeciectomía e interposición tendinosa y tra-
La trapeciectomía simple fue el primer procedimiento peciectomía y RLIT con la mitad de flexor carpi radialis)25.
descrito para el tratamiento quirúrgico de la artrosis El seguimiento medio de los pacientes fue de 6 años tras
TMC26. Sus buenos resultados iniciales y las pocas com- la cirugía (mínimo de 5, y máximo de 18 años). La con-
plicaciones inherentes a la técnica han hecho que, a fe- clusión más importante de los autores fue que añadir
cha de hoy, siga siendo la referencia con la que se suelen la interposición tendinosa o la RLIT no supuso ningu-
comparar la mayoría de los procedimientos. De hecho, na mejoría en el resultado clínico. Al ser la continua-
hay muy pocos trabajos en la última década describien- ción de un estudio en el que se valoró a los pacientes al
do sólo series de pacientes a los que se les ha hecho una año de la cirugía16, se pudo objetivar que el porcentaje
trapeciectomía simple, en comparación al gran número de pacientes sin dolor en la primera revisión (81%) se
de estudios en el que esta técnica se compara con otras. mantenía prácticamente inalterable (78%). Existió una
disminución de la fuerza entre uno y otro momento de
Hay dos trabajos en los que se describe la técnica qui- evaluación, atribuible al envejecimiento de la población
rúrgica de la trapeciectomía simple, asociada a la fija- de estudio según los autores. Es destacable el hecho de
ción transitoria con agujas de Kirschner entre el primer que no se encontrasen más complicaciones asociadas a
y segundo metacarpiano para favorecer la formación de la interposición o a la RLIT, a diferencia de la mayoría de
un hematoma que posteriormente genere un tejido cica- estudios comparativos56. En los tres procedimientos se
tricial de interposición (Hematoma Distraction Arthro- colocó una aguja de Kirschner entre el primer y segundo
plasty o HDA)23,32. Sólo en el segundo se describen los metacarpiano durante 4 semanas y se inmovilizó la ar-
308
Valoración de los resultados de las series publicadas sobre el tratamiento quirúrgico de la artrosis trapeciometacarpiana
En los últimos años se han publicado varios trabajos Como la mayoría de las técnicas, la trapeciectomía con
en los que se asocia realizar una trapeciectomía (total interposición también se ha incluido en estudios com-
o parcial) y colocar un sistema de suspensión entre el parativos. Los estudios en los que la interposición ha
primer y el segundo metacarpiano (Mini TightRope®. Ar- sido hecha con tendón, ésta no ha obtenido resultados
threx Inc, Naples, Florida)45,87. El procedimiento sobre el diferentes a la mayoría de las técnicas con las que se
trapecio normalmente se realiza por artroscopia, por lo ha comparado25,43,46,50,63,79,82,. Cuando se comparó con la
que tiene la ventaja de ser procedimiento mínimamente trapeciectomía y reconstrucción ligamentosa solamen-
invasivo. Pese a ello, los trabajos son series de pacien- te, el practicar una interposición tendinosa no mejoró
tes valorados de forma retrospectiva por lo que su valor el resultado ni el espacio postrapeciectomía43. Cuando
científico es discreto. se comparó con la artroplastia de resección y la artro-
309
A Lluch Bergadá
desis, esta última tuvo muchas más complicaciones, si La revisión sistemática hecha por Martou et al. en 2004
bien los mejores resultados fueron con la artroplastia concluyó que, basado en 11 artículos, la trapeciectomía
de resección63. Y cuando se ha incluido en las técnicas con RLIT no suponía ningún beneficio adicional a la tra-
comparadas con la trapeciectomía simple, tal como se peciectomía simple, con interposición tendinosa o a la
ha descrito anteriormente, interponer tendón no mejoró artrodesis TMC50. Wajon et al. (Cochrane Musculoskeletal
el resultado25. Group) han publicado tres revisiones sistemáticas sobre
la artrosis TMC en los años 200582, 200983 y 201584. En
El único estudio comparativo con interposición de un los mismos han analizado únicamente los resultados de
aloinjerto fue el publicado por Park et al, quienes com- ensayos clínicos aleatorizados o casialeatorizados con
pararon utilizar un injerto costocondral de interposición los procedimientos más frecuentemente utilizados. En
con la trapeciectomía y HDA, y con la trapeciectomía y ninguna de las tres revisiones han podido demostrar
RLIT. La interposición y la trapeciectomía y HDA reduje- que exista un procedimiento que suponga un beneficio
ron significativamente el tiempo quirúrgico, pero no se respecto al resto en términos de dolor o resultado fun-
detectaron diferencias en los resultados59. cional. Es más, en las tres revisiones la trapeciectomía
con RLIT producía un mayor número de efectos adversos
Los resultados obtenidos con la interposición de mate- que la trapeciectomía simple.
riales sintéticos no han sido demasiado buenos. Los más
conocidos son el Artelon® (poliuretanourea biodegrada- Tras este tipo de metaanálisis, los estudios con mayor ni-
ble), Permacol® (colágeno dérmico porcino), Goretex® y vel de evidencia científica son los ensayos prospectivos
Marlex®. A pesar de alguna publicación inicial prome- aleatorizados con un número elevado de pacientes (ni-
tedora en la que se comparaba con la trapeciectomía vel de evidencia II). Los que existen sobre el tratamiento
y RLIT10,57, el uso de Artelon® como interposición no ha quirúrgico de la artrosis TMC no han demostrado que la
demostrado ser una ventaja y se ha asociado a la apa- trapeciectomía con RLIT proporcione mejores resultados
rición de sinovitis reactivas a cuerpo extraño12,39,58,65. En que la trapeciectomía simple con fijación entre primer y
el trabajo de Blount, se tuvo que retirar el 37% de los segundo MC e inmovilización durante 6 semanas17,25,66.
implantes colocados en 38 pacientes12. La comparación Estos trabajos se han comentado en el apartado de tra-
de la interposición de Permacol® con la trapeciectomía peciectomía.
tuvo que suspenderse por el número de reacciones ad-
versas al material9. Y un estudio en el que se comparó la
trapeciectomía e interposición tendinosa con interponer
Artroplastia de implante TMC
Marlex® o Goretex®, éste último material produjo un nú-
mero mucho mayor de complicaciones54. Para intentar solventar el colapso del MC del pulgar que
podía ocurrir tras la trapeciectomía simple, y los proble-
mas de movilidad y la dificultad en conseguir la fusión
Trapeciectomía y reconstrucción de las artrodesis, en la década de los 60 del siglo pasado
ligamentosa con interposición empezó a utilizarse la artroplastia de implante para el
tendinosa (RLIT) tratamiento de la artrosis TMC.
Tomando como referencia los trabajos de Gervis sobre la Se pueden diferenciar varios tipos de artroplastia de im-
trapeciectomía26 y el de Eaton y Littler sobre la recons- plante: 1) los implantes rígidos que se colocan entre la
trucción ligamentosa volar19, R. Burton y V. Pellegrini base del MC y el trapecio tras resecar la superficie arti-
fueron en 1986 los primeros en describir la técnica de la cular, a modo de interposición, 2) las hemiartroplastias,
reconstrucción ligamentosa con interposición tendinosa en las que se sustituye la base del MC, 3) las artroplastias
en un estudio de nivel de evidencia V (técnica de Burton totales, que son aquellas en las que se sustituyen las dos
y Pellegrini)13. superficies articulares y 4) los implantes que sustituyen
a todo el trapecio, apoyándose sobre la superficie articu-
El número de trabajos describiendo series de pacientes lar distal del escafoides.
con este procedimiento y pequeñas variaciones técnicas
es inabarcable. Por dicho motivo, en este apartado nos
centraremos sólo en las conclusiones obtenidas en las
Implantes de interposición.
revisiones sistemáticas de Martou et al.50, Vermeulen et
al. 79 y Wajon et al. 84, y en los estudios comparativos en Los primeros implantes de interposición, descritos en
los que se ha incluido a la trapeciectomía y RLIT. los años 70 del siglo pasado fueron de silicona4, pero la
310
Valoración de los resultados de las series publicadas sobre el tratamiento quirúrgico de la artrosis trapeciometacarpiana
inestabilidad de los mismos y la sinovitis provocada por articular de la TMC es muy difícil. Existen dos tipos de
partículas de silicona que se desprendían por fricción artroplastias totales TMC, las que tienen una cabeza es-
provocaron su abandono. férica articulándose en una copa o cúpula a modo de ró-
tula (“ball and socket” o B&S), y las de superficie. Como
No han ofrecido mucho mejor resultado otros implantes consecuencia de los malos resultados de las segundas,
de interposición. En 2004, Athwal et al. publicaron los únicamente se comentarán los modelos tipo B&S.
resultados de la interposición con una esfera de Zirco-
nio llamada Orthosphere®, cuyo uso desaconsejaron los Casi todos los estudios vuelven a ser series de casos, con
propios autores por la inaceptable tasa de reinterven- nivel de evidencia VI. El factor limitante de los implantes
ciones por hundimiento5. Algo parecido sucedió con los es su supervivencia a largo plazo, normalmente condi-
implantes esféricos de cerámica1, y de carbón pirolítico cionada por el aflojamiento o la luxación más que por el
(Pi2®). En una serie comparativa entre este último im- dolor, y el coste económico que suponen.
plante y la trapeciectomía, el 33% de los pacientes con el
implante tuvieron que ser reintervenidos a los 20 meses El trabajo que resume mejor la situación actual de las ar-
de seguimiento medio51. troplastias totales TMC es la revisión sistemática publica-
da por Huang et al. en 2015. En la misma se analizan los
El implante de interposición rígido más popular en los resultados de 32 artículos referentes a 14 modelos dife-
últimos años en nuestro medio es un disco de grafito re- rentes de artroplastias totales, no pudiendo realizar nin-
cubierto de carbón pirolítico (Pyrodisk®). El único trabajo gún metaanálisis por la enorme disparidad de datos36. La
en el que se describen los resultados del mismo analiza artroplastia total más conocida y sobre la que se han pu-
18 pacientes con un seguimiento medio de 68 meses. blicado más resultados a largo plazo es la diseñada por De
El hecho de que el implante se pueda estabilizar con un la Caffinière en 1971. La supervivencia de este implante
hemitendón disminuye el índice de inestabilidad y rein- ha sido variable en la bibliografía publicada. Fue buena en
tervenciones. Pese a ello, los autores concluyen que los los estudios de Chakrabarti et al.14 y Johnston et al. 38, con
resultados no son mejores que los descritos tras otros un 89% a los 16 años y un 74% a los 26 años, moderada
procedimientos, y que el coste del implante pone en en el estudio de Van Capelle et al. (72% a los 16 años)76,
duda su beneficio7. y malo según Wachtl et al., con un 66% de supervivencia
a los 5 años81. Se ha descrito una mejoría variable del do-
lor, entre el 44% y el 93%. Su principal problema ha sido
Hemiartroplastias claramente el aflojamiento (entre un 10% y un 44%). Por
Se han publicado varias series de pacientes en los que se todo ello se ha aconsejado indicarla sólo en pacientes de
describen los resultados de sustituir la base del MC por edad avanzada de baja demanda18,76.
un implante rígido. A pesar de que algunos incluyen un
La prótesis Electra® ha ofrecido buenos resultados sólo
número elevado de pacientes y sus resultados funciona-
en manos de sus diseñadores64. Los resultados obtenidos
les son buenos, el tipo de estudio hace que su nivel de
por otros autores no relacionados con el implante han
evidencia científica sea bajo.
demostrado tasas inaceptables de fallo precoz, por lo
Especialmente destacables son los resultados de la serie que se ha desaconsejado su uso27,34.
de Pritchett y Habryl y en la que 159 implantes metáli-
La prótesis Arpe®, quizás la más conocida en nuestro
cos tienen excelentes resultados funcionales y una tasa
medio, ha demostrado tener una alta tasa de super-
de supervivencia del 94% a los 74,1 meses62. Los resulta-
vivencia, del 97% a los 5 años78, y del 93,9% a los 10
dos publicados con hemiartroplastias de carbón pirolíti-
años48, con unos resultados clínicos muy satisfactorios.
co a corto plazo son aceptables, tanto con una interfaz
También se han publicado buenos resultados y altas ta-
proximal cóncava como convexa, si bien se desconoce la
tasa de supervivencia o el resultado funcional más allá sas de supervivencia con las prótesis Ivory®31 y Maia®44.
de los dos años de seguimiento medio49,86.
De los dos estudios en los que las artroplastias se han
comparado a la trapeciectomía con RLIT y a la trapeciec-
Artroplastias totales tomía simple se podría deducir que los pacientes tienen
una recuperación más rápida, y quizás mayor fuerza de
Las artroplastias de dos componentes rígidos están pinza y de movilidad con las prótesis. Todo ello condicio-
indicadas en la artrosis aislada de la articulación TMC. nado por la posibilidad de desarrollar las complicaciones
Desarrollar una prótesis similar a la compleja anatomía propias de los implantes y a su precio37,75.
311
A Lluch Bergadá
312
Valoración de los resultados de las series publicadas sobre el tratamiento quirúrgico de la artrosis trapeciometacarpiana
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316
ALBERTO LLUCH
JOSÉ MARÍA ARANDES
ARTROSIS DE LA
ARTICULACIÓN
Teniendo en cuenta la gran importancia del pulgar en el funcionalismo de la TRAPECIOMETACARPIANA
mano, no es de extrañar que la artrosis de la articulación trapeciometacarpia-
na (TMC) ocasione una importante limitación funcional. Como consecuencia
del progresivo envejecimiento de la población, las posibilidades de desarro-
llar una artrosis serán mayores pero, al mismo tiempo, también aumentan Editores
las exigencias y expectativas en mantener un estilo de vida activo. Es por
ello, que dicha patología requerirá una mayor atención médica en el futuro. ALBERTO LLUCH Y JOSÉ MARÍA ARANDES